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El género de la violencia de género Fernando Carrión M. L a violencia no puede ser entendida como un problema donde ciertas cualidades o propie- dades explican su existencia; porque la vio- lencia es una relación social de conflicto que encar- na procesos históricos. Esto significa, por un lado, que la violencia no puede ser analizada y entendi- da desde la perspectiva de los atributos (llamados factores de riesgo o causalidades) y, por otro, que las violencias de antes no son iguales a las de ahora porque son fenómenos cambiantes en el tiempo y el espacio. La violencia solo puede entenderse desde su condición plural, porque no hay una sino varias violencias. No es que existen múltiples causas que generan -bis a bis- múltiples expresiones o mani- festaciones de la violencia; sino que existen varias violencias, cada una de las cuales tienen su pro- pia lógica, actores identifi c a bles, escenarios plausibles, o rganización explícita y desarrollo tecnológi- co, entre otros componentes; que requieren, a su vez, políticas específicas para contrarrestarlas. Hay un género de violencia en el que están involucradas las relaciones interpersonales entre hombres y mujeres y es aquél definido como violencia de género. Si partimos de estas afirmacio- nes podemos convenir que la violencia de género es una violencia particular que proviene de la asimetría en las relaciones de poder entre mujeres y hombres, lo masculino y lo femenino social- mente construido, nacidas de la cultura, la política y la economía. Con el paso del tiempo estas relaciones han ido evolucionando sus formas de expresión, conocimiento y actuación gracias al empoderamiento logrado por el movimiento de mujeres, como actor central en este tipo particular de violencia. Así tenemos que primero lograron visibi- lizar públicamente el fenómeno, luego convirtieron algunas de las formas violentas en delitos, para, finalmente, en la actualidad ser asumida desde la perspectiva de los derechos de ciudadanía y, por lo tanto, de la seguridad ciudadana. Una conclusión importante: si es una relación social históricamente cambiante la que explica su nacimiento y desarrollo, quiere decir, por lo tanto, que este tipo de violencia puede ser revertido. En el país, la violencia de género empieza a visibilizarse en las continuas denuncias de violen- cia que sufren las mujeres y como ellas empiezan a tener eco en los medios de comunicación. Pero será con el fortalecimiento del movimiento de mujeres que logra tener presencia como un campo autónomo de análisis y, sobre todo, de actuación. Allí aparecen los estudios, los observato- rios y las comisarías que dan cauce institucional al proceso. El código penal empieza a reconocer la existencia de nuevos delitos vinculados a la violencia de género, lo cual produce tres efectos importantes: primero, la violencia de género deja de ser privada para entrar al ámbito de lo público (el silencio recibe un fuerte golpe); segundo, puede ser asumida como un derecho a ser reivindicado por la población en tanto ciudadanía; y tercero, se desarrolla un marco institucional público y social de amplio espectro. Sin embargo, ello no esconde que en el país el 41% de las mujeres casadas han sido agredi- das psicológicamente; el 31% golpeadas físicamente, el 12% objeto de violencia sexual y el 37% han vivido situaciones de violencia toda su vida (ENDEMAIN 2004) EDITORIAL Página 1 ENTREVISTA Violencia de género y seguridad ciudadana: retos e impactos Entrevista a Lola Valladares Página 2 Una política municipal de atención y prevención a la violencia intrafamiliar Entrevista a Margarita Carranco Página10 INTERNACIONAL Violencia e impunidad Manuel Dammert Guardia Página 3 TEMA CENTRAL La violencia de género: ¿un asunto de seguridad ciudadana? Maritza Segura Villalva Página 4 MEDIOS Violencia de género en los diarios: un tema subrepresentado Jenny Pontón Cevallos Página 12 EN CIFRAS Página 9 POLÍTICA PÚBLICA Políticas de seguridad ciudadana y género Jorge Núñez Vega Página 11 SUGERENCIA Página 11 CORTOS Página 3 9 SEPTIEMBRE 2006 E D I T O R I A L C O N T E N I D O www.flacsoandes.edu.ec

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  • El gnero de la violencia de gneroFernando Carrin M.

    La violencia no puede ser entendida como unproblema donde ciertas cualidades o propie-dades explican su existencia; porque la vio-lencia es una relacin social de conflicto que encar-na procesos histricos. Esto significa, por un lado,que la violencia no puede ser analizada y entendi-da desde la perspectiva de los atributos (llamadosfactores de riesgo o causalidades) y, por otro, que las violencias de antes no son iguales a las deahora porque son fenmenos cambiantes en el tiempo y el espacio.

    La violencia solo puede entenderse desde su condicin plura l , porque no hay una sino vari a sv i o l e n c i a s . No es que existen mltiples causas que generan -bis a bis- mltiples expresiones o mani-festaciones de la violencia; sino que existen varias violencias, cada una de las cuales tienen su pro-pia lgica, actores identifi c a bl e s , e s c e n a rios plausibl e s , o rganizacin explcita y desarrollo tecnolgi-c o, entre otros componentes; que requieren, a su ve z , polticas especficas para contra rr e s t a rl a s .

    Hay un gnero de violencia en el que estn involucradas las relaciones interpersonales entrehombres y mujeres y es aqul definido como violencia de gnero. Si partimos de estas afirmacio-nes podemos convenir que la violencia de gnero es una violencia particular que proviene de laasimetra en las relaciones de poder entre mujeres y hombres, lo masculino y lo femenino social-mente construido, nacidas de la cultura, la poltica y la economa.

    Con el paso del tiempo estas relaciones han ido evolucionando sus formas de expresin,conocimiento y actuacin gracias al empoderamiento logrado por el movimiento de mujeres,como actor central en este tipo particular de violencia. As tenemos que primero lograron visibi-lizar pblicamente el fenmeno, luego convirtieron algunas de las formas violentas en delitos, para,finalmente, en la actualidad ser asumida desde la perspectiva de los derechos de ciudadana y, porlo tanto, de la seguridad ciudadana.

    Una conclusin import a n t e : si es una relacin social histricamente cambiante la que explica sunacimiento y desarr o l l o, quiere decir, por lo tanto, que este tipo de violencia puede ser reve rt i d o.

    En el pas, la violencia de gnero empieza a visibilizarse en las continuas denuncias de violen-cia que sufren las mujeres y como ellas empiezan a tener eco en los medios de comunicacin.Pero ser con el fortalecimiento del movimiento de mujeres que logra tener presencia como uncampo autnomo de anlisis y, sobre todo, de actuacin. All aparecen los estudios, los observato-rios y las comisaras que dan cauce institucional al proceso.

    El cdigo penal empieza a reconocer la existencia de nuevos delitos vinculados a la violenciade gnero, lo cual produce tres efectos importantes: primero, la violencia de gnero deja de serprivada para entrar al mbito de lo pblico (el silencio recibe un fuerte golpe); segundo, puedeser asumida como un derecho a ser reivindicado por la poblacin en tanto ciudadana; y tercero,se desarrolla un marco institucional pblico y social de amplio espectro.

    Sin embargo, ello no esconde que en el pas el 41% de las mujeres casadas han sido agredi-das psicolgicamente; el 31% golpeadas fsicamente, el 12% objeto de violencia sexual y el 37%han vivido situaciones de violencia toda su vida (ENDEMAIN 2004)

    EDITORIALPgina 1

    ENTREVISTAViolencia de gnero y seguridad

    c i u d a d a n a : retos e impactosEntrevista a Lola Valladares

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    Una poltica municipal de atencin y prevencin a la violencia

    intrafamiliarEntrevista a Margarita Carranco

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    INTERNACIONALViolencia e impunidad

    Manuel Dammert GuardiaPgina 3

    TEMA CENTRALLa violencia de gnero:

    un asunto de seguridad ciudadana?Maritza Segura Villalva

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    MEDIOSViolencia de gnero en los diarios:

    un tema subrepresentado Jenny Pontn Cevallos

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    EN CIFRASPgina 9

    POLTICA PBLICAPolticas de seguridad ciudadana

    y gneroJorge Nez Vega

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    SUGERENCIAPgina 11

    CORTOS Pgina 3

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    SEPTIEMBRE 2006

    E D I T O R I A L

    C O N T E N I D O

    www.flacsoandes.edu.ec

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    Cul ha sido el rol del Municipio en el combate a laviolencia de gnero en Quito? Este es un tema que se ha venido construyendo a tra-vs de un proceso muy rico, que me parece interesan-te porque una poltica pblica que no est enmarca-da en un proceso inclusivo yparticipativo puede perder laposibilidad de ser sustentable.

    La necesidad de resolver eltema de violencia intrafamiliar(VIF), y la violencia de gnero engeneral, fue naciendo en unaAsamblea de Mujeres de la cualsurgi un plan operativo engan-chado al plan de desarr o l l oQuito Siglo XXI. Se cre tam-bin la ordenanza 042 que tienela virtud de reconocer que laviolencia de gnero es un pro-blema tanto de salud comos o c i a l . Esta ordenanza fue labase fundamental para iniciaruna serie de talleres de sensibi-lizacin de los que nacen losplanes de prevencin de la vio-lencia y se crean las unidades deprevencin de VIF en cada unade las ocho administracioneszonales del distri t o. Se crealuego la Unidad de Atencin yP r e vencin de Violencia deGnero y Maltrato Infantil, en la Direccin deSeguridad Ciudadana, para agrupar a las ocho unida-des ya creadas. Tomando en cuenta que esta es unapoltica que apunta a la desconcentracin tambintrabajamos el fortalecimiento de las redes zonales deatencin y prevencin de la VIF.

    Cmo se crean los Centros de Equidad y Justiciaque ahora existen en Quito?A travs de las redes, empezamos a ver la ruta crticade las mujeres y nos dimos cuenta de que sta era tanlarga, burocrtica y maltratante que las mujeres prefe-ran no presentar sus denuncias. Entonces diseamosun sistema de atencin y prevencin y creamos enese entonces las Casas de Equidad y Justicia, queahora se llaman Centros de Equidad y Justicia (CEJ).Estas casas consisten en lo siguiente: en una sola casala ruta se cierra, tienes a la Fiscala, a la Polica Judicial,a la Comisara de la Mujer, a la ODMU, la DINAPEN,mediacin de conflictos (no para casos de violenciade gnero y abuso sexual) y un equipo tcnico de lamunicipalidad integrado por una psicloga, una traba-

    jadora social, una abogada y una coordinadora.Con la creacin de los CEJ cerramos el crculo de

    institucionalizacin de una poltica pblica de violenciade gnero en la que hay elementos importantes: legis-lacin, incorporacin en la estructura municipal, des-

    centralizacin, participacin ciu-dadana y presupuesto municipal(que viene de la Direccin deSeguridad Ciudadana y de latasa de seguridad ciudadanaa d m i n i s t rada por la Corp o -racin de Seguridad Ciudadana).

    Cules han sido los principalesdesafos que han enfrentado entodo este proceso?Uno de los desafos que hemosenfrentado ha sido que lae s t ru c t u ra municipal entiendaque ste no es un problema pri-vado sino pblico y que no esajeno a las responsabilidadesmunicipales. El otro es que leden la misma importancia a laVIF que se le da a otros temas(como la casa comunal y el ado-qun).Todava el tema de la vio-lencia de gnero no es conside-rado como de importancia, nide trascendencia, ni estratgico.

    En los CEJ, uno de los retos que tenemos es coordi-nar las acciones de las diversas instituciones que serenen en estos centros y construir una metodologay un sistema integral que engrane a todos los actoresalrdedor de un enfoque de restitucin de derechos.Otros problemas son la falta de difusin y la necesi-dad de dar seguimiento a los esfuerzos institucionalesya iniciados.

    Qu proyectos se tienen pensados para seguir for-taleciendo este sistema de atencin y prevencin dela VIF en Quito?Para el prximo ao tenemos financiamiento para laimplementacin de un proyecto para que se adscribaa los CEJ, un nuevo servicio de atencin integral a lasmujeres al que puedan acudir quienes sienten la nece-sidad de orientacin. En este espacio estaran profe-sionales y adems entrara toda la poltica social delmunicipio: empleo y microcrdito, canasta solidaria,migracin, seguro metropolitano de salud, etc. Es decircerramos por fin el crculo, ya no slo se atiende eltema legal, sino tambin el integral

    Flacso Sede Ecuador Programa Estudios de la Ciudad10

    Una poltica municipal deatencin y prevencin de laviolencia intrafamiliar

    Uno de los desafos quehemos enfrentado ha sidoque la estructura municipalentienda que este problemano es un problema privado

    sino pblico y que no es ajeno a las responsa-bilidades municipales.

    El otro es que le den lamisma importancia a la VIFque se le da a otros temas

    (como la casa comunal y el adoqun...).

    E N T R E V I S T A

    Margarita CarrancoConcejala

    Municipio de Quito