borrador ensayo

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“Sólo puede interpretarse aquello cuyo sentido no esté establecido, aquello, por lo tanto, que sea ambiguo, «multívoco» (vieldeutig).” “El arte requiere interpretación porque es de una multivocidad inagotable” Si seguimos con el pensamiento lo que Hölderlin poetiza sobre el habitar poético del hombre, sospecharemos la existencia de un camino en el que, por lo pensado de un modo distinto, nos acercaremos a lo Mismo que el poeta poetiza La menoria de maria zambrano el claro del bosque El presente trabajo se desarrolla con el propósito de aplicar en el cuento El peso del sabor de José Lezama Lima, dos nociones sobre poética que nos exponen autores como Martin Heidegger en la obra Poéticamente habita el hombre y Poetizar e interpretar de Gadamer. De esta forma se evidenciará toda la carga poética contenida en el cuento en cuestión y la labor… Empezaremos mostrando que, habitar de la forma como lo apreciamos en el poema de Holderlin “poéticamente habita el hombre”, nos conduce a la esencia de todos los fenómenos que de alguna manera generan en cada quien una impresión. Nadie está afuera de esta condición existencial del hombre, por diferente que ésta sea. Todos los fenómenos dejan una huella, nos impactan, nos mueven hacia distintos estados, hallamos sentimientos encontrados o no encontrados, se muestran violentos porque nos hacen reaccionar en mayor o menor medida (siempre es dependiendo), el todo es que dejan en cada quien su respectivo efecto. Esta esencia no es el conocimiento que nos dicta la razón propiamente dicha, si es que entendemos por “razón” un modo de comprender estos fenómenos atendiendo simplemente a su observación, pero olvidando una experiencia que está del otro lado, un conocimiento puramente intuitivo en donde la percepción participa de las emociones, esto es: lo que está y no está, lo visible e invisible, lo que no aparece pero se presiente. Si nos olvidamos que todas las cosas no van más allá de ellas mismas, las dejaremos siempre incompletas, en consecuencia no

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poética - lezama lima - el peso del saborpor: brayan herrera.

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Slo puede interpretarse aquello cuyo sentido no est establecido, aquello, por lo tanto, que sea ambiguo, multvoco (vieldeutig).El arte requiere interpretacin porque es de una multivocidad inagotableSi seguimos con el pensamiento lo que Hlderlin poetiza sobre el habitar potico del hombre, sospecharemos la existencia de un camino en el que, por lo pensado de un modo distinto, nos acercaremos a lo Mismo que el poeta poetiza

La menoria de maria zambrano el claro del bosque

El presente trabajo se desarrolla con el propsito de aplicar en el cuento El peso del sabor de Jos Lezama Lima, dos nociones sobre potica que nos exponen autores como Martin Heidegger en la obra Poticamente habita el hombre y Poetizar e interpretar de Gadamer. De esta forma se evidenciar toda la carga potica contenida en el cuento en cuestin y la laborEmpezaremos mostrando que, habitar de la forma como lo apreciamos en el poema de Holderlin poticamente habita el hombre, nos conduce a la esencia de todos los fenmenos que de alguna manera generan en cada quien una impresin. Nadie est afuera de esta condicin existencial del hombre, por diferente que sta sea. Todos los fenmenos dejan una huella, nos impactan, nos mueven hacia distintos estados, hallamos sentimientos encontrados o no encontrados, se muestran violentos porque nos hacen reaccionar en mayor o menor medida (siempre es dependiendo), el todo es que dejan en cada quien su respectivo efecto. Esta esencia no es el conocimiento que nos dicta la razn propiamente dicha, si es que entendemos por razn un modo de comprender estos fenmenos atendiendo simplemente a su observacin, pero olvidando una experiencia que est del otro lado, un conocimiento puramente intuitivo en donde la percepcin participa de las emociones, esto es: lo que est y no est, lo visible e invisible, lo que no aparece pero se presiente.Si nos olvidamos que todas las cosas no van ms all de ellas mismas, las dejaremos siempre incompletas, en consecuencia no llegaremos a su esencia. Para identificarla tenemos que empezar por dentro, situarnos dentro: Sentado dentro de mi boca asisto al paisaje El poeta empieza direccionando su visin (l aprecia un paisaje), parece ser que intente medir un sabor (fenmeno del gusto) con un acto exclusivo de la vista. Y al poder ver significa que existe la luz como ms adelante otros versos lo ensean van hacia el crculo luminoso del abdomen Cabe la posibilidad de que quiera demarcar la diferencia entre la oscuridad y la luminosidad pero con qu finalidad hace esto? Si es que existe finalidad, como sabemos lo nico que est a nuestro alcance es hacer aproximaciones y dichos acercamientos sern de ndole relativa.La gran tuba alba establece musitaciones, puentes y encadenamientos no espiraloides. Ahora, presenciamos un cambio repentinamente abrupto, antes hablaba de un fenmeno del gusto cotejado por medio de la vista, ahora aparece una tuba que por lo que sabemos es un instrumento de viento. Se traslada ni ms ni menos que al sentido del odo. Sin embargo esto nos ilustra un poco ms, esta tuba tambin est asociada con la vista, ya que hace referencia al alba, lo que quiere decir que nos comunica con otra cosa, puesto que las imgenes nos conectan con algo que est del otro lado: es una tuba que nos menciona algo musitaciones, que extiende un puente y nos encadena directamente con eso otro, de manera no entrecruzada encadenamientos no espiraloides. De tal forma, este fenmeno nos lleva a la otra parte, aqu entendemos lo crucial de la funcin del alba; fenmeno que funciona de conexin entre la noche y el da, por ende la tuba es intermediaria de algo que exclusivamente queremos descubrir, de ese buscar por entre la penumbra, la luz seala la direccin que nos conecta con lo otro. El poema ms adelante contina as: Aunque si se retira la esterilla de la lengua y nos enfrentamos de pronto con la bveda palatina, el papel y la gota de plomo no podrn resistir el terror. Entonces, el papel y la gota de plomo haca abajo, son como la tortura hacia arriba ms sin ascender. Si retirsemos la esterillaAc aparece la lengua, sea el rgano del gusto bajo la figura de esterilla. Es de vital importancia prestar atencin a esta figura, ya que gracias a la intervencin de la lengua conseguimos distinguir distintas clases de sabores, incluso con el simple hecho de saborear los alimentos somos capaces de reconocer cuando no son comestibles, por ejemplo: cuando los sabores estn desbalanceados, o detectamos cualquier anormalidad al momento de consumirlos. Dicho esto, entendemos que la manera de funcionar de la esterilla (que se divide en caas) es clasificar la rica gama de sonidos de un instrumento de viento (ah la equivalencia de la figura), y as ejecutar adecuadamente las notas, entre otras cosas caractersticas. Ahora la asociacin consta del sentido del gusto y del audio, que como sabemos estamos inmersos en una tuba que conecta con lo otro. Ahora bien, el cuento dice antes: En esa tuba, el papel y el gotern de plomo, van cayendo con lentitud pero sin causalidad. A nuestro modo de ver, tal vez indique que al ser retirada la esterilla (evidentemente elemento que hace de una especie de filtro, regulando los sabores o sonidos) quedamos abandonados inmediatamente en el vaco, como lo ilustra la frase. En la profundidad de la tuba se va cayendo con lentitud, pero ahora sin mediacin alguna, pues al quitar la esterilla nos enfrentamos con una cada libre, un tipo de vrtigo que produce una sensacin de terror. Nos limitaremos con saber que lo que ocurre en la tuba es el descenso; donde las cosas van cayendo, y que transmite al lector (interperte-gadamer) que estamos conectados por medio de un puente en donde nos musitan algo que est por suceder (como el impacto de una cada), y es una impresin deforme, desafinada, inclasificable (la esterilla ya no est) que no logramos soportar ni identificar, como los sonidos que no estn dispuestos en la esterilla, es decir sonidos musicales estridentes no conocidos, o sabores que nunca pasaron por nuestro gusto y que desde luego nos aterra sentirnos arrojados al azar. Lo anterior nos transmite la misma sensacin que nos provoca el devenir de la vida que cae a una velocidad tolerante, pero en determinado momento somos conscientes de que existimos como seres vivos; orgnicos y como tal mortales. Observamos el paisaje cayendo apaciblemente hacia el futuro, midindolo segn el pasado (esto lo podemos explicar gracias al saboreo de las mltiples vivencias de toda una vida la lengua portadora del sentido del gusto es la figura correspondiente. Cabe recordar que est viendo apoyado sobre un soporte con el cual podemos discernir todas las cosas que atraviesan por nuestra vida.) Luego sin la lengua empezamos a caer de forma vertiginosa a travs del tiempo hasta chocar con la muerte (al deglutir, aqu es donde la cada precipitosa se efecta, slo nos espera la descomposicin y el abismo, la oscuridad de ir rumbo abajo por el sistema digestivo es decir cayendo al futuro que carece de causalidad, puesto que se da por s y es inevitable, independientemente de lo que esperemos de l, pues siempre vendr azaroso hasta terminar con el mismo desenlace destinado a todos, la muerte). La nica luz desveladora, es decir lo nico que sabemos con conviccin del futuro es la muerte como culminacin de todo, incluyendo la agona van hacia el crculo luminoso del abdomen que tiende sus hogueras para recibir al visitante y alejar la agona moteada del tigre lastimero. Siguiendo la luz al fondo de la cada el abdomen volvemos a las entraas de la tierra guiados por la luminosidad de la muerte. Pero antes, en el instante de arrancar la esterilla y de alcanzar la muerte -terrible gua- todo hubo de ser oscuro, veamos: Al ser rebanada la esterilla, convirtiendo al vaco en pez preguntn aunque sin ojos, las cuerdas vocales reciben el flujo de humedad oscura, comenzando la monodia. Un bandazo oscuro y el eco de las cuerdas vocales, persiguiendo as la noche a la nocheCuando la monodia comienza activando las cuerdas vocales slo hay un tinte: un tono oscuro que recorre la tuba, un mal presagio que implica sentirse perdido; es un pez que vaga por un mar (humedad) ciego de sus aleteos. Lo mismo es el individuo ante el futuro, somos esa persecucin de seres con la vista ocluida persiguiendo por una ruta oscura (pese a que existan muchas posibilidades de caminos, todas llevan a la misma parte, la monodia de no ver, de no identificar) a la misma oscuridad persiguiendo as la noche a la noche. Pero es en este punto donde otra clase de luz nos ilumina, amparndonos. No es la luz final que corresponde a la muerte sino la luz inicial que es la luz del recuerdo. Pese a que no nos auxilia el entorno impregnado de niebla oscura, nos asisten nuestros sentidos que en ellos yace el recuerdo, por eso es la participacin de ellos en el cuento es de gran importancia. No somos capaces de entender, pero s tenemos la habilidad para reconocer, y mientras poseemos esta facultad, cada cosa que aparece las reinterpretamos con base a lo que sepamos de ellas y del mundo, y as todo se revoluciona: La pesadumbre de la bveda palatina tritura hasta el aliento, decidiendo que el rayo luminoso tenga que avanzar entre los estados coloniales formados por las revoluciones de los slidos y los lquidos en su primer fascinacin inaugural, cuando los comienzos giran sin poder desprender an las edades. Tenemos una idea de cada cosa en la memoria, nuestro consuelo ocurre cuando la misma pesadumbre del gusto (ausencia de esterilla) arrasa triturando todo en bsqueda de esos sabores primigenios de los slidos y lquidos, aqu el rayo de la memoria reinventa cada fenmeno basado en esos estados coloniales (as hace referencia a las edades anteriores de donde empieza a construir una memoria, pero con motivo de sta se debe revolucionar bajo una nueva o reinventada percepcin de lo que se le presenta, recrendolo como algo que est por nacer) para esto hace uso de expresiones esclarecedoras que conservan esa primera experiencia, a causa de tal intento, revoluciona en pos de esa urgencia de rememorar, que no es ms que agarrarnos al recuerdo en donde nos sentimos seguros para apreciar el mundo, estas son: primer fascinacin estado colonial comienzos edades, entre otras. No obstante, gracias al carcter sinigual respecto a los sabores que inauguraron nuestros sentidos, vendrn acompaados en lo sucesivo de la nostalgia de esa primera impresin grabada en la memoria. Esta es la forma en que nos lo presenta Lezama: Despus, las sucesiones mantendrn siempre la nostalgia del ejemplar nico limitado, pavo real blanco, o bfalo que no ama el fango, pero quedando para siempre la cercana comunicada y alcanzada, como si slo pudisemos caminar sobre la esterilla.El recuerdo que persiste en aparecer sucesivamente es la cercana del primer sabor: pavo real o bfalo con relacin a los que estn en este momento y los que vendrn. Por diversas circunstancias (la coccin, el estado del producto, la sazn del que cocina, etc.) La preparacin de alimentos de la misma manera que nuestras experiencias existenciales en la tierra, desde los hechos ms triviales y ordinarios hasta los acontecimientos de gran estima e importancia, nunca se presentarn idnticos. Y las sucesiones o si lo llamamos de forma grosera replicas (comer el mismo plato, estimar a alguien en determinado momento, el fallecimiento de personas de alrededor, ver de nuevo un paisaje o el mar, etc.) traern como sntoma la nostalgia de lo que se degust en determinado momento, de la experiencia invaluable. Por eso necesitamos de la esterilla, para usar de otra manera la memoria, para explorar el mundo en sus innumerables posibilidades, para tomar cada suceso sin la necesidad de mirar atrs y evaluarlo con los buenos tiempos es decir, con el rastro de vivencias pasadas, ahora que slo queda el sinsabor (esto en el caso de la extraccin de la esterilla). La esterilla nos recuerda que estamos vivos pero si no saboreamos cada momento de la vida como nico e irrepetible, no vivimos, estamos prximos a la muerte como si slo pudisemos caminar sobre la esterilla. Por fortuna el poetizar no reconcilia con la misma vida, procurndonos un sabor para cada momento que tengamos la voluntad de recurrir a ella, el mismo cuento nos ofrece esta alternativa: el poeta sensibiliza todos sus sentidos para nutrirse de la existencia. El usa la muerte como el nico referente verdico del futuro, representndolo ahora con la imagen del abeto inserto entre basuras y oscuridad, la muerte es su medida para la esencia del presente que es donde habitamos (recordemos que el hombre solamente habita poticamente la tierra). El presente llega y se va, est y al poco tiempo desaparece, muere. Por eso el hombre para llegar a la esencia del presente toma la medida con la muerte, porque todo el tiempo est muriendo. As se da cuenta de lo efmero que es la vida en general, porque su presente no le pertenece, entonces debe saborearlo, retenerlo e inmortalizarlo. El presente que muere no debe ser visto como tal, ms bien como una renovacin. Quiz es esa la razn de que el poeta termina su cuento con la imagen de dos rboles; uno que representa la cada precipitosa hacia el futuro (un abeto entre tinieblas) y otro, la palmera que amanece es el rbol que trae la luz, de la playa, del verano. Ambos rboles a nuestro modo de ver representa la renovacin: el abeto hace parte del instante que muere, por eso, en cambio l siente la obligacin de amanecer palmera, una palmera que escribe, que poetiza, la que habita, la que vivifica, la que saborea. Sentado dentro de mi boca advierto a la muerte movindose como el abeto inmvil sumerge su guante de hielo en las basuras del estanque. Una inversa costumbre me haba hecho la opuesta maravilla, en sueos de siesta crea obligacin consumada sentado ahora en m boca contemplo la oscuridad que rodea el abeto, que da a da el escriba amaneciese palmera.

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