BIOLOGÍA DEL AMOR, ESCUELA Y DESPLAZAMIENTO

AUTONOMÍA Y RESPONSABILIDAD

AGUSTÍN ANGARITA LEZAMA GINA PAOLA JIMÉNEZ ESPINOSA

Modulo 1

2011

Convenio Interinstitucional 0570 de 2011Gobernación del Tolima. Secretaria de Educación y Cultura Departamental. Poblaciones Vulnerables –

Universidad de Ibagué.

PROYECTO“Apoyo en formación de docentes y atención psicosocial a la población en situación de desplazamiento que se

encuentra matriculada en las instituciones educativas oficiales del departamento del Tolima.”

Publicación: Módulos Formativos: Programa Escuela y Desplazamiento. Módulo 1. Autonomía y responsabilidad. Módulo 2. Violencia en la escuela y garantía de derechos. Módulo 3. Multiculturalidad, Escuela y Desplazamiento. Módulo 4. Construir desde el caos.

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN............................................................................................8

CAPÍTULO I: Desplazamiento interno forzado y escuela..........................11¿Qué se entiende por desplazamiento?..................................................................11¿Qué papel ha jugado el Estado frente al desplazamiento?...................................13¿Qué papel ha jugado la comunidad frente al desplazamiento?............................15Actividades de aula.................................................................................................18

CAPÍTULO II: La autonomía de los seres humanos….................................19¿Qué es la autonomía de un ser humano?.............................................................19¿Cómo se da la necesidad del otro, la dependencia del otro?...............................21Y la responsabilidad ¿Qué papel juega en la red social?.......................................23Actividades de aula.................................................................................................24

CAPÍTULO III: Biología del amor................................................................26¿Qué es la certidumbre?.........................................................................................26¿Cómo convivimos si nuestras representaciones del mundo son diferentes?.......29Actividades de aula.................................................................................................32

REFLEXIONES…...........................................................................................35

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.............................................................37

NOTAS...........................................................................................................39

DIRECCIÓN GENERAL

Gobernación del TolimaOSCAR BARRETO QUIROGA

Gobernador del Tolima 2008-2011

EUNICE RAMIREZ VARÓNSecretaria de Educación y Cultura Departamental

CARLOS CRUZCoordinador Cobertura – SED Tolima

ANDREA VANEGASCoordinadora de Calidad – SED Tolima

Universidad de IbaguéALFONSO REYES ALVARADO

Rector

MIRIAM URREADirectora CEP

COMITÉ COORDINADOR DEL CONVENIO

MARIA CRISTINA CARDONA ARIASAtención a Poblaciones Vulnerables. SED – Tolima. – Supervisora del Convenio 0570 de 2011.

NORA CRISTINA OSORIO GUTIERREZDirectora Línea de Investigación Convivencia, segu-ridad y ciudadanía. Facultad de Derecho y Ciencias Jurídicas. Universidad de Ibagué.

ANA FRANSHELLEY SOCARRAS FOREROCoordinadora Financiera Programa Escuela y despla-zamiento. Universidad de Ibagué.

LILIAN JANETH OSPINA BORJACoordinadora Programa Escuela y Desplazamiento. Universidad de Ibagué.

AUTORES:

Módulo 1. Agustín Angarita Lezama y Gina Paola Jiménez Espinosa. Módulo 2. Agustín Angarita Lezama y Liliana del Pilar Jiménez Rivas

Módulo 3. Agustín Angarita Lezama.

Módulo 4. Agustín Angarita Lezama

CORRECCION DE ESTILO: Amparo Barrero Amaya

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Ctp express

IMPRESIÓN: Ctp express

ISBN: 978-958-44-9577-8

Primera edición: Ibagué, Noviembre 2011.DISTRIBUCIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA.

Apartes de los textos se pueden reproducir citando la fuente.

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INTRODUCCIÓN

Esta es la primera, de cuatro publicaciones escritas por el equipo humano de inves-tigación del Observatorio de paz y derechos humanos de la Universidad del Tolima, dentro del convenio interinstitucional con la Gobernación del Tolima y la Universi-dad de Ibagué, en el marco social y académico de la escuela, la convivencia y el desplazamiento interno forzado y como parte de las acciones del Sistema Local de Atención Integral a la Población Desplazada (SNAIPD).

Desde hace varios años el Observatorio viene dedicado a estudiar el fenómeno del desplazamiento interno forzado en el departamento del Tolima, producto de ello ya se han publicado varios boletines físicos y virtuales y se prepara un libro que da cuenta de una década de este flagelo en los municipios de nuestro departamento. Además, el equipo del Observatorio, lleva ya un tiempo importante estudiando la contribución del chileno Humberto Maturana Romesín a las ciencias de la Comple-jidad desde su propuesta de la Biología del amor. Maturana, a través de su extensa obra, demuestra que el conocer es un fenómeno biológico que sólo pude ser estu-diado como tal y que la vida misma, debe ser entendida como un proceso de conoci-miento que se realiza en el vivir, en congruencia con el medio y las personas y entes que lo conforman. Es decir, Maturana aporta una propuesta explicativa de la vida y la experiencia humana, entendiendo esta última como la dinámica de relaciones que genera el conocimiento humano. Es, entonces, fundamentalmente una nueva propuesta epistemológica que nos puede permitir explicar todo lo que ocurre en la vida como fenómeno del vivir.

Para Maturana lo humano es un proceso que se construye en la vida en comunidad. Lo humano sería una construcción social, que parte de mirar al ser humano como un ser integral donde mente y cuerpo conforman un elemento vital único e indisolu-ble. Por lo tanto, no podría ser posible la humanidad por fuera de lo social, por fuera de la interrelación, de la intervinculación de los miembros de una sociedad. Esa interrelación, para que pueda permanecer en el tiempo, necesitaría de la acepta-ción mutua de sus miembros. El pegamento que solidificaría estas interrelaciones o vínculos dinámicos sería el amor, el afecto, como sustratos del respeto, del convivir y la concreción de lo social. La aceptación del otro o de la otra como un ser legítimo para vivir y convivir en comunidad, serían la base de construcción de la sociedad cuyo cemento sería el amor.

Este módulo inicial, pretende abrir un espacio de diálogo con los maestros y las maestras de nuestras instituciones educativas ubicadas entre los 14 municipios, que la Corte Constitucional priorizó, luego de estudios y datos oficiales sobre des-plazamiento, como los de mayor impacto y atención en el ente territorial, y que el

gobierno departamental, acogió como su responsabilidad dentro del Plan Integra-do Único de Atención a la población en situación de desplazamiento en el Tolima (PIUT). Para nuestro caso la escuela es el centro de atención. En ella se reflejan y se viven a diario múltiples problemas como la pobreza, el hambre, el miedo, la soledad, la competencia, el irrespeto, la indiferencia, la violencia verbal y/o física, la exclusión…

Dichos problemas posiblemente tengan de base la manera como el mundo occiden-tal nos ha enseñado a conocer y a vivir: en la competencia, en la certidumbre, en el individualismo y en la exclusión. El que gana es el más fuerte, la solidaridad no tiene espacio real y el respeto se convirtió en tolerancia. Esta última se fundamentaría en la negación del otro o de la otra, pero que aplazamos, mientras lo convencemos, o él o ella se dan cuenta y aceptan nuestra “verdad”. Es decir, que quien tolera cree tener acceso privilegiado a una realidad única e independiente, lo que le daría una supuesta objetividad como argumento para obligar. Esta forma de conocer y construir realidad no permitiría construir mundos comunes, de aceptación, respeto y solidaridad.

Este módulo pretende dar herramientas a los maestros y maestras para que con base en la Biología del amor o del afecto, amplíen su mirada y puedan dar alter-nativas de solución a los posibles conflictos que se presentan no sólo en el aula de clase, sino en todos los espacios en los que se relacionen con otras personas. En el primer capítulo se hace un esbozo del problema del desplazamiento interno forzado, así mismo se describe el papel que juega el Estado y la comunidad en la solución al flagelo del desplazamiento. Frente a esta situación se hace una propues-ta encaminada a la inclusión y la solidaridad, no sólo de la población desplazada sino de todas las personas que tienen dificultades para tener una vida digna. En el segundo capítulo se hace referencia a la autonomía de los seres humanos que consiste en la capacidad que tiene cada uno de gobernarse a sí mismo, de establecer las normas propias por las cuales va a regir sus comportamiento dentro de la sociedad, sin olvidar que todos los seres autónomos, al vivir en comunidad, deben acoplarse al medio en el que se encuentren ya que de él dependen para desarrollarse como personas. Finalmente, se esboza la necesidad de vivir en la responsabilidad de nuestros actos al relacionarnos con los demás seres humanos y con la naturaleza.

En el tercer capítulo se hace referencia a la Biología del amor como la base de la transformación de los conflictos sociales. En esta sección se esbozan los inconve-nientes que se presentan en las relaciones sociales cuando se vive en la certidum-bre, el individualismo y la exclusión, planteándose como propuesta la Biología de amor, que nos permitiría entender que todos conocemos y vivimos la vida de ma-nera diferente y por ende, construimos mundos distintos, lo que nos puede llevar a preguntarnos

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¿Qué debemos hacer para convivir si todos construimos y vivimos mundos diferen-tes?

Finalmente se hace una reflexión donde se recogen todos los temas vistos en esta presentación y se plantea, a manera de conclusión, que para vivir en comunidad es necesario no sólo entender, sino vivir la necesidad y dependencia con el otro u otra, y de aprender a vivir en el amor, en el respeto, en la solidaridad y la responsabilidad con nuestros actos.

Con este módulo pretendemos empezar procesos de cambio y transformación en nuestras vidas y en nuestras escuelas y colegios, pues es sabido que las maestras y maestros son la columna vertebral de los procesos de socialización y humaniza-ción de los que hace parte la educación y que los jóvenes son nuestro presente, nuestra realidad y el posible futuro. Por ello, los esfuerzos por mejorar las condi-ciones de vida de la sociedad deben empezarse a trabajarse desde la escuela y la familia, pero no únicamente desde ellas.

CAPÍTULO I

DESPLAZAMIENTO INTERNO FORZADO Y ESCUELA

¿QUÉ SE ENTIENDE POR DESPLAZAMIENTO?

En el mundo capitalista occidental la vida transcu-rre guiada por el egoísmo, la competencia, el indivi-dualismo y la mercantilización de las relaciones hu-manas. El mercado parece ser lo único importante, de tal manera, que se considera más valioso tener, poseer, acumular que SER, que realizarse cultural, emocional, intelectual y espiritualmente. La forma como se ha construido la visión del mundo en occi-dente está fundamentada en la afirmación del indivi-dualismo y por lo tanto, en la negación del otro, en la no aceptación, implícita o explícita de la validez del otro o de la otra para la vida en comunidad, para la vida en convivencia. La concepción capitalista de la vida se soporta en la visión que construyó la ciencia de buscar certidumbres y con ellas, las leyes que rigen el mundo. Por esta vía, el conocimiento se de-dicó a la búsqueda de la verdad. Y se aprendió a vivir en un mundo donde la ciencia y sus opiniones

son los únicos criterios de verdad. Es por eso que los ciudadanos viven en procura de certidumbres, de certezas, para intentar vivir en un mundo de seguridad y de tranquilidad.

El egoísmo y la vanidad, que surgen de la mentalidad capitalista, consolidan una vida vacía, carente de sentido y llena de soledades. Las personas son miradas como objetos, como posibilidades de negocios, como mercancías que se venden y se compran, y se cree que mientras más se tenga, mientras más se acumule, mejor se vive. Desde esta visión, la naturaleza es vista como una gran bodega cargada de objetos para vender, para enriquecerse, y las mismas personas son miradas como cosas útiles, como capital humano como recursos humanos que se compran y se venden. Este panorama sombrío y deshumanizado, es terreno abonado para el terrible delito del desplazamiento interno forzado.

Aunque el acto de matar o de asesinar a otra persona es la máxima expresión de negación del otro porque hay que eliminarlo del espacio de convivencia, el despla-

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zamiento forzado no se queda atrás, pues agrede los espacios físicos, emocionales, espirituales, sociales, económicos y culturales del ser humano, en últimas, agrede la integridad de la persona, es decir, se le desconoce en su dignidad como sujeto, como fin en sí mismo y se le convierte en una herramienta, una cosa, en un ins-trumento que estorba y, por lo tanto, debe ser desterrado o eliminado y sus bienes apropiados, por quienes creyendo ser poseedores de la verdad, se sienten con de-recho de expulsar a todos los que no aceptan en su entorno.

El desplazamiento interno forzado rompe no sólo con los vínculos que pudieran existir entre los victimarios y las víctimas, sino también con todos los demás lazos que las personas desplazadas hayan construido durante su vida en el lugar de don-de han sido expulsados.

Con el desplazamiento interno forzado no se reconoce que los seres humanos se necesitan los unos a los otros. A manera de ejemplo de la necesidad que se tiene de los otros, podríamos mencionar la ropa que cada uno usa, los alimentos que come, la casa donde vive y los elementos que usa día a día para vivir en el mundo y que han sido el resultado del trabajo de otras personas, si esas personas no las hubie-sen hecho no las podríamos disfrutar. Existe otra forma de entender la necesidad de los otros, o sea, la necesidad de aceptación que se da al sentirse reconocido por los demás como miembro de una comunidad, así sea en un simple saludo, ya sea en la casa, la escuela, el trabajo o el barrio. Pero esos vínculos se pierden porque el mundo de hoy ha formado en el individualismo, el egoísmo y en el apego por las cosas. El desplazamiento tiene su raíz en ese no reconocer que los seres humanos no pueden existir en el aislamiento, sino que todos necesitan de todos. Cuando se entiende que el otro es indispensable, que no se puede vivir sin él, es cuando se siente la necesidad de las demás personas y cuando se entiende emocional e inte-lectualmente esto, significa que se vive en la aceptación de los semejantes.

Esa aceptación se da cuando se reconoce al otro en su esencia y sus diferencias y se entiende que ningún ser humano puede vivir aislado de una comunidad, porque necesita de ella para vivir y desarrollarse, comprendiendo con ello que la vida en comunidad, cuando se acepta al prójimo, es una vida basada en el respeto, pero no un respeto fundado en la relación “interesada” de quien cree que por dar debe recibir, sino un respeto que se siente, que se vivencia en las relaciones de afecto, de necesidad y reconocimiento de unos con otros.

Las personas que tienen que huir para proteger sus vidas, que son vistas como estorbos que estropean e incomodan a otras personas cegadas por el deseo de poder, control y dominación para conseguir sus fines, que son sacados a la fuerza de sus tierras y sus bienes apropiados, que son despojados del reconocimiento de su dignidad humana, son los seres humanos, tan humanos como cualquier otro, que cargan con el peso y la amargura del desplazamiento forzado.

En últimas, el desplazamiento es el acto de negar al otro o a la otra, pues una per-sona o grupo de personas que no son aceptadas, se ven obligadas a abandonar su lugar de origen marchando hacia otro lugar dentro del territorio nacional, dejando atrás todo lo construido y rompiendo sus vínculos relacionales consigo mismo, con su familia, con la comunidad, con la tierra y con la naturaleza, debido a que su vida y la de su familia corren peligro, porque algunos individuos, amparados por el po-der, las armas y la violencia, les desconocen su dignidad como personas y desean apropiarse de sus tierras y sus bienes, obligándolas a desplazarse bajo condiciones de terror y muerte.

Sin embargo, este es el comienzo del drama que tienen que vivir las víctimas que han sido desplazadas forzadamente. Al llegar a otros lugares buscando refugio, apoyo y seguridad van a encontrarse con una ciudad hostil, ajena e indiferente, pues mientras esperan estar dentro de las bases de datos de las instituciones es-tatales que les brindan las ayudas destinadas para ellos, tienen que subsistir de alguna manera: piden ayuda económica o venden en las calles o semáforos, o deambulan con tristeza y sin rumbo, siendo mirados por algunos ciudadanos y au-toridades como generadores de inseguridad y desorden.

Esta situación de ser desplazados forzadamente de sus lugares de origen y luego ser vistos como generadores de inseguridad y desorden a los lugares donde preten-den encontrar refugio, conlleva a que la población desplazada sea, como mínimo, doblemente víctima.

¿QUÉ PAPEL HA JUGADO EL ESTADO FRENTE AL DESPLAZAMIENTO FORZADO?

El desplazamiento forzado ha to-mado cada vez más fuerza, pues ha afectado no sólo a campesinos, afrodescendientes e indígenas en el espacio rural, sino que ha traspasa-do los linderos de lo urbano tocando la vida de docentes, empleados, es-tudiantes y servidores públicos, entre otros.

Frente al incremento e intensificación del desplazamiento, el Estado ha creado va-rias leyes, decretos y normas que intentan darle una solución al problema. Dichas leyes pretenden, en varias fases, que la población desplazada deje esa condición y vuelva a reincorporarse a su vida cotidiana. Estas fases son la atención humanita-

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ria de emergencia y la estabilización socioeconómica de la población desplazada. También existe la fase de prevención que procura en lo posible que no se presenten otros casos de desplazamiento forzado.

La fase de atención humanitaria de emergencia consiste en la entrega de subsidios a la población desplazada para que pueda cubrir las necesidades de alimentación, aseo personal, manejo de suministros y atención médica y psicológica, por un lapso inicial de tres meses, prorrogables a tres meses más. Sin embargo, hasta esta fase llegan la mayoría de los procesos para dejar la condición de desplazado forzado, porque al pasar a la fase de estabilización socioeconómica se encuentran las ma-yores dificultades.

La fase de estabilización socioeconómica está pensada para dar soluciones de me-diano y largo plazo a estas víctimas, con el propósito de generar condiciones de sostenibilidad económica y social en el marco del retorno de la población a sus lugares de origen, a la reubicación en un nuevo lugar o permanencia en el lugar donde buscaron inicialmente refugio. En esta fase se busca la generación de me-dios para crear alternativas de ingreso económico de la población desplazada para que pueda volver a estar dentro de las dinámicas sociales y económicas. Para ello se han propuesto programas que garanticen las necesidades básicas como vivien-da, salud, educación y alimentación. Entre estos programas se encuentran los de generación de ingresos rurales y urbanos, proyectos productivos, fomento a la mi-croempresa, capacitación y organización social .

Mientras reciben estos subsidios de ayuda humanitaria de emergencia, la población desplazada puede sobrevivir, pero el proceso se queda estancado allí, porque exis-ten trámites engorrosos que son difíciles de cumplir por las víctimas debido a que los diferentes lugares a lo que deben acudir para cumplir con los requisitos están le-jos unos de otros: en muchas ocasiones, si no en todas, la población desconoce las dinámicas urbanas, sumado a ello, el dinero que tiene que gastar para desplazarse de un lugar a otro y los múltiples papeleos que exigen las instituciones, hacen que en muchos casos la población desplazada desista de acceder a estos subsidios y busque su supervivencia por otros medios como la mendicidad y las ventas ambu-lantes, entre otros. La situación empeora, porque diariamente llegan a las ciudades más desplazados…

El incremento e intensificación del desplazamiento interno forzado que se presenta en Colombia ha sido preocupación de la comunidad internacional, muestra de ello es el pronunciamiento de la Corte Penal Internacional que lo califica como crimen de lesa humanidad, porque produce daños a la integridad de las personas fuera de combate, y como crimen de guerra porque expulsa a población que está por fuera del conflicto.

Por su parte, la población desplazada, ha tenido que entablar tutelas. De estas tutelas han surgido las sentencias de la Corte Constitucional, que describen los derechos humanos violados por este acto de negar al otro: derecho a la paz, a la vivienda digna, a la educación, a la salud, a escoger lugar de residencia, a la libertad de circular por el territorio nacional, a la integridad personal, entre otros.

Así mismo, el Estado colombiano comprendió que el desplazamiento es un delito y lo reconoció en el código penal, permitiendo que la persona o personas afectadas por esa situación puedan denunciar y exigir justicia. Sin embargo, la mayoría de per-sonas que han tenido que sufrir este flagelo centran su interés en recibir su ayuda humanitaria de emergencia y no denuncian este delito y con esta actitud propician que no se castigue a los actores del desplazamiento, quienes quedan en la impu-nidad, ya que el victimario o persona que niega el reconocimiento y el respeto de otros a través del desplazamiento forzado, queda libre y sin castigo .

En la búsqueda de la solución al problema, las personas desplazadas encuentran muchos inconvenientes a la hora de ser atendidas por las instituciones del Estado. La falta de diligencia de los funcionarios, la demora en los trámites para acceder a las ayudas estatales, la falta de sensibilidad de los funcionarios y sumado a ello la desarticulación de las instituciones en la consecución de las bases de datos, de las cuales surge la selección de las personas que van a recibir las ayudas y subsidios estatales, afectan la recuperación, así sea sólo económica, de la población víctima del desplazamiento forzado.

¿QUÉ PAPEL HA JUGADO LA COMUNIDAD FRENTE AL DESPLAZAMIENTO FORZADO?

Si se entiende que todos los seres humanos necesitan de los otros para vivir, enton-ces la comunidad en general y los funcionarios estatales en particular, deben trabajar articuladamente para dar soluciones a problemas que afecten a otras per-sonas y por ende a toda la sociedad.

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Si se entiende la necesidad que cada uno tiene del otro y que se teje dentro de una comunidad, es posible comprender que respetar al otro, es respetarse a sí mismo, pues lo que afecta al otro, va a afectar a cada individuo y viceversa, debido a los vínculos que existen no sólo con las personas sino con todo lo que los rodea es de-cir, la aceptación, el respeto y el reconocimiento de todos los seres vivos y no vivos.Frente a esta situación, la educación es fundamental, y no sólo se hace referencia a la educación y enseñanza de las diferentes asignaturas, sino a la educación para la vida, basada en el convivir con el otro, en la interacción emocional con otras per-sonas en donde se vivencia la necesidad de estar con el otro como legitimo, acep-tándolo, respetándolo. Para que se de esa mutua relación de aceptación y reconoci-miento, es preciso hacer que los niños vivan en el auto-respeto y la autoaceptación, lo que se da cuando en el espacio del aprendizaje el niño es aceptado y respetado en su dignidad, en su capacidad de hacer y conocer, es decir, se aprende viviendo en la aceptación, en la alegría de ser respetado y reconocido con todas sus dimen-siones y diferencias .

Por ello, la educación se convierte en la base ya sea para una sociedad negadora del otro o una sociedad que acepta al otro. La educación es un proceso de humani-zación que se da durante toda la existencia del ser humano. Las bases educativas que se dan en el hogar y en la escuela, son muy duraderas, por lo tanto, son el espacio para entender la necesidad y el vínculo que existe entre unos y otros, y a su vez reconocerlos en la posibilidad de construir mundos comunes. Pero, desafor-tunadamente, la escuela y el hogar pueden educar, también, en la competencia, en la negación del otro, en el individualismo, en el egoísmo y la envidia que incuban irresponsabilidad y violencia. Luego la escuela podría formar para la vida, para la inclusión o para la exclusión. Los seres humanos formados bajo la visión de la aceptación del otro serán seres incluyentes, respetuosos y responsables con la co-munidad en la que les corresponda vivir.

Por ello, la escuela necesita no de una reforma, que modifique aspectos en su mo-delo actual de negación del otro en la competencia, en donde necesariamente si alguien gana, alguien pierde, es decir, competir es negar a otros; sino de una trans-formación integral en donde el modelo que adopte tenga por base la aceptación y reconocimiento de la necesidad que se da entre los seres humanos, que vivencie la necesidad del otro y que esa transformación no esté encaminada sólo por la inclu-sión de manera digna de la población desplazada, sino por todas las personas que lleguen con diferentes historias y situaciones..

Dicha transformación, como lo recuerdan Maturana y Nisis, debe basarse principal-mente en una concepción de la educación integrada por dos factores fuertemente imbricados, que funcionan sólo si trabajan de manera articulada y se entienden como uno solo: la educación para la formación humana y la educación para la ca-pacitación.

La educación basada en la formación humana permite que el ámbito escolar se convierta para el niño o niña en un espacio de relación, de aceptación con sus compañeros, con los profesores y profesoras y con la comunidad educativa en ge-neral, como padres y directivos docentes. En este espacio el niño o niña será acep-tado en su esencia, y será capaz de ampliar su capacidad de acción y reflexión frente al mundo en que vive, por ello, la educación basada en la formación humana debe convertirse en la base de lo que serán los niños, niñas y jóvenes al salir de la escuela, de ahí que este espacio escolar deba ser un espacio de aceptación y reconocimiento.

Según los autores antes mencionados la educación basada en la capacitación está relacionada con el desarrollo de conocimientos y habilidades para actuar en el mundo en el que se vive, es decir, en adquirir destrezas e instrucciones para des-envolverse en el mundo laboral. Esta capacitación está dada, en general, por las diferentes asignaturas que se ven dentro del pensum escolar.

La educación para la formación humana no necesita una materia específica, ni una hora prefijada para trabajarla, porque debe darse en todos y cada uno de los espa-cios que la escuela tenga: en el aula de clase con las diferentes asignaturas, en el recreo, en las actividades y ferias escolares, en las reuniones con padres de familia, es decir, tiene que convertirse en una manera de ser, de estar y de vivir en la escue-la y debe trascender en la manera de ser, de estar y de vivir, no sólo de los alumnos fuera de clase, sino de los profesores y directivos fuera de la escuela o colegio. Toda la comunidad educativa debe vivenciar la educación para la formación humana más allá de las paredes de la escuela y convertir esa educación en la habitual forma de relacionarse con los familiares, amigos y personas en general.

Así pues, conociendo la tarea por emprender es preciso que para cumplirla se em-piece a tejer una inspiración en conjunto, una conspiración colectiva, o como invita Marylin Ferguson, a respirar juntos, a una conspiración por la educación, por la humanización, pues es la única manera de lograr cualquier apuesta por mejorar las condiciones de vida de la sociedad en general, pues de lo contrario, se seguirá na-vegando en las islas desconectadas de instituciones, de esfuerzos y de relaciones

Para ampliar esta visión, se recomienda el libro: Los siete saberes necesarios para la educación del futuro de Edgar Morín.Encuéntrelo en: http://www.unmsm.edu.pe/occaa/articulos/saberes7.pdf

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que se han creado, basadas en una supuesta independencia y autosuficiencia que han llevado a tener tejidos sociales rotos, olvidando que la evolución de la especie humana es fruto de la colaboración y la solidaridad.

ACTIVIDADES DE AULA

TALLER: Un mundo común….

OBJETIVO: Permitir espacios para la construcción de mundos comunes, donde los alumnos entiendan y sientan que pueden aceptar a los demás, pues aunque hay situaciones diferentes, también existen otros momentos en los que comparten cosas, donde todos pueden sentir alegría pero también pueden sentir dolor con di-versas situaciones como con el desplazamiento interno forzado.

DESARROLLO: Pídale a sus alumnos que formen un círculo y empiecen a contar las experiencias que cada uno haya tenido con el desplazamiento interno forzado, ya sea que lo haya vivido, o que tenga familiares o amigos que hayan sido despla-zados.

Después de haber escuchado las experiencias de todos, pídales que hagan una reflexión frente a la actividad anterior y que compartan lo que sintieron cuando es-cucharon las vivencias de los demás compañeros frente al desplazamiento interno forzado y todo lo que ello conlleva.

TIEMPO: 30 minutos.

La reflexión debe ir encaminada a la construcción de mundos comunes a partir de entender y reconocer en el dolor del otro, a una persona que siente y tiene deseos como todas las personas y con quien es posible construir espacio de convivencia.

CAPÍTULO II

LA AUTONOMÍA DE LOS SERES HUMANOS…

La vida de cada uno de los seres vivos que existen en el planeta desde una célula, pasando por los insectos, aves, reptiles, peces, hasta los mamíferos y dentro de estos, los humanos, se caracteriza porque todos tienen la facultad de curarse o repararse a sí mismos cuando se han producido daños o afectaciones. Por ejemplo, cuando un ser humano se corta, su cuerpo solito sin que nadie lo ordene, comienza desde dentro, desde su interior, un proceso de regeneración hasta que la herida queda sana, diferente a lo que pasa con una mesa o un reloj, que tienen que ser reparados por agentes externos para poder seguir siendo útiles.

El ser humano, además de poseer una organización interna que le permite auto-producirse, construye un borde, un límite o una piel que lo separa del mundo pero no lo aísla, porque ese ser humano necesita del entorno con el que se relaciona para vivir, es decir, el ser humano, como todo ser vivo, debe tomar del medio que lo rodea todo lo que necesita para mantenerse vivo.

Este individuo, que es ÚNICO, particular e irrepetible, existe vinculado de manera estrecha y fuerte en un entorno o ambiente, en el que también existen otros seres humanos. Este individuo posee algo que lo caracteriza y distingue: su autonomía.

¿QUÉ ES LA AUTONOMÍA DE UN SER HUMANO?

La etimología de la palabra autonomía proviene del griego Auto que indica algo que se hace por sí mismo y Nomos también del griego, indica ley u ordenamiento, es

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decir, que autonomía es la capacidad para gobernarse a sí mismo, de autogober-narse, de darse las normas propias.

Cuando se habla de autonomía se está haciendo referencia a las normas, las reglas, los hábitos, las costumbres, los criterios propios de la conducta que el individuo crea para sí y de los cuales depende su relación con el ambiente. Cada ser humano construye unas reglas de vida que llevan a que dos individuos actúen de manera diferente frente a los mismos estímulos producidos por el medio en que viven. Dos personas son dos historias de vida, son dos procesos vitales diferentes, por lo tanto, ante cualquier estímulo externo, su reacción será, necesariamente, diferente.

Los seres humanos son interdependientes, porque su naturaleza es social, es decir, se relacionan, se articulan con otros y otras para vivir. De tal manera que su ser, al interactuar con los demás individuos tiene que adaptarse, acoplarse, encajar con los demás y en ese acoplamiento, todos cambian, y por ende la autonomía de todos también se modifica. Así pues, la autonomía en muchos casos se ve limitada para no afectar la relación con otras personas, pero a su vez ese individuo autónomo, también gana viviendo con los otros en el reconocimiento y la aceptación.

Ese proceso que tiene la autonomía de limitarse, pero a su vez de ganar en el aco-plamiento, en el encajamiento con las demás personas no se da uno tras de otro, como un instructivo que dice qué va primero y qué va segundo, sino que es un pro-ceso que va y viene al mismo tiempo pues la autonomía se limita mientras aumenta y en ese cambio vuelve a limitarse y vuelve a crecer en su relación con las demás autonomías, que también están en ese constante y cambiante proceso de limitarse y aumentar para vivir en comunidad.

El hecho de que un ser humano modifique su autonomía se da porque vive, disfruta y sufre la relación, la convivencia con los otros y otras, su dependencia y su libertad y la opción de desarrollar al máximo sus posibilidades y las de la comunidad en la que convive.

En suma, la autonomía de un ser humano son las normas que él mismo construye de acuerdo a sus necesidades, sueños, esperanzas, realidades y posibilidades. Es-tas normas son las que le permiten decidir cómo actuar frente a los estímulos que le proporciona el medio donde habita. Pero como el individuo vive con otras personas igualmente autónomas, para poder convivir con tantas autonomías diferentes, se debe dar un acoplamiento en donde cada autonomía se limita, pero a su vez gana, creciendo en ese continuo proceso de adaptarse a cada situación que se presente en su entorno.

¿CÓMO SE DA LA NECESIDAD DEL OTRO, LA DEPENDENCIA DEL OTRO?

La red social, el entramado de los hilos que imaginariamente unen a un individuo con los otros, semejando una telaraña de relaciones tejida en todas las comunida-des, es producto de la necesidad y del deseo que tienen los seres humanos de en-contrarse, de sentirse unidos, de relacionarse y de estar en constante intercambio con su medio en donde hay otros seres humanos, hay naturaleza y hay elementos no vivos.

Dicha interacción y necesidad sucede porque el individuo toma lo que necesita de su medio para mantenerse vivo, pero él a su vez también es ambiente para otros seres humanos, pues las relaciones que se dan no son en una sola vía, sino que tie-ne tantas vías como personas haya en esa comunidad, así, todos pueden interac-tuar con todos, ya que todos necesitan de otros individuos para vivir y desarrollarse en la comunidad en la que se encuentran.

Esa necesidad que se da entre el ser humano y el otro comienza en el mismo ins-tante en que el individuo nace, pues él en su etapa infantil, necesita de su familia para poder crecer, necesita de una madre que lo bañe, lo alimente, le de afecto y confianza y le enseñe los hábitos y las costumbres de la cultura en la que nace, sin su grupo familiar, es decir, sin la presencia de otro u otros, el niño no puede desa-rrollarse ni crecer en una cultura, porque sólo se aprende estando con los otros, en las relaciones, en los vínculos que se crean, que si bien es cierto no se ven, si se sienten y emocionan.

Cuando ese niño ha crecido, aunque ya ha aprendido muchas cosas de la cultura en la que nace, sigue aprendiendo, pues los seres humanos son cambiantes, y

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Película recomendada: Náufrago

Encuéntrala aquíhttp://www.cuevana.tv/peliculas/226/cast-away/Puntos para rescatar en la película:

•Necesidad de estar conectados unos con otros: relación con la fotografía de su novia Kelly, relación con su amigo Wilson (la pelota).

•Mantenerse en contacto con las costumbres que aprendió: lle-var la cuenta de los días y celebrar las fiestas acostumbradas

•Recuperar la capacidad de asombro.

continúan con la necesidad de estar relacionado con los otros, pues es en el vínculo con ellos, en donde el individuo define y decide qué es lo que es o será. Entonces, necesita de los demás no sólo para que le brinden afecto y lo reconozcan, sino tam-bién para que le brinden condiciones aptas para vivir, como la formación humana, los alimentos, la ropa, el trasporte, los útiles escolares, entre otros.

A su vez, así como el entorno está compuesto por otros seres vivos, él también va a ser entorno para otros individuos, es decir, él también va a incidir en otros, que también van a necesitar de él para que otros seres vivos crezcan y se desarrollen en la cultura.

En últimas, el vínculo que se da espontáneamente entre madre e hijo en los pri-meros años de vida, es muestra de la necesidad que tienen los seres humanos de otros, sin embargo, esa necesidad se da durante toda la vida, pues cada ser humano va a suplir las necesidades materiales y afectivas de otros seres humanos y viceversa, entretejiendo con ello una telaraña social en donde todos inciden en todos y se van a necesitar los unos a los otros para poder crecer dentro de la cultura en la que viven.

Y LA RESPONSABILIDAD ¿QUÉ PAPEL JUEGA EN LA RED SOCIAL?

La sociedad en la que hoy se vive ha mostrado mu-chos rasgos de irresponsabilidad tanto individual como social y colectiva, porque ha permitido la ne-gación, el no respeto, la no aceptación y la desva-lorización de la necesidad de vivir con las virtudes y las diferencias del otro o de la otra.

Es difícil definir hasta dónde va la irresponsabilidad individual y hasta dónde la irresponsabilidad social porque, aunque son distintas, están entrelazadas, fuertemente imbricadas por los vínculos que exis-ten entre los seres humanos que conforman una comunidad, donde una solo acción de una perso-na, por insignificante que parezca, va a afectar a toda la colectividad.

Dicha irresponsabilidad es resultado de la construcción de un mundo donde se valo-ra la competencia, que tiene como base la negación del otro, porque para que unos ganen, otros necesariamente deben perder; con ello se niega la posibilidad del respeto y la inclusión del otro en el mundo de cada uno. Si a esto le sumamos, que el que conoce, como ha sido en general la manera de conocer en la cultura de oc-cidente, cree que la imagen de la realidad que configura en su mente, coincide con la realidad, el tema empeora. Dicho de otra manera, el que conoce está convencido que sus sentidos le posibilitan una imagen del mundo que es idéntica a la realidad, que entre su representación del mundo y el mismo mundo no habrían diferencias. O sea, que el que conoce está convencido de poseer un acceso privilegiado a la realidad que a su vez es única e independiente. Por lo tanto su conocimiento será universal, objetivo y verdadero. Si otro no conoce de igual manera será, o porque es deficiente mentalmente para captar la realidad, porque aplica mal las herramientas mentales del conocer, porque está equivocado, o porque obra de mala fe. De todas formas el equivocado o culpable será el otro. La responsabilidad del error recae en el otro. El que conoce, por creer que accede a la verdad, no estará equivocado, siempre estará en la verdad, tendrá la certeza y la seguridad de no equivocarse, y no asume responsabilidad alguna frente a los que sienten, piensan y viven de ma-nera diferente. Los culpables siempre serán los otros, por diferentes, por distintos, por errados. Es decir, se está ante todo un monumento a la irresponsabilidad en y con la sociedad.

Si se construye una comunidad que viva en el respeto, que vivencia la necesidad de aceptar a los otros en sus diferentes maneras de conocer el mundo y explicarlo; una comunidad que entienda que lo que prima en las relaciones es la comprensión,

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la solidaridad y la colaboración porque todos son importantes para todos, donde se sienta la aceptación de los unos con los otros, se habrá construido un mundo con responsabilidad individual y social, pues las personas habrán entendido que cada una de las acciones que realicen van a repercutir en los demás porque todos están interconectados, están relacionados en esa telaraña social llamada comunidad. Es decir, la responsabilidad se da cuando cada uno se hace cargo de las consecuen-cias de sus actos, entendiendo que dichas consecuencias repercuten en toda la red social o en la comunidad en la que se encuentre.

En dicha telaraña social se entretejen todas las relaciones que construye cada uno de los seres humanos autónomos que necesitan de los otros individuos, también autónomos, para vivir, esa relación de necesidad, de dependencia de los unos con los otros se da entendiendo, asumiendo y sintiendo que el otro es válido para la convivencia de cada uno, cuando se siente la necesidad de estar con el otro y por ende respetarlo y reconocerlo en toda su dignidad. Sólo así es posible la construc-ción de un mundo inclusivo, que acepte a cada miembro de la comunidad con sus cualidades y diferencias y que lleve a la construcción de un mundo responsable no sólo con las personas que viven allí sino con todo a su alrededor.

ACTIVIDADES DE AULA

TALLER: Tapete mágico…

OBJETIVO: Entender la necesidad que existe entre cada uno de los seres humanos en el desarrollo y la convivencia dentro de una cultura.

DESARROLLO: Tome un costal ya sea de los tradicionales o de fibra y con unas tijeras ábralo a lo ancho, de tal manera que lo despliegue lo más amplio posible. Extienda el costal abierto en el suelo. Marque con una X el lado de encima. Luego elija 5 personas del grupo para que se paren sobre el costal que llamaremos el ta-pete mágico. El tapete sólo se activará cuando todos son colaboradores. El objetivo es voltear el tapete por el lado que no tiene marcas, evitando que los participantes apoyen alguna parte de su cuerpo, por fuera del costal.

Luego de voltear el tapete, con la colaboración de todos, las mismas 5 personas u otras van a hacer el mismo ejercicio, pero una de las personas va a pararse en cualquier sitio del costal y no va a colaborar, no se va a mover, La idea es activar la magia del tapete, con la colaboración de las 4 personas que sí se pueden mover, es decir, voltear el tapete.

TIEMPO: 15 minutos

Al finalizar la actividad, haga las siguientes preguntas para las personas que parti-ciparon el tapete mágico: • ¿Qué tuvieron que hacer para poder voltear el tapete?• ¿Qué sensación tuvieron cuando estaban desarrollando la actividad?• ¿Cómo se sintieron en la relación con los demás? Haga las siguientes preguntas a los alumnos espectadores:

• ¿Qué vieron en los participantes a la hora de voltear el tapete?• ¿Qué relación hubo entre los participantes?• Qué sensaciones pudieron percibir entre los participantes?

La reflexión de la primera fase del juego está encaminada a comprender que cuan-do la magia de la colaboración se vive, la solución de los conflictos que se presen-tan, es mucho más fácil. Pero que la situación cambia cuando alguien no colabora ya que las cosas se tornan más difíciles y se demuestra así, que el trabajo de una persona es necesario para la consecución de los objetivos que se propongan en la vida cotidiana. La reflexión debe encaminarse a la colaboración de todos con cada uno de las per-sonas con las que compartamos espacios, puesto que el trabajo de una persona es importante.

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CAPITULO III

BIOLOGÍA DEL AMOR O BIOLOGIA DEL RESPETO

La vida es un proceso articulado, un proceso donde el vínculo, la interrelación y la interdependencia son determinantes. Por lo tanto, para la convivencia se necesita entender que el conocimiento de un fenómeno permite construir una mirada parti-cular y no universal de él. Que no existiría un criterio único sobre la realidad de los fenómenos, sino muchos criterios. Si un individuo conoce de manera personal e individual, y la vida es interrelación y vínculo, la única manera de vivir en comunidad es aprender a convivir con puntos de vista y maneras de conocer diversas y distin-tas. Es decir, los seres humanos deben vivir en el respeto por la diferencia y en el sentir de la necesidad del otro.

¿QUÉ ES LA CERTIDUMBRE?

La certidumbre es la firme convicción que se tiene de algo que se conoce y de lo cual no hay temor a equivocarse porque los ojos, los oídos y los demás sentidos lo han mostrado correctamente. Es decir, la certidumbre es la seguridad que se tiene

de algo que se cree que es verdadero y nada puede cambiarlo. A través de estas certidumbres los seres humanos se relacionan unos con otros y creen que todos ven y sienten lo mismo que ven los demás, sin embargo, en muchas ocasiones unas personas ven cosas que otros no ven y viceversa ¿por qué sucede esto?

La biología enseña que todos los seres vivos son únicos y por ello diferentes unos de otros, no hay ninguna planta, ningún animal y ningún ser humano que sea igual a otro.

El hecho de que todos sean únicos y por ello diferentes, hace que cada uno posea una biología o una estructura que le permita conocer el mundo de manera distinta. Cada uno va a ver cosas que los otros no ven y no es porque el otro esté ciego, sino porque su manera de conocer es diferente, entonces no se conoce con los ojos sino a través de ellos, es decir, a través de la cultura, las costumbres, los gustos, los hábitos de cada persona etc. Korsybsky acuñó una frase que se hizo famosa, el mapa no es el territorio es decir, que una cosa era la representación gráfica o mental (mapa) y otra cosa la realidad (territorio). Para el caso que se comenta, una cosa es la representación mental de un fenómeno y otro muy diferente es el fenómeno mismo. Cada ser humano hace representaciones mentales propias, que nunca coinciden exactamente con la realidad ni con las representaciones hechas por otros. Para vivir en comunidad, para convivir, hay que partir de entender este hecho de la biología.

Además, la diferencia entre mapa y territorio se da porque los seres humanos sólo ven las cosas que están dentro del espacio que pueden percibir sus sentidos. Así por ejemplo, el ojo humano solo puede ver ciertas cosas. Existen fenómenos que se escapan a la visión humana como los rayos X o los rayos ultravioleta, que sólo son posibles de ver con aparatos tecnológicos que amplían el rango de visión del ojo humano. Tampoco es posible ver en la oscuridad porque la biología del ojo lo impi-de, pero existen otros seres vivos a quienes su biología se los permite: la lechuza o el lince. Así mismo, los perros tienen 40 veces mayor capacidad olfativa que los humanos, su rango de sonidos audibles es mayor y como pueden orientar sus ore-jas, captan mejor los sonidos. Los gatos reaccionan a sonidos y vibraciones que los humanos son incapaces de percibir, su oído es muy agudo, su visión es excepcional incluso en la oscuridad, su olfato es mejor que el de los humanos y son capaces de reaccionar ante fenómenos eléctricos y barométricos.

En teoría nuestros sentidos de visión, gusto, tacto, olfato y oído podrían en condicio-nes normales captar las mismas cosas, sin embargo, cada individuo percibe el mun-do de manera diferente, ello se debe a que esos sentidos tienen falencias, ya sea por alguna enfermedad, por deterioro de los mismos que conllevan al uso de gafas o auriculares o por defectos de nacimiento, esto hace que la representación del mundo de cada individuo sea diferente de las demás personas y del mundo mismo.

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Sin embargo, no sólo la biología hace que el mapa de la realidad que construye cada persona y el mundo o el territorio sean diferentes, también la cultura reduce y modifica ese mapa, pues cada comunidad tiene sus creencias, costumbres, hábitos, religión, pavores, etc. Ello hace que la cultura modifique la percepción que se tenga de la realidad.

Dentro de cada cultura todavía hay mas diferencias, pues en cada comunidad hay profesiones y oficios diferentes, así por ejemplo, no va a ser igual una montaña para un topógrafo que para un ingeniero de sistemas, no va a ser igual una melodía para un músico que para un economista no conocedor de música, no va a ser igual la textura de un cuero para un zapatero que para un panadero, no va a ser igual un bosque para un ingeniero forestal que para un comunicador social, no va a ser igual el llanto de un niño para una madre que para un adolescente, etc.

Aquí el mapa del mundo de un ser humano se diferencia aún más de los mapas del mundo de las demás personas y del mundo mismo, entonces el topógrafo va a ver cosas que otros no ven, el músico va a escuchar cosas que otros no oyen, el zapatero va identificar con su tacto cosas que otros no identifican, etc. El hecho de que otros no vean, oigan y sientan lo que ve, oye y siente el topógrafo, el músico o el zapatero no quiere decir que estén equivocados, simplemente su historia y expe-riencia en el mundo han sido diferentes y por ello su representación del mismo es diferente.

Pero no sólo la profesión y el oficio diferencian a unos seres humanos de otros, también lo hacen su manera particular y única de vivir en el mundo, pues, por ejem-plo, dos maestros de biología pueden haber asistido a la misma universidad con los mismo profesores y haber visto los mismo temas, pero ambos han vivido historias distintas, con padres y familias distintas, con aprendizajes de gustos y preferencias particulares, cada uno con huellas e improntas de vida que los hace diferentes.

Entonces, los seres humanos no viven en el mundo que creen igual para todos, sino en un mundo construido por cada uno, en un mundo creado de acuerdo a una historia individual y única.

En esas representaciones, en esos mundos creados por cada persona se van cons-truyendo las certidumbres que serían la base para afirmar o negar situaciones o aspectos del mundo en el que se vive. Sin embargo, se debe tener claro que cuando se vive en las certidumbres y no se conoce que ellas son producto del mundo parti-cular de cada persona, hay conflictos, pues se cree que todas las personas conocen igual, por ello es preciso entender que cada uno construye sus mundos de acuerdo a su historia personal que es tan válida como la de cualquier otra persona.

¿CÓMO CONVIVIMOS SI NUESTRAS REPRESENTACIONES DEL MUNDO SON DIFERENTES?

El mundo que crea cada persona con sus experiencias, sus hábitos, sus gustos y su biología es diferente al mundo de las otras personas que hacen parte de su en-torno. Así mismo, cada uno de los mapas de las diferentes personas que conforman un entorno es diferente del mundo o el territorio en el que viven. De cada uno de estos mapas surgen las diferentes explicaciones que da cada persona acerca del mundo en el que se relaciona, pero ¿cómo surge esa explicación?

Las explicaciones en cada persona comienzan cuando el niño nace y empieza a recibir estímulos de su entorno que se van haciendo repetitivos y de los cuales el niño empieza a construir una imagen mental o una representación o un mapa con el que interpreta la realidad que está viviendo. Durante toda la vida cada ser humano se hace imágenes mentales de todo lo que lo rodea: las personas, los objetos, las cosas, la naturaleza, etc.

La interpretación de la realidad se da cuando cada persona tiene una imagen men-tal o un mapa del mundo, pero cuando alguien le pide a una persona que le explique alguna cosa del mundo, esa persona lo que hace es tomar la imagen mental o mapa de la realidad que él ha construido con su historia y lo traduce en palabras, dando con ello una reinterpretación de la realidad, es decir, la traducción en palabras de la imagen mental que se ha construido durante toda la vida de una persona.

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Por ello, una explicación es una reinterpretación de la realidad que hace cada per-sona del mundo en el que vive, es decir, depende de su historia cultural, sus expe-riencias, sus costumbres, su profesión y sus gustos, esto convierte a esa explica-ción en una visión muy pequeña, reducida y diferente de la realidad, pues es sólo el punto de vista de una sola persona con respecto a las demás explicaciones del resto de la humanidad.

Hasta este punto no hay ningún problema que pueda llevar a conflictos, sin embar-go, aquí empiezan a surgir algunos errores, entre ellos, cuando cada persona cree que su reinterpretación, su modelo del mundo, su representación mental construi-da con su historia es la realidad misma, pues cree que los cinco sentidos con que cuenta le permiten acceder a la realidad de manera franca, tal como es, es decir, cree que la imagen de la realidad y la realidad son iguales, lo que le da la seguridad y la certeza frente al mundo, pues cada uno cree que el mundo es como se lo han mostrado los sentidos, olvidando con ello que el mapa o la representación que cada uno tiene es muy pequeño y diferente frente a lo que es la realidad misma.

De esta manera, cada persona hace una reinterpretación, un modelo del mundo, y por ello no actúa directamente en el mundo sino en la reinterpretación o imagen que tiene cada uno de él.

Los conflictos comienzan cuando se cree que la reinterpretación de la realidad y la realidad son lo mismo y frente a ello se juzga la reinterpretación de la realidad de las demás personas que obviamente nunca serán iguales unas a otras, pues cada persona de acuerdo a su historia ha construido una imagen mental y por ende una explicación de la realidad, diferente a la de los demás.

Con ello cada persona cree tener un acceso privilegiado a la realidad, porque es lo que sus sentidos le han mostrado, olvidando las diferencias biológicas y sociales

de cada ser humano, y cayendo en el error de creer que todos deben coincidir con su explicación y si ello no se da entonces el otro está equivocado, miente, no tiene la verdad y por lo tanto negamos su reinterpretación y por ende lo negamos como persona.

Así pues, hay necesariamente una diferencia entre la imagen que tiene cada per-sona del mundo y el mundo mismo. Entonces ¿Cómo es posible convivir cuando todas las personas ven y sienten diferente y por ello explican el mundo de manera distinta?

La biología del afecto consiste en entender que todos dependen de todos, que no se puede vivir y desarrollarse en el mundo sin el vínculo, sin las relaciones con las demás personas, por lo que cada uno debe aceptar las diferencias de los demás y con ello empezar a construir mundos comunes donde, a pesar de las diferencias van a existir gustos, costumbres y hábitos que coincidan en diferentes personas, entendiendo con ello que todos pueden pertenecer y permanecer en un mismo es-pacio viviendo en la aceptación y el reconocimiento.

Hacer esos mundos comunes es entender que la reinterpretación de cada uno NO da un acceso privilegiado a la realidad, entonces se pueden aceptar las reinterpre-taciones del otro y las diferencias de ver el mundo de cada uno.

De esta manera, no sólo la escuela, sino todos los espacios de relaciones deben generar la posibilidad de encontrar mundos comunes, mundos en donde coincidan las personas, donde se reconozca al otro en su dignidad de ser humano.

Entonces, para convivir en un espacio donde todos perciben distinto se necesita entender las diferencias de cada uno, aceptarlas como legítimas, respetarlas como verdaderas para la persona que las vive, porque esa reinterpretación, ese modelo, esa explicación es el resultado de su vivir en el mundo, así a las otras personas no le guste para vivir.

También se necesita entender que la comunicación depende del que escucha la ex-plicación, es decir, que la transmisión del mensaje depende de que el que emite el mensaje sea capaz de hacerse entender, preparar con cuidado lo que quiere decir para que el que lo escucha lo entienda y sea capaz de decidir si acepta o no su ex-plicación de la realidad y hacerla parte de su explicación del mundo. Si el que emite un mensaje, por exquisito que sea, no es capaz de hacerse entender, el mensaje se pierde.

Es decir, una explicación es válida cuando es aceptada por el que la escucha, esto es, que la reinterpretación del mundo que alguien da, sólo es válida en la medida en que la persona que escucha la acepta como su explicación. De lo contrario, sigue

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siendo una explicación para una sola persona, y la comunicación se pierde, por lo que es difícil que se lleguen a acuerdos.

Si se entiende esto es posible comprender que no hay verdades universales, ni verdades absolutas, sino que hay muchas verdades , ¿cuántas? Habrá tantas ver-dades o tantos mundos como personas haya en la tierra.

Todo esto lleva a poner en duda las certezas de las cuales se aferran los seres humanos para hacer afirmaciones que algunas veces han sido origen de violencias. Por ello, para poder convivir en una sociedad en la que cada uno tiene diferentes interpretaciones del mundo, se deben crear acuerdos, que permitan que todos sean incluidos, que no sea por imposición, sino que sea un acuerdo donde toda la comu-nidad participe. Si esto se logra se estará dando un gran paso en la construcción de una comunidad basada en la aceptación y el respeto de todos sus integrantes.

ACTIVIDADES DE AULA

TALLER: ¿Qué dice esta imagen?

OBJETIVO: Mostrar que todos los seres humanos conocemos de manera diferente la misma realidad

DESARROLLO: Pídale a sus estudiantes que observen las imágenes que se su-gieren en la parte inferior y luego escriban en sus cuadernos lo que han entendido de las figuras. Después se conformarán grupos de 3 personas y se discutirá lo que

cada uno vio y escribió en sus cuadernos. Finalmente se hace una plenaria con la participación y la argumentación de cada grupo, con respecto a lo que vio en las figuras.

TIEMPO: 15 minutos

La reflexión que suscita esta actividad es que cada alumno conoce e interpreta el mundo de manera diferente, debido a que su historia de vida, su experiencia, sus hábitos, la manera de relacionarse con las demás personas es distinta. Sin embargo ello no es impedimento para la construcción de la convivencia.

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TALLER: Refranes...

OBJETIVO: Mostrar que todos los seres humanos interpretamos diferente un mis-mo entorno, en este caso, un mismo refrán.

DESARROLLO: Léale a sus estudiantes cada uno de los refranes que se sugieren en la parte inferior. Después de leer cada refrán pídales que formen grupos de tres personas y dialoguen sobre lo que entienden cada uno, por cada refrán. Finalmen-te se hace una plenaria en donde todos exponen sus puntos de vista.

TIEMPO: 15 minutos

• No hay mal que por bien no venga. • Quien mucho abarca poco aprieta.• En casa de herrero azadón de palo.• Perro que ladra no muerde.

La reflexión que surge de esta actividad está encaminada a reconocer la manera distinta que tienen todas y cada una de las personas de conocer el mismo mundo, del cual surge la aceptación de los otros cuando se van construyendo mundos comunes.

PARA REFLEXIONAR…

El desplazamiento forzado, la violencia intrafamiliar, la pobreza, las adicciones a las drogas, al alcohol, la corrupción, las depresiones, los suicidios, las soledades son producto de las relaciones basadas en la competencia, en la negación y no acepta-ción del otro, en el no respeto por las diferencias del otro, en las ansias de poder, en el afán de poseer más que los demás. Este mundo ha hecho que los vínculos, las relaciones, las interconexiones que se dan entre los seres humanos, se rompan y se viva desarticuladamente. Así, la única manera de comunicarse es a través de la utilización de los unos por los otros con un objetivo claro: la de instrumentalización de las relaciones humanas que convierten a los individuos en objetos, en cosas iguales a una mesa, un libro, un árbol o un carro.

En este panorama crecen niños, niñas y jóvenes quienes al llegar a la escuela se encuentran con un mundo escolar que valora la competencia, pues no importan las diferencias individuales de los niños. Se anula toda clase de creatividad, de solidaridad y de colaboración porque uno de los objetivos principales de la escuela tradicional ha sido la memorización de los datos que se imparten en las aulas de clase, olvidando con ello la relación que se da entre los alumnos, y entre estos con sus profesores, pues dichas relaciones son opacadas por la importancia que se le da a las calificaciones .

Todo esto afecta no sólo el aprendizaje de los niños y niñas, sino la forma de rela-cionarse con otros. Frente a este panorama se han hecho varias propuestas para intentar darle solución, buscando espacios en el aula de clase para reivindicar los valores, los afectos, la democracia, el respeto y la solidaridad, con materias que se institucionalizan como democracia, ética y valores o con talleres de derecho huma-nos y de convivencia. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados, pues se siguen generando conflictos que van en varias vías: conflictos entre compañeros, entre alumno-profesor, entre alumnos- directivos docentes y conflictos que vienen desde la casa y se desarrollan en el salón de clase, ya sea con extrema quietud y depresión o con actividad intensa o hiperactividad.

El propósito de esta publicación, es aportar una propuesta epistemológica al proble-ma del no respeto y no reconocimiento en la escuela. La solución que se pretende dar, necesita de la colaboración y activa participación de toda la comunidad edu-cativa. Dicha solución está encaminada a una reconstrucción del tejido social, de la red social de la que todos hacen parte.

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De esa manera, esta propuesta plantea que la mayoría de los conflictos que se pre-sentan dentro de la comunidad occidental tienen su origen en la forma de conocer el mundo en el que se vive ¿Por qué? Porque no se reflexiona frente a ello y se cree que se tiene la capacidad innata de conocer, pero cuando se pregunta cómo se co-noce, se encuentra que se conoce con ciertas limitaciones que están ancladas a la biología, a la estructura y a la cultura de cada ser humano. Si se reflexiona frente al papel que juega la biología en el conocer el mundo, aparecen características inna-tas de los seres vivos que si no se tienen en cuenta es difícil reflexionar frente a la vida social y los conflictos que se generan en ella.

Las características biológicas de todo ser vivo, incluyendo los seres humanos están dadas en función de la autonomía y la identidad de ese individuo. Las caracterís-ticas sociales se empiezan a dar justo en el momento en que el ser humano nace, allí empieza su proceso de absorber de la cultura los hábitos, costumbres, formas de relacionarse con los demás, de hablar, de caminar en un proceso dura toda la vida, pero mientras la cultura lo permea, él también incide en su entorno que está compuesto por otros seres humanos, es decir, que los vínculos, las relaciones que se entretejen en una cultura son numerosos y van en múltiples direcciones. Aunque muchos individuos compartan esa misma cultura, todos van a vivir en ella de ma-nera diferente, construyendo sus propias historias de vida, sus experiencias, sus emociones y esperanzas.

Entonces, los acuerdos en una sociedad donde todos viven y conocen diferente, surgen cuando se entienden esas diferencias y se aceptan en la medida en que son válidas para el que las vive. Ahora, habrá personas que las acepten, y habrá otras que no, lo que no indica que no sean respetables. Por ello, la apuesta para convivir mejor es aceptar y reconocer al otro, aceptándolo como es, entendiendo su mundo, así no les guste a las demás personas y haciendo que su vida sea tan legítima como la de los demás. Sólo así será posible tener tejidos sociales más fuertes, amigables y solidarios, donde se entienda que aunque todos los seres humanos son diferen-tes, se necesitan el uno al otro para poder sobrevivir y mucho más para poder vivir. Esta es la responsabilidad colectiva que tiene toda persona que viva en comunidad: respetar las diferencias y reconocer al otro como legítimo en su convivencia.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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NOTAS

Decreto 250 de 2005. Recuperado dehttp://www.dnp.gov.co/PORTALWEB/LinkClick.aspx?fileticket=dPwCfxdo9Jc%3D&tabid=1080

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Maturana &Nisis, 2002 Ferguson, 1994

Angarita, 2011. Angarita, 2011. Korsybski citado por Capra, 1992 Maturana, 1990 De Zubiria. Recuperado de http://institutomerani.edu.co/publicaciones/articulos/2009/Retos%20a%20la%20educacion%20del%20Siglo%20XXI%20De%20Zubiria.pdf