Calatrava en Transicion_sigloXVI

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HID 31 (2004) SANTIAGO Y CALATRAVA EN TRANSICIÓN (inicios del s. XVI). RENTA Y MILICIA DANIEL RODRÍGUEZ BLANCO Universidad de Sevilla 1- El surgimiento de las Órdenes Militares en la Península Ibérica en la segunda mitad del siglo XII supuso la introducción de un modelo religioso-militar que había resultado ser muy efectivo en Oriente cuando se produce, muy pronto, por otra parte, el cambio de actitud de los caballeros europeos respecto a los deberes de defensa del territorio. Las consecuencias, por no insistir en lo sabido, fueron similares en todos los estados: inmediata adecuación a las necesidades militares de los respectivos reinos y rápido crecimiento de estos institutos armados, entendido el tal enriquecimiento no como un afán acumulativo o egoísta de bienes, sino como un recurso natural de donde sacar los medios que permitieran seguir cumpliendo con una tarea que trascendía el interés personal, sublimándolo en la defensa de la cristiandad contra el enemigo musulmán, idea a la que uniría posteriormente, siguiendo la evolución ideológica del concepto, la lógica de la recuperación del territorio, indignamente y sin derecho ocupado por un cuerpo extraño. Es indudable que esa acumulación de tierras y bienes se produjo, pero también he podido comprobar y demostrar que no existe el prurito de "tener", más allá de lo razonable para surtir de medios a los guerreros y a sus sacerdotes, siendo así que los Maestres desechan abarcar más de lo que pueden mantener juiciosamente para sus fines. También es cierto que los reyes, a partir de la conquista de Sevilla en 1248, parecen establecer una zona de reserva para la Corona en el valle del Guadalquivir y en el reino de Valencia, no siendo así en el caso de Murcia, que se incorpora al modelo extremeño-manchego de entrega de amplísimos términos, casi despoblados por lo demás, a las Órdenes de Santiago, Calatrava y Alcántara. No es menos cierto que a partir de ese momento y coincidiendo con la ralenti- zación de la Reconquista-son contados los avances o retrocesos territoriales hasta la época de los Reyes Católicos- empieza a producirse un doble fenómeno que destaco aquí sólo para pasar al final de la historia, en que el argumento se convierte en realidad: el primero la progresiva intervención de los monarcas en las Órdenes, nombrando Maestres afectos. El primero que lo hace es Fernando III con Martín Peláez Barragán 1, algo que tendrá una larga historia hasta el final de las Órdenes, o, simplemente, adquiriendo la administración de las mismas, que es la tónica del final del período: 1. Francisco de Rades: Crónica de las tres órdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcántara, Toledo, 1572, f. 26 r. HID 31 (2004) 511-542

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    SANTIAGO Y CALATRAVA EN TRANSICIN (inicios del s. XVI).RENTA Y MILICIA

    DANIEL RODRGUEZ BLANCOUniversidad de Sevilla

    1- El surgimiento de las rdenes Militares en la Pennsula Ibrica en la segunda mitaddel siglo XII supuso la introduccin de un modelo religioso-militar que haba resultadoser muy efectivo en Oriente cuando se produce, muy pronto, por otra parte, el cambiode actitud de los caballeros europeos respecto a los deberes de defensa del territorio.Las consecuencias, por no insistir en lo sabido, fueron similares en todos los estados:inmediata adecuacin a las necesidades militares de los respectivos reinos y rpidocrecimiento de estos institutos armados, entendido el tal enriquecimiento no comoun afn acumulativo o egosta de bienes, sino como un recurso natural de donde sacarlos medios que permitieran seguir cumpliendo con una tarea que trascenda el interspersonal, sublimndolo en la defensa de la cristiandad contra el enemigo musulmn,idea a la que unira posteriormente, siguiendo la evolucin ideolgica del concepto,la lgica de la recuperacin del territorio, indignamente y sin derecho ocupado porun cuerpo extrao.

    Es indudable que esa acumulacin de tierras y bienes se produjo, pero tambinhe podido comprobar y demostrar que no existe el prurito de "tener", ms all delo razonable para surtir de medios a los guerreros y a sus sacerdotes, siendo as quelos Maestres desechan abarcar ms de lo que pueden mantener juiciosamente parasus fines. Tambin es cierto que los reyes, a partir de la conquista de Sevilla en 1248,parecen establecer una zona de reserva para la Corona en el valle del Guadalquivir yen el reino de Valencia, no siendo as en el caso de Murcia, que se incorpora al modeloextremeo-manchego de entrega de amplsimos trminos, casi despoblados por lodems, a las rdenes de Santiago, Calatrava y Alcntara.

    No es menos cierto que a partir de ese momento y coincidiendo con la ralenti-zacin de la Reconquista-son contados los avances o retrocesos territoriales hastala poca de los Reyes Catlicos- empieza a producirse un doble fenmeno que destacoaqu slo para pasar al final de la historia, en que el argumento se convierte en realidad:el primero la progresiva intervencin de los monarcas en las rdenes, nombrandoMaestres afectos. El primero que lo hace es Fernando III con Martn Pelez Barragn 1,algo que tendr una larga historia hasta el final de las rdenes, o, simplemente,adquiriendo la administracin de las mismas, que es la tnica del final del perodo:

    1. Francisco de Rades: Crnica de las tres rdenes militares de Santiago, Calatrava y Alcntara,Toledo, 1572, f. 26 r.

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    lo harn Fernando de Antequera en nombre de sus hijos, Juan II, Enrique IV y losReyes Catlicos.

    En segundo lugar, se da un cambio tan significativo como lgico en cuanto a laforma de contemplar las posesiones de las rdenes, observndolas ya como bienescon los que obtener una posicin en el reino por parte del Maestre y los grandes digna-tarios: es significativo que las Mesas Maestrales se conformen precisamente tras laconquista del valle del Guadalquivir, en los reinados bsicamente de Alfonso el Sabioy Sancho IV en Castilla y Len; los Maestres buscan asentar su poder y el de susfamilias, obteniendo territorios bajo su dependencia directa-la Orden de Santiagofortalece la capacidad econmica de su Mesa Maestral con la incorporacin a stade la mayor parte de los bienes de Templarios a su disolucin o embargo, segregandobienes de la Orden correspondiente para secularizarlos y convertirlos en seoros,casos de Villagarca o la Puebla del Maestre, desde la segunda mitad del s. XIV, en elcorazn del seoro extremeo de Santiago, el primero por Garca Fernndez, elsegundo por Alonso de Crdenas 2; o el famoso canje de Osuna y La Puebla de Cazallapor Fuenteovejuna y Blmez por parte de Rodrigo Girn, tronco de la casa de Osuna.

    2- Desde que las rdenes alcanzan su estructura territorial prcticamente definitiva,a principios del siglo XIV, algunas de las disposiciones de sus Definiciones o Reglas,que, por lo dems, se cumplan de forma bastante laxa, son continuamente repetidas;esto se refiere fundamentalmente al control de los caballeros de las rdenes, que seejerce por medio de las "visitas", realizadas por los enviados, de manera terica, trascada Captulo General, y que acaba siendo una averiguacin de los bienes materialesy su administracin por parte de los caballeros, aunque no falten en ellas normasde regulacin de los comportamientos religiosos de los miembros de la Orden comode los laicos de los seoros. Desde el siglo XV se intenta un control del cumplimientode los sacramentos, especialmente de la Penitencia en los conventos de cada una delas Provincias de las rdenes, en Ucls para Santiago y en Calatrava la Vieja parala Orden de este nombre; la vigilancia de la vida espiritual de los caballeros y freyresse realiza por medio de la visita de los priores de San Marcos y Ucls a sus respectivaszonas de influencia en Santiago, y los de Calatrava en su Orden lo que, como serecuerda en las Definiciones y Captulos, son las razones por las que los conventoscobran el diezmo de todas las rentas de las encomiendas y otras posesiones.

    Hace arios tuve la posibilidad de estudiar la Reforma de la Orden de Santiago',que fue concienzudamente tratada en reuniones que se llevaron a cabo durante algunosaos desde 1505 hasta que su desarrollo se aprob en el Captulo General de Valla-dolid de 1509, y que intenta recoger incluso los detalles ms nimios para procedera esta renovacin. No sucede lo mismo con a Orden de Calatrava, pero conocemos

    2. Bullarium equestris ordinis Sancti lacobi de Spatha, 353, script. III. El nieto homnimo del MaestreAlonso de Crdenas, fue hecho conde de la Puebla en 1506.

    3. "La reforma de la Orden de Santiago" en En la Espaa Medieval, vol V, ed. Complutense, Madrid,1986, 929 ss.

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    que tambin hubo reforma, muestra de que esa tarea era una imposicin, un deberque se fijaron los Reyes y que llevan a cabo sistemticamente.

    Como antes dije, las rdenes haban llegado a un estado de laxitud tal ene! cum-plimiento de algunas de las normas bsicas de las Reglas, como las visitas, el cuidadopor parte de los freyres de los bienes que la Orden pone en sus manos y la falta de aten-cin a obligaciones bsicas de los caballeros, como la profesin en el convento y laresidencia en la encomienda, adems de otros que detallar ms adelante, que enambas rdenes, cualquier Captulo General, cuya frecuencia de convocatoria era siste-mticamente incumplida, se converta por ese motivo en "reformador". Vemos. porejemplo, que no hay un Captulo general digno de es nombre en santiago desde 1405a 1440, y de 1440 a 1469, y desde este ltimo hasta 1480, siendo as que la Reglaordena que se celebre anualmente. Por eso los Captulos son llamados "reformadores"y los visitadores que se nombran al trmino de cada uno de ellos son "visitadoresy reformadores".

    En la Orden de Calatrava, a la que dedicar atencin especial, los Captulos msdestacados son, en primer lugar, el iniciado el 8 de Marzo de 1511 en Sevilla y el deBurgos, comenzado el martes, 8 de Septiembre de 1523, que supone un buen elementode comparacin y, en su caso, de contraste, con el anterior4.

    Como veremos, en consecuencia y de forma breve, todo el conjunto de obliga-ciones que citaba antes y que podramos llamar de carcter doctrinal, siguen un caminomuy parecido en todas las rdenes Militares; como yo destacaba ene! trabajo antescitado, y lo hace de manera excelente el doctor Fernndez Izquierdo en su obra, seproduce una evidente diferenciacin entre la forma de tratar en lo espiritual, o quizs sera mejor hablar de aquello que se refiere al cumplimiento de ciertas normas regla-mentarias, a los caballeros y a los clrigos, flexibilizando la norma en cuanto a losprimeros y afirmndola en los clrigos de corona o de convento.

    La flexibilizacin de las costumbres de los caballeros es algo en lo que Calatravatardar un tanto ms en andar que Santiago; no as en los clrigos de convento, enlo que ambas rdenes actan de forma similar a la reforma de los religiosos emprendidapor los Reyes Catlicos.

    La Orden de Calatrava fue ms exigente con sus caballeros en cuanto a las normasregulares de acceso a la Orden y las obligaciones que esto conlleva. Ambas reformasinsisten en los ritos de profesin y en el ario de noviciado, siendo incluso muy punti-llosos en cuanto a la regulacin de la vida, los tiempos, de los novicios, de su controlpermanente incluso en aspectos que pueden parecer nimios', y que seran de estudiar

    4. El Captulo General de 1511 ha sido consultado por autores como Enma SOLANO RUIZ: La ordende Calatrava en el siglo XV. Los seoros castellanos de la Orden afines de la Edad Media, Sevilla,1978, 134, ene! Cdice del Archivo Histrico Nacional 813B; el de 1523 ene! cod. 815B; lo cita FranciscoFERNNDEZ IZQUIERDO, que estudia su contenido, en La orden Militar de Calatrava en el siglo XVI.Infraestructura institucional. Sociologa y prosopografi'a de sus caballeros, Madrid, CSIC, 1992. Ambosexcelentes estudios que tratan, especialmente el segundo, los temas que aqu he de sealar con brevedad.

    5. Ver mi artculo "La reforma de la Orden...", 949 ss.

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    por ciertos formadores de trabajadores en la actualidad. De todas formas, en este casoparece ser ms un aspecto formalista que real.

    En Calatrava, la exigencia es profusamente repetida tanto en el captulo Generalde 1511 como en el posterior de 1523: aparte de referencias habituales acerca de lapresencia de mujeres en el convento, comunes a ambas rdenes, una de las mayorespreocupaciones es mantener la esencia de las Definiciones en lo que se refiere a larecepcin del caballero. Tanto en Calatrava como en Santiago haba unas normasfijadas en cuanto a la edad que los aspirantes a formar parte de las rdenes deberantener para entrar en ellas y cul para obtener su profesin como caballeros. En amboscasos se consideraba que para proveerse del hbito como aspirante se deban de tenerdiez aos, en tanto que para obtener encomienda se consideraba que la edad perfecta,que en este caso debemos entender como mnima, era de diecisiete arios 6 . En elCaptulo General de 1523 se manda, sin embargo, que "el cavallero que regibiereel bito en el convento sea de edad de catorze arios e dende arriba". Rades, escribiendoa finales del siglo XVI, recoge la profesin de edad a lo catorce arios 7 , con lo queparece que desde 1523 sa era la norma.

    Pero las normas no se cumplen y en 1511 se muestra uno de los mayores enojosque sufren las rdenes: la intervencin de poderes que consideran sin legitimidadpara su actuacin en los asuntos internos de las mismas. En el caso de Calatrava, loslegitimados son el abad de Morimond y, sobre todo, el Maestre y el rey en cuanto actacomo administrador; en el caso de Santiago, el Maestre y el rey en este caso. Siempre.sin embargo, existen injerencias por parte del Papa y otras autoridades eclesisticasnuncio, condes palatinos que se sienten con autoridad por su propia naturalezapara invadir los terrenos de las rdenes, haciendo concesiones sobre sus bienes paraapoyar sus intereses. Es algo fuertemente contestado por santiaguistas y calatravos:en 1511 se pide al rey Fernando que "de aqu en adelante no toviese por bien regebiral abito de la dicha orden a ninguna persona y mayormente proveella de encomiendapor bulla apostlica o de nungio ni de otra persona.. .pues las tales bullas no constreanni apremiavan a su Alteza para que por virtud dellas sa Alteza de fuero regibiesea ninguno al bito de la dicha orden ni le proveyese de encomienda" 8.

    De todas maneras, si era factible evitar esas intervenciones que rompan la libredisposicin de los rectores de la Orden de sus propios bienes, no es menos cierto quelos reyes, como est claro desde el momento en que las incorporan de facto a la Corona,actan de manera similar, otorgando beneficios a su antojo para premiar servicios.

    6. Manejamos una copia de las Definiciones de 1511 obtenida del Archivo da Torre do Tomb de Lisboa,gaveta IV, 1-27, 16. V. asimismo Joseph F. O -CALLAGHAN: "Definiciones de of the Order of Calatravaenated by Abbot William II of Morimond, April, 2, 1468" en The spanish military Order of Calatravaand his affiliates, Variorum reprints, London, 1975, 231 ss.. La cita exacta est en la def. 23: "Ita quiainexperientia multos pusilanimes et apostatas facit, statuimus et ordinamus quod de cetero nulli recipianturad habitum regularem dicte inclite militie donec impleverint decimum annum, nec sibi detur aliqua comendadonec compleverint decimum septimum annum et habuerint aliquod temporale exercicium", 248. El Maestreera la excepcin, ya que ninguna norma limita su edad ni fija su experiencia, como es lgico.

    7. Rades, op. cit. f. 53v-54r. V. Enma Solano, nota 33, 134-135.8. Cap. Ge. de 1511, fol. 16r.n

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    Cuando en 1523 se le plantea la misma cuestin al Emperador Carlos, "consultsecon su Magestad la definicin de la Orden que habla acerca de la edad que an detener los que an de ser regebidos al bito...e dixsele pos quntas maneras aqullasestavan quebrantada,. ..e la forma que su alteza ava tomado de detener la provisinde las encomiendas e ponellas en administragin, por ser cosa no vista...por a yer suMagestad provedo de las dichas encomiendas a nios e personas de poca edad.. .suMagestad respondi... que mandaba guardar las definiciones y autos capitulares yque en lo pasado si no lo ava hecho as, avan dado causa dello los servigios quelos grandes y cavalleros del reyno le avan hecho, espegialmente durante la su absengiadestos reynos y tener obligagin de conplir con ellos" 9.

    En 1511, tambin "su Alteza" haba prometido no entregar encomiendas fuerade los usos calatravos en adelante, aunque al mismo tiempo, a la peticin de que nootorgara bienes de la Orden a seglares, haba respondido en unos trminos conocidosen las peticiones de Cortes, que vera e mandara proveer en ello, lo que significaque hara lo que le diera la gana.

    Tras estos problemas elementales, vienen las cuestiones que se refieren estricta-mente al cumplimiento de las normas de las rdenes respecto a la provisin del hbitoy el ao de residencia que han de hacer en el convento:. Una vez aceptado el rey comoadministrador, es ste el que "regibe al bito de la dicha orden" al aspirante a caballero.La primera peticin del captulo de 1511 destaca por su puntillosidad: se mandaba enla provisin que el rey daba para que despus de recibido se fuera al convento quedos meses antes de cumplido el ario de su aprobacin, el prior emitiera un informe conlos mritos y costumbres del aspirante para que el rey decidiera a su vez si deba per-manecer y ser recibido en la profesin de la Orden, siendo as que la Definicinmandaba que el informe se hiciera dos meses despus de cumplido el ario: Se pidi alrey que lo mandase guardar y ste acept que todo se realizara de acuerdo con la norma.

    No creo, de todas formas, que este fuera el mayor problema, sino el que esosplazos y normas no se cumplen: era habitual incumplir la Definicin 26 acerca delao de permanencia. "Se hizo relalin al dicho captulo que ava algunas personasque no haban ido al dicho convento el ao de aprovagin y otras que se avan salidoantes de avello conplido"1".

    El Captulo General de 1523 es interesante, adems de por su propio contenido,porque sigue de manera bastante cercana lo tratado en el de 1511, por lo que podemosapreciar lo sucedido doce arios despus de esa primera reforma calatrava. En lo quese refiere a esta norma, aparece considerablemente endulzada: "por quanto que noes cosa decente que cavalleros e religiosos questn en el convento el ao de suaprovagin e novigiado salgan dl, pues el dicho ao se les da para estar e residiren el dicho convento y saber la regla e girimonias, usos e costunbres de la orden eprovar las asperezas della, ordenamos que durante el ario de novigiado el padre priore soprior no puedan dar ligengia a ningn religioso del dicho convento por ninguna

    9. Cap. Gen. de 1523, f. 22v.10. Cap. Gen. de 1511,f. 16r.

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    causa que sea para salir dl por mucho ni poco tienpo aviendo de dormir fuera.. .epuedan dar ligengia a los novilios asi cavalleros como religiosos para salir del conventoa su recreagin con quel da que salieren tornen al convento a la ora quel dicho padreprior e soprior le sealaren.. .(y sea) antes de ponerse el sol... esta misma orden tenga...con los comendadores y cavalleros, priores y religiosos que en el dicho conventoestovieren en peniternia"". A esto se le aaden ciertas normas de permisin parasalir en caso de necesidad durante ciertos das lo que, si suponemos que se aplicabade forma laxa, como sabemos se aplicaba, el ario de aprobacin era minimizado ensu sentido primordial.

    Algo similar, y no insistir ms ampliamente en ello, sucede en aspectos comola residencia en las encomiendas. En ambas rdenes se mandaba que los comendadoresresidiesen de continuo en ellas, como forma de asegurar tanto su rendimiento comoel servicio militar que por ellas deben. La pena era de excomunin si no se cumplanlos Establecimientos y Definiciones, pero, como se dice para Calatrava, en 1511,"la dicha residengia continua era imposible o a lo menos dificultosa a ellos de hazer,e en verdad no la hazan, con lo que sus nimas y sus congiengias estavan en muchopeligro.. .e fue largamente platicado.. .e paresgi al Captulo que por Definilionesantiguas el tienpo era limitado a quatro e seys meses, que era justo que agora se limitase

    . tienpo para esa residencia e otros, por quanto la pena de excomunin era muy trabajosae peligrosa para su congiengia e muy poco temida para guardalla e no incurrir enella, que sera bien que la dicha pena de excomunin se trocase por otra pecuniaria..."12Al rey le pareci bien y mand pedir bula al Papa que sirviese de tranquilidad a losvivos y de perdn a los muertos, pero creo que el texto es significativo acerca delo que significaban en la mentalidad de la poca las abusivas, y por ello minusvalora-das, penas de excomunin, y del cambio de los tiempos.

    El proceso de suavizacin de las normas es exactamente igualen lo referentea las vestiduras. En Santiago y Calatrava se insiste en que se vistan las ropas fijadasen las reglas antiguas sin ninguna variacin: "que traigan las dichas cruces conformea la dicha bulla de pao de lana colorado y no en otra manera so pena..." se dice en1511, y se repite lo mismo en 1523, en Calatrava. En Santiago, exactamente lo mismo,pero para evitar el pecado lo mejor es reformar a la baja las normas. En mi artculosobre la reforma de la Orden de Santiago anotaba cmo se manipulan las normastradicionales santiaguistas a fines de la Edad Media; en lo referente a las ropas sedice: "porque en la dicha orden ay grandes seores contytuidos en dignidades deduques e condes e marqueses e viscondes...e por onrra de la cauallera e sus personasdeuan e deuen traer, como los ms dellos traen, las dichas ropas, se suplica..." y se

    11. El Captulo General de 1523 'en A. Torre do Tombo, Gav. IV, 1-26.12. 1511, f. 17r.-17v. Ver para todo ello lo acontecido en los aos siguientes, que muestra la linealidad de

    la evolucin; ver la ya citada obra de F. Fernndez Izquierdo, 104 ss., esp. 107, en que observamos cmosus conclusiones son idnticas a las mas al tratar de estos asuntos, como tambin se aprecia en las pginassiguientes al hablar de obligaciones.

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    concede permiso, como en Calatrava, para que puedan vestir ropas y forros de sedasy telas lujosas .

    En consecuencia, la normativa de las dos rdenes sigui en esta etapa de transi-cin un camino similar; incluso las reflexiones que se hacen al postulante en el mo-mento de la investidura son idnticas, acerca de la importancia del servicio y de quenada de material se le promete. Palabras. Como ya hemos dicho, las rdenes Militares apartir de este momento se van a consolidar como instrumentos de honor, con cuyasrentas los reyes van a premiar a sus servidores, civiles o militares, o a servir de comple-mento a las rentas o los compromisos de los grandes del reino, que colocan as en ellasa sus hijos o allegados. Es el paso, que he destacado a menudo, de la encomienda deservicio a su consideracin como beneficio econmico, aunque matizar esta afirmacinms adelante. De hecho, es evidente la consideracin de las encomiendas como un bienpersonal, heredable, transferible e incluso canjeable dentro de una familia o un linaje.

    Se podran contemplar muchas cosas ms en este primer apartado, pero sloaadir los intentos de los caballero de consolidar el "cursus honorum", en el que laantigedad en el servicio sera el parmetro ms importante. Ello va unido a un intentode limitar el nmero de hbitos existentes, para que tal "carrera " tuviera sentido y quelos beneficios de la Orden, tambin los propios de los sacerdotes, slo pudieran darsea los que hubieran hecho mritos de antemano. Los reyes prometen atenderlo, aunqueya sabemos que no ser as durante el perodo de transicin ni tampoco despus, porconcesiones o ventas que rompen el sistema de la ltima etapa en busca del beneficioinmediato en dineros, lo que, al cabo, llevar a la aminoracin del valor de las rdenes,aunque muchas de las compras son realizadas por las personas o familias que anteslas ocupaban por donacin, lo que lleva a una materializacin como propiedad conso-lidada del dominio que como bien quasi propio se disfrutaba con anterioridad.

    Volviendo al tema anterior, limitacin del nmero de caballeros, conozco enSantiago un intento de cuantificar el nmero de hbitos en este momento de transicin,habiendo habido antes, como en Calatrava, peticiones de limitar su multiplicacin.Es posible, como opinan algunos autores, que sea excesivo el nmero de 400 comen-dadores y caballeros que acompaaron a Alonso de Crdenas cuando los Reyes lehicieron entrega de los Pendones e insignias de la Orden en 1480, pero esa cifra niera exagerada ni mucho menos lejos de la realidad, como veremos ms adelante.Sin duda hubo un aumento de la concesin de hbitos en ambas rdenes en los reinadosde Fernando el Catlico y de Carlos len sus primeros arios, lo que queda demostradopor la peticin al emperador de que limitase el nmero de caballeros a trescientos 14.En la Orden de Calatrava, donde tambin se pide, como ya hemos visto, la moderacinen la concesin de hbitos y la reserva de los bienes a los caballeros de la Orden,encontramos en el Captulo General de 1511 una noticia cuanto menos sorprendente:

    13. A.H.N., Ms. 1242-C, fol 215.14. En el Captulo General de San Juan de los Reyes, citado por Pedro A. Porras Arboledas: La Orden

    de Santiago ene/siglo XV. La provincia de Castilla. Madrid, Complutense, vol I, 60, a partir de Ms 419de la Biblioteca Nacional de Madrid.

    ... .1

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    "los cavalleros de la dicha orden se quexaron diziendo que por los muchos bitosque el rey nuestro seor daba de la dicha orden ellos eran tarde o nunca proveydosde encomiendas. Pidieron al Captulo que en su nombre suplicasen al rey nuestroseor mandase que oviese ierto nmero de cavalleros de la dicha orden. El dichocaptulo, viendo que este era camino por donde los dichos cavalleros pudieren mspresto ser beneficiados e otros porque por esta va la Mesa Maestral se descargavade gastos inmoderados en que por razn de los muchos bitos estava cargada. ..e suAltesa lo tuvo por bien e mand que en la dicha orden no fuesen reslebidos al bitodella ms de beynte e Qinco y, porque al presente estaban resgebidos algunos sobreel dicho nmero, que tena por bien ende no regebir al bito de la dicha orden a ningunapersona hasta que en la dicha orden no oviese ms de los beynte e ginco cavallerosde manera que en la dicha orden no aya de veynte e limo personas de bito arriba" 15.

    Y es verdad que resulta complicada la equivocacin, una vez descartada la opcinde error de copia del escribano portugus, al repetir tres veces el mismo nmero, y laescasa similitud de ste con otros ms probables, pensando en cualquier tipo de formasde escribirlo, y teniendo en cuenta, adems, que hay, como veremos inmediatamente,al menos ochenta caballeros calatravos en Castilla y Len. Veinticinco ms del nmerode beneficios posibles?, es decir, veinticinco caballeros de hbito de reserva. Tambinme parece nmero escaso, dadas las lanzas de servicio, que tambin voy a estudiar acontinuacin. Una interpolacin destinada slo a los caballeros portugueses? Comoms adelante cito, el escribano portugus ve acreditada su transcripcin por un notario,adems de que cuando he podido cotejarlas con transcripciones de otros autores quelas han hecho, compruebo la exactitud de la copia '6.

    De todas maneras, la cifra es inverosmil aunque aadamos la tendencia a reducirel nmero de beneficios, procediendo a la unin de varias Encomiendas en una paraque sean ms rentables. Todo conduce, sin embargo, a las mismas conclusiones:reduccin de hbitos, considerados como honor y fuente de privilegios sociales yde prebendas econmicas en una y otra Orden, a pesar de las dulces palabras de larecepcin de los freyres.

    15.Cap. Gen. de 1511, f. 31v.16.Cfr. ATT, Gav. IV, 1-26, f. 26v.-27r. con la transcripcin del mismo Captulo ene! Cdice 815B

    del AHN, dada por Francisco Fernndez Izquierdo, op. cit., 95 y son absolutamente idnticos; aunqueen ninguno de los dos textos se cita el nmero exacto de hbitos a los que habra de llegar la reduccin,se remiten al C. General de 1511, en el que yo encuentro ese sorprendente nmero de veinticinco, queno es citado ni por el autor antedicho ni por E. Solano, lo que me sorprende an ms, Pues es muy llamativaesa reduccin a cifras tan bajas, lo que me lleva a pensar en interpolacin interesada para Portugal. Elescribano del rey y notario, Jorge Rodrigues, afirma la veracidad del traslado "vam terladados e concertadosna verdade con os propios que estam no dito convento...por cuja fee e certidam asyney aquy con o ditocantor no dito convento no dito dia, mes e ano", y sigue la firma, ATT, f. 138v., fechada la transcripcindel dicho Francisco Rodigues, escribano y cantor, a lunes, XVI dias del mes de noviembre deste presenteano de mil e quinientos e XXVIII anos.

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    3- LAS RENTAS Y LOS HOMBRES

    Cuando los Reyes Catlicos incorporan las rdenes Militares a la Corona sern,como decamos que haba sucedido en varias ocasiones, administradores plenipotencia-rios; despus su nieto Carlos asumir ya directamente el ttulo de Maestre. Ellos lohacen con el objetivo evidente de aprovechar los recursos de las mismas para suspropios fines. Durante largos siglos Santiago, Calatrava y Alcntara haban servidoa Dios y a sus reyes en la lucha contra los musulmanes y siguieron hacindolo hastaque la labor reconquistadora se vio terminada en la Pennsula Ibrica tras la toma deGranada. Entonces, Calatrava llevaba ms de dos aos administrada por don Fernandoy Santiago pasar a serlo despus de la muerte de Alonso de Crdenas en 1493. Yasabemos cmo Juan II se aprovech de la administracin para obtener beneficios dela misma orden de Santiago. Los Reyes Catlicos no intentaron el mnimo disimuloal impedir el nombramiento de Alonso de Crdenas o de Rodrigo Manrique, de DiegoLpez Pacheco o de Diego de Vera y algn otro aspirante ms. En 1474 fueron elegidosManrique en Castilla y Crdenas en Len. A la muerte del conde de Paredes en 1477 seiba a elegir a Alonso de Crdenas como nico Maestre, pero la reina Isabel interrumpiel Captulo de Ucls: "bien sabedes que el maestradgo de Santiago es una de lasmayores dignidades de Espaa y dems de ser grande de rentas y vasallos tiene muchasfortalezas derramadas frontera de los moros y de los otros reinos comarcanos; y poresta causa, los reyes mis progenitores muchas vezes tomaron el maestrazgo enadministracin e lo dieron a hijos suyos e a muchas personas fieles a la casa real, eaunque don Alonso de Crdenas, comendador mayor de Len, que pretende serMaestre, es persona leal al rey mi seor y a m, pero agora hemos deliberado que elrey tenga esta dignidad en administracin..." 17 . Sin ningn disimulo, como deca,se concedi a Alonso de Crdenas que pudiera ser elegido Maestre el mismo 1477en Azuaga, "en tanto que diese en cada un ario tres quentos de maraveds para el reparoy bastimento de los castillos que son en la frontera de Granada". Es decir, que los Reyesaseguran su derecho y despus, generosamente, ceden a que la Orden elija al Maestreque bien les serva. Hay que aadir que tras la victoria de Alonso de Crdenas enAlbuera, los reyes "se holgaron mucho y luego enbiaron al Maestre una carta en quele hizieron merged de los tres quentos con que era obligado a servirles cada un ao"18.

    Si es, por tanto, evidente, que fue el disponer de los recursos de las rdeneslo que llev a los Reyes a su incorporacin a la Corona, que luego se revelara comoalgo definitivo, a pesar de algunos escarceos muy fernandinos, semiprometiendoSantiago al Gran Capitn, parece procedente investigar de manera ordenada cules erantales recursos tanto desde un punto de vista econmico como de efectivos militares.

    17. Rades, Op. cit. f. 70v. y 71r.18. Ibdem, 69v.-70r. y 71r.

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    4- LAS RENTAS

    A- No conozco hasta la fecha ningn estudio que haya intentado resumir yconcertar los muy valiosos existentes sobre las rdenes Militares a fines de la EdadMedia y, en especial, en este perodo de transicin que llevara desde la regenciade don Fernando hasta la primera dcada del reinado de Carlos I, una generacinen la que, realmente, todas las circunstancias que se iban encadenando dan lugar a uncambio desde mltiples puntos de vista en la concepcin de las rdenes Militarescomo organismos de poder y servicio. Podemos ya adelantar que seguirn gozandode su gran prestigio, que se conceden sus hbitos a aristcratas o a personas del entornode la realeza, adems de que el prurito de hidalgua que les acompaa hace mspreciada la posesin en unos aos en los que el asunto de la pureza de sangre debe deser tenido muy en cuenta. Ser caballero de las rdenes era ser cristiano viejo y, adems,cercano al poder monrquico, aparte de asegurar el goce, en formas diferentes comoveremos, de unos beneficios econmicos firmes que permitan vivir o consolidabanotras rentas, a veces muy cuantiosas, de caballeros que obtenan el hbito.

    Probablemente la causa que provoca esta falta de una aproximacin de conjuntosea la propia dificultad de las fuentes. En la Orden de Calatrava, el problema de origenes ms que 14 escasez, la falta de serialidad de las fuentes de la historia econmica,que son las visitas, que son el soporte esencial del trabajo de los que nos dedicamosa estos temas, junto a otras importantes de carcter normativo, pero siempre con esaslimitaciones.

    El caso de la Orden de Santiago, que conozco con bastante ms profundidad,presenta algunas similitudes y ciertas diferencias. En primer lugar, tanto en la Provinciade Castilla como en la de Len hay abundantes datos de poblacin y de rentas deencomiendas, cumplidamente estudiados'', por lo que podemos ofrecer datos suficien-tes. Queda un problema en cierta medida grave, sobre todo en lo que se refiere a la Pro-vincia de Castilla, que presenta datos ms fragmentarios por no haberse conservadoen buena parte la documentacin. Esto se debe a que, tras la asuncin del poder porparte de los Reyes Catlicos en las rdenes, durante el primer decenio o un pocoms, las rentas de la Mesa Maestral, que son las que la Corona asume como propias,siguieron apareciendo junto a las de encomiendas en los libros de visitas, pero a partirde 1503 la renta de la Mesa Maestral desaparece de esos libros, pues pasa a darseel proceso de arrendamientos en masa de todas las dehesas, principalmente, y otrosbienes de la misma, sustituyendo a los arrendamientos por piezas dehesas y bienesde cada encomienda, por lo que pasa a los libros de administracin de la HaciendaReal, Contadura Mayor de Cuentas, Escribana Mayor de Rentas donde, con ciertasdificultades por su falta de correspondencia en ocasiones cifras distintas en un ciertoporcentaje para los mismos arrendamientos segn sea la procedencia del documentopuede hallarse un excelente material para el estudio.

    19. Por Pedro A. Porras Arboledas en su obra ya citada y por m mismo, La Orden de Santiago enExtremadura. Siglos XIV y XV, Badajoz, 1985:

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    Estos legajos, que nos muestran principalmente la obra de recaudacin del primercontador mayor de rdenes, Fernn lvarez de Toledo, s los hemos conservadopara todo el perodo de Fernando el Catlico, e incluso don Ramn Carande, en su obrainolvidable, public las rentas de 1518, pero se detallan especialmente los arrenda-mientos de la Provincia de Len de la Orden de Santiago, por lo que tendremos quedilucidar los medios para hallar, con el menor error contable posible, aunque nuncacon total exactitud, las cifras que se movan en la economa de los Maestrazgos.

    La otra dificultad era buscar un medio de comparar e igualar para su estudio a lasdos rdenes, cosa especialmente compleja en principio, pues no haba, por las razonesya expuestas para Calatrava, arios de estudio, ni siquiera cercanos, con series de rentasque se pudieran sumar en busca de totales. Afortunadamente, encontramos la solucinen el reparto de lanzas de 1511 de la Orden de Calatrava, en el cual se incluyen lasrentas de cada una de las encomiendas de este ario. Esta es la razn por la que 1511es la fecha escogida para este estudio econmico, dado que en ese ario, tanto en laProvincia de Castilla como en la de Len de la Orden de Santiago hay series muycompletas de rentas que permiten estudiar los caudales econmicos de la Orden. Esdecir, que ponemos a la Orden de Calatrava como vara de medir para este trabajo.

    En los cuadros que hemos podido confeccionar para mejor llevar a cabo el estudio,encontramos en 1511 unas enormes cantidades de dinero; en el caso de la Orden deSantiago, la Provincia de Castilla recaudaba en Encomiendas la cantidad de 14.143.318mrs., 37.755 ducados, la de Len, 9.027.527, para un total de 22.468.599 mrs., seanunos 60.000 ducados de oro. En la Mesa Maestral, la Provincia de Len recauda entotal 9.874.675,5. Dado que se procur que el total de las rentas de encomiendas fueralo ms similar posible a las rentas recibidas por el Maestre, no es osado calcular,haciendo una conversin simple, que la Mesa Maestral de Castilla debera estar entomo a los 14.000.000 de mis, lo que viene a sumar un total de ms de 63.000 ducadospara el administrador de la Orden, el rey en este caso 20 .

    La renta de la Orden de Calatrava se mueve siempre en unos niveles prximosal 50% de la de la Orden de Santiago. En los arios en que disponemos de cifras com-pletas, 1511 y 1523, las encomiendas rinden respectivamente 11.123.785 mrs, unos29.663 ducados y 13.307.026 tnrs., 35.485 ducados. Siguiendo el razonamiento ante-rior, perfectamente vlido tambin para esta Orden, la Mesa Maestral debera estaren torno a los 12.000.000 de mis. en estas fechas, como lo demuestran las cifras ofreci-das por Enma Solano: las rentas totales de la Mesa Maestral se arriendan en 1499 en

    20. Miguel A. Ladero opina que la renta de la Mesa Maestral en Castilla es inferior en porcentaje ala de las encomiendas y no similar como en Len. Sin embargo, en los aos 1494 y siguientes, las rentasarrendadas en dinero en Len valen 4.855.936 mrs., y las de Castilla 5.027.166, sin cereales en amboscasos; en 1496 y ss., la Mesa Maestral de Len vale 10.353.333 en masa y slo el dinero de Castilla5.243.833, lo que parece abonar mejor mi idea de un reparto de la renta en partes casi iguales. De todasformas, no hay demasiados datos que yo conozca; v. AGS, Contadura Mayor de Cuentas, leg 96, en quese le asigna a Castilla en valor de cereales de la Mesa Maestral de 1494 la cantidad de 3.312.820 mrs.en trigo y 1.411.650 en cebada, ms una elevada cantidad en "egeptados".

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    11.661.000 mrs 21 , lo que avala la cifra dada para 1511. En consecuencia, y para resu-mir, la administracin de estas rdenes viene a suponer a la Monarqua la cantidadde 36.000.000 de mrs, entre los 90 y 100.000 ducados 22.

    B- El destino de las rentas

    A partir de las noticias de que podemos disponer, parece que tanto don Fernandoel Catlico como su nieto don Carlos utilizaron las rentas de las rdenes fundamental-mente para los mismos usos que lo haban hecho los anteriores Maestres: sufragarlas campaas militares y pagar los gastos que se derivaban del funcionamiento habitualde la gran maquinaria puesta a su servicio.

    En el primer aspecto, las campaas militares, hay alguna diferencia esencialcon los destinos de los aos, por ejemplo, de Alonso de Crdenas: las rdenes Militaresestn concebidas para una misin especfica, la lucha contra los musulmanes, y yadesde los tiempos de Pelay Prez Correa, mediados del siglo XIII, esa lucha no tenapor qu circunscribirse a la Pennsula, sino que se pens en llevarla hasta Jerusaln.En realidad, la toma de Granada en 1492 conllev una variacin en el destino delas rentas, que se siguen gastando en la lucha contra el enemigo, pero los enemigosya van a ser bsicamente los franceses. Pondr slo dos ejemplos, uno de cada unade las dos rdenes.

    En la Orden de Santiago, la Provincia de Len fue el granero de donde se sacel pan para las guerras en el sur de Francia: desde 1498 a 1503, e incluso antes, tenemosabundante documentacin sobre estos acontecimientos, en que no solamente se tratade coger el grano en Extremadura y llevarlo a los embarcaderos de Cantillana o deAlcal del Ro en el Guadalquivir con destino a Perpin o Colibre (Colliure), sinoque desarrollaron un complejo sistema de apoderados para intercambiar el pan delos lugares ms alejados de Andaluca, el partido de Mrida fundamentalmente, ovenderlo, y con su importe comprar grano en la zona frontera con el Reino de Sevilla;

    21. E. SOLANO RUIZ, op. cit., p. 289.22. Para reducir las cantidades de trigo, cebada y otras rentas en especie a dinero, hemos empleado

    el sistema que es normativo en la Orden de Calatrava en 1511 y 1523 para tasar estos productos. Transcriboen parte el texto: "Pero porque la tasacin de las rentas de las dichas encomiendas no viene hecha a dinero ysi no se hiziese no se podra hazer el dicho repartimiento justamente ni a yer ygualdad...ordenamos se hagala tasacin de la manera siguiente: la hanega de trigo a razn de sesenta mrs., la de centeno a quarenta mrs.,la de cevada a quarenta mrs. la

    de avena a treinta mrs., la de garvangos a quatro reales, la de lentejas ados reales, la de arbejas a real, la hanega de ha yas a sesenta mrs., la hanega de panizo a real y medio, laarroya de vino a medio ducado, la cntara de vino a treinta mrs., la arroya de aceite a cient mrs., la gallinaa veinte mrs., el camero a quatro reales, la oveja y cabra a tres reales e medio, la arro ya de miel a quatroreales...la hanega de sal a medio real. la

    arroba de peces a cient mrs, la arro ya de lana a quatrocientos mrs.,la arroya de queso a dozientos mrs." V. ATT, Gav. 1-26, f.93v. Hay ms datos en el f.109.

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    a veces se intercambiaba trigo de Extremadura por otro de las regiones ms prximasa Sevilla, Carmona, cija e incluso Jerez de la Frontera 23.

    La causa es evidentemente abaratar el precio que cargaban los transportes, yaque cada fanega de cereal se encareca en 2,2 mrs. por legua recorrida, lo cual supona,como media de las localidades de procedencia, aadir ms de un tercio al precio dela fanega puesta en el embarque.

    De la Provincia de Len salieron en 1502 24.501 f. de trigo y 24.832 f. de cebada,con un coste total de transporte de 1.944.155 mrs, 5.184 ducados. Si vemos la produc-cin de la Mesa Maestral en 1500, supone que ms de la mitad de la renta en trigoy el doble de la de cebada sali para abastecer el ejrcito, y el resto se vendi para pagarlos gastos, desde los 2.300.000 del transporte en 24 naos, hasta los 204 que se pagaronal correo Cristbal Surez por ir de Jerez a Cdiz a dar prisa a los navos. 2.584.000en gastos, aparte de lo que haba supuesto el transporte. Las cantidades del resto delos aos son muy similares. En mi tesis doctoral ya deca que de los 13.612.266 mrs.de la renta de 1504, se destinan al ejrcito de Italia 7.750.000 mrs, 20.666 ducados,para el pago de la gente y otros 1.260.000 mrs. para aprovisionamiento y paos; esdecir, que el dinero de las rdenes se destina al servicio del Estado, aunque en lasnuevas misiones que la Monarqua espaola est emprendiendo en el extranjero".

    Tambin conocemos ejemplos de la Orden de Calatrava, aunque en este casocon un carcter diferente; en el Captulo General de 1524 se habla de la disposicinplena de la Orden de servir al rey, como Maestre, contra el turco con las lanzas quetienen obligacin de tener; y despus, algo ms adelante: "hzose relacin a su Mages-tad cmo en tienpo de sus governadores, por las grandes negesidades que ocurrieron,algunos comendadores fueron llamados por los dichos governadores para la guerraque entonces tena contra Francia y aunque de orden no eran obligados a tal guerra,viendo a su Magestad absente destos reinos y el peligro en que estavan, vinieron aservir en ella. Suplicose a su Magestad fuera servido de mandalles pagare! sueldoque se les deva del tienpo que sirvieron a su Magestad con sus personas y langas..."25,en donde se aprecia el subrayado que fija las obligaciones de los caballeros s contrael turco, no contra el francs pero que hace primar el inters del Reino ante losdeberes de los freyres. Y el Emperador deba pagar de sus rentas de Maestre los gastosdevengados.

    En lo que se refiere a los gastos de organizacin y funcionamiento de las rdenes,hay que dejar constancia, como ya es sabido, que hubo en ellas un ideal de cursushonorum, que ya he destacado antes, una especie de escalafn para acceder a la tenenciade una encomienda, pero tal hecho tiene dos aspectos a tratar: el primero es que engran cantidad de casos el caballero investido del hbito de la Orden tardaba muchotiempo en llegar a tener la posesin de una encomienda, eso si la consegua, por loque haba de ser mantenido por el Maestre, normalmente en su casa o en el Convento

    23. La informacin, en un legajo del AGS, Contadura mayor de Cuentas, P poca, leg. 161. Preparoun trabajo sobre el mismo.

    24. AGS, Casa y Sitios Reales, leg. 8, fol. 294, en la receptora de Juan de Loarte.25. ATT, 1524, fol. 22r. y 26v.

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    de Ucls en la de Santiago y en el de Calatrava en esta Orden. En otras ocasiones,durante la historia de las rdenes, pero especialmente a partir de los Reyes Catlicosy los Austrias, las personas de mayor honra y dignidad desde aristcratas a servidoresdel rey como dije obtenan al mismo tiempo hbito y encomienda. Este hecho dalugar a que a los primeros se les siga teniendo que mantener, en tanto que los privadosobtienen las mejores encomiendas, ver los apndices de este trabajo, algo lgico enla forma de pensar de la poca, pero que, adems, reciben abundantes acostamientosde los Maestres, despus de los Reyes, porque en ellos, siguiendo esa lgica, recaenlos cargos ms importantes y mejor remunerados del Consejo.

    De los caballeros sin encomienda de la Orden de Calatrava son frecuentes lasquejas en los Captulos Generales de que el mantenimiento que el rey les daba erademasiado pequeo. No consinti don Fernando ninguna mudanza en 1511, exceptorecibir sus quejas y prometer que se les pagara pronto, en tres tercios al ao 26. El man-tenimiento ordinario era de treinta mil mrs. anuales, cantidad con que tambin se com-pensaba a los comendadores de encomiendas de escasa renta, menos de 60.000 nu-s.Los freyres de convento cobraban 15.000 anuales y 20.000 los priores.

    De la Orden de Santiago hay alguna documentacin acerca de los pagos quelos Maestres hacan en situados y tenencias, que van dirigidos desde a monasterioso centros religiosos, a obras pas, o, la mayor parte, a quitaciones y mantenimientos.Podemos distinguir al principio de esta etapa, 1494, los gastos en caballeros, que tienenun mantenimiento mnimo de 12.000 mrs. los que no estn dotados de encomienda,bastante menos que los calatravos, pero las cantidades son muy variadas y otorgadasa partir de esa base de forma casi individual y por acumulacin de sucesivas mercedes,pero, insisto, la mayor parte cobraba 12.000 mrs. Los miembros del Consejo cobran100.000 mrs, 150.000 el presidente; los gobernadores de las Provincias otros 150.000mrs. Rodrigo Manrique, presidente del Consejo y gobernador de Castilla se embolsaas 300.000, adems de su encomienda de Yeste y Taivilla sin contar, por supuesto,el resto de sus bienes. El cargo de ese ao en salarios y pagos fue de 4.887.086 mrs.Entre ellos se incluyen los 1.007.000 pagados a cuenta a la hija del recin fallecidoMaestre Alonso de Crdenas, Juana de Crdenas, de la mitad de las rentas del 93"que los reyes partieron con ella", lo que nos lleva a seguir viendo esa patrimonializa-cin de la que tanto he hablado, que concede a la hija derechos de herencia de loque haba sido un ministerio de su padre.

    Para no aadir demasiado a lo ya sabido, en 1494 se pagaron slo de manteni-mientos de caballeros 1.536.152 mrs. y en el trienio 1497-1499, 5.153.331 mrs. En1500 se pag en nmina de caballeros 2.151.000 mrs.; en los mismos arios, los pagospor mantenimientos totales, de caballeros y salarios, eran de ms de 4.000.000 de mrs.en 1495 y de ms de cinco millones desde 1499 27 ; es decir, para resumir, que el equi-valente de la renta en dineros de la Mesa Maestral de de la Provincia de Castilla sededicaba a mantenimiento.

    26. ATT, 1511, f. 22r.-23r.27. AGS, CMC, leg. 95 y 96.

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    Queda un ltimo apartado que considero de suma importancia porque se tratade un intento de cuantificar de la manera ms aproximada posible la potencia militar delas rdenes, es decir, los efectivos guerreros con que contaba, que eran las lanzas de lasencomiendas, pagadas de las rentas de los comendadores; las de los caballeros delsquito del Maestre, que paga la Mesa Maestral como ya vimos, y la menos consi-derada, aunque no se haya dejado de estudiar, de las fuerzas de los vecinos de los luga-res de las rdenes que, como lo hacen sus seores, estn organizados en forma deejrcito, dependiendo su forma de participacin en las acciones guerreras de sus dispo-nibilidades econmicas.

    Los comendadores, a ellos se dirigen especficamente los repartos de lanzasefectuados en Captulo General, tienen la obligacin de servir en las campaas militarescon un cierto nmero de lanzas, en funcin de la renta de la encomienda de que dis-frutan. A pesar de que en cada Captulo General se hace un reparto dependiendo delas vicisitudes econmicas que las encomiendas hayan experimentado, el nmerode lanzas suele ser bastante estable, pues las bajas de unas se compensan con el acre-centamiento de otras.

    Qu es una lanza? Es la unidad bsica de lucha a caballo, que es la forma habitualde combatir en el mbito andaluz. Hay dos modelos de combatientes a caballo; la mshabitual en su forma es las lanzas "a la gineta"; el otro modelo son las lanzas de "hom-bres de armas". Miguel ngel Ladero aclara que en Castilla la diferencia entre ambosno es el nmero de personas que forman esa unidad de combate, en Francia eran uncaballero con armadura completa y cinco jinetes de compaa (escudero, ballesteros,criado y paje), e incluso algunos acompaantes a pie, sino el armamento: "el hombrede armas castellano iba armado con visera, peto doble, quijote, grebas y zapatos dehierro.., su caballo principal.., llevaba bandas de hierro o de ante doble sobre las ancas;tena adems otro para transportar carga o sustituir al primero; la lanza era larga...tambin sola llevar estoque, maza o hacha. El jinete, en cambio, llevaba armaduramucho ms ligera, lanza corta, adarga y pual... estribos cortos y cabalgaba con laspiernas encogidas, lo que le daba ms libertad de movimientos..." 28 . Los caballerosa la jineta estaban en proporcin de diez a uno en la guerra de Granada.

    La Orden de Santiago se acogi en lo referente a la naturaleza de la lanza almodelo de "hombre de armas" castellano, tal y como se dice de manera expresa enel Establecimiento correspondiente de Juan Pacheco, en su Captulo reformador de1469 en Los Santos de Maimona, y que ser una de las pocas normas de este Maestreque van a perdurar en los cuerpos legislativos posteriores: " Grand seruicio es nuestroe honra de nuestra cauallera que todos los comendadores y caualleros della en todotiempo tengan cauallos e armas de sus personas y las lanlas que son obligados a tenersegn la obligacin e institucin antigua, porque cada y guando que nos lo oviremosmenester e los llamremos, nos puedan servir con ellas segn son obligados y quelas dichas lanlas sean hombres de armas y encubertados y bien aderegados de cauallose arneses buenos e limpios e cubiertas, pues que los fundadores desta santa orden

    28. M. . LADERO QUESADA: Castilla y la conquista del reino de Granada, Valladolid, 1967, pp. 13 y 14.

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    e cauallera en cauallos de la a brida e a la guisa, que no con ginetes, hizieron sea-lados hechos e ganaron grandes honras". De Calatrava no tengo noticias, aunquepuedo suponer que sera igual por afn de mutua emulacin.

    Todo ello da lugar a una impresionante fuerza de choque que he intentadocuantificar a partir de los datos de los Captulos, los de 1480 de Toledo, Ucls y Corralde Almaguer de Alonso de Crdenas, y el de 1501-1502 de Sevilla por parte de losReyes Catlicos, y, slo como piedra de comparacin, el de Felipe II de 1564, querecoge el repartimiento del Emperador en el Captulo de Valladolid de 1527 29 . Conestos datos, podremos apreciar en los cuadros la importancia del ejrcito formadopor los caballeros de las rdenes, en principio, sin hablar de las tropas del Maestre.

    Para la Orden de Calatrava, eran en el Captulo General de 1511 288 las lanzasde encomiendas, aunque su nmero natural era de 300, que como tal aparece en elde 1523. En Santiago eran, slo de encomiendas, de alcaidas y otras dignidades dela Orden, salvo siempre el Maestre, 452 en 1480 y 444 en 1502, a las que hemosde aadir, insisto, sin el Maestre, 27 en 1480 por servicios de otras posesiones y 69ms en 1502. Es decir, que slo de las encomiendas, la Corona poda contar en elinicio del siglo XVI con una fuerza de ms de 800 hombres a caballo fuertementearmados, con las cautelas sealadas para Calatrava. Si a eso unimos las fuerzas delMaestre, y los cuatrocientos caballeros suyos que le acompaaban cuando iba a recibirlos pendones de la Orden en 1480 3 no me parecen ya una exageracin vistas las cifrasde las encomiendas, se formaba una armada de cerca de 1.200 caballeros. Mi maestroMiguel ngel Ladero da en sus cuadros del cerco de Baza la cifra de 1760 jinetesde Santiago 31 , que es absolutamente verdica, y segn los jinetes que podr aadirinmediatamente, nada excepcional, sino con posibilidades de ser puestos en el campoen cualquier momento, como sucede con los 400 combatientes a caballo de Calatrava.

    Ah radica la fuerza de las rdenes y ah su legitimidad para el aprovechamientode las rentas concedidas: 50.000 mrs. costaba una lanza en la orden de Santiago ycerca de 40.000 la de Calatrava. En este caso, no importa sealar algn otro aspectode personalizacin del contingente armado: cuando se visita a don Fadfique Enrquez,no se le encuentra en su encomienda de Guadalcanal, pero se certifica que resideen Sevilla y all tiene las 17 lanzas con las que sirve, eso es lo importante. Adems,los Maestres, con los caballeros sin encomienda a los que equipaba como lanza, apartede gastarse enormes cantidades en hombres de armas para la ocasin y, como decanlos calatravos, siempre dispuestos al servicio de su Majestad para luchar contra elTurco y contra quien les mandare.

    29. A. DE CRDENAS en AHN, OM, ms. I 242-C, f. 207; es igual que el que l mismo realiza en 1484;el de los Reyes Catlicos en FERNNDEZ DE LA GAMA, Conpilacin de los establecimientos de la ordende la cauallera de Santiago del espada, en el ttulo LXXVIII. El del Emperador en RUIZ DE MORALES,A.: La regla y establecimientos de la Orden de la Cauallera de Santiago del espada con la Hystoriay principio della, ed. de ISC Isabel Viforcos Marinas, Jess Paniagua Prez y Juan Francisco DomnguezDomnguez, Len, 1998, pp. 360 y ss.

    30. Ver la nota 18.31. M.A. LADERO QUFSADA:Milicia y Economa en el reino de Granada. El cerco de Baza. Valladolid,

    1964, p. 101.

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    Frente a esta realidad en este momento de la transicin, es evidente que conel paso de los tiempos el panorama cambia, sobre todo por las ventas masivas deencomiendas en la segunda mitad del XVI, en la segunda parte del reinado de Felipe II;en adelante, ms prestigio que servicio, pero hay pocos hombres de armas brillantesque no sean premiados con hbitos de rdenes, muestra de que se conservaba la ideaprimitiva de sus funciones, aunque los hechos de los Austrias y la propia evolucinde la idea del ejrcito desde el inicio de este perodo marcaran en plazo corto ladesaparicin de las rdenes como ejrcito propio al servicio de la Monarqua.

    Por ltimo, las tropas formadas por los sbditos de la Orden correspondiente,de los que ya he dicho que se incorporan plenamente a una organizacin militar. Enla Orden de Santiago, que es de la que tengo noticias en este caso, desde el modelode organizacin del Infante don Enrique en el Captulo General de Toledo de 1440,se establece una gradacin de las formas de servicio segn los bienes de que disponacada vecino de los pueblos del seoro..Se hace de la manera siguiente

    1- Los qu tengan bienes y haciendas en mueble y raz que valgan veinte mil mara-veds "e dende arriba" son caballeros de cuanta, que deben tener caballo porvalor de 1.000 mrs. y armas de jineta, hojas y adarga y barreta, lanza y espada"y si ms quieren tener por su honor, que lo tengan". Han de hacer alarde ante losalcaldes de la villa dos veces al ao, una por navidad y otra en san Juan de junio.A los de cuanta se pueden unir los de gracia, que son los que mantienen caballovoluntariamente aunque no lleguen a la cuanta. Ellos no pagan moneda nimartiniega ni soldada de alcaldes.

    2- Los de cuanta de 10.000 mrs. arriba tengan ballestas de polea razonables y cintos.3- De 5.000 mrs. arriba tengan ballestas de pie.4- De 2.000 arriba, escudos.

    Los hombres mancebos sin cuanta deben tener lanzas y dardos.Cada uno de los grupos debe tener un capitn o cuadrillero "e que los otros le

    sigan"Por lo dems, se les obliga a los de cuanta a volver a comprar caballo en plazo

    de dos meses si lo vende, y de cuatro si se le muere. Es evidente que la intencin estener un cuerpo de armas en plena disposicin.

    Juan Pacheco establece que el cuantioso tenga de 30.000 mrs. arriba y un caballod 3.000 mrs.. Alonso de Crdenas, que parece desconocer el asiento de Pacheco,manda que sean 30.000 mrs. sin contar la casa de morada, la cama y la ropa de vestiry la yunta de bueyes o de acmilas con las que aran. Con posterioridad, y para noalargar demasiado la relacin, los Reyes Catlicos aumentan en 1502 la cantidadde bienes hasta los 80.000 mrs., lo cual, adems de otras causas, puede explicar elgran descenso de cuantiosos que se produce tras esa disposicin.

    De todas formas, esta organizacin de los concejos para la milicia es la raznpor la que, si vemos las cifras que ofrece Miguel ngel Ladero en su obra tantas vecescitada, en los cuadernos de Guerra Antigua de Simancas, prcticamente el nmerode vecinos de los pueblos coincide con el contingente militar del mismo.

    HID 31 (2004) 511-542

  • 528 DANIEL RODRGUEZ BLANCO

    El caso ms significativo, por su terica potencia militar, es el de los caballerosde cuanta antes sealados desde un punto de vista normativo, luego terico. Los cuan-tiosos aparecen en cifras variables en la Orden de Santiago en las Provincias de Leny Castilla. Tomando las cifras de Pedro Porras Arboledas para la Provincia de Castillay mis propios datos para la de Len, puedo proporcionar un cuadro significativo:

    1494 1498 1508 1511 1515PROV. DE LEN

    Poblacin 20.341 22.245 18.207 18.054 18.656Caballeros 445 643 348 470 418porcentaje 2,18% 2,89% 1,91% 2,60% 2,24%

    PROV. DE CASTILLA

    Poblacin 9.894 9.799 14.126 13.461 12.712Caballeros 630 556 353 300 343porcentaje 6.39% . 5,67% 2,35% 2,19% 2,69%

    TOTAL DE LA ORDEN

    Poblacin 30.235 32.044 32.333 31.515 31.368Caballeros 1.075 1.199 681 770 761porcentaje 3,55% 3,74% 2,10% 2,44% 2,42%

    Estas cifras no tienen demasiadas lecturas, sencillamente porque, como ya se sabe,estamos en un perodo de transicin. Es posible que el gran descenso de porcentajesentre 1498 y 1508 pueda haber estado influido por la crisis demogrfica inmediata-mente anterior, aunque yo, que soy muy catastrofista, opino que es ms influyente enello la decisin de los Reyes de duplicar la renta que hara falta para mantener caballo yarmas; es evidente que estamos en una sociedad muy conservadora, pero las cosas estncambiando y cuesta ms dinero mover a un cuantioso de Extremadura o de Cuencaque a un soldado de Suiza, o un lansquenete. De todas formas, que alrededor de un3% de la poblacin pueda formar a caballo es significativo, siempre teniendo en cuentaque el porcentaje es mayor en las villas con ms poblacin que en las ms pequeas.

    Este ejrcito, adems, es movilizado. Caballeros de cuanta completan la fuerzaa caballo de los miembros de la Orden y los peones son repartidos. Ladero habla deunos 1.500 en 1491, y es una cifra absolutamente cierta.

    Como sucede con los caballeros, cuando termina la guerra de Granada siguenlas movilizaciones, incluso a sitios muy lejanos: en 1503, la reina manda a Ochoa deLanda que pague 265.260 mrs. a los 575 peones que fueron a servir a la guerra delRoselln desde la Provincia de Len 32 . En Mrida se pide ese mismo ario en el librode Acuerdos que se pague a los peones que fueron a la guerra", es decir, que no ejercenuna tarea meramente decorativa.

    32. AGS, C. y S. Reales, leg. 9-353 de 1503- 33. AM de Mrida, Libro de Acuerdos, 1503, noviembre.

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  • Santiago y Calatrava en transicin (inicios del s. XVI). Renta y milicia 529

    Cuadro I:LANZAS Y RENTAS DE LA ORDEN DE SANTIAGO

    Encomiendas Renta 1511 1 lanzas 1480 lanzas 1502(1564)PROVINCIA DE LEN

    Alcuscar 114.620 ' 4 4 (4)Mrida 590.000 7 7 (10)Montijo 147.800 3 3 (3)Lobn 172.000 3 3 (1)Alhange 436.400 4 9 (7)Oliva 108.760 2 2(1)Palomas 100.000 2 2 (1)Medina de las T. 343.003 6 8 (5)Almendralejo 161.102 4 4(3)Villafranca 140.820 2 2 (1)Los Santos de M. 430.500 4 6 (5)Puebla de S. Prez 238.334 5 5 (4)Calzadilla 150.000 3 3 (2)Hinojosa 124.652 3 2 (2)Fuente del Ma. 152.590 3 3 (1)Ribera 197.750 5 6(5)Valencia del V. 734.390 4 8 (5)Homachos 384.048 7 8 (7)Usagre 291.032 3 5 (4)Bienvenida 55.000 1 1(3)Reina 223.490 4 6 (5)Montemoln 187.993 5 5 (2)Azuaga 976.301 15 - 15 (15)Guadalcanal 363.742 12 9 (9)Segura de L. (E.M.) 1.059.305 30 30(18)Aguilarejo 30.730 2 1(1)Alameda 169.390 3 3 (--)Castilleja 53.000 1 1 (-)Villanueva del A. 117.000 2 2 (enaj.)Mures y Benazuza 208.265 4 4 (1)Casas de Crdoba 215.000 3 2 (3)Estepa 348.510 7 14(25)

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    Encomiendas Renta 1511 lanzas 1480 lanzas 1502(1564)Provincia de CASTILLA

    Enc. Mayor 762.444 30 25 (18)Ucls 343.546 30 30 (38)Bastimentos 60.000 2 2 (1)Pozorrubio-Cmara 33.206 1 1 --Enc. H. Alarcn 66.300 4 4Enc. H. Cuenca 106.840 5 5Horcajo 58.650 2 2 (4)Hulamo 64.100 2 2 (1)Villaescusa de Haro 44.458 4 2 (1)Villoria 137.610 3 2 (3)La Zarza 10.700 1 1(1)Aranjuez 89.800 Va con MonrealEstremera 66.350 3 2 (3)Oreja 350.148 7 7 (3)Paracuellos 276.951 4 4(4)Mohemando 282.090 6 6 (6)M. Santa Fe 425.000 3 3H. Sant. Cabal!. 510.895 7 7H. Sant. Talavera 14.856 1 1 --Alpages 98.906 2 2Biedma 78.400 1 1(1)C. de Criptana 52.217 2 2(1)Corral de Almaguer 140.151 4 3 (4)Dos Barrios 26.800 2 1(1)Mirabel 40.000 7 4 --Monreal 335.000 7 7 (9)Montealegre 149.360 2 2 (49Mora 172.432 5 4 (4)Ocaa 52.031 3 1(1)Sta. Cruz de la Z. 32.960 3 1(1)Torrevejesate 203.016,5 5 5 (13)Villamayor 71.130 3 2 (2)Vva. del Alcardete 130.000 4 4 (2)

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  • Santiago y Calatrava en transicin (inicios deis. XVI). Renta y milicia 531

    Encomiendas Renta 1511 lanzas 1480 lanzas 1502(1564)Villarrubia 72.470 2 2 (1)Alhambra 142.550 5 4 (6)Carrizosa 76.492 2 2 (1)Membrilla 121.972 3 4(3)Montiel 271.454 7 4 (2)Her. de Ruidera 280.000 5 2 --Torres y Caamares 66.880 2 (2)Vva. de la Fuente 145.775 4 4 (4)Bast. C. de Montiel 84.170 2 2 (1)Beas de Segura 400.000 7 9 (5)Bedmar 284.973 5 3 (7)Sant. de Montizn 604.498 7 6 (5)Segura 2.009.129 25 27 (35)Aledo y Totana 400.000 6 7 (6)Caravaca 1.700.000 10 10(12)Cieza 42.100 2 2(1)Lorqui 48.491 2 2 --Moratalla 700.000 4 3 (9)Socobos 435.000 7 6 (4)Ricote 299.656 10 6 (5)Yeste y Taibilla 475.000 5 9 (12)

    OTRAS LANZAS:Por la Mesa Maestral:

    Adelantado de Cazorla 5 5Benamej 2 2Guaza 2 2Molinos de Pelay Prez 2 2Alcaida de Llerena 1Maguilla 1 1Vva. del Alcardete y la Mota 1 1Salinas de Belinchn 1 1Covillana 1 1Hinojosa 1 1

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  • 532 DANIEL RODRGUEZ BLANCO

    Encomiendas Renta 1511 lanzas 1480 lanzas 1502(1564)Ferez 1 1Cortijo del Silvar 1 1Bastimentos de Len 8 8 (9)

    Establecimientos religiosos:

    San Marcos 30 (28)Vicario de Tuda 2Vicario de Mrida 1Prior de Villar de Donas 2Prior de S. Munio 1Abad del Pramo 1Monast. de Sancti SpiritusEnc. de Tiendas de Villarrubia 2

    TOTAL LANZAS:Provincia de Len (encomiendas) 163 186 (151)Provincia de Castilla (encom.) 289 258 (244)Total lanzas (sin Mesa Maestral) 479 513 (432)Media de maravedes por lanza: 50.604 (1502) 52.010(1554)

    Cuadro II:RENTAS TOTALES

    TOTAL ENCOMIENDAS:Provincia de Len 9.027.527Media mrs/encomienda 282.110

    Provincia de Castilla 14.143.318Media mrs/encomienda 261.913

    Total 22.468.599

    TOTAL MESA MAESTRALProvincia de Len 9.874.675,5 ( 4.775.900 grano)

    HID 31 (2004) 511-542

  • Santiago y Calatrava en transicin (inicios del s. XVI). Renta y milicia 533

    Cuadro III:LANZAS Y RENTAS DE LA ORDEN DE CALATRAVA

    Encomienda (mrs.) Lanzas1511 1523 1511 1523

    Encomienda Mayor 1.171.000 1.481.928 33 33Clavera 1.201.546 1.347.014 34 30Obra 255.350 311.206,5 6 7Puertollano 128.060 184.000 3 4Mestanza 140.000 169.125 4 4Villarrubia 120.000 130.000 3 3Almodvar del C. 336.250 371.400 12 9Castilseras 370.000 420.000 11 10Villafranca 227.663 233.500 6 5Caracuel 240.000 368.848,5 6 8Herrera 271.880 287.950 5 6Alcolea 127.000 139.208 3 3Piedrabuena 304.470 326.840 7 7Casas de Ciudad R. 24.000 ---- 1 1Fuente el Emperador 195.000 369.500 5 8Malagn 240.000 330.000 6 7Guadalherza 233.509 300.000 6 7Daimiel 129.502 152.900 3 3Manzanares 200.000 305.000 5 7Valdepeas 189.333 233.764 4 5Almagro 116.203 114.000 3 3Torroba 90.000 100.000 2 2Calatrava la Vieja 133.510 168.030 3 4Pozuelo 138.000 133.618 3 3Ballesteros 70.000 57.050 2 1Castellanos 135.000 176.000 3 4Matanchuelos ---- 154.800 3 3Subclavera 52.800 63.000 1 1El Viso 362.510 588.670 8 13Abanilla 197.740 204.133 5 5Torres y Canena 102.841 171.700 3 4Jimena y Requena 95.834 193.985 3

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  • 534 DANIEL RODRGUEZ BLANCO

    Encomienda (mrs.) Lanzas1511 1523 1511 1523

    Torre el Caaveral 160.000 177.070 4Pea de Martos 135.700 ---- 4 --Vboras 148.000 138.880 3 3Lopera 120.820 132.425 2 3Casas de Crdoba 161.968 155.188 4 3Casas de Sevilla 369.000 374.300 9 8Blmez 53.420 65.000 1 1Zorita 92.850 106.426 2 2Aun 132.305 150.234 3 3Almoguera 38.209 43.000 1 1Huerta de Valdecarbanos 72.300 100.000 2 2Otos 1.067.033 942.986 25 21Moratalaz 175.000 195.950 4 4Aceca 408.060 557.917 12 13Casas de Toledo 171.780 172.978 4 4Casas de Talavera 77.040 97.760 1 2Casas de Plasencia 141.300 247.742 3 6Vallaga 61.000 1

    TOTAL 11.123.785 13.307.026 288 300Media encomiendas 227.016 277.229

    Maravedes por lanza 38.624 44.356

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  • Santiago y Calatrava en transicin (inicios del s. XVI). Renta y milicia

    535

    Cuadro IV:NMINA DE CABALLEROS DE LA ORDEN DE SANTIAGO EN 1511

    Ordenados por la Encomienda:

    PROVINCIA DE CASTILLA

    Comendador MayorBastimentos de la ManchaPozorrubio (Cmara de los Priv.)Hospital de AlarcnHospital de CuencaHinojosoHorcajoHulamoHospital de Tiendas de VillamartnVillaescusa de HaroVilloria y La ZarzaHospital de ToledoHospital de TalaveraAlpagesBiedmaCorral de Almaguer

    Campo de CriptanaDos BarriosMirabelMontealegreMonrealMoraOcaaSanta CruzTorrevejesateVillamayor de SantiagoVillanueva del AlcardeteVillarrubiaAranjuezEstremeraOrejaParacuellosMohernandoCastroverde del CerratoAlhambraCarrizosaMembrillaMontiel

    Pedro Manrique, conde de OsornoJuan Manrique (1494)Diego de TorremochaDiego de AcuaJuan de la Panda (mosn)Fernando de LoderesRodrigo de CspedesPedro de OsorioSin datosLuis de Alarcn (licenciado; del Consejo)Pedro de VelascoGmez de Tvar (administrador)Juan Alonso de la MotaMartn de Bin (mosn)Cristbal de Santistebanfiligo Manrique (alc. de Mlaga; Cap. Gen. de la Armadade la costa granadina)Diego Prez de SantistebanJuan OsorioPedro ZapataRodrigo Dvalos (Camarero del rey Fernando)Andrs Cabrera (Mayordomo; marqus de Moya)Diego Lpez Dvalos (gobernador de la P. de Castilla)Juan Gutirrez de MontalvoJaime Bot (mosn; fiscal del Consejo de rdenes)llligo Lpez de Mendoza (marqus de Mondjar)Martn de Mjica (Maestresala de la reina Juana)Francisco de Gaona (hijo del anterior)Fernando de Torres (Baile general del R. de Valencia)Fernando Chacn (tenente)Diego de Torres (1508)Diego de Crdenas (primer duque de Maqueda)Alonso de Aragn (sobrino del Rey)Lorenzo Surez de Figueroa (primer conde de Corua)Cristbal Lpez de Aguilera (1513)Rodrigo Manrique de Lara (tercer conde de Paredes)Enrique ManriqueGutierre Gmez de FuensalidaGonzalo Chacn (por renuncia de su abuelo homnimo)

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  • 536 DANIEL RODRGUEZ BLANCO

    Torres y Caamares Nicols Tello (doctor; del Consejo)Villahermosa Rodrigo de Orozco (su padre Pedro, anterior comend.)Villanueva de la Fuente Alfonso Ruiz de Sols (le sucede su hijo)Beas Miguel Prez de Almazn (secretario del Rey y de la

    Orden; le sucede su hijo)Bedmar y Albnchez Luis de la Cueva (su padre tena ocupada

    ilegalmente esta Encomienda en 1468)Santiago de Montizn Luis Manrique (sucede a su padre, Jorge)Segura de la Sierra Juan Portocarrero (nieto de Alonso de Crdenas y de

    Juan Pacheco; su padre e hijo son comendadores)Aledo y Totana Juan Cabrero (Camarero del Rey; en 1511 pasa

    a ser comend. de Montalbn; le suceden sus hijos)Caravaca Pedro Fajardo (nieto de Gonzalo Chacn; pasa a su hijo;

    antes lo han sido tres miembros de su familia, PedroFajardo, Juan Chacn y el padre de ste, GonzaloChacn, Mayordomo de la Reina)

    Cieza Pedro de Ribera (caballerizo de la reina Isabel)Lorqui Manuel de Benavides (seor de Jabalquinto)Moratalla Diego de Soto (le suceden su hijo y su nieto)Socobos Enrique Enrquez (hijo del Almirante Alonso; conde de

    Ribadeneira)Yeste y Taivilla Diego Manrique (tres generaciones de comendadores)Valle de Ricote Miguel Prez de Almazn (de la corte)

    PROVINCIA DE LENAguilarejo Fernando de LujnAlameda Garca lvarez Osorio (1503). Tras su muerte, pasa al

    Hospital de Santiago de los Caballeros de Toledo.Alange Luis Gmez de la Cmara

    Alcuscar Diego de CrdobaAlmendralejo Francisco de Bazn (sucede a su padre)Azuaga Luis Portocarrero (conde de Palma)Bienvenida Lope Snchez Becerra

    Calzadilla Juan de Vera (sucede a su padre)Fuente el Maestre

    Gonzalo Mndez de Badajoz (le sustituye el licenciadoBarrientos, del Consejo)

    Guadalcanal

    Fadrique Enrquez de Ribera (marqus de Tarifa)Hinojosa Lope Zapata (le sucede su hijo Francisco)Hornachos

    Pedro de Crdenas (nieto del Maestre Alonso)Lobn Gonzalo Ruiz de la Vega (en la corte)Los Santos de Maimona Francisco de Crdenas (sobrino del Maestre)Medina de las Torres Alonso TllezMrida Alonso de Crdenas (nieto del Maestre, conde de la

    Puebla del Maestre, segregada de la Orden)Monesterio Pedro de Acua (1515). Vacante en 1511

    HID 31 (2004) 511-542

  • Santiago y Calatrava en transicin (inicios del s. XVI). Renta y milicia 537

    Marqus de Moya (no reside los meses debidos)Garca de Alvarado (no reside)Juan de Contreras (en la corte)Toms de BurguillosGarca Lpez de Crdenas (sustituye a su padre)Martn Fernndez Galindo (1515). Es vacante de MosnFerrerFernando de la Vega (presidente del Consejo de Ord.)Garcilaso de la Vega (antes, Hernando de Toledo; antes,Enrique Enrquez)Diego de Mendoza (en la corte)Gonzalo Fernndez de Crdoba (s, pero, como es lgico,no est)Francisco DvilaJuan de Godoy (tenente de la renta)Alonso de Esquivel (1502)Pedro de Cabrera (1501)Gonzalo Mndez de SotomayorJuan de Portocarrero (nieto de Pacheco y Crdenas;le suceden sus hijos. Es siempre de los Pacheco y susallegados)

    MontnchezMontijoOlivaPalomasPuebla de Sancho PrezReina

    RiberaSegura

    UsagreValencia del Ventoso

    VillafrancaVillanueva del AriscalCastillejaMuresCasas de CrdobaEstepa

    ALCAIDES DE LA PROVINCIA DE LENCastillo de Alhange el mismo comendadorAzuagaBenamejCantalgalloCovillanaFte. el Maestre (Puerta de Mrida)GuadalcanalHornachosJerez de los CaballerosLobnLlerena (Puerta de la Reina)Medina de las TorresMridaMontnchezMontemolnReinaRiberaSegura de LenValencia del VentosoVlez

    Luis de Rojas

    Fernando de TrejoFrancisco de SandovalBernaldino DiosdadoEl mismo comendadorCristbal GuillnS.n.Gonzalo Ruii de la Vega (en la Corte)S.n.Pedro de LodeaPedro de ContrerasAlonso ManriquePedro de ParedesGaspar de BlanesJuan de HerreraBernardino de TurpnJuan de Trillo (1508)Enrique Manrique

    HID 31 (2004) 511-542

  • 538 DANIEL RODRGUEZ BLANCO

    Alcaidas de la Encomienda Mayor:

    Fuentes de Len Juan OsorioCabeza la Vaca Lope de Conchillos (de la corte)Caaveral Juan Arez

    CABALLEROS SIN ENCOMIENDA (1494)Segn la relacin del leg. 96 de la Contadura Mayor de Cuentas del Archivo General deSimancas. Seguimos el orden del documento, que contiene las cantidades libradas a cuentapor el hbito.

    Gonzalo de la Puente 30.000Pedro de Jerez 3.000 (a cuenta de los 12.000 del hbito)Juan de Figueroa 8.000Diego de Villanueva 7.067Pedro Sarmiento 25.000 (a cuenta de 50.000 de A. de Crdenas)Lorenzo Noguera 10.000Luis de Castolvn 3.676,5Juan de Caravaca 10.000Rodrigo Alonso de Seplveda 3.867Ruy Garca de Moscoso 4.333Gonzalo Mndez 3.866Cristbal Galindo 2.900Rodrigo Porrado 1.750Juan Dvalos 3.000igo de Barahona 2.500Pedro de Len 2.000Juan de la Cueva 2.000Guiomar de Castaeda (por su padre) 1.503Juan de Barrionuevo 1.800Martn Guzmn 1.600Lope Mndez 2.000Gmez de Zambrano 2.000Pedro de Lima 5.000Diego Tinoco 3.000Juan Caldern 3.000Francisco Pacheco 8.333 (tiene 50.000 por el hbito)Alonso de Salinas 1.933Juan de Sayavedra 1.933Cristbal de Losa 3.847Yigo de Stiga 3.667Alvar Rodrguez Zambrano 3.333Diego de Villanueva 3.933

    HID 31 (2004) 511-542

  • Santiago y Calatrava en transicin (inicios del s. XVI). Renta y milicia 539

    Francisco Maldonado 4.400Gutierre Gudiel 3.000Juan Fernndez Trevio 3.333Gmez Mexa 3.333Alonso Ramrez 3.333Lorenzo Noguera 1.665Ferrando de Ovando 2.000Alonso de Villaquirn 2.000Juan Dez de Corona 1.666Alonso Beltrn 1.000Bartolom Mexa 2.466Garca Mexa 2.466Fernando de Sandoval 3.900Gonzalo de Robles 2.000Juan Fabra 3.333Cristbal de Heredia 2.500Gmez de Sols 1.000Pedro de la Parra 333Diego Manrique 2.015Gonzalo Ferrndez de la Isla 333

    Un total de 53 caballeros de hbito sin cargo territorial en la Orden

    INVENTARIO DE CABALLEROS DE LA ORDEN DE SANTIAGO QUE ESTABANEN 1511 EN EL CONVENTO DE UCLS (SLO LOS SIN DOTAR DE ENCOMIENDA

    (AHN, Co. 301-B, pp. 41 ss.)

    CABALLERO MANTENIMIENTO

    Diego Fernndez de Crdoba, vecino de Alcaraz 12.000Rodrigo de Torres 40.000Alonso Patio 30.000Francisco de SandovalFadrique Manrique 50.000Juan de Cspedes 12.500Diego de Mendoza 12.500Fadrique de Acua 50.000Pedro de Lodea 40.000Alonso Fernndez (alcalde de cija, 20.000) 40.000Pero Ferrndez de Busto 20.000Pero Zapata (capitn) 40.000Alvar Nez de Loaysa 70.000Pero Lasso de la Vega 70.000

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  • 540 DANIEL RODRGUEZ BLANCO

    CABALLERO

    Juan GaytnLope Conchillos (escribano de rentas; alc. C. la Vaca)Chvez Meja de FigueroaHernn Duque de Estrada (Maestresala)Juan Obn de Ario YLic. Ferrando de Barrientos (del Consejo)Diego OsorioTello de AguilarFerrando de BandaTello de AguilarFrancisco de GamaMartn Alonso de SayavedraFrancisco Prez de BarradasGmez de SolsPero de MendozaLuis de ToledoJuan Duque de EstradaPero GagoSancho de SaraviaMendozaRodrigo TinocoJuan de Sayavedra (tiene Castellar y el Viso)Diego de MerloTristn de MolinaOchoa Lpez de SalazarPero de Cervantes

    MANTENIMIENTO40.00075.000

    50.00025.000

    11.00030.00012.00012.00017.000

    40.000300.00045.000

    12.00022.50020.00055.000

    50.00027.00012.000

    40 caballeros en total. No es una cifra exhaustiva del nmero de caballeros sin encomiendaque tena la Orden de Santiago

    Cuadro V:NMINA DE CABALLEROS DE LA ORDEN DE CALATRAVA EN 1511

    Encomienda MayorClaveroObrero y Casas de CrdobaZoritaMalagnHerrera y ValdepeasBlmezSubclaveraCasas de Talavera

    Gutierre de Padilla (presidente de la Orden)Pero Nez de GuzmnGonzalo Fernndez de CrdobaBeltrn de GuevaraPedro de AguayoJuan de HinestrosaJuan Alonso PalominoDiego de ValdiviaFrancisco de Crdova

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  • Santiago y Calatrava en transicin (inicios del s. XVI). Renta y milicia 541

    Pea de Martos Hernn BravoFuente del Emperador Juan Vzquez de GuzmnVallaga Garca Prez de MedinaManzanares Rodrigo ManriqueAbanilla Diego Lpez de PadillaMoratalaz Hernando de HerreraDaimiel Gonzalo de ArroyoViana (Burriana) Martn de BiclanaViso y Santa Cruz Hernando de CrdobaHuerta Hernn BravoCasas de Ciudad Real Francisco de BalboaCastilseras Juan PachecoVillafranca Alonso Tllez GirnVboras Hernando de CastillaCalatrava la Vieja Pero Vlez de JanVillarrubia Diego CabreraAlmoguera

    Francisco CarrilloAun Juan de BobadillaTorre el Caaveral Diego del guilaCasas de Sevilla Gutierre Lpez de PadillaCastellanos Hernando de nguloOtos y Guadalherza Hernando de SilvaTorroba Antonio de TorresLopera Garca de PadillaMestanza Hernando de RojasBallesteros Hernando de AyalaTorres y Canena Juan de MendozaPiedrabuena Perseval MendesAlmodvar y Aceca Francisco de RojasCasas de Plasencia Gomes ManriqueMontanchuelos Pedro de EspinosaCasas de Toledo igo de RojasAlmagro

    Tello de Guzmn 9 Beltrn de Sotomayor3 Rodrigo de Gamboa,

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  • 542 DANIEL RODRGUEZ BLANCO

    CABALLEROS SIN ENCOMIENDA

    Diego de BedmarPero BarvaJuan Ramrez de SegarraLuis de PazJuan de MerloFrancisco de GuzmnLope de HinestrosaHernn ChacnJuan VelzquezAlonso de CaravajalJuan Ramrez de Guzmnlvar Prez de GuzmnPero Nez de GuzmnRodrigo de Gamboa

    HID 31 (2004) 511-542