Artículo 8.docx

21
Artículo 8. I. El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble). II. El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respe- to, complementariedad, armonía, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común, responsabilidad, justicia so- cial, distribución y redistribución de los productos y bienes sociales, para vivir bien. análisis del articulo 8 El Artículo 8, en su primer parágrafo I, dispone que El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural”. Es mandato no distingue Estado de sociedad, sino que permite profundizar la transformación de la relación entre ambas dimensiones. El Estado Plurinacional y Comunitario

Transcript of Artículo 8.docx

Artculo 8. I. El Estado asume y promueve como principios tico-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrn), suma qamaa (vivir bien), andereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj an (camino o vida noble).

II. El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad, inclusin, dignidad, libertad, solidaridad, reciprocidad, respe- to, complementariedad, armona, transparencia, equilibrio, igualdad de oportunidades, equidad social y de gnero en la participacin, bienestar comn, responsabilidad, justicia so- cial, distribucin y redistribucin de los productos y bienes sociales, para vivir bien.

anlisis del articulo 8El Artculo 8, en su primer pargrafo I, dispone que El Estado asume y promueve como principios tico-morales de la sociedad plural. Es mandato no distingue Estado de sociedad, sino que permite profundizar la transformacin de la relacin entre ambas dimensiones. El Estado Plurinacional y Comunitario se funda en lapluralidad y en los pluralismos(Artculo 1), estos fundamentos provienen de la condicin fctica y plural del pueblo boliviano, compuesto por diversas colectividades, con narrativas culturales y vivencias distintas (Artculo 3). Adems, la transformacin plural del Estado tiene lugar en el marco de un pluriverso de lenguajes y metalenguajes, a partir de la oficializacin de los idiomas de las naciones y pueblos indgena originario campesinos. En este marco, el Estado deja de ser el sujeto en su relacin con la sociedad, ya no es l el que determina la manera en cmo se configura la sociedad en su conjunto, a partir de la dominacin ideolgica o la represin.El Estado esplurinacionalycomunitario, porque ya no es la entidad que sobre-determina la base societal, sino que se toma conciencia del hecho que el Estado debe ser y es una determinacin de la base social plural. Es decir, el estado deviene elobjetoy la sociedadsujetoen la relacin de determinacin. Entonces la sociedad ya no es la construccin arquetpica de las estructuras de dominacin que la moldean a las dinmicas y necesidades del sistema o modo de produccin capitalista. La sociedad pasa a determinar al Estado a partir de sus particularidades y caractersticas plurales. Esto implica la reformulacin, o re-significacin de las relaciones de poder, y su complejizacin en el marco de las narrativas culturales de la sociedad plural.Por lo tanto, el cambio de lacondicin de estatalidadcomprende el cambio en los fundamentos del Estado y, por lo tanto, el cambio del sentido mismo del Estado. La relacin entre Estado y sociedad, tal como la concibe la modernidad, sedes-formaliza(Di Giovanni, 2012). Se afirma que esta relacin sedes-formalizaporque no existe una relacin Estado-sociedad unvoca, sino varias relaciones, considerando que el Estado pasa a ser el correlato de lasociedad plural. Por lo tanto, el Estado pasa a ser el objeto en una relacin de mltiples sujetos.Entonces, el hecho que elEstado asume y promuevecomoprincipios tico-morales de la sociedad plural, tambin implica que por el cambio en la condicin de estatalidad[5], estos principios sobredeterminan, tambin, en la propia estructura general del Estado, y en los fundamentos de su funcionamiento. Lasociedad pluralcomprende una multiplicidad de sujetos que crean sentidos, a partir de sus narrativas culturales, a partir de la manera en como culturalmente se relacionan socialmente, y con el entorno natural. Por lo tanto, cuando elEstado asume y promuevelos principios tico-morales de la sociedad plural, deja de ser el monopolizador delsaber-poderque determina y subordina a la base social, en el marco de la homogeneizacin siempre pretendida por la modernidad. Y, pasa a ser el objeto de determinacin de las distintas narrativas culturales de la sociedad plural.Ama qhilla, ama llulla, ama suwaEste es uno de los principios ms reconocidos en la discursividad tico-moral de las Naciones y Pueblos Indgena Originario Campesinos. No seas flojo, no seas ladrn ni seas mentiroso son los principios rectores de las sociedades indgenas de tierras altas, que rigen el accionar en poltica, en la economa, adems de las relaciones sociales al interior de la comunidad.Aunque existe mucha controversia y discusiones respecto a su origen puede plantearse tentativamente algunas hiptesis. La primera apunta a su origen prehispnico, estos principios habran sido promovidos por las autoridades incas para ordenar a la sociedad plural sobre la que erigieron su imperio (en este caso, estos principios se aplicaran ms a la regin del Qollasuyu). Por otra parte, otros sitan el origen de estos principios durante la Colonia. En efecto, la forma en cmo estn planteados (negacin) sugiere un origen occidental cristiano, como en el caso de los diez mandamientos judeo-cristianos. En contra parte, el resto de los principios se fundan en objetivos positivos, no existe la idea de punicin o prohibicin (Tapia en Miradas. Nuevo Texto Constitucional, 2010).No obstante, ms all del origen histrico se trata de principios apropiados por las colectividades indgenas que no se oponen, ni mucho cuestionan otras morales. De hecho, se trata de principios que son aceptables y se repiten tanto en la moral cristiana, como en la protestante, en la andina y en otras culturas. Siguiendo con el postulado delcambio de condicin estatal, ms que el origen de los principios, lo que realmente interesa es que los mismos son apropiados por la sociedad plural.Este principio tico moral, en el presente, acompaa las relaciones comunales de las sociedades indgena originario campesinas, en la regin andina. Las comunidades indgena originario campesinas se rigen por una serie de valores, que determinan la funcionalidad y la pervivencia de la propia comunidad. El principal fundamento de la comunidad es el vinculo de lealtad incondicional que une a sus miembros, y que hace de la misma un cuerpo cohesionado (Centro de Estudios Constitucionales, 2012: 161). Este vnculo se funda en principios, comoama qhilla, ama llulla, ama suwa, que determinan todas las dimensiones de la vida en comunidad. La poltica, las relaciones de produccin, las relaciones sociales, en las comunidades, se fundan en estos principios que fundamentan el vnculo personal de lealtad, de cada uno de los miembros de la comunidad.En lo que respecta la poltica, por ejemplo, lo que Flix Patzi denomina elparadigma comunal,se caracteriza por tener una estructura econmica y poltica fundada en la colectividad, sin por ello anular la individualidad. En las sociedades andinas, afirma Patzi, el poder o la decisin no est centrada en el individuo o en grupos de personas, o sea, el individuo o el grupo no tiene poder en s mismo, como ocurre en el sistema de la democracia representativa; sino la asume la colectividad(Patzi, 2009: 53). Es la colectividad o la comunidad la que adopta en deliberacin las principales decisiones, apuntando generalmente a un consenso. Se trata de un modelo ms participativo. En este modelo participativo, los principios tico-morales son determinantes.El hecho que el Estado Plurinacional y Comunitario, asuma y promueva los principiosama qhilla, ama llulla, ama suwasupone dos cosas. Por un lado, que la sociedad plural en su conjunto se rija por estos principios, como parte de un dialogo intercultural entre distintas narrativas culturales, que contribuyan a generar un imaginario colectivo pluralista y crtico. En este marco, cabe sealar que en el Informe por Mayora de la Comisin 1 (Visin de Pas) se establece un principio ms que acompaa los principiosama qhilla, ama llulla, ama suwa, se trata denitaq sapa(ni individualista). Este principio promovido por el Estado, supone tambin la crtica a la razn individualista moderna, y ms apunta a generar una conciencia de pertenencia y solidaridad entre los miembros de la sociedad plural.Por otra parte, el Estado Plurinacional y Comunitario, asume y promueve los principiosama qhilla, ama llulla, ama suwa, supone tambin que el propio Estado se impregne de estos principios, como parte de la nueva condicin de estatalidad. No seas flojo, no sea mentiroso, ni seas ladrn, son tambin principios aplicables a los servidores pblicos en general. Para comprender esto debe considerarse el carcter holstico de los principios tico morales de las naciones y pueblos indgena originario campesinos. En la narrativa cultural de estas colectividades, no se trata de principios que slo se aplican a la sociedad y no a la poltica, por ejemplo, porque en el pensamiento de los pueblos indgenas en general, no existe una divisin o purificacin entre el mbito social, el poltico, el econmico, el religioso o ritual. Por lo tanto, cuando el Estado asume y promueve los principiosama qhilla, ama llulla, ama suwa, lo hace considerando este su carcter holstico.Suma qamaaEste principio tico-moral es una de las innovaciones del texto constitucional, que tambin se introdujo en otros textos constitucionales de Latinoamrica, como es el caso de la Constitucin ecuatoriana. Se afirma que es una innovacin, no porque sea una creacin constitucional, sino por tratarse de la primera vez en el constitucionalismo boliviano que se establecen principios distintos a los cristianos u occidentales, y cuyo contenido puede ser verdaderamente subversivo y transformador.Suma Qamaaen aymara, oSumaq Kawsayen quechua, pueden tener varias traducciones al castellano, desde la ms utilizada vivir bien como se la utiliza en Bolivia, o Buen Vivir en Ecuador. Segn Fernando Huanacuni, ambos apuntaran a ms dimensiones, no solo el vivir, sino el convivir, el estar, etc. (Huanacuni, 2010). En suma, para Huanacuni, la traduccin convencionalmente utilizada no contemplara los verdaderos alcances del principio, por lo que la traduccin ms conveniente sera vida en plenitud (Ibd.). Por otra parte, para Alison Spedding, este principio u objetivo, como se lo plantee es una invencin de los indigenistas, sobre la base de especulaciones. De hecho, para Spedding, incluso la significacin que se le asigna sera una invencin, Claro que el rico se llamaqamiri, tu sabes,wali qamiriwajpero, en ese sentido. Porqueqamaaquiere decir quedarse en casa; que la persona rica pueda darse el lujo de quedarse en casa, no est obligado a salir a trabajar (Spedding en Uzeda: 2008).Ahora bien Qu es el vivir bien? Esta pregunta puede resultar verdaderamente fundamental y problemtica considerando las diferentes formas de entender el vivir bien. Para algunos, como Spedding puede no ser nada ms que una moda new age, mientras que para otros, como es el caso de Ral Prada el vivir bien es mucho ms, es un objetivo poltico en el que reside el cambio de paradigma, frente a la modernidad capitalista. El vivir bien hace alusin a lavidaentendida ampliamente, desde la cotidianidad hasta los mbitos ms planificados como por ejemplo la economa, o la poltica.En ese sentidoSuma Qamaapuede ser varias cosas a la vez, desde un objetivo poltico hasta simplemente un principio rector delmodus vivendi. En un primer significadoqamaasera: trama de vida cuya mutua interconectidad produce bienestar. Peroqamaatambin puede tomarse por el espacio externo de la existencia, lo que conocemos como entorno o medioambiente, con presencias vegetales, animales y humanas: la comunidad (Uzeda: 2008: 4). Si se toma esta definicin del vivir bien puede entenderse mejor la idea de principio tico-moral amplio. El vivir bien no es un objetivo o un concepto antropocntrico, al contrario es abierto al entorno, a la comunidad del hombre con el resto de los seres vivos.Para comprender este principio que encierra un vasto contenido, es necesario, por un lado, descentrar odesterritorializarel sentido mismo delviviro lavida. Y, a partir de este descentramiento comprender el fundamento delvivir bienen la relacin entre naturaleza y cultura. Elsuma qamaaovivir biendebe entenderse a partir de la crtica a la manera en la cual la modernidad entiende lavida, y la manera en como otras narrativas culturales le otorgan un sentido mucho ms complejo. En este marco, Giorgio Agamben (2010) distingue lanuda vidade laforma-de-vida, ambos modelos o maneras de comprender la vida permiten realizar una lectura ms crtica de la modernidad.Para la narrativa moderna, o capitalista, lavidaes una fenomenologa central y fundamental. Pero la misma se funda en la ponderacin de lavidao existenciaindividual. Esto es lo que Giorgio Agamben denomina lanuda vida, es decir la vida como dato biolgico, y por ende como circunstancia colateral. Toda la apologa moderna de la individualidad se materializa en lanuda vida, y sobre la misma se fundan y funcionan las dimensiones sociales de la modernidad, es decir el Estado-nacin moderno, las relaciones de produccin capitalistas, hasta el ejercicio de la justicia, el desarrollo de las ciencias sociales. Lanuda vidaes la vida escindida de su entorno, es un dato medible y cuantificable, y es por ello que es funcional a las necesidades del modo de produccin capitalista. En este marco, lavidapasa a depender y ser determinada por un cmulo de factores de bienestar, enfocados principalmente en la existencia individual como circunstancia biolgica.Pero, la vida tambin es, adems de una circunstancia biolgica medible y cuantificable, una extensin compleja de determinaciones y relaciones que van ms all del aislamiento del individuo. Existen muchas ms condiciones que determinan y configuran el sentido de la vida. Esto es lo que Agamben denominaforma-de-vida, es decir la vida entendida sin su purificacin, sin su enajenacin, sin reducirla a las condiciones materiales de subsistencia biolgica de los individuos. El conceptoforma-de-vidapropone entender la vida como una integridad, una determinacin, es decir la vida que no puede separarse de su forma (Agamben, 2010: 13). Es decir comprender la vida como un dato que no es aislable, sino que est determinado por una multiplicidad de circunstancias, de condiciones y de relaciones. Esta figura es concebida por la modernidad como su anttesis. Esta es la apuesta delvivir bien.Elvivir biensupone laforma-de-vida, es decir mirar y comprender la vida holsticamente. La vida es un conjunto coherente de elementos y fuerzas interconectadas, que no puede obviarse, esto es la relacin de la humanidad con la naturaleza y, por lo tanto, la crtica al antropocentrismo moderno. La modernidad es individualista y esnuda vida, porque es antropocntrica. En este marco, la modernidad, el capitalismo se fundan en la separacin irremediable entre el mbito natural y el mbito social o cultural. Para que laforma mercanca aparezca,y las sociedad modernas tengan lugar, es necesaria esta separacin como parte del movimiento racional de la humanidad. El reflejo religioso del mundo real nicamente podr desvanecerse cuando las circunstancias de la vida prctica, cotidiana, representen para los hombres, da a da, relaciones difanamente racionales, entre ellos y con la naturaleza (Marx, 2010: 97).Por su parte, las culturas denominadas premodernas, y caracterizadas como arcaicas, fundan todas las dimensiones de su vida en una relacin distinta con la naturaleza. Las narrativas culturales de las naciones y pueblos indgena originario campesinos permiten dar cuenta de la falacia de la universalidad moderna, y de su pensamiento antropocntrico. Como seala Philippe Descola, [L]a oposicin entre la naturaleza y la cultura no tiene la universalidad que se le adjudica, no slo porque carece de sentido para quienes no son modernos, sino tambin por el hecho de que apareci tardamente en el transcurso del desarrollo del propio pensamiento occidental (Descola, 2012:19). Por lo tanto, la naturaleza no tiene el carcter puramente trascendente que el pensamiento moderno la atribuye, y la sociedad no tiene el carcter puramente inmanente, que de acuerdo a la razn moderna la hace autopoitica y autnoma.Las naciones y pueblos indgena originario campesinos, en sus narrativas culturales, no escinden al mbito natural de su desarrollo cultural y social. En este marco, sonforma-de-vida, es decir comprenden la vida y la ponen en prctica como parte de un conjunto coherente mucho ms amplio. Si se observa, por ejemplo, la ritualidad y la religiosidad de las culturas indgenas, que indudablemente determina la manera en cmo se configuran todos los dems mbitos de su vida, pueden observarse una predominancia de deidades que estn en el entorno natural, del cual las propias culturas son parte: lapachamama, laswakas, losajayus, losiyas. El temor, o miedo, ya sea a laswakao a losiyas, o a todas las dems divinidades del paisaje determinan la manera en como los pueblos indgenas se relacionan con el entorno natural. Estas narrativas se oponen esencialmente al pensamiento moderno, fundado en la superioridad de la racionalidad humana y en el antropocentrismo.La apuesta delvivir bientiene que ver con la crtica a la modernidad, en lo que respectan sus fundamentos epistemolgicos, que como se ha sealado, se fundan en la separacin radical entre naturaleza y cultura, o naturaleza y sociedad. En este marco, elvivir biensupone la defensa de laforma-de-vida, es decir comprender la vida como dato ms complejo, como parte de un conjunto coherente de determinaciones que no deben ser obviadas, como sucede con el antropocentrismo moderno.El hecho que el Estado asuma y promueva el principio delsuma qamaaovivir bien, supone que el mismo toma una postura que es poltica, de crtica a la nuda vida, es decir de crtica a la racionalidad moderna, antropocntrica e individualista. En consecuencia, el Estado deviene en el promotor de un paradigma distinto al moderno, en el que lavidatiene un sentido mucho ms complejo. Este sentido de lavidaen el marco delvivir bien, al igual que sucede en las comunidades indgena originario campesinas debe impregnar todas las dimensiones de la vida de la sociedad plural boliviana: economa plural respetuosa del entorno natural; ejercicio integral de los derechos individuales y colectivos, como parte de laforma-de-vidade los individuos y las colectividades; organizacin y ejercicio de la poltica en un sentido comunitario y pluralista.anderekoEste principio contina la lgica crtica del anterior, con respecto al antropocentrismo y al individualismo moderno. Por lo tanto, tambin forma parte de una postura poltica crtica, en el marco de la transformacin pluralista del Estado.Este principio puede entenderse como la interpretacin guaran del vivir bien, en la Constitucin se lo traduce comoVida Armoniosa, aunque la traduccin literal del trmino seranuestro tener(en algunos casos incluso se lo usa comonuestra nacin). El fundamento de este principio, que ms que principio podra comprenderse como una sntesis de la cotidianidad fructuosa y sustentable de estas comunidades, es la idea de la bondad de la tierra (Meli, 2008).La buena tierra guaran es tan real, porque su fundamento no es la naturaleza en s, sino el acto religioso que le da principio y la conserva. Cada una de las naciones guaran tiene una concepcin y smbolos propios para significar este fundamento y este centro de su cosmos, pero todas concuerdan en hacer depender la bondad de la tierra y su conservacin, su perfeccin y su estabilidad (Meli, 2008: 102).La base de este principio, de esta tica sera la bondad y la simpleza de los individuos, la idea del buen ser o tek joj (Meli, 2008: 103). El principio de laVida Armoniosacontempla una serie de patrones de comportamiento, como el rechazo al hedonismo permisivo e individuado, a la voluntad individualista de acumulacin de riqueza y de bienes, etc., al igual que sucede con elSuma Qamaa.La serenidad, la cordura y la bsqueda de la Vida Armoniosa (andereko), seran objetivos concretos para evitar la represalia de la tierra.Si se entiende alanderekodesde su traduccin literal, el buen tener, contempla el tema tanto de la vida armoniosa como el objetivo de la bondad de la tierra. Ambos se complementan, la bondad de la tierra se la alcanza desde la vida armoniosa. Entendemos por ande Reko el significado que le daba Montoya en su Tesoro de la Lengua guaran (1639): Modo de ser, modo de estar, sistema, ley, cultura, norma, comportamiento, hbito, condicin, costumbre (Meli, 2008: 107).Este principio adems, es acompaado por relatos mticos que forman parte de la ritualidad guaran, que refuerzan este objetivo de lograr unavidaresponsable y consciente del entorno natural y la relacin de sociedad y cultura con el mismo. En este marco puede hacerse referencia al concepto extendido de laloma santa, que sobre todo corresponde a un movimiento mesinico de bsqueda de latierra sin mal, que a travs de migraciones intenta alcanzar la tierra libre y rica en oposicin a una sociedad opresora (Szab, 2008: 399). Por otra parte, en la cosmovisin guaran, existe una figura divina, que tambin es extendida en otras culturas de tierras bajas, que son losiyaso dueos. Existen variosiyas, cada uno es un espritu protector de la Naturaleza (Szab, 2008: 343), de acuerdo con la cosmovisin guaran, cada elemento de la naturaleza, desde los ms grandes hasta los ms pequeos, es tutelado por uniya.Toda esta ritualidad da lugar a un entendimiento respetuoso del entorno natural, que por su carga religiosa fue constantemente menospreciado por la modernidad. Sin embargo, a partir de que el Estado asume y promueve el principio tico-moral delandereko, se relativiza la crtica moderna, dndose lugar a una comprensin holstica del lugar del ser humano en la naturaleza. Al igual que el principio delsuma qamaa, este principio pretende impregnar todas las dimensiones de la vida de la sociedad plural boliviana, desde su base econmica, hasta sus relaciones sociales, que a su vez inciden en la manera en como el propio Estado opera, como correlato de la base social plural.Teko kaviCabe hacer hincapi, en que los principios tico-morales se fundan en vivencias colectivas que transgreden en distintos mbitos, las pretensiones universalistas y racionalistas de la modernidad. Por lo tanto, son principios que deben servir para resignificar todas las dimensiones del modo de produccin boliviano, en cualidad de modo de produccin plural y pluralista.Este principio se relaciona directamente, o deriva del objetivo ms amplio delandereko.TekooTekoveimplica de forma ms amplia lavida, pero tambin el estar y el ser, finalmente el comportamiento, al igual que elqamaaaymara. La traduccin ms literal delTekoseraserotemperamento, que contempla tanto una circunstancia como un movimiento, es decir la vida como dato complejo, laforma-de-vida. Aunque otras traducciones sealantekocomo bien o bueno. Por su parte Xavier Alb seala como principio elande teko kavio nuestro buen modo de ser (Alb, 2011: 14), esta traduccin se relaciona tambin con la idea delbuen serotek joj(Meli, 2008: 103).Ms all de todas las traducciones que puedan hacerse, el contenido de este principio tiene una estrecha relacin tanto con el principio deanderekocomo con el deivi maraei,que se analiza ms adelante. En la Constitucinteko kavise traduce comoVida Buena, y apunta al objetivo de lograr una cotidianidad armoniosa con el entorno, elandereko. Este principio al igual que elqamaaregula no slo la cotidianidad, la convivencia entre sujetos, tanto humanos como los dems seres vivos, las relaciones econmicas y por ende polticas. En suma,teko kaviapunta a la forma de ser, el comportamiento colectivo, del cual dependera laVida Armoniosa o la sustentabilidad de ese nuestro tener oandereko.Este principio tambin debe ser promovido como principio rector de todas las relaciones que tienen lugar en el seno de la sociedad plural. La economa plural, las actividades productivas y extractivas, si se fundan en este principio, as como en los dems establecidos en el Artculo 8, deben concretarse en el marco del objetivo de la sustentabilidad. En este marco, el objetivo trascendental del desarrollo integral sustentable, presente en toda la narrativa constitucional, no slo se funda en la concientizacin racional, sino tambin en la concientizacin cultural, fundada en estos principios.Nuevamente, en este principio se halla latente el concepto deforma-de-vida, es decir la vida entendida como un movimiento y una relacin compleja, de cada ser humano con su entorno social y natural. Adems, este principio, como los dems, debe permitir dar cuenta delvitalismoque impregna toda la narrativa constitucional. En este marco, los derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos; la organizacin econmica y productiva plural; incluso la organizacin del Estado, deben ser comprendidos en el marco de la complejidad y el carcter holstico que estos principios le conceden a lavida.Ivi maraeiTodos los principios revisados hasta este punto se concatenan en lanarrativadel artculo. Es decir, a grandes rasgos, el Artculo 8 se ocupa de aprehender ticas, que provienen de las vivencias, las experiencias de las Naciones y pueblos Indgena Originario Campesinos, los introduce en lanarrativa constitucional, a travs de ellos proyecta un nuevo paradigma. Por lo tanto, retornando a lanarrativadel Artculo 8, no se trata de una enumeracin de principios, recogidos de la gama de nacionalidades del Estado, a ser ledos como una simple inclusin de principios separados, sino que todos estn ligados, y construyen un nuevo paradigma desde la pluralidad.Los principios tico morales de la sociedad plural, dispuestos en el Artculo 8, tienen un contenido altamente crtico del esquema de desarrollo propuesta desde la modernidad capitalista. Sobre todo en lo que respecta la relacin del ser humano con la naturaleza. La modernidad, el modo de produccin capitalista, se funda en la consolidacin de un pensamiento racional caracterizado por el establecimiento de una frontera, de la escisin entre el mbito natural y el mbito social. Como seala Bruno Latour, cuando las palabras moderno, modernizacin, modernidad aparecen, definimos por contraste un pasado arcaico y estable (Latour, 2007: 27). Y, ciertamente, la condicin de la modernidad es el dinamismo y la inestabilidad de la ambicin racional humana de lograr, lo que los propios pensadores de la modernidad denominan el avance, el progreso, el desarrollo, el movimiento del espritu.Van a poder intervenir [los modernos] la naturaleza desde todo punto de vista en la fbrica de sus sociedades, sin por ello dejar de atribuirle su trascendencia radical; van a poder convertirse en los nicos actores de su propio destino poltico, sin por ello dejar de sostener su sociedad por la movilizacin de la naturaleza. Por un lado, la trascendencia de la naturaleza no impedir su inmanencia social; por el otro, la inmanencia de los social no impedir que el Leviatn siga siendo trascendente (Latour, 2007: 59).En este sentido,Ivi Maraeicontina una construccin paradigmtica crtica de la modernidad. Retoma lo que plantea cada uno de los principios revisados hasta este punto, para llenar de sentido o significar ese objetivo ms grande que es elvivir bien.Ivi MaraeioYvy mara'y, se tradujo en el texto constitucional comoTierra sin mal, que podra entenderse en primera instancia como una concepcin ms mstica de la realidad buscada. No obstante, la traduccin ms literal del trmino sugiere un aterrizaje de todos los dems principios en la praxis social, pues desde la cosmovisin guaran rompe con varios esquemas sobre los que se maneja la humanidad a nivel global, y el propio sistema mundo capitalista.Literalmente, puede traducirseIvi MaraeioYvycomo tierra (IvioYvy), virgen o inmaculada (mara'yomaraei). Este principio contempla o rige la forma en cmo la humanidad se vincula con el entorno. Al plantearse como objetivo unatierra inmaculada, se perfila tambin un modelo de desarrollo alternativo (aunque el trmino mismo de desarrollo queda un poco alejado de este objetivo), pues se trata de mantener la tierra en su estado natural, y aprovecharla sin desusarla, sin alterarla. En este marco, la referencia a la ritualidad de las naciones y pueblos indgena originario campesinos resulta necesaria. La relacion de los pueblos indgenas, sobre todo en tierras baja, est determinada por una ritualidad y una serie de relatos mticos, que sirven como reguladores de la accin humana sobre el entorno natural.Ivi Maraeies el resultado delandereko, y delTeko Kaviy avanza hacia elSuma Qamaa. Se trata de la sntesis del carcter no-antropocntrico de la forma de entender y organizar la vida por la humanidad. Mantener la tierra sin mal, o inmaculada, es cuestionar los objetivos desarrollistas, la adaptacin de la tierra y de todos sus recursos y seres vivos a las necesidades del hombre. Se trata de una relacin de igualdad entre todas las entidades o seres vivos, al interior del Qamaa (Yampara en Uzeda, 2008), o el espacio de existencia. En suma el principio deIvi Maraeiapuntara a la adaptacin de la humanidad al entorno, a la convivencia en igualdad con todos los seres vivos, y no as a la adaptacin del entorno por y para el hombre.El hecho que el Estado asuma y promueva este principio tico-moral, apunta a repensar integralmente al desarrollo, tanto econmico, como social y cultural del pas. El principio y objetivo de latierra sin mal, no solamente sirve como fundamento para la proteccin de las territorialidades y los territorios de las naciones y pueblos indgena originario campesinos. Tambin debe impregnar la racionalidad econmica de todas las actividades que se llevan a cabo en el Estado, sobre todo en lo que respecta la explotacin y el aprovechamiento de los recursos naturales. Todas las actividades que el Estado, o particulares realicen, sobre recursos naturales, deben regirse en base a este principio: lograr que Bolivia sea unatierra sin mal.Qhapaj anEste principio proviene del tiempo del incario.Qhapaj anlo traduce la Constitucin comoCamino o vida noble, efectivamente el trmino Qhapaj comprende no slo la idea de camino, tambin de caminante. Esta sera la traduccin del quechua, no obstante, deben considerarse otras traducciones. Javier Lajo (2004) se remite tambin, para comprender la magnitud del trmino, a la traduccin del puquina, en esta lengua milenariaKhapajse traducira como santo o noble (Lajo, 2004: 2).El Qhapaj an o Camino de los Qhapaj fue, durante el incario, una ruta que una ciudades, que abarcaba prcticamente los cuatro suyus del imperio. Este camino tambin era una especie de recorrido hacia la verdad, hacia la sabidura (Sholten en Lajo, 2004).no obstante ms all de la idea material de un camino, elQhapaj andebe entenderse como un recorrido hacia la sabidura, al cual se adhieren una serie de elementos del pensamiento andino, que en suma conformaran esa sabidura o finalmente la nobleza. Este recorrido, explorando todos estos elementos del pensamiento andino, sera la vida, el andar hacia la sabidura. Algunos de estos elementos que hacen a la sabidura o elQhapaj anson apuntados por Javier Lajo, por ejemplo la dualidad o elYanantin[6]que implica, no slo dualidad sino complementariedad, la necesidad de la paridad en la cosmovisin andina, y finalmente implica la reciprocidad, la colaboracin.Este ltimo principio, si se lee al artculo como una breve narrativa parte de la narrativa constitucional, cierra los objetivos de cada principio, que en primera instancia son introducidos comovivir bien. Para lograr unvivir bien, se necesita pues un recorrido noble y sabio por la vida, es decir la persecucin de la sabidura, de aquella sabidura ancestral que apunta a la vida, a la vivencia sustentable oQhapaj an. Este recorrido solo puede ser posible desde la pluralidad, desde loComunitario, desde la construccin de una tica que recoja elementos de la pluralidad epistemolgica que tambin hace al Estado Plurinacional. Para ello hay varias opciones combinables, o aplicables en diversos contextos, todas apuntan al cambio de la estatalidad desde la sociedad plural, cimentada en estos principios tico-morales.El hecho que el Estado Plurinacional asuma y promueva este principio tambin implica que el mismo deba regirse por el mismo. Es decir, por ejemplo, en el caso de las servidoras y los servidores pblicos, deben propender en el ejercicio de sus funciones, a seguir un camino o vida noble. En lo que respecta la sociedad plural en su conjunto, en el desarrollo de todas las dimensiones de su vida, tambin debe regirse en base a este principio. Lavida noblehace tambin una referencia a laforma-de-vida. Unavida noblesupone una vida responsable y coherente con el entorno natural y social. Esto es una vida crtica con respecto a la individualizacin, y a otras tendencias de la modernidad que conllevan a lanuda vida.