ASOCIACION DE EXALUMNOS DE LA COMPAÑIA … · Fernando María Klappenbach ... Alberto Balmaceda /...

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ASOCIACION DE EXALUMNOS DE LA COMPAÑIA DE JESUS AÑO 22, NÚMERO 34, 2014 - 2015 Organo de difusión de la Asociación de Exalumnos del Colegio del Salvador. Av. Callao 542 (C1022AAS) Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Tapa: “Tan Rafael Squirru!”, Eloisa Squirru, Ed. el Elefante Blanco

Transcript of ASOCIACION DE EXALUMNOS DE LA COMPAÑIA … · Fernando María Klappenbach ... Alberto Balmaceda /...

ASOCIACION DE EXALUMNOSDE LA COMPAÑIA DE JESUS

AÑO 22, NÚMERO 34, 2014 - 2015

Organo de difusión de la Asociación de Exalumnos del Colegio del Salvador.Av. Callao 542 (C1022AAS) Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Tapa: “Tan Rafael Squirru!”, Eloisa Squirru, Ed. el Elefante Blanco

Hemos llegado, finalmente, a la entrega tan demo-rada de este nuevo ejemplar de nuestra tradicio-nal publicación. La mies es mucha y los segadores pocos, y para colmo, algunos ya viejos. De cual-quier manera nos propusimos estar y se ha logra-do, con algún tropezón, que trataremos de evitar de manera que el próximo ejemplar respete mejor los tiempos.Podemos decir que en este casi año y medio últi-mo, tanto en lo interno como en nuestra trascen-dencia hacia el exterior, se avanzó sensiblemente. En cuanto a lo primero, en las gestiones habitua-les orientadas a fortalecer la camaradería entre los exalumnos en función de ese sentido de pertenen-cia que nos identifica con la Compañía y con el Colegio, hemos encontrado un reconfortante eco, que se evidencia en las reuniones de camadas (que se han incrementado) en la concurrencia a las ce-nas, tanto la anual como las de los primeros miér-coles en CUBA. También se resolvió concentrar la modesta acción que está a nuestro alcance brindar, en dos obras Jesuitas importantes. La Obra de San José, por todos conocida y la Misión del Boquerón, que comenzara en Santiago del Estero el P. Cons-table SJ. y que hoy es una reconfortante realidad en la que lo secunda el P Marcos Alemán SJ. En cuanto a la acción en el exterior, nos enorgullece recordar que la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio del Salvador fue distinguida, al ele-

girse a su Presidente como Secretario de la Unión Mundial, cargo al que ha honrado, brindando sin reserva alguna, su inteligencia y trabajo.Con esfuerzo y la ayuda de todos, se pudo estar presente en EEUU, Colombia y muy recientemen-te en Montevideo, estrechando lazos con nuestros pares de otras latitudes y coadyuvando en esa ta-rea aglutinante.En esta edición de nuestra revista, hemos querido hacer un especial reconocimiento al exalumno y querido profesor, don Rafael Squirru, quien para muchos de nosotros sigue siendo un referente en cuanto a libertad de pensamiento, educación, cul-tura, imaginación y honestidad intelectual. Sólo queremos que sepa que aquellos chicos a los que hace 50 ó 60 años intentaba hacerlos pensar, aún recuerdan con orgullo aquellos días.Invitamos a todos a visitar nuestra página web, en la que encontrarán información más amplia y ac-tualizada de nuestra Asociación.Como pensamiento final, recordemos las palabras de nuestro Arzobispo que en Mayo de 2002, nos hablaba del Zaqueo ya convertido, capaz de escu-char y dialogar y sobre todo de ceder y compartir. La Compañía de Jesús ha sido clara en el mandato, la pobreza no es un problema ajeno ni su solu-ción depende de otros. Asumamos la medida de lo nuestro.

Editorial

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Contenidos

pág. 03...... La Compañía de Jesúspág. 09...... 2º Centenario de la Restauración de la Compañíapág. 11...... Los Jesuitas del Paraguay y la Medicinapág. 12...... Francisco designó obispo a otro Jesuítapág. 13...... Rafael Squirrupág. 16...... Un elefante en un bazarpág. 19...... Creación e invención en el artepág. 22...... Rafael Squirru, profesor del colegiopág. 23...... Los antiguos alumnos de la Compañíapág. 27...... Una Guerra olvidadapág. 36...... Golfpág. 37...... Encuentro Anualpág. 38...... Parroquia del Boquerón

Para destacar:

-El Gral Brig® Diego A. Soria VGM, miembro de la promo-ción 86, egresada en 1954, fue designado miembro de número de la Academia Na-cional de la Historia.

-El Dr. Carlos Baraldo Trillo, miembro de la promoción 129, egresada en 1977, fue nombrado Secretario del Juzgado Nacional de Prim-era Instancia en lo Conten-cioso Administrativo Federal n* 3 de la Capital Federal.

Comisión de PrensaÓrgano de Difusión de la Asociación de Ex-alumnos de la Compañía de Jesús.

Consejo editor:Enrique P. Batemarco / Augusto Mahlknecht /Carlos Blamaceda

Editor Responsable: Enrique Turano

Redacción:P. Ignacio García Mata S.J. /Enrique P. Batemarco / Augusto Mahlknecht

Diseño y edición:www.optiondesign.com.ar

Agradecimientos:Ramón Gutiérrez, Rodrigo Gutiérrez Viñuelas, Juan Eduardo Fleming, Carlos Bagué, Ignacio García Mata SJ., Ignacio Gutiérrez Zaldivar, Higinio Martinez.

Comisión de DirectivaAsesor Espiritual: P. Ignacio Garcia Mata S.J.Director: Lic. Ricardo César Moscato Presidente: Carlos María GianícoloVicepresidente: Alberto Rafael Corcuera IbáñezSecretario: Roberto Andrés PoggioProsecretario: Gustavo Carlos MarotoTesorero: Enrique Ernesto AldazabalPro tesorero: Norberto Luis Di GraziaVocales: Enrique Pedro Batemarco / Fernando María Klappenbach / Eduardo Mariano Montes de Oca / Enrique José TuranoVocales Suplentes: Carlos Alberto Falchi / Juan Eduardo Fleming / Juan Francisco Mitjans / Juan José SforzaComisión Revisora de Cuentas: Carlos Alberto Balmaceda / Martín Jorge Ibarzábal / José Manuel NaveiraComisión Revisora de Cuentas su-plente: Augusto Leo Mahlknecht / Raúl Javier Yñarra

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La Compañía de Jesus

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Bula “Sollicitudo Ómnium” de Pío VII - Ciudad del Vaticano, 7 de agosto de 1814.

El 15 de mayo de 2014, tuvo lugar en el Museo Mitre el acto de apertura con motivo de la conme-moración de los 200 años de la Restauración de la Compañía de Jesús. En esa ocasión hablaron el P. Ignacio Garcia Mata SJ, ex alumno promoción 1955 y el Embajador (r) Juan Eduardo Fleming, ex alumno del Salvador de la promoción correspon-diente al año 1964.

Fleming se refirió a los trascedentes aportes de la Compañía en las Edades Moderna y Contempo-ránea de la Historia de Occidente desde su funda-ción por San Ignacio el 15 de agosto de 1534.

Dada la relevancia de las Misiones de la Para-guaria, comenzó señalando que sus límites no se circunscribieron a las guaraníticas en el Paraguay, Noreste argentino y Suroeste brasileño, sino que comprendieron los territorios de lo que hoy cons-tituyen nuestro país desde Jujuy hasta el Estrecho de Magallanes; Sureste de Bolivia; Suroeste de Brasil y Uruguay. En el caso de Chile, sus Misiones establecidas como dependientes de Perú, al igual que el resto de la Paraguaria, en 1625 pasaron a integrar esta última, hasta 1683 en que Chile fue constituida como Provincia.

Mencionó el poco divulgado hecho que gracias a las batallas de Caapá Guazú y de Mbororé, esta

ultima en Misiones, la Compañía, asistida por los Guaraníes, frenaron a mediados del 1600 los avances de los bandeirantes en busca de mano de obra esclava, provenientes desde San Pablo. Reco-nocidamente aseguraron así las fronteras territo-riales actuales del Noreste argentino y del Suroeste boliviano.

En lo que hoy es la Argentina, las misiones fueron desde el norte hasta Bariloche. Allí el P. Mascardi proveniente desde Chiloé, en 1670 estableció la Misión de Ntra. Sra. de Nahuel Huapi, desde don-de llegó hacia el Sur hasta Cabo Vírgenes en 1674 donde murió martirizado. A su vez el P. van der Meeren o “de la Laguna” fue quien trajo las ovejas en 1703 a la Patagonia. Luego destacó que en San Luis, Mendoza y San Juan, los PP. misionaron en-tre los Huarpes, diezmados desde Chile que bus-caba mano de obra indígena barata para Santiago y Coquimbo.

En la Provincia de Buenos Aires fundaron entre otras la Misión de Ntra. Sra. de la Concepción (1740 a 1753) desde donde, conforme narra el P. Sánchez Labrador, en 1751, José Andonaegui, Gobernador del Río de la Plata, maltrató e injurió a importantes caciques venidos de la Patagonia a solicitar misioneros jesuitas. Cabe considerar que de haber actuado Andonaegui civilizadamente, las campañas contra los indígenas, en particular la del Desierto, posiblemente no hubiesen tenido lugar y de haberse producido la inculturación pacífica

Juan Aberg CoboAdhesión

La Compañía de JesusConmemoración de los 200 años de su restauración.

La Compañía de Jesus

Escribanía Alvarez FourcadeTte. Gral. Juan D. Perón 315. 5to. Piso, Of. 19Tel. 4343-8665 / 4343-9952 - Fax 4331-2220

E-mail: [email protected]

como el P. Bartomeu Meliá asienta y que la expul-sión de la Compañía 1767 frena, es muy factible que la situación de nuestros pueblos indígenas hu-biese sido muy distinta, mucho menos conflictiva.

Pero la acción de la Compañía alcanzó también otras proyecciones benéficas que de forma más clara e indiscutible perduran y rigen hasta nues-tros días. En materia de Derecho Internacional público, fue gracias a la Escuela de Salamanca a fines del Siglo XVI y comienzos del XVII - cono-cida como la Escuela Española en la disciplina ju-rídica - que se establecieron las bases constitutivas del Paradigma de sus instituciones, hasta hoy vi-gentes. Y ello se debió fundamentalmente al pen-samiento del P. Francisco Suarez quién sentó los postulados filosóficos y políticos sobre los cuales asentarlo y desarrollarlo.

En materia de Derechos Humanos, su Paradigma resulta también mucho más acertado atribuirlo a la acción precursora del P. Antonio Vieira, portu-gués, que defendió a los judíos frente a la Inquisi-ción y al Gobierno de España, como también hizo con los indios, estos últimos, a quienes el domini-co Bartolomé de las Casas se circunscribió exclusi-vamente. Si bien el honorable fraile tuvo su mérito y muy loable, su accionar fue referido a súbditos del Rey de España como lo eran los indios, a dife-rencia de los judíos. Y respecto de la Compañía es aún más atribuible a ella el carácter de precursores de los Derechos Humanos, ya que su recepción en el derecho interno de los países se ha llevado a cabo vía del Derecho Internacional.

La Compañía cinceló un tercer Paradigma de enorme trascendencia en nuestra formación des-de prácticamente su fundación pese a que origi-nalmente no estuvo entre sus propósitos princi-pales como ahora sucede: la Ratio Studiorum o el Paradigma Educativo Ignaciano.

De no haber sido por la pedagogía ignaciana, el enciclopedismo o iluminismo francés y el Siglo de Oro de la literatura española, muy posiblemente habrían sido bien diferentes si se tiene presente que Corneille, Molière, Voltaire y Diderot fue-ron ex alumnos jesuitas, al igual que Cervantes, Lope de Vega y Calderón de la Barca. En Francia a su vez Descartes, fundador del método filosófi-co conocido como ‘racionalismo’ y Montesquieu, originador de la autonomía en democracia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, también lo fueron. En América hispana, lo fueron Rubén Da-río y García Marquez entre mucho otros.

Y podría legítimamente decirse que los Ejercicios Espirituales Ignacianos munidos de su vocación por el ‘discernimiento’ que desde un comienzo San Ignacio proyectó como uno de los fundamen-tos de la conducta ignaciana, tal vez sin propo-nérselo resultaron ser también un ‘paradigma’ de investigación científica ya que en su cuarta sema-na, asentados los Ejercicios sobre el Amor de Dios, inculcan buscarlo y sondearlo en todas sus obras de la Creación. De no haber sido así, los trasce-dentes aportes de la Compañía a las Ciencias, pese a su vocación misionera, es factible que no hubie-

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La Compañía de Jesus

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sen tenido lugar.Es más, en palabras del P. Arturo Reynoso Bolaños de México, en ocasión de participar en los prepa-rativos de una visita presidencial entre su país y Francia, el entonces asesor para temas históricos del Presidente Pompidou de Francia, pese a su confesado agnosticismo manifestado en la con-versación mantenida, le aseveró que la ‘brecha cultural y científica’ entre Europa y América Lati-na se inició con la expulsión de la Compañía.

Y estos Paradigmas se suman a los de la ‘incul-turación pacífica’ en las Misiones guaraníticas ex-puesto por el P. Bartomeu Meliá en el Seminario titulado “Las misiones jesuíticas de la región gua-ranítica - Una experiencia cultural y social ameri-cana”, realizado en diciembre ppdo. por el Centro de Documentación de Arquitectura Latinoameri-cana - CEDODAL. Frente a los serios conflictos internacionales contemporáneos, resultado de la pretensión de inculturizar por medios violentos el establecimiento de instituciones de naturaleza democrática, dicho Paradigma debería ser serio objeto de estudio y análisis por los cientistas de política internacional.

En ese Seminario también, el Prof. Darko Suster-sic se refirió al Paradigma estético-cultural ema-

nado de la fusión del arte barroco, impulsado por la Compañía en su acción de ‘contra - reforma’, con la estética guaraní, esta última asimilable al arte bizantino y que se evidencia en pintura y plás-tica de las Misiones guaraníes. Y Alfredo Poenitz, también participante del Seminario, expuso el error del análisis y estudio antropológico de las Misiones guaraníticas, fundado en la metodología europea basada en el Paradigma del ‘dominador y dominado’. Sus recientes investigaciones en base a una metodología no eurocentrista, indican que la comprensión y mutuo apego entre los misio-neros de la Compañía y los guaraníes se debió a que entre estos últimos, el sentimiento para con el prójimo reflejaba el de los primeros cristianos entre ellos. De allí esa mutua compenetración y reconocido aprecio recíproco.

Por último, merece destacarse que a pesar del predicamento en Europa sobre las Misiones gua-raníticas, estas fueron no obstante objeto de im-portantes elogios y comentarios desde Voltaire y Montesquieu, hasta Hegel, atravesando por varios otros.

(La versión completa de la presentación se encuen-tra en el portal de ex alumnos del Salvador: http://www.exalumnodelsalvador.org.ar/)

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La Compañía de Jesus

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Estudio PetracchiABOGADOS

El 7 de agosto de 2014 se cumplieron exactamente 200 años de la Restauración de la Compañía de Jesús. La historia es la siguiente.

HOY, 200 AÑOS DESPUÉS, los jesuitas deseamos “aprender de las luces y sombras de nuestro pa-sado, con el fin de percibir con mayor claridad y entregarnos con más generosidad a lo que el Señor pide de nosotros en el momento presente” (Adol-fo Nicolás, Superior General de la Compañía de Jesús). En todo el mundo, este resurgimiento se recuerda con el lema Ite inflammate omnia, que apunta a llevar la luz de Cristo a todos los sitios y personas.

Así lo explicaban los jesuitas en 2008: “Cuentan las crónicas que, cuando San Ignacio envió a San Fran-cisco Javier al Oriente, le dijo: “Id, inflamad todas las cosas” Con el nacimiento de la Compañía de Jesús, un fuego nuevo se encendió en un mundo

en transformación. Se inició una forma novedosa de vida religiosa, no por industria humana, sino como una iniciativa divina. El fuego que entonces se prendió continúa ardiendo hoy en nuestra vida de jesuitas, “un fuego que enciende otros fuegos”, como se dice sobre san Alberto Hurtado. Con ese fuego, somos llamados a inflamar todas las cosas con el amor de Dios (cf. Lc 12:49) (CG 35, decreto 2, n.25).

En castellano añadimos: “Contagien la vida”, esto es, comuniquen y transmitan la vida recibida para que ella engendre más vida a su alrededor. Así, los 17.000 jesuitas del mundo quieren organizarse de nuevo, simplificando sus estructuras, seleccionan-do sus lugares de presencia, trabajando unidos a otras personas en los terrenos donde esa luz y amor de Dios se desea que llegue. Y que de este modo alcance y permanezca con los hombres y mujeres que más lo necesiten.

La Compañía de Jesus 1814-2014Conmemoración de los 200 años de su restauración.

La Compañía de Jesus

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200 años de la Restauración de la Compañía de Jesús.Exposición del P. I. García Mata SJ.(Los jesuitas en España: de la Restauración a la in-tegración)

Durante la segunda mitad del siglo XVIII, los je-suitas de varios países europeos son acusados en su vida y trabajo, hasta el punto de ser expulsa-dos de sus tierras. Entre otros sitios, de Portugal en 1759, de Francia en 1764 y de España, en 1767. De España y sus colonias son en total unos 5.000.

¿Motivos? Aunque no se aducen causas formales, en España el rey Carlos III justifica esta medida para tener paz en sus territorios. Se los critica y acusa de obedecer a una autoridad extranjera –Roma-. O de defender ciertas doctrinas morales y pastorales que afectan el comportamiento de los ciudadanos y a la política, de instigar al pue-blo contra los reyes, de oponerse al Tratado de Límites, de fundar estados independientes en América –como las Reducciones del Paraguay-, de enriquecerse con el comercio de las Indias o de ostentar demasiado poder y prepotencia, gracias a sus colegios y otros medios de influencia social y política. Pero, aun así, ellos no llegan a prever las consecuencias de estas amenazas que estaban en el ambiente antes de ser desterrados.

“El caso es que, al ser suprimidos en España, y ex-pulsados de ella, pierden todos sus bienes…”

Cada uno pasa a recibir una mínima pensión del Estado. Desde varios puertos de España y de Amé-rica, embarcan hacia el Mediterráneo en las que serán durante un año y medio sus “residencias flotantes”…, porque, con frecuencia, a sus naves se les impedía tomar tierra, dados los conflictos políticos entre los países e incluso con el mismo papado y los Estados Pontificios. No todos los je-suitas sobreviven a la travesía. Uno de los más ac-

tivos será considerado santo más tarde por la Igle-sia: José Pignatelli (Zaragoza, 1737 – Roma, 1811). Fue un gran consuelo y ayuda para los demás, sumiendo muchas responsabilidades y decisiones del viaje, exilio, supervivencia y preparación de la restauración definitiva. Apoyó en lo que pudo el estudio, la formación y la dedicación a la investi-gación y a la cultura de sus compañeros.

Ad Maiorem Dei Gloriam

Más duro todavía para la Compañía de Jesús fue ser suprimida en 1773 por el papa Clemente XIV, cediendo a las presiones de las potencias católicas y de algunos obispos. Hasta ese año, en el mundo había unos 23.000 jesuitas, dirigiendo unos 700 colegios. Pero la Compañía no desapareció del todo. En una parte de la Europa oriental, para-dójicamente, dos gobernantes no católicos, Fede-rico II de Prusia y la zarina Catalina II de Rusia, se negaron a prescindir de la formación que los jesuitas impartían en sus tierras. Pudieron seguir trabajando durante varios años con total libertad.

Incluso otros jesuitas llegan hasta allá desde luga-res donde habían sido suprimidos. En 1800 eran 214.

Pasarían más de 40 años hasta que el papa Pío VII restauró la Compañía el 7 de agosto de 1814. Entonces quedaban 150 jesuitas en Roma y unos 600 en el resto del mundo. Este acontecimiento supone su vuelta, reaparición, resurgimiento, re-nacimiento, resurrección… En 1820 ya serán unos 1.300 jesuitas en todo el mundo (de ellos, unos 480 estudiantes y 400 en España).

En España, muchas ciudades reclaman su vuelta, deseosas de que contribuyan, por ejemplo, a me-jorar la enseñanza. Lo harán definitivamente 120 jesuitas a partir del 29 de mayo de 1815, con el rey Fernando VII, quien critica entonces las “ca-

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Adhesión NN

lumnias, ridiculeces y chismes para desacreditar a la Compañía de Jesús, disolverla y perseguir a sus inocentes individuos”.

A los pocos meses, también en América y Filipi-nas. Poco a poco se incorporan muchos antiguos miembros residentes en España y vuelven otros entrados en Italia. Los jesuitas se lanzan a confe-sar, predicar, dar alguna misión, ofrecer tandas de Ejercicios, refundar congregaciones y grupos, en-señar el catecismo, atender a los presos, consolar a los enfermos o a los afectados por epidemias como el cólera. Se ocupan de las élites, pero también de la gran clase obrera, inaugurando el “catolicismo social”… Sin embargo, tanto en España como en otros países, dependiendo del gobierno de la na-ción y de fuertes tensiones políticas, la Compañía de nuevo sería suprimida varias veces a lo largo de los siglos XIX y XX.

Mirando hacia atrás, reconocemos muchos valores positivos en lo que ocurrió hace dos siglos:

. El deseo de los jesuitas de obedecer fielmente, aunque con dolor, a la orden de supresión que de-cretó el Papa en 1773.. La perseverancia, la mayoría de ellos, en su voca-ción como jesuitas.. La fortaleza que mostraron ante las dificultades de los viajes, la vivienda o el alimento, sobrevi-viendo con lo esencial.

. Su adaptación a tierras y costumbres extrañas donde tuvieron que exiliarse.. La solidaridad y cuidado entre ellos, compartien-do lo poco que tenían.. Su gran confianza y esperanza en Dios, depen-diendo al mismo tiempo de lo que los gobernantes iban ordenando.. La capacidad de recuperación después de haber perdido tanto, de “dar vuelta la página” y empezarde nuevo.. El reconocimiento y examen de los errores co-metidos.. La fuerza de su entusiasmo y testimonio de vida, que suscita muchas vocaciones en pocos años.. La capacidad de entroncar con los ideales de San Ignacio y los primeros jesuitas, reconstruyendo lo nuevo a partir de lo mejor del pasado.. La vuelta a vivir juntos, tras años de aislamiento y separación.. El deseo de servicio a un mundo moderno y a veces hostil.. Su fidelidad a la Iglesia, poniendo a su disposi-ción sus capacidades y habilidades.. La inmensa creatividad del siglo XIX en el naci-miento de tantos colegios, santuarios, publicacio-nes, prácticas pastorales, misiones en el extranje-ro…

2º Centenario de la Restauración de la Compañía

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Queridos hermanos y amigos en el Señor,Hace ya casi dos años, el día 1 de enero de 2012, escribí a todos los superiores pidiéndoles que co-menzaran la preparación de la conmemoración, el año 2014, del segundo centenario de la Restau-ración de la Compañía de Jesús. Con la presente carta deseo invitarles a todos, jesuitas y colabora-dores nuestros, a toda la comunidad, obra apos-tólica, Religión y Provincia de la Compañía a ce-lebrar el 200 aniversario de la Restauración de la Compañía con humilde y sincero agradecimiento al Señor, con deseo de aprender de nuestra histo-ria y viviéndolo como una ocasión de renovación espiritual y apostólica.

El año 2014 es un año importante para el estudio de nuestra historia como Compañía. En distintos lugares en el mundo se han programado estudios académicos, publicaciones, conferencias y reu-niones de estudio para impulsar un conocimiento más profundo y ayudar a entender mejor la com-pleja realidad de la Supresión de la Restauración de la Compañía: sus causas, sus principales pro-tagonistas y sus consecuencias. Estoy muy agra-decido por el trabajo que se ha hecho hasta ahora, y espero que un esfuerzo tan importante de inves-tigación y estudio de la historia prosiga también después de 2014. Como bien sabemos, memoria e identidad están ligadas por profundos vínculos: el que olvida su pasado no sabe quien es. Cuanto mejor conozcámonos nuestra historia y cuanto más profundamente la comprendamos, mejor nos entenderemos a nosotros mismos y mejor conoce-remos nuestra identidad como cuerpo apostólico en la iglesia.

Deseo también que durante 2014 nuestra oración personal y comunitaria, por medio de la reflexión y el discernimiento, den profundiad al estudio de la historia. Pienso que el mejor modo de entrar

espiritualmente en este año especial -200 aniver-sario de la bula Pontificia Sollicitudo omnium ec-clesiarum, promulgada por el Papa Pío VII el 7 de agosto de 1814- es buscar la gracia que San Igna-cio nos propone en la Contemplación para alcan-zar amor: pedir al Señor “cognoscimiento interno de tanto bien recibido, para que yo enteramente reconosciendo, pueda en todo amar y servir a su divina majestad” (EE 233). En otras palabras, no sería deseable que nuestra atención quedara fija-da sólo en el pasado. Desearíamos comprender y estimar mejor nuestro pasado para así seguir ca-minando hacia el futuro, en nuestra vida y nuestra misión de hoy, “con renovado impulso y fervor” (CG35, Decreto 1).

Permitan que les proponga algunos temas que puedan ayudarles en su oración, reflexión y dis-cernimiento durante el año próximo.

1. Fidelidad creativa: ¿Qué significa para nosotros hoy el hecho de que la Compañía, si exceptuamos el imperio Ruso, lo perdiera todo durante la Su-presión y que fuera capaz de comenzar de nuevo cuando carecía de recurso alguno? Más aún ¿qué podemos aprender de los esfuerzos de la Compa-ñía restaurada por ser fiel al legado de Ignacio en unas circunstancias tan diferentes?

2. Amor a nuestro Instituto: Según la importante carta titulada Por amor a nuestra compañía y a nuestro Instituto (1830), escrita por una de la fi-gura más significativa de la Compañía restaurada, el P. General Jan Roothaan, una tentación que po-día amenazar algunos miembros de la Compañía restaurada era amarla, podríamos decir, de modo externo y superficial: valorando la riqueza que suponía tener muchas instituciones sintiendo el honor de ver que otros les estimaban, el orgullo de ser de nuevo poderosos e influyentes. En direc-

Conmemoración del 2º centenario de la Restauración de la Compañía de Jesús.

2º Centenario de la Restauración de la Compañía

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ción opuesta, el P. Roothaan procuraba impulsar el amor hacia la realidad interior de la Compañía: hacia su Instituto, su valores espirituales, hacia un modo de proceder enraizado en los Ejercicios Es-pirituales. ¿Qué significado tiene para nosotros, en el día de hoy, esta llamada de atención a cen-trarnos sobre todo en el conocimiento y amor de nuestro instituto?

3. Relación fraternal: Otra de las figuras importan-tes de este período fue San José Pignatelli, que en aquellos difíciles tiempos en que vivían expulsa-dos y sin techo, supo infundir unión, fortaleza y ánimo en sus hermanos. Alentó, en medio de la supresión, la comunicación, la amistad y la es-peranza entre los antiguos compañeros. En estos días, ¿no dice algo a nosotros, llamado por la CG 35 a vivir la “comunidad como misión”, el testimo-nio de aquellos hombres, que en tiempo de crisis se desvelaban por sus hermanos?

4. Misión universal: Uno de los rasgos de la Com-pañía restaurada era su notable actividad y su es-píritu misionero. Ya en el generalato del P. Rootha-aan, de los 5209 miembros de la Compañía, el 19% trabajaba fuera de las provincias en que habían entrado. Mucha de la provincias de Asia, África, América y Australia tienen su origen en estos años de la Compañía restaurada. ¿Qué significado pue-de tener hoy para nosotros este fuerte sentido de misión universal de la Compañía recién restaura-da?

5. Fe en la providencia: Los que nos precedieron en la Compañía vivieron tiempos que eran todo un reto: la Supresión, la precaria existencia de la Compañía en el Imperio Ruso; el reconocimiento de la Compañía a nivel sólo local, hasta que no lle-gó su Restauración universal en 1814; los difíciles y frágiles comienzos de la Compañía restaurada ¿Qué podemos aprender de la paciente resisten-cia que tuvieron nuestros hermanos durante aquel turbulento período, de su fortaleza, de la fe y la

confianza que mostraron en la providencia de Dios y en la presencia del Espíritu en la Iglesia?

Quiero repetir de nuevo lo que ya les pedí en mi anterior carta sobre el año 2014: que nuestra con-memoración de la Restauración -que comienza oficialmente el día 3 de enero, fiesta del Sacratí-simos Nombre de Jesús, y concluye el día 27 de septiembre, aniversario de la confirmación de la Compañía en 1540- evite cualquier señal de triun-falismo o de orgullo. Espero sin embargo que, aún sencilla y modestamente, todas las comunidades, regiones y provincias de la Compañía hagan un es-fuerzo por conmemorar este aniversario de modo memorable y lleno de significado a nivel personal y comunitario.

Contemplando el perito de nuestra historia como Compañía, demos humildemente gracias a Dios porque nuestra mínima Compañía sigue exis-tiendo: porque nosotros mismos, miembros de la Compañía, seguimos encontrando en la espi-ritualidad de San Ignacio un camino hacia Dios; porque seguimos creciendo gracias al apoyo y el estímulo de nuestros hermanos en comunidad, porque experimentamos aún el privilegio y el gozo de servir a la Iglesia y al mundo, especialmente a los más necesitados por medio de nuestros minis-terios. Pido a Dios que la conmemoración agra-decida desde 200 aniversario de la restauración de la Compañía sea bendecida por una más pro-funda asimilación de nuestro modo de vida y por el compromiso cada día más creativo generoso y alegre de entregar nuestras vidas al servicio de la mayor gloria de Dios.

Fraternalmente en el señor,Adolfo Nicolás, S.I.Superior General

Roma, 14 de noviembre de 2013 Fiesta di San Jose Pignatelli

Los Jesuitas del Paraguay y la Medicina

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Una entidad dedicada a la historia de la Medicina en la Argentina resolvió hacerle un homenaje a los jesuitas de la antigua Compañía, en particular al Padre Florián Paucke, que fue de los expulsados por el rey Carlos III. El acto fue el 21 de octubre, en la sede de la AMA (Asociación Médica Argen-tina), en el centro porteño.

La Jornada duró cuatro horas y yo tuve allí dos ex-posiciones de media hora cada una. Pasaron los videos de Sergio Raczko, del Estudio que dirige Ignacio García-Mata, SJ., lo que amenizó el acto. Mi primera exposición fue para presentar el con-texto de las Reducciones en la antigua Provincia del Paraguay, mostrando cómo los jesuitas desa-rrollaron el sentimiento religioso y la inclinación artística de los guaraníes, que ha perdurado en la piedad popular. El P. Paucke estaba muy dotado para la música y la pintura. Proyectaron cuadros pintados por él.

Mi segunda exposición fue sobre los jesuitas mé-dicos, unos pocos con título, muchos improvi-sados. Los primeros profesionales médicos que hubo en nuestro país fueron Hermanos, según refiere el P. Furlong. Cuando el jesuita español Cardiel, también de los expulsados, llegó a la Re-ducción donde había estado el jesuita santafesino Suárez, astrónomo de fama internacional, se desa-tó la peste. Cardiel, que no era médico pero muy hábil, cuenta que hizo construir varias cabañas en los bordes del pueblo. Cuando un guaraní tenía fiebre, lo llevaban a una cabaña. En cinco días se

veía si tenía viruela o no. Si no había contraído la peste, volvía a su casa. Si estaba contagiado, se lo llevaba a una cabaña más alejada y se prendía fue-go a la primera. Como los parientes iban a visitar-los a escondidas, se contagiaban y morían, Cardiel puso guardias armados en torno a las cabañas. Así logró controlar la peste.

El médico más famoso fue el P. Tomás Falkner, en-viado desde Londres para estudiar las plantas de esta región. No era católico, pero dos años después de llegar se hizo católico e ingresó en la Compa-ñía de Jesús. También fue de los expulsados. No lo mencioné yo porque hubo un laico que realizó una entusiasta exposición sobre él. Como repre-sentante del P. Provincial, Alejandro Tilve, puse el acento en los 200 años que estamos celebrando.

Los Jesuitas del Paraguay y la MedicinaEscribe Ignacio Pérez del Viso, SJ

Francisco designó obispo a otro Jesuita

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El papa Francisco nombró obispo auxiliar de Bue-nos Aires al sacerdote jesuita Ernesto Giobando, quien colaborará con el cardenal Mario Poli en el gobierno pastoral de la arquidiósesis primada, informaron fuentes oficiales. El religioso, de 54 años, se desempeñaba en la actualidad como su-perior de la residencia jesuita Sagrada Familia, de Montevideo, Uruguay.

Giobando, quien conoce a Jorge Bergoglio desde los 15 años, será el quinto obispo jesuita en la his-toria del Episcopado argentino. La información fue dada a conocer simultáneamente en Roma y Buenos Aires. Y aquí lo dio a conocer el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, a tra-vés de la agencia católica AICA.

Giobando nació el 13 de diciembre de 1959 en Santa Fe, y tras complementar sus estudios se-cundarios en el histórico colegio santafecino de la Inmaculada Concepción ingresó en la Com-pañía de Jesús el 7 de diciembre de 1978. Efectuó sus estudios de Filosofía y Teología en el Colegio Máximo San José, de la localidad bonaerense de San Miguel, en cuya facultad hizo la Licenciatura y el Doctorado de Teología.

Fue ordenado sacerdote el 17 de noviembre de 1990 e hizo sus votos como profeso en la Compa-ñía de Jesús el 9 de mayo de 2000.

Tras distintas actividades en la misión jesuita, en-tre 2005 y 2014 fue secretario nacional del Aposto-lado de la Oración en la Argentina y director de la revista El Mensajero del Corazón de Jesús, revista del Apostolado de la Oración.

Predicador de ejercicios espirituales dirigidos es-pecialmente a laicos, religiosas y al clero diocesa-no, fue profesor del Colegio Máximo San José y en 2013 fue designado superior de la residencia jesuita Sagrada Familia, en Montevideo, Uruguay.

El primer obispo jesuita fue Joaquín Piña, quien falleció el 8 de julio de 2013 tras una larga mili-tancia por los derechos sociales y humanos; el se-gundo fue Bergoglio, y le siguieron Jorge Lugones, actual obispo de Lomas de Zamora, y Hugo Sala-berry, de Azul.

Diario La Nación. 6 Marzo 2014.

Francisco designó obispo a otro JesuitaEl superior Ernesto Giobando será auxiliar de la Arquidiósesis de Buenos Aires

Rafael Squirru

El Corte Inglés S. A.San Martín 201 - 4to. Piso

TEL. 4394-1010Buenos Aires - Argentina

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mensaje recibido de tan honrado y valiente caba-llero.

En este número hemos querido recordarlo.

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Rafael SquirruAquellos que hoy estamos, más-menos (mas más, que menos), arriba de los 70 años, tuvimos la enorme fortuna que en nuestro paso por el Cole-gio del Salvador, nos topáramos con Rafael Squi-rru, personaje singular, que desde sus cátedras, ya de Inglés o de Literatura, dejó una huella sin duda imborrable en nuestros espíritus juveniles y en nuestras esperanzas más largas. Aquellos años fueron difíciles, comprometidos, de mucha acción y Rafael parecía que en su cometido, había com-prendido aquel mandato casi postrero de San Ig-nacio “ite e inflamate”.

Rafael Squirru es un incendiario, básicamente de libertad, sin duda de cultura y sobretodo de an-tipacatería, estructuralismos, fomalismos vacios. Su vida y su obra son testimonio de ello y confío en que entre aquellos privilegiados que fuimos sus alumnos, algo, aunque sea un poco de lo que in-tentó transmitirnos, haya prendido en alguno, con fecundidad, hechado raíces y hagamos honor al

Rafael Squirru

Máximo 1943-1950Horacio 1943-1951Gustavo 1947-1955

Patricio 1947-1956Sergio 1948-1957Adrián 1952-1961

Los hermanos Bunge Martinez Pieres

Mantienen inconmovible su afecto al colegio y a la compañía

para ello, se inscribe en la facultad de Derecho de la Universidad de Edimburgo (Escocia), egresan-do en 1948 con el título de Licenciado en Leyes, siendo la primera vez que en la centenaria Casa, un no británico dice el discurso de despedida de la promoción saliente. Pero nunca practicó su pro-fesión de Abogado.

1949 – De retorno al país, se casa con Mary Dodd, quien le dará dos hijas: María Augusta y María Eloisa.

1950 – Durante 5 años se dedica a la pintura, que abandonará años después para dedicarse a la lite-ratura. Dicta cursos de inglés, historia argentina y literatura hispanoamericana en el Colegio del Salvador.

Entre 1951 y 1960 , se desempeña como profesor de Inglés en tercer año, pero a partir de 1956, agre-ga a ello la cátedra de Literatura en 4* y 5* año.

1956 – Es nombrado Director del Museo de Arte

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Rafael Squirru

1925 – Nació el 23 de marzo en Buenos Aires. Sus padres fueron el distinguido cirujano Carlos María Squirru y su madre Celina González, pro-veniente de una familia tradicional argentina. De pequeño manifiesta afición por la pintura, desta-cándose en una muestra para niños en 1930, cuan-do apenas tenía 5 años.

1932 - Cursa estudios primarios en la escuela es-cocesa San Andrés. Estudia dibujo y pintura con el maestro catalán Fernando Pascual Ayllón, durante una década.

1939 – Cursa estudios secundarios en el Colegio del Salvador de los Padres Jesuitas, egresando con el Premio de Excelencia Perpetua y Medalla de Oro en 1943

1945 – Cursa el primer año de Medicina en la UBA y luego de aprobarlo, renuncia a esa suerte de mandato familiar y decide estudiar Abogacia y

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Rafael Squirru

Moderno de Buenos Aires, que no tenía sede ni colección propia. En su cargo, que ocupa hasta 1963, organiza toda suerte de exposiciones en pla-zas y paseos públicos y varias muestras itineran-tes en el exterior, hasta que logra una sede para el museo en el edificio del Teatro San Martín (1960) dotándolo de obras propias.

1957 – Publica su primer libro de poesía.

1960 – Es nombrado Director de Relaciones Cul-turales. Desde ese cargo promueve envíos que culminan con premios internacionales para Alicia Penalba y Antonio Berni en las Bienales de San Pablo y Venecia respectivamente.

1963 – Es nombrado Director de Asuntos Cultu-rales de la Organización de Estados Americanos (OEA) con Sede en Washington. Durante sus siete años de gestión, promueve la cultura hemis-férica en todas sus manifestaciones. Viaja por el continente tomando contacto personal con los creadores de toda América.

1970 – De retorno a la Argentina, se dedica por entero a la labor literaria y crítica. Destacándo-se, entre otras, los siguientes libros y publicacio-nes.: “25 años de crítica: Arte de América”, “Pérez Celis”. “Eduardo Mac Entyre”, monografías sobre Berni, Roux, Seoane, Albino Fernández y Liber-ti. Con este último edita su traducción de Ham-let con litografías del artista, “El Rey Salomón” (drama bíblico con ilustraciones de Raúl Soldi). También viaja como jurado a las más importan-tes confrontaciones del continente y dicta cursos y conferencias en museos y universidades de Amé-rica y Europa.

Colabora en los principales diarios y revistas es-pecializadas del país y desde 1984 es colaborador permanente del diario La Nación. Un conjunto de notas de ese diario han sido publicadas por Zurba-rán Ediciones en 1989 bajo el título “las Exigencias del Arte” y en colaboración con Ignacio Gutiérrez Zaldívar “40 Maestros del Arte de los Argentinos” (1990), y “Quinquela” (1990).

Un elefante en el bazar

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En los fogones a orillas del lago Mascardi solía-mos cantar a doble coro: “Un elefante molesta mucha gente / dos elefantes molestan mucho más…” Así, podían multiplicarse ad infinitum hasta que la manada arrasara el campamento si antes no cambiábamos la partitura. De aquellas le-janas cenizas resurgen hoy los proboscídeos para inspirar el título de esta semblanza del gran jefe ranquel Squirruhuincó, flamante nonagenario. Es la mejor imagen de cómo impactó su avasalladora irrupción a mediados del siglo veinte en el campo cultural argentino, del que fue uno de sus grandes animadores, sino el máximo.Este gigante de piel morena y pelo crespo, avizo-ra lo universal con un ojo; con el otro el destino sudamericano, las lanzas y los caballos desboca-dos retumbando en el desierto, panteón de sus mayores. La mirada bizca es asincrónica: un ojo mira el pasado; el vecino lo que vendrá. Esta doble visión, cualidad de profetas, aunque también de

ciertos chamanes, debió iluminar a su admirado Leopoldo Marechal (“padrino de mis primeros corcovos”) para este segundo bautismo con agua surera, de resabios salinos. Rafael, enemigo acérrimo de lo convencional, se enorgullece de este “blend” sanguíneo (Victoria Ocampo, que nunca lo tragó por sus desviaciones gauchescas, fue otra altiva portadora de tales ge-nes), algo atípico en esta ciudad portuaria donde la tilinguería de la clase alta exige mirar de reojo a quienes ventilan estas cuitas en sociedad. “La san-gre de América es mestiza. ¿Olvidan que los in-dígenas nuestros llevan cuarenta mil años en esta parte del mundo?”, escribió alguna vez.Medalla de oro, tras egresar de El Salvador (1943) estudia leyes en Edimburgo (Escocia), pero de vuelta al pago cuelga la toga (“es incongruente ejercer la profesión en un país cuya ley suprema no es respetada”). A una comentada exposición suya en la sala de visitas del colegio le sigue el adiós a los pinceles, a largos años de aprendizaje bajo la guía del maestro catalán Fernando Pascual Ayllón, para dedicarse a la literatura. La cosecha no es desdeñable: doce libros de poesía, otros tan-tos de ensayos, monografías sobre pintores, pilas de críticas, dos traducciones de Shakespeare (Ha-mlet y La tempestad) y hasta se le animó al teatro con El rey Salomón, drama bíblico en tres actos.Rafael siempre ha sido “un pescador de lo profun-do”, indudable marca jesuítica y su plegaria es la misma de Jack Kerouac “Señor, enséñame a ser tuyo y no del mundo”, un alivio para cuando va llegando ese momento de la vida en que es prefe-rible andar ligero de equipaje.Allá por los 50 fue un profesor de lujo en Callao 542: enseñó inglés, historia patria e introdujo a los jóvenes en la gran literatura hispanoamericana, con frecuentes visitas al Martín Fierro, “el poema épico más importante de nuestra lengua”, al que emparda con los poemas homéricos y el mismísi-

Un elefante en el bazarCarlos Begué

Aldo Sessa, 1992

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Un elefante en el bazar

mo Quijote. Su mejor invento es el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1956), hoy definitiva-mente asentado en la avenida San Juan al 300, del cual fue su primer Director. La institución nació con destino incierto, sin techo ni cuadros. Mi ami-go Enrique Torroja, eximio pintor, enterado del nombramiento me dijo medio en broma: “Mirá, no sé si felicitarlo a Rafael o darle el pésame”. Sin embargo, él se las ingenia para abrir la primera muestra de Arte Moderno Rioplatense (1958), donde junto a los consagrados de ambas orillas, asoman otras expresiones menos conocidas o en cierne, como los informalistas, el colectivo Sur, el grupo Espartaco y los artífices de la Nueva Fi-guración (Noé, Deira, Macció y de la Vega). De prestado, el museo pudo alojarse transitoriamente en los altos del Sívori, por entonces un cocham-broso edificio céntrico de la calle Paraguay. En el bello libro que escribió su hija Eloísa (Tan Rafael Squirru. El Elefante Blanco. 2008), con nostalgiosa sonrisa evoca otros paraderos, terrestres y maríti-mos de dicha muestra a bordo de camiones que atravesaron el país o del buque Yapeyú, rumbo a otras latitudes (Río de Janeiro, Ciudad de Méjico, Roma, Edinburgo, Glasgow, Gotemburgo y Esto-colmo) en garajes, en la galería Witcomb o al aire libre en los jardines de Palermo (“Al día siguiente las esculturas hubo que pescarlas en el lago adon-de las habían arrojado algunos patoteros”.)Por aquellos días de nomadismo no faltó la chusca pregunta de un periodista necio: “Pero Squirru, usted dirige un museo fantasma”. La respuesta, imperial, lo dejó chato, fulminado por la mirada: “El museo soy yo. Donde yo voy, va conmigo el museo”.Al fin, en 1960, la sede propia en el recién inaugu-rado Teatro General San Martín y, de movida, un golazo: la primera muestra de Arte Contemporá-neo en la Argentina (Pollock, Kline, De Kooning, Tobey, Capogrossi, Le Corbusier, Burri y tantos otros, cabal demostración del poder convocador de Rafael, que copó todos los pisos del novísimo edificio. Su fantasía era que la cesión de tan vasto

espacio fuera definitiva pero, concluida esa fiesta de colores, debió resignarse a sólo un piso del sec-tor A.En tiempos de esplendor, cuando nos asombra-ban los vernissages en grandes hoteles con mesas opíparas -langosta incluida- le cupo a Rafael cele-brar a un prolijo retratista, vecino de barrio Norte, cuyo catálogo había prologado con elogio. Al ad-vertir que los ojos del público se desviaban hacia aquellos manjares, fue breve y contó el infortunio de un pintor de brocha gorda devenido retratista (si non è vero è ben trovato). Cae al taller la pri-mera clienta, una viuda envuelta en lutos, deseosa de inmortalizar al finado. Sin fotos para ayudarse, ni recientes ni antiguas, el tipo toma apuntes fisio-nómicos. Ajustado el precio y la fecha de entrega se despiden. El día convenido la viuda regresa, se sienta frente al atril cubierto con una sábana y… de un tirón se revela la obra. ¡Ay!...un quejido hondo y el llanto a moco tendido. Con respeto, tí-midamente, el “artista” pregunta “¿Habré dado en el clavo, señora, de ahí tanta emoción?” “¡Noooo, pedazo de bruto! Lloro porque en nada se parece a mi amado Florindo”. Rafael concluía en que lo que allí veíamos eran, en cambio, excelentes retratos por tales y cuales razones. Recuerdo sí, que los re-tratados, todas figuras públicas, parecían fotogra-fiados. La anécdota revela la posición que Rafael, siempre generoso, sostendrá a lo largo de treinta años: lisonjear al artista como si la función crítica fuera una de las obras de misericordia. Hacia1960, bajo el gobierno del doctor Arturo Frondizi, aquel joven despeinado y poco amigo de genuflexiones y besamanos, de gente mezquina o vanidosa, es nombrado Director de Relaciones Culturales de la Cancillería (era ministro Miguel Ángel Cárcano). Apenas instalado en el Palacio San Martín ordena distribuir grabaciones tan-gueras por todas las embajadas en el exterior para “difundir el conocimiento de la más alta represen-tación de nuestro arte musical”. Al compás de los fuelles deben haberlo celebrado arriba el Morocho del Abasto y los muchachos de antes. Tras cartón,

nuza, un francés de la embajada y, justo regusto, al mentado poeta. Al vuelo veo la ocasión para reivindicar a Rafael. Un amigo sube a la cuadra y por teléfono de línea llama al buffet y pide por el señor Squirru. El micrófono repite el apellido con acento galaico. Nadie se levanta para atender, ob-vio. Baja mi amigo. “Ché, me dicen que no está”. “Volvé a llamar, aclarale al gallego que Squirru es medio sordo y que deben hablarle al oído a un co-mensal así y asá, de anteojitos redondos”. Se repite la acción. “Señor Squirru, señor Squirru”, truena el altavoz. Los de la otra mesa se miran inquietos. Nadie habla. Un mozo avanza, le toca el hombro al poeta y pronuncia el nombre fatal: “Señor Squi-rru”. Fin de la comedia. Destituido acá, pronto es nombrado director del Departamento Cultural de la Organización de Estados Americanos, en Washington, donde pro-digará tiempo y energías para difundir las artes y las letras de nuestro vasto continente, de México a Tierra del Fuego, sin excluir las riquísimas cultu-ras precolombinas. Son siete años de abundancia, de regocijo espiritual y valederas conquistas. “Cuando agobiado / resbala mi escudo / y se ar-quea la esperanza / y se nublan las tropillas” dice un poema suyo. Reclinado en su sillón, en silen-cio, tal vez Rafael evoque ahora “la sobriedad de unas togas en una ciudad de viento arropada en brumas polares, cuna de sabios y poetas, de teólo-gos y reyes”. Detrás, la sombra de José Hernández. Siempre.

CARLOS BEGUÉ- Estudió once años y egresó en 1952 del Colegio del Salvador. Fué crítico de teatro de la revista Estudios, editada por la Compañía de Jesús.- Escritor y periodística su obra ha sido distinguida en el país y en el extranjero (Cuba y Uruguay).- Premio Municipal de literatura (1984) y del Fondo Nacional de las Artes (2003).

contra viento y marea, logra el envío de grabados de Antonio Berni a la XXXI Bienal de Venecia (la celebrada serie de Juanito Laguna, el chiquilín del bañado de Flores) y esculturas abstractas de Alicia Penalba a la VI Bienal de San Pablo. Fenomenal doblete: ambos obtienen el Primer Premio de sus respectivas categorías. Una ruidosa manifestación de artistas vitorea a la escultora y al padrino frente al Palacio San Martín. Rafael saluda desde un bal-cón con el grito sagrado: “¡gol argentino!”Agosto del 62. Cae Frondizi y lo encarcelan los espadones de siempre; tristes habitualidades crio-llas, sus lacayos civiles asaltan los ministerios. La digna renuncia de Cárcano, su leal protector, deja a Rafael a la intemperie. Bonifacio del Carril, nue-vo canciller, le tiene ojeriza: el espaldarazo a Berni, comunista manifiesto, es pecado grave para este Torquemada de saco y corbata. También suma ha-ber firmado la Antología de Leopoldo Marechal (profesante del credo peronista) para Ediciones Culturales Argentinas. En la calle, Squirru no se calla. El diario El Mundo (5/6/1962) rescata su indignada protesta: “Por más correctas y cariño-sas que puedan ser las “letras” de mi despedida al cargo de la Cancillería, ello configura un acto persecutorio y de invasión clara al fuero cultural. Quienes así proceden se autodefinen de modo irrefutable como totalitarios, ya que no han vacila-do en perpetrar este atropello sin otra justificación que la del atropello mismo. Quede este testimonio como voz de alerta para quienes todavía creen en una Argentina libre y democrática”. Lo que vendrá después exime de todo comentario sobre el profe-tismo de Rafael. Retrocedo a esos lejanos días, que fueron tam-bién los de mi fogueo como periodista. En nues-tra mesa del comedor de La Prensa, asiento de los bromistas, alguien comenta que a Squirru le están moviendo el piso. Y quien “se candidatea” o lo “candidatean” para reemplazarlo es el poeta Francisco Luis Bernárdez. En otra mesa, la del no-velista Manuel Peyrou, tiene invitados esa noche a Borges, Bernardo González Arrili, José Luis La-

Un elefante en el bazar

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Creación e invención en el arte

Eduardo F. Caballero LascaleaAdhesión

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Uno de los principales escollos con el que tropiezan no pocos aspirantes a la condición de artistas es el confundir creación con invención.

La creación -el dominio propio del arte, o de las artes- responde a una urgencia expresiva que par-te de la interioridad del creador y se exterioriza en la resolución de las problemáticas que cada arte plantea. Resolver esas problemáticas implica poseer cierto grado de oficio, lo que no equivale a decir que ese oficio deba ser adquirido necesa-riamente en alguna academia. Se pueden escalar las más altas cumbres del arte partiendo del pro-pio talento y de la dedicación al trabajo. Pensemos en el aduanero Henri Rousseau, admirado por los más grandes artistas de su época en Francia. O en nuestra Ana Sokol, la peluquera a quien tuve la buena fortuna de conocer cuando aún cortaba el pelo a sus clientes. Tengo una de sus pinturas de Cristo con Marta y con María, realizada en una bandeja de cartón. Aunque está a los pies de mi

cama, nunca me canso de mirarla.

Tanto Ana Sokol como el aduanero tenían algo que decir, y ambos se dieron maña para decirlo con solvencia plástica.

Si esto es así con maestros de sí mismos, qué no diremos de los grandes genios de la humanidad, desde Leonardo y Miguel Ángel hasta Picasso y Matisse.

Que el creador de genio se permita el lujo de ex-presarse a través de ensamblajes o manifestacio-nes ecológicas es otra historia que está sustentada por la calidad de sus pinturas, sin margen para el macaneo. Es el caso de nuestro Quinquela Martín cuando hacía repintar casas de la Boca o él mismo coloreaba de naranja los trolebuses porque el gris lo deprimía.

Estoy hablando de creadores y de creación.

Creación e invención en el arteRafael Squirru (Buenos Aires)

Creación e invención en el arte

Flia. Fernández DíazAdhesión

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Muy distinto es el caso de quienes con catastrófica ingenuidad creen que basta echar mano de la in-ventiva, reclamando como mayor mérito la real o supuesta condición de lo inédito. Hablo de arte y no de ciencia.

Entre nosotros causaron cierta sensación paquetes atados con piolines que algún artista inventó en la década de los 60. Hojeando un libro sobre el su-rrealismo encontré análogos paquetes del año 20 realizados por Man Ray.

En estos casos el tema pasa por la invención, algo exterior a la persona; un proceso que va desde afuera hacia adentro, a diferencia de la creación que discurre de adentro hacia afuera.

La invención ha pasado a ser moda a partir del auge del denominado arte conceputal. En reali-dad, todo el arte lo es. ¿o es que alguien se atre-vería a afirmar que la Gioconda, las Meninas o la Olympia no tienen sustento conceptual? La dife-rencia con lo llamado conceptual es que en este último caso se acude a la idea, a lo solamente ra-cional, omitiendo los aspectos sensibles de la obra y las exigencias del oficio, pretendiendo justificar la invención por la sola idea que la sustenta.

Ya lo dijo Picasso: “Las ideas no se pintan”.

Y entonces ¿qué es lo que se pinta? Valga la pero-grullada: lo que se pinta es la pintura. Para pintar resulta también bastante obvio que hay que sa-ber pintar, así como para escribir hay que saber escribir y para componer música hay que saber

componer. No se trata de saberes infusos. Se trata de algo que se practica durante años. Ya lo aclara-mos: no es condición sine qua non que ese oficio se adquiera en una academia; basta que el que se sienta con vocación le dedique la mejor parte de sus energías a esa dura tarea que implica no poco sacrificio. Como vimos en el caso de los paquetes, el inventor suele ser lisa y llanamente “el inven-tor de la pólvora” que hace siglos ya conocían los chinos. No basta pues justificar al arte con inven-ciones más o menos ingeniosas; la mayoría de las veces muy poco ingeniosas. Es preciso tener una personalidad lo suficientemente interesante como para que resulte interesante lo que esa persona-lidad expresa, ya que todo arte (de adentro para afuera) expresa personalidad.

Quienes meramente reclaman atención en tanto sólo inventores no precisan personalidad ni oficio. Considero que en todos los casos se hace alarde de un pomposo facilismo que bien manejado por las leyes de un marketing astuto puede llegar a des-pistar a muchos incautos. Sobre todo si esas leyes obedecen al poder del dinero: la promoción a tra-vés de la propaganda no siempre beneficia a los auténticos creadores. Son contados los que tienen energías sobradas como para ocuparse de su pro-pia promoción. Dichosos aquellos que dan con el gran marchand a lo Kahnweiler, cuyo talento per-mitió decir a Picasso: “Nadie me conocería como Picasso si no fuese por Kahnweiler”.

Las vocaciones de marchand o de crítico de arte son muy raras en el alto sentido que aquí les asig-namos. Son otras tantas formas de creación ya que

Creación e invención en el arte

Daniel Juan Cirio

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exigen un alto nivel espiritual para ser aplicadas a la comprensión y la promoción del genio ajeno.

Para tranquilidad de todos los espíritus creadores sabemos que hay un juez inapelable llamado “el tiempo”. Ese tiempo no necesariamente coinci-de con la vida del creador, lo que no implica que el creador ignore su condición de tal. Hasta que llegó Leopoldo Lugones treinta años después del fallecido José Hernández, el Martín Fierro no era considerado el clásico que es.

Ello no impidió que Hernández cantase en su poe-ma: Lo que pinta este pincel / Ni el tiempo lo ha de borrar / Naides se ha de animar / A corregirme la plana. / No pinta quien tiene gana / sino quien sabe pintar.

Un creador bien puede permitirse, por diversos motivos, el gusto de las invenciones; por ejemplo: el mingitorio de Duchamp, la cabeza de toro de Picasso con manubrio y asiento de bicicleta. No se trata de creaciones, pero ello no impide que susciten interés como aspectos, muchas veces hu-

morísticos, de una personalidad. Aferrarse a esas ocurrencias tratando de emularlas para pretender alcanzar la dimensión de esos genios, revela una total falta de comprensión de esos genios, revela una total falta de comprensión de esas persona-lidades. Si los genios son tales, ello se debe a sus creaciones que, como dijimos, responden a ur-gencias expresivas, de adentro hacia afuera. Las invenciones vienen por añadidura y deben ser tomadas con la misma sonrisa con las que fueron ideadas. Imitarlas con pretensiones creadoras de-nota cabal incompresión.

Rafael Squirru, profesor del colegio

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Rafael Squirru, como profesor del Colegio, para mí y para buena parte de las promociones de los años ‘50, es eterno en su imagen juvenil de aguile-ño galán, alto y flaco, el de la tapa del libro escrito por su hija Eloísa1. Para nosotros no era todavía el fundador del MAMBA, ni el funcionario de aquí o de la OEA. Más de cincuenta años después sigo viéndolo hablar con el aplomo del genio que pien-sa con su propia cabeza. Supongo que allá nadie tenía idea clara de la amplitud de su talento, de sus saberes y creatividad. Pero a pesar del angosto espectro de nuestra visión, algo se filtraba y des-lumbraba. Oigo aún sus ideas sobre la raiz antro-pológica de las ideologías, mientras nos abría los ojos sobre el Borges de Ficciones y el Marechal de Adan Buenosayres. El Squirru obvio era el artísti-co, el crítico y el creador. ¡Cuántas figuras nos re-velaba y cómo nos inducía a pensar! Las imágenes se mezclan porque la enseñanza no se limitaba al aula. Por ejemplo, nos recuerdo con él en un estu-dio del último piso de Perón / Cangallo 1700, o en el fondo de la librería Huemul, en Santa Fe al 2200.

Mi relación de alumno tuvo una circunstancia que entonces me halagó y ahora me consterna. Recuerdo mis fanatismos juveniles, para mi ver-güenza puestos por escrito en las redacciones que cada semana pedía en la clase de literatura. Siem-pre generoso, se fijaba en la sinceridad del tono y no en la torpeza de las opiniones. Pero algo que escribí le cayó en gracia y él habrá creído que yo podía llegar a poeta o narrador. Lo defraudé, no fui ni lo uno ni lo otro.

Era el último año, 1957. Un día me llama a la Hue-mul. Con Rubén Vela, poeta diplomático, iban a lanzar uno de esos periódicos de arte de inevita-ble vida efímera: Arte y Crítica. Gran sorpresa; me ofreció la secretaría de redacción, compartida nada menos que con Alejandra Pizarnik, la poeta que sería famosa. Yo no tenía ni idea de quién era

la chica bajita con acné y melena rubia más larga que en sus fotografías. Recuerdo que al presentar-nos gentilmente me habla de su “amor o respeto por los objetos religiosos”. No supe qué responder; vendría de saber que yo era alumno de los jesuitas. En el corto tiempo de los tres números publicados hubo muchas reuniones. En una Squirru rescató a Darío y Alejandra respondió con un nítido recha-zo. Eran lenguas y códigos diferentes. El tiempo parecía haber envejecido al Darío de la identi-dad latinoamericana y de los cisnes, pero profé-tico volvía a surgir. Eso a ella la dejaba fría, en su angustia insoslayable aunque todavía invisible. ¿Quién imaginaba sus dolores? La fama es justa con su figura trágica, pero mucho me temo que la de otro verdadero genio, la de nuestro querido Squirru, vaya a permanecer oculta o llegar tarde tras ser olvidado.

Para que no sea así, bueno sería que empezáramos por conocerlo más, en el precioso libro de su hija, testimonio que conocí tarde y que vuelvo a reco-mendar. Es una lectura instructiva en la que creo que el Espíritu sopla con misterio y eficacia.

1. Eloísa Squirru, Tan Rafael Squirru!, Buenos Ai-res, El Elefante Blanco, 2008.

Rafael Squirru, profesor del colegiopor Higinio Martinez (1957)

Los Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesús

Hno. Pedro Pezzolo S.J.En la enfermería del Colegio:

una vida A.M.D.G.

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Algo de Historia

Las Asociaciones de exalumnos de la Compañía de Jesus hicieron su aparición en America en la primera década del siglo XX. Una exigencia de unidad, nacida de la comunidad de formación y de ideales las compelía. Educación común, afanes morales y sociales idénticos eran sus vínculos es-pirituales. Ellos exigían una vinculación efectiva en la que perfilaran unilateralmente concretas po-siciones espirituales y sociales y planes de acción coordinada.

Las organizaciones fueron surgiendo en diversos paises americanos en torno, primero, a Colegios de larga historia pedagógica, mas tarde con ca-rácter nacional. Así cristalizaron las reuniones de exalumnos argentinos en Buenos Aires y Santa Fe en 1910 y 1936 respectivamente, que pronto fue-ron imitadas en otras naciones de America. Estos primeros pasos propiciaron el primer Congreso Latinoamericano. Así en 1941 delegaciones de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Nicara-gua, Perú y Uruguay se reunieron en Montevideo, dando fundadas esperanzas en una organización interamerciana estable.

En Septiembre de 1948 se celebró en San Pablo

el Primer Congreso Interamericano de Ex Alum-nos de la Compañía de Jesus, en el que se senta-ron las bases de la Confederación Interamericana de Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesus, conforme al sentir unánime de las delegaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Cuba, El Sal-vador, Estados Unidos, Guyana Inglesa, Méxíco, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

La ciudad de Lima fue la sede del Segundo Con-greso Interamericano de Antiguos Alumnos entre los días 25 y 31 de Octubre de 1953 donde se con-gregaron delegados de Argentina, Bolivia, Bra-sil, Canadá, Cuba, El Salvador, Estados Unidos, México, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela y un grupo especialmente acreditado de España. La delegación de Argentina estuvo presidida por el Dr. David Lacroze que fue acompañado por Sr. Manuel Gestoso, Dr. Ambrosio Gioja, Dr. Ignacio Perez Candiotti, Ing. Andrés Rey y R.P. Germán Ancochea S.J.

El II Congreso Interamericano dio forma jurídica y sede a la Confederación Interamericana de An-tiguos Alumnos Jesuitas. Estableció en Lima la Se-cretaría Permanante, con carácter transitorio y al elegir a Santiago de Chile como sede del III Con-greso, hizo a la Junta Directiva de la Federación

Los Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesús

Los Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesús

Chilena, presidir los destinos de la naciente Con-federación. Trabajando estrechamente la Junta Di-rectiva y la secretaría Permanente dieron impulso a la Asociación durante los años 1954 y 1955. Para desarrollar el trabajo del Congreso se formaron cuatro comisiones. La Cuarta, que estuvo presidi-da por el Dr. David Lacroze siendo Relator el Dr. Ignacio Pérez Candiotti, dirigió sus esfuerzos a la redacción de los Estatutos de la Confederación In-teramericana. Estos estatutos fueron la base para los que posteriormente se utilizaron en la creación de la Union Mundial

Así, entre los días 30 de Julio y 04 de Agosto de 1956 se congregaron en la ciudad de Bilbao, Es-paña los delegados americanos de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, México, Nicaragua, Perú y Venezuela. La delegación de Argentina fue presidida por el R.P. Germán Anco-chea S.J. siendo acompañado por Ignacio García Llorente, Aldo y Edgardo Scotto.

Creación de la Unión Mundial

La Unión Mundial de los Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesús (cuya sigla es ASIA - Antiqui Societatis Iesus Alumni) fue constituida el 31 de julio de 1956 en Bilbao, durante el Congreso de

Loyola reunido con ocasión del IV Centenario de la muerte de San Ignacio de Loyola. Tiene por fi-nalidad el unir en un esfuerzo apostólico común las energías espirituales y culturales de todos los Antiguos Alumnos de las instituciones de ense-ñanza jesuíticas, asociados en sus organizaciones locales, regionales e internacionales. El espíritu de la Unión Mundial es el de la “Magna Carta de Lo-yola” de 1956, revisado en la reunión de Drongen (Bélgica) en 1979; esos dos documentos se dan como apéndice a los Estatutos; en su conjunto son considerados como la Constitución de la Unión Mundial.

Congresos y Reuniones

A este primer congreso le sucedieron el de Roma en Agosto de 1967, el de Versailles en Julio de 1986, nuevamente Bilbao en Julio de 1991, Sydney en Julio de 1997, Kolkata en Enero de 2003, el de Bujumbura en Julio de 2009 y el de Medellin en Agosto de 2013.

Además de estos congresos hubieron otras reu-niones como la de Roma del 28 de Enero de 2001 en la que el Consejo elegido en el Congreso de Sydney decidió revitalizar a la Unión Mundial, convirtiéndola por primera vez en una entidad legal adoptando estatutos completamente revisa-dos y registrándolos legalmente bajo las leyes de Luxemburgo el 2 de marzo de 2001. El Dr. José Maria Candioti, exalumno de la Inmaculada de Santa Fe, fue uno los firmantes por Latinoamérica. En Abril de 2002, el consejo adoptó una regula-ción para implementar los nuevos estatutos.

En Noviembre de 2006, los exalumnos y autorida-des del Belen Jesuit Preparatory School, estableci-do en Miami en el año 1961 por los padres jesuitas y la recién arribada comunidad cubana de padres de alumnos del Colegio Nuestra Señora de Belén de San Cristóbal de la Habana, Cuba, congrega-

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Los Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesús

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ron a exalumnos representantes de todo el mun-do, entre ellos de Argentina, para celebrar el 50° Aniversario de la creación de la Unión Mundial de Antiguos Alumnos.

En forma paralela al Congreso de Medellín se efec-tuó la Asamblea de la Unión Mundial que eligió a sus nuevas autoridades: a su nuevo Presidente Alain Deneef de Bélgica, a su Vicepresidente, Sina Buraimoh-Ademuyewo de Nigeria, y al reelecto Tesorero de la institución, Ronald D´Costa de la India. La elección de Secretario recayó en el Ing. Carlos María Gianícolo del Colegio del Salvador de Buenos Aires, reemplazando a Dr. François-Xavier Camenen de Francia quien sirvió por die-ciséis años en esa posición.

Actividades del Consejo Directivo

Al encuentro de Medellín le sucedieron dos reu-niones anuales del Consejo Directivo de la Unión Mundial: la primera en mayo de 2014 en la ciudad de Cleveland, Ohio, Estados Unidos de América donde se organizará el IX Congreso Mundial en junio de 2017 que completará la rotación geográ-fica de congresos. En Europa en el año 2021, se reiniciará el nuevo ciclo. Los representantes allí reunidos aprobaron un plan trienal de trabajo, a ésta le siguió un encuentro de coordinación en-tre el presidente y secretario del Bureau Ejecutivo con el Comité Organizador Local de Cleveland en abril de 2015; la segunda reunión de Consejo se realizó en la ciudad de Montevideo en julio de 2015 en la Casa de Espiritualiduad Manresa, don-de se reivisó el plan de actividades de las distintos miembros, previo a participar del 21er Foro Anual de IAJBS (International Association of Jesuit Bu-siness Schools) y de la 18va Conferencia Anual de CJBE (Colleagues in Jesuit Business Education) que organizó bajo el tema de “Liderazgo e Innova-cion para un mundo sustentable”, la Universidad Católica del Uruguay. Cabe destacar la iniciativa de fortalacer los vínculos entre exalumnos y la ac-

tiva participación que tuvieron en las reuniones los Dres. Enrique Pedro Batemarco y Juan Eduar-do Fleming, exalumnos del Colegio del Salvador.

Con miras al futuro, entre el 22 y 27 de septiembre de 2015, en ocasión del viaje apostólico a Estados Unidos de América de Su Santidad Papa Francis-co con motivo del VIII Encuentro Mundial de las Familias, se exhibirá la muestra itinerante “Almas de Boquerón” en la Iglesia de San José Mayor de la ciudad de Filadelfia, luego de la cual iniciará un peregrinaje por instituciones educativas de la Compañía de Jesús en Estados Unidos de América para difundir la Obra Apostólica de la Iglesia, has-ta finalizar en la ciudad de Cleveland en Junio de 2017, donde se realizará el IX Congreso Mundial de Antiguos Alumnos.

La asociación de exalumnos del Colegio San Javier de la ciudad de Guayaquil, Ecuador oganizarán el XVI Congreso Latinoamericano entre el 11 y 13 de noviembre de 2015.

En la ciudad de Roma se planea organizar en el mes de Septiembre de 2016 el Congreso de la Confederación Europea de Exalumnos y la tercera reunión anual del Consejo Directivo de la Unión Mundial

La Federacion de Asociaciones de India organiza-rá en Ranchi, India entre el 13 y 15 de enero de 2017. Allí tendrá lugar la cuarta reunión del Con-sejo Directivo antes del Congreso de Cleveland que será entre los dias 28 de junio y 2 de julio de 2017.

La Unión es una sociedad internacional con fines espirituales, culturales y sociales cuyos objetivos son los siguientes:

1. Preservar y desarrollar lazos de amistad, comu-nicación y solidaridad entre los antiguos alumnos a través del mundo.

2. Animar a los antiguos alumnos a cooperar acti-vamente con la Compañía de Jesús en sus diversas misiones, particularmente en educación, vida es-piritual, servicio a la comunidad y justicia social.

3. Ayudar a los antiguos alumnos a permanecer en la educación que recibieron, basada en un hu-manismo cristiano y en el espíritu de San Ignacio por encima de cualquier cosa, de manera que pue-dan tener influencia, a través de su vida personal y su acción social, en la construcción de un mundo donde las personas puedan realizarse con comple-ta dignidad. Animarles a que contemplen todos los aspectos de la vida espiritual y moral que los conduzca a un compromiso personal y colectivo.

4. Ofrecer a los antiguos alumnos la oportunidad de la educación continuada para ayudarlos a inte-grar sus obligaciones ignacianas en su vida perso-nal y profesional.

La Unión alcanzará estos objetivos en parte por sus propios medios y apoyando las iniciativas de las asociaciones locales.

Los Antiguos Alumnos de la Compañía de Jesús

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Adhesión

ADMINISTRACIÓN FERNANDEZ HEVIAde Ignacio Fernandez Loyarte

Predica la palabra divina, insiste con ocasión y sin ella: reprende, ruega, ex-horta con toda paciencia y doctrina.

Porque vendrá tiempo en que los hombres no podrán sufrir la sana doctrina, sino que acu-dirán a una caterva de doctores según su gus-to, que halaguen los oídos y se amolden a sus desordenados deseos; y cerrando su oído a la verdad lo apliquen a fábulas. Tu entretanto, vigila, trabaja en todos los cargos de tu minis-terio. Se sobrio.

Segunda Carta de Pablo a Timoteo

Una Guerra Olvidada

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la relación entre Historia Militar y realidades po-líticas, económicas y sociales interesa a todos los historiadores. Con frecuencia se confunde Histo-ria Militar con historia de la guerra, o más acotada todavía, con historia de las batallas, reducida al enfrentamiento agónico y a las vicisitudes tácti-cas. La Historia Militar comprende mucho más: el estudio del pensamiento político-estratégico militar, la evolución de las instituciones armadas, su organización, sistemas de armas, reclutamien-to, formación de cuadros, adiestramiento, apoyo logístico, industria militar, aporte de las FFAA a distintos aspectos del país, interacción con la co-munidad.Por esta afición, mi disertación está referida a un tema de Historia Militar y he elegido un episodio bélico que tuvo importancia acotada y es muy poco conocido: la invasión paraguaya a la provin-cia de Corrientes en 1849, recordada en la historia provincial como la “invasión chica” para diferen-ciarla de la “grande” que 16 años más tarde dio ori-gen a la guerra de la Triple Alianza.El período de gobierno en Buenos Aires del ge-neral Juan Manuel de Rosas, que regía los desti-nos de la Confederación Argentina, fue aquel en que en más conflictos bélicos internacionales se vio envuelta nuestra patria, viéndose obligada a luchar con uruguayos, brasileños, paraguayos, bo-livianos, franceses y británicos. Algunos de ellos, específicamente los que enfrentaron a Bolivia y al Paraguay, son poco conocidos porque fueron llevados a cabo solamente por determinadas pro-vincias, a causa de la peculiar organización de la Confederación y a que la masa de sus ejércitos estaban empeñados en otras conflagraciones de mayor magnitud. Por eso, en el caso que vamos a recordar, la provincia de Corrientes debió librar la guerra con sus solas fuerzas.

Estoy convencido que para un historiador, incor-porarse a esta prestigiosa Academia Nacional es el mayor honor que puede recibir.Me siento muy honrado de ocupar el sitial 33, del que sucesivamente fueron titulares Guillermo Maschwitz, David Peña, Octavio Amadeo, Rober-to Levillier y recientemente el embajador Luis San-tiago Sanz, con quien tuve el honor de compartir muchos años en la Academia Sanmartiniana.Quiero ante todo expresar mi agradecimiento a quienes han hecho posible que me encuentre aquí y muy especialmente al doctor Miguel Ángel De Marco, de quien tanto he aprendido, por su gene-roso discurso de recepción, en el que se pone de manifiesto su amistad. Pienso que en mi incorpo-ración influyeron dos circunstancias: haber pre-sidido mucho tiempo el Instituto Nacional San-martiniano, dedicado a la investigación, difusión y exaltación de la figura del argentino más grande de la historia y ser militar del Ejército Argentino. Desde su creación como Junta de Historia y Nu-mismática Americana, esta Academia tuvo casi siempre militares entre sus miembros, comen-zando por uno de sus fundadores y presidente, el general Bartolomé Mitre. Entre ellos se contaron José Ignacio Garmendia, José María Sarobe, Juan Monferini, Augusto Rodríguez y los insuperados historiadores militares Juan Beverina y Leopoldo Ornstein, pero desde la desaparición de Gustavo Martínez Zuviría (h), pasó casi un cuarto de siglo sin ningún miembro del Ejército en sus filas. Me hace muy feliz que mi humilde persona permita la presencia nuevamente de un soldado.Y por serlo, el campo de la Historia que me atrae es precisamente la Historia Militar. El eminente historiador alemán Hans Delbruck instituyó en la segunda mitad del siglo XIX lo que se llamó “la 1ª Historia Militar inteligente”, a partir de la cual

Una Guerra olvidada. La invasion Paraguaya a Corrientes en 1849.General de Brigada (R) VGM Diego Alejandro Soria

Una Guerra Olvidada

Por varias décadas, gran parte del territorio co-rrentino fue ocupado por el Paraguay, y esta situa-ción recién tuvo término con la guerra de la Triple Alianza.Durante esta ocupación, en varias oportunidades pretendieron los paraguayos ampliar su dominio sobre nuestro territorio, siendo el intento más importante el realizado en 1849, que dio lugar a una campaña militar prácticamente desconocida en nuestra historia de guerra.La imprecisa demarcación fronteriza del período hispánico provocó que, al separarse el Paraguay de las otras provincias del antiguo Virreinato del Río de la Plata, se originara un problema de límites con Corrientes. Paraguay siempre tuvo pretensio-nes sobre el territorio correspondiente a las anti-guas misiones jesuíticas de guaraníes y en 1825, durante el gobierno de Gaspar Rodríguez de Fran-cia, sus fuerzas se apoderaron de algunos pueblos de ellas. En 1832 fuertes destacamentos se situa-ron en la Trinchera de San José (actual Posadas) y Candelaria, y al año siguiente extendieron su dominio en jurisdicción correntina. Recordemos que en esa época el territorio de la actual provincia de Misiones formaba parte de Corrientes.En 1842 era gobernador de Corrientes D. Pedro Ferré, quien firmó un acuerdo entre su provincia y el Paraguay, por el cual, en una cláusula secreta, Ferré reconocía el derecho paraguayo sobre parte del territorio correntino.Durante el gobierno del general Joaquín Madaria-ga, hallándose éste en guerra contra la Confedera-ción, firmó el 21 de noviembre de 1845 un tratado con el Paraguay, por el cual le cedía el territorio comprendido entre la Tranquera de Loreto y las puntas del río Aguapey, hasta dar con la frontera del Brasil en las costas del Paraná.En esa época se llamaba “tranquera” al lugar en que el camino real cruzaba la “Zanja de Loreto”, que los jesuitas habían construido como límite de la estancia Santa María, dependiente de la re-ducción de Candelaria. La Tranquera de Loreto se encontraba aproximadamente en el lugar en que

actualmente la ruta provincial 17 desemboca en la ruta nacional 12, a 40 kilómetros al oeste de la ciu-dad de Ituzaingó. En cuanto al Aguapey, recorde-mos que nace cerca de Posadas y corre hacia el sur por territorio correntino, hasta desembocar en el río Uruguay entre los pueblos de La Cruz y Alvear.Este tratado dejaba la costa del Alto Paraná y la mitad de la superficie de la actual provincia de Mi-siones en poder del Paraguay. Como consecuen-cia de él, un cuerpo expedicionario paraguayo de 4.500 hombres bajo el mando del hijo del presi-dente Carlos Antonio López, el general Francis-co Solano López (que tenía solamente 18 años de edad), fue enviado a territorio correntino para re-forzar al ejército provincial del general José María Paz. Pero estas tropas no llegaron a entrar en com-bate por cuanto el general Justo José de Urquiza, que comandaba las fuerzas de la Confederación, se retiró al ocupar Paz una posición inexpugnable en Ubajahy.Al caer posteriormente Madariaga tras su derro-ta en el Potrero de Vences en diciembre de 1847, los paraguayos continuaron en posesión de parte del suelo correntino. Esta ocupación era ilegal por cuanto el gobierno correntino no tenía derecho a ceder al Paraguay una importante porción de su territorio, ya que éste era patrimonio común a toda la Confederación Argentina.Ya antes del combate de Vences, cuando el coronel Benjamín Virasoro, cumpliendo órdenes de Ur-quiza, marchaba con sus fuerzas correntinas fede-rales a enfrentar al gobernador Madariaga, intimó a oficiales paraguayos emplazados en el Aguapey a evacuar el territorio de la margen izquierda del Paraná que ocupaban, bajo amenaza de expulsar-los por la fuerza. Los paraguayos hicieron caso omiso de la intimación y Virasoro no llevó ade-lante sus amenazas.Uno de los motivos que movía a los paraguayos a ocupar parte de la provincia de Corrientes, era la necesidad de mantener comunicación con el esta-do brasileño de Río Grande do Sul, y de esta ma-nera romper el bloqueo a que los había sometido

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Rosas, quien no había reconocido su independen-cia, bloqueaba el río Paraná y prohibía el comercio con el vecino país. Comerciantes riograndenses, con la complacencia del gobierno imperial, ven-dían fuertes partidas de armamentos al gobierno paraguayo.En 1848 un aventurero húngaro al que se le dio el grado de coronel del ejército paraguayo, el inge-niero Franz Wisner von Morgenstern, planeó cru-zar las misiones correntinas a fin de recibir sobre el río Uruguay frente a Sao Borja, una importante partida de armas que debía entregarle el diputado brasileño Pedro Fernandes Chaves. También iba a intentar una revolución contra el gobierno del ge-neral Benjamín Virasoro, apoyando a correntinos antirrosistas.Este plan fue aprobado por el presidente Carlos Antonio López, quien pensó aprovechar la tirantez de las relaciones entre la Confederación Argentina y el Brasil que pusieron en septiembre de 1848 a ambos países en peligro de guerra. López actuaba en este sentido de acuerdo con el representante di-plomático brasileño ante el gobierno del Paraguay coronel Pedro Alcántara de Bellegarde, quien a su vez tenía participación junto con Fernándes Cha-ves y Morgenstern en el negocio de la venta de las armas. Estos tres personajes convencieron al pre-sidente paraguayo de la inminencia de la guerra.Pero al poco tiempo cambió el gobierno brasileño y el nuevo limó asperezas con Rosas y mantuvo con él buenas relaciones. No obstante, debido a las malas comunicaciones, en Asunción no se cono-cían aún a mediados de 1849 esas noticias.El 10 de junio de ese año el presidente López dio a conocer un decreto que expresaba que el dere-cho paraguayo al territorio de las Misiones com-prendido entre los ríos Paraná y Uruguay era in-cuestionable, y que el congreso nacional lo había facultado para tomar la ofensiva en mérito a las abundantes razones militares que aconsejaban la ocupación de dicho territorio. En virtud de estas consideraciones se decretaba “llevar a efecto le ocupación definitiva del territorio que entre el Pa-

raná y el Uruguay pertenece a la República y que desde el tiempo de la emancipación política per-tenecía a la jurisdicción del Paraguay en el man-do del último gobernador español D Bernardo de Velazco”.Coincidentemente lanzó una proclama “a las fuer-zas nacionales en operaciones sobre el Uruguay y la tranquera de Loreto”, señalando que la defensa y seguridad de la república exigía la ocupación de algunos puntos importantes del territorio na-cional. Decía: “No vais a invadir un territorio ajeno; no vais a llevar la guerra a ningún estado vecino; vais a sostener el buen derecho de vuestra patria…”. Hizo ocupar con tropas la isla de Apipé (lo que ya había hecho en 1846), de la que fueron expulsados sus habitantes. Al mismo tiempo fue elevada a 6.000 hombres la guarnición de la Trin-chera de San José. El 27 de junio se pusieron en movimiento las tro-pas de la Trinchera. Una división de 3.000 hom-bres al mando del coronel Legueisa marchó hacia el sur cruzando las desiertas misiones correntinas hacia la costa derecha del Alto Uruguay; tenía como objetivo el Hormiguera (9 km al sur de San-to Tomé). Otra división maniobró hacia el oeste por la banda izquierda del Alto Paraná; su objetivo era la Garganta de Loreto y San Miguel. De esta manera se denominaba la zanja que habían cons-truido los jesuitas y que ya hemos mencionado. Se encontraba aproximadamente a 150 km al este de la capital de la provincia.El objeto de estas operaciones era extender la ocu-pación del territorio entre ambos ríos. Además, la columna del sur tenía como misión mantener libres las comunicaciones con el Brasil y principal-mente tomar contacto con los proveedores de ar-mas de ese país. La columna del oeste, por su parte, debía asegurar la posición militar del Paraguay. En efecto, las guarniciones de Candelaria y Trinchera de San José podían ser fácilmente sorprendidas y batidas, y sus partidas exploradoras debían alejar-se a grandes distancias para cumplir su misión. En cambio, la posición que ocuparon en la Garganta

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de Loreto y San Miguel era muy fuerte y protegía el territorio que estaba en su poder. Por otra parte, desde allí los paraguayos tenían una base de ope-raciones sobre los departamentos de la zona y se ponían incluso en condiciones de operar sobre la capital.La división del oeste cumplió su misión sin oposi-ción y alcanzó la Garganta de Loreto y San Miguel, a la que ocupó, levantó trincheras y estableció su acantonamiento. La división del sur llegó hasta el Hormiguero, donde acampó. Allí cruzó el convoy con fusiles y munición que Fernandes Chaves en-viara desde Sao Borja, el cual fue remitido inme-diatamente a la Asunción.En el Hormiguero se unió a los coroneles Leguei-sa y Morgenstern un grupo de correntinos anti-rrosistas emigrados al Brasil, quienes nombraron “gobernador provisorio de la provincia” a Grego-rio Valdés. En este grupo se encontraban distin-guidos oficiales superiores del ejército provincial.La provincia de Corrientes estaba gobernada des-de fines de 1847 por el general Benjamín Virasoso, quien había asumido el mando con el apoyo de Urquiza después del combate de Vences. Le había pedido instrucciones a Rosas acerca de la conduc-ta a seguir con los paraguayos. El ministro Felipe Arana le contestó el 8 de febrero de 1848 que no debía entrar en negociaciones políticas de ninguna

clase y no debía darle a Carlos Antonio López otro título que el de gobernador. El ministro también expresó que mientras el Paraguay persistiera “en la figurada independencia en que pretendía hacerlo aparecer su gobierno, no debía permitir que pisa-sen el territorio correntino fuerzas de ninguna cla-se de las del Paraguay, a no ser que previamente se le instruyese del objeto que llevaran y en tal caso, si él fuese inocente y de poca importancia, podía permitirlo; pero que si a su juicio fuere de alguna trascendencia, debía impedir lo ejecutaran, hasta tanto que instruído debidamente el encargado de las relaciones exteriores, resolviese lo que corres-pondiera”.El ejército de la provincia se basaba en las milicias departamentales, en su mayor parte de caballe-ría, y algunas unidades de infantería en la capital y Goya. A mediados de 1848 las listas de revista muestran que las fuerzas de la provincia sumaban 7.482 hombres, el 80% de los cuales eran de caba-llería. Contaban con 28 viejas piezas de artillería.Al enterarse de la invasión paraguaya, el gobierno puso en acción a sus tropas. El comandante ge-neral de armas coronel Miguel Virasoro enfrentó a la división enemiga del oeste sobre el Paraná, mientras el comandante general de la frontera del Uruguay coronel José Antonio Virasoro lo hacía contra la división del sur, hostilizándola perma-

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nentemente con las milicias de los comandantes departamentales de la zona.En Asunción, el presidente López recibió final-mente la partida de armas, pagando con holgura a Fernandes Chaves; pero su hijo, el joven general Francisco Solano López, se enteró del negociado y que se había especulado falsamente con una guerra entre sus dos fuertes vecinos, por lo cual se trasladó al Hormiguero, donde tomó el mando del ejército y destituyó a los coroneles Legueisa y Morguenstern y a éste puso preso y estuvo a pun-to de fusilar. Posteriormente se reconciliaría con él, quien construiría el Palacio López, sede del gobierno del Paraguay hasta el día de hoy y sería el comandante de ingenieros de su ejército en la guerra de la Triple Alianza.A fin de obligar a retirarse y terminar su guerra de recursos a las milicias correntinas y recuperar los arreos de ganado yeguarizo y vacuno que se ha-bían hecho, el general López emprendió la marcha hacia el sur y llegó hasta inmediaciones de la des-embocadura del río Aguapey, en el río Uruguay (cerca de donde se alza actualmente el pueblo de Alvear). Desprendió de allí una columna con la misión de tomar La Cruz, pero fue rechazada por las tropas de ese departamento.Entretanto, las fuerzas correntinas se vieron re-forzadas con las milicias de otras zonas de la pro-vincia. Posteriormente, el gobernador en persona

salió a campaña para comandar el ejército y esta-bleció su cuartel general en San Roque. El coronel Manuel Virasoro se instaló en la capital como go-bernador delegado.Ante la acción decidida del ejército correntino, el general López se vio obligado a retirarse a las posi-ciones que los invasores ocupaban al comienzo de la campaña en la Tranquera de Loreto y Trinchera de San José, abandonando al “gobierno” títere que habían formado. Durante esta fase de las opera-ciones se desempeñó como jefe de la vanguardia paraguaya un correntino antirrosista, el general José Domingo de Ábalos.Durante esta campaña no se libraron combates de importancia. Las milicias correntinas, ante su inferioridad numérica y de armamento, evitaron librar batallas campales, dedicándose a hostili-zar permanentemente al enemigo, atacando sus dispositivos de seguridad y retirándose. Con ello lograron quitarle libertad de acción, no le permi-tieron dominar más que el terreno que pisaban sus tropas y lo cansaron y desangraron, obligán-dolo finalmente a retirarse. Fue la típica guerra de guerrillas gauchas, que con tanto éxito iniciara el general Martín Güemes en Salta y que la Guardia Nacional correntina repetiría en 1865 ante la gran invasión paraguaya de la guerra de la Triple Alian-za.

Siempre cerca de “…aquestos tutelares muros…”

Los Hermida

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El general López tomó medidas ante estas derrotas que sufrían sus fuerzas en la guerra de recursos que le oponían las milicias correntinas y comenzó a aplicar un procedimiento que repetiría infinidad de veces en la guerra de la Triple Alianza: sometió a consejo de guerra a los jefes vencidos Francisco Meza y Juan de Dios Acosta y los hizo fusilar.Mientras se desarrollaban las operaciones, el 4 de octubre se sublevó en Itatí el teniente Manuel Vallejos, que sería más tarde protagonista de nu-merosos episodios recordados en la historia co-rrentina, a quien se lo conocía con el apodo de “el Pájaro”. El gobernador despachó milicias para sofocar el alzamiento. Vencidos los rebeldes, su jefe pidió ayuda al comandante paraguayo del Ce-rrito, quien envió tropas en su auxilio. Se produjo un combate con las fuerzas leales y finalmente los paraguayos se replegaron a su territorio acompa-ñados por 400 correntinos implicados en la rebe-lión. Los emigrados llevaron consigo a la venerada imagen de la Virgen de Itatí y a los prisioneros que habían tomado durante la revuelta. El gobernador delegado exigió la devolución de los prisioneros y de la imagen de la Virgen, a lo que accedió el jefe paraguayo. En noviembre Itatí estaba completa-mente pacificado.El encargado de las relaciones exteriores de la Confederación y gobernador de la provincia de Buenos Aires general Rosas, recién se enteró el 14 de agosto de los sucesos ocurridos en Corrientes

por medio de una carta que el gobernador Viraso-ro le escribiera un mes antes. En ella le informaba que los paraguayos ocupaban con 3.000 hombres el Hormiguero y con otros tantos la Tranquera de Loreto, mientras en Apipé se concentraba un fuer-te ejército de 18.000 hombres.Rosas apreció que el Paraguay se había lanzado a la guerra con el apoyo brasileño, por lo que ordenó al general Tomás Guido, su representante diplo-mático ante la corte de Río de Janeiro, que pidiera explicaciones a ésta y, en caso de no satisfacerle, sus pasaportes anunciando el estado de guerra.De inmediato preparó las fuerzas de la Confede-ración; ordenó la movilización del ejército de ope-raciones y remitió a su comandante, el general Ur-quiza, munición, vestuario, artillería, 2.000 fusiles, 3.000 sables, botiquines y otros efectos. Además compró 6 cañoneras armadas para la guerra fluvial y las envió a Corrientes. Entre ellas fue la “Carlota”, primer vapor de guerra argentino. También man-dó armamento, munición y equipo a Corrientes.Virasoro solicitó además auxilios a Entre Ríos. El general Urquiza ordenó entonces que se organi-zara una fuerte división de las tres armas bajo el mando del general Eugenio Garzón para operar contra los paraguayos en el Alto Uruguay.Rosas, por su parte, ordenó a la división del co-ronel Martín Hidalgo, que estaba operando en el Estado Oriental, que pasara a Entre Ríos a órdenes de Urquiza. Las fuerzas de Garzón e Hidalgo no

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llegaron a actuar al tener conocimiento de la reti-rada paraguaya. También el gobierno santafesino se sumó a la lucha contra el invasor ofreciendo a Corrientes armamento y munición.El 16 de octubre el presidente López propuso por nota a Rosas:1) Aplazar el reconocimiento de la independencia paraguaya.2) Buscar una fórmula para las relaciones entre el Paraguay y la Confederación.3) Renovar el tratado de federación firmado entre Buenos Aires y el Paraguay en 1811.4) Alianza militar.Rosas, que sin duda no creía en la sinceridad de la propuesta, solamente acusó recibo de la nota el 4 de noviembre.El 19 de marzo de 1850 la legislatura bonaerense autorizó al gobierno la disposición de bienes sin limitación hasta tanto se hiciera efectiva la rein-corporación de la provincia del Paraguay a la Con-federación Argentina.Pero Rosas no tenía realmente intenciones de ope-rar ofensivamente contra el Paraguay. En esa época ya dudaba de la lealtad del ejército de operaciones de Urquiza y no iba a arriesgar con él un ataque al fuerte ejército paraguayo de 25.000 hombres, muy hábiles y aguerridos en las operaciones defensivas. Pero tampoco podía descuidar su flanco expuesto,

y por ello decidió movilizar el mencionado ejérci-to, lo que fue cumplido por Urquiza el 1º de mayo de 1850. Aparte de la amenaza paraguaya, existía también la francesa; en efecto, acababa de llegar al Río de la Plata la escuadra del contraalmirante Lepredour, compuesta por 14 buques que, además de sus 2.000 tripulantes, llevaba embarcados 2.500 infan-tes. La ambición colonialista francesa y su apoyo permanente al gobierno montevideano en guerra contra la Confederación, constituían a estas fuer-zas en un peligro efectivo para la Argentina. Este era otro motivo para evitar un enfrentamiento di-recto con el Paraguay.Aunque los paraguayos habían evacuado la zona del Alto Uruguay, siguieron conservando en su poder la isla de Apipé y el sector del Alto Paraná y en 1850 repitieron su invasión. Desde la Tranquera partió el 25 de abril una co-lumna de 1.500 hombres en dos agrupaciones. La menor, de 400 hombres, descendió bordeando el Aguapey por su margen izquierda y alcanzó el río Uruguay. La otra agrupación, que operaba a la iz-quierda de la anterior, llegó hasta el Hormiguero, donde sorprendió a la guarnición e instaló allí su campamento.Las fuerzas correntinas ocuparon posiciones en la otra margen del Aguapey, dispuestas a recha-

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zarlos si intentaban cruzarlo. Finalmente el 29 de abril, tras cinco días de marchas y contramarchas, los paraguayos se retiraron a su campamento de la Tranquera sin haber obtenido recursos.Si Virasoro hubiese atacado, habría podido tener éxito debido al cansancio de la caballada del ene-migo, pero no lo hizo en cumplimiento de órdenes terminantes de no tomar la ofensiva. A partir de entonces, las fuerzas paraguayas permanecieron en su emplazamiento habitual entre la Tranque-ra de Loreto y las Trinchera de San José, observa-das por pequeños destacamentos correntinos. En mayo de 1851 Virasoro apreciaba en 3.000 hom-bres los que permanecían en suelo nacional.Esta ocupación se prolongó sin nuevos choques, hasta la guerra de la Triple Alianza, que dio punto final al problema limítrofe con la expulsión defini-tiva de las tropas invasoras.Podemos efectuar algunas consideraciones sobre este conflicto. El gobierno paraguayo especulaba con la posibilidad de una guerra entre la Confe-deración Argentina y el Brasil. No se ocultaban a nadie las ambiciones expansionistas del Impe-rio, heredadas de los portugueses, que tenían por

finalidad el dominio del estuario del Plata ( en realidad faltaba poco tiempo para que realmente estallara la guerra entre los dos países, que fue de-clarada el 18 de agosto de 1851).El objetivo del Paraguay era la conquista de un te-rritorio al que se creía con derecho. El gobierno paraguayo fue lanzado a la aventura por personas que tenían un interés particular de orden econó-mico, y hubo aquí una falla en su conducción al apreciar erróneamente la oportunidad de iniciar las operaciones, influenciado por consideraciones ajenas a su política nacional.El plan de operaciones paraguayo estaba concebi-do en general correctamente. Una división tenía como misión tomar contacto con el Brasil e ins-talar un gobierno de exiliados correntinos, bus-cando el apoyo de la población y al mismo tiempo garantizar el paso del cargamento de armas. La otra división aseguraba la posición paraguaya en territorio correntino, daba tiempo y espacio al grueso de sus fuerzas en caso de una contraofensi-va argentina y amenazaba la capital, aferrando en ella tropas para su defensa.La conducción de las operaciones por parte del

Una Guerra Olvidada

comando paraguayo fracasó ante la guerra de re-cursos llevada por las milicias correntinas. Hos-tigados constantemente, no pudieron enfrentar a su escurridizo y móvil enemigo y debieron aban-donar la mayor parte del territorio ocupado. Este fracaso se patentiza en el juicio y condena de los jefes vencidos.Políticamente también fracasaron, al no obtener ningún respaldo el gobierno títere que pretendie-ron instalar en Corrientes. Su único saldo positivo fue un fortalecimiento de su posición militar en el Alto Paraná.En cuanto a la Confederación Argentina, su si-tuación al iniciarse la campaña era militarmente comprometida. Se hallaba empeñada en la Guerra Grande en la Banda Oriental y sus enemigos con-taban con el apoyo de Gran Bretaña y Francia. La necesidad de mantener el sitio de Montevideo y fuerzas suficientes para defenderse de un ataque de las fuertes escuadras europeas (en esos momentos se hallaba en tratativas con las dos potencias, sin haberse llegado aun al acuerdo), impedían al en-cargado de la conducción nacional acudir con la masa de las fuerzas argentinas contra el Paraguay. No pudiendo embarcarse en una guerra genera-lizada, apoyó a Corrientes con todo lo que pudo.También influía en Rosas la desconfianza que ya tenía de la lealtad de Urquiza. Incluso Virasoro exageraba en sus informes sobre la magnitud e in-tenciones de las fuerzas paraguayas, a fin de lograr un apoyo mayor en armamento y material, que en la práctica usaría posteriormente contra Rosas.El gobernador Virasoro procedió en forma co-rrecta en la conducción de las operaciones. Movi-lizó rápidamente sus fuerzas e hizo la guerra para la que sus tropas eran más aptas. Debe tenerse en cuenta que las milicias correntinas contaban con comandos decididos y valientes, pero carentes de conocimientos militares. Los oficiales ganaban sus galones por su coraje en el campo de combate y la guerra de guerrillas de las montoneras gauchas era la que más se adaptaba a ellos. Con ella obtuvieron el éxito sin librar ninguna batalla campal.

En esta campaña, los soldados correntinos mos-traron el temple, valor y espíritu de sacrificio de que hicieron gala en todas nuestras guerras, desde el combate de San Lorenzo hasta la gesta de Mal-vinas.Virasoro estableció acertadamente su cuartel ge-neral en San Roque, porque desde allí podía diri-gir las operaciones contra las dos direcciones de penetración enemigas (en 1865, el gobernador Manuel Ignacio Lagraña también instaló la capi-tal de la provincia en ese pueblo ante la invasión paraguaya).En oportunidad de la invasión de 1850 Virasoro se mantuvo a la expectativa y no atacó al enemigo cuando, debido al cansancio de su ganado, tenía grandes posibilidades de derrotarlo. Pero en este caso se vio condicionado por las limitaciones que le impuso quien tenía la responsabilidad de las Relaciones Exteriores y la Defensa de la Confe-deración y aquí jugaron factores políticos que lo movieron a la pasividad.Pese a no lograr expandir el dominio en territo-rio correntino, las tropas paraguayas pudieron continuar ocupando suelo argentino. Es posible que este hecho llevara a Francisco Solano López a creer que con fuerzas más poderosas consegui-ría la conquista territorial a la que aspiraba y eso impulsara su decisión de provocar la guerra de la Triple Alianza. De todas formas, esta pequeña guerra olvidada puede considerarse entre los antecedentes de esa tan lamentable como gloriosa contienda, la más grande en la América del Sur independiente en el siglo XIX.

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Golf - XXI Copa San Ignacio

Resultados del XXI Torneo 30 de Septiembre de 2014:

Laguneada 2 mejores pelotas2º puesto / 137Sojo Ignacio, Sojo Ignacio (H), Sojo AquilesUGARTE, José María1º puesto / 137 (por la vuelta) Ardanza Ignacio, Ardanza Fernando, Yñarra Raúl

Fourball Americana2º puesto / 67Arcuri Nestor, Stegmann Fernando1º puesto / 67Ardanza Ignacio, Yñarra Raúl

Concurso de Long Drive - Hoyo 61º puesto / 292 ydsCondomi Alcortas Marcos

Concurso de Approach - Hoyo 131º puesto / 0,60 cmMiura Jorge

Concurso de Best Drive - Hoyo 181º puesto / pegada a la sogaVilla Agustín

Concurso de Short Drive - Hoyo 181º puesto / 70 ydsCardozo Javier

Peor Score1º puesto / 92D´Albora Francisco, Bronenberg Victorica Ra-fael

Premio especial Jugardor más joven: Crotto, matíasJugardo de mayor edad: aldazabal, enrique

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Encuentro Anual - Cena 2014

Administración de ConsorciosInmobiliaria Sud Americana S.A.

Dr. Pedro R. PagésPresidente

E-mail: [email protected]

Tucumán 1438 - P. 2º(1050) Buenos Aires

Argentina

Tel. 54(11) 4371-3010 /94494374-5458

Fax: 54(11) 4372-1389 (NAC)

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Encuentro Anual

En el año 1975 y por expreso pedido del entonces obispo de Añatuya, Monseñor Gottau a la Com-pañía de Jesús, son enviados por el P rovincial de la orden, R.P. Jorge Bergoglio SJ. (hoy Papa Fran-cisco), dos jóvenes jesuitas, R.P. Agustín López SJ y R.P. Juan Carlos Constable SJ.El señor obispo les asigna una parroquia pobre entre las pobres pero con una historia cargada de

Jesús, es que ahí funcionó hasta la expulsión de los Jesuitas de América una Reducción de la Compa-ñía en el departamento Copo, al norte de Santiago del Estero.La parroquia comienza con sus actividades y al cuarto año de trabajo, el Padre llamó al R. P. Agus-tín quién se fue con la seguridad y la esperanza de la continuidad del proyecto. Cuenta, desde 1979, con la actividad incansable de una emprendedora inclaudicable como Mary Quadri, quien desarrolló entre otros muchos pro-yectos en la escuela, en la zona de M anga Bajada y Cáritas parroquial. No debemos olvidarnos de la participación en el proyecto de las Hermanas Dominicas de la Anunciata y las Hermanas de San Juan Bautista y muchos colaboradores del mundo que lo hicieron posible.Todo comenzó con la idea de satisfacer las nece-sidades básicas de la población y , paralelamente y con libertad , continuar con las necesidades espiri-tuales, las que a pesar de los 200 años de ausencia de la Misión Jesuítica (1767) habían quedado muy arraigadas en las generaciones de sus habitantes.Estos mismos, con la esperanza de una vida más digna y pensando en el desarrollo de la zona traba-

Parroquia del BoquerónSantiago del Estero

Parroquia del Boquerón, Santiago del Estero

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De la Asociación de Ex-alumnos

Página web: www.exalumnodelsalvador.org.ar

Atención de Exalumnos: Enrique Turano.Local de la Asociación: lunes, miercoles y viernes de 16:30 a 18:30 hs.Tel: 5237 2500, interno 109 ó 15 4579 4508 E-mail: [email protected]

Sede ubicada en la Sala San Ignacio del 1º piso, ala Callao (preguntar en portería para ser orientado).

Reuniones de Comisión Directiva: Los terceros miércoles de cada mes en la Sede de ex alumnos a las 18:30 hs.; reuniones abiertas.

Encuentros Mensuales: Los primeros miércoles de mes (marzo a diciembre) a las 20:30 hs. en CUBA sede Palermo.

Torneo de Golf: El 22 Septiembre de 2015 en el Olivos Golf Club, hubo de suspenderse por razones climáticas no estando prevista la nueva fecha.

Corbatas de la Asociación, calco-manías para el auto y pines: En venta en la sala San Ignacio.

Cuota Social: Cuota Social Anual: $300Cuota Social Anual hasta 10 años de egresa-dos: $150

Encuentro anual: El 2º viernes de Noviembre de cada año en el Colegio. Ahora el 13 de Noviembre de 2015.Adquirí tu tarjeta de lun. a vier. en: la sec-retaría del Colegio (Lic. Martinez Castro) de 8.30 a 16.30hs., en Estudio Batemarco: L. Alem 639,7ºL de 10.30 a 16.30hs., 4312-3516 o en la Sede de ex alumnos en el Colegio (patio del aljibe lun, mierc y vier. de 18.30 a 20hs).

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jaron incansablemente en cada proyecto iniciado.Hoy la P arroquia San José de la Petacas, presidida por la bella escultura de su Patrono, recuperada del Museo de Santiago del E stero, a pedido de los mismos habitantes, cuenta con escuelas primarias, huertas, Registro Civil, D estacamento Policial, hospital, cooperativas de productores de miel, cooperativa de tejedoras y muchísimas activida-des que se desarrollan en la zona.Lo más reciente y que realmente le está dando un gran impulso al desarrollo es la energía eléctrica, el colegio secundario y el asfalto, con toda la carga social que ello conlleva.El sábado 11 de julio de 2015 se realizó la fiesta de los 40 años de la Parroquia, la única Reducción en Argentina y Uruguay, a la que regresaro n los Jesuitas luego de la expulsión .Hoy el Párroco P. Marcos Alemán SJ. es el conti-nuador de esta realidad.El Padre Juan Carlos desbordaba de felicidad, asis-tieron compañeros del secundario en Córdoba, exalumnos, amigos y muchísimos pobladores de la zona quienes participaron con canciones, reci-tados, escuelas de danzas, representaciones teatra-les y por supuesto un muy nutrido almuerzo para todos.En un reportaje de hace unos años, nos decía el P adre Juan Carlos: “¡los pobres enriquecieron mi persona , mi sacerdocio , mi solidaridad y mi voca-ción jesuítica !”.

Profesionales

José María Pizzorno - Abogado:Av. Belgrano 809, 8º “A” y “C” / t. 4342 2231

Juan Pablo Gallo - Cardiólogo Pedi-

atra: Av. Santa Fe 900 3º / t. 4312 0529

Norberto Portilla - Abogado: Paraná 123 6º of. 149/ t. 4372 5593 / 4374 [email protected]

Miguel Alfredo María Soaje Pinto - Martillero Público: Paraná 426 4º “A” / t.4374 0173 / 8830 / 4375 0203 / [email protected]

Dalmiro Iglesias - Representaciones: t. 4737 0805 / [email protected]

Carlos A. Balmaceda / Augusto L. Mahlknecht - Arquitecto / Ingeniero: t. 4822 7909 / 4666 4610

Carlos María Gianicolo - Ingenie Naval: Consultoría en Logística naviera y petrolerat. 15 4444 5794 / [email protected]

Fernando Brotto - Abogado:t. 4373-9977 / [email protected]

Roberto Dupuy de Lome - Clínica MédicaEduardo Costa 932, PB A , Acassuso.t. 4793-2113

Pedro Nuñez - Abogado: L. N. Alem 639 7º “I” / t. 4312 3516 / 5235 22585238 3516 / fax 4315 [email protected]

Carlos Horacio Beherán - Ingeniero

Civil:

Paraguay 1270 / t. 4816 3169

Adhesiones

Roberto Poggio

Raúl Javier Yñarra

Gonzalo Martín Yñarra

Tel.: 15 56 93 91 64 / @: [email protected] / facebook: La Guardería de Barracas

Verónica Licciardo - Adiestradora Profesional Canina

Centro Integral para el Cuidado de Animales de Compañia, Rescate, Cuidado y Adopción de Animales Abandonados

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