BOLETÍ N DE SAN I DAD VEG ETAL · et al., 2001 [following Fiorentino & D. de Medina, 1991 ])....

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BOLETÍ N DE SAN I DAD VEG ETAL VOLUMEN 33 - NÚMERO 2- 2007 - 2° Trimestre MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIbN SECRETARIA GENEItAI DE AG0.1CUlTURA Y ALIMEMACION DI0.ECCION GENERAL DE AGRICUITUM

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BOLETÍ N DE SAN I DAD VEG ETALVOLUMEN 33 - NÚMERO 2- 2007 - 2° Trimestre

MINISTERIODE AGRICULTURA, PESCAY ALIMENTACIbN

SECRETARIA GENEItAIDE AG0.1CUlTURA YALIMEMACION

DI0.ECCION GENERALDE AGRICUITUM

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BOLETIN PLAGAS

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NUESTRA PORTADA

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Síntomas causados por Collerntrirhum spp. y Glomere/!n

ringulatn en distintos huépedes.

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Texto: Los manuscritos deben ser redactados demanera concisa y dactilografiada de forma clara, conamplios márgenes, párrafos separados y a doble espacio,incluidos el resumen, leyendas a las tiguras y cuadros,referencias y notas al pie. De forma general se tendrá encuenta el esquema usual de presentación: Introducción.Material y métodos. Resultados. Discusión. Resumen enespañol e inglés y, en su caso, en el idioma del texto.Referencias bibliográficas. EI título deberá estar seguidopor el nombre del autor o autores, la afiliacióninstitucional, Ia dirección postal completa y la direcciónde correo electrónico cuando proceda, indicando a laredacción cuál es la persona de contacto. Los resúmenesen español deberán estar seguidos de listado de palabrasclave. EI resumen en los idiomas distintos al del texto,o"abstract°, deberá ir precedido de la referenciabibliográfica correspondiente. Los nombres latinosdeberán subrayarse o dactilografiase en tipo de letradiferente al del texto.

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y cuadros.Nota: 500 palabras yue, excepcionalmente podrá incluir

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Referencia.r: Las referencias bibliográficas aparecerán enel texto mediante el nombre del autor, en mayúsculas, seguidodel año, de la forma siguiente:

GARCIA-JIMENEZ, J., VELAZQUEZ, M. T., ALFARO,A. 1989. Secuencia de síntomas en el colapso del melón. Bol.

San. 1/e,q. Pla^;us, 15 (4): 333-342.Para remisión de artículos y demás información dirigirse a

la Redacción del Boletín:Subdirección General de Agricultura Integrada y Sanidad

VegetalRedactora Jefe de la Revista Boletín de Sanidad Vegetal -PlagasAlfonso XII, 6228014 MADRID (España)

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BOLETÍN DE SANIDAD VEGETAL

PLAGAS

VOLUMEN 33n m. 220^7

2..Trimestre

DtREC°r^^RFrunriscn Mumbiela

DIRECTOR ADJUNTO

Guillermo Artolachipi

RF.DACTORA .TEFE

Adela Burgos

CONSEJO DE REDACCIÓNAntonio Bello

Juan L CalvoJosé M. ° CobosPedro del EstalJosé García-JiménezConcepción JordáAlfredo LacasaCristirta NovalCúndido SantiagoJulio C. Tel/oJuan J. TusetFernando l^aré.s

Cctrlos Zaragoza

EDITOR

Centro de Puhlicaciones

Agrarias, Pesqueras y

Alimentarias

ISSN: 0213-6910NIP0:251-07-014-1Depósito Legal: M-2975-1976Imprime: LG. Saljen, S.L.

SUMARIO

ENTOMOLOGÍA

O. R. DI IORIO. New host plant records in Argentina for twospecies in the genus Phoraca^uha Newman, 1840 (Coleoptera:Cerambycidae) ................................................................................................ 137

E. VALÉRIO, A. CECÍLto, A. MEx1A. In[eractions between aphidspecies and beneticial organisms in sweet pepper protectedcrop .......................................................................................................................

E. VALÉRIO, A. CECíLIO, A. MEx1A. Population dynamics ofaphids (Homoptera: Aphididae) and beneticial organisms onprotected strawberry crop ...........................................................................

L.VALVERDE. Abundancia y distribución de los huevos de lasprincipales especies de lepidópteros noctuidos plagas en el cul-

/5;

[ivo de soja en Tucumán, Argentina ...................................................... I6-^

A. HUERTA, F. ROBREDO, ]. DIEZ, J. A. PAJARF.S. CIÍa en Iabora-

torio de Tetrastichus turinnum Htg. (Hym.: Eulophidae), unparasitoide de crisálidas de RJwacioniu buolicula Den. et Schitf.(Lep.: Tortricidae) ......................................................................._................. /69

A. M. JAUSET, M. ARTIGUES, M. ^. SARASUA. EtiCUd10 de algUnati

características de las plantas en variedades de peral y su rela-

ción con la incidencia de la psila (Cacops^^lla P^^ri (L.) Hemip-

tera: Psyllidae) ..................................................................................................

S. B. PADÍN, E. M. Rlccl, C. HENNINQ, S. RÉ, .I. RINGUF,LET, E.

CERIMELE. Insecticidas botánicos para el control de Mv,.us per-

sicae Sulz. (Hemiptera: Aphididae) en Bra.csicn oleracea var.

capitata ................................................................................................................

J. CASADO ALVAREZ, S. SORIA CARRERAS. DCSCr1pCÍbn del CÍCIO

biológico y distribución de las principales cochinillas que afec-

tan a las acículas de los pinos en la Comunidad Autónoma de

Madrid .................................................................................................................

179

187

/95

I. ARMENDÁRIZ, YOLANDA SANTIAGO, A. PÉRE"L-SANZ, L. DE LA

IGLESIA, G. CAMPILLO, L. MIRANDA, C. ALBERTE, J. BLÁZQUEZ.

Disminucion cuan[ita[iva de la cosecha en cebada por a[aque de

Cnephasia pumicana en Castilla y León ............................................. 209

PATOLOGÍA

). MORAL, R. ^LIVEIRA, J. C. TELLO, A. TRAPERO. CaraC[erl'La-

ción fisiológiea y patogénica de aislados de Colletotrichum

spp. causantes de la antracnosis del olivo ........................................... 219

A. ZARCO, I. R. VIRUEGA, L. F. RocA, A. TRAPERO. De[eCClón de

las infecciones latentes de Spilocaea oleagina en hojas de olivo... 235

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TERAPÉUT/CA

M. Ruiz TortRES, A. MoNTiFL BuENO. Eficacia de los trata-mientos mediante árboles-cebo contra la Mosca del Olivo(Bcutrocera oleae, Gmel; Tephritidae, Diptera) en la provinciade Jaén ................................................................................................................

M. Ru^z ToattES, A. MoNTte^ BuENO. Efecto de los tratamien-

tos-cebo aéreos con spinosad contra Mosca del Olivo (Bactro-

cer^ oleae, Gmel.; Diptera: Tephritidae) sobre la entomofauna

del olivar en la provincia de Jaén ...........................................................

H. O. S. DÓRIA, N. M. M. S. ALBERGARIA, V. ARTHUR, S. A.

De Bo2TOU. Effect of gamma radiation against the Medite-

rranean fruit fly Ceratilis cnpitata (Diptera:Tephritidae) in

guava fruits .......................................................................................................

A. J. GONZÁLEZ, G. GONZÁLEZ-VARELA . EnSayO Ln vitYO de fun-

gicidas frente a Exserohilun^ turcicum, agente causal del tizón

norteño del maíz, en Asturias ..................................................................

M. P. CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS, M. AMEZ, J. A.

BoTO, P. A. CnsQuEao. Eficacia en campo de dos fungicidas

para el control del mal del pie de la judía (Phaseolus vulgaris)

en La Bañeza (León) ....................................................................................

249

267

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BoL Sun. Ueg. Pingns, 3.J: 137-142. 2007

ENTOMOLOGÍA

New host plant records in Argentina for two species in the genusPhoracantha Newman, 1840 (Coleoptera: Cerambycidae)

O. R. Dt IoRro

Host plants of Phoruccuithu semrpimcuilu (Fabricius, 1775) and Phorucnnthu rrcur-va Newman, 1840 (Coleoptera; Cerambycidae) in Argentina ure listed, and new hostplant records for both species are identitied.

O. R. Di toaio. Entomología, Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental,Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. 41 Piso, Pabencín II, (CP 1428) Ciudad Uni-versitaria, Buenos Aires, Argentina. E-mail: megacylleneC yahoo.com.ar

Key words: wood borers, Eucuh^ptus, Phorucunthu semipuncrutu, P. recurvu, SouthAmerica.

INTRODUCTION

Phoracantha semipunctata (FABR ►ctus,

1775) and Phoracantha recurva Newman,1840 (Coleoptera: Cerambycidae) are original-ly from Australia. They were introduced inseveral countries, around the world, where its

host plants are cultivated; their larvae developin dead wood of species in the family Myr-

taceae (GA[.v.EO & MARTws, 2006). In Aus-

tralia, P. semipunctata is of only minor eco-nomic importance because it is a relatively an

uncommon species, restricted to dead trees anddowned 1lmbS Or IOgS (OHMART óz EDWARDS,

1991). Host plants species can be different in

each country where it were introduced becausethe Phoracantha beetles prefer drough[-stressed trees, a condition that depends on theplaces where the Euca/^^ptus trees were plant-ed (PAJNE et al., 2000). Previous and new hostplant records of P. semipunctata and P. recur-

va in Argentina are presented.

MATERIAL AND METHODS

Naturally infested wood pieces of Euca-lyptus were collected by the author in sever-

al localities. Herbarium specimens (ODI)were prepared from living branches of the

same trees of the wind-fallen branches,

which were later identitied with the keys andillustrations of MAN^tERt & DtMtTRt (1961)

and PAROD^ (1980). Wood pieces were main-tained in rearing cages at ambient tempera-ture. The emerged adults were kept in thecollection of the author (ODI).

RESULTS

Host plants of Phoracantha semipunctatain Argentina

Previous host plant recordsEuccrl^^ptus amplif^^lia NaudinLa Pampa (CoMERCi, 1999): campus of

the Agronomic Faculty near Santa Rosa(CoMERCt, pers. com., in litteris, 20-V-04).

Eucalrptus cama/dulcnsis Dehnh.

Without locality (SANTOao, 1966;DOUROJEANNI, 1967 ^following Santoro,1966]; ÑIARTI de CAJAL, 1988; FIORENTINO& D ►oDATO de MED[NA, 1991 [following

Santoro, 1966]; K^^EJUNAS et al., 2001 (fol-lowing Fiorentino & D. de Medina, 1991 ^).

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O. R. DI IORIO

Jujuy: Dto. Palpalá, Centro Forestal de

Altos Hornos Zapla 1988-1989 (QuwTANA

de QuINTEROS et al., 1991); idem, 1988-1995

(QUINTANA de QUINTEROS óL VILTE, 1996,

included in Eucalyptus spp.).

La Pampa (CoMERCI, 1999, = E. rostruta):campus of the Agronomic Faculty near SantaRosa (ComERCI, pers. com., in litteris, 20-V-04).

Euc•altiptus cinerea F. Muell. Ex Benth.

Without locality (BosQ, 1947;

FERNÁNDEZ VALIELLA et al., 1954^.

Eucalyptus dalrympleana MaidenLa Pampa (CoMERCI, 1999): campus of

the Agronomic Faculty near Santa Rosa(CoIvtERCI, pers. com., in litteris, 20-V-04).

Eucalvptus globulus Labill.Without locality (BosQ, 1934; DE SAN-

TIS, 1945; BOSQ, 1947; FERNÁNDEZ VALIEL-

LA et al., 1954; GAVOTTO, 1957; SANTOao,

1966; DOUROJEANNI, 1967 [following Moli-

nari, 1923]; MARTt de CAJAL, 1988; KLIEJU-

NAS et al., 2001 [following Fiorentino & D.

de Medina, 1991]; F.A.O, 2004).

Buenos Aires (MoLwAR ► , 1923; Cozzo,1955); DuEEY, 1960, for South America [fol-lowing Molinari, 1923]; BARRIGA et al.,1993 [following Duffy, 1960]).

Neuquén: Confluencia (MILLAHUiNCA

ARAYA BL CiENT1Ll, 1992).

Eucul^^ptus saligna SmithWithout locality (MANGIER[ & DIMITRI,

1961 ; SANTORO, 1966; DOUROJEANNI, 1967

[following Santoro, 1966]; MARTI de CAJAL,

1988; FIORENTINO óL DIODATO de MEDINA,

1991 [following Santoro, 1966]; KLIEJUNAs

et al., 2001 [following Fiorentino & D. de

Medina, 1991 ]).

Jujuy: Dto. Palpalá, Centro Forestal de

Altos Hornos Zapla 1988-1989 (QUWTANA

de QuINTEROS et al., 1991); idem, 1988-1995

(QUINTANA de QUINTEROS óL VILTE, 1996,

included in Eucahptus spp.).

Eucalyptus sp. (undetermined species)

WithOUt IOCálity (BLANCHARD, 19 •• ^.

La Pampa (DIRECCIÓN DE SANIDAD VEG-

ETAL, 1938a): General Pico (DIRECC1óN DESANIDAD VEGETAL, 19 •8b^.

Buenos Aires: Tandil (DIRECCIÓN DE

SANIDAD VEGETAL, 1943); ArbOledaS (DIREC-

CIÓN GENERAL DE SANIDAD VEGETAL, 1964^;

Bella Vista (GALLARDO, 1958, 1974).

Eucalyptus tereticornis Smith.Jujuy: Dto. Palpalá, Centro Forestal de

Altos Hornos Zapla, 1988-1989 (QUINTANA

de QuINTEROS et al., 1991); idem, 1988-1995

(QUINTANA de QUINTEROS & VILTE, 1996,

included in Eucalyptus spp.).

Eucal^^ptus viminalis Labill.Without locality (BosQ, 1947;

FERNÁNDEZ VALIELLA et al., 1954; GAVOTTO,

1957; MANGIERI BL DIM[TRI, 1961; SANTORO,

1966; Cozzo, 1976; MARTI de CAJAL, 1988;

ARAVENA, 1989; LARRIERA URES, 1990;

F[ORENTINO óz DIODATO de MEDINA, 1991

[following Santoro, 1966]; KLtEJUNAS et al.,

2001 [following Florentino & D. de Medina,

1991 ]; F.A.O, 2004; South America (DuFFV,

1960 [following Bosq, 1947]; BARRIGA et

al., 1993 [following Duffy, 1960^.

La Pampa (WILLIAMSON, 1947; CoMER-cI, 1999).

Buenos Aires (Cozzo, 1955)Eight species of Euc•ahptus have been

mentioned as hosts of P. seniipunctata in

Argentina before. SANTORO (1966) reports

previous data of P. semipunctnta from dif-

ferent authors that give Eucah^ptus globulus,

Eucalyptus saligna and Eucalyptus viminalis

as hosts, and mentions Eucalyptus camaldu-

lensis for the first time. DE SANTis (1978),

who only quothes his previous work of 1945,

and PASTRANA (1978), giveS n0 reference Of

any species of Eucalyptus as host of P. semi-

punctata. Nevertheless, MARTI de CAJAL

(1988) quothes the references of DE SANTts

(1978) and PASTRANA (1978). Possibly theirhost plant data were taken from SANTORO

(1966), although this last reference is not

mentloned amOng tile list OneS. FIORENTINO

& DIODATO de MEDINA (1991) include SAN-

Toao (1966) and BRUGNONI (1980) among

their references.

Con^ERCI (pers. com., in litteris, 20-V-04)made observations in experimental cultures ofEucalyptus at the campus of the AgronomicFaculty near Santa Rosa (La Pampa district)between 1982 and 1986. Larval tunnels andemergence holes were observed in dead wind-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007

fallen branches of 3 species of Eucalti•ptus

thereafter considered as hosts for the district of

La Pampa. In contrast, K^t^utvAS et al. (2001)include all species of Eucalyptus mentionedby F[ORENTINO óL DIODATO de MEDINA (1991).

New records (reared material)Eucalyntus robustu SmithEntre Ríos: Colonia Hughes, 29-I-2005,

Di Iorio leg., 1 ex. (ODI) (wind-fallenbranchJ.

Ea^calyptus sideroxy^lnn Cunn. ex WoollsCapital Federal: Ciudad Universitaria, 8-

V[I-2005, Di lorio leg., 4 exx. (ODI) [branchfallen by a wind in March 2005].

Remarks: In coincidence with the date offall (March 2005) of the E. sideroxvlonbranch, one specimen of P. semipunctatawas captured 21-III-2005 atracted by a lightat 50 m near the fallen branch.

Host plants of Phoracanta recurva inArgentina

Plzoracantha semipunctata ^non F.,1775]: D ► Ioato, 1996: 162 (host; distr.];K^tE^utvAS et al., 2001, partim: 49 [host],1 10 ^distr.; host^.

Previous host plant recordsEuculyptus grandis W. Hill ex MaidenCorrientes: between Paso de los Libres

and Corrientes city (K^tE^^tvAS et al., 2001).Eucaltptus viminalis Labill.Buenos Aires: Sierra de la Ventana: Abra

de la Ventana: Garganta Olvidada (D^ Iortio,I 996).

This species was eROneously recorded byJín^tervEZ (1978) as affecting pine plantations inthe district of Córdoba, identified as Phoro-canthu [sicj sp. The first correct host plant forP. recurvu in Argentina was given by D[ Iott^o(1996), but the species was mistakenly identi-fied as P. semipunctata. Eucah^ptus grandis asa host was recorded for t•e first time inArgentina by Kt. ►E.rutvns et aL (2001: 110) in aplantation visited on the 17th April 1998 thathad been affected by a wildfire in the districtof Corrientes. The species was identified as P.semipunctata (these authors do not record P.recurva in Argentina). Nine new hosts for thelarvae are added now for the country.

New records (observed and/or rearedmaterials)

Eucah•htus camuld^densis Dehnh.La Rioja: Anillaco, 14-XII-1999, 8 exx.

(ODI) [dry branches fallen by stormwinds^.La Pampa: Santa Rosa, 6-IV-2(>U3, Di

[orio & Rastelli leg., 6 exx. (LRSR) [wind-fallen dried branch], 18-V-2004, Di Iorio leg.,7 exx. (ODI) ^wind-fallen dried branches^.

Buenos Aires: 16 km N Navarro, 10-V-1997, Di lorio leg., I I larvae (ODI) insidetheir pupal chambers, 14.3 to 18.3 mm totallenght, 24 exx. (ODI) [wind-fallen driedbranch]; Otamendi, 16.V111.2003, Di lorioleg., 1 ex. (ODI), teneral adult inside thepupal chamber, 53 exx. (ODI) ^one wind-fall-en dried branch]; Escobar, 16-X-20(>4 (lar-vae), Di lorio leg., 3 exx. (ODI) ^piece offirewood^; Villa Rosa, 18-[V-2(x)4, Di lorioleg., 1 ex. (ODI) ^wind-fallen dried branch^;Del Viso, 15-[V-2004, Di Iorio leg., 13 exx.^wind fallen branch + burned standingregrowth of a felled tree^: km 26, F.C.G.B.(Campo de Mayo), 21-X-2003, Di lorio leg.,several emergence holes, I ex. (ODI), deudadult inside the emergence t^mnel under bark[dead standing trees^, 5-V-2004, Di lorio leg.,40 larvae (ODI), 16.0 to 30.3 mm totallenght, 32 exx. (ODI) ^branch fallen bystormwinds after 25-III-04]; Claromecó, 19-VII-2004, Di lorio leg., 22 exx. (ODI)^lopped branchesj; Bahía Blanca, 24-V-2006,larval tunnels and emergence holes from theprevious summer ^wind-fallen dried branch^.

Eucal^^ptus camaldu/ensis ssp. nbtusuBlakely

Buenos Aires: Pdo. de Olivos, Cara-pachay, 13-II-1995, Di [orio leg., 4 larvue(ODI), 15.6 to 29.5 mm total lenght ^onedead wind-fallen branch].

Eucahph^s cinerea F. Muell. ex Benth.Entre Ríos: Villaguay, 10-IV-2000, sev-

eral emergence holes from the previous sum-mer, l dead adult inside the emergence tun-nel [branches fallen by stormwinds andchopped up for firewood].

Eucalvptus glohulus Labill.Buenos Aires: Parque Pereyra Iraola, 13-

VIII-2005, Di lorio leg., 16 exx. (ODI) ^dead

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I -10 O. R. DI IORIO

fallen tree]; Pdo. Balcarce, Estación Experi-mental Agropecuaria Balcarce, 29-IV-2004,larval tunnels and emergence holes [deadwind-fallen branchesJ; Claromecó, 19-VII-2004, Di Iorio leg., 55 exx. (OD[) [loppedbranchesJ.

Eucah^ptu.t grandis W. Hill ex MaidenEntre Ríos: Colonia Hughes, 5-V[-2004,

Di lorio leg., larvae inside their pupal cham-bers [dead wind-fallen branch].

Eucal^°ptus robusta SmithEntre Ríos: Colonia Hughes, 29-I-2005,

larval tunnels and empty pupal chamt^ers, 4exx. (ODI) [wind-fallen branches^.

Buenos Aires: Del Viso, 13-V-2004, sev-eral larval tunnels and emergence holes froma previous summer [dead standing tree].

Eucal^ptus .raligna SmithEntre Ríos: Federación, 20-I-2005,

Zubarán leg., 2 exx. (GZSM).Euca/vptus sidero.z^•lon Cunn. ex WoollsCapital FederaL• Ciudad Universitaria, 8-

VII-2005, Di Iorio leg., 17 exx. (ODI)[branch fallen by a wind in March 2005J.

Euccrl^^ptus tereticontis SmithCórdoba: Ruta 9, km 585 (N de Tio

Pujio), 3-X-2004 (larvae), Di Iorio leg., 2exx. (ODl).

Santa Fe: Cayastá, 13-VIII-2006, Ditorio & Medrano leg., 22 exx. (ODI) [deadwind-fallen branches].

Entre Ríos: Crespo, 9-IV-2004, Di Iorioleg., larvae inside their pupal chambers[lopped tree].

Buenos Aires: km 26, F.C.G.B. (Campode Mayo), I S-I1-2004, Di [orio leg., 2 larvae(ODI) inside their pupal chambers, 24.8 and30.6 mm total lenght, 12 exx. (ODI), sum-

RF,SUMEN

mer generation ?, 3 exx. ( ODI), winter gen-eration [dead wind-fallen branches with last-instar larvae], 4 exx. (ODI), winter genera-tion [dead wind-fallen branches with first-instar larvae]; Pdo. General Pueyrredón,Laguna de los Padres, 25-IV-2004, Di Iorioleg., 26 exx. (ODI) [dead wind-fallenbranches].

Eucalyptus(hybrid)

tereticornis x camaldulensis

Buenos Aires km 26, F.C.G.B. (Campode Mayo), 5-V-2004, Di Iorio leg., 5 larvae(ODI), 2.0 to 2.6 mm total lenght, 39 exx.(escaped) [one branch fallen by stormwindsafter 25-III-2004 with first-instar larvae].

Eucal^^ptus vimiualis Labill.La Pampa: Santa Rosa, 17-V-2004, Di

Iorio leg., 1 ex. (ODI) extracted 20-VI-04from the pupal chamber, 71 exx. (ODI)[wind-fallen dried branches].

Buenos Aires: Balcarce, I-2006, H. Gizzi

leg., 1 ex. (ODI) [wind-fallen branch]; Sier-

ra de la Ventana, Abra de la Ventana, Gar-ganta Olvidada, 3-IV-1994, Di Iorio leg., 24

exx. (OD[) [wind-fallen dried branches] (DI

IORIO, 1996).

DISCUSSION

Since their introduction in Argentinaaround 1974 (Dt Ioato, 2004), P. recurva hashad 9 hosts in the genus Eucalyptus, 5 ofwhich are the same as for P. semipunctata. Inother words, in just 30 years P. recurva hasbeen colonizing the same hosts as P. semi-punctata. Thus it may be expected to keep ondoing so till larvae of P. recutva cover thewhole host range of P. semipunctata.

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Se enumeran las plantas hospedadoras de Phoraranrha semipunctata (Fabricius.1775) y de Phoraranthn recurva Newman, 1840 (Coleoptera; Cerambycidae) enArgentina. Se dan nuevos registros de plantas hospedadoras para ambas especies en laArgentina.

Palabras clave: taladros de la madera, Euccrlvptus, Phorncantha scmipunetata, P.recurru, América del Sur.

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Bol. San. Veg. Plagas, 3.3: 143-152, 2007

Interactions between aphid species and beneficial organisms insweet pepper protected crop

E. VALÉRIO, !^. CECÍLIO, A. MEXIA

The interactions between different aphid species und beneficial organisms huve heenstudied in the west region of Portugul, on sweet pepper protected crops. Assays werecarried out during the yean of 199R, 2002, 2003 and 2004. Aphid species and naturulenemies were weekly collected, quantitied and identitied in laboratory.

The aphid species that reached economic thresholds were Aphis rrucc•ic•nru Koch,Aphis gossypii Glover and Myzus persicae (Sulzer). Aulacorthum .colani (Kaltenbach)and Macrosiphum euphorbiae (Thomas) were also observed.

[ndigenous predator activity by anthocorids, cecidomyiids, coccinelids, chrysopids,spiders, syrphids and some parasitoids, contributed to the control of aphid populations.However, in sweet pepper protected crops, aphid populations can reach high levels andthe activity of natural enemies may be insufficient to control them. Introduction of bene-ticial enemies are mostly necessary.

A biological control programme was implemented and adapted to the conditionsobserved during the assays. Therefore, to control A. craccivora and A. goss_vpii popula-tions, whose reproductive rate is very high in protected pepper crops, the introductionsof predators, namely coccinelids, should be considered due to its efficucy in controllingthese aphid species. M. persicae populations can be controlled with parasitoid releaseswhen the tirst colonies are observed. In this study the predator Cucc•inella .reptempunc•-tata L. and the parasitoid Aphidius cofemani Viereck were used.

E. Vnt,Éato, A. CECfLto. Estaçáo Agronómica Nacional - INIAP, Dep. Protecçáo de Plan-tas - Entomologia, Av. da República, Nova Oeiras. 2784-505 Oeiras. elsavalC?sapo.ptA. Mt>xin. EstaçSo Agronúmica Nacional - INIAP, Direcçáo, Av. da República. NovaOeiras. 2784505 Ociras.

Key words: aphids, parasitoid, predator, biological control, greenhouse, sweet pepper.

INTRODUCTION

Aphids are an important pest in sweetpepper protected crops (VALÉRIO, 1997,1999, 2003, 2004, 2005). They produce largeamounts of honeydew which cause damageon plants and the crop production may bereduced.

In sweet pepper protected crops someaphid species can cause direct and indirectdamage. The aphid species Myzus persicue(Sulzer) and Aphis gossypii Glover are fre-quently mentioned as the most important

(GILKESON, 1990; I)OMAGALA, 1992; WICK,

1992; VALÉRIO, 1997; MELLINGER, et nl.,

2000; VASICEK. et [ll., 2001: LEE, 2002;

VALÉR ►o et al., 1999, 2003 and 2004). Howe-

ver, in the last years we have been observing

the occurrence of aphid species becoming

serious pests and difficult to control (GAR-

cíA, 2001; VALÉRIO et ul., 2004). In sweet

pepper proteeted crop, Aulacnrthum solculi

(Kaltenbach) has been reported as one of the

most important species in some regions of

Spain (HERMOSO DE MENDOZA, 2005; SÁN-

cHEZ, 2005) and Aphis craccivorc! Koch in

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144 E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MEXIA

Portugal (VALÉRIO et a/., 2004, 2005). Theaphid Macrosiphum euphorbiae (Thomas)has also been reported from Portugal (VALÉ-Rto, 1997; VALÉRIO et al., 1999, 2003, 2004,2005) however, its importance was conside-red as secondary.

With so many aphid species that can

cause damage to sweet pepper, and the con-

cern with chemical control that is costly for

farmers and has many disadvantages either

for public health or for the environment, par-

ticularly for its negative effects on beneficial

organisms (ILHARCO, 1992; ZxANG, 2000;

OSTMAN, 2001, BARRENECHEA, Bt al, 2004),alternative control methods must be conside-

red (VAN L.ENTEREN, 1996^.

Natural enemies present in the ecosystem

reveal in most cases low efficiency in con-

trolling aphid species in sweet pepper and,

biological control can be very useful as an

alternative measure (RAMóN, 2002;WAWRZYNSKI et Rl., 2001; GUENAOUI, 1991;

GILKESON, 1990). Implementing a biological

control programme in a greenhouse requires

more knowledge and labour from the farmer

than traditional pest control programmes(GREER er al., I 999; DuFOUR, 2001). Properaphid species identification is very important

and must be done before a control program-

me, using predators or parasites, is initiated,

(GREER, 2000; VALéRIO et al., 2005) forselection of the appropriate beneticial orga-

nism to be released, given its speciiicity.

Other aspects should be considered, namely,

release rate, timing, placement, temperature,

and pesticide application that can influence

the success or failure of biological control

efforts (GREER et al., 1999; DuEOUR, 2001),as well as the care for minimizing the non-

target effects of biological control (SIMBER-

LoFF, 1996; FOLLETT, et al. ed., 2000;BARRATT, 2003; LOUDA, 2003).

In this work, two beneficial organismswere selected to be released. The parasitoidAphidius colemani Viereck was selected dueto the proved efficiency of this parasitoidgenus in parasitizing the aphid species ofsweet pepper crop (RABASSE et al., 1983;GILKESON, 1990; ►CHELT, 1990; WICK, 1992;

DOMAGALA, 1992; VAN STEENIS et al., 1996;

SAMPAto et al., 2001; VALÉRIO et al., 2003,2004) and its availability in biological con-

trol suppliers. The predator Coccinella sep-

tempunetata L. was also selected, because ofits efficiency in controlling high levels of

aphids according to our own observations

and reports from other authors (OBRYCKI,

1998; TRILTSCH, 1999; 1VIINORETTI, 2000;

EvANS, 2003).

With this work we intended to study inte-ractions between aphid species and its natu-ral enemies and obtain information forimplementation of a biological control pro-gramme that can reduce the chemical inputand problems associated with aphid controlin sweet pepper protected crop.

MATERIALS AND METHODS

Monitoring aphid species and naturalenemies in sweet pepper plants

Assays were conducted, during the years1998, 2002, 2003 and 2004, on protectedsweet pepper crops, in the west region ofPortugal.

In 1998 a study of population dynamicswas carried out for monitoring aphid speciesand their natural enemies. In the followingyears a biological control programme wasdeveloped to evaluate the interaction betweenaphid species and specific beneficial orga-nisms to be released and also the suitable timefor releases, in order to increase the effective-ness of the beneficial organisms and minimi-ze the non-target effects of biological control.

A greenhouse with sweet pepper wassampled weekly. When the conditions werefavourable to the development of aphidpopulations, the frequency of sampling wasintensified.

Greenhouses were divided into ten sec-tions and one sweet pepper plant of each sec-tion was sampled for monitoring aphid spe-cies. Two leaves were randomly collectedfrom two of the three plant levels (superior,medium and inferior).

The predatory activity was monitored intwenty pepper plants. The presence of lar-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007 145

vae, pupae and adult stages of predatorswere registered for anthocorids, cecidom-yiids, coccinelids, chrysopids, spiders andsyrphids. The methodology used was adap-ted from previous studies on aphid popula-tion dynamics and their natural enemies, onpepper crops (Va,[,^rt^o et al, 1999).

The leaves sampled were observed undermicroscope in laboratory for identificationand quantitication of aphid species and para-sitoid mummies.

Introduced beneficial organismsTwo beneticial organisms were introdu-

ced to control aphid populations, the A. cole-mani parasitoid and the C. septempunctatapredator.

The specitic parasitoid A. colemani wasobtained from a biological control supplier

37% °/

14 /°

°

75%

1% 12%

and released in M. persicae colonies to con-trol this aphid. C. .reptempunctata was captu-red on potato crops near the greenhouse andreleased on pepper plants to control theaphid species A. gossypii and A. craccivora.

RESULTS AND DISCUSSION

During the assays, five aphid species wereidentified A. craccivora, A. ,qnssypii, A. sola-ni, M. euphorbiae and M. per.sicae ( figure 1),the occurrence of the different aphid specieshad fluctuations. A. craccivora, A. gossvpiiand M. pc rsicae were the species that rea-ched higher populations levels. In 2003, A.solani was the dominant species and theaphids of the genera Aphis were not obser-ved (figure 1). The occurrence of this popu-lation dynamic of the aphid species, much

\51%

Legend

Myzus persicae

n Aphis gossypii

' Aphis craccivora

n Macrosiphumeuphorbiae

Aulacorthumsolani

Figure I. Percentage of aphid species per year of observation. a) 1998; b) 2002; c) 2l>U3: d) 20O4.

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146 E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MEXIA

different from the other years, took placewhen problems in development of sweetpepper plants occurred associated with nutri-tional and pathogen issues.

In 1998 M. persicae with 37 % of totalaphid species and A. gos.cvpii with 41 rIo(tigure I-a) were the species that reached theeconomic threshold. Oscillations verified inM. persicae populations (figure 2) werefollowed by the indigenous parasitoid acti-vity (figure 3) wich was not enough to pre-vent a peak of the aphid population. In earlyJuly A. gossypii populations reached a higherlevel (figure 2), however, indigenous preda-tors populations increased (figure 3) and con-tributed to the control of pest populations.

The acquired information, namely the inte-ractions between aphid species and naturalenemies (anthocorids, cecidomyiids, coccine-lids, chrysopids, spiders, syrphids and someparasitoids) and the natural control efficiency,was important to det3ne the biological controlstrategy for the following years. In 2002, onthe basis of the insufficient activity of indige-nous parasitoids, since the beginning of aphidcolonization, the parasitoid A. c•olemani wasselected to be released on the M. persicaecolonies (20 May) (tigure 4). When the para-sitoid was released (20 May), the M. persicaecolonies were well developed and in fullreproduction, and it was not possible to pre-vent an increase of pest population (figure 4).

A. gossypii populations reached high levelshowever Á. craccivora reached even higherlevels (figure 4) and caused important injurydamage on the crop due to honeydew produc-tion. The natural enemy's diversity (tigure 5)contributed to control the aphid populations.

Taking into account the adaptation diffi-culties experienced by A. colemani, in 2003,releases were made earlier (22 April) (figure7), which kept the parasitoid activity untilthe end of the crop. In this year, the alreadymentioned problems with sweet pepperplants development, associated to the occu-rrence of nutritional and pathogen problemswere unfavourable to the development ofaphid populations (t7gure 6). A. solani keptits activity near the ventilation apertures,

however, the aphid populations were lower(tlgure 6).

On the 20th of April, 2004 A. colemaniwas introduced (figure 8) and kept its acti-vity during the crop development, parasiti-zing M. persicae which maintained thepopulation at low levels (tigure 8). Verifyingthat the reproductive rate of A. gossypii andA. craccivora was very high and also thatparasitism and predatory activity were insuf-ficient to control its populations, the optiontaken was to release predators (coccinelids)in May the 25^h (figure 8 and 9). These bene-ficial insects had an excellent adaptation togreenhouses conditions and reduced consi-derably the pest populations.

CONCLUSIONS

In Portugal, on protected sweet peppercrops, high population levels of aphids are,normally, associated to A. craccivora, A.gossypii and M. persicae presence.

M. persicae populations must be controlledsince the beginning, when the first colonies areobserved. With low population levels, parasi-tism seems to be the better option to consider.In the region of the experiments, the activity ofthe indigenous parasitoids is not enough tocontrol M. persicae populations and earlyintroductions of parasitoids are necessary.

On the other hand, to control A. craccivo-ra and A. gossypii populations, whose repro-ductive rate is very high in protected peppercrop, parasitism was not sufficient to controlthese aphid species.

Decreases in A. craccivora and A. gossy-pii populations correspond, usually, to pre-da[or population increase. Therefore, if indi-genous predator activity is scarce to controlthese aphids, the introduction of predators,namely, coccinelids should be consideredbecause of its efficacy to control those aphidspecies as it was observed in 2004.

The releases of the parasitoid A. co[emaniand the predator C. septempunctata wereassociated to the decrease of aphid popula-tion levels and apparently controlled theaphid species mentioned.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007

30

20

10 -1

0

xa

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ro ^ -^i -^i '-^i -^i -^i ^-^i '-^i ^ Q Q Q

r M O^ Vl M O 1^ 7 xÓN O O N M O - N N ^--^ N

Date

Myzus persicne n Aphis gossypii Aphi.r cruccivoru

n Macro,riphum euphorbiue Aulacnrlhurr^ .cnlani

Figure 2. Evolution of inean number of aphid species during the year of 1998.

1,6 T

1,4 +

1,2

1 IS

0,4 I

0,2

0

/

_ 25

1 20

1 10

.1 5

0

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Cecidomyiids Qarvae)

Coccinelids (larvae, pupae, adul[s)

n Chrysopids (larvae)

n Syrphids Qarvac, pupae)

^ Aphid mummies

Figure 3. Mean number of predators per plant and mean number of aphid mummies per leaf, observed during the yearof 1998.

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148 E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MEXIA

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Date

Myzus per.ricae ^ Aphis gossypii Aphis eracc ivora

^ Macrosiphum euphorbiae Aulacorthum solani

Figure 4. Evolution of inean number of aphid species during the year of 2002.

_ 25

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Date

Coccinelids (larvae, pupae, adults) ^ Syrphids (larvae, pupae)

^ Chrysopids (larvae) ^ Spiders

^ Sytphids (adults) ^ Aphid mummies

1 20

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Figure 5. Mean number of predators per plant and mean number of aphid mummies per leaf, observed during the yearof 2002.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007

A. colemanito ^8 16^

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Date

MVZUS persieae ^ Macrosiphum euphorhiae

Aulacarthum solani

Figure 6. Evolution of inean nwnber of aphid species during the year of 2003.

1

Ó Ó Ó Ó Ó Ó

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N Ñ Ó N ^ Ñ O

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^ Anthocorids ^ Sytphids (adults)

Coccinelids Qarvae, pupae, adults) ^ Spiders

^ Syrphids (larvae, pupae) ^ Aphid mummies

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Figure 7. Mean number of predators per plant and mean number of aphid mummies per leaf, observed during the yearof 2003.

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1

Myzus persicae ^ Aphis gossypii Aph

^ Macro.riphum euphorbiae

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Aulacorthum solani

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Figure 8. Evolution of inean number of aphid species during the year of 2004.

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Date

^ Anthocorids

Coccinelids Qarvae, pupae, adults)

Syrphids (larvae, pupae)

E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MEXIA

A. colemani C. septempuI nctata

® Spiders

^ Aphid mummies

Figure 9. Mean number of predators per plant and mean number of aphid mummies per leaf, observed during the yearof 2004.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007 I i I

ACKNOWLEDGEMENTS (Fundaçáo para a Ciéncia e a Tecnologia).We wish to [hank José Firmino for his sup-

This study was supported by the national port and for making available greenhouses toresearch projects PIDDAC-103/02 and PRA- the assays. To Dr. J. Constantino Seyueira weXIS/3/3.2/HORT/2164/95 and also FCT wish to thank the comments on the text.

RESUMEN

VALéRIO E., A. Cecfuo, A. MEx1A. 2007. Interacción entre especies de áhdos y orga-nismos beneficiosos en cultivos protegidos de pimiento. Bo[. Sun. Ueg. Plagns, 33: 143-152.

Las interacciones entre diversas especies de átidos y los organismos beneficiosos sehan estudiado en la región del oeste de Portugal, en cultivos protegidos de pimiento. Losensayos fueron realizados durante los años de 1998, 2002, 2003 y 2004. Las especies deáfidos y los enemigos naturales se recogieron semanalmente, cuantificados e identifica-dos en laboratorio.

Las especies de áfidos yue alcanzaron umbrales económicos fueron Aphi.r craccivo-ra Koch, Aphia^ go.+^sypii Glover y M^^zus persicae (Sulzer). También estuvieron presen-tes Aulacnrthum .rolani (Kaltenbach) y Macrosiphunt euphorbiae (Thomas).

La actividad depredadora indígena por los antocóridos, cecidómidos, coccinélidos,crisópidos, arañas, sírtidos y algunos parásitos, han contribuido al control de las pobla-ciones de áfidos. Sin embargo, en cultivo de pimiento, las poblaciones de áfidos puedenalcanzar altos niveles y la actividad de enemigos naturales es escasa para controlarlossatisfactoriamente. La introducción de enemigos beneficiosos es, por tanto, necesaria.

Un programa de control biológico fue puesto en marcha y se adaptó a las condicio-nes en que se desarrollaron los ensayos. Para controlar las poblaciones de A. cruccivorny A. gnssypii los cuales tuvieron una tasa de reproducción en nuestros ensayos, las intro-ducciones de depredadores, (coccinélidos), fueron eficaces en el control de las especiesde áhdos. Las poblaciones de M.persicae pueden ser controladas con las introduccionesde parasitoides cuando se observan a las primeras colonias. En este estudio el despreda-dor Coccinel(a septempunctata L y el parasitoide Aphidius co(emani Viereck fueran uti-lizados.

Palabras clave: áfidos, parasitos, depredador, control biológico, invernadero,pimiento.

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(Recepción: 18 enero 2006)(Aceptación: 30 abril 2O07)

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Bol. Snn. Ueg. Plagas, 33: 153-/61, 2007

Population dynamics of aphids (Homoptera: Aphididae) andbeneficial organisms on protected strawberry crops

E. VALÉRIO, fi. CECÍLIO, fi. ÑIEXIA

In protected strawberry crops, aphids are one of the most important pests and cancause serious losses on strawberry production. The knowledge ol aphid population dyna-mics and beneticial organisms is very useful to reduce damage.

To study the aphid population dynamics and beneficial organixms, assays werecarried out, in two greenhouses, during the years 2O02/2(x)3 and 2(Hl3/2(x)4, in the westregion of Portugal. The protected strawberry crops were submitted to an IPM (Integra-ted Pest Management) programme. Biological control and cultural control were selectedto allow the observation of interactions between aphid populations and beneticial urga-nisms. Aphids and natural enemies were yuantitied and identitied weekly during thecrop period. Predators (coccinellids) were released in order to control aphid populations.

The aphid species that reached the economic threshold were Aphi.,^ gn.rs.^^pii Gloverand Aphis ruborum (Bbrner). A. goss^^pii reached much higher population levels thunother species. Aphis craccivora Koch, Aulacorthum •rolani (Kaltenhach) and Mucrusip-hum euphorbiae (Thomas) were also identified.

Primary parasitism by the families Aphidiidae and Aphelinidae was observed, as wellas parasitism by entomopathogenic tungi. Predator activity (anthocorids, cecidomyiids,coccinellids, chrysopids, spiders and syrphids) was the most etticicnt in controllingaphid populations.

Aphid population levels always reached high values in the two years of assuys, espe-cially A. goa.i.vpii. Beneficial organisms and cultural control by periodically removul ofold leaves, contributed to reduce the pest populations. However, were insufficient to pre-vent harmful levels on fruits and conseyuently releases ot predators were justitied.

E. Vn^^Rto, A. CECít.to. EstaçSo Agronómica Nacional - INIAP, Dep. Proter45o de Plan-tas - Entomologia, Av. da República, Nova Oeiras. 2784-505 Oeiras. elsavalC^sapo.ptA. MExtA. Estaçáo Agronómica Nacional - W1AP, Direcç^o, Av. du República. NovaOeiras. 2784-505 Oeiras.

Key words: Aphids, beneficial organisms, biological control, cultural cuntrol, gre-enhouse, strawberry.

INTRODUCTION

The damage caused by aphids on protec-ted strawberry crops can result from thehoneydew production on the fruits. Thepresence of this sticky secretion inducesthe appearance of sooty mould that growson it, and fixes the aphid exuviae makingthe fruits unmarketable (STRAtvo, 1994,

Rorv^oN er al., 2005, VALÉRIO er al., 2004c,2005).

Several aphid species are reported for the

strawberry crop, namely, Penratric•hnpus f'ru-

^uefolii (T.D.A. Cockerell) (SHAtvKS, 1970,

STRAND, 1994, 1►ONDON, 20O4, VALÉRIO er

al., 2004a, 2004b, 2004c, 2005), M^^zt.^.r per-

sicae Sulzer (STRAtv^, 1994), Macrosiphum

euphorbiae (Thomas) (STRAN^, 1994, VALÉ-

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154 E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MEXIA

Rio et al., 2004a, 2004b, 2004c, 2005), Aphisruborum (B^rner) (VALÉR ►o et nl., 2004a,2004b, 2004c, 2005). However, in protectedcrops, Aphis gossvpii Glover has been men-tioned as the most important (RotvDOtv et al.,2003, 2005, VA>.ÉR ►o et al., 2004a, 2004c,2005 ).

The key for successful management ofinsects in strawberries is the detection ofpotentially damaging populations beforethey reach harmful levels (STRAtvD, 1994). Itis important to understand the life cycle andbehaviour of insect pests in order to developan effective control strategy (GREER et al.,1999; DuFOUR, 2001). Although several con-trol methods are available when economicthresholds are reached, chemical control canbe costly both for farmers, public health andenvironment, particularly in terms of negati-ve effects on beneficial organisms (ILHARCO,1992; ZHArvc, 2000; ^sTMAN, 2001). For thisreason, control methods like cultural controland biological control are being preferen-tially used. RoNDOtv (2003) reports that ade-quate sanitation, elimination of crop resi-dues, detection of early infestations of pestsand releases of beneficial organisms, can besutficient to keep pest populations below theeconomic threshold level on strawberrycrops.

Strawberry crops in greenhouse environ-

ments provide favourable conditions for

introduction of beneficial organisms (CROSS,2001). Nevertheless, proper identitication of

aphid species is very important and must be

done before a control programme using

beneticial organisms is initiated (GREER,

2000; VALÉRIO et al., 2004c). Precautions for

minimizing the non-target effects of biologi-

cal control, namely the extinguishing of nati-

ve species, the unbalance of ecosystems and

other effects, are very important and must be

taken into account (S ► MBERLOFF, 1996;

FOLLETT et nl. ed., 2000; BARRATT, 2003;

LOUDA, 2003).

Predators are the most suitable tools forcontrolling the very dense colonies, charac-teristic of A. Rossypii, the aphid target(RAMAKERS, 1989). In this work we selected

coccinellids to be released because of its

proven efticiency in controlling high levels

of aphids in various crops (FERRARI, 1994,

^BRYCKI, 199ó; TRILTSCH, 1999; MINORETTI,

2000, EvAtvs, 2003), including the straw-berry crop (VALÉRIO, 2004a).

Two coccinellids were introduced to con-

trol aphid populations in greenhouses. One

of them was Harmonia axyridis (Pallas) and

besides its non target impacts frequently

mentioned (KocH, 2003, OsAwA, 2003,i•URODA, 2003 FERNANDES, 2OO$), lt haS a

greater suppressive effect on the density of

A. gossvpii (KURODA, 2003, RoNDOrr, 2005)

and of other aphids in strawberry crops

(KocH, 2003).Moreover, its acquirement has

been easy due to its availability on commer-

cial suppliers. Coccinelln septempunctata L.

was selected, especially due to its availabi-

lity near the protected strawberry crops, on

potato crops and in shrubs and hedges that

can serve as hibernation places and local

food supply, when other crops are not avai-lable.

In order to define a protected control pro-gramme for aphids, the population dynamicsof aphids and natural enemies were studiedon strawberry greenhouses. This study alsoprovides a basis for developing a biologicalcontrol programme for aphids, especially A.gossypii, in protected strawberry crop.

MATERIALS AND MFTHODS

The assays were conducted, during theyears 2002/2003 and 2003/2004, on protec-ted strawberry crops, in the west region ofPortugal.

Two greenhouses were sampled everyyear and submitted to Integrated Pest Mana-gement. Cultural control, by periodicalremoval of old leaves (Table 1), and biologi-cal control were adopted to control aphidpopulations. Each year, a release of preda-tors (coccinellids) was made in one of thegreenhouses and, in the other, natural controlof aphid population was used without anyrelease of beneficial organisms. No insectici-de was used.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007

Table I. Dates of periodical removal of uld teaves in strawberry protected crop.

ISS

Year 2002/2003 ?U(13/2UU4

/Month Greenhouse I Greenhouse 2 Greenhouse I Greenhoutie 2

September 30 30

October 18 20, 29 17

November OS, 19 13, 22 os oxDecember l0 ^^ ^^

January 20* 08 IS

February O5, 08*

March Ol, 25* Ol. 25*

* Every week after the date

Aphid sampling was made weekly sincethe beginning on twenty strawberry plantsrandomly chosen in each greenhouse. Whenthe conditions were favourable to the deve-lopment of aphid populations, the frequencyof sampling was intensified.

Sampling aphids and beneficial orga-nisms in protected strawberry crops

Every week, twenty trifoliate leaves andten tlowers or fruits were collected. Sampleswere analysed in laboratory. Aphid speciesand parasitized aphids (mummies) werequantified and identified.

Monitoring predators in protectedstrawberry crops

The predatory activity was monitored ontwenty plants by visual observation. Thewhole aerial part of the strawberry plant wasobserved and the presence of larvae, pupae,adult stages of predators (anthocorids, ceci-domyiids, coccinellids, chrysopids, spidersand syrphids) were registered.

Introduction of beneficial organismsTo control A. gosstpii populations in t7o-

wers and frui[s, two predators (coccinellids)were introduced: Hurmonia uxvridis(Pallas), in 2002/2003 and Coccinella sep-tempunctata L. in 2003/2004.

H. axyridis was acquired in a biologicalcontrol supplier and C. septempunctatawas captured in potato crops near the gre-enhouses.

RESULTS AND DISCUSSION

Biodiversity of aphid species and natu-ral enemies

During the assays, five aphid species wereiden[itied: Aphis cruccivuru Koch, Aphisgossvpii Glover, Aphis ruborum (Bdrner).Aulucnrthum soluni (Kaltenbach) andMacrosiphum euphorbiue (Thomas).Theaphid species that reached the economicthreshold were Aphis gossti•pii Glover andAphis ruborum (Bdrner). A. goss.vpii was thedominant species and reached higher popu-lation levels than the other species, being theobservation of its presence always higherthan 70% (Figure I). M. cuhhorbiue wasonly observed in the tirst year (3^/^) (Figure1). A. cruccivoru and A. soluni were rarelyobserved being present in less than 1% of theobservations.

Primary parasitism by the families Aphi-diidae and Aphelinidae and parasitism byentomopathogenic fungi were observed. A.ruborum was the most susceptible to ento-mopathogenic fungi. Indigenous predatoractivity by anthocorids, cecidomyiids, cocci-nellids, chrysopids, spiders and syrphidswere frequently observed, and was importantto control aphid populations.

Population dynamics of aphids andbeneficial organisms

During the assays conducted in2002/2003 and 2003/2004, aphid popula-tions, especially A. goss^^pii, reached high

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156

M.

euphorb.

3%

A.

ruborumlo%

E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MEXIA

A.

gossypii77%

2002/21103 - grcenhouse 1 ^

A.

ruborum

zo%

A.

gossypii

80%

^2003/2004 - greenhouse 1

^ Aphis riiborum

;2002/2003 - greenhouse 2

A.

,l'ossypii

73 %

^2003/2004 - greenhouse 2

Aphis gossypii Macrosiphum euphorbiae

Figure 1. Percentage of nphid species observed on struwberry plunts in the greenhouses. Samples were collec[edweekly, since the beginning.

levels. The parasitoid activity was low butindigenous predators were frequently obser-ved, controlling this aphid species during thestrawberry crop development. On [he otherhand, the periodic removal of old leaves cancontribute to reduce aphid population levels(Figures 2, 3, 4 and 5).

In the greenhouse 1(2002/2003) variationof the aphid population levels occurred and

A. gossypii92%

A.

ruborum8%

A.

ruborum

27%

was associated to the presence of predators(cecidomyiids and spiders) together with theremoval of old leaves (Figure 2).

In early February, aphid populations rea-ched high levels on the leaves and an incre-ase of A. gossypii colonies was observed inflowers and fruits. This fact justified a rele-ase of coccinellid H. axyridis (8 Feb.) toprevent production losses. H. axyridis had a

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007

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157

Figure 2. Greenhouse I. Mean number of predators per plant, mean number of aphids and aphid mummies per leafduring 2002/2003. The arrow indicates the Hnrmnniu ata^rrdis release.

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Date

n Anthocorids n Chrysopids ( larvae) n Spiders

Cecidomyiids ( larvae) n Syrphids Qarvae, pupae) ^ Aphid mummies

= Coccinelids Qarvae, pupae, adults) ^ Aphids

^ Dates of remov al of old leaves

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Figure 3. Greenhouse 2. Mean number of predators per plant, mean number of aphids and aphid mummies per leafduring 2002/2003.

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I 52i E. VALÉRIO. A. CECÍLIO, A. MEX[A

Figure 4. Greenhouse I. Mean number of predators per plant, mean number of aphids and aphid mummies per leafduring 2003/2004. The arrow indicates the release of Coccrnella septempunctata.

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Date

n Anthocorids n Chrysopids (larvae) n Spiders

Cecidomyiids (larvae) n Syrphids Qarvae, pupae) Aphid mummies

^ Coccinelids (larvae, pupae, adults)

^ Dates of removal of old leaves

Aphids

Figure 5. Greenhouse 2. Mean number of predators per plant, mean number of aphids and aphid mummies per leafduring 2003/2004.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2O07 159

good adaptation to the greenhouse condi-tions, which contributed for the A. ^osstipiipopulation decrease (Figure 2). On theother hand, this predator didn't remain inthe agro system as verified by KURODA,2003, who mentions the escape from thegreenhouse, natural mortality of larvae,cannibalism and other factors, as possiblereasons for that fact.

In the second greenhouse (Figure 3), evenwith the cecidomyiids and spiders presence,and the cultural control practice, we couldn'tprevent an A. gossypii population peak whenthe first flowers appeared. This peak, howe-ver, didn't become a concern because, at thattime, crop production was reduced and notappropriate for marketing. In December theaphid population was reduced and kept atlow levels during all the crop development.

In the second cultural period (2003/2004),high aphid population levels were reached inNovember, at early blooming (greenhouse1). However, predator activity, especiallycecidomyiids and coccinellids, contributedto the aphid population decrease (Figure 4).

The natural enemies kept active control ofthe aphid populations during the first stage ofthe plant development. However, theycouldn't prevent the aphid population increa-se in flowers and fruits at early April, whenthe crop was in full production. Releases of acoccinellid (C. septempunctata) were made (6Apr.) to reduce aphid populations and avoidproduction losses. When the following crop inthe same greenhouse was observed, the pre-sence of this coccinellid was registered again,suggesting that this predator has been main-tained in the ecosystem probably due to thepresence of hibernation places and local foodsupplies near the greenhouses.

In the greenhouse 2(Figure 5) naturalcontrol and the removal of old leaves keptaphid populations at acceptable levels.

CONCLUSIONS

In protected strawberry crops, the aphidAphis gossypii Glover is one of the mostimportant pests and can cause high losses incrop production. The high density of aphidpopulations that can develop on tlowers andfruits and the honeydew production, inducesthe appearance of sooty mould that grows onthem and fixes the aphid exuviae making thefruits unmarketable.

The naturul enemies' activity, especiallypredators, and the cultural control, byremoving old leaves, can contribute tomaintain aphid populations at low levels.However, when A. koss^^pii populationsincrease on tlowers and fruits, predatorreleases should be made to prevent fruitproduction losses.

We recommend releases with indigenouspredators or predators captured near thecrop, when they are available, because of thesuccess in adaptation and maintenancethe ecosystem.

ACKNOWLF.DGF.MENTS

^m

This study was supported by the nationalresearch project PO AGRO DE&D n° 193:"Tecnologias de produçáo integrada nomorangueiro visando a expansáo da cultura ea reconquista do mercado" and also FCT(Fundaçáo para a Ciéncia e a Tecnologia).We want to thank to Dr. J. ConstantinoSequeira for the critical revision of themanuscript.

RESUMEN

Vn^Ékio E.. A. Cec[uo, A. MEx^n. 2007. Dinámica de las poblaciones de 5tidos(Homoptera: Aphididae) y organismos beneticiosos en cul[ivos protegidos de fresa. Bol.San. Ueg. Plagas. 33: 153-161.

En cultivo protegido de la fresa, los áfidos son una de las plagas más importantes ypueden causar pérdidas serias en la producción. El conocimiento de la dinámica de lapoblación de átidos y enemigos naturales es muy útil para reducir el daño.

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I60 E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MEXIA

En este estudio, los ensayos fueron realizados durante los años 2002/2003 y 2003/2004,en la regicín del oeste de Portugal y dos invernaderos por año fueron muestreados. EI culti-vo protegido de la fresa fue sometida a un programa de producción integrada. EI controlbiológico y el control cultural fueron favorecidos para permitir las interacciones entre laspoblaciones de áfidos y los enemigos naturales. Las introducciones de los depredadores(coccinelidos) fueron hechos en uno de los invernaderos estudiados por año. Los átidos ylos enemigos naturales fueron semanalmente cuantificados e identificados.

Las especies de pulgón que alcanzaron el umbral económico fueran Aphi.r gossy^piiGlover y Aphis ruborum (Biirner). A. gossypii alcanzó los niveles poblacionales más ele-vados por encima del 70 °lo. En lo referente a otras especies; Aphis Craccivorn Koch,Aulacorthum solani (Kaltenbach) y Macrosiphum euphorbiae (Thomas) también fueranidentificados.

EI parasitismo primario de las familias Aphidiidae y Aphelinidae fue observado, ytambién el purasitismo de hongos entomopatógenos. Sin embargo, la actividad depreda-dora (antocóridos, cecidómidos, coccinélidos, crisópidos, arañas y sírfidos) fueran máseticientes en control de las poblaciones de áfidos.

Las poblaciones de áfidos alcanzaran niveles elevados en los dos años de observación,especialmente A. gnssypii. Los organismos beneticiosos combinados con el manejo cul-tural (retiruda periódica de hojas viejas) han contribuido a reducir las poblaciones de laplaga, pero, no fueron suticientes para disminuir a niveles de daños satisfactorios en lasfrutas. Las introducciones de depredadores estuvieron justificados.

Palabras clave: Átidos, organismos beneficiosos, control biológico, control cultural,invernadero, fresa.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007 161

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eol. Sat. Veg. Plagas, 33: 163-168, 2007

Abundancia y distribución de los huevos de las principalesespecies de lepidópteros noctuidos plagas en el cultivo de sojaen ^.ICUmán, Argentina

L.VALVERDE

Se evaluó la abundancia y distribución de los huevos de las tres principales especiesde lepidópteros nocmidos: Anticarsiu ,^emn^curclis Hiibner (Catocalinae). Rnchiplusin nu(Guenée) y Chrvsodeixis icccludens (Walker) (Plusiinae) presentes en cullivos de ^oja enprovincia de Tucumán (Argentina). En cada muesveo semanal, realizado en las campa-ñas agrícolas 2003 y 2004, se revisaron 240 foliolos. En la campaña 2004 se encontráun número mayor de huevos de Rachipácsicc nu que en la anterior. Los huevos fueronmás abundantes en el estrato medio de lus plantas y en el borde del envés del foliolo.

L.Vnwekue. Fundación Miguel Lillo. lnstituto de Entomología. Miguel Lillo 251.(4.000) San Miguel de Tucumán, Argentina. E-mail: IvalverdeCahotmuil.com.

Palabras clave: Anticursia gemmuta(i.c, Rnchiplusiu nu, Cltr^^sodeixi.c includens.

INTRODUCCIÓN

El cultivo de soja tiene una marcadaimportancia socioeconómica a nivel regionaly nacional, debido principalmente a su altovalor de mercado a nivel internacional; estascircunstancias han llevado a los productoresa un masivo vuelco hacia su producción con-vir[iéndose, en ciertas regiones del norteargentino, en un monocultivo con hasta doscosechas anuales. En la actualidad, Argenti-na es el tercer productor mundial de soja,con una supe^cie sembrada de aproximada-mente a 14 millones de hectáreas y una pro-ducción media anual de 35 millones de tone-ladas.

En la provincia de Tucumán el cultivo desoja se implantó a mediados de los años 60,pero desde principios de los 80 la superficiesembrada aumentó significativamente,pasando a ser el cultivo de granos más exten-samente sembrado en la llanura tucumana;

en la última década la superficie cultivada desoja ha aumentado desde 85.000 (FrtiAS etnl., 1991-93) hasta 226.400 ha (DEVAN ► etal., 2003). Asimismo y durante este período,las prácticas agrícolas implementadas porlos productores han cambiado, no solo por laaparición de nuevos cultivares (algunos deellos genéticamente modificados) sino tam-bién por el cambio ocurrido en el laboreo dela tierra con la implementación, ampliamen-te extendida, de la siembra directa.

En las áreas productoras subtropicales de

América del sur, son varias las especies de

lepidópteros desfoliadores que atacan al cul-

tivo, entre ellas se destacan la "oruga de las

leguminosas" Anticarsia Remmatc^lis (Hiib-

ner) (Noctuidae, Catocalinae), considerada

la plaga principal del cultivo y las "falsas

orugas medidoras" Rachiplusiu nu (Guenée)

y Chr^sodeixis includen.r (Walker) (Noctui-

dae, Pluslmae) (FERREIRA y PANI'1_Z.I, 1978;

LAZARO et ul., 1989).

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i c^a L.VALVERDE

Las plagas que afectan al cultivo de sojaen la provincia de Tucumán han sido estu-diadas por varios autores como NASCA et al.

(1985 ), NASCA y LAZARO (1991) y LAZARO et

aL (1989, 1990). Hace varios años NASCA y

SAEtvz ( 1995) estudiaron la ubicación de lasposturas en las plantas del soja, pero concondiciones del cultivo bastantes diferentes alas actuales. Es por ello que el objetivo deeste trabajo fue evaluar la abundancia y dis-tribución de los huevos de las tres principa-les especies de lepidópteros plagas en lasituación actual del cultivo de soja en la pro-vincia de Tucumán. La importancia de cono-cer la abundancia y distribución de los hue-vos de lepidópteros plagas se debe a que seha detectado que sus principales enemigosnaturales son fundamentalmente los parasi-tO1deS OÓfagOS (VALVERDE, 2003).

MATERIAL Y MÉTODOS

Se realizaron muestreos semanales desdefebrero a mayo del 2003 y de enero a abrildel 2004, en un cultivo comercial implanta-do en EI Bracho (26° 59' S y 65° 11' O, Dept.Cruz Alta); esta región se caracteriza por unaintensa actividad agronómica, destacándoseel cultivo de caña de azúcar a lo largo detodo el año y cultivos estacionales comotrigo en invierno, y soja y maíz durante elverano. En relación al uso de insecticidas,los más utilizados son el clorpirifos (organo-fosforado) y cipermetrina (piretroide). Laparcela bajo estudio, de aproximadamente 2hectáreas, recibió las prácticas agronómicasconvencionales para la región, siembradirecta de la semilla, y 2 a 3 aplicaciones deinsecticidas por año.

En el área indicada se determinaron cua-tro puntos de muestreos, separados por unadistancia de aproximadamente 22 metros, alo largo de una transecta diagonal; el prime-ro de ellos ubicado a menos de dos metrosdel borde del cultivo y el último en el centrode la parcela. En cada fecha de muestreo secolectaban en cada uno de los puntos, seisfoliolos de diez plantas, elegidas al azar,estos eran trasladados en bolsas de papel al

laboratorio para su posterior revisión conmicroscopio estereoscópico.

Durante la campaña 2004, los huevosencontrados se clasiticaron de acuerdo alpunto de muestreo (1-4), a la localizaciónrelativa en la planta (estrato superior (A)estrato medio (B) e inferior (C)) y a su ubi-cación en el foliolo (haz o envés y borde ocentro). El número y ubicación de los huevosde cada una de las especie se registraron enplanillas.

Los huevos fueron separados de los

foliolos, aclarados durante 20 minutos con

lacto fenol, y montados entre porta y

cubreobjetos para su observación. La iden-

tificación de los huevos se realizó según la

estructura y el diseño del área micropilar

del córion, consultando los trabajos de

PETERSON (1964), ANGULO y WEIGERT

(1975), WEIGERT y ANGULO (1977), GRE-

GORY y BARFIELD (I989), ANGULO y ^LIVA-

RES (1991). Los datos obtenidos se analiza-

ron por el test de Tukey para la separación

de medias con un nivel de 0,05 de signifi-

cación. Se utilizó el programa de Infostat

profesional 2005 d ] .

Este trabajo se realizó en ]os laboratoriosdel Instituto de Entomología de la FundaciónMiguel Lillo, Tucumán y los especimenes dereferencia se depositaron en la colección delmismo Instituto.

RESULTADOS

E1 porcentaje de huevos encontrados decada una de las especies de lepidópteros pre-sentes en el cultivo fue diferente en las doscampañas. En la campaña 2003 hubo un altoporcentaje de huevos de A. gemmatalis conrelación a las otras dos especies (R. nu, C.includens), mientras que en la campaña2004, se observó un aumento en el porcenta-je de huevos de R. nu, alcanzando valoressuperiores a los de la plaga principal A. gem-mc^talis (Fig.l).

Si se considera el porcentaje de huevosde las tres especies a lo largo del desarrollodel cultivo, en la campaña 2003 (Fig. 2) loshuevos de las Plusiinae fueron más abun-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2(H)7 165

Figura I. Porcentaje de huevos de lepidópteros plagas en un cultivo de soja en las campañas agricola 2003 y 2(XM.Letras distintas indican diferencias significativas (p<= 0,05).

Figura 2. Composición porcentual de huevos de lepidópteros en un cultivo de soja en el transcursude la campaña 2003.

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166 L.VALVERDE

Figura 3. Composición porcentual de huevos de lepidópteros en un cultivo de soja en el transcursode la campaña 2004.

dantes en la primera etapa del mismo (finesde enero y principio de febrero) y a partirde allí disminuyeron, en coincidencia conel aumento de los huevos de A. gemmata-lis; a comienzos de abril se observa uncambio transitorio de esta situación. Enesta campaña se hicieron dos aplicacionescon el insecticida cipermetrina (29 demarzo y 15 de abril).

En la campaña 2004 (Fig. 3) también seobservó en la primera etapa del cultivo unmayor porcentaje de huevos de Plusiinae,pero hubo una gran diferencia entre las dosespecies de esta familia, el porcentaje dehuevos de R. nu fue mucho mayor y dismi-nuyó progresivamente mientras que loshuevos de A. gemmutalis fueron aumentan-do hasta alcanzar los valores máximos enlas ultimas fechas muestreadas. Es impor-tante destacar que en el área estudiada sehicieron 3 aplicaciones de insecticidascipermetrina (26 de enero, 24 de febrero y22 de marzo).

Distribución de las posturas en el cultivo.En relación al número de huevos encontra-

dos en cada punto de muestreo, se registró unadensidad media de 0,07 en el borde del cultivo(punto 1); 0,06 en el punto 2; 0,05 en el punto3 y 0,05 en el centro del cultivo (punto 4), noexistieron diferencias estadísticamente signiti-cativas en este parámetro (Tukey A1fa:=0,05DMS:= 0,1044. Error: 0,0547)

Ubicación de los huevos en la plantaSi se toman en conjunto las tres especies

de lepidópteros involucradas en esta contri-bución, se registró una densidad media de0,05 (A) en el estrato superior de la planta,0,08 (B) en el estrato medio y 0,05 (A) en elinferior. Estadísticamente el estrato mediotiene una mayor densidad media de huevos(Tukey A1fa:=0,05 DMS:= 0,02684. Error:0,058 .Letras distintas indican diferenciassignificativas).

Si consideramos la distribución de loshuevos en los folíolos, la densidad media fue

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2(H)7

de 0,01(A) en la zona central del haz, 0,01(A) en el borde del haz, 0,01 (A) en el centrodel envés y 0,03 (B) en el borde del envés,mostrando este ultimo diferencias estadísti-camente signiticativas (Tukey Alfa:=0,05DMS:=0,00771. Error: 0,01 14 Letras distin-tas indican diferencias significativas).

DISCUSIÓN

En estudios realizados en las campañas1984/ 85 y 1985/86 por LAZAao et al. (1990)concluyeron yue A. Kemmatalis era la orugadesfoliadora, que alcanzaba los niveles depoblación más elevados, superiores a los delas Plusiinae (R. nu y C. indudens juntas).Según estos autores la mayor densidad dehuevos de A. gemmatalis ocurrió, en todoslos casos, en fechas posteriores a la de lasotras dos especies. En la campaña 2003 lasituación fue igual a la encontrada por estosautores, sin embargo en la campaña 2004 seencontró un porcentaje de huevos de R. nuigual o superior al de la plaga principal, peroen concordancia con lo indicado por LAZArtoet aL (op. cit.), la mayor densidad de A. gem-matalis se dio en fechas posteriores a la de lasPlusiinae.

Según NASCA y SAENZ (1995) existendiferencia en la distribución de los huevos enlas distintas etapas del cultivo. Según ellos,al comienzo del periodo vegetativo los hue-vos se localizaron principalmente en el terciosuperior de la planta; en el periodo de flora-ción fueron más abundantes en el estratomedio y en la etapa final del cultivo en elestrato inferior. En la campaña 2004, el 48%

ABSTRACT

167

del total de huevos se encontró en el estratomedio de la planta, con excepción de los dosprimeros muestreos yue se localizaron pr^íc-ticamente en forma pareja en los Cres estratosde la planta (superior, medio e inferior).

Con relación a la distribución de los hue-vos en las hojas, NASCA y SAENZ (op. cit.)observaron que fluctuó a lo largo del ciclo delcul[ivo. En nuestro estudio hubo un notablepredominio en el porcentaje de huevos en elborde del envés (71,8 a 80%) prácticamenteen todo el periodo del cultivo con excepcicínde los dos últimos muestreos donde hubo unporcentaje similar en el haz y en el envés.

CONCLUSIONES

En base a este estudio se puede concluir yue:Entre las dos campañas agrícolas estudia-

das hubo diferencias en la abundancia de loshuevos de Anticursia gemmatalis y Rarhi-plusia nu, registrándose en la campañas2004 un aumento en el porcentaje de huevosde R. nu, alcanzando valores similares a laplaga clave A. gemmatulis.

Estadísticamente no hubo diferencia signi-ficativa en la densidad media de huevos encon-trados en los cuatro puntos de muestreos.

Se observaron diferencias estadísticamen-te significativas en la densidad media de hue-vos a nivel del estrato medio de la planta y enel borde del envés de los foliolos.

AGRADECIMIENTOSEn la realización de este trabajo he conta-

do con la inestimable colaboración del Dr.Eduardo Virla.

VnwEa^E L. 2007. Abundance and distribution of eggs of Noctuidae (Lepidoptera)pests of soybean crops in Tucumán. Bol. San. Ueg. Pingas, 33: 163-168.

It has been evaluated the presence and eggs distribution of the three main species ofNoctuidae: AnNcarsia genunatalis Hiibner ( Catocalinae), Rachiplusia nu (Guenée) andChrysodeixis includens (Walker) (Plusiinae) in soybean crops of' Tucumán province,Argentina. Samples of 240 leaflet each, were observed in 2003 and 2004. Percentage ofRachiplusia nu eggs was higher in 2(^4. Eggs were more abundant in the medium stra-tum of the plants and in edge of lower surface of the leaflet.

Key words: Anticarsia gemmutatis- Ruchiplusiu nu - Chrwsodeixis inrludnrts.

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168 L.VALVERDE

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Bol. Sun. ^eg. Pingus, 33: 169-177, 2007

Cría en laboratorio de Tetrastichus turionum (Hymenoptera:Eulophidae), un parasitoide de crisálidas de Rhyacioniabuoliana (Lepidoptera: Tortricidae)

!i. HUERTA, F. ROBREDO, .I. DIEZ, .I. A. PAJARES

Se realir.aron ensayos de ería en laburatoriu de 7i-rra.crichu.^ ^uriunum Hartig (Hyme-noptera: Eulophidae), un parasitoide de crisálid^s de Rln^c^rioniu hunliunu Den er Schiff(Lepidoptera: Tortricidae). Se estudió la longevidad de los adultus del parasitoidc. suproductividad, rarón sexual, preferencias de oviposicibn y ruptura de la diapausa. Lalongevidad media de los machos pudo extenderse hasta 27 días y lu de las hembrus hasr.i41 días cuando eran alimentados con pasas humedecidati y agua. La produrtividad mediapor hospedante resultó muy elevada, cerca de 42 individuos por crisálida, con una rarónsexual favorable a las hembras ( I: 2,6). EI mantenimiento de condiciones con[roladus deprimavera ( fotoperiodo: 14:10 (luz: oscuridad), 23°/IS°C) permitió la reproducci6n enciclo corto o la ruptura del estado de diapausa. Los resultados contirmarun la idoneidadde T. turinnwn como pnrasitoide complementario de OrRilns obsr^arutnr Nees (Hyme-noptera: Brac^^nidae) paru su introducción y aplicación en el rontrol bioló^ico de R. bun-linnu en Chile.

A. HuEkTn. Depurtamento de Silvicultura, Facultad de Ciencias Forestales, Univertiidadde Chile. Av. Santa Rosa I1.315. La Pintana. Casilla 9206-Santiago-Chile. E-mail:[email protected]. RosaeDO. José Abascal. 46. 2°C 2R003- Madrid- España.J. Diez, J. A. Pninaes. Departamento de Pruducción Vegetul y Recursos Foretitales,Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias, Universidad de Valladolid. Av. deMadrid 44. E-34071. Palencia-España. E-mail: jdiezL^pvs.uva.es, jp,ijaresCn?pvs.uva.es

Palabras clave: preferencia de oviposición, longevidad, razón sexual, diapausa.

INTRODUCCIÓN

La polilla europea del brote del pino,

Rhyacionia buoliana (Lepidoptera: Tortrici-

dae) ha sido una plaga importante en Europa

durante varios siglos (ARTHUR y JuILLET,

1961). Los daños son producidos por la

oruga en las yemas y brotes, siendo muy

característicos: disminución del crecimiento

y deformaciones en las extremidades de las

ramas (DAJOZ, 19ó^; ROMANYK y CADAHÍA,

2002).

En Norteamérica, R. buoliana se introdu-jo a principios del siglo pasado, convirtién-

dose en una plaga importante de las planta-

ciones de pino, y orientándose varios estu-

dios hacia un control biológico efiectivo (Jul-

LLET, I y5y; ARTHUR y ^UILLE'T, I y61 ; ►YME,

1970). Por tanto, el complejo de parasitoides

de este tortrícido ha sido ampliamente inves-

tigado y bien documentado (WATSOrv y ART-

HUR, 1959; SYME, 19iO).

En Chile, este insecto se ha convertido enla principal plaga de las repoblaciones dePinus ructiata D. Don, cuya superficieasciende en la actualidad a más de I.400.000ha (INFOR, 2001). Cuando se detectb la pre-sencia de R. buolicuui en 1985 se realiZó una

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170 A. HUERTr1, }^. ROBREDO, J. DIE7_. J. A. PAJARES

selección de posibles entomófagos para serintroducidos en este país como parte de unprograma de control biológico, el cual seconcretó con la introducción de Orgilus obs-curator (Hymenoptera: Braconidae) (LAtv-FRArvco et al., 1991). No obstante, la presen-cia de este parasitoide en Chile, la plaga hacolonizado todas las zonas productoras depino insigne (RoJAS, 2005). Si bien la acciónde O. obscurator en Chile sobre R. bunliunaen las extensas masas de P. radiata constitu-ye un ejemplo para el control biológicoforestal de esta plaga (BA>rD^[vt et al., 2005),no ha sido suficiente para combatirla en losdistintos hábitats donde se ha ido desplazan-do hoy en día, especíticamente en su zonamás septentrional.

Por tanto comprometer el control biológi-co de R. huoliana a un único regulador,puede ser una medida arriesgada dado quedificilmente será capaz de actuar eficiente-mente a lo largo de todos los nichos ecológi-cos donde está presente esta plaga en Chile.En este sentido, según se ha demostrado enforma concluyente en varios programas delucha biológica, si se importa y establece unasegunda especie de parasitoide que ataque aun estado diferente del hospedante, su acciónaumenta la eficacia de control (DEBACH,1977).

Por otro lado, el complejo de parasitoidesde R. buoliana de los últimos estados dedesarrollo de la plaga se estudió en España.El análisis de las distintas características ycomportamiento de cada parasitoide condujoa seleccionar al parasitoide de crisálidasTetrnstichus turionum (Hymenoptera:Eulophidae) como el candidato más promi-sorio debido a su alta habilidad de localiza-ción de los hospedantes, gran adaptabilidadecológica, ausencia de cleptoparasitismo,alta sincronización con sus hospedantes,independencia de hospedantes alternativos yalta fecundidad. También se investigó sobresu ciclo de vida y conductas biológicas enasociación con O. obscurator, reforzándosesus habilidades como biocontrolador de cri-sálidas de la plaga (HueRTA et al., 2002,HUERTA et al., 2006).

Además de su capacidad en el controlnatural de las poblaciones de su hospedante,un enemigo natura] candidato a ser introdu-cido en un programa de control biológicoclásico debe permitir su manipulación y sercriado en laboratorio en gran número conrelativa facilidad. Se trata de un requisitofundamental para que pueda ser introducidoen nuevos ambientes, mediante una o pocassueltas masivas o mediante sueltas periódi-cas. En este marco, se realizaron una serie deensayos con T. turionum encaminados aconocer la factibilidad de su cría en labora-torio con e] propósito de fortalecer el pro-grama de control biológico de R. buo/ianaabordado en Chile.

MATERIAL Y MÉTODOS

El material biológico fue obtenido de unaserie de colectas periódicas en la época de pri-mavera-verano de 1999 realizada en una repo-blación joven de Pinus pinea L. (19 ha), fuer-temente atacada por R. buoliana, ubicada enTordesillas (Valladolid, España). Esta zonafue seleccionada por el amplio conocimientodel comportamiento de la plaga a través deotros estudios realizados en dicha área (PAJA-RES y SACRisTátv, 1997) y por su cercanía. Lascolectas consistieron en el examen de los bro-tes atacados en los que se extrajeron orugas delos últimos estadíos y principalmente crisáli-das de R. buoliana que pudieran haber sidoparasitadas naturalmente y de individuossanos. Las actividades de laboratorio fueronllevadas a cabo en el Laboratorio de Entomo-logía del Departamento de Producción Vege-tal y Recursos Forestales de la Escuela Supe-rior de Ingenierías Agrarias de la Universidadde Valladolid, España. Los parasitoides emer-gidos en laboratorio se identificaron taxonó-micamente con la ayuda de una lupa estereos-cópica y el uso de claves de reconocimiento,y por comparación con la colección de parasi-toides facilitada por el Dr. Robredo. El núme-ro de individuos parasitoides colectadosdependió de la disponibilidad en terreno, porlo cual el número de individuos usados en losdistintos experimentos varió.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007

Longevidad de adultos: En los ensayosde longevidad de T. turionum primero se pro-baron distintas dietas que incorporaban azú-cares, además del aporte de agua. Se mantu-vieron condiciones de humedad entre 50-60% y de temperatura entre 20-25°C, en el inte-rior de una cámara de cría de insectos. Encápsulas petri de 9 cm de diámetro, prepara-das como arena de ensayo, en cuyo interiorse introdujo papel filtro humedecido periódi-camente con agua destilada y en cuyas tapassuperiores se realizó un orificio de 1 cm dediámetro que se cubrió con una malla detrama muy fina para permitir la aireación, seintrodujeron machos y hembras del parasi-toide, en grupos de 5 0 6 individuos por cáp-sula. La supervivencia de los adultos,machos y hembras, se registró diariamente.Cada una de las siguientes dietas fue ensaya-da en una cápsula, con tres repeticiones:

Pasas remojadas en agua destilada 24horas antes del experimento (LEtus, 1961).

Solución de agua y miel al 10 %, aplicadaen una porción de algodón.

Solución de agua y miel al 10 %, impreg-nando un hilo dental sin cera de 2 cm de lon-gitud (LEtus, 1961).

En un segundo experimento, se elimina-ron las dietas que fracasaron (2 y 3) y seestudió de forma similar al experimentoanterior, la supervivencia de los individuosmachos (n = 25) y hembras (n = 56) alimen-tados con la dieta 1 frente a la de grupos deindividuos que dispusieron únicamente deagua (machos (n = 16) y hembras (n = 35) obien sin ningún tipo de recurso (machos (n =20) y hembras (n = 20)). Por último, se rea-lizaron análisis de varianza para detectar siexistían diferencias entre los tratamientos yentre los sexos y posteriormente pruebas derango múltiple de la diferencia mínima sig-nificativa (Fisher'S LSD) para ver cómo eranlas agrupaciones de los tratamientos.

Productividad y razón sexual: Los indi-viduos del T. turionum obtenidos en losdiversos muestreos fueron contabilizados yclasificados de acuerdo a su sexo, según lascaracterísticas taxonómicas indicadas en la

171

bibliografía. De este modo se conoció la pro-porción de hembras y de machos del parasi-toide, así como su productividad en númerode machos y hembras producidos por cadaindividuo hospedante.

Bioensayos de oviposieión: Para estaspruebas se utilizó el mismo tipo de cápsulaspetri que en el ensayo de longevidad, conidéntico sistema de aireación y aplicación dehumedad, que se mantuvieron bajo las mis-mas condiciones de humedad y temperaturaen cámara de cría. En este caso se dispusoademás una lámina de poliuretano expandidoen la base con pequeños espacios para acogeral hospedante, orugas o crisálidas de R. huo-liana. También se agregaron acículas frescasde pino para estimular la oviposición del paru-sitoide seleccionado. Los adultos del parasi-toide utilizados en las pruebas se alimentaronpreviamente en una dieta de pasas humedeci-das durante cuatro días (SvME, 1970).

Como material hospedante se utilizó crisá-lidas y orugas de últimos estadíos de R. bun-liana. Las crisálidas fueron obtenidas delcampo en distintas condiciones de desarrollo:recién formadas, medianamente maduras y enmadurez avanzada. Las orugas de los últimosestadíos fueron instaladas junto con brotes depino para que continuasen su alimentación.Los brotes habían sido previamente esteriliza-dos para evitar colonizaciones por hongos. Labase de los brotes fue sellada con paratil ►npara disminuir la desecación. También se rea-lizaron pruebas con las crisálidas y las orugasen el interior de sus refugios de resina crista-lizada formada naturalmente en campo. Encada ensayo, que se repitió tres veces, se uti-liz^u^on seis machos y seis hembras que dispu-sieron de tres orugas de los últimos estadíos,tres crisálidas jóvenes, tres medianas y tresmaduras para ovipositar. Al cabo de cuatrodías bajo dichas condiciones se retiraron losadultos del parasitoide y transcurrido un mesdesde la oviposición se diseccionaron [odoslos hospedantes para detectarla presencia delarvas del parasitoide.

Pruebas de ruptura de [a diapausa: Enestos ensayos se utilizaron crisálidas parasi-

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172 A. HUERTA, F. ROBREDO. J. DIEZ, J. A. PAJARES

tadas naturalmente en el campo (Tordesi-Ilas), recolectadas y trasladadas al laborato-rio el día 8 de septiembre de 1999. Estas cri-sálidas fueron distribuidas en dos grupos de12 individuos cada uno, que fueron someti-dos a dos tipos de tratamientos distintos (a)Un periodo frío inicial durante 10 días a 5°Cy posteriormente se expusieron a condicio-nes de fotoperiodo de días largos (14:10),temperaturas cálidas de 23°C en el día y de15°C en la noche y una humedad aproxima-da entre 50-60 %. (b) Condiciones similaresal tratamiento anterior sin el periodo frío ini-cial. La ruptura de la diapausa se detectóobservando diariamente la emergencia de losadultos parasitoides durante cuatro meses.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Longevidad de adultos: En los ensayosde longevidad se probaron distintas dietasque incorporaban azúcares, además del apor-te de agua. Las pruebas iniciales con unasolución de agua y miel al 10 %, añadida atrozos de algodón o impregnando hilos den-Cales de 2 cm de longitud (LEIUS, 1961), noresultaron satisfactorias y los adultos no sesintieron atraídos por este tipo de material.

Los resultados del experimento con pasaspreviamente remojadas en agua durante 24horas (Cuadro 1) mostraron claramente queesta dieta aumenta notablemente la longevi-dad de los adultos en cautividad y difiere sig-nificativamente. Tanto machos como hem-bras de T. turionurn tuvieron una superviven-cia media inferior a una semana cuando norecibieron ningún aporte alimenticio ni agua,

y su longevidad casi llegó a doblarse cuandose les proveyó únicamente de agua. Sinembargo, cuando los insectos fueron alimen-tados con pasas humedecidas y agua, la lon-gevidad de los machos aumentó cinco veces(27 días, máximo 64 días) y la de las hem-bras casi siete veces más (41 días, máximo72 días), siendo significativas las diferenciasentre ambos sexos. Jut[.EET (1959) obtuvocon la misma dieta una longevidad de 16días y de 27 días para los machos y hembras,respectivamente.

Cuando los adultos estuvieron desprovis-tos de alimento y agua, la supervivencia deambos sexos fue muy baja y la mayoría deellos murieron a los pocos días (Figura 1).La pauta de supervivencia de ambos sexosfue muy similar cuando dispusieron de apor-te hídrico, aunque un pequeño porcentaje deindividuos llegó a sobrevivir hasta las dossemanas. Por el contrario, con la dieta depasas humedecidas más agua, la mortalidadfue paulatina y todos los individuos deambos sexos sobrevivieron al menos dossemanas. En ]os machos la supervivencia fuedescendiendo lentamente hasta que al cabode seis semanas únicamente se encontrabaviva un 20°^o de la población, que práctica-mente se mantuvo otras tres semanas más.En las hembras aún sobrevivía un 40% de lapoblación al cabo de seis semanas, e inclusomás de un 20 % llegó a vivir más de dosmeses en confinamiento. Estos resultadosmuestran que los adultos de T. turionum ali-mentados y provistos de agua pueden alcan-zar una longevidad suticiente para su mani-pulación y cría masiva en laboratorio.

Cuadro I. Longevidad media de adultos de T. turionum en días, según dietas y sexo.

Número de días vivos Número medio de días vivos*

Dieta Machos Hembras Macho^ Hembras Total**Mín. Máx. Mín. Máx.

Pasas y agua 9 64 14 72 30,0 (t15,88)a 42,1 (±19,25)b 38,6 (±19.05)d

Agua 6 14 6 16 89 (t02.09)c 10,5 (±03,55)c 1Q0 (±03,24)c

Sin dieta 4 6 4 I1 04,7 (±0,80)c 5,6 (±02,16)c 5,2 (±O1,67)c

'k Promedio ± desviación est5ndac ** Medias con letras iguxles no difieren de forma signiticativa(P = 0.05; Fisher'S LSD).

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33, 2007

loo

90

xo7060

N^

r 50uRE 40

30

20

10

0

1 4 7 10 13 16 19 22 25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70

Longevidad en días

Pasas y agua

RaE►

100

90

80

70

60

50

40

- - - - - - ^ Agua t Sin dieta

30

20

10

0

I 4 7 IO 13 I6 19 22 25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73

Longevidad en días

Pasas y agua - - - - • • • Agua - - t - - Sin die[a

173

Figura I. Longevidad en días de adultos de T. turionum y su proporción según die[a. A: Machos. B: Hembras.

Productividad y razón sexual: T. turio-num presenta un comportamiento gregario(.IUILLET, 1959) y numerosos individuos pue-den desarrollarse en el interior de una mismacrisálida hospedante. Los resultados delestudio de 45 crisálidas (Cuadro 2) indicaronque se obtuvo un total de 1.862 adultos, delos cuales un 72,4 % correspondieron a indi-viduos hembras y el restante 27,6% fueronmachos, con una razón sexual de 1:2,6 favo-

rable a las hembras. AaTNUa y JUILLET(1961), obtuvieron una razón sexual aún másfavorable a las hembras, en una proporciónde 1:7. La productividad por hospedante enT. turionum resultó muy elevada, con un pro-medio de 41,4 individuos por crisálida, 30hembras y 11,4 machos, alcanzando valoresmáximos de hasta 80 hembras en alguna cri-sálida. En otros estudios los valores de pro-ductividad obtenidos en T. turionum fueron

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I74 A. HUERTA, F. ROBREDO, J. DIEZ, J. A. PAJARES

Cuadro 2. Producción de hembras y machos de T. turionum en crisálidas de R. buoliaua.

T. turionumNúmero deindividuos

promedio/crisálida Rango PorcentajeRazónsexual

Hembras 1.348 30,0 2-80 72,4 1: 2,6

Machos 514 11,4 0-64 27,6

Total I .862 4 I ,4 I-82 100,0

Número de crisálidas = 45

también alto, aunque inferiores a los aquíencontrados, con promedios de 23 adultospor crisálida (ARTHUR y JUtEEET, 1961).Estas características de elevada reproducciónsobre un mismo individuo hospedante y unarazón sexual muy favorable a las hembrasresultan claramente adecuadas y favorecensu producción masiva en cautividad.

Oviposición: En los ensayos preliminaressobre la oviposición de las hembras de T.turionum se observó que unas condicionesadecuadas de humedad y temperatura, juntocon la alimentación de los adultos, son facto-res determinantes para la obtención de pues-tas satisfactorias. Así, bajo condiciones dehumedad a través del papel filtro (aprox. 50-60%) y de temperatura entre 20-25°C es posi-ble lograr una notable eficiencia en la ovipo-sición por parte de las hembras del parasitoi-de. Además la incorporación de acículas fres-cas junto con el hospedante estimuló la acti-vidad de oviposición en las hembras.

Otro factor que demostró tener graninfi7uencia sobre la oviposición de las hem-bras en laboratorio fue el tipo y condicióndel estadio hospedante. Los resultados de unexperimento en el que se evaluó la oviposi-ción sobre orugas del último estadio, y sobrecrisálidas recién transformadas, o en diversoestado de madurez (Figura 2) mostraron quelas hembras de T. turionum prefilrieron ovi-positar sobre las crisálidas de R. buolianarecié q transformadas. Así, se obtuvo un100% de parasitismo sobre esta clase de cri-sálidas, mientras que las crisálidas en avan-zado estado de madurez aparentemente fue-ron rechazadas y ninguna resultó parasitada.Pudo suceder también que las hembras de T.turionum ovipositasen sobre estas crisálidas,

pero su avanzado estado, próximo a la for-mación del adulto, no permitiese el desarro-]lo de los estados inmaturos de este eulófido.Las crisálidas en un estado de desarrollointermedio fueron parasitadas únicamente enun 33%.

Por otro lado, se encontró nuevamente

que las orugas del último estadio eran esca-

samente atractivas para este parasitoide, queúnicamente realizó la oviposición en un

] 6,7% de ellas. En el campo se ha observado

que cuando estas orugas son atacadas no

alcanzan a convertirse en crisálidas y los

adultos de T. turionum emergen desde las

orugas de R. buoliana ya muertas. Así, estosresultados muestran que se puede realizar la

reproducción de este parasitoide en cautivi-

dad con facilidad, obteniéndose un alto por-centaje de éxito cuando se le provee del esta-

do hospedante en condiciones apropiadas, es

decir, las crisálidas de R. buoliana reciéntransformadas. El porcentaje de éxito segu-

ramente disminuirá de forma directamente

proporcional con el estado de desarrollo delas crisálidas.

Ruptura de la diapausa: T. turionumsufre una diapausa en el cuarto estadío larva-rio durante su segunda generación anual(JutiJ[.ET, 1959). Este hecho podría dificultarla reproducción masiva en laboratorio, por loque se realizaron ensayos encaminados aencontrar condiciones para la ruptura de ladiapausa. Para ello se recogieron crisálidasde R. buoliana parasitadas naturalmente(Tordesillas) que se encontraban en diapausa(septiembre) y fueron sometidas a dos tiposde tratamiento en laboratorio.

En el primer tratamiento, en que se some-tió a las crisálidas a un periodo frío de 5°C

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007

w.^

wCa^u^.Oa

0

Orugas último estadio Crisálidas recién

transformadas

q Parasitadas por T. turionum

Crisálidas medianamente Crisálidas en madurez

maduras avanzada

17s

^ Desarrollo normal hasta adulto de R. buoliana

Figura 2. Oviposición de T. turionun^ sobre distintos estados del hospedante R. buuliana.

durante 10 días y después se transfirieron acondiciones primaverales de fotoperiodo dedías largos (14:10) y temperaturas suaves(23°C diurnas, 15°C nocturnas), no se consi-guió la ruptura de la diapausa y no se produ-jo ninguna emergencia de adultos. Sinembargo, cuando únicamente se sometió alas crisálidas a las condiciones primaveralesanteriores ( aproximadas a las imperantes enmayo) sí se logró la ruptura de la diapausa ylos adultos de T. turionum comenzaron aaparecer a partir de la tercera semana del ini-cio del tratamiento (Figura 3).

La emergencia de los imagos se produjopaulatinamente a lo largo de siete semanas ylos últimos emergieron al cabo de diez sema-nas desde el inicio, quedando un 12,4% delas crisálidas parasitadas aún en diapausa,sin responder al tratamiento.

Por tanto, bajo condiciones controladas(fotoperiodo: 14:10 (luz: oscuridad), 23°/15°Ctemperatura) parece posible la reproducción

continua de T. turionum en laboratorio, sinintervención de la fase de diapausa y tambiénes plausible acelerar el desarrollo, tinalizandola diapausa de los individuos que se encuen-tren en esta fase.

El estudio de la cría en laboratorio de T.turionu,n no ha pretendido encontrar lasmejores soluciones y condiciones especíti-cas que garanticen una cría masiva eticiente,lo cual deberá ser objeto sin duda de poste-riores trabajos. Sin embargo, los resultadosobtenidos, gran longevidad de los adultoscon alimentación, gran productividad porhospedante, razón sexual favorable a lashembras, desarrollo en ciclo corto y rupturade la diapausa bajo condiciones primavera-les, permiten afirmar que T. turiunum mues-tra una evidente aptitud para ser reproducidoartificialmente en grandes cantidades y con-firma su idoneidad como candidato pura elcontrol biológico de la polilla del brote delpino en Chile.

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176 A. HUERTA, F. ROBREDO, J. DIEZ, J. A. PAJARES

Figura 3. Emergencia de T. turionum (%) en diapausa de crisálidas de R. buotiana parasitadas naturalmente, despuésdel tratamiento de ruptura de diapausa.

CONCLUSIONES

El estudio sobre la cría en laboratorio deT. turionum mostró que este parasitoide pre-senta una aparente factibilidad de manipula-ción y de cría masiva en laboratorio. La lon-gevidad media de los machos puede aumen-tarse hasta 27 días y la de las hembras hasta41 días cuando son alimentados con pasashumedecidas y agua. La productividadmedia por hospedante resulta muy elevada,

ABSTRACT

cerca de 42 individuos por crisálida, con unarazón sexual favorable a las hembras (L•2,6).E] mantenimiento de condiciones controla-das de primavera (fotoperiodo 14:10,23°/15°C) permite la reproducción en ciclocorto o la ruptura del estado de diapausa. Loanterior lleva a proponer a T. turionum comoun parasitoide muy apto para su introducciónen Chile con el fin de complementar el con-trol biológico ejercido por O. obscuratorsobre la polilla del brote del pino.

HueaTA A., F. RoBKeoo, J. DiEZ, J. A. Pn^naes. 2007. Rearing in laboratory of Tetras-tichus turionwn (Hymenoptera: Eulophidae), a pupal parasitoide of Rhvacionia buoliana(Lepidoptera: Tortricidae). Bol. San. Veg. Plugas, 33: 169-177.

Rearings in laboratory of Tetrastichus turionum Hartig (Hymenoptera: Eulophidae).a pupal parasitoid of Rh,^^acionia buoliana Den. et Schiff. (Lepidoptera: Tortricidae) werecarried out. It was studied the adult longevity, their productivity, sex ratio, ovipositionpreferences and rupture of the diapause. The average longevity of the males was up to 27days and that of the females up to A1 days when they are fed with humiditied raisins andwater. The average productivity by host was next of 42 individuals by pupa, with a favo-rable sex ratio to the females ( L•2.6). The maintenance of controlled conditions of spring(photoperiod I4:IQ 23°/I.5°C) it allows the reproduction in short cycle or the rupture ofthe diapause stage. The results confirmed the suitability of T. turionum like complemen-tary parasitoid of Orgitus obscurator Nees (Hymenoptera: Braconidae) for their intro-duction and application in the biological control of R. buoliana in Chile.

Key words: preference of oviposition, longevity, sex ratio, diapause.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007 177

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(Recepción: 13 noviembre 2006)(Aceptación: 23 marzo 2007)

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BoL Sun. Ueg. Plugu.c, 33: 179-185, 2007

Estudio de algunas características de las plantas en variedadesde peral y su relación con la incidencia de la psila(Cacopsylla pyri (L.) Hemiptera: Psyllidae)

A. M. JAUSET, M. ARTIGUES, M. J. SARASÚA

Se estudian algunas de las características varietales del peral que pueden influir sobrela instalación y desarrollo de las poblaciones de Cacop.ti_tilln twri (L.). EI estudio se rea-liró en una tinca de la Estación Experimental de Lleida en Gimenells, para las vurieda-des Blanyuilla y Conference.

Los parámetros medidos en la planta fueron: el incremento del perímetro del tronco,la densidad de lamburdas, la superficie foliar, el contenido en clorotila, el contenido enagua y el grosor de la hoja.

Para estimar la densidad de población del insecto, se realizaron recuentos de Ios esta-dos inmaduros de C. pyri en lamburdas durante el invierno y en brotes tiernos durante elperiodo vegetativo en los años 20(>n y 2001.

Se han observado diferencias significativas entre las dos variedudes en cuanto u lascaracterísticas de la planta estudiadas y la incidencia de C. pyri. La incidencia de la psilaes mayor en la variedad Blanquilla, variedad más vigorosa, con mayor superficie foliar,hojas más delgadas y con menor contenido en clorofila yue la variedad Conference.

A. M. JnusFT, M. J. SnKnsún. Univenitat de Lleida. Departament de Producció Vegetali Ciéncia Forestal. Rovira Roure, 177. 25198 Lleida // Centre Udl.-IRTA de R+D.amjausetC^pvcf.udl.es. Department de Protecció de Conreus. Rovira Roure, 191. 25198-Lleida.M. Aancues. Centre [RTA-Lleida. Rovira Roure, 191. 25198-Lleida.

Palabras clave: Pvrus comrnwtis, Conference, Blanyuilla, relación planta-insecto.

INTRODUCCIÓN

La psila del peral, Cacopsylla pyri (L.)

(Hemiptera: Psyllidae) es una plaga clave delperal, difícil de controlar debido a su capaci-

dad de supervivencia, su potencial biótico y

a la aparición de resistencia a los productos

insecticidas (HARR ► ES & BuRTS, 1965;DELORME, ^ 985; BERRADA et al., 1994; BUÉS

et al., 1996).

EI aumento de la población de la psila

está muy ligada al crecimiento vegetativo dela planta por lo que las variedades más vigo-

rosas son las más afectadas (FuoG, 1983;JAUSET, 2^^^).

Las posibilidades de control de la psilapor métodos convencionales son limitadas,por lo que es importante conocer cuales sonlas características de la planta que puedenafectar a la instalación y desarrollo de laspoblaciones del fitófago. De los factoresinherentes a la planta, que pueden afec[ar ala mayor o menor presencia de la psila, cabedestacar el vigor (NGUVEN, 1972; HODKIN-soN, 1974), la fenología de la planta (STUARTet al., 1989), los compuestos secundarios delmetabolismo (MATtns et al., 1990) y la mor-fología y compuestos estructurales de lascélulas de los tejidos más externos de la hoja(GERARD et al., 1993).

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180 A. M. JAUSET, M. ARTIGUES. M. J. SARASÚA

El estudio se realizo en la zona frutícola deLleida y su objetivo fue identificar indicadoresde la preferencia de C. p^^ri en las dos varieda-des de peral de mayor importancia económicaen la zona, Blanquilla y Conference.

MATERIAL Y MÉTODOS

Los experimentos se llevaron a cabo losaños 2000 y 2001 en una finca de la EstacióExperimental de Lleida (LR.T.A.) situada enGimenells (Lleida). La parcela donde se reali-zo el estudio constaba de cuatro tilas de peralde la variedad Blanquilla (78 árboles/fila) ycinco filas de la variedad Conference (90árboles/fila), y desde su plantación, 1994, nohabía recibido ningún tratamiento insecticidani acaricida.

Características determinadas en laslap ntas

Se estudiaron algunas características mor-fológicas y fisiológicas de las plantas quepueden estar relacionadas con la elección delhuésped por parte del insecto y afectar a lainstalación y desarrollo de las poblacionesde psila.

Crecimiento vegetativo. Para estimar elvigor de las plantas, se midió el perímetrodel tronco, a 20 cm del punto de injerto en 64árboles de cada una de las variedades en sep-tiembre de 2000 y 2001. Se calculo el incre-mento del perímetro entre ambos años.

Densidad de lamburdas. En enero del2001 y después de la poda, en 50 árboles decada una de las variedades se escogieron alazar cuatro brotes por árbol y se contó elnúmero de lamburdas en los 18 cm finales decada brote.

Superficie foliar. Mediante un Delta-T-Area Meter, se midió la superticie foliar de100 hojas (la 28, 38, 4a y 58 desde el ápice) debrotes tiernos de cada variedad durante elmes de mayo del 2000.

Grosor de las hojas. Se escogieron al azarhojas terminales de 18 y 12 brotes jóvenes enlos años 2000 y 2001 respectivamente (unahoja /brote) del año. Las hojas de cada varie-dad se etiquetaron, se trasladaron al laborato-

rio, se fijaron con FAA (formol:ácido acéti-co:etanol),y se incluyeron en parafina. Decada una de las muestras se realizaron 5 cor-tes transversales de 15 micras de grosor, unavez teñidos con Safranina-Fast Green seobservaron a través del microscopio (Aristo-plan, Leitz) y se midió el grosor de la epider-mis del haz, del envés y el total de la láminafoliar ( 5 medidas/corte).

Contenido en clorofila. En los meses dejulio y octubre del año 2000 y julio y sep-tiembre del 2001, se escogieron al azar 100árboles de cada variedad y en cada uno deellos se escogió un brote. Mediante un Clo-rophyll Meter Spad-502 (Minolta) se midióel contenido en clorofila en las tres hojasfinales de cada brote.

Contenido en agua. En 50 árboles, elegi-dos al azaz, de cada una de las vaziedades, serecolectaron ]00 hojas de brotes tiernos (2brotes/árbol, 1 hoja/brote) en los meses demayo y septiembre de los dos años. Se guar-daron las muestras en bolsas de papel eti-quetadasy se trasladaron en una nevera por-tátil.Al llegar al laboratorio se obtuvo el pesofresco de las hojas de cada variedad utilizan-do una balanza digital (Mettler). Posterior-mente se secaron las hojas en una estufa deaire forzado a 70°C para obtener el pesoseco. A partir de estos datos se calculó elporcentaje de agua en las hojas.

Densidad de la población de C. ^vriPara evaluar las poblaciones de psila, se

realizaron muestreos visuales en 50 árbolesde cada una de las variedades, contando losdistintos estados inmaduros de C. pyri, hue-vos y ninfas, en lamburdas (una lamburda/árbol) y posteriormente en las cinco hojasfinales de brotes tiernos (un brote/árbol). Elmuestreo visual se realizó de enero-febrero ajulio durante los años 2000 y 2001.

Análisis estadísticoPara el análisis de los datos se ha utiliza-

do el procedimiento GLM del paquete esta-dístico SAS (SAS Institute, 1989). Paradetectar las diferencias debidas a la variedaden las variables medidas se realizaron análi-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2(H)7 12t1

sis de varianza (ANOVA); cuando el análisisfue signiíicativo (P<0,05) se realizó la sepa-ración de medias mediante el test del RangoMúltiple de Duncan. Antes de realizar losanálisis con el fin de normalizar los datos losconteos fueron transformados en 1og10(n+l)y los porcentajes en arcoseno 3%/100.

RESULTADOS

Densidad de población de C. ^vriEl análisis de los resultados de los mues-

treos realizados en lamburdas (tres primerosrecuentos) puso de manifiesto que el númerode huevos/lamburda fue superior en la varie-dad Blanquilla, tanto en el año 2000(F=12,92, P<0,001) como en el 2001(F=11,53, P<0,001) (Figura 1).

Al realizar el análisis estadístico de losresultados del total de los recuentos realiza-dos, incluidos los de las lamburdas, durantelos dos años de muestreo, se observó queexiste un efecto signif7cativo del año y de lavariedad en el número de huevos(P<0,0001, F=42,31 ; P<0,05, F=5,2 I) y enel número de huevos + ninfas (P<0,0001,F=102,77; P<0,05, F=7,04), en cambio lainteracción año y variedad no presentó sig-nificación. La incidencia de la plaga encada una de las variedades fue mayor en elaño 2000 que en el año 2001 tal como seobserva en la figura 2.

La figura 3 muestra que independiente-

mente del nivel de plaga, en cada uno de

los años muestreados las plantas de la

variedad Blanquilla presentaron mayor n°

Figura 1. Media del número de huevos/lamburda de los tres primeros recuentos realizados durante los años2000 y 2001 en cada una de las variedades. Los valores con la misma letra no difieren significativamente

(Prueba del Rango Múltiple de Duncan, P<0,05).

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ixz A. M. JAUSET, M. ART[GUES. M. J. SARASÚA

Figura 2. Media del número de huevos y huevos + ninfas del total de los recuentos realizados en las dos variedadespara cada uno de los años muestreados. Los valores con la misma letra no difieren signiticativamente

(Prueba del Rango Múltiple de Duncan, P<0,05)

Figura 3. Media del número de huevos y huevos + ninfas en cada una de las variedades. Los valores con la mismaletra no difieren significativamente (Prueba del Rango Múltiple de Duncan, P<0,05)

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 3^. 2UU7

de huevos y huevos más ninfas, por lo queexiste un efecto de la variedad en la inci-dencia de la plaga.

Características de la .^lanta.El análisis de los resultados obtenidos,

puso de manifiesto que existe un efecto dela variedad en el incremento relativo delperímetro del tronco (P<0,0001, F= 71,13)la densidad de lamburdas (P<0,0001,F=27,76) y en la superficie foliar(P<0,0001, F=63,31). La variedad que pre-sentó mayor crecimiento vegetativo, mayorsuperficie foliar y menor densidad de lam-burdas fue la variedad Blanquilla (Cua-drol ).

En cuanto a las características de lashojas, no se observaron diferencias significa-tivas en el grosor del haz mientras que siexisten diferencias significativas en el grosordel envés y de la lámina foliar, tanto en elaño 2000 (P<0,0001, F=54,57; P<0,0001,F=72,83) como en el año 2001 (P<0,0001,F=24,70; P<0,01, F=8,77). Las hojas que

presentaron mayor grosor total y mayor gro-sor del envés fueron las de la variedad Con-ference (Cuadro 2).

No existen diferencias signiticativas en elcontenido en agua de las hojas entre varieda-des en ninguno de los años, pero sí se mani-festó el efecto de la variedad en el contenidoen clorotila de las hojas, tanto en el año 2000(P<0,05, F= 4,78) como en el 2001(P<0,0001, F=21,68). Las hojas de la varie-dad Conference presentaron mayor conteni-do en clorofila que las de la variedad Blan-quilla (Cuadro 3).

DISCUSIÓN

La puesta de las hembras invernantes encada uno de las años de muestreo, fue mayoren la variedad Blanyuilla que en la variedadConference (Figura 1). Las hembras inver-nantes realizan la primera puesta del año,cuando dos días seguidos las temperaturasson superiores a 8° C, y esta puesta se loca-liza sobre todo en las rugosidades de las lam-

Cuadro I. Media y error típico en cada una de las variedades muestreadas del incremento del perímetro deltronco, densidad de lamburdas y superficie foliae Dentro de cada fila los valores seguidos de la misma letra

no difieren signifcativamente (Prueba del Rango Múltiple de Duncan, P<(1,05),

Caracteristicas varietales Blanquilla Conference

4 Perímetro del tronco (cm)(n=64) 0.25 ± 0.06 a Q 17 ± O.U07 b

Densidad de lamburdas(n°/cm) (n=2(x)) 5.^4 ± 0.14 b 6.31 ± 0.17 a

Superticie foliar (cm^)(n=100) 27.04 ± O.SS a 21.02 ± 0.52 b

Cuadro 2. Media y error típico del grosor del haz, envés y de la lámina foliar de hojas de cada una dc lasvariedades durante los años de muestreo 2110(1 y 20U1. Dentro de la misma fila los valores seguidos de la misma

letra no difieren significativamente ( Prueba del Rango Múltiple de Duncan, P<0,05)

Característicasvarietales Año Blanquilla Conference

Har 16 12 ± 0 19 a 16 01 ± 0 17 a2000 . . . .

Envés 11 47t0 12b 12 67±O Ila(n=450). . . .

Grosor de la hoja Total 236.94 ± I. I 2 b 24K.28 ± 0.95 a

(µm) 21^1 Haz 12.43± 0.12a 12.07 ±O.ISa

Envés 9 52± 0 09b 10 22 t0 ll a(n=290). . . .

Tutal I69.85 ± 1.12 b 175.04 t I.35 a

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IR4 A. M. JAUSET, M. ARTIGUES, M. J. SARASÚA

Cuadro 3. Media y error típicu del contenido en clorofila y contenido en agua de las hojas de cada unade las variedades de peral en los dos años de muestreo. Dentro de cada fila los valores seguidos

de la misma letra no difieren significativamente (Prueba del Rango Múltiple de Duncan, P<0,05)

Característicasvarietales Año Blanquilla Conference

Contenido en agua (%) 2000 47.64±2.33a 48.38±2.94a

(n=100) 2001 4R.89 ± 3.74 a 47.32 ± 3.82 a

Contenido clorotila 2000 40. I I± 0.63 b 4 I.88 ± 0.50 a

(n=100) 2001 47.39 ± 0.42 b 49.85 ± 0.32 a

burdas más soleadas (GARCÍA DE OTAZO et

al., 1992). El número de lamburdas da idea

del espacio de que disponen los adultos

invernantes para realizar la puesta y de la

cantidad de alimento de que dispondrán lasninfas al eclosionar los huevos. Los resulta-

dos obtenidos muestran que la densidad de

lamburdas es mayor en la variedad Confe-

rence que en Blanquilla (Cuadro 1) por lo

que ponen de manifiesto que la preferencia

de las hembras para ovipositar no viene

determinada por el espacio disponible para

realizar la puesta sino por otras característi-

cas varietales que pueden influir en el desa-

rrollo de las ninfas procedentes de la eclo-

sión de estos primeros huevos.

Existen diferencias entre las variedades

en cuanto al incremento del perímetro del

tronco (Cuadro 1). EI incremento del perí-

metro del tronco es un índice del vigor, lavariedad Blanquilla presentó un mayor

incremento del perímetro del tronco, por loque es más vigorosa que la variedad Con-

ference. Según diversos autores (NGUVEN,

1 ►72; MCMULLEN óL IOUNG, 1 ►i2; HODKIN-

soN, 1974), el vigor del árbol es uno de los

factores que tienen importancia para el

desarrollo de los psilidos. Los resultados

obtenidos muestran que la variedad Blan-

quilla, la más vigorosa, fue la que presentó

en cada uno de los años del estudio mayor

ocupación de estadios inmaduros de psila

(Figura 3), hecho que pone de manifiesto la

importancia del vigor de la planta en rela-

ción con la incidencia de C. pyri y con-

cuerda con los resultados obtenidos en

estudios con otras variedades de peral que

realizamos anteriormente (JAUSET et al.,

2000) y por los realizados por FuoG (1983)en peral. Mediante la poda se puede redu-cir el crecimiento vegetativo del árbol porlo que esta práctica cultural puede ayudar acontrolar la infestación de psila (FuoG,1983).

Existe una preferencia de la psila por lavariedad con mayor superficie foliar (Cuadro1). La puesta de verano se realiza en lashojas y las ninfas se distribuyen a lo largodel nervio principal del envés hasta la basedel peciolo, por lo que una mayor superticiefoliar implica tener más espacio para ali-mentarse y para realizar la puesta.

El desarrollo y alimentación de las distin-

tas generaciones de psila, procedentes de la

puesta de las hembras invernantes, tiene

lugar principalmente en las hojas, por lo que

la morfología, así como las características

químicas y físicas de las hojas, pueden serfactores que afecten a la preferencia por un

determinado huésped. De los resultados

obtenidos (Cuadro2) se deduce que el grosor

de la hoja es uno de los factores que influyen

en la incidencia de la plaga, siendo la varie-dad que presenta un menor grosor, Blanqui-

Ila, aquella en la que la incidencia de la psila

es mayor. Estudios realizados con otros psi-

lidos han puesto de manifiesto que existe un

efecto negativo de la dureza de la hoja sobre

la oviposición de las hembras (MORAN &

BUCHAN, 19^5^.El contenido en clorofila en pleno periodo

vegetativo, que puede afectar al color de lashojas, es menor en la variedad Blanquillaque en la Conference (Cuadro 3). En un estu-dio anterior realizado en una colección devariedades de peral la incidencia de psila fue

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 3 ► . 2007

mayor en aquellas variedades que presenta-ban un menor contenido en clorofila (JA^sETet ul., 2000). Asimismo ILYAS et uL (1991)describieron un comportamiento similar deBernisiu tubuci Gennadius, en relación aplantas de algodón.

ABSTRACT

ix5

En conclusión existen características varie-tales que intluyen sobre la instalación de C.p^^riya que incidencia de la plaga fue mayoren Blanquilla, la variedad más vigorosa, conuna mayor superficie foliar, menor grosor dela hoja y menor contenido en clorofila.

JAUSE;T A. M.. M. ARTtcurs, M. 1. SARASÚA. 2007. Study of some plant characteris-tics of two pear varieties related with the psylla (Cacopa_sdlu pvri (L.) Hemiptera: Psylli-dae) incidence. Bol. San. Ueg. Plagus, 33: 179-I85.

Some pear plant characteristics of Blanquilla and Conference cultivars that couldintluence the setting and development of the population of Cacr^ps^Ila tnri are studied.

The experiment was carried out in 2000 and 2001 at the "Estació Experimental deLleidu" (NE Spain).

The plant characteristics studied were: diameter of the trunk, fruit purs density, foliarsurface, leaf thickness and chlorophyll and water content. Visual sampling of eggs andnymphs of C. pvri on fruit spurs and later on leuves of young shuts were done weekly.

There were significant differences in the plant characteristics related to the peur psy-Ila incidence. Adults of C. pvrishowed preference to oviposit on Blanyuilla pear cultivar.variety more vigorous with higher foliar surface, thinner leaves and lower chlorophyllcontent that Conference cultivar.

Keywords: Pvrus communis, plant-insect relationship,Conference. Blanquillu.

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(Recepcicín: 5 diciembre 2006)(Aceptación: 22 febrero 2007)

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BoL San. Ueg. Plagas, 33: 187-193, 2007

Insecticidas botánicos para el control de Myzus persicae (Sulzer)(Hemiptera: Aphididae) en Brassica oleracea var. capitata

S. B. PADÍN, E. M. RICCI, C. HENNING, S. RÉ ,.l. RINGUELET, E. CERIMELE

El átido M^^,-.us persicae (Sulzer) es uno de los insectos más estudiados mundial-mente por el desarrollo de resistencia a pesticides. Los aceites esenciales de las plantaspueden constituir una fuente importante de sustancias yuímicas bioactivas con diteren-tes mecanismos de acción. EI objetivo del trabujo fue evaluar el efecto insecticida de losaceites esenciales de Laurus nobilis Linnaeus (laurel) y Cvmbopogon citratu.c Stapf(lemongrass) y del cineol como aleloquímico puro sobre M. per.ricae en cultivo de Bra.c-sica oleracea var. capitara cv. Corazón de Buey. Los productos naturales se aplicaronpor pulverización directu y por papeles impregnados sobre plantas de repollo con tres acuatro hojas verdaderas. Previo al tratamiento se colocaron en la zona del cuello 10 pul-gones adultos ápteros. Los productos se formularon en solución acuosa empleando comoemulsionante 2% de oleato de polietilenglicol. Las concentraciones ensayadas fueron I,1.5, 2 y 3% para las esencias de laurel y lemongrass y 0.5, 1.5 y 2.5°lo para cineol. Losporcentajes de mortalidad registrados a las 24 horas de la aplicación se analizaronmediante análisis de varianza y test de Tukey (« = 0.05). Del análisis estadístico surgeque existieron diferencias signiticativas tanto para las técnicas de aplicación como paralas concentraciones evaluadas. Para L. nohilLr los mayores porcentajes de mortalidad (63%) se obtuvieron por pulverización al 3% de esencia, mientras yue para cineol los valo-res no superaron el 50 °lo de mortalidad aún a la mayor concentración utilizada. A dife-rencia de los productos anteriores, para lemongrass la mayor mortalidad se logró a tra-vés de la técnica de aplicación por papeles impregnados (64% ) ul 3% de esencia. La uti-lización de productos naturales para el manejo de M. persicae en el cultivo de repollo,podría constituir una herramienta no contaminante compatible con lu preservación delmedio ambiente.

S. B. Pn^fN. Terapéutica Vegetal.E. M. Riccl. Zoología Agrícola.C. iiENNING, $. RÉ, ). RINGUELET, E. CERIMELE BÍOyUÍn7ÍCa y EÍ[OyUÍIT1iCa. FaCUI[ad de

Ciencias Agrarias y Forestales. Universidad Nacional de La Plata. 6(1 y I 19 (1900) CC3 L La Plata, Buenos Aires. Argentina.E-mail: [email protected]

Palabras clave: pulgón, mortalidad, repollo, aceites esenciales, laurel, lemongrass,cineol.

INTRODUCCIÓN

El áfido Myzus persicae (Sulzer) es uno delos insectos más estudiados mundialmente porel desarrollo de resistencia a pesticidas obser-vada en 31 países y sobre un [o[al de 69 insec-ticidas diferentes, entre piretroides y organo-fosforados (GEOIZGHtoU, 1990; FURIATTI &

LAZZAR ► , 2003). El Manejo Integrado de Pla-gas nació en los Estados Unidos durante losaños cincuenta como respuesta a dicha pro-blemática y a la contaminación del ambiente(HoRM, 1988). Esta filosofía promueve laintegración de estrategias y tácticas de con-trol con el fin de mejorar su eficacia, mini-mizar los efectos de las prácticas de fitopro-

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IK8 S. B. PADÍN. E. M. RICCL C HF.NNING. S. RÉ , J. RINGUELET, E. CERIMELE

tección sobre el ambiente y la salud humanay retrasar la generación de resistencia de lasplagas a los plaguicidas (BLANCO-METZ^ER,1996).

En los últimos 30 años se ha intensificadoel desarrollo de insecticidas botánicos yantialimentarios a partir de la utiliración deproductos naturales, con el tin de disminuir elimpacto que produjeron los insecticidas desíntesis en el origen de resistencia en insectosplaga y sobre la mortalidad de los organismosbenéticos en los distintos ecosistemas (AKt^-TAR & IsMAN, 2004). Las plantas producenmetabolitos secundarios algunos de los cua-les son volátiles y juegan un papel importan-te en la interacción con los insectos tanto deatracción como de repulsión (TeRANISHI etcrl., 1993). Estos aleloyuímicos pueden pre-sentar más de un mecanismo de acción sobrelos insectos, por tal motivo, son promisoriospara el desarrollo de insecticidas botánicos,ya que pueden actuar como tóxicos, inhibido-res del crecimiento, de la reproducción o dela oviposición, como antialimentarios y/ocomo repelentes (AKHTAR & IsMAN, 2003).

Los aceites esenciales de las plantas pue-den constituir una fuente rica de sustanciasquímicas bioactivas. Son comúnmente utili-zados en la industria farmacéutica, alimenti-cia, cosmética, licorera, entre otros (BANOO-NI, 2000) y pueden tener un gran potencialcomo fitoterápicos dado que poseen un esca-so efecto sobre los organismos benéficos(IsMAN, 2000; JoNES et ul., 2003). EI aceiteesencial obtenido del laurel (Lcrurus nobilisLinnaeus) tiene efecto repelente y actividadbiológica sobre cucarachas (Per-iplcnietuumericana Linnaeus) (Machado et al., 1995)y sobre los átidos M. persicae, Brei^icorwiebrcrssicae Linnaeus y Cavuriella aego/^odiiScopoll (PADIN et [!l., 2002; KAHAN et aL,2004). EI cineol, uno de los principales com-ponentes de la esencia de laurel, es un mono-terpeno cíclico considerado un aleloquímicopuro. Además es un componente con proba-da actividad repelente sobre algunos áfidoscomo M. persicae y B. brassicae (Rleel etal., 2002a). EI aceite esencial de "lemon-grass" (C^•mhopognn citratus) presenta efec-

to tóxico sobre huevos y adultos de Tetranti^-chus urticae Koch (CHOI et u1., 2004) y acti-vidad repelente sobre el "pulgón cenicientode las coles" B. hrussicae ( RICCI et al.,2002b) y el "pulgón ruso" Diuraphis noxia(Kurdjumov) (RICCI et al., 2006).

El objetivo del trabajo fue evaluar el efec-to insecticida de los aceites esenciales de L.n^bilis y C. citratus y del cineol como ale-loquímico puro sobre M. persicae en cultivode Brassica oleracea var. capitata ev. Cora-zón de Buey.

MATERIAL Y MÉTODOS

Crianza y selección de insectos: Laspoblaciones de M. persicue fueron colecta-das en cultivos de repollo de explotacionescomerciales existentes en el Cinturón Hortí-cola del Partido de La Plata, Prov. de BuenosAires (34° 52' de latitud S y a 57° 58' de lon-gitud O). Las mismas fueron mantenidassobre plantas jóvenes de B. nleraceu var.capitata (cv. Corazón de Buey), en unavidriera experimental bajo condicionesambientales naturales, a 25 ± 5°C de tempe-ratura y 70-80 % de humedad relativa.

Material vegetal: El material utilizado en

este trabajo se obtuvo de hojas de laurel (L.

nobilis) y de lemongrass (C. citratus) prove-

nientes de plantas de la Estación Experimen-tal Julio Hirschhorn de la Facultad de Cien-

cias Agrarias y Forestales, Universidad

Nacional de La Plata.

Obtención de los extractos vegetales:Los aceites esenciales de laurel y lemongrassfueron extraídos de hojas frescas sometidas adestilación por arrastre con vapor de agua,en destilador escala piloto con alambique de30 litros de capacidad. Una vez recogida lasesencias se trataron con sulfato de sodio parasu deshidratación. El cineol se extrajo delaceite esencial de laurel por el método de laresorcina; para tal tin se mezcló la esenciacon resorcina, obteniéndose una masa crista-lina, que se trató con álcali para su posteriorseparación (MoNTES, 1961).

Técnicas de aplicación: Considerandoque la técnica de aplicación tiene una marca-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007

da incidencia en la eficiencia de los produc-tos a evaluar y teniendo en cuenta su natura-leza química, fueron aplicados por pulveri-zación directa y por papeles impregnados.

Pulverización: Los productos ensayadosse pulverizaron directamente sobre plantasde repollo con tres a cuatro hojas verdaderas,dispuestas en macetas individuales. Se utili-zó un micropulverizador accionado porbomba de vacío "Cience 2091 ", con motor"Degat" MA 33/4 N° 2547 de 1/3 H.P. V 220A3 a 1450 rpm. Para el ensayo se prepararonalmácigos eq bandejas y posteriormente lasplántulas se trasladaron a envases de 60 cm3

70

60

50

ixy

de capacidad con una mezcla compuesta por3 partes de tierra, 1 de arena y 1 de turba. Elmaterial se protegió con envases de idénticascaracterísticas, empleándose como tapa unamalla fina de red para permitir la respiración,tanto de la planta como del áfido. En cadaplanta, antes de la pulverización, se coloca-ron con pincel en la zona del cuello, 10 pul-gones adultos. Los principios bioactivos seformularon en solución acuosa empleandocomo emulsionante 2%° de oleato de polieti-lenglicol (INSOL) y las concentracionesensayadas fueron l, I.S, 2 y 3°I° para laurel ylemongrass y 0.5, 1.5 y 2.5% para cineol.

n Papel

n Pulverización

20

]0

0

1% 1,50% 2%

Concentraciones Laurel

3% Testigo

Figura l. Porce^tajes de mortalidad logrados con las distintas concentr^ciones de laurel (L. nobilis), aplicadasmediante dos técnicas de aplicación: papeles impregnados y pulverizaeión directa.

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190

60

50

4

30

20

10

0

S. B. PADÍN. E. M. RICCI. C. HENNING, S. RÉ , J. RINGUELET, E. CERtMELE

0,50% 1,50% 2,50%

Concentraciones Cineol

Testigo

n Papel

n Pulverización

Figura 2. Porcentajes de mortalidad logrados con las distintas concentraciones de cineol (aleloyuímico puro), aplicadasmediante dos técnicas de aplicación: papeles impregnados y pulverización directa.

Cada planta recibió un volumen de 0.4 ml.Se hicieron 10 repeticiones para cada trata-miento con los testigos correspondientes.

Papeles impregnados: Las condicionesdel ensayo fiieron las mismas que para pul-verización. Las formulaciones se aplicaroncon micropipeta sobre un papel de filtro arazón de 60 ml por envase. Las concentra-ciones ensayadas fueron: l Ox 10--t, 15x ] 0-3,20x 10--^ y 30x 10-^ µl/ml de aire para lasesencias de laurel y lemongrass, mientrasque para cineol las concentraciones fueronSx 10--^, l5x 10-3 y 25x 10--^ µl/ml de aire. Alas 24 horas de la aplicación se realizó elrecuento de los pulgones muertos para lasdos técnicas (pulverización y papelesimpregnados) y las diferentes concentracio-nes ensayadas. Los valores de mortalidad

registrados se transformaron en porcentajesegún la fórmula: Mortalidad (°Io) _ (10 -número de pulgones muertos/]0). Para elanálisis estadístico se utilizó un ANOVA dedos vías y Test de Tukey (a = 0.05).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Del análisis de los porcentajes de mortali-dad logrados con la aplicación del aceiteesencial de laurel, surge que existieron dife-rencias estadísticamente significativas tantopara las técnicas de aplicación utilizadas (F:429,82; p:<0,0001) como para las concentra-ciones evaluadas (F: 120,82; p:<0,0001).Como se observa en la Fig. ], los mayoresporcentajes de mortalidad (63 %) se obtuvie-ron con la aplicación de L. nobilis por pulve-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2(H)7

n Papel

I n Pulverización

1% 1,50% 2% 3% Testigo

Concentraciones lemongrass

191

Figura 3. Porcentajes de mortalidad logrados con las distintas concentraciones de lemongratis (C ritrotus), aplicadusmediante dos técnicas de aplicación: papeles impregnados y pulverir..^ción directa.

rización directa al 3% de esencia, mientrasque para la misma concentración, cuando seaplicó a través de papeles impregnados, selogró un 23 °lo de mortalidad.

Según estudios realizados por PA^íN etal., (2002) quienes evaluaron el efecto repe-lente del aceite esencial de L. nobilis sobreM. persicae y B. brassicae, se determinó quela esencia de laurel produce de 60 a 90 % derepelencia. Resultados similares obtuvieronKAHAN et al., (2004) sobre M. persicae enpimiento y lechuga y C. negopodii en cultivode apio, aplicando el aceite esencial de lau-rel con concentraciones similares a las utili-zadas en el presente trabajo. Esto demuestraque la esencia de laurel además del efectorepelente, posee un elevado efecto tóxicosobre los áfidos en estudio.

Los resultados de mortalidad obtenidoscon la aplicación del cineol como aleloquí-mico puro, arrojaron diferencias signiticati-vas para las técnicas de aplicación (F:124,85; p: <0,0001) y para las concentracio-nes probadas (F: 70,97; p:<0,0001). Losvalores alcanzados tanto para la aplicaciónpor pulverización como para papelesimpregnados, no superaron el 50 % de mor-talidad aún a la mayor concentración utiliza-da. (Fig. 2)

El cineol es uno de los componentesmayoritarios del aceite esencial de laurel, elmismo se encuentra en un 29.3% y el linalolen un 31.3%, los demás componentes seencuentran en menor proporción, con valo-res inferiores al 5% (PA^íN e^ nl., 2002).Teniendo en cuenta estos antecedentes Rlccl

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192 S. B. PADÍN, E. M. RICCI, C. HENNING, S. RÉ , J. RINGUELET, E. CERIMELE

et ul. (2002a), evaluaron el efecto repelentedel cineol en los áfidos M. persicae y B.brassicae sobre el cultivo de repollo, logran-do valores del 96 % de repelencia cuando fueaplicado a una concentración del 2,5 %. Sibien los valores de mortalidad obtenidos conel aleloquímico puro (1,8-cineol) son infe-riores a los logrados con el aceite esencial delaurel, la acción tóxica podría ser aditiva alefecto repelente.

Al evaluar los resultados obtenidos conlemongrass, se observaron diferencias signi-ficativas tanto para las técnicas de aplicacióncomo para las concentraciones probadas (F:8.13; p: <0.002). El mayor porcentaje demortalidad fue de 64°Io cuando se utilizó laesencia a una concentración del 3% (Fig. 3).Si bien este valor es similar al obtenido conL. nobilis (63%), la diferencia hallada sedebe a la técnica de aplicación ya que losmayores registros se obtuvieron por la técni-ca de papeles impregnados. Estos resultadoscoinciden con los obtenidos por RICCI et al.,2006, quienes lograron los mayores porcen-tajes de repelencia con C. citrcrtus en D.no.xra utilizando la misma técnica de aplica-ción. Esto podría ser atribuido a una mayor

volatilidad de los componentes del aceiteesencial de lemongrass.

CONCLUSIÓN

De acuerdo con los resultados obtenidosse concluye que, el aceite esencial de laurelaplicado sobre M. persrcae en cultivo derepollo presenta valores de mortalidad queresultan promisorios para ensayar nuevasformulaciones y técnicas de aplicación. Elmayor efecto insecticida obtenido con L.nobilis, podría ser atribuido a otros metabo-litos presentes en el aceite esencial de laurel,con efecto aditivo al cineol (aleloquímicopuro) uno de sus componentes mayoritarios.

Los aceites esenciales de laurel y lemon-grass y el cineol, presentan efecto insectici-da y repelente diferencial sobre M. persicney la actividad biológica de los mismos varíaconsiderablemente según la técnica de apli-cación empleada.

La utilización de aceites esenciales para elmanejo de ái►dos en el cultivo de repollo,podría constituir una herramienta no conta-minante compatible con la preservación delmedio ambiente.

ABSTRACT

PADIN S. B., E. M. RICCI, C. HENNWG, S. RE , J. RINGUELET, E. CERIMELF.. ZOO^. COn-

trol of Mv,us persicne ( Sulzer) on Brussicn olcrncer^ var. capitata using botanical insec-ticides. BoL Snn. Ue,q. Plc^gas, 33: 187-193.

M^^^us per.ricae ( Sulzer) is one of the most studied insects in the wodd because of itsresistance to pesticides. Plant essential oils may be an important source of bioactive che-mical substances with action against it. The objective of the present study was to evaluatethe insecticide effect of Laurus nobilis Linnaeus (laurel), Cwnbopogon citratus Stapf(lemongrass) and eineole as pure alelochemieal on M. persicne on Br^c^ssica olercecea var.capitata crop. Two application techniyues were used: direct pulverization and impregna-ted papers on cabbage plantlets with three/four real leaves where ten adult aphids werepreviously placed. Essential oils and cineole were formulated in distilled water with 2%polyethyleneglicol oleate as emulsitier. Laurel and lemongrass concentrutions were I,1.5,2 and 3% and cineole was formulated ai 0.5, 1.5 and 2.5%. Mortality percentage wasanalized with unalysis of variance and Tukey test (a= 0.05). Signiticant differences wereobserved between application methods and different concentrations also. The highestmortality obtained reached 63°lo when 3°Ir essence solution of L.nobilis was pulverized,while mortality at highest concentration for cineole did not exceed 50°Io. Lemongrassessential oil showed higher mortality values (64%) at 3%r concentration when impregna-ted papers were used. Utilization of natural, non contaminant products such as thosementioned above may be a promissory tool for the control of M. pei^sicne in cabbagecrop.

Key words: aphid, mortality, cabbage, essential oils, laurel, lemongrass, cineole.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007 193

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(Recepción: 1 I enero 2007)(Aceptación: 10 mayo 2007)

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Bo(. San. Veg. Pla^as, 33: 195-207, 2007

Descripción del ciclo biológico y distribución de las principalescochinillas que afectan a las acículas de los pinos en laComunidad Autónoma de Madrid

.T. CASADO ALVAREZ, S. SORIA CARRERAS

An^nnaspis (owi Colvée y Leucnspis pusil(u Liiw son los principales cbcridos yueatacan a las acículas del género Pinus en la Comunidad Autónoma de Madrid. Se haestudiado el ciclo biológico de estas dos especies durante el añu 2003 en diversas loca-lidades de esta región. A. lowi Colvée está ampliamente distribuido por la sierra de Gua-darrama, pudiendo Ilegar a tener al menos dos generaciones en sus localizaciones mástérmicas. Esta especie pasa el invierno como larva de segundo estadio, upareciendo lasprimeras formas adultas en lo meses de mayo ó junio, según la climatologíu de la r.una.Leucaspis pusilla Iwiw se dístribuye por lat masas de pináceus más termótilas, obser-vándose al menos dos generaciones anuales en todas las localizaciones estudiadus, tam-bién pasa el invierno en forma de larva de segundo estadio, apareciendo las tbrmas adul-tas a partir del mes de mayo.

J. Cnsn^o ÁLVnREZ. Unidad Docente de Defensa del Monte. E.T.S.I. de Montes. Uni-versidad Politécnica de Madrid. Ciudad Universitaria, s/n 28(WO Madrid.S. Soain CnRaERns. Ayuntamiento de Madrid. Área de Gobierno de Medio Ambiente yServicios a la Ciudad. Paseo de Recoletos 12. 2R001 Madrid.

Patabras elave: Pinus, Leuc•u.rplc pini, Leucaspis pu.rifla, Anumu.rpia /nH•i.

INTRODUCCIÓN

Forman las especies de la familia Pinace-ae extensos bosques en muchas regiones dela tierra, siendo su importancia tanto a niveleconómico como a nivel ecológico de primerorden en el mundo.

En la península ibérica las masas delgénero Pinu.s están ampliamente repartidaspor todas las provincias españolas, siendoestas masas una fuente esencial de productosforestales tales como madera, setas, resina,leñas, etc., así como un importante lugar deesparcimiento para una población cada díamás urbana.

La Comunidad Autónoma de Madrid,situada en el centro de la península ibérica,cuenta con masas forestales constituidas por

cinco especies de pináceas -Pinus sylvestrisL., Pinus nigra Arn., Pinus pinaster Ait.,Pinus pinea L. y Pinu.c hulepensis Mill. -lascuales llegan a ocupar en conjunto, segúndatos de la Consejería de Medio Ambientede la Comunidad Autónoma de Madrid, unasuperficie de 60.332 ha, un 7,51 % de lasuperficie total de esta región.

Los diversos patógenos que afectan algénero Pinus han sido profusamente estudia-dos debido a la gran importancia de susmasas, sin embargo, en el caso de los cócci-dos, no son frecuentes estudios especializa-dos en este género, contrastando con losnumerosos trabajos dedicados a otras espe-cies vegetales que también son victimas deestos insectos, como las diversas especies decítricos y el olivo.

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196 J. CASADO ÁLVAREZ, S. SORIA CARRERAS

Los cóccidos desde el punto de vista delas plagas tienen una gran importancia en elcampo agrícola, pero tampoco es desdeñablesu papel en el mundo forestal, son muchaslas especies forestales, tanto árboles comoarbustos, que tienen como huéspedes a estetipo de insectos.

Sin embargo, es poca la información quese dispone sobre la biología y la incidenciade estos insectos en los medios forestales. Enla bibliografía especializada podemos hallara las diversas especies de cóccidos que ata-can a los pinos caracterizados como plagasde carácter secundario u ocasional dentro delas numerosas plagas que padecen las masasde pináceas en España.

Como trabajos especíticos sobre cóccidosque atacan a los pinos en España son desta-CableS lOS trabaJOS de CADAHAÍA y MONTOYA(1967 y 1968) y CADAHAÍA ( t971 y 1981).

Respecto a las especies encontradas enEspaña sobre el género Pinus, en la primeray hasta ahora única monografía general delos cóccidos españoles (GóMEZ MENOR,1940) se citan sobre el género Pinus a loscóccidos Gornezmenoraspis pinicola Leo-nardi, Anarnaspis Lowi Colvée, Leucuspispini Hartig, Leucaspis pusilla Lów, Gueri-niella serratulae Fabricius, Paleococcus•fus-cipem^is Burn, Nuculaspis abietis Schr yDinaspicliotus britannicus Newstead.

^>>^^Figura 2. Acículas de Pinns pirinster con un fuerte

atayue de Annmaspis lrnri. Robledo de Chavela(Madrid).

Figura l. Ejemplar de Leucospis pini sobre unaacícula de Pinu.r pir^ea.

En su estudio de plagas forestales de coní-feras el Ministerio de Agricultura (M.A.1965) describe a Leucaspis pini Hartig,Gomezjnennraspis pinicola Leonardi y aLeucaspis pusilla Lów para España.

En la edición de ] 981 de esta misma obra(M.A.P.A. 1981) se vuelve a describir a Leu-caspis pini como causante de daños y se inclu-ye la descripción de Matsucoccus feytaudi, yaencontrado en España, citándose a Matsucoc-cus pini Green y a Gomeznienoraspis pinicolacomo otros cóccidos presentes en nuestrospinares.

SORIA, MORENO, VIIVUELA y DEL ESTAL(2000) realizaron una última prospección de

^Figura 3. Rama de Pinus svlvestris situada en lalocalidad de Somosierra (Madrid) de la cual se

extrajeron mensualmente muestras para el estudio delciclo biológico de su población de cóccidos.

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BOL. SAN. VEQ PLAGAS. 33, 2007 197

los cóccidos que afectaban a los pinos espa-

ñoles localizando sobre este género en Espa-

ña a: Leucaspis pini, Leucaspis pusilla,

Gomezmenoraspis pinicola, Anamaspis

lowi, Dinaspidiotus britnnnicus, Puto super-

bus, Matsucoccus matsumurae, Matsucoc-

cus feytaudi, Paleococcus fuscipennis y Coc-

cus hesperidum.Sin embargo, se han realizado hasta ahora

pocos estudios acerca del ciclo biológico delos cóccidos que atacan con más frecuencia alas acículas de los pinos, espacio que modes-tamente intenta subsanar el presente trabajo.

MATERIAL Y MÉTODOS

El ámbito territorial del presente trabajose limitó a la superficie forestal de la Comu-nidad Autónoma de Madrid, por ser ésta unaregión que reúne, pese a su pequeña exten-sión, cinco de las seis especies de pináceasautóctonas dela España peninsular.

Para el discernimiento del ciclo biológicode las distintas especies de cóccidos que ata-can a las acículas de los pinos en la Comuni-dad Autónoma de Madrid se establecieronquince zonas de muestreo situadas lo máslejanas posibles las unas de las otras deforma que se cubriera bien el territorio de laComunidad de Madrid.

Las zonas de muestreo fueron previamen-te detinidas en gabinete utilizando la infor-macicín cartográfica proporcionada por elSegundo Inventario Forestal Nacional.

Una vez que era detectada la presencia decóccidos en las acículas de los pinos de cadazona de muestro, se estableció en cada unade ellas una parcela de toma de muestras oparcela de muestreo.

La extensión de las parcelas de toma demuestras en un principio quedó reducida a sumínima extensión, en aquellas zonas dondela población de cóccidos era abundante laextensión se limitó a una rama o a un árbolconcreto, en aquellas otras en las cuales ladensidad era menor se amplió la parcela avarios árboles.

De estas 15 parcelas se recolectaron men-sualmente muestras consistentes en ramillas

y acículas desde Diciembre de 2002 aNoviembre de 2003.

Las muestras una vez recogidas eranenviadas inmediatamente al Laboratorio delMedio Natural que el Servicio de Parques yJardines de Patrimonio Nacional tiene en laciudad de Madrid.

En dicho laboratorio se realizaron prepa-raciones para microscopia de los cóccidoshallados en las muestras recolectadas;Dichas preparaciones se realizaron según lastécnicas descritas por GóMFZ MEtvort (1940)usando como tinción fucsina ácida.

Debido a la especial biología y anatomíade estos insectos, la preparación paramicroscopia de los cóccidos recolectados erala única forma a priori de determinar tanto laespecie como el estadio de desarrollo de losespecimenes capturados. Se realizaron untotal de 338 preparaciones lo que suponefácilmente la preparación de más de unmillar de individuos ya que en cada prepara-ción se incluyeron varios ejemplares.

Respecto a los cóccidos utilizados para laspreparaciones, se escogieron al azur dentro decada una de las 15 muestras traídas mensual-mente de campo, esto fue así hasta los mesesde mayo ó junio (según su origen), en los cua-les empezaron a aparecer individuos instala-dos en las acículas nuevas del año 2003. Estoobligó a hacer preparaciones separadas de loscóccidos procedentes de las acículas del año2003 por un lado, y del resto por otro.

Así mismo, se escogieron para las prepa-raciones cóccidos de todos los estadios evo-lutivos encontrados en la muestra tanto enlas acículas nuevas como en las de años ante-riores, sin distinguir sexo ni especie.

Los cóccidos de las acículas nuevas tieneuna gran importancia ya que al ser las hembrasápodas, la aparición de hembras con huevos olarvas en estas acículas, indica la existencia deal menos una segunda generación en esa zona.

Con la información proporcionada por laspreparaciones se completaron para cadaespecie distintas matrices espacio-tempora-les, las cuales facilitaron el conocimientoaproximado del ciclo biológico de estosinsectos en la región de Madrid.

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Figura 4. Larva de segundo estadio (L,) preparada parasu observación perteneciente a la especie

Anumuspis lowi.

Figura 6. Detalle del pigidio de un ejemplar deLeucaspis pini.

Figura 8. Detalle del pigidio de una hembra deAnnmcispis lon•i en el interior de la exuvia de su L2

Figura 5. Hembra adulta de Leucnspis pusilla en elinterior de su exuvia L^

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Figura 7. Detalle del pigidio de un ejemplar deLeucnspia' pu.ril/n.

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Figura 9. Detalle del pigidio de una hembra deLeucaspis pu.rilln en el interior de la exuvia de su L2

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Figura lo. Exuvias de larvas de segundo estadiodesprovis[as de su escudo protector pertenecientes a

las tres especies encontradas. De arriba a abajo:Leucaspis pini, Anamaspis lowi y Leucaspis pusilla.

Las hembras adultas se encuentran en su interior.(Fotografía preparada).

Para un mejor conocimiento de la distribu-ción de las especies implicadas, se enviaron alaboratorio en otoño de 2003 muestras únicasprocedentes de otras 14 localizaciones adicio-nales situadas en la región de Madrid, con elobjetivo de determinar la especie o especiesde cóccidos cxistentes en esas zonas.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se encontraron con facilidad cóccidossobre las acículas de los pinos en todas las

Figura 1 I. Colonia de formada por numerososejemplares de L.eucaspis pusilla.

zonas previamente definidas en gabinete,exceptuando la zona de muestreo situada enel término municipal de San Martín de laVega, la cual fue sustituida por otra parcelasituada el término municipal limítrofe deArganda del Rey en el cual sí se encontraroncóccidos.

Las especies de cóccidos encontradas enla Comunidad Autónoma de Madrid fuerontres: Leucaspis pini Hartig, Anumuspis lowiColvée y Leucaspis pusillu L^w. No seencontró Gomezmenoraspis pinicola, ni nin-gún otro cóccido en ninguna de las numero-sas muestras traídas de campo. De estas tresespecies de cóccidos destacan por su abun-dancia y amplia distribución en la Comuni-dad Autónoma de Madrid dos especies: Anu-maspis lowi y Leucaspis pusilla.

Anamaspis lowi fue encontrado sobre ací-culas de Pinus svlvestris en los términosmunicipales de Somosierra, Braojos, Rasca-fría, Lozoya y San Lorenzo del Escorial.También fue encontrado sobre Pinus pinu.c-ter en Buitrago de Lozoya, Lozoyuela,Collado Mediano, Guadarrama, San Lorenzode EI Escorial, Robledo de Chavela y Rozasde Puerto Real. Por último, además fueencontrado sobre Pinus nigru en ColladoMediano y Buitrago de Lozoya.

Leucaspis pusilla fue encontrado sobreacículas de Pinus pinea en Galapagar, Navasdel rey, Cadalso de los Vidrios, Navalcarne-

Figura 12. Colonia de formada por varios ejemplaresAnumaspis lnwi.

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ro y en diversas zonas de la ciudad deMadrid como Ciudad Universitaria, Morata-laz o Casa de Campo. Además fue encontra-do sobre Pinus halepensis en los términosmunicipales de Arganda del Rey, RivasVaciamadrid, Batres, Alcalá de Henares yVillarejo de Salvanés. Por último tambiénfue encontrado sobre Pinus nigra en Villavi-ciosa de Odón y Navalcarnero, y sobre Pinuspinaster en Navalcarnero y en la CiudadUniversitaria de Madrid.

Leucaspis pini sólo fue encontrado deforma esporádica en muestras recogidas enlos términos municipales de Rascafría sobrePinus sylvestris, Collado Mediano sobrePinus nigra, Guadarrama sobre Pinus pinas-ter y Navalcarnero sobre Pinus pinea, asícomo en ejemplares jóvenes de Pinus pinearecién plantados en la Casa de Campo, sien-do muy probable que en este caso se trate deuna población introducida en la zona a partirde una infestación previa en vivero.

Anamaspis lowi y Leucaspis pusilla sonsin lugar a dudas los dos cóccidos máscomunes en la Comunidad Autónoma deMadrid, distribuyéndose ambas especies deforma complementaria en esta región.

Leucaspis pusilla parece dominar enexclusividad los pinares de Pinus halepensisdel sureste regional y las masas de Pinuspinea que se extienden por la zona central yoccidental de la región, apareciendo ademásen esta zona sobre Pinus nigra y Pinuspinaster en parques y áreas recreativasdonde se han plantado estas dos especies.

Anamaspis lowi, por el contrario, pareceextenderse por toda la sierra de Guadarrama,siendo muy común encontrarlo en las masasde Pinus pinaster y Pinus nigra que habitanen las estribaciones meridionales de esta sie-rra. Sobre Pinus svlvestris también es muyfácil encontrar esta especie, sobre todo en lasmasas de pino silvestre situadas a menor alti-tud, ya que la densidad de las poblaciones deAnamaspis parece descender según ascien-den en altura las masas de pino silvestre.

Anamaspis parece limitar su distribuciónen la región de Madrid a la sierra de Guada-rrama y a sus estribaciones inmediatas, de tal

Figura 13. Macho perteneciente a la especieLeucaspis pini.

manera que no parece capaz de extenderse nicolonizar las masas más térmicas formadasprincipalmente por Pinus pinea situadas auna cota más baja, y mucho menos aún, decolonizar las masas de Pinus halepensis delsureste regional.

Leucaspis pusilla por su parte, no fueencontrado en masas de Pinus pinaster yPinus nigra de la sierra, pero sí en las masasde Pinus pinea adyacentes situadas a másbaja cota por lo que parece que esta especie,al contrario que Anamaspis, posee un límitetérmico superior que le impide establecerseen zonas de clima más riguroso.

Pese a la amplia distribución tanto deAnamaspis lowi como de Leucaspis pusilla,no se encontraron muestras en las cualesconvivieran ambas especies, lo que indicaque ambas especies se complementan dentrodel territorio estudiado, siendo Leucaspispusilla dominante en las masas de pinar máspuramente mediterráneas como son los pina-res de Pinus pinea y de Pinus halepensis,mientras que Anamaspis lowi es una especieque se distribuye por zonas que soportan unclima más riguroso, dominado las masas dePinus sylvestris, Pinus nigra y Pinus pinas-ter, tanto de origen natural como repoblado,que se extienden por la Sierra de Guadarra-ma y sus estribaciones.

Leucaspis pini por el contrario parece tra-tarse de una especie muy eurioica, ya que ha

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007

Figura 14. Prepupa de un macho deLeucaspis pusilln.

sido encontrada a 1.700 metros de altura enRascafría sobre Pinus sylvestris y en Naval-carnero sobre Pinus pinea a apenas 670metros.

Pese a su elevada adaptabilidad Leucas^^ispini es mucho menos común en la regiónmadrileña que las otras dos especies de cóc-cidos citados, apareciendo tan sólo de formaesporádica en masas de pináceas dominadaspor las dos especies citadas anteriormente.Podemos atirmar que, al menos en el año2003, la población de este cóccido era conmucho muy inferior a las poblaciones de losotros dos cóccidos con los que comparte lasacículas de los pinos madrileños.

Esto fortalece la hipótesis formulada porel coccidiólogo Gómez-Menor, el cual afir-maba en 1940 que muchas de las referencias

Figura 16. Hembra de la especie Leucaspis pu.rilln conhuevos en el interior de la exuvia de su L,

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Figura 15, Larva de segundo estadio (L^)de Leucu.cpis pusil(u..

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de Leucaspis piiii tanto en la Comunidad deMadrid como en otras regiones limítrofesson en realidad localizaciones de Anrunaspislow•i.

Respecto al ciclo biológico de estos insec-tos, sólo fue posible determinarlo en las dosespecies más abundantes en la zona: Anu-ntaspis Lowi y Leucaspis ^^usillc^, ya que losespecimenes encontrados pertenecientes a laespecie Leucnspis pini tan sólo aparecieronde forma anecdótica en alguna de las locali-zaciones estudiadas.

Las distintas poblaciones de Le^^cu.rpispusilla en la región de Madrid tienen unciclo biológico muy uniforme, no encon-trándose grandes diferencias entre laspoblaciones más occidentales, como lassituadas en las masas de Pinu.c pinea en

Figura 17. Larva de primer estadio deLcucn.cpi.c pu.cilln.

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202 J. CASADO ÁLVAREZ, S. SORIA CARRERAS

Galapagar o Navas del Rey, con las masasde Pinus hulepensis de Arganda del Rey oVillarejo de Salvanés situadas en la zonasureste de la región.

Las poblaciones de Leucaspis pusilla enla región de Madrid pasan el invierno enforma de larva de segundo estadio (L2) con-viviendo en una misma acícula futurosmachos y hembras con los restos de las hem-bras del año anterior ya muertas.

A mediados del mes de febrero empiezana distinguirse las primeras prepupas demachos pertenecientes a esta especie, dife-renciándose del resto de las larvas de segun-do estadio que darán lugar a hembras adul-tas. Estas larvas, a diferencia de las pupas delos futuros machos que no se alimentan,comienzan de nuevo a succionar savia con laIlegada de la primavera.

En el mes de mayo aparecen ya machosalados totalmente formados y hembras adul-tas, así como larvas de segundo estadio ypupas de machos de individuos más retrasa-dos. Es en este mes cuando se empiezan aproducir los primeros apareamientos, pues enel mes de junio es posible encontrar hembrascon huevos ó con larvas de primer estadio(L^) formadas y larvas de primer estadio ya

instaladas cerca de sus madres o en las acícu-las nuevas del año que acaban de brotar.

En el mes de junio debido a que el estadode desarrollo de las poblaciones no es homo-géneo, es posible observar, en una mismaacícula, aparte de larvas de primer estadio yhembras con larvas y huevos, larvas desegundo estadio más retrasadas, así comopupas de machos y machos ya formados.

Un mes después, en julio, aparecen en lasacículas nuevas del año hembras con larvasL^ en el interior de la exuvia de las larvas LZque sirven de protección tanto a las hembrascomo a su descendencia. Esto indica sinlugar a dudas que esta especie en la región deMadrid es capaz de completar su ciclo bioló-gico en apenas dos meses. Las larvas de pri-mer estadio nacidas en junio una vez despla-zadas a las acículas brotadas en primaverason capaces fijarse a su nueva ubicación,pasar a larva de segundo estadio, después ahembra adulta y concebir una nueva genera-ción a finales de julio, es decir en apenas dosmeses han completado su ciclo biológico.

Como es lógico en julio siguen aparecien-do larvas de segundo estadio, esta vez proce-dentes de las larvas L^ nacidas a finales deprimavera, de forma que en todos los meses

Figura 18. Ciclo biológico de Leucaspis pusilla en la Comunidad Autónoma de Madrid (En morado se indica lapresencia de hembras con lazvas o huevos en las acículas del año 2003).

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007

Figura 19. Pupa de macho perteneciente a la especieAnumaspis lowi.

del año es posible localizar larvas L2 Estaslarvas forman el grueso poblacional de estasespecies a lo largo del año, siendo por otrolado, los individuos más peligrosos, puesson, con las larvas Ll, los únicos estadiosque se alimentan (las pupas de los machos,los machos adultos y las hembras no lohacen).

Durante el resto del verano hasta el mesde octubre siguen apareciendo tanto larvasde primer estadio como de segundo, hembrascon huevos, larvas y pupas de machos ymachos adultos.

Con la Ilegada de los primeros fríos, haciafinales de Septiembre, el período reproducti-vo de esta especie se detiene, dejando deaparecer hembras vivas a partir del mes deoctubre.

De este modo, al llegar el invierno y pro-ducirse la paralización de la savia, fenómenoque obliga a estos insectos a detener su cre-cimiento, las poblaciones de Leucaspis pusi-llu se componen de larvas de segundo esta-dio en diferentes grados de desarrollo segúnhayan nacido a mediados o a finales de vera-no y de restos de hembras muertas cuyos res-tos pueden permanecer en las acículasdurante bastante tiempo.

Saber el número exacto de generacionesque es capaz de generar esta especie durantelos meses de verano es de difícil discerni-miento pues el desfase en el desarrollo de losejemplares de una misma población haceque aparezcan individuos en diversos esta-

Figura 20. Larva de segundo estadio deArtnmuspis lo^^i.

203

dios evolutivos al mismo tiempo impidiendode este modo conocer el numero exacto degeneraciones.

El ciclo biológico de Anamaspis lowi porsu parte, parece estar más influenciado porlas condiciones climáticas de la estación enlas que se ubican las distintas poblaciones,pues en este trabajo se han llegado a discer-nir tres ciclos distintos para esta especie enfunción de la procedencia de las muestras.

Las poblaciones situadas a mayor altitudsobre masas Pinus sylvestris, como las halla-das en Somosierra a 1.400 metros de altitud,pasan el invierno en forma de larva de segun-do estadio protegidas de las inclemenciasclimáticas por el grueso escudo algodonosoque genera esta especie.

En esta zona, en el mes de mayo comien-zan a aparecer las primeras prepupas de losfuturos machos de esta especie, no apare-ciendo los primeros machos y hembras adul-tas hasta bien entrado el mes de junio.

En el mes de julio ya es posible encontrarhembras con larvas de primer estadio en elinterior de la exuvia de las larvas L2 , tam-bién en este mes se pueden observar larvasLl en las acículas nuevas generadas en pri-mavera. En las acículas de años anterioressiguen apareciendo larvas de segundo esta-dio mientras que en las acículas nuevas soloaparecen en este meslarvas Ll.

El periodo reproductivo en esta zona pare-ce extenderse sólo a los primeros meses delverano, pues en Septiembre ya no se obser-

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204 J. CASADO ÁLVARE'L. S. SOR ► A CARRERAS

Figura 21. Larva de primer estadio deAnurnrr.q^is lnrri.

Figura 23. Larva de primer estadio de Arunncrspis lowiabandonando la exuvia de la L, de su madre en la que

se ha formado.

Figura 22. Hembra de Anarnuspis lotivi con sudescendencia en el interior de la exuvia de su L^

Figura 24. Larvas de Li de Anamaspis lowi reciéntijadas en una acícula. Algunos ejemplares ya han

comenzado a fabricar su escudo protector.

Figura 25. Ciclo biológico de Arramuspis loK i en la localidad de Somosierra (Mudrid)

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007

Figura 26. Ciclo biológico de Anomaspis Lowi en Collado Mediuno y Buitrago de Lozoya (Madrid).

a ! ! ! ^^sa

;^ ,^ i ^ ^ ^^^, ^ ^^ ; ^ ^ ^ ^

^L2

205

Figura ?7. Ciclo biológico de Annmc^spis lo^ri en Robledo de Chavela (Madrid) (En morado tie indica la presencia dehembras con lurvas o huevos en las acículas del año 2(KI3)

van ni machos ni pupas de machos, dejandode aparecer hembras vivas en el mes de octu-bre. En estas zonas de clima extremado elperiodo de dispersión de esta especie sereduce a los tres meses de verano.

En localizaciones situadas a menor altitud,como Collado mediano o Buitrago de Lozoya,el ciclo anterior parece repetirse pero con unmes de antelaci6n aproximadamente.

En estas zonas más temperadas, empiezana aparecer las pupas de los machos en el mesde abril produciéndose los apureamientosentre los meses de mayo y junio, generandolas hembras larvas de primer estadio durantelos meses de junio, julio y agosto. En sep-tiembre ya no se observan ni machos ni hem-bras vivas, dándose por terminada la estaciónreproductiva en la zona en este mes.

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206 1. CASADO ÁLVAREZ, S. SORIA CARRERAS

En localizaciones aún más térmicas,como ocurre en las masas de Pinus pinasterde Robledo de Chavela, Anamaspis lowi escapaz de generar al menos dos generacionesal año, pues en el mes de agosto se observanhembras adultas con larvas en las acículasnacidas en la primavera pasada.

En esta zona, Anamaspis lowi es capaz degenerar larvas de primer estadio desde junioha;ta mediados de octubre, siendo por tantoel periodo de dispersión de esta especie enesta localización más prolongado en el tiem-po que en el caso de Leucaspis pusilla.

En el mes de noviembre dejan por fin deaparecer larvas de primer estadio en estazona. Las larvas Ll nacidas en octubre sehan transformado ya en larvas L2, las cualesacompañadas por el resto de larvas de segun-do estadio más desarrolladas y por los restosde hembras muertas pasaran juntas el invier-no hasta la próxima primavera.

CONCLUSIONES

Aunyue los ciclos biológicos de las dosespecies más frecuentes en los pinaresmadrileños - Leucaspis pusilla y Anamaspislowi- sean a grandes rasgos parecidos, escierto que se ha detectado una mayor flexibi-lidad en el caso de Anamaspis lowi, especieque parece adaptar su ciclo vital a los dife-rentes condiciones que se producen en lospinares situados en zonas montañosas.Mientras Leucaspis pusilla, especie queocupa los pinares situados en zonas másbajas y llanas, tiene un ciclo biológico másinelástico.

De todos modos, conviene profundizar,mediante futuros estudios, el conocimientoacerca de la biología y la distribución deestos extendidos cóccidos en el resto deEspaña debido al potencial daño que estasespecies pueden llegar a causar en nuestrasmasas de pinar.

Figura 28. Ejemplaz de Pinus pina.ster enRobledo de Chavela con un fuerte ataque de

Anamaspis lowi. En este ejemplar es patente a simplevista tanto la clorosis como la microfilia de sus

acículas, síntomas típicos de un atayue intenso deAnamaspis. A la izquierda, un ejemplar de la misma

especie con un nivel de atayue mucho menor.

Figura 29. Himenóptero calcídido en el interior de unalazva LZ de Anamaspis lowi. La aparición de este tipo

de parásitos fue relativamente frecuente, siendoprobablemente estos himenópteros un factor muyimportante de control de las poblaciones de estos

dañinos insectos.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007

ABSTRACT

CASADO ALVARE7_ J.. S. $ORIA CARRERAS. 20^7. DCSCfipIÍOn Of Ihe biOlOglCal Cyl'1C

and distribution of Ihe main scale insects that attack Pinaceae needle in the region ofMadrid (Spain). Bol. San. Ueg. Plagas, 33: 195-207.

Anamaspis lowi Colvée and Leucaspis pusilla L^w are the main scale insects thatattack Pinncene needle in the region of Madrid (Spain). The biologiral cycle of this twospecies has been studied during year 2003 in some villages of this region. A. /oss'i Colvéeis very common in the sierra of Guadarrama, and can even have two generations at leastin his more thermic localities. This species survives the winter as a larva L^, appearingthe tirst adult forms in the months of may orjune (it depends on the weather of the zone).Leucaspis pusilla L,dw is distributed around the most thermic pine forest of the area. andit can be observed at least two annual generations in every studied localitations, it alsosurvives the winter as u larva Lz, appearing the first adult forms in the tirst days of may.

Key words: Pinus, Leucaspis pini, Leucaspis pusilla, Anamuspi.r lowi.

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(Recepción: 19 enero 2007)(Aceptación: 6 febrero 2007)

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Bof. Sar). heg. Pingas, 33: 209-2/8, 2007

Disminución cuantitativa de la cosecha en cebada por ataque deCnephasia pumicana en Castilla y León

I. ARMENDÁRIZ, Y. SANTIAGO, A. PÉREZ-SANZ, L. DE LA IGLESIA, G. CAMPILLO, L. MIRANDA,

C. ALBERTE, .I. BLÁZQUEZ

La polilla del cereal, Cnephnsrn pumiccu)u, es una de las principales plagas agrícolasen Castilla y León. Durante los años 2004 ul 2006 se ha estudiado la disminuri<ín pro-vocada por esta plaga en la producción de cebxda en Fompedrazu ( Valladulid). Los fac-tores estudiados son las variedades de cebada (Gurbo. Gruphic. Hispanic y Nuturel) y lafecha de siembra, así como los distintos dañoti provocados en el grano. EI daño m:ísabundante es el de espigas sin abrir, seguido por el de daños en gruno y el de etpiga^blancas. La estimación económica indica yue el tratumiento está justiticado ya yue ladisminución media de producción en autiencia de tratamiento es de S50 kg/ha. La varie-dad empleada, la climatología, la fecha de siembra así como lu situación de la parcelarespecto a la fuente de larvas,condicionan el daño producido por esta plaga.

I. ARMENDÁRIZ, Y. SANTIAGO. A. PÉiRF.7.-SANZ, L. UE LA IGLf^:SIA, G. CAMPILLU, L. MIkAN-

un, C. A^esaTE, J. B^ÁZQuEZ. Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León; Depar-tamento de Hortofruticultura Ctra. Burgos Km. I 19, ( Finca Zamadueñas) 47071 - Valla-doliJ; ita-armgonigCaitacyl.es

Palabras clave: Pérdidas, producción, Valladolid, cebada, cariedades.

INTRODUCCIÓN

La polilla del cereal (Cnephasrn pumicn-nu, Zeller) (Fig.l), conocida también comonefasia, minadora del cereal o gusano de laespiga, es en la actualidad un problema seriopara la producción cerealista, pudiéndoseconsiderar como una de las principales pla-gas agrícolas en Castilla y León. Este insec-to, que causó daños considerables en losaños 70 en España (GARCíA CALLE^A, 1976),había perdido la consideración de plaga paravolver a causar daños en los últimos años,provocando serias pérdidas en la produccióndel cereal. Esta plaga, de distribución medi-terránea, fue detectada en el principio de losaños 60 en Francia (CHAMBON, 1978).

Las larvas de esta plaga viven y se ali-mentan sobre las hojas y espigas del cereal,

disminuyendo notablemente la produccióntinal en cosecha. Los adultos emergen enverano, realizando la puesta habitualmenteen árboles y arbustos, desde donde las larvasse dispersarán durante el invierno ayudadaspor el viento.

Los síntomas más visibles durante los pri-meros estados fenológicos del cereal apare-cen sobre las hojas de la planta y son lasgalerías hechas por las larvas al alimentarse.EI daño que provoca en la hoja es una reduc-ción del área fotosintética, al alimentarse delparénquima, apreciándose fácilmente unasgalerías traslúcidas, paralelas a la nerviaciónque destacan sobre el color verde de la plan-ta (Fig. 2).

Pero, sin duda, los daños más importantesson los producidos, directu o indirectamente,sobre la espiga tanto en la fase de llenado de

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210 l. ARMENDÁRIZ, e^ al.

Figura 1. Adulto de Cnephasia pumicana.

grano como en la de cereal agostado. Estosdaños se pueden agrupar en tres categorías

(CHAMBON, 1970):

Espiga blanca: Las larvas cortan la cañade la espiga normalmente por encima delúltimo nudo, impidiendo que la savia llegueal grano quedando todos los granos vacíos.Las espigas permanecen erguidas hasta lamadurez, desprendiéndose con facilidadcuando se tira de ellas. Se distinguen confacilidad cuando el cereal está aún verde, enfase de llenado de granos, al presentar unacoloración lechosa.

Daños en grano: Se producen cuando laslarvas se han alimentado de los granos y handejado a la espiga sin parte de éstos. En algu-nos casos, la espiga se queda totalmente singranos.

Espiga sin abrir: Cuando las larvas ata-can al zurrón provocan con frecuencia difi-cultades en la emergencia de la espiga. Estasson debidas a la soldadura de las aristas y elextremo apical de la espiga con la vaina, pormedio del tejido sedoso que produce la larvaal preparar su habitáculo de pupación o cri-salidación. A medida que se va completandoel desarrollo de la planta, aparecen malfor-maciones como plegamientos en zig-zag delcuello y raquis de la espiga, y otro tipo decurvaturas.

Los daños anteriormente reseñados se tra-ducen en pérdidas cuantitativas de la produc-ción de cereal. Estos daños pueden presen-tarse a la vez en una misma parcela. Cual-

quiera de estas afecciones, al igual que la

disminución del área fotosintética por las

galerías de las larvas, va a originar una

reducción en la producción y en la calidad

del cereal. En caso de fuertes infestaciones,

esta plaga causa importantes pérdidas de

rendimiento, llegando en algunos casos al

óO% (GARCfA CALLEJA, 197G^.

La elección de la variedad es un factor

que puede reducir considerablemente el

daño que produce nefasia (GARCíA CALLE^A,

19ó 1; GARCÍA 1VlARÍ, et al. 1994; PELÁEZ Ct

al., 2004). Realizar un cambio de variedad

que retrase la fecha de siembra, en especial

la sustitución de variedades de otoño por

variedades de primavera, puede propiciar

que la dispersión larvaria se produzca sobre

suelo desnudo y que, al menos, las primeras

larvas en dispersión puedan morir por inani-

ción.

Entre los años 2004 y 2006 el InstitutoTecnológico Agrario de Castilla y León haestado estudiando esta plaga. Como fruto deeste trabajo se ha publicado una monografía(ARMENDÁR[z et al., 2006) en la que se con-templan diversos aspectos. El presente artí-culo se centra en los daños a la producción.

Los objetivos planteados son:a/ Estimar la susceptibilidad a nefasia de

las variedades de cebada empleadas.b/ Estimar los tipos y magnitudes de daño

provocados por la plaga.c/ Valorar el factor fecha de siembra.

Figura 2. Galerías de G^ephnsin pumrcnnaen hoja de cebada.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2007 211

Cuadro 1. Características de las parcelas estudiadas en los años 2004, 2005 y 2006: variedad, fecha de siembra,dosis de siembra y fecha y dosis de tratamiento.

Año deensayo

2004

Parcela 1 2 1

Variedad Graphic Graphic Hispanic

Fecha de22/11/2003 20/O1/2004 8/12/2004

siembra

Dosis desiembra 180 180 180(kg/ha)

Fecha deIS/04/2004 15/04/2004 30/4/2005

tratamiento

Fenitrotion(1/ha)

0,5 0,5 I

2005 21106

3 4 1 1

Gurbo Hispanic Graphic Naturel

3/2/2005 8/ I 2/200513/12 y 13/02 y12/01 16/03

200 180 180 180

30/4/2005 30/4/2005 25/4/2006 25/4/2006

MATERIAL Y MÉTODOS

En el año 2004, en el municipio de Fom-pedraza (Valladolid), se emplearon dos par-celas de cebada (Parcelas 1 y 2) y tres en2005 (Parcelas 1, 3 y 4). Se trataba de parce-las comerciales manejadas por los agriculto-res. Cada parcela tenía una superficie de 12x 10 m como zona testigo donde no se reali-zó el tratamiento fitosanitario. En el resto dela superficie de cada parcela se realizó el tra-tamiento especificado en el Cuadro l. Elcambio de parcelas entre años viene motiva-do por la rotación de cultivo que realizan losagricultores.

E1 producto usado fue el Fenitrotion al60%, por ser el registrado en el MAPA y elutilizado habitualmente en la zona. La dosisempleada fue menor a la indicada (0,5 y11/ha frente a la mínima recomendada de1,251/ha). Ello fue debido a la práctica de losagricultores. En 2006 se mantuvo la dosifi-cación para poder realizar comparacionescon los años anteriores. La maquinariaempleada fue la de los agricultores; tractores

de 100 CV y un pulverizadores de 12 m. deanchura de trabajo y 1000 l. de capacidad.

En 2006 se realizó en la parcela 1 de Fom-pedraza un ensayo con los factores de varie-dad y fecha de siembra. El objetivo era cons-tatar si dos de las variedades más empleadasen la zona, Graphic y Naturel, presentabandiferente susceptibilidad a nefasia y si lafecha de siembra incidía en la misma. Laparcela se dividió en 16 áreas de ensayo, conunas dimensiones de 6x25 metros. En elCuadro 2 se puede ver la disposición de lasmismas. Esta parcela se encuentra a favor delviento que impulsa a las larvas de nefasiadesde un pinar próximo durante la época dedispersión. El pinar queda espacialmente pordebajo de las áreas de estudio, separado poruna carretera, con lo que la fila inferior estámás próxima al mismo. De cara al estudio seconsidera la existencia de cuatro parcelas eneste año; Naturel 1 y 2, Graphic 1 y 2.

Con ayuda de un marco metálico y paracada tratamiento y parcela se recogieron 16repeticiones de 0,5 m2 de superficie en lasque se cortaron todos los tallos. En 2006 el

Cuadro 2. Diseño del experimento en 2006; T, tratamiento; ST, sin tratamiento.

NATUREL

1 T

NATUREL

1 ST

GRAPHIC

1 T

GRAPHIC

I ST

NATURELL

2 T

NATUREL

2ST

GRAPHIC

2 T

GRAPHIC

2 ST

NATUREL

2 T

NATUREL

2. ST

GRAPHIC

2 T

GRAPHIC

2 ST

NATUREL

1 T

NATUREL

1 ST

GRAPHIC

1 T

GRAPHIC

1 ST

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212

Wilcoxon Producción

I. ARMENDÁRIZ, et al.

Cuadro 3. Contraste de Wilcoxon para pares de datos.

pesograno sin abrir

Daños espiga espigas espigas espigas nograno blanca sanas dañadas dañadas

Valor p 0,008 0,953 0,008

SignilicaciónP< 0,05

n.s.

número de repeticiones se redujo a seis encada unidad de ensayo.

En laboratorio se efectuó el conteo deltotal de espigas por repetición y tratamiento,separando las espigas sanas de las dañadas,diferenciando en estas últimas los daños enlas siguientes categorías:

Espiga blancaEspiga con vaina sin abrirEspiga con granos dañadosAdemás para cada repetición se pesó la

producción y el peso de 1000 granos.Para el análisis estadístico se empleó el

contraste de Wilcoxon para muestras apare-adas. Dado que el diseño de los experimen-tos es muy variable en cuanto a parcelas,variedades y años lo que se pretende escomparar en las 9 parcelas consideradas losparámetros estudiados (producción, peso degrano, espigas sin abrir, daños en grano,espigas blancas, espigas sanas, espigasdañadas y espigas no dañadas), jugando conlas variables tratamiento (T) y no trata-miento (ST).

0,011 0,008 0.008 0,008 0.008

RESULTADOS: ESPIGAS DAÑADAS

Tomando los datos de las 9 parcelas estu-diadas (2 en 2004, 3 en 2005 y 4 en 2006) yaplicando el contraste de Wilcoxon (Cuadro3), la comparación entre parcelas tratadas yno tratadas en relación a espigas dañadas yno dañadas es signiíicativa (p= 0,008 paralas dos comparaciones).

En el Cuadro 4 se observa el porcentaje deespigas con daño y sin daño en las parcelas,para las zonas de tratamiento y no tratamien-to.

En la zona de no tratamiento las espigasdañadas varían entre un 27,75% en Naturel2en 2006 y un 98,18% en Garbo en 2005, aun-que esta cifra tan abultada se ve matizada porlas condiciones meteorológicas y particula-res de la parcela como se verá más adelante.En las zonas de tratamiento varían entre un3,84% en Naturel 1 en 2006 y un 65,52% enGarbo en 2005. Si se considera el total de los9 experimentos un 62,39% de las espigasaparecen con daños si no se aplica trata-

Cuadro 4. Porcentaje de espigas con y sin daños de C. pumicmia en las zonas de tratamiento y sin tratamientopara las parcelas de estudio.

Sin tratamiento 1Yatamiento

año parcela Con daño Sin daño Con daño Sin daño

Grap 1 88,18 11,82 17,23 82,772004

Grap 2 69,91 30,09 5,19 94,8 I

Hisp 1 81,76 18,24 13,64 86,36

2005 Garbo 98, I 8 1,82 65,52 34.48

Hisp 2 67,06 32,94 16,09 83,91

Grapl 48,47 51,53 5,42 94,58

Grap2 49,19 50,81 6,84 93.162006

Natl 31,05 68,9_5 3,84 96,16

Nat2 27,75 72,25 22,16 77,84

MEDIA 62,39 37,61 17,33 82,67

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007

% de espigas dañadas90 _

60

n SA

30n DG

q EB

0

Grap l Grap 2 Hisp 1 Garbo Hisp 2 Grap 1 Grap 2 Nat I Nat 2 total

2004 2005 2006 años

Figura 3. Porcentaje de espigas con diferentes daños realizados por C. pumi<^n^m en las zonas sin tratamiento:daños en grano ( DG), espiga sin abrir (SA) y espiga blanca (F,B1.

Producción estimada en kg/ha5026

5000

4000i195

3027

3000 2791 ^'_;'u 2370 2433 ,

2079 2214 2016 ^ Sl I

2000 t7hz1567 ISN3 ^ TI42

1327I I i^,tiIUhh

1000 -

0

62

Grap I (irap 2 Hisp 1 Garbo Hisp 2 Grap 1 Grap 2 Nat I Nat 2

2004 2005 2006 total

?13

Figura 4. Producción estimada (hg/ha) de la cosecha de la zona sin tratamiento (ST) y de la zona con tratamiento (T).

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I. ARMENDÁR[Z, et al.

miento, cifra que se reduce a un 17,33% conla aplicación del Fenitrotion.

TIPO DE DAÑO

La comparación entre tipos de daño y tra-tamiento y no tratamiento es siempre signifi-cativa según el contraste de Wilcoxon (p=0,008 para espigas sanas, blancas y sin abrir;p= 0,011 para daños en grano).

Si se considera la zona de no tratamientopor tener un mayor número de espigas daña-das,la Fig. 3 indica los porcentajes de afec-ción. El daño más frecuente en el total de las9 parcelas es el de espigas sin abrir(53,18°^0), relacionado con las variedadesGarbo, Graphic en 2004 y Naturel en 2006.Sin embargo el segundo daño en importan-cia, el de daños en grano, con un 38,18%,aparece como primero en algunas parcelas,como en el caso de la variedad Graphic en2006 y la Hispanic en 2005. Por último seencuentra el daño de espiga blanca, el másvisible y llamativo en el campo, pero el quemenos se observa en los tres años (8,64%).

La variedad menos afectada por este daño esNaturel, que presenta un mínimo de 2,27%en 2006, siendo el máximo para Hispanic en2005 en la parcela 1, con un 20,04°Io. El ele-vado porcentaje de espigas sin abrir encon-trado en Garbo 2005, cercano al 90%, debeser matizado con el caso particular de estaparcela y este año.

PRODUCCIÓN

La comparación entre producción y trata-miento y no tratamiento es siempre signifi-cativa según el contraste de Wilcoxon (p=0,008). La Fig. 4 muestra la producción entodas las parcelas. Los datos de producciónse ajustan en general a las producciones decebada en la zona.

Para el total de los experimentos la mediade producción se eleva a 2433 kg/ha con tra-tamiento y baja a 1583 kg/ha sin él. Hay quedestacar que existe una diferencia de produc-ción estimada entre los años marcada por lascondiciones meteorológicas. Considerando2004 como un año normal climatológica-

Pérdida de producción en %]00 _ - - - - --_ _ _ ^^- --- - ---^89,70 89,70 ^

80

6050 72 43,99 41,85 47,36 37 77

403^,72 32,45 32,53 32,59

,

23,85 22,97 27,25

20

0

N •^ N

^

.-• N ^ N ^ S

^ ^á^ ^

Q a► ^ zro ro z y^ ^

á^

^ó ^^ a

i^z"

^^

x2004 2005 2006 variedades años

Figura 5. Porcentaje de disminución de la producción de la cosecha (kg/ha) de la zona sin tratamientorespecto a la zona con tratamiento.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2(Hl7 215

mente hablando, 2005 presentó una marcadasequía en todos los meses, estando reducidaésta en 2006 a la primavera. Especialmentebaja fue la productividad de la parcela conGarbo sin tratamiento en 2005 (61,52kg/ha),en correspondencia a su elevado número deespigas dañadas y la de Naturel 2 en 2006 sintratamiento ( 1065,97kg/ha). Por variedadesla de mayor producción es Graphic (3394,82kg/ha sin tratamiento y 5025,94 con él en laparcela 2 de 2004).

Respecto a las pérdidas de producción(Fig.S), la zona de tratamiento presentasiempre una mayor producción que la de sintratamiento, con diferencias significativas.Así la media de las nueve parcelas arroja unadisminución del 37,77°l0. Excepción de elloes la primera repetición de Naturel 2 en2006, en la cual la parte no tratada tienemayor producción que la tratada. Por el con-trario la segunda repetición presenta una dis-minución del 73,02°Io, con lo que la mediaqueda en un 32,53%.

En 2005, en el que la producción de cere-al fue en general menor, la pérdida aumentórondando el 90 % en la parcela 3. Esta par-

cela fue la que Cuvo mayor daño de nefasiatanto en la zona tratada como en la zona sintratar. Ello puede estar relacionado con sucercanía al pinar que actúa como refugio alas larvas invernantes y a su óptima exposi-ción a las larvas en dispersión, ya que por suorientación está abierta a los vientos domi-nantes (AkMerv^á,aiz et al., 2006). Por otraparte es la única parcela donde se utilizó lavariedad Garbo y además con una siembratardía ( 3 de febrero). Considerando las varie-dades, Graphic y Naturel presentan unas pér-didas semejantes (entre el 27 y el 32%),aumentando en Hispanic (47,36%).

PESO DE 10110 GRANOS

Para comprobar si la pérdida de produo-ción, debida a los daños realizados en losgranos por nefasia, era compensable con unaumento de peso del resto de granos, por unamenor competencia entre ellos, se procedióal pesaje de 1000 granos de las distintasrepeticiones para cada tratamiento (Fig. 6).Hay que indicar que la comparación entretipos de daño y tratamiento y no tratamiento

Peso 1000 granosas

ao

35 n ST

30n T

25 _^ N ^ N - N ^ N Z W ^ Z

a a a ^ a a a y Á a (y ^

^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ z z ^ á ^ ^z x

2004 2005 2006 variedades OTA

Figura 6. Peso de mil granos en la r,ona con tra[amiento (T)y la zona sin tratamiento (ST).

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1. ARMENDÁRIZ, er cd.

no es significativa según el contraste de Wil-coxon (p= 0,953 > 0,05).

Durante 2004 y 2006 la zona sin trata-miento obtuvo un mayor peso de los granos.Sin embargo en 2005 esta situación seinvierte, obteniendo un mayor peso en elcaso de la zona tratada de cada parcela. Porvariedades la que presenta granos de mayortamaño es Hispanic, rondando los 40 g para1000 granos.

Tomando el total de los experimentos se veque este aumento de peso en los 1000 g es desólo un 1,2^Io y que es debido a la variedadGraphic, ya que en el resto de variedades elcomportamiento es contrario. Es el caso de2005 en el que no hubo compensación en losgranos. Por otro lado conviene tener en cuen-ta la sequía acontecida durante este año queprovocó pérdidas cuantiosas en el cereal y quepudo dificultar esta recuperación de las plan-tas dañadas. Paradójicamente otros factorescomo son el número de galerías de nefasia porplanta fueron menores en 2005 que en 2004(Aan^tEtv^Áatz et n(., 2006), lo cual debierahaber redundado en un menor daño.

FECHA DE SIEMBRA

Los tres años de estudio presentaron varia-ciones en la fecha de siembra (Cuadro 1). Asíen 2004 transcurren dos meses entre una par-cela y otra. En 2005 hay también un lapso decasi dos meses entre las parcelas 1 y 4 por unlado y la 3 por otro. Por último en 2006 lassiembras se espaciaron a lo largo de 4 meses.Sin tener en cuenta ahora otros factores comoparcela, variedad o meteorología, si repasa-mos los datos de producción (Fig. 4), en 2004ésta es notoriamente mayor en la siembra tar-día (enero) que en la temprana (noviembre).Para el caso de 2005 la siembra tardía (febre-ro) presentó una producción mínima frente alas tempranas de diciembre. En 2006 seencuentra una variación mayor entre la posi-ción de las parcelas (cercanía a la carretera)que entre la fecha de siembra. La variedadNaturel presenta un mejor desarrollo enfebrero frente a la siembra de marzo y en elcaso de Graphic la producción sin tratamien-

to es mayor en diciembre mientras que enenero aumenta la producción con tratamien-to. Los datos anteriores están en consonanciacon el tipo de ciclo de las variedades, siendoNaturel de ciclo largo y necesitando por elloun período de vernalización prolongado. Enel caso de Graphic, que es de ciclo corto, susiembra temprana presenta resultados varia-bles entre los dos meses. EI reducido númerode experimentos realizados y la variabilidadde los mismos no permite obtener conclusio-nes más tajantes al respecto.

DISCUSIÓN

Tal y como se deduce de los resultadosobtenidos la pérdida de producción debida anefasia en las parcelas varía con los años, lasvariedades empleadas y la fecha de siembra.Sin embargo la disminución de la produc-ción no es únicamente proporcional al dañocausado por nefasia. Otros factores, como lascondiciones meteorológicas, pueden condi-cionar que este ataque tenga una mayorrepercusión en la cosecha, produciendocuantiosas pérdidas que pueden llegar hastael 90 °Io en el peor de los casos (Aan^tErv^Áaizet al., 2006). Los valores medios anualesobtenidos aconsejan alguna medida de con-trol de nefasia y es de reseñar la presencia dedaños de entre un 4 y un 22% en las parcelastratadas. Una estimación general del costepor tratamiento (producto y empleo demaquinaria) arroja valores en el 2006 de 7euros para el insecticida, a los que hay queañadir 9 euros como coste de pulverización(para zonas de secano semiárido, cultivo decebada, con un tractor de 100 CV, un pulve-rizador de 12 m. de anchura de trabajo y1000 I. de capacidad; Alberto Lafarga,comunicación personal). Teniendo en cuentaque el precio de la cebada en 2006 rondabalos 13-14 céntimos de euro el kilogramo estoarroja una pérdida de I 18.5 Kg como umbralde daño, lo cual sobradamente se cumple entodos los experimentos.

CHnMBOtv (1970 y 1978) usando zonas deno tratamiento, utilizando diferentes produc-tos fitosanitarios y con unos rendimientos

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007

por hectárea que duplican o triplican a losobtenidos en nuestras condiciones de culti-vo, obtiene unos porcentajes de pérdidas enla recolección de cebada entre el 10 y el 21%. GARCíA CALLE^A ( 1976) habla de pérdi-das de hasta un 80% en Castilla y León entrelos años 1973 y 1978, cifras más semejantesa los resultados presentes. BLÁZC^uEZ et al.(2004), en una fase previa del presente estu-dio, cifran las pérdidas en un 30%.

En los resultados de 2006 hay que rese-ñar la variación significativa que se da entrelas parcelas situadas cercanas al pinar y a lacarretera y las más alejadas. En principio eldaño es mayor en las segundas, que contra-dictoriamente están más lejanas al pinarconsiderado la fuente principal de las lar-vas. Esta situación puede achacarse a uncierto efecto barrera provocado por las tur-bulencias de la vía o al hecho de yue las lar-vas yue caigan en el asfalto vean muy diti-cultado su desplazamiento a zonas de culti-vo. En este sentido la carretera actuaríacomo un sumidero de larvas. La situacióngeográfica de una parcela, su proximidad azonas de hibernación de larvas y los vientosdominantes son, entre otros, factores condi-cionantes del ataque de nefasia (ARNtEN^Á-aiz et al., 2006).

Es evidente que el porcentaje de espigascon daño es mayor en la zona de no trata-miento yue en la tratada. El hecho de queaparezcan espigas dañadas aunque se hayarealizado aplicación de control en la parcelatratada es atribuible a la proximidad entre losdos tratamientos y a la capacidad de disper-sión de las larvas en estadios larvarios avan-zados. Igualmente no es descartable la exis-tencia de una aplicación deficiente en tiempoo en forma. Se constata que la dosis de feni-trotion empleada es inferior a la mínimarecomendada, lo cual se puede traducir enuna cierta supervivencia de larvas. En todocaso, después del tratamiento, se encuentranalgunas larvas vivas que terminan por dañarlas espigas. Ensayos de laboratorio a dosisdiscriminantes permitirían descartar la exis-tencia de fenómenos de resistencia de las lar-vas al producto empleado.

217

Referido a las variedades empleadas todaspresentan afección por nefasia. La que mejo-res resultados arroja es Graphic, que ademásde tener mayor producción es la única yuepresenta el fenómeno de compensación deltamaño de los granos ante el ataque de nefa-sia. Hay que destacar que la variedad Natu-rel no fue empleada en su mejor época al serde ciclo largo. Igualmente el pésimo funcio-namiento de la variedad Garbo en 2005 debeser atribuido a un conjunto de factores limi-tantes ya nombrados y no al potencial de lavariedad. Sin embargo el escaso número derepeticiones y las distintas condiciones delas mismas no permiten establecer compara-ciones válidas entre las variedades.

Respecto a la fecha de siembra en losexperimentos de 2006 las pérdidas sonmayores en los tratamientos más turdíos,especialmente en los de Naturel del mes demarzo. Estas parcelas presentaron unasplantas con escaso desarrollo, menor pro-ducción y elevado número de abortos enespigas. Se puede suponer que por falta devernalización el cereal no tuvo tiempo paradesarrollar su potencial. De los datos obte-nidos no se puede concluir que el retraso enla siembra disminuya el daño de nefasia.La estrategia en el área de estudio pareceresidir más bien en la búsqueda de varieda-des vigorosas de ciclo largo y con toleran-cia a nefasia.

Las parcelas tratadas presentan al menosun 4% de daños, lo cual indica un ciertolapso de efectividad en el control químico.La observación visual del cultivo para esti-mar el número de larvas por planta y decidirsobre la conveniencia del tratamiento, asícomo otros métodos de control culturales ybiológicos (ARn-tEN^áaiz et al., 2006) ayuda-rán a la hora de manejar esta plaga.

AGRADECIMIENTOS

- A Francisco González Rupérez y Balta-sar Mayo González, del Servicio Territorialde Agricultura y Ganadería de Valladolid,por facilitarnos el trabajo con sus conoci-mientos y recomendaciones.

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218 I. ARMENDÁRIZ, et al.

- AI grupo de Producción Vegetal y Agro-nomía del [TACyL por sus conocimientosdel cultivo, en las personas de Aurora Som-brero y Francisco Ciudad. A Avelino DeBenito por los datos climáticos.

- A la familia Benito Hernando de Fom-pedraz.a (Valladolid) y a Lauro por su cola-boración plena al brindarnos sus parcelas yconocimientos para realizar parte de este tra-bajo.

- A los alumnos en prácticas Juan MayorRueda, Almudena Díez Escribano, MiguelMiranda Barroso e Iván Sanz.

- Al personal del Centro de Avisos deSegovia y Cuéllar por su colaboración en losmuestreos del año 2005.

- A Santiago Cepeda, de la Estación deAvisos de Toro y a Álvaro Puras, delC.R.D.O. Rueda por su ayuda en la realiza-ción de los muestreos.

ABSTRACT

ARMENDÁRIZ. L, Y. SANTIAGO, A. PÉREZ-SANZ, L. DE LA IGLESIA, G. CAMPILLO, L.

MIRANDA, C. ALBERTE, J. BLÁ'LQUEZ. 2OI)7. QUamitatlve dlminU[lon Ot bHfley harVCStmg

for Cnephasia pumicana attack in Castilla y León. Bol. San. Ueg. Plagas, 33: 209-218.

The cereal tortrix, Cnephasia pumicana, is one of the main agricultural pest in Casti-Ila and León. The barley lost production has been studied between 2004 and 2006 yearin Fompedrara (Valladolid). The studied factors were barley variety (Garbo, Graphic,Hispanic and Naturel), sowing time and damage type. The most important damage wasspike unopened, grain damaged and white spike. The economic estimation show that tre-atment is justified, because the average lost in absence of treatment is 850kg/ha. Thevariety used, the sowing time, as well as the situation of tield in relation to the larval ori-gin, will condition the damages produced by this pest.

Key words: Loss, production, Valladolid, barley, varieties.

REFERENCIAS

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(Recepción: 5 febrero 2007)(Aceptación: 17 abril 2007)

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Bol. San. t/eg. Pfu,Kns. 33: 2/9-234, 2007

PATOLOGÍA

Caracterización fisiológica y patogénica de aislados deColletotrichum spp. causantes de la antracnosis del olivo

.1. MORAL, R. OLIVEIRA, ,I. C. TELLO, A. TRAPERO

La Antracnosis del olivo, causada por C. urulutunr y C. gloeospnrioide^, es una graveenfermedad en numerosas regiones olivareras del mundo, originando podredumbre deaceitunati (aceituna jabonosa) y puntisecado de ramas. Los aislados de Culletutrichumcausantes de la Antracnosis deI olivo en Andalucía presentan características morfológi-cas y culturales intermedias entre estas dos especies, aunque algo más prcíximas a lamortbespecie C. acutntum. En este trabajo, los aisludos andaluces se han comparado cunaislados representativos de las dos especies respecto a algunas características tisiológi-cas y patogénicas. EI crecimiento de los aislados en un medio con caseína y en PDA cunel fungicida benomilo ha puesto de manifiesto que los aislados andaluces produjeronhidrólisis de la caseína y fueron tolerantes al benomilo, al igual que los aislados de rete-rencia de C. acutatum. La inoculación de frutos separados de almendro, fresa, manzunu,naranjo y olivo, así como de hojas de adelfa, con nislados de C. ur^utatum y C. ,^^loeo.c-porioides procedentes de diferentes huéspedes (fresa, naranjo y olivo) ha puesto demanitiesto diferencias de virulencia y cierto grado de especialir.ución patogénica entreaislados. La mayor especialización patogénica correspondió a los aislados de olivo, yaque fueron más virulentos en aceitunas que el resto de aislados y los únicos que causa-ron el síndrome de aceituna jabonosa. Aunyue existieron diferencias de virulencia entreellos, éstas no se correspondieron con la especie morfológicu de CoNetntrichum. Lasaceitunas maduras fueron m^s susceptibles yue las verdes, pero éstas perrnitieron deteotur mayores diferencias entre aislados. Las hojas de adelfa permitieron diferenciar losaislados de olivo, que resultaron no patogénicos o escasamente virulentos, del resto delos aislados, yue fueron altamente virulen[os.

J. MoRAL, A. TRnPERO. Grupo de Patología Agroforestal. Dp[o. de Agronomíu.ETSIAM. Campus Universitario de Rabanales. Universidad de CGrduba. Apdo. 3048.14080-CÓrdobaR. O^wEian. Facultad de Ciencias Agrarias de Huambo, Universidade Agustinho Neto,Angola]. C TELLO. Dpto. Producción Vegetal. EPS. Universidad de Almería. La Cañada de SanUrbano s/n. (k1120-Almería

Palabras elave: C. acututum, C. gloeosporioides. Oleu europueu, Gloeospnriwn nli-vunrm.

INTRODUCCIÓN

Las enfermedades conocidas como"Antracnosis" afectan a hojas, ramas y frutosy se presentan como manchas oscuras o lesio-nes deprimidas con los bordes ligeramenteelevados. La mayoria de los hongos responsa-bles de estas enfermedades pertenecen a cua-

tro géneros de ascomicetos: Diplocarpon,Elsino^, Glomerella y Gnomonia, que secorresponden con distintos géneros de hongosimperfectos pertenecientes a los Melunconiu-les. Dentro de los anamorfos, los más impor-tantes son Colletotrichum (=Gloeosporium),Corvneum, C^•lindrosporium, Murssoninu,Melanconium y Sphaceloma (A^Rlos, 2005).

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220 J. MORAL, R. OLIVEIRA, L C. TELLO, A. TRAPERO

En España y Portugal se acepta que el

agente causal de la Antracnosis del olivo

(Olea europaea) lo constituyen dos especies

de Colletotrichum: C. acutatum, como espe-

cie principal; y C. gloeosporioides de presen-

cia ocasional (MARTíN y GARCíA-F1cuERES,

1999; MARTÍN et Cll., 2002; TALHINHAS et Cll.,

2005). En cambio, en Sicilia los aislados de

Colletotrichum que afectan al olivo han sido

descritos como C. gloeosporioides sensustricto (SACAR ►TO et al., 2003). Aunque losaislados de Colletotrichum que afectan alolivo en Calabria, Apulia y Cerdeña (sur deItalia) y Umbria (centro de Italia) han mostra-do características genéticas y tisiológicas dis-tintas a C. acutatum y C. gloeosporioides,siendo descritos como Colletotrichum sp.olivo-específico (AcosTEO et ctl., 2003).

Cuadro I. Aislados de CoUetotrichum spp. estudiados

TejidoAislado Especie Huésped Procedencia

afectado

COL-09 Colletotrichum acututcmi^ Olivo Pedúnculo Anteyuera, Málaga

COL-24 Colletotrichum ucutatum^ Olivo Fruto Rute, Córdoba

COL-25 Colletotrichum acututum^ Olivo Tallo Rute, Córdoba

COL-30 Cnlletotrichum gloeosparioides Olivo Pedúnculo Anteyuera. Málaga

COL-38 Coltetotrichwn sp. Olivo Fruto Las Navas C. Sevilla

COL-4l Colletutrichum gloeosporioide.c' Olivo Fruto Montsia, Tarragona

COL-42 CuNetotrichum acututunt' Olivo Fruto Montsia, Tarragona

COL-45 Colletotrichcnn gloco.cporioidesz Fresa Fruto IMI-356878

COL-49 Cottetotrichum sp. Olivo Fruto Osuna, Sevilla

COL-50 Colletotrichum sp. Olivo Fruto Lucena, Córdoba

COL-51 Colletotrichum sp. Olivo Fruto Lucena, Córdoba

COL-55 Colletotrichum sp. Olivo Fruto Mollina, Málaga

COL-57 Cotletotrichum sp. Olivo Fruto Archidona, Málaga

COL-59 Colletotrichum sp. Olivo Fruto Archidona, Málaga

COL-60 Cnlletotrichum sp. Olivo Fruto Archidona. Málaga

COL-61 Colletotrichrnn sp. Olivo Fruto Iznajar, Córdoba

COL-65 Colletan•ichum tp. Olivo Fruto Montilla, Córdoba

COL-66 Colletotrichum acutatum Olivo Fruto Hornachuelos, Córdoba

COL-68 Colletotrichum sp. Olivo Fruto Montilla, Córdoba

COL-69 Cotletotricltum gloeo.cporioide.c Naranjo Hoja La Palomera, Córdoba

COL-77 Colletotrichum sp. Olivo Fruto Constantina, Sevilla

COL-79 Clornerella aculatu Naranjo Tallo Huelva

COL-83 Calletotrichurn sp. Olivo Fruto Montilla, Córdoba

COL-84 Cotletotrichum gloeosporinides Fresa Fruto Sevilla

COL-85 Coltetotrichum acutatum Fresa Fruto Sevilla

COL-86 Colletotrichum acutatum Fresa Fruto Sevilla

COL-87 CoNetotrichttrn sp. Olivo Fruto Montilla, Córdoba

COL-88 Colletotriettum gtoeosporioides Olivo Fruto Montilla. Córdoba

COL-89 Colletotrichum sp. Olivo Fruto Cabra, Córdoba

COL-90 Cnlletotrichum sp. Olivo Fruto Cabra. Córdoba

Los aislados que no tienen especie indicada muestran caracteRsticas morfológicas intermedias a ambas especies, com-plejo C. ncutnturn /C. gloeo.cporioides. ^Aislados de características morfológicas intermedias pero identiticados molecu-larmente como C. acutaturn. '-Aislados de referencia.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007 Z?I

En Andalucía, O^ivE^RA et al. (2005) hanestudiado distintas características morfológi-cas y culturales de aislados de Colletntric%urnspp. causantes de la Antracnosis del olivo. Lacaracterística que se ha mostrado más útil paradiferenciar entre especies ha sido la morfolo-gía de los extremos de las conidias. La mayo-ría de los aislados (94.5%) mostraron más del60% de las conidias mixtas, con un extremoagudo (fusiforme) y el otro redondeado, mien-tras que las conidias de C. Rloeospnrioidespresentaron los dos extremos redondeados, ylas de C. acututum, mayoritariamente los dosextremos agudos (elipsoidales). Además, lasconidias de los aislados de Andalucía son másestrechas que las descritas por SuT'roN (1980;1992) para C. c^cutatun^, aunque sí se ajustana la anchura descrita por otros autores paraesta especie (SMiTH y BLACK, 1990). Portanto, la mayoría de aislados de Colleton•i-chum estudiados han mostrado característicasmorfológicas intermedias a ambas especies,de ahí, que se hayan incluido en el complejoC. acutntum/C. gloeosporioides.

Para completar el estudio anterior, en el

presente trabajo se ha realizado una carac-

terización fisiológica y patogénica de aisla-

dos de Colletntrichunt spp. que afectan alolivo en Andalucía. Las características

tisiológicas más usadas para la identifica-ción de especies de Colletotrichu^^i son el

crecimiento en diferentes medios de cultivo

a diferentes temperaturas, y la sensibilidada distintos fungicidas (SuTTON, 1992; FaEE-

MAN e/ Cl/., 1998; ADASKAVEG y HARTIN,1997). Así, se acepta que los aislados de C.

ncutatum de cítricos no son muy sensibles a

Benomilo, sufriendo un inhibición del cre-

cimiento entorno al 50% a 1 Ng ml-^. A la

misma dosis, el crecimiento de los aislados

de C. gloeosporioides es completamenteinhibido (PERES et al., 2004). La capacidad

de hidrolizar distintas proteínas también se

ha empleado para la diferenciación de espe-

cies fúngicas. En el caso de Colletotrichum

spp. se ha utilizado la capacidad de hidroli-

zar caseína, observándose que los aisladosde C. acart^tum poseen esta capacidadmientras que los de C. gloeosporioides no

(MARTíN y GARCíA-F^cuERES, 1999; MAR-

TÍN et Cll., 2^)O► ).

Por oh-o lado, los estudios de patogenici-dad también se hun utilizado para la caracte-rización de especies fúngicas. Así, VAN DERAA et ul., (1990), proponen lu realiiación detests de patogenicidad en Anen^o^^e coroiui-ria pura separar la especie C. ucuru^^rm(patogénica) de C. ,^^locns/^orioicles (no pato-génica). En este sentido, los estudios realira-dos han mostrado que la mayoría de lasespecies de Colletotriclnmi están poco espe-cializadas, aunque en pocas ocasiones se hanincluido aislados de C. acutu^u^i^ (BERNSTEwet crl., 1995; PERES et ul., 2005>. En los estu-dios realizados con aislados de olivo(MoRA^, 2004; MuGNA^ et c^l., 1993), se haobservado que muestran una apreciableespecialización patogénica aunque son capa-ces de infectar y desarrollar enfermedad enotros huéspedes distintos al de origen.

El objetivo principal del presente trabajo escaracterizar tisiológica y patogénicumente losaislados de Colletntrichum spp. causantes dela Antracnosis del olivo en Andalucía.

MATERIAL Y MÉTODOS

1. Origen de los aisladosLos aislados de Collelolrirhum spp. pro-

cedían de frutos, pedúnculos, hojas y ttillosde distintos cultivares de olivo en las provin-cias de Córdoba, Málaga y Sevilla. Además,se incluyeron varios aislados de olivo y fresade la colección del Laboratorio de SanidadVegetal de Barcelona, dos aislados de naran-jo de Huelva y Córdoba, y tres aislados defresa de Sevilla (Cuadro 1).

2. Caracterización fisiológica

2.1. Sensibilidad al fungicida BenomiloLa sensibilidad al fungicida Benomilo se

estudió sembrando 30 aislados de Cc^l/etotri-

chu^n spp. en Agar Patata Dextrosa (PDA: Dif-

coTM Potato Dextrose Agar) con 5 Ng ml^^ defungicida. Para conseguir una buena distri-

bución del fungicida en el medio de cultivo

se preparó una suspensión de I S mg de fun-gicida comercial (Benomilo 50°h; Aragone-

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sas Agro, WP) en 50 ml de Agua Desioniza-da Destilada (ADD) y estéril. La suspensiónse trasvasó a 1450 ml de PDA antes de susolidificación (45°C) y se homogenizó. Porúltimo, el medio se vertió en placas de Petride 9 cm (25 ml placa I).

Los aislados se sembraron situando dis-cos (5 mm) de PDA procedentes de la peri-feria de una colonia en crecimiento. Las pla-cas se sellaron con Parafilm® y se incuba-ron a 22±2°C con fotoperíodo alterno de 12h con luz blanca y próxima a ultravioleta (40NE m-2 s- I ).

La evaluación se realizó a los 7 díasmidiéndose el diámetro mayor y menor decada colonia. E1 cálculo del porcentaje deinhibición se realizó comparando el creci-miento de cada aislado en PDA y PDA más5 µg ml-I de Benomilo. La unidad experi-mental del ensayo fue la placa de Petri. Sedispusieron tres placas por aislado y se hicie-ron dos repeticiones del ensayo.

2.2 Evaluación de la capacidad dehidrolizar caseína

Se estudió la capacidad de hidrolizarcaseína de 30 aislados de Colletotrichumspp. sembrándolos en el medio de hidrólisisde la caseína (CHM). La base de este mediofue Agar Agua (AA) al 2% y como fuente decaseína se utilizó leche en polvo descremada(Sveltesse Nestle®).

En un ensayo previo, se evaluaron cuatroconcentraciones de leche en polvo en elCHM. Para ello, se prepararon cuatro disolu-ciones al 10, I5, 20 y 25% de leche en polvoen ADD. Las disoluciones se esterilizaron enautoclave a 120°C durante 15 min. A conti-nuación, se añadían 20 ml de la disoluciónde leche a evaluación a 980 ml de AA antesde su solidificación. De las cuatro concentra-ciones evaluadas, las más adecuada fue laque usaba una disolución de leche al I S%, yaque se formaban halos de hidrólisis de variosmm que contrastaban bien con el color delmedio. De ahí, que se utilizará esta concen-tración para el resto del ensayo.

EI medio se vertió en placas de Petri de 9cm de diámetro (25 ml placa^ I) y la siembra

e incubación se realizó como se describe enel apartado anterior. La evaluación se realizóa los 5 días de incubación, tomándose comodato la presencia o ausencia del halo dehidrólisis alrededor de la colonia del patóge-no. La unidad experimental del ensayo fue laplaca de Petri. Se dispusieron tres placas poraislado y se hicieron dos repeticiones delensayo.

2.3. Análisis de los datosLos datos se analizaron mediante el pro-

grama Statistix 8 (Analytical Software,2003). Se aplicó un análisis de la varianzacompletamente al azar y las comparacionesde medias se realizaron según el test HSD(Mínima Diferencia Significativa) protegidode Tukey, al nivel de probabilidad del 5%.

3. Caracterización patogénica de ais-lados

3.1 Inoculación de aceitunas madurasSe inocularon aceitunas sueltas y sanas

con índice de madurez 3(BARRAtvco yRALLO, 2005) de la variedad susceptible`Hojiblanca' (MoRAL et al., 2004), con 17aislados de Colletotrichum spp. de olivo, 1de C. gloeosporioides de fresa y 1 de C. glo-eosporioides de naranjo.

Las aceitunas fueron recogidas de árbolessanos e introducidas en matraces con ] litrode ADD estéril al que se añadieron 6 gotasde Tween-20. Los matraces se mantuvierondurante 4 min en un baño de ultrasonidospara eliminar el cobre procedente de los tra-tamientos químicos aplicados a los olivos enel campo. A continuación, las aceitunas selavaron suavemente, manteniéndose bajouna corriente de agua durante 45 min. Des-pués se sumergieron en lejía (50 g Cl 1-I) al] 0% durante 1 min, se lavaron nuevamente yse dejaron secar.

La inoculación se realizó sumergiendo lasaceitunas en una suspensión de ]06conidiasml-I durante 30 min. Los testigos se sumer-gieron en ADD estéril.

Las aceitunas inoculadas se incubaron encámaras húmedas (100% humedad relativa)en las condiciones anteriormente descritas.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007 ??3

Se realizaron tres repeticiones (cámarashúmedas) con 20 aceitunas por tratamiento.

La evaluación se realizó semanalmentedurante 21 días utilizando una escala de seve-ridad de 0-6 (0=no síntomas, 1=1-25% super-ficie de la aceituna afectada, 2=26-50%,3=51-75%, 4=76-99%, 5=100°Io aceituna conpodredumbre (jabonosa), 6=aceituna momifi-cada). Posteriormente, se calculó el área bajola curva de progreso de la enfermedad(ABCPE) y se dividió por un valor máximoteórico para obtener el ABCPE relativa (%).

3.1. Inoculación de aceitunas inmadurasSe inocularon aceitunas sueltas y sanas

con índice de madurez 0(Bn ►trtnrrco yRA^^o, 2005) de la variedad susceptible`Hojiblanca' (MoRnt, et al., 2004) con 5 ais-lados de Colletotrichum spp. de olivo, 1 deC. acututum de fresa, 1 de C. glneosporioi-des y l de Glomerella cingulata de naranjo.

La inoculación se realizó por pulveri-r.a-ción (2 kg cm-') de una suspensión de Sx 105conidias ml-^. La preparación de los frutos,la incubación y evaluación se realizaronsegún lo descrito en el apartado anterioc Serealizaron tres repeticiones (cámaras húme-das con 20 aceitunas) por aislado.

3.2. Inoculación de frutos y hojas dedistintos huéspedes

Se realizaron inoculaciones cruzadas enlas que se utilizaron 2 aislados de C. acuta-tum y 1 del complejo C. acutatum/C. gloeos-porioides de olivo, 1 de C. Kloeosporioidesde naranjo, l de G. cingulata de naranjo y 1de C. gloeosporioides de fresa. Se inocula-ron los siguientes sustratos: frutos madurosde manzano (Mulus x domestica `GoldenDelicious') y naranjo (Citrus sinensis `NavelLanelate' ); frutos inmaduros de fresa (Fra-Raria x nnanassa `Camarosa') y almendra(Prunus dulcis 'Guara'); y hojas jóvenes deadelfa (Nerium oleander). Por último, seevaluó la capacidad patogénica de 2 aisladosde naranjo y I de fresa en aceitunas `Hoji-blanca' sobremaduras (recogidas en Abril)comparándose con un aislado de olivo devirulencia media.

Los frutos y hojas fueron lavados conADD y desinfestados sumergiéndolos enagua con lejía (50 g Cl 1-^) al 10% durante Imin, posteriormente se volvieron a lavar y sedejaron secar.

La inoculación se realizó situando sobrela superficie de los frutos un bloque (9mm)de PDA con micelio y conidias del patóge-no. Con un altiler esterilizado se atravesóel bloque de PDA clavándose someramenteen la superficie del fruto. Las hojas deadelfa se inocularon de igual forma perocon tres bloques (7 mm) de inóculo porhoja. Este método se había mostrado útilpara estudiar diferencias de virulenciaentre aislados en ensayos previos (MoRat„2004). La inoculación de las aceitunas eincubación se realizaron de la fonna des-crita anteriormente. Se dispusieron tresrepeticiones (cámaras húmedas con 10 fru-tos u hojas) por aislado y huésped. En elcaso de las aceitunas nuevamente se utili-zaron 20 frutos en cada repetición.

La evaluacióq se realizó periódicamentemidiéndose el diámetro mayor y menor de lalesión causada por el patógeno. Para lasalmendras y aceitunas, se utilizó la escaladescrita anteriormente. El tiempo de incuba-ción osciló en función de la velocidad a laque se desarrollaron las lesiones: 12 díaspara las fresas, 14 para las aceitunas, 18 paralas hojas de adelfa, 21 para las almendras y41 para las naranjas. Con las evaluacionestemporales se calculó el ARBCPE (%) res-pecto a un máximo teórico.

Para los testigos se utilizaron bloques dePDA sin el patógeno. En el caso de las acei-tunas se utilizó ADD estéril. Cuando finalizóel ensayo se realizaron aislamientos en PDAa partir de los tejidos afectados.

3.3. Análisis de los datosLos datos se analizaron mediante el pro-

grama Statistix 8 (Analytical Software,2003). EI diseño experimental fue comple-tamente al azar y se aplicó un análisis de lavarianza. Cuando fue necesario, el ARBC-PE (%) se transformó como aresen ^(%/100). La comparación de medias se rea-

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lizó según el test HSD (Mínima DiferenciaSignificativa) de Tukey, al nivel de proba-bilidad del 5%.

RESULTADOS

1. Sensibilidad al fungicida BenomiloEl crecimiento micelial de los aislados de

Colletotrichum spp. en PDA con 5 Ng ml-^ fuemuy variable. El aislado COL-41 no fuecapaz de crecer en el medio con fungicida, encambio, el aislado COL-42 sólo disminuyó sucrecimiento un 41%. La inhibición estuvoinfluida signiticativamente (P<0.05) por elaislado. La comparación de medias (Test deTukey) mostró que los aislados COL-41,COL-45, COL-69 y COL-79 fueron los másafectados por el Benomilo sin mostrar dife-rencias significativas entre sí. Por el contrario,los aislados más tolerantes al fungicida fueronel Col-42, COL-89 y COL-90 (Cuadro 2).

En general, se diferenciaron dos grupos. Elprimero formado por aquellos aislados identi-ficados en base a sus características morfoló-gicas como C. gloeosporinides (COL-41,COL-45, COL-69) o G. cirtgulata (COL-79),procedentes de naranjo, fresa y olivo de Cata-luña que se mostraron extremadamente sensi-bles (inhibición >95%) al fungicida. El segun-do constituido por los aislados de C. acutaturnde fresa y de Colletntridiurn spp. de olivo deAndalucía. Este grupo mostró un comporta-miento continuo con 9 grupos homogéneos enlos que el porcentaje de inhibición oscilabaentre un 41 y un 70% (Cuadro 2).

Cabe destacar que los aislados de olivo deAndalucía COL-30 y COL-88 (tipo morfoló-gico C. Kloeosporioides) se mostraronmoderadamente tolerantes al Benomilo.

Además de la comentada inhibición delcrecimiento, las colonias que se desarrolla-ron en PDA más Benomilo presentaronmenor desarrollo de micelio aéreo algodono-so y mayor producción de conidias.

2. Evaluación de la capacidad de hidro-lizar caseína

EI halo de hidrólisis se pudo apreciar entorno a las colonias de los aislados de Colle-

totrichum spp. desde el primer día de incu-bación. No se observaron diferencias en latransparencia del halo de hidrólisis pero sí ensu tamaño (Cuadro 2).

Los aislados identiticados atendiendo asus características morfológicas como C. glo-eosporioides (COL-41, COL-45, COL-69) oGlomerella cingulata (COL-79), procedentesde olivo de Cataluña, fresa y naranjo, nomostraron capacidad de hidrolizar la caseína.En cambio, los aislados de C. acutatum defresa y de Colletotrichu»^ spp. de olivo deAndalucía sí mostraron halo de hidrólisis enel medio CHM. Cabe destacar yue todos losaislados de olivo de Andalucía, independien-temente de sus características morfológicas,mostraron halo de hidrólisis en torno a lacolonia en crecimiento (Cuadro 2).

3. Inoculación de aceitunas madurasTodos los aislados de Colletotrichrnn

spp. evaluados, independientemente delhuésped de origen, fueron patogénicos enaceitunas maduras (IM=3) aunque hubodiferencias muy acusadas de virulencia. Lacomparación de medias utilizando el test deTukey mostró 5 grupos homogéneos. EIgrupo mayoritario estaba formado por ais-lados de olivo con un ARBCPE>67%(Figura 1). Todos los aislados de olivo cau-saron en los frutos inoculados exudadosanaranjados-mucilaginosos de conidias(síndrome de "Aceituna jabonosa") caracte-rísticos de la Antracnosis del olivo (Figura2D). Los aislados de referencia (COL-9 yCOL-30) fueron los menos virulentos de losaislados de olivo evaluados.

Los aislados de fresa y naranjo (COL-45y COL-69) fueron escasamente patogénicos(ARBCPE<11%) diferenciándose significa-tivamente (P=0.05) del resto de aislados deolivo. Además, las aceitunas afectadas poréstos mostraron lesiones necróticas redonde-adas cubiertas de pústulas sin producir elsíndrome característico de aceituna jabono-sa. La observación al microscopio (400A)contirmó que las pústulas se trataban deconidiomas acervulares (acérvulos) pocodesarrollados y sin esporular.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33, 2007

Cuadro 2. Sensibilidad al fungicida Benomilo y capacidad de hidrolizar la caseína de los aistados deColletotrichum spp. estudiados

??S

Aislado^ Inhihición (%12 Hidreílisis Caseína^

COL-41 i cx^.oCOL-69 99b5

COL-79 99.40

COL-45 96.56

COL-55 70.2 I ++

COL-77 69.90 ++

COL-83 69.80 ++

COL-25 69.26 ++

COL-59 68.95 ++

COL-51 67.63 ++

COL-60 66.93 ++

COL-24 fi4.9ti ++

COL-88 64.47 ++

COL-87 64.33 ++

COL-30 63.68 ++

COL-68 ^i.sx ++

COL-49 61.65 ++

COL-84 60.54 ++

COL-65 60.42 ++

COL-50 59.79 ++

COL-38 52{.88 ++

COL-R6 SR.66 +

COL-57 s7.24 ++COL-66 56.43 ++

COL-61 55.71 ++

COL-09 55.71 ++

COL-85 51.20 +

COL-90 46.51 ++

COL-89 43.49 ++

COL.-42 41.38 ++

HSD`^ 6.32

^ Las carecterítitica^ de los aislados se indican en Cuadro L^ Inhibición del crecimiento micelial en el medio PDA conBenomilu (5 Ng/ml). 3 Nivel de actividad proteolítica: '-' sin actividud; `+' halo de hidr6lisis s 2mm de anchura; '++'

halo de hidrólisis >2mm de anchura. 4 Mínima diferencia significativa según test de Tukey protegido de Fisher (P=O.OS).

4. Inoculación de aceitunas inmadurasAl igual que en el caso anterior los 5 ais-

lados de olivo, independientemente del tipomorfológico, fueron patogénicos aunque condiferencias significativas (P=0.05) de viru-lencia. Nuevamente, el aislado de referencia(COL-30) fue el menos virulento de los de

olivo. Todos los aislados de olivo causaron elsíndrome característico de "Aceitunas jabo-nosa".

Los aislados de C. g/oeosporioicles^ y G.citigulcitu de naranjo (COL-69 y COL-79)fueron escasamente patogénicos, con un I 8 y5% de ARBCPE, respectivamente; adem^ís,

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ab aba a

abc

cd bcd

cdcd c

d

e e

Figura I. Área Relativa Bujo la Curva de Progreso de la Enfermedad en aceitunas maduras de la variedad 'Hojiblanca'inoculadas con 19 aislados de Cofletotrrchion spp. Barras con la misma letra no difieren signiticativamente entre si,

según el test de Tukey protegido de Fisher (P=0,05).

causaron necrosis localizadas diferenciándo-se de los síntomas causado por los aisladosde olivo (Figura 3; Figura 2C).

Los aislados de Colletotrichum spp. defresa (COL-84 y COL-86) fueron no patogé-nicos aunque causaron una maduración anó-mala. Así, mientras en los testigos la epider-mis del fruto viró a negro (IM=4) en los ino-culados ésta mostró "islas verdes" en lospuntos de infección (Figura 3; Figura 2B).

5. Inoculación de frutos y hojas de dis-tintos huéspedes

En el tercer ensayo de inoculación, lamayoría de aislados fueron patogénicos enlos distintos huéspedes aunque hubo diferen-cias de virulencia muy acusadas. En las acei-tunas sobremaduradas los 4 aislados fueronpatogénicos. EI aislado de olivo (COL-57)fue notablemente más virulento y se diferen-

ció signiticativamente (P=0,05) de los tresrestantes (Cuadro 3). Nuevamente, los aisla-dos procedentes de naranjo y fresa presenta-ron síntomas diferentes a los aislados deolivo (Figura 2C). Debido al estado de sobre-madurez del fruto, el aislado de olivo produ-jo abundante micelio y acérvulos en la super-ficie de las aceitunas.

Los aislados ensayados causaron en lashojas de adelfa una mancha necrótica segui-da de un halo clorótico (Figura 4C). Única-mente los aislados de naranjo (COL-69 yCOL-79) llegaron a formar acérvulos. Losaislados de olivo fueron escasamente viru-lentos, resultando uno de ellos (COL-9) nopatogénico (Cuadro 3).

En las almendras, los 6 aislados ensayadosse mostraron patogénicos aunque con diferen-cias significativas (P=0,05) de virulencia.Cabe destacar, que las almendras testigos pre-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. ?U07 ?27

sentaron podredumbre causada por Alternuriusp. La infección por Colletotrichum spp. enlas almendras se confirmó por el reaislamien-to del patógeno de zonas alejadas del punto deinoculación. La infección conjunta por ambospatógenos fue común y, en general, causó sín-tomas severos (Cuadro 3).

Los seis aislados evaluados fueron patogé-nicos sobre frutos de fresa aunque hubo dife-rencias significativas (P=0,05) de virulencia(Cuadro 3). Además de las diferencias devirulencia, los aislados Col-42, Col-57 y, enmenor medida el Col-45, se diferenciaron delos restantes en los síntomas inducidos pro-duciendo una gran cantidad de acérvulos conmasas anaranjadas de conidias (Figura 4A).

^

Cinco de los seis aislados evaluados fueronpatogénicos sobre manzana aunque con dife-rencias signiticativas (P=0,05) de virulencia.Las diferencias en la severidad fueron muyacusadas durante los primeros días del ensayoy disminuyeron conforme avanzó éste. Lacomparación de medias mostró tres gruposhomogéneos destacando por su virulencia elaislado COL-69. La sintomatología fue muysimilar en todos los casos aunque hubo dife-rencias en la capacidad de producir acérvulossobre las lesiones ( Cuadro 3; Figura 4B).

El aislado COL-45 se comportó como nopatogénico sobre naranja. Dos naranjas mos-traron infecciones por Penicillium sp. y seretiraron del ensayo para evitar contamina-

Figura 2. Síntom^s causados por Colletorrichurn spp. y Glomerelln ririgul^uu en ^ceitunas.A) Aceitunas testigo. B) Inoculudas con C. acumtum de fresa, obsérvense las "islas verde5'.

C) Inoculadas con G. cingulatu de naranjo. D) Inoculadas con C. nciuntum de olivo,obsérvetie el síndrome caracteristico "Aceituna jabonosá'

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„8 J. MORAL, R. OLIVEIRA, J. C TELLO, A. TRAPERO

Cua^ro 3. Inoculación de aislados de Cotletotrich^mr spp. en frutos y ho,jas de distintos huéspedes

Seceridad de los síntomas causados

Huésped Olivo AdelfaAislado^ de origen (fruto (hojas

sobremaduro) jóvenes)

COL-57 Olivo 70,66a^ / ++? 3,356 / -

COL-42 Olivo - 5.42b / -

COL-09 Olivo - NW

COL-69 Naranjo 33,46b / + 39,92ab / ++

COL-79 Naranjo 31,04b / + 82,24a / ++

COL-45 Fresa 35,90h /+ 66,41 a/-

Testigo

Almedro Fresa Manzano Naranjo(fruto (fruto (fruto (fruto

inmaduro) inmaduro) maduro) maduro)

77,04a /++ 37,93b /++ 45,40b /++ 4, I I b/-

77,29a /++ 31, l I bc /++ 24,79bc /++ 3,43b /-

78,49a /++ 2,65d /- 23,7 I c/- 7,70 6/-

61,34ab / ++ 61,09a / ++ 92,79a / ++ 73,67a / -

74,99ab / ++ 4,49d / ++ 14.14c / ++ I2,76b / -

52,57bc /++ I 9,41 c/++ NP NP

33,01 cs / -

^Las características de los aislados se indican en el Cuadro I. 'Área relativ^ bajo la curva de progreso de la enfermedad(%), medias con la misma letra no ditiereq significativamente entre si, según el test de Tukey protegido de Fisher(P=0.05). !Formación de conidiomas: '++' acérvulos esporulados; `+' acérvulos no esporulados; '-' ausencia de acérvu-los. ^NP, aislado no patogénico. 'Infección causada por Allernnria sp.

ciones. Las diferencias de virulencia fueronmuy patentes: el aislado COL-69, causólesiones de 82 mm a los 41 días y el COL-79de 20 mm; mientras que los aislados de olivoCOL-9, 57 y 42 produjeron lesiones inferio-res a 9 mm. La comparación de medias delARBCPE (°Ic) mostró dos grupos homogéne-os distintos, diferenciándose significativa-mente (P=0.05) el aislado COL-69 del resto.Ninguno de los aislados formó acérvulossobre las lesiones (Cuadro 3; Figura 4D). Enlos aislamientos realizados a partir de laslesiones se obtuvo, en todos los casos, elpatógeno inoculado.

DISCUSIÓN

La heterogeneidad de las poblaciones de

Col[etotrichum ha impedido que puedan

identit3carse claramente las especies de este

género mediante caracteres morfológicos o

tisiológicos. La presencia de aislados con

características morfológicas y fisiológicas

intermedias ha sido observada por distintos

aUÍOreS (F^RSTER y ADASKAVEG, 1999;

GuERBER et al., 2003). Así, aislados con

características morfológicas intermedias a C.

acutunun y C. gloeosporioides se han aso-

ciado a la Antracnosis del olivo en Andalucía

(OLIVEIRA et al., 2005). Este trabajo supone

la continuación del llevado a cabo por OLI-

vEtRA et aL (2005), estudiando característi-cas fisiológicas y patogénicas de los mismosaislados.

Los ensayos de resistencia a Benomilo

han mostrado que los aislados de C. gloeos-

porioides y G. cingulata procedentes de

olivo de Cataluña, naranjo y fresa son muy

sensibles a este fungicida. En cambio, los

aislados causantes de la Antracnosis del

olivo en Andalucía, independientemente de

su tipo morfológico, se han mostrado mode-

radamente tolerantes. Estos resultados no se

ajustan al comportamiento esperado, ya que

se acepta que los aislados de C. gloeospo-

rioides son muy sensibles a Benomilo, mien-

tras que los de C. acutatum son relativamen-

te tolerantes (BERSTE ►N et al., 1995; BROwN

et al., 1996; FREEMAN et al., 1998). La

mayor sensibilidad de los aislados de C. glo-

eosporioides al fungicida Benomilo también

ha sido observada con aislados de olivo

(AGOSTEO et ai., 20U0., TALHINHAS et ai.,

2005). No obstante, existen excepciones a

este comportamiento (FREEMAN et al., 1998).

La tolerancia al Benomilo de los aisladosdel complejo C. acutatum/C. gloeosporioidesde olivo de Andalucía confirma su mayorproximidad a la especie C. acutatum, comoindican otros datos morfológicos y genéticos(MARTíN et al., 2002; OLIVEtRA et al., 2005).La menor sensibilidad de estos aislados a

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33, 2007

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5

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d* *

Col-86 Col-84 Col-79 Col-41 Col-69 Col-90 Col-57 Col-42 Col-2t8

»q

Figura 3. Área Relativa Bajo la Curva de Progreso de la Enfermedad en aceitunas inmaduras de la variedad'Hojiblanca' inoculadas con 9 aislados de Col(erutrichum spp. Barras con la misma letrx no ditieren signiticativamente

entre si, según el test de Tukey protegido de Fisher (P=0,05). *Ai^lados no patogénicos

Benomilo también podría atribuirse al uso dedicho fungicida en la lucha contra patógenosfoliares del olivo, pero este fungicida no hasido comúnmente utilizado en el olivar anda-luz. Además, en investigaciones recientes nose ha encontrado relación entre el historial deaplicación del Benomilo en una plantación yla resistencia de los aislados procedentes deésta (PettES et nl., 2004).

El segundo factor fisiológico estudiado hasido la capacidad para hidrolizar la caseína.Los aislados de Colletotrichum de olivo deAndalucía, independientemente de su tipomorfológico, presentaron actividad proteolí-tica, expresada mediante un halo translúcidoen el borde de la colonia. En cambio los ais-lados de C. gloeosnorioides de olivo procen-dentes de Cataluña, naranjo o fresa no mos-traron esta cualidad. Estos resultados coinci-den con los obtenidos por MaaTítv et ul.(2002), y nuevamente muestran la mayorproximidad de los aislados de olivo de Anda-lucía a la especie C. acutatum.

La patogenicidad o especialización pato-génica de los aislados de Cnl/etot,-ic•htnn spp.

sobre sus huéspedes ha sido un carácter uti-lizado tradicionalmente en la identiticaciónde especies o subespecies de este género

(Attx, 1970; SuT-rotv, 1980). Sin embargo,este punto ha sido poco desarrollado en elcaso de la Antracnosis del olivo. La caracte-

rización patogénica de Colletotricht.nn spp.en aceitunas requiere tener en cuenta dos

factores críticos: la existencia de heridas en

los frutos y su estado de madurez. EI prime-

ro de ellos es un factor que puede ser deter-minante en la infección (Bni^EV et nL,

1992). En aceitunas, generalmente se admite

que no son necesarias las heridas para que se

desarrolle enfermedad (MnTeo-SncnsTA,1968; BouHMt^t, 1999), aunque existen refe-

rencias que contradicen esta atirmación(►'iRANITI y LAVIOLA, 19H 1;^iRANITI et LJI.,

1993). En este trabajo, se observa que la sus-ceptibilidad aumenta con la maduración del

fruto y que el patógeno es capaz de producir

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23U J. MORAL, R. OLIVEIRA, J. C. TELLO, A. TRAPERO

Figura 4. Síntomas causados por Colletotrichum spp. y Glomerelln cingulata en distintos huéspedes.A) Fresas inoculadas con C. acutatum de olivo. B) Manzanas inoculadas con C. gloeosporioicles de naranjo.C) Hojas de adelfa inoculadas con G. cingulata de naranjo. D) Naranja inoculación con C. gloeosporioides

de naranjo.

infección y enfermedad en ausencia de heri-

das como previamente se había observado

(BOUHMIDI, 19►9).

Por otro lado, los ensayos han demostra-do que existen diferencias de virulenciaentre aislados de olivo coincidiendo conobservaciones de otros autores (MUGNAI etal., 1993; TALH1NHAS et al., 2005). La menorvirulencia de los aislados de referenciaCOL-9 (C. acutatum), COL-30 (C. gloeos-porioides) y COL-42 (C. acutatum) podríaatribuirse a un fenómeno común de pérdidade virulencia (atenuación) por envejecimien-to y cultivo continuado en sustratos artificia-les (DH1NCRA y S1NCl_AIR, 1995). Las dife-rencias de virulencia entre los aislados de

olivo y de otros huéspedes en aceituna fue-ron notables y más acusadas cuando losensayos se realizaron con aceitunas inmadu-ros. Además, cabe destacar que los aisladosde fresa y naranjo nunca llegaron a causar elsíndrome de Aceituna jabonosa, aunqueotros autores no han observado diferenciasde síntomas (MuoNAI et al., 1993; TALHIN-HAS et aL, 2005). Los resultados obtenidosmuestran una notable especialización pato-génica de los aislados de olivo de Andalucía.Estas observaciones permiten sugerir que elagente causal de la Antracnosis del olivo enAndalucía puede tratarse de una forma espe-cializada de Colletotrichum, como se haindicado en el sur y centro de Italia (A^os-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2(A)7

TEO et al., 2003; ScARITO et al., 2003). Sinembargo, nuestros resultados contrastan coninvestigaciones que muestran que la pobla-ción que ataca al olivo en Cataluña y Portu-gal está formada mayoritariamente por C.acutatum aunque ocasionalmente se aísla C.gloeosporioides (MARTiN y GARC[A, 1999;TALH[NHAS et a[., 2005). Una tercera situa-ción se da en Sicilia (Italia) donde todos losaislados estudiados se ajustan a la especie C.gloeosporioides (ScARtTO et al., 2003). Lasdiferencias observadas en los aislados deColletotrichum spp. entre las distintas zonasoleícolas europeas puede deberse a un fenó-meno de especialización geográfica y/ovarietal al tratarse de zonas aisladas y gene-ralmente de cultivo monovarietal.

La presencia de micelio aéreo en la acei-tuna maduras, un síntoma anómalo paraColletotrichum spp., pudo deberse al debili-tamiento de la epidermis debido al estado desobremadurez de los frutos. Este síntomatambién ha sido observado por otros autores(TALHINHAS et al., 2005).

La inoculación de fresas inmaduras del

cv. `Camarosa' ha puesto de manifiesto gran-

des diferencias de virulencia entre aislados

destacando uno de naranjo (Col-69) y dos de

olivo (COL-57 y COL-42). El aislado proce-

dente de fresa (COL-45) resultó poco viru-lento, lo que contrasta con estudios previos

que destacan la mayor virulencia de los ais-lados procedentes del mismo huésped(LEGARD, 2^^^; FREEMAN et al., 20^1). Nue-

vamente se trata de un aislado de referencia

antiguo que podría haber perdido virulencia.

La elevada virulencia mostrada por losaislados de olivo y naranjo en fresa tieneespecial importancia por varios motivos: i) laespecie C. acutatum es un patógeno de cua-rentena en la UE, ii) en las actuales planta-ciones de fresa en Andalucía existe una ele-vada homogeneidad genética con un predo-minio de variedades sin resistencia (ej.`Camarosa'), iii) existen zonas agrícolas(Huelva) con plantaciones próximas defresa, naranjo y olivo. No obstante, la disper-sión de las conidias en condiciones naturalesse produce a corta distancia, mientras que la

231

dispersión a media y larga distancia está aso-ciada a las labores agrícolas y al estadosexual del hongo (G. acutatct), el cual nuncase ha detectado en campo (LEGAR^, 2000;PERES et al., 2005). Asimismo, las inocula-ciones artificiales se realizan en condicionesóptimas para que se desarrolle enfermedad sise comparan con las condiciones de infec-ción natural. Lo anterior podría explicar elque no se hayan encontrado evidencias deyue la infección cruzada se produzca encampo (FREEMAN et nl., 1998).

Las diferencias de virulencia entre los dis-

tintos aislados inoculados en naranjas han

sido muy notables. Los dos aislados que pro-

cedían de naranjas fueron los más virulentos,

des[acando el Col-69 (C. glnensporiuide.c).Los aislados de Col[etnn•iclncro spp. utiliza-dos causaron lesiones mínimas (< 10 mm) en

las naranjas. La especialización patogénicade las especies de Colletotrichurn en diferen-tes tejidos del naranjo ha sido descrita: losaislados de C. ^loeosporioides causan lesio-nes deprimidas en la superficie de las naran-

jas, principalmente en posrecolección; mien-tras que los aislados de C. acutatum infectana los pétalos e inducen la caída de frutos

pequeños y]a formación de cálices persis-

tenteS (AGOSTINI y^I'IMMER, 1 yy2; TIMMER y

BROwN, 2000). La no patogenicidad o escasavirulencia de los aislados de olivo en cítricos

también ha sido observada por otros autores(CABRAL, 1941; LATINOVIC y VuclNlc, 2002;MuGNA ► et al., 1993).

En las almendras, el método utilizado per-mitió comparar la virulencia de los aisladosa pesar de las interferencias causadas porAlternaria sp. Posiblemente, la capa pilosaque tapiza el exocarpo de la drupa sirvió deprotección a las conidias de Alternuriu sp.que escaparon a la desinfestación con lejía.En cualquier caso, el reaislamiento de Colle-totrichum de zonas alejadas al punto de ino-culación contirmó la infección y enfermedadde las almendras. En estudios previos sehabía constatado la infección en almendrapor aislados de C. ucutatum y C. ^^loenspo-rioides procedentes de distintos huéspedes;aunque las técnicas moleculares (RAPD)

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232 J. MORAL, R. OLIVEIRA. J. C. TELLO, A. TRAPERO

han demostrado que los biotipos que afectana almendra en California y en Carolina delNorte son diferentes de los que infectan afresa, melocotón y manzana (A^ASKAVE^ yFbRSTER, 2^0^; FREEMAN et al., 1998). Porotro lado, la escasa importancia económicaque tiene la Antracnosis del almendro enEspaña podría deberse a las condiciones dearidez que se dan en las zonas de produccióndurante los primeros estadios del desarrollodel fruto.

Las inoculaciones cruzadas con aislados

de Colletotrichum procedentes de distintos

huéspedes en manzana han sido frecuentes

en los estudios de patogenicidad de este coe-

lomlcet0 (BERNSTEIN ^t al., 1995; FREEMAN

et al., 1998; 2001). En el presente trabajo los

aislados de Colletotrichum spp. de olivo han

sido patogénicos en manzana coincidiendo

con otros autores (GRANtTI et al., 1993;

MucNAI et al., 1993).La inoculación en hojas jóvenes de adelfa

ha permitido separar los aislados de Colletn-trichum spp. de olivo, que han resultado nopatogénicos o escasamente virulentos, delrestos de aislados ensayados. En estudiosanteriores se había observado el comporta-miento no patogénico de los aislados deolivo en hojas de adelfa, mientras que aisla-dos de C. gloeosporioides de Anonna muri-catu y naranjo sí ocasionaron infección yenfermedad (CACC1oLA et al., 1996).

Puede concluirse que los aislados de Co(le-totrichum spp. causantes de la Antracnosis delolivo en Andalucía, independientemente de sutipo morfológico, muestran característicastlsiológicas próximas a la especie C. acuta-tum. Asimismo, las inoculaciones realizadashan mostrado que estos aislados poseen unanotable especialización patogénica sobreolivo si bien son capaces de infectar y desa-rrollar síntomas en otros huéspedes. Actual-mente, aislados con conidias atípicas, con unoo los dos extremos redondeados, han sidoidentificados como C. acutatum sensu lato enbase a criterios moleculares (GuERBER et a/.,2003). Por lo tanto, la caracterización mole-cular puede ser clave en el esclarecimiento dela etiología de la Antracnosis del olivo enAndalucía.

AGRADECIMIENTOS

Nuestro agradecimiento a todos los miem-bros del Grupo de Patología Agroforestal de laUniversidad de Córdoba, al Dr. Francesc Gar-cía-Figueres por los aislados de Colletotri-chum del Laboratorio de Sanidad Vegetal deBarcelona y especialmente a Paqui Luque porsu magnífica asistencia técnica. EI Dr. Olivei-ra ha sido becario de la Agencia Española deCooperación Internacional (AECI). Los traba-jos realizados se han financiado con los pro-yectos AGL-2000-1725 y AGL2004-7495.

ABSTRACT

MoRnL J., R. OuvEiaA, L C. TELLO, A. TRnNeao. 2007. Physiological and pathoge-nic characterization of Cnlletotrichum isolates causing olive anthracnose. Bol. San. Ueg.Pingas, 33: 219-234.

Olive anthracnose, caused by Colletotrichum ncututum and C. gloeo.rporioides, is aserious disease in many regions in the world, causing fruit rot and branch dieback. Itiola-tes of Colletotrichum causing olive anthracnose in Andalusia, southern Spain, have morp-hological and cultural characteristics intermediate between both species, although closerto C. acutatum morphospecies. In this research work, isolates from Andalusia were com-pared with representative isolates of C. ucututum and C. gloeosporinides for physiologi-cal and pathogenic characteristics. Growth of isolates on a casein medium and PDAemended with the fungicide benomyl showed that Andalusian isolates produced caseinhydrolysiti and were tolerant to benomyl, similar to C. acuratum isolates. [noculation ofdetached fruits of almond, apple, olive, orange, und strawberry, and leaves of oleanderwith isolates of C. ucutatum and C. gtoeospurioides from three different hosts (olive,orange and strawberry) showed grent differences in virulence and some degree of hostspecialization. Higher host specialization occurred with isolates from olive. On olive

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. ?007

fruiLti, these isolates caused typical anthracnose symptorns and they were mure virulentthan the rest of Culletotrichum isolates. Olive isola[es differed in virulence on olive fruits.although there were not differences between both Cnlletotrichum species. Mature olivefruits were more susceptible than immature ones, but immature fruits showetl highe r dif-ferences amongst isolates. Other important differential host for olive isolates was olean-der. On oleander leaves, olive isolates were not puthogenic or scarcely virulent while iso-lates from other hosts were highly virulent.

Key words: C. ru'wuhurt, C,^loeuspuriuiclcs, Gloeas^poriunt rrlirannn, Olr•u eurnpaea.

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(Recepción: 7 diciembre 2006)(Aceptación: 24 enero 2007)

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Detección de las infecciones latentes de Spilocaea oleagina enhojas de olivo

A. ZARCO, .l. R. VIRUEGA, L. F. RocA, A. TRAPERO

E1 Repilo causado por Spilocaeu oleagina es una enfermedad extendida por toda elárea de cultivo del olivo, originando defoliaciones de Ios árboles afectados yue dan lugara una disminución de la producción. EI largo periodo de incubación de la enfermedadhace necesaria la detección precoz de las infecciones, a fin de establecer una eficaz estra-tegia de control. En el presente trabajo se ha optimizado el denominado método de lasosa para la detección de infecciones latentes, usado en la mayoría de estudios sobre labiología y epidemiología de este patógeno, y se ha comparado su eficacia con otrosmétodos de detección. Se utilizaron hojas separadas de olivos del cultivar 'Picual' pro-cedentes de campos con alta y baja incidencia de la enfermedad y plantones sanos. Lainoculación artiticial de hojas y plantones se Ilevó a cabo mediante deposición de gotaso pulverización con una suspensión conidial del patógeno. Los resultados obtenidosmostraron la concentración del 5% de la solución de hidróxido sódico como la más ade-cuada para la detección de infecciones latentes. No se observcí intluencia de la tempera-tura entre 10 y 30 °C, aunque temperaturas iguales o superiores a 60 °C redujeron signi-ficativamente el número de infecciones al disminuir el contraste de las lesiones. EI tiem-po de inmersión de las hojas para la detección del 95% de las lesiones fue de 20.7 min.EI tiempo mínimo para la detección desde que se produce la infección se estableció en10 días, resultando las hojas jóvenes procedentes de olivos y las procedentes de planto-nes más susceptibles a la infección en inoculación artificial. Ninguno de los demás méto-dos evaluados mejoró sensiblemente la detección de infecciones latentes respecto almétodo del hidróxido sódico.

A. ZARCO, .t. R. VIRUGGA, L. F. R(X'A, A. TRAPERO. GNPO dC PafOlOgÍa AgrOlOreslal,

Dpto. de Agronomía, ETSIAM, Universidad de Córdoba. Campus Universitario deRabanales, Edificio Celestino Mutis, 14071 Córdoba. Correo electrónico:traperoC^uco.es

Palabras elave: Cvclocnnium oleagimim, Oleu europueu, hidreíxido sódico.

INTRODUCCIÓN

El Repilo o caída de las hojas de olivo,causado por el hongo Hifomiceto Spilocueaoleagii2a, es una de las enfermedades másimportantes del olivar español, siendo bienconocida por los olivicultores. La principalconsecuencia de la enfermedad es la caídaanticipada de las hojas infectadas, quedandoen ocasiones las ramas totalmente defolia-das, lo que hace referencia al nombre de

RepilO (ANDRÉS, 1991; TRAPERO y BLANCO,

2004). Esta defoliación origina una escasa

floración y fructiticación. EI síntoma más

característico de la enfermedad se presenta

en el haz de las hojas, donde se aprecian

manchas, frecuentemente circulares, de

tamaño variable y de coloración desde

marrón oscuro a negro, a veces con un halo

amarillo característico, aunque también pue-

den aparecer lesiones en el pecíolo y en el

nervio central del envés de las hojas, en el

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A. ZARCO. J. R. VIRUEGA. L. F. ROCA, A. TRAPERO

Figura I. Manchati foliares típicas causadas por Spilncnea olecrgi»a en hojas de olivo.

pedúnculo, en el fruto y en ramos jóvenes(Figura 1) (ANDRÉS, 1991; GRANITI, 1993;

MODUGNO, 195^; TRAPERO y BLANCO, Z^O4).

Sprlocaea oleagrnn es un patógeno específi7-

co del olivo y su nombre hace referencia

exclusivamente al estado asexual del hongo.

Los únicos propágulos del patógeno para la

dispersión e infección son las esporas ase-

xuales o conidios. Éstos se dispersan casi

exclusivamente por la Iluvia, aunyue tam-

bién se ha determinado su dispersión por

viento e insectos (TJAMOS et nl., 1993). EI

establecimiento de la infección se produce

entre 8 y 24 °C, con el óptimo en torno a IS°C, y reyuiere agua libre o alta humedad

durante al menos 12 horas (VIRUEGA y TRA-

PERO, 2002). EI periodo de incubación olatencia, desde ]a infección hasta la aparición

de síntomas o signos, tiene una gran impor-tancia epidemiológica. Su duración es muy

variable, pudiendo oscilar entre 1 y l0

meses, en función de la temperatura, hume-

dad relativa, variedad de olivo, edad de la

hoja, etc. (TRAPERO et nl., 2001). La larga

duración de este periodo pone de manifiesto

la importancia de su detección temprana, yue

es fundamental para la oportuna aplicaciónde las intervenciones fitosanitarias contra la

enfermedad (LoPRIENO y TENERINI, 1959).

Un momento crítico para la infección es la

primavera, si se presentan periodos frescos y

Iluviosos y existe abundancia de inóculo.

Las infecciones de hojas jóvenes, que sonextremadamente susceptibles, permanecen

latentes hasta el otoño-invierno siguiente,

constituyendo la principal fuente de inóculo

( VIRUEGA y TRAPERO, 1 yyy; TRAPERO y

RocA, 2004). Para la detección de infeccio-nes latentes por hongos causantes de roñas

en frutales u otras enfermedades foliares yue

presentan cierta similitud con el Repilo, hay

publicados gran número de métodos (BRUZ-

Z.ESE y HASAN, 1983; CERKAUSKAS y SIN-CLAfR, 198^; CiESSLER y STUMM, 1984;

MYERS y FRY, 19^8; PREECE, 19Sy, SAHA et

Lll., 1988; SHIPTON y BROWN, 1962; TU[TE,

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1969; WHITe y BAKSR, 1954). Estos métodosutilizan aclarado y/o tinción integral de lashojas o sustancias que aceleran la senescen-cia de los tejidos vegetales y la manifesta-ción de síntomas y signos de la infección.Para S. oleugina en olivo, el método dedetección mayormente utilizado en los estu-dios sobre la biología y epidemiología delpatógeno, fue desarrollado por LoPRtENO yTENERINI (1959) y se basa en la oxidación delos compuestos fenólicos que se acumulanen las zonas afectadas como respuesta alpatógeno, al sumergir las hojas en una solu-ción acuosa de hidróxido sódico (NaOH) ohidróxido potásico (KOH) al 5% y 50-60 °Cdurante 2-3 min. Este método conocidocomo el "método de la sosa" fue moditicadopor LA^oROA (1964), haciéndolo aplicable atemperatura ambiente. AwARA^o y Bt:NITo(1975) utilizaron una nueva modificación delmé[odo, prolongando el tiempo de inmersiónhasta 25-35 min, manteniendo la concentra-ción del 5% de NaOH.

Salvo en contadas ocasiones (ANTóN,

1 ►HÓ; CiRANITI, 1y62; 19Ó5; MILLER, ly4y;

►AAD y MASRI, 197ó; TENERINI y LOPRIENO,

1960), no se han utilizado métodos alternati-

vos al de la sosa para revelar infecciones

latentes de S. oleaKina en olivo.

Debido a las importantes implicacionesepidemiológicas y al limitado conocimientoexistente sobre las infecciones latentes de S.oleugina en hojas de olivo, el objetivo delpresente trabajo ha sido la optimización delmétodo del hidróxido sódico y la evaluaciónde la eticacia de otros métodos en la detec-ción de las infecciones de S. oleaginu.

MATERIAL Y MÉTODOS

1.- Material vegetalSe utilizaron hojas de olivo del cultivar

`Picual' recogidas en la finca "Alameda delObispo" del C.I.F.A. de Córdoba; las hojasprocedían de parcelas con un ataque severode Repilo (incidencia de hojas con lesionesvisibles del 25-45%) y de parcelas con bajoataque (incidencia de lesiones latentes ovisibles <0,5%). También se utilizaron

plantones del mismo cultivar, de 4-6 mesesde edad, cultivados en invernadero y libresde Repilo, así como hojas separadas deéstos.

2.- InoculaciónLa inoculación de las hojas o plantones

con S. oleaginu se Ilevó a cabo siguiendo elmétodo desarrollado por LóPEZ DoNCFt^ e^aL (2000). Dos formas de inoculacicín fueronutilizadas, en la primera se colocaron en elhaz foliar, tres gotas de una suspensicín coni-dial obtenida sumergiendo en agua hojasintensamente esporuladas, ajustándose lasuspensión a 1-1,5 x 10^ conidios /ml. En elsegundo caso se pulverizaron las hojas o losplantones con dicha suspensión conidial.Tras la inoculación se incubaron las hojas olos plantones durante 48 horas en oscuridada 12-20 °C y 100% HR. Las hojas separadasse mantuvieron en cámaras húmedas paraevitar la desecación durante el transcurso delensayo.

3.- Optimización del método de detec-ción del hidróxido sódico

Para optimizar el método de deteccicínde las infecciones latentes con hidróxidosódico se evaluaron los siguientes factores:concentración de NaOH (10 a 300 g/1),temperatura (10 a 100 °C), tiempo deinmersión (2 a 60 min), edad de la hoja(joven, intermedia, vieja) y procedencia dela hoja (plantón en invernadero, olivo encampo). Debido al gran número de facto-res, su efecto se determinó en experimentossecuenciales, en los que se evaluaron porseparado cada uno de ellos fijando los res-tantes, a excepción del caso de la tempera-tura, donde se incluyeron tres tiempos deinmersión (5, 15 y 30 min). Los valores delos factores fijos en cada uno de los experi-mentos, ordenados cronológicamente, fue-ron: 20 °C y 30 min de inmersión para estu-diar el efecto de la concentración deNaOH; 50 g/I y 5, I S y 30 min para la tem-peratura; 50 g/1 y 20±2 °C para el tiempode inmersión y 50 g/1, 20±2 °C y 30 minpara la edad y procedencia de las hojas.

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4.- Comparación con otros métodos dedetección

Utilizando como referencia el método de

la sosa, se evaluaron 10 métodos de tinción

integral (con o sin clarificado previo de las

hojas), tinción con azul algodón en lactofe-

nol (WHITE y BAKER, 1954), DIENER (1955),

PREECE (1959), TENERWI y LOPRIENO (1960),

►HIPTON y BROWN ( 1962), EnOC11S (TUITE,

1969), ÑiYERS y FRY (19^ó), BRUZZESE y

HASAN (19ó3), CiESSLER y STUMM (19^ •4) y

el método de tinción con rosa de bengala

(SAHA, 1988); tres métodos basados en la

reacción con los grupos fenólicos acumula-

dos en las zonas infectadas (métodos del

hid['Óxido potáSlCO (LOPRIENO y TENERINI,

1959), agua oxigenada y del cloruro férrico)

y un último método basado en acelerar la

senescencia de las hojas (método del "Para-

quat") (CERKAUSKAS y ► INCLAIR, 19ó0^.

5.- Evaluaciones realizadas y análisisde los datos

Las determinaciones realizadas tras laaplicación de estos métodos para la detec-ción de infecciones latentes de S. oleaginafueron: incidencia de hojas con infeccioneslatentes, número de lesiones latentes porhoja (distinguiendo tres tamaños: pequeñas(<1 mm), medianas (I-3 mm) y grandes (>3mm) y diámetro medio de las lesiones.

Los datos se analizaron mediante el pro-grama "Statistix" (ANALYTICAL SoF-rwARE,2003). A partir de los datos de incidencia dehojas con síntomas visibles (evaluada encampo) y de hojas con lesiones latentes (eva-luada en laboratorio), se determinó la inci-dencia total según la expresión:

Totales = Visibles + (100 - Visibles) x(Latentes/ 100)

en la que todos los valores se expresan como

porcentaje. Se realizaron análisis de la

varianza para el efecto de los factores estu-

diados. La comparación de medias se hizosegún el test DMS (Diferencia Mínima Sig-

nificativa), protegido de Fisher al nivel de

prObabllldad del 5% ( ►TEEL y TORRIE, 1985).

Para analizar el efecto de] tiempo de inmer-sión de las hojas en la detección de infeccio-nes latentes, se ajustaron los datos a la distri-bución de Weibull (WEISULL, 1951), definidapor la ecuación:

Y = 1 - ^^r^-^,>in^^

en la que Y= proporción acumulada delesiones detectadas; t= tiempo en minutos;a= parámetro de localización o tiempo decomienzo de la detección (en este caso a=0); b y c son los parámetros de escala yforma, respectivamente. El ajuste estadísticode los datos se realizó sobre la forma lineari-zada de dicha ecuación:

Ln (Ln ( I/(1-y))) = c Ln t- c Ln b

en la que Ln es el logaritmo natural. Este

modelo de regresión fue elegido en base a la

signiticación de los parámetros estimados

(P<0.05), coe6ciente de correlación (R^),

coeficiente de correlación ajustado por los

grados de libertad (R'a), estadístico Durbin-

Watson de autocorrelación y la distribución

de residuos (CAMPBELL y MA^^EN, 1990;

ANALYTICAL ►OFTWARE, 2003). Para el ajuste

se utilizaron los valores medios ponderados

por la inversa del coeficiente de variación dela proporción de lesiones detectadas sin acu-mular (1/CV = media/desviación estándar).

RESULTADOS

1.- Efecto de la concentración de NaOHLa concentración de la solución de hidró-

xido sódico ejerció una influencia significati-va sobre la detección de infecciones latentesde S. oleaginu, tanto en el número de ]esionesaparecidas y el tamaño de éstas, como en laincidencia de hojas con infecciones latentes(Cuadro 1; Figura 2). En las concentracionessuperiores a 100 g/l, el contraste entre laslesiones y los tejidos de la hoja se hizo pau-latinamente menor. A1 aumentar la concen-tración, la superficie de las manchas tendió ahacerse mayor, disminuyendo sin embargo sucolor. Así, se encontró que el número de

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Cuadro 1. Efecto de la concentración de la solución de hidróxido sódico en la detección de infecciones latentesde Spilocaea oleagina en hojas de olivo infectadas en campo^'

FECHAWCIDENC[A NÚMERO DE LESIONES LATENTESY

MUESTREOCONCx DE HOJAS

PEQ. MED. GRA. TOT.INFECTADAS (%n)

MAR"LO 12.5 10.4^a 25.7a 13.Oa 1.8a 40.Sa

25 12.3 ab 25.0 a 18.5 a l.] a 44.6 a

50 14.7 c 54.1 b 36.7 b 7.1 6 97.9 b

100 13.8 bc 34.1 ab 20.9 a 5.4 b 60.4 a

NOVIEMBRE 10 6.8 a 28.1 a 28.5 a 3.2 a 60.8 a

25 8.9b 26.Oa 32.Sa 3.2ab 61.7a

50 10.5 bc 30.9 b 21.6 a 3.3 ab 55.8 a

100 I 1.7 cd 40.3 bc 39.9 6 6.3 bc 86.5 b

I50 13.1 d 49.3 c 43.8 b 8.8 c 101.9 b

DICIEMBRE I 0 I 2. ] a 88.0 ab 7.8 a 0.9 a 96.7 ab

25 11.5a 7L8a 8.Oa 2.Oa 81.8a

50 15.9b 126.7cd II.Oa 2.8a 140.Sc

] 00 16.2 b 136.4 d 10. I a 2.6 a 149. I c

I50 17.0 b 97.5 bc ll.l a 8.0 b 116.6 bc

200 15.7 b 96.6 abc I 2.9 a 10.0 6 I I9.5 bc

250 16.2 6 88.8 ab 24.7 b 20.5 c I 34.0 c

3W 15.7 b 80.5 ab 32.1 b 23.2 c 144.8 c

v Hojas asintomáticas procedentes de una parcela experimental de Ia finca "Alameda del Obispd' (CIFA, Córdoba)que presentaba un severo ataque de Repilo.

x Concentración de la solución de hidróxido sódico en g/I.y Pequeñas (PEQ.,< I mm), Medianas (MED.. I-3mm), Grandes (GRA., > 3mm)^, Totales =PEQ+MED+GRA.z Cada valor es media de 10 repeticiones de 20 hojas. Para cada columna y fecha, valores seguidos de una letra común

no difieren significativamente (P=0.05), según el test DMS protegido de Fisher (STEEL y TORRIE. 1985). Para elanálisis de la varianza se realizaron las transformuciones Arcoseno (x/20)0^5 para la incidencia y(x+0.5)° s para losconteos de los diferentes tipos de lesiones.

lesiones pequeñas detectadas iba disminu-yendo conforme aumentaba la concentraciónde la solución a partir de los 100 g/l, mientrasque aumentó el número de lesiones medianasy grandes, hasta los 300 g/l. En el total delesiones, ambas tendencias se contrarresta-ron, tendiendo su número a permanecer esta-ble a partir de los 50 g/1. La incidencia dehojas con infecciones latentes de Repilo, fuesignificativamente superior para concentra-ciones de hidróxido sódico iguales o superio-res a 50 g/1, no existiendo en general, dife-rencias significativas entre estas últimas con-centraciones. En las hojas inoculadas, elefecto de la concentración sobre el diámetrode las lesiones no resultó significativo. Parael número de lesiones detectadas sí hubo un

efecto significativo de la concentración,detectándose mayor número de lesiones conconcentraciones iguales o superiores a 25 g/Iy no existiendo diferencias entre las últimasconcentraciones (Cuadro 2).

2.- Efecto de la temperaturaLa temperatura, entre 10 y 30 °C, no mos-

tró una influencia significativa sobre ladetección de las infecciones latentes deRepilo (Cuadro 3). No obstante, se observóuna disminución del contraste de las lesionesal aumentar la temperatura, por lo que elnúmero de lesiones disminuyó al emplear latemperatura de 60 °C. A 100 °C no se detec-tó ninguna infección. En este experimento seemplearon tres tiempos de inmersión de las

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240 A. ZARCO, .I. R. VIRUEGA, l.. F. ROCA. A. TRAPERO

Figuru 2. Sín[om^s latentes en hojas inoculadassometidxs al método de la sosa. A) hojas procedentes

de plantones tras 10 minutu^5 de inmer^iún en soluciónde NaOH. B) hujas inoculadas mediante gota.

hojas (5, 15 y 30 min), observándose unaumento signiticativo de la incidencia dehojas infectadas y del número de lesioneslatentes, especialmente las lesiones media-nas y grandes, al aumentar el tiempo deinmersión (Cuadro 4). Sin embargo, no seobservó interacción entre temperatura ytiempo de inmersión.

3.- Efecto del tiempo de inmersiónLa evaluación de la detección de infeccio-

nes latentes en función del tiempo de inmer-sión de las hojas se representa en la Figura 3.Como puede apreciarse, la gran mayoría delesiones latentes de S. oleaRina se detectarona los pocos minutos (< 5 min) de la inmer-sión en hidróxido sódico, pero continuaronapareciendo algunas hasta los 60 min (Figu-ra 3). No obstante, a partir de los 45 minutos,el contraste de las manchas disminuyó mar-cadamente. El modelo de Weibull presentóun buen ajuste a los datos experimentales.Los dos parámetros fueron significativos(p=0.05), los valores de R2 y R2a fueron

Figura 3. Evulución de la detecci6n de infecciones latentes de Spilocaea oleagin^ en hojas de olivo en función deltiempo de inmersión de las hojas en NaOH. Curva de valores ajustados por el modelo de Weibull frente a los valores

observados (rombos).

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 21)U7 '_-ll

Cuadro 2. Efectu de la concentración de la solución de hidró^ido sódico en la deteccibn de infecciones lalentes drSpilocaea oleagina en hojas de olivo inoculadas>

CONCENTRACIÓN NÚMERO DE LFSIONES DIÁMETRO DE

fg/I NaOH) LATENTES POR HOJA LAS LESIONF,S (mm)

It) O.th 8 O.i{i

25 I .0 abc 1 ?0

50 0.7 ab O.R2

100 I .3 abc I .09

I50 I.5 abc 1.14

2p0 1.9 c I.R6

250 1.9 c 1.53

300 I .6 bc L61

y Hojas tianas del culti^^ar 'Picual' se inocularon mediante deposición de gotas de una suspentiión de cunidir^, deS. nlea,^inrr (3 gota5/hojtU.

r Cada valor es media de 10 repeticiones de I hoja. Para cada columna, ^^aloreti seguid^^s de una Icu a cumún, u sin leu^a,no ^iticren signiticativamente, según el te^t DMS protegido de Fisher (STF.EL y TORRII:, 192i5), p^^ra el análisis dela varianza te realizG lu transformación Arcoseno (x/3)0^5 para el número de lesiones.

Cuadro 3. Efecto de la temperatura de la solucibn de hidróxido sódico en la deteccibn de infecciones latentes deSpilocaea oleagir:a en hojas de olivo infectadas en campo^

TEMP INCIDENCIA DE NÚMERO DE LtíSIONES LATENTES>

(°C)FiOJAS INFECTADAS

PEQ MEU GRA. TOT.f^7r)

. .

10 14.6^ ab 46.6 6 ?6.5 ab 3.9 a 77.0 h

20 13.3 a 54.1 b 29.5 ab 4.? u 2►7.K h

30 15.2b 53.Sb 37.7b ^1.7u 95.9h

60 13.6a 16.4a 22.7a 3.Sa 42.6a

x Hojas asintumáticas procedentes de una parcela experimental de la tinca "Alameda del Obispri' (CIFA, Córdobalyue presentuba un severo atuyue de Repilo.

y Peyueñuti IPF,Q.. < I mm). Medianus ( MED., I-3 mm). Grandes (GRA.. > 3nun), Totales = PEQ + MED + GRA.z Cada valur es media de 5 repeticiones de 100 hojas. Para cada columna, valures seguidus de una letra común, nu ^itic-

ren signihcativ,^mente (P=0.05), scgún el test DMS protegido de Fisher (STEEL y TORRIE. 19R51. Para el análisis Jcla variancs sc reulicaron las transformaciones Arcoseno fX/I(H))r^^5 para la incidencia y IX+0.5)^^^^ para loti conteus drlos diferentes tipos ^e lesiunes.

0.980 y 0.977 respectivamente, no existióautocorrelación y no se observó un patrónclaro en la distribución de los residuos estan-daricados sobre los valores ajustados nisobre la variable independiente (Ln t). Laspredicciones del modelo para el tiemponecesario para detectar el 50, 95 y 99^/r delas infecciones latentes fueron 1.1, 20.7 y49.3 min, respectivamente. El intervalo decontianza y el intervalo de predicci6n para eltiempo nece^ario para lu detección del 95%de las infecciones latentes fueron 18.5-23.2y 14.4-29.9 min, respectivamente.

4.- Efecto de la edad y procedencia dela hoja

La edad y el tipo de hoja tuvieron unamarcada influencia en la detecci6n de infec-ciones latentes de S. ulengi^ta. En los experi-mentos con plantones inoculado^ artiticial-mente (Experimentos 1 y 2; Figura 4A) laslesiones comenzaron a detectarse a partir delos 10 días de la inoculación. Entre los ] 0 y14 días se produjo un aumento drástico en ladetección, que continuó hasta estabilizarseen torno al 85°I^, a partir de la 4a semana dela inoculaci6n. El valor T51) (tiempo en el

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242

100

80

60

40

20 _^_ Experimento 1

^- Experimento 2

0 3,5 7 10,5 14 17,5 21 24,5 28

Tiempo (días)

100

80

► 60

20

^ Plantón

-^-- Jóven

Intermedia

^^ Vieja

0 3,5 7 10,5 14 17,5 21 24,5 28

Tiempo (días)

A. ZARCO, J. R. VIRUEGA. L. F. ROCA, A. TRAPERO

Figura 4. Variación temporal en la detección de infecciones latentes de Spi/ocaea olengina.A) plantones de 6 meses inoculados por pulverización.

B) hojas separadas inoculadas mediante gota, obtenidas de plantones en invernadero y de árboles en campo(hoja joven, intermedia y vieja).

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33, 2O07 ^-13

Cuadro 4. Efecto de tres tiempos de inmersión en la solución de hidróxido sódico en la detección de infeccioneslatentes de Spilocaea oleagina en hojas de olivo infectadas en campox

TIEMPO INCIDENCIA DE NÚMERO DE LESIONES LATENTESY

(min) HOJASINFECTADAS(%) PEQ. MED. GRA. TOT.

5 12.Sz a 43.8 a 22.3 a 2.1 a 6R.2 a

IS 14.2b 42.7a 30.1 b 3.Ra 76.6a

30 15.8c 41.3a 34.8b 6?b 82.3a

x Hojas asintomáticas procedentes de una parcela experimental de la tinca "Alameda del Obispti' (CIFA, Córdoba)que presentaba un severo ataque de Repilo.

y Pequeñas (PEQ., < I mm), Medianas (MED., I-3 mm), Grandes (GRA., > 3mm), Totales = PEQ + MED + GRA.z Cada valor es media de 5 repeticiones de 100 hojas. Para cada columna, valores seguidos de una letra común, no ditie-

ren significativamente (P=0.05), según el test DMS protegido de Fisher (STEEL y TORRIE, 1985). Para el análisis dela varianza se realiraron las transformaciones Arcoseno (X/100)°^S para la incidencia y(X+0.5)0^5 paru los conteos delos diferentes tipos de lesiones.

Cuadro 5. Efecto de la edad y del tipo de hoja en la detección secuencial de infecciones latentes deSpilocaea oleaginat

Material Incidenciax Diámetroy

vegetal^ T5n° infecciones (°lo) mancha(mm)

Plnntón (Exp. 1) 15.9^ 86.0Plantón (Exp. 2) 13.8 84.0 I.I

Hoja (plantón) (Exp. 3) 9.9a IOOa 5.4a

Hoja (árbol-A) (Exp.3) 9.7a IOOa 4.6a

Hoja (árbol-M) (Exp. 3) 12.8b 93.3b 2.9b

Hoja (árbol-B) 15.6c 66.7c 0.9c

t Plantones completos u hojas separadas de olivo del cultivar 'Picual' se inocularon con una suspensión de conidios deS. oleagina, mediante pulverización o gota (3 gotas/hoja), respectivamente. Cada 3.5 días durante 4 semanas, se toma-ron muestras de hojas que fueron evaluadas con el método del hidróxido sódico.

u Se utilizaron plantones completos (Exp. 1 y Exp. 2) cultivados en invernadero durante 6 meses, hojas separadas de losplantones y hojas de tres edades (A = jóvenes, zona apical del ramo; M= edad intermedia; B= viejas, zona basal delramo) procedentes de olivos que no presentaban ataques de Repilo.

v Tiempo en días en que se detectaron el 50%r de las infecciones.x Porcentaje medio de infecciones detectadas a las 4 semanas de la inoculación.y Diámetro medio de las manchas detectadas a las 4 semanas de la inoculación.z Para cada columna, los valores de los distintos tipos de hojas seguidos de una letra común no difieren significativa-

mente (P = 0.05), según el test DMS protegido de Fisher (STEEL y TORRIE, 1985).

que se detectaron el 50% de las lesiones) fuede 15.9 días para el primer experimento y13.8 para el segundo (Cuadro 5). Las infec-ciones latentes se hicieron visibles, convir-tiéndose en lesiones con abundante esporula-ción, a partir de los 60 días de la inoculación.En el tercer experimento, con hojas separa-das procedentes de plantones y olivos, laevolución temporal de la detección de infec-ciones latentes fue similar a lo indicado ante-riormente, aunque más rápida (Figura 4B).Las hojas de plantones y las hojas jóvenes deolivo de campo presentaron un 60-63% de

incidencia a los 10 días, alcanzando el máxi-mo (próximo al 100%) a partir de los 14-17días; mientras que las hojas viejas del campomostraron una incidencia del 5,5°!° a los 10días, alcanzando el máximo (aproximada-mente 70%) a partir de los 28 días de la ino-culación. Las hojas de edad intermedia mos-traron tiempos de detección intermedios. Laslesiones latentes se hicieron visibles a partirde los 30 días de la inoculación. EI diámetromedio de las lesiones también mostró unincremento gradual con el tiempo; si bien,los diámetros de las lesiones de las hojas

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A. 7_ARCO..I. R. VIRUEGA, L. F. ROCA, A. TRAPFRO

3

6

7 8Figura 5. Lesiones latentes de Spilocoea uleu,^inu en hojas infectadas en campo, tras la aplicación de varios métodos

de detecci6n. I) Método de Enochs (1969). 2) Método de Tenerini y Loprieno (1960).31 Método de Myerz y Fry ( 1978). 4) Método del cloruro férrico. 5) Método del ugua oxigenada,

6) Método del "ParayuaP', 7) Método de tinción con rosa de bengala. SI Método de Preece (1959).

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 3007 24S

procedentes de plantones o de hojas jóvenesdel campo fueron similares y difirieron a suvez de los de las hojas intermedias y viejasprocedentes del campo (Cuadro 5).

5.- Comparación entre métodos dedetección

En la valoración cualitativa de los métodosde detección de infecciones latentes de S. nle-a^^ina, la mayoría de los métodos ensayadoslograron una buena clarificación de las hojasa excepción de la tinción con arul algodón enlactofenol, la tinción con rosa de bengala, ylos métodos del Paraquat, del agua oxigenaday del cloruro férrico. En algunos de los méto-dos la tinción logró poner de manifiesto clara-mente las infecciones latentes de S. oleagina,(Preece, Enochs, Bruzzese, agua oxigenada)aunque en ciertos casos, también aparecíanmanchas similares en zonas dañadas mecáni-camente o por el propio procedimiento (Pree-ce, cloruro férrico) e incluso en hojas noinfectadas (Gessler), o bien el número delesiones detectadas era inferior al de otrosmétodos (Shipton y Brown). En otros casos,el contraste entre la zona de infección y el

resto de la hoja no era fácilmente apreciable(tinción con azul algodón, Diener, Tenerini y

Loprieno, Myers, y tinción con rosa de ben-gala). El método del hidróxido potásico mos-tró resultados similares al del hidróxido sódi-

co. EI método del Paraquat originó manchas

en las hojas infectadas pero también en las

sanas, que derivaban hacia una necrosis de las

zonas afectadas.

Ninguno de los métodos evaluados cuan-titativamente en hojas de campo resultósuperior al del hidróxido sódico en la detec-ción de infecciones latentes (Figura 5). Losmás destacados en la detección de la inci-dencia de hojas infectadas y número delesiones fueron los métodos del hidróxidosódico, Tenerini y Loprieno, agua oxigena-da, Preece, hidróxido potásico y Shipton yBrown, aunque existió solapamiento conotros métodos (Cuadro 6). En las hojas ino-culadas sólo se evaluaron los métodos demejor resultado (hidróxido sódico, Teneriniy Loprieno, agua oxigenada, Preece yEnochs), pero no hubo diferencias signitica-tivas ni sobre el número de lesiones detecta-das ni sobre el tamaño de éstas (Cuadro 7).

Cuadro 6. Comparación de métudos de detección de infecciones latentes de Spilocaea aleagina en hojas infecta-das en campo°

NÚMERO DE LESIONES LATENTES`MÉTODO INCY. PEQ. MED. GRA. TOT.

BRUZESSE & H. 6.4^ ab 19.8 a I0.4 bcd 5.4 abc 35.6 ab

CLORURO-FE 7.0 abc 32.0 ab 14? cd R? bc 54.4 bcd

TENERINI & L. 9.0 d 59.0 bc 19.0 d 10.4 c RR.4 cdc

H,O, 7.2 abcd 1 15.8 c 7.0 abc 4.4 ab I 27.2 e

KOH 6.6 abc 94.6 c 5.4 ab 1.8 a IOLS de

NaOH 7.R bcd I 13.8 c 10.0 bcd 3.0 ab I 26.8 e

PREECE 8.4 cd 34.2 ab l3? bcd 2.8 ab 50.? abc

SHIPTON & B. 5.8 a 68.0 bc 16.4 d 2.6 ab 87.0 cde

ENOCHS S.A4 a 40.4 ab 9.2 bcd 2.2 ab S I.8 bcd

WHITE & B. 5.6 a IQ4 a 2.4 a 3.4 ab 16.2 u

v Hojas asintomáticas procedentes de una parcela experimental de la fincu "Alameda del Ohisp^i' (CIDA, Córdoha) yuepresentaba un severo utaque de Repilo.

x Pequeñas (PEQ., < I mm). Medianas (MED., I-3 mm), Grandes (GRA., > 3 mm)J, Totales =PEQ+MED+GRA.y tncidencia de hojas con infeccioneti latentes de Repilo (%).z Cada valor e^ media de 5 repeticiones de 20 hojas. Para csda columna, valores seguidos de letra común no difieren

significativamente (P=0.05) según el test DMS protegido de Fisher (STEEL y TORRIE. 1985). Para el análisis de lavarianr^a se realizaron las transformaciones Arcoseno (X/20)0^5 para lu incidencia y(X+0.5)°^s para lon contcos delesiunes.

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246 A. ZARCO, J. R. VIRUEGA, L. F. ROCA. A. TRAPERO

Cuadro 7. Comparación de métodos de detección de infecciones latentes de Spilocaea o[eagina en hojas de olivoinoculadasx

DÍAS DESDE NÚMERO DE DIÁMETRO DEINOCULACIÓN MÉTODO LESIONES/HOJA LESIONES (mm)

13 NaOH 0.7Y 0.07'

PREECE 0.4 0.04

TENERINI & L. 0.7 0.04

34 ENOCHS 2.9 3.66

NaOH 1.9 2.17

H,O2 2.1 3.21

x Hojas sanas del cultivar `Picual' se inocularon mediante deposición de gotas de una suspensión de conidios deS. oleagina (3 gotas/hoja).

y Cada valor es media de 10 repeticiones de 1 hoja. Para cada columna y cada tiempo, valores seguidos de una letracomún, o sin letra, no difieren significativamente, según el test DMS protegido de Fisher (STEEL y TORRIE, 1985).Para el análisis de la varianza se realizó la transformación Arcoseno (x/3)^^^s para el número de lesiones.

z Media de la suma de los diámetros de las lesiones de 10 hojas.

DISCUSIÓN

El método del hidróxido sódico (LoPRIE-No y TENERINt, 1959) ha sido usado en la

mayoría de los estudios sobre biología y epi-demiología del Repilo del olivo causado por

S. oleagina (D^ARMINI y RAGGI, 1966; GRA-

NITI, 1993; LAVtoLA, 1968; RAMOS, 1968;RENAUD, 196ó; SAAD y ÑIASRI, 197ó; SALER-

No, 1960). Debido a su sencillez y facilidad

de manejo sigue siendo ampliamente utiliza-do entre los técnicos de la Protección Vege-

tal (CIVANTOS y SÁNCHEZ, 1994), investiga-dores e incluso agricultores. A pesar de laenorme difusión del método, prácticamenteno existen estudios sobre aspectos esencialesdel mismo, como son la concentración, tem-peratura y tiempo de inmersión óptimo para

la detección de las infecciones latentes de S.oleagina, así como la influencia de factores

como la edad de la hoja o el estado de desa-

rrollo de la infección sobre la eficacia delmétOdO. LOPRIENO y TENERINI (1959) reCO-

mendaron usar una solución de NaOH (óKOH) al 5% y 50-60 °C, manteniendo las

hojas sumergidas durante 2-3 min. LABORDA

(1964) modificó ligeramente el método,

usando una concentración del 4% de NaOHy aplicación a temperatura ambiente. ALVA-RADO y BENITO (1975) establecieron unacorrelación entre el tiempo de inmersión de

las hojas y el estado de desarrollo de la infec-ción, señalando que si se prolonga dicho

tiempo hasta 25-35 min, se pueden detectarlesiones en las fases iniciales de desarrollo.

Según los resultados del presente estudio,parece que la concentración del 5% es la ade-cuada ya que concentraciones menores hansido menos eficaces y las superiores no se hanmostrado significativamente más ef7cientes enla detección de hojas infectadas ni en elnúmero de lesiones reveladas. Además, con-centraciones mayores disminuyen el contras-te de las lesiones sobre los tejidos de la hoja.No se obtuvo variación significativa de ladetección en el intervalo de temperatura de] 0-30 °C, aunque a 60 °C la detección fue sig-nificativamente peor. Este resultado concuer-da con el uso de la solución a temperaturaambiente propuesto por LABORDA (1964).

Los resultados del seguimiento de la apa-rición de manchas en las hojas durante 60min,indican que a los pocos minutos (< 5min) se detecta la gran mayoría de las infec-ciones latentes de S. oleagina. A partir de 45min el contraste disminuyó considerable-mente. En nuestro trabajo el tiempo estima-do por el modelo para detectaz el 95% de laslesiones fue de 20.7 min, con un intervalo depredicción de 15-30 min, por lo que se eligióel tiempo de inmersión de 30 min paza elresto de evaluaciones. No se ha encontradorelación entre la temperatura de la solución yel tiempo de inmersión de las hojas. Aunqueno ha sido objeto de este trabajo estudiar larelación entre la detección y el estado de

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007 ^47

desarrollo de las infecciones, nuestros resul-tados parecen indicar que no existe relacióndirecta entre el estado de desarrollo de lascolonias de S. oleagina en las hojas y la rapi-dez de aparición de las manchas correspon-dientes. La disponibilidad de un método deinoculación (LÓPEZ DoNCEL et al., 2000) hapermitido evaluar el tiempo mínimo necesa-rio para la detección de infecciones latentes,estableciéndose en 10 días desde la infec-ción, aunque tanto el momento de aparicióncomo la incidencia de las infecciones y eltamaño de las lesiones dependieron de laedad y tipo de hoja. Las hojas más jóvenesprocedentes de olivos, así como las hojas deplantones resultaron más susceptibles.

Son pocos los casos en que se han usado

métodos alternativos al de la sosa para ladetección de infecciones latentes de Repilo(ANTóN, 1988; GRANITI, 1962; 1965; TENERI-

NI y LOPRIENO, 196^; MILLER, 1949; SAAD y

MASR ► , 1978). En este trabajo se han evalua-do varios métodos usados en la detección deinfecciones latentes de otras enfermedades.Ninguno de los métodos evaluados ha mejo-rado sensiblemente los resultados respecto almétodo del hidróxido sódico. No obstante,algunos de ellos (Preece, Enochs, agua oxige-nada) pueden servir para contrastar resultadosdudosos obtenidos con dicho método.

AGRADECIMIENTOS

Nuestro agradecimiento a todos losmiembros del Grupo de Patología Agrofo-restal de la Universidad de Córdoba y, enespecial, a Paqui Luque por su excelenteayuda técnica. AI Dr. Miguel Pastor Muñoz-Cobo por su inestimable ayuda en los cam-pos experimentales. Este trabajo ha sidofinanciado con los proyectos de investiga-ción AGF93-0342 y AGL2004-7495.

ABSTRACT

Zntsco A.,1. R. Vuzuecn, L. F. Rocn, A. TaavEao. 2007. Detection of latent infectionscaused by Spilocaen oleagina in olive leaves. BnL San. t/eg. Pluga.+^, 33: 235-248.

Olive leaf spot caused by Spilncnea oleaRinn is widespread in olive growing regionsaround the world, causing premature leaf fall and yield decrease. Early detection of latentinfections is necessary to achieve an effective control, because of the long incubationperiod of the disease. In this research work, the NaOH method for detecting latent infec-tions, used in many studies about the biology and epidemiology of this pathogen, hasbeen optimized and compared with other detection methods. Detached leaves from oliveorchards of cultivar `Picual' showing high and low disease incidence, and healthy pottedolive plants of the same cultivar were used. [noculation of leaves and olive plants wascarried out by dripping or spraying them with a conidial suspension of the pathogen.Results showed that 5% NaOH solution was the best concen[ration to detect latent infeo-tions. No influence of the temperature was observed on detection from ]0 to 30 °C, alt-hough temperatures of 60 °C or above caused a decrease in the number of latent infec-tions due to the lack of contrast of the lesions. Immersion time of the leaves for detecting95% of the lesions was 2Q7 min. The period of time form infection up to detection of50% latent infections (T5^) was ]0 days. Maximum values for detection were reached at28 days. Young leaves were more susceptible and showed a shorter incubation periodthan older ones. None of the assayed detection methods enhanced the detection of latentinfections when compared with the NaOH method.

Key words: Cycloconium oleaginum, Olea europuea, sodium hydroxide.

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TERAPÉUTICA

Eficacia de los tratamientos mediante árboles-cebo contra laMosca del Olivo (Bactrocera oleae, Gmel; Tephritidae, Diptera)en la provincia de Jaén

M. RUI"I. TORRES, A. MONTIEL BUENO

Durante 2(x)4 y 2005 ^e ha Ilev^^do a cabo un ensayo cun objeto de valorar la etica-cia de una técnica de vatamiento (que hemos denominado árboles-cebo) cuntra lu moscadel olivo (Bc^ctrocern oleue Grnel.). Esta técnica consiste en crear un retículo de olivostratados con insecticida, proteína hidrolizable (utrayentc alimenticio) y ferumona sexualde moscx del olivo, rodeados de olivos no tratados, de tal manera que I.^ c.mtidad deárboles tratados es del 20°/n. Se han ensayudo variati materias activus: dimeto:uo, imida-cloprid y spinosad en 2004 y dimetou[o y tridortbn en 2005.

Los Iratamientos se realizaron cuunda los parímetrus publacianules de la musca, quese registraban semanalmente, alcanr.abun lot valores establecidos en el protucolo deactuación de la Campaña Nacional contra Bortrucera ulenn.

Se han probado diversas concentracioneti de insecticidas y de atrayentes, siendo estosúltimos más determinantes para obtener un control aceptuble dc la plaga.

En todoti los casos, la eticacia de esta técnica es similar a Iti obtenida con los trata-mientos cebo aéreos yue habituuimente se utilizan contra la mosca dcl olivo.

M. Ruiz Toaars. A MoNTie^ BuENO. Luborarorio de Producci6n y Sanidad Vegetal.Carretera de Córdoba s/n. Cerro de Los Lirios. 23(H)5 JAÉN.

Palabras clave: Bach•oceru oleae, árboles-cebo, Jimetoato, triclorf^ón, spinosad.imidscluprid, eficacia del tratamiento.

INTRODUCC[ÓN

La mosca del olivo (Bnctrocern olecie

Gmel.) es la principal plaga del olivar en

España (ALVARADO et al., 20O4; MONTIEL,

1 yó^, 1 y^► • ; MONTIEL y.tONES, 19H9; ÑiON-

TIEL y MORENO, 1983) y como tal, se dedi-

can gran cantidad de recursos para comba-

tirla. En nuestro país, la lucha contra la

mosca del olivo se ha realizado en base al

Programa de Mejora de la Calidad de la Pro-

ducción del Aceite de Oliva (Unión Euro-

pea, Ministerio de Agricultura y Comunida-

des Autónomas) y la forma de tratamiento

ha sido mayoritariamente mediante aplica-

ciones cebo aéreas, y en su caso, terrestres

en áreas de olivar con algún tipo de diticul-tad para las aplicaciones aéreas. En cual-quier caso, estas aplicaciones cebo se hacenpor bandas, alternando una franja tratadacon otra no tratada de triple anchura. EIinsecticida más empleado es el Dimetoato,sus[ituido en algunas zonas por alfa-ciper-metrina o deltametrina en aplicaciones-ceboaéreas (EscoLnNO, 2001; TORRELL et ul.,1997) y recientemente por una formulaciónespecítica del spinosad (Spintor ^^ Cebo) enalgunas zonas de Andalucía.

Una orografía complicada o el aislamien-to de masas olivareras, entre otras causas,pueden comprometer seriamente la eticaciade los tratamientos-cebo aéreos, por lo yue

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250 M. RUfZ TORRF.S. A. MONTIEL BUENO

Figura L a) Olivar de la Finca Caza(la (Martos, Jaén). b) Olivar de Buen^ Hija (Los Villares, Jaén).

se precisa disponer de otras técnicas de tra-tamiento que los sustituyan cuando ello seanecesario.

Con este estudio se pretende dar a cono-cer la eficacia de un nuevo método de controlde la mosca del olivo mediante el tratamien-to de árboles-cebo, creando un retículo deárboles tratados, rodeados de árboles no tra-tados. EI resultado es una red de árboles-cebo, de tal manera que se aplica el caldoinsecticida sólo a la quinta parte de los árbo-les de la plantación, a diferencia del parcheo,en que todos los árboles se rocían con elcaldo. Las materias activas que se recomien-dan en la mayoría de los Reglamentos deProducción Integrada de las ComunidadesAutónomas son el dimetoato y el triclorfón,por lo que se han ensayado estos insecticidasen el presente trabajo. Pero también se hanevaluado otras dos materias activas que en laactualidad no están autorizadas, imidaclo-prid y sinosad (este último con una autoriza-ción temporal en 2005 y 2006 en algunasComunidades Autónomas). Como cebos sehan utilizado una formulación con spiroque-tal (atrayente sexual) y proteínas hidroliza-das (atrayente alimenticio).

MATERIAL Y MÉTODOS

El presente estudio se ha llevado a caboentre los años 2004 y 2005 en dos localiza-ciones diferentes: una finca en Martos (Jaén)

denominada "Cazalla" en 2004 y otra de LosVillares (Jaén) denominada "Buena Hija" en2005.

Cazalla es un olivar con arbolado cente-nario (Figura I a), de variedad picual, enrégimen de secano, con los olivos dispuestosen tresbolillo, con unos 72 árboles por Ha.El manejo del suelo es mediante cubiertavegetal consolidada de gramíneas, ocupandola franja de camada en sentido perpendiculara una pendiente moderada. La cubierta vege-tal se controla mediante pases de desbroza-dota, y la franja donde se encuentran losárboles, se mantiene en no laboreo con con-trol químico.

Buena Hiia es un olivar con arbolado deunos 50 años aproximadamente (Figura 1 b),de variedad picual, en régimen de secano,con unos 72 árboles por Ha al tresbolillo. EImanejo del suelo es no laboreo, con algunosretazos de vegetación ruderal dispersa en lascamadas. El conjunto está compuesto devarias parcelas de diferentes propietarios,que manitiestan algunas pequeñas diferen-cias. Así, hay una parcela con un montón deestiércol de caballo en cada árbol. E1 restotiene bien marcados y limpios los ruedosbajo el árbol.

En la finca Cazalla se diferenciaron tresparcelas para tratamientos con tres diferentesinsecticidas: dimetoato, spinosad e imidaclo-prid. En la finca Buena Hija se diferenciarondos parcelas para tratamientos con dimetoato

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007

Figura 2 a) Placa amarilla con feromona. b) Mosquero de cristal transparente o vampa McPhail.

y triclorfón. En las dos localizaciones, el con-trol de la mosca en las parcelas adyacentes sellevó a cabo mediante tratamientos cebo aére-os, indicados por técnicos de ATRIAS y cuyasestaciones de seguimiento de la plaga seencontraban junto a las parcelas de ensayo,por lo que son comparables sus informacionescon las generadas en este estudio. Las parce-las delimitadas en cada tinca de ensayo hansido lo más homogéneas posible.

Para el seguimiento de la población demosca del olivo se ha seguido el protocoloestablecido en el Programa de Mejora de laCalidad de la Producción del Aceite deOliva. Así, en cada una de ellas se han defi-nido cinco subparcelas en las que se hansituado una placa amarilla (Figura 2a) engo-mada con una cápsula de 80 mg de spiroace-tal (feromona de la mosca del olivo) y unmosquero de cristal transparente (trampasMcPhail) con una solución de fosfato biamó-q ico al 4% (Figura 2b). Con ambos disposi-tivos de muestreo se lleva a cabo un segui-miento de la población adulta de la plaga,siendo revisados semanalmente. Para cono-cer el estado de la población larvaria, se hanrecogido diez aceitunas al azar alrededor deun olivo, en cuatro olivos (no tratados) porcada subparcela, lo que hace 200 frutos porparcela.

La decisión de tratar se tomó siguiendo elprotocolo de actuación del Programa deMejora, que define los siguientes umbrales

251

de decisión:Para la primera aplicación, el índice de

captura por trampa y día debe ser mayor a I,el número de hembras con huevos debe sermayor al 60% y debe aparecer la primeraaceit^ma co q puesta, o bien tener un índicede captura por trampa y día superior a 5 enlas trampas amarillas y más del 60% de hem-bras con huevos.

Para las siguientes aplicaciones, se con-templan dos posibilidades: yue haya captu-ras en las trampas McPhail, en cuyo caso elíndice de captura por trampa y día debe sersuperior a 1 y el porcentaje de aceituna conformas vivas superior a 1. La otra posibilidades que no haya capturas en las trampas McP-hail, entonces la decisión de tratar se tomacuando el índice de capturas por trampa y día(en trampas amarillas) es superior a 3 y haymás de un I% de aceituna con formas vivas.

El método de aplicación en árboles-ceboconsiste en crear un retículo de árboles trata-dos rodeados por árboles no tratados. EIcaldo insecticida contiene, aparte del insecti-cida, atrayente sexual (spiroquetal) y atra-yente alimenticio (proteína hidrolizable). EIresultado es una red de árboles-cebo, de talmanera que se aplica el caldo insecticidasólo en la quinta parte de los árboles de laplantación, a diferencia del parcheo, en quetodos los árboles se rocían con el caldo. Elesquema de tratamiento es el se muestra enla Figura 3.

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M. RUIZ TORRf;.S. A. MONTIEL BUENO

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Figum 3. Esquema de tratamiento. Los círculos blancos representan los árboles tratados,y los verdes los árboles no tratados.

La aplicación se realizó en UBV, con 500cc de caldo por árbol, distribuido por toda lacopa. Se trataron unos I 8-20 árboles por Ha.

Ti-atamiento en Cazalla. Hubo tres par-celas diferenciadas de tratamiento, con lassiguientes dositicaciones:

Parcela tratada con dimetoato. Dimetoato40%, I SO cc/Ha, proteína hidrolirada 36%,640 cc/Ha y spiroacetato 2%, 80 cc/Ha.

Parcela tratada con imidacloprid. Imida-cloprid 20%, 50 cc/Ha, proteína hidrolizada36%, 640 cc/Ha y spiroacetato 2%, 80cc/Ha.

Parcela tratada con spinosad. En esta par-cela se ha aplicado un producto que ya estáformulado con atrayentes (Spintor®Cebo) yspinosad 0.024°l0, por lo que el fabricantenos aconsejó no mezclarlo con proteínahidrolizada ni con feromona, y aplicarlo congota gruesa a una dosis de 1000 cc/Ha.

La cantidad de insecticida y atrayentespor árbol fue la resultante de dividir la dosispor Ha entre el número de árboles tratados.Se realizaron dos tratamientos: el primero el6/10/04 en las tres parcelas previstas (dime-toato e imidacloprid con 4 Has protegidas

cada uno, y spinosad con 3 Has protegidas) yel segundo el 25/]0/04 en las parcelas desti-nadas al dimetoato y spinosad, que eran lasque habían superado los umbrales de deci-sión, ambas con 3 Has protegidas.

En los olivares adyacentes se llevaron acabo dos tratamientos cebo aéreos.

Se mantuvieron los muestreos hasta el15/I 1/04, fecha en que se obtuvo un índicede madurez de 3.55, con lo que la aceituna seencontraba en el momento óptimo de reco-lección.

Posteriormente se hizo un aforo de cose-cha que arrojó el resultado de 6300 Kg/Haen la parcela tratada con imidacloprid, 5200Kg/Ha en la parcela con spinosad y 4800Kg/Ha en la parcela con dimetoato.

T_ratamiento en Buena Hiia. Se handiferenciado dos parcelas, una reservada aldimetoato y otra al triclorfón. Se halla en unaZona con una presión de ataque de moscatradicionalmente muy alta, que requierevarios tratamientos aéreos todos los años. Ennuestro ensayo han sido necesarios cuatrotratamientos, con las dosis que sigue

Primer tratamiento. Realizado el 24/8/O5.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2U1)7 '^?

Parcela tratada con dimetoato. Dimetoato40%, 38cc/Ha, proteína hidrolizada 36%o,160 cc/Ha y spiroacetato 2%, 20 cc/Ha.

Parcela tratada con spinosad. Triclorfón80%, 75 gr/Ha, proteína hidrolizada 36%,160 cc/Ha y spiroacetato 2%, 20 cc/Ha.

Segundo tratamiento. Realizado el 2/9/OS.Parcela tratada con dimetoato. Dimetoato

40%, I50 cc/Ha, proteína hidrolizada 36%,640 cc/Ha y spiroacetato 2%, 80 cc/Ha.

Parcela tratada con triclorfón. Triclorfón80%, 240 gr/Ha, proteína hidrolizada 36%,640 cc/Ha y spiroacetato 2%, 80 cc/Ha.

Tercer tratamiento. Realizado el 22/9/O5.Parcela tratada con dimetoato. Dimetoato

40%, 38 cc/Ha, proteína hidrolizada 36%,320 cc/Ha y spiroacetato 2%, 40 cc/Ha.

Parcela tratada con triclorfón. Triclorfón80%, 75 gr/Ha, proteína hidrolizada 36%,320 cc/Ha y spiroacetato 2%, 40 cc/Ha.

Cuarto tratamiento. Realizado el 4/10/O5.Las dosis fueron similares al anterior.En todos los tratamientos se protegieron 3

Has en cada parcela. En los olivares adya-centes se llevaron a cabo dos tratamientoscebo aéreos. Se mantuvieron los muestreoshasta el 7/1 I/O5, cuando se obtuvieron índi-ces de madurez de 3.70 y 4.72.

Posteriormente se hizo un aforo de cose-cha que ha arrojado la cantidad de 4100Kg/Ha en la parcela de triclorfón, y 2800Kg/Ha en la tratada con dimetoato.

Para comprobar si existe alguna diferen-cia en la proporción de aceituna picada entrelos árboles-cebo (tratados) y los árboles pro-tegidos (no tratados), se han ido recogiendofrutos de los árboles tratados en la mismacantidad y fechas en que se han Ilevado acabo las prospecciones de población, en lasparcelas tratadas con dimetoato y triclorfónen la tinca Buena Hija.

Para evaluar de alguna manera el posibleimpacto sobre la entomofauna auxiliar, se hantenido en cuenta también las capturas de cri-sópidos (Neuroptera) en las trampas McPhail.

Todos los resultados se han normalizadomediante la transformación de datos(x+l )^^'. Para comparar los índices de captu-ras por trampa y día y los índices de aceitu-

na con picada viva y picada total, se ha utili-zado el análisis de varianza, con la prueba decomparación múltiple de Scheffé, y la corre-lación de Pearson. También se han compara-do los resultados de capturas antes y despuésde cada tratamiento mediante un análisis devarianza de un factor.

RF,SULTADOS

Finca Cazalla, año 2004.Las capturas medias en mosqueros y

trampas cromotrópicas, a lo largo de todo elperíodo de ensayo, se muestra en el Cuadro1, donde también se recogen las capturas decrisópidos en mosqueros. La primera aplica-ción se Ilevó a cabo el 6/10/04 con los tresproductos y se repitió el 25/10/04 con eldimetoato y el spinosad, cuando se sobrepa-só el umbral de decisión en estas parcelas. AIcomparar los índices de captura por trampa ydía (Figura 4) a lo largo de todo el período,no se encuentran diferencias signiticutivasentre ninguna parcela con respecto a lastrampas McPhail (F=0.55; p<0.646); sinembargo, al considerar las capturas en placasamarillas, sí aparecen estas diferencius signi-ficativas (F=5.94; p<0.001), debido el fuerteincremento registrado en la parcela yue reco-ge la informacicín de los tratamientos aéreos,incremento que se hace estadísticamente sig-nificativo con respecto a las parcelas tratadascon imidacloprid y con spinosad (test deScheffé).

Hay una correlación alta y es[adística-mente significativa entre las capturas en lasdiferentes parcelas de árboles cebo conambos tipos de trampas. Al comparar las par-celas de árboles cebo con ambos tipos detrampas. AI comparar las parcelas tratadasmediante árboles cebo con las tratadasmediante aplicaciones aéreas, la correlaciónes alta con respecto a lus mosyueros e ine-xistente con respecto a las placas amarillas.

AI comparar las capturas tenidas antes ydespués del primer tratamiento, en la parce-la con dimetoato hay un descenso estadísti-camente significativo tanto en las capturascon trampas McPhail (F=7.79; p<0.02)

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254 M. RUI'I_ TORRES, A. MONTIEL BUENO

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. ?U07

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Figura 4. Distribución de las capturas de mosca del olivo (Bactrncera oleae) por trampa y día en la Finca Cazalla.durante la época de estudio. Los tratamientos se hicieron en la semana 41 (para los tres insecticidas ensayados)

y en la semana 44 (dimetoato y spinosad). Los tratamientos aéreos se hicieron en la semana 36 y en la 42.

como con las placas amarillas (F=13.18;p<0.006). En la parcela tratada con spinosad,el descenso producido en las trampas McP-hail no es significativo (F=4.11; <0.07),igual que ocurre con la parcela tratada con elimidacloprid (F=4.59; p<0.06). Sin embar-go, la disminución de capturas en placas cro-motrópicas sí es estadísticamente significati-va tanto en el caso del spinosad como del

imidacloprid (F=6.80; p<0.03 y F=7.85;p<0.02 respectivamente).

El segundo tratamiento se llevó a cabocuando estaban bajando las temperaturas yen los muestreos posteriores se encontraronfuertes descensos de capturas, tanto en lasparcelas tratadas como en aquella otra queno se trató (la del imidacloprid), por lo queno se puede discriminar entre el efecto del

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256 M. RU["L TORRFS, A. MONTIF.L BUENO

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Figura 5. Frecuencias relativas de aceimnas °picadas" por la Mosca del Olivo (Bacrrocera olec^e) en Cazalla (2004).

insecticida y el efecto de las bajas tempera-turas para explicar el descenso de capturas.

En el Cuadro I y la Figura 5 se presentalos porcentajes de fruto con picada viva ypicada total, comprobándose cómo en todoslos casos se encuentran porcentajes inferio-res u los ob[enidos con e] tratamiento aéreo,y siempre por debajo de los umbrales acep-tados en la aceituna de almazara, es decir,menos del 10% de fruto atacado. No hay

diferencias signiticativas entre las diferentesparcelas con tratamiento de árboles cebo, nide estas con la de tratamientos aéreos.

Comparando las frecuencias acumuladasde aceituna picada con las capturas acumula-das en cada momento (Figura 6), se com-prueba cómo el spinosad y el imidaclopridsiguen un patrón similar, mientras que eldimetoato parece seguir una tendencia deincrementar capturas y aceituna picada, que

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BOL. SAN. VEC. PLAGAS. 33. 2007 ?57

puede deberse a una mayor cantidad depoblación antes de las aplicaciones.

Las capturas de crisopas en los mosquerosno presentan diferencias significativas entreninguna parcela tratada mediante árbolescebo. Al comparar antes y después del primertratamiento, hay fuertes descensos estadística-mente signiticativos en las tres parcelas (dime-toato, F=21.45, p<0.002; spinosad, F=20.21,p<0.(^2; imidacloprid, F=5.74, p<0.04).

Finca Buena Hija, año 2U05.En el Cuadro 2 se presentan las capturati

medias de mosca en trampas McPhail y en

las placas amarillas y las capturas de criso-pas en trampas McPhail en las parcelassometidas a tratamiento con árboles cebo(dimetoato y triclorfón) y la sometida a tra-tamiento aéreo.

Al comparar los índices de captura portrampa y día a lo largo de todo el período(Figura 7), no se encuentran diferencias sig-niticativas ni entre las parcelas de árbolescebo, ni entre estas con la de tratamientosaéreos para las trampas McPhail (F=0.04;p<0.95) y para las trampas amarillati (F=2.76;p<0.07 ).

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25R M. RUIZ TORRES, A. MONTIEL BUENO

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007

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Figura 7. Distribución de las captur^s de mosca del olivo (Buctrncera oleue) por trampa y díaen la Finca Buena Hija (2005), durante la época de estudio.

La correlación es alta entre las parcelas dedimetoato y triclorfón. Sin embargo, entre laparcela de tratamientos aéreos y las dos deárboles cebo, esta correlación no se encuen-tra tan clara.

AI comparar las capturas de cada trampaentre antes y después de cada tratamiento deárboles cebo, obtenemos los siguientesresultados.

?59

Primer tratamiento. Se llevó a cabo el24/8/O5. En la parcela del dimetoato los des-censos son sólo signiticativos en las capturasde trampas McPhail (F=22.8, p<0.001;F=0.002, p<0.97 para las placas amarillas).En la parcela del triclorfón no hay descensossignificativos para las trampas McPhail yplacas amarillas (F=3.78, p<0.08 y F=0.82,p<0.29, respectivamente).

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260 M. RUIZ. T'ORRES, A. MONTIEL BUENO

Segundo tratamiento. Se llevó a cabo el2/9/O5. No hay descensos significativos en laparcela del dimetoato (F=0.21, p<0.65 paratrampas McPhail y F=2.51, p<0.15 para pla-cas amarillas) ni en la parcela del triclorfón(F=3.97, p<0.08 y F=3.12, p<0. I 1 para cadatrampa).

Tercer tratamiento. Se Ilevó a cabo el22/9/O5. En la parcela tratada con dimetoatohay descensos estadísticamente signiticati-vos entre las capturas de trampas McPhail yde placas amarillas (F=5.49, p<0.04 yF=13.47, p<0.006 respectivamente). En laparcela tratada con triclorfón, estos descen-sos significativos se producen solo en lascapturas de placas amarillas (F=2.63, p<0.14y F=93.82, p<0.000).

Cuarto tratamiento. Se llevó a cabo el4/10/O5. En ambas zonas sólo se encuentrandescensos signiticativos en las capturas conplacas amarillas (F=7.80, p<0.02 y F=17.42,p<0.003 para la parcela del dimetoato y deltriclorfón respectivamente). En las trampasMcPhail apenas se registran capturas en estaépoca del año.

En el Cuadro 2 y en la Figura 8 se mues-tran los porcentajes de aceituna con picadaviva y picada total, comprobando cómo nollega a superarse en ningún momento el 10°Iode aceituna picada. No hay diferencias signi-ficativas entre las distintas parcelas con tra-

tamiento de árboles cebo, ni de estas con lade tratamientos aéreos.

En esta finca se han recogido muestras deaceituna en árboles tratados, por si los atra-yentes utilizados en el tratamiento pudiesentener algún efecto sobre el porcentaje depicada en fruto. En el Cuadro 3 se presentanlos porcentajes de picada viva y picada totalen estos árboles. A1 comparar picada viva ypicada total entre árboles tratados y no trata-dos no se encuentran diferencias significati-vas ni en la parcela del dimetoato ni en la deltriclorfón (F=0.27; p<0.6 y F=1.71, p<0.20respectivamente para picada viva y F=1.1,p<0.29 y F=0.6, p<0.44 respectivamentepara picada total).

En la Figura 9 se representan las frecuen-cias acumuladas de aceituna con cualquiersíntoma de picada frente a las capturas acu-muladas en trampas McPhail y placas amari-Ilas en cada momento.

Se comprueba cómo en las parcelas trata-das con árboles cebo se sigue un patrón simi-lar, frente a la parcela sometida a tratamientoaéreo. Parece observarse mayor eficacia enesta última parcela, puesto que a mayor núme-ro de capturas en placas, no se corresponde uncrecimiento proporcional de aceituna picada.

Las capturas de crisopas en los mosquerosno presentan diferencias significativas entreninguna parcela tratada mediante árboles

Cuadro 3. Porcentaje de aceituna con formas vivas (Pic.viva) y de aceituna con picada total (Pic.total)en los árboles-cebo en la Finca Buena Hija. Los valores de los tratamientos aéreos corresponden a la zona

aplicación convencional.

Triclorfon

Picviva Pic.total

29-ago 0 0 0,5

llimetoato Aéreos

Pic.viva Pic.total Pic.viva Pic.total

5-sep (1 I 0

14-sep 0,5 2,5 2

19-sep 4,5 6 6

26-sep 5 7 3,9

3-oct 2,S 5 2,5

11►-oct 0,5 0,5 2,5

17-oct 3 5,5 2

24-oct 5,5 7,5 2,5

2-nov 7,5 9 1,5

0,5 0,5

3,S I

4 I,5

x z4,4 5

I

I,5

z,5

4

x7 6,5 x,5

9,S 6,5

5 4

9 3

1,5 3,5

7

5

3

4

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. ?007

ÍNDICE DE PICADA VIVA

q Triciclorfón

n Uimetoato

q Trat.aéreos

^0ócn^o0ó

^0óon3

N

^0á^

^0á^

^

^,0ñ.

^N

ÍNDICE DE PICADA TOTAL

óáu

7

^c

.^JJ<C

N

v,0^w

O`N

óá►^

^•á►^N

^•

óM

^,cUO

O

q

Ll

^0

ó7N

.--. r i

^0

ó•N

0C

Ñ

Figura 8. Porcemaje de aceitunas "picadas" por la Mosca del Olivo (Bc^r^rocera oleue) en la Fínca Buena Hija (2(x)5).

cebo. AI comparar antes y después en cadauno de los tratamientos, no hay diferenciassignificativas en la parcela tratada con dime-toato. En cambio, en la parcela del triclorfónhay un descenso significativo en el segundo(F=106.8, p<0.000).

DISCUSIÓN

Los resultados llevan a considerar queeste tipo de tratamiento mediante árboles

cebo, empleando insecticida, atrayente ali-menticio y sexual, pueden rebajar los pará-metros de población de la mosca del olivo aunos niveles similares a los yue yuedan traslas aplicaciones cebo aéreas convencionales.Estos resultados son concordantes con otrastécnicas de aplicación, como el parcheo(Rutz ToRaes c t ul.. 2004).

La Finca Cazalla se encuentra cerca delámbito de intluencia de una rona de la Sie-rra Sur, donde la presión de ataque de mosca

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262 M. RUIZ TORRES. A. MONT[EL BUENO

MOSQUEROS

iao

120t

100

80

60

40

20

Triclorfón

E- Dimetoatd

Aéreos

0 5 10 i5

N° ind/trampa ,y día

20 25

TRAMPAS AMARILLAS

0 10 ?0 30 40 50

N° ind/trampa y día

60 xo

30

90

Figura 9. Relación entre las frecuencias acumuladas de las aceitunas picadas y las capturas de Mosca del Olivo (Bac-trocera oleae) por tratnpa y día en Finca Buena Hija (2005).

es muy alta, superando los umbrales de deci-sión de intervenir con mucha facilidad. Peroeste carácter endémico de la plaga no es tanevidente en Cazalla. En estas circunstancias,los tres insecticidas empleados con estemétodo lograron mantener la población demosca bajo los umbrales de intervenciónentre tratamientos, con una eficacia similar alos tratamientos aéreos e igual número deaplicaciones.

La Finca Buena Hija, sin embargo, seencuentra inmersa en las zonas de la SierraSur donde la plaga adquiere el carácter deendémica, con una presión a ataque muyalta, tanto en la generación de verano comoen la de otoño. En estas circunstancias, elmétodo de árboles cebo también parecehaber mantenido los niveles de poblaciónpor debajo de los niveles del umbral de deci-sión de intervención, pero ha sido necesario

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2(Nl7

mayor número de tratamientos que en elcaso de los tratamientos aéreos. En cualquiercaso,la proporción de aceituna afectada porla mosca, definitiva desde un punto de vistaeconómico, se encuentra en niveles similarescon ambos tipos de tratamientos.

La experiencia en Buena Hija, sujeta aunos niveles de población muy altos, tam-bién ha servido para ajustar mejor las dosispor árbol. En Cazalla y en el segundo trata-miento en Buena Hija, la dosis por árbol delos tres componentes (insecticida, atrayentealimenticio y feromona) era la que resultabade repartir toda la materia activa que corres-pondería por Ha entre los árboles tratados.En el caso de Cazalla, esta dosis ha dadobuenos resultados siempre. En el caso deBuena Hija, no aparecen diferencias signifi-cativas entre antes y después de la aplica-ción, pero puede deberse, aparte de la etica-cia del tratamiento, a que previamente losparámetros de la población se encontraban aunos niveles más bajos como efecto de unprimer tratamiento realizado el 24/8/O5. EnBuena Hija se probó una dosificación con-sistente en aplicar en cada árbol cebo la dosisque correspondía al dividir la materia activaque corresponde por Ha entre todos los árbo-les de dicha Ha. En este caso, los resultadosno fueron aceptables, la población no llegó acontenerse y forzó un tratamiento posterior.

Posteriormente, el tercer y cuarto trata-miento en Buena Hija, con la dosis de insec-ticida baja (correspondiente al primer trata-miento) y la del atrayente alimenticio y fero-monas más altas, se han manifestado con losmejores resultados. La clave del éxito deltratamiento mediante árboles cebo pareceestar, apar[e de no demorar la aplicación encuanto se sobrepasan los umbrales de inter-vención, en dosificar una cantidad suticientede atrayentes alimenticios y sexuales, y notanto en la cantidad de insecticida.

Con respecto a los diferentes insecticidasempleados, todos han resultado eficaces enel control de la población de adultos, almenos en aquellos tratamientos con las dosisque han funcionado bien. EI spinosad hademostrado su efectividad como insecticida

en tratamientos cebo frente a diversas espe-

cies de Tephritidae (BuRNS et ul., 2001;COLLIER y STFENWYK, 2003; RU17_ TORRES Ct

a/., 2004; STARK e t ul., 2004; VARGAS et nl.,

2001) y de nuevo se continna esta eficaciu.EI imidacloprid fue ensayado con éxito con-

tra Bactrocera nleae (Rul7. ToRRES et al.,

2004) en otro tipo de aplicación cebo, y de

nuevo muestra una eficacia similar al dime-toato.

Tanto el spinosad como el imidacloprid

podrían ser buenos sustitutos del dimetoato

en términos de eficacia. Sin embargo, semantienen ciertas reservas por su posible

fuerte impacto sobre la entomofauna auxi-liar. Con respecto al spinosad, WILLIAMS e!

nL (2003) realizan una revisión de estudios y

ensayos sobre la toxicidad de este insectici-

da sobre depredadores y parásitos, y Ilegan a

la conclusión que el comportamiento del spi-

nosad es muy diferente dependiendo delgrupo trótico considerado, con fuerte impac-

to sobre taxones de parásitos y mayor selec-

tividad frente a depredadores. Ruiz y Mon-

tiel (estudio inédito), encuentran un impacto

del Spintor ^^ Cebo sobre la entomofauna delolivar, en términos parecidos al tratamiento

cebo aéreo del dimetoato.

El imidacloprid se considera con cautelafrente a los insectos auxiliares. JACas yGóMEZ (2002) en cítricos, recomiendan limi-tar el uso del imidacloprid a la aplicacióncomo pintura o en irrigación, para minimizarel efecto nocivo sobre fauna auxiliar. ARAYAet al. (2004) y ZuAZÚA et u/. (2000, 2003)realizan estudios de toxicidad sohre Aplri-dius er^^i (Hymenoptera: Aphidiidae) yencuentran que el imidacloprid es menostóxico que el spinosad. WILUAMS 111 et ul.(2003) en un estudio sobre el efecto sobre elcultivo de algodón, encuentran que Anaphesiole (Hymenopera: Mymaridae), especiemuy apropiada para sueltas masivas, tardamucho menos en recuperarse tras aplicacio-nes de imidacloprid que con aplicaciones despinosad. HuERTA et aL(2004) en un ensayode toxicidad en laboratorio, encuentran unaelevada mortandad de adultos de Chr^•soper-la carnea yue han ingerido imidacloprid

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?6d M. RUI"L TORRES. A. MONTIEL BUENO

disuelto en agua y de larvas de esta especie CONCLUSIONESyue se han alimentado de larvas de Spoclop-teru littorulis contaminadas con este insec-ticida.

Con respecto al resultado final. es decir, laaceituna afectada por la mosca, parece queen las parcelas tratadas con dimetoato seencuentran mayores porcentajes, aunyueestas diferencias nunca son estadísticamentesignificativas.

Las crisopas se han considerado, no comoun depredador que incida directamente sobrela mosca, sino como referente de la entomo-fauna auxiliar a q ivel general (STeLZL yDEVETAK, 1999). En la Finca Ca^alla, seencontró un descenso generalizado de captu-ras con los tres insecticidas. Sin embargo, enBuena Hija no se encontró este descenso demanera tan clara, si bien es cierto que lascapturas de estos neurópteros durante todo elperíodo fue mucho menor que en Cazalla.Teóricamente, por el diseño del tratamiento,en que sólo se rocían con insecticida el 20-25°I^ del arbolado, el impacto ambiental debeser menor que en los tratamientos cebo aére-os, en los que se rocía con insecticida el 25^Iode la superficie (que no el arbolado solamen-te) en condiciones ideales, a lo yue hay queañadir la deriva y el mal trazado de las ban-das yue suele darse con cierta frecuencia.Por ello sería recomendable abordar el temadel impacto sobre la entomofauna auxiliar enotros estudios.

ABSTRACT

Se ha puesto de relieve la eticacia del tra-tamiento mediante árboles-cebo contra lamosca del olivo (Buctrncera ulene). Esco-giendo el momento propicio para llevar acabo la aplícación, la eficacia en el controlde la plaga es similar al obtenido con los tra-tamientos cebo aéreos convencionales, porlo que puede considerarse como una alterna-tiva a los mismos, con un impacto ambientalmínimo, puesto yue solo se tratan el 20-25%0de los árboles.

El spinosad, el imidacloprid y el triclor-fón son tan efectivos contra la mosca delolivo, como el dimetoato, insecticida mayo-ritariamente empleado en los tratamientoshabituales.

AGRADECIMIENTOS

La empresa Bayer Crop Science facilitó elimidacloprid (Confidor ^^ ) y Dow Chemicalel spinosad (Spintor®Cebo). Alfonso LuyueGarrido y Juan Manuel Ortiz Araque, técni-cos de ATRIA de Martos y Los Villares res-pectivamente, ayudaron inestimablementeen la búsyueda de las parcelas apropiadaspara la experiencia, y Juan Ramón Barragány Juan Carlos Serrano, técnicos del Labora-torio de Producción y Sanidad Vegetal deJaén, ayudaron en todos los trabajos decampo y laboratorio.

Rutz T^^kaFS, M., A. MoNTitsL BueNO. 2007. Eftic^cy of treatments with tree-baitagainst olive fruit Fly (Buctroceru olene Gmel.; Diptera: Tephritidae) in province of Jaén(Spainl. Bol. Scu^. t/i-g. Plci^+^^.c. 33: 249-265.

We have studied a treaunent again,t olive fruit Fly (Br^cn•acerr^ oleue) with tree-

bait. Method consist in an application of insecticide, protein (foud bait) and phero-mone in olive tree, around of other tree without applications. In this method, olive treetreatments are only 20-'_5%^ of tutal. Insecticide applied was dimethoate, spinosed andimidacloprid.

Treatments are doing when pupulatiun levels of olive fruit tly exceeded a applicationthreshold. Population levels are measured with McPhail traps (with food bait) and withyellow sticky traps (with sexual pheromone).

Treatment against olive fruit tly with tree-bait was applied in 2(X)4 and 2005. In ^IIyeurs, pest was controlled under limits accepted in oil extraction factories. This methodwith trec-bait is a good alternative for aerials bait treutmentx.

Key wurds: tree-buit, olive fruit Fly, spinosad, dimed^oa[e, imidacloprid.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 3?. ?O(17

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(Recepriún: 9 diriembre 20Otí)(Aceptacibn: 23 enero ZO07)

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Bol. Sun. Ue^. Plaga.c, 33: 267-284, 2007

Efecto de los tratamientos-cebo aéreos con spinosad contraMosca del Olivo (Bactrocera oleae, Gmel.; Diptera: Tephritidae)sobre la entomofauna del olivar en la provincia de Jaén

M. RUIZ TORRES, A. MONTIEL BUENO

Durante 2003 y 2(>04 se realizaron experiencias de tratamientos cebo uéreos cun ,pi-nosad y dimetoato contra la Mosca del Olivo (Buctroceru oleae) en dos r.onas runtinuusde 500 Has cada una, en los términos municipales de Martos (2(K)3) y Torredelcampo(20041 de la provincia de Jaén. Paru conocer el impacto sobre la entomofauna, se Ileva-ron a cabo muestreos en lati zonas tratadas utilizando trampas de caída (pit-fall ) con cer-vera, ácido láctico y acético como atrayentes, colocadas en el suelo bujo la copa delolivo, y placas engomadas amarillas y azules colocadas entre el follaje de los olivos. Encada zona se diferenciaron las bandas tratadati y las bandas protegidati, nu tratadati, udya-centes a estas. Las épocas de muestreo fueron: previo al tratamiento (T-01. justo despuésdel tratamiento (T+o) y a los 13 días (en 20031 0 19 días (en 2004) del tratamiento. Lascapturas obtenidas en las trampas se han clasificadu a nivel de Familia y se han diferen-ciado grupos trcíficos.

En la parcela tratada con spinosad, se encuentran impactos sohre taxones depreda-dores y unu disminución signiticativa de algunos parásitos. AI comparar la tendencia dela parcela tratada con spinosad, con la tendencia de la parcela tratada con dimetoato, nupueden establecerse conclu^iones detinitivas porque los dos años se han comportado demanera diferente y porque las capturas exiguas de muchos taxones impiden afirmar conrotundidad yue los descensos se deban al efecto de los insecticidas y no .^ cualyuier otroefecto ambieniaL En cualyuier caso, se constata yue el spinosad produce perturbacionexen la comunidad de artrópodos del olivo.

M. RUIZ TORRES, A. MOrtTIEL BUENO. Labo[a[orio de ProdUCCicín y Sanidad Vegetal.Carre[era de Córdoba s/n. Cerro de Los Lirios. 23(x)5 JAÉN.

Palabras clave: Bactrocera oleae, spinosad, dimetoato, impacto, depredadores,parásitos.

INTRODUCCIÓN

Las actuaciones contra la Mosca del Olivo(Bactrocera oleae) en España se basan,mayoritariamente, en aplicaciones ceboadulticidas con proteína hidrolizablemediante tratamientos aéreos o terrestres(ALVnRn^o et al., 2004) que son coordina-dos dentro del Programa de Mejora de laCalidad de la Producción del Aceite deOliva.

EI dimetoato es con diferencia el insecti-cida más empleado en estos tratamientos,sustituido en algunas zonas por alfa-ciper-metrina o deltametrina en aplicaciones-ceboaéreas (EscoLa,NO, 2001; ToRRELL et c,/.,1997). En olivar ecológico se emplean dife-rentes formas de trampeo masivo (ALVARA^oet al., 2004; CaBaLLERO, 2001), con escasoéxito hasta ahora, o aplicaciones-cebo aéreascon una mezcla de piretrinas naturales yrotenona.

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?6^i M. RUIZ'1'ORRES. f\. MONTIEI. BUENO

Por otro lado, el impacto sobre la entomo-fauna auxiliar de los tratamientos con dimeto-ato (EscouaNO, 2001; Rulz Y MoNrIEr., 2(>02;Rulz y Muwoz-Coso, 1997) y la necesidad deencontrar insecticidas compatibles con loscriterios de agricultura ecológica, indujo a ini-ciar experiencias en España sobre la eficaciadel spinosad, un insecticida biológico, contrala Mosca del Olivo (Rulz et n/., 2004), si bienya se está empleando en tratamientos ceboaéreos contra dicha plaga en California, USA(Co^r_IER y STEENwvK, 2003).

El spinosad es un insecticida biológico con

actividad por ingestión y contacto, de nueva

generación, de los denominados "naturalitos"

(VIÑUEUn, 1996), derivado de dos toxinas

(spinosin a y spinosin d) producidas por un

hongo actinomiceto de suelo (Succhuiopol^^s-

poru spinosa). Es un insecticida con carácter

neurotóxico, basado en la excitación y poste-

rior bloqueo de los receptores nicotínicos de

la acetilcolina, con un efecto sobre la función

de recepcibn del GABA (THOMPSON et ^il.,

1999). Ha demostrado su efectividad como

insecticida en tratamientos cebo frente a

diversas especies de Tephritidae (BuRNS et nL.

^^^1; COLLIER y STEENWYK, ^^O3; STARK et

a/., 2004; VARCAS et crl., 2001). Por su origen

natw^al y su tipo de acción, catalogada como

selectiva, se han evaluado sus posibilidades enprogramas de manejo integrado de plagas en

al^unos cultivos, llegando a recomendarse su

empleo como insecticida de bajo impacto

(ELZEN, 2001; GALVAN, 2OOS; LUDW[G y OET-

TWG, ZOOI; MICHAUD, 2OO_i: MUSSER y SHEL-

ToN, 2003; VARCAS et ul., 2001). Sin embar-

go, otros estudios desaconsejan este uso, lle-gando a hacerlo similar a insecticidas de sín-

tesis como el clorpirifos (CISNEROS et nl.,

2002; MENDEZ et al., 2002) y algunos pire-

troides (Now,aK et cil., 2001) en cuanto al

grado de toxicidad frente a insectos auxilia-

res. Esta disparidad de criterios puede deber-

se al diferente efecto que produce dependien-

do de las especies y^rupos tóxicos considera-

dos (Wl^^iaMS et nl., 2003). Es revelador el

trahaj0 de TILLMAN y MULROONEY (Zn^^) en

el cual se pone de manitiesto cómo en ensa-yos de laboratorio el spinosad es altamente

tóxico para una especie, y sin embargo en elcampo no lo es debido al comportamiento dedicha especie, que le evita la exposición delinsecticida.

El interés del spinosad contra la moscadel olivo estriba en su posibilidad de empleoen agricultura ecológica, lo cual esta siendoconsiderado en Estados Unidos (OMRI,2002). Sin embargo, en Europa, el Regla-mento Comunitario 2092/91, en su Anexo IIB, establece los criterios para autorizar uninsecticida en agricultura ecológica, y estosno los cumple completamente el spinosad.

Con todo, durante los años 2003 y 2004,el Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta deAndalucía autorizó en las provincias de Cór-doba, Jaén, Málaga y Sevilla, tratamientoscebo aéreos con spinosad contra la Moscadel Olivo, dentro del Programa de Control dedicha plaga, a fin de evaluar su eficacia. En2005, el spinosad, en su formulación paratratamientos cebo (Spintor® Cebo), ha teni-do una ampliación de registro especial parael empleo en olivar, y por ello se ha autori-zado el uso del spinosad en tratamientoscebo aéreos contra la mosca del olivo enAndalucía dentro del Programa de Mejora dela Calidad del Aceite.

En España se han realizado algunas expe-riencias de laboratorio sobre la toxicidad delspinosad contra insectos auxiliares (BuDla eta/., ZOOO: SCHNEIDER el Lli., ZOOQ ZOO3),pero no se han Ilevado a cabo evaluacionesde campo. Así, en el ámbito de los trata-mientos experimentales de 2003 y 2004 seIlevb a cabo una valoración del impacto deestos tratamientos sobre la entomofauna delolivar en la provincia de Jaén, cuyos resulta-dos se presentan en este trabajo.

MATERIAL Y MÉTODOS

EI impacto sobre la entomofauna del oli-var se ha valorado tanto en las zonas trata-das con el spinosad como en aquellas otrasadyacentes tratadas con dimetoato, paraque pueda servir de referencia al primero,puesto que es el insecticida más empleadoen el olivar.

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BOL. SAN. VF.G. PLAGAS. 33. 2O(17

Figura I. Tratamiento cebo aéreo.

Se escogieron dos ronas de tratamientoaéreo de 500 Has, colindantes, una para dime-toato y otra para spinosad. En cada año (2003y 2004), dichas ronas han sido diferentes.

Las localidades escogidas han sido:Zona Olivos Centenarios, en el término

municipal de Martos (Jaén). Están encuadra-dos en la Campiña del Sur de Jaén. Se tratade cultivos con arbolado muy viejo, con unmarco de plantación de I Sx I S m y ausenciacasi completa de discontinuidades ambienta-les ajenas al cultivo. La zona de muestreo delspinosad es un olivar con las característicasmencionadas, sin cobertura herbácea ymanejo de suelo con laboreo. Ruedo conabundante hojarasca y riego por inundación.La parcela de muestreo del dimetoato alber-gaba cierta presencia herbácea en las cama-das (inferior al 20^7^, y con plantas peque-ñas). Siega química de las malas hierbas yriego por goteo. EI tratamiento aéreo en estazona se Ilevó a cabo en 2003.

?6^)

Campiña Torredelcampo, en el términumunicipal de Torredelcampo (Jaén). Estánencuadrados en la Campiria Sur de Jaén. Laparcela de muestrco del spinosad es un culti-vo con arbolado centenario, marco de plan-tación de I 2x I 2 rY^. No tiene cohertura her-bácea y manejo de suelo con labor y siegaquímica en ruedos del olivo. La parcela demuestreo del dimetoato es un olivar de simi-lares características del anterior, pero ron unmarco de plantación rnás estrecho y arbola-do más joven. EI tratamiento aéreo en estazona se Ilevó a cabo en 2004.

En todas las zonas mencionadas estabaninstaladas las Estaciones de Control previs-tas en la Red Dacus de control de la Moscadel Olivo y los tratamientos se realizaroncuando se superaron los mnbrales de pobla-ción de mosca previstos.

EI tratamiento cebo aéreo (Figura I) rea-lizado consistía en aplicaciones en bandas de25 m(bandas tratadas) separadas por tm

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270 M. RUI"l.'1'ORRf;S, A. MONTIEL BUENO

e^y^

Figura 2. a) Trampa de caída, o"pit-fall". b) Trampa amarilla. c) Trampa azul.

espacio de 75 m(bandas protegidas) sin tra-tar. En el caso del dimetoato se emplearon 20litros de caldo por Ha, con una composiciónde 500 cc de dimeotato 40% y 500 gr de pro-teína hidrolizable como atrayente, y el restoagua. En las zonas tratadas con spinosad, elcaldo Ilevaba 5 litros/Ha de un formuladodenominado SpintoroCebo, que Ileva incor-porados una serie de atrayentes alimenticiosy una concentración de 0.024% de spinosad.

Para valorar el impacto de las aplicacio-

nes sobre la entomofauna, se ha muestreadola comunidad de artrópodos viva con elsiguiente esquema de trampeo: en un mismo

árbol se han situado una trampa de caída,consistente en un vaso de plástico blanco

(Figura 2 a), de 7 cm de diámetro y coloca-do a ras de suelo con un líquido atrayente

compuesto por 25 cc de ácido acético, 25 deácido láctico y 15 cc de formaldehído al 10%en 1000 cc de cerveza (CHEkix y BoUKNE,

1980; GONZÁLE'L MOLINÉ, 1987), una placaamarilla pegajosa (Figura 2 b) colocada entre

el follaje del árbol, a unos 170 cm de altura

en orientación S-SO y otra placa azul (Figu-ra 2 c) pegajosa en el extremo opuesto, paraevitar que intertiriesen una con otra.

Este sistema de muestreo se ha empleadoen anteriores estudios sobre entomofauna delolivar (Rufz y MONTfEL, 2000, 2001).

Las trampas deberían haber estado colo-cadas cuarenta y ocho horas, pero en algunasocasiones no ha sido posible respetar esetiempo y se retiraron al día o a los cuatro díasde su colocación por lo que se ha trabajadocon índices de capturas por día.

EI análisis de la información aportada porlas trampas se ha llevado a cabo de manera

conjunta, es decir, uniendo las capturas delos tres tipos de trampas en un mismo árbol,a fin de intentar contrarrestar el escasonúmero de individuos obtenido por causasclimáticas.

En cada zona de aplicación (spinosad ydimetoato) se ha muestreado en la banda tra-tada y en la banda protegida, distando cadabatería de trampas unos 50 metros. En cadabanda se han colocado estos dispositivos demuestreo en cuatro (en 2003) y en cinco árbo-les consecutivos (2004), tras comprobar pre-viamente la cantidad mínima necesariamediante las frecuencias acumuladas de apa-rición de nuevos taxones (MA^urtanN, 1989).

Las capturas fueron analizadas a nivel deFamilia en la mayoría de las ocasiones. Tam-bién se han clasificado los individuos, cuan-do ha sido posible, en categorías tróficas yuetienen incidencia directa para la práctica dela agricultura: depredadores, parásitos, fitó-fagos y detritívoros. En el caso de Dípteros,Lepidópteros y algunos Himenópteros, lacondición trófica escogida ha sido la de susestadíos preimaginales.

Secuencia de muestreo:En Jaén y en 2003 entre 6-8 de octubre se

hizo muestreo previo al tratamiento (T-2). Eltratamiento se llevó a cabo el 10 de octubree inmediatamente después se hizo otromuestreo (] 0-14 octubre; T+0). Posterior-mente, se hizo otro muestreo el 23-27 deoctubre (T+13).

En Jaén y en 2004 entre 4-5 de octubre sehace el primer muestreo (T-1). El tratamien-to se efectuó el 6 de octubre y entre el 7-8 deoctubre se hizo el muestreo T+1, y otro pos-terior entre 21-25 de octubre (T+19).

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. ?007 ?71

Para la comparación cuantitativa de resul-tados se ha empleado el ANOVA, previa nor-

malización de los mismos mediante la trans-formación de datos (x+l)I^'-. En el caso de

comparaciones entre parcelas tratadas y par-celas protegidas, justo después de las aplica-

ciones, se han usado las capturas obtenidasprevias al tratamiento como covariable

(ANCOVA). Para el análisis estadístico se ha

utilizado el programa estadístico SPSS 11.5

(FERRANZ, 1996).Para comparar la composición cualitativa

de la comunidad muestreada se ha empleadoel test de homogeneidad de la chi cuadrado.

R1H'.SUI,TADOS

Año 2003.Spinosad.En el Cuadro I se presentan las capturas

medias y la signiticación estadística de las

diversas comparaciones realizadas. AI tener encuenta el número total de capturas, aparecendescensos signiticativos del número de indivi-duos capturados comparando el momento pre-vio al muestreo con el inmediatamente poste-rior y con los trece días de la aplicacicín.

Con respecto de los grupos tróficos, alcomparar las capturas tenidas antes de laaplicación con las inmediatamente posterio-res y con las logradas a los trece días del tra-tamiento, se encuentran descensos de efecti-vos estadísticamente significativos entre losdepredadores, parásitos y trtófagos.

A1 comparar las capturas de taxones entreantes y después del tratamiento, hay descen-sos signiticativos de efectivos en Dnlicopo-didae y Tripetidae (Diptera), Formicidcre yBetilordeu (Himenoptera) y aumentos en losNitidulidne (Coleoptera).

A1 comparar las capturas entre antes deltratamiento y trece días después del mismo,

Cuadro I. Capturas medias ( en n" individuos por trampa y día) para el conjunto de dispositivos de muestreo en2003, en las parcelas con tratamiento de spinosad ( SPI), en las bandas tratadas (T) y las bandas prote^idas INT)

y para cada momento de muestreo T-2, T+0 y T+13. Dentro de cada fila, las casillas con la misma letrapresentan diferencias significativas.

21103 SPIIT-21SPI(T+o) SPIf"I'+131

.1,NT T N'T

Grillidae 0.33 U.06 O.U6

Dermaptera 0.06

Embiidae 0,67^•d 0,31 Q31 0.19^ 0.13^

Cicadclidae Q33 0.50 0.8I 0?S

Afidae 0,33 0,94 0,94 OSO 0.3 I

Isidae O.U6 0.06

Psyllidae 0,17 0,13

Pentigidae b,31 0.19

Homoptera ind. 0.83:^.n.^.a 0.06^^ 0.06n ()` Oa

Tisanoptera ind. 0,67 1,56 I,50 0,44

Psocoptera ind. 20.67 0,63 0.3 I

Miridae 0,33

Crisopidae I .83^.a I .tx) 1,13 0,38^' 0,31^

Neuroptera ind. 0,17

Drosophilidae 2,67 2,81 2.94 ?.-1^l ^,d4

Micetophilidae 0,17^•^'•a 119^ 0.56 2, I 3^^ 3.06^

Escatopsidae 0,17 0.13

Cloropidue 0,33 0,06e O,Sr 0,13

Foridae I ,33 1,81 1,75 O.RB I ,UO

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272 M. RUIZ TORRES. A. MONTIEL BL1EN0

Cuadro I(Continuarión). Capturas medias ( en n" individuos por trampa y díal para el con,junto de dispositivosde muestreo en 20113, en las parcelas con tratamiento de spinosad (SPI), en las bandas tratadas (T) y las bandas

prote^idas ( N"1'1 y para cada momento de muestreo T-2, T+11 y T+13. Dentro de cada fila, las casillas con lamisma letra presentan diferencias significativas.

2U03 SPIIT-2)SPI('1'+0) SP[(T+13)

T NT T NT

Tripetidae 7.33;,.n.^^.d 0.3ti° 0.25h 0.06^ 0.25^

Sirfidae 0.50 1.13 0.38 1,63 1,13

Empididae Oh 0.38 0.75h 0,50 0,38

Psico^i^ae 0^-h 0,31 ^^ 0,25h

Qnirunomidae 0,06 0,19

Calliphoridae 2,67 1,31 5.13 4,19

Doliropodidae I ,83h.,.d I.UO 0.19h 0^ Od

Cecidomidae Oh 0^ 0.38h ^

Heleomycidae 0,06

Asilidae 0,06

Sepsidae 1,17 0,06 0.06

Nemt^tocera ind. 0,33"^^'^^^ 1,75'^ 1,13 2,69^ 2,13^i

Brachycera ind. 2h^^ 3,94 5,56h 4,31 6^

Carubidae 0.17 0,06 0.06 0.13

Tenebriunidae 0^^ 019^^^' Oe

Elateridae 0,06

Anthici^ae 0,17

Lucanidae Q17 Q,06 0,06

Staphilinidae 0,67 0.3R 0,19 0.50 0,31

Nitidulidae 0,33^•n 1,75° 1,25h 0.13 OA6

Coccinelidae 0^^ 0,31^ 0,19

Crisomelidae 0,06

Coleoptera ind. O,S^^h^^^^^ 0,13^ Oh 0,06^ 0,06^^

Formicidae 6,83^^n^^^^ 2,19° 1.75h 1,19^' 0,31^

Proctotrupoidea 0.06 0.06 0.06

Icneumonidae I^^^ 0,50 0,50 0^' 0.06^

Bruconidae 0,67^'-^^ 0,3á 0.50 Oc Od

Calci^lui^lea 5,17^ ^I 4?5 4,56 0,44^' 0,94^^

Betiloidea 0,83^^n^^^•^ O,ZS^^ 0,31h Or O,Ob^t

Apoidea 0,17 0.44 0,56 0,13 0,06

Vespidae 0.06

Himenoptera ind. ()h 0.19 O,Sh 0,06 0,06

Noctuidae 0.5°^n^^'^^ 0,06^' 0,06h 0.06^^ 0,13^^

Tineoidea 0,17

Pa^piliunoidea 0.13

Collembola 0^ 0,19t 0,56^•t

Araneae I,OU 0,94 0,88 0,38 0,44

Total 65. U° n^^'•^^ 34^ 33,1 Rh 24,75^' 26,19^^

Depredadores 6,Sh^^^'^ 5,5 4,14h 3,64^ 2,89^

PBr.ÍtiÍtUS 7 7a,b.c,d 5,4^^ 5,9h 0,5^ I, I ^

FiCbfagos 1 I .3:^.h.^.d 4.37=^ 4.75h 1,25^ 1,13d

Uetritívoros 7,2 8,8 8 8.83 y.4

N° T^ixones 38 40 42 28 30

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. ►3. 2(Ifl7 _'73

se encuentran los descensos signiticativosentre Crisopidae (Neuroptera), Dolic•opodi-dae y Tripetidne (Diptera) y Furniicidae,lcneumonidae, Calc•idoideu y Betiloidea(Himenoptera), y aumentos signit•cativosentre Micetophilidue (Diptera).

AI comparar la composición cualitativa,se deduce que no hay una diferenciación depoblaciones a lo largo del proceso de mues-treo, es decir, la fracción de la entomoceno-sis de la que tenemos información, no semoditica de manera significativa en cuanto ala presencia de taxones (x'-= 0.87 al compa-rar T-2 con la banda tratada y x^=0.35 con labanda no tratada; x2= 3.38 al comparar la

banda tratada con la banda protegida en T+0y x'-= 0.97 al hacer la misma comparacieín enT+13; hay diferencia signiiicativa cutmdo elvalor de x'>3.841)

Dimetoato.En el Cuadro 2 se presentan las capturas

medias y la significación estadística de lasdiversas comparaciones realizadas. AI consi-derar las capturas totales, se encuenUan des-censos significativos del número de artrópo-dos obtenidos a los h^ece días de la aplica-ción con respecto de los tenidos antes deltratamiento.

Con respecto de los grupos tróticos, lostaxones depredadores, purásitos de artrópo-

Cuadro 2. Capturas medias len [i' individuos pur trampa y díal para el conjunto de dispotiitivos de muetitreo en20(13, en las parcelas con tratamiento de dimetoato (DI), en las bandas tratadas ("1') p las banda^ protegidas IN"1')y para cada momentu de muestreo T-2, T+0 y T+13. Uentro de cada tila, las casillas con la misma Ietra presen-

tan diferencias siknificativas.

21103 DI('1'-21DI(T+0) DII'1'+131

T NT T NT

Grillidae 0.13 O.U6

Blattidae 0.06

Embiidae (>v Q06 Q06 0.19 (1.69d

Cicadelidae 1.13^ ^ I,00 0,63 0,19^' 0,19^

Cixidae 0.25 0,13 0,06

Afidu 0.50 038 0.38 0.31 0.25

Isidac 0:^ 0. I 3.^ ^ (k

Psyllidae 0.5^^^ 0,13a 0,31 0,19 0.06^^

Penfigidae 0,25 0,19 0,13 (1,06

Homuptera ind. 0,06

Fleotripidue 0,19 0,13 0.13

Tisanoptera ind. 0,63^^^^ 1.75^^ 0,88^ 0,25 0,06^

Psocoptera 0,06 0,19 0,06

Miridae o,13 QU6

Heteroptera ind. Q06 0,1)6

Crisopidae 0,63 1,25 1,19 0.19 o.aaNcuroptera ind. 0,06 o. l ^Kalotermitidae 0.1 ► 0.06

Drosophilidae 0,63'^•n^^^ 2,38a 2,44n 3,69^^ d,87^t

Miretotiliilae (x.a 0.3 I 0,3 I 8,25^ 7^

Escatupsidae 0^ 0,19^' 0,13

Cloropidae 1,63 0,06 0,25

Furidae I.Sn^ ^ 1,56 2,94n 2.81^ ;d

Tripetidac I :^.n.^.d U:^ On 0.06^ 0.13^^

Sirfi^ae 1.88^^n 0.25° On 0.75 0.56

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274 M. RUI"L TORRES, A. MONTIEL BUENO

Cuadro 2(Continuaciónl. Capturas medias len n" individuos por trampa y día) para el conjunto de dispositivosde muestreo en 211113, en las parcelas con tratamiento de dimetoato (DI), en las bandas tratadas (T) y las bandas

protegidas (NT1 y^ para cada momento de muestreo T-2, T+0 y T+13. Dentro de cada fila, las casillas con lamisma letra presentan diferencias significativas.

211113 DI(T-2)DI(T+ll) DI(T+13)

T NT T NT

Empididae I 9, I 3°•h•^•d 2,75a 3,94h 0,44^ 0,63^

Psico^idae 0,06

Quironomidae Q31 0,25 0,19

Calliphoridae 1,63^^^ 0,75' 0,25h L,06 1,13

Dolicopodidae 1,63a^^^d 0,13' 0,25 0^ 0,06^

Cecidomidae 0,06 0,06

Heleomvcidae 0,13 0,13

Asilidae 0,06

Sepsidae 0,13 0,19

Nematocera ind. I,50 7,50 1,69 2,88 3,81

Brachycera ind. 5,25^ 4,25 I,Sh 3,81 5,19

Carabidae Q06

Cucujidae 0,06 0,06

Curculionidae 0,13

Antícidu U.13 0.06

Staphilinidae 0,63^•^ 0,13 0,38 1,5^' I,S^

Nitidulidae Oa^n 2 1 i" 2 l86

Coccinelidae 0^ 0,13 0.19h

Coleoptera ind. 0, I 3 0,13 Q06

Formicidae 9,63'•n^^^d 3,19^ 4,136 1,19^ 2,19^

Proctotrupoidea 0,25^ n^^•d 0^ Oh 0^ Od

Icneumonidae 0,50 0.13 Q69 0.06 0,06

Braconidae 2,63^^^ 1,81 1,75 0^ 0^

Calcidoidea 5,5^^^^^ 2,13° 2,75 1,25^' 1,88^

Driinidae 0.06

Betiloidea 0,19 0,06 0,13 0,06

Apoidea 0,25 0,25 0.19

Sphecidae 0,25h•^^^ 0,19 Oh 0^ 0^

Himenoptera ind. I^^e•^^^ 0,13^ 0,19^ 0,25^ 0,06^^

Piraloidea 0^ 0,25" 0,19 0,13 0,19

Micropterigidae 0,06

Noctuidae I^•n^^^a (1,13" 0^ Q06^ 0.25^

Tineoidea 0,13 0,06 0,06

Lepidoptera ind. 0,06

Scorpionida 0,06 0,06

Collembola 0,13 0,25 0,13

Araneae 1.13 0,50 0,56 0,69 I,00

Acarina 0, I 3 0,13

Total 63a•n^^^a 37,94^^ 32,13h 31,18^ 36,31d

Depredadores 25,03^^^h^^•d 5,57^^ 6,75^ 3,89^ 5,2^^

Parásitus 8,9^•^'^ 4,26^' S,31 1,4^ 2^

Fitófagos 7,03n•^•^ 4,7 3,3n 1,8^ 1,75d

Detritívoros 3.9h 7,25 8,64h 7,4 8.9

N° Taxones 34 49 43 30 37

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33, ?(N)7

dos y fitófagos presentan descensos estadís-ticamente significativos al comparar las cap-turas previas a la aplicación con las tenidasen T+0 y T+13. Sin embargo, en el caso delos taxones considerados detritívoros, seaprecia un incremento signitlcativo en elmomento de muestreo inmediatamente pos-terior al tratamiento.

AI comparar las capturas de los taxones

más relevantes entre antes y después del tra-tamiento, hay descensos signiticativos en los

siguientes: Empididae, Tripetidae, Sirfidae,

Dolicnpodidae (Diptera), Fornlicidae, Calci-

doidea (Himenoptera) y Noctuidae (Lepidop-tera) y aumentos en Dros'ophilidae, Phoridae

(Diptera) y en Nitidulidae (Coleoptera).A1 comparar las capturas entre T-2 y

T+13, los taxones más relevantes que ponende manifiesto diferencias significativas son,en cuanto a descensos de capturas, Cicudeli-

?75

dae (Homoptera), Empididae, Tripetidue,Dolicopodidae (Diptera), Fnrmic•idae, Calci-dnidea, Brac•onidue (Himenoptera) y Noctui-dae (Lepidoptera). Y un aumento de capturasrespecto de las tenidas en T-2, Mic•elophili-dae, Dro.t'ophilidae, Phoridue (Diptera) yNitidulidue (Coleoptera).

AI comparar la composición cualitativa,existe un grado de homogeneidad significati-vo entre T-2 y T+0 (x2=2.26 con la bandatratada, x2=o.04 con la banda protegida; haydiferencia significativa cuando el valor dex2>3.841) y también entre la banda tratada yla banda protegida en T+0 (x2=o.01) y enT+13 (x'=L08).

Año 2004.Spinosad.En el Cuadro 3 se presentan las capturas

medias y la signiticación estadística de las

Cuadro 3. Capturas medias ( en n" individuos por trampa y día) para el con,junto de dispositivos de muestreo en20114, en las parcelas con tratamiento de spinosad ( SPI), en las bandas tratadas (T) y las bandas protegidas (NT)

y para cada momento de muestreo T-1, T+1 y T+13. Dentro de cada fila, las casillas con la misma letrapresentan diferencias significativas.

21N14 SPI (T-1) SPI(T+1) SNUT+19)

T NT T N7'

Psocoptera 0,2 0,2 0,4 0, I 5 0,1

Cicadelidae 3a. n O.R'^ 0.2h 1,9 3,IS

Cixidae 0.05

Psyllidae 0,2 O.oS 0.05

Isidae 0,4 0, I 5

Atidae p^,n.^.d 2,^i1 2,2h 1,2^' 1,75^

Aleurodidae 0,6 0,4

Homoptera ind. 0 0,2 0.4

Crisopidae Q,4d 0^ l^ O,Ki 19d

Pentatomidae 0.05 0.(IS

Miridae 0,2

Ligaeidae 0,2

Heteroptera ind. 0,4 0,2 0.1 0,1

Fleotripidae 0,2 0,2 0,2 0,15

Tisanoptera ind. 17,4^•^^ 12 17,2 5 8^' y,7d

Micetophilidae on,^.d pc I n.^ 0,6^ O,RS^^

Cecidomidae 0,4 0.4 0,4 0,3 0,4Foridae 6,4h 5,2e I Sh.e 8.05 i7.9

Scatopsidae 0,2 0,2 0,4 0,3 0,3

Drosophilidae 2,2^•n•^' 5^' 6,2n 4,7^' 3,15

callipnoridae ()<.d o,^ 0.2 ^. I s^.t 4.7^.^

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276 M. RUIZ TORRF.S, A. MONTIEL BUENO

Cuadro 3(Continuaciún). Capturas medias (en n" individuos por trampa y día) para el conjunto de dispositivosde muestreo en 20114, en las parcelas con tratamiento de spinosad ( SPI), en las bandas tratadas (T) y las bandas

protegidas ( NT) y para cada momento de muestreo T-1, T+1 y T+13. Dentro de cada tila, las casillas con lamisma letra presentan diferencias significativas.

?uoa sVI ^'r-1)

Heleomycidae 0^

Cloropidae

Dolicopodi^3ae 0,2a

Tripetidae I,.d

Sirtidae 0,2

Tayuinidae Q4

Antomiidae 0.2

Sciomicidae 0.2

Sepsidae 0

Scatophagidae 0

Nematocera ind. 0.6

Brachycera ind. I .8^.d

Carabidae

Coccinelidae

Nitidulidae 4^^d

Tenebrionidae Oh

Anthicidae Od

Stuphilinidae O^^d

Cucqjidae

Coleoptera ind. Oa

Formicidae 0,4d

Apoidea

Icneumonidae 0,2

Calcidoidea 4,2

Braconidae Q2h

Ceraphronidae O^a

Cinipoidea

Sphecidae 0,2

Xitidridae

Himenopteru ind. 1,2°h.^.d

Kalutcrmitidae O^.d

Tineoidea 0,2

Pupilionoidea

Lepidoptera ind. 1,6^•^^

Cullembola 0,4^

Scorpionida

Araneae Q6

Tot^l 49,2^

Depredadores L6e•^^^

ParSsitos 5,2

Detritívoros II^

Fitótugos 5,8^

N° Taxones 30

SPI(T+1) SP[(T+19)

T NT T NT

0, I 5^ 0, I S

0,2 0,35

0.4 Q4 0,9 1,45^

0.2 3,45^•r 10,1^•^

0,6^' 0^ 0,1 0.45

0,4 0.25 Q2

0.1

0,2 0,4 0,35 0,35

0 0?

0,2 0,6 0.35 Q4

2 1,8 3.8° 6d

0,4 0.25 0.05

0? 0.05 0.05

4,4 4,2 0?^ 0^

Oe Q4^^e 0.15

Ot^ O. I Sd.r

OJS^ 0,85^

0.05

0,6^•e 0^ 0.25 0,45

Oe L6e 1,95 2,55i1

0,4

0,3 0.1

3,4 5,4 3.55 5,95

0,2^ 0,8n-e 0,4 0,65

0.6° 0.6d

0,1 0,05

0.05

p,2:^ p.2h 0.2c p,?d

O.S^.r 0.85a.i

0,1 0.1

0.05

0.8 I,? 0.2^^ O,Id

Q4 0.25^ I ,3^i.r

0,2

0,8 0,6 0,6 1,3

43,2 51 50,3r 68^•r

2 2,6e 3,S^^r 6,05^•r

3,6 6,6 5,2 7,5

10,6 7,4h 15,3 13,7

5,2 3,8 7.5^'^^^ 16,2^

32 31 43 44

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2p07

diversas comparaciones realizadas. Teniendoen cuenta las capturas totales, no se encuen-tran diferencias signiticativas hasta el tinaldel muestreo, cuando a los 19 días del trata-miento, hay un incremento de efectivos conrespecto al momento previo a la aplicación.

Considerando los grupos tróficos, losdepredadores presentan incrementos de cap-turas tras el tratamiento, que llegan a ser sig-nificativas en T+1 y T+19. Los grupos fitó-fagos también presentan estos incrementosen T+19. Los parásitos de artrópodos y losdetritívoros apenas presentan variacionessignificativas.

Al comparar las capturas de los taxonesmás relevantes entre antes y después del trata-miento, hay descensos significativos en lossiguientes: Empididae, Tripetidae, Sir/idue,Dolicopodidue (Diptera), Formicidue, Culci-doideu (Himenoptera) y Nocruidue (Lepidop-tera) y aumentos en Drosophilidue, Phoridue(Diptera) y en Nitidulidue (Coleoptera).

277

Al comparar las capturas entre T- I yT+13, los taxones más relevantes que ponende manifiesto diferencias signiticativas son,en cuanto a descensos de capturas, Ci^•udeli-due (Homoptera), Entpididuc, Tripetidue,Dolicpodidue ( Diptera), Formic•ldue, Cul^•i-doideu, Bruco^tidne ( Himenoptera) y Nuctt^i-dae (Lepidoptera). Y con un aumento decapturas respecto de las tenidas en T-0,Micetphilidue, Drosphilidue, Phoridue (Dip-tera) y Nitidulidue ( Coleoptera).

Al comparar la composición cualitativa,existe un grado de homogeneidad signiticati-vo entre T-I y T+l (x'=2.26 con la bandatratada, x'-=0.04 con la banda protegida; haydiferencia signiticativa cuando el vulor dex2>3.841) y también entre la banda tratada yla banda protegida en T+I (x'-=0.01) y enT+13 (x2=1.08).

Dimetoato.En el Cuadro 4 se presentan las capturas y

la signiticación estadística de las diversas

Cu:^dro 4. Capturas medias (en n" individuos por trampa y día) para el conjunto de dispositivos de muestreo en20(14, en las parcelas con tratamiento de dimetoato ( DI), en las bandas tratadas (T) y las bandas protegidas INTIy para cada momento de muestreo T-1, T+1 y'P+13. Dentro de cada fila, las casitlas con la misma letra presen-

tan diferencias significativas.

20114 DI CI'-1)DI(T+11 DIIT+191

T NT 'I' N"I'

Psocoptera 0.2 0,2 0.2 QS^ 0.05^

Grillidae 0.05

Blattidae 0.2

Cicadelidac 4^•^ p,(^a.c 2,4^ 1.3^ 2.4

Cixidae 0.05

Psyllidae 0? 0,2 (1, I S U.1

I^tiidac 0,2 0,05 0,05

Afidae 1,2 l,R 1,4 3 ? (IS

Aleurodidae U,6 o.x o.^Humoptera 0.2 0,1 0.05

Crisopidae 0,2° n I 4a In 0,05 0,05

Nabidae 0,2

Reduvidae 0,2

Miridae 0,4

Heteroptera 0.O5 O.US

Fleotripidae 0,2 0,8e 0^ (1,25 0,25

Tisanoptera ind. 13,2 16,8 16 R,()5 II

Micetophilid^e 0,4^ 0,2 Q2 2.Sct I^

Cecidumidae 0^ 0.2 0.2 O,S^ (1.35

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278 M. RUI7. TORRF.S. A. MONTIEL BUENO

Cuadro 4(Continuación). Capturas medias (en d' individuos por trampa y día) para el conjunto de dispositivosde muestreo en 2004, en las parcelas con tratamiento de dimetoato ( DI), en las bandas tratadas (T) y las bandas

protegidas (NT) y para cada momento de muestreo T-1, T+1 y T+13. Dentro de cada fila, las casillas con lamisma letra presentan diferencias significativas.

2004 DI (T-1)DIfT+I l DI(T+19)

T NT T NT

Foridae 1.8^^d 1.8 3.2 4,95^ 6,Sa

Scatopsidae 1,6^•n^^•a 0,6^ 0?n 0,25^ 0,3^

Drosophilidae 0,8n^^ 2,6 3n 2,55 4,2d

Calliphoridae ^c.d 0.2 3.6^ 4.45^

Heleomycidae 0,05 0.1

Psicodidae I .4n.^.a ^ ^- On.^ 0.2< Od

Cloropidae Od 0,2 0.05 0,3^

Dolicopodidae 0,6^ 0,2 0,8 3,S^^t^ 1,45r

Tripetidae (>d 0,2 O,Lt 2,gd.rSirtidae 0,8 It 0^ 0,9 0,4

Asilidae 0,2 0,1

Tayuinidae Q,2 0,3 0,25

Nematocera ind. 0,8 0.8 0,2 0.55 0,8

Brachycera ind. 1,2^•a 2,4 1,2 5,55^ 3,1^

Carabidae Od 0,2 O,15t O,SSa.e

Coccinelidae 0,3t O.Ir

Nitidulidae 3^ 3,2 3,8 0,2^ 0,55

Tenebrionidae ^ ^.n.^.d 0,2^ 0,2n 0^ (^

Curculionidae 0,4 0,4 0,8

Anthicidue 0.4 0,2 0,2

Staphilinidae 0,2^^a 0,7^ 0,8a

Lucanidae 0,2 0.05

Cucujidae 0,2

Dasciloidea 0.05

Coleoptera ind. 0,2 0,25 O,IS

Fonnicídue 20^^n•^•^ 2,6a 8,2n 2,55^ 4,Sd

Apoidea 0,6 0,2 0,6 0,15 0,05

Icneumonidae 0,4 0,05 0,15

Calcidoidea 4^^n 2,2+' 1,6n 3.75 4,7

Braconidae 0,4 0,6 0,4 0?5

Ceraphronidae O^^d 0,4^ O,SSd

Crisididae Q2 0,1

Himenoptera 0,4 0,6 0,4 Q,2 Q,3

Kalotermitidae 0^.^ 0,95^^ 0.65d

Tíueoidea 0,05 0,05

Lepidoptera 1,2 1 1,2 0,05 0,3

Collembola Oa 0,05^ 0,2a^r

Araneae 0.6d 0,4 0,4 1,2 1,65d

Total 62 46,8 49,6 50,3 57,4

Depredadores 2,6^^d 3,2 2,4 6,8^ S,Id

Parásiton 4,4n 3.6 2,2n 4,7 5,9

Detritívoros 6.8a 6,8 7,6 9,55 11,9^

Fit^ta^^^ 8c 5,6 5,8 5.65^ 8, iN°Taxones 3l 37 32 44 44

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2007

comparaciones realizadas. Las capturas tota-les no presentan diferencias significativasentre los diferentes momentos de muestreo.

Los depredadores experimentan un incre-mento significado a los 19 días del tratamien-to, los parási[os de artrópodos, un descenso deefectivos al momento inmediatamente poste-rior al tratamiento, con una recuperación enT+19 hasta niveles similares a T-1. Los titófa-gos y detritívoros tienen una disminución y unincremento significativos respectivamente, alos diecinueve días de la aplicación.

Los taxones relevantes cuyos efectivos

descienden significativamente al día siguien-

te del tratamiento son Ciccidellidue (Homop-tera), Psicndidae (Diptera), Tenebrionidae

(Coleoptera), Fnnnicidne y Calciclnrdea

(Himenoptera), y los que tienen un incre-mento significativo Crisnpidae (Neuropte-ra). A los diecinueve días del tratamiento, los

que tienen menor número de capturas que

antes de la aplicación son, Cicc^dellic^ae(Homoptera), Nitidulidue (Coleop[era) yFormicidae (Himenoptera), y los taxones

con un aumento significativo de capturas,son Micetophilidae, Phoridae, Cal[iphnri-

dae, Dnlicopndidae, Tripcaidae (Diptera).

La composición cualitativa justo despuésde la aplicación se modifica en la banda pro-tegida al compararla con la composición pre-via al tratamiento (x'-=6.61). En la banda tra-tada no llega a ser significativa esa modifica-ción (x^=3.81; hay diferencia significativacuando el valor de x'>3.841). Por lo demás,existe homogeneidad en la composición cua-litativa de la banda protegida y la banda tra-tada en T+1 (x^=0.36) y en T+19 (x'=0J8).

DISCUSIÓN

Antes de afrontar la discusión de losresultados es necesario recalcar algunas pun-tualizaciones.

En primer lugar, no hay que olvidar que elmuestreo se ha efectuado sobre individuosvivos, es decir, no conocemos directamentequé ha eliminado el insecticida, sabemos quéhabía antes y qué había después del trata-miento. Suponemos que la diferencia entre

?79

ambos muestreos será atrihuible a un efectoinsecticida, pero este extremo no es del todocierto, puesto yue hay además otras variablesambientales y climáticas que tienen su reper-cusión y que no controlamos completamen-te. Por lo tanto lo más correcto será hublar detendencia en relación a los resultados.

En segundo lugar, aunque lus tratamien-tos en las dos zonas consideradas cada año(dimetoato y spinosad) son simultáneos y losolivares son homogéneos y muy semejantesentre sí, aún siendo sistemas muy simplifica-dos (como es característico de los cultivosfrente a ecosistemas naturales, G^íMEZ Sn^1993, FEarvÁrvoez y LEtvA, 2003), no debencompararse lo^ resultados de las dos zonasentre sí pues cualquier pequeña variación enlos microhábitats que rodean cada dispositi-vo de muesh-eo, puede tener una influenciaen las capturas.

En tercer lugar, hay que considerar quelos métodos de muestreo no abarcan a latotalidad de la comunidad de artrópodos(SouTHwooo, 1978), es decir, la entomoce-nosis es, seguro, más compleja de cómo seha conocido a través de los métodos demuestreo empleados, por lo que algunostaxones sensibles no aparecen y otro^ nosensibles pueden aparecer en cantidadesdiferentes en su abundancia real, dando laapariencia de poblaciones menores. Es porello que la valoración del impacto sobre lostaxones se hace sobre aquellos con mayorpresencia en las trampas.

Para la evaluación del impacto yue produ-cen los tratamientos insecticidas sobre laentomofauna de un cultivo, se valoran tantolos descensos de efectivos como los incre-mentos de capturas en cada nivel de análisis.La disminución estadísticamente signiticati-va de capturas puede estar en relación con unefecto tóxico directo de la materia activaestudiada. Sin embargo el aumento de efecti-vos puede producir desconcierto a simplevista. VArzE^A y GoNZÁ^EZ (1999) explican elincremento de efectivos después de una upli-cación insecticida por un comportamientoindividual de búsqueda de espacios sin mate-ria activa (como son las trampas) yue tendrí-

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?KU M. RUIZ TORRES. A. MONTIEL BUENO

an determinadas especies. Pero en un tipo detratamiento como el que nos ocupa, en el quetres cuartas partes de la superticie tratada noreciben directamente el insecticida, este argu-mento no puede ser invocado de maneraúnica. También es factible entenderlo en tér-minos ecológicos. Cuando una o varias espe-cies disminuyen sensiblemente, inducen aperturbaciones en las poblaciones de otrostaxones relacionados ecológicamente conaquellas, aunque no se vean afectados toxico-lógicamente por el tratamiento, como pareceocurrir con insecticidas selectivos, como es elcaso del Bucillus thuringiensis vur. Kur,ctakis(Ruiz y MorvTte[., 2005). Por ello, las dife-rencias significativas en las capturas tenidasentre antes y después del tratamiento puedenser debidas directa o indirectamente al efectodel insecticida utilizado, tanto si se trata dedisminución o incremento del número deindividuos. El hecho es que se produce unadiferencia estadísticamente significativa.

EI transcurrir de los días después del tra-tamiento también puede ser causa de dife-rencias signiticativas en las capturas, porpérdida de efectividad del insecticida, comoes el caso de los Tripetidae, familia de laplaga que se combatía (Bactrocera oleae) yque aumentan cuando disminuye el efectodel spinosad (DE L ► rv.áN, 2004). Además, hayque tener en cuenta que la comunidad deartrópodos en su conjunto, va evolucionandoen el tiempo, y tanto la composición cualita-tiva como la cuantitativa pueden ir variandode tal manera que se produzcan diferenciassignificativas entre un momento del año yotro (Rutz y MorvTiE^, 2000, 2001). Sin des-cartar esta circunstancia de manera definiti-va, en nuestro caso creemos que la distanciatemporal es pequeña como para introducirelementos de variación. No obstante, losresultados de comparar las capturas tenidasantes de las aplicaciones, con los tenidos alos trece o diecinueve días de la aplicaciónno pueden tener la misma consideración quela comparación entre T-0 y el día inmediata-mente posterior al tratamiento. En la prime-ra situación se reflejarán los efectos ecológi-cos del insecticida y otros indeterminados

relacionados con la propia sucesión de lacomunidad de artrópodos, por lo que setomarán con más cautela.

En 2003 la comunidad muestreada despuésdel tratamiento sufre un fuerte descenso que semantiene a las dos semanas de la aplicación.No hay diferencias cualitativas, por lo quepuede decirse que la entomocenosis, siendosimilar en cuanto a composición, sin embargose ve empobrecida tras e] tratamiento. Y estose produce con las dos materias activas, spino-sad y dimetoato. Estas diferencias no seencuentran al comparar las bandas tratadas (T)con las bandas protegidas (NT), aunque eneste caso la cercanía de las superficies objetode muestreo no descarta que la similaridad dela entomofauna sea debida a la movilidad ydispersión de las especies (Wvss, 1996).

Sin embargo, en 2004 no hay variacionessignificativas en el total de capturas, y lafracción de la comunidad muestreada no escualitativamente diferente en la zona deldimetoato entre antes y después del trata-miento (en la banda NT). La entomocenosisno se ve empobrecida en la misma intensidadque en 2003. Este hecho puede ser achacabletanto a las diferencias climáticas entre cadaaño (el verano de 2003 fue excepcionalmen-te caluroso) como a que las zonas de mues-treo han sido diferentes. Y aunque el tipo deolivar y su manejo es muy similar, existendiferencias en la composición de la entomo-fauna que hacen que la repercusión de lostratamientos sea ligeramente diferente. Estehecho se ha constatado ya para el dimetoatoen olivar (Ruiz y MoNTiE^, 2002).

Con respecto a los depredadores en 2003,en la zona tratada con spinosad hay una dis-minución significativa de efectivos en labanda protegida justo después del tratamien-to. Esa tendencia se mantiene a los trece díasde la aplicación. Estas disminuciones alcan-zan a los Crisopidae (Neuroptera) y a Doli-copodidae (Diptera). En la zona tratada condimetoato, la disminución es significativa enlas dos bandas (tratada y protegida) tanto enT+0 como en T+13, y los taxones que más lasufren son Sirphidae, Empididae y Dolico-podidae, todos dípteros. Los taxones parási-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. 2(^7

tos de artrópodos sufren una disminución

significativa en las dos zonas desde el primer

momento. Hay mayor número de taxones

parásitos con disminución significativa en la

zona del spinosad que en la zona del dimeto-ato. Considerando los taxones más relevan-

tes (en cuanto a frecuencias relativas), la

zona tratada con dimetoato presenta mayor

número de taxones con diferencias signitica-

tivas, no solamente tras la aplicación, sino a

lo largo de las dos semanas posteriores. En la

zona tratada con el spinosad y para algunos

taxones, parece haber un efecto retardado:

no hay diferencias tras la aplicación, pero sí

un distanciamiento que se traduce en altera-ción significativa a las dos semanas.

En 2004 la tendencia es inversa. Losdepredadores experimentan un incrementoen ambas zonas. Los parásitos en su conjun-to no se ven afectados significativamente enla zona del spinosad. Hay que señalar que alos diecinueve días de la aplicación hay unmayor número de taxones con un incremen-to significativo de efectivos tanto en la zonade spinosad como en la de dimetoato, tal veza causa de la pérdida de efectividad de losinsecticidas (DE L ► tv.átv, 2004).

Hay mucha similitud en el impacto queparecen producir los tratamientos aéreoscebo de spinosad y dimetoato. Además, hayuna proporción de taxones con diferenciassignificativas similar en la zona de spinosady en la de dimetoato, tanto para 2003 comopara 2004. Sin embargo, las escasas capturasen comparación con otros momentos del año(Ru ► z y MoNT ►Et„ 2000 y 2001) hace quemuchas diferencias con significación esta-dística se sustenten en un número pequeñode individuos, cuya fluctuación puede deber-se a tratamiento insecticida o a cualquierotro factor ambiental. Es por ello que nopuede decirse de manera categórica que elspinosad tiene el mismo efecto toxicológicoen el cultivo que el dimetoato, aunque labibliografía consultada apunta a que efecti-vamente, el grado de toxicidad del spinosades elevado para algunas especies.

Parece ser que dicho grado de toxicidadpuede estar en un nivel intermedio, entre los

reguladores de crecimiento (como el indoxa-carb) y el Bacillus thw•i^^gien.cis y otrosinsecticidas organofosforados y pireh^oides.STERK et al. (2002), lo sitúan en una escalade 1 a 4 promovida por la OILB (1= QS%mortalidad del enemigo natural ronsiderado;2= 25-50%; 3= 51-75% y 4= >75°Io de mor-talidad) entre 1 y 3 dependiendo de las espe-cies consideradas.

W ► ^uan^ts et uL (2003) realizan una revi-sión de estudios y ensayos sobre la toxicidadde este insecticida sobre depredadores y pará-sitos, y llegan a la conclusión que el compor-tamiento del spinosad es muy diferente depen-diendo del grupo trófico considerado. Con res-pecto a los depredadores, sobre 27 especies y162 estudios, el 71% de los experimentos delaboratorio y el 79% de los de campo catalo-gan esta materia activa en la categoría 1 de laOILB. Frente a los parásitos, con 25 especiesy 66 estudios revisados, concluyen que en el78% de los estudios de laboratorio y el 86°/n delos estudios de campo, el spinosad presenta unnivel de toxicidad entre 3 y 4.

En trabajos posteriores a esta revisión o

que no se encuentran en la misma, los resul-tados apuntan en la misma dirección: toxici-

dad alta o muy alta frente a diversos parási-tos (HasESB et ul., 200^; PENncos et ul.,2005; Wn_^ ► AMS III et nl., 2003; Wu_unMsIII y Pa ► cE, 2004; Xu et UL, 2004; ZuAZÚn etul., 2000, 2003) y baja toxicidad frente aalgunos depredadores, especialmente cocci-

nélidos (Gnw,aN et ul., 2005; M ► cHnu^ZOO• ; ÑIUSSER y •HF,LTON, ZOO• ; TOEWS ySUBRAMANYAN, ZOO4).

En nuestro trabajo, los resultados apuntanen parte en esta dirección teniendo en cuen-ta los descensos signiticativos de uno de losprincipales grupos de parásitos, Chcrlcidoi-dea, tanto en tratamientos de spinosad comoen los de dimetoato.

CONCLUSIONF,S

Después de la aplicación de spinosad entratamientos cebo aéreos contra la genera-ción otoñal de la Mosca del olivo (Bucn-oce-ra olecre), se aprecia una modificación en la

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zxz M. RUIZ TORRES, A. MONTIEL BUENO

composición cuantitativa de la comunidad deartrópodos muestreada. Esta alteración tam-bién se observa en parcelas tratadas condimetoato.

Al comparar la tendencia de la parcelatratada con spinosad, con la tendencia de laparcela tratada con dimetoato, no puedenestablecerse conclusiones definitivas por-que los dos años se han comportado demanera diferente y porque las capturas exi-guas de muchos taxones impiden afirmarcon rotundidad que los descensos se debanal efecto de los insecticidas y no a cual-quier otro efecto ambiental. En cualquiercaso, se constata que el spinosad produceperturbaciones en la comunidad de artrópo-dos del olivo.

Respecto de la entomofauna auxiliar, losresultados obtenidos ponen de manifiestoque el tratamiento cebo aéreo con spinosad

ABSTRACT

afecta menos a taxones depredadores, que ataxones parásitos, coincidiendo con labibliografía consultada.

Puesto que muchos taxones han tenidouna abundancia muy reducida, se recomien-da llevar a cabo estudios de impacto en otrosmomentos del año de mayor densidad, paradilucidar mejor cual es el alcance del impac-to sobre la entomofauna.

AGRADECIMIENTOS

La empresa Dow Chemical, fabricante de]Spintor® Cebo, costeó los tratamientos conspinosad en las localidades de estudio, super-visando la correcta aplicación del insecticida.Los técnicos de ATRIA, Francisco JavierDíaz Roldán, en Martos, y Salvador Pancor-bo López, en Torredelcampo, ayudaron alocalizar las parcelas de muestreo.

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In autumn of 2003 and 2004 are treated four areas against olive fruit fly (Bactroceraoleae), with spinosad and dimetoate, in aerial bait applications. To know impact on arth-ropods community of olive orchards, we placed pit-falls traps, yellow sticky traps andblue sticky traps in olive tree. There was two bands treated band and protec[ed bandtogether. Traps placed in T-0 (before treatment), in T+0 (after treatment) and T+13 (thir-teen days after treatment) in 2(H)3 and T+19 (nineteen days after treatment) in 2004.

[n spinosad treatise area,there are decline in depredaton species and some parusitespecies. Spinosad treatise area trends compared with dimetoate treatise area trends, thereare not detinitive conclusions because two years have different tendencies. Moreoverthere was few insects captured in traps in much species, and this can be by insecticideeffect or by other environment factors. Spinosad aerial bait treatments produced distur-bance in olive orchards arthropods community.

Key words: Bac^rocera olcae, spinosad, dimetoate, dismrbance, depredators and

parasites species.

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(Recepción: 13 diciembre 20061(Aceptación: 27 diciembre 2006)

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Bol. Sun. VeK. Plu,^cts, 33: 2h.5-288, 2007

Effect of gamma radiation against the Mediterranean fruit flyCeratitis capitata (Diptera:Tephritidae) in guava fruits

H. O. S DÓRIA, N. M. M. S. ALBERGARIA, V. ARTHUR, S. A. DE BORTOLI

Fruit tlies of the tamily Tephritidae are contiidered thc most impurtant insectti pestrisk carried by exported fruits worldwide. Becautie reports have show that guavas areimportant host uf the pest, yuarentine treatmentt must be developed it it's to exported tucountries which impose quarentine restrictions on Mediterranean fruit Ily infestablecommodities. loniring radiation is one alternative methud of quarentine treutment. Thi^work was carried out to study the effect of different doses of gamma radiation againsteggs and larvae of Cerruitis cupitcrtcr in guavas of "Pedru Sato" cultivar. Guuvas urtiti-ciully intested with eggs and larvae were exposed to ionizing gamma radiation ut thelullowing doses: 0(control), 50. 100 and I50 Gy for eggs and 0(cuntrol), 50, 100, I S0,200 und 250 Gy for tirst und third inxtar I.rrvae, at the dose rate ot ^52 Gy per hour. Atterirradiation fruits were put in plastic pots in a room at 25±1°C and 70t5`%^ RH. Pupaeobtained were sieved out and kept in small glass tubes. All doses tested did not allowemergence of adults in both treatments (eggs and I^trvae).

H. O. S. Dóarn. PG Student, Universidade de S^o Paulo, Department of Entomology, Av.Bandeirantes, 39(N), 14040-901, Ribeir^o Preto-SP, Brazil. [email protected]. M. M. ALHERC,nR^n. PG Student, Universidade Estadual Paulista, Department ofEntomology. Via tle Acesso Prof. Paulo Donato Castellane, s/n, 14H!{4-9(xl, J.rbuticabal-SP, Brar.il. [email protected]. AH^rHUa. Professor, Centro de Energia Nudear, Department of Radioentomology. Av.Centenário. 13400-970, Piracicaba-SP. BraziL [email protected]. A. DE BoRTO^.i. Prufessor, Universidade Estadu^rl Paulista, Uepartment uf Entomo-logy. Via de Acesso Prof. Paulo Donato Castellane, s/n, 14884-9(Al, Jahoticab.rl-SP. Bra-zil. [email protected]

Key words: Quarentine treatment, irradiation, fruit tly, Psidrunr ,Suajur^n.

INTRODUCTION

Guava, P.^^iclit^m Kuajcrnn L., is a host formany Tephritidae fruit fly species, including,Anastrepha.frutercultr.r, A. ^^hliyun and Cera-titis cnpitatu, consequently, Brazilian guavasare excluded from potential markets outside.Fruit tlies of the family Tephritidae are con-sidered the most important insects pest riskcarried by exported fruits. Fruits suspected ofharboring fruit fly eggs and larvae must betreated to control virtually 100°I^ of any teph-ritids present. The goal of plant quarantine in

this context is to prevent the fruit tly speciesfrom establishing in an area which it does notoccur.

Alternative quarantine treatments forfresh fruits are needed because fumigants arebeing lost due health and environmental pro-blems. These alternatives should be moreenvironmentally friendly and less harmful tousers and consumers. loniring radiation isone quarantine treatment alternative methodand has provided an acceptable quarantinetreatment for grapefruits and mangoes infes-ted with frui[ fjy eggs and larvae. [onizing

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H. O. S DÓRIA, N. M. M. S. ALBERGARIA, V. ARTHUR, S. A. DE BORTOLI

radiation has distinct advantages as a qua-rantine treatment, such as application to pro-ducts that are already packed, low damageincidence to many agricultural commodities,don't let residue, and speed of treatment.

Considering these facts, this work wascarried out to study the effect of differentgamma radiation doses against eggs and lar-vae of C. capituta in guavas `Pedro Sato'variety.

MATERIAI. AND METHODS

The experiments were done in the Labo-ratory of Biology and Rearing Insects atFACV/UNESP, Jaboticabal, Sáo Paulo, Bra-zil. For carried out this trial, C. capitutupupae were brought from the Radioentomo-logy Laboratory of CENA, USP, Piracicaba,Sáo Paulo, Brazil. About 15000 pupae wereplaced in a cage (1.0 X 0.5 X O.Sm) for adultemergence. Four days after emergence, itwas observed that females were laying eggs,then 'Pedro Sato" guavas (mature-greenstage) collected in Val Popas' Farm, VistaAlegre do Alto, SP, Brazil, after selectionand standardization, were placed into thecage for 48 hours to obtain infestation witheggs. After that, the fruits were removedfrom the cage randomized and divided in 4lots. One lot randomly selected from thetotal (120 fruits) and held as untreated con-trol was used to determine the infestationlevel (number of larval surviving in thefruit). Since the number of insects cannot bemeasured directly, this value was estimatedfrom the number recovered in the untreated(control) lot. The others lots were exposed toionizing gamma radiation at the followingdoses: 50, 100 and I50 Gy.

A group of 360 fruits were separated todevelop the tests with larvae. In this experi-ments 180 fruits were artiticially infestedwith 20 C. cu/^itata young larvae ( I^^ and 2"^instars ) and 180 fruits with 20 old larvae(3'^d instar). To develop these trials, the fruitswere perforate and the larvae were placedinside each fruit, after that the fruits werecovered and exposed to ionizing gamma

radiation at the following doses: 50, 100,I50, 200 and 250 Gy. One lot of untreatedfruits was held as controL Irradiations wereperformed at CENA/USP, Piracicaba, SáoPaulo, Brazil, in a Gammabeam-650 irradia-tor, containing Cobaltb^, at the dose rate of352 Gy per hour.

Untreated and treated fruits were placedindividually in pots with vermiculite in aroom at 25 ± 1°C and 75 ± 10°Io RH. It wasused 30 replications for each dose. The treat-ment efficiency was evaluated I S days after,by the number of pupae recovered from eachtreatment which were held under optimumconditions (in moist vermiculite at 25°C) foradult emergence.

RESULTS AND DISCUSSION

Evaluation of the efficacy of a treatmentinvolving ionizing radiation is based on pre-vention of adult emergence (OHTA et a/.,1985, ARTHUR, 1998, CosTA & ARTHUR,2002). This differs from heat, cold or fumi-gation because these treatments generallykill the stage of the insect treated in situ andefficacy of the treatment is based on preven-tion of larval pupation (BAtcER, 1939). Withirradiation, some mortality will occur at thestage treated but many larvae will crawl outand pupate; therefore, the actual eft►cacy ofthe treatment must be based on adult emer-gence.

Mortality of immatures was calculatedfrom actual recovery pupae formed compa-red to the number projected to have beenpresent, based on the control population. Wecould observe that egg mortality increasedwith the dose, but for young (1 sr and 2°d) andold larvae (3^d) the mortality was variable(Table 1). Busros et al. (1992) irradiated=100 000 Mexican fruit fily third instar inmangoes, Mangifern indicu L., to 100 Gyand obtained no adult emergence, whileadult emergence in the unirradiated controlwas 84°Io.

Table 2 presents the gamma radiationexposure required to prevent pupation.Dosages required to prevent 50°l0 (LD50) of

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2(H)7

Table I. F.ffects of ionizing radiation on mortality of immature stages of Mediterranean fruit flies in guavas.

Dose N° Insects Treated Insects Killed % Mortality

(Gy) Eggs LI-2 L-v Eggs Li-z L- z Egg^ Li-z L-^50 2580 600 600 2010 270 330 78,3 44,8 53,2

1(>U 2580 600 600 2250 180 360 87,3 28.2 60.5

150 2580 6(x) 600 2370 420 480 92.4 70,2 79,2

2OD - 600 600 - 330 390 - 55,2 64,2

250 - 600 600 - 420 450 - 71,5 75,5

Table 2. Gamma radiation reyuired to prevent pupation of different fruit fly satges treated in guavu fruits.

Stages LDs^ LDyll X'-

Egg I 2.8 425.5 O.o I 65

L I-L2 33.5 I 643 I.2897

L3 103.2 I 862 5.5426

pupation for eggs, young ( I tit and 2nd) andold larvae (3rd) were, 12.8, 33S and 103.5Gy, respectively. The LDyO obtained for bothlarval stage were very high.

Studies on irradiation of mixed age larvaeof Anastrephn suspen.ra (Loew) in grapefruitmade by BURD ►TT et al. (1981) showed thatulthough 300 Gy was required to preventpupation, ] 00 Gy prevented emergence ofadults. In our study the doses tested didn'tprevent the total pupation but since 50 Gythere wasn't adult emergence. The irradia-tion action mode for quarantine against fruittlies is unique when compared with traditio-

nal chemical treatments. Quarantine securitycan be achieved even though live larvaecapable of pupation may be present in thefruit after treatment [n this first work Probit9 analysis could not be done because thevariation in the data didn't fit the model.However the data reported here show thatdoses higher than 250 Gy are required toprevent larvae pupation. In further studiesit's necessary to test doses below 50 GY andabove 2_50Gy, to get more data to developProbit 9 analysis. No damuge occurred in'Pedro Sato' guavas at the levels of irradia-tion between 50 and 250 Gy.

RhSUMEN

DORIA H. O. S., N. M. M. ALBERGARIA, V. ARl'HUR, $. A. DE BORTOLI. 2O07. EI efel'-

to de la radiación gamma contra la mosca de fruta del mediterráneo Ceraritis cnpitrdn(Diptera:Tephitidae) en lus frutas de guayaba. Bol. Ueg. Plagus, 33: 285-288.

Las muscas de la fruta de la familia Tephritidae son consideradas el riesgo de plagade insectos más importante Ilevado por fruta exportada por todo el mundo. Debido a yuelos informes demuestran que las guayabas son huéspedes importantes de la plaga, los tra-tamien[os de cuarentena deben desarrollarse si van a exportarse a países que imponen lasrestricciones de cuarentena ante materias infestables de la mosca de fruta mediterránea.La radiación de ionización es un método alternativo de tratamiento de cuarentena. Estetrabajo fue realizado para estudiar el efecto de diversas dosis de la radiación gamma con-tra los huevos y las larvas de Ceratrrrs cupitntn en guayabas de la variedad "Pedru Saai'.Las guayabas artificialmente infestadas con huevos y larvas fueron expuestas a la ioni-zación radiación gamma en las dosis siguientes : 0(control), 50, 100 y I50 Gy para loshuevos y 0(control), 50, IOD, I_50, 200 y 250 Gy para larvas de primer y tercer instar, adosis de 352 Gy por hora. Después de la irradiaci6n las frutas se pusieron en pots plásti-

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288 H. O. S DÓRIA, N. M. M. S. ALBERGARIA, V. ARTHUR, S. A. DE BORTOLI

co en una cámara a 25±I °C y 70±Sc%r RH. Las crisúlidas obtenidas se tamizaron y man-ttrvieron en peyueños tubos de cristal. Ninguna de las dosis ensayadas permitió la emer-gencia de adultos en ambos tratamientos ( los huevos y larvas).

Palabras clave: Tratamiento de cuarentena, irradiación , mosca de fruta, Psidiwn

.4aujn I^u.

RESUMO

DORIA H. O. S., N. M. M. ALBERGARI:\, V. ARTHUR, S. A. DE BORTOLI. 2007. Efei[O

d8 radla^il0 galna CDntra a mOSCB-dati-trnY3S d0 medlterr^nCO CPralftl,Y Cal)Itata (DIptO-

ra:Tephitidae) em frutas dc goiaba. BnL Ueg. Plugu.+^. 33: 285-288.

Muscas-das-frutas da familia Tephritidae sáo consideradas os insetos muis importan-tes peste de risco levados por frutas exportadas mundialmente. Muitos trabalhos témmostrado yue as goiubas s^o importantes hospedeiros dessa peste, e tratamentos quaren-tenarios devem ser desenvolvidos para yue os frutos possam ser exportados a países queimpi^em restriç^es de yuarentinarias para frutos infestados com mosca-das-frutas . Aradiaç^o ionizante é um método alternutivo de tratumento quarentinario. Este trabalhoteve como objetivo estudar o efeito de diferentes doses de radiaç^IO de gama contra ovose larvas de C. cupitata em goiabus do cultivar "Pedro Sato". Foram expostas goiabas arti-ticialmente infestudas com ovos e larvas a radiaç^lo ionizante de uma tbnte de Cobalto-60, nas seguintes doses: 0(controle), 50, I(H) e 150 Gy para ovos e 0(controle), 50, 100,I 50, 200 e 250 Gy para larvas de primeiro e terceiro de instar, á uma tuxa de dose de 352Gy por hora. Após irradiaçáo as frutas foram colocadas em potes de plástico em umacdmara climática a 25±1°C e 70±5% RH. As pupas obtidas foram peneiradas e coloca-das em peyuenos tubos de vidro onde aguardou-se a emergéncias dos adultos. Todas asdoses testadas nfto permitiram aparecimento de adultos em ambos os tratamentos (ovos eIarvas).

Palavras ehave: Tratamento quarentenário, irradiaç^o, moscas das frutas, Psidium,S uaju vu.

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(Recepción: 9 enero 2007)(Aceptación: 9 abril 2007)

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Bnl. Sar^. ^i^K. Ph^gus, 33: 289-295, 2007

Ensayo in vitro de fungicidas frente a Exserohilum turcicum,agente causal del tizón norteño del maíz, en Asturias

A. .I. GONZÁLEZ, G. GONZÁLEZ-VARELA

Desde 2002 se ha venido observando un aumento en la incidencia de lu enfermedaddenominada tizón norteño, producida por el hongo Fr.^^ernhilum n^rc^icum, en los culti-vos de maíz de Asmrias. Para conocer la sensibilidad u f^ungiciJus y así poder evalu^r Iautilidad de I^ terapia química en el control de esta enfennedad se realii.6 un ensayo invi^ro con siete productos fitosanitarios (clortalonil 75%r, azoxisvohin 2S%, carhendazi-mu 50%, epoxiconazol 12,5% y la mezclas de Flusilazol 0,5%^^ y carbenduzima I^%, flu-triafol 9.4% y carbendazima 20% y ciproconazol 16% y carbendazima 30`Ir) frente a tresaislamientos locales del hongo. EI producto titosanitario yue mustr6 m^ryor eticucia enel control del crecimiento del hongu i^^ ^^itro fue la mezcla de flusilazul y carbenduzimu,seguido del epoxiconazol y de las meulas de flutriafol y ciproconazol ambos con car-bendazima.

ANn 1. GoNZÁ^ez, G. GoNZÁLEZ-VnREt_n. Laboratorio de Fitopatología. ServicioRegional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SER[DA), carcetcra de Ovie-do s/n, 33300 Villaviciosa, Asturias. e-maiL• [email protected].

Palabras clave: Zem m^^•s, eticacia, titosanitarios, hongo.

INTRODUCCIÓN

El tizón norteño del maíz (en Asturiasconocido como "niebla") es una enfermedadfoliar producida por el hongo Ezserohilumturcicum (Pass.) K. J. Leonard & E. G.Suggs (teleomorfo: Setosphaeria turcica(Lutrell) K. J. Leonard & E. G. Suggs). Estehongo también se ha denominado Hehnin^-hosporiuni turcicunt.

Esta enfermedad está extendida por todo elmundo y afecta principalmente a cultivos enzonas con alta humedad y temperaturas mode-radas. Los síntomas consisten en manchas enlas hojas que pueden coalescer transformándo-se en zonas necróticas con forma de huso. Laenfermedad afecta a plantas adultas y puedellegar a producir el secado de todo el follaje.

En Asturias se observó una alta incidenciade esta enfermedad a partir del año 2002

(SANTAn^tARiNA et al., 2004) afectando a par-celas de la zona occidental de la Comunidadproduciendo pérdidas importantes. Por otraparte, la enfermedad era conocida entre loscultivadores pero no había causado, hasta esemomento, graves daños. El perjuicio causa-do por la infección del hongo no sólo seretleja en la producción sino que, al secar elfollaje, afecta a la ensilabilidad del maíz(PELÁEZ, 2005). Durante los años 2005 y2006 la incidencia ha sido menor, posible-mente debido a las condiciones climatológi-cas más adversas para el desarrollo de laenfermedad.

La superticie dedicada al cultivo del maízdurante el año 2004 en Asturias fue de I.000ha para grano y 8.500 ha de maíz forrajero(ANÓNIMO, ^OOÓ).

A pesar de que no se realizan habitual-mente tratamientos fungicidas al maíz en

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290 A. J. GONZÁLEZ, G. GONZ.ÁLEZ-VARELA

Figura 1. Daños producidos por el hongo E. turcicum a) en campo y b) en planta (La fotografía de campo es cortesíade D. Rafael Peláez).

Asturias y debido a los importantes dañosproducidos por el hongo, se planteó estudiarla eticacia de distintos tratamientos fungici-das in vitro con vistas a tener una pauta tera-péutica química como opción ante la grave-dad de la situación. La Sección de SanidadVegetal del Principado de Asturias seleccio-nó los aislamientos del hongo y además pro-puso la introducción en el ensayo del azoxis-trobin, a pesar de no estar registrado con estautilidad.

Los métodos de evaluación in vitro defungicidas (LEROUx er al., 1977; MARTiN etal., 1984; GoNZÁLEZ y FuEYO, 1993; GoNZÁ-LEZ, 2000) constituyen el primer paso paraconocer la eficacia de un producto, son rela-tivamente fáciles y rápidos de realizar y pro-porcionan una orientación sobre su valorpráctico.

MATERIAL Y MÉTOUOS

Se utilizaron tres aislamientos de E. turci-cum obtenidos de plantas sintomáticas pro-cedentes de la zona occidental de Asturias,cedidos por el Laboratorio de Sanidad Vege-tal del Principado de Asturias. Es de interésdestacar que no se habían realizado trata-mientos fungicidas en el cultivo.

Los productos fitosanitarios ensayadosfueron clortalonil 75%, azoxistrobin 25%,curbendazima 50%, epoxiconazol 12,5% y lamezclas de flusilazol 0,5% y carbendazima

1%, flutriafol 9,4% y carbendazima 20% yciproconazol 16% y carbendazima 30°^0.

El medio de cultivo empleado fue el agarde patata glucosado APD, (GAn^ts et al.,1980) al que se añadieron los productos enlas cantidades adecuadas para conseguir lasdosis de ensayo, que siguieron una progre-sión geométrica de 1 a 1.024 µg.ml-^, referi-das, en el caso de las mezclas, siempre a lamateria activa de referencia, es decir, cipro-conazol, flusilazol y flutriafol. Se incluyó enlos ensayos un testigo sin producto y éstos serealizaron, al menos, por duplicado. La adi-ción del producto al medio se realizó una vezesterilizado en autoclave, manteniéndolo a50°C, tras lo cual se vertió en placas de cul-tivo de 9 cm. de diámetro.

Como inóculo de siembra se utilizaron

trozos de medio de 5 mm. de diámetro conte-

niendo el hongo en estudio crecido durante

siete días a temperatura ambiente, los discos

de siembra se tomaron de la zona de creci-

miento activo del hongo. Las placas se incu-

baron ocho días a temperatura ambiente, en

bancada de laboratorio y el crecimiento se

estimó por ]a media de dos diámetros per-

pendiculares de la colonia medidos con un

pie de rey, calculándose el error estándar de

la media. Se evaluó únicamente el efecto de

los productos respecto al desarrollo del mice-

h0 (GONZÁLEZ y FUEYO, 199^; GONZÁLEZ,

2000; GONZÁLEZ-VARELA y GONZALEZ, 2OO ► ;

GONZÁLEZ y GONZÁLEZ-VARELA, 2006^.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. ?f)(17

mm

8 ,

7 -1

4 ^

3 -

0

t Cepa 1 -^ Cepa 2

_'91

o ^ ti a ^^b ,^ti ba `,y^ ^^b h`ti o,^a

Concentraciones ensayadas (µg.ml-^)

Figura 2. Resultados del ensayo iii vi^ro de la mezcla de fluxilazol y carbendazimu.

La disminución del diámetro de la coloniarespecto al testigo se utilizó como indicadorde inhibición total o parcial del crecimiento.El parámetro de referencia utilizado ha sido laconcentración inhibitoria mínima (C.LM.)que se detine como la mínima cantidad deproducto que inhibe el crecimiento del micro-organismo.

RESULTADOS

A la vista de los resultados, podemos des-tacar yue no se encontraron variacionesimportantes de sensibilidad en las tres cepasdel hongo ensayadas. Las cepas 2 y 3 tuvie-ron idéntico comportamiento frente a losproductos fitosanitarios utilizados, de formaque se representan sólo los datos relativos alas cepas 1 y 2. Entre 0,01 y 0,1 se situaronlos valores del error estándar de las medias.

El producto fitosanitario yue mostrómayor eficacia en el control del crecimien-

Ensayo de flusilazol + carbendazima

to del hongo in virro fue la mezcla de tlu-xilazol y carbendazima (Figura 2), seguidodel epoxiconazol (Figura 3) y de las mez-clas de tlutriafol y ciproconazol ambos concarbendazima (Figuras 4 y 5).

Clortalonil, carbendazima y azoxistro-bin, no inhibieron totalmente el crecimien-to del hongo ni siquiera a la mayor concen-tración ensayada (1.024 µg.ml^^). Losresultados correspondientes a estos tresproductos se muestran en la Figura 6.

Como podemos ver en las gráficas, laC.I.M. de la mezcla de flusilazol y carben-dazima se situó entre los valores 2 y 4µg.ml-^, la del epoxiconazol se situó entre8 y 16 µg.ml-^, mientras yue las merclasde t7utriafol y ciproconazol con carbenda-zima tuvieron ambas una CIM situadaentre los valores 16 y 32 µg.ml-^. LasCIMs de clortalonil, carbendazima y azo-xistrobin serían todas ellas mayores de1.024 µg.ml-^.

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A. J. GON"LÁLEZ, G. GONZÁLEZ_-VARELA

Figura 3. Resultados del ensayo in ^^iu^o de] epoxiconazol.

Figura 4. Resultx^os del ensayo in vitro de la mezcla de flutriafol y carbendazima.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, ?3. ?O(17

mm

Ensayo de ciproconazol + carbendazima

^ Cepa I ^ Ccpa 2

^^

O 1 ^, á ^ ^b „^^, bp, ^,ti^ ^^b ^^1, O,La

Concentraciones ensayadas (µg.ml-t)

Figura 5. Resultados del ensayo in vrtro de la mezcla de ciproconazol y curbendazima.

Ensayo de clortalonil, carbendazima yazoxistrobin

rn m

O ^ ti

Concentraciones ensayadas (µg.ml"t)

D^ ^ ^b ,^^,

^ clortalonils carbendazima

-^- azoxistrobin

ba ^^,^ ,yc^b ^^1^ ^.tia1

Figura 6. Resultados del ensayo in ^^itrn de clortalonil, carbendazima y azoxistrobin.

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?94

DISCUSIÓN

A. J. GONZÁLEZ, G. GONZÁLEZ-VARELA

El primer hecho remarcable es que las trescepas no han diferido apenas en su sensibili-dad a los fitosanitarios, lo yue nos da idea deque en la serie en estudio no hay variabilidadrespecto a esta característica.

De los resultados obtenidos se desprendeque cuatro tratamientos pueden ser de utili-dad en el control de la enfermedad. El pro-ducto fitosanitario que mostró una C.LM.más baja fue la mezcla de flusilazol y car-bendazima que se situó entre 2-4 µg.ml-^. Elepoxiconazol tuvo una CIM entre 8-16µg.ml-^ y las mezclas de flutriafol y ciproco-nazol con carbendazima entre 16-32 µg.ml-^.

Es de destacar que de los cuatro productosque se mostraron eficaces en el control invitro del hongo, tres de ellos son mezclas concarbendazima. Sin embargo, la carbendazimapor sí misma no fue capaz de inhibir total-mente el crecimiento del hongo, ni siquiera ala mayor dosis ensayada (1.024 µg.ml-^) porlo cual el efecto no podría ser debido a estamateria activa aunque pueda contribuir alresultado final. Esto podría explicarse por laposible existencia de sinergia entre este fun-gicida y los fungicidas que componen, juntocon él, las mezclas; pero esta posibilidad noha sido objeto de estudio de este trabajo.

Los otros dos productos ensayados, clor-talonil y azoxistrobin, no pudieron inhibir invitro el crecimiento del hongo tal como suce-dió con la carbendazima, a pesar de que elclortalonil se recoge en la página web de laUniversidad de Iowa como uno de los trata-mientos recomendados para el contro] de laenfermedad (Atvótv^tvto, 2000). Por lo querespecta a nuestro país,todos los productosensayados, a excepción del azoxistrobin, se

ABSTRACT

recogen como útiles en el control de la hel-mintosporiosis en cereales (YAG^E y YAGiie,2006). EI azoxistrobin fue introducido en elestudio siguiendo las recomendaciones de laSección de Sanidad Vegetal del Principadode Asturias que estaba interesada en conocersu potencial efectividad en el caso de estaenfermedad. Como se ha apuntado en losresultados el producto no resultó ser efectivocontra el hongo irt vitro.

Sin embargo, a pesar de las referencias dela literatura en las que se recoge que el usode fungicidas puede ser eficaz en el controlde la enfermedad, es necesario tener encuenta el coste de los tratamientos, pues enmuchos casos no resultará rentable, sobretodo teniendo en cuenta que en Asturias lamayor parte del maíz cultivado es para usoforrajero. Además es necesario también teneren cuenta el actualinterés de los ganaderospor la producción de forrajes ecológicos quedesaconsejarían la realización de tratamien-tos químicos.

A pesar de todas estas consideracioneshemos realizado este estudio motivado porlos fuertes daños observados en campo; demanera que en años de alta incidencia de laenfermedad el uso de agroquímicos puedehacerse indispensable para obtener rendi-mientos en este cultivo.

AGRADECIMIEN'I'OS

A1 Laboratorio de Sanidad Vegetal delPrincipado de Asturias por la cesión de lastres cepas con las que se realizó este trabajo.A D. Rafael Peláez por la cesión de la foto-grafía en la que se recogen los daños encampo. Al Prof. Javier Tello por la revisióncrítica de este trabajo.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33, 2007

tlutriafol 9,4% plus carbendazim 20e1o and ciproconazol 16^r plus carbendazim 30°Ir)were examined for its in vitro activity against the fungus. The most effective agrochemi-cal was the mixture of tlusilarole and carbendazim, followed by epoxiconazol and themixtures of flutriafol and ciproconazol with carbendazim.

Key words: Zea mqvs, effectiveness, agrochemiculs, fungus.

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Eficacia en campo de dos fungicidas para el control del "mal delpie" de la judía (Phaseolus vulgaris L.) en La Bañeza (León)

M. P. CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS, M. AMEZ, J. A. BOTO, P. A. CASQUERO

Se estudia la eticacia de la aplicaeión de Carbendazima e Himexazol mediante pul-verización directa en el cuello de pluntas de judíu grano (varicdad local Pinta) en rmaparcela infettada por Fu.rut^iunt solani. Se evalúan parámetros cualitativoa Isinwmutolu-gía, nodulacibn y aislamiento del hongo) y cuantitativos (desarrollu y peso radicular,número de vainas por planta, número de semillas por vaina y rendimiento por plantal. EIempleo de fungicidas mejor^í signiticativamente (P<0.05) el delurrollo radiculuc En lasplantas que recibieron el tratamiento con Carbendazima se ob^erva una reducción signi-ticativa (P<0,05) en el aislamiento del hungo y un incrementu altamente signiticativu(P<0.01) en el número de vainat por planta y en el rendimiento por plxnta. Con los resul-tados obtenidos, se considera interesante la realización de ensayos complementurios enotros ambientes y con otras variedades.

M. P. CnmPeLO, A. LoRFrYznnn, M. F. M akcos: Laboratorio de Diagnóstico de Plugas yEntennedades Vegetales. Fundación Chicarro-Canseco-Banriella. E.S.T. IngenieríaAgraria. Universidad de Le6n. Avda. Portugal 41. 24071 Lecín.M. ÁMEZ, J. A. BoTO, P. A. C,vsc^utato: E.S.T. Ingeniería Agraria. Univertiidad de León.Avda. Portugal 41. 240^ 1 León.

Palabras clave: Fusnrium snlcuti, mal del pie, Carbendazima, Himexa^ul, síntomas,rendimicnto.

INTRODUCCIÓN

La alubia (Phaseolus vul^aris L.) es unaleguminosa grano que tradicionalmente secultiva en los regadíos de la provincia deLeón, ocupando una superficie de 4.000 ha(CASQuEao et al., 2003) mayoritariamenteen las comarcas agrarias de EI Páramo, LaBañez_a y Astorga, y con una producción pró-xima a las 7.000 t en el año 2004 (JutvTA DECASTtLLA v LEÓrv, 2007). Los estudios reali-zados desde el año 1992 por el Departamen-to de Ingeniería Agraria de la Universidad deLeón permitieron diferenciar más de 50variedades locales (REwoso, 2001) y en elaño 2005 el cultivo fue reconocido mediantela Indicación Geogrática Protegida (LG.P.)"Alubia de La Bañeza-León" (Oa^EN

AYG/1254/2005), tigura de calidad que pro-tege cuatro de las variedades locales másapreciadas (MAPA, 1984): Riñón menudo,Canela, Pinta y Plancheta.

Desde la creación en el año 2001 delLaboratorio de Diagnóstico de Plagas yEnfermedades Vegetales, fru[o de un conve-nio entre la Fundación Chicarro-Canseco-Banciella y la Escuela Superior y Técnica deIngeniería Agraria de la Universidad deLeón, se han venido recibiendo con frecuen-cia plantas de alubia mostrando síntomas deldenominado "rnal del pic^", causante depodredumbres localizadas en la raíz, el cue-Ilo y la base del tallo de las plantas (tig.1) ymuerte de éstas en diferentes estados fenoló-gicos y en todas las zonas productoras. EIanálisis de las muestras ha permitido consta-

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M. P. CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS. M. ÁMF;'l., J. A. BOTO. P. A. CASQUERO

^

Figura 1. Síntotnas de `mul del pie" en planta^ dealubia: presencia de micelio en el sistema radicular.

tar, al igual que otros autores han hecho para

otras regiones españolas (TELLO et al., 1985;

BERRA y ARTEAGA, 1989 y ASENSIO, 1996^,

la incidencia del "complejo parasitario del

pie de Ia judía", integrado fundamentalmen-

te por especies de los géneros Fusurium,

Rhizoctortin y P^^thiurn, capaces de colonizar

las raíces de la planta y entre los que, según

DAVET et al. (1980) y SwoeAS et al. (1994),

pueden existir fenómenos de antagonismo y

sinergismo. En los daños producidos por las

micosis pueden influir otros factores, así,

según VALENCtANO (2000) el ataque de la

mosca de los sembrados (Delia pluturu Mei-

gen), plaga endémica de las comarcas alu-bieras de León, provoca no sólo la pérdida de

plantas y el debilitamiento de las recién naci-

das, sino también el aumento de la sensibili-

dad a las enfermedades causadas por hongos

de suelo.Dentro del género Fusuriurn merece espe-

cial mención la especie Fusarium solcu^i,

cuyos aislados patógenos en judía constitu-

yen la forma especializada phaseoli. Estos

producen en las raíces necrosis rojizas que,

especialmente en el caso de suelos compac-

tos (MESSIAEN et ul., 1995), conllevan una

reducción del vigor de las plantas, mermadel rendimiento y senescencia prematura

(SIPPELL y HALL, 1982), si bien, en algunos

casos, las plantas llegan a sobrevivir por la

emisión de raíces adventicias por encima dellímite de la lesión (BURKE v HALL, 1991). Enla bibliografía se recoge que las plantas por-tadoras de nódulos (Rhizobium) son menossensibles a F. solaui f. sp. phaseoli, razónque hace pensar que el exceso de nitrógeno,que inhibe la nodulación, favorece el ataquede este hongo (MESSLAEN et al., 1995).

Por otro lado, la especie Fusarium ox^s-porum es también frecuentemente aislada enlos estudios llevados a cabo para conocer lacomposición del complejo fúngico anterior-mente mencionado, si bien su papel parasita-rio en el mismo no ha sido registrado deforma consistente y se le considera invasorsecundario en diversos trabajos (TELLO etal., 1990; SINOBAS et al., 1994). Estudiosrealizados por ALUES y MoNTEAGUOO (2001)indican la necesidad de que exista una vía deacceso a través de heridas en las raíces, pro-ducidas por agentes bióticos o abióticos,para que se produzca la infección. Estos mis-mos autores concluyen que la utilización delsistema de riego por aspersión reduce el ries-go de encharcamiento del suelo y, con ello,la posibilidad de asfixia radicular y la inci-dencia de esta patología. A pesar de lo ante-riormente expuesto, se considera importantemencionar que VELASQuEZ-VALLE et al.(1996) y ALVES et al. (2002) describen lapresencia de aislados especialmente agresi-vos de F. oxvsporum f. sp. pha,ceoli en ElBarco de Ávila causantes de la que denomi-nan "fusuriosis vascular" consistente en lainvasión del xilema de las plantas por partedel hongo, el desencadenamiento de unareacción de hipersensibilidad y la liberaciónde toxinas yue inducen el colapso y la muer-te de las plantas sensibles (GoNZÁLEZ et al.,2004).

En el año 2000, los estudios llevados acabo por VALENC ►ANO en la provincia, con-cluyeron que en un porcentaje ligeramentesuperior al 50% de la superticie sembrada seempleaba semilla previamente desinfectadacon una mezcla de insecticida y fungicida.En el mismo estudio se recoge que las mate-rias activas más utilizadas en aquel momen-to eran, respectivamente, el Lindano, insecti-

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. ?007

cida activo frente a la mosca de los sembra-dos (GartcíA-Mattí et crl., 1994) y el Tiram,fungicida cuya et3cacia frente a la "cuídu deplúntu[as" o dampi^zg off (patología produci-da por P^^thium sp. y Rl2i;octorliu solani) hasido descrita por GoNZÁ^EZ (2003) en ensa-yos de campo y de laboratorio.

En esa línea, el mismo autor, cita el uso dematerias activas como la Carbedazima y elHimexazol para, mediante la desinfección dela semilla, favorecer la nascencia sin que sevea afectada por la flora fúngica patógenapresente en el suelo, La eficacia del Himexa-zol en este sentido fue probada con éxito enensayos realizados en parcelas de alubia enLeón (Vn^eNCiArvo et « 1., 2006). Además, seha podido comprobar que ambos productosson utilizados también por los cultivadoresde judía periódicamente a lo largo del culti-vo cuando observan rodales con síntomasclaramente asociables a los descritos para elcomplejo parasitario mencionado.

El objetivo de este trabajo fue valorar laet7cacia de la aplicación de las materias acti-vas Carbendazima e Himexazol en una par-cela de alubia afectada por el "co^nplejnpurnsitario del pie de lu judíc^". Dicho com-plejo no es conocido en la zona en todo loconcerniente a sus componentes fúngicos.

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Figura 2. Diseño espacial dc la parrcla de ensayo.Tratamicnro^: C (Carbcnd^izimu), H (Himexutul)

y T(Tettigo). Repeticiones: R I a R5.

MATERIAL Y MÉTODOS

Parcela experimentalEI ensayo fue realizado en el año 2005 y

se ubicó en una parcela perteneciente almunicipio de Riego de la Vega (León), en lacomarca de La Bañeza, por haberse recibidoen la campaña precedente (2004) muestrasde judía afectadas por "mal de/ pie" de lasque se aisló de forma consistente Fusuriuiiisola^ri. Se tomaron muestras de suelos parael análisis de las propiedades tisicoquímicas,determinándose que la textura era franco-limosa (USDA), que el contenido de materiaorgánica rondaba el 2^Ic y el pH estaba entorno a 6, considerándose normales para estecultivo los contenidos en nutrientes.

En la primera semana del mes de junio elagricultor, socio productor de la I.G.P. "Alu-

bia de La Bañeza-León", realizó la siembrasobre un terreno en Ilano utilizando sembra-dora neumática yue dejaba el terreno aloma-do tras su paso. Se utilizó semilla proporcio-nada por la citada entidad sin ningún trata-miento de desinfección y de la variedad localPinta (clase comercial Cranberry según SnN-Tnt.^a et c^l., 2001). A lo largo del cultivo seIlevaron a cabo las labores habituales en lazona y los riegos para satisfacer las necesi-dades hídricas de las plantas se realizaronpor surcos.

EI diseño del ensayo constaba de cincorepeticiones con un diseño en bloyues al azar(tig. 2). Cada bloque tenía una anchura dccinco líneas de siembra, separadas 0,55 mentre ellas, y I S m de largo, S m para cadauno de los tratamientos ensayados, dos conaplicaciones fungicidas y un testigo. Cada

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300 M. P. CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS. M. ÁMEZ, J. A. BOTO. P. A. CASQUERO

Figura 3. Aplicación de fun^icidas mediantepulverización directa sobre el cuello de las plantas.

unidad experimental constaba pues de untotal de 210 plantas espaciadas dentro de lalínea 0,12 m. Entre cada una de las repeti-ciones se de_jaron como borde dos líneas desiembra.

Aplicación de fungicidasLos formulados de las materias activas

fungicidas Carbendazima e Himexazol utili-zados fueron los que se presentan en el cua-dro 1 y se aplicaron a mediados del mes de

julio, en el estado fenológico RS (preflora-

ción) (CIAT, 1987). Esta se realizó mediante

pulverización directa sobre el cuello de las

plantas, utilizando para ello una mochila pul-

verizadora (fig. 3) que incorporaba una

boquilla de hendidura o abanico de 110°,

cuyo uso está recomendado cuando se pre-

tende distribuir el producto de forma homo-

génea sobre una superficie plana (BoTO y

LÓPEZ, 1999).

Para realizar la aplicación en las cincorepeticiones de cada uno de los tratamientosse diluyeron en 8 1 de agua la cantidadcorrespondiente de cada uno de las materiasactivas (4,8 g en el caso de la Carbendazimay 0,0121 para el Himezazol). De esta forma,la cantidad de materia activa aplicada a cadauna de las plantas fue de 4,6x 10--^ g para lasque llevaban el tratamiento con Carbendazi-ma y 11,6x10-6 1 en el caso de las tratadascon Himexazol.

Muestreo de plantas para evaluar lasintomatología y la presencia de Fusarium

En la última semana del mes de julio,coincidiendo con la fase final del estadofenológico RS (llenado de vainas) (CIAT,1987) se realizó un primer muestreo en elque se recogieron de forma individualizadadiez plantas al azar dentro de las tres líneas

Cuadro I. Uescripción de las materias activas ensayadas y de las dosis aplicadas.

Formuladu

Carbendazima

Carbendazimu 50 % p/pWP (Polvo mojable)

Nombre comercial BOTRIN MCB

N°. (Registrol^I) ( 12.101)

Casa comercial Industrias Atrasa S.A.

Actividad^'^

Fungicida de amplioespectro para el cuntrolpreventivo y curativo deantracnotiis y fusarium

en judía grano

Dosis aplicadal^r 0.06 % (60 g/1001)

Himexazol

Hitnexazol 36 c%r p/vSL (Sulución concentrada)

TACHIGAREN LS

(15.868)

Comercial Qufmica Massó S.A.

Fungicida de aplicación al suelopara el control preventivo y

curativo de Aphunomyce,c spp.,Fusnrium spp., Pvthium spp. y

ou'o^ hongos de suelo ensemilleros de hurtícolasl^t

0,15 % (0,15 I/ I (^ I )

II I MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN, 200^.

^'-^ DE L[ÑÁN, ZOO4 y I►E LIÑÁN, 2006.I-11 SCgÚn MINISTERIO DE ACRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (ZOOi) CtiY^d aU[Ori7.8dR ^3 epilC3eiÓn Cn "jUdla Sin Valna",

"judía con vaina" y "judía verde".

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33. ?1107

Figuras 4 y 5. Crecimiento de Fusarium solnni: en medio de cultivo PDA (tig. 4) y en "crimaru húmedu" (fig. 5).

de siembra interiores de cada unidad experi-mental que estaban contenidas en los 4 mcentrales, es decir, 30 plantas de cada repeti-ción. Las plantas fueron recogidas procuran-do la extracción íntegra del sistema radiculary se llevaron inmediatamente al laboratoriopara proceder a su análisis.

Para cada una de las plantas se valoraronlos síntomas observados en el hipocotilo, enel sistema radicular y en el sistema vascularmediante el uso de una escala numérica deseveridad de daños adaptada de las utilizadaspor McFn^^Etv et al. (1989) y por Fiuorr etal. (2003). Así, para evaluar los síntomas enel hipocotilo se consideró "nivel 1" para lasplantas sin síntomas, "nivel 2" para las quepresentaban unas pocas punteaduras o áreasdecoloradas difusas, "nivel 3" cuando seobservaban lesiones necróticas, "nivel 4" sise apreciaba estrangulamiento en esta zona y"nivel 5" cuando la planta estaba muerta.Atendiendo a los síntomas en el sistemaradicular las plantas se clasificaron en "nivel1" cuando carecían de síntomas, "nivel 2"cuando el porcentaje de decoloración estabacomprendido entre 1% y 10%, "nivel 3" sieste estaba entre el 11 °Io y el 25%, "nivel 4"si estaba entre el 26% y el 50%, y"nivel 5"si superaba el 50%. Por último, por lo querespecta a los síntomas en el sistema vascu-lar, estos fueron observados tras realizar uncorte longitudinal en el hipocotilo y en el sis-tema radicular y se valoraron utilizando lamisma escala que para los síntomas del sis-tema radicular. La aplicación de esta escala

numérica posibilitó el cálculo de un "índicede síntomas" realir,ando las correspondientesmedias para cada tratamiento dentro de lasdiferentes repeticiones. Además se anotó,para cada planta, la presencia de nódulos deRhr,.obium, el desarrollo radicular (midiendola longitud tanto de la raíz principal como lade la secundaria más larga) y el peso del sis-tema radicular, tanto húmedo como seco (72horas a 80 °C).

De forma complementaria, de cada grupo

de diez plantas extraídas se tomaron cinco al

azar para ]levar a cabo el análisis microbioló-gico para el aislamiento de los posibles hon-

gos patógenos. Pwa ello, tras lavar el material

vegetal, sumergirlo durante tres minutos enhipoclorito sódico al I%, aclararlo posterior-

mente con agua destilada y dejarlo secar en el

interior de la campana de tlujo laminar, se

sembraron por duplicado pequeños fragmen-tos de la zona cuello-raíz de cada planta en

medio de cultivo de agar de patata glucosado

(PDA), incubándose a 25 °C durante quincedías (tig. 4). Simultáneamente, con el mismotin, se dispusieron en condiciones de "rrímc^-

ra húmeda" trozos de material vegetal de la

misma zona pero sin tratamiento de desinfec-ción de cada una de las cinco plantas (tig. 5).

Se identificaron las especies presentes

mediante caracteres morfométricos siguiendolaS Obras de BARNETT Y HUNTER (199^) y F^RX

(1981) (figs. 6 y 7). Se obtuvo una valoraciónnumérica de estos factores realizando, en cada

caso, una media de los resultados en cada unode los tratamientos de las distintas repeticio-

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302 M. P CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS, M. ÁMEZ, J. A. BOTO. P. A. CASQUERO

Figuras 6 y 7. Observaciones microscópicas de Fusarium sp.: macroconidios (tig. 6) y fiálidas largas y microconidiosde Fusarium solmri (tig. 7).

nes considerando el valor "1" cuando sedetectaba la presencia de Fusarium snlnni y"0" cuando este hongo no se desarrollaba.

Toda esta información se recogió en esta-dillos (tig. 8) para facilitar el posterior trata-miento de los datos. Se anotó además la pre-sencia de otros hongos.

Muestreo de plantas para evaluar el

rendimiento

Para cuantificar el rendimiento productivoobtenido en cada uno de los tratamientos ypoder comparar éste con el obtenido en lasplantas sin tratar se realizó un segundomuestreo en la primera semana del mes de

VARIEDAD: PINTA TRAT.4MfENTO CARBENDAZIMA REPETICION: 5 CODIGO: P-S-C FECHA 29l07I05Síntomas Presencia nódulos Dasarrollo radicular Pe so

No Hipocotilo Sist.radicukr Sst.vescukr Sí Sí Raízprincipal Reíasecundarie Skmbre Híunedo Seco

1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

No

ligem Abund. (mm) (mm) (g) (g)

1 X X X X 130 70 3.6 0.92 X X X X l30 70 3.0 l.l

3 X X X X I15 75 3.4 0.84 X X X X l55 80 45 1.0

5 X X X X I15 95 2.7 t.26 X X X X 125 90 X 3.97 X X X X 105 l12 X 3

8 X X X X l00 60 X 3.39 X X X X 125 95 X 3.1

10 X X X X ]00 85 X 3.6

Leyenda:Síntomes hipocotió ^l^. Sin síntomas^, 2^. Unas pocas pur¢eaduras o áreas decoloradas difusas;3: Se distinguen ksiones necrótices; 4: Estrangulamknto; 5: Muerte del semillero.Síntomas en sistema radicular ysistemavescular(corte longitudinal):l: Sin síntomas^, 2^. Decoloración l-]0% ;3: Decolorecrin l 1-25°/>;4: Decolomción 26-50% ; 5^. Ikcolomción > 50%.

Figura 8. Ejemplo de estadillo utilizado para el registro de parámetros utilizados para evaluar la sintomatología y lapresencia de Fusarium.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS. 33. 2tx17 303

metros pudieron calcularse los siguientesíndices: número de vainas por planta, núme-ro de semillas por vaina y rendimiento porplanta, expresado este último en gramos.

%Figura 9. Recuento del número de vainas obtenidas,

para cada repetición, en las 30 plantas muestreadas decada uno de los tratamientos.

Análisis de datosPara evaluar estadísticamente los datos

registrados se realizó un análisis de varianzay se procedió a realizar una comparación demedias cuando se detectaron diferencias sig-nificativas entre tratamientos, utilizando paraello la aplicación informática SAS (SAS Ins-titute, 1990).

RESULTADOS

septiembre, coincidiendo con el estado feno-lógico de R9 (maduración) (CIAT, 1987). Serecogieron de forma individualizada 30plantas al azar dentro de los 4 m centrales delas 3 líneas de siembra interiores de cadaunidad experimental, es decir, 90 plantas decada repetición, y se llevaron al laboratoriodonde se realizó un recuento del número devainas totales (tig. 9), del número de semi-llas contenidas en diez vainas tomadas alazar en cada uno de estos grupos, y del pesoseco de ]00 semillas. A partir de estos pará-

Los resultados del análisis de varianzarealizado para los caracteres cualitativos semuestran en el cuadro 2, en el que puedeverse que tanto en la valoración de síntomas(en el hipocotilo, radiculares y vasculares)como en la formación de nódulos no existendiferencias significativas entre los tratamien-tos. Sin embargo, sí existen diferencias sig-q iticativas (P<0,05) en la cuantificación dela presencia de aislamientos de Ft^sciriumsolani en la siembra en medio de cultivo,obteniéndose menor número de placas concrecimiento de este hongo en el caso de

Cuadro 2. Análisis de varianza de los caracteres cualitativos.

Cuadrados medios para los caracteres de planta

^Vm 7^ ^L

C ^y

ír. ^ç

c

Repeticiones

Tratamientos

Frror

Coeficientede variación

Media

lntervalo

de variación

42

8

C

^ O

E^O `J

C O,

!` L

c`a

d ^

ú ^

7 ^E '^ EC ^

3: ^v

Ri ^e yU

^ ^

E C°^ v

'l. ^►

0, I 2 0,38 OAS

0.03 0,23 0.20

0.08 0.02 0,03

22,74 6,50 12,05

1,23 2,30 1,47

1-2, I 1,5-3 1,2-1,8

^'u vc ov ^h ç

L `C0. a

áG ^u ^a

E^7 Q

^ ^C

R. : ^

0 0_ I 0. I

0 0.6* 0.1

0 0,1 0.1

0 39,5 27,7

0 0,8 0.9

- 0-I 0-I

* Signiticante al 5%.

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3(k3 M. P CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS, M. ÁMEZ, J. A. BOTO, P. A. CASQUERO

Cuadro 3. Comparación de medias de los caracteres cualitativos.

►Cv,^ O

^ ^,E úO

• •.

Lc

► u_v 9

CS L

E C0o ^• ^V1 'V;

Medias para los caracteres de planta

rr

C 1,32

H

T

2,54

IJ8 ?,IZ

1,20 ^,24

1,68

1,2K

1,4_S

^G0.

^ ú y ^C- ^ '^. ^

u h ^ ^ ^ i

v^i ^ ñ ^ ^ ^

L Ó ^ v 7 ^^a e :^, '^, rs. .

0 0,4^ 0,8

0 LOh I,0

0 1.0h I,0

C: Carbendazima, H: Himexarol, T: Testigo, Medias seguidas de la misma letra no presentan diferencias significativas,medias seguidas de distinta letra al menos significativamente diferentes (0,05).

material vegetal procedente de las plantastratadas con Carbendazima, como se apreciaen el cuadro 3; en condiciones de "cámarnhúmedc^", a pesar de que no se detectan dife-rencias signiticativas, sí que se observamenor desarrollo de Fusarium so[a^^i en lasraíces de plantas tratadas con esta materiaactiva. Se aislaron además, tanto en mediode cultivo como en condiciones de "cámarahúmeda", especies consideradas saprofitas ypertenecientes a los géneros Penicillruin,Alternaria y Rhizopus.

Por lo que respecta a los parámetros cuan-titativos, los resultados del análisis de

varianza realizado se muestran en el cuadro4 y la comparación de medias en el cuadro 5.Como puede verse, dentro de estos paráme-tros cabe señalar los siguientes aspectos: eltamaño de la raíz principal es mayor signifi-cativamente (P<0,05) en las plantas tratadascon Carbendazima e Himexazol que en lastestigo; se detectan diferencias altamentesignificativas (P<0,01) en el peso seco de laraíz, que es igualmente mayor en las plantastratadas con alguna de las dos materias fun-gicidas que en las plantas testigo. También seobservan diferencias altamente significativas(P<0,01) en rendimiento por planta y en el

Cuadro 4. Análisis de varianza de los caracteres cuantitativos.

Cuadrados medios para los caracteres de planta

ea- ^^

. á C0o

O y

^

^ .^ p • ^

v, ^ O ó.5 ó ú 7^^ L O L L L y =. y,

^ ^ ^L

^ a ^ á Ñ ^ Ñ^a

°Jri^ó C7 Áí0.E • ^^ o.^ó°,°

Repeticiones 4 309,24 968,91 Q48

7ratamientos 2 453,75* 37,93 0,71'

F,rror 8 64,21 2I 8,46 Q 17

Coeficientede variación 7,(^ 17,90 11,94

Media l f4,51 82,58 3,47

Intervalode variación 93,0-139,9 55,8-118,5 2,5-4,6

e`av ^C ^+Y ^

e^e >E c0o ^C ^3 'V.

^ L ^ áó. o^o

v ^ ^ v ^ ^

E c c E' c

.°.d :°

^É ^^ ñ,

.^ •CÓ ^, .^ E •^ y ^ .^.z>n. z^,> ao.^

0,04 3,939 0,14 20, I 8

Q,14** 22,299** 0,29 117,32*•

0,01 2,2R5 0, I 6 I 2,33

11,91 19,71 13,07 24,47

0,99 7,669 3A7 14,35

Q6-1.3 107,0-372 19,0-3R,0 4,1-22,9

^* Significante al 19r: * Significante al S^c;'Signiticante al 10%.

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BOL. SAN. VEG. PLAGAS, 33, 2007 305

Cuadro 5. Comparación de medias de los caracteres cuantitativos.

Medias para los caracteres de planta

ea^^

o °

o .°.'' ,b 9a,►

yo • _ c N O N 'ó O 'v ñ.

= ‚L •L L V

_

`7 CCu ^^ ^

^°' °^ E^a^ V ^^ V ^ ^ L ^. ,v. 6+ ^ ^ Y = ^ ^ á

^, ^NE ^°NE ^^^

7' E C pF` ƒ cc.^ Á,^.E o^.^v^ i é ^

cÓ ^7Z i a

7 ai RZ m>

6+ ÓOoG a _

C 115.70^ 79.64 3.80 I.IOa Io,106" 3,32 19,94^

H 123,38^ 85,10 3,54 IAB^ 6.S34h 2,R4 11,56h

T 104.44^ R3,00 3.06 O.ROh 6.36Rh 3,(W 11.54^

C: Carbenduzima, H: Himexazol, T: Testigo. Medias seguidas de la misma letra no presentan diferencias signiticativas,medias seguidas de distinta letra al menos significativamente diferentes (0.05).

número de vainas por planta, componenteconsiderado como el más importante en elincremento del rendimiento en judía (CotvTi,1985); en ambos casos, la mayor productivi-dad se obtiene en las plantas tratadas conCarbendazima. Además, en estos dos pará-metros se obtienen resultados ligeramentemejores en las plantas tratadas con Himexa-zol que en las que no recibieron tratamiento,si bien esta diferencia no es estadísticamentesignificativa. Tampoco hay signiticaciónestadística en el número de semillas porvaina, si bien, con la Carbendazima se obtu-vo mejor comportamiento que en las plantastestigo o las que fueron pulverizadas conHimexazol.

DISCUSIÓN

En la bibliografía se recogen las dificulta-des que presenta el control químico frente alhongo Fusarium soluni (MCFA^^Etv yHALL, 1987), especialmente en parcelas dealubia con antecedentes de "mal del pie".Según estos autores, cuando la aplicación defungicidas consigue resultados satisfactorioses por yue ésta se realiza en fases tempranas,teniendo en cuenta que según SIPPELL yHAL>3 (1982) Fu.surium solani f. sp. phaseoliproduce un mayor estrés en las plantas tras lafloración. Por ello, siguiendo estas indica-ciones, las aplicaciones de Carbendazima eHimexazol en el presente estudio fueronhechas en pretloración.

En relaci6n a la valoración de los síntomasobservados en el hipoco[ilo, sistema radiculary sistema vascular cabe destacar que no exis-tieron diferencias significativas en ninguno delos tratamientos, pudiendo deberse esto a quelos síntomas se originaran antes de realizar lasaplicaciones fungicidas. Sin embargo, sepudo ver una ligera reducción en la manifes-tación de los síntomas respecto al testigo en elcaso de las plantas tratadas con Himexazol, sibien no se redujo el aislamiento de Fusuriumen material vegetal y no hubo diferencias sig-nificativas en ninguno de los parámetros derendimiento. En los ensayos realizados conesta misma materia activa por MCFA^^ErJ yHALi. (1987) se obtuvieron resultados análo-gos, ya yue, a pesar de que para ellos el fun-gicida redujo los síntomas en el hipoc;otilo, elrendimiento respecto al testigo no se vio afec-tado signiticativamente. Por otro lado, en lasplantas tratadas con Carbendazima los sínto-mas fueron mayores que en las testigo y en !astratadas con Himexazol, mientras que se redu-jo el aislamiento de Fusarium snluui signiti-cativamente en medio de cultivo un 60% y en"cámarc^ fuímeda" un 20%; además, se vieronincrementados todos los parámetros de rendi-miento, siendo altamente signiticativo esteaumento en el componente más importantedel rendimiento según CorvT^ (1985), es decir,el número de vainas por planta, en un 58,7%,y en el rendimiento por planta, en un 72,8%,lo que respondería a las expectativas de losagricultores.

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306 M. P. CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS, M. ÁMEZ, J. A. BOTO, P. A. CASQUERO

La reducción señalada en el porcentaje de

aislamiento del hongo en muestras de mate-

rial vegetal podría ser debido en parte a que,

como explica DE LttvÁN (2003), la Carben-

dazima impide el crecimiento del micelio del

hongo y, aunque permite la germinación de

esporas, detiene el desarrollo del tubo germi-

nativo induciendo irregularidades en la divi-

sión celular y dando lugar a células anorma-

les que provocan la muerte del hongo. Este

mismo autor describe que, sin embargo, el

Himexazol tiene una actividad fungistática,

aspecto este también descrito en los estudios

de ]VICFADDEN y HALL (1987).

En ninguna de las plantas recogidas en el

primer muestreo se detectó la presencia de

nódulos en las raíces. Constatada la presencia

de Fusariurn solani en la parcela ensayada

merece la pena reseñar que CORRIVEAO y

CARROLL observaron en el año 1984 cómo

plantas de soja afectadas por Fusarium oxvs-porum presentaba q un menor número de

nódulos que las plantas sanas. A pesar de esto,BuoNASS ► s ► et al. (1986) demostraron que la

capacidad de nodulación y la inhibición delcrecimiento de Fusarium solani f. sp. phaseo-li por distintas cepas de R{ii^ohiurn no estácorrelacionada; estos autores sugieren la posi-

bilidad de controlar este patógeno mediante la

inoculación de semillas con cepas de Rhizo-bium con elevado antagonismo.

Por lo que respecta a los caracteres cuan-titativos relativos al desarrollo radicular esimportante destacar que los valores más altostanto de longitud de la raíz principal comode la mayor secundaria se obtienen en lasplantas que fueron tratadas con Himexazol,lo que concuerda con la atribución a estamateria activa de un marcado efecto comopromotor del enraizamiento realizada por DEL^fvÁN (2003). Se considera interesante men-cionar además que exis[en estudios que rela-cionan la estructura radicular con la resisten-cia frente al ataque de los hongos causantesdel "mal de nie", y así en los ensayos deRoMÁN-Av^LES et al. (2004) se detecta uncomportamiento mediocre de los genotiposensayados pertenecientes a la clase comer-cial Cranberry, a la que se adscribe la varie-

dad Pinta. En cualquier caso, el uso de cual-quiera de los fungicidas ensayados propor-ciona valores de peso seco de la raíz signif7-cativamente mayores que los obtenidos enplantas testigo.

Por último, en cuanto a los parámetros derendimiento, quizá los más relevantes eneste estudio encaminado a determinar la efi-cacia de dos materias activas frente a Fusa-riurn solani, y, como se ha expuesto ante-riormente, con la Carbendazima se obtuvie-ron los resultados signiticativamente másfavorables. Es importante comentar que lacomparación de producción realizada porSiPPEL y HALL (1982) entre plantas de alu-bias blancas sanas y plantas inoculadas con500 conidios de Fusariurn solani f. sp. ^^ha-seoli por gramo de sustrato detectó unareducción del 29,1% en el caso de rendi-miento por planta. Dado que, según losdatos expuestos en este trabajo, la aplica-ción de la Carbendazima permite obtenerdiferencias mayores respecto al testigo queel porcentaje anterior, habría que considerar,además de que se trata de otra variedad, laposible acción de esta materia activa sobreotros patógenos que pudieran haber estadointeractuando y que no hubieran sido detec-tados en los análisis llevados a cabo.

A modo de conclusión de este ensayopuede decirse que con la aplicación de Car-bendazima se vio incrementado el número devainas por planta (considerado éste el compo-nente del rendimiento que más influye en elmismo) y el rendimiento por planta, reducién-dose de forma significativa las pérdidas pro-ductivas que produce la infección por Fusa-rium. Este control químico es importante parapaliar los daños en variedades locales de judíaprotegidas por la ].G.P. "Alubia de La Bañeza-León" de importancia económica en la regióny en las que no se plantea la introducción deresistencia genética.

A la vista de estos resultados se considerainteresante ampliar este estudio medianteensayos complementarios en otros ambien-tes y con otras variedades que permitan con-firmar la eticacia de la aplicación de Carben-dazima. Además, sería interesante completar

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BOL. SAN. VEG. PI_AGAS. 33. ?007 307

la identiticación de los hongos asociados al AGRADECIMIENTOS"mal del pie" y su importancia relativa en laszonas productoras de alubia en la provincia Este estudio ha sido parcialmente tinan-de Leó^. ciado por la Diputación de León.

ABSTRACT

CAMPELO M. P., A. LORF:NZANA, M. F. MARCOS, M. AMEZ, J. A. BOTU, P. A. CASQUE-

Ro. 2007. Effectiveness in tield of two fungicides for the control of root rot of bean (Pha-seolus vulgaris L.) in La Bañeza (León). Bol. San. Ueg. Plagas, 33: 297-308.

The effectiveness of the application of Carbendazim and Hymexazul by means ofdirect pulverization in the neck of plants of bean plants ("Pinta" landruce) is studied in atield infested by Fusarium sulani. Qualitative parameters (symptomatology, nodules andfungal isolation) and quantitative (root develop and weight, pods per plant, seed numberper pod and yield per planU are evaluated. Fungicide applications improve signiticantly(P<0,05) the root growth. It is observed signiticant reduction (P<0,05) in fungal isolationand a highly signiticant increase (P<0,01) io pods per plant and yield per plant in plantstreated with Carbendazim. Realization of complementary assays in other places and withother varieties is considered interesting because of the results obtained.

Key words: Fusnrium solani, root rot, Carbendazim. Hymexazol, symploms, yield.

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(Recepción: 29 marzo 2007)(Aceptación: 18 mayo 2007)

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SUMARIO DEL VOL. 33 (2)

ENTOMOLOG%A

O. R. D ► IoR ►o. New host plant records in Argentina for two species in the genus Phoracantha Newman, I 840(Coleoptera: Cerambycidae) ................................................................................................................................................................... 137

E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MExIA. Interactions between aphid species and beneficial organisms in sweetPePPer protected crop ................................................................................................................................................................................. 143

E. VALÉRIO, A. CECÍLIO, A. MExIA. Popula[ion dynamics of aphids (Homoptera: Aphididae) and beneficialorganisms on protected strawberry crop ............................................................................................................................................ 153

L.VALVERnE. Abundancia y distribución de los huevos de las principales especies de lepidópteros noctuidosplagas en el cultivo de soja en Tucumán, Argentina .................................................................................................................... 163

A. HUERTA, F. ROBRE^o, J. DIEZ, J. A. P.vARES. Cría en laboratorio de Tetrastichus turionum Htg. (Hym.:

Eulophidae), un parasi[oide de crisálidas de Rhyacionia buoliana Den. et Schiff. (Lep.: Tortricidae) ................ l69

A. M. JAUSET, M. ARTIGUES, M. J. SARAStíA. Estudio de algunas caracteristicas de las plantas en vaziedadesde peral y su relación con la incidencia de la psila (Cacopsylla Pyri (L.) Hemiptera: Psyllidae) . ........................ 179

S. B. PADÍN, E. M. Rlcci, C. HENNING, S. RÉ, ]. RINGUELET, E. CERIMELE. InseCtiCidas b0[ánicOS para eI

control de Myzus persicae Sulz. (Hemiptera: Aphididae) en Brassica oleracea var. capitata .................................. 187

J. CASADO ALVAREZ, S. SoRIA CARRERAS. Descripción del ciclo biológico y distribución de las principales

cochinillas que afectan a las acículas de los pinos en la Comunidad Autónoma de Madrid ..................................... l95

M. CocA-ABIA, C. QUERO LÓPEZ, J. M. SOPEÑA MAÑAS, E. MARTÍN BERNAL, A. GUERRERO. COn[ribuClÓn al

conocimiento de la Ortopterocenosis de la Península Ibérica ................................................................................................. 209

PATOLOGlA

J. MoRAL, R. OLfVEIRA, J. C. TELLO, A. TRAPERO. Caracterización fisiológica y patogénica de aislados deColletotrichum spp. causantes de la antracnosis del olivo ........................................................................................................ 219

A. ZARCO, J. R. v ► RUEGA, L. F. RocA, A. TRAPERO. Detección de las infecciones latentes de Spilocaea oleaginaen hojas de olivo ............................................................................................................................................................................................ 235

TERAPÉUTICA

M. RUiz TORRES, A. MoNTIEL BuENO. Eficacia de los tratamientos mediante árboles-cebo contra la Mosca delOlivo (Bactrocera oleae, Gmel; Tephritidae, Diptera) en la provincia de Jaén ............................................................... 249

M. RUIZ ToRRES, A. MoNTIEL BUENO. Efecto de los tratamientos-cebo aéreos con spinosad contra Moscadel Olivo (Bactrocera oleae, Gmel.; Diptera: Tephritidae) sobre la enromofauna del olivar en la provinciade Jaén .............................................................................................................................................................................................................. 267

H. O. S. DÓRIA, N. M. M. S. ALBERGARIA, V. ARTHUR, S. A. DE BoRTOL► . Effect of gamma radiation against

the Mediterranean fruit fly Ceratitis capitata ( Diptera:Tephritidae) in guava fruits . .................................................. 285

A. J. GONZÁLEZ, G. GoNZÁLEZ-VARELA . Ensayo in vitro de fungicidas frente a Exserohilum turcicum, agentecausal del tizón norteño del maíz. en Asturias .................... .......................................................................................................... 289

M. P. CAMPELO, A. LORENZANA, M. F. MARCOS, M. ÁMEZ, J^ A. BoTO, P. A. CASQUERO. Eficacia en campo de

dos fungicidas para el control del mal del pie de la judía (Phaseolus vulgaris) en La Bañeza (León) ................ 297

MINISTERIODE AGRICULTURA, PESCAY ALIMENTACIÓN

CENTRO DE PUBLICACIONESPueo de Infann Isabel, I- 28014 Madrid