CAPITULO I

EL NIÑO DE LA MANO DE SU PADRE

Este capítulo empieza por describir a las personas que vivían en la casa de HECTOR ABAD; en ese entonces un niño rodeado de diez mujeres y un solo hombre adulto (su padre) al cual el amaba sobre todas las cosas; las mujeres: la niñera (tata), las empleadas de servicio (Emma y teresa) sus cinco hermanas (maryluz, clara, eva, marta, y sol) su madre y una monja.

Héctor amaba a su padre de una forma extraordinaria y lo amaba tanto y por encima de cualquier cosa que un día le toco escoger entre Dios y su papa y él prefirió a su papa; gracias a esta decisión que parecía tener tan clara (la de amar a su papa más que a Dios) desencadeno su primera discusión teológica con la hermanita Josefa que era la monja que vivía en su casa y lo cuidaba a él y a su hermana menor ,el estaba con ella en el patio y la hermana le dijo que su papa se iba a ir al infierno,hector le pregunta sorprendido que por qué y ella le dice que por que su padre no iba a misa, el enseguida le pregunto por el mismo y ella le dijo que él no se iría al infierno que el se iba a ir para el cielo por que el rezaba padrenuestros, avemarías y el credo todas las noches en su compañía.

Héctor estaba en la habitación esperando que la hermana se quitara el habito para empezar a rezar como lo hacían de costumbre pero él estaba tan pensativo y estuvo tan pensativo durante todo el día con lo que la hermana le dijo que empezó a imaginarse como seria él en cielo sin su padre extrañándolo,asomandose a una ventana y viéndolo allá abajo entre llamas y fuego quemándose sin poder hacer nada; y le dijo a la hermana que aun seguía detrás del biombo que él no iba a volver a rezar, la hermana con una voz desafiante lo reto y él le dijo que a el no le importaba irse para el cielo si no iba acompañado de su padre que prefería irse para el infierno pero que sabía que allí estaría junto a él.

Héctor amaba tanto a su papa que ese amor no lo sintió nunca por nadie más hasta que nacieron sus hijo y se dio cuenta que era un amor de la misma intensidad aunque en cierto modo opuesto puesto que el junto a su papa sentía que nada le pasaría y que su papa habría sido pacas de dar la vida por él, del mismo modo en la su presencia no le iba a pasar nada a sus hijos y si en llegado caso le tocaría da la vida por sus hijos lo aria sin pensarlo dos veces.

Para Héctor la idea de que su padre llegara a morir era la más insoportable y triste puesto donde esto llegara a suceder él se tiraría al rio Medellín; también que no hay cosa peor que la muerte de un hijo; que todo esto no es algo que se piense si no que sencillamente se siente.

El amor que Héctor le tenía a su padre era inmenso estaba enamorado de su padre para el todo lo era su padre, el era el que lo alcahueteaba, lo corregía, lo guiaba, lo apoyaba, mejor dicho el era un todo y un ejemplar para Héctor.