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BOLIVIA Y LAS AGUAS INTERNACIONALES COMO FACTOR DE INTEGRACION HIDROVIA PARAGUAY-PARANA William Torres Armas Investigador UDAPEX Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia [email protected] I. Disponibilidad de agua en el mundo y Sudamérica Tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por agua. Pero 97,5 % es agua salada y solamente 2,5 % es agua dulce y casi 70 % del agua dulce se encuentra congelada en las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia. América del Sur y Asia son las regiones que poseen los mayores recursos hídricos de agua dulce a nivel mundial. América del Sur se encuentra rodeada por los Océanos Atlántico y Pacífico. El mayor aporte de agua dulce de la región se vierte principalmente hacia el Océano Atlántico y, en una menor proporción, al Océano Pacífico. Con casi 18 millones de kilómetros cuadrados, Sudamérica representa sólo la octava parte (12%) de la superficie total de la corteza terrestre. Sin embargo, su escorrentía fluvial supera el cuarto del valor mundial (25,5 %) y el volumen del agua de su ríos representa casi la mitad (47 %) de la sumatoria de todos los cursos de agua del planeta . Esto se debe a la inmensidad de sus principales cuencas hidrográficas -que cubren algo más de dos tercios del territorio del continente (66,9 %)- y a la gran densidad de su vegetación . Las seis principales Cuencas hidrográficas de Sudamérica son: 1. Amazonas 2. Río de la Plata 3. Orinoco 4. San Francisco 5. Magdalena De estas seis cuencas, la más importante es la Cuenca Amazónica, donde el principal río es el Amazonas, que es el más grande del mundo. El río Amazonas tiene una longitud de 6.762 km y un caudal promedio anual de 226.000 m3/seg . La segunda cuenca en importancia en Sudamérica es la Cuenca del Plata, que cubre 3,1 millones de km 2. II. Principales Cuencas hidrográficas de Bolivia Bolivia es un territorio beneficiado por la naturaleza, particularmente en lo relativo a los recursos hídricos. El país tiene una enorme diversidad y riqueza de recursos hídricos, no sólo a nivel superficial sino también a nivel de aguas subterráneas, yendo desde caudalosos ríos navegables hasta acuíferos subterráneos. Bolivia pertenece a tres sistemas hidrográficos: la Cuenca del Amazonas o del Norte; la Cuenca Central o Lacustre y la Cuenca del Plata o del Sur. Cada una de estas cuencas puede subdividirse en otras cuencas menores, denominadas subcuencas. Desde una perspectiva hidrográfica, Bolivia es un país esencialmente amazónico, parcialmente platense y residualmente lacustre o altiplánico. La Cuenca del Amazonas o del Norte ocupa el 65,7 % del territorio nacional; la Cuenca del Plata

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BOLIVIA Y LAS AGUAS INTERNACIONALES COMO FACTOR DE INTEGRACION HIDROVIA PARAGUAY-PARANA

William Torres Armas

Investigador UDAPEX Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Bolivia [email protected]

I. Disponibilidad de agua en el mundo y Sudamérica

Tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por agua. Pero 97,5 % es agua salada y solamente 2,5 % es agua dulce y casi 70 % del agua dulce se encuentra congelada en las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia. América del Sur y Asia son las regiones que poseen los mayores recursos hídricos de agua dulce a nivel mundial.

América del Sur se encuentra rodeada por los Océanos Atlántico y Pacífico. El mayor aporte de agua dulce de la región se vierte principalmente hacia el Océano Atlántico y, en una menor proporción, al Océano Pacífico. Con casi 18 millones de kilómetros cuadrados, Sudamérica representa sólo la octava parte (12%) de la superficie total de la corteza terrestre. Sin embargo, su escorrentía fluvial supera el cuarto del valor mundial (25,5 %) y el volumen del agua de su ríos representa casi la mitad (47 %) de la sumatoria de todos los cursos de agua del planeta . Esto se debe a la inmensidad de sus principales cuencas hidrográficas -que cubren algo más de dos tercios del territorio del continente (66,9 %)- y a la gran densidad de su vegetación .

Las seis principales Cuencas hidrográficas de Sudamérica son:

1. Amazonas

2. Río de la Plata

3. Orinoco

4. San Francisco

5. Magdalena

De estas seis cuencas, la más importante es la Cuenca Amazónica, donde el principal río es el Amazonas, que es el más grande del mundo. El río Amazonas tiene una longitud de 6.762 km y un caudal promedio anual de 226.000 m3/seg . La segunda cuenca en importancia en Sudamérica es la Cuenca del Plata, que cubre 3,1 millones de km 2. II. Principales Cuencas hidrográficas de Bolivia Bolivia es un territorio beneficiado por la naturaleza, particularmente en lo relativo a los recursos hídricos. El país tiene una enorme diversidad y riqueza de recursos hídricos, no sólo a nivel superficial sino también a nivel de aguas subterráneas, yendo desde caudalosos ríos navegables hasta acuíferos subterráneos. Bolivia pertenece a tres sistemas hidrográficos: la Cuenca del Amazonas o del Norte; la Cuenca Central o Lacustre y la Cuenca del Plata o del Sur. Cada una de estas cuencas puede subdividirse en otras cuencas menores, denominadas subcuencas. Desde una perspectiva hidrográfica, Bolivia es un país esencialmente amazónico, parcialmente platense y residualmente lacustre o altiplánico. La Cuenca del Amazonas o del Norte ocupa el 65,7 % del territorio nacional; la Cuenca del Plata

o del Sur se extiende por el 20,5 % de su superficie y la Cuenca Central o Lacustre ocupa el restante 13,8 % de la extensión geográfica del país . Si simplemente se considera su longitud, los cinco ríos más importantes de Bolivia son: el Mamoré (2000 km); el Madre de Dios (1700km); el Beni (984 km); el Itonomas (820 km) y el Pilcomayo (700 km). Los cuatro primeros corresponden a la Cuenca Amazónica, mientras que el quinto pertenece a la Cuenca del Plata. Si se analizan los 10 ríos más largos del país, se puede constatar que 9 de ellos están en la Cuenca Amazónica . Los dos lagos principales: El Titicaca y el Poopó, así como los dos salares más importantes: el de Uyuni y el Coipasa, se encuentran en la Cuenca Lacustre, Central o del Altiplano. III. Principales ríos de la Cuenca Amazónica La Cuenca del Amazonas ocupa toda el área centro oriental de Sudamérica, representando el 44 % del territorio del subcontinente y abarcando importantes regiones de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, con una superficie total de 7.800.000 Km 2. La Cuenca del Amazonas emplazada en territorio boliviano ocupa 722.137 km 2. La Cuenca del Amazonas en Bolivia se encuentra dividida en las subcuenca del Acre y la subcuenca del Madera. La subcuenca del Acre tiene una extensión aproximada de 2.080 Km 2 y ocupa el último lugar en extensión de todas las subcuencas del país, puesto que sólo comprende el 0,2 % de la superficie del territorio nacional. La subcuenca del Madera es la que tiene más importancia en toda la hidrografía nacional, porque además de su extensión de 720.057 Km 2, representa el 65,5 % del territorio nacional y el 99,7 % de la superficie de la Cuenca del Amazonas. El principal curso de esta subcuenca es el río Madera. El Madera es un río internacional de curso contiguo, puesto que sirve de límite entre Bolivia y Brasil. Por otra parte, cabe destacar que por la subcuenca del Madera discurren los ríos más importantes del país, ya sea por su caudal, longitud, navegabilidad o aprovechamiento. El principal río en esta subcuenca es el río Madre de Dios. IV. Principales ríos de la Cuenca del Plata La Cuenca del Plata está ubicada en el sudeste de Sudamérica, representando el 18 % de la superficie total del subcontinente con una extensión aproximada de 3.100.000 km 2. Se trata de una cuenca internacional compartida por Bolivia, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. La Cuenca del Plata emplazada en territorio boliviano se encuentra situada al sudeste, ocupando una superficie de 224.918 km 2., cubriendo en consecuencia el 20,5 % de la superficie del territorio nacional. La Cuenca del Plata se divide en tres subcuencas: subcuenca del Alto Paraguay, subcuenca del Pilcomayo y subcuenca del Bermejo. La subcuenca del Alto Paraguay ocupa una superficie de 99.448 km.2, la subcuenca del Pilcomayo una superficie de 113.080 km.2 y la subcuenca del Bermejo 12.390 km.2. La subcuenca del Alto Paraguay en territorio boliviano está formada por las lagunas Uberaba, La Gaiba, Mandioré y Cáceres, conectadas al río Paraguay por canales naturales. El principal río perteneciente a esta subcuenca es el río Paraguay. Este río es navegable y le permite al país conectarse con el Océano Atlántico. En territorio boliviano cuenta con 48 km., a través del denominado Corredor Man Césped. El río más importante de la subcuenca del Pilcomayo es el río Pilcomayo, que escurre por territorio boliviano hasta finalmente desembocar en el río Paraguay, fuera de territorio boliviano. El río principal de la subcuenca del río Bermejo son el río Bermejo, el río Grande de Tarija y el río Tarija. Los dos primeros son ríos de curso contiguo, pues constituyen límite internacional entre las Repúblicas de Bolivia y Argentina. V. Principales recursos hídricos en la Cuenca Lacustre La Cuenca Cerrada, Endorreica Lacustre o Altiplánica se encuentra ubicada al sudoeste de Bolivia y ocupa una superficie aproximada de 151.526 km 2, que representa el 13,8 % del territorio nacional. Se la considera una cuenca cerrada porque sus drenajes se encuentran en lagos y salares. La Cuenca Cerrada es compartida por Bolivia, Perú y, parcialmente, por Chile. En esta cuenca se encuentra el Lago Titicaca, que es el lago navegable más alto del mundo y cuya régimen jurídico de condominio es compartido por Bolivia y Perú. La Cuenca Lacustre se divide en cuatro subcuencas: la subcuenca del Titicaca que tiene una superficie de 13.967 Km.2, la subcuenca del Poopó con una superficie de 51.862 Km.2, la subcuenca de Coipasa con una superficie de 23.718 km. 2 y la subcuenca de Uyuni con 61.526

km. 2. La subcuenca del Titicaca se encuentra ubicada al norte de la Cuenca Cerrada o Lacustre. Esta cuenca está formada principalmente por el Lago Titicaca y sus afluentes. En la subcuenca del Poopó, el principal afluente es el río Desaguadero. En la subcuenca del Coipasa están el salar y la laguna de Coipasa. Entre sus afluentes está el río Lauca. En la subcuenca de Uyuni se presentan varios salares y lagunas. Entre los salares están los de Uyuni y Empexa. VI. Aguas internacionales y derecho público internacional Durante el siglo XIX, la navegación por ríos fronterizos o que atraviesan diversos Estados se convirtió en el principal uso de los ríos. De hecho, el concepto de río internacional se acuñó en el siglo XIX, en el artículo 108 del Congreso de Viena. No obstante, el desarrollo tecnológico ha permitido una utilización de las aguas más amplia y diversificada. El término aguas internacionales incluye los océanos, los mares cerrados o semicerrados y los estuarios, así como los ríos, lagos, sistemas de aguas subterráneas y tierras húmedas, que tienen cuencas hidrográficas transfronterizas o fronteras comunes. El dominio fluvial es una acepción jurídica, que comprende los ríos, sus brazos, afluentes, arroyos y todo curso de agua, superficial o subterráneo, que corra por el territorio de un Estado, separe a dos Estados o atraviese el territorio de más de un Estado. Asimismo, los canales que unan los ríos y los puertos, las bahías o ensenadas, naturales o artificiales, forman parte del dominio fluvial. Tradicionalmente, el derecho internacional sólo se preocupó de los cursos de agua superficiales. Desde esta perspectiva, los ríos se podían clasificar en ríos nacionales, internacionales, internacionalizados y de interés internacional. Los ríos nacionales eran aquellos que, desde su fuente hasta su desembocadura, corrían por el territorio de un mismo Estado. Los ríos internacionales eran aquellos que separaban o atravesaban el territorio de dos o más Estados. Estos se podían dividir en ríos internacionales de curso contiguo y ríos internacionales de curso sucesivo. Los ríos internacionales de curso contiguo se conocían también como ríos divisorios, pues separaban los territorios de dos o más Estados, sirviéndoles como límites arcifinios naturales. Los ríos internacionales de curso sucesivo eran los que atravesaban el territorio de dos o más Estados. Los ríos internacionalizados eran aquellos cuya libertad de navegación, en favor de terceros Estados, había sido reconocida, sin perjuicio de la navegación de los Estados ribereños y su derecho exclusivo o la navegación de cabotaje. Finalmente, los ríos de interés internacional eran aquellos ríos nacionales navegables o un río internacional naturalmente navegable que desembocaba en el mar. Por su parte, los lagos internacionales eran considerados por el derecho internacional desde un punto de vista similar al de los ríos internacionales. En consecuencia, a falta de una legislación expresa, eran aplicables a los lagos, por analogía o por extensión, los principios y normas adoptados para los ríos, siempre que esa aplicación no fuese contraria a las características peculiares de los sistemas lacustres. En la actualidad, en lo que se refiere a los usos que se les puede dar a los recursos hídricos, el derecho internacional público hace una división entre navegación y otros usos distintos a la navegación. También es importante destacar que en la Convención sobre el Derecho de los Usos de los Cursos de Agua Internacionales para Fines Distintos a la Navegación se utiliza el concepto de curso de agua y que el mismo incluye tanto las aguas superficiales como las aguas subterráneas. Entre los usos distintos a la navegación se pueden citar los siguientes:

i) Navegación y transporte de maderas

ii) Uso social (recreativo, turístico y medicinal)

iii) Doméstica y municipal

iv) Uso agrícola y pecuario (irrigación)

v) Uso comercial (pesca)

vi) Uso industrial

vii) Minero y petrolero

viii) Explotación de los recursos naturales

ix) Uso geopolítico o militar

x) Energético

xi) Medioambiental

Algunos de los principales instrumentos jurídicos internacionales que regulan el tema de los recursos hídricos son los siguientes:

• Acta de Montevideo • Normas de Helsinski • Convención sobre el Derecho de los Usos de los Cursos de Agua Internacionales para

Fines Distintos a la Navegación. • Convención sobre Conservación de Zonas Húmedas (Convención Ramsar) • Reglas de Corea sobre aguas subterráneas.

Por otra parte, también se puede mencionar que en la Cumbre Mundial de Johanesburgo se analizó el tema del agua (agosto-septiembre de 2002). Asimismo, la Asamblea General de la ONU proclamó el año 2003 como el Año Internacional del Agua Dulce. VII. Aspectos jurídicos relacionados con los recursos hídricos en el caso de Bolivia La norma más importante que regula el tema de aguas en Bolivia es la Constitución Política del Estado. De acuerdo al artículo 36 de la misma, son del dominio originario del Estado ... el suelo y el subsuelo con todas sus riquezas naturales, las aguas lacustres, fluviales y medicinales, así como los elementos y fuerzas físicas susceptibles de aprovechamiento. Otras dos disposiciones que normas el tema de las aguas en el país son el Código Civil y el Código de Minería. Bolivia también cuenta con una Ley de Aguas, que data de fines del siglo XIX. El Decreto de 8 de septiembre de 1879, fue elevado a la categoría de Ley el 28 de noviembre de 1906. Por otra parte, cabe destacar que el anterior gobierno promulgó la Ley Nº 2267, que se refiere a estudios de los recursos hídricos del sudoeste potosino. Posteriormente, presentó un Decreto Supremo Reglamentario de la Ley 2267, que fue retirado. En el ámbito regulatorio, el país contaba con una Superintendencia de Agua, que ahora se ha convertido en la Superintendencia de Saneamiento Básico. También existe la Superintendencia de Saneamiento Básico y diversas instituciones encargadas del tratamiento del tema de las aguas. El ministerio de Desarrollo Sostenible y el de Relaciones Exteriores y Culto tienen competencia sobre los recursos nacionales e internacionales. Bolivia es un país miembro del Tratado de la Cuenca del Plata y del ahora denominado Organismo del Tratado de Cooperación Amazónica. Aparte de ello, el país ha suscrito una serie de acuerdos bilaterales, trilaterales y subregionales en materia de aguas internacionales. Por otra parte, cabe destacar que el país cuenta con un Plan Maestro Fluvial. El mismo tiene como objetivos la limpieza de los ríos, la realización de obras de encauzamiento y de construcción de puertos menores, así como la utilización de las aguas para el comercio y el transporte de mercaderías. En materia de antecedentes, el derecho internacional fluvial de Bolivia tiene importantes referentes, tales como la Tesis Aguirre-Achá de 1921, la Declaración de Montevideo de 1933, la Resolución 25 de la Cuenca del Plata que data de 1971, así como algunos otros instrumentos

emanados de las Naciones Unidas. 7.1. Tesis Aguirre-Achá de 1921 La tesis Aguirre-Achá no es una doctrina internacional. Plantea que la utilización de las aguas de un río internacional de curso sucesivo no debe perjudicar los intereses del propietario del curso inferior y que el caudal de un río internacional no debe ser disminuido trasladando aguas de la cuenca geográfica natural hacia otra cuenca geográfica diferente. 7.2. Declaración de Montevideo de 1933 La Declaración de Montevideo de 1933 afirma que los Estados tienen derecho exclusivo de aprovechar, para fines industriales o agrícolas, la margen que se encuentra bajo su jurisdicción, de las aguas de los ríos internacionales. Este derecho, sin embargo, está condicionado en su ejercicio por la necesidad de no perjudicar el igual derecho que corresponde al Estado vecino. Asimismo, se afirma que ningún Estado puede, sin el consentimiento del otro ribereño, introducir en los cursos de aguas de carácter internacional ninguna alteración que resulte perjudicial al Estado vecino de aguas abajo. Por otra parte, la Declaración establece que las obras que pretenda realizar un Estado en aguas internacionales deberán ser debidamente anunciadas a los demás ribereños o condóminos, acompañando la documentación técnica necesaria y fijándose un plazo para su contestación. De no llegarse a un acuerdo, se optará por una solución de carácter diplomático, pudiendo en caso de no existir acuerdo alguno acudirse a un procedimiento de conciliación. 7.3. Resolución Nº 25 de la Cuenca del Plata La Resolución 25, emanada de la IV Reunión de Cancilleres de los Países de la Cuenca del Plata, afirma que en los ríos internacionales de curso sucesivo, no siendo la soberanía compartida, cada Estado puede aprovechar las aguas en razón de sus necesidades, siempre que no cause perjuicio sensible a otro Estado de la Cuenca. Asimismo, se establece que en los ríos internacionales contiguos, siendo la soberanía compartida, cualquier aprovechamiento de sus aguas deberá ser precedido de un acuerdo bilateral entre los ribereños. 7.4. Conferencia de Naciones Unidas de 1977 En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el recurso agua, realizada en Mar del Plata, en marzo de 1977, se afirmó que a falta de un acuerdo sobre la manera de compartir y aprovechar un río transfronterizo, los países comprometidos deberían tratar de no iniciar ninguna obra importante que pueda tener un efecto significativo en otro país. VIII. Convención sobre el derecho de los usos de cursos de agua internacionales para fines distintos a la navegación El derecho fluvial internacional es una rama del derecho internacional público que está bastante retrasado en términos comparativos. Por el momento no existen normas de derecho escrito comúnmente aceptadas. En otras palabras, no existe un tratado o convenio multilateral en el que se defina el aprovechamiento de los recursos hídricos de carácter internacional. Los acuerdos sobre la materia se han circunscrito a un número limitado de Estados. No obstante, es posible que, en el futuro, como una rama del Derecho Internacional Público, se vaya cristalizando el Derecho Internacional Fluvial. Sobre el particular, hace algunos años, se suscribió una Convención sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos a la navegación. Se trata de un texto abierto a los países miembros de la ONU. La Convención fue abierta a la firma desde el 21 de mayo de 1997 hasta el 20 de mayo del año 2000, en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, y entrará en vigor el nonagésimo día siguiente a la fecha en que se haya depositado el trigésimo quinto instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión. La Convención de Naciones Unidas consta de siete partes y 37 artículos, además de un apéndice sobre arbitraje. La primera parte de la Convención es la Introducción; la segunda se refiere a los principios generales; la tercera es sobre las medidas proyectadas; la cuarta sobre la protección, preservación y gestión; la quinta sobre las condiciones perjudiciales y situaciones de emergencia; la sexta sobre disposiciones diversas y la séptima sobre cláusulas diversas. Es particularmente interesante analizar la primera y la segunda parte de la Convención, referidas a la introducción y los principios generales. En la introducción se definen tres conceptos importantes: curso de agua, curso de agua internacional y Estado del curso de agua. Curso de agua se define como: "un sistema de aguas de superficie y subterráneas que, en virtud de su

relación física, constituyen un conjunto unitario y normalmente fluyen a una desembocadura común". Curso de agua internacional se define como: "un curso de agua algunas de cuyas partes se encuentran en Estados distintos". Estado del curso de agua se define como: "un Estado Parte en la presente Convención en cuyo territorio se encuentra parte de un curso de agua internacional o una Parte que sea una organización de integración económica internacional en el territorio de uno o más de cuyos Estados miembros se encuentra parte de un curso de agua internacional". La primera definición es muy importante porque hace referencia a aguas superficiales y subterráneas que forman un sistema de aguas. Se trata, por supuesto, de una definición jurídica o convencional que puede o no coincidir con la definición científica. La segunda parte de la Convención se refiere a los principios generales. Los cinco principios generales recogidos por la Convención son:

1. Utilización y participación equitativas y razonables

2. Obligación de no causar daños sensibles

3. Obligación general de cooperar

4. Intercambio regular de información

5. Relaciones entre las diferentes clases de usos

El primer principio general se refiere a que debe buscarse una cooperación óptima y sostenible de los cursos de agua internacionales, así como una visión cooperativa para su uso y aprovechamiento. El segundo plantea la necesidad de tomar las medidas apropiadas para impedir el daño a otros Estados. La obligación general de cooperar, por su parte, se asienta sobre la base de igualdad soberana de los Estados, la integridad territorial, el provecho mutuo y la buena fe. El intercambio regular de información es aconsejable en temas como hidrología, metereología, hidrogeología, ecología y sobre la calidad del agua. Finalmente en lo que atañe a las relaciones entre las diferentes clases de usos, la Convención afirma que ningún uso tiene prioridad sobre otro. Bolivia se abstuvo de firmar la Convención sobre el derecho de los usos de cursos de agua internacionales para fines distintos a la navegación, entre otras, por las razones siguientes:

i) La incidencia que tendría en la negociación y concertación de futuros acuerdos bilaterales con países vecinos;

ii) El incremento de la demanda de agua para riego en el futuro podría generar limitaciones de mayor disponibilidad para los países de aguas arriba;

iii) En el siglo XXI, el agua se convertirá en un elemento estratégico y eventual factor de controversias entre Estados, por lo que se trata de un recurso que hay que preservar;

iv) En materia de cuencas, Bolivia era un país sobre todo de aguas arriba, ya que esta posición representaba un porcentaje superior al 85 % de su capacidad hidrográfica, mientras que aguas abajo sólo representaba el 15 %;

v) El país carecía de una ley interna sobre manejo, administración, explotación, regulación, uso y aprovechamiento múltiple de los recursos hídricos;

En el momento en que se firmó la Convención, Bolivia planteó sus reservas a los artículos 5, 6 y

7 de la Convención. Cuando se discutía el proyecto de la Convención, sólo 5 países de la región lo auspiciaban y principalmente eran países de aguas abajo. IX. Política exterior y aguas internacionales Con los países limítrofes, Bolivia ha impulsado proyectos compartidos en las cuencas hidrográficas de carácter internacional, buscando un uso racional, equitativo, prudente y múltiple de las aguas, impulsando el desarrollo sostenible de la zona de influencia de los ríos y optimizando el aprovechamiento de sus recursos naturales. Bolivia tiene un enorme potencial hídrico que puede contribuir a una activa integración nacional, pero también la integración fluvial y lacustre con los países vecinos. Las aguas al igual que las fronteras que antes eran un elemento que desintegraba, ahora son un elemento que une y articula intereses. Los ríos y los proyectos binacionales en materia de cuencas hídricas compartidas se perciben ahora como una fuente de riqueza, un mecanismo de desarrollo regional y un medio de integración internacional. El país ha tratado de resguardar y precautelar sus derechos soberanos sobre los cursos de agua y, desde una perspectiva internacional, parece interpretar que las cuencas son un factor de articulación subregional y de creación de una comunidad de intereses con aquellos países con los que se comparten aguas internacionales. Para Bolivia, el uso racional, equitativo, prudente y múltiple de sus cuencas hídricas se inscribe en el concepto del desarrollo sostenible, que tiende a prevenir el deterioro del ecosistema y el uso racional de los recursos naturales. En materia de aguas internacionales, en Bolivia siempre se ha afirmado que es necesario tomar en cuenta su posición geográfica. Por lo tanto, la política exterior sobre recursos hídricos debe considerar que Bolivia pertenece a la Cuenca del Plata, a la Cuenca Amazónica y a la Cuenca Lacustre y que, en las tres cuencas, simultáneamente es un país de aguas arriba y de aguas abajo. En la Cuenca del Amazonas y del Plata, Bolivia -de manera general- es un país de aguas arriba. No obstante, hay algunas excepciones, como por ejemplo en los casos del río Madre de Dios o del río Paraguay. En la Cuenca Lacustre, en cambio, al ser un país de aguas abajo, el país ha tenido serios problemas en el plano internacional. Dos ejemplos típicos de esta afirmación son los casos de los ríos Lauca y Mauri. En esta cuenca endorreica, Bolivia sostiene y defiende una posición favorable a los países de curso inferior de los ríos sucesivos. Mientras que, en la cuenca del Plata o del Amazonas, Bolivia defiende una posición favorable para los países del curso superior de esos ríos, como en los casos de los ríos Pilcomayo y Bermejo. Por otra parte, se debe subrayar que en el país se produce el divortia aquarum, es decir la división de las aguas de las Cuencas del Amazonas y del Plata. La extensión de la frontera que Bolivia tiene con sus vecinos alcanza a 6.918 kilómetros. Con la Argentina la extensión fronteriza alcanza a 773 kilómetros, de los cuales 302 abarcan un límite acuático; con el Brasil la extensión fronteriza alcanza a 3423 kilómetros, de los cuales 750 abarcan un límite acuático; con Chile la extensión fronteriza alcanza a 850 kilómetros, de los cuales sólo 20 abarcan un límite acuático; con Paraguay la extensión fronteriza alcanza 741 kilómetros, todos en territorio seco; y con Perú, la extensión fronteriza alcanza a 1131 kilómetros, de los cuales el límite fluvial y lacustre abarca 370 kilómetros. Esto quiere decir que 1442 kilómetros (el 20,8 %) de las fronteras que Bolivia posee con sus vecinos son límites acuáticos o lacustres. Esta afirmación además tiene que considerar los recursos hídricos que no separan a dos Estados sino que naciendo en uno atraviesan el territorio de otro y, por otro lado, los 5.000 km de ríos navegables que posee Bolivia, con escaso aprovechamiento, que deben servir como vías de comunicación para las zonas que tienen menor cantidad de carreteras en el país. En los límites fluviales se pueden aplicar diversos criterios: i) Sistema del condominio; ii) Sistema de la línea media; iii) sistema del thalweg o de la línea del canal de navegación más profundo o principal; y iv) el curso pertenece a un solo Estado, quedando el límite fijado en la ribera del otro. Los límites lacustres pueden admitir los mismos criterios de delimitación que los fluviales. Si bien es necesario saber si Bolivia es ribereño de aguas arriba o de aguas abajo, la excesiva preocupación del país por este tema no tiene la importancia que se le ha asignado, especialmente cuando se habla de cursos de aguas o aguas subterráneas. Si bien tiene importancia saber cuál es la posición geográfica del país en una determinada cuenca, es mucho más relevante conocer cuál es el objetivo del emprendimiento y la naturaleza del proyecto

binacional o multilateral, especialmente cuando tiene un enfoque cooperativo. Al respecto, ahora interesa más saber si se trata de un río navegable o no y si al curso de agua internacional se le dará un fin distinto a la navegación. Esto es significativo en la medida que en Bolivia hay ríos navegables y ríos por los que no se puede navegar. Por lo tanto, cabe destacar que hay negociaciones o emprendimientos que se están realizando con los países vecinos, en los que no se hace ninguna referencia a vías acuáticas navegables. Contemporáneamente, algunas gestiones, negociaciones o proyectos en los que se ha embarcado Bolivia tienen como objetivos la regulación de caudales, el control de crecidas, la retención de sedimentos, el uso racional y óptimo de los recursos, las cuestiones medioambientales, la producción de energía hidroeléctrica o, inclusive, la exportación de aguas. Finalmente, cabe destacar que, en los últimos años, se ha producido un cambio en la orientación de la gestión de los recursos hídricos, asignándole un papel crecientemente importante a la sociedad civil y a la participación de la población local en el manejo de la cuencas hidrográficas. Bolivia está consciente de que la escasez de agua podría ser una fuente de controversias, litigios y guerras en el futuro. Según la ONU, una disponibilidad per cápita por debajo de 1000 metros cúbicos/año impide el desarrollo y afecta la salud humana. Otros autores sitúan este indicador de stress hídrico en 1700 metros cúbicos. Al respecto, cabe recordar que Bolivia sólo limita con las Regiones I y II de Chile, denominadas Tarapaca y Antofagasta. Ambas regiones están por debajo del nivel de stress hídrico. En la geografía chilena, el agua está distribuida de una forma bastante heterogénea, es decir en el centro y sur del país ( de la cuarta a la décima región) se concentra la mayor cantidad de recursos hídricos. En el norte de Chile, predomina el desierto, las precipitaciones son escasas y el único río que desemboca en el mar es el río Loa. El tema de los recursos hídricos es muy importante en las relaciones boliviano-chilenas. El desvío de las aguas del río Lauca provocó la ruptura de las relaciones diplomáticas en 1962 y ha sido un tema recurrente en las negociaciones sobre la demanda marítima en la segunda mitad del siglo XX. 10. Principales proyectos en materia de cuencas fluviales y lacustres Los cinco emprendimientos más importantes en los que Bolivia está comprometido en materia de recursos hídricos internacionales son:

1. La Hidrovía Paraguay-Paraná

2. El aprovechamiento de los recursos hídricos del Lago Titicaca Río Desaguadero, Lago Poopó y Lago-Salar de Coípasa (Sistema TDPS)

3. El aprovechamiento de la Cuenca del río Pilcomayo

4. El desarrollo de la Alta Cuenca del río Bermejo y Grande de Tarija

5. En el marco del Programa de Acción Integrado Peruano-Boliviano (PAIPB), el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del río Madre de Dios.

Aparte de estos cinco emprendimientos, queda pendiente la solución de cuatro problemas en materia de recursos hídricos con los países vecinos: el Mauri, el Lauca, el Silala y los recursos hídricos en la frontera con Chile. 10.1. La Hidrovía Paraguay-Paraná La Hidrovía Paraguay-Paraná, el proyecto estrella en la Cuenca del Plata, es un sistema fluvial de transporte internacional, complementado por sistemas de comunicación, energía y de defensa del medio ambiente. La Hidrovía tiene una longitud de 3.442 km de navegabilidad entre Cáceres (Mato Grosso-Brasil) y Nueva Palmira (Uruguay), donde existe una población de aproximadamente 30 millones de habitantes y un 1.100.000 km 2 de zona de influencia, e involucra la zona centro-oeste de Brasil, prácticamente todo el Paraguay, parte de Bolivia y Uruguay, así como algunas provincias de la Argentina. La Hidrovía Paraguay-Paraná tiene como objetivo optimizar un sistema fluvial de transporte internacional, así como facilitar el uso completo de los puertos y la navegación de trenes de

barcazas las 24 horas del día, a través de un acuerdo normativo común, que permita un acceso, en condiciones competitivas, a los mercados de ultramar para los cinco países de la Cuenca del Plata. El proyecto implica la ejecución de trabajos de dragado, señalización y trazado, mediante la rectificación de curvas y el corte de meandros. El principal instrumento jurídico es el Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná, que se suscribió en junio de 1992 y entró en vigor el 13 de febrero de 1995. Por otra parte, también cabe poner de relieve los seis protocolos adicionales, suscritos el 26 de junio de 1992, relativos a:

1. Navegación y seguridad

2. Seguros

3. Condiciones de igualdad de oportunidades para una mayor competitividad

4. Asuntos aduaneros

5. Cese provisorio de bandera

6. Solución de controversias

Los principales órganos del proyecto de la Hidrovía Paraguay-Paraná son el Comité Intergubernamental de la Hidrovía y la Comisión del Acuerdo. El Comité Intergubernament al es el órgano político, mientras que la Comisión es el órgano técnico, que se encarga de la aplicación, el seguimiento y el desarrollo del Acuerdo. Representantes de todos los países miembros del Acuerdo integran la Comisión del Acuerdo. La Hidrovía Paraguay-Paraná representa el emprendimiento más destacado de la década de los 90 para los cinco países de la Cuenca del Plata, pues no sólo es un sistema fluvial de transporte, sino también un factor de integración física y económica, tanto a escala regional como internacional. La Hidrovía es la única salida de Bolivia hacia el Océano Atlántico y un tema central en su relacionamiento con los países de la Cuenca del Plata y del MERCOSUR. En el caso de Bolivia y Paraguay, la Hidrovía Paraguay-Paraná es muy importante porque ha permitido establecer un corredor fluvial para los dos únicos países sin costas marítimas en América Latina. La Hidrovía no sólo le permite a Bolivia acceder al Océano Atlántico sino que, al estar interrelacionada con el proyecto de los corredores interoceánicos, se constituye en un factor de dinamización de su comercio exterior. Bolivia accede a la Hidrovía Paraguay-Paraná a través de los 48 km. de la punta Man Césped y a través del Canal Tamengo. Los principales puertos de embarque y desembarque de Bolivia en la Hidrovía son Puerto Quijarro, Central Aguirre y Puerto Gravetal. En la Hidrovía Paraguay -Paraná, Bolivia ha identificado los siguientes proyectos prioritarios: el dragado del Canal Tamengo, la ejecución del proyecto de puerto Bush y el balizamiento y la señalización del corredor Man Cesped. La Hidrovía le permite a Bolivia ahorrar en costos de transporte y disminuir su dependencia relativa de los puertos del Pacífico. En la actualidad, por la Hidrovía transitan alrededor de 500 embarcaciones, que se utilizan para el transporte comercial, las mismas que son, sobre todo, de nacionalidad argentina, paraguaya y brasileña. En los últimos 15 años, la carga transportada por Bolivia a través de la Hidrovía Paraguay -Paraná se ha incrementado de 700 mil a 11 millones de toneladas anuales. Se requieren $us. 90 millones para completar los 2.500 kilómetros que se necesitan para navegar toda la hidrovía los 365 días al año. Los mayores obstáculos para el proyecto son la limitación del calado en épocas de estiaje, las limitaciones en algunas curvas cerradas y el reducido ancho del canal de navegación. El principal argumento de los que se oponen al proyecto de la Hidrovía Paraguay-Paraná es el daño medioambiental, que supuestamente produce el emprendimiento en la zona del Pantanal,

una de las regiones con mayor riqueza biogenética del planeta. 10.2. Aprovechamiento de las aguas del Lago Titicaca En la década de los 50, el Perú objetó la idea de desviar las aguas del Lago Titicaca al norte de Chile, como compensación por una salida soberana para Bolivia en el Océano Pacífico, sin que se le consulte previamente. Esta situación motivó la suscripción de una Convención Preliminar para el Estudio del Aprovechamiento de las aguas del Lago Titicaca, que se firmó el 30 de julio de 1955, y posteriormente, del Convenio para el Estudio Económico Preliminar de las Aguas del Lago Titicaca, que se firmó el 19 de agosto de 1957, en el que se definió el régimen jurídico de las aguas del lago como un condominio indivi sible y exclusivo. Mientras el Congreso del Perú ratificó ambos instrumentos jurídicos, el Congreso boliviano argumentó que el condominio establecido afectaba la soberanía del país, debido a que establecía restricciones para la utilización individual de los recursos hídricos y, en consecuencia, postergó su ratificación. A raíz de ello, los estudios quedaron encarpetados durante más de treinta años. Al producirse una serie de inundaciones y desastres naturales el año 1983, Bolivia y Perú, en forma separada, solicitaron asistencia económica y técnica a la Comunidad Europea para efectuar trabajos que pudiesen neutralizar los daños ocasionados provocados por las inundaciones y sequías. Fueron precisamente estos desastres naturales los que precedieron los Convenios que Perú y Bolivia firmaron con la Comunidad Europea en 1986 y 1987, estableciendo un Plan Director Global Binacional de Protección-Prevención de Inundaciones y Aprovechamiento de los Recursos Hídricos del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó y Lago-Salar de Coípasa (Sistema TDPS). Prosiguiendo con este esfuerzo, en 1986, el Congreso boliviano aprobó los instrumentos jurídicos suscritos con el Perú en la década de los 50, aceptando la tesis del condominio del Lago y la ejecución de los estudios. La Cuenca Central, Lacustre o Altiplánica cuenta con las siguientes subcuencas: Lago Titicaca, Lago Poopó, Salar de Coipasa, Salar de Uyuni y Río Desaguadero. La cuenca del Lago Titicaca, situada a 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, incluye los afluentes y efluentes en territorio boliviano y peruano, conformando el importante sistema fluvial lacustre del Altiplano. Las cuencas de este sistema están conectadas entre sí, por tanto son interdependientes, constituyendo un ámbito hidrográfico endorreico propio y exclusivo de la meseta andina . Su extensión geográfica es de 8.400 km2, tiene una profundidad promedio de 100 metros y un volumen de agua superior a los 800.000 millones de metros cúbicos. Es, por lo tanto, en dimensión como en contenido de agua, uno de los lagos más importantes del mundo . El sistema TDSP (Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago-Salar de Coipasa y Lago Poopó) tiene como objetivo realizar estudios y acciones para la óptima y racional utilización de los recursos hídricos y su área de influencia. Los principales instrumentos jurídicos son: la Convención Preliminar para el estudio del Aprovechamiento de las aguas del Lago Titicaca (30 de julio de 1955), y el Convenio para el estudio preliminar del aprovechamiento de las aguas del Lago Titicaca (19 de febrero de 1957). La Autoridad Binacional Autónoma del Lago Titicaca (ALT) es una entidad de derecho público internacional con plena autonomía de decisión y gestión en el ámbito técnico, administrativo-económico y financiero, cuyo objetivo general es dictar y hacer cumplir las normas de ordenamiento, manejo, control y protección en la gestión del agua, del Sistema Hídrico TDPS. El Plan Director Binacional para el manejo del Sistema Hídrico TDPS, fue concebido para corregir diversos problemas de la cuenca mediante obras de regulación hidraúlica, proyectos de riego, sistemas de drenaje, técnicas de conservación, reforestación y descontaminación, conservación de la biodiversidad y capacitación medioambiental. La ejecución del Plan Director se encargó a la Autoridad Binacional Autónoma, que tiene su sede en La Paz y depende de ambas Cancillerías. El aprovechamiento conjunto de las aguas del sistema TDPS entre Bolivia y Perú constituye un ejemplo en el manejo de una cuenca compartida que no solam ente constituye una solución científica-técnica para el manejo de una cuenca o para la preservación y el manejo de los recursos hídricos, sino un nexo de cooperación e integración entre Bolivia y Perú. El esfuerzo mancomunado de Bolivia y Perú ha rebasado con creces las expectativas generadas al iniciarse el proyecto. A medida que el emprendimiento avanzó, los objetivos fueron cada vez más ambiciosos, buscándose la integración y el impulso económico de las regiones circundantes

del Lago y su área de influencia. El aprovechamiento de los recursos hídricos del sistema TDPS es un tema central en las relaciones boliviano-peruanas. Se ha comprobado que el Lago Titicaca es un regulador ambiental de toda la cuenca. Si se altera el área del espejo de agua, se modificará drásticamente el clima al afectarse el balance hidrológico. La alteración artificial de los niveles del lago podría agudizar la inestabilidad ecológica de la zona circunlacustre, que oscila críticamente entre períodos de inundación, sequía y heladas. Esta referencia ecológica fue determinante para limitar aún más el uso de los recursos de la gran cuenca lacustre al ámbito peruano-boliviano y para fortalecer la atención bilateral al desarrollo de la zona. Otro problema para el desarrollo de la cuenca del Altiplano es su alta salinidad. Además se ha comprobado que más del 90 % de los tributarios que alimentaban el Lago Titicaca son de origen peruano, así que la tesis del condominio no sólo le interesa a Bolivia, sino que le conviene. La Cuenca Endorreica confronta serias amenazas como consecuencia de la degradación ambiental que se observa en la zona. El uso irracional e inadecuado de sus aguas ha tenido un impacto medioambiental nocivo, afectando a los cientos de miles de habitantes de la zona del lago. La cobertura vegetal y la población de peces nativos está disminuyendo, se está reduciendo la vegetación acuática, las aguas del Lago Poopó se encuentran altamente contaminadas y existen especies en peligro de extinción (vicuña, ñandú y chinchilla). Además, la conciencia ambiental de la población es limitada, a raíz de insuficientes niveles de nutrición, alta mortalidad infantil, analfabetismo y subempleo. Hasta el momento, se han elaborado mapas de geología, geomorfología, cobertura y capacidad del uso del suelo. También se han preparado mapas climatológicos, hidrogeológicos y de calidad de aguas. Asimismo, se han hecho trabajos de topografía y batimetría en el río Desaguadero y el Lago Titicaca. La adecuada utilización de los recursos hídricos de esta cuenca están ayudando a compensar los efectos devastadores que infringen los desastres naturales en la economía del campesino del Altiplano El sistema TDPS es el proyecto más avanzado en materia de recursos hídricos en el que participa Bolivia, porque a nivel institucional es administrado por una Autoridad Binacional y a nivel político-diplomático se rige por un régimen de condominio, único en el relacionamiento con los países vecinos. 10.3. Aprovechamiento múltiple de los recursos hídricos de la Cuenca del río Pilcomayo A partir de 1991, la situación del río Pilcomayo se convirtió en un problema muy serio, ocasionando tensiones en las relaciones entre Bolivia, Argentina y Paraguay. Por este motivo, se hizo necesario dialogar entre los tres países para buscar soluciones equitativas respecto a la utilización de los recursos naturales en la Cuenca del río Pilcomayo. Por esta razón, el 26 de abril de 1994, los presidentes de la República Argentina, Carlos Saúl Menem, de la República del Paraguay, Juan Carlos Wasmosy, y de la República de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, decidieron reunirse en la ciudad de Formosa (Argentina), instruyendo a sus respectivas Cancillerías tomar las acciones conducentes para la creación de la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del río Pilcomayo. La cuenca del río Pilcomayo es compartida por Argentina, Bolivia y el Paraguay, forma parte de la Cuenca del Plata y está dividida en dos partes: la Alta Cuenca y la Baja Cuenca. La Alta Cuenca está íntegramente en territorio boliviano, ocupando una superficie de 87.000 km 2, mientras que la Baja Cuenca forma un límite arcifinio entre el territorio argentino y el paraguayo, ocupando una superficie de 180.000 km 2. El aprovechamiento de la Cuenca del río Pilcomayo tiene como objetivos la regulación de caudales, el control de crecidas, la retención de sedimentos y la generación de energía. Considerando que estos problemas son los más apremiantes para salvar el río Pilcomayo, los únicos proyectos que, por su volumen de embalse satisfacen los requerimientos, son las presas de Yuquirenda y de Caipipendi, ubicadas en las provincias Gran Chaco y O´Connor del Departamento de Tarija, donde podrían construirse presas de embalse y centrales hidroeléctricas destinadas a permitir la regulación total de caudales, el control de crecidas, la retención de sedimentos y la generación energética. En el largo plazo, los objetivos son más ambiciosos, pues

pretenden lograr un desarrollo agrícola y ganadero, el incremento del potencia piscícola de la región circundante, la disminución de los efectos de las sequías y la integración física entre Bolivia, Argentina y Paraguay. El principal instrumento jurídico es el Acuerdo Constitutivo de la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del río Pilcomayo, suscrito el 9 de febrero de 1995, entre los gobiernos de Argentina, Bolivia y Paraguay. La Comisión Trinacional tiene personería jurídica internacional con autonomía de gestión técnica y administrativa, siendo responsable del estudio y ejecución de proyectos conjuntos en el río Pilcomayo que propendan al desarrollo de la cuenca. En las relaciones entre Argentina, Bolivia y Paraguay, el río Pilcomayo es uno de los mejores ejemplos de aprovechamiento múltiple de los recursos compartidos de un curso de agua fundamental que liga a estos países. Se trata de un proyecto trinacional, que significa el inicio de un notable esfuerzo de cooperación e integración que permitirá beneficios compartidos y el desarrollo integral de una vasta zona. El río Pilcomayo no solamente es vital para Bolivia, al ser uno de los más importantes tributarios nacionales de la Cuenca del Plata, sino también para toda la región y el ecosistema. Se está estudiando la construcción de tres posibles embalses: Caipipendi I, Caipipendi II y Yuquirenda. La altura de las represas varía: la primera es de 160 m., la segunda de 140 m. y la tercera de 120 m. Caipipendi I tendría una potencia instalada de 300 MW y generaría una energía anual de 1.600 GWh/año, Yuquirenda tendría una potencia instalada de 200 MW y generaría una energía anual de 800 GWh/año y Caipipendi II tendría una potencia instalada de 225 MW y generaría una energía anual de 1.000 GWh/año. El 100 % de la energía hidroeléctrica generada en cualquiera de las represas será boliviana, al igual que el agua regulada que también será 100 % boliviana. Caipipendi I requeriría una inversión de 265 millones de dólares, Yuquirenda de 175 millones de dólares y Caipipendi II 190 millones de dólares. El principal problema en la cuenca del río Pilcomayo es la contaminación, principalmente debido a las actividades industriales y mineras. El impacto de estas actividades se debe a la emisión de agentes contaminantes, algunos de los cuales pueden ser altamente tóxicos (por ejemplo, el mercurio). Además, las actividades industriales o la minería pueden poner en peligro cuencas hidrográficas enteras, así como humedales y la biodiversidad asociada a ellos. Si hay contaminación, el primer problema es de carácter agrícola, el segundo son las afecciones que sufren los animales y, finalmente lo más grave, las afecciones de las personas que viven en las riberas. 10.4. Aprovechamiento conjunto de la Alta Cuenca del río Bermejo y Grande de Tarija La Cuenca del Bermejo se encuentra ubicada en la zona subandina de la Cordillera Oriental, al sur de la Cuenca del Plata. Ocupa una superficie de 12.390 km en el departamento de Tarija, cubriendo aproximadamente el 1,1 % de la superficie del territorio nacional. Los ríos principales que forman parte de esta subcuenca son el río Bermejo, el río Grande de Tarija y el río Tarija. Los ríos Bermejo y Grande de Tarija son ríos internacionales de curso contiguo, pues constituyen el límite internacional entre las Repúblicas de Bolivia y Argentina. El desarrollo de la Alta Cuenca del río Bermejo y Grande de Tarija tiene como objetivos la regulación de caudales, el control de crecidas y la exportación de la hidroelectricidad. El principal instrumento jurídico en este proyecto es el Acuerdo suscrito entre los gobiernos de Argentina y de Bolivia, el 9 de junio de 1995, en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, mediante el que se crea la Comisión Binacional para el desarrollo de la Alta Cuenca del río Bermejo y el río Grande de Tarija. La Comisión Binacional para el aprovechamiento de la Alta Cuenca del río Bermejo y el río Grande de Tarija tiene personería jurídica internacional, con autonomía de gestión técnica y administrativa, siendo responsable del estudio y ejecución de proyectos conjuntos que permitan el desarrollo de la cuenca. Bolivia y Argentina han reconocido la importancia de realizar esfuerzos binacionales en las subcuencas hídricas compartidas. Se espera que la creación de la Comisión Binacional para el aprovechamiento de la Alta Cuenca del río Bermejo y el río Grande de Tarija permita el desarrollo sostenible de la zona de influencia de la cuenca, optimice el aprovechamiento de los

recursos naturales para la generación de fuentes de empleo y realice una gestión racional y equitativa de los recursos hídricos . Entre ambos países se está llevando a cabo un ambicioso plan de desarrollo para el aprovechamiento múltiple de los recursos de la Alta Cuenca del Río Bermejo y del Río Grande de Tarija, mediante el desarrollo de los proyectos hidroeléctricos binacionales de Las Pavas, Arrazayal y Cambarí. Con ocasión de la entrevista presidencial entre los presidentes de Bolivia y Argentina en febrero de 1998, fueron suscritos diversos protocolos complementarios del proyecto, entre los cuales cabe destacar uno sobre el tratamiento impositivo y arancelario aplicable a la construcción y explotación de los proyectos hidroeléctricos y otro sobre el establecimiento de una contribución por el uso de las aguas en la producción de energía eléctrica. La Comisión Binacional debe continuar los trabajos relativos al desarrollo de la cuenca, los relativos a la ejecución de los emprendimientos de Las Pavas, Arrazayal y Cambarí y los que se refieren a la construcción de la carretera Kilómetro 19-Desemboque. Bolivia y Argentina también han suscrito un Acuerdo Complementario al Acuerdo de Orán relativo a la creación de una contribución aplicable a la generación de energía. Se ha afirmado que la explotación de los recursos emergentes de los emprendimientos binacionales, especialmente lo relativo a otros usos de agua, debería estar sujeta a un canon a cargo del concesionario. Al respecto, se deberían adoptar las resoluciones que correspondan para asegurar una participación equitativa de los dos países en los beneficios que se deriven de la explotación del agua regulada. Tanto el proyecto de aprovechamiento múltiple del río Pilcomayo, como el de los ríos Bermejo y Grande de Tarija, tienen como finalidad modificar los caudales naturales de ambas cuencas, a fin de almacenar agua para períodos de sequía, evitar inundaciones, trasvasar agua a zonas agrícolas de regadío, suministrar agua con fines industriales y domésticos y generar energía hidroeléctrica. No obstante, si no se toman las precauciones requeridas, algunos los impactos más importantes de estos proyectos podrían ser: la reducción de los caudales fluviales; la obstrucción de las vías migratorias de peces y otras especies acuáticas, el aumento de los niveles de contaminación de las aguas, la perturbación del ritmo de las inundaciones naturales que mantienen los humedales, la reducción de los sedimentos y de las aportaciones de otros nutrientes a los humedales de las llanuras de inundación, la desecación o el anegamiento permanente de algunos humedales relacionados con los ríos y la salinización de las aguas superficiales y subterráneas. En los últimos años, la crisis argentina y los problemas económicos por los que atravesó el vecino país retrasaron notablemente el desarrollo del proyecto de aprovechamiento múltiple de la Alta Cuenca del Río Bermejo y Grande Tarija. 10.5. Programa de Acción Integrado Peruano-Boliviano (PAIPB) y el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del río Madre de Dios El área geográfica en el cual se desarrolla el Programa de Acción Integrado Boliviano-Peruano (PAIBP), abarca aproximadamente 112.3000 km 2. En el sistema se encuentran una gran variedad de ecosistemas y biodiversidad. Dentro de este ámbito geográfico binacional, el denominado llano amazónico constituye el área predominante. En este contexto, el río Madre de Dios es el eje principal del sistema fluvial del área de estudio. Este río en territorio peruano alcanza una longitud aproximada de 655 km. y su cuenca abarca cerca de 95.000 km. 2. El área del Programa de Acción Integrado Boliviano-Peruano comprende parte de los departamentos Madre de Dios y Puno (en el Perú) y La Paz, Beni y Pando (en Bolivia). El objetivo general del PAIBP es preparar y estructurar programas, proyectos y estudios que, en el marco del desarrollo sostenible, requieran ejecutarse nacional o binacionalmente para alcanzar metas, incluidas en programas de inversión y financiamiento gestionados con organismos internacionales. El Tratado de Cooperación Amazónica se suscribió el 3 de julio de 1978. El 30 de julio de 1993, los Cancilleres de Bolivia y Perú suscribieron el Acuerdo de Cooperación Amazónica. En el art. 1º de dicho acuerdo se otorga la máxima prioridad al establecimiento de las formas y mecanismos que mejor se adecúen a las singulares necesidades que plantea el desarrollo

integral de sus respectivos territorios amazónicos. En el art. 15º, las partes convienen en crear un Programa de Acción Integrado dentro del marco de la Comisión Mixta de Cooperación Amazónica. La Comisión Ejecutiva es la instancia encargada de establecer los lineamientos y políticas generales del PAIBP. Las Unidades Técnicas, conformadas en cada país (una en Bolivia y otra en Perú), representan el marco institucional permanente que agrupa a entidades naciones, regionales y locales. Los objetivos específicos del PAIBP en el área de estudio son los siguientes: a) Incorporación plena del área a la actividad económica y productiva de Bolivia y Perú, mediante el aprovechamiento racional de los recursos naturales y propiciando la ocupación efectiva de las áreas fronterizas; b) Mejoramiento del nivel de vida de la población, generando actividades productivas y fuentes de trabajo, así como la instalación de infraestructura física y socio-económica básica, de manera compatible con las aspiraciones de los habitantes, los recursos naturales y las condiciones de la región; c) Integración binacional del área al resto del territorio de los respectivos países, tanto en términos de vías, medios de transporte y comunicaciones, como de interacción de carácter político, cultura, social y económico, considerando a la integración como elemento dinamizador del desarrollo; d) Ocupación territorial efectiva con base en modelos de producción sostenida y de largo plazo, que consideren la realidad de la Amazonía y cuenten con la participación activa de los grupos humanos asentados actualmente en la región, dentro de un marco de desarrollo regional integrado; e) Prestar atención integral a las comunidades nativas con el mejoramiento de su hábitat, relacionando con los aspectos de territorio, servicios sociales básicos, saneamiento ambiental, régimen de tierras, así como la preservación de las zonas tradicionalmente habitadas por dichas comunidades, protegiendo sus derechos fundamentales, en especial su integridad social y cultural; f) Desarrollar mecanismos de promoción, conducción y gestión del programa, dentro de las políticas de descentralización de los países y teniendo en cuenta el marco institucional de ambos países, así como la participación de los agentes económicos y población de base del área de programa. Las acciones binacionales priorizadas identificadas son nueve: a) Mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del Río Madre de Dios y sus principales afluentes; b) Fomento del comercio fronterizo; c) Investigación de las tecnologías más apropiadas a las características del medio amazónico; d) Investigación y cooperación científico-tecnológica para el desarrollo sostenido de las áreas amazónicas; e) Atención integral de salud; f) Fomento del turismo hacia los territorios amazónicos; g) Aprovechamiento de los recursos forestales, agropecuarios e hidrobiológicos; h) Establecimiento de parques binacionales o de áreas naturales protegidas e i) Atención integral a las comunidades indígenas. Como puede apreciarse, en el marco del PAIPB, se tiene previsto el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del río Madre de Dios, eje natural de la integración binacional. La concreción de este proyecto le permitiría a Bolivia, si se logra resolver el problema de las cachuelas en el río Madeira, cont ar con una segunda hidrovía para conectarse con el Océano Atlántico. 11. Posibilidades de exportación de aguas A nivel mundial, el agua se está convirtiendo en una valiosa materia prima de exportación. Es un producto que se está vendiendo a través de acueductos, tuberías y buques petroleros reconvertidos. Hasta el presente, Bolivia nunca ha exportado aguas a países vecinos ni a otros mercados internacionales. Sin embargo, esta posibilidad se ha manejado en dos casos. 11.1. Proyecto de aprovechamiento de las aguas del río Bermejo y Grande de Tarija Como se vio supra, este proyecto tiene como objetivo la construcción de tres represas sobre los ríos Bermejo y Grande de Tarija, cuyos productos principales serían energía eléctrica y agua regulada. Las negociaciones realizadas con el gobierno de la Argentina han permitido que se acuerde el pago de una contribución en favor de Bolivia por la generación de energía hidroeléctrica, aunque no por el agua regulada. Si Bolivia cobrara por el agua regulada, se beneficiaría por la provisión del servicio y no tanto por la materia prima exportada. 11. 2. Aguas del Silala

Como se verá infra, el caso del Silala podría representar el primer ejemplo de exportación de aguas para Bolivia. Conceptualmente, para Bolivia se trataría de la exportación de un producto no tradicional. Las aguas del Silala también serían importantes porque constituirían el primer caso de venta de aguas superficiales y, posiblemente, de aguas subterráneas. Las aguas que se exporten de Bolivia abastecerían a diversas poblaciones chilenas ubicadas en el desierto de Atacama, el más seco del mundo. 12. Problemas internacionales pendientes en materia de recursos hídricos 12.1. El desvío de las aguas del río Lauca El río Lauca es un río internacional de curso sucesivo, que nace en territorio chileno e ingresa a territorio boliviano por las proximidades del Hito Nº. 20, escurriendo a lo largo de 151 km. por territorio boliviano. En 1947, Bolivia solicitó al gobierno de Chile que le proporcione el proyecto de desvío de las aguas del río Lauca, que tenía por objeto regar el Valle de Azapa. Si bien Chile entregó la información técnica requerida, Bolivia consideró que los datos proporcionados habían sido insuficientes. Posteriormente, el gobierno de Chile manifestó que, de conformidad con la Declaración de Montevideo, se había cumplido el plazo para formular observaciones a la denuncia, pero que, en vista que las mismas no se habían realizado, entendía que el proyecto no tenía objeciones. No obstante, en opinión del gobierno boliviano el plazo de tres meses no había comenzado a correr. Por otro lado, con relación a la afirmación chilena de que el río Lauca nacía y corría en su territorio y que, en consecuencia, constituía un bien nacional de uso público, el gobierno bolivi ano manifestó que esa apreciación era insólita e infundada, por cuanto el Lauca así como nacía y corría en territorio chileno, posteriormente se internaba en Bolivia y echaba sus aguas en el Lago de Coipasa. Pese a todas las notas intercambiadas y las gestiones diplomáticas realizadas, en abril de 1962, el gobierno de Chile ordenó que las aguas del río Lauca corrieran por los canales de desviación construidos. Con tales antecedentes, Bolivia interpuso una demanda ante el Consejo de la Organización de Estados Americanos (OEA), solicitando que ese alto organismo se pronuncie acerca del desvío de las aguas por parte de Chile sin el consentimiento boliviano. En opinión del gobierno de Bolivia se habían infringido los principios del derecho internacional y las normas contractuales relativas al uso y aprovechamiento de aguas internacionales. Sin embargo, el Consejo de la OEA se limitó a servir de intermediario entre los dos países involucrados en la controversia, por lo que -en septiembre de 1962- Bolivia, como el fin de presionar al organismo, anunció que suspendía su asistencia al Consejo y a todos los organismos del sistema. No obstante, en octubre de 1962, se produjo un acontecimiento internacional trascendental: la crisis de los misiles en Cuba, hecho que amenazaba a la paz y la seguridad continental. Considerando lo que estaba en juego, Bolivia decidió regresar al seno de la OEA. Posteriormente, en 1963, asumió la Presidencia del Consejo de la OEA el señor Gonzalo Facio quién presentó una propuesta para solucionar el problema del río Lauca. No obstante, dicha propuesta no fue aceptada por Bolivia, motivando por segunda vez el retiro de la delegación boliviana del Consejo de la OEA. El retorno de Bolivia a dicha entidad recién se produjo en 1964 una vez que se produjo la asunción al gobierno del general René Barrientos Ortuño. El problema del río Lauca motivó la primera ruptura de relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, las mismas que serían restablecidas en 1975 para volverse a romper en 1978. Desde los años 60, el problema el desvío del río Lauca permanece sin solución. 12.2. El caso del río Mauri El río Mauri es un río internacional de curso sucesivo que nace en el Perú a una altura de 4.900 metros sobre el nivel del mar, ingresa a territorio boliviano y desemboca en el río Desaguadero. El desvío de las aguas del Río Mauri se inició en la época de la Colonia. No obstante, este proceso se aceleró después de la Guerra del Pacífico. Al respecto, cabe recordar que Chile, hasta el Tratado de 1929, quedó en pos esión de los territorios peruanos de Tacna y Arica. En vista de que debía realizarse un plebiscito para definir la suerte de ambas provincias, entre 1912 y 1913, el gobierno de Chile se empeñó en consolidar su soberanía. El objetivo chileno era chilenizar esos territorios y, de esa forma, obtener la aprobación de los ocupantes de las provincias peruanas ante la inminencia de un plebiscito. Mientras Chile ocupaba la provincia de Tacna, el gobierno boliviano formuló sus reservas y objetó el desvío de las aguas del río Mauri,

mediante la llamada tesis Aguirre-Achá o de 1921, la misma que afirma que no es lícito el desvío de las aguas desde una cuenca hacia otra. Años después, por el Tratado de 1929, Chile y Perú solucionaron el problema de las provincias cautivas de Arica y Tacna, quedándose Chile con Arica y restituyéndose Tacna al Perú. Por el artículo 2º de este Tratado, Chile cedió al Perú a perpetuidad todos sus derechos sobre los canales de irrigación del Uchusuma y del Mauri. El año 1950 se consumó un nuevo desvío de las aguas tributarias del Mauri, cuando el Perú utilizó el canal del Uchusuma para irrigar las pampas del Magollo, cercanas a la ciudad de Tacna. El Perú, en su calidad de poseedor de una sexta parte del volumen de agua que discurre por el río Mauri, tiene el derecho de utilizar dichas aguas, siempre que no perjudique al país ribereño de aguas abajo. En otras palabras, la utilización de las aguas de un río internacional de curso sucesivo no debe perjudicar los intereses del propietario del curs o inferior. En la actualidad, tomando como base el Plan Director Global Binacional de Protección-Prevención de Inundaciones y Aprovechamiento de los recursos Hídricos del Lago Titicaca, el Río Desaguadero, el Lago Poopó y el Salar de Coipasa (Sistema TDPS), a partir de la Declaración Conjunta suscrita en julio de 1994 por los Presidentes de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, y del Perú, Alberto Fujimori, se decidió estudiar la utilización conjunta del Río Mauri. Este mismo criterio fue ratificado en posteriores Declaraciones Conjuntas de los Presidentes de ambos países y de sus Ministros de Relaciones Exteriores. 12.3. Aguas del Silala En 1908, la Prefectura de Potosí otorgó una concesión de las aguas del Silala a la empresa anglochilena The Antofagasta (Chili) & Bolivian Railway Company Limited. En 1997, la Prefectura evocó la concesión original, porque el agua se estaba a un fin no previsto. Dos años después, haciendo uso de sus derechos y prerrogativas, el gobierno boliviano encomendó a la Superintendencia de Aguas proceder a una licitación pública para otorgar la concesión de las aguas del Silala, que se adjudicó la empresa Ductec, que hizo una propuesta de $us. 46,8 millones. Hace algunos meces, la ahora denominada Superintendencia de Saneamiento Básico revocó la concesión otorgada. El interés que tienen las aguas del Silala en el norte de Chile se debe a que son aptas para el consumo humano debido a su alto grado de pureza. En el caso del Silala, los gobiernos de Bolivia y Chile están ante una típica controversia de hecho y de derecho. Bolivia afirma que el Silala son aguas manantiales nacionales, que han sido canalizadas artificialmente hacia Chile y que, por tanto, el derecho aplicable es el derecho interno. Para el gobierno boliviano el Silala no es un río, no es internacional ni de curso sucesivo. La consecuencia jurídica de este razonamiento es que el problema del Silala es un asunto administrativo y no un asunto internacional. Las aguas manantiales del Silala son conducidas a territorio chileno a través de canales y obras artificiales. Si no existiesen los mismos, las aguas se insumirían, ya que no siguen un cauce y carecen de un sistema natural de escurrimiento. Chile, por su parte, afirma que el Silala es un río internacional, de curso sucesivo y que, por tanto, el derecho aplicable es el derecho internacional. Las aguas del Silala son significativas por el precedente que sientan para futuras negociaciones bilaterales. Las alternativas que se están manejando en el caso del Silala son tres: a) Cortar las aguas y asumir las consecuencias internacionales; b) Encontrar una solución negociada entre los dos gobiernos; y c) Recurrir a un proceso arbitral. Aunque ha habido conversaciones preliminares sobre las aguas del Silala, todavía no se ha iniciado un proceso de negociación entre los representantes de los gobiernos de Bolivia y Chile. 13. Aguas subterráneas y acuíferos Aparte de las aguas del Silala, Bolivia y Chile comparten una veintena de cuencas en su frontera común. Se estima que muchas de ellas no sólo son aguas superficiales sino también aguas subterráneas. Las mismas constituyen un recurso oculto del país. El agua que cae sobre la superficie de la tierra tiene básicamente tres destinos: i) pasa a formar parte de lagos, ríos, arroyos y océanos; ii) es absorbida por la vegetación; y iii) fluye a través de los subsuelos y llega hasta el nivel freático. Las aguas de la zona saturada son las aguas subterráneas. Las áreas donde existen grandes cantidades de aguas subterráneas se llaman acuíferos . Los acuíferos acumulan el agua entre los espacios de arena, grava y rocas. Las aguas subterráneas pueden

moverse de lado a lado y de arriba abajo. Las aguas subterráneas se mueven despacio, frecuentemente tan poco como algunos metros al año, aunque pueden moverse más rápidamente. La evaluación del balance hídrico de un acuífero permite saber si no se está comprometiendo el recurso a largo plazo. Los acuíferos pueden tener distintas áreas de recarga. En algunos casos, las aguas subterráneas pueden considerarse un recurso no renovable debido a su forma de recarga. Este hecho debería tener una incidencia directa en el precio del recurso. Desde una perspectiva comercial, una cosa es vender un recurso renovable y otra vender un recurso no renovable. Las aguas subterráneas son ampliamente utilizadas en Bolivia y Chile como fuente de abastecimiento para la producción de agua potable y para otros fines, estimándose un incremento constante en el tiempo. Las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz, por ejemplo, se alimentan de dos acuíferos. La legislación y el sistema regulatorio chileno sobre aguas es mucho más moderno que el boliviano. El agua en Chile es un bien nacional de uso público, pero las personas individuales o empresas pueden adquirir el derecho de aprovechamiento. El derecho que se le confiere al poseedor del agua le otorga la propiedad sobre el recurso. Chile además tiene normas específicas y procedimientos claros tanto respecto a las aguas superficiales como a las subterráneas. Por ejemplo, para hacer una solicitud de derechos en el vecino país se requiere presentar lo siguiente: naturaleza de las aguas, zona de captación, área de protección, cantidad de agua que se desea extraer, el o los puntos de captación, forma o modo en que se realizará la captación y objeto del uso. Es necesario estudiar mejor los recursos hídricos compartidos entre los dos países antes de tomar una decisión sobre la posibilidad de exportar aguas. Antes que nada hay que hacer un catastro general de las cuencas comunes. Cualquier estudio o análisis debería tomar en cuenta tanto las aguas superficiales como las aguas subterráneas. Para el manejo de los recursos hídricos, algunos principios que se pueden invocar son el uso racional y equitativo de los recursos hídricos; el manejo integral de las cuencas; el uso responsable del agua; la protección del recurso agua; y la responsabilidad ambiental compartida. Con relación a las aguas subterráneas, algunos aspectos que deberían considerarse son los siguientes: i) se requiere una definición de los parámetros hidrogeológicos de los recursos hídricos; ii) se necesita saber las zonas y los montos de carga y descarga de los acuíferos; iii) es indispensable tener una estimación del volumen de cada acuífero antes de iniciar cualquier negociación. No es lo mismo ni tiene el mismo precio la venta de un recurso renovable que la de un recurso no renovable; iv) Convendría determinar las relaciones hídricas entre acuíferos y aguas superficiales; v) Es necesario conocer la dirección y la velocidad de los flujos subterráneos; vi) Es indispensable estudiar los usos efectivos y futuros de los recursos subterráneos; y vii) Bolivia debe elaborar un Plan de Manejo Sustentable de los recursos hídricos subterráneos (considerando también los riesgos de contaminación) CONCLUSIONES Tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por agua. Pero 97,5 % es agua salada y solamente 2,5 % es agua dulce. América del Sur es una de las regiones que posee los mayores recursos hídricos de agua dulce a nivel mundial. El mayor aporte de agua dulce de la región se vierte principalmente hacia el Océano Atlántico y, en una menor proporción, al Océano Pacífico. Bolivia pertenece a dos de las seis principales cuencas hidrográficas de Sudamérica, aparte de la Cuenca Lacustre. Bolivia es un territorio beneficiado en materia de recursos hídricos. De los cinco ríos más importantes del país, los cuatro primeros corresponden a la Cuenca Amazónica, mientras que el quinto pertenece a la Cuenca del Plata. Sus principales lagos (el Lago Titicaca y el Lago Poopó) y salares (Uyuni y Coipasa) se encuentran en la Cuenca Lacustre o Central. Bolivia es un país esencialmente amazónico, parcialmente platense y residualmente lacustre o altiplánico. La Cuenca del Amazonas representa el 44 % del territorio sudamericano y abarca importantes regiones de ocho países de la región. La Cuenca del Amazonas en Bolivia se encuentra dividida en las subcuenca del Acre y la subcuenca del Madera. La subcuenca del Madera es la que tiene más importancia en toda la hidrografía nacional, porque por ella discurren los ríos más

importantes del país. La Cuenca del Plata representa el 18 % de la superficie total del subcontinente y es una cuenca internacional compartida por cinco países sudamericanos. En Bolivia, la Cuenca del Plata se divide en tres subcuencas: subcuenca del Alto Paraguay, subcuenca del Pilcomayo y subcuenca del Bermejo. La Cuenca Endorreica o Lacustre es compartida por Bolivia, Perú y, parcialmente, por Chile. En esta cuenca se encuentra el Lago Titicaca, que es el lago navegable más alto del mundo y cuyo régimen jurídico de condominio es compartido por Bolivia y Perú. La Cuenca Lacustre se divide en cuatro subcuencas: la subcuenca del Titicaca, la subcuenca del Poopó, la subcuenca de Coipasa y la subcuenca de Uyuni. Durante el siglo XIX, la navegación se convirtió en el principal uso de los ríos. En la actualidad, el derecho internacional público hace una división entre navegación y otros usos distintos a la navegación. Entre los usos distintos a la navegación se pueden citar: la navegación; uso social y doméstico; uso agrícola y pecuario; y uso comercial e industrial. El término aguas internacionales incluye los océanos, los mares cerrados o semicerrados y los estuarios, así como los ríos, lagos, sistemas de aguas subterráneas y tierras húmedas, que tienen cuencas hidrográficas transfronterizas o fronteras comunes. El dominio fluvial comprende los ríos, sus brazos, afluentes, arroyos y todo curso de agua, superficial o subterráneo, que corra por el territorio de un Estado, separe a dos Estados o atraviese el territorio de más de un Estado. Los ríos se pueden clasificar en ríos nacionales, ríos internacionales, ríos internacionalizados y ríos de interés internacional. Por su parte, en los lagos internacionales, a falta de una legislación expresa, son aplicables, por analogía o por extensión, los principios y normas adoptados para los ríos. El derecho fluvial internacional es una rama del derecho internacional público que está bastante retrasado en términos comparativos. Se ha suscrito una Convención sobre el derecho de los usos de los cursos de agua internacionales para fines distintos a la navegación. Bolivia se abstuvo de firmar dicha Convención y planteó reservas a algunos artículos de la Convención. La norma más importante que regula el tema de aguas en Bolivia es la Constitución Política del Estado. Bolivia también cuenta con una Ley de Aguas, que data de fines del siglo XIX. En materia de antecedentes, el derecho internacional fluvial de Bolivia tiene importantes referentes, tales como la Tesis Aguirre-Achá de 1921, la Declaración de Montevideo de 1933, la Resolución 25 de la Cuenca del Plata que data de 1971, así como algunos otros instrumentos emanados de las Naciones Unidas. Bolivia tiene un enorme potencial hídrico que puede contribuir a una activa integración fluvial, lacustre y energética con los países vecinos. Bolivia busca un uso racional, equitativo, prudente y múltiple de las aguas, impulsando el desarrollo sostenible de la zona de influencia de los ríos y optimizando el aprovechamiento de sus recursos naturales. Las aguas, al igual que las fronteras, que antes eran un elemento que desintegraba, ahora pueden ser un elemento que una y articule intereses. El país ha tratado de resguardar y precautelar sus derechos soberanos sobre los cursos de agua y considera que las cuencas son un factor de articulación subregional y de creación de una comunidad de intereses con aquellos países con los que se comparten aguas internacionales. En materia de aguas internacionales, en Bolivia siempre se ha afirmado que es necesario tomar en cuenta su posición geográfica. Por lo tanto, la política exterior sobre recursos hídricos debe considerar que Bolivia pertenece a tres cuencas y que simultáneamente es un país de aguas arriba y de aguas abajo. Si bien tiene importancia saber cuál es la posición geográfica del país en una determinada cuenca, es mucho más relevante conocer cuál es el objetivo del emprendimiento y la naturaleza del proyecto binacional, trinacional o subregional. Al respecto, ahora interesa más saber si se trata de un río navegable o no y si al curso de agua internacional se le dará un fin distinto a la navegación. Los distintos usos que se les puede dar a los recursos hídricos han conducido a que el país tenga un tratamiento casuístico con respecto a sus recursos hídricos internacionales. Por otra parte, cabe destacar que en Bolivia se produce el divortia aquarum, es decir la división de las aguas de las Cuencas del Amazonas y del Plata. La extensión de la frontera que Bolivia tiene con sus vecinos alcanza a 6.918 kilómetros. De esta extensión fronteriza, el 20,8 % son límites acuáticos o lacustres. Finalmente, cabe destacar que, en los últimos años, se ha producido un cambio en la orientación de la gestión de los recursos

hídricos, asignándole un papel más importante a la sociedad civil y a la participación de la población local en el manejo de la cuencas hidrográficas. Bolivia está consciente de que la escasez de agua podría ser una fuente de controversias , litigios y guerras en el futuro. Según la ONU, una disponibilidad per cápita por debajo de 1000 metros cúbicos/año impide el desarrollo y afecta la salud humana. Las Regiones I y II de Chile, denominadas Tarapaca y Antofagasta, están por debajo del nivel de stress hídrico. Los recursos hídricos son un asunto central en las relaciones boliviano-chilenas. Los proyectos sobre aguas internacionales en lo que está participando Bolivia tienen distintos objetivos, como regulación de caudales, control de crecidas, retención de sedimentos, uso racional y óptimo de los recursos, producción de energía hidroeléctrica o navegación. Los cinco emprendimientos más importantes en los que Bolivia está comprometido en materia de recursos hídricos internacionales son: i) La Hidrovía Paraguay-Paraná; ii) El aprovechamiento de los recursos hídricos del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó y Lago-Salar de Coípasa (Sistema TDPS); iii) El aprovechamiento de la Cuenca del río Pilcomayo; iv) El desarrollo de la Alta Cuenca del río Bermejo y Grande de Tarija; y v) En el marco del Programa de Acción Integrado Peruano-Boliviano (PAIPB), el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del río Madre de Dios. En los cinco emprendimientos se ha establecido una estructura institucional y se han suscrito diversos instrumentos jurídicos. El proyecto más avanzado en términos políticos e institucionales es el aprovechamiento de los recursos hídricos del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó y Lago-Salar de Coípasa, donde se ha establecido una Autoridad Binacional y se creado un régimen de condominio. En el resto de los proyectos, se ha optado por crear mecanismos más tradicionales, como son las Comisiones Bi, Tri o Multinacionales. Aparte de estos cinco emprendimientos, queda pendiente la solución de cuatro temas con los países vecinos: el Mauri, el Lauca, el Silala y los recursos hídricos en la frontera con Chile. La Hidrovía Paraguay-Paraná es un sistema fluvial de transporte internacional, complementado por sistemas de comunicación, energía y de defensa del medio ambiente. La Hidrovía Paraguay-Paraná tiene como objetivo facilitar la navegación y el transporte comercial y fluvial, a través de un acuerdo que permita el acceso a los mercados de ultramar, contando para el efecto con un canal navegable durante todo el año. Pese a los cuestionamientos de los medioambientalistas, la Hidrovía Paraguay-Paraná representa el emprendimiento más destacado de la década de los 90 para los cinco países de la Cuenca del Plata. La Hidrovía es la única salida de Bolivia y Paraguay hacia el Océano Atlántico y un tema central de la agenda con los países de la Cuenca del Plata y del MERCOSUR. La Hidrovía podría permitirle a Bolivia disminuir su dependencia relativa de los puertos chilenos y ahorros en materia de fletes y tiempo. Los mayores obstáculos para el proyecto son la limitación del calado en épocas de estiaje, las limitaciones en algunas curvas cerradas y el reducido ancho del canal de navegación. El aprovechamiento de los recursos hídricos del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó y Lago-Salar de Coipasa (TDPS) tiene como objetivo realizar estudios y acciones para la óptima y racional utilización de los recursos hídricos y su área de influencia. El aprovechamiento conjunto de las aguas del sistema TDPS entre Bolivia y Perú constituye una solución científica-técnica para el manejo de la cuenca, la preservación y el manejo de los recursos hídricos, así como un nexo de cooperación e integración entre los dos países. El aprovechamiento de los recursos hídricos del Sistema TDPS es un tema central en las relaciones boliviano-peruanas. Gracias a los estudios realizados desde la década de los 70, se ha comprobado que el Lago Titicaca es un regulador ambiental de toda la cuenca. Si se altera el área del espejo de agua, se modificará drásticamente el clima al afectarse el balance hidrológico. Por otra parte, se ha comprobado que más del 90 % de los tributarios que alimentaban el Lago Titicaca son de origen peruano, así que el régimen del condominio no sólo le interesa a Bolivia, sino que le conviene. La cuenca del río Pilcomayo es compartida por Argentina, Bolivia y el Paraguay, forma parte de la Cuenca del Plata y está dividida en dos partes: la Alta Cuenca y la Baja Cuenca. La Alta Cuenca está íntegramente en territorio boliviano, mientras que la Baja Cuenca forma un límite arcifinio entre el territorio argentino y el paraguayo. El aprovechamiento de la Cuenca del río Pilcomayo tiene como objetivos la regulación de caudales, el control de crecidas, la retención de sedimentos, la construcción de presas de embalse y centrales hidroeléctricas destinadas a

permitir la generación energética. El régimen hidrológico del río Pilcomayo posee una extraordinaria capacidad de producción de sedimentos y una gran variabilidad de caudales. Las dos características del régimen hidrológico del río Pilcomayo han generado tres efectos: el retroceso del cauce, las inundaciones y la presencia de algunos puntos críticos. El acuerdo alcanzado por los mandatarios de los tres países ha sido la construcción de una represa. La construcción de una represa en la cuenca alta garantizará la retención del 100 % de sedimentos, la regulación total del agua almacenada y el control de inundaciones. En las relaciones entre Argentina, Bolivia y Paraguay, el río Pilcomayo es uno de los mejores ejemplos de aprovechamiento múltiple de los recursos compartidos de un curso de agua fundamental que liga a estos países. La Cuenca del Bermejo se encuentra ubicada al sur de la Cuenca del Plata. Los ríos principales que forman parte de esta subcuenca son el río Bermejo, el río Grande de Tarija y el río Tarija. El desarrollo de la Alta Cuenca del río Bermejo y Grande de Tarija tiene como objetivos la regulación de caudales, el control de crecidas y la exportación de electricidad. Bolivia y Argentina están llevando a cabo esfuerzos binacionales y un ambicioso plan de desarrollo para el aprovechamiento múltiple de los recursos de la Alta Cuenca del Río Bermejo y del Río Grande de Tarija, mediante el desarrollo de los proyectos hidroeléctricos binacionales de Las Pavas, Arrazayal y Cambarí. En febrero de 1998, fueron suscritos diversos protocolos complementarios del proyecto, entre los cuales cabe destacar uno sobre el tratamiento impositivo y arancelario aplicable a la construcción y explotación de los proyectos hidroeléctricos y otro sobre el establecimiento de una contribución aplicable a la generación de energía. Se están realizando una serie de trabajos relativos al proceso licitatorio encaminado a la ejecución de los emprendimientos de las tres represas y del proyecto de construcción de la carretera Kilómetro 19-Desemboque. Dentro del Programa de Acción Integrado Boliviano-Peruano (PAIBP), el río Madre de Dios es el eje principal del sistema fluvial del área de estudio. El PAIBP comprende parte de los departamentos Madre de Dios y Puno (en el Perú) y La Paz, Beni y Pando (en Bolivia). El objetivo general del PAIBP es preparar y estructurar programas, proyectos y estudios que en el marco del desarrollo sostenible requieran ejecutarse nacional o binacionalmente. Los objetivos específicos del Programa de Acción Integrado Boliviano-Peruano se refieren al aprovechamiento racional de los recursos naturales, la ocupación efectiva de las áreas fronterizas, el mejoramiento del nivel de vida de la población, la integración binacional en términos de vías, medios de transporte y comunicaciones, la atención integral de las comunidades nativas y el desarrollo del programa, dentro de las políticas de descentralización de los dos países. Las acciones binacionales priorizadas identificadas son nueve. La que interesa poner de relieve consiste en el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del Río Madre de Dios y sus principales afluentes, ya que se considera a este río como el eje natural de la integración binacional. A nivel mundial, el agua se está convirtiendo en una valiosa materia prima de exportación. Es un producto que se está vendiendo a través de acueductos, tuberías y buques petroleros reconvertidos. Hasta el presente, Bolivia nunca ha exportado aguas a países vecinos ni a otros mercados internacionales. Sin embargo, como antecedente de esta posibilidad se pueden mencionar dos casos. El proyecto de aprovechamiento de las aguas del río Bermejo y Grande de Tarija tiene como objetivo la construcción de tres represas sobre los ríos Bermejo y Grande de Tarija, cuyos productos principales serían energía eléctrica y agua regulada. Las negociaciones realizadas con el Gobierno de la Argentina han permitido que se acuerde el pago de una contribución en favor de Bolivia por la generación de energía hidroeléctrica, aunque no por el agua regulada. Si Bolivia cobrara por el agua regulada, se beneficiaría por la provisión del servicio y no tanto por la materia prima exportada. El caso del Silala podría representar el primer ejemplo de exportación de aguas para Bolivia. Conceptualmente, para Bolivia se trataría de la exportación de un producto no tradicional. Las aguas del Silala también serían importantes porque constituirían el primer caso de venta de aguas superficiales y, posiblemente, de aguas subterráneas. Las aguas que se pudiesen exportar de Bolivia podrían abastecer diversas poblaciones chilenas ubicadas en el desierto de Atacama, el más seco del mundo. El río Lauca es un río internacional de curso sucesivo, que nace en territorio chileno e ingresa a territorio boliviano. Chile desvió las aguas del río Lauca para regar el Valle de Azapa, lo que

motivó el retiro temporal de Bolivia de la OEA y la primera ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países. Desde los años 60, el problema el desvío del río Lauca permanece sin solución. El río Mauri es un río internacional de curso sucesivo que nace en el Perú, ingresa a territorio boliviano y desemboca en el río Desaguadero. El desvío de las aguas del Río Mauri se aceleró después de la Guerra del Pacífico, cuando este recursos le perteneció a Chile. El gobierno boliviano formuló objetó el proyecto, mediante la llamada tesis Aguirre-Achá o de 1921, la misma que afirmaba que no era lícito el desvío de las aguas desde una cuenca hacia otra. El año 1950 se consumó un nuevo desvío de las aguas tributarias del Mauri, cuando el Perú utilizó el canal del Uchusuma para irrigar las pampas del Magollo, cercanas a la ciudad de Tacna. El Perú tiene el derecho de utilizar las aguas de este río, siempre que este hecho no perjudique al país ribereño de aguas abajo. En la actualidad, se está estudiando la utilización conjunta del Río Mauri entre los gobiernos de Bolivia y Perú. En el caso del Silala, los gobiernos de Bolivia y Chile están ante una típica controversia de hecho y de derecho. Las alternativas que se están manejando en el caso del Silala son tres: i) Cortar las aguas y asumir las consecuencias internacionales; ii) Encontrar una solución negociada entre los dos gobiernos y iii) Recurrir a un proceso arbitral. Aunque ha habido conversaciones preliminares sobre las aguas del Silala, todavía no se ha iniciado un proceso de negociación entre los representantes de los gobiernos de Bolivia y Chile. Las aguas subterráneas son un recurso oculto de un país. El agua que cae sobre la superficie de la tierra tiene básicamente tres destinos: i) pasa a formar parte de lagos, ríos, arroyos y océanos; ii) es absorbida por la vegetación; y iii) fluye a través de los subsuelos y llega hasta el nivel freático. Las áreas donde existen grandes cantidades de aguas subterráneas se llaman acuíferos. En algunos casos, las aguas subterráneas pueden considerarse un recurso no renovable debido a su forma de recarga. Este hecho debería tener una incidencia directa en el precio del recurso. Antes de iniciar una negociación con Chile, es necesario que el país estudie y conozca mejor los recursos hídricos existentes en la frontera boliviano-chilena. Con relación al futuro, en la Cuenca del Amazonas es previsible el incremento de proyectos destinados a permitir la navegación por los principales ríos de dicha cuenca. La próxima hidrovía con la que contará Bolivia probablemente unirá, a través del río Madre de Dios, las ciudades de Puerto Maldonado en el Perú, Riberalta en Bolivia y Porto Velho en Brasil. Si se logra superar el problemas de las cachuelas en el río Madeira, Bolivia podría lograr una segunda vía de navegación y salida para su comercio exterior por el Océano Atlántico. No obstante, se trata de un proyecto complejo y extremadamente oneroso. También vale la pena subrayar que existe un proyecto que tiene por objeto superar el divortia aquarum que separa las Cuencas Amazónica y del Plata. La interconexión de ambas cuencas podría lograrse construyendo un canal que permita navegar desde el río Alegre hasta el río Aguapeí. Por otra parte, aunque ya se han planteado posibilidades de generación y exportación de energía hidroeléctrica al Brasil, como ocurre, por ejemplo, con los casos del Proyecto del Bala o de Cachuela Esperanza, para su concreción hace falta superar problemas técnicos, financieros y medioambientales. En el caso de Brasil, basta señalar que tener un límite acuático casi tan extenso como el total de la frontera que Bolivia comparte con la Argentina induce a pensar que el tema de los recursos hídricos, tarde o temprano, ocupará un lugar privilegiado en la agenda bilateral. En la Cuenca del Plata, en los próximos años, es previsible un creciente interés para lograr el mejoramiento de las condiciones de navegabilidad de la Hidrovía Paraguay-Paraná y el mejoramiento del Canal Tamengo. Esa vía de comunicación y transporte ha sido crecientemente utilizada por el comercio exterior boliviano en los años 90. Los proyectos de aprovechamiento múltiple de los ríos Pilcomayo, por un parte, y Bermejo y Grande de Tarija, por la otra, permitirán evitar la sedimentación de dichos ríos, el control de las crecidas, la construcción de represas y la generación de energía. En el caso del proyecto de aprovechamiento múltiple de los ríos Bermejo y Grande de Tarija, la construcción de las represas de Las Pavas, Arrazayal y Cambarí, permitirá la exportación de energía hidroeléctrica a la Argentina, convirtiéndose este tema en un eje del futuro relacionamiento con ese país. En el caso del Paraguay, la iniciativa de construir una ciudad binacional en la frontera común tiene una de sus principales dificultades en la falta de agua.

En la Cuenca Endorreica, es previsible la profundización del proyecto de aprovechamiento del sistema TDSP. Por otra parte, como ilustra el caso del Silala, existe la posibilidad de que Bolivia -por primera vez en su historia- comience a exportar agua a la desértica región del norte de Chile y, si se modifica el perfil de las relaciones boliviano-chilenas y se hacen los estudios sobre aguas subterráneas que correspondan, también podría pensarse en un proyecto más amplio de aprovechamiento conjunto de los recursos hídricos compartidos. En todo caso, en las tres cuencas de las forma parte Bolivia, se advertirá una creciente preocupación por las cuestiones medioambientales y, sobre todo, por la preservación de los recursos hídricos, tanto superficiales como subterráneos. La salinidad es otro tema preocupante en la cuenca del Altiplano. El agua es un bien en peligro y susceptible de agotarse, por lo que cabe esperar que, en los próximos años, se suscriban nuevos instrumentos jurídicos internacionales destinados a normar su uso racional y equitativo. Tanto el proyecto de aprovechamiento múltiple del río Pilcomayo, como el de los ríos Bermejo y Grande de Tarija, si no se toman las precauciones requeridas, se podrían observar problemas como la reducción de los caudales fluviales; la obstrucción de las vías migratorias de peces y otras especies acuáticas, el aumento de los niveles de contaminación de las aguas, la perturbación del ritmo de las inundaciones naturales que mantienen los humedales, la reducción de los sedimentos y de las aportaciones de otros nutrientes a los humedales de las llanuras de inundación, la desecación o el anegamiento permanente de algunos humedales relacionados con los ríos y la salinización de las aguas superficiales y subterráneas. BIBLIOGRAFIA Sanjinez Goytia, Julio, El Lago Titicaca: Un importante nexo entre Bolivia y Perú, en: Perú-Bolivia. Forjando la Integración, Embajada de Bolivia en el Perú, Fundación Friedrich Ebert y Universidad del Pacífico, Lima-Perú, 1995. Sanjinez Goytia, Julio, Informe de Gestión 1975-1996, La Paz -Bolivia, s/f. Kempff Bacigalupo, Rolando, Bolivia y la Cuenca del Plata. Entorno Político y Comercial con los países de la Cuenca, Convenio Andres bello, Instituto Internacional de Integración, W Producciones, La Paz-Bolivia, 1998. Tredinnick, Felipe, Curso de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, Primera Edición, Editorial Los Amigos del Libro, La Paz-Cochabamaba, Bolivia, 1987 Jiménez de Aréchaga, Eduardo, Derecho Internacional Público, Primera edición, Tomo III, Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo-Uruguay, 1992. Díez de Velasco Vallejo, Manuel, Instituciones de Derecho Internacional Público, Novena Edición, Tomo I, Tecnos, España, s/f Halajczuk, Bohdan, María Teresa del R Moya Dominguez, Derecho Internacional Público, Tercera Edición Actualizada, Sociedad Anónima Editora Comercial, Industrial y Financiera, Buenos Aires, Argentina, 1999 CAF, Los ríos nos unen. Integración fluvial suramericana, Editora Guadalupe Ltda., Santa Fé de Bogotá, Colombia, 1998 Comisión Nacional de los Ríos Pilcomayo y Bermejo, Informe de Actividades. Gestión 1997, Tarija-Bolivia, 1997

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