“Bolivia, chile y perú la guerra por el guano y el salitre (1865 a 1884)”
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Universidad de Las Américas
Pedagogía en Historia, Geografía y Educación Cívica
Seminario de Especialidad
“Bolivia, Chile y Perú: la guerra por el guano y el salitre (1865 a 1884)”
Nombre de autores: Joaquín Órdenes.
Mauricio Rodríguez.
Profesora: Ana Henríquez Orrego.
Segundo semestre 2014
5 diciembre 2014
2
Referencia imagen de portada: “Entrada del
Ejército chileno a Lima”, 17 de Enero de 1881.
Álbum gráfico militar de Chile: campaña del
Pacífico: 1879-1884. Santiago: [s.n.], 1909
(Santiago: Universo)
3
Índice
Página
Introducción 4
Capítulo I: Relaciones diplomáticas entre Bolivia, Chile y Perú
(1865 a 1879)
12
Visión panorámica de las relaciones diplomáticas entre
Bolivia, Chile y Perú.
12
La guerra contra España 1865 a 1866. 13
Análisis historiográfico sobre los tratados realizados entre
1866 a 1874.
14
La Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta y sus
inversionistas en el quiebrede las relaciones diplomáticas
entre Bolivia, Chile y Perú en 1879
18
Capítulo II: Discusión historiográfica en torno a las causas del
conflicto entre Bolivianos-Chilenos-Peruanos (1879 a 1880)
22
La historiografía frente al conflicto del Salitre y el Guano 22
Análisis del debate historiográfico frente a las motivaciones
del ingreso de Bolivia, Chile y el Perú al conflicto
25
Capítulo III: Consecuencias diplomáticas de la guerra por el
salitre y el guano.
38
Visión panorámica sobre las consecuencias de la guerra por
el salitre y el guano
38
Análisis historiográfico sobre los tratados realizados entre
1883 a 1929.
40
Capítulo IV: La guerra a través de documentales realizados en las
tres países
46
Documentales como memoria histórica 46
Análisis de documental Epopeya, 2007 48
Análisis de documental sobre el Mar Boliviano, 2012 51
Análisis del documental Sucedió en el Perú: Guerra del
Pacífico 1879-1883, 2008
55
Análisis del documental Algo habrán hecho por la historia
de Chile, 2010
58
Aporte de los documentales a la comprensión del conflicto
entre Bolivia, Chile y Perú
60
Conclusiones 62
Bibliografía 66
Anexos 68
4
Introducción
El conflicto denominado Guerra del Pacífico ha sido estudiado de manera amplia desde su
cese hasta nuestros días, aunque de manera diversa tanto en los países que participaron del
conflicto, como asimismo en otras latitudes de nuestro planeta. Aun así, la bibliografía
referida a esta temática no ha llegado a un consenso general respecto de cuales han sido las
motivaciones que generaron la causa principal del conflicto de finales de siglo XIX.
Es por ello, que el presente trabajo tendrá por objetivo dilucidar, a partir de autores
referentes de cada nación que participó en el conflicto, cómo estas motivaciones
desencadenaron uno de los conflictos más polémicos, que la historia latinoamericana ha
experimentado. Forma parte de los propósitos de este trabajo investigar el conflicto, indagar
sus antecedentes, donde se contempla como espacio temporal un rango superior que el
atribuido por la historia oficial y militar. Se comenzará desde el inicio de las relaciones
diplomáticas de Bolivia, Chile y Perú cuando estas se vieron enfrentadas en 1865 ante un
enemigo común (España) y que luego a partir de divergencias diplomáticas se vieron
enfrascadas en un conflicto que repercute hasta nuestros días.
A partir de la búsqueda de estas motivaciones, en el presente trabajo se plantearán las
siguientes preguntas de investigación, cada una focalizada a una temática específica y
asimismo relacionada a los capítulos y subcapítulos que estructurarán dicha investigación; a
continuación se presentan las preguntas.
o ¿Qué tipo de relaciones diplomáticas existieron entre Bolivia, Chile y Perú entre 1865 a
1879?
¿Por qué los países de Bolivia, Chile y Perú se unificaron contra España entre el
1865 a 1866?
5
¿En qué condiciones se firmaron los tratados entre Bolivia, Chile y Perú desde
1886 a 1874?
¿Qué tan preponderante fue el rol de la compañía de salitre y ferrocarril de
Antofagasta y sus inversionistas en el quiebre de las relaciones entre los países
beligerantes?
o ¿Cuáles fueron las causas del conflicto entre Bolivianos-Chilenos-Peruanos según la
historiografía?
¿Cuáles fueron las motivaciones por las cuales Bolivia, Chile y Perú entraron en
conflicto?
o ¿Cuáles fueron las consecuencias del conflicto para cada una de los países beligerantes?
¿Bajo qué condiciones se firmaron los tratados y pactos entre Bolivia, Chile y Perú,
desde 1883 a 1929?
o ¿Cómo se han abordado algunos documentales recientes a la temática del conflicto
bélico, en cada uno de los países que se vieron enfrentados en la guerra por el guano y el
salitre?
Además de las preguntas se han fijado objetivos generales y específicos, que guiarán la
estructura y desarrollo de la presente investigación; a continuación se presentarán los
objetivos de la investigación:
Objetivo General de la investigación.
Conocer las diferentes visiones historiográficas que abordan la temática de la Guerra del
Pacífico, donde se utilizará bibliografía de los tres países que participaron en el conflicto
6
armado y se realizará un análisis de las motivaciones que desencadenaron las causas del
conflicto.
o Objetivo 1: Conocer cuáles fueron los tipos de relaciones diplomáticas que
existieron entre Bolivia, Chile y Perú durante el periodo que abarca de 1865
hasta 1879.
Objetivos específicos:
Conocer y analizar la unión entre Bolivia, Chile y Perú durante la guerra contra
España (1865-1866)
Conocer y analizar los tratados que se firmaron entre las Bolivia, Chile y Perú
desde 1866 a 1874.
Conocer y analizar el rol de la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta
y sus inversionistas en el quiebre de las relaciones diplomáticas entre Bolivia,
Chile y Perú.
o Objetivo 2:Conocer las causas del conflicto entre Bolivianos-Chilenos-Peruanos
según los autores considerados en este trabajo.
Objetivo específico:
Analizar las motivaciones que causaron el conflicto denominado Guerra del
Pacífico
o Objetivo general 3: Conocer consecuencias producidas para cada una de los
países beligerantes posterior al conflicto.
Objetivo específico:
7
Conocer y analizar los tratados que se firmaron entre las Bolivia, Chile y Perú
desde 1883 a 1929.
o Objetivo general 4: Analizar el Estado del Arte, a partir de documentales
realizados recientemente en los tres países que participaron del conflicto.
Objetivos específicos:
Conocer y analizar el planteamiento del documental boliviano “sobre el mar
boliviano” sobre el conflicto.
Conocer y analizar el planteamiento del documental chileno “Epopeya” sobre el
conflicto.
Conocer y analizar el planteamiento del documental chileno “Algo habrán hecho
por la historia de Chile” sobre el conflicto.
Conocer y analizar el planteamiento del documental “Guerra del Pacífico 1879-
1883”sobre el conflicto.
Para desarrollar la investigación se utilizará la metodología del historiador, donde se
realizaráuna búsqueda de varios autores referentes de cada país, es decir, recursos
audiovisuales y escritos. Posteriormente se clasificarán en fuentes primarias y secundarias,
para luego definirlas entre nacionalistas y no nacionalistas. Finalizada la recogida de
información se plantearánlas hipótesis que guiarán la presente investigación con el fin de
dar respuestas a las interrogantes planteadas. Una vez categorizadas las fuentes se
proseguirá con el análisis y crítica hacia estas, con el fin de generar una síntesis
historiográfica del tema a investigar.
8
Se utilizará bibliografía de los tres países involucrados en el conflicto, si se tiene como
referente de cada país,un autor que trate el tema de manera amplia, asimismo se contará con
bibliografía complementaria que permitirá construir el trabajo de manera más íntegra.
Los tres autores referentes por cada país son Alcides Arguedas, Sergio Villalobos y Carmen
Mc Evoy.
Alcides Arguedas(1922) escritor, historiador y político boliviano que en su Historia
General de Bolivia, le dedica varios capítulos de su monumental obra al conflicto, donde
incluye la postura que se ha generalizado en los historiadores bolivianos, aunque se
puntualiza de manera crítica el manejo diplomático que algunos gobernantes bolivianos
tuvieron antes del conflicto.
Sergio Villalobos (2004), historiador y premio nacional de historia (1992), en su “Chile y
Perú: La historia que nos une y nos separa 1535-1883”, le dedica varios capítulos a la
justificación de las relaciones diplomáticas entre los pueblos chileno y peruano que han
sido conflictivas, aunque han tenido momentos de colaboración y acercamiento. Los
choques bélicos se han debido a intereses económicos divergentes, diplomacia tortuosa,
mentalidades contrapuestas y resentimientos acumulados.
Carmen Mc Evoy (2001), prestigiosa historiadora peruana, en su libro “Guerreros
Civilizadores. Política sociedad y cultura en Chile durante la Guerra del Pacífico”, aborda
específicamente como el poder de la maquina cultural chilena, durante la guerra. Esta
máquina dominó cada esfera social de la nación, pues para la autora, la guerra unió y
fomentó el nacionalismo en dicho territorio.
Pese a que la bibliografía referente representará la columna vertebral del trabajo, se
utilizarán para una mayor complementación, otros autores que reflejen su postura ante las
motivaciones que generaron el detonante del conflicto.
9
El autor boliviano Miguel Mercado Moreira en su obra “Guerra del Pacífico: Nuevos
esclarecimientos-causas de la retirada de camarones”, nos recalca el hecho de que Chile
usurpó el litoral boliviano como consecuencia de sus problemas internos y el cobro del
impuesto de quintal exportado a la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta es la
escusa para Chile comenzara la invasión (Mercado, 1956) y José Vicente Ochoa,que al
igual que su compatriota, con su obra “Diarios de Campaña del ejército boliviano en la
Guerra del Pacífico”focaliza su mirada en como Chile invadió y usurpó el litoral boliviano
a partir de una “guerra injusta” al ser Bolivia, la gran perdedora frente al ejército de Chile
(Ochoa, 1899)
El autor chileno Francisco Encina (1950) con su obra “Historia General de Chile”, aborda
el conflicto desde una mirada exaltada y nacionalista, donde resalta el ingreso y la victoria
chilena a partir de la alianza secreta entre Bolivia y Perú y la debilidad racial del enemigo,
por otro lado Fernando Silva(1992) como autor del capítulo que aborda la Guerra del
Pacífico en la reconocida obra llamada “Historia de Chile” dan variadas causalidades al
inicio del conflicto, entre ellas la maquinación del gobierno boliviano del impuesto por
quintal de salitre exportado y la consecuente entrada de Perú por el tratado secreto que
mantenía con Bolivia. Continuado en la línea historiográfica chilena, encontramos al autor
Alejandro Concha (2010) que en su obra “Historia escolar de Chile” aborda desde una
mirada política y económica el inicio del conflicto.
El autor peruano Andrés Cáceres (1924) en su obra “La guerra entre Chile y Perú” realiza
una síntesis de su experiencia como mariscal en el conflicto, donde realza los valores
patrios de Perú, y entrega interesantes datos sobre encuentros diplomáticos entre chilenos y
peruanos.
La clasificación de los autores dentro del presente trabajo se hará de la siguiente manera: se
dividirán entre nacionalistas y no nacionalistas, justificándose desde la visión de cómo el
autor ve las motivaciones de la causalidad del conflicto y como incorpora, de acuerdo a sus
interpretaciones, los patrones de victimización frente al enemigo y generación de odio o
10
Autores
antipatía entre las países beligerantes. Entre más reiterativo sean estos patrones en cada
uno de los autores, será más categorizado como nacionalista, en cambio, el que presente
menor o ninguna vinculación a los patrones mencionados serán definidos como no
nacionalistas.
A su vez se clasificarán los documentales que se analizarán en el capítulo cuatro de la
investigación, el cual sigue los mismos patrones considerados para la bibliografía.
Nacionalistas Causalidad del
conflicto No nacionalistas
Libros
Cáceres, Andrés (1924) “La guerra
entre Chile y Perú”. España:
editorial internacional.
Encina, Francisco (1950) “Historia
de Chile”, tomo XV. Chile:
editorial nascimiento
Mercado, Miguel (1956) “Guerra
del pacifico, nuevos
esclarecimientos- causas de la
retirada de camarones” Bolivia:
editorial fénix ediciones Simón I.
Patiño.
Ochoa, José (1899) “Diario de la
campaña del ejército boliviano en
la guerra del pacifico”. Bolivia:
tipografía y librería Bolivia.
Documental
DIREMAR (2012) “Sobre el
mar boliviano”. Bolivia
Libros
Arguedas, Alcides (1922) “Historia general
de Bolivia. Bolivia: Archivo y biblioteca
nacional de Bolivia, editorial: Arnó
hermanos.
Concha, Alejandro (2010) “La historia
escolar de Chile”. Chile: editorial
bibliográfica.
Mc Evoy, Carmen (2011) “Guerreros
civilizadores”. Chile: ediciones UDP.
Varios autores (1989) “La historia de
Chile”. Chile: editorial universitaria.
Villalobos, Sergio (2004) “Chile y Perú:
La historia que nos une y nos separa 1535-
1883. Chile: ediciones universitaria.
Documental
Guzmán, L y Egaña, P. (2010) “Algo
habrán hecho por la historia de Chile.
Chile: TVN.
Lozano, Limber (2010) “Guerra del
Pacifico 1879- 1883. Perú: Tv Perú.
Thehistorychannel (2007) “Epopeya, la
guerra del pacifico”. Chile: TVN.
11
La estructura del presente trabajo, constará de cuatro capítulos. El primero se titulará
“Relaciones diplomáticas que existieron entre Bolivia, Chile y Perú durante el periodo
que abarca de 1865 hasta 1879”, donde se abordará, desde la Guerra contra España, las
relaciones diplomáticas que existieron entre los países hasta 1879, a partir de la firma de
tratados y la creación de la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, que
orquestaron el escenario propicio para el quiebre de las relaciones diplomáticas.
El segundo capítulo, titulado “Discusión historiográfica en torno a las causas del
conflicto entre Bolivianos-Chilenos-Peruanos”, abordará el ingreso de cada país al
conflicto. Este capítulo es de suma relevancia dado que en él se focalizará toda la discusión
historiográfica en torno a las motivaciones por las cuales la Guerra del Pacífico se llevó a
cabo.
El tercer capítulo, denominado “Consecuencias diplomáticas de la guerra”, en este
apartado no se abordará la Guerra del Pacífico como un hecho descriptivo del desarrollo de
esta misma, sino más bien se enfocará en las consecuencias diplomáticas que repercutieron
para cada una de los países, a partir del mismo conflicto, la firma de tratados y pactos para
conformar las nuevos límites fronterizos, que generaron pérdidas para unos y ganancias
para otros.
El cuarto capítulo, denominado “La guerra a través de documentales realizados en los
tres países”, se enfocará al análisis del estado del arte de la Guerra del Pacífico a partir de
documentales realizados por los respectivos países que se vieron enfrentadas en el conflicto
a finales del siglo XIX.
12
Capítulo I:Relaciones diplomáticas que existieron entre Bolivia, Chile y Perú durante
el periodo que abarca de 1865 hasta 1879
Visión panorámica de las relaciones diplomáticas entre Bolivia, Chile y Perú.
En el periodo de tiempo que va desde 1865 a 1879 las relaciones diplomáticas entre
Bolivia, Chile y Perú se encontraban en continuo y positivo progreso. Si se tiene como
antecedente los problemas trilaterales que existieron en la década del treinta del siglo XIX y
que se extendieron hasta 1865, cuando la tensión entre el gobierno Boliviano y Chileno se
disipó al enfrentar a un enemigo en común, España y sus reiteradas ambiciones de obtener
sus antiguas colonias.
Con la derrota de España, las relaciones diplomáticas entre los países andinos fueron más
fructíferas que nunca, llegando a buen puerto las desavenencias que Bolivia y Chile tenían
sobre sus límites territoriales, zanjándose en 1866 el Tratado de Límites entre República de
Chile y la República de Bolivia que reconocía por límite el paralelo 24 de latitud
meridional y obtenido Chile el derecho a la mitad de los productos aduaneros de la
exportación del guano extraído de la región comprendida ente los grados 23 y 25 de latitud
meridional, esto es, de la región formada por un grado de territorio boliviano y otro por de
territorio chileno y su posterior revisión en el año 1874, que cambiaba algunas de las
condiciones del tratado anterior.
Esto último motivó el impulso de empresas con capitales chilenos e ingleses en territorio
boliviano, donde la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta comenzaría a crecer
exponencialmente, a tal punto que jugaría un rol preponderante en los albores del conflicto,
sin mencionar el desacuerdo chileno-peruano, mientras éste último mediaba para que el
conflicto entre Bolivia y Chile no llegara a la vía armada, acusando el gobierno de Chile al
Perú, que en febrero de 1873 “concertó un tratado secreto de alianza defensiva con el Perú,
13
interesado este último en hacer realidad el monopolio del salitre en que estaba empeñado”.
(Varios Autores, 1989, 569) y que marcaría nuevamente el quiebre de las relaciones
diplomáticas entre los tres países.
La guerra contra España 1865 a 1866.
Las relaciones Boliviana-Chileno-Peruanas no venían muy bien encaminadas hasta la
década del sesenta del siglo XIX, a pesar de que la guerra entre la Confederación peruano-
boliviana y Chile se había desarrollado ya hace treinta años, aun existían ciertas disyuntivas
territoriales, en especial entre Bolivia y Chile que amenazaba la paz en la región. En
general,estos países estaban bajo una severa crisis económica, que ya desde el período de
emancipación fue el gran problema para los gobiernos latinoamericanos.
El descubrimiento de guano en el litoral de la actual Región de Antofagasta, significó para
los países antes mencionados una solución tangible de estos severos problemas. Este
descubrimiento motivó a los gobiernos de la región a enviar comisiones para explorar las
preciadas minas que se encontraban en el despoblado de Atacama. “Bolivia y Chile
reclamaban para sí las minas que estaban en estas zonas, tales reclamos motivó una
recolección y revisión de los títulos que ambos países esgrimían sobre el desierto “(Varios
Autores, 1989, p.568). Incluso la ambición por adquirir este preciado mineral, pudo haber
desencadenado un conflicto entre Bolivia y Chile en 1863, “cuando el parlamento boliviano
autorizó al Ejecutivo para que declarara la guerra a Chile si este país no se allanaba a
entregar el territorio usurpado” (Varios autores, 1989, p 569). Pero este conflicto se
apaciguó debido al inminente desembarco español en territorio peruano.
El conflicto comenzó cuando España, no reconocía la Independencia peruana debido a una
deuda impaga que manteníael Perú, por lo tanto llevó a cabo la ocupación de las islas
Chinchas en 1862, importante depósito de guano, ubicado frente al Callao,
desencadenándose la declaración de guerra por parte del Perú hacia España, como
corolario, Bolivia, Chile y Ecuador bajo un acto de solidaridad americana, deciden a su vez,
unirse contra la antigua metrópoli en el año 1865.
14
Por su puesto la respuesta española no se dejó esperar, así bombardeó la ciudad chilena de
Valparaíso, pero no tuvo el resultado esperado y tuvieron que replegarse hacia el
Perú,específicamente hacia el puerto del Callao,no obstante los países latinoamericanos
demostraron una férrea resistencia, y obligan la rendición de las naves españolas.
Finalmente los países participantes del conflicto, firmaron en la ciudad de Washington,
Estados Unidos, una tregua por tiempo indefinido.
“La guerra con España a la que Chile se vio arrastrado bajo el impulso de un sector de
ardientes americanistas, modificó la deplorable situación diplomática con Bolivia” (Varios
autores, 1989), pero este arrastre a la postre significó para Chile, el inicio de su
conformación territorial, teniéndose como punto de inicio el 10 de agosto 1866 a un tratado
que finalmente llevaría a un consenso momentáneo entre los países rivereños de Bolivia y
Chile, sobre las delimitaciones de sus fronteras
Análisis historiográfico sobre los
tratados realizados entre 1866 a
1874.
Se esperaba que al unirse contra un
enemigo, los países vencedores en el
conflicto, zanjaran sus desavenencias a
partir la creación de nuevas y estrechas
relaciones diplomáticas que forjarían,
en teoría, un futuro auspicio para la
región.
Bajo estas condiciones en el año 1866,
Bolivia “estuvo dispuesta a buscar con
Chile el arreglo de su diferendo de
Imagen 1: Mapa que ilustra como en 1866 se fijaba
el paralelo 24 como límite meridional entre Bolivia y
Chile, además se puede observar la posición de
Antofagasta y las salitreras explotadas. Fuente:
www.profesorenlinea.cl
15
límites y poner fin de esa manera a las disputas que habían llegado a niveles muy peligrosos
en el plano diplomático y en los hechos” (Villalobos, 2004, p. 96), justificándose en el
naciente americanismo que se reflejaba en los mandatarios de los países vencedores en el
conflicto contra España.
Es el caso del presidente boliviano Mariano Melgarejo, descrito así por el historiador
Alcides Arguedas:
“Enorgullecido por los aplausos que con aviesa intención le prodigara la prensa de
los países limítrofes, especialmente la chilena, lanzó el 18 de marzo de 1866 un
decreto en que proclamando a la faz del Continente la comunidad de ciudadanía en
América, suprimía las fronteras de su patria y llamaba a todos los ciudadanos del
mundo latinoamericano a ingresar al territorio de la República para compartir con
los nacionales todos los cargos públicos con excepción de la presidencia y "de los
altos Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial" (1924, p. 207)
Estas relaciones tan fraternales derivaron en la firma el 10 de Agosto de 1866 el Tratado de
Límites entre la República de Chile y la República de Bolivia, que reconocía como hecho
más preponderante, por límite el paralelo 24 de latitud meridional y obteniendo Chile el
derecho a la mitad de los productos aduaneros de exportación del guano extraído de la
región comprendida entre lo grados 23 y 25 de la latitud meridional, esto es, de la región
formada por un grado de territorio boliviano y otro de territorio chilenoestableciéndose
finalmente una decisión consensuada entre Bolivia y Chile, donde se fijaba los nuevos
límites fronterizos y zonas económicas establecidas para la explotación del salitre y el
guano.
Aún así en Bolivia no reinaban los aires de paz, sino todo lo contrario, el Presidente que
firmó el tratado de 1866, Mariano Melgarejo, fue depuesto de su cargo a partir de un golpe
de estado dirigido por el militar y posterior presidente Agustín Morales, que gobernaría sin
mucho éxito y con ciertos resquemores desde partidarios arraigados en Valparaíso, donde
16
supuestamente se planea un complot en contra del actual gobernante boliviano,
aparentemente con cierto apoyo de políticos y militares, uno de ellos Patricio Lynch, pero
Villalobos señala que ante el impasse generado entre los gobiernos:
“Las autoridades chilenas se desempeñaron con cierta torpeza y que las sospechas
tenían que recaer sobre ellas, sin embargo Bustillos (Canciller y Ministro de
Relaciones Boliviano) no puedo presentar pruebas incriminatorias, quedando todo
en el plano de las conjeturas, al punto de que en Lima el Ministro José de la Riva
Agüero y LoozCorswarem y el representante boliviano, Juan de la Cruz Benavente,
opinaron que la acusación era inestable” (2004 p. 101).
Terminado este pequeño conflicto más la activa sucesión de presidentes en Bolivia, no
impidió que las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Perú continuaran, es así como se
firma, en 1873, el pacto de alianza defensiva en la ciudad Lima.Como recalca Villalobos
(2004) el pacto obedece “a que los incidentes y la tención en torno al litoral boliviano
determinaron al gobierno altiplánico a buscar la seguridad de una alianza con el Perú”, no
obstante el incremento de esta tensión, también era factor de preocupación importante en
Perú, dado que colocaba en tela de juicio el incipiente proyecto de nacionalización por
parte del gobierno de las empresas salitreras.
Como bien señala Ravest la agudización de la crisis económica en el Perú, fomentó una
posible vía para solucionar este problema.
“La nacionalización buscaba allegar recursos para sacar al país de la bancarrota en
que se debatía, agudizada por la crisis mundial y la consecuente dificultad de
contratar empréstitos que, garantidos con hipotecas sobre las covaderas, habían
permitido al Perú vivir durante décadas y emprender su costosa e inadecuada
política ferroviaria, causa principal del crónico déficit presupuestario que el partido
civilista, desde agosto de 1872 en el poder, se empeñaba por superar”. (Ravest,
2008, p. 69)
17
Por lo tanto, el pacto de alianza defensiva entre Bolivia y el Perú, se encontraba
fundamentado bajo intereses diplomáticos y económicos. Pero este tratado pasaría
inadvertido durante seis años, hasta los albores del conflicto, cuando Chile “descubre” que
ambos países tenían una alianza secreta y que era razón suficiente para el ingreso del Perú
al conflicto.
Las relacionesdiplomáticas entre los gobiernos boliviano y chileno, hacia el 1874 se
vuelven tensas, dado que el impasse ocurrido a partir de las acusaciones del gobierno de
Bolivia, sobre los golpistas bolivianos y chilenos que se ubicaban en Valparaíso, no
pudieron demostrarse.
Debido a esto es que las reuniones entre diplomáticos
bolivianos y chilenos comenzaron a ser mucho más
recurrentes, con el fin de propiciar un acuerdo que
acabara con las odiosidades. Es así, que el Ministro
Plenipotenciario chileno Carlos Walker Martínez, para
encaminar nuevos entendimientos con sus símil Mariano
Baptista, viaja hasta La Paz, para consensuar lo que sería
una modificación a las condiciones comerciales
establecidas en el tratado de 1866 (Cáceres, 1924), que
no era del agrado general de los diplomáticos bolivianos y
chilenos
Bajo este escenario, el6 de agosto de 1874 se firma el
Tratado de límites entre Bolivia y Chile, que tenía por objetivo principal establecer el
paralelo 24 como límite entre ambos países, poniéndose fin a la medianería, entre los
paralelos 23 y 25, pero se establecía la explotación tanto del salitre y el guano entre los dos
países, estableciéndose que durante 25 años no se aumentarían los derechos de exportación
Imagen 2: Mariano Baptista,
político boliviano involucrado en
la redacción del tratado de
límites de 1874.
Fuente: www.redescuela.org
18
de los minerales y asimismo ninguna contribución sobre las personas, industrias y capitales
chileno.
Este tratado aseguraría, en teoría, relaciones estables durante un tiempo indeterminado,
pero algunos verían esto de manera mucho más negativa, “a tal punto que no faltaron
representantes (bolivianos) a quienes fue fácil demostrar, acaso con el asentimiento del
mismo ejecutivo, que dicho pacto, en lo concerniente a los límites, era, inexacto, oscuro,
peligroso" (Arguedas, 1922). Incluso desde el Perú, no se veía con buenos ojos este tratado,
debido al acuerdo que ambos países (Bolivia y Perú) habían firmado un año antes. Lo
anterior condicionó que de manera gradual las relaciones bilaterales entre Bolivia y Chile
comenzaran a mejorar, por otro lado las relaciones diplomáticas entre Chile y Perú estaban
distanciándose.
El nuevo tratado no solo benefició las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, sino
también, benefició a los accionistas y empresas que se ubicaban dentro de los territorios
acordados. Una de las empresas que se benefició notablemente con la explotación de los
recursos del litoral boliviano, fue la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta, que
posteriormente jugaría un rol preponderante en el quiebre de las relaciones diplomáticas
entre Bolivia y Chile.
La Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta y sus inversionistas en el
quiebre de las relaciones diplomáticas entre Bolivia, Chile y Perú en 1879.
El salitre y el guano representaban una de los recursos más importantes dentro del litoral y
el desierto de Atacama. Desde la década de 1830 los descubrimientos en esta zona,
motivaron a los pioneros a trabajar arduamente para obtener alguna ganancia sobre estos
recursos. Era evidente que los intereses de los privados aflorarían aún más a partir de los
tratados firmados entre Bolivia y Chile, que daban amplios poderes a los inversionistas para
explotar los yacimientos salitreros y guaneros.
19
Pero una empresa lograría alzarse sobre las demás, la Compañía de Salitre y Ferrocarril de
Antofagasta, que gracias a la concesión otorgada por el gobierno boliviano, crecería
cuantiosamente sus ingresos entre 1873 y 1879. Aún así los sucesos que llevaron a que la
empresa inmortalizara para siempre su nombre dentro de las páginas de la historia, no
fueron relacionados con su esplendor económico, sino más bien al actuar de sus accionistas
frente al impuesto que el gobierno boliviano quería imponer en las industrias de su litoral.
Es como así la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta jugaría un rol
preponderante en el quiebre de las relaciones diplomáticas, criticando y desaprobando el
impuesto de 10 centavos que Hilarión Daza propuso y que consecuentemente el gobierno
de Aníbal Pinto desestimaría, basándose en el tratado firmado en 1874.
Pero antes de que los problemas en torno al interés del salitre y el guano, pasaran a ser de
carácter estatal, muchos empresarios comenzaron a invertir en estas riquezas, si se reconoce
que el intervencionismo estatal era nulo y las exigencias laborales de los obreros eran
precarias. El anhelado “oro blanco”, generaba cada vez mayores ganancias para los
inversionistas.
Por ello, en los inicios de la creación de las sociedades salitreras los empresarios y capitales
chilenos comenzaron a proliferar en torno al litoral boliviano, entre ellos estaban José
Santos Ossa y Francisco Puelma, que al aprovechar la visita del secretario general de
gobierno boliviano, Mariano Donato “obtuvieron de él la posesión y goce de los terrenos en
que descubriesen depósitos de salitre” (Querajazu, 1995). Gracias al oportunismo de ambos
inversionistas fundaron la Sociedad Explotadora del Desierto de Atacama.
Aunque estos nuevos descubrimientos llegan a oídos de capitales ingleses, entre ellos
Agustín Edwards y la firma Gibbs y Cía. lo que produjo un acuerdo entre estos
inversionistas, formándose la Melbourne Clarck y Cía, que tenía la gran concesión de
explotación salitrera en todo el litoral boliviano.
20
Pero un peligro inminente asechaba el futuro de la compañía, el derrocamiento de Mariano
Melgarejo en 1871. Ante tal peligro, la empresa envió al abogado chileno Domingo
Arteaga, con el fin de que el gobierno de Agustín Morales renovara dicha concesión, a lo
que el gobierno respondió:
“Habiendo Melbourne Clark y Compañía implantado en el desierto de Atacama una
nueva industria que ha dado importancia a las riquezas ocultas, se le concede una
superficie que teniendo por base el paralelo 24, que es la línea divisoria entre
Bolivia y Chile, forme un paralelogramo con una altura de 15 leguas, a 5 kilómetros
al norte y 25 de latitud sur, partiendo desde la orilla del mar. Se les concede
privilegio exclusivo para explotar, elaborar y exportar salitre de esa superficie por
15 años. Pueden construir todos los ferrocarriles que quieran en ese terreno".
(Querajazu, 1995).
Esto daba luz para que la empresa
salitrera lograra hacerse nuevamente de
las riquezas del litoral, pero para explotar
los recursos salitreros del Carmen y las
Salinas, la empresa necesitaba mucho
más capital del que disponía. Esto generó
que Gibbs, Edwards y Puelma formarán
una sociedad anónima llamada Compañía
de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta,
con su casa matriz en Valparaíso, con
amplios derechos de explotación y con el
amparo del gobierno boliviano, que
dentro de su misma clase dirigente
existía cierta discrepancia sobre esta concesión.
Imagen 3: Fichas de la oficina salitrera Carmen,
una de las tantas empresas que usó este sistema,
como medio de pago para los trabajadores de las
calicheras.
Fuente: www.fichasalitrera.cl
21
Gracias a la creación de esta empresa junto con el descubrimiento en 1870 de plata en la
mina de Caracoles, gran cantidad de población chilena se dirigió hacia territorio boliviano
para encontrar nuevas oportunidades laborales, si se considera que “hacia 1868,
Antofagasta contaba con una población de cuatrocientos habitantes” (Bermúdez, 1966). En
pocos años la población de Antofagasta crecería cuantiosamente tal y cómo nos indican los
datos que el Ingeniero en Minas de Antofagasta, Matías Rojas Delgado, en 1875 en su
informe sobre la cantidad de habitantes en la zona, existen 5.384 personas de los cuales
4.530 eran chilenos.
Un dato importante nos revela Villalobos (2004) en cuanto a la Compañía de Salitre y
Ferrocarril de Antofagasta no era el único interés chileno y que habían otros de mayor
entidad aún, esto alude a las compañías chilenas que estaban hacia el interior de Bolivia,
que en general eran muchos más prósperas que la compañía del litoral. Pero la importancia
de la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta no radicaba en el capital que esta
empresa tenía en comparación con las demás, sino en la localización geográfica que ésta
tenía. Recordemos que esta compañía se encontraba en el puerto de Antofagasta, lugar
clave para exportar de manera inmediata hacia los mercados extranjeros, sin mencionar los
ferrocarriles que tenían a su haber. Por lo tanto, si jugaba un rol preponderante tanto para
los accionistas como para los intereses de los gobiernos involucrados.
Al parecer todo indicaba que la compañía crecería sin atajos, pero decisiones externas a la
empresa generaría el repudio general de los accionistas. El gobierno boliviano, dirigido por
el militar Hilarión Daza, hacia 1878 hace una revisión de la concesión privada realizada
entre la compañía y el gobierno de turno realizada en 1873, porque no tenía la aprobación
legislativa, es por ello que se ratifica la aprobación “de la transacción celebrada por el
ejecutivo en 27 de noviembre de 1873, con el apoderado de la compañía de salitre y
ferrocarril de Antofagasta, a condición de hacer efectivo, como mínimum, un impuesto de
10 centavos en quintal de salitre exportado” (Arguedas, 1922. p. 281). Lo anterior, llegó a
oídos del gerente general de la compañía, George Hicks, quien de inmediato avisó a los
accionistas situados en Valparaíso.
22
Estos nos tardaron en recurrir al gobierno de Aníbal Pinto, para que el tratado de 1874 fuera
cumplido respecto al artículo número 4, donde menciona que durante veinticinco años no se
cobraría sobre los derechos de exportación a las industrias y capitales chilenos, pero la
“cancillería bolivianano hubo de esforzarse mucho en demostrar, palpablemente, que la
reclamación del diplomático chileno carecía de jurisdicción porque estaba invadiendo el
campo de los negocios privados, y, que en la contienda suscitada, solo debían entender los
tribunales ordinarios de la jurisdicción en que se hallaban ubicados los terrenos de la
explotación” (Arguedas, 1922, p. 282), algo que los accionistas evidentemente no
realizaron, dado que decidieron apoyarse en el gobierno chileno.
Por supuesto que las prácticas diplomáticas no llegarían a buen puerto. En 1879 el
problema que originaba el cobro del impuesto de 10 centavos,se agudizó notablemente
cuando el gobierno boliviano finalmente intentara rematar la compañía que por casi una
décadatuvo el control sobre las reservas salitreras más grandes de su litoral. El quiebre
diplomático entre ambos países, a esas alturas, era un hecho y el conflicto es inminente.
Entre 1866 y 1878 las relaciones entre Bolivia, Chile y Perú, pasaron por altos y bajos pero
en general eran estables. El quiebre diplomático entre Bolivia y Chile que suscitó la guerra
en 1879 con la posterior inclusión del Perú, debido al pacto de alianza defensiva que
sostenía con Bolivia, no fue por un ataque directo entre los países, sino más bien por una
acción indirecta, como es el caso del impuesto a los 10 centavos por quintal de salitre
exportado, que no fue resuelta de manera consensuada y diplomática, si se tienecomo
antecedente que hubo desacuerdos mucho más graves que este impuesto en el pasado,
donde si existió un consenso para resolver los problemas. Es aquí donde emerge la
necesidad de profundizar en las motivaciones que causaron el inicio del conflicto,
abordándose en el siguiente capítulo de la investigación.
23
Capítulo 2: Discusión historiográfica en torno a las causas del conflicto entre
Bolivianos-Chilenos-Peruanos (1879 a 1880)
La historiografía frente al conflicto del Salitre y el Guano.
El conflicto por el salitre y el guano, ha sido ampliamente estudiado por la historiografía de
los tres países en conflicto. Durante las primeras décadas que precedieron el conflicto, la
historiografía militar ha sido el pilar fundamental para la reconstrucción de las grandes
batallas y los grandes héroes que han forjado un ideal de nación, que vincula a los
vencedores y vencidos con un pasado glorioso.
Como se coincide con las palabras de Mc Evoy (2011) en cuanto a la descripción de la
historiografía chilena posterior al conflicto, donde recalca que “las plumas de Vicuña
Mackenna y otro liberales como es el caso de Barros Arana, crearon el templete cultural de
la Guerra del Pacífico en su dimensión épica, moral y justiciera”por ello, a partir de esto
emergieron historiadores con una pluma mucho más punzante, que llevaría a límites
extremos a finales de la primera mitad del siglo XX, donde recalcarían en sus trabajos que
la superioridad racial de los chilenos sería una justificación válida del triunfo de Chile sobre
sus vecinos del norte. Claro ejemplo de esto, es el historiador chileno Francisco A. Encima
(1950), ganador del premio nacional de literatura en 1955, donde parte de su obra ha sido
referenciada por largo tiempo en las escuelas de Chile y que describe de esta manera al
pueblo boliviano
“Los caminos del tiempo de los incas o del coloniaje se iban desmoronando poco a
poco en la viabilidad se hacía penosa y difícil por la acción del tiempo. Las
instituciones yacían por los suelos. Casi no existía la probidad moral, los hombres ni
bien sin conocer los ideales superiores. En todos dominaban el egoísmo, la vanidad
y el interés; todos querían mandar y sólo obedecían los indios y los cholos, masa
pasiva, sin hábitos de trabajo y sin necesidades, ignorante, analfabeta y corrompida,
24
desvinculada de la civilización europea que no siente en su sangre”. (1950, p. 302.
Tomo XVI)
Por su parte en Bolivia y Perú, los escritos historiográficos infunden un sentimiento
nacionalista, pero no en base a la superioridad racial, organizativa y militar de sus
gobiernos, sino a partir de la victimización frente al vencedor, tal como se explaya Ochoa
sobre el accionar del “pueblo chileno” ante Bolivia y Perú:
“La pérfida de Chile, acosado por la fiebre de su banca rota, podía provocar esta
guerra por la codicia de unos escudos, a fin de aliviar su caja pública y de extender
su mano negra sobre territorios riquísimos de Bolivia y el Perú ambicionados ha
mucho por el chileno” (1899, p.2)
Exceptuando la obra de Alcides Arguedas (1922), donde realiza una fuerte crítica hacia los
mismos gobernantes bolivianos en cuanto al desconocimiento de “la riqueza que atesoraba
su litoral y en no haber tenido los medios de defenderlas cuando la conoció”, la
historiografía de los tres países hasta la primera mitad del siglo XX se enfoca
específicamente en la promoción del sentimiento nacionalista y asimismo fomentarla hacia
el plano de la educación escolar y cívica que ha formado parte de la idiosincrasia de los
países en conflictos.
Esto último no quiere decir que durante las segunda mitad del siglo XX no existieran
autores que se refieran sobre la Guerra del Pacífico de manera de manera descriptiva, pero
si existió un cambio en el algunos autores, al centrar su enfoque en motivaciones mucho
más profundas y justificadas más allá de las descalificaciones y la victimizaciones entre
bolivianos, chilenos y peruanos.
Historiadores relevantes como Sergio Villalobos (2004) y Carmen Mc Evoy (2011) nos
entregan una perspectiva mucho más acabada a partir de un análisis crítico de las
motivaciones que determinaron el quiebre diplomático de 1879.
25
A pesar de los estudios que se han promovido recientemente sobre la temática de la Guerra
del Pacífico, aún falta el consenso frente a las motivaciones que generaron el conflicto,
presentándose en cada unos de los países como algo segregado y de compleja discusión.
Al parecer los nacionalismos, están tan arraigados, tanto culturalmente (descalificativos
frente al “otro”) como políticamente (Constituciones), que es difícil desarrollar prácticas
inclusivas de consenso en la población.
Aún así, lo anterior no es una tarea imposible de desarrollar, es por ello que en este capítulo
se ha buscado la inclusión y crítica sobre la historiografía referida al conflicto. En el último
apartado se analizarán los aportes de autores nacionalistas y no nacionalistas; bolivianos,
chilenos y peruanos, para así explicar la discusión historiográfica que se ha gestado en
torno a la Guerra del Pacífico, con el fin de comprender, analizar y criticar las
motivaciones que generaron el inicio del quiebre diplomático en 1879.
Análisis del debate historiográfico frente a las motivaciones del ingreso de Bolivia,
Chile y el Perú al conflicto.
Mucho se ha escrito sobre la Guerra del Pacífico, desde la historiografía militar, hasta la
historiografía más cultural. Es el objetivo del presente trabajo de investigación analizar y
contraponer las diferentes visiones que tienen algunos autores en relación a las
motivaciones del quiebre diplomático y posterior guerra entre Bolivia, Chile y Perú.
Mucho se escribe también respecto de las causas que llevaron al desencadenamiento de este
episodio.No se necesita mayor contraposición de ideas respecto de algunos puntos, por
ejemplo lo referido a los 10 centavos. Coincidimos con Cavieresquien señala que “la
imposición de un impuesto de 10 centavos al quintal de salitre boliviano exportado que
afectó a las compañías salitreras chilenas e inglesas, fue sólo el detonante, un episodio
dentro de una mucho más vasta situación que se fue complicando a un punto muy difícil de
26
poder solucionar” (2006, p. 25) por ello es que no ahondamos en la causa del conflicto, sino
en las motivaciones que llevaron al quiebre diplomático a raíz de este impuesto.
Pero antes de hacer esta revisión historiográfica, se fijaron tres autores referentes por cada
país (Bolivia, Chile y Perú) que abordan extensamente la temática de la Guerra del
Pacífico de manera crítica. Estos autores son Alcides Arguedas (1922), prestigioso
historiador boliviano de comienzos de siglo XX, Sergio Villalobos (2004), historiador
chileno permio nacional de historia en el año 1992 y Carmen Mc Evoy (2011) historiadora
peruana y profesora en University of the South, Sewance (EE.UU). Cabe señalar que todos
estos autores son de carácter no nacionalista, es decir, sus plumas son críticas ante el
conflicto sin denostar y victimizarse frente al “enemigo”.
Otros autores referidos en este apartado de discusión historiográfica serán el peruano
Andrés Cáceres (1924), el chileno Francisco Encina (1950) y los bolivianos Miguel
Mercado (1956) y José Ochoa, (1899), que abordan el conflicto de manera descriptiva y
nacionalista, es decir, tratan de denostar y victimizarse frente al enemigo. Aún así estos
autores revelan interesantes aseveraciones del por qué estallo la guerra.
Como se mencionó anteriormente, hay cierto consenso historiográfico en que la causa
directa del inicio de la Guerra del Pacífico fue el impuesto de 10 centavos propuesto bajo el
gobierno de Hilarión Daza en el año 1878.
Ante este escenario el George Hicks, gerente situado en Antofagasta, reclamó ante el
escribano público, para ello elevó un recurso ante el gobierno boliviano, por ello este
último declaró sin efecto el contrato que tenía con la compañía chileno-inglesa y a su vez
permitía al gobierno reivindicarla y rematarla para su venta hacia febrero de 1879.
El escenario era complejo para los accionistas, por ello a partir de esta medida, recurrieron
a la protección del Gobierno chileno, lo que para el autor boliviano Arguedas era una
exageración, justificándose en que:
27
“El asunto era, pues, netamente privado entre el gobierno de Bolivia y una sociedad
anónima de Chile, la cual si se sentía atacada en sus derechos, bien podía acudir a
los recursos de la justicia ordinaria: mas no lo hizo así. Tampoco rescindió del
contrato reclamando los debidos gastos de indemnización, sino que puso su causa en
manos del gobierno de Chile con el pretexto de que su dominio principal se
encontraba en Valparaíso y eran chilenos lo más de los accionistas.” (1922, p. 281)
Pero al parecer existían pretensiones ocultas del gobierno boliviano y que el impuesto era el
primer paso para un proyecto ulterior, a partir de lo que menciona Villalobos referente a
una carta enviada por Hilarión Daza a Severino Zapara, anunciándole la reivindicación de
las salitreras a comienzo de febrero de 1879:
“Tengo una buena noticia que darle. He fregado a los gringos, decretando la
reivindicación de las salitreras y no podrán quitárnoslas por más que se fuerce el
mundo entero…espero que Chile no intervendrá en este asunto empleando la fuerza;
su conducta con la Argentina revela de manera inequívoca su debilidad e
importancia; pero si nos declara la guerra, podemos contar con el apoyo del Perú a
quien exigiremos el cumplimiento del tratado secreto”. (2004, p. 137)”
Al parecer Hilarión Daza tenía la confianza de que Chile no se revelaría en contra de la
decisión del alza de impuesto de 10 centavos. No obstante, al parecer Daza desconocía que
Chile pasaba por una “profunda crisis económica que durante el mandato de Pinto se
agravó de manera considerable” (Mc Evoy, 2004, p.35) y que el conflicto generaría una
oportunidad para escapar de esta delicada situación.
Pero Villalobos insiste en que el gobierno chileno actuó “no por apoyar los intereses de los
accionistas en la zona, sino para respetar el tratado de 1874 y que siempre tuvo mejor
disposición para negociar una posible salida a esta rencilla” (2004) pero parece ser que no
existió un acertado acuerdo diplomático entre Bolivia y Chile, por lo tanto el gobierno
28
boliviano actuó de manera particular y mantuvo los 10 centavos de impuesto y subastó
finalmentela Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta.
El gobierno chileno ante esta situación, le pide a su representante en La Paz, que se dirija al
gobierno boliviano para que no realice esta subasta, con un ultimátum de 48 horas o el
quiebre de las relaciones diplomáticas era un hecho, justificándose en la violación del
tratado de 1874.
Bolivia no dio respuesta ante este ultimátum, por lo que el gobierno chileno le declaró la
guerra el 12 de febrero de 1879 y la supuesta confianza de Daza frente a la respuesta
chilena se desvaneció por completo.
Si Daza previó una guerra con Chile, tomando en consideración la carta que envió a
Zapara, se cuestiona el por qué no dio una respuesta inmediata al ultimátum que Chile le
ofreció y se llega nuevamente a una solución diplomática al igual que todos sus
predecesores. La explicación se desprende de un dato que nos revela Arguedas sobre las
comunicaciones entre la Paz y Antofagasta:
“En aquel tiempo Bolivia no estaba ligada por teléfono a ningún país de la costa, y
que todas las noticas del exterior las recibía por medio del correo y quince o veinte
días o más de producirse un hecho de trascendencia en cualquiera de los países
limítrofes” (1922. p.282)
Ante este escenario, el problema del inicio del conflicto parece ser la falta de comunicación
clara entre Bolivia y Chile, que generó como consecuencia el quiebre diplomático, más aún
si las tensiones entre ambos países estaban al rojo vivo, por ende cualquier respuesta bélica
podría generar una respuesta con las mismas dimensiones.
Se debe tener en cuenta también que las pretensiones primaron por sobre el interés de
realizar acuerdos diplomáticos, dado que el salitre y el guano situado en torno a la provincia
29
peruana de Tarapacá y la provincia boliviana de Antofagasta, era materia prima básica en la
industria de la guerra y en la agricultura, que estaban en manos de accionistas chilenos e
ingleses los cuales generaban grandes ingresos para sus cuentas privadas.
La historiografía boliviana y peruana según Villalobos acusan a los accionistas chilenos de
presionar al gobierno de Aníbal Pinto para que interviniese de manera tajante ante la
disyuntiva generada en torno al impuesto. Pero Mc Evoyseñala que Chile desde su inicio
Republicano tenía la visión de expandirse, debido a su precaria economía, centrada en la
agricultura, que fue legada de su época colonial, concordando con Concha que nos
menciona que “la crisis se agudizó durante el gobierno de Aníbal Pinto, a pesar de las
medidas que éste implementó debido a que las exportaciones se redujeron y la producción
disminuyó, pero que esta crisis dio un vuelco al estallar la Guerra del Pacífico” (2010, p.
236), por ende la guerra era un camino válido para salir de la crisis tomando en
consideración estas palabras.
También se debe tomar en cuenta que la presión no existió solo en el mundo privado, sino
también del mundo civil. Como coincidimos nuevamente con Mc Evoyen que la prensa fue
unos de los promotores de la beligerancia en la población”, basado en las gestas que tuvo el
país, durante su período de emancipación.
Los periódicos eran el único medio de comunicación, donde entre una amalgama de
anuncios publicitarios, las noticas que generalmente anunciaban era para tomar las armas
afrente al enemigo, que al parecer era la tónica en las regiones.
En Santiago, el clima del conflicto no era en contra del enemigo, sino más bien en contra
del presidente Aníbal Pinto, que en general representa cierta pasividad ante estas protestas y
el inminente quiebre diplomático. Pero por otro lado el Ministro del Interior, Antonio Varas
era el hombre que representaba un poco del conservadurismo liberal dentro del mismo
gobierno.
30
En palabras de Mc Evoy “El plan maestro para operar en los diferentes niveles que la
guerra requería fue elaborado, por el gabinete presidido por Varas” (2011, p.41) dado a que
su experiencia política lo abalaba en ser un hombre decidido ante situaciones de
emergencia, más aún si las políticas del Presidente no respondían ante una crisis económica
dilatada y las protestas de un pueblo descontento.
La crisis económica chilena, como menciona Encina (1950), viene aparejada de la crisis
mundial, que se generó en nuestro país una crisis bursátil y de cambio hacia 1873, que trajo
como consecuencia la escases de moneda, sin mencionar la imprudente gestión financiera
de la clase dirigente complementándose con lo que Mc Evoy nos plantea
“La profunda crisis económica que Chile debió enfrentar en la década de 1870 se
agudizó durante el mandato de Pinto. Los embates de un clima inmisericorde,
responsable de la ruina de la agricultura y de la hambruna generalizada…colocaron
al sucesor de Errázuriz en el disparador.” (2011 p. 35)
Esta profunda crisis explica con justa razón la gran cantidad de chilenos que llegaron desde
al sur hacia la zona del desierto de Atacama, dado que parece ser que por parte del gobierno
no existía la respuesta adecuada que ayudara a combatir este problema.
Es por ello que el Estado, según Mc Evoydebió accionar su máquina civilizadora, que
comenzaría con la Guerra del Pacífico, extendiéndose también a sus fronteras en el sur, con
la ocupación de la Araucanía como monopolizador de la violencia, que ayudaría a
conformar un nuevo territorio, donde la tranquilidad y la economía prospera sin
dificultades.
Por otro lado, Bolivia y Perú también pasaban por severos problemas internos, que
derivaron en grandes crisis económicas.
31
En Bolivia la cuestión política interna era inestable debido a los sucesivos Golpes de Estado
que sufrían los gobernantes, por ello les fue muy complejo progresar continuamente, lo que
llevó a algunos gobiernos a actuar bajo sus propias conveniencias, tomando decisiones
apresuradas sobre problemas que le afectaban internamente. Pero llama la atención que ante
los problemas externos, sabían resolver de manera diplomática, cualquier conflicto en el
cual estuvieran involucrados.
Perú,por su parte, distaba mucho del antiguo territorio rico en oro, limitándose en el siglo
XIX, al igual que Chile, a la producción agrícola y a la extracción de salitre y guano del
cual sus arcas fiscales dependían en gran medida. A partir de esto último y debido a la
creciente crisis económica que llevó a tener una deuda externa enorme,es que el gobierno
de Mariano Prado necesitaba frenar de manera inmediata esta problemática. La solución
para el gobierno fue la nacionalización de las empresas salitreras que estaban ubicadas en
su territorio delegando a los bancos y a la Casa Gibbssu reivindicación tal y como nos
menciona Ravest:
“Los intereses del Estado, de los Bancos Asociados y de "la Casa" confluían
armónicamente en dos puntos fundamentales: el volumen de producción y el de
exportación del salitre. El consorcio controlaría la primera a través de la cuota
acordada con cada elaborador en el respectivo convenio, y los tributos a la
exportación de los productores renuentes a vender sus oficinas se encargarían de
desalentarla” (2008, p. 68).
Pero dentro de este proyecto de nacionalización, también existía un proyecto de
monopolización, lo que implicaba tener al salitre cómo única vía de producción en
desmedro del guano. Villalobos a partir de la tesis que elabora Alfonso Bravo:
“ThePeruvianExportation of the Tarapacá NitrateIndustry, 1875-1879”, concluye que el
gobierno peruano tomó esta decisión porque su propósito era mantener bajo control la cuota
de venta e impedir un descenso del precio, que a su vez permitiría el incremento de las
ingresos fiscales. Esto por supuesto afectó a muchos capitales extranjeros, de los cuales
32
algunos pocos eran accionistas chilenos, que desde Valparaíso hacían sentir su malestar,
pero sin recurrir a la protección del gobierno, tal como los accionistas de Compañía de
Salitre y Ferrocarril lo hizo.
El gobierno de Mariano Prado, observando las
diferencias manifiestas entre los gobiernos de
Bolivia y Chile, decidió intervenir para que estas
vicisitudes no llegaran a ser más graves de lo que
eran, para así llegar a un entendimiento con el
cual la estabilidad en la región continuara y que a
pesar del tratado secreto de 1873, Perúadoptara la
neutralidad.
Pero otra vez los problemas de comunicación
generaron un vuelco en las pretensiones peruanas
de que Bolivia y Chile se mantuvieran las
relaciones cordiales.
Al igual como Perú envió a La Paz a José Luís Quiñones para proponer el arbitraje, hacia
Chile se dirigía José Antonio Lavalle para proponer al gobierno chileno quitar los barcos
chilenos que se encontraban encallados en Antofagasta para así negociar la paz.
Muchos autores hablan de la llegada de Lavalle al puerto de Valparaíso y su reunión con
Aníbal Pinto y Domingo Santa María, pero sin duda entre los más interesantes se encuentra
el ex Presidente de Perú (1886 a 1890 y de 1894 a 1895) y combatiente en la Guerra del
Pacífico como mariscal, Andrés Cáceres (1924), refiriéndose así a la llegada del
diplomático peruano a Chile y a la reunión que tuvo con los diplomáticos chilenos.
“El 1 marzo de 1879…una muchedumbre de más de 3000 hombres del pueblo
esperaba que pusiera pie en tierra para hacerlo objeto de sus airados insultos y
amenazas. Felizmente, la enérgica actitud del Intendente de Valparaíso, Altamirano
Imagen 4: José Antonio Lavalle,
delegado peruano encargado de dialogar
con el gobierno chileno para evitar el
conflicto con Bolivia. Fuente:
http://condedepremioreal.homestead.com/
33
y la presencia de numerosa fuerza armada, impidieron que el pueblo consumase el
atentado que proyectaba. Este mismo día, a las cinco de la tarde, se dirigió en tren a
Santiago…
…Ante esto el gobierno de Santiago le prodigó toda la clase de consideraciones y le
manifestó su sentimiento por los hechos bochornosos. Pero la cortesía del gobierno
en nada disminuyó el acre tono de la prensa santiaguina contra el Perú…
…Lavalle declara ante los diplomáticos chilenos las intensiones de arbitrar por parte
del Perú el litigio que Bolivia y Chile tenían…
…De esta manera el ministro Lavalle se encontró anta una nueva cuestión, para
tratar sobre la cual no tenía instrucciones de su gobierno, debiendo comunicárselo
inmediatamente, como así lo expresó e hizo…
…A su vez, el ministro de relaciones exteriores Domingo Santa María, preguntó a
Lavalle al finalizar la conferencia, lo que había cierto sobre un tratado secreto de
alianza celebrado entre el Perú y Bolivia en el año 1873. Lavalle contestó que
ignoraba la existencia de tal tratado pero que, habiendo oído hablar de él en Chile,
había perdido informaciones a su gobierno...
…Estas informaciones estaban camino a Santiago, en ellas se decía a Lavalle que
afirmara la existencia del tratado de alianza, pero Perú no veía la necesidad de
cumplirlo si Chile retiraba sus fuerzas del litoral boliviano…
…Esto fue rechazado por Chile debido a que no podía abandonar a los ciudadanos
chilenos que lo habilitaban al despotismo y a la perpetua anarquía en Bolivia…
…El 25 de Marzo escribió el presidente chileno a nuestro ministro, insistiendo en
pedirle la declaración de neutralidad del Perú. Pero al mismo tiempo supo Lavalle
que la escuadra chilena había recibido orden de mantenerse lista para zarpar hacia
las costas del Perú a la primera señal…
…El 31 de Marzo recibió Lavalle copia del tratado de Perú y Bolivia, y le dio
lectura ante el presidente manifestando que, como podía ver, el pacto ese no
envolvía una amenaza alguna para la seguridad de Chile, y que solo era un tratado
general de alianza defensiva, cuyo objeto era sobre todo afianzar las algo debilitadas
relaciones del Perú con Bolivia…
…El día 3 de Abril Lavalle dirigió una nota urgente a la cancillería chilena,
pidiendo la veracidad sobre la información, de que la prensa publicó que Chile le
había declarado la guerra al Perú, recibiendo una respuesta en la cual se decía que la
conducta del Perú era muy irregular entonces, pues había firmado un pacto secreto
de alianza con Bolivia no quería declararse neutral, declarándose rotas las
relaciones con Perú” (1924, p. 13).
Sabemos que la cita anterior es extensa, pero a su vez las razones por las cuales la
integramos en nuestra investigación es por el hecho de que en ninguna de las obras que
contamos se describen con nivel de detalle la reunión del plenipotenciario peruano con los
diplomáticos chilenos.
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Las dudas sobre la veracidad de la cita pueden caer en la cantidad de hombre que menciona
al principio, pero es entendido que los mandatarios tienen acceso a material muchas veces
inédito, lo cual nos permite acercarnos un poco más a la intimidad de estas reuniones.
En cuanto a lo que plantea el autor es clarificador en cuanto a la entrada del Perú al
conflicto, pero Villalobos nos revela un dato interesaste respecto a Lavalle y su
conocimiento del tratado, “en los años 1874, 1876 y 1878, Lavalle presidió la Comisión
Diplomática del Congreso y todo hace suponer que no puedo ignorar la existencia del
tratado y la orientación de sus estipulaciones”(2004, p. 147). Pero si Lavalle es acusado de
conocer el tratado, Chile no se queda muy atrás. Según el mismo Cáceres era ya conocido
el tratado por los políticos chilenos desde que se firmó, como bien lo prueban, las alusiones
que hizo el presidente chileno, y además el hecho de haber invitado a la Argentina a entrar
en una alianza con Chile, aunque no podemos eludir el hecho de que en sus inicios Perú y
Bolivia pretendían también tener una alianza con Argentina.
La historiografía chilena y peruana se debate en torno a las buenas intensiones de
negociación de su gobierno, frente a la intriga de los diplomáticos extranjeros.
Es así como justifica la historiografía peruanadesde su mirada, el ingreso al conflicto,
donde claramente ven que Chile les declaró la guerra a pesar del que Perú trató de hacer lo
imposible, en el plano diplomático, para explicar al gobierno chileno el tratado secreto de
1873 y que este último rechazó la condiciones de Lavalle, porque cedió a las presiones de
los privados y de las protestas de las población, sin mencionar las cada vez más deplorables
condiciones económicas del país, que a partir de la guerra, saldría de esta profunda crisis.
Por supuesto no es parte de este trabajo estar a favor o en contra de una postura u otra, sino
clarificar algunos detalles que la misma bibliografía nos estrega y que se confronta a modo
de entender las motivaciones por las cuales los tres países entraron en conflicto.
35
Por otro lado la historiografía chilena justifica su declaración de guerra al Perú debido a
que éste tenía un pacto secreto con Bolivia y al no querer mantener su neutralidad, le
declara la guerra.
Como hemos analizado en este capítulo, es difícil crear un consenso claro sobre las
motivaciones específicas del ingreso de cada país al conflicto, aún así hemos visto que
todas estas motivaciones llegan a ejes comunes.
La primera motivación es la económica, donde los tres países están involucrados. Era claro
que la región sufría por una grave crisis económica, aparejada con la crisis mundial. Por
ello los tres gobiernos (Bolivia, Chile y Perú) adoptaron medidas extremas para poder
superar de manera gradual esta crisis.
Para Bolivia una de las formas de palear tal crisis fue instaurar un impuesto de 10 centavos
por quintal de salitre exportado a las empresas que explotaban el recurso en el litoral. Esto
motivó el desencadenamiento de una diplomacia frustrada entre ambos países que
finalmente desencadenó el ingreso de Bolivia al conflicto.
Por otro lado, Chile veía en el salitre una salida plausible para la gran crisis, dado que el oro
y la plata escaseaba, sin mencionar la continua caída de la agricultura. El ingreso de Chile
puede ser motivado por el lado económico, directamente, como ya ha explicado la
bibliografía peruana y boliviana o indirectamente, como consecuencia de ganar la misma
guerra y la incorporación posterior de los territorios ricos en salitre.
El proyecto de nacionalización peruano no es parte de las motivaciones de su ingreso a la
guerra, pero esto demuestra lo importante que era el salitre para que el auge económico de
los tres países.
Es por ello, que a pesar que la Guerra del Pacífico, desde la historiografía militar fue clave
para las pretensiones del ganador, es el salitre y el guano (en menor medida) la verdadera
36
motivación de los gobiernos bolivianos, chilenos y peruanos, al defender sus pretensiones
sobre él.
Otras motivaciones que se desprenden del inicio del conflicto son las diplomáticas, porque
a pesar de diferencias que suscitaron el conflicto, existían antecedentes de buenos acuerdos
entre Bolivia, Chile y Perú, si nos remontamos a no muchos años donde la Guerra con
España ocasionó que Bolivia y Chile sortearan de buena manera sus complicaciones
territoriales a partir de tratados firmados en 1866 y su revisión en 1874, pero a su vez
Bolivia firmaba un tratado de Alianza Defensiva con Perú.
A partir de esto, es extraño que el conflicto de los 10 centavos no se resolviera de manera
pacífica, a menos que las motivaciones económicas fueran el factor determinante para que
estas animosidades no se resolvieran de manera diplomática.
Nuestros autores referentesno son lo suficientemente claros en llegar a un consenso sobre
las motivaciones específicas, pero a partir de lo que proponen en sus trabajos,se desprende
que hubo motivaciones económicas, es por ello que las relaciones diplomáticas se
rompieron. Aún así no podemos negar que efectivamente existieron tratativas diplomáticas,
pero no proliferaron.
Es así como se rompieron trece años de diplomacia fructífera, lo cual desencadenaría una
de las guerras más penosas que la historia latinoamericana pueda contar y que repercute
hasta nuestros días, a tal punto que la misma historiografía de los tres países no ha llegado a
un consenso claro, buscando muchas veces culpables en el enemigo, a pesar del grado de
nacionalismo que tenga.
37
Capítulo III: Consecuencias diplomáticas de la guerra por el salitre y el guano.
Visión panorámica sobre las consecuencias de la guerra por el salitre y el guano.
Como hemos mencionado, no es parte de este trabajo hablar sobre hechos que no presentan
discusión historiográfica, entre ellos las batallas que ocurrieron durante la guerra. Es por
ello que en el presente capítulo se abordarán los acercamientos diplomáticos entre Bolivia,
Chile y Perú, entre 1883 y 1929. Estos tratados son una consecuencia directa del conflicto,
al construir la base para las nuevas conformaciones territoriales, pero también para los
resquemores y los nacionalismos exacerbados en contra del o los países vecinos.
Por otro lado, el conflicto revivió el espíritu diplomático entre Bolivia, Chile y Perú, pero
por supuesto en otras condiciones, el ejército chileno instalado en tierras bolivianas y
peruanas no debió tener problemas en que los gobernantes de estos países firmaran entre
1883 y 1884, tratados con los cuales perderían para siempre vastas zonas en donde existían
grandes riquezas que hicieron que Chile no solo fuera beneficiado territorialmente, sino
también económicamente.
Es claro que los tratados modificaron de manera considerable las fronteras políticas, al ser
Chile el gran beneficiado. A su vez, Perú perdió enclaves importantes de la región de
Tarapacá como Iquique y Pisagua, en cambio Bolivia perdió todos los territorios situados al
sur del paralelo 23°, entre ellos el puerto de Antofagasta, lugar donde estalló el conflicto.
Como consecuencia de lo anterior, Bolivia y Perú, también perdieron los recursos salitreros
que abundaban en sus territorios, por lo que Chile quedó como el único productor de salitre
en la región. Por supuesto el gobierno de Domingo Santa María, daría las concesiones
necesarias para no explotar directamente el salitre, por ello es que los capitales privados
ingleses en su mayoría, se harían de la explotación del preciado recurso y queda Chile
38
como un Estado que permitía el Laizzes Faire, cobrando solo un pequeño impuesto a la
industria salitrera.
Pero para los vencidos el problema que aparejó el conflicto contra Chile, no es la pérdida
del preciado recurso, sino más bien que la herida que dejó la guerra fue la pérdida de
grandes y extensos territorios, más aún para Bolivia, donde vería en los tratados, el final de
su soberanía en las costas del pacífico. Ante esto uno de los autores bolivianos, José Ochoa
es enfático en señalar que:
“Dos fases tiene la cuestión que ha motivado la guerra: el impuesto de los diez
centavos con que Bolivia gravó los salitres de la compañía explotadora (anónima)
de Antofagasta, y la cuestión diplomática metamorfoseada de la privada en
diplomática por Chile aprovecho así un incidente particular de algunos de sus
nacionales en territorio extranjero, para dar cauce abierto a sus pretensiones de
conquista y piratería, harto tiempo contenidas al frente de nuestros ricos y
florecientes territorios del litoral, que en mala hora colindan con Chile, y que, en
holocausto á los principios americanismo y paz continental, se les mutilo, en parte y
en hora aciaga para Bolivia”. (1899, p.2).
Para Ochoa la Guerra del Pacífico tiene dos grandes motivaciones; la primera se encuentra
intrínsecamente ligada a la tan bullada alza de los diez centavos impuesta por el aquel
entonces presidente de Bolivia Hilarión Daza, mientras que la segunda se enmarca bajo las
relaciones diplomáticas entre la nación rivereña y la altiplánica.
Aún así Arguedas, autor referente boliviano analiza de manera más crítica la pérdida de su
litoral, al concluir que “resulta entones patente que la desgracia de Bolivia fue el ignorar la
riqueza que atesoraba su litoral y en no haber tenido los medios de defenderlas cuando la
conoció”. (1922, p. 283). Estas dos visiones, de Ochoa y Arguedas, han sido parte de la
construcción boliviana del conflicto y que se ve reiterada en declaraciones de mandatarios
39
bolivianos frente a su demanda marítima, donde ven en el acto diplomático entre Bolivia y
Chile,un acto injusto.
La diplomacia puede ser la mejor instancia para llegar a acuerdo, pero entre los años 1883 y
1929, los tratados, en vez de acercar las relaciones rotas entre los países beligerantes,
generó un profundo resentimiento en las poblaciones de Bolivia, Chile y Perú, donde el
nacionalismo chovinista se propagó a nivel político y civil, llegando a instancias tan
importantes como la educación.
Este nacionalismo surge a partir de los autores que nacieron bajo el contexto de la guerra,
donde escritores e historiadores forjaron bajo su pluma el odio infundado hacia el otro.
Autores como Nicolás Palacios con su obra Raza Chilena de 1904, exacerba las
características raciales del chileno, mencionando que éste es superior debido a su
configuración racial, fundado en la ideas Darwinistas que imperaban en la época. En esta
misma línea, se encuentra Francisco Encina en su Historia de Chile (1950), exalta el
heroísmo de los soldados, frente a la debilidad racial del otro, ha sido muy solicitada en las
aulas chilenas, claro que después fue editado por Leopoldo Castedo para eliminar los rasgos
racistas.
En Bolivia y en Perú ya hemos mencionado algunos autores como Ochoa (1899) y Mercado
(1956) y Cáceres (1924) que visualizan el conflicto como una guerra injusta y totalmente
inevitable si no fueras por la ambiciones de Chile, al englobar a su Estado, gobierno y
población, dentro de los conspiradores.
Es por ello que los tratados entre Bolivia, Chile y Perú, en su espíritu, no lograron conciliar
las animosidades que han existido durante más de un siglo, que incluso ha llegado a las
poblaciones de cada país. Por lo tanto en el siguiente apartado revisaremos nuevamente los
tratados que vinieron suscitados desde el fin del conflicto, al confrontarse a la luz de la
bibliografía referente, para así entender el surgimiento de estos resquemores.
40
Análisis historiográfico sobre los tratados realizados entre 1883 a 1929.
Los tratados no muchas veces generan satisfacción en ambas partes que los firman. Antes
de 1879, por supuesto, la diplomacia entre Bolivia, Chile y Perú, como se ha analizado, era
próspera, pero teniéndose como antecedente una guerra, el vencedor siempre va a querer
imponer sus condiciones ante el vencido.
A pesar de los intentos de intervención temprana de los países latinoamericanos, inspirados
en la Doctrina Monroe, la guerra al parecer era la medida de resolución para llegar a un
acuerdo definitivo, se toma en consideración que las conferencias de Arica fracasarían al no
llegar a un acuerdo de paz entrelos países en conflicto.
Otro hecho que pudo haber cambiado rumbo del conflicto, fue que a pesar que las fuerzas
estaban concentradas en Lima, hacia 1881, Chile hizo nuevamente gala de la diplomacia
para limar asperezas con su vecino Argentina.
Es conocido que durante mucho tiempo ambos países estuvieron en continua discrepancia
por definir los límites en el territorio patagónico, valor subestimado de suelo que dio paso
para que como última medida de Pinto antes de terminar su mandato, diera luz verde a que
Argentina obtuviera gran parte de la Patagonia y que Chile sólo controlará el estrecho de
Magallanes y la mitad de la isla Grande de Tierra del Fuego.
Una justificación para que Chile cediera gran parte de su territorio, al parecer no fue por el
hecho de que estuviera toda su fuerza concentrada en el conflicto del norte o por las ideas
Darwinistas que habían llegado a Chile pocos años antes, sino que razones más ocultas que
son materia de análisis por algunos historiadores bolivianos que mencionan una supuesta
triple alianza argentina-boliviana-peruana en contra de Chile, es por eso que este último, sin
remedio debió negociar de inmediato con Argentina un acuerdo que pusiera fin a sus
41
divergencias1. Lo anterior, se puede complementar en algunos pasajes donde Varios
Autores (1989) concluye que el tratado fue escrito con una redacción inadecuada y con
claros desconocimientos geográficos, por lo tanto, el tratado fue hecho de forma
apresurada, sin investigaciones de fondo. Es interesante como algunos hechos ajenos al
conflicto, pueden llegar a tener una importante trascendencia y los historiadores han dado
buenas demostraciones que no todo está dicho sobre un hecho específico.
Pero, enfocándonos nuevamente en el Tratado que firmaron hacia octubre 1883, Chile y el
Perú, el llamado Tratado de Ancón, que sostenía el dominio chileno a perpetuidad sobre la
provincia de Tarapacá, fue firmado por Miguel Iglesias, Presidente peruano en aquel
entonces, con el debido intervencionismo estadounidense en las negociaciones de paz. Pero
esta firma no estuvo exenta de complicaciones.
Como hemos mencionado anteriormente, Andrés Cáceres, hacia 1924 escribió sus
memorias sobre la Guerra del Pacífico, de las cuales se ha extraído valiosa información.
Pero antes de ser Presidente, fue Mariscal en el conflicto, además de una voz dirigente entre
las tropas peruanas.
Es por ello, que la firma del tratado pasó por varias complicaciones, entre ellas la nula
disposición de Cáceres a firmar la paz, por el hecho que rompería un tratado anterior, el
pacto de alianza defensiva con Bolivia de 1973. Pero más aún, Iglesias estaba dispuesto a
ceder territorio para que el conflicto terminara de forma diplomática.
Una razón por la cual Iglesias se vio arrastrado a la firma del tratado, según Pease (1993)
fue la severa crisis económica interna y el inminente conflicto con Cáceres, que detonaría la
guerra civil. Por lo tanto el presidente de Perú buscaba una forma rápida para salir de un
problema y centrar todas sus fuerzas en combatir otro.
1Para una profundización sobre este tema en cuestión, ver el documental “sobre el mar boliviano”, disponible
online, el cual será analizado en el apartado número cuatro del presente trabajo.
42
Por supuesto el tratado
beneficiaba solo a una de las
partes. El gasto económico que
generó el conflicto no se solventó,
debido a la pérdida de los
territorios ricos en salitre por parte
del Perú. A su vez los
departamentos de Tacna y Arica
estuvieron por muchos años
(alrededor de 46) sin dirimir para
que país pertenecían. Durante
estos años, muchos interventores
estadounidenses querían zanjar en
definitiva esta cuestión, pero
las negociaciones se
postergaban por dificultades
sucesivas.
A partir de estas dificultadesFermandois (2011) concluye que se debieron a la
imposibilidad del Perú de pagar la suma que significaba la indemnización de la entrega de
uno de los departamentos y lo que significaba la victoria en del Morro de Arica para la
población residente. Esto explica en cierta forma las tratativas que representaba firmar un
acuerdo definitivo
En el gobierno de Arturo Alessandri nuevamente abre las relaciones bilaterales, que
tomarían forma hacia 1926, pero su posterior derrocamiento hizo que se postergaran
nuevamente las conversaciones, aunque no por mucho tiempo, dado que hacia 1929 Carlos
Ibáñez del Campo optaría por aceptar el ultimátum que Estados Unidos le había dado, esto
consistía en retirarse si no se resolvía el caso.
Mapa político hacia 1929 donde se observa cómo se limitó la
línea de la concordia a partir del Tratado de Lima.Fuente:
http://atlasgeohistorico.blogspot.com/2010_07_01_archive.html
43
Es así como el gobierno chileno firmaría finalmente el Tratado de Lima de 1929, acordado
en la susodicha ciudad, al decidir que Tacna pasaría a manos de Perú y Arica a manos de
Chile, este último indemnizando al Perú con 6 millones de dólares, lo que a su vez permitía
fijar la línea de la concordia de acuerdo al ferrocarril que recorría desde Arica hacia La Paz,
10 km más al norte.
A pesar de zanjar los dos gobiernos en forma definitiva el tratado, en la población de ambos
países comenzaban las primeras hostilidades de carácter nacionalistas. “Entonces, la pugna
por Tacna y Arica provocó que los recuerdos de la Guerra del Pacífico se magnifiquen y la
hostilidad aparezca como el sentimiento principal entre ambas naciones” (Fermandois,
2011, p. 18), que se vería reflejada en la construcción historiográfica de ambos países unos
pocos años después, sin mencionar el rol formador de la educación frente a esta
problemática.
Por otro lado, las relaciones entre Bolivia y Chile también terminaron en acuerdos
diplomáticos. El primero de ellos fue el Pacto de Tregua de 1884, firmado en la ciudad de
Valparaíso y se coloca fin a 5 años de conflicto, donde Bolivia perdería a perpetuidad el
territorio comprendido entre el paralelo 23° y la desembocadura del río Loa,y se
restablecían en definitiva las relaciones comerciales entre ambos países.
Pero al decretarse este pacto, algunas cuestiones quedaban aún sin resolver, entre ellas era
la pretensiones bolivianas de tener un puerto en el litoral para poder exportar sus recursos.
Para Arguedas el impacto del tratado, en plano económico, provocaría que “los productos
de ambos países debían de gozar de toda suerte de franquicias, cayendo de este modo
Bolivia en plena dependencia económica ya que, siendo pocos y escasos sus artículos de
exportación, se veía forzada a recibir los chilenos, que representaban un mayor volumen y
no guardaban relación con los bolivianos” (1922, p. 326).
Lo anterior produjo que se generaran rencillas dentro de Bolivia, porque claramente el
pacto representaba una pérdida en el ámbito económico y territorial. Los historiadores
44
chilenos referentes en nuestra investigación, son bien escuetos y solo señalan las
condiciones que están inmersas dentro del mismo pacto.
Es claro que el pacto era momentáneo y las condiciones del mismo debían revisarse
nuevamente. Es por ello que hacia 1904 ambos países firman un tratado definitivo
denominado "Tratado de Paz, Amistad y Comercio”, que zanjaría de manera definitiva la
pérdida de Bolivia de su litoral y unos 7000 km cuadrados de Altiplano que para el autor
boliviano Roca “noestaban incluidos en el Pacto de Tregua de abril de 1884 y donde
existían ricos yacimientos minerales en plena explotación. Otorgandocompensaciones
económicas, el país vencedor buscó mitigar laspérdidas del vencido instándolo a olvidar el
pasado y a restablecer unabuena vecindad” (2004, p. 11), antecedente importante para
entender porqué, para el autor, en este tratado se firmó la paz, pero no la amistad entre
ambos países.
A partir de esto, los gobiernos posteriores de Bolivia, trataron de nuevamente revisar las
disposiciones del tratado, pero los gobiernos de Chile no propusieron una nueva revisión y
hasta nuestros días el tratado se ha mantenido firme.
Esto ha sido parte de la reivindicación de Bolivia por más de 100 años de su litoral, lo que
ha generado discusión en la población chilena, que ve en la demanda marítima una
exageración por parte del gobierno boliviano o una cuestión que se debe zanjar al otorgar
una salida o un enclave para que Bolivia tenga soberanía en el litoral.
Por supuesto el gobierno chileno se ha negado rotundamente a resolver estamolestia, lo que
se justifica en que los bolivianos tienen libre paso por Chile además del uso de sus puertos
para el intercambio comercial.A tal punto ha llegado esta cuestión, que Bolivia ha recurrido
a organismos supraestatales para encontrar una respuesta satisfactoria frente a su demanda.
Los tratados que han sido analizados, han construido una fuerte controversia en la
historiografía de cada país, lo que traído rencillas entre pueblos que se supone son
45
hermanos. Incluso la enseñanza en las escuelas se ha formado la visión que convenga
justificar la guerra y los tratados que dieron fin a la misma.
La tecnología ha generado una nueva forma de masificar las causas, desarrollo y las
consecuencias de la Guerra del Pacífico, escapándose de los libros de historia a las
pantallas de televisores de millones de personas, a partir de documentales que demuestran
la visión de los vencederos y vencidos en el conflicto. Es interesante como este instrumento
a su vez genera una instancia de análisis y debate, lo que enriquece el conocimiento de la
población de los tres países.
46
Capítulo IV: La guerra a través de documentales realizados en las tres países
Documentales como memoria histórica sobre Guerra del Pacífico
Entendemos que filmar es observar y eso quiere decir, adentrarse en un acontecimiento o de
un lugar específico para captar como se vive o netamente como se vivió un hecho
determinado en una locación geográfica determinada. Para Breschand (2004) el
documental, constantemente, confronta épocas y enseña al público qué se transforma y
cómo se transforma. Se puede decir que sin historia no habría documental, el cine
documental trabaja sobre la realidad, más bien la representa, esto quiere decir, que siempre
el documental se encontrará intrínsecamente relacionado con la historia.
Para Michael Rabiger, “el documental explora personas y situaciones reales” (2001, p.17).
El documental es un testigo fidedigno de hechos suscitados en un tiempo y espacio
determinado. De igual manera, este crea significados a través de contenidos, muchas veces
estos significados son compartidos por los espectadores si pertenecen al mismo contexto.
El documental recurre a la retórica en la capacidad de credibilidad que se obtiene a partir
de narraciones e imágenes, la intención principal del documental es persuadir al público,
pues, a través de los éstos se puede introducir el desarrollo de patrones ideológicos que
configuran la idiosincrasia de las diversas sociedades que conforman un continente.
A través de esta herramienta persuasiva, fundamentada en la historia en vivencias
fidedignas, desarrollada en un tiempo y espacio determinado, es que la Guerra del Pacífico
llega a un público masivo.
Los tres países que vieron involucrados en la Guerra del Pacífico, es decir, Bolivia, Chile y
Perú, en los últimos años han desarrollado a través del formato cine documental una
masificación de las causas que estos tres países le han dado al conflicto de finales del siglo
XIX.
47
Está claro que tanto en Bolivia, Chile y Perú el conflicto de la Guerra del Pacífico es
abordado de diversas maneras, al considerar las causas, desarrollo y consecuencias
diferentes, las que se configuran como consecuencia de la victoria del conflicto.
En la actualidad los documentales referidos a la temática de la Guerra del Pacífico son
considerados una herramienta importante en la masificación de patrones ideológicos que
configuran la idiosincrasia de las sociedades de los países beligerantes.
Los documentales bolivianos siguen un patrón fundamentado en un nacionalismo
exacerbado, donde el país altiplánico se victimiza en relación a los hechos producidos por
la guerra, incentivando el odio en su sociedad hacia Chile.
En contraste con los documentales bolivianos, Chile, en la actualidad busca desarrollar en
su población el sentido de la integración, fundamentada en la tolerancia. No obstante,
reconocen que la causa principal del conflicto que detonó la Guerra del Pacífico fue la
violación del tratado de límites de 1874, pues se evaden, todo aquellos intereses
económicos que generó el conflicto, en sus producciones.
En comparación con los otros dos países antes mencionado, el Perú aborda la temática de
la Guerra del Pacífico desde una mirada no nacionalista. Para el grueso de la población
peruana y como así también para sus historiadores, la Guerra del Pacífico es consecuencia
de las ansias expansionistas Chile, las que se fundamentaban por las motivaciones
económicas de éste en los territorios desérticos de Atacama y Tarapacá.No está demás
decir que cada país configura sus verdades a través de los documentales y es a continuación
donde se analizará esta verdad.
48
Documental 1: Epopeya, La Guerra del Pacífico
“Epopeya, La Guerra del Pacífico” es una mini serie de televisión chilena, con carácter de
documental histórico sobre la Guerra del Pacífico. Este documental fue realizado y emitido
bajo la alianza de televisión nacional de Chile (en territorio chileno) con The History
Channel (Latinoamérica)
El reparto del documental está a cargo del periodista chileno Rafael Cavada y
protagonizado por un soldado chileno (anónimo), cuyos restos fueron encontrados en el
distrito limeño de Chorrillos en el año 1998.
El documental no estuvo exento de problemas, por ello fue postergado, cuando el
embajador de Perú en Chile, Hugo Otero manifestó su preocupación por el contenido de
éste al canciller Alejandro Foxley, mencionando que podría comprometer las relaciones
diplomáticas entre Chile y Perú.
Título: Epopeya, La Guerra del Pacífico
Dirección: Televisión nacional de Chile
País: Chile
Año: 2007
Duración: 156 minutos
Género: Documental
Web:http://www.documentales-online.com/epopeya-la-
guerra-del-pacifico/
Distribuidora: TVN y The History Channel
Productora: The History Channel
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Esta postergación, también fue apoyada el 13 de marzo de 2007 por el edil de Arica,
Carlos Valcarce, para evitar que se exacerbaran los ánimos, y que se perjudicara la
integración Arica-Tacna.
A pesar de los problemas de emisión, finalmente el capítulo 1 del documental fue
presentado por TVN el 6 mayo del 2007, recibió tanto críticas positivas como negativas,
ante eso, se siguieron emitiendo con normalidad todos sus capítulos.
La dinámica del documental histórico “Epopeya, La Guerra del Pacífico”, recae en la
interacción de personas civiles y connotados historiadores que configuran un relato
histórico-critico del conflicto de finales del siglo XIX. Los historiadores que colaboraron
en el documentan son:
Bolivianos
Rodrigo Becerra de la Roca.
Jorge Siles.
Chilenos
Alfredo Jocelyn-Holt.
Gabriel Salazar.
Raúl Sohr.
Sergio Villalobos.
Peruanos
Fernando Casaretto.
Joseph Dager.
Sinesio López.
Nelson Manrique.
Jaime Romero.
50
El relato histórico del documental es netamente historia militar y oficial. La peculiaridad
del documental “Epopeya, La Guerra del Pacífico” es que se realiza bajo las diversas
corrientes historiográficas insertadas en cada uno de los países, que se vieron involucrados
en el conflicto, las que postulan; motivaciones, causas y consecuencias del conflicto.
A partir de lo anterior, se puede apreciar que para los historiadores chilenos antes
mencionados, relacionan las causas que desencadenaron el conflicto, se encuentran
intrínsecamente ligadas al ámbito diplomático, siendo la violación del artículo número 4
del tratado de 1874 como el detonante de la Guerra.
Bolivia pregona un nacionalismo exacerbado, que se fundamenta en el odio hacia Chile;
sentimiento que se gesta desde la formación escolar de los niños y jóvenes bolivianos. Cabe
mencionar que para los historiadores y población boliviana la causa que desencadenó el
conflicto es debido a la usurpación de su litoral por parte de Chile, como consecuencia de
las irracionales medidas que implemento el presidente de la época, Hilarión Daza, a quien
la población boliviana le atribuye el peyorativo de traidor y dictador.
En el caso peruano, tanto sus historiadores como la población ligan las causas del conflicto
a la ambición expansionista, motivada por los intereses económicos que Chile poseía en las
áridas tierras de Tarapacá y Atacama. Por consiguiente, para la población e historiadores
peruanos, su país se ve arrastrado a la guerra debido al Tratado de Alianza Defensiva
(1873) vigente con Bolivia.
Del documental Epopeya se puede analizar que los tres países que se vieron enfrentados en
el denominado conflicto la Guerra del Pacífico, poseen arraigado dentro su idiosincrasia el
concepto de héroe muerto en conflicto, al que se le dan reconocimientos máximos por su
heroica acción en el campo de batalla. Cada país engrandece a sus héroes, desconociendo
así, a los héroes de los otros países, pues esto debe a la visión historiográfica nacionalista,
51
que predominó gran parte del siglo XX en Chile y Perú, y que predomina hasta nuestros
días en Bolivia.
El documental Epopeya, está articulado y producido bajo la lógica de la integración, en
donde las distintas visiones historiográficas convergen de manera que el espectador no
sienta la influencia del país realizador del documental, en este caso Chile.
52
Documental 2: Sobre el mar boliviano
“Sobre el mar boliviano” es un documental histórico desarrollado el 2012 por el organismo
gubernamental boliviano Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (DIREMAR),
institución pública creada el 2011, descentralizada de derecho con personalidad jurídica,
además de autonomía de gestión administrativa y patrimonio propio bajo la tuición del
Ministerio de Relaciones Exteriores. La producción se encuentra dirigida por Pablo Michel
y narrado por José Luis Aparicio y Beatriz Méndez. Fue emitido en cines y espacios
públicos en las distintas ciudades en Bolivia.
Dentro del documental histórico se cuenta con la colaboración de connotados historiadores
bolivianos como:
Rodrigo Becerra de la Roca
Mariano Baptista
Edwin Bequer
Fernando Cajías
José Miguel Concha
María Luisa Soux
El documental “Sobre el mar boliviano” se enmarca dentro de la clasificación de
nacionalista exacerbado. El objetivo principal del documental es persuadir al receptor
Título: Sobre el mar boliviano
Dirección: Pablo Michel
País: Bolivia
Año: 2012
Duración: 90 minutos
Género: Documental
Web:https://www.youtube.com/watch?v=J0XrG
GbJxO0
Distribuidora: DIREMAR
Productora: DIREMAR
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mediante la ideología nacionalista imperante en el país altiplánico. Los patrones de
victimización frente al enemigo y generación de odio o antipatía hacia Chile son
apreciables a lo largo de la producción.
Los historiadores bolivianos configuran el relato histórico del conflicto denominado la
Guerra del Pacífico, bajo la descripción de los siguientes conceptos predominantes en la
sociedad del país altiplánico.
Cobro de 10 centavos por quintal de salitre exportado.
Expansión o disolución
Preparación militar y carrera armamentista
Diferencias culturales
En el caso del cobro de impuesto de quintal de salitre exportado con la que Chile
fundamenta el inicio de la guerra, es irracional para los historiadores bolivianos, ya que el
cobro establecido por el “dictador Hilarión Daza” era ficticio para la compañía de Salitre y
Ferrocarril de Antofagasta. Debido a que a ésta, no se le cobraba por cada quintal de salitre
exportado, pues la exportación de los minerales en el litoral boliviano era gratuita.
Los historiadores bolivianos que participaron en la producción son enfáticos en mencionar
que Chile tenía dos estrechos caminos por seguir; expandirse o desaparecer. Dicha idea, la
fundamentan en base a una expresión realizada por el ideólogo-político Diego Portales
durante los albores de la vida republicana de Chile. Al considerar la mencionada idea
planteada por los bolivianos, se puede decir que los autores del apartado número 1 de la
presente investigación, plantean que el Tratado de Alianza Defensiva entre Bolivia y Perú,
fue una respuesta ante la amenaza que significaba Chile a mediados del siglo XIX.
Son enfáticos los historiadores bolivianos en mencionar que Chile poseía mejor
preparación militar y armamentista. De manera insistente, este grupo de bolivianos
aluden a que Chile recibía ayuda constante de los inversionistas del salitre residentes en
54
Valparaíso, Santiago y en la Gran Bretaña, quienes cooperaban con dinero para comprar
armamentos, buques y ropajes para la guerra.
A vista de los historiadores bolivianos, Chile era un país pobre, limitado territorialmente y
asimismo carente de grandes recursos naturales y económicos. Por ende, la ayuda de
terceros era evidente durante la Guerra del Pacífico.
Por otro lado, Bolivia y Perú han sido naciones hermanas desde la llegada de los españoles
hasta nuestros días. Compartiendo desde la configuración étnica hasta las costumbres,
mientras que con Chile, no comparten ni siquiera las mismas costumbres y mucho menos
la configuración étnica, a la cual el país altiplánico énfasis le entrega.
Documental 3: Sucedió en el Perú: Guerra del Pacífico 1879-1883
55
“La Guerra del Pacífico 1879- 1883” es un documental histórico desarrollado el 2008 por
los productores audiovisuales Sergio Delgado (Perú), Hernán Dinamarca (Chile) y
Armando Urioste (Bolivia) presentado en el programa de televisión Sucedió en el Perú,
emitido por la cadena peruana Tv Perú y conducido por Antonio Zapata. No está de más
decir que el documental no sufrió ningún tipo de censura, debido a que solo fue emitido
masivamente en territorio peruano.
El documental cuenta con la colaboración multicultural de maestros de escuelas, gente
común y corriente, y connotados historiadores de cada uno de los países respectivos que se
vieron involucrados en el conflicto por el guano y el salitre.
Los historiadores considerados en el documental son:
Sergio Villalobos ( Chileno)
Francisco Cajias de la Vega (Boliviano)
Título: SucedióenelPerú- Guerra del Pacífico
1879-1883
Dirección: Sergio Delgado
País: Perú
Año: 2010
Duración: 55 minutos
Género: Documental
Web:https://www.youtube.com/watch?v=fu
BY8oBOVIY#t=25
Distribuidora: TV Perú
Productora: Sergio Delgado y otros.
56
El documental “Guerra del Pacífico 1879- 1883” se enmarca dentro de la clasificación de
integración de visiones historiográficas. Para Antonio Zapata es primordial que los países
que se vieron enfrentados en la Guerra del Pacífico, toleren la postura del adversario, ya
que este accionar mejora las relaciones entre ellos. Sin embargo, no se alcanza una
inclusión total del tema en discusión.
La peculiaridad del documental recae en la crítica que realiza Antonio Zapata hacia el
Perú, ésta se encuentra en relación a su desempeño en la Guerra, pues el narrador reconoce
que lamentablemente, Chile estaba mejor preparado que Bolivia y el Perú en todo ámbito
relacionado al conflicto.
Analizando el documental podemos mencionar que la producción plasma un estudio
sociológico, intrínsecamente ligado a cómo la población de los tres países percibe el
conflicto denominado la Guerra del Pacífico. Las directrices del documental son:
Cómo se enseña la Guerra del Pacífico en las escuelas de los tres países
Qué piensa la sociedad al respecto del conflicto
En los tres países beligerantes, la enseñanza de la Guerra del Pacífico se muestra de una
manera sesgada y hasta poco tolerante. Bolivia es el caso más peculiar, debido a que se
incentiva en los alumnos los patrones de victimización y el odio hacia Chile. Para el país
recién mencionado, Chile es quien tiene la culpa de toda su desgracia como nación,
ligándolo al hecho de la usurpación litoral.
En Chile, la enseñanza del conflicto de finales del siglo XIX, se realiza bajo una mirada
estrictamente diplomática, fundamentando el inicio de la guerra en base a la violación por
parte de Bolivia de los tratados limítrofes firmados entre ambos y en cómo el país
altiplánico, firma un tratado de Alianza defensiva con el Perú, ante cualquier amenaza que
represente Chile para éstos países.
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Mientras que el Perú la enseñanza del conflicto se estudia bajo una mirada diplomática-
motivacional, es decir, se les dice a los alumnos que el Perú ingresó a la guerra debido a la
alianza que tenía con Bolivia, y asimismo a los intereses que Chile tenía en el lejano
departamento de Tarapacá.
Consecuencia de la una educación altamente influenciada por las ideologías, es que cada
una de las naciones en conflicto configuran concepciones negativas en contra de sus
adversarios. El caso más latente es el boliviano, quienes miran a los chilenos como los
traidores que usurparon su litoral.
Este documental muestra simplemente una radiografía de cada uno de los países que se
vieron enfrentados en la Guerra del Pacífico, mostrándonos las diversas formas de pensar
de las poblaciones de Bolivia, Chile y Perú. Se rescata del documental, la integración con
que fue desarrollado y asimismo de la capacidad crítica del presentador en analizar el rol
que cumplió el Perú durante la guerra, no cayendo éste, en descalificativos y acusaciones.
Documental 4: Algo habrán hecho por la historia de Chile
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La serie se encuentra basada en el programa argentino “Algo habrán hecho por la historia
argentina”, realizado por Eyeworks Cuatro Cabezas. “Algo habrán hecho por la historia de
Chile” es una serie producida por los productores Luis Emilio Guzmán y Paz Egaña. Se
encuentra narrada por Francisco Melo y el historiador nacional Manuel Vicuña. El
documental fue transmitido por Televisión nacional de Chile en el trimestre de 2010, con
motivo de la conmemoración del bicentenario de Chile. Dicho no documental no sufrió
ningún tipo de censura.
“Algo habrán hecho por la historia de Chile” se configura en base a dos grandes ideas
centrales, las que se clasifican de la siguiente manera:
Relato histórico no nacionalista
Utilización de las artes escénicas en la configuración del recurso audiovisual
Título: Algo habrán hecho por la historia de
Chile, Capitulo 7.
Dirección: Luis Emilio Guzmán y Paz Egaña
País: Chile
Año: 2010
Duración:60 minutos
Género: Documental
Web :
https://www.youtube.com/watch?v=cl9tnzRpo-
0
Distribuidora: Televisión Nacional de Chile
59
El documental “Algo habrán hecho por la historia de Chile” se enmarca dentro de la
clasificación de no nacionalista, debido a que no presenta patrones de victimización y
asimismo generación de odio o antipatía hacia el enemigo, en este caso relacionados a
Bolivia y el Perú. Sin embargo no incluye un debate historiográfico entre visiones
divergentes en relación a la temática de la Guerra del Pacífico, dado que el historiador solo
hace un relato histórico del conflicto.
La articulación del guión de la producción no está enfocada en su totalidad, en
engrandecer y describir cada una de las victorias de Chile, más bien se enfoca en recrear
las vivencias de los soldados chilenos que lucharon en la Guerra del Pacífico. No obstante,
se debe mencionar que los narradores del documental son enfáticos en criticar cada uno de
los hechos nefastos provocados por los chilenos en territorios boliviano y peruano
(ejemplo: La ocupación de Lima 1881).
Lo que diferencia al documental “Algo habrán hecho por la historia de Chile – Guerra del
Pacífico” con otros trabajos audiovisuales relacionados a la temática es su enfoque. La
producción del documental de TVN no se centra en las discusiones historiográficas
producidas por los historiadores correspondientes a cada país en cuestión, más bien los
productores Luis Emilio Guzmán y Paz Egaña se centran en desarrollar una producción
bajo un enfoque artístico-histórico lineal., siendo las artes escénicas el complemento
idóneo para persuadir al público espectador.
“Algo habrán hecho por la historia de Chile”, aborda la Guerra del Pacífico desde una
perspectiva dinámica, donde los narradores se van desplazando por cada uno de los parajes
donde se llevó a cabo el conflicto de finales del siglo XIX. La importancia de este
documental recae específicamente en su narración interactiva, donde el actor Francisco
Melo realiza preguntas dirigidas al historiador Manuel Vicuña, quien da respuestas y
configura el relato histórico del documental de manera que el telespectador entienda a
través de un lenguaje sencillo y escénico la trama de la Guerra del Pacífico.
60
Debido al lenguaje, tiempo de duración y enfoque de la producción, hacen de “Algo
habrán hecho por la historia de Chile” y en especial del capítulo Guerra del Pacífico una
herramienta útil para la enseñanza del conflicto en las aulas escolares multiculturales de
nuestro país.
Aporte de los documentales a la comprensión del conflicto entre Bolivia, Chile y Perú
A más de un siglo de finalizado el conflicto de la Guerra del Pacifico, los tres países
beligerantes no han podido llegar a un acuerdo en relación a las motivaciones que
desencadenaron el conflicto de finales del siglo XIX en el subcontinente americano. Mucho
se ha escrito en relación a la Guerra del Pacifico, pues ningunos de esos ejemplares
contiene dentro de sus páginas una verdad absoluta, debido a las visiones historiográficas
que imperaron por muchas décadas en cada uno de los países que participaron en el
conflicto.
En la actualidad, los medios masificadores de información como el documental, juegan un
rol preponderante en la configuración de patrones ideológicos en las distintas sociedades
que componen una región cultural. La Guerra del Pacifico ha buscado en los documentales,
una manera de masificar y asimismo de configurar a través de patrones ideológicos la
idiosincrasia de la sociedad boliviana, chilena y peruana.
En los documentales Chilenos, es posible identificar la postura justificadora que
desencadeno la Guerra del Pacifico; donde la violación del artículo n° 4 del tratado de
límites de 1874 firmado entre Bolivia y Chile es el detonante del conflicto. Se pasa por alto
las motivaciones económicas de este último país en el litoral boliviano.
Es posible apreciar en el documental boliviano, aires de nacionalismo exacerbado en la
población y en su Estado. El documental del organismo estatal boliviano DIREMAR,
radica específicamente en establecer que los chilenos fueron los que vetaron a Bolivia a
61
gozar de las riquezas marítimas y mineras. Actualmente en Bolivia a los chilenos se les
cataloga con la connotación peyorativa de usurpadores y traidores.
En el documental “Sucedió en el Perú- La Guerra del Pacifico 1879-1883”, no es posible
apreciar grandes aires de nacionalismo en sus historiadores, no obstante en su población sí.
En la actualidad, el grueso de la población justifica el ingreso del Perú a la guerra como
consecuencia al Tratado de Alianza Defensiva firmado con Bolivia en 1873, donde las
motivaciones expansionistas y económicas de Chile fueron el detonante de la guerra.
Conclusiones
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En la elaboración del trabajo nuestros esfuerzos se enfocaron en realizar una búsqueda de
historiografía boliviana, chilena y peruana referente al conflicto denominado Guerra del
Pacífico (1879-1883-84), con el fin de exponerla y analizar las motivaciones que
envolvieron el conflicto, lo que provocó que integráramos un período mucho más extenso a
lo acostumbrado por la historia oficial, pues nuestras interrogante no se resolvían en los 4 o
5 años que la historiografía oficial le ha dado al conflicto
A partir de lo anterior y como dimos cuenta en el primer capítulo, es como nuestro estudio
historiográfico comienza hacia 1865, con el estallido de la Guerra contra España, dado que
con este episodio comienza un prolongado período de tiempo (1865-1879), de relaciones
diplomáticas estables entre Bolivia, Chile y Perú que se vieron reflejadas en tratados, que
zanjaron todo posible quiebre diplomático entre estos países. Pero la fuerte crisis
económica y el gran interés que generaba el salitre en los gobiernos boliviano, chileno y
peruano y los privados (Casa Gibbs y la Compañía de Salitre y Ferrocarril de Antofagasta)
produjo el quiebre diplomático entre los países anteriormente nombrados.
En el segundo capítulo a partir de la historiografía boliviana, chilena y peruana con la que
contábamos, hicimos un análisis de las motivaciones que generaron el quiebre diplomático,
donde se pudo apreciar, que a partir de las sucesivas crisis internas de los tres países en
conflicto, por sobre todo económicas, e inicio de la Guerra del Pacífico se justificaba. Con
este análisis, logramos entender que el impuesto de 10 centavos que instauró Hilarión Daza
en 1878 y el Tratado de Alianza de Defensiva entre Bolivia y Perú, además del áspero
diálogo entre los diplomáticos que encabezaban cada bando, venían aparejados por la
motivación económica de luchar contra esta grave crisis, comprendiendo que el salitre era
el trampolín ideal para solventar el deficitario erario público, interés que por supuesto ni
Bolivia, Chile y Perú iban a renunciar, lo que generó el fin de la diplomacia y el comienzo
del conflicto.
63
Es a partir de lo expuesto en el párrafo anterior, donde el título de nuestra investigación se
sustenta, porque más que una “Guerra del Pacífico”, esta fue una guerra por el Salitre y el
Guano, productos que generarían la discordia en la década del setenta del siglo XIX, entre
Bolivia, Chile y Perú.
En el tercer capítulo de nuestra investigación, se analizaron las consecuencias de la Guerra
por el Salitre y el Guano, pero no a partir de las batallas que se suscitaron entre 1879 y
1884, sino más bien en las relaciones diplomáticas que se forjaron a partir del conflicto, es
decir, los tratados que firmaron Chile, con Bolivia y Perú entre 1883 y 1929.
Debido a toda la discusión que se ha generado a partir del beneficio que significó para el
vencedor en planos territoriales y económicos, despertó en los vencidos, un reconcomio en
el pueblo boliviano y peruano frente a esta cuantiosa pérdida. Estos sentimientos se fueron
acrecentando durante el siglo XX donde los nacionalismos en los tres países comienzan a
adquirir matices desproporcionados y el odio frente al otro es una práctica común en la
historiografía boliviana, chilena y peruana. Nacionalistas que escribieron su versión de la
guerra, con una pluma poco crítica, ensalzando el heroísmo de su ejército frente al invasor
o al traidor, según el lado que se mire.
En el cuarto capítulo, se observó como los medios de comunicación masivos, se escapan de
los libros de historia, para promover de manera audiovisual, las causas, desarrollo y
consecuencias del conflicto para así lograr que un público mucho más amplio, conozca y
entienda de manera global, la Guerra del Pacífico. Entre estos recursos audiovisuales,
encontramos los documentales, que construyen una verdad más verídica que la de una
película o una serie, porque se dedica a investigar de manera más formal, como la
historiografía ha construido el conflicto, para ello realizan entrevistas a connotados
historiadores y comparan hasta cierto punto las visiones historiográficas entre los
vencedores y los vencidos. La importancia de estos documentales, nos ayuda a comprender
el estado del arte en Bolivia, Chile y Perú, dado que muchas veces es difícil encontrar
64
bibliografía completa sobre la Guerra del Pacífico, de los tres países anteriormente
nombrados, compilada en bibliotecas y archivos en uno sólo de ellos.
Lo anterior ha sido una dificultad en nuestro trabajo, dado que muchas veces fue complejo
encontrar historiografía que demostrara un análisis acabado de la Guerra del Pacífico, es
por ello que decidimos fijar un autor referente y prestigiado por cada país, en Bolivia
Alcides Arguedas, en Chile Sergio Villalobos y en Perú Carmen Mc Evoy, los tres con una
pluma crítica frente a las motivaciones del conflicto.
El aporte de cada uno de los historiadores Arguedas, Villalobos y Mc Evoy, más los otros
autores que han precisado sobre la Guerra del Pacífico fue muy significativo para lograr
nuestros objetivos, otorgándonos datos importantísimos que nos permitieron conocer las
relaciones diplomáticas que existieron entre Bolivia, Chile y Perú desde 1865 a 1879 y
como los privados y los gobiernos respectivos de cada país forjaron el quiebre diplomático
en 1879. Para responder las interrogantes que están detrás del quiebre diplomático,
logramos dilucidar a partir de lo propuesto por los autores, las motivaciones que generaron
este quiebre y posterior guerra. A su vez, logramos conocer y entender las consecuencias de
la guerra, que reactivó las políticas de acuerdo entre Bolivia, Chile y Perú, a partir de
nuevos tratados, que a su vez generarían la molestia de los vencidos frente a las condiciones
del vencedor. Cumplido con todas las metas trazadas en esta investigación, logramos incluir
un análisis del estado del arte sobre la Guerra del Pacífico, a partir de documentales
realizados en Bolivia, Chile y Perú que cuentan con el prestigio suficiente para ser
incluidos en el presente trabajo.
Pero aún así existen otras ideas que no logramos incluir en nuestra investigación, entre ellas
un apartado que demostrara el rol que tuvo el periodismo en avivar el odio frente al
enemigo, instando a la población chilena a tomar las armas. Por supuesto, el tiempo
concentrado en encontrar y desglosar la bibliografía, sin mencionar lo laborioso que sería
encontrar prensa boliviana y peruana que se adecuaría al espíritu de esta investigación, nos
65
apremió a omitir este apartado, pero esto no quiere decir que no lo incluyamos como parte
de una futura investigación.
Como palabras finales podemos decir que la Guerra por el Salitre y el Guano han generado
grandes heridas que parecen aún no cerrar y las políticas de acuerdos entre estas naciones
vecinas, es casi nulo, dado que en el siglo XXI aún continúan ciertas rencillas sobre los
territorios, llegando a instancias superiores como el Tribunal Supremo de la Haya. Por otro
lado, el sueño boliviano de tener una salida soberana al mar, tampoco es materia de acuerdo
entre Bolivia y Chile, es por ello que el gobierno boliviano, recurrió a esta Corte en el
presente año 2014, para que Chile escuche la petición boliviana de retomar el dialógico,
para así proponer soluciones que convengan a ambos países, en torno a la reivindicación
boliviana del litoral.
Pero seguro la herida más profunda es la xenofobia, algo que se debe superar de manera
tajante, debido a la alta concentración de inmigrantes bolivianos y peruanos en nuestro país,
que ven en Chile una oportunidad para buscar un mejor nivel de vida para ellos y sus hijos.
Estos niños inmigrantes ingresarán a nuestros colegios con toda una carga histórica
heredada de su educación y/o de sus padres.
Es por ello, que este trabajo se realizó con este espíritu, un análisis tripartito de las visiones
historiográficas sobre el conflicto, para acercarnos a la realidad histórica de los otros países,
enfocado a construir una historia analítica y crítica, planteándose como desafío para la
futura educación de nuestros estudiantes, la adaptación del curriculum, para así eliminar las
barreras del aprendizaje que puedan existir en los estudiantes y la enseñanza de la historia
sea, en las aulas de clases mucho más empática, más aún cuando el conflicto denominado
Guerra del Pacífico, genera hasta nuestros días, mucha discusión y discordia en las
sociedades bolivianas, chilenas y peruanas.
66
Bibliografía
Arguedas, A. (1922) “Historia general de Bolivia”. Archivo y biblioteca nacional de
Bolivia, editorial: Arnó hermanos.
Cáceres, A. (1924) “La guerra entre Chile y Perú”. Madrid: editorial internacional.
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camarones” La Paz: editorial fénix ediciones Simón I. Patiño.
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Varios autores (1989) “La historia de Chile”. Santiago: editorial universitaria.
Villalobos, S (2004) “Chile y Perú: La historia que nos une y nos separa 1535-1883.
Santiago: ediciones universitaria.
Lecturas complementarias
Breschand, J (2004). El documental: la otra cara del Cine. Bs. As. Editorial Paidós.
Bermúdez, O (1966) “Orígenes históricos de Antofagasta”Santiago. Editorial Universitaria
67
Cavieres, E (2006) “Chile-Perú, la historia y la escuela. Conflictos nacionales, percepciones
sociales” Valparaíso. Ediciones Universitarias de Valparaíso.
Fermandois. J y otros (2011)”Generación de diálogo Chile-Perú Perú-Chile” Lima. Impreso
en Equis Equis S.A.
Ortega, L (1984) “Los empresarios, la política y los orígenes de la Guerra del Pacífico”.
Santiago Ediciones Flacso.
Querajazu, R (1995) “Aclaraciones Históricas sobre la Guerra Del Pacífico” La Paz,
Editorial Juventud
Palacios, N (1918) “Raza chilena: libro escrito por un chileno y para los chilenos” Santiago.
Editorial Universitaria.
Pease, F (1993). “Perú hombre e historia” Lima. Ediciones Ecubanco.
Rabiger, M (2001) “Dirección de documentales” 2°. Edición. Madrid. Instituto oficial de
radio y televisión.
Ravest, M (2008) “La Casa Gibbs y El Monopolio Salitrero Peruano: 1876-1878” Santiago
de Chile.
Roca, J.L (2004) “1904: Un tratado que restableció la paz pero no la amistad”. La Paz.
Editorial Garza Azul.
Rojas, M (2011) “El desierto de Atacama y el territorio reivindicado: colección de artículos
políticos-industriales publicados en la prensa de Antofagasta en 1876 a 1882”
Cámara Chilena de la Construcción.
68
ANEXOS: Búsqueda y procesamiento preliminar de información
Libro 1: VARIOS AUTORES2. Historia de Chile. Santiago de Chile: Santillana.1992.
Cita 1: “Los problemas comenzaron tan pronto se descubrió el valor económico del
desierto. Los avances de los catadores chilenos hacia el norte, en demanda de
yacimientos cupríferos, obligaron en la década de 1830 a habilitar un puerto para la
extracción de metales…” (pág. 568)
Desde 1833 Chile sostenía su soberanía en la zona norte a partir del paralelo 23
de Mejillones, mientras que Bolivia la impugnaba atribuyéndose pretensiones
jurisdiccionales hasta el paralelo 25, por lo menos. La salida de esta
problemática territorial fue el Tratado celebrado el 10 de agosto de 1866.
Cita 2: “Pero fue el descubrimiento en la costa de un apreciado abono, el guano, lo
que movió al gobierno de Bulnes a enviar una comisión exploradora…” (pág. 568).
En la segunda mitad del siglo XIX, las condiciones políticas, económicas y
sociales en Chile no eran las óptimas, Chile aún era una nación incipiente en
donde los problemas estructurales de su formación eran notorios, en pocas
palabras, Chile era un país pobre a manos de la minoría intelectual de la
época. En el ámbito social, las migraciones campo ciudad son cada vez más
constantes.
Cita: 3 “Un tratado que se firmó en 1866 acogió una fórmula de transacción que
fijaba el paralelo 24 por límite entre ambos países, desde el mar a cordillera. Se
estableció además la estipulación de que Chile y Bolivia se repartirían por mitades
los productos de la explotación del guano entre los paralelos 23 y 25, así como los
derecho aduaneros obtenidos de la exportación de minerales provenientes de la
misma zona.” (pág. 569).
Se zanjan los problemas territoriales entre las naciones andinas. El veredicto es
salomónico para ambas naciones, pero sin embargo Chile se lleva la mejor
2Este libro fue escrito por cuatro autores: Patricio Estellé, Osvaldo Silva, Sergio Villalobos y Fernando Silva. Este último, en el tomo 3 se refiere específicamente a la temática de la guerra del Pacífico. Silva nacido el 28 de julio de 1936, Estudió Derecho en Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1957-1961; estudios de Doctorado, Facultad de Derecho, Universidad de Sevilla, 1966-1967. Si bien es abogado de profesión y no posee ningún título universitario ligado al ámbito histórico, cuenta con innumerables publicaciones de prestigio que lo han catapultado hacer unos de los investigadores más connotados de la historiografía chilena.
69
parte, debido que con este tratado se abren las puertas para futuros problemas
diplomáticos entre ambas naciones.
Cita 4: “Por otra parte, y a consecuencia de problemas políticos internos de Bolivia,
la actitud de ese país hacia Chile se hizo muy distante, en febrero de 1873 concertó
un tratado secreto de alianza defensiva con el Perú, interesado este último en hacer
realidad el monopolio del salitre en que estaba empeñado.” (pág. 569)
Sergio Villalobos es enfático en mencionar que este tratado es consecuencia de
un posible avance expansionista de parte de Chile, es por esto, que se realiza en
primera instancia este tratado con Bolivia para posteriormente integrar a la
Argentina al conflicto (la nación trasandina tenía problemas con Chile debido
a la Patagonia), finalmente Argentina desiste del tratado.
Cita 5:“De esta manera se llegó a la firma, en 1874, de un nuevo tratado que, aun
cuando conservó el paralelo como límite entre ambos países, suprimió el sistema de
mediería, excepto respecto al guano” (pág. 569)
El motivo de la firma de este nuevo tratado es consecuencia de pequeños roces
e irregularidades en la percepción de los derechos aduaneros en Mejillones, en
resumidas cuentas este pesar se expandió por las naciones en conflicto,
desencadenado un nuevo tratado.
Cita 6:“Durante casi cuatro años el sistema operó sin dificultades, hasta que un
vuelco político en el altiplano llevo al poder al general Hilarión Daza. A comienzos
de 1878 la Asamblea Legislativa boliviana aprobó una ley que condiciono el pago
de un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado, el reconocimiento
de una transacción entre el ejecutivo y la empresa chilena denominada Compañía de
Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, sobre la subsistencia de concesiones por esta
del gobierno de Bolivia” (pág. 589).
Lo ocurrido fue consecuencia de las falencias económicas del país altiplánico,
es por esto que Hilarión Daza Groselle sube la tasa de impuesto para el quintal
de salitre exportado, es aquí en donde nada la problemática entre las naciones
beligerantes. Para Bolivia esta fue la excusa barata para ocupar el litoral,
mientras que para Chile, fue una violación a un tratado vigente, firmado bajo
el consentimiento de la nación altiplánica.
70
Mercado Moreira, Miguel. Guerra del Pacifico: nuevos esclarecimientos- causas de la
retirada de Camarones. Ediciones Simón I. Patiño, La Paz- Bolivia (1956).
Tesis: Chile usurpó el litoral boliviano como consecuencia de los problemas internos
por los cuales estaba pasando, el cobro del impuesto de quintal exportado a la
compañía de salitre y ferrocarriles de Antofagasta es la escusa de Chile para usurpar
territorio.
Cita 1: “La ocupación chilena se consumó en forma sorpresiva, sin conocer ni
esperar el resultado de las negociaciones diplomáticas entabladas en La Paz, sin
previa declaratoria de guerra, ni autorización del congreso de Santiago”. (pág
10).
Para el autor Mercado Moreira, la invasión de Chile al litoral boliviano fue
sin un previo consenso diplomático, pues el autor deja entrever que las
ansias de Chile por invadir el territorio eran plenas. Los problemas
económicos de la nación rivereña (Chile) son utilizados por los
historiadores bolivianos como el pretexto idóneo para concretar la ruptura
de las relaciones diplomáticas.
Cita 2: “A mediados de marzo habían en Calama dos ligeros cuerpos: uno de
tropa y otro de los civiles, con un total de 135 hombres. Lo que faltaban eran
armas de fuego, pues, sólo tenían cien entre fusiles de diferentes sistemas y
escopetas”. (pág. 11).
La cita se contextualiza bajo la precariedad con la que el ejército boliviano
debía lidiar a diario. Sus filas las formaban campesinos y artesanos de las
más remotas zonas del país, no poseían un ejército en cierto modo
profesional.
Cita 3:”A la luz de la crítica sería insostenible que dos países políticamente
desorganizados y militarmente débiles, hubieran pretendido hacerse
conquistadores sin ninguna necesidad”. (pág 22).
Lo anterior se contextualiza bajo el tratado de alianza defensiva entre el
Perú y Bolivia, Miguel Mercado Moreira enfatiza en que ninguna de las dos
naciones vinculadas al tratado tenían intenciones en contra Chile, más bien
el tratado se focalizaba como ayuda mutuante cualquier acción de Chile.
La mencionada nación amenazaba en absorber a los departamentos de
Atacama y Tarapacá.
71
Cita 4:”Aliada del Perú y haciendo la guerra a Chile, ¿Qué le sucederá a Bolivia,
si Chile es vencido? Que caerá en manos del Perú y gemirá como antes bajo el
peso de sus gabelas. Y si Chile triunfase, ¿qué ganarían los aliados? Bolivia
vencedora o vencida, quedará sin puertos y anulada como nación”.
La carta entre Sotomayor e Hilarión Daza vendría hacer una crónica de
muerte anunciada, debido a que Sotomayor le expone al presidente de
Bolivia de la época las consecuencias si la alianza defensiva ganara y de la
misma manera si esta perdía en contra Chile, de igual manera se puede
extraer de la cita la profunda inestabilidad de Bolivia, en donde Perú
vigilaba meticulosamente el accionar de la nación altiplánica.
Cita 5: “Sotomayor anota en su carta dos grandes verdades: que Arica era el
puerto natural de Bolivia y que la independencia económica de este país,
quedaría indefinidamente a merced del Perú, si esa situación no se modificaba”.
El contexto de la cita se enmarca en una de las tantas cartas enviadas por
Sotomayor a Hilarión Daza, en donde le explica lo que sucedería si Bolivia
ganase la guerra a Chile. La importancia de la cita recae en que la
independencia de Bolivia quedaría a merced de Perú. En el texto Chile y
Perú de Sergio Villalobos, tiende a demostrar la influencia que tiene Perú
con las decisiones internas de Bolivia.
Ochoa, José Vicente3. Diario de la Campaña del ejército Boliviano en la guerra del
Pacífico. Tipografía y Librería Bolivia, Sucre (1899). Tesis: la tesis central del autor
boliviano es dejar en claro que Chile fue la nación que usurpo el litoral boliviano,
vetando a la nación.
Cita 1: “Sin embargo la causa de una gran guerra que parece ha de ser colosal, es
más ridícula que puede darse: diez centavos. Solo la pérfida de Chile, acosado por la
fiebre de su banca rota, podía provocar esta guerra por la codicia de unos escudos, a
fin de aliviar su caja pública y de extender su mano negra sobre territorios
riquísimos de Bolivia y el Perú ambicionados há mucho por el chileno”. (pág. 2).
3Ochoa Vásquez, José Vicente (La Paz, Bolivia, 1859 – Sucre, Bolivia, 1898).- Poeta y periodista. Con estudios en la UMSFX, se tituló de abogado (1878). Durante la Guerra del Pacífico (1879) fue jefe del Boletín de Ejército, por lo que además redactó el diario de campaña del ejército. Como periodista fundó la ‘Revista Quincenal’ (1878), “La Tribuna” (1880) y “El Comercio” (1885). Ministro de Instrucción y Colonización (1895-1896).
72
Desde la segunda mitad del XIX Chile vivo constantes crisis económicas, pues
se puede afirmar con certeza que la crisis económica de Chile en la década de
1870 se debe a la confluencia de factores internos y externos, elevación de los
costos y disminución de mercados y de igual forma la reducción del precio;
consecuencia de esto es que se tradujo en menos divisas para el pago de las
importaciones, finalmente el peso se debilito. Para Ochoa la crisis es la
gatillante del conflicto ambicioso de Chile.
Cita2: “Dos fases tiene la cuestión que ha motivado la guerra: el impuesto de los
diez centavos con que Bolivia gravó los salitres de la compañía explotadora
(anónima) de Antofagasta, y la cuestión diplomática metamorfoseada de la privada
en diplomática por Chile aprovecho así un incidente particular de algunos de sus
nacionales en territorio extranjero, para dar cauce abierto á sus pretensiones de
conquista y piratería, harto tiempo contenidas al frente de nuestros ricos y
florecientes territorios del litoral, que en mala hora colindan con Chile, y que, en
holocausto á los principios americanismo y paz continental, se les mutilo, en parte y
en hora aciaga para Bolivia”. (Pág 2)
Para Ochoa la guerra del pacifico tiene dos grandes motivaciones; la primera
se encuentra intrínsecamente ligada a la tan bullada alza de los diez centavos
impuesta por el aquel entonces presidente de Bolivia Hilarión Daza, mientras
que la segunda se enmarca bajo las relaciones diplomáticas entre la nación
rivereña y la altiplánica.
Cita 3: “En la plazuela de San Sebastián se hallaba formado el batallón Paucarpata
2° de La Paz, para hacer los ejercicios como de costumbre. El jefe Coronel José
Milán Tames se encontraba allí. Este batallón se forma casi en su totalidad de
artesanos”.
Debido al contexto del periodo histórico en que se enmarca la guerra del
pacifico, las naciones beligerantes no poseían un ejército como tal. En el caso
de Bolivia gran parte de los batallones eran formados por agricultores y
artesanos, mismo patrón pero a menor escala se repite en Perú y Chile. Estas
últimas naciones poseían una cierta experticia en temas militares.
73
Villalobos, Sergio4. Chile y Perú: la historia que nos une y nos separa 1535-1883,
editorial Universitaria, Santiago de Chile (2004).
Tesis: Las relaciones entre los pueblos chileno y peruano han sido conflictivas, aunque
han tenido momentos de colaboración y acercamiento. Los choques bélicos se han
debido a intereses económicos divergentes, diplomacia tortuosa, ética pública
diferente, mentalidades contrapuestas y resentimientos acumulados.
Cita 1: “La vigencia del tratado fue motivo de pequeños roces y hubo
irregularidades en la percepción de los derechos de la aduana de Mejillones”.
(página 99).
Esta cita alude al no cumplimiento del tratado firmado el 10 de agosto de 1866,
si bien el tratado era bastante salomónico, no estuvo ajeno de problemáticas.
Cita 2: “La sucesión de incidentes y la tensión en torno al litoral boliviano
determinaron al gobierno altiplánico a buscar la seguridad de una alianza con el
Perú”. (pág 102)
Esto es consecuencia de la caída de Melgarejo del poder en el país altiplánico,
Quintín Quevedo un boliviano residente en Chile planeo un complot para
derribar al por ese entonces presidente de Bolivia Agustín Morales.
Cita 3:”El ministro de relaciones exteriores, José de la Riva Agüero y pretendía,
informó el mal estado de las relaciones de Chile y Bolivia de acuerdo a una
comunicación de Cruz Benavente: Chile no había entregado las armas transportadas
por Quintín Quevedo y pretendía inmiscuirse en los asuntos administrativos del
litoral”.
La cita alude al complot organizado desde Chile por Quintín Quevedo.
Cita 4:”Un primer artículo establecía que las altas partes contratantes se unían y
ligaban para garantizarse mutuamente su independencia, su soberanía e integridad
territorial ( alude al tratado secreto de Bolivia y Perú)” (pág 103)
4Estudió en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Es Profesor de Estado en Historia, Geografía y Educación Cívica (1956). Se incorporó como profesor a la Universidad de Chile en 1968. Obtuvo el grado de Master of Arts. en la Universidad de Cambridge, Inglaterra (1971). Después de una destacada trayectoria como profesor en varias universidades del país y de haber sido profesor visitante de varias universidades extranjeras, se reincorporó a la Universidad de Chile en 1997. El profesor Villalobos es autor de una obra apabullante, que incluye 36 libros y más de 70 artículos y capítulos de libro sobre Historia Colonial, Historia Fronteriza, Historia de las Ideas Económicas, entre otros temas.
74
La cita alude al primer artículo del tratado de alianza defensiva de Bolivia y
Perú, en donde se menciona que el motivo de la alianza era para resguardar el
bienestar de las naciones.
Cita 5: “Para dar mayor solidez a su posición, el gobierno peruano se empeñó en
que Argentina se incorporase al pacto, de modo de formar un frente que rodease a
Chile por todas partes. El designio no podía ser más amenazante. Se procuraba
aprovechar la difícil situación entre Chile y el país trasandino a raíz de la posesión
de la Patagonia”. (pág 104)
En una primera instancia el tratado de alianza de defensa estuvo intrínsecamente
ligado a Perú (motor del tratado) y Bolivia, posteriormente se le incorporó a la
Argentina, esta última nación tenía pequeños problemas en el ámbito territorial con
Chile (Patagonia), los gestores del tratado querían en cierto modo atacar a Chile por
todos los espacios geográficos posibles.
Cita 6:”Había un enigma, ¿Cuál sería la actitud de Brasil si llegase a tener
conocimiento de los pasos que se daban? Era de temer una actitud de rechazo por
sentirse amagado y que buscase una alianza con Chile, y que este buscase una
cercanía con el Brasil”. (pág 104).
Esta era la gran enigma, si bien Brasil no limitaba con Chile debido a sus fronteras
políticas y naturales, sí compartía fronteras con las otras naciones (Perú, Bolivia y
Argentina). El Brasil tenía problemas diplomáticos con Argentina debido a los
límites entre estos.
Cita 7: “La cámara de diputados peruana, junto con aprobar el tratado secreto, en
sesión a puertas cerradas de 10 de febrero de 1873, acordó al ejecutivo la
adquisición de elementos navales. Parecida decisión adopto la cámara de diputados
argentinos, que al prestar su aprobación al mismo tratado autorizo al gobierno para
invertir 6.000.000 de pesos en armamentos en caso de concretarse una situación
bélica junto al Perú y Bolivia”. (pág 106).
Para el historiador boliviano Miguel Mercado Moreira las naciones andinas se
encontraban en una crisis económica profunda, lo que en cierto modo impedía
que estos países adquieran elementos para un futuro conflicto bélico. Chile por
aquellos años estaba en proceso de compra de buques de guerra.
Cita 8:”El país del altiplano, que había sido el caballo de batalla en esta justa, luchó
por sus propis puntos de vista y comprendió que su mejor posición sería sustituir el
tratado 1866 y vivir en armonía con Chile, sin ilusionarse con la alianza secreta”.
(pág 107)
Desde la anulación del tratado de 1866 se puede entrever que el Perú guio el
quehacer diplomático de Bolivia, pues con la firma de este nuevo tratado se
75
vuelven a consolidar las relaciones diplomática entre la nación altiplánica y el
angosto país. De hecho S. Villalobos es enfático en plasmar en su libro Chile y
Perú, que Chile dejo el tratado en manos de Bolivia, dejando en claro que no
había un interés de por medio de Chile en la articulación el nuevo tratado.
Cita 9:”Quedó confirmado el límite en el paralelo 24°, se eliminó la medianería
entre los paralelos 23 y 25, aunque se establecía la explotación del guano entre los
dos Estados, disposición de ninguna importancia, y se estipuló que durante
veinticinco años no se aumentarían los derechos exportación de los minerales y
ninguna contribución sobre los derechos de industrias y capitales chilenos”. (pág
108)
Para nosotros, este es el puente nexo para el futuro conflicto bélico. Villalobos
menciona que el redactor principal de este fue Bolivia, pues aquella nación
plasmo en el tratado su propia sentencia.
McEvoy, Carmen5 “Guerreros Civilizadores”. Política sociedad y cultura en Chile
durante la guerra del pacifico. Santiago de Chile. (2011) Editorial Ediciones UDP.
Tesis: La tesis central de Mc Evoyrecae específicamente en el poder de la maquina
cultural que fue Chile durante la guerra del Pacifico. Esta máquina domino cada
esfera social de la nación, pues para la autora, la guerra unió y fomento el
nacionalismo en dicho territorio.
“… la guerra del Pacífico se convierte en un gran bastidor en el cual es posible
contemplar la urdimbre (tejido) de la cultura, la política y la sociedad chilena. Así,
el trascendental enfrentamiento en el Pacífico Sur deja de ser un simple hecho
militar para convertirse en la caja de resonancia de los dilemas, las tensiones, los
conflictos y, por qué no decirlo, de los anhelos de una república joven y pujante que
vio en la guerra la oportunidad para establecer no sólo su autonomía económica sino
un lugar destacado en el “concierto de las naciones civilizadas” (pág. 14)
La guerra del pacifico no fue una simple guerra entre las naciones beligerantes
de Perú, Bolivia y Chile. Para este último país moldeo las formas de vivir
socialmente y hacer política internacional, las consecuencias económicas no
fueron las únicas ganancias del conflicto, sino que dicha nación se ganó un
cierto prestigio a nivel regional.
5 Carmen McEvoy es historiadora y profesora en la University of the South (USA). Obtuvo su maestría en la
Pontificia Universidad Católica Del Perú y su doctorado en la Universidad de California, San Diego, con una
tesis sobre el republicanismo en el Perú del siglo XIX. En el 2002 recibió la beca Guggenheim y en el 2011 la
Medalla de Oro de la ciudad de Lima por los servicios prestados a la cultura y difusión de la historia política.
76
“Incluso la Guerra del Pacífico, que fue peleada por los recursos que Chile
necesitaba para salir de la crisis económica que lo agobiaba, es presentada como
justa entre buenos y malos por el honor mancillado de los primeros. Y es que a
pesar de los notables esfuerzos de la gran cantidad de publicaciones que han
aparecido recientemente sobre 1879 en su versión simple y dicotómica la que se
sigue enseñando en las escuelas chilenas” (pág. 22)
Autores bolivianos como Mercado Moreira y José Vicente Ochoa, han
sostenido que Chile se provecho de las falencias cometidas en la “violación” del
tratado de 1874, para usurpar el litoral boliviano, justificando así su entrada a
la guerra del Pacifico sur.
“Cuando la larga y extenuante ocupación del Perú llegó a su fin, la maquinaria
estatal, que obviamente había mutado en un engranaje de guerra, se dirigió a
combatir al enemigo interno que fue el indio de la Araucanía. Este otro “bárbaro
obstruía, como en su momento ocurrió con bolivianos y peruanos, la consolidación
del modelo civilizador fronterizo. La guerra civilizadora se volvió, de esa manera,
una práctica permanente del Estado chileno” (pág. 25).
La siguiente cita alude la convulsionada nación de Chile, en donde los
problemas internos como consecuencia social con los pueblos aborígenes
ponían en riesgos el papel civilizador de Chile. Mc Evoy es enfática en
mencionar el papel de civilizador de Chile, en donde la fuerza y las armas se
justificaban para garantizar una supuesta paz en la nación.
“José Manuel Balmaceda, quien ocupó la legación en Argentina durante la Guerra
del Pacífico y más tarde sucedió a Santa María en la Presidencia de la Republica,
afirmó en alguna ocasión que lo que salvó al gobierno de Pinto de una debacle
segura fue el sangriento conflicto con sus vecinos”. (pág.35)
Mac Evoy se refiere a la crisis económica y social que existía en el gobierno de
Pinto. Por un lado la crisis económica del país y en general de los países en la
región, debido a que sus economías sufrían porque aún estaban sumidas en el
antiguo sistema colonial, por otro lado existían las presiones sociales propias,
avivadas por la prensa, por el problema limítrofe con Argentina, donde Barros
Arana, desobedeciendo órdenes del gobierno cedió la Patagonia a manos
trasandinas, lo que posteriormente al ver un inminente conflicto con los países
vecinos, el contexto convulsionado marcó la decisión de ir o no a la guerra.
77
“La profunda crisis económica que Chile debió enfrentar en la década de 1870 se
agudizo durante el mandato de Pinto. Los embates de un clima inmisericorde,
responsable de la ruina de la agricultura y de la hambruna generalizada, además del
mal manejo diplomático de la cuestión limítrofe con Argentina, colocaron al sucesor
de Errázuriz en el disparador.” (págs. 35 y 36).
En este apartado la autora resume algunas de las causas del conflicto, un
económico y otro social, como anteriormente se explicó.
“El “no hay mal que por bien no venga” del aludido redactor (Revista el Taller)
sirvió para justificar un conflicto que, de acuerdo a sus palabras, era el medio más
adecuado para resolver una serie de problemas que afrontaba Chile, entre ellos su
espinosa “cuestión social”. (pág. 37)
La autora hace referencia a una revista de la época, donde resume que la
mejor salida de la crisis que experimentaba el país (económico y social) era la
guerra.
“El plan maestro para operar en los diferentes niveles que la guerra requería fue
elaborado, como veremos más adelante, por el gabinete presidido por Varas. Mano
derecha de Manuel Montt en sus dos gobiernos…y Ministro del Interior a inicios
del conflicto con Bolivia y Perú. Varas era a sus 62 años el hombre más
experimentado y mejor imbuido de aquella mística para echar a andar la compleja
maquinaria bélica.” (pág. 41)
Acá McEvoy realza la figura de Varas como ministro de relaciones exteriores,
llevado a otro nivel, dado que por un lado el Presidente Pinto reflejaba poco
peso político en la época, Antonio Varas toma el control del asunto, ya siendo
un experimentado político, fue el precursor de la guerra contra sus vecinos.
“En vísperas de la guerra, el Estado chileno carecía de presencia efectiva en
importantes zonas bajo su jurisdicción y es por ello que el control de la violencia,
sobre la cual en teoría debía ejercer monopolio, se encontraba en manos de
múltiples actores, entre ellos los bandoleros que asolaban el Valle Central, los
brujos de Chiloé que atemorizaban a la población de Ancud, o lo indígenas que
mantenían en jaque a los militares encargados de mantener el orden en la frontera
sur”. (pág. 45)
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Alejandro Concha. Historia escolar de Chile. Santiago de Chile. (1998) Bibliografía
Internacional 2010.
Cita 1: “La grave situación económica a la que el país había llegado sufrió un
vuelco inesperado con el estallido de la Guerra del Pacífico pues el conflicto, que
significó un lamentable costo de vidas humanas, sacó al país de la crisis y lo dejó en
una favorable posición económica” Págs. 235-236.
Andrés Cáceres6.La guerra entre el Perú y Chile. Editorial Internacional Madrid
(España) Memorias escritas entre 1921-1923.
Andrés Cáceres, gran mariscal peruano en el conflicto y Presidente de la Nación, en
su libro trata las causas, el desarrollo y las consecuencias del conflicto, a partir de sus
memorias. En el libro aborda tanto las problemáticas que tuvo Chile con Bolivia, así
como Perú entró al conflicto primero como mediador y luego como uno de los
participantes activos del conflicto que cambió para siempre las relaciones bilaterales
entre estos países hermanos.
Cita 1: “Mientras este desierto (Atacama) no tuvo importancia industrial alguna,
permaneció bajo el poder tranquilo de Bolivia hasta 1842. Pero en este año envió el
gobierno chileno una comisión al norte de su territorio en busca de los depósitos de
guano, que se aseguraba existían en las costas de esta región, entre Caldera y
Bolivia y que podían ser una gran fuente de riqueza para el erario chileno, como lo
eran ya para los peruanos los depósitos descubiertos en sus costas”. Pag. 7 y 8.
El autor hace referencia a lo poco conocido que era el desierto tanto para
Bolivia como para Chile, las grandes cantidades de recursos que existían y por
supuesto las reales intensiones de nuestro país de obtener esos recursos donde
el límite de ambos países no era claro
“Comprobada así la existencia de guano en el desierto de Atacama, declaró Chile,
por medio de una ley (31 de octubre de 1942), propiedad del Estado todos los
depósitos de guano existentes en el desierto de Atacama, y después hizo otra ley
creando la nueva provincia de Atacama”. Bolivia, al conocer este hecho, reclamó
sus derechos diplomáticamente ante la cancillería de Santiago; pero, como careciera
de la fuerza necesaria para imponerse, dejo transcurrir el tiempo hasta el año 1863,
6Andrés Cáceres (1836-1923). Militar y político Peruano, ex presidente de la nación y participante de la guerra del Pacífico, que en su memorias planteo un valioso testimonio de guerra donde se plasman ideas sobre cómo los tres países llegaron a este conflicto, no solamente de una mirada militar, sino también económica, política y social.
79
en el cual expidió el congreso Boliviano la ley de 25 de junio ordenando al
Ejecutivo declarar la guerra a Chile, por la usurpación del territorio nacional desde
el Salado hasta Mejillones (30 leguas de costa boliviana)” pág. 8
El autor habla de cómo al no ver un límite claro entre los dos países, estos
trataron de reclamar para sí mismos estos nuevos territorios ricos en recursos
mineros.
“Pero no puedo llevarse a cabo esta guerra entre Chile y Bolivia, pues por esta
época se suscitaron nuevas cuestiones entre España y sus antiguas colonias de
América, obligando a éstas a unirse ante el peligro común y postergar sus
particulares querellas” pág 8.
Acá nos habla de cómo el conflicto se aplazó, por el conflicto con España,
donde estas naciones se unieron contra el enemigo común
“Restablecidas las relaciones entre Chile y Bolivia firmaron estas repúblicas el
tratado de 1866 (10 de agosto, durante el gobierno de Melgarejo), reconociendo por
límite el paralelo 24 de latitud meridional y obtenido Chile el derecho a la mitad de
los productos aduaneros de la exportación del guano extraído de la región
comprendida ente los grados 23 y 25 de latitud meridional, esto es, de la región
formada por un grado de territorio boliviano y otro por de territorio chileno”. Pág. 9
Terminando el conflicto con España, las naciones, antes de llegar a un
conflicto, decidieron diplomáticamente, a través de un tratado, los problemas
limítrofes que existieron.
“Pero las condiciones comerciales de este tratado fueron origen de muchas
discordias, y se creyó conveniente celebrar otro, que fue firmado en agosto de
1874.”
Esta cita alude al tratado de 1866 en donde Chile y Bolivia trazan fronterizos y
comerciales
Más tarde, en 1878, el congreso boliviano expidió una ley, por la cual aprobaba un
contrato celebrado por el ejecutivo con la Compañía Anónima de Salitres y
Ferrocarril de Antofagasta, a condición de que esta abonara diez centavos por cada
quintal de salitre que exportase.” Pág. 9
Esta cita complementar con Arguedas
80
“ Pero apenas se publicó esta ley, el gerente de dicha compañía invoco la protección
del gobierno de Chile, el cual reclamó inmediatamente cerca del de Bolivia contra la
legalidad de este impuesto, que era contrario al artículo 4° del tratado 1874, el cual
prohibía a Bolivia imponer a las personas, industrias y capitales chilenos impuesto
mayores de los existentes. Pág. 9
El anonimato de la empresa salitrera y ferrocarriles de Antofagasta (José
Ochoa)
“Bolivia contestó fundadamente diciendo que esta contribución de diez centavos no
afectaba al artículo 4° del tratado, pues sólo era una compensación de carácter
privado impuesta a la compañía a condición de aprobar el contrario particular de
esta con el gobierno, y que además la tal compañía, por su carácter de anónima, no
podía tener otra nacionalidad que la boliviana, en cuyos registros se hallaba
inscrita.” Pág. 10
Esta última cita es fundamental. El alza de este impuesto, según el autor no
violaba de ninguna forma el tratado de 1874, dado que la compañía de Salitres
y Ferrocarriles del Estado estaba recién negociando su contrato, además que
esta compañía era anónima, por ende no estaba en tutela del Estado chileno,
sino en tutela del estado Boliviano, por ello el naciente conflicto, según esta
interpretación, no tiene que ver mucho con esta alza, sino por otras
aspiraciones de Chile (capitales chilenos o ingleses) sobre eso territorios.
Arguedas, A (1922). “Historia general de Bolivia”. Bolivia: Archivo y biblioteca
nacionales de Bolivia. Editorial Arnó hermanos.
Tesis: El conflicto en general se vinculó a dos claras razones: la primera y más
significativa, es que el Estado chileno actuó desproporcionadamente frente al
impuesto de los 10 centavos, dado que Hicks
“Entre muchas disposiciones de orden genera que había adoptado la asamblea de
ese año, figuraba una grabando con un impuesto de 10 centavos el quintal de salitre
que exportaba una compañía de capitalistas chilenos vinculados estrechamente con
el gobierno de aquel país y establecía en el territorio boliviano de Atacama…… esta
compañía había adquirido del gobierno Malgarejo fantásticamente prodigo con los
intereses de la nación, el derecho de explotar gratis las salitreras de dicho territorio;
más como a la caída de Malgarejo la asamblea del 71 declarara nulos todos los actos
del brutal militarte, particularmente los celebradores sin respectiva autorización
81
legislativa y éste se encontraba en l caso, la compañía se resistió a someterse aquella
determinación e hizo sus reclamos al gobierno”. Pág 281
“El gobierno sometió esta transacción al examen del congreso el que hubo de
aprobarla por ley de 14 de febrero de 1878 en el siguiente único artículo:
“se aprueba la transacción celebrada por el ejecutivo en 27 de noviembre- de 1873,
con el apoderado de la compañía de salitres y ferrocarriles de Antofagasta, a
condición de hacer efectivo, como mínimum, un impuesto de 10 centavos en quintal
de salitre exportado”.
“El asunto era, pues, netamente privado entre el gobierno de Bolivia y una sociedad
anónima de Chile, la cual si se sentía atacada en sus derechos, bien podía acudir a
los recursos de la justicia ordinaria: mas no lo hizo así. Tampoco rescindió del
contrato reclamando los debidos gastos de indemnización, sino que puso su causa
en manos del gobierno de Chile con el pretexto de que su dominio principal se
encontraba en Valparaíso y eran chilenos lo más de los accionistas”. (281)
La cancillería boliviana no hubo de esforzarse mucho en demostrar, palpablemente,
que la reclamación del diplomático chileno carecía de jurisdicción porque estaba
invadiendo el campo de los negocios privados, y, que en la contienda suscitada, solo
debían entender los tribunales ordinarios de la jurisdicción en que se hallaban
ubicados los terrenos de la explotación (282)
Cabe señalar aquí como un dato extremadamente revelador, que en aquel tiempo
Bolivia no estaba ligada por teléfono a ningún país de la costa, y que todas las
noticas del exterior las recibía por medio del correo y quince o veinte días o más de
producirse un hecho de trascendencia en cualquiera de los países limítrofes. De
modo que Chile al ocupar militarmente el litoral boliviano sin tener noticias
fidedignas del rompimiento de relaciones, no hacía otra cosa que seguir las fases de
una política rigurosamente calculada y seguida con método aunque con festinación
por los hombres públicos de aquel país (282)
Esa política la vieron con claridad algunos hombres previsores y prudentes del Perú
y Bolivia, y de ahí el pacto defensivo, firmado por los dos países en 1873. Ella se
reducía, en términos simple, a apoderarse por todos los medios de las riquezas
fabulosas del litoral peruano, porque, en rigor, en las causas profundas de la guerra
injusta del 79 Bolivia juega un rol secundario hasta cierto punto, pues su pasado
político lleno de tareas , su indiferencia en los negocios de fronteras, su excesiva
dedicación a las luchas intestinas y, sobre todo y particularmente, su desmedido
alejamiento del litoral, no la capacitaban, por desgracia, para tomar mucho empeño
82
ni invertir fuertes sumas en el mejoramiento y explotación de una zona que la creía
pobre de recursos, sin ningún género de atractivos naturales, del todo recluida en los
confines del vasto territorio, acaso como perdida en las lejanías del mar que para
alcanzarlos del mar que para alcanzarlos había que cruzar por otro e arena y polvo;
Bolivia, puede decirse, ignoraba el monto aproximado de su fortuna en el litoral y
más se pacía en aclarar su vida política a fuerza de guerras civiles que en dedicarse
a explotar las riquezas de su suelo, o en preparar los elementos que sabrían
defenderlas en caso de una agresión, pag. 283
Resulta entones patente que la desgracia de Bolivia fue el ignorar la riqueza que
atesoraba su litoral y en no haber tenido los medios de defenderlas cuando la
conoció. Pág 283