Azua Felix de - Historia de Un Idiota Contada Por El Mismo

8/18/2019 Azua Felix de - Historia de Un Idiota Contada Por El Mismo

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Algunos historiadores califican de «siglo idiota» al siglo XIX. Esto es un error.«Siglo estúpido», sin duda; «siglo bobo», quiz. !ero el rango de «idiota» debe reser"arse para el siglo XX. El protagonista de esta no"ela es un idiota del siglo XX. #e la segunda$itad del siglo XX, para ser $s e%actos; lo que conlle"a un grado superior & $sconcentrado de idiotez. '(cti$a de la insensatez zool)gica de la segunda posguerra

europea, nuestro persona*e se e$pe+a en una afanosa & $onote$tica in"estigaci)n de lafelicidad, que le conduce ine%orable$ente a la ruina. #ado el estre$ecedor futuro que seles anuncia a los idiotas fin de siècle, este libro debiera ser adoptado por todos los institutosde segunda ense+anza co$o $anual de super"i"encia. o e"ita la idiotez, pero a&uda a pre"enirla. #e otra parte, por haber sido escrito de un $odo tan raro, prestigia a quien lolee, & &a se sabe que el prestigio es uno de los $s eficaces encubri$ientos de la idiotez.



FÉLIX DE AZÚA

HISTORIA DE UN IDIOTA

CONTADA POR ÉL MISMO

o

EL CONTENIDO DE LA FELICIDAD

!r)logo

-ernando Sa"ater



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0I3E4A324A 5/3E6!/47E/S

Asesor: Víctor García de la Concha

Director Editorial: Javier de Juan

Editora: Celia Torroja

© Félix de A!a" #$%&

© De esta edici'n: Es(asa)Cal(e" *+ A+" #$$,

-a.ueta de cu/ierta: To0o 1odrí2ue345D4G6" *+C+

4lustraci'n (ortada: Vestido /ajando las escaleras 7#$8&9" de Eduardo Arroo+

© Visual E+G+A+;+" Eduardo Arroo+



De('sito le2al: -+ #+#&&)#$$,

4*<5 %=)>,$)8,##)?



PRÓLOGO

8istoria de un idiota contada por otro, a$igo su&o

Se lo "o& a decir porque ustedes no tienen por qu9 saberlo: &o esto& en el origen deeste libro. o $e refiero, desde luego, a que $i no$bre aparece en la dedicatoria,aco$pa+ado, por cierto, de un elogio clara$ente en"enenado pero <los habr de otraclase=>. 3a$poco pretendo haber ser"ido de $odelo in"oluntario para el persona*e idiotaque protagoniza la historia, aunque $uchas de sus idioteces $e corresponden tana*ustada$ente que se dir(a que el narrador las cort) a $i $edida & según $i patr)n. Es probable que a ustedes les ocurra una asi$ilaci)n igual, sobre todo si son espa+oles & padecen entre cuarenta & cincuenta tacos. i $ucho $enos puedo en"anecer$e de haber

ins(irado las ideas & episodios aqu( e%puestos, pues so& notable$ente incapaz de inspirar nada, sal"o pena o desd9n: s)lo puedo ins(irar@e" no inspirar, & cuando &o e%pire, $i pobre inspiraci)n e%pirar con$igo. 0o que les digo es que &o esto& en el origen de estaobra, es decir, que fui su ocasi)n, su si$ple prete%to, quien sin saberlo encendi) la $echade la for$idable carga e%plosi"a cu&a "oladura literaria zarandear a los lectores de estageneraci)n & de las "enideras. 2n $o$ento $s de atenci)n & se lo cuento en tres patadas.

A co$ienzo de los a+os ochenta cierto conocido $(o, $uchacho a$able &e$prendedor co$o lo ped(a la 9poca tan distinta, a&, de la nuestra>, fund) una nue"aeditorial, $odesta pero aseada. 3ras publicar$e con notable pri$or un librito dedicado a laúnica ciencia que poseo con discreta co$petencia, las carreras de caballos, $e pidi) que le

orientara para futuras e$presas. ?uer(a hacer una colecci)n de te%tos bre"es & bien presentados, lo que los franceses lla$an (la.uettes" en torno a las cien pginas, sobre unte$a co$ún & sugesti"o, un te$a que se pudiera tratar en for$a de ensa&o, narraci)n,dra$a, poes(a o aforis$os. !or aquel entonces co$o por este ahora> &o estudiaba aSpinoza, el $s a$able & por tanto el $s odiado de los pensadores; en especial le(a a4obert 6israhi, que sigue pareci9ndo$e su $e*or co$entarista, & $e encontraba a $edioca$ino de su Traité du /onheur+ #e $odo que le propuse a $i a$igo editor co$o t(tulo dela serie El contenido de la elicidad & le suger( una larga lista de no$bres a los que podr(a$os solicitar su contribuci)n en este e$pe+o. -ui no$brado director de la presuntacolecci)n, lo que $e oblig) a efectuar algunas lla$adas telef)nicas & a escribir "ariascartas, dos de las tareas @cr9an$e@ que $s honda$ente saben repugnar$e. 4ecurr( en

pri$er t9r$ino a los $aestros & a los a$igos, consiguiendo "arias respuestas alentadoras:Agust(n arc(a al"o, Bos9 0uis Aranguren, -9li% de Azúa, 0uis Antonio de 'illena &, last /ut least" o $is$o.

En el (nterin, con esa desconcertante celeridad con que los naipes suelen desertar delos castillos que for$an & los pol(ticos abandonan sus pro$esas electorales, la editorial dela$able & e$prendedor $uchacho "ino a quebrar. ?ue se hunda un pro&ecto editorial escosa tri"ial a fuerza de co$ún, pero que arrastre en su ca(da un pro&ecto de colecci)n sobre



el contenido de la felicidad es algo aún $s tri"ial$ente suscitador de s($bolos & presagios, por lo que no deben esperarlos de $(, que padezco discreta aunque tanhonda$ente co$o cualquiera el "irus $oderno de la originalidad. !or lo de$s ta$pococaben e%cesi"as la$entaciones, porque todas las obras encargadas se escribieron & se publicaron con razonable 9%ito, aunque cada cual por su lado. Esta dispersi)n fa"oreci) la

creaci)n de un cierto cli$a eude$onol)gico & la cuesti)n de la felicidad se puso de $oda:aparecieron obras de sesudos "arones & apasionadas "(rgenes sobre la cuesti)n, a quienes *a$s se $e habr(a ocurrido encargarles nada en $i nonata colecci)n. 6ediaban los a+osochenta, &a les digo, & todo parec(a posible. Si ustedes "i"ieron $(ni$a$ente la actualidadcultural espa+ola de aquella 9poca, seguro que en alguna ocasi)n no pudieron re$ediar preguntarse qu9 co+o pode$os hacer por la felicidad o qu9 puede hacer la felicidad por nosotros. Cueno, ahora &a saben c)$o & por qu9 naci) tan subli$e indagaci)n colecti"a.

3al co$o les digo, la pesquisa eude$onista produ*o "arios traba*os esti$ables que *ustificaron con creces el frustrado e$pe+o que los origin). !ero s)lo consinti) la aparici)nde una obra $aestra: 8IS3/4IA #E 2 I#I/3A /3A#A !/4 D0 6IS6/ / E0

/3EI#/ #E 0A -E0II#A#, la contribuci)n de -9li% de Azúa. ualquier libroreal$ente bueno supone sie$pre una cierta sorpresa, por $ucho reconoci$iento pre"io quenos $ereciera el talento de su autor: todo acierto $a&or tiene algo de arbitrario, aun de@ila2roso" que la co$petencia del escritor no elucida plena$ente. En el caso que nosocupa, ade$s, la obra supuso todo un "uelco en la carrera literaria de Azúa, una aut9ntica@etanaoia no s)lo art(stica sino ta$bi9n co$ercial. 8asta publicar 8IS3/4IA #E 2I#I/3A, -9li% de Azúa estaba considerado co$o una figura de indudable pri$era $agnituden la literatura reciente espa+ola, pero alti"a$ente ine%pugnable para esa in$ensa $inor(afor$ada por el co$ún público lector. -ue uno de los «no"(si$os» $s e$ble$ticos de lafa$osa antolog(a de astellet & su prestigio segu(a sustentado antes que nada por su obra po9tica, recogida en ;oesía" #$&%)8% & Farra+ ?uienes conoc(a$os sus dos ensa&os publicados por aquellas fechas, un estudio sobre Caudelaire que ahora ha sido "uelto aeditar> & Ba (aradoja del (ri@itivo" espl9ndido traba*o doctoral sobre la est9tica de #iderot,esperba$os con aut9ntica ansiedad otros escritos te)ricos que confir$asen la rara alianzaque en ellos se daba entre "ibrante agudeza, seguridad de gusto & feno$enal preparaci)ncultural. Su dese$pe+o co$o no"elista era "alorado de un $odo $enos unni$e: la trilog(ade sus Becciones 7Bas lecciones de Jena" Bas lecciones sus(endidas" lti@a lecci'n9$ostraban, *unto a indicios de la $e*or calidad, un e%cesi"o $i$etis$o con la f)r$ulanarrati"a de Buan Cenet & cierto regodeo cr(ptico aunque cada "ez $s ali"iado. ingunode estos reproches pod(a hacerse en ca$bio a su cuarta no"ela, -ansura" parbola hist)ricanarrada con elegante sencillez & plena $aestr(a que encontr) a la cr(tica co$o suele ser habitual> & a los lectores lo que es $s raro> in*ustificada$ente distra(dos. En fin, que all por $il no"ecientos ochenta & seis, a sus cuarenta & dos a+os, -9li% de Azúa era un$agn(fico esp9ci$en de ese tipo de escritor que cualquier director de colecci)n seenorgullece de tener en su catlogo & cualquier director de "entas tie$bla al "erlo en 9l.

entonces llegaron el idiota & su 8IS3/4IA. El libro ro$pi) la reser"a de loslectores & se con"irti) en un /est)seller de calidad, no s)lo en Espa+a sino ta$bi9n en los pa(ses europeos a cu&as lenguas fue traducido. En -rancia, nunca de$asiado generosa conla cultura de sus "ecinos ultrapirenaicos, incluso fue adaptada co$o $on)logo teatral.<ul es el secreto de este 9%ito= !ode$os aducir algunas con*eturas, nunca del todo



resolutorias. #esde luego, no se debe a que el autor ca$biase aqu( su for$a de pensar ni$odificase en lo $s $(ni$o sus categor(as literarias: por el contrario, quienes le hab(a$osseguido desde tie$po atrs reconoci$os en la 8IS3/4IA #E 2 I#I/3A al $is$(si$oAzúa de sie$pre en estado casi qu($ica$ente puro. !recisa$ente el acierto pudo "enir node que se "elase o tra"istiese en $odo alguno, sino de que se descar' del todo. 'ea$os:

tanto co$o poeta, co$o ensa&ista o co$o no"elista, -9li% de Azúa hace sie$pre gala deuna inteligencia sin co$ple*os ni disi$ulos. Es un atributo bastante inti$idador. 0a for$ade que resulte $s aceptable por la $a&or(a es poner esa inteligencia al ser"icio de unhu$or real$ente prúsico no por ger$nico sino por lo cido>. En la 8IS3/4IA, lainteligencia del autor se "uel"e burla despiadada contra s( $is$a, por lo que el lector puedesentirse $enos hostigado por ella. El segundo e%pediente es *ugar con los ele$entosidentificatorios de una cierta $e$oria co$ún. Flti$a$ente se han puesto de $oda entreescritores de edad $ediana hablo de Espa+a, claro est> las no"elas que cuentan c)$ofueron las cosas all por los sesenta & c)$o deri"aron: lo que anhelba$os cuandoten(a$os "einte a+os, nuestros a$ores furti"os o iniciticos, nuestras lealtades pol(ticasluego degeneradas en reprensible confor$is$o, nuestras lecturas, lo que supusi$os que erael $undo & el puesto que nos reser"ba$os en 9l, las "erdades atroces de la dictadurasustituidas por las halagadoras falsedades de la de$ocracia subsiguiente. Es truco habitualde este subg9nero, que $e apresuro a declarar intensa$ente detestable, contraponer algún persona*e fiel a los ideales de anta+o a los aburguesados $utantes que social$ente predo$inan en su entorno. o$o El uijote para las no"elas de caballer(as es la8IS3/4IA #E 2 I#I/3A para esta cater"a de tediosas & edificantes nader(as: subli$a elg9nero hasta lo $etaf(sica$ente rele"ante, lo parodia (nti$a$ente & lo aniquila. 0a únicadiferencia es que #on ?ui*ote "ino despu9s de A$ad(s & en este caso le ha precedido...

/tra cla"e de la e%celencia de este libro: su protagonista es idiota, pero un idiota deltipo autorreferente, es decir, un idiota intelectual. Es el único persona*e que per$itedesarrollar todos los "irtuosis$os del pastiche introspecti"o, ideol)gico, filos)fico,her$en9utico...> a un sat(rico de dieta e%clusi"a$ente culturalista co$o Azúa. En lasno"elas que han seguido a esta 7-e@orias de un ho@/re hu@illado" Ca@/io de /andera9los cr(ticos ad"ersos le han reprochado cierta tendencia al esque$atis$o & a la disecci)ncaricaturesca de los persona*es, irreales & $altratados por el autor co$o $u+ecos de co@ic+ o $e parece un defecto serio, sie$pre que uno no pretenda aplicar el $odelo ro$nticoGnaturalista all donde el escritor es el pri$ero en ridiculizarlo. Ca@/io de /andera" en particular, $e parece una di"ertid(si$a repri$enda al g9nero «cr)nicaG9picoGedificanteGdeGlaGcontiendaGci"il» que a tantos recientes laureados de nuestras letras aún parece encandilar. en diagn)stico 9ticoGpol(tico "a $s le*os que ninguno de ellos, aunque a "eces el tonoacerba$ente doctoral resulte de$asiado crudo. 0o cual no se le puede reprochar en elIdiota, ob"io es decirlo, porque aqu( el te$a lo i$pone as( $s all de ninguna duda oreser"a. <6e atre"er9 a decirlo= -9li% de Azúa es algo as( co$o el Aldous 8u%le& de $igeneraci)n, aunque con $s quilates art(sticoGpo9ticos que ese parang)n, para $(, desdeluego, nada derogatorio. Siguiendo con el s($il, esta e%ploraci)n del contenido de lafelicidad ocupa el $is$o lugar que n @undo eli en la obra del otro...

4idiculizada la pretensi)n de la felicidad, un paso $s all por tanto de este libro, perdura el interrogante in*ustificable de la felicidad $is$a. ?ueda "isto para sentencia queninguno de los progra$as del $enú establecido la cu$plen. Sin e$bargo, aún podr(a



recordarse lo que un fil)sofo que ha hablado de estas cosas, Ernst 3ugenhadt, recuerda: «#ela felicidad s)lo la felicidad $is$a puede decidir.» 0a felicidad debe desenterrarse a s($is$a. 0o cual no se logra, sin duda, por $edio de teor(as ni decla$aciones. a sab(a$osque el ho$bre feliz no tiene ca$isa; debe$os resigna$os a que ta$poco gaste una teor(aeude$onol)gica. 0o cual, probable$ente, descarta por in"iable la colecci)n de libros que

&o i$agin9, cancelndola con una especie de «el resto es silencio». As( que adi)s, a$ado pr(ncipe...

-E4A#/ SA'A3E4



HISTORIA DE UN IDIOTA

CONTADA POR ÉL MISMO

o

EL CONTENIDO DE LA FELICIDAD



Este li/ro est dedicado a @is (recursores" <ouvard ;écuchet" a Fernando

*avater" .ue (osee el secreto de la elicidad" a -arisol" .ue tiene un (erro+



Si alguna "ez tropiezo con "ie*as fotograf(as de $i infancia, lo que hace $ucho que

no sucede, sie$pre $e sorprende & $olesta el $is$o, obsesionante, rasgo. En todas ellas @diez, "einte fotograf(as que $e retratan desde la pila bautis$al hasta los seis o siete a+osde edad@ aparezco con la $is$a e insoportable sonrisa. Sie$pre es igual, id9ntica, co$o

si se tratara de una $scara & fuera independiente de $i "erdadero hu$or. Este signoinequ("oco de "ileza ha deter$inado $i "ida, una de las $s desdichadas que conozco, &sie$pre en la $is$a direcci)n; desde $is pri$eras intuiciones supe que estaba obligado asi$ular una constante felicidad, & que se$e*ante rasgo iba a ser lo que $e per$itierasobre"i"ir; la única fortaleza en donde podr(a sentir$e a sal"o de los innu$erables ataquesde que iba a ser ob*eto. 2na si$ulaci)n de felicidad terca & constante $e ha per$itido, enefecto, llegar con "ida al d(a de ho&, pero a costa de los $a&ores sufri$ientos & de un hast(oinfinito. o obstante, prefiero no i$aginar lo que habr(a sucedido de haber $ostrado a caradescubierta hasta qu9 punto ni era feliz, ni falta que $e hac(a.

o recuerdo apenas nada de $i infancia, lo cual $e lle"a a pensar que, a diferencia

de casi todos los seres hu$anos, cu&os recuerdos infantiles pueblan de dicha su "e*ez, la$(a fue una infancia gris, aburrida, burocrtica & abstracta. As(, por e*e$plo, el únicoco$pa+ero de *uegos de quien tengo alguna constancia, gracias a que figura en tres o cuatrofotograf(as a $i lado, con un porte serio, digno, $agn(fico, es un perfecto desconocidocu&o no$bre habr(a ol"idado de no ser porque apareci) hace un par de a+os con un tiro enla nuca, doblado en cuatro, desnudo, en la $aleta de su propio coche aparcado en unaeropuerto. 0le"aba all( dos d(as & fue descubierto por su $u*er cuando esta decidi)recuperar el auto$)"il, según $e co$entaron no sin cierta $orbosidad. Esta $uerte, noble& "iolenta, en contraste con $i actual agon(a "egetati"a, da una clara significaci)n a estafigura serena, alti"a, que aparece *unto al sonriente gusano de tres a+os que no tengo $sre$edio de aceptar co$o &o $is$o.

0a infancia fue, para $(, lo que para otros el ser"icio $ilitar; algo ine"itable,decidido por el <oletín 6icial del Estado" & articulado en dos actos rele"antes, la le"a & la *ura de bandera. #e la le"a nada puedo decir porque carezco de la infor$aci)ni$prescindible, s)lo s9 que sal( al $undo a rega+adientes; & la *ura de bandera se produ*o el pri$er d(a en que recib( un tortazo @al parecer por pronunciar en público la palabra«co+o» que apenas si pod(a &o asociar con algo $s que con «a+o», dada la frecuencia conque $e preguntaban la edad los adultos desazonados por $i per$anente sonrisa@; tortazoque recuerdo n(tida$ente por la pro%i$idad de una puerta a la que hube de agarrar$e parano caer al suelo. on aquel decisi"o acto se $e infor$) sobre algunos e%tre$os de lafelicidad que luego he ido confir$ando. A este pri$er encuentro con la definici)n de uno$is$o "enida desde fuera, con el /b*eto que nos pone ob*eciones contundentes, con lanoci)n de autoridad, le sucedieron incontables encuentros del $is$o tipo, pues he sido unode los ciudadanos $s abofeteados durante su infancia & *u"entud que ha producido la as(lla$ada burgues(a catalana.

En todo caso, el bofet)n llegado del cielo co$o una causa sin causa, co$o !ri$er 6otor, inco$prensible 9l $is$o pero ordenador de toda co$prensi)n futura, produ*o unefecto for$ati"o total pues alcanc9 la refle%i)n, la $irada "enida desde fuera, & la



conciencia de que no se pod(a uno descuidar de la sonrisa ni un $inuto si quer(a seguir con"ida en un 6undo ordenado según unas le&es que &a "e(a &o poco propicias para$anifestar la infelicidad con el prop)sito de obtener algún rendi$iento. #ecid( entonces, alos cinco a+os de edad, ser el perfecto si$ulador de la felicidad, un profesional de la dicha,& si$ultnea$ente co$enc9 $i c9lebre in"estigaci)n acerca del contenido de la $is$a.

!oco $s se puede a+adir sobre este per(odo "ac(o & est9ril que es la infancia, a+osde absoluta supeditaci)n & dependencia lla$ados por los e%plotadores «a+os de felicidadinfantil», co$o no sea el ataque de que fui "(cti$a por parte de $i pri$er 69dico, uninepto, co$o la prctica totalidad de la profesi)n, que dicta$in) cncer de huesos en dondes)lo hab(a un golpe fortuito & una co*era si$ulada para hacer *uego con la sonrisa. Aquelsuceso grotesco tu"o co$o resultado una segunda decisi)n for$ati"a: la de no poner$eenfer$o *a$s, pues es en los $o$entos de debilidad cuando apro"echan para reducirte aesco$bros. puedo asegurar que $e he $antenido inc)lu$e, con una salud de hierro,e%cepto en un par de ocasiones que $e pillaron con la guardia ba*a; la pri$era cuando $ein&ectaron la "acuna de la difteria, a la que so& al9rgico, & $e de*aron tendido en la ca$a,

paralizado de $edio cuerpo para aba*o; la segunda cuando si$ularon reparar$e el tabiquenasal, roto en una ca(da de las paralelas @Hc)$o recuerdo el agradable olor a hú$edo en el$o$ento de precipitar$e sobre la nariz@, si$ulaci)n consistente en una carnicer(a en lasin$ediaciones de la pituitaria que $e ha de*ado sinus(tico cr)nico, su*eto perpetuo deinfecciones nasales & futura "(cti$a de una asfi%ia $ortal. o, no se debe estar nuncaenfer$o cuando se pro&ecta una "ida de absoluta desdicha e in"estigaci)n del contenido dela felicidad. 8a& que sonre(r & estar sano, aun a costa de la salud.



Es ine"itable e%plicar que &o &a no era un ni+o a los ocho a+os, no s)lo por el efecto

aristot9lico del tortazo & la notable contribuci)n quirúrgica, sino ta$bi9n por la educaci)n,la, repito, educaci)n, que co$enc9 a recibir en el colegio, uno de aquellos pretenciosos$astodontes que las )rdenes religiosas constru&eron con la intenci)n de dar rienda suelta a

sus $s corruptos instintos. 2n colegio caro, hortera, regentado por in"lidos de al$a &cuerpo, situado en una in$ensa finca pr)%i$a a la !laza de la Conano"a, finca ho& en parte parcelada & trufada de edificios, co$o si se tratara de un $onu$ento al dinero, único &"erdadero ob*eto de la educaci)n religiosa de entonces.

Era i$posible ser un ni+o, dadas las circunstancias, por $uchos esfuerzos quehicieran $is co$pa+eros en i$itar el co$porta$iento infantil & por $ucho que losreligiosos nos trataran co$o tales. En realidad no les interesaba nada de nada que-2D4A6/S ni+os, lo que e%ig(an era que AS26ID4A6/S esa condici)n con el fin deeli$inarnos de este $undo sin incurrir en ninguna responsabilidad penal. A un supuestoni+o se le puede pegar, torturar, idiotizar, co$prar & "ender sin que nadie proteste, & $enos

en una dictadura fascista & cat)lica, que es la $s rastrera & ruin de las dictaduras, co$ohan de$ostrado los recientes casos de hile & Argentina, organizados con rigurosa sordidezreligiosa & $ilitar, es decir, usuraria.

-ue $i perfecta i$itaci)n de felicidad lo que $e $antu"o con "ida once a+os enaquel centro de destrucci)n. H/nce a+os Se dice en tres segundos pero "i"irlo fue una$uerte constante, $inuto a $inuto, durante once a+os, sin otra rutina que el abofetea$ientohabitual & continuo, hecho do$esticidad &, por lo tanto, no co$pleta$ente da+ino, no0E3A0.

A $( $e peg) todo el esta$ento profesoral sin e%cepci)n, & gracias a eso $e sal"9

de la locura pues pude construir una coraza contra las ense+anzas de aquellos $an(acos quealzaban los o*os ante la i$agen de la Sant(si$a 'irgen 6ar(a, con su túnica azul & aire dee$pleada del hogar, $ientras anotaban en sus libretas de hule los elegidos para la pr)%i$asesi)n de tortura. Espantoso espectculo de ho$bres con"i"iendo con otros ho$bres co$oellos, d9biles & ansiosos, hus$endose los unos a los otros, rodeados por una nube deni+os, hi*os de buenas fa$ilias franquistas, para su delectaci)n "iciosa. unca ol"idar9 lae%presi)n de asfi%ia se%ual del 8er$ano !refecto de Segunda, en aquella ocasi)n, a lasalida del Sal)n de Actos, en que, haciendo uso de la larga cadena del silbato, azot), ante el pas$o general, a un cr(o que se hab(a propasado en felicidad. Este 8er$ano !refectolle"aba peluqu(n, lo que no de*a de ser sinto$tico en un ho$bre entera$ente dedicado a#ios & a la pedagog(a religiosa. A+os despu9s $e contaron que acab) regentando un gara*eganado en $atri$onio con una "iuda; harto de peluqu(n, de cadena & de $iseria f(sica &$oral.

S)lo en una ocasi)n estu"e a punto de perder $i sonrisa protectora: fue el d(a en quele toc) pegar$e al profesor de literatura, único ser algo hu$ano en aquella reser"a deantropoides. 2na "ez que lo hubo hecho $e $ir) con los o*os llorosos & di*o, agitando unos pu+itos peludos co$o cocos, que $e odiaba porque en treinta a+os de acti"idad profesionalera aquella la pri$era "ez que le"antaba la $ano contra un alu$no. onsider9 que hab(a



llegado el $o$ento de $oderar la e%presi)n de felicidad & que $e encontraba $aduro paraabandonar el colegio. Estba$os en lo que entonces se lla$aba urso !reuni"ersitario &s)lo $e faltaba un a+o para escapar de aquella factor(a de brutalidades. 0o que "en(a luego,la 2ni"ersidad, se presentaba a $is o*os co$o el "erdadero naci$iento; todo lo anterior hab(a sido un $ero tr$ite sin inter9s. 8asta entonces s)lo hab(a conocido aficionados;

pero ahora iba a conocer a los ES!EIA0IS3AS de la felicidad.



reo poder afir$ar que ningún para(so infantil o infancia feliz institucional pudo &a

atacar$e, tras el paso por la iniciaci)n; qued9 in$unizado para sie$pre. Es esta una "enta*adigna de consideraci)n en unos tie$pos en los que la "enta de felicidad infantil se haincre$entado hasta alcanzar proporciones colosales; los pro&ectos de infantilizaci)n que

pro$ue"en estados $u& poderosos, co$o el nortea$ericano, han tenido un 9%ito biol)gicoconsiderable & la edad actual de las poblaciones occidentales ronda los ocho o nue"e a+osintelectuales. 0a lacra de la felicidad infantil ha e%tendido el deporte hasta con"ertirlo en unnegocio de estado, s)lo co$parable con la fabricaci)n de ar$a$ento nuclear; & ha reba*adolas e%igencias $orales de los ine%istentes adultos a ni"eles de *ard(n de infancia. o es dee%tra+ar que en la actualidad la poblaci)n desarrollada sea prctica$ente analfabeta, a la$anera de los ni+os, es decir, con una cantidad ingente de infor$aci)n inútil ocupando latotalidad del cerebro.

Sin e$bargo, los d(as $s peligrosos para $i radical & rigurosa defensa contra lafelicidad fueron los del "erano, cuando $e trasladaban a un pueblo de $ar donde las

fa$ilias se resquebra*aban de tedio durante tres $eses; no quiero cerrar este apartado sindedicarle algunas palabras. En aquella at$)sfera africana, plú$bea, no era dif(cil rela*ar la"igilancia & encontrarse de pronto seducido por el brillo de una tela de ara+a reci9n llo"idaen cu&o centro relu$braba el lo$o de la epeira, *o&a de nuestros *ardines. / ta$bi9n,estupefacto a la $anera de los opi)$anos, pasarse $edia hora ante una lagarti*a que abr(a &cerraba "oluptuosa$ente sus garras sobre la arcilla caliente. Estos ataques sal"a*es contra$i seguridad eran rpida$ente co$pensados por la $(stica de *uego & di"ersi)n, es decir,de felicidad, que se $anifestaba a $i alrededor en for$a de bailes nocturnos los adultos> oe%cursiones & $eriendas el resto>, de una $onoton(a inalterable & con el inconfundibletufo de las acti"idades $arciales; $s tarde he podido co$probar la funci)n destructi"a de bailes, $eriendas & e%cursiones, gracias a uno de los pocos libros cient(ficos que he le(do,en el que se describe $inuciosa$ente el efecto noci"o de tales aficiones sobre el protagonista @lla$ado 6arcel@ & algunos persona*es e$ble$ticos una princesa, unaabuela, un noble bret)n, un *ud(o que se casa con una ra$era, etc.>, todos ellos conducidoslenta$ente a la $s se"era ab&ecci)n por to$arse en serio tales distracciones.

As( & todo, debo reco$endar la $s e%tre$a prudencia a quienes se encuentren encircunstancias si$ilares @cerca de un riachuelo, o, en el crepúsculo, conte$plando elregreso de los ancho"eros@, pues es uno de los escenarios predilectos para el ataque defelicidad, & ha& geograf(as con predo$inio de prados, lagos, cu$bres, costas, en las que pueblos enteros han sucu$bido a la desco$posici)n $oral & a una for$a per"ersa defelicidad pedag)gicoGreligiosa. uando se "ia*a o reside en tales lugares es con"eniente$antener las "entanas cerradas, leer $ucho a #ostoie"sJi, utilizar gafas oscuras &ali$entarse con latas de conser"a. Sobre todo e"itar, co$o a Satans, todo cuanto sease$e*e a una e%cursi)n, una $erienda o un baile; los efectos son ter$inales.



0a 2ni"ersidad espa+ola, por el $ero hecho de ser espa+ola, $al pod(a ser una

2ni"ersidad, de $odo que ingres9 en la ualquiercosa espa+ola, secci)n iencias, con laintenci)n de hacer E%actas sin poner los pies en el centro, ni en ninguna de sus secciones &subsecciones, dado que ten(a superada la felicidad pedag)gica & esperaba, en ca$bio,

descubrir nue"os datos sobre una for$a reciente de felicidad a la que no tengo $s re$edioque lla$ar por su no$bre: la $ilitancia pol(tica de e%tre$a izquierda re"olucionaria. 0os pri$eros datos sobre este ene$igo de la felicidad que pregona la posibilidad de construir una sociedad feliz $ediante el uso de unas cuantas generaciones de incautos, los obtu"egracias a la infor$aci)n de la prensa franquista. A poco que uno le&era con cuidado, era detodo punto e"idente que aquellos ene$igos, uno, de la religi)n & las buenas costu$bres,dos, de la burgues(a & de la propiedad pri"ada, tres, de Espa+a entera, ten(an que ser,obligada$ente, unos caballeros. ada "ez que aparec(a cualquiera de los gracios(si$os$inistros que por entonces e*erc(an, hablando de aquella $anera tan singular, uno esperaba"erlo saltar por los aires gracias a un ene$igo de la religi)n, de las buenas costu$bres, dela burgues(a, de la propiedad pri"ada & de Espa+a entera.

o no logr9 "er saltar a ninguno, aunque $s tarde arrero Clanco en personareuniera el inconsciente colecti"o acu$ulado en cuarenta a+os por treinta $illones desier"os, pero si $e hubieran dado a elegir $e habr(a encontrado en un apuro. #e*ando delado al audillo, a quien, no $e cabe la $enor duda, proteg(a la !ro"idencia por un decretoespecial del Se+or @que no de otra $anera piensa el Se+or@, uno dudaba entre un petulante persona*e e$butido de blanco, actual *efe de la oposici)n, que se lla$a, & uninefable gordezuelo lla$ado Snchez Cella & ta$bi9n la Cella Snchez, según quien le$encionara, $inistro de Educaci)n. Ese era $i $inistro; ese ho$bre banal & feliz era lacabeza "isible de la ualquiercosa espa+ola; era natural que uno esperara "er desinflarse suflatulencia ontol)gica en cualquier $o$ento, gracias a un si$ple alfilerazo. o pudo ser. no pudo ser porque los que habr(an podido quitarle el tap)n eran decididos partidarios de lafelicidad social, internacional, proletaria, planetaria> &, por tanto, unos beduinos errantes por la pol"areda del futuro, sin $e*or oficio que la untuosa "igilancia de pros9litos &$ilitantes.

!resentaban, co$o si de un fen)$eno circense se tratara, al 89roe !opular ba*o elaspecto de un torneroGfresador con $ono azul @el cual, por cierto, se hizo transe%ual encuanto reuni) cuatro duros & adopt) co$o nue"o apellido el de «Andersen», encantador ho$ena*e a la sirenita, otro bicho con el se%o hecho un l(o@, o incluso ba*o el aspecto deEl 6inero Asturiano @otro e*e$plo $al elegido pues a+os $s tarde se de*ar(a crecer lacorbata & figurar(a co$o secretario general de uno de los partidos co$unistas, toda unacarrera@, sin consideraci)n hacia los $ineros & torneroGfresadores, los cuales son co$o&o, es decir, ene$igos declarados de la felicidad, por $u& proletaria que sea, & deseosos,ante todo, de alcanzar la desdicha aunque sea al precio de $ucho gozo: ganar la loter(a, "er partidos de fútbol por la tele"isi)n, asaltar un banco & luego no dar li$osnas, $andar lafa$ilia al ongo & dedicarse a la bebida, el *uego & las $u*eres, etc.

6i e%periencia en el terreno de la felicidad planetaria fue triunfal. el c9nit loconstitu&) una se$ana de traba*o @en realidad conspiraci)n & agitGprop@ en una factor(a



de Sabadell en donde se trataban pieles de cordero con fines que $e siguen estando"edados. En aquel estupendo a$biente, con un hedor que nunca $s he podido disfrutar, &en a$able ca$arader(a con los her$anos proletarios, nos dedica$os, $i c9lula & &o, ainstruirles sobre la $iseria que padec(an & el futuro feliz que les esperaba, con s)lo que sede*aran $atar un poco. 0o cierto es que a los cinco $inutos nos pal$eaban la espalda al

grito de «<no te *ode el estudiante=» & pretend(an lle"arnos de putas.Al t9r$ino de nuestra labor de agitaci)n & propaganda nos hici$os una foto &

acudi$os a cobrar. El e$presario, un ho$bre tan parecido a Snchez Cella que por uninstante cre( estar so+ando, nos entreg) el sobre de estraza con una in"itadora sonrisa &susurr) que nos hab(a a+adido algún billete $s que a los restantes her$anos proletarios, porque 9l ten(a un hi*o en la $ili & sab(a lo que es pasar necesidad. El *efe de c9lula ho&conspicuo urbanista al ser"icio de una in$obiliaria californiana> tu"o un $o"i$ientoalti"o, pero nos lo lle"a$os a rastras gritando «pues $uchas gracias» hasta tenerloencerrado en el ascensor, en donde nos afe) la conducta $ientras nosotros le hac(a$os "er la ine%istencia de contradicci)n entre aceptar aquel peque+o detri$ento de la plus"al(a

patronal & el últi$o discurso de -idel sobre la cosecha del siglo.H6agn(ficos ca$aradas los de la $ilitancia en la e%tre$a izquierda re"olucionaria

HAs( nos luce el pelo En cuanto alguien ni siquiera tan rele"ante co$o Snchez Cella lesofreci) una parcelita de pro$oci)n pública, se dieron de codazos para entrar en !alacio.Espa+a es ho& una as( lla$ada de$ocracia porque lo decidieron de este $odo lostorturadores, los e%plotadores & los estafadores. 0a libertad conseguida co$o graciosoobsequio es un fruto "enenoso; Adn & E"a ta$bi9n recibieron gratuita$ente su !ara(so, pero nuestros pri$eros padres tu"ieron la prudencia de decir «no, gracias» & largarse a ladesdicha, es decir, al hogar, a lo habitable. uestros "endedores de felicidad planetariaten(an tan poca fe en su propia $ercanc(a que acabaron por co$prar el producto de la

co$petencia, el contenido de la felicidad que "end(a el ene$igo.El fin de $is in"estigaciones sobre ese disfraz de la felicidad lleg) el d(a en que

le&endo un e*e$plar prestado de El a@ante de Bad Chatterle" que se abr(a 9l solo por las pginas adecuadas, pens9 si no iba siendo hora de a"eriguar algo sobre la felicidad producida por la copulaci)n, el interca$bio se%ual sin reproducci)n, o el a$or entendidoco$o con"ersaci)n de sordo$udos.



El se%o. !ocas cosas gozan de un prestigio tan uni"ersal e indiscutible desde que, no

hace $uchos a+os, el se%o pas) a ser una cosa. o tu"e la fortuna de "i"ir el ascenso delse%o a /i/elot desde las $s espantosas si$as del $al. En un decenio, en un triste decenio,de ser uno de los $oti"os $s e"identes de $alfor$aci)n de la colu$na "ertebral se

pudr(a>, de $ongolis$o, de cataton(a, el se%o se alz) a la categor(a de art(culo de $ena*e, *unto a los detergentes & las le*(as. Entre las clases as( lla$adas ba*as sustitu&) al /pio del!ueblo @prof9tica$ente lo intu&) Caudelaire en KLMN: «la religi)n de las $asas es *oder»@; & entre las clases altas entr) en franca co$petencia con los deportes nuticos. Enla actualidad es $u& fcil estar pre"enido contra la felicidad se%ual, pero en la prehistoriadel se%o $asi"o no era tan fcil distinguirlo del cncer de o"arios.

o hab(a tenido algunas pruebas tangibles de la fornicaci)n, a los trece a+os, conunas francesas @dos@ que acud(an cada noche, alternati"a$ente, a $i ca$astro en el barrac)n de "arones de una colonia "eraniega ubicada en las pro%i$idades de C9ziers. 0auna utilizaba pr)tesis dental de hierro & la otra gafas, lo que per$it(a su identificaci)n. Eso

es todo lo que recuerdo, *unto a las grescas que se ar$aban en el barrac)n cada "ez queentraba alguna de $is no"ias. 0a alt(si$a calidad espiritual de los franceses qued)de$ostrada para sie$pre en aquellos $eses; gritaban, cantaban & arro*aban ob*etos cuandoentraba la $uchacha de turno, pero luego el silencio era absoluto e incluso procuraban ponerse al rit$o que $arcba$os desde $i ca$a. Eran her$osas "ariaciones orquestales para un nú$ero $u& li$itado de instru$entos. uardo un agradabil(si$o recuerdo deaquellas noches, no tanto por las copulaciones cuanto por el sano a$biente de ca$arader(aque se respiraba en aquel barrac)n de setenta $ozos, tan distinto del procaz, obsceno & pro$iscuo barrac)n del ser"icio $ilitar.

Aquella e%periencia, aunque se%ual, no pod(a &o considerarla can)nica, no tanto

porque le faltara algún ingrediente $aterial, cuanto por la inocencia de los part(cipes, lacual eli$inaba los contenidos de "erdadera fechor(a al hecho de fornicar, & por lo tanto loscontenidos de felicidad. uestros actos contra la pureza, que se lla$aban, eran $ucho$enos e%tticos que una buena partida de futbol(n, as( que no pod(a &o considerarlos plena$ente se%uales & deb(a esforzar$e por encontrar pronto una relaci)n "erdadera$entese%ual, un aut9ntico ataque contra las buenas costu$bres, si quer(a enterar$e del contenidode la felicidad se%ual.

39ngase en cuenta que la $a&or(a de la poblaci)n *u"enil & adulta adquir(a esosconoci$ientos en las casas de putas, pero &o no pod(a reunir el dinero necesario, a loscatorce a+os de edad, & de otra parte los estableci$ientos licenciosos estaban despro"istosde toda "erdadera i$pureza: eran do$9sticos, atrabiliarios, baro*ianos; tan soberbia$ente banales co$o la carnicer(a de la esquina, & a uno le daba la i$presi)n de que pod(atropezarse con su propia $adre. 0a felicidad se%ual hab(a de hallarse en una situaci)nsocial$ente per"ersa lad& hatterle&>, con una persona radical$ente e%tra+a #. A. -. deSade> &, a poder ser, pro"ista de un desenlace trgico Ana Oarenina>. El resto eran *uegosinfantiles.

0a oportunidad tard) en presentarse & durante buen nú$ero de a+os $e aburr(



practicando una se%ualidad de bolsillo que s)lo "ariaba según el unifor$e de $ico$pa+era. 0as ni+as del olegio Besús & 6ar(a, general$ente $u& ardientes, cu&os padres, co$o los $(os, eran catalanoGfascistas enriquecidos durante & tras la guerra, lolle"aban azul $arino con cuello blanco. 0as del Sagrado oraz)n, $s $odestas &recatadas, con $ucha clase $edia sobre"enida a alta, pero dotadas de un coraz)n fiero &

audaz, no usaban peto ni cuello, pero s( unos terribles zapatos casi "iriles. !or fin, las ni+asdel 0iceo -ranc9s, sal"a*e$ente inteligentes, $u& superiores a nosotros & cu&as tendenciassdicas nos fascinaban, eran ni+as sin unifor$e en una ciudad unifor$ada, lo que les dabaun aire de ir desnudas poderosa$ente e%citante. 2na ni+a del 0iceo -ranc9s era lo $s buscado; las del Sagrado oraz)n tend(an a la estabilidad, pero no conoc(an frontera a lose%cesos una "ez pactado el contrato; las de Besús & 6ar(a eran e%traordinarias: $s tardefueron perfectas co$pa+eras, bebedoras, orgiastas, con ese gra$o de locura que las ha idodispersando por Europa & A$9rica.

Hrandiosos hechos de ar$as, los de $is co$pa+eras de generaci)n del olegioBesús & 6ar(a 8an sido uno de esos batallones de choque cu&o sacrificio sir"e de ali"io al

dolor de $uchas generaciones posteriores; pero su holocausto apenas nadie lo recuerda ho&d(a. En todas ellas se distinguen de in$ediato los signos de una "ida a"enturera &dra$tica; las borracheras, la soledad, la ingratitud, el desprecio, la persecuci)n pública;ese ha sido el pago que recibieron aquellas hero(nas de cabello cardado & $inifalda queagitaban sus cuerpecillos en el sendero de la guerra de los a+os sesenta pro"istas de undiafrag$a & un libro de Si$one de Ceau"oir. 'erlas ho& en la desolaci)n de las $adres sin$arido; a$antes trituradas por la edad & la fatuidad de los ho$bres; traicionadas por susa$igas, apestadas para sus parientes, $al pagadas por $ercachifles que prefierensecretarias de "einte a+os... es co$o "er a los granaderos de apole)n despu9s de los ien#(as. 2n espectculo que encoge el ni$o por lo grandioso & por lo fatal.



3en(a &o los dieciocho cu$plidos cuando por fin se $e ofreci) un atisbo del

contenido de la felicidad se%ual, es decir, de la copulaci)n considerada co$o un acto"erdadera$ente i$puro; & aquello puso fin a la se%ualidad que los adolescentes practicancon sus co$pa+eras de *uego cuando no ha& nada $e*or que hacer.

Se lla$aba 'ictoria; era la a$ante $s o $enos oficial de un t(o $(o este era elele$ento per"erso>, $e lle"aba diez a+os el ele$ento de e%tra+eza>, & no pod(a ter$inar $s que en tragedia &a que estaba casada con un notario. #e otra parte, no $e gustabanada, pero de la $is$a $anera que a un ni+o no le puede gustar la ginebra & sie$preelegir en su lugar un chicle de fresa. Era, para decirlo ingenua$ente, del g9nero atl9tico,que es un g9nero frecuente a los treinta a+os; la gi$nasia, la nataci)n, el esqu(, el color dorado de la piel, el uso de cre$as & afeites, la hab(an con"ertido en un si$ulacro de pantera, pero $uch(si$o $s desnuda que todas las panteras que &o hab(a "isto en el zoohasta aquel $o$ento. Era de una desnudez sobrenatural, $etaf(sica, $u& distinta a ladesnudez de las ni+as, por desarrolladas que estas fueran, &a que no depend(a del $a&or o

$enor nú$ero de prendas que utilizara @estaba desnuda incluso con un abrigo de foca quele hab(a regalado $i t(o@, sino de la puesta en escena del con*unto de sus $ie$bros, loscuales eran, co$o en algunas di"inidades hindúes, $últiples, llegando a poseer, ensituaciones e%tre$as, hasta seis o siete pechos, $edia docena de culos & un nú$eroili$itado de "ul"as. Su desnudez afectaba, ade$s, a todos los sentidos corporales; para $(fue un descubri$iento /0E4 por pri$era "ez la categor(a abstracta de desnudez. Esacualidad hiperf(sica le per$it(a todo tipo de obscenidades, &, dada $i necesidad de conocer,se entreg) a ellas con denuedo.

'o& a poner un solo e*e$plo. on el fin de corregir $i incredulidad, un d(a en que$e *ur) que hab(a copulado en plena $isa, logr) que copulra$os en público, es decir, ante

su $adre & dos a$igas, sin que nadie se percatara del hecho, to$ando un t9 con pastas &$anteniendo una ani$ada discusi)n sobre los Ceatles. o$prendo la desconfianza con que puede toparse esta afir$aci)n & $e apresuro a a+adir que el sal)n era grande, que ella & &oestba$os recostados en un sof, que el resto de la concurrencia & nosotros $is$os$irba$os en el aparato de tele"isi)n un progra$a sobre el escndalo del pelo largo, & quela gran $esa central cubr(a los ngulos laterales. A pesar de todo, lo esencial fue que, sin &osaber c)$o, $e encontr9 con una de sus "ul"as ine%plicable$ente situada en el lugar adecuado, estando a$bos con las piernas recogidas sobre el sof &, por decirlo as(, co$odos cuatros, uno detrs del otro, quedando $is rodillas ocultas ba*o su a$plia falda.Aquella tarde, tras o(r estupefacto su «Hahora, idiota», co$prend( que hab(a traspasado elu$bral de la i$pureza.

6uchas & "ariadas son las acti"idades a que pueden entregarse dos personas cu&oúnico ne%o es el conoci$iento carnal; $últiples las posturas & di"ersas las circunstancias.8a& un registro notable$ente a$plio en la $ecnica copulatoria co$o para que elespe*is$o de felicidad dure por lo $enos un par de $eses. Es $u& si$ilar a lo que diceonrad sobre el traba*o en el $ar, una tarea suficiente$ente agotadora co$o para facilitar el descanso, pero no tanto co$o para de*ar e%haustos a los $arinos, con lo quedesaparecer(a la $arina $ercante. Es, en definiti"a, algo que no se acaba nunca. #urante



aquellos $eses pude co$probar las sorprendentes analog(as entre la gra$tica & lafornicaci)n, en lo tocante a "ariaciones sintcticas, $orfol)gicas & se$nticas. !ero lleg)un $o$ento en que nos repeti$os. Era ine"itable, a pesar de sus pechos & sus "ul"as. lo$s probable es que fuera culpa $(a, pues en todo aquel tie$po, &o, la "erdad, no consegu(tener $s que un pene.

En la habitual publicidad sobre el contenido de la felicidad se%ual suele hacersehincapi9 en lo cuantitati"o, con toda raz)n. 0os caudillos se%uales espa+oles, a la $aneradel sospechoso #on Buan, acu$ulan & ahorran de tal $anera que su ho*a de ser"icios$e*orar(a sensible$ente si pose&eran tres penes en lugar de uno, carencia ontol)gica que sead"ierte en los grabados de Justine" en donde ha& una clara insuficiencia "iril, sea cual seala co$binatoria. A los caudillos se%uales espa+oles no les coh(be fantasear sobre sunecesaria li$itaci)n, pero a quienes "e$os gran fri"olidad en todo lo que se encuentradeter$inado por el capricho orgnico poseer s)lo dos o*os & no cinco, o dos piernas enlugar de cuatro>, nos i$porta sobre$anera. 8a& acti"idades cu&o l($ite no "iene i$puestotan clara$ente desde el e%terior. !ara re$e$orar, por e*e$plo, ser(a inútil poseer dos

crneos, &a que entonces cada crneo recordar(a lo su&o. !ero para *ugar al tenis ser(a unagran "enta*a poseer cuatro brazos. #e $odo que todas las acti"idades aque*adas por estali$itaci)n cuantitati"a poseen un alt(si$o grado de aburri$iento, & es natural que, en untie$po $u& corto, se transfor$en en re$edos de la acti"idad e$presarial, &a que «ganar dinero» es la gran e%cusa $etaf(sica que a&uda a soportar los $s abru$adores tedios.

!ara co$pensar & corregir el aburri$iento carnal se ha in"entado el $atri$onio, elcual lle"a consigo todos los placeres, peligros, alar$as, a"enturas & solaza$ientos de una"ida, s)lo que $ultiplicados por dos. !ero aquellas relaciones se%uales que no deri"an ennegocios, ad$inistraci)n del patri$onio, pedagog(a, codicia & otras acti"idades & pasionesse$e*antes, es decir, en $atri$onio, son necesaria$ente ef($eras. del $is$o $odo que

los tenistas, al cabo de un cierto tie$po $s o $enos prolongado según sea la i$aginaci)ndel $uchacho o la $uchacha, siguen *ugando al tenis con el único prop)sito de "ender ca$isetas o $antener la l(nea, que se dice, cosas a$bas $u& ale*adas de los finesespec(ficos del tenis & de la felicidad estricta$ente deporti"a, as( ta$bi9n los a$antesestricta$ente se%uales acaban utilizando su se%o con fines pol(ticos, econ)$icos oreligiosos, co$o &a de$ostr) aquella rara lu$brera castrense lla$ada hoderlos de 0aclos.

Se $e dir que acabada una relaci)n se e$pieza otra & &a est, que un cla"o sacaotro cla"o; & en efecto, as( es, IE'I3AC0E6E3E; las relaciones se sucedern, pero elcontenido de la felicidad se%ual se ale*ar cada "ez $s para de*ar lugar a los -IESS2CA03E4/S de caudilla*e, cuidado de la inseguridad, odio de s( $is$o, te$or a la"e*ez, hasta ocupar por co$pleto el espacio de la esperanza. As( sucede con todo aquelloque tiene su definici)n fuera de uno $is$o, decidida tan ignota & pri$ordial$ente co$oaquel pri$er golpe "enido de la ada.

En $i caso, $al pod(a proponer$e 'ictoria transacciones econ)$icas o con*uras pol(ticas, de $anera que una "ez llegado a la perfecci)n de la habilidad @cu&o s(nto$ainconfundible es el aburri$iento@, co$enz) el proble$a de c)$o desencadenar un finaltrgico sin necesidad de contar con$igo $is$o en el reparto. El aprendiza*e hab(a



concluido; el contenido de la felicidad se%ual, co$o los anteriores, se agotaba en el paso deuna acti"idad libre a otra lucrati"a, de integraci)n estatal. Ahora lo "e(a co$o unazanahoria tras la cual espera el garrote de la instituci)n. i siquiera los co$ponentesespec(fica$ente $odernos de per"ersi)n, asociabilidad & tragedia eran otra cosa queantiguos o eternos> cepos, reno"ados con el prop)sito de $antener la clientela. ada se

aprende en el uso se%ual de los cuerpos que no pueda conocerse con $uch(si$o $a&or pro"echo en los calabozos de la tortura, pues el gozo puro de la carne s)lo es uninterrogante, & su respuesta consiste en un abanico siniestro de posibilidades que responden$et)dica$ente a la pregunta: <qu9 se puede hacer con un cuerpo=

o i$porta la pasi)n que nos $ue"a @a$or, odio, ser"icio a la patria, eficacia@: elcuerpo es tan s)lo una e%cusa para la e%ploraci)n cient(fica. 0os torturadores chinos,durante el $andarinato, co$pet(an entre s( de tal $anera que ganaba aquel que consegu(a$antener con "ida a su "(cti$a habi9ndole a$putado la $a&or cantidad de $ateriaorgnica posible. Algunos testi$onios nos docu$entan sobre escuetas $asas li$pia$entedispersas sobre un co*(n de seda, sin relaci)n alguna con la figura hu$ana, pero pro"istas

de un inquietante latido, obser"ado con arrobo por los altos dignatarios.0as relaciones estricta$ente se%uales deben, para $antenerse en el tie$po, echar

$ano de recursos si$ilares, reduciendo a su $(ni$a e%presi)n lo hu$ano del cuerpo, hastaque desaparezca este últi$o latido en un bre"e pero intenso 9%tasis retenido durante $esesde prctica a$putadora. osotros &a no sab(a$os qu9 introducir & por d)nde, qu9 $order,desgarrar o acariciar & con cules instru$entos a+adidos; qu9 nue"o disfraz o co$ediafantstica, interioridad, hu$or o $icci)n co$partir; en qu9 posici)n & sobre cuntos$uebles, apo&os o aparatos; su$ando a qui9nes & en qu9 nú$ero; da+ando o, por elcontrario, $i$ando hasta la e%asperaci)n qu9 partes de qui9nes, de qu9 edades & en culrelaci)n de parentesco... En fin, al cabo de un a+o el aprendiza*e de la felicidad $e hab(a

conducido a un $undo su$a$ente parecido a una oficina del catastro en la que el afnclasificatorio se i$pone a todo lo de$s, co$o &a le sucediera al pedantesco 6arqu9s deSade, ento$)logo $a&or del reino se%ual.



0a historia de una educaci)n sie$pre acaba poniendo de $anifiesto la decisi"a

inter"enci)n del azar co$o "erdadero for$ador de la personalidad, es decir, del aspectoe%terno de cada cual. <?u9 azar condu*o a 8Plderlin hasta la casa del banquero onttard, osea, hasta la locura= <!ode$os seguir lla$ando «suerte» o «casualidad» a la coincidencia

de neoplat)nicos florentinos & $o$ias egipcias e$balsa$adas con papiros cubiertos dedilogos socrticos= <Es irrele"ante que los $a&ores &aci$ientos de petr)leo se encuentrenen naciones, no s)lo incapaces de utilizarlo, sino carentes de agua, en respuesta a la espon*ae$papada de "inagre que se alza ante el Sediento= Estas cosas hacen pensar en un Dieutro@(eur" & por consiguiente en un Dieu.

6i t(o, ho$bre arrogante, guapo, inestable, denunci) $is relaciones pre$atri$oniales @delatadas por 'ictoria con el fin de e%citarle en sesiones, diga$os,co$ple$entarias@ ante el conse*o fa$iliar, el cual to$) la resoluci)n de acabar con elasunto en"indo$e a estudiar a a"arra, que era entonces algo as( co$o en"iar a alguien al!enal de Santa 6ar(a. Sie$pre que pienso en $i t(o lo hago con gran si$pat(a @ho& tengo

su edad de entonces@ e i$agino la lucha desgarradora & $orbosa> que sostu"o contra su"anidad, escuchando los relatos de 'ictoria & esperando hasta el l($ite de su "oluptuosidadantes de denunciar$e. 0a últi$a "ez que coincidi$os @9l "est(a con cierto atilda$iento &recuerdo sus escarpines italianos de piel tan sua"e que transparentaban la delicadaarticulaci)n de los tarsos@ fue para despedirnos en buena a$istad; aque*ados a$bos por la$is$a ciega necesidad de saber, no pod(a haber ene$istad entre nosotros. o$o el oficialque en"(a a un soldado indisciplinado a pri$era l(nea, sin e"itar una sonrisa de en"idia &co$plicidad, $e entreg) una fuerte su$a de dinero & un librito que es, a $i entender, unade las *o&as cient(ficas sobre el se%o, Adol(he" en cu&a lectura encontrarn consolaci)ntodos aquellos que ha&an estado a punto de perder la "ida por delicadeza.

El desenlace trgico tu"o lugar poco despu9s de $i partida. !ero el suicidio de $it(o fue su últi$a obra de arte & una aut9ntica lecci)n de sabidur(a se%ual: lo encontraroncolgando de una "iga, ahorcado, con sendos qui*otes de bronce cosidos a las tetillas conhilo de nailon. 'ictoria $e en"i) la esquela & una foto porno en la que aparec(a sacndo$ela lengua entre las piernas de su $arido.

El destino de $i "ia*e era !a$plona, en donde deb(a seguir estudios de ciencias; else+or Arteta, uno de los pocos colaboradores de $i padre real$ente inteligente, hab(aalquilado un peque+o aparta$ento en arlos III, con los $uebles indispensables, & todoslos $eses recib(a una cantidad de dinero, suficiente para $i $anutenci)n, que $e entregabaen estupendas noches de borrachera. A ca$bio de lo cual &o deb(a ol"idar definiti"a$ente$i apellido, $i hogar & $i ciudad. Iba a resultar$e $u& fcil, porque en $i condici)n dedesterrado era presa ideal para otro disfraz de la felicidad: el A$or, enfer$edad que atacasobre todo a los solitarios, a los depri$idos & a los que no saben qu9 hacer consigo $is$os.

Es natural que el A$or se presente despu9s @& no antes@ del aprendiza*e se%ual, ba*o el aspecto de una puerta $s alta, noble & capaz de conducirnos a la felicidad, &a quese trata de una s(ntesis entre la felicidad pol(tica colecti"a, 9tica, dog$tica> & la felicidadse%ual indi"idual, est9tica & ac9fala>. El A$or parece una soluci)n perfecta entre las



abstracciones uni"ersales de la organizaci)n social & la tendencia anrquica, destructi"a, dela relaci)n se%ual. 2n Ena$orado cree que ha resuelto por su cuenta el conflicto entre6undo & o, desde el $o$ento en que est con"encido de que pertenece a 0o /tro, sin por ello de*ar de ser Dl 6is$o. Espe*is$o de $uch(si$a fuerza por lo secreto de su truco & lodoloroso de su elucidaci)n, co$o &a intu&era alguien tan ale*ado de la psicolog(a co$o

!lat)n.o no sab(a lo que era el A$or, a pesar de haber le(do algo al respecto, co$o todos

los *)"enes, en el tratado de ta%ider$ia conocido co$o -ada@e <ovar" pero no lo hab(aco$prendido suficiente$ente; ta$poco la cine$atograf(a hab(a ser"ido para nada a causadel aspecto i$poluto, $ineral, de las actrices & de los actores, el cual daba lugar a una percepci)n irreal, fantas$al, de cualquier aconteci$iento o acci)n. 0a in"eros($il $elenaro*iza de 6aureen /Q8ara trasladaba al uni"erso de lo fabril & $ecanizado aquella escenaen la que, tras abrirse la puerta de la choza por la "iolencia de la tor$enta, Bohn Ra&ne,agarrndola de un brazo, la aplasta contra su pecho. 0o $is$o suced(a en el pri$er plano,contra un $ar e$bra"ecido, de Ba$es Steart & Oi$ o"aJ besndose co$o en una

ilustraci)n $usical de Trist'n e 4solda+ en aquel otro de lenn -ord & 4uth 4o$n, conel fondo de una central t9r$ica, tan se$e*ante a una e%posici)n de la 3errestre & 6ar(ti$a./ en el de 4obert 3a&lor & #eborah Oerr, con los $rtires cristianos co$o decorado, queluego he "isto en el 6useo de Cellas Artes de 'alencia, obra de Cenlliure. 3odas estasrepresentaciones eran SI6C10IAS, & estaban $u& ale*adas del patinazo $etaf(sico enque consiste real$ente el A$or.

Algo hab(a atisbado en los relatos sobre la creaci)n del 6undo que nos hicieronestudiar en el colegio. All( se nos di*o que la 6%i$a !ersonalidad decidi) un buen d(arodearse de estrellas, planetas & ho$bres, !/4 A6/4. i lo entend(a$os entonces, ni esfcil de entender ahora, a pesar de los esfuerzos de -ichte por hacernos co$prender que

so$os el contenido & significado de una for$a infinita, & los no $enos interesantesesfuerzos de 8egel para que nos entere$os de una "ez de que la 6%i$a !ersonalidad & la ada son her$anos uni"itelinos de cu&a con"ersaci)n nosotros so$os una $etfora.

En todo caso estaba claro que el A$or era, principal$ente, & a diferencia de la pol(tica & el se%o, una relaci)n !4/#23I'A, es decir, con resultados tangibles a corto plazo, co$o la perpetuaci)n de la especie; &a que si bien el se%o e%ige la esterilidad para su$ulti"ariada co$binatoria, & la pol(tica s)lo tiene resultado en un -uturo per$anente, elA$or, en ca$bio, consiste en decidir por cuenta propia que es bueno todo lo que ha&, & quetodos tienen derecho a disfrutarlo; en especial, nuestros innu$erables her$anos habitantesde la negra ada.

Eso era todo cuanto &o sab(a del A$or en el $o$ento en que se $e present) ar$adoco$o Atenea & dispuesto a dar guerra. i &o lo lla$9, ni creo que nadie sea tan insensatoco$o para desearlo; el A$or se presenta en la "ida de cada quisque con el fin de dar unalecci)n. la da; &a lo creo que la da.

?ue la prctica totalidad del globo con suficiente dinero co$o para per$it(rselodedique el no"enta por ciento de su tie$po a esa lecci)n, que todo el /ccidente industrial &



cristiano se encuentre obsesionado por las tri"ialidades que sacuden co$o $onigotes ae%tra+(si$os persona*es @peluqueros, princesas, ca$peones, esposas de alguien, $inistros,chorizos, pilotos@ se debe, principal$ente, a que es la única $etaf(sica per$itida por losestados racionales. El grado de abstracci)n del A$or es tan destructi"o de las diferenciasque iguala genocidas, ca$areros, ra$eras & obispos, lo que proporciona una refle%i)n

uni"ersal de (ndole trascendental suficiente$ente fuerte co$o para alcanzar a todos losrincones sociales: porter(as, gabinetes $inisteriales, sociedades financieras, casetas de ba+o, estadios de fútbol, urinarios, qu9 s9 &o... #e ese $odo, sin apenas darse cuenta, lassociedades $odernas que &a no pueden creer en la sal"aci)n cristiana, "i"en unaES!E4ATA $etaf(sica absoluta$ente da+ina para la *usticia, la inteligencia & el placer, pero adecuada a las finalidades de escla"itud & e$bruteci$iento que $ue"en a los a$os delestado. Esta tra$pa de la felicidad a$orosa es, en la actualidad, indestructible & $uch(si$o$s poderosa que todas las anteriores.



o "i"(a en un peque+o aparta$ento cu&o papel de pared con $oti"os rococ) $e

produc(a frecuentes pesadillas en las que una pastorcilla decapitada <6ar(a Antonieta=>entregaba un ra$o de cabezas de o"e*a al pintor ara"aggio segura$ente $i padre, o el padre de $i $adre, nunca lo he podido esclarecer>, el cual, soplando sobre ellas co$o sobre

un "illano, las esparc(a hasta quedar suspendidas en el fir$a$ento en for$a de /sa 6a&or;en su e%tre$o, ocupando el lugar de la estrella !olar, se encend(a & apagaba el Cristo -uerto de 8olbein realizado con tubos de ne)n e"idente$ente «9 on Bulben&», «nacidoen Bulben&», que es un pueblecito costero en donde, a los tres a+os, "i c)$o un pa&9s seco$(a un pez ro*o del estanque>; luego se "er que el sue+o prefiguraba los distintoscap(tulos que co$ponen esta historia.

6is obligaciones eran si$ples: si$ular que ignoraba $ucho $s que $is profesores,lo que era de todo punto i$posible, & proseguir $is in"estigaciones pri"adas sobre elcontenido de la felicidad. 0os pri$eros dos $eses fueron deliciosos.

2n buen d(a lla$aron a la puerta; al abrirla $e top9 con una da$a $enuda,ner"iosa, decidida. 6ediante una insistente presi)n de los dedos $e ech) para un lado & sin$ediar palabra entr) en el recibidor, un agu*ero oscuro con el contador de la luz por eficazdecoraci)n. 2na "ez dentro, gir) sobre sus tacones & $anteniendo el bolso apretado contrael regazo con a$bas $anos, $e $ir) de arriba aba*o. «reo que $e he equi"ocado. <o esaqu( donde alquilan una habitaci)n de estudiante con derecho a cocina= En realidad da lo$is$o.» Sin esperar respuesta se plant) en el co$edor, en donde &o ten(a instalado $igabinete de in"estigaciones, o sea, dos ceniceros desbordantes de colillas, una botella deginebra ir) $edio "ac(a & Cri@en casti2o abierto sobre la $esa con las tapas caraarriba. «HA*, "eo que es usted estudiante de #erecho 6e alegro, porque $i hi*o est$atriculado en su -acultad & necesito que alguien $e lo "igile re$arqu9 el U$eV>; es un

$uchacho un poco... es total$ente i$b9cil. En ca$bio usted $e parece sensato. Si est deacuerdo le pagar9 cinco $il pesetas al $es por la habitaci)n & quinientas $s por infor$ar$e de todo lo que haga o de*e de hacer. <?u9 le parece=» Iba te+ida de oro & plata,"est(a un tra*e sastre de color cereza & se pintaba los o*os @$u& azules@ con una l(nea"erde clara. ?ueda$os in$ediata$ente de acuerdo & ba*9 para aco$pa+arla hasta elauto$)"il, un !eugeot WW, acero puro, en cu&o interior distingu( el perfil de una$uchacha. 6ientras la $adre escrib(a su direcci)n en 6adrid & un cheque de cinco $ilquinientas pesetas, la chica & &o nos $ira$os sin pesta+ear. -ueron los dos $inutos que preceden a la e*ecuci)n del condenado; $inutos blancos en los que uno acoge en su interior la abis$al incon$ensurabilidad de la $uerte.

inco $il quinientas pesetas $e con"ert(an en un estudiante casi rico; el hi*o de lada$a, !edrito, result), en efecto, un perfecto i$b9cil, pero $u& fcil de "igilar &a que se pasaba todo el santo d(a tocando la guitarra & $irndose en el espe*o, datos estos que &oco$unicaba regular$ente al tel9fono de 6adrid: «Esta se$ana ha tocado la guitarra & se ha$irado al espe*o.» «<ada $s= <S)lo eso=» «S)lo eso.» «6u& bien, que siga as(, sobretodo que siga as(.» as( segu(a. En una ocasi)n tante9 el territorio de su her$ana, pero alno obtener $s infor$aci)n que un so$ero: «Esa t(a es tonta», abandon9 para sie$pre.



Abandon9, pero no de*aba de pensar en ella un solo instante; tantas "ueltas di a losrasgos entre"istos a tra"9s de la "entanilla del !eugeot, que acabaron con"ertidos en una pasta infor$e. 8ab(a ol"idado si era rubia o casta+a, o*izarca o $oruna, ca$usa orespingona; pero daba igual, ella era la pieza insosla&able de $i siguiente e%peri$entocient(fico; ella era el /b*eto A$oroso, que se lla$a, & que, co$o todo el $undo sabe,

adopta los aspectos $s sorprendentes, un octogenario con ortopedia Bupien>, un bot(n detreinta o*etes 6irbeau>, un can alsaciano el director de una conocida re"ista inglesa deizquierdas>, &a que el aspecto $aterial del /b*eto A$oroso es la cosa $enos i$portante del$is$o; la prueba est en que la especie entera, sin e%cepci)n, ha concebido uno, por lo$enos.

Sin e$bargo, $i ob*etoGsinGrasgos deb(a cu$plir un requisito para que ele%peri$ento tu"iera lugar; deb(a to$ar$e a $( co$o ob*etoGsinGrasgos de su propioe%peri$ento. <0o habr(a hecho= <Ser(a &o, en aquellos $o$entos, una pasta infor$e en el$olinillo de su i$aginaci)n= Esta pregunta no $e torturaba, pero s( $e inquietaba. oestaba dispuesto a tener paciencia; en algún $o$ento del a+o, $e dec(a, acudirn $adre e

hi*a a "isitar al arciso 6usical, aunque s)lo sea para *ustificar las cinco $il quinientas pesetas $ensuales. !ero no fue as(. o aparecieron por all( *a$s.

#urante cuatro $eses !edrito cubri) de callos las cuerdas de su guitarra & desgast) por co$pleto un espe*o que hubi$os de sustituir por otro, elegido con su$o cuidado por elusuario, con laterales practicables que per$it(an la "isi)n de perfil. !ero al t9r$ino delcuarto $es se present) en $i gabinete de in"estigaciones, puso una $ano sobre las pginasde El castillo" & $irndo$e fi*a$ente di*o: «H8ala, coge la pasta que nos "a$os a SanSebastin» En sus o*os bailaba una luz despiadada que &a $e hab(a lla$ado la atenci)n ensu $adre; ca"il9 si ta$bi9n su her$ana poseer(a ese inapreciable regalo gen9tico. «<?u9 pasa=», pregunt9 sin de$asiada con"icci)n, pues estaba claro que al fin iba a enterar$e de

por qu9 aquellas cinco $il quinientas pesetas ca(das del cielo. «0a 3a$borrada», contest).6e le"ant9, fui hasta la cocina, abr( una lata de galletas Cirba, cont9: «Seis $il & pico.» «Es$s que suficiente. <!uedo acabar$e la ginebra=» !od(a acabarla. Sobre todo teniendo encuenta que quedaba $s de $edia botella. uando sali$os a la calle hac(a un fr(o $ortal &!edrito estaba radical$ente borracho.



0os tres d(as siguientes fueron para $( lo que para otros son las oposiciones a

catedrtico; algo te$ido desde tie$po atrs, pero ine"itable para hacerse ho$bre. En la$is$a calle de arlos III !edrito ro$pi) la "entanilla de un 4enault ordini con una piedra, arranc) los cables & $ont) un puente no sin equi"ocarse un poco, con el

consiguiente derra$e de cla%onazos incone%os. Sali$os al galope hacia 0ecu$berri por una carretera cu&as tenebrosas cur"as se adaptaban e%quisita$ente a los bandazos del locoque conduc(a, & aspir9 con placer el hedor de la papelera tolosina a las siete de la tarde.

A partir de ese $o$ento, San Sebastin, antigua residencia "eraniega de pel$azos$adrile+os, ho& charco de alcohol en el "erde coraz)n de uipúzcoa, nos acogi) co$o una$adre que es & nos descarg) en el est)$ago no $enos de dos litros de "ino en $edia hora.El inteligente $ecanis$o digesti"o "o$it) el contenido sobre unos franceses queinsistieron en golpearnos, sin conseguirlo gracias a que !edrito hizo girar con granhabilidad una na"a*a de respetables di$ensiones ba*o sus narices, & "ol"i$os a e$pezar co$o si tal cosa, saltando & gritando «ora EusJadi» o «'i"a Asturias»,

indiscri$inada$ente.Aquellos que nunca ha&an "i"ido el espectculo entre deslu$brador & repugnante de

una ciudad entera de ho$bres borrachos, desconocen uno de los aspectos $s instructi"osde la cultura, s)lo superado por la guerra & la peste bub)nica. !ocos son los lugares en quetal cosa sucede a fecha fi*a; en Cruselas o 0i"erpool ha& sie$pre los $is$os borrachos enlos $is$os lugares, todos los d(as; pero en algunas ciudades la borrachera diaria es unaperiti"o de la borrachera colecti"a a plazo fi*o. !ues bien, de esas ciudades alcoh)licas con pre$editaci)n, la in$ensa $a&or(a son espa+olas, & de ellas no $enos de la $itad estn enel !a(s 'asco. 0a as( lla$ada 3a$borrada es una $s de las $uchas fechas en que toca "iril borrachera colecti"a donostiarra. Es un aconteci$iento algo ale*ado de las !anateneas,

Saturnalias, 0ucarias, -urrinalias o 'olturnalias, pero no de*a de tener su gracia.A las tres de la $adrugada, !edrito & &o nos descolgba$os por las escaleras de la

oncha con el fin de "o$itar por tercera "ez, ahora en la pla&a, pero no logrba$os pisar arena; $u& al contrario, resbalba$os sobre una superficie "iscosa. Inclin9 $i ine%istentecabeza hacia el suelo & $e percat9 de que estba$os ca$inando sobre una alfo$bra deA0A6A4ES. «6ira @le di*e con "oz sosegada pero con el coraz)n en "ilo@, la pla&aest cubierta de cala$ares.» Al no recibir respuesta busqu9 a !edrito con la $irada, altie$po que recib(a un culatazo en los ri+ones. «irculen, co+o», di*o el a$able funcionariode la $etralleta. 0a pla&a de cala$ares estaba llena de gente pro"ista de sacos en los quetrataba de $eter el $a&or nú$ero de cala$ares posible, $ientras iba siendo e$pu*ada con$9todos poco delicados por las as( lla$adas fuerzas del orden. o no entend(a $u& bien loque estaba sucediendo, & ta$poco lo entend( luego, cuando el co$isario habl) de $areas, bancos de sepia & el precio de $ercado, pero de una cosa era consciente: de que a !edrito &a su na"a*a pod(an intentar separarlos.

S)lo a un borracho se le ocurre gritar: «H!edrito, tira la na"a*a» *usto cuando estsiendo retirado a culatazos de un lugar, & gritrselo a un co$pa+ero a quien arrastran por el pelo dos ci"iles. As( $e lo hizo co$prender !edrito, una "ez esposados & "o$itados en el



calabozo, sin perder ni por un $o$ento su $irada despiadada & serena: «a dec(a Susanaque parec(as tonto.» 3rat9 de contener la taquicardia sin ningún resultado, pero logr9retrasar $i pregunta unos segundos, los suficientes para no hacer gallos. «<?ui9n esSusana=» 6e $ir) co$o se $ira a alguien que nos pregunta d)nde est la !laza deatalu+a en la !laza de atalu+a. «<3oda"(a no sabes ni su no$bre= 6i her$ana, i$b9cil.»

Ahora &a lo sab(a. Sab(a que se lla$aba Susana, que $e to$aba por tonto, & que pronto se iba a enterar de lo $al que suelo co$portar$e cuando piso cala$ares.



0legaron $adre e hi*a <iban sie$pre *untas a todas partes= <s)lo cuando se trataba

de !edrito= <insisti) Susana en aco$pa+arla al saber que &o co$part(a la $is$a celda=>; pagaron, supongo; hablaron con quien hab(a que hablar; nos recibieron en la puerta delcuartelillo; & $e qued9 sin e$pleo. «0e descuento, ade$s, las cinco $il quinientas del

corriente $es de enero las ten(a !edrito>, & $e lle"o a este bobo a 6adrid. Si tu"iera usted"ergYenza, $e ree$bolsar(a los cinco billetes de a"i)n que $e "a a costar esta bro$a.»0ogr9 con"encerla, sin e$bargo, de dos cosas: la pri$era, que no ten(a c)$o "ol"er a!a$plona; la segunda, que $e $or(a de ha$bre & de *aqueca. 6e in"it) a co$er, aquellaal$a buena, pero a+adi) que "ol"iera a !a$plona en autoGstop.

o$i$os los cuatro *untos & en silencio, en una infa$e cafeter(a de la A"enida;ensaladilla, pollo frito & flan; ni un solo instante de*a$os de $irarnos Susana & &o. Erae"idente que ella era el /b*eto adecuado & no $e cab(a duda de la rec(proca. osdespedi$os en la parada de ta%is que ha& frente al ur(a; ellos iban al aeropuerto, &o adonde #ios quisiera. 0a da$a $e estrech) la $ano e insinu) una sonrisa sard)nica de $u&

$al gusto; !edrito ni $e $ir); Susana $e bes) en la $e*illa. on la $ano en la portezueladel ta%i, para cerrarla, con"encido de que sie$pre habr(a una "entanilla entre nosotros, le pregunt9 si "ol"er(a$os a "ernos. «o s9, co$o no "engas a 6adrid...» 0os cierresgolpearon con el sonido seco de un frigor(fico ale$n. Estaba claro. Susana quer(a *ugar la partida en su propio terreno. A $( $e era indiferente @ese fue $i pri$er error@, as( que$ientras ca$inaba hacia la salida de 3olosa, $irando el cielo crepuscular & nuboso,co$enc9 a refle%ionar sobre $is posibilidades de super"i"encia en 6adrid.

8ab(an pasado dos d(as desde que sal( de !a$plona; pero el tercero fue el peor. os)lo tard9 "einte horas en llegar a casa, sino que ni siquiera recuerdo c)$o lo hice,segura$ente a pie; ten(a la cabeza de$asiado ocupada con asuntos i$portantes. ese es un

rasgo que no pasa inad"ertido al in"estigador: en cuanto un indi"iduo cae enfer$o deEna$ora$iento, el $undo se disuel"e co$o una pastilla de *ab)n en un barre+o de cidosulfúrico. Ese pri$er ali"io, la esfu$aci)n de los proble$as "itales & reales, elordena$iento I3E4/ de otro $undo, cu&o sentido tiene la direcci)n de una flecha queconduce al /b*eto A$oroso, es la puerta de oro cu&os brillos enga+osos conducenfatal$ente al desastre.

El caso es que bastaron esas "einte horas para que $is pro&ectos se articularan de un$odo "eros($il; pero es que ahora todo era "eros($il & -7I0. o$enc9 a te*er una telade ara+a capaz de apresar una ciudad de tres $illones de habitantes, de los cuales $s dedos terceras partes eran i$producti"os. Si en una ciudad "i"en tant(si$as al$as delesfuerzo a*eno, $alo ser que &o no lo consiga, argu$entaba con$igo $is$o. 4epas9 $ishabilidades pero no encontr9 ninguna que $e condu*era rpida$ente al robo, la estafa, elti$o, el pro%enetis$o, el *uego, la pol(tica o el periodis$o. Sin e$bargo, hablaba & le(afranc9s e ingl9s, dos propiedades que, aunque parezca $entira, le estaban "edadas a la prctica totalidad de la capital espa+ola de aquellos tie$pos. Era cosa sabida que el director de uno de los siete grandes bancos, due+os reales del pa(s, hab(a llegado a su cargo por ser el único que hablaba algo distinto al "allisoletano en el conse*o de ad$inistraci)n; as( de patriotas eran entonces nuestros financieros. Sin una $eta tan a$biciosa, i$agin9 posible



situar$e por deba*o su&o.

0o gracioso es que lo consegu(, & e%acta$ente gracias a los $oti"os aducidos. Era$u& fcil en los a+os setenta ganar cuatro cuartos, *usto lo necesario para no traba*ar. Elcurso siguiente co$enz), para $(, con un piso en la calle eneral !ardi+as, la $atr(cula en

iencias, & "isitas diarias a Susana, la cual hab(a aceptado $i in"itaci)n a in"estigar elcontenido de la felicidad a$orosa una tarde de septie$bre, en un banco de la astellana,del siguiente $odo. !reguntada acerca de sus inquietudes en torno al 6isterio del A$or,contest) que se sent(a inclinada a escrutarlo; preguntada si hab(a elegido co$pa+ero a talfin, contest) que no; preguntada si &o le parec(a adecuado para e*ercer de /b*eto A$oroso,no contest); sac) una $oneda de cinco pesetas del bolsillo, la lanz) al aire, obser") co$oca(a, & conclu&): «Cueno.»

All( dio co$ienzo el cuarto cap(tulo de $i desdichada "ida cient(fica. o "o& arelatarlo por e%tenso, pues es cosa sabida en cualquiera de sus infinitas encarnacionessingulares; s)lo dir9, a $odo de resu$en, que el proble$a, en el inicio, se plantea del

siguiente $odo:o.Go $e cabe la $enor duda de que tú & &o so$os 2no, pero no tengo la certeza

de que tú no seas /tro.

Ella.GEsto& con"encida de que tú & &o so$os 2no, pero $e pregunto si se tratar del$is$o 2no.

o$o puede "erse, &o asu$( desde el co$ienzo la duda sobre el /b*eto, en tanto

que ella eleg(a una duda $s a$plia, la de la unidad $is$a. o dudaba de que ella cubrieraacertada$ente su papel; ella dudaba de que entre a$bos pudi9ra$os representar algo. Estadiferencia requiere una e%plicaci)n.



En todas las pare*as que in"estigan la felicidad a$orosa ha& un reparto de funciones

que no depende del se%o respecti"o. Al principio, por e*e$plo pero las "ariables soninfinitas>, ella es buena, d)cil, no sabe ganar dinero, es lista, frgil, cari+osa & fiel, en tantoque 9l es col9rico, independiente, eficaz, inteligente, protector e infiel. Es un esque$a

"ulgar, pero frecuente. !ues bien, sea cual sea el reparto de funciones, a lo largo de unain"estigaci)n a$orosa 3/#AS 0AS -2I/ES SE 342EA, si es que esta$oshablando de una in"estigaci)n seria, porque se trata de un fen)$eno de $utuo espe*is$o &cada uno de los /b*etos quiere ser el /tro. lo consiguen. onseguirlo quiere decir doscosas: pri$ero, aburrirse del /tro por lo $ucho que se parece a lo que uno era A3ES;segundo, co$prender lo $ediocre & zafio que era uno E3/ES. onsecuencia: el otroes A8/4A $ediocre & zafio.

0a felicidad a$orosa, llegados a este punto, aparece en su "erdadera "erdad, co$oun intento de co$prensi)n filos)fica que no ha utilizado el $9todo adecuado, &a que lo quese trata de co$prender es nada $enos que ese concepto "ac(o, el tie$po, o su $etfora $s

habitual, la $uerte; & para alcanzar a co$prenderlo es preciso utilizar otros $9todos, co$oluego se "er. < por qu9, siendo SIE6!4E as(, per"i"e el $ecanis$o a$oroso en lassociedades industriales, co$plicando tant(si$o las "idas de las personas= !orque sie$prees una e%periencia singular, la única que parece de uno $is$o & s)lo de uno $is$o, &a quetodas las restantes e%periencias de in"estigaci)n, a partir de esta, &a no son singulares sinouni"ersales.

En la in"estigaci)n a$orosa los indi"iduos se $antienen co$o indi"iduos, con su pelo, sus o*os, sus huellas dactilares que les hacen irrepetibles, & no pueden de*ar de ser indi"iduos. !ero una "ez dilucidado el contenido de la felicidad a$orosa, las búsquedassubsiguientes, si la pri$era ha sido lle"ada a cabo hasta sus últi$as consecuencias, A /

!/#47 SE4 #E IF I#I'I#2/, porque necesaria$ente se habr superado elu$bral de la huella dactilar & de lo singular, & se habr penetrado en el neutro, silencioso,quieto $undo de lo general & de lo uni"ersal, en el que nada tiene no$bre propio, ni $ucho$enos pesta+as.

Esta caracter(stica de singularidad hace que toda in"estigaci)n a$orosa le parezca auno 62 !E4S/A0, irrepetible & llena de originalidades que, "istas desde fuera, sonaplastante$ente "ulgares> & sorpresas s)lo para quien las sufre, pues los de$s las "en"enir de le*os>; en definiti"a, toda in"estigaci)n a$orosa puede contarse co$o si fueraFIA cuando en realidad es de una ordinariez que hace girar la cara.

As( por e*e$plo, la dial9ctica de los celos, definiti"a$ente diseccionada en los$od9licos tratados cient(ficos conocidos co$o Ba ;risionera & Al/ertine ha desa(arecido" produce sie$pre una sensaci)n de no"edad $undial, por $ucho que nada ha&a "ariado enella desde las cue"as de Alta$ira. As( ta$bi9n, las rupturas dra$ticas, soberbia$entedescritas en el docu$ento "ien9s lla$ado El Duelo" parecen aportar sie$pre nue"os datos alo que de puro & si$ple no ad$ite ni el a+adido de un acento circunfle*o.

En $i caso, que es s)lo uno $s de la infinita serie, la sensaci)n de no"edad estaba



deter$inada por el reparto de funciones. o tengo una inteligencia do$inada por elEntendi$iento, que es facultad for$al & ordenancista: pero Susana pose(a una inteligenciade signo contrario, gobernada por la I$aginaci)n que es facultad creati"a " producti"a,transfor$adora. 4ealizba$os, por tanto, la perfecta uni)n conocida en los $anuales co$ola pare*a «$odelo siglo dieciocho», pues all( donde &o $e esforzaba en clarificar &

clasificar, co$o un bi)logo disc(pulo de Cuffon, ella se es$eraba en re"entar los esque$as& organizaciones con soplidos de genialidad neoclasic, a la $anera de #iderot. 6i principal preocupaci)n, desde buen co$ienzo, fue poner las cosas en su sitio, co$o en un$useo, para in"estigar con orden & $9todo, pero ella negaba que hubiera sitio alguno en un proceso din$ico a 9so se le suele lla$ar 2top(a>, & frente a cualquier orden & $9todoalzaba la guillotina de la in"enci)n sobre la $archa, la i$pro"isaci)n $eteorol)gica & lafinalidad sin fin. Son dos funciones habituales que se presentan en todas las pare*as, a "ecesen ella, a "eces en 9l.

!ero si al co$ienzo a $( $e toc) sufrir la i$posibilidad de "er claro & ordenado, deentender, a la $anera de los redactores de onstituciones, al final, con las funciones

trocadas, $e ca&) en suerte soportar la in"enci)n i$aginati"a del fracaso, de la nulidad, dela banalidad a$orosa, con todos los fantas$as que trae consigo. En ca$bio, el in"enti"oco$ienzo de Susana, i$aginando el futuro de la in"estigaci)n, fue $u& gratificante paraella, pues todo estaba por hacer; en tanto que el final, cuando atacan las nieblas & loshorrores, tu"o el consuelo del entendi$iento para protegerse de los $azazos de dolor.

Esta diferencia, e%peri$entada co$o «originalidad», estaba, en realidad, *errquica$ente so$etida a otra diferencia $s profunda, cu&o descubri$iento ser(a lo que$e i$pulsara hacia la siguiente in"estigaci)n.



o$o &a he dicho, &o estudiaba iencias con la intenci)n de seguir luego la

especialidad de E%actas @un no$bre estupendo para esa disciplina, la $ate$tica, que esel arte de la rigurosa ine%actitud, co$o bien sabe$os desde 0eibniz@ & dedicar$e profesional$ente a "i"ir del cuento, a saber, de becas de in"estigaci)n & $e$orias

cient(ficas perfecta$ente inútiles sobre tal o cual sutileza despro"ista de todo inter9s. 0osestados industriales se "en en la obligaci)n de financiar a un "erdadero e*9rcito de parsitoslos lla$ados cient(ficos> con el fin de *ustificar la $iseria de una poblaci)nse$iescla"izada & e$brutecida que cree en el progreso cient(fico, sin entender una sola palabra, co$o anta+o cre(a en la Asunci)n de la 'irgen. o pensaba dedicar$e a parsito.

Susana, en ca$bio, hab(a elegido su lugar E34E 0/S !E4#E#/4ES, & estaba$atriculada en -ilosof(a. a he dicho que al principio &o s)lo utilizaba el Entendi$iento &ella s)lo la I$aginaci)n. !or $ucho que &o tratara de sosla&ar la cuesti)n, esta e$erg(a de$anera constante en nuestras batallas hacia la felicidad a$orosa. o, co$o es natural,defend(a la necesidad de lle"ar hasta sus últi$as consecuencias la $uerte de #ios, para lo

cual era necesario utilizar el paradig$a cient(fico hasta que el $undo saltara hecho pedazos; pero ella despreciaba con gran petulancia $i estrategia, alabando de un $odoin*usto & des$esurado toda suerte de +o+er(as ale$anas co$o la libertad del su*eto fundadoen s( $is$o o los distintos $o$entos del Esp(ritu en el despliegue de la Idea Absoluta, &otras banales sal"aciones propias de gente corta & enfer$os de pul$)n.

0o cierto es que por deba*o del enfrenta$iento te)rico nadaban los escualos de la"oluntad de do$inaci)n, & que en definiti"a lo que &o defend(a era la supre$ac(a & por lotanto la racionalidad> del $s fuerte #ES#E 2A 'ISI1 ES3A3A0, en tanto que elladefend(a la supre$ac(a del $s d9bil desde el punto de "ista #E 0A E3E4I#A#. o sefiguran ustedes lo irritante que resulta defender la racionalidad del poder & lo leg(ti$o de

sus destrucciones cuando se tiene delante a alguien que esgri$e continua$ente casosconcretos e indi"idualizados de esa destrucci)n, & los esgri$e co$o si fueran aut9nticossantos. #urante $eses escuch9 baladas pastoriles sobre OierJegaard o Spinoza, co$o si setratara de lo $s grandioso de la hu$anidad, en tanto que Ou$$er o -rege aparec(an co$ocretinos.

3oda"(a era peor cuando, en el enfrenta$iento, $i ad$iraci)n por la t9cnica agr(colachina, por el ingenioso in"ento de la lanzadera o por los deslu$brantes clculos dena"egaci)n griegos, se opon(a a sus cuadritos al )leo, poe$itas & cuartetos de "iento, co$osi la orna$entaci)n de los poderosos pudiera co$petir con los instru$entos que les dieronel poder. En una e%citada discusi)n, defendiendo &o la estrategia $ilitar de !fuhl, obser"9que Susana quedaba en suspenso largo rato, co$o $editando un $o"i$iento definiti"o.Estaba l("ida, concentrada, le te$blaban las co$isuras de la boca. uando ro$pi) a hablar su e%presi)n ten(a la a$argura del llanto & del i$perati"o: «#e $anera que la guerra es lagran $atriz del perfecciona$iento, <no=» Adi"in9 la nota de a$enaza & fui al trapo.«atural$ente. Eso es lo que opina$os tu 8egel, tu #ante, tu 8o$ero & &o.» 8ab(aco$enzado el trueque de funciones.

0o not9 de la $is$a $anera que se sienten los pri$eros indicios de "e*ez en



peque+os detalles casi insignificantes; una escalera de$asiado larga, una resaca de$asiadointensa, una indiferencia in*ustificable. Era pura sensaci)n f(sica. Se $e hab(a inoculado suesp(ritu & &o era, en realidad, ella. !or supuesto que a Susana le estaba sucediendo lo$is$o, de $odo que ahora ella "e(a el aspecto aborrecible de 8o$ero, #ante o 8egel,co$o funcionarios pagados para disfrazar grotesca$ente el horror; &o en ca$bio

co$enzaba a "islu$brar el lado terca$ente glorioso de los ho$bres, los cuales, incluso en *ustificaci)n de sus acciones $s ab&ectas, son capaces de edificar $onu$entos de perd)n,co$prensi)n & esperanza.

Súbita$ente descubr( la I$aginaci)n. Se $e apareci) co$o un in$enso $bito deluz que confor$aba figuras & se a$pliaba según se a"anzaba por 9l, ilu$inando paisa*esnacidos del deseo & construidos según la le& de la raz)n di"ina, la cual, sin e$bargo, nuncasuperaba el l($ite que los hu$anos se ponen a s( $is$os. A su lado el Entendi$iento sease$e*aba a una ordenanza $inisterial, obsesionado con sus ta$pones de «entrada» &«salida», ufano de su poder porque todo pasaba por sus $anos @es decir, por la porter(a@ e incapaz de co$prender que nada de lo que "e(a era obra su&a, sino de otros situados a

$a&or altura & por lo tanto con una "isi)n $s a$plia. !or eso, $e dec(a &o, toda lahistoria de la ciencia es la historia de un continuado error substituido por otro nue"o, entanto que la filosof(a es una con"ersaci)n ininterru$pida de la 4az)n consigo $is$a, en laque no cabe el error, sino el eterno *uego de ponerse l($ite & definirse con el fin deresponder a una pregunta que no puede responderse: «<8asta d)nde puedo llegar /S/0/=»

!or desgracia, en aquel $is$o $o$ento Susana estaba concibiendo la filosof(aco$o la historia de una ser"idu$bre, en la cual los secretarios & subsecretarios del poder &de la "oluntad de do$inio *ustifican las acciones de sus a$os, entretenidos con fantas(as de perfecci)n & ar$on(a que s)lo e%isten en sus lecciones uni"ersitarias. #e $odo que

entra$os co$o dos caballos desbocados en la recta final de la felicidad a$orosa, aquella enla que a$bos dicen sucesi"a$ente: «o era eso lo que defend(as hace tie$po» & ta$bi9n«<!ero no eras tú quien dec(a...=» ?ue se resu$en en las ine"itables: «H)$o hasca$biado», o lo que es igual: «H)$o $e he de*ado enga+ar»

A partir de ese estadio la in"estigaci)n a$orosa es una for$a de pasado & s)lo eltie$po pret9rito parece tie$po presente. En los buenos $o$entos a$bos dicen: «<3eacuerdas de cuando...=», & en los $alos a$bos dicen ta$bi9n: «a no tene$os nada $sque decirnos.»

Ahora la soluci)n sie$pre se presenta co$o algo a*eno; 9l conoce a otra chica, ella

acepta un traba*o en 0ondres. A$bos creen que una fuerza e%terna les ofrece una salida alhorror de descubrirse tal cual eran antes de ca$biar a lo que ahora son; pero no es cierto;toda"(a no ha& nada A00Z -2E4A. Es su propio horror lo que les "a a hacer arrancarse eluno del otro; caer cada uno por su lado fuera del otro. En $i caso la e%cusa "enida de fueralleg) ba*o la for$a del ser"icio $ilitar. !odr(a haber sido cualquier otra. 0a in"estigaci)nhab(a ter$inado.



o "o& a e%plicar ahora $i e%periencia de soldado, aun cuando es otro te$a eterno

que no debe ser nunca $enospreciado por $ucho que lo ha&a$os o(do & le(do cientos de"eces. Es, ade$s, otro de los $últiples in"entos de la felicidad la felicidad guerrera> quesubstitu&e con "enta*a a las funciones de la religi)n, de la pol(tica o del se%o co$o

si$ulaciones de sentido & significado. Sin e$bargo, el $oti"o para apartar de este relato lain"estigaci)n estricta$ente $ilitar de la felicidad, es que se trata de un aspecto secundario& S2C/4#IA#/ al que $e "a a ocupar in$ediata$ente. #iga$os, por afn de resu$ir,que la organizaci)n castrense & el ser"icio $ilitar son efectos de la herencia plat)nica @decostos(si$as consecuencias@ & de la irresistible sugesti)n que e*erce & ha e*ercido eldilogo conocido con el no$bre de 1e(!/lica" o ta$bi9n Ciudad 4deal" sobre los pol(ticos& los que e$prenden la carrera $ilitar, los cuales, no pudiendo realizar esa e%celentesoledad en la "ida co$ún & corriente, la realizan a escala reducida en un $edioad$inistrati"o se"era$ente *erarquizado, co$o en un laboratorio. Esa iudad Ideal deho$bres *)"enes separados de todo contacto se%ual fe$enino, ordenados en castas puras &sin $ediaciones, regidos por la $s ideal de las representaciones 0a !atria; o ta$bi9n, 0a6adre>, ocupa un tie$po "ac(o con una tarea ine%istente, sin la $enor finalidad prctica, &a un precio ruinoso. El ser"icio $ilitar es una obra de arte que si$boliza ingenua$ente lai$potencia de pol(ticos & $ilitares $odernos, incapaces de asu$ir que &a / S/ ni pol(ticos ni $ilitares, sino gerentes & ec)no$os, sin la $enor necesidad de tener ideas, perocon la escla"itud de un ideal.

o$o &a he dicho, en el $o$ento de incorporar$e a filas, Susana & &o hab(a$os per$utado nuestras funciones, siendo ahora la $(a una defensa radical de la 3eor(a, & la deella una fiebre cient(fica de inspiraci)n $aterialista que no pod(a dese$bocar $s que en la$ilitancia sindical. as( fue; Susana se afili) al !artido del 3raba*o & &o $e $atricul9 en-ilosof(a pocas se$anas antes de partir hacia San le$ente, ca$pa$ento situado en la parte de erona.

#ado que &a hab(a co$enzado el estudio de algunas obras de cierto inter9sespeculati"o @las -editaciones de #escartes, la Crítica del juicio de Oant, el Tratadoteol'2ico)(olítico de Spinoza@, recib( la $ili con aut9ntico alborozo; iba a instalar$efuera de la duraci)n & el espacio cotidianos durante tres $eses, en una $icrosociedad perfecta, sin responsabilidades & so$etido a acti"idades pueriles que s)lo requer(anesfuerzo f(sico.

El cli$a de San le$ente, en enero, es suficiente$ente crudo co$o para congelar cada a+o a $edia docena de reclutas; pero el fr(o $e e%altaba el ni$o. Aquellas horas dela $adrugada @las cinco, la seis@ con una aurora prctica$ente boreal, el cielo poco a poco cebreado de cirros color cinabrio & un silencio rtico entre los cientos de soldadosalineados co$o for$ulaciones $ate$ticas, esperando dos, tres horas, la llegada delcapitn sin $o"er un $úsculo, agarrando el et$e co$o si fuera un car$bano, son de lashoras $s A3I'AS que he pasado en $i "ida. 0a postura de -ir$es es la ideal para lafilosof(a, & si no resulta corriente ello es debido a la co$odidad de los ho$bres, que prefieren pasear $editando o ca"ilar *unto a la estufa. !ero un fil)sofo riguroso & "erdaderose $antiene sie$pre en postura de -ir$es, incluso cuando duer$e la siesta.



#urante la instrucci)n, e*ecutando aquellos $o"i$ientos $ecnicos que no e%igenla $enor concentraci)n & poseen, en ca$bio, un delicado sentido del rit$o, &o ascend(a en$i interior los sucesi"os escalones de la abstracci)n & $e separaba de la ef($era &enga+osa tri"ialidad de los sentidos, ca$ino de los c(rculos dorados de la EESI#A#.<?ui9n podr(a decirle al brigada & al cabo pri$era que lo que ten(an ante s( no era un

rid(culo salti$banqui trasquilado sino el abis$o #E 0/ ?2E SE !2E#E !ESA4, por $ucho $osquet)n & $ucha i$aginaria que le endosaran a loGqueGseGpuedeGpensar= <o era&o una si$ple figura del saber= <o estaba &o ocupando el lugar e$ble$tico cu&odescifra$iento, cu&a traducci)n, $e dar(a la "erdad oculta ba*o $i apariencia de recluta=

-ueron tres $eses de intens(si$a acti"idad intelectual, en el $bito adecuado paratoda aut9ntica refle%i)n: el ordenado "ac(o for$al de la $uerte, pues es con ella con lo queco$ienza toda especulaci)n digna de tal no$bre. En la eterna ausencia de sentido, antes dela aparici)n del ho$bre & despu9s de la desaparici)n del ho$bre, antes de la especie &despu9s de la especie, antes de #ios & despu9s de #ios; en el colosal silencio sin tie$po,all( es donde se instala la se$illa del su*eto para pensar lo que est sucediendo, lo que

acontece entre dos eternidades SI S2ES/; & lo que est sucediendo no es otra cosa quela construcci)n de ese su*eto que pone significado, tal & co$o su libertad lo desea. <0odesea in$ortal= !ues lo ser. <0o prefiere ef($ero= !ues ta$bi9n. <!refiere "i"ir en tantoque ef($ero su in$ortalidad= !ues no faltar(a $s.

HAh, la sensaci)n delirante de poseer $i propia $uerte co$o herra$ienta, co$o elútil del zapatero & del escultor, capaz de construir el significado de $i carencia, de lo quenos falta o nos sobra, as( co$o a la piel & a la piedra les falta o les sobra una $ateria fútilque debe ser arrancada u$pliendo una i$aginaria glacial @el cielo ten(a unasorprendente cualidad de 34AS!A4EIA E4A@ a la puerta de $i barrac)n,"igilando el descanso de $is co$pa+eros, de aquellos pobres infelices que, co$o &o

anta+o, cre(an en la realidad de sus dolores & sufri$ientos, en la e%istencia de sus fa$iliares& no"ias, en la presencia hist)rica de unos c(rculos financieros & legales que conduc(an a lasociedad, en aquel instante de e%altaci)n, constat9 que $i in"estigaci)n sobre el contenidode la felicidad hab(a dado un paso gigantesco. 8ab(a abandonado la falsa felicidada$orosa, si$ulaci)n de s(ntesis de lo propio & lo a*eno, para penetrar en la felicidadfilos)fica, la que real$ente resuel"e todas las contradicciones o las $antiene a su gusto.

Agarr9 con fuerza el et$e & en el $o$ento de decir «sin no"edad, $i alf9rez», al paso de la inspecci)n, aquella frase de «sin no"edad» se $e apareci) cargada de un sentidodistinto al habitual, aureolada de un significado profundo e ignoto que reduc(a la necesidadde «no"edad» a la insustancial "ida cotidiana, ansiosa de «no"edades» para constituirseco$o transcurso reconocible, pero "acua & banal si la co$paraba con la "ida refle%i"a, enla que ni ha& «no"edades» ni tiene por qu9 haberlas, pues una sola & definiti"a «no"edad»...el sentido de las cosas re"eladas en su propio ser de cosas, & un solo final, la perpetuadonaci)n de sentido a las cosas que se re"elaban, se un(an co$o los e%tre$os de un anilloque se despliega en $agn(ficas espirales al encuentro de s( $is$o.

All( entonces abandon9 $i disfraz carnal, pero no a la $anera de los Santos o los6rtires, que sacrifican su cuerpo para recuperarlo en una 4esurrecci)n futura; ni co$o los



89roes, que ponen su cuerpo al ser"icio de una pol(tica territorial re"estida de le&enda; sinoco$o los Sabios, para darle un sentido, co$o esas estatuas cubiertas de escrituras que losarque)logos desenterraron en 6esopota$ia. o &a no era &o, sino todos & cada uno de losho$bres nacidos & $uertos, nacidos & "i"os, por nacer & "i"ir; en $( se produc(a el$isterio eucar(stico 4EA0, la unidad de los "i"os, los $uertos & los pro&ectados, en un

instante de significado pleno, riguroso & alborozado. Esa e$briaguez del pensa$iento,cuando recoge con sus hilos, $s finos que los de la ara+a, la $ultiplicidad de los signosdel $undo, esparcidos en el co$ienzo por la $ano del ran Se$brador, es de una potenciasal"a*e, prehist)rica.

o ahora "e(a $i propia figura de E3IE0A ba*o el cielo de basalto que &osab(a, sin e$bargo, cúpula de bronce> co$o un paisa*e del principio del $undo. o sosten(aun palo o garrote a la entrada de una cue"a, ca"ilando los $is$os $isterios que ho&,algunos $inutos c)s$icos $s tarde. Sab(a $u& bien que al pasar los d(as "ol"er(a a caer en lo cotidiano, $e de*ar(a arrastrar de nue"o por la gran -II1 de la "ida hist)rica; pero ta$bi9n sab(a que el recuerdo de esta posesi)n del saber absoluto $e a&udar(a a

co$batir los disfraces & $entiras de la apariencia.?ue iba a caer de nue"o en la "ida cotidiana, lo sab(a. 0o que no sab(a era de qu9

$anera. !ronto lo supe.



Estaba por ter$inar el ca$pa$ento cuando un radiante d(a de $arzo escuch9 por la

as( lla$ada $egafon(a que ten(a "isita. <o "isita= o hab(a sido "isitado por nadie enaquellos tres $eses, lo cual $e parec(a de su$a educaci)n; habr(a sufrido un gran bochornode haber recibido "isita de Susana; 9ra$os libres, aut)no$os, suficientes. A aquellas alturas

del ser"icio era i$procedente que alguien tratara de recordar$e la "ida ci"il. 0legu9 asuponer que habr(a $uerto algún fa$iliar pr)%i$o & que un al$a buena acud(a paraco$unicr$elo de palabra. a$in9 hacia los barracones de paisanos.

S)lo "i $adres, abuelas & algún "ar)n de aspecto rural, que son los únicos que$antienen el respeto hacia los hi*os $s all de lo estricta$ente necesario. !ero de entre la$asa do$9stica cargada de e$butidos se desprendi) un indi"iduo & co$enz) a ca$inar hacia $(. o es que no le conociera; le ten(a "isto; pero nunca hab(a$os interca$biado palabra. Sin e$bargo, nada $s adelantar el pie izquierdo, lo adi"in9 todo & $e qued9$udo, sobrecogido por una c)lera huracanada.

Era este un $ozo de "eintibastantes a+os que hab(a alcanzado cierta notoriedad enlos c(rculos literarios por haber aparecido, *unto a otros secuaces, en una antolog(a po9ticatitulada Bos Doce de la Fa@a" apadrinada por un prestigioso cr(tico cataln. 3anto es elrencor que aún le conser"o que prefiero darle el no$bre de B2#AS, aunque no tendr9incon"eniente en confesar su aut9ntico patron($ico a quien $e lo pregunte. 0os as(lla$ados poetas recogidos en aquella antolog(a era un pu+ado de i$berbes petulantes,autores de ra$ploner(as sin fin entre las que brillaba algún rel$pago $etaf)ricoe%cepcional, obra de los $s acalorados. E%ceptuando a dos de ellos, el resto depon(a una poes(a atildada, confusa, de pri$era co$uni)n.

Es $u& sinto$tico que en nuestro pa(s sean precisa$ente los indi"iduos $s

inofensi"os quienes aparezcan ba*o el recla$o de la sangre, la re"oluci)n, la bo$ba & elestupro. Estos se+oritos, colaboradores inconscientes de la tradici)n espa+ola $s$egal(tica esa «poes(a» de figuritas literarias & fuegos de artificio iberoa$ericano> seten(an, sin e$bargo, por unos feroces dina$iteros. o hab(a le(do un par de cosas de Budas,una de ellas titulada Contra la /oina de Antonio -achado" perfecta$ente ignara, & la otraun inter$inable estertor bautizado co$o *e(ti@ino (ara el ;rínci(e -assi@o Au2usto 1as(a2neta en su <elvedere de <is.uit" que $e pro"oc) una persistente urticaria.

En la actualidad &a nadie los recuerda, pero en aquel $o$ento fueron utilizados por la e%tre$a izquierda contra los funcionarios de -ranco, que eran todos o casi todos poetas.En efecto, las alabanzas recibidas por los #oce en re"istas de la resistencia co$o Bina" El

Dro@edario" ;e(ino o Ba Graía del *uroeste as( co$o en panfletos del !artido o$unista,del !artido del 3raba*o, de los o$andos 0ibertarios, de la 0iga 4o*a & de la Alianza/brera onsciente, hac(a rabiar indecible$ente a los laca&os de -ranco enquistados en elonse*o de In"estigaciones ient(ficas, la 2ni"ersidad o$plutense, el Sindicato de3ransportes & otros centros ocupados por poetas del fascio. Alguno hubo que sufri)apople*(a le&endo los "ersos de Arnolfo 3estero, otro de los #oce, relatando unasodo$izaci)n a que fue so$etido su padre el "ie*o 3estero hab(a sido presidente de laooperati"a de ereales> por parte de un ingeniero $ilitar de 4enfe a quien todos



identifica$os de in$ediato. El poe$a se lla$aba «Ataque a posteriori».

Aquella popularidad interesada la to$aron los #oce co$o el resultado natural de sutalento & a tal punto la cre&eron *ustificada que iniciaron una operaci)n de lanza$iento. ohab(a d(a en que no publicaran sus cogitadones en Ba *olidaridad 5acional o en ;ue/lo+

0os art(culos hablaban indefectible$ente de te$plos llenos de flautas, te$plarios quetocaban el arpa, arp(as que a$aban flautistas, & sie$pre se situaban en lugares re$otos,AngJor, !aler$o, o$orra. /tro rasgo pintoresco es que trufaban los "ersos con citas quedisi$ularan su rotunda "acuidad, pero en el idio$a original, con lo que hab(aco$posiciones, co$o las de 0uis -ernando antonal, redactadas en lat(n, gal9s, alto ale$n& checo, con una burrada de faltas ortogrficas, $ultiplicadas por el desconcierto de lostip)grafos.

As( & todo, los #oce eran en"idiados por $inúsculas ca$arillas que conspirabancontra ellos; as( la Agrupaci)n de 0(ricos Alandalus(, el (rculo de 3iza !alenciano, o loslla$ados Enanitos del Ateneo, grupúsculo pederasta que se consideraba aludido en los

poe$as sat(ricos de 3estero. #e $odo que por un lado u otro los #oce hab(an alcanzado lanotoriedad que este pa(s reser"a para los ciclistas, las tonadilleras o las esposas de altoscargos.

El aludido era uno de los $s conspicuos $ie$bros de la banda por haber aparecidoen la tele"isi)n anunciando un detergente; todos sab(a$os, sin e$bargo, que con $oti"o deuna enfer$edad infantil, las paperas, se le hab(an desprendido los test(culos & que utilizabauna pr)tesis *aponesa para sus bre"es & ridiculas incursiones a$orosas. / al $enos eso eslo que dec(an sus $e*ores a$igos. H que aquel indi"iduo precisa$ente... uando lleg)hasta $( he de reconocer que $e her"(a la sangre & de haber lle"ado con$igo el et$e nos9 lo que habr(a sucedido.



#espu9s de tantos a+os, creo poder reproducir sus palabras con toda e%actitud dado

el ful$inante efecto que tu"ieron sobre el futuro de $is in"estigaciones. S)lo supri$o deellas las frecuentes "acilaciones, los carraspeos, las toses ner"iosas & el "iolento agitar de$anos & brazos que las aco$pa+aron. #urante su parla$ento Budas $antu"o los o*os

cla"ados en el suelo & s)lo al finalizar, cuando nos le"anta$os del tronco aserrado que nosser"(a de banco, pude "erle los o*os, grises & rasgados co$o los de un ofidio.

«?uerido a$igo @di*o@, no nos conoce$os apenas, aunque &o recuerdo haberte"isto alguna "ez en casa de 'icente 6al"inas runch era este un secuaz de la banda de los#oce en cu&a casa se celebraban se$inarios sobre canci)n napolitana a los que &o acud(a por aco$pa+ar a Susana & por "er al c9lebre castratto arotenutto> & creo que en unaocasi)n te o( hablar de la 3abla de los Ele$entos. As( que no $e resulta fcil, de una partedefender la escrupulosa honestidad de $i conducta, & de otra no dirigir una oscuraacusaci)n de in$oralidad a quien, de hecho, es en este $o$ento la persona $s i$portantede $i "ida & de $i obra. /bser"ars que he dicho Ude $i obraV porque he co$enzado a

escribir &a un poe$a sobre E00A, en el que la $uestro tal cual es: el doctor 6engele, el7ngel de la 6uerte, cu&a inocencia condena al suicidio "oluntario a todos cuantos laconocen. 6i intenci)n es darle un trata$iento a la $anera de !erce"al #erretide, es decir, prestando gran atenci)n al ni"el f)nico, & ninguna a la sinta%is. #e hecho no $e interesa elni"el significati"o, sino el ni"el de SII-I/IA, o Usentido del significante locoV,aunque controlado. #esde el t(tulo $is$o, A 5asus" con sus connotaciones latinas & elefecto de relaci)n con la i$potencia de ogol nasuspene>, &a se ad"ierte que es una#E#IA3/4IA, es decir, una dedi del dedo o de los dedos; de la digitalidad> cas>toriaen la casa @ca@ de la historia @storia@, donde la UsV ha sido forcluida para ocultar unsiseo, o sea la lan2ue di"idida>; o lo que es igual, Uacaricio con el dedo la $ansi)n deltie$po significati"oV, que es el pri$er "erso. !ero A 5asus se con"ierte, en la segunda parte, en *us" AnaH que es co$o decir Al ata.ue" @uchachaH" pues esa es la funci)n queella dese$pe+a en este anlisis o susanlisis, o sea, el de atacar para desatascar, batallar para desbastillar, afilar el hacha de la lucha contra el filo beante de la hucha @de laacu$ulaci)n anal o susanal@ con el fin de alcanzar la libaci)n de la libera>ci)n, cu&otrago e$briaga s)lo cuando no es UeraV sino UahoraV en tanto que libaho>raci)n, o rezo quese alza hacia el últi$o "erso, to$ado del fil)sofo & psicoanalista Bean -ran[ois !9tard,BEAE S2IS O82 O/, Uno so& $s que un gilipollasV, pero en el sentido t9cnicode UgilipollasV. El poe$a, sin e$bargo, por e%preso deseo su&o, "a encabezado con el le$aUpara el nú$ero pri$oV, aludiendo a$bigua$ente a que tú fuiste su iniciador & a ciertosaspectos de tu inteligencia. #ado que $e ha sido concedida la Ceca del 6inisterio deultura para escribir un estudio sobre el concepto de UhigoV en el psicoanlisis de 6a%!atn, para lo cual tendre$os que trasladarnos a !ar(s, $e ha encargado que te pida tufir$a en este heque del Canco entral.»

Estaba en blanco, pero &o ta$bi9n, as( que lo fir$9 sin que $e te$blara la $ano.0uego nos le"anta$os & pude "erle los o*os, co$o &a he dicho; sensaci)n repugnante quetoda"(a regresa de entre los $uertos algunas noches, cuando caigo rendido ante el tele"isor,$i único a$igo actual. o nos di$os la $ano, pero aún tu"o tie$po de pedir$e prestadoslos pi*a$as &, es cierto, &o no los necesitaba. /bser"9 c)$o se iba haciendo peque+itohasta desaparecer *unto a $adres, abuelas, no"ias; la noche era $u& fr(a & &o no ten(a



tabaco.



Al d(a siguiente $e $at9. #icho as( parece algo irreparable, pero no lo es tanto.

o$o &a he relatado, &o hab(a superado la creencia en $i indi"idualidad, ele"ndo$e al$bito del pensa$iento que se piensa a s( $is$o. 0)gico era que supri$iese la últi$aatadura que $anten(a con 6I 6E3I4A, es decir, el deseo irracional de conser"ar la "ida

del cuerpo cuando &a es innecesaria. #e$ostrarle a $i cuerpo que &o no estaba dispuesto aconducirlo en cualquier circunstancia, sino s)lo en aquellas condiciones que a $( $esatisficieran, era una necesidad perentoria para la in"estigaci)n del contenido de lafelicidad. Fnica$ente, repito, única$ente en el caso de que &o fuera libre para seguir con"ida cuando $e diera la gana, & de $orir$e si as( lo deseaba, única$ente en ese caso pod(aconsiderar$e #2E\/ de la in"estigaci)n. 6antener la "ida a toda costa es algo propio deES0A'/S, los cuales tienen un A$o fuera de s(, cu&o no$bre es «instinto» & ta$bi9n«conser"aci)n» & ta$bi9n «instinto #E conser"aci)n», pero cu&o "erdadero no$bre es'/023A# #E S26ISI1.

En $i estado de entonces, "ac(o de la felicidad a$orosa & en plena superaci)n de la

felicidad filos)fica, no pod(a per$itir que por culpa de $i cuerpo sufriera distraccionesi$b9ciles del tipo «tengo ha$bre», o «"a&a, qu9 color tan bonito», o incluso «$e duele una$uela»; estas banalidades tiraban de $i refle%i)n hacia un lugar insignificante, tratando dei$pedir que llegara a conclusiones 62 I6!/43A3ES. As( por e*e$plo, aquella noche,cuando estaba a punto de co$prender la raz)n por la que el puro pensa$iento sie$preter$ina por estrellarse contra el $isterio insondable de ?2E SE 8AC0E, de que inclusolas for$alizaciones $ate$ticas & l)gicas utilicen $etforas poco rigurosas co$o«relaci)n» o «identidad», $e qued9 absurda$ente dor$ido.

o deseaba *untar en un punto i$aginario, infinita$ente distante, el sentido de«identidad», co$o relaci)n de la relaci)n $is$a, co$o falso no$bre de lo que

si$ple$ente Es, co$o la $uerte de esa identidad, a la cual s)lo nos apro%i$a$os ennuestra propia $uerte, es decir, de$asiado tarde, con lo que final$ente toda la operaci)nqueda en $anos del tie$po entendido co$o pro&ecci)n de pasado, presente & futuro, o loque es igual, en un tribunal cu&o *uez nunca puede ser 9l $is$o, de $anera que laidentidad tendr(a su funda$ento fuera de s(. !ero <qu9 instancia no id9ntica a s( $is$a pod(a obligar a una identidad forzosa= En ese preciso $o$ento $e dor$(.

o so+9, pero tu"e una re"elaci)n. Era la re"elaci)n correspondiente a la superaci)nde la ni+a decapitada & el risto de 8olbein, & correspond(a a $i actual $o$entoin"estigador. 0a aurora penetr) en $i sue+o antes de que sonara el toque de diana. Era unaluz carnal & fe$enina; susurraba *unto al colosal o(do de la noche esta frase c9lebre:«rosados dedos, rosados dedos»; tales dedos @restos de la abo$inable digitalidad de Budas @ $e rozaban la frente & transfor$aban $i crneo en una ca*a de cristal en cu&o interior $e encontraba &o $is$o, en for$a de $osca, buscando una salida. !ero no pod(aencontrarla. hocaba contra el cristal in"isible & $e dec(a: «Ests preso en los l($ites de tu pensa$iento.» -uera del crneo de cristal, entre los *irones de niebla roscea, iba to$andocuerpo el anuncio de 0a 'oz de su A$o; pero el perro no era un perro, sino el fil)sofo"ienes 0udig Rittgenstein, el cual giraba la cabeza hacia $( & $o"(a los labios $udos de$odo que &o pudiera leer en ellos la siguiente frase: «Casta con prestar atenci)n», &



se+alaba la e$bocadura del gra$)fono. #e pronto, de la tro$pa surg(a un estridente sonidode tal agudeza que el crneo de cristal se hac(a a+icos & Rittgenstein sal(a aullandolasti$era$ente, con el rabo entre las piernas. Era la #a$a azadora, la esquel9tica portadora de guada+a, la #iana cazadora de ultratu$ba. El toque de #iana, para los "i"os.

-or$9 *unto a $is co$pa+eros. Esper9 las tres horas de rigor ba*o el cielo de $arzo,color ciruela con cabellos dorados flotando entre pedazos de hielo. 8ice instrucci)n poniendo gran e$pe+o. o$( la raci)n de legu$bres, salchichas con patatas & naran*a; le ped( la su&a a un co$pa+ero. Ceb( un agua deliciosa. #escans9, *unto a $is ca$aradas, ba*o los pinos raqu(ticos & entre $atas de brezo cu&as ra$as reten(an sucias bolsas de plstico $ecidas co$o banderas por la tra$ontana. 0as hor$igas, ese re$edo, seacercaban, tanteaban, sub(an por la ropa, superaban el obstculo, & segu(an su ca$ino. 2nalagarti*a abr(a & cerraba los o*os chupando el pri$er sol de pri$a"era co$o un sacerdotedel fuego en alguna arcaica cultura oriental. 0uego nos lla$aron para recoger el equipo delas prcticas de tiro.

En el ca$po, frente a las dianas Hotra "ez>, $ientras esperaba turno detrs de la pri$era l(nea de fuego, el olor de la p)l"ora, tan dulce, acab) de decidir$e. 6ont9 el ar$a.Apo&9 la culata en tierra & co$prob9 que, inclinado sobre el ca+)n, $i $ano derechaalcanzaba el gatillo. <#)nde queda el orificio de salida= Entre el cuello & la cla"(cula. 0oúlti$o que pens9 fue «bien, por ah( pasa la aorta». i siquiera en eso acert9.

!ero, cuidado, si no $e $at9 fue porque / E4A EESA4I/. Según $e hane%plicado, tendr(a que haber puesto la cabeza en l(nea con el ca+)n, porque al tenerlainclinada para $irar el gatillo, el disparo se $e lle") una ore*a & nada $s. !arece ser queel pro&ectil, cu&a capacidad destructi"a es considerable, no hizo $s que rozar el pabell)n; pero bast) esa caricia para arrancar de cua*o la ore*a. o de todo eso $e enter9 $s tarde,

porque el tre$endo dolor $e derru$b) des"anecido en tierra.



'ol"( a la "ida en el 8ospital 6ilitar de Carcelona & cuando abr( los o*os no hab(a

nadie. S)lo tres enfer$os, aparte de $(, ocupaban la in$ensa sala de luz griscea & espesoolor a for$ol. Estaba "i"o, no $e cab(a la $enor duda, pero ta$bi9n estaba $uerto porquela decisi)n de quitar$e la "ida for$aba ahora parte de $( & &o era A8/4A un ho$bre

libre que s)lo acepta "i"ir ba*o sus propias condiciones. As( que to$9 $i renaci$iento connaturalidad, seguro de no haber co$etido un suicidio -42S34A#/, sino $s bien unaguerra de liberaci)n 'I3/4I/SA.

El triunfo sobre la $uerte es una de las $s intensas sensaciones que se puedane%peri$entar. Se siente uno e$bargado por una alegr(a bquica tan incontenible que laslgri$as son de puro alcohol. 0os colores, los olores, el tacto, los ruidos regresanreno"ados & sin e$bargo despo*ados de inocencia. 0a frase de $i re"elaci)n, «basta con prestar atenci)n», rebosaba sentido en aquel $inuto de lucidez. El $undo entero que &ohab(a triturado en el interior de $i noche a $artillazos de abstracci)n, regresaba co$o una bestia caliente & "i"a, $o"iendo la cola de estrellas & co$etas, para la$er$e la herida.

!orque &o estaba herido &, co$o supe luego, cuando el dolor "ol"i) a ser co$o una$igo, &o era ahora un I'70I#/; hab(a de*ado un pedazo de $i cuerpo en las fauces de#iana, si$b)lica$ente. 6i in"alidez, sin e$bargo, era $u& li"iana; hab(a perdido unaore*a & estaba sordo de la otra. 3ard9 en saberlo porque durante todo el rato / /ZAS/I#/S EX34A/4#IA4I/S, sonidos a los que s)lo puedo lla$ar «cantos de la$ateria en alabanza de sus for$as».

Antes de proseguir quiero de*ar un punto bien claro. S)lo aquellos que no $uerendespu9s del suicidio son dignos de su acci)n. El suicidio es el últi$o grado de lain"estigaci)n acerca del contenido de la felicidad, & est reser"ado a los $s necesitados.

ualquiera que trate de suicidarse cre&endo que &a ha llegado a este punto supre$o,acabar 4EA06E3E 62E43/, si se equi"oca. As( sucede, desgraciada$ente, con$uchos *)"enes precipitados que confunden sus caprichos infantiles con una real necesidadde saber. Esos $ueren co$o $oscas. S)lo unos pocos son aut9nticos 8D4/ES #E0//I6IE3/, & s)lo ellos pasan la prueba con "ida. 2na de las $uchas $uestrascient(ficas de este aserto es el lla$ado «caso Rerther», $uchacho ale$n que, tras superar el suicidio, hizo una brillante carrera ad$inistrati"a ba*o el apodo de «oethe».

o, desde luego, hab(a pasado la prueba, & $e sent(a e%traordinaria$ente orgulloso.Ahora $e encontraba en el u$bral de la últi$a puerta, pleno de libertad, aut)no$o, preparado para asu$ir todas las responsabilidades & en especial la $s i$portante, poner

punto final a la in"estigaci)n. o pod(a hacerlo, pues ahora sab(a lo que ha&, no despu9s dela $uerte, que es algo a*eno a los $ortales, sino lo que ha& E la $uerte.

0os pri$eros s(nto$as de dolor $e asaltaron *unto a un alf9rez de sanidad. Estaba a$i lado pero no le hab(a "isto entrar; $o"(a los labios pero no le o(a. o estaba fascinado por algo real$ente curioso: sonre(a. Se inclin) & debi) de gritar porque hasta $( llegarondos palabras suficiente$ente claras, aunque insensatas, «suerte» & «cabr)n». #(as $starde reco$puse la historia por $edio de $ensa*es escritos, $edias palabras berreadas



*unto a la ore*a super"i"iente & adi"inaciones personales.

/ficial$ente $i caso hab(a sido SI 02A4 A #2#AS un accidente. Iban ain*ertar$e una ore*a algo distinta pero $u& bonita, & $e regalaban un Sonotone para laotra. #esde luego, la $ili hab(a concluido.

!er$anec( en el hospital cosa de un $es, a causa de un infecci)n del pri$er in*erto;& $e alegro, porque era un $ie$bro lo$brosiano, con un l)bulo enor$e, colgante co$o un bada*o. El segundo fue un 9%ito, & el Sonotone $e per$it(a escuchar a $is se$e*antes conuna calidad $etlica & desolada de e%traordinario inter9s, &a que lo esencial de $is pr)%i$as tareas era la inocencia perdida, el ol"ido de la etapa infantil del conoci$iento, &la penetraci)n en el $bito adulto, se"ero, !E0I4/SZSI6/, de ese saber últi$o al quella$a$os A43E.

o oculto que en este últi$o & definiti"o descubri$iento influ&) con fuerza $iaspecto ante el espe*o. !as9 horas $irndo$e, dndo$e la bien"enida, la$iendo con la

$irada $is propios rasgos, co$o si fuera una reencarnaci)n de !edrito, & celebrando$ediante estruendosas carca*adas el 34E6E#/ !A4EI#/ que obser"aba con elcient(fico holand9s 'incent "an ogh, el sabio que lleg) hasta el tr9$olo "i"ir de las cosasa la luz del $undo, por $edio del dolor, la desdicha & la in"estigaci)n del contenido de lafelicidad. HAh, querido ancestro, le dec(a, qu9 grand(si$o destino, el del peregrino en tierrasagrada



!ara *ustificar este últi$o & definiti"o paso en la in"estigaci)n acerca del contenido

de la felicidad, no tengo $s re$edio que re$ontar$e al co$ienzo. !or una frecuente bro$a del #estino, todo final se ase$e*a e%traordinaria$ente al principio. En nuestro caso,el Arte es una recuperaci)n de la Infancia, es decir, de la 4eligi)n, pero tras la iniciaci)n a

la $uerte. o ha& posibilidad alguna de arte "erdadero sin haber $uerto. 4ecu9rdese que el$s grande artista de todos los tie$pos, o, en todo caso, el segundo $s grande artista detodos los tie$pos, se enterr) "i"o a los treinta & pico de a+os, para recuperar el tie$po perdido. que lo $is$o hizo el segundo $s tarde artista de todos los tie$pos, o quiz el$s grande artista de todos los tie$pos, por las buenas, encerrado en una buhardilla a partir de los treinta & pico disi$ulado ba*o el disfraz de Scardanelli. En a$bos casos, tanto si era para recuperar el tie$po perdido, co$o si era para contar con los dedos los acentos del8i$no a la $e$oria, o a la $e$oria de 6ne$os&ne, el enterra$iento era parte substancialde la obra, porque S10/ #ES#E 0A 'ISI1 #E0 62E43/ !2E#E 4E/4#A4SEE0 62#/ 'E4#A#E4/.

uando digo «el $undo "erdadero» quiero decir el que es, en el presente presente, pero s)lo se hace "isible, s)lo es e"idente, a la $e$oria o co$o $e$oria. Es el $undoaqu( & ahora, pero #ECE6/S 'E40/ /6/ !ASA#/, porque debe$os "erlo /6/SI A 82CID4A6/S !ASA#/.

o erraba aquel otro grand(si$o cient(fico & quiz el tercero o cuarto $s grandeartista de todos los tie$pos cuando dec(a que «cualquiera tie$po pasado fue $e*or», pero por la si$ple raz)n in"ersa de que «cualquiera tie$po $e*or sie$pre es pasado», o«aparece co$o pasado», porque en realidad su for$aci)n en prosa @& por lo tanto $enose%acta@ ser(a: «para sentir $e*or cualquiera tie$po presente, debe$os $irarlo co$o si nofor$ra$os parte de 9l».

Es e%clusi"a$ente nuestra propia #ESA!A4II1 la que garantiza laA!A4II1 del $undo en tanto que 6EB/4. As(, por e*e$plo, sorbe$os un t9 con li$)nen los *ardines de la casa 0endbach, ba*o un sol de agosto, & esta$os esparcidos en uninfinito con*unto de signos sin sentido, co$o le sucediera al redactor de la c9lebre ep(stola$oral a 0ord handoss. Ese con*unto disperso de signos carece de unidad precisa$ente porque estn s)lo unidos en nuestro cuerpo. So& ine"itable$ente &o el que bebe, to$a elsol & se ad$ira del agua & los cipreses. !ero «&o» no puede dar sentido a esa nube desensaciones & *uicios. Ahora bien, bastar(a con que «&o» estu"iera $uerto para que todotu"iera sentido. 0a escena quedar(a rodeada por una aureola de profundo $isterio & losfen)$enos naturales, los ob*etos, co$pondr(an una frase llena de sabidur(a.

As( pues, e%iste un $9todo cient(fico que $e per$ite asistir a $is propiase%periencias en tanto que $uerto: el de la re$e$oraci)n #E 0/ ?2E 3/#A'ZA / 8AS2E#I#/.

Si obser"o el $undo co$o si se tratara del recuerdo de un $uerto, entonces no ha&dispersi)n, nada es insignificante. !ero ese esfuerzo es, esencial$ente, un esfuerzo/34A $( $is$o; es el terrible traba*o art(stico de la $uerte en "ida, del enterra$iento,



de la perspecti"a del $undo de los "i"os co$o un $undo de so$bras al que s)lo accedenlos $s grandes artistas de todos los tie$pos.

3odos los $s grandes artistas del $undo se han $atado antes de co$enzar arepresentar el $undo "erdadero. Incluso el aso$broso $úsico $s *o"en del uni"erso hab(a

logrado $orir &a a la te$pran(si$a edad de ocho o nue"e a+os, co$o podr co$probar cualquiera que repase la sinfon(a I+#$" en la que las frases de abandono, desnuda$iento &aniquilaci)n no enga+an a nadie.

Ahora, supongo &o, se co$prende en todo su alcance la frase de la re"elaci)n,«basta con prestar atenci)n», es decir «s)lo se requiere estar tan atento a la cosa que 2/6IS6/ ES 0A /SA», eso s(, de*ando de ser, auto$tica$ente, uno $is$o. A esto, losantiguos le lla$aban la re@eatio" si no recuerdo $al. El $úsico que buscaencarnizada$ente un acorde en el silencio real del $undo; el escritor que constru&e sufrase; el pintor que $ira contra la luz; el arquitecto que $ue"e $asas enor$es e inertes; elca$arero que circula entre las $esas con su bande*a repleta, sin derra$ar una gota,

balancendose airosa$ente; son todos ellos $uertos hechos sonido, palabra, pig$ento,$asa & $o"i$iento. S)lo ol"idados total$ente de s( $is$os pueden recordar las cosas ensu sentido absoluto. As( 8AC0A las "ie*as botas de 'an ogh, cuando este las "e desdela tu$ba, co$o un e$ble$a instantneo de la historia uni"ersal.

!or esta raz)n el gran artista es un $uerto & posee el punto de "ista de la eternidad, para lo cual debe necesaria$ente conocer el contenido de la $uerte & tenerlo presente/6/ 6A3E4IA !4I6A & ta$bi9n co$o presente. S)lo de ese $odo se puede «prestar atenci)n» & confundirse con el ob*eto al que es preciso dar un sentido que el ob*eto A3IEE.

< acaso no es esto una recuperaci)n de la infancia= <o es el ni+o lo $s parecidoa un $uerto por su "aciedad, pasi"idad e insignificancia= El artista es ta$bi9n un ni+o, pero un ni+o que ha aceptado $orir & conoce las consecuencias de su aceptaci)n. As( co$oel ni+o "e las cosas en ellas $is$as, sin el des$orona$iento que i$ponen los usos ofunciones de las cosas, & una pinza de ropa puede ser un auto$)"il, un soldado o uncai$n, pues no depende de su funci)n real sino de su funci)n estructural, as( ta$bi9n elartista "e las cosas en s( $is$as porque en tanto que 62E43/ / !2E#EA!4/'E8A40AS, no puede hacer uso de ellas, tan s)lo puede /3E6!0A40AS.

ahora "o& a decir por qu9 esto es "erdadera religi)n & que s)lo ha& "erdaderareligi)n cuando ha& arte "erdadero, & s)lo ha& arte "erdadero cuando ha& "erdadera

religi)n. 6uchas son las religiones, pero cada uno de nosotros tiene la su&a.o$prende$os & no co$prende$os las religiones a*enas, pero las co$prende$os & no lasco$prende$os desde la nuestra, de la cual no pode$os salirnos, as( co$o no pode$osescapar a nuestro lengua*e. 6i religi)n, de la que no puedo escapar, es la cristiana, que es launidad de sentido de lo que los historiadores lla$an «cultura occidental». Es una religi)nfunda$ental$ente I3E0IE3E, & con unos cuantos siglos de predo$inio planetario. Sidebi9ra$os resu$irla en una sentencia sencilla, pues las grandes cosas son las que puedenresu$irse de ese $odo, dir(a$os que la religi)n cristiana es aquella que 34A3A /



I3E3A, aunque puede que no lo consiga casi nunca @pero ta$poco 2A@, dar sentido a la "ida de los ho$bres $ediante una si$pl(si$a operaci)n $ental: «a$ar a susene$igos». Esto es lo $s sencillo & lo $s esencial del cristianis$o. 3ratar de dar sentidoa la "ida S2!/IE#/ que a los ene$igos se les puede a$ar.

o$o es e"idente, a los ene$igos no ha& quien los a$e; a los ene$igos se lesco$bate & se les destru&e, entre gente bien nacida. !ara eso son ene$igos. Si hubiera algún$odo de a$arlos, &a no ser(an ene$igos. , sin e$bargo, risto lo di*o bien claro:ene$igos, s(; pero a$ados, ta$bi9n. A diferencia de casi todas las religiones ?2E /S/ I3E0IE3ES, el cristianis$o elige con e%quisito tacto a un ene$igo al que poder a$ar. El cristianis$o no es indiferente a la calidad del ene$igo, &a que su opci)n esso$eterlo al a$or.

!ues bien, esta insensatez i$posible de "i"ir en "ida, puede "i"irse en la $uerte, &de hecho as( es co$o se "i"e & el único $odo de "i"irla. Aporte$os, co$o he$os "enidohaciendo, pruebas cient(ficas. <?u9 es sino a$or a los ene$igos toda la producci)n art(stica

de /ccidente= <?u9 es el ?ui*ote, qu9 es esa in$ortalizaci)n de seres ab&ectos co$o elcura & el barbero, "istos con la ternura & la atenci)n de un $uerto ?2E / !2E#E!4ESI#I4 #E ellos, aunque se cuide $ucho de caer en sus $anos en tanto que "i"o=<o est en el $is$o caso el "esnico analfabeto lla$ado -ernando 'II cuando lo $irao&a co$o un $uerto= <!ueden representarse con $a&or dignidad !ilatos, oliath,8erodes, que en la pintura del barroco italiano= <o son *usta$ente los cri$inales, loscanallas, los energú$enos quienes $s atenci)n reciben & $s atinada$ente noscon$ue"en en los relatos de -aulJner o #ostoie"sJi, no "e$os en ellos su necesidad= <8ano(do c)$o canta aquel odioso chulo espa+ol, #on io"anni= <o son los usureros, los pol(ticos corruptos, los financieros e%plotadores, los arist)cratas degenerados, lo $s "i"o,e$ocionante & hu$ano de la o$edia 8u$ana, del 3ie$po !erdido, del 4o*o & el egro=

<o queda$os pas$ados al o(r los parla$entos de un asesino & una asesina, la fa$ilia6acbeth= <o es, en fin, la representaci)n art(stica occidental un gigantesco con*unto deEE6I/S A03A6E3E ES3I6A#/S=

#esde el infierno de #ante & de 6iguel 7ngel, desde el gabinete de -austo, una "ozun(sona dice que s(. esa "oz nos agradece a los cristianos que ha&a$os construido unasilo para el 6al, que ha&a$os "isto su necesidad, e%pulsado co$o est de tantos otroslugares en los que s)lo cabe el Cien; lugares infantiles que toda"(a no han aceptado el puntode "ista del $uerto, para quien su propia & 6A0'A#A situaci)n es condici)n & fuente de"ida significati"a.

As(, co$o s(ntesis de infancia, religi)n, se%o, a$or & $uerte, se $e presentaba elarte occidental, últi$o tra$o de la in"estigaci)n sobre el contenido de la felicidad. !ero,atenci)n, <la felicidad del $uerto= <& en qu9 consiste la felicidad del $uerto=



o ten(a una tarea, a $i regreso a la sociedad ci"il: la de dar orden & sentido a $i

e%periencia de $odo que pudiera ser la e%periencia de todo el $undo, aquella en la quetodo el $undo se reconociera & di*era al un(sono, s(, la "ida de los ho$bres es de esta$anera que aqu( "e$os. Iba pues a in"estigar el contenido de la felicidad art(stica o

creati"a /6/ 206IAI1 #E 0A -I0/S/-ZA, & para ello deb(a ol"idar$edefiniti"a$ente de $(, & ena*enar$e, "ol"er$e loco, que era la gran ilusi)n de #ostoie"sJia $i edad, co$o se puede leer en su correspondencia «8e concebido un pro&ecto$agn(fico: "ol"er$e loco»>. <o era esta, ade$s, la $e*or consecuencia de $iconoci$iento de los #oce de la -a$a, uno de cu&os $s representati"os $ie$bros hab(asido el catalizador de $i resoluci)n= Si en el -IA0 8/4IT/3E de la refle%i)nfilos)fica, en la l(nea de lo que es & de lo que no es, hab(a aparecido un renaci$iento del$undo & la necesidad de que todo "ol"iera a estar A3E 0/S /B/S, en lugar de ocultarsetras el parad)*ico "elo de cristal del pensa$iento, <no era lo $s sensato abo$inar de todolazo afectuoso, pedag)gico, pol(tico, filos)fico, & concentrar $is fuerzas en una granrealizaci)n art(stica planetaria=

El azar, esa bendici)n que s)lo acude en nuestra a&uda cuando no la necesita$os,fue lo que co$plic) las cosas. Estaba &o sin dinero, casi sordo & $u& aislado del acontecer $undano despu9s de cuatro $eses especulati"ocastrenses. !as9 los pri$eros d(as de $irehabilitaci)n en casa de un pariente, ho$bre hura+o que gastaba un desprecio episcopalhacia la fa$ilia & hacia la hu$anidad en general por creer que s)lo 9l en el $undo era una persona SESA3A @aunque estaba perfecta$ente desequilibrado@, quien $e recogi) por puro rencor hacia nuestros parientes. 6e hizo una e%tra+(si$a interpretaci)n de los hechos @sie$pre las hac(a@ en cu&a conclusi)n todo quedaba reducido a una hu$illaci)n trgicala de $i t(o> perfecta$ente calculada por 'ictoria, quien se hab(a ser"ido de $( sin piedad.Solt) una bre"e carca*ada de placer al co$probar que todos los indi"iduos de su historiaeran inferiores a 9l & $e con$in) a encontrar traba*o & alo*a$iento antes de una se$ana.

6i t(o hu$illado & suicida, &o tonto útil, 'ictoria una sdica con tendenciascri$inales, ese era el punto de "ista de aquel ho$bre d9bil e inseguro, cu&o pa"or a hacer el rid(culo le ten(a paralizado & s)lo se ali"iaba $ediante el reba*a$iento absoluto del pr)*i$o. o era $al co$ienzo para $i in"estigaci)n art(stica, as( que co$pr9 un cuaderno$u& gordo, un bol(grafo Cic, & co$enc9 aquella $is$a tarde $i gran tratado de las pasiones hu$anas, a$bientado en Oie".

3a$bi9n busqu9 traba*o, & lo encontr9. 2na editorial necesitaba un corrector de pruebas que supiera franc9s e ingl9s; una "ez $s esa "enta*a rid(cula iba a per$itir$esobre"i"ir. onsegu( el e$pleo en la editorial Carras & Estrellas, fir$a dirigida por un prestigioso /!/SI3/4 al r9gi$en, !epe Carras, cerebro de la acti"idad culturalantifranquista. Era un ho$bre cordial, a$able, sonriente, barbudo, sin ninguno de losrasgos t(picos de la patronal espa+ola, que es una patronal de labriegos $u& afectados por sus or(genes.

!epe Carras dirig(a la editorial con "erdadero placer; 9l era escritor & ten(a unaesti$a grande por sus colegas. #e otra parte, su talento social era $u& apreciado en los



c(rculos intelectuales & la dignidad $oral de su tarea la hab(a reconocido toda Europa. Dl$is$o, en persona, se encarg) de e%a$inar$e con "istas al e$pleo. 6e recibi) hablandofranc9s, a lo que respond( en el $is$o idio$a, & tras "einte $inutos de ani$adacon"ersaci)n, cuando cre( que iba a pasar al ingl9s, di*o con cierta irritaci)n @pero era unairritaci)n fingida, Carras era un ho$bre de$asiado perezoso para irritarse de "erdad@ lo

poco interesante que le parec(a el $undo anglosa*)n & lo estúpido que era ese idio$a;desde luego 9l *a$s en la "ida perder(a un $inuto tratando de aprenderlo, <para qu9=,<para leer a ese i$b9cil de ShaJespeare= i hablar. 0e parec(a $u& bien, sin e$bargo, que&o pudiera leerlo & hablarlo, &a que cada "ez se i$pon(an $s las agencias nortea$ericanas7ces vauriens .ui dévorent le 1eaderKs Di2estL9 & en la editorial se hac(a necesario uninterlocutor. Estaba contratado. Est)ce).ue vous écrive aussiML" $e pregunt),aco$pa+ndo$e a la puerta. o $e sent(a co$o un persona*e de 3olstoi, hablando franc9scada "ez que hab(a que decir algo rid(culo. 6uiL" respond(, je viens de co@@encer unche dNoeuvre O la @anière dKAndreievL+ Supongo que no $e to$) en serio, porque ri) acarca*adas, $e pal$e) la espalda & queda$os tan a$igos.

A partir de aquel d(a, sie$pre que el aburri$iento le hac(a $ella o no recib(a la"isita de su (nti$o a$igo, el insigne poeta Santiago de al, o la del no"elista de "anguardiaBuan orgorito, o la del agudo ensa&ista Bos9 Antonio !icot i !icot, $e hac(a lla$ar & pasba$os lista a la literatura $undial. FaulPner cKest de la @erde" ne trouves)tu (asM Be Deli/és dK4llinois+» Sie$pre dec(a Illinois, aunque se tratara de 6issouri o de 2tah. o s9qu9 le hab(an hecho los de Illinois. Aunque Carras era $u& poco partidario de leer, recib(alas opiniones a*enas con gran alborozo & no les hac(a el $enor caso. FranQois *a2an" Qa"@on cher" cKest de lKes(rit" du vrai es(rit euro(éen+ <ien .ue (as co@(ara/le a Bouis Ara2on+ Bouis cKest du Corneille en état (ur+L 6is opiniones le tra(an sin cuidado, as( quele segu(a la corriente, traba*aba & a"anzaba en la redacci)n de $i gran no"ela Al@asan'ni@as+

2n buen d(a !epe Carras decidi) pasar$e al tribunal de lecturas. Era este unconse*illo de autoridades, encargado de leer los $anuscritos & discutir su publicaci)n. All(conoc( a los $s grandes talentos de nuestro tie$po. !or lo general $e pasaban aquellasno"elas que hab(an recibido un cierto apo&o, pero que eran de dudosa publicaci)n. Sesupon(a que &o aportaba el toque generacional. As( co$enz) $i agon(a, pues le(a un pro$edio de diez no"elas a la se$ana, la $a&or parte de las cuales eran $u& superiores a$i Al@as de asalto" nue"o t(tulo de Al@as an'ni@as para darle un toque urbano. ada$anuscrito $e hac(a ca$biar de presupuestos estil(sticos: $i pri$era "ersi)n era en tercera persona, la segunda en pri$era, la tercera @$u& audaz@ en segunda, lo que le daba elinconfundible aire de una autobiograf(a hip)crita & apocada. 6e deslic9 del realis$oob*eti"o al $on)logo interior; luego a ciertas incoherencias que &o cre(a $u&latinoa$ericanas, pal$eras que hablaban, ancianos que "i"(an $il a+os & cosas por elestilo; lo correg( todo en cla"e ir)nica, distanciada & con frecuentes chistes ocultos, tras elrechazo por parte de !epe Carras de una $ara"illosa no"ela de aboJo"; pas9 luego alneob*eti"is$o radical, describi9ndolo todo por $edio de l$paras de pie, tresillos &"entiladores, $uchos "entiladores; luego lo tradu*e al surrealis$o en cla"e canariahaciendo que las l$paras fueran 'ictoria, los tresillos $i t(o, & los "entiladores &o $is$o.0leg) un $o$ento en que pens9 con"ertirlo en un /ratorio Sacro escrito en ale*andrinos &con persona*es co$o El 6i9rcoles de eniza & El abello de la 6agdalena. Estaba



desesperado. 8ab(a descubierto algo horrible. Es "erdad que el arte es el punto cul$inantede la in"estigaci)n, pero ES3E / ES 3IE6!/ !A4A E0 A43E. 8ab(a llegado tarde.

'ean ustedes que, a diferencia de otras 9pocas, en la nuestra el as( lla$ado «estilo»es algo esencial !/4?2E 3/#/S 0/S ES3I0/S S/ C2E/S. A nadie preocupaba el

estilo en el siglo XI', pues s)lo a un i$b9cil se le ocurr(a proponer pir$ides egipcias oincluso b)"edas de ca+)n & arcos de $edio punto, cuando todo Europa, co$o un soloho$bre, le"antaba catedrales g)ticas. 0a cosa estaba clara & no hab(a proble$as de estilo.!ero en nuestro siglo se pueden construir er$itas ro$nicas, catedrales g)ticas, zigurats$esopot$icos & a todo el $undo le parece estupendo porque todo "ale, porque 3/#/ #A0/ 6IS6/. Esa peculiaridad @que el estilo sea un proble$a porque todos los estilos sonequi"alentes@ es, de hecho, un s(nto$a de que lla$a$os «arte» a algo que $erece otrono$bre. eso $e desazonaba.



o lle"aba un a+o en la editorial cuando !epe Carras $e entreg) un $anuscrito.

Estaba $u& e%citado: Tiens" @on cher" Qa cKest du tatin+ Enin le renouveauH Bis)lecal@e@ent et en détail" je veux lui décerner le ;rix -onteiore+ *ois cal@e (arce .ue cKest (as acile O lire du toutR @ais .uelle (roondeurH Co@@ent il joue avec lKoxi@oronH Alle"

alle" ne (erds (as le te@(s avec ton vieux con de ;roust .» de*) sobre $i $esa un$anuscrito no $u& grueso en cu&a cubierta se pod(a leer, escrito a $quina, Bas ereccionesde Jena+

0e( la pri$era pgina. Era $u& rara. o aparec(a ningún no$bre propio, ningúnlugar reconocible; el pri$er prrafo segu(a, sin interrupci)n, en la segunda pgina, en latercera, en la cuarta, & conclu(a, con un punto & seguido, en la quinta. Al llegar a la pgina"einte aparec(a un e%tra+o topon($ico, 0a arp9tica. !arece que la acci)n tiene lugar enuna tierra lla$ada 0a arp9tica, pero co$o no ha& persona*es, no es posible saber si el protagonista es la anciana que lle"a cincuenta a+os afilando una hoz, tan desgastada que puede "erse a tra"9s de la ho*a; o si $s bien el protagonista es aquella puerta de granero

des"enci*ada que en ocasiones habla co$o el re& Enrique I'. !or otra parte todo estabadescrito con gran $inuciosidad & cuidado, con especial atenci)n hacia los lengua*est9cnicos. 2n cap(tulo entero describ(a, pieza a pieza, una ga"illadora.

Al ter$inar Bas erecciones de Jena no hab(a entendido nada; $uchas pginas lashab(a le(do co$o en trance, o quiz dor$ido; no recordaba nada. !ero $e sent(asub&ugado. 6e sent(a fascinado. 6e sent(a hechizado. «Ba$s, *a$s lograr9 escribir as(,con esta $aestr(a, aunque no diga nada. Esto es sobrehu$ano. Esto es e%traordinario,aunque no s9 lo que es.» 0a cabeza se $e iba, las $anos $e te$blaban. 'ol"( a leer elco$ienzo, $agn(fico, radical: «El paseante que, si bien toda"(a no lo sabe, ni lo sabrnunca, pero podr intuirlo en un instante de lucidez cuando, cien a+os $s tarde, hundida

&a la casa del bisabuelo...» err9 el "olu$en. En la contracubierta figuraba una sucintanoticia del autor. «acido en Carcelona en K]WW, ha publicado los poe$arios -atarratas" El (elo en el ojo de -oloto & Fallar en siete ocasionesR ha sido pre$io af9 de 6urciacon su no"ela -a@oulian" pero es sobre todo conocido por su panfleto Contra la /oina de -achado & el poe$a 9pico *e(ti@ino (ara el (rínci(e -assi@o Au2usto+++L o pude seguir le&endo, ca( des"anecido sobre el $anuscrito. es que una cosa es tratar de a$ar a nuestroene$igos, & otra $u& distinta a$ar a aquel cretino.

sin e$bargo Bas erecciones de Jena $e hab(a entusias$ado $ientras no supe aqui9n pertenec(an, $ientras fue A1I6A. < no era eso *usta$ente lo que &o hab(adescubierto en $i últi$a in"estigaci)n= <?ue en el arte no ha& A#IE 4EA0 detrs de la producci)n= HS)lo un $uerto S(, eso era "erdad. <?u9 ca$biaba si $a+ana un eruditodescubr(a que los libros de OafJa los hab(a escrito, en realidad, 6a% Crod para ganar dinero= Castaba con un $uerto, el que fuera. !ero, al $is$o tie$po, <pod(a un $el)n de lacategor(a de Budas estar detrs de Bas erecciones de Jena" aun cuando fuera co$o $uerto=<Estaba el arte tan ale*ado del su*eto productor que pod(a establecerse en el cerebro de unagallina & producir desde all( las obras co$pletas de -laubert= Esta "erdad erasobrecogedora. El gran arte se produc(a tan espontnea$ente co$o las setas.



o &a sab(a todo esto que no puede haber su*eto productor> desde el $o$ento enque hab(a sido rele"ado co$o -IA0 de la filosof(a. !ero s)lo al "erlo realizado en el autor de Bas erecciones de Jena pude co$prender el alcance de la conclusi)n. 0a conclusi)n esque no $erece la pena esforzarse por hacer una obra de arte, pues es ella la que elige E?2ID producirse. Es co$o la leuce$ia; al que le toca, le toca. 8o$bres de clara

capacidad intelectual e intachable carcter se han hundido en el descr9dito art(stico, entanto que borricos reconocidos se alzan con una obra in$ortal. Es, por tanto, algo $u&se$e*ante a los fen)$enos $eteorol)gicos, que tienen lugar all( donde ellos quieren, & noen donde el $9rito o la necesidad $s los lla$a. #e $anera que los afectados estn/#EA#/S a producir obras $aestras; en tanto que quienes, co$o &o, dudan & seesfuerzan, son $eros I6I3A#/4ES & estn destinados al fracaso, a $enos de que sedediquen a la "ida literaria & a ganar dinero, que es lo que hace la $a&or(a.

lo que es aún peor. Incluso suponiendo que &o fuese un elegido del arte & sindar$e &o cuenta estu"iera produciendo obras $aestras, desde el $o$ento en que no es unadecisi)n propia sino "enida de fuera, es perfecta$ente inútil para la in"estigaci)n del

contenido de la felicidad, pues esta$os, una "ez $s, en la escla"itud & la su$isi)n.



3raba*ando en la editorial Carras & Estrellas no s)lo descubr( la insignificancia del

artista, la irrele"ancia de su "ida, de su inteligencia, de su carcter, de su $oral, de suEXIS3EIA, respecto de la obra de arte que se in*ertaba en 9l "enida de fuera; descubr(ta$bi9n la irrele"ancia, la insignificancia de la obra de arte E00A 6IS6A. El artista es

una creaci)n de otros, pero el arte ta$bi9n. 0as $is$as personas que so+aban con«artistas» & los in"entaban para satisfacer una necesidad, una carencia, una insatisfacci)n por la "(a $s fcil, se encargaban ta$bi9n de crear «obras de arte» capaces de *ustificar lae%istencia de «artistas».

El socio de !epe Carras, /riol Estrellas, era acionalista ataln & deseaba dar ungiro al negocio que garantizara su influencia en las futuras estructurasde$ocrticofederati"as que se adi"inaban tras la $uerte del audillo. A tal fin propuso lacreaci)n de "arias colecciones en ctaln & la pro$oci)n de un !re$io 0iterario. !epeCarras co$prendi) sagaz$ente que para el futuro se le asignaba un papel decorati"o; suantifranquis$o &a hab(a sido re$unerado en "ida del general; tras la $uerte del dictador,

nue"os pol(ticos ocupar(an el poder & e$pu*ar(an a la *ubilaci)n a cuantos representaron laresistencia oficial durante el 49gi$en, que se lla$aba.

Es natural. 0a pol(tica es una profesi)n que no puede de*arse en $anos de editores,arquitectos o bailarines. En "ida del general los "erdaderos pol(ticos se dedicaron anegocios financieros, de*ando la resistencia en $anos de los pobres, que no tienen nada que perder, & de los aficionados, que es gente de buena fe; pero una "ez inaugurada lade$ocracia e$erger(a del fondo de las $oquetas un nú$ero incre(ble de pol(ticos profesionales a quienes nadie conoc(a, pero cu&o aplo$o nadie fue capaz de quebrar. 0osindi"iduos co$o !epe Carras, los huelguistas de ha$bre azuzados por el episcopado, o lasre"istas del ran oraz)n co$o Cuadernos (ara el Dilo2o" incluso las "erdaderas

"(cti$as, es decir, los pobres, desaparecer(an del $apa en cuanto se hicieran necesarios los pol(ticos profesionales. Esto lo adi"inaba !epe Carras, pero no se resignaba.

Se inici) una singular co$petencia entre Carras & Estrellas, en la que cada cualtrataba de i$poner su obra $aestra. por e%tra+o que parezca, A6C/S 0//SI2IE4/. /riol Estrellas lo tu"o $s fcil, eso es cierto. -ranco hab(a aplastadosin la $enor astucia, a su $anera borde & pri$aria, todo cuanto sonara a cataln, "asco &gallego, contando con la colaboraci)n de las clases altas catalanas, "ascas & gallegas. Estas$is$as clases altas estaban dispuestas a quedarse en usufructo el !a(s 'asco, atalu+a &alicia, en cuanto desapareciera el A$o. !ara lo cual bastaba con #EI4 que no hab(ansido ellos los trituradores del !a(s 'asco, atalu+a & alicia, sino unos e%tra+(si$osho$bres de 6adrid que a su "ez eran "ascos, catalanes o gallegos>, & que ahora E00/Siban a rehacer el !a(s 'asco, atalu+a & alicia. 2na de las razones por las que las clasesaltas son altas, es decir, so*uzgan, es porque las clases ba*as son ba*as, es decir, se so$eten.El plan funcion), a+os $s tarde, co$o un relo* suizo.

/riol Estrellas, por tanto, no ten(a que esforzarse de$asiado. 0e llo"(an las no"elas,los dra$as, los poe$as 9picos, los tratados, e incluso las enciclopedias. !epe Carras, enca$bio, necesitaba algo 2E'/. !or el lado de Estrellas se abr(a el "ast(si$o panora$a de



crear una tradici)n; progra$a su$a$ente agradecido & $u& e%altante de realizar. !or ellado de Carras no hab(a $s alternati"a que abrir un futuro, que es algo $ucho $sarriesgado & costos(si$o.

!ronto tu"o Estrellas a su ho$bre, un poeta *o"en de aspecto "ie*(si$o, dotado de

un poderoso sentido $usical & de una habilidad $i$9tica prodigiosa. 3raba*aba co$o unahor$iga, encerrado en un despacho contiguo al $(o, golpeando con los dedos sobre la $esa para contar las s(labas. o beb(a, apenas co$(a le gustaban los 3igretones>, & lleg) ador$ir $s de un $es seguido en el despacho, deba*o de la $esa, e$butido en un saco deca$pa+a. o le "e(a, por las $a+anas, sin afeitar, $acilento, los o*os "idriosos, las $anosa$arillas & la$pi+as, le"antarse pesada$ente cuando entraba /riol. Escolta" .ue teni@ un EliotML" preguntaba /riol. 5o" e@ se@/la .ue no en teni@+ Si ha el Ga/riel Ferrater" (er no es (ot dir .ue si2ui un EliotL" contestaba el poeta *o"en. Doncs vull un Eliot (er dijousR ja et (ots es(a/ilar+L ;er dijousM ;ero si so@ di@artsHL" replicaba cansada$ente el poeta *o"en. Ja ho sa(s" (er dijous+ AanaKt" aanaKt+L El *ue"es, sin falta, el poeta *o"enhab(a escrito Ba (lana es.uerdissada" obra pre$iada con la «6argarida dQ/r».

!ero /riol era insaciable. o bien hab(a conseguido introducir a Eliot en la historiade la literatura catalana, &a quer(a otra cosa. A veure+ Teni@ un <ret'nML" preguntaba.Coses se@/lants sí .ue nNhi ha+ En Foix" el Tra/al+++L" contestaba escurridizo el poeta *o"en. Ja+ <é+ U *aint John ;erseM ue en teni@ de *aint John ;erseML 5o" dKa.uest noen teni@+ ;er dissa/teML" preguntaba con ti$idez. ue dius dissa/teH ;er divendresH» el poeta *o"en presentaba el "iernes un largu(si$o poe$a titulado Exodus que ganaba el«!re$i 0lu[» de aquel a+o.



El rotundo 9%ito del *o"en poeta, ho& una de las personalidades $s interesantes de

la literatura $undial, contrastaba con un desesperante "ac(o en el ca$po de Carras. ada lesatisfac(a, todo le sonaba a déjO vuR era la tarea contraria; se trataba de encontrar algo quenadie hubiera escrito *a$s, lo cual es una qui$era, pero as( se rigen las cosas en el arte.

!or fin, un $es $s tarde de la aparici)n de ltra@ort" dra$a que cubr(a el hueco«CecJett» en la historia de la literatura catalana, Carras cre&) haber dado con lo que buscaba.

4euni) el onse*o de 0ectura con gran aparato & nos present) un $a$otreto @no ba*aba de los tres $il folios@ titulado Gusanera+ Su autor, Clas de -iga, era far$ac9uticoen un pueblecito de la pro"incia de Alicante & hab(a dedicado cuarenta a+os de su "ida a tan$agna obra. BKoeuvre dKune vie" la 2loire dKune @ortHL" di*o Carras aludiendo a la edaddel far$ac9utico. ;as dKhéritiers+ 4l ait donation de ses droit a son éditeur+ ne vraie/ico.uetL Sigui) una discusi)n con Santiago de al, quien negaba que en franc9s se di*era«bicoque», sino «$9rle blanc», a lo que Carras contestaba con eti$olog(as i$pro"isadas

sol(a hacerlo>; «bicoque», dec(a, es «doble coca», es decir, la cocarda doble que sei$pon(a a los gentilho$bres de ba*a e%tracci)n durante el reinado de 0uis XIII, & por lascuales no se pagaba casi nada.

os lle"a$os el $a$otreto. 0o le($os. Su autor hab(a encabezado el libro con unfrag$ento fa$oso «En un lugar de 0a 6ancha de cu&o no$bre...» & luego se hab(adedicado a "ariar tozuda$ente sobre el te$a buscando chascarrillos co$o «Enano ardel,a $archas forzadas noquea de acuerdo...», o bien «<?u9 guardas, 6achado, loquero tancuerdo...=», e incluso «En 0ugo $echeros & cuerdas $anchadas...». Era la obra de unchiflado, obsesi"a & fascinante co$o todo lo que hacen los locos & los $andriles. Castabacon leer la pri$era pgina para hacerse una idea & en"iar un donati"o, pero las tres $il

pginas produc(an un efecto contundente.El onse*o de 0ectura se reuni) de nue"o una se$ana $s tarde, cuando &a el poeta

*o"en hab(a ganado el «!re$i dQ8onor de les 0letres», el $%i$o en su g9nero, con lano"ela <uscant un te@(s .ue ja no es @eu+ 0a batalla parec(a decidida. Incluso en 6adridle hab(an dado un pre$io al poeta *o"en, por si acaso, pues e"idente$ente, *a$s nadie de6adrid ha le(do una sola l(nea en cataln. !ero !epe Carras no s)lo estaba con"encido deganar la guerra, sino que nos $iraba regoci*ado, co$o el anfitri)n que ha dado a probar un borgo+a colosal a sus in"itados.

Iba &o a dar $i se"era opini)n, por ($petu *u"enil, cuando se $e adelant) !icot i

!icot: «En $i opini)n es la elaboraci)n de una "erdadera palabra en libertad, el triunfo dela lengua obsedente & lo $s grande que se ha escrito desde orJi. !epe, te felicito. !ocas"eces se ha representado con $a&or rigor el carcter ena*enante & cosificador delcapitalis$o en su etapa de decadencia i$perial. Aqu( la econo$(a de $ercado hace$ercanc(a del $is$o siste$a de la lengua. 0as sutiles "ariaciones de palabra a palabra sonco$o las transacciones financieras que obligan a negar todo "alor de uso a los útiles, paraele"arlos a una abstracci)n absoluta. 3odo se disuel"e en esas $etforas tecnol)gicoGelectr)nicas en las cuales todo es todo & no ha& se$ante$a que se substancie. Es la



$ostraci)n real de la inGsignificancia abGsoluta, es decir, absuelta, del "erbo, en aquellossúbditos unidi$ensionales cu&a fuerza de traba*o es ahora poli"alente. En ese sentido delsinGsentido, #e -iga consigue efectos lu$inosos Hesa $agn(fica Ucon las ingles inglesashas topado 3o$ StoppardV> que $e lle"an a pensar en este libro co$o un gran poe$a sin palabras...» !icot i !icot iba a seguir, pero !epe Carras le interru$pi). ;oè@e sans

(arolesH ;our la (ro@otion cKest de lNor en /arres+++ Très joliHL Inter"ino Santiago de al para negar que en franc9s se di*era «de lQor en barres», sino «du $iel sur papillotes», perofue acallado por el resto del conse*o, cu&os $ie$bros deseaban dar su opini)n antes de lascinco, hora en la que co$enzaba la retrans$isi)n del partido de fútbol CarcelonaG4eal6adrid. 3odos, sin e$bargo, estaban entusias$ados. entonces lleg) $i turno.

#i*e que la obra $e hab(a parecido una $entecatez. ?ue para $( la literatura era laconstrucci)n de un $undo coherente en el que la incoherencia ten(a su propio lugar co$otal incoherencia, pero que en un $undo S10/ incoherente, co$o el de Gusanera" erai$posible separar las churras de las $erinas, o lo que es igual, que su autor no hab(a tenidola "alent(a o el sentido co$ún de representar su locura en t9r$inos art(sticos & se hab(a

li$itado a darla en crudo. ?ue esa era la diferencia entre OafJa & una enc(clica "aticana,que el pri$ero desea hacerse entender & la segunda /C0IA 3I47IA6E3E a creer.?ue a$bos, OafJa & la enc(clica, pueden estar igual de desequilibrados & por lo tanto delúcidos ante el desequilibrio del $undo, pero que el pri$ero trata de hacernos "er la EESI#A# de su locura, en tanto que el otro se li$ita a i$ponerla c)$oda$ente. , parater$inar, que todas las opiniones e%puestas no "al(an ni un solo "erso del autor de El <lau iel Groc" «!re$i iutat dQ/lot» d(as pasados, el cual, por lo $enos, ten(a oficio, habilidad &sensatez, en tanto que el far$ac9utico s)lo sab(a aplicar un truco $ecnico con la$onoton(a del /c9ano.

!epe Carras $e $ir), s)lo en ese $o$ento, consternado. Et .u Kest ce .ue vousave en contre de lKocéan" @onsieurML"

pregunt). 0le"ado por la irritaci)n le di*e que $eaburr(an las cosas e%tensas, poco "ariadas & con todos sus "alores en el -/#/. El editor $e $ir) co$pungido. o hab(a ol"idado que Carras se ten(a, ante todo, por un "ie*o lobode $ar. 0o de$s eran aficiones secundarias; su "erdadera personalidad s)lo se percib(a a bordo de su "elero, Be <il/o.uetR all( s( era real$ente 9l, 9l $is$o, & no este persona*ein"entado por la cultura & el antifranquis$o. 6e $ir) co$pungid(si$o, pues era ho$bre de buen coraz)n. Do@@a2e. JKai@e la @er (lus .ue la litèrature" @on (etit+ Je suis né @arinhab(a nacido en Igualada> et la @er est @a V1A4E @ère+ Je ne (eux (as colla/orer avec.uel.uKun .ui ne sois (as e@! (ar la @aison de ;oseidon et A@(hitrite+ Ae lKa@a/ilitéde déca@(er sur le cha@(HL

6e hab(a despedido. 3res $eses $s tarde se public) Gusanera+ 'a en la actualidad por la edici)n deci$opri$era; es una de las obras clsicas del siglo "einte, según todos lostratadistas; $ultitud de in"estigadores han presentado tesis doctorales sobre ella; es,indudable$ente, una obra $aestra del arte literario. co$o el arte, en nuestro siglo, essobre todo historia del arte, Gusanera es, real$ente, "erdadera$ente, la obra $aestra delsiglo "einte.



6i in"estigaci)n hab(a concluido. hab(a concluido en el $is$o lugar en el que se

hab(a iniciado: en la sorpresa. o ha& contenido alguno en la felicidad de la representaci)nart(stica, sino ficci)n de felicidad en quienes se identifican con esos escla"os lla$ados«artistas». o la ha& ta$poco en las obras de arte; ob*etos "ariables, prescindibles,

ca$biantes & ef($eros que surgen de la nada & "uel"en a ella por el capricho de un pu+adode ho$bres. El deseo de felicidad $antiene presente el $ito del artista, co$o $antiene el$ito del guerrero & del santo, incapaz de ad$itir $ito alguno para el funcionario & elgerente. In"enta$os artistas & obras de arte co$o in"enta$os un a$or o co$o in"enta$osuna historia fantstica descendientes de 4o$a & recia, herederos de la latinidad> ochulesca descubridores de A$9rica, in"entores del paraguas>. ada una de estasCA0A#4/A#AS oculta cuidadosa$ente un te$or, una inseguridad. El $iedo es el padre de la «infancia feliz», de la «felicidad a$orosa», de la «beatitud filos)fica» o de la«creaci)n felic(si$a». 6iedo a la insignificancia, a la idiotez, a la pobreza, a la in"alidez, ala hu$illaci)n, a todas las espantosas I6!/SII/Es de la "ida organizada en tanto queinfierno, que es la que real$ente "i"i$os.

0os padres destrozan a sus hi*os haci9ndoles felices; los a$antes se destrozan entres( haci9ndose felices; los sabios se $antienen en una rigurosa ignorancia con el fin de hacer felices a los hu$anos; los poderosos e%plotan a los d9biles para facilitarles la felicidad; &los artistas chapotean en ese delirio obsceno, buscando frag$entos en el $ar de sangre, para e%hibirlos en el $useo con un cartelito que lle"e su no$bre.

<!ero por qu9= Esta pregunta no tiene respuesta. S)lo sabe$os que nuestrosignificado est ho& escrito en t9r$inos hist)ricos & que a la historia s)lo pasan loscri$inales. 6iles, $illones de ho$bres & $u*eres "i"en ochenta a+os sin pena ni gloria, &sin hacer de$asiado da+o; pero son insignificantes, / /S #IE A#A. 0lega, en

ca$bio, un canalla, logra el dinero suficiente para $atar a centenares de $iles de ho$bres,& tiene asegurado un lugar SII-IA3I'/ en la historia de la hu$anidad.

0a ciudad de -lorencia es "isitada anual$ente por $illones de turistas que la adoran.!ero esa ciudad es el resultado de la guerra, de la e%plotaci)n, del cri$en & la estafa. 2nacasa an)ni$a, encalada & pobre, con su $aceta de geranios, en el interior de Cada*oz,carece de i$portancia; es an)ni$a, for$a parte del $iserable baga*e de los !E4#E#/4ESde este $undo. S)lo es hist)rica & significati"a la ciudad construida sobre la sangre. A lahistoria s)lo pasan los canallas. En la bas(lica de San !edro $uchos ho$bres & $u*eres$iraron con placer la nariz de la 'irgen de 6iguel 7ngel, pero s)lo uno le peg) de$artillazos. Este ser el que pase a la historia, este es el significati"o porque pone de$anifiesto nuestra insignificancia $ediante un gesto de loco.

Esta era la conclusi)n a la que hab(a llegado en $i in"estigaci)n del contenido de lafelicidad. A los ho$bres s)lo nos interesa 0/ EA3I'/; nuestra historia, nuestrosignificado, est construido sobre lo negati"o, sobre lo horrible, sobre lo insoportable, ESE B2S3A6E3E ES E0 /3EI#/ #E 0A -E0II#A#. !orque aqu( no se hablani del goce ni del placer, sino de la felicidad /6/ #ES3I/ de los ho$bres. 6undosfelices, sociedades felices, hu$anidad feliz, cultura de la felicidad; este es el contenido de



la guerra, de la e%plotaci)n, de la estafa, de la destrucci)n. Estas son las banderas de brillantes colores que preceden a la colu$na de escla"os ca$ino de su e%ter$inio.

o abo$inaba, al final de $i in"estigaci)n, del contenido de la felicidad. o $econsideraba un ho$bre 0IC4E #ES#I8A#/. ese estado de libertad & desdicha $e

parec(a el único refugio decente para quien no desea enga+arse acerca de su funci)n en el$undo. o$o al desgraciado Edipo, los o*os deb(an ser"ir$e para 'E4 8AIA #E34/,sin de*ar$e distraer por los entreteni$ientos e%ternos financiados por astutos truhanes conel fin de robar, torturar & $atar, a quienes son tan bobos co$o para confiar en ellos.

6e qued9 ciego. En la cinta sin fin de la $e$oria brillaban destellos sueltos;saltaban co$o peces "oladores sobre el $ar. 8o*as de pal$a tensas que usaba en $is *uegos de infancia; lagarti*as de aspecto $ineral saliendo de entre las piedras agrietadas por el calor; $angas de riego que dibu*aban arco iris en $iniatura sobre las calles; el confusoentusias$o de una carga a caballo de los grises en la o$plutense; el delirio colecti"o anteuna bandera negra desplegada nadie sab(a por qui9n en una asa$blea de facultad; la unidad

del tie$po dirigido hacia esa hora de la tarde en que $e encontrar(a con Susana; laindescriptible finura de sus $ie$bros $o"i9ndose entre las sbanas; la a"entura de una6editaci)n de #escartes que borra de la realidad la totalidad de los ob*etos co$o por artede $agia; la sensaci)n de le"itar durante el fren9tico final del tercer concierto para piano de!roJofief; el equilibrio c)s$ico del castillo de naipes de hardin; el encuentro del pr(ncipede ColJonsJi agonizante> & apole)n, tras la batalla de Austerlitz; el chisporroteo delfuego en aquella casa se$i"ac(a de 0lafranc... todo lo hab(a S2!E4A#/ a lo largo de $iin"estigaci)n.

Ahora estaba ciego & sordo, pero con la capacidad de aso$bro intacta. 6eencontraba co$o al co$ienzo, antes del pri$er tortazo, entera$ente "ac(o, abierto &

sonriente, pero A / E4A /. Aquel que hab(a hecho el recorrido hab(a quedado atrs.En el presente, lo único que $e daba unidad era el recuerdo del ca$ino recorrido, pero noel su*eto que lo hab(a recorrido. 6e sent(a depositario de una e%periencia sin sentido nicontenido, pero co$prensible en tanto que pasado. Era el dep)sito de un con*unto infinitode datos singulares que s)lo &o pose(a, gracias a que &o no era &o, sino el recuerdo de un &oque se hab(a concluido. 6e estaba sobre"i"iendo a $( $is$o, pero no pod(a '/0'E46Ea $atar, porque &a estaba $uerto.



Sobre"i"(a en el hast(o perple*o de quien conte$pla un $undo destruido & &a casi ha

ol"idado las antiguas construcciones. En la $e$oria brillaban los instantes & los ob*etos; pero s)lo en la $e$oria. 2na cierta cal$a, en nada parecida al sosiego, $e hac(a "er ahoralas cosas co$o en un decorado. 'e(a los rboles reci9n brotados, la pri$era brisa te$plada

de *unio, los ho$bres & $u*eres paseando arriba & aba*o de las 4a$blas, el bullente$ercado, el hor$iguero de ciudadanos que corr(an tras el a$or & la gloria, co$o dice lacanci)n, & cre(a asistir a una representaci)n dra$tica e*ecutada !A4A /34/. o nofor$aba parte ni de la co$pa+(a de actores, ni del público. o era una $e$oria sin due+o.

#e entre los dedos se $e hab(an escurrido los instantes; co$o arena. En el furor dela in"estigaci)n no hab(a podido escapar a $i propio pro&ecto. o $e hab(a construidoco$o E0 S2!E4A#/4, del $is$o $odo que un usurero se constitu&e en acu$ulador.<?u9 $e hab(a i$pulsado a no de*ar$e poseer por nada= <#e qu9 escapaba cada "ez queabandonaba un instante de plenitud, con"encido de encontrar$e ante una nue"a tra$pa=<Acaso no sab(a que esa acti"idad carece de fin= #el $is$o $odo que nadie es el $s rico

o el $s poderoso, pues sie$pre ha& alguien por enci$a o por deba*o, esperando el$o$ento en que el rico o el poderoso digan «&a es bastante» para entonces arrebatarlestodo lo que tiene con un si$ple «no, no es bastante»>, as( ta$poco nadie es el $s sabio porque la sabidur(a es negar la superaci)n & "er en todas las cosas & en todas las personas laine"itable *usticia de que e%istan & est9n "i"os.

o $is$o $e hab(a e%pulsado de la "ida que $e pertenec(a. o hab(a querido"i"irla, sino reducirla a un puro instante de superaci)n que la anulara. «HCah, no "ale la pena...», esto hab(a querido &o decirle a la "ida que $e correspond(a, cre&endo enga+arlacon un gesto despecti"o, co$o el $a*o que espantado por la fortaleza de su contrincantetrata de asustarle con un desplante. HEse hab(a sido el significado de $i falsa sonrisa

se$piterna 3oda $i in"estigaci)n no hab(a sido otra cosa que una estratage$a de feriante.on $u& $alos resultados, pues $i contrincante, co$o es natural, le*os de ate$orizarse $ehab(a "encido sin $o"er un $úsculo.

4ecord9 una escena de $i infancia. 2na pri$a $(a, $a&or que &o, nos lle") al cinea los $s peque+os, la tarde de a"idad. -ue quiz $i pri$era e%periencia del cine encolor. !ro&ectaban El @undo su/@arino" docu$ental de di"ulgaci)n de un cient(ficofranc9s, lleno de efectos infantiles. #esde las pri$eras i$genes $e sent( pose(do por unadolorosa sensaci)n de placer total. !ero el arrebato ante los colores, la fantas(a, la$onstruosidad incluso de aquel pedazo de $undo I'ISIC0E, era e%cesi"o para $isfuerzas. As( que a los cinco $inutos co$enc9 a preguntarle a $i pri$a, con la insistenciade un perturbado, si faltaba $ucho para que la cinta ter$inara. ada cinco $inutos repet(a$i pregunta, «<falta $ucho= <tú crees que se "a a ter$inar en seguida=», a lo que $i pri$acontestaba cada "ez con $a&or i$paciencia. !ero ella no co$prend(a la angustia asfi%iantede aquel ni+o descubriendo, por pri$era "ez en su "ida, el placer consciente; & sudesesperaci)n porque algo tan desco$unal estaba S2BE3/ A0 3IE6!/. <)$o pod(ater$inar una cosa as(= 2na cosa as( ten(a que ser eterna o / SE4. <)$o pod(a soportar el ni+o que alguien descorriera una cortinilla, le $ostrara E0 62#/ I'ISIC0E, &luego "ol"iera a cerrarla= «a tienes bastante», dec(a el due+o de la cortinilla. !ero &o no



ten(a bastante.

unca $s tendr(a bastante. o nunca $s podr(a aceptar que lo bueno de la "idafuera un regalo ABE/ AS2A0 cu&a duraci)n estu"iese en $anos del due+o del cine.o deb(a rechazar aquel regalo. Es decir, S2!E4A40/.

Aquella tarde descubr( el "alor del suicidio, pero, incapaz de darle contenido real, loguard9 co$o una si$iente en $i pobre cabeza. All( creci) co$o una gigantesca plantacarn("ora & fue de"orando todos $is IS3A3ES #E !0AE4, hasta acabar con $i "idaentera. o era el resultado de aquella e%periencia; un cad"er consu$ido por el deseo de$orir. o estaba $uerto de un $odo /6!0E3/, pero hab(a logrado $atar ladependencia, la angustia que durante tantos a+os $e hab(a destruido interior$ente co$o uncncer in"isible. 8ab(a supri$ido la angustia, s(, pero co$o esos locos fren9ticos a quienesse les e%tirpa un trozo de cerebro & quedan en un estado "egetati"o o $ineral.

Ahora, desde $i $uerte a $edio hacer, recuperaba los frag$entos de la tragedia.

-rag$entos de cuerpos, de ob*etos, de pensa$ientos. 2n $undo hecho pedazos, dei$posible reco$posici)n, esparcidos sin orden en el teatro ruinoso de $i $e$oria. 0a"isi)n de un idiota.

co$o un idiota sigo "i"iendo en esta habitaci)n desnuda, estupefacto ante la ho*ade papel sobre la que "eo aparecer signos di$inutos de color negro, co$o gusanos; o, sile"anto la $irada, perple*o ante unas toallas que cuelgan al sol para secarse; la una blancacon ribete rosa, la otra blanca con ribete azul, encuadradas por el rectngulo de la "entana./ bien, si pienso en el d(a de ho&, ir)nica$ente sorprendido de que toda"(a "i"e gente en el$undo, & de que entre tant(si$as personas co$o ha&, toda"(a e%ista alguien que acuda aesta habitaci)n a alguna hora de la tarde & $e pregunte, «<qu9 tal= <c)$o has pasado el

d(a=», a lo que &o responder9 puntual$ente, escrupulosa$ente, co$o si un ho$bre$ecnico, en $i interior, tu"iera las respuestas grabadas.

!orque los $uertos so$os dif(ciles de distinguir de los "i"os, & nos disi$ula$os enlos entresi*os del $undo buscando un rinc)n desde donde "egetar & conte$plar elespectculo que ahora sabe$os @pero es de$asiado tarde@ que no ter$ina nunca, ?2EES E3E4/; para todos, $enos para nosotros.

o$o el soldado que, i$paciente por alcanzar con su ba&oneta a un ene$igodesconocido oculto tras el horizonte, no puede detenerse en las solicitaciones que surgen asu paso, as( ta$bi9n los $uertos tende$os a un destino desconocido, sin prestar atenci)n a

lo que aparece a lo largo del ca$ino; & cuando he$os alcanzado ese destino, una "oz burlona nos dice que nuestro destino era !4ES3A4 A3EI1 #ESASA4 en cadauna de las $inúsculas re"elaciones que se hab(an ido abriendo a nuestro paso; cada una delas cuales, a su "ez, nos aconse*aba no buscar ningún destino, ni $ucho $enos un destinofeliz. S)lo de ese $odo se lucha contra la asfi%ia & la angustia del tie$po & del due+o de lacortinilla; prestando atenci)n a lo que se E2E34A, & no a lo que se C2SA.



Ahora cierro ese peque+o cuaderno. ?uiz $a+ana abra otro. ?uiz ta$bi9n acabe

cubierto de letras, co$o los cientos de cuadernos que se a$ontonan en el suelo de estahabitaci)n. 0os escribo sin intenci)n alguna, sin buscar el $enor efecto, los escribo SI4AT1, & por hacer$e co$pa+(a en d(as inacabables & "ac(os.

esta quiz sea la "erdadera 4AT1 de $i destino. ?uiz es que &a he llegado a latu$ba desde la que puedo recuperar el $undo perdido, el $undo in"isible. !ero nunca losabr9, porque &o &a no esto& aqu(.

A "eces este $e parece el contenido de la felicidad tan ardua$ente in"estigado./tras "eces creo que &a esto& en el infierno. En alguna rar(si$a ocasi)n $e he acercado alespe*o para afeitar$e & he "isto a un ho$bre de escaso cabello, de $e*illas hinchadas, conuna sonrisa infantil perpetua$ente fi*a en la cara de &eso. esa sonrisa $e ha recordadoalgo que ol"id9 alguna "ez. 6e*or ser(a decir que esa sonrisa $e recuerda que he ol"idadoalgo. !ero no s9 lo que es porque lo he ol"idado. < c)$o es posible recordar que se ha

ol"idado algo=

Azua Felix de - Historia de Un Idiota Contada Por El Mismo

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