OI|\IIX?ilCADOEL MUNDO DE LO

Peter BrookesmithClare Byatt

Publicádo por Editorial Delta, S,A,-Barcelonay comercializado en exclusiva porDistribuidora Olimpia, S.A, - Barcelona

Vol. lX-Fasc. 104

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Redactores y colaboradores:Prof. A. J. Ellison, Dr. J. Allen Hynek, Brian lnglis, Colin Wilson,Beatriz Podestá, José Lorman.

Para la edición inglesa:Editorial Director: Brian lnnes

EXTB,AÑo, INSOLITO Y MISTERIOSO

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LO INEXPLICADO EL MUNDO DE LO EXTRAÑO. INSÓLITO YMISTERIOSO se publica en forma de '1 20 fascículos de apari-ción semanal, encuadernables en diez volúmenes. Cada fascÍcu-lo consta de 20 páginas interiores y sus correspondientes cubier-tas, Con el fascículo que completa cada uno de los diez volúme-nes de que se compone la obra, se pondrán a la venta las tapáspara su encuadernación. Además, coleccionando la tercera ycuarta páginas de cubierta, se obtendrá un interesante dossiersobre los MAESTROS DE LO INSOLITO.

proxrmofascículo

EL AGARTHAEn el corazón del Tibet -o tal vez en el

misterioso Egipto- reside un rey invisibley anónimo que gobierna los destinos de la

humanidad: la fabulosa leyenda del

Agartha.

GN()M()S Y ELF()S¿Quiénes son esos personajes que pueblan el folklore

europeo? Tal vez constituyan el recuerdo nostálgico de una

Edad de Oro definitivamente perdida para el hombre.

EVA C.Las extraordinarias capacidades de una

medium francesa que, a principios desiglo, produjo gran cantidad de

ectoplasmas.

M()VIMIENTO PERPETU()Orffyreus, el artífice de la rueda de movimiento perpetuo,

destruyó su invento con sus propias manos; el secreto de lamáquina pereció con él poco después.

PSTC0L0Gín OVUUn famoso caso de abducción permite detectar en las experiencias

con extraterrestres las más íntimas -e inconscientes-aspiraciones del ser humano.

Ecliorial\7o"l,u. roTFolo cubi€rtai Ann Bonan Pict!re Library

Larnáquina i*posibleElsueño imposible de construir lamáquina imposible ha inspiradodurante cientos de años a losinventores empeñados en diseñaringenios de movimientoperpetuo. ¿Acaso uno de ellostriunfó donde todos los demáshabían fracasado?

EN EL cAsrrI,r,o DE wErssENSTErN la atmósferaestaba cargada. La fecha era el26 de noviem-bre de 1717. EI duque Karl, landgrave del pe-queño ducado del sudoeste de Alemania, ob-servaba, mientras sus funcionarios examina-ban los sellos de las puertas de la habitacióncerrada. Cuando todos estuvieron seguros deque estaban intactos, los funcionarios los rom-pieron y después abrieron las cerraduras y laspuertas. Los observadores se miraron unos aotros cuando un chasquido regular llegó a susoídos. Se apresuraron a entrar tras el duque.Asombrados, contemplaron la gran rueda de 4metros que giraba con regularidad, a razón de26 revoluciones por minuto. Cuando el duquelo sugirió, examinaron las ventanas hermética-mente cerradas y toda otra forma posible deentrar o salir. No había duda alguna. La ruedahabía estado girando en una habitación hermé-ticamente cerrada durante quince días, desdeel 12 de noviembre.

La habitación fue clausurada nuevamente ysellada con tanto cuidado como en la primera

ocasión. Pero esta vez permaneció cerrada du-rante un período mucho más largo. No volvióa abrirse hasta el 4 de enero del año siguiente;de nuevo se examinaron cuidadosamente lascerraduras y los sellos y cuando los presentesentraron en la habitación vieron que la rueda

i:"É*';

É-

¿-É:¡

Dos ejemplos de la interminableserie de máquinas de movimientoperpetuo. La de arriba es del sigloxvrr y la de la izquierda del xvrrr.

Ambas emplean una rueda, el

medio que con más frecuenciapropusieron los inventores para

obtener el movimiento perpetuo;

abajo, otra máquina demovimiento perpetuo del siglo

xvr. Utiliza un imán (n) [fotosAnn Ronan P.L.l

2029

Movimiento perpetuo

seguía girando a su velocidad habitual, comola primera vez.

Para el landgrave y sus funcionarios, laprueba era concluyente. El duque Karl entre-gó al inventor de Ia rueda un certificado, fe-chado el 27 de mayo de 1718, que declarabaque las precauciones tomadas habían sido sufi-cientes para asegurar que el funcionamientode la máquina no se debía a un fraude. Al añosiguiente el inventor publicó ese certificado enun opúsculo que escribió para describir su des-cubrimiento.

El inventor era un tal Johann Ernst EliasBessler, más conocido como Orffyreus. Llegóa este nombre por el curioso procedimiento deescribir el alfabeto en forma de círculo y tomarla decimotercera letra después de cada una delas del apellido Bessler. El resultado fue Orfy-re, pero lo latinizó. Su descubrimiento, apa-rentemente verificado por las comprobacionesdel duque, parecía ser la realización del sueñoimposible: la construcción de una máquina demovimiento perpetuo.

A lo largo del entramado de la historia deOccidente corre una curiosa hebra de intentosde descubrir la forma de crear una máquina demovimiento perpetuo. Algunos fueron tenta-dos por teorías plausibles, otros se dejaron lle-var por la codicia, o por el deseo de obteneralgo a cambio de nada, ya fuera poder o dine-ro. También hubo quienes consideraron subúsqueda como una manera de lograr fama yfortuna, ya que trabajaron impulsados por láilusión de que el descubridor de un artllugiocapaz de experimentar un movimiento perpe-tuo ----o sea, la creación de energía a partir denada- obtendía enormes recompensas. Fue-ra cierto o no, semejante descubrimiento revo-lucionaría, sin duda, la sociedad.

2030

iQué significa exactamente movimientoperpetuo? Se trata de una acción que manten-dría un aparato en movimiento, de forma inde-finida, sin necesidad de una fuente de energíaque conservara ese movimiento, y sin que per-diera energía propia. Un tipo de máqüiná demovimiento perpetuo sería la que realizara untrabajo externo, como levantar pesos, duranteun peíodo indefinido y a partir de su propiaenergía interna: esta máquina sería el tipo más<<puro>> de artilugio de movimiento perpetuo.

Una sustancia asombrosaUna máquina que funcionara perpetuamenteal suprimir la acción de la gravedad ya no seríatan «pura». H. G. Wells creó un éxito de fic-ción de este tipo en su libro The first men in theMoon (Los primeros hombres en la Luna1901), ;andá f,iro qo. ,;;.;r;;;";;j;,el profesor Cavor, preparara una sustancia

-lógicamente llamada cavorita-. Una capa

de cavorita era capaz de aislar de la fuerza degravedad de la Tierra a cualquier objeto situa-do sobre ella. Gracias a un sistema de panelescubiertos de cavorita y fijados a su nave espa-cial, Cavor lograba llegar a la Luna. Obvia-mente, Wells conocía la teoría del movimientoperpetuo, o la había investigado. Porque si unahoja de una sustancia parecida a la cavoritafuera colocada debajo de una masa, la masa sevolvería ingrávida y podría ser elevada sin es-fuerzo. Si se retirara esa hoja la masa recobra-ría su peso y caeria, y esas elevaciones y caídasperpetuas podrían ser utilizadas para realizarun trabajo. Desgraciadamente, una sustanciacomo la cavorita existe sólo en la novela deWells.

Pero existen otras modificaciones posiblesde la máquina <<pura>> de movimiento perpe-tuo; por ejemplo, construirla de forma que uti-lice fuerzas magnéticas o eléctricas, o ciertaspropiedades de los líquidos (véase recuadro enpáginas 2032-2033).

La mayoría de los que intentaron crear unamáquina de movimiento perpetuo.lo hicieronignorando las leyes de la física. Estas hacenque sea imposible construir un artilugio de mo-vimiento perpetuo, sea cual sea la combina-ción de palancas, gravedad, magnetismo, elec-tricidad, líquidos o calor que se utilice. Es cu-rioso observar que muchos de quienes estuvie-ron obsesionados por la idea del movimientoperpetuo exhibieron una arrogancia que linda-ba con la megalomanía, e ignoraron resuelta-mente las leyes formuladas a partir de siglos deinvestigación científica. Como dijo HenryDircks (1806-1873), ingeniero civil que escri-bió dos autorizados volúmenes acercá del mo-vimiento perpetuo:

Sería imposible imaginar un grupo másobstinado, satisfecho de sí mismo y enga-ñado con respecto a sus posibilidades.Nunca perdían las esperanzas, y se burla-ban de sus oponentes con ridícula vehe-mencia, aunque los siglos no los habíanhecho avanzar un solo paso en el caminodel éxito.

El hecho es que la teoría de una máquina de

A la izquierda: el profesor Cavor ysu amigo parten hacia la Luna, enla novela de H. G. Wells losprimeros hombres en la Luna(1901). El profesor había¡nventado una sustancia llamadacavor¡ta que, utilizada en formade lámina, ¡nterceptaba la fuerzade gravedad de la Tierra de formatal que permitía el vuelo espacial.Wells conoció seguramente lateoría del movimiento perpetuo: siuna lámina de una sustanciacomo la cavorita fuera colocadadebajo de una masa, ésta sevolvería ingrávida y podría serelevada sin esfuerzo. Al retirar lalámina, la masa recuperaría supeso y caería. Estas caídas yelevaciones perpetuas podríanser empleadas como fuente deenergía (foto Ann Ronan P, L.).

Abajo: grabado que representauna máquina de movimientoperpetuo, publicado enNuremberg en 1673 (foto AnnRonan P.L.).

fin üryfoth.ltlrarlLmit dwaJllallucrrÍr.

Orffyreus (abajo) y su famosarueda (abajo a la derecha). Esta

máquina de movimiento perpetuo

fue autentificada por el landgrave

Karl en 1 71 8, después de que

funcionara durante algún tiempo

en una habitación sellada de su

castillo de Weissenstein, El

mismo inventor destruyó más

tarde su obra maestra en un

ataque de rabia (foto Ann

Ronan P. L.).

movimiento perpetuo, que funcione sin unafuente de energía, viola nada menos que elprincipio de la conservación de la energía, queafirma que la energía no puede ser creada nidestruida. Desde los descubrimientos de Eins-tein esto se modificó un poco, ya que ahorasabemos que la energía puede ser creada ani-quilando masa. según su famosa ecuación E =mC, en la que E es la cantidad de energía crea-da por la destrucción de una masa m, y c es lavelocidad de la luz. Pero esa creación sólo ocu-rre en el núcleo de las estrellas, en las bombasy en los reactores nucleares. Fuera del reinosubatómico, la energía puede ser transformadade una a otra forma, pero no creada ni des-truida.

El movimiento perpetuo, como la alquimia,los fenómenos psíquicos, las minas de oro yplata,la medicina, la religión y otros temas po-tencialmente influyentes o lucrativos, ha atrai-do a muchos estafadores. Algunos de ellos,con gran astucia, obtuvieron grandes sumas dedinero con máquinas que parecían ser de mo-vimiento perpetuo. Uno de esos estafadoresfue el norteamericano John W. Keely, queoperó alrededor de 1870 con su «motor de va-cío neumático-pulsátil». Otro «inventor» exhi-bía en Londres una gran rueda que giraba: su

Movimiento perpetuo

ocultar el mecanismo interno mediante un fo-rro de tela fijado al marco exterior.

Conocemos los detalles de los diferentes ar-tilugios que construyó y exhibió, gracias a supropio panfleto y a los dos volúmenes del librode Dircks Search for self-motive power (Labúsqueda de la energía automotriz), publicadosen 1861 y 1870. La primera rueda de movi-miento perpetuo de Orffyreus fue exhibida en1712, en la provincia de Gera. Tenía alrededorde 1 m de diámetro y unos 10 cm de espesor.Arrancaba desde una situación de inmovilidadabsoluta y aceleraba hasta llegar a una veloci-dad angular constante, o número de revolucio-nes por minuto. También podía levantar unpeso de varias libras. Muchos de los especta-dores, aunque no pudieron detectar ningúnfraude, acusaron a Orffyreus de superchería.Es frecuente que se diga eso de los inventores,pero Orffyreus parecía invitar las acusacionespor su carácter ampuloso y sus irritantesmodales.

¿Quién da más?De modo que Orffyreus siguió adelante. En1713 bonstruyó y exhibió una rueda más gran-de en Draschwitz, cerca de Leipzig. Esta tenía1,5 m de diámetro y 15 cm de espesor, aproxi-

mecanismo estaba oculto por una cubierta;desgraciadamente, cuando alguien sopló unpoco de rapé por un agujero que había en esa

cubierta, ¡el «mecanismo» empezó a toser y a

estornudarlRecordando todas estas consideraciones,

volvamos a la notable demostración tealizadaen 1717 en el castillo del duque Karl, en Weis-senstein. Fue la culminación de la carrera deOrffyreus.

Orffyreus había nacido en Zitfat (Sajonia)en 1680. Estudió teología, medicina, pintura ymecánica, combinación no tan rara en aquellostiempos. Cuando tenía poco más de treintaaños logró una cierta fama como creador demáquinas que funcionaban sin una fuente deenergía aparente. Las exhibió en varios luga-res, pero siempre tomando la precaución de

madamente. Alcanzaba una velocidad máximade 50 revoluciones por minuto y podía levantarun peso de unos 18 kg.

Su tercera rueda se exhibió en Merseburgo,no lejos de Leipzig. Era aún mayor, ya quetenía unos 2 m de diámetro y unos 30 cm deespesor. A estas alturas, Orffyreus ya era fa-moso, y obtuvo una serie de testigos que fir-maron certificados donde decía que habíanexaminado la máquina y podían confirmar queno estaba conectada a ninguna fuente de ener-gía externa. A pesar de estas afirmaciones, laoposición a sus pretensiones aumentaba. Elloimpulsó a Orffyreus a persuadir a un grupo deciudadanos de intachable reputación para queformaran un comité con el propósito de exami-nar la rueda. No se les permitió observar elmecanismo oculto por la cubierta, pero sí po-

2031

Movimiento perpetuo

ner en marcha la rueda -detenida- en ambas

direcciones. También se les permitió atar cuer-das alrededor del eje. Por medio de esascuerdas, la rueda levantó una caja de piedras

.que pesaba 32 kg. Los testigos declararon tam-bién que habían visto cómo la rueda girabacontinuamente durante un mes.

Por alguna razón, el informe del comité irri-tó a mucha gente, y algunos así lo manifesta-ron por escrito. No sólo afirmaban que las pre-tensiones de Orffyreus iban contra las leyes dela naturaleza, sino que el inventor debía sercastigado. Se publicaron algunos panfletos queexplicaban cómo se realízaba el truco, pero lassoluciones que sugerían eran tales que cual-quier comité de escépticos las hubiera descu-bierto en un momento. (Aquí puede observar-se un curioso paralelo con la historia de la in-

A la derecha: proyecto de artilugiode movimiento perpetuo que

emplea las olas o la corriente delagua para mover una barca. Fueinventada por sir WilliamCongreve en el siglo xrx (foto AnnRonan P. L.).

Muchos de los artilugios diseñados paraproducir un movimiento perpetuo se hanbasado en el concepto de la rueda con pe-sos desequilibrados.

A lo largo de los siglos, quienes busca-ban el movimiento perpetuo han redescu-bierto esta idea una y otravez,y cadavezla han presentado como si acabaran de in-ventarla.

Es comprensible; Ia idea es muy atracti-va, porque parece muy plausible. Afirma

que si a una rueda se sujetan cierta canti-dad de pesas mediante bisagras u otro sis-tema, de modo que cuando cada pesa lle-gue arriba se balancee más allá del centro,se producirá un exceso permanente demomento de torsión en el lado descenden-te, y la rueda continuará girando. De he-cho, por muy hábilmente que se sujetenlas pesas, las leyes de la mecánica dicenque, en alguna posición de la rueda, laspesas se equilibrarán, y la rueda no segui-rá girando... si es que empezó a hacerlo.

El arquitecto francés del siglo xur Vil-lard de Honnecourt parece haber sido elprimero en dejar pruebas escritas de sustrabajos con este tipo de rueda. Uno desus cuadernos de dibujo, conservados en

Inventosmóviles

la Biblioteca Nacional de París, contieneun boceto de uno de estos artilugios (a laizquierda). Si Honnecourt hubiera usadola perspectiva al hacer su dibujo, la ruedaapareceúa en ángulo recto con respecto almarco. Otra rueda que fue detalladamen-te descrita, aunque no dibujada, fue la delinglés Edward Somerset, marqués deWorsester, un hombre de ciencia aficio-nado. En su libro A century of inventions(Un siglo de inventos), publicado en 1633,da detalles acerca de una máquina de mo-vimiento perpetuo cuyo funcionamiento,según dijo, fue observado por Carlos I yparte de su corte. En el siglo xrx, HenryDircks, autor del estudio clásico sobre elmovimiento perpetuo, ilustró una recons-trucción de la rueda de Wotcester en elprimero de sus dos volúmenes (abajo a laizquierda). La rueda de Worcester es,probablemente, el artilugio de movimien-to perpetuo más famoso, aparte del deOrffyreus. Los dos inventores tienen uncomún que en su día nadie refutó sus pre-tensiones.

El doctor Thomas Young, secretario dela Royal Society para las relaciones con elextranjero, era físico, además de médico.En una conferencia en la que destruyó laidea del movimiento perpetuo utilizó co-mo ejemplo una rueda que había construi-do (arriba a la derecha). Señalando suinutilidad, dijo: «Buscar una fuente demovimiento en la construcción de una má-quina denota una gran ignorancia de losprincipios que hacen funcionar a todas lasmáquinas.r,

Pero sí existe un artilugio que funciona;el juguete infantil que se denomina «patobebedorr. El pato, que oscila sobre el ejeque lo sostiene, se inclina para sumergirsu pico en un vaso de agua y después vuel-ve a la posición erguida.

El aparato contiene una cantidad de al-gún líquido volátil, como éter, por ejem-plo. El peso del éter que hay en el tanquees apenas suficiente para mantener ergui-

@

q

1032

vestigación psíquica. Con demasiada frecuen-cia, los críticos de largas y cuidadosas investi-gaciones de fenómenos psíquicos -sin haberconsiderado los fenómenos por más de unosminutos, sin conocerlos directamente y pormucho que entre los investigadores haya físicos, prestidigitadores, psicólogos, médicos yotros profesionales similares- se han apresu-rado a «explicar, cómo pudo realizarse unfraude. Cuando se agitan las emociones y losprejuicios, surge una lamentable tendencia ausar la boca antes que el cerebro.)

Orffyreus abandonó Merseburgo a finalesde 1716 y halló refugio en el castillo de Weis-senstein. El landgrave Karl, intrigado por rela-tos que había oído, se transformó en su protec-tor y consiguió que fuera nombrado consejeromunicipal. Durante algún tiempo, Orffyreus

Movimiento perpetuo

se ocupó de sus deberes municipales pero, ine-vitablemente, con:enzó a construir otra de susmaravillosas ruedas, como los actores que se

retiran pero que de vez en cuando vuelven alescenario para una «última» función de despe-dida. Casi con seguridad, Orffyreus creía quealgún día obtendría fama y fortuna si podíapersuadir a líderes influyentes, hombres deciencia y banqueros de que sí había descubier-to el secreto del movimiento perpetuo. Por suparte, el duque Karl y su corte estaban ansio-sos por ver una de las ruedas de Orffyreus, demodo que éste se estaba jugando su porvenircuando construyó su máquina de movimientoperpetuo et 1717.

¿Construyó realmente Orffyreus una máquinade movimiento perpetuo? Véase página 2062.

do al pato (abajo, figura a). Los rayos delSol hacen que parte del éter se evapore ysuba hasta la cabeza. Desequilibrado, elpato se inclina y sumerge el pico en el va-so de agua (figura n). La temperatura másbaja del agua condensa el éter y hace quevuelva al tanque y, al cabo de algunos mi-nutos, el peso del éter es suficiente parahacer que el pato vuelva a la posición er-guida (figura c).

Un aparato de este tipo puede funcio-nar indefinidamente. Pero como mecanis-mo de movimiento perpetuo es una esta-fa, porque funciona con la energía queproporciona la luz del So1. Los diferentestipos de relojes que se dan cuerda a sí mis-mos corresponden a la misma categoría;en todos los casos necesitan cie algún tipode energía. En algunos, los movimientosde la muñeca de quien lo usa es suficiente;otros aprovechan las variaciones de tem-peratura y presión de la atmósfera.

Las oficinas de patentes se han vistoinundadas de inventos denominados «má-quinas de movimiento perpetuo». En algu-nos países la legislación se niega a admitir-los por ser contrarios a las leyes físicas bienestablecidas (por ejemplo, Gran Bretaña).Otros países, como Estados Unidos, no nie-gan la posibilidad de que puedan inventar-se, pero exigen, junto con la solicitud de lapatente, un modelo que funciope; todavíano se ha presentado ningurro.

Aniba: sir Thomas Young,distinguido médico, hombre

de ciencia y secretario derelaciones exteriores de laRoyal Society en el siglo xrx.

En una ocasión, Thomaspronunció una conferencia en

Ia que demolió la idea delmovimiento perpetuo y diseñóuna rueda propia para

demostrar que no podía

obtenerse (foto Bridgeman ArtLibrary).

os

2033

Los sorprendentes parecidosexistentes entre todos losinformes sobre abduccionessugieren que esas experienciasse hallan de alguna maneravinculadas. Una nueva y originalteoría sostiene que derivan deltrauma del nacimiento.

DE ToDos Los ExTRATERRESTRES descritos portestigos de encuentros en la tercera fase, losdel tipo humanoide (véase página 1998) son,sin duda, los más frecuentes. Bajitos, con ca-bezas y ojos desproporcionadamente grandes,miembros delgados, vestidos con monos ajus-tados de una sola píeza, a nada se parecen másque a un feto humano. ¿Será una coinciden-cia... o habrá algo más?

El doctor Alvin Lawson, creador de ld «cla-sificación de extraterrestres>) (véase página1998), ha analizado los parecidos entre un hu-manoide típico y un bebé antes de nacer. Elprimer rasgo que llama la atención es el tama-ño reducido de los humanoides, que suelenmedir de 0,90 a 1,70 m; por supuesto, un fetohumano es. muy pequeño durante todo el pe-ríodo de gestación y? en general, los informesafirman que los humanoides tienen un aspectofrágil. Los relatos sobre humanoides hablan decriaturas con ojos y cabezas desproporciona-damente grandes; la cabeza del feto también loes, desde la cuarta semana de gestación, así co-mo las cuencas de los ojos. Cuando éstos se

forman, precisamente durante la cuarta sema-na, crecen rápidamente hasta el nacimiento,momento en que alcanzan la mitad del tamañoque tendrá el ojo adulto, pero en un cuerpopequeñísimo. Generalmente se dice que los

rasgos físicos de los humanoides son rudimen-tarios o inexistentes. Esto también puede de-cirse del feto humano, hasta el final de su desa-rrollo. La mano empieza a formarse en laquinta semana, y los pies en la sexta; los dedosde manos y pies se mantienen unidos hasta laoctava semana, aproximadamente. Las orejas,la nariz, la boca y la forma de la cara insufi-cientemente formadas significan que el feto notiene una cara reconociblemente ,,humana»hasta la décima semana; en cambio, resultamuy similar a lo que llamamos «humanoides».En la mayoía de los cásos se dice que en loshumanoides no se aprecian los órganos; los ge-nitales del feto permanecen ambiguos o pocodesarrollados hasta la decimosegunda semana.

Los brazos de los humanoides son descritos,con frecuencia, como más largos que sus pier-nas; los brazos del feto son más largos que suspiernas hasta el cuarto mes. Los humanoidesandan torpemente. como si no estuvieranacostumbrados a efectuar esos movimientos;el feto humano no realiza movimientos per-ceptibles hasta el quinto mes. La piel de loshumanoides es, en general, o pálida -gris oblanca- o rojiza;la piel del feto es pálida has-ta el sexto mes, y rojiza en el séptimo. Los hu-m4noides tienen piel arrugada y cuerpos lam-piños; el feto humano tiene la piel arrugada enel séptimo mes y el vello no aparece hasta eloctavo. Con frecuencia se dice que los huma-noides no tienen cejas, y a veces, cuando supiel no es arrugada, se ha dicho que se veíaartificialmente lisa. Las cejas se hacen visiblesen el feto en el octavo mes, y la piel se vuelvecérea y suave justo antes del nacimiento, en eloctavo y el noveno mes.

Según Alvin Lawson, estas notables se-mejanzas sugieren que el niño nonato

-parti-cularmente en las primeras ocho semanas des-

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2034

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pués de la concepción- podría constituir elmodelo de los humanoides descritos en mu-chos casos de encuentros con extraterrestres.

Por otra parte, el parecido entre los huma-noides descritos en estos encuentros, los des-critos en ciertos experimentos de hipnosis (enlos que se pidió a los sujetos que describieranun encuentro imaginario) y Ia imaginería delos «viajes» con LSD. sugieren que nuestras pri-meras experiencias prenatales quizá propor-cionen una rica variedad de imágenes que pue-den volverse conscientes cuando algo las poneen movimiento.

El psiquiatra Stanislav Grof, con muchosaños de experiencia en el uso terapéutico delLsD, cree que muchos de sus pacientes revivenel trauma de su nacimiento durante las se-siones:

De una forma que, en el estado actual delas investigaciones, todavía no ha sido to-talmente aclarada, las experiencias [de lossujetos] parecen estar vinculadas con lascircunstancias del nacimiento biológico.Los sujetos que toman rso se refieren fre-cuentemente a ellas, de forma muy explí-cita, como si revivieran el trauma de su

" nacimiento. [Otros] muestran con regula-ridad el conjunto de síntomas físicos...cuya mejor interpretación es una deriva-ción del nacimiento biológico. Tambiénasumen posturas y se mueven en com-plejas secuencias que presentan un asom-broso parecido con las de un niño durantelas diversas etapas del parto.

Grof también describe experiencias en las quepacientes sometidos al mo parecen «sintoni-zaÍ>> corr la «conciencia» de un órgano o tejidoen particular de su propio cuerpo, y hasta re-gresar? aparentemente, a una conciencia celu-lar o subcelular. Grof afirma que buena partede esos sujetos suelen identificarse con el es-

permatozoide y el óvulo en el momento de laconcepción, y que a veces describen un proce-so acelerado del desarrollo del feto.

En la página anterior: un embriónhumano de diez semanas (aniba)

y un dibujo de uno de loshumanoides que, al parecer, vioTravis Walton durante su

secuestro de cinco días en Heber(Arizona, Estados Unidos), el 5 denoviembre de 1975 (abajo). El

parecido entre los fetos humanosy los humanoides es notable. ¿Eseso una simple coincidencia, ohabrá algo más? (Foto LondonScientific, Murray Aikman.)

Arriba: un niño sale del vientre de

su madre y entra en contacto con

el mundo exter¡or. Tal vez losrecorridos por túneles descritoscon frecuencia erl los informes de

secuestros pueden representar el

paso del bebé por la vagina (foto

Rex Features).

Arriba a la izquierda: dibulos que

representan varios " platillos

volantes" típicos. Seis díasdespués de la concepción, el

huevo humano fertilizado adoptauna forma circular y aplanada.

¿Podría ser éste el origen de la

conocida forma de los platillos- volantes? (Murray Aikman.)

Psicología OVNI

Existe un componente celular que los datosde Grof no mencionan, pero que podría ser de-terminante por sus implicaciones ufológicas.Cuando el huevo humano fertilizado tiene seisdías y se adhiere a la pared del útero, el tejidoembrionario que está dentro del huevo asumeuna forma curiosa: se parece a un plato achata-do y circular -la forma clásica de un OVNI-que se conoce como el disco embrionario. Esfaetapa de la vida prenatal es la primera en quelos tejidos fertilizados pueden ser en ciertomodo considerados como algo integral, com-pleto o individual.

El psicólogo Carl Gustav Jung halló un pare-cido entre las formas de los «platillos volantes»y los «mandalas», formas que definió comosímbolos arquetípicos de la unidad, la integri-dad y la individuación. Si los trabajos de Grofson ciertos, se podría decir que proporcionanuna base fisiológica para las teorías de Jung so-bre las imágenes arquetípicas y sus especula-ciones sobre el inconsciente colectivo. Resultapor lo menos sorprendente darse cuenta deque todos los seres humanos que han existidotuvieron

-durante algunas horas- la forma

de un platillo volante. Recordando eso se pue-

de especular: quizá el disco embrionario se

manifiesta como un mandala junguiano o co-mo un arquetipo de platillo en la sensibilidadde todos durante la etapa embrionaria; más

tarde podría emerger como parte de la imagi-nería relacionada con los OVNIS. Así, tal vezlos testigos estaban predispuestos a percibir«algo» en forma de platillo en presencia de

cualquier estímulo fisico, psíquico ---o ámbascosas a lavez- que desencadene el fenómenoOVNI, aunque lo que perciben los testigospuede ser un eco arquetípico de sus propias ex-periencias prenatales.

Uno de los problemas más difíciles para unufólogo es el estudio de casos de abducciones osecuestros. Los informes sobre estos casos,que con frecuencia carecen de toda prueba,pueden parecer absurdos o ridículos; sin em-

6'!::1{

>- "'::i:\."tu

2035

Psicología OVNI

bargo, presentan un corpus coherente de datosque merecen ser tomados en serio. ¿Cómo se

comportan los informes de secuestros, si se losar'aliza en relación con las experiencias prena-tales del sujeto?

Stanislav Grof plantea una división del pro-ceso del nacimiento que puede resultar útil;constaría de cuatro etapas, cada una de lascuales, en su opinión, tiene importantes conse-cuencias en el futuro desarrollo de la persona-lidad y la conducta. La primera etapa es launión primaria con la madre, caracferizadapa-ra el feto sólo por 1o que Grof denomina expe-riencias uterinas «buenas» y «malas», períodosde vida tranquila o intranquila en el útero.Después, al comenzar el proceso del nacimien-to, aparecen las contracciones dentro del siste-ma cerrado del útero: es la segunda etapa. Ydespués, en la tercera, el feto trabaja al uníso-no con la madre en la propulsión por la vagina.Finalmente, llega la etapa cuarta y definitiva,que significa la separación de la madre: la ter-minación de la unión física del feto con la ma-dre y la formación de un nuevo vínculo tantocon ella como con el mundo exterior: el naci-miento.

Rastros de todos estos elementos pueden serhallados en los informes de los «secuestrados».Grof ha descubierto que muchos de sus pa-cientes sometidos a Lso reviven sus experien-cias <<malas» en el útero, de angustia del feto,con sensaciones de malestar, náuseas y leveparanoia que pueden ser atribuidas a causascomo la salud física o emocional de la madre,su ingestión de sustancias nocivas o un intentode aborto. Cuando se reviven las experiencias<,buenas>> en el útero, aparecen visiones de fe-licidad prenatal, que incluyen sensaciones deunidad cósmica, trascendencia del espacio ydel tiempo, visiones del paraíso, emocionesoceánicas y otros paralelos con experienciasmísticas o de éxtasis. Los informes sobre se-cuestros están llenos de elementos similares:visiones cósmicas, sensaciones de armonía y depacífica autoconsciencia, intuiciones sobre lanaturaleza del Universo... e informes de náu-seas después de los hechos, incomodidad yolores y sabores desagradables.

El comienzo del proceso del nacimiento

-que se manifiesta para e1 feto con el comien-

zo de las contracciones de las paredes del úte-ro- se refleja en visiones de hallarse afrapa-do, fijado, encadenado o incapacitado para es-capar de un destino funesto, de una amenazainexorable o de un «hundimiento cósmico», ungigantesco remolino que atrae sin cesar al suje-to y a su mundo hacia su centro. La terceraetapa. el paso por la vagina. aparece como unasensación de presión y de dolor enla cabezayen otras partes del cuerpo, y como un malestargeneral en el que los sujetos experimentan or-gías sadomasoquistas, mutilaciones y aütomu-tilaciones, sacrificios rituales y otros aconteci-mientos sangrientos. Los testigos también in-forman con frecuencia haber experimentadosensaciones de calor y frío alternadas y abun-dante sudoración combinada con estreme-cimientos.

r036

Abajo: pintura budista que

representa a un Buda dentro deun mandala, rodeado dedemonios. Alvin Lawson sugiereque un mandala puede

representar al útero, seguro y

abrigado, pero rodeado de todaclase de peligros desconocidos.El famoso psicólogo Carl GustavJung creÍa que los platillos

volantes eran una forma demandala, lo cual concuerda con la

afirmación del profesor Lawson:los platillos volantes seríanrepresentaciones del útero (foto

Michael Holford.)

Psicología OVNI

Exámenes médicosLa etapa final de separación de la madre y con-frontación con un mundo nuevo se refleja enlas dificultades para respirar que mencionanmuchos testigos, así como fuertes dolores en laregión umbilical, que suelen extenderse a laregión pélvica. También puede aparecer lasensación de que el cuerpo de la víctima es cor-tado y que se extrae su corazót, u otros órga-nos, «para un examen médico». Cuando vuel-ven a su lugar, sienten una impresión de rena-cimiento y renovación.

Es fácil observar cómo el ámbito del feto an-tes de nacer se refleja en los informes sobreencuentros con extraterrestres. Tubos y túne-les son elementos frecuentes en esos informes;los testigos suelen ser «sorbidos» por un tuboque parece ser de algún material luminoso yque los conduce hasta el OVNI. Esto bien po-dría constituir un recuerdo del paso del bebépor la vagina. Esta teoría fue confirmada porun estudio de ocho sujetos que habían nacidopor intervención cesárea: siete de ellos no uti-lizaron imágenes de tubos o túneles en sus re-latos de cómo se embarcaron o salieron delOVNI; el octavo había tenido un nacimientonormal hasta que su madre sufrió una hemo-rragia y fue necesario efectuar una cesárea. Aesas alturas, el sujeto había tenido la experien-cia de pasar por la vagina durante una o doshoras, y quizá ese tiempo fuera suficiente para«grabar» las imágenes de túnel y tubo en sumente.

Las imágenes de puertas y corredores sonca§i tan abundantes como las de tubos en losinformes sobre secuestros. Casi todos los testi-gos describen puertas de forma poco usual queaparecen súbitamente en las paredes o en elexterior de un objeto, y poco después desapa-recen. Esas puertas tienden a abrirse por elcentro o a ser corredizas. Algunos informeshablan de puertas que se desintegran o <<esta-

Arriba: alrededor de las 10 de lanoche del 27 de octubre de 1974,la familia Day, que viajaba encoche hacia Aveley (Essex,lnglaterra), se vio inmersa depronto en un misterioso banco deniebla verde. Sometido a laregresión hipnótica, John Day dijoque había ascendido por un rayode luz blanca hasta una naveextralerrestre. Alvin Lawsonconsidera el rayo de luz, temarecurrente en los informes sobreencuentros con extraterrestres,como una representación del

cordón umbilical. También señalaque el rayo de luz dorada,tradicionalmente utilizado pararepresentar la fecundación de laVirgen María por el Espíritu Sanlo

-como en este cuadro del pintoritaliano del siglo xv Carlo Crivelli(en la página anterior, arriba)-podría tener el mismo origen (fotoNational Gallery - Londres,Murray Aikman.)

A la izquierda: un feto dentro de laplacenta. Ésta podría aparecer en

relatos de secuestros como unaforma OVNI, o como las mochilasque a menudo parecen llevar los

extraterrestres. El casco, a su

vez, podría representar el amnios(foto Colorific).

llan» justo antes de que los testigos las crucen.Todas estas puertas y pasillos infrecuentespueden ser interpretados como el recuerdo deotro trauma natal: la apertura del cuello delútero. Esta idea es confirmada por el hecho deque un sujeto-control, que había nacido nor-malmente. respondió ante la sugerencia de unasituación de dilatación del cuello del útero conel comentario <<es como si se abriera una puer-ta». Probablemente, pues, el proceso del naci-miento explica con bastante verosimilitud lasmuchas puertas, tubos o túneles que aparecenen las narraciones de los encuentros con navesespaciales extraterrestres; cualquier intento dehacer parecer plausibles y realistas las descrip-ciones del interior de una nave extraterrestreresultará mucho más forzado.

La placenta puede aparecer en los relatos desecuestros como una forma de OVNI, y tam-bién como la mochila que con frecuencia pare-cen llevar los extraterrestres. El cordón umbi-lical está relacionado con el tubo que sale de lamochila, y también puede tomar la forma delrayo de luz que se encoge. El amnios encuen-tra una correspondencia en los diferentes toca-dos «en forma de burbuja» que suelen llevarlos extraterrestres, y también en los OVNIStransparentes que figuran en muchos informessobre ericuentros en la tercera fase.

Estos extraordinarios paralelos sugieren quelos secuestros bien podrían ser una repeticióndel trauma del nacimiento, acontecimientoque ha sido experimentado por todos los sereshumanos. sea cual sea su raza o cultura.

¿Cómo se aplica la hipótesis del trauma del na-cimiento a los casos reales de abducciones?Véase página 2066.

2031

*lt*i

El dulce Írroma del éxitoLa aromaterapia es una opciónmédica relativamente nueva queemplea algunas fragancias paraaliviar enfermedades,especialmente las vinculadas conelstress. Los olores ¿sonrealmente capaces de curar?

INCLUSo los uÁs nsscnpÍoos sienten a vecesuna emoción religiosa cuando presencian porprimera vez la ceremonia griega o rusa ortodo-xa de la Pascua. Al respirar el intenso aromadel incienso, mezclado con los vapores que sedesprenden de los parpadeantes cirios de cerade abeja, sienten en lo más profundo de su serunos impulsos místicos poco familiares.

El sentido del olfato ha sido francamente sub-estimado en el estudio de la conducta huma-na, si bien es indudable que el poder de losolores para despertar recuerdos es una expe-riencia muy común. Una nueva línea de inves-tigación demuestra la existencia de una rela-ción entre los olores, en forma de feromonas, ylos excesos emocionales de la histeria colectiva(véase página 599).

Dion Fortune, ocultista que era también psi-coterapeuta, comentó el vínculo entre los olo-res y las emociones. «Un hombre que asiste amisa -dijo- descubrirá que su mente se diri-ga hacia Dios mientras saborea el dulce aromadel incienso. Pero si, súbitamente, le llega unaúfaga de almizcle o pachulí de la mujér queocupa el banco contiguo, sus pensamientosie-guirán un camino muy diferente.»

Pocos discreparán de esa afirmación. Lamayoría de nosotros estaríamos de acuerdo enque los olores, agradables o desagradables,afectan a nuestros estados psicológicos. Cier-tos aromas pueden provocar sensaciones deeuforia, depresión, excitación erótica o hastamiedo.

Social, en cierto sentidoEn alguna medida, esta vinculación entre olo-res y émociones es <<mental», producto de unaasociación de ideas. Por ejemplo , quizá seaconsecuencia de nuestros hábitos sociales querelacionemos los perfumes que usan las mu¡-'e-res con la sexualidad femenina. Si nuestrascostumbres fueran diferentes y sólo las monjasusaran perfume, es posible que asociáramos elperfume con la castidad.

Pero la teoría de la asociación no abarca to-da la verdad, porque algunos olores, aún sien-do desconocidos, producen efectos físicos, tan-to en los animales como en los seres humanos.Un gatito empieza a segregar saliva la primeravez que huele pescado, y la mayor parte de no-sotros sentimos náuseas la primera vez quesentimos el hedor de un huevo podrido.

Desde los años treinta, algunos practicantes,t.

2038

Aniba: la civeta puede producir unolor parecido al del almizcle, que,probablemente, constituye unreclamo para el apareamientosexual. El aroma del almizcletambién parece atraersexualmente a los seres humanosy, por lo tanto, se utiliza en lapreparación de perfumes (fotoNatural Science Photos).

A la derecha: el olor del inciensose emplea en las iglesias paraelevar los pensamientos haciaDios. Los aromaterapeutasafirman que han usado con éxitolos vapores de incienso paratratar dolores de cabeza crónicos(foto John Glover).

En la Grecia antigua, la amapola(a la derecha) estaba asociadacon el dios Ares (abajo). Losgriegos creían que, al respirar elaroma de una amapola, unapersona se volvería tan valientecomo Ares, su dios de la guerra(foto John Glover).

Abajo: tradicionalmente, elpensamiento se ha venidoasociando a la actividadintelectual ; los aromaterapeutashan recuperado ciertasconvicciones tradicionales que laortodoxia médica considerabacomo supersticiones, y hanconfirmado su validez (foto JohnGlover).

Aromaterapia

de medicinas marginales (véanse página1842ysiguientes) se han interesado por los efectospsicofísicos de los olores en personas enfer-mas, tratando de resucitar el antiguo arte de laaromaterapia. Estos sanadores arguyen quelos olores pueden cambiar los estados de áni-mo, y que esos cambios son lo suficientementepoderosos como para ser aplicados como tera-pia. La finalidad del aromaterapeuta, enton-ces, es inducir alteraciones emociona_les queayuden a mejorar el estado mental y físico deun paciente. El curandero decide lanattralezaexacta de los cambios deseados, diagnostican-do tanto la enfermedad concreta como la per-sonalidad individual del paciente. Sobre estabase, un aceite perfumado que se consideraadecuado para un depresivo, por ejemplo, nonecesariamente resultará conveniente paraotro depresivo.

Con frecuencia, la aromaterapia se empleaasociada con otros tratamientos alternativos.La quiropráctica (véase página 1922) y la cro-moterapia

-iluminar al paciente con luces decolores- son técnicas de curación alternativasque suelen combinarse con la aromaterapia.

Olores contra el stressDesde luego, los aromaterapeutas no creenque los olores puedan curar enfermedades in-fecciosas. Pero sí creen que las dolencias aso-ciadas con el stress

-enfermedades en las que

la relación entre el cuerpo y la mente desem-peña un papel decisivo, como el asma y ciertosdolores de espalda- pueden ser aliviadas e in-cluso, con el tiempo, eliminadas gracias al usode la aromaterapia y otras técnicas afines demedicina alternativa. i

En sus tratamientos, los aromaterapeutasutilizan asiduamente la fragancia de las floresfrescas. En un sentido, se remontan a la utili-zación de las flores en la Grecia antigua y Ro-ma. Los griegos asignaban una flor o flores acada deidad de su panteón, y creían que, alinhalar el aroma de una planta atribuida a undios o diosa, podían compartir los atributos dedicha deidad particular. Si, por ejemplo, resp!raban el aroma de la amapola roja, una de lasplantas consagradas a Ares, dios de la guerra,se volverían valientes. Los romanos compar-tían esta creencia.

Los aromaterapeutas modernos sostienenque el aroma de cada flor produce un efectoespecífico, bueno o malo. Estas atribucionesse basan, sobre todo, en la «doctrina de las se-ñales», que sostiene que la forma, el color, elaroma y otras cualidades de una planta son sig-nos de sus cualidades secretas. La lectura delas «señales» dice al curandero en qué partedel cuerpo o para qué enfermedad es buena laplanta. La pulmonaria y la hepática, por ejem-plo, son plantas que en su propia denomina-ción se refieren a órganos humanos cuya formarecuerdan vagamente; por esa razón se las creeeficaces en el tratamiento de las enfermedadesque afectan a esos órganos. En la aromatera-pia, la violeta es considerada una planta «tími-da» a causa de la manera en que esconde lasflores entre sus hojas. de modo qqgdgspqqne

.i I VSIh '-. q' . 2039

Aromaterapia

que el aroma de las violetas produce sensacio-nes de calma y modestia.

He aquí algunas de las relaciones más comu-nes entre fragancias florales y estados emocio-nales:

El aroma de los crisantemos inspira el misti-cismo, el desapego del mundo y las dotes psí-

quicas.El aroma de los acianos induce a la sobrie-

dad, de modo que ayuda a superar la «resaca>>.

La esencia de genciana parecería ser un po-deroso e inofensivo antidepresivo, y un exce-lente sustituto de algunas de las poderosas dro-gas que se emplean en los tratamientos psi-quiátricos ortodoxos.

El olor ligeramente picante de la capuchinaes afrodisíaco.

El aroma de las rosas rojas inspira el «impul-so poético», y el de la verbena despierta lacreatividad artística en general.

Los aromaterapeutas antiguos y modernosutilizan fruta además de flores. Se consideraque el olor de todos los cítricos tiene cualida-des saludables y psicológicamente estimulan-tes, igual que los aromas más delicados de

otras frutas, como las manzanas y las perasmaduras.

A veces se utilizan los olores más fuertes de

las especias. En el siglo xvlll por ejemplo, erahabitual durante las epidemias de peste oleruna «almohadilla perfumada» -que

al princi-pio no era más que una naranja perforada conclavos de olor- como antídoto de los «eflu-vios tóxicos» que, según se creía, impregnabanla atmósfera.

Perfumes curativosPero aunque recomienden tanto las flores fres-cas como la fruta a sus pacientes, los aromate-rapeutas modernos usan con más frecuenciaperfumes e incienso, ya que creen que con es-

tas sustancias pueden obtener resultados másprecisos y controlados. Y para estar seguros de

que los productos que usan son los más ade-cuados para sus propósitos, la mayor parte de

los aromaterapeutas preparan los suyos, en vezde utilizar los comerciales. Ello permite, almismo tiempo, variar las recetas básicas, paraadaptarlas a las características individuales

-mentales y físicas- del paciente, teniendo

en cuenta también la enfermedad que se estátratando. Los aromaterapeutas, como los her-bolarios y otros facultativos heterodoxos, sub-rayan que «tratan a un paciente, no una enfer-medad». Sostienen que les interesa guiar a losenfermos para que se curen ellos mismos, ayu-dándoles a llevar su cuerpo y su mente al equi-librio natural. Por decirlo de otra manera, losaromaterapeutas, aunque no niegan la reali-dad física de las enfermedades provocadas porel stress, subrayan que el estado psicológicodel enfermo tiene una importancia decisiva enla aparición de esas enfermedades. Creen queal cambiar estas condiciones y al restaurar elflujo natural de energía psíquica el pacientepuede recobrar la salud.

En la actualidad, poca gente niega la impor-tancia de los factores psicológicos en las enfer-

2010

§tr toQue aromáticoLos siguientes casos clínicos (en los que se

han suprimido los nombres para preservarla intimidad de los interesados) dan algu-na idea de la forma en que la aromatera-pia puede curar las enfermedades. El ma-saje con aceites esenciales es una de lastécnicas favoritas de los aromaterapeutas.El masaje actúa sobre el cuerpo, y el aro-ma, a través del aire, actúa sobre la mentey las emociones.

El primer caso es el de la señorita Alfa,de veintiocho años. Cuando el terapeutaconoció a la paciente observó dos cosas.Una era la extraordinaria rigidez de suporte y movimientos, <<como si estuvieraen una caja de cartón»; la otra fue la infe-licidad que reflejaba su cara. Además eraextremadamente tímida, y tenía dificulta-des para comunicarse. Después supo quela señorita Alfa había sido solitaria y des-graciada desde la infancia, y que estabasiempre tensa.

El terapeuta decidió darle masajes cor-porales generales con aceites esencialesderivados de la agrimonia, que disminuyela ansiedad, y la clemátide, que inspira va-lor. También masajeó la zona que rodeala base de la columna vertebral, ya quealgunos terapeutas creen en la existenciade un importante «centro psíquico, aso-ciado con esta parte del cuerpo. Despuésde cuatro sesiones a lo largo de un mes, lapaciente estaba menos rígida físicamente.También le resultaba más fácil hablar conla gente y afrontar ciertas situaciones.

Otro caso es el del señor Beta, cuyossíntomas eran casi exactamente los mis-mos que presentaba la señorita Alfa. Se

intentó un tratamiento del mismo tipo pe-

CoNva,lrscENcE

Ia¿r deüo§ne

El masaje corporal con

aceites esenciales (a la

derecha) es uno de los

métodos favoritos de la

aromaterapia; el aceite con

extracto de clemátide (abajo)

fue empleado con éx¡to en el

tratam¡ento de una persona

extremadamente tímida (foto

John Glover).

A la izquierda: este anuncio de

1926 vincula un aroma agradable

con la salud, al asegurar al

hipotético cliente que "unaatmósfera limpia y agradable es

absolutamente 95s¡6i¿l» párá

acelerar el retorno de la buena

salud. También afirma que la

fragancia «produce una

sensación de alegría". Es el

mismo tipo de afirmación que

hacen los partidarios de la

aromaterapia (foto John Frost).

ro, al cabo de seis sesiones, la salud delseñor Beta no había experimentado mejo-ría. El fracaso fue atribuido a la edad delpaciente; el señor Beta estaba a punto dejubilarse.

El tercer caso es el del señor Gamma.Este paciente de cuarenta y dos años su-fría de dolores intermitentes muy fuertesen la espalda. Los médicos ortodoxos nohabían podido encontrar la causa del do-1or, y no habían podido ayudarle. Habíaintentado la osteopatía, la quiropráctica yla acupuntura, pero no había logrado unalivio permanente.

El, aromaterapeuta decidió que el señorGamma no padecía ningún mal físico, sinoque era excesivamente activo: su cuerpoproducía dolores de espalda para frenarlo.

El terapeuta también trató de frenarlo,administrándole aceite esencial de aciano

-para la sensatez- y de zinnias

-para la

cautela- en los masajes. Al cabo de seismeses, el señor Gamma se había vueltomenos hiperactivo y sus dolores habíandisminuido, tanto en intensidad como enfrecuencia.

medades físicas; aún en casos de infecciones oaccidentes. la voluntad de supervivencia de-sempeña un papel importante en la recupera-ción. Pero resulta difícil aceptar la validez delas afirmaciones de los aromaterapeutas. No se

han realizado evaluaciones controladas de sustécnicas, y las «pruebas» que presentan son só-1o anecdóticas. Dicen, por ejemplo, que el«paciente ¿,» había padecido dolores de espal-da durante nueve años y fue curado en cuatromeses, mediante una combinación. de manipu-laciones espinales y aromaterapia; o que el«paciente s» vio aiiviados sus dolores de cabe-za crónicos mediante la acupuntura y el aromade incienso. Esos testimonios son muy intere-santes, pero desde un punto de vista fáctico ca-recen de valor, especialmente desde que se sa-be que la remisión espontánea y hasta la desa-parición espontánea de las enfermedades, or-gánicas o no, es muy frecuente. No hay ningu-na forma de medicina marginal, desde la tera-pia por picaduras de abeja hasta la osteopatía,que no produzca grandes cantidades de «testi-

Abajo: un médico sujeta unaesponja empapada en vinagre y

especias contra la cara mientrastrata a un enfermo de peste, en

este grabado atribuido a GentileBellini (c. 1430-1516). En el

Medioevo, mucha gente creía que

los olores dulces o acresprotegían contra la temible peste,

al filtrar los "efluvios" del aire(foto Orbis).

Aromaterapia

monios no solicitados» de quienes se han bene-ficiado de ellas y quieren compartir su expe-riencia con los demás.

Algunos dé esos testimonios pueden ser fru-tos del autoengaño, pero probablemente otrosson genuinos. Existen cadayez más pruebas deque. si la gente cree consciente o inconsciente-mente que determinada línea de acción o detratamiento será buena para su salud, esacreencia produce cambios fisiológicos reales.

Un tratamiento agradablePor lo tanto, no hay razón para descartar com-pletamente los informes de quienes afirmanhaber sido tratados con éxito por la aromatera-pia; algunos, por ejemplo, fueron curados defuertes dolores de espalda mediante masajescon aceites esenciales perfumados. Desde elpunto de vista del paciente, no importa si laantigua «doctrina de las señales» en que se ba-sa la atribución de diferentes olores a ciertosestados psicofísicos es una tontería supersticio-sa. Tampoco les preocupa que no existan prue-bas científicas de las afirmaciones de los aro-materapeutas. A ellos no les importa que algu-nos de éstos se pafezcan mucho a charlatanes.Lo único que importa a quien estuvo enfermoes que, mediante un procedimiento agradabley relativamente barato, se ha curado de un an-tiguo malestar físico o mental.

La gente que se interesa por los aspectosinexplicados de la vida y la conciencia, ¿debeexperimentar la aromaterapia? No parecenexistir razones para que no lo hagan. Una per-sona puede analizar la influencia de diferentesperfumes y aromas florales en sí misma, y em-plear luego los que parecen ejercer un efectopsicológico beneficioso. Cuando se trata deenfermedades más serias, no hay razón paraque no se emplee la aromaterapia... siempreque el médico 1o apruebe. Las personas pru-dentes emplean siempre las terapias margina-les como un suplemento a la medicina ortodo-xa, nunca como un sustitutivo.

Otra conexión entre el aroma y la

peste ha llegado hasta nosotros

en el luego del corro(representado aquí en una

ilustración de Arthur Rackham).La letra de algunas versiones deesta famosa canción infantil nosrecuerda que la gente llevabaramilletes en los bolsillos o en lamano en la esperanza demantener alejada Ia temidaenfermedad (foto MaryEvans P. L.).

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2041

¿Qué es lo que mueve la varillaadivinadora? Se han sugeridotoda clase de causas, siemPresegún las últimas ideas de laciencia. Pero no es probable quelos teóricos puedan iustificar lasparadójicas propiedades de lavarilla.

LA RABDOMANCIA RESULTA FASCINANTE POTqUE,según la concepción contemporánea de la rea-lidad, no debería funcionar. Es un palo intro-ducido en las ruedas de la teoría científica. Elproblema para los guardianes oficiales de larealidad

-sacerdotes en otros tiempos, cientí-

ficos hoy-, consiste en que la rabdomancia se

niega a encajar en ningún esquema teórico.Por más que se intente aclararla, siempre hayalgo, algún aspecto de ella, que no admite ex-plicación. Si se la describe únicamente en tér-minos físicos, no es posible explicar la rabdo-mancia sobre mapas; y si se Ia describe en tér-minos psíquicos, quedan al margen los fenó-menos físicos «fuertes», tales como los cam-bios del magnetismo o de la gravitación que se

han detectado en asociación con la rabdoman-cia. Y así sucesivamente.

De hecho, resulta muy instructivo observar

2042

Arriba: un zahorí sostiene, con laspalmas hacia arriba, una varilla enforma de "y" griega. Tanto losescépticos como los que creen en

la rabdomancia están de acuerdoen que la torsión de la varita sedebe a pequeños movimientosmusculares; pero, ¿cuál es larelación de éstos con el objeto

buscado? (Foto Picturepoint.)

Arriba a la derecha: la

rabdomancia fue satirizada en el

Pantomyste ri um, libro alemánpublicado en 1700. Aquí, un

zahorí presenta una gran

variedad de "varas adivinatorias"en forma de tijeras, un cuchillo y

un tenedor cruzados, e incluso un

par de pipas de arcilla. Estápellizcando la nariz de una

curiosa cabeza que simboliza la

Ciudad de Dios, y detrás de él

otro zahoríse muestra igualmenle

irreverente con un clérigo. Alfondo se explica el misterio de larabdomancia: una varita es

movida gracias a un cordel delque t¡ra un diminuto diablillo (foto

Orbis).

las filigranas de los «explicadores oficiales,cuando pugnan por captar un tema que no se

ajusta a sus esquemas de la realidad. Uno delos mejores ejemplos al respecto fue el intentorealizado por el matemático londinense profe-sor John Taylor, para definir y explicar la rab-domancia. Comenzó con la premisa de que enel Universo sólo hay cuatro fuerzas: electro-magnética, nuclear «débil» y <<fuerte», y gravi-tacional. La rabdomancia debe úllizar una deellas, casl con segryridadla fierza electromag-nética, y casi seguramente la gama de baja fre-cuencia de microondas. Pero mientras se esta-ban produciendo fenómenos de rabdomanciano pudo registrar ninguna actividad definidaen sus detectores de microondas. Por tanto

-dijo-, ya que su equipo no había detectadonada, podría suceder que no hubiera fenóme-no: la rabdomancia no existe, no puede fun-cionar.

El falso razonamiento, totalmente acientífi-co, resulta evidente. Semejante respuesta porparte de un científico no es tan sorprendente,ya que todo lo que no encaje en la estructuraactual de la ciencia es peligroso, y la rabdo-mancia es uno de tantos fenómenos paranor-males que se muestran fascinantemente obsti-nados en su negativa a situarse en cualquierestructura, ya sea científica, religiosa o decualquier otro tipo.

Jacques Aymar nació en 1662 en el Dau-phiné, en el sur de Francia. Se dedicó a larabdomancia y un día descubrió que sustalentos tomaban una dirección particu-lar. Al cavar en el lugar indicado por lavarilla, descubrió, en vez de agua, la cabe-za de una mujer asesinada. En la casa dela mujer (a la derecha) su varilla reaccio-nó en dirección al viudo... que inmedia-tamente se dio a la fuga. Aymar no tardóen forjarse una reputación como buscadorde criminales.

En su caso más célebre se le pidió queencontrara a los asesinos de un comer-ciante de vinos de Lyon y de su mujer. Lavarilla le condujo a lo largo de un caminoque bordeaba la orilla derecha del Róda-no. Cuando la varilla se mostró activa,Aymar se sintió febril, su pulso se aceleró,le acometió un desmayo e incluso escupiósangre. Anunció entonces que tres asesi-nos habían dejado una pista. A lo largodel camino indicó las casas en las que ha-bían entrado los fugitivos, cosa que pudoconfirmarse cadavez. La pista le condujo,en parte por tierra y en parte por el río, aun campamento del ejército, pero declaróque los criminales habían partido poco an-tgs. Finalmente, Aymar llevó a su escoltaarmada a la prisión de la villa de Beaucai-re, a unos 240 km al sur de Lyon. Allí lavarita señaló a un hombre que acababa deser detenido por un robo de poca monta.El hombre negó conocer a los asesinos,pero fue conducido a Lyon siguiendo la

<<Materiaaseslna>>

ruta indicada por Aymar. Abrumado porla exactitud de las afirmaciones de éste,terminó por confesar el crimen y acabósus días ajusticiado. Aymar continuó ex-plorando, pero la pista cruzó la fronterafrancesa y tuvo que detenerse.

Aymar manifestó que la violenta agita-ción que notaba al perseguir asesinos nose hacía notar cuando buscaba ladrones,agua o dinero, lo que hizo que- se especu-lara acerca de una hipotética matiétemeurtriére

-«materia asesina>r- que des-

prendían los asesinos. Sin embargo, élcontestaba que, por el contrario. seguíalos pasos de una persona específica.

Desde el ascenso de la ciencia en los siglosxu y xvII, ha existido una secuencia continuade protectores de la visión actual de Ia reali-dad, del «paradigma» actual. Primero la Inqui-sición, después las diferentes clases de reli-gión, y más tarde la nueva Inquisición del esta-

blishment científico. Podemos ver estos cam-bios, estas revoluciones en el pensamiento. re-flejadas en las explicaciones que se ofrecieronparala rabdomancia en otro tiempo; y, puestoque todavía sigue sin explicar, ello nos ofrecetambién una idea de las limitaciones de la ac-

tual visión de la realidad.

Obra de fuerzas malignasLos primeros intentos detallados para explicarla rabdomancia (por oposición a las nuevas de-mostraciones prácticas) surgieron a lo largo delsiglo xvu. En general, fueron escritos por cléri-gos eruditos

-católicos o protestantes- que

normalmente consideraron la rabdomancia co-mo obra de fuerzas malignas. Talvez estuvie-ran influenciados por la condena que Luterolanzó sobre esta actividad, ya que la citó entrelas prácticas que violaban los mandamientoscontra la adoración de falsos dioses e imágenesesculpidas. Sin embargo, el jesuita AthanasiusKircher escribió en 1.64t sobre el tema de lavara adivinadora -a la que se negó a llamarpor este nombre, prefiriendo términos libres

Zahoríes

de toda sugerencia de magia, comb por ejem-plo virgula metalloscopia- y afírmó que, trashaber realizado numerosas pruebas, habíaquedado convencido de su eficacia. Fue el pri-mero en aseverar que la varita se movía a cau-sa de los movimientos musculares inconscien-tes del zahori, y aseguraba que 1o había de-mostrado experimentalmente.

No obstante, en 1658 una disertación en laUniversidad de Wittenberg, en Alemania, pu-so sobre el tapete el tema de si la rabdomanciase debía a la acción de una <<ftterza ocultar. Elautor decidió que, si bien la varilla se movía enrealidad, no era a causa de unas fuerzas ocul-tas; generalmente, había que achacarlo al frau-de, y los casos restantes se debían simplementea un pacto con el diablo.

El grabado El zahorí desenmascarado(1704), de Theophilus Albinus, ilustra perfec-tamente este tipo de actitudes (véase página332), mieúras que el Pantomysterium de Zeid-ler, algo anterior, muestra la punta de una va-rita de la que tira un cordel en manos de undiablillo. Hay que recordar que en aquellostiempos la expresión «obra del diablo» desig-naba los fenómenos inexplicables, como lo ha-ce hoy el término «sobrenatural».

Uno de los casos más sensacionales en la his-toria de la rabdomancia arroja luz sobre lacuestión de las modalidades de pensamiento.

2043

Zahoríes

Un tal Jacques Aymar, ciudadano de Lyon,dotado de la extraña capacidad de localizar ac-tividadei delictivas por medio de la rabdoman-cia, fue requerido enL692 para localizar a losasesinos de un comerciante de vinos y de suesposa... y lo consiguió (véase recuadro página2043). Lo más curioso es que los «explicado-res» de la época afirmaron que la varilla deAymar reaccionó ante determinada «materiaasesina, abandonada por el criminal. Esto pa-rece hoy una ingenuidad, pero conviene seña-1ar que esta explicación se ajustaba a la des-cripción, entonces corriente, de la realidad: lade que toda materia estaba unida por corpús-culos de diferentes cualidades (ue pasaban através de un éter invisible.

Las explicaciones contemporáneas sobre larabdomancia quedan tipificadas por la siguien-te descripción, escrita por William Pryce en1778:

Los corpúsculos... que ascienden desdelos Minerales, al penetrar en la varilla, ha-cen que ésta se doble hacia abajo, a fin dequedar paralela con las líneas verticalesque los efluvios describen en su ascenso.En efecto, las partículas Minerales pare-cen ser emitidas desde la Tierra, y la Vir-gula, al ser de madera ligera y porosa,permite fácil paso a estas partículas, queson también muy finas y sutiles. Los eflu-vios son impulsados entonces hacia ade-lante por los que los siguen, y presionadosal mismo tiempo por la atmósfera incum-bente en ellos, son obligados a entrar enlos pequeños intersticios entre las fibrasde la madera, y por este esfuerzo la obli-gan a inclinarse, o a descender perpendi-cularmente, para situarse paralela a laspequeñas columnas que estos vapores for-man en su ascenso.

Así pues, los zahoríes estaban seguros de quela varilla se movía bajo la acción de fuerzasmecánicas externas. El zahorí desempeñabaun papel puramente pasivo. En el siglo xx se

2014

pusieron de moda nuevas teorías sobre la rab-domancia: la electricidad. la llamada <.fierzaódica» del barón Von Reichenbach, químicoalemán, así como el «magnetismo animal» deMesmer (véase página 63), aparecen en unaforma u otra. Al principiar el siglo xx se pusode moda la teoría de la «resonancia», y todavía'parece mantenerse en cierto modo. El in-fluyente abbé Mermet basó sus teorías en elsupuesto de que todos los cuerpos, sin excep-ción, emiten constantemente ondas o radiacio-nes. El cuerpo humano penetra en estos cam-pos de influencia y se convierte en sede dereacciones nerviosas, de una especie de «co-rriente» que fluye a través de sus manos. Si unobjeto apropiado, tal como una varilla o unpéndulo, es sostenido en la mano, el flujo invi-sible se manifiesta en los movimientos que seimprimen a dicho objeto, el cual actúa comouna especie de indicador.

La manía de la radiaciónComo la anterior explicación de la rabdoman-cia, la teoría «corpuscular», la idea de las «ra-diaciones» está de acuerdo con la principal teo-ría física de su tiempo: la de las energías trans-mitidas como ondas del espectro electromag-nético. Mientras Mermet elaboraba su explica-ción, a principios de la década de 1920, lasviejas teorías estaban cediendo el paso a lateoría cuántica, más completa pero profunda-mente paradójica, en la que la energía existeen forma de ondas o partículas, según las cir-cunstancias.

Este énfasis respecto a «radiaciones» de du-dosa naturaleza se convierte casi en obsesiónen ciertos tipos de rabdomancia médica. En laradiónica en particular, se suponía que ciertotipo de radiación resonaba (para muchas per-sonas todavía lo sigue haciendo) con los circui-tos de una «caja negra» que contenía un surti-do de imanes y otros aparatos. Aunque se rea-lizaron numerosas investigaciones para tratarde identificar la naturaleza de las supuestas ra-

Arriba a la izquierda: un congresode rabdomanles, fotografiados en

1913. En el centro, el abbéMermet demuestra la utilidad deun reloj de bolsillo como péndulo

de rabdomancia. Mermet adquiriófama como buscador de restos depersonas desaparecidas,trabajando a gran distancia sobreun mapa (foto René Dazy).

Aniba: el zahorí británico CharlesAdams representado en un folletopublicado en 1853. El autor,Francis Phippen, era unperiodista que, en el curso de unaestancia en Somerset, quedó

impresionado por el uso extensivode la rabdomancia en aquelloslugares. Adams aseguraba "ver"manantiales subterráneos por

clarividencia, mientras la varillalos señalaba (foto Mary EvansPicture Library).

Zahoríes

diaciones -en particular las patrocinadas porlos laboratorios De la Warr-, sólo se llegó ala conclusión de que, según vagos indicios, las«radiaciones» estaban vinculadas a «materiaen curso de formación», a «nuevos mundosmás allá del átomo» (expresiones que corres-ponden a los títulos de dos libros de George dela Warr).

Pero no todos los intentos de relacionar larabdomancia con la física moderna han sidotan poco afortunados. A mediados del siglo ac-

tual, hace poco más de 30 años, varios gruposde investigadores trataron de localizar in situfuerzas físicas relacionadas con la rabdoman-cia. S. W. Tromp en los Países Bajos y J. C.Maby y T. Bedford Franklin en Gran Bretaña,realizaron un experimento tras otro, anotandolos fenómenos físicos aparentemente asociadoscon la respuesta de los zahoríes.

Y se hallaron algunos paralelos. La labor deFranklin y Maby abarca efectos e interaccionesde los campos magnéticos de la Tierra, nivelesde radiación cósmica, el tiempo climatológico,las ondas de radio y otros muchos fenómenos.Tromp consiguió independientemente resulta-dos muy parecidos, y después se concentrómás en la fisiología del zahorí y la respuestarabdomántica. Maby casilogró crear un instru-mento rabdomántico automático, y Tromp se-ñaló el mecanismo fisiológico como reflejopreciso y predecible de respuesta en el rabdo-mante, que sólo necesitaba los instrumentosde zahori para que la respuesta fuese más ob-via. A Tromp hay que adjudicarle también elmérito de haber probado por fin que la varilladel zahorí no se mueve por su cuenta: a pesarde sus propias impresiones, es el zahorí quienla mueve en realidad.

Todo esto está muy bien, pero en realidadtampoco ayuda. En los trabajos de Maby yTromp queda claro que la única cosa pronosti-

Arriba: esquema que reproduce elpéndulo de zahorí inventado ypatentado por el abbé Mermet,uno de los más famosos zahoríesde todos los tiempos. Puedenintroducirse "tesligos" del objetobuscado en la cavidad del peso,por ejemplo algo relacionado conuna persona desaparecida, o biensimplemente un poco de agua. si

lo que está buscando el zahorí enaquel momento es un manantial(foto Orbis).

A la izquierda: la rabdomanciasobre mapas anula toda teoríaque explique este fenómeno,atribuyéndolo a "rad¡aciones" delobjeto que afectan al zahoríi aquí,su efectividad es independientede la distancia, a diferencia detodos los tipos de radiaciónconocidos por la ciencia (foto

Topham).

cable sería que en parte existe ese paralelo físi-co, pero que probablemente se trata de unafierza fisica distinta cada vez. En cada puntoen que el mecanismo físico parece quedar in-movilizado

-campos magnéticos débiles en

un punto y microondas en otrcF-, el «paralelo»particular se revela inconsistente.

Lo mismo ocurre en muchas áreas de lo pa-ranormal. Tan pronto como pensamos haberdescubierto «cómo funciona en realidad», elaparente mecanismo físico no tarda en mutar-se en otra cosa.

De lo que sabemos algo más es de cómopuede hacerse funcionar; se trata de un aspec-to tecnológico más que científico, que conducea lo que podríamos llamar una «tecnologíamá-gica». Sabemos que la rabdomancia actúaesencialmente por reacción refleja en el zaho-í, y que cumple tod.as las reglas usuales de lapercepción. Y, al igual que con todo mecanis-mo de percepción, responde mejor al contras-te que a un «telón de fondo» constante, porvigoroso,que éste sea; está sometida a la expe-riencia y la interpretación personales, en la lí-nea de la paradoja según la cual «las cosas de-ben ser creídas para poder ser vistas>>, y puedeactuar por medio de una amplia gama de estí-mulos, y de las interacciones de cualquiera delas fuerzas que causan dichos estímulos (o detodas ellas). Lo extraño, únicamente, es queapenas parece dejarse influir por el hecho deque estén implicadas o no fuerzas físicas.

Lo que importa es que la capacidad de larabdomancia existe en todos nosotros en unaforma u otra, para irrumpir en la marcha denuestro pensamiento convencional y ensan-char la brecha entre el mundo normal de latecnología y el no tan normal de la parafísica, yentre la creencia teórica y la acción práctica.Por naturaleza, resulta absurdo explicarla demodo que se abarquen todos sus aspectos. Pe-ro está ahi, tan fascinante como siempre, paraser disfrutada, estudiada y úllizada, como loha sido en el curso de los siglos.

204s

La lryenda de Ksbñn E{cs¡dTodos conocemos la leyenda deRobin Hood y sus alegrescompañeros, que vivían en losbosques robando a los ricos paradar a los pobres. Esta historia,que se desarrolló en el marco dela baja Edad Media, ejercióposteriormente una poderosainfluencia.

LAs LEvENDAs »¡ssuprñlll un papel peculiaren la historia de la humanidad. A primera vistauna leyenda puede parecer una fantasía: unahistoria inventada para representar los proble-mas comunes del hombre, utilizando héroes ymalvados, premios y castigos. Sin embargo di-chas historias pueden desempeñar, sutilmente,un papel decisivo en el destino de un grupo depersonas o incluso de una nación; lo que el fi-lósofo Ernst Cassirer dijo del mito se puedeaplicar igualmente a este tipo de leyendas:

En la relación entre el mito y la historia,el mito resulta ser el factor primario, y lahistoria el secundario y derivado. No es através de su historia que se origina la mi-tología de una nación, sino que, por elcontrario, su historia viene determinadapor su mitología o, mejor dicho, la mito-logía de un pueblo no determina sino queconstituye su destino.

La leyenda de Robin Hood juega un papel im-portante en el desarrollo de la nación inglesa,después de la invasión de los normandos en1066. El primer siglo de la ocupación norman-da se distinguió por una fuerte opresión contrala población autóctona. Se dijo que en docemeses el duque Guillermo destruyó un sistemafeudal equilibrado, gracias al cual se había 1o-

grado un alto grado de democracia y que habíatardado 400 años en desarrollarse. Los inglesesde toda condición se sentían celosos de su in-dependencia: debían lealtad a sus señores, pe-ro no dependían completamente de ellos; mu-chos, incluso, eran dueños de la tierra que cul-tivaban. Pero con la llegada de los normandoslos nobles ingleses fueron ya muertos, ya en-carcelados y despojados de sus tierras y títulos.Los viejos señores fueron remplazados porotros nuevos que hablaban un idioma ex-tranjero, el francés, y administraban segúnunas leyes desconocidas; los abades y arzobis-pos ingleses fueron destituidos, y los monaste-rios e iglesias quedaron en manos de nuevossuperiores, a menudo exigentes. Muchos hom-bres libres fueron reducidos a la condición demiserables villanos.

Entre todas las nuevas leyes dictadas por losconquistadores normandos,, una_ de las quecausaron mayor impacto en la vida del comúnde las gentes fue la ley forestal. Guillermo eraaficionado ala caza, y el objetivo de aquella

2046

Arriba: trontispicio de la primera

versión de la historia de BobinHood, publicada entre 1492 y1534. La historia fue conocidadurante algún tiempo a través deuna balada y se conservó gracias

a una serie de manuscr¡tos que

demuestran su popularidad tantoentre el pueblo como entre lagente culta (foto MansellCollection).

dl-rif,,

l

A la derecha: en esta ilustracióndel siglo xv, Guillermo el

Conquistador inv¡ste a un

partidario suyo con las tierrasconfiscadas al conde inglésEdwin. Después de la.invasiónnormanda, la población inglesaautóctona tuvo que adaptarse a

vivir bajo el dominio de susnuevos señores extran¡eros. Laleyenda de Robin Hood, popular

tanto entre la aristocracia comoentre el pueblo, desempeñó un

papel muy importante en launificación de la nación (foto

Bodleian Library).

En la parte inferior: el rey Juan

{1 1 67 -1 21 6) caza en el bosquereal. Después de la invasiónnormanda, grandes zonas de la

campiña inglesa pasaron a sercoto real, y quedaban fuera de lajurisdicción de la ley ordinaria (en

su lugar se aplicó la ley forestal).En una de estas zonas, el bosquede Sherwood (abajo), se dice que

vivían Robin Hood y sus forajidos(fotos Janet & Colin Bord,Bridgeman Art Library).

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ley era preservar la caza para que él y su cortepudieran practicar su afición, La ley forestalnormanda tenía una jurisdicción mucho másextensa que las que habían estado en vigenciaanteriormente: afectaba a toda la parte de paísque el rey deseaba considerar como su bosqueparticular, y que podía llegar a cubrir hasta untercio de la superficie total.

La ley forestal protegía tanto a los animalescomo a su entorno, por 1o que a menudo el

Robin Hood

área forestal incluía tierra cultivada: por ejem-plo, el bosque real del Hay of Hereford incluíauna parte de la misma ciudad de Hereford.Cualquier campesino que tomara alguna medida contra los animales que estaban devorandosus cultivos, o que quitara maleza de una zonadesierta, infringía la ley. También matar y co-mer venado del rey era considerado alta trai-ción; el siervo que lo hacía era condenado a serdespellejado vivo.

El vasto y complejo cuerpo de la ley forestalsirvió para que el bosque fuera tratado de mo-do distinto a las demás tierras de la nación.Debido a su relativamente escasa población,constituía un escondite ideal para los foraji-dos. Se llamaba «forajido» a todo aquel querechazaba la protección de la ley y se convertíaen un marginado de la sociedad con no másderechos que los de una bestia acorralada. Ro-bin Hood y sus seguidores eran unos forajidos,y vivían en el bosque.

Lujuria, traición y violenciaAislados de los centros de civilización, RobinHood y los suyos llevaban, según cuenta laleyenda, un tipo de vida anárquico muy dife-rente del que popularizaban las canciones cor-tesanas cantadas en los círculos aristocráticosdurante la época medieval. Contrariamente alos héroes caballerescos de estas canciones,eran lujuriosos, traidores y, por encima de to-do, violentos. Cuando el Pequeío John yMuch, el hijo del molinero, asaltaron a unmonje solitario y a su joven paje en el bosque,los asesinaron sin piedad. El mismo RobinHood no tuvo ningún reparo en golpear a unhombre que yacía en el suelo.

La leyenda cuenta que Robin Hood y susalegres compañeros vivían en el bosque. Paracomprender el significado de estas palabras, es

importante saber qué aspecto presentaba elpaís en la baja Edad Media. Como subraya elmedievalista británico W. G. Hoskins,

Desde cierta altura Inglaterra podía pare-cer, antes del siglo xlv, un gran bosque,un mar casi ininterrumpido de copas deárboles con finas espirales de humo azullevantándose aquí y allá, muy espaciadas.Incluso después de veinte generaciones detalas, los límites de las tierras cultivadasraramente estaban lejos de los hogares.

Y más allá de estos límites se extendía lo quellamaban el greenwood. lugar desconcertante einquietante, repleto de auténticos peligros, co-mo jabalíes, lobos y osos, así como de otrospeligros que, para la mentalidad medieval,eran igualmente reales: seres sobrenaturales,elfos y hadas.

Robin Hood y sus alegres compañeros vi-vían pues en este bosque, un mundo mágico yencantado en el que todo podía ocurrir. Suidentificación con el mundo mágico adquieremás fuerza por el hecho de que se vestían decolor verde, y verde es precisamente el colorque tradicionalmente visten las hadas. Desdeotro punto de vista, Robin Hood y sus foraji-dos eran una banda de hombres que vivían almargen de la ley en una zona reservada a los

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2047

Robin Hood

placeres de los grandes señores normandos yque además -no hay que olvidarlo- habla-ban un lenguaje totalmente incomprensiblepara ellos.

¿Qué sabemos de la leyenda en sí? La pri-mera referencia a la existencia de una baladasobre Robin Hood se encuentra en el poemade William Langland Piers Plowman, escrifoen 1380. A mediados del siglo xv -es decir,dos o tres generaciones más tarde-, las .can-ciones de Robin Hood» estaban lo suficiente-mente divulgadas como para ser recogidas enun manuscrito. Casi medio siglo después se co-menzaron a editar en Gran Bretaña los prime-ros lilros, no mucho antes de que Wynkyn deWorde, uno de los primeros editores ingleses,publicara A Lytell Geste of Robyn Hode... a

mery geste of Robyn Hode and his meyne, andof the proude sheryfe of Notyngham... explycit.Kynge Edwarde and Robyn Hode & LytellJohan.

El título de este primer libro que hacía refe-rencia a Robin Hood dio lugar a toda clase demalas interpretaciones. Hemos oído hablar deRobin Hood y sus Alegres (mery) Compañe-ros, del sheriff de Nottingham y de Little John,todos ellos citados en el título. Pero, en primerlugar, no existen alegres compañeros. El títulonos promete una «alegre gesta»: sin embargo,una geste es un relato épico, y no una narra-ción cómica o humorística, y aquí es calificadade «alegre» sólo por el hecho de que tiene unfinal feliz y no trágico. Meyne deriva del anti-guo francés mesniee y significa «casa», es de-cir, un grupo de sirvientes, como en el francésacfualménag¿. El «sheriff» no es el equivalen-te medieval del jefe local de policía de las pelí-culas del Oeste, que lleva una estrella y que

20r18

En esta típica ilustración de un

libro infantil de finales del siglopasado, Robin Hood se encuentracon el obispo de Hereford. Es

famosa la leyenda de Robin Hoodcomo enemigo de los ricos y

amigo de los pobres, pero en su

forma original estas historias eranmás que meras fábulas morales(foto Mansell Collection).

aprieta el gatillo con facilidad, sino el repre-sentante del rey, responsable de que la ley y elorden se respetaran desde el Nottinghamshirey el Yorkshire del sur hasta la costa. Por 1o quese refiere al Pequeño Joht (Lytell Johan), sttepíteto podría no referirse a su altura: comien-za a sospecharse que su apellido fuera Lytell.

Un héroe campesinoPara los compositores de las baladas medieva-les era importante que Robin fuera un agricul-tor, no un noble, ni tampoco un terrateniente,sino un pequeño granjero dueño de sus tierras,sólo un escalón más arriba del más humildecampesino. Además, igualmente importanteera el hecho de que fuera inglés. Después detres siglos de dominación normanda, los cam-pesinos y los agricultores conservaban su san-gre inglesa; pero en las clases elevadas se ha-bían efectuado ya numerosos matrimoniosmixtos, por lo que la influencia normanda se

iba atenuando. El idioma francés se hablabaen la corte y se utilizaba para los documentosoficiales; sin embargo, la mayor parte de la po-blación hablaba inglés, por lo que, obviamen-te, las clases más elevadas lo entendían. Lasbaladas podían pertenecer al pueblo, peroquienes las conservaron en manuscritos o quie-nes compraron las primeras ediciones eranhombres ricos y cultos. Lo cierto es que, a fi-nales del siglo xv, la historia de Robin Hoodera conocida por la mayoría de los ingleses, yen esta época los de raza normanda se sentíanorgullosos de que se les considerara ingleses.Las baladas favorecieron la unión de las doscorrientes -el dueño del feudo y el agricultor,el opresor recién llegado y el óprimido indíge-na- en una única nación. Exaltaron la liber-tad y dejaron en ridículo al falso y al corrom-pido.

Todas las pruebas nos llevan a la conclusiónde que las primeras baladas sobre Robin Hoodfueron compuestas alrededor de 1330. No pu-dieron ser mu,v posteriores a esta fecha, por-que entonces no hubiesen sido lo suficiente-mente familiares para Langland (1380); muyanteriores tampoco, porque entonces cabríaesperar alguna referencia anterior.

Robin Hood es el último de una lista de fo-rajidos románticos ingleses que se extiende alo largo de tres siglos; sin embargo, mientrasque sus predecesores literarios son conocidossólo por medievalistas o coleccionistas de bala-das británicas, la leyenda de Robin Hood es

patrimonio de todo el mundo.Todo lo que cuenta el folklore ha sido de

alguna manera insertado en la historia de Ro-bin Hood. Podemos preguntarnos: ¿contienenlas baladas algo de verdad? Cuando leemos lashistorias de Robin Hood o le vemos en la pan-talla, ¿estamos frente a las hazañas de un hom-bre real hoy convertido en mito gracias a losesfuerzos de escritores y cineastas? ¿O bien se

trata de una ficción, de una proyección de lasesperanzas y sueños de un pueblo?

En página 2074: la prueba de que Robin Hoodfue un personaje histórico real.

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M. R. JAN4ES

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Un rector

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Montague Rhodes James, autorpoco conocido en España, y sinembargo uno de los maestrosde la literatura fantástica anglo-sajona, ¿será finalmente reco-nocido algún día? Eso cabe es-perar) ya que a los lectores es-pañoles e hispanoamericanostodavÍa nos quedan por cono-cer muchos de los extraños yencantadores maleficios recrea-dos en sus cuentos de fantas-mas, cada uno de los cualesconstituye una pequeña obramaestra.

Estos cuentos o narracionesestaban destinados en un principio a distraer a los alumnos deldoctor James. Un diabólico pro-fesor con una breve pero ejem-plar biografÍa.

M. R. James (7862-1936) eraun hombre de portentosa inteli-gencia y vastos conocimientos(hablaba numerosas lenguas).Tras realizar brillantes estudios ydesempeñar altas funciones uni-versitarias, en 1918 fue nom-brado rector del College deEton. Prestigioso erudito, emi-nente orientalista y medievalis-ta, mostró siempre una ávidapasión por los manuscritos anti-guos y por la arqueologÍa. Parti-cipó en algunas excavacionesen la isla de Chipre. Fue autortambién de numerosas obrascientíficas, de obras bibliográfi-cas reputadas, y de una traduc-ción del Nuevo Testamentoapócrifo (1905); asimismo, es-

cribió cuatro colecciones de na-rraciones fantásticas, publicadasentre 1905 y 1917, y despuésagrupadas en un único volu-men, The collected ghost storiesof M. R. James (1931).

La obra de M. R. James, den-tro de la mejor tradición de la li-teratura fantástica anglosajonade principios de siglo, es una delas más brillantes y ejemplares,y, lo que es más, una de las másoriginales. Con James, todo pa-sa dulcemente, en medias tin-tas, con palabras ocultas, me-diante ligeras pinceladas, en pe-queñas dosis. El protagonista

-o la vÍctima- pone en fun-cionamiento, imprudentemen-te, los resortes de un mecanis-mo que le triturará y destruirárápidamente, al liberar unasfuerzas desconocidas y terriblesque aguardaban escondidas enla sombra, procedentes del pa-sado. Es la intrusión, en la ba-nalidad cotidiana de la vida, de

Arriba: M. R. James. Escribirnarraciones lantásticas es unpasatiempo curioso para unprofesor, y en especial cuando setrata, como en este caso, delrector del College de Eton.

Abajo a la izquierda: fotogramadel film Night oi Demon (basadoen un relato de M. R. James); a laderecha: portada para larecopilación Trcce historias defantasmas (Alianza).

excéntrico

lo fantástico, de un pasadode monstruosas supervivencias.que abriga fantasmas y todo ti-po de apariciones. Ruinas mal-ditas, antiguos papeles halladosque contienen oscuros secretos,sombrÍas resurgencias de un pa-sado repelente. La campiña in-glesa

-aunque también los paÍ-

ses extranjeros, ya que la no-ción de viaje es importante en laobra de James, un viaje tantoen el espacio como en el tiem-po- es el decorado preferidode este autor.

Unas narraciones que liberannegros maleficios... Un docu-mento rúnico de origen demo-níaco, almas en pena que regre-san a la tierra para vengarse, unlaberinto maldito, una habita-

ción de hotel que no deberíaexistir, un fresno que escondeun espantoso secreto, una casade muñecas donde cada nochese reproduce un drama terrible,un silbido que hace aparecer to-dos los espantos, unas gemelasmalditas, un conde sediento desangre... Todo el arte de Jamesconsiste en provocar el naci-miento del miedo, en crear unclima de incertidumbre y de du-da. James no udice, práctica-mente nada; no muestra nada;todo 1o sugiere... hasta provocarfinalmente el espanto. Jamesencierra al lector en círculossucesivos, engulléndolo parasiempre en una trampa que secierra tras é1, sin esper¡uaza deretorno.

Según James -quien

a me-nudo, y con razón, ha sido com-parado con Sheridan Le Fa-nu-, existen tres reglas quepresiden la creación fantástica:uUna historia de fantasmas debetener un marco familiar y mo-derno, para aproximarse más aluniverso del lector. Elité-ryóme-no macabro es más málé-ficoque beneficioso, ya que la prin-cipal emoción que debe desper-tar es el miedo. Finalmente, hayque evitar cuidadosamente lajerga técnica del ocultismo o dela pseudociencia. que puedeapagar el encanto de.una ñrtui-ta verosimilitud con un alardede pedanterÍa poco ionvin-cente.,

Lovecraft, maestro ae b'fa¡-tástico, saludó al autor ael óár-'de Magnus en estos términos:uDe una genialidad diametral-mente opuesta a la de lord Dun-sany, dotado de un poder casidiabólico para llamar al horrorveladamente a partir de la vidaprosaica de cada dÍa, el doctorJames [...] se ha convertido enel autor de una creación fantás-üca de primer orden, con un

A la izquierda: ilustración paraHistorias de muertos viv¡entes(Presses-Pocket), una obra en laque James introduce el horror enla vida cotidiana, transformandola realidad en una pesadilla.Abaio a la izquierda: ilustraciónpara una antología tituladaHistorias de aberraciones(Presses-Pocket). Lo que en unprincipio no era más que elentretenim¡ento de un profesor,se convertiría en una obramaestra.

método y un esülo muy particu-lares. Posee un excelente cono-cimiento de los nervios y de lossentimientos humanos, sabedosificar exactamente sus efec-tos, sus imágenes y sus sutilessugestiones, para obtener elmejor resultado de cara allector.,

La narración de James Sorü-legio sirvi1 de base para elguión de Night of Demon ,i;i(1957l'. de Jacques Tourneur.

"i

uno de los más hermosos films tfantásücos que se han realizado.

Aparentemente. James noconcedÍa gran importancia a sushistorias fantásticas, y se consi-deraba un escritor de ficción afi- ,.1

cionado. Pero no por ello deja i

de ser uno de los maestros de lapenúltima etapa del género fan-tástico, cuyo renacimiento se si- ,,,

túa en trnglaterra alrededor de l

i900. La obra de M. R. Jamesha influido profundamente en &..

todos los escritores fantásticos Y

de la última generación. y suobra ejemplar merece ser redes-cubierta urgentemente.

Cabe ciiar aúp Corazonesperdidos,'narraciónmaravillosa iy terrorÍfica, preciosa por su li- t J

gereza, su fluidez y su gravedad,donde todo se dice de maneraencubierta, con una terrible dul-a)ra, en un clima próximo a la !obra de Algernon Blackwood. I

Que el lector se atreva a partir ;

en busca de la evidencia. a des-cubrir el mundo inefable y se- I

creto de Montague Rhodes Ja- !

mes, al encuentro de sus fantas-mas y de otras apariciones.

Alianza Editorial ha publicado la re-copilación de cuentos Trece histo-rias de fantasmas.

Créditos de ilustración: Col. Trous-sier, Arch. Ed. Atlas, Arch. Ed. Atlas/Presses-Pocket.

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