Boris Pasternak en Quito-mercedes Mafla

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    BORIS PASTERNAK EN QUITO

    Mercedes Mafla

    Ekaterina Ignatova naci en la Unin Sovitica y fue educada para patinar sobrehielo, hacer gimnasia olmpica, y celebrar, religiosamente, el da del astro-nauta. Sin embargo, en sus planes de estudios literarios, Boris Pasternak nuncaconst. Pero su madre, al igual que miles de rusos, veneraba al poeta y lo conocade memoria. Incluso quienes lo odiaban polticamente lo lean en secreto. La opi-nin de Pablo Neruda, a propsito de Pasternak, puede ser un referente de lascontradicciones que suscitaba el poeta en muchos intelectuales que profesaban suentusiasmo por el comunismo. Con su tono de papa maledicente de las letras lati-noamericanas, Neruda confiesa, como quien le perdona la vida a un condenado:

    Pasternak fue un gran poeta crepuscular, de la intimidad metafsica, y poltica-

    mente un honesto reaccionario que en la transformacin de su patria no vio mslejos que un sacristn luminoso. De todas maneras, los poemas de Pasternak mefueron muchas veces recitados de memoria por los ms severos crticos de su es-tatismo poltico.

    Garca Mrquez, por su parte, al visitar por segunda vez el pas, se sorprende dela enorme popularidad de la que goza el poeta entre los intelectuales soviticos:No hubo una conversacin con escritores y artistas en la que no se evocara el

    nombre de Pasternak, siempre sin escondrijos y con la admiracin ms entusiasta.Pero nadie poda decir en realidad qu era lo que haba pasado antes para que fuerarepudiado, ni qu haba pasado despus para que dejara de serlo.

    Desconcierta el comentario del escritor latinoamericano. Qu haba pasado paraque Pasternak se ganase el odio de las autoridades soviticas? Todos lo sabemos:escribiEl doctor Zhivago, su poesa no poda considerarse, en las dcadas ante-riores, sovitica, gan el Premio Nobel, que no acept porque le habra costado

    un destierro que el poeta, saba, no podra soportar, y mantuvo inquebrantable sulibertad interior en un mundo diseado para la muerte del arte entendido comomanifestacin individual. No era poco por aquellos aos. Era, ms bien, un asuntode vida o muerte. Resulta hipcrita desentenderse de la persecucin en contra dePasternak; pero Garca Mrquez y sus amigos prefieren mirar a otra parte. Quizles haya convenido olvidar hechos tan oprobiosos como los cinco aos que OlgaIvnskaya, el gran amor del poeta, fue recluida (acontecimiento que Pasternak en-tendi siempre como una represalia en su contra) o la resolucin de la Unin deEscritores, luego del escndalo suscitado en la URSS por la publicacin, en Italia,deEl doctor Zhivago, y en la que se dice, entre otras cosas: Apartado desde hacetiempo de la vida y del pueblo, esteta engredo y decadente, B. Pasternak en el

    presente se ha desenmascarado a s mismo como enemigo de lo ms sagrado para

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    cada uno de nosotros, hombres soviticos, de la Gran Revolucin Socialista deOctubre y de sus inmortales ideas.

    La relacin de la madre de Ekaterina con Pasternak era muy diferente: el poetaviva con ella como una presencia cotidiana y un gua sabio. Un consuelo ante lasdesventuras, como suelen ser los grandes poetas. Esta hermandad le fue transmi-tida a su hija. Ekaterina recuerda que las constantes despedidas entre ellas estabanacompaadas con los versos de Estacin, uno de los primeros poemas de Pas-ternak (es imposible imaginar a Rusia sin trenes). Ekaterina repite los dos prime-ros versos en ruso. Segn su traduccin stos diran: Estacin, la caja fuerte / de

    mis despedidas,encuentros y despedidas. Su madre fue por aosrgisseur, es de-cir, se encargaba de la puesta en escena de las obras teatrales que se presentabanen muchos lugares de la enorme Unin Sovitica. Tambin fue crtica teatral. Eka-terina la recuerda como alguien que reconoca la verdad esttica. Sola acompa-

    arla a las variadas funciones y viaj en su infancia a lugares tan remotos comoSiberia. Ver el mar, como lo hizo tantas veces en la niez y juventud, para ella esinvocar al Pasternak de Olas (Segundo nacimiento, 1931) y repetir interiormenteunos versos que ahora se ha esmerado en traducir:

    Aqu estar todo: lo vividoy lo que es an mi vida.Mis anhelos y mis conviccionesy lo que vi al despertar.

    Delante de m: las olas del mar.Son muchas. Su recuento es impensableSon una multitud y fluyen en tono menor.

    La marea las hornea como wafles.

    En este poemario, y especialmente en el poema Olas, formado de trece partes,

    Pasternak, segn Ignatova, transita desde la poesa compleja a la sencilla. Y enella se percibe la tensin ntima del poeta que lucha por creer en un proyecto ideo-lgico, que de a poco se va volviendo aterradoramente peligroso. Quiz la tenta-tiva de una poesa ms clara sea la razn de las particulares dificultades que en-cierra este largo poema en su traduccin. Son las paradojas del lenguaje. El pro-yecto de traduccin le ha llevado aos a Ekaterina Ignatova, quien hizo en Ecuadorsu vida desde hace dcadas y en donde se ha dedicado a la enseanza de literaturay lenguas. Es conocida la enorme dificultad que implica traducir a Pasternak. MaxHenrquez Urea da pistas sobre las razones: suele valerse de la rima, lo mismo

    que de la aliteracin, para producir raros efectos de sonido []y los que conocenel idioma ruso sealan adems en su poesa el empleo de formas de expresinarbitrarias que a veces desarticulan la sintaxis [] la poesa de Pasternak propicia

    a las elipsis violentas y a los retorcimientos de expresin.

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    La seleccin antolgica que prepara Ignatova es, desde luego, subjetiva o emo-cional: treinta poemas amados y bien conocidos. La labor est por concluirse yse sumar a un inters renovado en la poesa del gran poeta ruso. El ao ante-riorVisorpublic la ltima seleccin de poemas de Pasternak tituladaDas ni-cos. Antologa potica, realizada por Jos Mateo y Xnia Dyakonova.

    Ekaterina Ignatova public, aos atrs,La desconocida y otros poemas, Seleccinde poesa y prosa de Aleksandr Blok(Orogenia, 2009). Su traduccin fue tambinel trabajo de aos y el resultado de una admiracin que comparte con Pasternak.Quiz la traduccin del aristocrtico poeta del simbolismo ruso haya sido una se-creta y meticulosa preparacin para emprender su ms ardua aventura: trasladardel basto y personalsimo ruso, al espaol, al poeta tutelar, el asombroso Paster-nak. Ella sugiere que la dificultad entre el maestro (Blok) y el discpulo (Paster-nak) es muy considerable. Blok es ms sencillo, afirma; Pasternak, arduo. Parece-

    ra extrao para un lector extranjero, pues ambos tienden a lo difano; pero lasecreta claridad de Pasternak es exquisitamente elaborada (se me ha explicado, ylo presiento), especialmente en su inasible musicalidad, imposible de trasladarsea otra lengua. Alguien ha sugerido que para iniciarse en este misterio habra queescuchar a Scriabin, amigo e inspirador de Pasternak. En efecto, he credo entre-ver en la fulgurante armona del Prometeo (en palabras del propio Pasternak, al

    referirse a la obra sinfnica de su maestro) el aura misteriosa de la naturaleza rusay, al mismo tiempo, las sombras de lo humano en las ciudades nacientes y ame-nazadas que tambin Pasternak enlazara, jubilosa y profundamente, en su poesa.

    Pasternak (diez aos ms joven) reconoca cunto haban aprendido l y sus con-temporneos de Blok. Apreciaba la importancia que ste le daba a la ciudad, latrasfiguracin de la prosa en su poesa, su impetuosidad; pero, especialmente,

    su elaboracin retrica del secreto. As representa Pasternak, en uno de sus librosautobiogrficos, la simbiosis estilstica entre el espritu de Blok y la circunstanciaen la que sta se escribi: Adjetivos sin sustantivos, predicados sin sujetos, un

    juego de escondite [] un proceder a saltos. Cmo se adaptaba esteestilo alespritu de la poca, escondido, secreto, clandestino, que apenas asomaba fuera delos stanos, que se expresaba con el lenguaje de los conspiradores, que tena como

    protagonista a la ciudad y, como acontecimiento, la calle!.

    Pero no todos coincidan con Pasternak. En el Mosc de los albores del odio o larevolucin, Blok era ya presa escogida por los justicieros que se abran caminoentre las trincheras de la Historia. Pasternak recuerda que una noche el poeta debarealizar una serie de recitales poticos. Maiakovski le advirti que un grupo con-trario haba preparado un beneficio para Blok, es decir un asalto, un verdadero

    escndalo. Pasternak se propuso impedirlo, pero lleg tarde. La turba de fanti-

    cos (futuros censores y burcratas de la cultura) haban acusado a Blok, en los

    peores trminos, de infinidad de horrores y especialmente de ser anticuado y ha-ber muerto interiormente (Ay los revolucionarios de todos los tiempos y su amor

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    por lo nuevo!, Como si hubiera algo nuevo bajo el sol!). Blok, por su parte,acept calmadamente las acusaciones y las corrobor. Meses despus muri de-cepcionado del bolcheviquismo, aunque sin todava adivinar el horror que se ave-cinaba y que s alcanz a Pasternak, a una plyade de grandes artistas y a millonesde rusos. Pasternak, al igual que su amiga entraable, la poeta Tsvetyeva, le de-dic algunos poemas a Blok. A continuacin, el fragmento de uno de estos poemasde Pasternak, traducido por Fernando Gutirrez:

    Pero cuando sobre una gran capitalaparece con esa herrumbre y prpura el borde del cielo,algo le suceder al gran Estado.Se abatir un huracn sobre el pas.

    Blok vea en el cielo estas seales.

    El horizonte le augurabauna gran tormenta, mal tiempo,una tremenda tempestad, un cicln.

    Blok esperaba esta tempestad y sus sacudidas.Sus rasgos encendidos,con miedo y sed de desenlace,

    se han grabado en su vida y sus versos.

    Es probable que los escritores sigan diferencindose entre s en el hecho de queunos creen en el lenguaje y otros desconfan de l. La simplificacin es borgianay le sirve al maestro para diferenciar a los clsicos de los romnticos de todos lostiempos. Pasternak empieza, como suele suceder (como le sucedi al propio Bor-ges), siendo un desconfiado. A los veinte y tres aos publica El gemelo en lasnubes(era 1913). Aos despus calificar el ttulo de pueril, hecho a imitacinde las sabiduras cosmolgicas que caracterizan los ttulos de los escritos simbo-listas y los nombres de sus casas editoriales. Haba, para entonces, abandonadosu primer sueo, el de ser msico. Quiso serlo como su madre, quien haba sidouna gran pianista, pero supo que no tena el suficiente odo. Ms adelante desistirtambin de la filosofa. Se senta tardo a la temprana edad en que publica su pri-mer libro. No es de extraar. Pasternak proviene de una familia de artistas judos.Su padre es un pintor renombrado, cercano a Rilke y amigo y colaborador de Tols-toi (realiz, entre otras, las ilustraciones de la novelaResurreccin) y, desdeluego, cultor del trabajo entendido como una hazaa cotidiana, rasgo que el hijo,convertido en poeta, emular, incluso en los momentos de silencio creativo queeran sustituidos por su trabajo (ampliamente alabado) como traductor de los So-netos,Hamlet,Romeo y Julieta,El Rey Lear, entre otras obras de Shakespeare odelFausto, de Goethe.

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    Pasternak confiesa que, en aquellos primeros aos de poeta, trataba de evitar la

    teatralidad romntica. Sin embargo, escribe sus primeros poemas bajo un gran

    abedul que descansaba cerca del ro. Lo hace a lo largo del verano. La imagen esromntica, pero los versos aspiran a caminar a la par del presente que se anuncia

    joven y prometedor. Pasternak har un mea culpaaos despus, recordando lainevitable arrogancia: el sentido de la verdad, la modestia, y el reconocimiento,no estaban de moda entre los jvenes seguidores de las tendencias artsticas deizquierda, y eran consideradas como una seal de sentimentalismo y debilidad. Lofrecuente era arrugar la nariz, pavonearse, mostrarse insolente [] yo tambinsegua a los dems.

    No obstante, la posterior autocrtica, Pasternak consigui conmover a exigenteslectores contemporneos (Los versos deEstacin: Alargbase a veces el hori-zonte en maniobras de lluvias traviesas, gustaron a Bobrov, cuenta) y se convir-

    tieron en himnos para muchos lectores futuros. Ekaterina Ignatova es fiel a unacostumbre que han asumido, desde el comienzo, sus antologas: empezar con el

    poema Febrero cuyas dos primeras lneas, as como las dos lneas finales, for-man parte de una tradicin popular entre los lectores rusos. La primavera aparececomo tpico del renacimiento, el temblor y la invocacin. Transcribo la traduccinde Ignatova de las dos primeras lneas tan citadas y tantas veces interpretadas:

    Febrero. Tomar la tinta y llorar! /Escribir de febrero sollozando. Y los versosfinales: Y mientras ms casuales, ms certeros / se componen los versos a punta

    de sollozos.

    Quiz en el fragmento siguiente del poema Festines, tambin del primer poe-mario, puedan sentirse, en espaol, algunos rasgos ms audibles de los experimen-tos futuristas del primer Pasternak. Tambin usamos la traduccin de Ignatova:

    Pisos barridos. Sobre el mantel, ni una migaja.Como beso infantil, tranquilamente respira el verso.Y la Cenicienta corre, en los das de suerte, en las carretas,

    y cuando ya est sin un cuarto, tan slo corre a pie.

    Ser gracias a sus primeros poemarios que Pasternak conoce a Maiakovski, poetadestinado a convertirse, para alivio de Pasternak, en el gran poeta del estalinismo.Pero antes de las traiciones y los suicidios, los dos poetas comparten una mutuaadmiracin, aunque atravesada por una reconocida distancia. Quiz por aquellode que el uno estaba destinado a convertirse en un clsico (Pasternak, desde luego)y el otro vivira y morira como un romntico. O para decirlo en palabras del pro-

    pio Maiakovski, dirigindose a su colega y futuro antagonista: Qu le vamos a

    hacer! Ciertamente somos distintos. Usted ama el rayo en el cielo y yo en la plan-cha elctrica. Graciosa manera de resumir un viejo asunto: aquel de la devocin

    por la novedad que ya mencionamos. Se habla de la tendencia (especialmente la-

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    tinoamericana) a vivir presos del concepto de vanguardia o, lo que se est ha-ciendo an peor: asociar la idea de vanguardia a lo ideolgico por sobre lo esttico.La supuesta novedad es la cifra a la que apela cuanta literatura se inclina ante elfetiche de la moda y hace loas a un presente que, as como parece no existir conestabilidad para la fsica, tampoco existe, sino como una fatalidad o como mscaraineludible, para el arte que apuesta por la trascendencia. El rayo en la planchaahora resulta un divertido anacronismo. Es el destino de tanta poesa nueva.

    Csar Vallejo, autntico innovador de la poesa en espaol y admirador sincero dePasternak y de Maiakovski, tena, ya en 1926, gran claridad sobre el conflicto:

    Poesa nueva ha dado en llamarse a los versos cuyo lxico est formado de laspalabras cinema, motor, caballos de fuerza, avin, radio, jazz band, telegrafade hilos, y en general, de todas las voces de las ciencias e industrias contempo-

    rneas, no importa que el lxico corresponda o no a una sensibilidad autntica-

    mente nueva []La poesa nueva a base de palabras o metforas nuevas se dis-tingue por su pedantera de novedad y, en consecuencia, por su complicacin ybarroquismo. La poesa nueva a base de sensibilidad nueva es, al contrario, sim-

    ple y humana y a primera vista se la tomara por antigua, o no atrae la atencinsobre si es o no moderna.

    Por alguna alquimia que la historia repite, poetas como Maiakosvski terminanconvirtindose en smbolos, en banderas de religiones y promesas que no se cum-

    plirn en este mundo imperfecto e infeliz. Pasternak se aparta y ms tarde con-

    fiesa, a propsito del poeta a quien admir por sus primeros poemas, pero al que:No comprenda [por] su celo propagandstico, la integracin forzada de s mismo

    y de sus compaeros en la conciencia social, la mana asociativa y cooperativa, lasumisin a la voz de la actualidad. Pasternak romper con Maiakovski porque su

    nombre segua figurando en la revistaLef, en la que haba declarado explcita-mente que no quera escribir. Una pequea trampa por la que Maiakovski recibi,de su antiguo colega, una carta definitiva, y aos ms tarde, un juicio implacable:

    El ltimo Maiakovski, a partir de Misterio bufo, fue inaccesible para m. No logrocomprender esas pequeas frases temticas de caligrafa toscamente rimadas,esa alambicada vacuidad, ese revoltijo tan chato y artificioso de lugares comunes

    y perogrulladas expuestos tan artificialmente. ste, a mi entender, es un Maia-kovski nulo, inexistente. Y es extrao que se haya querido considerar revolucio-nario justamente a un Maiakovski inexistente.

    Pasternak era valiente. Stalin haba proclamado pocos aos antes dos frases c-

    lebres: que la vida comenzaba a hacerse mejor, ms alegre, y que Maiakovskihaba sido y segua siendo el mejor y ms genial poeta de la poca. Pasternak, no

    obstante, es compasivo con la muerte trgica de Maiakovski, aunque atribuye su

    suicidio al orgullo. Le dedicar el poema La muerte del poeta (Segundo naci-miento, 1931). La lista de muertes por mano propia es pavorosa en la Rusia de

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    Stalin. Pasternak perder a la querida y admirada amiga Marina Tsvetyeva, y asu amigo y tambin poeta Paolo Iashvili cuyas muertes fueron para l, en sus pa-labras, el mayor dolor de mi vida.

    La debacle que conlleva la revolucin rusa para el arte es incalculable. Destruiraun esplndido renacimiento que no alcanz a concretarse. No obstante, en susinicios hay en Pasternak, como en todos, una necesidad de creer. En 1915 el poeta

    publicaPor encima de las barreras. Haba vivido un ao en los Urales. Ignatovaha traducido uno de los ms bellos poemas de aquella poca: Los Urales por vez

    primera. En l se siente la fuerza de la descomunal naturaleza, la inmensidad de

    los bosques y las nieves y, a pesar de las dificultades insoslayables de la lengua,se escucha la voz (siempre autobiogrfica) de un hombre conmovido religiosa-mente ante los misterios del mundo, un hombre que siente optimismo por el des-tino de la Rusia revolucionaria que se acerca:

    Sin partera, en la oscuridad, sin memoria,sus manos tropezaban contra la noche,la roca de los Urales bramaba y, cayendo muerta,cegada por el dolor, para el amanecer.

    Y quin sabe qu moles y gigantes de bronce,casualmente rozados, se derribaban tronando.

    Jadeaba el tren de pasajeros. En alguna parte, espantados,

    caan los fantasmas de los pinos.

    Casi dos dcadas despus de aquella primera visita (en 1932), Pasternak regresa los Urales, invitado por el comit del lugar para apreciar las grandes obras quese construan ah. Todo haba cambiado irremediablemente. Su hijo Yevgueni Pas-ternak relata la experiencia del padre, quien confes haberse sentido ante lasmuestras de la ms vulgar de las estupideces humanas, y aade:

    Pasternak no pudo tomar contacto directo con la realidad, aunque s comproblas monstruosas consecuencias de la colectivizacin, el cinismo descarado de lasautoridades. Todo ello puso a Pasternak al borde de la postracin. Pasternakmostr sin ambages su indignacin a sus anfitriones y regres a Mosc antes delo previsto. El enfurecido comit de Sverdlovsk le exigi una compensacin porlos intiles gastos que le haba ocasionado el poeta invitado.

    En 1922 Pasternak haba visto salir a su familia del pas para ya no regresar. Slol y su hermano Aleksandr permanecern en Mosc. Es el ao en el que se publicael poemarioMi hermana la vida(dedicado al poeta Lermontov) y es tambin elao de su matrimonio con Yevguenia Vladmirovna Luri. El Pasternak de este

    poemario es del que Osip Mandelshtam dijo: Leer los versos de Pasternak eslimpiar la garganta, / fortalecer la respiracin, / renovar los pulmones: / versos

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    como estos pueden curar la tuberculosis. Pasternak describi la experiencia de

    escribirlo como un momento en el que todo lo que fue nombrado y anotado, todolo querido y recordado se coloca por s solo y hace su voluntad. Marina

    Tsvetyeva dijo que de leerlo nadie querr suicidarse, y nadie querr fusilar.

    En ruso es un juego de palabras, ya que suicidarse y fusilar tienen la misma raz,con diferentes afijos, me aclara Ekaterina Ignatova).

    Pasternak sigui escribiendo hasta el final, a pesar de interludios de doloroso si-lencio y melancola. En 1935 asiste al Congreso Internacional de Escritores Anti-fascistas en Pars. Intenta ver a sus padres que se haban trasladado a Londres,

    pero es imposible. Se halla profundamente deprimido. El insomnio lo acosa. Antelos escritores pronuncia estas palabras que lo retratan de cuerpo entero. En ellasse escucha el idealismo de su espritu, su fe en el poder transformador del arte ysu apego a la libertad individual:

    Yo comprendo que este congreso de escritores tiene como meta organizarse parahacer resistencia al fascismo. Lo nico que podra decirles es no se organicen!

    La organizacin del arte equivale a su muerte. Lo nico que importa es la inde-pendencia personal []La poesa por siempre tendr ms altura que los afama-dos Alpes y, al mismo tiempo, es ella la que est bajo nuestros pies, en la hierba.

    La poesa es demasiado sencilla para ser tema de los debates en las concentra-ciones; ella ser siempre una funcin orgnica de la felicidad del hombre con sudivino lenguaje. Mientras ms felicidad haya sobre la tierra, ms fcil ser ser

    un artista.

    A su regreso a la patria, le espera el Gran terror. En 1937 Stalin desoye lospedidos de Pasternak y enva a Mandelshtam a un campo de concentracin. Sonaos atroces, pero el movimiento no se detiene, como no lo hace en el ritmo ince-sante de la poesa de Pasternak, enamorado de los otoos y las primaveras. Comoun nio bendecido, atraviesa un campo minado. Quin le perdona la vida? Sta-lin, el Dios del cristianismo al que se acerca? Quiz su misma poesa le permiteseguir viviendo en el desierto espiritual que le rodea. l confiesa que se sientefeliz de su obra recin a partir de lo que escribe en los aos 40. Son los aos de lanovela de Zhivago y sus poemas, y de los poemarios En los trenes de madru-

    gada(1943) yEspacio terrestre(1945), ambos recibidos muy mal por la crticade su pas. A estas alturas, su fe en el paraso diseado por los demonios de Dos-toievsky le resulta lejana: Ahora entiendo que detrs de todo lo que repugna, por

    su vaco y su vulgaridad, no se esconde nada que lo ennoblezca o lo explique. Lonico que existe es una mediocridad organizada y no hay que buscar nada ms. Ysi antes yo no tena miedo, a lo que me es ajeno, mucho menos ahora, que tengolas cosas claras.

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    En 1957 publica Cuando se desenfrena, su ltimo poemario, junto a l aparece Unintento de autobiografa. Nuevamente Feltrinelli (el editor que hizo famoso a Pas-ternak al publicarEl doctor Zhivago, hecho que le oblig a salir del Partido Co-munista Italiano) ser quien difunda este libro del cual he tomado numerosas re-ferencias a propsito del pensamiento del poeta y sus experiencias. En 1960, enPeredlkino (aldea de residencia de los escritores soviticos) muere Pasternak. Elsilencio de la prensa es total. Ni una palabra. En la estacin de Kiev, en Mosc,alguien cuelga en la pared un tmido anuncio notificando su muerte. As como en1958 Pasternak fue expulsado unnimemente de la Unin de Escritores; en 1989

    fue restablecido tambin unnimemente. Nada de qu extraarse, ya que la li-

    teratura rusa est acostumbrada a las rehabilitacionespost morten, sentencia Eka-terina, la traductora.

    En uno de los poemas de Zhivago llamado En Semana Santa, Pasternak sigue,

    con sus palabras, el va crucis de su pueblo en la doliente procesin. Al finalizarse asoma con serenidad y alborozo la luz de una madrugada purificadora. La Re-surreccin espera ineludiblemente a los justos y a los poetas:

    Sobre la multitud de invlidos del atrio,deja que se derrame su nieve el mes de marzo,como si un hombre hubiese brotado en el espacio

    y poseyera un arca que hubiese destapadoy todo regalase, hasta vaciarla.

    Hasta el amanecer se demoran los cantosy, tras haber llorado en abundancia,llegan a los solares que hay bajo el alumbrado,de dentro de la iglesia, en tono quedo y bajo,los Salmos o la letra consagrada.

    Pero habrn de callar, a medianoche, seresy criaturas. En cuanto salga el soly de la primavera el eco reverbere,ser posible al fin derrotar a la muertecon el vigor de la Resurreccin.