Atornillen Los Ceniceros: artículo de Juan E. Pardinas en Reforma

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La permanente vocación cleptómana del actual cónsul mexicano en Barcelona, Fidel Herrera, en un relato que su autor, Juan E. Pardinas, asegura en Reforma que es verídico, con el luego gobernador del presupuesto de Veracruz tratando de robarse un cenicero de cristal en Madrid, en un contexto de relaciones oficiales España-México.

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Atornillen los cenicerosDomingo 25 octubre de 2015 Juan E. Pardinas / Reforma

(25-10-2015).- Esta es una historia verdica que ocurri hace pocos aos en un invierno de Madrid. Dos mexicanos se encontraban en una ceremonia del Banco de Espaa, con las principales autoridades financieras de aquel pas. A uno de ellos le gust un cenicero de cristal y le pareci fcil meterse disimuladamente el objeto en la bolsa de su abrigo. El otro mexicano le recrimin su desvergenza cleptmana y lo amenaz con denunciar el hurto a los guardias del Banco. Ante la presin de la denuncia, el compatriota manilargo decidi devolver el cenicero al sitio donde lo encontr. El mexicano honesto es un ex funcionario vinculado al sector financiero que quedar en el anonimato, el frustrado ladrn se llama Fidel Herrera, quien fue gobernador de Veracruz y hoy es cnsul en Barcelona.

Si eso quiso hacer con el cenicero del Banco Central de Espaa, qu habr hecho con el tesoro pblico de su estado. Cuando nos preguntamos a dnde se fue la bonanza petrolera de la primera dcada del siglo XXI?, Fidel Herrera es uno de los pocos mexicanos que conocen la respuesta. l gobern Veracruz entre 2004 y 2010, precisamente en aquellos aos hubo precios altos por barril y picos de produccin en Pemex. Esa doble bendicin de la geologa y los mercados energticos sirvi para poco. En el sexenio de Fidel Herrera, la deuda estatal pas de 3.4 a 19 mil millones de pesos. Nuestro cnsul en Barcelona multiplic por cinco la deuda de su estado, mientras Mxico viva los aos de mayor opulencia petrolera.

Varios reportes de prensa vinculan al flamante diplomtico con el crimen organizado. Una de las notas (Exclsior, 16/12/2011) se fundamenta en el testimonio de 14 testigos protegidos que sealan al ex gobernador veracruzano como un activo protector del narcotrfico. Ni una nota de prensa y ni siquiera una denuncia penal equivalen a la sentencia de un juez. El cnsul en Barcelona es inocente hasta que se le demuestre lo contrario. Sin embargo, hay un dato duro sin margen para las dudas: en 2004 Veracruz tena nueve homicidios por cada 100 mil habitantes, al cierre de su sexenio la cifra subi a 23.

En Mxico hay instituciones que funcionan bien y preservan su buen nombre, a pesar del desprestigio y desconfianza social que se ha sembrado en este sexenio. El servicio diplomtico es una de estas islas de excelencia, donde el mrito no es atributo extranjero y el avance profesional depende mucho del esfuerzo y la experiencia. En la mayora de los pases, los altos puestos en embajadas o consulados se distribuyen entre designaciones polticas e integrantes del servicio diplomtico de carrera. Sin embargo, se espera que los polticos que se transforman sbitamente en diplomticos tengan una reputacin y prestancia a la altura del cargo. En Espaa tambin hay polticos corruptos con mala fama, pero no los exhuman de la fosa del desprestigio para enviarlos a nuestro pas como cnsules de Guadalajara o Monterrey. En el servicio diplomtico hay personas muy valiosas que fueron ignoradas para permitir que uno de los peores gobernadores en la historia moderna de Mxico pudiera tener chamba en una de las ciudades ms hermosas de Europa. Para evitar que la designacin de Fidel Herrera se atorara en el Senado, se degrad el consulado general de Barcelona a una sencilla oficina consular. Las reglas del servicio exterior se tuvieron que flexibilizar para adaptarse a las impresentables credenciales del personaje.

Como pas le debemos una disculpa a Espaa y Barcelona por este desafortunado desatino de un Presidente que confunde los intereses de sus cuates, sus socios y sus cmplices con una razn de Estado. Un consejo adicional a los catalanes: atornillen sus ceniceros.