Artesanias

4
Yo voy a empezar tratando de responder ¿Qué entendemos por artesanía en el contexto que nos toca estudiar? Porque muchas veces uno lo da por presupuesto y después no entiende nada. Busqué en internet alguna definición clarita y concreta de lo que fuera la artesanía, pero se medio como que se iba por las ramas con cosas sofisticadas: que si se diferencia de la manualidad, que tiene que ser así, o asá, con cuestiones filosóficas… y dije bueno, con lo que me da el texto más o menos la armo. La artesanía tenemos que entenderla como un tipo de producción en la que un artesano, trabajando en su propio taller, con sus propios materiales y herramientas elabora los productos que el mismo lleva al mercado. El gremio es una asociación entre los distintos artesanos de un mismo oficio que pretendía garantizar el trabajo a sus asociados, el bienestar económico de éstos y regular el funcionamiento de los talleres y el sistema de aprendizajes. Los gremios tenían una larga historia y se fueron institucionalizando desde la edad media. Los maestros, los oficiales y los aprendices eran las tres categorías de la estructura gremial en la que cada uno tenía distintos compromisos y derechos: el maestro se comprometía a mantener y enseña al aprendiz y dar cierta compensación a los oficiales y bueno, éstos tenían que trabajar para él. Sin embargo, en este contexto, la autora dice “El taller artesano habitual siguió siendo pequeño; el maestro solitario, sin oficiales ni aprendices, era la regla más que la excepción. Los estatutos gremiales, que permitían por lo general dos oficiales y un aprendiz para cada maestro, no daban la medida normal, sino un límite superior, superado, no obstante, por los privilegiados artesanos de corte.” ¿Qué tipos de trabajos se realizaban? “La fabricación de paños, las tejedurías y telares (que eran trabajos que no podían ser realizados por una persona, pero que por otra parte, los maestros de estas manufacturas eran a menudo tan pobres que se veían obligados a utilizar corno fuerza laboral a sus mujeres e hijos). Los molinos y herrerías, igual que los hornos de pan y las fábricas de cerveza, precisaban instalaciones grandes y ocupaban un número de operarios por encima de la media, y en ellas se daba el mayor bienestar, pues la magnitud de los establecimientos y la dotación de capital estaban en relación con el prestigio social, los precios y los ingresos. Los orfebres se contaban en todas partes como los artesanos más acomodados; en Inglaterra adoptaron incluso el papel de banqueros. En el otro extremo de la escala

description

Resumen del capitulo "Artesanias" del libro "Historia Moderna" de Helga Schultz

Transcript of Artesanias

Page 1: Artesanias

Yo voy a empezar tratando de responder ¿Qué entendemos por artesanía en el contexto que nos toca estudiar? Porque muchas veces uno lo da por presupuesto y después no entiende nada. Busqué en internet alguna definición clarita y concreta de lo que fuera la artesanía, pero se medio como que se iba por las ramas con cosas sofisticadas: que si se diferencia de la manualidad, que tiene que ser así, o asá, con cuestiones filosóficas… y dije bueno, con lo que me da el texto más o menos la armo. La artesanía tenemos que entenderla como un tipo de producción en la que un artesano, trabajando en su propio taller, con sus propios materiales y herramientas elabora los productos que el mismo lleva al mercado.

El gremio es una asociación entre los distintos artesanos de un mismo oficio que pretendía garantizar el trabajo a sus asociados, el bienestar económico de éstos y regular el funcionamiento de los talleres y el sistema de aprendizajes. Los gremios tenían una larga historia y se fueron institucionalizando desde la edad media. Los maestros, los oficiales y los aprendices eran las tres categorías de la estructura gremial en la que cada uno tenía distintos compromisos y derechos: el maestro se comprometía a mantener y enseña al aprendiz y dar cierta compensación a los oficiales y bueno, éstos tenían que trabajar para él. Sin embargo, en este contexto, la autora dice “El taller artesano habitual siguió siendo pequeño; el maestro solitario, sin oficiales ni aprendices, era la regla más que la excepción. Los estatutos gremiales, que permitían por lo general dos oficiales y un aprendiz para cada maestro, no daban la medida normal, sino un límite superior, superado, no obstante, por los privilegiados artesanos de corte.”

¿Qué tipos de trabajos se realizaban? “La fabricación de paños, las tejedurías y telares (que eran trabajos que no podían ser realizados por una persona, pero que por otra parte, los maestros de estas manufacturas eran a menudo tan pobres que se veían obligados a utilizar corno fuerza laboral a sus mujeres e hijos). Los molinos y herrerías, igual que los hornos de pan y las fábricas de cerveza, precisaban instalaciones grandes y ocupaban un número de operarios por encima de la media, y en ellas se daba el mayor bienestar, pues la magnitud de los establecimientos y la dotación de capital estaban en relación con el prestigio social, los precios y los ingresos. Los orfebres se contaban en todas partes como los artesanos más acomodados; en Inglaterra adoptaron incluso el papel de banqueros. En el otro extremo de la escala estaban los muchos sastres, zapateros o tejedores que no poseían nada más que su arte y unas pocas herramientas.”

Y ahora sí me meto de lleno en el texto: Schultz busca responder a un punto de vista tradicional en la historiografía económica sobre la edad moderna. Los manuales de Historia moderna menosprecian a la artesanía. Pareciera que en los estudios de historia económica sobre estos siglos, toda la atención se la tienen que llevar la gran expansión del comercio y en los años siguientes el desarrollo de la manufactura en gran escala. Esta tradición de historiadores tenía la intención de enterrar un cuerpo que estaba todavía muy vivo.

Es posible observar que la producción artesanal siguió constituyendo la base firme de la manufactura hasta al menos la Revolución Industrial. La región que tenía todos los medios a su alcance y cumplía con todas las condiciones para el desarrollo de la manufactura a gran escala fue la zona de Bradenburgo-Prusia y no lo hizo sino hasta el siglo XVIII y con (esto sería lo más difícil de admitir para los liberales) un fuerte impulso del Estado.

Ahora bien, esta “apertura” que es la que caracteriza a la Europa del periodo moderno y que durante todo el cuatrimestre estuvimos estudiando como una suma muy compleja de procesos y de distintos factores que se desatan gradualmente y que no fue resultado de un quiebre de la noche a la mañana, así con fecha y hora; esta apertura ha creado un nuevo panorama para la artesanía. Estos hombres tienen que trabajar bajo nuevas condiciones y frente a esto hay distintas reacciones.

Page 2: Artesanias

Es cierto que en algunos casos hubo conflictos y rechazo, como por ejemplo la introducción del molino de batán en el siglo XVI para la fabricación de cintas; pero también se tomó una parte muy importante en el crecimiento general, la especialización y el perfeccionamiento de la actividad económica. En contra de una opinión común, la artesanía de la Edad Moderna no rechazaba en absoluto la novedad. La introducción generalizada del torno de hilar en el siglo XV y de la adición del pedal en el curso del XVI o el tornillo de sujeción al banco y el torno en la artesanía del metal en la misma época son ejemplos importantes.

Otro de los modos de reaccionar fue la especialización y ramificación de las actividades. Este era el camino principal en la modernización de los talleres. En la vieja artesanía no se dividía el trabajo dentro del taller como era el caso en las manufacturas, más avanzadas. Maestro y oficiales creaban toda la pieza, de cabo a rabo. La división del trabajo y la especialización se hacían exclusivamente entre talleres, entre artesanos, de modo que los progresos en esas direcciones sólo podían hacerse mediante la separación de las profesiones artesanales. Cuanto más grande era la ciudad y más exigente el mercado, más proliferaba la ramificación. Fue siempre causa de fricciones en la línea divisoria entre ellas, y dio motivo a peleas interminables entre fabricantes de zapatos, zapateros remendones y fabricantes de pantuflas, peleteros y fabricantes de guantes, latoneros y broncistas, reflejadas en las actas legales de las ciudades. Nunca antes había habido, ni nunca después habría, tantos artesanos en las aldeas de Europa como en los siglos comprendidos entre la Edad Media y la Revolución Industrial. Por lo que más que otoño cabe hablar de una primavera de la artesanía.

Artesanía rural.En el campo también se desarrolló muy fuertemente la actividad artesanal especializada en

profesiones, pero también en personas que eran campesinos y como segunda ocupación hacían algún tipo de trabajo artesanal, ellos o sus familias.

A comienzos de la Edad Moderna, por lo tanto, una buena parte de la artesanía formaba· parte todavía del trabajo campesino. Ahí es cuando habla también de los apellidos que uno hoy en día uno escucha y son apellidos alemanes prestigiosos como Müller (Molinero) y Schmidt (Herrero), Weber y Zimmermann (Tejedor y Carpintero) o Wagner (Carrero) y provienen todos de los trabajos que se realizaban en el contexto campesino.

Las ciudades y los Estados libraron una lucha tenaz y estéril en contra de la expansión de la artesanía rural, basada en la imagen ideal de una división del trabajo que asignaba a las ciudades el comercio y las manufacturas y a las aldeas la agricultura. Semejante división del trabajo parecía ser base suficiente para una economía floreciente y una recaudación regular de impuestos. La realidad estuvo siempre en contradicción con esto, lo mismo que con el temor de la artesanía urbana a la competencia rural. Una artesanía demasiado numerosa no conducía, evidentemente, al debilitamiento de la economía urbana, ambas se desarrollaban más bien al unísono. Allí donde existía una red tupida de ciudades, como en Holanda o en el alto Rin, la artesanía rural encontraba su mejor caldo de cultivo en las tierras llanas populosas y con economía de mercado.

La expansión de los gremiosLas asociaciones gremiales llegaron a su época de mayor esplendor en estos siglos, llegando

incluso hasta lo más íntimo del mundo rural (donde muchos factores como la alimentación, la vivienda, la calefacción y los materiales eran más baratos ya que se reducían mucho los costos del transporte). Sin embargo también se puede ver cómo esta expansión no fue gratuita. Las regulaciones propias de los gremios se hicieron cada vez más estrictas y complicadas de cumplir para los asociados. El derecho a la maestría se fue haciendo cada vez más difícil de conseguir; para una mujer estaba prohibido el trabajo en gremios; los judíos estuvieron desde siempre excluidos de los gremios, pero estas actitudes antisemitas se hicieron cada vez más fuertes.

Page 3: Artesanias

Los gremios se apoyaban en valores y normas premodernas, estamentales. Les era extraña la idea ilustrada de la igualdad de todos los hombres. Además, la religión, la confesionalidad y la pertenencia a un estamento restringían las relaciones entre las personas. Se fue ampliando cada vez más el círculo de los indignos, cuyos descendientes quedaban excluidos, y se llevó hasta el absurdo el número de actividades que conferían la indignidad. Beber con el verdugo o tocar un perro muerto, cuya eliminación correspondía al desollador, eran cosas que había que redimir mediante el pago de multas altas a los gremios, cuando no significaban la expulsión.

Los Estados absolutistas intentaron una y otra vez, a partir del último tercio del siglo XVII, quebrar el poder de los gremios y convertirlos en instancias reguladoras del Estado burocrático, al final perdieron su autonomía como el resto de los poderes estamentales.

La retirada se dio más en los centros del sistema económico europeo que en su periferia, y comenzó en las capitales y ciudades de residencia de los príncipes, donde los privilegios dados a los artesanos de la corte y las concesiones hechas a los especialistas extranjeros socavaron el poder de los gremios. Los gremios se transformaron en este proceso de adaptación a las estructuras de producción capitalista y cayeron bajo el dominio de quienes los contrataban; éstos se adherían a menudo a los gremios y los cambiaban desde dentro.