Boletín Red de Iglesias ICAD

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“¡En esa casa vivo yo!... pero los bichos (niños o muchachos en El Salvador) no dejan entrar a cualquiera a la colonia”, comenta Ana (nombre ficticio), quien es una conversadora niña de 12 años que vive en una de las colonias aledañas al Mercado Tineti, en las cercanías del Centro de San Salvador. Su casa puede observarse muy bien desde uno de los ventanales del mercado. Sus padres trabajan haciendo y vendiendo “tostadas”, y hace más de 6 meses asiste casi todos los días por las tardes a las clases que se imparten en los dos puestos del mercado que se le han asignado al “Proyecto Moisés”. El Proyecto Moisés es un ministerio de la Red de Iglesias Campamento de Dios que enfoca su trabajo hacia niños en riesgo, busca servir a los pequeños, dándoles refuerzo escolar en diferentes materias, compartiendo con ellos y sus familias la Palabra de Dios, entre otras actividades. Antes de las dos de la tarde todavía no se han abierto las puertas del Proyecto, pero los niños ya andan por ahí listos para hacer fila y decir que han llegado primero. En el mercado no hay donde perderse, en la segunda planta hay dos puestos que tienen puertas pintadas con el nombre del Proyecto y las huellas de las manos de los niños. El día que llegamos, les tocaba clase de computación, así que formaron parejas para comenzar. Un grupo se sentó frente a las computadoras, mientras otro esperó su turno jugando futbolito de mesa. “Tengo niños desde 6 hasta 15 años. Es difícil porque sólo tenemos dos computadoras y se tienen que turnar”, nos dice el profesor de las computadoras. El “profe” anota a cada niño que va entrando y lleva un control diario de asistencia. Los lunes y viernes los niños reciben clases de Biblia, los martes aprenden inglés y los jueves llega el profesor de computación. Todos esos días también tienen un tiempo de juego. Este arduo trabajo ha sido realizado por años por el hermano Juan Flores, retirado por el momento, por problemas de salud. “Son alrededor de 40 niños enlistados, pero el grupo que viene todos los días se mueve entre los 15 y 25” nos comenta el hermano José Llopart, quien en la actualidad llega diariamente a atender a los pequeños. El Proyecto Moisés llega al Mercado Tineti hace más de diez años (aunque el Proyecto ya había estado trabajando con niños de la calle desde mucho más atrás). “Me acuerdo cuando el profesor Juan ponía unos grandes fardos de papel para sentarnos, como no tenía local” nos cuenta Alejandro, un joven universitario de 19 años, quien fue uno de los primeros niños que atendió el Proyecto y quien ahora sigue ayudando a su mamá en el puesto de venta de bebidas y quien además, estudia Licenciatura en Salud Pública en la Universidad Nacional. “El profe [Juan] nos ayudaba con las tareas, nos enseñaba Biblia, coloreábamos y platicábamos… nos orientaba en cosas de la vida… él más que un profe era un amigo” agrega Alejandro. Ahora es otra la generación que ya tiene dos locales, grabadora, computadoras, biblias, muebles, juegos de mesa, y algunas cosas más. “Mi papá fue quien hizo el portón del primer local que le dieron” dice el joven. Actualmente el Proyecto gestionó con la Administración del mercado el préstamo de 4 puestos más en la parte del sótano; ya está reservado el lugar, pero las paredes todavía están a la mitad. Esos nuevos puestos servirán para distribuirse en grupos a la hora de impartir las clases. Íbamos camino a conocer los nuevos puestos cuando Ana, nos enseñaba su casa que se veía a lo lejos, y además nos contaba “me sacaron de la escuela, porque mi hermana se acompañó con uno de las maras y después no la querían liberar, entonces tuve problemas. Pero el otro año iré a otra escuela”. La mamá de Ana nos cuenta que al principio no la quería dejar ir a las clases [del Proyecto], pero otra niña la convenció. “Los españoles se sorprendieron cuando vinieron… los bichos se portaron bien”, nos comenta la mamá de Ana, refiriéndose a una delegación de una organización sin fines de lucro que llegó a conocer el proyecto. El Proyecto Moisés es un ministerio de la Red de Iglesias Campamento de Dios y cuenta con un gran apoyo de “Viva Latinoamérica”, una organización dirigida a la niñez en el mundo. Sin embargo, son los diezmos y ofrendas los que ayudan al mantenimiento diario de este ministerio dirigido a estos niños en riesgo. Estamos seguros que la Palabra de Dios puede hacer cambios trascendentales en ellos, sus familias, la comunidad y el país. proyecto moises Rescatando a niños en riesgo Un Ministerio de la Red de Iglesias Campamento de Dios Comunicaciones Red ICAD Por: Eunice Martínez Boletin anual DOMINGO 16 DE DICIEMBRE DE 2012 RED DE IGLESIAS ICAD La iglesia es una sola, distribuida en muchas congregaciones. Cuando Dios une varias congregaciones bajo una sola visión y con un ministerio compartido, su obra se potencia, el trabajo de Dios ¡es una gran bendición! El escuchar lo que Dios está haciendo en otros lugares nos anima; el saber que no somos los únicos que enfrentamos dificultades, nos da fuerzas para seguir adelante; el conocer el sacrificio de otros, nos desafía. Esa es la bendición que Dios nos ha dado a través de la Red de Iglesias Campamento de Dios. Cada discípulo de Cristo vive en diferentes contextos, pero con la misma misión. Cada uno enfrentando distintas dificultades, pero con la misma esperanza. Es muy delicioso ser parte de una reunión dominical, bajo el cálido clima, de las congregaciones de El Tránsito, San Miguel, con los discípulos congregados bajo la sombra de frondosos árboles, rodeados de grama y arbustos. Es maravilloso unirse a la banda musical o al trío de cuerdas que dirige la alabanza en Tepecoyo, La Libertad; y escuchar la predicación en grandes bancas de madera, acompañados de su fresco clima. Es entusiasmante escuchar al pastor y apóstol Roberto Martínez en Santa Tecla, enseñando la palabra de Dios, en la Escuela de la Vida Abundante (o Victoriosa), y uniéndose al esfuerzo en San Salvador por predicar sobre el Apocalipsis con la visión del Reino. Las elegantes graduaciones de la Escuela de la Vida Victoriosa y de la Academia de Liderazgo en Tegucigalpa, Honduras, nos hace recordar el compromiso al entrenamiento que tenemos en nuestra Red de Iglesias. Servir a los niños y niñas en riesgo del Mercado Tinneti en San Salvador, es un acicate para recordarnos a todos los discípulos de Cristo, que tenemos pobres en la tierra para servirlos. Los niños y niñas que estudian en nuestros colegios en San Salvador y El Tránsito, reciben una inversión esperanzadora de tiempo y finanzas, sabiendo que Jesús nos ha enseñado a recibir, bendecir y hacerles bien a los pequeños, guiándolos a la vida de su Reino. Es reconfortante compartir con Campamento de Dios en Los Ángeles California; quienes a pesar de la lejanía geográfica, con su amor y calor fraternal, nos recuerdan continuamente que somos una familia. Y cómo expresar el rico calor costeño que Campamento de Dios en Las Isletas nos puede hacer experimentar, a la vez que nos desafía con cada uno de los retos que se plantean. Es digno de mencionar el coraje de Campamento de Dios en Santa Ana, quienes a pesar de las más complicadas dificultades han sabido sobreponerse y continúan semana a semana adorando al Rey acompañados por una guitarra. Como no recordar el trabajo esforzado del liderazgo y su pastor Romeo Hernández en la ciudad de San Miguel, quienes siguen aplicando estrategias para al fin ver la iglesia florecer en calidad y cantidad. Las misiones en Joya Grande, Apopa; Cantón San Antonio Abajo, Santiago Nonualco; Coquiamita, Sonsonate; Sensuntepeque, Cabañas; El Refugio, Tepecoyo; y la última en El Borbollón, San Miguel; son la manifestación del celo misionero que Dios ha derramado en el valiente pueblo que se congrega siguiendo la agenda que Dios ha delegado a Campamento de Dios: Ser Una Comunidad de amor que proclama y demuestra el Reino de Dios.

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Diciembre 2012

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“¡En esa casa vivo yo!... pero los bichos (niños o muchachos en El Salvador) no dejan entrar a cualquiera a la colonia”, comenta Ana (nombre ficticio), quien es una conversadora niña de 12 años que vive en una de las colonias aledañas al Mercado Tineti, en las cercanías del Centro de San Salvador. Su casa puede observarse muy bien desde uno de los ventanales del mercado. Sus padres trabajan haciendo y vendiendo “tostadas”, y hace más de 6 meses asiste casi todos los días por las tardes a las clases que se imparten en los dos puestos del mercado que se le han asignado al “Proyecto Moisés”.

El Proyecto Moisés es un ministerio de la Red de Iglesias Campamento de Dios que enfoca su trabajo hacia niños en riesgo, busca servir a los pequeños, dándoles refuerzo escolar en diferentes materias, compartiendo con ellos y sus familias la Palabra de Dios, entre otras actividades.Antes de las dos de la tarde todavía no se han abierto las puertas del Proyecto, pero los niños ya andan por ahí listos para hacer fila y decir que han llegado primero. En el mercado no hay donde perderse, en la segunda planta hay dos puestos que tienen puertas pintadas con el nombre del Proyecto y las huellas de las manos de los niños.

El día que llegamos, les tocaba clase de computación, así que formaron parejas para comenzar. Un grupo se sentó frente a las computadoras, mientras otro esperó su turno jugando futbolito de mesa. “Tengo niños desde 6 hasta 15 años. Es difícil porque sólo tenemos dos computadoras y se tienen que turnar”, nos dice el profesor de las computadoras. El “profe” anota a cada niño que va entrando y lleva un control diario de asistencia. Los lunes y viernes los niños reciben clases de Biblia, los martes aprenden inglés y los jueves llega el profesor de computación. Todos esos días también tienen un tiempo de juego.

Este arduo trabajo ha sido realizado por años por el hermano Juan Flores, retirado por el momento, por problemas de salud. “Son alrededor de 40 niños enlistados, pero el grupo que viene todos los días se mueve entre los 15 y 25” nos comenta el hermano José Llopart, quien en la actualidad llega diariamente a atender a los pequeños.

El Proyecto Moisés llega al Mercado Tineti hace más de diez años (aunque el Proyecto ya había estado trabajando con niños de la calle desde mucho más atrás). “Me acuerdo cuando el profesor Juan ponía unos grandes fardos de papel para sentarnos, como no tenía local” nos cuenta Alejandro, un joven universitario de 19 años, quien fue uno de los primeros niños que atendió el Proyecto y quien ahora sigue ayudando a su mamá en el puesto de venta de bebidas y quien además, estudia Licenciatura en Salud Pública en la Universidad Nacional.

“El profe [Juan] nos ayudaba con las tareas, nos enseñaba Biblia, coloreábamos y platicábamos… nos orientaba en cosas de la vida… él más que un profe era un amigo” agrega Alejandro. Ahora es otra la generación que ya tiene dos locales, grabadora, computadoras, biblias, muebles, juegos de mesa, y algunas cosas más. “Mi papá fue quien hizo el portón del primer local que le dieron” dice el joven. Actualmente el Proyecto gestionó con la Administración del mercado el préstamo de 4 puestos más en la parte del sótano; ya está reservado el lugar, pero las paredes todavía están a la mitad. Esos nuevos puestos servirán para distribuirse en grupos a la hora de impartir las clases.

Íbamos camino a conocer los nuevos puestos cuando Ana, nos enseñaba su casa que se veía a lo lejos, y además nos contaba “me sacaron de la escuela, porque mi hermana se acompañó con uno de las maras y después no la querían liberar, entonces tuve problemas. Pero el otro año iré a otra escuela”.

La mamá de Ana nos cuenta que al principio no la quería dejar ir a las clases [del Proyecto], pero otra niña la convenció. “Los españoles se sorprendieron cuando vinieron… los bichos se portaron bien”, nos comenta la mamá de Ana, refiriéndose a una delegación de una organización sin fines de lucro que llegó a conocer el proyecto.

El Proyecto Moisés es un ministerio de la Red de Iglesias Campamento de Dios y cuenta con un gran apoyo de “Viva Latinoamérica”, una organización dirigida a la niñez en el mundo. Sin embargo, son los diezmos y ofrendas los que ayudan al mantenimiento diario de este ministerio dirigido a estos niños en riesgo. Estamos seguros que la Palabra de Dios puede hacer cambios trascendentales en ellos, sus familias, la comunidad y el país.

proyecto moisesRescatando a niños en riesgoUn Ministerio de la Red de Iglesias Campamento de Dios

Comunicaciones Red ICADPor: Eunice Martínez

Boletin anualDOMINGO 16 DE DICIEMBRE DE 2012

RED DE IGLESIAS ICAD

La iglesia es una sola, distribuida en muchas congregaciones. Cuando Dios une varias congregaciones bajo una sola visión y con un ministerio compartido, su obra se potencia, el trabajo de Dios ¡es una gran bendición! El escuchar lo que Dios está haciendo en otros lugares nos anima; el saber que no somos los únicos que enfrentamos dificultades, nos da fuerzas para seguir adelante; el conocer el sacrificio de otros, nos desafía.

Esa es la bendición que Dios nos ha dado a través de la Red de Iglesias Campamento de Dios. Cada discípulo de Cristo vive en diferentes contextos, pero con la misma misión. Cada uno enfrentando distintas dificultades, pero con la misma esperanza. Es muy delicioso ser parte de una reunión dominical, bajo el cálido clima, de las congregaciones de El Tránsito, San Miguel, con los discípulos congregados bajo la sombra de frondosos árboles, rodeados de grama y arbustos. Es maravilloso unirse a la banda musical o al trío de cuerdas que dirige la alabanza en Tepecoyo, La Libertad; y escuchar la predicación en grandes bancas de madera, acompañados de su fresco clima.

Es entusiasmante escuchar al pastor y apóstol Roberto Martínez en Santa Tecla, enseñando la palabra de Dios, en la Escuela de la Vida Abundante (o Victoriosa), y uniéndose al esfuerzo en San Salvador por predicar sobre el Apocalipsis con la visión del Reino. Las elegantes graduaciones de la Escuela de la Vida Victoriosa y de la Academia de Liderazgo en Tegucigalpa, Honduras, nos hace recordar el compromiso al entrenamiento que tenemos en nuestra Red de Iglesias. Servir a los niños y niñas en riesgo del Mercado Tinneti en San Salvador, es un acicate para recordarnos a todos los discípulos de Cristo, que tenemos pobres en la tierra para servirlos. Los niños y niñas que estudian en nuestros colegios en San Salvador y El Tránsito, reciben una inversión esperanzadora de tiempo y finanzas, sabiendo que Jesús nos ha enseñado a recibir, bendecir y hacerles bien a los pequeños, guiándolos a la vida de su Reino.

Es reconfortante compartir con Campamento de Dios en Los Ángeles California; quienes a pesar de la lejanía geográfica, con su amor y calor fraternal, nos recuerdan continuamente que somos una familia. Y cómo expresar el rico calor costeño que Campamento de Dios en Las Isletas nos puede hacer experimentar, a la vez que nos desafía con cada uno de los retos que se plantean. Es digno de mencionar el coraje de Campamento de Dios en Santa Ana, quienes a pesar de las más complicadas dificultades han sabido sobreponerse y continúan semana a semana adorando al Rey acompañados por una guitarra.

Como no recordar el trabajo esforzado del liderazgo y su pastor Romeo Hernández en la ciudad de San Miguel, quienes siguen aplicando estrategias para al fin ver la iglesia florecer en calidad y cantidad.

Las misiones en Joya Grande, Apopa; Cantón San Antonio Abajo, Santiago Nonualco; Coquiamita, Sonsonate; Sensuntepeque, Cabañas; El Refugio, Tepecoyo; y la última en El Borbollón, San Miguel; son la manifestación del celo misionero que Dios ha derramado en el valiente pueblo que se congrega siguiendo la agenda que Dios ha delegado a Campamento de Dios: Ser Una Comunidad de amor que proclama y demuestra el Reino de Dios.

Somos un pueblo agradecido con el Señor, como el salmista, le ordenamos a nuestra alma que no se olvide de todos los beneficios recibidos (Sal. 103:2).

Principalmente agradecemos a Dios su obra de perdonar nuestros pecados en Cristo. El don inefable es Jesucristo, es el regalo imposible de describir su grandeza ni expresar en palabras su valor: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16. ¡Gracias a Dios por Jesucristo! Por su encarnación, su ministerio, su muerte, su resurrección y su ascensión al trono eterno.

Este año 2012, como discípulos de Cristo congregados en Campamento de Dios, hemos recibido del Señor muchas cosas buenas: personas salvadas, personas bautizadas, el nacimiento de bebes (herederos del Reino), perseverancia en servirle, recursos económicos, salud, la comunión con los santos, su buena palabra, la amistad, la hermandad, y muchas cosas más. ¡Gracias a Dios!

Nos proyectamos al 2013 como un año lleno de frutos de justicia, en el que no faltará la cosecha de bendiciones y de discípulos siguiendo al Cordero en donde quiera que los lleve.

Tendremos un año de manos llenas, en el que veremos cumplida la palabra profética: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria de esta casa postrera será mayor que la de la primera, dice Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.” Hageo 2:8-9. Pero nuestros ojos deberán siempre elevarse para ver a Jesús y decir con todo nuestro corazón: ¡Gracias a Dios por su don inefable!

2a. de Corintios 9:15Les damos un cordial saludo, esperando estén siendo bendecidos en todas las cosas. Al finalizar el 2012, alabamos al Señor por su amor y misericordia durante todo año. Hemos sido testigos de su poder y cuidado divino a lo largo del mismo. Dios nos ha mostrado su poderío trayendo salvación en varias personas como la familia Linares, María Elena, Amado y otras personas que han venido a los pies del Señor a entregar sus vidas.

Además, agradecemos a nuestro Dios por la sanidad en la vida de nuestra hermana Carolina Maldonado (sanada de un derrame el cual no le permitía moverse); y en la vida del pastor Trinidad quien también fue intervenido quirúrgicamente en su garganta. Nuestra hermana Estrella Escobar igualmente fue sanada de una enfermedad en su piel.

Este año disfrutamos del milagro de provisión de un bebé. Ha habido provisión de trabajos y nuestros hermanos Jennifer y Agustín hicieron sus votos matrimoniales ante el altar. Tuvimos presentación de bebes y nuestra primera celebración de pacto de pureza (Alicia Ortiz).

Asimismo iniciamos la Escuela de la Vida Victoriosa con cuarenta personas, quienes se mantuvieron y pudieron ser parte del Retiro de Victoria con los pastores Martínez. Tuvimos la dicha de tener tres personas que decidieron dar el paso del bautismo. ¡Fue un verdadero impulso a la vida de la congregación!

También estuvimos celebrando nuestro aniversario con la visita del pastor Juan Manuel. Estamos agradecidos por la forma tan especial en que Dios nos ha bendecido ¡Gloria a Dios!

ESTIMADOS HERMANOSDE LA RED DE IGLESIASCAMPAMENTO DE DIOS:

Hermanos de Comunidad Cristiana Campamento de Dios en Los Ángeles, California

juan manuel martinezObispo de la Red ICAD

El Amate se encuentra a unos 10 kilómetros de la ciudad del El Tránsito, pero para llegar al lugar hay que caminar aproximadamente 2 kilómetros

Johana es una jovencita estudiante de Bachillerato que se integró con los jóvenes de Campamento de Dios en El Tránsito, a través de un grupo de pacto. A partir de su encuentro con el Señor trajo a su mamá, amigos, compañeras y parientes a reuniones de la iglesia. En ese momento ninguno se mantuvo en la congregación, solamente ella. Pero durante las tormentas de octubre de 2011, el lugar donde ella vive se inundó, y así es como nace la misión de El Amate.

El Amate se encuentra a unos 10 kilómetros de la ciudad del El Tránsito, pero para llegar al lugar hay que caminar aproximadamente 2 kilómetros, ya que no hay transporte público. La iglesia hizo 3 visitas al lugar con víveres, alimentos y ropa. Además se realizaron actividades evangelísticas.

En septiembre de este año, junto con hermanos de la Escuela de la Vida Victoriosa y otros hermanos se realizó nuevamente evangelismo, y la familia de Johana accedió que se realizaran las reuniones de grupo de pacto en su casa. Ha habido reuniones hasta de 15 personas entre adultos, jóvenes y algunos niños miembros de la familia.

El grupo está participando de la Campaña de “40 días de amor”. Los responsables del grupo son los hermanos Carlos y Luci Villalobos, quienes después de graduarse del Instituto de Formación Pastoral tomaron la decisión de pastorear este grupo.

Sólo Dios puede movernos a hacer esfuerzo como los que Johana ha hecho para congregarse y los hermanos para dirigir esta obra.

“Ser parte de Instituto de Formación Pastoral me ha ayudado a crecer, ha fortalecido mi fe, me ha ayudado con mi familia y mi Grupo de Pacto. Es un gran desafío el dedicarse a aprender la Palabra de Dios.“ Hermana Haydee de Figueroa

Domingos, miércoles y sábados las aulas de Campamento de Dios en San Salvador, reciben miembros de todas las iglesias de la RED ICAD para que juntos nos enamoremos más de la Palabra de Dios y la apliquemos en todas las áreas de nuestra vida.

BENDECIDOSPOR EL INFORP

Como miembro de la Junta Directiva, he tomado conciencia de que nuestra organización Campamento de Dios, involucra administrar recursos para que los miembros de la Iglesia y los no creyentes a nuestro alcance se beneficien de nuestra administración y decisiones, buscando que Cristo sea exaltado y que Su nombre sea conocido por todos.

Ha sido muy importante reconocer que nuestros aportes económicos bendicen personas y ministerios locales e internacionales, y que, como Junta Directiva, ayudamos a proyectar una visión, que particularmente nos ha dado nuestro Señor: Ser un lugar de salvación, entrenamiento y crecimiento.

Por lo que agradezco al Señor, que su Espíritu nos ha dirigido a tomar muchas decisiones y ejecutar acciones que estén de acuerdo a su propósito para nosotros como congregación, por un tiempo sólo local y hoy en una dimensión de múltiples congregaciones, misiones y ministerios, tanto nacionales como internacionales.

FRANCISCO FIGUEROASíndico de la Junta Directiva 2009-2012

desde la

Juntadirectiva