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1 Boletín institucional del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile www.cotich.cl Diciembre de 2007, edición 12 Editorial Diversidad en la unidad ................................ 2 Laboralia Papelucho embajador .................................. 3 Académicas Teoría y práctica de la traducción literaria ................................................... 6 La vitrina La biblioteca chilena de traductores, o el sentido de una colección ....................................... 17 Actividades, cursos, talleres ........................................................... 21 Noticias desde COTICH ........................................................... 24 El aporte de esta edición Atajos de teclado para traductores ................. 27

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Boletín institucional del

Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile

www.cotich.cl

Diciembre de 2007, edición 12

Editorial Diversidad en la unidad................................ 2

Laboralia Papelucho embajador.................................. 3

Académicas Teoría y práctica de la traducción

literaria................................................... 6 La vitrina La biblioteca chilena de traductores, o el sentido

de una colección....................................... 17

Actividades, cursos, talleres

........................................................... 21 Noticias desde COTICH

........................................................... 24 El aporte de esta edición Atajos de teclado para traductores................. 27

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Editorial

Diversidad en la unidad

Cuando hace ya algunos años hicimos una encuesta entre los socios del Colegio para determinar su composición, especialmente en lo referido a intereses y formación profesional, descubrimos que la diversidad era enorme.

Contamos con traductores e intérpretes formados absolutamente por la experiencia hasta aquellos que recién egresan de la universidad, llenos de teoría y ansiosos ante lo que significa salir al mundo laboral y enfrentar las vicisitudes de lo que tanto aprendieron.

También nos diferenciamos muchísimo en nuestra opción de vida laboral, eligiendo entre la independencia total hasta la dependencia total. Obviamente, todas las opciones tienen pros y contras y la elección se centra principalmente en la relación entre los ingresos esperados y la capacidad para enfrentar la incertidumbre. El abanico de situaciones y opciones es enorme y cada uno tiene sus propios argumentos para optar por la suya. Todas son válidas.

Más que separarnos esta diversidad nos une, potenciando el quehacer del Colegio.

Es como si observáramos una colonia de hormigas en su organización social. Cada integrante tiene una función en beneficio del resto. Algunas recolectan alimentos y los almacenan; otras asean, cuidan y defienden el hormiguero. Por otro lado, están las que se preocupan de cuidar a los nuevos miembros y, por ende, hacer crecer la colonia.

De igual forma, en el Colegio están quienes centran su atención en buscar nuevas formas para ampliar el campo laborar y hacer su trabajo de la mejor forma posible, para lo cual participan en redes laborales y foros virtuales profesionales. También pertenecen a él quienes se dedican a la didáctica de nuestra profesión y, además, a la investigación, aportando orientaciones y teoría para posicionar a la traducción y la interpretación a niveles equiparables con otras disciplinas. Otra área de trabajo que acoge a nuestros profesionales es aquella de las editoriales y de la traducción literaria, que termina siendo un gran aporte a la literatura chilena. Incluso están quienes aportan conocimientos extras a lo traductológico, poniendo al servicio de la institución sus conocimientos legales o de gestión, por ejemplo.

Al igual que las hormigas, consideradas como uno de los grupos de insectos más exitosos en su trabajo como comunidad que despiertan gran interés por su habilidad para formar colonias avanzadas, nosotros –como Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile- debemos mirar el próximo año como un desafío compartido, para que todas las áreas de interés se desarrollen y así crezca el Colegio. No sólo debemos duplicar la cantidad de socios, sino aumentar el porcentaje de participación de cada uno y la eficiencia de nuestras actividades.

Y una vez más, insistimos en nuestra premisa de que la organización será lo que todos queramos que sea, y en especial, lo que todos hagamos que sea.

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Laboralia

Papelucho embajador Ponencia de Linda Craddock1, en el marco de la celebración del Día Mundial del Libro

Infantil, el 1 de abril de 2007, en el Café Literario, Providencia, Santiago de Chile

Durante un período de varios meses, viví la experiencia de insertarme en el mundo de Papelucho. Lo vi como hermano, hijo, historiador, enfermo hospitalizado, científico, misionero, alumno, detective, domador de ratones, amante de perros vagos, explorador. Lo vi tomando leche directamente de la vaca o la cabra, según el caso, interpretando el lenguaje de su hermana, peleando con sus compañeros a combos, ayudando a atrapar criminales, proporcionando alojamiento a un marciano, sufriendo a las manos de los matones del colegio, los médicos, la policía, sus papás, y portándose con la lógica y ingeniosidad de muchos niños de su misma edad. Y sin embargo me sorprendió la idea que pudiera ser un embajador de Chile en el extranjero.

Para mí, Papelucho es un niño absolutamente chileno, con sangre y huesos chilenos, en un contexto netamente local, pero además es un niño de una cierta época en la historia del siglo veinte. Un Papelucho nacido en el año 2007 tendría cosas en común con el original, pero no sería igual.

Cuándo me pidieron realizar estas traducciones, la idea me gustó mucho, porque yo había leído algunos de los títulos a mis propios hijos, unos veinticinco años atrás. Tengo que confesar que me gustaron muchísimo más ahora que en ese entonces, porque llevo muchos más años en el país y hablo mejor español, entiendo mejor el trasfondo religioso y social, y soy menos crítica en cuanto a las diferencias culturales. También he criado a tres hijos hombres, con las mismas peleas, malos entendidos, accidentes y percances que descubrí en estos libros.

Además de gustarme la idea, me parecía indispensable hacer preguntas sobre el público objetivo de esta traducción. A mí me quedó claro que tendría que ser un público chileno, o por lo menos un público con un trasfondo comparable al chileno. Cualquier otro público tendría serios problemas de comprensión. El hecho de dar a los niños chilenos de hoy la oportunidad de leer a Papelucho en inglés, con la referencia inmediata de la versión en castellano, me parecía y me parece absolutamente válido y por eso acepté el desafío.

Papelucho es un niño que vive en un país fuertemente católico, donde los sacerdotes son generalmente respetados, y con razón. Su manera de pensar está influenciada por lo que aprende en misa. Toma las enseñanzas literalmente, y se preocupa en forma genuina por el

1 Linda Craddock y los integrantes de COTICH Paul Beuchat y Ailsa Shaw tradujeron al inglés la serie Papelucho, de Marcela Paz, labor que les valió una mención en la categoría traductores de la Lista de

Honor para el último bienio de la Organización Internacional para el Libro Infantil y Juvenil IBBY (International Board on Books for Young People).

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bienestar de las almas de las personas. Este es un tema en muchos de las historias pero especialmente fuerte en Papelucho Casi Huérfano, donde vive por un tiempo en la casa de un cura ejemplar, y en Papelucho Misionero, donde pasa gran parte del libro preocupado por su incapacidad de convertir a los africanos.

El Chile que representa no es un poder económico, un tigre o jaguar sudamericano, sino un país pequeño, con pueblos chicos y micros viejos que chocan y quedan en pana. El Concón de Papelucho no es un super-resort, sino un pueblo de pescadores sin ninguna gracia especial. La Escuela Naval es la máxima ambición de los niños de la zona. La donación de un viejo rico puede salvar un hospital. Es un país con los fuertes contrastes entre ricos y pobres, poblaciones bravas y barrios “altos” que reconocemos, [y llama la atención que aparentemente no hemos progresado mucho en el entretanto.] Las casas viejas están llenas de ratones y se caen en los temblores. (Lo cual me recuerda el Valparaíso que conocí cuando llegué a Chile).

Es un Chile de nanas – la Domitila es un personaje fuerte y vital en todo el cuento, y varias veces produce la manera de solucionar el problema, a pesar de su poca educación y múltiples “seguidores”. Los papás de Papelucho parecen bastante poco efectivos; muchas veces están ausentes, y sus reacciones, interpretadas por Papelucho, son un fiel retrato de su falta de comprensión de lo que pasa en la vida y en los pensamientos de su hijo. Sin embargo, Papelucho los quiere harto y, sobre todo, quiere proteger a su mamá y evitar su sufrimiento. Es interesante hacer una comparación con un clásico infantil inglés por el autor de Winnie the Pooh, que también describe a un niño pequeño, criado por su nana, que busca proteger a su mamá. En los países anglosajones de hoy, esta figura confiable, presente como baluarte para el niño, y incluso para su mamá, prácticamente no existe, y no ha existido desde los años treinta. Su presencia o ausencia cambia totalmente la dinámica de la vida familiar, y esto es muy difícil de entender para un lector o lectora que nunca ha experimentado esa relación.

Otro tema que me impresionó fue la interacción de Papelucho con los carabineros: yo fui criada en Inglaterra en los años 50 y 60 y para mí los carabineros eran amigos, fuentes de seguridad y protección, confiables y justos. Me llamó mucho la atención en Papelucho encontrarlos representados en varias partes como agresivos, dispuestos a arrestar a un niño chico, con mucho ruido, armas, motos etc. Puede ser que la percepción es de un niño hombre, con toda la emoción de los choques, escapes, pistolas, helicópteros etc. pero no estoy convencida. En todo caso, hay excepciones también.

Tengo la impresión que para un niño angloparlante del siglo veintiuno, mucho del trasfondo de Papelucho sería incomprensible. Sería necesario reeditarlo como novela histórica clásica, con múltiples notas a pie de página para explicar las diferencias.

Me han preguntado cómo logramos traducir las palabras “inventadas” de Papelucho. De hecho, a veces logramos encontrar un equivalente y a veces no, porque los juegos de palabras son casi imposibles de traducir, pero los juegos de palabras no intencionales que hace Papelucho no son el gran problema de esta traducción. Es mucho más difícil lograr que el cuento sea entretenido y atractivo para un niño de hoy, sobre todo si se piensa en otro país. Es más fácil aquí en Chile, porque los adultos todavía se acuerdan de la vida de medio siglo atrás.

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En el proceso de traducción, intentamos encontrar palabras de la época de los 50 o 60 para situar los libros en su contexto, sin quitarles su agilidad. No fue fácil.

Ahora, por el otro lado, yo creo que Papelucho sí tiene algo de universal, que puede equiparlo para ser embajador, o por lo menos ocupar un puesto interesante en la embajada. En primer lugar, es muy atractivo físicamente. El niño chico con pelo parado y piernas flacas que siempre está metido en todo es alguien que todos conocemos, o quisiéramos conocer. Además, es tierno y consecuente consigo mismo pero a veces incomprensible para los adultos. Una de las cosas que más me impactó de los libros es la perfecta lógica de Papelucho.

Tiene una mente ágil, llena de buenas ideas e imaginación. ¿A quién más se le habría ocurrido escribir su propia historia de Chile para que sea más entretenida y fácil de recordar? Y es muy valiente – tiene miedo, y sigue igual – y trata de actuar y hablar con verdad.

Tiene una visión muy avanzada para su época en cuanto al aspecto ecológico, en su insistencia que los animales tienen derechos, que hay que pelear contra la crueldad del ser humano hacia el resto de la creación. Tiene un fuerte sentido social. Quiere ayudar a los pobres y maltratados, identificarse con ellos. Quiere hacer lo correcto, según su lógica, aunque nadie lo entienda. No quiere ser rico e infeliz, prefiere regalar todo y ser libre. Suena bastante del siglo 21.

Además, es un niño que sufre, que se deprime, que tiene vergüenza, que tiene ganas de desaparecer – y esto es verdad para muchos niños hoy.

Creo que Papelucho debería ser lectura obligada para padres – les ayudaría a entender mucho mejor los engranajes de los cerebros y emociones de sus hijos y podrían evitar muchos choques innecesarios. Cómo entrar en la lógica del niño chico es una lección que podemos aprender del trato de Papelucho con su hermana Ji. Y creo que esto podría valer para padres en otros países también.

Ha sido un privilegio trabajar con estos textos. Espero que Papelucho pueda llegar a ser Embajador de Chile algún día, tal vez en una edición anotada para niños, o en una edición especial para Centros de Padres, para que muchas personas más puedan disfrutarlo y aprender de él para sus propios hijos y nietos.

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Académicas

Teoría y práctica de la traducción literaria

Ana Ramos Calvo Universidad Autónoma de Madrid

Publicado originalmente en http://www.hottopos.com/mirand8/anaramo.htm

Secularmente se han venido traduciendo textos de unas lenguas a otras de una manera empírica, artesanal. Esto no quiere decir que no se haya reflexionado y teorizado sobre el arte de la traducción, ni que los grandes traductores de la historia hayan dejado de proponer sus teorías. Por poner un ejemplo, al-Djahiz, en un capítulo de su Kitab al-Hayawan, dedicado a la Historia de la Poesía, destaca el valor de la traducción en sí misma, así como de las condiciones que debe tener un buen trujamán, esto es, su amplio conocimiento de las lenguas de origen y de llegada, su identificación con el autor, su especialización en el tema sobre el que versa el texto original, su método y los secretos de sus limitaciones. Con todo ello, el gran autor abbasí forma un cuerpo teórico.2

Sin embargo, ha sido muy recientemente cuando los lingüistas se han ocupado de la traducción, elevándola a categoría científica, al pasar a constituir una rama de la lingüística aplicada, que trata de explicar cómo ha sido elaborado un producto, independientemente de éste. Nace así la Traductología, destinada a formar al profesional mediante la aplicación de la experiencia acumulada, junto a la reflexión del investigador. Las teorías sobre la traducción, que fueron en un principio emitidas por estructuralistas y generacionistas, han sido apoyadas más recientemente con la contemplación de aspectos psicolingüísticos.

El propósito de estas páginas es, a la luz de las teorías emitidas por los lingüistas, aportar mis propias reflexiones sobre problemas que, con variable éxito, me he visto obligada a resolver al enfrentarme a textos árabes y tratarlos de verter a mi propia lengua, ya para darlos a conocer a posibles lectores interesados, ya como base de mis trabajos de investigación o ya, y esto de una manera cotidiana, como apoyo pedagógico de mi actividad docente. Es decir, trataré de incrementar, siquiera sea levemente, la casuística en la que estas teorías se apoyan.

La traducción literaria es el campo al que se limita mi experiencia, atendiendo principalmente a textos en prosa, ya sean relacionados con la literatura imaginativa seria o bien con el pensamiento, con pequeñas incursiones al mundo del teatro, cuya problemática se ve incrementada con la inherente a la interpretación.

El traductor literario, además de enfrentarse a las dificultades que presenta toda traducción, ha de atender a la belleza del texto, a su estilo y sus marcas (lexicales, gramaticales o fonológicas), teniendo en cuenta que las marcas estilísticas en una lengua, pueden no serlo en otra. Es el caso del uso del Ud., inexistente en árabe y que puede resultar fundamental en la traducción, así como el de acertar con la expresión de ciertas marcas de respeto o de cariño (ya `ayni, por poner un ejemplo). Se ha de procurar, pues, que la calidad de la traducción sea equivalente a la del texto original, sin desatender por ello a la integridad de su contenido. De estos y otros problemas trataremos aquí3.

2 Al-Djahiz, Kitab al-Hayawan, El Cairo, al-Halabi,1965-69 , vol.I p.75

3 Para reflexionar sobre mi propia experiencia y proponer algunos ejemplos me ha sido de gran utilidad la

obra de S.Peña y M.J.Hernández Guerrero, Traductología, Málaga,1994, cuyo esquema me ha servido de

base para redactar algunos de los temas tratados.

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Posibilidad de la traducción

La primera cuestión a la que deben enfrentarse los teóricos es a la de la posibilidad de traducir. Para algunos, en nombre de la lingüística, es teóricamente imposible4. Sin embargo, es una realidad social que las traducciones existen. La cuestión es el grado de satisfacción que el traductor alcanza con su trabajo. Pero ¿qué es traducir?. Entre las muchas definiciones establecidas me parece particularmente aceptable la propuesta por Catford: “ La traducción es la sustitución del material textual de una lengua por material textual equivalente de otra”5, definición que nos lleva necesariamente a reflexionar sobre un término clave, equivalencia.

Para un traductor el problema fundamental será el de buscar equivalentes que produzcan en el lector de la traducción el mismo efecto que el autor pretendía causar en el lector a quien iba dirigido el texto original. Ello le obliga a contemplar el texto, siempre desde el punto de vista de la traducción literaria, como la base de una continua “negociación” con el autor, para que el lenguaje del nuevo texto presente valores equivalentes a los del lenguaje original, sin olvidar ni su fuerza, ni sus elementos dinámicos, ni su calidad estética. Generalmente se acepta que no se traducen significados, sino mensajes, por lo que el texto deberá ser contemplado en su totalidad.

Situándonos concretamente en el campo de la traducción literaria del árabe al español, el primer obstáculo que sale al paso del traductor se deriva del hecho de que ambas lenguas son vehículos de expresión de dos mundos reales muy diferentes entre sí, tanto en lo que se refiere a la visión de la realidad, como en lo que respecta al tipo de desarrollo científico o tecnológico. Por ello, la búsqueda de equivalencias resulta más compleja y los obstáculos más insalvables que cuando el texto original se concibe en el mismo ámbito sociocultural que el del texto de llegada.

Muchos de estos obstáculos, a veces realmente imposibles de salvar, han puesto límites a mis traducciones, obligándome en no pocas ocasiones a “negociar” con varios autores árabes, pertenecientes a diferentes sociedades y a distintas épocas. Paso a comentar algunos de ellos.

A) Límites de carácter interlingüístico

1.Equivalencias lexicales

Cuando las lenguas de origen y de llegada pertenecen a ámbitos culturales diferentes, el primer problema al que habitualmente debe enfrentarse el traductor es el de encontrar en su propia lengua términos que expresen con el mayor grado de fidelidad posible el significado de algunas palabras, por ejemplo, aquellas relacionadas con tejidos típicos, especialidades culinarias u oficios, propios de la cultura en la que se hallan tanto el autor como los lectores a quienes va dirigido el texto original.

La Tuhfat al-albab, libro de viajes de carácter geográfico, escrito por un viajero granadino, que vivió entre los ss. XII y XIII de nuestra era6,proporciona un buen número de este tipo de ejemplos cuando describe las peculiaridades botánicas, minerales, artesanales o culinarias de los diferentes países que menciona. Si algunos términos no son difíciles de identificar (dibadj de Bizancio por raso harir de China por seda) hay otros cuya correspondencia exacta en nuestro idioma es imposible, como por ejemplo, muql (una variedad de dátil de un cierto tipo de palmera silvestre), siqlatun, munayyar, mulham o jazz (todos ellos tejidos de urdidumbre muy peculiar,

4 Véase Mounin,G.,Los problemas teóricos de la traducción, Madrid,1977

5 Catford,J.C., A Linguistic Theory of Translation, Edimburgo,1965,trad.1970. Sobre distintas

definiciones para la traducción, v. S.Peña, op.cit.,pp.24-26 6 Abu Hamid al-Garnati, Tuhfat al-albab, presentación, traducción, notas e índices por A.Ramos,

Madrid,1990

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característicos de Bagdad, al-Rayy, Merw y Susa respectivamente). En el texto original ese último tejido (al-jazz), por ser ampliamente conocido en el medio socio-cultural del autor como peculiar de Marruecos, evita a éste especificar que Susa es la ciudad marroquí y no su homónima persa.

Algunos oficios locales, propios de una determinada cultura, son asimismo difícilmente reflejados por un equivalente español. Es más, a veces ni siquiera a un lector arabófono, pero no nativo de la región en cuestión, le es fácil identificarlo. Es el caso, por ejemplo, de esas mujeres, a las que en el norte de Siria llaman gashashat7, que siguen a las cuadrillas de segadores y a las que el narrador sirio `Abd al-Salªm al-`Udjayli incluye en el grupo de los “al-dadjdjalin” (charlatanes y curanderos) y a las que el propio autor, consciente de que es un término peculiar de una determinada región, opta por describir, dando un rodeo, explicando a sus lectores que su especialidad consiste en “extraer la enfermedad del ojo”, pasando la lengua por el interior del mismo, cuando se ha introducido en él un cuerpo extraño8. El mismo autor utiliza en uno de sus ensayos9, el término mulla, que él mismo explica en el texto (evitando intervenir a su traductor), diciendo: “esto es, uno de esos maestros religiosos, que son los que en el desierto se encargan de enseñar a los niños”.

La búsqueda de equivalentes lexicales es particularmente difícil, a veces incluso imposible, cuando afectan a aspectos sociales, jurídicos o religiosos. En Barg el-Lil10, pequeña novela histórica del tunecino Bashir Jrayyef, el protagonista, que da nombre a la novela, es un joven esclavo negro, que vaga por las calles de la medina, tras huir de su amo, un alquimista a quien ha destrozado el laboratorio. En su deambular por las calles de la ciudad se topa con una anciana que le propone, a cambio de cierta cantidad de dinero, que actúe como “tayyas” en cierto asunto de divorcio. ¿Cómo traducir este término? Se trata de una palabra que en el habla coloquial tunecina denota cierto matiz peyorativo. Para el lector de origen, es decir el lector árabe educado en un ambiente familiarizado con el Islam, aún en el caso de no conocer el vocablo vulgar, la trama argumental le daría la clave, ya que corresponde al término clásico muhallil, que designa a la figura religioso-jurídica (Corán II,230) mediante cuya intervención un matrimonio disuelto por triple repudio puede reanudar su vida en común, mediante un nuevo contrato matrimonial (radj`a). Sin embargo el lector de la traducción española se puede encontrar desorientado, si el traductor no interviene de algún modo.

2. Ambigüedades intencionadas

Entre los límites de carácter interlingüístico se encuentran los juegos de palabras, destinados a producir ambigüedad y a los que tanto teme el traductor. Los títulos de relatos y novelas proporcionan abundantes ejemplos de estas ambigüedades intencionadas, de difícil y, a veces, incluso imposible traducción. Veamos algunos a continuación.

Al-`Udjayli, el autor sirio ya mencionado, tituló su primera novela, Basima bayna-l-dumu`11, buscando el contraste entre el nombre propio de la protagonista, que en árabe sugiere la idea de sonreír, con las lágrimas que la misma derrama a lo largo de toda la narración. De hecho, la contradicción expresada en el título condicionó el desarrollo de la trama narrativa, ya que el autor confiesa haber improvisado la acción, en la que siempre jugaba con el contraste de sonrisa y llanto, a medida que se iban publicando sus capítulos por entregas durante el verano de 1957 en

7 Oficio descrito por S.Antaki y F.Sanagustin en su trabajo “Contribution à l’étude de l’ophtalmologie traditionelle en Syrie du Nord”, en Arabica, XXXVI,1989,p.371 y nota 6. 8 En el relato titulado “Wa al-dadjdjalun dardjat”, incluido en la colección `Iyada fi-l-rif, para su traducción v. A.Ramos, Relatos de un nómada mediterráneo, Madrid,1998,pp.131-137 9 “ Alif...Ba’...Ta’... en la colección, Idfa´bi-l-lati hiya ahsan, para la traducción v., A.Ramos Relatos..op.cit. p.p.93-99. 10 Bashir Jrayyef, Barg el-Lil, trad. Ana Ramos, Madrid,1982 11 Se publicó en forma de libro en Beirut, 1959.

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la revista al-Ahad. La traducción al español se presenta problemática, ya que si optamos por Básima llora, por ejemplo, la reproducción del título sería correcta, pero se perdería el contraste ideado por el autor. Aquí, la traducción al castellano solamente pone en peligro el juego de palabras buscado por el autor en el título, sin embargo, el problema se acrecienta cuando la ambigüedad juega un papel esencial en el desarrollo de la acción. Es el caso de una novela del autor tunecino `Abd al-Madjid `Atiya, que lleva por título Jattu-ka radi’12. Según he podido comprobar, ésta es una expresión de uso común, al menos en Túnez, cuyo significado depende del contexto en que se produzca, ya que lo mismo puede significar “tienes mala letra”, refiriéndose a la caligrafía del interlocutor, que “tu línea telefónica está averiada”, en el caso de una dificultosa conversación telefónica por cruce de líneas, interferencias etc...

El diseñador de la portada del libro, como podemos ver en la imagen, supo sugerir con gran acierto la ambivalencia de la expresión, al escribir el título con trazo grueso, que sugiere un cable con una rotura en el trazo de las letras, salpicando la lámina con gruesos borrones de tinta y dibujando en la parte superior un pabellón auditivo de grandes proporciones. Al propio lector árabe le resultará imposible conocer cual de los dos sentidos de la frase guarda relación con el contenido, hasta no haber leído la novela. Por su parte, el traductor se encuentra perplejo ante la dificultad de encontrar un equivalente que refleje la intención del autor, pero sus tribulaciones aumentan cuando en el curso del relato se encuentra con la siguiente conversación entre un ejecutivo que trata de comunicarse telefónicamente con el exterior a través de una centralita y la operadora encargada de la misma: -Aquí la operadora nº 15 ¿qué desea, por favor? -Quiero hablar con el exterior ¿está libre la línea? -Bien, aguarde un momento

Pasados unos instantes, y tras dejarse oír unos ruidos en el auricular, la telefonista dice: - Jattu-ka radi’

Evidentemente aquí con el significado de “la línea está mal”. El protagonista, con clara intención de bromear con la muchacha, replica aparentemente ofendido: -¿Jatti radi’? ¿Acaso la has visto o leído para juzgar que es mala?

Sin duda ahora con el sentido de “¿mi letra es mala?”. La operadora, sin embargo no entiende el cambio de significado, puesto que dice: -¿Perdón?.

A lo que el ejecutivo, con intención de confundir a la joven y de seguir charlando con ella, contesta: -Jatti (mi letra) es muy bonita, aunque no tanto como tu voz...

La solución en este caso se presenta muy difícil para el traductor, quien habrá de intervenir de algún modo, como veremos más adelante.

12 Túnez,1978

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Se puede presentar el caso de que la traducción literal o casi literal sea más oportuna que la búsqueda de una equivalencia. Veamos un ejemplo.

Al-`Udjayli, titula el ensayo, arriba mencionado (v.nota 8) Alif....Ba’...Ta’..., cuyo equivalente castellano sería A...B..C..., sin embargo, no resulta tan sencillo optar en este caso por la equivalencia. El texto reproduce un diálogo entre dos personajes, árabe uno, europeo el otro. El árabe expone sus ideas políticas valiéndose de un relato en el que un maestro ambulante se empeña en que un muchacho beduino aprenda a leer, haciéndole repetir la letra Alif. Consciente el árabe del texto de que su interlocutor europeo no conoce el significado de esta voz, le explica: “esto es, la primera letra del alfabeto árabe” (con lo que el traductor no necesita intervenir). Aún admitiendo que se pudiera sustituir el título árabe por un equivalente, en el curso de la acción sería de todo punto improcedente, ya que resultaría ilógico para el lector español que se obligara tan insistentemente a un niño beduino árabe a repetir la letra castellana “A”.

3. El lenguaje dialectal

La introducción en obras narrativas de diálogos encaminados, bien a resaltar valores particulares del lenguaje, bien a destacar la idiosincrasia del personaje que lo utiliza, plantea al traductor una seria dificultad para transmitir a sus lectores un efecto equivalente al producido en los destinatarios del producto original.

Si bien ciertos registros coloquiales –lenguaje infantil, peculiaridades del lenguaje de diferentes clases sociales o incluso la ubicación del lenguaje en su marco temporal- no ofrecen particular dificultad, el traductor de la nueva narrativa árabe, tras superar las etapas de su correcta traducción, se encuentra muchas veces incapacitado para verter a su idioma los matices diferenciales de los lenguajes locales (lengua `ammiya).

Como muestra de la dificultad de reproducción en castellano de uno de estos idiolectos, propongo el ejemplo siguiente. Retomemos la figura de Barg el-Lil, el joven esclavo negro de la novela de B. Jrayyef. Le encontramos rebosante de felicidad después de haber cumplido su compromiso de contraer matrimonio con la esposa repudiada (que resultó ser la mujer de sus sueños), para que el esposo de ésta, arrepentido de su acción, pueda volver a reanudar su vida matrimonial con ella. Pasada la noche de bodas, el venerable jeque y los dos ediles que el día anterior, ignorando su condición de esclavo que le inhabilitaba para cumplir aquella misión, habían estipulado las condiciones de su compromiso, conminan al muchacho a que pronuncie las palabras de repudio. Cuando el negrito se niega, incapaz de renunciar a la mujer idolatrada, se establece entre ellos el siguiente diálogo:

-Eso fue lo acordado, acaba de una vez, cumple lo que has prometido y vete. El hombre libre ha de cumplir lo que prometió.

El muchacho, indignado, respondió estas “enigmáticas” palabras:

- Anzazhurr, anzazhurr ana wasif ana ma unzizshay’an.

B. Jrayyef fue repudiado por algunos sectores de la crítica literaria de su país por utilizar el lenguaje coloquial en los diálogos de sus novelas y en ésta su uso es asimismo habitual, pero en este caso la comprensión resulta particularmente difícil, incluso para arabófonos no habituados a estas peculiaridades idiomáticas locales. La explicación, sin embargo, es sencilla, si bien llegar hasta ella me supuso un verdadero quebradero de cabeza. Es sabido que la identificación de la letra

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djim y de la letra zay, si van seguidas es frecuente en todos los dialectos árabes, por lo que anzaz-unziz es fácilmente reconocible como, andjaz-undjiz pero en este caso la mayor dificultad consiste en el cambio del sonido de hache aspirada fuerte por una aspiración débil de la misma letra, fenómeno propio de los senegaleses, dándose la circunstancia de que el esclavo negro de la historia era de origen senegalés –su rapto por parte de los negreros constituye uno de los capítulos de la novela. Aplicando estos cambios, la “enigmática “ frase es fácilmente traducida por: Cumpla su palabra el hombre libre, cumpla su palabra el hombre libre, yo soy un esclavo y no cumplo nada. La traducción es posible, pero no su fuerza idiomática, que, sin duda, el lector tunecino puede apreciar (algo así como un lector español identificaría a un personaje que pronunciara Bidro en lugar de Pedro con un individuo de origen árabe).

Otro interesante ejemplo de este tipo nos lo ofrece el excelente narrador y dramaturgo `Izz al-Din al-Madani en su pieza teatral Muley al-dultan alHasan al-Hafsi13. La escena sexta del Segundo Acto de esta obra se desarrolla en la vieja medina tunecina en la época en que Carlos I de España, llamado por el sultán hafsí, invade Túnez para expulsar al corsario turco Barbarroja. Un soldado español vigila una larga cola formada por los comerciantes del barrio de Bab al-Banat, que aguardan su turno para acceder al único cuchillo pendiente de una cuerda que les está permitido utilizar, ya que el invasor les ha requisado todos sus utensilios cortantes, propios de cada gremio. Indignados y bajo un sol implacable que les está volviendo locos, los habitantes del barrio comentan la humillación a que están siendo sometidos por los españoles, a los que insultan con los más expresivos improperios.

El soldado español, que comprende algunas palabras árabes, seguramente las más sonoras, les amenaza con su espada y les grita en una curiosa jerga hispano-árabe en la que no falta algún galicismo: -Fuira, fuira, kalam basta, basta, biti an tu bayis.

El autor soluciona el problema para sus lectores que no saben español, facilitando de paso la labor del traductor, haciendo intervenir a sus personajes: - ¿Qué dice? –pregunta uno de la cola, a lo que otro más “entendido en lenguas”, responde: -Dice que fuera, que basta de palabras y que te vayas a tu país.

En este caso, el pasaje traducido conserva la misma fuerza que el texto de origen, ya que esta mezcolanza de palabras producen la misma impresión al lector del texto árabe que no sepa español, que al lector del texto de llegada, que no sepa árabe.

4.Sonoridad del lenguaje

Los refranes y dichos populares suelen ir acompañados de una sonoridad rebuscada que dificulta la tarea del traductor al tratar de hallar, no solamente un equivalente para su significado, sino también para su sonoridad.

La novela de Jrayyef nos proporciona varios ejemplos para este apartado. En cierto pasaje se cuenta el origen de un refrán muy popular aún hoy en Túnez: ¡Yuhriz Muhriz! cuya traducción exacta sería ¡Muhriz (el santo patrono de Túnez) te protege!. Buscar su equivalente castellano tampoco ofrece dificultad: ¡Vaya suerte que tienes!, o bien ¡has nacido de pie! O cualquier otro semejante, sin embargo, su sustitución en el texto no me pareció oportuna, ya que desvirtuaría el pasaje del relato, en todo caso, lo que es imposible reproducir es su sonoridad.

En esta misma novela se narra el origen de otro refrán, para el que, en lugar de buscar uno equivalente en castellano me pareció más oportuna su traducción casi literal. Se trata de un dicho actual cuyas fuentes busca el autor en la época en que Carlos I de España invadió Túnez y que dice así: Nadie mejor que el andalusí conoce la expulsión del rumí. Aunque este dicho tiene el mismo sentido que el 13 Túnez-Libia,1977

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español: No siente la brasa más que aquel que la pisa, su traducción literal conserva cierta sonoridad y además salva la coherencia del contexto.

B) Límites intertextuales

Si los textos, el original y el de llegada, pertenecen a ámbitos socio-culturales muy diferentes (como es el caso de la traducción del árabe al español), resulta muy difícil hacer llegar al lector del texto traducido ciertos elementos fácilmente asimilados por el destinatario de la obra original (citas librescas, alusiones culturales, costumbres populares, instituciones etc...), que pueden llegar incluso a alterar el mensaje.

Cuando al-Garnati, el viajero medieval, alude por ejemplo a Iram la de las columnas), no necesita ofrecer aclaración alguna, aún en el caso de que sus posibles lectores no fueran particularmente cultos, ya que todos debían saber que se trataba de la ciudad que mandó construir Shaddad ibn `Ad el omnipotente y longevo rey de los `Adíes, a quien Dios castigó por su orgullo y cuya desaparición de la faz de la Tierra junto con su pueblo es castigo ejemplar citado por el Libro Sagrado. Por la misma razón que tampoco necesita explicar quien son los desgraciados Nasnas (convertidos en medio-hombres por castigo divino) ni las tribus desaparecidas de Tamud, Djadis o Tasm etc..., ya que son los pueblos ante-históricos con los que cualquier árabe suele estar asimismo familiarizado desde pequeño por El Corán, que los cita como modelos de castigos escatológicos. Sin duda –por seguir con ejemplos del mismo autor-, cuando éste nombra como garante de sus palabras a al-Djahiz, sus lectores originales sabían a ciencia cierta que citaba a una autoridad indiscutible o si menciona un poema de al-`Ashà, a todos, casi sin excepción, se les vendría a la mente el poeta báquico contemporáneo del Profeta.

Lo mismo ocurre con las denominaciones específicas de ciertas artes, como la música por ejemplo. Así, cuando nuestro conocido negrito Barg el-Lil deleitó con su extraña música a sus conciudadanos, alguno comentó: Es un “hidjaz kar-kurdi...”. Probablemente pocos sepan que se trata de la variante nº8 de la música árabe en la que se han compuesto más obras que en ninguna otra, pero el lector árabe se aproximaría más a la comprensión de este tecnicismo, que un lector español.

C) Intervenciones del traductor

Como hemos visto, la casuística evidencia la existencia de una serie de límites para la traducción, de carácter interlingüístico unos, intertextuales o referenciales otros, que obligan al traductor a intervenir con mayor o menor acierto, con el fin de conseguir para sus lectores el mismo efecto, o al menos un efecto equivalente, al buscado por el autor para los suyos. Unas veces logrará este efecto mediante una buena elección del equivalente lexical, pero otras se hará necesaria una aclaración.

Cuando se trata de una traducción académica, especialmente cuando la obra de origen pertenece a un autor de prestigio, el traductor, actuando como filólogo, suele optar por introducir su traducción, presentando con mayor o menor brevedad al autor y a la obra en concreto dentro de un contexto literario, exponiendo a continuación sus propios criterios para efectuar su trabajo. Sin embargo, ante la presencia de intraducibles, puede verse obligado a intervenir al margen del texto original, optando unas veces por una traducción parcial, o decidiéndose otras por añadir notas a pie de página.

En el caso de traducciones no académicas o de simple divulgación, especialmente las hechas por encargo de editoriales comerciales, este último recurso solamente es adoptado en casos realmente extremos.

Notas a pie de página

Llegamos así a la espinosa cuestión de las notas a pie de página. Hay quienes opinan que constituyen la vergüenza del traductor. A veces, es cierto, un mal traductor recurre a ellas, mostrando así

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su fracaso de no haber podido hallar un determinado equivalente. Sin embargo, es un error generalizar irreflexivamente, ya que, un mismo traductor puede recurrir a la introducción de notas o a prescindir de ellas, según lo exija su trabajo.

A continuación, y basándome en la clasificación de las notas, comúnmente aceptada por los teóricos, expondré los criterios que me han llevado a la inclusión o exclusión de éstas en diferentes textos.

a) Notas situacionales

Están destinadas a situar al lector de la traducción en lugares con los que el lector del texto original está familiarizado.

En una obra como La Tuhfat al-albab, citada más arriba, obra íntimamente relacionada con la Geografía Descriptiva de un periodo y de un contexto cultural muy alejado del momento en que se realiza el texto traducido, este tipo de notas constituye aproximadamente el 45% de las notas a pie de página. Y ello, porque, según mi criterio, la actualización de los topónimos rebajaría notablemente la fidelidad y la calidad de la traducción, desvirtuando al mismo tiempo el carácter medieval de la misma. Resultaría por lo menos anacrónico hacer navegar a un viajero medieval por el mar Caspio o el de Aral, por los lagos de Van, Urmia o Chad, porque en la aquella época se denominaban mar de los Jázares, mar de Juwarizm, mar de Ahlat, mar de Urmia y mar cercano a la Ciudad de Cobre, que es como el autor los cita respectivamente. Para evitar este efecto me pareció obligado localizar los topónimos en obras geográficas medievales y actualizarlos en las notas. Asimismo desvirtuaría el texto, produciendo un extraño efecto (tan chocante por lo menos como el que produciría un “extra” que olvidara despojarse de su reloj de pulsera en una película de romanos) situar al autor en el actual Astracán –punto de partida de muchos de sus viajes- en lugar de en Sadjzin (que en lengua local significa lugar desecado), que es el nombre que dicha ciudad recibió precisamente en época de al-Garnati, nuestro autor, por la desecación del ramal del río Volga, provocada por una alteración en el curso del mismo, sustituyendo a la antigua denominación de Itil, que es como la recogen los geógrafos árabes medievales.

En Barg el-Lil, la novela de B. Jrayyef, son también las notas situacionales las que constituyen el más elevado porcentaje. El propio autor las introduce en su texto, poniendo así de manifiesto la importancia que tiene para él que el lector se sitúe en el laberinto de barrios de la antigua medina. En realidad, el verdadero protagonista de su relato es el pueblo tunecino, esto es, los habitantes de los distintos sectores de la vieja ciudad, cuya actitud, de rebelión unos, de sumisión otros, ante los invasores, turcos o españoles, jugaron un papel fundamental en el desarrollo de los acontecimientos históricos.

b) Notas etnográficas, intertextuales y textológicas

Ya comentamos que en el caso de la Tuhfat al-albab, es prácticamente imposible hallar equivalencias en castellano para ciertos términos relacionados con peculiaridades etnográficas de las diferentes regiones recorridas y descritas por el autor. Es asimismo necesario situar al lector de la traducción en el ambiente cultural, religioso y social al que pertenecieron los individuos a quienes iba dirigida la obra original. La mayoría de estas dificultades fueron resueltas con notas a pie de página, que entre etnográficas e intertextuales alcanzan un porcentaje de un 43%, es decir, un número próximo al de las notas situacionales descritas más arriba. De las notas restantes, unas están destinadas a señalar algunos errores cometidos por el autor (vg.: Abu Hamid sitúa el sepulcro del Santo Patrón de Túnez en Qayrawan en lugar de en la capital tunecina donde desde un principio estuvo ubicado), otras a señalar las variantes de ciertos pasajes según los diferentes manuscritos que existen de la obra, o a reconstruir fragmentos perdidos o confusos, mediante la consulta de obras de diferentes autores, que los recogen textualmente.

Las notas etnográficas escasean por el contrario en la traducción de la novela histórica de Bashir Jrayyef, son más frecuentes sin embargo las de carácter intertextual, de las que me vi obligada a

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introducir las que juzgué imprescindibles para orientar al lector de la traducción en los hábitos y la cultura de un país, en un determinado momento en el que compartió su historia con España.

Hemos comentado ya el término tayyas, y la imposibilidad de encontrar su equivalente en nuestro idioma, parece pues imprescindible su explicación en una nota, así como su relación con ciertos aspectos jurídicos del divorcio en el mundo musulmán.

En la misma obra encontramos imprescindible respetar en el texto, y aclarar en nota, el apodo ilustre de “ Jayr al-Din”, con el que en el mundo árabe se denomina al para nosotros terrible corsario al que conocemos por otro apodo, éste peyorativo, “Barbarroja”. Si para facilitar su comprensión hubiéramos puesto en boca de un personaje árabe de la época el apelativo cristiano, el texto habría quedado desvirtuado por su inverosimilitud.

En el caso de la famosa novela de Mahfuz, Hijos de nuestro barrio, las exigencias editoriales impedían la inclusión de notas. Las opciones para el equipo traductor quedaban limitadas a traducir parcialmente el texto en algún caso extremo, a buscar equivalentes aproximados o a recurrir a ciertos subterfugios como, por ejemplo, el de conseguir para el término abaya un efecto visual en el lector, traduciendo “envuelto en su abaya”, indicando así que se trata de una especie de capa.

c) Notas de fondo

Hay otro tipo de notas que son las utilizadas por el traductor para manifestar su opinión de acuerdo o de desacuerdo con algunos pasajes del texto original.

Una conocida obra de Gustave Le Bon, La Civilisation des Arabes, fue traducida por Luis Carreras a finales del siglo pasado14. El traductor hace preceder su trabajo de un amplio prólogo donde pone de manifiesto sus profundos conocimientos sobre la materia de la que trata el libro, cuya traducción justifica por su carácter popularizador que puede servir para cortar la absurda concepción de la civilización árabe que tiene el gran público. Sin embargo advierte que: “hemos debido acribillar de notas de fondo ciertas partes, donde el autor estaba deplorable en todos los conceptos”.

Efectivamente las discrepancias del traductor con lo escrito por el autor se manifiestan ya en las primeras páginas, llegando en numerosas ocasiones el Sr. Carreras a emplear en sus notas un tono realmente agrio. Así, por ejemplo, cuando el autor escribe sobre la esclavitud entre los árabes, su traductor manifiesta su total repulsa a sus teorías diciendo así: “Aunque ya se comprende que por el mero hecho de traducir un libro su traductor no se hace solidario con él, no podemos menos de manifestar aquí toda nuestra antipatía por el mal disimulado placer con que M. Le Bon defiende la esclavitud, escondiendo lo que le conviene y citando lo que le ayuda”. “El autor –dice en otra nota el traductor- tiene pretensiones de haber descubierto una nueva filosofía de la Historia. Nuestra intención es protestar por lo que acabamos de traducir”. A medida que avanza en su lectura el lector va encontrando notas cada vez más crispadas y de mayor extensión (a veces ocupan más de una página), reprochando al autor unas veces su ignorancia, otras su petulancia, llegando incluso al ataque personal: “En cuanto a M. Le Bon le diremos que es muy sensible que, después de lo mucho que ha costado a los franceses su ignorancia del estado de los demás países del mundo, aún no se hayan corregido de ella o siquiera hayan aprendido a librarse de ponerse en ridículo hablando de aquellas cosas de las cuales están en la más crasa ignorancia”... “pero ya se sabe que tratándose de autores franceses es imposible evitar un raudal de majaderías que a uno le dejan estupefacto”. El Sr. Carreras es consciente de que sus lectores perciben su contrariedad y se disculpa ante ellos: “ El Sr. Le Bon todavía no se ha dado cuenta de ello y he aquí por qué la parte política de esta obra ha exigido estas notas nuestras”

14 Le Bon, G., La civilización de los árabes, trad. Luis Carreras, Barcelona 1886

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D) El traductor y su ética

Este tipo de intervenciones del traductor nos lleva a reflexionar sobre la ética profesional del mismo. La amplia bibliografía existente sobre la Ciencia de la Traducción dedica amplios capítulos al análisis de las cualidades que debe presentar todo traductor, sin embargo, dicha bibliografía no recoge excesivas referencias que permitan establecer las bases para inducir su ética.

Se da por supuesto que, para llevar a cabo con éxito el proceso lingüístico de la traducción, el autor de ésta ha de tener un amplio conocimiento lingüístico, contrastivo en ambas lenguas (los teóricos señalan al traductor como un bilingüe con limitaciones). En la elección correcta del término apropiado (a veces esta elección cae fuera de las registradas en los diccionarios) se basará, no solamente la buena transmisión del mensaje de una lengua a otra, sino también su estética literaria. Cuando se comparan diferentes traducciones de un mismo texto no solamente se detectan errores –de los que incluso grandes traductores no se han visto libres, como prueban numerosos ejemplos15- sino que se hace evidente su distinto nivel estético.

También es sabida la necesidad de que el traductor posea un conocimiento exacto del nivel cultural en el que se produce el original, así como una gran habilidad para escribir en su propio idioma y para leer la lengua del autor, con objeto de poder plasmar su tono y su estilo. Sin olvidar el dominio que se le supone a un buen traductor del tema tratado en el texto original, con el fin de no incurrir en falsas interpretaciones, debemos insistir por último en que para hacer un buen trabajo el traductor debe poseer una gran destreza en los principios y técnicas de la traducción, así como en el manejo de las herramientas de las que disponga –la elección de un buen diccionario, adecuado al tipo de texto que traduce, por ejemplo, recurriendo si es preciso a su propio diccionario mental, cuando no consiga hallar en aquellos la equivalencia exacta.

Supuestas todas estas cualidades, el primer movimiento del traductor consistirá en hacer un profundo análisis del texto original, para después proceder a la traducción del mismo, sin descuidar los entornos espacio-temporales, históricos y culturales, tratando finalmente que el nivel del lenguaje de su producto esté relacionado con el del original (culto, académico, vulgar, mixto, fraseo, sentencias, retórica, etc...), esto es, lo que los teóricos conocen como diacronía de la traducción.

Entre los aspectos éticos a los que debe enfrentarse el traductor, se encuentra el de su posible identificación con el autor, hasta el punto de olvidar su propia ideología. Ya hemos visto más arriba -en el caso de la traducción al español de la obra de Le Bon- un modo de manifestar las propias opiniones, por medio de las notas de fondo, a lo que se debe añadir que el Sr. Carreras no solamente se permite corregir al autor en los conceptos y en los datos históricos, sino también en el estilo, como indica en su prólogo: “En cuanto a la traducción, sin faltar a las ideas del original, hemos procurado dar cierta sencillez a las locuciones, demasiado e inútilmente complicadas en el libro francés... Pues ocasiones ha habido en que de cinco periodos del autor hemos hecho uno sólo”. Otros traductores optan, sin embargo, por enfocar la cuestión desde otro punto de vista, esto es, procurando que tanto la ideología como el estilo del autor lleguen a los lectores de la traducción, de la manera menos contaminada posible.

15 M. `Abd al-Gani Hasan registra muchos errores cometidos por orientalistas de gran prestigio en su obra Fi-l-tardjama (fi-l-adab al-`arabi),,1966. Por mi parte, al contrastar diversas traducciones de la famosa novela de Naguib Mahfuz, Awlad harati-na, (Beirut, 1972 ) pude detectar un curioso error en la siguiente frase dentro del capítulo dedicado a Gabal (pág.135 de la edición árabe, pág.86 de la traducción inglesa , Londres,1981) : “ Qabla an yahwa an-nabut `alà -l-mir’aati -l-kabira wara’a at-tawila...), la confusión de la palabra al-mir’aat (el espejo), por al-mar’at (la mujer), llevó al traductor a escribir : “ The cudgel fell on the old woman behind the table...” cuando el autor quería decir: “el bastón se estrelló contra el gran espejo que había detrás de la mesa...” ( v. trad. española, Barcelona 1989, p.121).

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Esto adquiere una importancia relevante cuando se procede a la traducción de diferentes textos sobre una misma cuestión, enfocados por sus respectivos autores desde puntos de vista muy diferentes, dictados por sus ideologías y experiencias personales.

Basándome en mi experiencia propongo algunos ejemplos.

La cuestión palestina es, como sabemos, un tema recurrente en la producción literaria de muchos autores árabes, que tratan de ella desde ángulos muy particulares. Para la traducción de un bellísimo texto de Mahmud Darwish, La Patria entre la memoria y la maleta16, traté de transmitir al lector el desgarro del exilio y los deseos de luchar para liberar a la Patria, ocupada por intrusos, en un lenguaje poético, tratando de captar los registros emocionales y los recursos retóricos de un poeta de la categoría de su autor.

Sobre la misma tragedia del pueblo palestino otro autor, el sirio al-`Udjayli ha escrito, desde la perspectiva de su compromiso activo –luchó como voluntario junto a las fuerzas sirias que en 1948 combatieron en Palestina-, numerosos relatos y ensayos, cuyos textos presentan registros completamente diferentes, para expresar el profundo sentimiento de culpa por el comportamiento en la vida cotidiana de los árabes para con sus hermanos oprimidos, que van desde un tono lírico (Donde quiera que esté17), pasando por un tono irónico y agresivo ( Alif...Ba’...Ta’..), hasta llegar a la crítica abierta y satírica (Correo devuelto18).

Asimismo, la posición del autor cuando trata de temas políticos se deja traslucir en su obra, imprimiendo en ella su carácter. Así en sendos relatos de dos autores, Don Quijote19 del sirio Hani al-Rahib y Los Libros quemados20 del tunecino `Izz al-Din al-Madani se describe la rebelión de las masas estudiantiles lideradas por un intelectual, trasluciéndose en el primero una clara ideología marxista, que contrasta con el anarquismo burlón del segundo.

Las nuevas teorías de los lingüistas acerca de la traducción, me han inspirado estas reflexiones a cuya luz examino y critico mis trabajos. Si he logrado en mi traducción de textos muy diferentes en la intención y en el tono crear un nuevo texto, que se lea con facilidad en mi idioma y que recoja, si no íntegro al menos en parte, el mensaje de sus respectivos autores, si he conseguido que mis lectores puedan al menos vislumbrar la fuerza del lenguaje y el tono particular de cada uno de ellos, mis esfuerzos se verán compensados por la satisfacción que proporciona el trabajo bien hecho. Si no es así, habré fracasado en mi intento, ¡pero ya se sabe que–según la frase de Ortega en sus reflexiones sobre estos temas- en eso consiste “la miseria y el esplendor de la traducción”!

16 Trad. Ana Ramos en Almenara,4,1973,pp.199-217 17 A.Ramos Relatos de un nómada mediterráneo, op.cit.pp.101-114 18 íbd., pp.115-123 19 Véase, A.Ramos, Dun Quishut, en Revista de Estudos Árabes, nº4, 1994, pp.77-90 20 Véase A.Ramos, “Los libros quemados” en Del Atlas al Tigris”( Relatos árabes de hoy), Madrid,1985, pp.53-59

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La vitrina La Biblioteca chilena de traductores, o el sentido de una colección El pasado 12 de diciembre se presentó la segunda edición del

libro “Biblioteca Chilena de Traductores (1820-1924)”, ordenada por José Toribio Medina, en una versión que incluye el estudio

“La biblioteca chilena de traductores, o el sentido de una colección”, elaborado por la Doctora en Traductología y socia

COTICH Gertrudis Payàs, y un registro con índices que facilitan la consulta preparado por la traductora Claudia Tirado.

Gertrudis Payàs

Reedición de "Biblioteca Chilena de Traductores (1820-1924)"

Esta reedición del catálogo original de 1925 cuenta con el apoyo económico del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura que administra el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile. Agrega datos sobre las obras originales y sus autores, elementos que enriquecen la publicación como un testimonio histórico del aporte de

los traductores a la formación de la identidad nacional desde la llegada de la imprenta.

La ceremonia de lanzamiento se realizó en el salón del Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, con ponencias de la antropóloga Sonia Montecino, Directora del citado Archivo Central; el Doctor en Lengua y Literatura Española Adolfo de Nordenflycht , de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; el historiador de la Universidad de Santiago Doctor Luis Ortega, y la Presidenta de

COTICH, María Eugenia Poblete.

Presentación en el salón del Archivo Central Andrés Bello, Universidad de Chile

A continuación, las palabras de la Presidenta de COTICH.

Lanzamiento de “Biblioteca Chilena de Traductores”, José Toribio Medina, reedición de Gertrudis Payàs

Estimadas amigas y amigos:

Después de escuchar tan doctas exposiciones sobre el libro que nos convoca, quisiera referirme al sujeto de estudio del mismo: el traductor.

Y quiero partir expresando la gran alegría que me provoca el verificar la enorme diversidad existente al interior del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile - COTICH. Entre nuestros socios, existen desde profesionales dedicados única y exclusivamente a ejercer la traducción o

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la interpretación, hasta estudiosos académicos, dedicados a desentrañar los enigmas de la teoría de la traducción y de la interpretación que, por ser ciencia del lenguaje, se basa mucho en la subjetividad del ser humano.

Todos, desde su plataforma y ámbito de trabajo, realizan un gran aporte al crecimiento y difusión de estas disciplinas, que existen desde los principios mismos de la humanidad.

Y, por lo mismo, no es difícil encontrar en la historia de los pueblos el papel fundamental desempeñado por los traductores e intérpretes en funciones tan importantes como el de inventores de alfabetos, constructores de lenguas nacionales, actores en la escena del poder, propagadores de religiones, redactores de diccionarios, artesanos de literaturas, difusores de conocimientos, importadores de valores culturales o testigos privilegiados de la historia.

En el caso de las últimas cuatro funciones -y me refiero a: dar insumos para generar literatura, difundir nuevos conocimientos, importar nuevos valores culturales y plasmar lo que está sucediendo en otros lugares- éstas se encuentran claramente identificadas en el trabajo del cual conversamos hoy.

Si partimos de la premisa de que no hay transmisión cultural sin traducción, podemos destacar entonces que esta actividad intelectual permitió la proliferación de ideas, géneros y estilos literarios, además de incorporar conocimientos científicos y prácticos, en el período catalogado por José Toribio Medina, que va de 1820 a 1924.

No olvidemos pues que, en aquella época, se viajaba principalmente a Europa “a cazar” libros y documentos que aportaran nuevas ideas o conocimientos, los que luego se naturalizaban (o adaptaban) según las necesidades del país. Incluso eran los propios gobiernos quienes encargaban y fomentaban las traducciones para que sirvieran de manuales e instructivos. La traducción tuvo un carácter netamente instrumental en el período de construcción cultural de la nación y su quehacer estaba al servicio de proyectos determinados, con objetivos y públicos muy específicos.

Y de este trabajo podemos deducir tipos muy diferentes de traducciones; por ejemplo, había traducciones de otras traducciones, traducciones de un original más una traducción anterior a otra lengua, traducciones parciales de extractos, traducciones cuyo “original” estaba conformado por varias obras y obviamente, se realizaban también traducciones libres, ya fuesen versiones personales o adaptaciones.

Muchas fueron las opciones, pero creo que cualquiera que se escogiera sólo pretendía llevar a cabo el trabajo de la mejor forma posible con un solo norte: ampliar la visión de mundo de aquella sociedad a la cual estaba destinado el trabajo.

Y quienes realizaban este trabajo eran un grupo muy diverso de intelectuales en cuanto a formación, quienes se enfrascaban en la tarea impulsados tanto por ideales individuales como por proyectos gubernamentales específicos destinados a la nueva sociedad.

Es curioso observar que en aquella época la traducción la ejercían esencialmente los hombres. Es más, en este registro, del total de traductores identificados, 445 son hombres y 68 son mujeres.

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Quizás se deba a una creencia de la época, expresada clara y categóricamente por Zorobabel Rodríguez: “Traducir un libro no es una tarea tan fácil como generalmente se cree, mucho menos para una señora. La obra exige conocimientos bastante extensos en más de un ramo, que no es fácil posean aquellas personas que no han hecho de las tareas literarias su ocupación favorita; exige, por otra parte, una suma de paciencia y de perseverancia de ordinario superior al lote que de estas virtudes se sirvió Dios conceder a la que, no sin razón, se acostumbra denominar la más voluble e inconstante de la mitad de la especie humana.”

De seguro, una insigne traductora como Victoria Ocampo en Argentina o las mujeres intelectuales de aquella época en Chile se deben estar revolcando en su tumba al escuchar esta cita. ¡Afortunadamente, José Toribio Medina discrepaba también de esta aseveración!

Pero siguiendo con el tema, la manera en que los traductores llevaron a cabo su tarea fue mediante tres estrategias muy específicas. Por un lado, ampliaban o recortaban los contenidos, como una forma de explicar, censurar o simplificar los textos; también atenuaban o resaltaban elementos formales; y familiarizaban los registros, adaptando o popularizando el lenguaje según el público de destino.

Otra característica del trabajo en el período de estudio es la omisión del nombre del autor y del título original, lo que se supone se debe a un intento para soslayar los derechos de autor que se venían incorporando a las legislaciones nacionales. De esta forma, los traductores en el siglo XIX adquirieron importancia como promotores y gestores intelectuales, debido a la invisibilidad de los autores.

Y ahora, si revisamos todo lo anteriormente dicho a la luz del código de ética profesional que rige a los organismos gremiales que agrupan a los traductores e intérpretes en Chile, podríamos determinar que son varios los comportamientos reñidos con la ética.

En primer lugar, no eran traductores formados profesionalmente, pero en esa época tampoco había quien los formara. Por lo mismo, se caía involuntariamente en un comportamiento contrario a la ética actual que implica facilitar el ejercicio profesional sólo de personas capacitadas para ello.

Sin embargo, la gran trasgresión se comete al no respetar la propiedad intelectual de otros colegas, utilizando los trabajos de éstos como documentos bases sin mencionar a dichos colegas.

¡Y ni hablar, por supuesto, de la falta ética de no respetar al autor de la obra original ni a sus derechos!

Pero, a pesar de todo lo anterior, no podemos dejar de mencionar que sí cumplían con otros comportamientos éticos.

Por ejemplo, dudo que algún profesional actual se mantenga más informado y en permanente perfeccionamiento que los intelectuales que actuaban como traductores en esa época.

Además, en su calidad de intelectuales, conocían en profundidad las lenguas con que trabajaban y poseían un gran conocimiento de los temas que debían procesar. Y, si bien no tengo gran certeza de ello, podría asegurar que muchas de las traducciones que sirvieron de

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base a nuestra identidad como país se llevaron a cabo de manera gratuita, sólo como un ejercicio intelectual que necesitaba transmitir ideas y conocimientos sin fines de lucro.

Y, a pesar de aquellos aspectos negativos mencionados anteriormente, creo que estos traductores obraron con honradez y buena fe, comportamiento ético fundamental en cualquier profesión, porque creían en un proyecto que iba más allá de la mera transmisión de un mensaje. Ellos querían dar información más que compartir las ideas de tal o cual autor. Quizás sea cuestionable, pero al menos es conversable.

Nuestra invitación es a no juzgar descontextuadamente un comportamiento que, de seguro, repetiríamos si estuviésemos en las mismas circunstancias. Es más, la técnica moderna de la localización no es más que la adaptación o naturalización que realizaban nuestros antecesores.

En la actualidad, se realizan muchos de estos procedimientos, pero en este caso, se manifiesta el origen de la información y se especifica el procedimiento realizado. Más bien, nos encontramos frente a dilemas similares, pero ahora estamos conscientes de ellos y contamos con respaldo teórico para utilizar estas técnicas.

Por lo mismo, los traductores e intérpretes son cada vez más profesionalizados, formándose adecuadamente en las casas de estudio dedicadas al tema. Y como todo en la vida se paga, la revancha nos indica que hoy son los traductores los omitidos en beneficio del autor.

Y, para disgusto de Zorobabel Rodríguez, actualmente son las mujeres las que priman en el campo laboral.

Hoy en día, en el mundo de la traducción y de la interpretación, la sociedad actual requiere de profesionales académicamente formados; en permanente actualización, tanto en lenguas como en conocimientos; organizados gremialmente, para retroalimentarse y autocontrolarse; tecnológicamente preparados para enfrentar el exigente mundo actual; y éticamente fundamentados, para desafiar y superar las “tentaciones” de la relativización valórica de los tiempos actuales. Y esperamos, además, que sea la misma sociedad la que exija estas características a sus profesionales bilingües.

Finalmente, pero no por ello menos importante, sólo me cabe, en mi calidad de presidenta del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile– COTICH, dar las gracias:

• En primer lugar, a los muchos hombres y mujeres que, en su calidad de traductores, aportaron a la identidad cultural de Chile con conocimientos e ideas nuevas;

• A José Toribio Medina, a la distancia en el tiempo, por reunir la información y legarla a las futuras generaciones en beneficio de la investigación académica posterior;

• A Gertrudis Payàs y a su colaboradora Claudia Tirado, por actualizar este tesoro chileno, que nosotros, como connacionales de José Toribio Medina, no supimos valorar en su real dimensión;

• Y gracias a todos aquellos traductores e intérpretes que, día a día, luchan arduamente por posicionar con su trabajo honesto y responsable a la traducción y la interpretación en el lugar que les corresponde dentro del tejido social actual.

Muchas gracias a todos.

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Actividades, cursos, talleres

Charla gratuita “El portugués brasileño la lleva en Santiago”

Modalidad: presencial Fecha y lugar: 18 de diciembre de 2007 a las 19.00 horas, en la Biblioteca de Santiago (Av. Matucana 151, Santiago, Chile) Más informaciones: http://www.cebsantiago.cl/publique/cgi/cgilua.exe/sys/start.htm?UserActiveTemplate=esceb&infoid=307&sid=17 Exposición gratuita sobre SDL Trados 2007

Modalidad: presencial Fecha y lugar: 19 de diciembre de 2007 entre 15.00 y 18.00 horas, en Hotel España (Morandé 510, Santiago, Chile) Más informaciones: correo-e: [email protected] Seminario Literature and British Studies

Modalidad: presencial Fecha y lugar: desde el 07 al 11 de enero de 2008, en la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Campus San Joaquín (Av. Vicuña Mackenna 4860, Macul) Valor: $50.000 para profesores y $ 12.000 para estudiantes Más informaciones: teléfono 354 78 93, correo-e: [email protected] Curso Mitos Literarios Españoles: El Cid y Don Quijote

Modalidad: presencial Fecha y lugar: desde el 07 al 11 de enero de 2008, en la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Campus San Joaquín (Av. Vicuña Mackenna 4860, Macul) Horarios: entre 09.00 y 13.00 horas Valor: $60.000 Inscripciones hasta el 02 de enero de 2008 Más informaciones: teléfono 354 78 93, correo-e: [email protected] Curso vespertino de portugués en el Centro de Estudios Brasileños Modalidad: presencial Fecha y lugar: desde el 07 al 31 de enero de 2008, 16 clases de 1 1/2 horas en el Centro de Estudios Brasileños (Av. Libertador Bernardo O’Higgins 1560, Santiago) Horarios: lunes a jueves de 19.00 a 20.30 horas Valor: $80.000 Más informaciones: teléfono 672 00 97, correo-e: [email protected] Traducción técnica y herramientas electrónicas

Modalidad: virtual con tutoría Organiza: Fundació Universitat Rovira i Virgili Fecha y duración: 10 semanas, 50 horas, del 08 de enero al de 14 de marzo de 2008 Valor: €500 Más informaciones: http://www.fundacio.urv.cat/formacio/ofFitxaCurs?pIdi=CAS&pe_codi=CTTEL-A1-2008-6

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Ortografía y gramática para traductores

Modalidad: virtual con tutoría Organiza: Servicios editoriales Cálamo y Cran S.L. Fecha: desde el 11 de enero de 2008 Valor: €200 Más informaciones: http://www.calamoycran.com/online_curso_detalle.php?curso=4 Curso de Wordfast Inicial

Modalidad: presencial Organiza: ProZ.com Fecha y lugar: 12 de enero de 2008, La Concepción 81 Of. 120, Providencia, Santiago, Chile Valor: USD125 Más informaciones: http://www.proz.com/training/379 Cursos grupales de verano en el Chileno Suizo: inglés, francés, alemán,

italiano y portugués Modalidad: presencial Organiza: Instituto Chileno Suizo de Idiomas y Cultura Fechas de inicio y lugar: 14 de enero, 11 de febrero y 10 de marzo de 2008 en la sede del Instituto Chileno Suizo de Idiomas y Cultura (José Victorino Lastarria 93, piso 2, Santiago) Duración: 30 horas pedagógicas por nivel Más informaciones: teléfono: 638 54 14, correo-e: [email protected] Traducción de páginas web

Modalidad: virtual con tutoría Organiza: SIC, SL, empresa asociada de la Universitat Virtual UOC (www.uoc.edu) Fecha y duración: 100 horas, del 18 de enero al 19 de marzo de 2008 Valor: entre €399 y €444 (según fecha de inscripción y forma de pago) Más informaciones: http://www.torsimany.com/docsesp/curso1.htm Traducción asistida con SDL Trados

Modalidad: virtual con tutoría Organiza: SIC, SL, empresa asociada de la Universitat Virtual UOC (www.uoc.edu) Fecha y duración: 25 horas, del 25 de enero al 04 de abril de 2008 Valor: entre €418 y €466 (según fecha de inscripción y forma de pago) Más informaciones: http://www.torsimany.com/docsesp/curso7.htm Traducción asistida con Wordfast

Modalidad: virtual con tutoría Organiza: SIC, SL, empresa asociada de la Universitat Virtual UOC (www.uoc.edu) Fecha y duración: 50 horas, del 06 de febrero al 07 de marzo de 2008 Valor: entre €255 y €300 (según fecha de inscripción y forma de pago) Más informaciones: http://www.torsimany.com/docsesp/curso18.htm

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Diploma de especialización en traducción y tecnologías de la información y

la comunicación

Modalidad: presencial Organiza: Programa de Traducción de la Pontificia Universidad Católica Fecha y duración: desde el 01 de abril al 14 de octubre de 2008 (141 horas cronológicas), en la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Av. Vicuña Mackenna 4860, Macul, Campus San Joaquín) Horarios: martes y jueves entre 18.00 y 21.00 horas Valor: $770.000 Más informaciones: teléfono 354 78 93, correo-e: [email protected] (inscripciones hasta el 18 de enero de 2008) Editing Technical English

Modalidad: virtual con tutoría Organiza: Fundació Universitat Rovira i Virgili Fecha y duración: 9 semanas, 40 horas, del 14 de abril al de 05 de junio de 2008 Valor: €480 Más informaciones: http://isg.urv.es/publicity/masters/courses/editing.html Postgraduate Certificate in Translation Studies 21

Modalidad: presencial y virtual con tutoría Organiza: The University of Warnick (UK) y Universidad Chileno-Británica de Cultura Fecha y duración: enero a mayo de 2008, con dos semanas de clases presénciales en Universidad Chileno-Británica (Santa Lucía 124, Santiago, Chile) Horario de módulos presenciales: lunes a viernes entre 09.00 y 17.00 horas Valor: entre $600.000 y $640.000 (según forma de pago) Más informaciones: teléfonos 413 20 00/ 413 20 01/ 413 20 02 correo-e: [email protected] XVIII Congreso Mundial de la FIT 2008

Organiza: International Federation of Translators (FIT) y Translators Association of China Fecha y lugar: 04 al 07 de agosto de 2008, Shangai, China Más informaciones: http://www.fit2008.org/E_fit2008/index.htm Spanish>English reverse translation course for non-English translators Modalidad: curso virtual con tutoría Organiza: International House de España Fecha y duración: seis meses a contar de la fecha de inscripción del postulante (inicio flexible) Valor: €220 Más informaciones: http://www.ihes.com/bcn/translation/reverse.html

21 Este Postgrado otorga 65 créditos o 30% del Magíster en “Translation Studies” de la Universidad de Warwick.

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Noticias desde COTICH

Nuevos colegiados

Presentamos oficialmente a los colegas que se incorporaron a COTICH en el último tiempo:

JJJ OOO SSS ÉÉÉ BBB OOO CCC ÍÍÍ CCC ,,, CCC RRR III SSS TTT III ÁÁÁ NNN GGG UUU EEE RRR RRR AAA ,,, HHH EEE LLL EEE NNN LLL OOO WWW RRR YYY YYY MMM AAA RRR ÍÍÍ AAA EEE UUU GGG EEE NNN III AAA WWW AAA CCC HHH TTT EEE NNN DDD OOO RRR FFF FFF

Biblioteca Chilena de Traductores (1820-1825) a precio especial para socios de COTICH

Segunda edición, corregida y aumentada, con estudio preliminar de Gertrudis Payàs y la colaboración de Claudia Tirado (2007, 443 p.) en oferta especial para socios COTICH a sólo $10.000 pesos en oficinas de COTICH y $12.000 con envío (precio de venta en librerías: $18.000 pesos aprox.) Más información sobre formas de pago y envío: [email protected] .

Invitación al almuerzo de fin de COTIVA

La Presidenta de COTIVA, Viviana Espinosa Jofré, nos invita cordialmente a participar en el almuerzo de fin de año, que se realizará el sábado 22 de diciembre a partir de las 13.00 horas en el "Restorán Caruso", ubicado en la subida Cumming 201, Valparaíso (www.caruso.cl). El costo del almuerzo es de $10.000 por persona y se solicita confirma su asistencia a más tardar el día miércoles 19, por correo electrónico a la dirección: [email protected] .

Lanzamiento de la lista de distribución COTICH en GoogleGroups

Ya se encuentra plenamente funcional la lista de distribución de mensajes electrónicos del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile. Por tanto, todos los socios inscritos en la lista pueden enviar y recibir mensajes internos a través de ésta, en lugar de depender de la casilla de correos de la Presidenta. Para utilizarla, deben escribir a la dirección de correo electrónico [email protected] y el mensaje será recibido por todos los miembros del Colegio. Para responder un mensaje, basta con un clic en la opción "responder" o "reply" y la respuesta será enviada a todos los miembros del Colegio según la configuración seleccionada por cada usuario (cada persona puede configurar su correo inscrito en la lista de distribución COTICH para recibir mensajes individuales o resúmenes diarios o para leer los mensajes a través del sitio web de la lista sin descargar mensajes a la casilla). Es una lista moderada, es decir, los mensajes deben ser aprobados antes de su publicación, no para censurar, sino para evitar el envío de mensajes no deseados a la dirección de correo electrónico de la lista. Con esta lista se facilitará y agilizará el intercambio de opiniones, datos y sugerencias entre nosotros, eliminando así las cadenas de correos que se envían en la actualidad, a la vez que se alivia la carga de trabajo de la directiva y se evita el indeseado SPAM pues no circulan nuestras direcciones de correo en cada comunicación. Las solicitudes de clientes externos seguirán llegando por correo directo de parte del Colegio. Agradecemos toda la preparación de este sistema a nuestra socia Andrea Riffo, a quien también pueden dirigir sus dudas y consultas ([email protected]).

COTICH a China

Se invita a los socios del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile a organizar un grupo de colegas que representen a Chile en el Congreso Mundial de la FIT (Federación Internacional de Traductores), que se realizará entre el 4 y 7 de agosto de 2008 en Shangai, China. Este congreso se realiza cada tres años desde 1953 y es el más prestigioso de nuestra industria, con una convocatoria general de más de 700 personas vinculadas con el mundo de la traducción y la interpretación.

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Representación de SDL Trados en Chile

Desde noviembre de 2007 existe en Chile venta, capacitación y asistencia técnica directa para SDL Trados. Durante diciembre de 2007 y enero de 2008 se realizarán charlas de presentación de los productos con atractivas ofertas por lanzamiento. Para más información, se pueden comunicar directamente con Translator S.A. al correo [email protected] o al teléfono (32) 268 35 41.

Convocatoria a participar en el Tercer Premio Panhispánico de

Traducción Especializada

La Unión Latina y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología convocan a la tercera edición del Premio Panhispánico de Traducción Especializada, que busca las mejores traducciones al español de obras científico-técnico-profesionales realizadas por traductores residentes en cualquiera de los Estados y territorios de lengua oficial española. Bases del concurso en: http://dtil.unilat.org/panhispanico/edicion_3/bases.htm

V Congreso de la Lengua Española en el Bicentenario de la República

Una delegación española del Instituto Cervantes, la Asociación de Academias de la Lengua Española y la Real Academia Española sostuvo reuniones con autoridades nacionales del mundo académico, diplomático, político y empresarial, para realizar en Chile el V Congreso de la Lengua Española el año 2010. Se trata del evento más importante de la comunidad hispanoparlante, que se celebra a cada tres años desde 1997.

Día Internacional del Traductor UC

El Programa de Traducción de la Facultad de Letras de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con el patrocinio del Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile (COTICH), celebró el pasado 27 de septiembre el Día Internacional del Traductor con la Mesa Redonda «Traducción y Cultura», con la participación de Gertrudis Payàs de la Universidad Católica de Valparaíso, Carmen Gloria Garbarini de la Universidad Católica de Temuco. En la oportunidad se distinguió al profesor Antonio Arbea con el Premio de Traducción a la Excelencia Profesional y Académica 2007, en reconocimiento a su destacada labor de investigación en traducción filológica.

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Almuerzo de fin de año de COTICH en imágenes

Como ya es tradición, el Colegio de Traductores e Intérpretes de Chile organizó un almuerzo de camaradería para despedir el año, ocasión en que los comensales pudieron compartir y estrechar lazos. (Pueden solicitar copia de estas y otras imágenes a [email protected].)

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El aporte de esta edición

Atajos de teclado para traductores Publicado por Pablo Muñoz Sánchez en

http://pmstrad.wordpress.com/2007/07/24/atajos-de-teclado-para-traductores

En el trabajo no paro de alternar entre aplicaciones: la herramienta de TAO [22] que exige determinado proyecto, el diccionario general, el técnico, el conversor de medidas, el navegador y cuantiosos etcétera. Por tanto, no es de extrañar que pierda un valioso tiempo cambiando a la ventana pertinente según lo que quiera hacer. Lo reconozco, estoy viciado al ratón. Salvo las súper útiles combinaciones de teclas Ctrl + C (copiar), Ctrl + X (cortar), Ctrl + V (pegar) y Ctrl + Z (deshacer), todo lo hago a base de clics. Supongo que las interfaces tan atractivas que hacen ahora son las culpables de que me olvide de las teclas de acceso rápido del teclado; o quizás es que ya tecleo bastante al traducir y busco un respiro en el ratón. Sin embargo, la productividad y la comodidad son fundamentales en un trabajo de ocho horas delante de un ordenador con pocos descansos. Por suerte, trabajar en una oficina con otros de tu misma condición te aporta muchas cosas, como por ejemplo empezar a usar combinaciones de teclas que desconocías o, dicho de otro modo, otras formas de trabajar. Por ejemplo, en vez de tener llenos el escritorio y el menú de Inicio de Windows y tardar unos preciados segundos en buscar los iconos de las aplicaciones más utilizadas a diario para ejecutarlas, es posible configurar una combinación de teclas para abrir cualquier aplicación o archivo. Así, si abrimos la carpeta de Mis Documentos constantemente porque la cerramos muchas veces, basta con crear un acceso directo a la carpeta en cuestión (botón derecho -> crear acceso directo) y establecer en las propiedades de dicho atajo una tecla de método abreviado, como por ejemplo Ctrl + Alt + M (con pulsar la ‘m’ es suficiente). De este modo, si pulsamos tal combinación desde cualquier parte, se nos abrirá la carpeta en cuestión.^ Si normalmente centramos nuestro trabajo en determinadas aplicaciones, como por ejemplo Word, un diccionario y el navegador, podemos alternar la ventana muy cómodamente mediante la combinación Alt + Tabulador (la tecla que hay encima de Bloq Mayús). De esta forma, aparecerá una pequeña ventana en la que podemos cambiar de aplicación simplemente con mantener pulsada la tecla Alt y darle al tabulador tantas veces sea necesario para finalmente dejar de apretar las teclas y estar ante la ventana que queríamos. Algunos diccionarios, como el Diccionario técnico inglés-español de Routledge, cuentan con la ventaja de que, al cambiar a la ventana del diccionario, el cursor se sitúa automáticamente en el campo de búsqueda de palabras. Así pues, imaginad lo rápido que se trabaja traduciendo en un programa y, en caso de duda, pulsar Alt + Tabulador para cambiar al Routledge, escribir el término que nos origina dudas, ver su significado, y finalmente pulsar de nuevo Alt + Tabulador para cambiar a la ventana donde estemos traduciendo para seguir con nuestro trabajo. También es posible que seleccionemos fragmentos de texto para copiarlos en otra aplicación, como puede ser un buscador de Internet como Google. Muchas veces, la solución preferida 22 Nota COTICH: Traducción asistida por ordenador

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suele ser hacer una selección con el ratón y pulsar Ctrl + C. En este sentido, si copiamos muchas veces desde Firefox, la extensión AutoCopy (https://addons.mozilla.org/es-ES/firefox/addon/383) se vuelve imprescindible. No obstante, muchas veces tardamos mucho tiempo seleccionando con exactitud el fragmento que deseamos copiar mediante el ratón cuando no hay nada más sencillo que mantener pulsada la tecla Shift (la que tiene una flechita apuntando hacia arriba) y utilizar las teclas de desplazamiento para ajustar nuestra selección. Para seleccionar una gran cantidad de texto, podemos hacer uso también de las teclas Avanzar página y Retroceder página, así como Inicio y Fin, siempre manteniendo pulsada la tecla Shift. Por último, si queremos seleccionar todo el texto del archivo con el que trabajamos, basta con pulsar Ctrl + E. Como podéis ver, con sólo un par de combinaciones de teclas es posible optimizar nuestro tiempo mientras traducimos. He intentado describir algunas de las combinaciones que más uso cuando traduzco, pero hay muchas más. Si queréis ampliar información, os recomiendo que consultéis este estupendo artículo: Keyboard Shortcuts for Windows and Word for Translators (http://www.translatum.gr/journal/2/keyboard-shortcuts.htm). Y si queréis aún más, podéis echarle un vistazo a Método abreviados de teclado para Windows (http://support.microsoft.com/kb/126449) y a Keyboard Shortcuts: 200 productive keyboard hotkeys (http://www.shortcutguide.com/). Por supuesto, también os recomiendo que os familiaricéis con las teclas de acceso rápido de vuestros programas más usados. Ah, y si he tardado tanto en escribir esto, es porque aún sigo utilizando demasiado el ratón.