Avakian 2006 - El Comunismo y La Democracia Jeffersoniana [CARTA]

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    BOB AVAKIAN

    EL COMUNISMO Y LA DEMOCRACIA JEFFERSONIANA

    Algunos pasajes de esta charla se publicaron en espaol en el peridico RevolucinN 248, 249, 250 y 253(octubre-diciembre de 2011). La traduccin (con excepcin los pasajes publicados por Revolucin) es de Cua-

    dernos Rojos, Bucaramanga 2012

    Contenido

    Nota de los editores 2

    La democracia estadounidense: Ellos matan a la gente por decir lo que usted est diciendo 2

    La democracia jeffersoniana: ideales, ilusiones y realidad 3

    El ideal de Jefferson de una sociedad buena y justa y la realidad de la esclavitud 4

    Esclavitud, supremaca blanca y democracia en Estados Unidos 5Democracia burguesa, elitismo burgus 7

    Mercancas, polarizacin, desigualdad y explotacin 7

    La Gran Narrativa sobre este pas y la brutal realidad que sta oculta 9

    Ms sobre la verdadera base de la riqueza y el poder de EEUU 11

    La libertad de conciencia como propiedad privada, el mercado libre de ideas y unabsqueda de la verdad radicalmente diferente y sin restricciones 13

    Las lites que compiten entre s e ir ms all de las lites 16

    Qu ocurre y qu no mediante las elecciones... lo que es y lo que no es la actividad poltica con

    sentido 17

    Es realmente cierto que el pueblo solamente puede ser pen de las lites? 20Sociedad capitalista, democracia burguesa y dictadura 24

    La dictadura no se refiere a un poder indiscutible 27

    El comunismo y el capitalismo: dos visiones fundamentalmente opuestas de la libertad 29

    El comunismo: una visin positiva y no simplemente negativa de libertad 31

    Necesidad y libertad 32

    El papel del liderato en ir ms all de las divisiones sociales que hacen necesario el liderato

    institucionalizado 33

    Una comprensin cientfica de la sociedad, y de los cambios revolucionarios en ella una respuesta

    bsica a las calumnias contra el comunismo 36

    La transicin al futuro la realidad, la sombra, y el estmulo 38No solo la meta final, sino el camino hacia esa meta, tienen que ser verdadera y profundamente

    liberadores 43

    Superar el desequilibrio en el mundo 44

    Un espritu victorioso con una base cientfica 45

    La bancarrota de los ideales democrtico-burgueses, y el potencial liberador de la revolucincomunista 46

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    Nota de los editores

    El siguiente texto se basa en una charla de Bob Avakian de las 7 charlas que dio en 2006. Al hacer la edicinpara publicarla como texto impreso se reescribieron algunos pasajes y se agreg algn material adicional,pero se ha hecho el esfuerzo de preservar lo ms posible el estilo y el tono de la presentacin original (inclu-yendo la respuesta de la audiencia en algunos puntos), as como su contenido y esencia (y, con respecto alcontenido, se han mantenido las referencias a personas y acontecimientos particulares, que pueden haber

    sido ms directamente pertinentes en el momento en que se dio la charla, donde hacen parte integral delsentido y la naturalidad de la presentacin, si bien en ciertos casos el autor ha agregado notas a pie de pgi-na para ampliar el punto con referencias especficas, o para relacionarlo con lo que est pasando ahora).

    La democracia estadounidense: Ellos matan a la gente por decir lo que usted estdiciendo

    Para empezar y abordar inmediatamente la realidad bsica de cmo es gobernado este pas y qu viene aser realmente su democracia quiero volver a contar una historia que ya he contado varias veces, porque deuna forma sencilla y clara concentra muchas cosas importantes. En 1979 hice una gira de charlas en varias de

    las principales ciudades de EEUU, y en relacin con eso hice una serie de apariciones en los medios de comu-nicacin. En una de esas ocasiones hice una grabacin para un programa de televisin en Cleveland, en el quefui entrevistado por varios periodistas negros. Inmediatamente despus de la grabacin de ese programa, enel que haba expresado claramente mi punto de vista revolucionario, la mujer que moder el programa medijo calmadamente: Oh, usted es muy valiente. Bueno, esto me tom por sorpresa, y le pregunt Porqudice eso? Y ella respondi, en el mismo tono calmado: Usted sabe, ellos matan a la gente por decir lo queusted est diciendo.

    Como lo he dicho muchas veces al contar esta historia, lo verdaderamente importante de este dilogo, yen particular el comentario de ella, es que ni siquiera dijo: Usted sabe, ellos matan a la gente por tratar dehacer lo que usted est diciendo. Dijo simplemente: ellos matan a la gente por decir lo que usted est dicien-do. En esto, ella fue directo al grano, y de hecho capt correctamente la esencia de la democracia estadouni-dense.

    Y este no fue simplemente un comentario raro de esta periodista negra en particular. No es poco comnescuchar comentarios de este tipo, provenientes de gente negra y de otras personas que han tenido experien-cia con la brutalidad y los asesinatos que comnmente comete la polica, especialmente en las barriadas entodo Estados Unidos o de gente que, en todo caso, tiene algn tipo de conocimiento de la verdadera histo-ria de este pas y en particular la forma en que ha lidiado con los que son considerados, por los que tienen elpoder, como una importante amenaza de un tipo u otro a su dominacin. Entre estas personas hay quienestienen si no un profundo conocimiento cientfico, al menos una percepcin bsica de cul es la verdaderanaturaleza de cmo funcionan las cosas en este pas: de la verdadera relacin entre la gente que realmentedirige esta sociedad (sin importar lo que la gente piense de eso) y la gente sobre la que ellos ejercen su poderal dirigir la sociedad (sin importar si la gente entiende eso).

    Por esto considero importante contar una y otra vez esta historia no slo porque el comentario de laperiodista me impact profundamente en ese momento y me pareci muy incisivo, sino porque capta de unaforma muy concentrada algunas cosas esenciales que muchsimos, incluyendo gente educada formalmente,ignoran o prefieren ignorar.

    Otra ancdota de la vida cotidiana tambin muestra este mismo punto bsico de una forma aguda e in-esperada. Hace poco, en El Magazine en lnea de ESPN se public una historia de Scoop Jackson, un escritornegro cuyos escritos tambin han aparecido en publicaciones como la revista Slam. Este artculo de El Maga-zine de ESPN era sobre Etan Thomas, un jugador profesional de bsquetbol de los Washington Wizards (queya no pueden ser llamados las Balas de Washington no puede haber ms balas en Washington que las quedispara el gobierno). [Risas]. Etan Thomas es lo que llaman un jugador de relevo de los Wizards comienza en el banco, anota unos cuantos puntos por juego tiene talento pero no es un jugador sobresa-

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    liente. Y es una rareza, desafortunadamente, hoy en da en el deporte profesional en EEUU: un tipo progresis-ta que expresa sus puntos de vista. Ha hablado en algunos de los mtines contra la guerra; ha escrito poesacondenando al gobierno de Bush y a los polticos en general, poemas en los que habla de la clara contradic-cin entre la forma como ellos hablan de las cosas en la sociedad y la realidad de cmo son stas. Ha dichoque quisiera arrastrar a estos polticos a las barriadas y obligarlos a ver cmo son las cosas all realmente, loque la gente tiene que padecer. As que este artculo de Scoop Jackson es principalmente sobre la poltica deEtan Thomas, pero en una parte del artculo Jackson comenta que si Thomas tuviera un promedio de 30 pun-

    tos por juego, podra estar muerto.Para ser claros, Jackson no quiere decir que es peligroso marcar 30 puntos por juego, en el sentido de que

    el gran esfuerzo podra matarlo. No, la idea clara es que si Etan Thomas fuera un jugador sobresaliente, alnivel de un Michael Jordan, que captara la atencin de los medios y la imaginacin de las masas populares y si, desde esa posicin, estuviera diciendo las cosas que est diciendo probablemente sera asesinado porlos que detentan el poder. Thomas no est haciendo un llamado a la revolucin, pero est denunciando algu-nas atrocidades del sistema y si l fuera un jugador realmente sobresaliente, ellos muy bien podran matar-lo, porque es demasiado peligroso tener a alguien con ese nivel de notoriedad, diciendo incluso las cosas queThomas est diciendo.

    Estos trozos de vida captan algo muy esencial, y nos proporcionan una especie de teln de fondo parauna ms completa discusin sobre las tan cacareadas libertad y democracia estadounidenses, del sistema

    que rige y moldea esta sociedad, y la necesidad de una sociedad y un mundo radicalmente diferentes.

    La democracia jeffersoniana: ideales, ilusiones y realidad

    Como lo sugiere el ttulo, buena parte de esta discusin se desarrollar en relacin con las ideas de ThomasJefferson y el ideal de la democracia jeffersoniana, y el contraste entre eso y el punto de vista y programa delcomunismo que en realidad representa una visin mucho ms liberadora de la libertad humana.

    Jefferson y su filosofa poltica se mantienen en un sentido real como un emblema de lo que es la demo-cracia burguesa en realidad dictadura burguesa en la historia de los Estados Unidos de Amrica. Y, comolo sealan Isaac Kramnick y R. Laurence Moore, si bien el recuerdo histrico de EEUU sobre Jefferson se habasado en distintos aspectos de su variada carrera, para mucha gente Jefferson sigue siendo el vocero deuna democracia popular y radical que nunca se ha logrado en EEUU.1En otras palabras, mucha gente en

    especial gente progresista que reconoce que histricamente ha habido, y an hoy hay, lo que ellos conside-ran como serios defectos en la forma en que se practica la democracia en EEUU, sin embargo se aferran a laidea de que si de algn modo se pudiera hacer que este sistema cumpliera sus ideales, entonces en realidadsera el mejor de todos los sistemas posibles, no slo como concepto, sino en la realidad. Y mucha de estagente se aferra a Jefferson como la personificacin de lo que Kramnick y Moore describieran como una de-mocracia radical y popular que nunca se ha logrado en EEUU, pero que anhelan ver cumplida.

    Para ponerlo en otros trminos ms contundentes y cientficos Jefferson se mantiene como la per-sonificacin y concentracin de muchas de las ilusiones de la gente especialmente de la clase media, y msespecficamente de muchos de los intelectuales, que no han roto con una visin del mundo democrtico bur-guesa, y por el contrario se apegan tercamente a ella. Y esto no se da slo en la sociedad en general, sino tam-bin, crease o no, en la historia del movimiento comunista en este pas. Tenemos el fenmeno a la vez sor-prendente y deplorable, si se tiene una perspectiva autnticamente comunista del viejo Partido Comunista,EEUU, que defiende a Jefferson como modelo. Incluso en el apogeo del radicalismo de los aos 60, si se ibapor el pas buscando al PC, en dnde se podra encontrar? En sus Libreras Jefferson! Este es un ejemploclaro de cmo gente que dice oponerse al capitalismo y al imperialismo de EEUU incluso algunos que sedicen comunistas se arropan con el manto de la democracia burguesa, en especial la personificada porThomas Jefferson. Recordando, era un poco chistoso entrar en la discusin con la gente del PC acerca de porqu ellos tienen las Libreras Jefferson. A pesar del hecho obvio de que Jefferson era un esclavista, estaba el

    1Isaac Kramnick y R. Laurence Moore, The Goodless Constitution: A Moral Defense of the Secular State [La Constitucin sin dios: Una defensamoral del estado laico], W.W. Norton & Company, Nueva York / Londres, 2005, pp. 106-07.

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    hecho ms general de que Jefferson es un representante del sistema que el PC dice querer acabar. Y ese esprecisamente el punto: No se puede acabar este sistema si se parte de la base de defender y exaltar a uno delos principales representantes de ese mismo sistema, alguien que es un emblema de lo que es ese sistema. Y,en realidad, no se puede acabar con los horribles crmenes que, como muchos reconocen, son cometidos porel gobierno de Estados Unidos, a menos que se acabe con todo el sistema, del que estos horribles crmenesson una expresin concentrada y del que este gobierno y en particular su poder ejecutivo y sus fuerzas ar-madas es instrumento y salvaguarda. No se puede cambiar todo esto mientras al mismo tiempo se aferra a

    las ideas y los ideales que caracterizan este sistema y dominan esta sociedad ideas e ideales de los queThomas Jefferson es de hecho un digno representante.

    El ideal de Jefferson de una sociedad buena y justa y la realidad de la esclavitudAdentrmonos ms en esto, examinando la idea de Jefferson de un modelo agrario como la concentra-

    cin de la sociedad buena, justa y virtuosa.2Esta visin de Jefferson tiene varias ironas muy crueles, que valela pena examinar.

    La primera irona es que Jefferson exalta a los pequeos granjeros, es decir, a los propietarios indepen-dientes de pequeas fincas, como el emblema y la existencia de muchos de estos granjeros como la basede la mejor forma de gobierno y de una sociedad virtuosa. Citando nuevamente a Kramnick y Moore: ParaJefferson las posibilidades morales de la democracia dependan de mantener a EEUU como una nacin agr-

    cola. Es decir, l no crea que la democracia y la moral necesaria para mantenerla pudieran florecer bajo unascondiciones sociales que destruyeran la independencia econmica de los individuos. (The Godless Constitu-tion, p. 152). Sin embargo, Jefferson actu de manera consistente en favor de los intereses de la aristocrticaclase latifundista y esclavista del sur de Estados Unidos, en contraposicin a los intereses de los pequeosgranjeros y, por supuesto, esto tambin se contrapona a los intereses de ese grupo de individuos que conms notoriedad no tenan independencia econmica, o para decirlo de otra forma: los esclavos, que realmen-te no contaban como individuos a los ojos de los esclavistas.

    En realidad la sociedad agraria de Jefferson se convirti en una sociedad basada en el esclavis-

    mo y dirigida por los esclavistas.Un ejemplo notorio a este respecto y al que mucha gente se refiere es la Compra de Lousiana (la compra

    por parte del gobierno de EEUU a los franceses del territorio de Lousiana en 1803). Habiendo sufrido impor-tantes reveses militares especialmente dramticos en el intento de aplastar la rebelin armada de los escla-

    vos en Hait que se haba iniciado bajo el liderato de Toussaint LOuverture Napolen Bonaparte, empera-dor de Francia, reconoci que no podra conservar fcilmente este territorio en las Amricas, y por tanto Jef-ferson, entonces presidente de Estados Unidos, intervino rpidamente para apropirselo. Aqu l actu pri-mero que todo en favor de los intereses de los esclavistas y con el fin de expandir el sistema esclavista a losnuevos territorios que haban adquirido con esta accin y no para desarrollar una sociedad agraria basada enuna multitud de pequeos granjeros. ste es slo un ejemplo de los muchos que se pueden citar y que mues-tran claramente que Jefferson actu en forma consistente en favor de los intereses de la clase esclavista entrando en conflicto no slo con los intereses de los esclavos sino tambin de los aparceros del Sur, y con laclase capitalista que emerga principalmente en el Norte.

    2En relacin con esto, hay varias obras de particular relevancia: Garry Wills, NEGRO PRESIDENT: Jefferson and the Slave Power [ELPRESIDENTE NE-

    GRO: Jefferson y el poder de los esclavos], Houghton Mifflin Company, 2003; Roger G. Kennedy, Jeffersons Lost Cause: Land, Farmers, Slavery,and the Louisina Purchase [La causa perdida de Jefferson: Tierra, aparceros, esclavitud y la Compra de Louisiana], Universidad de Oxford, 2003;y David Brion Davis, Inhuman Bondage: The Rise and Fall of Slavery in the New World [Cautiverio inhumano: Auge y cada de la esclavitud en elNuevo Mundo], Universidad de Oxford, 2006 (en especial el capitulo 14, La poltica de la esclavitud en Estados Unidos). Aqu debo decir queDavis, al igual que muchsimos otros hoy, repite a lo largo de este libro un anticomunismo muy familiar y aparentemente de rigor un antico-munismo que no se basa en hechos reales, sino que por el contrario francamente es ms vaco, se traga y regurgita muchas de las burdas distor-siones y calumnias acerca de todo el proyecto comunista y de la experiencia de los pases socialistas, incluso hablando de esto como si fuerapeor, de muchas formas, que la esclavitud clsica. Desafortunadamente, estas distorsiones vienen en medio de, y arruinan, algunas ideas yanlisis valiosos de Davis ideas y anlisis de los que sin embargo es importante aprender. Entre otras cosas esto ilustra la importancia delproyecto Pongamos las cosas en claro (y su pgina web: thisiscommunism.org) y la necesidad de luchar con gente como Davis, as como deforma ms general, sobre cul es la realidad de la experiencia histrica del movimiento comunista y de la sociedad socialista y metodolgica-mente, la necesidad de aplicar de manera consistente un enfoque de pensamiento crtico, incluyendo cuando se llega a ataques y calumniascontra el comunismo, en vez de aceptar todo esto de manera acrtica.

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    Todo el estilo de vida del Sur dependa del esclavismo esa era su base econmica fundamental. Inclusolos pequeos granjeros, que no posean esclavos, aspiraban a llegar a tener algunos. Y, con respecto al mismoJefferson, no slo su estatus econmico sino tambin su capital poltico, incluida su eleccin a la presidencia,dependieron de la esclavitud, y en particular de la clausula de los tres quintos en la Constitucin de los Es-tados Unidos el llamado compromiso de los tres quintos, que deca que, con fines de pago de impuestos ytambin electorales y de representacin en el gobierno, cada esclavo se contara como tres quintos de serhumano. Como sealaron entonces muchos del Norte, desde diversas posiciones y por diversos motivos, este

    compromiso les permita acumular mayor representacin en el gobierno nacional a los estados del Sur,donde se consideraba a los esclavos comopropiedad, debido a la multiplicacin de esta propiedad. En otraspalabras, los propietarios del Norte no tenan una frmula para contar cada fbrica o granja al determinar elnmero de representantes que tendran los estados del Norte en el gobierno nacional (en particular en laCmara de Representantes), pero los estados esclavistas, en todo momento contaran tres quintos de todoslos esclavos para definir su representacin. Esto inclin las cosas hacia los estados del Sur, en trminos de laestructura poltica nacional, desde el puro comienzo de pas. De hecho, esto fue algo en lo que insistieron losestados del Sur como condicin para unirse con los estados del Norte y formar los Estados Unidos de Amri-ca, como un pas con un nico gobierno nacional. En el Norte, incluso los que por convicciones morales ointereses econmicos se haban opuesto a la esclavitud, terminaron capitulando ante esta exigencia, ya quepara ellos era ms importante formar este nuevo pas entendan que era ms esencial para sus intereses

    que abolir la esclavitud. As, si bien esta clausula de los tres quintos en la Constitucin era un compromiso,este compromiso le dio un cierto poder desproporcionado al Sur, a la clase de los esclavistas; y esto les permi-ti, hasta la Guerra Civil casi 100 aos despus, bloquear y contrarrestar los pasos que se haban dado en di-reccin de abolir la esclavitud.

    Algunas veces se dice que Jefferson realmente se opuso al esclavismo y quera terminar con este. Y sepueden encontrar frases de Jefferson en donde dice que el esclavismo de hecho era una plaga y que con eltiempo traera consecuencias negativas. Tambin ha habido malinterpretaciones de lo que Jefferson escribisobre el esclavismo. Para traer un ejemplo importante, hay partes que escribi en los borradores de la Decla-racin de Independencia algunas de los cuales no quedaron, pero otras s, en la versin final de la Declara-cin en donde se condena fuertemente al rey de Inglaterra y al gobierno britnico por supuestamentehaber impuesto el comercio de esclavos en los Estados Unidos. De hecho, s hubo casos en los que Jefferson yla clase esclavista en Virginia se opusieron en general a algunos aspectosdel comercio internacional de escla-

    vos, an cuando ellos mismos estaban involucrados en la venta de esclavos a otros estados y a los esclavistasen otros territorios. Ac, la motivacin principal de estos esclavistas de Virginia era que no queran que elprecio de los esclavos se viniera abajo, ya que ellos mismos se haban convertido en los mayores vendedores deesclavos dentro de EEUU. sta es en lo fundamental la razn para que se opusieran aunque ya lo habanhecho una vez a continuar con el comercio internacional de esclavos. Esto lo vean sobre todo en trminosde propiedad, y oferta y demanda, con respecto a la venta de este tipo especial de propiedad seres huma-nos. As, aqu tambin, Jefferson actu en favor de los inters de la clase esclavista y su sociedad agraria seconvirti en un sistema de plantacin esclavista no en una sociedad de pequeos granjeros independientes.

    Esto por supuesto se relaciona con, y en sentido general es parte de, la contradiccin ms grande entrelas nobles y sonoras frases de Jefferson en la Declaracin de Independencia acerca de la igualdad de todos loshombres (ntese: todos los hombres) y sus derechos inalienables y, por otra parte, el claro hecho de queJefferson no slo posea esclavos sino que actuaba de manera consistente en favor de los intereses de la clasede los esclavistas y la institucin de la esclavitud, aun cuando expresara ciertos escrpulos morales sobre elesclavismo y divagara sobre las consecuencias de esto a largo plazo para la nueva repblica estadounidense.

    Esclavitud, supremaca blanca, y democracia en Estados Unidos

    El historiador Edmund S. Morgan en su libroAmerican Slavery, American Freedom [La esclavitud en EEUU, lalibertad en EEUU] citado por David Brion Davis en su libro Inhuman Bondage, dice que para Jefferson y otrosesclavistas de Virginia como George Washington (padre de nuestro pas) y James Madison (quien fue elautor principal de la Constitucin estadounidense y que tambin lleg a ser presidente de Estados Unidos),

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    haba cierto tipo de unidad unidad de contrarios, como diramos los comunistas entre cmo vean a losblancos, y por otra parte a los africanos negros, a los mulatos y a los indios. Ac, voy a citar a Morgan y haceralgunos comentarios, para destacar los puntos ms esenciales.

    Morgan seala: En Virginia, el racismo concentr as el temor y el desprecio que los hombres de Ingla-terra, fuera Whig o Tory, monrquicos o republicanos, sentan por las desarticuladas clases bajas de su pro-pia raza. Lo que Morgan nos muestra es que en Europa, ya sea de parte de los liberales o de los conserva-dores (los Whig y los Tory), haba un abierto desprecio, especialmente entre las clases dominantes altas y

    sus representantes polticos, hacia la chusma ignorante de las clases bajas, mientras que en Estados Unidosesto no encontr exactamente la misma expresin debido a que mucho de este desprecio era, por as decirlo,desviado y dirigido a las masas del pueblo negro que en su inmensa mayora estaban esclavizadas, espe-cialmente en el Sur y hacia los mulatos y los indios.

    Morgan prosigue y esto es muy importante en trminos del desarrollo de la democracia burguesa enEEUU: El racismo hizo posible entre los blancos de Virginia desarrollar una devocin por la igualdad igualdadpara los blancos, hay que recalcar que los republicanos ingleses declararon era el alma de la liber-tad. Y Morgan seala que una de las cosas que hizo esto posible fue que en Virginia haba muy pocos pobrescomo para que eso importara. En otras palabras, debido al racismo y a que vean a los africanos, mulatos eindios como seres inferiores que realmente no merecan la libertad, los blancos de Virginia, sin ver en ellouna aguda contradiccin, podan pronunciar, como lo hizo Jefferson en la Declaracin de Independencia,

    nobles principios sobre la igualdad y los derechos inalienables de todas las personas. Con ese todas, estabanhablando de la gente blancay ms especficamente de los hombres blancos, excluyendo explcitamente alos otros grupos y en forma especial a la gente de origen africano que ellos haban esclavizado. Una cosa ibacon la otra: la inclusin de algunos y la exclusin de otros, la idea de igualdad entre la gente blanca (aunquesta tampoco fuera realidad) y el sometimiento y esclavizacin de la gente negra, mulata e india. Aqu est laparadoja y la irona, aqu est una profunda contradiccin, incorporada en los Estados Unidos de Amricadesde sus mismos inicios: Estos virginianos, cuyas ideas han influido significativamente en el concepto delibertad en este pas y la incorporacin de esto en los documentos de fundacin de este pas representa-ban los intereses de la clase esclavista entre los blancos, an cuando pudieran declarar que estaban hablandoen trminos universales acerca de la libertad para todas las personas. Podan proclamar una repblica, a cam-bio de una monarqua, podan exaltar los principios de un gobierno compuesto de representantes escogidospor el pueblo, y las libertades asociadas con el republicanismo y podan creer en esto, aun cuando al

    mismo tiempo practicaban y defendan la esclavitud, as como otras formas de explotacin y opresin.Como plantea Morgan: agrupando a los indios, mulatos y negros en una sola clase paria es decir, po-

    nindolos en una categora de seres que no son considerados realmente como humanos y no otorgndoles losderechos y libertades que los seres humanos tendran los virginianos haban allanado el camino paraagrupar de forma similar en una sola clase de amos a los dueos de plantaciones grandes y pequeas. Nue-vamente aqu vemos la unidad dialctica (la contradiccin) entre la exclusin de una parte de la sociedad, y laidea de unidad de las otras identificada como la gente blancaincluso con las divisiones de clase entrestas.

    Morgan plantea una conclusin muy profunda: El racismo se convirti en un ingrediente esencial, aun-que no reconocido, de la ideologa republicana que les permiti a los virginianos como Washington y Ma-dison, as como Jefferson dirigir la nacin.3

    Esto habla de una muy importante particularidad, o peculiaridad, de la sociedad burguesa y los princi-pios de la democracia burguesa como se desarrollaron desde los mismos comienzos de Estados Unidos y sehan desarrollado histricamente all. Como seala David Brion Davis, Morgan argumenta que la esclavitudracial le permiti a la clase de esclavistas propietarios de plantaciones de Virginia cooptar a los blancos mspobres y as perpetuar una sociedad sumamente explotadora y desigual bajo la bandera de la libertad republi-cana. Como seala Davis: el esclavismo y el racismo de Virginia se convirtieron paradjicamente en la basesocial e ideolgica para la atencin prestada por EEUU a la libertad y la igualdad (Inhuman Bondage, p. 135)

    3 Las citas anteriores son del libro de Edmund S. Morgan, American Slavery, American Freedom, citado por David Brion Davis en InhumanBondage, the Rise and Fall of Slavery in the New World, p. 135.

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    Es muy importante entender esto, no slo en relacin con la fundacin de este pas, sino tambin en re-lacin con sus implicaciones y sus consecuencias a lo largo de la historia de ste, hasta hoy. La ideologa re-publicana y las ideas de libertad que han caracterizado la forma en que ha sido concebido y dirigido EstadosUnidos, han incluido, de hecho, como elementos fundamentales el racismo y la opresin del pueblo negro yotra gente de color: la exclusin de estos grupos de forma abierta y explcita, o al menos en la realidad yen la prctica de la idea y aplicacin predominante de la libertad, y su subyugacin desde los comienzos yen el funcionamiento esencial del pas. Y ha habido una clara tendencia a que esto contribuya de diversas

    maneras a quitarles el filo a los conflictos de clase en general en la sociedad estadounidense y a la concienciade clase del proletariado particularmente entre los blancos, pero tambin de manera diferente entre elpueblo negro y otras nacionalidades oprimidas.

    Todo esto est relacionado con la primera irona que mencion: Jefferson hablaba de una sociedad agra-ria basada en los pequeos granjeros como la sociedad modelo pero en realidad, y contrario a eso, de formaconsistente defendi y luch por los intereses de la clase esclavista; y la sociedad agraria que en realidad lencarnaba, y de la que era su vocero, era un sistema de plantaciones esclavistas.

    Democracia burguesa, elitismo burgus

    La segunda irona es que, aunque Jefferson exaltaba a los pequeos propietarios y la idea de una sociedad

    basada en estos, crea firmemente que tales pequeos propietarios deberan ser dirigidos por miembros de unsector ms privilegiado, tanto econmica como intelectualmente del cual Jefferson mismo era un represen-tante. Y aqu hay una irona dentro de esta irona, por as decirlo: en lo que se refiere a los demcratas jeffer-sonianos esto se aplica a los demcratas burgueses en general, pero en particular a aquellos que defiendeny exaltan a Jefferson y sus ideas e ideales como modelo de una grandiosa sociedad, aun cuando no se hayalogrado plenamente, muchos de ellos son de los que estn prestos a atacar a los comunistas, y en particu-lar a Lenin y su obra Qu hacer?, por supuesto elitismo! Con frecuencia hemos escuchado decir cosas como:Los comunistas como Lenin piensan que las masas son demasiado estpidas para saber lo que es bueno paraellas! Ellos piensan que estas masas deben tener una lite de intelectuales que les ordenen y les digan lo quees bueno para ellas, ya que son muy estpidas para saber qu es lo que realmente quieren y necesitan esa esla visin de los comunistas, eso es lo que argumenta Lenin en el Qu hacer?

    Aqu no tengo tiempo de profundizar en por qu esto es una burda distorsin de lo que Lenin estaba ar-

    gumentando realmente en el Qu hacer?. Pero el hecho es que la esencia de lo que l planteaba all es todolo contrario a estas acusaciones: l insiste tanto en la capacidad como en la necesidad de que las masas en-tiendan la dinmica bsica de la realidad objetiva, y de la sociedad humana en particular, con el fin de lucharconscientemente por la transformacin de la sociedad, por hacer la revolucin con la meta final de hacerrealidad un mundo comunista. Lenin recalca que sta es la nica forma en que en realidad se puede hacer esatransformacin tan radical de la sociedad. Y, s, insisti en que las masas necesitan una vanguardia que lasdirija en esta lucha una vanguardia cuyo propsito precisamente es permitir que las masas mismas haganla revolucin, y no suplantarlas (o tratar de suplantarlas) en hacerla.

    As que sta es la irona dentro de la irona: Muchos de estos demcratas jeffersonianos (burgueses)nunca se cansan de acusar de elitismo a los comunistas, y a Lenin en particular, aunque el hroe y modelode ellos, Thomas Jefferson, era un firme convencido de que la gente del comn necesitaba una elite econmi-ca e intelectual que los guiara hacia una sociedad virtuosa. sta es la lgica que Jefferson debera haber segui-do, si realmente hubiera tratado de hacer realidad tal sociedad lo cual no hizo.

    Mercancas, polarizacin, desigualdad y explotacin

    Y la tercera irona: Si la jeffersoniana sociedad de pequeos granjeros se hubiera hecho realidad y existenmuchas razones por las que no poda, pero si se hubiera podido en poco tiempo habra dado lugar y habrasido suplantada por la polarizacin y la aparicin de lites dirigiendo a la gente comn. Si se tiene una vi-sin de una sociedad compuesta por una gran cantidad de granjeros, cada uno con una pequea porcin detierra, cultivndola de forma independiente, bueno, primero que todo hay muchas condiciones naturales, si

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    se quiere, que crearan diferencias entre estos granjeros diferentes condiciones del suelo, la topografa, yotros factores medioambientales y geolgicos que favoreceran a unos y no a otros.

    Por ejemplo, miremos a la misma Virginia. Seal esto en la charla Revolucin4Por qu hay una Vir-ginia occidental? La razn bsica es que el territorio de este estado que antes de la Guerra Civil era la por-cin occidental de Virginia tiene un terreno muy diferente que la mayora del resto de Virginia: esta reaoccidental es muy montaosa y rocosa, tiene mucho carbn, pero no es tan propicia para la pequea agricul-tura, ni para la agricultura en general (hay algunas pequeas granjas, pero no es favorable para la agricultura

    como otras partes de Virginia, ni otras partes del Sur que tienen un suelo mucho ms rico). Esa es la raznfundamental por la que, en la poca de la Guerra Civil, esta porcin occidental del estado se separ de Virgi-nia y de la Confederacin: all, las condiciones econmicas y los intereses de la gente eran bastante diferentes.

    Tambin est el muy importante aspecto de cmo estn situadas las diferentes parcelas de tierra conrespecto al agua y otros factores que les dan ventajas (o desventajas) a los dueos de la tierra. Estas diferen-cias, y sus efectos y consecuencias en trminos de la produccin agraria y factores relacionados, se haranvaler por s mismas, aunque se comenzara con todos teniendo una granja de ms o menos el mismo tamao,con muchos pequeos granjeros independientes llevando a cabo agricultura en pequea escala, familiar con todo el patriarcado y la supremaca masculina que esto conlleva. Se hubieran tenido desigualdades dentrode estas familias y granjas familiares, y se hubieran desarrollado una polarizacin y unas desigualdades entrelos diferentes agricultores, incluso si slo se toma una regin del pas como el Sur, por no decir nada del

    hecho de que se haban abierto granjas ms al occidente, haba granjas de diferente tipo en el nororiente delpas en su comienzo, y adems haba agricultura en otros pases y haba comercio mundial, lo cual habrapenetrado en todo esto y habra afectado e influenciado la polarizacin dentro de la sociedad agraria enEEUU. E imaginemos que el gobierno dijera: Muy bien, aplicaremos el modelo jeffersoniano: todos debenser pequeos granjeros o, si no todos deben ser pequeos agricultores, al menos la base de toda la econom-a y de toda la sociedad deben ser los pequeos granjeros y si alguien comienza teniendo mucho ms tierraque los dems, le quitaremos una parte de la tierra y se la daremos a otros, por lo que de nuevo habr distri-bucin igual de la tierra en pequeas granjas en todo el pas. Pues bien, con el tiempo habra habido guerras,conflictos armados por eso, porque aquellos a los que se les hubiera puesto trabas de esa manera (a los queles quitaran la tierra con el fin de equilibrar las cosas) habran resistido, y si se hubiera seguido haciendoesto ellos se hubieran rebelado y tomado las armas.

    De nuevo, aparece el mercado mundial y su influencia en todo esto. Si se mira la venta de productos su-

    reos como el algodn, el tabaco y otros como el azcar, en el momento de la fundacin de los EEUU, adnde iban estos? En gran medida, al mercado mundial, a Europa y a otros lugares. Para mantener una situa-cin ms o menos de igualdad en la tenencia de la tierra, se hubiera tenido que hacer que nadie produjerapara el mercado mundial, porque si producan para el mercado mundial, se hubiera fomentado y reforzado ladesigualdad: A algunos agricultores les hubiera ido mejor que a otros, en algn momento algunos hubieranencontrado un mercado ms favorable para el producto que estaban cultivando. Y eso habra afectado e in-tensificado la polarizacin que ya se estaba dando. Hubiera sido necesario intervenir con el gobierno y elejrcito para sacar al pas del mercado mundial.

    En resumen, esto hubiera sido nada prctico e irrealizable. Incluso si se partiera de esa base de mu-chos granjeros con una cantidad de tierra ms o menos igual no se podra mantener esto, fundamental-mente porque todo esto estara y en la verdadera historia de EEUU todo ha estado dentro del contextogeneral de la produccin e intercambio de mercancas. Sobre esto, hay dos cosas para destacar: Uno, como loilustra lo que ya he esbozado, la produccin y el intercambio de mercancas conducen de forma inevitable adesigualdades y a una polarizacin. El funcionamiento general del sistema de mercancas significa que habrdesigualdad; significa que a algunos les ir mejor en la competencia que a otros; significa que se desarrollauna polarizacin. Y lo que acompaa a esto lo segundo a recalcar aqu es que la fuerza de trabajo misma(la capacidad de trabajar en general) se convertir en una mercanca. Se puede ver que esto incluso pasa hoy:muchos agricultores ya no estn en capacidad de trabajar como tales (o cultivar ellos solos); se ven obligados

    4El ttulo completo de esta charla es Revolucin: Por qu es necesaria, Por qu es posible, Qu es; y est disponible en DVD, en ingls y espa-ol, en Three Q Productions, Chicago.

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    a emplearse donde otros a los que les ha ido mejor (donde otros agricultores, o donde gente que tiene otrosnegocios). En una sociedad agraria y en particular en una que funciona dentro de un marco general deproduccin e intercambio capitalistas de mercancas ms y ms gente ser llevada a una posicin de con-vertirse en trabajadores asalariados, teniendo que vender su capacidad de trabajo, su fuerza de trabajo, parapoder vivir. Tambin se tendr esa polarizacin entre capitalistas y trabajadores asalariados junto con lagran desigualdad que se seguir desarrollando incluso entre la clase de terratenientes, hablando en un senti-do amplio. Y cuando se vincule nuevamente al mercado mundial, todo esto se acentuar muchsimo ms.

    As, junto con la manifiesta contradiccin entre, por un lado, lo que proclamaba Jefferson sobre que to-dos los hombres son creados iguales y dotados de ciertos derechos inalienables, y por el otro lado, no so-lamente el hecho de que l fuera un esclavista sino sus repetidas acciones, incluso como presidente, en pro dela clase esclavista, estas otras ironas (o contradicciones las ironas son contradicciones) que he sealado yde las que he hablado hasta aqu, son a su vez una expresin de la naturaleza fundamental de la sociedad enla que vivi y funcion Jefferson y de la que l se yergue como un legtimo adalid: un sistema basado en lasrelaciones de explotacin y opresin.5

    Resumiendo este punto: Mirando lo que Jefferson escribi (en sus Notas sobre el Estado de Virginia yotras partes) sobre el modelo de que una sociedad buena y virtuosa es la que se basa en una multitud de pe-queos granjeros, y el conflicto entre esto y el tipo de sociedad que l realmente defendi y por el que luch,podemos sacar algunas lecciones profundas sobre la naturaleza del moderno gobierno republicano como una

    democracia burguesay sobre la naturaleza de la misma democracia burguesa en general, como una forma dedominacin y gobierno de clase, una dictadura de la clase burguesa as como, en forma ms particular, lasexpresiones especficas que sta ha tomado en la historia de EEUU, con la peculiar institucin de la esclavituddesde cien aos antes de la fundacin de este pas, y por cerca de cien aos ms despus de su fundacin.

    La Gran Narrativa sobre este pas y la brutal realidad que sta oculta

    Hay una narrativa semioficial sobre la historia y la grandeza de EEUU, que dice que esta grandeza de EEUUreside en la libertad e ingenio de su pueblo, y sobre todo en un sistema que fomenta y recompensa estas cua-lidades. Ahora bien, contrario a esta narrativa semioficial sobre la grandeza de EEUU, la realidad es que

    5En un sentido ms amplio, el carcter especfico de la sociedad estadounidense, y su desarrollo histrico, es una expresin particular de las

    contradicciones fundamentales en la sociedad humana: las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de produccin y entrela base econmica en un momento dado y la superestructura poltica (que incluye las instituciones, las estructuras y los procesos polticos) eideolgica. Fuerzas productivas, hace referencia a la tierra, las materias primas, la maquinaria y otras tecnologas, junto con la gente y sus cono-cimientos y habilidades, que se pueden utilizar en la produccin, mientras que relaciones de produccin hace referencia a las relaciones quetiene la gente entre si durante el proceso de produccin en una sociedad determinada. En un sentido fundamental, el carcter de las fuerzasproductivas determina el carcter de las relaciones de produccin. Como lo plante Carlos Marx, para poder llevar a cabo la produccin con elfin de producir, y reproducir, los requisitos materiales para vivir la gente entra en unas relaciones de produccin muy definidas, y una eco-noma no puede funcionar (y no puede ser entendida), por fuera de estas relaciones entre la gente en la produccin; pero en un sentido bsico,estas relaciones de produccin son independientes de los deseos de los individuos estn determinadas de forma fundamental, no por lasideas o los planes de la gente, sino por el carcter de las fuerzas productivas en un momento dado. Al mismo tiempo, es un fenmeno generalque las fuerzas productivas continan desarrollndose, y esto tiende a pedir cambios en las relaciones de produccin; por ejemplo, la creacin yel desarrollo de los computadores y otras tecnologas de la informacin han producido cambios significativos en la forma como se produce,dentro del sistema capitalista. Pero cuando las fuerzas productivas se han desarrollado de tal forma que las relaciones de produccin existentesen su conjunto se convierten en un sentido cualitativo y profundo en un obstculo, una traba, para las fuerzas productivas, entonces surge lanecesidad objetiva de una revolucin en la sociedad, para poder dar lugar a nuevas relaciones de produccin que puedan desencadenar las

    fuerzas productivas de una manera significativa. La actual poca en la historia es una poca en la que tal revolucin es necesaria para derro-car el capitalismo y remplazar sus relaciones de produccin con relaciones socializadas de produccin, que correspondan al carcter socializadode la forma en que se lleva a cabo la produccin en el mundo de hoy (el hecho de que la produccin a gran escala hoy es, y slo puede ser,realizada por grandes grupos de personas, organizadas en redes sumamente desarrolladas, operando en conjunto y hoy esto tiene lugar cadavez ms a una escala internacional y no con individuos aislados cada uno trabajando en sus propios productos). Tal revolucin para trans-formar la base econmica de la sociedad (las relaciones de produccin) solo puede y debe tener lugar en la superestructura, es decir, por mediode una lucha poltica (e ideolgica) que, mientras la sociedad este divida entre explotados y explotadores, se concentra en una lucha omnmodapor el poder en la sociedad, personificado en las instituciones del poder poltico y expresado en ltimas en el monopolio de la fuerza armada. Loque es radicalmente nuevo y nico en la revolucin comunista es que su objetivo es derrocar el sistema capitalista de explotacin y resolver lacontradiccin fundamental que caracteriza el capitalismo entre el carcter socializado de la produccin y la apropiacin como capital privadode lo que se produce de manera socializada y esta revolucin no slo pondr fin a la explotacin capitalista, sino a toda explotacin, a ladivisin de la sociedad en clases y a todas las relaciones sociales de opresin, y por tanto pondr fin a la necesidad de la existencia del estado,un aparato represivo esgrimido por la clase dominante para ejercer su dominacin sobre aquellos a los que explota y oprime.

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    para volver a un aspecto fundamental de todo esto la esclavitud ha constituido una parte indispensable delos cimientos de la libertad y prosperidad de EEUU. Como sabemos, la combinacin de libertad y prosperi-dad hoy, y de algunas formas hoy ms que nunca, se proclama como la nica cualidad y como el destino y lamisin especiales de EEUU y su papel en el mundo. Y esto est en clara contradiccin con el hecho de que sinla esclavitud, nada de esto ni siquiera las libertades democrtico-burguesas, mucho menos la prosperi-dad habran sido posibles, no slo en el Sur de EEUU sino tampoco en el Norte, en el pas en su conjunto yen su desarrollo y surgimiento como una potencia econmica y militar a nivel mundial.

    Es obvio que la forma en que se desarroll la agricultura en el Sur estaba directamente relacionada con elsistema esclavista, e incluso se basaba en l. Pero, ms all de eso, la forma como EEUU se relacion con elmercado mundial, y construy su prosperidad y su base econmica, dependi en un grado importante en laproduccin realizada por los esclavos. Por ejemplo, el intercambio entre el desarrollo de la manufactura en elNorte y el desarrollo de la agricultura en el Sur incluso cuando, antes de la Guerra Civil, ese intercambio sedaba en gran medida a travs del mercado mundial y en particular a travs de Inglaterra, en donde por ejem-plo el algodn se venda a las fbricas de textiles de Inglaterra y sta venda otros productos manufacturadosa los fabricantes del Norte de EEUU no hubiera podido ocurrir de la forma como se dio, en el tipo de escalaen que se dio y con la prosperidad que trajo, sin la esclavitud. Por supuesto, este proceso donde, por ejem-plo el algodn del Sur de EEUU se le venda en gran parte a Inglaterra en vez de a Nueva Inglaterra contri-buy con el tiempo a agudizar la contradiccin entre el sistema esclavista en el Sur y el sistema capitalista

    que se estaba desarrollando en el Norte de EEUU. Pero el punto a recalcar aqu es que, en un sentido generaly fundamental, los productos cultivados por los esclavos del Sur de EEUU, constituyeron el principal factoren el desarrollo de la economa estadounidense, tanto en el Norte como en el Sur. Y, a su vez, el desarrollo deesa economa ha sido la base fundamental para la poderosa maquinaria militar que en ltimas hace valer elpapel de EEUU como una importante potencia mundial.

    En resumen: Sin la esclavitud no existira Estados Unidos como lo conocemos hoy. Esa es una ver-dad monda y lironda.

    Ahora bien, por supuesto, la esclavitud no fue el nico factor que jug un papel significativo en el surgi-miento de EEUU como una potencia mundial, cuya fortaleza econmica se basa en su poderosa fuerza mili-tar. Un importante factor histrico en todo esto fue el robo de tierras, a escala masiva, tanto a Mxico como alos pueblos nativos. Pero, a su vez, buena parte de esa conquista de tierras fue, durante un largo periodo detiempo hasta la Guerra Civil, en gran medida para expandir el sistema esclavista. Siempre nos dicen que Re-

    cordemos el lamo*. Pues bien, muchos de los hroes del lamo eran traficantes de esclavos y perseguido-res de esclavos. Olvidemos toda esa basura sobre los Davy Crocketts como grandes hroes, con la que a mu-chos nos atiborraron cuando nios estos eran cazadores y capataces de esclavos, aventureros que en granmedida tenan como objetivo expandir el sistema esclavista. Ms fundamental, independiente del papel parti-cular de cada individuo, lo que motiv la guerra con Mxico por Texas, por parte de EEUU, fue en esenciaexpandir el sistema esclavista. Y expandir el sistema esclavista fue un meta clave de toda la guerra con Mxi-co, as esta guerra tambin haya llevado a la expansin, hacia el Oeste, del sistema capitalista en desarrollo,que se centraba en el norte de EEUU (cuyos dos sistemas, dos modos de produccin, el capitalismo y el escla-vismo, estaban compitiendo entre s por ver cul dominara en el nuevo territorio conquistado por EEUU;esto fue parte del creciente conflicto entre ellos, que luego vino a estallar en la Guerra Civil en la dcada de1860).

    Bien, si algunas cosas hubieran resultado de forma diferente, hubiera habido un EEUU diferente, o inclu-so se hubiera desarrollado algo completamente diferente en el mismo territorio (o ms o menos el mismoterritorio) en el que ahora existe Estados Unidos de Amrica, pero el EEUU que se desarroll no hubiera po-dido desarrollarse, y no hubiera alcanzado la posicin que tiene, si no hubiera sido por la existencia y el papelde la esclavitud en todo esto. As, cada vez que escuchemos hablar de libertad en este pas, tengamos eso enmente. Pensemos de nuevo en el significado de los planteamientos de Edmund Morgan que analizamos ante-riormente. Incluso cuando estamos hablando sobre los reales derechos democrtico-burgueses y que quede

    *N. del Trad.: Remember the Alamo es una trillada cancin patriotera. Para los chovinistas yanquis el lamo es smbolo de una gran batallasupuestamente heroica, a lo que hace referencia la tonadilla. Desde 1836, el lamo se constituy realmente en un smbolo del robo de terri-torio mexicano, un smbolo de la masacre de mexicanos e indgenas, y un smbolo de la opresin de los chicanos y mexicanos en el Suroeste.

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    claro que de esto es de lo que estamos hablando, derechos dentro del marco general de dominacin poltica,de dictadura, por parte de la clase capitalista (burguesa) que de hecho domina este pas siempre se tieneque entender esto en relacin dialctica con la esclavitud, desde la misma fundacin y en trminos del desa-rrollo histrico del pas.

    Con respecto a los derechos democrtico burgueses, as como en el desarrollo general de este

    pas, la esclavitud es un factor decisivo que continua proyectando su larga sombra.Este es un punto fundamental sobre el que hay que confrontar a aquellos que quieren basarse en las no-

    ciones idealistas de la democracia jeffersoniana, y que hay que hacer que aborden y darles la lucha de ma-nera elevada, pero tambin de manera muy firme. Hay grandes cosas en juego en trminos de la forma comola gente entiende esto. Esto no es historia abstracta. Especialmente en este pas, con su cultura de gratifica-cin instantnea, la gente est condicionada y es animada a pensar slo en trminos muy limitados y estre-chos para vulgarizar ligeramente esto: cualquier cosa que haya ocurrido la semana pasada, por no hablardel ao pasado, por no decir nada de hace un par de siglos, es completamente irrelevante para lo que voy aconsumir en este momento. Contrario a este condicionamiento realizado por las clases dominantes y susmedios de comunicacin y dems medios de moldear la opinin pblica y que es promovido por la formamisma en que funciona este sistema, comprender realmente la historia y dar la lucha sobre cmo enfocarcientficamente la comprensin de la historia es parte crucial de la lucha sobre la direccin que debe tomarla sociedad y, en un sentido muy real, sobre la direccin que debe tomar el mundo en su conjunto, dado es-

    pecialmente el papel que EEUU y su dominacin imperialista juegan hoy en el mundo. Captar realmente ques lo ms fundamental sobre la naturaleza de este pas y la forma en que se ha desarrollado histricamentetiene una relacin crucial con la lucha por la transformacin radical de esta sociedad, y en ltimas del mundoen su conjunto. Tiene una relacin crucial con la lucha por ganar ms y ms gente que entienda la necesidadde llevar a cabo esta transformacin radical y como parte de ello, capte la imposibilidad de construir unasociedad justa y virtuosa (lo que sea que eso signifique) sobre la base de los principios jeffersonianos, inclusosi tales principios pudieran lograrse real y plenamente.

    Ms sobre la verdadera base de la riqueza y el poder de EEUUNo slo la esclavitud jug un papel muy importante en el desarrollo histrico de EEUU, sino que la ri-

    queza y el poder de EEUU hoy descansan en un sistema mundial de explotacin imperialista, que atrapa acentenares, y hasta miles, de millones de personas en condiciones no mucho mejores que las de esclavos6.

    Pero, si esta afirmacin les parece extrema o extravagante, piensen en las decenas de millones de nios delTercer Mundo, que desde muy pequeos estn trabajando casi todos los das del ao como solan decir losesclavos en las plantaciones del Sur de Estados Unidos, desde cuando no se ve en la maana, hasta cuandono se ve en la noche hasta que han quedado fsicamente consumidos, entregando literalmente su vida,poco a poco, da tras da, a la maquinaria que ellos operan (o que, en sentido real, opera sobre ellos, desgas-tando sus vidas) y a los productos que ellos producen con su trabajo. Estas condiciones son muy similares a laabsoluta esclavitud, y con mucha frecuencia van acompaadas con expresiones en la superestructura que sonmuy cercanas a la esclavitud formas en las que debido a las costumbres y las tradiciones e incluso algunasveces con cdigos formales, las vidas de estos nios y otras personas en condiciones similares son controla-das, confinadas y degradadas. Esto tambin incluye acoso sexual abierto sobre las mujeres, y muchas otrasdegradaciones.

    Todo esto constituye la base sobre la que el sistema imperialista descansa, con el imperialismo estadou-nidense situado ahora por encima de todos.

    Hoy, en grandes partes de frica que fueron agredidas para cazar esclavos y traficarlos en el mercado in-ternacional durante siglos, los continuos efectos de esto y de todo el saqueo y la depredacin que hanhecho los colonialistas y los imperialistas hasta el da de hoy en frica se siguen sintiendo en ese continen-te. Por todo el Tercer Mundo se mantiene a gran cantidad de gente en condiciones horribles de sufrimiento

    6La red internacional de dominacin y explotacin imperialista tambin involucra, incluso hoy, una importante dimensin de literal esclavi-tud. Adems de otras formas de absoluta esclavitud, un importante aspecto de sta es la industria del sexo y el comercio internacional delsexo, en el que gran cantidad de mujeres, en especial mujeres jvenes e incluso muchas de ellas nias muy pequeas, son atrapadas a la fuer-za, mientras que las ms grandes organizaciones mafiosas y muchos capitalistas legtimos obtienen gigantescas ganancias de esto.

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    como resultado del funcionamiento de este mismo sistema imperialista; incluso aquellos que no son explota-dos directamente por el capital son considerados y tratados a travs del funcionamiento general del siste-ma capitalista-imperialista, no slo en lo econmico sino tambin en lo poltico y militar, as como en lo cul-tural e ideolgico cuando mucho como desechos humanos. Hace poco le un artculo sobre Angola (dondehace varias dcadas hubo un intento fallido de hacer la revolucin): Hoy las grandes compaas petroleras,con su base en los principales pases imperialistas, estn saqueando el petrleo de Angola, mientras inclusoen la gran prensa, burguesa, hay artculos que describen, o tratan de describir, las casi indescriptibles condi-

    ciones de sufrimiento que soportan las masas populares quienes, debido a la desesperacin, se han desplaza-do hacia las ciudades nios deslizndose por los vertederos de basura hacia charcos llenos de mierda.Imagnense el impacto en la salud de estos nios y del pueblo en general.

    sta es la base sobre la que descansa hoy la prosperidad y la libertad de EEUU y sta es la base delmundo libre del que parlotean sin cesar los gobernantes de EEUU y sus medios de comunicacin. Al mismotiempo, dentro de los mismos EEUU, decenas de millones de personas estn en brutales condiciones de ex-plotacin y opresin, incluyendo en forma muy aguda los inmigrantes millones de ellos procedentes deAmrica Latina y otras partes del Tercer Mundo que son saqueadas por el imperialismo y a muchos otros, alos que Lenin se refiere como los sectores de lo hondo y profundo del proletariado. Tambin hay millones depersonas en las barriadas de las ciudades (y en otras zonas rurales a lo largo y ancho del pas) que han sidodejadas de lado, negndoseles el derecho a ser explotados en un trabajo comn legtimo. En particular los

    jvenes de las barriadas son constantemente sometidos a hostigamiento, brutalidad e incluso asesinados amanos de la polica, y son encarcelados por montones (uno de cada nueve hombres jvenes negros est ac-tualmente en prisin!).

    Todo esto nos lleva nuevamente al comentario de Marx sobre los albores de la acumulacin capitalistahace varios siglos una acumulacin originaria basada en la cacera y esclavizacin de esclavos, en enterrarvivos enormes cantidades de la poblacin nativa en las minas de Bolivia, en la explotacin intensiva del traba-jo infantil. Hoy, esto contina y existe en una dimensin internacional, en una escala incluso mayor de la quehaba en la poca de los albores del capitalismo. Ahora, en esta poca del capitalismo imperialista, el mun-do y los pueblos del mundo estn mucho ms fuertemente unidos y atrapados en la dinmica de la acumula-cin capitalista, con toda su crueldad que no proviene de la codicia particular de uno u otro capitalistaindividual o grupo de capitalistas, sino del proceso mismo y las leyes de la acumulacin capitalista. Es su-mamente importante captar esto, y luchar para que la gente en general lo entienda: Todo esto entr a rauda-

    les en la base misma de este sistema y alimenta su continuo funcionamiento.Si se escucha a los capitalistas, con sus explicaciones y racionalizaciones sobre por qu operan como lo

    hacen, se les oir articular algo (aunque por supuesto slo algo) de la verdad sobre esto. Incluso grandes con-glomerados de capital, que controlan miles de millones de dlares, estn involucrados en una intensa rivali-dad con otros que hacen lo mismo. Y para eso es absolutamente necesario bajar los costos de produccin,especialmente explotando de forma ms intensiva y extensiva la fuerza de trabajo. S, los capitalistas tienden,en todos los casos, a buscar las condiciones de produccin ms rentables. Pero son empujados a esto por laintensa competencia que tiene lugar a escala gigantesca en el mundo imperialista de hoy entre muygrandes conglomerados de capital. Incluso algunos de estos gigantescos conglomerados de capital pierden yse van a pique si no explotan de manera ms cruel e implacable a la gente en el tipo de condiciones de las quehe estado hablando. Y hay que decirlo, una y otra vez, especialmente ante los sistemticos intentos porocultarlo sta es la base y stas son las dinmicas de la prosperidad y la libertad que son proclamadas avoz en cuello como la naturaleza especial de la sociedad estadounidense y del carcter estadounidense, consu tan propagandizada ingeniosidad e inventiva y su bsqueda incansable de algo nuevo y, sobre todo, dems ganancias y dinero.

    Volviendo a Jefferson y su influencia en el carcter estadounidense o ms precisamente, en la ideaparticular de la burguesa sobre libertades y derechos que ha prevalecido en EEUU si bien Jefferson habl aveces de una sociedad basada en la agricultura como el modelo de sociedad buena y virtuosa y ya he exa-minado el contenido esencial de esto as como algunas de las contradicciones esenciales ligadas a ella estono significaba que Jefferson pensara que la sociedad buena debera basarse o involucrar slo la agricultura. Lavisin de Jefferson no slo abarcaba la necesidad de otros componentes, adems de la agricultura, en una

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    economa sino que tambin argumentaba que la propiedad privada en todas estas esferas era esencial parauna sociedad buena. Tal propiedad privada estaba ligada con su nocin de libertad. Como sealan Kramnicky Moore, Jefferson escribi que la agricultura, la manufactura, el comercio y la navegacin, los cuatro pilaresde nuestra prosperidad, son ms florecientes cuando se dejan a la libre empresa individual. (The GodlessConstitution, p. 107)

    La libertad de conciencia como propiedad privada, el mercado libre de las ideas y

    una bsqueda de la verdad radicalmente diferente y sin restricciones

    Adems, para Jefferson y esto tambin vale para James Madison, el autor principal de la Constitucin de losEEUU los derechos como la libertad de expresin y el concepto bsico de libertad de conciencia, estabanligados con la nocin de la inviolabilidad de la propiedad privada. Kramnick y Moore llaman la atencin so-bre algo que yo ya haba mencionado en un pequeo volante, La Constitucin de los EUA: Una visin delibertad de los explotadores: Madison considera la proteccin de la propiedad como una de las funcionesms esenciales del estado es muy importante subrayar ac que para Madison, y en los EUA durante casicien aos, una de las formas ms importantes de esta propiedad eran los seres humanos, los esclavos. Porsupuesto Madison tambin era propietario de esclavos y un defensor del sistema esclavista; al mismo tiempoque era, en un sentido muy general y universal, defensor de los derechos de la propiedad privada. Kramnicky Moore van ms lejos en este punto, para Madison, as como para Jefferson, las opiniones y la concienciatambin eran formas sagradas de la propiedad individual. (The Godless Constitution, p. 103).

    Este es un punto sumamente importante, debemos parar un momento y examinarlo brevemente. Porsupuesto que esto est ligado con la idea reconcentrada en la frase que escuchamos con frecuencia: el mer-cado libre de las ideas. Que, si se quiere, tiene la virtud de ser bastante explcita en sus propios trminos es un indicador claro de que esta nocin de conciencia individual y de expresar las ideas est ligada con con-ceptos de los principios del mercado, la propiedad privada de mercancas y en ltimas con el capitalismo ysus categoras particulares de intercambio de mercancas.7

    Hoy vemos cmo esto se destaca de forma cruda en todas las batallas sobre propiedad intelectual, noslo en los EEUU (o en algn otro pas en particular), sino tambin en una escala internacional. Por supuesto,esto no es slo una cuestin de abstraccin legal, sino que es algo que impacta de forma cruda la vida de grannmero de personas. Esto ocurre, por ejemplo, cuando las grandes compaas de negocios del agro en EEUU(o en algn otro pas imperialista) desarrolla un producto mediante ingeniera gentica para producir deter-minado cultivo, y despus trabajan para imponer estos medios agrcolas a los agricultores no slo en EEUU,sino tambin en otros pases, acabando y suplantando formas ms tradicionales de producir alimentos, y dehecho, haciendo imposible para los agricultores continuar con la agricultura por los mtodos tradicionales,en lugar de esto, para poder producir nuevamente estos productos agrcolas de ingeniera gentica, se venobligados a pagar a las firmas de negocios agrcolas, que son las dueas de los derechos de propiedad inte-lectual, para poder generar renta de su capacidad de llevar a cabo dicha reproduccin, ya que sta se ha con-vertido en propiedad intelectual de una gigante corporacin con sede en un pas como EEUU. La vida demillones de personas, y la produccin de alimentos a gran escala, se han desvertebrado e incluso arruinadodebido a este proceso. De este y otros ejemplos podemos ver que esto no es cuestin de un concepto tericoabstracto de opiniones y de conciencia como formas sagradas de la propiedad individual. Esto tiene conse-cuencias tremendas y devastadoras para las masas populares, para millones e incluso cientos de millones y,de forma indirecta, miles de millones en todo el mundo.

    Pero hablemos del concepto filosfico del mercado libre de las ideas, y de cmo ste contrasta con lavisin comunista de la bsqueda de la verdad y de la lucha de ideas opuestas como una parte esencial de la

    7Como ya lo dije antes, la produccin y el intercambio capitalistas de mercancas y este es un aspecto que define al capitalismo, que lo dife-rencia de otras formas de produccin e intercambio de mercancas incluye el intercambio de la fuerza de trabajo (la capacidad para trabajar)por un salario, una relacin que involucra el derecho de los capitalistas a emplear la fuerza de trabajo de los trabajadores asalariados en laproduccin, y apropiarse de lo que se produce en este proceso. Durante este proceso de produccin, con el empleo y uso de la fuerza de traba-jo, se produce ms valor del que se le paga al trabajador en su salar io: esta es una cualidad nica de esta mercanca particular, la fuerza detrabajo, que puede crear valor adicional mediante su uso, y este valor adicional (que produce el trabajador durante el tiempo que est traba-jando, es mucha mayor que el valor equivalente a su salario) es la fuente de la ganancia capitalista y de la posibilidad de que los capitalistasinviertan a una mayor escala.

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    bsqueda de la verdad. Miremos el concepto de libertad de John Stuart Mill, y en particular libertad de expre-sin e intercambio de ideas8. De cierta forma podramos decir esto: Mill s y no. Desde nuestro punto de vista,el punto de vista comunista, es crucial entender la realidad tal como es, en su movimiento y desarrollo, parapoder estar en capacidad de transformarla cada vez ms en inters de las amplias masas populares y en lti-mas de toda la humanidad. Adems, hay una necesidad de lucha de diferentes ideas, y de diferentes formasde acercarse a entender la realidad, con el fin de profundizar ms en entenderla correctamente. Y, claro, estel principio, muy importante, de que la gente pueda sentirse libre y con nimo para expresar sus ideas, y no

    que sientan que son apabullados si sus ideas no son conformistas o no convencionales, o que van en contradel status quo, cualquier cosa que sea eso del status quo. Realmente ste es un importante principio que de-bemos entender a profundidad, debemos resaltar y por el que debemos luchar. Sin embargo, al mismo tiem-po desde un punto de vista comunista, todo esto es parte de un proceso, no de unos cuantos individuos sinode que las masas populares entiendan la verdad de las cosas, en muchas esferas particulares y en un sentidomuy amplio, y estn en condiciones de actuar en concordancia, entendiendo la realidad de forma cientficala realidad tal como es, por as decirlo (y tambin como es en su movimiento y cambio). Pero la nocin deopiniones y conciencia como propiedad individual o en ltimas como propiedad privada y con frecuenciano tan en ltimas se atraviesa en el camino, y se vuelve un obstculo muy significativo en el proceso debsqueda de la verdad.

    Entender la realidad de la lucha de ideas, de no suprimir el pensamiento impopular o no convencional,para tener un proceso ms rico al buscar y entender la realidad, y para que la gente de la sociedad sienta que

    tienen aire para respirar y espacio para ser diferente y expresar ideas diferentes: este es un elemento clavedel tipo de sociedad en la que queremos vivir y en la que las masas populares podran desarrollarse; y tam-bin es crucial para llegar a la verdad en trminos fundamentales. Pero hay una grande y crucial diferencia,entre eso y la nocin de que cualquier idea individual es la propiedad privada de esa persona, y debe competircon otras personas y sus ideas en la que todas deben contender en el mercado de las ideas, para ver culpuede, para decirlo sin muchos rodeos, lograr el ms alto valor de cambio. Esto no es lo mismo que determi-nar cul realmente contribuye ms a conocer la verdad, no es simplemente una forma de apreciar cmo lalucha de ideas ayuda a crear una atmsfera correcta para el tipo de sociedad que queremos, sino que expresala nocin de ideas como mercancas, compitiendo por ganar mayor remuneracin de una forma u otra (inclu-so si stas no son siempre directamente monetarias). As que la nocin y la prctica de derechos de propie-dad intelectual, son una extensin y estn encadenados con la idea del libre mercado de las ideas.

    Todo esto viene del concepto filosfico de entender las opiniones y la conciencia como propiedad priva-

    da. Y cuando se tienen individuos con ideas consideradas como propiedad privada, el bien social ser interfe-rido y obstaculizado, tal como lo es en general en la produccin y el intercambio de mercancas. La genteesconder sus ideas si piensan que los beneficiar no exponerlas en un momento determinado. Todo el queest familiarizado con, por ejemplo, los derechos de autor (y las patentes) sabe cmo es que la gente que tie-ne ideas sobre algn invento, las guarda celosamente, para evitar que alguien las robe o, por otro lado, seafanan por institucionalizarlas como propiedad privada, antes de que alguien ms lo haga. Hay muchas histo-rias de cmo algunos individuos han tenido ideas creativas, que han sido robadas por fuerzas ms poderosas,como las corporaciones, que se hacen con los derechos sobre ellas. Todo esto es expresin de una situacindonde cada persona est en competencia con las otras y en ltimas una expresin de una sociedad quetiene tendencia a convertir todo, incluso las ideas, en mercancas y en capital.

    Incluso donde esto no toma la expresin monetaria burda, filosficamente el concepto de que sta es miidea en lugar de una idea que es importante en un contexto mayor y en ltimas para la humanidad puede

    causar un gran dao, y en este tipo de atmsfera, en esta estructura total de relaciones mercantiles capitalis-tas, puede haber, y de hecho lo hay, un conflicto entre el aprovechamiento individual de las ideas y el benefi-cio que las ideas puedan traer a la sociedad como un todo.

    Esta visin y enfoque hacia las ideas como posesin personal, o como propiedad privada como mer-cancas tiene influencias y consecuencias negativas no slo en trminos de cmo la gente trata las ideasque tiene, sino tambin cmo se relaciona con otras personas en la esfera de trabajar y disputar con ideas.

    8Se hace referencia ac a Sobre la libertad de John Stuart Mill. Una discusin sobre el concepto de libertad en Mill y especficamente suvisin sobre el debate de las ideas se encuentra en mi libro Democracia: Es lo mejor que podemos lograr?(Banner Press, New York, 1986), enparticular el capitulo 7, La democracia y la revolucin comunista.

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    Incluso si dejramos de lado las consideraciones monetarias directas, o las ms burdas, para ponerlo entrminos sicolgicos, el ego est all presente. Lo importante es lo que realmente es cierto y si sus ideas ayu-dan a la gente a entender las cosas, y a poder actuar sobre la base de los intereses fundamentales de la huma-nidad?, o lo que es importante es el hecho, o la nocin, de que algo es su idea? Difcilmente hay alguien, si esque existe, que no haya experimentado este tipo de sentimientos estrechos y ms centrados en s mismo y,por supuesto, triste decirlo, pero no es una sorpresa, esto se da incluso entre los mismos comunistas. Pero, denuevo, todo esto hace un gran dao, que va contra los ms grandes intereses de la sociedad y de la humani-

    dad.Retornando a John Stuart Mill, hay una gran diferencia entre el lado positivo de John Stuart Mill, como

    lo expres en su argumentacin de que las ideas no se pueden suprimir aunque sean impopulares que esmuy importante que la gente escuche ideas articuladas no slo por los que se oponen a ellas, aunque debanesforzarse mucho para caracterizarlas, sino tambin por los ms ardientes defensores de stas hay una pro-funda diferencia entre este principio, que tiene una aplicacin muy importante y debe ser parte en todo elproceso de la revolucin, para transformar la sociedad de forma radical y avanzar hacia un mundo comunistay del otro lado la nocin del libre mercado de las ideas. La contienda de las ideas, y todo el desarrollo destas, no deben estar restringidos por las nociones y las realidades del mercado, o de las relaciones de compe-tencia y mercantiles por parte del capital. Como ya lo he dicho anteriormente9, debemos hablar de las limita-ciones, de los problemas y los errores en el trabajo cultural que se dieron durante la Gran Revolucin CulturalProletaria en China; adems de la altsima calidad artstica y el contenido revolucionario de buena parte de

    este trabajo, una de las cosas verdaderamente grandiosa sobre la creacin de estas obras, es que hubo un pro-ceso explcito y muy entusiasta por parte de al menos muchas de las personas que se involucraron que seesforz conscientemente por superar la nocin de la propiedad individual de las ideas, incluidas las creacio-nes artsticas. Esto no quiere decir que los individuos y su creatividad no fuesen importantes y que no hicie-ran contribuciones a la creacin de estas obras, sino que fueron parte y lo hicieron como parte de un procesoms grande, y no teniendo en cuenta de hecho fue en directa oposicin a la nocin de que las ideas sonpropiedad privada.

    Ahora, para ser claros, hay muchas formas en las que no slo se debe reconocer en un sentido general si-no que se le debe dar el espacio necesario a la iniciativa y a la creatividad individual; esto con el fin de tener lamejor atmsfera y las mejores circunstancias para que florezca y se pueda expresar la creatividad y tambinpara tener una sociedad en la que la gente pueda desarrollarse cada vez ms, tanto de forma individual, comoen mutua interaccin. Debe haber una dimensin muy importante en la que la gente pueda salir y hacer sus

    propias cosas. Durante una conversacin con un poeta y artista de la palabra hablada, le pregunt: Podrasescribir tus poemas si tienes un cuadro del partido mirando por encima de tu hombro, examinado cada unode los puntos? Y respondi de forma enftica ni por el chiras! Bueno, esta es una realidad categrica paraesto, y el tipo de sociedad y de mundo que queremos, no es uno en el que haya este tipo de poltica de su-pervisin fuera de lugar (djenos mirar para estar seguros de que todo est de acuerdo con la lnea del par-tido o con lo que el liderazgo piensa sobre cada punto especfico NO!). Podr haber espacios, deberhaber espacios, espacios de expansin para mucha creatividad, y realmente para una creatividad no conven-cional y no conformista, incluso aquella que est en contra de las ideas y normas dominantes en una socie-dad socialista en un momento dado. Pero esto se podr desarrollar a una escala mucho ms amplia y de for-mas mucho ms creativas, en la medida en que vaya dejando de estar restringido por el libre mercado de lasideas, el intercambio de mercancas en el campo de las ideas, y la nocin, en ltimas, de que las opiniones yla conciencia son formas sagradas de la propiedad privada individual.

    Sin caer en teoras postmodernistas de la literatura, y cosas as en las que bsicamente el texto no tieneun significado intrnseco y en vez de eso significa lo que cada uno lea en l, por lo que hay muchos significa-dos, todos igualmente vlidos es un hecho que con respecto a las obras de arte, excepto aquellos que lite-ralmente son creadas por el artista slo para s (que definitivamente son una pequea minora de obras), lamayora tienen un significado que le dice al mundo uno u otro tipo de mensaje sin embargo el artista en-tiende esto, en general, las obras de arte tienen significado al interactuar con la gente y al afectarla de variasformas. Y esto se puede hacer ms plenamente y con ms riqueza, al drsele mucha libertad a la iniciativa y a

    9Vase por ejemplo, El arte y la creacin artstica Un ncleo slido con mucha elasticidad en Bob Avakian, Observaciones sobre arte y cul-tura, ciencia y filosofa, Insight Press, Chicago, 2005, pp. 103-106.

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    la creatividad individual, pero al mismo tiempo al liberarla de las nociones y las prcticas que encarnan ellibre mercado de las ideas, la produccin y el intercambio de mercancas, y la competencia que esto trae yel pensamiento que viene ligado con esto.

    Podemos decir que s, que deber haber en la sociedad socialista y en la comunista un reconoci-miento a la importancia de la conciencia individual, y al derecho, y fundamentalmente a la necesidad, de lagente de crear diferentes obras de literatura y de arte, que personifiquen y den vida a diferentes formas parti-culares de enfrentar la realidad (o parte de la realidad), formas diferentes de expresin individual. Hay un

    importante papel para eso, y debe haber un amplio mbito para eso como algo que es importante en s ytambin en un sentido ms profundo, como parte de un proceso total de poder entender el mundo con for-mas cada vez ms ricas y continuar transformndolo de acuerdo con los ms grandes intereses de la humani-dad. Todo esto es parte del objetivo de avanzar hacia la radicalmente nueva era del comunismo y continuaravanzando dentro de sta. Pero esto es muy diferente y se expresar de forma mucho ms completa en lamedida en que vaya avanzando de las nociones de conciencia y creatividad individual como propiedad pri-vada que inevitablemente significa entrar en conflicto y en competencia con otras materializaciones de lapropiedad privada.

    As como el avance al comunismo significa, en el sentido ms fundamental, ir ms all del estrecho hori-zonte del derecho burgus ms all de la esfera de la produccin y el intercambio de mercancas y todo lorelacionado con esto, incluso en el campo de las ideas tambin debe significar moverse ms all del dere-cho burgus en relacin con la individualidad, la conciencia individual, las ideas individuales y la creatividad

    individual. Esto no significa sofocarlas o restringirlas de forma arbitraria sino, por el contrario, darles unaexpresin mucho ms grande, abordando todo esto desde una base nueva, radical y cualitativamente diferen-te, zafndose y yendo ms all de los lmites histricos y, en comparacin con lo que ahora nos parece posi-ble, del miserable principio del libre mercado de las ideas y de la nocin defendida por Madison y Jeffer-son de la opinin y la conciencia como formas sagradas de propiedad individual.

    Las elites que compiten entre s e ir ms all de las elites

    El concepto de las elites que compiten entre s es un elemento importante de las teoras de la democraciaburguesa y cmo sta es el mejor sistema posible. El argumento bsico es que la existencia de elites que com-piten entre s es crucial para que la gente y en particular aquellos que no forman parte de las elitesejerza la iniciativa de poder elegir entre stas y, por tanto, sea capaz de influenciarlas. Por ejemplo, Robert A.Dahl, en su libro La democracia y sus crticos, habla de lo que l llama una sociedad MDP que quiere de-cir Moderna Dinmica Pluralista y la manera en que sta sirve mejor a lo que caracteriza con el trminopoliarqua la que, segn Dahl, supone un conjunto de instituciones polticas que distinguen la modernademocracia representativa de todos los restantes sistemas polticos, ya se trate de los regmenes no democr-ticos o de los sistemas democrticos anteriores (Robert A. Dahl, Ediciones Paids Ibrica, Barcelona, 1992,pp. 301, 264).

    Dahl sostiene que:

    Ya que la poliarqua suministra una amplia gama de derechos y libertades humanos que ninguna otra al-ternativa presente en el mundo real puede ofrecer. Le es inherente una vasta y generosa zona de libertad

    y control, que no puede invadirse en forma profunda o persistente sin destruir la poliarqua misma... Sibien las instituciones de la poliarqua no garantizan que la participacin ciudadana sea tan cmoda y vi-

    gorosa como podra serlo, en principio, en una pequea ciudad-Estado, ni que los gobiernos sean contro-lados de cerca por los ciudadanos o que las polticas que implantan correspondan invariablemente a loque desea la mayora, lo cierto es que vuelve en extremo improbable que un gobierno tome, durante mu-cho tiempo, medidas pblicas que violentan a la mayora. Ms an, dichas instituciones vuelven infre-cuente que sus gobiernos impongan polticas objetadas por una cantidad sustancial de ciudadanos, quetratarn empeosamente de suprimirlas recurriendo a los derechos y oportunidades de que disponen. Siel control ciudadano sobre las decisiones colectivas es ms anmico que el firme control que deberanejercer para que el sueo de la democracia participativa se realice alguna vez, por otro lado la capacidadde los ciudadanos para vetar la reeleccin de los funcionarios o sus medidas es un arma poderosa, a me-

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    nudo esgrimida, para impedirles adoptar polticas objetables a juicio de muchos. (La democracia y suscrticos, p. 269).

    Bueno, veamos las cosas en el mundo real que existe en verdad. [risas] Tomemos lo que Dahl ha dichoaqu, que expresa una afirmacin bastante comn de lo que es en realidad la democracia burguesa, y veamoscmo se compara con este mundo real y lo que representa en realidad. Comencemos con la afirmacin, querecalca fuertemente Dahl, de que en tal sociedad se vuelve en extremo improbable que un gobierno tome,

    durante mucho tiempo, medidas pblicas que violentan a la mayora y que Ms an, dichas institucionesvuelven infrecuente que sus gobiernos impongan polticas objetadas por una cantidad sustancial de ciudada-nos, que tratarn empeosamente de suprimirlas recurriendo a los derechos y oportunidades de que dispo-nen.

    En este sentido, no puedo dejar de parafrasear a Lenin, a fin de decir que quiz Dahl desee que hubierauna ley contra rer en pblico (y por todo lo que sabemos, el rgimen de Bush todava llegue a satisfacer taldeseo). En caso contrario, en referencia a importantes sucesos de la actualidad y especficamente a los millo-nes y decenas de millones de personas que, al empeosamente recurrir a los derechos y oportunidades deque disponen, han tratado de impedir y poner fin a la invasin y ocupacin de Irak por Estados Unidos ymuchas otras polticas del gobierno de Bush a las que se opone y adems detesta profundamente un segmen-to muy importante de la poblacin de Estados Unidos probablemente la mayora, si se repitiera la decla-racin de Dahl entre esas personas, es muy probable que se ahogara en un maremoto de risa amarga.

    Qu ocurre y qu no mediante las elecciones... lo que es y lo que no es la actividad polticacon sentido

    No se trata de la mera experiencia en este perodo inmediato, sino de la experiencia en toda la historia deeste pas la que ha demostrado una y otra vez las siguientes verdades esenciales:

    1. En Estados Unidos existe una clase dominante que tiene intereses que son muy diferentes a los de lasmasas de los ciudadanos y en lo fundamental se les oponen.

    2. En realidad, esta clase dominante ejerce una dictadura es decir, un monopolio del poder poltico res-paldado y concentrado por un monopolio del podero armado sobre el resto de la sociedad y aquellosque en cualquier momento dado estn administrando esa dictadura seguirn aplicando las polticas queestn resueltos a llevar a cabo, incluso ante la maciza oposicin popular, a menos que y hasta que los in-tereses ms amplios de la clase dominante exijan que se modifique o incluso se abandone una polticaparticular o hasta que la clase dominante sea derrocada.

    3. Las elecciones no ofrecen una va para la realizacin del deseo de las masas populares de ver que cam-bien estas polticas y acciones del gobierno aunque en determinadas circunstancias, la resistencia pol-tica de masaspuede contribuir de manera importante a obligar al gobierno a cambiar sus polticas, espe-cialmente si esto tiene lugar en un contexto ms amplio en que estas polticas se estn topando con ver-daderos problemas y, entre otras cosas, estn suscitando mayores divisiones al interior de la propia clasedominante.Si volvemos unas pocas dcadas atrs, podemos ver cmo la experiencia en torno a Vietnam da un ejem-

    plo concentrado de todo esto. Como he sealado antes, hubo dos elecciones en relacin con Vietnam queencerraban una importante contienda e introspeccin, en particular entre las personas que se oponan fuer-temente a la guerra de Vietnam, y que ilustran el punto bsico que estoy recalcando y que refutan las no-

    ciones que Dahl est planteando.En primer lugar, se celebraron las elecciones de 1964 cuando Estados Unidos comenzaba a escalar de

    manera importante su participacin en Vietnam. Para inyectarle a este punto un elemento personal sibien es algo que toca un fenmeno ms general, stas fueron unas de las dos elecciones para la presidenciade Estados Unidos en las que vot. Fueron las primeras elecciones en las que yo estaba en edad de votar, ydespus de debatirlo para mis adentros un poco, decid votar a favor de Lyndon Johnson en las elecciones de1964 (vot a favor de Eldridge Cleaver en 1968, pero sa era una historia muy distinta). En el momento de laselecciones de 1964, se dio un debate muy intenso en el movimiento acerca de si votar o no es decir, sivotar o no a favor de Johnson. ste sala a favor de los derechos civiles, de hacer concesiones a la lucha popu-

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    lar en torno a eso, y al mismo tiempo, si bien como presidente estaba llevando a cabo una escalada de la gue-rra de Vietnam, no hablaba abiertamente haciendo uso de los trminos locos y extremos de su rival, el candi-dato republicano Barry Goldwater. ste tuvo fama o algunos diran infamia por su declaracin, en elmomento de su nominacin en la Convencin Republicana de 1964, de que el extremismo en defensa de lalibertad no es vicio, y que la moderacin en bsqueda de la justicia no es virtud. Por supuesto, Goldwaterconceba la libertad y la justicia en trminos burgueses e imperialistas y consideraba la resistencia del pueblovietnamita a la dominacin de Estados Unidos como un vicio una violacin y injerencia en la libertad y

    justicia imperialista. As que Goldwater estaba hablando en trminos extremos sobre Vietnam bombardeara Vietnam para regresarlo a la Edad de Piedra o en un lenguaje similar. Mucha gente en el amplio movimien-to de ese momento argumentaban que, con todo esto en mente, haba que votar a favor de Johnson que eraabsolutamente esencial en trminos de Vietnam, as como otras cuestiones claves, votar a favor de Johnsony eso me influenci a m, junto con muchos otros, y por fin eso me persuadi. As que fuimos a las urnas ynos tapamos las narices, como suele hacer la gente en estos das, y votamos a favor del demcrata, LyndonJohnson.

    Bueno, despus de las elecciones en las cuales Johnson haba hecho campaa con anuncios sobre elextremo peligro de lo que Goldwater hara en Vietnam el mismo Johnson empez la enorme escalada de laguerra de Vietnam, tanto en trminos de bombardeos de ese pas como en trminos de iniciar el proceso deenvo de ola tras ola de tropas de Estados Unidos a Vietnam (que, a fines de los aos 60, ya alcanzaba el nivel

    de 500.000). Y, por supuesto, aquellos de nosotros que nos habamos dejado persuadir y embaucar para quevotramos a favor de Johnson nos sentimos amargamente traicionados por esto. Eso ofreci una leccin muyprofunda.

    En el momento en que se dieron las elecciones en 1972 (y he hablado un poco de esto en mis memorias) 10, una vez ms, incluso dentro de la Unin Revolucionaria (la UR, el precursor de nuestro partido), as comoen trminos ms amplios entre los que se oponan a la guerra de Vietnam, se dio un gran debate y lucha acer-ca de si era necesario apoyar al candidato contra la guerra George McGovern o, para decirlo de otra ma-nera, de si era necesario votar en contra de Nixon. Dentro de la propia UR, se argument que era nuestrodeber internacionalista para con el pueblo vietnamita votar a favor de McGovern y echar a Nixon, porque delo contrario Nixon escalara de nuevo la guerra en Vietnam, pero McGovern pondra fin a la guerra.

    Bueno, al final, yo (y la direccin de Unin Revolucionaria en general) no aceptamos eso. Examinamos lacuestin en serio no simplemente asumimos un enfoque dogmtico. Recuerdo que pasamos muchas no-

    ches bregando con la pregunta: Se trata de un conjunto particular de circunstancias que exija una excepcinal enfoque general de no apoyar, ni siquiera taparse las narices ni votar a favor, los candidatos electoralesburgueses? Pero llegu a la conclusin sobre la base de mucha intensa reflexin y forcejeo con otros deque, no, apoyar a McGovern noera nuestro deber internacionalista para con el pueblo vietnamita, que alcontrario nuestro deber internacionalista se cumplira mejor continuando la construccin de la resistencia demasas contra la guerra y las polticas generales del gobierno y, lo ms fundamental, con la oposicin alsistema en su conjunto que es lo que nos propusimos hacer.

    Pero muchas personas s se dejaron envolver en el proyecto de McGovern. Podra ser muy interesantepara aquellos de ustedes que no estuvieron all en ese momento (o que an no estaban polticamente c