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Antecedentes sobre comercio migrante

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    Empresariado tnico en Espaa. Un campo de estudio para el empresariado tnico en Espaa.Joaqun Beltrn, Laura Oso y Natalia Ribas

  • Sobre el inters del empresariado tnicoEl desarrollo de Espaa como pas de destino para movimientos migratorios, cada vez msintensos y diversos, ha suscitado una produccin cientfica que ha acompaado a este fenme-no en sus sucesivas etapas y en sus mltiples dimensiones. Cuando la sociedad espaola pas aconvertirse en sociedad receptora de inmigracin extranjera, especialmente a partir de la dcadade 1980, los investigadores comenzamos a interesarnos sobre quin vena y por qu. Fueronaos en que vieron la luz numerosos estudios centrados en perfilar un primer panorama sobre laconfiguracin de los flujos migratorios de entrada, la insercin de los inmigrantes en el mercadode trabajo, su distribucin geogrfica, su situacin jurdica, sus condiciones de vida y expecta-tivas de futuro, el bagaje cultural, as como las diversas experiencias de racismo y xenofobia.En esta primera etapa abundaron los trabajos de corte cuantitativo (utilizando una explotacinde fuentes secundarias), as como las monografas por nacionalidad (marroques, peruanos,dominicanos, etc.), que habitualmente quedaban acotadas a un espacio especfico del territorioestatal.Unos veinte aos ms tarde, aproximadamente, la inmigracin en Espaa ha cambiado engran medida tanto en la velocidad y en la forma como en el fondo. Tambin se han vuelto acuestionar los interrogantes que suscita el tema a la comunidad cientfica, as como las proble-mticas consideradas como objeto de estudio. Las reas metropolitanas de Madrid y Barcelona(y en concreto barrios de los centros histricos, como Lavapis en Madrid y el Raval en Barce-lona, ciudades-dormitorio situadas en la periferia de Madrid, o de Barcelona, como el barrio deFondo en Santa Coloma de Gramanet) empiezan a constituirse en mosaicos tnicos, al igualPARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 13

    Un campo de estudio para el empresariadotnico en Espaa

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  • que sucediese con otras zonas metropolitanas de slida tradicin migratoria, tales comomsterdam, Berln, Bruselas, Londres, Miami, Nueva York o Pars. Se trata de lugares donde loscolores provenientes de remotos lugares del mundo se insertan en el bullicio del trfico y el grisdel asfalto, donde conviven sabores latinoamericanos, africanos, rabes y asiticos mezcladoscon las tascas y pequeas tiendas barcelonesas y madrileas. Carniceras halal, teteras rabes,colmados al estilo latinoamericano, locutorios y centros de envo de dinero, tiendas de talla demadera, peluqueras senegalesas, comercio chino de venta de bolsos, ropa al por mayor, tiendasde regalos y las diversas transformaciones de las tiendas de todo a 100. Y por doquier unafuerte presencia extranjera en los mercadillos. Vendedores y clientes cotnicos o simplementejvenes autctonos, vidos de un consumo cosmopolita, conviven en dichos barrios, los cualesno siempre representan un espacio de intercambio cultural. Con frecuencia, las poblacionescomerciantes envejecidas y faltas de relevo generacional, o que han huido por diversas razonesde estos barrios a zonas ms gentrificadas, van alquilando sus locales a los inmigrantes, quesuelen proponer buenas ofertas por sus establecimientos. En fin, otros lugares, donde haceunos aos era impensable una transformacin de este tipo (como ocurre, por ejemplo, en elponiente almeriense o la Costa Brava catalana), son tambin escenario de este nuevo mosaicotnico.La proliferacin de comercios que ofrecen productos exticos o simplemente que son pro-piedad de inmigrantes, es uno de los principales indicadores que dan cuenta y visibilizan la pre-sencia multitnica actual en el espacio urbano de las principales ciudades espaolas, as comotambin la transformacin de los hbitos en el consumo extico por determinados grupos delas clases medias urbanas. No obstante, el inters por esta problemtica social tuvo sus orge-nes al otro lado del Atlntico. El considerable incremento de los pequeos empresarios entre lapoblacin migrante, tanto en Estados Unidos, como en el norte de Europa fue lo que estimulel debate sobre el empresariado tnico. As, los investigadores norteamericanos y europeos(especialmente los primeros) desarrollaron ya, desde los aos setenta del siglo pasado, unainteresante lnea de investigacin centrada en el rol social de los pequeos empresarios en laseconomas urbanas avanzadas (Light, 1972; Body-Gendrot y Ma Mung, 1992; Light y Rosenstein,1995; Portes y Stephick, 1993; Rath y Kloosterman, 1998; Waldinger, 1996, entre otros).A partir de la existencia de una amplia literatura internacional, creemos que hoy le toca a lasociedad espaola abarcar esta problemtica de investigacin. De ah el motivo por el que losinvestigadores hayamos pasado de preguntarnos por qu vienen los inmigrantes? a plantear-nos por qu, cundo, dnde y cmo montan empresas? Las respuestas se vinculan al propiodesarrollo de la dinmica migratoria en este pas, donde la etapa marcada principalmente por lapreocupacin ante las llegadas ha ido poco a poco dejando paso al inters por el asenta-miento y, como marca del mismo, al establecimiento de negocios por parte de los inmigrantes.14 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • Este cambio general se conjuga con la especificidad de Espaa en tanto contexto receptor deinmigracin. En efecto, los inmigrantes, a pesar de la importancia de su rol como actores socia-les, deben lidiar con unas polticas de inmigracin y con un sistema de regulacin especfico,bien sea respecto al mercado de trabajo, o a las normas del Estado del bienestar (con sus carac-tersticas bien concretas para el caso espaol). Este contexto define el contorno de la estruc-tura de oportunidades plausibles a la iniciativa empresarial de los inmigrantes, ya sea de losalemanes en Mallorca, de los chinos en Madrid, de los marroques en los mercados barceloneseso de los indios en el bien asentado comercio internacional de las islas Canarias.Esta obra, fruto de un seminario que se celebr en la Universidad Autnoma de Barcelona1,rene algunas de las investigaciones que sobre la temtica del empresariado tnico se han reali-zado en Espaa, especialmente respecto a los inmigrantes de origen extranjero. Su objetivo prin-cipal consiste en ofrecer una primera aproximacin general al estado de la cuestin, adems detratar de perfilar las lneas de investigacin pendientes para el futuro. A pesar de que el concep-to de empresariado tnico no est ausente de crticas por sus propias connotaciones etnocn-tricas, hemos optado por l. Puesto que, a diferencia del trmino empresariado inmigrante, nospermite incluir el dinamismo de los empresarios gitanos2, tan importante a considerar en estatemtica (aunque al final no tuvisemos ninguna contribucin que lo comprobase). Conceptocontrovertido, el de empresariado tnico, puesto que si de etnia y de empresarios se trata nospodramos preguntar por qu slo estudiar las etnias minoritarias (gitanos e inmigrantes) y notambin a la(s) mayoritaria(s)? Otro argumento que se puede esgrimir es que un nmero con-siderable de empresarios de origen extranjero ha dejado de pertenecer a la categora adminis-trativa de inmigrante porque se ha nacionalizado o naturalizado espaol. Su cambio de estatus

    PARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 15

    1 Laura Vea y Snia Garca nos ayudaron a hacer posible la buena marcha del seminario que tuvo lugar en laUniversidad Autnoma de Barcelona en junio de 2002. Les agradecemos aqu su eficiencia y amabilidad, as como elapoyo logstico ofrecido por el Centre dEstudis Internacionals i Interculturals de la Universidad Autnoma deBarcelona, y la colaboracin de la Universidad da Corua, de la Universitat Oberta de Catalunya y del Institut Europeude la Mediterrnea. La idea de este seminario se gest en un encuentro organizado por la European ScienceFoundation-SCSS sobre inmigrantes y empresarios asiticos en la Unin Europea, que tuvo lugar en la Universidad deNijmegen, Pases Bajos, en 2001, y donde participamos los tres autores de esta introduccin y editores del volumenaqu presentado..2 Los gitanos han realizado tradicionalmente actividades comerciales muy relacionadas con la venta ambulante.Pudiendo interpretarse en este caso, al igual que veamos para algunos inmigrantes, el empresariado tnico como unaestrategia de respuesta ante la discriminacin que se sufre en el mercado de trabajo normalizado. No obstante, el an-lisis debe entenderse sobre todo desde la concepcin del trabajo para el gitano, la nocin de empresariado es paraellos sobre todo una cosa de payos. El trabajo por cuenta propia les ha ofrecido una forma de vida autnoma y lesha permitido utilizar y desarrollar, en toda su extensin, sus redes sociales, sobre la base de las redes familiares. El con-cepto de trabajo para los gitanos se resume en una frase se trabaja para vivir y no se vive para trabajar. En este caso,el empresariado tnico supone un medio de supervivencia por eleccin propia.

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  • jurdico no afecta necesariamente a la transformacin radical de su etnicidad. Sin dejar de serconscientes de la limitacin conceptual de empresariado tnico, nos hemos decantado por estetrmino, en la medida en que la investigacin en Europa sobre esta problemtica ha utilizadotradicionalmente este concepto y nos ha parecido ms operativo para describir las estrategiasde adaptacin de los inmigrantes y gitanos en Espaa. No obstante, antes de abordar conmayor profundidad la cuestin en torno a la definicin del concepto, pasamos a ofrecer unpanorama sobre la magnitud del fenmeno.Cul es el eje del cambio cuantitativo del empresariado tnico en Espaa? Echemos unaojeada a algunas cifras al respecto. La fuerte intensidad migratoria que se ha producido en losltimos aos se refleja en el volumen de poblacin extranjera. En tan slo nueve aos se ha multi-plicado casi por catorce, pasando de 269.089 personas empadronadas en 1996 a 3.730.610 en 2005(a 1 de enero), representando en esa fecha el 8,4% del total de la poblacin. Si analizamos las cifrassobre poblacin inmigrante en general, lo cual incluye no slo a los extranjeros sino al conjuntode la poblacin nacida en el extranjero (a 1 de enero de 2005), el nmero aumenta a 4.391484personas, lo cual supone el 10% de la poblacin total (Padrones Municipales de Habitantes-INE).Para poder dar cuenta de la magnitud del trabajo por cuenta propia de los inmigrantespodemos recurrir a las estadsticas de permisos de trabajo en vigor. Segn estos datos, el 14 deenero de 2005, el stock de permisos de trabajo en vigor a extranjeros ascenda a 1.140.426.En esta fecha slo un 12.3% de los extranjeros tenan un permiso de trabajo por cuenta propia.Del total de extranjeros con un permiso de trabajo por cuenta propia, predominan aquellos pro-cedentes de colectivos con una mayor tradicin de asentamiento en territorio espaol, a saber:britnicos (13,4%), alemanes (9,2%), chinos (8,3%) y marroques (7,7%). Los italianos (6,7%),franceses (5,4%) y colombianos (4,9%) les siguen en importancia numrica. No obstante, si cal-culamos el porcentaje de extranjeros con un permiso de trabajo en vigor respecto al total deextranjeros del mismo origen nos damos cuenta de aquellas comunidades en las cuales el tra-bajo autnomo est ms desarrollado. Destacan en este caso los britnicos (37,3%), alemanes(34,5%) y chinos (31,5%). Franceses (22,8%), italianos (20,7%), brasileos (14,8%), venezolanos(13,6%) y argentinos (14,0%) tambin tienen una presencia no desdeable de trabajadores porcuenta propia (Anuario Estadstico de Inmigracin, 2004).Respecto a los trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social observamos que, endiciembre de 2005, las altas ascendan a 1.688.598, de las cuales tan solo un 40% correspondana mujeres. Del total de extranjeros afiliados un 8,5% estaban en el rgimen de autnomos. Lamayora de los extranjeros afiliados al rgimen de autnomos son originarios de la Unin Euro-pea (52%), los cuales lamentablemente apenas van a ser tratados en este libro, a pesar de quesu presencia encaja plenamente en el debate y en los anlisis que aqu vamos a desarrollar.En cuanto al pas de procedencia de los afiliados al rgimen de autnomos destacan fundamen-16 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • talmente el Reino Unido (14,6%), China (9,8%), Alemania (9,1%), Marruecos (7,8%), Italia(7,2%), Francia (5,7%), Portugal (4,1%), Argentina (3,4%) y Colombia (2,9%) (Estadsticassobre extranjeros afiliados a la Seguridad Social, diciembre 2005). Como es fcil de imaginar, nodisponemos de estadsticas sobre el peso del empresariado tnico entre los gitanos en Espaa.La categora etnia, no es objeto de desagregacin estadstica, a diferencia de otros pases como,por ejemplo, el Reino Unido.

    Estas estadsticas marcan ya algunas tendencias de cmo se perfila el trabajo por cuentapropia de los inmigrantes en Espaa. Profundizar, desde el punto de vista no slo cuantitativosino tambin cualitativo, en esta realidad social, es uno de los objetivos de este libro.Produccin cientfica internacional: interrogantes ylneas de investigacinAl analizar el paso hacia una sociedad industrial y hacia una sociedad postindustrial y globalse ha considerado no slo los elementos de transicin de una sociedad a otra sino tambin a losremanentes de una poca en otra. En el marco de este tipo de hiptesis aparece el inters por lapervivencia, la transformacin y la adaptacin de dispositivos de reciprocidad tpicos de la sociedad

    PARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 17

    TABLA 1

    TRABAJADORES AUTNOMOS AFILIADOS A LA SEGURIDAD SOCIALA 31-12-2005

    FUENTE: Estadstica sobre extranjeros afiliados a la Seguridad Social. Diciembre 2005.

    Total Extranjeros

    Reino Unido

    China

    Alemania

    Marruecos

    Italia

    Francia

    Portugal

    Argentina

    Colombia

    Otros

    144.960

    21.154

    14.334

    13.330

    11.406

    10.469

    8.309

    6.027

    5.057

    4.264

    50.610

    100,0

    14,6

    9,8

    9,1

    7,8

    7,2

    5,7

    4,1

    3,4

    2,9

    34,9

    Nmerosabsolutos %

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  • preindustrial. Las prcticas recprocas, tal y como se manifiestan en la emergencia del empresaria-do tnico, son ejemplos fehacientes de la capacidad de adaptacin de las redes de reciprocidaden tensin con las prcticas individualizadoras de corte asociativo. La lnea de investigacin centra-da en el empresariado tnico aborda al grupo, por encima del inters individual de sus miembros,a la vez que analiza cmo consigue adaptarse a un contexto capitalista contemporneo.En la sociologa de las migraciones, y en el contexto de la sociologa econmica, encontra-mos una amplia gama de teoras y de casos empricos aplicados, que subrayan el rol del empre-sariado tnico como estrategia de movilidad en la estructura social del capitalismo avanzado.En primer lugar, las teoras del intermediario (middleman) son las que marcan el precedente eneste tipo de estudios, prestando una especial atencin a las dinmicas de los pequeos negocioscomo forma de incorporacin a la sociedad receptora (Bonacich, 1972).En segundo lugar, las teoras del enclave tnico analizan la solidaridad interna como elelemento clave que facilita la incorporacin al mercado de trabajo. Tradicionalmente, las condi-ciones en el pas de origen (como las condiciones econmico-polticas) y en el pas de destino(cultura, clase social y habilidades obtenidas) se han considerado factores clave que estructu-ran la incorporacin de los inmigrantes en el contexto de la recepcin. Pero, yendo ms all delas relaciones bipolares entre origen y destino, abrimos la pregunta sobre el enclave tnico comomodo de incorporacin. No obstante, en vez de considerarlo una madriguera de explotacin, elenclave tnico nos permite analizar el empresariado tnico como un motor empresarial, unaescalera de movilidad social con un gran potencial de integracin a la sociedad de acogida.Siguiendo esta lnea desarrollada por Wilson y Portes en la dcada de 1980 se cuestion lahiptesis hasta entonces aceptada segn la cual el enclave tnico era descrito como un espaciode explotacin, para pasar a considerarlo como uno de aprendizaje (Wilson y Portes, 1980).Desde entonces el debate acadmico sobre las empresas tnicas no ha hecho ms que acrecen-tarse (Waldinger, 1993). Segn estos dos autores la economa tnica se constitua en una va deascenso social para los inmigrantes que difcilmente encontraban una posibilidad de movilidadsocial en el mercado secundario autctono. El estudio de Wilson y Portes sobre el enclave deinmigrantes cubanos de Miami mostraba que los inmigrantes empleados por sus compatriotasse encontraban en mejor posicin que los que trabajaban en el sector secundario autctono.A pesar de los bajos salarios, los inmigrantes aceptaban trabajar en la economa de enclavedurante una temporada, lo cual les permita el aprendizaje de la profesin para poder, as, esta-blecerse posteriormente por cuenta propia e iniciar su propio ascenso social (Waldinger, 1993).En tercer lugar, el advenimiento de la sociedad postindustrial y la nueva divisin internacio-nal del trabajo, ha trado consigo un descenso progresivo del empleo en el sector industrial,donde tradicionalmente se ocupaban los inmigrantes, en beneficio de una progresiva terciariza-cin y cualificacin del trabajo. Se alude entonces al cambio de un modelo fordista tpico de las18 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • migraciones ordenadas a un modelo postfordista. En dicho contexto, son mltiples las inves-tigaciones que ponen de relieve cmo el desarrollo del empresariado tnico en los pases tradi-cionales de inmigracin responde a una estrategia de movilidad social de los inmigrantes, ante lacrisis del sector secundario y las limitadas oportunidades de empleo no cualificado en el sectorservicios (entre ellos, examinando el caso francs, Marie, 1992; Blaschre et al., 1990). As, lanueva reestructuracin econmica ha determinado el crecimiento del empresariado tnico, locual ha favorecido el inters acadmico y poltico por este fenmeno. Situar el empresariadotnico en el centro de inters de la investigacin europea en materia de migraciones internacio-nales ha supuesto, igualmente, dar un paso adelante para plantear una perspectiva positiva delas migraciones, que se contrapone a la visin victimizada del inmigrante (vinculada a la exclu-sin social, a la marginacin y a la criminalidad). Es esta imagen diferente la que permite consi-derar el empresariado tnico como va de integracin social, de incorporacin y de insercin exi-tosa (en el sentido de reconocimiento social).En cuarto lugar, se sitan las teoras estructurales, que subrayan los factores externos, espe-cialmente centrados en las teoras duales del mercado de trabajo. stas argumentan que la exclu-sin socioeconmica de los migrantes, especialmente en el mercado de trabajo, les conduce a labsqueda de otro tipo de recursos. De nuevo, como en las teoras del intermediario, se pone elacento sobre las limitadas oportunidades y sobre las peculiaridades de la estructura econmica,en lugar de centrar el debate en las caractersticas culturales del grupo (Bonacich, 1972).Y, por ltimo, el enfoque del social mix-embeddedness (encajado mixto social) ha abierto unava de anlisis en la interconexin entre la economa y la etnicidad. Este tipo de argumentosintentan combinar diferentes factores (estructurales, sociales, caractersticas personales), interre-lacionando las condiciones econmicas urbanas con los condicionantes poltico- institucionales(Rath et al., 2000). Los nichos laborales se desarrollaran aqu en interaccin entre los grupos ysu contexto social, en donde la inclusin en las redes sociales adquiere una relevancia funda-mental. De este modo, el tipo de economa, el tipo de Estado del bienestar al que nos referimos,as como las caractersticas del grupo, conformaran los factores contextuales que permiten lacomprensin de la movilidad social utilizando la estrategia del empresariado tnico.En la lnea del anlisis del empresariado tnico desde el punto de vista de la movilidad socialse han desarrollado, en los ltimos aos, algunos estudios sobre el impacto de la empresa tni-ca sobre los hijos de los inmigrantes, profundizando as en el aspecto intergeneracional y sacan-do a la luz que la estrategia emprendedora no tiene porqu necesariamente beneficiar por iguala todos los miembros del hogar transnacional, pudiendo incluso frenar el ascenso social de losms jvenes, en los casos, por ejemplo, en que el trabajo en la empresa familiar perjudique losestudios. El anlisis de la empresa tnica se aborda, desde esta perspectiva, en el marco de lasestrategias familiares de los hogares (Apitzsch, 2005; Song, 1997).PARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 19

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  • Los modos de incorporacin y el empresariado tnico segn losclsicos de la sociologa de las migraciones

    A pesar de la supuesta novedad del tema que nos ocupa, fueron, en realidad, los autoresclsicos de la sociologa de las migraciones, los que acuaron los conceptos que despus seranfundamentales en el debate actual sobre los modos de incorporacin y el peso en ellos delempresariado tnico. Uno de los estudios clsicos que merece especial atencin es el de Alba yNee (1997:864). Estos autores presentan el tema a travs del caso de las nuevas migraciones aEstados Unidos, en contraste con las migraciones europeas a ese pas (anteriores a 1924).Segn estos autores la movilidad socioeconmica de los inmigrantes suele plasmarse a partir deun doble modelo. Los inmigrantes ms cualificados tienden a experimentar una movilidad econ-mica y residencial de tipo ascendente, mientras que los inmigrantes menos cualificados suelenexperimentar un proceso ms lento de movilidad social. Borjas (1997) argumenta este hallazgoa travs del papel que juega la baja cualificacin educativa de los inmigrantes procedentes deCentroamrica y otras regiones poco desarrolladas del mundo. Los anlisis de la asimilacinespacial mostraban un modelo mixto de concentracin tnica y movilidad residencial. Los traba-jadores inmigrantes no cualificados parecen concentrarse ms en el seno de los barriostnicos, mientras que los inmigrantes ms cualificados muestran una rpida transicin hacialas zonas residenciales urbanas y tienden a insertarse menos en patrones de alta concentra-cin espacial.Portes y Zhou (1993:82) observan tres posibles modelos de adaptacin de los inmigrantesy sus hijos en Estados Unidos: (i) el modelo que denota una rplica de la aculturacin y la inte-gracin en la clase media blanca; (ii) justamente en la direccin opuesta, se encontrara unmodelo que les conduce a la pobreza permanente y a la asimilacin en la infraclase; y (iii) untercer modelo guiado por un rpido avance econmico, debido al papel que juegan la preserva-cin de los valores de la comunidad y los lazos de solidaridad. Los estudios sobre la economatnica, desarrollados bsicamente en el campo de la sociologa econmica de los Estados Uni-dos, mostraron el peso de las redes tnicas en el desarrollo de la economa, especialmente en elcaso de este pas, donde el rgimen normativo es ms laxo y desregulado que en los pases euro-peos. Segn estos autores, las migraciones representan una posibilidad de supervivencia para elindividuo. stas se sitan en un complejo tringulo formado por las elecciones de los individuos,los lmites estructurales, as como por las oportunidades presentadas. En este proceso de maxi-mizacin de oportunidades econmicas se sitan las redes migratorias, como recurso y comoelemento de comprensin del potencial del empresariado tnico. De este modo, esta valoracinde la red ha trado consigo que las migraciones ya no se entiendan como un movimiento bipo-lar, con un origen y un destino, sino como un movimiento de vaivn, que incluye muchos otros20 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • procesos no siempre visibles. El desarrollo de las economas tnicas facilita a los migrantes elpoder hacer frente a la insercin en un medio hostil, es decir, en un ambiente de recesin eco-nmica y de discriminaciones.Estos estudios se trasladaran, despus, al contexto europeo, justamente cuando las redestnicas que ofrecen autoempleo, parecen tambin ser una solucin a las desventajas laborales delas que parten los inmigrantes en los pases de la Unin Europea. En la actualidad, las redes noslo aportan ventajas a nivel local, sino que, en el marco del proceso de globalizacin econmi-ca, las redes tnicas estn adems organizadas en comunidades globales (Light, 2002). Cadavez son ms numerosas las personas implicadas en las redes tnicas en una geografa transna-cional. Estas redes operan gracias al casi instantneo carcter de las comunicaciones, a travsdel espacio. Curiosamente, para muchos autores se abre aqu un nuevo campo de estudio,donde los migrantes son agentes claves en las prcticas transnacionales (Escriv y Ribas, 2004).Estas movilidades se han intensificado gracias a las tecnologas que han facilitado un desplaza-miento rpido a travs de largas distancias y comunicaciones instantneas. Los astronautas,los empresarios chinos que viven en Monterrey Park y otras ciudades californianas, pero que seganan la vida yendo y viniendo a travs del Pacfico, no podran haber existido en otra poca(Portes, 1997).De esta manera, las redes han estado especialmente consideradas en los estudios sobreempresariado tnico. La utilidad esencial de las redes sociales para el anlisis que nos ocupa radi-ca en que reflejan cmo los inmigrantes utilizan el capital social. En este contexto se ha utiliza-do la perspectiva del embeddedness (encajado), que consiste en ubicar el anlisis del individuoinmerso en las relaciones sociales. Este concepto ha tenido un uso frecuente en las investigacio-nes sobre las cadenas migratorias, el empresariado tnico y en los estudios sobre la segundageneracin. En este ltimo caso, ha servido para acentuar el peso de los elementos tnicoscomo fuente de recursos para la adaptacin de los jvenes en su xito escolar. As, la revalori-zacin del empresariado tnico es paralela a la revalorizacin del anlisis de redes en cienciassociales. Adems, es precisamente en el mbito de las migraciones donde se ha otorgado unmayor protagonismo al papel de las redes sociales. De este modo, los anlisis de redes, comple-tan el contexto de las migraciones internacionales y, evitan supeditarnos a un esquema quetan slo considere los rgidos factores de expulsin y de atraccin en la observacin de losmovimientos migratorios. La red como herramienta metodolgica pone adems en evidencia laarticulacin precisa de las diferentes comunidades, evitando el excesivo determinismo que hacaracterizado los estudios estructurales.En una poca de cierres fronterizos y en la consolidacin de la construccin de la Europafortaleza, la red posibilita el contexto a travs del cual poder investigar los caminos alternativosPARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 21

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  • de llegada, asentamiento y trabajo. En principio, la observacin terico-emprica de la red3 nosofrece ventajas inusitadas para poder obtener una mayor informacin interpretativa, puesto quevincula a las personas entre origen y destino, y permite acercarnos a un nivel meso-analtico, envez de divorciar los anlisis micro y macro sociales de las migraciones. Asimismo, examinar lasredes sociales posibilita el poder captar las relaciones dinmicas de las migraciones, ms all dela organizacin de los inmigrantes en comunidades cerradas. En los estudios sobre redes socia-les destacan habitualmente las formas de confianza mutua y de solidaridad interna, herederas dePolanyi (1989). Es decir, de aquellos trabajos que priorizan los comportamientos de reciproci-dad basados en redes de parentesco y de vecindad; aludiendo a la teora de los vnculos fuertesy de los vnculos dbiles y a la frecuencia del contacto. Trabajos que examinan las posibilidadesde contacto y empleo, entre las redes de parentesco y amistad, dentro del debate sobre ladefinicin de la fuerza del vnculo social (Granovetter, 1974).Este resurgimiento de los anlisis de la reciprocidad, o de la accin econmica social, se haconvertido actualmente en uno de los elementos ms relevantes de la sociologa econmica yde la sociologa de las migraciones. Cuando uno considera la perspectiva de las redes socialestoma en cuenta la complejidad de las relaciones interpersonales, para poder conceptualizar losmovimientos migratorios como un producto social. Es precisamente a travs de la naturalezamisma de las redes que podemos investigar acerca de la direccionalidad, la composicin y la per-sistencia de los flujos migratorios. Obviamente, dichas redes estn a su vez condicionadas porestructuras econmicas, sociales y polticas inherentes a la historia de las sociedades de destinoy a las sociedades receptoras. Estas estructuras son transportadas e influyen en las relacionessociales de los individuos y de los grupos.Una vez abordada la problemtica del empresariado tnico, desde los autores clsicos de lasociologa y de los estudios de las migraciones internacionales, pasamos a profundizar en la defi-nicin del concepto de empresariado tnico.

    22 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

    3 La tipologa de redes puede ser muy amplia, dependiendo de mltiples criterios que se tengan en cuenta: (i) dela perspectiva de anlisis a considerar (desde el interior o el exterior de la red); (ii) del tamao y antigedad de la red;(iii) desde la estructura de dominacin, si son verticales (superiores y subordinados) u horizontales (formadas porgrupos de iguales) en un sistema jerrquico de poder; (iv) del tipo de relaciones imperantes (si son mixtas o no res-pecto a otras comunidades); (v) si cubren o no espacios transnacionales; y (vii) desde su funcionalidad especfica enlas estrategias migratorias (informacin de salida y llegada, reclutamiento de puestos de trabajo, pervivencia de laestructura familiar, conservacin de cultura de origen).

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  • Empresariado tnico: un intento de definicinNuestra definicin de empresariado tnico incluye, primeramente, un concepto de empresa-riado amplio en contraste con una perspectiva economicista imperante. Los empresarios sonaquellas personas dueas de los medios de produccin, incluyendo capital, trabajo y mercancas,que asumen el riesgo de ponerlos en juego con el objetivo de extraer beneficios a partir del valordel mercado de los productos (o conocimientos) que ofrecen. Sus actividades persiguen laobtencin de beneficios, el crecimiento de la riqueza, y se encuentran inmersas en la economade mercado, independientemente de su grado de innovacin y de su tamao. En el contextoespaol, la actividad empresarial se caracteriza por la pequea y mediana empresa; de hecho,la micro-empresa, el trabajo autnomo individual, sin asalariados, es la forma ms habitual.Actualmente, el propio Estado fomenta el autoempleo y ensalza a los emprendedores. Pre-cisamente de ellos vamos a hablar.En resumidas cuentas, el empresariado, en un sentido amplio, acoge a cualquier tipo de acti-vidad econmica que se encuentre fuera de la economa asalariada general. Entre sus signos dis-tintivos destaca la autonoma en la toma de decisiones y asuncin de riesgos, la propiedad delos medios de produccin y la no dependencia de salarios. Los empresarios pueden o no contarcon asalariados, pueden o no disponer un lugar fijo para desarrollar su actividad. Adems, losmedios de produccin controlados no son siempre materiales, tales como son el conocimiento,unas habilidades concretas o bien el recurso que ofrece las redes de intercambio de informacin.En cuanto a la caracterizacin del empresariado con el adjetivo de tnico, es, para nosotros,un modo de llamar la atencin a una realidad socioeconmica de la inmigracin que nos envuelvey que, a menudo, olvidamos. Como ya anunciamos anteriormente, se suceden mordaces crticasque ponen en tela de juicio la pertinencia del empleo de la categora tnica en el mbito de laactividad empresarial. En general, se argumenta que, en realidad, todas las empresas obedeceny funcionan bajo la misma lgica del mercado y bajo las mismas leyes econmicas del sistemacapitalista (persiguiendo el beneficio para subsistir y prosperar a partir de sus diferentes ofertasdelimitadas por la demanda). No obstante, pensamos que existe un componente tnico quematiza y tamiza, hasta cierto punto, la actividad econmica. Y si es tal el caso, cmo hemosadjetivado histricamente lo tnico?La idea de que existe una jerarqua y una diferenciacin entre las sociedades que ocupanespacios vecinos no es nueva. Los griegos oponan el ethn (el singular de thnos) y la polis(ciudad). Las sociedades con base cultural, pero a las que les faltaba la organizacin en ciuda-des-Estados, las denominaban ethn, trmino que suele ser traducido como tribu o estado tri-bal. Ms all de las pesquisas etimolgicas procedentes del griego, en un intento de designar alos grupos de personas cuya conducta y localizacin geogrfica se situaba fuera de la civilizacinPARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 23

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  • helnica, podramos remitirnos al trabajo de Barth (1976, en Ribas 2004: 200). Este autor sus-tituy el concepto de etnia por el de grupo tnico con el objeto de que ste dejase de ser unequivalente de raza. Barth incida especialmente en el sentimiento de identidad compartida queposeen todos los miembros de un mismo grupo. Esta concepcin de grupo tnico de Barth esinstrumentalista o situacional y, por ende, susceptible de cambio, en contraste con aquellosautores que conciben la etnia como un factor primordial de la existencia humana y, por tanto,invariable y esencialista. La etnicidad queda definida de facto por la capacidad que posee paragenerar identidad, por su carga identitaria. Cuando en las sociedades contemporneas se aludea que lo tnico se asocia con grupos de poblacin minoritarios, y se prescinde indagar y/o rea-lizar comparaciones con los grupos mayoritarios, que son tan tnicos como los dems, no faltarazn al argumento. No obstante, al mismo tiempo, se tiende a pensar en el grupo mayoritariocomo un conjunto global con comportamientos nicos e indiferenciados, sin profundizar en ladiversidad tnica (o subtnica), que tambin impregna a los supuestos y aparentemente homo-gneos grupos mayoritarios.En este sentido, nuestro contexto de estudio nos ofrece mltiples ilustraciones de diversidadtnica interna, con repercusiones en la economa y en el empresariado, por ello vale la pena dete-nerse un momento en l. Es evidente que existen varios pueblos dentro del Estado que reivindi-can su especificidad cultural (y tnica) a partir de una historia y una lengua propias, como el cata-ln, el vasco y el gallego. Tambin se puede incluir, hasta cierto punto y en el mismo sentido, aandaluces, canarios, valencianos y aragoneses, entre otros. Los recursos tnicos se movilizancon repercusiones econmicas. Especialmente en los procesos migratorios: cuando una parte dela poblacin se traslada y asienta en otro lugar de la geografa, ajeno a su origen, suele hacerlosiguiendo el entramado de redes sociales que le orientan hacia determinadas ocupaciones, espa-cios, etc. donde se instalaron los pioneros. As, se llega a constituir una parte notable de la fuer-za de trabajo en sectores concretos, o de residentes en barrios o pueblos especficos donde sur-gen concentraciones de personas del mismo origen.Adems, algunos de estos recursos acaban ofreciendo servicios especialmente destinados aclientelas especficas, con gustos propios, como puedan ser los bares andaluces, gallegos, etc.en Madrid, Pas Vasco o Catalua. El retorno al lugar de origen, despus de aos trabajandofuera de sus pueblos, ha comportado con frecuencia el inicio de actividades empresariales; puesse vuelve al hogar de origen con ahorros y con el proyecto de abrir algn tipo de negocio. Setrata de un fenmeno de empresariado tnico a posteriori, es decir, de la acumulacin de capi-tal en un sitio extrao, donde a menudo se han experimentado situaciones de discriminacin tni-ca, xenofobia e incluso racismo. Y se invierte ese capital en el lugar de origen, no simplementebajo la forma de consumo y renta, sino tambin en empresas que dinamizan la economa local(Escriv y Ribas, 2004). Esto mismo podra aplicarse a la inmigracin de retorno procedente24 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • del extranjero, compuesta de todos esos espaoles, que salieron a hacer las Amricas o haciaEuropa, en busca de una vida mejor y que a su regreso han establecido negocios. Es ampliamen-te conocido el importante papel de los gallegos retornados en la apertura de bares y negociosde restauracin, gracias al capital acumulado durante los aos de exilio en el extranjero.Como segundo apunte en torno a lo tnico, y dejando de lado el caso de la pluralidad depueblos de la pennsula ibrica, indudablemente reconocida por todos, y de la migracin deretorno procedente del extranjero, nos encontramos con otros grupos, a veces denominadosmalditos, que tambin han conjugado sus peculiaridades tnicas con actividades empresariales.Aqu se situara, sin duda, el pueblo gitano, tradicionalmente dedicado al chalaneo, ahora susti-tuido por la venta ambulante, la venta de antigedades, actividades de espectculos y toda unanueva generacin de profesionales; as como los maragatos, transportistas y comerciantes, quedominan, en gran parte, la venta de pescado fresco en las grandes ciudades. De cualquier modo,la categora tnica ha adquirido una nueva dimensin, asociada a las nuevas corrientes migrato-rias y al aumento de la diversidad y del volumen de poblaciones de origen extranjero, que se vanasentando en las ciudades y pueblos de Espaa, como unos vecinos ms.Un segundo aspecto a considerar es que la etnicidad no la determina exactamente la nacio-nalidad. Del mismo modo que hay muchas formas de ser espaol, pues Espaa no es ms queuna comunidad imaginada supuestamente homognea que incluye histricamente en su interiora pueblos diversos. Lo mismo sucede con los marroques: no todos son arabfonos, los bere-beres, por ejemplo, reivindican su lengua e identidad y se diferencian del resto. Otro tanto suce-de con los indios, chinos, iranes, etc. La diversidad tnica est presente en sus filas e influye ensus actividades econmicas.Finalmente, existe otro grupo de la poblacin que ocupa una posicin muy ambigua en lasociedad, a pesar de estar claramente marcado por su etnicidad, nos referimos a los extranjerosque han obtenido la nacionalidad espaola. En muchas estadsticas desparecen, han dejado deser inmigrantes extranjeros para convertirse en ciudadanos con pasaporte espaol nacidos enGuinea Ecuatorial, Senegal, India, Siria, Filipinas, etc. No obstante, estos ciudadanos, que suelenser los que ms tiempo llevan residiendo en Espaa, coinciden con los que se caracterizan poruna mayor actividad empresarial pues el tiempo les ha permitido ahorrar el capital, as comoadquirir los conocimientos necesarios para abrir sus negocios, que con frecuencia son los mspotentes y de mayor capitalizacin dentro de sus grupos tnicos. La categora inmigrante,como vemos, no est exenta de limitaciones.Tambin es preciso mencionar el caso de los familiares de los emigrantes espaoles en elextranjero, que disponen muchas veces de la nacionalidad espaola y se les considera supuesta-mente retornados; si bien, muchos de ellos han nacido en el pas donde sus padres o abuelosemigraron y llegaron a Espaa ya mayores, y poseen un fuerte peso en su etnicidad de la culturaPARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 25

    01 J. Beltran 28/11/06 14:01 Pgina 25

  • del pas donde se criaron. Se trata de los falsos retornados, puesto que nunca antes vivieronaqu y su experiencia migratoria es, muchas veces, similar a la de otros compatriotas argentinos,venezolanos, uruguayos, que tambin emigran a Espaa. Para muchos falsos retornados lascausas de la migracin estn ligadas, ms que a la vuelta al pas de origen, a la crisis econmicade los pases donde nacieron y se han criado.En tercer lugar, a travs de este breve recorrido e intento de definicin, hay que recordarque la categora asociada a lo tnico no debe limitarse (como se ha tendido a hacer en los estu-dios de estructura social), a los recursos tnicos, como opuestos a los de clase social. Siendolos recursos tnicos aquellos que pueden movilizarse a travs de objetivos empresariales. Lotnico, el capital social, las redes sociales tnicas, y todo lo que pueden llegar a canalizar, se pue-den movilizar de forma complementaria, paralela o simultnea, a los recursos de clase social. Alu-dimos fundamentalmente a que el capital econmico, el nivel de instruccin y la experienciaempresarial, no tienen porqu ser alternativas excluyentes. No obstante, los recursos tnicospueden resultar ventajosos para la creacin de empresas, pero tambin conllevan desventajas.Adems, no todos los empresarios tnicos triunfan, la tasa de fracaso empresarial entre ellos esbastante alta.Un cuarto aspecto sobre el que pretendemos reflexionar aqu es el de la asociacin deempresariado tnico a actividades econmicas denominadas como de refugio y supervivencia.Existe un prejuicio dentro de la sociedad general, del que se hacen eco los investigadores, quetiende a considerar al empresariado tnico e inmigrante como la nica alternativa para subsistirque le queda a los excluidos del mercado laboral general, caracterizado en este caso por su faltade competitividad. En el marco de esta perspectiva se argumenta que los individuos se convier-ten en empresarios simplemente porque no les queda otra opcin, en razn de la posicin demarginalidad que detentan. Una posicin que les impide acceder a y negociar por un buen pues-to de trabajo. Segn est lgica, se tratara de empresarios a la fuerza, con ingresos que rozanla auto-subsistencia, y que han desarrollado su empresa gracias a una intensa autoexplotacin.As, se presupone que la actividad econmica autnoma, cuando procede de poblacionesexcluidas, como es el caso de los gitanos y de los inmigrantes provenientes de pases terceros,responde fundamentalmente a una actividad de nicho laboral. Si esta puede ser, en algunasocasiones, una lectura acertada, no siempre es as. En efecto, el empresariado tnico respondea una multiplicidad de experiencias diversas y no siempre constituye una estrategia refugio,ante la exclusin social (vase en el estudio dirigido por Oso, 2004).Resulta difcil admitir la libre eleccin de una carrera empresarial, sobre todo si se carece delos recursos de clase social, como los medios financieros, que la facilitan. Lo ms habitual es con-siderar empresario exclusivamente a los grandes empresarios. A determinadas personas lespuede llegar a resultar ofensivo y/o risible que los gitanos dedicados a la venta ambulante sean26 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • considerados empresarios, cuando encajan perfectamente en su definicin. Tanto el dueo deTelefnica como el pakistan vendedor ambulante nocturno de rosas estn igualados por lamisma lgica econmica empresarial del mercado. Ambos poseen los medios de produccin, oel capital que han invertido en el desarrollo o compra de un producto o mercanca, que decidenofrecer al mercado con la consiguiente asuncin de riesgos. Ambos pretenden obtener benefi-cios con su actividad empresarial. La nica diferencia entre ellos radica aqu en la capitalizacin yla desigual posicin que ocupan en el sistema de dominacin capitalista.Una ltima advertencia sobre el concepto de empresariado tnico llama la atencin sobre unreiterado error. El de asociarlo exclusivamente al comercio tnico, que hace referencia a la ventade productos exticos y/o procedentes de sus lugares de origen, para el caso de los inmigran-tes; o a los distintos negocios y empresas de servicios destinados a una clientela cotnica. Sinduda, una parte del empresariado tnico se alinea con las actividades anteriores que redundan,en un sentido u otro, con la propia etnicidad mercantilizada, pues lo que venden es lo tnico,desde artesanas a comida en el primer caso, y desde peluqueras a carniceras halal, por ejem-plo, en el segundo. No obstante, la mayor parte de los empresarios tnicos y/o inmigrantes sehan insertado y desarrollado empresas en sectores destinados fundamentalmente a la sociedaden general. En ocasiones, estos sectores tienen una relacin directa con sus conocimientos,habilidades y destrezas biculturales o multiculturales, como el comercio internacional donde semovilizan todo tipo de productos y mercancas, y no necesaria ni exclusivamente las tnicas.La venta ambulante, donde siempre estuvieron presentes, y el pequeo comercio, donde cada vezlo estn ms, es fundamentalmente de alimentos, as como de productos y mercancas de mbitogeneral: colmados, pequeos supermercados, fruteras, zapateras, tiendas de bolsos, tiendas deropa, tiendas de regalos, floristeras, joyeras, etc. Bares de toda la vida estn siendo traspasadosa empresarios inmigrantes, manteniendo su habitual clientela. Pero los inmigrantes tambin estnentrando en el sector industrial, como en la confeccin de ropa, siendo dueos y trabajadores demuchos talleres. O en la construccin, en servicios de limpieza, con pequeas empresas que se ofre-cen a quien los desee contratar. Incluso en la agricultura se nota su presencia empresarial, por nohablar del pujante sector inmobiliario, que no cesa de atraer su capital e iniciativas empresariales.Podemos concluir el esfuerzo de definicin aqu. Definiremos el empresariado tnico comoaquel conjunto de actividades empresariales realizadas por personas pertenecientes a grupostnicos, de origen migrante o no, y con una significativa, aunque no absoluta, dependencia delcapital social proporcionado por los recursos tnicos. Entre stos recursos podemos sealar: elvalor de la lealtad y la confianza, los lazos de solidaridad y reciprocidad, el empleo de cotnicos,la ayuda familiar, las facilidades de prstamo de dinero por parte de familiares, amigos y vecinos,la socializacin tnica y lingstica en determinados valores y actitudes, as como el peso que jueganlas tradiciones y estrategias econmicas tnicas (a menudo vinculadas a los lugares de origen).PARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 27

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  • La adjetivacin de tnico responde a una identidad de grupo que orienta a los empresariosy a sus trabajadores hacia el grupo de pertenencia, influyendo sobre el tipo de insercin laboraly los espacios de instalacin en un pas, ciudad o barrio concreto. Una caracterstica bastantecomn a este tipo de negocios es la utilizacin de un tipo de empresa de corte familiar. Adems,la economa tnica puede llegar a desarrollar, en su propio seno, nichos econmicos tnicos, esdecir, sectores econmicos donde la propiedad de sus empresas y la fuerza de trabajo est, engran parte, controlada por determinados grupos. Si bien, no siempre ocurre as. En la medida enque los nichos econmicos, en los que se insertan, se saturan, los empresariados tnicos buscaninvertir en otros nuevos nichos y sectores.En sntesis, nuestro intento de definicin del empresariado tnico responde a cuatro mo-tivos principales: (i) la necesidad de considerar la complejidad de la cualificacin de lo tnico(en contraste con lo autctono, la extranjera, las identidades nacionales); (ii) valorar cmo losrecursos tnicos pueden ser complementarios de los recursos de clase; (iii) perseguir un an-lisis crtico de sus atribuciones como de refugio y supervivencia; y (iv) ir ms all de la consi-deracin extica de sus productos y del servicio a la clientela cotnica.La articulacin del libro: el empresariado tnico segn laproduccin cientfica espaolaComo hemos visto, a lo largo de las primeras pginas, son varios los ejes que han articuladoel anlisis de los autores clsicos de la sociologa de las migraciones, as como de la produccincientfica internacional, al abordar la problemtica de la economa tnica. A saber: la movilidadsocial y laboral, la insercin en el entramado urbano, la importancia del capital cultural y social,y los conceptos de movilidad y circularidad asociados a los estudios sobre el transnacionalismo.Son precisamente estos mismos ejes los que articulan los distintos captulos de este libro.El volumen comienza con una primera parte que incluye dos captulos, el de Ivan Light yYolanda Herranz, que resumen los principales planteamientos tericos y debates que la temti-ca ha suscitado en la produccin cientfica internacional. Ivan Light es, sin duda, uno de los auto-res precursores de este campo de investigacin. Su clsico Ethnic Enterprise in America, publi-cado en 1972, ha representado, para ms de uno de nosotros, el primer contacto con el mundodel empresariado tnico. Treinta aos despus, en el captulo que aqu nos ofrece este autor,apunta cmo durante los ltimos aos en Estados Unidos, los trabajos sobre economa tnicase centran en el estudio de la independencia econmica, entendida como una autodefensa bsi-ca y omnipresente frente a la exclusin y las desventajas en el mercado laboral, ampliando ladefinicin de economa tnica. Si hace una dcada se hablaba de economa tnica para referirsea los autoempleados y empleadores, sus trabajadores familiares no asalariados y sus empleados28 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • cotnicos, en la actualidad se considera que la economa tnica abarca dos sectores, a saber: laeconoma tnicamente controlada y la economa de propiedad tnica. Cada uno de estos sec-tores consta, a su vez, de tres subsectores: formal, informal e ilegal. Es decir, la propiedad no esun requisito imprescindible para definir la economa tnica, puesto que basta con que los emple-ados cotnicos ejerzan un importante y duradero poder (...) sobre los lugares de trabajo debi-do a su cantidad, concentracin y organizacin, as como all donde son destinados por pode-res externos polticos o econmicos.Light seala que se encuentran ms personas incluidas en la economa tnica de lo que habi-tualmente pensamos y que es un instrumento valioso cuando se hace difcil el acceso al merca-do laboral. Esta sera una respuesta contempornea, pero tambin contamos con una histrica,como la aportada durante siglos por los judos, utilizada para defenderse de la hostilidad del con-texto y que, con el tiempo, transformaran en capacidades lo que en un inicio era una estrategiadefensiva. Un segundo apunte responde a la pregunta siguiente quin se dirige hacia el sectorformal de la economa y quin al informal? Los que disponen de redes ms fuertes, disponen dems recursos educativos y ms capital social relacionado con distintas formas de xito en losnegocios, se dirigen al capital formal. A la inversa, el resto se dirige al sector informal. Los cuba-nos y los haitianos en Miami seran, por este orden, los exponentes de estos dos grupos.Por su parte, una de las principales aportaciones de la investigacin europea sobre econo-ma tnica es, segn Light, la incorporacin en el anlisis de los efectos de las regulaciones pbli-cas sobre el empresariado inmigrante y perteneciente a minoras tnicas. El contexto europeoes ms desfavorable que el norteamericano al desarrollo de la economa tnica, debido a losrequisitos legales que son exigidos. As, es conveniente incluir en las investigaciones el papel delas regulaciones de las polticas pblicas, generalmente olvidado por la perspectiva estadouni-dense, muy centrada en que las empresas de inmigrantes y de las minoras tnicas dependen dela adecuacin entre lo que los grupos pueden ofrecer y lo que los consumidores demandan. Porltimo, otra lnea de investigacin apuntada es el anlisis de los negocios tnicos en el marco delproceso de globalizacin y el transnacionalismo. Las economas tnicas locales estn ahoraintegrndose progresivamente en cadenas globales de produccin y distribucin.Si Light nos presenta un panorama general sobre la investigacin en materia de economatnica en Estados Unidos y en Europa, Yolanda Herranz revisa las principales aportaciones te-ricas en la produccin cientfica internacional y las aplica al estudio de la incorporacin laboral dela inmigracin en Espaa. El anlisis de las teoras norteamericanas de corte histrico-estruc-tural -que hacen hincapi en el peso de las variables contextuales- de las teoras del capital social-cuyo nfasis se centra en el papel de las redes sociales- as como de las teoras de la segmenta-cin del mercado de trabajo -que explican cmo los factores institucionales determinan la con-figuracin de segmentos del mercado reservados para los inmigrantes-, ubican los argumentosPARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 29

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  • de la autora. Su reflexin le lleva a concluir que el anlisis de la insercin de los inmigrantes en elmercado de trabajo en Espaa necesita tener en cuenta tres perspectivas asociadas al modelo deincorporacin de Alejandro Portes. La primera considera las variables socio-histricas o el contex-to socioeconmico receptor. La segunda, el anlisis de las redes sociales, que determinan el acce-so de los inmigrantes en el mercado de trabajo; y la tercera perspectiva, el estudio del lugar queel mercado de trabajo en la sociedad de acogida asigna a los inmigrantes.A partir de la segunda parte del libro se establecen las diferencias existentes dentro del con-texto de recepcin de las actividades empresariales, es decir, distinguimos su desarrollo en elEstado espaol en funcin del lugar en el que se asienta el empresario. Esta distincin geogrfi-ca y econmica marca las diferencias en cuanto a la forma particular del desarrollo del empresa-riado tnico en el pas. Puede ser clarificador aqu tomar en cuenta el esquema de Pablo Puma-res para comprender los distintos encajes. Pumares (2003) establece una tipologa del territorioespaol en funcin de su naturaleza migratoria. A saber, espacios fronterizos, espacios agrarios,espacios tursticos y espacios metropolitanos. Segn su tipologa los espacios fronterizos pro-porcionan una conexin directa entre la geopoltica internacional y la respuesta local. Gozan deuna posicin geoestratgica que les convierte en puentes simblicos de movilidad. Ceuta y Meli-lla son esos espacios por excelencia, as como las Islas Canarias (papel desarrollado tambin enel captulo de Ribas y Sempere).En segundo lugar, los espacios agrarios representan la puerta de espera, los lugares demano de obra intensiva en un sector agrario desregulado, con un empleo discontinuo e inesta-ble. En ellos, la poblacin inmigrante es poco propicia al asentamiento; hay constantemente unflujo de recin llegados, son considerados como otra puerta de entrada y de ah su conflictivi-dad potencial. El ejemplo ms claro son las provincias de Almera y de Murcia (desarrollado enel captulo de Arjona para el contexto almeriense). En tercer lugar, se hallan los espacios tursti-cos vinculados a empleos de la construccin, la hostelera y el comercio, que combinan, de formaparalela, empleos agrcolas. Se caracterizan por la polaridad entre los extranjeros comunitariosy los no comunitarios. El ejemplo ms claro es la costa mediterrnea (como en el caso de Ali-cante o la costa catalana). En cuarto lugar, se hallan los espacios metropolitanos, que represen-tan los grandes centros de atraccin de poblacin inmigrante, donde hay una diversidad de or-genes y de oportunidades laborales. El ejemplo ms claro son las reas metropolitanas deMadrid y Barcelona, como muestran la mayora de las colaboraciones de la obra.As, en esta segunda parte del libro, nos referimos al protagonismo de los espacios metro-politanos (y en parte agrarios para el poniente almeriense) en el estudio del empresariadotnico. Por ello, una vez revisada la parte terica, el volumen da paso a dos estudios de caso enMadrid y Barcelona. Son las aportaciones de Mnica Buckley y de Jordi Moreras, que abordanla temtica del empresariado tnico desde un punto de vista geogrfico, socio-geogrfico o de30 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • distribucin y localizacin espacial en las zonas urbanas. Ambos trabajos ofrecen un panoramaestadstico sobre el comercio inmigrante en estas dos ciudades, a travs de la explotacin de losdatos del IAE (Impuesto de Actividades Econmicas). Las investigaciones se complementan conobservaciones que han dado lugar a una mapificacin o inventariado del comercio tnico y a untrabajo de campo cualitativo en algunos barrios de especial concentracin de empresariadoinmigrante, Lavapis y Cuatro Caminos en Madrid, Ciutat Vella en Barcelona. Ambas aportacio-nes analizan la concentracin de la economa tnica y de sus perfiles, de las principales nacio-nalidades de procedencia de los inmigrantes empresarios, su especializacin y localizacin, etc.No obstante, estas contribuciones, van ms all de la mera descripcin para plantear una seriede interrogantes tericos.Buckley reflexiona sobre cmo la concentracin de los establecimientos de inmigrantes creanuevas centralidades urbanas y revitaliza ciertas reas de la ciudad. A la luz de los resultados deuna investigacin realizada en Madrid entre 1995 y 1997, la autora desarrolla el tema de la cen-tralidad en el anlisis de las concentraciones y tipologas, las revitalizaciones de las reas y lapromocin de otros tipos de divisin integracin-segregacin. Se plantea tambin las implica-ciones del empresariado tnico en la integracin de los inmigrantes. Por su parte, Jordi More-ras analiza en la ciudad condal el surgimiento de iniciativas comerciales promovidas por inmi-grantes en el marco de otras dinmicas que acompaan un distrito en transformacinurbanstica y social, como es el de Ciutat Vella, un barrio que se ha visto sometido en los lti-mos aos a una considerable presin investigadora por muchos acadmicos. Su captulo ana-liza el factor urbano en el tejido comercial de los colectivos de inmigrantes. Ambos trabajos sonlos primeros en Espaa en la elaboracin de mapas de distribucin de comercios tnicos en unespacio determinado.Uno de los desarrollos ms intensos que se ha experimentado en los estudios de migracinrealizados en Espaa en relacin con el empresariado tnico se encuadra en trabajos de locali-zacin espacial y encuestas aplicadas a muestras. Para Barcelona destacan Aramburu (2002);Garcia (2004); Sol y Parella (2005); Serra del Pozo (2005). Para Madrid, Cebrin et al.(2002); Cebrin y Bodega (2002); Riesco (2003). Para otros lugares de Espaa vase Bordo-nado et al. (2003) en Zaragoza; Cachn (2005) en Elche; y el caso excepcional de Murcia(1974) que analiz a los indios en Tenerife hace ms de treinta aos.La contribucin de Arjona parte de un trabajo de campo (que se desarrolla en su tesisdoctoral) llevado a cabo en Almera capital y en Adra, El Ejido, Roquetas de Mar, la Mojonera,Vcar y Njar, ciudades de alta concentracin de inmigrantes extranjeros asentados. Su estudioanaliza el factor de la concentracin tnica como premisa bsica para el desarrollo de los nego-cios. Una estrategia de empresariado tnico que responde en gran medida a una alternativa ala discriminacin laboral. Los inmigrantes ponen en marcha toda una serie de variados recursosPARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 31

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  • de clase (capital financiero, capital humano, capital cultural, capital social) y recursos tnicos(crditos tnicos, sociedades de prstamo tnicas y fuentes de capital ms pequeo) ante laexclusin del mercado de trabajo. Esta lnea de investigacin, el empresariado como una estra-tegia refugio ante las limitaciones del mercado de trabajo autctono es un sendero clave enel anlisis del empresariado tnico que tambin se aborda en otros captulos de este libro.Qu ocurre entre los pequeos empresarios que se encuentran en los mrgenes ms dbilesde la estructura ocupacional?La aportacin de Jos Lus Molina y Aurelio Daz, aplica este tipo de anlisis al sector deventa en la calle y la venta ambulante. En Barcelona, la venta callejera, como muestran, suponeuna actividad de refugio de colectivos en situacin irregular. Aunque algunos inmigrantes utili-zan esta actividad como un complemento a otro tipo de ingresos, los autores llegan a calificara la venta ambulante de economa tnica negativa, desde el momento en que para algunosinmigrantes supone una alternativa de subsistencia en situacin de precariedad, siendo lasopciones disponibles en el colectivo de referencia an peores. En ocasiones supone una activi-dad de refugio para inmigrantes no regularizados. A partir de su estudio se pone el nfasis enentender las dinmicas de la venta ambulante a travs de la economa informal, tanto en laproduccin como en la distribucin. De cualquier modo, la economa tnica no se limita slo alcomercio sino que engloba tambin toda la gestin de las remesas de los inmigrantes.Una vez planteado el anlisis desde el punto de vista ms geogrfico y econmico, se abor-da la problemtica de investigacin desde la perspectiva del anlisis de gnero (tercera parte dellibro). Dicha problemtica, poco tratada en la literatura internacional, ha suscitado el inters dediversos investigadores en los ltimos aos (Morokvasic, 1991 y 1999; Hillman, 1999; Apitzsch yContos, 2002; Anthias, 2002)4. Tal y como seala Morokvasic, el inters por el estudio delempresariado tnico desde una perspectiva de gnero se deriva del hecho de que implica un con-junto de nuevos interrogantes tales como: cmo acceden las mujeres inmigrantes al autoem-pleo y cules son los beneficios para ellas de trabajar en esta actividad?, las oportunidades paraacceder al autoempleo son mayores para los inmigrantes varones que para las mujeres?, elcambio del estatus de la mujer de trabajadora dependiente a independiente trae consigo un cam-bio en las relaciones de gnero? (Morokvasic, 1999).El captulo del Colectivo Io, preparado y presentado por Carlos Pereda, completa el pano-rama estadstico ofrecindonos un anlisis sobre las trabajadoras inmigrantes por cuenta propia.

    32 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

    4 Vese la investigacin en curso financiada por la Unin Europea, que contrasta las experiencias en cinco pases(Francia, Alemania, Reino Unido, Dinamarca y Grecia) analizando los efectos del empresariado tnico en las relacio-nes de gnero y la calidad de vida de la segunda generacin de los inmigrantes. The Chances of the Second Generationin Families of Ethnic Entrepreneurs: Intergenerational and Gender Aspects of Quality of Life Processes- Contract no:HPSE-CT-2002- 00105, Proposal no: SERD-2002-00119- Etnogeneration.

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  • A travs de los datos que ofrece el registro de altas en la Seguridad Social, as como de los obte-nidos en una encuesta realizada a una muestra de 211 mujeres no comunitarias que trabajaban porcuenta propia en Madrid, Catalua y Andaluca, se revela que el trabajo por cuenta propia cons-tituye la parada final de una trayectoria de movilidad laboral, desde la situacin de trabajo asa-lariado. Las empresas detentadas por las mujeres inmigrantes no comunitarias son principalmen-te mini-empresas, con pocos asalariados a cargo y, la mayora de ellos, cotnicos. En relacincon las mujeres inmigrantes empleadas como asalariadas en servicio domstico y hostelera, lastrabajadoras autnomas muestran, mayoritariamente, estar satisfechas con su trabajo y deseanpermanecer en su actual ocupacin.Los resultados apuntan a una clara discriminacin en funcin de dos factores, por gnero(los varones estn ms representados) y en clave geopoltica, hasta el punto que entre losextranjeros procedentes de pases terceros el peso de los empleados por cuenta propia es sen-siblemente menor que en los autctonos. Para los inmigrantes procedentes del primer mundola realidad es muy diferente, siendo superiores los trabajadores por cuenta propia, en compara-cin con los autctonos. La marca ms definitoria sera aqu la divisin de procedencia centro-periferia. Un segundo resultado interesante es que las mujeres empiezan su trayectoria muy pordebajo en la escala laboral, pero presentan una movilidad ascendente. El origen del negocio loconstituye el ahorro conseguido en trabajos anteriores, la financiacin privada o el soporte finan-ciero a travs de la herencia y el matrimonio (es decir, el factor clase social) (Colectivo Io, 2001).Como sealan los resultados de la investigacin realizada por Oso y Ribas sobre mujeresdominicanas y marroques, empresarias en Madrid y Barcelona (Oso, 2004; Ribas, 2004b) elanlisis del empresariado tnico desde el punto de vista de las relaciones de gnero permitesacar a la luz una serie de determinantes y de estrategias empresariales. Los principales determi-nantes del empresariado tnico son, en primer lugar, la antigedad de la corriente migratoria, lanecesidad de servicios para la comunidad inmigrante, la presencia de enclaves tnicos, laestructuracin de las redes sociales y comunitarias, as como la estabilidad jurdica. En segundolugar, la situacin familiar y el tipo de migracin. En tercer lugar, la experiencia empresarial pre-via y la socializacin en el trabajo por cuenta propia. En cuarto lugar, podemos sealar los fac-tores culturales y las relaciones de gnero. La articulacin de estos determinantes va configuran-do las estrategias migratorias empresariales que pueden ir desde la estrategia refugio ante lasituacin de precariedad que viven las mujeres marroques empresarias de s mismas, la estra-tegia refugio o de movilidad laboral de las dominicanas para salir del servicio domstico, la fami-lia-empresa como estrategia de movilidad laboral o social para las mujeres marroques ayudan-tas de sus maridos, la empresa como una estrategia familiar protagonizada por las mujeresdominicanas, hasta el empresariado como una estrategia de continuidad profesional para lasmujeres dominicanas que ya eran peluqueras o profesionales liberales en el pas de origen.PARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 33

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  • Una vez abordada la temtica del empresariado tnico desde el punto de vista del anlisisde gnero, el libro da paso a una cuarta parte relacionada con el capital social y cultural enlas investigaciones sobre empresariado tnico. La aportacin principal del capital social(retomando aqu desde los orgenes del concepto en el capital cultural de Bourdieu y en elcapital social de Coleman, vese en Ribas 2004), rescatado para el estudio del empresariadotnico, es fundamental como eje analtico para poder entender la problemtica de investiga-cin que nos ocupa. Nos posibilita ver cmo el capital social ofrece una serie de ventajas enla estructura social para poder conseguir una ocupacin y mantenerla. Y ms especialmenteen los contextos de desventaja socioeconmica y de exclusin social. En concreto, segnPortes, el capital social significa la capacidad de los individuos de organizar recursos escasos,gracias a que forman parte de redes o de estructuras sociales ms amplias (1995:12). Lacaracterstica fundamental del capital social es su convertibilidad, es decir poder traducirse enotras formas de capital, en el caso de poder disfrutar de salarios ms altos que los que seganan en origen as como de la entrada remesas. Las personas ganan acceso al capital socialpor el hecho de formar parte de redes sociales y de instituciones sociales y las fomentan parapoder producir ms capital social o bien para poder mantener su estatus social. No obstante,el capital social no siempre tiene efectos positivos (vase las distinciones entre Coleman yPortes, en Massey, 1998).Esta perspectiva que aborda el empresariado tnico desde el punto de vista del capital social,o teniendo en cuenta el peso del capital cultural, es otro de los ejes de anlisis que articulan estelibro. En el caso de los gitanos se ha puesto de manifiesto cmo en la cultura gitana el sistemade desarrollo econmico se establece en el marco del grupo familiar. En roman no existe unapalabra para definir trabajo, el vocablo butipen significa hacer cosas, colaborar en la economafamiliar, lo que da muestras de la importancia de las relaciones familiares en la estructuracin dela economa gitana en la pennsula ibrica.Es el factor tnico la clave del empresariado, o la explicacin culturalista no puede aplicar-se universalmente? Para Joaqun Beltrn, el empresariado, en el caso de los inmigrantes chinos,constituye un modo de vida, considerando como tal el modelo, la ideologa y las expectativassobre el estar en el mundo y vivir en sociedad que se poseen. En la sociedad y sistema poltico-econmico chino las familias aspiran a ser independientes y a la adquisicin de la propiedad delos bienes de produccin que es fundamentalmente familiar, siendo la familia una suerte deempresa, que utiliza su propia fuerza de trabajo para prosperar. En Espaa la comunidad chinaes una de las que presentan una mayor proporcin de trabajadores autnomos y de empre-sarios. Y es que entre los inmigrantes de este origen, el proceso de asentamiento pasa portrabajar, ahorrar y fundar una empresa lo antes posible, siendo el objetivo de los inmigranteschinos llegar a ser autnomos y la prosperidad.34 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • Rafael Crespo y Alejandro Goldberg tambin analizan en sus contribuciones a este volumenel empresariado tnico desde el punto de vista de los valores sociales y culturales de la comuni-dad inmigrante. Estos autores, al estudiar la movilidad y la circularidad de los Modu-Modu5,inciden en la importancia de analizar la inmigracin senegalesa y su tradicin comercial, en rela-cin a la cofrada musulmana (tariqa), de los murides o modu-modu. Los murides siempre hanestado presentes en el comercio. La migracin de senegaleses, primero a otros pases de las excolonias francesas, y posteriormente a Europa, tuvo sus bases en las redes de la cofrada. As, lared muride permite que los migrantes recin llegados dispongan de alojamiento y comida, se lesbrindan igualmente las informaciones, productos y utensilios necesarios para trabajar, lo cual haido configurando una red de inmigrantes en torno al comercio.El estudio de Alejandro Goldberg est centrado en el colectivo de migrantes senegaleses deBarcelona, la mayora de los cuales se dedica al comercio informal de venta ambulante. Median-te un enfoque holstico que incorpora variables demogrficas, espaciales, culturales, sociales,econmicas, polticas e ideolgicas, describe las condiciones de existencia que determinan elcontexto sociopoltico y, enmarcadas en ellas, las relaciones y estrategias generadas por lossujetos, tanto en la sociedad de origen como en la de destino.Rafael Crespo, por su parte, establece una distincin entre dos tipos de inmigrantes senega-leses: los Modu-Modu tradicionales, que llegaron a Europa a principios de los aos ochen-ta del siglo pasado, dedicados a la venta ambulante, cuya estrategia es el ahorro y el retorno ylos Modu-Modu de izquierda, ms jvenes y recin llegados, para quienes el envo de reme-sas sigue siendo sustancial pero no determinante, pues no constituye una prioridad como paralos primeros, as como tampoco lo es el retorno. Este trabajo pone de manifiesto, como vemos,que la actividad de los inmigrantes empresarios est relacionada con su forma de vida, con lasestrategias individuales y familiares, as como con una tradicin cultural concreta. El trabajo deeste autor tambin nos aproxima a las relaciones del islam subsahariano, por un lado, con laglobalizacin y, por otro, con el desarrollo, sobre todo cuando analiza las inversiones de losemigrantes en sus pases de origen.En la quinta y ltima parte de la obra se analiza la movilidad y la circularidad. Si por una parte,el denominado transnacionalismo desde arriba, promovido por la comunicacin puntera y lasrevoluciones en el transporte y conducidos por factores financieros y corporativos principalmente,por el otro, existe un tipo de transnacionalismo desde abajo (a la forma que sealan Guarnizoy Smith, 1998) desarrollado por la gente corriente para mejorar su situacin. El contexto de la

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    5 Existe una amplia bibliografa internacional que aborda diferentes casos empricos de los Modu-Modu enEuropa, a menudo percibidos como los hroes de unas prcticas trasnacionales guiadas por una fuerte connotacinweberiana, actuando en los territorios del capitalismo global (vese tambin para el caso espaol el estudio de Sow(2004)).

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  • globalizacin econmica y las polticas de control de la inmigracin son los ejes a partir de loscuales los migrantes moldean las estrategias transnacionales. Muchos migrantes viven sus vidasy planean sus futuros a lo largo de circuitos transnacionales. En consecuencia, la expansin delcapital transnacional, los medios de comunicacin y de informacin, a travs de los lugares msrecnditos del planeta, ha promovido que el debate acadmico en ciencias sociales se fijase enla temtica del transnacionalismo y de las formas circulares de los proyectos migratorios.En este sentido, el captulo de Ribas y Sempere, que cierra el volumen, considera la circu-laridad en el espacio mediterrneo, desde el punto de vista de las diversas formas de empre-sariado circular que emergen en distintos lugares y ciudades del Mediterrneo. Estos autoresutilizan un mapa de circulaciones en el Mediterrneo, donde seleccionan unas ciudades especficas(Alicante y Tanger). De esta manera, ponen de relieve la existencia de un encaje particular de lasmigraciones y la circulacin, las economas de frontera y los tipos de economa de bazar. En losdos lugares de frontera, el comercio de la maleta emerge en un contexto donde hay una granvariedad tipolgica de movilidades: desde formas asalariadas hasta la insercin de los jubilados,de las formas vinculadas al turismo y al contrabando, del xodo rural y del retorno, entre otras.A partir de la seleccin de estos dos contextos, y en particular del anlisis del negocio de la male-ta (mezclado de contrabando y economa de bazares) describen, de forma original, un espritude movilidad (y muchas veces de movilidad circular), tanto de productos como de personas, quedefinen dichos espacios. Por consiguiente, el empresariado tnico es tambin marcadamente cir-cular: una circularidad altamente flexible y unos estilos de vida alternativos.Un campo todava por explorar?Como vemos, son varias las lneas de investigacin que se abren en este volumen, desde losfactores del contexto de acogida que determinan la insercin laboral de los inmigrantes, hastalas propias caractersticas socio-culturales de los grupos tnicos. El desarrollo de Espaa comoun pas de destino para movimientos migratorios, cada vez ms intensos y diversos, en el con-texto del debate del empresariado tnico, no slo supone un mirar de cerca a los inmigrantes,sino tambin ahondar en la sociedad receptora y sus dinmicas sociales, econmicas y urbanas.Las estrategias empresariales son repetidamente familiares e incluso colectivas, las cuales incluyenno slo a la figura del empresario, sino al grupo tnico, configurndose tambin un conjunto derelaciones intertnicas y en interaccin con la poblacin autctona en el marco de la actividadempresarial. El debate de fondo toca al asentamiento y a la integracin de los inmigrantes. Plan-tea, por ejemplo, si la configuracin de espacios de concentracin de empresas tnicas favore-ce la dinmica social y econmica urbana, as como la insercin de los inmigrantes en el contex-to receptor. De este modo, considerar los mltiples espacios del contexto receptor, seanfronterizos, agrarios, tursticos o metropolitanos, como lo hacen cada uno de los autores de este36 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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  • volumen, es primordial pero no est todava slidamente elaborado. Contamos ya con un esbo-zo de la concentracin de la economa tnica y de sus caractersticas, de las principales nacionali-dades de procedencia de los inmigrantes empresarios, su especializacin y localizacin, etc. Noobstante, estos trabajos no slo nos ofrecen un panorama descriptivo, sino que tambin se plan-tean una serie de interrogantes tericos a los que este volumen no puede responder plenamente.Las cifras nos ofrecen algunas claves. Por volumen aquellos procedentes de la Unin Euro-pea son los que sobresalen entre los trabajadores autnomos. Segn pas de origen destacanfundamentalmente los procedentes de Reino Unido, China, Alemania y Marruecos. Entre los pa-ses latinoamericanos Argentina se encuentra a la cabeza.Hemos definido el empresariado tnico como aquel conjunto de actividades empresarialesrealizadas por personas pertenecientes a grupos tnicos, de origen migrante o no, y con unasignificativa, aunque no absoluta, dependencia del capital social proporcionado por los recursostnicos. Esta definicin persegua aclarar la calificacin de lo tnico (en contraste con lo autc-tono, la extranjera, las identidades nacionales) y de los recursos tnicos. No obstante, los recur-sos tnicos (crditos tnicos, sociedades de prstamo tnicas y fuentes de capital ms peque-o) pueden ser complementarios a los recursos de clase (capital financiero, capital humano,capital cultural, capital social). Hemos tambin considerado los diferentes subsectores de estaeconoma: formal, informal e ilegal as como su cantidad, concentracin y organizacin, perotodava nos falta informacin ms precisa al respecto.Varios han sido los ejes que han articulado el anlisis de los autores clsicos de la sociologade las migraciones al abordar la problemtica de la economa tnica. A saber, la movilidad socialy laboral, la insercin en el entramado urbano, la importancia del capital cultural y social, y losconceptos de movilidad y circularidad asociados a los estudios sobre el transnacionalismo.Es el empresariado tnico una cuestin de xito o fracaso? Es el factor tnico la clave expli-cativa del empresariado, o se trata ms bien de una explicacin culturalista, como sucede con loschinos?, qu ocurre entre los pequeos empresarios que se encuentran en los mrgenes msdbiles de la estructura ocupacional como, por ejemplo, los gitanos y los senegaleses en la ventaambulante, regidos por las pautas de una tradicin cultural especfica? es el empresariadotnico verdaderamente una estrategia refugio?Si hasta aqu el abanico de preguntas era numeroso, los interrogantes, tanto de corte cuan-titativa como cualitativa, sobre los negocios, en el marco del proceso de globalizacin, se inten-sifican an ms. En efecto, en la actualidad las economas tnicas locales estn integrndose pro-gresivamente en cadenas globales de produccin y distribucin. Por una parte, contamos con eldenominado transnacionalismo desde arriba, promovido por la comunicacin puntera y las revo-luciones en el transporte y conducido por factores financieros y corporativos. Por otro lado,existe un tipo de transnacionalismo, desde abajo, que protagonizan muchos de nuestros empre-PARTE I: UNA APROXIMACIN TERICA 37

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  • sariados tnicos. Se trata de un tipo de transnacionalismo mucho ms difcil de captar precisa-mente, porque es marcadamente circular. Tanto los productos como las personas que definendichos espacios, estn marcados por una circularidad altamente flexible, que se combina conestilos de vida alternativos. Los espacios de fronteras son excelentes puntos de mira de estosprocesos (como, por ejemplo, en el caso de Alicante). Y algunas comunidades son verdaderosejemplos de su funcionamiento, como ocurre con las redes murides de Modu-Modu, conside-rados, con frecuencia, los hroes transnacionales, que conjugan un islam subsahariano, con elarte de un mercadeo caracterizado por las idas y venidas.BibliografaALBA Y NEE (1997) Rethinking Assimilation Theory for a New Era of Immigration. International MigrationReview, vol. 31 (4): 826-874.APITZSCH, U. (coord.) (2005) The Chances of the Second Generation in Families of Ethnic Entrepre-neurs: Intergenerational and Gender Aspects of Quality of Life Processes, Project funded by DG-Research of the European Commission under the Fifth EU Framework Programme for Research.ANTHIAS, F.; MEHTA, N. (2002) Gender, Migration and Self-employment: Gender Divisions and EthnicEnterprise, International Review of Sociology, 2.APITZSCH, U.; CONTOS, M. (eds.) (2002) Self-employment, Gender and Migration. Women in Non-Privi-leged Self-employment, International Review of Sociology, 2.ARAMBURU, Miguel (2002) Los comercios de inmigrantes extranjeros en Barcelona y la recomposicin delinmigrante como categora social. Scripta Nova, vol. 6 (108).BLASCHKE, J.; BOISSEVAIN, J.; GROTENBREG, H.; JOSEPH, I.; MOROKVASIC, M.; WARD, R. (1990) European Trendsin Ethnic Business, en WALDINGER, R.; ALDRICH, H.; WARD, R.: Ethnic Entrepreneurs Immigrant Businessin Industrial Societies. Londres: Sage Publications.BODY-GENDROT, S. Y MA MUNG, E. (1992) Entrepreneurs entre deux mondes, Revue Europenne desMigrations Internationales, vol. 8 (1).BONACICH, E. (1973) A Theory of Middleman Minorities, American Sociological Review, Vol. 38: 583-94.BORDONADO, Julia; Mara I. BODEGA; A. ALGARRA Y J. A. CEBRIAN (2003) Creacin y gestin de empresas tni-cas de restauracin en Zaragoza. ESIC-CAI, Madrid.CACHN RODRGUEZ, L. (2005) Bases sociales de los sucesos de Elche de septiembre de 2004. Crisis indus-trial, inmigracin y xenofobia. Madrid: Observatorio Permanente de la Inmigracin, Ministerio de Tra-bajo y Asuntos Sociales.CAMARERO, Luis A. y Iaki GARCA (2004) Los paisajes familiares de la inmigracin. Revista de EstudiosSociolgicos, no. 4, pp. 173-198.CEBRIN, Juan A.; M. I. BODEGA; A. M. LPEZ; J. BORDONADO y D. CABRERA (2002) Los inmigrantes en elbarrio de Embajadores: hacia una consolidacin del negocio tnico. Revista de Cooperacin Interna-cional, no. 8, pp. 59-74.38 EMPRESARIADO TNICO EN ESPAA

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