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SANTO TOMS Y LA PROBLEMTICA EPISTEMOLGICA DEL EMBRIN HUMANO
Mucho se ha escrito ya, y no sin motivo, acerca de la naturaleza, condicin o estatuto
del embrin humano. Este asunto se sita en el corazn mismo de las controversias ticas en
torno al aborto provocado, la contracepcin, la fertilizacin asistida, la clonacin, el cultivo de
clulas estaminales y otras prcticas semejantes. La respuesta que pueda darse acerca del
carcter personal del embrin es completamente decisiva, y ello justifica la prolfica literatura
que se ha desplegado al respecto en las ltimas dcadas.
Una parte no despreciable de esas indagaciones trae la rbrica de reconocidos
estudiosos catlicos a quienes la Iglesia educ en la tradicin del pensamiento de Santo
Toms, y que, urgidos por las enseanzas del Magisterio, se declaran en su mayora a favor de
admitir la llamada animacin inmediata del embrin humano 1. Como ya se sabe, los
Documentos romanos, aunque no hayan planteado una aseveracin categrica en la materia,
autorizan una interpretacin teolgica inequvocamente inmediatista. De modo que, para
casi todos los autores tomistas involucrados en el debate, se plantea la incmoda circunstancia
de anteponer la autoridad del Magisterio a la de Santo Toms. Y esto resulta an ms
perturbador sabiendo hasta qu punto, en su enseanza y en su prctica, la Iglesia ha
privilegiado la doctrina del Aquinate2.
Por supuesto, no faltan quienes persisten en sostener la tesis de la animacin diferida
de Santo Toms (Sertillanges3, Barbado4, Maritain5, Donceel6, Lizotte7 y recientemente entre
nosotros el P.Podest8), aunque son minora. Pero en el caso de los partidarios de la
animacin inmediata lo comn es que pongan a resguardo la integridad del pensamiento del
Anglico atribuyendo su postura a un error en los datos de la ciencia emprica vigente en su
poca. Ahora bien, un telogo-filsofo como Santo Toms no es responsable de las
afirmaciones falsas en que incurra una disciplina a la que es ajeno, pero s lo es de adoptar
esas afirmaciones como materia de argumentacin. Que yo sepa ninguno de los autores a los
que estoy aludiendo parece reprocharle a Toms el haber consultado a la ciencia en este
asunto, ni siquiera a pesar de las consecuencias, y eso ya es significativo. Pero tambin cabe
preguntarse hasta qu punto tena conciencia el Santo Doctor de los saltos epistemolgicos en
que se hallaba involucrado.
Por otra parte, si se insiste en proteger la autoridad de Santo Toms parece que el peso
de la justificacin de la animacin inmediata recae por completo en el dictamen de la ciencia.
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Con lo cual esta tesis slo tendra valor hipottico, al igual que las teoras cientficas en que se
sustenta: peiorem sequitur conclusio partem. Esto me hace pensar, de paso, que tal vez la
Iglesia haya preferido no definirse en el fondo de la cuestin terica para que no se interprete
como condenable la opinin contraria. Efectivamente, en ese caso se encontrara ante el
traumtico dilema de tener que considerar bajo estricta reserva una teora cientfica reabriendo
las heridas del caso Galileo o tener que hacer lo propio con el hilemorfismo que ha sido tan
funcional a la doctrina de la fe.
El propsito de estas mdicas reflexiones ser examinar, hasta donde me sienta capaz,
si el (supuesto) error de Santo Toms al tomar partido por la animacin diferida del embrin
humano es de ndole cientfica o compromete en cierto modo a su filosofa. Al mismo tiempo
procurar describir la actitud general de Santo Toms ante un problema que hoy catalogamos
como tpicamente interdisciplinario.
El marco general en el que se mueve nuestro autor corresponde a la teora de la ciencia
de Aristteles. All se distingue, ante todo, entre un saber quia, o imperfecto, que se limita a la
verificacin o constatacin de los hechos conforme a una descripcin cuidadosa y de firme
respaldo emprico, y un saber propter quid, o propiamente demostrativo, capaz de justificar
apodcticamente sus conclusiones. Este ltimo, a su vez, se subdivide en filosofa primera, o
metafsica, y ciencias particulares, tomadas en un sentido amplio donde tienen cabida los
conocimientos que hoy se entienden como especficamente filosficos y aquellos que hoy
consideramos del dominio cientfico positivo, de orden hipottico, y que por entonces
parecan revestidos de estricto rigor lgico. Como veremos dentro de poco, en este punto
aparecen matices bastante relevantes en la asimilacin que hace Santo Toms de los estudios
aristotlicos.
Un detalle metodolgico de importancia a esta altura tiene que ver con la llamada via
determinationis, a la que el Anglico alude en varios de sus comentarios9. Se trata de un
procedimiento natural de la razn, aplicable a cada uno de sus objetos, conforme al cual se da
un progreso desde lo ms a lo menos conocido quoad nos, esto es, de aquellas nociones que
expresan lo real en forma ms potencial e indefinida hacia las que incluyen mayor actualidad
y determinacin. Esto se inscribe, claro est, en el contorno gnoseolgico de la abstraccin
segn el cual se considera que el concepto universal contiene slo en potencia sus diferencias
internas, para cada una de las cuales se requiere de una especie inteligible distinta de aquella
que las comprende. Por eso, de la misma manera que, en el caso del conocimiento de la vista,
las imgenes se vuelven cada vez ms ntidas y propias a medida que la cosa se aproxima a
nosotros, tambin en el orden intelectual procedemos desde lo general y confuso a lo
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particular y distinto. De ah que, al tratarse sobre la divisin interna de los saberes relativos al
mundo fsico, corresponda empezar por el movimiento en general, y luego continuar con las
distintas especies de movimientos. En el caso de la actividad vital, se organizan los estudios a
partir de la nocin universal de alma para discriminar luego lo que corresponde al tipo
vegetativo, sensitivo y racional, y se prosigue, en los dos primeros casos, con la investigacin
de los diversos gneros y especies de plantas y animales. En este sentido Santo Toms parece
adherir irrestrictamente al espritu aristotlico que ve una continuidad ms o menos estricta
entre los captulos generales e introductorios de cada ciencia (que hoy coincidiran
aproximadamente con la filosofa particular) y el tratamiento de las cuestiones especficas
que, de acuerdo a nuestra mentalidad actual, queda reservado a las ciencias especializadas.
Si bien el esquema que estamos presentando se aplica anlogamente a cada orden de
ciencias, en el caso de las disciplinas naturales o fsicas se plantean problemas particulares.
En efecto, en la medida en que los entes naturales se encuentran constituidos de materia y
forma, la precisin formal que exige su definicin supone como complemento la presencia de
partes materiales apropiadas. Si se trata de concebir un viviente, basta con atribuirle una cierta
organizacin y heterogeneidad de partes. Pero al hablar de los animales, en quienes debe
tenerse en cuenta la virtud sensitiva y locomotiva, se impone aadir una disposicin material
adecuada, algo as como carne y huesos. Y si se trata de aquellos animales capaces de volar,
habr que suponer la presencia de plumas y sacos areos, un esqueleto liviano, y as
sucesivamente. En trminos lgicos, se trata de la distincin entre partes formales,
constitutivas de la esencia y por lo tanto presentes en la definicin, y partes materiales o no
necesarias10
Ahora bien, es justamente la presencia de la materia como principio de
indeterminacin y potencialidad la que impide resolver las diferencias especficas en la
esencia del gnero, como s es posible en el caso de las matemticas. El concepto de cantidad
incluye a priori las especies de lo continuo y lo discontinuo. Pero el de animal no incluye del
mismo modo lo vertebrado y lo invertebrado, ni menos an el de vertebrado incluye a priori
el de mamfero, ave, reptil, anfibio y pez. Ninguna de estas especificaciones puede ser
deducida, sino que se extraen directamente de la experiencia, como algunas de las infinitas
posibilidades realizadas en el mundo a partir del sustrato material. Por eso afirma Santo
Toms que la ciencia fsica, al igual que las dems, parte de lo sensible, pero, como propio de
ella, resuelve en lo sensible, esto es, verifica sus conclusiones bajo el dictamen de la
experiencia11.
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En consonancia con ello, nuestro autor agrega que, debido a la presencia de materia
sensible como parte de su esencia, la mayora de las especies naturales queda para nosotros
bajo una cierta penumbra12 y no podemos aspirar en relacin a ellas ms que a un
conocimiento probable y conjetural, que escapa de la regulacin analtica y cae bajo la
dialctica13.
Adems de estos elementos tericos, tiene importancia para nosotros el testimonio del
propio Aristteles como investigador. Digamos que es comn en sus trabajos la presentacin,
bajo una cierta mezcla, de temas generales o filosficos con otros de perfil ms positivo o
emprico. Los testimonios ms claros aparecen en sus tratados astronmicos o biolgicos, y en
menor medida al referirse a cuestiones de fsica y qumica. Los autores medievales, entre ellos
Santo Toms, adoptan un temperamento semejante. Las principales alusiones del Aquinate a
las cuestiones que podran considerarse como ms cientficas aparecen, por una parte, en
referencia a la astronoma en confrontacin con algunos problemas teolgicos, como el de la
creacin y la eternidad del mundo, la influencia astral y la Providencia Divina y las
transformaciones escatolgicas en el universo fsico. Tambin abundan sus observaciones
sobre el soporte fisiolgico de la actividad del conocimiento y del apetito sensible (por
ejemplo en el tratado de las pasiones en la Suma Teolgica), ciertos comentarios acerca de la
interpretacin de los fenmenos pticos (la luz era un tema atractivo para aquella poca) y,
ms indirectamente, al hablar de los milagros en relacin a lo que se supona como
capacidades de la naturaleza.
Sin embargo, uno de los temas de esta lista al que Toms le ha dedicado ms atencin
es, justamente, el del embrin humano. Desde la poca del Comentario a las Sentencias hasta
sus ltimos escritos sobre cristologa de la III Pars y el Comentario al De Anima se muestra
preocupado por l, aunque no ciertamente por un solapado inters hacia la biologa, sino ms
bien como ejemplo paradigmtico de la actividad de la naturaleza y, sobre todo, por las graves
cuestiones que lo involucran, a saber:
La defensa de la unicidad del alma como forma substancial
La transmisin del pecado original
La Concepcin de Cristo y de la Virgen Mara
La calificacin moral del aborto
La posicin de Santo Toms en este asunto es ya conocida, y puede esquematizarse a
travs de un silogismo cuya premisa mayor expone como principio la definicin hilemrfica
del hombre, a partir de la cual se infiere la necesidad de una disposicin material especfica
como sustento del alma racional, y cuya premisa menor afirma que esa disposicin no puede
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alcanzarse en el mismo instante de la concepcin sino al cabo de un cierto perodo de
maduracin del embrin. La conclusin, pues, ser que el alma intelectiva se hace presente en
el nuevo ser recin cuando se cumplen las etapas previas que requiere la disposicin de la
materia.
No cabe duda de que, en lo relativo a la premisa mayor, estamos en un mbito
puramente filosfico, de ciencia propter quid, donde rige la intuicin intelectual de los
principios comunes y propios y la necesidad demostrativa. Ninguno de los estudiosos a los
que estamos invocando ha cuestionado la validez de estos principios y argumentaciones, ni ha
vacilado en considerarlos como piezas firmes e inequvocas de la concepcin tomasiana.
Sin embargo, cuando llegamos a la premisa menor nos encontramos con un orden de
afirmaciones diferente. Aqu Santo Toms sostiene que la disposicin material exigida por el
compuesto humano adviene recin a partir de un cierto tiempo. Ahora bien, cmo lo sabe?
de qu bases se sirve para llegar a esa aseveracin? En realidad los puntos a establecer son
dos, esto es, por una parte, cules son las condiciones concretas de desarrollo embrionario que
permiten en grado mnimo acoger un alma racional, y, por otra parte, cundo se verifica
estrictamente la presencia de esas condiciones.
Segn parece nuestro autor recurre aqu al mtodo dialctico, entendido como la
aplicacin de principios comunes que permiten una argumentacin tentativa y probable. En
efecto, en la base de su consideracin se destaca el supuesto de que la naturaleza procede
siempre en forma gradual y paulatina, sin dar saltos. Esta idea, que algunos la asocian con las
fuentes del neoplatonismo dionisiano, recorre con fuerza la visin cosmolgica de Santo
Toms, segn se aprecia, por ejemplo, en su comentario al relato bblico de la creacin en la
Suma Teolgica, o en muchos pasajes de la Suma contra los Gentiles. Quienes han querido
mostrar la compatibilidad de la filosofa tomista con una perspectiva evolutiva del universo
han tomado como referencia esta misma idea14. De hecho, en contra Gentiles III, 22 se invoca
expresamente la analoga del desarrollo embrionario, considerado como una sucesin de
generaciones y corrupciones, para aplicarla al devenir csmico.
Ahora bien, lo que se presenta como decisivo en este caso es el dictamen de la
experiencia. Como se dijo hace unas pginas atrs, la ciencia natural depende del factor
emprico no slo por la presencia de materia sensible en sus objetos, sino porque, de acuerdo
a su vocacin, debe proceder desde lo general a lo particular por medio de una creciente
familiaridad con los hechos. Pero el propio Santo Toms es conciente de que no siempre es
suficiente el testimonio de la experiencia comn o vulgar, sino que, por el contrario, hay
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temas que exigen un control emprico ms atento y cuidadoso, ya sea por la contingencia y
variabilidad de los fenmenos, ya sea por las dificultades intrnsecas de la observacin15.
Si se examinan con detalle los textos de Santo Toms puede reconocerse en ellos la
diferencia entre los datos que remiten a una experiencia natural y accesible a todos y aquellos
que suponen una verificacin ms sofisticada, a nivel de ciencia quia. En el primer caso
aparecen expresiones tales como constat, patet, apparet o videmus, segn las cuales se declara
que los embriones viven, que se relacionan con el cuerpo materno, que la organizacin
anatmica es ms compleja en los animales superiores, y dems. Pero en relacin a lo
segundo se emplean ms bien la forma verbal invenitur o attestatur, como en la descripcin
de las propiedades del flujo seminal. Adems se observa una permanente invocacin a la
autoridad, sobre todo de Aristteles y de Avicena, al abordar aspectos ms bien minuciosos y
de mayor sutileza conceptual.
En lneas generales Toms acepta como vlida la ciencia de Aristteles, pero est lejos
de mostrarse ingenuo u obsecuente. De hecho el crdito que le otorga no es parejo en todos
los casos. Cuando alude a las teoras astronmicas o meteorolgicas del Estagirita su actitud
es ms cauta y desconfiada, y abundan las salvedades acerca del carcter meramente probable
o conjetural de esas teoras. En cambio no se encuentran esas reservas cuando cita los tratados
de biologa. Al parecer la competencia de Aristteles en ese campo estaba por entonces ms
all de cualquier cuestionamiento. Se le atribuan estudios muy pormenorizados de teratologa
y de la embriologa del pollo, as como descripciones, avaladas por Galeno y la medicina
rabe, que daban cuenta del aspecto del feto humano expulsado prematuramente. A partir de
esas investigaciones se enseaba que, para alcanzar la debida integridad entre el alma racional
y el cuerpo, ste deba contar al menos con el cerebro y el corazn ya diferenciados, lo cual
tena lugar aproximadamente en el cuadragsimo da de gestacin.
La ciencia actual confirma la presencia de esos rganos ya desde el primer mes, pero
considerando que a esa altura de su desarrollo el embrin humano no mide ms de medio
centmetro (el tamao de una hormiga, segn San Alberto), y con las condiciones de
observacin de aquellos tiempos parece difcil entender el alto grado de verosimilitud que se
conceda a esta teora16. De cualquier manera, la cuestin decisiva sigue siendo si son
justamente esas u otras las condiciones dispositivas mnimas. Creo que desde el punto de vista
terico Santo Toms interpretara este problema como un caso de aproximacin dialctica,
sujeto a observaciones cada vez ms circunspectas cuyo dictamen no puede superar el umbral
de una probabilidad razonable. En un pasaje muy explcito descarta la posibilidad de resolver
el asunto a priori segn el mtodo de la necesidad condicional o hipottica, como si en virtud
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de lo que el hombre ha de ser en estado perfecto pudiese inferirse de qu modo habr de darse
su condicin en estado imperfecto o embrionario 17. Adems reconoce que en algunos casos la
ciencia debe permanecer dubitativa a causa de la pequeez de su objeto, que lo hace
prcticamente inobservable18. No obstante, parece excluir de esa posibilidad a los seres vivos,
tal vez porque le resulta inconcebible que pueda darse en ellos el alto grado de organizacin
que requieren sin que haya una cantidad mnima19.
La confianza que el Santo Doctor dispensa a las tradiciones cientficas en la materia no
slo resiste a la perplejidad de otros autores, como Agustn o Casiodoro20, sino que incluso
rivaliza en su fuerza con los argumentos teolgicos de conveniencia y de autoridad presentes
en la discusin de los temas enunciados ms arriba. En efecto, parece ms funcional al dogma
de la transmisin del pecado original la teora de la animacin inmediata que defendan los
Santos Padres, hasta tal punto que, adoptando la teora aristotlica de la reproduccin, se
seguira que si slo la mujer hubiese pecado la falta no se habra comunicado a sus
descendientes21. Asimismo, la animacin diferida exige una intervencin milagrosa de Dios
para que la materia del cuerpo de Cristo en el seno de Mara sea inmediatamente dispuesta
para recibir el alma. El problema de la cantidad mnima, que aqu reaparece, pretende ser
salvado por analoga con los casos de enanismo entre los adultos. Finalmente, la distincin
entre embrin no animado y animado introduce elementos controversiales en la calificacin
moral del aborto. No obstante todo ello, Santo Toms concede al dato cientfico una solidez
por dems llamativa.
Sin embargo, hay un ejemplo interesante para analizar lo que podra constituir un caso
de hiptesis ad hoc. Cuando explica la concepcin del Cuerpo de Cristo, se pregunta cmo
lo fue, segn el dogma, a partir de la sangre pursima de la Virgen, por cuanto la ciencia
biolgica atribua el rol material en la fecundacin a la sangre menstrual, que por ser
substancia de deshecho es impura. Y entonces introduce una distincin que no aparece en los
tratados aristotlicos segn la cual la sangre que sirve de sustrato para la concepcin tiene un
estado previo de pureza que se ve afectado por los movimientos de la concupiscencia que
acompaa al acto generativo. Y dado que la concepcin de Jess no tuvo lugar mediante la
cpula conyugal, no hubo concupiscencia sino que la virtud del Espritu Santo se uni
directamente a la sangre de Mara en estado puro.
Qu se puede concluir de esta sumaria indagacin? Acerca del primer objetivo
planteado no veo motivos para contradecir la opinin comn segn la cual el fundamento de
la teora de la animacin diferida supone ciertos datos que slo la ciencia puede proporcionar.
El marco terico, la analoga con otros casos, el anlisis del lenguaje y el recurso a la
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autoridad cientfica conducen a interpretar la postura de Santo Toms en esos trminos,
aunque resultara en parte anacrnico adjudicar a nuestro autor una distincin tajante entre lo
filosfico y lo cientfico. De hecho son ms bien escasas las referencias de Toms a
personajes de perfil semejante a lo que hoy llamamos un experto o un especialista22.
En cuanto a lo segundo, resulta claramente destacable la confianza de Santo Toms en
los conocimientos cientficos de su poca, particularmente en el caso de la biologa. Al
margen de las razones estrictamente metodolgicas, es encomiable su honestidad intelectual a
sabiendas del origen pagano de esa ciencia, y del contexto histrico de encarnizadas luchas
religiosas, ideolgicas y polticas bajo el cual se encuadran los debates intelectuales del siglo
XIII. Hoy suena casi impensable la dureza con la que Toms trata a los rabes en cuestiones
antropolgicas conjugada con el obsequio de reconocimiento al prestigio de su medicina (lo
cual podra tomarse como prueba indirecta de la separabilidad objetiva de ambos dominios).
A mi juicio puede entenderse, en parte, el crdito irrestricto que le concede a la biologa de
Aristteles si se piensa que fue prcticamente la nica disciplina de tono cientfico positivo
que el Estagirita cultiv por iniciativa personal y a la que cabe transferir, en cierto modo, el
peso de su autoridad. Adems parece ms digno de sospecha el carcter incorruptible de los
cielos que la teora de los mixtos y las descripciones anatmicas conocidas en esos tiempos.
Despus de todo, Coprnico es del siglo XVI y Mendel del siglo XIX. Pero un espritu agudo
y prevenido como el de Toms podra haber atemperado su adhesin a la embriologa
peripattica en alguna de las tantas ocasiones en las que usa de ella, sobre todo considerando
lo que estaba en juego en materia moral. Modestamente creo que no queda ms remedio que
admitir cierta ligereza o candidez del Anglico Doctor con respecto a este caso. Otro gesto
que tambin merece enfatizarse es el empeo por justificar cientficamente la posibilidad de
aquello que el dogma describe. Como telogo bastara con limitarse a explicitar el dato de fe,
pero como vimos Santo Toms se ocupa en persona de procurarle sustento cientfico, aunque
deba apoyarse en un autor no creyente o incluso introduciendo hiptesis propias. Y si bien
cabe valorarlo como actitud integradora del saber, me pregunto si de esta manera no arriesga
innecesariamente su autoridad intelectual. Despus de todo, podra esperarse ms la
invocacin de un milagro en el caso de la sangre de la Virgen, gracias al cual quedase inmune
de impurezas, o tal vez una postura prescindente, salvando la doctrina de fe e impugnando
errores ms all de la respuesta cientfica (como ocurri a mi entender con el problema de la
eternidad del mundo).
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De todas maneras no se puede palidecer el mrito del Doctor Comn al integrar los
conocimientos cientficos de su tiempo, en un grado que pareca razonablemente confirmado,
en el debate de los temas ms delicados de la antropologa y la teologa. Su homenaje a la
verdad puede ms que el supuesto riesgo de la fe o alguna oculta expresin de deseos. Y no
debe olvidarse que esa ardua integracin (no hay por qu pensar que fuese entonces ms
sencilla que ahora) la lleva a cabo desde la teologa, que fue en ltima instancia su nica y
profunda vocacin. Sirva como ejemplo esta frase: segn Platn, el lugar principal del alma
es el cerebro; pero segn Cristo, es el corazn23.
Oscar H. Beltrn
SANTO TOMS Y LA PROBLEMTICA EPISTEMOLGICA DEL EMBRIN HUMANO
El debate sobre la naturaleza del embrin humano es clave en la biotica. La doctrina de Santo Toms, favorable a la animacin diferida, es entendida por muchos como resultado de su adhesin a teoras cientficas errneas aunque vigentes en su tiempo. La doctrina epistemolgica de este autor conduce a un complemente entre la filosofa y la ciencia natural y admite grados de certidumbre entre un nivel y el otro. No obstante Santo Toms acepta las teoras embriolgicas de entonces sin reparos y las equipara con los argumentos teolgicos de conveniencia y de autoridad. Esa actitud es valorable como gesto de integracin del saber, ms an por parte de un telogo, pero testimonia una confianza algo exagerada en la palabra de la ciencia. Oscar Horacio Beltrn es licenciado en Filosofa por la Universidad Catlica Argentina. Se desempea como docente de nivel Terciario y Universitario en el rea de la Lgica, la Filosofa de la Naturaleza y la Epistemologa. Desarrolla actualmente tareas de investigacin relativas al orden de las ciencias, con inters especial en la obra de Jacques Maritain. Direccin postal: Milton 318 CP 1407 Buenos Aires, Argentina Correo electrnico: [email protected]
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1 Las asperezas propias del tema hacen difcil acordar un vocabulario apropiado para referirse a lo que constituye al embrin (por eso se habla de naturaleza o estatuto) y al tipo de transformacin que tiene lugar en este caso: animacin, hominizacin, personalizacin, y otros neologismos algo ms exticos se ofrecen como opciones que no viene al caso criticar. 2 Dada la magnitud del asunto, tal vez no exista otro precedente que el de la declaracin dogmtica de la Inmaculada Concepcin de Mara en 1854. 3 Santo Toms de Aquino Bs.As., Descle, 1945. 4 Estudios de psicologa experimental v.II Madrid, CSIC, 1948. 5 Vers une idee thomiste de l'evolution en Nova et Vetera 42 (1967) pp.87-136. Este trabajo tiene a mi juicio una extraordinaria importancia, habida cuenta del alto prestigio de su autor y de la circunstancia de haberlo producido ya octogenario hacia el final de su vida. Maritain defiende la animacin diferida por cuestiones estrictamente filosficas, y sostiene de manera explcita que esa teora no tiene nada que ver con los errores cientficos de la poca de Santo Toms. La animacin inmediata le parece un absurdo filosfico, y pretende concordar su opinin con las de la embriologa de su poca, cuando ya estaban muy avanzadas las investigaciones en microbiologa y gentica que prestan apoyo a la sentencia contraria. 6 Immediate animation and delayed hominization en Theological Studies 31 (1970) pp.76-105. A su entender la animacin diferida fue defendida por Santo Toms al amparo del sentido comn ms que por razones biolgicas (cf. pp. 79-80). 7 Reflexions philosophiques sur l'me et la personne de l'embryon en Anthropotes a.III (dic. 1987) n.2 pp.155-195. 8 Ms sobre el estatuto ontolgico del embrin en V.M.FERNNDEZ, C.GALLI Y F.ORTEGA (ed.) La fiesta del pensar Buenos Aires, Facultad de Teologa UCA, 2003 pp. 389-407. 9 Particularmente en el Prlogo a la Fsica, al tratado Sobre el cielo y al tratado Sobre el sentido. 10 In Bethium De Trinitate V, 3. 11 In Bethium De Trinitate VI, 1 y 2; cf. L.ELDERS Sobre el mtodo en Santo Toms Buenos Aires, Soc.Tomista, 1992. 12 cognitio nostra est adeo debilis quod nullus philosophus potuit unquam perfecte investigare naturam unius muscae dice en el Prlogo al Credo Comentado. 13 inventio non semper est cum certitudine. Unde de his, quae inventa sunt, iudicium requiritur, ad hoc quod certitudo habeatur. Sicut autem in rebus naturalibus, in his quae ut in pluribus agunt, gradus quidam attenditur (quia quanto virtus naturae est fortior, tanto rarius deficit a suo effectu), ita et in processu rationis, qui non est cum omnimoda certitudine, gradus aliquis invenitur, secundum quod magis et minus ad perfectam certitudinem acceditur. Per huiusmodi enim processum, quandoque quidem, etsi non fiat scientia, fit tamen fides vel opinio propter probabilitatem propositionum, ex quibus proceditur: quia ratio totaliter declinat in unam partem contradictionis, licet cum formidine alterius, et ad hoc ordinatur topica sive dialectica. Nam syllogismus dialecticus ex probabilibus est, de quo agit Aristoteles in libro topicorum. I Post.Anal. 1, 1, 6. 14 Adems de las fuentes de Maritain y Sertillanges ya mencionadas, Ch.DE KONINCK Le cosmos en Laval Thol.et Phil. 50, 1 (1994) pp.111-143; J.DE FINANCE Vision du monde et metaphysique en Gregorianun vol.63 fasc.3 pp. 419-451; A.GARDEIL O.P. L'evolutionnisme et les principes de Saint Thomas D'Aquin en Rvue Thomiste I (1893) pp. 27-45, 316-327, 725-737; II (1894) pp. 29-42; III (1895) pp. 61-84, 606-633; IV (1896) pp. 64-86 y 215-247; R.GARRIGOU-LAGRANGE Dios - su existencia y su naturaleza Buenos A ires, Emec, 1950 15 Hablando sobre la teora de los movimientos planetarios, Santo Toms establece la diferencia entre aquello que se percibe espontneamente, aquello que supone el uso de instrumentos y aquello que directamente se
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establece como supuesto de la razn: Quod autem sint plures motus huiusmodi astrorum, tribus modis deprehenditur. Est enim aliquis motus apprehensus a vulgo visu. Est et alius motus qui non deprehenditur nisi instrumentis et considerationibus. Et horum motuum quidam comprehenduntur longissimis temporibus, et quidam parvis. Est etiam tertius motus, qui declaratur ratione; quia motus stellarum errantium, invenitur quandoque velocior, quandoque tardior; et quandoque videtur esse planeta directus, quandoque retrogradus. Et, quia non potest esse secundum naturam corporis caelestis, cuius motus debet esse omnino regularis, necessarium fuit ponere diversos motus, ex quibus haec irregularitas ad debitum ordinem reducatur. In XII Metaph. l.9 n.13 Esta distincin podra corresponder a la que plantea Maritain entre anlisis ontolgico y empiriolgico. No obstante el gran pensador francs opina que los intentos de la fsica griega, incluso la de Aristteles, permanecen en el terreno del anlisis ontolgico y no se detienen en el detalle de los fenmenos sino en la medida en que resulten filosficamente significativos. Cf. Ciencia y filosofa en Cuatro ensayos sobre el espritu en su condicin carnal Buenos Aires, Club de Lectores, 1980, p.156-157. 16 Segn III Sent.3, 5, 2 San Agustn introduce la inslita correccin de que la animacin tiene lugar en el da 46! En el artculo antes citado, el P.Barbado llama la atencin sobre la increble ilusin ptica de la que fueron vctimas en el siglo XVIII los partidarios del preformismo y la teora de los homnculos, habida cuenta de que ya contaban con el recurso del microscopio. A veces hasta los cientficos ven slo lo que estn buscando... 17 si quis ex conditionibus hominis nati et perfecti vellet argumentari de conditionibus ejus secundum quod est imperfectus in utero matris existens, deciperetur In II Sent. 1, 1, 5. Ya el propio Galeno criticaba a quienes proferan opiniones temerarias sin el recaudo de la diseccin del feto: cf. De foetum formatione c.1 cit. por Barbado p.568 n.151. 18 Quaedam enim problematicae dubitationes reducuntur sicut in causam ad defectum sensus. Quaedam enim sunt de quibus non quaereremus dubitando, si ea vidissemus; non quidem eo quod scientia consistat in videndo, sed in quantum ex rebus visis per viam experimenti accipitur universale, de quo est scientia. Puta si videremus vitrum perforatum, et quomodo lumen pertransit per foramina vitri, sciremus propter quid vitrum est transparens. Et utitur hoc exemplo secundum opinionem eorum qui ponebant lumen esse corpus, et quaedam corpora esse transparentia propter subtilia quaedam foramina, quae pori dicuntur; quos quia visu discernere non possumus propter parvitatem, dubitamus quare vitrum sit transparens. Et posset simile exemplum poni de quibuscunque rebus quae habent causam sensibilem latentem. Et quia dixerat quod scientia huiusmodi rei non est in videndo, manifestat hoc esse verum. Nam in videndo cognoscimus seorsum unumquodque singularium; sed in sciendo oportet omnia intelligere simul in universali, ut scilicet intelligamus ita se habere in omnibus. Videmus enim singillatim de diversis vitris, sed scientiam accipimus de omni vitro, quod sit tale. In Anal.Post. l.42 n.10. 19 est enim aliqua quantitas ita magna, ultra quam nullum animal extenditur, et aliqua ita parva, infra quam nullum animal invenitur; et similiter dicendum est de planta. Ergo sequitur ad destructionem consequentis, quod neque aliqua partium sit indeterminatae quantitatis, quia simile est de toto et de partibus. Sed caro et os et huiusmodi sunt partes animalis, et fructus sunt partes plantarum: impossibile est igitur quod caro et os et huiusmodi habeant indeterminatam quantitatem vel secundum maius vel secundum minus. Non ergo est possibile quod sint aliquae partes carnis aut ossis quae sint insensibiles propter parvitatem. In I Phys. l.8 n.9 Cf. R.BERNIER Thorie aristotlicienne du rle de la quantit et de la qualit chez les tres vivants en Archives de Philosophie 58 (1995) pp. 3-34 y 177-197. Seguramente por el mismo motivo se prestaba unnime adhesin a la teora de la generacin espontnea. 20 Ac per hoc scrupulosissime quidem inter doctissimos quaeri ac disputari potest, quod utrum ab homine inveniri possit ignoro, quando incipiat homo in utero vivere; utrum sit quaedam vita et occulta, quae nondum motibus viventis appareat. S.AGUSTN Enchiridion c.86; Melius est in tam occultis causis confiteri ignorantiam, quam periculosam assumere fortassis audaciam. CASIODORO De Anima c.VII PL LXX col.1292. 21 I-II, 81, 5. 22 A modo de ejemplo, en toda su obra slo menciona 6 veces a Hipcrates y 11 a Galeno. 23 Animae locus principalis, iuxta Platonem, in cerebro; sed, iuxta christum, in corde est.Catena Aurea In Marcum cap.7 n.2.