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revista colombiana de psiquiatr˝a / vol. xxx / n” 2 / 2001 161 161 161 161 161 * Henry García Moncaleano, mØdico, psiquiatra, psicoanalista y docente universitario. Miembro del ComitØ Editorial de la Revista Colombiana de Psiquiatría. VIENTO DEL TRÓPICO VIENTO DEL TRÓPICO VIENTO DEL TRÓPICO VIENTO DEL TRÓPICO VIENTO DEL TRÓPICO JOSÉ FRANCISCO SOCARR`S COLINA (1907-1995) HENRY GARC˝A MONCALEANO* MØdico, psiquiatra, psicoanalista, poeta, escritor, educador, acadØmico, político. Profesor de psicología, psiquiatría, psicoanÆlisis, maestro, era «viento de trópico». Él era trópico, lluvia, explosión, conflagración, enredo, violen- cia, calma. Nació en Valledupar el 5 de noviembre de 1907 y murió en un accidente trÆgico el 23 de marzo de 1995. Nunca dejó de rastrear el pensamiento de diferentes autores para encontrar el conocimiento científico, relacionarlo con lo genØtico, comprender los fenómenos psicosociales, utilizó la introspec- ción, la experimentación, la dialØctica buscando superar las filosofías antitØticas y las dogmÆticas, buscando una síntesis entre dos posiciones contrarias. Escribió mucho y sobre muchas cosas, había una necesidad en Øl de hilar, hacer una trama entre la educación, la salud física y mental, la política, la sociedad, la seguridad en Colombia, de interpretar la sociedad. Palabras clave: Historia de la psiquiatría; JosØ Francisco SocarrÆs. JOSÉ FRANCISCO SOCARR`S COLONA TROPICAL WIND Physian, Psychiatrist, Psychoanalyst, poet, Writer, Educator, Academician, Politician. Professor of psychology, psychiatry, psychoanalysis, teacher, a tropical wind. He was tropic, rain, explosion, outbreak, entanglement, violence, calm. He was born in Valledupar, november 5, 1907 and dier in a tragic accident, march 23, 1995. He kept tracking the thought of different autors in order to find scientific knowledge, relations with genetics, understanding of psychosocial phenomena. He made use of insight, experimentation and dialectics, trying to overcome antithetical and dogmatic philosophies, looking for a synthesis between a couple of opposed positions. He wrote a lot and about many things; CocarrÆs had the need to spin, to weave among education, physical and mental health, politics, society, safety in Colombia, interpretation of society. Key Words: Psychiatry, History; JosØ Francisco SocarrÆs ART˝CULO O R I G I N A L

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JOSÉ FRANCISCO SOCARRÁS C.

* Henry García Moncaleano, médico, psiquiatra, psicoanalista y docente universitario. Miembro del Comité Editorial de la Revista Colombiana de Psiquiatría.

VIENTO DEL TRÓPICOVIENTO DEL TRÓPICOVIENTO DEL TRÓPICOVIENTO DEL TRÓPICOVIENTO DEL TRÓPICOJOSÉ FRANCISCO SOCARRÁS COLINA (1907-1995)

HENRY GARCÍA MONCALEANO*

Médico, psiquiatra, psicoanalista, poeta, escritor, educador, académico,político. Profesor de psicología, psiquiatría, psicoanálisis, maestro, era «vientode trópico». Él era trópico, lluvia, explosión, conflagración, enredo, violen-cia, calma.

Nació en Valledupar el 5 de noviembre de 1907 y murió en un accidentetrágico el 23 de marzo de 1995. Nunca dejó de rastrear el pensamiento dediferentes autores para encontrar el conocimiento científico, relacionarlo conlo genético, comprender los fenómenos psicosociales, utilizó la introspec-ción, la experimentación, la dialéctica buscando superar las filosofías antitéticasy las dogmáticas, buscando una síntesis entre dos posiciones contrarias.

Escribió mucho y sobre muchas cosas, había una necesidad en él de hilar,hacer una trama entre la educación, la salud física y mental, la política, lasociedad, la seguridad en Colombia, de interpretar la sociedad.

Palabras clave: Historia de la psiquiatría; José Francisco Socarrás.

JOSÉ FRANCISCO SOCARRÁS COLONA TROPICAL WIND

Physian, Psychiatrist, Psychoanalyst, poet, Writer, Educator, Academician,Politician. Professor of psychology, psychiatry, psychoanalysis, teacher, atropical wind. He was tropic, rain, explosion, outbreak, entanglement,violence, calm.

He was born in Valledupar, november 5, 1907 and dier in a tragic accident,march 23, 1995. He kept tracking the thought of different autors in order tofind scientific knowledge, relations with genetics, understanding ofpsychosocial phenomena. He made use of insight, experimentation anddialectics, trying to overcome antithetical and dogmatic philosophies, lookingfor a synthesis between a couple of opposed positions.

He wrote a lot and about many things; Cocarrás had the need to spin, toweave among education, physical and mental health, politics, society, safetyin Colombia, interpretation of society.

Key Words: Psychiatry, History; José Francisco Socarrás

ARTÍCULOO R I G I N A L

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GARCÍA M. HENRY

RAÍCES

José Francisco Socarrás Colina, mé-dico, psiquiatra, psicoanalista, poe-ta, escritor, educador, académico,político, profesor, maestro, era vien-to de trópico. Él era trópico, lluvia,explosión, conflagración, enredo,violencia, calma. Viento de Trópicocomo su libro que da �fé de una es-pléndida pasión de rebeldía y de jus-ticia� [1].

Nació en Valledupar el 5 de noviem-bre de 1907 y murió en un accidentetrágico el 23 de marzo de 1995. Elamor por su profesión y su nacio-nalidad lo hacían sentir orgulloso deser colombiano, y de Valledupar.Tres días antes de morir había ma-nifestado su deseo de volver a su tie-rra natal. En la mente se vuelve allugar de donde se parte. Diferenteslíneas llevan a un momento de lavida, a un azar entre todas las posi-bilidades, a la muerte. A Valleduparfueron a reposar sus restos.

Vino a morir el 23 de Marzo de 1995,atropellado por una motocicleta,frente a su casa, le robaron el male-tín; lo llevaba en el brazo y conteníaun trabajo sobre Pasteur que iba allevar a la Academia Nacional deMedicina. Como todo escritor, escri-bía varias cosas al tiempo, tenía enpreparación varios libros para publi-car: La Enseñanza del castellano en Co-lombia, Hernando y Alfredo de Ben-goechea, Eduardo Santos, Los bandole-ros no llegaron, La criminalidad en Co-lombia, Historia de Valledupar y Tra-ducciones poéticas de Jacques Prévert,

libro cuyo lanzamiento prepara laesposa para este año.

Hijo de general, nieto de coronel,ambos lucharon en la guerra de losmil días, guerra civil de principiosdel siglo pasado. Su abuelo fue el Co-ronel José Francisco Socarrás, tam-bién escritor, historiador, un caballe-ro que no atacaba sino de frente, ja-más emboscándose y fue muerto porsus compatriotas liberales a quienesherido les dijo �antes de dejarme he-rido, mátenme� y quien victoriososobre el enemigo dejó redactado untratado de paz que los dejaba libres.Su padre fue el General Sabas Soca-rrás, su madre, Crisanta Colina. Asícomo el profesor Socarrás era hijonatural de Crisanta, ésta fue hija na-tural de Trinidad Colina de Payaresy de Tomás Pavajeau, hijo natural deJuan Bautista Pavajeau, amigo delGeneral Bolívar [2].

En el Tiempo escribe el doctor Soca-rrás: �El hijo natural no tiene porqueacomplejarse, ya que has manifesta-do interés por mi biografía, si quie-res empiezo por decirte que soy hijonatural, puede ser útil para muchoscolombianos que tienen un senti-miento de inferioridad por ser hijosnaturales, nunca me he sentido des-graciado por esto, debo agradecer ala sociedad de Valledupar que mehizo feliz la infancia, nunca fui dis-criminado por mi origen, la soluciónde los problemas no está tanto en lasleyes que le reconozcan sus derechospatrimoniales sino en su familia y enel ambiente que le den amor al que

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tienen derecho desde la infancia, mipadre fue un gran padre y mi madrefue una gran madre, el general Sa-bas Socarras, mi madre era CrisantaColina, tuvieron un amor bastanteestable y un par de hijos hombres�[3].

Su mamá Crisanta, y la hermanaConcordia, tenían un almacén, queel padre de José Francisco surtía conmercancías que traía de Riohacha aValledupar a lomo de mula. Valle-dupar era una ciudad muy aislada yel sitio más cercano era Riohacha. Re-cuerdos del papá como un hombreque tenía el don de adivinar qué per-sonas eran confiables y quienes no,y que veía cuando venía a Valledu-par a traer mercancías. Recuerdos desu madre comouna mujer em-prendedora, seve-ra, muy trabaja-dora, religiosa,que lo obligaba air a misa. El Pro-fesor Socarrás fueacólito. La mamáabría el almacéntodo el día, desdelas 8 de la maña-na hasta las 6 dela tarde, era unamujer que rezabamucho, una per-sona que trabaja-ba permanente-mente, levantán-dose temprano,acostándose tar-de. Se empeñómucho en que su

hijo estudiara, era estricta, le permi-tía que jugara de 5 a 6 de la tarde ylo sentaba después a hacer tareas. Suabuela se ocupaba mucho de él. Tuvoun hermano Sabas Ramón que mu-rió asesinado el 23 de marzo de 1945;50 años más tarde el mismo día, élmoriría [2].

De sus antecesores hay tendencias ala lectura, a recoger información y alos servicios a la comunidad. Se casóen un primer matrimonio con Cle-mentina Zúñiga Márquez (1935-1946), las cosas no funcionaron bienpor intereses diferentes, �no hicieronbuen matrimonio�. Con su amigaSofía Scholl tuvo un hijo, Alvaro. Secasó por segunda vez por lo civil el

3 de febrerode 1956, conAlice Castroen Ciudad deMéxico. Alicerefiere �fue unesposo mara-villoso, no ten-go una quejade Francisco,lo conocí pos-teriormente,era soltera, lle-vaba una vidaen Valleduparbastante bue-na, la familiaCastro era re-conocida. Fueuna semanaSanta a pasarvacaciones conLizarazo (el

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doctor Arturo Lizarazo) y Rosita (laesposa) y en un baile nos conocimosy nos gustamos; nos casamos sin di-nero, con mucha oposición y muchaguerra de todo el mundo, por lo ci-vil. Yo he sido muy independienteen mi forma de pensar, yo no teníaprejuicios, él me decía : Yo tengo unpuesto ya conseguido para dirigir elhospital psiquiátrico de Marsella(Francia), lo único que tenemos escontestar sí o no, si mis amistades note reciben bien inmediatamente nosvamos para Marsella. Pero vine aquíy me atendieron estupendamente�,si no hubiera sido así otra sería lahistoria. Tuvieron dos hijas, Aliciacasada con un americano, se educóen Suiza en hotelería y turismo, éldijo que si era lo que le gustaba, de-bía ir al mejor sitio; y Beatriz, �élquería que ella estudiara psicología,pero Beatriz era inquieta y se casójoven a escondidas�.

FORMACIÓN

Buen estudiante. Realizó su prima-ria en Valledupar, luego viajó a Ba-rranquilla a continuar sus estudiospor dos años, finalmente llegó a Bo-gotá e ingresó al Colegio Mayor deNuestra Señora del Rosario, cuna deilustres pensadores, políticos, aboga-dos, en donde terminó en 1923. EnBogotá, un amigo de su padre fue elacudiente, el doctor José ManuelManjarrés, escritor de El Tiempo. Lainfluencia en esa época era francesay española, había inquietud e inte-rés por la Revolución Rusa que aca-baba de pasar, ya era líder, y fue

nombrado delegado de la Federa-ción de Estudiantes ante los congre-sos estudiantiles [2, 4].

El doctor Socarrás estudió Medicinaen la Escuela de Medicina y CienciasNaturales (Universidad Nacional),las prácticas las adelantó en el Hos-pital San Juan de Dios, donde por sudesempeño fue nombrado jefe detrabajos prácticos en química y bio-logía. Después de su tendencia e in-terés por las ciencias biológicas y ellaboratorio, se interesó por lo psico-lógico. En 1927 es jefe de trabajos enla clínica psiquiátrica del doctorMaximiliano Rueda, una cátedra quemovía resistencias en la Iglesia. Ven-dió su capa y compró las obras deSigmund Freud traducidas al espa-ñol por Ballesteros. La psiquiatría dela época era la inoculación del palu-dismo, el cardiazol, los enfermos bas-tante deteriorados, los manicomios.El concepto del desarrollo psicológi-co de la sexualidad como factor queintervenía en la génesis de los tras-tornos mentales fue revolucionario.Ve por primera vez hacer psicotera-pia a sus profesores (MaximilianoRueda, López de Mesa): �Realmen-te se estaban horas con el pacientehablando con ellos�. Esto lo seduce,sienta las bases de su práctica. Se gra-duó con la tesis �Psicoanálisis. Fun-damentos�. No se limitó a presentarteóricamente las ideas psicoanalíti-cas, fue un clínico consumado �mar-cado por el profesor José María Lom-bana Barreneche�, quien lo había im-presionado por la manera tan deta-

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llada de hacer los exámenes clínicosy la lógica analítica que aplicaba parael diagnóstico de la enfermedades.Sustentó su trabajo en su análisispersonal y en 10 historias clínicas depacientes en quienes utilizó la hip-nosis, las asociaciones libres, el inte-rrogatorio a presión, el análisis desueños [2, 4, 5].

Hace su rural en Simijaca en mediode la crisis de los años 30. Luego eselegido concejal en Ciénaga, tesore-ro departamental de la Gobernaciónen Santa Marta y médico del distritoen Santa Marta. Siguen entonces mu-chos cargos, uno de los cuales hayque destacar, el de la rectoría de laEscuela Normal Superior que creciógracias a su labor y a la llegada deeminentes profesores que huían dela Guerra Civil Española y la Segun-da Guerra Mundial. Se integrarondisciplinas científicas, tecnológicas yfueron organizados planes docentes.Fue acusado por El Siglo de mezclara Marx, Kant y Freud y de �educarsin Dios y corromper nuestra niñezy juventud, dándoles en forma cru-da y descarnada una informaciónfreudiana sobre las operaciones mássagradas de la vida animal huma-na�[2, 4].

La Doctora Virginia Gutierrez de Pi-neda, citada por el doctor SánchezMedina, refiriéndose a Socarrás, lamujer y la Escuela Normal Superior,refiere �nos enseñó el uso de la li-bertad y a borrar el estigma de lamujer inferior, fue el libertador de lamujer, de la cultura�.

Después de escribir, en 1942, Laurea-no Gómez. Psicoanálisis de un resenti-do, obra controvertida que fue ata-cada por el clero y el Diario El Siglo(hoy está prohibido realizar �análi-sis silvestres� de personajes vivos),se siente en peligro y se auto-destie-rra gracias a una beca que le consi-guió su amigo Paul Rivet. En Paris(1946�1950) hizo los estudios de neu-rología y psiquiatría con los docto-res Henri Ey, Jean Delay, Paul Gi-raud, de neurología con el doctorJulián Ajuliaguerra (Clinique desAliénés - Asile de Sainte Anne), aná-lisis personal con el doctor Paul Se-nac, supervisiones con Sara Nacht yPierre Bouvet en el Instituto Psicoa-nalítico de Paris. Asistió a los cursosde psiquiatría infantil con el doctorSerge Lebovici en el Hopital des En-fants Malades y de neurología delHôpital de la Salpetriére, participóen la creación del Grupo de Psico-drama Psicoanalítico. A su regresode Francia lo recibieron muy bien einclusive en El Siglo le publicaronartículos [2, 4].

CARGOS Y MEMBRESÍAS

Estudios y cargos desempeñados enla Facultad de Medicina de la Uni-versidad Nacional de Colombia 3, es-tudios de especialización en Paris 4,sociedades científicas a las que per-teneció 7, membresías en la Acade-mias 7, cargos docentes 14, cargosadministrativos 17, asistencia a cor-poraciones científicas docentes y psi-quiátricas 23 [5].

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No es posible separar las diferentesactividades y facetas, tenía ideas, eraun filósofo, era un estudioso que leía,un gran lector, un educador que en-señaba, era hijo de un general quetrataba de imponerse. Se interesabapor conocer de todo y se entusias-maba fervorosamente con una teo-ría pero era tan inquieto que se diso-ciaba por allí por allá, quería saberde muchas cosas pero no se dedicó afondo en una.

Cargos administrativos: Director deEducación Pública del Departamen-to del Magdalena (1935), Rector dela Escuela Normal Superior (hoyUniversidad Pedagógica Nacional)(1938-1945), Miembro del ConsejoDirectivo de la Universidad Nacio-nal (1942), Miembro del Consejo Na-cional de Estadística (1944), Repre-sentante al Consejo Nacional (1945-1946), Presidente de la Federación deTrabajadores de la Educación (1944-1945), Cofundador del Instituto Co-lombiano del Sistema Nervioso en1953, Director del Gimnasio los Ro-sales del Instituto Colombiano delSistema Nervioso (1952-1953), Direc-tor de la Clínica Montserrat del Ins-tituto Colombiano del Sistema Ner-vioso (1960-1962), Miembro delConsejo Directivo de la UniversidadLibre (1963), Asesor del Grupo deSalud Mental del Ministerio de Edu-cación Nacional (1973-1974), Miem-bro del Consejo Nacional de SaludMental (1975), Miembro del Conse-jo Asesor de Salud Mental del Insti-tuto de Seguros Sociales (1976), Pre-

sidente del Tribunal de Ética Médi-ca de Cundinamarca (1982-1987) [6].

DOCENCIA Y MEMBRESIAS

Su carrera docente se inició en la Fa-cultad de Medicina de la Universi-dad Nacional de Colombia. En 1927,fue preparador por concurso del la-boratorio de química biológica deesta Institución, al año siguiente fuejefe de trabajos prácticos, en 1929interno por concurso de la clínica deneurología y psiquiatría, en 1938profesor de ciencias sociales del cur-so preparatorio, un año después fuenombrado profesor agregado de laclínica semiológica; de 1939 a 1945fue profesor titular por concurso delas cátedras de antropología y psi-cología de la facultad de derecho [2].

Fue profesor de filosofía y fisiologíadel colegio de bachillerato de la Uni-versidad Libre (1927-1929), profesorde biología del Colegio Zeledón enSanta Marta (1934-1935), profesor depsicología en la Facultad de Derechode la Universidad Externado de Co-lombia (1929-1930, 1938-1945) y enla Universidad libre ( 1929-1930,1954, 1957), profesor de psicología dela Escuela Normal Superior (1936-1945), profesor de antropología delInstituto Etnológico Nacional (1941-1943), profesor del Instituto Psicoa-nalítico de la Sociedad Colombianade Psicoanálisis (1951�1968), profe-sor en los cursos sobre Dinámicas deGrupo de Incolda (1970-1976), pro-fesor invitado por el Instituto Colom-biano de Bienestar Familiar (1968�

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1976), profesor invitado en la Facul-tad de Psicología de la UniversidadJaveriana (1975�1976), profesor invi-tado a cursos sobre Psicoanálisis enla Universidad del Norte, Barranqui-lla (1977- 1982), profesor de psicote-rapia de grupo en la facultad de Psi-cología de la Universidad Javeriana(1981-1982) [2, 6].

Fue cofundador del Instituto Etno-lógico Nacional (1941), miembro dela Sociedad Colombiana de Psicopa-tología, Neurología y Medicina legalde Colombia, miembro de la socie-dad L´Evolution Psychiatrique deParis, fundador del Grupo de Estu-dios psicoanalíticos de Colombia(1953-1961), miembro de número dela Academia Nacional de Medicina(1978), miembro de la Academia deHistoria del Magdalena (1980),miembro de número de la AcademiaColombiana de la Lengua (1984),miembro fundador de la SociedadColombiana de Historia de la Medi-cina (1981), miembro correspondien-te de la Academia Colombiana deHistoria (1989) [2, 6].

La trayectoria del profesor Socarrásabarca un inmenso campo de lasciencias médicas y sociales desde lapsicología, psicopatología, antropo-logía, el psicoanálisis, hasta llegar ala biología, fisiología, neurología,psiquiatría y semiología, ciencias en-riquecidas por él mismo en sus estu-dios sobre pedagogía, etiología, filo-sofía e historia. Es un hombre versá-til con una vasta cultura y capacida-des de liderazgo, un excelente expo-

sitor que atrae al auditorio con sumagnetismo. Es un estudioso de lasciencias pedagógicas, de su historia,de sus normas, de sus planes de es-tudio y de la legislación con respec-to a la salud y a la educación.

Debía ser centralista (etimológica-mente Socarrás significa �cabeza dela plaza principal�), quería tener elmando y no lo pudo alcanzar o man-tener. Cuando lo tuvo fracasó, era unlíder que no arrastró realmente a lasgrandes masas, se le caía su sistemaporque buscaba concentrar la orga-nización y administración en un po-der central al cual no llegaba. Colom-bia nunca había tenido un imperiocentral, nosotros descendíamos delimperio de Carlos V, pero como losnativos nunca lo tuvieron, existíancacicazgos, regionalismo, se inter-cambiaba y se peleaba. Las tribus pe-leaban entre sí, han pasado 500 añosy seguimos en lo mismo.

SU TEMPLE

Hay que diferenciarlo como médico,psiquiatra, psicoanalista, humanista,escritor, científico, historiador, edu-cador, esposo, padre y en sus etapasde formación, de académico y maes-tro. Como académico recogió hono-res, atrajo la atención de los investi-gadores y de ilustres pensadores, re-cogió datos históricos y los difundió.La herencia, enseñanzas de su casa,el estudio, los condiscípulos ilustres,los libros que leyó, todo lleva al ca-mino de la maestría. Perteneció a unageneración que quería cambios. Bo-

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gotá era un ambiente de tertuliasconservadoras, liberales, comunis-tas. Era inquieto, quería educar yenseñarle al colombiano a caminar,comer, vestirse, hablar, quería solu-ciones reales, rápidas.

Guillermo Sánchez Medina lo des-cribe como �... un hombre siempreerguido, de un caminar ágil y tenaz,con una fascie plácida, y penetrantemirada, que no se doblegaba porquepodría oscilar de un juego de niñotierno o adolescente inquieto al filó-sofo maduro. Su mirada era en ge-neral profunda, alerta, penetrante,fija, agresiva, sagaz, como la de unáguila con su presa y con el conoci-miento, en especial, así era su mirarcon el ojo izquierdo; en cambio, conel derecho se notaba todo un juegode recuerdos con cierta picardía einquisición; sus labios delgados re-flejaban la parquedad, la tenacidady disciplina en la demostración desus emociones, no así de su lenguajetrascendente, enfático y seguro; conpalabras medidas, exactas, tajantessin duda que dejaba al otro en silen-cio, demostrando cuál era su cami-no, hablaba el francés, leía el italia-no y portugués; su piel y nariz eranamalgamas de diferentes etnias; susorejas estaban pegadas pero siempredispuesto a escuchar, su pensamien-to agudo, y sus manos cálidas lasdaba en forma cariñosa, así como erasu amistad� [2].

El Doctor Carlos Plata refiere: �So-carrás no era rencoroso, se ponía bra-vo, era muy capaz; tenía la aptitud

de reunir gente que tuviera ideascreativas y apoyar esas ideas y sa-carlas adelante; ...como amigo eraexcelente...como psicoanalista, hacíaun buen análisis, pero no era su cam-po, no me imagino a Socarrás senta-do, era como tenerlo amarrado�. Semolestaba cuando le ofrecían cargospolíticos directivos, el no era el polí-tico diplomático, sino el ideólogo yacostumbraba a ser directo y fran-co[2].

El Doctor Rosselli recuerda que conel paso de los años cambió mucho,dejó de ser tan susceptible, ya era unmaestro.

Su esposa refiere: �Salía de su psi-coanálisis a jugar con sus hijas chi-cas, como un niño, coleccionabamúsica clásica toda la vida, aquí nose podía oír música popular, el va-llenato no era cultura para sus hijas.Le encantaba la lotería, es de la fa-milia. Le facinaban los libros, teníauna colección como de 10000 ejem-plares, la de psicología se la dí a laLuis Angel Arango, la otra la mandéa Valledupar, la vendí, era amigo detodos los libreros de Bogotá, en elpiso de arriba de una cuadra, no ca-bían más, en toda parte había libros,tampoco me gustaba que compraratantos, me le ponía un poquito bra-va. ¿Sabe que hacía? Traía los paque-tes de libros y los dejaba en el halllos sábados, escondidos, como unniño chiquito y cuando se veía queyo ya no estaba, corría y los metía enun cuarto�. Los hermanos lo queríanmucho �lo mejor que tenía la familia

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era Francisco�. Lo describe comocariñoso, comunicativo, muy buenconversador.

Continua la esposa. �Él quería mu-cho el psicoanálisis, tuvo varias ve-ces ofertas del gobierno, de ministe-rios y jamás aceptó ninguno, porque�tenía compromisos con la gente queestaba formando en psicoanálisis. Selo dijo a Carlos Lleras Restrepo enuna ocasión cuando mandó el carrode la presidencia para que fuera yofrecerle el ministerio de Educación.Dijo no Carlos, yo te agradezco mu-cho pero yo tengo un compromisocon mis alumnos�. Tampoco aceptóla oferta de la Gobernación del Ce-sar, ni de Misael Pastrana para Rec-tor de la Nacional, ni la de BelisarioBetancur como Embajador en laUNESCO. Tuvo lazos de amistadcon diferentes personalidades de la

política nacional, Carlos Lleras Res-trepo, Alfonso López Michelsen, en-tre otros.

En el recuerdo de sus discípulos yamigos está el que intervenía con fre-cuencia en las reuniones científicas,con el tono de un profesor dictandocátedra. Desde 1939, refiere el doc-tor Roberto de Zubiría, �se le notabala actitud profesoral que lo distin-guiría toda la vida, esa fue su carac-terística esencial, su capacidad do-cente que lo convertía en un auténti-co profesor�. Algunos lo sentían rí-gido, arrogante, prepotente, estricto.Sin embargo con buen sentido deecuanimidad y justicia pedía excu-sas a quien se hubiera sentido mal-tratado por él, podía pelear y volvera rescatar la amistad. Poseía la ma-yor bondad y el mayor sentido civi-lista. Su mayor ambición fue la de

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luchar contra la violencia: para ellopromovió estudios psicológicos ysociológicos para lograr entender susorígenes y así poder combatirla [5].

Era controvertido, porque era duroy medio arrogante, hablaba a lo cos-teño, porque como una figura. Esono es lo que gustaba de Socarras, lagente se sentía como ante un padrecastrador. Era de pasiones, objeto deodios y pasiones. Como persona eramuy buena, un caballero, pero teníauna franqueza que rayaba en la agre-sión o impulsividad. Era combativoy combatiente, intolerante con lamentira, luchador por la verdad,contra la sumisión y el maltrato aldébil.

PUBLICACIONES YCONDECORACIONES

Publicaciones de estudios pedagógi-cos y otros 6, publicaciones de estu-dios sobre alimentación y enferme-dades por carencia 12, publicacionesde estudios sobre antropología, psi-cología y psiquiatría 10. Trabajos deingreso y ascenso a las academias:Academia Colombiana de Historia 4,Academia Colombiana de la Lengua8, Academia Nacional de Medicina12, Academia Colombiana de Edu-cación 1, Sociedad Colombiana dePsicoanálisis 1. Trabajos presentadosen el Colegio Mayor de Nuestra Se-ñora del Rosario 3, obras publicadas10, en preparación 7.

Recibió 6 condecoraciones: medalla�Camilo Torres�, Presidencia de laRepública, (1976); medalla al mérito

�Maria Concepción Loperena de Fer-nández De Castro�, Alcaldía de Va-lledupar (1984); Gran Cruz. Placa deOro. Congreso de la República(1986); medalla cívica del mérito asis-tencial �Jorge Bejarano�, Presidenciade la República (1986); condecora-ción oficial �Simón Bolívar�. Minis-terio de Educación Nacional (1988);gran medalla �Agustín Nieto Caba-llero�. Presidencia de la República,Gimnasio Moderno (1989) [6].

No dejaba de rastrear el pensamien-to de diferentes autores para encon-trar el conocimiento científico, rela-cionarlo con lo genético, comprenderlos fenómenos psico-sociales, utiliza-ba la introspección, la experimenta-ción, la dialéctica superando las filo-sofías antitéticas y las dogmáticas, enuna síntesis entre dos posiciones con-trarias. Escribió mucho y sobre mu-chas cosas:

Alimentación de la clase obrera en Bo-gotá, Alimentación de los campesinos deMoniquirá, Alimentación de la clase me-dia en Bogotá, La alimentación en Co-lombia, Productos ailmenticios deriva-dos de la soya, La quinua un grano olvi-dado, Necesidades alimenticias del pue-blo colombiano, Las diferencias indivi-duales en psicología, Le transfert en psy-choterapie collective, Schizophreniepseudo.-nevrotique et schizophreniepseudo-caracterielle, Marihuana, Ele-mentos estructurales de la violencia,Psicoanálisis. Fundamentos, Padilla:Héroe y mártir de la patria, Juan Bau-tista Pavajeau, el amigo del Libertador,Enseñanza del español en Colombia, La

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personalidad de José Asunción Silva,Criminalidad en Colombia a la luz delpsicoanálisis, El general Santander y lainstrucción pública, Libros: LaureanoGómez. Psicoanálisis de un resentido,Viento de trópico. Cuentos, La crisis devalores en Colombia, Facultades de edu-cación y Escuela Normal Superior [2].

Su mente era inquieta y tenía esa ca-pacidad de analizar las personalida-des, una cosmovisión muy grandeque abarcaba mucho de las personasde la historia. Había una necesidaden Socarrás, de hilar, hacer una tra-ma entre la educación, la salud físi-ca y mental, la política, la sociedad,la seguridad en Colombia, interpre-tar a la sociedad. [7,8]

Se educó en el Rosario, donde sur-gieron grandes pensadores, lingüis-tas. Estaba en un medio muy culto ycon intereses políticos, herencia detodo un pensamiento que en ese en-tonces emergió. En el año 91 solicitópertenecer a la Constituyente, fuecon su diploma enmarcado al lugarde inscripción, no clasificó. Hoy endía un Socarras no nacería, quedarádesfasado en el tiempo.

EL PSIQUIATRA, ELPSICOANALISTA. HISTORIAY ANÉCDOTAS.

En 1960 el doctor Socarrás, refiere enuna entrevista sobre su generación:�nos declaramos insurgentes contralo que dominaba en el país: contra elfeudalismo, contra la rutina en laUniversidad. Y no sólo por el gustode protestar característico en la ju-

ventud, sino por el deseo de reno-var, de traer lo nuevo. Nuestra ge-neración trajo un mundo de cosasnuevas en varios aspectos. Trajimosla renovación de las ideas tanto a laderecha como a la izquierda. Natu-ralmente no era una revolución vio-lenta, era una revolución humanís-tica, una lucha contra lo ancestral queresultaba inefectivo e inoperante� [5].

Fue psiquiatra y debió aplicar elec-trochoques e insulina y psicofárma-cos, un clásico de los años 50, perocon tendencias psicodinámicas, a lapsicoterapia, a hablar. En la EscuelaNormal Superior, en 1939 creó unLaboratorio de Psicología, núcleo dela actual Facultad de Psicopedago-gía. En 1950 con los doctores ArturoLizarazo, Alfonso Martínez, CarlosPlata, Carlos Castaño y Juan Casta-ño, fundó en Bogotá, el Gimnasio Ro-sales Instituto Psicopedagógico paraniños difíciles y anormales, que fueel núcleo posterior para el InstitutoColombiano del Sistema Nervioso.Fue iniciador en Colombia de losmétodos de psicoterapia de grupo ydel psicodrama que había aprendi-do en Paris, y que inició en Bogotácon pacientes de la Clínica Montse-rrat. En 1960 fundó una Sociedad Co-lombiana de Psicoterapia, agrupa-ción que duró poco tiempo. En 1960con un grupo de sociólogos, antro-pólogos, sacerdotes discípulos delgrupo de psicoanálisis realizó en elMuseo Nacional una serie de confe-rencias con el título general �Radio-grafía del odio en Colombia�, enfo-cando el problema de la violencia. En

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1968 con el doctor Hernán Vergara,personal científico de la Clínica San-to Tomás y varios psicoanalistas for-mó el grupo Psiquiatría y Sociedadcon planes asistenciales, docentes einvestigativos en el campo de la psi-quiatría social. Fue profesor en suscátedras de psicología, en sus con-ferencias de psiquiatría, en sus semi-narios de psicoanálisis [4].

El Profesor Rosselli recuerda la �pri-mera clase� que tuvo del doctor So-carras. �El primer recuerdo que ten-go de Socarrás fue cuando salió dela Escuela Normal, en donde fue rec-tor durante unos 10 años, tenía famade ser de extrema izquierda y quepor eso lo había puesto en ese cargo,López Pumarejo, salió al parecertambién por razones políticas, por iz-quierdizar este país. Edmundo Ricoque era profesor de psiquiatría de laUniversidad Nacional, y amigo deSocarrás lo invitó a integrarse a sucátedra, en quinto año se daba unaclase teórica que se dictaba en el Asi-lo de Locas en la Calle 5 con carrera12, en un saloncito estrecho en don-de cabían 30 a 40 estudiantes, hacia1945, allí daba sus clases Luis JaimeSánchez, quien lo invitó, le hizo gran-des elogios y lo describió como unhombre admirable. El se presentó,dijo que estaba dispuesto a compar-tir con nosotros, sus conocimientosy lo que quisiéramos en relación conla mente humana, la salud mental yla psiquiatría. Abrió una sesión depreguntas y un compañero nuestroque era como fregón Daniel Terre-ros, preguntó: ¿doctor Socarrás en su

concepto los delirios o éxtasis quetenía Santa Teresa de Jesús, era cues-tión verdaderamente mística o eraalgo mental que ella sufría?�, Quiendijo miedo, Socarras se puso furio-so: ya sabía yo que aquí me iban atender trampas, eso es una trampade los conservadores y el clero paraquedar mal�. Se salió de clase perose la llevaba bien con Edmundo Ricoy Luis Jaime Sánchez; volvió a darclases más adelante.

Miembro fundador del Instituto Co-lombiano del Sistema Nervioso, fuedirector de la Clínica Montserrat;junto con Alfonso Martínez Ruedamejoró mucho los servicios de enfer-mería, contrató las primeras enfer-meras graduadas, enfermeras psi-quiátricas y auxiliares formadas.Había gente pudiente y de alta clasesocial que no tenía donde hospitali-zarse cuando sufría una crisis men-tal. Al doctor Pierre Simonart, sacer-dote y psiquiatra belga que hablabaespañol, y vivía en un Instituto delHospital de Pensilvania comenzarona llegarle pacientes colombianos quese trataban en Filadelfia. A Simonartlo invitaron a visitar Bogotá, men-cionó como se podía hacer un Insti-tuto en Bogotá. Se creo el InstitutoColombiano del Sistema Nervioso, el29 de noviembre de 1951, los inicia-dores fueron los doctores José Fran-cisco Socarrás, Alfonso MartínezRueda, Carlos Castaño Castillo yCarlos Plata Mújica.

Del Instituto Colombiano del Siste-ma Nervioso se retiró porque entró

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JOSÉ FRANCISCO SOCARRÁS C.

en una polémica con Luis Jaime Sán-chez por Las Llaves Falsas. Diario deun Toxicómano, novela escrita porJosé Vélez Sáenz un escritor que ha-bía estado en tratamiento en la Clí-nica Santo Tomás, por adicción a lasdrogas (esas son las llaves falsas) yque en esa clínica había encontradolas llaves verdaderas (la religión).Relata su habituación a la marihua-na, su depresión, su internamiento,sus tratamientos con electrochoquese insulina y su mejoría. Socarrás es-cribió un artículo comentado el libroy habló sobre los electrochoques: �pone al desnudo los procedimientosdesuetos de una psiquiatría que aúnse resiente del ningún respeto por lapersona humana...su testimonio esuna queja, no manifiesta contra te-rapéuticas como los electrochoquesy los comas insulínicos que se pres-tan a las mil maravillas para dejar elpobre loco sumido en su drama ypara tranquilizar la conciencia dequienes lo cuidan�. La Sociedad dePsicopatología, Neurología y Medi-cina Legal protestó enérgicamente,Socarrás se defendió en otro artícu-lo que decía que esos electrochoquesya no se justificaban, que ahora setrataba eso con lo que se llamabapsicoterapia; entonces Luis JaimeSánchez se vino lanza en ristre, �enla Clínica Montserrat ponen 10 elec-trochoques diarios, y el doctor Soca-rrás, es director�. Terció Edmun-do Rico. Finalmente la junta directi-va de la Clínica Montserrat le llamóla atención, �por favor Socarras nosiga en esa polémica por la prensa

porque aquí aplicamos electrocho-ques�. Renunció y quedó por fuera10 o 12 años hasta que volvió a in-gresar. Otra polémica surgió cuan-do Socarrás defendió la lobulotomíacomo método capaz de producir cu-raciones �sociales�.

Después de su formación psicoana-lítica en Paris regresó a Colombia ycon el Doctor Arturo Lizarazo Bo-hórquez, formado en Chile bajo laguía de Allende Navarro y el doc-tor Hernán Quijada que venía deMéxico conformó el Grupo Psicoa-nalítico, el 6 de mayo de 1956, díadel centenario del natalicio de Sig-mund Freud. Son los pioneros y fun-dadores del movimiento psicoanalí-tico en Colombia [2, 4].

Desde cuando Philippe Pinel orde-nó que fueran quitadas las cadenasde los enfermos psiquiátricos del asi-lo de Bicêtre en 1793 y de Jean Es-quirol, sobresaliente reformador dehospitales, no tenía lugar una revo-lución en psiquiatría como la queintrodujo el psicoanálisis, el cual tra-jo una renovación intelectual histó-rica en la visión del ser humano. Elconsiderar las fuerzas inconscientescomo causas de enfermedad mentaly emocional, el desarrollar un méto-do terapéutico y de investigación quetuviera en cuenta los principios deplacer y de realidad, los mecanismosde represión y de defensa, la resis-tencia y la contratransferencia, enri-queció, dinamizó la psiquiatría.

Los seminarios los dictaba en su casa,

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GARCÍA M. HENRY

calle 35 entre carreras 17 y 18, unaconstrucción muy elegante del barrioTeusaquillo, que tenía una sala muygrande y allí se reunían los candida-tos, él se hacía en un rincón, se sen-taba en una silla con brazos y se co-locaba una manta sobre las piernaspara que no le diera frío. AsistíanAlvaro Villar, Julián Córdoba, Gui-llermo Ballesteros, entre otros. Eraamable pero distante. Socarras sedesviaba siempre del seminario paracomentar cosas de política interna-cional, sociología, de medicina dederecho, hablaba de otras cosas dis-tintas a lo que era el psicoanálisis.Julián Córdoba (candidato) lo co-mentaba con Lizarazo. En una re-unión de las directivas de la Asocia-ción Psicoanalítica, en las cuales es-taban presentes Arturo Lizarazo,Carlos Plata, Tufik Meluk, tal vezMauro Torres, el doctor Lizarazo ledijo �usted no está enseñando psi-coanálisis, me han dicho los mucha-chos que usted les enseña política yno sé que otras cosas�, Socarrás sepuso furioso, dijo �eso es un sofis-ma�, y después de una confrontaciónse acabó la reunión, todos trataronde poner paz, hubo una crisis muysería que dividió a la Asociación Psi-coanalítica. Su temperamento lo lle-vó a una situación conflictiva queterminó en el retiro del doctor Liza-razo rodeado de un grupo de cole-gas y estudiantes de la sociedad queformaron en 1956. Años despuésvolvieron a ser íntimos amigos. Eldoctor Socarrás era también muyamigo del doctor Edmundo Rico,

quién le daba muchos consejos, lima-ba las asperezas, y del doctor Alfon-so Martínez Rueda, hijo del doctorPompilio Martínez, y que represen-taba clase social, e influencia en lasociedad bogotana, a quien aprecia-ba y respetaba mucho.

Al final del siglo XIX y principios delXX, los países latinoamericanos re-cibieron gran influencia Europea.Con el psicoanálisis era ir más alláde la razón, en el campo de la irra-cionalidad, lo absurdo, llegar al in-consciente para conocerlo, compren-derlo y así poderlo manejar. No fuesencillo el inicio y hubo polémicasfuertes, como la que giró en torno ala condena papal al psicoanálisispansexualista, que centralizaba lavida psíquica en torno a la vidasexual (Freud), en las cuales tercia-ron los doctores Hernán Vergara yLuis Jaime Sánchez. Y por otro ladolos doctores José Francisco Socarrás,Alfonso Martínez y Arturo Lizara-zo. Así lo plantea en Sobre el psicoa-nálisis: �La aclimatación del psicoa-nálisis en Colombia fue empresa deromanos, como ocurre con cualquiernovedad en nuestra querida y ruti-naria patria. La psiquiatría tradicio-nal puso el grito en el cielo, en tantomás estruendo cuanto que nuestroprincipal opositor era nada menosque el doctor Edmundo Rico. Nues-tros adversarios no escatimaban me-dio alguno para estigmatizarnos, asífueran la prensa, radio, los discur-sos. Para colmo de nuestra desven-tura, el Papa Pio XII se pronunció encontra de las teorías de Freud. A Li-

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zarazo y a mí nos queda la satisfac-ción de haber sido pioneros y ello acosta de no pocos sacrificios� [2].

DIARIO EL TIEMPO [3]

La historia la hacen los hombres, loshechos se entrelazan con el tiempo.Su columna de opinión Por la SaludMental en el Diario El Tiempo quemantuvo de 1976 a 1995 permite re-correr la historia de Colombia y ladel doctor Socarrás. Plantea muy cla-ramente las diferencias individualesen psicología así como la crisis de va-lores en Colombia, teñidos por unaserie de factores antropológicos, ra-ciales, sociales, económicos. Losmiércoles, su columna cumple unalabor de divulgación de temas mé-dicos, históricos y antropológicos,con repercusiones sociales.

Habla del manejo de las empresas li-coreras y se refiere al �Estado canti-nero que nutre sus arcas en un vicioque ha llevado al pueblo a los nive-les más bajos y deplorable de la mi-seria�. En Cartas desde el Cesar (1969),describe la situación de un 40 % delos habitantes con problemas men-tales, compara las situaciones con elNeuropsiquiátrico y Sibaté, habla dela falta de calor hogareño, de los pa-cientes que viven de la limosna, lasrecogidas de los alcaldes: �un día elalcalde de turno hace recogida, al-quila un camión, busca al subalter-no más desalmado, y le entrega elcargamento humano que el transpor-tador deposita en sigilo y de madru-gada en las goteras de la ciudad, algodistantes�. Colombianos en plena emer-gencia neurótica (1972) habla de lastensiones del ejecutivo, los factores

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GARCÍA M. HENRY

ligados a cambios en el estilo de vida,en un medio como el nuestro. Otroartículo habla de los consultoriosmédicos y de los impuestos. Hacealusión al sexo, al dominio de loshombres y las mujeres, al divorcio yla virginidad, a las mujeres y el des-tape. �Si la agresividad manifiesta fe-menina tiene un contenido sexual,con el destape se trata de algo asícomo un desafío provocativo�. Men-ciona como sólo �sobreviven� unode cada cuatro matrimonios católi-cos.

Discurre sobre la manera como hayque educar, de la soledad, del aban-dono del individuo, de la no solida-ridad humana, de la muchedumbre,del anonimazgo, la mutilación de lapersonalidad. Diserta sobre el dere-cho a morir en calma, la prostitución,violencia, el honor de los Colombia-nos, es acusado de presentar a la Cos-ta como un lugar propicio para elcontrabando, la hechicería, la pros-titución.

Denuncia el desierto en la organiza-ción en los servicios de Salud Men-tal, la falta de presupuesto, el consu-mo excesivo de alcohol, las bibliote-cas y los impuestos, sociedades queenferman y sociedades enfermas, ali-mentación y hambre, las facultadesde medicina, muchas escuelas y jó-venes que tienen dificultades paraencontrar trabajo.

Recopila temas sobre la medicinapopular, temas de psiquiatría infan-til, las fármaco-dependencias, el

maestro de escuela, los judíos, la per-sonalidad del Presidente Nixon, laherencia caribe y los atropellos de losespañoles, que llevaron la poblaciónde indígenas en Santo Domingo de600.000 en 1492 a 60.000 en 1508 lue-go de 460.000 asesinatos y muchossuicidios.

Hace un llamamiento a la paz, escri-be entre 1982-1994 sobre Antioquiay las guerrillas colombianas: �que es-tán logrando las guerrillas colombia-nas en Colombia, la polarizacióncada vez más acentuada de nuestrasclases sociales, los últimos aconteci-mientos muestran que la burguesíaapoyará al ejército para que aplastelos guerrilleros cualquiera que seanlos métodos de lucha que empleen,a su turno los militares retirados yen servicio activo han formado unbloque compacto, están heridos enlo hondo por los muertos que hanpuesto en el combate, emboscadas yllegan a un clima de exaltación quecada día cobra mayor ánimo. La gue-rrilla emplea para financiarse igua-les sistemas que los criminales comu-nes lo que les hace perder crédito enamplios sectores de las clases mediay obrera� [3].

APÉNDICE

A Alicia Castro la amaba sobrema-nera, era su centro de atención, lamantenía alejada de todos los pro-blemas y conflictos que a él se le pre-sentaban y que no llevaba a casa. Ce-rrando esta biografía, la faceta ro-mántica de José Francisco quién es-

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cribió una carta de declaración a Ali-ce, su segunda esposa, en junio de1954:

� Adorada Alice:

Habría hecho muchas cosas paracomplacerla guardando silencio,pero el amor es más fuerte que laspromesas por sinceras que éstassean. Mil perdones por no cumplirsus deseos de callarme. Usted seráindulgente y comprenderá que amara alguien ardientemente y no poderexpresárselo es suplicio difícil de re-sistir en paz y tranquilidad. Pensaren usted a todas horas, tenerla den-tro de mí como en un santuario, de-jarme llevar por ilusiones que me sontanto más caras cuanto más remotasu realización, y no poder decirlenada de todo esto es algo que estámás allá de mis posibilidades.

No se me escapan los obstáculos quese interponen entre los dos, me doycabal cuenta que estoy soñando unimposible, pero al menos déjeme so-ñar y hablarle de mis sueños. Sólo lacertidumbre de que hacerlo le aca-rrearía dificultades y molestias, meobligaría a callar ante usted. Confióque ello no sucederá y que podré se-guir escribiéndole, lo que me ayuda-ría a sobrellevar el peso de tantas es-peranzas cuya realización es casi im-posible.

Le estoy escribiendo en el mismo si-tio donde hablamos la última vez, yla estoy viendo con todos los atribu-tos y cualidades que me son tan ado-

rables. ¿Cree usted que he olvidadosus ojos cuando me miraron por úl-tima vez al despedirnos? La llevo enmi espíritu con los más mínimos de-talles, y espero que nada podráarrancármela de ahí, adentro de loíntimo de mi ser, donde la he colo-cado para contemplarla a mi antojo.

Hacía mucho tiempo que no soña-ba, que me había dejado llevar porla vida, un poco al azar y un poco ala aventura; que casi no había vuel-to a pensar en mí mismo y me habíaentregado de lleno a pensar en losdemás; seguramente que trataba deocultarme la tremenda soledad espi-ritual en la que he vivido los últimosaños. Llegó usted, y la luz se hizocomo cuenta la Biblia que sucedió almandato de Dios. Se hizo dentro demí, se hizo en mi vida, porque ahorapuedo al menos soñar con usted.

Tengo la impresión de que desde ha-cía mucho tiempo esperaba algocuya tardanza me punzaba con undolor sordo, y que ese algo ha llega-do. No se imagina cuán doloroso eshaber vivido tantos años sólo conmi-go mismo pensando únicamente enfunción de cumplimiento del deber,de responsabilidad, de salvar a otroscuando yo mismo estaba urgido yestoy urgido de alguien que me sal-ve a mí.

Yo espero que al menos podré escri-birle. El solo hecho de enviarle estaslíneas me llena de una alegría queno sentía en muchos años. Reciba,Alice, un cordial saludo de su ami-go afectísimo� [2].

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AGRADECIMIENTOS

Al doctor Guillermo Sánchez Medina,biógrafo del doctor Socarrrás, quien merecibió varias veces, me abrió puertas y

me permitió oír su voz. Al profesorHumberto Rosselli Quijano y sus anéc-dotas históricas. Y a su esposa, doñaAlice Castro quien lo mantiene vivo ensu hogar.

REFERENCIAS

1. Socarrás José Francisco. Viento de Trópico. Cuentos. Bogotá: Editorial Antares Ltda; 1961.

2. Sánchez Medina Guillermo. José Francisco Socarrás. Biografía, Recuerdos y Recuentos. Tunja:Universidad Pedagógica y tecnológica de Colombia; 1996.

3. Socarrás José Francisco. Por la Salud Mental. Columna en El Tiempo. 1976�1995.

4. Rosselli Quijano Humberto. Historia de la Psiquiatría en Colombia. Tomos I y II. Bogotá: EditorialHorizontes; 1968.

5. De Zubiría Roberto. El Profesor Socarrás que Yo Conocí. En: Sánchez Medina Guillermo.Psicoanálisis. Ayer, Hoy, Mañana. Historia del Psicoanálisis. Bogotá: Industrias GráficasGaviota; 1990.

6. Sánchez Medina Guillermo. Psicoanálisis. Ayer, Hoy, Mañana. Historia del Psicoanálisis. Bogotá:Industrias Gráficas Gaviota; 1990.

7. Socarrás José Francisco. Criminalidad en Colombia a la luz del psicoanálisis. Revista de laSociedad Colombiana de Psicoanálisis 1989; 14 (3): 28-40.

8. Socarrás José Francisco. José Asunción Silva y el psicoanálisis. Revista de la SociedadColombiana de Psicoanálisis 1988. 13 (2): 38-48.