Hace diez aos, en abril del ao 2001, Argentina estaba gobernada por la Alianza. De la Ra ya haba designado a Lpez Murphy en el Ministerio de Economa y a los pocos das lo reemplaz por Cavallo.

En febrero de ese ao, un grupo de militantes paranaenses provenientes de diferentes experiencias de poltica partidaria y de filas de nuevas instancias gremiales se juntaban luego de aos de dispersin para comer un asado y hablar de poltica.

Entre los concurrentes de esa noche, algunos pensaban que la nica alternativa al sistema neoliberal que, en definitiva, gozaba de excelente salud a pesar de las promesas de la Alianza, era la militancia partidaria.

Otros, sin desconocer la importancia de lo partidario, pensaban que haba que poner manos a la obra en algunas cosas ms cercanas, garantizables, ciertamente paliativas pero que ayudaran a romper el inmovilismo social, la indiferencia por la participacin y por el destino del otro a que el menemismo haba llevado a las grandes mayoras.

En todos haba una necesidad imperiosa de ponerse en marcha.

El problema era que nadie saba, nadie poda decir en qu podan esas otras cosas ms cercanas que haba que hacer.

9 y pico (2)

ASOCIACION CIVIL

Hace diez aos, en abril del ao 2001, Argentina estaba gobernada por la Alianza. De la Ra ya haba designado a Lpez Murphy en el Ministerio de Economa y a los pocos das lo reemplaz por Cavallo.

En febrero de ese ao, un grupo de militantes paranaenses provenientes de diferentes experiencias de poltica partidaria y de filas de nuevas instancias gremiales se juntaban luego de aos de dispersin para comer un asado y hablar de poltica.

Entre los concurrentes de esa noche, algunos pensaban que la nica alternativa al sistema neoliberal que, en definitiva, gozaba de excelente salud a pesar de las promesas de la Alianza, era la militancia partidaria.

Otros, sin desconocer la importancia de lo partidario, pensaban que haba que poner manos a la obra en algunas cosas ms cercanas, garantizables, ciertamente paliativas pero que ayudaran a romper el inmovilismo social, la indiferencia por la participacin y por el destino del otro a que el menemismo haba llevado a las grandes mayoras.

En todos haba una necesidad imperiosa de ponerse en marcha.

El problema era que nadie saba, nadie poda decir en qu podan esas otras cosas ms cercanas que haba que hacer.

9 y pico (2)

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