Boletín de Corresponsabilidad de Septiembre

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CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Si experimentamos el amor de Cris- to debemos expresar este amor a los demás. Es característica distintiva, la principal de un cristiano. Recor- demos que Jesús dijo “En esto co- nocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros” (Jn 13,35) No dijo por nuestras pala- bras, ni por nuestros trabajos, ni por nuestra asistencia a la Iglesia, sino por nuestro amor el mundo, por eso sabrán que somos cristianos. Amaba a los desafortunados, a los pequeños y a los grandes, a los en- fermos, los corruptos, los ricos, los pobres y todo el mundo. Nosotros también debemos amarlos a ellos y a los demás como Jesús amaba. De- bemos aprender a amar como Jesús amaba. Amaba a la Iglesia. La Sagrada Es- critura dice que “amó la Iglesia y se dio a sí mismo por ella“. También debemos aprender de él a amar a la Iglesia. En el amor mos- tramos nuestra adoración, nuestro servicio, nuestro apoyo y nuestro sacrificio. Tener el corazón dispuesto es una manifestación de este amor. La co- munidad cristiana nos proporciona la posibilidad de amar como Jesús amó. Nuestro sacrificio se debe a nuestro amor por Él y por aquellos que Él amaba. AMOR A CRISTO AMAR COMO CRISTO Ser cristiano es ser discípulo de Cristo Decimos que ser cristiano es ser “Discípulo de Cristo”. La mayoría de no- sotros podría recordar los nombres de alguno de los Doce apóstoles que siguieron a Jesús a lo largo de su Ministerio público. Pero ¿podríamos dar una descripción de su trabajo, de su “vocación“?. Los discípulos vinieron de distintos orígenes, tenían personalidades dife- rentes y diferentes temperamentos. Difirieron entre sí y entraron en conflic- to unos con otros, pero gracias a su fidelidad hoy somos cristianos. Obede- cieron el mandato del Señor: “id por todo el mundo y haced discípulos”. (Mt 28,19) Hoy somos cristianos debido a su obediencia, a su discipulado. “Discípulo”. Qué maravilloso y significativo nombre para los que seguimos a Cristo hoy y llevamos su nombre. El término significa literalmente “estudiante”, “alumno”, “aprendiz” de un maestro, en este caso de Jesús el Señor. “Discípulo”. En el Nuevo Testamento es un término común. Se utiliza más de 250 veces en los Evangelios y más de 70 veces sólo en el Evangelio de Mateo. Un discípulo es uno que sigue, escucha, aprender y actúa como Jesús. Discípulo es ser alumno de Cristo. De hecho Jesús dijo, “Tomad mi yugo y aprended de mí”. (Mt 11,29). Este es un proceso continuo. Comienza cuan- do uno dice “sí” a la invitación de Jesús para la salvación y continúa en la gloria. Está viviendo bajo el señorío de Cristo. Él era la encarnación del amor: el amor de Dios en forma humana. Esto es lo que significa Jn 3,16, “De tal manera amó Dios al mundo que le dio su hijo unigénito”. Es lo que Jesús quiere decir: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos “ (Jn 15,13). Al dar su vida por amor en la Cruz del Calvario realizó la demostración suprema de este amor. Pablo afirma esto en Rm 5,8: “la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.” Charles Wesley al celebrar el primer año de su conversión escribió este her- moso himno para expresar su amor por Aquel que murió por él: “¡Miles de lenguas cantan alabanzas al Redentor, las glorias de mi Dios y mi rey, los triunfos de su gracia!” Como sus discípulos debemos aprender a amarle a Él y a los demás como Él nos ama. Escuchemos lo que dice nuestro Maestro, Señor y Salvador: Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros” (Jn 13,34-35) Septiembre 2012

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Nuevo boletín de Corresponsabilidad

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Page 1: Boletín de Corresponsabilidad de Septiembre

CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL

Si experimentamos el amor de Cris-to debemos expresar este amor a los demás. Es característica distintiva, la principal de un cristiano. Recor-demos que Jesús dijo “En esto co-nocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros” (Jn 13,35) No dijo por nuestras pala-bras, ni por nuestros trabajos, ni por nuestra asistencia a la Iglesia, sino por nuestro amor el mundo, por eso sabrán que somos cristianos.

Amaba a los desafortunados, a los pequeños y a los grandes, a los en-fermos, los corruptos, los ricos, los pobres y todo el mundo. Nosotros también debemos amarlos a ellos y a los demás como Jesús amaba. De-bemos aprender a amar como Jesús amaba.

Amaba a la Iglesia. La Sagrada Es-critura dice que “amó la Iglesia y se dio a sí mismo por ella“.

También debemos aprender de él a amar a la Iglesia. En el amor mos-tramos nuestra adoración, nuestro servicio, nuestro apoyo y nuestro sacrificio.

Tener el corazón dispuesto es una manifestación de este amor. La co-munidad cristiana nos proporciona la posibilidad de amar como Jesús amó.

Nuestro sacrificio se debe a nuestro amor por Él y por aquellos que Él amaba.

AMOR A CRISTO

AMAR COMO CRISTO

Ser cristiano es ser discípulo de CristoDecimos que ser cristiano es ser “Discípulo de Cristo”. La mayoría de no-sotros podría recordar los nombres de alguno de los Doce apóstoles que siguieron a Jesús a lo largo de su Ministerio público. Pero ¿podríamos dar una descripción de su trabajo, de su “vocación“?.

Los discípulos vinieron de distintos orígenes, tenían personalidades dife-rentes y diferentes temperamentos. Difirieron entre sí y entraron en conflic-to unos con otros, pero gracias a su fidelidad hoy somos cristianos. Obede-cieron el mandato del Señor: “id por todo el mundo y haced discípulos”. (Mt 28,19) Hoy somos cristianos debido a su obediencia, a su discipulado.

“Discípulo”. Qué maravilloso y significativo nombre para los que seguimos a Cristo hoy y llevamos su nombre.

El término significa literalmente “estudiante”, “alumno”, “aprendiz” de un maestro, en este caso de Jesús el Señor.

“Discípulo”. En el Nuevo Testamento es un término común. Se utiliza más de 250 veces en los Evangelios y más de 70 veces sólo en el Evangelio de Mateo.

Un discípulo es uno que sigue, escucha, aprender y actúa como Jesús.

Discípulo es ser alumno de Cristo. De hecho Jesús dijo, “Tomad mi yugo y aprended de mí”. (Mt 11,29). Este es un proceso continuo. Comienza cuan-do uno dice “sí” a la invitación de Jesús para la salvación y continúa en la gloria. Está viviendo bajo el señorío de Cristo.

Él era la encarnación del amor: el amor de Dios en forma humana. Esto es lo que significa Jn 3,16, “De tal manera amó Dios al mundo que le dio su hijo unigénito”.

Es lo que Jesús quiere decir: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos “ (Jn 15,13).

Al dar su vida por amor en la Cruz del Calvario realizó la demostración suprema de este amor. Pablo afirma esto en Rm 5,8: “la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.”

Charles Wesley al celebrar el primer año de su conversión escribió este her-moso himno para expresar su amor por Aquel que murió por él: “¡Miles de lenguas cantan alabanzas al Redentor, las glorias de mi Dios y mi rey, los triunfos de su gracia!”

Como sus discípulos debemos aprender a amarle a Él y a los demás como Él nos ama. Escuchemos lo que dice nuestro Maestro, Señor y Salvador: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros” (Jn 13,34-35)

Septiembre 2012

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Santo del meS de Septiembre 2012

San Mateo, apóStol

Mateo significa: “regalo de Dios”.Se llamaba también Leví, y era hijo de Alfeo.Su oficio era el de recaudador de impuestos, un cargo muy odiado por los judíos, porque esos impuestos se recolectaban para una nación extranjera. Los publica-nos o recaudadores de impuestos se enriquecían fácil-mente. Y quizás a Mateo le atraía la idea de hacerse rico prontamente, pero una vez que se encontró con Jesucristo ya dejó para siempre su ambi-ción de dinero y se dedicó por completo a buscar la salvación de las almas y el Reino de Dios.Como ejercía su oficio en Ca-farnaum, y en esa ciudad pasa-ba Jesús muchos días y obraba milagros maravillosos, ya se-guramente Mateo lo había es-cuchado varias veces y le había impresionado el modo de ser y de hablar de este Maestro for-midable. Y un día, estando él en su oficina de cobranzas, qui-zás pensando acerca de lo que debería hacer en el futuro, vio aparecer frente a él nada menos que al Divino Maestro el cual le hizo una propuesta totalmente inesperada: “Ven y sígueme”.Mateo aceptó sin más la invi-tación de Jesús y renunciando a su empleo tan productivo, se fue con El, no ya a ganar dinero, sino almas. No ya a conseguir altos empleos en la tierra, sino un puesto de primera clase en el cielo. San Jerónimo dice que la llamada de Jesús a Mateo es una lección para que todos los pecadores del mundo sepan que, sea cual fuere la vida que han llevado hasta el momento, en cualquier día y en cualquier hora pueden dedicarse a servir a Cristo, y El los acepta con gusto.Mateo dispuso despedirse de su vida de empleado público dando un gran almuerzo a todos sus amigos, y el invitado de honor era nada menos que Jesús. Y con Él, sus apóstoles. Y como allí se reunió la flor y nata de los pecadores y publicanos, los fariseos se escandalizaron horriblemente y llamaron a varios de los apóstoles para protestarles por semejante actua-ción de su jefe. “¿Cómo es que su maestro se atreve a comer con publicanos y pecadores?”Jesús respondió a estas protestas de los fariseos con una noticia que a todos nos debe llenar de alegría: “No necesitan médico los que están sanos, sino los que están enfermos. Yo no he venido a buscar san-

tos sino pecadores. Y a salvar lo que estaba perdido”. Probablemente mientras decía estas bellas palabras estaba pensando en varios de nosotros.Desde entonces Mateo va siempre al lado de Jesús. Presencia sus milagros, oye sus sabios sermones y le colabora predicando y catequizando por los pueblos y organizando las multitudes cuando siguen ansiosas

de oír al gran profeta de Na-zaret. Jesús lo nombra como uno de sus 12 preferidos, a los cuales llamó apóstoles (o en-viados, o embajadores) y en Pentecostés recibe el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego. Los judíos le dieron 39 azotes por predicar que Jesús sí había resucitado (y lo mismo hicieron con los otros apósto-les) y cuando estalló la terrible persecución contra los cristia-nos en Jerusalén, Mateo se fue al extranjero a evangelizar, y dicen que predicó en Etiopía y que allá murió martirizado.En todo el mundo es conocido este santo, y lo será por siem-pre, a causa del maravillo-so librito que él escribió: “El evangelio según San Mateo”. Este corto escrito de sólo 28 capítulos y 50 páginas, ha sido la delicia de predicadores y catequistas durante 20 siglos en todos los continentes. San Mateo en su evangelio (pala-

bra que significa: “Buenas Noticias”) copia sermones muy famosos de Jesús, como por ej. El Sermón de la Montaña (el sermón más bello pronunciado en esta tierra), el sermón de las Parábolas, y el que les dijo a sus apóstoles cuando los iba mandar a su primera predicación. Narra milagros muy interesantes, y des-cribe de manera impresionante la Pasión y Muerte de Jesús. Termina contando su resurrección gloriosa.El fin del evangelio de San Mateo es probar que Je-sucristo sí es el Mesías o Salvador anunciado por los profetas y por el Antiguo Testamento. Este evangelio fue escrito especialmente para los judíos que se con-vertían al cristianismo, y por eso fue redactado en el idioma de ellos, el arameo.Quizás no haya en el mundo otro libro que haya convertido más pecadores y que haya entusiasmado a más personas por Jesucristo y su doctrina, que el evangelio según San Mateo. No dejemos de leerlo y meditarlo.

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Expresiones de Corresponsabilidad SEPTIEMBRE 2012

La corresponsabilidad es parte y consecuencia de ser discípulos, la corresponsabilidad y el discipulado van de la mano. Los discípulos que deciden vivir su corresponsabilidad reconocen que Dios es la fuente de la vida, el origen de todo lo que tienen, son y tendrán. Ellos se saben encargados de cultivar y administrar los múltiples dones de Dios que han recibido.

Mons. Carlos Quintana

AgendA del mes de septiembre 20122 – Domingo XXIl del Tiempo Ordinario.Colecta de Cáritas, primer domingo de mes.3 – MO. San Gregorio Magno, papa y doctor.5 – Inicio del Curso de la Curia.Consejo Episcopal3-5 – Convivencia Clero Joven.6 – Comisión Residencia Sacerdotal «Obispo Manuel Basulto».8 – La Natividad de la Virgen María.9 – Domingo XXIIl del Tiempo Ordinario.10-14 – Ejercicios Espirituales en La Yedra.14 – F. Exaltación de la Santa Cruz.15 – Aniversario de la ordenación episcopal del Sr. Obispo.16 – Domingo XXIV del Tiempo Ordinario.Jornada Nuevos Templos. Colecta imperada.

17 – Convivencia sacerdotal en el Seminario.19 – Consejo Episcopal.21 – San Mateo, apóstol.21-23 – Encuentro Interdiocesano de Catequistas en Guadix.22 – Seminario. Claustro inical del curso.Visita reliquia de San Juan Bosco.23 – Domingo XXV del Tiempo Ordinario.XV Convivencia de Pastoral Penitenciaria24 – Beato Marcos CriadoColegio de Consultores.25 – Comisión Asesora del CAE.Consejo Diocesano de Asuntos Económicos26 – Comisión del ISC.29 – Fiesta. Miguel, Gabriel y Rafael, ArcángelesApertura curso de los Seminarios Diocesanos30 – Domingo XXV del Tiempo Ordinario.

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UN MOMENTO DE CORRESPONSABILIDADUN MOMENTO DE CORRESPONSABILIDAD

Grupo de TrabajoCorresponsabilidad

Únete a nosotrosA partir de Septiembre en el Seminario Diocesano de Jaén

http://jaencorresponsabilidad.blogspot.com/

Corresponsabilidad

Vigésimo Segundo Domingo en el Tiempo Or-dinarioEn la lectura de la carta de Santiago, nosotros somos impulsados a ser «hacedores» del Evangelio, no sólo oyentes. Ser corresponsables de la palabra de Dios es cuestión de escuchar la Buena Nueva, abrazarlas y ponerla en acción en nuestra vida diaria. Y cuando estemos inciertos sobre que decisión tomar o que acción realizar como buenos corresponsables del Evangelio, Santiago nos recuerda que nunca estaremos en el error si nosotros nos resistimos a los valores populares que no son compatibles con el Evangelio, y estamos prestos para ayudar a quienes se encuentran agobiados, a quienes sufren y a los pobres.Vigésimo Tercer Domingo en el Tiempo OrdinarioSantiago enseña que aquellos que son pobres a los ojos de la sociedad, son quienes han sido elegidos para heredar el Reino de Dios. Ciertamente, somos salvados por nuestra pobreza; somos redimidos de nuestra necesidad; no por nuestra riqueza material o los logros que el mundo encuentra laudables. Santiago sugiere también que somos corresponsables de otros, especialmente del pobre, y es la forma en la que respondemos al pobre y al necesitado la que define nuestra relación con el Señor. ¿Cómo

respondemos al menos afortunado dentro de nuestra parroquia?Vigésimo Cuarto Domingo en el Tiempo Or-dinarioSantiago pregunta qué puede significar nuestro amor por Jesucristo si no resulta en acción y en beneficio de nuestro prójimo. Él sugiere que la fe es demostrada más profundamente en el cuidado por el necesitado, el que sufre y el menos privilegiado. La corresponsabilidad incluye

proclamar la Buena Nueva poniendo nuestra fe en acción en beneficio de otros. ¿En qué formas hemos estado dispuestos a hacer sacrificios y a renunciar a nuestro confort en el nombre de Jesucristo y para beneficio de nuestro prójimo?Vigésimo Quinto Domingo en el Tiempo Ordinario

En el Evangelio de hoy, Jesús continúa revirtiendo la idea de la sociedad acerca de la grandeza. Él enseña que la verdadera grandeza está en servir a otros; ser un buen corresponsable de nuestras relaciones. Nosotros deseamos el éxito, sin embargo, Jesús define el éxito en una forma diferente de nosotros. Jesús redefine nuestra noción de grandeza y de éxito. ¿Cómo definimos nosotros el éxito? ¿Nuestra noción de éxito, es la misma que Jesús enseña?