A.T. Robertson - Comentario al Texto Griego del N.T. - 3° Juan

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5/27/2018 A.T.Robertson-ComentarioalTextoGriegodelN.T.-3°Juan-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/at-robertson-comentario-al-texto-griego-del-nt-3-juan COMENTARIO AL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO • 3 JUAN • A.T. ROBERTSON EDITORIAL CLIE M.C.E. Horeb, E.R. n.º 2.910 SE-A C/ Ramón Llull, 20 08232 VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAÑA E-mail: [email protected] Internet: http://www.clie.es COMENTARIO AL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO  Archibald Thomas Robertson © 2003 por Editorial Clie Publicado anteriormente por Editorial Clie en 6 volúmenes con el título Imágenes Verbales en el  Nuevo Testamento. Adaptada al castellano y anotada por Santiago Escuain. Título original en inglés: Word Pictures in the New Testament  Todos los derechos reservados. ISBN 978-84-8267-351-6

Transcript of A.T. Robertson - Comentario al Texto Griego del N.T. - 3° Juan

  • COMENTARIO AL

    TEXTO GRIEGO

    DEL

    NUEVO TESTAMENTO

    3 JUAN

    A.T. ROBERTSON

    EDITORIAL CLIE M.C.E. Horeb, E.R. n. 2.910 SE-A C/ Ramn Llull, 20 08232 VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAA E-mail: [email protected] Internet: http://www.clie.es

    COMENTARIO AL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO Archibald Thomas Robertson

    2003 por Editorial Clie

    Publicado anteriormente por Editorial Clie en 6 volmenes con el ttulo Imgenes Verbales en el Nuevo Testamento.

    Adaptada al castellano y anotada por Santiago Escuain. Ttulo original en ingls: Word Pictures in the New Testament

    Todos los derechos reservados.

    ISBN 978-84-8267-351-6

  • PRLOGO A LA EDICIN ESPAOLA

    Tenemos por fin en castellano una de las obras ms singulares de un singular erudito, el doctor Archibald Thomas Robertson, de especial utilidad para el estudioso del Nuevo Testamento debido a sus peculiares caractersticas. Como su ttulo indica, su principal propsito es estudiar y exponer aquellas expresiones ms grficas del N.T., lo que hace con singular acierto, dando un anlisis gramatical del texto, por orden de libro, captulo y versculo tal como va apareciendo en el N.T., as como haciendo observaciones sobre costumbres y las encrucijadas del N.T. con la historia coetnea all donde es oportuno. Con gran nfasis en aspectos estilsticos de los autores, da numerosas pruebas incidentales de la autenticidad y genuinidad de los respectivos libros que constituyen el Nuevo Testamento.

    Esta erudita obra abre al estudioso el texto del N.T., ilustrndolo de manera multiforme. A lo largo de la exposicin se manifiestan no slo los profundos conocimientos del autor en los campos de la gramtica y filologa griegas, as como de la historia coetnea del mundo del Nuevo Testamento, sino tambin la piedad personal y reverencia del autor hacia el depsito de la Palabra de Dios que es el Nuevo Testamento.

    Una faceta de la obra, en lo que respecta a aspectos escatolgicos, en los que el autor mantiene una postura postmilenial, no ser aceptable por parte de muchos cristianos igualmente piadosos. Pero el doctor Robertson nos ha legado, a pesar de posibles diferencias en este campo, una obra magna e indispensable en el campo de los estudios del Nuevo Testamento, tanto en el rea lingstica como en la histrica y doctrinal, conduciendo a un conocimiento ms serio y profundo de los escritores del Nuevo Testamento.

    Es nuestro deseo y oracin que esta obra, que tanta utilidad ha tenido en sus mltiples ediciones y reimpresiones en ingls, se difunda y d fruto en su traduccin al castellano, y que por el mundo de habla hispana coadyuve al crecimiento de los creyentes en el conocimiento de la Palabra de Dios, aquel conocimiento pleno de la verdad que es segn la piedad (Tit. 1:1), creciendo as en la gracia y el conocimiento de nuestro Seor y Salvador Jesucristo (2 P. 3:18).

    SANTIAGO ESCUAIN

    PREFACIO

    La utilsima serie de volmenes que el doctor Marvin R. Vincent escribi bajo el ttulo de Word Studies in the New Testament (Estudios de palabras en el Nuevo Testamento), siguen siendo de utilidad para aquellos para quienes fueron escritos, pero desde entonces ha llovido mucho. En la actualidad se emplean unos mtodos ms cientficos en filologa. Ya no se explican los tiempos verbales griegos ni las preposiciones griegas en trminos de traducciones conjeturales, ni se intercambian en base al capricho del intrprete. La gramtica comparada ha arrojado una gran luz sobre el verdadero significado de las formas y modismos del Nuevo Testamento. Ya no se da la explicacin de que los escritores del Nuevo Testamento emplean una estructura en lugar de otra.

  • Tambin se ha recibido luz adicional en base a los descubrimientos de los papiros egipcios. En ellos se encuentran palabras griegas no usuales desde la perspectiva del crtico literario o del erudito en literatura griega clsica, empleadas en la lengua de cada da en cartas y documentos comerciales y pblicos. Se sabe ahora que el griego del Nuevo Testamento no era un dialecto nuevo o peculiar del griego, sino la lengua comn de aquellos tiempos. El Koin vernculo, la lengua hablada de cada da, aparece en el Nuevo Testamento y en estos trozos de papiros procedentes de Oxyrhynchus y de Fayum. Hay formas de Koin literario en los papiros, as como en los escritos de Lucas, las Epstolas de Pablo, y la Epstola a los Hebreos. A su debido tiempo aparecer un nuevo Lxico Griego-Ingls del Nuevo Testamento que tome nota de los muchos papiros e inscripciones en griego que han sido dados a conocer en cuanto a su pertinencia para el Nuevo Testamento por la obra pionera del doctor Adolf Deissmann, entonces de Heidelberg, ahora de Berln. Sus obras Bible Studies (traducida al ingls por Alexander Grieve, 1901) y Light from the Ancient East (edicin revisada traducida al ingls por L. R. M. Strachan, 1927) son accesibles a los estudiosos de habla inglesa no familiarizados con la lengua alemana.

    No hay dudas acerca de la necesidad de nuevas investigaciones, hoy en da, en base a la luz aportada por los nuevos conocimientos. Muchos ministros me han apremiado a emprender esta tarea, y finalmente he accedido a ello por solicitud de mis editores. Este comentario al texto griego del N.T. est dirigido principalmente a los que no conocen griego o que lo conocen relativamente poco, y que sin embargo tienen deseo de conseguir nueva ayuda en base al estudio de las palabras y frases del Nuevo Testamento, personas que no tengan acceso a los libros tcnicos precisos, como la obra de Moulton y Milligan, Vocabulary of the New Testament.

    El estudioso crtico est en posicin de apreciar las ms delicadas distinciones entre las palabras. Pero es un hecho triste que muchos ministros nunca han cursado estudios de griego en facultades o seminarios. Y que la mayora de los que lo han hecho, incluyendo a muchos laicos que lo hicieron como parte de sus estudios seculares en los institutos superiores, lo han olvidado, permitiendo que las preocupaciones de este mundo y el engao del consumismo hayan ahogado en un rincn las nociones de griego que una vez conocieron. Y se da incluso la circunstancia de algunos que, cosa extraa, lo han dejado bajo la excusa de un supuesto y mal entendido respeto al propio evangelio cuyos vvidos mensajes predican, alegando querer huir de la humana sabidura, sin darse cuenta de que con tal proceder lo que hacen es desdibujar y debilitar los mensajes del evangelio que predican. Si el trabajo realizado en la redaccin del presente comentario sirve para reavivar en algunos de esta gran muchedumbre su inters en el griego del Nuevo Testamento, el esfuerzo habr valido la pena.

    Puede que algunos, incitados, como muchos lo han sido ya, por mi anterior obra The Minister and His Greek New Testament (El ministro y su Nuevo Testamento griego), se decidan a iniciarse en el estudio del Nuevo Testamento griego bajo la gua de una buena gramtica griega, como la de Davis, Beginners Grammar of the Greek New Testament (traducida al castellano y publicada por la Casa Bautista de Publicaciones con el ttulo de Gramtica elemental del Griego del Nuevo Testamento). A los dems, probablemente la mayora, que se sientan sin aptitud para el estudio del griego, este Comentario al Texto Griego del N.T. les ser de gran provecho en la preparacin de sermones, lecciones de Escuela Dominical, o incluso para su propia edificacin.

    En la versin espaola de este comentario, se utiliza el texto de la versin de la Biblia Reina-Valera, revisin 1977, en algunos casos con la adicin de la traduccin literal propia del autor, y con el texto griego transliterado entre parntesis. (Los editores insistieron en el empleo de la transliteracin en lugar del uso de caracteres griegos para rebajar los costos de impresin.) Quien no conozca griego, puede saltarse las palabras griegas y seguir leyendo, sin dejar por ello de comprender el sentido, aunque la inclusin del texto original ser de gran valor para los que

  • conozcan algo de griego. Se emplea el texto de Westcott y Hort, aunque no de manera servil. Es de esperar que los que conozcan griego tengan abierto el texto griego mientras leen o estudian esta obra.

    El presente libro no pretende ser un comentario formal, sino un comentario lingstico. No se hace una consideracin de todo el texto, sino que en cada caso se seleccionan para su tratamiento aquellas palabras que parecen ser ms ricas para las necesidades del lector a la luz del conocimiento actual. Es inevitable, por tanto, una gran extensin del trmino personal de la ecuacin. Mis propias observaciones son ahora lxicas, luego gramaticales, luego arqueolgicas, luego exegticas, luego ilustrativas, todo aquello que en cada momento determinado me sent llamado a escribir y que considero puede arrojar luz aqu y all sobre las palabras y los modismos del Nuevo Testamento. Otro escritor podra sentirse inclinado a extenderse acerca de extremos que aqu no se tocan. Pero esto es algo a esperar incluso en los ms formales comentarios, por tiles que sean. Y hasta cierto punto es cierto de los lxicos. Nadie lo sabe todo, incluso en la especialidad que ha escogido, ni tiene la sabidura de recoger todo lo que todos los lectores quieren ver explicado. Pero incluso los diamantes en bruto son diamantes. Queda al lector el pulirlos como quiera. Puede lanzar los destellos de luz aqu y all. En algunos puntos se encontrar con una cierta cantidad de repeticin, en parte con el propsito de ahorrar tiempo y de destacar el punto tratado.

    Aunque el presente volumen (en el que se ha incluido el texto ntegro de los seis libros originales), ha recibido el ttulo de Comentario el Texto Griego del Nuevo Testamento, la coleccin original de seis volmenes recibi el ttulo de Word Pictures in the New Testament. (Publicada anteriormente por CLIE como Imgenes Verbales en el Nuevo Testamento.) Dicho ttulo fue elegido adrede por la evidente razn de que el lenguaje, en sus orgenes, era puramente pictogrfico. A los nios les encanta examinar ilustraciones tanto cuando se trata de meras ilustraciones, como cuando las ilustraciones van intercaladas con sencillas palabras.

    La Piedra de Rosetta es una famosa ilustracin de ello. Los jeroglficos egipcios aparecen en la parte superior de la piedra, seguidos por la inscripcin en egipcio demtico, con su traduccin griega al fondo. Fue gracias a esta piedra que se desentraaron los secretos de los jeroglficos o pictografas. Los caracteres egipcios son tambin pictogrficos. Cada carcter era al principio un ideograma, esto es, representaba una idea, luego vinieron a representar palabras, luego slabas, y finalmente letras. En la actualidad hay indios en Alaska que siguen empleando slo imgenes para comunicar sus ideas. La mayor parte de las palabras han sido originalmente metforas, y las metforas estn continuamente pasando a la categora de palabras (Profesor Campbell). No ser ms cierto que las palabras son metforas, en ocasiones con la flor representada todava lozana, en ocasiones ya algo marchita? Las palabras no se han ido nunca del todo de la etapa de ilustracin. Estas antiguas palabras griegas del Nuevo Testamento tienen gran riqueza de significado. Nos hablan desde el pasado y con vivaces imgenes para todo el que tiene ojos para verlas. Es imposible traducir exhaustivamente de una lengua a otra. Se puede transferir mucha parte, pero no todo.

    Los matices delicados de sentido constituyen un desafo para el traductor. Pero hoy en da seguimos teniendo y usando algunas de las mismsimas palabras de Jess, cuando dijo: Las palabras que yo os he hablado son espritu y son vida (Jn. 6:63). Nunca hay que olvidarse de que al tratar con las palabras de Jess estamos tratando con cosas que tienen vida y aliento. Esto es cierto de todo el Nuevo Testamento, el ms maravilloso de todos los libros de todas las pocas. Se puede sentir el mismo plpito del corazn del Dios Omnipotente en el Nuevo Testamento si los ojos del corazn del lector han sido alumbrados por el Espritu Santo. Que el Espritu de Dios tome de las cosas de Cristo y las haga nuestras mientras meditamos en las

  • palabras de vida que nos hablan desde el Nuevo Pacto que nosotros conocemos como el Nuevo Testamento.

    ARCHIBALD THOMAS ROBERTSON Louisville, Kentucky

    LAS EPSTOLAS UNIVERSALES

    INTRODUCCIN

    LAS EPSTOLAS CATLICAS, NO UN TTULO FELIZ

    Hay varias explicaciones del trmino catlicas (katholikai epistolai) que se aplica al grupo de siete breves cartas de cuatro escritores (una de Santiago, o Jacobo, dos de Pedro, una de Judas, y tres de Juan). El trmino latn para katholicos es generalis, aunque la Vulgata designa estas cartas como Catholic. El significado no es de ortodoxo en oposicin a hertico, ni de cannico, aunque a veces se designan como Epistol canonic. De hecho, cinco de las siete (Todas menos Primera de Pedro y Primera de Juan) son puestas por Eusebio entre los libros disputados (antilegomena) del Nuevo Testamento. Un libro cannico es primariamente uno que ha sido medido y probado, y en segundo lugar aquello que es l mismo una medida o pauta (Alfred Plummer). Canon proviene de kann (caa) y es como una medida patrn cortada a la medida correcta, y empleada entonces como unidad de medida. Algunos ven en el trmino katholikos la idea de que estas Epstolas estaban dirigidas tanto a judos como a gentiles, pero la Epstola de Santiago parece dirigida a judos cristianos. Haba otros dos grupos principales de escritos novotestamentarios en los antiguos manuscritos griegos (los Evangelios y los Hechos, y luego las Epstolas de Pablo). Este grupo de siete Epstolas y el Apocalipsis constituyen el resto del Nuevo Testamento. La interpretacin usual del trmino katholikos, aqu, es que estas siete Epstolas no fueron dirigidas a ninguna iglesia en particular, sino que son generales en su distribucin. ste es claramente el caso en 1 Pedro, como se ve por el lenguaje en 1 Pedro 1:1, donde se mencionan siete provincias romanas. El lenguaje de 2 Pedro 3:1 comunica la misma idea. Aparentemente la Epstola de Judas es general tambin, como as sucede con 1 Juan. Pero 2 Juan se dirige a una seora elegida (v. 1) y la 3 Juan a Gayo (v. 1), ambos individuos, y por ello estas dos breves cartas no son en ningn sentido universales o catlicas. El ejemplo ms antiguo que tenemos de la palabra katholikos es una inscripcin (del 6 a.C.) con el sentido de general (ti katholiki mou prothesei, mi propsito general). Despus de esto fue cosa comn. El ejemplo ms temprano de ello en la literatura cristiana est en la Epstola de Ignacio a la Iglesia de Esmirna (VIII) donde tiene la iglesia catlica (h katholik ekklsia), la iglesia universal, no un cuerpo local. Clemente de Alejandra (Strom. IV. xv) aplica este adjetivo a la carta enviada a los cristianos gentiles en Antioqua, Siria y Cilicia por la Conferencia de Jerusaln (Hch. 15:32).

    ORDEN Y FECHAS

  • Los ms antiguos manuscritos griegos tienen estas Epstolas Universales inmediatamente despus de Hechos, y Westcott y Hort as los imprimen en su Nuevo Testamento Griego. Pero las traducciones tanto en ingls como en castellano y muchas otras lenguas siguen el Textus Receptus y las sitan justo antes del Apocalipsis. El orden de las siete cartas vara grandemente en los diferentes manuscritos, aunque generalmente Santiago viene en primer lugar y Judas en ltimo (como el ltimo aceptado y menos conocido de los cuatro autores). Es posible que el orden de Santiago, Pedro y Juan (omitiendo a Judas) representara una especie de precedencia cronolgica al pensar de algunos. Tambin es posible que no se deba atribuir importancia a este orden. Desde luego, Juan escribi el ltimo, tras la destruccin de Jerusaln, mientras que las otros vienen antes de aquel acontecimiento si son genuinas, como creo yo, aunque hay dificultades de una seria naturaleza acerca de 2 Pedro.1 Santiago puede ser muy temprana. Si es as, estas siete Epstolas estn distribuidas por todo el perodo comprendiendo desde el 45 hasta el 90 d.C. No tienen relacin alguna entre s excepto en el caso de las Epstolas de Pedro y de Judas.

    IMPORTANCIA DE LAS EPSTOLAS UNIVERSALES

    Sin ellas nos veramos privados de mucho acerca de tres personas destacadas de la cristiandad primitiva. Sabramos mucho menos acerca de Jacobo, y Cefas y Juan, que eran considerados como columnas (G. 2:9). Tambin sabramos menos acerca de la forma judaica (que no judaizante) del cristianismo que se hace patente en las Epstolas de Santiago y Judas en contraste, pero no en oposicin, al tipo paulino. En las Epstolas de Pedro vemos, desde luego, una posicin mediadora sin comprometer los principios, porque en la Conferencia de Jerusaln Pedro apoy lealmente a Pablo y a Bernab, aun a pesar de que flaque por un momento en Antioqua. En las Epstolas Juaninas vemos a la gran guila levantarse serenamente a las alturas, como en su Evangelio, a pesar del conflicto con el cristianismo que afectaba a la misma vida del cristianismo. La nica oposicin que queda digna de la consideracin de un cristiano es la existente entre la luz y las tinieblas, entre la verdad y la falsedad, entre el amor y el odio, entre Dios y el mundo, entre Cristo y el Anticristo, entre la vida y la muerte (Plummer). As que podemos estar agradecidos por la preservacin de estas breves Epstolas, que revelan diferencias en el desarrollo de los grandes lderes cristianos y la adaptacin del mensaje del evangelio a las cambiantes condiciones del mundo, entonces y ahora.

    LAS EPSTOLAS PASTORALES (PRIMERA A TIMOTEO, A TITO, SEGUNDA A TIMOTEO)

    INTRODUCCIN

    Se hace necesario tratar unas cuestiones introductorias acerca de las tres Epstolas que siguen, por cuanto son cuestiones comunes a las tres. Es cierto que algunos acadmicos modernos admiten la paulinidad de pasajes personales en 2 Timoteo 1:15-18; 4:9-22, mientras que niegan la genuinidad del resto. Pero esta crtica se cae por su misma base, puesto que precisamente aparecen los mismos caracteres estilsticos en los pasajes que se admiten como de paternidad paulina como en el resto, y no se puede presentar ninguna razn slida para justificar

  • que Pablo escribiera fragmentos, ni la omisin de otras secciones y la preservacin de stas por parte de un falsario del segundo siglo.

    La evidencia externa en favor de la paternidad paulina es poderosa y concluyente (Clemente, Policarpo, Ireneo, Tertuliano, Tefilo, Canon de Muratori). Las trazas de su circulacin en la iglesia antes de la poca de Marcin son ms claras que las que se pueden encontrar para Romanos y 2 Corintios (Zahn, Introduction to the N.T., tr. II, pg. 85). Marcin y Taciano las rechazaron debido a la condena del ascetismo por parte de Pablo.

    Las objeciones en base a la evidencia interna se presentan sobre las lneas establecidas por Baur y seguidas por Renan. Son principalmente cuatro. La ms decisiva, tal como lo argumenta McGiffert (History, of Christianity, in the Apostolic Age, pg. 402), es que el cristianismo de las Epstolas Pastorales no es el cristianismo de Pablo. Quiere decir tal como conocemos a Pablo mediante las otras Epstolas. Pero esta acusacin carece de fundamento. Es cierto que Pablo incluye aqu la fe entre las virtudes, pero tambin lo hace en Glatas 5:22. En ningn otro pasaje da Pablo una concepcin tan sublime de la fe como en 1 Timoteo 1:12-17. Otra objecin que se presenta es que la organizacin que se advierte en las Epstolas Pastorales pertenece al siglo segundo, no a la poca de la vida de Pablo. Ahora bien, poseemos las Epstolas de Ignacio, de la primera mitad del siglo segundo, en las que el obispo es situado por encima de los ancianos, de lo que no hay el menor rastro en el Nuevo Testamento (Lightfoot). Un falseador del siglo segundo habra reproducido de cierto la organizacin eclesistica de su siglo, en lugar de la del primero, que es lo que tenemos en las Epstolas Pastorales. Aqu slo tenemos el normal desarrollo del obispo (= anciano) y del dicono. Una tercera objecin es la de que en la vida de Pablo, tal como la conocemos por Hechos y las otras Epstolas de Pablo, no queda sitio para los acontecimientos a que se hace alusin en las Epstolas Pastorales, y se arguye asimismo en base a testimonios tardos e inconclusivos que Pablo fue ejecutado en el ao 64 d.C., tras haber sufrido un solo encarcelamiento en Roma. Si Pablo hubiera sido ejecutado el 64 d.C., esta objecin tendra fuerza en s, aunque Bartlet (The Apostolic Age) intenta darles sitio en el perodo cubierto por Hechos. Duncan hace el mismo intento acerca de los fragmentos paulinos que l admite, como pertenecientes al hipottico encarcelamiento de feso. Pero si admitimos la liberacin de Pablo de su primer encarcelamiento romano, hay tiempo ms que suficiente antes de su ejecucin el 68 d.C. para los acontecimientos a que se hace referencia en las Epstolas Pastorales y para la redaccin de sus cartas (su viaje hacia el este, a feso, Macedonia, Creta, Trade, Corinto, Mileto, Roma), e incluso la visita a Espaa antes de Creta, que haba antes planeado (Ro. 15:24, 28) y mencionada por Clemente de Roma como si hubiese tenido lugar en realidad (los confines de Occidente). La cuarta objecin es la del lenguaje en las Epstolas Pastorales. Es probable que ste sea el argumento que haya influenciado a ms personas. La presentacin ms slida de esta dificultad es la de P. N. Harrison en The Problem of the Pastoral Epistles (1921). Adems de los argumentos, el doctor Harrison ha hecho imprimir el texto griego de tal manera que ayuda a los ojos a ver los hechos. Las palabras que no se encuentran en las otras Epstolas Paulinas se encuentran en rojo, se subrayan las frases paulinas (procedentes de las otras diez), y los hapax legomena quedan marcados con un asterisco. Con una observacin superficial se puede ver qu palabras no estn en las otras Epstolas Paulinas y que las comunes frases paulinas estn en aproximadamente la misma cantidad. Los datos en cuanto a las meras palabras son ms o menos como siguen, segn Harrison: Palabras en las Pastorales que no se encuentran en ningn otro pasaje del N.T. (hapax legomena pastorales): 175 (168 segn Rutherford); palabras que se encuentran en las otras diez Epstolas de Pablo pero no en otros escritos del N.T.: 470 (672 segn Rutherford). Las variaciones en los MSS. dan cuenta de algunas de las dificultades en el contaje. Es evidente que hay una mayor proporcin de nuevas palabras en las Pastorales (alrededor de dos veces ms) que en las otras Epstolas Paulinas. Pero las tablas de Harrison exhiben tambin notables diferencias en las otras Epstolas. La media de tales palabras por pgina es de 4 en Romanos, pero de 5, 6 en 2 Corintios, de 6, 2 en Filipenses, y

  • slo de 4 en Filemn. Parry (Comm. pg. CXVIII) seala que de las 845 palabras en las Pastorales, al compararlas entre s, 278 aparecen slo en 1 Timoteo, 96 slo en Tito, 185 slo en 2 Timoteo. Si se adopta slo el criterio del vocabulario, ello sealara a una paternidad diferente para cada epstola. Y sin embargo est claro que las tres presentan el mismo estilo. Despus de todo, el vocabulario no es nicamente una cuestin personal. En la misma persona vara con la edad y tambin con el tema de que se trate. Precisamente stas son las diferencias que se observan en los escritos de Shakespeare y Milton, tal como hace tiempo lo han observado los crticos. El nico problema que permanece es si las diferencias son tan grandes en las Epstolas Pastorales como para impedir la paternidad paulina cuando el anciano Pablo escribe acerca del problema del liderazgo pastoral a dos de los jvenes ministros instruidos por l que se han encontrado con la misma incipiente hereja gnstica ya afrontada en Colosenses y Efesios. Mi juicio es que, cuando se consideran todos los factores, el contenido y estilo de las Epstolas Pastorales son genuinamente paulinos, con la madurez de la edad y de la sabidura, y quiz escritas de su propio puo y letra, o al menos en los tres casos por el mismo amanuense. Lock sugiere Lucas como el amanuense de las Pastorales.

    La conclusin a que llega Lock es que o bien se trata de cartas genuinas o bien de Epstolas artificiales (Int. Crit. Comm., p. XXV). Si no son genuinas, son fraudes en nombre de Pablo (pseudoepigrficas). El argumento en base al estilo est en favor de la paternidad paulina, y el del estilo fuertemente en su contra, aunque no es totalmente concluyente (Lock, op. cit., pg. XXIX). Considero que el caso en favor de la paternidad paulina es mucho mejor que lo que l afirma, y acepto que son del mismo Pablo. Parry (Comm., pg. CXIII) dice con razn: No es razonable esperar que una carta privada, dirigida a un amigo personal para su propia instruccin y consideracin, vaya a exhibir las mismas caractersticas que una carta dirigida a una comunidad para su lectura pblica.

    Libros especiales acerca de las Epstolas Pastorales (aparte de Introducciones al Nuevo Testamento, Historias apostlicas, Vidas de Pablo, o las Epstolas de Pablo como un todo): Belser (1907), Bernard (Cambridge Gr. T., 1899), E. F. Brown (Westminster, 1917), Bowen (Dates of. P. Letters, 1900), Dibelius (Handbuch, 1913), Ellicott (1883). P. Fairbairn, P. N. Harrison (Problem of the Past. Eps., 1921), Harvey (1890), Hesse (Die Entst., 1889), Humphreys (Camb. B., 1897), Huther (1890), H. J. Holtzmann (1880), James (Genuineness and Authorship of P. Eps., 1906), Khler (Schriften N.T., 2 Aufl. 1907), Knabenbauer (1913), Kraukenberg (1901), Laughlin (Past. Eps. in Light of One Rom. Imp., 1905), Lilley (1901), W. Lock (Int. & Crit. Comm., 1924), Ltgert (Die Irrlehre d. P., 1909), Maier (Die Hauptprobleme d. P., 1910), Mayer (1913), Meinertz (1913), Michaelis, W. (Pastoralbriefe etc. zur Echtheitsfrage der Pastoralbriefe, 1930), Niebergall (Handbuch, 1909), Parry (1920), Plummer (Exp. B., 1896), Pope (1901), Riggenbach (1898), Stock (Plain Talks on, 1914), Strachan (Westm. N.T., 1910), von Soden (Hand-Comm., 1891), Wace (Sp. Comm., 1885), B. Weiss (Meyer Komm., ed. 5, 1886), White (Exp. Grk. T., 1910), Wohlenberg (Zahn s Komm., 1906).

    La Tercera Epstola

    de Juan

    INTRODUCCIN

    Desde luego 3 Juan se dirige a una persona individual, no a una iglesia, aunque no sabemos

    cul fuera el Gayo aqu mencionado. Hay tres amigos de Pablo que llevan este nombre: Gayo de

  • Corinto (1 Co. 1:14), Gayo de Macedonia (Hch. 19:29), Gayo de Derbe (Hch. 20:4), pero es improbable que este Gayo de Prgamo (como lo designara Findlay) sea ninguno de stos, aunque las Constituciones Apostlicas lo identifiquen con el Gayo de Derbe. Es posible que en 3 Juan 9 haya una alusin a 2 Juan, y si es as, entonces ambas cartas fueron a individuos en la misma iglesia (una a una mujer leal, la otra a un hombre leal). Hay tres personas acusadamente delineadas en 3 Juan (Gayo, Ditrefes, Demetrio). Gayo es el laico de fiar en la iglesia, Ditrefes es el oficial dominante, y Demetrio el bondadoso mensajero de feso portador de la carta, una vvida imagen de la primitiva vida de la iglesia y de la primitiva obra misionera. Juan se encuentra en feso, el ltimo de los apstoles, y con su mirada de guila contempla la obra en Asia Menor. Los mismos engaadores gnsticos estn en accin como los que se ven en las otras Epstolas juaninas. Prgamo es descrita en Apocalipsis 2:13 como el lugar donde est el trono de Satans.

    CAPTULO 1 1. El amado (ti agapti). En cuatro veces en esta breve carta se emplea este adjetivo verbal

    de Gayo (aqu, 2, 5, 11). Vase 2 Juan 1 para la misma frase aqu, a quien amo en la verdad.

    2. Ruego en oracin (euchomai). Slo aqu en los escritos de Juan. Vase Romanos 9:3. En todas las cosas (peri pantn). Debe ser tomado con euodousthai y como peri en 1 Corintios 16:1, con respecto a todas las cosas. Que seas prosperado (se euodousthai). Infinitivo en discurso indirecto (infinitivo objeto) despus de euchomai, con el acusativo de referencia general se (en cuanto a ti). Euodo es un viejo verbo (de euodos ,eu y hodos, prspero en un viaje), tener un buen viaje, prosperar, en la LXX, en el N.T. slo este versculo (dos veces), 1 Corintios 16:2; Romanos 1:10. Que tengas salud (hugiainein). En Pablo esta palabra significa siempre una sana enseanza (1 Ti. 1:10; 6:3), pero aqu y en Lucas 5:31; 7:10; 15:27, de salud corporal. Brooke se pregunta si la salud de Gayo haba causado preocupacin en sus amigos. As como prospera tu alma (kaths euodoutai sou h psuch). Una comparacin notable que da por supuesto el bienestar (presente de indicativo en voz media de euodo) de su alma (psuch aqu como el principio de la vida ms alta como en Jn. 12:27, no de la vida natural como en Mt. 6:25).

    3. Me alegr muchsimo (echarn lian). Como en 2 Juan 4 y Filipenses 4:10, no un aoristo epistolar, sino una referencia a sus emociones ante las buenas nuevas acerca de Gayo. Cuando vinieron los hermanos (erchomenn adelphon). Genitivo absoluto con el participio presente en voz media de erchomai, y as con marturountn (testificando, participio presente en voz activa de marture). El participio presente aqu denota repeticin, una y otra vez. De tu verdad (sou ti altheii). En caso dativo. Como siempre en los escritos juaninos, la verdad cubre todas las esferas de la vida, moral, intelectual, espiritual (Brooke). As como t andas en la verdad (kaths su en altheii peripateis). T en contraste a Ditrefes (v. 9) y a otros como l. Sobre peripate vase 1 Juan 1:6 y sobre en altheii vase 2 Juan 4.

    4. Mayor (meizoteran). Un doble comparativo con -teros aadido a meizn, semejante a mallon kreisson (ms mejor) en Filipenses 1:23. En Efesios 3:8 tenemos elachistoteri, un comparativo sobre un superlativo. Aparecen formas semejantes en los papiros vernculos e

  • incluso en Homero (cheiroteros, ms peor), como tambin se ve en ingls en Shakespeare. Gozo (charan). B lee charin (gracia). Que ste (toutn). Ablativo neutro plural despus del comparativo. El or que (hina akou). Clusula objeto ( epexegtica ) con hina y akou, el presente de subjuntivo en voz activa (proseguir oyendo de) en aposicin con toutn. Andan en la verdad (en altheii peripatounta). Como en 2 Juan 4, que vase. Mediante el uso de tekna Juan puede significar que Gayo es uno de sus convertidos (1 Ti. 1:1).

    5. Fielmente te conduces (piston poieis). Bien esto o haces seguro, siguiendo un ejemplo en Jenofonte citado por Wettstein (poiein pista) y paralelo con kaina poie en Apocalipsis 21:5. Pero no hay certeza de esto. En lo que haces (ho ean ergasi). Relativo indefinido con el modal ean ( =an ) y el primer aoristo de subjuntivo en voz media de ergazomai. Vase Colosenses 3:23 para poie y ergazomai en la misma oracin. Y tambin por los que son forasteros (kai touto xenous). Y ello tambin (acusativo de referencia general como en 1 Co. 6:6; Fil. 1:28; Ef. 2:8). Este encomio de la hospitalidad (Ro. 12:13; 1 P. 4:9; 1 Ti. 3:2; 5:10; Tit. 1:8; He. 13:2) muestra que en 2 Juan 10 Juan tiene un caso concreto en mente.

    6. Ante la iglesia (enpion ekklsias). Reunin pblica como lo indica el uso de ekklsia sin artculo, como en ekklsii en 1 Corintios 14:19, 35. Hars bien (kals poiseis). Futuro en voz activa de poie con el adverbio kals, una frase educada comn en cartas (papiros) como nuestro por favor. Vase tambin Hechos 10:33; Santiago 2:19; 1 Corintios 7:37s.; Filipenses 4:14; 2 Pedro 1:19. En ayudarles a proseguir su viaje (propempsas). Participio primero aoristo en voz activa (accin simultnea) de propemp, enviar adelante, una vieja palabra, en el N.T. en Hechos 15:3; 20:38; 21:5; 1 Corintios 16:6, 11; 2 Corintios 1:16; Romanos 15:24; Tito 3:13. De un modo digno de Dios (V.M.) (axios tou theou). Esta misma frase aparece en 1 Tesalonicenses 2:12 y el genitivo con axis tambin en Romanos 16:2; Filipenses 1:27; Colosenses 1:10; Efesios 4:1. Vase Juan 13:20 para las palabras de Cristo en esta cuestin. Por cuanto son representantes de Dios, trtalos como trataras a Dios (Holtzmann). Desde los tiempos de Homero (Od. XV. 74) era costumbre despedir a los huspedes acompandolos un trecho, a veces proveyndoles de dinero y comida. Los rabinos eran escoltados de este modo, y Pablo alude a la misma costumbre llena de gracia en Romanos 15:24 y Tito 3:13.

    7. Por amor al Nombre (BAS) (huper tou onomatos). El nombre de Jess. Vase Hechos 5:4; Romanos 1:5 para huper tou onomatos y Santiago 2:7 para el uso absoluto de el nombre como en 1 Pedro 4:16. Este nombre es en esencia el sumario del credo cristiano (Westcott) como en 1 Corintios 12:3; Romanos 10:9. Es como el uso absoluto de el Camino (Hch. 9:2; 19:9, 23; 24:22). Sin aceptar nada (mden lambanontes). Participio presente en voz activa con la negacin usual con participios (1 Jn. 2:4). De los gentiles ( apo tn ethnikn ). En lugar del usual ethnn (Lc. 2:32), un adjetivo tardo para lo que es peculiar de un pueblo (ethnos) y luego para designar al mismo pueblo (Polibio, Diodoro, no en la LXX), en el N.T. slo aqu, Mateo 5:47; 6:7; 18:17. Como nuestro trmino pagano. Juan est ansioso de que los misioneros cristianos no reciban nada de los paganos, como nuestros misioneros tienen que guardarse de la acusacin de ir tras el dinero. Haba muchos oradores ambulantes en pos de dinero. En 1 Corintios 9 Pablo defiende el derecho de los predicadores a recibir paga, pero rehsa para s

  • mismo aceptarla de Corinto porque sera mal entendido (cf. 1 Ts. 2:6ss.; 2 Co. 12:16ss.). Obsrvese apo aqu como en la cobranza de impuestos (Mt. 17:25) en lugar de para, que puede ser sugerente.

    8. Debemos (opheilomen). Para esta palabra vase 1 Juan 2:6; 3:16; 4:11. Acoger (hupolambanein). Presente de infinitivo en voz activa (hbito de acoger, de dar la bienvenida) de hupolamban, vieja palabra, tomar arriba debajo, llevarse fuera (Hch. 1:9), replicar (Lc. 10:30), suponer (Hch. 2:15), slo aqu en el N.T. en este sentido de recibir hospitalariamente o de tomar bajo la propia proteccin como hupodechomai (Lc. 10:38). A tales personas (tous toioutous). A los tales, segn el giro griego (1 Co. 16:16, 18); cf. RV. Para que seamos (RV) (hina ginmetha). Clusula de propsito con hina y el presente de subjuntivo en voz media de ginomai, para que sigamos deviniendo. Cooperadores (RV) (sunergoi). Un viejo compuesto ( sun ,ergon ). De la verdad ( ti altheii ). Con la verdad. Caso instrumental asociativo con sun en sunergoi, pero no hay seguridad de que sta sea la idea, aunque sunerge se emplea as con ergois en Santiago 2:22. Sunergos mismo aparece con el genitivo de la persona como en theou sunergoi (1 Co. 3:9) o con el genitivo de la cosa ts charas (1 Co. 3:9). As que el sentido aqu

    puede ser bien colaboradores con tales hermanos por la verdad (dativo de ventaja), o colaboradores con la verdad (caso instrumental asociativo).

    9. Yo escrib alguna cosa a la iglesia (egrapsa ti ti ekklsii). Unos cuantos MSS. aaden an para indicar que no haba escrito (conclusin de condicin de segunda clase), una adicin claramente esprea. No es un aoristo epistolar ni una referencia a 2 Juan, como mantiene Findlay, sino una alusin a una breve carta de recomendacin (Hch. 18:27; 2 Co. 3:1; Col. 4:10) enviada con los hermanos mencionados en los vv. 5 o 7 o con algunos otros hermanos itinerantes. Westcott cree errneamente que ti nunca se emplea de nada importante en el N.T. (Hch. 8:9; G. 6:3), y que por ello esta carta perdida careca de importancia. Puede que fuera breve y una mera introduccin. Ditrefes ( Diotrephes ,Dios y treph, nutrido por Zeus). Este ambicioso lder y simpatizador con los gnsticos probablemente impidi que la carta a que se hace referencia fuera leda en la iglesia, sea que se tratara de 2 Juan condenando a los gnsticos u otra carta recomendando a Demetrio y a los misioneros de Juan. Por ello enva a Gayo esta carta personal advirtindole contra Ditrefes. Al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos (ho philoprteun autn). Participio presente articular en voz activa de un verbo tardo, hasta ahora encontrado slo aqu y en escritores eclesisticos (el ejemplo citado por Blass es un error, cf. Deissmann, Light from the Ancient East, pg. 76), de philoprtos, estar encariado de ser el primero (Plutarco), y construido como philopone (en papiros), tener cario por el trabajo. Esta ambicin de Ditrefes no demuestra que fuera un obispo sobre ancianos, como s suceda en el siglo segundo (como muestra Ignacio). Puede que fuera un anciano (obispo) o dicono, pero es evidente que quera gobernar toda la iglesia. Hace unos cuarenta aos escrib un artculo sobre Ditrefes para una revista denominacional. El editor me dijo que veinticinco diconos hicieron boicot a la revista para mostrar su resentimiento por ser atacados personalmente en el artculo. No nos recibe (ouk epidechetai hms). Presente de indicativo en voz activa de este viejo compuesto, en el N.T. solamente aqu y en el versculo 10. Ditrefes rehus aceptar la autoridad de Juan o la de los que estaban de su lado, los misioneros o delegados de Juan (cf. Mt. 10:40).

  • 10. Si voy (ean elth). Condicin de la tercera clase con ean y segundo aoristo de subjuntivo en voz activa de erchomai. Espera venir (v. 14), como haba dicho en 2 Juan 12 (un argumento para la identificacin de 2 Jn. con la carta mencionada en 3 Jn. 9). Recordar (hupomns). Futuro de indicativo en voz activa de hupomimnsk, un viejo compuesto (Jn. 14:26; 2 P. 1:13). El anciano apstol no teme a Ditrefes, y aqu le desafa. Que hace (ha poiei). Presente de indicativo en voz activa, que persiste en hacer. Tratando de denigrarnos (phluarn hms). Participio presente en voz activa de un viejo verbo (de phluaros, chismear, 1 Ti. 5:13), acusar vanamente, y por ello en falso, slo aqu en el N.T. con el acusativo hms (nos). Con palabras malignas (logois ponrois). Caso instrumental. No simplemente unos chismes insensatos, sino unas palabras malvolas. No contento (m arkoumenos). Participio presente en voz pasiva de arke, con la negacin usual m. Para este verbo en este sentido vase 1 Timoteo 6:8 y Hebreos 13:5, slo que all no aparece epi. Juan conoce que la conducta de Ditrefes no resistir a la luz. Vanse las amenazas de denuncia de parte de Pablo (1 Co. 4:21; 2 Co. 10:11; 13:1-3). Y Juan es el apstol del amor. l mismo (autos). Esto era ya malo. A los que quieren (tous boulomenous). Los dispuestos o deseosos o que reciben a los hermanos de parte de Juan. Lo prohbe (kluei). Estorba. Presente de indicativo en voz activa de klu y significa bien un xito real en un caso (uso puntual del presente de indicativo) o repeticin en varios casos (accin lineal) o accin conativa intentada, pero no logrando el xito, como en Mateo 3:14 (este mismo verbo) y Juan 10:32. Los expulsa de la iglesia (ek ts ekklsias ekballei). Aqu otra vez se puede entender ekballei de varias maneras, como kluei. Este verbo aparece en Juan 2:15 de echar del templo a sus profanadores, y de echar de la sinagoga al que haba sido ciego (Jn. 9:34s.). Si este antiguo jefe de la iglesia no logr expulsar a los fieles a Juan de la iglesia, no fue desde luego por no intentarlo.

    11. No imites (m mimou). Presente de imperativo en voz media en prohibicin (no tengas la costumbre de imitar) de mimeomai (de mimos, actor, mmico), una vieja palabra, en el N.T. slo aqu, 2 Tesalonicenses 3:7, 9 y Hebreos 13:7. Lo malo (to kakon). Como en Romanos 12:21. Posiblemente por el contraste entre Ditrefes y Demetrio. El que hace lo bueno (ho agathopoin). Participio presente articular en voz activa de agathopoie, un verbo tardo y raro, en contraste con ho kakopoin (un viejo y comn verbo) como en Marcos 3:4; Lucas 6:9; 1 Pedro 3:17. Es de Dios (ek tou theou estin). Como en 1 Juan 3:9s. No ha visto a Dios (ouch heraken ton theon). Como en 1 Juan 3:6. No dice ek tou diabolou como lo hace Jess en Juan 8:44, pero es lo que quiere significar.

    12. Todos dan testimonio de Demetrio (Dmtrii memarturtai hupo pantn). Perfecto de indicativo en voz pasiva de marture, ha sido testificado a Demetrio (caso dativo) por todos. No sabemos nada ms acerca de l, a no ser que, cosa improbable, sea identificado con Demas como forma abreviada (Flm. 24; Col. 4:4; 2 Ti. 4:10), que ha vuelto tras su desercin, o con el platero efesio (Hch. 19:21ss.), que pudiera haber sido convertido mediante el ministerio de Juan, como uno quisiera creer, aunque no hay evidencia de ello. Puede que fuera ciertamente el

  • portador de esta carta de feso a Gayo, y puede que cayera bajo sospechas por alguna razn y por ello Juan da esta clida recomendacin. Y aun la verdad misma (kai hupo auts ts altheias). Una segunda recomendacin de Demetrio. Es posible, en vista de 1 Juan 5:6 (el Espritu es la verdad) que Juan se refiera aqu al Espritu Santo y no a una mera personificacin de la verdad. Y tambin nosotros (kai hmeis de). Un tercer testimonio en favor de Demetrio, el del mismo Juan (plural literario). T sabes (V.M.) (oidas). Las palabras en Juan 21:24 suenan como un eco de esta oracin (Westcott). Juan conoca bien a Demetrio en feso.

    13. Yo tena (eichon). Imperfecto en voz activa de ech, cuando comenc a escribir (grapsai, aoristo ingresivo de infinitivo en voz activa de graph). No quiero escribir (ou thel grahein). No deseo proseguir escribindolas. Con tinta y pluma (dia melanos kai kalamou), por medio de (dia) negro (tinta) y caa (que se empleaba como pluma). Vase 2 Juan 12 para melanos y Mateo 11:7 para kalamos, empleado para papiro y pergamino, como grapheion (un estilo aguzado) para tabletas de cera.

    14. Espero (elpiz)-Hablaremos (lalsomen). Plural literario, realmente un singular como elpiz.1 Cara a cara (stoma pros stoma). Como en 2 Juan 12.

    15. La paz sea contigo (eirn soi). Pax tibi como el saludo judo shalm (Lc. 10:5; 24:36; Jn. 20:19, 21). Los amigos (hoi philoi). Los de feso. En particular (kat onoma). Juan conoca a los amigos en la iglesia (en Prgamo, o dondequiera que fuera) como el buen pastor llama a sus ovejas por su nombre (Jn. 10:3, el nico otro ejemplo del N.T. de kat onoma). El giro idiomtico es comn en las cartas de los papiros (Deissmann, Light from the Ancient East, pg. 193, nota 21).

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