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Publicado por Editorial Delta, S.A.-Barcelona y comercializadoen exclusiva por Distribuidora Olimpia, S.A. - Barcelona

Vol. l-Fasc. 1

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LO INEXPLICADO, EL MUNDO DE LO EXTRAÑO, INSÓLITO YMISTERIOSO se publica en forma de 120 fascículos de apari-ción semanal, encuadernables en diez volúmenes. Cada fascícu-lo consta de 20 páginas interiores y sus correspondientes cubier-tas. Con el fascículo que completa cada uno de los diez volúme-nes de que se compone la obra, se pondrán a la venta las tapaspara su encuadernación. Además, coleccionando la tercera ycuarta páginas de cubierta, se obtendrá un interesante dossiersobre los MAESTROS DE LO INSOLITO.

El editor se reserva el derecho de modificar el precio de venta delfascículo en el transcurso de la obra, si las circunstancias delmercado así lo exigieran.

OINIXI)UCADOEL MUNDO DE LO EXTN,ANO,INSOLITO Y MISTER,IOSO

José Mas GodayolGerardo RomeroMaría Antonia de Miquely Gloria Gutiérrez

Peter BrookesmithClare Byatt

H¡PN()SISUn fenómeno indiscutible, pero cuyaverdadera naturaleza es todavía hoyobjeto de debates. Exploramos lasinfinitas posibilidades de la hipnosis.

FOTOGRAFíA KRLIANDurante siglos, místicos y videntes han afirmado ver un"auÍa" en torno a los seres vivientes. ¿Hemos conseguidofotografiarla al fin?

GENTE INC()MBUST¡BLEAlgunas personas son inmunes al

fuego: tragan antorchas encendidas,caminan sobre brasas, sin sufrir elmenor daño. ¿A qué se debe este

extraño fenómenb?

F(¡T()S (}UNIEspectaculares fotos de OVNIS en los Pirineos, en Estados

Unidos y en el Atlántico. Parecen verdaderas; ¿lo son,realmente?

proxrmofascículo

AGUJEROS NEGH()SAunque no podamos verlos, es indudable que los agujerosnegros existen en el espacio. Algunos científicos sugierenque pueden sustitu¡r con ventaja a las naves espaciales.

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Director: José Mas GodayolJefe de Redacción: Gerardo RomeroCoordinación editorial: M." Antonia de Miquel, Gloria Gutiérrez

Redactores y colaboradores: Prof. A.J. Ellisén, Dr. J. Allen Hynek, Brianlng[is, Colin Wilson, Julio Peradejordi, Beatriz Podestá, Elena Lagalante

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O r980 Orb¡s Publishing Ltd. Londoné) 1981 Editorial Delta, S.A., BarcelonaiéaN: e+-aseze-15-3 (obra completa), 84-85822-17-x (tomo 1)

Deoósito leqal: B-1 263/1 982lmüresión: Óayfosa, Santa Perpétua de Mogoda (Barcelona)

lmireso en E§pana - Printed in Spa¡n 1982

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10ffi[xrilcADoEL MUNDO DE LO EXTN,AÑO,INSOI,ITO Y MISTER,IOSO

Volumen 1

¿KffiffiK-§B#ffi #m ffK"#tre- ffiHB §qpru ffi%,rroKffi?

Sólo los escépticos más empedernidos pueden sostener todavía que los OVNIS no existen.Pero ¿hasta qué punto son reales? Sin duda debe haber más de una respuesta.

<<voLABAN coMo pr-ATrros que se hubieran he-cho rebotar sobre el agua.» Así describió Ken-neth Arnold, hombre de negocios y experi-mentado piloto norteamericano, los insólitosobjetos voladores que había visto el 24 de ju-nío de 1947 , cuando sobrevolaba la costa oestede Estados Unidos. Los periodistas recogieronesta expresión y, desde entonces, el término de«platillo volante» se aplica al fenómeno de losOVNIS. Esta palabra constituye la abreviaturamás común en castellano de la expresión Obje-tos Voladores No Identificados (en inglés sueleabreviarse UFO: Unidentified Flying Object).

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Este ridículo apelativo ha contribuido al re- Los OVNIS constituyen uno de loscelo que demuestran los sabios «oficiales» Só- enigmas científicos máslo algunos se han tomado la molestia de efec- apasionantesdenuestrot¡empo.tuar investigaciones sobre este curioso fenó- 1) RastrodejadoporunOVNlenmeno, sin duda el más extraño de nuestra épo- el cielo (foto Jacques Hervy).

ca. Pero incluso el que sea «de nuestra época, 2) Primer Congreso mundial dese halla sujeto a controversias: mucha gente OVNIS,celebradoenBogotáafirma, sin pruebas consistentes, que los OV- (Colombia): enprimerplano,élNIS han venido siguiendo a la hurnanidad des- profesor J. A. Hynek (foto Tonyde el principio de su historia. Parece cierto que Comiti-Gamma).nuestros más remotos antepasados eran consi- 3) OVNIS fotografiados enderablemente más avanzados de lo que solía- Perpiñán (Francia) [fotomos suponer. Pero de ahí a afirmar, como há- Cambours-Atlas Photo].

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3 cen algunos, que nuestro planeta, en tiemposremotos, fue visitado por viajeros extraterres-tres. . .

Hayan o no existido los OVNIS en el pasa-do, es innegable que las observaciones de OV-NIS han proliferado de manera asombrosa du-rante los últimos treinta años. Este hecho pa-rece estar relacionado col los primeros pasosdel hombre en el campo de la exploración es-pacial, y dicha relación es sin duda un dato im-portante a la hora de intentar explicar el fenó-meno de los OVNIS.

La estimación de la cifra total de las obser-vaciones de OVNIS varía en unas proporcio-nes tan considerables que pierde todo signifi-cado. Mucho más útiles son las apariciones deOVNIS que figuran en los informes y catálogospublicados por organismos de investigación es-pecializados, y en los que cada <<encuentro»suele aparecer una vez verificado y certificadopor los investigadores responsables. Sin em-bargo, ¿cuántos no han sido comunicados oexaminados de manera rigurosa? A principios

lntroducción a los OVNIS

de los años setenta. los investigadores intenta-ron establecer relaciones de todos los casos deaterrizajes de OVNIS señalados en diferentespaíses: en Estados Unidos se registraron 923, y200 en España.

Precisamente en nuestro país, y tomando co-mo punto de partida la intensa «oleada» deOVNIS que tuvo lugar durante los meses demafzo y abril de 1950, se ha investigado inten-samente sobre el tema. Consultando los perió-dicos de la época, el famoso ufólogo españolAntonio Ribera logró descubrir y clasificarmás de medio centenar de casos. Las noticiasde OVNIS en la Península Ibérica son, sin em-bargo, anteriores. A principios de siglo tuvie-ron lugar varios avistamientos, uno de los cua-les acaeció en Madrid en octubre de 1903.

Entre las observaciones analizadas por Ri-bera, la más significativa es la que tuvo lugar el27 de marzo de 1950: un OVNI fue visto en lamadrugada de aquel día en la localidad de To-rredonjimeno (Jaén) y en Madrid. A mediatarde, otro de características similares fue divi-sado en la Torre de Algorta, en la ría de Bil-bao. Para estudiar estos casos, Antonio Riberaconfeccionó un mapa ortoténico de la Penínsu-la Ibérica, que resultó ser sumamente útil y re-velador para. la investigación OVNI en Es-pana.

A medida que estudiosos y curiosos iban in-teresándose en el tema, fueron formándosegrupos de estudio y de investigación. Entre és-tos cabe destacar el CEONI (Círculo de Estu-dios sobre Objetos No Identificados) de Va-lencia, el CEI (Centro de Estudios Interplane-tarios) de Barcelona, y el CIOVE (Centro In-vestigador de Objetos Volantes Extraterres-tres) de Santander.

El trabajo de recopilación, investigación yanálisis llevado a cabo por estos grupos es ex-traordinario. I-Jn conocido investigador del fe-nómeno OVNI en España, el valenciano Vi-cente-Juan Ballester Olmos, publicó en 1978un documentado trabajo sobre «El fenómenoAterrizaje>r, en el que analizaba, mediante unordenador IBM, 200 casos de aterrizajes en laPenínsula Ibérica.

¿Son reales los OVNIS en la misma medidaen que decimos que son reales los cohetes es-paciales? La prueba más segura sería tener al-guno a nuestra disposición. Según ciertos ru-mores insistentes, esto habría ocurrido en al-gunos países; el gobierno de Estados Unidoshabría capturado un OVNI, y mantendría elhecho en el más absoluto secreto. Pero esto noes más que una conjetura, a pesar de los jura-mentos que han formulado pretendidos testi-gos. De hecho, la hipótesis de una interven-ción -o de una no intervención- guberna-mental es otro aspecto fascinante de la contro-versia sobre los OVNIS.

A falta de un OVNI «real» que pudiéramostocar y examinar, existen muchísimas «prue-bas» de la realidad del fenómeno, en forma defotografías y algunas películas. La mayoría deestos documentos son, sin lugar a dudas, fal-sos; incluso cuando los presentan personasaparentemente de buena fe, son tan borrosos,

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tomados de tan lejos o tan ambiguos que nohacen más que agregar una nueva dimensión alproblema: ¿por qué, si los OVNIS existen, nohemos obtenido mejores pruebas fotográficas,en una época en que tanta gente tiene la cos-tumbre de llevar siempre consigo máquinas fo-tográficas o cámaras de filmar?

Entre las pruebas más sólidas que poseemosacerca de este fenómeno, hay que examinar losefectos causados por los OVNIS sobre el en-torno, el paisaje y los objetos, y en particularsobre los motores.

A media mañana del día 24 de mayo de1974, don Demetrio Carrascosa, de 53 anos,vecino de San Clemente (Cuenca), viajaba ensu motocicleta por las cercanías del río Rus,cuando de pronto avistó un objeto con formade limón. Medía unos 4 m de longitud y unos 3m de altura, y el cuerpo del aparato se apoyabaen tres o cuatro patas que lo mantenían a unosdos metros por encima del suelo. El señor Ca-rrascosa intentó acercarse para verlo mejor,pero el objeto se elevó rápidamente, emitien-do un ruido silbante. Las ondas expansivas desus violentas rotaciones hacían que saltasenpiedras y pedazos de tierra. Entre los rastrosque dejó se encontraron plantas marchitas,agujeros en el suelo y piedras calcinadas que,aparentemente, habían soportado una tempe-ratura de más de 2 000 "C.

De modo semejante, en uoviembre de 1976,un camión y un coche que circulaban en senti-

Aniba: esta foto, ¿no es

demasiado perfecta para serauténtica? (Foto Zefa).

A la derecha: rastros de OVNISobservados en el c¡elo de las islasCanarias (foto Gamma-EFE) ;

fotografía de OVNIS tomada enTaormina (Sicilia) en 1954. Losescépticos declararon que sefataba sólo de una nube de formalenticular, o de una mancha en elobjetivo de la cámara (foto MaryEvans Picture Library).

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do contrario en una carretera de Hampshire(Gran Bretaña) se averiaron simultángamentecuando un objeto bastante voluminoso y enforma de huevo se interpuso entre ambos. Lapolicía e incluso el Ministerio de Defensa in-vestigaron este incidente, pero nunca se diouna explicación oficial. Casos como éstos pue-den desconcertar a los investigadores, perouna cosa es cierta: si pueden producir efectosfísicos, sin duda los OVNIS deben tener unarealidad física.

Asimismo, si los OVNIS son objetos físicos,deben provenir de algún lado. Cuando se ob-seryaron los primeros (de este siglo), en losaños cuarenta, se supuso que tenían origen te-rrestre. Los norteamericanos pensaron que setrataba de aparatos secretos soviéticos, quizáperfeccionados gracias a los conocimientosaportados por los científicos alemanes que ha-bían caído prisioneros al finalizar la segundaguerra mundial. Pero, dado que se observabanaparatos idénticos en todo el mundo, se hizoevidente que ninguna nación terrestre podíaser su artífice.

Surgieron también otras teorías ingeniosas,pero siempre carentes de pruebas. Así, se pre-tendió que venían del Himalaya, que desdesiempre gozaba fama de ser cuna de un sabermisterioso, o bien de la Antártida, con sus in-mensas regiones todavía inexploradas y decondiciones climáticas anormales. Sin embar-go, los interesados en el fenómeno OVNI em-pezaron a poner sus miras más allá de la Tie-rra, espoleados por el hecho de que nuestropropio programa de exploración espacial esta-

lntroducción a los OVNIS

ba en sus inicios. La humanidad empezaba ainteresarse activamente por los mundos másallá del nuestro, y parecía razonable pensarque otras civilizaciones dotadas de una fecno-logía igual o superior a la muestra pudieranmanifestar un interés parecido por nosotros.

No obstante, aunque el número de fuentespotenciales de vida en el Universo sea virtual-mente infinito, la probabilidad de que existauna civilización con un estado de desarrollo talque le permita efectuar viajes espaciales es ín-fima. Resulta desalentador el hecho de que nose haya descubierto ninguna prueba irrefutablepara sostener la hipótesis del origen extrate-rrestre de los OVNIS: es la mejor explicaciónque poseernos, pero no pasa de ser una especu-lación.

¿Mensa¡es del espacio?Hoy se admite generalmente que los OVNISplantean un problema no sólo al astrónomo yal físico, sino también al sabio <<ortodoxo>>, conlo cual el estudio global de este tema requierehasta cierto punto un enfoque interdisciplinar:los psicólogos confirman que la respuesta deun individuo frente a este fenómeno viene con-dicionada por su perfil psicológico, mientrasque el sociólogo relaciona estas respuestas conlos modelos culturales; el antropólogo señalaciertos paralelismos con mitos y creencias tra-dicionales, mientras que el parapsicólogo des-taca que las observaciones de OVNIS a menu-do van acompañadas de manifestaciones psí-quicas, como la precognición y el fenómenopoltergeist. Esto último se aplica particular-mente a los casos de «encuentros», cuando elobservador afirma haber entrado en contacto yhaberse comunicado con los ocupantes de unOVNI. Estas entidades suelen ser descritas co-mo criaturas extraterrestres, diferentes de no-sotros, y que a menudo se presentan como em-bajadores de una potencia intergaláctica; su fi-nalidad es observar a los seres humanos, pre-venirles contra la inadecuada utilización de losrecursos terrestres y hacerles llegar mensajesde amistad procedentes de una Fraternidadcósmica. Si sólo se hubieran registrado uno odos casos de dichos (<encuentros», podríamosdescartarlos como productos de una fantasíadesbordante; pero existen cientos de casosidénticos en los dossiers. Si se pudiera demos-trar la autenticidad de uno solo de estos casos,con las pruebas necesarias, la cuestión de losOVNIS contaría con una base sólida, y mere-cería la atención de los científicos. Pero, en to-dos y cada uno de los casos, los interrogantesno han sido totalmente desvelados: ¿se ha pro-ducido realmente el encuentro, o se trata deuna simple invención, de una falsificación? Lashipótesis van desde el «lavado de cerebro» rea-lizado por invasores extraterrestres hasta laposibilidad de una invención propiciada por laCIA...

Es casi seguro que los OVNIS existen, tantoen el plano físico como en el psicológico; noobstante, debemos reconocer que, incluso sison reales, no son lo que parecen. El misteriode los OVNIS encierra esta paradoja.

lntroducción a los OVNIS

uNA MAñANA TEMPRANo, en 1980, una ancianamuy asustada entró vacilante en una comisaríade policía de Barcelona. La señora Isabel Ca-sas, una viuda de 81- años, se había asustadotanto a consecuencia de un sueño terrible que,a pesar de su edad y su mala salud, se las habíaarreglado para llegar hasta la comisaría y dar laalarma. Con palabras casi incoherentes a causadel miedo, dijo al funcionario de turno que ha-bía visto la cara de su amigo y vecino RafaelPérez «contraída de terror>> y había oído unavoz que decía: «Van a matarnos.» La policíaespañola se inclinaba a considerar que sólo se

trataba de una pesadilla. Pero le intrigó saberque la señora Casas no veía al señor Pérez,único inquilino que habitaba en el mismo edifi-cio, desde hacia diez días. Nórmalmente, suvecino, co.cinero de 56 años de edad, iba a ver-la cada día, pero le había escrito una nota di-ciendo que se marchaba por un tiempo. Erararo, pensó la policía, que la nota hubiese sidoentregada sólo tres días después de la últimavez que había visto a su vecino. Y, en cual-quier caso, ¿por qué Pérezto se lo había dichopersonalmente?

Decidieron investigar y acabaron encontran-do aPérez atado en un cobertizo de la azoteade la casa. Les dijo que dos hombres habíanentrado en su apartamento y le habían obliga-do a firmar 28 cheques, con los que pensabanir retirando del banco algo más de dos millonesde pesetas, los ahorros de toda su vida. Deg-

pués, le obligaron a escribir la cafia a la señoraCasas, para que ésta no sospechara nada. Yfinalmente le ataron y dijeron que volverían,una vez conseguido todo el dinero, para matar-leaélyasuvecina.

Asombrosamente, la anciana parecía haberrecibido los pensamientos de su amigo, queaguardaba aterrorizado el retorno de sus se-cuestradores. Salvó la vida gracias al vívidosueño telepático, y la policía esperó y apresó alos delincuentes cuando volvieron a la escenadel delito.

Esta habilidad de algunas personas para per-cibir imágenes y pensamientos por medios aje-nos a los clásicos «cinco sentidos» es uno de losenigmas más fascinantes relativos a la mentehumana.

El caso del canónigo WarbutonTípica de los casos de telepatía espontánea queestudiaron los primeros investigadores fue laexperiencia de un clérigo inglés en 1883. El ca-nónigo Warbuton estaba sentado en un sillónen casa de su hermano y se adormiló. De pron-to, despertó sobresaltado, exclamando: «¡PorJúpiter! ¡Se cayó!» El canónigo había tenidoun vívido sueño en el que había visto a su her-mano salir de un salón, dirigirse a un descansi-llo iluminado, engancharse un pie en el pelda-ño superior de la escalera y caer cabeza abajopor ésta, interponiendo las manos y los codospara evitarse heridas graves. No reconoció la

Arriba: Douglas Dean, uno de losmás destacados investigadorespsíquicos de Estados Unidos,üsando un pletismógrafo para

comprobar que la actividadtelepática puede aumentarrealmente el volumen sanguíneo(foto Glorific).

Abajo: sir William Barrett(1 845-1 926), profesor de física enel Royal College of Science deDublín, fue uno de los primeros

investigadores psíquicos (foto

Mary Evans Picture Library).

Telepatía

casa del sueño. Lo único que sabía el canóni-go, recién llegado de Oxford a Londres, eraque su hermano le había dejado una nota, ex-plicando que iría a un baile en el West End yvolvería alrededor de la una de la madrugada.

Recuperado de su experiencia, el canónigovolvió a dormirse durante media hora hastaque su hermano lo despertó: «No sé cómo'nome rompí la cabeza

-exclamó-. Al salir del

salón de baile tropecé y caí por las escaleras.,La increíble experiencia del sueño del canó-

nigo es uno de los muchos casos igualmenteimpresionantes de telepatía espontánea, reco-gidos en Gran Bretaña y Estados Unidos por laSociedad de Investigaciones Psíquicas.

La palabra «telepatía» fue acuñada en 1882por un distinguido erudito e investigador deCambridge, F.W.H. Myers, y el primer estu-dio importante de esas experiencias -el Cen-sus of hallucinations (Censo de las alucinacio-nes), publicado en 1890- examinaba la res-puestas a 20 000 cuestionarios. Pero la cie¡qiadebía examinar la telepatía en condicionesmejor controladas.

Uno de los pioneros de la investigación cien-tífica de la telepatía fue sir William Barrett,profesor de física en el Royal College of Scien-ce de Dublín,.quien realizó experimentos consujetos hipnotizados que lo convencieron deque la telepatia era una realidad.

Cuando sir William presentó su ensayo So-me phenomena associated with abnormal con-ditions of the mind (Algunos fenómenos asocia-dos con condiciones anormales de la mente) a

la Asociación Británica para el Progreso de laCiencia, fue rechazado por el comité de biolo-gía. Finalrnente lo presentó a la subsección deantropología, donde sólo fue aceptado por elvoto decisivo del secretario, doctor AlfredRussell Wallace, quien también era un perspi-caz investigador de los fenómenos psíquicos.

A comienzos de este siglo muchos grupos deinvestigadores realizaban imaginativos experi-mentos para probar la existencia de la telepa-tía. En los años 20, René Warcollier dirigió ex-perimentos de telepatía entre Francia y Esta-dos Unidos; muchos obtuvieron resultadosmuy espectaculares. Pero no todas estas pri-meras investigaciones resultan aceptables parael rigor científico actual.

El famoso físico, profesor Oliver Lodge(más tarde sir Oliver Lodge) realizí pruebascon dos muchachas que afirmaban poder leer-se mutuamente el pensamiento. Sus demostra-ciones le parecieron convinientes y en L909publicó un libro sobre ellas, The survival ofman (La supervivencia del hombre). Pero co-mo a las chicas se les permitía cogerse de lamano mientras enviaban sus imágenes telepáti-cas, no se puede descartar la posibilidad deque estuvieran empleando una clave. Esta sos-pecha queda reforzada por las estadísticas deLodge, las cuales mostraban que, cuando lqschicas no se tocaban, los resultados bajaban a

los niveles del azar.

"Sinclair cree en fantasmas»En los años 30, la obra del conocido escritor

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Investigaciones recientes sugieren que latelepatía puede producirse con más fre-cuencia de lo que se cree.

En una serie de experimentos sobre te-lepatía en sueños, realizada en el Labora-torio de Sueños de Brooklyn, NuevaYork, un «agente» estudió una tarjetapostal y transmitió la imagen telepática-mente al sujeto, que se hallaba dormidoen otra habitación. Un electroencefaló-grafo controlaba las ondas cerebrales;cuando un cambio en el modelo indicabaque el sujeto soñaba, se le despertaba yse le pedía que describiera el sueño.

Había un alto grado de semejanza en-tre las imágenes transmitidas y los sue-ños, aunque las imágenes nunca se reci-bieron completas: estaban entrelazadascon el sueño que tenía el sujeto en aquelmomento.

Upton Sinclair interesaba mucho al público.La mujer de Sinclair tenía considerables dotespsíquicas y podía «recibir» telepáticamenteimágenes enviadas por su marido u otros trans-misores. A veces, estos experimentos se reali-zaban en habitaciones contiguas, otras veces amayor distancia. Sinclair publicó los resultadosen su libro Mental radio,revelando que en290experiencias, la señora Sinclair inwo tn 23 Vo

de éxitos, wt 53 Vo de éxitos parciales y un24 Vo de fracasos.

El parecido entre los dibujos originales y las«copias» de la séñora Sinclair es a menudo no-table, lo que obliga a descartar la coincidencia;pero dificulta al mismo tiempo el análisis esta-dístico de los resultados. De hecho, los éxitosparciales eran con frecuencia tan brillantes co-mo los aciertos, porque permitían entender la

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Arriba: el submarino nuclearestadounidense Nauflus. A finesde los años 50 se rumoreó que laMarina norteamericana habíarealizado experimentostelepáticos con un agente entierra y un sujeto en el submarinosumergido (foto Mars).

Sobre estas líneas: Karl Nikoláiev(izquierda) y el doctor YuriKamensky (segundo por la

derecha) crearon un método para

enviar mensales en Morse por

telepatía (foto S. Ostrander).

'A la izquierda: el doctor LeonidVasíliev (foto Topham/Leif Geiges)

forma en que la señora Sinclair percibía lasimágenes. En una ocasión, Upton Sinclair di-bujó un volcán del que salía humo negro. Sumujer hizo un dibujo muy parecido, pero noidentificó el volcán y supuso que el humo re-presentaba un escarabajo. Si se hubiese trata-do de una prueba que requería sólo respuestasverbales, su descripción de un escarabajo se

hubiese considerado un error. En cambio, eldibujo mostró que había percibido la imagencon mucha exactitud.

Sinclair, socialista convencido, sabía que lamayor parte de las personas inteligentes eranescépticas respecto a la telepatía. Algunos desus amigos socialistas pensaron que su interéspor los poderes mentales desconocidos contra-decía su visión racionalista del mundo, y unode ellos lo atacó en un artículo periodístico ti-tulado: «Sinclair cree en fantasmas.»

Para hacer que el tema resultara respetablea la ciencia, el doctor J. B. Rhine comenzó ainvestigar la telepatía en su laboratorio. Rhineutilizó nuevos métodos y símbolós fáciles deidentificar ---cartas Zener- para asegurarsede que no había dudas sobre los aciertos oerrorps de sus sujetos. Los resultados fueron

muy buenos y convencieron a Rhine y a mu-chos otros de que la comunicación entre men-tes era real.

Pero todavía había escépticos, como, poreiemplo, el psicólogo Bernard Riess. Cuandoel doctor Rhine fue invitado a dar una confe-rencia acerca de sus trabajos en el Barnard Co-llege, Riess lo interrogó con tal impertinenciaque Rhine proclamó que se le estaba acusandode embustero. Pero en vez de defender sus ex-perimentos, Rhine sugirió a Riess que realiza-ra sus propias pruebas, usando todos los con-troles que creyera necesarios. Los estudiantesde Riess le exhortaron a aceptar el desafío yencontraron una joven con habilidades psíqui-cas que aceptó actuar como sujeto. Durantevarios meses, Riess realizó sus propias expe-riencias de adivinación de cartas con la chica.

. Telepatía

Tuvieron lugar 74 sesiones con25 cartas cadauna (1 850 pruebas) y el promedio, extraordi-nariamente positivo, fue de 18 aciertos sobre25.

Riess, que había denigrado la investigaciónde la telepatía, tuvo que defender su experi-mento en 1938, cuando la Asociación Psicoló-gica Americanaorganizó sobre el tema un sim-posio, a lo largo del cual expresó a la asam-blea:

«No se puede criticar el método usado. Te-nía la baraja en mi escritorio, la mezclaba, y ala hora fijada daba vuelta a las cartas, una poruna, anotando cada símbolo. Mantuve mis no-tas bajo llave en el escritorio y a veces pasabauna semana antes de que sumara los resultadosy observara el alto número de aciertos que lo-graba... El único error que puede haberse fil-trado es la posibilidad de un engaño, y la únicapersona que podría haber engañado soy yomismo, ya que el sujeto no supo en ningún mo-mento que su actuación era muy buena, ni cuá-les eran las cartas que yo estaba mirando...»

,,Guerra fría» en la investigación telepáticaEl trabajo de Rhine siguió siendo tema de dis-cusión pública durante muchos años, pero amedida que los investigadores, cada vez másnumerosos, llevaban a cabo experimentos envarios temas paralelos, la telepatía fue eclipsa-da por temas como la clarividencia y la precog-nición, que proporcionaban sorprendentes re-sultados experimentales. Más tarde, a fines delos años 50, la telepatía volvió al primer plano,cuando la prensa francesa publicó cierto infor-me. El 25 de julio de 1959, un pasajero miste-rióso embarcó en el submarino Nautilus. Du-rante 16 días, la joya de la U. S. Navy perma-neció sumergida en el océano Atlántico, y elpasajero desconocido no salió en todo el tiem-po de su cabina. Las únicas personas autoriza-das a entrar en ella fueron el capitán del sub-marino y un grumete: el primero se limitaba a

recoger devez en cuando una hoja de papel, aintroducirla en un sobre y a cerrarlo; el segun:do servía la comida al pasajero.Los tampones con que el capitán Anderson se-

llaba los sobres contenían dos detalles insóli-tos: fecha y hora en uno de ellos, y en el otrola nota «ultrasecreto, destruir en caso decaptura». El lunes 10 de agosto de 1959, elNautilus entró en el puerto de Croyton. Un co-che oficial aguardaba al pasajero desconocido.En cuanto éste llegó, el coche arrancó en di-rección al aeródromo militar más próximo.Allí esperaba un avión con los motores encen-didos, que acto seguido despegó hacia Mary-land; a su llegada, otro coche oficial esperabaal misterioso pasajero del Nautilus y lo llevóhasta la sede del Departamento de Investiga-ciones de las Fuerzas Aéreas de Estados Uni-dos, donde fue acogido por el coronel WilliamBowers, director de la sección de Ciencias Bio-lógicas. Ambos penetraron en un edificio encuya fachada se leía: «Centro de investigacio-nes especiales Westinghouse)>. El pasajeromisterioso, al que Bowers llamó «teniente Jo-nes», entregó al coronel los sobre sellados por

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II

Telepatía

Se espera que loselectroencef alógraf os puedan

desentrañar los secretos delcerebro humano. ¿Acaso puedendesvelar también el misterio de latelepatia? (Foto Salmer.)

el capitán del Nautilus. Bowers extrajo de lacaja fuerte un grupo de sobres idéntico. En ca-da uno había una hoja de papel con una fecha.Al comparar las dos hojas de papel que corres-pondían a la misma fecha, resultó un hechoasombroso: en una y otra, los signos eran losmismos, y estaban dispuestos según el mismoorden, con una precisión que superaba el70 Vo... ¿Qué había pasado? En el Nautilus, avarios cientos de metros bajo el agua, el «te-niente Jones» había conseguido adivinar, porsimple transmisión de pensamiento, las cartasque otro hombre estaba mirando a 2 000 kmde distancia.

Pese a que la Marina norteamericana nególa historia del Nautilus,los soviéticos se la to-maron en serio, y en consecuencia, el trabajode los investigadores psíquicos rusos, que sehabía mantenido en secreto durante 30 años,fue hecho público. Entre dichos investigadoresse encontraba el fisiólogo doctor Leonid Vasí-liev. Afirmaba que los.parapsicólogos soviéti-cos habían sido alentados en sus investigacio-nes por las más altas jerarquías del partiáo, loque sugiere que el propio Stalin pudo haberestado interesado en el uso de la telepatía confines militares.

El doctor Vasíliev había utilizado sujetoshipnotizados para investigar la «radio mental>>,y cuando, en 1962, publicó un libro acerca desus trabajos, reveló que él y otros investigado-res habían logrado que pacientes hipnotizadosactuaran obedeciendo órdenes telepáticas yhasta que hipnotizaran telepáticamente aotros. En una ocasión, una mujer que tenía el

lado izquierdo del cuerpo paralizado fue some-tida a experimento. Su dolencia era psicoso-mática, y una vez hipnotizada, movía con faci-lidad su brazo y su pierna izquierdos. Pero Va-síliev descubrió que sin necesidad de hipnoti-zarla, con sólo darle órdenes mentales, movíala mano, el brazo o el pie paralizados. Vasílievtuvo ocasión de demostrar esta comunicaciónmental ante un grupo de observadores. Comoprecaución extraordinaria, la paciente tenía losojos vendados, y durante la sesión no se pro-nunció ni una palabra. Cada orden fue escritay mostrada a los observadores antes que Va-síliev o su colega, el hipnotizador doctor Fin-ne. se concentraran en ella. La mpjer obedeciócon notable exactitud. y hasta puflo decir si eraVasíliev o Finne quien le daba ifistrucciones.

Recientemente, los rusos han realizado de-mostraciones aún más sorprendentes de tele-patía, usando a un biofísico, Yuri Kamensky, ya un actor y periodista de Moscú, Karl Niko-láiev. Kamensky estaba en Novosibirsk y No.koláiev en Moscú, y un comité de científicossupervisó la sesión. Los resultados proporcio-naron pruebas abrumadoras de la comunica-ción mental entre los dos hombres.

En una prueba, Nikoláiev describió correc-tamente seis objetos que habían sido entrega-dos a Kamensky; también pudo identificar 12de 20 cartas. Lo más notable de estos experi-mentos rusos es que los científicos lograronproducir una confirmación instrumental deque algo paranormal estaba sucediendo" Co-nectaron a Nikoláiev a un electroencefalógrafoque controlaba las ondas cerebrales. Descu-

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Sir Oliver Lodge (1 851 -1 940)realizó experimentos psíquicoscon dos chicas que afirmabanpoder leerse mutuamente elpensamiento (Mary Evans P.L.)Las investigaciones handespertado dudas sobre losresultados de Lodge.

brieron que, en cuanto Kamensky comenzó atransmitir imágenes, las ondas cerebrales deNikoláiev se alteraron. Sobre estas premisasidearon una técnica para transmitir mensajesen código Morse. Envez de pedir a Kamenskyque pensara en un objeto, le pidieron que ima-ginara que luchaba con Nikoláiev. Los cientí-ficos de Moscú que controlaban la grabaciónde las ondas cerebrales de Nikoláiev pudieron

, observar que se producía un cambio defini-do en el modelo cadavez que Kamensky ima-ginaba que estaba luchando con é1. Kamenskypudo transmitir «puntos» y .rayas» Morse ima-ginando «luchas» de distinta duración: los<<asaltos>> de 45 segundos producían un estalli-do de actividad que se interpretaba como unaraya, mientras un asalto de 15 segundos se leíacomo un punto. De esta forma, los científicosque estaban en Moscú pudieron identificar lapalabra mig

-que en ruso significa instantá-

neo- que Kamensky había transmitido enMorse, a3 200 km de distancia.

Curiosamente, una técnica similar que utili-zaba un método diferente se dio a conocer conéxito en Occidente. Fue a consecuencia de undescubrimiento accidental del investigadorcheco doctor Stepan Figar, quien observó quepensar intensamente en una persona aumentael volumen sanguíneo del individuo, cambioque puede ser medido con exactitud por unaparato llamado pletismógrafo.

Radio mentalDouglas Dean, electroquímico y profesor deinformática británico, que es también un im-

Telepatía

portante investigador psíquico, vio las posibili-dades de este descubrimiento para las pruebastelepáticas. Sus investigaciones revelaron que,cuando un agente telepático se concentra enalguien con quien el sujeto, conectado a unpletismógrafo, tiene un vírlculo emocional, confrecuencia se registra un cambio en el volumensanguíneo del sujeto. Junto con dos ingenierosdel Colegio de Ingeniería Newark, de NuevaJersey, Dean ideó un sistema que emplea unpletismógrafo para enviar mensajes en Morse.

Si el transmisor se concentra en el nombrede una persona significativa para el sujeto, elpletismógrafo produce una respuesta mensura-ble que se interpreta como un punto Morsé. Sino se registra respuesta alguna durante un pe-ríodo determinado de tiempo, se registra comouna raya Morse. Usando esta técnica, Dean seha comunicado con éxito en distancias cortas ylargas. En una ocasión envió un mensaje enMorse a una distancia de 2 000 km, entre Nue-va York y Florida.

Pero el pletismógrafo no es el único aparatodestinado a investigaciones médicas que se hautilizado en los estudios sobre telepatía. Sonmuchos los investigadores que han utilizadoelectroencefalógrafos para controlar, si no di-rectamente la transmisión de pensamientos, sífenómenos paralelos como los sueños.

Para entender el funcionamiento del encefa-lógrafo en este terreno, hay que tener en cuen-ta que este aparato registra, a través del cuerocabelludo, las diferencias de potencial que seproducen entre las células cerebrales; el gráfi-co que se obtiene con su aplicación refleja porlo tanto todos y cada uno de los cambios quetienen lugar en la actividad eléctrica del cere-bro, sea cuál sea el origen de aquéllos.

Por lo tanto, en la misma medida en que unelectroencefalograma resulta útil para emitirdiagnósticos a partir de las alteraciones de ori-gen funcional u orgánico, talvezpueda aportaralgo tomando como base las alteraciones deorigen psíquico: si ya de hecho se ha logradoejercer un control sobre los sueños, fenómenosmoldeados por la mente hunana a través delinconsciente, ¿por qué no pensar que puedacontrolarse también otros elementos psíquicosaún poco conocidos?

Efectivamente, no parece absurdo afirmarque la utilización de los electroencefalógrafosen las investigaciones sobre percepción extra-sensorial van a proporcionar, en un futuro pró-ximo, resultados sorprendentes.

Sin embargo, y pese a estos descubrimientosy a los destacados resultados logrados en algu-nas investigaciones, no todos los intentos tie-nen tanto éxito cuando tratan de reproducirpruebas de telepatía. La radio mental siguesiendo un fenómeno escurridizo, aunque ha te-nido lugar en suficientes ocasiones

-espontá-neamente y en laboratorio- como para quepueda asegurarse su existencia real.

La telepatía no es el único tipo de percepciónmental anómala que el hombre puede desarro-llar. Véalo en página 41.

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EneI ojo dela menteLos dibujos hechos por el novelista nor-teamericano Upton Sinclair y sus repro-ducciones, «recibidas» telepáticamentepor su esposa Craig, revelan un asombro-so parecido.

En el primer par (izquierda) el originalde Sinclair era un volcán en erupción. Sumujer lo interpretó como un escarabajo.Pero de hecho, el humo se parece muchoal cuerpo de un escarabajo en el dibujo dela señora Sinclair, y los lados de la monta-ña pueden ser interpretados como an-tenas.

El segundo y tercer par de dibujos nonecesitan explicación. Pero la señora Sin-clair tuvo dificultades con el dibujo de unavaca que hizo su marido. No lo identificó,pero anotó que veía algo «con líneas lar-gas que salían».

En el último par de dibujos la señoraSinclair tampoco identificó el original, pe-ro el parecido entre ambos dibujos es evi-dente. Su comentario dice: «Podría ser latrompa de un elefante... pero, de todosmodos, es un animal que corre. Hay unacosa larga, como una cuerda tirante frentea élrr.

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€B B€B#KBruÉrce*?Todo el mundo ha oído hablar del «abominable hombre de lasnieves» o «yeti» del Himalaya. Pero otros seres misteriosos,ni hombres ni bestias, han sido vistos en el mundo: enAmérica del Norte, China, Australia, Africa, Ia tundra deSiberia y la iungla del Amazonas.

LOS <<HOMBRE§ SALVA'ES DE LOS BOSQUES» §ON

figuras habituales en el folklore de algunos paí-ses nérdicos. En la Inglaterra medieval se lesdenominaba woodwoses owoodhawes y en lasiglesias de East Anglia existen bajorrelievesque los representan. Aunque resulta tentadorala idea de considerar a los woodwoses comopintorescas quimeras de la imaginación rural,una reciente oleada de informes sotrre «hom-bres-bestia, de hasta 2,40 metros de altura quehan sido vistos en América del Norte hace queno sea tan fácil ignorarlos.

Los «bigfoot» (expresión equivalente a pies-grandes»)---o <<sasquatch>>, según Ia denomina-ción amerindia usada en la Columbia Británi-ca, eR Canadá* aparecen últimamente contanta frecuencia en los titulares de periódicos,que tienden a ignorarse otras observaciones si-milares acaecidas en partes del mundo máslejanas o menos dadas a la publicidad. Sin em.bargo, de vez en cuando llegan inforrnes,de§deel Himalaya, considerado tradieionalmente .el

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Hombres-bestia en el mundo

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Hombres-bestia

Huellas de pies en la nieveTambién en la Unión Soviética se han realiza-do investigaciones; la doctora Jeanna Kofmanva, desde 1955, tras las huellas de los llamados<<almas>> en las montañas del Cáucaso. Ha reci-bido muchos informes de testigos oculares y haentrevistado personalmente a unas 4 000 per-sonas.

Una de ellas es Mukhamed Tomákov, capa-

taz de una granja, que en 1946 atapó un almasen una cabaña de montaña, en Getmish. Lacriatura tenía aspecto humano pero estaba cu-bierta de pelo y corría a cuatro patas, soste-niéndose sobre las traseras sólo cuando se de-tenía. (A veces, pero no a menudo, los pies-grandes americanos han sido vistos corriendo a

cuatro patas.) Cuando la criatura entró en lachoza, Tomákov echó la llave a la puerta y fuea buscar una soga. Cuando volvió la puerta es-

taba abierta y la cabaña vacía.Las montañas del Pamir, en la frontera sur

de la Unión Soviética, son otra guarida de los«hombres salvajes», cosa lógica, ya que consti-tuyen una prolongación del Himalaya hacia elnoroeste. En el verano de 1979 una expediciónsoviética encontró allí huellas de 34,3 cm de

largo y L6,5 cm de ancho a la altura de los de-dos; pero nadie vio quién o qué las habíahecho.

También han sido vistos «hombres-bestia»en Siberia; a principios de los años 60, un caza-dor que vivía cerca del río Obi vio a dos deestas criaturas cuando salían del bosque, unatarde, mientras caminaba con sus perros. Losperros huyeron aterrorizados, pero no sufrie-ron daños" En general, los perros temen a esos

seres; en América, a los piesgrandes no lesgustan los perros, y se sabe que en ocasioneslos han herido o matado. El cazador siberianoobservó que los hombres salvajes estaban cu-biertos de pelo oscuro, tenían brazos largos yvolvían los pies hacia afuera cuando andaban'Sus ojos tenían un brillo rojo oscuro (otra ca-racterística que indica un parecido con los pies-grandes). En los años 20 un «chuchunaa>>

(nombre que significa «proscrito» y que se daal hombre-bestia en la región de Yakutia, enSiberia oriental) vestido con pieles de ciervofue visto por unos aldeanos cogiendo fruta.

En América también se ha visto a piesgran-des comiendo frutas, y ha habido informesocasionales de que llevan ropas.

«[», «]¡i[¿gones» y «yow¡es»En todos los continentes sigue habiendo zonasinexploradas, selvas o montañas boscosas don-de raramente penetra nadie. Por supuesto,cuanto más remotas sean dichas zonas, menosprobable es que se produzcan encuentros ines-perados con estas formas de vida desconoci-das, a menos que se organicen expedicionescon la intención de localizarlas. Esto explicapor qué sólo tenemos datos fragmentarios de

América del Sur y Africa. Pero lo que se sabe

sugiere que hay mucha activid¿d.En t978, Jacqueline Roumeguere-Eber-

hardt, del Centro Nacional de InvestigacionesCientíficas de París, publicó una información

l6

Aniba: la figura tallada de unwoodwoseen el atrio de la iglesiade Peasenhall, Suffolk. Loswoodwoses u "hombres salvajesde los bosques» parecen haberhab¡tado en lnglaterra en la EdadMedia, pero probablemente sefueron ext¡ngu¡endo con el

aumento de pueblos y aldeas(foto C. y J. Bord).

A la derecha: una hilera dehuellas que podrían ser de unyeti. Otra explicación, sin

embargo, es que pueden ser deuna cabra de montaña; el soldenitió después la nieve

alrededor de las marcas de laspatas, agrandándolas (foto

Topham). 'ltl:li:..l... lt,ry:' -.ii..,

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acerca de sus investigaciones sobre el hombre-bestia africano, a quien había bautizado, sinmucha imaginación, como <<X». En esa épocadisponía de 31 relatos de observaciones en 11selvas de Kenya, y había conseguido identifi-car cuatro tipos diferentes de «X». Un nativofue capturado y examinado cuidadosamentepor un <<X» antes de ser empujado en direccióna su casa.

A veces aparecen informes en zonas muchomenos prometedoras. Nuestra idea occidentalde Japón como pequeña nación industrializadadeja poco margen para imaginar zonas remo-tas y.deshabitadas con una población de hom-bres-bestia. Sin embargo, a principios de losaños 70 fueron avistados varios «hibagones»(como se bat¡fizó al animal) en el monte Hiba,cerca de Hiroshima. El labrador Albert Kubovio a una de estas criaturas de 1,50 m de altura,ojos grandes y olor nauseabundo, en 1974,cuando estaba en sus campos de arroz. (Elfuerte olor caracferiza asimismo a muchospiesgrandes norteamericanos).

El enorme y poco poblado continente aus-traliano posee también, como era dé esperar,su hombre-bestia. Los aborígenes, que aparen-temente conocían bien su existencia. le dabanmuchos nombres diferentes, pero actualmentese le llama .yowie». Se ha informado de supresencia con regularidad, especialmente enNueva Gales del Sur y Queensland, desde fi-nes del siglo xvur. El 3 de octubre de 1894, unchico llamado Johnnie McWilliams vio unomientrás cabalgaba desde su casa en Snowballhacia la estdfeta de correos de Jinden. en Nue-

Hombres-bestia

va Gales del Sur. El "hombre», que salióhuyendo, medía más de 1,80 m y era de com-plexión fuerte.

Joseph y William Webb, preparándose paraacampar una noche a finales de siglo en lasmontañas de Brindabella. Nueva Gales delSur, tuvieron un encuentro más espectacularcon un yowie. Escucharon «un profundo bra-mido gutural" y ruidos, como si alguien seabriera paso por los matorrales. Apareció en-tonces una criatura hirsuta, del tamaño de unhombre; al dispararle se volvió y huyó.

En América del Norte hay indicios de quelas armas de fuego no sirven contra estos gi-gantes velludos, porque no son suficientemen-te potentes, o por alguna razón más extraña.

Rex Gilroy, australiano investigador de yo-wies, ha reunido más de 3 000 informes de ob-servaciones, los cuales, como sucedió en Amé-rica del Norte, aumentaron durante los años70. Un encuentro a muy poca distancia, en laque el testigo pudo observar al yowie a pocomás de dos metros, fue comunicada por un em-pleado de los parques nacionales en Spring-brook, Queensland, en marzo de 1978. El yo-wie, al parecer, gruñía como un cerdo, se pare-cía mucho a un gorila y despedía un olor in-mundo.

En definitiva, tanto su apariencia como sucomportamiento hacen pensar que el yowie esun primo cercano del piesgrandes norteameri-cano.

Desde los años 30 se habla de piesgrandes enI{orteamérica. ¿Qué son? Véase página 48.

+

A la derecha: lgor Burtsev,cazador ruso de "hombres de lasnieves", sostiene el molde de unahuella encontrada el 21 de agostode 1979 en la cadena de Gissar,en las montañas de Pamir-Alai enTadzhikistán (Asia central). Lahuella, posiblemente dejada porun almas, mide 34 cm de longitudy 16 cm de anchura. Es casi delmismo tamaño que las huellas de

"yeti" halladas en el Himalaya(foto Fortean Picture Library).

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En casi todas las sociedades hu¡nnar¡as se ha sostem¡d# §a ereemeia em

la <<posesión» de seres humanss por parte de espínitus de caráctermaligno, ya se les diera el normbre de diablo, poltergeist q.¡ otro. Losexorc¡stas han sido tradiciona!mente los únicos capaces de expulsara e§tos espír¡tus.

ES srGNrFrcATIvo euE casi todos los puebioshayan creído en la existencia de seres superio-res malignos que podían adueñarse de ciertoslugares, o incluso de personas! para causartrastornos a la humanidad. Tenemos abunclan-tes testimonios de este fenómeno. que se ca-

racteriza por manifestaciones horripilantes:voces huecas que parecen surgir del cuerpo dei<<poseso>), muebles que se desplazan, contor-siones inverosímiles. ". No es sorprendente,pues, que todas tras culturas hayan buscado unaexplicación para este fenómeno y una manerade ponerle fin.

I-os antiguos egipcios practicaron ritos paraprotegerse de las potencias amenazadoras quepodían saliries ai paso en este o en el otro mun-do; en su religión los conjuros mágicos de ca-

rácter oral se complementaban con ritualesconsistentes en herir, partir o seccionar una re-

18

presentación dei ser temicio. En Sumer" Asiriay tsabilonia aparece también una amplia cle-monología acompañada de ritos paraleios paraprotegerse iJe la acción de entes rnalificos: unode los procedimientos más generaiizaios era eide hacer pasar rnágicamenfe el espíritu a unvaso u otro objeto, que luego se echaba ai fue-go o se rompía. Asimismo, atrgunas príicticasrí¡icas de religioncs ailir¡islas !nu\ pr in:iIrr "s.por ejemptro, la reducción cte cabezas entre losjívaros, constituyel tamt¡ién forinas de exo¡-cismo destinadas a capitalizar ciertas influen-cias espirituaies.

La universalidad de estos rituaies y su per-manencia a través del tienipo no puede pormenos que hacernos reflexionar sobre la natu-raleza del fenómeno que los motiva. Las reli-giones, por otra parte, ya han clado su propiainterpretación y han acfuado en consecuencia.

El exorcisia. cie W. Friedkin(1974r, Er éxito de esta película

demostró la sensibilización delpúb tcc ante estos fenómenos

iÍoto Warner Bros).

En la página siguiente, arriba:crrración de un poseso, en unaBiblia francesa del siglo xtt (foto

Giraudon);en el centro: un

exorcismo rurai (pintura deBruegel d'Enfer) [foto Giraudcn];abajo: en la Edad Media todaposesión se c<¡nsideraba comouna manifestación física del

demonio, contra la cual se

empleaba incluso agua hirviendo(grabado en madera de 1 51 5)

lfoto Mansell Collectionl.

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Exorcistas e IglesiaSegún una de las máximas autoridades en lamateria, el sacerdote católico Corrado Balduc-ci, m.iembro de la congregación De propagan-da fide y especialista en problemas de posesióndiabólica. sólo resulta verdadero uno de cadamil casos de los que se hace cargo la Iglesiacatólica.

No obstante, reconoce haber presenciadocasos en que los posesos «emitían gritos que noeran hurnanos, vomitaban objetos y animalesque nunca habían tragado, demostraban unafuerza que ni diez personas lograban contener.Volaban por la habitación. Aumentaban de re-pente hasta ocho veces de peso. Rugían comoenergúmenos cuando se les acercaba algúnsímbolo sagrador. Balducci es consultor habi-tual, en este terreno, de los obispos, en quie-nes recae actualmente la responsabilidad deatforízar los exorcismos, debidamente aseso-rados por personas de quienes se espera la má-xima solvencia en psicología y parapsicología.

La Iglesia católica ha sido la institución quecon mayor intensidad se ha dedicado a ayudara los posesos y a perfeccionar las fórmulas deexorcismo destinadas a este fin. Jesucristo mis-mo fue el primero que dio «órdenes» precisasal demonio para que desalojara los cuerpos dealgunos posesos de su época. Desde entonces,el principio del exorcismo ha variado poco: elexorcista tiene que dirigirse al demonio que.,vive, en la víctima, y ordenarle, en el nombrede Dios, que se marche de allí. Si el espírituocupante se niega y los efectos de la posesiónempeoran, entran en juego el empleo desímbolos sagrados y la propia personalidad deléxorcista, que suele ser muy fuerte y proclive ala espiritualidad. La fórmula de exorcismo máshabitual utilizada por la Iglesia católica roma-na se remonta a t6I4, y está contenida en elRituale romanum:

«Exorciso te, immundissime spiritus, omnisincursio adversarii, omne phantasma, omnis le-gio, in nomine Domini nostri Jesu Christi. Era-dicare et effugare ab hoc plasmata Dei. Ipse tibiimperat, qui te de supernis coelorum in inferio-ra terrae demermergi praecipit."

He aquí la traducción aproximada: «Yo teexorcizo, espíritu inmundo, toda incursión deladversario, todo espectro, toda legión, en elnombre de Nuestro Señor Jesucristo. Desprén-dete y huye de esta criatura de Dios. Te lo or-dena aquel que te hizo precipitar desde 1o altode los cielos a las profundidades de la tierra.»

La Iglesia católica no es la única instituciónreligiosa oficial que se ha preocupado por estosfenómenos: algunas Iglesias protestantes, es-pecialmente la anglicana, poseen asimismouna larga tradición en este campo. Pero ade-más. por su naturaleza misleriosa. olros ritosparecidos se han ido transmitiendo desde laantigüedad, muchas veces por canales poco or-todoxos, al margen de las religiones «oficia-les». En Galicia, por ejemplo, estas creenciashan subsistido, a nivel popular, en las ceremo-nias llevadas a cabo por los <<menciñeirosr,personajes a medio camino entre el brujo y elexorcista.

Posesiones

19

Posesiones

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Los padres (a la derecha) y dossacerdotes (abalo) implicados enel "exorcismo" de AnnalieseMichel, a consecuencia del cualmurió la joven (fotos Keystone).

Arriba: un exorcismo en laiglesia de san Vicinio, en Sarsina(ltalia). El collar de hierro es unareliquia del santo, que lo llevó al

cuello como penitencia (foto

Keystone).

Los posesos, hoyLos casos de posibles posesiones diabólicas soncadavez más numerosos, debido quizás al au-mento del s/ress y al creciente consumo de cal-mantes y antidepresivos. Pero aunque esto ex-plica algunos de los casos, hay fenómenos queningún trastorno emocional puede justificar.Además, la frecuencia con que aparecen haceque estos fenómenos sean cada vez más objetode divulgación, a lo que ha contribuido parti-cularmente el cine con una serie de produccio-nes centradas en estos temas (E/ exorcista, Ca-rrie, etc.)

Lo que resulta realmente alarmante es quemuchas personas incompetentes o con inten-ciones abiertamente fraudulentas hayan adqui-rido el estatuto de «exorcistas». De ahí que enlos últimos años se haya producido más de uncaso de desenlace trágico: en I9l5 la joven ale-mana Annaliese Michel murió a consecuenciade trastornos circulatorios, rodeada de extra-ños rituales de exorcismo; sus padres y dos sa-cerdotes implicados en los hechos fueron juz-gados y condenadós por homicidio por negli-gencia. En Gran Bretaña se registraron, entre

1977 y 1979, varias intervenciones erróneasque acabaron con internamientos hospitala-rios. Asimismo. en 1981 ha estallado en Italiaun grave escándalo en torno al ex salesianoDomenico Bernardini, fundador de un centrodonde, con permiso episcopal, exorcizaba a jó-venes mujeres mentalmente inestables, que sesentían endemoniadas por sugestión, y a lasque aplicaba una serie de violentas prácticasmágicas.

Estos y otros casos parecidos sugieren unade las problemáticas más delicadas del fenó-meno de la posesión. ¿Qué clase de «posesos»deben someterse a un exorcismo en toda reglay cuáles a un tratamiento médico o psiquiátri-co? En el mundo de hoy encontramos numero-sas, o presuntas, víctimas de espíritus, demo-nios o poltergeists ----romo queramos llamar-les-; pocos tienen idea de la naturaleza delfenómeno que les aqueja, ni de los riesgos quepuedan correr.

La naturaleza de la posesión ha sido a menu-do objeto de discusiones y de teorías. Véase pá-gina 59.

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Cada semana,{.* lnerytrfeadoles hará deseubrirlos grandes clásicosde la literaturafant&sticm y de la

f¡ .,crencla-ilccron

Lo extraño y lo inexplicado, fuente inagotable deinspiración, ha sido siempre un poderoso focode atracción para Ia imaginación creadora: desdelas premoniciones cientÍficas de Julio Verne hasta las

,,'r fabulaciones cibernéticas de Arthur C. Clarke, desde:.:,,. los cuentos de hadas de Penault hasta las leyendas'ii, conventuales de Gustavo Adolfo Bécquer, desde losmundos futuristas de Aldous Huxley hasta las pesadillasagobiantes de Kafka, autores de todos los países y de

todas las épocas no han dejado de beber en estos temas. Lo inexplicado quiere rendir un homenajesemanala estos creadores a través de las páginas 3 y 4 de cubierta. Estos maesfros de lo insólitonosólo tienen el mérito de hacernos pasar noches en blanco,arrebatados por el hilo narrativo, o de proporcionarnos unaevasión de nuestra monótona vida cotidiana; además, hanaportado respuestas originales y convincentes a algunas cuestionesante las cuales la ciencia se habÍa declarado impotente.

En esta sección vibrante y variada, Lo inexplicado les invitaráa conocer con mayor profundidad y amplitud a nuestros clásicosde la ficción, y les ofrecerá una primicia de lo que serán losmaestros delmañana. A partir del fascÍculo 2, ustedes podránpenetrar en el universo de J.R.R. Tolkien, y descubrirán a eseprodigioso narrador anglosajón que pasó toda su vida encompañÍa de elfos, enanos, hadas, magos ymuchos otros personajes extraÍdos delfolklore inmemorial de los antiguos puebloseuropeos. Más adelante, sabrán qué clasede vida llevó H. Ph. Lovecraft, creador depesadillas cósmicas repletas de seresindescriptibles. Tomarán contacto con lasparábolas políticas de H. G. Wells, y con losentes mecánicos y sensibles creados porAsimov. Se introducirán con Jorge LuisBorges en los recovecos laberínticos deluAleph, y sabrán cómo elgenialBramStoker configuró a su conde Drácula. Verándespués al pintoresco Lewis Carroll actuarfuera de su «País de las maravlll¿5», y a RayBradbury, poeta galáctico, crear susensueños planetarios...

De la ciencia-ficción a la mitologíafantástica, de las leyendas tropicales deGarcÍa Márquez a las metamorfosisnoctumas de Robert Louis Stevenson, delos reinos imaginarios y cómicos deJonathan Swift a los imperios interestelar'esde Alfred Van Vogt, de NathanielHawthome a Robert Bloch, de Jan Potocki ,a Ramón del Valle-lnclán, Lo inexplicado les invitará ala evasión y a la fantasía. Pero tengan cuidado de cerrarbien las ventanas: en las noches sin luna puede haberexhañas criaturas acechando en el exterior.

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