Bar Nora - Hormona de Crecimiento

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  • DE LA PROBETA A LOS GENES

    Hormona de crecimiento, una epopeya cientfica argentina

    descripcin cientficaJuan m. dellacha y Jos a. Santom.

    nora Br

  • 5prlogo

    frigorficos y mecheros de Bunsen

    carrera contra el tiempo

    La fabriquita

    de la mesada al consultorio

    cambio de rumbo

    una palabra que todava no estaba de moda

    una oveja llamada dolly

    La ingeniera de la vida

    La farmacia en el tambo

    Broche de oro

    eplogo

    Los protagonistas

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    DEScRiPciN ciENTFicO- TcNicA. HORMONA DE cREciMiENTO. | estudios realizados en argentina. Juan m. dellacha - Jos a. Santom.

    Sumario

    formacin del grupo de trabajo para: el estudio de la hor-mona de crecimiento / creacin del centro para el estudio de las Hormonas Hipofisarias (ceHip)

    investigaciones sobre hormonas del crecimiento del pero-do 1963-1976

    investigaciones sobre hormonas del crecimiento posteriores a 1976. divisin del grupo de Qumica Biolgica de la facul-tad de farmacia y Bioqumica de la uBa

    colaboracin con la industria de investigadores de hormo-nas de crecimiento

    anexo a. estructura de protenas

    anexo B. Breve descripcin de los fundamentos y metodolo-ga empleada para determinar la estructura primaria de la hormona de crecimiento bovina

    anexo c. evolucin de las metodologas para determinar la estructura primaria de protenas

    anexo d. resumen de los conocimientos estructurales ac-tuales sobre hormonas de crecimiento

    anexo e. receptores hormonales

    registro fotogrfico

  • 7a los nueve aos, despus de perder a su pap, Jseph Boruwlas-ki fue entregado por su madre como acompaante y entretenimien-to de aristcratas. Jseph haba nacido apenas nueve aos antes, en polonia, y de all en ms se dedic a recorrer las cortes de pars, Vie-na y Londres, deslumbr a prncipes y reyes, y hasta escribi un li-bro sobre sus aventuras y experiencias. es ms, su celebridad le vali una entrada de la clebre enciclopedia diderot. all aparece citado en la definicin de enano: segn las crnicas de la poca y sus pro-pios recuerdos, no lleg a superar el metro de altura.

    Se calcula que uno de cada cinco o seis mil de los bebs que nacen diariamente en el mundo pueden padecer esta dolencia causada en la mayora de los casos por un dficit hormonal que, sin atencin mdica, les impedir alcanzar una altura considerada normal. Su hi-pfisis, una glndula de forma ovalada situada en la base del crneo, que mide milmetros, y pesa entre 500 y 700 miligramos, produce una protena vital para que los tejidos se desarrollen, entre otras nu-merosas funciones: la hormona de crecimiento.

    Su carencia no slo se traduce en baja estatura, sino tambin en una irregular acumulacin de grasa, particularmente en el tronco, hi-persensibilidad a la insulina, rasgos infantiles, fragilidad sea. en el

    PRLOGO

  • 8recin nacido, puede ocasionar hipoglucemias graves, que a su vez pueden dejar secuelas cognitivas.

    Hasta hace cuatro dcadas, los chicos nacidos con el mismo dficit que padeci Jseph Boruwlaski (y dos de sus cinco hermanos) no podan aspirar ms que a una vida de fenmenos. Las sociedades humanas, se sabe, no perdonan a los que no caben en el molde de lo previsto.

    Hoy, detectado a tiempo, el enanismo hipofisario puede evitarse reemplazando la hormona faltante por una versin prcticamente idntica fabricada en el laboratorio.

    Basta con realizar el tratamiento adecuado durante la adolescencia para suplir lo que la naturaleza niega. este consiste en administrar una inyeccin subcutnea de la hormona biosinttica tres veces por semana durante ocho a diez aos.

    el resultado es notable: los chicos que responden bien pasan de cre-cer tres centmetros anuales a doce, y ganan en total unos treinta. es la diferencia entre llegar o no a presionar los pedales del auto-mvil, alcanzar los pasamanos de los colectivos y subtes, poder mi-rar por sobre el mostrador del banco, tener derecho a unas fichas en la lotera del amor, o poder presentarse a una entrevista de traba-jo sin escuchar un no antes de siquiera abrir la boca.

    esos 30 centmetros marcan la distancia, en suma, entre insertarse en la trama social o quedar relegado a los mrgenes.

    La historia de la decodificacin, el desarrollo y la produccin indus-trial de la hormona de crecimiento humana abarc ms de tres d-cadas del ltimo siglo. como muchos otros logros humanos, fue una historia de tenacidad, pasin, inteligencia y mucho, mucho traba-

  • 9jo. pero lo ms singular, para los que vivimos en esta parte del mun-do, es que tuvo como protagonistas a dos generaciones de cientficos argentinos que, aunque muchas veces competan con equipamiento casero y menos recursos que sus colegas del hemisferio norte, mar-caron hitos cientficos que ya forman parte sustancial de la gran no-vela de la ciencia mundial.

    Hombres y mujeres que trabajaron sin descanso para desentraar uno a uno los 191 ladrillos (aminocidos) que componen la estructu-ra de la hormona sintetizada, almacenada, y secretada por las clu-las somatotropas de la hipfisis no slo investigaron en las fronteras del conocimiento de su poca y publicaron sus trabajos en algunas de las revistas ms prestigiosas del mundo cientfico, sino que al mismo tiempo hicieron posible que decenas de chicos hasta ese mo-mento excluidos u ocultados por sus propias familias recibieran un tratamiento mdico que les cambi la vida.

    Luego, fueron algunos de sus alumnos de la universidad de Buenos aires, que ya haban abandonado las aulas y perseguan otros hori-zontes, los que tomaron la posta y siguieron avanzando para produ-cir la hormona no ya manipulando probetas sino insertando genes humanos en bacterias y hasta desarrollando animales transgnicos capaces de producir en sus clulas la hormona humana!, una tecno-loga que dominan slo un puado de pases.

    de esa aventura que tuvo ribetes de epopeya trata este libro.

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    corre 1958. el clebre domenico modugno se consagra en el festi-val de San remo y en la argentina, arturo frondizi acaba de asumir la presidencia despus de haber sido elegido en elecciones en las que est proscrito el peronismo.

    es el ao geofsico internacional, y ms de 30.000 cientficos y tc-nicos de 66 pases se unen para realizar observaciones sobre la tie-rra y sus alrededores csmicos.

    impulsada por la tecnologa, la humanidad avanza a grandes pasos, tanto a ras del suelo como en el espacio. La expedicin neozelande-sa dirigida por edmund Hillary llega al polo Sur. rusos y norteame-ricanos hacen sus primeros intentos de enviar satlites fuera de la atmsfera y confirman que no es tarea sencilla. el Sputnik 1 se des-integra a poco de ser lanzado y el cohete atlas estalla en la platafor-ma de lanzamiento de cabo caaveral; es el quinto fracaso de siete intentos de lanzamiento. James Van allen descubre los cinturones que llevan su nombre, dos zonas de radiacin de alta energa que circundan la tierra, probablemente donde el viento solar y los rayos csmicos interactan con los tomos de la atmsfera. Son los prime-ros das de la naSa, cuando se pone en rbita el primer satlite de comunicaciones de la historia.

    FRiGORFicOS Y MEcHEROS DE BUNSEN

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    La ciencia empieza a estar cada vez ms presente en los titulares de la prensa. por el decreto Ley 1291, promulgado el 5 de febrero, ese ao nace en la argentina el consejo nacional de investigaciones cientficas y tcnicas (conicet). el doctor Bernardo Houssay, que en 1947 haba ganado el premio nobel de fisiologa y medicina por su trabajo sobre la influencia del lbulo anterior de la hipfisis en la distribucin de la glucosa en el organismo o, dicho de otro modo, por demostrar que la hormona de crecimiento es antiinsulnica, es elegido presidente, y el meteorlogo rolando garca, vicepresiden-te, ambos por unanimidad.

    Segn cuentan diego Hurtado y adriana felds en un artculo para la revista nmada, slo dos aos ms tarde se crea la llamada ca-rrera del investigador, que por primera vez permitira a cientficos argentinos dedicarse por completo a la investigacin y la docencia. tambin se ponen en marcha un programa de becas destinadas a la formacin de recursos humanos tanto en el pas como en el extran-jero, y un programa de subsidios para investigaciones especficas, y adquisicin de equipos e instrumental, repatriacin, contratacin de investigadores extranjeros y viajes al exterior.

    en la entonces facultad de ciencias mdicas de la universidad de Buenos aires, en el instituto de Histologa y embriologa, dirigido por el doctor eduardo de robertis, integrante del primer directo-rio del conicet, el profesor carlos gmez, Juan dellacha y rober-to mancini empiezan a estudiar la distribucin de ciertas protenas en los tejidos marcndolas con molculas fluorescentes, una tcnica que estaba comenzando a utilizarse en el mundo.

    Lo que hacan era inyectarles a roedores protenas marcadas con un colorante que tiene la particularidad de emitir fluorescencia ro-jiza cuando se lo excita con luz ultravioleta, la lisamina rodamina B 200. despus las sacrificaban en distintos momentos y procesa-

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    ban los tejidos que resultaban de inters para estudiarlos bajo el mi-croscopio.

    Haciendo cortes muy delgados, los cientficos podan observar dn-de se ubicaba la protena, tcnica esencial para saber cmo acta una hormona. en esos aos prevaleca la idea que las hormonas no pene-traban en las clulas, pero dellacha y mancini, trabajando con la ti-rotrofina (tSH, segn sus siglas en ingls), que es secretada por el lbulo anterior de la hipfisis y que le indica a la tiroides que debe au-mentar su produccin de tiroxina y triodotironina, la inyectaron en ratas de laboratorio y a los pocos minutos la localizaron en la mem-brana celular de la tiroides. instantes ms tarde, la fluorescencia de-sapareca de la membrana y apareca en el interior de la clula, lo que constituy una elegante demostracin de que la hormona s ingresa-ba en el citoplasma celular, donde produce su efecto caracterstico.

    estos experimentos refutaron un dogma de la poca, se publicaron en nature y fueron los primeros en demostrar que las hormonas pe-netran en la clula blanco a los pocos minutos de ser inyectada. ms tarde, dellacha y mancini marcaran con la protena fluorescente la hormona de crecimiento, y tambin probaran el mismo efecto.

    dellacha era entonces un joven cientfico que, gracias a esos traba-jos, obtuvo la nica beca que ofrecan los institutos nacionales de Salud de los estados unidos a la argentina para formarse en el ins-tituto Sloan-Kettering de investigacin del cncer bajo la direccin del doctor martin Sonenberg.

    Haba nacido en el barrio porteo de caballito, sobre la avenida Juan Bautista alberdi, salpicada de plazoletas, polvo de ladrillo, canteros y grandes jarrones con plantas, y bordeada de casas bajas.

    Hijo de un empresario textil que haba comenzado a trabajar des-

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    de muy joven como artesano en herrera y que junto con dos herma-nos haba hecho parte de la verja de la catedral de La plata, dellacha sospecha que recibi de su padre parte de su curiosidad e ingenio tcnico.

    no era cientfico, pero tena una gran inclinacin tcnica recuer-da. Le doy un ejemplo: tanto mi padre como mis dos tos solan guardar en una caja las agujas que se usaban en las mquinas texti-les que se rompan por arriba y en otra, las que se rompan por aba-jo. cuando estall la Segunda guerra mundial, las agujas, que eran de fabricacin britnica, dejaron de llegar al pas y muchas fbricas tuvieron que cerrar. pero ellos inventaron un sistema para unir am-bas partes, las soldaban con bronce, y as pudieron mantener la pro-duccin.

    dellacha haba egresado como maestro de la escuela mariano acos-ta. pero dado que se haban eliminado las equivalencias entre el ma-gisterio y el bachillerato, para dar el ingreso a la escuela de farmacia y Bioqumica de la facultad de ciencias mdicas de la universidad de Buenos aires, rindi todas las materias de cuarto ao entre di-ciembre y marzo, y curs quinto en el urquiza, de carabobo y pe-dro goyena.

    como practicante en la farmacia del Hospital de nios, fue compa-ero del legendario carlos gianantonio. Si bien en esos das la carre-ra de cientfico era algo as como una excentricidad, una ancdota deja ver que ya lo dominaba la pasin del investigador. al hospital llegaban muchos chicos deshidratados cuenta. yo me haba com-prado el libro Bioqumica de la enfermedad, de Bodansky y Bodans-ky, que en uno de sus captulos desarrollaba el tema de la deshidra-tacin infantil, y estableca la importancia de la determinacin de la reserva alcalina para su tratamiento. as que fuimos con giananto-nio al laboratorio de infantes, que era el de los chicos ms chiquitos,

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    y le pedimos al director que en nuestros das de guardia nos deja-ra hacer el anlisis de las reservas alcalinas de esos chicos para po-der formular un pronstico. ah ya estbamos empezando a inves-tigar...

    otro da, lleg un chico con sntomas que los mdicos no alcanzaban a reconocer. finalmente, les pareci que estaban ante un caso de es-corbuto, algo excepcional en esta parte del mundo. pero no haba cmo probarlo. a dellacha se le ocurri que los laboratorios roche deban tener un reactivo para detectar la deficiencia de vitamina c y les pidi que se lo proporcionaran. Hicimos el anlisis y se confir-m, tena una carencia absoluta, recuerda.

    en 1962, alejandro paladini, profesor titular de Qumica Biolgica i en la facultad de farmacia y Bioqumica, que haba intervenido en los trabajos que le valieron el nobel a Luis federico Leloir y el nico que en ese momento haca investigacin desde el punto de vista me-tablico, lo invit junto con otro joven investigador, Jos Santom, a un concurso de profesores adjuntos en el departamento de Qumi-ca Biolgica.

    paladini recuerda haberle propuesto a dellacha regresar desde nue-va york para incorporarse a su grupo. no tena otro lugar de traba-jo, salvo el Hospital de nios, pero all no tendra ninguna posibili-dad de continuar con sus investigaciones dice. nosotros tenamos un instituto que habamos armado para estudiar protenas. adems tenamos algn instrumental caro, como una ultracentrfuga ana-ltica, que ya no usaba nadie. con esa centrfuga prob que las dos hormonas de crecimiento, la humana y la bovina, tenan el mismo peso aproximadamente.

    Santom haba nacido en parque patricios y, a pesar de que su padre tena inclinacin por la literatura, desde chico se sinti deslumbra-

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    do frente al mundo natural. tenamos todo tipo de animales: pa-vos, patos, palomas, y un ao llegamos a criar 53 pollos recuerda, divertido. yo estudiaba qu coman, cmo iban creciendo. me inte-resaba cmo vivan.

    nunca se haba imaginado que poda dedicarse a la ciencia, pero en la escuela secundaria Bernardino rivadavia, despus de haber pasa-do por un colegio religioso, se interes por la qumica y las ciencias exactas. me atraa mucho la evolucin; de hecho, trabaj durante varios aos en la evolucin de la protena transportadora de cidos grasos, cuenta.

    cuando lleg el momento de ingresar a la facultad, se decidi por la bioqumica, una carrera que debi cursar mientras desempeaba diversos trabajos, porque su padre falleci mientras comenzaba sus estudios universitarios. Llegu a trabajar en cinco lugares diferen-tes al mismo tiempo exclama: en una clnica oncolgica, en los la-boratorios dupont, realizando anlisis clnicos en un laboratorio... y en todos lados introduca una modificacin en los mtodos existen-tes. mis compaeros siempre me decan que tena que dedicarme a la investigacin.

    uno de los temas del laboratorio de Sonenberg era la hormona de crecimiento. en esos tiempos era comn utilizar insulina de origen animal para el tratamiento de la diabetes en personas. dado que es casi idntica a la humana, se la extraa del pncreas de la vaca, el ca-ballo, el cerdo y hasta de ciertos pescados, aunque en algunos casos produca alergia por deficiencias en su purificacin.

    de all surgi la idea de estudiar la posibilidad de utilizar la hormo-na de crecimiento bovina para tratar la deficiencia de la misma pro-tena en chicos, recuerdan hoy los investigadores. Sin embargo, en-tre muchos otros obstculos derivados de la tecnologa disponible

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    para estudiarla, haba uno fundamental: la hormona de crecimien-to distaba mucho de ser homognea; es decir, estaba acompaada de otros elementos.

    Lo saban porque cuando la analizaban por centrifugacin, la velo-cidad de sedimentacin indicaba que estaban ante varias sustancias. y lo mismo ocurra cuando la sometan a electroforesis libre, una tcnica para separar molculas de acuerdo con su movilidad en un campo elctrico. el procedimiento se realizaba sobre un acetato o a travs de una matriz porosa donde se ubican en distintos lugares de acuerdo con su carga.

    dellacha propuso entonces elaborar un mtodo para preparar, a par-tir de hipfisis bovinas, hormona de crecimiento homognea para emplearla en forma teraputica. aunque lo lograron al cabo de un par de meses, luego se vio que la idea inicial sera impracticable por-que slo la hormona de crecimiento humana y de simio eran activas en las personas, por lo que sera imposible usar hormonas de creci-miento de otros mamferos en la clnica mdica.

    entre otras causas, se especul con que no actuaban debido a su ta-mao molecular, ya que se crea que en las hormonas humana y de simio era aproximadamente la mitad del de otras especies animales. de hecho, algunos laboratorios en el mundo intentaron modificarlo mediante digestiones enzimticas controladas para obtener un pro-ducto activo en humanos a partir de hormonas animales. esas mani-pulaciones permitieron comprobar efectos metablicos y anablicos (promotores del crecimiento muscular).

    Se descubri, por ejemplo, que producan retencin de nitrgeno, una seal de que haba sntesis de protena. es decir, haba cier-ta accin, pero no la accin. no hacan crecer, recuerda Santom.

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    a pesar de las dificultades, a su regreso de los estados unidos de-llacha sigui dispuesto a continuar en el tema e invit a paladini y Santom a formar un equipo de trabajo para as poder atacar el pro-blema de la hormona de crecimiento bovina desde varios ngulos si-multneamente.

    el proyecto estaba en la cresta de la ola y posea el atractivo agre-gado de que poda ayudar a aclarar porqu esa protena no actua-ba en seres humanos y, tal vez, permitir su modificacin estructural para que s lo hiciera. adems, pensaron los cientficos, tambin po-dra contribuir al tratamiento de chicos con retardo de crecimiento de origen hipofisario mediante la obtencin de hormona a partir de hipfisis humanas cadavricas.

    esta decisin los llev a ser protagonistas de una competencia inter-nacional en la que tendran que medirse con cientficos del mundo desarrollado que estaban tras la misma meta.

    Segn cuenta en das de ciencia (eudeba, 2010), paladini vena de trabajar en el instituto rockefeller, de nueva york, con Lyman craig, en la purificacin de mezclas complejas con la tcnica de distribu-cin en contracorriente, y con moore y Stein, en la determinacin de

    cARRERA cONTRA EL TiEMPO

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    la composicin en aminocidos de las protenas por cromatografa, que consiste en filtrar una solucin de la mezcla que se desea anali-zar a travs de un medio poroso.

    dellacha y Santom recuerdan que el departamento de Qumica Biolgica de la facultad de farmacia y Bioqumica de la uBa tena en ese entonces una buena cmara frigorfica que haba hecho cons-truir precisamente paladini. l la necesitaba porque trabajaba en angiotensina de origen bovino, cuentan. La angiotensina, hormona que eleva la presin sangunea y de la que hoy se sabe que hay tres versiones, haba sido descubierta por el fisilogo argentino eduardo Braun-menndez y su grupo hacia 1939.

    toda protena, y las hormonas lo son, es una cadena lineal de ami-nocidos. para poder catalogarlos, un paso ineludible para lograr el objetivo que se haban planteado, dellacha y Santom se enfrenta-ban al desafo de producir y conservar cantidades importantes de hormona de crecimiento bovina. y como para poder extraerla es in-dispensable mantener el tejido a una temperatura constante de en-tre cero y cinco grados centgrados, esa cmara frigorfica resultaba un recurso ideal para montar una pequea fbrica.

    Lejos del glamour con que hoy los retrata el cine, los cientficos de esos tiempos estaban obligados a asumir tambin el papel de arte-sanos. el propio paladini cuenta en su autobiografa que, tal vez por las vivencias que le haba transmitido su padre escultor, tena una inclinacin marcada por las artes manuales y que lo deslumbraba la tarea de los vidrieros cientficos. ellos transformaban sencillos tu-bos en complicados aparatos, dice, que luego se usaban en los labo-ratorios.

    pero en el proyecto que iban a acometer, los cientficos y tcnicos que participaron no slo tendran que meter las manos en la masa,

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    sino que adems terminaran enfrentndose a una tarea titnica.

    La historia, reconstruida hoy por dellacha y Santom, haba comen-zado con una propuesta de paladini, que consider que el primer aporte que el grupo podra hacer sera la separacin de las tres ban-das que aparecan cuando se la someta a electroforesis en geles de poliacrilamida, lo que les permitira verificar la homogeneidad de la hormona de crecimiento bovina. para esto, el laboratorio dispona de un moderno equipo de distribucin en contracorriente de 1.000 tubos, sistema que haba demostrado un elevado poder de resolucin de mezclas complejas, incluyendo polipptidos (molculas de ms de diez aminocidos), pero que no se haba probado en protenas.

    La distribucin en contracorriente es una tcnica que haba sido de-sarrollada por Lyman craig para resolver las dificultades que exi-ga establecer la pureza qumica exacta de las drogas complejas para prevenir y tratar la malaria, de elevado peso molecular e inestabi-lidad qumica, que se introdujeron en la Segunda guerra mundial. craig transform una operacin clsica en qumica, como es el re-parto de una substancia entre dos solventes no miscibles, en un m-todo de purificacin de mezclas complejas, cuya potencialidad es, tericamente, ilimitada, escribe paladini en das de ciencia.

    Segn explica el investigador, la operacin era increblemente tra-bajosa. consista en introducir una sustancia pura en la primera am-polla de la serie de 1.000, junto con volmenes iguales de dos lqui-dos que no se mezclan, como el ter y el agua. Se agitaba la ampolla durante un tiempo, hasta que se distribua la sustancia entre los dos lquidos, y luego se pasaba la fase superior a la ampolla siguiente, que solo contena agua. Luego se agitaban ambas ampollas, y se pa-saba el lquido de la primera a la segunda, y se repona la sustancia pura en la primera. este proceso se repeta cada vez con una nueva ampolla, de modo que la sustancia se iba distribuyendo entre dos ca-

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    pas de lquidos no miscibles que circulaban en direcciones opuestas.

    uno de los primeros frutos de esta tcnica fue la purificacin qumi-ca de la penicilina en la universidad de cornell, en nueva york.

    en Buenos aires, paladini, dellacha y Santom trabajaron varios meses con ese equipo y enviaron las distintas fracciones que obte-nan al laboratorio de Sonenberg, en estados unidos, para la de-terminacin de su actividad biolgica. con gran decepcin, com-probaron que la distribucin en contracorriente desnaturalizaba la molcula de la hormona y la inactivaba.

    por esos das, dellacha recibi un subsidio de 4.000 dlares de los institutos nacionales de Salud de los estados unidos. Los aport a todo el grupo y de ese modo pudieron sumar dos nuevos dispositivos que resultaron fundamentales: un destilador y una centrfuga refri-gerada, que todava se guardan entre los equipos del laboratorio.

    con estos insumos, los tres investigadores resolvieron que cada uno se ocupara de un aspecto distinto del estudio de la hormona bovina para acelerar la tarea. as, cada uno avanzara en su lnea de trabajo y luego discutiran en conjunto los resultados para seguir adelante.

    a fines de la dcada de 1960 se haba descubierto que las hormo-nas de crecimiento constituan un grupo de protenas estrechamen-te relacionadas, pero con una peculiar especificidad de especie en su actividad biolgica. Quiere decir que las hormonas de otros mam-feros no eran activas en primates dice Santom. estas caracters-ticas decidieron a varios investigadores a intentar modificaciones en distintas hormonas de crecimiento para hacerlas activas en huma-nos. pero para aspirar a tener xito en esa tarea, era muy importan-te conocer los engranajes moleculares que explicaban ese compor-tamiento. con el objetivo de contribuir a la solucin del problema, el

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    subgrupo de paladini explor algunas caractersticas diferenciales de la estructura tridimensional de las hormonas de crecimiento hu-mana, bovina, ovina, porcina y equina. con una participacin protagnica del rosarino csar cambiaso, que estaba haciendo su tesis de doctorado, pudieron comprobar, por ejemplo, que la hormona de crecimiento humana es de dos a diez ve-ces ms permeable al solvente que las otras. tambin probaron que existen diferencias de especie en la interaccin de las hormonas de crecimiento con la membrana de los glbulos rojos de la sangre (eri-trocitos).

    el subgrupo de dellacha, por su parte, decidi verificar si era cierta la asignacin de un peso molecular de 46.000 a la hormona de creci-miento bovina, aproximadamente el doble del correspondiente a las hormonas de origen humano y de simio. Los resultados, obtenidos con el nico equipo que tena la uBa para determinar el peso mole-cular de protenas mediante la tcnica de centrifugacin analtica, que consista en medir el desplazamiento de una protena en solu-cin en un campo gravitacional intenso, les permitieron determinar que rondaba los 22.000, similar al de la hormona humana.

    mientras tanto, Santom y la bioqumica carlota Wolfenstein incu-baron la hormona de crecimiento bovina con diversas enzimas para determinar la secuencia de los aminocidos del extremo c-terminal de la hormona. y hasta tuvieron que destilar, con grandes precaucio-nes, hidracina altamente explosiva (es un compuesto qumico fre-cuentemente utilizado como precursor de catalizadores de polime-rizacin y frmacos, pero que tambin se usa como combustible para cohetes espaciales y satlites). estos experimentos confirmaron los resultados de dellacha, que el peso molecular era cercano a 20.000, y rectificaron los datos de otros autores.

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    Wolfenstein recuerda que en esa poca era muy tmida, pero fue in-vitada a integrar la ctedra de Qumica Biolgica porque haba dado un examen excelente. a veces creo que el destino decide por uno lo que va a hacer confiesa. a m me gustaba la medicina, pero me re-sultaba demasiada la responsabilidad de tener una vida humana en mis manos. La qumica me gust en cuanto la curs. esa materia era lo mximo para nosotros.

    un dato curioso ayuda a imaginar esos das en los que naca la cien-cia local: las integrantes del grupo de Santom eran todas mujeres. el doctor Houssay deca que si uno no tena un ingreso indepen-diente no poda dedicarse a la investigacin, porque de eso no se po-da vivir cuenta Wolfenstein. Los hombres, que tenan que mante-ner una familia no podan darse el lujo de trabajar en ciencia.

    y agrega: cuando yo empec, ramos dos becarias, una por della-cha y otra por Santom. empezbamos por preparar la hormona. recibamos las hipfisis congeladas, que venan con cartlago, en-tonces tenamos que entrar en la cmara fra bien abrigadas y cor-tarlos con tijera para ir pelando las glndulas. despus segua todo el proceso de preparacin que hacamos en la cmara fra. era muy trabajoso. pero el doctor Santom era la persona ms maravillosa que se pueda imaginar: a l le debo todo lo que soy. me acostumbr a opinar y me dio ms confianza. tiene una personalidad maravillosa, siempre tuvo un trato muy clido con todos. cuando trabajbamos con la hidracina o con soplete, porque todo se haca a mano, siempre me alejaba porque no quera que corriera peligro.

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    una vez ms, el trabajo era lento y agotador.

    primero detallan dellacha y Santom, haba que hacerse de las hipfisis, una tarea que, contrariamente a lo que podra pensarse, no iba a resultar nada sencilla. decidieron comprar las glndulas bo-vinas en frigorficos y procesarlas de a dos kilos por vez, utilizando enormes ollas de acero inoxidable de 20 litros.

    all las trituraban y comenzaba el trabajoso proceso de extraccin. el tejido se dejaba macerar con agitacin continua durante doce ho-ras para que las sustancias proteicas se solubilizaran. Se obtena un lquido espeso y rojizo, que luego se centrifugaba cuentan.

    Lo que no quedaba en solucin, se iba al fondo del recipiente. Se re-tiraba el sobrenadante, se le agregaban sulfato de amonio y otras sa-les, y se haca un fraccionamiento para sacar las protenas ms pesa-das, que son las que primero se precipitan. Se volva a centrifugar, se retiraba lo que quedaba en el fondo y comenzaba todo nuevamente. el mismo proceso se repeta varias veces hasta que se haca un trata-miento con alcohol en muy baja concentracin para llegar al precipi-tado final, que era el que contena la hormona.

    LA FABRiqUiTA

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    eso se liofilizaba (es decir, el agua pasaba del estado slido al gaseo-so sin pasar por el lquido) y se obtenan aproximadamente tres gra-mos de protena, que se purificaban colocndolos en columnas de alrededor de un metro de largo de un polmero con esferitas espon-josas que se conoca con el nombre de Sephadex.

    de cada partida obtenan entre un gramo, y un gramo y medio de hormona!

    el Sephadex es un polmero que tiene una trama especial hecha de esferitas esponjosas explican los cientficos. uno tiene millo-nes de sas, y cuando pone sustancias de distinto peso molecular, al-gunas van a pasar por afuera porque no entran en los agujeritos, y otras se deslizan a distinta velocidad segn puedan atravesar aguje-ritos ms grandes o ms chicos. por el extremo inferior de la colum-na van saliendo las protenas, comenzando por las ms pesadas.

    gracias a un registro muy meticuloso, los cientficos podan descu-brir por dnde sala la hormona que tena actividad biolgica. to-mbamos esa fraccin y, ah s, la volvamos a dializar, volvamos a liofilizarla y obtenamos un polvito, recuerdan.

    como todas las protenas, la hormona de crecimiento est formada por una cadena de aminocidos, cada uno de los cuales tiene un gru-po carboxilo y un grupo amino, y es capaz de unirse a otro para for-mar una cadena mediante una reaccin entre el grupo amino de un aminocido (n-terminal) y el grupo carboxilo (c-terminal) del si-guiente. Las protenas son sintetizadas en los ribosomas celulares desde el extremo n-terminal hasta el c-terminal.

    despus de llegar a determinar la secuencia del extremo c-termi-nal, paladini y dellacha estimularon a Santom para que se lanzara a revelar la estructura primaria total de la bgH, ofrecindole el apo-

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    yo de todos los integrantes del laboratorio, como as tambin la posi-bilidad de usar los locales y equipos con que contaban. a la distancia, los cientficos confiesan que por esos aos verdade-ramente pareca un despropsito encarar en nuestro pas el proble-ma de comparar las estructuras primarias (la secuencia en que se unen 20 diferentes aminocidos para formar la cadena caractersti-ca) de las hormonas de crecimiento humana y bovina, e intentar de-terminar las razones moleculares de la falta de actividad de la bovi-na en humanos. Santom haba iniciado el estudio de la estructura del extremo c-terminal de la hormona de crecimiento bovina en 1963, cuando se conoca la estructura primaria de muy pocas protenas, diez aos despus de que Sanger y thomson publicaran la estructura primaria de la primera protena en ser secuenciada, la insulina, y tres despus de que moore y Stein dieran a conocer la de la ribonucleasa, que fue la segunda protena cuya estructura se develaba. choh Hao Li esta-ba determinando la de la hormona de crecimiento humana, tarea que le llevara 10 aos. Hicieron una evaluacin del equipamiento que posean, del nme-ro de colaboradores con que contaban, de la provisin de hormona de crecimiento bovina y los subsidios disponibles, y resolvieron en-carar el trabajo a pesar de que a primera vista pareca de una mag-nitud descomunal.

    Segn dijo paladini en su introduccin al premio de la academia na-cional de ciencias a Santom por toda su trayectoria, el problema qumico que implicaba determinar la secuencia de los aminocidos que integran la hormona era formidable para la poca. Si bien no estaban a la altura de los centros de primer nivel, tenan

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    un autoanalizador technicon, donado a paladini por la fundacin rockefeller y al que, junto con su tesista nstor gonzlez cadavid, haban dotado de nuevos mdulos y adaptado al anlisis automti-co de aminocidos. tambin contaban con resinas para el armado de columnas cromatogrficas destinadas a la separacin de ppti-dos resultantes de la digestin enzimtica de protenas, un equipo de electroforesis de alto voltaje para la purificacin de pptidos y cu-bas para la cromatografa en papel.

    con respecto a la cantidad de hormona necesaria, moore y Stein afirmaban que para determinar la estructura primaria de una pro-tena se requera disponer de 1g mensual, cantidad que esperaban obtener para la hormona de crecimiento bovina (bgH).

    as las cosas, dellacha mont una especie de fabriquita para pre-parar de un gramo a un gramo y medio de la hormona, de los cua-les 300 miligramos mensuales de bgH se destinaban a determinar la estructura primaria a partir de decenas de kilos de hipfisis bovi-nas adquiridas en frigorficos que eran congeladas individualmente, inmediatamente despus de extradas del animal.

    para realizar las innumerables operaciones necesarias, se incorpo-raron al grupo de Santom y carlota Wolfenstein, mirtha Biscoglio, clara pea, edgardo poskus y Silvia daurat. tambin Zulema maz-zani, Vernica fontanive y la tcnica dora Beatti. con el primer analizador automtico de aminocidos, podan obte-ner la composicin de un pptido cada 26 horas, pero gracias a la re-novacin de los equipos, con el pasar de los aos ese tiempo se fue reduciendo hasta poco ms de un hora.

    como se dijo, eran tiempos de ciencia artesanal, en los que los inves-tigadores no slo deban estar al tanto de lo que se publicaba y del

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    trabajo de otros grupos en el mundo, sino tambin tener habilidad manual y conocimientos tcnicos que les permitieran lidiar con apa-ratos nicos en el pas.

    paladini y dellacha se ocupaban personalmente de su actualizacin, pero pronto estos dispositivos fueron superados cuando, en 1967, pehr edman dio a conocer un equipo al que no poda aspirar el gru-po de Qumica Biolgica de la facultad de farmacia y Bioqumica de la uBa: el primer secuenciador automtico de aminocidos. era ca-paz de determinar la secuencia n-terminal de 15 aminocidos en 24 horas con una nfima cantidad de la protena (250 nanomoles).

    a poco de iniciado el proyecto, los argentinos se enteraron de que haba otros dos grupos que tambin estaban determinando la es-tructura primaria de la hormona de crecimiento bovina: uno de la universidad de Sussex, en gran Bretaa, y otro del centro mdico de la universidad de duke, en los estados unidos.

    Sin quererlo, el departamento de Qumica Biolgica tuvo que com-petir con esos dos equipos, tratando de llegar antes a la meta para no perder un trabajo de semejante magnitud si ellos daban a conocer antes sus resultados, cuentan Santom y dellacha.

    y a pesar de las dificultades, los cientficos de la uBa fueron los pri-meros en publicar el trabajo completo. tardaron siete aos en com-pletar la estructura primaria de la hormona de crecimiento bovina, un hito mundial si se tiene en cuenta que hasta ese momento slo se haban podido secuenciar pocas protenas. ese mismo ao, Wallis, de Sussex, present sus resultados en una revista de publicaciones rpidas.

    el esfuerzo rindi sus frutos. aprovechando la experiencia adquiri-da y con la activa participacin de nuevos integrantes Horacio fer-

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    nndez, mario Zakin y pascual ferrara, los cientficos siguieron adelante y pudieron determinar mucho ms rpidamente la estruc-tura primaria de las hormonas de crecimiento ovina y equina.

    detrs de estos estudios en distintos mamferos estaba la necesidad de responder una pregunta que los inquietaba: porqu las hormo-nas bovina, ovina y equina no son activas en humanos, a diferencia de lo que ocurre con la insulina bovina y la porcina, que se utiliza-ban en el tratamiento de la diabetes. pensaron que la comparacin de sus estructuras primarias permitira aclararlo e intentar modifi-caciones estructurales en la protena para obtener un derivado acti-vo en humanos.

    La historia de estos estudios est salpicada de ancdotas que reve-lan cmo la cotidianeidad y la trascendencia se entretejen en la vida del cientfico. una de ellas tiene ribetes entre cmicos e irreveren-tes. a esta altura de las investigaciones, Li haba finalizado la deter-minacin de la estructura de la hormona de crecimiento humana y el grupo argentino las de origen bovino, ovino y equino. el estudio comparativo mostr un alto grado de homologa entre ellas y no re-vel diferencias a las que pudiera atribuirse la falta de actividad en humanos de las hormonas de otras especies. La pregunta segua sin respuesta.

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    antes de convertirse en investigador del recientemente creado co-nicet, dellacha haba sido practicante en la farmacia del Hospital de nios dr. ricardo gutirrez. a su regreso de los estados unidos, haba sido invitado a exponer sus estudios en el servicio de endo-crinologa infantil dirigido por martn cullen. all trabajaba csar Bergad, pionero de esta disciplina en el pas, pero que se haba es-pecializado en endocrinologa infantil en los estados unidos, parti-cularmente en el tratamiento de nios con graves trastornos de cre-cimiento.

    de ese encuentro, surgi la idea de obtener hormona de crecimien-to a partir de hipfisis humanas. estudiaron la propuesta con cullen y paladini, y decidieron ir a ver a Bernardo Houssay para solicitarle el apoyo del conicet.

    empezamos a conversar con Bergad y con Juan Heinrich a travs de dellacha recuerda paladini. ellos estaban estudiando a chicos deficitarios en la hormona; entonces ah surgi la idea de armar, con ayuda del conicet, un grupo para analizar la hormona con la fi-nalidad de utilizarla en el tratamiento de esos chicos. al principio, Houssay no quiso. el pensaba que el conicet no tena que dedicar-se a hacer investigacin aplicada, deca que tena que hacer investi-

    DE LA MESADA, AL cONSULTORiO

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    gacin bsica. el que volc la balanza para que se creara un centro fue cullen. Lo conoca a don Bernardo, no s de dnde, pero lo tra-taba con mucha familiaridad y tena una presencia muy imponente. este cullen se lo llev por delante... tanto, que salimos con la pro-mesa de que lo iba a pensar. y al final se convenci de que estba-mos en condiciones de hacerlo. as que pusimos en marcha el siste-ma. porque la preparacin de la hormona empezaba por conseguir la glndula humana, que no era fcil.

    as naci el centro para el estudio de Hormonas Hipofisarias (ce-hip), que integraron paladini, Santom y dellacha, del departamen-to de Qumica Biolgica de la facultad de farmacia y Bioqumica; cullen, Bergad y Juan J. Heinrich, del Servicio de endocrinologa del Hospital de nios, y Jos manuel domnguez, del instituto de in-vestigaciones mdicas de la facultad de medicina de la uBa.

    el cehip cont desde su creacin con subsidios del conicet y apo-yo econmico de la fundacin de endocrinologa infantil, conocida en el ambiente peditrico con el acrnimo fei. tena dos sedes: una en el departamento de Qumica Biolgica de la facultad de farma-cia y Bioqumica, y la otra, ubicada en el Servicio de endocrinologa del Hospital de nios.

    La de la facultad tena como misin preparar la hormona de creci-miento humana (hgH) y realizar los ensayos y anlisis necesarios para asegurar su actividad biolgica y su esterilidad. en el fei se les hacan los estudios clnicos a los chicos que asistan al hospital por trastornos de crecimiento, especialmente a los que por su nivel de deficiencia hipofisaria deban ser sometidos a tratamientos prolon-gados con hormona de crecimiento.

    Heinrich tena en ese momento 29 aos. Se haba formado en Suiza con andrea prader, uno de los ms grandes endocrinlogos infanti-

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    les de la poca, y haba regresado a trabajar con cullen y Bergad. La causa de consulta ms frecuente para los especialistas de esos das era la baja estatura. cuando se deba a la deficiencia de la hormona, no tenamos respuesta comenta Heinrich, hoy, un nombre de re-ferencia en la especialidad. Se les daba hormona tiroidea, cuando tambin faltaba, o cortisona, si les fallaba la suprarrenal. Se usaban extractos de hipfisis de vaca, por ejemplo, pero no hacan crecer.

    dellacha se puso al frente de la obtencin de hormona de crecimien-to humana en el departamento de Qumica Biolgica de la uBa, para lo cual tuvo que organizar un sistema de recoleccin de hipfi-sis humanas que permitiera contar con un nmero adecuado para la purificacin de la hormona, y que asegurara una provisin constante de glndulas para atender los planes asistenciales y de investigacin.

    claro que, como suele suceder, el plan era ms fcil de enunciar que de llevar a la prctica.

    Lo primero que hizo falta fue un auto recuerda paladini. com-pramos un citron de tercera mano. con esas latas, ese citron, una persona que se llamaba roberto rodrguez, recorra los hospitales y la morgue judicial.

    rodrguez, frecuentemente con Heinrich, visitaba los hospitales l-varez, argerich, cetrngolo, de nios ricardo gutirrez, durand, elizalde, fernndez, fiorito, muiz, policlnico alejandro posadas, policlnico de avellaneda, policlnico de Lans, ramos meja y raw-son, y hablaba del proyecto con los jefes de los departamentos de anatoma patolgica, recuerdan Santom y dellacha. Hay que su-brayar que todos ellos se mostraron dispuestos a colaborar de forma totalmente desinteresada subrayan. particip tambin la ctedra de patologa de la universidad de Buenos aires. y hasta obtuvimos una acordada de la Suprema corte de Justicia de la nacin para po-der retirar las hipfisis de los cadveres de la morgue Judicial.

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    entre 1970 y 1985, esta red informal permiti recolectar nada me-nos que 66.000 hipfisis, que se conservaban en termos con nie-ve carbnica o hielo seco. una vez por semana, eran retirados y las glndulas se transferan a una congeladora que se mantena a una temperatura de -60 c hasta su procesamiento.

    uno de los problemas que tuvieron que analizar fue qu mtodo se aplicara para extraer la hormona de la glndula y qu procedimien-to de purificacin se adoptara.

    en esa poca haba otros dos pases que lo tenan resuelto. uno era estados unidos. ellos utilizaban un mtodo que ms tarde les trae-ra serias complicaciones. en inglaterra y francia tambin se regis-traron casos similares.

    Los investigadores argentinos ensayaron varios mtodos descriptos en la literatura, pero rpidamente los abandonaron porque obtenan productos heterogneos. finalmente seleccionaron uno que permi-ti producir una protena apta para tratamientos clnicos. un colec-tor de fracciones, donado al fei por la embajada de Suecia, permi-ti separar del gel la fraccin proteica con actividad hormonal.

    La hormona liofilizada se esterilizaba y se fraccionaba en frascos multidosis de 5 mg de hormona en forma totalmente gratuita, en los Laboratorios carlo erba de Buenos aires y posteriormente, por gen-tileza del doctor Zenn Lugones, en el Laboratorio roux-ocefa S.a.

    en el Servicio de endocrinologa del Hospital de nios, esta hormo-na era aplicada en forma de inyecciones subcutneas, tres veces por semana, a nios con graves trastornos de crecimiento, que haban sido seleccionados despus de un riguroso estudio para obtener el mximo beneficio teraputico.

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    para determinar si la hormona que se preparaba en el laboratorio te-na actividad biolgica, tambin tuvieron que poner a punto la tc-nica de la hipofisectoma (extraccin quirgica de la hipfisis) en ratas criadas en el Bioterio central de la facultad de farmacia y Bio-qumica.

    a lo largo de ms de quince aos, el cehip obtuvo en la facultad de farmacia y Bioqumica alrededor de 130 g de hormona de creci-miento humana, con un alto grado de pureza qumica y antignica que permiti su uso para los estudios estructurales, fisicoqumicos e inmunolgicos.

    corra la dcada del setenta cuando tuvimos que explicar cules eran los beneficios de las investigaciones que encarbamos cuenta dellacha. por eso, calculamos aproximadamente cunta hormona habamos hecho y cul hubiera sido su costo internacional.

    el resultado de esa estimacin es apabullante: con esos mtodos agotadores y trabajando de lunes a lunes, los cientficos y sus equi-pos haban fabricado 130.000 dosis de hormona de crecimiento.

    Se calculaban dos hipfisis por semana y por chico agrega Santo-m. y se trataban grupos de treinta chicos.

    eran tiempos convulsionados, de huelgas, toma de ctedras y fa-cultades. a veces tenamos que subir desde la planta baja al sexto piso con bolsas de veinte kilos por la escalera!, que era la comida para alimentar a los animales del bioterio.

    en 1985, en los estados unidos, en gran Bretaa y posteriormente en francia, fallecieron jvenes de la enfermedad de creutzfeldt-Ja-cob, un desorden neurolgico mortal cuyos primeros sntomas son

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    fallas de memoria y cambios de comportamiento, pero que a medida que progresa puede presentar movimientos involuntarios, ceguera, debilidad de las extremidades y coma.

    todos ellos tenan en comn que haban sido tratados en su niez con hormona de crecimiento humana. Los directores del cehip re-cibieron una llamada telefnica de la organizacin mundial de la Salud ponindolos sobre aviso de lo sucedido y sugirindoles sus-pender la produccin de hormona a partir de hipfisis humanas has-ta tanto se averiguara el motivo de esos decesos, recuerdan hoy los cientficos.

    tambin suspendieron la provisin de hormona la national pitui-tary agency y el instituto nacional de la Salud, ambos de los esta-dos unidos, y los laboratorios de inglaterra, francia y Suecia que la producan. Si bien nunca se tuvo evidencia directa acerca del origen del problema se supuso que estos casos fatales recibieron hormona de hipfisis provenientes de pacientes con creutzfeldt-Jacob y que el mtodo de purificacin utilizado no permiti eliminar los priones de la preparacin.

    en la argentina, sin embargo, no se registr ningn caso. poste-riormente se comprob que el mtodo de filtrado por columnas de Sephadex que utilizaron los cientficos argentinos elimin el riesgo, porque los priones quedaban retenidos en esa estructura.

    el esfuerzo realizado durante ms de dos dcadas no slo benefi-ci a 70 chicos hasta entonces marginados y sin posibilidad de trata-miento, sino que contribuy a la formacin de numerosos investiga-dores, y dio lugar a 28 trabajos de investigacin clnica (ver anexo) y a innumerables tesis doctorales.

    Hasta 1976, paladini, dellacha y Santom trabajaron en colabora-

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    cin, compartieron subsidios y equipos, y tambin sus resultados en pos de un objetivo comn. pero como cada uno de los subgrupos que dirigan encaraba problemas tan distintos, las ideas no siempre coincidan y comenz a resultarles difcil conducir en conjunto todas la lneas de trabajo.

    Haba llegado el momento de que cada uno dirigiera su grupo en forma independiente y redistribuyeron a los colaboradores para que cada uno tuviera a su cargo un nmero equivalente de inves-tigadores. el grupo de paladini se consagr principalmente a las hormonas de crecimiento y la deteccin de sus receptores celulares. Sintetiz fragmentos hormonales y estudi las caractersticas de la hormona marcada con yodo radiactivo. en particular, estudiaron los epitopes de la protena; es decir, las regiones moleculares antignicas, las que producen anticuerpos.

    plantearon la hiptesis de que cuando se le da hormona de creci-miento a un chico, ste puede producir anticuerpos, porque es desco-nocida, aunque sea humana cuenta Santom. algunos la recono-cen como propia y no la destruyen, pero para otros es una sustancia extraa y por eso a veces el tratamiento no surta efecto. no siempre se elaboran anticuerpos, pero puede suceder.

    el equipo de dellacha aplic tcnicas de marcacin de las hormonas humana y bovina para analizar cmo se unen a receptores, tanto in vitro como in vivo, y as confirmaron que el hgado tiene receptores para la hormona de crecimiento.

    como todava se desconoca la estructura terciaria de las hormonas de crecimiento, el grupo de Santom contribuy al conocimiento de la conformacin molecular mediante modificaciones qumicas de

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    distintos aminocidos para establecer el acceso al solvente de cada uno de ellos y su participacin en el reconocimiento de los recepto-res en la actividad biolgica.

    con apoyo del programa de las naciones unidas para el desarrollo, Santom estudi la hormona de crecimiento de la alpaca, un cam-lido que vive en los andes, a entre 4.500 y 5.500 metros de altura.

    el problema principal era conseguir las hipfisis recuerda Santo-m. como era una colaboracin con cientficos peruanos, ellos se comprometieron a obtenerlas. aparentemente, en cuzco la hipfisis es comestible, como la carne. en una oportunidad, estaba esperan-do veinte hipfisis de alpaca y fue una becaria peruana para reco-lectarlas. cuando volvi a nuestro pas, voy a buscarla a ezeiza para que la dejen pasar, porque traa material biolgico. cuando subimos al auto, la becaria me confiesa que haba habido un problema y no haba podido traer las hipfisis: las haba puesto en el freezer de la familia del investigador; ellos las haban confundido y se las haban comido...

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    en 1985, primero en los estados unidos y luego en gran Bretaa y francia, empezaron a llegar a los consultorios mdicos individuos de entre 25 y 30 aos con signos que correspondan a los de la en-fermedad de la vaca loca. al estudiar las causas de seis muertes, que fueron simultneas, encontraron que todos ellos haban recibi-do hormona de crecimiento humana. La organizacin mundial de la Salud emiti inmediatamente un llamado de alerta. pero a dife-rencia de lo que ocurri en los pases europeos, en la argentina nun-ca se registraron complicaciones por la aplicacin de la hormona de crecimiento humana producida en los laboratorios del grupo de Qumica Biolgica.

    recuerdo que estbamos en el laboratorio y nos llamaron de la or-ganizacin mundial de la Salud dice dellacha. nos comunicaron que consideraban apropiado detener la produccin o al menos dejar de aplicar la hormona hasta determinar lo que estaba pasando. tres aos despus se supo que en francia hubo 90 muertos. La hormona haba sido mal purificada o se haba extrado de personas que ha-bran tenido la enfermedad de creutzfeldt-Jacob. en una invitacin que tuve en la universidad de oxford, inglaterra, supe que al revi-sar el caso se encontraron con que, si inyectaban en ratas la hormo-na enriquecida que quedaba en la parte superior de la columna du-

    cAMBiO DE RUMBO

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    rante la produccin, los animales desarrollaban la enfermedad de creutzfeldtJacob. entonces, dejamos de producir, aunque nosotros hacamos una segunda etapa de purificacin. Lo que quedaba arriba (hemoglobina y soluciones) se descartaba y usbamos slo la parte de abajo. por eso, nunca tuvimos problemas.

    en este contexto internacional, entre 1983 y 1992, paladini, della-cha y Santom dejaron de investigar sobre hormonas de crecimiento para dedicarse a otros temas. adems de la advertencia de la orga-nizacin mundial de la Salud, se haba producido un avance deter-minante: se confiaba su produccin, en grandes tanques con medios de cultivo, a bacterias que haban sido modificadas para introducir-les el gen humano que dirige su sntesis en el organismo.

    en 1987, importantes avances internacionales imprimieron un cam-bio de rumbo en las investigaciones: en los estados unidos, Sherin S. abdel-meguid y colegas dieron a conocer la estructura tridimen-sional (el plegamiento de la cadena de aminocidos en el espacio) de la hormona porcina recombinante; es decir, producida por ingenie-ra gentica.

    cuando se conoce bien la estructura tridimensional se puede ver qu parte de la molcula interacta con los receptores; es decir, con las distintas regiones que van a producir un efecto biolgico expli-ca Wolfenstein. a veces, los grupos que estn lejos en la estructura lineal, cuando la protena se pliega de cierta manera pueden quedar cerca. por eso las protenas mal plegadas pueden tener otro efecto biolgico.

    en ese momento hubo una revolucin metodolgica y tecnolgica a partir de la aparicin de la biologa molecular, que permiti deter-minar la estructura primaria de una protena en un tiempo much-simo ms breve explica Santom. Si se aislaba un gen cuyo adn

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    tena una secuencia de bases determinada a partir de la cual se po-da deducir toda la secuencia de aminocidos de una protena; es decir, su estructura primaria. Lo que a nosotros nos haba llevado diez aos, se poda determinar en unos das! pero adems, la biolo-ga molecular trajo otra cosa extraordinaria: se pudo expresar ese gen introducindolo en una bacteria, como la escherichia coli, por ejemplo. de all en ms pudieron producirse enormes cantidades de protenas. en el Laboratorio nacional de investigacin y Servicios en Qumica de protenas (LanaiS-pro), que yo diriga, podamos de-terminar la secuencia de las protenas con gran rapidez. utilizba-mos mtodos automticos muy precisos.

    al tener la hormona pura, pudieron cristalizarla explica della-cha. y por eso pudieron determinar, en 1987, la estructura tridi-mensional de la hormona porcina recombinante, de la hormona humana recombinante y la del complejo que forma con las dos mol-culas del receptor, en 1992.

    Se iniciaba una nueva era, pero la tarea de los cientficos del grupo de Qumica Biolgica haba sido literalmente impagable: exploran-do en las fronteras del conocimiento haban producido hormona de crecimiento humana por un valor de... cuatro millones de dlares de esos aos!

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    a tono con el entusiasmo que produjo el retorno de la democracia al pas en 1983, un hecho del mundo cientfico local acapar la aten-cin de los diarios porteos: un grupo de investigadores del coni-cet abandonaba el sistema pblico para trabajar en una empresa privada.

    era una movida indita para la argentina. para muchos de sus cole-gas, los investigaodores se haban vendido al capital privado. para otros, eran la punta de lanza de una tendencia que ganaba adeptos en todo el mundo: agregar valor (tecnologa) a los productos para mejorar la competitividad. Varios de los protagonistas de esta inicia-tiva sin precedente haban sido alumnos de los integrantes del gru-po de qumica biolgica de la uBa.

    La compaa Sidus, una tradicional firma familiar que participaba del mercado farmacutico local, planeaba desarrollar proyectos en un rea cuyo nombre sonaba poco conocido: la biotecnologa. ni si-quiera estaba de moda la palabra recuerda marcelo criscuolo, hoy director ejecutivo de Biosidus S.a.. La idea era poder poner a pun-to la tecnologa recombinante para la expresin de protenas huma-nas en bacterias o clulas de mamferos.

    UNA PALABRA qUE TODAvA NO ESTABA DE MODA

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    Los investigadores del departamento de Qumica Biolgica de la fa-cultad de farmacia y Bioqumica de la uBa cumplieron un impor-tante papel en el desarrollo de la hormona de crecimiento recombi-nante por su experiencia en la purificacin, estabilidad y control de calidad de la hormona obtenida a partir de escherichia coli. en reuniones semanales, Juan dellacha, se convirti en asesor cien-tfico de Biosidus S.a. no slo discuta la produccin de la hormona, sino que aportaba su experiencia a los trabajos que los investigadores estaban realizando para conocer las propiedades qumicas, fisicoqu-micas y biolgicas de las hormonas de crecimiento que le conferan una mayor estabilidad en determinadas condiciones experimentales.

    el grupo de Biosidus S.a. intentaba obtenerla por la bacteria esche-richia coli, pero se descompona, se alteraba explica dellacha, por eso, buscaron a quien conociera su funcionamiento y estabilidad.

    a partir de estas experiencias y de comn acuerdo, introdujeron mo-dificaciones en ciertos procedimientos y disearon nuevos experi-mentos.

    el doctor Santom se hizo cargo del estudio estructural, la secuencia-cin de aminocidos y la determinacin de la masa molecular. as, pu-dieron comprobar que la protena recombinante de Biosidus S.a. (co-dificada como HcB-p001) tena idntica secuencia de aminocidos y puentes disulfuro que la hormona de crecimiento humana natural.

    tambin compar, con participacin de otros investigadores, la in-munorreactividad (su actividad frente a varios anticuerpos y su re-conocimiento por receptores celulares especficos, as como la res-puesta a cambios conformacionales producidos por anticuerpos) de la hormona recombinante con la de origen hipofisario y otra de ori-gen recombinante producida por genentech en los estados unidos.

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    encontr una total identidad inmunolgica entre las tres. Santom luego asesorara estudios similares para probar la actividad biolgi-ca de la hormona de crecimiento humana producida en leche de va-cas transgnicas.

    despus de ms de un lustro de intentos, Biosidus S.a. alcanza su primer hito en 1990, cuando lanza al mercado la eritropoyetina re-combinante, una hormona que estimula la produccin de glbulos rojos, producida a partir del cultivo de clulas en las que se haba insertado un gen humano. el siguiente paso fue el interfern alfa, un medicamento que se utiliza para evitar la proliferacin de clu-las tumorales y virus. entre 1993 y 1994, estos productos empeza-ron a exportarse a Brasil y Biosidus S.a. se independiz de su empre-sa madre. Santom determin la estructura primaria de todas esas protenas recombinantes.

    en 1995, lanzaron una droga para combatir las neutropenias (defi-ciencia de un tipo de glbulos sanguneos llamados granulocitos) ge-neradas por los tratamientos citostticos en cncer o radioterapia: el factor estimulante de colonias de granulocitos. al mismo tiempo, ponan a punto la produccin de hormona de crecimiento humana fabricada por bacterias recombinantes (modificadas genticamente).

    fue una decisin empresaria que requera una dosis de audacia. marcelo argelles, entonces al mando de la compaa, confiesa que, ante el desafo, no le faltaron momentos de duda. Las dudas lo asal-tan a uno todas las noches afirma. como deca Steve Jobs, la in-novacin no es perfecta al inicio, se hace camino al andar. Los da-tos con los que uno inicia el trabajo no son 100% efectivos. no es lo mismo calcular un puente o una usina nuclear, que una hormona recombinante; cuando se manejan datos biolgicos, las variaciones que surgen pueden ser la diferencia entre la posibilidad y la imposi-bilidad de desarrollar un producto.

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    al recordar esa poca, criscuolo revive los infinitos contratiempos que hubo que sortear. cuando uno tiene que encarar el desarrollo de un producto, no slo se trata de dominar la tecnologa subra-ya, saber cmo es el gen, cmo lo ponemos en un plsmido (adn extracromosmico), cmo lo ponemos en un clon de bacterias pro-ductoras, cmo mejoramos el mecanismo de fermentacin para que sea rentable para la industria farmacutica, cmo es el mecanismo de purificacin y su posterior envase. Sino tambin de entender un poco la fisiologa de la hormona de crecimiento, cmo debe ser su aplicacin clnica, a qu blanco debe dirigirse, cmo funciona. y en eso recurrimos a los acadmicos ms adecuados para que asesora-ran a la empresa: al grupo de Santom y de dellacha. ms all de su conocimiento y su probada eficiencia tcnica, eran los que ms co-nocan la protena. pero adems, haba un factor humano crucial: la mayora de los integrantes de Biosidus S.a. haban sido alumnos de los cientficos en la facultad de farmacia y Bioqumica. era un ho-nor, llegar, recibirse, estar en una empresa, hacer biotecnologa, y adems, volver a los profesores que nos haban formado y traerlos como asesores del grupo de desarrollo, dice criscuolo.

    entre las ancdotas de esos aos, figura una que recuerda con una gran emocin. cuando uno tiene que manejar un grupo de gente trabajando en un tema, algunos ms preocupados por el aislamien-to de los clones, otros por producir el nmero ms alto de copias, el mejor sistema de expresin, otros, el sistema de fermentacin o la pureza, etctera, etctera, y todos ellos universitarios (que no slo trabajan para saber hacer, sino que tienen que saber para qu traba-jan, cmo funciona lo que estn haciendo), el doctor dellacha, que siempre fue un hombre y un profesor de carcter, impona orden y respeto. Sola decir: yo el mircoles a las diez estoy ah, vengan to-dos que voy a mostrar el avance de los trabajos, el seguimiento. y a las las diez cero uno, dellacha abra la reunin y el que no estaba, no estaba. y aclara no era fcil no estar... realmente su seguimiento

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    de todo el grupo de desarrollo fue muy importante, no solo desde lo tcnico, sino tambin desde el punto de vista humano. y con Santo-m tambin haba una relacin especial, porque estaba al frente del LanaiS-pro, que tena equipos importantes como el secuenciador de protenas, que nos permiti hacer esa operacin en el pas. fue un placer y un honor que precisamente el doctor Santom, manejan-do ese laboratorio, hiciera para nosotros en la argentina la secuen-cia completa de la hormona de crecimiento.

    La prueba de fuego lleg tras los estudios clnicos y una vez aproba-da por la anmat, cuando el grupo de Bio Sidus present la hormo-na de crecimiento recombinante ante la plana mayor del servicio de endocrinologa del Hospital de nios. all venan a entrenarse m-dicos de todos los pases del mundo. ellos haban participado de la epopeya de dellacha, Santom y paladini. nos miraban con un po-quito de recelo recuerda criscuolo. estaban acostumbrados a trabajar con productos de firmas importantes, de muchsima cali-dad y nosotros ramos un grupo de jvenes que les estbamos tra-yendo una hormona fabricada con bacterias recombinantes Has-ta que pas algo en las presentaciones. tenamos al lado nuestro a dellacha y Santom como asesores y, bueno, se arm debate y al-guna controversia, sobre cmo asegurbamos la calidad. porque de alguna manera los bioqumicos tenamos nuestros geles, nuestras corridas, nuestros cromatogramas, que era un lenguaje que los m-dicos no podan entender. y ellos nos hablaban de los nios, de lo que pasaba, del riesgo, era casi un dilogo de sordos. Haba que rom-per eso. entonces, toman la palabra dellacha y Santom, y les di-cen: miren, ustedes hace veinte aos confiaron en lo que nosotros hacamos con nuestras manos. y trabajamos con este producto que tuvo mucho xito. ahora les pedimos que confen en lo que hacen nuestros alumnos. de una manera u otra las barreras cayeron. em-pez un dilogo distinto. La palabra de dellacha y de Santom fue muy especial, absolutamente espontnea, pero muy bien dirigida.

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    fue una emocin tremenda... nos sorprendieron. Haba una larga historia de gente de Bio Sidus que haba trabajado en la ctedra con ellos y que tambin haba conocido el trabajo en la hormona de cre-cimiento. fue como tomar la posta... era 1997.

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    en 1984 haba regresado al pas despus de una temporada en los estados unidos el doctor Lino Baraao, un qumico de intereses que abarcaban desde la antropologa hasta las neurociencias y el com-portamiento animal, y que jugara un rol decisivo en esta historia y en la de la ciencia nacional.

    Hijo de una maestra y de un empleado de Vialidad, Baraao confie-sa que siempre fue muy curioso y que estaba fascinado por la cien-cia: Hered esa curiosidad de mi padre afirma, que la conserv hasta su muerte, a los 89. alrededor de los 11 aos, le las obras com-pletas de Julio Verne, donde el hroe siempre era un cientfico. des-pus devor la coleccin de libros de ciencia de eudeba, en particu-lar las de comportamiento animal, tema que todava me apasiona.

    aunque la vida es imprevisible, a la distancia, Baraao parece haber estado predestinado a participar en el desarrollo de la hormona de crecimiento y en el de vacas transgnicas.

    mi padre tuvo 11 hermanos cuenta. uno de ellos, mi padrino ar-cadio Baraao, era qumico y trabajaba en hormonas. fue el prime-ro en hacer bioensayos en el pas. Siempre trabaj en el mbito pri-vado. otro de mis tos, tefilo Baraao, era profesor de maquinaria

    UNA OvEjA LLAMADA DOLLY

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    agrcola en la facultad de agronomia de la uBa (hasta hace poco haba un aula que llevaba su nombre). mi padre en su juventud tuvo un tambo. o sea que no es de extraar que yo haya terminado ha-ciendo vacas que producen hormonas en su leche. dada la pluralidad de intereses que lo motivaban, el aspirante a cien-tfico se decidi por la qumica, porque la consideraba la disciplina ms abarcadora. curs desde mecnica cuntica hasta anatoma humana, con cadveres y todo. Su anhelo era contribuir a desarro-llar una ciencia orientada al uso, como deca pasteur.

    el sabio francs del siglo XiX realiz algunas de sus contribucio-nes ms importantes mientras trataba de contestar preguntas que le planteaban los viateros de su pas. de chico cuenta Baraao, mi padre me di la Vida de pasteur, la biografa escrita por [su nieto], Vallery radot. y mi to tena en su escritorio la frase de pasteur que deca: Vivid en la paz serena de los laboratorios y bibliotecas. all no hallars siempre la gloria, ja-ms hallars la fortuna, pero en su seno sentirs la dulzura de ser cada da ms que el anterior y de haber aportado al mundo tu parte de verdad. eso me marc. desde su regreso al pas, Baraao tuvo la idea de que haba que ha-cer algo con biotecnologa animal. Se incorpor al instituto de Bio-loga y medicina experimental, que comparte edificio con el insti-tuto de ingeniera gentica y Biologa molecular (ingeBi), donde tambin trabajaban Hctor torres, su primer director, y marcelo ru-binstein, que haba logrado el primer ratn transgnico.

    torres fue el que tuvo la idea de empezar con los animales transg-nicos, recuerda. ya era 1994 cuando decide hablar con argelles y criscuolo, y les propone hacer un bovino transgnico capaz de pro-

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    ducir hormona de crecimiento en la leche.

    ellos ya estaban produciendo hormona con bacterias aclara Bara-ao. en realidad, no sabamos si convendra una hormona de creci-miento u otra protena recombinante. La primera en la que se pens fue el activador tisular de plasmingeno (tpa), que se usa para com-batir los infartos, una enzima que destruye el cogulo.

    Haba que hacer la construccin [del segmento de adn], e infiltrar-lo con un promotor en la glndula mamaria. ya se haba demostra-do en algunos casos que si se le pona un gen a un promotor de la ca-sena, la sustancia codificada por ese gen se segregaba en la leche de la vaca, agrega. inicialmente, presentaron el proyecto de poner una protena de inte-rs en la glndula mamaria de vacas al fondo tecnolgico argenti-no (fontar) de la agencia nacional de promocin cientfica y tec-nolgica, que ofreca crditos de devolucin contingente: si todo iba bien haba que devolverlos y si no funcionaba, no se devolva nada. pero como la conclusin del proyecto deba respetar los pla-zos del crdito, se inclinaron por probarlo en cabras, cuya gestacin dura cinco meses. ese tiempo, ms lo necesario para esperar a la ma-durez, un lapso que sumaba aproximadamente tres aos, coincida con el perodo mximo estipulado en el crdito.

    mientras tanto, Baraao y daniel Salamone, un veterinario gradua-do en la uBa y apasionado por los desafos ambiciosos, haban logra-do los primeros terneros por fecundacin in vitro. Lo hicimos tra-yendo ovarios de mataderos, fecundndolos en una cpsula de petri y luego implantndolos en vacas, comenta el primero.

    cuando se conoci que haba nacido el primer bovino producido in vitro [Brackett et al. 1982] dije guau, sta es nuestra oportuni-

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    dad recuerda hoy Salamone. tuve la suerte de recibir una beca de la agencia internacional de Japn (Jica) para viajar a ese pas y aprender a hacer terneros in vitro. al volver, en 1983, puse en prc-tica el mtodo y cuando quise darme cuenta haba producido ms de 60.000 [embriones] vacas en un mes! por supuesto que no todos los embriones podan implantarse, pero habamos hecho la prueba de concepto.

    pero... para qu hacer fertilizacin in vitro de bovinos?

    entre otras cosas, en ese momento se pensaba que era una mane-ra de mejorar genticamente el ganado. como en la argentina se faenaban vacas de calidad relativamente buena, se podan produ-cir embriones de alta calidad y los costos eran nfimos comparados con los que exiga fecundar una vaca a la manera tradicional deta-lla Baraao. uno produca cientos de embriones, y aunque despus se vio que stos bajaban de precio y finalmente las cuentas no ce-rraban, era bueno dominar esa tecnologa.

    Los terneros nacidos en la argentina fueron los primeros de am-rica latina, y para los cientficos tenan una doble utilidad: por un lado, les permitan desarrollar una aplicacin biotecnolgica, y por el otro, estudiar los procesos de maduracin y fertilizacin de ovo-citos en una especie distinta del ratn, con caractersticas ms pare-cidas al ser humano. y ya que lo hacan en cabras... por qu no probarlo simultneamen-te en vacas? era un desafo ambicioso, entre otras cosas, porque ha-ba que disear toda la logstica, desde la biologa molecular, has-ta la biologa celular, la veterinaria explica Baraao Haba que comprar cabras criollas, un chivo de una raza lechera... adems, el chivo slo se reproduce en determinada poca del ao. un detalle colorido es que tuvimos que alojarlo en Veterinaria, reparar un co-

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    rral... Los investigadores tenamos que hacer de todo: desde arreglar un alambrado, hasta bajar los fardos de pasto y preparar los medios de cultivo. era divertido, pero...

    el fondo tecnolgico argentino (fontar) les dio cerca de 800.000 dlares con los cuales montaron el laboratorio de marcelo rubins-tein en el ingebi y tambin arreglaron gran parte del resto del insti-tuto. pero el camino que haban decidido tomar no careca de obs-tculos. Haba que sincronizar el celo de las hembras, fertilizarlas por laparoscopa, esperar 48 horas hasta que estuviera fecundado el vulo, hacer la ciruga, lavar la trompa (de falopio), y recoger los huevos fecundados. despus de colocarlos en un tubito, haba que correr de la veterina-ria al laboratorio, donde rubinstein los esperaba con su microsco-pio, los examinaba y deca: no, estn pasados, ilustra Baraao. y as todas las semanas. Las vacas eran un poco ms previsibles... pero una vez que los em-briones llegaban a la etapa de blastocistos [embriones que se desarro-llaron durante 5 o 6 das], haba que llevarlos al campo, en Baradero, donde tenan que esperar al equipo encargado de realizar la trans-ferencia; es decir, de insertarlos en el tero de las vacas portadoras.

    eso implicaba sincronizar el da en que haba que ir al matadero a conseguir los vulos, con el momento en que se trataba a las vacas en el campo con (hormonas) prostaglandinas para que estuvieran listas para cuando llegara la camioneta con el embrin. me acuerdo de un da que tenamos listos unos animales buensimos y pararon a la camioneta en la aduana, viniendo de uruguay, porque tena una lupa que no estaba registrada o algo as rememora Bara-ao con una sonrisa. y mientras tanto, el tiempo pasaba y pasaba...

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    finalmente, hicieron decenas de transferencias de embriones de ca-bras y dos transferencias de vacas. de ellas, nacieron tres cabritos y dos terneras.

    con Lino queramos producir animales con material de matadero, pero esas vacas no eran muy atractivas porque no contaban con un material gentico especial dice Salamone. en cambio, si a esas va-cas se les sumaba valor agregado, algo que las hiciera nicas, el em-brin resultara mucho ms valioso. as fue como Baraao empez a intentar la transgnesis para convertirlas en fbricas de protenas de inters farmacolgico.

    Los primeros animales podan o no ser transgnicos. Haba que in-yectar 2.500 ovocitos, de los cuales, una vez fecundados solo so-breviva un 10 %. de stos se implantaba un 20%, y de sos haba chances de que un animal fuera transgnico. pero transgnico en el sentido de que tuviese el gen, porque an as poda no expresar la protena de inters, ya que si el gen que insertbamos no llegaba al tejido o al rgano correspondiente..., detalla el cientfico.

    Suele decirse que la ciencia es un largo camino de fracasos salpica-do por un xito de tanto en tanto. esta aventura no fue la excepcin. exigi un perodo de muchsimo trabajo, en el que nacan los anima-les, pero no lograban lo que haban planeado y pareca que no iban a llegar a la meta. finalmente, Biosidus S.a. decidi seguir adelan-te con otra metodologa, la clonacin, no obstante lo cual devolvi el subsidio como si el proyecto hubiera sido exitoso, porque se ha-ba desarrollado tecnologa y se haban formado recursos humanos. naci s, un toro aberdeen angus de alta calidad, que se us como caso control.

    a mediados de 1996, la idea original comenz a languidecer. para entonces, Salamone estaba deseoso de volver al campo para empa-

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    parse de los problemas propios de los animales y de la logstica de la explotacin ganadera, y decidi viajar al exterior a hacer un pos-grado.

    Luego de algn tiempo, haba estado trabajando mucho y no sa-ba muy bien cul iba a ser mi prximo paso, cuando viajo a niza para participar en un congreso cuenta. deambulando por los pa-sillos, escucho [al cientfico argentino] Jos cibelli. exclamaba: Lo logr! Qu maldito! y encima es buena persona!.

    Los diarios del mundo haban anunciado el nacimiento del primer mamfero clonado de clulas adultas de la historia, la oveja dolly. ah me dije: yo tengo que trabajar en esto, dice Salamone. un ao y medio ms tarde, en enero de 1998, precisamente cibelli logra-ra el nacimiento de los primeros terneros clonados transgnicos del mundo.

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    dolly naci al caer la tarde, el 5 de julio de 1996, cerca de edim-burgo, escocia. tena la apariencia de una tpica oveja de raza finn-dorset, pero lo cierto es que era absolutamente extraordinadria: ian Wilmut, un embrilogo ingls (y marinero frustrado), y Keith cam-pbell, un bilogo de 42 aos de la misma nacionalidad, la haban creado aplicndole una diminuta descarga elctrica a una clula de ubre de una oveja ya muerta y a un vulo sin fertilizar desprovisto de sus cromosomas. Si bien su embrin haba sido implantado en el tero de otra oveja, en rigor, no tena ni madre ni padre: fue una her-mana gemela de la oveja donante del material gentico.

    a pesar de que evoca argumentos de ciencia ficcin, la clonacin es una maniobra aparentemente sencilla. una aguja penetra a travs de la membrana exterior de un vulo. con una maniobra diestra, un tcnico extrae su ncleo y luego utiliza una segunda aguja para inyectar en su lugar otro ncleo, extrado esta vez de una clula di-ferenciada (con un juego completo de cromosomas). una descarga elctrica los fusiona. y el embrin empieza a dividirse...

    muy pronto, la comunidad cientfica vislumbr las potencialidades de este desarrollo que, tras repetidos fracasos durante un cuarto de siglo, pocos haban credo posible. el artculo que lo describa fue

    LA iNGENiERA DE LA viDA

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    publicado en nature el 7 de marzo de 1996, y una semana ms tar-de un editorial adverta que el poder creciente de la gentica mole-cular nos enfrenta a la perspectiva futura de ser capaces de cambiar la naturaleza de nuestra especie y plantea cuestiones que afectarn a la humanidad.

    para apreciar el impacto que este avance tuvo en todo el mundo baste con recordar que, poco tiempo despus, el presidente nor-teamericano Bill clinton recomend adoptar una mora en las inves-tigaciones y prohibi el empleo de fondos federales para la experi-mentacin con embriones humanos. Varios pases europeos hicieron lo mismo. La iglesia conden el uso inescrupuloso del cuerpo huma-no, y hasta los mismos Wilmut y campbell se opusieron al uso de la clonacin con fines reproductivos: todo tipo de manipulacin de embriones humanos debera ser prohibida, declararon.

    Los investigadores estaban asombrados porque veinticinco aos de intentos los haban convencido de que, una vez que las clulas ha-ban comenzado a diferenciarse hacia sus roles de adultas en el em-brin temprano, no podan volver atrs. dolly demostr lo contrario (despus de 276 intentos fallidos) y abri la puerta a un sinnmero de innovaciones biotecnolgicas. una, en particular, acapar el inte-rs de los cientficos: los clones transgnicos presentaban la posibi-lidad de convertirse en fbricas de medicamentos. como la hormo-na de crecimiento...

    richard palmiter, de la universidad de Washington, y ralph Brins-ter, de la de pensilvania, haban obtenido el primer animal transg-nico en 1983. Los cientficos crearon un ratn gigante implantando el gen responsable de la hormona de crecimiento humana en vu-los de ratn fertilizados. Luego transfirieron los huevos a hembras portadoras y documentaron que el gen funcionaba en varias de sus

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    cras. tambin demostraron que el gen poda transmitirse de gene-racin en generacin.

    Los transgnicos podan producirse insertndoles o suprimindoles un gen por medio de la tecnologa de recombinacin del adn. esas modificaciones pueden agregar o suprimir una funcin.

    el gen poda insertarse por microinyeccin en el proncleo de un ci-goto (clula resultante de la unin de los gametos femenino y mas-culino), utilizando un vector retroviral o transformando clulas em-brionarias.

    en 1996 viene a la argentina alan trounson, lder de la fertiliza-cin in vitro en australia, un pope, y nos dice que ya no se hace ms microinyeccin, que lo que deberamos estar haciendo era clona-cin, cuenta Baraao.

    pero cambiar de caballo en medio del ro no era sencillo. enton-ces, a fines de 2000, Salamone, que haba estado trabajando en el ci-clo reproductivo de bovinos en canad y luego haba pasado a tra-bajar con Jim robl, otro referente en clonacin en cuyo laboratorio precisamente el argentino Jos cibelli haba producido las primeras vacas transgnicas, le escribe a Baraao diciendo que quiere volver a la argentina. en los estados unidos, Salamone haba aprendido una tcnica que consista no en microinyectar vulos, sino en tomar fibroblastos de feto (las clulas ms comunes y menos especializadas del tejido con-juntivo), transfectarlos con (introducirles) un gen de resistencia a los antibiticos, seleccionar las clulas transgnicas y luego hacer el transplante nuclear. as se tienen altas probabilidades de obtener embriones transgnicos.

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    esa tecnologa era un boom que incluso haba dado lugar a la crea-cin de una empresa, advanced cell technologies precisa Bara-ao. as que volv a Biosidus S.a. y les dije: Vamos por esto.

    y all fueron. Segn cuenta Salamone, l volvi en enero, consigui el equipo en julio, al mes tena los primeros clones y cinco meses ms tarde los primeros transgnicos.

    desde su regreso al pas, Baraao haba tenido la idea de que era prio-ritario desarrollar la biotecnologa animal. Los bioqumicos prefe-ran trabajar con plantas, porque eran ms sencillas y las tenan en la maceta, pero yo quera trabajar en transgnesis con vacas... aunque la verdad es que no tena mucha idea, confiesa. Haba desarrollado un mtodo para valorar de actividad biolgica de las hormonas que se usan para superovular, haba trabajado con estas protenas para inducir la superovulacin en yeguas y tambin haba intentado tra-bajar con las empresas aportando elementos para la produccin ani-mal, aunque sin mucho xito. era tal la oscilacin de la economa, que nadie quera embarcarse en proyectos de riesgo, apunta.

    entonces, decidi escribir un proyecto de dos carillas en el que esta-bleca que no iban a desarrollar ratones, ni cabras: haran la prueba de concepto en cultivos de glndula mamaria de vaca. no sera nece-sario afrontar un proceso largo y costoso para crear un ratn trans-gnico que permitiera probar si la construccin funcionaba o no. Lo probaran in vitro. y con la hormona de crecimiento. Baraao seleccion un reducido grupo de trabajo integrado por Leo-nardo Bussman, que se ocupara de las transfecciones (la insercin de genes) y el cultivo de los fibroblastos, daniel Salamone, para el trasplante nuclear, y la empresa munar y asociados, para la transfe-rencia de embriones.

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    La entretela de esta historia no carece de suspenso y hasta de condi-mentos humorsticos. mientras Salamone todava estaba en los es-tados unidos, mandaron a un abogado a que lo convenciera de vol-ver cuenta Baraao. me acuerdo que ese verano yo estaba en mar del plata con mis hijos, en [los juegos de] Sacoa y, ante la suspicacia de los chicos, usaba las fichas para mandarle mails a Salamone que cada tanto se arrepenta... finalmente, en diciembre de 2001, empezaron a trabajar. el pas se caa a pedazos y nosotros lanzndonos a esta aventura!, recuerda. para los primeros intentos, utilizaron tejido de una oreja del toro que haba resultado del embrin implantado en el experimento de aos antes. La primera vez se dej sacar la muestra dcilmente comen-ta, la segunda ya miraba con desconfianza, y despus empezaba a raspar el suelo con la pata con nimo amenazante en cuanto vea al tcnico que se acercaba con el sacabocado como si le dijera: ac no te acercs.

    Sin embargo, de esas clulas bovinas se logr el primer embrin clo-nado. al mes y medio de transferido e implantado en el tero de la vaca portadora, una ecografa mostraba la imagen del ternerito en gestacin. fue maravilloso comenta Baraao: nunca haba puesto ecogra-fas de mis hijos en la pantalla de la computadora, pero todo el gru-po tena la imagen del ternerito en sus mquinas. Lgicamente, la noticia provoc una enorme algaraba, entre otras cosas, por la celeridad con que se obtuvo un resultado positivo, si se lo compara con los casi 280 intentos que haba requerido clonar a la ove-ja dolly, el primer mamfero obtenido por esta tcnica de la historia.

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    el parto estaba previsto para los primeros das de marzo de 2002. La vaca, que pastaba en medio del campo rigurosamente vigilada, ha-ba sido revisada por un batalln de especialistas en neonatologa bovina y se encontraba en ptimas condiciones para dar a luz. pero (siempre hay un pero) un par de semanas antes de la fecha in-dicada, Quelo gmez, el encargado del campo, les advirti que se-gn su experiencia el parto se adelantara.

    me acuerdo que dijo: esta vaca pare en una semana, asegura Ba-raao. con la autosuficiencia que otorga una carrera universitaria, los investigadores, por supuesto, confiaron ms en sus propios cl-culos que en la intuicin y la experiencia de Quelo e hicieron caso omiso de sus advertencias.

    el sbado siguiente, sin ningn integrante del equipo cientfico presente, la vaca entr en trabajo de parto cuenta. cuando lle-g el primero de nosotros, el ternero estaba atascado en el canal de parto. para cuando lograron sacarlo, ya haba muerto. para colmo, sabamos que en Balcarce haba vacas preadas por clonacin y en Brasil tambin se estaba intentando. finalmente, todas abortaron.

    un artculo de La nacin dio a conocer la noticia de este modo: ines-peradamente, a fines de enero de 2002, el equipo de investigacin de Biosidus S.a., que algo ms de nueve meses antes haba logrado clonar terneros a partir de clulas adultas por primera vez en amri-ca latina, tuvo que trasladarse de urgencia al campo.

    La vaca de raza Jersey que se encontraba en ms avanzado estado de gravidez haba comenzado a tener sntomas de parto inminen-te, dos semanas antes de la fecha prevista, que era el 11 de febrero.como se haba convenido de antemano, fue sometida a una ces-rea, pero, a pesar de los esfuerzos de reanimacin y de que estaba

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    completamente formado, el ternerito falleci durante el parto, que se haba producido el 28 de enero. de todos modos, y ms all de la frustracin lgica, el equipo hizo un balance positivo de la experien-cia: en apenas un ao de trabajo haban logrado dominar la tcni-ca de la clonacin y cumplir todos los pasos que permiten producir un animal totalmente formado. y ya estaban preparados para seguir adelante.

    el ternerito clonado se haba producido insertando el ncleo de una clula del toro aberdeen angus (un fibroblasto de la oreja) en un vulo bovino. el embrin resultante fue incubado durante algo ms de una semana antes de transferirlo a la vaca portadora.

    Se gest como corresponde y lleg a tener todos sus rganos y teji-dos explic en esa oportunidad carlos melo, de Biosidus S.a., a La nacin. despus del nacimiento, se realizaron los estudios gen-ticos e histopatolgicos. era normal, anatmica y fisiolgicamente. Slo tena lo que se conoce como hgado graso, algo tambin habi-tual en estos animales. Las pruebas muestran de manera indudable que era un clon. mandamos muestras con varias trampas cruzadas (una muestra del toro original, dos del ternero, dos de la madre no-driza y una del hijo biolgico del toro) para tener la certeza, y los re-sultados fueron irreprochables. indican una identidad del 99,95% (el 100% es imposible). Sobre 16 regiones del adn que se estudia-ron, las 16 coinciden. es decir, la probabilidad de que por casualidad haya habido un error es de 5 en 10.000.

    pero el plan seguira como estaba previsto. La meta era clonar vacas transgnicas capaces de producir hormona de crecimiento humana, y el equipo ya tena otra decena de preeces en marcha.

    Si tenan xito, las vacas clonadas y modificadas genticamente se-ran capaces de producir entre 15 y 20 litros de leche diarios. cada li-

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    tro de esta leche podra contener hasta cinco gramos de hormona de crecimiento, lo que dara entre 75 y 100 gramos diarios.

    Bastaran dos o tres vacas para abastecer la demanda mundial de hormona de crecimiento. es decir, que entre una vaca que produ-ce una protena recombinante y una gallina que produce huevos de oro, es ms conveniente la vaca, brome en ese momento Baraao.

    esta fue una prueba de que nuestra receta funcionaba... y llegamos al parto. La moneda cay del otro lado, pero es chance. Significa que dominamos la tecnologa, lo que es notablemente exitoso. ahora es cuestin de repetir. estamos en un nivel avanzado. pero tenemos que ir paso a paso, agreg.

    una vez superada la frustracin, decidieron seguir adelante, pero esta vez con fibroblastos fetales de raza jersey, de menor tamao, para evitar los riesgos asociados a la particularidad de los terneros clonados de ser ms grandes que los nacidos de forma natural.

    por fin, de las primeras clulas nace exitosamente pampa, la prime-ra ternera clonada en la argentina. para no dejar nada librado al azar se haba instalado un verdadero quirfano en medio del campo y el equipo encargado del parto inclua a ocho personas.

    de all en ms, casi semana por medio se haca un asado para asis-tir al nacimiento de un ternero clonado recuerda Baraao. y aun-que eran partos de alto riesgo, salan bien... con diferencia de meses nacen dos descendientes de esa dinasta, con un valor agregado: son transgnicas. Las llaman pampa mansa y pampa clara. Se les toman muestras de adn y todas tienen el trans-gen, pero la que arroja una seal ms potente es la primera.

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    el xito fue motivo de otro festejo cuyo registro fue una foto pola-roid de la bandita de barras oscuras y claras que mostraba la pre-sencia del gen humano en medio del genoma bovino.

    en cuanto la vaca lleg a la madurez, sus ubres comenzaron a dar leche que contena la hormona humana, dato que se prob por ra-dioinmunensayo.

    de todas maneras, haba que probar que era exactamente igual a la que ya produca Biosidus S.a. y se hizo: era bioqumicamente idn-tica y biolgicamente activa, dice Baraao. y acota que, ms all del logro cientfico, fue una muestra notable de cmo dos docenas de cientficos, empresarios, veterinarios y gente de campo argenti-nos pudieron trabajar juntos en pos de un objetivo comn. era la pri-mera vez que se estableca una asociacin tan directa entre la cien-cia y la empresa. cinco aos despus de que hubiera nacido el primer animal clonado de la historia, haba apenas cuatro o cinco grupos en el mundo que dominaban esta tecnolog