BARCELONA ESPAÑOLA 50 céuts. - TeléFíñ*oTl4135Jaume_La... · •cósmico y de estallante su...

2
BARCELONA Viernes 9 de julio de 1948 ESPAÑOLA 5 0 céuts. Precio de este ejemplar - TeléFíñ*oTl4135 Redacción y Atfcnón.: PEL&YO, 28 FUNDADORES: DON CARLOS Y DON BARTOLOMÉ GODO Año LXIV. - Número 25.531 DHfcECTOR: LUIS DE GALINSOGA EL HOMBRE F EL ESTILO TVTo se presume más que de lo que no se tie- *' ne. En ía prosa limpia, larga, de. Balmes— ¡ y. cuan bien escribía el castellano este cata- lán ! — apenas hay la taracea de una cita plati- na,, ni Sas consabidas alusiones alemanas, áe nues- tros filósofos de última hora. Parece que no ne- cesita más que de su propio pensamiento..-. .Y, , vive ~ Dios, que ,así ocurre igualmente en'cuantos , son grandes — los. humanos «grandes» por ley . natural—, sean ..ortodoxos o heterodoxos. Uo gran loco, encendido .en poesía de antorchas, como Nietzsche, tampoco busca nada fuera de sí mismo. Pero, éste y tantos otros tienen la gran- deza de la extravagancia; Son como pequeños' ensayos humanos.de. un .Lucifer radiante — y el pleonasmo implícito lo i dice todo—. Balmes es,, en cambio, la humildad; pero : ía humildad abun- dante a despecho de sí misma,-como esos arroyos* que por gracia de la tempestad hacen espejo de toda .una llanura- .Sí; es espejeante, claro. Su car lidad. primera es la transparencia. Y después la fertilidad. Así, y .en este sentido, tiene algo* de •cósmico y de estallante su inteligencia, "esa fuer- za de precipitación inocente, igual que la'marea o el volcán. Sólo así puede comprenderse que en solos ocho años, ios que van de 1840, cuan- do .él contaba los'treinta, a 1848, el de su muer*; te, y a partir de aquel su' folleto a propósito del celibato clerical, haya podido desarrollar una la- bor de publicista y una actividad de hombre, práctico — práctico en el «dolor» de su país — . que aun admiraría desenvuelta" por otros en los cincuenta años ágiles a que puede extenderse Iji. permisión de actividad otorgada a una' naturale- za humana. En ocho años,' ha redactado casi por •entero y él solo las revistas eLa Sociedad» y «La Civilización», editadas en Barcelona, y «EL Pen- samiento de la Nación»;, que aparecía en, Ma- drid; ha escrito ese- «primer libro español del siglo XIX» " : en dictamen de Menéndez Pelayo, que es «El Catolicismo comparado con el,Pro- testantismo en sus relaciones con la civilización europea», auténtico esbozo de toda una filosofía J de la Historia; ha producido los cuatro gruesos tomos de la primera edición .de su «Filosofía fundamental» y los otros cuatro de la «Elemen-. >tal»; ha escrito . las Cartas ai escéptico; ha la- brado esa pequeña y única joya del llano decir y'el. claro pensar que es «El Criterio», higiene del espíritu en otra conocida frase del mismo don Marcelino; ha .estado a punto de lograr las bodas de Isabel II con el conde de Montemolín,.. lo que hubiera adelantado en .una «síntesis pre- via» de hace cien años la -España alta, cultural y pacífica qué al'cabo del siglo ido estamos afa- nados en rehacer; ha. hecho sus escapadas áe «visión, tendida sobre el mundo» y Je ha toma- do, desde las -atalayas confusas de París y Bruse- las, el .pulso a 'las arterias enfermas de su tiem- po; se "ha topado-con Yeuillot, con Lamefinais, ' con Mole, con Pecci,'después — muchos, años después ~~~ León XIII.',. ¡Ah, qué experiencias acumuladas., con la celeridad de un turbión, so- bre la cabeza negra de un joven sacerdote! "El porvenir-es siempre obscuro:; he aquí su belle- za dramática.; interroga,, no declara. Así, el en- .cuentro de Balmes con el luego León XIII sería ' de una patética serena: los dos^, penetraban la expectativa anhelante de ios cercanos aconteci- mientos de febrero de 1848 y del Manifiesto co- munista, los dos sabían que en la .instauración moral estaba la salvación, pero era pedirle de- masiadas utopías a la áspera realidad.'."- a la que .se asomaban los cuellos vibrátiles de los mons- truos. Uno, pudo-, ver el apaciguamiento fmísecu 1 lar del XIX-, El otro murió tan' joven que se llevó consigo, con ía integridad dei pensamiento en llama y en verdad., frustradas todas las posi-' bilidades de.la acción. Se decía entonces -que el mundo iba a cambiar... ¿Ha cambiado algo? ¿Las quimeras y las. angustias de hoy en día no son las mismas que fueran arrojadas al fango de ' las calles de París en febrero de 1848 ? Tenemos el vuelo y. el sonido a distancia; se sabe mucho más de la energía que reside-en la materia; se han curado muchos, enfermos que antes -no se curaban: No es poco. Pero, ¿el «hombre», im- personal, este descabellado personaje que es, én fin de cuentas, ío sólo .que ños. interesa a los LjOy, 9 de julio^ se cumplen cien años de la muerte de Jaime Balmes. • ' ' La brevedad de su existencia no ha obstado o su- renombre, como e/ corto período de su actividad- publicitaria, diez años, no dañó a, su fe- cundidad. Al fallecer, aun no había dado la medida de su valía. Nos fue arrebatado en agraz, cuando su talento irisaba con la madurez, Pero su mérito ha sido justamente reconocido y ensalzado. SI centenario de ', su muerte tiene carácter nacional, emparejado con el del Dr. Eximio, Fran- cisco Stiárez (S. J.), cuya garra de león quedó impresa para^ siempre en ia historia del pensamiento humano. . Lo "faceta hatmesittna más acusada es la filosófica. Tres son las obras de este tipo que contribuyen a su notoriedad: «El Criterio» (1845); lo «Filosofía fundamental» (1S46), y la «.Filasofío elemental» (1847). Ál dño siguiente falleció; y con su tránsito se malograron las grandes esperanzas que_ su espléndido talento había hecho concebir. Había llegado al umbral de su plenitud ínadura, y, sin franquearlo, se extinguió su luz, / La más divulgado de sus obras es «El Criterio»;-criterio o medio para conocer la verdad; jpyita popular, escrita, en- familiar estilo, para los hombres corrientes deseosos de formar «criterio» que aplicar al cono- cimiento de las ideas y las cosas. Su exégeta, el P. Zaragüeta, ilustre pro- fesor de Filosofía en la Universidad Central, señala en el plan de aquél algún desorden, que atribuye o ía acucioso festinación de su trazado. Al- gunos de sus conceptos son desenvueltos y alambicados en ambas Filo- sofías. . -. ' ' ".-••" . 4 veces se complace en juguetear'con sutilezas y extremosidades de juicio: toles sus discreteas sobre la igualdad innatural» humana y._ sobre ', ei influjo «perniciosos de la pasión: Balmes era demasiado, cristiano y •'•• filósofo para negar aquélla, y para no reconocer que el amor al Sien, que N es pasión, se corono cofi la abnegación y conduce a la niás alta de las virtudes, la Caridad. En «£I Criterio» está el germen de t*n gran libro: Ja Filosofía del Sentido común; presentida por Vico su necesidad para ío¿ 1 estudios sociológicos, sustancia del pensamiento moderna,, aun está por es- cribir; Balmes la hubiera escrito '.si ía divina voluntad ie Jkubiéra dado tiempo para ello. . ^ ,•":'' la solidez de su entendimiento y ia amplitud de su cultura asomen en ambas filosofías. Son éstas nuncio de lo que pudo hacer, de contar con vida. Aun así, h aseguran un puesto preeminente en la Historio de esta Filosofía española, de existencia tan cerradamente discutida. Sin alardes, muestra en ellas su intrepidez intelectual. Escolástico a su modo, con in- fluencias cartesianas y escocesas, no siempre cancuetáb con Santo Tomás; y asienta afirmaciones de seductora valentía. «¿Cuáles son las conquistas - prácticas de la Filosofía?», s,e pregunta. Y a sí propio se contesta rotun- damente: «£n ei orden material (ciencias naturales), muchas; en e! orden social, harto escasas; en el moral y religioso, ninguna» («Filosofía elemen- tal»). La Filosofía, dice en otra parte, no ha hecho más, que desbarrar Cuando se ha desviado del Catecismo. ¿Origen del Mundo? ¿Origen del Hombre?' En Platón, Aristóteles, Cicerón, ¿qué encontramos? Errores, ín- certidumbres, tinieblas. Pero abrid la Biblia: encontraréis la respuesta. No rehusa la inmortalidad ai alma de los animales; ni admite otro origen del lenguaje que. la comunicación directa por Oios al hombre.; Acaso lo más valioso del pensamiento balmesíano fue su magna obra periodística. Balmes no fue un sabio solitario, ni un pensador recluido; fúé un escritor combatiente, que terció, con su extensa cultura filosófica, y su fácil y célero, estilo, en las apasionadas contiendas deja España de su tiempo. Fue, ante todo y sobre todo, un gram periodista. Ya- lo advir- tió Unamuno, en uno de sus Ensayos. En «Lo Civilización», «La Sociedad» y «El Pensamiento de la Nación», dejó las huellas de su vigorosa mente. Allí hpy que buscar las..concreciones de sus doctrinas sociales y políticas. Su misma gran obra apologética, «El Catolicismo comparado con el, Protestantismo», el primer libro españoidel siglo XIX, según Menéndez y Pelayo («Historia de ¡os Heterodoxos españoles»), que comenzó siendo una respuesta a la «Historia de la Civilización europea», de Guizot, y terminó siendo un esbozó de Filosofía de la Historia; obra es, si bien se mira, de periodista combatiente, en que su temperamento se explaya brioso, afron- tando hs más rudas tesis, y escribiendo capítulos perdurables, en que ya Sintetiza la tarea dispersa dé apologistas anteriores por^ ejemplo, al tra- tar de la esclavitud — ya aborda él tema con sutil originalidad, como al rebatir la acusación de intolerancia. , Balmes ss gloría del periodismo español. Y quienes, por vocación, so^- mos periodistas, y nos ufanamos de ello, no solo ñas asociamos a su Cen- tenario, sino que reivindicamos el esplendor de su figura para nuestra pro- fesión, sin ceder a hs pretensiones de filósofos y panegiristas, que nos la disputan. Fue como periodista, aun en libros tales como sus «Carias a un escéptico en' religión», un precursor del. moderno ensayismo; y en tal gé- nero de trabajos, un modeló,, no superado. Ser periodista a lo Balmes, no es ser sencillamente un filósofo, ni, genéricamente, un atleta del pensamien- to; es, a mí ver, algo más: es consagrarse a infundir la luz de la idea en la actualidad, para iluminarla, y servir de tan complejo modo,, a h Patria, a id Humanidad y a Dios, Baldomcro ÁRCENTE otros hombres positivos, de carne y hueso, es otro, mejoró, es más feliz o ; más bueno? Quí/a están más en excitación ..ios venenos que, e-i po sos, lleva la sociedad por debajo.. Misterio de Dioí fue morir Batm.es tan joven. Su acción apo- logética era necesaria a su 'siglo. Quizá, Dios qui so dar paz al qué prefería y alejarlo de la batalla Balmes, aunque .sacerdote católico, era" un filó- sofo libre. Sus obras magistrales, de un ..tomismo que llamábala revisión, no pueden dilatarse por un área dg eficacias populares. Cultivan la meta- física abstracta. A diferencia de su actividad po- lémica, se alejan áe la muchedumbre en dokn Pero, éste es reproche que pudiera hacerse a un nombre de. 1948,. no al de un siglo atrás, ¡Oh, qué fecundidad,..! Un espíritu gennl es ,-siempxe fecundo, como lo es la primavera, aun en tierra en que no entró el arado;. se desbor- da a St mismo; las hierbas serán buenas o ma. las, pero desbordan al día, al sol y a las linfas ocultas. La de Balmes. es la fecundidad de una primavera regulada según razón". -Es razonable como la razón misma. Escribe en ía línea ar . diente y, sin-embargo, fría, de la' lógica que va a un fin. Y.en cuanto puede ser lógico, el pen- samiento, oral humano, que siempre, a despecho de las ilaciones intelectuales,.-es más bien poesía Escribe con la sencillez elocuente de nuestro Si glo.de Oro. Esta prosa española, que han doma- do los místicos—grandes "autores del idioma—, que ha adquirido redondez cadente en Fraj LUÍ» de Granada y articulación de miembros vivos en el otro Eray Luís, el ágil juego sintáctico en Cervantes, y el siglo XVITI, en lucha con ios extranjerismos, ha procurado hacer de superficie fina, como un arma bruñida, adquiere en Baimes la vivacidad "elocutiva, y la plasticidad, como áe cera, en el párrafo'largo y, empero, diáfano, que la hacen la «primera» — ¿qué son. matizaaones reiterantes francesas y el empuje pedregoso de unos vocablos en otros del iñgiés? —, la prime- ra, sí, de todas las máquinas verbaíes^expresivas del espíritu, que actualmente. se usan en el pla- neta. Balmes, estilista, ^es ei maestro «que no ha querido serlo», Por eílo mismo, lo es de tan alta cátedra. El hombre es el estilo. Y en Bal- mes lo demás es ecuación del estilo Porque es verdaderamente superior, lo que es por un divi- no juego e impremeditación- no lo que se obs- tina en «trabajarse» una superioridad A fucr?a de dar el platero con. el martillo sobre U plata, la plata se mella.

Transcript of BARCELONA ESPAÑOLA 50 céuts. - TeléFíñ*oTl4135Jaume_La... · •cósmico y de estallante su...

BARCELONAViernes 9 de julio de 1948 ESPAÑOLA

5 0 céuts. Precio de este ejemplar

- TeléFíñ*oTl4135Redacción y Atfcnón.: PEL&YO, 28

FUNDADORES: DON CARLOS Y DON BARTOLOMÉ GODO Año LXIV. - Número 25.531 DHfcECTOR: LUIS DE GALINSOGA

EL HOMBRE F EL ESTILO

TVTo se presume más que de lo que no se tie-* ' ne. En ía prosa limpia, larga, de. Balmes—¡ y. cuan bien escribía el castellano este cata-lán ! — apenas hay • la taracea de una cita plati-na,, ni Sas consabidas alusiones alemanas, áe nues-tros filósofos de última hora. Parece que no ne-cesita más que de su propio pensamiento..-. .Y,, vive ~ Dios, que ,así ocurre igualmente en'cuantos ,son grandes — los. humanos «grandes» por ley .natural—, sean ..ortodoxos o heterodoxos. Uogran loco, encendido .en poesía de antorchas,como Nietzsche, tampoco busca nada fuera de símismo. Pero, éste y tantos otros tienen la gran-deza de la extravagancia; Son como pequeños'ensayos humanos.de. un .Lucifer radiante — y elpleonasmo implícito loi dice todo—. Balmes es,,en cambio, la humildad; pero: ía humildad abun-dante a despecho de sí misma,-como esos arroyos*que por gracia de la tempestad hacen espejo detoda .una llanura- .Sí; es espejeante, claro. Su carlidad. primera es la transparencia. Y después lafertilidad. Así, y .en este sentido, tiene algo* de•cósmico y de estallante su inteligencia, "esa fuer-za de precipitación inocente, igual que la'mareao el volcán. Sólo así puede comprenderse queen solos ocho años, ios que van de 1840, cuan-do .él contaba los'treinta, a 1848, el de su muer*;te, y a partir de aquel su' folleto a propósito delcelibato clerical, haya podido desarrollar una la-bor de publicista y una actividad de hombre,práctico — práctico en el «dolor» de su país —

. que aun admiraría desenvuelta" por otros en loscincuenta años ágiles a que puede extenderse Iji.permisión de actividad otorgada a una' naturale-za humana. En ocho años,' ha redactado casi por•entero y él solo las revistas eLa Sociedad» y «LaCivilización», editadas en Barcelona, y «EL Pen-samiento de la Nación»;, que aparecía en, Ma-drid; ha escrito ese- «primer libro español delsiglo XIX» ":en dictamen de Menéndez Pelayo,que es «El Catolicismo comparado con el,Pro-testantismo en sus relaciones con la civilizacióneuropea», auténtico esbozo de toda una filosofía

J

de la Historia; ha producido los cuatro gruesostomos de la primera edición .de su «Filosofíafundamental» y los otros cuatro de la «Elemen-.

>tal»; ha escrito . las Cartas ai escéptico; ha la-brado esa pequeña y única joya del llano deciry'el. claro pensar que es «El Criterio», higienedel espíritu en otra conocida frase del mismodon Marcelino; ha .estado a punto de lograr lasbodas de Isabel II con el conde de Montemolín,..lo que hubiera adelantado en .una «síntesis pre-via» de hace cien años la -España alta, culturaly pacífica qué al'cabo del siglo ido estamos afa-nados en rehacer; ha. hecho sus escapadas áe«visión, tendida sobre el mundo» y Je ha toma-do, desde las -atalayas confusas de París y Bruse-las, el .pulso a 'las arterias enfermas de su tiem-po; se "ha topado-con Yeuillot, con Lamefinais, 'con Mole, con Pecci,'después — muchos, añosdespués ~~~ León XIII.',. ¡Ah, qué experienciasacumuladas., con la celeridad de un turbión, so-bre la cabeza negra de un joven sacerdote! "Elporvenir-es siempre obscuro:; he aquí su belle-za dramática.; interroga,, no declara. Así, el en-.cuentro de Balmes con el luego León XIII sería' de una patética serena: los dos^, penetraban laexpectativa anhelante de ios cercanos aconteci-mientos de febrero de 1848 y del Manifiesto co-munista, los dos sabían que en la .instauraciónmoral estaba la salvación, pero era pedirle de-masiadas utopías a la áspera realidad.'."- a la que.se asomaban los cuellos vibrátiles • de los mons-truos. Uno, pudo-, ver el apaciguamiento fmísecu1

lar del XIX-, El otro murió tan' joven que sellevó consigo, con ía integridad dei pensamientoen llama y en verdad., frustradas todas las posi-'bilidades de.la acción. Se decía entonces -que elmundo iba a cambiar... ¿Ha cambiado algo?¿Las quimeras y las. angustias de hoy en día noson las mismas que fueran arrojadas al fango de

' las calles de París en febrero de 1848 ? Tenemosel vuelo y. el sonido a distancia; se sabe muchomás de la energía que reside-en la materia; sehan curado muchos, enfermos que antes -no se

curaban: No es poco. Pero, ¿el «hombre», im-personal, este descabellado personaje que es, énfin de cuentas, ío sólo .que ños. interesa a los

LjOy, 9 de julio^ se cumplen cien años de la muerte de Jaime Balmes.• ' ' La brevedad de su existencia no ha obstado o su- renombre, como

e/ corto período de su actividad- publicitaria, diez años, no dañó a, su fe-cundidad. Al fallecer, aun no había dado la medida de su valía. Nos fuearrebatado en agraz, cuando su talento irisaba con la madurez, Pero sumérito ha sido justamente reconocido y ensalzado. SI centenario de ', sumuerte tiene carácter nacional, emparejado con el del Dr. Eximio, Fran-cisco Stiárez (S. J.), cuya garra de león quedó impresa para^ siempre enia historia del pensamiento humano. .

Lo "faceta hatmesittna más acusada es la filosófica. Tres son las obrasde este tipo que contribuyen a su notoriedad: «El Criterio» (1845); lo«Filosofía fundamental» (1S46), y la «.Filasofío elemental» (1847). Ál dñosiguiente falleció; y con su tránsito se malograron las grandes esperanzasque_ su espléndido talento había hecho concebir. Había llegado al umbralde su plenitud ínadura, y, sin franquearlo, se extinguió su luz, /

La más divulgado de sus obras es «El Criterio»;-criterio o medio paraconocer la verdad; jpyita popular, escrita, en- familiar estilo, para loshombres corrientes deseosos de formar «criterio» que aplicar al cono-cimiento de las ideas y las cosas. Su exégeta, el P. Zaragüeta, ilustre pro-fesor de Filosofía en la Universidad Central, señala en el plan de aquélalgún desorden, que atribuye o ía acucioso festinación de su trazado. Al-gunos de sus conceptos • son desenvueltos y alambicados en ambas Filo-sofías. . -. ' • ' " . - • • " .

4 veces se complace en juguetear'con sutilezas y extremosidades dejuicio: toles sus • discreteas sobre la igualdad innatural» humana y._ sobre

', ei influjo «perniciosos de la pasión: Balmes era demasiado, cristiano y•'•• filósofo para negar aquélla, y para no reconocer que el amor al Sien, que

N es pasión, se corono cofi la abnegación y conduce a la niás alta de lasvirtudes, la Caridad. En «£I Criterio» está el germen de t*n gran libro: JaFilosofía del Sentido común; presentida por Vico su necesidad para ío¿

1 estudios sociológicos, sustancia del pensamiento moderna,, aun está por es-cribir; Balmes la hubiera escrito '.si ía divina voluntad ie Jkubiéra dadotiempo para ello. . ^ ,•":''

la solidez de su entendimiento y ia amplitud de su cultura asomen enambas filosofías. Son éstas nuncio de lo que pudo hacer, de contar convida. Aun así, h aseguran un puesto preeminente en la Historio de estaFilosofía española, de existencia tan cerradamente discutida. Sin alardes,muestra en ellas su intrepidez intelectual. Escolástico a su modo, con in-fluencias cartesianas y escocesas, no siempre cancuetáb con Santo Tomás;y asienta afirmaciones de seductora valentía. «¿Cuáles son las conquistas

- prácticas de la Filosofía?», s,e pregunta. Y a sí propio se contesta rotun-damente: «£n ei orden material (ciencias naturales), muchas; en e! orden

social, harto escasas; en el moral y religioso, ninguna» («Filosofía elemen-tal»). La Filosofía, dice en otra parte, no ha hecho más, que desbarrarCuando se ha desviado del Catecismo. ¿Origen del Mundo? ¿Origen delHombre?' En Platón, Aristóteles, Cicerón, ¿qué encontramos? Errores, ín-certidumbres, tinieblas. Pero abrid la Biblia: encontraréis la respuesta. Norehusa la inmortalidad ai alma de los animales; ni admite otro origen dellenguaje que. la comunicación directa por Oios al hombre.;

Acaso lo más valioso del pensamiento balmesíano fue su magna obraperiodística. Balmes no fue un sabio solitario, ni un pensador recluido;fúé un escritor combatiente, que terció, con su extensa cultura filosófica,y su fácil y célero, estilo, en las apasionadas contiendas deja España desu tiempo. Fue, ante todo y sobre todo, un gram periodista. Ya- lo advir-tió Unamuno, en uno de sus Ensayos. En «Lo Civilización», «La Sociedad»y «El Pensamiento de la Nación», dejó las huellas de su vigorosa mente.Allí hpy que buscar las..concreciones de sus doctrinas sociales y políticas.

Su misma gran obra apologética, «El Catolicismo comparado con el,Protestantismo», el primer libro españoidel siglo XIX, según Menéndez yPelayo («Historia de ¡os Heterodoxos españoles»), que comenzó siendo unarespuesta a la «Historia de la Civilización europea», de Guizot, y terminósiendo un esbozó de Filosofía de la Historia; obra es, si bien se mira, deperiodista combatiente, en que su temperamento se explaya brioso, afron-tando hs más rudas tesis, y escribiendo capítulos perdurables, en que yaSintetiza la tarea dispersa dé apologistas anteriores — por^ ejemplo, al tra-tar de la esclavitud — ya aborda él tema con sutil originalidad, como alrebatir la acusación de intolerancia., Balmes ss gloría del periodismo español. Y quienes, por vocación, so -

mos periodistas, y nos ufanamos de ello, no solo ñas asociamos a su Cen-tenario, sino que reivindicamos el esplendor de su figura para nuestra pro-fesión, sin ceder a hs pretensiones de filósofos y panegiristas, que nos ladisputan. Fue como periodista, aun en libros tales como sus «Carias a unescéptico en' religión», un precursor del. moderno ensayismo; y en tal gé-nero de trabajos, un modeló,, no superado. Ser periodista a lo Balmes, noes ser sencillamente un filósofo, ni, genéricamente, un atleta del pensamien-to; es, a mí ver, algo más: es consagrarse a infundir la luz de la idea enla actualidad, para iluminarla, y servir de tan complejo modo,, a h Patria,a id Humanidad y a Dios,

Baldomcro ÁRCENTE

otros hombres positivos, de carne y hueso, esotro, mejoró, es más feliz o ;más bueno? Quí/aestán más en excitación ..ios venenos que, e-i posos, lleva la sociedad por debajo.. Misterio deDioí fue morir Batm.es tan joven. Su acción apo-logética era necesaria a su 'siglo. Quizá, Dios quiso dar paz al qué prefería y alejarlo de la batalla

Balmes, aunque .sacerdote católico, era" un filó-sofo libre. Sus obras magistrales, de un ..tomismoque llamábala revisión, no pueden dilatarse porun área dg eficacias populares. Cultivan la meta-física abstracta. A diferencia de su actividad po-lémica, se alejan áe la muchedumbre en doknPero, éste es reproche que pudiera hacerse a unnombre de. 1948,. no al de un siglo atrás,

¡Oh, qué fecundidad,..! Un espíritu gennl es,-siempxe fecundo, como lo es la primavera, aunen tierra en que no entró el arado;. se desbor-da a St mismo; las hierbas serán buenas o ma.las, pero desbordan al día, al sol y a las linfasocultas. La de Balmes. es la fecundidad de unaprimavera regulada según razón". -Es razonablecomo la razón misma. Escribe en ía línea ar

. diente y, sin-embargo, fría, de la' lógica que vaa un fin. Y.en cuanto puede ser lógico, el pen-samiento, oral humano, que siempre, a despechode las ilaciones intelectuales,.-es más bien poesíaEscribe con la sencillez elocuente de nuestro Siglo.de Oro. Esta prosa española, que han doma-do los místicos—grandes "autores del idioma—,que ha adquirido redondez cadente en Fraj LUÍ»de Granada y articulación de miembros vivosen el otro Eray Luís, el ágil juego sintáctico enCervantes, y el siglo XVITI, en lucha con iosextranjerismos, ha procurado hacer de superficiefina, como un arma bruñida, adquiere en Baimesla vivacidad "elocutiva, y la plasticidad, como áecera, en el párrafo'largo y, empero, diáfano, quela hacen la «primera» — ¿qué son. • matizaaonesreiterantes francesas • y el empuje pedregoso deunos vocablos en otros del iñgiés? —, la prime-ra, sí, de todas las máquinas verbaíes^expresivasdel espíritu, que actualmente. se usan en el pla-neta. Balmes, estilista, es ei maestro «que no haquerido serlo», Por eílo mismo, lo es de tanalta cátedra. El hombre es el estilo. Y en Bal-mes lo demás es ecuación del estilo Porque esverdaderamente superior, lo que es por un divi-no juego e impremeditación- no lo que se obs-tina en «trabajarse» una superioridad A fucr?ade dar el platero con. el martillo sobre U plata,la plata se mella.

VIERNES 9 DE JUMO DE 1948LA VANGUARDIA ESPAÑOLA PÁGINA 2

Anoche, en Vich, se inauguraron los solemnesactos conmemorativos

Los presidió el gobernador civü de la provincia, ostentando la altarepresentación de S. E. el Jefe del Estado

Pronunciaron brillantes discursos/ exaltando la memoria de Jaime Balmes, el alcalde de la ciu-dad, el director general de Propaganda, el obispo de la diócesis y el doctor Baeza Alegría

fu la "ciudad de los Santos"Vich, 8. (De nuestro enviado «pedal.) — Poe unas horas Vich se Jia esireme"

cido con vibraciones de capitalidad, porque hacia esta muy justamente denominada«ciudad de los santos» converge sus miradas el pueblo español esta noche, en quehan dado principio los solemnes y emotivos actos del centenario de la. muerte deJaime Balmes, cuya proyección no solamente alcanza los lindes de nuestra patria,sino también a las naciones americanas, dé habla española — que se han unido ala madre patria en esta conmemoración—, y asimismo a toda la cristiandad, dela que fue el filósofo vicense un vigoroso paladin, \ . ' . • -••

. Junto a la tumba-monumento que guarda las cenizas del autor de tEl crite-rio» se congregaron significadas personalidades nacionales, provinciales y locales,y a su frente Ta representación de S. E-. el, Jefe del Estado, que ha asumido, porexpresó deseo del Caudillo — presidente de honor del Patronato conmemorativodel centenario—, nuestra primera autoridad civil; comisiones eclesiásticas y aca-démicas, y con las autoridades y fuerzas vivas vicenses, su digno alcalde, donJuan Puigcerver, y el prelado de la diócesis, reverendísimo doctor Perelló Pou,restaurador de la catedral, profanada y destruida por las ideas que anatematizó,hace más de un siglo, el insigne polígrafo.

cesis, doctor Perelló; el director generalde Propaganda y el canónigo doctor Ale-jos; y a su izquierda el obispo de'¡Zamo-ra, el director general de Asuntos Ecle-siásticos, el vicepresidente de la Diputaciónprovincial, el ix ministro señor Larraz, elpresidente de la Audiencia Territorial y elalcalde de Vich. Detrás han tomado asien-to las restantes autoridades y represen-taciones y la familia Sales Masferrer. El,solemne y emotivo acto ha sido difundidoa toda España por la Emisora Radio Na-cional, actuando en la emisión el locutorseñor Viñas. . .

En primer lugar, «1 «Órféó Vigatá», • ba jola dirección del Rvdo. don Miguel Rovírá,ha interpretado la «Invocación»; de Subi-rachs.

Palabras del alcaide de VichSeguidamente se ha acercado al micró-

En verdad .que' sus textos cobran — al correr de los'tiempos — plena vitalidad tono e] alcalde de Vich, señor Puigcerver,quando recordamos los turbulentos lustros en que se debatió nuestra patria desde ¡ <3Ue h a pronunciado un elocuente discurso,que Balmes alzara, su voz de alarma contra las apostasías de las doctrinas liberales.< saludando en primer término al represen-y enciclopedistas, que cuajaron m España con la complicidad y las simpatías de t a n t^ dei glorioso caudillo de España, alos Gobiernos y núcleos intelectuales afrancesados de la época. Lo voz de Balmesno fue atendida y España continuó su decadencia, que culminó, en las postrimeríasdel siglo XIX; en la. pérdida de los restos de nuestro Imperio colonial, y, ya enpleno siglo XX, en la guerra civil, que asoló nuestras-ciudades y campos, de la quee.l triunfo de Franco nos salvó, permitiendo a nuestra patria recobrarse y consoli-dar su prestigio en el mundo. • Porque Balmes fue precursor y artífice de esemovimiento, España, en los albores del centenario de su óbito, atribuyó carácternacional a los actos que empiezan bajo-tan magnos auspicios. — Juan SARIOL.

Magnífico -aspectode la dudad

. Vich, 9, a la una de la madrugada. .(Benuestro enviado especial). — Los actos cí-vico-religiosos de apertura del Año-cente-nario Balmesiano, han dado-comienzo enla tarde de hoy, con extraordinaria so-lemnidad. . . .

La ciudad ofrece un aspecto muy ani-mado, que se advierte tanto en sus víascéntricas como en sus calles más recoletas,todas adornadas con v profusión de bande-ras _ nacionales, ricos reposteros y gallar-detes. El vecindario se halla en plena fies-ta mayor y no es. la primera vez quetiene la honda satisfacción de juntar lassolemnidades en honor de sus dos máspreclaros hijos, que han brillado umver-salmente: San Miguel de los Santos, enla esfera dé la santidad, y Jaime Balmesen la de la sabiduría.

El Ayuntamiento ha Inaugurado diver-sas obras públicas que se refieren a lapavimentación de algunas calles céntricasy otras cuya • terminación está previstapara el mes de mayo de 1949, con ocasiónde la clausura del centenario.

Llegada de personalidadesA las siete de la tarde llegaron ,proce-

dentes de Barcelona) el gobernador civil,señor Baeza Alegría, que ostenta la fe-;presentación de S. E. el Jefe del Estado;el director general de Propaganda, donPedro Bocamora, en nombre del ministrode Educación Nacional; el director gene-ral de Asuntos Eclesiásticos, don Mariano

' Puigdollers, en nombre del ministro deJusticia; el ex ministro de Hacienda don•José Larraz, de la Real Academia deCiencias Morales y. de la de Jurispruden-cia y Legislación; los miembros de laJunta nacional del Homenaje a Balmesdon Luis Calvo Sotelo, hermano del pro-tomártir de la Cruzada; don Jesús Mara-ñen, director general de lo Contencioso;don Manuel Raventós y el presidente de'la Audiencia Territorial, don Federico Pá-rera; el subjefe provincial del. Movimien-to, señor Fernández Ramírez; «1 presidentede la" Diputación provincial; don AndrésOliva, presidente de la Junta local delCentenario; el delegado provincialEducación Popular, don José Pardo, conel secretario de la Delegación don JorgeVíla; don Claudio Colomer, director de«El Copeo Catalán»; los sobrinos en' tercergrado del gran filósofo, don Jaime gales yseñora y sus hijos don José Sales Masferrery' reverendo Jorge Masfeirer, y otraspersonalidades.

Recepción en el AyuntamientoEn el palacio del Ayuntamiento ,ee ha

celebrado, a las siete y media de la tar-de, una recepción ofrecida por el alcaldedon Juan Puigcerver, hallándose presen-tes los tenientes . dte alcalde señores Mas-quets, jefe local de Falange, Revira' Mas-ferrer y Fortabella; colnc.ejaies señoresJuniol, Sala, Rierala, Font, Pladeváll, Pou,Costa y Sola; juez comarcal señor Ylla;capitán de la Guardia civil, don José DaVena; interventor municipal, señor Serra;«•secretario . del Ayuntamiento, señor Du-ran; director del periódico «Aiussona», donJosé M.a Costa y fuerzas vivas de la ciudad.

El señor Puigcerver,. «n nombre de susconciudadanos, ha saludado en expresivos

,.términos a las "autoridades presentes, quehan sido" obsequiadas a continuación conuna cóipa de vino español, servida . enuno. de loa salones del edificio.

En el Palacio EpiscopalMás.tarde, las indicadas autoridades «e

han dirigido al Palacio Episcopal, doniehan cumplimentado al obispo doctor don

' Juan Perelló al que acompañaba el obispode Zamora, doctor Font Andreu; el deánde la Catedral y protonotario apostólico,doctor Alejos . Benavente; el vicario ge-neral de' la Diócesis, doctor Gassó, y el

rector del .. Seminario conciliar, doctorVillegas. El prelado invitó al gobernadorcivil y demás personalidades a cenar enel. propio Palacio Episcopal.

El solemne adío de la aper-tura del Centenario \

La comitiva se dirige al claustro, catedralicio

A las diez y cuarto de la' noche, seha'drgsriizádB 1& comitiva, que se ha di-rigido, al claustro catedralicio, donde de-bía celebrarse el acto "de apertura delCentenario balmesiano. • • ' . . .

Abrían la marcha guardias urbanos degran gala.y ordenanzas del Ayuntamientoy figuraban el Ayuntamiento en corpora-ción, autoridades, los prelados de Vich yZamora, con los representantes del Cau-idillo y de los ministros de EducaciónNacional y Justicia y demás, autoridadesprovinciales y locales y jerarquías delMovimiento. . -

En estos' momentos, elementos de laUnión Excursionista de Vich, han proce-dido a encender hogueras en las cimascircundantes, denominadas Bellmunt, Ma-tagajls (cumbre del. Mohtseny), Cabreray Sari Sebastián,1 que coinciden con loscuatro Apuntos cardinales, simbolizando elmomento en que'se comunicaba a las co-marcas vecinas la apertura de la conme-moración balmeslana.

Pasando por el interior de la' Catedralbasílica, la comitiva oficial ha llegado alclaustro gótico, que se encontraba esplén-didamente iluminado con potentes focos deluz deslumbrante. Numeroso. gentío se ha-llaba congregado en la galería del claus-tro superior y también en los espacios li-bres del patio previamente destinado alpúblico. t , - • • •' s •

Ante la tumba del gran filósofoFrente a la tumba-monumento, que guar-

da las cenizas del gran pensador, habíasido levantada una gran tribuna, terien-do por fortdo un repostero con el escudonacional de-España. En dicha tribuna, sehan situado las autoridades. Ocupó la,pre-sidencia el representante de S. E. el Jefedel Estado, doctor Baeza Alegría, sentán-dose a su derecha el obispo de la dió-

os prelados y demás autoridades y perso-nalidades. Seguidamente, destacó que ma-ñana, « Ide julio, a las tres y media de latarde, se cumplen justamente cien, años enque llegó al ocas4 de sus días la figura'procer del sacerdote' Jaime' Balmes Urpiá,y dije que ante los fríos mármoles delmausoleo y a la sombra protectora de: lavetusta Catedral vicense, reducida un díaa paveras por la tea Incendiaria de la're-volución y resurgida como Ave Fénix desus cenizas al soplo alentador del invic-to Caudillo de- España, en estas horas defervor y emoción y en presencia de lasaltas jerarquías y representaciones del Es-tado y de la Iglesia, tenía el gran honor,como alcalde de Vích, de abrir con llave deoro el acto solemne del Año-centenarioconmemorativo de la muerte del ¡coloso dela Ciencia, Jaime Balmes. •

Terminó expresando que "en esto» mo-mentos históricos, depositaba ante la tum-ba del gran polígrafo la mística ofren-da de las virtudes raciales de la ciudad,de los santos y dé los sabios, que SOD elmejor voto para que adquiera realce inde-leble y resonancia universal y deslum-

bre, al mundo con sus fulgores: el homena»je de veneración y -de pleitesía a la mentemás esclarecida del siglo pasado, a JaimeBalmes, oficialmente declarado gloria au-tentica nacional. Calurosos aplausos rubri«carón las-'palabras finales del magníficodiscurso del alcalde de" Vich.

A continuación, el «Orfeó Vifiatá» ha In-terpretado el «Ave María», de Vitoria. Yseguidamente se ha dado lectura a lossiguientes telegramas:

Telegramas del Nuncio de Su Santi-dad y del cardenal Arce Ochotorena

Uno del Nuncio de S.. S., monseñor Ci-cogr.ani, que dice así: «En ocasión solem-ne apertura centenario Balmes, me asocioefusivamente ciudad y diócesis Vich ce-lebración actos conmemorativos muertepreclarísimo hijo, bendiciendo todo cora-,zón fiestas centenarias con fervientes votos.redunden mayor gloria Iglesia y triunfopensamiento católico, tan calurosamente di-fundido imperecedera obra insigne filóso-fo vicense. Les saluda fraternalmente».• Otro telegrama, enviado por el cardenal"

arzobispo de Tarragona, doctor Arce Ocho-torera, dice así: «Asociado espirituatoiente,fiesta inaugural centenario balmesiano,ruégoles dispensen mi ausencia ante impo-sibilidad asistencia. — Cardenal Tarrago-

pensamiento del futuro. Hoy es fácil —porexperiencia sentida en la propia1 carne-aceptar aquella sutil afirmación. Los es-pañoles sabemos ya muy bien que un hom-bre puede salvar a un pueblo cuando la ra-?ón de su jerarquía radique eri su ejem-plaridad, es decir, en lá, representación -delos valores cuya realización última consti-tuye, él destino trascerdente de la comuni-dad política. Envesa ejemplaridad radica larazón de su título. Un hombre providen-

cialmente dotado será capaz de superarlá importancia de las instituciones políticas,cuando' él tenga esa facultad qu* José An-tonio.^en lenguaje poético, denominó «adi-vinación del curso histórico soterrado ba-jo el clamor efímero dé la masa». Sóloquien en la ardua capitanía de la masa so-cial tiene conciencia, lúcida y clarividentedel. destino común de su pueblo, encon-trará-i en esa capacidad interpretadora, larazón política de su propia legitimidad. Hasido preciso llegar a la evocación de estecentenario para que hoy podpmos, señalarla existencia de un arquetipo histórico deobernante oorj conciencia del futuro de:spafiá, dispuesto &• despertar los valoreslormidos de nuestra tradición. El eau-illaje de Francisco Franco nos dice hoyue si las instituciones son incapaces dealvar a los. pueblos de eu decadencia, losombres como él consiguen devolver a laomunidad política la legitimidad de su

grandeza. *> •La merced'del Señor/no» presta el pri-

vilegio de, un orden y. de una paz que enuestra vieja historia parecía, olvidado.

cultura.eñ pie de guerra por los confi-s del espíritu; la investigación filosófi-

a del brazo de la teología; una unidadpolítica trascendente y fecunda bajo lagregia inspiración de un Caudillo ejem-ilar, complacencia de Dios; todo esto lle-a, como en una" pleamar d« realidades

asombrosas, hasta esta hora evocadora-: delentenario balmesiano. '• * '

Dio» qul«r« —terminó diciendo don PedroRocamora— que el ejemplo de Balmes noiguíe, aue su vida conforte ruestró ánimo,que su humildad y su prudencia nos grabaen el alma :—con el recuerdo de su obraadmirable— la huella sencilla y profun-da que su efímero paso por la tierra ñosdejó como la más entrañable, conmovedo-ra y «locuente lección.»

Habla el obispo de Vida.Á continuación ha hecho uso de la pa-

labra el Rvdmo. obispo de la diócesis, doc-tor PepelW.

Ha llegado para mí y para vosotros—co-menzó diciendo^- la gloriosa1 efeméridesdel primer centenario de la muerte delejemplar' sacerdote, del eminente filósofoe incomparable apologista, Jaime Balmes,quien recibió la primera gracia santifi-cante y el primer beso de la luz solar enesta levltica ciudad el 28 de agosto de

r.a».A continuación,

interpretado varias composiciones.el «Orfeó Vigatá»' ha

Discurso de don Pedro Rocamora*E1 caudillaje de Francisco Franco nos dice hoy que silas instituciones son incapaces de salvar a Ips pueblos<|e su decadencia, los hombres como él consiguen devol-

ver a la comunidad política la legitimidadde su grandeza»

Formidables solaresvendo para contratistas, gran opor-tunidad, superficie de cada solarunos ÍO mil piras.,' fachada unos 14metros; precio de 15 a 22 ptas. plm-,según solar. Lo cedo totalmente aprecio aplazado a constructor queedifique inmediatamente. Para infor-mes y condiciones dirigirse A. 1.,Layetana, 178. Teléfono 81249. Ofici-nas: De 9 a 12 y de 3 a 5, Lunes,miércoles y viernes. . .

Seguidamente hizo uso de la palabra élrepresentante del ministro de EducaciónNacional,1 den Pedro Rocamora, directorgeneral de Propaganda, que ha pronuncia-do un brillante discurso: -

«La sombra de Jaime Balmes nos reinehoy aquí —comenzó diciendo don PedroHacamora— hermanados en ^a devociónhacia una figura que en la incertidumbrey en el ravegar a ciegas dé la Españadecimonónica acierta a Señalar el caminoy a descubrir el único horizonte de verdady de luz. ,

Pero el centenario que hoy conmemora-mos no puede ser recuerdo inoperante, cul-to estático, simple evocación de un filoso-,fo que tiere ya dimensiones históricas. Es,sobre todo, la gozosa confirmación de «[u«el pensamiento balmesiano está ya en lasangre y en el alma de la Patria. Por esono podía estar ausente en este acto la vozoficial del Gobierno, que yo traigo aquípor honrosa delegación del ministro de•Educación Nacional.

EL ESPIRITO DE BALMESNo está hecha el alma de Jaime Bal-

mes para la reflexión deshumanizada, parael puro alarde mental, para el Vuelo porregiones totalmente fuera de, lo humano,ílay que hablar también concia vida, conla pasión, el acoso y la fe de alrededor.De la lucha .por la independencia" de 1810a las tormentas del 48, no efesa el desfilede dolores; de incertidumbres. España des-unida, en Francia la resaca de la revolu-ción, en Italia la acción inasóníea, luchasde índole religiosa en Suiza,, la Iglesia vi-

Ñace dé ahí el maravilloso, concierto queen su personalidad nos ofrece el filósofo yel político. Su filosofía tiene un contenidovitalista. Su política, quie responde a in-quietudes inmediatas, a palpitantes proble-mas, aparece siempre movida por Impulsosideales.

EL ORDEN FILOSÓFICOLo característico en el escolasticismo fun

damental de Balmes radica en la audaciaintelectual y la independencia con que fuemantenido. Merced a esfa soberana autonomía ideológica, Jos tiempos en que lascorrientes de la nueva ¿losofía habíanpuesto en trance de revisión', las tesis tradicionales de la escuela escolástica. Balmes no solamente se atreve a restaurar lofundamental de esa doctrina, sino que,además, enciende frente al mundo las luces Iniciales de lo que luego había de serla filosofía crístiar.a de nuestra, época. Lofalsos sistemas del modernismo habíandesviado el pensamiento humano de las. rutas eternas de la verdadera filosofía. Bal-ines buscó ese eslabón final que enlaz?la cadena del pensamiento filosófico —como v diría García Morente— con la razó»última de un Dios infinito y creador. Nadie como Balmes ha sabido .además, ligailos postulados de la vieja filosofía con lo

1810 aquí se durmió en el Sefior el 9de julio de 1848, volando su purísima, almaa Jas regiones celestes para engolfarse enla fina contemplación áe las divinas per-fecciones ifx eternidad dé eternidades. Énel excelso claustro, de esta Catedral basí-lica, ante el sepulcro que guarda losrestos ded siervo de Dios, en la vísperade su glorioso centenario y en él actode la, apertura oficial del mismo, no -podía faltar la voz ded pifelado vicensepara rendir gracias, primero, a Dios, porel beneficio, que con , este acto nos. dis- 'pensa, y luego al Jefe del Estado, que seha dignado abrirlo con llave de oro, comomuy bien ha dicho eJ señor alcalde, pormedio,de su representante el excelentísimo "señor gobernador civil^ Muchos centena-rios Se celebran todos los días, pero po-dba están tan justificados como el presenta,pues se trata.del hombre más grande qu«quizá dio España en el siglo pasado; unafigura cumbre en la Filosofía y Apologé-tica, genio en todas las ramas del saberque su corta vida le permitió cultiva»

Señaló que de labios, los más autoriza*dos, y de plumas,' las, mejor cortadas,han salido - espontáneamente preciososelogios dedicarlos a Balmes; y recordó lasafirmaciones de sabios pontíiifSe» j d»destacadas jerarquía* d« la Igl«sda, glo»sándo la vigorosa figura j obra d« JatotB a l i n e s . • " . • . - • • •

Terminó con las siguientes pílabrast«Que las fiestas centenarias que iniciamoshoy redunden- a te Mayor gloria d» Dios,en honra de Jaime Balmes, en beneficiode España y en provecho dé nuestras al-mas. Así sea.»

Las palabras Hílales del obispo de Vichfueron acogidas con calurosos y prolonga-dos aplausos. . • '- .. . . ' • ' , • • • '

Discurso del representante de Franco«Eñ la obra de Balmes está siempre presente ¡a eterna

verdad de España»Finalmente «e acercó al micrófono el

«presentante de S. E. el Jefe del Estado,[obernjador civil doctor Baeza Alegría, que

fue saludado con una prolongada ovación.Comenzó diciendo:''

«Los actos conmemorativos del primercentenario del fallecimiento de Jaime Bal-mes significan el fervoroso homenaje de!a nación entera • ai-gran perneador-,y ¡Aocasión propicia para que el pensamientoespañol contemporáneo se acerque unavez mas a ia mente lumiiwfia que ejerció elpreciado magisterio de la verdad. En «i"transcurso de estos actos, la sabiduría yelocuencia de otros oradores • acertarán amostrarnos con rigor crítico el trascenden-tal mérito de to obta del fitósoio, del his-toriador y del poli tico. Yo quiero en estedía recoger en su palpitante vigencia loque la obra y la vida dé Jaime'Balmesnos ofrecen como profunda lección polí-tica. •' • -. ' , ' • , ' •, '

El ambiente actual de la noble y aus-tera ciudad de Victo, nos ayudará a evo-car el paso humanísimo por la vida dedsacerdote Sabio y religioso. Las aulas ybibliotecas, las iglesias fy .rúas» cada rincóny cada piedra;' «nos. Hacen revivir su re-cuerdo. Y en 1948, como en 1810, año- delnacimiento de Balmes, Vich tiene,el pres-tigio de merecer* la fervorosa' evocacióny el mérito de atraer nuestro corazón ha-cia el inmortal gépíritu balmesiano. Enla distancia de un siglo la huella' delmaestro sigue intacta. Lo que él 'yió yvivió desde 1810 a 1848 fueron aconte-oimientos de extraordinaria trascenden-cia para la vida nacional, cuyas ense-ñanzas proyectan su 'luz sobre las espe-ranzas y los añílelos d» maestro tiempo;

En la obra de'Balm>es está siempre pre-sente la eterna; verdad de Elspafta; esentimiento religioso y el sentimiento pa-triótico trazando,, con Jas horas gloriosasy con jas amargas, su historia. Balmes hasabido penetrar en, el destino históriconacional en1 trances 'de prueba para 1Patria, La Providencia le puso entre nosotros como guía - de los días inciertosy algo" ejemplar . tiene la coílciencia d«iqué £U vida transcurra entre el ¿estohistórico de la Independencia y la pro-funda conmoción de 1848. La verdad deBalmes era pura y trascendente .filosofíade la Historia, que, él sabía hacer sencillay diáfana enseñanza para quienes quiepen vivir y morir fieles a la verdad d<España.- El flno instinto popular, a unavida como la suya, sin anécdotas, la supoadornar-de elementales virtudes; y entretodas, porque es la que servirá de ;supréma.. lección a las generaciones futuras,destaca'la. absoluta fidelidad de Balmesal patrimonio espiritual de la Patria. Conesta poderosa virtud está .Balnies pujanteen nuestro tismpo y tiene su obra unfulgurante actualidad. . '

Lo »extraordinario de aquella figura in-signe- es su actitud esencialmente paraexigir/, sin desmayo que España se ende-rece sobre sí misma. Su plumapara el empeño. Balmes tiene-un corazóiiesforzado y sa ie resistir Has exigencia,egoístas de los irtereses en pugna., 'Lo

, . , . ; ,, ,. - , . i pone- todo al servicio de la noble' causarumbos mas modernos - q u e él sólo pudo Py. m ^ ¿ ^ ^ s é - , s i e n t e c a l m a d a c o n

q ,entrever, "intuitivamente, y sin profanar suespíritu católico— del llamado exietencia-lismo contemporáneo'. • , -

LA DOCTRINA POLÍTICADel realismo conceptual : del 'que . parte

viendo, en casi todas partas, una hora efí- | Palmes para producir su obra, surge un es-tica y difícil... ¿Cabía desentenderse de t i l 0 h™ano, radiante y decisivo de en-

juiciar los más sutiles problemas del es-píritu. Ante el espectáculo de. una Patriatodo esto, dejar que el pensamiento volase

únicamente por los nobles, pero deshuma-nizadps caminos, de la abstracción filosófi-ca? -Él latido múltiple de la vida llega áBalmes y pone en su acthucf y er. su plu-ma vigorosos temblores realistas. Son, na-da menos, la Iglesia y España, la causa deDios y la causa de la Patria, las que su-fren embates del odio y de la ignorancia.

nt,el

esa verdad católica y /española que. bullepoderosa en su mente. ,

Jaime Balmes fue un benemérito de la-Religión y de la Ciencia. Lo, fue también-,de un modo singular, de la Patria en lasluchas. que . por ella, sostuvo. Después dla hecatombe de 1835, una idea, fecundaencendió en su alma la más hermosa' esperanza. Jaime Baltne^ acarició un gran pensamiento de conciliación y Jo defendió con

filósofo se preguntaba' con an- ¡ tesón é' inteligencia; lo defendió con es¡gustia: ¿Quién reorganizará nuestra socie-dad, los hombres o las instituciones? Y élmismo se responde, sin titubeos: «No cier-tamente ias instituciones sino ios hombres».

He aquí una de las más importantes an-ticipaciones de la doctrina balmesiana al

fecunda autenticidad de lo que brota enel manantial inagotable de la- Tradicióespañola. ,- !

Jaime Balmes fue un magistral polemistay radie fue capaz de negar eficacia aaquella conciliación que no exigía sino

intereses legítimos y que tenía por metaunidad de todos los españoles. Hoy, y

para nosotros y para cuantos sientan elhondo latido de España, la conciliaciónBalmesiana es la mejor asociación espa-üola. > -

Citando en 1845 fundó en Madrid «ElPensamiento de la Nación», la Idea de Bal-mes era -una exigencia de lá-'íh'oSla' vldanacional. El programa de aquel periódicoes una lección política de singular, actua-lidad. Balmes salía a la palestra,en de- .fensa de los -principios para establecer en'España un Gobierno que «sin desconocerlas necesidades de la época, no se olvidarade la rica herencia religiosa, social y polí-tica que nos legaron nuestros, mayores». Laconcepción) política* .de Balmes és, paranosotros, la más perfecta jgrfntesis., de lasambiciones nacionales, centrando • el Go-bierno como la clave de un edificio gran-dioso donde encuentren cabida todos losintereses legítimos de lá nación. •

Evocamos en este día el gran pensadorque nos enseñó el cautín© y nos mostró lameta de nuestras ambiciones políticas.

Veo a Balmes en los últimos meses desu vldá, én su rincón nativo, meditandofrente al Montsehy, sobre la España de184$. La meditación de Balmes' parece revi-vir en est» paisaje nobl« y austero. Bal-mes nos estaba diciendo de continuo suesperanza y su fe. España está en sus pa-labras y en su corazón; y España se acercaa Balmes cuando quiere enderezarse sobrasí misma.

Por eso, nuestro Caudillo Uranco, que hasabido recuperar todas las esencias, tra-dicionales que forjaron nuestra unidad ygrandeza, volviendo a España la concienciade sus propios destinos, no podía estar au-sente de estos aetos en los que se conme-mora y ensalza el recuerdo da este bene-mérito español que fue Jaime Balmes, y m«ha concedido el alto honor, de ostentar surepresentación *n tan gloriosa eíemérides.E» nombre de S. E v el Jefe del Estado,Generalísimo JFranco, Inauguro la celebra-ción oficial del Centenario del gran filó-sofo, honra de Vich y gloria ds España.»

Una ensordecedora salva de aplausos d«la numerosa concurrencia, puesta en pie,rubricó las palabras fteales del Excmo. se-ñor gobernador civil.- ' ' "' .' >

Tetegraatna aá Caudillo£l acto: solemne terminó con la lectura

del siguiente telegramas«Gobernador civil Barcelona a jefe Casa

Civil Su Excelencia Jefe del Estado. Ma-drid: Al inaugurarse solemnemente actoscentenario Balmes bajo mi.presidaacia conhonrosa' representación dé S. B- ti. Jefe-del Estado, le- ruego eleve al Caudillo pre-,sidente honorario Patronato Nacional delCentenario, la más fervorosa adhesión au-toridades, Ayuntamientos y pueblo dé Vich,Le saluda atentamente.» "••'.

• Finái) del acto ' •Seguidamente el acto se ha dado por ter-

minado. Él gobernador civil ha partido; y•loe' representantes dé los ministros de Edu-cación Nacional y Justicia, y. demás auto-ridades , y personalidades han, abandorado.el claustro catedralicio en medio, de sin-gulares, demostraciones de afecto y de ad-hefeión por parte del numeroso público.Puede decip6e que todo el vecindario deVich ha estado pendiente de «ata gran so-lemnidad. ' En el irterior de' la Catedralbasílica, en la Plaza de la Catedral y enlos puntos más céntricos de ia liudac? fue-ron instalados potentes • altavoces a travésde los cuales el público ha podido seguirlos i discursos pronunciados por los orado-res que lian intervenido eft el solemne acto,,; Seguidamente, las autoridades han re-gresado al Palacio Episc^ál, donde se handespedido del prelado.