Boletín chicomoztoc 2

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EDITORIAL EscribColóesu diaridia+e "Ellos ntraearmas ni las co'nosccn, !or)ules amostré es!adas  y  las tornaban  !oel $ilo y se c ortabacon i'norancia" Esto ocurría en ./01 CuandCristóbal Colón desembarcó en Guanaha, y suhabi- tantes salieron recibirlo, él aencontrarse con e llosconmoido  !o"cu#nt$uese smansedumbre con$ian%a"& !or  la  manera comse acercaban a élos suyo"tasin temor y sos!echa"&  !or linocencila 'enerosidad con lcua"todo  ltomaban y daban da)uell)utean, dbuena oluntad"acaso !ara corres!ondeésta, )ui%# !or er hasta dóndlle'abasu bono dad, su humildad, su hos!italidad, les !resentó unes!adano  !ola em!u*adura, sin!olho+a Ellosessim!le%a, la tomarode allí y sra+arolamanos 2enos d3a*os des!ués, 5ern#n Cortés sencuentra con 2octe%urna& alentad!osa'udo sentido de comerciante, des- cribe así ehecho en unde sus  Cartas drelación:  "Al tiem-  !)ue yo lle'ué a hablaal dich2utec%uma, )uitémun colla)ulleabdmar'aritas y diamantes didrio, y se lo ecacuello& e des!uéde habeandado calle adelante, inun ser- Seminario de estudios para la descolonización de México Boletín 2 Chicomoztoc

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El boletín del Seminario de Estudios para la Descolonización de México presenta estudios en los campos de las humanidades y de las ciencias sociales que pretenden contribuir a conocer mejor los valores humanos y estéticos de nuestra cultura, a la vez que descolonicen el conocimiento que tenemos de la misma, de modo que encontremos en ella motivo de orgullo y resistencia.

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  • EDITORIAL

    Escribe Coln en su diario de viaje: "Ellos no traen armasni las cognosccn, porque les amostr espadas y las tornabanpor el filo y se cortaban con ignorancia." Esto ocurra en 1492.

    Pareciera que la actitud moral que sustenta esos dos acontecimientos, de la parte nuestra y de la de los extranjeros, hubierafijado la norma de la conducta de ambos desde all hasta los

    Cuando Cristbal Coln desembarc en Guanahan, y sus habitantes salieron a recibirlo, l al encontrarse con ellos, conmovidopor "cunta fuese su mansedumbre y confianza"; por la maneracomo se acercaban a l y los suyos "tan sin temor y sospecha";por la inocencia y la generosidad con la cual "todo lo tomabany daban de aquello que tenan, de buena voluntad", acaso paracorresponder a sta, quiz por ver hasta dnde llegaban su bonodad, su humildad, su hospitalidad, les present una espada; nopor la empuadura, sino por la hoja. Ellos, en su simpleza, latomaron de all y se rajaron las manos.

    Menos de 30 aos despus, Hernn Corts se encuentra conMoctezurna; alentado por su agudo sentido de comerciante, describe as el hecho en una de sus Cartas de relacin: "Al tiempo que yo llegu a hablar al dicho Muteczuma, quitme un collarque llevaba de margaritas y diamantes de vidrio, y se lo echal cuello; e despus de haber andado calle adelante, vino un servidor suyo con dos collares de camarones, envueltos en unpao, que eran hechos de huesos de caracoles colorados, queellos tienen en mucho; y de cada collar colgaban ocho camaronesde oro, de mucha perfeccin, tan largos casi como un geme;ecomo se los trujeron, se volvi a m y me los ech al cuello."

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  • das presentes; ya no por simplicidad o ignorancia, sino por lacostumbre impuesta por los siglos del coloniaje, seguimos hendindonos las manos con la hoja de las armas que ellos as nospresentan; llevados por el orgullo de dar ms de lo que recibimos, muchas veces, a sabiendas de que nuestras acciones seentendern como sntoma de simplicidad o ignorancia, persistimos en dar corales y oro labrados, a cambio de perlas y brillantesde imitacin con los cuales ellos se imaginan estafarnos.

    Basta con mirar, por ejemplo, nuestra actual situacin internacional, para dar en la cuenta de la evidencia de ese absurdo,cuya destruccin depende en todo de nosotros.

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  • Roberto Moreno *

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    La ignorancia de la existencia de este tribuna1 se basa enparte en que la historiografa sobre la iglesia colonial provienefundamentalmente de eclesisticos y catlicos con afn de exaltarla obra de Espaa en Amrica y echar un poco de tierra enaquellos asuntos que a ojos liberales pudieran parecer negativos.Bastante se tuvo que padecer con la innegable y bien documentada existencia del Santo Oficio de la Inquisicin -tan traday llevada pero mal comprendida por los escritores liberales

    LA INQUISICIN PARA INDIOS EN LANUEVA ESPAA, SIGLOS XVI A XIX

    1Instituto de Investigaciones Histricas, UNAM.

    Es de conocimiento vulgar que el Tribunal del Santo Oficioele la Inquisicin que se traslad a Amrica tena expresamenteprohibido entender en cansas de indios. "Gracias a Dios" aaderecientemente el distinguido historiador espaol Cuillerrno Cspedes del Castillo en el volumen dedicado a la colonia de unaHistoria de Espaa.1 El conocimiento que no se ha generalizadoan es el de que eso no implica en manera algnna que losindios estuviesen exentos de castigo por causas de fe. En efecto,a todo lo largo de la poca colonial y aun bien entrado elsiglo XIX existi una institucin expresamente consagrada a peroseguir los delitos religiosos de los indios, conocida con distintosnombres: Provisorato de Naturales, Tribunal de la Fe de losIndios, Inquisicin Ordinaria, Vicariato de Indos, Juzgado deNaturales que gener una enorme cantidad de procesos, de loscuales slo se han dado a conocer muy pocos.

    como para exhumar el otro aspecto ele la facultad de castigar quetena -y tiene- la Iglesia catlica. Bien es cierto que

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  • existen a la mano multitud de libros coloniales que muestrana las claras hasta los mayores detalles del procedimiento inquisitorial para indios, pero parecera que los rboles no dejan verel bosque.

    A finales del siglo XIX un seor Carrin, protestante, publicen Mxico una galera de indios clebres. En esa galera, entreotros indios reales, se invent la existencia de un indio dominico,fray Martn Durn, quemado por el Santo Oficio por hereja.Don Jos Mara Vigil, a la sazn director de la BibliotecaNacional, consult del caso con el sabio don Joaqun CardaIcazbalceta. Este, en una carta ya publicada desvaneci el mitoy con su prudencia caracterstica l1eg a la conclusin de queel intento del falsario era hacer existir en el siglo XVI novohispanoun indio preluterano. Entre los muchos argumento de Icazbalceta para negar la verdad de esa historia est precisamente elde la jurisdiccin. Demuestra que por ser indio no podra sersujeto de proceso por el Santo Oficio sino por las facultades delordinario (o sea el obispo o arzobispo) a travs de su Juzgadode Naturales. 4

    La mayor parte de los procesos conocidos de ese tribunal sehan publicado y estudiado como "fuentes" para la etnohistoriaindgena. Lo son, efectivamente, pero en primer trmino sonprocesos que se pueden usar como fuente para muchsimas cosasy la primera, me parece, es la del estudio de la particular institucin que los origina. Tan slo, Como cualquier documento,no son de utilidad para el estudio de lo que en ellos no secontiene.

    Injusto sera afirmar que la ignorancia de esa institucin hasido universal. Obviamente supieron de ella quienes la engendraron y quienes la padecieron, pero lo que me importa es destacar a quienes modernamente la han tratado y me referir tanslo a dos.

    Mucho ms recientemente, el profesor Richard E. Creenleaf conenorme erudicin y agudeza ha precisado las cosas. En unartculo de1965 publicado en The Americas se ocupa de ambostribunales, elSanto Oficio y el Provisorato, y de lo que l

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  • Mi trabajo sobre el particular marcha por otro sendero. Secentra nicamente en el Provisorato, con abandono total delSanto Oficio, salvo cuando por alguna razn coinciden. Es, ensuma, la historia de una institucin, que de alguna forma es lahistoria de la facultad jurisdiccional eclesistica sobre los indios.Como se podr comprender es una empresa magna que arrostraenormes dificultades. Se trata de estudiar una ingente documentacin generada en tres siglos quc reposa en archivos de muydifcil acceso de las dicesis y arquidicesis de: Mxico (en estecaso los fondos se encuentran en parte en el AGN, BienesNacionales, y en parte en lugar que desconozco despus de ladestruccin de la Mitra por el terremoto de 1985); Puebla (queparece pronto ser de consulta pblica); Oaxaca (que tiene susdificultades), Chiapas (est ordenado y publican ya un boletn);Yucatn; Michoacn (accesible ya al pblico por ser propiedaddel INAH) y Guadalajara. La empresa es imposible sin unequipo de historiadores. Confo en conformarlo y poder ofrecerpara 1992 los primeros resultados con catlogos de los procesosy listas de los jueces provisores de cada dicesis. La bibliografade los libros coloniales que he encontrado sobre la materiaconstituir, en edicin facsmil, la coleccin "Bibliotheca superstitionis et cultus idolatrici indorum mexicanensium" que prxi-

    llama la "confusin jurisdiccional". Basta con su lectura paradespejar las incgnitas sobre la forma de castigar los delitos dela fe de los indios y para tener un panorama histrico de loshechos. En este primer ensayo, con todo, el profesor Greenleaftoma como sujeto principal al Santo Oficio." El segundo artculo, publicado en la misma revista en 1978, se ocupa de losprocesos inquisitoriales contra indios cama fuentes para la etnohistoria y compendia una valiossima informacin para el tema.Incluye adems una lista de procesos incoados a indios provenientes del Archivo General de la Nacin, principalmente delramo de Inquisicin ms media docena del ramo Bienes Nacionales. G En estos trabajos y en el resto de la obra que esteautor ha consagrado al estudio del Santo Oficio queda bienperfilado el problema de que ahora me ocupo.

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  • mamente empezar a ver la luz, comenzando con el clsico tratado de Diego de Balsalobre. Hoy slo har un resumen delproblema y mostrar algunos avances de la investigacin.

    A nadie escapa que el poder de la Iglesia como el del Estadosobre la sociedad tiene dos ees que son la facultad y la tierra,esto es, la jurisdiccin o poder de normar, enmendar, corregiry castigar, y el territorio o demarcacin donde esto se puedehacer. Para poner un ejemplo, que sirve para algo de que despusse tratar, podemos recordar que muchas ciudades espaolas delmedievo contenan dentro de s recintos ms o menos aisladosconocidos como aljamas de moros y sinagogas de judos. La

    catlico que era, 8 y Duviols "destruccin de las religiones indgenas" como liberal que es.9Primariamente la jurisdicci6n sobre los "fieles" la ejerce el

    obispo u ordinario en los mbitos de su territorio, que est casisiempre claramente delimitado. La necesidad de preservar la fey su ortodoxia condujo a la creacin, generalizada en el ViejoMundo, del llamado Tribunal del Santo Oficio de la Inquisicincontra la Hertica Pravedad (maldad) y Apostasa. Su jurisdiccin, que se montaba sobre la de los obispos, rebasaba las dicesispero no los reinos. Los delitos principales que originalmentepersegua eran la hereja, esto es, el apartamiento o error sobreel dogma por cristianos, en sus dos vertientes: la material (osea por ignorancia o confusin) y la formal (por pertinacia) 10

    jurisdiccin civil sobre estos espacios corresponda al Estado.La Iglesia no tena jurisdiccin sobre ellos. Los cristianos solanentrar por fuerza para bautizar a moros y judos, con lo quelos sometan a la jurisdiccin eclesistica y los perseguan despussiapostaban o intentaban la conversin por grado penetrandopacficamente, privilegio que slo tuvo la orden franciscana. Alos as cristianizados se los conoca como moriscos o judos conversos. De no ser el caso, conservaban su propia fe y no se lospoda forzar, que es, como se recordar, la piedra angular dela argumentacin de fray Bartolom de las Casas en su defensade los indios. 7 Jurisdiccin y territorio son tambin los ejes enAmrica de lo que Ricard llam "conquista espiritual" como

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  • y la apostasa, a saber, el abandono de la verdadera fe paraabrazar otra religin, cual era fundamentalmente el caso de losconversos. 11 Este ltimo delito era castigado Con las ms gravespenas. El catlogo de los delitos punibles se fue ampliando conel correr del tiempo, y el Tribunal del Santo Oficio cobr unaimportancia y un respeto enormes. Vale la pena aqu recordarque "inquisicin" tan slo quiere decir "averiguacin". Fue elenorme peso del tribunal de la fe el que condujo al cambiosemntico de que con ese solo nombre se lo conociera y lo reinvindicara como propio y exclusivo.

    El encuentro con el Nuevo Mundo produjo muchos problemasenestos aspectos. Para poder seguir el de la jurisdiccin, se debereferirel de la concepcin teolgica. Las Sagradas Escrituras,dictadas porel Espritu Santo, dicen en el Nuevo Testamentoque los apstoles deCristo predicaron en todo el mundo. 12 Tancontundente -y autorizada- afirmacin puso en apretos a lostelogos catlicos, puesto que haba aparecido un mundo nuevopoblado con millones de seres humanos. Ante semejante realidadse tuvo que buscar alguna respuesta. La ms ingeniosa fue la depostular que el perdidizo apstol Santo Toms haba predicadoen Amrica. Los fundamentos se tomaron de los mitos indgenascomo el del sacerdote Quetzalcatl, cuya figura, presuntamentebondadosa, los eclesisticos se empearon en acrecentar. Estatesis, que tambin se dio en Per con similares ideas, surgi enel siglo XVI y concluy en el siglo XIX. la No prosper mucho,a la verdad, porque entre otras cosas implicaba el hecho brutalde que todo un continente haba apostatado. La solucin prctica fue declarar que la existencia del Nuevo Mundo era unmisterio, que los indios eran "gentiles" (esto es; sin haber recibido nunca predicacin cristiana) y ponerse a evangelizarlos.Esto ltimo se pudo porgue tambin se juzg que todos elloseran "idlatras" y otras cosas negativas.

    La idolatra es un error imperdonable para el cristianismo.Consiste en dar latra o sea el culto y servicio que se le debes610 a Dios (el cul to de los santos se llama dula) a un idolus,que es una imagen fabricada por los hornbres.14 Que los indios

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  • eran idlatras es uno de los principales argumentos de lo que lahistoriografa espaola sigue llamando los "justos ttulos" parala conquista del Nuevo Mundo. Se entiende: si se les ha concedido que tenan religin propia no podra, por lo anteriormentedicho, haber jurisdiccin cristiana sobre ellos. Para el caso delo civil, se les imput, entre otras lindezas, ser borrachos, sodomticos, etctera.

    Sentadas, pues, la idolatra y la gentilidad de los indios delNuevo Mundo (pese a los heroicos esfuerzos lascasianos ) seprocedi a su conversin. La cosa result mucho ms difcilde lo que en un primer momento pareci. El problema capitales que, pese a las averiguaciones de los frailes, que son nuestrasprincipales fuentes, los indios tenan su religin y no conocan,como los moros y los judos por siglos enteros, la cristiana. Seenfrentaron as, sin entenderse dos mentalidades religiosas; unaexclusiva, la ele los cristianos, y otra inclusiva, la de los indgenas.Esta realidad se ha tratado de conceptuar como "sincretismo"o "nativismo", sin que los trminos sean en lo absoluto satisfactorios. El hecho real es que la Iglesia cristiana ampli losfrentes de su batalla. Ya no tena que contender tan slo conlas desviaciones herticas o las apostasas a que estaba acostumbrada en el Viejo Mundo sino que se vea forzada a renovarsu imaginacin con las novedades que el Espritu Maligno lepresentaba en Amrica,y es que el Diablo era el culpable. Esto da tema para un

    ensayo que se podra titular El diablo en el Nuevo Mundo, parael cual tengo avanzadas algunas notas.15 El es el responsable delvelo que ocult estas tierras y hombres a los ojos europeos. lfue quien tena engaados a los indios forzndolos a adorarlocon "execramentos", en lugar de los "sacramentos" de la Iglesiade Dios y para burla de la divinidad. l era el responsable deque los indios incurrieran en delitos contra la fe despus de recibido el bautismo. De ah la primaria necesidad de exorcizartierras, animales, plantas y hombres. De ah, creo, la inicialprctica franciscana de reducir el rito bautismal. De ah tambinlo indispensable de la atenta vigilancia para poder detectar las

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  • desviaciones y castigarlas, esto es, ejercer la jurisdiccin eclesistica.

    Segn Llorente, la jurisdiccin inquisitorial se introduce enAmrica cuando, por orden de Carlos V, el inquisidor cardenalAdriano nombr a don Alfonso Manso, obispo de Puerto Rico,y a fray Pedro de Crdoba, viceprovincial de los dominicos, comoinquisidores de las Indias e Islas del Mar Ocano el 7 de enerode 1519.16

    Por lo que a la Nueva Espaa toca, la jurisdiccin lleg conlos famosos "doce primeros" franciscanos que encabezaba frayMartn de Valencia. Proviene este privilegio de la bula del papaAdriano VI del 10 de mayo de 1522 encabezada Exponi nobisy conocida como Omnmoda por la cual "en tanto no hubieraobispos" los religiosos podan actuar corno clrigos seculares yejercer la jurisdiccin que corresponda privativamente a los ordinarios.!" Esto tiene dos vertientes histricas interesantes. Por laprimera se gener un peculiar conflicto que dur casi tres siglosen torno a los esfuerzos del Estado espaol por secularizar lasparroquias de indios, lo que se logr con no pocos esfuerzos hacia1770. La segunda tiene que ver con el tema de que me ocupo.A la jurisdiccin episcopal se aadi para los primeros doce

    -a su paso por las Antil1as- la del Santo Oficio espaol porla que tenan los inquisidores de las Indias. 18 Con tanto poder, los franciscanos llegaron a la Nueva Espaa y ejercieronsus facultades. El titular de la facultad era, obviamente, frayMartn de Valencia. No tenemos completa la informacin decuntos procesos lleg a incoar, pero corno provena de unarealidad, ya referida, en la que se castigaba duramente a losapstatas, sabemos que en 1526 a un ao justo de la evangelizacin en Tlaxcala mand colgar en distintos autos de fe porlo menos a seis hombres y una mujer de los "caciques muyprincipales", segn consta de diversas fuentes y se muestraen dos lminas del c-dice que acompaa a la obra de MuozGlluargo.19 Siempre he tenido para mi que esos actos de Valencia lo privaron de la honra que quera su orden de elevarloal rango de santo.

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  • Como la jurisdiccin se puede delegar y los franciscanos laposean completa, consta que al ao siguiente, 1527, fray Toribiode Benavente, el humilde Motolina de nuestras fuentes, sentenci por blasfemia al conquistador Rodrigo Rangel a un dadescubierto en misa con una vela y nueve meses en un monasterio. 20 Poca informacin ms existe de esta primitiva inquisicin de los regulares.

    Ignoro si fue a propsito, pero todo parece bien pensado. Lacorona espaola envi a Mxico a franciscanos, que tenan vocacin de conversores, como ya se dijo. El primer obispo de Mxicoera tambin franciscano y con una amplia experiencia en la extirpacin de brujeras en las provincias Vascongadas. El "electo",como se lo llamaba, lleg a la Nueva Espaa COnla jurisdiccinepiscopal en 1528. Inmediatamente fray Martn de Valencia ysus compaeros le cedieron, porque le tocaba, la jurisdiccin quepor cuatro aos ejercieron "aunque l la rehusaba" segn diceel documento de cesin.F' En 1535 fue Zumrraga investido delcargo de inquisidor por delegacin. En tal carcter efectu decenasde procesos, muchos ya publicados que son de subido inters. 22El ms conocido es el del cacique don Carlos de Tezcoco queculmin con su muerte en la hoguera el ao de 1539. Z3 Sabidoesto por el rey fulmin una cdula en que' reprobaba lo actuadopor Zumrraga, deca que ya que la vida no se le peda devolverse devolvieran los bienes a sus deudos y prohiba la pena mximaa los indios por ser "plantas verdes" en la fe.24 Esta cdulasalv para lo sucesivo a los indios de la muerte por cuestionesde religin .cristiana.El siguiente y tercer captulo de la jurisdiccin toc al visi

    tador Tello de Sandoval, quien entre 1544 y 1547 ungi comoinquisidor apostlico y realiz diversos procesos.F Tcitamentese le quit a Zumrraga esa funcin, si bien no se le restaron susfacultades jurisdiccionales episcopales.

    Entre 1548 y 1569 la jurisdiccin revirti a los ordinarios, puestoque no hubo nombramientos de inquisidores del Santo Oficio.Poco se sabe de los procesos en esos aos. De cua-lquier manerano qued abolido el texto de la bula Omnmoda, por la cual

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  • los evangelizadores en sitios sin obispo podan ejercer esta facultad. Entre 1561 y 1565 fray Diego de Landa hizo procesos enYucatn que condujeron a graves denuncias sobre su personaque logr desvanecer en Espaa amparado en la dicha bula. 26Hasta donde se sabe los misioneros en tierra sin obispo, comoes el caso de los jesuitas en Baja California en el siglo XVIII,ejercieron la jurisdiccin (10 que, por cierto, atemorizaba alilustrado Hegel).Tras muchos titubeos la corona espaola resolvi en 1569 res

    tablecer la Inquisicin en los territorios americanos.F' El propsito central tena que ver ms que con otra cosa con lapersecucin de los viejos delitos de hereja y apostasa quetradicionalmente eran su objeto dado que se estaban colandohacia las colonias en el intento de evadir los tribunales del ViejoMundo, como ms tarde se demostr ampliamente. Poco despusde la creacin del Santo Oficio para Amrica prohbe el reyexpresamente entender en causas de indios y preserva la autoridadde los ordinarios. 28 A partir de entonces, tanto para lo civilcomo para 10 eclesistico, la Nueva Espaa qued definitivamente dividida en dos repblicas, la de indios y la ele espaoles(que inclua por cierto todo tipo de europeos, criollos, mestizos,negros, mulatos, etctera). 29

    Por consiguiente, a partir de 1571 en que se establece formalmente el Santo Oficio de la Inquisicin en Mxico, se tienendos tribunales de fe hasta 1820, en que extinto definitivamenteel primero, los ordinarios publicaron edictos proclamando quehaban recuperado la jurisdiccin completa. 30Tenemos, pues, ante nosotros una institucin muy viva que

    surge en 1548 y desaparece -si es que ha desaparecido formalmente- apenas ayer. A su estudio vale la pena dedicarse.

    NOTAS

    1Guillermo Cspedes del Castillo, Amrica hispnica (1492-1898).Barcelona, Editorial Labor, 1983, 526 p., en Manuel Tun de Lara, Historia de EiSpaa, 10 V., VI, p. 241. La frase es como sigue: "Por si algofaltaba para intensificar el cambio, fue establecida la Inquisicin en las

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  • colonias de Castilla a partir de 1571, gracias a Dios sin jurisdiccin sobrelos indios."

    2 Se citan algunos de stos en la nota 30.o Antonio Camn, "Indios clebres de la Repblica Mexicana o biogra

    Has de los ms notables qne han florecido desde 1521 hasta nuestros das"(1860) en Anastasia Zerecero, Memorias {Jara la historia de las revolucionesen Mxico, Mxico, Imprenta del Gobierno, en Palacio, 1869. II-604 p.,p. 485-493.

    4 Joaqun Carcia Icazbalceta, Carta a Jos Mara Vigil aclarando unproceso de la Inquisicin en el siglo XVI. Mxico, Jos Porra e Hijos,1939, 32 p. La carta est fechada el 31 de mayo de 188S. Dice ahclaramente el autor: "De las causas de los indios conoca el Ordinario, pormedio del Provisor de Naturales, quien solfa celebrar tambin (ms adelante)sus autos de fe en que generalmente slo aparecan reos de bigamia o dehechiceras y la pena era, por lo comn, de azotes. Desde el caso quemotiv la inhibicin [el del cacique don Carlos de Texcoco] jams fuequemado indio alguno por causa de hereja ni por otra ... "

    Richard E. Crecnleaf, "The Inquisition and the Indians of New Spain:a Study in [urisdictional Confusin", The Americas, v. XXII, octobcr 1965,nm. 2, p. 138-166.

    G Richard E. Creenleaf, "The Mexican Inquisition and the Iudians:Sources for tre Ethnohistorian", The Americxms, v. XXXIV, [anuary 1978,nm. 3, p. 315-344.

    7 Sobre estos aspectos vase la clsica obra de Ilenry C. Lea, Historia dela Inquisicin esoaola. Traduccin de Angel Alcal y Jess Tobio; ediciny prlogos de ngel Alcal. 3 v. Madrid, 1983, v. 1, caps, I-I1I.

    8 Robert Ricard, La "conquie sPirituelle" di: Mexique. Essai sur l'apostolat et les mthodes missionnaires eles Orclres Ivlencliants en NouvelleEspagne de 152324 a 1572. Pars Universit de Paris, Institut d'Ethnologic, 1933. xxA04 p. ils.

    9 Pierre Duviols, La destruccin de las religiones andinas. (Conq1lista ycolonia). Traduccin de Albor Marucnda, Mxico, Universidad NacionalAutnoma de Mxico, Instituto ele Investigaciones Histricas, 1977, 480p. (Serie de Historia General, 9).

    10 Vase por ejemplo L. Bouyer, Diccionario de Teologa. Barcelona,Editorial Herder, 1983. 580 p., 313-314.

    11Ibidem, p. 86-87.'12 Biblia de Jerusaln. Bilbao, Desdee de Brovwer [1981 J, Mateo 28:

    "Por su parte, los once discpulos marcharon a Galilea, al monte que [essles haba indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.Jess se acerc a ellos y les habl as: 'Me ha sido dado todo el poder enel cielo V en la tierra. Id, pues, y haced discpulos a todas las gentes bautizndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo, yensendoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aqu que yoestoy con vosotros todos los das hasta el fin del mundo'."13Jacques Laaye, Quetzalcatl y Guadalupe. La formacin de la conciencia nacional en rvIxico. Prefacio por Octavio Paz. Mxico, Fondo deCultura Econmica, 1977, 484 p. Un excelente resumen del tema en la

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  • obra anterior a la de Lafaye de Alfredo Lpez Austin, Hombre-dios. Religi6ny poltica en el mundo nhuatl. Mxico, Universidad Nacional Autnomade Mxico, Instituto de Investigaciones Histricas, 1973, 212 p. (Serie deCultura Nhuatl, monografas 15). Para conocer el colofn de tan extravagante tesis debe verse Servando Teresa de Mier, Obras completas. Elheterodoxo guadalupano, con el luminoso estudio preliminar y seleccinde textos de Edrnundo O'Corrnan. 3 v. Mxico, UNAM, Coordinacin deHumanidades, 1981. (Nueva Biblioteca Mexicana, 81-83).

    Muoz, El clero secular y la evangeli:wci6n de la Nueva EspaJla. AcademiaMexicana de la Historia. Mxico, Universidad Nacional Autnoma deMxico, Coordinacin de Humanidades, ],987. 66 p.

    16 Juan Antonio Llorcnte, Historia crtica de la Lnquisicion en Espai'a.Pr1. de J irnnez Lozano, 4 v. Madrid. Hipcrin, 1981. v. Il, p. 160-162.

    17 Transcribo de este texto capital del problema de la jurisdiccin eloriginal latino que proporciona fray Cernimo de Mendieta, Historia eclesistica indiana. Edicin por Joaqun Carca Icazbalceta. Mxico, AntiguaLibrera, 1870. XLVI790 p.. p. 192-193. "Et insnper, ut mehus braelataconrersio infidelium [ieri valeat, et saluii animarum ommum in praefatisterris Indorum pro tempere degentium provideatllI, volumus, et tenore prcesentillm ele plcmitudine potesioti: conceelimus, ut praefati praelati fratrum, etalii quibus ipsi de [ratribus suis in dictis Inrliis commorantibus, duxerintcommitelldltm, in partibu in quibus nondlt11l [uerini Eoiscobatus creaii(el si [ueru tomen inira d1lartt1n clietarw11.s(Jatillm ipsi vei oiiicialeseorum inveniri minime possint) tam quoad [ratres SitOS et alios cuiuscumqueordinis qui ibdem [uetint ad hoc opu deputati, ae super Indos ad. [ulernChristi conversos, quam et alios cristicolas, ad dictum opus eosdem comtan/es, omnimodam auctoritatem nostrain in uiroque foro habeant, ianlamquantam ipsi et per eos tlebutati de [ratribus slIis, l)t dictum est, judicaverintopportrmam et expedtentem {no conversone clictoTILm Indorum, et manutentione ac profectlt illorum et aliorum {naeiatotum in fide caiholica etobedieniia sanciae Romanae Ecclesiae; el: quod braelata aucioritas extendaturetiam ouoad omnes actus e/Jisco(Jalesexerce11(los, qui non requirunt ordirwmetnscopalem, donec per Sedem apostolicam alilld [uerii ordinatum" Apareceas tambin en Francisco Javicr IIernez S. J., Colecci6n ele bulas, brevesy otros documentos relativos a la Iglesia de Amrica y Filipinas. 2 v . Bruselas, Imprenta de Alfredo Uromant, Impresor-Editor, 1879, v. 1, p. 382-384,pero en su traduccin castellana se habla de la "omnmoda potestad yautoridad" (p. 385).

    is Es obvio que la facultad inquisitorial de Jos doce primeros es pordclegacin de quienes la ejercan en Indias, puesto que no se conoceautorizacin expresa directa ele! inquisidor general espaol. Aparte de losjuicios que consta llevaron a efecto, la fuente es fray Antonio de RernesalO. P., Historia general de las Indias Occidentales y particular de la gobernaci6n de Chiapa y Guatemala. Edicin y estudio preliminar por CarmeloSenz ele Santa Mara S. J. 2 v. Madrid, Ediciones Atlas, 1964-1966.(Biblioteca de Autores Espaoles, 175, 189.) En el libro n, cap. II, p. iz;

    14 Bouyer, op. cit., p. 324327.15Algo se anticip en la "Respuesta" al discurso de Guillermo Porras

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  • dice: "Cuando el ao 1524 pas a Mxico el padre fray Martn de Valencia,con sus religiosos de San Francisco, an no era muerto el padre fray Pedrode Crdova, y as por la autoridad de inquisidor que tena le hizo comisarioen toda la Nueva Espaa, con licencia de castigar delincuentes en ciertoscasos, reservando para s el inquisidor el conocimiento de algunos ms graves,porque aunque el padre fray Martn de Valencia traa grandes privilegiosdel Papa Len X... en materia de cosas tocantes al Santo Oficio de laInquisicin no traa en particular breve, ni privilegio alguno, ni ordendel inquisidor general de Espaa." Ampla la informacin fray AgustnDvila Padilla O. P., Historia de la fundacin y discurso de la Prol"inciade Santiago de Mxico, de la orden de Predicadores. Prlogo de AznstinMinares Carlo, 3a. cd. Mxico, Editorial Academia Literaria, 1955XXVlII66028 p. lib. I cap. XII, p. 41-42: "Y como los que son de Dios conoceny aman ms a los que lo son, era muy amado el santo del bienaventuradopadre F. Martn Valencia, Guardin de S. Francisco de Mxico. Con sereste padre varn eminente en toda virtud, estimaba tanto la del gran frayDomingo de Bctanzos, que le pareca que donde F. Domingo de Betanzosestaba todos haban de callar, y donde viva todos le haban de obedecer:y en las cosas de gravedad y enseanza darle conocidarnente las ventajas.Es propio de los humildes sentir de s bajarnente y estimar a todos, sintindolos por ms dignos de la honra que a s mismos. No le pareca al santoGuardin que estaba en su lugar el oficio que administraba de Comisariode la Inquisicin por autoridad Apostlica: y s estaba porque mereca elsanto dignidades mucho mayores. Comenz a tratar consigo y con susfrailes, que procurase, admitiese a que este oficio el buen F. Domingo deBetanzos. No haba entonces Obispo en esta tierra, y por una bulade Adriano VI, tena los casos Episcopales, y comisin Apostlica paralos del Santo Oficio de la Inquisicin el prelado de San Francisco, condeclaracin del mismo Pontfice que la pudiese dejar al prelado de la ordende pred icadores, que en esta tierra asistiese ... y favorecindose para esto delas palabras de la bula por donde usaba este oficio, y del deseo de laciudad quc peda lo mismo, hubo de concluir su intento, quedado el bendito F. Domingo de Bctanzos con el oficio." Ver Joaqun Carca Icazbalceta, "Autos de fe celebrados en Mxico", en sus Obras. 10 v. Mxico,Victoriano Ageros, 1896. v. 1, p. 271-275.

    19 Garca Icazbalceta en su texto citado en la nota anterior (p. 275)refiere haber tenido a la vista un "antiguo manuscrito de Tlaxcala" porel que se saba que Valencia "daba sentencias capitales". Aunque no parecaclaro si fueron tres o uno los ajusticiados por el comisario franciscano,nuestro autor se inclina "a lo ms favorable" que es que slo relajal brazo seglar a uno.

    En la reciente y meritsima edicin que ha hecho Ren Acua del textode Diego Muoz Camargo, Descripcin de la Ciudad y provincia deTlaxcala de las Indias y del mar Ocano {Jara el buen gobierno y ennoblecimiento dellas. Edicin facsimilar. Mxico, Universidad Nacional Autnomade Mxico, Instituto de Investigaciones Filolgicas, 1981. 48 [556], p. ils.aparece en el f. 261 vto. el ahorcamiento de un cacique tlaxealteca porreincidencia en idolatra y en el f. 262 vto. el de cinco "caciques muy

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  • principales" y una "mujer seora de aquella tierra" por apostasa. Aparecentambin des quemadas por "pertinaces". En la lmina se lee sobre losahorcados "quntlatique", que viene a significar quc, seguramente despus,"los quemaron".

    20 La breve sentencia fue publicada por Mariano Cuevas S. J., Historiade la Iglesia en Mxico. 5 v. 5a. ed. Mxico, Editorial Patria, 1946-1947.ils., v. I, p. 248. Se reproduce tambin en fray Toribio de Benaventeo Motolina, Memoriales o libros de las cosas de la Nueva Espalia y delos naturales de ella. Edicin por Edmundo O'Corrnan. Mxico, UniversidadNacional Autnoma de Mxico, 1971. CXXXIl-592 p., p. 43l.

    2l "Carta de fray Martn de Valencia y otros religiosos al emperador",Tehuantepec, 18 de enero de 1533 en Salvador Escalante Planear te, FrayMartn de Valencia. Mxico, Editorial Cosso, 1945. 300-XVIIl p., p. l-XI.Es obvio que la resistencia de Zumrraga a recibir la jurisdiccin eclesistica provena de que era slo obispo electo. Entre 1533 y 1534 acudia Espaa donde se consagr y adquiri adems la jurisdiccin inquisitorial.El ttulo de inquisidor le fue dado por don Alonso Manrique, arzobispode Sevilla e inquisidor general, en la ciudad de su sede el 27 de junio de153;. Joaqun Oarca Icazbalceta, Don fray Juan de Zumrraga, primerobispo y arzobispo de Mxico. Edicin de Rafael Aguayo Spencer y AntonioCastro Leal. 4 v. Mxico, Editorial Porra, 1947. (Coleccin de EscritoresMexicanos, 41-44) v. III, p. 71-73.

    22 Luis Conzlez Obregn, Procesos de indios idlatras y hechiceros.Mxico, Archivo Ccneral de la Nacin, 1912. VIII-268 p. Los procesosabarcan las fechas 1536 a 1547.

    23 Luis Conzlcz Obregn, Proceso criminal del Santo Oficio de laInouisicuni y del fiscal en su 110mbre contra don Carlos, indio principalde Tezcoco, Mxico, Eusebio Gmcz dc la Puente Editor, 1910. XIV, 94 p.

    24 Garda Icazbalccta, Don fray Juan de Zumrraga ... IV, 65-89 transcribe un inventario de papeles del Cabildo de catedral hecho en 1746. Laentrada no. 76 dice: "Otra carta elel ... seor inquisidor general reprendiendo al ilustrsimo seor Zumrraga por haber hecho proceso contraun indio cacique por idlatra y haberlo sentenciado a muerte y quemdolo;fecha en Madrid a 22 de noviembre de 1540." La cdula real de represinse encuentra en el mismo v. IV a p. 172-173 Y est fechada en Madrid el22 de noviembre de 1540.

    2;; El poder de inquisidor a Francisco Tcl10 de Sandoval para ejercerlosobre "cualquier persona" en la Nueva Espaa fue dado por Juan Tavcra,arzobispo de Toledo e inquisidor general en Valladolid el 18 de juliode 1543. Se reproduce en Vasco de Puga, Cedulario de la Nueva Espaa.Estudio introductorio por Mara del Refugio Conzlez. Ed. facsimilar.Mxico, Centro de Estudios de Historia de Mxico Condumcx, 1985:LVIII p. + 213 f., f. 97 r. Richard E. Creenleaf, La Inquisicin en NuevaES{JaliaSiglo XVI. Traduccin ele Carlos Velds. Mxico, FCE, 1981, 246p., p. 85-92, sc ocupa de los juicios incoados por Tello.

    26Vase el riqusimo libro ele France V. Scholcs y Eleanor B. Adams,Don Diego Quijada, alcalde mayor de Yucatn. 1561-1565. 2 v. Mxico,

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  • Antigua Librera Robredo de Jos Porra e Hijos, 1938. (Biblioteca HistricaMexicana de Obras Inditas, 14-15.)

    27 Jos Toribio Medina, Historia del Tribunal del Santo Oficio de laInquisicin en Mxico. Ampliada por Julio [irnnez Rueda. Mxico, EdicionesFuente Cultural, 1952. 450 p., p. 33-34. Greenleaf, La Inquisicin ... ,p. 168-169.

    28 La creacin del Santo Oficio se dio en cdula de Felipe II en elPardo 25 de enero de 1569. Recopilacin ... lib. 1, tit. XIX, leg. 1. Ams de este texto se emitieron unas Instrucciones que, hasta donde s,permanecen inditas en el Archivo Histrico Nacional de Madrid. Uno desus puntos dice as: "Itern se os advierte que en virtud de vuestrospoderes no habis de proceder contra los indios del dicho vuestro distrito,porque por ahora y hasta que otra cosa no se os ordene, es nuestra voluntad que slo usis ele ellos contra los cristianos viejos y las otras personascontra quien en estos reinos de Espaa se suele proceder ... " En JoaqunPrez Villanucva y Bartolom Escandell Bonct (dirs.), Historia de laInquisicin cm Espaia y Amrica. Madrid, Biblioteca dc Autores Cristianos,Centro de Estudios Inquisitoriales, 1984. XXX-1548 p. Este mandamientoen p. 717 y 727-728. Se hacc expreso quc la jurisdiccin sobre indiostoca a los ordinarios en la IZecopilacin ... lib. VI, tit. 1, leg. 35. Unintento muy tardo de la Inquisicin espaola (1767) por intervenir encausas de indios so pretexto de un indio cura solicitante y el dictamennegativo del arzobispo primado de Toledo Lorenzana (1773) puede verseen Roberto Moreno, "Dos documentos sobre el arzobispo Lorenzana ylos indios de Nueva Espaa", Hist6ricas. Mxico, septiembre-diciembre 1982,nm. 10, p. 27-38.

    29 Un resumen muy ejemplificador de este problema en Roberto Moreno,"Los territorios parroquiales de la ciudad arzobispal: 1524-1974", GacetaOficial del Arzobispado de Mxico, 7a. poca, v. XXII, septiembre-octubrede ]982, nms. 9-10, p. 151-182.

    30 En un trabajo ms extenso en preparacin me ocupo de diversosaspectos de! Provsorato: su funcionamiento jurdico y administrativo, delitos perseguidos (amancebamientos, idolatras, supersticiones, hechiceras,por su mayor parte); pen~lS impuestas (excepto la capital aunqu:: s lacrcel perpetua); autos pblicos ele fe; cerezas y otros signos de vergenzapblica y todo lo dems. Son casi idnticos a los del Santo Oficio. Tambintrato de los presuntos problemas de jurisdiccin entre ambos tribunales.

    Para e! procedimiento debe remitirse, entre otros, al clsico de Gonzalode Balsalobre Relacin autntica de las idolatras, supetsticiones, vanas observaciones de los indios del obispado de Oaxaca. Y una instruccin y prctica _.. para el conocimiento, inquisicioti y extirpacin de dichas idolatrasy castigo de los reos. Mxico, Viuda de Bernardo Caldern, 1656. 22 f.

    Como un ejemplo de causa normal cn su procedimiento pero anmalaen su objeto a principios del siglo XVITI, vase Roberto Moreno (ed.),"Autos seguidos por el provisor de naturales del Arzobispado de Mxicocontra el dolo del Gran Nayar, 1722-1723", Tlalocan, Mxico, 1985,V. X, p. 377-477.

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  • Salvador Daz Cntora

    PREMBULO

    Hallazgos conceptuales

    Nos ha dicho el doctor Georges Baudot, desde el principiode su conferencia, que Nezahualcyotl es "el poeta elel cerca

    Muy bien. Pero a Nczahualcyotl, contina, "para hacerloms maravilloso an, se le inventaron textos. Los franciscanosson en parte responsables por haber visto en los conceptos deTloque Nahuaque un acercamiento, en cierto modo, a unmonotesmo que les poda parecer simptico" (ib., p. 83).

    El profesor tolosano inicia su docta disquisicin: nos va ahablar de Nezahualcyotl (conferencia publicada en la revistaZenzontli, nmeros 2-4, abril-julio de 1986).

    No habr venido a Jalisco especialmente para esto, porque Estan difcil hablar de Nezahualcyotl! Es decir, hablar de lsin que todo lo que digamos sea una mera repeticin. Son tantoslos libros que circulan sobre la vida y milagros de aquel rey deTetzcoco!

    y del junto"; se refiere, claro, a la omnipresencia de Dios, TloqueNahuaque, que es, asegura, "el ltimo de los hallazgos conceptuales" del poeta en cuestin (ib., p. 78).

    Con tal comentario, el mismo Baudot suscita la duda, enquien no la tuviera, de si el "hallazgo conceptual" ser deNezahualcyotl o de los frailes. Si es del primero, el acercamientoes autmatico y salta a Jta vista, puesto que Dios, en palabrasde San Pablo, "no est lejos de cada uno de nosotros" (Hechos,

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    DE VIEJAS PLTICAS Y SERMONESDOS ENSAYOS DE CRTICA FILOLGICA NAHUATL

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  • 17, 27). Cul sera entonces la tal responsabilidad de losfranciscanos? El dueo del cerca no necesita efectuar nign acercamiento hacia el que no est lejos. Si es invento de los franciscanos, se nos cay en gran parte la materia de la conferencia.

    Volviendo a nuestro tema, a quin se debe el "hallazgoconceptual" de que nos habla el doctor Baudot? Slo una crtica

    Ni leen, ni escriben, ni piensan del mismo modo todas laspersonas (gracias a Dios), pero si por eso la crtica textual deGaribay ha causado dificultades, cualquier otra ha de causarlas,pues la razn aducida, es de creer que persistir para siemprejams.

    En una divergencia de lecturas, la cosa es ver quin est enlo correcto. Me gustara que el doctor Baudot hubiera dadoalgn caso especfico, demostrando que la dificultad la hayacausado Garibay.

    Me quedo, pues, en las mismas can esta conferencia, a lolargo de la cual el doctor Baudot "lea directamente en nhuatl"

    Por lo dems el doetor Baudot, hablando de "la palabrapotica", nos dice que "es el Verbo hecho carne" (ib., pp. 78-79,subrayado mo). Parceme ste un mucho ms violento acercamiento que el anterior, que trae de los pelos un concepto jonicodonde no encaja para nada, y an as se atreve a hablar deresponsabilidad de los franciscanos.

    Garibay y el establecimiento de textos

    textual sumamente depurada y acuciosa podra decidirlo; pero,nos dice el conferenciante, "el establecimiento de textos queinici el padre Garibay ha causado dificultades, porque no todaslas personas leen del mismo modo" (ib., p. 84).

    Lo que s me atrevo a elecir es que, por lo que hace al establecimiento de textos de poesa nhuatl, no hemos avanzadomucho, y es materia sta que hoy mismo queda casi en el puntoen que Garibay la dej al morir.

    Baudot lee nhuatl?

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  • Cosas suyas he ledo que no suponen, ni con mucho, un'tan ntimo y profundo conocimiento. En las pginas que siguenpodr ver el lector la forma personal (en extremo, acaso) en

    13 y 15, respectivamente, de los Estudios de cultura nhuailde la UNAM.

    l. SOBRE UN IIUEHUETLATOLLI ANNlMO

    presenta no tiene, ni por asomo, los quilates que se acostumbraban en el siglo XVI, y lo que dice arguye una competencia, enmateria de lengua nhuatl, muy inferior a la usual entre losmisioneros en aquella poca.

    Infierno o cielo?

    Pero vengamos ya a la lectura de dicho huehuetlatolli. Loprimero que sorprende, en el prrafo b), es esta curiosa frase:

    los regios poemas, bien o mal establecidos, "para luego traducirverso por verso" (ib., p. 67, nota 3). Y eso es algo que meha sorprendido, porque no tena idea de que el doctor Baudotsupiera tan bien la lengua de los nahuas.

    que lee Baudot los textos en nhuatl. Me servirn para aclarareste punto, su edicin de un huehuetlatolii annimo, y la dedos sermones del padre Sahagn, que aparecen en los tomos

    Hay algo que no entiendo muy bien en la presentacin que Baudothace del huehuetlatolli. Por una parte, dice: "Despus de editarlo y traducirlo, nos dimos a la evidencia. Estbamos en presencia de un legtimo huehuetlatolli ... ", etctera (ECN, 13, p. 70).

    Entiendo, por la primera persona en que habla, que l 10 hatraducido. Pero ms adelante se lee: "Dejemos, pues, paso altexto y a su antigua traduccin que, tal como se conservan, salenpor primera vez a la luz pblica" (ib., p. 72). En qu quedamos;Baudot tradujo o no tradujo? En todo caso, me inclino por suafirmacin inicial; el estilo de la traduccin que el tolosano

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  • "De modo que ves que el infierno existe en todas partes en elcielo, y por el mundo" (op. cit., p. 75). El doctor Baudot nos hadicho en la introduccin (ib., p. 71), que este texto es uno deaquellos que "algunos misioneros pensaban poder utilizar conmiras evangelizadoras". '

    No veo cmo una doctrina como la de que el infierno existeen el cielo, pudiera tener nada recomendable para la evangelizacin. Pero si vamos al texto no encontraremos ni siquieraesbozada la tesis, pues simplemente dice (intercalo mi versin) :

    do todo es tierra tenochca); vea, en fin, en ese espejo, a losgobernantes de antao, gue ya estn en el otro mundo, arribao abajo segn sus mritos.

    Tal es la letra del texto en ese pasaje, gue he glosado unpoco para quien no haya tratado con asiduidad ese tipo deliteratura. Pero all no se encuentra nada de gue exista infiernoen el cielo.

    Pasemos a otros detalles. Vamos a analizar ahora una figuraretrica favorita de la poesa nhuatl; Garibay la ha llamado

    inic oncan tontlachixticacon l 1 ests contemplando all

    in quenamican, in mictlan, in ilhuicacen donde se est de algn modo, en la regin de los muertos,en el cielo,inic tonitzitica in nohuian in cemanahuacconl ests viendo a todas partes del mundo,

    Este discurso es una instruccin poltica impartida a un jovengobernante, y lo del espejo que viene siendo la alocucin misma,es manida imagen para cualquiera: vase el gobernante en elespejo de esa instruccin, para saber si acta bien o mal; vea enl la magnitud de su responsabilidad que se extiende por el mundo(no tanto en realidad, diramos, pero as era el concepto imperialista de aquel gobierno; recurdese la frase gue leemos en elMuseo de Antropologa, Cemanahuac Tenochcatlalpan: El mun

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  • DIFRASISMO, y equivale a un modo de la clsica endadis, o seaexpresin de un solo concepto con dos nombres coordinados.

    "Proteger", opuesto a "asalariar"

    Dando Baudot las cosas "tal cama se conservan" (pues desconfa del establecimiento de textos) traduce en consecuencia:

    El difrasismo in iztli in itlan lo traduce Baudot como "su uay su vientre". En realidad es ua y diente (tlantli); en cambio,vientre sera ite. In iieiya in itcuaya significa para l comida;es, en cambio, bebedero y comedero, y ese locativo iteiya(n) esimportantsimo, pues que la bebida del dios era nada menosque nuestra sangre. La simple comida se dira itlacual, noitquaya(n) (ib., p. 77).

    Cuix ahmo nican nica nimonantzinNo estoy acaso aqu yo, tu madre?cuix ahmo nocehualotitlan necauhyotitlan in tica?No ests a mi amparo y abrigo?

    Tradzcase "a sueldo mo" en el segundo miembro, segnentiende Baudot, y se habr dado al traste can toda piedad ypoesa, al convertirse el hijo en mercenario.

    Mocehuallotzinco in necauhyotzinco in mocallaquia, que significa literalmente "se ponen a tu sombra", pero segn la imagen, "a tu amparo, bajo tu abrigo", lo vierte Baudot mala yrudameente como "se ponen a sueldo" (ib., p. 79). En la relacin delas Apariciones, leemos esta frase en el pasaje en que pregunta N uestra Seora:

    Cuando aparece otro difrasismo, in huel iyeyeya(n) in huel imamanian, es decir, "donde algo est bien, en su sitio", simplemente se lo brinca Baudot. 2 Otro difrasismo muy usual,in cententli in cencamatl, literalmente "un labio, una boca"; en sentido figurado, "unas breves palabras", aparece corrupto en eltexto como in centahtli in cencamatl.

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  • Desvirtuando una estampa clsica

    Vase la siguiente descripcin clsica de la infancia (intercalomi traduccin):

    y vase ahora cmo Baudot la deforma lamentablemente en sutraduccin: "Todos corren por todos lados, hacen mil diableras,juegan con la tierra, renen restos de lodo y andan por lasbasuras y por el monte." As, huilana, que es arrastrarse o gatear,para Baudot es correr; cozolli, que es la cuna (una cedilla que

    (ib., p. 83).

    Miserables "enjoyados"

    Unos renglones ms abajo, el annimo orador, describiendoa la gente que est en la miseria, dice:

    In moquequetza in mohuilanaLos ociosos, los que gatean,in tlallololohua in tlapalnechicoalos que hacen bolas de tierra y juntan tepaIcates,in cozolco in cuahuic onoclos que se acuestan en cuna y tabla,

    est dems en el texto bajo la C inicial, pudo desorientarlo),se transforma en basura; y el monte (que en todo caso seracuauhtla, no cuahuic) y las diableras, y esa generalizacin (todos,Por todas partes), adulteran en exceso el proverbial pasaje

    "Ya que eres a la vez su padre (tahtli) y su boca"; mal desdeluego por meter el verbo sustantivo, pues el texto ni dice nipodra decir que alguien sea unas breves palabras, que es, repetimos, lo que significa la expresin que Baudot imagina.

    in imiztzitzin quitlancuatinemiSe andan mordiendo las uas con los dientes,

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  • Pero Baudot traduce: "Andan atormentados, van a revestirjoyas en el lugar de los que comen, en el lugar de los nobles,as es al lado de la casa que est cerca del muro de piedra."

    locativo; es el lugar en que abundan las piedras grandes yredondas.

    "Aguila" o "manito"?

    in imatzin quimocozcaitinemicon las manos [colgadas] como collar

    in techinantitlan in tecaltechpor los muros, por las casas.

    in tecuatlan in tetzontla,por las piedras, por los tezontles,

    No hay ms que leer collar, y Baudot manda a los pobresdesharrapados "a revestir joyas"! Lee la slaba cua en tcuatlan,ycomo hay un verbo cua, comer, hace sin ms, de los riscos,fonda!Con una etimologa tan rudimentaria, si dondequiera que aparezcacua hubiera de ser comer, el bautismo, tecuatequiliztli,sera el hechode comerse a alguien con trabajos (cua, comer; tequitl, trabajo).Muy al contrario, la palabra del texto se compone de te(= tetl, piedra), cua (= cuaitl, cabeza) y tlan, terminacin de

    En cuanto a los nobles de que habla Baudot, no los veo porninguna parte en el pasaje analizado. Existe un difrasismo,ttzon, tizti, literalmente, cabello, ua de alguien, que se aplica alos nobles; en tal caso la slaba t es el pronombre posesivo indefinido (Olmos, p.21).3 Pero fuera del difrasismo, en la palabra tetzontlisola,esa slaba te no es, de nuevo sino tetl, piedra, apocopada para composicin (Olmos, p. 64).

    La breve respuesta del nuevo cacique al viejo retrico, empiezay acaba con la palabra nicauhtzin, que Baudot traducecomo"Oh mi venerable guila (guerrero)!" (ib., p. 86). Ello no es

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  • Ahora bien, ese no posesivo puede perder la o final si elsustantivo que sigue empieza con vocal (Carochi, p. 410); entonces la i del ni en nuestro caso debe pertenecer a dicho sustantivo,

    Endadis transformistas

    posible, por dos razones: el posesivo mi es en nhuatl no, antesde consonante (sera c en el caso), y aqu leemos ni; y guilaes cuauh(tli), no cauh(tl), como aparece en ambas ocasiones.

    y as es: se trata de la palabra icauh(tli), hermano menor.Nicauhtzin es, entonces, "oh, hermanito mo"; la partcula tzin esaqu simplemente signo de "disminucin o ternura de amor", comodeca Olmos (p. 59), que mal podra decirse venerable al hermanito.El ser menor es cosa de jerarqua, por cuanto el rey es mayor que todos.

    De hecho, este nicauhtzin, hermanito, es el precedente delmanito, manita, que no son sino afresis del diminutivo espaol,yque usamos independientemente de toda consanguinidad ominora.Una mujer de treinta aos le puede muy bien decir

    Una nota suelta: (in)topco (in)petlacalco, literalmente "enbolsa y en petaca"; en sentido figurado, "en secreto, en lo escondido", no s por qu lo traduce Baudot, las dos veces que ocurreenla p. 87, cama "en la caja, en la casa del jefe". Ningn jefeocurre para nada en esta expresin.

    "manita" a una su amiga de cuarenta. Slo que entre los indiosla cosa iba ms lejos, y se le poda decir nicauhtzin, "manito",hasta al padre o a un superior (cfr. para este ltimo uso, ejemploscn Brandt Cardner, Analyss of Classicd. Nahuail. Kinship Terminology, en ECN 15, p. 114).

    Ca niccuiz ca nicanaz, "tomar, coger", que es otro difrasismomuy comn, lo traduce Georges Baudot como "habra caminado,habra apartado algo" (ib.).Si caminar es nehnemi; apartar, icuania, no comprende unocmo se puede equivocar el traductor francs en esa forma, pueslas palabras no se parecen en nada. Y los mismsimos verbos ana

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  • "Paternidad", no "ignorancia"

    y cu, slo que en presente, en la expresin ca niccui canicana,con la z del futuro de menos, ya quieren decir para Baudot,unaslneas abajo, "recobro mi vigor, ando convaleciente".

    La frase ca huel noxillan huel notozcatlan nicnaquiliz, quequiere decir, "lo meter en mis entraas y en mi garganta"; figurado, "lo guardar, lo conservar", pues aquellas partes anatmicas designan por difrasismo el interior, lo traduce el nahuatlatofrancs como "con mis entraas, con mi voz doblar el castigo que me voy a imponer" (ib.).

    y ntese que "doblar", "castigo", "imponer" son tres verbos queestn todos por la palabra nhuatl aquilia, que es simplemente "meter". Aqu si desbordse totalmente la fantasa deltolosano. Lo que dice el nuevo gobernante que va a conservares, desde luego, el discurso que acaba de or. Pero no hay nadade penitencias dobladas,

    Dependientes de los verbos cui y ana, que hemos visto, vienenadelante en el texto, entre otras, estas expresiones: in nayotl in tayotl, quen quimonequiltia in toteo,(ib.); es decir: "Asumo,recibo, ... la maternidad, la paternidad, comolo quiere nuestro dios", pues que el rey era como padre y madre delos sbditos (el paternalismo que dicen ahora). Baudot traduce:"Ignoro y t ignoras hasta qu punto los hombres desean a nuestrodios para ellos."Me figuro que tom el traductor tolosano la n de nayotl y

    la t de tayotl como semipronornbres conjugativos ni, ti, con lavocal elidida ante la vocal que sigue. Pero ayotl no tiene nadaque ver con "ignorar". Nayotl, tayotl, tomando las primerasletras como scmipronornbres, quiere decir "yo soy, t eres unatortuga" (ayotl), pues los semipronombres conjugativos antepuestos a nombres equivalen al verbo sustantivo (Carochi, p.414-). Sinceramente, no creo que sea tal el caso aqu.

    En fin, que nayotl tayotl sean maternidad y paternidad, y no

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  • "sentarse". All el error ser anotar que todos se sientan juntoal nio Dios, cuando el sentado en el texto nhuatl es precisamente este nio, y slo l.

    ignorancia, puede verse en el mismo Carochi, p. 455. En cuantoa quimonequiltia, es simplemente "quiere", en reverencial. Analicmoslo: qui: signo de transitivo del verbo (Olmos, p. 19); mo,signo de reflexivo aparente (Olmos, p. 161); nequi, el verbo"querer"; ltia, terminacin del reverencial (Olmos, p. 162).

    El difrasismo ca otiquixtlauh ca oticpopouh, que quiere decir"has pagado, has dado cuenta", lo vemos traducido de modo taninexacto como cursi "has sido entregado, has amado mucho"(ib.).4

    Un nuevo Cuauhtemoc

    Pasemos de prisa sobre este otro punto. In i(y)atzin, initepetzin es, desde luego, "su agua y su monte", y es uno delos ms comunes difrasismos del nhuatl, pero Baudot traduceel primer elemento como "su nariz". En este caso tendra queencontrarse iyacatzin; que no iyatzin (ib).

    Nos detendremos ms bien, y por ltimo, en la expresin matlaltitech ximohuetzinti. Baudot la traduce como "Ojal cercade la tierra vayas a caer". No san muy buenos deseos que digamospara agradecer al pobre orador que lo haba instruido.

    y como en el texto sigue el icauhtli, que para Baudot es"guila", pues de inmediato decide ste que caiga. Sin duda sehabr acordado de Cuauhtemoc.

    Desde luego, no hay nada de esto, y la traducci6n objetiva essimplemente "sintate en tierra". Por cierto que en la traduccinde los sermones de Sahagn (ECN 15, p. 138) de que en seguidame ocupar, l mismo traducir el verbo (nino) huetzintia por

    Pero volvamos al presente caso. Ma no es slo partcula deoptativo (ojal), sino tambin de imperativo (ver Molina), yen tal forma no ser necesario traducirla (cfr. Carochi, p. 425).La preposicin tech significa no slo "cerca", sino tambin "en"

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  • Vamos a analizar ahora los dos sermones navideos del padreSahagn, y la traduccin que de ellos hizo "personalmente"(ECN 15, p. E8) el doctor Georges Baudot.

    Ineptas "vanidades"

    Pues no hay tal "vanidad" en dichas palabras. Analicemos laltima mencionada para que esto, quede claro: qui, signo de

    (Olmos, p. 176). El sentarse en el suelo es obvia muestra desujecin al soberano, as aqu como en pasajes paralelos de algnotro huehuetlahtolli, por ejemplo el de Juan Bautista (p. 42r).

    II. SOBRE DOS SERMONES NAVIDEOS DEFRA Y BERNARDINO DE SAHAGUN

    A poco de empezado el sermn de la vspera de la fiesta,nos topamos con la forma verbal quimochielitinenca, vertida como"esperaron en vano"; quelehuitinenca, como "desearon en vano", yotros dos casos idnticos a rengln seguido (ib., p. 130).

    transitivo, con la i elidida ante vocal; elehuia, "desear" perdidala a final en pretrito (Olmos, p. 92); ti, ligadura para composicin (Carochi, p. 481); nen, pretrito sin aumento del verbonemi, "vivir" (Olmos, p. 94); ca, terminacin del pluscuamperfecto (Olmos, p. 79). Su significado es "haban vivido deseando" .

    En estas expresiones, el traductor francs ha confundido laforma verbal nen, "vivir", con el adverbio nen, "en vano". Cuandotal adverbio entra en composicin, va antes, no despus de laforma radical verbal. V. gr., nenchihua, "hacer en vano"; nenquiza,"resultar vano algo", y otros ms que en Molina puedenverse.

    Mienquintin tlahtoque, que Baudot traduce como "mltiple palabra" (ib.), es en realidad "muchos seores" (plural irregular; vasetlatoque en Molina).

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  • Una "Iglesia" para el rey David

    Es claro que esto es una barbaridad, ni haba que ser frailepara saber que entonces la Iglesia an no exista. Por el contrario, lo que esto quiere decir es que "David hizo guardar asus hijos lo que ahora guarda nuestra madre la Santa Iglesia".

    David oquinpialtitia in ipilhuan in axcan ipial in tonantzin Sancta Iglesia, es una frase que vemos traducida as porBaudot:"David encomend sus hijos a la guardia de nuestra queridamadre la Santa Iglesia" (ib.).

    Pialtia es "guardar". Y paltitia es su forma compulsiva, o comotambin dicen ahora, causativa, "hacer guardar" (sobre su composicin y formacin, vase Carochi, pp. 424, 432, 465). Sahagnrefirese aqu a cierta semejanza de preceptos de la ley antiguay de la evanglica. Por lo dems, el adverbio axcan, "ahora", loelimin Baudot porque estorbaba a su traduccin.

    Con respecto a la noche en que naci Cristo, dice Sahagn:amo zannen ca quimolnamiquilia in tonantzin Sancta Iglesia,y lo traduce Baudot: "No en vano le dio todo el apoyo nuestramadre querida la Santa Iglesia." De nuevo no puede ser, yaque an no haba Iglesia en aquel momento. La forma verbalquimolnamiquilia no tiene que ver nada con apoyo, ni est entiempo pasado; es el presente reverencial de ilnamiqui, "recordar"(arriba hablamos ya de su formacin); quiere decir, pues: "Noen vano la recuerda", es a saber, recuerda la Iglesia esa santanoche (ib., p. 133).

    Hablando de una profeca sobre la venida del Seor, el nhuatldice: catlamatca nemohuaz, acatl yaoyotl maniz in cemanahuac" 5Baudot vierte: "Que en ninguna parte vivira en paz, que permanecera solo en el mundo." Pero en realidad el sentido es:"Que habra paz, que en ninguna parte del mundo permanecerala guerra" (ib., p. 133). Ya se sabe que el Cristo es el Prncipede Paz, y que no andaba solo, sino rodeado de sus pescadoreselegidos.

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  • Desaires para la raza

    omochiuh que, por boca de Baudot, suena: "Cre al hombre,lo cre parecido a la blancura."

    Si el Cristo vino hace tanto tiempo, se pregunta el orador,cuix no topampa in axcan tinemi?, es decir: "Acaso (lo hizo)tambin por nosotros que vivimos ahora?" Baudot, por su parte,traduce "vivimos ahora por casualidad". Y traduce mal, puestopampa quiere decir "por nosotros" (Carochi, p. 416), y omitecuix, "acaso", y omite la partcula no, "tambin".

    En verdad nos sorprende que verbos tan comunes e indispensables como "recordar" (ver cuatro prrafos atrs en este escrito)y "olvidar" no sepa Baudot traducirlos.

    Pasemos al sermn de la maana de Navidad. El padre Sahagn habla del sol, mostrndolo acaso con el dedo en la capilla

    Pocos renglones abajo leemos: tlacatl omochiuh, iz tohuampo 6

    Pero ni sta es una homila sobre el hexameroti del Gnesis,ni es muy gentil hablarle de blancura a la raza de bronce. Loque quiere decir es: "Se hizo hombre, se hizo aqu como (unode) nosotros." Omochiuh es reflexivo, no activo (Carochi, p.403); tohuampo es "como nosotros" (ib., pp. 487 sq.); de nuevoomochiuh mal entendido como activo unos renglones abajo:taxca omochiuh, "l hizo lo que poseemos", segn Baudot; enrealidad debe ser: "se hizo nuestro" (posesin nuestra).

    Pero ya en la primera lnea de la siguiente pgina (134),omochiuh es "ocurri" (y as s est bien entendido) al referirsea la venida del Seor, como se usa tambin al referirse a cualquier hecho (cfr. latn, fit ui, factum est ut).

    Cristo, despus de tanto tiempo, vuelve a preguntar el orador,cuix otechnotlacalhuili o sea: "acaso nos ha olvidado?" Eltraductor tolosano dice: "Acaso se fue a lo lejos?" Pero teches "a nosotros" (Carochi, p. 412); ilcahua, "olvidar", con elisinde la i por vocal precedente (Olmos, p. 134).

    Un Sahagn cultor del sol!

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  • abierta, y dice, hablando contra el culto que antes aqu se lerenda (todo el contexto tiene ese sentido): ma itech timo tlapololti in tonatiuh (ib., p. 134); es decir: "No te haga desatinarel sol."Con toda sangre fra, el nahuatlato francs traduce: "Que elsol te haga olvidar tus pesares." Eso se dira en nhuatl: maamechilcahualti in tonatiuh in amochichinaquiliz. Y ahora resultaque, si Baudot no sabe cmo se dice "olvidar", s traduce como"olvidar" palabras que quieren decir otra cosa.

    Obsrvese, de paso, cmo su versin embota el intento deSahagn. El sol, nos sigue diciendo Fray Bernardino, zan tocouhtotlahuil, o sea que "es slo nuestro ocote, nuestra luz", difrasismo o duplicacin que, por faltar la t en tocouh queda destruido, y queBaudot traduce "slo procur claridad". 7

    Dios, contina Fray Bernardino, omitzmomaquili in itlanextzininic tlachiaz, es decir "te dio su luz (la del sol) para que veas".Pero, segn Baudot, "te hizo para que veas su luz" (ib.). Maca,aqu en reverencial, es "dar", no "ha cer" _

    Ca yuh quimochihuilia in tonantzin Sancta Iglesia significa, segnel tolosano: "As se hizo nuestra madre la Santa Iglesia" (ib., p.137). Pero la Iglesia no se hace a s misma, la haceCristo, y as esten Sahagn. El verbo es transitivo reverencial, no reflexivo; el quiinicial lo aclara todo (Olmos, p. 19).

    In axcan techmononochilia in timochintin tipilhuan (ib.,p. 136), significa segn Baudot: "Ahora se bautiza a todos nuestros hijos." Pero lo que dice el nhuatl es: "Ahora nos amonestaa todos nosotros sus hijos"; es decir, lo hace la Iglesia por mediodel predicador. Nonochilia es reverencial de nonotza (Carochi466, 470), Y no tiene nada que ver con "bautizar". Tipilhuan es"nosotros sus hijos" (Olmos, p. 24; Carochi, p. 414); en cambio,"nuestros hijos" sera topilhuan (Carochi, pp. 409 sq.).Para qu nos amonesta la Iglesia? Inic tiquiximaitizque tonatiuh in itechpohui taniman; es decir, "para que conozcamos alsol de nuestras almas". Pero, segn el doctor Baudot, que ademspone punto en vez de coma despus del prrafo anterior, esta

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  • Nos pasmarnos al leer esta versin de Baudot. Est predicandoSahagn contra el cu1to solar, o est predicando precisamenteel culto solar? Resulta que el fin del alma es el conocimientodel sol. Nada menos! Y esto se le estaba inculcando al mismsimo "pueblo del sol", como llaman a los aztecas.

    Bien sabis, nos dice Sahagn (intercalo mi traduccin),

    pocos buenos creyentes haba (ib.).

    Baudot, por su parte, traduce: "Que el redentor vino aqusobre la tierra, en medio de las tinieblas, que en vano slo algunoshombres sobre la tierra haban credo algo bueno."

    Mientras Sahagn nos habla de tiniebla espiritual anterior alCristo, Baudot parece referirse a la tiniebla fsica de la nochede navidad. Y el padre no dice, desde luego, que haya sidovana la fe de los profetas, como no dijo antes (p. 33 de esteescrito) que hubieran esperado y querido en vano a Dios los

    frase, as independiente, reza: "Para que conozcamos al solnuestra alma nos pertenece."

    Con una traduccin como la de Baudot, el pobre franciscanotan experto en las cosas de Nueva Espaa como en las cosasteolgicas, habra ido a dar con sus huesos y sus libros a lascrceles de la inquisicin.

    Cristo "brilla en vano"?

    ca in ayamo hualmohuica 8 temaquixtianique antes de que viniera el redentorin nican tlalticpac,ac a la tierra,

    tlayohuayan nenca in tlalticpactlaca,en tinieblas vivan los hombres terrenales,

    zan quezquiniin in huel tlaneltocaya,

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  • antiguos, con lo que acabaran por ser vanas las tres virtudesteologales.

    Ya hemos visto que todas estas "vanidades" son errores de latraduccin.

    Cuando naci el redentor, dice Fray Bernardino, la luz seesparci impan in tlayohuayannenca, o sea, "sobre los quevivan en las tinieblas". Nenca, hasta aqu, ha sido siempre paraBaudot, en vano. Pero no atrevindose a poner en boca del padreque la luz de Cristo brille en vano, deduce, ms bien que traduce, que al brillar la luz, "las tinieblas se esfumaron". Ello

    Debate de inutilidades

    Georges Baudot vuelve a las vanidades en la siguiente pgina(138) y ello cuatro veces. Creo que las dos ltimas merecencitarse (intercalo mi versin):

    Da pie en algo a este galimatas el hecho de estar un tantocorrupta en el texto la palabra que puse como anmochixtitinenca;en lugar de x tiene una n, y despus del primer ti sobra otra n.Luego, est mal dividido amo tech, en lugar de ir junto. 9 Baudottoma amo como negacin, pero tech monequi se queda as sin

    es muy natural, pero no es lo que dice el texto (ib.).

    in amehuantin anmochixtitinencavosotros, que vivais esperando,

    amotech monequios tenis que

    in anpapaquizque, anmotlamachtizque.alegrar, os tenis que regocijar.

    La traduccin de Baudot dice: "Pero ahora todos vosotrossois intiles, no nos necesitis para alegraros, para enriqueceros."Entonces, quin es el intil, el fraile, o el pueblo indio ... oacaso ms bien el traductor?

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  • "vivais en las tinieblas", que traduce Baudot: "en las tinieblasvagis ociosos" (ib., p. 139).

    Carochi, p. 469, y para lo de "ver misa.", el Vocabulario deArenas, p. 55).

    Extraas teologas para Fray Bernardino

    Si no es mi falta de informacin reciente, confieso me sorprende que ninguna pluma allegada al sapientsimo franciscano(que debe de haber muchas) haya salido en su defensa a travs

    Repetidas veces he notado errores en las traducciones del tolosano, apoyndome en la gramtica de Fray Andrs de Olmos.

    el pronombre que la posposicin tech necesita (Olmos, p. 176).El segundo caso que mencionbamos es ca tlayohuayan annenca,

    En la siguiente pgina leemos: ye anquunotilia momoztlaye in imissatzin. Baudot interpreta: "Ya ofrecais todos los das lamisa."Ms propiamente es "ya veis", es la misa como espectculo sagrado,porque el indio no sabe una palabra de latn.Un verbo puede estar enreverencial, como aqu, slo por la dignidad del objeto, haciendoabstraccin de la del sujeto (cfr.

    La frase in amo tonpouhque ca ompa ichantzinco in ilhuicatl (ib.), segn Baudot es "no hemos entendido que su hogarest all en el cielo". Pero est c1aro que eso lo tienen losfieles entendidsimo. Lo que dice Sahagn es que an no pertenecemos, tonpouhque, a aquella su casa en tanto peregrinamos"infelices por la tierra" (tIalticpac in titotolinia).

    Damos as por terminados estos apuntes de crtica a estaspiezas editadas y traducidas por Georges Baudot. No son exhaustivos, sino slo centrados en las fallas ms salientes del tolosano.Su conocimiento del nhuatl se muestra a cada paso deficiente,y su muy mala traduccin constituye, en el caso de los sermones,imputacin continua, aunque involuntaria, al padre Sahagn,de una absurda ignorancia de la teologa, que la lectura sola deltexto original en seguida desvanece.

    de cinco largos aos; por ello lo hice ahora.

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  • Pues bien; cuando Baudot public los sermones que hemos visto,ya era supuestamente viejo estudioso de Olmos, pues habaeditado el Tratado de hechicera y sortilegios de aquel admirablemisionero (cfr. ECN 15, p. 8).

    Cmo se habr atrevido con el nhuatl de Olmos quien vemospalmariamente que an su gramtica no ha entendido?

    Hemos visto en fin, que el doctor Baudot no ve con muybuenos ojos el establecimiento de textos. Esperamos, sin embargo,que algunas enmiendas que en el curso de estos apuntes noshemos atrevido a hacerles, habrn mejorado en algo la comprensin de ciertos pasajes casi desesperadamente oscuros.

    NOTAS

    1Un espejo de que habla en el texto, lneas arriba.

    xico, 1981, que reproduce la edicin de los Anales del Museo Nacional, de1892. Gramticas ambas las ms completas de los siglos XVI y XVII, respectivamente.

    4 En el texto, por error, la segunda palabra est mal vocalizada, octicpapouh.

    6 Junto y mal vocalizado en el texto: iztahuampo.7 Esta forma de hablar pareca animar al sol, dotarlo de una intencin,

    de una voluntad, cosa que mal poda querer Sahagn. Pero Baudot persisteen dejar siempre el texto tal cual, salga lo que saliere.

    9 Un ejemplo ms de las lindezas que resultan cuando no se quiere"establecer" el texto.

    2 Adems de que divide mal las palabras; in. hueli yeyeyan in huelimamania, sin duda por estar as en el manuscrito.

    3 Citaremos a cada paso a slo dos de los gramticos de la Colonia.Son los padres Andrs de Olmos: Arte para aprender la lengua mexicana,Guadalajara, Jal, 1972, y Horacio Carochi: Arte de la lengua mexicana, M

    s En el texto, en vez de yaoyotl, guerra, leemos ynoyotl, que no quieredecir nada.

    s Mal dividido el texto ca maya mohualmohuica.

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  • Teresa E. Rohde

    El dios de los mundos inferiores es, en diversas culturas, unadeidad enigmtica y polisimblica. El caso del dios mexica delos muertos no escapa a estas caractersticas, aunque su figurapresenta ciertos rasgos peculiares al pensamiento azteca y enello se diferencia de otros dioses del inframundo que encontramos en las mitologas mundiales. Al dios Hades, por ejemplo,no sola rendrsele culto ni se le ofrendaban sacrificios, mientrasque a Mictlantecuhtli se le reverenciaba, se le llevaban ofrendasa su templo y se le consideraba omnipresente.

    Pero, volviendo al dios que nos interesa, es probable que suaparicin haya estado aparejada al culto de los difuntos quesurgi, de manera ya muy elaborada, desde las primeras etapasdel periodo preclsico (a partir del ao 1800 a. de C.) y que

    MICTLANTECUHTLI, DIOS MEXICADEL INFRAMUNDO

    Ignoramos, por desgracia, tanto el origen como la evolucinhistrica de este dios, y las menciones que de l hacen los cronistas estn teidas de informacin prejuiciada, porque hay quetener en cuenta que los conquistadores traan consigo elementosepistemolgicos teidos an de medievalismo, particularmentenotable en los conceptos religiosos. Y fue as, con esa mentalidad,como los cronistas -soldados y frailes, en su mayora- se acercaron a las nuevas realidades para cuya descripcin y comprensin carecan tanto de palabras como de conceptos; de estasuerte, no extraa ver en los textos espaoles que, por ejemplo,cualquier campirano ccmpaschil se mencione como rosa; quetoda deidad se conciba como vesnico demonio, y que las msprofundas convicciones msticas se traduzcan como gravcs erroresteolgicos inspirados por el mismo diablo.

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  • Estos rostros, de los cuales la arqueologa nos ha reveladovarios ejemplos de diferentes pocas y culturas, no representan,sin embargo, al dios de la muerte, sino a esta dualidad de viday muerte a que nos referimos. Es hasta el periodo preclsicosuperior cuando hallamos en Izapa, Chiapas, una lpida en dondese representa, segn mi opinin, un personaje que tal vez seaya el dios equivalente al que conocemos entre los mcxicas comoMictlantecuhtli. La escena representa a un ser semidescarnado

    haya culminado Con la institucin de las grandes fiestas mortuorias: el Micailhuitontli, festividad de los pequeos difuntosy el Hueymicilhuitl, fiesta de los muertos adultos. La primerase celebra a principios de agosto y la segunda al final del mismomes. Si bien ignoramos cundo surgi el culto a la deidad dela muerte, desde muy temprano aparecieron entierros con ofrendas y representaciones plsticas de la dualidad unificada queforman la vida y la muerte, y existen mltiples rostros que muestran la mitad izquierda descarnada. Al igual que en otras culturas, en Mxico tambin el lado izquierdo representaba, alparecer, la oscuridad y la muerte.

    y sedente que ensea el costillar y los huesos del esqueleto,parcialmente, aunque de su vientre hundido surge el cordnumbilical o los intestinos, que se desenrrollan como una especiede elaborada vrgula. Ya desde entonces las entraas expuestasparecen aludir a la hediondez y a los gases mefticos que caracterizarn a todos los personajes del mundo inferior y a ste mismo.El dios, ya que como tal interpreto la figura, se encuentra sentado sobre un podio rectangular, simblico tal vez de la tierramisma, y es importante sealar que cubre su rostro con unamscara -que comentar ms adelante- y que porta un grantocado de plumas rematado por una calavera; sta probablemente represente al sol en su paso por el mundo inferior. Eltocado est adornado, adems, por una cruz equiltera llamadakan que se asocia a los colores turquesa y amarillo solar, yparece relacionarse con el planeta Venus en su camino ad inferos.La mscara de la figura sedente, as como el gran tocado, rasgode su soberana, me hacen suponer que se trata del gran seor de

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  • representaciones del Seor de la Muerte, situacin que puedeachacarse a un azar arqueolgico, como acontece, asimismo,con el occidente de nuestro pas, donde se ha excavado demanera exigua, y donde tampoco se han encontrado representaciones del dios.

    Como vimos en la lpida de Izapa, la divinidad mortuoria seidentifica frecuentemente con otras deidades que peridicamentese marchan al mundo de los muertos y se confunden temporalmente no slo con Mictlantecuhtli, sino, de manera especial, con elsol del inframundo, figura mitolgica que cada da se me revelade mayor importancia. Del periodo clsico contamos, por ejemplo, con un imponente sol de muerte, labrado en piedra y encontrado en Teotihuaen. Esta enorme pieza, tallada en relievepor ambos lados, representa una gran calavera frontal con lalengua fuera y el crneo rodeado de rayos. Yo la he calificadode Sol niger, por motivos que despus mencionar.

    De la misma etapa se nos da en un juego de pelota de El Tajn,la aparicin de cierto personaje de importante talla que, sedentey semiencarnado, porta un gran tocado de plumas -semejanteal que antes mencion-, mientras observa con aparente beneplcito una escena sacrificial. La fisonoma del sujeto es comn,pero la mandbula inferior aparece descarnada. Ms tarde intentar ofrecer alguna explicacin respecto de este rasgo que esasaz frecuente en la iconografa prehispnica. Tengo la impresinde que, en esta escena, tambin se represent al dios de la muerte,ya que se encuentra coronado con el complejo tocado.

    Y, supuesto que tratamos del clsico, de este periodo tenemosuna maravillosa representacin que podra ser de la deidad encuestin, excavada hace unos aos en El Zapotal, Veracruz. Lasobrecogedora imagen, hecha toda de clido barro rojizo, aparecesemidescarnada y sentada sobre un gran trono trabajado consmbolos y jeroglficos policromos hasta ahora indescifrados. El

    ultratumba, aunque en este caso se representa con diversos elementos solares y venusinos que lo sincretizan con Xolotl, Tlahuizcalpantecuhtli y otras deidades astrales en sus aspectos mortuorios1Por otra parte, en la cultura olmeca no han aparecido

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  • Por otro lado, sabemos que en los m.undos inferiores existanmuchos ayudantes de Mictlantecuhtli que parecen haberse ocupado, cada uno, de causar un tipo particular de muerte. Todos,en general, se representaban como esqueletos, as que resultadifcil, al verlos, aseverar que se trata del gran dios de los muertos y no de cualquiera de sus ayudantes, llamados mictecas.

    De la regin de Oaxaca provienen, por otra parte, diversas representaciones del dios mortuorio. Recordemos, sin ir ms lejos, elureo pectoral hallado en la Tumba nmero Siete de Monte Albn.La pieza representa a la deidad funeraria, coronada, como de

    costumbre, con un rico tocado.

    dios mua de frente con mirada fantasmal desde sus cuencasvacas, mientras que de sus mandbulas sobresale la lengua redondeada y conspicua. El gran seor, en su elaborado sitial, rematabaun templo piramidal, tambin de barro, que se encontr circundado de un sorprendente nmero de estatuas femeninas querepresentaban un probable cortejo de cihuateteo o de mocihuaquetzque, aunque estas obras deban estudiarse con detenimientopara fijar su exacto significado.

    Ya en el posclsico, hacia el ao 900 de la era, tanto el diosde la muerte como la figura de la muerte misma tienden aaparecer con mayor frecuencia, segn lo seala Eduardo Matos,a quien estoy siguiendo en lo referente al aspecto arqueolgicode este trabajo.2 Cabe citar aqu una bella representacin dela muerte que se halla en la parte media inferior del tablerodel Juego de Pelota en Chichn Itz. El relieve muestra un ornamentado crneo que porta una especie de penacho de mohicanoy de cuyas mandbulas entreabiertas surgc la grcil vrgula deun grito o, tal vez, de un canto, y pienso que en este caso seest representando a la muerte misma y no al dios, porque eltipo de peinado o tocado que describo est salpicado de ojosestelares y se repite, con 'ojos o no, en diversas representaciones dela muerte o de aquellos relacionados con el mundo inferior. Estepeculiar peinado o tocado que surge enhiesto del mondo crneo,posea, sin duda, un significado particular todava no estudiado.

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  • Tlloc Rubn Bonifaz Nuo, ya que quedara dentro del mbitode esta deidad el dominar las aguas del inframundo, si esofuera lo representado por el gran Crculo del cuadrngulo csmicoy no solamente las plumas de un escudo. La relacin con elmundo de abajo, asocia al dios no slo can las aguas primordiales, sino con la tierra y la oscuridad, mxime si recordamosque este relieve estuvo en contacto directo con el suelo. Humedad,mundo subterrneo, aguas caticas e infernales, noche y muerte,integran toda una red simblica ricamente constelada en la cualentraran tambin los crneos que complementan la figura. Porotro lado, la red de smbolos que mencionaba antes, se sobrepone tambin al mbito polismblico de Mictlantecuhtli, demanera que aqu se da un ejemplo ms de cmo los diferentesdioses pueden poseer ciertos denominadores comunes que lespermiten mezclarse y superponer sus respectivas naturalezas. Volveremos a tocar este punto que plantea interesantes posibilidades.Ahora bien, podra representar la posicin ginecolgica un herma-

    Enfocando el tema mortuorio desde otro ngulo, existe unpunto de inters que deseo mencionar: se trata de la concordancia entre el inframundo y el agua que pudiera sugerirse, porejemplo, en el relieve que se encuentra en la base del granmonolito conocido como Coatlicue. En l se representa unafigura frontal que porta la mscara de Tlaloc y abre las piernasen posicin ginecolgica. Las extremidades estn adornadas conseis crneos de nariz marcadamente respingada y prominente. Elcentro del cuerpo de la figura est ocupado por un crculo omandala cuya periferia parece representar un cerco de aguascsmicas que encierran un quincunce cuyas esquinas estn marcaelas, y cuyo centro queda sealado por un pequeo crculo.Con asombro le que varios autores de diferentes pocas, handescrito al personaje como Mictlantecuhtli, sin explicar ni lapresencia del rostro de Tlaloc, ni la posicin ele parto, ni lo quellaman "un escudo emplumado" que circunda el quincunce, niel hecho de que porte el collar de Xochipilli. En lo que a mrespecta, no creo que se trate aqu propiamente del dios de losmuertos, sino de Tlloc, como ha afirmado en su Imagen de

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  • froditismo divino? El verdadero sexo de la figura permaneceoculto tras el taparrabo, as que la respuesta queda en el aire.Sin embargo, existe la representacin de una figura muy semejante a este Tlloc encontrada en las excavaciones del TemploMayor. Se trata precisamente de este dios, aunque bicpite ycon senos. Se ve asociado tambin en este caso al quincuncey al cerco de aguas csmicas, y est en posicin ginecolgica.En vez de ombligo presenta esta vez el signo del movimiento,y no hay duda de que representa un Tlloc de caractersticasfemeninas.

    El collar de Xochipilli que porta la figura, alude, por su parte,a una deidad que se relaciona con el grano y la comida, loscuales, despus de todo, proceden del inframundo.

    Pero retomemos por ahora el hecho de que no solamente enla escultura, sino tambin en los cdices, se hace evidente elintercambio de atributos entre las diferentes deidades. Ya citantes algn caso, pero acontecen de manera harto frecuente.Por ejemplo, en el Cdice Borgia se encuentran varios diosesdel pulque que portan los atributos del dios mortuorio, debidoa la afinidad de conceptos que existe entre el lquido embriagante, los somnferos, los psicotrpicos, la prdida de la conciencia y la muerte, adems de que los tres primeros actancorno agentes psicopompos al comunicar las almas con los mundos del ms all. Empero, carecemos de elementos de juiciosuficientes para identificar certeramente en todos los casos aldios descamado que se supone es Mictlantecuhtli y que participade los elementos de muchas otras deidades. En el arte huasteco,por ejemplo, es frecuente la aparicin de esculturas que representan al dios venusino Tlahuizcalpantecuhtli-Xolotl en su dobleaspecto, vital por el anverso y mortuorio por el reverso; eneste ltimo lleva adosada su propia osamenta. 3 Podra suponerse, de pronto, que estas estatuas estaran representando aMictlantecuhtli, aunque, segn Alfonso Caso," "este dios serepresenta iconogrficamente con el pelo encrespado salpicadode ojos estelares y con diversos adornos de papel, mientras quea guisa de orejeras porta un par de huesos humanos, como

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  • Este pensamiento me induce a tomar el siguiente paso, queconsistira en preguntar si, acaso, se habra llegado ya a un concepto monofisista de la naturaleza del mundo, del hombre y delos dioses. Tal prcgunta se me viene a la mente porque resultaclaro que las diferentes deidades no pueden fundirse entre sa menos que se conciban como hechas de una misma naturalezabsica; corno si fueran los diversos colores del arco iris queparticipan siempre de la misma materia de que el arco celesteest constituido. En mi opinin, este problema religioso, que nose ha trabajado hasta ahora, requerira una investigacin realmente profunda que arrojara luz sobre la mentalidad filosficade las ltimas etapas prehispnicas,

    acontece en la lpida de Izapa, o bien, en ocasiones, muestrauna raya negra sobre los ojos cuando se le invoca como regentedel dcimo periodo del Tonalpohualli que se inicia con el daTecpatl. Un ejemplo de ello acontece en el Cdice TelleranoRemensis. A pesar de todo lo anterior, es verdad que las figurashuastecas pudieran representar determinados aspectos de Mictlantecuhtli, y hay que recordar aqu que este dios presenta semejanzas tambin con muchos otros, como son Yohualtecuhtli, diosde la oscuridad y de la noche, Tlaltecuhtli, dios ctnico, y elgran Tezcatlipoca, por lo cual debe considerarse que exista, ampliamente difundido, el concepto de que el ser supremo eramultvoco y omnipresente; uno de Jos rasgos esenciales de lareligin precolombina parece haber sido ese de conferir al grandios muchos rostros mediante los cuales expresaba su universalidad y su aspecto multvoco.

    Vuelvo ahora el tema de los mictecas, o sea los ayudantes deMictlantecuhtli quienes se representaban mediante esqueletos ocrneos pelados sin adorno alguno. Habitaban junto can susoberano en el noveno nivel de los mundos. inferiores, y formaban legin de la cual sobresalan doce parejas que recuerdanlas que, en forma correspondiente, se mencionan en el PopolVuh. Los nombres de algunas de ellas han llegado hasta hoy.Sabemos, por ejemplo, de Mextepehua, el que riega cenizas, yde su esposa Micatetlacalli, caja de muerto; de Tzontemoc, el

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  • flores, etctera. Se menciona, adems, como una categora especial a los Nueve Seores de la Noche o Yoalteuctlin, quienes,desde luego, se presentan tambin como esqueletos haciendoms confuso an el problema de la identificacin general de loshabitantes del mundo inferior. Existen, sin embargo, elementospara suponer que estas deidades nncnores mencionadas al ltimo,son de considerable antigedad, y que datan del periodo preclsico.

    Una sorprendente diferencia entre las deidades infernales mayasy las correspondientes del altiplano, consista en que los xibalbanos solan rer, con risa macabra que le auguraba horribles malesal ser humano, as que los hombres deban guardarsc de ella. Lacarencia de tan espeluznante humor resultaba, para el mexica,una ventaja cuando se hallaba en su mundo inferior.

    que cae de cabeza, y de su paredros, Chalmeccihuatl, la sacrificadora; Ixpuzteque, el del pie roto, y Mizoxochitl, la que arroja

    En el mbito maya tambin surgen por esa poca los SeoresNocturnos, aunque presentan algunas diferencias con respectoa la serie nhuatl. Los Nueve Seores mayas de la Noche sellamaron colectivamente los Bolon-Tiku, denominacin que significa "deidad Nueve", y se refiere, probablemente, al nmerode estructuras subterrneas. Los nombres de estos personajes noquedan claros, acaso porque se acostumbraba ocultar el nombrepersonal de algunas deidades como forma de darles proteccinmgica en contra de sus enemigos. Por ello nos queda en dudaquin fue el Seor Supremo del inframundo maya, ya que puedehaber sido cualquiera de varios, como Hun-Came, Uno-Muerte;Vucub-Came, Siete-Muerte; Ah Puch, el Descarnado; el misterioso dios Q que porta los 'Ornamentos y atributos de la muerte,o Hun Ahau, el del nombre calcndrico asociado a la obscuridady que Landa menciona corno "gran prncipe de los demonios".El mundo maya de los muertos se llam Xibalba y se caracterizpor su hedor a podredumbre. Se trataba de un lugar acutico,supuesto que se relacionaba con las aguas caticas originales, ascomo con el mar; por eso los dioses de estos lares se transportaban en canoas.

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  • y all iban quienes moran en la niez, El tercer sitio era elParaso del Sol, al cual iban los guerreros y sacrificados queacompaaban al astro desde la aurora hasta el medioda, cuandoacudan las mocihuaquetzque, mujeres muertas durante el parto,que constituan el cortejo solar hasta el momento del ocaso. Porltimo, estaba el Mictlan, hacia donde se dirigan los muertoscomunes y que constaba de nueve 'estratos a los cuales se llegabaen un viaje que duraba cuatro aos; al final se alcanzaba lapresencia de Mictlantecuhtli y de su aspecto femenino Mictlanchuatl, quienes enviaban al muerto a un reposo que, posiblemente, no fuera ms que temporal.

    Pues bien, retornando a los conceptos del Mictlan, dir que

    Empero, como recordaremos, el Mictlan, morada de Mictlantecuhtli, no fue el nico sitio a donde iban los muertos, segnla tradicin atribuida a los mexicas, sino que existan cuatrodiversos lugares a donde se iba, dependiendo del tipo de