CAPÍTULO II MARCO TEÓRICO REFERE NCIAL 1. ANTECEDENTES DE...
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CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO REFERENCIAL
1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
En este capítulo se incorporan los antecedentes básicos que incluyen
investigaciones previas, además se comentan y profundizan la manera de
contextualizar el problema de investigación planteado, mediante la
integración de un marco teórico o de referencia que dan fundamento a esta
investigación. Los antecedentes de la investigación constituyen la revisión de
la documentación que brinde información precisa inherente a la variable
objeto de estudio.
Para sustentar esta investigación se tomaron como antecedentes
diversos estudios previos, de algunas teorías relacionadas con la Gerencia
Organizacional Significativa. Los antecedentes que a continuación se citan,
proporcionan a la investigación una base teórica que sustenta la
problemática planteada y que permitirá la interpretación y análisis de los
resultados.
A la luz de lo expuesto, se debe citar en primer término el artículo
publicado por Rondón, Córdova y Rodríguez (2012) denominado “Hacia una
nueva concepción de la Gerencia Organizacional Significativa en la
educación superior venezolana”. Esta investigación tuvo como finalidad
elaborar referentes teóricos, técnicos y metodológicos para la transformación
de los enfoques gerenciales Gerencia organizacionales significativos en la
educación superior venezolana. La investigación fue focalizada en los cinco
núcleos de la Universidad de Oriente, considerando como informantes claves
a profesores y estudiantes y se contó con un perfil construido
14
15
intencionalmente por los investigadores. También se amplió el eje de
comprensión de los referentes teóricos a construir con informantes claves de
otras universidades: Universidad del Zulia, de los Andes, Central de
Venezuela, y Centro Occidental Lisandro Alvarado.
La investigación es de tipo cualitativo y se supuso como meta-teoría el
paradigma de la complejidad y enfoques relacionados. Para el análisis de los
datos y elaboración de los constructos teóricos se utilizó la teoría de Strauss
y Corbin (2002). Posteriormente se llegó a una reflexión final en la que se
consideró la necesidad del desarrollo de una ética altruista, una conciencia
crítica e histórica, un desvelamiento de las formas como se conciben las
relaciones de poder, entre otros, para redimensionar la visión y misión de
estas instituciones y el desarrollo de estrategias y modificación estructural y
normativa de los procesos gerenciales para adaptarlos a estilos gerenciales
más colaborativos y sensibles ante los procesos de transformación.
Otra conclusión significativa consistió en la construcción de Principios
Teóricos para redefinir los estilos gerenciales universitarios, se ha
manifestado mediante las diferentes percepciones del conjunto de actores
claves entrevistados quienes a través de sus creencias, valores, identidades,
y códigos lingüísticos definieron un conjunto de categorías que entrelazadas
con los referentes teóricos que orientan esta investigación y la percepción de
los investigadores, permitieron generar constructos teóricos los cuales
pueden servir como ejes orientadores para acelerar los procesos de
transformación que requiere la gerencia universitaria.
El principal aporte de esta investigación, consiste en que permitirá
sentar las bases de los conceptos más importantes que deben conjugar la
nueva construcción (Gerencia Organizacional Significativa). Cabe destacar
que en investigaciones posteriores, estos conceptos deben ser
profundizados y entrelazados, complementado con otros enfoques y
modelos, a fin de constituir una guía para afianzar los procesos formativos en
16
materia gerencial, que deben ser puestos en marcha a fin de acelerar los
procesos de transformación en la gerencia universitaria.
Otro artículo, importante para ser tomado en cuenta como aporte, es el
presentado por Jaimes y Medina (2011), el cual tiene por título:
“Aproximación a un modelo de Gerencia Organizacional Significativa en la
educación universitaria, nivel pregrado para la Universidad Nacional
Experimental Politécnica de la Fuerza Armada (UNEFA) núcleo del Estado
Yaracuy”. El estudio tuvo el propósito de generar una aproximación a un
modelo de Gerencia Organizacional Significativa en la educación
universitaria nivel de pregrado para la Universidad Nacional Experimental
Politécnica de la Fuerza Armada (UNEFA). La investigación se enmarcó
dentro de la perspectiva cualitativa con pertinencia socioeducativa, con
enfoque etnográfico considerando un diseño flexible que surgió del proceso
investigativo, puesto que se estudió en el transcurso de una serie de
encuentros vivenciales.
Se utilizó la observación y la entrevista semi - estructurada para la
recolección de información. Para comparar, contrastar y corroborar la
información se empleó la técnica de la triangulación. La realidad epistémica
del estudio transcurrió en los planos de lo intersubjetivo. Los hallazgos del
estudio emergieron del mundo vivencial laboral cotidiano de los docentes,
estudiantes y gerentes, a través del consenso inter subjetivo como
construcción compartida de conocimiento.
El análisis e interpretación se efectuó a través de un proceso de
categorización referida a la revisión de las lecturas obtenidas de la
observación de la transcripción de las entrevistas, además de las
grabaciones. De la interpretación de los hallazgos, se generó una
aproximación de un modelo de gerencia significativa, concluyéndose que la
gerencia presenta limitaciones en la formulación de la naturaleza, así como
en la filosofía institucional, el flujo comunicacional, la forma de abordar los
17
procesos gerenciales, la participación, la falta de políticas para la
capacitación y de desarrollo del personal.
El principal aporte de esta investigación, consiste en que genera
categorías de análisis que permitirán abordar los procesos gerenciales que
se realizan en los postgrados de las Universidades del Estado Zulia. De igual
manera, servirá para la orientación de algunas dimensiones e indicadores
que trata la investigación a desarrollar; en torno a su metodología, permitirá
ser una guía considerando el tipo de instrumento para la recolección de
datos.
Otra investigación vinculada a la variable, es la desarrollada por Sierra,
Ortiz; Rangel y Alvarado (2011), titulada: “Liderazgo moderno y tendencias
gerenciales significativas: cambios paradigmáticos en la gestión de la
universidad como empresa del conocimiento”. En el documento se
comparten aspectos relacionados con los modelos gerenciales y los estilos
de liderazgo moderno al tiempo que se propone una caja de herramientas de
gestión que puede sorprender a algunos académicos, pero cuyos resultados
han sido exitosos y debidamente comprobados en la gestión industrial.
Este artículo tiene como propósito reflexionar sobre el liderazgo, las
nuevas tendencias gerenciales y la postura asumida por la comunidad
académica en las universidades para implementar desarrollos gestados fuera
del ámbito académico y demostrar que su aplicación no riñe con la gestión
administrativo - académica, sino que aporta basamentos, herramientas e
instrumentos a los líderes de estas organizaciones para lograr objetivos y
planes estratégicos de desarrollo para el éxito organizacional, lo cual se
traduce en calidad académica en la formación de profesionales para la
convivencia pacífica, la transformación y responsabilidad socio-ambiental de
la humanidad.
El principal aporte de esta investigación, consiste en que proporciona
aspectos relacionados con los modelos gerenciales y los estilos de liderazgo
moderno, así también se proponen herramientas de gestión que permitirán
18
abordar mejorar los procesos gerenciales que se realizan en los postgrados
de las Universidades del Estado Zulia. Al mismo tiempo, permitió ser una
guía para la fundamentación teórica.
Al respecto, en la misma vertiente, Anniccharico (2010) publicó un
artículo titulado: “Enfoques gerenciales organizacionales significativos
modernos en el proceso de cambio organizacional de la Universidad del
Zulia”. La investigación desarrollada utilizo un tipo de investigación
metodología descriptiva, que está basada en la información suministrada por
los directivos de las dependencias seleccionadas a través de un cuestionario
elaborado para tal fin y cuyo objetivo es determinar el grado de aplicabilidad
de los enfoques gerenciales modernos (EGM) en los procesos de cambio de
La Universidad del Zulia.
Los resultados evidencian que el Mejoramiento Continuo de Procesos
es el EGM más utilizado; pero a pesar de haber realizado esfuerzos para su
aplicación, existen algunos aspectos institucionales que debilitan
significativamente la incidencia en su efectividad. Se concluye que para la
aplicación efectiva de los EGM debe definirse lineamientos estratégicos
enmarcados en un contexto, partiendo del análisis de los factores
facilitadores y obstaculizadores, donde se oriente el cambio hacia la
personalidad de la organización.
El principal aporte de esta investigación, consiste en que proporciona
enfoques gerenciales modernos, que sustentarían el análisis de las tipologías
de gerencia organizacional de los postgrados de las Universidades del
Estado Zulia. En este sentido, el citado estudio refuerza el marco teórico
referencial que proporciona para la investigación de acuerdo a la variable
objeto de estudio.
Otro aporte importante a ser considerado, es el de Ferrer y Pelekais
(2004) en su publicación titulada: “Tendencias gerenciales y la gestión
universitaria”. El propósito de la investigación consiste en determinar las
tendencias gerenciales contemporáneas que aplica la alta gerencia
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universitaria de la Universidad del Zulia (LUZ), en su gestión para la toma de
decisiones en las instituciones de educación superior, cuyos retos científicos
y tecnológicos son cada día mayores en el contexto competitivo de las
organizaciones. La investigación sigue la modalidad de carácter descriptivo
aplicada.
La población objeto de estudio fue clasificada como población censal,
por sus características definitorias incluye a las autoridades universitarias,
rectorales y decanales. Los resultados fueron analizados mediante
distribución de frecuencias. Con los datos obtenidos se concluyó que la
planificación estratégica se aplica en un 100%, la calidad total con un 68.4%,
la reingeniería con el 31.6% y el benchmarking con el 26.3%. Las tendencias
no utilizadas fueron el empowerment, la organización virtual y el cuadro de
mando integral. La generación de lineamientos para la gerencia deseable de
la alta gerencia universitaria, incluye : liderazgo, manejo de herramientas
tecnológicas, capacitación profesional y gerenciar con técnicas
contemporáneas, se determinó que sí existe viabilidad institucional para
aplicar las propuestas.
La investigación arrojó aportes significativos rompiendo el paradigma de
investigar la alta gerencia de LUZ, generando el perfil de la gerencia
deseable, recomendándose la aplicación de las tendencias gerenciales
contemporáneas ajustándose a la naturaleza y momento presente y futuro de
la organización.
El principal aporte de esta investigación, consiste en que proporciona
aspectos teóricos relacionados con las tendencias gerenciales
contemporáneas aplicados en la alta gerencia universitaria, asi como
también aporta un análisis de la gestión para la toma de decisiones en las
instituciones de educación superior. De igual manera, se valoraron las
referencias bibliográficas que utilizaron los autores de las tesis antes citadas,
con la finalidad de buscar fuentes actualizadas que toquen más de cerca el
contenido de la investigación, y así lograr los objetivos.
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2. BASES TEÓRICAS
A continuación, se exponen teorías, modelos, enfoques y opiniones
inherentes a las variables y categorías objeto de estudio: Modelo de
Gerencia Organizacional Significativa para los postgrados de las
Universidades del Estado Zulia, las cuales van a ser fundamentadas por
diversos autores durante el desarrollo de esta investigación.
Dada la rigurosidad metodológica establecida para los procesos
investigativos, se sustentan en legados teóricos que permitan delimitar con
exactitud lo referente a las variables pautadas para este estudio, las
dimensiones y sus respectivos indicadores, los cuales direccionaron los
objetivos propuestos en la misma.
De esta manera, se editará con fuerza descriptiva y justificación
valorativa a los posibles resultados, para ello, se dará inicio a una fase
exploratoria profunda a todo un compendio teórico referente, lo cual permitirá
definir con precisión el problema planteado, y darle consecución a los
procedimientos pertinentes a dicho estudio, llegando a la verdad del
problema.
2.1 GERENCIA ORGANIZACIONAL SIGNIFICATIVA
Actualmente la gestión educativa hace énfasis en la necesidad de
dinamizar los procesos gerenciales, en función de sus fortalezas,
oportunidades, limitaciones y amenazas. En este sentido Rensis (2010),
señala que esta necesidad obedece a “la construcción, en las instituciones,
de espacios que favorezcan la formulación, unión de visiones, misiones tanto
personales como grupales”, que orienten el cambio, las innovaciones en
función de los intereses, necesidades y habilidades de los actores, a objeto
de resolver problemas científicos y técnicos para establecer principios de
calidad y eficiencia en la gestión gerencial a fin de garantizar niveles de
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excelencia. Para Cañizales (2009), los “nuevos paradigmas gerenciales en
las organizaciones, adoptan un estilo más participativo, estratégicos más
significativos”, basado en el trabajo compartido y en el aprendizaje en
equipo.
De esta manera se crea en los gerentes académicos de las
instituciones universitarias, la necesidad de integrarse con pluralidad al
proceso de toma de decisiones, de forma tal que puedan cotejar las
informaciones para cumplir con el consenso, la participación en equipo. Ello
le otorga legitimidad al proceso desarrollado a la apertura de nuevas formas
de pensar, sentir y actuar.
Los modelos gerenciales basados en la estrategia participativa
reconocen la importancia de instaurar programas de mejoramiento continuo,
de formación para el desarrollo del personal en las organizaciones, es por
ello que este tipo de gerencia aparece cuando los gerentes identifican,
aprovechan los conocimientos, experiencias, intereses y necesidades de los
empleados para que realicen sus tareas sin necesidad de estarles
monitoreando permanentemente. Ellos usan su poder a favor de hacer un
trabajo cada vez mejor.
Es natural del ser humano hacerlo mejor, motivadamente, cuando lo
hace él, desde él. La gerencia actuará con base en ese poder cognitivo,
activándolo, entregando de esa manera la libertad para actuar bajo
direccionamiento estratégico, que por socialización organizacional, ya es
parte de los equipos de trabajo.
Márquez (2009), expresa que el conocimiento gerencial significativo se
manifiesta como una propuesta funcionalista del proceso organizacional,
abrumado de herramientas, métodos y procesos fundamentales en la
eficiencia operacional, pero en ocasiones desconociendo de manera explícita
las realidades que las fundamentan; tal es el caso del conocimiento
ontológico, epistemológico y la certeza de nuevas realidades paradigmáticas.
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Así mismo, este autor destaca que ningún grado de eficiencia puede
compensar la falta de eficacia, de modo que un gerente ineficaz no puede
alcanzar las metas de la organización, la eficacia es la clave del éxito de las
organizaciones. Pero el ser gerente no sólo es dirigir actividades, ser gerente
también implica ser un buen líder, es saber el proceso de cómo penetrar en
esas actividades que realizan los miembros del grupo con el cual se trabaja,
y saber cómo usar las diferentes formas del poder para influir en la conducta
de sus seguidores, en distintas formas, sin olvidar que es lo que se quiere
lograr y hacia dónde va.
De lo anteriormente señalado podemos inferir como sujetos
cognoscentes que esa situación pudiera estar unida al hecho de muchos
gerentes académicos de este nivel de educación universitaria que en ciertas
ocasiones no se sienten identificados con los propósitos institucionales ni con
las necesidades y requerimientos de sus gerenciados; estas situaciones
conllevan a sumergir en una indiferencia, de cierta pasividad a los actores
sociales universitarios.
Al respecto, Mejía (2009), menciona que la gerencia organizacional
significativa promueve la consecución de metas con los trabajadores,
tomando en cuenta “sus conocimientos, experiencias, intereses y
necesidades, logrando el trabajo significativo, su desempeño se convierta en
algo significativo para ellos”. Lo significativo es todo aquello relacionado con
lo que él es como mente, pensamiento, cognitividad y cultura. En
consecuencia, estos son elementos para tener presentes además de
considerarlos en la gerencia, captación como el desarrollo de personal.
Este mismo autor señala que cada individuo tiene sus necesidades,
motivaciones intrínsecas de realización personal, profesional, sus sueños,
sus visiones. Desde allí se libera el poder cognitivo y motivacional para
agregar valor a la tarea realizada en la organización. Desde ese poder,
piensan, sienten y actúan. Es allí donde la gerencia significativa se activa con
la finalidad de aprovechar las potencialidades, habilidades y destrezas de
23
cada empleado para hacerlo productivo. Es el poder cognitivo del ser
humano, reflejado en sus actitudes que provienen de sus experiencias,
conocimientos, cultura, background, todo lo que hay en su mente.
Además, según el mismo autor, el gerente debe conocer ese poder,
saber lo que mueve al empleado, para garantizar a la vez, la satisfacción
plena de sus intereses y necesidades; en otras palabras, la realización de
sus sueños para moverlo en favor de una naturaleza y filosofía
organizacional internalizada en la misma; sólo en esta ocasión lo debe de
hacer desde la significatividad, la cual se relaciona con lo que a él le gusta,
conoce, posee, es; o sea, lo significativo para él, eso mueve personas, ese
movimiento eleva la productividad laboral de manera proactiva, autónoma y
autorregulada.
Dentro de ese contexto, afirmamos como sujetos cognoscentes que la
gerencia ha de atender la diversidad cultural de sus miembros, en suma
constituyen la cultura agregada de la organización; es decir, su cultura
organizacional. Si se logra el equilibrio entre los intereses de la universidad y
los de sus docentes, los gerentes no se animarán a jugar parcializadamente,
a la visión e intereses de la universidad, sino que buscarían en todo
momento, lograr la equidad , el punto justo entre los intereses de las partes,
organización-sujeto.
Cuando la gerencia da prioridad a los intereses, expectativas de la
organización, lo hace en detrimento del equilibrio, la armonía sujeto -
organización, se rompe al atentar contra las expectativas del trabajador,
creando situaciones de conflictos manifiestos o solapados en algunas
ocasiones. En este sentido, nadie engaña a nadie. Todo el mundo sabe y
luego del engaño viene la desmoralización, la desmotivación, el bajo
rendimiento, el conflicto. Esta gerencia ha de tomar en cuenta al sujeto tal
cual es como ser pensante, con cognitividad y cultura. Sus intereses,
necesidades, conocimientos y experiencias para que sean considerados de
valor para la realización de las metas gruesas de la organización, alineadas
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con las de un colectivo dispuesto a dar lo que poseen como poder cognitivo
para la realización personal y el posicionamiento organizacional esperado.
Lo anteriormente planteado por Mejía (2009), es la diversidad de
pensares, sentires y haceres gerenciados en forma significativa, lo cual se
reflejará en altos niveles de creatividad así como de productividad, al poner
interdisciplinariamente, sobre las mesas de trabajo o de reflexión, las
diversas ideas y paradigmas que entretejen el poder cognitivo de los
empleados en su totalidad, llegando al nivel de transdisciplinariedad al
aplicar sus conocimientos y técnicas, para dar más de lo que se le exige
actualmente.
El papel de la gerencia será detectar en cuál nivel de necesidades,
intereses, conocimiento y experiencias se encuentra cada sujeto luego,
detectarlo en cada grupo. Cuáles son las expectativas individuales y grupales
para, desde allí, gerenciales en forma significativa, alineando a las
expectativas organizacionales. Enfocar solamente las expectativas,
intereses, necesidades de la organización, no es estratégico e inteligente. No
es significativo gerencialmente.
Es necesario compartir más las ganancias, los éxitos, esto también es
parte de la cognitividad laboral. Así le imprime significatividad al trabajo,
estimulando al individuo a agregar valor continuamente, a través de un
trabajo significativo para dar como resultado, potencia a la calidad del
servicio. Los factores de la gerencia significativa, es humanizar, también el
proceso de gerencia, creando un ambiente de propósitos compartidos que
hace significativo el aprendizaje en equipo para hacer inteligente a la
organización.
2.2 TIPO DE GERENCIA ORGANIZACIONAL
Las organizaciones en busca de la excelencia, de acuerdo a los
diferentes niveles en la organización pública, privadas o mixtas, han
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profundizando así en la gerencia organizacional que describen la actividad
diaria del proceso educativo. En este sentido Ferrer y Pelekais (2004)
exponen que las universidades son instituciones conservadoras y quienes las
gerencian deben liderar el cambio; ellas necesitan adoptar nuevos enfoques
que les permitan la mejora continua del producto que forma, así como hacer
de la innovación un proceso sistemático; de allí, la necesidad de transformar
sus estructuras en función de los cambios y de acuerdo al entorno.
Sobre la base de lo señalado anteriormente, los cambios en los
procesos técnicos - administrativos se expresan mediante los enfoques y
técnicas gerenciales, tales como: la planificación estratégica, calidad total,
benchmarking, reingeniería, organización virtual, empowerment y el cuadro
de mando integral.
2.2.1 Planificación Estratégica
La planificación estratégica o gerencia estratégica consiste en la
formulación, ejecución y evaluación de acciones que permiten que una
organización logre sus objetivos. La gerencia estratégica busca concentrarse
en sólo aquellos objetivos factibles de lograr y en qué negocio competir de
acuerdo a las oportunidades y amenazas del entorno.
La planificación estratégica se desarrolla a través de un proceso que
conlleva cinco tareas: 1) desarrollar un concepto de la organización, definir la
misión y formar una visión de hacia dónde se necesita dirigir la organización;
2) transformar la visión en objetivos específicos por resultados; 3) elaborar
una estrategia; 4) implantar y poner en práctica la estrategia seleccionada; 5)
evaluar el resultado, revisar la situación e iniciar ajustes correctivos. La
aplicación de la planificación estratégica puede ser implementada tanto en
organizaciones públicas como privadas, lo cual le proporciona ventajas a
dicha aplicación, por cuanto existen modelos a considerar según la
naturaleza de la organización en estudio.
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Para la aplicación de la planificación estratégica en la organización se
requiere: definir la misión, realizar el análisis sobre las fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas (FODA), establecer políticas y
diseñar objetivos. Ferrer y Pelekais (2004) quienes expresan que la
planificación estratégica consiste en la formulación, ejecución y evaluación
de acciones que permiten que una organización logre sus objetivos, lo cual
es perceptible en las instituciones analizadas, permitiendo así evidenciar la
construcción de objetivos factibles de lograr, así como también su
contextualización de acuerdo a las oportunidades y amenazas del entorno.
En este mismo orden de ideas, Pietroniro (2005, p.158) menciona que
con la planificación estratégica “se busca concentrarse en sólo, aquellos
objetivos factibles de lograr y en qué negocio o área competir, en
correspondencia con las oportunidades y amenazas que ofrece el entorno, lo
cual se evidencia en las instituciones analizadas, donde se observan
coordinadores de postgrado con habilidades para la observación y
sistematización de cadenas de consecuencias, causas y efectos durante un
tiempo establecido, lo cual evidencia toma de decisiones reales en un
entorno cada vez más complejo”.
2.2.1.1 Planificar: partiendo del hecho que la finalidad de las
organizaciones educativas, desde el punto de vista de sus políticas y demás
estatutos que le dan sostenibilidad, se proyecta hacia el alcance pleno de las
metas pautadas. Desde esta perspectiva, la planificación se erige en un sitial
de importancia, por cuanto, de su logro se desprende la mejora continua de
la organización y por tanto su productividad. No obstante, el coordinador de
post grado, tiene la responsabilidad de establecerla con claridad y precisión,
concatenarla con el plan general de dicha institución, como parte integral de
la misma.
Por otra parte, siendo la planificación un instrumento de carácter flexible
y metódico, a través del cual, se estructura todo un compendio de acciones,
que han de dar forma al desarrollo de los procesos inherente a los objetivos
27
que tanto la gerencia educativa y el docente, esperan lograr, es imperiosa la
necesidad de contar con gerentes educativos dotados de talento, a manera
de evitar equívocos que puedan diezmar su razón de ser, apuntando hacia el
éxito del colectivo.
Es así como, Hitt, Stewart, Black y Porter (2010, p.225), dicen que la
planificación “implica calcular las condiciones y las circunstancias futuras, y
con base en esas estimaciones, tomar decisiones sobre qué trabajo debe
realizar el administrador y todo aquello que está bajo su responsabilidad”. En
este contexto, es evidente la contradicción presentada, en el diario acontecer
de las instituciones educativas, donde la planificación se aleja de la realidad,
aspecto que dista mucho de ser un instrumento receptor de estrategias, en
función de resolver las necesidades presentadas.
Por ello, señalan Hitt y otros (2010), que para diseñar la planificación en
correspondencia con las necesidades del entorno, debe subdividirse en, (a)
Planeación estratégica; (b) Planeación táctica y (c) Planeación operativa,
proporcionándole mayor acercamiento a la realidad del entorno. Es así, como
la planificación estaría orientada hacia la atención sustancial del ámbito
educativo.
En el mismo orden de ideas, Robbins y Coulter. (2012, p.155),
manifiesta que “la función de planeación abarca la definición de las metas de
la organización y establecimiento general para alcanzarlas y la preparación
de una jerarquía completa de planes para integrar y coordinar las
actividades”. Desde aquí se desprende, que en la planificación es preciso
considerar el alcance de la misma, ya que en caso de desviarse es el
gerente, quien bebe implementar estrategias para retomar el destino
previamente marcado.
Por esta razón, al gerente educativo, se le confiere la responsabilidad
de supervisar y acompañar el desarrollo de la planificación del docente y
cada una de las aplicaciones que adquiere la praxis académica, a fin de
garantizar la prosecución de las distintas y complejas actividades que la
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referida incluye y que además ha de ser congruente la planificación general
pautada por la organización; quiere decir entonces que, todos los actores son
corresponsables del éxito organizacional. Además, a él compete, el
acompañamiento respectivo que potencie las debilidades del docente, ante
tan inminente responsabilidad como lo es el proceso educativo.
En virtud de lo descrito, es de analizar con profundidad lo que acontece
en el diario devenir del ámbito organizacional, donde con frecuencia, se
presentan planificaciones docentes repetitivas sin ningún componente que
demuestre correspondencia con el deber ser, y en muchos otros casos la
planificación como tal, es débil o, no existe, hecho de verdad preocupante,
por cuanto, con un modismo detractor, la educación sucumbe,
aparentemente, sin dolientes, dejando a los clientes alejados de la esperanza
en un mañana mejor.
Para ello, es preciso que el coordinador educativo modele una conducta
cónsona con la palabra de manera que le sea fácil energizar a sus equipos
de trabajo, para que de esta manera, asuman el compromiso de ejecutar
acciones con una mirada futurista, siempre pensando en su desarrollo
intelectual para alcanzar objetivos a largo plazo, en beneficio de la
organización y de su carrera profesional, hasta lograrlo con éxito.
Por otra parte, la planificación debe ser flexible, aún a pesar de estimar
con certeza las circunstancias que ameritan atención inmediata, acorto plazo
y a futuro. En este sentido, el coordinador de educativo de postgrado, como
el término lo indica, debe poseer una visión por encima de lo inmediato, es
decir, una visión futurista y multifacética, que le den sentido a su desempeño,
como persona y profesional, capaz de liderizar, energizar y comprometer a
sus equipos de trabajo como entes corresponsables del logro de los objetivos
propuestos por la organización. Dándole continuidad, a la planificación
pautada donde todos ha de tener conocimiento de su contenido.
2.2.1.2 Controlar: entendiendo el control desde un enfoque utilitario
para alcanzar las metas esperadas por la organización educativa, desde este
29
punto de vista, constituye una herramienta de base para la gerencia
moderna, permitiéndole, conducir el desarrollo de los procesos sin desvirtuar
su horizonte, de acuerdo a lo planificado. El mismo, se pone en práctica por
medio de la aplicación de un conjunto de métodos y técnicas estratégicas
proyectados hacia el desarrollo de los distintos procesos de gestión. En tal
sentido, controlar consiste en supervisar las actividades para garantizar que
se realicen según lo planeado y corregir cualquier desviación significativa
(Stephen y Coulter, 2005).
Así, quien tenga la responsabilidad de guiar procesos en cualquier área
del saber, en este caso el coordinador de postgrado, debe hacerlo
conduciendo lo planeado en términos de equidad y justicia, ejerciendo un
acompañamiento efectivo con todos los actores inmersos en el diario devenir
de dichos procesos, asumiendo además, una postura de intercambio de
conocimientos en un ambiente de cordialidad convivencial, donde el estímulo
siempre esté presente, a fin de generar un desempeño de alto nivel, por
parte de los equipos de trabajo, bajo su responsabilidad. Al respecto, Hitt y
otros (2010, p.228) plantean lo siguiente:
La esencia de esta función consiste en regular el
trabajo de quienes un administrador es responsable. La regulación podría realizarse de distintas formas, incluyendo el establecimiento anticipado de estándares de desempeño la supervisión continua del desempeño y, de manera significativa, la evaluación del desempeño general.
En correspondencia con lo planteado, es obvio que el éxito del control
ejercido, se suscite en condiciones de respeto y entre iguales, de manera
que quienes operativizan los procesos para el logro de los objetivos, no se
sientan diezmados desde el punto de vista del conocimiento y, lo que es más
importante, como personas, más aún cuando las organizaciones modernas
conceden especial importancia al capital intangible.
Por todo ello, el coordinador de postgrado, debe ser estrictamente
cuidadoso al momento de conducir medios de control hacia las actividades
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planificadas, teniendo como norte la presencia de un acompañamiento de
altura, a través del cual se fortalezca cualquier debilidad presentada,
teniendo claro además que tanto el éxito como los errores, son de todos, y
no de los docentes como, generalmente se estila.
De allí, se desprende la importancia del manejo de los conceptos y las
estrategias, usados por parte del referido supervisor, al establecer controles
de gestión durante el desarrollo de las actividades propuestas, ya que, estos
procesos son recurrentes y recíprocos, y que de suscitarse fallas en los
resultados, inmediatamente debe ser retroalimentado hacia lo previamente
planeado, a fin de encausarlo.
Asimismo, puede decirse que la buena marcha de los procesos
depende, en buena parte, de los medios de control establecidos, los cuales
además, deben ser llevados con pericia evitando dificultades, pues, en
oportunidades, quienes operativizan dichos procesos, en este caso los
docentes, se turban ante algunas acciones emprendidas por parte de los
responsables de dicha conducción. A lo expuesto, destaca enfáticamente,
Robbins y Coulter. (2012, p. 230), lo siguiente:
Para que las cosas marchen como deben, la
administración debe supervisar el desempeño de la organización. El desempeño real debe compararse con las metas con las metas fijadas con antelación, Si hay desviación significativa, es tarea del administrador el hacer que la organización regrese al camino correcto. Este acto de supervisar, comparar, y eventualmente, corregir es lo que se entiende por la función de controlar.
Desde este punto de vista, es evidente la necesidad de revisión que
amerita el quehacer supervisorio en el ámbito educativo, por cuanto, el
desarrollo de los procesos pedagógicos, generalmente queda en el hacer del
docente, es más, en su mayoría quedan a libre albedrío, poniéndose de
manifiesto el ausentismo del supervisor educativo. Es decir, el docente se
31
encuentra sólo ante una responsabilidad tan compleja, como lo es el
desempeño docente.
Lo planteado, pudiera constituir un factor limitante de la creación de
valor del docente, conllevando a un aletargamiento ante la promoción del
conocimiento, quedando el docente en una postura minimizante, poco
favorable para dar respuesta a las necesidades de la moderna sociedad. Al
respecto es importante destacar que el supervisor educativo tiene el deber
de promover un ambiente laboral estimulante, que permita la conducción de
los procesos en forma sistemática y valorativa.
Según, Urcola (2011, p.118), al inicio del desarrollo de procesos de
cualquier índole, es preciso considerar una serie de aspectos que garanticen
el éxito de las mismas, por tal razón, de su planificación se desprenden una
serie de acciones, las cuales promueven la satisfacción del deber cumplido,
en términos de éxito para todos actores involucrados en dichos procesos, por
ello indica que deben atenderse los siguientes aspectos:
(a) Controles Preventivos: se realizan antes que el proceso se inicie a
fin de comprobar que todo está establecido y organizado de acuerdo a lo
pautado.
(b) Controles concurrentes o de supervisión: se realizan durante el
proceso a fin de evitar desviaciones negativas y adoptar medidas correctivas.
(c) Controles finales o postoperatorios se realizan al final del proceso
con el fin de conocer los resultados obtenidos para compararlos con los
inicialmente previstos. Es el control por excelencia.
Con esto, se llevarían a feliz término las actividades planeadas,
pudiendo además, promover su hacer en forma interactiva y participativa de
todos las personas conformantes del equipo, estableciendo, cada uno, por su
parte, medios de control de acuerdo a las necesidades presentadas, a través
del compromiso ante el logro de las mismas.
Por todo ello, el coordinador de postgrado debe consagrarse como un
ente acompañante de alto desempeño, con capacidad para estimular,
32
promover el talento y, así, aportar soluciones efectivas en momentos de
necesidad, durante el desarrollo de los distintos procesos emprendidos. En
otras palabras, el coordinador de postgrado, es el ente competente para
acompañar y fortalecer el talento del docente, concediéndole el protagonismo
que le corresponde, en la conducción del hecho educativo, propiamente
dicho.
2.2.1.3 Evaluar: desde una concepción de carácter utilitario la
evaluación, en su máxima expresión, se desarrolla en realidades múltiples,
partiendo de un conjunto de acciones que permiten delinear, recoger
información, sobre los distintos momentos que se suscitan durante el
desarrollo de los procesos planeados, para luego tomar decisiones en
función de criterios valorativos, los cuales han de ser sometidos a un amplio
debate, dada la responsabilidad, en cuanto a sus resultados.
De acuerdo al caso, la evaluación como proceso inherente a la función
del coordinador de postgrado, es preciso concebirla desde un enfoque
pragmático, proyectándose de esta manera como una herramienta para
fortalecer los procesos educativos y no para, emitir criterios ligeros, en
desmérito de quienes están incursos en los mencionados procesos.
En relación a lo planteado, el coordinador de postgrado como ente
responsable de la promoción del talento en el ámbito académico, está en el
deber de persuadir a los docentes, estimulando su talento, y así, mejorar su
desempeño. Por tanto, el coordinador de postgrado, específicamente,
precisa de competencias cognitivas que impriman un carácter científico a su
acción, dándole a ésta una connotación científico- práctica, por ese Fierrez,
S y Fernández, H. (2010, p.30), opinan lo siguiente:
La coordinación independientemente de su naturaleza
es una ciencia autónoma, integradora sintetizadora aplicada y normativa, práctica y útil, que se ocupa de la realidad educativa institucionalizada (sistema académico) con objeto de mejorarla y de que alcance sus fines con los más variados métodos, procedimientos y técnicas, encontrándose en
33
condiciones de despejar los problemas y salvar los obstáculos que se puedan presentar en este empeño.
En este orden de ideas, la evaluación regida por coordinadores con
conocimiento de cusa estarían enmarcados en una acción netamente
formativa, donde todos tengan oportunidad de enriquecerse personal y
profesionalmente, con una visión integradora con proyección hacia el logro
de las metas y objetivos pautados por la alta gerencia. Por esta razón, la
evaluación en cualquier escenario debe expresarse en términos científicos.
Al respecto, De Glacinto (citado por Fierrez, y otros, 2010, p.876) demarca:
El mundo moderno, por determinados motivos propios,
ha tenido que privilegiar de manera considerable los acontecimientos educativos que suceden en instituciones particulares, es decir, en las escuelas. La pedagogía escolar parece que casi ha ofuscado el horizonte de las preocupaciones pedagógicas. Cuando la epistemología estudia a la pedagogía escolar pone de relieve que tiene una articulación muy abundante.
Lo planteado por el mencionado autor, se traduce en el desarrollo de un
proceso evaluativo cualitativo, que en vez de demeritar a los docentes, les
persuade estimulándolos al despertar de una conciencia, en cuanto a
centrase en la importancia de su rol como protagonista en la formación de
personas, capaces de hacer creación de valor en su entorno, mejorando
tanto su calidad de vida como le productividad de la organización, aspectos
que dependen, indefectiblemente, de un desempeño superior.
Visto desde este ángulo, la evaluación es un mecanismo potenciador
del talento, de hecho, en las organizaciones educativas la evaluación
constituiría un medio para fortalecer el desempeño y no un medio para
afianzar paradigmas autocráticos del pasado, los cuales, no dejaron sino
estigmas denigrantes para el proceso educativo, como lo es el mal llamado
“bajo rendimiento”, como hasta ahora, se le endilga, sin profundizar sobre las
causas.
34
En otras palabras, según el citado autor acota que la evaluación es una
“herramienta de apoyo para dignificar buena parte de los factores claves del
éxito de una organización sino que además proporciona información útil para
estandarizar los procesos más importantes relacionados con la gestión del
talento humano”. (p.245).
Esta postura permite reflexionar y reorientar los procesos evaluativos,
para que produzcan efectos de crecimiento del autoestima, de quienes
dirigen los procesos educativos, y se ubiquen en su grado de importancia
como elemento de desarrollo humano, sostenible. Asimismo, Mosley,
Megginson y Pietri. (2011, p.457), opinan que:
Las evaluaciones del desempeño son benéficas tanto
para el empleado como para la organización pueden ser positivas y motivadoras si se efectúan con una actitud destinada a mejorar el desempeño y ayudar al empleado a avanzar hacia la maximización de su potencial debe ser constructiva y debe estar orientada al futuro.
En todo caso, la evaluación desarrollada de esta manera, permite
conocer en qué medida se está realizando el trabajo, de acuerdo a lo
esperado, que según los mismos autores, Ante todo cuando se trata del
sector educativo, donde la realidad, es contradictoria, por cuanto, en
oportunidades, está hecha con otros fines, o no se dispone instrumento de
planificación alguna. Al caso, los citados autores, afirman que la planificación
“compara el desempeño real con el desempeño ideal o estándar” (p.84).
Facilitando, de esta manera, estimular el desempeño de altura por parte del
trabajador.
Ahora bien, en tanto que la evaluación sea llevada con estas
características positivas, en cuanto a la promoción del talento, y por ende un
mejoramiento del desempeño, constituye realmente un mecanismo
gratificante y persuasivo, para quienes dirigen procesos de tal magnitud, con
proyección hacia un mejoramiento del desempeño de quienes operativizan
los procesos, en este caso, los docentes y participantes de postgrado, que
35
hasta ahora se encuentran habidos de ser considerados como entes que
aprenden capaces de hacer grandes aportes a las instituciones educativas,
para ubicarlas en un marco de inteligentes, donde todos aprenden
incluyendo también al supervisor educativo.
2.2.2 Calidad Total
El término calidad para la administración educativa, significa agregar
más valor a los productos y servicios para distinguirlos de la competencia.
También, es el juicio hecho por los participantes o usuarios del servicio
académico, de acuerdo a los procedimientos asociados de una organización,
junto con aquellos otros procedimientos asociados con los participantes y la
comunidad en general.
Para Ferrer y Pelekais (2004), la calidad total implica la participación
continua de todos los trabajadores de una organización en la mejoría del
desarrollo, diseño, fabricación y mantenimiento de los productos y servicios
de una organización. Lo cual se evidencia en la gerencia ejercida por los
coordinadores del postgrado, quienes apuntan su interés a una idea
estratégica de una permanente atención a las necesidades de los
participantes, además de una comunicación continúa con el contexto
socioeconómico, asegurando la construcción de preferencias por parte de los
participantes de dichos posgrados.
En este aspecto, debe fortalecerse con otras actividades de carácter
estratégico como el benchmarking para obtener información comparativa de
las mejoras prácticas del trabajo, incorporar el ciclo Shewhart (PHVA)
referido a planificar, hacer, verificar, actuar. Planificar, visión de futuro,
compromiso gerencial actual y futuro; hacer, conocer los procesos,
rediseñarlos, aprender de los errores; verificar, detección de los puntos fuera
de los límites prefijados y correcciones; actuar, acción participativa y trabajo
en equipo tanto al interior como al exterior de la empresa. Existen cinco ideas
36
principales que ofrecen al contexto para estos enfoques y que al parecer se
aplican a cualquier método: un enfoque cisternas, las herramientas de la
calidad total, el enfoque dirigido al cliente, el papel de la dirección y la
participación de los empleados. De acuerdo a Ferrer y Pelekais (2004. p 82),
existe e l ciclo de calidad, que incluye catorce pasos, entre estos:
(1) Crear constancia en el propósito de mejorar el producto.
(2) Adoptar la nueva filosofía.
(3) No depender más de la inspección masiva.
(4) Acabar con la práctica de adjudicar contratos de compra, basándose
exclusivamente en el precio.
(5) Mejorar continuamente y por siempre el sistema de producción y
servicios
(6) Instituir la capacidad en el trabajo.
(7) Instituir el liderazgo.
(8) Desterrar el temor, estar seguro de la calidad y productividad.
(9) Derribar las barreras, trabajar en equipo.
(10) Eliminar los slogans y las metas numéricas para la fuerza laboral.
(11) Eliminar las cuotas numéricas.
(12) Derribar las barreras que impiden el orgullo de hacer bien un
trabajo.
(13)Instituir un programa vigoroso de educación y reentrenamiento.
(14) Tomar medidas para lograr la transformación y trabajar como
equipo para ejecutar los trece pasos anteriores. Para la aplicación del control
de calidad se debe centrar el enfoque en la organización a través de: los
procesos, los servicios, los productos y los clientes.
2.2.2.1 Atención a las Necesidades: todo individuo tiene necesidades
ajustados a su vida personal y laboral, por lo cual es importante dentro del
proceso educativo conocerse a sí mismo y de esa manera de manifiesto sus
inquietudes y necesidades para desempeñarse exitosamente en el puesto.
En referencia a la calidad total, el autor sostiene que en la proyección laboral,
37
dichas cualidades sustentan y posibilitan el desempeño laboral satisfactorio y
las posibilidades de aplicar e implementar nuevos procedimientos. De igual
manera, sustentan y garantizan el aprendizaje ocupacional.
En tal sentido, la calidad total de acuerdo a Benavides (2011, pág.80),
“constituye el reto de buscar lógica e instrumentalmente las herramientas que
faciliten a los gerentes educativos a contar con recursos gerenciales que les
permitan evaluar las necesidades y motivación de los participantes,
guardando la individualidad de cada uno y valorando sectorizadamente sus
deseos académicos, dentro del proceso de enseñanza- aprendizaje”.
Al respecto, la motivación es esencialmente interna e individual, su
esencia radica en las necesidades y sus manifestaciones concretas, los
motivos, las necesidades de cada individuo, son cambiantes en el tiempo y
situación por tanto es un proceso psicológico complejo, puesto que hay que
particularizarlo para lograr verdaderamente la calidad total que como
tendencia positiva psicológica de la personalidad, está dirigida a satisfacer
determinadas necesidades de la actitud y tendencia valorativa en el individuo
y grupo por tanto expresa en esencia a una relación entre el individuo y la
organización educativa; su ambiente laboral.
Cabe destacar, que el sistema estimulador visto como un medio
importante de que dispone el gerente educativo para atraer, mantener,
desarrollar y comprometer a los recursos humanos tendrá una influencia
notable en el logro de la misión de la organización que a la vez contribuirá de
manera significativa por esta vía al desarrollo de la sociedad, a la
satisfacción de las necesidades de sus participantes.
Al respecto Hitt, A; Stewart, B; Black y Porter, l. (2010, p.312), plantea
que “debido a la atención a las necesidades, permiten al gerente educativo ,
identificar la expresión de lo que un ser vivo requiere indispensablemente
para su conservación y desarrollo”. De igual manera, permite un componente
básico del ser humano que afecta su comportamiento organizacional, para
poder sobrevivir o para estar mejor.
38
2.2.2.2 Mejora Continua: a menudo surgen reservas sobre la
posibilidad de desarrollar las competencias en personas que no parecen
poseerlas, sin embargo la formación de cada coordinador debería ser
reforzada a través de una formación o mejora continua que requiera de un
contexto teórico - práctico, derivadas por sus conocimientos laborales. De
acuerdo a Benavides (2011, p.98) define la mejora continua como “el alcance
y cobertura de contenidos interiorizados y asimilados por el individuo, los
cuales guardan correspondencia y son factibles de proyectarse y transferirse
en realidades contextualizadas y específicas”, por lo que esta favorece la
actividad directiva, asimismo, vinculándose con el control como acción de la
administración.
Estas demostraciones indican que, los individuos utilizan la información
almacenada para elaborar sobre el material a recordar de una manera
constructiva, transformando la información presentada, de manera tal que lo
que se recuerda está en función del conocimiento y de los estímulos que se
reciben del ambiente. Según el diccionario de pedagogía de Alles, M (2010,
p. 62), conceptualiza la mejora continua como “la acción y efecto que tienen
lugar cuando un sujeto cognoscente, en ejercicio de su facultades
intelectuales, aprende un objeto de conocimiento”.
Asimismo, dentro de los conocimientos del coordinador de post grado,
debe tener capacidades para relacionarse con otros sujetos para llevar a
cabo proyectos comunes, a través de la cooperación, integración, respeto
mutuo y tolerancia de las diferencias y puntos de límite entre los diferentes
modelos teóricos y prácticos profesionales. El desarrollo de estas
capacidades facilitará la conformación de equipos de trabajos
multidisciplinarios e interdisciplinarios para la construcción y aplicación de los
conocimientos.
En tal sentido, depende del conocimiento de efectos y de
circunstancias, enseña que es necesario actuar con responsabilidad, esto es,
asumiendo las consecuencias de las acciones, enseña a planear y a diseñar,
39
a pensar futuros posibles, a preparar acciones y experiencias. Es importante
reseñar que la mejora continua, pueden constituir una noción que permite
trabajar la adquisición y el aprendizaje de estas, pues permite explicar la
manera en que los gerentes educativos deben entender y manejar procesos
básicos en un contexto determinado, posibilitando al mismo tiempo el
desarrollo de acciones concretas. El alto rendimiento de las personas pasa
por consiguiente por una mejora continua, pero también por una serie de
creencias, actitudes y conductas, que es preciso identificar en cada
organización.
Conviene destacar, que el coordinador como gerente educativo debe
tener dentro de la calidad total, competencias de capacidad para
interrelacionar el resultado entre los conocimientos previos de un sujeto y los
saberes por adquirir, siempre y cuando haya necesidad, interés, ganas,
disposición por parte del sujeto cognoscente. De no existir una
correspondencia entre el nuevo conocimiento y la base con las que cuenta el
individuo, no se puede hablar de un pensamiento dinámico, donde la
conciencia de los sujetos sea capaz de utilizar la reflexión crítica sobre un
problema.
2.2.2.3 Competencia: el concepto de competencia, es muy utilizado
por estos días en el contexto institucional para designar un conjunto de
elementos o factores, asociados al éxito en el desempeño del capital
humano. En el año 1970, McClelland demuestra que los expedientes
académicos y los tests de inteligencia por si solos no eran capaces de
predecir con fiabilidad la adecuada adaptación a los problemas de la vida
cotidiana, y en consecuencia el éxito profesional.
Esto lo condujo a buscar nuevas variables, a las que llamó
competencias, que permitieran una mejor predicción del rendimiento laboral.
Durante estas investigaciones encuentra que, para predecir con una mayor
eficacia el rendimiento, era necesario estudiar directamente a las personas
en el trabajo, contrastando las características de quienes son particularmente
40
exitosos con las de aquellos que son solamente promedio. En este estudio
se concluye que existen una serie de características personales que
deberían poseer de manera general los líderes. Sobre los años, el alcance
del término competencias en su sentido genérico, son como lo señala
Leboyer (2012, p.13), “el cual son repertorios de comportamientos o
conductas manifiestas que hacen a unos individuos más eficaces que otros
en la realización de determinadas acciones dentro de una organización”.
Por otro lado, según Boyatzis citado por Benavides (2011, p. 34) en
términos generales define la competencia como “características
fundamentales de una persona, estas pueden ser un motivo, una habilidad,
un rasgo, una destreza, un aspecto del autoconcepto o función social, o un
conjunta de conocimientos usados por la persona”. Por otra parte, Benavides
(2011. p.72), afirma que las competencias son “comportamientos y destrezas
visibles que la persona aporta en un empleo para cumplir con sus
responsabilidades de manera eficaz y satisfactoria”. En este orden de ideas,
Benavides (2011, p.118), señala que:
En la actualidad la tendencia organizacional concibe al
recurso humano a partir de la capacidad de contar con individuos formados y adiestrados para: hacer más y mejor, lo que permite a una organización establecer con concreción diferencias significativas entre aquellos miembros del recurso humano que son eficaces en su desempeño y aquellos otros que se conforman simplemente con ser eficientes.
De a cuerdo a la cita anterior, dicha autora expone que una institución
universitaria, debe constar con individuos adiestrados para realizar las
actividades que requiera la labor que se desea ejecutar, por otro lado,
permite a la organización identificar las habilidades que posee el capital
humano y su efectividad dentro de la misma sin supervisión. Lo referido
indica la presencia en la organización de individuos, que no requieren ser
fiscalizados de manera permanente y/o sistemática en su desempeño para
que sean productivos, debido a que saben qué deben hacer y cómo hacerlo.
41
En tal sentido, muchas organizaciones cometen el error de diseñar
cargos asignándoles competencias con base en los conocimientos, las
habilidades y destrezas del trabajador que lo ocupa, lo que le impide
posesionarse del mercado que es su razón social por falta de una visión
integral de sus cualidades y alcances organizacionales.
Al respecto, Benavides (2011, p.72), señala citando a Dessler,
establece de manera categórica un paradigma de competencias, en lo cual lo
ideal es la fusión o integración de los individuos y la organización para que
ambos se beneficien. Para ello, deben considerarse la satisfacción del
recurso humano en lo personal y profesional, pues si bien, para éste lo
fundamental es obtener un mejor nivel o calidad de vida a través de su
trabajo y desempeño, para la organización es conseguir altos niveles de
productividad.
Ciertamente, en un primer escenario de análisis, estos dos aspectos
resultan intereses encontrados, evidenciando diferencias entre las
aspiraciones en forma de metas y objetivos que tiene una organización, y
aquellas aspiraciones, expectativas e intereses a ser satisfechos por el
recurso humano que labora en ésta. Sin embargo, como sostiene Benavides
(2011, p. 74), la sociedad globalizada del siglo XXI requiere de
Organizaciones Significativas, es decir, de instituciones que actúen de
manera estratégica sobre el comportamiento de su recurso humano para
fusionar e integrar la visión personal con la colectiva y esta con la
institucional.
2.2.3 Benchmarking
La competitividad hizo que apareciera el benchmarking para decidir lo
mejor que existiera dentro de la misma categoría de organizaciones. El
benchmarking es un proceso sistemático y continuo para evaluar los
productos, servicios y procesos de trabajo de las organizaciones que son
42
reconocidas como representantes de las mejores prácticas, con el propósito
de realizar mejoras organizacionales.
Los coordinadores de postgrado han desarrollado en su gerencia el
análisis de ventajas competitivas; al estudiar las mejores prácticas en
organizaciones de la región, pudiendo comparar el desempeño de una
organización con el de otras para obtener información que adaptada de
manera creativa conduzca a mejorar su desempeño de su gerencia. Para
Ferrer y Pelekais (2004, p. 123), el benchmarking consiste “en aprender de
los mejores, donde se establecen metas y medidas de productividad con
base en las mejores prácticas de otras instituciones”.
El benchmarking permite desarrollar ventajas competitivas; estudiar las
mejores prácticas en organizaciones de cualquier industria o país; comparar
el desempeño de una organización con el de otras para obtener información
que adaptada de manera creativa conduzca a mejorar su desempeño. Desde
una forma analítica pueden diferenciarse tres tipos de benchmarking: Interno,
referido a las comparaciones que se realizan dentro de la misma empresa.
Competitivo, referido a las comparaciones con actividades, funciones,
procesos, productos o servicios de empresas competidoras nacionales o de
otros países y Genérico, referido a realizar comparaciones entre funciones o
procesos entre empresas de diferentes sectores de actividad económica,
para la aplicación del benchmarking, se debe centrar el enfoque en: los
procesos, las actividades y los tipos.
2.2.3.1 Proceso continuo: en la gestión institucional, implica una clara
identificación de las áreas y niveles organizacionales, los cuales
transversalizan las responsabilidades y operaciones que realiza cada
personal. Al respecto, Ander (2010, p.231) a través del diccionario de
pedagogía define el proceso continuo como “un conjunto de fases sucesivas
de un fenómeno o de una técnica, conducente a un determinado resultado y
de formación”. En este sentido a lo que plantea el autor es la acción que se
desarrolla a través de una serie de etapas, operaciones concatenadas y
43
funciones, que guardan relación mutua y tienen un carácter continuo en la
realización de una actividad. El proceso continuo, se percibirá en esta
investigación como la sucesión sistemática de cambios en una dirección
definida, susceptible de recibir un nombre (procesos de osmosis, de
socialización, tropismo, de institucionalización y del trabajo social).
2.2.3.2 Auto mejora: hace referencia al compromiso de una persona
para pensar y decidir por sí misma. Para Padrón, J (2010, p. 223), la auto
mejora implica la “adquisición de nuevas habilidades y repetición de acciones
para mejorar los hábitos y las competencias personales. Un individuo que
apuesta por la auto mejora, debe tener una visión clara acerca de su meta y
debe estar atento a las oportunidades”. Necesita contar con un plan
estratégico de vida y actuar en forma creativa e innovadora. Por otro lado,
para Mejía, J (2009, p.58), la auto mejora “puede adquirirse con estudios,
trabajo y la actualización de conocimientos, e implica un importante sentido
de la responsabilidad y una actitud proactiva”.
Además de todo lo expuesto, hay que subrayar que los expertos en
auto mejora establecen claramente que para que esta puede ser llevado a
cabo por un individuo es importante tener presentes tres claves: darse
cuenta, darse tiempo y darse amor. Con ello lo que se viene a dejar patente
es que es necesario en primer lugar que la persona en cuestión sea
absolutamente consciente de que necesita seguir mejorando
profesionalmente y para ello nada mejor que apostar por la formación.
Asimismo es vital que para conseguirlo se otorgue un tiempo al día y
finalmente que también sea capaz de valorarse, de ver todo lo bueno que
tiene como profesional y a nivel personal.
En definitiva, para Goleman (2010, p.115) la auto mejora, consiste “en
promover por la propia cuenta en el crecimiento intelectual que se adquiere
mediante el aprendizaje, para aplicarlo en distintas facetas de la vida. Se
suele utilizar este concepto en el marketing, ya que la auto mejora permite la
realización de nuevos emprendimientos empresariales y la búsqueda de
44
nuevas oportunidades laborales”. La auto mejora, debe ser un proceso
continuo a lo largo del tiempo y que se organiza en distintas fases. La acción
del sujeto se construye en base a la interacción con el medio en el que se
desenvuelve, al cual se va adaptando en forma gradual a fin de consolidar y
mejorar su posición. La noción de autodesarrollo implica una firme creencia
en el potencial de las personas y en la capacidad para generar cambios a
través de una mejora en su ser y en su hacer.
La auto mejora, trabaja con la fuerza motora que brinda a un individuo
la posibilidad de construirse a sí mismo de manera permanente. En este
sentido, y gracias a las nuevas tecnologías, se ha abierto un importante
camino en el ámbito del autodesarrollo profesional.
En concreto, entre las propuestas formativas que más interés están
despertando se encuentran las de aprendizaje de idiomas como el inglés o el
chino, las de habilidades directivas y empresariales, las técnicas que giran
entorno al mundo androide o a la creación de páginas web, y las de
prevención de riesgos laborales.
Finalmente, puede decirse que la auto mejora, constituye una
herramienta eficaz y efectiva, la cual pudiera consolidarse como una
estrategia efectiva para la transformación organizacional educativa , ante
todo cuando se trate de momentos de crisis, razón por la cual, conviene,
que el coordinador educativo se aboque a su aplicación en el contexto de
las organizaciones académicas holísticas.
2.2.4 Reingeniería
La reingeniería se define como el rediseño de procesos de trabajo de
negocios y la implantación de los nuevos diseños. Consiste en una revisión
fundamental y el rediseño radical de los procesos para alcanzar mejoras
sustanciales en medidas críticas contemporáneas de rendimiento, tales
como: costos, calidad, servicios y rapidez. La reingeniería ha recibido
45
diversidad de nombres, entre ellos modernización, transformación y
reestructuración.
Sin embargo, independientemente del nombre, la meta es siempre la
misma: aumentar la capacidad para competir en el mercado mediante la
reducción de costos, este objetivo es constante y se aplica por igual a la
producción de bienes o a la prestación de servicios. Por su parte, Buitrago y
Cardona (2012, p.88) definen el benchmarking como “el proceso sistemático
y continuo para evaluar los productos, servicios y procesos de trabajo de las
organizaciones que son reconocidas como representantes de las mejores
prácticas, con el propósito de realizar mejoras organizacionales”.
Existen varios tipos de benchmarking en función del objetivo que se
busca: el interno, que se enfoca en las mejores prácticas dentro de la
organización; el competitivo, que pretende posicionar las prácticas en el
mercado; el funcional, que tiene que ver con aprender e intercambiar ideas
con quienes presentan las mejores prácticas en áreas funcionales. A
continuación de acuerdo a Buitrago y Cardona (2012, p. 98), se hace una
descripción de la metodología propuesta para el desarrollo de un
benchmarking:
(1) Determinar casos: implica identificar los casos de interés, los
factores representativos de las prácticas a estudiar y desarrollar las medidas
específicas que permitan cuantificarlos. Al determinar las necesidades de
información es importante la especificidad, considerada por aspectos como
un correcto diagnóstico de la información requerida, el tipo de benchmarking
a realizar, la información a evaluar, sus usos, la cantidad y la calidad.
Es importante identificar los factores críticos de éxito que producirán el
mayor impacto, así como ser lo más específico en sus definiciones y sus
medidas porque fuerzan a considerar qué se va a medir y ayudan a
comprender las necesidades de información. Existen tres niveles de
especificidad: Los factores críticos de éxito están definidos en forma amplia y
como tema de investigación. Existe algún tipo de medida agregada. Los
46
factores son los más específicos que se pueden definir y relacionados con
algún tipo de medida o descripción detallada de procesos.
(2) Formar el equipo de proyecto: las personas que participan en el
proceso deben ser especialistas internos y externos, empleados integrados
en equipos funcionales o interfuncionales.
(3) Identificar socios del proyecto: dado que el principal insumo es la
información es importante contar con fuentes confiables; en este sentido es
clave dedicar tiempo y esfuerzo a conformar una red de información bajo
principios de cooperación y reciprocidad. Como el benchmarking busca
aprender de los mejores, implica una amplia red de socios.
Además de los socios, existen otras fuentes de información clasificadas
en seis categorías: recursos gubernamentales, expertos en la materia,
grupos de interés, medios de comunicación, empleados, clientes y
proveedores; y fuentes extranjeras de recursos.
(4) Recopilar y analizar la información: la recopilación de información
puede ser mediante entrevistas o visitas de campo, encuestas y consulta a
publicaciones, medios de comunicación e investigación de información ya
existente. Luego de reunir la información se debe organizar en función de los
niveles de especificidad. También es recomendable verificar los datos para
corregir posibles inconsistencias.
Cuando la información ya está organizada, el siguiente paso es el
análisis para mejorar el desempeño de la organización. La intención no es
criticar, el fin es investigar las prácticas de otros para entender y aprender de
nuevas ideas. El análisis sirve para documentar los procesos, determinar las
diferencias de desempeño y conocer sus propias fortalezas y debilidades.
(5) Actuar: la etapa final consiste en ponerse en acción para mejorar,
enfocándose en: mejorar productos y procesos actuales; aprender algo
nuevo y aportar ideas para el mejoramiento continuo; formar redes
funcionales de información; y reiniciar el proceso cíclico para depurar los
resultados y ganar experiencia.
47
2.2.4.1 Rediseño: es un método de cambio o transformación, con base
en las mejores prácticas de las instituciones. Es una oportunidad de mejora
que permite desarrollar ventajas competitivas, estudiar las mejores prácticas
en organizaciones de cualquier institución o país y establecer cambios
adecuados. Para Mejía, J (2009, p.67), el “rediseño en una organización es
una estrategia gerencial que se adaptada de manera creativa , orientado a
mejorar su gestión”.
Cabe destacar que otra ola que irrumpió con mucha fuerza en el mundo
empresarial fue el rediseño, en 1990. Sierra, Ortiz, Rangel y Alvarado (2011,
p.132), definen el rediseño como “un proceso de trabajo y general para
alcanzar mejoras sustanciales en las medidas críticas de rendimiento: costos,
calidad, servicios y rapidez”. El rediseño, ha recibido diversidad de nombres,
entre ellos modernización, transformación y reestructuración y es una
herramienta que debe ser estudiada a profundidad por la comunidad
científica dada su poca penetración y aplicación en el medio.
De acuerdo a lo anterior, su implementación práctica ha presentado
dificultades debido a los costos en que hay que incurrir para partir de cero en
los procesos objetos de rediseño, pero no deja de ser una estrategia que
debe hacer parte del portafolio alternativo de un gerente educativo y más de
aquellos que producen conocimiento.
Por otro lado, la existencia de esta herramienta gerencial moderna que
ha ocupado la atención de los líderes y gerentes actuales, crea un ambiente
en el personal y los participantes sientan que tienen una influencia real sobre
los estándares de calidad, servicio y eficiencia del negocio dentro de sus
áreas de responsabilidad. Esto genera un compromiso por parte de los
trabajadores para alcanzar las metas de la organización con un sentido del
deber y del autocontrol.
2.2.4.2 Cambio: el cambio es una consigna de hoy para muchas, sino
es que casi para todas, las organizaciones. Parte de este cambio puede
describirse como cambio radical, o cambio estructural. Este cambio
48
trasformacional tiene como resultado una reordenación mayor de la
organización o de sus sistemas de componentes. De acuerdo a Cardona.
(2011, p. 118), el cambio “es un proceso de transformación favorable o
desfavorable que se implanta, con la finalidad de obtener nuevos resultados”.
En los entornos de negocios de hoy, estos cambios radicales se inician
comúnmente, con un evento critico, como la entrada de un nuevo director
general, de un nuevo propietario producto de una fusión o adquisición, o una
falla dramática en los resultados de operación. Cuando eso ocurre en el ciclo
de vida de una organización, el cambio radical es extenso e incluyente.
El cambio incremental, o cambio de dirección es otra forma común de
cambio organizacional. Este tipo de cambio, que es parte de la evolución
natural de la organización, es frecuente y menos traumatico. Entre los
cambios típicos de este tipo, se incluyen la introducción de productos
nuevos, tecnologías nuevas, y sistemas y procesos nuevos.
Aunque la naturaleza de la organización permanece relativamente igual,
el cambio incremental se fundamenta en las formas existentes de operar
para mejorarlas o desplegarlas en nuevas direcciones. La capacidad para
mejorar continuamente por medio del cambio incremental es un activo
importante en los entornos demandantes de hoy.
El éxito tanto del cambio radical como del cambio incremental de las
organizaciones depende en parte de los agentes de cambio, que dirigen y
apoyan los procesos de cambio. Se trata de individuos y grupos que asumen
la responsabilidad de cambiar los patrones de conducta existentes en otra
persona o sistema social. Aunque a veces los agentes del cambio son las
personas que se contratan con la organización como consultores externos,
es de esperarse que todo gerente o líder de los tiempos dinámicos de hoy se
viven tenga la capacidad para actuar como agente del cambio.
2.2.4.3 Competencia: cuando se habla de competencia se entiende por
ésta, la atribución legítima que posee el gerente educativo, como máxima
autoridad y con el conocimiento pleno para la resolución de un asunto. Es a
49
él a quien compete gerenciar con responsabilidad, en un todo coherente con
los elementos que forman el complejo organizacional, dependiendo de ello el
éxito o fracaso de la institución educativa. Citando a Benavides (2011, p. 34)
en su investigación sobre competencias, las define como “aquellos
comportamientos observables que contribuyan al éxito de una tarea o de la
misión de un puesto”.
Al respecto, para Alles (2010, p. 59) una competencia se define “como
una característica subyacente en una persona que está casualmente
relacionada con una actuación exitosa”, en consecuencia, puede afirmarse
que el término de competencia está asociado al análisis de las actividades
profesionales y al inventario de aquellas capacidades de gestión necesarias
para cumplir con las responsabilidades que el cargo laboral implica.
Por su parte, Benavides (2011, p. 38) explica que el origen y
generalización del término competencia en el contexto internacional, parte en
su enfoque original de Inglaterra, donde se preocuparon por revisar y
adecuar los sistemas y capacitación existente, para adaptarlos a las
competencias próximas de la globalización. Posteriormente, el término se
difundió al sector empresarial cuando Boyatzis, citado por la autora, alcanzó
gran popularidad a finales de la década, proyectándose el término con la
corriente constructivista de Schwartz en Francia y en América, con un
enfoque comportamental (conductista) definido por Mc Clelland y la
Universidad de Harvard.
El término competencia tiene en Canadá una tendencia al modelo
funcionalista inglés, pero en América Latina, su uso se ha internalizado en
gran medida a través de la compraventa de paquetes tecnológicos. Tal
trayectoria del término y comprensión de la competencia, ha hecho necesario
según lo expresa Benavides (2011, p. 45), la competencia “considera
fenómenos o variables con tendencias culturales, paradigmas, contexto de
origen y racionalidad organizacional que lo soporta, ya que se corre el riesgo
de ocasionar dispersión y atomización de criterios”.
50
De esta manera, para Benavides (2011, p. 54), las competencias son
características subyacentes a la persona, que están casualmente
relacionadas con una actuación exitosa en el puesto de trabajo. Benavides
(2011), plantea que son comportamientos manifiestos en el desempeño
laboral que le permiten actuar eficazmente. Asimismo, parafraseando a
Goleman (2010), un gerente educativo, no debe ser completamente
emocional, capaz de no dejarse llevar en la toma de decisiones por la pasión,
de manera que pueda motivar al personal que integra la institución escolar
para que efectúe su trabajo con calidad, excelencia, utilizando un liderazgo
efectivo para la discusión, la confrontación en positivo, la participación y la
democracia, tomando en cuenta los fines y propósitos de la academia.
En efecto, manteniendo un adecuado sistema de redes
comunicacionales para que la información fluya adecuadamente, logrando
una integración que sincronice los esfuerzos y actividades, de los diferentes
integrantes de la gestión educativa, para el logro del cambio o transformación
educativo. En este sentido, el gerente educativo, parafraseando a Senge
(2011), debe tener un dominio personal y entender que las universidades
poseen el espíritu de la organización inteligente, que viene dado
indudablemente por el aprendizaje, donde las organizaciones sólo aprenden
a través de individuos en un permanente proceso de aprendizaje, cambio e
innovación; comenzando por el personal directivo, docentes y discentes, y
personal administrativo.
El administrador académico (coordinador), debe cumplir como un líder
en su proceso de gerencia organizacional significativa en buena medida, el
éxito o fracaso de la institución educativa; proyecta la excelencia en la
ejecución de la planificación estratégica educativa. Por consiguiente, la
función directiva es aquel elemento de la administración en el que se logra la
realización efectiva de todo lo planteado por medio del ejercicio de la
autoridad, obteniendo unos resultados óptimos y por medio de la
comunicación se vigila simultáneamente, que se cumplan en forma adecuada
51
las órdenes emitidas. De ello deriva la planificación, comunicación y
supervisión en toda organización entre las tantas funciones a cumplir para lo
cual se requiera de competencia directiva.
Para Cardona (2011, p. 82) las competencias gerenciales “son aquellos
comportamientos observables y habituales que posibilitan el éxito de una
persona en su función directiva”. En ese sentido, las competencias del
coordinador de postgrado deben estar sin condiciones de prever posibles
resultados en la organización que dirige, de los recursos materiales y
humanos disponibles, los objetivos que se requiere lograr. La función del
coordinador de postgrado, se concibe como un elemento determinante en la
administración educativa, ya que una institución no marcha eficientemente
sin una buena direccionalidad; siendo el nivel de mayor jerarquía en un
complejo organizacional y por lo tanto, la mayor autoridad para hacerse
obedecer.
Es por eso, que cuando se requiere contar con un gerente educativo,
eficaz y eficiente para cumplir con sus funciones y tareas, se debe asumir
que posee competencias estratégicas, intratégicas y de eficacia personal,
con los cuales demuestra comportamientos observables y habituales, que
posibilitan el éxito de esta persona en su actividad, en este caso, dentro de la
institución educativa que dirige.
En este sentido, la característica del coordinador de postgrado, quien es
el supervisor nato de la institución, para el nuevo paradigma educativo, se
concibe como un modelo y un líder. Un modelo en el sentido de modelar una
conducta ejemplar para con sus colegas docentes. El coordinador, debe ser
un líder inspirador, motivador y sustentador, la premisa es que debe ser un
líder desmitificador y administrador de conocimientos, objetivos y evaluador.
El coordinador de postgrado, ante todo es un ser humano que se coloca
al lado de los docentes, alumnos y comunidad para estimularlos a explorar
problemas y claves de solución, pues se mueve en cuatro dimensiones que
se encarga con la tendencia constructivista, creatividad, capacidad
52
intelectual, afectividad y capacidad de influir de manera permanente sobre
los demás.
2.2.5 Empowerment
El empowerment, implica no solamente delegar poder y autoridad a los
subordinados y conferirles el sentimiento de que son dueños de su propio
trabajo sino que es, además, una herramienta utilizada dentro de los
movimientos de calidad total y de reingeniería organizacional para
proporcionar un conjunto de elementos para favorecer los procesos
empresariales que la llevan a su adecuado desarrollo.
Así que se considera también al empowerment como el movimiento que
busca dar poder a la gente, que fortalece el papel de liderazgo, que da
sentido al trabajo en equipo. Gracias a esta estrategia es posible sustituir o
reemplazar la vieja jerarquía piramidal por equipos auto dirigidos en donde la
información y las decisiones son compartidas. Para Fierrez, S y Fernández,
H. (2010, p. 123), el empowerment es “un proceso estratégico que busca una
relación de socios entre la organización y su gente, aumentar la confianza
responsabilidad autoridad y compromiso para servir mejor al público”.
En suma, el empowerment consiste en un sistema de valores y
creencias que permiten que el personal pueda satisfacer las necesidades
propias y personales y organizacionales así como las acciones necesarias
para logarlo. El personal con empowerment tiene además un sentido
intrínseco de orgullo por sus realizaciones y contribuciones a las
organizaciones. Ahora bien, Robbins, S y Coulter, M. (2012, p. 173),
consideran tres pasos para la integración de personal al empowerment en
una organización:
(a) El apoyo y el mantenimiento de la autoestima del personal.
(b) El uso de la empatía, tanto para escuchar, como para responder.
(c) Resolución de problemas mediante la ayuda de los demás.
53
Desde estas ideas, se debe considerar al empowerment como una
estrategia para delegar autoridad, darles responsabilidad a los empleados. El
dar responsabilidad o compartir la misma con la gente no significa abandonar
la responsabilidad. En otras palabras, la persona que delega autoridad, tiene
que saber qué es lo que está sucediendo, debe seguir dirigiendo el rumbo,
debe tomar las decisiones que el empleado no pueda hacerlo, debe ofrecer
guía, ser facilitador, valorar el desempeño y asegurarse de que su personal
vaya sobre el camino correcto. Así que para poder canalizar estas acciones
se deben establecer claramente las áreas de resultados clave.
Sin embargo, además de todo lo que hemos estado apuntando, nada o
poco se pudiera lograr si el personal no tiene las habilidades o cualidades
necesarias. En consecuencia, es necesario que reciban al menos
entrenamiento, capacitación o desarrollo sobre los siguientes aspectos:
(a) Propósito e importancia de lo que se pretende enseñar y aprender.
(b) El proceso que se ha usado.
(c) Mostrar al personal cómo se hace.
(d) Observar mientras la persona practica el proceso y dar
retroalimentación inmediata y específica.
(e) Expresarle al personal confianza en la habilidad de que puede tener
éxito y finalmente acordar de manera conjunta las acciones de seguimiento.
(f) Involucrar al personal hacia el empowerment.
Para integrar al personal al movimiento de empowerment hay que
fortalecer tres factores importantes:
Las relaciones, el tipo de relaciones que mantenga con su personal
debe poseer dos atributos primordiales: deben ser efectivas para el alcance
de los objetivos establecidos en el trabajo y, sólidas, es decir, que
permanezcan en el tiempo y no dependan de estados volátiles o cambiantes
de ánimo. La disciplina, el empowerment no significa relajar la disciplina y
que el paternalismo invada a la organización. En este sentido, es preciso
fomentar: el orden, que la gente pueda trabajar en un sistema estructurado,
54
el cual le permita desarrollar sus actividades adecuadamente, estén definidos
clara-mente los roles, determinados perfectamente el alcance de sus
funciones y de sus responsabilidades.
El compromiso, este debe ser congruente y decidido en los diferentes
niveles de la organización pero promovido por los lideres. Esto incluye un
con-junto de valores entre los cuales destacan: la lealtad, es decir, ser fieles
a nuestro propio personal para que ellos lo sean con nosotros; persistencia,
perseverar en los objetivos, en las relaciones en el trabajo para que el
personal lo viva y lo realice del modo en que se lo transmitimos y que por
último, la energía de acción que es la fuerza dinámica que estimula,
entusiasma y transforma a la gente en verdaderos líderes
transformacionales.
Para aplicar el sistema de empowerment en una organización son
necesarias fundamentalmente dos cosas: primero que haya un cambio en la
cultura de trabajo y segundo, que se aprenda a trabajar en equipo. Así pues,
una organización, o institución que desea implantar o poner en marcha el
empowerment requiere Robbins, S y Coulter, M. (2012, p. 180), los
siguientes puntos:
(1) Planes de carrera: Para infundir en el personal empresarial u
organizacional un sentido de poder, el cual debe revisarse y ajus tarse
permanentemente.
(2) Planes de desarrollo de habilidades:
Liderazgo, como los líderes tienen un gran impacto sobre el grado de
empowerment que siente su gente, como consecuencia a su vez de las
tareas que delegan, el control que ejercen la iniciativa que alientan y la
retroalimentación y reforzamiento que proporcionan. En breve los lideres no
solo facultan a su gente sino que desarrollan también la confianza de la
misma ya que entrenan para el éxito y aseguran la dedicación y compromiso
del personal hacia su trabajo.
55
Técnicas y de trabajo, este desarrollo prepara a la gente para las
nuevas responsabilidades.
Para resolver problemas interpersonales, el personal con
empowerment, ya sea individual o en equipo, interacciona más frecuente e
in-tensamente con los compañeros de trabajo, los proveedores, los clientes,
etc. Generalmente, se requiere entrenamiento, capacitación y desarrollo a
medida que los colaboradores y equipos asumen mayores
responsabilidades.
Habilidades para servicio al cliente, las organizaciones que han puesto
en práctica el empowerment dirigen sus esfuerzos como punto de
convergencia en las habilidades de servicio a clientes ya que su personal de
primera línea es el representante de la empresa ante sus diversos clientes.
Una organización así también proporciona la capacitación que necesita el
personal para satisfacer y superar las expectativas de los clientes.
(3) Soporte técnico: también se lleva a cabo entrenamiento y
capacitación de grupos de apoyo al sistema de empowerment.
(4) Formación de equipos de trabajo: cada vez más las organizaciones
y las compañías facultan al promover la formación de trabajo en equipo.
(5) Tecnología de información: el papel de la tecnología de la
información es clave en el proceso de empowerment.
2.2.5.1 Calidad: el enfoque del sistema de gestión gerencial, debe ser
direccionado hacia aprovechar todas la oportunidades de mejora que
presentan las debilidades encontradas, considerando la calidad como un
indicador primordial. De acuerdo con estas ideas, la base de los procesos de
mejora continua consiste en repetir la evaluación en forma cíclica, para
retroalimentar y ajustar los logros alcanzados a fin de no perder lo que ya se
ha obtenido.
En esta misma vertiente, Acuña (2012) propone un modelo de calidad
que se fundamenta teóricamente en los conceptos de aseguramiento de
calidad y de gestión de calidad que se aplican sobre la base de un concepto
56
de mejoramiento continuo, regulados a través de un conjunto de políticas y
procedimientos de la institución. Este aseguramiento se basa en un proceso
continuo de monitoreo y mantenimiento de los estándares deseados y
planteados en un modelo de calidad.
En este sentido, se busca integrar todos los esfuerzos de certificación y
acreditación de tal manera que todos los actores del modelo satisfagan y en
la medida de lo posible superen sus expectativas. Este enfoque de calidad
requiere de toma de decisiones respecto a varios aspectos tales como:
(a) La definición de los objetivos que se persiguen con la oferta de
calidad y que deben estar direccionados a entregar graduados de excelencia.
(b)La evaluación interna y externa analizando los medios para la
determinación de hallazgos que lleven a una constante revisión de procesos,
que permita a clientes internos (estudiantes, profesores) y externos
(empleadores, graduados) expresar sus opiniones acerca de los servicios
ofrecidos, lo que retroalimenta el sistema.
(c) El aseguramiento voluntario de la calidad donde lo que se desea es
una aplicación de una autoevaluación proactiva, en la que cada área decide
sobre el momento de evaluar sus esfuerzos de calidad y buscar soluciones a
los hallazgos.
(d) El desarrollo de calidad basado en una programación de actividades
donde todas las áreas implementan las mejoras de manera coordinada y
concurrente.
(e) El involucramiento de todos los actores dotándolos de los recursos
necesarios para la ejecución de su labor y los recursos requeridos para el
monitoreo continuo analizando el rendimiento del sistema en sus entradas,
procesos, salidas y por supuesto resultados.
Para el autor, la gestión de la calidad se fundamenta en un proceso
continuo que garantiza que los estándares deseados para todos los procesos
conllevan a la excelencia pues todos se cumplen. Si no fuese así, se
identifican áreas de oportunidad y se establecen las acciones correctivas y
57
preventivas y los planes de acción que permitan corregirlas. Las fortalezas
deben ser controladas y mejoradas a través de un mejoramiento continuo de
estándares para lo que se requiere integrar todos los esfuerzos de quienes
participan en las actividades del sistema educativo.
Este enfoque de calidad requiere de una toma de decisiones ágil
respecto de los objetivos que se persiguen para el logro de calidad. Esto se
hace mediante una autoevaluación periódica para detectar avances y
debilidades, una gestión de la calidad obligatoria de cada escuela e instancia
administrativa de soporte, involucrando a todos los actores. Al autoevaluar
los procesos educativos y administrativos de soporte a la academia se
pueden encontrar debilidades que deben ser atendidas de inmediato y que
se asocian a escenarios tales como:
(1) Procesos con muchas debilidades y un sistema muy alejado del
cumplimiento de sus objetivos.
(2) Procesos no estructurados que no siguen procedimientos
homogéneos entre las diferentes personas que los llevan a cabo y no están
en estado estable y de control.
(3) Procesos deficientes que no alcanzan todos los objetivos de eficacia
o de eficiencia.
2.2.5.2 Visión: integran los valores que posee la organización
educativa, influyendo en el comportamiento de sus miembros, por tal motivo
implica un alto grado de cohesión, lealtad y acuerdo. De acuerdo a Jaimes y
Medina (2011, p. 56), la misión, “describe la razón de ser de una institución,
e incorpora el elementos clave, como la filosofía organizacional que
comparten los miembros organizacionales y sirve para guiar su
funcionamiento”.
2.2.5.3 Formaciones de Equipos: la palabra "equipo" implica la
inclusión de más de una persona, lo que significa que el objetivo planteado
no puede ser logrado sin la ayuda de todos sus miembros, sin excepción. Se
58
suele pensar que la formación de equipos sólo incluye la reunión de un grupo
de personas, sin embargo, significa mucho más que eso.
La formación de equipo, implica compromiso, no es sólo la estrategia y
el procedimiento que la empresa lleva a cabo para alcanzar metas comunes.
También es necesario que exista liderazgo, armonía, responsabilidad,
creatividad, voluntad, organización y cooperación entre cada uno de los
miembros. Este grupo debe estar coordinado por un líder, el cual debe
orientar las tareas y hacer que sus integrantes cumplan con ciertas reglas.
Según Robbins (2012, p.218), define la formación de equipo como “un
número reducido de personas con capacidades complementarias,
comprometidas con un propósito, un objetivo de trabajo y un planeamiento
comunes y con responsabilidad mutua compartida”.
Para este trabajo de investigación, se entenderá la formación de
equipo, como un conjunto de personas asignadas o auto asignadas, de
acuerdo a las habilidades y competencias específicas, para cumplir una
determinada meta bajo la conducción de un coordinador, al mismo tiempo,
con condiciones y habilidades dispuestas a desarrollar, que garanticen el
logro de los objetivos organizacionales de la universidad.
2.2.6 Cuadro de Mando Integral
El Cuadro de Mando Integral (C.M.I), traduce la estrategia y la misión
de una organización educativa, en un amplio conjunto de medidas de la
actuación que proporcionan la estructura necesaria para un sistema de
gestión y medición estratégica. El Cuadro de Mando Integral es la
representación en una estructura coherente de la estrategia del servicio a
través de objetivos claramente encadenados entre sí, medidos en los
indicadores de desempeño, sujetos al logro de unos compromisos (metas)
determinados y respaldados por un conjunto de iniciativas o proyectos.
59
El CMI mide la actuación de la organización desde cuatro perspectivas
equilibradas: las finanzas, perspectiva del accionista; los clientes, perspectiva
de la expectativa del cliente; los procesos internos, perspectiva de
identificación de objetivos; la formación y crecimiento de la organización.
Según los planteamientos de Pietroniro (2005), el Cuadro de Mando Integral
(C.M.I), es un instrumento producido por el sistema de control de gestión de
una organización para evaluar la situación de la misma, observada como una
totalidad, para proporcionar retroalimentación a la dirección de la empresa
acerca de su desempeño global.
El C.M.I. informa a la alta gerencia de forma numérica y gráfica los
valores alcanzados por la empresa en cada uno de sus indicadores
estratégicos; haciendo un breve análisis de cada indicador global,
considerado independientemente, y luego integra, en una síntesis que se
expresa en pocos párrafos, el diagnóstico de la organización.
Existen diferentes maneras de estructurar el C.M.I., pero pueden
destacarse tres. Una, conocida como el método de Du Pont, que basa la
evaluación del desempeño de la organización en el beneficio económico.
Otra, que adopta el modelo de las áreas funcionales de la empresa. Y,
finalmente, el modelo del Balanced Scorecard (B.S.C), que combina varios
criterios.
El C.M.I. de Kaplan y Norton, busca utilizar los antiguos indicadores de
las áreas funcionales y complementarlos con las nuevas tendencias de la
evaluación de la empresa. Este es un medio para presentar a la alta gerencia
un conjunto de indicadores numéricos para evaluar los resultados de la
gestión. Sin embargo, Kaplan y Norton (2000) afirman que “es algo más que
un nuevo sistema de medición.
El verdadero poder del C.M.I. aparece cuando se transforma de un
sistema de indicadores en un sistema de gestión. Llena el vacío que existe
en la mayor parte de los sistemas de gestión: la falta de un proceso
60
sistemático para poner en práctica la estrategia y obtener retroalimentación
de ésta”. Según el autor este presenta las siguientes características:
(a) Incluye indicadores sobre las variables externas de la organización y
no solamente sobre las internas.
(b) Los indicadores representan un equilibrio entre los indicadores de
resultados de esfuerzos pasados y los inductores que impulsan la actuación
futura.
(c) Hace énfasis en la consecución de los objetivos financieros y
mantiene los indicadores financieros tradicionales.
(d) Complementa los indicadores financieros con inductores de
actuación futura, es decir, las acciones y las inversiones en capacidades
corporativas que proporcionan valor para el futuro.
(e) Los objetivos y los indicadores del C.M.I. se derivan de la visión y la
estrategia de una organización y proporcionan una estructura para poner en
operación la estrategia.
(f) Incluye indicadores para los procesos críticos de la empresa, como la
innovación, la formación y el crecimiento.
(g) Incorpora las actividades críticas de creación de valor relacionados
con el capital intelectual.
(h) Pone énfasis en que tanto los indicadores financieros como los no
financieros deben formar parte del sistema de información para empleados
en todos los niveles de la organización.
El B.S.C integra los indicadores financieros (del pasado) con los no
financieros (del futuro), integrándolos en un esquema que permite entender
las interdependencias entre sus elementos, así como la coherencia con la
visión y estrategia de la empresa.
El Cuadro de Mando Integral adopta en nombre de Balanced Scorecard
(B.S.C) en inglés porque trata de establecer un balance entre variables de
orientación externa, importantes para accionistas y clientes, y variables el
Cuadro de Mando Integral adopta en nombre de Balanced Scorecard en
61
inglés porque trata de establecer un balance entre variables de orientación
externa, importantes para accionistas y clientes, y variables de orientación
interna referentes a los procesos del negocio, innovación, aprendiza je y
crecimiento.
Para la definición del C.M.I. en una empresa el punto de partida es la
visión, que indica los grandes logros a alcanzar en la organización a largo
plazo, generalmente diez años. La visión se define tomando en
consideración los fines, la misión y los valores, a su vez los fines están
relacionados con la perspectiva de los accionistas, mientras que la misión
está relacionada con la de los clientes.
El destino estratégico es un concepto del C.M.I. que representa los
objetivos temporales a ser alcanzados a mediano plazo, tres o cinco años,
como logro parcial de lo establecido en la visión. La estrategia se describe
mediante las relaciones causales entre un conjunto de objetivos específicos
a establecer en las cuatro perspectivas expresadas en un gráfico
denominado diagrama causa-efecto o mapa estratégico.
El modelo del C.M.I. combina varios criterios. Es un sistema de
indicadores financieros y no financieros que tienen como objetivo medir los
resultados obtenidos por la organización. El modelo integra los indicadores
financieros (de pasado) con los no financieros (de futuro), y los integra en un
esquema que permite entender las interdependencias entre sus elementos,
así como la coherencia con la estrategia y la visión de la empresa.
El Balanced Scorecard se divide en cuatro perspectivas, y dentro de
cada perspectiva se distinguen dos tipos de indicadores: indicadores Driver
(factores condicionantes de otros) y los Indicadores Output (indicadores de
resultado). Desglosándose de acuerdo con las siguientes perspectivas:
(a) Perspectiva Financiera: el modelo contempla los indicadores
financieros como el objetivo final; considera que estos indicadores no deben
ser sustituidos, sino complementados con otros que reflejan la realidad
empresarial.
62
(b) Perspectiva de Cliente: el objetivo de esta perspectiva es identificar
los valores relacionados con los clientes, que aumentan la capacidad
competitiva de la empresa.
(c) Perspectiva de Procesos Internos: analiza la adecuación de los
procesos internos de la empresa de cara a la obtención de la satisfacción del
cliente y conseguir altos niveles de rendimiento financiero.
(d) Perspectiva de las capacidades: el modelo plantea los valores de
esta perspectiva como el conjunto de drivers del resto de ellas. Estos
inductores constituyen el conjunto de activos que dotan a la organización de
la habilidad para mejorar y aprender.
El aporte del modelo es relevante, ya que deja un camino
perfectamente apuntado y estructura la mejor manera para dirigir una
empresa alineada con las directrices estratégicas. Asimismo, las relaciones
causa-efecto que existen entre los indicadores empleados, se basan en la
hipótesis de que si se actúa sobre la perspectiva de las capacidades, estos
serán el motor de la mejora de los procesos, lo que redundará en unos
clientes más satisfechos, que comprarán más, y por lo tanto, los resultados
financieros para la organización serán mejores.
2.2.6.1 Estrategia de Trabajo: el éxito de una organización depende
en gran parte del desempeño de sus redes internas de grupos formales e
informales. Los grupos, en este sentido, son un componente importante de
los recursos humanos y el capital intelectual de las organizaciones. Al igual
que las contribuciones de los individuos, las contribuciones del grupo son
esenciales si es que la organización quiere prosperar por medio del alto
desempeño en el largo plazo.
En este sentido, la estrategia de trabajo, Mejía (2009, p. 91). “plantean
demandas diferentes a los grupos y tienen implicaciones diversas para la
eficacia grupal. Entre las demandas técnicas de una tarea de grupo se
encuentran la secuencia del desempeño, la dificultad y los requerimientos de
63
información. Entre las demandas sociales de una tarea se incluyen las
relaciones, la participación del yo, las controversias sobre los fines y medios”.
Naturalmente, es más difícil lograr la eficacia del grupo cuando la tarea
es altamente compleja. A fin de dominar la complejidad, los miembros del
grupo deben aplicar y distribuir sus esfuerzos ampliamente y cooperar con
interés para lograr los resultados deseados. Así, cuando tienen éxito en su
esfuerzo por dominar las tareas complejas, los miembros del grupo
experimentan altos niveles de satisfacción hacia el grupo y sus logros.
Al respecto la estrategia de trabajo, para Márquez (2009, p. 130) “es
mucho más que el desempeño de un individuo, puede verse mermado
cuando las metas no son claras, cuando no son lo suficientemente
desafiantes o cuando se imponen de manera arbitraria”. También puede
verse afectado si las metas y recompensas se centran demasiado en los
resultados individuales y no en los del grupo.
En los grupos homogéneos, cuyos miembros se parecen mucho,
trabajar juntos puede ser muy fácil, aunque también encontraran limitaciones
a su desempeño si sus habilidades experiencias y perspectivas colectivas no
se adaptan muy bien a las tareas complejas. En los grupos heterogéneos,
cuyos miembros son de diferente edad, genero, raza, carácter étnico,
experiencia, cultura y en otras características, se cuenta con una base
amplia de talentos y puntos de vista para la solución de problemas.
2.2.6.2 Alcance de la Visión: abarca un conjunto de acciones
destinadas a rentabilizar los tiempos, evitando la descoordinación y
garantizando la conclusión de la etapa en las fechas previstas, a su vez,
implica la realización de un análisis del estado actual de la institución, de sus
resultados, necesidades, debilidades, y fortalezas, todo esto con la finalidad
de valorar la proyección de la visión, basados, en la misión organizacional de
las universidades. Constituye el punto de inicio para el establecimiento claro
y realista de los objetivos de calidad perseguidos y se concreta con el
64
desarrollo de la totalidad de la documentación que configura el sistema de la
gerencia organizacional significativa .
2.3 INTEGRACIÓN A LA ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL
Los líderes o directivos, pueden lograr un mayor desarrollo de las
universidades públicas y privadas y un mejor posicionamiento en el mercado
de la educación superior, a través de la integración a la estructura
organizacional, lo cual optimiza la calidad académica y genera propiedad
intelectual e innovaciones tecnológicas para la instituciones que redundan en
una mejora de la calidad de vida de la educación, todo de la mano de
profesionales, ciudadanos y científicos responsables con la comunidad
global.
Al respecto, Cardoso (2006), plantea que el enfoque de sistemas
considera a la organización como una entidad que se encuentra en constante
interacción con su ambiente. También señala la existencia de diversas
relaciones entre sus componentes internos llamados subsistemas. Así, esta
teoría conceptualiza a la organización como un sistema o un todo unitario
compuesto por dos o más subsistemas interdependientes con ciertos límites
vinculados a un suprasistema que es el medio ambiente.
Con base en lo anterior, puede deducirse, que esta teoría se presenta
una diferencia sustancial con la teoría de la organización tradicional, ya que
ésta utiliza un enfoque de sistema cerrado altamente estructurado; mientras
que la de sistemas, la conceptualiza como una entidad abierta hacia los
requerimientos del ambiente.
En este aspecto, puede decirse que tipológicamente las estructuras
organizacionales presentes actualmente en las IES venezolanas, suelen
comportarse con una conceptualización o esquema tradicional, ya que estas
suelen tener comportamientos inclinados hacia una entidad cerrada, sin
65
embargo existen instituciones que contrariamente buscan relacionarse con el
ambiente.
En este aspecto, Kast y Rosenzweig (2002), plantean que una
organización es un sistema socio-técnico abierto integrado de varios
subsistemas importantes: objetivos y valores, técnico, psicosocial, estructural
y administrativo. El subsistema de objetivos y valores hace referencia a los
propósitos que debe alcanzar una organización.
El subsistema técnico se enfoca al conocimiento, técnicas e
infraestructura requeridos para el desempeño de las tareas. Por su parte, el
subsistema psicosocial está integrado por individuos y grupos en interacción,
por lo que abarca el comportamiento individual, la motivación, la relación de
función y posición, dinámicas de grupos y colaboración. También analiza los
sentimientos, valores, actitudes, expectativas y aspiraciones de las personas.
En tanto, el subsistema estructural se encarga de las diversas formas
en que las tareas o actividades de la organización están divididas
(diferenciación) y son coordinadas (integración). De ahí que considera los
estatutos y manuales de la organización para señalar las descripciones de
puesto y posición, así como las reglas y procedimientos susceptibles de ser
aplicados. Por último, el subsistema administrativo abarca a la organización
al relacionarla con su medio ambiente, fijar los objetivos, desarrollar planes
estratégicos y operativos, diseñar la estructura y establecer procesos de
control.
De esta manera, a este componente le corresponde el desarrollo de las
fases del proceso administrativo: planeación, organización, ejecución, control
y evaluación. Como puede verse, para el enfoque de sistemas una
organización está integrada por estos cinco componentes, los cuales se
interrelacionan mutuamente y, si funcionan correctamente, se dice que la
organización está en equilibrio, es decir, alcanza sus objetivos y metas tanto
para los miembros como para el medio ambiente específico en el que se
desenvuelve. En cambio, si uno o más de estos componentes no realizan
66
sus tareas o actividades de una forma apropiada, la organización entra en un
desequilibrio, por lo que se generan problemas los cuales obstaculizan el
logro de las metas y objetivos.
En este mismo orden de ideas, Campos (2002) analiza la problemática
que sobre la calidad de la educación superior ejerce el crecimiento de las
instituciones y la complejidad a que esto conlleva, tanto en el quehacer
administrativo como en el académico-administrativo. Dicho crecimiento, por
el corto tiempo en que se produjo y por las condiciones, a veces poco
favorables, que han predominado en ese proceso, ha llevado a las
Instituciones de Educación Superior (I.E.S) a un claro problema
organizacional. Campos (2002), también menciona que para el análisis de la
organización, se debe partir de diversos planteamientos provenientes de la
teoría de organización:
(1) La organización se entiende como una entidad con límites
relativamente identificables integrada por personas y órganos
interrelacionados; con un cuerpo normativo; con sistemas de comunicación;
con recursos humanos, materiales, económicos y tecnológicos; que existe en
un medio ambiente para cumplir con fines específicos.
(2) La estructura se conforma tanto por el modo en que están
integradas las partes de la organización para que ésta pueda cumplir con sus
fines, como por la forma en que está dividido el trabajo de la institución. En
ella se incluye específicamente a los órganos, sus niveles jerárquicos, sus
funciones y finalidades y sus procesos de comunicación.
(3) Con base en lo anterior, el autor conceptualiza la organización como
un sistema total, que puede ser analizado en dos niveles: el de los elementos
que constituyen la actividad exclusivamente académica y el que es nuestro
objeto de estudio, que se centra en la organización académico -
administrativa, entendida como la manera, estrategia o modelo de gestión
que cada institución adopta para la realización de sus funciones sustantivas.
A partir de la noción de la organización de las IES como un sistema total se
67
debe descomponer para su aná lisis, en cinco subsistemas básicos:
Ideológico, Orgánico – Estructural, Tecnológico, Psico - social y Normativo.
2.3.1 Subsistema ideológico: éste caracterizaba todos aquellos
elementos simbólicos que orientan y/o determinan las conductas tanto
individuales como grupales. Cuestiones tales como la filosofía institucional,
los valores, las creencias, las ideas, fueron elementos considerados en este
subsistema.
2.3.2 Subsistema orgánico-estructural: comprendió todo lo referente
a la infraestructura organizacional y a la manera como ésta ha sido
acomodada. Aquí resaltan cuestiones tales como órganos generados, tipo de
relaciones y jerarquías.
2.3.3 Subsistema tecnológico: aquí se conceptualizaron todos los
elementos relativos a los procesos instrumentales por parte de la
organización. Algunos elementos incluidos en este subsistema fueron: las
tecnologías predominantes, los métodos de trabajo y las condiciones físicas
del mismo.
La tecnología no es el único factor que determina la competitividad del
ser humano, aunque hoy está muy extendido el criterio que entre todas las
cosas que pueden cambiar la Integración a la Estructura Organizacional, el
cambio tecnológico figura como la más prominente. Las ventajas
competitivas derivan hoy del conocimiento científico convertido en
tecnología. La reanimación económica y el desarrollo del país dentro del
contexto mundial actual, nos sitúa ante la necesidad de valorar cómo los
procesos de gestión de la innovación tecnológica permiten la creación de
capacidades productivas, y sobre todo tecnológicas en el marco institucional
y nacional.
Este enfoque conduce al análisis del proceso de Integración a la
Estructura Organizacional, como respuesta a apremiantes necesidades
económicas – sociales y su impacto en la sustitución de mejoras en el
proceso institucional, utilización de los recursos instruccionales en el proceso
68
de aprendizaje y optimización de sistemas de información; en este sentido,
Alles (2010, p.85) manifiesta que:
La tecnología desempeña un papel crítico en la
competitividad del personal de una institución y es uno de los factores intangibles que plantea más dificultad en su gestión. El nuevo escenario se identifica con la aceleración del cambio tecnológico y el acortamiento del ciclo de vida de los productos, de ahí la importancia estratégica de realizar una eficaz gestión de la tecnología en las instituciones de educación.
Al respecto Ander (2010, p.164) en el diccionario de pedagogía plantea
que la tecnología es “es el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el
conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje teniendo en cuenta a la
vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como
forma de obtener una más efectiva educación”. En este sentido se requiere
contar dentro de las organizaciones educativas personas con capacidad de
transferir y contextualizar, aplicar códigos o símbolos rápidamente en
situaciones diversas y cambiantes, manteniendo a la unidad organizacional
de políticas de planes de negocios o institucional y objetivos establecidos.
Para efectos del trabajo de grado, la tecnología, se percibirá como
conjunto de medios, métodos, instrumentos, técnicas y procesos bajo una
orientación científica, con un enfoque sistemático para organizar,
comprender y manejar las múltiples variables de cualquier situación del
proceso, con el propósito de aumentar la eficiencia y eficacia de éste en un
sentido amplio, cuya finalidad es la calidad educativa.
2.3.4 Subsistema psicosocial: éste hacía referencia a las relaciones
interpersonales en la organización tanto a nivel grupal como individual. En
este sentido el subsistema consideró como factores de análisis la motivación,
el liderazgo, el sistema de esfuerzos y la situación económica tanto de
individuos como de organizaciones.
69
2.3.5 Subsistema normativo: éste conceptualizaba todos aquellos
preceptos y reglamentaciones que pretenden normar la actividad misma de
la institución. Algunos factores de análisis característicos de este subsistema
fueron: los contratos colectivos, las leyes orgánicas y los reglamentos
interiores de trabajo.
El análisis de estos sub-sistemas propuestos por el autor, proporciona
resultados que permiten establecer diferencias y semejanzas, en cuanto al
tipo de estructura organizacional de cualquier institución de educación
superior a estudiar, ya que con esta metodología podría sustentar hallazgos
significativos en cuanto a condicionantes en los logros institucionales,
desfases en el diseño organizacional, rigidez organizacional, y todos aquellos
atributos que impiden el adecuado cumplimiento de los fines institucionales.
2.4 GESTIÓN ORGANIZACIONAL
El proceso gerencial no debe ser visto como inmutable o estático; por el
contrario es móvil, tiene comienzo, no debe tener final ni secuencia fija de
acontecimientos. Desde tal perspectiva la gestión organizacional, debe
atender los indicadores de organización, planificación, recursos y resultados,
como elementos sinérgicos en donde los acontecimientos individuales de
cada uno de ellos, afectan y guardan relación estricta con los otros procesos.
En consecuencia, ninguna función está aislada, por el contrario, son
parte de un proceso integral llamado “gestión gerencial”. Tomando en cuenta
estos planteamientos, Román, De Pelekais, Pelekais (2009). Establecen los
siguientes indicadores de la gestión gerencial:
2.4.1 Organización: una vez definido el proceso de planificación, se
procede instaurar a la organización como función administrativa, parte
integrante e interactuante del proceso administrativo. En este sentido, el
proceso de organización se refiere al acto de organizar, integrar, estructurar
los recursos y los órganos involucrados a la administración, establecer
70
relaciones entre ellos a los fines de asignar las atribuciones de cada uno.
Organizar incluye todas las funciones administrativas orientadas a
transformar las actividades planificadas en estructuras de tareas y autoridad.
En este sentido, Berghe (2005) establece que el proceso de
organización “significa que el gerente y los directivos de la empresa
coordinen los recursos materiales y humanos con que cuenta la compañía”.
Para Azuaje (2005) “organización consiste en la creación de estructuras que
permitan determinar las jerarquías necesarias y agrupar las actividades, con
el objeto de simplificar las mismas, así como sus funciones dentro de la
unidad”.
Lo anterior conduce a determinar cómo el proceso de organización
funciona como elemento integrador, armonizador de fuerzas y energías
empresariales; valiéndose para ello, de estructuras, división, designación, y
coordinación de actividades; “organizar es el proceso de establecer el uso
ordenado de todos los recursos del sistema administrativo” (Certo, 2001).
Al igual que en la planificación, en el proceso de organización la
innovación juega un papel protagónico a la hora de establecer estructuras y
líneas de mando. El no innovar, podría llevar al gerente por ejemplo al
establecimiento de estructuras jerárquicas tradicionales (verticales) cargadas
de burocracia e ineficiencia operativa en los tiempos modernos. El innovar o
adecuar el proceso de la organización lo llevaría a establecer estructuras
más que verticales, horizontales, flexibles y orientadoras, con el objeto de
facilitar en mayor proporción la efectiva comunicación entre los miembros de
la organización.
De igual forma, ya que el proceso de organización está encaminado a
obtener el fin planeado; fin que por naturaleza cambia; el no cambiar o
reinventar el proceso de organización podría conducir a la gerencia a
duplicar esfuerzos, costos, tiempo, recursos; perdiendo así, el objeto central
y primordial de la gerencia “optimizar los recursos por medio de la
administración de estos”.
71
Sin embargo, es importante mencionar, que el organizar implica
mayormente el manejo y administración del capital intelectual, considerando
que éste por su naturaleza conceptual está formado por emociones,
sentimientos, hábitos y costumbres; por lo tanto, el innovar o cambiar pudiera
no ser una tarea fácil a alcanzar por el gerente. Éste tiene la labor de crear
condiciones facilitando tanto la aceptación como la adaptación a este nuevo
proceso; de allí, que una buena estrategia es la participación activa del
personal.
De igual forma, el gerente debe tener la convicción total de ver en los
cambios oportunidades de mejoras conducentes a una organización mucho
más apta y cónsona. Debe tener el liderazgo suficiente para transformar esa
posible resistencia de su equipo de trabajo, en una resiliencia resultante en la
participación impulsada y “empoderada” orientada a establecer grupos de
trabajos fusionados y resultantes de las sumas de sus individualidades.
2.4.2 Planificación: toda organización sin importar su propósito, índole
o naturaleza está formada por un conjunto de elementos y recursos (físicos,
intelectuales, financieros, tecnológicos entre otros) que necesitan ser
armonizados y “planificados”, esto, con el propósito de lograr ese objetivo
común empresarial “perdurar saludable en el tiempo”; es decir, lograr
desarrollar un ciclo de vida óptimo que le permita alcanzar metas, objetivos y
misiones. De igual forma, es importante reconocer que las organizaciones se
desarrollan y operan en un medio ambiente formado por variables tanto
internas como externas, las cuales interactuando entre sí, afectan el alcance
de los objetivos organizacionales.
En tal sentido, gerentes y directores en busca de esa armonía
institucional, indagan a través del proceso de planificación como entender la
interacción entre dichas variables, con el fin, de canalizar y alinear las
fuerzas individuales de cada elemento hacia la consecución del fin
institucional. De lo anterior se puede inferir, como la planificación actúa como
puente entre lo que se quiere (o desea ir) y se tiene (o se está). Noe y Patrick
72
(2010) establecen que la mayoría de gerentes y directores, reconocen el
proceso de planificación como ayuda al aumento de la racionalidad en las
actividades organizacionales.
Por su parte Chiavenato (2010) considera que las organizaciones
deben planear para así poder alcanzar sus objetivos. De igual forma, clama
que la planificación ayuda a la organización a adaptarse a los cambios,
identificar oportunidades y predecir imprevistos. Por su lado Münch y García
(2008, p.65) establecen que la planeación “es la determinación de los
objetivos, elección de los cursos de acción para lograrlos, con base en la
investigación y elaboración de un esquema detallado que habrá de realizase
en un futuro”.
De manera similar Chiavenato (2010) enuncia que en la planeación se
determina por anticipado cuáles son los objetivos que deben cumplirse; así
como, los planes y estrategias se deben establecer para alcanzarlos. Por
otro lado, para Ponce (citado por Münch y García, 2008, p.63) la planeación
“consiste en fijar el curso concreto de acción que ha de seguirse,
estableciendo los principios que habrán de orientarlo, la secuencia de
operaciones para realizarlo, y la determinación de tiempo y numero
necesarios para su realización”.
De lo anterior se puede deducir, que la acción de planificar significa
establecer y estudiar anticipadamente objetivos o acciones. La planificación
sustenta los actos o actividades organizacionales, no solo en corazonadas e
intuición sino en métodos, procedimientos, planes adema de la lógica; es
decir, la planificación establece los objetivos de la organización definiendo
los procedimientos adecuados para alcanzarlos. De igual forma, comprende
escoger las tareas que deben ejecutarse para alcanzar los logros de la
organización, bosquejar cómo éstas se deben ejecutar, e indicar cuándo
deben ser ejecutadas.
Sin embargo es importante acotar, que tal actividad se desarrolla en un
marco de incertidumbre, impredecibilidad, riesgo y cambios; por tanto el
73
cómo planear, establecer mecanismos de acción de alcance de normas,
procedimientos, planes y objetivos exige la reinvención constante de cómo el
gerente estratégicamente piensa, estableciendo los senderos de acción
empresarial. En consecuencia innovar cuando la intención es proyectar a la
organización hacia un futuro incierto y cambiante, es esencial (Burnes,
2004).
Así pues, el proceso de planeación exige continuos cambios de praxis y
de ideologías estratégicas encaminadas y alineadas con las tendencias del
momento. Ahora bien, es importante resaltar que tal “temporalidad” práctica,
por responder a las exigencias del mercado, no debe ser reactiva; por el
contrario, debe ser activa, proactiva y generadora de cambios, solo así el
proceso de planeación será realmente un elemento visualizador de
oportunidades organizacionales, por medio de la planeación la organización
garantiza su supervivencia en el futuro (Azuaje, 2005).
El planear exige al gerente y su gente no solo ser visionarios
estratégicos, sino también, ser conocedores de la organización, así como,
del medio en que ésta se desenvuelve. Para poder proyectar o idear un
futuro organizacional es fundamental estar consciente de las fuerza externas
e internas empresariales determinando como estas influyen en el correcto
funcionamiento de la organización.
Azuje (2005) establece que ninguna empresa puede alcanzar el éxito si
no tiene una administración competente, y para esto, es necesario
administrar tanto el macro como el micro ambiente organizacional. En
consecuencia, es posible inferir la importancia del proceso de planificación
como pilar formador del proceso gerencial. Dicho autor, justifica su
pertinencia enunciando lo siguiente:
(a) La eficiencia es un resultado del orden, no puede venir del acaso ni
de la improvisación.
(b) Así como en la parte dinámica lo central es dirigir, en la parte
mecánica lo básico es planear: si administrar es realizar a través de otros, se
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necesita primero hacer planes sobre la forma en que esa acción habrá de
coordinarse.
(c) El objetivo sería infecundo si los planes no lo detallaran para que
pueda ser realizado integra y eficazmente, se afina y corrige en la
planeación.
(d) Todo control es imposible si no se compara con un plan previo. Sin
plan se trabaja a ciegas.
De manera similar Münch y García (2008, p.65) establecen la
importancia del proceso al establecer “la planificación es esencial para el
adecuado funcionamiento de cualquier grupo social, ya que a través de ella
se prevén las contingencias y cambios que puede deparar el futuro, y se
establecen las medidas necesarias para afrontarlas”.
Lo anterior denota el porqué la planificación es componente básico del
proceso gerencial de una organización. Por medio de éste el gerente ofrece y
genera mayor impacto dentro de la organización mediante la fijación de los
planes, metas, estrategias, políticas, visión y misiones; en otras palabras,
delinean y especifican los cursos racionales de acción diseñados para lograr
los objetivos empresariales.
En tal sentido, la planificación debe ser vista como un proceso
permanente, continuo, sistemático e innovador que siempre debe estar
orientado hacia el futuro, buscando la racionalidad de las decisiones a través
de la asignación de recursos óptimos y necesarios. De acuerdo a Bateman y
Snell (2005, p.15). “la planificación implica tomar decisiones en forma
sistemática acerca de las metas y actividades que un individuo, un grupo,
una unidad de trabajo o toda la organización perseguirán en lo futuro”
Ahora bien, de igual forma es importante señalar que la planificación
como proceso tiene sus limitaciones, y un buen gerente debe administrarlas.
Estás mayormente se relacionan con la cantidad y calidad de la información
disponible al momento de establecer los planes de acción. En consecuencia
75
el proceso de planificación requiere y exige de modificaciones continuas en
el tiempo de aplicación lo que a su vez, demanda innovación.
Ante tal situación, Davis (2010) considera a la replanificación con una
vía canalizadora de nuevas visiones dentro del propio proceso de
planeación. Replanificar es tomar acciones en función a las diferencias
observadas y encontradas entre lo deseado y lo planificado. Tal proceso
exige en ocasiones visiones muchos más amplias e innovadoras de las que
dieron origen al proceso de planificación original.
En consecuencia, el planificar no es establecer líneas rectas de acción,
por el contrario es establecer caminos y alternativas flexibles que permitan y
aseguren con mayor grado de certeza el buen desenvolvimiento de los
demás funciones gerenciales.
De todo lo anterior se puede inferir, la importancia del proceso de
planificación; ésta es en primer lugar en donde se define la razón de ser de la
organización, a la par que establece la direccionalidad lógica de recursos. En
segundo lugar articula los medios hacia los objetivos organizacionales, y
como tal, proporciona indicadores para las acciones y decisiones
institucionales. En tercer lugar, permite el empleo eficaz y racional de los
recursos empresariales y en cuarto lugar, desempeña una función
reguladora, siendo una actividad que permite a la empresa a adaptarse a
situaciones futuras.
En tal sentido es posible decir, que la responsabilidad fundamental del
gerente por medio de la planificación, es asegurar que el futuro institucional
sea el resultado de un análisis continuo y con sentido racional del presente,
pasado y porque no, hasta del futuro institucional.
2.4.3 Recursos: en la teoría y técnica de la gerencia organizacional
significativa, los recursos son los elementos fundamentales para la
formulación de un plan (los otros son los objetivos y los tiempos a plazos), de
acuerdo a Ander (2010, p.245), a través del diccionario de pedagogía
establece que los recursos son “medios disponibles, humanos, técnicos,
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materiales y financieros que dispone una organización para el logro de
determinados objetivos, para alcanzar resultados o para llevar a cabo
algunas actividades”. Por otra parte, de acuerdo a la investigación el recurso
es la distribución, uso y autocontrol eficaz y oportuno del tiempo, dinero,
materiales, los equipos, el espacio y las ayudas.
En este mismo orden de ideas, Malagón (2011, p. 281), manifiesta que
los recursos pueden ser técnicos, físicos, financieros y que se constituyen en
un aspecto fundamental, que permiten y facilitan las acciones que se
adelanten. En este sentido ambos autores coinciden, debido a que una
institución educativa requiere disponer de diversos elementos, para su
organización, planeación, orientación y ejecución que correspondan a las
necesidades y exigencias de la gerencia organizacional.
Desde otro punto de vista, Blázquez y Mondino (2012), definen al
recurso como una acción que se integra y activa en las etapas del CORPRIC
sobre la que ya se cuenta con antecedentes de investigaciones Blazquez y
Amato (2011). El CORPRIC es un modelo de diagnóstico organizacional que
comprende las siguientes categorías; contexto 1, organización, recursos
(tema del objeto de estudio), procesos, resultados, impacto y contexto 2. A
través de este modelo se completa un conjunto de dimensiones claves y
estratégicas para todo diagnóstico y análisis organizacional. De esta manera
la complejidad no aparece asociada a la inter o transdiciplinariedad como lo
desarrollan Morin (2007), Garcia (2006), Gonzalez Casanovas (2004) sino a
la propia disciplina desde una perspectiva intradisciplinaria.
Desde la dimensión “recurso”, para gestionar cualquier tipo de procesos
es necesario contar con ellos junto a una organización que los integre y
coordine. Estos recursos procesados generan resultados e impactos en
contextos dinámicos y cambiantes. A partir de este enfoque analizamos en
forma específica el concepto de recursos y lo contrastamos con los diversos
autores en la necesidad de promover una visión que trasciende a los
insumos de fabricación y/o de servicios. Esta visión holística de analizar el
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recurso junto a otros factores sistematizados se extiende a sus diferentes
características tales como tangibles o intangibles, propios o de terceros,
estratégicos o normales por hacer una mención de las taxonomías que se
proyectan utilizar.
2.4.4 Resultados: periódicamente se deben revisar los resultados de la
gestión académica de las universidades, con el fin de observar si se siguen
las instrucciones previamente señaladas. Para Leboyer (2012, p. 175), el
resultado, conceptualmente lo define como “un indicador de gestión que
permite determinar el acierto o desacierto de la consolidación de los objetivos
organizacionales propuestos”. También es importante determinar si es
necesario efectuar alguna modificación, e incluso en los programas o
coordinaciones de postgrados pequeños y sencillos, se producen malas
interpretaciones en las directrices. Además esas revisiones sirven para
determinar el interés de la gerencia educativa por los resultados; esta acción
continua puede, en sí, convertirse gradualmente en un efectivo instrumento.
Gran parte del trabajo de la gerencia organizacional significativa, es de
tal índole que no es fácil medir los resultados directos. Sin embargo, según
Mejía (2009, p. 28) “existen diversos indicios para medirlos, entre los que
destacan: los resultados financieros, cliente / participante, los procesos
internos y el aprendizaje y crecimiento”.
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3. SISTEMA DE VARIABLE
3.1 Cuadro de Operacionalización de la Variable
Cuadro N ° 1. Operacionalización de la Variable
OBJETIVO GENERAL: Proponer un modelo de gerencia organizacional significativa para los postgrados de las Universidades del Estado Zulia.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
VARIABLES DIMENSIONES SUB DIMENSIONES
INDICADORES
Identificar el tipo de gerencia organizacional de los postgrados de las Universidades del Estado Zulia.
Gerencia Organizacional Significativa.
Tipo de Gerencia Organizacional
Planificación Estratégica.
Planificar. Controlar. Evaluar.
Calidad Total.
Atención a las Necesidades Mejora Continua.
Competencia. Benchmarking. Proceso continuo.
Auto mejora.
Reingeniería. Rediseño. Cambio.
Competencia.
Empowerment. Calidad. Visión.
Formaciones de Equipos. Cuadro de Mando
Integral. Estrategia de Trabajo. Alcance de la Visión.
Caracterizar la integración a la estructura organizacional de las Coordinaciones de los postgrados de las Universidades del Estado Zulia.
Integración a la Estructura
Organizacional.
Ideológico. Orgánico-Estructural.
Tecnológico. Psico-social. Normativo.
Caracterizar la gestión organizacional de las Coordinaciones de los postgrados de las Universidades del Estado Zulia.
Gestión Organizacional.
Organización. Planificación.
Recursos. Resultados.
Diseñar un modelo para la optimización de la gerencia organizacional significativa de los postgrados de las Universidades del Estado Zulia.
Se diseñará al aplicar los objetivos propuestos.
Fuente: Ramírez (2013).