Azoteas verdesp a ra refrescar las grandes urbes · A38 CU LT U R A Viernes 27 de septiembre de...

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Viernes 27 de septiembre de 2019 EL UNIVERSAL A38 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Rafael López [email protected] Curso sobre la minificción en Hispanoamérica El Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM invita al cur- so “De la narrativa breve al dinosaurio: la minificción en Hispanoa- m é r i c a”, que impartirá Laura Elisa Vizcaíno los jueves, del 3 de octubre al 21 de noviembre, de 17:00 a 20:00 horas, en la Sala de Videocon- ferencia de la Hemeroteca Nacional, en Ciudad Universitaria. Más in- formación en el teléfono 56-22-68-27 y en el correo electrónico edu- cacioncontinuaiib @unam.mx ESPECIAL La UNAM sigue siendo la número uno en Twitter La UNAM es, por segundo año consecutivo, la universidad nú- mero uno del mundo en Twitter, con más de 3 millones de segui- dores, de acuerdo con el Un i R a n k Twitter University Ranking 2019. La potente red social de esta casa de estudios supera ampliamente la de las mejores universidades de Estados Unidos y de Europa. En el listado, la Universidad Nacional Autónoma de México aparece con 3 millones 126 mil 175 seguidores, cifra que duplica la de su más cer- cana competidora, la King Abdu- laziz University, de Arabia Saudi- ta: un millón 564 mil 280. ESPECIAL Adictos a videojuegos invierten en ellos más de siete horas al día De acuerdo con Jaime Eduardo Calixto, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, el riesgo de los videojuegos en línea radica en el tiempo que se les dedica. Algunos usuarios invierten en ellos más de siete horas al día, hasta el punto de volverse adictos y dejar de lado sus actividades cotidianas. Como ocurre con cualquier de- pendencia, el periodo en que se inicia este proceso es entre los ocho y los 15 años, cuando el cerebro no tiene las conexiones neuronales específicas para decir no; en consecuencia, el adicto se entrega to- talmente a los videojuegos. Azoteas verdes para refrescar las grandes urbes Uno de los problemas que en- frentan hoy en día las gran- des urbes es la escasez de agua. En ellas, muchas zonas se han convertido en parajes sedientos. El fenómeno se advierte no sólo en la Ciudad de México, sino también en otras latitudes. Con el propósito de contribuir a la solución de este problema, un grupo de investigadores de la UNAM, en colaboración con Jerónimo Reyes Santiago, biólogo del Jardín Botánico del Instituto de Biología de esta casa de estu- dios, promueve desde hace 20 años un con- cepto ambiental denominado azoteas verdes o sistemas de naturación urbana. “Si las edificaciones urbanas aún no cuentan con un sistema de captación de agua pluvial, hay que buscar alternativas para conservar es- te recurso. En este sentido, las azoteas verdes pueden convertirse en una estrategia eficaz para adicionar permeabilidad en las ciudades, hacer que retorne el agua a la atmósfera por la evapotranspiración y fomentar el crecimiento de las áreas verdes”, dice Reyes Santiago. El aporte científico y tecnológico de los uni- versitarios radica en la utilización de plantas suculentas (del latín s u c c u l e n tu s , “jugo s o”), entre las que destacan las de los géneros Eche- veria y Sedum, y otras crasuláceas, cactáceas, agaváceas, nolináceas, etcétera. De acuerdo con Reyes Santiago, las plantas suculentas desarrollaron diversas estrategias extraordinarias durante su periodo evolutivo que les permite vivir en zonas áridas de baja precipitación pluvial y alta insolación: cam- biaron su metabolismo para “respirar” de no- che, cuando el ambiente está fresco y no hay pérdida de agua; así como su tejido esponjoso, el cual se adaptó para almacenar agua. “A diferencia de las plantas con hojas, que ‘re spiran’ cuando hay luz, las plantas suculen- tas lo hacen de noche: absorben dióxido de carbono y emiten oxígeno para no perder a g u a”, apunta. En cuanto a sus estructuras, sufrieron una transformación y se cubrieron de cutículas du- ras con ceras o vellocidades que impiden la pérdida de agua. Plantas nativas locales y biodiversidad Los investigadores de la UNAM sugieren que todas las plantas que integren las azoteas ver- des sean nativas o endémicas de México; y si son locales, mejor. No consideran las plantas exóticas (de e xo , prefijo latino que significa “f u e r a”), ya que de- mandan grandes cantidades de agua o son in- vasoras. Por ejemplo, las plantas de ornato tra- dicionales, pastos o palmas, mueren sin reme- dio si no son regadas a diario. Cabe señalar que de 70% a 80% de las plan- tas que se cultivan en la Ciudad de México y otras concentraciones urbanas son exóticas. Por eso en esta propuesta ecológica se busca utilizar plantas que crecen en zonas áridas de México, donde la precipitación pluvial es baja (entre 200 y 600 milímetros al año). Tras varios años de investigación, Reyes Santiago decidió utilizar crasuláceas en las azoteas, porque esas áreas citadinas son si- milares a las zonas áridas, donde la vegeta- ción se ha perdido y la radiación solar es alta (además, ésta rebota en los vidrios de las edi- ficaciones y es absorbida por el pavimento; las grandes ciudades son como un comal ca- liente y las plantas con hojas sufren estrés hí- drico constante). “Como la sociedad mexicana no ha apren- dido a valorar ni a cultivar las plantas nativas, es necesario fomentar su utilización en las azo- teas verdes para recuperar lo que llamo isla de biodiversidad; de este modo, mariposas, cha- pulines, arañas y pájaros locales empezarán a tejer las interacciones ecológicas planta-ani- mal”, indica Reyes Santiago. En las azoteas verdes pueden cultivarse no- pales y magueyes, plantas que no requieren un riego intenso, sólo el agua de lluvia, y que, ade- más, atraen polinizadores como abejorros, co- libríes y murciélagos, entre otros usuarios. “Aquí habitan murciélagos frugívoros. No debemos olvidar que, gracias a ellos, los ma- gueyes sobreviven; sin ellos, estas plantas no se reproducirían.” De bajo mantenimiento Las azoteas verdes que proponen los univer- sitarios tienen su origen en la milpa, concepto agrícola mesoamericano también conocido como policultivo. Una de sus virtudes radica en la ayuda que las plantas se proveen a sí mis- mas; por ejemplo, con la diversidad vegetal, el riesgo de las plagas disminuye. “Así, las azoteas pueden ser de bajo man- tenimiento; es más, puede haber de cero mantenimiento.” La viabilidad de esta propuesta ambiental se ha demostrado fehacientemente en la Coor- dinación de la Investigación Científica de la UNAM, en CU, donde desde 2013 se estableció un jardín que recibe poco mantenimiento. “Se concibió para que no fuera objeto de fu- migación, porque no queremos nada con los agroquímicos y fertilizantes. El propósito es li- berar de contaminantes al medio ambiente”, comenta Reyes Santiago. Servicios ambientales Frente a la necesidad de áreas verdes, el bió- logo cree que la última alternativa para la Ciu- dad de México es fomentar la creación de jar- dines en las azoteas, con plantas resistentes a la sequía que capten dióxido de carbono efi- cientemente y provean oxígeno. “No es lo mejor, pero sí lo último que queda por hacer.” La falta de áreas permeables para infiltrar el agua es otro de los problemas citadinos que se puede resolver con el impulso a las azoteas ver- des y otras estrategias sustentables. En las ciu- dades, el agua de lluvia va hacia los drenajes, que al saturarse ocasionan inundaciones. Con las azoteas verdes se retiene y retarda el vo- lumen de la escorrentía, al mismo tiempo que una parte de ella se evapora, lo cual hace que disminuya la saturación de los drenajes y re- torne el agua al ciclo hidrológico. Un estudio de Eréndira Arellano Leyva, can- didata a doctora en Ciencias de la Tierra, re- portó que las azoteas verdes permiten retener 60% del agua de lluvia, dependiendo de la in- tensidad de cada evento lluvioso, y, por lo tan- to, preservar la humedad atmosférica, bené- fica para la salud humana. Un grupo de especialistas, coordinado por Margarita Collazo Ortega, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, halló que, además de absorber dióxido de carbono y proporcionar oxígeno, función natural de las plantas, las cra- suláceas captan, en los grandes conglomera- dos urbanos como la Ciudad de México, par- tículas de metales pesados (plomo, vanadio, mercurio, zinc, cadmio, cromo…) que proce- den de la actividad industrial y de los vehículos automotores, así como hidrocarburos aromá- ticos policíclicos (HAPs), sustancias químicas que se forman durante la incineración incom- pleta del carbón, el petróleo, el gas, la madera, la basura, el tabaco y la carne asada al carbón, entre otras sustancias orgánicas. Otro estudio de Arellano Leyva, en colabo- ración con Reyes Santiago y especialistas del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Facul- tad de Ciencias de la UNAM, concluyó que las azoteas verdes retienen el plomo y las HAPs que contiene el agua de lluvia (sus efectos en la salud humana pueden ser en extremo tó- xicos y cancerígenos, respectivamente). “Si la ciudad contara con algunas hectáreas de azoteas verdes, la presencia de estas par- tículas en el aire disminuiría, ya que las plantas suculentas son capaces de recogerlas, desin- tegrarlas e incorporarlas al sustrato”, informa Reyes Santiago. Todas estas evidencias científicas bastan y sobran para mejorar y aumentar las áreas ver- des en calles y avenidas, y promover las azo- teas verdes. “En 1997, en mi pueblo, San Juan Mixtepec, encontré varias especies de plantas suculen- tas. La primera que describí fue Thompsone- lla mixtecana, de la familia C ra s s u l a c e a e , una planta muy rara que tiene tallo. Recibió ese nombre porque está en la Mixteca y yo soy mixteco. La segunda que describí fue Echeveria xichuensis, que habita en Xichú, Guanajuato. Después seguí describiendo plantas del género O pu n t i a spp. Últimamen- te me dedico a estudiar las especies del gé- nero Dahlia ( A s t e ra c e a e ) porque son sucu- lentas. La dalia, la flor nacional, también tie- ne tubérculos que guardan agua; en náhuatl se llama acocoxochitl, que quiere decir, ‘flor de tallo hueco con agua’. En realidad, la iden- tidad de las plantas está en la flor”, finaliza el investigador. b ESPECIAL “En el Valle de México crecen muchas plantas nativas, como los nopales, las siemprevivas, las conchitas, las lenguas de vaca, los nardos, las azucenas, las varas de San José... Sólo hay que reproducirlas y cultivarlas de manera mezclada en las azoteas para que no las ataquen las plagas. Lo mejor es la diversidad, no un monocultivo” JERÓNIMO REYES SANTIAGO Biólogo del Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM Botánico muy activo b Reyes Santiago es considerado uno de los botánicos más activos del país. Desde hace más de 29 años estudia las plantas resistentes a la sequía, lo cual le ha permitido describir más de 30 es- pecies nuevas para la ciencia. Plantas nativas de México, como los nopales, los magueyes, los órganos, las conchitas, las siemprevivas y los amoles, aportan servicios ambientales Pueden convertirse en una estrategia eficaz para adicionar permeabilidad en las ciudades y hacer que retorne el agua a la atmósfera.

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Viernes 27 de septiembre de 2019 EL UNIVERSALA38 CU LT U R A

PROYECTO UNAMTexto: Rafael López

rl o p e z g @h o t m a i l.c o m

Curso sobre la minificciónen HispanoaméricaEl Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM invita al cur-so “De la narrativa breve al dinosaurio: la minificción en Hispanoa-m é r i c a”, que impartirá Laura Elisa Vizcaíno los jueves, del 3 de octubreal 21 de noviembre, de 17:00 a 20:00 horas, en la Sala de Videocon-ferencia de la Hemeroteca Nacional, en Ciudad Universitaria. Más in-formación en el teléfono 56-22-68-27 y en el correo electrónico edu -cacioncontinuaiib @unam.mx

E S P E

C I A L La UNAM sigue

siendo la númerouno en Tw itte rLa UNAM es, por segundo añoconsecutivo, la universidad nú-mero uno del mundo en T witter,con más de 3 millones de segui-dores, de acuerdo con el Un i R a n kTwitter University Ranking 2019.La potente red social de esta casade estudios supera ampliamentela de las mejores universidades deEstados Unidos y de Europa. En ellistado, la Universidad NacionalAutónoma de México aparece con3 millones 126 mil 175 seguidores,cifra que duplica la de su más cer-cana competidora, la King Abdu-laziz University, de Arabia Saudi-ta: un millón 564 mil 280.

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Adictos a videojuegos inviertenen ellos más de siete horas al díaDe acuerdo con Jaime Eduardo Calixto, académico de la Facultad dePsicología de la UNAM, el riesgo de los videojuegos en línea radicaen el tiempo que se les dedica. Algunos usuarios invierten en ellosmás de siete horas al día, hasta el punto de volverse adictos y dejarde lado sus actividades cotidianas. Como ocurre con cualquier de-pendencia, el periodo en que se inicia este proceso es entre los ochoy los 15 años, cuando el cerebro no tiene las conexiones neuronalesespecíficas para decir no; en consecuencia, el adicto se entrega to-talmente a los videojuegos.

Azoteas verdes p a rarefrescar las grandes urbes

Uno de los problemas que en-frentan hoy en día las gran-des urbes es la escasez deagua. En ellas, muchas zonasse han convertido en parajes

sedientos. El fenómeno se advierte no sólo enla Ciudad de México, sino también en otraslatitude s.

Con el propósito de contribuir a la soluciónde este problema, un grupo de investigadoresde la UNAM, en colaboración con JerónimoReyes Santiago, biólogo del Jardín Botánicodel Instituto de Biología de esta casa de estu-dios, promueve desde hace 20 años un con-cepto ambiental denominado azoteas verdeso sistemas de naturación urbana.

“Si las edificaciones urbanas aún no cuentancon un sistema de captación de agua pluvial,hay que buscar alternativas para conservar es-te recurso. En este sentido, las azoteas verdespueden convertirse en una estrategia eficazpara adicionar permeabilidad en las ciudades,hacer que retorne el agua a la atmósfera por laevapotranspiración y fomentar el crecimientode las áreas verdes”, dice Reyes Santiago.

El aporte científico y tecnológico de los uni-versitarios radica en la utilización de plantassuculentas (del latín s u c c u l e n tu s , “jugo s o”),entre las que destacan las de los géneros Eche -veria y Sedum, y otras crasuláceas, cactáceas,agaváceas, nolináceas, etcétera.

De acuerdo con Reyes Santiago, las plantassuculentas desarrollaron diversas estrategiasextraordinarias durante su periodo evolutivoque les permite vivir en zonas áridas de bajaprecipitación pluvial y alta insolación: cam-biaron su metabolismo para “respirar ” de no-che, cuando el ambiente está fresco y no haypérdida de agua; así como su tejido esponjoso,el cual se adaptó para almacenar agua.

“A diferencia de las plantas con hojas, que‘re spiran’ cuando hay luz, las plantas suculen-tas lo hacen de noche: absorben dióxido decarbono y emiten oxígeno para no perdera g u a”, apunta.

En cuanto a sus estructuras, sufrieron unatransformación y se cubrieron de cutículas du-ras con ceras o vellocidades que impiden lapérdida de agua.

Plantas nativas locales y biodiversidadLos investigadores de la UNAM sugieren quetodas las plantas que integren las azoteas ver-des sean nativas o endémicas de México; y sison locales, mejor.

No consideran las plantas exóticas (de e xo ,prefijo latino que significa “f u e r a”), ya que de-mandan grandes cantidades de agua o son in-vasoras. Por ejemplo, las plantas de ornato tra-dicionales, pastos o palmas, mueren sin reme-dio si no son regadas a diario.

Cabe señalar que de 70% a 80% de las plan-tas que se cultivan en la Ciudad de México yotras concentraciones urbanas son exóticas.Por eso en esta propuesta ecológica se buscautilizar plantas que crecen en zonas áridas deMéxico, donde la precipitación pluvial es baja(entre 200 y 600 milímetros al año).

Tras varios años de investigación, ReyesSantiago decidió utilizar crasuláceas en lasazoteas, porque esas áreas citadinas son si-milares a las zonas áridas, donde la vegeta-ción se ha perdido y la radiación solar es alta(además, ésta rebota en los vidrios de las edi-ficaciones y es absorbida por el pavimento;las grandes ciudades son como un comal ca-liente y las plantas con hojas sufren estrés hí-drico constante).

“Como la sociedad mexicana no ha apren-dido a valorar ni a cultivar las plantas nativas,es necesario fomentar su utilización en las azo-teas verdes para recuperar lo que llamo isla debiodiversidad; de este modo, mariposas, cha-pulines, arañas y pájaros locales empezarán a

tejer las interacciones ecológicas planta-ani-mal”, indica Reyes Santiago.

En las azoteas verdes pueden cultivarse no-pales y magueyes, plantas que no requieren unriego intenso, sólo el agua de lluvia, y que, ade-más, atraen polinizadores como abejorros, co-libríes y murciélagos, entre otros usuarios.

“Aquí habitan murciélagos frugívoros. Nodebemos olvidar que, gracias a ellos, los ma-gueyes sobreviven; sin ellos, estas plantas nose reproducirían.”

De bajo mantenimientoLas azoteas verdes que proponen los univer-sitarios tienen su origen en la milpa, conceptoagrícola mesoamericano también conocidocomo policultivo. Una de sus virtudes radicaen la ayuda que las plantas se proveen a sí mis-mas; por ejemplo, con la diversidad vegetal, elriesgo de las plagas disminuye.

“Así, las azoteas pueden ser de bajo man-tenimiento; es más, puede haber de cerom a n te n i m i e n to.”

La viabilidad de esta propuesta ambiental seha demostrado fehacientemente en la Coor-dinación de la Investigación Científica de laUNAM, en CU, donde desde 2013 se establecióun jardín que recibe poco mantenimiento.

“Se concibió para que no fuera objeto de fu-migación, porque no queremos nada con losagroquímicos y fertilizantes. El propósito es li-berar de contaminantes al medio ambiente”,comenta Reyes Santiago.

Servicios ambientalesFrente a la necesidad de áreas verdes, el bió-logo cree que la última alternativa para la Ciu-dad de México es fomentar la creación de jar-dines en las azoteas, con plantas resistentes ala sequía que capten dióxido de carbono efi-cientemente y provean oxígeno.

“No es lo mejor, pero sí lo último que quedapor hacer.”

La falta de áreas permeables para infiltrar elagua es otro de los problemas citadinos que sepuede resolver con el impulso a las azoteas ver-des y otras estrategias sustentables. En las ciu-dades, el agua de lluvia va hacia los drenajes,que al saturarse ocasionan inundaciones. Conlas azoteas verdes se retiene y retarda el vo-lumen de la escorrentía, al mismo tiempo queuna parte de ella se evapora, lo cual hace que

disminuya la saturación de los drenajes y re-torne el agua al ciclo hidrológico.

Un estudio de Eréndira Arellano Leyva, can-didata a doctora en Ciencias de la Tierra, re-portó que las azoteas verdes permiten retener60% del agua de lluvia, dependiendo de la in-tensidad de cada evento lluvioso, y, por lo tan-to, preservar la humedad atmosférica, bené-fica para la salud humana.

Un grupo de especialistas, coordinado porMargarita Collazo Ortega, de la Facultad deCiencias de la UNAM, halló que, además deabsorber dióxido de carbono y proporcionaroxígeno, función natural de las plantas, las cra-suláceas captan, en los grandes conglomera-dos urbanos como la Ciudad de México, par-tículas de metales pesados (plomo, vanadio,mercurio, zinc, cadmio, cromo…) que proce-den de la actividad industrial y de los vehículosautomotores, así como hidrocarburos aromá-ticos policíclicos (HAPs), sustancias químicasque se forman durante la incineración incom-pleta del carbón, el petróleo, el gas, la madera,la basura, el tabaco y la carne asada al carbón,entre otras sustancias orgánicas.

Otro estudio de Arellano Leyva, en colabo-ración con Reyes Santiago y especialistas delLaboratorio de Análisis Ambiental de la Facul-tad de Ciencias de la UNAM, concluyó que lasazoteas verdes retienen el plomo y las HAPsque contiene el agua de lluvia (sus efectos enla salud humana pueden ser en extremo tó-xicos y cancerígenos, respectivamente).

“Si la ciudad contara con algunas hectáreasde azoteas verdes, la presencia de estas par-tículas en el aire disminuiría, ya que las plantassuculentas son capaces de recogerlas, desin-tegrarlas e incorporarlas al sustrato”, informaReyes Santiago.

Todas estas evidencias científicas bastan ysobran para mejorar y aumentar las áreas ver-des en calles y avenidas, y promover las azo-teas verdes.

“En 1997, en mi pueblo, San Juan Mixtepec,encontré varias especies de plantas suculen-tas. La primera que describí fue Thompsone -lla mixtecana, de la familia C ra s s u l a c e a e ,una planta muy rara que tiene tallo. Recibióese nombre porque está en la Mixteca y yosoy mixteco. La segunda que describí fueEcheveria xichuensis, que habita en Xichú,Guanajuato. Después seguí describiendoplantas del género O pu n t i a spp. Últimamen-te me dedico a estudiar las especies del gé-nero D ahlia ( A s t e ra c e a e ) porque son sucu-lentas. La dalia, la flor nacional, también tie-ne tubérculos que guardan agua; en náhuatlse llama aco coxo chitl, que quiere decir, ‘florde tallo hueco con agua’. En realidad, la iden-tidad de las plantas está en la flor”, finalizael investigador. b

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C I A L

“En el Valle de Méxicocrecen muchas plantasnativas, como los nopales,las siemprevivas, lasconchitas, las lenguasde vaca, los nardos, lasazucenas, las varas deSan José... Sólo hay quereproducirlas y cultivarlasde manera mezclada enlas azoteas para que nolas ataquen las plagas.Lo mejor es la diversidad,no un monocultivo”JERÓNIMO REYES SANTIAGOBiólogo del Jardín Botánico del Institutode Biología de la UNAM

Botánico muy activob Reyes Santiago es considerado unode los botánicos más activos del país.Desde hace más de 29 años estudia lasplantas resistentes a la sequía, lo cual leha permitido describir más de 30 es-pecies nuevas para la ciencia.

Plantas nativas de México, como losnopales, los magueyes, los órganos,las conchitas, las siemprevivas y losamoles, aportan servicios ambientales

Pueden convertirse en una estrategia eficaz para adicionar permeabilidad en las ciudades y hacer que retorne el agua a la atmósfera.