HUELLAS ETERNAS PRODUCIONES CAMINANDO CON JESÚS

Susana Goglián INDICE Dedicatorias Agradecimientos Prólogo Al Lector Capítulo 1 Carta de alguien al Creador. ¿Dios se olvidó de la Argentina? El Desarraigo ¿Quién lleva tu carga? Capítulo 2 ¿Qué hacer con los problemas? El Desaliento La Depresión El vacío interior Capítulo 3 ¿... Y si sembramos amor? Perdonar Ama a tu prójimo como a ti mismo Puertas Abiertas Capítulo 4 Dios es fiel ¿Para qué nos llamó Jesús? ¡Qué bueno es saberlo! Prepararse para el viaje Capítulo 5 ¿Por qué no creer? Si usted ya es un hijo de Dios Nota final al lector

DEDICATORIAS

Le dedico este libro en primer lugar a mi mejor amigo, Jesús, quién inspiró cada página que escribí. A mi mamá, por ser además, mi mejor amiga, por estar siempre a mi lado, en momentos de tristeza y de alegría, y porque es un ejemplo para mi vida. Gracias por tu amistad mamá. A Cristian mi hijo, porque además de ser un buen hijo es una excelente persona, le agradezco por el amor que me brinda. A Claudia mi hija, porque a pesar de nuestras diferencias, nos sustenta el amor que nos tenemos. A Juan mi yerno, por ser un muy buen padre y por sus buenos sentimientos. A Gustavo y Manuel mis nietos, los quiero mucho. A mi Pastor Osvaldo Carnival, por sus enseñanzas y por su amor. Por saber, que haciendo lo que él hace, estaré haciendo lo que Dios quiere. A mi líder Elsa Sombra, por su amor y comprensión, porque guía mi camino, tras los pasos de Jesús y me contagia su entusiasmo por la obra de Dios y su amor por las personas, por la confianza deposita en mí. A la comunidad de Elsa Sombra, por su amor y por la alegría con la que recibieron la noticia de que este libro saldría a la calle. A mis hijas/os, nietas/nietos, espirituales, por conformar un grupo unido, lleno de amor y sinceridad. A mi querida amiga Estela Montes, por el placer que Dios me concedió de conocer a una persona, con un corazón tan bueno y generoso, tanto con sus amigos, como con su familia, por su gran fe y amor a Dios. Por su apoyo constante a mis ilusiones literarias que se van concretando. Gracias Estela.

AGRADECIMIENTOS

Una mención especial para el Evangelista Benny Hinn, porque con su libro “Buenos Días Espíritu Santo”, abrió un nuevo panorama espiritual en mi vida, que aún no conocía, antes de llegar a mi querida iglesia: “Catedral de la fe”. A Marcos Witt, porque gracias a sus canciones, poco a poco fui convirtiéndome en una adoradora, en este camino que elegí, siguiendo las pisadas de mi Señor. A mis queridos pastores Osvaldo y Alejandra Carnival, porque son muy importantes para mí, por hacer que me sienta orgullosa de pertenecer a la familia “Catedral de la fe”, iglesia que pastorean con ciencia y con inteligencia. A mi primer pastor Samuel De Lorenzo que descansa en los brazos de Jesucristo, a Zulma De Lorenzo, su esposa, mi primera pastora de la Iglesia del Movimiento Cristiano y Misionero de Capital Federal, que fue una gran amiga, y ahora está con su iglesia en España. A mi amiga Débora De Lorenzo la hermana del Pastor Samuel, que también está en España sirviendo al Señor con pasión y a su congregación de la Iglesia: “Fuente divina”. Gracias por contenerme en momentos difíciles que pasé, me hizo bien estar en contacto contigo Debo, en esos momentos y siempre. Gracias a todos ellos, por guiarme en mis primeros pasos cristianos.

PROLOGO

¿No conoce todavía el amor de Dios? ¿No lo ha experimentado aún en su vida? No espere un segundo más, porque está perdiendo lo más hermoso que le pueda ocurrir. Después de 45 años de mi vida, lo conocí y desde ese momento, vivo en un gozo constante, disfrutando del amor de Dios. Semana a semana, nos reunimos un grupo de personas, con un solo propósito, BUSCAR DE SU PRESENCIA, y allí, buscar su voluntad. Desde SU VOLUNTAD, Susana, fue inspirada para escribir este libro, que a usted le va a ayudar a descubrir, el amor incomparable del Padre Celestial, a través de su Hijo Jesucristo. Tengo la bendición de conocer a Susana, como mi discípula y sé de su amor hacia Jesús y hacia las personas que sufren por no conocerle. Anímese a leer este libro, el cual le va a guiar a descubrir el amor de Dios. Elsa Sombra Pastora de Catedral de la fe

Al Lector Este libro está dedicado a todos aquellos que buscan más de Dios, los que no se conforman con saber que existe y que creó todo lo que vemos. Si usted desea encontrar a un verdadero Amigo Fiel, que nunca le va a fallar, lea las páginas de este libro. Mi deseo es que mientras lo lea, nazca en su corazón un amor genuino por Dios y un anhelo de dialogar cada día, con su mejor amigo, Jesús. Mi deseo es transmitirle todo lo que me enseñaron y la manera en que el Espíritu de Dios se fue revelando día a día a mi vida, por medio de cada pensamiento, redactado en este libro. Deseo que le sea útil para mejorar sus relaciones interpersonales, porque estando en paz con Dios, podrá estar en paz con su prójimo. Mi deseo es que este libro, sea de su agrado, porque de esa manera, estaré retribuyendo un poco de las muchas bendiciones que yo recibí de otros. Dios le bendiga. Susana Goglián

CAPITULO I “CARTA DE ALGUIEN... AL CREADOR”

Voy caminando por la ciudad y pensando... ¿Dónde estará Dios? Escucho hablar de él... ¿Pero dónde está? ¿Por qué tengo que creer en él, si no lo veo? Podría no existir... Yo siempre me veo sólo caminando por la ciudad. Cuando entro en una iglesia, porque dicen que ahí está, tampoco estoy seguro de que allí se encuentre. Veo a Jesús, que permanece clavado en la cruz, totalmente impotente, triste, muerto. ¿Qué puede hacer por mí desde ese lugar? Sin embargo, a veces escucho hablar de él con tanto entusiasmo, esa gente parece ser tan feliz. Tienen una paz tan grande que por momentos logran contagiármela. Pero... ¿Qué los hace tan diferentes a los demás? ¿Una simple creencia? No, no lo creo... Eso no alcanza para darle paz y alegría a una persona. ¡Oh! ¡Cómo desearía saber si Dios existe! De pronto, alguien me contesta: - Mira hacia arriba: ¿Ves ese maravilloso cielo? Dios lo hizo. Ahora ven... te llevaré por un momento a ver algo, volemos con la imaginación. ¿Ves ese imponente mar? Dios lo creó. Mira ese bello atardecer ¿No es precioso? Dios lo hizo. Y ahora ya es de noche... ¿Qué te parecen la luna y las estrellas? Dios las hizo. Y ahora dejemos de volar... mírate a ti mismo... Te guste o no tu cuerpo, está completo y Dios lo creó. Tus dos manos te ayudan a desempeñarte por ti mismo en la vida. Tus pies te llevan por todas partes. Tus ojos te muestran la vida en maravillosos colores y permiten que disfrutes de todas las cosas que te llevé a contemplar hoy y que Dios creó. Y ahora piensa... ¿Tienes hijos? ¿Quién crees que los formó? Dios. Ahora por un momento piensa en las pequeñas cosas de la

vida: Te levantas de la cama cada mañana, sales a trabajar... ¿Quién crees que te da las fuerzas para realizarlo? Dios. Y así, hay tantas cosas más, que pueden demostrarte que Dios existe. ¿Tienes motivos todavía para dudar de su existencia? Dios es tu creador y el creador de todas las cosas que te llevé a admirar hoy. ¿Te preguntas por qué no lo sientes aún a tu lado? Quizás te falte saber algo más... ¿Sabes? Jesús murió en la cruz, por ti y por mí... pero no está en esa cruz... ¡RESUCITÓ! Está sentado junto al Padre, para ser tu abogado y defenderte, por medio de su sacrificio en la Cruz del Calvario. Envió al Espíritu Santo de Dios, para que te acompañe, te proteja, te guíe, te ayude, te defienda, te haga sentir cada día, que sí hay Dios y que está a tu lado. Está aún, en esos momentos de oscuridad y tristeza, en los cuales no ves a nadie a tu lado. Él solo espera que lo invites a tu corazón y le permitas ser tu amigo. De esa manera, nunca más preguntarás: ¿Dónde está Dios? Porque tu mismo dirás: Dios existe. Estoy seguro, porque vive en mí, siento su amor ya no puedo dudar: ¡Dios está, porque lo siento en mi ser! Tú mismo le contestarás a otros que se pregunten: ¿Dónde está Dios? Podrás contarles que Dios es real; que es infinitamente FIEL, como nadie más en este mundo puede serlo. Porque ahora tu Creador, se ha convertido en tu Padre Celestial, porque tú has invitado a Jesús a tu corazón y el se ha llevado todas tus culpas, tus angustias, tus pecados y te ha lavado con su sangre preciosa, esa que derramó en la cruz por ti. Y esa alegría y esa paz que notabas en otras personas, ahora son de tu propiedad para siempre. Porque tendrás momentos donde todo te parezca difícil y

los problemas querrán abrumarte, pero por la fe que Dios ha puesto en tu corazón, sabrás que tus problemas ya no son tuyos, porque se los has entregado a Él, al único que todo lo puede, que solucionará todo, por amor por ti. Porque: “De tal manera amó Dios al mundo, que envió a su Hijo unigénito (Jesucristo), para que todo aquel que en él crea, no se pierda más tenga vida eterna”. Juan 3:16 “Hasta ahora, sólo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos” Job 42:5. Santa Biblia. Jesús quiere convertirse en tu mejor amigo. Recíbelo en tu corazón hoy.

¿Dios se olvidó de la Argentina?

No quedan políticos confiables, los jueces parece que fueran en su gran mayoría corruptos, no nos llegó la ayuda del Fondo Monetario Internacional. Parece que Dios estuviera diciendo: “Arréglense como puedan” o que estuviera distraído cuidando y protegiendo a otro país. Pero creo firmemente que no es así. Los argentinos lamentablemente son conocidos en todas partes como fanfarrones, orgullosos y el orgullo es pecado. Hasta hace un tiempo alguien le preguntaba a una persona por sus cosas y le contestaba: “Estoy luchando por salir adelante”. A un candidato a presidente, o a un presidente en funciones uno lo escuchaba decir: “Síganme que no los voy a defraudar” o “Confíen en mí, yo voy a sacar a la Argentina de la crisis económica que dejó el gobierno anterior”. Pero hace un tiempo, escuchamos al ex-presidente Dualde, diciendo: “Que sea lo que Dios quiera”. ¡Qué desconcierto en todos los niveles económicos y sociales de nuestro país! ¿No será que este es el momento de buscar la ayuda sobrenatural de Dios? ¿No será que Dios está esperando que el pueblo argentino deje de lado su orgullo y autosuficiencia, su idolatría por el dinero y los placeres, los cuales ya no logran llenar su vacío interior? Fue muy triste ver gente tirada en la calle, durmiendo toda la noche, para lograr a la mañana ser los primeros en la cola para comprar dólares. Llegar a eso por correr detrás del “dios plata” ¿Se pueden llegar a arrodillar delante del dinero y no delante del Dios que les dio la vida? Estoy totalmente convencida, de que un Dios tan bueno que hasta dio la vida de su propio Hijo para salvarnos, no

quiere que vivamos así, tan mal. Nos creó para que seamos como las águilas, para que volemos sobre las circunstancias que nos toca vivir, confiando en Él. Pero nos encontramos así, porque Dios no nos obliga a buscarlo, porque nos dio libre albedrío, pero el que no busca a Dios y no se vuelve de sus malos caminos, sigue en esas condiciones, este es el momento de darnos cuenta de que el único que puede ayudarnos es Él, por medio de su Hijo Jesucristo. Yo lo invito a usted que lee este libro, a que nos unamos en una: “CADENA DE ORACION POR EL PAIS Y POR NUESTRA ECONOMIA”. Todos los días al despertar, cada uno de nosotros, sea cuál fuere la hora en la que nos despertamos, pidámosle a Dios, que tenga misericordia de nuestra familia y de la Argentina. Que Él ilumine a nuestro actual presidente Kirchner para que gobierne guiado por Dios. CINCO MINUTOS DIARIOS HABLANDO CON DIOS, pueden cambiar el futuro de nuestra familia y del país. Únase y verá el cambio. “Raíz de todos los males es el amor al dinero” dice en Timoteo 6:10 (Santa Biblia) “Por nada estéis afanosos, sino sean presentadas vuestras peticiones en toda oración y ruego con acción de gracias y el Dios de paz que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:6-7 (Santa Biblia)

EL DESARRAIGO

En estos difíciles momentos que atraviesa la Argentina, Ezeiza parece ser la única salida. Frente a esto se generan varios interrogantes: ¿Salir del país es la solución para terminar con los problemas? ¿No los llevaremos con nosotros? ¿No agregaremos otros más? La sensación de desarraigo es uno de ellos. Esa nostalgia de las cosas que nos acompañaron desde la niñez. El barrio, los amigos, los compañeros de estudio, el resto de la familia. El rincón preferido dentro de nuestro hogar. La salida de los domingos, o el mate frente al televisor, en las tardes domingueras, nuestros vecinos. Ni hablar si los padres se quedan acá. Esos consejos al salir de la casa, que nos fastidiaban tanto, como por ejemplo: “Abrigate que hace frío”, o “¿Estás llevando el paraguas? Mirá que está lloviendo”. Estando lejos, seguramente las vamos a extrañar, con lágrimas en nuestros ojos. Mientras las personas y las cosas, están cerca, todo se convierten en rutina, pero en cuanto las perdemos, se revalorizan de una manera increíble. Lo que parece tan normal encontrar al despertar o al llegar a casa, al perderlo, se convierte en valioso e importante. Nadie quiere irse por aventurero o porque está aburrido de estar en la Argentina, pero nadie nos puede garantizar que va a encontrar todo lo que necesita en otro país. La distancia hace apreciar las cosas importantes y valiosas. Seguramente habrá escuchado tantas veces, cuando alguien muere, que inmediatamente se convierte en ese: “¡Pobre, era tan bueno!” Y uno se pregunta: “¿Pero no vivía criticándolo mientras estaba vivo?” Por eso nunca debemos tomar decisiones en momentos de desesperación, porque seguramente nos vamos a arrepentir. Las cosas que decidimos bajo presión, son tan peligrosas,

que a veces, se lamentan toda la vida. Necesitamos tomar determinaciones cuando no estamos tan enojados, ni tan angustiados, para que triunfe la lógica. Vivir en un país extraño es muy difícil, más cuando el idioma es diferente. Uno se siente como en las estrofas que cantaba Alberto Cortés: “No soy de aquí, ni soy de allá...” Y es muy triste sentir que uno no le pertenece a nadie, que el país está tan lejos y que a veces se tarda tanto en volver, o quizás no se regresa nunca más. Es cierto que la situación actual es muy difícil, hasta podría definirse como caótica. No obstante, hay que tener fe, porque cuando se tiene la sensación de que todo va a estallar, se entra en un clima tenso en donde sufren las consecuencias los inocentes (nuestros seres queridos) O antes de caer en depresión, por causa de la impotencia. Hay una válvula de escape, como el de la olla a presión, que tenemos en la cocina, por donde sale el humo, para que no estalle: es la oración. A través de la oración podemos llorar, clamar, pedir, golpear la puerta de quién siempre está dispuesto a escucharnos, quién nos quiere tanto, que hasta dio a su propio Hijo, para que muriera en nuestro lugar, en la cruz del Calvario, para que no tuviéramos que sufrir nosotros. Es Dios, nuestro Padre Celestial, para el cual nada es imposible. La Biblia dice: “Lo que es imposible para los hombres, posible es para Dios” y hay un párrafo de un Salmo en la Biblia, que quiero compartir con todos los lectores, ya que me da fuerzas para seguir adelante: “Señor, los que te conocen, confían en ti, pues nunca abandonas a quienes te buscan”. Salmo 9:10. No se apresure a tomar decisiones, quizás encuentre otra solución para salir de la crisis, aquí, en “su país”, consulte primero con su Creador. Dios le bendiga.

¿QUIÉN LLEVA TU CARGA?

Me encontraba realizando las tareas del hogar. Y en un momento noté, que trataba de barrer mientras tenía un objeto en la mano que me molestaba. Entonces reflexioné acerca de las veces que llevamos sobre nosotros, cargas molestas que podríamos evitar y no lo hacemos. Para ser más clara, imagínese por un momento este cuadro: Usted saliendo del supermercado con cinco bolsas llenas en sus manos. Por causa del peso, camina inclinada hacia delante y la molestia por el exceso de peso, se refleja en su rostro. De pronto, se encuentra con su esposo, que rápidamente se ofrece a ayudarla. Le entrega las bolsas, pero sigue caminando como si las llevara usted todavía. Continúa con la misma expresión de cansancio en su rostro, en lugar de permitir que en sus labios se dibuje una sonrisa, por el alivio que significa que otro lleve el peso por usted. Cuando atravesamos problemas o dificultades en nuestra vida, Jesús se ofrece a llevar nuestras cargas y darnos descanso. (Mateo 11:28) Y muchas veces aceptamos esa invitación, comenzamos a orar con lágrimas en nuestros ojos y le decimos a Jesús que nos ayude con nuestro problema. La Biblia dice que todo lo que le pedimos a Dios, en el nombre de Jesús, Él lo hace. Esto lo sabemos, pero después de orar, muchas veces seguimos como en el ejemplo anterior, con la misma expresión de tristeza en nuestro rostro, caminando inclinados hacia adelante, nos quejamos, tenemos miedo, porque todavía estamos llevando nosotros la carga. Eso es incredulidad, en realidad cuando uno ora con la convicción de que Dios puede ayudarle, entonces: ¿Por qué seguir preocupados? El Señor ya está llevando la carga. Él es nuestro Dios, del cuál dice la Biblia, que para Él, no hay nada imposible. ¿Realmente usted cree que teniendo la posibilidad de ayudarlo, Dios que es amor, que dio a su propio Hijo, para morir en la cruz para salvarlo, va

a permanecer insensible a su oración? Si piensa así, realmente no conoce a Dios. Él nos ama y a la vez es Todopoderoso ¿Por qué razón podría no ayudarle? Hay una frase popular que dice: “Si tu problema tiene solución ¿Por qué preocupás? Y si no tiene solución ¿Para qué te preocupás?” Yo cambiaría esa frase por la siguiente: “Si le entregaste tu problema a Dios ¿Por qué te preocupás? Yo creo firmemente que estamos ofendiendo a Jesús al comprobar que un hijo suyo, ora con todas sus fuerzas y luego sigue triste o preocupado. Como si no hubiera orado, llevando todavía el mismo la carga que Jesús quiere llevar. La Palabra de Dios dice: “Pero pedid con fe, no dudando nada...” En Santiago capítulo 1, Dios no permitirá que sean avergonzados los que en él confían. Mi consejo es el siguiente: Ore, clame, llore si es necesario delante de Dios y luego sonría, camine derecho, porque su problema, ya no es suyo, ahora es de Dios. Y para Él no hay nada imposible. Ahora solo ocúpese en confiar y esperar en Él. “Cree solamente.” (dice la Biblia) Dios quiere llevarse todas sus cargas. Pero solo puede hacerlo si usted se las entrega, suéltelas en sus manos.

CAPITULO II

¿QUÉ HACER CON LOS PROBLEMAS?

Yo me pregunto: ¿Quién no tiene problemas? Creo que nadie puede decir que está exento de problemas. Cuando no son propios, son de hijos, nietos, etc... Pero lamentablemente nadie puede decir: “Nunca en mi vida tuve problemas”, porque eso es imposible. Lo más difícil es cuando uno está solo para enfrentarlos. No tener a quién acudir, con quién hablar, a quién consultar, puede ser muy angustiante. Pero a veces, existen personas que sí tienen mucha gente alrededor y hasta en su misma casa, pero igualmente se sienten solos, porque no reciben la colaboración que necesitan, ya sea por falta de tiempo de sus familiares, o por egoísmo de quienes le rodean. Pero que diferente es en medio de los problemas que uno enfrenta, saber que puede acudir en todo momento a Dios, sabiendo que Él siempre está dispuesto a ayudarnos. Eso es, el resultado de haber entablado una amistad con Él, el único amigo fiel que nunca falla. Personalmente, practico la oración en todo momento, en los días de alegría, en los tiempos de angustia y de dificultades, pero en éstos últimos, es donde más tengo la certeza de que Jesús está conmigo. Porque luego de llevarle mis problemas a Él orando, recibo una paz inigualable, porque puedo entender que dejé sobre Él mi problema, por lo tanto ya no lo llevo yo sobre mis hombros. Con la confianza puesta en su Palabra, la Biblia, donde me dice: “Por tanto os digo que todo lo que pidieres orando, creed que lo recibiréis y os vendrá” Marcos 11:24 “Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo lo recibiréis”. Mateo 21:22 Y Jesús dijo: “Todo lo que pidan al Padre en mi nombre, Él os lo dará”.

¿Cómo puedo dudar? No tengo ninguna razón para temer, porque Dios cumple lo que promete. Humanamente es lógico sentir un impacto en nuestras emociones, cuando llega una mala noticia, o cuando uno pasa por alguna prueba difícil, pero es imprescindible recordar inmediatamente, que tenemos a quién recurrir, a un Padre amoroso, que cuida a sus hijos, como un padre terrenal lo haría, pero con una gran diferencia, el TODO LO PUEDE, ya que es Todopoderoso. Yo siempre pienso, si él, todo lo puede y me ama: ¿Por qué motivo no iba a querer ayudarme? Por eso en él espero confiadamente, y sé firmemente que voy a ver la solución a mis problemas, porque toda mi esperanza, está puesta en Jesús.

EL DESALIENTO

Cuentan que en una oportunidad, el diablo se retiraba de sus negocios por lo que puso en venta todas sus herramientas. Colocó en exhibición cada una de ellas, para que llamaran la atención y realmente era un lote siniestro: Odio, celos, envidia, maldad, sensualidad, engaños. Aparte del lote, había un instrumento de aspecto inofensivo, en forma de cuña, muy gastado, cuyo precio, era el más alto de todos. Alguien le preguntó al diablo como se llamaba ese instrumento, y él le respondió: “Desaliento”. -¿Por qué es tan alto el precio?- le preguntó la persona. A lo que el diablo le contestó: - Ese instrumento me es más útil que todos los demás, porque cuando todas las demás herramientas fallan, puedo con éste entrar en la conciencia del ser humano y una vez adentro, por medio del desaliento, puedo hacer de esa persona lo que se me antoje. Está muy gastado, porque lo uso con casi todo el mundo porque como muy pocas personas saben que me pertenece, lo puedo usar continuamente para lograr mis propósitos”. Pero el precio para este instrumento: “Desaliento” es tan alto, que aún sigue siendo propiedad del diablo. Por medio de esta herramienta, hace que nuestras fuerzas decaigan, nos quita el deseo de seguir viviendo. Vemos solamente el punto negro en la inmensa hoja blanca, en vez de ver una hoja blanca con un pequeño punto negro. Sentimos como que todo lo negativo que anda dando vueltas por ahí, nos pasa a nosotros. El desaliento, es el arma más usada por el diablo, tenemos que detectar ese síntoma a tiempo, y entregárselo a Dios, pidiéndole nuevas fuerzas del cielo para continuar. Dice la Biblia que el diablo, cegó el entendimiento del hombre, para que la luz de Dios no le resplandezca. Si se siente desalentado, pídale a Dios que ilumine su entendimiento, para poder ver que no todo está perdido. Si usted pone su confianza en Él, lo sacará de ese pozo

cenagoso, y lo elevará a las alturas, para que pueda volar como las águilas. Desde las allí, verá las cosas desde otra perspectiva, verán sus circunstancias como las ve Él y le mostrará que para el que en Él cree, nada es imposible. Porque todas las cosas ayudan para bien a los que aman a Dios. El desaliento desaparecerá, cuando Jesús le haga sentir que usted no está solo, porque Él prometió estar a su lado, todos los días hasta el fin del mundo. La llave para esa bendición está en sus manos, si usted decide entregarle su vida a Jesús, quien murió para que usted no tenga que sufrir. Se puso en nuestro lugar como dice la Biblia, para que todo aquel que en él crea, no se pierda, más tenga vida eterna. Recíbalo hoy en su corazón, Simplemente invitándolo a que entre y él lo hará.

LA DEPRESION

La historia de Elías está en la Biblia. Elías fue un hombre que sufrió una profunda depresión luego de una gran victoria, porque se dejó llevar por el miedo, porque una mujer lo amenazó de muerte. Se hundió en como alguien denominó: “El pantano de la depresión”. La Biblia nos cuenta lo siguiente: “Viendo, pues el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida... Y se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro y deseando morirse, dijo: Basta ya, Oh Dios, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 1 Reyes 19:3-4” Elías tocó fondo, verá que dice: “Deseando morirse”, estaba sufriendo una profunda depresión. También hay en la Biblia otra persona que sufrió depresión y fue Jeremías, En un momento dijo en Jeremías 20: 14: “Maldito el día que nací” “Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido.” Dios quiso que quedaran escritas estas cosas en la Biblia, para que no tengamos temor de ser humanos, es decir, no pensemos que no tenemos derecho a sentir ciertas cosas, Dios desea que podamos mostrarnos ante Él, como somos, en nuestra genuina humanidad. La profunda depresión se manifiesta tanto en lo físico, como en lo emocional y en lo espiritual. La depresión nos paraliza. Perdemos conciencia de lo que sucede a nuestro alrededor. Sentimos como si nos estuviéramos hundiendo, sin que nada logre detener nuestra caída. Cuando el pantano lo absorbe, no hay de donde aferrarse. Las experiencias exitosas, del pasado, no nos pueden ayudar. Dios busca a Elías donde está, en medio de su angustia, no impide que viva su dificultad, pero lo sigue y lo acompaña en medio de ese conflicto, no lo abandona. Dios reconoce las necesidades de Elías: Un ángel, despierta a Elías y le dice: “Come”. Y luego lo deja

dormir, pero solo lo necesario, porque lo vuelve a despertar para decirle que coma nuevamente, porque sabe que necesita recuperar fuerzas, pero al mismo tiempo lo deja terminar de vivir ese problema. Si está atravesando ese tipo de circunstancias debe buscar a Dios, porque para él nada es imposible. Sólo Él, puede impedir que se siga hundiendo en ese profundo pantano. Él lo entiende, porque cuando estuvo en la tierra pasó por momentos de depresión, dice la Biblia, que pasó por “todo” lo que nosotros pasamos, por eso nos puede comprender y compadecerse. Pero cuando nos acercamos a Él, solo un toque de Dios sobre nuestras vidas, es suficiente para sacarnos de la más profunda depresión. He escuchado muchos testimonios, de personas que no saben de la depresión sólo en teoría, o porque han leído sobre el tema, sino porque ellos mismos vivieron en un profundo pozo de angustia. Pero pudieron salir con la ayuda sobrenatural de Dios. Dios está ahí mismo, junto a usted ahora, entréguele su corazón y su vida. Le aseguro que con su ayuda, usted también podrá salir de la depresión. Si está pensando en este momento: “No puedo más”. Dios le está contestando: “Yo sí puedo, acércate a mí y saldrás de la depresión” Dios lo hace.

EL VACIO INTERIOR ¿Con qué llenar el vacío interior? ¿Por qué la alegría no persiste en mi corazón? Seguramente alguna vez tuvo las mismas inquietudes. Aunque en mi caso particular, aparentemente lo tenía todo para ser feliz: buena posición económica, una isla en El Tigre, para descansar los fines de semana. marido, hijos, departamentos alquilados que me proporcionaban una renta que me daba seguridad. Mi familia gozaba de buena salud, teníamos un auto último modelo. ¿Qué más podía desear para ser feliz? Realmente no se me ocurre. Sin embargo, esta serie de cuestionamientos seguían en mi interior: ¿Qué me falta? ¿Por qué no puedo ser feliz más de un día? ¿Por qué luego de grandes alegrías siento esa sensación de vacío, como que algo me faltara? Cuando estaba en algún lugar, deseaba estar en otro, por ello me sentía melancólica. Cuando estaba con una persona, extrañaba a otra y me entristecía. ¿Por qué nada lograba llenar mi vacío interior? Realmente no encontraba una respuesta para tantas preguntas. Y me sentía culpable de ser tan desagradecida, porque teniéndolo todo, aún estaba triste. ¿Qué más necesitaba para sentirme plena? No lograba descubrirlo. Pero un día llegó a mi vida alguien, del cuál me dijeron, que podía llenar el vacío que había en mi corazón, porque ese vacío tenía su forma y por lo tanto ninguna otra cosa lo lograría llenar. Poco a poco fui conociéndolo y me fue cautivando. Cuando comencé a sentir su presencia en mi ser, perdí el interés por todo lo demás, porque nada más podía darme esa sensación de plenitud que Él me daba. Comencé a desear cada día más y más de su presencia. Y así se convirtió en alguien imprescindible para mí. Porque fue saciando esa sed y esa insatisfacción constante que yo tenía.

Fue llenando el vacío de mi corazón. Y aunque ya no poseo todas esas cosas materiales que tenía, nunca más sentí, esa sensación de felicidad pasajera. Ya no deseo estar en otro lugar cuando estoy en su presencia y tampoco extraño a otras personas cuando él está conmigo. Y hoy puedo decir que me siento plena, su paz y amor inundan mi ser. Por eso, ya no existe ese vacío en mi ser y no hay lugar para nada más, porque él logra llenarlo todo. Pero es tan fuerte ese amor, que no puedo contenerlo dentro mío, necesito compartirlo, necesito amar a quienes tengo a mi lado. Porque siento que su amor me desborda y no lo puedo retener. Porque el amor que me da, es para compartirlo con todo aquel que sufre, con el que necesita ser escuchado, con el que desea conocerlo. Para eso vino a mi vida el amor de JESÚS.

CAPITULO III

... ¿Y SI SEMBRAMOS AMOR?

Escuché a una política por televisión, citar la frase: “El que siembra vientos, recoge tempestades”. Y me hizo pensar que eso es cierto. Pero también me hizo reflexionar: ¿Qué sucedería si sembráramos amor? Dios nos enseña en su Palabra: la Biblia; que en la vida cosechamos todo aquello que sembramos. Eso nos hace recapacitar, porque muchas veces recibimos de nuestro prójimo, lo mismo que ellos reciben de nuestra parte, claro, que sin que nos demos cuenta. En ocasiones decimos: ¡Qué mal me contestó tal o cual persona! Pero muy pocas veces nos preguntamos: ¿Qué hice yo, para que esa persona reaccione de esa manera? Por eso es tan importante, cuando recibimos una reacción áspera de una persona, en vez de enojarnos y pensar: ¡Qué mala o malo es! Detenernos y preguntarle: (De buena manera por supuesto) - ¿Hice o dije algo que te molestó? Si es así, perdoname. Le aseguro, que eso limará toda aspereza y no solo sanará su corazón, sino también el de la otra persona. Otras veces, frente a reacciones inesperadas de nuestro prójimo, deberíamos, antes de enojarnos, pensar, por qué puede estar reaccionando de esa manera esta persona. Muchas veces hay heridas en nuestro corazón, que arrastramos en algunos casos desde la niñez, que nos motivan a reaccionar inexplicablemente frente algunas circunstancias. En realidad, es como cuando nos lastimamos cualquier parte del cuerpo, y nos tocan en ese lugar, nos duele, aunque no nos hayan tocado demasiado fuerte, lo que ocurre, es que está la herida y cualquier roce nos hace doler. Esas heridas que hay en nuestro corazón, durante largos años, hacen que en esas oportunidades en las cuales se repite el hecho del pasado, o acontece algo parecido, nos

hace reaccionar mal, porque estamos lastimados. Por eso, es importante entender que algo le está ocurriendo a la persona que reacciona de mala manera. Debemos luchar cada día, por vivir en armonía con nuestros semejantes. Debería ser nuestra meta primordial, para lograr transitar por esta vida, en paz. NO ES DIFÍCIL. Es suficiente, con no hacerle o decirle a la otra persona, lo que a nosotros no nos gusta que nos hagan o nos digan, con eso bastará. En realidad, nos demandará pensar antes de hablar, ese es un gesto de amor, las palabras son como un arma, que una vez que dispara, no puede volver la bala hacia atrás, porque ya hirió a la persona, no se puede retroceder de ninguna manera. Por eso deberíamos detenernos y pensar, como va a recibir lo que voy a decir la otra persona, o como lo recibiría yo, si me lo dijeran. Eso nos ayudará a vivir en armonía. No debemos acusar siempre a otros, como si fuéramos los únicos buenos sobre la tierra, porque la mayoría de las veces cosechamos lo mismo que sembramos. Si sembramos amor... que en realidad de eso se trata la actitud de pensar antes de herir con nuestras palabras; vamos a cosechar amor, con un regalo extra: VIVIR EN ARMONIA. Decidámonos a sembrar amor

PERDONAR Seguramente todos deseamos vivir en paz, con alegría en nuestro corazón, en armonía en nuestro hogar y en prosperidad. Pero hay factores que pueden impedir que todo eso suceda. Durante el transcurso de nuestra vida, ocurrieron acontecimientos que nos marcaron, por haber sido: Defraudados, engañados, abusados, incomprendidos, abandonados, traicionados, etc., Todas esas circunstancias, originaron heridas en nuestro corazón, que produjeron en muchos casos raíces de amargura, las cuales quisimos tapar diciendo: ”Yo ya me olvidé, yo ya perdoné...” Y estamos convencidos de ello. Pero cuando algún acontecimiento parecido, ocurre en nuestras vidas, nos hace reaccionar mal, aunque lo que esté ocurriendo, no sea tan grave como lo vivido anteriormente. Cuando nos lastimamos la mano, por ejemplo, cualquier roce con la herida nos duele, nos hace sufrir. Con las heridas del corazón pasa lo mismo. No podemos ser felices con heridas abiertas en nuestro corazón, no lo lograremos, por más que hagamos todo el esfuerzo del mundo. Debemos tomar decisiones personales y fundamentales para lograrlo. Cuando los discípulos le dijeron a Jesús “Enséñanos a orar” Él les enseñó el Padre nuestro. En Mateo 6: 14 la Santa Biblia, dice: “Si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará el Padre que está en los cielos, pero si no perdonáis... tampoco los perdonará a ustedes el Padre”. Entonces le preguntaron: ¿Cuántas veces debemos perdonar? Y Jesús les contestó: “Setenta veces siete”. Con lo que quiso decirles, no las cuenten, solo perdonen las veces que sea necesario. En otro pasaje les dijo: “Perdonad y

seréis perdonados.” Podemos decir: - Claro, para Jesús es fácil decir que perdonemos, pero solo yo sé, lo que me hicieron sufrir. Pero no es así, para Jesús no fue fácil, porque Él lo sufrió todo, por eso nos puede comprender. Él quiso dejarnos ejemplo, y nos demostró que si Él pudo perdonar, mientras era un hombre en la tierra, nosotros también podemos hacerlo. Hay varios pasajes en la Biblia, donde podemos comprobar que Jesús sufrió todas las cosas y otras mucho peores de las que nosotros podemos llegar a pasar. Por ejemplo nos dice la Biblia: “Tenía sed y le dieron para beber vinagre y hiel.” Por eso nos comprende cuando tenemos sed de tantas cosas, por ejemplo sed de amor, y recibimos maldad, egoísmo. Fue avergonzado, lo desnudaron ante toda la multitud. Por eso entiende cuando nos avergüenzan. Sufrió la burla de todos: Con ese cartel que clavaron en la cruz sobre su cabeza donde decía: “Este es el rey de los judíos”. ¿Se imagina? Él puede comprenderle cuando se burlan de usted. Sufrió injusticia: Fue crucificado siendo santo y sin pecado, entre dos delincuentes uno de cada lado. ¿Han sido injustos con usted? Él le entiende. Lo insultaron: “Los que pasaban le gritaban insultos, meneando sus cabezas”. ¿Alguna vez le insultaron? Jesús le entiende. Se burlaron de su fe: “Confió en Dios, que le libre ahora si lo quiere, él dijo soy hijo de Dios” ¡Cuántas veces se burlan de nuestra fe! ¿No es así? Lo injuriaron los ladrones que estaban junto a él: “Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros” Sufrió dolor en su cuerpo. Porque morir colgado en una cruz; era la forma más dolorosa, cruel y espantosa que existía, el cuerpo se iba deshaciendo lentamente. ¿Cómo puede Jesús no comprenderle cuando está enfermo y sufriendo dolores en su cuerpo, si el mismo los sufrió? Sufrió el desamparo de su Padre. Dios no podía tener comunión con el pecado, lo abandonó cuando todo el

pecado del mundo cayó sobre Jesús. Para que al creer, nosotros en Él, quedáramos libres del pecado y así convertirnos en Hijos de Dios. Porque antes éramos solo criaturas de Dios. ¿Alguna vez se sintió usted abandonado? Él le entiende, porque lo sufrió. Pero aún en medio de todo ese sufrimiento, pudo decir en Lucas 23:34: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Y lo hizo solo para demostrarnos que si Él pudo perdonar, nosotros también podemos hacerlo. Él perdonó por obediencia al Padre. ¿No merece Jesús, que dio su vida por nosotros, que perdonemos por obediencia a Él? No debemos esperar a sentirlo, porque eso nunca ocurrirá, porque humanamente podemos pensar con razón, que la otra persona no merece nuestro perdón, pero el perdón es por obediencia a aquel que lo hizo primero. No perdonamos para hacerle un favor al que nos ofendió. Muchas veces sucede, que la persona no se entera de nuestra decisión, pero decidimos hacerlo, porque cuando perdonamos, la paz vuelve a inundar nuestro corazón. Perdonamos por Jesús, porque él nos dejó el ejemplo y nos enseñó de esa manera, que el perdón es una decisión, no un sentimiento, que nos conviene a nosotros, más que a la persona que nos agravió. Es entonces, cuando Dios sana nuestro corazón y somos libres. Cuando no perdonamos, hay espíritus de resentimiento que nos gobiernan; y nuestra vida y nuestra familia se terminan de destruir. Para lograr tener un corazón sano, y una vida llena de paz, y alegría, le invito a que se decida a perdonar a la persona que a usted lo ha lastimado u ofendido. Y si es alguien que ya no está, un familiar, o un amigo, quién alguna vez le dañó a usted, no importa cuando, escriba en un papel: Fulano de tal, te perdono en el nombre de Jesús, esté viva o no la persona y después pídale a Dios que le perdone a usted por haber guardado resentimiento, quizás por años y rompa ese papel, como señal de que perdonó.

Y luego dele gracias a Dios por la paz que Él, le va a dar por haber perdonado como él lo hizo. Si tiene la posibilidad de pedirle perdón o perdonar a la persona que tiene a su lado, le aliento a hacerlo, porque se sorprenderá, y comprobará, que el único beneficiado de tomar esa decisión será usted, porque la paz de Dios, llenará su corazón y podrá comenzar de nuevo... Haga la prueba. Sí, podrá volver a empezar...

AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO Me sorprendí cuando escuché por primera vez a mi Pastor, explicar el significado de las palabras del título de este capítulo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. ¿Cómo puedo amar a mi prójimo como a mí mismo? Mi Pastor Osvaldo Carnival, comenzó a explicar un día en una prédica, que demostramos el amor que nos tenemos a nosotros mismos, cuidándonos y atendiendo a nuestras necesidades. Él decía que por ejemplo: Cuando hace frío, nos abrigamos. Cuando tenemos hambre, inmediatamente tratamos de proveernos de alimentos. Cuando nos duele la cabeza, tomamos una aspirina. Y así, estamos atentos a cada detalle que demanda nuestro cuerpo o nuestra mente. Él explicaba que de igual manera, podemos expresar amor a nuestros semejantes. Cuidándolos, protegiéndolos. Dándole abrigo a quién no lo tiene, dándole alimento al que tiene hambre, si está a nuestro alcance. La Palabra de Dios dice en el libro de Proverbios 3:28: “No digas a tu prójimo: ve y vuelve y mañana te daré cuando tienes contigo que darle.” En una oportunidad Jesús dijo también en su Palabra, la Biblia: Por cuanto estuve preso y me visitaste, tuve sed y me diste de beber... Inmediatamente le preguntaron sus discípulos: “Señor ¿Cuándo te visitamos y cuándo te dimos de beber? Y Jesús les contestó: Cuando lo hiciste con uno de estos pequeñitos, conmigo lo hicisteis. ¡Qué enseñanza! ¡Qué difícil es poder ver en nuestro prójimo a Jesús! ¿Verdad? Parece que nos resulta más fácil decir: Amo a Dios, porque no lo vemos. Pero también dijo Jesús: Si no aman a quien pueden ver ¿Cómo podrían amar a Dios que no lo ven? La Biblia nos anima a hacer todo “como para Dios”, de esa manera todo resulta más fácil, porque nuestro corazón está agradecido, por lo que él hizo por nosotros. Entonces amar a nuestro prójimo, también es el resultado de amar a Dios y estar agradecidos.

Hay una frase que siempre digo, que mis hijos están bastante cansados de escuchar, pero que realmente es la clave para llevarse bien en las relaciones interpersonales: “No le hagas a otros lo que no te gusta que te hagan.” Porque todos sabemos lo que no nos gusta, por lo tanto, no hacerle a otros esas mismas cosas, no es tan difícil, para poder vivir en armonía. Y también hacer con otros lo que nos gusta que nos hagan, será una demostración de amor al prójimo. ¿Será tan difícil lograrlo?

PUERTAS ABIERTAS Hace algunos días, llegué al lugar donde me reúno todos los miércoles, y suelo encontrar la puerta entornada, pero esta vez, estaba cerrada. Una puerta, que a mi entender, se abría solamente del lado de adentro. De manera que comencé a golpear, pero nadie me abrió. Eso me hacía perder tiempo, ya que tenía una reunión a esa hora. Insistí dos veces más y como no recibía respuesta, intenté abrirla. Para mi sorpresa el picaporte giró y la puerta se abrió. A raíz de esto, pensé en cuantos momentos de la vida, nuestros preconceptos nos hacen perder oportunidades. Claro, porque cuando creemos que no tenemos chance de lograr algo, ni siquiera intentamos conseguirlo. Piense entonces, cuántas ocasiones perdemos, por no intentar ni siquiera comprobar si hay posibilidades o no. Una de las causas, puede ser quizás el prejuicio de la edad, pensar que uno es demasiado joven o demasiado viejo. Cuando por el contrario usted puede conseguir todo lo que se proponga en la vida. Con perseverancia y con la guía de Dios, sabrá si realmente conviene, aquello que quiere lograr. Si es voluntad de Dios para su vida, usted lo obtendrá, con trabajo, con oración, y sobre todo con entusiasmo. Nunca pierda el entusiasmo. Porque la palabra: “entusiasmo”, viene del griego: “ENTEOS” que significa Dios en nosotros. ¿Se da cuenta? Y la Palabra de Dios dice: “En Dios haremos proezas”, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”- “Si Dios conmigo ¿quién contra mí? “Mira que te mando que te esfuerces y que seas muy valiente, no temas ni desmayes, porque yo, tu Dios, estaré contigo donde quiera que vayas”, “Para Dios no hay nada imposible”. ¿Se da cuenta? No hay oportunidad siquiera para dudar, porque si Dios

está en nosotros, podemos lograr cualquier cosa que nos propongamos en la vida. Debido a mi cambio de actitud, desde este año, tuve una mirada diferente frente a las circunstancias. Noté cuando me tocó invitar a personas para diferentes eventos, a un encuentro, o a reuniones de diferente índole, que una persona que realmente desea ir a un sitio, lo logra. Todo lo demás son pretextos, no digo que no sea legítimo lo que dice la persona, sino que son excusas que justifican el no asistir a un lugar, que en realidad, no desea o no le atrae demasiado. Pude comprobarlo, al invitar a una persona a una reunión, en un horario que era totalmente imposible que pudiera asistir por su trabajo. Pero para mi sorpresa ella asistió. Realmente no sé como hizo, pero allí estaba Olga en esa reunión que le pareció interesante, porque era un curso, para una nueva tarea. En otra ocasión, pude apreciar el esfuerzo que hizo Mónica, que vive en El Tigre, para concurrir a un retiro de fin de semana. El punto de partida era en el barrio porteño de Parque Chacabuco, para tomar el micro que la llevaría hasta González Catán. Toda una travesía ¿verdad? ¿Qué motivó a Mónica a esforzarse tanto? Fue la convicción que ella tenía, de que le convenía ir a ese fin de semana especial, porque lo necesitaba, lo anhelaba. ¿No le parece que hubiera sido justificable si ella hubiera dicho, no puedo ir porque vivo muy lejos? Claro que sí, pero ella deseaba ir y nada ni nadie la hubiera podido detener. Ella tomó el picaporte, lo giró, abrió la puerta, entró, y recibió toda la bendición que Dios tenía preparada para ella. Por eso, luego de comprobar varios casos, ya no acepto un “no puede” o un “no puedo” espontáneo por respuesta, sin que antes la persona por lo menos lo intente. Estoy convencida de que todos podemos acomodar las cosas para lograr ir, a donde de verdad queremos ir. Dígale a una chica enamorada, que no puede ir a

encontrarse con su novio, si antes no estudia. Creo que ella va estudiar con tanto ahínco, hasta demostrar que sabe toda la lección, para poder ir a ver a su amado. No me la imagino llamando a su novio, y diciéndole: “No puedo ir porque tengo que estudiar”. Entonces ¡no hay edad, no hay situación económica, no hay enfermedad, que pueda detenernos para lograr lo que anhelamos! Cuando tenía once años, caí en cama enferma. Era una tarde de domingo, en la cual iba a ir con mi profesora de acordeón a piano y mis compañeros a tocar en una confitería en la que había diferentes shows. Pero allí estaba yo, en cama. Pero tenía tantos deseos de ir que me desesperé. Cuando fue a visitarme una compañera, me puse a llorar con tanta angustia por no poder ir a tocar, que mi mamá sorprendida me dijo: “¿Pero que te pasa? No vas porque te sentís mal, no porque yo no te deje”. Pero yo no podía dejar de llorar, así que mi mamá me dijo que si me animaba a levantarme me llevaba. No puedo explicarle la alegría que sentí, me levanté y fui, a pesar de que me sentía mal. Si realmente deseamos algo, lo logramos, no hay excusa que valga. Todas las puertas que están delante de usted, se pueden abrir, si lo intenta y lo desea de verdad. Piense en esos sueños que quedaron truncos, por diferentes motivos o por otras personas. Sueñe, ore, y actúe. Dios está con usted. La puerta que usted tiene delante se abrirá, avance en el nombre de Jesús.

CAPITULO IV DIOS ES FIEL

Yo me pregunto si el ser humano podrá ser fiel de verdad. Y luego de muchos desengaños y desilusiones, llegué a la conclusión de que nadie puede ser totalmente fiel. Porque habrá circunstancias, en el diario caminar, que nos harán pensar en nuestra propia conveniencia. Y eso puede llevarnos a mentir, a quedarnos con algo de alguien, pensando que eso no es verdaderamente importante, quizás por su bajo costo. O traicionar a la pareja, pensando que es solo una canita al aire, o que es para no pasar por tonto, o porque todos lo hacen. Y lamentablemente, queriendo o no, se deja de ser fiel. Pero un día conocí a alguien, que sí es fiel, pase lo que pase, y pierda lo que pierda, aunque lo que pierda sea su propia vida. Alguien obediente hasta el fin, generoso sin condiciones, que me ama, aunque yo tenga mil defectos. Que está conmigo, siempre, cuando lo necesito, para acompañarme en mis momentos de tristeza, o en mis días de alegría. Es quien me da de beber cuando tengo sed, de esa agua que quita la sed para siempre. Es alguien que cuando todos me abandonan, permanece a mi lado, diciéndome: “No estás sola, yo estoy contigo”. Esa persona, es la única verdaderamente fiel, alguien que nunca me va a fallar ni abandonar, va a estar conmigo siempre, porque se convirtió en mi MEJOR AMIGO, y quiere ser también tu mejor amigo, te lo presento, se llama Jesús. Ábrele tu corazón hoy mismo. Jesús sí, es FIEL.

¿PARA QUÉ NOS LLAMÓ JESÚS? (Dedicado a los hijos de Dios)

Jesús nos llamó para que estuviéramos con Él. Cuando Jesús llamó a Mateo, le dijo solamente: “Sígueme”. Mateo 9:9; Marcos 1:17 Cuando llamó a Simón y Andrés, les dijo: solamente: “Venid en pos de mí”. No les dio una tarea, desde el principio, los invitó a estar con Él, para conocerse, saber sobre sus gustos, que ellos también aprendieran lo que a él le gustaba y lo que no. En Hebreos 12:2 dice: “Puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe” No podemos poner los ojos, sobre alguien que no está frente a nosotros, primero tenemos que estar con esa persona y luego mirarla. Para poner los ojos en Jesús, tenemos primero que estar con Él. Eso hará que nos enamoremos de Jesús, en realidad, si lo conocemos, si pasamos tiempo con Él, eso es muy fácil, porque no hay nada, ni nadie más hermoso que Él. No hay otro lugar más hermoso que su presencia. Sólo Jesús puede darnos: “Esa paz que sobrepasa todo entendimiento”. (Filipenses 6:4-6) En el libro de Apocalipsis 2:2-3, el mensaje a las iglesias. Es un mensaje dirigido a creyentes, no a incrédulos. Iba dirigido a personas que servían a Dios, que estaban quizás muy ocupadas en la obra de Dios, que le habían entregado sus vidas. Sin embargo, les dice: “Conozco tus obras... pero has perdido tu primer amor...” ¿Qué significaba Jesús para usted cuando lo conoció? Cuando llegó a la iglesia y Dios lo sacó de la situación en que se encontraba. Quizás, lo sanó de la enfermedad que tenía, o lo libró de la división que había en su hogar. ¿Qué sentía su corazón por Jesús en ese momento? Agradecimiento, amor profundo, deseos de orar, de leer la Palabra de Dios, y descubrir sus promesas, descubrir uno de esos 365: “No temas,” que hay en la Biblia para cada día

del año. Deseos de no faltar a ningún culto... El llamado es para estar con Jesús, para pasar tiempo con él. El servicio es la consecuencia del amor que sentimos por Jesús. Es por amor, no por presión, ni por obligación. Es para Él, por agradecimiento por lo que él hizo por nosotros, al recordar de donde nos sacó: De la depresión, del ocultismo, de la adicción, de tantas otras cosas quizás... El servicio es una consecuencia del agradecimiento que uno siente hacia él, porque Él nos amó primero, y se entregó en la cruz por cada uno de nosotros. Es por eso que nace el compromiso de hablarle a otras personas de Él, por agradecimiento. “SÍGUEME... VEN TRAS DE MÍ...” El llamado es a estar con Él, a seguirle. Jesús prometió estar “todos los días hasta el fin del mundo”, en Mateo 28:20 Él quiere estar todos los días con nosotros. ¡Qué privilegio! Nos llama a orar, a estar en su presencia. La oración debe ser ese momento de refrigerio, que tanto anhelamos durante todo el día, ese momento de paz, de descanso, no una obligación, No debe hacerse para cumplir, tampoco para no sentirse culpable al final del día, al pensar: “Hoy no oré”. Mi pastor, dice que a veces salimos peor de lo que llegamos al momento de oración, porque la oración no debe ser un tiempo para quejarnos, y solamente presentar los problemas delante de él e irnos. Debe ser un diálogo, no un monólogo. A veces cuando Dios quiere contestarnos, ya nos paramos y nos vamos, lo dejamos con la palabra en la boca, cosa que no haríamos con nadie. Él quiere respondernos, en medio del silencio que hacemos para escucharle. A veces estamos ocupados y sentimos que él nos llama a orar, y pensamos: “Tengo que terminar lo que estoy

haciendo, después voy”. Deberíamos recordar que Jesús siempre debe estar primero. Cuando oramos le decimos Señor quiero que seas el centro de mi vida, el primero. Pero si cuando nos llama a orar, le decimos: “Esperá, después voy, ahora estoy muy ocupado”, ya no lo estamos poniendo en primer lugar. Debemos diferenciar lo urgente de lo imprescindible. Primero Él, después todo lo demás. Generalmente, no es tan importante la cantidad de tiempo que estemos orando, sino la calidad de la oración. Además Dios no nos pide más de lo que podemos hacer, si no tenemos mucho tiempo antes de ir a trabajar, Dios lo sabe, no hace falta que se lo expliquemos. Es muy bueno comenzar el día saludándolo a él primero, como enseña el Evangelista Benny Hinn, en el libro “Buenos días Espíritu Santo”, si no lo leyó, léalo y si lo leyó vuelva a leerlo. Desde el día que leí ese libro en el año 92, no dejé ni un solo día de decirle: “Buenos Días Espíritu Santo” al despertar, quiero que el primer saludo del día sea para Él. Acudir primero a su llamado, escuchar su voz, sentir su toque, la llenura de su Espíritu Santo y luego seguir con nuestras actividades. Podemos estar trabajando, pero si hay algo imprescindible, dejamos lo que estamos haciendo y lo hacemos ¿No es así? Aunque le parezca fuera de lugar lo que voy a decir, se me ocurre un ejemplo muy gráfico para esta afirmación: Si estamos trabajando y tenemos ganas de ir al baño, no podemos decir después voy, en algún momento va a ser urgente ir y va a ser imprescindible. ¿Cuánto más, si el Señor nos llama porque quiere estar con nosotros? No hay nada más urgente que estar con él, es una necesidad ineludible. Las que somos mamás o abuelas, podemos afirmar que si nuestro hijo, o nuestro nieto nos llama, inmediatamente nos damos vuelta y le decimos: ¿Qué mi amor?

¿Qué decimos cuando nuestro Amado Jesús nos llama? A veces nos despierta dulcemente, solo para que estemos con Él, otras, para que intercedamos por alguien, o para hablarnos. En algunos momentos, para que adoremos con el corazón, para no despertar al que duerme a nuestro lado. Debemos ser fieles a ese llamado. Hay tiempos para clamar, otros para estar simplemente con Él, y sentir la llenura del Espíritu Santo, el aceite que colma nuestras vasijas, para lograr seguir adelante en la vida. Él nos llama, nos seduce. María, cuenta la Biblia, fue seducida por Jesús. (Lucas 10:38-42) Ella disfrutaba de estar a los pies de Jesús escuchándolo. Leí una carta, de autor anónimo, que se titula Carta de tu mejor amigo, donde habla Jesús, muy conmovedora, donde Él dice: “Te esperé a la mañana cuando te despertaste, pero estabas apurado porque te ibas a trabajar. Cuando volviste a la noche pensé: Ahora va a venir a mi presencia, pero tenías mucho que hacer. Antes de acostarte creí que íbamos a estar juntos, pero estabas tan cansado que te dormiste enseguida. Pero yo te sigo esperando”. Es increíble que muchas veces olvidemos el privilegio inmerecido que tenemos, de que nada menos que Dios, esté esperando que nos acerquemos a su presencia, y seamos nosotros, los que no tenemos tiempo para hacerlo” Haciendo una mala comparación, es como si el presidente de un país citara a uno de los tantos habitantes del país, para tener una entrevista, realmente no me imagino a esa persona diciéndole: “Mire no voy porque no tengo tiempo, estoy muy ocupado, si puedo en otro momento voy”. En nuestro caso no es un simple hombre, un simple presidente, es Dios, el Creador de todo lo que tenemos y de nosotros mismos, el que desea que estemos con Él, porque fuimos creados para estar con Él. ¿Cómo podemos negarnos? El llamado es para estar con Jesús.

Luego en Marcos 3:14 dice: “Y... para enviarlos a predicar, echar fuera demonios, etc.,”. No dice: los llamó para enviarlos a predicar, a echar fuera demonios “y”, para estar con Él. Primero lo primero. Y lo primero es pasar tiempo con Jesús cada día. Si no estamos con Él, si no lo conocemos cada día más, no tendremos nada para dar, y nuestro servicio será vacío, nuestra tierra estará seca. Es nuestra decisión y son nuestras prioridades.

¡QUÉ BUENO ES SABERLO! Quiero darle una buena noticia, por si usted no lo sabía: “La tentación no es pecado”. Por años el diablo nos tenía engañados, haciéndonos creer que ser tentados nos convertía en pecadores y que Dios nos desechaba, a tal punto, que no nos atrevíamos ni siquiera a orar, pensando que Dios estaría enojado con nosotros. Pero no es así ¿Quién será el hombre o la mujer que esté libre de pasar por momentos de tentación? Eso es imposible mientras transitemos por esta vida. Pero lo bueno es distinguir y diferenciar las cosas. La Biblia, la Palabra de Dios, dice que el mismo Jesús fue tentado en todo, pero con una diferencia muy importante, dice: “Pero no pecó”. Vea que dice que fue tentado en “Todo”, quiere decir que no hubo ninguna circunstancia en la que no haya sido tentado. ¿Cómo no va a comprendernos? Si estando en la tierra, él mismo lo pasó. Pero ¡Qué maravilloso ejemplo nos dejó! Porque quiere decir que sí él pudo vencer la tentación, siendo un hombre aquí en la tierra, nosotros también podemos hacerlo. O sea que no podemos decir: ¡Ah claro, porque él es Dios! No, porque hasta en eso pensó Dios, (para que nosotros no podamos decir eso), envió a Jesús en forma de hombre, como nosotros, para que pase por todas las circunstancias que nosotros pasamos en la vida, mostrándonos el camino, por donde transitar, solo debemos seguir sus pisadas, el camino ya está hecho. Es muy fácil, ante las dudas que se presentan en la vida, solo debemos preguntarnos: ¿Jesús haría esto que me proponen a mí? Si la respuesta es no, o hay dudas de que él lo hiciera. Ya sabemos lo que tenemos que contestar: “NO”. Otra pregunta interesante ante las propuestas que nos despiertan dudas es: ¿Lo haría yo a la luz del día y a la

vista de todo el mundo? Si no es así, la respuesta que debemos dar es clara: “NO”. Jesús es nuestro ejemplo, y la Biblia nuestro manual de vida. ¿Qué hacer frente a las tentaciones? Primero identificarlas y reconocerlas. El segundo paso que parece difícil, pero que con la ayuda de Dios no lo es, es decidirnos a no ceder frente a ellas. El tercer paso es postrarnos delante de Dios y ser sinceros, decirle: Padre estoy siendo tentado en tal o cual situación, pero yo quiero agradarte, no deseo pecar. ¿Se imagina lo que sentiría usted, como padre o como madre, si su hijo viniera a usted y le dijera por ejemplo, por citar algún hecho en particular: “Papá, me están ofreciendo droga, pero yo no quiero probarla, por todo lo que vos me explicaste y me enseñaste. Ayudame”. ¿Cómo se sentiría usted? ¡Qué hermoso comprobar que lo que le enseñó durante tantos años, está dando su fruto! Su hijo no puede impedir ser tentado, pero puede decir: “No quiero”. ¿Qué no haría usted para ayudarlo? Piense que usted siendo limitado por ser un simple ser humano, y no pudiendo estar las veinticuatro horas junto a su hijo, haría todo por ayudarlo. Cuanto más hará Dios, que todo lo puede, percibiendo que usted quiere agradarle a él, no cediendo a la tentación. ¿Cómo no va a librarlo? Es maravillosa la sensación que se siente luego de vencer el impulso de ceder, porque uno comprueba que puede tener control sobre sus emociones. La Biblia tiene un pasaje que explica mejor lo que quiero decir. Dios mismo dice: “No os dejaré ser tentados más de lo que podáis resistir, porque juntamente con la tentación, os daré la salida para que podáis soportar” ¡Qué maravillosa promesa! ¡Qué confianza nace en nuestro corazón! Dios mismo promete ayudarnos a resistir la tentación. Él no nos deja solos, diciendo como nos puede decir el hombre, tenés que resistir, no debés hacer esto o aquello.

¡Como si fuera tan fácil no hacer lo indebido para el ser humano! Hay otro punto importante luego de esta afirmación. ¿Cómo podemos decir: No pude resistir la tentación y caí? Porque eso es mentira delante de Dios, porque si Él que no miente dice: “No dejaré que seas tentado más de lo que puedas soportar”. Decirle: “No pude soportar”, es mentira para Él, porque él mismo dijo: “No dejaré que seas probado más de lo que puedas soportar”. No queda nada librado al azar, si uno no quiero pecar, no lo hace. La Biblia dice: Todo me es lícito, más no todo me conviene... no me debo dejar dominar por nada. No estamos solos, cuando usted sea tentado, dígale al diablo: “No quiero hacer nada que no agrade a Dios, te reprendo en el nombre de Jesús”. Cuando Jesús fue tentado, luego de haber ayunado cuarenta días, antes de ser crucificado. Cuando le contestó al diablo con la Palabra de Dios, porque le ofreció justo lo que necesitaba: Pan. Él le dijo: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios”. ¿Qué otra cosa podía haberle ofrecido Satanás, sino pan, sabiendo que no había comido durante 40 días? Usted debe de estar alerta, porque Satanás le ofrecerá a través de diferentes personas, justo lo que le falte eso que le parezca totalmente atractivo e “irresistible”, algo frente a lo que usted sea vulnerable. Pero en medio de todo eso, prevalecerá lo que Dios le promete: “Hijo, no dejaré que seas tentado más de lo que puedas resistir”. “Si tú deseas agradarme y hacer mi voluntad, por amor y no por miedo a que yo te castigue, yo te libraré”. Él nunca le abandonará, Jesús prometió estar a su lado: “Todos los días hasta el fin del mundo” Pero no olvide que la tentación no es pecado, solo si cede a la tentación estará desagradando a Dios. No permita que el diablo lo llene de culpa, engañándolo. Esa culpa comenzará a rodar como una pequeña bola de nieve y se convertirá en algo tan grande que le hará creer que ya es lo

mismo si cede. No es así, no ceda agrade a su Dios que le ama y dio a su Hijo por usted, para darle libertad. No se imagina la satisfacción y la paz que va a sentir, cuando haya logrado no ceder a la tentación. El broche de oro será, haber logrado que Jesús sonría, orgulloso de usted, por haber conseguido vencer la tentación.

PREPARÁNDOSE PARA EL VIAJE Me sorprende comprobar cada año, como la gente, pase lo que pase, esté atravesando la situación económica que fuere, sin excepción, se prepara para irse de vacaciones. Dejan de lado todo, con tal de irse a disfrutar del mar. Eso es bueno, pero me llama mucho la atención, que no piensen con el mismo interés, en algo que no va a ser solo por quince días, un mes o dos meses, sino por toda la eternidad. La eternidad según el diccionario significa: duración infinita. Espacio de tiempo muy largo. Vida del alma humana, después de la muerte. Algún día tendremos que dejar esta tierra para ir al lugar dispuesto por Dios y el lugar dependerá de la decisión que hayamos tomado y los preparativos que hayamos hecho, durante nuestra vida terrenal. O sea que depende de nosotros, donde vamos a pasar toda la eternidad. ¡Qué responsabilidad la nuestra! Llegará el momento en el que no vamos a poder echarle la culpa a nadie de nuestro final, porque de acuerdo con lo que decidimos en la tierra, será el lugar de destino. Muchos dejan para más adelante esa decisión convencidos de que tienen la vida comprada, pero no es así, nadie puede decidir el día de su muerte, porque nuestra vida le pertenece a Dios, es prestada, nosotros debemos cuidarla y administrarla hasta que nos encontremos con Él. Pero mientras tanto, tenemos tiempo de prepararnos para no llegar a ese día con temor. Pensemos y decidamos el destino de ese viaje, es inmensamente más urgente que elegir el destino de nuestras vacaciones, porque esas terminan, pero la eternidad es como la palabra lo dice, para siempre. Hablando con Beatriz, una querida hermana de mi célula, me sorprendí cuando me contó el diálogo que tuvo con su mamá. Le preguntó: ¿Mamá, imagínate que vos morís hoy,

y te encontrás con Jesús, y él te pregunta: ¿Por qué te tendría que dejar entrar al cielo? ¿Vos qué le contestarías? ¡Qué pregunta tan impactante! ¿Verdad? Realmente uno no sabría que contestarle, sobretodo sabiendo que Dios es Omnisciente, todo lo sabe. Por lo tanto, no podemos esconderle nada de lo que hicimos. ¿Qué excusa podríamos darle? ¿Cómo podríamos mentirle? ¿Usted que le contestaría? Beatriz, me siguió contando que la mamá le contestó: Y... porque soy buena, porque no le hago mal a nadie. Buena respuesta, para nosotros, pero para Dios no es suficiente. La Palabra de Dios, la Biblia, dice: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo” y “El único camino al Padre es Jesús”. Y el mismo dice: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida”. Pero hay un versículo que es la clave de la decisión que debemos tomar mientras estamos en la tierra. Porque Dios no pide nada, sin darnos la provisión para que podamos cumplir. Juan 3:16-17 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que envió a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea, no se pierda, más tenga vida eterna...” “Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que sea salvo por él” Por lo tanto, si aceptamos a Jesús en nuestro corazón, creemos que murió en la cruz para salvarnos, y nos arrepentimos de nuestros pecados, somos salvos. Dios nos ofrece una eternidad maravillosa junto a él para siempre, un futuro glorioso, GRATIS. Gratis para nosotros, porque Jesús lo pagó con su propia vida, el precio fue su sangre. Se puso en el lugar que nos correspondía a nosotros, por amor. ¿Cómo podemos despreciar esta salvación tan grande? Hacemos tantas cosas en la vida ¿Qué nos cuesta obedecer a la Palabra de Dios, que es para nuestro bien? La Palabra de Dios es verdad, y es confiable como ninguna otra cosa en la vida.

Dante Gebel, el pastor de jóvenes, la llama “El manual del fabricante” ¿Compró algún electrodoméstico alguna vez? Seguramente sí, habrá comprobado como siguiendo los pasos del manual del producto, escrito por el fabricante, logramos un perfecto funcionamiento. Dios nos creó, y en su Palabra nos guía en los pasos que debemos seguir, para lograr nuestro mejor funcionamiento. No se olvide un detalle: “Él todo lo sabe”. ¡Cuán fácil parece y que difícil lo hace el hombre! Dios nos dice: “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Dios quiere el bien para sus hijos. Los males llegan al hombre cuando quiere seguir sus propios deseos, sin importarle lo que Dios piense. En la Biblia podemos encontrar todo lo que nos puede llevar a vivir en paz, armonía, alegría y plenitud. La eternidad... Puede ser junto a Dios, o no, la decisión es nuestra... yo estoy preparando mis valijas, deseo estar junto a Él para siempre.

CAPITULO V ¿POR QUÉ NO CREER?

Pareciera que es más fácil creer en lo que podemos ver y tocar. También confiar en nuestras propias fuerzas, que en un Dios que no podemos ver con nuestros propios ojos. Pero lamentablemente, las cosas que vemos, son limitadas, fallan, se debilitan, fracasan. Nuestras fuerzas se terminan, hasta nuestra mente se agota y llega lo que llamamos estrés. Si confiamos en nuestros propios recursos, tarde o temprano vamos a desilusionarnos. Pero ¿Por qué le costará tanto al ser humano, poner su confianza en Dios? Sabiendo de antemano que él es Todopoderoso, Omnisciente, Omnipresente, y un Dios de amor. ¿Será la omnipotencia humana y el orgullo, que no le permite al hombre reconocer que no lo puede todo? Porque aunque uno se esfuerce en ser bueno, en alguna oportunidad va a desilusionar a alguien, aún sin proponérselo. Pero a la persona que ha logrado abrir sus ojos espirituales y activar su fe en Dios, se le revela el mundo sobrenatural de Dios y de su poder. En las pequeñas cosas de la vida, como en las grandes y difíciles, puede ver el poder de Dios manifestado sobre su vida. En la Biblia hay un versículo que me acompaña todos los días de mi vida. Dice: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?” Juan 11:40. Quiere decir que reconociendo que no estoy sola, y que no me va a ocurrir nada que Dios no quiera, puedo caminar tranquila por la vida. Y no olvidando que Dios todo lo puede, solo me pide que crea, sin dudar en su poder él promete ocuparse de mi vida y de mis problemas. Realmente debemos renunciar al espíritu de incredulidad que intenta y muchas veces logra lamentablemente, cegar

nuestro entendimiento para que la luz del evangelio no resplandezca sobre nuestras vidas, y vivamos temerosos, enojados, angustiados, pensando que lo peor de la vida nos pasa a nosotros. En lugar de llevarle a Dios nuestros problemas y descansar en él que nunca falla. ¿Es tan difícil creer en Dios?

SI UD. YA ES UN HIJO DE DIOS Si usted ya conoce al Señor, ya está disfrutando de esa vida abundante que él le brinda. Pero le pido que no se acostumbre a la bendición, como algo que se sobreentiende, siga sorprendiéndose cada día, de su amor perfecto e incondicional, de la provisión sobrenatural que recibe de su mano cada día. No se acostumbre a los milagros como si fuera algo lógico y normal verlos cada día. Asómbrese aún como un niño, al ver la mano misericordiosa de Dios, que viene sobre usted solo por amor y en respuesta a su oración y confianza. Dios, como un padre amoroso, se contenta al ver una sonrisa en sus labios, con palabras de agradecimiento, cada vez que envía una bendición sobre su vida. No pierda el primer amor, ni la expectativa cada domingo, de lo que Dios hará cuando su Gloria descienda sobre usted. No se distraiga en el culto, no se olvide que no es una reunión social, para ver que se puso el hermano, o quién vino o no vino ese día. Es un agasajo al Señor, es un momento de rendición a Dios, y de refrigerio. Es el momento más esperado de la semana, donde su Presencia desciende y vuelve a llenar su vasija, que se ha vaciado durante la semana, dando a otros de lo que ha recibido de Él. ¡No pierda su tiempo! Cierre sus ojos y adórele, Él está ansioso de encontrarse con usted, no desaproveche esa oportunidad, luego llega el momento de terminar el culto y usted se habrá perdido la oportunidad de refrescar su alma en el río del Espíritu Santo. Depende de usted hermano/na. Dios siempre quiere responder a su oración, acudirá a su llamado incondicionalmente. ¿No ha notado y se ha sentido culpable de perdérselo tantas veces, al comprobar que en cuanto lo busca a Él, su presencia desciende sobre su vida? ¡Cuántas horas perdidas! ¿Verdad? El siempre está dispuesto, si no estamos todos los días en

el estado de plenitud que logramos en el culto los domingos, no es porque Dios no quiera, es porque nosotros no lo buscamos en nuestro hogar. Dios desea como dice en su Palabra: “Amado yo deseo que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma” Jesús prometió estar todos los días hasta el fin del mundo, con nosotros. ¿Observó? Él desea estar todos los días con nosotros, entonces cuando no estamos con Jesús todos los días, es porque nosotros no lo deseamos. No perdamos la oportunidad y el privilegio de convivir diariamente con el Señor, que es la mejor compañía que podemos tener. JESÚS LE AMA, hasta el punto de dar su propia vida por usted, no resista al Espíritu Santo de Dios. Él le anhela celosamente y quiere tener el primer lugar en su vida. ¿Qué va a responderle usted? El no solo escucha nuestras palabras, “lee” nuestros hechos. Somos “cartas leídas”. Vuelva al primer amor, Jesús le espera. “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente...”

NOTA FINAL AL LECTOR Querido lector: al finalizar este libro, que tanto soné escribir y publicar, voy a dejarle un mensaje que nace en mi corazón, ojalá lo reciba de esa manera. Si usted aún no le entregó su corazón a Jesús, no postergue más esta decisión, no pierda más tiempo para disfrutar todas las bendiciones que Dios tiene para usted. No le puedo prometer que no va a tener más problemas, pero sí le puedo asegurar, que nunca más va a sentirse solo / la, en medio de las tormentas oscuras de la vida, porque podrá sentir la mano protectora y amorosa de Dios sobre su vida. Ya no caminará por la vida, como las personas que no saben a quién llevarle sus problemas, esos conflictos tan difíciles de solucionar, que lo hacen sentir que no podrá salir de ellos. Yo le puedo asegurar que si usted está tomado fuertemente de la mano de Dios, se cumplirá la promesa que está escrita en la bendita Palabra de Dios: “Para el que cree, todo le es posible”. Solamente asegúrese de qué, o “en quién cree”, porque no solo es suficiente tener fe, lo importante es en quién o en qué, tiene fe. Si su fe está puesta en Dios, crea firmemente porque nadie podrá moverlo de su fe. Dios no falla, Él promete en su Palabra que no serán avergonzados lo que en él confían. Dios es fiel, el único totalmente fiel. Ore, crea y espere. La respuesta llegará. Confíe en aquel que dio a su propio Hijo, para que muriendo en la cruz, en su lugar, pudiera salvarle. Entonces ¿Cómo no le dará todas las demás cosas? ¿Usted daría la vida de su hijo, para ayudar a alguien? Si su respuesta es no, comprobará lo diferente que es Dios a usted. Él lo dio todo, y lo da todo, por aquellos que le aman. Nunca lo dejará, nunca lo desamparará. Si usted dilata el momento de aceptarlo en su corazón, está perdiéndose la oportunidad de ser feliz. Simplemente

eso, usted con su actitud, le está diciendo: Gracias Dios por tu invitación, pero todavía puedo solo. ¡Qué peligro! Mi hijo me preguntaba ayer, porque le sucede a algunas personas a las que yo estoy invitando a recibir a Jesús en su corazón y rendir su vida a él, y no quieren, por qué inmediatamente les suceden cosas en sus vidas, que los hacen tambalear. Mi hijo Cristian me preguntaba si Dios los castiga. Y yo le contesté que Dios no castiga, Él simplemente dice en su Palabra, que él está a la puerta del corazón de la persona y llama, el que le abra, permitirá que entre y habite con él. Lo que sucede es que el picaporte está del lado de adentro, y solo uno puede abrirle, o no. Entonces cuando alguien rechaza la amorosa invitación de Jesús, de convertirse en su mejor amigo, él respetuosamente se retira, y dice: “Bueno parece que no me necesita, puede solo”, y uno es quien pierde esa cobertura sobrenatural de Dios, por propia voluntad. Para que usted entienda, es como cuando llueve, y uno decide salir sin paraguas, inevitablemente se mojará, por propia decisión, en cambio, si decide llevar el paraguas, éste impedirá que usted se moje. Por lo tanto, no se va a enfermar, estará cubierto. Uno mismo decide su presente y su futuro. Estos últimos dos domingos, mi pastor Osvaldo Carnival, estuvo predicando sobre el Salmo 91, si no lo conoce le invito a que lo lea, es maravilloso. Comienza diciendo: “El que habita al abrigo del altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente”. Y explicaba, que todas las bendiciones que expresa este salmo, son para las personas que deciden habitar con Dios, las veinticuatro horas del día, y no para los que visitan cada tanto una iglesia y se conforman con eso. Por eso, continúo con la respuesta que le di a mi hijo, lo que sucede es que cuando uno le dice a Dios: “ No, eso de ir a la iglesia, de rendirte mi vida, no es para mí. Gracias igual, pero yo puedo solo”. El respetuosamente se retira y lo deja tranquilo, no lo cargosea, espera el momento en el que usted se decide a

invitarlo a su corazón. Lo que ocurre, es que cuando no está esa protección de Dios, que uno mismo rechaza con esa actitud, hay poderes espirituales de maldad que atentan contra su familia, su cuerpo, su economía, su mente y al no estar esa hermosa cobertura de Dios sobre su vida. (Recuerde que usted le dijo: "Yo puedo solo") Dios no tiene la culpa de lo que le pasa, él solo le dijo: “Ah bueno, si podés solo, te dejo tranquilo”. Jesús con su sacrificio en la cruz del calvario, pagó todas sus deudas ante Dios, su sangre fue el precio. Y el complemento ideal, además de la protección de su sangre contra el peligro que el diablo pueda poner frente a usted. Está también en la Palabra de Dios, porque él pensó en todo, dice: “...Y por sus llagas fuimos nosotros curados” Así que también le librará de la enfermedad. Cuando usted clame a él por sus dolencias, inmediatamente, las llagas de Jesucristo sanarán su enfermedad. ¿No le parece una pérdida de tiempo no invitarlo a su corazón? Hágalo hoy mismo. Solo dígale Jesús: te abro las puertas de mi corazón, entra a mi vida, perdona mis pecados, lávame con tu sangre preciosa, la que derramaste en la cruz por mí y anota mi nombre en el libro de la vida. Amén. ¿Vio que simple? ¿Vio que es gratis? No hay muchas cosas tan simples y gratis en la vida. Esto debería ser caro. Porque es lo que definirá donde pasará usted toda la eternidad. Si usted le dijo esto a Jesús, lo felicito y le digo: Dios le bendiga hermano / na. Ahora pertenece a la familia de Dios, ya no es solamente una creación de Dios, es su hijo / ja. Y es mi hermano o hermana. Ahora consiga una Biblia, en ella podrá evacuar todas sus dudas. Si no la entiende, ciérrela, y dígale a su autor, el Espíritu Santo de Dios: “Ayúdame a entenderla” y vuelva a leerla, le aseguro que él le hará entender. Busque una iglesia donde se enseñe la Palabra de Dios, recuerde, cuando sucedan allí, cosas que le hagan dudar,

debe buscarlas en la Biblia, si no están allí, lo que le enseñan, no es de Dios. Déjese guiar por el manual del fabricante, como siempre dice el pastor de jóvenes Dante Gebel. Dios le bendiga.

OJOS COLOR AMOR DE RODILLAS... POSTRADO ANTE TI JESUS MIENTRAS TE ADORO, Y ESPERO... QUE PRONTO VENGAS POR MÍ. TRATO DE IMAGINAR, ESE BELLO DIA EN QUE POR FIN PUEDA VERTE... CARA A CARA, OH AMADO JESUS. ¡QUÉ EMOCION SENTIRÉ! AL VER TUS PRECIOSOS OJOS, MIENTRAS TU LUZ ILUMINE MI ROSTRO. ESE DIA COMPRENDERÉ, QUE EXISTE UN COLOR QUE NUNCA CONOCÍ PORQUE TUS OJOS JESUS... SERÁN DE UN COLOR AUN DESCONOCIDO. PORQUE TU SOLA PRESENCIA ME DA PAZ Y ALEGRIA, INUNDA MI SER DE TU AMOR, TU MISERICORDIA INIGUALABLE, ME CUBRE CON TU DULCE COMPAÑÍA; Y TU AMOR JESUS, NO SE PUEDE EXPLICAR... PIENSO AMADO MÍO QUE CUANDO POR FIN PUEDA VERTE. Y CONTEMPLE TUS BELLOS OJOS SEGURAMENTE DESCUBRIRÉ QUE HAY UN COLOR QUE AÚN NO CONOCIA, PORQUE TUS OJOS JESUS, SERÁN... COLOR AMOR. &&&&&&&&&&&

SOLO TU JESÚS No existe una canción... Que no sea para ti. No hay una melodía Donde no estés tú No hay un solo pensamiento, en el que no surja tu nombre No hay palabra que pronuncie, donde tú no estés, Jesús, Te amo... Solo en tu presencia encuentro plenitud. Te he rendido todo. no puedo imaginar mi vida lejos de ti. Te amo, te amo, te amo... Cuando la Gloria de tu presencia, viene sobre mí, ya no existe nada más, solamente anhelo sentir tu abrazo Jesús. Quiero que todos te conozcan que se enamoren de ti Que sientan lo mismo que yo siento por ti. Y a través mío Jesús... háblales. Úsame Señor, úsame Señor, úsame Señor.

HUELLAS ETERNAS ¿Quién más que un escritor, puede decir que fue creado para dejar huellas eternas? El sueño escondido, la creación del alma, la musa inspiradora, las letras gestadas en el corazón... Esas huellas eternas, que traspasan los tiempos, que renacen a través de los años. Palabras, frases, pensamientos, que vuelven a ser leídos de generación en generación. Y pasan de los abuelos a los nietos, de los nietos a sus hijos, los cuales, recomiendan esos párrafos que los emocionaron, inspiraron y marcaron en algún momento de sus vidas, sus emociones. ¿Quién puede imaginar, en qué lugar del mundo alguien toma en sus manos un libro, escrito en el otro extremo del universo, sin que su autor se entere? Las palabras permanecen, porque ni el tiempo, ni la adversidad, ni la distancia, ni el olvido, logran borrar esas letras nacidas en un rincón del corazón, tal vez en una tarde de lluvia, y quedaron grabadas en un libro, que recorre las naciones y lleva una fragmento del corazón del escritor, a otra parte del mundo. Cuál paloma mensajera, vuela a través de los vientos, hasta llegar a esa persona, que tiene sus sentidos preparados, para leer y discernir, el sentimiento que inundó el alma del poeta cuando escribió su obra. Un día quizás, ya no exista el escritor, pero su obra permanecerá y será inmortalizado, porque habrá dejado Huellas Eternas.

SUEÑOS Todo nace en una hoja en blanco, un bolígrafo, o en el teclado de una computadora, de ahí en más, el talento, la imaginación y la poesía, realizan el resto. Esa hoja en blanco se convierte en un jardín florido, una playa soleada, un crucero en alta mar, y tantas otras historias que nacen en el corazón del escritor y llegan al lector, quien en complicidad con él, sueña e imagina estar en ese lugar tan bien relatado por el poeta, quién mientras escribe también se siente en ese lugar. Ya no existe nada a su alrededor, solo el texto que se va deslizando suavemente delante de sus ojos. Cuando termina de escribir, sueña nuevamente, que ese libro recorrerá el mundo y cautivará a millones de lectores. No siempre lo logra, pero no deja de soñar. Escribe, siente en su corazón esa esperanza, que le inspira como su musa inspiradora, luego de cada palabra que surge de la nada y se transforma en un hermoso libro, el cuál gracias al lector se convierte en un sueño compartido, hecho realidad. Escritores: Sueñen, no se detengan... Los que sueñan tienen por qué vivir... Los sueños muchas veces se hacen realidad. ¡Lo mejor está por venir!

INAUGURACION DE HUELLAS ETERNAS PRODUCCIONES

Con la antología, que incluye las obras de los finalistas del I Concurso Literario Internacional de Narrativa Breve, cuyos premios fueron entregados el día 26 de Junio del 2004, en el Centro Cultural General San Martín, con la presencia de la locutora Estela Montes, quién gentilmente nos acompañó, se realizó la presentación de la antología, que dio nombre a la Colección “Huellas Eternas I”, la cual verá nacer innumerables libros, de incontables autores noveles, nacionales e internacionales, que sueñan con publicar sus obras. En Enero del 2005, inauguramos “Huellas Eternas Producciones” y la librería virtual: www.tiendavirtualhuellas.es.tl, donde los autores venden sus libros directamente con su dirección de mail, sin abonar absolutamente a la librería virtual, editando su libro en nuestra editorial. Tenemos una propuesta para usted que piensa que es imposible que sus textos vayan del cajón del escritorio, a las manos de los lectores, que disfrutarán leyéndolos y recomendándolos. Con la nueva modalidad impresión a pedido “Huellas Eternas Producciones”. le permite publicar su libro desde 50 o 100 ejemplares, en adelante, realizando luego de venderlos reediciones, impidiendo así quedarse con ejemplares descansando en los estantes de las librerías. Usted decidirá cuántas reediciones realizar de acuerdo a la aceptación de su libro. Contamos además, con un sistema de publicidad en todos los medios de comunicación para que su obra se haga conocer rápidamente, recibiendo un informe periódico de los medios donde se está publicitando su libro. Acérquenos su propuesta y juntos lograremos que su libro se publique y llegue a las librerías. Comuníquese con Huellas Eternas Producciones: Directora: Susana Goglián. Serrano 656 dto 1 Código Postal 1414

Capital Federal. Buenos Aires. Argentina. LIBRERÍA VIRTUAL www.tiendavirtualhuellas.es.tl T.E. 155644-4446 Mail: huellaseternas@hotmail.com ¡Sueñe! Porque juntos haremos que esos sueños se hagan realidad.

“EL MUNDO PASA Y SUS DESEOS,

PERO EL QUE HACE LA VOLUNTAD DE DIOS, PERMANECE PARA SIEMPRE”

Santa Biblia Querido lector gracias por leer este libro. Simplemente el Señor me dijo: “Escribe lo que ves” y yo le obedecí. “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta que decía: ...Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia”. Apocalipsis 1:10-11. Santa Biblia Susana Goglián Huellas Eternas Producciones www.tiendavirtualhuellas.es.tl

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IGLESIA CATEDRAL DE LA FE UN LUGAR DONDE ENCONTRARSE

CON DIOS Av. Eva Perón 1040. Capital Federal. Buenos Aires - República Argentina

T.E. 4924-0111 E-mail: catedral@sion.com

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Sábados: 16, 18 y 20 hs. Domingos 10 hs. 15:30 hs y 18 hs.

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