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Capítulo 3
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© Swami Dayananda Saraswati Traducción libre, 3ra edición 2001, Arsha Vidya Research & Publications Trust; curso distribuido en vedanta.es
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El Señor K¤À¸a continuó explicando por qué el karma debe realizarse:
ºÉ½þªÉYÉÉ& |ÉVÉÉ& ºÉÞ«õÉ {ÉÖ®úÉä´ÉÉSÉ |ÉVÉÉ{ÉÊiÉ&*
+xÉäxÉ |ɺÉʴɹªÉv´É¨Éä¹É ´ÉÉä%κi´ÉŸõEòɨÉvÉÖEÂò** 10
sahayajµ¡Å praj¡Å s¤À¶v¡ purov¡ca praj¡patiÅ
anena prasaviÀyadhvameÀa vo'stviÀ¶ak¡madhuk Verso 10
{ÉÖ®úÉ pur¡ — en el comienzo; |ÉVÉÉ{ÉÊiÉ& praj¡patiÅ — el Creador; ºÉ½þªÉYÉÉ& sahayajµ¡Å —
junto con el yajµa; |ÉVÉÉ& praj¡Å — los seres humanos; ºÉÞ«õÉ s¤À¶v¡ — al haber creado;
=´ÉÉSÉ uv¡ca — dijo; +xÉäxÉ anena — por este (yajµa); |ɺÉʴɹªÉv´É¨É prasaviÀyadhvam —
os multiplicaréis; B¹É& eÀaÅ — este; ´É& vaÅ — para vosotros; <Ÿõ-EòɨÉvÉÖEÂò iÀ¶a-k¡madhuk
— la vaca que otorga los deseos; +ºiÉÖ astu — (este yajµa) sea
En el comienzo, el Creador, al haber creado a los seres humanos junto con
el yajµa, dijo: ‘Por este (yajµa) os multiplicaréis. Que este (yajµa) sea
para vosotros la vaca que cumple los deseos’.
Praj¡pati significa el creador, el Señor de todos los seres, llamado Brahm¡ji. La
cita, ‘En el comienzo, el Señor dijo’, se refiere al Veda. El Veda es un cuerpo de
conocimiento que se considera que no ha sido escrito por nadie, sino como un
conocimiento revelado por el Señor a los antiguos sabios, los ¤Àis.
Entonces, lo que el Señor dijo, está en el Veda, y lo dijo para los seres humanos
que él ha creado. Los animales, por estar programados, no necesitan el conocimiento
contenido en el Veda. Junto con los seres humanos, el Señor creó los yajµas y ordenó a
todos realizar los rituales y otros karmas que se encuentran en el Veda.
Los rituales védicos abarcan todas las fases de la vida. Aun antes de nacer un niño, se
realiza un ritual. La palabra en sánscrito para ‘esposa’ es patn¢ y para ‘esposo’ patiÅ. La
letra ‘i’ de pati se reemplaza por la ‘n’ y se agrega el sufijo femenino ‘¢’ para formar la
palabra patn¢ que significa esposa. El P¡¸ini-s£tra1 que describe esta regla gramatical
declara que el reemplazo se efectúa solamente cuando una mujer está conectada con un
hombre con el propósito de realizar un yajµa, es decir, un ritual védico. El hombre se casa
por esta razón ya que, sin esposa no puede realizar ciertos rituales ordenados por el Veda.
La mayoría de los rituales védicos requieren la participación de patn¢, la esposa.
Aunque realmente es el pati, el esposo, quien hace el ritual, él no puede hacerlo sin el
permiso de su esposa. Tampoco puede hacerlo sin ella. Por lo tanto, el matrimonio en sí
mismo tiene un propósito religioso. El acto mismo de tomar en matrimonio la mano de una
mujer, de aceptar a otra persona en la vida de uno, es un acto religioso. La mujer misma no
necesita realizar ningún ritual védico porque naturalmente ella recibe la mitad de los
resultados de los rituales que su esposo ejecuta. Y los resultados de cualquiera de los pecados
que el esposo pueda cometer son solamente para él. Por lo tanto, ¡ella gana fácilmente!
1{ÉiªÉÖxÉÉæ ªÉYÉ-ºÉƪÉÉäMÉä* 4.1.33 patyurno yajµa-saÆyoge 4.1.33
Bhagavadg¢t¡
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Aunque a la esposa no se le exige que ejecute rituales, ella tiene deberes específicos
en relación a ellos, tales como la preparación de ciertos alimentos. De esta manera, se
comparte la responsabilidad: el esposo realiza los rituales y la esposa le da su permiso y
asiste a ellos. Ella posibilita que él esté cualificado para ejecutar los rituales, por eso se la
llama patn¢, indicando que está unida al yajµa. A este grado, inherente en la gramática de
palabras tales como patn¢, se encuentra la actitud védica acerca del matrimonio.
Hay rituales védicos que se hacen para la consumación del matrimonio, para la
fecundación. Por la seguridad de la madre y de su criatura, se hace nuevamente un ritual
védico durante el séptimo u octavo mes del embarazo. Después de nacer el bebé, los padres
realizan en su nombre, ya que él no puede hacerlo todavía, el ritual llamado j¡teÀ¶i. Luego
está el ritual para ponerle el nombre, llamado n¡ma-kara¸a, que es parecido a la
ceremonia del bautismo cristiano. Durante el primer año de vida del bebé, hay un ritual
durante el cual se le perforan las orejas. Se dice que esto también tiene un valor similar a la
acupuntura. Un ritual para cortarle los cabellos puede realizarse al mismo tiempo o un poco
después. A los ocho o a los doce años de edad, según el grupo al cual el niño pertenezca, se
realiza otro ritual para la iniciación en el Veda; se le da un mantra y se lo considera como
nacido dos veces, siendo el segundo nacimiento el resultado de la ceremonia de iniciación.
De este momento en adelante, el varón debe hacer ciertos rituales diarios, y como ya lo
hemos visto, cuando se case, tiene que ejecutar otros rituales también.
De este modo, en la visión védica, un niño nace de rituales y es sostenido por
rituales. Hay ciertos rituales que se realizan tres veces al día —al alba, a la puesta del sol y
al mediodía, cuando el sol se encuentra directamente sobre nuestra cabeza. Esto es
propiciación directa, siendo todas las demás actividades, propiciaciones indirectas, como ya
hemos visto. De esta manera, todo, hasta el comer, es un ritual. Uno comienza a comer
solamente después de haber ofrecido seis bocados de comida al Señor. Hay otro ritual al
final de la comida en el que se usa agua y un mantra. Bañarse también es un ritual. Un
niño que ha sido iniciado en el Veda, tiene que hacer ciertos rituales desde el momento en
que se levanta en la mañana hasta que se acuesta por la noche, tiene que recordar ciertos
cantos para realizar los rituales requeridos. Esto continúa durante el transcurso de su vida.
EL COMPROMISO CON EL VEDA ES UNA VIDA DE YAJØA
Existen otros rituales todavía, muchos en realidad, que deben ser realizados en
ocasiones especiales. Toda la vida de uno es un yajµa, y uno es llamado vaidika, alguien
comprometido con el Veda. ¡Ser un vaidika no es algo ligero! Quiere decir que la
persona tiene que realizar todos los rituales mandados — en otras palabras, vivir una vida
religiosa. Esto es lo que el Señor K¤À¸a dio a entender aquí al decir que, cuando él creó a
los seres humanos, también creó los yajµas.
Prasava, que significa crecimiento, es una palabra interesante aquí. Empiezas tu
vida sólo contigo mismo — aham, yo, mí mismo. Cuando te casas, ya hay dos, y debido
a eso ¡el crecimiento podría no tener fin! Es así como el singular se vuelve dual y luego
plural —tres, cuatro, o más. Por lo tanto, K¤À¸a dijo que por medio del yajµa, ‘Que
crezcáis, aumentéis’.
Cada vez que se usa la palabra ‘dijo’, como en este verso, siempre hay una
intención involucrada. Así es que para entender una oración, tienes que ver cual es la
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intención. Al darnos a los seres humanos los rituales que se encuentran en el Veda, la
intención del Señor era que nosotros crezcamos, nos desarrollemos. Él dijo: ‘Que este
yajµa sea para vosotros. Que sea la vaca que otorgue todo lo que deseéis. Que sea la vaca
que cumpla vuestros deseos’.
La vaca a la que K¤À¸a se estaba refiriendo ciertamente no era una vaca lechera
común. Esta vaca especial, llamada K¡madhenu, le pertenecía al bien conocido sabio,
VasiÀ¶ha. Un día, Vi¿v¡mitra, el rey, fue al bosque donde vivía el sabio. El rey estaba
acompañado por un gran séquito, todos hambrientos. Al encontrar la choza de VasiÀ¶ha,
entraron y le pidieron alimentos. En menos de cinco minutos se les sirvió la comida.
Cuando el rey le preguntó a VasiÀ¶ha cómo había sido posible esto, el sabio le respondió
que tenía una vaca en el corral. ‘¿Qué tiene que ver una vaca con toda esta maravillosa
comida?’ le preguntó el rey. ‘La vaca da todo’, replicó VasiÀ¶ha.
Entonces el rey le pidió a VasiÀ¶ha que le diera la vaca. VasiÀ¶ha le dijo al rey que
él podía darle la vaca, pero que no le serviría de nada porque ella sólo produciría para
alguien que fuera un brahmarÀi, y el rey era un kÀatriya. La historia es una metáfora,
basada en el significado real de la palabra brahmarÀi, aquel que tiene el conocimiento
por medio del cual se obtiene todo. VasiÀ¶ha tenía este conocimiento y Vi¿v¡mitra no.
Conociendo el todo, Brahman, como uno mismo, todo es conocido también. Teniendo
este conocimiento, la persona lo tiene todo porque ella o él es el todo.
K¡madhenu, la vaca de VasiÀ¶ha que concede los deseos, representa al
conocimiento. Así, K¤À¸a estaba diciendo aquí: que el conocimiento de Brahman resulte
ser una K¡madhenu; que satisfaga todos tus deseos.
DEFINICIÓN DE UN BRËHMAÛA
Cuando no tienes deseos, no necesitas que se te conceda ningún deseo. Que tú eres
pleno y completo significa que tú no tienes deseos. Pero para saber que tú eres pleno y
completo debes ser un brahmarÀi, lo que significa que tienes que ser un conocedor de
Brahman, un brahma-jµ¡n¢. Hay una upaniÀad llamada Vajras£cikopaniÀad;
vajras£c¢, que significa aguja de diamante que penetra y de este modo define. En ella, un
br¡hma¸a es definido de esta manera: — un br¡hma¸a es aquel que tiene brahma-
jµ¡na, conocimiento de Brahman, y todos los demás son abr¡hma¸a.
La vaca que cumple los deseos, los concede solamente a quien conoce a Brahman.
Por lo tanto, la vaca habría sido inútil para el rey. ¡Todo lo que él podría haber recibido
de ella habría sido una patada! Esto hizo que el rey se enojara, siendo obviamente la
respuesta típica de un kÀatriya. Juró que llegaría a ser un brahmarÀi para poder quedarse
con la vaca, y para ello llevó a cabo enormes austeridades, tapas. Mientras continuaba
enojado no se volvió un brahmarÀi. En verdad, mientras quería llegar a ser un
brahmarÀi, no lo lograba. Eventualmente, habiendo renunciado a querer llegar a ser un
brahmarÀi, obtuvo el conocimiento que lo hizo un brahmarÀi.
El Señor dijo en el Veda: ‘Que el yajµa os de todo; que sea vuestra vaca que concede los
deseos’. Yajµa, como hemos visto, es una plegaria, y como yoga te otorga antaÅ-
kara¸a-¿uddhi, purificación de la mente, y luego jµ¡na, conocimiento. Los mumukÀus
quieren saber y para ello emplean varios medios, varias disciplinas, todas las cuales son yajµa.
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También se dice que la vaca que concede los deseos está disponible en el mundo de
Indra. Así que cuando vayas allá, por favor asegúrate de que la veas. Así como cuando
vas a Agra, no puedes regresar y decir que no viste el Taj Mahal, de la misma manera,
cuando vayas al cielo más vale que busques a K¡madhenu.
näù́ ÉÉx¦ÉɴɪÉiÉÉxÉäxÉ iÉä näù´ÉÉ ¦ÉɴɪÉxiÉÖ ´É&* {É®úº{É®Æú
¦ÉɴɪÉxiÉ& ¸ÉäªÉ& {É®ú¨É´ÉÉ{ºªÉlÉ** 11 **
dev¡nbh¡vayat¡nena te dev¡ bh¡vayantu vaÅ
parasparaÆ bh¡vayantaÅ ¿reyaÅ paramav¡psyatha Verso 11
+xÉäxÉ anena — con este; näù́ ÉÉxÉ dev¡n — las deidades; ¦ÉɴɪÉiÉ bh¡vayata — propiciad; iÉä te — a aquellas; näù́ ÉÉ& dev¡Å — deidades; ´É& vaÅ — vosotros; ¦ÉɴɪÉxiÉÖ bh¡vayantu — que
os propicien; {É®úº{É®ú¨É parasparam — uno al otro; ¦ÉɴɪÉxiÉ& bh¡vayantaÅ —
propiciándoos; {É®ú¨É ¸ÉäªÉ& param ¿reyaÅ — bien más elevado (mokÀa); +´ÉÉ{ºªÉlÉ av¡psyatha — obtendréis
Propiciad a las deidades con este (yajµa). Que esas deidades os propicien.
Propiciándoos unos a otros, obtendréis el bien más elevado (mokÀa).
El Señor había dicho anteriormente, ‘Que con este yajµa, todos vosotros crezcáis.’
En este verso, K¤À¸a le dijo a Arjuna cómo, realizando los rituales diarios que ordena el
Veda, son propiciadas las diferentes deidades o aspectos del Señor.
No hay duda de que el sol es una bendición, pero si tú lo miras sólo como una bola
de fuego, no es una deidad, un devat¡. Así no es sino una bendición inerte. Sin embargo,
si miras el sol como un devat¡, estás reconociendo que no está separado de Ì¿vara. De
igual manera con las otras deidades — el agua, llamada Varu¸a; el aire, llamado V¡yu;
el fuego, Agni; y la tierra, llamada P¤thiv¢. El espacio, Ak¡¿a, es también un devat¡,
como lo es el tiempo, K¡la. De este modo, existe un gran número de devat¡s de cuyas
bendiciones compartes a diario.
Hay una ecología donde se ha de apreciar el orden que es Ì¿vara al nivel de tu
entendimiento referente al libre albedrío. Los yajµas diarios implican tus oblaciones y
propiciación a todos estos devat¡s, que son Ì¿vara en la forma de fuerzas diversas.
Que tú las propicies y que, así propiciadas, ellas te bendigan. Tú desempeña tus deberes
y oraciones diarias y que las fuerzas cósmicas te bendigan. Que ellas te bendigan y tú
las propicies. Que no seas tú quien perturbe la ecología cósmica por no hacer lo que
debe ser hecho.
Aquí hay involucrado un reconocimiento, una sensibilidad. Al reconocer las
fuerzas cósmicas, no das las cosas por sentado. Es por eso que en la India se les dice a los
niños que deben levantarse antes que salga el sol. Un niño podría pensar: ‘¿Y qué si sale
el sol? ¡Que salga! ¿Por qué me tengo que levantar? Pero se les dice que deben levantarse
a tiempo para dar la bienvenida al sol. El sol es una bendición y cuando una bendición
llega, no deberías estar durmiendo; deberías estar completamente despierto para recibirla.
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Un hombre había estado meditando durante veinte años. El Señor estaba satisfecho
con su meditación y apareció ante él. Desafortunadamente, ¡en ese momento el hombre
se encontraba dormido! Esto ocurre a veces en la meditación. Así que Dios vino y se fue.
¡La persona tuvo que meditar durante veinte años más, antes de que el Señor regresara
nuevamente! Pero aquí, en la forma del sol, el Señor viene todos los días.
Por lo tanto, no deberías estar bajo las sábanas cuando él venga. Deberías
levantarte para recibir la bendición que es el Señor. Esta clase de apreciación es todo de
lo que se trata la ecología. No hay otra ecología más que tu propia comprensión. Tienes
que comprender; de lo contrario, no hay ecología. La ecología es solamente para la
persona que comprende.
YAJØA REQUIERE SENSIBILIDAD
Hay quienes dicen que si has visto una secuoya roja, las has visto todas. Ronald
Reagan dijo esto cuando él era gobernador de California. Debido a que las compañías
madereras para la construcción estaban destruyendo todas las secuoyas, le pidieron que
pusiera fin a la destrucción. La respuesta de Reagan fue que conservaran unos pocos árboles
para que la gente pudiera verlos. No entendía por qué alguien querría conservar estos árboles
de trescientos años de edad. Esto representa un nivel particular de comprensión y en este
nivel no hay ecología, sólo economía. Y a la larga, ¡tampoco hay economía!
Por lo tanto, la ecología es una apreciación que está en tu cabeza — en otras
palabras, en los ojos del espectador. No está más allá de los ojos; no existe afuera. Si tú
no la ves, no existe. Esto es, entonces, la ecología. La apreciación de Ì¿vara es también
ecología pero en un nivel más profundo. Ì¿vara es apreciado como las fuerzas cósmicas y
es por eso propiciado. Una de las formas de propiciación es la oración diaria. Por lo tanto,
que aprecies a Ì¿vara en tus oraciones como las fuerzas, las deidades, y que ellas te
bendigan. Que todos maduren haciendo lo que debe hacerse.
Aquí hay un respeto mutuo. Las deidades te bendicen y tú las propicias. Les ofreces
tus oblaciones y ellas te ofrecen las suyas — en forma de lluvia, energía, salud, etcétera. De
esta manera, que obtengas mokÀa, paraÆ ¿reyaÅ, caracterizado por el conocimiento, a su
debido tiempo, paso a paso, no directamente, no inmediatamente, sino por medio de antaÅ-
kara¸a-¿uddhi, preparando la mente, purificándola para el conocimiento.
Si mueres mientras estás buscando el conocimiento, sin haberlo obtenido, se dice
que por lo menos, obtendrás placeres celestiales, svarga. Por lo tanto, no hay pérdida.
Svarga también representa mejores nacimientos, lo cual significa que en tu próximo
nacimiento, avanzarás más hacia mokÀa. Esta interpretación es más relevante ya que la
G¢t¡ es mokÀa-¿¡stra, no svarga-¿¡stra.
Entonces, K¤À¸a dijo:
<ŸõÉxÉ ¦ÉÉäMÉÉxÉ ʽþ ´ÉÉä näù́ ÉÉ nùɺªÉxiÉä ªÉYɦÉÉÊ´ÉiÉÉ&*
iÉènÇùkÉÉxÉ|ÉnùɪÉ親ÉÉä ªÉÉä ¦ÉÖ“ äó ºiÉäxÉ B´É ºÉ& ** 12 **
iÀ¶¡n bhog¡n hi vo dev¡ d¡syante yajµabh¡vit¡Å
tairdatt¡naprad¡yaibhyo yo bhu´kte stena eva saÅ Verso 12
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näù́ ÉÉ& dev¡Å — los dioses; ªÉYɦÉÉÊ´ÉiÉÉ& yajµabh¡vit¡Å — propiciados por yajµa; <ŸõÉxÉÂ
¦ÉÉäMÉÉxÉ iÀt¡n bhog¡n — objetos deseables; ´É& vaÅ — a vosotros; nùɺªÉxiÉä d¡syante —
darán; ʽþ hi — por lo tanto; iÉè& nùkÉÉxÉ taiÅ datt¡n — por ellos dados; B¦ªÉ& ebhyaÅ — a
ellos; +|ÉnùÉªÉ aprad¡ya — sin ofrecer; ªÉ& yaÅ — el que; ¦ÉÖ“ äó bhu´kte — disfruta; ºÉ& saÅ
— esa persona; ºiÉäxÉ& stenaÅ — ladrón; B´É eva — realmente
Los dioses, propiciados por el yajµa, os darán objetos deseables. Por lo
tanto, el que disfruta de los objetos dados por ellos sin hacerles ofrendas a
su vez, realmente es un ladrón.
Aquí el significado de ‘los dioses’, es Ì¿vara, en la forma de las deidades que son
propiciadas por tus yajµas, tus oraciones y rituales. Ellas despliegan ante ti todos los
gozos deseables. De esta manera, para aquellos cuyo compromiso predominante sea el
yajµa, habrá situaciones conducentes para el crecimiento.
Para que una persona pueda vivir una vida de dharma, se necesita una sociedad
donde el dharma sea predominante. No es que no puedas lograrlo en condiciones
distintas, pero es difícil. Toma, por ejemplo, la vida en la India actual. Hasta para
comprar un boleto de tren, hay que sobornar al agente. Sencillamente no hay otra manera
de comprar un boleto. Debido al crisol social creado por una industrialización demasiado
rápida después de la independencia, la sociedad está pasando por algunos cambios
drásticos y los deseos de la gente se han multiplicado. Los cambios han venido de la
cúpula y no hay cimientos, dejando a la sociedad desequilibrada sin las raíces que se
necesitan para un crecimiento apropiado. El crecimiento debe ser como el de un árbol.
Primero se establecen las raíces y luego, partiendo de ahí, el árbol crece.
En estas condiciones, la persona que quiera vivir una vida de dharma, tendrá
problemas en algunas partes del mundo por no querer sobornar a la gente. Sólo donde
hay algo de dharma en la sociedad, es fácil llevar una vida así. Propiciar a los devat¡s
significa seguir el dharma. Viviendo una vida devota, creas una atmósfera conducente.
Y cuando la mayoría de la gente viva de esta manera, toda la sociedad será conducente al
crecimiento del dharma.
AJUSTARSE AL ORDEN
Los devat¡s harán sus tareas ya sea que los propicies o no, pero cuando te opones
al dharma, perturbas el orden y el que sufre eres tú. Por lo tanto, cada uno debe cumplir
con su deber. Los devat¡s hacen sus tareas y tú haz las tuyas conforme al orden del
dharma establecido en el Veda.
Los animales, los árboles y otras plantas están programadas y por eso no necesitan
el Veda. La gente, en cambio, sí lo necesita porque tiene que ajustarse al orden, y para
eso se necesita la comprensión que provee el Veda. Se dice que si tú no perturbas el
orden, los devas no son perturbados. Siendo así, ecología del orden universal, significa
que no hay perturbación a nivel de las fuerzas cósmicas, el nivel de los devat¡s.
Cuando el sol, el agua, el fuego, el aire y la tierra hacen sus respectivas labores,
¿qué es lo que recibes? ¡Una deliciosa cena del Día de Acción de Gracias en tu plato! En
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este ejemplo, la comida representa distintos placeres, todos los cuales llegan a tu plato
como bendiciones de las deidades, las fuerzas cósmicas, las leyes naturales, etcétera. Para
nosotros éstas no son simplemente la naturaleza; son Ì¿vara.
En este verso, a la persona que disfruta de los resultados dados por Ì¿vara sin
haber ofrecido nada, es comparada con un ladrón. Puesto que estás recibiendo
continuamente de las fuerzas cósmicas, que no son sino aspectos de Ì¿vara, deberías
darles algo a cambio. Sólo puedes hacer esto recordando a Ì¿vara, ofreciendo una
oblación o una plegaria. Esta es una acción de gracias verdadera. La acción de gracias no
es algo que sucede una vez al año; continúa todo el tiempo.
Aunque las deidades no necesitan nada de ti, tú necesitas respetarlas y este respeto
se ofrece en forma de oración. La oración es un reconocimiento para todas estas fuerzas y
te transforma en una persona sensible. No estás solamente mirando lo que tus ojos ven o
escuchando lo que oyen tus oídos. Estás yendo más allá de ellos. Esta clase de vida no es
una vida común; es una vida profunda. No ofrecer a las deidades el reconocimiento que
les corresponde en forma de recuerdo, te hace un ladrón.
Un ladrón no dice, ‘Gracias.’ Él solamente toma lo que pertenece a otro y huye.
Por lo tanto, una persona que no recuerda a los devat¡s no es diferente de un ladrón
común. El que toma el dinero de alguien y no lo devuelve, es también un timador. Este
ladrón, que además es un timador, huye y comienza sus operaciones en otra parte para
que no lo descubran.
Aquí, pareciera que los devat¡s no están esperándote. Ellos están todos en tu
apreciación; de lo contrario, simplemente no existen para ti. Pero aún así, ellos actúan
constantemente. El mismo aire que respiras es Ì¿vara. El trabajo de los devat¡s siempre
se hace y puede ser reconocido por ti. Y si no los reconoces, eres un timador porque
recibes de ellos pero no les das lo que a tu vez debes darles.
RECONOCIMIENTO Y AGRADECIMIENTO SON YAJØA
Lo que devuelves a las devat¡s es tu reconocimiento, y eso es lo que se llama
yajµa. Realizamos el yajµa como una devolución, como un agradecimiento. No es por
ninguna otra cosa más. El yajµa mismo produce el antaÅ-kara¸a-¿uddhi, por el cual la
persona es capaz de dar gracias. Dando gracias, reconociendo a todo como Ì¿vara,
definitivamente obtendrás antaÅ-kara¸a-¿uddhi.
Una persona que respeta las fuerzas cósmicas no es una persona corriente. Ya no
vive impulsado por sus r¡ga-dveÀas sino que va más allá de ellos. De otro modo, no
habría reconocimiento ni agradecimiento. Por otra parte, una persona que realiza el
karma (acciones) solamente para satisfacer su mente y sus sentidos, y no ofrece
oblaciones, ni siquiera agua o una simple rama seca, esa persona, es un ladrón y un
timador. No da a las fuerzas cósmicas lo que merecen.
En el verso que sigue, K¤À¸a describe estos dos tipos de persona:
ªÉYÉʶɟõÉʶÉxÉ& ºÉxiÉÉä ¨ÉÖSªÉxiÉä ºÉ´ÉÇÊEòα¤É¹Éè&*
¦ÉÖ‰ÉiÉä iÉä i´ÉPÉÆ {ÉÉ{ÉÉ ªÉä {ÉSÉxiªÉÉi¨ÉEòÉ®úhÉÉiÉ ** 13
yajµa¿iÀ¶¡¿inaÅ santo mucyante sarvakilbiÀaiÅ
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bhuµjate te tvaghaÆ p¡p¡ ye pacanty¡tmak¡ra¸¡t Verso 13
ªÉYÉ-ʶɟõÉʶÉxÉ& ºÉxiÉ& yajµa-¿iÀ¶¡¿inaÅ santaÅ — aquellos que comen, habiendo primero
ofrecido el alimento al Señor; ºÉ´ÉÇ-ÊEòα¤É¹Éè& sarva-kilbiÀaiÅ — de todas las impurezas;
¨ÉÖSªÉxiÉä mucyante — son liberados; ªÉä iÉÖ ye tu — mientras aquellos que; +Éi¨É-EòÉ®úhÉÉiÉ ¡tma-k¡ra¸¡t — para sí mismos; {ÉSÉÎxiÉ pacanti — cocinan; iÉä te — ellos; {ÉÉ{ÉÉ& p¡p¡Å
— pecadores; +PɨÉ agham — p¡pa (pecado); ¦ÉÖ‰ÉiÉä bhuµjate — comen
Aquellos que comen, habiendo primero ofrecido el alimento al Señor, son
liberados de las impurezas, mientras que aquellas personas pecadoras que
cocinan solamente para ellos mismos, comen p¡pa (pecado).
En este verso, el karma-yoga se presenta como yajµa. Hemos visto cómo todas las
acciones son yajµas, ya sea que se realicen en forma de rituales, oraciones, o llevando a
cabo los deberes para los demás; veremos más sobre esto en el próximo capítulo.
Puesto que Ì¿vara, el Señor, debe ser reconocido en la forma de las distintas
fuerzas cósmicas o elementos, estas fuerzas son consideradas individualmente y son
llamadas devat¡s o devas, deidades.
Por eso se dice, que propicies a los devas y que ellos te bendigan a ti. Esto quiere
decir que los dejes hacer lo que ellos tienen que hacer y que tú hagas lo que tú tienes que
hacer. De esta manera, puesto que no hay nada fuera de Ì¿vara, las fuerzas naturales no
son consideradas como simples fuerzas inertes. Todo está dentro de Ì¿vara, el ser
consciente, cetana-vastu, aun cuando uno está bajo el encanto de los sueños.
En un sueño vemos tanto seres vivientes como objetos inertes. La montaña vista en
el sueño es inerte, ja·a. El sol y sus rayos también son ja·a. En realidad, todo lo que se
ve es ja·a, y no cetana. Pero la diferencia entre lo inerte y lo consciente,
ja·a-cetana-bheda, está solamente dentro del marco de lo que es percibido por ti, el
sujeto del sueño. Si habiendo percibido los objetos del sueño, cambias tu percepción
dirigiéndola a la persona que está soñando, al creador del sueño, entonces, te vas a dar
cuenta que no existe ningún mundo fuera del soñador.
Si el soñador es un ser consciente, el mundo soñado no está separado del soñador,
porque él es tanto el creador, nimitta-k¡ra¸a, del mundo del sueno, como también el
material, up¡d¡na-k¡ra¸a, que lo compone. Por lo tanto, desde el punto de vista del
soñador, no hay nada inerte o consciente. Todo es el soñador únicamente.
Similarmente, desde el punto de vista de Ì¿vara, las fuerzas cósmicas se reconocen
como no separadas de Ì¿vara porque no hay nada afuera de Ì¿vara. No se las considera
simplemente como ja·a. Aunque parezcan ser ja·a, todos son devat¡s desde el punto de
vista de Ì¿vara. De esta manera, el sol se convierte en un devat¡, como también el aire,
el fuego, el agua y la tierra.
Reconociendo a Ì¿vara de esta manera, reconociendo sus muchos aspectos en la
forma de devat¡s, uno ejecuta distintos rituales y oraciones, que también son acciones.
Estipuladas en el Veda como parte de su visión, hay varias acciones que deben hacerse,
incluidos los rituales diarios, nitya-karma, y los rituales efectuados en ciertas ocasiones,
Capítulo 3
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naimittika-karma. Nitya-karma y naimittika-karma deben hacerse sin excepción,
hasta que uno tome el voto de sanny¡sa, es decir, hasta que uno renuncie a todo.
RECONOCIENDO LAS FUERZAS CÓSMICAS COMO DEVATËS
Cualesquiera que sean los resultados que recibes por las acciones que realizas,
estos son bendiciones de los devat¡s que están haciendo su trabajo. Como K¤À¸a dijo en
el verso anterior, si reconoces a estos devat¡s y les das lo que les corresponde, te
conviertes en alguien que no es un ladrón o un timador. Aquí, en el verso presente, él
mostró la diferencia entre una persona que no es ladrona y una que sí lo es.
Uno no puede evitar el realizar cierto karma dañino al vivir la vida diaria. La vida
se sostiene con la vida. Hablando estrictamente, si no existiera la libertad o el libre
albedrío, no había nada pecaminoso. No habría ninguna acción incorrecta, ningún
p¡pa-karma. Pero como uno tiene que comer y debe satisfacer ciertas necesidades
mínimas para sobrevivir, naturalmente se producirá algún tipo de daño, hiÆs¡. Algunas
plantas, animales e insectos serán destruidos. De esta manera, muchos seres vivos, no
humanos, son destruidos diariamente, y esta destrucción produce ciertos resultados no
deseados, llamados p¡pas, que continúan acumulándose todos los días.
¿Cómo vas a eliminar estos resultados? Sabiéndolo o no, se incurre en muchos
p¡pas y se recogen resultados indeseables, los cuales a su vez redundan en duÅkha, algo
desagradable para ti. Entonces, para neutralizar estos resultados, existen diferentes tipos
de yajµas — yajµas a las deidades, a los antepasados, a nuestros semejantes, a los ¤Àis
que nos han impartido este conocimiento, etcétera. Estos yajµas tienen que ser
efectuados diariamente y están contenidos en un ritual.
En este verso, yajµa¿iÀ¶¡¿inaÅ se refiere a aquellos que comen después de haber
ofrecido el alimento al Señor primero, en otras palabras, a aquellos que toman su parte
habiendo ofrecido sus respetos. Mientras que tal vez hoy, las personas en la India, no
realizan todos los yajµas prescritos muy metódicamente, siempre ofrecen el alimento al
Señor y sólo entonces comen.
El ritual en sí mismo no es lo importante; lo que cuenta es la actitud, bh¡van¡. El
alimento se cocina y se ofrece al Señor, y la actitud es comer sólo lo que queda,
yajµa¿iÀ¶a, que es a lo que se llama pras¡da. Pras¡da es una bendición del Señor.
Aquellos que comen sólo pras¡da no comen alimento; comen sólo pras¡da. Habiendo
ofrecido el alimento al Señor con una oración, tal como brahm¡rpa¸am…, el alimento
mismo se convierte en pras¡da. De esta manera, se dice, que aquellos que ofrecen el
alimento al Señor y luego consumen lo que sobra, se liberan, mucyante, de todos los
pequeños p¡pas, sarvakilbiÀas, que se acumularon diariamente por haber realizado
algún que otro daño con el objetivo de sobrevivir.
Por el sólo hecho de moler algo, de lavar los pisos, usar detergentes o caminar,
estamos matando algo continuamente. A veces se mata deliberadamente por nuestro
propio bienestar. De hecho no podríamos vivir si no lo hiciéramos. Los insectos que
matamos quieren vivir, pero nosotros también deseamos vivir. No siendo posible la
coexistencia, los insectos tienen que ser destruidos. Este acto de destrucción implica
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cierto pecado, adharma que, como K¤À¸a indicó en este verso, puede ser neutralizado
únicamente con oración diaria, y no por ninguna otra cosa.
LIBERTAD DE LOS RESULTADOS DE LAS PROPIAS ACCIONES
Este verso puede entenderse de otra manera también: habiéndote purificado por el
conocimiento, serás liberado de todo pu¸ya y p¡pa. Nadie se libera a sí mismo de pu¸ya
y p¡pa sin tener el conocimiento. Por lo tanto, la frase sarvakilbiÀaiÅ mucyante, puede
entenderse con el significado de ‘son liberados de todos los karmas.’
Se puede tomar la palabra santaÅ junto con la palabra yajµa¿iÀ¶¡¿inaÅ, que
significa ‘siendo los que’ son yajµa¿iÀ¶¡¿inaÅ, o como una palabra separada, que
significa ‘la gente santa, sat-purus¡Å, los sabios.’ En este caso es un adjetivo para la
palabra yajµa¿iÀ¶¡¿inaÅ. Se vuelven sabios porque llevan a una vida de oración que les
otorga la mente necesaria para saber.
En la segunda línea del verso, K¤À¸a describió a aquellas personas propensas a los
p¡pa-karmas, acciones basadas más en adharma que en dharma. Ellas no reconocen
dharma y adharma en absoluto; sólo reconocen lo que les conviene. Sólo les importan
su placer y seguridad. Simplemente no ven nada más que eso. Mientras que los
yajµa¿iÀ¶¡¿inas se liberan de los pecados acumulados, estas personas sólo continúan
acumulándolos. Como no ofrecen el alimento que comen al Señor, se dice que ellos
comen p¡pa, es decir, que cuando comen sólo comen pecado.
Aquí, el pecado debe ser comprendido dentro del contexto hindú. Cada karma
tiene su propio resultado. Una acción es pecaminosa únicamente porque resulta en algo
desagradable, duÅkha, para la persona que realizó la acción. Similarmente, una buena
acción, significa simplemente, que produce un resultado que te da algún placer,
comodidad, etcétera.
No existe una traducción exacta al español de las palabras sánscritas p¡pa y
pu¸ya. Así es que para no confundirlos con el concepto totalmente distinto con que
generalmente se asocia a la palabra ‘pecado’ en otros contextos, es preferible retener las
palabras sánscritas mismas. El pecado, en el contexto hindú, siempre se cuantifica.
Aun en la esfera de las violaciones a las leyes de tránsito, hay diferencias
cuantificables; una infracción en la conducción es más seria que una infracción al
estacionar. Esta última podría involucrar solamente el pago de una multa o que tu coche sea
llevado por una grúa y sea costoso recuperarlo. Pero no tienes que seguir pagando y
tampoco afecta al costo de tu seguro como lo haría una infracción por la forma de conducir.
Así como las leyes que gobiernan las violaciones del código del tráfico, la ley del karma
propone que el resultado de cualquier acción es el apropiado para la acción realizada.
LA RESTITUCIÓN ES SIEMPRE DE ACUERDO CON LA ACCIÓN REALIZADA
De acuerdo con el karma realizado, el resultado es tanto visible como invisible. Si el
resultado invisible es indeseable, se llama p¡pa. Esto es así. Aquellos que cocinan y comen
sólo para ellos y no como una ofrenda a los devat¡s comen sólo p¡pa, mientras que los
que comen solamente después de ofrecer el alimento al Señor se liberan de todo pecado, de
todo p¡pa que pudieran haber acumulado por medio de otras acciones.
Capítulo 3
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El karma debe hacerse; es lo que mantiene todo funcionando. La gran rueda
cósmica está constantemente girando y, puesto que tú eres un hacedor con libre albedrío,
eres un diente de la rueda. Tú puedes hacer y puedes no necesitar hacer. Un árbol hace
todo lo que tiene que hacer porque así es como está hecho el árbol. Un animal también
hace exactamente lo que se espera de él porque está hecho para hacerlo así. De esta
manera, todos los seres vivos no humanos hacen lo que hacen porque están programados
de cierta manera. Sin embargo, el ser humano es alguien que realiza acciones por su
propia voluntad. Por lo tanto, hay elección en la acción. Uno puede realizar una acción,
no realizarla o realizarla de manera diferente.
En el siguiente verso, K¤À¸a describió cómo la rueda cósmica continúa girando
debido sólo al karma.
+zÉÉ‘ù´ÉÎxiÉ ¦ÉÚiÉÉÊxÉ {ÉVÉÇxªÉÉnùzɺɨ¦É´É&* ªÉYÉÉ‘ù
´ÉÎiÉ {ÉVÉÇxªÉÉä ªÉYÉ& Eò¨ÉǺɨÉÖ‘ù´É&** 14 **
ann¡dbhavanti bh£t¡ni parjany¡dannasambhavaÅ
yajµ¡dbhavati parjanyo yajµaÅ karmasamudbhavaÅ Verso 14
¦ÉÚiÉÉÊxÉ bh£t¡ni — los seres vivientes; +zÉÉiÉ ann¡t — de la comida; ¦É´ÉÎxiÉ bhavanti —
nacen; {ÉVÉÇxªÉÉiÉ parjany¡t — de la lluvia; +zÉ-ºÉ¨¦É´É& anna-sambhavaÅ — nace la
comida; {ÉVÉÇxªÉ& parjanyaÅ — la lluvia; ªÉYÉÉiÉ yajµ¡t — del yajµa; ¦É´ÉÊiÉ bhavati — nace;
ªÉYÉ& yajµaÅ —pu¸ya; Eò¨ÉÇ-ºÉ¨ÉÖ‘ù´É& karma-samudbhavaÅ — nacido de la acción
Los seres vivientes nacen de la comida; la comida nace de la lluvia; la
lluvia nace del yajµa (pu¸ya); y el yajµa (pu¸ya) nace de la acción.
La expresión ‘nacida de la comida’ por supuesto no se puede tomar literalmente,
puesto que nada nace de la comida realmente. Se refiere a la comida ingerida por la
persona. En el comentario de áa´kara sobre este verso, se agrega la palabra bhukt¡t a la
palabra ann¡t, que significa ‘de la comida ingerida y asimilada.’
Todos los seres vivientes, con cuerpos diferentes, nacen del alimento consumido.
El alimento consumido por los padres se convierte en la causa para la concepción del ser
—la sangre, la semilla, etcétera. Por lo tanto, la concepción misma se debe al alimento
que, siendo el material para ella, es la causa material de los aspectos anatómicos, los
aspectos físicos, del cuerpo.
K¤À¸a luego continuó diciendo que el alimento mismo nace de la lluvia. Si no
hubiera lluvia no habría comida. Toda la tierra sería un desierto y la única comida sería la
arena. K¤À¸a dijo que la lluvia a su vez nace del yajµa, tus oraciones diarias en
reconocimiento por las bendiciones de los devat¡s.
Es verdad que si no haces yajµa, la lluvia viene de todos modos —pero puede no
caer en el momento propicio ni en las cantidades adecuadas. K¤À¸a dijo luego que la lluvia
siempre hace su trabajo y que, a no ser que ofrezcas tus oraciones diarias, tú no estás
haciendo el tuyo. No es poco común que alguien piense que porque todos los demás lo
están haciendo, él, o ella, no necesitan hacerlo, como cuando se canta en un coro. Si en
algún momento alguien no canta, no se pierde nada porque la mayor parte de los
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integrantes del coro están cantando; hasta cuando alguien se equivoca, eso pasa
desapercibido porque el grupo no está cometiendo el mismo error. Solamente sería evidente
si todos cometen la misma equivocación al mismo tiempo. Por eso es que el canto en coro
siempre suena perfecto a pesar de que, individualmente, pueda haber problemas.
Aquí también, algunas personas ofrecen sus oraciones y todos disfrutan de la
lluvia. Sin embargo, K¤À¸a comparó a quien no lo hace con un ladrón. No es que la lluvia
no hará su trabajo. Reconocer a las fuerzas cósmicas como Ì¿vara es lo importante aquí.
Cuando llevas a cabo el yajµa, es decir, cuando cumples con tus obligaciones, con tus
oraciones, etcétera, entonces los devat¡s te bendicen. Por ejemplo, siempre se ha dicho
que el sol produce la lluvia porque evapora el agua del océano que luego se transforma en
nubes. Y cuando tú realizas tus devat¡-yajµas diarios, todo el ad¤À¶a acumulado, los
resultados invisibles, van a la deidad apropiada, en este caso al sol. Entonces, del sol
vienen las lluvias. Esta es otra forma de decir que tú invocas a las fuerzas y las fuerzas te
bendicen. Las lluvias vienen — en el momento propicio, en el lugar apropiado, en
cantidades correctas.
Aquí yajµa, significa ad¤À¶a, el resultado invisible. Una oración no produce un
resultado tangible inmediatamente. Produce un resultado invisible que, a su vez, produce
un resultado tangible más tarde. Sin realizar karma no puedes producir resultados
visibles, ni invisibles.
Nosotros sabemos que la acción de calentar el agua es la que produce el resultado
visible del agua hervida. De igual manera, un resultado invisible se produce por la acción
de la oración. Esta acción es lo que mantiene las fuerzas naturales, la ecología cósmica,
en movimiento.
Cuando se dice aquí, que el yajµa nace del karma, yajµa no se está refiriendo a un
ritual, porque un ritual mismo es un karma. Para aclarar este punto, áa´kara dijo en su
comentario sobre este verso que yajµa es ad¤À¶a, el resultado invisible. El ad¤À¶a nace
del karma y es lo que produce el resultado. Entonces, se puede decir que el yajµa nace
del karma únicamente de esta forma.2
¿De dónde vienen los karmas, los rituales, etcétera? Contestando esto, K¤À¸a dijó:
Eò¨ÉÇ ¥ÉÀÉä‘ù´ÉÆ Ê´ÉÊrù ¥ÉÀÉIÉ®úºÉ¨ÉÖ‘ù´É¨ÉÂ*
iɺ¨ÉÉiÉ ºÉ´ÉÇMÉiÉÆ ¥ÉÀ ÊxÉiªÉÆ ªÉYÉä |ÉÊiÉÊ¢öiɨÉÂ** 15
karma brahmodbhavaÆ viddhi brahm¡kÀarasamudbhavam
tasm¡t sarvagataÆ brahma nityaÆ yajµe pratiÀ¶hitam Verso 15
Eò¨ÉÇ karma — ritual; ¥ÉÀÉä‘ù́ ɨÉ brahmodbhavam — nacido del Veda; ¥ÉÀ brahma — el
Veda; +IÉ®-úºÉ¨ÉÖ‘ù´É¨É akÀara-samudbhavam — nacido del imperecedero Ì¿vara, el
Señor; Ê´ÉÊrù viddhi — comprende; iɺ¨ÉÉiÉ tasm¡t — por lo tanto; ºÉ´ÉÇMÉiɨÉ sarvagatam —
2N de T – Yajµa es un ritual o ceremonia y también es una actitud de servicio en beneficio de una
colectividad. Yajµa también puede interpretarse como sacrificio, sacrum=sagrado - facere=hacer -
hacer lo que se hace, sagrado, es decir, dedicado al Señor.
Capítulo 3
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omnipenetrante; ¥ÉÀ Brahma — el Veda; ÊxÉiªÉ¨É nityam — siempre; ªÉYÉä yajµe — en
yajµa; |ÉÊiÉÊ¢öiɨÉ pratiÀ¶hitam — mora
Que comprendas que karma — el ritual, la oración, etcétera — nace del
Veda y que el Veda nace del imperecedero Ì¿vara. Por lo tanto, el
omnipenetrante Brahma (el Veda)3 mora siempre en el yajµa.
Aquí con karma, K¤À¸a, se estaba refiriendo a los rituales védicos,
vaidika-karma. Debe comprenderse que estos rituales, yajµas, provienen del Veda
mismo, llamado Brahma en este verso. Aunque Brahma o Brahm¡ji es también el
nombre que se le ha dado al Creador en la trinidad4, aquí se está refiriendo al Veda como
la causa del karma.
Brahma es el Veda que revela la naturaleza del karma y, por lo tanto, se convierte
en su causa. De otro modo no tendríamos conocimiento de los rituales. Así se dice que el
karma nace del Veda. ¿Y cómo sabemos que Brahma es el Veda y no el absoluto
paraÆ brahma, el Brahman que es la verdad fundamental? El verso dice que Brahma
nace de akÀara, el imperecedero, aquel que nunca muere, que nunca nace. Por lo tanto,
Brahma no puede ser este Brahman absoluto. Está confirmado por cualquier diccionario
de sánscrito Que Brahma significa Veda.
El Veda proviene de ese Brahman imperecedero. Se dice también que el Veda
nace sin esfuerzo como la respiración. El Veda es algo que revela las cuatro búsquedas
humanas, puruÀ¡rthas, seguridad – artha, placer – k¡ma, rectitud – dharma, y
liberación – mokÀa. Porque revela todo lo que una persona requiere, se considera al Veda
como omnisciente, sarvajµa.
EL CONOCIMIENTO NO ES CREADO; ES DESCUBIERTO
Se dice que el Veda fue revelado por Ì¿vara porque el conocimiento no puede ser
creado. El conocimiento siempre está, pero está cubierto por ignorancia. Si el
conocimiento fuera creado, el lugar de la creación sólo podría ser de ignorancia o de no
ignorancia. Si el conocimiento es creado sobre la ignorancia, ¿permanece la ignorancia?
¿Puede el conocimiento ser creado sobre un cimiento de ignorancia? O, a raíz del
conocimiento, ¿se va la ignorancia?
¿Y qué es este conocimiento que es creado? Si descubres algo, ¿es algo que ya está
ahí, o creas algo y luego lo descubres? Para crear algo ya debes conocerlo antes. Tú no
creas el conocimiento. El conocimiento ya está presente porque es el conocimiento de un
hecho. Existe una determinada realidad, un hecho, y el conocimiento de ella es tan
verdadero como la realidad, tan real como el hecho particular. Por lo tanto, el
conocimiento no es nada más que la comprensión de los hechos.
3Aquí, el Veda se llama ‘sarvagataÆ brahma’ porque lo revela todo.
ºÉ´ÉÉÇlÉÇ|ÉEòɶÉEòi´ÉÉiÉ ¥ÉÀ = ´Éänù& ºÉ´ÉÇMÉiɨÉ * ¶ÉÉ0 ¦ÉÉ0**
4Brahma, ViÀ¸u y áiva
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Esto quiere decir que el conocimiento es siempre de lo que es, de lo posible,
etcétera. Todo es únicamente: ‘lo que es.’ El futuro es también ‘lo que es.’ El futuro
como una posibilidad ‘es.’ Este ‘lo que es’ es lo que llamamos conocimiento.
Para Ì¿vara, todo conocimiento está siempre presente. En realidad, Ì¿vara, el
Señor, omnisciencia, significa todo conocimiento. Si todo conocimiento está presente,
¿Ì¿vara es un ser consciente o inconsciente? Un ser siempre es consciente; un ser
inconsciente no es un ser en absoluto. Ese Ì¿vara, cuyo ser es consciencia, posee
omnisciencia y esta omnisciencia existe finalmente en la consciencia.
El j¢va, el individuo, que está relacionado con Ì¿vara, también es un ser
consciente. Y, ¿cual es la naturaleza de ese ser consciente, el individuo? ‘Consciente’, ¿es
un adjetivo del ‘ser’ o, el ser, es conciencia? ¿Hay otro ser aparte de consciencia? Si así
es, ¿qué es ese ser? ¿Cómo lo reconoces?
¿POR QUÉ NO SOY OMNISCIENTE?
El ser es consciencia; la consciencia es el ser. Por lo tanto, todo conocimiento existe
en el ser consciente, en el ser que es consciencia. Siendo este el caso, ¿por qué no lo tengo?
Sólo por causa de la ignorancia. La ignorancia cubre al conocimiento. Entonces, obtener
algún conocimiento es simplemente una cuestión de remover la ignorancia. Remover,
quitar, la ignorancia es lo que llamamos obtener conocimiento. Y, con respecto al
conocimiento del mundo empírico, ¡nos queda mucha ignorancia por remover!
Únicamente con respecto al ¡tm¡ uno puede remover la ignorancia por completo.
Todo lo demás permanece sin ser conocido o conocido apenas. Es como si vieras algunas
manchas sobre algo y entonces, removiéndolas, encontraras una partícula de conocimiento.
Hay personas que hasta reciben un doctorado, un Ph.D., por escribir una tesis sobre una de
estas manchas. Entonces, después de eso, viene alguien más y, probando que la persona
anterior en realidad no removió nada, cubre otra vez lo que ya había sido removido. Con
esto, esta nueva persona también recibe un Ph.D. Este proceso de estar removiendo la
ignorancia puede continuar solamente porque en el campo empírico no existe tal cosa como
una última palabra, que sea el fin.
Solo el ser puede ser conocido totalmente porque se trata del todo que no tiene
partes. Cualquier parte tiene más partes, las cuales tienen más partes, ad infinitum. Esta
es la naturaleza de la realidad empírica, mientras que ¡tm¡ es el todo sin partes; por eso
es posible un conocimiento total con respecto a uno mismo, el ¡tm¡. Dicho sea de paso,
todo esto es, por supuesto, dado el enfoque de nuestra presente discusión.
El ser consciente tiene todo el conocimiento y este conocimiento está cubierto por
la ignorancia, ajµ¡na. Por causa de este ajµ¡na, las personas son saÆs¡r¢s, seres
limitados propensos a varios problemas. Sin embargo, el conocimiento siempre está
presente. Nunca fue creado. La ignorancia tampoco es creada. Todo lo que es creado es el
error, la opinión, la creencia, las declaraciones irrazonables, cualquier forma especulativa
de conocimiento, etcétera. Por ejemplo, sentado en un sillón uno puede continuar
escribiendo acerca de Dios. El error, por supuesto, no es creado deliberadamente. Pero
nace de un intelecto dado, con todas sus limitaciones, mientras que el conocimiento
nunca nace, nunca es creado.
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El Veda es un cuerpo de conocimiento no atribuido a un autor en particular. No hay
un fundador. No es histórico y, por lo tanto, lo aceptamos como revelado. Existe un
argumento propuesto por algunos, que trata al Veda como histórico, pero de acuerdo a la
tradición no es válido porque, para que algo tenga su base en la historia, tiene que haber
nacido de un intelecto determinado. Y todo lo que nace de un intelecto determinado tiene
todas las limitaciones de ese intelecto.
El conocimiento no nace de un intelecto determinado; es algo que es descubierto y
transmitido. Todo lo que podemos decir acerca del Veda es que es un cuerpo de
conocimiento que es revelado. Y funciona como un pram¡¸a, un medio para que uno
adquiera el conocimiento. Sus palabras mismas son el pram¡¸a — ¿abda-pram¡¸a.
Un pram¡¸a puede producir dos tipos de conocimiento: conocimiento indirecto o
mediato, parokÀa-jµ¡na, y conocimiento directo o inmediato, aparokÀa-jµ¡na,
dependiendo del tema que se ha de conocer. Si el pram¡¸a habla sobre un cielo, el
conocimiento es puramente conocimiento indirecto. Cuando tienes fe, ¿raddh¡, en el
pram¡¸a, el conocimiento es indirecto. De lo contrario, simplemente aceptas lo que se
dice, lo cual es únicamente una creencia, no conocimiento.
PONIENDO A PRUEBA EL PRAMËÛA: SI FUNCIONA, ¡FUNCIONA!
Similarmente, cuando el pram¡¸a dice que existen devat¡s, es un conocimiento
indirecto. Por ejemplo, cuando el Veda habla acerca de un ritual que invoca a un
determinado devat¡, que producirá cierto resultado, el conocimiento es indirecto. Cuando
haces el ritual y produce el resultado esperado, comprendes que ha sido comprobado, que
sí funciona. La homeopatía y los sistemas antiguos de medicina que no han sido
científicamente validados son otros ejemplos de conocimiento indirecto. En otras
palabras, la única prueba de que algo funciona es que ¡funciona!
Todo lo que sabemos acerca de los rituales prescritos por el Veda es que funcionan,
para lo cual existen pruebas estadísticas. Esto aplica a todas las escrituras del mundo.
Esta o aquella oración puede funcionar. Puedes descartar a un miembro de una tribu
africana por pagano, pero cuando él danza para que llueva, me cuentan que las lluvias ¡a
menudo llegan! Por lo tanto, nosotros decimos que sus rituales sí funcionan. Dios
entiende ese extraño lenguaje tan bien como entiende el nuestro. En realidad, para Dios
no hay tal cosa como un lenguaje extraño. Para él todo es significativo. Aunque seas
alguien que balbucea, él capta tu intención.
Sin embargo, cuando el Veda habla acerca de lo que es, no se presta a la
especulación. Habla acerca de ti, el ser, ‘yo’, que ya es un ser evidente. Si hay confusión
con respecto a ese ser, la solución para esa confusión es el conocimiento inmediato,
directo. Porque este conocimiento es directo, no hay comparación posible entre lo que
dice el Veda y lo que dice cualquier otro cuerpo de conocimiento revelado, a menos que,
por supuesto, ambos digan lo mismo.
Si ambos cuerpos de conocimiento revelado tienen al ser como tema principal y dicen
que el ser es el todo, entonces están diciendo lo mismo. Este conocimiento, el conocimiento
de la realidad del ser, no pertenece a ningún territorio y es lo que se llama Ved¡nta.
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LA FUERZA DEL VEDA
En la visión del Veda el ser es el todo y no existe nada más allá de él. Si este hecho
es reconocible entonces no es irrazonable. Porque es razonable, todo lo contrario a él se
vuelve irrazonable. Que el ser es autoevidente y que es el todo no puede ser negado,
mientras que todo lo demás puede ser negado. Por lo tanto, cualquier escritura que
declare este hecho, sin considerar el idioma en el que esté escrita o el pueblo que la
considere suya, es Ved¡nta.
Este conocimiento, este Veda, nace sólo de Ì¿vara; no es fundado ni tiene una base
histórica. Por lo tanto, no tiene los problemas de un intelecto determinado. Es
simplemente transmitido de una generación a la siguiente. Que no tenga comienzo, ni
historia, que no haya nacido de un intelecto determinado, no debería considerarse su
debilidad; en realidad es su fuerza.
Otro punto importante es que el Veda no pertenece a nadie. Ningún individuo o
cultura puede reclamarlo como propio. Es simplemente un cuerpo de conocimiento que
pertenece a la humanidad, sin restricciones. Este conocimiento está aquí, en el mundo,
para todos. El hecho de que se conserve en una determinada área geográfica, no significa
que el conocimiento no pertenece a la humanidad. Pensar de otro modo conduce a la
noción de que el conocimiento fue dado a una determinada persona y que, por lo tanto,
toda la sabiduría viene a través de esa persona. Tales nociones generan todo tipo de
expectativas y desilusiones, cuyos resultados son evidentes en todas partes. K¤À¸a dijo
que el Veda viene de lo imperecedero, el Señor, Ì¿vara.
Se dice que el Veda mora en el yajµa porque nace de parame¿vara, del Señor.
¿Cómo es esto? La causa última, Brahman, es omnipenetrante y también imperecedera.
Sólo de este Brahman (la causa última de todo) proviene Brahma, el Veda, y del Veda
proviene el yajµa y también su resultado. Sólo del resultado viene la lluvia y de la lluvia
viene el alimento. Del alimento vienen todos los seres vivientes. Los seres hacen el yajµa
y del yajµa vienen las lluvias y todos los demás resultados, los que a su vez conducen a
más karma. Este es el ciclo, el cakra.
Brahman es omnipenetrante porque es tanto la causa eficiente como la causa
material. Y ningún efecto puede estar separado de su causa. De este Brahman
omnipenetrante, nace el Veda y el ciclo descrito anteriormente se pone en movimiento.
De esta manera, todo nace de paraÆ brahma. Por esto, se dice que Brahman se
encuentra presente en el yajµa, habiendo nacido el yajµa del Veda y el Veda
directamente nacido de Parame¿vara, el Señor. O como lo dijo áa´kara, habiendo
nacido del Veda, el yajµa no está separado del Veda y siendo así, muy evidente en él. Y
el Veda no está separado de Ì¿vara.
Por lo tanto, mientras efectúas yajµa, estás naturalmente en sintonía con
Parame¿vara. Tú no estás separado del Señor tampoco. Se considera al yajµa como
inmediatamente conectado con Parame¿vara. Sus palabras son una revelación de Ì¿vara
y, llevando a cabo este yajµa, que es un karma, estás propiciando a los devat¡s que son
Parame¿vara. Y, ¿qué sucede si no llevas a cabo ese karma?
B´ÉÆ |É´ÉÌiÉiÉÆ SÉGÆò xÉÉxÉÖ´ÉiÉǪÉiÉÒ½þ
ªÉ&*
Capítulo 3
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+PÉɪÉÖÊ®úÎxpùªÉÉ®úɨÉÉä ¨ÉÉäPÉÆ {ÉÉlÉÇ ºÉ VÉÒ´ÉÊiÉ** 16
** evaÆ pravartitaÆ cakraÆ n¡nuvartayat¢ha yaÅ
agh¡yurindriy¡r¡mo moghaÆ p¡rtha sa j¢vati Verso 16
ÉÉlÉÇ p¡rtha — Oh P¡rtha (Arjuna); ªÉ& yaÅ —el que; <½þ iha — aquí (en esta vida); B´É¨É evam — de esta manera, |É´ÉÌiÉiɨÉ pravartitam — ya puesta en movimiento; SÉGò¨ÉÂ
cakram — la rueda cósmica; xÉ +xÉÖ´ÉiÉǪÉÊiÉ na anuvartayati — no sigue; +PÉɪÉÖ& agh¡yuÅ
— el que vive en pecado; <ÎxpùªÉÉ®úɨÉ& indriy¡r¡maÅ — el que es propenso a los placeres
sensoriales; ºÉ& saÅ — esa persona; ¨ÉÉäPɨÉ mogham — desperdiciadamente; VÉÒ´ÉÊiÉ j¢vati
— vive
Una persona que no vive de esta manera, aquí en esta vida, de acuerdo
con la rueda cósmica que ya está puesta en movimiento, que vive en
pecado siendo propenso sólo a los placeres de los sentidos, vive
desperdiciadamente.
Si desempeñas yajµa, todas los devat¡s están complacidos y tú trabajas en armonía
de acuerdo con el orden, al que aquí se hace referencia como a la rueda cósmica, cakra.
Aquí hay un beneficio mutuo que es inherente al orden que ya está puesto en movimiento.
Todo el universo, todo el sistema planetario, opera por atracción mutua. Cada
planeta, el sol, la luna, y la tierra se mueven en sus órbitas respectivas debido a la fuerza de
atracción que mantiene funcionando a todo el sistema. De lo contrario, se desplomaría.
Cuando examinas cualquier núcleo, encuentras que el movimiento de las partículas opera
de la misma manera. Similarmente, ciertas proteínas atraen a otras ciertas proteínas.
Estructuralmente, todas se atraen unas a otras. Ciertos insectos solamente atacan a ciertas
cosas, todo debido a sus estructuras proteínicas. De esta manera, la totalidad del cosmos no
es sino la fuerza de atracción que opera de una manera muy inteligente.
Los seres vivientes, que no son meras entidades físicas, son seres conscientes
mutuamente relacionados con los devat¡s. Puesto que así es como el orden está
establecido, tú los reconoces, los agradeces. El cakra del cual aquí se habla, es mucho
más que una rueda cósmica. No sólo incluye al mundo físico; incluye todo. Este cakra,
este orden, está establecido como es por Ì¿vara, la causa eficiente y material de todo.
VIENDO MAS ALLÁ DE LOS ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS
Agh¡yu es una persona cuya vida no es sino agha, p¡pa, lo pecaminoso. En este
verso, tal persona es también llamada indriy¡r¡ma, dando a entender que vive solamente
en los órganos de los sentidos y por lo tanto no percibe nada más allá de los ojos, la nariz y
los oídos. Estas personas nunca cuestionan el origen de estos funcionarios. Los ojos están
disponibles y, por lo tanto, se deleitan. Estas personas son propensas únicamente a los
placeres sensuales. K¤À¸a dijo aquí que los que viven de esta manera, que no siguen el
cakra, la rueda que es el orden, viven desperdiciadamente. Todo lo que es dado a estas
personas, se desperdicia. Dichas personas desperdician sus vidas y viven sin ningún
propósito, flotando sin rumbo carentes de ancla o de raíces. La profundidad y la
Bhagavadg¢t¡
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© Swami Dayananda Saraswati Traducción libre, 3ra edición 2001, Arsha Vidya Research & Publications Trust; curso distribuido en vedanta.es
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comprensión que se supone que un ser humano tiene, no están presentes en un
indriy¡r¡ma.
Siempre que hay esta clase de crítica en la G¢t¡, su propósito es sólo dirigir tu
atención a lo que debe hacerse. Tú haz de empujar esta rueda, este cakra. Sabiendo que
eres un diente en ella, alguien importante para mantener el orden, haz lo que tienes que
hacer. Al hacerlo, su moción continúa. Pensar que el orden no será alterado al no hacer lo
que debes hacer no es correcto, como lo demuestra la siguiente narración.
Había una vez un rey que pensaba que sus ciudadanos eran todas excelentes
personas, pero su primer ministro, un hombre muy inteligente, no podía estar de acuerdo
con él. Él sabía que mientras, de una manera general, tenían un buen reino,
probablemente había algunos ladrones entre ellos. Simplemente no capturaban a cada uno
de ellos. Siempre hay algunos rateros alrededor, aunque sólo roben de sus propios
bolsillos para no perder la práctica. Sabiendo esto, el ministro no podía estar de acuerdo
con el rey en que cada uno de los ciudadanos era honesto.
Para probar quién estaba en lo correcto, si el rey o él mismo, el ministro erigió un
tanque enorme con una escalera hasta la cima. Expidió un decreto por el que cada
ciudadano debía depositar una onza de leche en este tanque. Como era su deber, toda la
gente hizo fila para agregar su leche al tanque. Cuando ya todos habían cumplido con su
deber, el ministro le dijo al rey, ‘Vamos a ver si la leche en el tanque es pura o si está
algo alterada con agua’. Lo que encontraron no era leche pura, ni siquiera era leche
aguada; todo lo que había era sólo agua ¡sin ni siquiera una pizca de blanco en ella!
Entonces el rey preguntó al ministro si él había pedido al pueblo que pusiera leche
o agua en el tanque. El ministro confirmó que él había dicho leche. ‘¿Pero cómo puede
ser esto?’ preguntó el rey. Entonces el ministro le explicó que cada persona, pensando
que su agua no haría ninguna diferencia en medio de tanta leche, optó por no dar nada de
leche. Esto demuestra que si tú piensas que no necesitas hacer lo que debe hacerse porque
todos los demás harán, y si todos piensan de la misma manera, todo se detiene. Y, si
todos, excepto una persona, hacen lo que debe hacerse, el que no lo hace y participa del
beneficio se convierte en un timador.
LA ECOLOGÍA EMPIEZA SIEMPRE CONTIGO
Esto es cierto dentro de cualquier sistema, ya sea una comunidad pequeña, una
fábrica, una sociedad, el mundo, o el universo entero. Se aplica la misma psicología, la
misma ley, de eso es todo lo que se trata la ecología —vivir, y dejar vivir, y reconocer
cuál es la contribución. Esto es lo que hace sensible a una persona. Tal persona no es una
persona común y es aquí a donde uno debe dirigir la atención.
La ecología empieza con una persona y esa persona eres tú. Nunca empieza con
otro. Si tú empiezas contigo mismo, no hay problema. Siempre que cuentes, cuéntate
primero a ti. Contarte primero, como veremos, no es egoísmo.
(Continuaremos con el Capítulo 3 en la próxima lección.)