Capiteles jónicos de aire corintizante en Cartagena

16
CuPAUAM 37-38, 2011-12, pp. 625-639 Capiteles jónicos de aire corintizante en Cartagena Sebastián F. RAMALLO ASENSIO 1 Universidad de Murcia Resumen En este artículo se analizan tres capiteles singulares hallados en Cartagena y otro en Portmán. Todos ellos muestran unos rasgos comunes que les proporcionan cierto aire de familia aunque no se pueden atribuir a la misma mano. Se caracterizan por introducir motivos desarrollados en el capitel corintizante sobre la arquitectura propia del jónico y son un testimonio más de la complejidad y variedad de la decoración arquitectónica de la ciudad de Carthago Nova, donde el orden jónico, sobre todo en su variante de cuatro caras iguales y volutas en diagonal, adquiere una espe- cial relevancia. Carecen de contexto preciso, lo que dificulta su datación, que no obstante podría entrar dentro de la primera mitad del siglo I d.C. Palabras Clave: Carthago Nova, capitel, jónico, corintizante, arquitectura, tardohelenismo, travertino. Summary In this paper four singular capitals found in Cartagena and Portmán are analyzed. All of them show some common fea- tures that provide them certain family resemblance, thougt they cannot attributed to the same hand. They are charac- terized for introducing motives developed in the "corintizante" capital on the ionic capital and they are a testimony of the complexity and variety of the architectural decoration in the city of Carthago Nova, where the ionic order, especially in its variant of four equal sides and volutes in diagonal, acquires a special relevancy. There is a lack of a precise con- text, which impedes its dating, which could however be considered as part of the first half of the 1st century A.D. Keywords: Carthago Nova, capital, ionic, corinthian, architecture, Late-hellenistic, travertine. INTRODUCCIÓN La precoz e intensa romanización de Carthago Nova y su entorno estimulada, entre otras causas, por la presencia masiva de inmigrantes itálicos, especialmente procedentes de las áreas centro y sur itálicas, se manifiesta en el plano arquitectó- nico y monumental por la rápida trasposición de modelos edilicios, técnicas, materiales de cons- trucción, y sistemas decorativos de clara raigam- bre itálica, que están ya atestiguados a finales del siglo II a.C., mientras que en el registro arqueoló- gico este proceso se refleja en la abundancia de producciones cerámicas de fabricación itálica y mediterráneas * . Destacan entre ellas las cerámi- 1 Departamento de Prehistoria, Arqueología, Historia Antigua, Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas - Facultad de Letras. Universidad de Murcia - C/ Santo Cristo, 1, 30001-Murcia * Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto de Investigación: Carthago Nova y su territorium: modelos de ocupación en el sureste de Iberia entre época tardorrepubli- cana y la Antigüedad Tardía (HAR2008-06115) del Ministerio de Ciencia e Innovación, (Subdirección General de Proyectos de Investigación) que es subvencionado par- cialmente con Fondos FEDER.

Transcript of Capiteles jónicos de aire corintizante en Cartagena

CuPAUAM 37-38, 2011-12, pp. 625-639

Capiteles jónicos de aire corintizante en Cartagena

Sebastián F. RAMALLO ASENSIO1

Universidad de Murcia

Resumen

En este artículo se analizan tres capiteles singulares hallados en Cartagena y otro en Portmán. Todos ellos muestranunos rasgos comunes que les proporcionan cierto aire de familia aunque no se pueden atribuir a la misma mano. Secaracterizan por introducir motivos desarrollados en el capitel corintizante sobre la arquitectura propia del jónico y sonun testimonio más de la complejidad y variedad de la decoración arquitectónica de la ciudad de Carthago Nova,donde el orden jónico, sobre todo en su variante de cuatro caras iguales y volutas en diagonal, adquiere una espe-cial relevancia. Carecen de contexto preciso, lo que dificulta su datación, que no obstante podría entrar dentro de laprimera mitad del siglo I d.C.

Palabras Clave: Carthago Nova, capitel, jónico, corintizante, arquitectura, tardohelenismo, travertino.

Summary

In this paper four singular capitals found in Cartagena and Portmán are analyzed. All of them show some common fea-tures that provide them certain family resemblance, thougt they cannot attributed to the same hand. They are charac-terized for introducing motives developed in the "corintizante" capital on the ionic capital and they are a testimony ofthe complexity and variety of the architectural decoration in the city of Carthago Nova, where the ionic order, especiallyin its variant of four equal sides and volutes in diagonal, acquires a special relevancy. There is a lack of a precise con-text, which impedes its dating, which could however be considered as part of the first half of the 1st century A.D.

Keywords: Carthago Nova, capital, ionic, corinthian, architecture, Late-hellenistic, travertine.

INTRODUCCIÓN

La precoz e intensa romanización de CarthagoNova y su entorno estimulada, entre otras causas,por la presencia masiva de inmigrantes itálicos,especialmente procedentes de las áreas centro ysur itálicas, se manifiesta en el plano arquitectó-nico y monumental por la rápida trasposición de

modelos edilicios, técnicas, materiales de cons-trucción, y sistemas decorativos de clara raigam-bre itálica, que están ya atestiguados a finales delsiglo II a.C., mientras que en el registro arqueoló-gico este proceso se refleja en la abundancia deproducciones cerámicas de fabricación itálica ymediterráneas*. Destacan entre ellas las cerámi-

1 Departamento de Prehistoria, Arqueología, HistoriaAntigua, Historia Medieval y Ciencias y TécnicasHistoriográficas - Facultad de Letras. Universidad deMurcia - C/ Santo Cristo, 1, 30001-Murcia* Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto deInvestigación: Carthago Nova y su territorium: modelos de

ocupación en el sureste de Iberia entre época tardorrepubli-cana y la Antigüedad Tardía (HAR2008-06115) delMinisterio de Ciencia e Innovación, (Subdirección Generalde Proyectos de Investigación) que es subvencionado par-cialmente con Fondos FEDER.

626 Sebastián F. Ramallo Asensio CuPAUAM 37-38, 2011-12

cas de barniz negro, las ánforas vinarias Greco-itálicas y Dressel 1A y las producciones apulasLamb.2 (Molina, 1997: 70-73). Son la contrapar-tida a la explotación y exportación masiva de losrecursos metalíferos obtenidos en el entorno; elpecio del Mal di Ventre, sumergido frente a lacosta occidental de Cerdeña y con un cargamentode casi un millar de lingotes de plomo (Salvi,1992a y 1992b) es el testimonio más excepcionalde ese intenso trasiego, que alcanza su punto cul-minante en la primera mitad del siglo I a.C. Elmismo carácter de base naval del ejército romanoy los movimientos de población propios de sucarácter portuario debieron acrecentar la importa-ción de mercancías, no sólo destinadas a la pobla-ción de la propia ciudad, sino también a satisfacerlas necesidades de los numerosos focos de extrac-ción de los recursos mineros distribuidos por todoel entorno de Carthago Nova y Mazarrón.

Todo este dinamismo comercial impulsa pro-cesos de renovación urbana en los que los órdenestoscano y jónico van a adquirir un especial prota-gonismo. El primero es utilizado en los pórticosque dotan de un aspecto monumental al frentemarítimo situado en el flanco occidental de la ciu-dad, como atestiguan los restos de Morería Baja yPalacio de Riquelme. El segundo debió pronto serempleado para construcciones de mayor entidad ajuzgar por las dimensiones y cuidada labra dealgunos ejemplares. La suma de ambos, junto a lacronología precoz, es la mejor evidencia de unaactividad edilicia que tiene entre mediados delsiglo I a.C. y el comedio de la centuria siguientesu momento culminante.

En esta vasta producción trabajada sobre cali-za grisácea en un primer momento y, sobre todopara los elementos jónicos, en travertino rojo apartir de época augustea, destaca la serie de capi-teles asimilables -aunque no idénticos- al tipojónico-itálico, ampliamente desarrollado en dis-tintas regiones de Italia durante los siglos III-Ia.C.(Ramallo, 2004: 156-170). Pero además,llama la atención una variante muy singular queno responde a los esquemas propios del ordenjónico, aunque utiliza su arquitectura, sino que, alcontrario, incorpora ciertos motivos del ordencorintio. Se trata de un conjunto de cuatro capite-les que hemos definido como jónicos de airecorintizante, ya que adoptan elementos de ambosórdenes, y que M. Trunk denomina jonizantes. Su

concentración en Carthago Nova, nos permite, demomento, vincularlos a talleres activos en la ciu-dad en época, probablemente, augusteo/julio-claudia, que no obstante, pudieron desarrollartambién su actividad, o difundir sus modelos, enel ámbito del conventus carthaginiensis comoparecen mostrar los ejemplares de Segobriga, ciu-dad con la que la capital debió mantener unaestrecha relación a través de la vía interior(Abascal y Lorrio, 1999: 561-568). El problemaque plantean estos capiteles, como la mayor partede los ejemplares encontrados en Cartagena,salvo los del teatro y algunos pocos más, es queno pueden atribuirse a un edificio conocido, yque, además, carecen de un contexto arqueológi-co preciso para afinar en su datación. De ahí losproblemas que se han planteado con su estudio.

El primer ejemplar que se puede asignar aeste grupo fue hallado en 1969 en las excavacio-nes de la Huerta del Paturro de Portmán, al pare-cer desplomado sobre una de las habitacionesprincipales, a juzgar por una fotografía que estu-vo en su día expuesta en el Museo Arqueológicode Cartagena. Al margen de este dato no existememoria arqueológica publicada de las excava-ciones ni tampoco informe alguno en el MuseoArqueológico de Murcia. Los trabajos fuerondirigidos por M. Jorge Aragoneses, con la ayudade Pedro A. San Martín. El capitel se conservaexpuesto en el Museo de Murcia, n. de inventa-rio: 4536. El material sobre el que está labrada lapieza corresponde a un mármol de textura ycaracterísticas similares al extraído en el CabezoGordo, ampliamente utilizado en la antigüedad ybien representado en la villa de Portmán. Fuepublicado por Gutiérrez Behemerid (1992: 35),datándolo en época severiana. Poco después,Martínez Rodríguez lo incluyó en su tesis delicenciatura, considerando, por el contrario, unadatación del siglo I d.C. y relacionándolo con laserie de capiteles recogidos por Ronczewski(1923) dentro de su variante D. Fernández(1999: 97; 2003: 77-78), por su parte, lo recogetambién en su estudio de conjunto sobre la villadel Paturro, procurando una datación de media-dos del siglo II. Analiza además el resto de mate-riales, entre los que destacan mármoles de dis-tintas procedencias, fragmentos escultóricos,terracotas y, sobre todo un abundante lote decerámicas finas, con un porcentaje muy elevado

de sigillatas sudgálicas y africana A, recuperadasen su mayor parte en el interior de dos grandesbalsas revestidas de mortero hidráulico para lasque se han dado distintas interpretaciones. Lavilla tiene una primera fase en época republica-na, probablemente vinculada a actividades mine-ras, para alcanzar un desarrollo más monumentaldurante los siglos I y II, siendo destruida a fina-les del siglo II. A la última fase corresponde elmosaico policromo del triclinum, con la repre-sentación de un busto femenino de frente,enmarcado en un cuadrado flanqueado arriba yabajo por otros dos cuadros con sendos pavosreales en posición frontal y con las alas desple-gadas. Con la información arqueológica disponi-ble es difícil establecer una datación segura parael capitel, ya que puede corresponder a la remo-delación monumental de la villa a comienzos delsiglo I, o a alguna remodelación posterior. Elcapitel tiene una altura de 30 cm, y una anchuramáxima de 44 cm, con una diagonal de 60 cm.Presenta un grueso ábaco en forma de tablerocuadrangular, formado por un ancho listel sobre

caveto, que remata la pieza por su parte superiory la recubre prácticamente en todo su perímetro.La cara frontal (Lam. 1) está formada por dosanchas bandas onduladas, contrapuestas y simé-tricas, que terminan en una doble espiral en losextremos, la superior en forma de volutas y lasinferiores, de menor tamaño unidas en el centropor un doble cordón. Dos semipalmetas de cua-tro lóbulos, paralelas a las cintas exteriores,apuntadas en los extremos, brotan del giro delas hélices inferiores y constriñen un fruto enforma de piña que marca el eje central de lacomposición y se prolonga en lo alto en un del-gado tallo que termina en una sencilla hoja aco-razonada dispuesta bajo el borde inferior delábaco. En el extremo opuesto, se colona unahoja triangular invertida. En las caras laterales,dos hojas de acanto verticales y superpuestasseñalan el eje central, la superior forma el bal-teus, mientas que de la infrapuesta, superpuestaal kalathos brota un tallo ondulados a amboslados que termina en seis pétalos lanceolados,agrupados en dos grupos de tres, que ocupan el

CuPAUAM 37-38, 2011-12 Capiteles Jónicos de aire corintizante en Cartagena 627

Figura 1. Cara frontal del capitel jónico con volutas en S hallado en la Huerta del Paturro (Portmán).

628 Sebastián F. Ramallo Asensio CuPAUAM 37-38, 2011-12

espacio frontal situado bajo las volutas (Lam. 2);otros dos tallos menores terminan en espiral.Los pulvinos están recubiertos por dos hojasacantizantes contrapuestas, atravesadas por unanervadura central que se ensancha hacia la basey con lóbulos estrechos y muy alargados(Gutiérrez, 1992: 35).

El segundo capitel de este mismo tipo, porseguir un orden cronológico en cuanto a la fechadel hallazgo, procede del desmonte y desescom-bro de las estructuras modernas de lo que se cono-cía como Puerta de la Villa, explanada situada enla ladera occidental del Cerro de la Concepción, aespaldas de la cavea del teatro. Fue hallado en1999 y está labrado en travertino rojo. Presenta unalto grado de erosión y deterioro, debido a su reu-tilización en una fábrica moderna. Ha perdido elábaco y una de las volutas con el correspondientepulvino. Las dimensiones conservadas son: 54 cmde anchura máxima en la cara frontal, con unaaltura de 30 cm, mientras que el pulvino tiene unalongitud de 46 cm. El diámetro del sumoscapo,separado del capitel por un listel liso, es de 42 cm(Ramallo, 2004: 205-206). Un astrágalo, liso yformado por estrecho listel y baquetilla, separa elcapitel del extremo superior del fuste labrado en

el mismo bloque. En la cara frontal se dibujan dossemipalmetas de cuatro lóbulos divergentes ysimétricas en las cuales el exterior, con los bordesrealzados, adquiere un gran desarrollo formandodos cintas onduladas de forma serpentiforme quedeterminan dos grandes volutas en el extremosuperior y dos pequeñas espirales o hélices en elinferior, anudadas en el centro del capitel. Delpunto de unión nace un cáliz, que marca el ejeaxial y se bifurca en una horquilla en forma de V.El alto grado de deterioro de la mitad superiordel capitel, impide saber el motivo que brotabade este cáliz, aunque parece intuirse la existenciade algún fruto. Tres lóbulos flameantes a cadalado completan la composición central. Del girode las volutas superiores nace un delgado talloondulado rematado en tres hojas lanceoladas(Lam. 3). En el lateral, los pulvinos aparecenrecubierto por dos hojas acantiformes contra-puestas formadas por lóbulos esquematizadosque se desarrollan desde dos hojas de acantosuperpuestas que constituyen el balteus, aunquela fuerte erosión que presenta impide concretarsu forma (Lám. 4).

El tercer capitel, siguiendo el orden cronológi-co de los hallazgos, fue recuperado en el año 2004

Figura 2.- Lateral del capitel jónico con volutas en S hallado en la Huerta del Paturro (Portmán).

en un solar de la calle Balcones Azules, esquinaIgnacio García, situado en la falda meridional delCerro del Molinete, en una zona próxima al áreaforense y, a la vez cercana a las termas de la C/Honda. Había sido reutilizado, junto a un frag-mento de fuste de travertino rojo, en un muro decontención de una fosa tardía, por lo que no sepuede establecer su ubicación original. En lamisma parcela se han descubierto también otroselementos arquitectónicos descontextualizados oreempleados en construcciones tardorromanas,

junto a placas de mármol de diferentes colores(García Lorca, 2005: 275-276). La pieza estálabrada en travertino rojo extraído, probablemen-te, de las canteras de Mula y se conserva en elMuseo Arqueológico Municipal, con el númerode inventario BA-1010-201-1. La altura total esde 47 cm y su anchura en el ábaco de 60 cm conuna diagonal de 86 cm. El ábaco mide 9 cm dealtura, de los cuales 1,5 cm corresponde a la fran-ja inferior separada del resto por una arista y lige-ramente rehundido. Sólo una de las caras fronta-

CuPAUAM 37-38, 2011-12 Capiteles Jónicos de aire corintizante en Cartagena 629

Figura 3. Cara frontal del capitel hallado en la Puerta de la Villa.

Figura 4.- Lateral del capitel jónico hallado en la Puerta de la Villa.

630 Sebastián F. Ramallo Asensio CuPAUAM 37-38, 2011-12

les conserva trazas del kyma jónico, compuestopor anchas semiovas contorneadas por esguciosfacetados y separadas por lancetas de las que sereconoce la punta inferior. Caveto y listel com-pletan un grueso ábaco en forma de tablero cua-drangular que cubre por completo el cuerpo delcapitel. El equino tiene una altura de 21 cm y des-cansa sobre un grueso astrágalo de 3 cm formadopor gruesas cuentas ovaladas separadas por discoslenticulares, superpuesto a una moldura en formade bisel, que sirve para diferenciar el capitel delextremo superior del fuste liso que tiene una altu-ra de 15 cm. Sobre el equino dos cintas onduladasde sección cóncava y bordes realzados determi-nan en el extremo superior las gruesas volutas dis-puestas bajo los extremos del ábaco, con unaroseta de cuatro pétalos en el óculo, y se enrollanen el inferior en otras dos volutas simétricas y demenor tamaño, trabadas por un listel horizontalmoldurado, de donde nacen cuatro estilizadassemipalmetas flameantes que se desarrollan envertical, apoyando sus extremos apuntados cadauna sobre la contigua. En el eje axial brota un

fruto o motivo heráldico en forma de ocho que seprolonga en el extremo inferior apuntado. En elvértice de unión de la cinta con el giro externo dela voluta brota un cáliz del que surge una estiliza-da flor de cinco pétalos (Lam. 5). Una de las caraslaterales ha perdido la mitad del pulvino y el bal-teus, aunque tiene casi integra la hoja de acantocon nervadura central apuntada y los lóbuloscuyas digitaciones se unen formando profundostriángulos. La cara opuesta conserva el balteuscon dos hojas verticales de acanto superpuestas ylas hojas acantizantes horizontales contrapuestasy divergentes que recubren el cilindro, cuyoslóbulos están separados por profundas acanaladu-ras (Lám. 6). La otra cara frontal ha perdido lavoluta derecha. Destaca en ella sobre todo losfuertes contrastes de luces y sombras resaltadospor los profundos y anchos surcos que separan lassemipalmetas y también los distintos giros de lasvolutas. En este frente las espirales de la baseestán atravesadas por acanaladuras que se prolon-gan para determinar las semipalmetas (Ramallo,2009: 147-148 y Noguera et alii, 2009: 221).

Figura 5. Cara frontal del capitel jónico hallado en Balcones Azules.

El último, hasta ahora, de estos capiteles, apa-reció desplomado sobre el suelo de la denomina-da “estancia I”, en un solar de la calle Honda nº 7,situado en la falda meridional del Cerro delMolinete, próximo por tanto al área foraria y en ellado opuesto al complejo termal de la calle Honda(Fernández, Zapata y Tercero, 2007). En origendebió estar asociado a un ámbito de carácterdoméstico. Se conserva en el MuseoArqueológico Municipal con el número de inven-tario 4352. Está labrado en travertino rojo, mate-rial extraído, probablemente, de las canteras delCerro de la Almagra (Mula). Tiene una altura de30 cm, el lado del ábaco mide 52 cm y la diago-nal es de 73 cm. El ábaco se divide en un óvolo de2,5 cm y el caveto de 6,5 cm.

El ábaco está decorado en su borde superiorcon un kyma jónico de semiovas muy anchasbordeadas por esgucios entrelazados; no seaprecian las típicas puntas de lanza de separa-ción. Este motivo ornamental se conserva sobretodo en una de las caras laterales, aunque tam-bién es visible, pero más erosionado en las res-tantes. Sigue un caveto dividido en dos partespor una ranura que define una franja recta en la

parte inferior y más ancha y ligeramente cónca-va en la superior. En la cara frontal, bajo elábaco se desarrollan dos cintas onduladas enforma de S, que se estrechan hacia la base dondese unen por un listel horizontal mientras que enel extremo opuesto se enrollan determinando lasvolutas, con el óculo ocupado por una rosetaformada por cuatro pétalos de forma arriñonadadistribuidos en torno a un botón central. En lazona central brotan desde el extremo inferior dela cinta cóncava cuatro semipalmetas flamean-tes contiguas y conectadas en el extremo supe-rior. En el eje axial y desde el punto de unión delas espirales inferiores emerge un fruto en formade estilizada bellota que constituye, a su vez, elcentro de una flor de cuatro pétalos que ocupatodo el espacio disponible entre los lóbulos delas semipalmetas (Lam. 7). En el cojinete late-ral, el balteus está formado por dos hojas deacanto superpuestas de cinco lóbulos de tresdigitaciones. El pulvino está revestido por fron-dosas hojas contrapuestas que se desarrollan apartir de un nervio central que se ensancha haciala base y termina en tres hojas lanceoladas; elcontacto de las digitaciones determina zonas de

CuPAUAM 37-38, 2011-12 Capiteles Jónicos de aire corintizante en Cartagena 631

Figura 6.- Lateral del capitel jónico hallado en Balcones Azules.

632 Sebastián F. Ramallo Asensio CuPAUAM 37-38, 2011-12

sombra en forma de triángulo alargado (Lám. 8).El pulvino termina en los extremos en un grue-so reborde y la decoración recubre por comple-to el cojinete, prolongándose por la superficieinferior. Del vértice de unión entre la cinta y elprimer giro de la voluta brota un tallo gruesocon un cáliz de tres sépalos invertido y un tallodel que penden cinco hojas. La cara opuesta a lafrontal conserva sobre el ábaco trazas de lasovas sobre el óvolo y las dos volutas formadaspor el desarrollo espiraliforme de las cintas quedecoraban el equino de las cuales se conservasolo la impronta, habiendo desaparecido las

semipalmetas y el fruto central. También seobserva con nitidez el tallo derecho con lashojas, que brota desde el vértice superior de lavoluta, mientras que el opuesto se halla máserosionado. El lateral reproduce el balteus conlas dos hojas de acanto superpuestas y el pulvi-no con las hojas acantiformes contrapuestas. Enesta cara y bajo el pulvino existe una gruesaconcavidad natural de 3 cm de diámetro ynumerosas vacuolas de menor tamaño visiblestambién en las otras caras del capitel y sobretodo en las partes lisas bajo los pulvinos.

Figura 7. Cara frontal del capitel jónico hallado en C/ Honda n. 7.

Figura 8. Lateral del capitel jónico hallazo en C/ Honda n. 7.

ESTUDIO

En el ámbito de los capiteles romanos canó-nicos, la serie aquí estudiada constituye unhíbrido entre el tipo jónico y los denominadoscorintizantes, ya que incorpora elementos carac-terísticos de estos últimos a la arquitectura pro-pia del primero. En los cuatro ejemplares aquírecogidos hay algunos elementos comunes, quelo son también, no obstante, de parte de loscapiteles jónicos de Cartagena, en el ámbito deuna tradición local, que va más allá de la identi-dad del soporte pétreo. Tales son el ábaco maci-zo y cuadrado, que es común a los capitelesjónicos con cuatro caras iguales y volutas endiagonal, definidos tradicionalmente como jóni-co-itálicos, el grueso astrágalo de cuentas y dis-cos sobre el que apoya el equino, también fre-cuentes en la serie anterior, y que sirve paraseparar el capitel del sumoscapo del fuste, que

vemos en las piezas de Puerta de la Villa yBalcones Azules, el material en el que estánlabrados, travertino rojo, y la decoración delpulvino, con el balteus en forma de hoja – odoble hoja- de acanto (Lám. 9). Aunque en nin-gún caso son idénticos, por lo que, en principio,no se pueden asociar a un mismo edificio, todosellos tienen un aire de familia que permite atri-buirlos sino al mismo taller, si a artesanos conuna formación similar o que han manejadomodelos muy próximos. Sólo el ejemplar de laHuerta del Paturro muestra algunas diferencia,al margen del material, como es la ausencia decollarino en la base, del que carece también elcapitel de Calle Honda, y un menor relieve en laejecución, lo que determina superficies más pla-nas y un menor contraste de luces y sombras,efectos especialmente acentuados en los capite-les de Balcones Azules y Puerta de la Villa.

CuPAUAM 37-38, 2011-12 Capiteles Jónicos de aire corintizante en Cartagena 633

Figura 9. CApitel jónico de Balcones Azules. Alzado frontal y lateral.

634 Sebastián F. Ramallo Asensio CuPAUAM 37-38, 2011-12

El problema se plantea a la hora de buscarposibles prototipos o fuentes de inspiración. Eneste sentido, hay que señalar que este tipo de capi-tel es bastante raro en la Península Ibérica. Almargen de las piezas de Cartagena, y con esque-ma de volutas en doble S aplicado sobre capiteljónico, se han señalado dos ejemplares enTarragona, fechados en época tardo-republica-na/augustea (Gutiérrez, 1992: 29-30), si bien eneste caso muestran notables diferencias respecto alos de Carthago Nova, comenzando por la aplica-ción de esquemas distintos en las caras frontales ylaterales. En este caso, mientras que la cara fron-tal muestra el equino característico del capiteljónico con tres ovas, colocado sobre una doblefila de hojas triangulares esquemáticas, los latera-les presentan sendas cintas onduladas con losextremos enrollados, enfrentadas y dispuestashorizontalmente y que se adaptan al espacio delpulvino, encontrándose en el centro (Gimeno,1971: 770-772, nn. 1217 y 1218). Los otros dosejemplares, datados en el siglo III, proceden deZaragoza y Astorga, y las diferencias son aúnmayores; sólo el ábaco grueso y cuadrado, quecubre por completo el cuerpo del capitel, se puedeparangonar, en su concepción global, a los de laciudad portuaria. Por el contrario, los paralelosmás estrechos en el ámbito del capitel jónico seencuentran, como ya se ha indicado, en Segobriga(Trunk, 2008: 28-30), y concretamente en loscapiteles atribuidos al segundo orden de la basíli-ca, que han sido fechados en época augustea,ofreciendo por primera vez un contexto arquitec-tónico a este tipo de capitel. Es curioso tambiénreseñar como en los capiteles de la ciudad celti-bérica, el esquema de volutas en doble S se aso-cia, en la cara opuesta, a otro distinto, con el canalque une las volutas en forma de una cinta conti-nua que discurre bajo las tres ovas del equino.Esta composición encuentra un confronto inme-diato en otra pieza de Zaragoza, con dataciónaugustea (Gutiérrez, 1992: n. 74), que ademáspresenta una palmeta estilizada que surge delenrollamiento de las volutas, motivo presente enlos ejemplares de Balcones Azules y calle Honda,donde el tallo brota de la vaina. Paradójicamente,en el Cerro de los Santos, el único capitel que seconoce, aunque sólo a través de un dibujo de Raday Delgado, fechado a finales de la República ocomienzos del Imperio, que debió pertenecer altemplo que coronaba el santuario, presenta un

estrecho ábaco escalonado y las volutas unidaspor un ancho canal en forma de cinta continua conlos extremos enrollados, que bordea una únicaova situada en el centro (Ramallo, Noguera yBrotons, 1998: 27).

En el marco también de la decoración arqui-tectónica peninsular ya hemos señalado en otrolugar como paralelo del capitel de la Puerta de laVilla, un capitel custodiado en el MuseoArqueológico de Jaén, en cuyo frente se desplie-gan volutas espiraliformes. Sobre las inferiores,de las que brotan semipalmetas de cuatro lóbulos,apoya una cabecita humana que ocupa el centrode la composición, detalle que permite incluir estaobra dentro de los llamados capiteles figurados(Gutierrez, 1992: 219). Su cronología se ha situa-do en época augustea (Gutierrez, 1992: nº 919).Fuera de la Península Ibérica no hemos localiza-do paralelos inequívocos que se puedan relacionarcon los ejemplares hispanos y, más concretamen-te, con los de Carthago Nova. En el norte de Áfri-ca prácticamente no conocemos capiteles que seencuadren dentro de esta serie. En un ejemplar deTestour encontramos volutas serpentiformes con-frontadas horizontalmente aunque dispuestas deforma inversa al de Cartagena, con las espiralesmenores, que ocupan el centro de la composición,situadas inmediatamente bajo el ábaco, y de sudesarrollo surgen las volutas mayores, situadas enlos ángulos y en un plano inferior, con una rosetade cuatro pétalos en el centro. Este capitel sefecha hacia finales del siglo I o, incluso, dentrodel siglo II d.C.(Ferchiou, 1989: 191, n. VI.III.1),y al igual que vemos en dos de Cartagena presen-ta el extremo superior del fuste, rematado por unastrágalo, soldado al capitel. Poco tienen que verun conjunto de capiteles jónicos de carácter sin-gular recogidos por Romanelli (1970: lám. 210c),procedentes de Gigthis, donde las volutas inferio-res han sido reemplazadas por un nudo deHércules, sobre el que apoya una palmeta verticalque se alza entre las volutas, mientras que el equi-no se reduce a una hilera de ovas situada en elextremo inferior del capitel. Si volvemos la vistaal oriente helenístico, descubrimos en Siria unaserie de capiteles jónicos atípicos que, si bien enalgunos casos conservan reinterpretados los ele-mentos característicos de capitel jónico clásico,en otros introducen una serie de variantes como esla sustitución del kyma de ovas del equino poruna roseta o palmeta vertical en el centro, que

altera la estructura normal de este tipo de capitel(Dentzer-Feydy, 1990: 154). Vemos pues la difi-cultad que existe en encontrar referencias precisasdentro del orden jónico para los capiteles deCartagena, de ahí la complejidad de establecerposibles vías de inspiración, si bien nos parece elámbito sur-itálico/siciliota en camino más adecua-do de transmisión, con una posterior reinterpreta-ción por los canteros de la propia Carthago Nova.

Por el contrario, es en los capiteles corintizan-tes de época imperial donde se hallan los máscercanos paralelos para el motivo heráldico de ladoble cinta serpentiforme y los extremos en espi-ral. El tema es bien conocido en el mundo griegoy aparece ya diseñado en capiteles de Olimpia afinales del siglo V a.C., donde las volutas exterio-res e interiores tienen el mismo tamaño y forma,y con una palmeta que ocupa el centro del kala-thos, y dos semipalmetas muy estilizadas quenacen del punto de contacto entre voluta y ábaco(Mallwitz, 1981: 318), o en Delfos, hacia el año400 a.C. en el orden interno de la tholos del san-tuario de Atenea Pronea, dispuesto ya sobre unadoble corona de hojas de acanto (EAA, Atlante, I,lám. 359, vid. en general, Ronczewski, 1923:147-158). El tema se retoma en época augusteaadaptándolo a diversos soportes. Un paraleloexcepcional lo hallamos en la propia Cartagenasobre una placa de mármol blanco de gran tama-ño cuya ubicación original aún está por precisar.En consecuencia, es en época imperial cuandohallamos las referencias más cercanas. Así, y den-tro de la serie de capiteles corintizantes podemoscitar la presencia del esquema con volutas endoble S en los capiteles del arco de Susa, fechadoen el año 9/8 a.C., con una corona de dos grandeshojas de acanto en los ángulos y una palmeta cen-tral, que ocupa la mitad inferior del kalathos,sobre la que disponen las cintas espiraliformestrabadas en el centro por un listel sobre el queapoya un palmeta que ocupa el centro de la com-posición (Gans, 1992, 310, abb. 89). Sobre otroejemplar conservado en el Museo de Berlín seaprecia la misma disposición, con la corona dehojas de acanto en la mitad inferior y las cintasonduladas terminadas en volutas, divergentes enlas exteriores y encontradas en el centro, las inte-riores, de cuyos giros brotan tres semipalmetasflameantes de tres lóbulos. Flores de cinco pétalosocupan el óculo de las volutas, mientras que el

óvolo del ábaco está recubierto de un kyma jóni-co (Gans, 1992, 346, Abb. 100). Otra variante sepuede ver en el Museo de Nápoles, con semipal-metas flameantes de tres lóbulos que surgen delgiro de la espiral (Ronczewski, 1931, Abb, 86).En un capitel corintizante del Antiquarium deFormia, las cintas que determinan las S son dosgrandes hojas de acanto de perfil y encuadradaspor listeles en todo en contorno (Gans, 1992, 322,Abb. 95). De un acusado clasicismo es un capitelde pilastra del Antiquarium del teatro deMarcello, con esquema en doble S y palmetascontrapuestas en el centro, mientras que dos flo-res lotiformes cuelgan del giro exterior de lasvolutas (Gans, 1992, 314, Abb. 94). El mismoesquema con volutas en S se reproduce sobrecapiteles de los denominados “a sofá”, como el dela casa del Fauno de Pompeya (Ronczewski,1923: 119, fig. 2), y se asocia a capiteles figura-dos, como en un capitel de pilastra del Museo deNápoles con águila en lucha con una serpienteentre las volutas y sobre el ábaco (Mercklin,1962, n. 554, Abb. 1047), así como enmarcandograndes escudos circulares u oblongos, a modo declípeo, que encuadran un busto (Mercklin, 1962:126-128, nn. 339-340, “Kapitelle mitSchildbüsten”), fechados en época augustea. Enalgunas ocasiones, la cinta de las dobles volutas,más estrecha, aparece envuelta por hojas deacanto de perfil y del cáliz, formado en el puntode unión de las volutas inferiores, brota una pal-meta de gran tamaño que se superpone al ábaco.Tal es el caso de un capitel de las termas deAntonino en Carthago (Lezine, 1968: 58). Algomás tardíos son los ejemplares de Ostia donde elmotivo en doble S está bien representado sobrecapiteles corintizantes (Pensabene, 1973: 220-221). Así por ejemplo, en un capitel de pilastrade mármol lunense, fechado en el siglo III, ladoble cinta adopta la forma de una gran copa conlas volutas inferiores trabadas por el doble cor-dón atravesado por el tallo de un cáliz del quebrota un fruto en forma de espiga (Pensabene,1973: n. 647, lám. LXI). En otros casos, elesquema se adapta al tipo de corintio asiático,como en un capitel de pilastra, de cronologíasimilar al anterior, donde el espacio intermedioestá ocupado por dos hojas de tres lóbulos y ellargo tallo ondulado que se remata en la flor delábaco (Pensabene, 1973: n. 652, lám. LXII).

CuPAUAM 37-38, 2011-12 Capiteles Jónicos de aire corintizante en Cartagena 635

636 Sebastián F. Ramallo Asensio CuPAUAM 37-38, 2011-12

En este contexto tan variado y complejo desta-can los capiteles jónicos de Cartagena, tanto por sunúmero, en relación a lo que conocemos en otrasciudades hispanas, como por su riqueza ornamen-tal. Los cuatro ejemplares tienen los mismos ele-mentos y motivos ornamentales aplicados sobre laarquitectura del capitel jónico, pero varían, sensi-blemente, en el tratamiento. Común es el tema dela doble espiral en S opuestas y simétricas con laextremidad superior que adopta la función devoluta y las inferiores trabadas en el centro por unlistel. En todas las piezas la banda ondulada esancha en todo su recorrido y sólo se estrecha deforma acusada en el extremo inferior para formarlas dos volutas del centro; sin embargo, mientrasque en los capiteles de calle Honda y Portmán lasección transversal es continua y ligeramente cón-cava, en los otros dos los bordes aparecen realza-dos y netamente diferenciados. Las semipalmetasflamentes son también distintas, más estilizadasen los capiteles de Puerta de la Villa y BalconesAzules y más regulares y paralelas a las cintasexteriores en Portmán, con una disposición inter-media en el de Honda. También en este caso, lalabra es distinta, ya que mientras que en los dosprimeros la separación entre lóbulos es muchomás acusada, lo que provoca un juego más inten-so de luces y sombras, en los otros dos es másplana. También se diferencian los dos primeroscapiteles en el astrágalo o collarino que separa elkalathos del capitel del sumoscapo de la columna,si bien, mientras que en Balcones Azules estádecorado con un contario de perlas y discos, en elde la Puerta de la Villa es liso; también en esteúltimo la parte de la columna labrada en el mismobloque es menor que en el de Balcones Azules. Eneste sentido, quizás se podría relacionar con elcapitel de Honda un fragmento de fuste labradoen travertino rojo, hallado en la Plaza de los TresReyes (Madrid, 1999: 92), que se remata en elsumoscapo con un grueso collarino de grandesperlas ovoides y discos, muy similar al deBalcones Azules, y que vemos es frecuente enotros capiteles jónicos de Cartagena a finales de laRepública o comienzos del Imperio. Elementocomún es el ábaco en forma de tablero cuadran-gular que apoya en sus extremos sobre las volutasy cubre por completo el cuerpo del capitel. Estees un rasgo muy extendido en los capiteles jóni-cos de Cartagena, y sobre todo en la variante“jónico-itálica”, la más numerosa, hasta la fecha,

en la ciudad. El borde superior del ábaco apare-ce decorado con ovas en Calle Honda (Lám. 10)y separadas por lancetas en el de BalconesAzules, mientras que es liso en Portmán; no sepuede determinar en el de Puerta de la Villa, alhaber desaparecido por completo esta parte. Lasdiferencias son más acusadas en el motivo queocupa el eje axial de las caras frontales; mientrasque en Portmán se dibuja con claridad una piñacerrada, en Honda es un fruto en forma abellota-da sobre una hoja de cuatro anchos lóbulos, entanto que en Balcones Azules se intuye un frutoen forma de espiga, que nace desde un cáliz ahor-quillado. También en la cara frontal es común laexistencia de un tallo o palmeta bajo las volutasexternas, brote que nace del giro de las volutas,excepto en el capitel de Portmán, que surgendesde las hojas del balteus.

Otras diferencias se manifiestan en el bal-teus y en la decoración de los rodillos que sedesarrollan en las caras laterales. En los tresejemplares de Cartagena, el balteus adopta laforma de dos hojas de acanto superpuestas, entanto que el de la Huerta del Paturro presentatambién dos hojas superpuestas, pero sólo lasuperior determina el balteus. Al igual que en lacara frontal, también la labra es distinta en loslados. En Balcones Azules y Puerta de la Villa,la separación entre lóbulos es más profunda,mientras que en Honda es menos acusada.Todos muestran hojas acantiformes en disposi-ción horizontal y contrapuestas (cfr. las varian-tes en Gutiérrez, 1992: 51). En BalconesAzules, la unión de los lóbulos de acanto deter-mina espacios vacíos en forma de pequeñostriángulos y círculos, por el contrario, las hojasde Honda, muy distintas, se caracterizan porsus foliolos apuntados. En relación con el pri-mero hay una voluta con parte del pulvinohallada en las excavaciones del teatro romanoque muestra idénticas características y labratanto en el trabajo de la voluta como en la hojaque recubre el rodillo lateral.

En líneas generales, todos estos capitelesmuestran un aire de familia, especialmente lostres de Cartagena, que va más allá del empleo delmismo soporte pétreo y la utilización de los mis-mos motivos decorativos. Sin embargo, las dife-rencias entre ellos impiden atribuirlos a unamisma mano, aunque si se pueden encuadrar den-

tro de la misma tradición. El problema estriba endeterminar si todos corresponden a la misma cro-nología o son de distintos momentos. Ya hemosavanzado más arriba las divergencias que existenentre los diversos autores en la datación del capi-tel de la Huerta del Paturro, donde el contextoarqueológico sólo permite una atribución genéri-ca a los siglos I y II d.C. Es difícil ir más allá delúltimo cuarto del siglo II d.C., a juzgar por elregistro cerámico, que parece marcar una inte-rrupción en el desarrollo de la villa en esemomento. En cuanto a los capiteles de Cartagena,es significativo el tipo de roca utilizado, el traver-tino rojo, que es característico del proceso demonumentalización de la ciudad a partir de épocaaugustea y que tiene su mejor exponente en lascolumnas del teatro, inaugurado entre los años 5 y1 a.C. Por otra parte, el gran apogeo de los talle-res jónicos se sitúa entre el último tercio del sigloI a.C. y la primera mitad de la centuria siguiente,datación esta última que podría convenir a nues-tros capiteles, a juzgar por el contexto material de

C/Honda -si realmente el capitel jónico corres-ponde al espacio doméstico- y el paralelismo conlos capiteles de la basílica de Segóbriga. Hemosvisto, además que el empleo de este esquema endoble S, se halla bien atestiguado en capitelescorintizantes desde época augustea. No obstante,somos conscientes del paralelismo que existetambién en algunos de los motivos de los capite-les de Cartagena con los que presentan algunosjónicos del siglo II, e incluso dentro de unmomento avanzado del mismo, tal y como sucedecon las hojas del pulvino del capitel de calleHonda, que nos llevan a un ejemplar de Útica,probablemente de las termas públicas, en donde eltercio inferior del tronco, separado del equino porun grueso astrágalo está recubierto de un friso conpalmetas y hojas, rectas e invertidas, unidas porun cordón serpentiforme (Lezine, 1968: 166, lám.89-90). Asimismo, la decoración vegetalizada delos pulvinos de Cartagena recuerda las estilizadashojas de acanto de lóbulos muy alargados querevisten los cojinetes laterales de un capitel figu-

CuPAUAM 37-38, 2011-12 Capiteles Jónicos de aire corintizante en Cartagena 637

Figura 10.- C/ Honda 7. Alzado frontal y lateral.

638 Sebastián F. Ramallo Asensio CuPAUAM 37-38, 2011-12

rado procedente de Sagunto que ha sido fechado,aunque sin argumentos concluyentes, entre lossiglos II y III d.C. (Chiner, 1990, 88; Mercklin,1962: 219, s. II d.C. (?)). En consecuencia, eltema de la datación es un tema abierto que sólo sepodrá precisar con hallazgos de capiteles vincula-dos a contextos bien definidos.

En cualquier caso, los capiteles aquí traídos acolación vienen a ser un testimonio más de lacomplejidad y variedad que presenta la decora-ción arquitectónica de Cartagena donde, junto aprogramas que traducen con fidelidad las nuevascomposiciones oficiales desarrolladas a partir deépoca augustea en la Urbs, nos hallamos conotros que reflejan la convergencia de tradicionesdiversas de índole tardo-helenística y que testi-monian la vitalidad, y por qué no, creatividad delos talleres de Carthago Nova, una ciudad some-tida a influjos de procedencia muy diversa quehan cristalizado en esa originalidad que le dife-rencia de otras poblaciones hispanas. Una diver-sidad cultural, que arranca de sus mismos oríge-nes como capital bárquida, y que debió ser unaconstante a lo largo de su dilatada historia. Unlargo recorrido que siempre ha atraído la aten-ción del profesor Bendala, a quien dedicamosesta modesta contribución, como testimonio denuestra gratitud.

BIBLIOGRAFIA

ABASCAL PALAZÓN, J. M. Y LORRIO ALVARA-DO, A. J. (1999): “El miliario de Tiberio deSegobriga y la via Complutum-Carthago Nova”,Homenaje al Profesor Montenegro: estudios dehistoria antigua, Valladolid, 561-568.

DENTZER-FEYDY, J. (1990): “Les chapiteaux ioni-ques de Syrie méridionale”, Syria, LXVII, 143-181.

FERCHIOU, N. (1989): L’évolution du décor archi-tectonique en Afrique proconsulaire des dernierstemps de Carthage aux Antonins : l’hellénismeafricain, son déclin, ses mutations et le triomphede l’art romano-africain, Gap.

FERNÁNDEZ DÍAZ, A. (1999): La villa romana dePortman: programa decorativo-ornamental yotros elementos para su estudio, Murcia.

FERNÁNDEZ DÍAZ, A. (2003): “Portmán: de villaindustrial a villa de recreo”, Mastia, 2, 65-107.

FERNÁNDEZ MATALLANA, F., ZAPATA PARRA,J.A. Y TERCERO GARCÍA, J.A., (2007):“Excavación arqueológica de urgencia en la callenúmero 17 de Cartagena”, XVIII Jornadas dePatrimonio Cultural. Intervenciones en elPatrimonio arquitectónico y etnográfico de laRegión de Murcia, Murcia, 125-127.

GANS, U. W. (1992): Korinthisierende Kapitelle derrömischen Kaiserzeit: Schmuckkapitelle inItalien und den nordwestlichen Provinzen, Köln.

GIMENO PASCUAL, J. (1991): Estudios de arquitec-tura y urbanismo en las ciudades romanas delnordeste de Hispania, Madrid.

LEZINE, A. (1968): Carthage. Utique. Études d’ar-chitecture et d’urbanisme, París.

MADRID BALANZA, M. J. (1999): “El conjuntoarqueológico de la plaza de los Tres Reyes(Cartagena). Elementos arquitectónicos”, XXIVCongreso Nacional de Arqueología, (Cartagena,1997), Murcia, 89-95.

MALLWITZ, A. (1981): “Ein Kapitell aus gebranntemTon oder zur Genesis des korinthischenKapitells”, X. Bericht über die Ausgrabungen inOlympia, Frühjahr 1966 bis Dezember 1976,Berlín, 318-352.

MERCKLIN, E. von (1962): Antike FiguralKapitelle,Berlín.

MOLINA VIDAL, J. (1997): La dinámica comercialromana entre Italia e Hispania Citerior, Alicante.

NOGUERA J. M. ET ALII, (2009): “El foro deCarthago Nova: estado de la cuestión”, ForaHispaniae: paisaje urbano, arquitectura, progra-mas decorativos y culto imperial en los foros delas ciudades hispanorromanas, Murcia, 217-302.

PENSABENE; P. (1973): I capitelli. Scavi di Ostia, 7,Roma.

RAMALLO ASENSIO, S. F. (2004): “Decoraciónarquitectónica, edilicia y desarrollo monumentalen Carthago Nova”, La decoración arquitectóni-ca en las ciudades romanas de Occidente,(Cartagena, 2003), Murcia, 153-218.

RAMALLO ASENSIO, S. F. (2009): “Fragmentospara una historia en construcción: la decoraciónarquitectónica”, Arx Hasdrubalis: la ciudadreeencontrada, Catálogo de la exposición,Murcia, pp. 144-152.

RAMALLO ASENSIO, S F., NOGUERA CELDRÁN,J. M. Y BROTONS YAGÜE, F. (1998): “El Cerrode los Santos y la monumentalización de los san-tuarios ibéricos tardíos”, Revista de EstudiosIbéricos, 3, 11-69.

ROMANELLI, P. (1970): Topografia e archeologiadell’Africa romana, Torino.

RONCZEWSKI, K. (1923): “Variantes des chapiteauxromains. (Materiaux pour l’étude de l’art décora-tif)”, Annales de l’Université de Latvie, Livr.,VIII, 115-174.

RONCZEWSKY, K. (1931): “Römische Kapitelle mitpflanzlichen Voluten”, AA, 1931, coll. 1-101.

SALVI, D. (1992): “Le massae plumbeae di Mal diVentre”; L’Africa romana IX, (Nuoro, 1991),Sassari, 661-672.

SALVI, D. (1992): “Cabras (Oristanto). Isola di Mal diVentre: De Carthago Nova verso i porti delMediterraneo: il naufragio i un carico di lingoti dipiombo”, Bollettino di Archeologia, 16-18, 237-254.

TRUNK, M. (2008): Los capiteles del foro deSegóbriga. Evolución tipológica y estilística,Cuenca.

CuPAUAM 37-38, 2011-12 Capiteles Jónicos de aire corintizante en Cartagena 639