Aventuras y Desventuras Del Populismo

11
f n.sido J'>. loi Oí-- ^ ^ > ^

Transcript of Aventuras y Desventuras Del Populismo

Page 1: Aventuras y Desventuras Del Populismo

f n.sido

J'>. loi Oí--

^ ^ > ^

Page 2: Aventuras y Desventuras Del Populismo

Aventuras 1y desventuras

del populismo ien América Latina

lAQUE CALDERO

En este ensayo se ofrece una aproximación al estudio delpopulismo como ideología y práctica política. En particular, seaborda el surgimiento y desarrollo de los liderazgos populistas

latinoamericanos, previa precisión conceptual y metodológica,con relación al tratamiento que ha tenido el populismo como

categoría por parte de las ciencias sociales en la región.

Si algo caracteriza al contexto políticolatinoamericano en los noventa es lallamada crisis y, si se quiere, declive dela forma partido de hacer política, eldesarrollo de situaciones de ingobema-

hilidad o crisis de gobemabilidad democrática demuchos de nuestros gobiernos, el descenso en losniveles de participación y el surgimiento y avancede líderes que se presentan de manera aislada oindependiente bajo la situación de personalizacióndel poder y de la política y el establecimiento deuna reedición modema del populismo tradicional,bajo la categoría de neopopulismo.

El auge del populismo se corresponde conprocesos de crisis de las grandes agencias, y conse-cuentemente con la erosión de los mapas, lazos yvínculos entre los principales actores de las demo-cracias representativas en América Latina (parti-dos y clase política) y el electorado y ciudadanosrespectivamente.

Estas situaciones de desvinculación, descom-posición de la política, aunado a situaciones decreciente despolitización y desarraigo de buena partede los ciudadanos frente a la política, a lo público y alos actores tradicionales, es lo que permite y favoreceel avance de nuevos actotes — liderazgos populistasde distinto cuño—, que algunas veces, bajo el discur-

so vacío de la llamada antipolítica, han logrado enla última década del siglo XX un importante avanceexpresado en los triunfos de Alberto Fujimori, Abda-la Bucaram, Alejandro Toledo o Hugo Chavez.'

LIDERAZGO Y PERSONALIZACIÓN DELA POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA

En nuestra región, al final de los años ochenta einicio de los noventa, nos encontramos en unambiente y situación caracterizada, en primer

lugar, por la llamada crisis de los partidos políticos("crisis de identificación y representación'"); ensegundo lugar, y a partir de los años noventa, laemergencia de nuevos actores y nuevos liderazgospolíticos (Carlos Saúl Menem, Alberto Fujimori,Abdala Bucaram, Femando CoUor de Mello, entreotros). De acuerdo con Burbano de Lara, se tratade una forma de liderazgo muy personalizada queemerge de una crisis institucional de la democraciay el Estado, de un agotamiento de las identidadesconectadas con determinados regímenes de partidosy ciertos movimientos sociales, de un desencantogeneral frente a la política y del empobrecimientogeneralizado tras la crisis de la década perdida.

Por otro lado, esta suerte de personalización dela política se ha dado en un contexto político ca-racterizado por la debilidad y el agotamiento de las

* Invesligadores dei Cenlro de Invesligacioms de Polílica Comparada, Universidad de los Andes, Marida, Venezuela.Para proíundizar el débale aliededor del agotamiento, malestar y el desconcierto de la politica en América Latina, véase Rivas Leone [2003, pp. 51 -72).Véase Rivas (2002a); Ramos (1997; 20G1b); Jàuregui (1994) y Novaro (2000).Ctr. Buernano (1998, p. 10); Rivas (2002a, p 197).

Nl.>VillMBRt-Dn!lH4HlE/2005 6 9

Page 3: Aventuras y Desventuras Del Populismo

M Dossier

estructuras partidarias, aunadoa una situación de "malestar dela vida pública",'' de cuestiona-miento y rechazo de la políticatradicional llevada a cabo porlos partidos políticos y la clasepolítica tradicional.

Ramos Jiménez ha precisadolo referido a las principales trans-formaciones que experimenta lademocracia en América Latina en los últimos años,y donde sobresale una suerte de desinstitucionaliza-ción de la democracia y la creciente personalizaciónde la política. En palabras de Ramos Jiménez: "elnuevo liderazgo que comienza a establecerse estabanetamente orientado hacia la promoción de formasplebiscitarias de gobierno y de participación, firme-mente sustentadas en la figura de lo que TheodoreLowi' denomina un presidente personal". Y agregacon relación al proceso venezolano que "en laVenezuela de Chavez se reproduce un fenómenoque guarda unos cuantos rasgos similares con lasexperiencias neopopulistas de los gobiernos deCarlos Saúl Menem en Argentina y de AlbertoFujimori en Perú".''

Es interesante acotar que al fenómeno de la per-sonalización de la decisión política en los tres pafsesle sigue la intención presidencial y antidemocráticade gobernar por decreto y de liquidar toda oposición,partidista o extrapartido, resquebrajando con ellolas endebles construcciones democráticas y favo-reciendo formas autoritarias de hacer política quereducen significativamente el Estado de derecho,como de hecho sucedió con Menem en Argentina;y, sobre todo, con Eujimori en Perú y Chavez enVenezuela.

Debemos señalar oportunamente que en tantoliderazgo de nuevo tipo —va más allá del popu-lismo latinoamericano tradicional'—- el nuevopoder es asumido en el imaginario colectivo bajolas características de un poder innovador, popularmesiánico y revolucionario como variables defini-torias de la nueva ola de líderes neopopulistas encasi toda la región latinoamericana. En el caso

El populismo, aparte öe su caráctermovilízador, admite como forma dehacer política un estilo y quehacer

que cada vez más tiende a serdesarrollado ya no a nivel de lasinstituciones y organizaciones,sino de individuos y personas.

de los liderazgos neopopulistas(Fujimori-Chávez-Bucaram) sepresentan, en primera instancia,como liderazgos desarticuladoresdel pasado político y articuladoresde un supuesto "nuevo comienzo'Vposteriormente como liderazgospopulares mesiánicos encarnados

en el carisma de su titular, en lamedida en que éste dice expresar

—y encuentra un público cautivo que lo consideraposeedor de "dotes excepcionales"— la soberaníadel pueblo, el cual sigue a su jefe, particularmentebajo la forma de séquito weberiano.*

Cabe agregar con relación a la experienciade Venezuela, que Chavez, ciertamente funge deacuerdo a la caracterización politológica, como unliderazgo revolucionario. El mismo se presenta comoel legítimo regime builder, que se pone a la cabeza deuna proclamada "nueva" república, obedeciendo asía las aspiraciones políticas y sociales de cambio.^ Nopodemos obviar que el neopopulismo se presenta,sin lugar a dudas, como un fenómeno específico quehunde sus raíces en la política latinoamericana defin de siglo. No debemos dar por descontado el he-cho de que sus principales actores estén conscientesde su papel social y menos aún de los alcances desu acción.

Parafraseando a Femando RospligUosi,'" los par-tidos políticos han tenido una gran responsabilidad,precisamente porque no entendieron la profundidadde su aislamiento. En ciertos casos, como en el Perú,no hicieron mucho por reconstituir sus vínculos conlos electores, ni modificar sus comportamientos eintentar, incluso, democratizar sus estructuras.

POPULISMO Y NEOPOPULISMOEN AMÉRICA LATINA

Si algo caracteriza la llamada personalización dela política en nuestra región —Perú, Argentinay Venezuela sobresalen— es el apego a discur-

sos emotivos que tienden a criticar a las institucionesdemocráticas tradicionales, al mismo tiempo quepromueven programas de gobierno de tipo liberal;

' Camps (1996); además Maestre (1994).WéaseLowin993).

'• Cfr. Ramos (3002). Cabe señalarse que en la literatura política latinoamericana de corte comparativo se da por sentada una cierta similitud de las experiencias deCtiâvez, Menem y Fujimori, como demostrativas de la conocida hipótesis de Guillermo O'Donneli sobre las democracias delegativas. Cír. O'DonneIt (1992); Chereskiy Pousadela (2001, pp 30-31); Ramos (1997, pp. 59-87); Rivas (2002b).'VÉase Ramos (1999y2001b).

' En su conocido texto, Max Weber identifico esta relación de poder en los dictadores de las revoluciones antiguas y modernas. De modo tai que "El ¡efe (demagogo)domina de hectio en virtuO de ia oevoción y confianza personal de su séquito poiltíco. En primer iugar, sobre ios adeptos ganados a su persona, cuando estos,dentro de ia asociación, IG procuran la dominaciún". Weber [1964, p. 215)- Cfr. Breuer [1996, pp. 156-157).' Véase ia caracterización realizada por Ramos (2002). También Burbano (1998); Mayorga [1995); Rivas (2002a y 2002b).'"Rospiigiiosi (1995a)

. 44

Page 4: Aventuras y Desventuras Del Populismo

Dossier I

estos rasgos constituyen una característica distinti-va del populismo tradicional que ha sido definidocomo "neopopulismo"." En los nuevos liderazgos,ciertamente, "encontramos la encamación de loscaudillos electorales de la posmodemidad".'^

Por otra parte, y apoyándonos en los tipos idealespropuestos por Max Weber'^ alrededor de los tiposde autoridad-legitimidad y específicamente la autori-dad carismática, debemos partir que Weber entiendepor carisma la cualidad que pasa por extraordinaria(condicionada mágicamente en su origen, lo mismosi se trata de profetas que de hechiceros, arbitros,jefes de cacería o caudillos militares) de una perso-nalidad, por cuya virtud se le considera en posesiónde fuerzas sobrenaturales o sobrehumanas —o porlo menos específicamente extracotidianas y noasegurables a cualquier otro— o como enviados deDios, o como ejemplar y, en consecuencia, comojefe, caudillo, guía o líder.

Tanto en el caso de Fujimori (Perú) comoMenem (Argentina) y Chavez (Venezuela) en-contramos que surgen y se presentan como mesías ysalvadores de sus respectivos países y contextos.Por consiguiente, constituyen y expresan,de acuerdo a Felipe Burbano de Lara, "lacrisis de representación provocadapor la llamada posmodemidad. Laposmodemidad daría espacioa formas de representaciónmenos institucionali-zadas y más peí'sonal izadas".'**

El populismo, aparte de su carácter movilizador,admite como forma de hacer política un estilo y que-hacer que cada vez más tiende a ser desarrollado yano a nivel de las instituciones y organizaciones, sinode individuos y personas. Por lo tanto, el populismosupone como condición la exacerbación del lídery, en cotisecuencia, una personalización del ptxler yde la política respectivamente. Burbano de Laraseñala, en forma precisa, que el populismo "se tratade una forma de liderazgo muy personalizada queemerge de una crisis institucional de la democraciay del Estado, de un agotamiento de las identidadesconectadas con determinados regímenes de partidosy ciertos movimientos sociales, de un desencantogeneral frente a la política, y el empobrecimientogeneralizado tras la crisis de la década perdida".'*

Es aceptado por todos que dentro de las variablesdefinitorias del populismo latinoamericano está ladel empleo de una retórica fragmentada y maniqueaen el campo político entre pueblo y oligarquía. Y

Véase las propuestas de Mayorga (1995b); Nun (1998); Novara (1998,2000); Mayorga (1998); ftivas (1997,1999); entre otros.Cfr, Vilas (1994, pp. 323-324).Weber (1992, p. 193).

'Cfr , Burbano(1993,p. 18).Cfr. Buröar[C(1998,p. 10)

Nt.WltMBRE-DjCŒMBlll/2005 7 1

Page 5: Aventuras y Desventuras Del Populismo

\ Dossier

se atribuye a estos sujetos posturas morales y éticasirreconciliables, sobre las cuales precisamente sediseñan las estrategias excluyentes. Asimismo, so-bresale, en lo que concierne a América Latina, suincompatibilidad con los compromisos y arreglosinstitucionales exigidos por las democracias liberaleso modernas.

Estamos de acuerdo con Burbano de Laracuando expone que "si bien es cierto el populismose vio como una forma de ensanchar los límitesde participación impuestos por los regímenes oli-gárquicos, y en ese sentido se le atribuyó efectosdemocratizadores, siempre generó graves tensionese inestabilidades políticas, que a la postre volvierondudosos sus efectos reales".'*

De acuerdo con diversos autores, y especial-mente con la propuesta de Fernando Mayo^ga'^ ladefinición de neopopulista la emplearíamos paracalificar y definir a los nuevos actores políticos queban surgido en la democracia latinoamericana yque se sustentan en liderazgos cuyo vínculo conel electorado está mediado por un prestigio socialobtenido al margen de la política, a través deuna labor asistencialista desplegada por mediosno convencionales, una precariedad ideológicasustituida por la imagen pública del caudillo y elclaro predominio de la dimensión simbólica dela representación política (carisma) respecto a ladimensión institucional (partido).

Por su parte. Carina Perelló'" es partidaria deque el populismo y la llamada personalizaciónde la política es viable en un contexto caracterizadopor: crisis del partido por falta de representatividadciudadana o pérdida de su identidad; desconfianzaen el viejo liderazgo que aparece desacreditado pordiversas razones; necesidad en buena parte de lapoblación de un mensaje de esperanza y de cambio;existencia de una persona dis-puesta a encamar el liderazgo sindemasiadas ataduras que puedatener una fácil comunicacióncon las masas; y propuestas deacción vagas que implican sus-tancialmente la realización deuna actividad simbólica tendien-te a tener en cuenta los interesespopulares.

De acuerdo con NorbertLechner,'** podemos afirmar, sin

En América Latina esía propen-sión dei tider carismático ha sidocanalizada hacia ia reafirmación

dei tradicionai presidenciaiismo yei caso más acabado es, sin lugar

a duda, ei proyecto poiitico deipresidente Chavez expresado en ia

Constitución öe 1999.

temor a equivocamos, que la personalización de lapolítica y el auge de populismo y neopopulismos ennuestra región latinoamericana revelan una situa-ción de "desbordamiento institucional", situaciónen la que la política rebasa a las instituciones y seinstala de esa forma en redes informales (líderes,pequeños grupos y organizaciones, etcétera). Ellopone de manifiesto que la toma de decisiones ya noradica únicamente en el seno de las instituciones(corporaciones, partidos, entre otros), sino quetrasciende a esferas muy reducidas e individuales.

Inequívocamente, la década final de los añosnoventa, la política latinoamericana se encuentravenida a menos desde el punto de vista de las ins-tituciones y sus proyectos. Para nadie es un secretoque la sociedad latinoamericana, en particular laexperiencia venezolana, tiende a despolitizarse yla política a desocializarse. Como bien sostiene Dani-lo Zolo, "la política no sólo pierde su lugar central, lainformatización deja a la política estrechamente fijerade lugar, en todos lados y en ninguna parte".^"

En nuestros días, si la forma política del líder pa-pular mesiánico o jefe único se mantiene, cambia larelación que establece con la masa popular. De aquíque el denominado netjpopulismo, a diferencia del po-pulismo clásico, corresponda a: "sociedades anómicasa la merced de gobiernos autoritarios e instituciones,social y políticamente fragmentadas a la deriva, sincapacidad de representarse políticamente".^'

En todo caso, siguiendo el debate propuesto porRamos Jiménez, Nun, Lecbner, Novaro, Mayorga,Auyero, De La Torre y Burbano de Lara, asumimosque el neopopulismo reúne elementos de domi-nación y de manipulación de las clases popularescombinándolos con experiencias participativasque incluyen un alto contenido identificados Porlo tanto, que en estas circunstancias el jefe siempre

será "único", insustituible si noimprescindible. Su poder no sedelega ni en situaciones excep-cionales y su carisma representauna amenaza permanente para lademocracia. Y a medida que lasexpectativas de la población sevan despol i tizando, las mismasse van disociando del ciudadano

activo, en tanto sujeto compro-metido con el esfuerzo de demo-cratización de la política.

I72

/otó, p, 11.VÉase Mayorga (1998, p. 119).

"Perrelli [1995, p. 192).CT/:Lechner(1996, p. 12).Zolo (1994),

MiTAPOLfncWNÚM. 44

Page 6: Aventuras y Desventuras Del Populismo

Dossier

La capacidad del líder carismático para po-nerse delante de una fuerza organizada (partido omovimiento) es sobrepasada con frecuencia por laidentificación del primero con la masa del pueblosin mediaciones ni intermediaciones. Tratándose deun jefe militar —desdeñoso hacia la política civilnormal—, la intención permanente a concentrarlotodo parecerá natural. Ello le da el carácter de jefeúnico, induciéndolo a preferir las formas plebisci-tarias de la democracia. En América Latina estapropensión del líder carismático ha sido canalizadahacia la reafirmación del tradicional presidencia-lismo y el caso más acabado es, sin lugar a duda, elproyecto político del presidente Chavez expresadoen la Constitución de 1999.

En ese mismo orden de ideas, la preeminenciadel presidencialismo y caudillismo tiende a entraren conflicto con los parlamentos que escapan a sucontrol, cuestión que continua siendo la fuente detensiones sociales y desequilibrios que, a la larga, hansido fuente de inestabilidad político-institucional.El liderazgo populista carismático resulta, por con-siguiente, totalmente reacio a las formas de compe-tencia democrática y tiende siempre a personalizartodas las acciones y decisiones gubernamentales. Así,un discurso maniqueo, inscrito dentro de la lógicaamigo/enemigo, divide el campo político, tanto másque las estrategias dominantes incorporan postumsmorales y éticas excluyentes que van a desembocaren actitudes políticas sectarias e intolerantes.

Refiriéndose a la ambigüedad del populismolatinoamericano del siglo XX, Taquíeff ha advertidosobre el hecho de que el mismo: "osciló entre lademagogia y la protesta. Es este carácter bilateralel que la concepción liberal del fenómeno ignorao encubre por completo. Expresión del temor y larepulsión de las élites hacia las clases medias (...)Temor de las élites tradicionales a la nueva alianzaentre el poder irracional de las masas y e! estilogroseramente personalista de ciertos líderes de ten-dencia demagógica". ^

Dentro de esta perspectiva, el liderazgo deChavez resulta más de protesta que de identidad,porque el lugat que ocupa en su mensaje tanto elantielitismo como el rechazo del pasado superanampliamente a la omnipresente invocación na-cionalista. En este populismo de protesta, observa

Taquieff: "el llamamiento al pueblo se proponeprimordialmente como una crítica o una denunciade las élites, sean éstas políticas, administrativas,económicas o culturales. Este antielitismo se en-cuentra inextricahlemente ligado con la confianzaen el pueblo, definido como los ciudadanos comu-nes y corrientes (...) La distinción entre las élitesy el pueblo puede tomar la forma de una oposiciónmaniquea entre 'los de arriba' (el país 'legal') y 'losde abajo' (el país 'real'): la intensidad de la protestadepende de ella"."

En palabras del politólogo francés BernardManin,^'' tendríamos que los electores votan cadavez por una persona, no por un partido o programa.El propio Manin agrega: "los partidos continúandesempeñando un papel central, pero tienden aconvertirse en instrumentos al servicio de un líder".Extrapolando un tanto la propuesta de Manin aAmérica Latina, y específicamente los casos argen-tino, peruano y venezttlano, diríamos que Fujimoriy Chavez principalmente nacen encarnando unliderazgo altamente personalizado y una situaciónde confusión, descrédito y crisis de su sistema departidos."

Ciertamente, en la propuesta de Manin" ten-dríamos que estos procesos de personalización dela representación y, simultáneamente de pérdidade relevancia de los cUvajes ideológicos y de laspropuestas programáticas, hacen que, en las expli-caciones actuales del comportamiento electoral,el énfasis se desplace crecientemente de las carac-terísticas sociales del electorado al tipo de ofertaelectoral que éste recibe.

CONCLUSIONES

De acuerdo a Kart Weyland, "tanto el neopopu-lismo como el neoliberalismo buscan ganarseel apoyo de las masas, sobre todo entre los

grupos no organizados del sector informal mientrasmarginan a las organizaciones autónomas de los estra-tas más acomodados y atacan a la clase política".^'

Asimismo, conviene señalar que la antipolítica yel neopopulismo en la región van de la mano. Am-bos fenómenos tienden al desarrollo de una forma dehacer política que en su esencia y práctica tiendena prescindir de los partidos políticos como actorestradicionales del régimen democrático.

Taquieft, en Adler ef al (1996, p. 47-48)."Taquieff (1996. p. 63)." C f r , Manin (1992, pp. 39-30).^ Fernando Tuesta Soldevilla deíine ei caso peruano como "un sistema de partidos atomizado, compuesto por partidos poiiticos desarticufaöos y partidoselectorales dirigidos por ligaras independientes de diversa caiidad que no contribuyen a estabilizar un sistema ni a construir una democracia viablB". Ctr Tuesta(1995, pp. 20-21)'^ Véase Manin (1992, p. 31), y Nun (1996. p, 53)."í:ft,WEyiand(1997,p.7).

NCIVIEMBM-DICTBMBRE/2005 7 3

Page 7: Aventuras y Desventuras Del Populismo

\ Dossier

En tal sentido, en la co-munidad científica latinoame-ricana encontramos autoresy científicos sociales que handedicado buena parte de susdiscusiones al tema de la an-tipolítica, el populismo y elneopopulismo. Destacan laspropuesta de Ianni (1980); Ger-mani (1973); Burbano de Lara(1998); Novaro (1996, 1998 y2000); Nun (1998); Mayorga(1995a, 1995b, 1997 y 1998); De la Torre (1998);Ramos Jiménez (1997 y 2002), Weyland (1996),entre otros.

Por otra parte, mucbos autores coinciden en se-ñalar que los líderes y actores neopopulistas enAmérica Latina emplean tácticas a nivel electoralde tipo populista con el único fin de captar a lasmasas y, por supuesto, obtener en esa misma medidael poder. La paradoja de estos neopopulistas es que alalcanzar el poder —como sucedió con Fuj imori, CoUorde Mello y Menem— se distancian notablementede sus propuestas y discusiones originales, puespasan de las promesas de corte proteccionista yconservador a la puesta en práctica de programasneoliberales; además, la corrupción se ba constituidocasi como un elemento definitorio de los mismos.

Novaro expone, en un trabajo innovador conperspectiva comparada, el avance de estos nuevosliderazgos y sostiene que "Menem. Fujimori, Collorde Mello, Chavez y otros líderes se presentaron endistintos países de América Latina como outsiders dela política e iniciaron procesos de reforma e innova-ción en la economía, el Estado, los partidos y la vidasocial en general con suerte diversa".^" Lo que valela pena destacar es el parecido estilo personalista deliderazgo. Casi todos los líderes neopopulistas, a ex-cepción de Menem, no contaron con movimientos ypartidos arraigados, disciplinados y establecidos.

Igualmente, líderes neopopulistas como Buca-ram, Menem, Fuj imori y Chavez tienen en común elhaber llegado al poder sin definir claramente cómo ycuál iba a ser su estrategia de gobierno. Apelaron a laconfianza y apoyo popular, desarrollando posterior-mente programas de transformación económica tiposhocks con la excepción de Bucaram que siempre seproyectó en su campaña como una figura netamentede orientación reformista y liberal.

En opinión de Sánchez Parga "el liderazgo delcacique en el neopopulismo combina un control

Dentro de esta perspectiva, e(íiderazgo de Chavez resulta más

de protesta que de identidad,porque eiiugar que ocupa en su

mensaje tanto ei antieiitismo comoel rechazo del pasado superanampliamente a la omnipresente

invocación nacionalista.

político y un control cliente larque en parte le permite desarrollaractividades económicas muchasveces opuestas a los intereses desus seguidores, y en parte tambiény simultáneamente le permitedesarrollar actividades políticascon beneficios económicos parasus seguidores"."

La realidad es que estos nue-vos liderazgos neopopulistas,una vez en el ejercicio de su ad-

ministración, y a parte de desarrollar programasde gobierno opuestos a sus respectivas campañas,tienden a la práctica de un liderazgo caracterizadopor la concentración del poder, la exacerbacióndel estilo personalista y plebiscitario del líder, eldesarrollo de una cultura patrimonialista e inclusoel empleo de técnicas y métodos de gobierno quea parte de cuestionar fuertemente la actividad y elpapel de los partidos políticos, de los parlamentosy otras instituciones, rayan en el autoritarismo o enlo que algunos autores han denominado una suertede "democradura".

Es indudable, que si algo caracterizó la esferapolítica latinoamericana de los noventa fue latransformación de las formas de concebir y hacerpolítica. Para nadie es un secreto el agotamiento delos partidos y de algunos sistemas de partidos en laregión. De modo que la llamada crisis y el supuestodeclive de algunos partidos en nuestros contextoscoinciden con el avance de nuevos actores, lideraz-gos y concepciones sobre la política, y fundamen-talmente con el auge de liderazgos neopopulistasfundamentalmente en los países andinos.

Siendo así, los nuevos actores ( líderes neopopu-listas, outsiders, candidatos antipolíticos, etcétera)han aprovechado la situación y circunstancia decierto rechazo, cuestionamiento de los actores tra-dicionales (partidos políticos, clase política, entreotros) de crisis de gobemabilidad democrática ysituaciones económicas caracterizadas por la crisis,contracción e incertidumbre para presentarse enmuchos de nuestros países como alternativas depoder y de gobierno.

Asimismo, muchos de estos nuevos liderazgosapelan al discurso y práctica de la llamada antipo-lítica (es decir un cuestionamiento rotundo de lainstitucionalidad democrática, de los partidos, dela clase política tradicional), lo cual se traduce enapoyo electoral. La realidad es que posteriormente

74

Véase los comentarios ampliamente desarroilados y expueslos por Novaro (1998. pp. 43-45).«VÉaseSânciiK(1998,p.158).

METAPOIITICA/NÚM. 44

Page 8: Aventuras y Desventuras Del Populismo

Dossier I

estos actores, aparte de cotivertirse en figuras dondetodo gira en tomo a ellos, desarrollan y reproducenlos viejos conceptos, vicios y estilos de hacer políticaque tanto han cuestionado.

Esta suerte de neopopulismo, de avance de lallamada antipolítica, de cuestionamiento y rechazode la política y de sus actores, debe llevar en primerlugar a los partidos políticos y a su dirigencia a unproceso de autocrítica, cuestionamiento y replan-teamiento de las concepciones, estilos y formas dehacer política por parte de éstos. En segundo lugar,por parte de los científicos sociales (politólogos,sociólogos, historiadores, etcétera) a analizar eintentar explicaciones tentativas en tomo a dichosfenómenos, partiendo de la idea según la cual lasituación actual de crisis y transformación de la polí-tica, debe llevamos a repensar la política, a repensary revalorizar sus actores e instituciones, buscandocon ello una mayor calidad y nivel de la políticacomo instancia común de deliberación y conflicto.Finalmente, partir de que una de las maneras másefectivas de brindar o vacunar (si cabe el término) anuestros regímenes y democracias contra el avancede liderazgos neopopulistas y fórmulas diversas (se-miautoritarismos-plebiscitarismos-mesianismos ydemás) estará siempre en la necesidad de fortalecera las instituciones, generar representación y legiti-midad, y elevar la calidad de la política y de los ciu-dadanos respectivamente. De lo contrario siempreestarán abiertas las condiciones para la emergenciade populismos de diverso cuño sumamente nocivos enta región para la institucionalidad democrática. @)

REFERENCIASAdler, F., T. Fleming et. al. (1996), Populismo posmodemo,

Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes.Blanco Valdés, Roberto (1996), "Ley de bronce, parti-

dos de hojalata (crisis de los partidos y legitimi-dad democrática en la frontera del fin de siglo",en Antonio Porras Nadales (ed.), El debate sobre lacrisis de representación política, Madrid, Tecnos.

Breuer, Stefan (1996), Burocracia y carisma. La socio-logía política de Max Weber, Valencia, Alfons elMagnanim.

Camps, Victoria (1996), E¡ malestar de la vida pública,Barcelona, Grijalbo.

Cheresky, Isidoro e Inés Pousadela (2001), Política einstituciones en las nuevas democracias latinoameri-canas, Buenos Aires, Paidós.

Coffignal, Georges (1994), "¿Para qué sirve votaren América Latina?", en Georges Couffignal(comp.). Democracias posibles. El desafío latino-americano, Buenos Aires, FCE.

EXihamel, Olivier y Manuel José Cepeda UUoa (1997),Las democracias. Entre el derecho constitucional y lapolítica, Bogotá, Mundo.

Germani, Gino et. al., (1973), Populismo y contradic-ciones de clase en Latinoamérica, México, Era.

Guerra García, Francisco (1997), "Representaciónpolítica y crisis de los partidos en el Perú de los90", en Agustín Martínez (comp.). Cultura política.Partidos y transformaciones en América Latina, Ca-racas, CCIPOST-UCV-CLACSO.

Hagopian, Frances (1998), "Democracy and Politi-cal Representation in Latin America in the 1990s,Pause, Reorganization, or Decline?", en FelipeAgüero y Jeffrey Stark (eds.), Fatdt Lines of Demo-cracy in Post-Transition Latin America, Miami, North-South Center Press at the University of Miami.

Ianni, Octavio (1980), La formación del Estado populistaen América Latina, México, Era.

Jáuregui, Gunitz (1995), La democracia en la encruci-jada, Barcelona, Anagrama.

Larrea, Gustavo (1996), "Las mediaciones Estado-sociedad y los intereses corporativos", en CarlosContreras (comp.). Reforma política, gobernabaidady desarrollo social. Retos del siglo XXI, Caracas,Nueva Sociedad.

Lazarte, Jorge (1992), "Partidos políticos e informa-üzación de la política", en René Antonio Mayorga(coord.). Democracia y gobernabilidad democráticaen América Latina, Caracas, Nueva Sociedad-

CEBEM-ILDIS.

Lechner, Norbert (1996), "¿Por qué la política ya noes lo que fue?", Madrid, Leviatán, FundaciónPablo Iglesias.

Lov fi, Theodore J. (1993), El Presidente personal. Facul-tad otorgada, promesa no cumplida, México, FCE.

Mackirmon, María Moira y Mario A. Pétrone (1998),Populismo y neopopulismo en América Latina. Elproblema de la cenicienta, Buenos Aires, Eudeba.

Madueño, Luis (1997), "Crisis y descomposición dela política en América Latina", Revista Venezolanade Ciencia Política, núm. 12, Mérida, Postgrado deCiencia Política, Universidad de los Andes.

Maestre, Agapito (1994), El poder en vilo. A favor de lapolítica, Madrid, Tecnos.

Manin, Bemard, "Metamorfosis de la representaciónpolítica", en Mario R. dos Santos (coord.), ¿Quéqueda de la representación política?, Caracas, NuevaSociedad-CLACSO, 1992.

Manin, Bemard, Adam Przeworski y Susan Stokes(1999), Democracy, Accountability, and Rqjresenta-tion, Cambridge, Cambridge University Press.

Manin, Bernard (1997), Los principios del gobiernorepresentativo, Madrid, Alianza.

NiJVIliMBH-DiaEMBRE/2005 7 5

Page 9: Aventuras y Desventuras Del Populismo

\ Dossier

Marconi Nicolau, jairo (1996), Multipartidismo e demo-cracia, Río de Janeiro, Fundación Getulio Vargas.

Mayorga, René Antonio (1997), "La democraciarepresentativa en América Latina entre las de-mandas de participación y las tendencias anti-políticas", en Agustín Martínez (coord.). CulturaPolítica. Partidos y transformaciones en AméricaLatina, Caracas, FACES-UCV-CLACSO,

Mayorga, René Antonio (1995a), "Outsiders y ka-taristas en el sistema de partidos, la política depactos y la gobemabilidad en Bolivia", en CarinaPerreli, Sonia Picado y Daniel Zovatto (comps.).Partidos y clase política en América Latina en los 90,San José, [IDH-CAPEL.

Mayorga, René Antonio (1995b), Antipolítica y neo-populismo. La Paz, CEBEM.

Mény, Yves e Yves Surel (2000), Par le peuple, pour lepeu-pie. Le populismo et les démocraties, París, Fayard.

Novaro, Marcos (1996) "Los populismos latinoameri-canos transfigurados", Nueva Sociedad, núm. 144,Caracas

Novaro, Marcos (1998) "Populismo y gobierno.Las transformaciones en el peronismo y la con-solidación democrática en Argentina", en FelipeBurbano de Lara (ed.), El Fantasma del populismo.Aproximación a un tema (siempre) actual, Caracas,iLDis-FLACSO-Nueva Sociedad.

Novaro, Marcos (2000), Representación y Liderazgo enLas Democracias Contemporáneas, Buenos Aires,HomoSapiens Ediciones.

Nun, José (1998), "Populismo, representación y mene-mismo", en Felipe Burbano de Lara (ed,). El fantas-ma del Populismo. Aproximación a un tema (siempre)actual, Caracas, n.,Di5-FLACSO-Nueva Sociedad.

Offe, Claus (1988), Partidos políticos y nuevos movimien-tos sociales, Madrid, Sistema.

Perreli, Carina (1995), "La personalización de lapolítica. Nuevos caudillos, outsiders, políticamediática y política informal", en Carina Per-elló, Sonia Picado y Daniel Zovatto, Partidos yclase política en América Latina en los 90, San José,IIDH-CAPEL.

Philip, George (1998), "The New Populism, Presiden-tialism and Market Orientated Reform in Spa-nish South America", Government and Opposition,vol. 33, num. 1, invierno, Londres, London Schoolof Economics and Political Science.

Quijano, Aníbal (1998), "Populismo y fujimorismo",en Felipe Burbano de Lara (ed.), El fantasma delpopulismo. Aproximación a un tema (siempre) actual,Caracas, iLDlS-FLACSONueva Sociedad.

Ramos Jiménez, Alfredo (1997), Las formas modernasde la política. Estudio sobre la democratización de

América Latina, Mérida, Centro de Investiga-ciones de Política Comparada, Universidad deLos Andes.

Ramos Jiménez, Alfredo (1999), "Venezuela. El ocasode una democracia bipartidista ", Nueva Sociedad,núm. 161, Caracas, mayo-junio.

Ramos Jiménez, Alfredo (2001a), Los partidos políticoslatinoamericanos. Un estudio comparativo, Mérida,Centro de Investigaciones de Política Compara-da, Universidad de Los Andes.

Ramos Jiménez, Alfredo (2001b), "Viejo y nuevo:Partidos y sistema de partidos en las democraciasandinas", Nueva Sociedad, núm. 173, Caracas,mayo-junio.

Ramos Jiménez, Alfredo (2002), "Los límites delliderazgo plebiscitario. El fenómeno Chavez enperspectiva comparada", en Alfredo Ramos Jimé-nez (ed.). La transición venezolana. Aproximaciónal fenómeno Chavez, Mérida, Centro de Investiga-ciones de Política Comparada, Universidad deLos Andes.

Rivas Leone, José Antonio (1997), "La crisis de lospartidos y el avance la antipolítica". RevistaVenezolana de Ciencia Política, núm. 12, Mérida,Postgrado de Ciencia Política, Universidad deLos Andes.

Rivas Leone, José Antonio (1999a), "Política y anti-política. Un debate entre las viejas formas y nuevasformas de hacer política". Cuestiones Políticas,nüm. 22, Maracaíbo, Instituto de Estudios Políticosy Derecho Público, Facultad de Ciencias Jurídicasy Políticas, Universidad de Zulia.

Rivas Leone, José Antonio (1999b), "Gobemabilidad-democracia y partidos políticos: Ideas de undebate". Ciencias de Gobierno, núm. 5, Maracaibo,Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económi-cos y Sociales (rzEPES).

Rivas Leone, José Antonio (2000a), "Repensar lademocracia: Una lectura de Norbert Lechner",Nueva Sociedad, núm. 170, Caracas, Nueva So-ciedad, noviembre-diciembre.

Rivas Leone, José Antonio (2000b), "La vulnerabili-dad de la democracia y el rediseño institucionalen Venezuela, Foro Internacional, núm. 162, Mé-xico, El Colegio de México.

Rivas Leone, José Antonio (2000c), "Los cambios enlas estrategias de acción política y la desarticu-lación de los actores políticos". Revista Venezolanade Ciencia Política, núm. 17, Mérida, Postgrado deCiencia Política, Universidad de Los Andes.

Rivas Leone, José Antonio (2002a), "El desmantela-miento institucional de los partidos en Venezuela1990-2000", Revista de Estudios Políticos, núm. 118,

76 M, 44

Page 10: Aventuras y Desventuras Del Populismo

Dossier |H

Madrici, Centro de Estudios Políticos y Constitu-cionales, octubre-diciembre.

Rivas Leone, José Antonio (2002b), "Transformacio-nes y crisis de los partidos políticos. La nuevaconfiguración del sistema de partidos en Venezu-ela", Working Papers, num. 202, Barcelona, Institutde Ciencias Politiques i Socials, UniversidadAutónoma de Barcelona.

Rivas Leone, José Antonio (2003), El desconcierto de lapolítica. La revalorización de la política democrática,Mérida, Ediciones del Vlcerrectorado Académico,Universidad de Los Andes.

Rospligliosi, Fernando (1995), "La amenaza de la fu-jimorización", Gobernabilidad y democracia encondiciones adversas, Perú y los países andinos",en Carina Perelló, Sorüa Picado y Daniel Zovatto(comps.). Partidos y clase política en América Latinaen ¡os 90, San José, IIDH-CAPEL:

Saint-Geours, Yves (1994), "Voto, violencia y movili-zación popular en Perú (1989-1991)", en GeorgesCouffignal (comp.). Democracias posibles. El desafíolatinoamericano, Buenos Aires, FCE.

Sartori, Giovanni (1992), "\^deopoder", en Giovanni Sar-tori, Elementos de la teoría política, Madrid, Alianza.

Sartori, Giovanni (1994), Ingeniería constitucional com-parada. Una investigación de estructuras, incentivosy resultados, México, FCE.

Taguieff, Pierre-André (1996), "Las ciencias políticasfrente al populismo: de un espejismo conceptuala un problema real", en R Adler et. al.. Populismoposmoderno, Buenos Aires, Universidad Nacionalde Quilmes.

Touraine, Alain (1994), Crítica de ¡a modernidad, San-tiago de Chile, FCE.

Touraine, Alain (1995), ¿Qué es la democracia?, San-tiago de Chile, FCE.

Tuesta Soldevilla, Femando (1995), Sistemas de parti-dos políticos en el Perú: 1978-1995, Lima, FundaciónFriedrich Ebert.

Ullibari, Eduardo (1993), "Golpes y deslices de outsid-ers". Visión, vol. 81, num. 1, Bogotá.

Vilas, Carlos (1994), "Entre la democracia y eldebilitamiento de los caudillos electorales dela posmodernidad", en Silvia Dutrénit y Leon-ardo Valdés (coords.). Elfin de siglo y los partidospolíticos en América Latina, México, UAM-InstitutoMora.

Weber, Max (1992), Economía y sociedad. Ensayo desociología comprensiva, Buenos Aires, FCE.

Weyland, Kart (1997), "Neopopulismo y neoliberalis-mo en América Latina: Afinidades inesperadas",Pretextos, Madrid.

Zolo, Danilo (1994), Democracia y complejidad, unenfoque realista, Buenos Aires, Nueva Visión. M

t i p o p u l I S m U de los modernos (...) responde seguramente a una frustración i uyos motoresdesconocen también la complejidad de la conducta de ias políticas públicas a largo plazo, Pero, hoyen día, no impugna frontalmente la legitimidad de la democracia representativa y, sobre todo, ya nose fundamenta en una dicotomía que opone los pobres a los ricos o los grandes a los pequeños. Laexpectativa que refleja, y que ya no es aquella de los pobres deseosos de verse reconocidos comouna ciudadanía efectiva, a decir verdad no es inédita a primera vista. La frustración de la pequeñaburguesía y de los antiguos combatientes asustados por el auge del comunismo, y después golpeadospor la crisis de 1929, había contribuido al desarrollo de las corrientes populistas antiparlamentariasen la Europa de ios años veinte y treinta. Inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial,las manifestaciones de dicho populismo semiburgués se observaron también en el "popularismo"—popolarismo— del padre Luigi Sturzo, que fue el origen de la democracia cristiana italiana. Deotra manera, se encontraron también en el nacionalismo autoritario de la dictadura que el mariscalPüsudski instaló de 1926 a 1935 en Polonia, con una perspectiva cada vez más inspirada en el modelomussoliniano (cuando su fundador se había beneficiado al principio del apoyo de los comunistas,adeptos por su parte a un proyecto de "gobierno de obreros y campesinos"),Y caracterizaron dela misma forma el modo de difusión inicial del fascismo italiano y del nacionaisocialismo alemán;estos se percibieron durante mucho tiempo como movimientos intermedios entre la democraciaplebiscitaria y ei Estado autoritario, antes de que su evolución totalitaria los alejara del populismopequeño burgués, particularmente en el caso hitleriano.

' Tomado de "Del Populismo de los antiguo» al populismo de los moderno»", en G. Hermet. S. Loaew y J. F. Prud'homme (eompi.). Del poí)uSimo A tos antiguos ofpopulismo de los modernos. Ménlco, Cohnex, 2001, pp, 27-28.

77

Page 11: Aventuras y Desventuras Del Populismo