Boletin15

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Universidad Nacional Autónoma de México Instituto de Investigaciones Estéticas LA PINTURA MURAL PREHISPÁNICA EN MÉXICO Boletín Informativo año VII número 15 diciembre 2001 ISSN 1405-4817

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  • 1. Universidad Nacional Autnoma de Mxico Instituto de Investigaciones Estticas LA PINTURA MURAL PREHISPNICA EN MXICO Boletn Informativo ao VII nmero 15 diciembre 2001 ISSN 1405-4817

2. Juan Ramn de la Fuente Rector Olga E. Hansberg Torres Coordinadora de Humanidades Mara Teresa Uriarte Castaeda Directora del Instituto de Investigaciones Estticas Beatriz de la Fuente Titular del Proyecto La Pintura Mural Prehispnica en Mxico Leticia Staines Cicero Cotitular del Proyecto La Pintura Mural Prehispnica en Mxico Universidad Nacional Autnoma de Mxico Digitalizacin, diseo y tipografa Ricardo Alvarado Tapia Teresa del Rocio Gonzlez Melchor Portada Suchilquitongo, Oaxaca. Tumba 5. Dintel norte. Detalle. Foto Gerardo Vzquez, 1999. La cenefa en la parte inferior de las pginas interiores corresponde a la pintura del dintel oeste del Patio A. Grupo de la Iglesia. Mitla, Oaxaca. Las opiniones expresadas en el Boletn Informativo La Pintura Mural Prehispnica en Mxico son responsabilidad exclusiva de sus autores. Consejo editorial Johanna Broda Beatriz de la Fuente Mercedes de la Garza Eduardo Matos Leticia Staines Boletn Informativo La Pintura Mural Prehispnica en Mxico Ao VII, nmero 15, diciembre 2001 Editora Leticia Staines Cicero Asistente editorial Laura Pieira Menndez El Boletn Informativo La Pintura Mural Prehispnica en Mxico es una publicacin semestral del proyecto La Pintura Mural Prehispnica en Mxico del Instituto de Investigaciones Estticas de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, Circuito Mario de la Cueva, s/n, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, Mxico, D. F. Certificado de reserva de derecho al uso exclusivo del ttulo,DireccinGeneraldeDerechosdeAutor, Secretara de Educacin Pblica, nmero 003016/96, expedido el 11 de febrero de 1997. Certificados de licitud de ttulo y de contenido, Comisin Certificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, Secretara de Gobernacin, nmeros, 9888 y 6927 respectivamente, expedidos el 23 de enero de 1997. ISSN 1405-4817. ImpresoenelInstitutodeInvestigacionesEstticas,UNAM. Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, C.P. 04510, Mxico, D. F. Tiraje: 1000 ejemplares. Distribucin gratuita. 3. ndice Presentacin...................................................................................................................................... 3 Beatriz de la Fuente Lmites y contornos: entre lo real y lo imaginario? ................................................................... 7 Laura Pieira Menndez Estudio geomtrico de un fragmento del mural de las Diosas verdes de Tetitla ............... 12 Arturo Albarrn Samaniego Tapas de bveda pintadas de Xcakochn, Yucatn y Tzum, Campeche ................................. 23 Karl Herbert Mayer Caractersticas teotihuacanas en la pintura mural prehispnica en Huapalcalco, Tulancingo, Hidalgo . ........................................................................................ 27 Enriqueta M. Olgun pocas y sitios con pintura mural en Oaxaca ............................................................................. 34 Bernd Fahmel Beyer Imgenes funerarias: los abuelos zapotecas? ........................................................................... 37 Alfonso Arellano Hernndez Pintura mural y alineacin arquitectnica en Oaxaca prehispnica....................................... 42 Jess Galindo Trejo Las aves representadas en los recintos funerarios de Oaxaca .................................................. 50 Lourdes Navarijo Ornelas Noticias 4. 2 5. 3 Presentacin Una vez ms queremos dar a conocer parte de nuestros esfuerzos por medio de este Boletn que hoy, gracias al empeo y disciplina de Leticia Staines Cicero alcanza su nmero 15. Se trata de resmenes o avances de algunos colegas vertidos en sendas y magnficas conferencias que se dieron como una de las actividades laterales pero no por eso menos importantes- del Proyecto La pintura mural prehispnica en Mxico, que se llevaron a cabo en la sede de El Colegio Nacional. No son, sin embargo, los afanes nicos en esta publicacin; se incluyen otros de estudiosos que, sin pertenecer al Proyecto, indagan y encuentran diversas respuestas en torno a su quehacer como arquelogos, historiadores e historiadores del arte. Se trata de especialistas que en distintas disciplinas colaboran con objetivos similares a los nuestros. El artculo de Laura Pieira, miembro del Proyecto, es el que abre el repertorio. Con slida formacin de historiadora del arte, reflexiona y comparte con el lector, sus afincados pensamientos en torno al espacio que ocupa la pintura mural que se integra con otros hechos artsticos. En especial le interesa el asunto de lmites y contornos, y de modo concreto centra sus ideas en los espacios que define y establece el marco plstico entre lo real y lo imaginario, de manera que revela su presencia como puente entre dos universos: el visible y el figurado mentalmente. El Boletn est abierto a propuestas de alumnos que se abocan desde distintos enfoques- a los hechos artsticos del pasado precolombino. De tal suerte que aqu se inscribe el interesante estudio de Arturo Albarrn acerca de las estructuras de un renombradomuraldeTetitlaenTeotihuacn.Enelesquemaanalticodelaforma,cuya base es la geometra apoyada en imprescindibles figuras: el crculo, el tringulo y el cuadrado, deviene de manera evidente el sistema de proporcin area que rige las representaciones de las Diosas verdes de Tetitla. 6. 4 El estudioso, por excelencia, de los hechos poco conocidos en el mundo maya es Karl Herbert Mayer. En este nuevo informe se refiere a dos tapas de bveda, sumamente degradadas, en Xcakochn, Yucatn y en Tzum, Campeche. Su breve descripcin y la escueta relacin historiogrfica de ambos sitios contribuyen al conocimiento del arte pictrico de los mayas. En un artculo anterior la arqueloga Enriqueta M. Olgun dio a conocer, en este Boletn, un sitio que para entoces ya le era familiar. Me refiero a los fragmentos de pintura mural en Huapalcalco, Hidalgo. Ahora procura encontrar cierta comparacin de diseos pictricos con estudios y publicaciones varias sobre misma expresin artstica en Teotihuacn. En apretado y gil recorrido el arquelogo y doctor en antropologa Bernd Fahmel hace de los tiempos y de los lugares, que aun conservan pintura mural, una precisa visin de conjunto del panorama pictrico de la entidad que es, hoy en da, el estado de Oaxaca. As conjunta y sita dentro de la extensa trayectoria espacio-temporal del rea, los sitios indicativos de cada una de las cinco pocas que inician alrededor de 500 a. C. y concluyen con la conquista. Alfonso Arellano, maestro en historia, incursiona en la compleja escritura zapoteca al buscar datos en el significado de los glifos de la Tumba 104 de Monte Albn. De tal manera que encuentra informacin en las inscripciones ptreas de la losa que cerraba el recinto, acerca de la fecha posible de la factura del complejo funerario. Halla registro de la edad, al morir, y del nombre del personaje ah enterrado. Tambin encuentra en las pinturas glifos nominales que lo llevan a sugerir que, acaso, rememoran la identidad de los abuelos del hombre sepultado. Resumen de acuciosos anlisis arqueoastronmicos es el artculo del doctor en astrofsica Jess Galindo. Presenta con claridad la relacin inequvoca de las cons- trucciones zapotecas y su relacin con hechos y direcciones definidas de la bveda celeste. Bajo su disciplina realiza un estudio preciso del Grupo de la Iglesia y del Grupo del Arroyo en Mitla, y de las Tumbas 105 y 112 de Monte Albn para establecer su antigua significacin astronmica. 7. 5 Sobre las aves representadas en la pintura funeraria de Oaxaca, Lourdes Navarijo, doctora en biologa, expresa con precisin los resultados de su examen ornitolgico en los murales de Suchilquitongo (Huijazo), San Pedro Jaltepetongo, Monte Albn y Mitla. Considera en su anlisis el plumaje, ciertos caracteres fsicos y las imgenes de las aves figuradas. Con base en tales elementos concluye acerca de la identidad cientfica de las aves. El Boletn expresa, una vez mas, su postura multidisciplinaria, a travs de los breves y siempre originales textos de sus colaboradores. Beatriz de la Fuente 8. 6 9. Lmites y contornos: entre lo real y lo imaginario? Laura Pineira Menndez Facultad de Filosofa y Letras, UNAM Es sabido que la pintura transfiere el mundo tridimensional de la naturaleza al mundo bidimensional del soporte. Esta virtud le otorga caractersticas nicas y distintas a las de otros gneros artsticos, como la arquitectura, la escultura y el relieve. En el espacio pictrico, la realidad adquiere las dimensiones y el volumen del plano. As la pintura recrea la experiencia que se tiene del mundo desde tiempos remotos hasta nuestros das. En esta bsqueda, inmersos en los cambios y las propuestas del ser pictrico y del lenguaje de la bidimensin, nos ocupa la pintura mural prehispnica y el modo en que se vale de distintos recursos para mostrar sus cualidades plsticas. A diferencia de la pintura de caballete, movible y trasladable, la pintura mural se alberga en un espacio arquitectnico, a l pertenece y en l habita. De ello derivan caractersticas que la distinguen, rasgos que es necesario considerar para conocer sus propuestas expresivas. Adems, la pintura mural prehispnica se ubica dentro de la integracin plstica comn al arte mesoamericano. Comparte su expresividad con la arquitectura, con la escultura y con el relieve, de modo que forma parte de una totalidad expresiva desde su individualidad. Ser objetivo del presente anlisis contemplar algunos rasgos que le permiten revelar su ser nico a pesar del vnculo que mantiene con otras artes. La pintura mural vive en la arquitectura sin ser arquitectura. En los recintos estable- ce cules son las reglas de su juego, muestra sus diferencias y con ellas sus cualidades de modo que ambas cohabitan, se encuentran y entablan dilogos tanto como distancias. 7 10. De este modo el espacio bidi- mensional convive con la arquitectura, conjuga con ella su lenguaje y se apropia de ella. Sin embargo desde un principio da a conocer sus reglas y condiciones. Su habitar en la arquitectura no implica que se deba recorrer y percibir del mismo modo. Aunque es tambin un arte del espacio, pues vive de l y de l se nutre, lo hace de manera peculiar. A partir del plano muestra su vnculo con la arquitectura, dicta un juego que la distingue y la define ms all de la tridimensin, un juego que surge y encuentra su ser en el marco. A travs de ste, la pintura mural establece el inicio y fin de su espacio y tiempo. Con l define y desarrolla sus composiciones, su realidad. Propone su recorrido y recrea un mundo propio. El marco en la pintura mural participa del color, de los diseos y a veces de la composicin, pues no se construye de manera independiente en relacin al espacio pictrico; tambin el marco es espacio pictrico. De ah que su materialidad forma parte inherente de la pintura y su lenguaje. Sin embargo puede ser a su vez un elemento aislado, lmite, principio y fin. Poresoadquiereuncarcterambivalente. ste se define en su relacin con el espacio y el fluir de la arquitectura y con la composicin y el orden de la pintura. Elrecorridodelmarcosobrelosmuros muestrasupresenciaentrelosdosmundos, su pertenencia y dilogo con ambos. Adems de articular, separa y distingue el 8 Suchilquitongo, Oaxaca. Tumba 5. Muro norte, lado este del vestbulo. Vase el marco con formas de gancho debajo del personaje. Dibujo de Felipe Dvalos, tomado de Miller, 1995. 11. espacio de la pintura, lo asla para que invente su realidad y la ordene de acuerdo con sus medios y propiedades. De este modo lo vemos disponer sus formas y conducirse sobre los espacios definin- dolos, delimitndolos, continundolos e interrumpindolos. Puede ser el hilo conductor de la composicin, construir, establecer y valorar el punto de vista desde el cual se observa y se interpreta la pintura, as como proveer de contexto a las escenas pintadas. Variassonlasposibilidadesexpresivas del marco y varios los casos en los que apareceparadaraconocersuimportancia dentro de la planeacin de los espacios pictricos. Por ejemplo, vemos marcos con diseosiguales,repetidosaintervalos. Su 9 Tetitla, Teotihuacn. Prtico 11. Murales 3-4. En esta escena se aprecia la armona entre la pintura y la arquitectura y su separacin a travs del marco. Foto Ma. Teresa Uriarte, 1995. 12. correspondencia con las escenas se limita al color, pues su expresin es distinta a las composiciones y al movimiento de las imgenes. A veces los colores del marco son diferentes a los de la escena. As, surge un ritmo que enfatiza y establece un dilogo distinto con ella. Se plantea una comunicacin en donde ambos, tanto el lmite como lo que se limita, destacan en armona. De marcos con diseos complejos sedesprendeunacontinuidaddelespacio. El movimiento en ellos, lejos de estar dadoporlasucesindeformasrepetidas, se genera por la fluidez de las lneas y la 10 quiz parahacermsevidenteladiferencia de los rasgos. Adems de vincular, delimitar, contener y resguardar, el marco participa activamente en la construccin del lenguaje pictrico. Las diferencias que guarda con la planeacin de las escenas, los cambios en el color y en los ejes, revelan dilogos y lecturas interesantes que slo pertenecen a la pintura mural. Hemos visto cmo acoge mundos donde la realidad es otra, donde el orden es distinto, donde la comunicacin exige otros modos de acercamiento. En esta ocasin el marco fue el pretexto para destacar la expresin de la Rancho Ina, Quintana Roo. Estructura P-1 o la Casa Azul. Detalle de la fachada oriente. En esta imagen el marco muestra caractersticas distintas a la escena aunque comparten color. Foto Javier Hinojosa, 1999. flexibilidad que muestran en relacinallmitearquitectnico. En otros casos el marco combina elementos que le dan un carcter propio en relacin a la imagen que contiene. La secuencia y el movimiento que sugieren, respectoalaescena,contras- tan de modo que ambos rescatan su presencia dentro de la composicin. Aqu el color interviene tambin, 13. pintura en relacin a los otros gneros artsticos,aunquenoeselnicoelemento que puede explicarla desde sus diferencias. Tambin ha sido principalmente formal el acercamiento a sus cualidades. Sin embargo, no por ello debemos suponerquesulaborterminaenlovisual. Quiz en la multiplicidad que conlleva su expresin est implcita su importancia dentro de la temtica y la narrativa de las escenas pintadas. Su presencia compositiva puede ser tambinunapresenciasimblica,demodo que su tarea no termina en el color y en la forma sino que trasmuta ese decir de la expresin al decir del significado que conlleva a ambos. As es una especie de vientre que recibe el ser de un mbito que empieza, se define y termina en l. Una especie de ventana que rodea y delimita pero a su vez posee la virtud de mostrar lo que existe del otro lado. Resguarda otras realidades. Mundos que perfilan su rumbo dentro de una existencia mltiple y distinta. Conlleva secuencias, sucesos, tramas e historias que conciernen al plano. Asfluyeysedescubreensuslmites... Lmites pintados que se despliegan en los contornos del espacio arqui- tectnico, albergan un ser que se hace de su propia expresin, un gnero que defiende su postura ante la prepon- derancia de la integracin. Lmites que acogen espacios y tiempos que devienen al ritmo de las lneas, del dibujo y del color. Espacios y tiempos bidmensionales, contenidos, fugaces. Espacios y tiempos que obser- van, transforman, interpretan y plasman realidades ficticias o ficciones reales. Expresiones que juegan con la percepcin.Trucosquerevelanverdades intrnsecas. Confines que desdibujan interiores y exteriores, contornos que se buscan y se explican en el encuentro y en la diferencia. Gneros, bordes y lenguajes que hablan de lo real y lo imaginario. Del espacio y del tiempo que habitan. 11 Bibliografa Miller, Arthur G. 1995 The Painted Tombs of Oaxaca. Living with the Dead, Cambridge University Press. 14. Estudio geomtrico de un fragmento del mural de las Diosas verdes de Tetitla Arturo Albarrn Samaniego Facultad de Filosofa y Letras, UNAM La geometra es una importante herramienta que nos permite tener conocimientos ms escrupulosos de las imgenes con las que trabajamos. Estos grficos son utilizados para formar una comunicacin visual que se constituye por tres importantes figuras: el crculo, el tringulo y el cuadrado. Las formas bsicas integran una gramtica que estudia movimientos y composiciones con el fin de formar parte de las herramientas de estudio. Ante la ausencia de documentos escritos y paralelos a las obras, sta es una opcinquefavoreceelanlisisdelosantiguosalfabetosdelapinturamuralmesoamericana. De tal modo la organizacin de la imagen podr ser comprendida si se visualizan los trazos auxiliares necesarios para la construccin de cualquier composicin grfica. El cuadrado, el tringulo y el crculo integrarn este tipo de comprensin visual que nos dir, en todo caso, si se trata de una figura plana, equilibrada, de proporcin armnica o de la relacin que guardan sus componentes, espacios, direcciones y posiciones. As, nuestro anlisis comienza con el estudio de una envolvente mayor delimitada por la imagen, despus se muestra una divisin de sus partes. Ms adelante se dan a conocer algunos de los sistemas de trazo estructural basados en crculos, tringulos, cuadrados y rectngulos. Las estructuras de trazos auxiliares nos llevan tambin a distinguir cmo las divisiones geomtricas organizan, a travs de lneas, la anatoma humana y cmo se relacionan con el resto del conjunto grfico. Para una mejor comprensin y organizacin de nuestro trabajo, se multiplic la imagen en ocho lminas con el fin de exponer la aplicacin de la geometra. 12 15. Lmina 1 En esta primera imagen trazamos la envolvente mayor y observamos que es un rectngulo subarmnico un tercio (RSA1/3,fig.1).* Lasenvolventesinternas, por su parte, se colocaron respetando las estructurasgrficasdelmural.Esdecir,las subdivisionessetrazaronparajustificarlas partes ms importantes de la imagen. De este modo, tenemos que de la lnea base del tocado hacia abajo hay un nuevo rectngulo, pero en este caso es un rectngulo armnico raz cuadrada de cuatro (RA4, fig. 2). En la parte superior observamos otras cuatro subdivisiones: dos rectngulos subarmnicos un tercio (RSA1/3, fig. 3) en los extremos, y en el centro inferior restante un rectngulo armnico raz de tres (RA3, fig. 4). Finalmente,enlapartesuperiordelmismo rectngulo y completando el conjunto, hay otro rectngulo armnico raz de cuatro (RA4, fig. 5). Las subdivisiones pueden tener dis- tintos tipos de rectngulos con respecto a su proporcin y posicin dentro de la envolvente mayor, sin embargo se deber mantener una relacin entre los 13 Lmina 1. Trazos de la envolvente externa y segmentacin por rectngulos de las partes ms importantes del mural. * Vanse las figuras como parte de las lminas. 16. 14 Lmina 2. Conjunto de rectngulos de proporcin armnica que segmenta al mural en piezas. 17. elementos que componen a la imagen con los lmites marcados por esos rectngulos. Lmina 2 Nos facilitaron el anlisis de los sistemas de proporcin armnica, subarmnica y urea las envolventes rectangulares de la imagen. De este modo podemos observar que muchas de las formas que integran el mural de las llamadas Diosas verdes de Tetitla tienen proporciones que se justifican. Lmina 3 Nuestro estudio nos llev al anlisis de la figura humana que, con slo tres elementos, nos permite visualizar la postura del personaje. A partir de las manos y la cabeza, la misma estructura nos muestra que lo principal es un individuo que porta un atuendo profuso en detalles y un tocado que ocupa casi la mitad de la imagen. Sin embargo, para vislumbrar el resto del cuerpo se utiliza- ron las proporciones modernas del cuerpo humano establecidas por el mdico anatomista del arte C. H. Stratz. Supropuestaconsisteenrepetireltamao de la cabeza siete veces hacia abajo con el fin de encontrar la altura del cuerpo de un hombre. Al aplicar este procedimiento se obtuvo el punto A que es externo e inferior a la envolvente mayor de la imagen. Con este punto se form una lnea vertical hasta la parte superior del rostro, punto B, que cruza con la lnea horizontal formada con las manos, puntos C y D. Estos cuatro puntos dieron comoresultadounrectnguloureo(R, fig. 6), delimitado verticalmente por las manos del personaje y horizontalmente Lmina 3. Comparacin de las proporciones modernas del cuerpo humano con las del mural. 15 18. por el extremo del rostro y la parte inferior por el punto A. Posteriormente, encontramos un segundo rectngulo ureo que parte del punto A y pasa por los elementos que caen de las manos y termina en la parte superior del tocado, puntos A, E, F, G (fig. 7). Esta relacin nos llev a concluir que nuestropersonajeesunhombreynouna mujer,yaquelaproporcindeuncuerpo femenino es de seis y media veces el tamaodelacabeza,ylamedidaobtenida nopermitelarelacinconlosrectngulos ureos (figs. 6 y 7). Elfines,entonces,buscarunaposible solucin geomtrica que nos permita entender la representacin grfica de la anatoma de un personaje, lo cual es altamentecomprobableporestosmedios, ya que nuestro gran complejo biolgico no ha sufrido cambios significativos. Es decir, las caractersticas corporales que tuvo ese pueblo son muy similares a las que poseemos actualmente. Lmina 4 As, podemos decir tambin que este personajetieneunarepresentacingrfica parcial y frontal del cuerpo, pues gran nmero de sus elementos estn inscritos en rectngulos cuyas proporciones no pueden ser comprobadas si la imagen tiene cierta perspectiva. Fue representado hasta un nivel cercano al ombligo o, dicho de otro 16 Lmina 4. Propuesta de la flexin del brazo comparada con los cnones modernos del cuerpo humano. 19. modo, es un busto pero con brazos. Por otro lado, las extremidades no tienen una correspondencia lateral con los parmetros mencionados; sin embargo, planteamos una estructura interna que respeta el ancho del tronco. Flexionamos uno de los brazos para evidenciar cmo la postura de ste, dentro de la tnica, es anatmicamente comprobable (fig. 8). Lmina 5 Se encontr una estructura interna en la imagen, compuesta por una serie de crculos concntricos con crecimiento uniforme. Recordemos que nuestra imagen est a escala, sin embargo, para determinar lo anterior pondremos como parmetro al crculo ms pequeo cuyo dimetro es de 24 mm. de forma que el resto de los crculos crece con submltiplos de 4, es decir: 24, 34, 44, 54 hasta el doceavo con un dimetro de 124 mm. Es importante observar que estos trazos auxiliares tienen una serie de relaciones con los detalles de la imagen. 17 Lmina 5. Sistema de trazos auxiliares de una serie de crculos de crecimiento armnico. 20. As tenemos: Crculo A, 24 mm. Determina el rostro del personaje. Crculo B, 34 mm. Centro de las orejeras y los extremos superiores del elemento ondulante que empieza o termina por debajo de las orejeras. Crculo C, 44 mm. Extremo de las orejeras, la base de la cabeza del guila en el tocado y las partes inferiores del elemento ondulante. Crculo D, 54 mm. Centro vertical de la dentadura del guila y la segunda lnea circular con pequeas divisiones. Crculo E, 64 mm. Centro de tres elementoscuadrangularesycentroconla boca del guila. Crculo F, 74 mm. Extremo de los elementos cuadrangulares y base de los ojos del guila. Crculo G, 84 mm. Las dos mangas de la tnica y los ojos del guila en la parte superior. CrculoH,94mm.Centrodeldedo pulgar de ambas manos, parte final de la cabeza del guila y centro del conjunto de ocho lneas inclinadas con una horizontal por encima de la parte central baja. 18 Crculo I, 104 mm. Representacin de las uas de los dedos pulgares de ambas manos. Crculo J, 114 mm. Semicrculos del centro del tocado y aproximacin a las uas del dedo ndice de ambas manos. Crculo K, 124 mm. Parte final del dedo medio de ambas manos. Crculo L, 134 mm. Parte final del centrodeltocadoydelconjuntodelneas inclinadas. Lmina 6 En esta seccin se realiz un anlisis de los tringulos en la composicin y se obtuvo que, en la parte central baja, un elementotieneunaenvolventetriangular (fig.9).Lafiguraalserduplicada,invertida y colocada en la lnea inicial del tocado (fig. 10), crea un punto de interseccin, punto X, entre ambos tringulos. Este lado del polgono se dividi en dos partes y se obtuvo as el segmento A y B. Se busc, entonces, la relacin entre las dos partes y se obtuvo que la suma de ambas, forma el lado largo de un rectngulo armnico raz de dos (RA2, fig. 11). Es decir, el segmento ms largo corresponde al cuadrado inscrito en este 21. tipoderectngulos(fig.12)yelladocorto corresponde a la porcin que se agrega a partir del trazo que forma un rectngulo armnico raz de dos (RA2, fig. 13) as justificamos la colocacin del segundo tringulo en la base del tocado. Por otra parte, en los extremos de la tnica que bajan desde las manos encontramos envolventes que forman dos tringulos issceles cuyo ngulo menor se levanta hasta el lmite superior de la imagen (fig. 14). Asimismo, otra figura de las mismas caractersticas se invirti y se yuxtapuso a la anterior (fig. 15). Con el punto de interseccin B entre ambos tringulos issceles se traz una lnea horizontal hacia elcentrodelaimagenyseobtuvoqueesta lnea coincide con los ojos del personaje. Si tomamos nuevamente la figura 9 podemos observar que una serie de tringulos, desde la misma lnea base, coincide con otros puntos del mural (fig. 16). Los polgonos, a su vez, Lmina 6. Sistema de tringulos que justifica al mural. 19 22. disminuyen sus proporciones de manera uniforme, sin olvidar que los espacios formados entre ellos son iguales a la distancia dada por los crculos concn- tricos de la lmina 5. Lmina 7 En la imagen se retoma el crculo L y se divide en rectngulos ureos perpen- diculares (fig. 17), lo cual demuestra que la estructura de crculos concntricos es correcta, pues el crculo G cruza entre el cuadrado (fig. 18) y el segmento adyacente trazado para formar el rectngulo ureo (fig. 19). Lmina 8 En esta ltima imagen se plante la repeticin de un patrn cuyas proporciones son equivalentes a un rectngulo armnico raz de cuatro (RA4, fig. 20). El polgono est determinado por la distancia vertical que divide en dos al elemento que fue Lmina 7. Divisin area del crculo L de la lmina 5. 20 23. circunscrito en la figura 9. Esta medida fue repetida verticalmente con el fin de obtener la relacin de las lneas con los elementos del mural. Posteriormente, el ancho de la cabeza, delimitado por las orejeras, fue lo que determin las divisiones verticales. Recordemos que si se trata de rectngulos armnicos raz de cuatro tenemos, entonces, dos Lmina 8.Red de rectngulos subarmnicos dos tercios, generada a partir de la unidad planteada. cuadrados que los forman; por ende, podemos tambin obtener una red de cuadrados (fig. 21). Cuando las estructuras internas de lasimgenesseidentificanyladistribucin de sus componentes tiene simetra, no es extraollegaraestetipodeconclusiones. Sin embargo es necesario que en esta bsqueda el observador tenga siempre 21 Lmina 8. Red de rectngulos subarmnicos dos tercios generada a partir de la unidad planteada. 24. la habilidad de trazar y demostrar que la organizacin de las figuras nos lleva a un conocimiento de la conformacin de un lenguaje grfico. Estos cdigos escritos son alternos a nuestra realidad, pero las formas bsicas son un enlace entre nuestras culturas y, por lo tanto, son ellas quienes nos dan la pauta para analizar el contenido icnico de los murales prehispnicos. Nosotros somos los responsables de interpretar un sistema visualquenacitambinbajolanecesidad deexpresarunaseriedeideas.Estehecho nos permite entender que la geometra nos muestra un alfabeto formado por un lxico grfico de las ms remotas manifestaciones de la imagen. La geometra es, entonces, una importante herencia cultural cuya aplicacin justifica con formas bsicas a las imgenes. stas expresaron a lo largo de la historia un sinnmero de ideas que, de maneraprofusaoreticente interactuaron con las sociedades antiguas. Los teotihuacanos desarrollaron una comunicacin visual que representaba su 22 ideologa en formas fantsticas. Este tipo de expresin nos proporcion imgenes queresultaronserdifcilesdecomprender, ya que no tenemos una relacin directa con ellas. Sin embargo, cuando nos esforzamos por dar una explicacin nos enfrentamos a dos contextos con inminentes diferencias, dos sociedades que respondieron a una necesidad de comunicacin pero con imgenes que funcionan de distinto modo. Finalmente no importa la polaridad de las sociedades, ya que el fin es, por consiguiente, poner un orden en la informacin grfica que engloba la ideologa de un pueblo. Nopodemospensarenlageometra como una herramienta aplicable o no a las imgenes, puesto que hay entre ellas una relacin tan estrecha como la que existe entre nosotros y nuestra sangre. Nota Los dibujos fueron hechos por el autor. 25. Actualmente hay ms de cien sitios arqueolgicos mayas en donde se ha registrado pintura mural, especficamente en los estados de Yucatn, Campeche, Quintana Roo y Chiapas (Mayer, 2000: 224-226). Una parte importante de estos hallazgos representa pinturas monocromas y policromas sobre estuco, que cubren las piedras tapa de las bvedas de mampostera de edificios en los estados de Campeche y Yucatn. No todas esas tapas pintadas se han dado a conocer hasta ahora, incluyendo dos de ellas en Xcakochn, Yucatn, y otra en Tzum, en Campeche, ambos sitios ubicados en la zona Puuc. Estas tapas de bveda tienen en comn que nicamente conservan fragmentos y trazos desvanecidos de sus imgenes originales, y por lo tanto muestran un limitado potencial iconogrfico. El hecho de que en ambos sitios no se haya reportado previamente la existencia de pintura mural requiere que sean ilustrados y descritos brevemente. Tapa de bveda 1 de Xcakochn Las ruinas de Xcakochn se localizan a 6.5 km. al sureste de la comunidad de Xul, Yucatn(2002.73N,8926.35O).Fuerondescubiertasporelexploradoraustriaco Teobert Maler en enero de 1889 (Maler, 1997: 161-162). InvestigacionesrecienteshansidoretomadasporGeorgeF.Andrewsen1984,por Uwe Gebauer en 1989 y tambin por Nicholas P. Dunning y Leticia Staines Cicero. Andrews tom en el sitio una foto en blanco y negro de una piedra tapa estucada que se encontr en el suelo fuera de su contexto, cerca del Cuarto 7 de la Estructura 1 del Tapas de bveda pintadas de Xcakochn, Yucatn, y Tzum, Campeche Karl Herbert Mayer Graz, Austria 23 26. Grupo A, como los design Andrews. Estatapapintadamide45cm.dealto por 33 cm. de ancho. Porciones de la superficie estucada se han cado de la losa monoltica de piedra caliza. De las pinturas originales, hechas con pigmento negro, se puedenapreciarclaramenteslo las dobles lneas paralelas de tres lados, las cuales representan el marcorectangulardeunaimagen, posiblemente el retrato del dios K (fig. 1). LeticiaStaines(comunicacin escrita, diciembre 2000-enero 2001), visit el sitio en mayo de 1995 y fotografi esta pintura previamente designada como tapa de bveda I de Xcakochn. Adems tambin registr una segundapiedratapafragmentada, con pintura negra y hasta ahora indita, denominada como tapa de bveda 2 de Xcakochn, la cual mide 32 cm. de alto por 30 cm. de ancho y se encuentra in situ en el Cuarto 13 de la Estructura 1 del Grupo A. Durante la visita de Stephan 24 Figura 1. Xcakochn, Yucatn. Tapa de bveda 1. Foto George F. Andrews, 1984. Merk y Karl Herbert Mayer en 1998, la tapa 1 no pudo ser reubicada, mientras que la tapa 2 no se observ. 27. Tapa de bveda 1 de Tzum Las ruinas de Tzum se ubican aproximadamente a 8.5 km. oeste-suroeste del actual pueblo de Bolonchn de Rejn, Campeche, cerca del pueblo de Xcalot Akal. El sitio fue descubierto por Teobert Maler (1997:89) en abril de 1887 y fue denominado Suna o Suna. Sintenerconocimiento de la visita de Maler, David F. Potter (1997:7) en abril de 1971 descubri una vez ms el sitio, llamndolo Suum. En1975EricvonEuw(1997: 47-67) explor las ruinas, asumiendo que no se haba llevado a cabo una investigacin anterior, y lo denomin Tzum, nombre que se recomienda usar para evitar confusiones. En1986GeorgeF.Andrews 25 Figura 2. Tzum, Campeche. Tapa de bveda 1. Foto Karl Herbert Mayer, 1995. Durante una visita a Tzum, en abril de 1995, Stephan Merk (1996:42) y Karl Herbert Mayer tomaron fotografas en color (fig. 2) y medidas de esta piedra tapa. Se trata de un elemento arquitectnico cuya capa de estuco est y Hans J. Prem visitaron Tzum y fotografiaronunatapadebvedapintada entre algunos restos adyacentes al Cuarto 5 de la Estructura A-21, un complejo de mampostera de dos pisos perteneciente al estilo Puuc del Clsico. 28. deteriorada y parcialmente rota. La esquina superior izquierda se perdi, sin embargo se conserva sobre la superficie estucada, en la parte superior derecha de latapa,unmanojodeplumaspuntiagudas pintadas en rojo, que probablemente representan el tocado de una figura humana de pie. Esta tapa de bveda tiene 68 cm. de alto por 41 cm. de ancho y 24 cm. de espesor.Elpequeofragmentodeestuco que an se conserva tiene 13 cm. de alto por 16 cm. de ancho y el espesor de la capa de estuco vara entre los 3 y 4 mm. Lapinturaqueahseobservatiene10cm. de alto y 13 cm. de ancho. Cronolgicamentesepuedesuponer que las tres piedras tapa mencionadas, datandelClsicoTardo/ClsicoTerminal. Bibliografa Maler, Teobert 1997 PennsuladeYucatn,Berln,Gebr.MannVerlag (Monumenta Americana, V). Mayer, Karl Herbert 2000 Wandmalereien der Maya-Kultur, en: Nachrichtenblatt der Archaeologischen Gesellschaft Steiermark, Graz, Academic Publishers: 1-2, 219-232. Merk, Stephan 1996 An Unrecorded Building at Tzum, Campeche, en: Mexicon, bimestral, Berln, Internationales Gessellschaft fr Mesoamerika-Forschung: III (3), 41- 42. Potter, David F. 1977 Maya Architecture of the Central Yucatan Peninsula, Mexico, New Orleans, Middle American ResearchInstitute,TulaneUniversity(Publicacin,44). Von Euw, Eric 1977 Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions, Itzimte, Pixoy, Tzum, 2 tomos, Cambridge, Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard University Press: 4 (1). 26 29. El proyecto que origin al presente, permiti registrar y sistematizar, por vez primera en un catlogo, las noticias arqueolgicas que se tienen sobre la pintura mural prehispnica del sitio arqueolgico de Huapalcalco, en el municipio de Tulancingo, Hidalgo. Desde 1939 se tenan noticias sobre la presencia de pintura mural en dicho sitio. Hallazgos similares se realizaron en 1954 y 1956, pero las descripciones al respecto son muy escuetas. A fines de 1984 y principios de 1985 se volvieron a encontrar restos de pintura mural prehispnica, que fueron convenientemente fotografiados y conducidos hasta la actual Coordinacin de Restauracin y Conservacin del Patrimonio Cultural del Instituto Nacional de Antropologa e Historia, donde los restos pictricos se trataron para su conservacin. De igual forma, se enviaron muestras de las pinturas a la actual Direccin de Laboratorios y Apoyo Tcnico de la misma institucin, para que ah se investigara qu pigmentos se utilizaron para elaborar las pinturas. En 1989 se present el proyecto Pintura mural prehispnica procedente de Huapalcalco, Tulancingo, Hidalgo en la Universidad Autnoma de Hidalgo, institucin que decidi aprobar la ejecucin del mismo a partir de1999.Eldesarrollodelproyectodiocomoresultadoqueserealizarandibujos,calcas y fotos de los fragmentos de pintura mural prehispnica que se excavaron entre 1984 y 1985 y que se compilara toda la informacin disponible sobre hallazgos anteriores de materiales similares. Cronolgicamente los hallazgos de 1984-1985 se ubican entre los aos 750-1100 d.C. (C14). El estudio particular de la pintura mural que se encontr en el centro cvico- ceremonial en los aos de 1939, 1954-1958 y 1984-1985- evidencia que la Caractersticas teotihuacanas en la pintura mural prehispnica en Huapalcalco, Tulancingo, Hidalgo Enriqueta M. Olgun Universidad Autnoma de Hidalgo 27 30. arquitectura prehispnica del sitio estuvo acompaada de pintura dispuesta sobre piedra y sobre aplanados de barro y de estuco,querecubrieronlassuperficiesde zoclos, pilastras, tableros, paredes, banquetas y grandes lajas que se usaron una y otra vez en las estructuras de la ciudad prehispnica. Sobre grandes lajas reutilizadas se pintaron,directoenlapiedra,lneasrectas simples,enrojo(Olgun,2001a;2001b). En el caso de zoclos y pilastras los coloresseusarondemaneramonocroma, masiva, llana y sin diseo alguno. Se tiene noticia de un zoclo, con aplanado de barro, sobre el que se pint ...un dibujo geomtrico ondulante de color rojo (Mller,1963:83)quenosedescribems, y parte de un aplanado de barro que tambinsecubriconrojo.Enuntablero de tipo teotihuacano se pintaron xicalcoliuhquisnegrossobrefondoblanco (Mller y Lizardi, 1957: ff. 52, 54, 56; Mller, 1963:fig.3; Lizardi, 1968:60; 2000:47).Sobrealgunasparedestambin se pintaron crculos rojos sobre fondo blanco (Lizardi, 1968:64). En muros y banquetas de seccin recta se plasmaron frisos policromos (Olgun, 2001b). Muchos de los fragmentos de murales queseexcavaronentre1954-1956yotros que se recobraron en 1984-1985 slo proporcionan informacin sobre la paleta cromtica que lucan las superficies de las estructurasarquitectnicasdeHuapalcalco. En el Anexo A del Grupo VI, que excav Mller (1962:88), haba estuco, con pintura de colores azul, verde, rojo, ocre,rosaplido,amarilloocreynegro.1 En uno de los muros de la tercera poca constructiva del Palacio A se encontraron fragmentos de aplanado provisto de rojo, azul, amarillo y crema (Lizardi, 1956-1957:112). EnelmismoAnexoA seencontraron elementos pictricos que sirvieron para vincular a Huapalcalco con Teotihuacn. Se trata de los bordes de bandas entrelazadas que se hicieron con lneas negras y que Villagra relacion de inmediato con Teotihuacn (Mller, 1962:88) y que tal vez se pudieron interpretar como volutas. No existe ilustracin alguna sobre este material. Sin embargo, la pintura mural que se excav entre 1984 y 1985 aport ms datos sobre ese nexo como se dijo en otro lugar (Olgun, 2001a; 2001b). 28 31. En efecto, en los restos de pintura mural prehispnica que se preservaron en los aplanados de los Muros 4 y 5, hay elementos teotihuacanos en los que se centrar la atencin. En ambos casos se trata de dos muros de seccin recta, sin talud, aplanados con estuco. El Muro 5 tena un largo mximo de 7 m. y segua una trayectoria norte-sur, meda unos 50 cm. de alto por 60 cm. de ancho y posiblemente funcion como banqueta. La segunda estructura, el Muro 4, tena un largo norte-sur de 1.75 m. y 60 cms. deancho.Laalturaquetuvoesimprecisa, pero al excavarlo alcanzaba 1.40 m. No hay duda de que el Muro 5, que funcion como una banqueta cuya altura permita que se utilizara para sentarse, se pint con una serie de diseos enmarcados en un friso compuesto en la parte superior e inferior por dos anchas bandasrectas,paralelas,lainternarojayla externa azul. El ancho de ambas era variable. A veces, la franja interna del friso se incorporaba a las composiciones ahora muy difciles de observar. ElfrisodelMuro5 puedecompararse con algunos fragmentos de aplanado en el Corredor 25, mural 7 y en el Prtico 2, mural 1, de Tetitla (De la Fuente, 1995:265, lm. 5; 274, lm. 29). El estuco que recubra la cara oeste del Muro 4 (Fragmentos 9 y 10 de la Coleccin Huapalcalco) permite hacer comparaciones ms certeras, pues presenta formas teotihuacanas, adems de las bandas azul y roja que limitaron un 29 Figura 1. Huapalcalco, Hidalgo. Fragmento 10. Muro 4, cara oeste. Foto Enriqueta Olgun. 32. friso, como en el caso de la banqueta o Muro 5. Se trata de una serie de franjas inclinadas de derecha a izquierda. En algunas partes se quiebran y adoptan la formadeunaletrai sinpunto, minscula manuscritaocursiva,queenTeotihuacn se interpretan como olas, cuando se presentanenunplanohorizontal,2 ocomo agua de lluvia, cuando se muestran en un planoinclinado (Villagra,1971:139,143- 144;DelaFuente,1995:59-79,fig.6.10). En Huapalcalco las bandas en forma de i tienen entre 1.5 y 2 cm. de ancho a cada lado. A lo largo estn delimitadas por sendos pares de lneas muy delgadas. Cada uno est compuesto por una lnea amarilla (hacia la parte interna de la franja) y otra anaranjada (hacia la parte externa). A veces, la lnea amarilla invade el espacio de la naranja, pero esto es poco frecuente.3 Las franjas que representan lluvia son color turquesa y verde, aunque tambin las hay anaranjadas y rojas (figs. 1 y 2).4 La forma de las franjas de lluvia, las lneas que las delimitan y sus colores relacionan a Huapalcalco con Teotihuacn, sin lugar a duda. En adicin hay otro elemento que formalmente afianza ese lazo: la representacin de felinos. Las franjas inclinadas, que en Teotihuacn representan lluvia, se asociaron con felinos, tal y como ocurre en los murales de Tetitla (Villagra, op. cit., 143, fig. 13),5 y en el mural del Gran Puma (De la Fuente, 1995). En Huapalcalco, las franjas de lluvia que se pintaron en el friso de la cara oeste del Muro 4 distaban 1.50 m. del 30 Figura 2. Huapalcalco, Hidalgo. Fragmento 10. Muro 4, cara oeste. Franjas inclinadas de derecha a izquierda, interpretadas como lluvia en la pintura mural teotihuacana. Dibujo de Enriqueta Olgun. 33. frente de una escultura en altorrelieve con forma de felino (figs. 3 y 4). La altura que tena el Muro 4 al excavarlo oscil entre los 90 cm. y 1m., mientras que la altura en la que se empotr la escultura, en otro muro, no pudo precisarse; tal vez se encontraba al ras del suelo o a pocos centmetros de l. Otros nexos de Huapalcalco con Teotihuacn se evidencian en las caractersticas escultricas de caras humanas que se plasmaron en dos yugos. Tanto estas piezas escultricas como las esculturas con forma de Figura3.Huapalcalco,Hidalgo.Cuerpodefelinoesculpido en altorrelieve, en toba rioltica. Se excav en 1984-1985. Los volmenes del collar y las patas se hicieron con arcilla cruda.Todalapiezaserecubriconestuco.FotoEnriqueta Olgun. Figura4.Huapalcalco,Hidalgo.Cuerpodefelinoesculpido en altorrelieve; la cara fue elaborada en cermica. Dibujo de Enriqueta Olgun. 31 felinos, descritas anteriormente (Olgun, 1986), complementan la iconografa pictrica de Huapalcalco que necesariamente se tendr que volver a abordar cuando se hable de las relaciones que se dieron entre el sitio arqueolgico hidalguense y El Tajn, en un prximo artculo. Notas 1 Sobre esta ltima estructura es pertinente apuntar que mientras Mller lo denomin Anexo A, Lizardi lo llam Templo V, como explicita l mismo en su trabajo de 1968 (Lizardi, 1968:67-68). 34. Bibliografa Angulo Villaseor, Jorge 1984 Nuevas consideraciones sobre los llamados conjuntos departamentales especialmente de Tetitla, en:McClungyChilds,eds.,Teotihuacn.Nuevosdatos, nuevas sntesis, nuevos problemas, Mxico, Instituto de Investigaciones Antropolgicas, UNAM: 275-316. 32 2 Para el caso de los flujos de agua pueden citarse como ejemplo los murales del Templo de la Agricultura y el Tlalocan, en Tetitla, Teotihuacn (Villagra, 1971:137, 139, 141, 143, 144, figs. 5, 8, 10; Millon, 1972:45, Lombardo, 1990:48-49; Angulo, 1984:294, fig. 10; De la Fuente, 1995:276, lm.40). La forma de una letra i sin punto, minscula manuscrita, o cursiva se presenta de diferente manera en Teotihuacn, delineando formas diversas tales como las biznagas del mural de Atetelco y las formas triangulares que las enmarcan (Villagra, 1965:fig. 3, De la Fuente, 1995:150, lm.45). 3 En Teotihuacn las olas se presentan en rojo, azul, verde, rojo o rosa, caf, y blanco (De la Fuente, 1995:111) y se delinearon con rojo en Tepantitla (De la Fuente, 1995: 150, lm.45) y en Tetitla (De la Fuente, 1995:276). 4 El delineado fue un elemento utilizado durante mucho tiempo en Teotihuacn, aunque con cambios constantes (Millon, 1972:3, 9, T. I). Las lneas rojas y a veces negras, que delimitan los motivos pictricos, se utilizaron en las pinturas de Tepantitla, Zacuala, Tetitla y tal vez Teopancaxco, que Millon ubica para la etapa pictrica nmerocuatrodelagranciudad.Estacaractersticatambin se observa en las pinturas murales de El Tajn, donde las formas se delinean con una o dos finas lneas paralelas color negro o rojo-ocre (Ladrn de Guevara, op. cit., 101). 5 Las franjas intercaladas con lneas quebradas tambin se han interpretado como lluvia y truenos (Cabrera, 2000). Cabrera, Rubn 2000 En busca de la identidad de un dios teotihuacano, conferencia indita, Curso La pintura mural prehispnica en Mxico. Enfoque Interdisciplinario, sexta parte, El Colegio Nacional. Fuente, Beatriz de la 1995 La pintura mural prehispnica en Mxico. Teotihuacn, 2 tomos, Mxico, Instituto de Investigaciones Estticas, UNAM: I (1-2). Ladrn de Guevara, Sara 1992 Pintura y escultura, en: Brueggemann, et. al., Tajn, Mxico, Citybank: 99-132. Lizardi Ramos, Csar 1956-1957 ArquitecturadeHuapalcalco,Tulancingo, en: Revista Mexicana de Estudios Antropolgicos, Mxico, Sociedad Mexicana de Antropologa: XI V ( 2), 111-115. 1968ArqueologadelValledeTulancingo,mecanuscrito indito, Mxico, Biblioteca Peafiel, Exconvento de San Francisco de Pachuca. 2000 Arqueologa del Valle de Tulancingo, Hidalgo, Mxico, Universidad Autnoma del Estado de Hidalgo, (Races Hidalguenses). Lombardo de Ruiz, Sonia 1990 Conceptualisation et Abstraction: LArt de Teotihuacan, en: Art Prcolombienn du Mxique, Runion des Muses Nationaux, Paris, Galeries Nationaux du Grand Palais, Arnoldo Mondadori Editore: 47-49. 35. Millon, Clara 1972 The History of Mural Art at Teotihuacan, en: Teotihuacn, Memoria de la XI Mesa Redonda de la SociedadMexicanadeAntropologa,Mxico,Sociedad Mexicana de Antropologa: I, 1-16. Mller Jacobs, Florencia 1962 Informepreliminarsobrelostrabajosdelazona arqueolgica de Huapalcalco, Hidalgo, manuscrito, Mxico Archivo Tcnico de la Coordinacin de Arqueologa del Instituto Nacional de Antropologa e Historia. 1963 Exploracin arqueolgica en Huapalcalco Hidalgo. Quinta Temporada, 1959, en: Anales del InstitutoNacionaldeAntropologaeHistoria, Mxico, Secretara de Educacin Pblica: XV, 75-97. Mller Jacobs, Florencia y Cesar Lizardi Ramos 1957 Al doctor Ignacio Bernal, enero 7, 1957, en: Archivo Tcnico de la Coordinacin de Arqueologa del Instituto Nacional de Antropologa e Historia, Mxico, Exp. 311.32 (z46-7)1. Olgun, Enriqueta M. 1986 Una escultura felina procedente de Huapalcalco, 33 Hidalgo, en: Primer Coloquio de Historia Regional. Memoria, Mxico, Centro de Investigaciones Sobre el Estado de Hidalgo, Asociacin de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe, Universidad Autnoma del Estado de Hidalgo: 36-76. 2001 a Pintura mural prehispnica en Huapalcalco, en:Staines,Leticia,ed.,BoletnInformativoLaPintura Mural Prehispnica en Mxico, semestral, Mxico, Instituto de Investigaciones Estticas, UNAM: junio- diciembre: ao VI, nm. 12-13, 9-17. 20001b Informe del Proyecto pintura mural prehispnica de Huapalcalco, Tulancingo, Hidalgo (1954-1985), Mecanuscritos, Mxico, Centro de Investigaciones sobre el Estado de Hidalgo. Villagra Caleti, Agustn 1965 La conservacin de los murales prehispnicos, en: Anales del Instituto Nacional de Antropologa e Historia, Mxico, Secretara de Educacin Pblica: XVIII, 109-116. 1971 Mural Painting in Central Mexico, en: Robert Wauchope, ed.,HandbookofMiddleAmericanIndians, Austin, University of Texas Press: X, 135-156. 36. pocas y sitios con pintura mural en Oaxaca1 Bernd Fahmel Beyer Instituto de Investigaciones Antropolgicas, UNAM Para las fechas en que Eduard Seler copi e interpret las figuras pintadas en los dinteles de Mitla (1895) era comn desglosar las crnicas de los siglos XVI y XVII, y analizar la iconografa de las imgenes representadas en los cdices, la cermica y la escultura con base en la descripcin de los antiguos dioses. Aos ms tarde, Alfonso Caso (1927) analiz los vestigios del mural contenido en la antecmara de la Tumba 2, siguiendo el mismo procedimiento. La descripcin de los murales hallados en Monte Albn, sin embargo, se insert dentro de la hermenutica que permiti construir aquel mundo zapoteco de dioses, reyes-sacerdotes y arquitectos que se ha difundido en los libros de arte y que volvemos a encontrar en los medios de divulgacin (Caso, 1938). El descubrimiento de otras manifestaciones pictricas en distintos sitios de la entidad permite estudiar hoy a la pintura mural oaxaquea dentro de un modelo de cultura ms amplio, que otorga una idea de cmo se relacionaron los zapotecos con sus vecinos inmediatos, y de qu manera todos ellos fueron desarrollando sus tradiciones estticas particulares. Las excavaciones ms importantes de los Valles Centrales fueron llevadas a cabo en Monte Albn entre los aos 30 y 50 del siglo pasado. La secuencia arqueolgica del lugar es una de las ms largas y depuradas de Mesoamrica, por lo que mucho tiempo sirvi como columna dorsal para las exploraciones realizadas en otras partes (Caso, Bernal y Acosta, 1967). Su estructura se resume en cinco pocas, que inician alrededor del ao 500 a.C. y concluyen con la Conquista. La primera poca es de filiacin olmeca. Hereda algunos elementos de las fases reconocidas en San Jos Mogote y enriquece el repertorio con otros que son comunes a los sitios ubicados en las cercanas del Istmo de Tehuantepec. A esos momentos corresponde la Tumba 204 de Monte Albn, que 34 37. slo presenta algunas lneas de color rojo sobre el barro del enlucido. La segunda poca da inicio alrededor del ao cero. Ve la introduccin de numerosos elementos del sureste mesoamericano que ms tarde se combinan con rasgos traidos de Teotihuacn. A este momento se le denomina poca II, temprana y tarda. Dentro del ltimo segmento se ubica la Tumba 72 de Monte Albn, pintada de color rosa y decorada con cuatro glifos que recuerdan las esquinas del cosmos dentro del cual se movan las lites. La poca IIIA abarca los aos 350/ 400 a 650 d.C. aproximadamente. Se distingueporsusrelacionesconlastierras altas de Anhuac: primero Teotihuacn y luego Xochicalco. En este contexto se elaboraron las pinturas de la Tumba 112 y del recinto colocado sobre el Edificio B. Aprovechando el ir y venir sobre las rutas que vinculaban a estos sitios, empezaron a florecer los seoros de la Mixteca Alta y Baja. Su cultura material incorpor algunos elementos zapotecos y teotihuacanos, destacando el estilo que ahora se conoce como uie. Afiliados a ste estilo se hallan los sitios de Santa Teresa, cerca de Huajuapan, Tlacotepec y Yucuudahui en el valle de Nochixtln. Este ltimo nos ofrece las pinturas de la Tumba 1 con diseos antropomorfos y calendricos pintados en rojo sobre blanco. La poca IIIB corresponde al auge de Monte Albn y a la mayor expansin de susvnculosculturales.Enlospalaciosque se ubican al norte de la Gran Plaza se pintaronlasTumbas103,104y105,muy parecida esta ltima a la Tumba 5 de Suchilquitongo.EndireccindelAltiplano la urbe zapoteca mantuvo relaciones con numerosas ciudades del Epiclsico, dejando huellas en los sitios intermedios como Jaltepetongo, cerca de Cuicatln. EnlaTumba1deestelugar,excavada en la roca del subsuelo, se distinguen numerosasescenaspintadasenrojosobre el blanco del estuco, en las cuales se observan diversas figuras humanas realizando distintas actividades y dos personjes muertos, enrollados en sus petates y con algunas fechas asociadas. Hacia el sureste tambin se mantuvieronrelacionesconlasciudades del Clsico Tardo maya, mismas que interactuaron con las del valle de 35 38. Tlacolula, dejando rastros de ello en las Tumbas 6 y 11 de Lambityeco. Alabandonarselosespaciosceremo- niales de Monte Albn alrededor de los aos 850/900 d.C. los asentamientos ubicados en los Valles conservaron buena parte de la cultura material IIIB en lo que Alfonso Caso nombr poca IV. Algunos barrios de la gran ciudad, sin embargo, siguieron ocupados, pintndose entonces la Tumba 125 y depositndose en ella vasijas de cermica plomiza junto con otros indicadores de la cultura tolteca. Por ltimo tenemos la poca V, que representa a los sitios que introdujeron la cermica policromada, los metales y el estilo grfico tipo cdice del Postclsico Tardo. A estas fechas corresponden los murales de Zaachila y Teotitln del Valle, Mitla, Yagul, San Jos Mogote, Huitzo, Tequixtepec, la Chinantla y Tehuantepec. Bibliografa Caso, Alfonso 1927 Una pintura desconocida de Mitla, en: Revista Mexicana de Estudios Histricos, Mxico, Sociedad Mexicana de Antropologa: I, 243-247. 1938ExploracionesenOaxaca:quintaysextatemporadas 1936-1937, Mxico, Instituto Panamericano de Geografa e Historia (Publicacin, 34). Caso, Alfonso, et al. 1967 La cermica de Monte Albn, Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia (Memoria, 13). Seler, Eduard 1895 Wandmalereien von Mitla. Eine Mexikanische Bilderschrift in Fresko, nach Eigenen an Ort und Stelle Aufgenommenen Zeichnungen, Berln, Verlag von A., Asher & Company. Nota 1 Este trabajo menciona los sitios que sern incluidos en el Volumen III La pintura mural prehispnica en Mxico. Oaxaca, donde se dar crdito a los investigadores que elaboraron la descripcin de los distintos murales. 36 39. Dentro de los estudios de epigrafa de Mesoamrica existe un sistema poco entendido a pesar de los numerosos esfuerzos para lograrlo. Me refiero a la escritura glfica zapoteca. A lo largo de ms de 70 aos los intentos han viajado por diversos derroteros y, a la fecha, se cuentan avances sugerentes si bien la mayor parte toca, por lo comn, a las inscripciones en piedra. Adems, si realizramos una lista de quines han estudiado dicha forma de comunicacin destaca desde luego el nombre de Alfonso Caso, seguido por Joyce Marcus y Javier Urcid, entre otros. En este sentido, el Proyecto La pintura mural prehispnica en Mxico da las pautas para tratar de estudiar la epigrafa pintada en las tumbas zapotecas. Por ello, en esta ocasin me interesa presentar un resumen de mis primeros pasos en la bsqueda del significado de los mensajes escritos en la Tumba 104 de Monte Albn. En principio deben sealarse ciertos rasgos generales. Los personajes representados en la pintura carecen de individualidad: ni rostros ni cuerpos la sealan; son esquemticos y convencionales. Sin embargo, en sus posturas nos hablan de sentido espacial abierto y dinmico: van o vienen, se encuentran, se enfrentan y en ocasiones hasta parecen dialogar. En este supuesto dilogo parecen comunicar hechos notorios, en su mayora de carcter ritual, segn deseamos comprender. Asimismo, se ha dicho que la decoracin se efectu con prisa, pues la pintura chorre en algunas secciones. Pero quin fue el personaje sepultado? Sin duda un individuo de alto rango. Algunas pistas acerca de su identidad proceden de las inscripciones labradas en la piedra que fungi como puerta del sepulcro. Por un Imgenes funerarias: los abuelos zapotecas? Alfonso Arellano Hernndez Centro de Estudios Mayas, UNAM 37 40. Cuarto Hijo 1 Iguana Varn, Corazn Acuchillado (fig. 1). Ahora bien, los murales pintados conservan otros informes que presento enseguida a modo de hiptesis. En el muro norte vemos un personaje de rasgos ancianos, frente al cual se distribuyen varios glifos. Una hiptesis de lectura me lleva a pensar 38 lado, cuenta con fechas que permiten situar la factura del conjunto funerario entre 628 y 642 o entre 680 y 694 d.C., es decir con 14 aos de diferencia. Otros datos (glficos y arqueolgicos) sugieren que el personaje contaba al menos 45 aos de edad al morir (642 o 694 d.C.?) y cuyo nombre tal vez fue Payo Quiagueche Chaga Niguiyo o Figura 1. Monte Albn, Oaxaca. Tumba 104. Lpida que tap el acceso a la tumba. Dibujo de Alfonso Arellano, 2001. 41. que su nombre tal vez se pronuncie Tixi Pillaa Cato Niguiyo, o Tercer Hijo 2 Relmpago Varn, si la interpretacin de los signos que lo acompaan es correcta. Los otros glifos, pintados encima de un nicho y anexos a un avecilla, podran decirse Tini Pecizee Caayo Niguiyo o Segundo Hijo 5 Serpiente Varn, Serpiente Exhalante, en alusin a un antepasado (binizaa o binigulaza) que ocupara la cajita bajo el ave. Quiz el tamao de la glosa apunte la relevancia del abuelo, a quien el seor 39 Figura 2. Monte Albn, Oaxaca. Tumba 104. Jamba y muro norte. Dibujo de Arturo Resndiz, 1999. Pillaa Cato Niguiyo invoque gracias a una ofrenda de ave (fig. 2). En el lado sur se aprecia un hombre joven, cuyo nombre posiblemente suene Payo Quiagueche Chaga Niguiyo o Cuarto Hijo1IguanaVarn,CoraznAcuchillado. El nombre, si tal es, se halla escrito encima de otro nicho. Siguen ms glifos que, pese a la oscuridad del sentido, podran aludir a otros individuos: se trata, entonces, de Peciquiy Caayo, 5 Relmpago Navajn y de Quelaala Xopa Guelaticha, 6 Noche Bho Ululante? (fig. 3). 42. Figura 3. Monte Albn, Oaxaca. Tumba 104. Muro y jamba sur. Dibujo de Arturo Resndiz, 1999. 40 Por ltimo, el muro testero, del fondo, ofrece la imagen magnificada del busto de un personaje en posicin frontal y bajo las Fauces del Cielo. Por esto su importancia es la mayor dentro de la tumba. Su posible nombre pudo ser Yobi Pecixo Caayo Peciloo Caayo Niguiyo, Primognito 5 Temblor 5 Cara Varn (fig. 4). Considero, as, que el conjunto podra indicar una relacin que va de la puerta al muro del fondo en el sentido de que el seor Quiagueche Chaga o 1 Iguana Corazn Acuchillado, una vez muerto, viaj al encuentro de su abuelo, el fundador del linaje: coquitao Yobi Pecixo Caayo Peciloo Caayo Niguiyo, Primognito 5 Temblor 5 Cara Varn. Al pintar a los binigulaza en los muros de las tumbas, los zapotecas afirmaron vnculos jerrquicos: los humanos descienden de otros humanos, que a su vez son hijos de antepasados deificados, y stos son hijos de los dioses. En zapoteca de los Valles Centrales, se sabe que estos linajes responden al nombre de tiya coqui y tiya yoana, linajes de grandes seores 43. y de hijosdalgo; acaso podramos agregar tiya pitao: linaje de gran espritu. Las ideas aqu vertidas no son sino las primeras hiptesis de un acercamiento que apenas inicio, y con las que deseo colaborar en la discusin acadmica. Como dije ms arriba, la escritura glfica zapoteca sigue bajo anlisis. Apenas nos encontramos en el umbral de un campo frtil que nos lleve a la comprensin cabal de ese singular sistema de escritura. Y es posible que algn da tengamos ms respuestas que preguntas... Figura 4. Monte Albn, Oaxaca. Tumba 104. Muro oeste. Dibujo de Arturo Resndiz, 1999. 41 44. Oaxaca es una de las regiones claves para entender el papel que jugaron la Astronoma y el calendario en la evolucin cultural de Mesoamrica. En particular, el hecho de que la inscripcin calendrica ms antigua que se conoce hasta ahora en el mbito mesoamericano provenga de Monte Albn y que ah se encuentre el llamado Edificio J, uno de los ms notables observatorios astronmicos, nos sugiere claramente que la aportacin zapoteca al sistema calendrico pudo haber sido fundamental. Una manera de indagar dicha aportacin es a travs del anlisis arqueoastronmico de estructuras arquitectnicas. Aqu resumimos nuestros resultados obtenidos en el marco del proyecto La pintura mural prehispnica en Mxico. Hemos estudiado cuatro edificios en Monte Albn y Mitla que contienen ejemplos excelsos de pintura mural con un eminente mensaje ritual, que ha recibido una intensificacin sublime al orientarse esas estructurasdeacuerdoconeventosastronmicosyendireccionesdefinidasporciertas propiedades del sistema calendrico mesoamericano. El Grupo de la Iglesia en Mitla (fig. 1) muestra uno de los pocos casos de pintura muralenexterioresqueansobrevivenentierraoaxaquea.Setratadecuatrodinteles pintados,enrojoyblanco,convariedaddeescenasrepresentandodeidades,animales, edificios y plantas. Aunque con diferente estado de conservacin, todos los dinteles poseen un enmarcamiento superior que describe al cielo nocturno en diversas variantes. Segn Eduard Seler (1895), quien copi y estudi esta pintura, el tema principal se refiere a varios rituales en los que participan especialmente el dios solar y el dios del viento Ehcatl, advocacin de la deidad del planeta Venus. Una descripcin ms amplia de estos murales la realizan Daz, et al.* Un observador colocado en el Pintura mural y alineacin arquitectnica en Oaxaca prehispnica Jesus Galindo Trejo Instituto de Astronoma, UNAM 42 45. centro de la plaza vera el surgimiento del disco solar en el centro del dintel oriente justamente los das 4 de marzo y 9 de octubre. Estas fechas se encuen- tran registradas en otros sitios mesoame- ricanos; ellas dividen al ao solar en dos intervalos de mltiplos de 73 das. Este nmero representa el nmero de cuentas rituales de 260 das que deben ao ritual o tonalpohualli. En estas fechas sucedennumerososeventosdealineacin en toda Mesoamrica. La observacin inversa, del dintel poniente al oriente, permitira observar la salida del Sol en el centro del dintel oriente los das 25 de febrero y el 17 de octubre. Resulta de gran inters notar que de acuerdo con documentos escritos en el siglo XVII, 43 bajo el dintel oriente, registrara la puesta del disco solar en el centro del dintel poniente en las fechas 29 de abril y 13 de agosto. Ambas fechas dividen al ao solar en la proporcin 104/260, es decir 52 das antes y despus del solsticio de verano, y 260 das, o sea la duracin del como a una deidad. El ao ritual de 260 das comprenda 4 cocijos. Hasta hoy no se haba encontrado en Oaxaca una alineacincalendricapanmesoamericana como las descritas anteriormente. El Grupo del Arroyo en Mitla (fig. 2) posee an restos de pintura mural en sus Figura 1. Mitla, Oaxaca. Grupo de la Iglesia. Patio A. Saln norte. Detalle del dintel. Tomado de Eduard Seler, 1895. de transcurrir para coincidir con los 52 aos de 365 das. El observador para- doeneldintelnorte vera ponerse el Sol en el centro del dintel poniente precisamente en el da del solsticio de invierno. Por otra parte, si el obser- vador se situara provenientes dela sierra zapoteca, el inicio del ao nuevo erael25defebrero. Adems, ambas fechas estn sepa- radas del da del solsticio de invierno exactamentepor65 das, la duracin de un cocijo que los zapotecos prehis- pnicos veneraban 46. tres dinteles. El dintel norte fue dibujado por Seler (1895) y representa sin lugar a dudas una escena astronmica. El centro del dintel est ocupado por un disco solar flanqueado por dos estructuras arquitectnicas de cinco cuerpos cada una. Del lado derecho e izquierdo del Sol surgen sendas cuerdas que aparentemente lo mantienen amarrado. La cuerda que se extiende en direccin oriente est sostenida por un personaje descendente con un vistoso tocado y cuyo pie izquierdo est sumergido en un orificio trapezoidal que aparece en el cielo. ste se encuentra representado por una sucesin de cabezas humanas orientadas hacia abajo y teniendo tres lbulos con un diseo que recuerda la representacin de estrella. Una mano surge de la frente y otra de la barbilla de cada cabeza; entre ellas alternan diseos triangularesquepodranrepresentarrayos luminosos. En medio del personaje anterior y el disco solar aparece, debajo de la cuerda, el glifo de Venus. La cuerda que se extiende al poniente est sujeta por un extrao personaje que parece colgarse y cuya cabeza termina en punta, semejando un cuchillo de pedernal. Ms al poniente aparece otro glifo de Venus y ms all surge otro personaje semejante al primero descrito pero con un tocado diferente. Delante de ste y sobre la cuerda se reconoce otro glifo de Venus. En el extremo oriente del mural dibujado por Seler, sin relacin reconocible con la cuerda, se mira un escorpin, enfrente de cuya cabeza se 44 Figura 2. Mitla, Oaxaca. Grupo del Arroyo. Patio A. Saln norte. Detalle del dintel. Tomado de Eduard Seler, 1895. 47. encuentra un glifo de Venus. Tres glifos de estrella rodean esta escena y a lo largo de ambas cuerdas aparecen dispersos otros glifos de estrella. De acuerdo con el registro de Seler, laescenacentral,elSolconlasestructuras, yace sobre el lomo de un jaguar cubierto decuchillosdepedernal.Esbienconocido que el jaguar es un animal asociado al cielo nocturno, tiene tantas manchas como estrellas tiene aqul. Los das 25 de febreroy17deoctubre,losrayossolares alamaneceriluminanrasantementealSol pintadoyatodoelmural.Comoseindic anteriormente, la primera fecha marca el inicio del ao nuevo zapoteco; adems ambasfechassesitanauncocijo,65das, de distancia, antes y despus del da del solsticio de invierno. En este da el Sol aparentaestardetenidoenelhorizonteal salir y ponerse, lo que corresponde muy bien con la representacin de amarre del disco solar. Los dos glifos de Venus que aparecen flanquendolo, podran indicar la ltima aparicin del planeta antes de desaparecer en el brillo solar y la primera aparicin despus de que se ha alejado suficientemente del Sol. Tomando en cuenta la propuesta de Fahmel,* segn la cual alrededor del ao 1350 d.C. se debi haber ejecutado el mural, encontramos que en el ao 1332 el solsticio de invierno coincidi con el da de la conjuncin inferior de Venus y que la puesta y salida helaca de ste sucedi 5 das antes y 5 das despus de dicha conjuncin respectivamente. Podramos interpretaralospersonajesquesostienen las cuerdas como los cocijos. Los personajes descendentes recuerdan a Tezcatlipoca, dios nocturno que perdi un pie al devorrselo el Monstruo de la Tierra. Para ese ao la posicin de Venus en el horizonte en tales eventos helacos correspondi exactamente a la representacin del mural, es decir su posicin en el oriente y en el poniente fue al norte del disco solar. En ese mismo ao un observador nocturno colocado en el vano norte a fines de septiembre,abajodeldiscosolarpintado, pudo notar cmo la constelacin del Escorpinseponajustamenteeneldintel poniente, teniendo al planeta Venus en conjuncin, enfrente de sus pinzas, tal como aparece representado en el mural. 45 48. El personaje descendente colocado ms al poniente podra corresponder al cocijoasociadoa65dasdespus,apartirdel 25defebrero,loquenosconduceal30de abril, fecha de gran trascendencia en la calendrica mesoamericana sealada por alineaciones solares de numerosas estructuras.ElltimoglifodeVenus,enfrente de aqul personaje, podra indicar la posicin del planeta en su ltima aparicin antes de sumergirse nuevamente en el brillo solar, el 4 de septiembre de 1333. La iluminacin rasante del Grupo del Arroyo al ponerse el Sol sucede los das 19 de abril y 23 de agosto. Ambas fechas se encuentran justamente a la mitad de distancia,10das,entrelasllamadasfechas calendricas mesoamericanas 9 de abril / 2 de septiembre y 29 de abril /13 de agosto. Muchas de las estructuras ms importantes en Mesoamrica estn alineadas al Sol en estas fechas. Monte Albn, la gran metrpolis zapoteca posee una traza que no concuerda con la orientacin de otras ciudades mesoamericanas. Sin embargo, la eleccin de la traza urbana hecha por los antiguos zapotecos parece haberse basado en la variante local del calendario (Galindo, 2001). En el Proyecto hemos analizado la orientacin de dos tumbas que se asocian ms bien a contextos habitacionales. La Tumba 105 (fig. 3), localizada bajo un suntuoso edificio en el lado oriente de la ciudad, posee uno de los murales ms bellos y expresivos de Monte Albn. La orientacin del edificio, que tiene incluso una entrada con dintel 46 Figura 3. Monte Albn, Oaxaca. Tumba 105. Muro oeste. Dibujo de Paul Vinicoff. Tomado de Miller, 1995. 49. monoltico y una cancha de juego de pelota asociada, est compartida por la tumba. sta se encuentra bajo el cuarto oriente que junto con otros tres definen una plaza interior. La pintura mural policroma consiste en una procesin de personajes masculinos y femeninos alternados, ataviados con vistosa indumentaria.Diversosglifoscompuestos en columna explican probablemente el nombreyprocedenciadecadapersonaje. En el fondo de la tumba se pint un gran glifo calendrico, 13 muerte. En la parte superior de los muros de la tumba se plasmaron, cinco veces, las Fauces del Cielo con tres ojos estelares cada una. Una descripcin detallada de este mural la realiza Beatriz de la Fuente.* El hecho de que se trata de 18 personajes podra sugerirquehabratalvezunarelacincon el calendario mesoamericano, ya que dieciocho son las veintenas que contiene el ao solar de 365 das. Ladisposicindeledificioestalqueel 12 de febrero y el 29 de octubre, el Sol al amanecer se alinea a la Tumba 105. As mismo, en el ocaso del 30 de abril y del 13 de agosto el disco solar se pone a lo largo del eje de simetra del edificio. Aqu estamosanteunaalineacincalendrica astronmica de primera importancia que se manifiesta en numerosas estructuras en toda Mesoamrica. Suponiendo la reconstruccin de la altura de los edificios oriente y poniente de la plaza, con base en las proporciones demaquetasprovenientesdelapocade construccin del edificio y de la fachada de la tumba de Huijazoo, hemos determinado que un observador, ya sea 47 Figura 4. Monte Albn, Oaxaca. Tumba 112. Muro sur, extremo oeste.Tomado de Miller, 1985. 50. situado en el vano del cuarto poniente o bien al pie de la plataforma del mismo cuarto, podra ver surgir el disco solar del techo del cuarto oriente, en su eje de simetra, los das 25 de febrero y 17 de octubre. Como sabemos, en la primera fecha iniciara el ao nuevo zapoteco y la segunda est separada de la primera por dos cocijos, es decir dos veces 65 das, teniendo al da del solsticio de invierno como punto medio de ese intervalo. Es como si la tumba estuviera envuelta con un significado adicional que complementara el mensaje pictrico, sin duda relacionado con el transcurrir del tiempo, con el inicio del viaje a la eternidad. Lo peculiar aqu es que se tiene simultneamente el reconocimiento a la tradicin panmesoamericana al orientar el conjunto del edificio hacia el orto y el ocaso solar en fechas definidas por ciertas propiedades del calendario, y al mismo tiempo un observador de la plaza reconocera la asociacin de la orientacin solar con el inicio del ao en tierra zapoteca. PorltimoanalizamoslaTumba112 (fig. 4) que se encuentra en la parte norponiente de Monte Albn. Se trata de una tumba datada hacia el ao 500 d.C. (Fahmel, comunicacin personal) y que posteriormentefuecubierta,talvezjunto con su sobreestructura, por un gran conjunto habitacional. Hoy en da ste ocupa un montculo natural en cuya parte central se aprecia una plaza delimitada por cuatro cuartos. La Tumba 112 no pareceestarsituadaenunsitioprivilegiado o especialmente sealado por la arquitecturadelaconstruccinposterior. Esta tumba posee restos de pintura muralpolicroma.Setratadeunpersonaje pintado en cada una de las paredes laterales, norte y sur, ricamente ataviado y con gran tocado, que porta una lanza y una bolsa. Sus facciones parecen ser las deunanciano.Tambinaparecendiversos glifos calendricos y de otro tipo, dispuestos verticalmente. Adems se tiene una ancha banda vertical con grandes glifos entre los que destaca uno que recuerda al quincunce, diseo mesoamericano relacionado a las direcciones del Universo. La deidad anciana podra estar relacionada con Xiuhtecuhtli, como dios del fuego, ocupando el centro del quincunce. Una 48 51. descripcin ms detallada de este mural la hace Sgota.* La orientacin de la tumba seala que el Sol se alinea a la misma al amanecer del 4 de marzo y del 9 de octubre, as como al atardecer de los das 9 de abril y 2 de septiembre. Estas fechas coinciden completamente con fechas encontradas en otras ciudades mesoamericanas, expresan el principio de otorgar especial importancia a la divisin del ao solar en proporciones definidas por algunas propiedades del sistema calendrico. En este caso, como se indic anteriormente, el nmero de perodos rituales, 73, que son necesarios para completar 52 aos solares de 365 das, es lo que establece la alineacin de la Tumba 112. Nuevamentesereconocelavoluntad de dotar a la representacin pictrica y a latumbamismadeunvalorritualagregado al ponerla en consonancia con uno de los conceptos fundamentales de la cultura mesoamericana, como es su calendario. Bibliografa Galindo Trejo, Jess 2001 Alineamientos calendricoastronmicos en Monte Albn. Procesos de cambio y conceptualizacin del tiempo, en: Robles Garca ed., Primera Mesa Redonda de Monte Albn, N. M., Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia: 271 284. Seler, Eduard 1895WandmalereienvonMitla,Berlin,A.Ascher&Co. * Estos trabajos los realizan actualmente los miembros del seminario La pintura mural prehispnica en Mxico y sern incluidos en el Volumen III dedicado a la pintura mural de Oaxaca. 49 Deacuerdoconnuestrosresultados, puede plantearse la propuesta de que los zapotecos prehispnicos habran privilegiado orientaciones de edificios en contextos pblicos hacia eventos solares relacionados ms bien con la variante local del calendario, expresado por ejemplo coneliniciodelao.Sinembargo, en contextos habitacionales y funerarios, las estructuras sealan orientaciones que manifiestan la plena pertenencia a los principios panmesoamericanos de la medicin del tiempo. 52. Las aves representadas en los recintos funerarios de Oaxaca Lourdes Navarijo Ornelas Instituto de Biologa, UNAM Bajo la premisa de que la pintura mural prehispnica constituye una fuente de informacin primaria y posee un carcter de memoria grfica de los diversos acontecimientos cotidianos, histricos o mticos, se estudian las muestras que corresponden a cuatro sitios arqueolgicos de Oaxaca: Suchilquitongo, San Pedro Jaltepetongo, Monte Albn y Mitla. El examen ornitolgico de estas pinturas denuncia que estn exhibidos tres tipos de presencia avifaunstica: 1.- En primer lugar, se considera a las plumas en tocados y adornos como las indicadoras indiscutibles de la existencia de una o varias especies en una escena, amn de constituir una prueba de una manifestacin cultural especfica. 2.- Por otro lado, ciertos caracteres fsicos, como cabeza, pico y patas, se suman a los elementos que de manera substancial participan en la composicin de los glifos, de tocados, de topnimos o de otros elementos. 3.- Por ltimo, las imgenes de aves estn dispuestas como individuos en el lenguaje pictrico. 1.- Presencia a travs de las plumas Al estudiar la confeccin de los diversos tocados quedan al descubierto tres aspectos de inters. En primer trmino se pone en evidencia el desarrollo de un arte plumario propio en Oaxaca. En segundo lugar, se cuenta con una herramienta para la categorizacin de ciertos signos de identidad y de condicin social y, por ltimo, el tocado representa un elemento auxiliar en el establecimiento de determinadas asociaciones simblicas en las que participan las aves. 50 53. Estos tres aspectos pueden ser corroborados en las escenas que decoran la Tumba 5 de Suchilquitongo (fig. 1), porque en ellas se narran los acontecimientos de un ritual funerario en el que particip un grupo numeroso de personas de diferente condicin social, a decir de los diversos tocados, atuendos, y por los accesorios que lucen. Delospersonajesqueportantocado, en cuarenta y nueve de ellos se aprecian plumas verdes largas muy distintivas de acuerdo con sus dimensiones y caractersticas de textura trabajadas en el mural, motivo por el cual para el anlisis slosehatomadoencuentaestaclasede plumas como parmetro de evaluacin. La hiptesis de trabajo sugiere que la presencia,elcolorverdeyciertonmero 51 Figura 1. Suchilquitongo, Oaxaca. Tumba 5. Cmara principal. Muro este, registro superior. Foto Tatiana Falcn, 2000. 54. de plumas utilizadas en cada tocado, es un signo inequvoco de distincin y de un determinado rango social. Para demo- strarloseprocediacontabilizarlasplumas usadas en cada tocado de esta clase. La suma total es de 577 plumas, cantidad que por s sola informa y testifica sobre las actividades intensivas de caza, transporte y comercio de especies residentes en la regin o de remoto origen para satisfacer la demanda al tener tocados con tres, cuatro y cinco plumas, hasta los que llevan veintirs y veintisiete respectivamente. Conesteregistrodeplumassefijaron tres intervalos: de 1 a 10 , de 11 a 20 y de 21 a 30 plumas. Estos intervalos introducen un mecanismo para diferenciar las categoras de los personajes representados en esta tumba, porque el traje, su color, las insignias, adornos y la pintura corporal evidencian el rango, el estado civil, el lugar de residencia y la ocupacin de una persona. Por ejemplo, para elaborar veinticinco tocados se emplearon ciento cincuenta y un plumas, y en los seis tocadosdeltercerintervalofueronusadas ciento cincuenta, lo que denota que se trabajaron cantidades similares para producir tocados de diferente calidad. Esto sugiere que slo seis, de entre todos los personajes, gozaban de una condicin prominente en comparacin con los veinticinco reunidos en el primer intervalo, los que seguramente pertenecan a otra categora social. Entrelasprincipalesavesproveedoras deplumaslargasdecolorverdeoazulado estn preferentemente la Guacamaya VerdeoMilitar,laGuacamayaRoja,varias especies de loros, el Tucancillo Verde y, desde luego el Quetzal. 2.- Presencia avifaunstica a travs de caracteres fsicos En ocasiones ciertos rasgos fsicos propios de un ave fueron ponderados para formar parte de un elemento distintivo, como en un glifo o en un topnimo. Muestra de ello se tiene en la Tumba 103 de Monte Albn, pues ciertos rasgos fsicos figuran sobre la cornisa de la pared sur. Ah Caso (1938) distingui una decoracin de ganchos redondos de color verde sobre fondo rojo con glifos y tambin detect la cabeza de un ave rapaz y lo reconoci 52 55. como el glifo F. Aunque se dispone nada ms del diseo de la cabeza, lo ms caracterstico es el pico fuerte y ganchudo. En la decoracin del muro norte de la Tumba 105 de Monte Albn tenemos otro ejemplo. A un lado del tocado que porta un personaje masculino est el nombre jeroglfico expresado con el numeral uno y decorado con cuatro discos y una cabeza de ave con cresta. Da la impresin de que los cuatro ojos o discos forman un cuerpo serpentino que termina en la cabeza del ave. La cabeza est de perfil y se aprecian en la parte superior unas tres curvas rojas a manera de cresta e, inmediatamente debajo de la ondulacin central, se encuentra un ojo grande; el pico es de apariencia fuerte, semicurvo y corto. En la base del pico es notable una marca semicircular. Estas caractersticas son suficientes para reconocer la imagen de un Hocofaisn o Faisn Real (Crax rubra), ya que esta especie de crcido se distingue por su gran copete o cresta erctil compuesta de abundantes plumas largas rizadas y alborotadas. Asimismo, es coincidente el diseo del pico y la insinuacin que se hiciera a travs de la marca semicircular de lo queenelHocofaisneslacarnculaglobular de color amarillo limn en la base del pico. 3.- Imgenes de aves A veces las aves figuran como individuos separados, es decir, forman parte de la escena como cualquier otro elemento 53 Figura 2. San Pedro Jaltepetongo, Oaxaca. Tumba 1. Detalle del muro este. Foto Rosalo Vera, 1997. 56. grfico y no como parte integrante de uno de ellos, siendo de este modo ms factible su reconocimiento. En el caso de la Tumba 1 de San Pedro Jaltepetongo (fig. 2) han sido reconocidos once conjuntos de diseos que cubren las paredes. Entre ellos se observan nueve diseos de aves de color rojo y de traza muy sencilla. Las aves reconocidas se ubican en los conjuntos 2, 5, 8 y 9. Las aves son muy esquematizadas y se carece de rasgos distintivos. An as, considero que hubo la intencin de recrearavescuyocuerpofueradeaspecto compacto, con cabeza voluminosa y un cuello ms bien corto, adems de un pico fuerte y ganchudo. Las aves son bastante semejantes, pero la cola en algunas de ellas fue dibujada corta y cuadrada mostrando unas tres plumas, mientras que en otras la apariencia es angosta y comparativamente ms larga, o bien no se puede precisar por el estado de deterioro. Las patas no figuran, porque las aves estn perchando. An cuando faltan detalles, las composiciones de ocho de las aves denuncian la presencia de dos especies delafamiliaPsittacidaeysedistribuyende la siguiente manera: en el conjunto 2 se ubican cuatro loros (Amazona albifrons) posadas en los brazos del eje floral o quiote de un maguey o Agave atrovirens, que es una variedad endmica de las zonas ridas de Oaxaca. Enelconjunto8delaparedponiente se cuenta con una planta que parece surgir de una mscara de Cocijo. En este caso tambin se trata de un agave (Agave atrovirens), aunque en otra etapa de desarrollovegetativoconslodosbrazos. En l estn posadas tres aves, las que a diferenciadelascuatrodelconjunto2son de apariencia ms esbelta y con la cola ms larga. Se trata de tres pericos Frentinaranja o Aratingas (Aratinga canicularis). El conjunto 9 fue plasmado en la pared oriente y ah sobre un glifo de cerro se observa otro agave y sobre l percha un perico Frentinaranja. Como parte del conjunto 5 se observa a un personaje de rodillas, sosteniendo con ambas manos a un ave, tal vez a manera de ofrenda. Esta novena ave es grande y por sus caractersticas fsicas se trata de un Pavo Ocelado (Agriocharis ocellata). 54 57. Entrminosgeneraleslosestudiosos opinan que la escritura encontrada en Jaltepetongo es muy compleja y se compone de una variada mitologa, probablesimgenesdeCocijo,topnimos, una escena que ilustra el juego de pelota, sucesos histricos, as como nombres calendricos de los integrantes de un linaje. Pero cabe agregar que en dicha iconografa est implcita la importancia de la relacin natural y simblica ave/ planta, ya que se encuentran ocho aves posadas de modo exclusivo sobre agaves en diferentes etapas de crecimiento, as como un ave que est siendo ofrendada. Esta relacin exige pensar en los postulados sobre la vegetacin como expresin de la realidad viva, de la vida que se regenera peridicamente, manifestndose en un sinnmero de formas, sin agotarse jams. En el mundo prehispnico toda la naturaleza era considerada animada y la importancia de la flora qued reflejada en diversos contextos. Respecto al agave que figura sufuertequioteoejefloral, bienpudiera haber sido comparado, de acuerdo con su verticalidad, con la imagen de un rbol. Adems, las caractersticas de esta planta rosetfila solitaria hacen que dentro del paisaje sea singularmente conspicua, siendo de esta forma una excelente percha para las aves. Incluso, durante su floracin es un recurso alimenticio disponible muy apreciado que perdura, por lo menos, un par de meses, ya que existen diferentes etapas de desarrollo en las inflorescencias por lo que pueden ser consumidas las flores, el nctar, las semillas y tambin los insectos que visitan a las panculas. Pero, al mismo tiempo, el quiote pudiera tener atributos flicos, los que finalmente tambin concuerdan con los smbolos de la fertilidad, la fuerza reproductiva de la naturaleza en todos los rdenes de la vida y, por tanto, en su propagacin. En este sentido habr que tener en cuenta que, histricamente, nunca ha sido escogido o reverenciado un rbol nada ms que por s mismo, sino siempre por lo que a travs de l se revela, por lo que implica y significa. En consecuencia, el rbol debe ser visto ms bien como un smbolo que como un objeto de culto. Bajo este enfoque considero que las imgenes de agaves con aves perchadas 55 58. Bibliografa Caso, Alfonso 1938 Exploraciones en Oaxaca, quinta y sexta temporadas1936-1937,Mxico,InstitutoPanamericano de Geografa e Historia (Publicacin, 34): 70-93. dentro de un recinto funerario pudieran constituirunmodogrficoderecordarun lugar de origen, un cierto suceso, as comolaregeneracinmisma.As,elagave representaunoasisenelpaisajedesrtico, es un smbolo de vida y de regeneracin donde las aves que se posan en l equivalenalaimagendelaentidadanmica de el o de los difuntos. Considero posiblemente a las aves un medio de transformacin, pues para el hombre prehispnico las representaciones de la muerte son manifestaciones metafricas de la vida. 56 59. Noticias Extendemos una cordial invitacin al Coloquio Acercarse y mirar. Homenaje a Beatriz de la Fuente que se llevar a cabo del 6 al 8 de febrero de 2002 de 10:00 a.m. a 19:00 hrs.en el Auditorio del Instituto de Investigaciones Bibliogrficas. Queremos invitarlos a la presentacin de los Tomos III y IV Estudios, del volumen II La pintura mural prehispnica en Mxico. rea Maya. El evento se llevar a cabo el 11 de abril de 2002 a las 19:00 hrs. en el Anfiteatro Simn Bolivar, Antiguo Colegio de San Ildefonso, Justo Sierra16, Col. Centro. Los libros estarn a la venta en el Instituto de Investigaciones Estticas y en cualquier librera de la UNAM o bien se podrn solicitar va correo electrnico a la siguiente direccin: [email protected] Tambin podrn adquirir la reimpresin de los dos tomos del Volumen I La pintura mural prehispnica en Mxico. Teotihuacn. Les recordamos que visiten el museo de la Pintura Mural Teotihuacana ubicado en la zona arqueolgica, a un costado de la Pirmide de la Luna, frente a la puerta 3. Todos los das de 11:00 a 17:00 hrs. Para servicio de visitas guiadas llamar al Tel. 01 (594) 958-20-81. Invitacin Reiteramos nuestra invitacin a todos los investigadores interesados en la pintura mural prehispnica a enviar artculos, no mayores de tres cuartillas, para que den a conocer sus opiniones avances y descubrimientos al respecto, los cuales sern publicados en este medio. Toda correspondencia deber dirigirse a Beatriz de la Fuente o Leticia Staines. Instituto de Investigaciones Estticas, Circuito Mario de la Cueva, s/n. Ciudad Universitaria, C.P. 04510. Mxico D.F. Tel. 56-22-75-47 Fax. 56-65-47-40 Correo electrnico: [email protected], [email protected] http://www.esteticas.unam.mx/pintmur.htm