Bases éticas para la mejora de nuestra organización ... · BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE...

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1 cuadernos de E L F NRIQUE LUCH RECHINA R SH AFAEL . ERNÁNDEZ

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1cuadernos de

E L FNRIQUE LUCH RECHINA

R S HAFAEL . ERNÁNDEZ

cuadernos de

E L FNRIQUE LUCH RECHINA

R S HAFAEL . ERNÁNDEZ

COORDINADOR DE“CUADERNOS DE ÉTICA EN CLAVE COTIDIANA”— Enrique Lluch Frechina

Profesor en la Universidad CEU Cardenal Herrera

CONSEJO ASESOR— Rafael Junquera de Estéfani— Antonio Fuertes Ortiz de Urbina— Luis Mesa Castilla— Marta Iglesias

DIRECCIÓN – REDACCIÓN – ADMINISTRACIÓN— Fundación Europea para el Estudio y Reflexión Ética

C/ Félix Boix, 1328036 Madrid (España)Teléfonos: +34 91 345 36 00/01 y +34 91 350 82 18www.funderetica.org | [email protected]

MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN— Mediación, imagen y comunicación

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DEPÓSITO LEGAL: M - 19204 – 2013ISSN: 2341-0388

cuadernos de

Índice

Preámbulo

1. Introducción

2. Los fundamentos éticos2.1 La centralidad de la persona

2.1.1 La libertad2.1.2 Las necesidades básicas2.1.3 Los Derechos Humanos

2.2 El bien común, la justicia, la solidaridad y la caridad2.2.1 El bien común2.2.2 La justicia2.2.3 La solidaridad2.2.4 La caridad

2.3 La subsidiariedad y la participación2.4 La opción preferencial por los más necesitados2.5 Los principios de nuestra propuesta

3. Una organización económica ¿ética?3.1 ¿Qué es un mercado?3.2 Examinando la eticidad de nuestro sistema económico3.3 Cambiar las prioridades3.4 Cambiar el marco institucional3.5 Cambiar la mentalidad

4. Al rescate de la Política4.1 ¿Por qué no podemos evitarla?4.2 Examinando la eticidad de nuestro sistema político

La difícil convivencia actual4.2.1 ¿A quien se dirige la política?4.2.2 Buscando el bien común… Por interés general4.2.3 Política VS Administración

¿Y del Estado qué?1) Corrupción política2) Administración pública

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CUADERNOS DE ÉTICA EN CLAVE COTIDIANA

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4.3 ¿Cambiamos o inventamos?Los principios básicos siguen ahí4.3.1 Principio de Participación: Aquí cabemos todos4.3.2 Nuevo enfoque:La opción preferencial de la política

4.4 Un nuevo orden… Dentro de un orden

5. Conclusiones

6. Bibliografía

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CUADERNOS DE ÉTICA EN CLAVE COTIDIANA

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Preámbulo

“Bases éticas para la mejora de nuestra organizacióneconómica y política” es el Cuaderno de Ética en clave cotidiananúmero uno. Creemos que se trata de una cuestión clave en unmomento en el que, a pesar de que los gobiernos siguen aplicandolas recetas habituales en su quehacer político y económico, existeuna convicción popular y académica de que el sistema actual debecambiar y debe reorientarse en otra dirección.

Hacemos en él una propuesta para el debate. Una propuestarealista y valiente para la acción, para cambiar la manera de hacerlas cosas, para aprovechar lo que tenemos de bueno en nuestrossistema actual y rechazar aquello que está lastrando nuestraactuación. Una propuesta que comparte los deseos expresados porel Obispo de Roma Francisco cuando afirmaba “¡Pido a Dios quecrezca el número de políticos capaces de entrar en un auténticodiálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y nola apariencia de los males de nuestro mundo! ... ¡Ruego al Señor quenos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, elpueblo, la vida de los pobres!” (Evangelii Gaudium, 205). Y con estedeseo, que pueden compartir muchos cristianos y no cristianos,aportamos nuestro grano de arena en el debate sobre cómo puedehacerse esto realidad.

Esperamos que este cuaderno responda a nuestra intenciónde aportar unas publicaciones breves, sencillas y rigurosas.Esperamos que cualquier economista, político o ciudadano puedaencontrar aquí inspiración para actuar, pautas éticas que orientensu acción y deseos de debatir, de profundizar en estos temas y deexigir unas pautas diferentes a quienes gestionan lo público.

E L Fnrique luch rechina.Coordinador “Cuadernos de Ética en clave cotidiana”

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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1. Introducción

Si alguna enseñanza clara podemosextraer del momento histórico en el que nosencontramos, es que no podemos aplicar lasmismas recetas que nos llevaron a la situaciónactual para salir de aquí. No basta con poner enmarcha medidas que no cuestionan el status quoo que no buscan una renovación de lasestructuras y de los sistemas de organizacióntanto políticos como económicos. Necesitamosun impulso hacia una renovación que permitaun replanteamiento profundo de las prioridadesen nuestra sociedad, de los medios que nosllevan hacia ellas, de las medidas y políticas enlas que estos se concretan y del compromisoético de las personas que lo llevan adelante y dela sociedad en su conjunto.

Este cuaderno nace de tres conviccionesprofundas derivadas de esta necesidad quehemos expresado.

� La primera es que es posible reorientarnuestra manera de organizar las cosas. Sepueden realizar modificaciones en nuestrosistema democrático y económico que dirijannuestros esfuerzos en otra dirección. Noestamos realizando las cosas de la únicamanera posible, se pueden hacer las cosas deotro modo...

� La segunda es que no solo se puede hacer deotro modo, sino que este puede ser mejor queel actual. Podemos encontrar modelos que

Necesitamos unarenovación de

nuestro sistemaeconómico y político

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sean más eficaces que el actual, que logrenmejores resultados. A la vista de la situaciónse puede pensar que todo podría ser peor,pero también se puede pensar lo contrario ycon esa convicción se presenta este cuaderno.

� La tercera es que ética cristiana y la DoctrinaSocial de la Iglesia tienen algo que aportar aeste debate. Esta aportación puede verse porparte de aquellos que no son cristianos comouna argumentación fundamentada más, almismo nivel y tan válida como cualquierotra... o puede verse como aquella querealmente capta la esencia del ser humano yla que va a ser más útil a la hora de lograr lamejora de todas y cada una de las personas yde la sociedad. Es evidente que los autores deeste escrito nos encontramos en este últimoconjunto, pero sabemos que debemospresentar las propuestas a una sociedad a laque hay que transmitir la bondad de estasbases éticas no por su origen, sino por susresultados y por su eficacia para lograrobjetivos loables frente a otras que no loconsiguen.

Por todo ello, el cuaderno va a comenzarexplicando cuáles son las ideas fuerzas de laética social cristiana a la hora de fundamentarlas acciones que creemos deben aplicarse en elcampo económico y político. Esta descripción esnecesaria para poder luego introducir lasprioridades y medios que consideramos, desdenuestro punto de vista, más adecuados paramejorar nuestra organización social. De hecho,

El cambio es posible,es un buen caminopara mejorar y la

ética cristiana tienepropuestas

encaminadas en estadirección.

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los dos siguientes capítulos incidirán en estasprioridades y medidas. Acabaremos con unasconclusiones que recopilen las cuestiones queconsideramos prioritarias.

Hay que resaltar, en último lugar, que taly como hemos indicado en el título, vamos atratar en este cuaderno solamente las “baseséticas”, es decir, los cimientos sobre los quedebería basarse la reorientación de nuestrosistema para lograr unos resultados mejorespara cada uno de nosotros y para la sociedad ensu conjunto.

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2. Los fundamentos éticos

La centralidad de la persona2.1

El primer elemento clave a la hora decomprender las propuestas sociales cristianas,es la centralidad de la persona. Toda laorganización social, económica y política, debeestar al servicio de la promoción de la persona.El ser humano como tal, es el fin y el medio detoda la acción social. La actuación de nuestrasinstituciones la podremos medir siempre através de la promoción de todas y cada una de laspersonas que componen un colectivo ¿Estánpotenciando que seamos más personas? ¿Estánlogrando que nos sea más fácil desarrollarnoscomo tales? En la medida que lo hagan seránunas instituciones más adecuadas y en lamedida que no lo consigan tendremos quecambiarlas o reorientarlas para intentar que lologren.

Para comprender mejor esta idea,debemos introducir algunas ideas que nosmostrarán todas las dimensiones que abarcaesta manera de actuar. Por un lado tenemos laigualdad de las personas. Partimos de laconvicción de que todos somos iguales, ricos ypobres, hombres y mujeres, nacionales yextranjeros... por lo que la organización políticay económica debe estar al servicio de todas ycada una de las personas que conviven en unasociedad. Esto va a tener unas implicacionesimportantes a la hora, por ejemplo, del trato alos inmigrantes o a aquellos que no tienen lamisma nacionalidad ¿Tratamos a las personas

La promoción detodas y cada una delas personas de uncolectivo es el fin de

la acción social

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de una u otra manera por el hecho de ser personao por el hecho provenir de una u otra nación?Esta igualdad radical, hace que la organizaciónsocial tenga que atender de manera diferente aquienes tienen características distintas paralograr, precisamente, que todos lleguen apromocionarse de igual manera.

Esto se entiende mejor si consideramoslas diferencias existentes entre las necesidadesde un niño y las de un anciano. Aunque soniguales en dignidad y como personas, para quepuedan desarrollarse plenamente como talestienen necesidades totalmente distintas porestar viviendo momentos distintos de suexistencia. Para lograr la igualdad entre ellos esnecesario que sean tratados de manera desigual.Sucedería lo mismo con una persona enferma yotra que no lo esté, con una discapacitada y otraque no lo esté, con una persona en paro y otraque tenga un trabajo remunerado, etc.

La libertad2.1.1

Para que todas las personas podamosdesarrollarnos como tales, necesitamos serlibres. Cuando hablamos de libertad, muchasveces confundimos las expresiones externas deesta libertad con el sentido más profundo de lamisma. Ser libres es algo más que poder elegir loque se compra, que tener capacidad para decidircon quien se quiere compartir la vida, queescoger aquello que se quiere estudiar o a qué seq u i e r e d e d i c a r c a d a u n o . . . E s t a s s o n

La radical igualdadde las personas en

dignidad implica unaactuación

diferenciada parasujetos diferentes.

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manifestaciones de la libertad pero que, por simismas, no suponen gozar de libertad. Lalibertad significa que podemos ajustar nuestram a n e r a d e c o m p o r t a r n o s a n u e s t r a sconvicciones más profundas. Ser libre suponeque estas convicciones las hemos decidido sinpresiones, sin ser coaccionados, conociendo lasalternativas ante las que nos encontramos.

Esto no supone ser libre para haceraquello que me plazca ni que cualquiercomportamiento esté justificado. Lo mismo quecircular por la izquierda o a más de 120 km/hestá prohibido en nuestro país, no para quitarlibertad, sino para impedir el caos circulatorio ypara que todos podamos llegar a nuestrosdestinos de una manera más segura, unasociedad también debe garantizar que todosalcancemos la libertad, y ello supone ponerlímites a los comportamientos de las personas.Límites que no deben ser excesivos pero sísuficientes para que los comportamientos deunos no impidan la libertad de los otros.

Si concretamos desde la ética cristiana elmodelo de libertad que deseamos, diremos queexistirá una verdadera libertad cuando aquellosque tienen como norte de su comportamiento elamor, pueden realizarlo sin trabas. Es decir, siuna sociedad impulsa a sus ciudadanos a actuarcontra el amor a sus hermanos, les fuerza arealizar actuaciones que van en contra de susa n h e l o s d e j u s t i c i a , d e i g u a l d a d , d epromocionar al otro, será una sociedad carentede una verdadera libertad. La libertad paraa m a r y c o n c r e t a r e s t e a m o r e n

Una sociedad debeaspirar a que todossus ciudadanos seanlibres en su sentido

más profundo.

Para garantizar lalibertad en una

sociedad hay queponer límites

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comportamientos de mejora de aquellos quetenemos al lado, será lo que defina una sociedadverdaderamente libre.

Las necesidades básicas2.1.2

Otro de los factores clave para lograr lapromoción de todas y cada una de las personasque componen una sociedad junto con lalibertad, es el tener un mínimo de recursos queles permitan ser libres y promocionarse. Si unapersona no tiene suficiente para comer o paravivir de una manera digna en el entorno en el quese encuentra, difícilmente va a poder ser libre,difícilmente va a desarrollarse como tal a lo largode su vida. El soporte material es imprescindiblepara llevar adelante una vida buena, una vidalibre, una vida digna.

Por ello, es necesario que toda sociedadcolabore en que todos sus miembros logrenestos recursos mínimos necesarios para poderdesarrollar una vida plena y promocionarsecomo persona a lo largo de toda su vida. Olvidareste elemento material sería dejar a un lado labase sin la cual no es posible la vida.

Los Derechos Humanos2.1.3

La libertad y la necesidad de cubrir lasnecesidades básicas para poder desarrollarsecomo persona, se concretan en la declaración deDerechos Humanos. En ella se plasman de unamanera más concreta aquellas cosas de las quedebemos gozar, solo por el hecho de serpersonas, ya que son las que nos posibilitan

Los cristianoscreemos que una

sociedad esverdaderamente

libre si garantiza lalibertad para amar

Las sociedades debenayudar a que todaslas personas logren

unos recursosmínimos para vivir

Los DerechosHumanos concretan

esos mínimos quenecesitamos para

desarrollarnos comopersonas

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desarrollarnos como tales y poder tener unavida plena en la sociedad en la que nosencontremos. Por lo tanto, garantizar estosderechos es una de las funciones de todasociedad que tenga a la persona como el centrode su actuación.

El bien común, la justicia, la2.2solidaridad y la caridad

El bien común2.2.1

La razón de ser del Estado y de toda laacción política es lograr el bien común. No sepuede entender ni legitimar un gobierno, unaorganización política, que no tenga el biencomún como el principal norte hacia el queoriente su actuación.

Ahora bien, cabe preguntarse qué seentiende por bien común, porque este conceptose entiende de distinta manera según quien lonombre. Desde nuestro punto de vista, el biencomún es “el conjunto de condiciones de la vidasocial que hacen posible a las asociaciones y acada uno de sus miembros el logro más pleno ymás fácil de la propia perfección” (CDSI, 164) Esdecir, el bien común deriva directamente de lacentralidad de la persona y de su igualdad endignidad y se inserta en la sociabilidadintrínseca del ser humano. No podemosrealizarnos como personas sin estar con y entrelos otros, sin contar con ellos. Es más, paralograrlo, necesitamos al otro, sin él no podemosllegar a ser personas de una manera plena. Porello, nuestra perfección pasa por el bien común,

El bien común es elprincipal objetivo del

Estado

El bien comúnenlaza la perfecciónde cada persona con

su necesariainserción en la

sociedad

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por la sociedad, por que se den unas condicionesque nos permitan alcanzarla.

La justicia2.2.2Tal vez el concepto de justicia que se

entiende de una manera más sencilla es aquelque nos lleva a dar a cada uno lo suyo, lo que lecorresponde. Esto es lo que podemos definircomo justo en una sociedad. Si conseguimos quecada uno tenga lo suyo, construimos unasociedad ordenada y armónica. Podemosencontrar varios sentidos de la justicia. Uno quese centra en lo que es debido, es decir, en loscompromisos que se adquieren implícita oexplícitamente en las relaciones entre personas.De este modo, los conceptos de igualdad yequilibrio en las relaciones interpersonalespriman en este caso y relacionan el deber de unocon el derecho de otro y viceversa.

Por otro lado, la justicia nos lleva a ladistribuir las cargas en una sociedad, o en unafamilia, de manera que se atienda a lascapacidades y posibilidades de cada uno,exigiendo más a quien más puede dar y dandomás a quien más lo necesita. La justicia busca laigualdad de las personas exigiéndoles aquelloque pueden ofrecer y ofreciéndoles aquello quepueden necesitar. Encontrar criterios de justiciaen la solución de los conflictos diarios que se danen cualquier sociedad, es una base fundamentalpara una sociedad en la que, con frecuencia,priman otros criterios como puede ser el de laeficiencia económica o el de la utilidad.

La justicia implicadeberes y derechos en

un marco deigualdad y equilibrio

en las relacionesinterpersonales

La justicia debe ser elcriterio básico para

solucionar losconflictos que se

generan en cualquiersociedad

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La solidaridad2.2.3

La solidaridad introduce en este empeñopor lograr la promoción y el perfeccionamientode todas y cada una de las personas quecomponen una sociedad, la idea de que todossomos responsables de todos. La solidaridadsupone una exigencia ética que impele a laspersonas a prestarse ayuda mutua, de maneraque nuestra felicidad no es completa si no sonfelices también los demás. Esta solidaridad llevaa la construcción de estructuras virtuosas quefaciliten que aquellos que las componen sepreocupen por los demás, establezcandinámicas que ayuden a la construcción del biencomún, sirvan para dar respuesta y sentido a lassituaciones perjudiciales para las personas.

La solidaridad establece una manera detrabajar en la sociedad que está en las antípodasde la concepción egoísta que prima en laactualidad, en la que cada uno solo esresponsable de si mismo y se hace realidad laexpresión de “que cada palo aguante su vela”. Elhecho de que nos sintamos corresponsables delo que le sucede a cualquier persona, nos impelea preocuparnos por las condiciones de trabajoen el sector textil de Bangladesh, por lashambrunas que periódicamente asolan algunasregiones de África, o por aquellos que padecenenfermedades graves difíciles de curar. Estaresponsabilidad ética nos lleva a ponernos allado de estas personas compartiendo su anhelode mejorar o acompañándolas cuando no sepuede hacer otra cosa.

La solidaridad noshace tomarconsciencia

de que todos somosresponsable de todos

La solidaridad llevaa la construcción de

estructuras virtuosasque favorezcan la

corresponsabilidad

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La caridad2.2.4

Para finalizar este apartado, tenemos quehablar de la caridad, es decir, del amor. Estedebe ser el criterio supremo y universal de todala ética social. La justicia, la solidaridad o el biencomún se sustentan en la caridad, de hecho,todos ellos no son más que concreciones de lacaridad. La caridad no tiene sentido ni existe sino es a través de las obras que esta genera. Lacaridad se hace realidad porque vivimos ensociedad, con y para los otros. Por ello seconforma como la gran norma reguladora de laconvivencia y la verdadera raíz de la paz. Sinella, no puede lograrse ni el bien común, ni lasolidaridad, ni la justicia.

La caridad se presenta entonces en dosdimensiones que afectan a la cuestión social.Por un lado como horizonte a perseguir. Sebusca mejorar la organización social para que enella reine la caridad y no otros criteriosdiferentes de actuación. En segundo lugar, lacaridad es una llamada a la acción, nos impele atomar decisiones que construyan un mundomás justo y más fraterno, a transformar larealidad con la que nos encontramos para queesta sea más solidaria y para construirestructuras en las que florezcan la verdad, lajusticia y la libertad.

La subsidiariedad y la participación2.3

Dos principios clave para plantear laacción social y que se derivan de los anterioresson la subsidiariedad y la participación.

La caridad es elcriterio principal de

la ética social y lagran norma

reguladora de laconvivencia

La caridad nosmarca el horizonte aseguir y nos impulsa

a la acción y a latransformación

social

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Creemos que es necesario que la actuación de lasinstituciones sociales se base en el principio desubsidiariedad. Este principio quiere potenciarla actuación de la sociedad civil, es decir, todasaquellas asociaciones en las que nos unimos laspersonas para alcanzar objetivos comunes, paradesarrollar aficiones o para cualquier otro fin enel que nos asociemos con otros. La libertad delas personas se amplía a sus asociaciones y a losgrupos en los que estas se unen. Dejar ypotenciar la actuación de estas sociedadesintermedias entre las personas y el Estado esuna pauta de actuación que debe ser respetadapor el poder político y económico. Por ello, lasinstancias superiores deben tener una posiciónde ayuda y potenciación de las menores. Debenestar a su servicio y no al contrario.

D e l a s u b s i d i a r i e d a d s e d e r i v adirectamente el principio participación. Paraque la sociedad se desarrolle de una manerapotenciadora del bien común, se precisa laparticipación de todos sus miembros y de lasinstancias intermedias que estos forman. Porello, la participación se entiende como un debery un derecho al mismo tiempo. Un derecho,porque no se debe privar a las personas de queparticipen en la toma de decisiones políticas,económicas, culturales o sociales. Pero tambiénun deber porque, como hemos visto en lasolidaridad, todos somos responsables de todos,lo que nos impulsa a ver esta participación comouna responsabilidad que tenemos ante lasociedad. Esta apuesta por la participación es, almismo tiempo, una apuesta por la democracia.La búsqueda de cauces que faciliten esta

La subsidiariedadhace que los órganos

superiores degobierno se pongan

al servicio de losinferiores

La participacióndebe ser

garantizada en losámbitos político,

económico, culturaly social

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participación en todos los aspectos de la vidasocial, se convierte en un objetivo para laactuación de los poderes públicos.

La opción preferencial por los más2.4necesitados

En el último lugar, pero no por ello menosimportante, se encuentra una idea que siempreha sido principal en la historia de los cristianos:la opción preferencial por los pobres (o por losmás necesitados). Dos son los puntos clave quesustentan esta mirada necesaria para mejorarnuestra opción económica y política. La primeraes que esta opción se deriva directamente de labúsqueda del bien común. Si queremos quetodas y cada una de las personas de una sociedadpuedan promocionarse como tales, es evidenteque no tenemos que concentrar nuestrosesfuerzos en aquellas que ya lo consiguen porsus propios medios sino en aquellas que tienenmás problemas para lograrlo.

El símil de la familia es adecuado paraexplicar esta manera de entender el bien común.Cuando en una familia hay uno de sus miembrosque tiene unas necesidades especiales por lacausa que sea (enfermedad, discapacidad,desempleo o problemas de cualquier otraíndole) el resto concentra su actuación en ella eintenta paliar sus problemas para lograr quealcance aquello que consideramos lo normalpara cualquier persona. Esto es una opciónpreferencial por el más necesitado. No se olvidaa los demás, pero se prioriza a quien peor lo estápasando.

Es lo quehabitualmente sehace en el seno de

las familias

Para lograr el biencomún es necesariopriorizar a los más

desfavorecidos

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En segundo lugar hay que considerar loque se ha venido a denominar el destinouniversal de los bienes. Los bienes de lacreación, el mundo que nos ha sido dado a loshumanos, está destinado a todos los queconvivimos en nuestro planeta, y no solamente aunos pocos. Según esto, todas las personas, porel hecho de serlo, deberíamos tener derecho auna parte proporcional de las riquezas de latierra que fuese igual para todos (ya que todossomos personas iguales en cuanto a dignidad).Este destino universal de los bienes vuelve atraernos de una manera clara a la opciónpreferencial por los pobres. En la medida quetodos tenemos derecho a nuestra partep r o p o r c i o n a l , l a c o m u n i d a d d e b e r í apreocuparse porque los que peor estén, almenos disfruten ese mínimo.

Los principios de nuestra propuesta2.5

En las próximas líneas vamos a realizaruna propuesta de medidas, tanto económicascomo políticas que sirvan para orientar nuestrasociedad en la dirección que ha sido señaladahasta ahora. Este segundo apartado delcuaderno ha servido para fijar el marco en el quenos movemos, el objetivo final que queremosconseguir, los principios que nos van a guiar...

Lo propuesto en las próximas líneas, es loque consideramos el camino más adecuado paralograr una sociedad al servicio de todas y cadauna de las personas que la componemos, unasociedad que busque el bien común practicando

El destino universalde los bienes trae

como consecuenciauna opción

preferencial por lospobres

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la justicia, la solidaridad y la caridad yaplicando los principios de subsidiariedad yparticipación. Una sociedad que tenga claro quepara lograr todo lo anterior, tiene que hacer unaopción preferencial por los más desfavorecidos.

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3. Una organización económica ¿ética?

¿Qué es un mercado?3.1

La organización económica de nuestrassociedades está basada en el mercado aunquecon una intervención importante del Estado,por ello nuestro sistema económico sueledenominarse mixto de mercado. El mercado esel espacio en el que se encuentran los oferentes(aquellos que quieren vender un bien) y losdemandantes (aquellos que quieren comprarlo)y llegan a acuerdos en los que se intercambianbienes y servicios a cambio de un precio queacuerdan entre ambos. Que una economía seade mercado quiere decir que dejamos que seaeste quien solucione los problemas básicos de laorganización económica de una sociedad: ¿Quéproducimos? ¿Cómo lo producimos? ¿Cómo lorepartimos o para quien lo producimos?

No obstante, no toda organizacióneconómica basada en el mercado es uniforme,existen muchos “mercados”. No es lo mismo, nifunciona igual, ni tiene las mismas normas, elmercado de automóviles que el de productosalimenticios, el de muebles que el de productosfinancieros... Tampoco se organizan igual losmercados en un país que en otro. No tenemosmás que pensar en lo que sucede cuando unanación entra en la Unión Europea y cómo tieneque adaptar sus mercados a los del conjunto. Notodos organizamos igual nuestros mercadosnacionales.

Si las normas que regulan los mercadosson diferentes según el mercado o el país, ¿Qué

El sistema económicomixto de mercado

es el más habitual enla organización

económica actual

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es lo que hace que todos ellos se puedandenominar así? Por un lado la libertad que tienenlas personas o sus asociaciones para ofrecer odemandar aquello que quieran y para llegar aintercambios fijando libremente un precio. En elmercado nadie es obligado a actuar de unamanera, o a aceptar unos precios en lugar deotros... Esta es una de las grandes virtudes delmercado, que deja libertad a las personas y a losgrupos, que no les obliga a dirigirse en una u otradirección.

Los mercados, además, pueden tener unaserie de consecuencias negativas en la sociedadque los utiliza como medio para organizar sueconomía. Entre otras podemos señalar quealgunos bienes no se producen a pesar de sernecesarios, otros se explotan excesivamente y seagotan, se dan crisis recurrentes, se permite quelas empresas grandes se coman a las pequeñas yque se acabe con la competencia, se deteriora elmedio ambiente y se incrementan lasdesigualdades.

Una manera de paliar los problemas quegenera una organización económica basada en elmercado es a través de la intervención del sectorp ú b l i c o . L a l a b o r q u e r e a l i z a e s t e d ecomplemento del mercado tampoco esuniforme, cada nación la concreta de unamanera diferente. La combinación entre lamanera de organizar el mercado y laintervención del Estado determinan que en unasociedad se den los problemas antes enunciadosen mayor o menor medida.

No todos losmercados son

iguales ni funcionandel mismo modo

Las consecuenciasnegativas del

sistema de mercadose palían con laintervención del

sector público

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Examinando la eticidad de nuestro3.2sistema económico

La superioridad del mercado frente aotros sistemas económicos como el de laplanificación centralizada que llevabanadelante los regímenes comunistas, no solo seha centrado en su capacidad para respetar lalibertad de las personas, sino también en susresultados en cuanto al crecimiento económico.El mercado se ha presentado como eli n s t r u m e n t o m á s e fi c a z p a r a l o g r a rincrementos de la producción continuados ypermitir que el nivel de vida de la población quegoza de él, se elevase continuamente. En lamedida que este ha sido (y es) el principalobjetivo económico de nuestra sociedad, pareceque estamos abocados a organizarnos de estemodo.

Al mismo tiempo que se ve el mercadocomo el mejor medio para lograr un mayorcrecimiento económico, han tenido éxito otrasideas que parecen venir ligadas a esteinstrumento. La principal es la de que para queun mercado funcione de una manera efectiva,hay que legitimar y potenciar la búsqueda delpropio interés sobre el común. Es decir, que elhombre debe ser egoísta en economía para quetodo funcione como es debido. Si uno quieresobrevivir en el mercado, debe pensarsolamente en si mismo y buscar solo suspropios intereses, estableciéndose unacompetencia de todos contra todos...

Esto se ha traducido en que se entiendala función del Estado como garantizar que

El mercado es elinstrumento quelogra un mayor

crecimientoeconómico

El mercado legitimael egoísmo

y la búsqueda delpropio interés

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aquel que pueda ganar mucho, lo haga, ya queesto es bueno para el funcionamiento delmercado. También parece conllevar esta ideauna rebaja de los impuestos para aquellos quetienen más, ya que esto potencia la acumulaciónen pocas manos, lo que a su vez parece serpositivo para la inversión y para la generación demás crecimiento. La prioridad se traslada desdeel crecimiento como manera de beneficiar a laspersonas, hasta la potenciación de un sistemaque permita a aquel que lo desee, hacerse rico dela manera más fácil y con las menores trabasposibles.

Podemos examinar la eticidad de estesistema desde las bases que se describieron en laintroducción. En primer lugar cabe preguntarsesi este sistema pone en el centro de todo a lapersona como tal. Aunque en un principiopodría parecer que sí (y eso al menos es lo quepretendían los economistas clásicos) ya que enun entorno en el que gran parte de la poblaciónno tiene lo suficiente para sobrevivir, labúsqueda de una producción mayor puederepercutir en una clara mejoría para todos ellos,sabemos ahora que cuando ya se han alcanzadoniveles por encima de los de supervivencia, uncrecimiento de la producción no tiene por quémejorar a las personas a través de un mayorb i e n e s t a r . T e n e r m á s n o s i g n i fi c anecesariamente estar mejor. Al centrarse laeconomía en lo primero, se descuida lo segundo,se descuidan las personas.

Por otro lado, aunque el mercado se basaen la libertad, vemos como el incremento detamaño de muchas empresas y la reducción de la

El Estado intentagarantizar que

cualquiera puedahacerse rico de una

manera legal

El sistema demercado busca más

el tener que elpotenciar a la

persona

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competencia, reduce esta misma libertad. No esfácil sustraerse de las condiciones queincorporan las grandes empresas y, con muchafrecuencia, es difícil competir contra ellas oentrar en el mercado para vender lo que estas yaproducen. Además, como el sistema potencia aaquellos que consiguen mayores beneficios,deja a un lado a los más necesitados y a aquellosque no tienen condiciones para medrar, lo queconlleva un incremento de las desigualdades.Esta tendencia se ver reforzada porque se tratade un mercado que solamente produce aquellopor lo que hay alguien dispuesto a pagar unprecio, por lo que se centra mucho más en losproductos de lujo que en los de primeranecesidad.

Una economía que defiende el egoísmo,la búsqueda del propio interés y la competenciacon el otro, dificulta la solidaridad, la caridad yla búsqueda del bien común. Aunque noprohíbe estos comportamientos, considera queno son adecuados para el sistema económicovigente. En cuanto a la justicia, el mercadogarantiza bien lo que se llama la justiciaconmutativa, es decir, aquella por la que lo quese da equivale a lo que se recibe, pero potenciapoco la justicia distributiva (dar a cada uno loque necesita para vivir) o la justicia social.

Cambiar las prioridades3.3

Ahora bien, cabe preguntarse si todosestos problemas éticos de nuestra manera deorganizarnos como sociedad se derivan de lapropia naturaleza de la economía, del mercado

La libertad y laigualdad se ven

atacadaspor un mercado quelas propugna como

propias

Los valores actualesdel mercado son

opuestosa la solidaridad, la

caridad y el biencomún

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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o de la intervención estatal o si, por el contrario,tienen que ver con la manera en la que losorientamos. Es decir ¿la intervención estatal o elmercado son “no éticos” por naturaleza?Podemos afirmar que no. Tanto uno como el otroson instrumentos que utilizamos y que puedenser útiles si los utilizamos bien o perjudiciales sino los orientamos correctamente. Por lo tanto, elproblema ético no es tanto el mercado o laintervención estatal s ino hacia dóndeorientamos estos y cómo los utilizamos.

Si los orientamos hacia la obtención debeneficios, si legitimamos y potenciamos enellos los comportamientos egoístas, sifavorecemos la concentración en pocas manosde la producción... Los resultados van a ir en unadirección. Ahora bien, si los orientamos haciaque todos puedan cubrir sus necesidades, sifavorecemos a aquel los productores ycompradores que trabajen por el bien común, sipotenciamos la competencia y los productorespequeños, los resultados de estos mercados iránen otra dirección... Por ello, si queremos unaorganización económica que potencie a lapersona, que busque el bien común, que seasolidaria y justa, que podamos (en resumen)considerar ética, no debemos centrarnos encambiar o abominar de los instrumentos con losque contamos (el mercado y la intervenciónestatal) sino en plantearnos cómo puedetrabajarse con ellos de otra manera, insertandootros valores y aportando unos planteamientosdiferentes. La clave está en cambiar lasprioridades y la dirección de la accióneconómica.

Los mercados no sonéticos o no éticos en

si mismo, depende dehacia donde los

orientemos

Debemos cambiarlas prioridades y losvalores del sistema

económico paraimpregnarlo de

eticidad

E L F R S HNRIQUE LUCH RECHINA - AFAEL . ERNÁNDEZ

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Por ello, lo primero que tiene queplantearse la sociedad si quiere que su sistemaeconómico se impregne de ética, es cambiar susprioridades económicas. En primer lugar, hayque pasar de priorizar las ganancias y laacumulación, a priorizar a la persona y al biencomún. Es decir, nuestro sistema económico nodebe tener como principal prioridad potenciarque quien quiera enriquecerse lo pueda hacersin muchas trabas, sino potenciar que quienquiera ganar lo suficiente para vivir, lo puedahacer fácilmente. Es importante resaltar queestamos hablando de prioridades, por lo tanto,no se trata de impedir que alguien pueda ganarmás dinero que otro, sino de que esto no sea loprioritario, de que en un conflicto de interesesno sea esto lo que prima...

En segundo lugar habría que dejar depriorizar la economía financiera para priorizarla economía real. Las finanzas deben ser unelemento económico al servicio de losproductores, de los comerciantes, de la sociedady no al contrario. Las ganancias resultantes de laactividad financiera no pueden ser los ingresosmás bonificados y que menos impuestos pagan,deberían, al menos, tratarse de la mismamanera que los ingresos obtenidos por eltrabajo. El pago de las deudas financieras nodebería ser la prioridad en el sector público ni enlas empresas, debería ponerse por delante elpago a los trabajadores y a las pequeñas ymedianas empresas. Los prestamistas nopueden ser esos agentes económicos a los que es

El sistema económicodebe priorizar a lapersona y al bien

común

Debe priorizarse laeconomía real frente

a la financiera

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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necesario contentar, aplacar, no defraudar, nodeben ser los que marquen el quehacereconómico con el único fin de mantener eincrementar sus ganancias. La economía nodebería girar alrededor de quienes ponen eldinero, sino de quienes ponen el trabajo ypotencian la economía real, ya sea comotrabajadores o como empresarios.

En tercer lugar el sistema económicodebe pasar de priorizar a los triunfadores, parapriorizar a los más desfavorecidos. El Programade las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD) llamó a esto pasar de un enfoqueconglomerativo a un enfoque de la privación. Enesencia se trata de no fijarse en las cifras medias,de no potenciar a aquel los que salenbeneficiados por el mercado para que susganancias hagan más grandes las del conjuntode la población, sino priorizar a aquellos quepeor están, buscar un sistema económico quegarantice que estos vivan en una situacióndigna, que no haya personas que se encuentrenexpulsadas por el sistema económico sinposibilidad de obtener lo necesario para llevaruna vida digna. Buscar una economía inclusivaque logre que todos tengan, al menos, lonecesario para vivir con dignidad.

P a r a l o g r a r c a m b i a r e s t a s t r e sprioridades, necesitamos actuar en dosdimensiones complementarias, cambiar elmarco institucional de nuestro sistemaeconómico y cambiar la mentalidad con la que seafrontan las cuestiones económicas.

Hay que priorizar alos más

desfavorecidos

E L F R S HNRIQUE LUCH RECHINA - AFAEL . ERNÁNDEZ

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Cambiar el marco institucional3.4

Cuando hablamos de cambiar el marcoinstitucional no nos referimos (como ya hemosvisto) a modificar totalmente el sistemaeconómico actual en cuanto a los instrumentosque utiliza, sino a reorientarlo hacia uncomportamiento ético desde un punto de vistaintegral. Hay que tener en cuenta que laexistencia de un mercado puro sin intervenciónde la sociedad es sencillamente imposible. Unmercado precisa de unas normas y de alguienque las haga cumplir y en nuestras sociedadesesto lo garantiza el Estado. Por ello, el cambioinstitucional requiere, irremediablemente, queel Estado enfoque sus actuaciones económicasen otra dirección y que esto incluya toda aquellalegislación que está detrás de la articulación delos mercados.

Para que los mercados y el sistemaeconómico se dirijan hacia una estructura másética, es preciso que se modifique el sistemafiscal. En primer lugar habría que evitar a nivelinternacional la posibilidad de evadir impuestosde manera legal gracias a la existencia deparaísos fiscales. Del mismo modo, no deberíaprimarse el dinero ganado gracias a lasinversiones financieras sobre el dinero ganadopor el trabajo. Las rebajas fiscales, deberíandarse (si es que se mantienen) a aquellos queestén haciendo más por el bien común y quefavorecen más a los desfavorecidos y no aaquellos que son más grandes, que tienen más, oque solamente quieren tener más beneficios,con la única excusa de que si no lo hacemos así,se pueden ir a cotizar a otros países.

Cambiar las normaspara cambiar el

sistema económico

Modificar el sistemafiscal para hacerlo

más equitativo

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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Se debería evitar, también, el excesivotamaño de las empresas. Que los gruposeconómicos sean excesivamente grandes lleva ala creación de monopolios y oligopolios que nobenefician a la mayoría de la población sino todolo contrario. Por ello es necesario evitar lasdinámicas de concentración de poder engrandes empresas , aunque esto quite“competitividad internacional”. Del mismomodo, habría que obligar a que las empresas nosolo diesen garantías sobre la calidad de susproductos y tuviesen que cumplir determinadasnormas para hacerlo, sino también sobre lacal idad social de su comportamiento,aportando datos sobre los salarios pagados, eldestino de sus beneficios, su compromiso con elmedio ambiente, la generación de riqueza parael lugar en el que se asienta la empresa, etc.

En este sentido, deberían cambiarse lasnormas de contratación pública y educar a loscompradores para que incluyesen en suscriterios de elección algo más que la relacióncalidad precio, para incluir en ellos elcompromiso con la sociedad de la empresa queles ofrece los bienes y servicios. Esto se ligaríacon la aportación anteriormente señalada dedar ventajas fiscales a las empresas que secomporten de este modo y a la potenciación deentidades financieras que también prestenpreferentemente y con mejores condiciones aesta clase de empresas.

También debería cambiarse el sistemafinanciero en su conjunto. Para ello, no solodeberían evitarse los bancos sistémicos (es

Potenciar lacompetencia

aumentando elnúmero de empresas

y reduciendo sutamaño

Cambiar los criteriosde compra de los

bienes

E L F R S HNRIQUE LUCH RECHINA - AFAEL . ERNÁNDEZ

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decir, los demasiado grandes para que puedanquebrar sin miedo a que se venga abajo todo elsistema financiero) sino que habría que obligar ala transparencia, ya no solo en los resultadoseconómicos (como ahora) sino también encuanto a la política de inversiones. De este modolos ahorradores podrían elegir su entidadfinanciera según la clase de préstamos que va arealizar el banco con ese dinero. En cuanto a losproductos financieros complejos, habría queplantearse si se regulan con mayor rigor, si setrasladan al mercado del juego y se les hacepagar el impuesto correspondiente o sisencillamente se suprimen (como piden algunoseconomistas). También sería convenientereducir por ley el número de intermediariosposibles entre la persona que financia y elfinanciado. Por último, habría que modificar loscriterios de política monetaria y los sistemas definanciación que los bancos centrales utilizanpara sacar el dinero a circulación, de maneraque estos colaboren más en la construcción delbien común.

Por último, un sistema económico másético precisa de una mayor participación detodos los agentes en las decisiones importantes.La participación de los trabajadores en lagestión de la empresa, la de los ciudadanos enlas decisiones de inversión económica para elfuturo, la de los ahorradores en quiénes debenser los financiados, la de los contribuyentes encuáles deben ser los criterios de compra de lasadministraciones públicas, etc. Democratizar lavida económica y que no sean únicamenteaquellos que tienen el dinero quienes decidan

Se precisa unsistema financiero

más transparente ymenos arriesgado

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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qué hacer con cri ter ios exclusivos derentabilidad, es también una actuaciónnecesaria para poder cambiar la estructuraeconómica actual. Esta actuación lleva a unarevisión en profundidad de toda la legislaciónactual que regula el quehacer económico, susnormas y sus maneras.

Cambiar la mentalidad3.5

Es evidente que un cambio de estructurasno puede realizarse si no existe al mismo tiempoun cambio de mentalidad. La relación entreambos no es unidireccional, pero es claro queambos están relacionados. Por lo tanto, esnecesario que se actúe en los dos cambios si sequiere lograr un sistema económico más éticoque el actualmente existente.

Para ello, lo primero que hay que hacer esdesmontar un mito, el de que solamente unagestión económica egoísta puede llevar aresultados positivos. Cualquier defensor de estaidea va a tachar de ilusos a aquellos quepropugnan un comportamiento económico queno se base en la búsqueda del propio interés,afirman estas personas que esto va a llevar aunos resultados económicos desastrosos. Sinembargo, la experiencia cotidiana nos dice justolo contrario. Desde hace siglos se vienenaplicando criterios diferentes en economía yesto no ha supuesto un empeoramientoeconómico de aquellos que los han practicado,sino todo lo contrario.

No hay más que remitirnos al origenetimológico de la palabra economía para ver el

Es necesario quetodos los agentes

implicados puedaninfluir en las

decisioneseconómicas

La necesidad delegoísmo en la

economía es un mito

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primer ejemplo de esto. Economía hacereferencia a la gestión del hogar. Los griegos, dehecho, diferenciaban entre economía ycrematística, eran los comerciantes quienes sededicaban a esta última buscando el máximo debeneficios. Cuando hablaban de economía sereferían a la gestión del hogar. Es decir, a esaactividad que tenemos que desarrollar ennuestras familias para con nuestros recursosescasos, lograr que todos los miembros del hogarpuedan cubrir sus necesidades y apetencias.

Cuando las familias tienen que gestionarsus recursos económicos y organizan sueconomía doméstica, no utilizan criteriosegoístas. Aquellos que ingresan las rentasfamiliares no están pensando únicamente enellos mismos, no guardan el dinero para si sincompartirlo con los demás y atendiendosolamente a sus necesidades, no tienen comoúnico objetivo ganar más para ellos sin tener encuenta a los demás, no reparten dentro de lafamilia dando más a quien más gana (porque selo merece más que los otros) y menos al quemenos tiene... Más bien al contrario. Aunquepueda haber alguna familia cuyos componentesutilicen los criterios anteriormente citados, lamayoría se plantea su economía familiar enotros parámetros. El principal objetivo no esganar más sino el progreso humano de la familia,la mejora de la convivencia, el crecimiento ymaduración de los niños y jóvenes, etc. Quienesgeneran las rentas no las guardan para si, sinoque las comparten con el resto de miembros de lafamilia, priorizando a aquellos que están peor yque tienen más problemas. De este modo, se

Economía provieneetimológicamente de

gestionar el hogar

La gran mayoría delas familias

organizan sueconomía con

criterios no egoístas

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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redistribuye de acuerdo a las necesidades (losmás necesitados reciben más) y se ingresa porlas capacidades (los que tienen más, ingresanmás). La gestión económica familiar no siguecriterios egoístas...

¿Esta manera no egoísta de organizar laeconomía familiar les lleva al desastreeconómico? No. Se trata de una manera detrabajar que no solo no tiene por qué llevar a laquiebra familiar o a problemas económicos, sinoque permite una buena gestión de la economíafamiliar y además respalda y da un soportesólido para que la familia cumpla su finalidad deaportar cariño, seguridad, paz y un hogar ques e a s e m i l l a d e a m o r p a r a t o d o s s u scomponentes. Sin embargo, si la familia utilizacriterios egoístas en la gestión de su dinero, nohay garantía de que esto repercuta en una mayorsolvencia económica, pero sí podemos afirmarque va a perjudicar de una manera clara a laarmonía familiar y va a impedir que la familiac o m o t a l c u m p l a s u s c o m e t i d o s m á simportantes.

De igual modo sucede en otros ámbitos.Muchos de los milagros económicos que se handado durante el último siglo se han dado enpaíses con un Estado de Bienestar fuerte dondese ha intentando garantizar que los másdesfavorecidos tuviesen lo mínimo para vivir ydonde el Estado ha tenido una intervenciónimportante en este sentido (véase, por ejemplo,los casos de Suecia o Alemania). Las actuacionespara reducir el mercado y mejorar a los que peorestán no solo no han condenado a estos países,

Una gestióneconómica familiar

egoísta, comprometela función esencial de

la familia

E L F R S HNRIQUE LUCH RECHINA - AFAEL . ERNÁNDEZ

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sino que les ha permitido un crecimientoeconómico sin precedentes.

Todo ello demuestra que la economíapuede funcionar con otros criterios que no seanel exclusivamente egoísta. Por ello debemosperseguir un cambio de mentalidad quepodríamos concretar en tres ámbitos, el de laseconomías domésticas, el de la función delEstado y el de las empresas. En cuanto a laseconomías domésticas, hay que educar en laeconomía para concienciar de que más nosiempre es equivalente a estar mejor; en que sediferencien las necesidades de lo que sonsimplemente apetencias o deseos, para centrarlos esfuerzos económicos en las primeras y no enlas segundas; en que la satisfacción se percibe delos bienes comprados y no por el hecho decomprar; en que con nuestras compras,n u e s t r o s a h o r r o s y n u e s t r o t r a b a j o ,colaboramos en la construcción de la sociedad,por lo que tenemos que tener en cuenta criteriosque vayan más allá de mi simple beneficio o delos retornos que voy a lograr con estasactividades.

En cuanto al sector público, debemosrecuperar esa mentalidad de que su función noes principalmente garantizar que el sistema demercado funcione correctamente potenciandolos resultados que este genera por si mismo, sinobuscar el bien común, lo que implica que todas ycada una de las personas de conviven en unasociedad puedan obtener lo suficiente para vivircon dignidad. Esto supone, no solo centrarse enlos más desfavorecidos, sino promover tambiénla participación en las decisiones de manera que

Las personasdebemos plantearnos

nuestras compras,ahorros y trabajo de

manera altruista

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haya sistemas articulados que permitan que lapoblación en su conjunto (y en especial los quepeor están) puedan hace oír su voz e influir en lasdecisiones públicas de una manera real yefectiva.

Por últ imo, las empresas no sonsolamente un medio para que sus propietariosganen dinero. Las empresas son el medio por elque las personas nos unimos para producirbienes y servicios útiles para los demás. Por ello,debemos ver que la primera función de laempresa es permitir que existan esos bienes yservicios y que sean accesibles a la población, lasegunda, permitir que podamos unirnos conotros para trabajar en equipo y ser útiles para lapoblación y la tercera permitir que sustrabajadores se ganen la vida. Es evidente quepara que esto suceda, la empresa tiene que serrentable, sin serlo no podría mantenerse en eltiempo. Pero la rentabilidad, lejos de ser elprincipal objetivo, debería ser una limitaciónpara el funcionamiento correcto de la empresa.

El sector público debegarantizar el bien

común

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4. Al rescate de la Política

¿Por qué no podemos evitarla?4.1

Sin duda a día de hoy, realizar unaaproximación a la percepción ciudadana sobre lapolítica no deja de ser una tarea ardua, en lamedida en que el desarrollo del modeloconstitucional por parte de gobiernos yparlamentos en los últimos treinta y cinco años,nos ha traído a un punto del camino donde lasdudas se multiplican por doquier fruto de unadesconfianza generalizada. Los ciudadanos, enmedio de un escenario de crisis, lo constatancomo un fracaso donde, además de fallar todoslos supuestos controles, no hay responsables ytampoco se rinden cuentas, ni ante la justicia, niante los ciudadanos.

Pero, sensaciones y malestares aparte, esnecesario no sólo de exponer problemáticas yplantear soluciones, sino hacer también unanecesaria autocrítica. Lo que es innegable es quela política se impone de modo inmediato alhombre por las realidades que nos rodean: desdela intervención de un Gobierno para llevaradelante medidas ya sean previs tas osobrevenidas, hasta la mera pertenencia a unaformación política o asociación, pasando por lainfinidad de servicios que como ciudadanos senos prestan en base a unos derechos básicosreconocidos por la Constitución Española,votada por los ciudadanos y redactada por susrepresentantes en las Cortes; nos encontramosnecesariamente ante realidades políticas queconfiguran la realidad social.

No sólo es necesarioplantear problemas,

sino encontrarsoluciones

empezando por laautocrítica.

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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Partimos de una idea cierta: la actividadpolítica, el día a día de quienes en sentido ampliose interesan, trabajan, debaten y evolucionan(incluso re-evolucionan) empujados por undeseo de cambio y mejora social, se desenvuelvea partir de intereses peculiares y se organizadentro de un conjunto de coordenadaspsicológicas que van desde la responsabilidad yel deseo de servicio de una mayoría (pocovisible, y desde luego poco efectivo a la luz de lasituación actual) hasta el afán de poder quedemuestran las élites dirigentes ampliamentecuestionadas en la esfera de la opinión pública,pero que, al fin y al cabo, alcanzan su posición através de procesos, más o menos mejorables, sibien democráticos y con base constitucional.

Q u i z á s e n e s t e p u n t o , l a d o b l einterpretación de M. Duverger sobre elfenómeno político, enmarca las posibilidades deactuación y nos abre los ojos a una realidad,donde si bien el afán de poder siempre estarápresente, es posible trabajar por el bién común.

� Por un lado la concepción de la políticaconcebida esencialmente como LUCHA,dominación de individuos o grupos sobre lasociedad en la búsqueda del poder,manteniendo privilegios de una minoríasobre la mayoría.

� Por otro, la política concebida comoESFUERZO con el fin de hacer reinar el ordeny la justicia, donde la misión del poder (quetambién se busca) es asegurar el interésgeneral de los ciudadanos, integrándolos atodos.

La actividad políticaa diario es empujada

por un deseo decambio y mejora

social.

Política es esfuerzopor la justicia, perotambién lucha por elpoder para asegurar

el interés general.

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Considerando, pues, la política comoalgo consustancial a la condición humana yentrando de l leno en consideracionessociológicas, no vamos a discutir el papel y lanecesidad de las instituciones que soportan laacción política. Éstas están definidas, reguladasy exigidas por leyes y marcos constitucionalesque permiten que la acción política abarquecada vez más ámbitos de la condición humana,desde lo estr ic tamente pol í t ico hastainstituciones sociales abocadas en su carisma aorientarse políticamente… Cuando decimosorientarse políticamente, hablamos de tomarpartido, de no mirar a otro lado, de pensar en losciudadanos para tratar de resolver susproblemas; no al maniqueísmo reduccionista deizquierda/derecha que anula la libertad quetiene el ciudadano para obrar, ideologías aparte,desde su conciencia.

Es pues la política una dimensión socialde la condición humana que integra en elpresente las etapas anteriores de la evoluciónsocial y se encomienda a las perspectivas defuturo a las que está abierta. Es este presente, elque pretendemos analizar y aportar luces a lasombra que hoy se cierne sobre la política,donde surge el Estado como configuraciónactual, histórica, del hecho político y como tal aél hemos de dirigir nuestro análisis y laspropuestas de cambio. No estamos ante el finalde evolución histórica de la politicidad humana,pero sin duda el Estado es el protagonista y enestos momentos el “vértice” de la organizaciónpolítica actual.

La acción políticatrasciende al ámbito

estrictamente políticohacia las

instituciones sociales.

Política comodimensión de la

condición humanaque se encomienda

abiertamente alfuturo.

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E s e l E s t a d o , y e n e l l o h a d ecomprometerse cualquier propuesta ética queaspire a recuperar la política para los ciudadanosy considere a la persona como centro de suacción, quien debe articular y llevar adelante laprosperidad y el desarrollo de una sociedadbasada en instituciones económicas y políticasde carácter inclusivo. Instituciones que repartanel poder político de forma pluralista, bajo unestado de derecho que garantice la justicia social,a la par que defienda derechos fundamentales yeconomías inclusivas donde los mercadosconvivan con el respeto al derecho de propiedadsin fomentar desigualdades.

Examinando la eticidad de nuestro4.2sistema político. La difícil convivencia actual.

Un análisis somero de la percepción éticaque tiene el ciudadano de a pie acerca de lapolítica pone de manifiesto varias cuestionesimportantes: Percepción social que hace alpolítico responsable (no único pero sí relevante)de haber llegado a la situación de crisis actual;que confía poco en que vaya a sacarlo adelante,supeditando la salida a la “mejora” (manoinvisible) de la economía; y sobre todo, quecultiva la confusión (a nuestro juicio interesada)de que la Política son sólo sus dirigentes, lospartidos de estructuras anquilosadas y de que,casi con lo mismo, se puede salir… Que todo lo“nuevo”, todo cambio que se proponga o bien vaa ser una utopía irrealizable, bien una locura, o lo

Estadocomprometido en

una propuesta éticapor recuperar la

política con lapersona como centro

de acción.

E L F R S HNRIQUE LUCH RECHINA - AFAEL . ERNÁNDEZ

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que más interesa decir a los que ya están: que loque venga será poco más o menos como lo que yahay, ¿para qué cambiar pues?

¿A quien se dirige la política?4.2.1

Entendemos que esta es una preguntabásica, y más hoy cuando se demanda uncompromiso ético cierto, que deberíamosformularnos para entender cómo se ha llegadohasta aquí y cómo podemos “recuperar”éticamente hablando la dignidad de lo político.Tal y como enunciamos en el punto deFundamentos Éticos, la centralidad de lapersona y el servicio a su promoción, debieranbasar toda organización social, económica ypolítica. La consideración de la persona a travésde la determinación en la Constitución Españolade sus derechos fundamentales, en base a laDeclaración Universal de Derechos humanos, noacaba de ser convincente sobre si efectivamenteocupa una posición central, prioritaria.

No será difícil encontrar en la callepersonas que, al mentarles la política y quienes laejercen, reconozcan que sienten la cercanía deéstos únicamente en las proximidades de laselecciones de turno. La percepción de ser unmero “elector” que pone y quita, se adueña de loshabitantes de nuestros pueblos y ciudades queejercen su pasividad ante los gobiernos queactúan al margen de los gobernados, con unamezcla de resignación y rabia contenida,c a n a l i z a d a e n o c a s i o n e s h a c i a o t r o smovimientos sociales, pero que compromete las

Recuperación de lacentralidad de la

persona y delservicio a supromoción.

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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bases mismas de la convivencia democrática.Para cualquier persona, es duro descubrir quequien se supone vela por un supuesto biencomún, no le posiciona en la centralidad quedesde estas páginas reclamamos. Buscar ser elcentro, recuperar el gobierno para las personas(la “democracia”) es obligación para cualquieraen sociedad. La conformidad y la indiferenciaempobrecen el tejido político y dejan los asuntospúblicos en manos de una clase dirigenteacomodada ante la absoluta falta de exigencia.

Quizás por ello, en las ocasiones en que sequiere dar la sensación de “protagonismo” a lapersona, se recurre al derecho para reconocerlacomo “administrado”, concepto éste deconsideración éticamente difusa pero de ampliaraigambre dentro del lenguaje jurídico.Tradicionalmente se ha utilizado el término“administrado” para referirse a la persona en surelación jurídico-administrativa, comocontraparte a la Administración.

Dicho concepto ha ido evolucionando. Elentender administrado como alguien pasivo que“soporta” la acción de administrar ha tenidoparte de responsabilidad en ello. Esto quejurídicamente se ha ido “puliendo” ciertamenteha sido percibido por la sociedad como algoevidente. Aquí “ver, oir y callar” ante lo que laAdministración y sus gobernantes dictan,verbalizado en más de una ocasión ante lasprotestas ciudadanos con aquella frase lapidariade más de un gobernante: “Tenemos claro qué eslo que hay que hacer… Y eso es lo que vamos ahacer”. Y poco más.

Ni mero elector, nisimple administrado:

La persona comoprotagonista, como

centro.

E L F R S HNRIQUE LUCH RECHINA - AFAEL . ERNÁNDEZ

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Pero la cuestión cierta, es que la posicióndel administrado va mucho más allá, tienederechos y por ello debe participar en losasuntos públicos. Es por ello que se precisacambiar el término y dar el salto al concepto deciudadano. Aquí la centralidad de la persona sepone de manifiesto. Las personas, las familias ydiversos grupos que constituyen la sociedadcivil, sienten necesidad de ser algo más queelectores o meros administrados. Reconocenque para lograr una vida plenamente humananecesitan de una comunidad más amplia, en lacual todos conjuguen a diario sus energías paraconstruir un bien común y formar unacomunidad política.

¿Qué es lo que tiene de característico ypeculiar la vida política? He aquí dondellegamos al quid de la cuestión que se ha idoplanteando en este punto: En la vida política, loshombres no son simplemente productores debienes económicos, sino que son ciudadanos,reconocidos como tales por todos, y cuyosderechos fundamentales se hallan protegidos.El hombre así escapa de los estrechos límites desu familia, su grupo y su clan, para entrar en unacomunidad más vasta y enriquecedora, dondelas obligaciones e intereses se vuelven másamplias porque no tienen que ver con interesesparticulares o de grupo, sino con la comunidaden su totalidad.

Buscando el bien común…4.2.2Por interés general.

Una de las cuestiones que más se ponenen duda en la política actual es el compromiso de

Dar el salto alconcepto de

ciudadano, a unacomunidad amplia

donde unir energíaspor el bien común.

El hombre escapa desus estrechos límites

y hace suyas lasobligaciones eintereses de la

comunidad.

BASES ÉTICAS PARA LA MEJORA DE NUESTRA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA

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quienes llevan las riendas de gobierno yadministración por el interés general, principiobásico por el cual la gestión debiera estarpensada en el bienestar de la totalidad.Hablamos abiertamente de bien común,encadenándolo con el principio de destinouniversal de los bienes que vimos en sumomento, y que abarca a todas aquellascondiciones de vida social en las cuales loshombres, las familias y las asociaciones puedenlograr con mayor plenitud y facilidad su propiaperfección. Es, por tanto, una exigencia de lacomunidad política que no encuentra sentidofuera del bien común.

La cuestión estriba en que a diferencia delinterés general, cuyo concepto obliga a quienestienen que trabajar por los ciudadanos desde lapolítica, el bien común es un deber que obliga atodos los miembros de la sociedad. Cada uno consus capacidades, nadie puede abstraerse a él,persiguiéndolo en plenitud, sin visionesr e d u c t i v a s s u b o r d i n a d a s a b e n e fi c i o sparticulares.

Para asegurar el bien común, losgobiernos deben armonizar con justicia losdiferentes intereses sectoriales, teniendo muypresente que el bien común debe ser efectivo entodos los miembros de la comunidad civil, yaformen parte de mayorías o minoríaselectorales. Se trata de ejercer un auténticogobierno de todos.

Por tanto, no solamente el campo político(necesario en todo caso) viene determinado por

La gestión públicadebe estar pensadapara el bienestar dela comunidad queexige se busque el

bien común.

Los gobiernos debenarmonizar con

justicia los distintosniveles sectorialespara garantizar el

bien común.

E L F R S HNRIQUE LUCH RECHINA - AFAEL . ERNÁNDEZ

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la búsqueda del bien común, sino también loeconómico, lo social e incluso lo familiar, puestoque desde todos ellos se tiene que proceder a labúsqueda constante del bien de los demás comosi fuera el propio.

Incluso más allá pone de manifiesto supropia dimensión trascendente, de la que no sepuede privar al bien común, en tanto en cuantodando cumplimento a su dimensión históricaestá llamado a excederla proyectando a futurosus frutos en cada una de las personas.

No es pues una mera muletilla legal, niuna buena apoyatura de discurso electoral. Elinterés general de los ciudadanos y la búsquedadel bien común para las personas que formanparte de nuestra sociedad, son el objetivo quejustifica y legitima a la comunidad política.

Política VS Administración.4.2.3¿Y del Estado qué?

A pesar de la “mala prensa” de la políticay de la consideración del poder como únicoobjetivo que parece ser el que se pretendealcanzar por aquellos que intervienen en la cosapública, lo bien cierto es que desde múltiplesámbitos del pensamiento moderno, se habla dela necesidad del poder político dentro de lasociedad para poder constituir la comunidadpolítica como una realidad necesaria para eldesenvolv imiento de la persona y suconsideración central como ciudadano. Paraello es conveniente señalar dos condiciones quevan necesariamente unidas: el poder político

Campo políticodeterminado por labúsqueda constante

del bien de los demáscomo si fuera propio.

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debe realizarse dentro de un orden moral, y porlo tanto, debe tener como meta la realización delbien común.

Para la obtención del mismo, en elejercicio del poder que hemos entendido comonecesario, se reconoce la existencia de unaautoridad como exigencia de la propiacomunidad política, encargada de coordinar yhacer converger los esfuerzos de las distintaspersonas y los distintos grupos. Es pues algoinmanente, interior a la propia comunidad a finde unificar los esfuerzos tendentes al biencomún.

El ejercicio de la autoridad requiere, omás bien, adquiere en su desarrollo unalegitimidad ética si se ejerce dentro de los límitesdel orden moral; con vistas a procurar el biencomún y desde luego según el orden jurídico-legal establecido. Dicho ejercicio legítimo de laautoridad es correspondido por la exigenciamoral correspondiente de la obediencia: Si laautoridad es ejercida dentro de los límites delorden moral los ciudadanos están obligados enconciencia a responder.

Éste último punto es quizás uno de losmás controvertidos en la concepción que hoytiene el ciudadano de sus propios gobernantes,dado que si bien respetan y aceptan su existenciad e s d e l a a s u n c i ó n d e u n a s r e g l a sdemocráticamente aceptadas, cada vez es másostensible la generalización de un peligrososentimiento de pérdida de legitimidad ética de laautoridad a causa fundamentalmente de dos

La autoridad es laencargada de

coordinar y hacerconverger los

esfuerzos de distintaspersonas y grupos.

Al ejercicio legítimode la autoridad, le

corresponde laexigencia moral de la

obediencia.

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problemas que ahora mismo convulsionan a lacomunidad política: La corrupción y elfuncionamiento del entramado administrativo.

1) Corrupción política.

Si en algún momento hemos escuchadoque es inherente a la condición humana el caeren la trampa, no es menos cierto que el hechopolítico que mueve al ser humano a erigirse encomunidad política, busca para dar sentidolegitimar la acción de quien gobierna yadministra desde un comportamiento ético. Portanto, rendirse a la “evidencia” del hechocorrupto es tanto como aceptar que elciudadano en cuanto político no puederebelarse ante lo que es un claro ataque al biencomún, exigiendo no sólo transparencia y buengobierno, sino leyes que impidan que loscomportamientos corruptos (por muy“naturales” que sean) se den.

Ni en el ámbito político, ni el puramenteadministrativo es admisible práctica alguna quese desvíe de la buena práctica y las normas quenos hemos dado para nuestra propiasalvaguarda. Corrupción es destrucción de lacomunidad política, no ya tanto en lo económicocomo en lo moral, ya que impide que el trabajoconjunto de una sociedad avance. Corrupción esvuelta atrás, retroceso por desconfianza,constatación de una falacia en si misma, quea t e n t a c o n t r a e l b i e n c o m ú n q u e e sresponsabilidad de todos.

2) Administración pública.

Nunca un instrumento tan necesariocomo contar con una Administrac ión

El hecho corrupto esun ataque al biencomún, que exige

transparencia, biengobierno y leyes que

lo impidan.

La corrupción esdestrucción de la

comunidad política,que retrocede con

desconfianza.

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independiente se ha puesto de manifiesto comoen el momento en que nos encontramos. Cuandola legitimación ética del que ejerce la autoridadse ve comprometida por la desconfianza delciudadano, contar con una administraciónfuerte (que no es lo mismo que sobreabundante”en recursos, tanto humanos como materiales) yclaramente al servicio de los ciudadanos, es lasalvaguarda de que el principio de solidaridad yel buen funcionamiento de las políticas públicasestá garantizado.

Cuando el poder político, más allá de ladecisión a la que está obligado tomar en pos delinterés general, se plantea “utilizar” elentramado administrativo como correa detransmisión de políticas “de partido” sincuestionarse si promueve el bien común, nodebiera extrañarle que el ciudadano termine pordejar de confiar, primero en un políticopensando en su perpetuidad, y segundo en unaadministración “a su servicio”. Ni lo uno es justo,ni lo otro tampoco… Pero ciertamente se haganado a pulso la desconfianza. Recuperar unaAdministración independiente, colaboradora dela autoridad, con normativa que permita laselección y la carrera profesional adecuadas almérito y la capacidad de cada uno; con sumisióna una legislación administrativa que se cumpla yno se eluda, y por supuesto con procesostransparentes tanto hacia la administracióncomo hacia el ciudadano, es punto de partidapara recuperar la confianza no sólo en lo públicosino también en quienes lo dirigen.

Ante los problemas planteados recuperasu importancia el problema decisivo de la moral

Una administraciónfuerte garantiza la

solidaridad y el buenfuncionamiento de

las políticas públicas.

Es necesaria unaAdministración

independiente quepromueva selección

y carrerasprofesionalesadecuadas.

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política y que no es otro que la ética del poder,que ha tratado de legitimar su ejercicio, por laconsecución del bien común. Ejercicio queactualmente es percibido como algo usado por elpoder establecido para alejarse de la ciudadanía,para blindar su existencia situándose más alládel bien y del mal sin la más mínima concienciade la realidad de aquellos a quienes se debe comoc o m u n i d a d p o l í t i c a , l o s c i u d a d a n o s .Ciudadanos, que no olvidemos (y esto ha estadopresente en la historia del pensamiento moral)tanto aceptan la autoridad y la legitiman dentrode los límites del orden moral, como tienenderecho (cuando no un deber) de resistirse a ellacuando pierde dicha legitimidad.

No es pues la presente reflexión, unallamada a cuestionar absolutamente el ordenpolítico existente, al menos no en su totalidad,sino un toque de atención sobre aquellascuestiones, que por asumidas, han idop e r d i e n d o l a v i t a l i d a d q u e o t o r g a e lacercamiento de la autoridad, del Estado ensuma a los ciudadanos y la sociedad civil.

La Política, como intervención efectivadel poder político, tiene hoy más que nunca elreto de encontrar un ámbito de actuación,probablemente a medio camino entre el “Estadominimizado” al amparo de las “manosinvisibles” que impida la salvaguardia de los másd é b i l e s , y e l E s t a d o “ l e v i a t a n i z a d o ”omnipresente en todos y cada uno de los ámbitosde la vida como una suerte de totalitarismoburocrático-administrativo.

Es necesario apoyar pues, en ese virtuosotérmino medio, la amplia e intensa sociedad

Desde la ética delpoder, por el bien

común, losciudadanos aceptan

la autoridad y lalegitiman

moralmente.

Búsqueda en eltérmino medio entre

el “Estadominimizado” y el

omnipresente.

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civil, decisivo en la actualidad y la sociedad queno se agota en el Estado, sino que se realiza através de diversos grupos intermedios,comenzando por la familia y siguiendo porgrupos económicos, sociales, políticos yculturales, donde el ciudadano hoy en díadebiera reconocer de forma obligada desde lalegitimidad moral a partidos políticos yorganizaciones sociales a quienes nuestroEstado de derecho a través de la Constituciónotorga la representatividad en la acción política.

No está de más pues llegado a este punto,reconocer que la exigencia ética imprescindibleque se le exige al Estado de derecho, pasa tantopor reconocer el imperio de la ley (comoexpresión de la voluntad popular), la necesariaseparación de poderes, la legalidad de laAdministración y el reconocimiento de derechosy l ibertades fundamentales, como porinvolucrar a la ciudadanía tanto en laparticipación como en la exigencia en elcumplimiento de dichos preceptos básicos. Todoello a partir de mecanismos abiertos yfacilitadores de dicha colaboración como latransparencia hacia los ciudadanos, laescrupulosa separación del ámbito político delpoder judicial y la rendición de cuentas yresponsabilidades políticas en todo momento através de los órganos y cámaras representativasque ostentan la voluntad popular.

¿Cambiamos o inventamos?4.3Los principios básicos siguen ahí.

Llegados a este punto, la pregunta es sicomo muchos opinan la solución pasa por

La sociedad no seagota en el Estado

sino que se realiza através de ciudadanos

y gruposintermedios.

Mecanismos“facilitadores”:Transparencia,

separación real depoderes y rendición

de cuentas.

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renegar del camino andado o bien volver arecuperar principios que en algún momento denuestra historia reciente han dejado de tener laimportancia de quienes ostentaron las riendasdel Estado y permitieron que de alguna maneradejaran de estar perfectamente regulados por elprincipio del bien común.

No pasa, a nuestro juicio, la solución porcuestionar el sistema político en su conjunto, niel marco legal vigente, pero sí de forma radicalexaminar y tratar de aportar soluciones a cómoel sistema político ha permitido el alejamientodel ciudadano de la política; cómo el marco legalse ha convertido en un entramado normativocon continuas contradicciones que deben serresueltas por estamentos judiciales deapariencia poco independiente claramenteinfluidos por el poder político ante los perplejosciudadanos confiados a la división de poderes.

Toca pues volver a los principios básicoscomo a la subsidiaridad que obliga al Estado amantenerse en sus propios límites y a tenerconciencia de su carácter instrumental alservicio del ciudadano, que como persona yagrupado en sociedad, es anterior al mismoEstado, que nació para tutelar sus derechos.

El Estado deja paso al individuo y a losórganos intermedios de la sociedad civil y actua“indirectamente” creando las condicionesfavorables para el libre ejercicio de la actividadeconómica y política, pero sin olvidar que estáobligado por otro lado a actuar “directamente”aplicando el principio de solidaridad parasalvaguarda de los derechos de los individuos y

Búsqueda del biencomún como solución

al sistema políticoque ha permitido el

alejamiento delciudadano.

El Estado deja paso ala sociedad civil.

El Estado actúadirectamente

salvaguardandoderechos de grupos e

individuos másnecesitados.

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los grupos más necesitados y en defensa de losdébiles, poniendo los límites a la autonomía deaquel las partes que deciden sobre lascondiciones mínimas de subsistencia de laspersonas.

El equilibrio de ambos principios básicoses la clave de la intervención justa del Estado ensu func ión reguladora , pero prec isancomplementarse de la obligada presencia de laciudadanía y la sociedad civil a través de untercer principio básico, y que a continuacióndesarrollamos: El principio de Participación enla vida pública.

Principio de Participación:4.3.1Aquí cabemos todos.

Una consecuencia inmediata de lasubsidiariedad es la participación. Es decir, sientendemos que es una exigencia ética al Estadopermitir la actuación de los ciudadanos comoindividuos o mediante organizacionesintermedias, también será exigencia ética laparticipación en la política como una tarea quees de todos. Si es una exigencia en la actividadpolítica asegurar el pluralismo de las distintasopciones democráticas a las que los ciudadanostengan a su alcance, éstos también deben tenerel derecho, pero también la obligación y el deberde participar en los asuntos asociados a lapolítica, empezando por el voto… Y más allá.

Se concretan más aún dichas exigenciasa d e m á s d e e n e l e s t a b l e c i m i e n t o d efundamentos jurídicos de la comunidad política,

Participación comoexigencia en política

de TODA lacomunidad. El

ciudadano tiene eldeber de participar.

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en la determinación de los campos de acción yde los límites de las diferentes instituciones, asícomo en la elección de los gobernantes. De igualforma, se debe concretar en la efectividadjurídica, para que exista un orden jurídico queestablezca la división de las funcionesinstitucionales de la autoridad jurídica, asícomo la protección eficaz e independiente de losderechos de participación.

Dicha efect iv idad jurídica, debetraducirse, tal y como se ha señalado, en unempeño decidido por la transparencia queimplique al ciudadano en todas y cada una de lasdecisiones que en su nombre se toman y quedeben realizarse con pleno conocimiento. Lalimitada participación que actualmente sedemuestra en la comunidad política vienedeterminada por el desconocimiento delf u n c i o n a m i e n t o d e a d m i n i s t r a c i ó n ,instituciones e incluso los propios partidospolíticos que hacen del desencanto ciudadanoun freno a la participación. Las protestasciudadanas, el recurso último de la expresiónpopular a través de manifestaciones es de losescasos, si no único, recurso con que laparticipación se hace visible en política.

No es buen síntoma, aunque a veces nohaya opción, que advertir la participaciónciudadana solamente cuando los problemasa fl o r a n . E n u n a s o c i e d a d m o d e r n aposiblemente con una mayor participación deciudadanos y organizaciones intermedias,gobiernos comprometidos con la transparenciay justicia independiente, debieran haber sido lasherramientas para evitar que aquellos

Participación ytransparencia comosolución y antídoto

a problemaspresentes y futuros.

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problemas, si al menos no evitarse, no sehubieran manifestado con semejante violencia.

C o n s t a t a d o q u e d a q u e d i c h aparticipación, que no puede ser delimitada orestringida a un contenido particular de la vidasocial, es necesaria para que la gestión de la vidapública sea el fruto de la corresponsabilidad decada uno con relación al bien común. Es uno delos pilares del ordenamiento democrático ycomo tal no puede ser limitado ni acotarlo a unmero ejercicio electoral. Los sujetos de lacomunidad civil, en cuanto comunidad política,deben ser informados, escuchados y serpartícipes de en el ejercicio de las funciones quela democracia desempeña.

4.3.2 Nuevo enfoque:La opción preferencial de la política.

Tal y como señalamos en el apartadodedicado a la economía y tratamos dereflexionar en este punto, probablemente no seapreciso empezar de nuevo cambiandoinstrumentos, sino más bien fijar nuevasprioridades y orientar los mismos instrumentosde forma precisa… O simplemente dándolesva lor , como sucede con el caso de latransparencia. Centrarnos en cambiar oa b o m i n a r e s t r u c t u r a s a l a s q u edemocráticamente no se ha sacado el provechoque pueden aportar es un síntoma dei m p r o v i s a c i ó n q u e u n a d e m o c r a c i arelativamente reciente como la española debevigilar.

Hoy por hoy nadie se plantea que noexista un ordenamiento jurídico basado en una

Los sujetos de lacomunidad civil

deben serinformados,

escuchados y serpartícipes endemocracia.

No tanto se precisael cambio de

instrumentos, comofijar nuevasprioridades.

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Constitución, pero sí muchos nos planteamosque posiblemente su modificación después decasi cuarenta años es obligada para ajustar elpaso a nuestro tiempo. De hecho, hay queresaltar como la última modificación producidase dirigió a reforzar aspectos de un modeloeconómico que favorecieron la fortaleza delsector financiero, en lugar de promover cambiosd e l m o d e l o p o l í t i c o h a c i a u n a m a y o rparticipación del ciudadano.

La reflexión por tanto es obligada:Mientras desde dichos ámbitos de podereconómico se cuestiona el Estado del Bienestarcomo un modelo insostenible por su costeinasumible asimilando la protección social y losmínimos derechos básicos a un mero “EstadoAsistencial”, será obligación ética dentro de lacomunidad política asegurar el mantenimientodel principio de solidaridad y por elloaprovechar la crisis para reorientar el Estado (enmanos de los ciudadanos, no lo olvidemos) haciaun “Estado de Justicia Social” armonizador deintereses y garante del bien común, como opciónpreferencial de la política.

Un nuevo orden…4.4Dentro de un orden.

Así pues, los cambios de “estructura” quese proponen, son más bien cambios dementalidad, de desmontaje de “mitos” quevendrían a decir que la política no sirve más quepara el provecho de quienes tienen la obligaciónde dirigirnos como sociedad. Nada más lejos…Hemos venido a ratificar la importancia, lodecisivo de que el ciudadano tome conciencia, se

Hacia un “Estado deJusticia Social”armonizador de

intereses y garantedel bien común.

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mentalice, de que realmente él es sujeto de lapolítica, no sólo pasivo sino también activo, másallá de una cita electoral en la que cada vez secree menos. Todo importa, los mecanismossirven si se les mantiene engrasados y a cadamomento se acciona el resorte y la palancaconveniente.

El Estado depende de las exigencias deuna comunidad política que existe antes yseguirá después cuando el modelo deconvivencia se agote. Pero ahora es “nuestro”modelo, nos hemos comprometido con él,hemos subido al tren de la historia y si ahora elEstado del Bienestar está en crisis, hemos de serlos ciudadanos quienes aseguremos suactuación para el mantenimiento de nuestrosderechos básicos, promoviendo un “Estado deJusticia Social” que:

� Garantice el mantenimiento de marcoinstitucional, jurídico y político que nos de laseguridad que garantice la libertad individualy los derechos ciudadanos.

� Actúe sobre situaciones que afecten a lasociedad en su conjunto, armonizando losdistintos intereses en caso de conflicto.

� Ejerza funciones de suplencia e intervención,siempre de forma temporal y en garantía delb ien común, en sectores soc ia les yeconómicos.

� Defienda y tutele los “bienes colectivos”,asociados al medio ambiente y el entorno delas personas, como único marco dondedefender derechos individuales.

� Limite la idolatría y voracidad del mercado,

Decisivo que elciudadano tome

conciencia de que éles sujeto (activo y

pasivo) en política.

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eliminando el riesgo de que las ventajas delmercado, la buena utilización de los recursos,comprometan el intercambio dandoprimacía a la voluntad de las personas.

Planteamos pues como ideal ético este“Estado de Justicia Social” (desde el estado delBienestar o bien superándolo) necesario parapensar y configurar el Estado en clave deIGUALDAD, tal como se pensó el Estado social yde derecho al que consagramos nuestraConstitución. La exigencia ética por parte de losciudadanos que legitime el poder político y portanto de sentido a nuestra comunidad deiguales, pasa por reconocer una administraciónindependiente (que no al margen) al margen delpoder político, que a su vez cuenta con losmecanismos precisos de rendición de cuentas,ante los ciudadanos como miembros de lacomunidad en los órganos de representación o através de una justicia sin tacha.

La convivencia ciudadana en igualdad dederechos y obligaciones ha de venir a futurocomo un trabajo de construcción permanente detodos y cada uno de nosotros en un escenario demáxima transparencia donde no se de cabida almás mínimo atisbo de corrupción ni privilegiopara ninguna de las partes. La participación delciudadano es clave y es el pivote alrededor delcual gira nuestro futuro en democracia. Ennuestra mano queda, ciudadanos todos,responsables últimos y reales del buen gobierno.

La exigencia éticalegitima al poder

político y da sentidoa nuestra comunidad

de iguales.

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5. Conclusiones

Poco queda por añadir a lo ya comentado en las líneasanteriores. Necesitamos unas instituciones políticas y económicasque estén al servicio de todas y cada una de las personas, lo queimplica dar preferencia a los más desfavorecidos y reorientarlas enotra dirección. Algunos califican esto como buenismo opensamiento utópico, desprecian de partida estos argumentos enlugar de debatirlos. Como ha dicho Francisco, el obispo de Roma,“La ética suele ser mirada con cierto desprecio burlón. Se consideracontraproducente, demasiado humana, porque relativiza el dineroy el poder. Se la siente como una amenaza, pues condena lamanipulación y la degradación de la persona.” (Evangelii Gaudium,57)

Debemos introducir la ética y la mirada crítica a unasinstituciones que no cumplen bien sus funciones sin miedo, sincomplejos, sin admitir que se desprecien de partida estosargumentos porque no respondan al afán de tener más. Debemosdebatir no solo la reorientación de nuestra actuación colectiva sinoel cómo hacerlo. Debemos demostrar (y podemos hacerlo) que nosolo se trata de opciones realistas y posibles, sino que además sonmucho mejores para el progreso de la sociedad que aquellasbasadas en otros objetivos alejados de las necesidades de laspersonas.

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