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CAPITULO II Las Constituciones Politicas Roniánticas La rap&ia, enfermedad del siglo En los iltimos ti'einta aos, la huma.nidad ha 1)resen- ciado prod igios que han cons urnido todos sits recursos emotivos. El ültimo, fué el caflón alemán que bombar- deO a Paris a sesenta kilOinetros de distancia. Parece que sOlo on prodigio no tendrá realizaciOn: la baja de la necedad untada en el espiritu de nuestros intelec- tuales más vibratorios. Hemos hablado cien aftos, de que nuestra felicidad depende de una asamblea que se denomina Congreso Constit uyente q tie nos fabriq ue una ConstituciOn poiltica, procreada en una borrache- ra de ilusiones y de Ilamados prncipios politicos pasa- dos de moda. Esas constituciones, no merecen el gasto de una gota de sangre, n el menor dolor de muelas nacional. - A mf no se me puede Ilamar reaccionarlo, porque yo fuf quien, en la trihuna de la Cárnara de Diputados, y después en la prensa, sostuve que la ConstituciOn de como obra legislativa era un marnarracho; y lo mismo digo de la de Querëtaro, no por sus )rincipios avanzados, porque mi cultura es inucho más avanzada que esos principios, sino porcjue tamhién adolece del defecto de romanticismo. Si declaro que la Constitu- ciOn de QuerOtaro seria muy superior a la de 57, si aquélla no hiciera del Presidente de la Repüblica un

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CAPITULO II

Las Constituciones Politicas Roniánticas

La rap&ia, enfermedad del siglo

En los iltimos ti'einta aos, la huma.nidad ha 1)resen-ciado prod igios que han cons urnido todos sits recursosemotivos. El ültimo, fué el caflón alemán que bombar-deO a Paris a sesenta kilOinetros de distancia. Pareceque sOlo on prodigio no tendrá realizaciOn: la baja dela necedad untada en el espiritu de nuestros intelec-tuales más vibratorios. Hemos hablado cien aftos, deque nuestra felicidad depende de una asamblea que sedenomina Congreso Constit uyente q tie nos fabriq ueuna ConstituciOn poiltica, procreada en una borrache-ra de ilusiones y de Ilamados prncipios politicos pasa-dos de moda. Esas constituciones, no merecen el gastode una gota de sangre, n el menor dolor de muelasnacional. -

A mf no se me puede Ilamar reaccionarlo, porque yofuf quien, en la trihuna de la Cárnara de Diputados, ydespués en la prensa, sostuve que la ConstituciOn de

como obra legislativa era un marnarracho; y lomismo digo de la de Querëtaro, no por sus )rincipiosavanzados, porque mi cultura es inucho más avanzadaque esos principios, sino porcjue tamhién adolece deldefecto de romanticismo. Si declaro que la Constitu-ciOn de QuerOtaro seria muy superior a la de 57, siaquélla no hiciera del Presidente de la Repüblica un

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autOcrata asiático, y de la propieclad, un botin de ra-tas b u rocráticas s uperbu bOnicas.

Voy a permitirme exponer cuál es la verdadera Cons-titución mexicana, finica respetable, por ser la ex-presión técnica de nuestra vida colectivae individual,geométricamente proyectada en nuestra amarga his-tor Ia.

No ha habido en el inundo rnás que una sola subs-tancia de gobierno estable y respetable: Ia soberaniade los rnás aptos, segün el modelo de aptitud poifticapresentado por la época. Esa soberania de los más ap-tos, se ha practicado y se practica bajo diferentes for-mas: teocracias, cesarismos, aristocracias, plutocra-cias y falsas democracias. Hasta ci momento actual, hafracasado tamhién la rusa, pues ya los boishevistasapestan al proletariado moscovita. Los juristas han de-finido las Constituciones Poifticas: "tin pact-o tácito oexpreso entre gobierno y gobernados." El error de losjuristas consiste en que yen al gobierno donde no seencuentra, donde solamente figura su decoraciOn. Elobjeto invariable de todos los gobiernos ha sido privi-legiar a la clase gobernante, pot- supuesto a costa de lagobernada.. En los viejos imperios de castas, los privi-legios aparecen estacionarios, no crecen, no aumentande peso, no se hacen insoportables a los gobernados, yse prueba ese estancamiento que representa equilibrioorgánico, con su larga duraciOn. El imperio egipcio du-ró más de siete mH aflos. No es posible clue la huma-nidad aguante siete mil axos de trusts ni de contratosde mejoras materiales por los gobiernos, ni de tribu-bunales organizados coino bandas de facinerosos, ni decanibalismo burocrático, ni de huelgas crónicas, nide reiv md icaciones santas del p roletariado.

En la solemne antiguedad en que fiorecieron esosteOcratas imperios, cx istlan enormes privilegios, perocomo he dicho, no creclan. El dogma que Ilenaba todaslas conciencias era no tocar lo clue hablan hecho nues-tros padres, y como esos dioses carnales no hablan co-menzado por ci fin, la raciOn de privilegios que se des-

LAS O0NSTrTrJCIONES POLITICAS 13pacharon, era compatible con la existencia y desarro-Ho imperceptible de imperios de apariencia eterna.

En realidad, los privilegios no aumentaron, porqueno habla razón para que aumentaran. Se debe al por-tentoso desarrollo industrial y a los efectos estimulan-tes de las bellas artes, el desarrollo de los apetit-os, laformaciOn de nuevas pasiones, el desenvolvimiento deis sed de placeres. Al Hegar el mundo a lo que parecesu apogee industrial y artstico, los apetitos han alcan-zado también su apogeO; la enfermedad del siglo es Iabulimia de goces, más penetrante mientras más cues-tan; por consiguiente, como nunca, las ciases gober-nantes se han propuesto rohar, y las ciases robadas, nosaben qué hacer para salir del universal ciclOn de ra-pifla. El enorme probleina mundial, es un problems de-lad rones.

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Un error acreditado

En uno de mis libros, cite is frase que un generalPresidente de Colombia, dirigió en carta privada a ungeneral venezolano, su amigo intimo y compadre:traflo mucho, dice el prOcer de Colombia, no vera Ud.en la Presidencia, sabiendo tan bien corno yo, que to-dos estos infeilces palses pertenecen a los valientes."

Una paz absoluta de tres siglos, desfibró a todo tinpueblo y lo dejO exento de virilidad. En la America Ia-tina, Jos chilenos se mantuvieron viriles por haher Iti-chadu trescientos afios con los indomables indios arau-canos. En NuevaEspaa, no perdieron su virilidad laspoblaciones del Norte en constante guerra con los in-dios brbaros. Las campaas de independencia, dota-ron de virilidad a los que hablan tornado parte en eflas,y esa minorla de enérgicos se encontró, lor icy biolO-gica, soberana de sus compatriotas timidos y estupe-faCtos ante lo que no conocIan: is heroicidad falsa o

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verdadera. Un pals donde los valientes dominan, es unsemi-cementerio social.

Los valientes, organizados iniitarmente, aprovecha-ron una materia prima admirable: el indio, una ma-quina de came para morir o matar por cuadquiera cau-sa o sin causa. La Naturaleza, por sus sabias leyes,redujo a poca cosa el poder destructor de los valien-tes. Para cjue la clase de los valientes hubiera podidoimponerse al pals a perpetuidad, COO clase gobernan-te, debiO haber sido prpietaria y de alma feudal. Untumulto do valientes, es idéntico en sus efectos politi-cos de anarqula a un tumulto de cobardes. SOlo lo or-ganizado es fuerte, y un ejército proletario y plebeyomuy poco resiste a la desorganizaciOn.

Es cierto ciue en la mayor parte de la America lati-na, no precisamente los valientes, sino los militares,aun cuando hayan sido algunos de ellos cobardes, susable ha sido el tftulo irreprochable para que desempe-flen el envidiado cargo presidencial. Pero no es siem-pre lo mismo ser presidente que ser gobierno; haypresidentes gobemnantes y presidentes sñbditos, y los-presidentes clue no son dictadores, son todos sübditosde una o varias facciones.

liens agitat inolem. Los intelectuales agitan alas ma-sas. Una masa agitada, se coloca en el vestIbulo de unarevolución. El hambre es la que más agita a los inte-lectuales, la que los hace revolucionarios. Afortunada-mente para Mexico, siendo pals inmenso, de peque?apoblaciOn agrIcola diseminada, no se prestaba al apos-tolado del pauperismo int-electual, y el analfabetismo-hacla imposible las inoculaciones socialistas pci' la1)rensa. El cura Hidalgo agitO a las masas, no con laidea de su independencia, pues adoraban al Rey Fer-na.ndo VII, sino con el grito de "Viva la Virgen de Gua-dalupe y mueran los gachupines." AgitO dos pasionesextremadamente convulsivantes: el fanatismo y el odioal extranjero cruel, de implacable codicia. Después, ydurante cien aflos, ya no fuC posible agitar a las masas..sino hasta 1910.

LAS OONSTITUCIONES POLfTICAS 15No pudiendo agitar el proletariado intelectual a Ia.,,

masas, mostrO estupenda habilidad para agitar a los mi-litares; los clividla, exaltaha su ambiciOn, aeaflt(zrjda.su organismo, los lanzaba al asalto del poder, los arroja-ba de cabeza en toda clase de P1Ci1)iCiOS, los paseabapor los inejores vergeles de Ia estupidez, los enloquecIa,los intimidaba, los hacia temblar, los manejaha con dia-bOlica astucia para crear y sostencr en lit naciOn una1,avorosa y desesperante obra de anarquIa.

Desde la consumaciOn de Ia independencia hasta1882, todos los Presidentes de Mexico, con excepciOndel general Santa-Anna, fueron magnificamente pro-hos y magnIficamente infel ices. No pod Ian desagradaral clero, porque les compraba al ejCrcito o novfa lasconciencias de los generales religiosos para que con-tra él moviesen sus sables; no pod Ian corregir a los co-merciantes contraband istas, porq ue mmcd iatamentese sublevaban las guarniciones de Veracruz, Guadala-jara, Mazatlán y la region de Tepic; no pothan suspen-der los pagos a los agiotistas, que ni huesos dejabanpara que los royera ci ejCrcito, sin que se pronunciasela "Ciudadela." Ochenta y cuatro nail pesos cobrO elgeneral Valencia por derrocar al general Santa-An-na en 1843. No podlan tocar ligeramente al más viru-lento agitador sedicioso, porque era.n acusados anteci Congreso de destruir las libertades pihiicas y volarlos cimientos de Ia naciOn; no podlan encausar a tinjuez venal, porque toda la abogacfa fulininante se lesarrojaba encima; no podlan poner contribuciones a lospropietarios de casas y haciendas, sin que el ejCrcitodefeccionara en defensa de la inviolabjljdad de la pro-piedad privada.

Esos militares mártires, acababan por arrepentirsede su ambiciOn. Casi siempre cirrOticos por los torren-tea de injurias que les propinaba la prensa, su tubodi-gestivo era una fábrica de hiel y acibar. El dulce ge-neral Vicente Guerrero, fuC en 1828 más injuriado porlas facciones que don RamOn Corral en 1910. La clasemedia famClica y cruel, les exigfa que Ic dieran de co-

ftMEROTtC.cMEXICo

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mer, de beber, de robar, de vengarse, de hacer por-querfas, y deturpaban al ejército declarándolo el másneumático de los pulpos y el verdugo infatigable delpueblo. La burocracia, que habfa hospedado en su vien-tre ad patriotismo, a falta de viveres, no se cansaba derugir contra el Presidente siempre tirano, porque nosabla serlo de verdad.

Triste suerte la de esos valientes que habf an asal-tado el poder! En realidad, más siniestra que la Torredel Hambre de Ugolino. Iturbide, Guerrero, Miramón,mueren fusilados; Victoria escapO de que lo linchasenlos léperos borrachos que asaltaron el Parián y la sol.dadesca frenética de la Acordada, debido a la enérgicaactitud de Zavala y GOmez Faras. Barragán, ya atur-dido con delirios crispantes, muriO de tifus. Busta-mante, postergado, olvidado, clamando que nunca fuétirano sino tiranizado, y sin una peseta debajo de laalmohada, muere en la obscuridad y pidiendb como elManf redo de Byron, el olvido de si mismo, pronuncian.do el áspero "forget myself." El general Herrera, seapagO en una covacha; Paredes y Arriflaga, se desva-.nece en la mortaja agusanada del réprobo, por habercrefdo que solamente un protectorado europeo salvarfaa Mexico.

El mejor de los presidentes, el general don MarianoArista, murió pobre, en el destierro, y casi fué ente-rrado de caridad. Comonfort, una figura exquisita porsu honradez y sincero patriotismo, terminó asesinadoLa vida de osos valientes dueflos de Mexico, fué unabolina impla de bajas tragedias.

En mi libro "Las Grandes Mentiras de nuestra His-toria," estudio el pretorianismo, y concluyo que noespiscina de delicias tiberianas. Hasta 180, las familiasde los militares mexicanos han sido, con rarfsimas ex-cepciones, modelo de miserables. La viuda de un miii-tar, era la viuda del amparo social y del Gobierno; tipi-ca, con el tápalo verdinegro, con el vestido desgarradoy grasiento, color de pantano ponfloso, con los zapa-tos destrozados, con la fisonomfa del condenado a muer-

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te, vagaba por los corredores del palacio nacional pi-diendo limosna. Los huérfanos de los militares, parabanen los hospicios, en los hospitales de desastrosa bene-ficencia, en los presidios, en las cárceles correccionales.El ref ugio de los heroes que hablan cenido la bandaazul, era, las casas de juego, en calidad de tafladores,de convidadores, de zapotistas, de brujas flotantes, deporterOS y aun de "enanos del tapanco" para hacerrespetar la soberanIa de las "camoninas."

No, no es cierto quo esos infelices pafses de la AmC-rica Latina hayan Pertenecido a los valientes que nohan logrado ser dictadores. Esos infel ices pafses hanpertenecido, cuando no hay serias C ilflponentes die-taduras, a las facciones, y las facciones han Perte-necido al proletariado intelectual, y el proletariadojntelectual ha sido dominado i)or la abogacerla trapa-cera y sin clientela.. El I)roletariado intelectual ha sidoel verdadero dueflo, el verdadero azote, ci verdadero ti-rano de Mexico, y su voluntad lirica, metafisica o trá-gica, ha sido la ünica constituciOn pohtica de la Repd-blica.

Durante nuestra tremenda y vergonzosa vida piThli-ca, han sido puestos en los altares de la Utopia, la Cons-titución de 1824, la de las Siete Leyes de 1836, lade lasBases Orgánicas de 1842, la de 1857, y todas han fraca-sado, porque ci fracaso de las instituciones se encuen-tra en la raza mexicana, en su vida, en su historia, ensus vicios, en sus ideales y en sus cualidades. La Cons-tituciOn de Querétaro, ya fracasO en ci concepto de losrevolucionarios, y fracasarán todas las que en lo suce-S1V() so hagan, mientras la ley escrita no sea la icy so-ciolOgica que en su triste vida sigue ci pueblo.

***liomenaje a fas faccones

Oaractei-iza a ia.s facciones todo lo rastrero, todo loperverso, todo lo asqueroso, piiesto quetienen por ge-nio tutelar la trinidad de la envidia, la cod icia y la men-

HEMEROT

MEXi

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tira. La facciOn es el tumulto irreprochable de las me-dianas intelectuales, cuya primer tarea es eliminar deIa polItica a los hombres verdaderamente superiores;para lo coal, los injurian, los calumnian, los lienan decieno y proctran lievarlos al campo del honor o a larifa de taberna para asesinarlos. Entre las medianlasgeneradoras de chancletisino intelectual, se establecela "Sociedad de Elogios Mutuos,"que mantiene en ad-miraciOn mIstica a todo ci medio pelo social.

La facción profesa culto de banda de piratas al ex-clusivismo. Desde l67 sostiene como principio bsi-sico: "A Mexico solo debe gobernarlo el Gran PartidoLiberal," que no existla ni ha existido jams. Después,y cuando el general Diaz era faccioso contra Juárez,se promulgO otro principio: 'A Mexico sOlo dehe go-bernarlo ci Gran Partido Porfirista;" después, y antesdel establecimiento de la dictadura, se considerO quela patria sOlo pod rIa ser saivada gohernándola el GranPartido Benitista, y después ci Gonzalista. Por ningnmotivo esa gente acepta ci princiiio deinocrático deque al pueblo deben gobernarlo los partidos que él de-signe, como él quiera y durante ci tiempo que lo juzgueconveniente. La facciOn es !a tiranIa inflexible de losfracasaclos en la lucha noble o salvaje, y husca el triun-fo encendiendo hogueras de odio en conciencias hiencargadas con ci combustible de Ia mentira y las supers-ticiones del anaifabetismo. La facciOn disfruta del me-nopolio del patriotismo, expide y retira patentes de p

-triotas a his que se le arrodilian o la rechazan. Odia Iaverdad, per ser Csta el más enCrgico disolvente de suprestigio, de su autoridad, de so existencift. El medropersonal sin misericordia. constituye todo su cOdigomoral, la envidia ilena todo so corazOn yjamás se contie-ne en el robo pb1ico, si se la deja libremente robar, Icque no le han permitido los inilitares. Se me dirá: rSjon Mexico nunca ha habido I)a.rtidos politicos, sino fac-ciones, por qué han figurado en ellas hombres comeQuintana Roo, Mora., Aiamán, Pesado, Couto, Fernan-do Ramirez, Ocampo, Degollado, Juárez, los dos Lerdo

LAS OONSTITUCIONES POLITICAS 19de Tejada yotros conspicuos? Porque las facciones sOlosirven lara derrocar buenos o malos gobiernos, y cuan-do quieren gobernar, es decir, cuando se POPOflefl des-moronar al pals, se les oponen los hombres superioresde rnritO, apoyandose en los militares, hasta que laopiniOn pblica, conquistada por ci chancletismo inte-lectual, desorganiza a los militares 'V apoya el triunfode las facciones para después apoyar a otra facciOn quela salve de las calamidades de la que desempefla el P0-

der. Los gobiernos faccionarios SOfl imposibles, v co-zno se sabe, desde los tiempos de la antiguedad clásicala facciOn atrae a la dictadura con precisiOnMiCtL

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La obra en Mexico de las tacciones

Los grandes resultados de nuestro periodo faccio-nal de lihertades puiblicas, solamente Para la clase me-dia, árbitro de la suerte de los gobiernos. se encuentranMnt.etizados en preciosos documentos histOricos. Elembajador espaftol don Joaqufn Francisco Pacheco,en nota dirigida a su gohierno, ci 24 de septiembre de1860, le decla: "ha perdido ci pueblo de tal manera to-da noción de derecho, todo principio de bien, toda ideay todo acto de subordinaciOn y de autoridad, que nohay en él posible, por sus solos esfuerzos, sino la anar-qula y la tiranfa."

El ministro de Ingiaterra en Mexico, Mr. Wyke, in-formaba a su gobierno en mayo de 1861: "Las faccionescombatientes luchan para adueftarse del poder, a finde satisfacer su codicia o su venganza, entretanto cipals se hunde más y más cada tha, mientras la pobia-ciOn se ha brutalizado y degradado hasta un p unto cjuecausa horror contemplarla." El ministro de Fancia enMexico, conde Dubois de Saligny, en su informe ofi-cial de 28 de abril de 1861, comienza con las siguientespalabras: "En ci estado de anarqufa, omejordicho. de

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descomposición social en que se encuentra este des-grac.iado pals .......

Después del triunfo de la Repüblica, en 1867, el par-tido militar ejecutó magistralmente nueve cuartelazosexcitado por ci civilismo faccioso. Dos de los cuartela-zos fueron muy graves, pues estuvieron a puntO dederrocar al "Benemérito de las Americas," incrusta-do en su reeleccionismo que iba cristalizando en die-tad ura: el cuartelazo del Plan de la Noria, en beneficiode Porfirio Diaz, no logrO exterminar a Benito Juá-rez, ci eterno de Ia época, por haber obrado Cste consu habitual circunspección, pagando a la naturaleza elhorrible e inevitable tributo ci 18 de julio de 1872.

El autor de "Algunas Camparias," veterano portiris-ta de los dias de prueha, relata en el tercer tomo de suinteresante obra, que al ser recibida en Tepic, la noti-cia de la muerte de Juárez, en un grupo de eminentesrevolucionarios dedicados a penosa campafia, la sen-sacional nueva prod ujo inmensa tristeza en aquellosenemigos del tirano que hablan proclamado una re-voiuciOn sin mks prncipos que derrocar aJuárez pi'traidor a las felices instituciones conquistadas por elpueblo. Aquellos hombres de armas y nobles iniras,exciamaron a.ngustiados: iQti6 bandera tomaremosahora para continuar la revolución? Muerto Juárez, larevoluciOn habla perdido su bandera ostensible, y nopodia ser apoyada por la clase enérgica de combate ycreencias de niflo, que crefa en que realmente el indiode Guelatao habla matado a la democracia mexicana,bafiada en la sangre tibia y reconfortante del archidu-que Maximiliano.

Era necesario ceder y acogerse a la amnistla deere-tada pot' ci gob ierno interino de don Sebastian Lerdode Tejada. PiThlicamente, el general Donato Guerra,porfirista apasionado, declarO en la prensa que ci par-tido militar continuarla luchando por lievar al poder,contra todo viento y marea, a Porfirio Dfaz, ci infatiga-hie perturbador de la paz pñblica desde 1h69.

No obtante la legitimidad indiscutible de la presi-

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LAS OONSTITUcIONES POLITICAS 21dencia del verdaderarnente ilustre Lerdo de Tejada, elpartido militar acaudillado por el anti rreeleccionistaPorfirio Diaz, no le permitiO term mar su perlodo cons-titucional, caracterizado por una escrupulosa honradezadministratiVL por una sequedacl de sangre arcadiana,por Un respet10 exagerado a la libertad de la prensa, ypor una independencia gloriosa de la Suprema Cortefederal, cuyos fallos se cumplIan con unciOn por todosJos poderes y autoridades de lit Reptib1ica.

El autor de "Algunas Campafias," poseedor de todosJos secretes del porfirismo, como partidario sobresa-liente y fiel del redentor del dia, que deciaraba a Lerdode Tejada ci tirano rnás odioso que habla tenido M-XiCO, comparable con Dionisio el viejo y Caracalia el jo-yen, enseiia a lit posteridad, que cuando los más cons-picuos porfiristas se reunieron en junta solemne pararedactar terrible requisitoria que justificara lit revo-luciOn, por rnás esfuerzos que se hicieron para forinu-lar cargos verdaderamente serios, ni uno iué en con-trado. El revelador de la verdadera conciencia de losconspiradores resueltos a lanzar a su pals, a nueva ydesastrosa guerra Civil, informa que, en realidad, larevoluciOn era necesaria y urgente porq ue lit imponfaci hambre de los hombres de armas.

Hasta entonces, (1876), lit democracia habla signifi-caLlo hambre de los hombres de armas, hambre de loshombres de toga, hanibre de los hombres de pluma,hambre de los hombres sin apetito de trabajar, ytarnbién hambre de riqueza.s, de desvergUenzas, de ba-jezas pesadas en doblones, de rastrerismo tejido conbabas de aduiaciOn. Era ya necesario un dictador querepartiera pan y palo por raciones convenientes, seginel grado del poder personal de cadaapetito; mucho, alterrible; medianamente, al ütil, y el caldo, con algunoque otro garbanzo, a los reptiles. Como acontece ge-neralmente, corresponde al más astuto de los domago-gos de una anarqufa, con dotes de domador de fierasterribles o asquerosas, transformarse en pontffice au-gusto, sereno, inexorable de la paz, del orden, de la ley

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22 EL VERDADERO DIAZ V LA REVOLUOION

salida de su arnbiciOn, de la honestidad creada por suambición; en Moisés de su pueblo, en César de su ejér.cito, en vicario de su Dios, en maestro infalible de lapoiftica, en doctor sublime y seráfico de la facultad decrear naciones con las tinieblas de los abismos, el polvode las ruinas y la abyecciOn de razas aplastadas portradiciones siempre adorables mientras se conservanincultas.