Cap 11

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FUNDAMENTOS DE SALUD PÚBLICA | 291

CAPÍTULO 11

SITUACIÓN DE SERVICIOS DE SALUDEN EL ÁREA METROPOLITANA

Marcelo Javier Bourgeois

1.- Infraestructura de la Atención Médica

1.1.- El equipamiento está provisto por tres subsectores

El equipamiento sanitario de tres subsectores de Atención Médica (Estatal, de Obras Sociales yPrivado), difiere en información actualizada:

a) El subsector estatal, (nacional, provincial y municipal): actualizado a 1991 por elMinisterio de Salud Bonaerense (Departamento de Información Sistematizada).

b) El subsector de Obras Sociales: Catastro Nacional de Recursos y Servicios para laSalud (1979) con información desagregada por partido.

c) El subsector privado: actualizada para 1987 por igual fuente (a).

La oferta de internación, según número de establecimientos, corresponde en más del 80% alsubsector Privado, el 14% al estatal y el 3,4% al de Obras Sociales. En número de camas el peso delos subsectores Estatal y Privado casi se igualan en el 50% de la oferta, mientras el subsector deObras Sociales no llega al 2%.

La oferta de establecimientos con internación refleja:

El bajo peso de la oferta física del subsector de Obras Sociales, la tendencia de estesubsector a derivar su demanda hacia los otros subsectores, contratando sus servicios.El perfil diferente de la oferta de los subsectores estatal y privado. Mientras en el primercaso se trata de unidades hospitalarias de mayor complejidad y tamaño (172 camaspromedio por establecimiento), en el segundo caso se observa una mayor dispersióncon unidades de menor tamaño (32 camas promedio por establecimiento) (Abba, 1995).

1.2.- Establecimientos del subsector estatal

El subsector Estatal cuenta con 54 establecimientos de internación y 549 sin ella. En el nivel demayor complejidad y mayor dotación de camas hospitalarias predominan los establecimientosprovinciales. La Nación sólo cuenta con un hospital localizado en el partido de Morón, (2% de losestablecimientos y el 3% de las camas). Si bien el 55,6% de los establecimientos son municipales,las dos terceras partes de las camas (66,5%) son provinciales.

Los municipios concentran el 84,9% de los establecimientos sin internación. La Provinciarefuerza a partidos con predominio de población con NBI y más alta tasa de crecimiento.

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1.3.- La cobertura del equipamiento sanitario es insuficiente por desarticulación

El número de habitantes según número de camas hospitalarias es el indicador más representativode los que se tiene información, y se la relaciona con la complejidad media-baja, o alta. La coberturafísica de la oferta de baja complejidad y sin internación, se midió por el número de establecimientos porhabitantes.

En un primer análisis por partido, se observa concentración de la oferta en las áreas centrales y elprimer anillo del conurbano, disminuyendo en el segundo. La oferta se corresponde con la densidad dela demanda y la localización central que adoptan los equipamientos especializados. Sin embargo, porfalta de articulación, el sistema sanitario metropolitano no tiene un funcionamiento conjunto. No secuenta con mecanismos de derivación ágiles –referencia y contrarreferencia– desde los centros periféricosmás dispersos a los centros de mayor complejidad debido, entre otras cosas, a “barreras jurisdiccionalesentre la Capital Federal y los Municipios del conurbano, y de estos últimos entre sí” (Ministerio DeSalud de la Provincia de Buenos Aires, 2001:34) a lo que se suman vallas de accesibilidad por el sistemade transporte.

Una visión apropiada para evaluar la oferta potencial (superando los problemas de fragmentacióncitados) es el agrupamiento por regiones y subregiones. Evaluación deficitaria por la desigual información.

En el Conurbano, los subsectores no oficiales (1987), registraban 19.989 camas, es decir 2,38 camaspor 1.000 habitantes. Considerando la unidad Gran Buenos Aires se alcanza una oferta de 45.000camas hospitalarias y 4,05 camas por 1.000 habitantes (Abba, 1995).

Sin el déficit de integración mencionado la cobertura del Gran Buenos Aires alcanzaría lo que laO.M.S. recomienda “un mínimo de 4 camas por 1.000 habitantes y un óptimo de 7 a 10 camas por1.000 habitantes para el conjunto de camas hospitalarias. En Francia, en la región parisina, se recomiendade 4,9 a 5,5 camas cada 1.000 habitantes, mientras en España el nivel medio del país era de 5,2 camaspor 1.000 habitantes en 1975” (OMS, 2000:13).

Sin embargo, el valor de 2,38 camas por 1.000 habitantes representa la situación actual del conurbanobonaerense, con dificultades para que sus habitantes satisfagan sus demandas en la oferta capitalina.Según el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires “la distribución de los recursos físicos dela provincia es muy desigual. En la actualidad se estima un déficit de aproximadamente 2.000 camas enel conurbano bonaerense, mientras en el interior de la provincia la oferta está sobredimensionada concapacidad ociosa (Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, 2001:35).

1.4.- Equipamiento sanitario periférico está distribuido pero con insuficiente coordinación

Esta oferta incluye Unidades Sanitarias, Centros de Salud, Salas de Primeros Auxilios, establecimientosde contacto más inmediato del sistema sanitario con la población. Se caracteriza por sus serviciosambulatorios que carecen de internación y servicios intermedios.

La relación de establecimientos por 10.000 habitantes aumenta del primer al segundo anillo y tieneque ver con la mayor distancia a los centros de oferta de media y alta complejidad. La existencia demenos de 1 establecimiento cada 10.000 habitantes, como valor promedio, muestra un déficit de ofertafísica considerable (sin considerar la dotación de personal médico y de enfermería), que se agrava en laszonas periféricas de bajo nivel de consolidación por vallas de accesibilidad.

1.5.- La demanda tiende a la oferta sanitaria capitalina

El sistema sanitario metropolitano registra una fuerte demanda de la población del ConurbanoBonaerense sobre la oferta de Capital Federal. El Departamento de Estadística de la Secretaría de Saludde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) discrimina los pacientes egresados y ambulatoriossegún residencia habitual de los mismos (Torres, 1996:43). Estos datos son confiables pero hay ciertosubregistro, por ocultamiento del domicilio de parte de la población provincial.

Respecto a la evolución de los egresos en los hospitales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires1989 y 1991, Caprarulo observa:

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a) el alto peso de los egresos procedentes del conurbano, que en 1991 superaban el 50%del total.

b) la tendencia creciente de egresos con este origen en los años posteriores.c) la concurrencia de pacientes del conurbano a Obstetricia es la más importante (50%

promedio para el conjunto integrado por los diez Hospitales Generales de Agudos quecuentan con dicha especialidad)

d) la afluencia de pacientes del conurbano se reduce substancialmente cuando el motivo esla Consulta Externa.

Cita una encuesta, del mes de mayo de 1988, que desgrana la procedencia de pacientesambulatorios atendidos en Hospitales de la C.A.B.A. por partidos del conurbano agrupados enregiones Norte, Sur y Oeste. La autora comenta:

“Observando el conjunto de hospitales, la mayor concurrencia proviene de la Región Sur,alcanzando el 40,8% de los 29.831 encuestados. En lo referente a los Hospitales Generales deAgudos la Región Oeste ocupa el 1er lugar con el 38,4% del total de pacientes residentes en elconurbano (destacándose en esta Región el partido de La Matanza), le siguen la Región Norte29,5% y la Región Sur 32,1%” (Torres, 1996:123).

La afluencia de pacientes del conurbano a Consultas Externas, que para la totalidad de loshospitales alcanzaba (1991) al 40%, aumenta en el caso del Hospital “Elizalde” pediátrico (cercadel 70%) y en otros especializados como el Materno Infantil “Ramón Sardá” y el de infecciosas“Francisco J. Muñiz”.

Las áreas del conurbano donde preferentemente se originan las consultas de estas especialidadesson las siguientes:

En los Hospitales de Niños el 65% proviene de la Región Sur, concentrándose en elHospital Elizalde. La demanda de los partidos de Quilmes, Alte. Brown y Avellanedasuperan el 30% de la concurrencia en este hospital.También ocupa el primer lugar la Región Sur para el total de los HospitalesEspecializados destacándose los partidos de Lanús y Lomas de Zamora con el 14,7 yel 13% respectivamente del total de consultantes residentes en el conurbanobonaerense [Cuadro 1.5.a].

Articulación de la AM según jurisdicciones

”La relación de complementariedad entre jurisdicciones que componen una aglomeración en eluso de la oferta de equipamiento en general es esperable, con mayor razón en el caso de serviciossanitarios de media a alta especialización. En este terreno lo irregular en el área metropolitana no esque se registre afluencia de usuarios hacia los hospitales ubicados centralmente en la aglomeración(con mayor complejidad de oferta), sino la desintegración del sistema de salud en su organización yfinanciamiento” (Torres, 1996:123).

Cuadro 1.5.a

En diferencia de demanda se observa:

que buena parte de las consultas o internaciones no especializadas podríanresolverse en los lugares de origen.que el buen funcionamiento requeriría un ágil y racional sistema de derivacionesque aprovechara la infraestructura instalada.que de la demanda del conurbano que se atiende en la CABA debería surgir unredimensionamiento de la oferta en el conurbano.

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2.- Infraestructura de Saneamieto

2.1.- Infraestructura y Equipamiento

El examen de los servicios de agua corriente y desagües cloacales muestra la situación de crisispor la cual han estado pasando gran parte de los habitantes (más de 8 millones), desde hace casi 40años. Solo la mitad de los habitantes del conurbano poseía en 1991 servicio de agua corriente y apoco más de 1/4 del total se le recogía las aguas servidas. Además, ni los primeros tenían garantíaabsoluta sobre la potabilidad del agua corriente, ni el servicio de alcantarillado prestado a lossegundos era una solución, ya que casi todas estas aguas son lanzadas crudas a los cursos hídricossuperficiales. Mientras tanto el resto de la población –de enormes proporciones– sufría y sufre laspenurias de producir su propia agua y de imaginar sistemas para deshacerse de sus efluentes. Lasituación parece presentar signos de cambio, lo que sería una inflexión en el progresivo deterioroocurrido en las últimas décadas.

2.2.- La crisis tiene larga evolución

Los servicios de agua corriente y alcantarillado cloacal en al Área de Estudio tienen como componenteabrumadoramente mayoritario –en términos de población total atendida (77% de la misma atendida enagua corriente y 73% con desagüe cloacal) y municipios involucrados (13 para los servicios de agua ydesagües cloacal)– al subsistema a cargo, operado desde inicios de mayo de 1993, del consorcio privado“Aguas Argentinas” y hasta ese momento por la ex empresa pública Obras Sanitarias de la Nación (OSN).

Los servicios de la ciudad de Buenos Aires, fueron iniciados por la Provincia, a fines de la década de1860 a consecuencia de epidemias estivales devastadoras. Las de cólera y fiebre amarilla, irrumpieronen la ciudad cuando Argentina abrió sus puertos al mercado mundial y a las pestes presentes en Europa,a través de la ola inmigratoria. La Provincia más rica del país; influida por una generación de políticosmodernizantes, muchos de los cuales –como Guillermo Rawson– formaron el pensamiento “higienista”,intervino para evitar el colapso sanitario de la población porteña, justo en el momento en que sudirigencia comenzaba a hegemonizar el país. Es por esto que se provincializó un tema de incumbencialocal. En 1880 Buenos Aires se federalizó y los servicios pasaron a la Nación. Luego de un fracasadointento de concesión del servicio a una empresa privada (1887-91), la misma volvió al Estado Nacional,que creó (1898) la Comisión de Obras de Salubridad (COS). En 1912 nació Obras Sanitarias de laNación (OSN) que extendió los servicios a las capitales de provincias y grandes ciudades del país. Eneste período, que continuaría hasta fines de los 1930s evidencia una decisión política por parte delEstado Nacional, de actuar en saneamiento.

Obras Sanitarias de la Nación constituye durante este período, no solamente el instrumento delEstado Nacional en la resolución del problema. Se trata –junto con las líneas ferroviarias de fomento–de uno de los pocos servicios públicos en sus manos, a través del cual ejecuta una de sus más privilegiadaspolíticas, y para el cual realiza importantes aportes, a fondo perdido, del Tesoro Nacional. OSN, queaún en 1948 detentaba el 12% de los bienes del Estado Nacional (CEPAL; 1964), es una organizaciónlíder del ramo en América Latina, una empresa integrada, fabrica la mayor parte de sus insumos yrealiza la mayor parte de sus obras, ejerciendo la ingeniería de punta en las primeras décadas del sigloactual. OSN fue avanzando con los servicios en todo el país, y colocó a Argentina a la cabeza deAmérica Latina en el rubro.

Hacia fines de los 1930s, el modelo comenzó a revertirse. Hubo un exceso de confianza en el controlde enfermedades hídricas, que desde hacía más de 20 años habían desaparecido (CEUR, 1998:55). Asimismola crisis de 1929 echó por tierra el modelo agroexportador1 y los recursos del Estado que, a partir de 1940,redujeron los aportes del Tesoro Nacional, imprescindibles para un sistema que no se autofinancia. Seredujeron hasta desaparecer a inicios de la década de 1970. Sus efectos sobre el servicio sólo se ventiempo después.

Los cambios políticos a partir del 4 de junio de 1943, influyeron en OSN. Hasta ese momento planificabasus acciones con lógica sectorial, comenzando a ser cada vez más instrumento de la política global.

1 Este modelo había generado fabulosos ingresos a los sectores terratenientes de Argentina en virtud de la política arance-laria, canalizando importantes recursos a manos del Estado Nacional.

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A fines de la década 1930 propuso para el saneamiento integral el llamado “Distrito SanitarioAglomerado Bonaerense”. Esta es quizás, la primera y temprana oportunidad en que Capital Federal yel actual Conurbano son concebidos como una unidad urbana funcional. En base a un diagnóstico delos servicios de agua corriente y desagües cloacales en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores,notablemente consistente para la época, se formuló un plan, con instrumentos legales y proyectos. ElPlan nunca llegó a ser aprobado, pero se intentó aprovechar partes de él, las que desgajadas del todointegrado, terminaron siendo desvirtuadas. Este plan de inversiones, pensado para un espacio que abarcabatodo el GBA de entonces, continuó siendo reivindicado durante décadas, casi sin ajustes. Esto ocurría apesar de los cambios sustantivos que sufrió este espacio, incluyendo la distribución de su población y sunivel socioeconómico. La falta de revisión del plan de obras, resulta errónea ya que mientras tanto elGBA no solamente amplió sus límites, sino que cambió su configuración interna. Pasa de ser un áreaurbana relativamente concentrada, a otra dispersa y con bajas densidades, fenómeno capital en lafactibilidad económica de dotar servicios como los sanitarios.

En el sector saneamiento, y coherentemente con la política global, a pesar del incrementodemográfico de esa época, la elevada proporción de población cubierta no decayó (Brunstein, 1983).Esto a pesar de la disminución de los aportes del Tesoro, en virtud de la concentración de éstosexclusivamente, en la extensión de redes. Se aprovechó la importante capacidad ociosa en obrasbásicas (plantas de potabilización, almacenaje, y sistemas maestros de conducción) remanentes de laprosperidad anterior. La cobertura no declinó hasta fines de la década de 1940 reduciendo el volumenofrecido en las zonas periféricas.

A partir de la década de 1950, la disminución creciente en aportes del Tesoro y el agotamiento decapacidades ociosas en obras básicas, restringieron la ampliación de cobertura en agua corriente y desagüescloacales. Se modificó el uso de los recursos públicos aún disponibles, impidiendo la expansión de lasredes e invirtiendo sus disminuidos valores en obras básicas, para recuperar –para los habitantes servidos–su elevado nivel de cobertura, y para lograr para las empresas contratistas de OSN un importante mercadocautivo. Esta situación, no superó la de la década de 1970, disminuyendo radicalmente desde entonces.

Como consecuencia de este proceso el área cubierta con agua corriente y, en medida menor, laservida con desagües cloacales en el Conurbano, conserva los perímetros aproximados, de mediadosde la década de 1950; la Capital Federal y el área inmediata. En las últimas cuatro décadas, el Conurbanomás que duplicó su población y parte importante de los nuevos residentes, se radicó en su periferia, áreacondenada a no tener por décadas servicios centralizados de agua corriente y cloacas.

Las políticas económicas neoliberales, predominantes en sucesivos gobiernos, visualizaron los aportesdel Tesoro a OSN, aunque reducidos, y para paliar déficits operativos, como un déficit fiscal a serabatido. Este era el propósito si el Estado no podía desprenderse de la empresa, privatizándola. Lasnuevas inversiones, aún las independientes de recursos públicos, chocan con el veto del área económica.Los planes de expansión, con aportes de los vecinos y créditos externos son excepcionales. La credibilidadde OSN cayó irremediablemente.

Casi al final de su gestión, el gobierno radical intenta revalorizar a las cooperativas en ladescentralización del sector agua potable. El gobierno siguiente vía la Ley de Reforma del Estado,incluye, con menor énfasis, un papel para las cooperativas. El camino predominante elegido es laconcesión total de la operación, mantenimiento y expansión de todo el sistema a empresas privadas.

2.3.- La cobertura en agua corriente

El acceso de la población del Área al agua mediante red pública (que no siempre quiere decir quese trate de agua potable) es alarmantemente baja, y a la vez muy dispar entre municipios.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) en 1991, poco más de la mitadde la población de los 22 municipios considerados, tenía acceso a la red pública de agua. Cuatromillones de personas, apelaban a alternativas individuales para conseguir satisfacer su provisión deagua. Como agravante, aún la población beneficiada por la red, tenía alta proporción de habitantes conservicio poco satisfactorio: una parte de ellos, carecían de instalaciones internas a la vivienda, y otratenía conexiones clandestinas. Estos niveles de cobertura son extremadamente bajos y se alejan delas metas de la propia Argentina para 1980 (90% de población con agua potable y 80% con desagüescloacales) (Ciccolella; 2003).

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Municipios Ente. Prest.

Población Total

(nº habit.)

% Pobl. serv. 1991

%Pobl. serv. 1980

Alte. Brown OSN 449.105 27 21 Avellaneda “ 346.620 94 98 E. Echeverría “ 276.017 8 8 Gral. San Martín. “ 407.506 69 38 La Matanza. “ 1.121.164 44 36 Lanús. “ 466.755 94 94 L. de Zamora. “ 572.769 68 61 Morón. “ 641.541 27 29 San Fernando. “ 144.761 60 57 San Isidro. “ 299.022 83 72 Tigre. “ 256.005 29 24 Tres de Febrero. “ 349.221 76 54 Vte. López. “ 289.142 97 95 Sub-total Agl. Bon. s/CABA. “ 5.619.628 57 52 F. Varela. “ 253.554 11 8 Gral. Sarmiento. “ 646.891 7 2 Merlo. “ 390.031 9 5 Moreno. “ 287.188 13 6 Sub-total OSBA en CONURBANO “ 1.577.664 9 5 Berazategui. Municipal 243.690 88 77 Quilmes. “ 509.445 89 84 Sub-total Sist. Munic. “ 753.135 89 83 Total CONURBANO. 7.950.427 50 47 Berisso. OSBA 74.012 94 86 Ensenada. “ 48.524 94 96 San Vicente. “ 74.890 5 7

Sub-total OSBA (resto). “ 197.426 60 42

Total Area Estudio. “ 8.147.853 51 48 (Brunstein. 1995 en base a datos del Censo 1991, INDEC).

En el área existen cuatro diferentes subsistemas de provisión de agua corriente: Aguas Argentinas(aún Obras Sanitarias de la Nación en la época del Censo de 1991), Obras Sanitarias de la Provinciade Buenos Aires (OSBA), el Municipio de Berazategui, y el Municipio de Quilmes en sus respectivasjurisdicciones). La situación de cobertura era diferenciada para cada subsistema y aun en el interiorde cada uno. Los subsistemas con mayores coberturas son los dos municipales, que en conjuntoalcanzaban el 89% de la población servida.

Los subsistemas OSN y OSBA, son heterogéneos entre municipios. En OSN, existían y existenaltos porcentajes de cobertura en los municipios colindantes con Capital Federal, (Avellaneda, Lanúsy Vicente López). Morón y Tigre, tenían muy bajos porcentajes, siendo que el resto de los municipiospresentaban proporciones entre 60% y el 76%. La Matanza tiene relativamente buena cobertura en laparte próxima a Capital Federal y pésima en el resto. En el caso de OSBA, las coberturas son muybuenas en Berisso y Ensenada, y muy malas, con matices, en: Florencio Varela, General Sarmiento,Merlo y Moreno, y peores aún en San Vicente (Yanes, 1995).

La mayor cantidad de habitantes carentes de servicios correspondía al subsistema OSN, en el quesus 2.420.000 habitantes sin servicios constituían el 60% del total de la demanda insatisfecha de laRegión Metropolitana, concentrados en el siguiente orden: La Matanza, Morón, Almirante Brown,Esteban Echeverría, Lomas de Zamora y Tigre. En la siguiente posición estaban los municipios deOSBA en el conurbano, con 1.429.000 personas sin acceso a las redes. General Sarmiento, absorbíael 42% de este déficit (Brunstein, 1995).

Entre 1980 y 1991 la cobertura con agua corriente, muestra que la RMBA mejoró su cobertura encantidad y, con menor significación, en porcentaje. Según el INDEC, se incorporaron a los serviciosunos 800.000 habitantes, aunque la proporción aumentó del 48% al 51%.

En comparación con la expansión del área urbanizada que registró la región en este período, lared se amplió muy por debajo del crecimiento demográfico verificado [Cuadro 2.3.a].

R. Argentina. RMBA Población servida con agua corriente. 1991 y 1980

Cuadro 2.3.a

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2.4.- El nivel de servicio es heterogéneo

Las coberturas arriba indicadas no reflejan, sin embargo, la compleja realidad del nivel de servicio.Las poblaciones de los espacios que incluyen y rodean inmediatamente a Capital Federal y a los municipiosde Berisso, Ensenada y San Vicente, se encuentran cubiertas por ambas redes de servicios, en tanto queel déficit de cobertura se concentra en sus periferias. El nivel de servicios no se satisface con el simpleindicador de conexión a las redes. En primer lugar, aún la mejor agua ofrecida por estos sistemas violaatributos de insípida y transparente.

Más allá de las áreas centrales de los núcleos urbanos del Área, cuando más próximo se está de loslímites de las áreas servidas, más decae el nivel cuantitativo de agua (Brunstein, 1991) [Cuadro 2.4.a].

El agua en el Conurbano tal como sostiene Solo para el caso del Aglomerado Bonaerense, “...enlo que hace a la calidad del agua corriente originada en fuente superficial por OSN (y esto no havariado con la concesión a Aguas Argentinas), y más aún en el caso de OSBA (en su abastecimientoal Gran Buenos Aires, que incluye a Berisso y Ensenada), las impurezas en el coagulante empleadoafectan el producto resultante. Además, por falta de macromedición, los volúmenes de las sustan-cias químicas incorporadas durante el proceso no son calculados con la exactitud que se requiere,contribuyendo al deterioro en los niveles de salida del agua resultante” (Bruinstein, 1995:45).

Cuadro 2.4.a

Dado que la capacidad de la fuente superficial es, según los criterios actuales de uso y desper-dicio, insuficiente, Aguas Argentinas, hasta el momento, OSBA y la Municipalidad de Berazategui,disponen de baterías de pozos que extraen agua del recurso subterráneo y lo vuelcan a la red (en elcaso de Aguas Argentinas este aporte es de aproximadamente 370.000 m3 diarios), con una cali-dad muchas veces inferior a la deseada (Yanes, 1995).

Parte de la población acordada a la red sufre mermas en la provisión de agua –estacionales oesporádicas– como consecuencia de la disminución de la presión de la misma ocasionada por laspérdidas que sufre el sistema. Estas alcanzarían –según optimistas– a un 40% de la producción.

2.5.- Las coberturas en desagües cloacales es aún mas deficitaria

La proporción de población con acceso a servicios de alcantarillado cloacal en el conurbano essorprendentemente baja, apenas un 27% de la misma tiene este privilegio, mientras que casi 6 millonesde personas, de los poco más de 8 millones que lo habitan carecen de él.

En el conurbano, el subsistema con menor proporción de población servida es de los municipiosbajo jurisdicción de OSBA. La media de población servida es de 9%, de por si es grave en un áreaurbana. Mas grave es porque son municipios con población de bajos ingresos que tienden a construirprecariamente los pozos ciegos con que suplantan la carencia de red. Como consecuencia se deterioranlas aguas subterráneas que esta población consume y la de otros por los flujos de estas aguas (Yanes,L.; 1995).

La situación es dispar entre municipios. Esto ocurre especialmente en Aguas Argentinas y en elsubsistema OSBA fuera del CONURBANO. Así, con alta cobertura solamente se encuentra VicenteLópez (91%), y con cobertura media-alta Tres de Febrero (60%). En cobertura media se incluyen:Avellaneda (41%), Berazategui (31%), La Matanza (36%), Quilmes (38%), San Isidro (35%) y SanMartín (36%). Con cobertura baja se sitúan los municipios de Morón (21%) y San Fernando (25%.Con cobertura muy baja Almirante Brown (16%), Florencio Varela (13%), Lanús (26%), Lomas deZamora (19%) y Moreno (11%). Finalmente con cobertura extremadamente baja se ubican losmunicipios de Esteban Echeverría (5%), General Sarmiento (6%) y Tigre (7%). Un caso aparte es SanVicente son su 1%, por la casi carencia de servicios. Según Brunstein “el municipio con mayorcarencia es La Matanza, con sus 715.252 carentes (el 12% del déficit total), le sigue General Sarmientocon sus 608.391 habitantes sin servicios (el 10% de este déficit), y finalmente Morón con sus 505.910habitantes sin servicios (el 8% del déficit total)” (Bruinstein, 1995:47).

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Distrito Pobl. No Serv. Municipios Ente. Prest.

Población (n° de Hab.)

% Pobl. serv. 1991

% Pobl. serv. 1980

Alte. Brown. OSN 49.105 16 10 Avellaneda. “ 346.620 41 41 E. Echeverría. “ 276.017 5 7 Gral. San Martín. “ 407.506 36 30 La Matanza. “ 1.121.164 36 33 Lanús. “ 466.755 16 17 L. de Zamora. “ 572.769 19 23 San Fernando. “ 144.761 25 27 San Isidro. “ 299.022 35 44 Tigre. “ 256.005 7 11 Tres de Febrero. “ 3490221 60 45 Vte. López. “ 289.142 91 82 Sub-total Agl. Bon. s/ Cap. Fed. 4.978.087 32 31 F. Varela. OSBA 253.554 13 7 Gral. Sarmiento. “ 646.891 6 4 Merlo. “ 390.031 10 5 Moreno. “ 287.188 11 8 Sub-total OSBA en CONURBANO. 1.577.664 9 5 Berazategui. Municipal 243.690 31 195.512 Morón. “ 641.541 21 25 Quilmas. “ 509.445 38 35 Sub-total sistemas Municipales. “ 1.349.676 29 27 Total CONURBANO 7.950.427 27 26 Berisso. OSBA 74.012 18 17 Ensenada. “ 48.524 27 14 San Vicente. “ 74.890 1 0 Sub-total OSBA resto Área Estudio 197.426 14 1 Total Área Estudio. 27 26 (Brunstein, 1995 en base a datos del Censo de 1991 de INDEC).

R. Argentina. RMBA Población total, servida y no servida con alcantarillado cloacal.1991 y 1980

Cuadro 2.5.a

El incremento de población sin servicios es cada vez de una masividad mayor, por lo tantoexige costos elevados para su satisfacción. Los 840.000 nuevos carentes de servicios, desde 1980,se concentraban en primer lugar en OSBA CONURBANO: 370.000 y en segundo lugar en elAglomerado Bonaerense. Los municipios principales de este incremento del déficit son los siguientes:1º General Sarmiento con 130.000 nuevos demandantes, le siguen con 90.000 nuevos demandantescada uno: Almirante Brown, Esteban Echeverría y La Matanza. Moreno lo hacía en 3º lugar con85.000 nuevos demandantes, Merlo en 4º con 75.000 y Morón en 5º con 60.000. El resto de lospartidos participantes con valores mucho menos importantes.

2.6.- El nivel de Servicios de alcantarillado cloacal es también heterogéneo

Como en agua corriente, a la cobertura en alcantarillado, debe agregarse la calidad el indicadorcobertura es precario. En el caso del agua se puede tener acceso al servicio, pero la potabilidad puedeser insatisfactoria.

En caso del alcantarillado cloacal la accesibilidad es fundamental y resulta suficiente con tener elservicio, o sea alejar de la vivienda las aguas servidas. Pero el beneficio individual de alejar las aguasservidas ser un grave perjuicio para el conjunto si éstos no se tratan adecuadamente. Es decir, centrarseen la cobertura de alcantarillado cloacal sin considerar la falta casi absoluta de tratamiento de loslíquidos cloacales en el GBA resulta un despropósito.

Esta falta de tratamiento es uno de los grandes problemas ambientales que sufre el Conurbano yaque legal o clandestinamente, se están deteriorándolos cursos de aguas superficiales y subterráneas.

El subsistema de desague cloacal más importante es el del Aglomerado Bonaerense (antesOSN, ahora Aguas Argentinas). Este subsistema funciona en base a la colección de líquidos cloacalesdomiciliarios y su conducción a las tres Cloacales Máximas de que dispone.

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Las Cloacas Máximas transportan los líquidos por gravedad hasta la estación elevadora de laBoca, Barracas y Wilde, y dede allí hasta la descarga de líquidos crudos en Berazategui. A ella seacoplan las de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Los grandes conductos mencionadosatraviesan mediante sifones al Riachuelo. El GBA padecen de cloacas máximas insuficientes, sistemasde depuración inactiva y descarga en el Río de la Plata. A los cuales se debe sumarse el déficit departe de la red colectora domiciliaria que funciona a presión en zonas recientemente densificadas.Adicionalmente, la vejez de gran parte de la red y su destrucción parcial, contamina el subsuelo ylas aguas subterráneas. Asimismo, hace ya más de cuarenta años que no se amplia la capacidad detransporte de la red troncal. Carentes de mantenimiento, las cloacas redujeron su capacidad deconducción por bloqueos o filtraciones.

Por otra parte, el estado de deterioro de los sifones con que las cloacas máximas atraviesan elRiachuelo y el propio comportamiento normal de los mismos hacen que parte del líquido transportadosea arrojado –en horas pico– en condiciones crudas al río, contaminando más sus aguas, yacontaminadas por los efluentes industriales y los derrames de petróleo (Yanes, 1995).

2.7.- Estado y abastecimiento del agua

Fuera de las áreas con redes, los costos para la población de ingresos medios o medio-bajos,derivan de que el agua subterránea está –en general– química y bacteriológicamente contaminada.En una segunda y última franja de residentes urbanos no servidos, –espacio con menorcontaminación– el costo para sus habitantes de ingresos bajos o medio-bajos consiste en hacersecargo individualmente del servicio. La situación deficitaria se torna inaceptable en comparacióncon los niveles históricos de cobertura. Ya en 1925, y hasta fines de 1940, casi toda la poblaciónurbana del Gran Buenos Aires (Conurbano y Capital Federal) estaba abastecida. Desde entoncessólo hay regresiones. En 1960 casi el 25% de la población carecía del servicio (23,7%), y en 1970el déficit rondaba el 30%, y el 37% registrado en 1980, valor que parece haber mejorado -aunquepoco- actualmente (Brunstein, 1995).

La cobertura con desagüe cloacales ha estado siempre rezagada con respecto a la del aguacorriente, pero la lógica del deterioro ha sido la misma. En el caso del Conurbano, el Censo de1980, registró en sus 19 partidos, 726.000 perforaciones individuales, con bombeadores accionadosmanual o eléctricamente, en tanto que según el Censo de 1991, la cifra creció a 856.000, o sea130.000 más. Este método, “retrotrae a metodologías rurales del siglo XIX, con altos costos, tantodesde un punto de vista individual como colectivo”.

Los habitantes debían efectuar hacia mediados de la década de 1980 una inversión individual,promedio de US$ 400, precio no muy inferior al necesario para un sistema centralizado que dieracobertura a los mismos 3 millones de habitantes autoproductores de su agua. Sus costos de operación,a igualdad de calidad, eran superiores a los de un sistema centralizado. Adicionalmente, no contabanni cuentan con los controles sanitarios y estaban (y están) sujetos al fuerte riesgo de la contaminación.

Costos sistemas individuales y centralizados

Se ha verificado que “en una proporción importante de instituciones, al menos los costos de contribu-ción de una infraestructura centralizada se reducen en el orden del 50%, frente a la perforación indivi-dual, siendo el sistema centralizado mejor controlado desde el punto de vista sanitario” (CEUR, 1998:55).

Cuadro 2.7.a

En las zonas de red de saneamiento, la proximidad entre pozos ciegos y perforaciones, agravanla autocontaminación, dada la habitual mala calidad constructiva de esas obras. Hay asimismo soloagua corriente y falta alcantarillado cloacal.

En las zonas periféricas del GBA los problemas son menos graves por las menores densidadesy la ocupación más reciente. Esta población más pobre sufre las consecuencias de las inundaciones.En esos sitios, cuando el agua avanza se conectan pozos ciegos con perforaciones, contaminandolas capas utilizadas, con el agravante de que se trata siempre de desbordes de cauces contaminados

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(CEUR, 1995). Cabe señalar el fenómeno curioso de que en áreas carentes de ambas redes,parece existir una opinión mayoritaria que prioriza -en base a razones de beneficio individual- lainstalación de cloacas frente a la de agua corriente. ¿Tiene que ver en esto la gestación de falsosvalores culturales, que impiden a los habitantes discriminar sobre la potabilidad del agua?

2.8.- La falta de servicios genera graves contaminaciones

Se planteó el problema de la carencia de saneamiento en su dimensión familiar. En este puntose tratará una aproximación acerca de los efectos nocivos que tiene la situación actual de saneamientoen el Conurbano. Según Hernández (1975):

“La principal fuente de agua subterránea la constituyen los acuíferos en (...) una secuencia inferiorde arenas medianas y finas, cuarzosas, con un espesor variable en el aérea entre 20 m y 35 m,conocidas genéricamente como arenas puelches” (Hernández, 1985:24).

El deterioro del recurso subterráneo, descripto en esa obra, también se ve se agravada por eldeterioro hídrico superficial. Esto se debe no sólo al lanzamiento de líquidos cloacales crudos si no alos efluentes industriales. La mayoría de los establecimientos instalados en la región carece de sistemasde autodepuración, volcando sus residuos en los afluentes del Río de la Plata. Como consecuencia,los niveles de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) son muy elevados en los cursos inferiores delos ríos Matanza-Riachuelo, Reconquista y en arroyos del sur de Conurbano, como Sarandí, SantoDomingo, Las Piedras, San Francisco y en el Gran La Plata, El Pescado entre otros.

La contaminación del Río Reconquista es seria, debido, además, a que el mismo provoca grandesinundaciones -con sus aguas contaminadas-; así, en 1985 se han producido inundaciones quecubrieron parte de los partidos de Morón, Moreno, Gral. Sarmiento y Gral. San Martín.

Las empresas arrojaban los desechos sin tratamiento previo según las inspecciones comunalesy provinciales: “Dos factores inciden en el alto grado de polución: los desperdicios industriales,como cianuros, fenoles y metales tóxicos, así como aguas cloacales domiciliarias. Los tanquesatmosféricos llevan el contenido de las cámaras sépticas (sic) al arroyo” (Hernández, 1985:25).

2.9.- Las consecuencias sanitarias se expresan en mortalidad y morbilidad

En la Argentina, para todo el país las enfermedades infecciosas equivalen al 8,75% de lasmuertes, 9,19% en Capital Federal, y 4,71% en la Provincia de Buenos Aires. Las enfermedadesintestinales alcanzaban el 5,74% de la mortalidad en todo el país, correspondiendo un 3,46% paraCapital Federal y 2,64% en Buenos Aires. En los países donde se han satisfecho las necesidades deagua potable y desagües, el primer grupo de enfermedades no supera el 1% y las enfermedadesintestinales tienen tasas inferiores al 0,3% de la mortalidad (AIDIS, 1986) (Cuadro 2.9.a)

Saneamiento y Mortalidad Infantil

”Gran parte de la mortalidad entre los niños de dos años se debe a diversas enfermedades diarrei-cas, que a menudo agravan o precipitan la malnutrición. El predominio especialmente alto de esasenfermedades en los barrios de tugurios y chabolas se explica por los riesgos ambientales típicos deesas zonas, especialmente la escasez de agua, el hecho de que el agua disponible con frecuencia estécontaminada y la falta de cloacas u otros medios de asegurar la eliminación higiénica de los desechoshumanos, (…). La estrecha relación que existe entre agua y saneamiento significa que las mejoras deuno de esos factores sin una mejora correspondiente del otro tendrán probablemente escasos efectosen la salud infantil. La posibilidad de utilizar alcantarillas para la evacuación de los desechos humanosdepende no sólo de la existencia de tuberías sino también de la disposición de agua suficiente, y laimposibilidad de eliminar los desechos humanos representa a su vez una amenaza para el abasteci-miento de agua disponible” (Rossi, 1998:33).

Cuadro 2.9.a

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3.- Residuos

3.1.- La generación de residuos involucra su destino final

El deterioro y ausencia de infraestructura sanitaria es una de las más sensibles carencias del país,fenómeno que se agudizó en los 1980s. El cólera, que volvió aparecer y por fortuna no llegó al AMBA, yla tuberculosis que persiste en la Argentina, son enfermedades que florecen en bolsones de miseria,hacinamientos con inaccesibilidad a la higiene y a la asistencia.

En saneamiento el país está indefenso, pues en tanto Argentina era en 1975 el país de mayor desarrolloen América Latina, hoy el deterioro de su infraestructura social básica la ha llevado a un marcado retroceso.Hoy el 49% de la población argentina no tiene redes de agua corriente y el 74% carece de cloacas. Tansólo 17 años atrás éstas cifras eran del 41% y 69% respectivamente (Yanes, 1995).

Se han tomado los niveles de inversión en redes cloacales públicas como nivel indicador de desarrollo,dado que hasta hoy la inversión privada en infraestructura sanitaria es muy baja, el cuadro 3.1.a ejemplificael problema.

R. Argentina. Inversión en Infrestructura sanitaria 1971-1999

Cuadro 3.1.a

Como puede observarse, la inversión real anual se redujo en 15 años a tan sólo la cuarta partede lo que alcanzaba en 1975. En tanto que en los 1970s el promedio anual llegó a 55 millones depesos constantes de 1960, en los 1980s no sobrepasó los 15 millones.

Esta desinversión no sólo afectó a la expansión de los servicios sino que llevó a un deterioroprogresivo de las instalaciones y las operaciones. Hoy, la mitad de la infraestructura sanitaria deberíaser repuesta totalmente.

En el caso de los residuos domiciliarios del área Metropolitana, entre 1977/78 se instaló elprimer gran sistema de tratamiento y disposición final de residuos que permitió mejorar la situación,pero sigue sin resolverse el problema de las áreas marginales y la totalidad de residuos generados,entre ellos, los industriales.

Los Censos Nacionales de Población y Vivienda registran, en hogares que poseen serviciosfuera de la vivienda, que en recolección domiciliaria de residuos hay aún aproximadamente un13% de hogares sin servicio eficiente, lo que representa unas 330.000 viviendas que, a razón de3,5 hab./vivienda (hogares humildes), suman 1.155.000 personas. El mayor riesgo sanitario está enlos partidos de la segunda corona que son los de menor cobertura de servicios, crecimientodemográfico explosivo y, los de mayor presencia de basurales clandestinos.

3.2.- Los residuos industriales, en su mayoría ni se tratan ni se controlan

Son pocos los datos fehacientes con que cuentan los organismos públicos sobre la generación deresiduos industriales. Prácticamente no hay registro sobre los mismos y los datos que aparecen en formaperiodística son estimaciones empíricas o deducciones a partir de la producción industrial general.

Por encargo de OSBA y el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, la consultoraDAMES & MOORE estudió la generación de residuos durante 1992.

A través de una muestra, permitió inferirse la situación en la Provincia de Buenos Aires y el Conurbano.

Período Inversión real Total (en mill.$ de 1960) Promedio Anual 1971-1975 278 55.6 1976-1980 271 54.2 1981-1985 82 16.4 1986-1990 68 13.6 (Yanes, 1995 en base a presupuestos nacionales).

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Los principales datos, tomando los 3 grupos de industrias muestreadas, son los del cuadro 3.2.a.

R. Argentina. Residuos Industriales en Gran Buenos Aires por tipo. 1992

Cuadro 3.2.a

La zona con mayor producción potencial de residuos industriales es el Conurbano sur, con un 36,6%.Le sigue el Conurbano norte con 23,9%, el Conurbano oeste con 18,5% y la zona La Plata con 7,8%2.

El CEAMSE, cuenta con el único registro sobre la generación de residuos recogidos, no haymecanismos de contralor municipal ni provincial. La Generación de basura del Conurbano (más laCapital Federal) en los últimos años puede sintetizarse en el cuadro 3.2.b.

R. Argentina producción de basura. Gran Buenos Aires 1988-1999

Cuadro 3.2.b

Como se observa, en los últimos 3 años se ha incrementado sensiblemente la disposición debasura, en gran medida por la toma de conciencia de la población y las autoridades, acompañadaspor mejoras en las prestaciones.

La relación entre población y producción de basura se presenta en el cuadro 3.2.c.

R. Argentina. Población y producción de basura Gran Buenos Aires 1991

Cuadro 3.2.c

Se destaca que la producción de basura per cápita del Área Metropolitana oscila en 0,485 ton./hab./año, es decir. 1,3 Kg./hab./día. En el Gran Buenos Aires la proporción decae a 0,341 ton./hab./año, es decir, a 0,9 Kg./hab./día, siendo otro indicador del menor poder económico del Conurbano.

La situación económica se relaciona con la generación de residuos, siendo esta últimadirectamente proporcional a la primera medida por el índice de inflación. Cuando el costo de vidatrepó a cifras inmanejables sumiendo en gran crisis a los sectores marginales del Conurbano (como

Tipo Unidad Cantidad Residuos líquidos: m3 588.000 Residuos semi-sólidos m3 656.000 Residuos sólidos: Tn 280. 000

AÑO Basura (en Tm/año) 1988 2.791.000 1989 20348.000 1990 2.564.000 1991 4.192.000 1992 3.960.000

2 El estudio toma como Conurbano norte los partidos de San Martín, San Fernando, San Isidro, Tigre, Vicente López;Conurbano oeste; Gral. Sarmiento, La Matanza, Merlo, Moreno, Morón, Tres de Febrero. Conurbano sur: Almirante Brown,Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes. Como zona La Plata,Berisso, Ensenada (DAMES & MOORE).

Población del gran Buenos Aires (1991) 11.576.000hab. Población del Conurbano (1° y 2° corona) 8.615.000 hab. Población de Basura Gran Buenos Aires 4.192.000 Tm/año Conurbano 2.938.000 Tm/año Producción/per cápita, 1991 0,485 Tm/año Producción/cápita-Capital Federal, 1991 0,426 Tm/año Producción/cápita-Conurbano, 1991 0,341 Tm/año (Yanes, 1995).

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en 1989) la generación y disposición final de residuos cayó al piso histórico de los últimos 3lustros. Esto se debió a la crisis económica de los particulares y a que los municipios dejaron decumplir con los servicios básicos.

Los cuadros de generación y disposición de residuos por partido muestran que la producciónde basura per cápita aumenta con el nivel estimado de riqueza. Así, Capital Federal, Vicente Lópezy San Isidro aparecen con la mayor producción de residuos con más de 1,2 Kg./hab./día. Le siguenen escala decreciente, la 2° corona de partidos con guarismos de 1,2 a 0,6 Kg./hab./día. Aquí estánTres de Febrero, San Martín, Lanús, Lomas de Zamora, Morón, La Matanza -zona este-, Tigre, Gral.Sarmiento y La Plata. Con menos de 0,6 Kg./hab./día figuran los partidos de la periferia del conurbanomás los de la zona costera del sur de Buenos Aires (Yanes, L.; 1995).

3.3.- Los basurales clandestinos son raíz de múltiples patologías

El deterioro drámtico de la calidad de vida de una población es la presencia de basurales acielo abierto, con toda su carga de contaminación, degradación humana, enfermedades sociales ydestrucción del paisaje. Su presencia es indicador de la ineficiencia del servicio de recolección deresiduos urbanos, tanto domiciliarios como industriales.

El CEAMSE y la Dirección del Conurbano (Ministerio de Gobierno de la Provincia) han llevadoun cierto registro de los basurales. Tal información no aparece a la luz pública ya que indicaincumplimiento de deberes por parte de funcionarios municipales y provinciales, así como de lospropios particulares.

En informe ad-hoc del CEAMSE, (Departamento Servicios), se expone que estos basuralescontribuyen a:

Deteriorar la calidad de vida de los asentamientos poblacionales ubicados en lasinmediaciones y pérdida de valor económico de las propiedades cercanas.Degradar la calidad de los acuíferos subterráneos como resultado de la infiltración delos líquidos que percolan a través de los residuos.Deteriorar irremisiblemente la napa freática, el acuífero pampeano contaminando y elpuelchense en riesgo de estarlo en breve.Contaminar la atmósfera, agravada por la quema de residuos a cielo abierto que provocauna importante carga de partículas y gases contaminantes.Promover la proliferación de insectos y roedores, transmisores de enfermedades, comoasimismo de animales que se alimentan con los residuos expuestos, tales como cerdos,equinos, perros.

Por último, el problema social derivado de las actividades de cirujeo se refleja no sólo en lasalud de las personas que realizan tal actividad, sino que se multiplica en las relaciones de losmismos con la población.

La información pública del CEAMSE al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires refiere basurales“clandestinos” detectados por partido, denominación, magnitud y volumen de basura. La mayorparte de éstos tienen más de una década de permanencia. En su conjunto generaban a principios de1995, 2.383.000 m3 de basura. La magnitud de basura clandestina por municipio alcanza volúmenesinusitados, tales como la cava San Nicolás de Florencio Varela con 240.000 m3, la cava del R.I.M.de La Matanza con 420.000 m3, el basural de Lanús-Lomas sobre el Riachuelo con 300.000 m3, elCuartel V de Moreno con 132.000 m3 (CEAMSE, 1995).

Gran parte de los basurales se encuentran en las zonas de mayor pobreza del Conurbano y aconsiderable distancia de los centros de disposición final del CEAMSE.

Según declaraciones del CEAMSE, los basurales clandestinos a mediados de 1993 alcanzabana 136 en el Gran Buenos Aires. Los mismos disminuyeron a cerca de 100 al año siguiente y alcanzarona los 70 en 1995. En los últimos tiempos, se ve disminución de dichos basurales y mejoras en laprestación de servicios municipales. Si bien la magnitud, tipo y características de los basuralesvarían sensiblemente de uno a otro, el estudio da un promedio por basural de 7 Has, con 2.502 Tncada uno. Esta tendencia a la eliminación es coherente con la casi duplicación de basura en los

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centros del CEAMSE, que pasaron de 1,6 millones de toneladas en 1990 a 3,6 millones de toneladasen 1995 (Yanes, 1995).

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