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Climate change: threat to security, challenge for defense and disaster governance.

CAMBIO CLIMÁTICO: AMENAZA PARA LA SEGURIDAD, DESAFÍO PARA LA

DEFENSA Y GOBERNABILIDAD ANTE DESASTRES.

Juan Sebastián Verastegui Marchera (*)juansebastian5115@gmail.com

ResumenEl presente artículo, resalta que los diferentes fenómenos que son consecuencia del cambio climático, independientemente de su origen y naturaleza, se han convertido en generadores y potenciadores de riesgos, exigiendo a los países a tomar decisiones rápidas, precisas y de largo aliento en las que la coo-peración, solidaridad y coordinación entre todos los componentes del Estado serán determinantes en beneficio de las poblaciones afectadas. Se sostiene que los tres elementos del manejo estratégico de las grandes catástrofes son las FFAA, los medios de comunicación y el tiempo de respuesta política. La acciones y planificaciones que se desarrollen para anticipar y conducir (post + reconstrucción) los desastres (naturales o provocados por el hombre) catástrofes, grandes emergencias etc. también pueden decidir la supervivencia de los gobiernos trastocando un desastre natural en un desastre de gobierno.

AbstracThe present article, highlights that the different phenomena that are a consequence of climate change, regardless of their origin and nature, have become generators and enhancers of risks, requiring coun-tries to make quick, precise and long-term decisions in which Cooperation, solidarity and coordination among all the components of the State will be decisive for the benefit of the affected populations. It is argued that the three elements of the strategic management of major catastrophes are the Armed Forces, the media and the political response time. The actions and plans that are developed to anticipate and drive (post + reconstruction) disasters (natural or man-made), catastrophes, major emergencies, etc. they can also decide the survival of governments by overturning a natural disaster in a government disaster.

Palabras claves: Cambio climático, desastres naturales, Fuerzas Armadas, gobierno, emergencias.

Keywords: Climate change, natural disasters, Armed Forces, government, emergencies.

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INTRODUCCION

Han transcurrido exactamente 294 años desde que el físico francés Joseph Fourier diera cuenta por primera vez del efecto invernade-ro encendiendo las luces para lo que debió gene-rar drásticas decisiones mundiales en beneficio de la humanidad. Hoy sabemos que no fue así y que irresponsablemente se desperdiciaron una serie de advertencias jalonadas por la primera demostración científica que hiciera en 1938 el ingeniero británico Guy Callendar respecto al incremento de la tempe-ratura de la tierra y continuadas por diversas adver-tencias de la urgente necesidad de la reducción en la emisión de gases nocivos para nuestra atmosfera.

Desde entonces se sucedieron inter-minables e inconducentes conferencias y reuniones mundiales, mientras que en escasos 80 años, la pobla-ción mundial se cuadruplico y el calentamiento global incremento las temperaturas, desaparece glaciares, cambia dirección de corrientes marinas, desaparece hábitats naturales, arrasa el ecosistema e incrementa el nivel del mar mientras multiplica inundaciones, ca-taclismos etc. Los científicos del mundo consideran que, si este proceso no es revertido en las próximas 5 décadas, amplias zonas del planeta desaparecerán.

Los diferentes fenómenos que son consecuencia del cambio climático, independiente-mente de su origen y naturaleza, se han convertido en generadores y potenciadores de riesgos determinan-do en las sociedades humanas la responsabilidad de diseñar escenarios estratégicos considerando la com-plejidad, globalidad y aleatoriedad que los caracteri-za ya que las amenazas a la seguridad de las naciones exigirá decisiones rápidas, precisas y de largo aliento en las que la cooperación, solidaridad y coordinación entre todos los componentes del Estado serán deter-minantes en beneficio de las poblaciones afectadas.

Entre los mecanismos de com-plementariedad más notorios están los referidos a la actuación de la milicia y es por ello que, en di-versos países, las Fuerzas Armadas (FFAA) tienen creciente presencia ante la gravedad de los desas-tres o grandes emergencias que resultan comple-jas; situación que ha conducido a la necesidad de mejorar los mecanismos legales y adecuarlos no solo para su empleo, sino también para su ca-pacitación, incluyéndolas en las respectivas Es-trategias de Seguridad de muchas naciones.

A pesar que, en mayor o menor grado, el empleo de las FFAA ha sido registrados desde hace algún tiempo en diversas partes del mundo, diversas situaciones de emergencia global - que detallaremos más adelante - han sido eficientemente atendidas por las FFAA como producto de su inclusión en las Estra-tegias de Seguridad que posibilitaron considerarlas en la real importancia de su participación ante estos fenómenos que amenazan la supervivencia humana.

Los fenómenos desencadenados por el cambio climático - e inclusive los que tienen otro origen - se presentan cada vez con mayor intensidad, afectando peligrosamente los abastecimientos de ali-mentos, medicinas, recursos energéticos, servicios básicos y otras necesidades complementarias e in-cidiendo dramáticamente en el normal desarrollo de las sociedades en las que la desesperación puede con-ducir al caos, violencia, crimen y delincuencia que se convierten no solo en verdaderos obstáculos para los sistemas, organizaciones o individuos que realizan tareas de apoyo humanitario sino que se constituyen en amenazas para la seguridad y supervivencia de las naciones. Y es allí, particularmente, donde se perci-be a las FFAA - por la flexibilidad de su estructura, presencia nacional y vocación de servicio - como el apoyo más directo del que disponen los gobernantes. No menos importante es el hecho que las experiencias indican que ante semejantes fenóme-nos, los recursos locales -por muy previsores hayan sido- nunca resultan suficientes para tantas necesida-des siendo necesaria la ayuda regional, internacional o global. Para ello, es indispensable “hacer existir glo-balmente el fenómeno producido” y ello solo pueden realizarlo los medios de comunicación o “multipli-cadores de fuerza” que impactando adecuadamente en la conciencia social y política globales determi-nan el grado y la prontitud de ayuda que se reciba.

Adicionalmente y tan importante como las FFAA, así como los medios de comunica-ción en la gestión de riesgos y desastres es el tiem-po en que se toman las primeras decisiones políticas toda vez que la etapa post fenómeno esta signada por incertidumbre, aislamiento, temor y desesperan-za que sumadas a las amenazas de caos y violencia señalados líneas arriba puede generar problemas irreversibles. Para ello, es indispensable que el go-bernante cuente con sistemas, organizaciones y per-sonal debidamente capacitado que le permita, en el

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menor tiempo post emergencia, tener conocimiento integral de la situación que le permitan adoptar deci-siones acertadas y oportunas ya que un eficiente ma-nejo estratégico de estos tres elementos (FFAA, me-dios de comunicación y tiempo político de respuesta) pueden determinar no solo el destino de los gobier-nos, sino de las mismas sociedades que representan.

Mientras tanto, China y los EEUU , los dos más grandes emisores de gases inverna-dero no se ponen de acuerdo y exponen egoístas razones en beneficio propio y en perjuicio del res-to del mundo, Cada uno exhibe “su verdad” igno-rando no solo los 5 informes del Grupo Intergu-bernamental de expertos sobre Cambio Climático –IPCC- ( 90-95-01-07 y 2013) y que le valiera el Premio Nobel de la Paz del año 2007, (Distinguen…(12 de octubre del 2007)), junto al ex Vicepresi-dente de los EEUU Albert Arnold “Al” Gore1, si, aquel que revelara los peligros que se cernían so-bre la humanidad por el incremento de los gases tóxicos producidos por las grandes potencias, aquel que hizo conocer al mundo una incómoda verdad.

Una verdad incomoda

Han transcurrido una docena de años desde que el mundo conociera en su ampli-tud, el enorme peligro que se avecinaba para la supervivencia misma de la humanidad. “Una ver-dad incómoda” constituía el esfuerzo de varios años que desarrollo Al Gore, ex Vice Presidente de los Estados Unidos, como parte de una campa-ña informativa, y educativa para concientizar a la humanidad sobre la grave situación que originaba y proyectaba peligrosamente el cambio climático.

Gore resalto que el clima global continuaba registrando peligrosas variaciones; des-de el incremento de sequias en algunos lugares del planeta hasta gravísimas inundaciones y tormentas en otros. Señalo que el incesante incremento de la temperatura promedio de la Tierra resultaba inver-samente proporcional a la escasez de recursos natu-rales y que las consecuencias del cambio climático comenzarían a ser percibidas con más frecuencia y con mayores consecuencias por la humanidad.

A pesar del loable esfuerzo del ex vicepresidente por presentar evidencia científica del calentamiento global, sugerir un impostergable en-foque político en su solución y advertir de las gra-ves consecuencias que generaría dicho fenómeno de no ser enfrentado con decisión y acierto en un corto plazo; inicialmente no se avanzó lo necesario y con-tinuo la desinformación o, peor aún, el desconoci-miento y desinterés en muchos lugares del planeta.

Afortunadamente la Organización de la Naciones Unidas (ONU), tomó debido in-terés y potencio IPCC, entidad que había creado- junto con la Organización Meteorológica Mundial (OMM)- con la finalidad de evaluar los conoci-mientos científicos relativos al cambio climático y constituir una fuente especializada de información sobre dicho fenómeno, es así que luego de cua-tro informes (1990, 1995, 2001 y 2007 ); el 2013 a través de la primera parte de su quinto informe, el IPCC lanza gran alarma sobre la grave situación que había generado el hombre en detrimento del medio ambiente y que generaba un peligroso cam-bio climático. Las conclusiones a las que arribaron fueron lapidarias: el cambio climático es real y las actividades humanas son sus principales causantes.

El Quinto Informe del IPCC, ONU (2013), entre otros aspectos, registra una detalla-da evaluación del incremento del nivel del mar, las causas del mismo a lo largo del tiempo, así como las emisiones acumuladas de CO2 desde la época preindustrial y ofrece una estimación sobre futu-ras emisiones de CO2 con el objetivo de limitar el calentamiento a menos de 2 ˚C, resaltando que, en el año 2011, ya se había emitido aproximadamente la mitad de esta cantidad límite. Algunos detalles que muestra dicho documento son los siguientes:

• De 1880 a 2012 la temperatura media mundial au-mentó 0,85 °C.

• Los océanos se han calentado mientras que las can-tidades de nieve (hielo) han disminuido y el nivel del mar se ha incrementado. En el último siglo el nivel medio mundial del mar ascendió 19 cm, ya que los océanos se expandieron debido al hielo derretido por el calentamiento. La extensión del hielo marino en el Ártico ha disminuido en cada década desde 1979, con una pérdida de 1,07 × 106 km2 de hielo cada diez años.

1. Como se recuerda el ex vicepresidente de Estados Unidos Albert Arnold “Al” Gore y el Comité del Clima de la ONU ganaron el Premio Nobel de la Paz 2007, por su labor, cada uno a su manera, en pos de generar conciencia sobre los riesgos del cambio climático.

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a la humanidad sobre la grave situación que origina-ba y proyectaba peligrosamente el cambio climático.

Gore resalto que el clima global continuaba registrando peligrosas variaciones; des-de el incremento de sequias en algunos lugares del planeta hasta gravísimas inundaciones y tormentas en otros. Señalo que el incesante incremento de la temperatura promedio de la Tierra resultaba inver-samente proporcional a la escasez de recursos natu-rales y que las consecuencias del cambio climático comenzarían a ser percibidas con más frecuencia y con mayores consecuencias por la humanidad.

A pesar del loable esfuerzo del ex vicepresidente por presentar evidencia científica del calentamiento global, sugerir un impostergable en-foque político en su solución y advertir de las gra-ves consecuencias que generaría dicho fenómeno de no ser enfrentado con decisión y acierto en un corto plazo; inicialmente no se avanzó lo necesario y con-tinuo la desinformación o, peor aún, el desconoci-miento y desinterés en muchos lugares del planeta.

Afortunadamente la Organización de la Naciones Unidas (ONU), tomó debido in-terés y potencio IPCC, entidad que había creado- junto con la Organización Meteorológica Mundial (OMM)- con la finalidad de evaluar los conoci-mientos científicos relativos al cambio climático y constituir una fuente especializada de información sobre dicho fenómeno, es así que luego de cua-tro informes (1990, 1995, 2001 y 2007 ); el 2013 a través de la primera parte de su quinto informe, el IPCC lanza gran alarma sobre la grave situación que había generado el hombre en detrimento del medio ambiente y que generaba un peligroso cam-bio climático. Las conclusiones a las que arribaron fueron lapidarias: el cambio climático es real y las actividades humanas son sus principales causantes.

El Quinto Informe del IPCC, ONU (2013), entre otros aspectos, registra una detalla-da evaluación del incremento del nivel del mar, las causas del mismo a lo largo del tiempo, así como las emisiones acumuladas de CO2 desde la época preindustrial y ofrece una estimación sobre futu-ras emisiones de CO2 con el objetivo de limitar el calentamiento a menos de 2 ˚C, resaltando que, en el año 2011, ya se había emitido aproximadamente la mitad de esta cantidad límite. Algunos detalles que muestra dicho documento son los siguientes:

•De1880a2012latemperaturamediamundialaumentó0,85°C.

•Losocéanossehancalentadomientrasquelascantidadesdenieve(hielo)handisminuidoyelniveldelmarsehaincrementado.Enelúltimosigloelnivelmediomundialdelmarascendió19cm,yaquelosocéanosseexpandierondebidoalhieloderretidopor el calentamiento.La exten-sióndelhielomarinoenelÁrticohadisminuidoencadadécadadesde1979,conunapérdidade1,07×106km2dehielocadadiezaños.

•Debidoalaconcentraciónactualyalasconti-nuasemisionesdegasesdeefecto invernadero,es probable que el final de este siglo presencieun aumento de 1–2°C en la temperaturame-dia mundial en relación con el nivel de 1990(aproximadamente 1,5–2,5°C por encima delnivel preindustrial). Así, los océanos se calen-tarányeldeshielocontinuará.Seestimaqueelaumentodelnivelmediodelmarserádeentre24y30centímetrospara2065yde40a63cen-tímetrospara2100enrelaciónalperiododere-ferenciade1986-2005.Lamayoríadelosefectosdel cambio climático persistirán durante mu-chossiglos,inclusosisedetienenlasemisiones.

Además,seextractandelosinfor-mesdelIPCCqueestádocumentada,laposibili-daddeirreversibilidaddeloslimitesalcanzadosloqueocasionaríapérdidadebiodiversidad,de-rretimiento de glaciares, fenómenos climáticosextremos,acidificacióndeocéanos,afectaciónodesaparicióndehábitatsnaturales,cambiosirre-versiblesenimportantesecosistemasymodifica-cióndefinitivadelsistemaclimáticodelplaneta.

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- La Transcontinental RusiaA los ya globales problemas que desencadena el cam-bio climático, este enorme país debió incrementar los riesgos que representan para su seguridad la antigüe-dad de sus industrias (altamente contaminantes) los ineficientes controles estatales y la obsolescencia de su sistema regulatorio de emisiones contaminantes (con la clara excepción de San Petersburgo). Las au-toridades rusas evalúan muy detalladamente las estra-tegias a desarrollar puesto que su territorio registra un calentamiento 2,5 veces más rápido que el promedio mundial y que sus expertos estiman que podría cau-sar un retroceso de 1 a 2 % de su PBI hacia el 2030.

*América

- EEUUHa considerado desde hace bastante tiempo la ne-cesidad de una protección ecológica global, ya en 1991, el presidente George Bush exigió un trata-miento específico para el cambio climático lo cual fue establecido en la Estrategia de Seguridad de di-cho ano. En ella, se establece la protección ecológica global como una de sus prioridades fundamentales para hacer frente a la degradación medioambien-tal producida por el entonces dictador iraquí Sad-dam Hussein durante la primera guerra del golfo.

Bill Clinton (93-97/97-2000) pro-movió el liderazgo norteamericano en cuanto a desarrollo sostenible y permanente referencia al cambio climático al punto de denominarlo como una amenaza trasnacional. Inclusive, en su “Estra-tegia de Seguridad Nacional para un nuevo siglo” (1998) lo relaciona con la seguridad energética y la prosperidad para, posteriormente, considerar la ne-cesidad de revertir la tendencia degradante del me-dio ambiente por el cambio climático (1999-2000).

Por su parte, Bush en su inicial Es-trategia de Seguridad enfoca al cambio climático desde el punto economicista para posteriormente enfocarla en la destrucción medioambiental causada por el hombre, la seguridad energética basada en la diversificación y la promoción de energías limpias.El ex presidente Obama le dio mayor importancia al fenómeno (y a sus consecuencias) al referirlo como “un peligro real, urgente y severo” y expresar que “la presente, es la primera generación que sufre los efectos del cambio climático y la última que podrá frenarlos”.

- PerúEn su Libro Blanco, (Ministerio de Defen-sa (MINDEF) 2005), considera la depredación del medio ambiente como una amenaza inter-na y establece objetivos y políticas para “preser-var el ambiente en general y la biodiversidad así como proteger a la población de los desastres.

Las experiencias desarrolladas, así como las lecciones aprendidas de la actuación de las FFAA locales o foráneas en diversos fenó-menos causados por el cambio climático en dife-rentes partes del mundo abonan a lo acertado de haber incluido al cambio climático en las Estrate-gias de Seguridad de las naciones. He aquí algu-nas de dichas experiencias y/o lecciones apren-didas que extractamos de “Contribución de las FFAA ante catástrofes naturales y ecológicas”

- Las inundaciones en Europa Central (2002) y Francia (2003), el accidente del Prestige (2002), los terremo-tos de Argelia (2003), Irán (2003) y Marruecos (2004), los incendios forestales de Francia y Portugal (2003 y 2004) y la explosión de Asunción (2004), llevaron al Consejo a considerar una mejora en el mecanismo. - Las operaciones de asistencia humanitaria durante la crisis de los refugiados de Kosovo, así como la la-bor desplegada durante las inundaciones de Ucrania, Rumania, Hungría, Albania y la República Checa. También durante el terremoto de Turquía en 1999, los incendios forestales de la antigua República Yugos-lava de Macedonia y Portugal, así como en los desas-tres meteorológicos extremos en Ucrania y Moldavia.

- India y Bangladesh sufren constantes inundacio-nes que afectan seriamente a sus poblaciones. Es por ello que una de las seis tareas principales asig-nadas a sus FFAA es la de proporcionar apoyo a la población en casos de desastre, particularmente en inundaciones, siendo su participación muy continua.

- Canadá debido a la extensión y gran variedad de su territorio (tiene tres océanos y mucho territo-rio agreste) ha identificado 47 amenazas derivadas del cambio climático (inundaciones, granizadas, tormentas invernales, iceberg etc.) que se suce-den con frecuencia en su territorio y que requieren de la intervención de las FFAA que se encuentran adaptadas a los largos desplazamientos y al in-tenso frio que rodea siempre sus intervenciones.

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- Por su parte, Australia, tiene implementado el ACMC (Australian Civil-Military Centre), que las veces que ha sido requerido, desarrollo el campo de la cooperación civil-militar en el campo de gestión del riesgo de desastres, entre otros, mientras que Francia le otorga importante rol a la Gendarmería Nacional – también dependiente del MINDEF-con decisiva participación en el “dispositivo ORSEC” que se activa en casos de desastres o catástrofes.

- En el 2004 durante el gigantesco sismo-tsuna-mi que golpeo catastróficamente la provincia in-donesia de Acech, fueron sus Fuerzas Armadas las que llevaron las primeras respuestas a la po-blación afectada, revirtiendo inclusive una de-ficiente imagen que hasta ese momento tenían.

- En el 2005, la situación de caos generaliza-do había superado a las fuerzas policiales des-pués del huracán Katrina. Las FFAA y la Guardia Nacional restituyeron el orden y la con-fianza tan necesarias en la etapa post fenómeno.

- En el Perú, aún se recuerda a las FFAA como los pri-meros que, desafiando incontables obstáculos, llega-ron con ayuda y auxilio a los afectados por el terrible sismo de mayo 31 de 1970 que borro del mapa a va-rios pueblos del Callejón de Huaylas al norte de Lima. En el otro lado de las reacciones acertadas se registra luego del terremoto y tsunami del 2010 que azoto Chile y que genero numerosas críticas al Gobierno por no haber llamado suficientemente pronto a las Fuerzas Armadas a las zonas cercanas del epicentro, lo que desencadeno en saqueos e incidentes que se hubieran podido evitar o controlar más rápidamente.

Como vemos, en las Estrategias de Seguridad es imprescindible considerar todos los riesgos que pueden afectar la seguridad por cuanto es importante para planificar y conducir una posible actuación de las Fuerzas Armadas, aun si es mera-mente con carácter de colaboración. Ello, teniendo en cuenta que el impacto más grave de los desastres naturales a menudo se produce en las zonas donde la infraestructura preparada para hacerle frente es deficiente y es allí donde los recursos de que dis-ponen las Fuerzas Armadas (transportes terrestres, aéreos, marítimos lacustres, equipos y sistemas de comunicación, pueden contribuir en su mejor expre-sión a enfrentar en mejores condiciones los desas-tres naturales, desastres o catástrofes ( provocados o no por el hombre) ejecutando obras de remoción de

escombros, ingeniería inmediata, desplaza-miento o transporte de grandes masas de perso-nas, instalación de campos de refugiados amen de las de ayuda humanitaria de subsistencia.

Dicha situación, sumada a que las capacidades locales para enfrentar el desastre, inde-pendientemente de naturaleza o magnitud, siempre suelen ser insuficientes o sobrepasadas por la tra-gedia; resulta claro que el mecanismo de respuesta más apropiado para los gobiernos debe ser la milicia ya que son las únicas fuerzas capaces de combinar rápidamente los niveles apropiados de transporte te-rrestre, aéreo, marítimo, servicios de ingeniería, ser-vicios médicos, y la capacidad de respuesta rápida.

Los desastres y catástrofes provocadas o no por el hombre necesitan respuestas y general-mente los gobiernos recurren a sus FFAA para en-contrarlas, por lo tanto, deben estar preparadas por-que de ellas depende la permanencia del gobierno.

Gobernabilidad y desastres: una respuesta, tres actores

Como hemos visto, dentro de la gama de amenazas y desafíos provocados por el cambio climático que afectan la estabilidad y de-sarrollo de las naciones se encuentran los desastres de origen natural y antropogénicos (provocados por alteraciones de la mano del hombre al medio am-biente) que, a lo largo del tiempo, han provocado devastadores efectos en poblaciones a lo largo del mundo. Aquellas extremas emergencias obligaron a que los gobiernos afectados recurrieran a la partici-pación de las Fuerzas Armadas que, operando antes, durante y después de los fenómenos, se constituye-ron en imprescindibles para los esfuerzos de sus go-biernos en devolver la seguridad y normal desarro-llo de las actividades de sus poblaciones afectadas; siendo imprescindible el desarrollo y la consolida-ción de la gobernabilidad del riesgo y desastres así como de los efectos adversos del cambio climático.

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Por otro lado, el Informe Riesgos Mundiales del Foro Económico Mundial 2012 regis-tra “50 riesgos, a nivel mundial, clasificados en cinco categorías: económica, medioambiental, geopolíti-ca, social y tecnológica; según su influencia mun-dial por zonas, incertidumbre del suceso (cuando y como) altos niveles de impacto economico o social que exigen respuesta multisectorial y coordinada”.

Si a los dos conceptos arriba desa-rrollados le incrementamos que durante los desastres y/o grandes emergencias-muy especialmente en la etapa inmediata a la ocurrencia del fenómeno - la población afectada es poseída de confusión, incer-tidumbre, temor o desorientación que rápidamente desencadena en caos y saqueos por desesperación de escasez general alterando, interrumpiendo, so-bre cargando responsabilidades o paralizando las condiciones normales de operación o funciona-miento de todas las instituciones, servicios o ad-ministraciones en las areas afectadas, equivalente a Ingobernabilidad como lo expusiera Ballart (2014).

Ingobernabilidad como consecuen-cia que en dichas situaciones, el caos y descontrol superan rápidamente las capacidades de las policías locales, alterando el orden público, proliferando las acciones delictivas en las zonas afectadas, obstacu-lizando tanto el trabajo destinado a la reconexión de los servicios básicos esenciales o la distribu-ción de ayuda humanitaria y generalizando la sen-sación de ingobernabilidad de las áreas afectadas.

Afortunadamente, diversas expe-riencias y lecciones aprendidas por hechos de tras-cendencia mundial demuestran que las FFAA son las que mejor asumen las acciones destinadas al control civil cuando la desesperación y el caos han superado a las policías locales, garantizando con ello, la ne-cesaria gobernabilidad en medio del desastre. Sin la estrecha participación y colaboración de las FFAA, los obstáculos a la gestión de riesgos y desastres – en todas sus etapas- se incrementarían dificultando peligrosamente las diversas acciones en beneficio de las poblaciones más afectadas. Las acciones que deben desarrollar una inmensa cantidad de organiza-ciones, instituciones, personas (nacionales y extran-jeras) particularmente en la etapa post tragedia, se verían seriamente amenazadas al carecer de mínima seguridad en sus trabajos y operaciones en las zonas afectadas, con mayor énfasis en las grandes ciudades que por su naturaleza son más difíciles de controlar y mantener el control político de la situación generan

do de este modo, Ingobernabilidad en la Gestión de Riesgos y Desastres.

Sin embargo, hay quienes, a pesar que también estiman esencial la participación de las FFAA en la atención de desastres, consideran que existen otras dos Instituciones que, junto a aquellas, pueden determinar el destino de los gobiernos y las sociedades. Por ejemplo, Von Gruber (2005), sos-tiene que los tres elementos del manejo estratégico de las grandes catástrofes son las FFAA, los medios de comunicación y el tiempo de respuesta política. Ella enfatiza que la forma cómo estas catástrofes son anticipadas y manejadas determinara que también la gente puede sobrevivir a las mismas. Bajo el título de: “El impacto de las FFAA, Medios de Comuni-cación y tiempo de respuesta en casos de desastre”, Von Gruber en su investigación considera que, en los desastres a gran escala, mas allá de la naturaleza del mismo o su implicancia local, regional o global, la interacción de los tres componentes es crucial tanto en la ayuda inmediata, en la preservación de la vida humana como en la estabilidad misma del gobierno.

Fuerzas Armadas: Von Gruber (2005), coincide con lo que hemos señalado respecto a que las FFAA están:

En una gran mayoría de los casos, mejor pre-paradas para responder a estos eventos, pero si-guen estando sub-capacitadas y sub-planificadas para la misión…” por lo que considera necesa-rio la elaboración de protocolos, entre otros, para:

(a) Formación especializada, la doctrina y equipa-miento de las fuerzas militares para manejar las ope-raciones de socorro.

(b) Prestación servicios de socorro a nivel interna-cional cuando el desastre también es acompañado por acciones provocadas por el hombre, como los conflictos armados.

(c) Protocolos regionales que permitan a las FFAA de países vecinos operar en las áreas de desastre de acuerdo a sus capacidades y requerimientos.

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Los medios de comunicación: Tal vez, lo más interesante en el trabajo señalado es el que se refiere a la importancia de los medios de co-municación en el sistema de gestión y manejo de desastres. Considera que el nivel de apoyo nacio-nal, internacional o global que se pueda conseguir, depende fundamentalmente de lo que llama “multi-plicación de imagen” o la forma y el momento en que los medios de comunicación impactan en la conciencia pública y política ya que ello puede de-terminar los tiempos y el volumen de la respuesta internacional que se reciba. Señala como ejemplo el caso del tsunami (2004) que causando alrededor de 250,000 personas fallecidas, multiplico y acelero la vital ayuda humanitaria superando ampliamente las inmensas necesidades generadas por el desastre desencadenado por conflictos étnicos en Ruanda y El Congo donde se registraron más de 4 millones de víctimas; enorme diferencia originada en la accesi-bilidad a la información que tuvo el mundo a través de “los medios de comunicación que son a la aten-ción política y pública lo que los multiplicadores de fuerza tecnológicos son a las fuerzas armadas”.

En los casos de desastres provoca-dos por el hombre, particularmente en los derivados de conflictos en curso, pone especial énfasis en el cuidado que se debe tener en el manejo de los me-dios de comunicación toda vez que, si se mantiene la indefinición de quienes son considerados víctimas y quienes victimarios, la respuesta internacional, re-gional o global sera igualmente ambigua y dispersa.

Se hace imprescindible entonces considerar a los medios de comunicación – jun-to a las FFAA- en todas las fases de planificación de gestión de desastres. Ello permitirá establecer coordinaciones permanentes, así como mecanis-mos adecuados con los operadores de los medios de comunicación con la finalidad de generar co-municación adecuada, así como respuesta política oportuna que generen masivas y efectivas respues-tas locales, regionales, internacionales o globa-les que determinaran, en gran medida, la pauta en que se recuperen o no las sociedades afectadas.

El tiempo en la respuesta polí-tica, hace referencia a la necesidad vital que el gobierno cuente con sistemas, organizaciones y personal debidamente capacitado que le permi-ta, en el menor tiempo post emergencia, tener co-nocimiento integral de la situación que le permi-tan adoptar decisiones ya que cada minuto que demore en tomarlas podría significar la perdida de muchas vidas y agravamiento de la situación.

En “Problemas recurrentes en los terremotos de Perú, Haití y Chile: buscando res-puestas” un artículo de mi autoría, el suscrito iden-tifica aspectos observados en situaciones de grandes emergencias causadas por sismos : desconcierto general por falta de información, dificultad para lle-gar o salir de la zona afectada, escasez de artículos de primera necesidad, alteración del orden público (saqueos, vandalismo) deficiente entrega de ayuda humanitaria, sistemas de comunicaciones colap-sados entre otros aspectos que quedarían engloba-das en “falta de conocimiento oportuno- por parte del gobierno- de la situación integral de las áreas afectadas y que dificultaran la reacción del gobier-no entorpeciendo la toma de decisiones para aten-der problemas –previstos o imprevistos-, estable-cer vías de evacuación y abastecimiento así como atención de emergencia a la población afectada.

Es por ello que muchos sostienen que los desastres naturales desnudan las carencias o exhiben las fortalezas de las administraciones gu-bernamentales que deben estar en condiciones de dar prontas y permanentes respuestas a su pueblo, ofrecer información a los medios de comunicación, asegurar la comunicación interna, integrada y global que genere ayuda internacional y global. Debe, en suma, demostrar su capacidad de gestión y de lide-razgo durante la previsión, reacción y reconstrucción y evitar que un desastre natural se convierta en un desastre político.

Como hemos visto hasta aquí e in-dependientemente de la naturaleza o magnitud de la tragedia (desastres, catástrofes etc.) o el lugar donde se produzca, es esencial que se mantenga la Gober-nabilidad en la Gestión de Riesgos y Desastres ya que con ello se asegura la preservación de la vida humana con decisiones adecuadas y oportunas en la gestión de desastres (tiempo en la decisión polí-tica). Para ello, es fundamental contar con una or-ganización nacional con disponibilidad de medios terrestres, aéreos, acuáticos que faciliten diversas tareas de apoyo y control de la población (Fuerzas Armadas) e imprescindible resultara la necesidad de impactar en la conciencia pública y política lo-cal, regional, internacional y global mediante la “ocurrencia del acontecimiento” que se alcanza con ese multiplicador de fuerza que se llaman medios de comunicación y que genera ayuda y solidaridad.

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El tiempo de respuesta política a las amenazas o grandes emergencias que incluyan simultáneamente un adecuado manejo de las FFAA y los medios de comunicación, asegurara el man-tenimiento de la tan necesaria gobernabilidad tanto en el planeamiento como en la conducción de ges-tión de riesgos y desastres de cada Nación ya que “haciendo visible la emergencia” los medios de comunicación generaran respuestas, repercusiones y resultados en solidaridad y ayuda. Por su parte, las FFAA no solo se constituyen en el elemento in-mediato con permanente disponibilidad de alcance nacional, sino que también garantizan la seguridad contra saqueos, caos, violencia, delincuencia que pueden afectar tanto a las personas afectadas como a las organizaciones o instituciones que deben desem-peñarse en las zonas siniestradas. Como señalamos, las dos importantes misiones de las FFAA y de los medios de comunicación no serían posible sin una pronta respuesta política producto de su permanente conocimiento de la situación, que permitirá la toma de decisiones que salven vidas y faciliten ayuda humanitaria y recuperación de infraestructura vi-tal. Es decir, manteniendo en todo momento la Go-bernabilidad en la Gestión de Riesgos y Desastres.

La acciones y planificaciones que se desarrollen para anticipar y conducir (post + reconstrucción) los desastres (naturales o provo-cados por el hombre) catástrofes, grandes emer-gencias etc. no solo determinan la supervivencia o el destino de las sociedades, también pueden de-cidir la supervivencia de los gobiernos trastocan-do un desastre natural en un desastre de gobierno.

Referencias bibliográficas:

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Caro, J. (8 de febrero 2012). Los riesgos mundiales en el 2012 según el Foro Económi co Mundial. Documento Informati vo: ieee.es. 06/2012, 1-8.

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Garcia, I. (s.f.) “El Cambio Climatico” Capitulo Cuarto pp. 146

(Ministerio de Defensa (MINDEF) 2005), Libro Blanco de Defensa Nacional del Peru 2006

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Von Gruber, P.(2005). Respuestas a emergencias provocadas por desastres y el im pacto de los medios de co municación, FFAA y tiempo. vol.33 iss pp. 4-6p.