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Editorial // Bastante más que dos // Nunca más // Los concursos de arquitectura // Concurso: una vista desde el llano // Juego de concursos // Banco de la República Oriental del Uruguay, nueva sede // Un paso trascendente hacia la ciudad del futuro // Concurso público a nueva sede del BROU // BIT Centro de bienvenida, interpretación y turismo del Uruguay // Entre el río y el tiempo // Centro Universitario Regional Este // Notas de este tiempo // Plaza Independencia // Corporación Andina de Fomento // Homenaje a W. Ferreira Aldunate // Peatonal Sarandí // Parque Lineal Arroyo Miguelete // Rambla 25 de Agosto de 1825 // Centro de Formación de la Cooperación Española // Protagonistas de la historia en Uruguay

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Órgano Oficial de la Sociedad de Arquitectos del UruguayGonzalo Ramírez 2030 - CP11200 -Montevideo, UruguayTel.fax: 2411 9556* www.sau.org.uy

SAU integra la Federación Panameri-cana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA), el Consejo Iberoamericano de Asociaciones Nacionales de Arquitectos (CIANA) y la Agrupación Universitariadel Uruguay (AUDU).

Responsable de Revista Arquitectura:Arq. Ana Bico Varaldi

Edición y producción:Mario Bellón

Asesor por SAUArq. William Rey Ashfield

Asesor en Difusión:Lic. Eduardo Dede

Corrección:Cecilia Platero Puig

Diseño Gráfico: D+B ComunicaciónLuis P. Ponce 1443A / (094) 616 697

Imprenta: MastergrafD.L.:

Comité Ejecutivo:Arq. Eneida de León – presidenta;Arq. Ana Bico Varaldi – secretaria general;Arq. Ana Fernández – 1ª vice presidenta;Arq. Lilián Moreira - 2ª vice presidenta;Arq. María de los Ángeles Villar – secretaria de actas;Arq. Alvar Álvarez – secretario administrativo.

Consejo Deliberativo:Arq. Duilio Amándola;Arq. Carlos Etchegoimberry;Arq. Anahí Ricca;Arq. Martín Sorondo;Arq. Miguel Ángel Odriozola;Arq. Ramiro Chaer;Arq. Nora Piñon;

Secretario Político:Arq. Walter Corbo - [email protected]ón al socio y asesoría técnica:Arq. Germán Ducuing - [email protected]

INDICE

Editorial - Arq. Duilio Amándola

Bastante más que dos - Gustavo Scheps.

Nunca más - William Rey Ashfield

Los Concursos de arquitectura - Alejandro Baptista Vedia

Concursos: una vista desde el llano - Conrado Pintos

Juego de Concursos - Martín Cobas

Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Sede Central

Un paso trascendente hacia la ciudad del futuroMariano Arana

Concurso público a Nueva Sede del Banco de la República Oriental del UruguayAndrés Mazzini

BIT Centro de Bienvenida, Interpretación y Turismo del Uruguay Colonia

Entre el río y el tiempo / Laura Aleman

C.U.R.E. / Centro Universitario, Regional Este - UdelaR

Notas de este tiempo - Juan Apolo

Plaza Independencia

C.A.F. / Corporación Andina de Fomento - Edificio Sede

Concursos anteriores

Homenaje a Wilson Ferreira Aldunate (2004)

Peatonal Sarandí (Intervalo II: Ituzaingó-Alzaibar) (2004)

Parque Lineal Arroyo Miguelete (Parque Andalucía) (2006)

Rambla 25 de Agosto de 1825 (2006)

Costa de Oro del departamento de Canelones (2007)

Centro Formación de la Cooperación Española en Montevideo (2007)

Protagonistas de la historia en UruguayCátedra de Historia de la Arquitectura NacionalMary Méndez

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ARQUITECTURANúmero 268 - Año 2012

Arq. Alejandro Ferreiro;Arq. Héctor Dupuy;Arq. Cristina Colombo;Arq. Silvana Casali;Arq. Cecilia Olivera;Arq. Alicia Meliá;Arq. Gustavo Fernández.

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La iniciativa de retomar la publica-ción de la Revista Arquitectura por parte de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU), es el resultado del profundo compromiso que el gremio mantiene con la disciplina y sus actores. Compromiso que en buena medida surge del movilizador contacto con los primeros números de la Revista Arquitectura de SAU, con los docu-mentos fundacionales del gremio, y con las notas destinadas a promover el primer Congreso Panamericano de Arquitectos, todos documentos ini-ciáticos, desbordantes de conteni-dos de sustantiva vigencia. Resulta particularmente ejem-plarizante y motivante la potente convicción, energía y capacidad de materialización con la que actuaron aquellos precursores.

En lo personal debo reconocer que además ha pesado el profundo res-peto que siempre he prodigado por aquellos mayores que nos han lega-do tanta riqueza cultural, a pesar de las adversidades económicas y de la ausencia de recursos tecnológicos. Herencia que podemos encontrar en las obras Arquitectura, en las publi-caciones y organizaciones sociales, que tantos aportes hacen diaria-

Editorial

Duilio Amándola

mente a nuestra formación y creci-miento.Un espacio importante para el re-gistro de estos valores, que ope-ra en sintonía con los aportes que realizan las propias obras de arqui-tectura, lo constituye esta Revista Arquitectura, que desde su primer número editado el 19 de setiem-bre de 1914, realiza su contribución como órgano oficial de la Sociedad de Arquitectos. Esta se constituye así en una pu-blicación referente, no solo por ser la primera revista especializada de Iberoamérica editada por una en-tidad profesional, sino también por ser la primera entre las revis-tas comerciales, las publicaciones periodísticas, las de los centros de investigación, e incluso, dentro de las ediciones universitarias, como lo es nuestra prestigiosa Revista de la Facultad de Arquitectura (UdelaR) que salió a luz por primera vez re-cién en el año 1958. Para reafirmar la importancia de Arquitectura basta con observar que la publicación análoga más próxima en el tiempo que se ha encontrado data del año 1917, la revista Arqui-tectura Cuba editada por la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba, a la cual le sigue el Boletín del Seminario de

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Estudio de Arte y Arqueología, de la Universidad de Valladolid publicado en el año 1919, que contiene artícu-los monográficos.*

Pero lo más increíble es que su pri-mer número forma parte del proyec-to fundacional de nuestra sociedad de arquitectos, y que son los mis-mos colegas los que simultánea-mente toman la iniciativa de crear una organización de arquitectos a nivel de toda América, lo que que-da registrado en la nota que cursan «a los rectores de las universidades de América, en las que se cursan estudios de arquitectura y a los di-rectores de las escuelas especiales de arquitectura» participándolos de la fundación de la Sociedad de Ar-quitectos e invitándolos a estrechar vínculos en un gran congreso a cele-brarse en Montevideo. Iniciativa que exitosamente culmi-na en el año 1917 con la creación de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA) de la que Uruguay, en mérito a sus antecedentes, hoy no solo ejerce la secretaría sino que además se ha constituido en sede permanente.No tenemos excusas para no con-tinuar con este proyecto, tampoco tenemos las dudas ni las incerti-dumbres propias del inicio, tampo-

co las dificultades tecnológicas de principios del siglo XX, ni las restric-ciones económicas que tuvieron los colegas, que heroicamente sacaron el número 267 en Diciembre de 2002.Por lo cual no solo nos hemos empe-ñado en la edición de este número, sino que además dejamos cerrados los compromisos para la publicación el próximo año y la edición de un número especial en el 2014, para el centenario de SAU. Abordamos esta empresa con el apoyo unánime de la Comisión Di-rectiva, que ha comprendido la im-portancia que significa mantener esta publicación, y que la misma es un compromiso con nuestra disci-plina, con nuestra excepcional his-toria, con la cultura, en definitiva con la sociedad.Solo resta agregar que compartimos la afirmación de Ramón Gutiérrez y Marcelo Martín: «En la revista Ar-quitectura es donde, sin duda, pue-de entenderse con mayor claridad las características de la evolución de la arquitectura del siglo XX en el Uruguay» nosotros esperamos que también pueda serlo para la arqui-tectura del siglo XXI.

Esta es la historia particular que nos compromete con quienes hicieron posible la revista Arquitectura.

*“Bibliografía Iberoamericana de revistas de arquitectura y urbanismo” - Instituto Español de Arquitectura1993 / Madrid España.

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Bastante más que dos.

Gustavo Scheps. Decano de la Facultad de Arquitectura - UdelaR.

Vivimos, felizmente, un año de venturosos reencuentros edito-riales. Dos publicaciones ausentes por largo tiempo, han reinstalado su necesaria presencia en el ám-bito cultural uruguayo: hablamos -por supuesto- de la Revista de la Facultad de Arquitectura (de la que recientemente publicamos su número 10, luego de un silencio de veintiséis años), y ahora podemos celebrar la reaparición de la Re-vista de la Sociedad de Arquitectos, una de las más antiguas del con-tinente. Era hora de que la pareja volviera al ruedo.

Es que ha transcurrido demasiado tiempo sin contar con revistas ins-titucionales que se ocupen de la ar-quitectura y el diseño. Y ante su fal-ta, el debate y la crítica menguan, la presencia disciplinar es más dé-bil e incierta y, en consecuencia, la cultura toda se empobrece.

Vienen seguramente estas publi-caciones a anunciar una incipien-te recuperación de la arquitectura en cuanto dimensión de la cultura. Desde ellas podrá impulsarse la difusión de los valores arquitectó-nicos y alimentar la discusión en

torno a temas de la arquitectura y el diseño. Pero seguramente un rol fundamental será el de presentar a la comunidad, con la mayor am-plitud, los aportes específicos que desde nuestra disciplina se pueden realizar. Que son muchos más de los que en general se reconocen, y más originales y complejos, y más relevantes.

Pero ¿por qué hablar tanto de es-tas dos revistas a la vez? ¿Por qué vincularlas? Seguramente cada una tiene su propia identidad. Cada una debe asumir sus propios cometidos y compromisos. Es que más allá de compartir un campo temático, de-bemos capitalizar creativamente la feliz circunstancia a que asistimos; es momento de asociar y combinar esfuerzos.

Para generar sinergias positivas, la interacción debe surgir -preci-samente- de reconocer, construir y preservar identidades fuertes; tra-bajadas con la mayor dedicación. La existencia de una reclama a la otra un esfuerzo extra para profundi-zar en su propia razón de ser. Es un bienvenido desafío adicional, agre-gado a los que de por sí impone una

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época de profundas transformacio-nes culturales, técnicas y académi-cas, de intercambios e internacio-nalización, de urgencias sociales y conciencia ambiental, que exige un permanente esfuerzo de actualiza-ción del saber, y de ajustes en los marcos del ejercicio profesional.

Los retos son múltiples, y en con-solidar espacios de donde asociar-nos y sumar debemos esforzarnos la academia y la actividad gremial y profesional. Instituyendo el par que permita consolidar las respec-tivas comunidades (tan hermanas, tan superpuestas, con tanto por compartir) y sus interrelaciones. Asumiendo las responsabilidades de la formación de calidad -en el grado y el posgrado-, de velar por dar respaldo contención y apoyo a la práctica, de difundir y promover

encuentros de la arquitectura con todos los estamentos de la comu-nidad; y, sobre todo, de impulsar y favorecer el aporte honesto y com-prometido, a la sociedad.

Disfrutando la fortuna de ejercer el fantástico doble rol de docente y arquitecto, es que escribo este saludo, tan breve como cálido. Con el más sincero deseo de que esta nueva/vieja Revista de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay tenga el mayor éxito en recuperar y actua-lizar su larga y honrosa tradición; desde la que, es sabido, habrán de desplegarse los mejores afanes en favor de la excelencia disciplinar, y de un sólido marco ético que la co-bije. Con la mejor expectativa an-siedad, aguardamos los arquitectos disfrutarlas de ahora en más, sin pausas; como debe ser. ¡Salud!

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El tiempo de la ausencia es, muchas veces, un tiempo perdido. Así inter-preto a estos diez años que median entre la última publicación de la Revista Arquitectura –año 2002- y la presente edición. No se trata de una simple sensación o de una vaga idea sin argumento, sino algo más firme. La comprensión y el re-conocimiento de su rol fundamen-tal como registro de la producción arquitectónica uruguaya -desde la segunda década siglo XX en ade-lante- me conduce, inevitablemen-te, a esa conclusión. Se trata pues, de diez largos años que conforman el período más extenso de inte-rrupción editorial y, por lo tanto también, de mayor afectación a la difusión de proyectos y realizacio-nes, de ideas y debates, que son tan propios como necesarios en nues-tra disciplina.

Debemos recordar que Arquitec-tura fue concebida, temprana-mente, en tiempos de dificultades técnicas, económicas y gremiales -el primer número de la misma se anticipó a la creación, en 1915, de nuestra propia casa de estudios, al tiempo que acompañó la sepa-ración de aguas entre arquitectos e ingenieros-, llegando a publicar más de nueve ejemplares al año,

Nunca más.

William Rey Ashfield

durante su primera década de exis-tencia. Comienzos removedores que resultan también pioneros, no solo para Uruguay sino también para América.

Algunos trabajos de reflexión disci-plinar han hecho referencia ya a la importancia de esta revista como estructura discursiva o relato, como espacio de selección de obras y como línea de expresión ideográ-fica. Pero quizá reste aun, plantear algunas preguntas cuyas respues-tas permitan ponderarla en su más justo y verdadero alcance. Así por ejemplo: ¿cuánto debió pesar esta publicación en el posicionamiento regional e internacional de nues-tra arquitectura y de los arquitec-tos uruguayos?, ¿cuánto incidió la misma en el hecho concreto de que Uruguay fuera sede del primero de los congresos panamericanos de arquitectos, en 1920?, ¿qué capaci-dad real tuvo como espacio consa-gratorio de nombres y ejemplos de obras construidas dentro de la his-toriografía nacional y latinoameri-cana? Desde un análisis más dete-nido: ¿se han verificado tendencias o modalidades doctrinarias especí-ficas a partir de ciertas presencias dentro de su dirección editorial?, ¿se establecen correlatos claros o

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evidentes entre líneas renovadoras y de experimentación arquitectó-nica respecto de los ejemplos se-leccionados para su difusión? Todas éstas son preguntas que buscan respuestas. Aun así, creo que es po-sible aventurar ciertas considera-ciones, bastante evidentes.

Arquitectura ha sido una publica-ción abierta, que ha permitido una real coexistencia de líneas diversas de producción y de adscripción a la modernidad arquitectónica. Este fenómeno no ha resultado tan claro, sin embargo, en ámbitos análogos, pertenecientes a otros países ame-ricanos. Tampoco lo fue en España, donde la experiencia moderna –me refiero a la de mayor compromiso vanguardista- debió esperar largos años para ser registrada dentro de muchas publicaciones gremiales. Esta capacidad inclusiva, incorpo-rando lo diverso, nos habla de un espacio de libertad, de apertura al cambio, marcado siempre por un cierto eclecticismo cultural –fenó-meno que caracterizó a diversas generaciones de arquitectos uru-guayos- y que permitió también la consolidación de un medio libre de restricciones o limitaciones doctri-narias.

Es verdad, sin embargo, que en ella se identifican, a lo largo de su historia, ciertos silencios y de-terminadas ausencias, que no son fácilmente explicables: ¿por qué fue tan acotada la información que Arquitectura nos brindó acerca del pasaje de Le Corbusier por Mon-tevideo, siendo este una persona-lidad de referencia, además de un actor perteneciente a la cultura francesa y hegemónica?, ¿por qué algunas firmas –este es el caso del estudio de los arquitectos Iso-la y Armas- están tan escasamen-te representadas, aun cuando su producción es grande, además de

interesante? Estas son incógnitas –a las que también interesaría dar explicación- pero que tienen algo de excepcionales dentro del amplio espacio de publicación y difusión que significó esta revista. Efectiva-mente, quizá sean excepciones que -como dice el refrán- confirman la regla. Quizá no. No lo sé. Posiblemente, esta larga y última recesión de una década exigirá una explicación en términos culturales o de estrategias de comunicación -o simplemente de la falta de di-chas estrategias- pero sin caer en la torpe búsqueda de responsa-bles con nombre propio. Creo que a todos nosotros, a todos quienes estamos vinculados a la Sociedad de Arquitectos, nos corresponde la responsabilidad de lo sucedido, al tiempo que nos exige asumir el compromiso de un “nunca más”.

La temática de los concursos abre este nuevo número de Arquitec-tura. Creo que constituye un eje importante para repensar las múltiples experiencias y caminos elegidos por nuestros profesiona-les, en ese ámbito tan competitivo como estimulante a la creación que es el concurso de arquitectura. Ver los cambios de mirada y de ejercicio proyectual sucedidos en diez años ayuda a ver, también, la velocidad de los cambios producidos en nues-tra disciplina.

Finalmente, importa recordar que la reaparición de Arquitectura se produce a tan sólo dos años de su centenario fundacional, siendo esto un verdadero desafío para todos nosotros. Trabajemos enton-ces para estar a la altura de aque-llos pioneros que nos precedieron, cumpliendo esa efeméride con un producto editorial tan valioso como nuevo.

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¿Cómo hablar en forma objetiva de algo en lo cual me he involucrado durante tanto tiempo y que ha sig-nificado tanto en mi vida profesio-nal y personal?

Mucho se ha hablado y seguramen-te se hablará sobre las garantías que ofrece esta institución para la obtención de un producto de alta calidad; como democratizador de oportunidades para todos los cole-gas, más allá de las vinculaciones que se puedan tener, y para acce-der en un mercado que ofrece es-casas oportunidades a determina-dos programas arquitectónicos que rara vez se presentan en la vida profesional o están reservados a los equipos técnicos especializados.

A veces se tiene la suerte de ga-nar y otras veces, también se tie-ne la suerte de que se construyan. He aquí una primera debilidad del mecanismo del concurso y la razón por la cual en ocasiones se duda en presentarse. La aspiración legítima de quien participa en un concurso es no solo ganarlo sino ver concre-tado en obra, el fruto de su trabajo. Era sin duda el principal atractivo de los concursos para estudiantes de la rifa de arquitectura, junto con el honor del reconocimiento de su

Los Concursos de arquitectura

Alejandro Baptista Vedia

propuesta. No sé si esto tendrá vi-gencia todavía. Me gustaría creer que sí. Como creo que también sucede a nivel profesional el gre-mio debería extremar los esfuer-zos para asegurarse de que ello se cumpliera o simplemente no alen-tar llamados cuando esas garantías no están dadas. Los arquitectos de-sean que su trabajo sea remunera-do, lo que es lógico y legítimo, pero no es una preocupación secundaria que la obra se concrete o no.

Relativicemos también el resulta-do.Si la secuencia de decisiones del proceso proyectual se toma en for-ma correcta y «los planetas se ali-nean» durante el proceso de deli-beración del jurado, tal vez se gane o se este entre el grupo finalista. Un jurado esta constituido por un grupo de colegas que son gente de su tiempo y su circunstancia perso-nal y colectiva. Su fallo, inapelable por definición de las bases, repre-senta su convicción en ese tiempo y en esa circunstancia.El concurso de arquitectura es un desafío intelectual que permite medirse uno mismo y con sus pares. Desafío personal y profesional, en esa doble condición que todos po-seemos. Es poner a punto, actua-

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lizar o sistematizar pensamiento y reflexiones en torno a la disciplina y el sustento teórico que da soporte argumental al proyecto en cues-tión. Afinar los procesos proyec-tuales, ajustarlos en función de los tiempos y características de la en-trega solicitada. Desafío económico en tiempo y dinero, y desafío fami-liar al poner a prueba la resistencia de aquellos a los que postergamos durante el desarrollo del mismo. Pero por sobre todo, los concursos son una forma de crecer, y como en todo crecimiento, el proceso es do-loroso y gratificante a la vez.

Los concursos constituyen parte de mi biografía personal.He participado en ellos como es-tudiante y como profesional. Y esa participación supuso ser asesor, jurado y actor, en los dos órdenes. Desde mi condición docente, los he propuesto como ejercicio parcial de cursos de proyecto. He sido jurado designado por los participantes en concursos de estudiantes y de ar-quitectos y también he sido asesor y promotor, desde mi actuación en la Comisión de Concursos de la SAU. He participado en concursos públi-cos de anteproyectos y concursos privados por invitación. Confor-mando diferentes equipos, hemos

participado en concursos naciona-les e internacionales. Hemos ga-nado, hemos obtenido alguna otra distinción y también hemos perdi-do. Equipos que han variado en el tiempo, aunque últimamente una relación sustentada en la comple-mentación de capacidades profe-sionales con alto grado de afinidad proyectual, y una entrañable rela-ción familiar y de amistad, ha crea-do condiciones más estables para su conformación, consolidando una base permanente de trabajo, no exenta de libertades de asociación.

Los concursos son instancias de alta densidad vital, que abren un vacío luego de los momentos vivi-dos. Es necesario respirar un poco, volver al ritmo normal de trabajo y esperar al próximo. Porque aun-que no pocas veces se piensa que «este» será el último, la tentación queda latente. Es muy difícil negarse a vivir inten-samente.

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Concursos: una vista desde el llano

Conrado Pintos

Muchas cosas se han dicho y escrito en contra y a favor de los concur-sos. La mayor parte son ciertas. En contra: - que constituyen una forma ele-gante de (auto) explotación de un sector determinado de la profesión;- que con demasiada frecuencia el comitente (público o privado) se desentiende de sus responsabilida-des y ni siquiera encarga el proyecto;- que alguna vez el comitente se ha sorprendido por la inadecuación a los fines o al presupuesto del pro-ducto seleccionado;- que las exigencias de presenta-ción son desproporcionadas con su finalidad y desproporcionado tam-bién el sibaritismo funcional de los programas con la atención que a ellos prestan los jurados;- que abundan los jurados más preocupados por demostrar su afi-nidad con léxicos de proclamada vigencia en ciertos medios que por imaginar la vida que los proyectos proponen (o permiten);- que frecuentemente los fallos no explicitan argumentos disciplina-res de peso que permitan inferir un criterio de selección y se transfor-man en la constancia de un talan-te, de una adhesión o un rechazo de índole subjetiva provocados por al-

gún aspecto parcial de las propues-tas juzgadas;- que muchos integrantes de los Colegios (Asesores y Jurados) de la Sociedad de Arquitectos del Uru-guay no tienen la formación espe-cífica ni la trayectoria exigible para el ejercicio de esos roles.

A favor:- que el mecanismo acerca la posi-bilidad de un encargo de importan-cia a arquitectos que, en ausencia de vínculos sociales, económicos, políticos, religiosos, etc. sólo dis-ponen de su idoneidad profesional para acceder a esas oportunidades;- que el concurso permite, (teó-ricamente) al comitente elegir la respuesta más adecuada a sus ne-cesidades. Esto es particularmente importante en el caso de jerarcas del sector público responsables del manejo de dineros de la sociedad;- que la multiplicidad de propues-tas implica, casi siempre, desvelar una gama de potencialidades del tema y su emplazamiento sorpren-dentemente más amplia que la prevista;- que la concurrencia en torno a un problema de múltiples respuestas (muchas de ellas de calidad) genera un fértil campo de reflexión y polé-mica al interior de la disciplina.

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Se podría seguramente agregar ítems a estas listas, ser más ex-haustivo, o más preciso y aun ce-der a la tentación de aludir, citar o contestar y alejarse así de lo que realmente importa: preguntarse acerca de la vigencia y las poten-cialidades de una herramienta que desde los albores de la modernidad ha jalonado y dinamizado nuestra cultura disciplinar.

El autor de estas líneas no alberga dudas al respecto: no solo debiera preservarse la figura del concurso, no sólo debieran eliminarse las dis-torsiones que recortan el universo de participantes o amenazan la calidad de las propuestas, sino que por el contrario debiéramos todos los actores aunar esfuerzos para potenciar y ampliar este mecanis-mo como una vía privilegiada para el reposicionamiento de la arqui-tectura en la cultura del país.

Este objetivo –insoslayable e im-postergable- precisa, a nuestro en-tender, de un aumento sustancial de la masa crítica de arquitectura de calidad reconocible.

Los concursos, se sabe, no produ-cen per se buena arquitectura, pero alientan su aparición. Y la buena arquitectura como es sabido y olvi-dado, es un ingrediente privilegiado e insoslayable de nuestra cultura.Ahora bien, para zafar del cómodo limbo de los diagnósticos y los bue-nos deseos es preciso tener con-ciencia de las posibilidades y obli-gaciones de los diferentes actores involucrados.

En este universo podemos distin-guir a aquellos vinculados a la pro-moción y concreción de la demanda de aquellos que intervienen en la producción de la respuesta.

En el primer grupo, la Facultad de Arquitectura y la Sociedad de Ar-quitectos debieran, a nuestro en-tender, asumir un rol protagónico en la promoción de concursos. La Facultad ha contemplado, con des-

esperante pasividad, cómo hasta la propia Universidad de la República ha resistido el mecanismo (desco-nociendo no sólo sus virtudes sino también la mejor historia de la Ins-titución).

Hoy, cuando nuestra Facultad ha emprendido una firme política de reposicionamiento de la disciplina en la cultura del país los concur-sos le alcanzan una herramienta de envidiable eficiencia.

En lo que a la Sociedad de Arqui-tectos refiere, los números de las últimas dos décadas muestran un panorama de escasez preocupante. No ha existido, por razones que no es el caso analizar aquí, la voluntad política de promover concursos en el sentido de provocar su aparición, de mostrar las ventajas del proce-dimiento y actuar para disminuir sus debilidades.

Lograr que una pequeña propor-ción de lo que los entes de vivienda, educación, salud, cultura, finanzas etc., deben construir en cumpli-miento de sus obligaciones se con-cursara generaría una apertura y un clima de intercambio disciplinar que no puede más que beneficiar al colectivo.

En lo que respecta a los comiten-tes -grandes beneficiarios de un esfuerzo desmesurado de la pro-fesión- debieran tener claro, en el caso de los públicos que el deber de una autoridad, un jerarca, es obte-ner el mejor resultado a cambio del dinero de la sociedad que usa, y no el más fácil o el más obsecuente. Todos, públicos y privados, debie-ran asumir que la realización de un concurso implica un serio compro-miso, no un evento promocional.

El ejemplo del Banco República, im-pulsando y concretando una obra de magnitud en medio de climas no siempre favorables contras-ta con la triste memoria de otros llamados cuyos comitentes se han desentendido sin sentir el mínimo

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impulso de explicar razones (Club Banco República, Círculo de Tenis, Plaza Independencia, Agrupación UTE, Sector Rambla Sur/Escollera, Barrio Reus Sur, etc. etc.)

Si miramos el universo de la pro-ducción de respuestas también allí nuestro gremio debiera revisar al-gunas prácticas: el reglamento de Concursos prevé ciertos mecanis-mos para el acceso a los Colegios (Asesores y Jurados) que han sido objeto de un uso frecuentemente abusivo o inapropiado. No todo lo que es legal está siempre bien.

Para integrar estos colegios es ne-cesario, como ya se dijo, tener una formación específica y una trayec-toria que respalden la designación. La afinidad política no es necesaria ni, mucho menos, suficiente.

La tarea de un Asesor implica res-ponsabilidades en las dos direccio-nes: es el intérprete del comitente en la formulación del programa y debiera ser su garante en el fallo recordando al jurado que debe juz-gar en referencia a las bases (ojalá esta afirmación fuera una perogru-llada). En este sentido es también, o debiera ser, el garante de los con-cursantes (mismo comentario).

Debiera también recordar a éstos al momento de exigir entregas que cumplan el rol de comunicar una propuesta a un grupo de gente téc-nicamente capacitada. Se concursa un edificio, no una exposición.De los jurados, ya se ha hablado. Y

además está muy claro: debe ser gente con una formación específica y exigente. No mejor que otras: es-pecífica, proyectual, para leer ade-cuadamente virtudes y carencias. Y hacerlo desde el programa, que es el punto de referencia común a to-dos los concursantes: es eso lo que se concursa y no lo que a un jura-do se le ocurra que es mejor (para cambiar los aspectos insatisfacto-rios está la etapa del proyecto) Por último: debe explicar sus razones por escrito. Cuestiones de simetría.En lo que a los concursantes res-pecta (bando en el que suelo mili-tar con cierta frecuencia) si todo lo anterior se cumple sólo tendremos que hacer lo que hay que hacer y hacerlo lo mejor posible si aspira-mos a ganar.

Eso sí, debiéramos empezar por re-nunciar a algunas cositas y a prac-ticar otras. Renunciar a envolver nuestras propuestas para regalo (léase: con nieblas, lluvias, contra-luces, brillos, “blurreados”, banda-das de pájaros y otros edulcoran-tes) ya que, lejos de colaborar a una mejor comprensión, estos recursos pueden leerse como una falta de confianza en la idoneidad técnica de los jurados.

Debiéramos, eso sí, aprovechar es-tos eventos a partir de la riqueza que la diversidad de lecturas pro-pone, para reflexionar y por qué no, polemizar. Esa es una gimnasia privilegiada para el intelecto y una inigualable puesta a prueba del pensamiento disciplinar propio.

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01 Números (prólogo y epílogo)Una cuenta simple: para los últimos concursos de mayor importancia en el medio local se han presentado entre 50 y 85 proyectos. Tomemos un promedio de 70 trabajos. Su-pongamos, solo a modo de ejemplo y asumiendo la imprecisión de la simplificación, que en cada equipo trabajan 5 personas (arquitectos y colaboradores). También, digamos que esas 5 personas tienen una dedicación a tiempo parcial du-rante cuatro semanas de trabajo. Así, tenemos a 350 personas tra-bajando 4 horas por día durante 20 días. Es decir, 28.000 horas de trabajo; a $200 por hora trabajada, $5.600.000 o US$280.000. Los con-cursos no son un juego.

02 Figuras (del dibujo al mundo)Robin Evans, en un famoso artículo de 1978, Figuras, puertas y pasillos, sugiere que las plantas de arqui-tectura contienen la ausencia del individuo que las ocupa, sus des-plazamientos, sus posibilidades y constricciones: «si algo es des-crito por una planta de arquitec-tura, esto es la naturaleza de las relaciones humanas».1 La premisa no es nueva y ciertamente tampo-co excluyente. Sin dudas el propio Evans conoce las complejidades de

este circuito, que lejos de ser uní-voco y unidireccional, asume condi-ciones extravagantes. Sabemos, en cualquier caso, que la arquitectura no es un juego; que su impacto es grandísimo y duradero. Rossi tam-bién lo sabía. Y que los recientes efectos experimentales por con-ducir a una arquitectura reactiva, resiliente y operativamente trans-formable (¿orgánica entonces?) son emergentes y aun francamente insuficientes. Y tal vez nunca pre-dominantes. Porque la arquitectura no es un juego.

03 Concursus (¿concurso?)Concurso, del latín concursus, quie-re decir, ante todo, concurrencia. Es decir, también, «coincidencia, concurso simultáneo de varias cir-cunstancias» (digamos aquí, de los participantes a un concurso); y fi-nalmente, en la quinta acepción de la Real Academia, «competencia entre quienes aspiran a encargarse de ejecutar una obra o prestar un servicio bajo determinadas condi-ciones, a fin de elegir la propues-ta que ofrezca mayores ventajas».2

Por lo tanto, supone reunirse con un propósito común, un objetivo único. En el caso de la arquitectura, ese objetivo es el desarrollo de la mejor solución (en el plano de las

Juego de Concursos(nueve notas sobre concursos, juegos y contratos)

Martín Cobas

1 Robin Evans, “Figures Doors and Passages”, en Space Reader, Heterogeneous Space in Ar-chitecture, ed. Michael Hensel, Christopher Hight y Achim Menges (Londres: John Wiley & Sons, 2009). 73-96, 73. Trad. del autor. 2 Véase Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, Vigésimo segunda edición, 2001. 615.

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ideas, el anteproyecto o el proyec-to, según el caso) para un problema arquitectónico dado. Claro está que la mejor solución es más bien un consenso entre partes en un lugar y circunstancias precisas antes que una mejor solución a secas, en abs-tracto. Ni unívocos ni francamente lineales, los procesos de la arqui-tectura resultan de un escenario de posibilidades. Aquí radica el doble agenciamiento del mecanismo: una reunión que luego es disecada, mi-nuciosamente anatomizada para discernir. Este el trabajo del jurado; tampoco un juego.

04 Genealogía (¡tantos concursos!)Una rápida y parcial genealogía de los concursos de arquitectura po-dría comenzar con el ilustre ejem-plo del duomo de Santa Maria del Fiore de Brunelleschi en 1418, si-guiendo con el Parlamento Inglés de Charles Barry en 1835 y, más modernamente, la Ópera de Syd-ney de Utzon, el Centro Pompidou de Piano y Rogers, el parque de la Villette de Tschumi, la Biblioteca de Francia de Perrault, el puente del Milenio de Foster, Caro y Arup, la Terminal Marítima de Yokohama de Moussavi y Zaera-Polo, y hasta pequeñas y deliciosas incursiones museísticas como la de Libeskind en Osnabrück. En esta misma di-rección apunta una de las políticas arquitectónico-urbanísticas más inteligentes de los últimos años: la experiencia de Medellín, Colombia, con una (por lo menos aparente) democratización radical del meca-nismo. La lista es inmensa y está poblada de ejemplos que exceden los 500 proyectos participantes. Notablemente, lejos de ser una enumeración de valor únicamente cuantitativo, la lista incluye varias obras paradigmáticas de la historia de la arquitectura. Entre estas se cuentan no solamente productos de las modas rampantes de mo-mentos históricos particulares sino también nuevos paradigmas, giros que permiten constatar que el bi-nomio concurso-arquitectura, lejos de funcionar como un sistema de

homologación cultural ha permiti-do, en incontables situaciones, in-ducir cambios radicales.

05 Affaire (amor racional) (síntesis primera)El affaire concurso-arquitectura es enormemente ilustre y permi-te constatar tres cuestiones: pri-mero, el recurso sistemático en la historia a la modalidad concurso (asociado natural y predominante-mente a los sistemas democráticos desarrollados, como puede dedu-cirse de la nota anterior); segundo, la significación sustancial que los resultados del modelo de concur-so representan en la historia de la arquitectura y, particularmente, en el momento contemporáneo; y por último, más a modo de indagación que de constatación, las condicio-nes y posibilidades del modelo en situaciones que podríamos llamar de estrés cultural e inestabilidad político-económica. Aquí nuestro problema.

06 Triunfo (y fracaso)El concurso público (en sus diversas variantes) es, hasta hoy, el mode-lo más desarrollado y democrático de producir arquitectura (es decir, cultura material) en las sociedades modernas. Es ciertamente imper-fecto, problemático, costoso; pero es el mejor. Uruguay goza de una (supuesta) feliz asociación entre la idea de democracia y el modelo de concursos públicos como procedi-miento de selección en diversos ám-bitos y escalas de la esfera pública (se concursan cargos, académicos y administrativos, se licitan obras, se presentan antecedentes, etc.). No obstante, la línea que separa el triunfo del modelo de su fracaso es tenue y ha sido infringida en más oportunidades que las deseables en la historia reciente del medio local. El ámbito: la arquitectura (que no es un juego). Concursos postergados hasta el absurdo (el de anteproyec-tos para el SODRE, 1986), concursos librados a la incertidumbre de co-yunturas políticas y económicas (el de anteproyectos para el BROU,

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2009), o concursos sin efecto real (el de anteproyectos para la remo-delación de la Plaza Independen-cia, 2010). Las razones esgrimidas en cada caso han sido múltiples y, a veces, pretendidamente elocuen-tes; pero hay dos elementos que suelen despuntar en todos los ca-sos: los políticos y los económicos. ¿Es moral y éticamente legítimo el lanzamiento de concursos públicos sin el respaldo político y económi-co que garantice el cumplimiento efectivo en tiempo y forma de las bases? ¿Qué responsabilidad cabe a las instituciones que los auspician, más allá de las obvias que presen-tan los promotores? Porque, final-mente, nadie debiera querer ser la cara visible de una suerte de em-presa fraudulenta.

07 Boomerang (¡tantos fracasos!)El concurso dejado sin efecto o aquel que se desarrolla en incum-plimiento de las bases se trans-forma en un poderoso instrumento anti-democrático. Una suerte de boomerang: un dispositivo perverso que viste engañosamente con pre-tensión de democratización y que desplaza en ese movimiento una inusual cantidad de trabajo, dedi-cación y proyección. Opera como un engaño, imprimiendo atención en unos pocos (en algunos casos única explicación posible para su lanza-miento), e incalculables pérdidas, intelectuales y económicas, en mu-

chos. Y estos “muchos” no son sim-plemente el colectivo de arquitec-tos, sino todo el cuerpo social, toda la esfera pública. Los concursos son costosos, y los concursos abando-nados representan, de facto, un uso irresponsable de los dineros públicos. Y aquí se deja de lado la legítima suposición de que un con-curso analizado y fallado supone un compromiso en la construcción de una ciudad mejor. Si las institu-ciones involucradas (en especial la SAU y la Facultad de Arquitectura de la UdelaR, habituales auspician-tes de los concursos públicos de ar-quitectura) no son capaces de ar-ticular los mecanismos y garantías suficientes, deberemos, como co-lectivo, asumir la banalización del mecanismo y su consecuente des-valorización intelectual y democrá-tica. Porque el valor del concurso público no existe en el concurso per se, sino que surge del cumplimiento de sus bases, el más cabal respeto por sus resultados y la disposición de los mecanismos administrativos tendientes a su concreción. Sin ello, su sentido como práctica esencial en el modelaje de la cultura ma-terial de una sociedad democrática aparece sustancialmente debilita-do.

08 Sospecha (y silencio)En entrevista realizada por El Ob-servador de fecha 11 de agosto de 2012, el ex Director de Espacios Pú-blicos de la IM, Sr. Daniel Espósito, refiriéndose a los reclamos rea-lizados por el equipo ganador del concurso de anteproyectos para la remodelación de la Plaza Indepen-dencia en relación al cumplimiento de las bases, afirma que hay «in-tereses corporativos».3 El comen-tario, que no pasó inadvertido para quien suscribe estas líneas por ser integrante del equipo premiado,4 sí parece haber pasado inadvertido para el público general y, de modo más preocupante, para las institu-ciones que involucran al colectivo de arquitectos. Posteriormente, en entrevista radial realizada al Sr. Espósito en El Espectador, este

afirma que se dejó a «librepensa-dores hacer lo que se les cante en el espacio público».5 Quisiera supo-ner, y efectivamente constatar, que estas son opiniones aisladas y no compartidas por las instituciones de referencia. Más aun, aspiraría a escuchar un rechazo franco y cabal a las mismas, en tanto claramen-te suponen una versión elocuente de la «deslegitimación política de la cultura».6 El silencio genera, sin embargo, una razonable cuota de duda. 7 Otra vez el boomerang. Aquí el juego lo gana la política.

09 Contrato (y juego) (síntesis se-gunda)Los arquitectos hemos olvidado sistemáticamente que las bases de un concurso público tienen, a todo efecto legal, el estatus de un contrato; es decir, son objeto de derecho, y su cumplimiento cabal es obligación legal del promotor. Los concursantes, se sabe, aceptan el contrato por el mero hecho de participar en el concurso. Pero ese contrato. Resulta penoso consta-tar cómo en varias oportunidades estos contratos han adolecido de innumerables imprecisiones, fun-damentalmente en relación a los compromisos entre las partes y las responsabilidades implícitas que surgen de su propio lanzamien-to. En sus diferentes formatos, los errores se han repetido una y otra vez, exponiendo territorios ambi-guos sobre las responsabilidades de los promotores antes que las de los concursantes. Poco feliz, también, ha sido en algún caso el desempe-ño de las asesorías (baste recordar el impertinente e irrespetuoso bajo continuo “RAE” en las respuestas a las preguntas en el concurso de anteproyectos para la CAF), agre-gando una nota discordante a un ya debilitado modelo. Un contrato no es un juego. No juguemos más al concurso si el juego no se termina. 28.000 son muchas horas para no terminar el juego. Hay otros juegos más cortos, más banales. Y más au-toritarios también. Y todos lo sabe-mos.

3 Daniel Espósito, en entrevista, El Observa-dor, 11 de agosto de 2012. 9. 4 Equipo: Fábrica de Paisaje. Autores, Arqs. Fabio Ayerra, Marcos Castaings, Martín Co-bas, Federico Gastambide, Javier Lanza, Die-go Pérez, y colaboradores. 5 Daniel Espósito, en entrevista, El Especta-dor, 31 de agosto de 2012. Archivo de audio digital. 6 Marcos Castaings, en conversación con el autor, 7 de noviembre de 2012. 7 No se pretende disimular aquí el carácter autorreferencial de estas anotaciones, pero en cualquier caso se cree estimable consi-derar que el Concurso de Anteproyectos para la remodelación de la Plaza Independencia es por demás ilustrativo de varios de los puntos mencionados en estas notas, y del característico desamparo que campea en relación a quienes ganan un concurso públi-co de arquitectura.

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Sede Central

Arq. Gonzalo Balarini Presidente del Jurado en representación del BROU

Arq. Justo Solsona Jurado Extranjero invitado por el BROU

Arq. Mariano Arana Jurado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay

Arq. Ruben Otero Jurado Electo por los Concursantes

Arq. William Rey Jurado por la Facultad de Arquitectura

Arq. Angela PerdomoAsesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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Montevideo es una ciudad puerto; no un puerto con una ciudad a sus espaldas.Y sin embargo la bahía (el ámbito paisajístico más relevante y atrac-tivo de nuestra capital), aparece cada día más cerrado al uso y goce de sus ciudadanos.Nadie puede discutir la enorme importancia que la actividad co-mercial tiene para el presente y el futuro de nuestro crecimiento. Pero crecimiento no es sinónimo de desarrollo. Y desarrollo supone una equilibrada y sensible postura, capaz de compatibilizar la riqueza económica con la riqueza estética y cultural.Resulta por lo mismo incompar-tible que el organismo estatal con competencia en el área portuaria, convalide la acumulación de con-tenedores y enormes galpones, im-pidiendo las visuales que desde las calles de la Ciudad Vieja, se convino en respetar.Por ello, me parece de estricta jus-ticia aplaudir la contrastante de-cisión del Poder Ejecutivo, viabili-zando la construcción de nuevas edificaciones promovidas por el Banco de la República, que habrán

Un paso trascendente hacia la ciudad del futuro

Mariano Arana

de erigirse en la manzana limitada por las calles Zabala, Piedras, Solís y 25 de Agosto.El correspondiente proyecto (*) es el que resultó vencedor - por de-cisión unánime del jurado – en el Concurso Internacional al que se presentaron 67 trabajos de equipos uruguayos, argentinos, chilenos y europeos.En primer lugar, debe señalarse que no se trata, tal como equívoca-mente se ha afirmado, de una «to-rre», sino de una serie de servicios bancarios y oficinas para atender las crecientes demandas empresa-riales en el área; y debe destacarse que entre las exigencias promo-vidas por el Directorio del BROU, está la de mantener y recalificar el edificio de la Aduana Vieja y el de rescatar los vestigios de la antigua Atarazana de Montevideo, obras de origen colonial que habrán de al-bergar un museo y una biblioteca.La excelente propuesta que resultó ganadora en el mencionado con-curso, propone además, una terra-za elevada abierta al uso público, de cara al recinto portuario.Este proyecto permitirá, por otra parte, revertir la indecorosa situa-

(*) Los arquitectos uruguayos Alejandro Baptista Pereyra, Alejandro Baptista Acerenza y Hora-cio Flora son los autores del proyecto premiado.

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ción actual de una manzana con-vertida en mero estacionamiento a cielo abierto a la entrada misma de nuestra ciudad.Ejemplo emblemático, capaz de conjugar el respeto de un singular patrimonio histórico con una con-vincente y rotunda apuesta moder-nizadora.Por lo expuesto nos resulta mez-quino, por decir lo menos, el cues-tionamiento planteado acerca de una realización que, confío, habrá de enriquecer nuestra cultura ur-bana y consiguientemente, contri-buir a una mejor calidad de vida para nuestra gente.

Algunas razones para concretar su construcción:

a) A nivel de gobierno se ha defini-do a Uruguay como país de turismo, con crecientes y muy buenos resul-tados económicos en los últimos años (se prevé un ingreso de unos 2.000 millones de dólares para el presente año 2012);

b) Montevideo sigue siendo el prin-cipal destino turístico a nivel na-cional;

c) La Ciudad Vieja constituye la concentración patrimonial – arqui-tectónica, urbanística y paisajística - más relevante del país;

d) La Ciudad Vieja ha sido declarada de interés prioritario y desde 1980 está particularmente tutelada por la IMM, la que ha venido realizando significativas inversiones y promo-viendo numerosas coordinaciones público-privadas;

e) La manzana delimitada por las calles Piedras, Solís, 25 de Mayo y Zabala (detrás de la sede central del BROU) cuenta con dos edifi-cios coloniales de valor testimo-nial relevante: la Aduana Vieja, de razonable mantenimiento y la Atarazana en estado semi ruinoso; manzana destinada para estacio-namiento vehicular a cielo abierto. Como resultado de ello, la imagen

urbana resulta deprimente, preci-samente en un área que es la que primero perciben los visitantes ex-tranjeros que llegan, por vía ma-rítima, en los numerosos cruceros que hacen escala en la capital. (Es de hacer notar que ese predio es el centro del «caminatour» preparado a nivel oficial para los turistas que llegan a Montevideo);

f) En el año 2009 se convocó un Concurso Internacional de Ante-proyectos para ampliar la sede central del BROU donde fueron 67 los trabajos presentados. El jurado constituido por 5 arquitectos (uno de los cuales – Justo Solsona – de prolongada y muy destacada ac-tuación profesional y docente en la República Argentina) seleccionó por unanimidad el trabajo ganador;

g) El anteproyecto triunfante atiende los múltiples requerimien-tos exigidos en las bases del con-curso y consigue un convincente relacionamiento con las preexis-tencias arquitectónicas y con su entorno urbano proponiendo ade-más una atractiva terraza-mirador con vistas al puerto y a la bahía. Complementariamente, logra una imagen de rotunda contempora-neidad que puede constituirse en un jalón cultural de inusual relieve para la región;

h) Tal como sucedió con los edificios del Teatro Solís, del auditorio del Sodre, o de la sede del Poder Eje-cutivo, la obra puede transformar-se en un notorio factor de prestigio gubernamenta.

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A casi 100 años del concurso que dio lugar a la construcción de la vieja Sede del Banco de la República, este convoca nuevamente para se-leccionar el anteproyecto destinado a dar forma a una nueva y actuali-zada sede, buscando concretar una respuesta ajustada a la demandas que plantea la actual dinámica de la actividad bancaria.

La convocatoria no es un hecho aislado, sino que se inserta en un largo proceso de proyectos y ges-tiones orientados a mejorar las condiciones del entorno de la sede central, muy deteriorado por la sumatoria de operaciones que res-pondían a varios proyectos urbanos (todos ellos inconclusos) que bus-caban dar mayor visibilidad al mo-numental edificio. Diversas actua-ciones –impulsadas desde distintas administraciones departamenta-les- tuvieron como consecuencia la expropiación y demolición de nu-merosos edificios y en particular, la casi totalidad de los situados en la manzana situada al norte de la Sede Central, en la que solo queda-ron en pie la vieja Aduana y la Ata-razana, esta última casi en ruinas.

A partir de la década de los 80 se producen numerosos llamados de

atención sobre la situación de este sector y en los años sucesivos se realizan varias propuestas para revertir su estado de degradación urbana, siendo esta manzana obje-to de preocupación tanto por parte de la Comisión Especial Permanen-te de Ciudad Vieja a nivel departa-mental, como por la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación y el Ministerio de Educación y Cultu-ra.

En los últimos años, el propio di-rectorio del BROU ha invertido y promocionado la recuperación edi-licia en edificios vecinos -como es el caso de la Iglesia de San Fran-cisco-, y ha finalizado el proceso de adquisición de todos los predios de la manzana delimitada por la rambla 25 de Agosto, Solís, Zabala y Piedras.

La realización del nuevo concur-so para sede del BROU se inserta entonces en un proceso de años, que pretende mejorar las condicio-nes arquitectónicas, urbanísticas y ambientales de la Ciudad Vie-ja, partiendo de la recuperación y puesta en valor de su gran riqueza patrimonial en el entendido de que se trata de un beneficio para la ciu-dad toda.

Concurso público a Nueva Sede del Banco de la República Oriental del Uruguay

Andrés Mazzini

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La convocatoria estuvo precedida por una intensa coordinación entre las instituciones implicadas, que culminó en un importante dossier que acompañó las Bases, elaborado por un equipo de la Facultad de Ar-quitectura de la Universidad de la República, en el marco de un Con-venio con el Banco de la República.En ese sentido el Concurso estuvo pautado por una serie de instancias previas que pueden señalarse como innovadoras y muy adecuadas en relación con la magnitud y comple-jidad de los diversos problemas a resolver.

Entre ellos se señala:- la voluntad de conservar, recupe-rar y rehabilitar las edificaciones y ruinas pertenecientes a la Aduana y la Atarazana, ambas Monumentos Históricos Nacionales;- La generación de casi 30.000 me-tros cuadrados de nueva construc-ción destinada a resolver las dis-tintas demandas planteadas por el funcionamiento bancario y todos sus servicios vinculados;- La consideración, puesta en valor y resignificación de la sede exis-tente vinculada al nuevo complejo bancario;- La resolución de un adecuado vín-culo entre el nuevo edificio, el en-torno inmediato de la Ciudad Vieja, y la inserción en relación con el es-pacio público que genera la Rambla 25 de agosto;- La consideración de los aspectos vinculados al patrimonio arqueoló-gico en toda la manzana en aten-

de oficinas, dispuestas a 90º (una sobre calle Piedras y la otra sobre Solís), configurando una nueva es-pacialidad que a su vez contribuye a generar mejores condiciones am-bientales en la gran terraza.

La relación con la vieja sede se pro-pone a través de la transparencia generada en la placa sobre Piedras, totalmente vidriada en su parte central, y también por la comuni-cación a nivel del gran hall de la monumental construcción.Un planteo netamente contempo-ráneo, con un tratamiento integral que contempla condiciones am-bientales, climáticas y de susten-tabilidad, respondiendo adecuada-mente a los aspectos patrimoniales en lo arquitectónico-urbanístico, a los requerimientos funcionales y que además aporta una nueva sig-nificación para el conjunto.

Debe señalarse que los demás pro-yectos premiados, plantean otras interesantes opciones que también responden a los requerimientos exigidos, con propuestas de gran calidad.En suma, un muy bienvenido con-curso público, que confirma una vez más las bondades del procedimien-to, ya sea por sus resultados como por el proceso que condujo a su concreción, asegurando el aporte de propuestas de excelencia para la generación de edificios y espacios públicos de gran complejidad.

ción a los estudios previos que in-dican la cautela arqueológica para el predio;- La necesidad de satisfacer la de-manda de estacionamientos.

Al concurso, auspiciado también por la Sociedad de Arquitectos del Uru-guay, se presentaron 67 proyectos, los que fueron evaluados por un jurado de gran jerarquía que ana-lizó en profundidad las propuestas, destacando aquellas sobresalien-tes en cuanto a la resolución de los desafíos planteados.

El proyecto ganador, -que afortuna-damente se encuentra ya en proceso de licitación-perteneciente a los ar-quitectos Baptista, Baptista, Flora, es el que unánimemente el Jurado considera que mejor se ajusta a los requerimientos de las bases.

El mismo señala la sencillez y cali-dad del planteo, la acertada opción de considerar una oportunidad la recuperación de la Aduana y la Ata-razana a través de la generación de un área cultural que, materializada a la interna en un gran basamen-to, genera en su plano superior un amplio espacio exterior-terraza-mirador, que permite integrar vi-sualmente la Rambla y la bahía al conjunto. Basamento y terraza se relacionan entre sí por un patio cir-cular que rodea la Atarazana recu-perada.

Sobre el basamento se elevan dos pantallas destinadas a los sectores

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Sede Central

PRIMER PREMIO2009 - 2010Baptista-Baptista-Flora

El Banco de la República Oriental del Uruguay convocó en mayo del 2009 a un concurso público de an-teproyectos de arquitectura para el desarrollo de un emprendimiento en la manzana contigua a la actual casa central, en la Ciudad Vieja de Montevideo (entre las calles Pie-dras, Zabala, Rambla 25 de Agosto y Solís). Se planteaba construir allí sus nuevas oficinas, que permitie-ran incorporar en ellas la tecnolo-gía más actual del accionar banca-rio contemporáneo.

El llamado a concurso implicaba además, la recuperación de edifi-cios coloniales de carácter patri-monial que se encuentran actual-mente en el predio, como la Aduana Vieja y la Atarazana, hoy en ruinas.El proyecto propone la construcción de un complejo edilicio concebido bajo parámetros de sustentabilidad y esta constituido por dos edificios de oficinas, de ocho niveles, orga-nizados en ele. Estos conformarán un espacio urbano donde las cons-trucciones patrimoniales rehabi-litadas y con nuevos usos se inte-grarán a un volumen más bajo que abarca la totalidad de la manzana,

y albergará un centro cultural que contará con una sala de eventos, biblioteca, museo, cafetería y cen-tro de exposiciones. En el subsuelo se organizan dos niveles de esta-cionamiento para 400 automóviles.

La cubierta superior del volumen que enfrenta a la Rambla 25 de Agosto, accesible desde el exte-rior por rampas, será a su vez, una plaza-mirador con vista a la bahía, en una reformulación en clave con-temporánea de las viejas azoteas y miradores del lugar.

Se asume la presencia de la Atara-zana y la Aduana Vieja como opor-tunidad más que problema, y se lo transforma en tema para proponer un edificio de la historia y la cultu-ra, que dialoga con los cuerpos de oficinas, completando así una idea urbano arquitectónica total.

El complejo edilicio tendrá entre las construcciones nuevas y las re-cuperadas, un área aproximada de 30.000 m2.

AUTORESArq. Alejandro Baptista VediaArq. Alejandro Baptista AcerenzaArq. Horacio Flora Guerra

ASESORES:

Estructura Magnone - Pollio Ings. Acond. térmico y ventilación/Sosteni-bilidad/SeguridadIng. Luis Lagomarsino

Acondicionamiento naturalArq. Eliseo Cabrera

Acondicionamiento sanitarioTéc. Sanit. Pablo Richero y Asoc. Acondicionamiento acústicoArq. Alejandro Badanian y Asoc.

Acondicionamiento eléctricoBarbot - Rocha Ingenieros Asoc. IluminaciónTéc. Ilum. Carlos Galante Arq. Juan Carlos Fabra

ArqueologíaLic. Alfredo Casaravilla Nodar

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ANTECEDENTES

| Apostadero naval - Atarazana |Las instalaciones del apostadero naval y la Atarazana con sus suce-sivos cambios de destino a lo largo del tiempo, llegan a nuestros días encriptados como un fósil urbano «evidenciando sus muros el paso del tiempo, cargados de las cica-trices dejadas por cada generación que habitó en ellos.»Con su posición singular dentro del predio buscan un nuevo destino que los dignifique, un nuevo capítulo en su larga historia «con el objetivo de evocar “la tradición de la ciudad de Montevideo, Plaza Fuerte y Puerto de Mar” en el contexto de una vi-sión urbanística renovada donde la incorporación de obras de nue-va planta –en correspondencia con nuevos programas de uso– haga vibrar la tensión entre centenarias piedras y ladrillos y los novísimos escenarios de la arquitectura de nuestros días.»

Azoteas y miradoresCuentan las crónicas de los viajeros de principio del siglo XX que la vis-ta que se tenía desde el barco de la ciudad de Montevideo, era de una ciudad con balcones y azoteas lle-nas de flores.Las azoteas, herencia de la época de la colonia, eran observatorios de la bahía, un lugar desde donde contemplar el paisaje e intensificar las miradas, un lugar de disfrute.

«Fue allá por la década de los años treinta del siglo XIX, recién consti-tuida la república, cuando Montevi-deo vio extenderse la construcción de miradores y de balaustradas en las azoteas.» El proyecto busca re-tomar el carácter de la ciudad vieja y su relación con la bahía, contri-buyendo a la transformación del borde norte.

La construcción de la casa central del Banco RepúblicaUn Uruguay pujante y optimista en las primeras décadas del siglo XX, una concepción arquitectónica ba-sada en la solidez, una imagen de fortaleza y permanencia a través del tiempo, un banco para un país optimista.«El Banco República mantiene su solidez, tanto como el monumen-tal edificio de su casa central apa-rece a los ojos de sus clientes y de la ciudadanía en general. La cons-trucción, realizada en granito es un canto a esa solidez. Pero tanto las 32 columnas de mármol rosado, del imponente hall central como las 8 de granito gris de su frente pare-cen sostener el cielo. En realidad sostienen la confianza de los uru-guayos que transformaron al Banco República en el banco país.»

PAUTAS DE DISEÑO

TransparenciaEstructuras que permitan una lectura clara de sus funciones, la

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transparencia como concepto apli-cable a la gestión, aplicable a la trayectoria, aplicable a la arqui-tectura.

Preexistencias Estructuras con valor patrimonial que han sobrevivido a sucesivas in-tervenciones y planificaciones.Encriptadas como fósiles en una resina han sobrevivido a nuestros días, en estado latente, esperando su nuevo destino.

AccesibilidadEntendida en un sentido más am-plio como: - Subsistemas de usos y circulacio-nes (para funcionarios y público);- Accesos claramente identificados;- Ausencia de barreras arquitectó-nicas.

FlexibilidadDefinición de módulos básicos que permiten configurar el espacio e interpretar las lógicas internas del programa; Responder adecuadamente a cada una de ellas;Diseño que permita ampliaciones o cambios futuros.

AdaptabilidadA los nuevos usos y evolución de re-

cursos técnicos, una visión de largo plazo y sustentable.

SustentabilidadLa confianza, la seguridad y la efi-ciencia son valores fundamentales de una institución bancaria. Estos valores se proyectan hacia el usua-rio aun en los detalles del edificio.El comportamiento sostenible se plantea como la preservación del crecimiento económico y de los procesos sociales y culturales que lo sustentan, y la conservación intergeneracional de los recursos naturales, energéticos y minerales que lo hacen posible.

MaterialidadEn la búsqueda de materiales que cumplan con las normas de protec-ción del medio ambiente, en el uso de sistemas modulares que optimi-cen el aprovechamiento de los ele-mentos y minimicen la generación de residuos, en el uso de materiales de fabricación nacional.

Coordinación modular Mediante el uso de un sistema mo-dular, conformado por una grilla estructural de pilares, se busca optimizar los espacios como com-ponentes y sistemas constructivos para reducir desperdicios.

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Envolventes Utilización de envolventes que cumplen diversas funciones de protección térmica, lumínica y ven-tilación, mediante el concepto de pieles o capas se logre una mejor eficiencia energética.

COMPONENTES

Se propone la construcción de un complejo edilicio que busca resol-ver aspectos funcionales, patrimo-niales, simbólicos, y urbanos. Un edificio para la ciudad, un edificio que es casa bancaria, espacio pú-blico, plaza, un nuevo concepto de edificio paisaje. El complejo se es-tructura con dos elementos singu-lares, un basamento topográfico y un sistema de placas en altura.

Basamento topográficoSe trata de un dispositivo pensado a escala urbana, de carácter esen-cialmente público, que integra el paseo existente sobre la Rambla 25 de Agosto y lo conecta con la calle Piedras, generando un recorrido ascendente que remata en una pla-za mirador.Este dispositivo es edificio y paseo peatonal; en él se alojan los progra-mas mas públicos, como el hall ur-bano sobre la Rambla 25 de Agosto, el auditorio, la biblioteca, sala de exposiciones, cafetería, el museo del sitio y un estacionamiento en el subsuelo.

Sobre este edificio basamento se plantea la construcción de dos pla-cas, que responden a las lógicas de la rambla como conector metropo-litano y del skyline de la ciudad.Dos prismas vidriados que alo-jan las nuevas oficinas del banco, constituyen la parte privada con accesos controlados. Son identifi-catorias de un nuevo concepto de banco, donde la transparencia, efi-ciencia, flexibilidad y accesibilidad se hacen presentes a través de la arquitectura. Pensados como edifi-cios inteligentes con eficacia ope-rativa, flexibilidad y organización modular.

Su ubicación dentro del predio bus-ca optimizar las vistas, la orien-tación de las oficinas y también permitir el asoleamiento sobre la plaza elevada.

ENVOLVENTES

El sistema envolvente de las ofici-nas esta constituido por una pri-mera piel de carpintería practica-ble, con apertura desde el interior de los locales para permitir la ven-tilación cruzada cuando sea nece-sario. Será de aluminio anodizado o pintado, con perfilería que evita el puente térmico. Los cristales se-rán dobles tipo termopanel, de baja emisividad y con baja conductividad térmica en los elementos estructu-rales. Los elementos de protección frente a la irradiación solar directa durante el período caluroso se di-señarán de modo tal que permitan ingreso de calor en invierno y arro-jen sombra en el verano según la orientación geográfica. Los planos que enfrentan la orientación nor-te poseen un sistema de vidriado paralelo a 60cm de distancia del plano de las aberturas, con vidrios de alta transparencia frente a una determinada longitud de onda en función de la composición de sus elementos y selectivos de baja emisividad (low E). De este modo se busca aprovechar las ganancias térmicas aportadas por la actividad interior y las del efecto invernadero que se produzca, y evitar las exte-riores en verano. Esta fachada está diseñada para tener automatismos que permitan regular hacia donde dirigir los flujos de aire caliente que se generen.Durante el período frío, al aire ca-liente que circule por la fachada ventilada se lo deriva al espacio interior, hacia la toma de aire de renovación de los equipos de aire acondicionado.En el período caluroso se deja cir-cular libremente el aire en el inte-rior de la fachada ventilada. Entre ambas capas un sistema de para-soles horizontales compuestos por láminas de vidrio serigrafiados se

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colocarán sobre soportes regula-bles.Los mismos estarán comandados por un sencillo sistema informá-tico que mediante un mecanismo de motores eléctricos servo asisti-dos de bajísimo consumo permitirá ofrecer una cara blanca hacia el sol en verano y una cara oscura hacia el sol en invierno, potenciando así el efecto de captación /elimina-ción de calor (James Lovelock, Gaia theory). Dichos dispositivos podrán también comandarse manualmen-te mediante un sistema mecánico, en las instancias de reparación o mantenimiento de los mismos. El conjunto constituye a la vez un im-portante aislante acústico.El aprovechamiento de las ganan-cias y pérdidas del edificio para nivelar el salto térmico entre inte-rior y exterior, permite ahorros de energía considerables y transforma a los espacios acristalados inter-medios (muro neutralizante) en el lugar en que el medio exterior y el clima artificial adoptan posiciones congruentes e interactivas.El dispositivo tiene un rol activo al

incorporar movimientos selectivos a los estímulos del medio, ofrecer una cara del parasol clara u oscura según se necesite refrigerar o ca-lefaccionar.Sensores superficiales permiten la lectura instantánea de las condi-ciones climáticas exteriores (som-bras arrojadas, radiación solar directa controlada o aprovecha-da, temperatura superficial, etc.) particularizadas para cada área del cerramiento. El sistema de con-trol ambiental evalúa la eficacia del cerramiento en cada punto y fragmenta la respuesta de la cli-matización por plantas y áreas. Las aberturas practicables facilitan la limpieza exterior y permiten man-tener en buen estado de funciona-miento los mecanismos de control de la radiación solar directa. Los planos vidriados orientados al este y oeste se protegen con un siste-ma mixto de parasoles verticales fijos y parasoles móviles contro-lables desde cada piso, realizados en vidrio laminado serigrafiado con puntos cuyo tamaño y densidad permita un buen desempeño con-

tra la radiación solar y buena visión desde el interior hacia el exterior.El diseño de puntos (producto del cálculo) puede realizarse directa-mente sobre el brisesoleil de vidrio o en una película de poliéster se-rigrafiada entre dos capas de PVB al interior del vidrio laminado. La matriz de puntos opacos de color blanco hacia el exterior y grises o negros hacia el interior produce una imagen claramente visible desde el exterior y desaparece ópticamente cuando se mira desde el interior. El plano sur sobre la calle Piedras po-see igual sistema de aberturas que el resto de las fachadas acondi-cionadas térmicamente colocando aberturas de doble cámara de aire en algunos sectores de la misma, pero sin espacio neutralizante para favorecer el reflejo de la fachada de la casa central del BROU.

ACONDICIONAMIENTO NATURAL

En el análisis del efecto del viento en las construcciones proyectadas, se verifica que la propia ubicación del edificio en la ciudad permite ase-gurar que frente a los vientos más fuertes el conjunto propuesto se en-cuentra protegido para las velocida-des superiores a los 75km/h. Colabo-ra en ello la topografía de la ciudad vieja, sus edificaciones y el respaldo del edificio central del BROU. En las velocidades comprendidas entre 0 y 25km/h se evalúa como positivo, o neutro, el efecto del viento en los espacios abiertos del conjunto, ya que son velocidades que no ofrecen ni riesgo, ni mayores problemas para los exteriores. En las velocidades medias se detectan posibles pro-blemas a nivel de la plaza y sobre la rampa que oficia de prolongación del paseo urbano. En rigor para un di-seño afinado de estos temas, debe-ría realizarse un estudio en túnel de viento que ratifique o rectifique las hipótesis de partida. De todos modos utilizando gráficos de referencia téc-nica de recorridos del aire es posible diseñar dispositivos para atenuar es-tos potenciales problemas.

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En esta línea se prevé la colocación de una baranda deflectora como coronación de la fachada que mira al puerto, lugar donde se espera recibir la mayor cantidad de horas de viento en velocidades promedio.

ACONDICIONAMIENTO SANITARIO

Se proyecta la utilización contro-lada del agua potable en el edifi-cio limitando su uso al consumo e higiene humanos y restringiéndolo, aun para esos usos, mediante ele-mentos mecánicos. Para los res-tantes usos se proyecta el apro-vechamiento de aguas pluviales recogidas, subterráneas de los dre-nes de los subsuelos, y extraídas. La restricción del consumo de agua potable se realizará mediante la utilización de griferías temporiza-das, descargas de inodoros contro-ladas y minimización de presiones.Las aguas recogidas se utilizarán para descargas de inodoros, hi-giene ambiental, riego superficial, reposición de reserva para incen-dio. A fin de alcanzar los volúme-nes necesarios para estos usos, se complementarán con agua extraída del subsuelo. Las aguas residuales de lavatorios o duchas se utilizarán para riego subsuperficial. Solo se verterán al saneamiento las aguas

residuales de inodoros, cocinas y las excedentes de otras utilizacio-nes.El consumo medio diario de agua para los distintos usos en el edi-ficio, en función de la cantidad de usuarios es:- 600 personas trabajando (60 lts/persona/día) 36.000 lts/día;- 600 personas en tránsito (15 lts/persona/día) 9.000 lts/día;Total consumo medio diario 45.000 lts/día.

La distribución de este consumo diario estimada es:- Agua potable 15.000 lts/día;- Agua recogida o extraída 30.000 lts/día.El promedio de precipitaciones en Montevideo es de 1.100 lts/m2/año lo que equivale a 3 lts/m2/día.Considerando el predio de 5.600 m2, el promedio de agua recogida pluvial podrá ser de 15.000 lts/día, y por lo tanto se deberá comple-mentar con igual promedio de agua recogida de drenajes o extraída.Los volúmenes de reserva de agua recomendables serán:- Agua potable para consumo e hi-giene humanos 20.000 lts;- Agua recogida o extraída para re-serva de incendio 120.000 lts;- Agua recogida o extraída para

otros usos 900.000 lts.Este último volumen se calculó para la reserva de un mes procu-rando aprovechar al máximo las pluviales. Los dos últimos pueden mantenerse en un mismo depósito.Además del uso controlado del agua se proyecta la utilización de ener-gía solar para el precalentamiento de agua y el empleo preferente de materiales no contaminantes y re-ciclables en las instalaciones. Las instalaciones se proyectan en fun-ción de un buen desempeño y sim-plicidad de mantenimiento.

ACONDICIONAMIENTO TÉRMICO

SustentabilidadComplementariamente a las exi-gencias y recomendaciones esti-puladas en las bases del concurso el proyecto ha tomado como refe-rencia el Leadership in Energy and Environmental Design (LEED) y sin duda supera los niveles básicos de certificación.

Acondicionamiento térmico y ven-tilaciónLa de generación térmica del edifi-cio consta de un sistema híbrido de enfriadores de líquido condensados por aire capaces de entregar simul-táneamente agua helada y caliente.

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Las unidades de enfriamiento dis-pondrán de sistemas de recupera-ción de calor de condensación de modo de complementar los gene-radores de ciclo reversible a cargo de las cargas de calefacción.La distribución a climatizadores se-rán de 4 tubos y del lado del aire se utilizarán sistemas de caudal constante o variable según los re-querimiento de lo distintos locales y condicionantes arquitectónicas. Se aseguran niveles de ventilación iguales o superiores a los requeri-dos por la normativa nacional y AS-HRAE 62.1 para lo cual se plantea la utilización de equipos de inyección de aire primario con recuperadores de eficiencias superiores al 70%.Las características del proyecto edilicio no invalidan el empleo con similar nivel de prestación de otras opciones alternativas de climati-zación como ser los sistemas de caudal de refrigerante variable que podrían ser implementados.

Sistema solar El proyecto dispone de paneles fo-tovoltaicos para brindar un aporte de energía renovable en el sistema eléctrico.En primera instancia se plantea utilizar dicha energía en la ilumi-nación nocturna de los espacios exteriores del conjunto edilicio. Asimismo cuenta con paneles sola-res térmicos sobre nivel de cubierta destinados a la generación de agua caliente sanitaria.

AguaSe plantea la acumulación y uso del agua de lluvia para servicios y rie-go, dotando al edificio de un tan-que propio que actúa además como buffer en caso de precipitaciones intensas disminuyendo la exigencia sobre los colectores de la red de la ciudad.

Protección de incendiosSe dispondrá de instalaciones de rociadores automáticos, detección y alarma de incendios diseñadas de acuerdo a la normativa NFPA. Las vías de escape y demás medidas

de protección de personas se dise-ñarán tomando como base el Life Safety Code de NFPA.

ACONDICIONAMIENTO LUMÍNICO

Hall urbano La iluminación se resolverá insta-lando luminarias con apantalla-miento antideslumbrante de 40º de apertura para lámparas de descar-ga, en haluros metálicos de 150w, embutidas en el techo de acuerdo con un patrón de distribución re-gular, con luminarias ubicadas en el medio de las líneas que unen los pilares y en el cruce de las diagona-les del módulo estructural de 6.60 x 7.20Se realizará una iluminación gene-ral en base a luminarias adosadas al techo, de haz concentrado para lámparas de descarga en haluros metálicos de 50W a 250W insertos en una retícula similar a la del hall urbano. Los puentes (pasarelas) que comunican los dos sectores de oficinas llevarán una iluminación agregada mediante cintas conti-nuas de leds ubicadas en el interior de los pasamanos.La conformación de las fachadas de los sectores de oficinas asegura un importante aporte de iluminación natural que, en combinación con los actuales sistemas de control de iluminación, permitirán que la ilu-minación artificial aporte automá-

ticamente el nivel de iluminación complementario para la obtención de la iluminancia prefijada, au-mentando la eficiencia del sistema.En este espacio se prevén lumina-rias embutidas en las uniones del pavimento que constituye el em-palomado del basamento topo-gráfico. De aproximadamente 80 mm de diámetro y una altura de 36 mm, poseen incluidas células foto-voltaicas para la autonomía de sus equipos. Se busca marcar una retí-cula visible para quienes circulan indicando también los desniveles, y colocar elementos intermedios sobre el borde de la distribución, coincidiendo con la baranda peri-metral de seguridad para obtener una iluminación rasante de borde.Además de la correspondiente ilu-minación utilitaria para los desti-nos asignados, se propone realizar una iluminación decorativa con lu-minarias embutidas de piso, de haz orientable, colocadas perimetral-mente a las paredes de las edifica-ciones y en el alcorque del árbol del patio de la Atarazana.Como complemento a la ilumina-ción del nuevo BROU sería deseable realizar una iluminación exterior de la casa central para poner en valor su calidad edilicia y aportar calidad al espacio urbano del conjunto.

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Casa Central

SEGUNDO PREMIO2009 - 2010

La vocación histórica del sitio ha transitado recurrentemente entre los aparentemente contradictorios extremos del uso del suelo como ámbito de un nuevo edificio insti-tucional a superficie liberada al uso público como espacio abierto.

El proyecto asume esta doble con-dición histórica del sitio. Ubica la-teralmente dos naves, conforman-do entre ellas un espacio abierto que fluye entre la Rambla y la calle Piedras.

El espacio cubierto entre alas del viejo edificio institucional, sopor-te del intercambio con el público, deviene en espacio público a cielo abierto configurado entre naves.

Este espacio abierto generado se incorporará al paseo urbano por-tuario, con servicios y ofertas cul-turales, que propone el Plan Espe-

cial de la Ciudad Vieja (PECV) para el proyecto de detalle Atarazana-Puerto.

LAS NAVES Y LA CASA CENTRAL / 1 /

El proyecto propone una fachada profunda desde la rambla, en la cual la imagen final se construye por la superposición de los volúme-nes neutros de nueva generación y la vieja fachada de la casa central. Los cuerpos laterales enmarcan la imagen frontal del viejo edificio.

ENTRE NAVES CUBIERTO _ ENTRE NAVES A CIELO ABIERTO / 2 /

El proyecto contempla especial-mente la relación del edificio con el conjunto urbano y los edificios del su entorno inmediato: la propia casa central del BROU, las man-zanas linderas y la rambla 25 de Agosto.

Cayón-Christoff-de Sierra

AUTORES:Arq. Álvaro CayónArq. Daniel ChristoffArq. Fernando de Sierra

ESTUDIO ASOCIADO A2TArq. Fernando Ayala Bach. Juan AltieriArq. Pilar MuñozArq. Virginia Gómez

COLABORADORES:Arq. Cecilia AzuagaArq. Gonzalo NúñezBach. Daniel PalermoBach. Dani el MartinezBach. José MarzaroliBach. Osvaldo SabañoBach. Sara Brando

COLABORACIÓN ESPECIAL: Estudio Territorio y Ciudad / Jerez de Frontera, Cádiz, EspañaArq. Pedro GórgolasArq. Manuel González FusteguerasDr. Sebastián OlmedoApar. Andrés Luque

Infografía: Estudio A2T

ASESORES:Sanitaria y sostenibilidad:Arq. Eduardo BrenesTérmico, sostenibilidad y sistema de control: Ing. Luis LagomarsinoEléctrico e iluminación:Ing. Ricardo HofstadterEstructura: Arq. Marcos LowesteinArqueología: Lic. Elizabeth OnegaVientos: Ing. Valeria Durañona

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LAS NAVES Y SU ENTORNO URBANO / 3 /

La altura de las dos naves propues-tas asume las alturas de las alas laterales del viejo edificio del Ban-co República, continuando visual-mente su volumen y configurando de esta manera un proyecto que no violenta la pregnante construcción original y contribuye en su confi-guración volumétrica a resaltar los valores simbólicos institucionales del edificio precedente.

LAS NAVES Y LA CASA CENTRAL / 4 /

La articulación espacial entre la sede central y la nueva propuesta se configura por un espacio público, peatonal y de transito enlentecido, que activa los distintos usos ubica-dos en las plantas bajas, constitu-yéndose, de esta manera, en el co-razón del conjunto edilicio.

La unión funcional, resuelta subte-rráneamente, se hace aparente en el espacio público calle Piedras con un volumen vidriado transparente recostado sobre el zócalo macizo de la casa central y por el desnivel que sugiere la visión parcial de la Atarazana.

En acuerdo con el PECV, se carac-teriza este sector Piedras como «calle con coexistencia de tráficos

y calles con ampliación de vere-das» incorporándola así al sistema tránsito peatonal. En este sentido se supone un «condicionamiento de circulación de vehículos a favor de la circulación peatonal por me-dio de la limitación de las sendas vehiculares; y la señalización, la pavimentación y el mojonado ade-cuado. Al mismo tiempo se piensa en la continuidad del nivel de pa-vimento»

LAS NAVES PERMEABLES

El PECV es la referencia para las actividades sugeridas para las construcciones, buscando un «ade-cuado nivel de actividades» y pro-poniendo diversos grados de acce-sibilidad por las cuatro fachadas del conjunto edilicio, formulando un adecuado orden jerárquico de accesos. En este sentido, varía el grado de permeabilidad de las dis-tintas fachadas en acuerdo con el carácter e intensidad de los flujos de actividades que estructuran el proyecto. De esta manera no se ge-neran perímetros ciegos y se acti-van diversos sectores del conjunto en horas de funcionamiento fuera del horario bancario.

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Banco de la República Oriental del Uruguay Nueva Casa Central

TERCER PREMIO2009 - 2010

Un edificio materialmente responsable

El costo de un edificio es una no-ción compleja, que integra al valor de construcción los costos de fun-cionamiento y manutención.

CONSTRUCCIÓNLa propuesta concibe su expresivi-dad formal y espacial sin necesidad de estresar su estructura material.

FUNCIONAMIENTOEl máximo aprovechamiento de la luz natural (80% del área de tra-bajo con un nivel igual o superior a 200 luxes), la racionalidad de la en-volvente y el aprovechamiento del agua de lluvia para consumo no po-table (utilizando el espejo de agua de la fachada N como reservorio) implican una importante compac-tación de los costos de funciona-miento del edificio.Una superficie de hasta 1500 m2 disponible para paneles fotovol-taicos y térmicos permite apoyar el suministro energético hasta donde la ecuación costo inicial/ahorro en el consumo lo aconseje.

MANTENIMIENTOSe puso especial atención a una de-finición material que minimice es-

tos costos, sea por la elección de los materiales de la envolvente (grani-to en paramentos y pisos, vidrio; y multilaminado de aluminio o chapa perforada del mismo material a las superficies blancas), sea por la fá-cil reposición parcial o total en los pavimentos interiores (pisos técni-cos con revestimiento modular) o por la accesibilidad a la totalidad de las instalaciones sin necesidad de destruir cerramientos.

Un edificio energéticamenteeficiente

La planta en U genera una gran superficie específica de la cual un tercio está en contacto con el atrio, un exterior acondicionado que dis-minuye las perdidas térmicas en los meses de baja temperatura.En verano el atrio actúa como chi-menea evacuando el aire caliente generado en las plantas de ofici-nas.Las áreas de trabajo con profun-didad de crujía moderada habilitan una iluminación natural profusa. El dispositivo de cierre del atrio cen-tral permite la entrada de sol di-recto y luz difusa a la vez. Las cinco fachadas cuentan con dis-positivos específicos que permiten compatibilizar la demanda de luz

Equipo de proyecto

Pablo Kelbauskas Victor Lorieto Conrado Pintos Luis Santellán

Asesores

Estructura Magnone Pollio Ingenieros Civiles Acondicionamiento Térmico Ing. Luis Lagomarsino

Sustentabilidad Ambiental Arq. Javier Márquez

Colaboradores

Luis Ardanche Gabriela Clavelli Christian Rodriguez Gonzalo Salvo René Martinez Juan Viñar

Kelbauskas-Lorieto-Pintos-Santellán

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natural, las visuales desde y hacia el espacio interior, y un adecuado confort térmico con mínimo apoyo de equipamiento mecánico

Cerramiento superiorSu zona central es un gran lucerna-rio que regula la entrada de sol di-recto permitiendo comportamien-tos diferenciales en el año. En todos los casos el dispositivo interior de planos colgantes transforma la luz incidente en reflejada, generando una iluminación intensa y difusa ideal para espacios de trabajo.

Un edificio culturalmente sustentable

El mantenimiento de la integridad de un edificio en el tiempo involu-cra además de su materialidad su vigencia cultural.La pérdida de capacidad signifi-cativa en estructuras materiales costosas configura un dispendio altamente censurable en términos sociales. Esta problemática, que Veltroni y Lerena Acevedo no tu-vieron que enfrentar, apoyados en códigos de aceptación total en su ámbito civilizatorio; es de carácter álgido en tiempos de abierta plura-lidad y sobre todo alta volatilidad de los lenguajes disciplinares.

Se trata entonces, de evitar el fácil camino de la seducción por el afi-namiento con la más novedosa de las modas para plasmar un edificio que siga siendo contemporáneo en el futuro.En tan difícil empresa parece con-veniente recordar que la sobriedad y la austeridad han sido siempre características de nuestros más valiosos productos culturales.En este caso la responsabilidad es doble ya que un fracaso comunica-tivo del nuevo edificio podría de-teriorar también la presencia del histórico.Dicho esto, por la positiva, ambas construcciones debieran plasmar una relación sinérgica que se ali-menta tanto de continuidades, afinidades y analogías como de contrastes, tensiones y mutuas re-significaciones.

CONTINUIDAD

EN LO URBANO.- El edificio pro-pone una ocupación contundente de la manzana, con un prisma ní-tidamente definido afirmando la continuidad espacial de la trama indiana.La escala resultante de esta inter-vención de gesto único afirma, por contraste con la lógica de agrega-

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ción del tejido dominante, el ca-rácter monumental de la obra y la coloca en posición de relacionarse con su mayor, el edificio histórico.EN LO FORMAL.- El nuevo volumen toma la altura de la cornisa de la sede central, última y definitoria referencia horizontal particular-mente apreciable en la visión es-corzada y elevada que las calles Zabala y Solís proponen a partir de Sarandí.En esta perspectiva aparece con protagonismo el carácter profundo, o espeso, de las fachadas laterales de ambos edificios.La búsqueda de esta continuidad no mimética termina apoyándose en el uso del mismo granito gris de acabado mate con carácter prota-gónico en muros y pavimentos.EN LO ESPACIAL.- Ambos edificios se estructuran en torno a un es-pacio de marcada centralidad que vincula todos sus componentes y define el carácter del edificio en su interior.

CONTRASTES

EN LO URBANO.- El nuevo edificio ofrece su interior como espectá-culo que el ojo incorpora al paisaje ciudadano, operación que se afirma en la transparencia que en distinta modalidad y escala de percepción ofrece a las cuatro calles y en la di-mensión de los espacios percibidos.

EN LO FORMAL.- El prisma platónico que regla la composición contrasta con la vocación maciza del edificio histórico al presentarse como una caja definida por sus planos lími-tes y habitada por una construcción leve, blanca y transparente.

EN LO ESPACIAL.- La composición académica supone puntos de vista fijos y privilegiados en la percepción de la obra. El edificio propuesto se genera a partir de la concepción espacial moderna, con sus percep-tores en movimiento, sus visiones diagonales, cruzadas, su gusto por la transición escalar y su vocación por el espectáculo variable de su

propia actividad. De esta vocación es sintomática la concepción del puente que une los edificios pro-poniendo una resignificación del histórico a partir de una visión no prevista por su proximidad y ángulo forzado.En una escala más importante la incorporación de la vieja Atarazana como un objeto observable al inte-rior (con su dimensión original re-cuperada) se resignifica por el con-traste de escala, posición relativa y lenguaje obtenido.

EN LO PROGRAMÁTICO.- La convi-vencia de diferentes programas, que supone la intersección de di-ferentes universos de usuarios, ho-rarios, y modalidades de relaciona-miento con el edificio redunda en una intensificación de la experien-cia individual y en una apertura de posibilidades imposibles de prever en su totalidad.

EN LO SIMBÓLICO.- La conviven-cia del programa bancario con el complejo cultural y sus expresio-nes físicas y de actividades, al igual que la incorporación de obras de arte a la imagen urbana del edifi-cio expresan un nuevo tipo de ar-ticulación social complementaria y no sustitutiva o contradictoria con aquella que la estatuaria del acce-so a la cede central propone.

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BIT Centro de Bienvenida, Interpretación y Turismo del Uruguay COLONIA DEL SACRAMENTO, URUGUAY

Dr. Alvaro LópezEn representación del Programa BID-MINTURD

Lic. Benjamín LiberoffEn representación del Ministerio de Turismo y Deporte

Arq. Manuel OdriozolaEn representación de la Intendencia Municipal de Colonia

Arq. Martín GualanoEn representación de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay

Arq. Alejandro BaptistaEn representación de los proponentes

Arq. Miguel Angel OdriozolaAsesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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ENTRE EL RÍO Y EL TIEMPO

Laura Aleman

El volumen ocupa un espacio lineal, extenso, continuo: un filo entre la tierra y el agua, una larga cinta que discurre junto a la vía férrea y el río. Y allí, entre la ciudad y el puerto, se instala como umbral: es portal, comienzo, augurio.

La intención es inducir la pausa: ofrecer un atrio de ingreso al vi-sitante y un lugar de encuentro al ciudadano. Mostrar lo mejor de la ciudad y del país ante el mundo: el edificio quiere ser emblema o sím-bolo. Sobre esta base, la demanda se asume con autonomía: la pro-puesta independiza los servicios —gastronomía, información turís-tica—, suma espacios imprevistos —terraza elevada, patio de escul-turas, centro de emprendedores turísticos—, define una espacia-lidad rotunda. Crea un ambiente diáfano que se inunda de azul, de verde, de tonos rojizos: el juego de rampas que trepa en el hall permi-te apreciar los ceibos, el puerto, la piel vegetal del edificio.

La fachada al río es abstracta y muda. Tiene la neutralidad del plano, la aescalaridad del agua, el poder de lo indiviso. En la noche se

convierte en faro, foco, lámpara encendida; un cuerpo tendido y ra-diante en la penumbra. Por detrás se abre hacia el casco viejo, toma contacto con la grilla: se quiebra, se ahueca; se hace terraza, cuen-co, vasija. Adquiere escala humana, acoge y recibe al lugareño.

Pero este esquema bifronte se cose y anuda: el esqueleto metálico ins-taura la repetición; impone unidad y ritmo al conjunto. Y también lo hacen los nervios de acero que dan base al velo verde y orientan su curso: el manto vegetal reviste su versión geométrica, transita por su propio espectro, recorre su ca-ricatura. Como si el Árbol Gris de Mondrian volviera a ser árbol y a ser verde en un regreso imprevis-to. Nace así un jardín vertical que modera el sol y el viento y proyecta el incierto color de la sombra en el recinto.

Afuera, la plaza de acceso condu-ce al edificio. Lo precede y anuncia. Es preludio, prólogo, vestíbulo. Un breve trayecto flanqueado por la vieja sede ferroviaria y rodeado de ceibos, jazmines y cipreses altivos. El suelo teje allí un diálogo ances-

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tral, revela la tensión que late en el proyecto y le da impulso: el verde y el gris, la piedra y el vidrio, natura-leza y artificio. Así, el césped brota en diagonal y corta el pavimento duro, y el dibujo resultante invoca de algún modo la piel del edificio. Más lejos está el parque envol-vente, la faja que media entre la trama urbana y el lecho del río. La pieza se instala allí con humildad, sin hacer ruido; asume el talante del espacio que le da cobijo. Y hay aquí una gran modestia: los gestos son cautos, discretos, medidos; el

sitio los absorbe de tal modo que parecen sucumbir bajo su influjo. Se conserva la vegetación exótica y nativa, se rescata un tramo de vía férrea, se incorpora equipamiento mínimo. Hay aquí un hacer fundado, una apuesta precisa. Porque lo que parece tan fácil esconde un reto difícil; implica recato, reserva, re-nuncia. Porque esta virtual mode-ración supone una genuina opción de proyecto: el recurso a una acción débil que se sabe fuerte, el manejo de una idea que habla en voz muy baja y atiende a lo que dice el sitio.

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Autores del ProyectoESTUDIO ZIPArq. Luis Andrés ZinoArq. Guillermo Probst Arq. Diego FerrandoArq. Daniela FreibergArq. Juan Pedro GiordanoIng. Agr. Rafael DoderaBach. Sebastián Pérez

Colaboradores:

Ingenieros Civiles Magnone-Pollio

Arqueóloga Elizabeth Onega

Ingeniero Sanitario Alejandro Curcio

Ingeniero Lumínico y Eléctrico Ricardo Hofstadter

Gestora Cultural Licenciada Silvana Bergson Diseño Gráfico I+D Audiovisual Álvaro Zinno

BIT - Centro de bienvenida, interpretación y turismo del Uruguay COLONIA DEL SACRAMENTO

Testimonio de encuentrosESTUDIO ZIP

Históricamente este lugar ha sido escenario de encuentros. Imperios, culturas y voluntades políticas, de-jaron testimonio silencioso de su existencia, que hoy puede leerse configurando una impronta parti-cular.

El proyecto acepta esas preexisten-cias e intenta incorporarse con una vocación integradora, propulsora de un nuevo espíritu, como portal de entrada a un país que se recali-fica como destino.

El espacio público configura así un elemento principal de la propues-ta, desarrollado a diversas escalas, transformándose en vinculador de las preexistencias y brindando a la ciudad nuevos espacios de uso: la plaza de los Ceibos -como prólogo a la experiencia del Centro- la re-calificación del carácter autóctono del parque costero y la nueva te-rraza.

El espacio se construye para ser vi-vido como una inmersión a lo na-tural antes de entrar al centro, un prólogo necesario para vivir la ex-periencia Uruguay.

La Plaza de los Ceibos como espa-cio de recepción a nivel del parque,

el Centro con su piel verde, la re-mesa y el agrupamiento de ceibos -flor nacional- sobre un solado de hormigón cruzado por nervaduras cubiertas con césped.

El edificio se posiciona dentro de linealidad espacial configurada por la implantación de instalacio-nes que testimonian el pasado fe-rroviario del predio. A la vez busca marcar fuerte presencia desde el agua como llamador, en la aproxi-mación del barco hacia la costa.

Por otro lado propone una facha-da de escala más urbana hacia la calle Odriozola, posibilitando su apropiación a través de interven-ciones artísticas, la cual se va des-materializando hasta convertirse en una terraza en el sector de vi-suales más despejadas hacia el río, brindando un espacio soporte para actividades culturales de la ciudad. El edificio se transforma así en un condensador de actividades donde interactúan locales y visitantes.

La piel vegetal, considerada como recurso estético y compositivo de la cultura de la sostenibilidad, enten-dida como parte fundamental de la vivencia del espacio y de la imagen de un país: Uruguay Natural.

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Esta fachada incide sobre la calidad medioambiental dentro y fuera del edificio. Protege al interior del sol y los vientos, según su orientación. El velo vegetal de bignonias rosadas, genera tamices de luz provocando texturas y reflejos diversos al inte-rior, y transforman a la naturaleza en una obra de arquitectura. Fun-ciona como jardín vertical, que per-mite la proximidad a flores, perfu-mes, mariposas y denota el pasaje del tiempo por variaciones fenoló-gicas y estacionales de la especie seleccionada. Otros elementos generadores del edificio son la estructura de pór-ticos en diálogo con las preexis-tencias ferroviarias, minimizando

su mantenimiento con el uso de acero corten. Una trama dispuesta geométricamente inspirada en el estudio de nervaduras de hojas de árboles nativos, sobre las cuales crecerán las enredaderas. El siste-ma de rampas, vincula el nivel de calle y parque a través de recorri-dos múltiples generando un eje de acceso único al edificio. Las áreas técnicas y de servicios se concen-tran liberando el resto del volumen a las exigencias programáticas del edificio. Al interior, se generan vi-suales que proponen la percepción global del lugar; el acceso por la rampa principal interior dentro del hall lineal en doble altura invita a percibir durante su recorrido el

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espacio global del edificio, el velo verde, la plaza de los ceibos y el puerto.La propuesta responde a las exi-gencias programáticas con flexi-bilidad posibilitando el uso de los

distintos espacios como el área gastronómica y el de consulta tu-rística de forma independiente. Se agregan espacios no exigidos por el programa que consolidan al edifi-cio como polo atractor.

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C.U.R.E. CENTRO UNIVERSITARIO, REGIONAL ESTE.

SEDE MALDONADO UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA

Dr. Gregory RandallEn representación de la Universidad de la República

Arq. Salvador SchelottoEn representación de la Universidad de la República

Arq. Juan Pedro VenturiniEn representación de la Intendencia Municipal de Maldonado

Arq. Marcelo Payssé ÁlvarezEn representación de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay

Arq. Gustavo SchepsEn representación de los concursantes

Arq. Hugo PérezAsesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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Suelen ser los concursos una opor-tunidad de expresión y difusión de las cosas que venimos pensando, diciendo y haciendo. Fruto de su condición, cada concurso despier-ta debates, polémicas, y expone en su conjunto y especialmente en sus fallos, una fotografía del momento, donde cada uno y todos formamos parte de algún cuerpo de opinio-nes, sin consensos y de variadas posiciones. Se sabe que el concurso no constituye el advenimiento de verdad alguna, pero los proyectos serán ponderados según sus virtu-des y seleccionados los mejores en función de ciertos criterios. Esto, de alguna forma, se constituye en una relativa validación y es manifesta-ción para pares y extraños de cómo viene la mano. (O más o menos).

Pero los concursos están hechos para competir y de ellos surge un ganador, sin retórica: el mejor.

Sin sorna alguna, ya que los con-cursos suelen ser caldo de confron-taciones de todo tipo, corresponde decir que los concursos los ganan los mejores o, al menos, algunos tipos de mejores. Tal vez aquellos que, enfocando su creatividad, su experimentación, transiten “justo” en las aguas inciertas de los acuer-

dos, en los aspectos que cautiven el mayor porcentaje de positivos, en jurados que actúan como modera-dores y resultan verdaderos ecua-lizadores entre novedad y certeza, experimentación y riesgo.

Como reflexión concreta, dedu-ciendo de ello cómo viene la mano (disculpas por la jerga) , estas no-tas descubren tópicos en las lectu-ras de los ganadores y en particular en el Primer premio. (O digamos mejor, la mejor opción de una densa convergencia de variables).

Dosis inspirada de algunas varia-bles:

Materia dura.

Diría un sommelier: “objeto único, rústico, obtuso (lento en discurrir), con cierto paladar de lo tectónico con toques de graciosa tozudez”. Se manifiesta como un objeto denso, en su condición material, pero más aun en su tectónica, la que transita en mecanismos de austera defini-ción.

La materia se cristaliza en una cas-cara que responde directamente con su demanda interior pero con mecanismos de “cierro y abro” tos-

Notas de este tiempoComentarios dispersos sobre la arquitectura de los premios del concurso del CURE, en Maldonado, 2009.

Juan Apolo

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camente definidos. El resultado: un artefacto sólido, de poca gestua-lidad en su instrumental y de una definición directa. Su interior, no exento del mismo aura, discurre con mayor distención detrás de la geo-metría de los patios y crujías y la sobria mezcla entre la carpintería de vidrieras y las pieles metálicas que tamizan la insolación. Elude hábilmente la definición figurativa, y lentamente transforma las solu-ciones en sus propias figuraciones en lugares menos concurridos de la semántica tradicional pero en ple-no metalenguaje plástico heredero de su materia plástica y su forma.

Luego nada más ejerce manifesta-ción arquitectónica determinante, ni sus objetos de equipamiento, sus planos de paramentos o el escaso verde de sus patios. He ahí el obje-to, pleno de solidez genética y dis-curso llano, directo.

Binomio entre hostilidad y simple-za.

En el caso, el proyecto transita en esa factura concreta, la economía de recursos lingüísticos y espacia-les (lo que llena de virtud al plan-teo e introduce al resultado en esa cuestión de derivación plástico-es-

tética). El laconismo de la expresión emite una señal de mutismo en el código de su lectura, y expone mo-mentos de incómodo silencio que pueden interpretarse de dos modos en la expresión cotidiana: la hosti-lidad por lo sofisticado o lo críptico de la simpleza rústica.

Aún así, cabe con incuestionable precisión, describirlo como: fácil, directo, certero.

Objeto en contraposición a disper-so e integrado.

La opción del “objeto” de arquitec-tura es la opción de la mayor par-te de los concursantes. Es un claro síntoma de esta época. Los rasgos “sociales” y urbanos de la arqui-tectura se confinan a su propia condición, aun en las declaracio-nes de urbanidad que acompañan las ideas. Claro, esa urbanidad está hecha de una dosis alta de ensimis-mamiento, de la ciudad tal como “yo la interpreto” y no en la esencia de ella misma, en la conformación de sus partes y fundamentalmen-te en su concepción de lo público. La respuesta objetual encierra sus propios exteriores, sus nexos y je-rarquías. En concreto este primer premio manifiesta sus fronteras de

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un modo tajante y no expresa em-patía en código urbano. La arqui-tectura urbana, aquella que incor-pora y hace ciudad en la dimensión de los espacios, su materialización y su uso, está ausente en casi todos los trabajos presentados.

Sistemas de sumisiones.

(De la sobria presencia del objeto a la determinación tajante del siste-ma de sumisiones).

Como mecanismo de orden e in-teligencia topológica, el artefacto ganador genera la mecánica de las crujías que se separan por espacios abiertos y se introduce el conector longitudinal a la serie, en una ope-ración simple de vínculos y servi-cios que distribuye los flujos en esa seriación.

En el Primer Premio, el orden es-tricto y la acertada configuración de cada parte, aproximan las cua-lidades, curiosamente, a un sin-sabor paradójico. Quiero decir: la detallada expresión del sistema como declaración de procedimiento proyectual (acertado y efectivo), en tanto “maquinista”, torna las so-luciones en un proceso fractal más que en un algoritmo. Cada conse-

cuencia del sistema se configura como “más de lo mismo”. El edifi-cio se dedica a cultivar su propia virtud y la atmósfera deviene en un autismo leve que disfruta de su propia consistencia a cubierto de la energía externa que irradia seme-jante mole. Es consecuencia de ello la afable imagen de “nave nodriza” que le cabe desde un principio.

Tal vez sea éste el primer cuestio-namiento que pudiera hacérsele al edificio, que ha inventado su for-ma de supervivencia, una suerte de avatar de su propio universo. Pero no faltan razones generales para tal actitud: su posición urbana, su llamado a ser signo del conoci-miento de este nuevo siglo y todos los argumentos que relativizan la megalomanía inmanente de estos edificios exponiendo sus obsesio-nes como pruebas de un modo con-creto de observar las cosas pero, definitivamente, a la sombra de los tiempos que corren (…).

La cautivante hipnosis del número tres.

Si alguna característica de este ar-tefacto fuera derivada de aspectos menos fácticos, y si ella pudiera hablarnos más de sus virtudes, con

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el afán de encontrar razones más allá de los órdenes establecidos, las geometrías dominantes y las invenciones sistémicas que la pro-puesta maneja, sería interesante recostarnos a entender la fuente de valoración que introduce la cons-tante presencia del número tres en los rasgos compositivos y proyec-tuales.

En series de tres (y juegos de ter-cios) se resume gran parte de las reglas que aquí imperan. Las tres crujías que someten patios de cuestionables proporciones, los tres niveles con que se responde a las demandas dimensionales y to-pológicas, el tercio de su boca de acceso, los paños tripartitos del hormigón rústico de sus fachadas (consecuencia de los tres niveles) que le permiten dibujar la “guarda griega” de sus fachadas.

Las seis aulas, los nueves estudios, las tres aulas mayores, los dos ter-cios del auditorio

Comentemos (solo por espíritu lu-dens, que en numerología, el nú-mero tres implica algunas caracte-rísticas. Simboliza el movimiento continuo y la perfección de lo aca-bado. El numero tres como manifiesto de serie y de distancia empática. El

tres rehúye a la simetría, a la lógi-ca empática, al quehacer de partes, remite al orden y nunca al revés.

El tres es la manifestación básica de seriación, de letanía y jerarquía

Le recae el estadio inicial de la con-fabulación y desconoce la energía del diálogo. Luego expone el orden como sentido vital.

Su constancia en la propuesta le aporta un grado de rigidez al con-junto de elementos componentes e instrumentos, casi permanente-mente.

El proyecto es tomado desde su gé-nesis en el valor del encantamiento, y lo consigna a su fortaleza formal y las hábiles decisiones materiales internas que relatan su constric-ción a la tectónica como baluarte indiscutible de sus virtudes.-

PD: Volviendo a leer estas notas producidas de un modo disperso, me he permitido subrayar lo que parece estar signando el espíritu de estos tiempos. En esa selección de frases tal vez esté el resumen de algún todo de muchos adeptos, parte de un decir implícito del con-junto de proyectos. Y tal vez sea un rasgo de cómo viene la mano.

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PRIMER PREMIOLenzi-Toledo

Lo urbano arquitectónico - las múltiples lecturas

La presencia de un nuevo edificio de la Universidad fuera del área metropolitana, supone un reto a la hora de establecer su carácter de edificio institucional, buscando en paralelo una intervención no im-positiva con el entorno inmediato y sinérgica con los usuarios poten-ciales.

El nuevo concepto de plataforma desarrollado por la UdelaR para la planificación de los nuevos centros en las diferentes regiones del país, implica el proyecto de edificios que incorporen un sistema operativo de manera de propiciar distintas modalidades de uso y apropiación, reuniendo y contemplando las di-versas aristas del quehacer univer-sitario: la formación, la investiga-ción, el cogobierno, los encuentros casuales, el solaz de las horas li-bres, todo se nuclea bajo el mismo cobijo y tiende redes a su vez a la ciudad y mediante ella a la socie-dad toda.

Una de las ideas principales de la propuesta descansa en la genera-ción de múltiples lecturas que de alguna forma a través de sucesivas

aproximaciones puedan reflejar el carácter de la plataforma imagi-nada.Podemos hablar de lecturas esca-lares que reflejan en una primera mirada el carácter objetual, con-tundente, del edificio universitario de carácter institucional (3000m2) emplazado en el verde, identifica-ble en lo inmediato como punto, forma, plataforma.Primer dato en la inflexión de la trama urbana de la ciudad de Mal-donado y el verde hípico de Punta del Este. El CURE de Maldonado es mesurable, un mono volumen de 40 x 50 m de planta, 9.50 m de al-tura estructurado básicamente en planta baja + 2 niveles.Una vez asumida esa primera vi-sión, el análisis mas detallado de la propuesta revela una organiza-ción mediante el uso del esquema de bandas que facilitan desde su génesis la concepción evolutiva, etapabilizable y modular, concep-tos desarrollados más adelante. A su vez este sistema, tan esque-mático como flexible, propicia las secuencias espaciales apropiadas para este tipo de edificios, pasando de la previsibilidad generada por la reiteración a la perturbación pro-vocada por la sorpresa.

Autores del ProyectoArq. Santiago Lenzi BattoArq. Álvaro Toledo Martínez

Colaboradores: Florencia LambertSantiago MartínezJavier MinassianJuan Martín Minassian

Estructura Arq. Marcos Lowenstein

Acondicionamiento térmico, eficiencia energética, seguridad e incendioIng. Luis Lagomarsino

Acondicionamiento sanitarioTec. Inst. Pablo Richero

Acondicionamiento eléctricoTec. Carlos Sosa

Acondicionamiento acústicoArq. Gonzalo Fernández

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En otra aproximación al edificio se pueden reconocer la convivencia dentro de las bandas, de locales de diversa índole plausibles de trans-formación mediante la asociación, la superposición, la conexión entre otras acciones posibles.Estas características intrínsecas del sistema posibilitan la aparición de sectores espacialmente comple-jos, reconocibles por propiciar acti-vidades reunitivas y gregarias, (hall de acceso, sala Magna, sala Magis-tral, biblioteca), mientras otras se construyen a partir de secuencias espaciales que generan un ámbi-to de carácter más reservado que inducen a la concentración y a la calma (investigación, laboratorios especiales).

Bajo esos criterios se plantean tres sectores o bases que albergan una serie de funciones específicas, es-tructuradas en diferentes niveles según el caso:

Dentro de la Base 1 relacionada di-rectamente con el acceso principal, se ubican los locales comunes a todos los usuarios, con alta concu-rrencia en determinados momentos de la jornada. En planta baja, hall de acceso, sala Magna, una triple altura vincula al primer nivel de administración y cogobierno, ubi-cándose la biblioteca e informática en el segundo nivel; nivel que inclu-ye la expansión de sala de lectura de verano, sala de sombra.

En la Base 2, dentro de la secuencia de acceso desde Aparicio Saravia, se ubica la agrupación del sector au-lario propiamente dicho. En planta baja la cantina, espacio colectivo y reunitivo, estratégicamente ubi-cado para lograr los vínculos inter bases a nivel de planta baja. El aula magistral y las aulas talleres se es-tructuran en doble altura vinculán-dose francamente con los patios; se logra otro espacio vinculante, mirador, que oficia de antesala del aula Magistral, el que se comunica aéreamente con la Base 1. El se-

gundo nivel contiene el sector de aulas comunes comunicándose di-rectamente con la biblioteca y su sala exterior de sombra.

Por último en la Base 3, se ubican en planta baja las aulas labora-torio con directa vinculación con el patio inter base, se ubica en el primer nivel el área de investiga-ción y en el intento de restringir la accesibilidad directa, manteniendo la secuencia espacial en el segundo nivel, los laboratorios.

Perpendiculares a esta trilogía se proyectan espacios conectores y de servicios que nutren al resto de los locales y preanuncian un creci-miento futuro en ese sentido.

Los vacíos interbases, se estructu-ran como patios, espacios reunitivos y de intercambios por excelencia.

Estos espacios vinculantes y de apropiación directa, establecen contactos directos e indirectos con las circulaciones horizontales y verticales, y a su vez permiten las proyecciones visuales del resto de los locales.

El espacio exterior próximo restrin-ge el entorno inmediato: lo encua-dra, lo enmarca, lo controla. Desde esa postura el edificio se posiciona dentro del predio, replegándose, lateralizándose hacia los límites menos sugerentes, pero estratégi-camente ubicados desde el punto de vista de la conectividad y rela-ción con las principales vías de co-municación.

Las acciones sobre el predio resul-tan mínimas, necesarias dado el carácter del edificio implantado: accesos, estacionamientos, áreas de maniobra.

El curso de agua y el plano verde se mantienen en todos sus térmi-nos, aguardando que el tiempo y los usuarios se encarguen de realizar los trazos necesarios.

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El edificio _economía y construc-ción

El sistema operativo inherente al diseño de la plataforma, incorpora además aspectos constructivos que se entienden pertinentes a las ca-racterísticas del tipo de edificio a proyectar.

A partir del sistema constructivo a utilizar se trabaja sobre una grilla, cuyo módulo básico es 186 cms. Se estructura en base a una serie de pilares con un paso de 5.6 mts, y la luz libre a salvar por los entrepisos es de 11.20 mts.

La estructura de los entrepisos se resuelve con losetas de hormigón prefabricado, favoreciendo la ca-pacidad de intercambio en vertical; con la suspensión de las mismas se logra la aparición de huecos y múl-tiples alturas (hall de exposiciones, acceso principal).

En los extremos de las bandas se proyecta un muro técnico que ca-naliza las instalaciones en vertical desde la cubierta a la planta baja. Sobre dicho muro se recuestan los servicios en general. A su vez en ho-rizontal son trasladables las insta-laciones sobre un cielorraso móvil,

permitiendo su inspeccionabilidad.Se genera el desarrollo de plantas libres, flexibles, en las que el con-tenido es intercambiable dada la versatilidad del sistema.Los materiales usados se remi-ten a la tradición de durabilidad y permanencia reconocida en obras públicas y se prioriza una construc-ción seca que agilite los procesos constructivos con la obvia respues-ta en la economía general de la obra.

Se tiene en cuenta el ambiente sa-lino de Maldonado a la hora de ele-gir los materiales por su alta dura-bilidad y mínimo mantenimiento.

Todos los componentes y procesos constructivos son de rápida y se-gura puesta en obra, dado que se obtienen dentro del territorio na-cional y poseen un comprobado uso a través del tiempo.

La propuesta a nivel de materiales se puede sintetizar de acuerdo a los siguientes puntos:

Hormigón: resuelve la estructura portante y la solidez y contunden-cia de la imagen en fachadas. En estas últimas se proyecta una ter-minación vista con la previsión de

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los recubrimientos necesarios para el óptimo confort térmico.Aluminio: utilizado en cerramien-tos en general. Fundamental en la resolución de las fachadas tanto en aberturas como elementos de pro-tección solar (parasoles)

Tabiquería interna: se minimiza el uso de muros y tabiques convencio-nales de mampostería, priorizando la utilización de tabiques simples y dobles de roca de yeso, con su co-rrespondiente aislación acústica.

Pavimentos: durables y de fácil mantenimiento. Por su capacidad de resistencia al alto tránsito se considera el uso de monolíticos en interiores y alisados cementicios en exteriores. En terrazas accesibles al público se proyectan pavimentos tipo deck de maderas tratadas.

Cielorrasos técnicos: inspeccio-nables y desmontables en todo su desarrollo. Se colocan cielorrasos conformados por estructura de aluminio y placas modulares.

Instalaciones: serán inspecciona-bles en todo su recorrido. La pre-sencia combinada del muro técnico, los cielorrasos desmontables y la tabiquería de yeso, facilitan el con-

trol, la sustitución eventual de pie-zas y los cambios de recorridos sin la rotura y alteración del edificio.

La plataforma - confort

El posicionamiento estratégico del edificio y la propia toma de partido se realiza a favor del acondiciona-miento natural, con el objetivo de optimizar las pérdidas y ganancias energéticas. El paisaje, asolea-miento, la luz, vientos, ventilación natural y artificial, son contempla-das en el desarrollo del antepro-yecto.

Todos los locales donde se dictan clases en forma directa se orientan de modo de no recibir el sol sobre el plano de trabajo. Aquellas fa-chadas con mayor incidencia solar son protegidas en una primera lí-nea por parasoles adecuados a las horas y ocurrencia. En segunda ins-tancia las circulaciones horizonta-les ofician de aleros naturales.

Los vientos dominantes son contro-lados en primera línea por barreras vegetales; en el caso de los accesos y vacios propios del edificio se con-trolan por medio de vidriado corta vientos a los efectos de prolongar el uso estacional y el confort.

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El sonido determina también la toma de partido general y la ubi-cación relativa de los componentes programáticos dentro del sistema. Las áreas ruidosas separadas por los vacíos generan un circuito for-mado por las estructuras circula-torias y aquellos locales favorables para la relación y encuentros. Un ejemplo claro es el circuito creado por las aulas en vinculación direc-ta con el aula Magna, la adminis-tración y cogobierno, y la cantina, desvinculado del área destinada a la investigación.

Los laboratorios en especial son objeto de estudio pormenorizado a los efectos de dotarlos de los re-querimientos básicos para la inves-tigación científica. Se los ubica en

la planta superior a los efectos de la renovación directa del aire y de la evacuación de gases producto de procesos reactivos u otros.Se consideran todos los aspectos a nivel de seguridad (dos vías de ac-ceso, escalera de incendio, ducha y piletas de emergencia en zona ex-terior del laboratorio) así como los que tienen que ver con la incorpo-ración de esclusas de cierre entre áreas limpias y sucias.Las instalaciones se prevén dentro del esquema de flexibilidad gene-ral del edificio e incluyen, red de desagüe y abastecimiento, gas, aire comprimido, energía eléctrica tri-fásica y corrientes débiles.Los tabiques interiores de placa de roca de yeso, pensados para dotar al edificio de la máxima flexibi-

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lidad incorporan en su diseño las aislaciones acústicas necesarias para un adecuado confort.

La regional accesible

Independientemente de la capaci-dad física, intelectual o sensorial del usuario, la propuesta edilicia pretende ser accesible en cada uno de sus locales. Los circuitos confor-mados por circulaciones horizonta-les, rampas y ascensor permiten el desplazamiento total a través del edificio.

Se ubican servicios higiénicos para discapacitados en cada nivel, ade-más de la incorporación de un códi-go puntual rugoso en las circulacio-nes para no videntes.El análisis de los desplazamientos en silla de ruedas se puede ver re-flejado en círculos de 120 cm que recorren todas las plantas.A nivel urbano y de arribos el es-tacionamiento a nivel establece un contacto cercano con la entrada principal del centro. Se proyecta además un acceso vehicular para-lelo a los usuarios discapacitados.

La regional eficiente

La eficiencia es lograda a partir

de la implantación del objeto en el predio respecto al sol y al control de las pérdidas y ganancias ener-géticas, maximizando las medi-das de protección pasivas, a fin de evitar el impacto de instalaciones mecánicas y su coincidente costo operativo.

Se proyecta que las azoteas sean capturadoras de energía solar a través de paneles que generen el abastecimiento lumínico artificial de emergencia y el suministro de agua caliente sanitaria.

El uso del predio con volúmenes edificados se restringe a la ban-da oeste, liberando el resto como territorio libre, verde y natural, sumando zonas verdes interiores y propiciando en algunos casos la aparición de azoteas vegetales. Se propone minimizar las áreas pa-vimentadas, utilizando materiales de baja reflectividad térmica, co-locando bloques alveolados permi-tiendo crecer el viernes.En definitiva se considera que bue-na parte de la eficiencia se logra a través del no gasto exhaustivo energético.

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SEGUNDO PREMIOKelbauskas-Lorieto-Pintos-Santellán

Estrategia

Frente a un área extensa de domi-nante natural, el edificio se implan-ta afirmando su carácter de hecho artificial, creado, aislando una por-ción dimensionalmente controlada para albergar y propiciar el rela-cionamiento de los miembros de la comunidad académica.

Programa

Se agrupan claramente las acti-vidades de enseñanza y de inves-tigación a los lados del espacio de relación y los servicios centrales, afirmando las características pro-pias de cada área:investigación_ ámbito del trabajo individual o en grupos reducidos, del aislamiento y el silencio, de la reflexión y el estudio.enseñanza_ ámbito de la actividad grupal, del intercambio permanen-te, del relacionamiento abierto, del bullicio y el dinamismo.

Los espacios comunes materializan y propician la comunidad acadé-mica, tanto en las actividades for-mativas y deliberativas (biblioteca, aula magna, aula de videoconfe-rencias, etc.) como en las de ocio y recreativas (cantina, terrazas y cir-culaciones, etc.)

Las circulaciones se conciben como lugares de encuentro provistas de un equipamiento implícito y mate-riales que propician el estar ade-más del pasar.

Es el espacio central del edificio, lugar de encuentro, de ocio, obje-to de contemplación y separación entre los sectores de enseñanza e investigación. El estanque permite que sus dimensiones sean genero-sas, propiciando un espectáculo a los espacios interiores y exteriores y evitando la sensación de espacio vacío cuando no se usa. Confluyen en él las pluviales de todo el edi-ficio, y oficia además de regulador

Autores del ProyectoPablo Kelbauskas Victor Lorieto Conrado Pintos Luis Santellán

Colaboradores: Federico Bergamino Santiago Hernandez Elvis Marrero Salvo René Martinez Juan Viñar

Estructura Ing. C. M. Scosería Acondicionamiento Térmico Ing. Luis Lagomarsino

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térmico, reserva de incendio, y pro-veedor para el riego y cisternas.

La estructura mixta de pilares de hormigón armado, muros de blo-ques termocret y vigas metálicas, se complementa con losetas prefa-bricadas de hormigón pretensado y una cubierta de paneles térmicos, permitiendo una rápida ejecución, bajos costos y flexibilidad.

El crecimiento se habilita con la previsión de una doble acometi-

da de circulaciones e instalaciones en el sector de servicios generales, los que pasan a tener una ubica-ción central; simultáneamente se termina de conformar un segundo patio de características distintas y complementarias a las del patio del agua. En la alternativa graficada se supone un 50% de crecimiento del área de aulas y laboratorios, pu-diendo llegar a ser del 100% dentro del predio inicial.

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CONCEPTO | EL TODO Y LAS PARTES

El edificio universitario impacta potencialmente en la memoria de quienes transitoriamente lo usan o pasan por él, llegando a ser un punto de referencia en sus vidas. La magnitud del programa supone y exige cuasi una condición urbana como estrategia de aproximación. Esa condición se relaciona direc-tamente con una extrema funcio-nalidad y eficiencia. Y esa extrema funcionalidad con la necesidad de crear un ámbito intenso, un espacio intenso, público, privado, tranquilo y de intercambio a la vez, rápido y lento, de dispersión y concentración, etc.; todo esto debe coexistir y ser resuelto en un único ámbito, poten-te, coherente, funcional. Un lugar que debe funcionar y a la vez pro-poner relaciones, intercambios, vín-culos; un ámbito que debe propiciar un fuerte sentido de pertenencia. Es por eso que el proyecto trata de ser simple, austero y eficiente, relacio-nado con la necesidad de generar una arquitectura sumamente efi-ciente, prolija, básica pero potente, fuerte, capaz de generar y transmi-

tir esa necesidad de recordar o en-tender que este es un ámbito donde el usuario pasa una gran parte de su vida, usándolo, trabajando, estu-diando, divirtiéndose, etc.

LO URBANO

Del punto de vista urbano, la pro-puesta trata de explorar e inter-pretar la situación existente hoy en el área donde se ubican los pre-dios, considerando como punto alto de la misma las posibles sucesivas etapas que plantea el concurso. La propuesta nace prácticamente de esta interpretación ya que se con-sidera una situación muy favorable para el futuro de la universidad, el posible crecimiento de la misma, in-corporando el predio anexo, trans-formando la situación actual de único frente a una de doble frente con todo lo que significa, pensando en temas como la accesibilidad, tan importantes en un programa como este. Es en este marco que la pro-puesta considera esa posible doble accesibilidad, considerando en una situación primaria o inmediata un único acceso directo al predio ad-

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TERCER PREMIOBáez-Durán

Autores del ProyectoMBAD ARQUITECTOS Mario Báez Adrian Durán

Colaboradores: Matias PereiraVictoria LópezMarcelo Benvenutto

Presupuesto Claudio Rittorni

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judicado por la calle Tacuarembó, único acceso peatonal, para vehícu-los, birrodados, bicicletas, etc.; de esta manera se plantea ese acce-so atravesando una zona existente de fuerte presencia de vegetación, cruzando la cañada existente, late-ralizando el mismo en el límite NE. Inmediatamente de cruzar esta si-tuación se propone la presencia del parking. Este punto es clave ya que como se indicó al principio la posible situación futura resulta muy atrac-tiva y favorable de pensar desde el inicio, para la cual se propone un circuito vehicular, trasladando el inicial propuesto hacia el borde NE nuevo que se correspondería con la situación final. El mismo se propone como un paseo natural, paisajístico, bordeando los accidentes naturales existentes como la cañada, e imple-mentando un circuito que atravesa-ría todo el predio futuro de calle a calle, con un carácter fuertemente más natural, un trazado orgánico, donde el concepto de accesibilidad y paseo se funden, alejándose en parte de la propuesta arquitectó-nica por momentos, acercándose en otros, disfrutando del paisaje, y o solo accediendo al complejo uni-versitario. Otra consideración im-portante en este punto es el estudio y reestructuración del futuro límite del nuevo predio hacia el club hípico y hasta llegar a la calle Honorato de

Balzac. Como parte del circuito pai-sajístico descrito con anterioridad y respaldo del mismo, y a su vez como estudio y reacondicionamiento de un límite hoy inexistente pero ne-cesario de futuro. Para el mismo se propone acondicionar dicho espacio como parque natural, incluyendo el trazado de la cañada como atrac-tor y elemento natural a potenciar como situación paisajística. Se pro-pone para dicho espacio la posible creación de lugares estancos, po-sibles paradas (stop & go), lugares de estar, tipo plazas, a definir más adelante, y en caso de crecimiento de la estructura edilicia se propo-ne destinar parte de esa zona a el aparcamiento de vehículos, bajo el verde. Un parking acondicionado, un buen lugar para llegar, pasear, re-correr, y volver.Del punto de vista urbano la pro-puesta básicamente propone po-tenciar la situación existente, con-siderando que el predio es parte y será parte aun mayor, de una gran área verde; creemos que una situa-ción favorable como esta simple-mente hay que terminar de concre-tarla y aprovecharla como tal.

FORMA-FUNCIÓN

01 ANALISISEl programa se presenta desplegado o formado por claros y simples pa-

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quetes programáticos, asociados a diferentes funciones, como ser: ad-ministración y gobierno, enseñanza, investigación, servicios de apoyo, servicios complementarios, servi-cios generales, y espacios estructu-rales.

02 DECISIONA partir de un básico análisis de es-tos paquetes se observa dos de ellos con actividades específicas y otro paquete formado por el resto de las áreas programáticas.Esos dos paquetes más autosufi-cientes y específicos se correspon-den con la investigación y la ense-ñanza.

03 PROPUESTASe plantea entonces como primera decisión un funcionamiento en ban-das programáticas que permitan re-solver autónomamente estos requi-sitos. Esas bandas programáticas se separan por una banda en este caso sin programa, simplemente espacio, ya que se observa que ambas activi-dades, la de enseñanza y la de la in-vestigación, son sumamente espe-cíficas en cuanto a sus contenidos, requisitos y necesidades. El sector de enseñanza requiere y genera un ambiente de mayor interacción, y el área de investigación propone un ambiente de mayor concentración.Ambas bandas programáticas son capaces de funcionar independien-temente, por eso se propone bási-camente separarlas, propiciando esa independencia. A su vez existen dentro del programa áreas capaces de generar un nexo fuerte entre es-tas dos bandas. Esa área programá-tica funciona como servicio de apoyo

tanto a la investigación como la en-señanza, por la tanto y en respuesta directa, y casi literal se propone un nexo fuerte, que se corresponde con el llamado servicio de apoyo: biblio-teca y central informática.

04 RESULTADODe esta manera se genera la pro-puesta, básicamente en respuesta directa a los planteos y necesidades funcionales. El resto de las áreas del programa completan la misma, y potencian la vida común y la in-teracción del edificio. Un programa como este vive de una vida social potente, de un interacción fuerte entre las partes, entre las bandas; de esta manera se cierra el diseño de la misma propiciando en planta baja y a partir de la banda verde, de espacio vacío, entre la enseñanza y la investigación, dicha interacción, marcada fuertemente por la pre-sencia de las áreas comunes, como ser el hall principal, la cafetería, etc.El edificio propone a partir de ese espacio introducir al usuario univer-sitario; introducir a dicho usuario a un nuevo y potente mundo de acti-vidad social, educación, enseñanza, intercambio, etc.Esa banda de espacio verde propo-ne hacia un lado, generar el acceso principal, por el que todos deben pasar, absorbiendo al público natu-ralmente, y hacia el otro lado, pro-pone absorber vegetación existente en el predio, e introducirla de esta manera, completando el ciclo, equi-pando dicho espacio, acondicionan-do dicho espacio.

05 CRECIMIENTOPor último, y como parte de este razonamiento cuasi obvio, transfor-mado en arquitectura, se plantea el tema del posible crecimiento. Dicho esquema, el de las bandas, se apli-ca para el programa hoy plantea-do, pero resulta abierto. Es capaz de incorporar mas bandas progra-máticas, y conectarlas entre sí con espacios y áreas programáticas co-munes.Se trata entonces de un esquema hecho edificio, completo e incom-pleto a la vez.La arquitectura como sistema abierto, como soporte, en proceso.

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Plaza Independencia

Arq. Mercedes Medina Jurado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay

Arq. Laura Cesio Jurado por la Comisión Especial Permanente de la Ciudad Vieja

Arq. Alejandro Veneziano

Jurado por la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación

Arq. Thomas Sprechmann Jurado Electo por los Concursantes

Arq. Reneé Fernández Jurado por Ministerio de Transportes y Obras Públicas

Arq. Juan ArticardiAsesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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La reformulación de la Plaza In-dependencia no puede plantear-se como una simple estrategia de design, fruto de una selección de esteticismos à la mode. Por el contrario, parece fundamental la construcción de un relato, un sis-tema narrativo que cumpla con una sistematización de comunicacio-nes y representaciones más gene-ral. Una línea argumental que le dé sentido al cambio material que se propone, y a la vez, sea fácilmente comprensible y apropiable.

Se ha hurgado aquí en las condi-cionantes que podrían estructurar este relato, estableciendo un con-junto básico (y no exhaustivo) de siete claves inductivas. En las si-guientes líneas se explicitan estas claves, articulándolas por medio de cualidades y razonamientos más generales, que provienen de la ob-servación de la situación actual y pasada del citado espacio urbano, de su comparación y referencia con otros espacios globales de gran re-presentatividad, y del ensayo de sus posibilidades de futuro. Cada una de estas siete claves se proponen como articuladores conceptuales de las definiciones específicas del proyecto, las que se indican asocia-das a cada una de ellas. Las siete

claves intentan asimismo recons-truir un proceso iterativo según el cual se pretendió dar respuesta a la mayor cantidad posible de cons-trucciones conceptuales con el me-nor número de acciones.

De este modo, el proyecto se cons-truye a partir de una serie mínima y controlada de piezas de gran efec-to y capacidad de inducción, siendo este mismo proceso el que permi-te establecer un modelo abierto y adaptable, configurando más un escenario de posibles acciones que una orquestación de elementos predeterminados. Entonces, las 7 claves se organizan a partir de tres acciones/construcciones primarias: la colina, el edificio, y el jardín. Cada una de las claves consta asi-mismo de una breve introducción tópica y una pregunta que se pro-pone responder con la acción, des-crita a continuación en cada caso.

Parte 1: La colina

Pre-historia de un espacio público; historia de un paisaje de soporte

La geografía de soporte es siem-pre determinante en la fundación y evolución de un asentamiento ur-bano. Así, en la ciudad de Monte-

Plaza Independencia

PRIMER PREMIOAyerra-Castaings-Cobas-Gastambide-Lanza-Pérez

Autores del ProyectoFábrica de Paisaje

Equipo de Proyecto:Arq. Fabio AyerraArq. Marcos CastaingsArq. Martín CobasArq. Federico GastambideArq. Javier LanzaArq. Diego Pérez

Colaboradores: Bach. Facundo GarcíaBach. Martín LarrozaBach. Luciano Machín

Asesor en Arqueología: Lic. Elizabeth Onega

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video, esta influiría de manera es-tratégica definiendo su localización peninsular, pero también en la ubi-cación de su puerto y en el surgi-miento de las vías de aproximación por tierra a la ciudad fortificada (en especial el eje de las avenidas 8 de Octubre – 18 de Julio) sobre las estribaciones de la Cuchilla Grande.

La condición geográfico-paisajís-tica original fue también determi-nante para la construcción histórica de este espacio plaza. Inicialmente, su posición era estratégica, ya que garantizaba un punto de máxima visibilidad, de máxima altura, para la defensa de la ciudad. Este fue el por qué de la ubicación de la Ciuda-dela de Montevideo en dicho lugar. Demolidas las murallas, y en vir-tud de su articulación con la ciu-dad nueva, este lugar adquirió su valor representativo. Lo que fuera la especificidad del paisaje, la al-timetría, transforma entonces sus funciones, manteniendo su signifi-cación. El lugar ha sido, por tanto, el depositario de las distintas ideas de poder y representación, desde la defensa armada colonial al ámbito donde descansan los restos de Ar-tigas y recientemente, sede del eje-cutivo de gobierno.

Sin embargo, esta preeminencia paisajística originaria se ha perdi-do. La topografía natural del espa-cio fue, en la versión más reciente de la plaza, escondida por una se-rie de escalones que reconstruyen una superficie horizontal artificial y, a la vez, dificultan el acceso y la apropiación desde tres de sus lados. ¿Es posible reconfigurar el espacio topográfico de la plaza según su geografía original?

Clave 1: Topografía.

La clave número uno de este pro-yecto es, entonces, recuperar la vi-sibilidad de este paisaje perdido: la Plaza Independencia es el lomo de la Cuchilla Grande. Se recuperará esta condición original del espacio como base de la operación de reca-lificación.

La determinante estético-simbó-lica de la concavidad-convexidad de los espacios públicos configura una situación para nada novedosa. Así, con diferentes sentidos, con diferentes énfasis de significación, lo poseen las plazas más disímiles: desde la concavidad que enalte-ce el poder municipal del ayunta-miento en la Plaza del Campo de Siena, hasta la Plaza del Capitolio

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en Roma, en la que la convexidad adquiere un carácter casi metafísi-co. Más allá de estos ejemplos ex-tremos, son incontables los casos en que el manejo de la altimetría constituye un instrumento de ge-neración poética y significante, de intensificación de perspectivas, y clarificación de usos.

En este caso, la propuesta es devol-ver la sutil convexidad del paisaje natural, no forzando un modelado violento, sino haciendo visible la contundencia de la situación origi-nal y su capacidad de generar pers-pectivas. Pero a la vez, y sumada a las pasadas reflexiones generales, esta operación posee otras dos ra-cionalidades conexas, muy impor-tantes, y de carácter bien diferente.

Primeramente, una simbólica. Des-de comienzos del siglo pasado la plaza ha ido reforzando su carácter monumental: el cambio al formato de organización central, la inclu-sión del monumento ecuestre y, fi-nalmente, la construcción del Mau-soleo durante la dictadura militar y el alejamiento definitivo del prócer mediante las escalinatas de acceso. La convexidad pretende, junto con la reformulación de accesos que se detalla más adelante, aproximar la figura de Artigas, a la vez que de-mocratizar el uso de la plaza en su conjunto. Por otro, una pragmática: pensar el proceso de obra como un ciclo cerrado en el sitio, equilibran-do los movimientos de tierra den-tro del terreno, y solucionando la disposición final de los desechos de construcción generados, al interior mismo del espacio. Se intenta, de esta manera, responder parcial-mente a los criterios de sustenta-bilidad indicados en las bases.

Clave 2: Vacío. Definición de un ca-rácter

Luego de varias décadas de ser únicamente un lugar de atravesa-miento entre 18 de Julio y la Ciudad Vieja, rodeada de edificios abando-nados y con usos muy eventuales,

la Plaza Independencia hoy parece querer redefinirse como un espacio de representación y conmemora-ción. La presencia de la nueva sede del Poder Ejecutivo es sin dudas el elemento desencadenante de este proceso. Este cambio funcional pa-rece requerir su contraparte espa-cial. Pero esta, a su vez, debe ser pensada como la oportunidad para diversificar sus usos posibles.

El actual modelo de espacio cen-tralizado con parterres parece apropiado para una plaza barrial o para la plaza central de un pueblo o ciudad pequeña, con actividades domésticas, propias del día a día. El carácter de plaza representativa-conmemorativa debe permitir dis-tintos eventos con diferentes or-ganizaciones espaciales, distintas cantidades de público y participan-tes, distintos equipamientos.

Para ello, debe contar con un es-pacio más neutro, abierto y flexi-ble. El modelo deben ser las plazas cargadas de actividad: las plazas que albergan mercados, actos ci-viles, militares y religiosos (recuér-dense ejemplos como la Place des Vosgues, la Plaza Roja, la Plaza San Marco en Venecia, la Plaza del Mercado de Madrid o la Plaza San Pedro en Roma), y en menor medi-da las plazas de paseo. ¿Cómo do-tar de sentido a la plaza y a la vez conservar su carácter conmemora-tivo y necesariamente flexible?

La segunda cualidad que adopta la colina es la neutralidad. Entendien-do la importancia de la dimensión simbólica de la plaza, parecería inexcusable la acumulación de he-chos banales o la colonización de la plaza por elementos que la distor-sionen estética o simbólicamente. Se entiende la importancia de do-tar de sentido a la plaza, pero nun-ca a través de la multiplicación ad infinitum de actividades o hechos programables y definidos a prio-ri, sino a través de la construcción de los usos eventuales, simbólicos o cotidianos, que la misma deberá

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ser capaz de absorber. Entonces, el mecanismo es más la inducción de usos posibles que el abarrotamien-to programático. Así, se conforma una plaza programable.

Clave 3: Expansión. Reformulación de los límites; las plazas concéntricas

La Plaza Independencia ha variado en tamaño y escala a lo largo del tiempo, configurando un proceso siempre decreciente. Las primeras imágenes muestran una plaza más amplia, más extensa, más abierta. Este proceso tiene una doble lectu-ra, la de lo métrico y la de lo pro-porcional. Por un lado, el tamaño real de la plaza ha disminuido, con el aumento en el ancho de las calles de circunvalación, pero también la sensación de escala, con el progre-sivo crecimiento en altura de los edificios circundantes. Pensando en el cambio de carácter propuesto nos preguntamos: ¿se puede agran-dar la plaza pensando un lugar en donde, como operación simbólica, quepan todos los montevideanos?

Mediante algunas operaciones muy sencillas la plaza puede ser mucho más grande de lo que es hoy. Or-denando los flujos circulatorios, y anexando algunas vías y espacios

contiguos a la plaza actual, esta puede crecer hasta casi el doble de sus dimensiones actuales. En su versión menos ambiciosa esta puede abarcar las vías de circun-valación y las pasivas, pero incluso podría tomar las bocacalles circun-dantes (hasta aquí se indica en la propuesta), y hasta un poco más, los espacios y equipamientos cul-turales aledaños. Pensando así el problema, muchos de los inconve-nientes del espacio actual se pue-den solucionar en una plaza am-pliada. Por ejemplo, los efectos del viento que arriba desde la costa, en especial la sudestada, se pue-den controlar mediante el arbola-do de los espacios al sur de la Torre Ejecutiva. Mediante esta amplia-ción también se puede potenciar el efecto de la primera de las claves, aumentando el efecto perspectivo aun a partir de una mínima varia-ción altimétrica.

Clave4: Continuidad (física y es-calar). Materialidad única; homo-geneidad histórica como soporte material

Como expresa la genealogía pre-sente en las bases, la historia de la Plaza Independencia es la his-toria de la búsqueda de una cierta

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homogeneidad; no obstante, esta homogeneidad siempre se ha bus-cado exteriormente a ella, en los edificios que le hacen de límite. ¿No debería encontrarse la respuesta final a esta búsqueda en el interior mismo de la plaza?

La única respuesta eficaz parece ser el trabajo sobre la superficie que estructura la plaza. Para ello se propone un único material, que permita dar continuidad y homo-geneidad al espacio, a la vez de ge-nerar un soporte continuo, neutro y flexible, permitiendo diferentes usos y apropiaciones. Partiendo de esta premisa y de las comentadas anteriormente, la decisión acerca del material es relativamente deli-cada. Este debe ser un material de cierta nobleza, pero a la vez, dadas las dimensiones del espacio, debe poseer un costo accesible.

Pero la continuidad no es obstá-culo a la posibilidad de variación, a la utilización de una definición material que permita, a través del estudio de la textura como una construcción tectónica, la cons-trucción de una imagen: textura para el peatón, imagen para el di-letante aéreo o tecnológico. Imagen y textura coexisten en la definición

material de la plaza, construyendo de este modo un relato, y narrando una historia (palimpsesto) apenas sugerida para el paseante despre-venido. Ejercicio parte conceptual parte pragmático (evita la incomo-didad proverbial de la arbitrariedad a la hora de configurar una super-ficie con variaciones), deviene real un su articulación con condiciones contextuales pertinentes: véase sólo la altura de edificios adyacen-tes como el Palacio Salvo, la Torre Ejecutiva, o el Hotel Radisson, que permiten una mirada aérea capaz de activar la mirada lejana necesa-ria para construir la imagen.

Clave 5: Índices. Palimpsesto activo; manejo y selección de referencias históricas

Desde el libro de André Corboz, la metáfora del palimpsesto apli-cada al territorio ha sido una fe-liz repetición, que pone énfasis en la importancia del rastreo de los distintos sucesos históricos para la construcción de los ámbitos te-rritoriales. Sin embargo, esta idea de palimpsesto refiere, casi ex-clusivamente, a algo enfocado en el pasado, en un pasado múltiple y pasado al fin. Pensar en un nue-vo palimpsesto activo, como algo

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que todavía esta reescribiéndose, nos parece más apropiado. ¿Cómo introducir una selección de refe-rencias históricas utilizándolas de manera que, estando presentes, no obstaculicen la construcción de fu-turos posibles para la nueva plaza?

Índices refiere a la capacidad de la plaza de marcarse con huellas históricas. Surcos débiles, ilumina-ciones fugaces, trazas de diversos pasados; pero también de posibles futuros. Y el desafío es precisa-mente que todas estas trazas se reconstruyan sin convertirse en obstáculos de lo que aun esta por ser, atendiendo al sentido del vacío antes mencionado.

Así, se han determinado, en la de-finición material de la superficie de la plaza, una serie de pequeñas hendiduras, a modo de pequeñas depresiones, siguiendo la traza de la muralla, para permitir que el agua de lluvia se deposite recons-truyendo, fugazmente, dicha traza. La reconstrucción fugaz y eventual remite a una mirada activa de la historia, itinerante, variable, y en construcción. También la definición de la colina es índice, como se de-sarrolló en la primera de estas cla-ves, de una geografía preexistente.

Parte 2: El edificio

Clave 06: Evento (mausoleo, atrio, centro cultural). Incorporación de actividades

Se ha insistido sobre el carácter eminentemente simbólico que po-see la Plaza Independencia. No obstante, hoy es soporte de di-versas actividades, algunas de las cuales lejos están de cualquier na-rrativa trascendente, y que, en su devenir cotidiano, también definen intrínsecamente los valores del es-pacio. Asimismo, se ha notado la importancia de concebir la plaza como un espacio abierto y flexible, mínimamente jalonado, evitando un condicionamiento activo de usos y minimizando interferencias en

relación a los usos posibles.

Pero concomitantemente se en-tiende esta oportunidad como una instancia fundamental para el po-sible replanteo de actividades a ser incorporadas, al tiempo que abrir posibilidades de refuncionalización y re-caracterización de la impor-tante infraestructura subterránea. ¿Cómo infiltrar un cuerpo progra-mático sólido en la Plaza y al mis-mo tiempo no abandonar su condi-ción abierta y flexible?

La propuesta opta por concentrar un núcleo programático duro sub-terráneamente con el doble pro-pósito de liberar la cota urbana de la plaza y revalorar, ampliando y refuncionalizando, la pieza subte-rránea existente. En este sentido parece fundamental e inexorable considerar la construcción del es-tacionamiento, hacia el sector este de la plaza, como una oportunidad que obliga al máximo aprovecha-miento de tal operación además de como operación vial, como amplia-ción del Mausoleo.

Esta ampliación, que tiene un pro-pósito funcional y simbólico (dotar de actividades socioculturales a la plaza y revalorar el sentido del Mausoleo construyendo una in-fraestructura abierta y pública), es resuelta como un nuevo acceso al espacio subterráneo, amplio, con-fortable, y dispuesto lateralmen-te en la plaza, que se abre a una pequeña plaza descendida, y a los espacios que en secuencia ante-ceden al Mausoleo. De este modo se retarda el ingreso al mismo a través de una serie de estrategias concatenadas de espacio cultural (posible Centro Cultural del Bicen-tenario) y lo que podríamos llamar atrio, espacio didáctico y democrá-tico, iluminado, que sirve de con-trapunto a la solemne austeridad del Mausoleo original, que conclu-ye el recorrido. Antes que negar el mausoleo, el mismo se complejiza a través de esta secuencia narrativa/cinemática.

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El espacio resultante permite la ar-ticulación de diversos programas, desde los eventuales e informales (visitas, compras, búsqueda de in-formación turística), hasta la rea-lización de actos conmemorativos, para lo cual el espacio protegido y vidriado debajo del monumento ecuestre sirve de dramática esce-nografía.

Parte 3: El jardín

Clave 07: Jardín; ecologías itineran-tes

La actual Plaza Independencia, como se narró en las primeras lí-neas de este texto, cuenta con una serie de elementos conformados históricamente, a modo de ca-pas sucesivas. Uno de ellos, y que ejerce una fuerte caracterización de la plaza, tanto estética como funcionalmente, es la presencia de los cuatro grandes parterres con sus correspondientes fuentes y vegetación en altura (palmeras). A excepción del mausoleo, más por su contenido simbólico que pre-sencia física, nada determina más la estructura de funcionamiento y aprehensión de la plaza que estos elementos vegetales: espacio de descanso, incluso picnic en los me-

diodías de semana, también obstá-culos en la circulación y deflexio-nes topográficas que impiden un uso neutro y genérico de la plaza. ¿Cómo restaurar la presencia ve-getal en la plaza acordando las hipótesis sugeridas en las claves anteriores, especialmente de signi-ficación e indeterminación/apertu-ra funcional?

Plaza Plus* propone la sustitución de las actuales ecologías desagre-gadas por un sistema conjunto y sistémico en la plaza, conforman-do un jardín o ecología itinerante, en tanto variable y conformable en el tiempo y en las estaciones. Este jardín, pequeño pulso verde en el magma seco de la colina adoqui-nada, pretende no sólo articular la necesaria presencia del vegetal como constructo simbólico y con-temporáneo, sino también como articulador visual y programático entre la plaza y la peatonal que la despliega hacia la Ciudad Vieja a través de la Puerta de la Ciudadela. Así, el jardín es marco natural para la figura de Artigas en la aproxi-mación axial desde 18 de Julio, y espacio de estancia anexo a la zona comercial peatonal. Conformado como un breve oasis de palmeras, desplazando las palmeras existen-

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tes en las otras zonas de la plaza y manteniendo las existentes en los dos parterres próximos a Jun-cal, agregando algunas vegetacio-nes bajas complementarias y un controlado sistema de banquetas, también es espacio de contempla-ción hacia la Puerta de la Ciudadela y hacia las visuales que se abren al Teatro Solís. Complementariamen-te, y atendiendo a una intención claramente didáctica en su formu-lación, el jardín es habitado por los denominados ecoambientadores, dispositivos verticales que contie-nen diversas funciones ecológicas: aerogeneradores de eje vertical, iluminación, aspersores para cons-truir un clima húmedo cuando la temperatura lo requiera, sonido ambiente, y conectividad digital.

En síntesis, la emergencia del jar-dín, espacio históricamente com-prendido como locus del pensa-miento, articula la presencia de elementos cotidianos, permitiendo un depurado uso social de la plaza,

de otro modo claudicado, y dispo-ne conjuntamente de una serie de mecanismos que actúan hacia una deliberada lectura sostenible de la plaza. Sin abundar en un discurso ecologista que creemos inadecuado en función de los valores predomi-nantemente simbólicos de la plaza, tampoco parece adecuado com-prender que el verde o la presencia de naturaleza es inconsistente con esas premisas; por el contrario, la copresencia dinámica y compleja de ambos garantiza una concepción altamente democrática, es decir, ecológica.

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Plaza Independencia

SEGUNDO PREMIOLecuna-Moreira-Roux-Detomasi-Goyos

Autores del ProyectoVerifica! Arquitectos

Equipo de Proyecto:Carolina LecunaNicolás MoreiraMarcelo RouxGabriela DetomasiFernanda Goyos

Colaboradores: Karina LensCatalina RadiClaudio Spalvier

Arqueología: Lic. Laura BrumLic. Gustavo CasanovaLic. Eugenia Villarmarzo

Botánica:Ing. Agr. Clara Villalba

másplaza!

másplaza! es una mirada actual, abierta e integradora al espacio de la Plaza Independencia de la ciu-dad de Montevideo. Un recinto que busca celebrar y habilitar la convi-vencia.

másplaza! se concibe como un ámbito biaxial de ligeros y cuida-dos contrastes, cuyo baricentro es el monumento ecuestre al prócer Gral. José Artigas; un despojado re-cinto democrático, representativo y republicano; solemne, cotidiano y vivencial, flanqueado por espe-sores verdes de nuevos parterres y nativa vegetación que reconocen de un modo nada inocente el eje que le dio razón y orden.

másplaza! es una reflexión con-temporánea a los registros de la historia, la enfática asunción pa-trimonial del valor escénico de su entorno, de las visuales y de los ob-jetos referenciales que tensionan su organización; un gesto simple de tácticas múltiples que sugieren y/o revelan sensibilidades y poéticas esenciales de otro tiempo.

másplaza! amplifica el espacio plaza como gran recinto vacío en la morfología urbana, un recurso simple, a fin de dotarlo de cualida-des para el desarrollo de las activi-dades representativas, vivenciales, democráticas y culturales que le son inherentes.

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másplaza! integra a partir de una perspectiva contemporánea la densidad histórica, fundante y re-ferencial del espacio.

másplaza! construye un soporte plural capaz de habilitar tanto el desarrollo de actividades y eventos de perfiles ceremoniales y solem-nes así como aquellos cotidianos, lúdicos, resistentes y los múltiples atravesamientos que componen la dinámica diaria de la Plaza.

másplaza! atiende a la represen-tación del espacio desde su escala cenital y lejana en tanto recinto re-presentativo de la ciudad de Mon-tevideo hasta la microescala de sus prácticas espaciales habituales y populares.

másplaza! facilita la convivencia de las distintas plaza habilitando inimaginables posibilidades de ser, entendiendo que en ello anida la verdadera nueva imagen de plaza, la verdadera nueva imagen de ciu-dad y de país.

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Plaza Independencia

TERCER PREMIOGentini-Arana-García-Reimundi-Terán

Autores del ProyectoOficina de proyectos

Equipo de Proyecto:Arq. Alvaro GentiniBach. Juan AranaBach. José GarcíaBach. Leandro ReimundiBach. Miguel Terán

Arqueólogo: Roberto Bracco

GeneralidadesLa propuesta reafirma y potencia su característica fundamental enten-dida como el recinto plaza, conser-vando y acentuando la axialidad de su espacio. Se diseña y reformula el espacio basado en las característi-cas de su plano principal de uso, su cota 0, que prioriza y jerarquiza el espacio con uso público y peatonal como articulador de las diferentes morfologías adyacentes.

Esencialmente se unifican los ni-veles y pavimentos actuales con-formados hoy por la secuencia acera-calle-plaza, diseñando la percepción de un único plano hori-zontal caracterizado y definido en sus texturas y colores, en una do-sificada combinación de elementos naturales y artificiales. Esta tran-sición entre los espacios actuales pasiva plaza, se realiza con una sucesión de elementos verticales que oficien en su conformación es-pacial como pasivas de transición entre las pasivas existentes y el gran espacio ceremonial institucio-nal plaza reconocido por la memo-ria colectiva de nuestra sociedad. Este espacio acogedor de transición entre las diferentes situaciones espaciales y de escala, basado en especies arbóreas autóctonas de

nuestro país, genera en el períme-tro del recinto un microclima que potencia en la plaza un uso hoy no propiciado redefiniendo las pasivas actuales y uniformizándolas en fa-vor de las diferentes necesidades de asoleamiento y confort de las diferentes estaciones del año para el recinto plaza.

ParticularidadesPara potenciar las características de las diferentes escalas, espaciali-dades y usos propuestos es de vital importancia la drástica atenuación de tráfico vehicular. La propuesta otorga a la ciudad de un atrave-samiento norte – sur, geográfica e históricamente reconocido, bajo su cota 0 en el eje de la actual calle Florida. La propuesta sugiere impe-dir el acceso del transporte colecti-vo urbano en la cota 0, desplazando este tránsito y sus paradas al sub-suelo de este atravesamiento. La modulación, distribución y equipa-miento del área verde de transición posibilita la circunvalación total a la plaza por parte de los vehículos que esten eventualmente autoriza-dos a acceder a los edificios de los predios con frente a la plaza. Este vaciamiento bajo la cota 0, que propicia una oportunidad ar-queológica única y sin precedentes,

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posibilita descongestionar más el tránsito en la ciudad vieja y orde-nar y alojar las plazas de estacio-namiento vehicular necesarias que la actualidad requiere.

Respecto de la historia y memoria del lugar no se pretende ocultar ni revertir las características que nos llevaron a ser la única ciudad de América que no conserva restos de sus recintos amurallados y ha sido ferozmente irrespetuosa con el pa-trimonio legado de la época.

Es intención clara mantener el es-quema de orden y rigor clásico que determina las características mor-fológicas del recinto y liberar de esta lógica al diseño de los espacios nuevos que ahora la redefinen. Se mantienen similares las principales perspectivas del recinto y se reubi-can las especies vegetales existen-tes como forma de mantener las imágenes sugeridas y presentes en la memoria colectiva de los usua-rios.

Semántica del proyectoDentro de esta zona de deteni-miento perimetral a la plaza se conforma una verdadera plaza de los sentidos pues al combinar dis-tintas especies arbóreas autócto-

nas emplazadas conjuntamente se prevé la radicación de fauna avia-ria autóctona la cual hará notar su presencia a nivel auditivo junto con el movimiento de las hojas en las distintas épocas del año. Aportan a esto el agua en movimiento, el alejamiento de los distintos tipos de polución actuales (sonora, de gases, visual, auditiva) y el micro-clima que intencional e inevitable-mente se genera.

Se genera un borde arbolado com-binando especies caducas y peren-nes que generan recintos espaciales frente a cada edificio de la plaza y conforman una barrera de atenua-ción de viento en las zonas abiertas y reguladores de la temperatura ambiente.

Se agrega de forma simbólica y conformando el espacio un gran ibirapitá detrás del Monumento al General Artigas, como respaldo de su imagen y reafirmando su pre-sencia cercana al mausoleo.

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C.A.F.Corporación Andina de Fomento

Edificio Sede

Arq. Rogelio Mayorca Presidente del Jurado

Msc. Arq. Elisa Silva Jurado por la Corporación Andina de Fomento

Arq. Fco. Bonilla

Jurado por la Intendencia de Montevideo

Arq. Hugo GilmetJurado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay

Arq. Luis Zino

Jurado por los concursantes

Arq. Roberto VillarmarzoAsesor Sociedad de Arquitectos del Uruguay

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1. Contexto urbano - propuesta ur-bana

El edificio del ExMercado Central se ubica en un contexto urbano privi-legiado, articulador potencial de los diferentes circuitos peatonales y vehiculares de la zona y desde un punto de vista representativo, juega un rol importante como re-mate del circuito Bartolomé Mitre y como puerta de entrada a Ciudad Vieja desde la Rambla.

C.A.F.Corporación Andina de FomentoEdificio Sede

PRIMER PREMIOLabat-Porta-Scioscia

Autores del ProyectoLAPSCarlos LabatPierino PortaNicolás Scioscia

Colaborador: Fernando Romero

En contrapartida, los espacios pú-blicos adyacentes están escasa-mente calificados, hecho que se acentúa por el estado de abandono del edificio. La concreción del pro-yecto CAF representa una oportu-nidad de dar identidad y dinamismo a los mismos.

A partir del reconocimiento de la profunda vocación urbana del pro-yecto, la propuesta genera una nueva trama de recorridos y espa-

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cios públicos que potencian el volu-men construido.

Se configura una plataforma de ac-tividades públicas que incorpora al Teatro Solís, el Complejo Cinemato-gráfico, bar Fun Fun y las activida-des públicas de la CAF que ofician de remate del circuito peatonal Bacacay-Sarandí-Bartolomé Mitre e integra los espacios públicos ac-tualmente disgregados.Se propone un edificio que difumi-na sus límites, generando accesos, vínculos visuales y recorridos.

2. Mercado central - transforma-ción de una preexistencia

Adicionalmente a la concepción histórica de patrimonio, se adopta una visión contemporánea desde

el punto de vista de lo construido. En ese sentido, la renovación del patrimonio construido en nuestras ciudades sería una estrategia sus-tentable de actuación.Proponemos seguir esa línea y con-servar la estructura existente, ba-sándonos en la valoración de los siguientes puntos:- El buen estado de conservación de la estructura del edificio;- La capacidad de recibir las acti-vidades propuestas en el programa. Altura suficiente, espacio definido por losas y pilares;- La potencialidad para reforzar el carácter de la estructura o paisaje urbano en el que se inserta.El desafío es concretar, con una propuesta arquitectónica, la rela-ción entre permanencia y transfor-mación.

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3. Análisis programático-organi-zación

A partir de reconocer los diferentes requerimientos espaciales y de uso entre los distintos sectores del pro-grama; este se concibe en dos par-tes independientes. En el edificio existente se ubicarán las oficinas y espacios públicos de la CAF, mien-tras que el complejo cultural y el bar Fun Fun ocuparan un volumen sobre la calle Reconquista. Ambos elementos conformarán un patio urbano de carácter público. La articulación volumétrica del programa se ve potenciada con un único gesto unificador buscando así una imagen simple pero contun-dente a la vez.

Un patio al centro del segundo nivel aportará iluminación y ventilación natural a todas las áreas del edifi-cio, mientras que el sector de ofi-cinas de directorio se liberará por sobre el resto de las construccio-nes, buscando así su independencia frente al resto del programa.

El volumen de servicios y estacio-namientos se ubica en subsuelos.

4. Patio urbano

Se propone el vacío como articula-dor entre la existencia y lo nuevo. Un concepto distinto de espacio público, el cual se nutre de las ac-tividades que lo rodean y propone continuidad en el sustrato de plan-ta baja.

Ese patio urbano adquiere identi-dad asociado a la institución CAF y se posiciona en el espectro de los espacios públicos de la zona.

5. Materialidad-la piel velada

Se propone una piel velada que per-mita el diálogo del edificio con su entorno. La fachada podrá así jugar con la luz, evidenciar y ocultar el interior en el transcurso del día.

La piel será protección solar diur-na y control de iluminación interior nocturna.

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C.A.F.Corporación Andina de FomentoEdificio Sede

SEGUNDO PREMIOMAAM Arquitectos

Autores:MAAM Arquitectos

Equipo del Proyecto:Mauricio LópezMatías CarballalAndrés GobbaPablo CourregesMartín PronczukSantiago SaettoneAlexis ArbeloEmiliano EtchegarayPamela DavytKen Sei Fong Aldo LanziGuillermo AcostaLuciano AndradesSilvio LagranhaRochelle Castro

Asesores:

EstructuraMagnonge & Pollio Ingenieros

Acondicionamiento Térmico / Eléctrico / DatosCousillas & Asociados

Complejidad estimulante

Pocas son las oportunidades de crear verdaderos marcos urbanos en nuestras ciudades; generar es-pacios significativos que tengan capacidad de transformar el am-biente urbano.

El proyecto e implantación del nue-vo edificio sede de la CAF en Mon-tevideo es, sin dudas, una de esas gratas coyunturas que no deben plantearse desde un simple reto de design, donde prevalezca lo mera-mente estético. Se trata, ante todo, de un desafío de escala urbana.

Las actividades y eventos previs-tos para este proyecto tanto como sus entidades promotoras, tienen un peso fundamental en la capa-cidad transformadora de esta in-tervención en la ciudad. Se trata de actividades políticas, comerciales, culturales y de ocio. Este carác-ter híbrido se entiende como una de las plataformas programáticas más significativas de la metrópolis contemporánea.

Estamos frente a un paisaje, en-tendido en su sentido más amplio, de pasado denso, de topografía marcante en plena transformación y futuro promisorio. Se trata de un sitio de encuentro de tramas y re-hén de múltiples reconfiguracio-

nes morfológicas que lo presentan, como un evidente palimpsesto. La discusión académica sobre la trama, las alineaciones con la Ciu-dad Vieja o la nueva es suplantada por una discusión de carácter espa-cial, poniendo en valor la experien-cia del ciudadano metropolitano.

En definitiva, el proyecto es formu-lado a partir de un conjunto abier-to e híbrido de claves proyectuales atentas a potenciar la hipótesis del proyecto como complejidad esti-mulante.

01. TRANSVERSALIDADES Y CRUCES: La hipótesis de lo relacional.

De condición topográfica determi-nante y ubicación estratégica, el sitio devela su capacidad de trans-versalidad, conectando dos estra-tos de ciudad a diferente altimetría. Por un lado, el alto de la Cuchilla Grande -nivel donde se manifiesta la condición política, cívica e his-tórica de la ciudad (en su nodo re-presentativo más preciado como la plaza Independencia)- hasta el ho-rizonte del Río de la Plata, conteni-do por la Rambla, nivel de ocio por excelencia de los montevideanos.En este escenario, se plantea un proyecto como un cruce, expan-diendo la oferta de espacio público de alta calidad para la ciudad, en-samblando ambos niveles median-

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te una concatenación de espacios, dando continuidad al sistema de peatonales y plazas existentes des-de el alto hasta el horizonte austral.

El proyecto explora su mayor po-tencial en su condición urbana, es-tableciendo conexiones inclusivas con la ciudad, expandiendo usos para la recalificación del entorno inmediato.

Se trata de una propuesta que, más allá de atender a lecturas históri-cas alertas a lo coyuntural intenta subrayar otro tipo de abordaje, uno menos objetual, y más relacional por su capacidad de generar trans-versalidades y cruces, combinacio-nes y transferencias con los propios procesos dinámicos del lugar.

02. ESPACIO PÚBLICO INDUCIDO: El patio-plaza-calle.

El tramo de ciudad en el que nos encontramos ha sido definido his-tóricamente desde el diagrama va-cío-lleno, con espacio privado sa-turando el cuerpo disponible de la manzana y lo público definiéndose por contraste.

Manifestando su condición con-temporánea, mucho más heterogé-nea y diversa, el proyecto plantea una posición vinculante, donde la valoración del lleno o el vacío no se torne evidente.

El proyecto propone, en su centro, un espacio relacional de escala ur-bana, un corazón de manzana que se despliega en forma centrífuga, con usos múltiples y progresiva-mente simultáneos, de carácter interior-exterior. El antiguo es-pacio dicotómico público-privado será complementado por un nuevo tipo de espacio de relación, abierto

a nuevas y futuras configuracio-nes, intenso y diverso. Un escena-rio percibido como manifestación múltiple y heterogénea del espacio colectivo.

Se trata de un patio-plaza-calle que se presenta como un nue-vo acontecimiento urbano de uso público estableciendo una conti-nuidad espacial desde el alto de la Cuchilla Grande hasta un nuevo balcón al paisaje del Río de la Plata.Es pasaje, cruce, plaza, lugar de en-cuentro, de exposiciones y espectá-culos al aire libre, pero ante todo es un espacio que integra las activida-des y accesos de los programas más importantes de esta intervención y califica todos los niveles de la pro-puesta. Una infiltración de espacio colectivo que explora la dualidad de conectarse con el sistema de peatonales existente y estar ligado a la estructura vial del entorno.

La nueva Bartolomé Mitre, de ca-rácter semipeatonal, en conjunto con el nuevo tramo de tránsito re-ducido de la calle Reconquista, for-ma parte de la expansión de este patio-plaza-calle y su conexión in-mediata a la ciudad.

En la esquina que contacta el flujo peatonal del Teatro Solís y la Pla-za Independencia, una ausencia de masa se presenta como atrio de acceso al programa de ocio orien-tando al peatón al interior de la manzana: un espacio colectivo con-trolado, una calle al abrigo de la lluvia, el sol y el viento, que con-centra los accesos a los cines, al bar Fun Fun y la cafetería.

Hacia sus márgenes Este y Oeste, el patio-plaza-calle se expande y se vuelve más público, con la capaci-dad de recibir los flujos peatonales

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del entorno a través de sus galerías, espacios techados que operan como antesala al gran vacío interior.

03. VOLUNTAD REACTIVADORA: La oportunidad en lo existente.

Lo que en aquel fuera incierto en este es funcional (el programa); lo antes figurativo ahora es estructu-ral (el esqueleto); lo que compacto aquí permeable (la ciudad).

Se establecen operaciones que per-miten generar nuevas condiciones de uso; horadar, excavar, vaciar, desvelar.Estas definen superficies, espacios libres, donde se aprovecha al máxi-mo el área existente del antiguo edificio reutilizándose casi en su totalidad la estructura. La nueva volumetría necesaria que por sus especificidades programá-ticas exige un sistema estructural diferente, encuentra su mejor po-sición en el espacio vacante, com-binándose de manera sutil con el edificio reactivado.

04. SEGREGACION ESTRATÉGICA:El programa como origen.

Atento a la posible gestión diferen-ciada de los programas de la CAF y la IMM el proyecto establece lí-mites que separan el programa de ambas instituciones, anticipando

posibles conflictos de gestión, uso y control.

La CAF toma cuenta del hemisferio Sur del Complejo habitando la es-tructura existente con el programa solicitado. La torre alberga al pro-grama privado (oficinas) y el ani-llo al programa semipúblico (salas de reuniones, biblioteca, comedor, etc.).

Por el contrario, el sistema de sa-las de cine toma la cara Norte, se coloca y permanece allí como una masa cerrada que levita. Las salas flotan en la parte superior, mien-tras que a nivel plaza, el foyer y hall de estas se abre y se devela, tanto con el patio del complejo como con la ciudad toda.

Los estacionamientos también son parte de esta estrategia, se dividen en 2, quedando uno asociado a la CAF y otro asociado a la IMM, cada uno próximo a sus actividades y sin interferencias entre ellos.

El patio, con su isla de agua, acción evocadora, desinhibida, es el pul-món del complejo que permite el atravesamiento total sin interfe-rencia entre sus partes.

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TERCER PREMIOBergamino-Bergamino-Campos-Hernandez-Mariño-Marrero-Viola

Autores del ProyectoJorge BergaminoFederico BergaminoNatalia CamposSantiago HernandezIgnacio MariñoElvis MarreroRodrigo Viola

Colaborador: Diego Míguez.

Sustracción

0.01.1_sustracción de lo sólido y hermético para incluir elementos naturales, luz y aire, acondicionan-do espacios habitables cómodos y estimulantes. Potenciar el disfrute del tiempo y las estaciones climáti-cas, a la vez que se acondiciona lu-mínica y térmicamente los espacios habitables con recursos naturales (reducción de la crujía a través de la incorporación de una plaza interna). 0.01.2_sustracción estratégica. Se ubican los elementos progra-máticos que requieren grandes dimensiones libres de pilares en coincidencia con la ubicación de la nueva plaza, resolviendo así la in-compatibilidad con la grilla estruc-tural existente. 0.01.3_ sustracción de cierres y fronteras visuales, que permiten hacer un edificio inclusivo. Edifi-cio que permita su recorrido y uso público en las áreas de mayor ro-zamiento; que con su programa incluya intensidad y variedad de usos, que oficie de nexo tanto entre la trama urbana y la rambla coste-ra como entre la trama de la ciudad nueva y la ciudad vieja; que cons-truya ciudad.

Adición 0.02.1_ adición de elementos de protección y relacionamiento con el contexto natural, climático y urba-no. Techo. Protección solar horizontal regulable que oficia de alero y pro-tección de cerramientos horizon-tales sobre la plaza Golda Meir y la plaza interna. Elemento que da escala urbana y destaque a la in-tervención, jerarquizando tanto el nuevo edificio sede de la CAF cómo el espacio público que lo rodea. Se transforma así en un edificio ícono y de adecuada escala urbana me-diante un único gesto que contribu-ye a la calidad espacial del entorno y oficia de acondicionamiento na-tural del edificio y del mencionado espacio publico. Se construye un edificio, se construye ciudad.

Cerramiento vivo. Recalificar la imagen del edificio, manteniendo su característica objetual unitaria e incorporando dinamismo y va-riabilidad a sus fachadas. Un ce-rramiento de protección climática y visual que permite acondicionar con comodidad y simpleza el área de trabajo según las condiciones externas y de uso interno lo re-

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quieran y que permite cambiar esta relación cuando dichas condiciones cambien.

0.02.2_ adición estratégica. Nú-cleos de circulación vertical con-centrados son ubicados en el sector de plaza interna, evitando así tener que intervenir con nuevos ahueca-mientos en la estructura existente. 0.02.3_ adición práctica de área útil necesaria para uso de ofici-nas. Inclusión de un nuevo nivel, respetando la grilla estructural existente con el fin de aumentar el área de uso. Uso de azotea cubierta para disfrute visual y de ocio (plaza elevada y contendida, de visuales extendidas), cómo área de reser-va para crecimiento interno, como piso técnico para incorporación de servicios.

0.03_intervención sustentable 0.03.1_iluminación natural. La crea-ción de una plaza interior acondi-cionada permite la multiplicación de fachadas, haciendo que todos los locales cuenten con adecua-da iluminación natural, siendo la distancia máxima desde cualquier punto al vano más próximo igual a un módulo estructural.

La reducción de la crujía por medio de este recurso se torna funda-mental para el acondicionamiento natural del área de oficinas.La presencia tanto de los parasoles móviles sobre la plaza Golda Meir, así como las membranas enrolla-bles permiten el control de la in-tensidad lumínica en los diferentes períodos del día / estación, actuan-do como difusores y generando una iluminación difusa intensa.

0.03.2_ventilación natural. Se trata de un edificio de cuatro fachadas y una plaza interna cuyos cerra-mientos móviles permiten regular los flujos de ventilación cruzada. La plaza interior oficia además cómo chimenea que permite evacuar el aire caliente proveniente de las oficinas en el período cálido o ce-rrarse en invierno conservando el mencionado calor y propiciando el efecto trampa, con lo que se reduce la necesidad de acondicionamiento mecánico de los ambientes.El cerramiento perimetral exterior propuesto permite controlar la in-tensidad de los vientos predomi-nantes y eventuales y su presión sobre el cerramiento vidriado; esto permite reducir la influencia sobre la fachada de los flujos intensos (sudestadas) o graduar la velocidad

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de la brisa sostenida. Este doble cerramiento permite, además de controlar la radiación solar directa sobre el plano vidriado y su consi-guiente efecto trampa, la circula-ción ascendente por convección de aire que colabora en la evacuación del aire caliente del sector de tra-bajo (fachada ventilada). Un estan-que colabora en el enfriamiento y convección de aire sobre la fachada norte cuya inercia térmica dismi-nuye el efecto isla de calor.

0.03.3_eficiencia energética. Los lineamientos anteriormente men-cionados serán el factor determi-nante en el ahorro energético del edificio, reduciendo la necesidad de acondicionamiento mecánico.

Techo sensible. La fachada ho-rizontal del edificio es utilizada para acondicionar los espacios por ella cubiertos (edificio y plaza) así como complemento energético, por la incorporación de paneles solares.

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CONCURSOS ANTERIORES

Homenaje a Wilson Ferreira Aldunate (2004)

Peatonal Sarandí (Intervalo II: Ituzaingó-Alzaibar) (2004)

Parque Lineal Arroyo Miguelete (Parque Andalucía) (2006)

Rambla 25 de Agosto de 1825 (2006)

Costa de Oro del departamento de Canelones (2007)

Centro Formación de la Cooperación Española en Montevideo (2007)

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Concurso Público para el Proyecto y Construcción de la Propuesta de Homenaje a Wilson Ferreira Aldunate(Montevideo, Uruguay, 2004)

Autores del ProyectoBAPTISTA + BAPTISTA arquitectos

Arq. Alejandro Baptista VediaArq. Alejandro Baptista Acerenza

Colaboradores: Luciano BenítezDiego GuichónJuan Manuel Pérez

Asesores:

Tec. IluminaciónCarlos Galante Ing. Agr. Peter Baptista

En el año 2004, una comisión na-cional convoca a un concurso públi-co para el Proyecto y construcción de la propuesta de homenaje a Wil-son Ferreira Aldunate.

Estadista de destacada labor po-lítica y acérrimo enemigo de las dictaduras que se instalaron en Latinoamérica en el último tercio del siglo XX, regresa a nuestro país tras once años de ausencia. Al ser detenido, levanta simbólicamente sus brazos en V, conformando una imagen que es parte de la memoria colectiva de nuestro país.

La propuesta debía considerar tres escalas de intervención: la resolu-ción concreta del homenaje, su área de influencia y el reordenamiento de toda la explanada municipal. Se propone una estructuración en bandas de actividades paralelas a la Avenida 18 de julio, recalificando sectores, reordenando programas que allí se desarrollaban e incor-porando mobiliario urbano.

El área de influencia queda defi-nida por un banco perimetral, una acacia blanca que marca y da es-cala al lugar, y una cinta de pavi-

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mento de hormigón que nace en el sector calificado y se eleva en una placa maciza de 4.50 m. de altura.

El elemento de homenaje consti-tuido por la imagen deconstruida en tres placas de hierro y vidrio, caladas y pixeladas, se recompone

según una visual que sigue la traza del piso de hormigón pulido; esta varía en función de su iluminación y en relación a la posición y el re-corrido de las personas, haciendo participe al observador de la ima-gen que construye.

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Concurso-licitación para el proyecto y construcción de la Peatonal Sarandí (Intervalo II: Ituzaingó-Alzaibar)(Montevideo, Uruguay, 2004)

Autores del Proyecto

Leonardo ElizaldeMercedes EspasandínNguyen GomensoroCarolina GrisiJavier PrietoMariana RodríguezMatilde Suárez

La peatonalización de cuatro cua-dras de la calle Sarandí -eje del casco histórico de la ciudad de Montevideo- es el resultado de un concurso de arquitectura donde intervienen un estudio proyectista junto con una empresa constructo-ra que se compromete a realizar las obras con un presupuesto prefijado en la convocatoria. La propuesta ganadora apuesta a la consolida-ción de un espacio público donde los movimientos de la ciudad y sus actividades se desarrollan, no ya definidos por los objetos materia-les que posan sobre el suelo, sino por las situaciones que el espacio sugiere y sus posibles combinacio-nes.

La fuerte direccionalidad estable-cida por los planos de fachada edi-ficados, dibujan el dominio de lo público definiendo un espacio tubo -más que un plano-, que es el cam-po de acción de este proyecto: las líneas divisorias de padrones a am-bos lados de la peatonal, traspasan el plano definido por las fachadas edificadas, atraviesan el ancho de la calle, e impactan en el plano edi-ficado opuesto. A partir de la acción de estos vectores apoyados en la división catastral como dato de la estructura urbana, se obtiene una sucesión de bandas a nivel de suelo que configura una alfombra públi-ca, como interfase que habilita y promueve la libre apropiación del espacio urbano.

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Estas bandas de amplitud y mate-rialidad variable se expresan a tra-vés de la inclusión y síntesis de diez pavimentos diferentes que compo-nen un ciclo cromático. A partir de la repetición de este ciclo a lo largo de las cuatro cuadras se articula espacialmente el sentido longi-tudinal ciudad-mar (manifiesto a través de los íconos Puerta/Cate-dral/Escollera) con su percepción transversal, favoreciendo la acción en este último.

La fijación de elementos estructu-rales, útiles a la alfombra confirma por un lado y desafía por otro la composición de bandas resultante. El sistema transversal de desagüe se acopla a la composición de ban-das a través de las regueras; mien-tras que los elementos vegetales – palmeras Pindó-, así como los sistemas de iluminación -troquela-do y puntos de luz- no responden al orden esperable, balizando, en-trecortando las fugantes, redefi-niendo o superponiendo atributos a las bandas ya establecidas. En esta

relación alfombra/elementos que la estructuran, aparecen rugosida-des y fricciones diversas a lo largo del trayecto que habilitan a su vez velocidades y aproximaciones dis-tintas para el peatón/usuario fa-voreciendo la circulación, reunión, pausa, consumo, trabajo, ocio. Así, la alfombra puede aprehender-se simultáneamente como espacio unitario-neutro, como ambientes diversos, o como circuitos alterna-tivos de usos.

La diversidad de la materialidad propuesta se mantiene dentro de parámetros conocidos y ensayados en la ciudad, pero apoyada en una sintaxis que les otorga una expre-sividad alternativa.

Ámbito e instrumento; definen un sistema complejo y abierto capaz de accionar dispositivos que actúan como nueva oferta de espacio ur-bano. El espacio a través de su uso continúa su construcción, nos in-forma, nos aproxima en la manera de conocer y actuar en el territorio.

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Concurso-licitación para el anteproyecto, proyecto y ejecución de obra de los espacios públicos de la Parque Lineal Arroyo Miguelete (Parque Andalucía)(Montevideo, Uruguay, 2006)

Autores del Proyecto:Arq. Virginia DaviesArq. Pablo HakasBach. Jaime Hakas

Colaboradora: Fabiana Berhouet

Asesores:

Acondicionamiento lumínico:Carlos Galante

Paisajismo:Ing. Agrónomo Daniel Bayce

Antecedentes | La Cuenca del Arro-yo Miguelete forma parte de las áreas identificadas por el Plan Montevideo (Plan de Ordenamien-to Territorial) por su valor es-tratégico y por su gran potencial para estructurar el territorio. Uno de los objetivos del Plan Especial Arroyo Miguelete es la creación de un parque lineal que promueva la recalificación urbana de los espa-cios públicos asociados al curso del agua, habilitando recorridos pú-blicos parquizados y equipados en las márgenes del arroyo en toda su longitud con ramblas vehiculares, ciclovías y sendas peatonales.

En este marco es que se han pro-yectado y ejecutado algunos tra-mos del Parque Lineal. El Parque Andalucía comprende el tramo

comprendido por la Av. Batlle y Ordoñez y la Av. Millán, una ex-tensa área en donde se ubicaba el asentamiento 25 de Agosto, el más antiguo de la ciudad, donde vivían alrededor de 300 familias. Se trata pues, de un enorme esfuerzo im-plementado por la Intendencia de Montevideo de recuperación del espacio público, que se materializa en dos hechos de suma importancia para el barrio: el realojo del asen-tamiento en el año 2005 y la inau-guración del Parque Andalucía en el año 2008.

Para la concreción de este parque, la Intendencia de Montevideo, con la cooperación de la Junta de Anda-lucía y el auspicio de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, dentro de la planificación derivada del Plan

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Especial Arroyo Miguelete, convoca en el año 2006 a un Concurso de An-teproyecto del Parque Lineal Arroyo Miguelete y ejecución de su primera etapa de obra, con un monto total de $ 8:460.000 (alrededor de US$ 350.000).

Síntesis de la Memoria del Concur-so | Se propone una intervención que valorice las características del lugar, preservando los espacios verdes y su vegetación y la confi-guración topográfica existentes. Se pretende, con un mínimo de inter-venciones, crear espacios flexibles con diversas posibilidades de uso, que permitan una interacción di-recta entre el parque y la ciudad. Las intervenciones que se proponen son fundamentalmente infraes-tructura, mobiliario y forestación, ya que los elementos principales se encuentran presentes en el lu-gar: arroyo, barranco, prado. El proyecto adopta la geometría del lugar, marcada por el arroyo, como forma de relacionarse con el pai-saje. Se busca minimizar las áreas pavimentadas y el uso de distintos tipos de materiales, con el objetivo de realzar los elementos naturales del lugar.

Síntesis del acta del fallo del jura-do | Se valora esta propuesta como la que contempla con mayor equili-brio, economía de recursos y calidad arquitectónica los requerimientos programáticos y del sitio, consti-tuyéndose en un aporte al desa-rrollo total del parque lineal Arro-yo Miguelete con una importante coherencia y continuidad urbana. La articulación entre las escalas metropolitana, zonal y barrial se resuelve mediante recursos que se consideran muy válidos y ajustados al lugar, entre los que se resalta la distribución de los árboles (bos-que) y la utilización del atajo. La propuesta resuelve el espacio del parque a través de una adecuada interpretación de las condiciones del lugar, sacando partido de ellas para generar una sucesión de ban-das paralelas al curso del arroyo, que la propuesta califica de forma diferenciada y que lo ayudan a di-ferenciar espacios de gran calidad y potencialidad de uso. En particu-lar, la incorporación y el manejo del vegetal en el proyecto evidencian un cabal conocimiento del mismo y una solvente utilización de las di-ferentes especies en función de las características y potencialidades.

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Concurso-licitación para el anteproyecto, proyecto y ejecución de obra de los espacios públicos de la Rambla 25 de Agosto de 1825(Montevideo, Uruguay, 2006)

Autores del Proyecto:Ulises Torrado DieguezMarcelo Bednarik SoaresFederico Mirabal PietraAlejandra Bruzzone

Colaboradores: Fiorella BelloraGastón CarcavalloErnesto LungoPatricia MirandaAlfredo PelaezFiorella RomaniVictoria Rucks.

Asesores:

Acondicionamiento lumínico: Téc. Il. Carlos Galante

Parquización:Fabián Bautes

Arquitectura urbana | Se busca implantar un proyecto-proceso, incorporando el tiempo como pa-rámetro programático, como res-puesta a las condiciones del lla-mado de operar en mayor área en etapas/ sectores. No se trata de proponer espacios de la incerti-dumbre sino de introducirse en es-tos intersticios urbanos en estado de emergencia urbana, para, en un proceso de estenosis continua, transformarlos violenta y radical-mente: desierto en vergel, ruido en silencio, descampado en lugares, vacío en abrigos, sol en sombra, suelo inerte en patios, trazas en memoria.

En concreto, una redescripción del lugar/lugares en clave topográfi-ca, en diálogo sinérgico de trans-formación de la naturaleza ausen-te en parque: el Parque Portuario; una operación ecotopográfica de

anclaje fenomenológico y contex-to estructuralista de rescate de la memoria y del espacio urbano como sostén y referente físico, en términos didáctico arqueológicos, de ocio y relación, de encuentro. El parque como espacio cultural, como estructura productora de imágenes, sensaciones y entornos.

La estrategia: Una arquitectura urbana de incisiones o filtraciones topográficas: los patios urbanos: Patio de Garibaldi; Patio del medio; Patio de Las Bóvedas, creando una nueva escena urbana que influya en la conducta del sujeto usuario, basado en la percepción en como la biología humana determina el modo en que percibimos y aprove-chamos un espacio urbano. El con-cepto de parque jardín ligado a un recorrido y a actividades, refuerza el sentido del territorio como es-cenario capaz de albergar situa-

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ciones diferentes; recuperando la escala de 5km/h, donde el suelo, el plano por el que caminamos cobra una nueva importancia e invite a utilizarlo. El rescate arqueológico no como monumento sino como un hito de paisaje urbano integrado de memoria, didáctica y uso, las bó-vedas existentes transformadas en un centro de orientación y didáctica arqueológica, creando un centro de interpretación del casco histórico en clave educativo-turística.

La lógica del territorio como so-porte y del suelo como material de proyecto. Es suelo/sombra, ju-gando la formación aleatoria de las sombras sobre ese suelo, y el techo verde, como estructuración espacio-arquitectónica, continuum de sombra filtrada por las hojas, por los colores de la variación es-tacionaria, soporte de relaciones atmosféricas y que se solapa sobre el viario, articulado por la estruc-turación del suelo.

El equipamiento urbano, bancos, decks, monumentos, área de juegos de niños, la futura afloración de las fundaciones de las bóvedas como resultado de exploraciones arqueo-lógicas futuras, los muros de bor-

de: como marcadores territoriales, puntos singulares, las únicas dis-torsiones de la trama base.

Una arquitectura de cambio vio-lento de situación urbana que re-define el entorno, lo revela en su nueva escala y le cambia el sentido, a pesar que su tectónica es perma-nente, casi invariante; lo que sí es cambiante, es el espacio público, al que la arboleda del parque, por su número, condición y extensión, in-corpora los diferenciales que valo-rizan el escenario urbano propues-to, marcando esa mancha urbana en sintonía con las variaciones es-tacionales.

El andamiaje arbóreo que se pro-pone se extiende a la totalidad de la propuesta, de lo contrario re-sultaría incompleta. Como potente identificador, de baja complejidad, como difuminador de la frontera norte de la Ciudad Vieja, a la que incorpora imágenes que se alimen-tan y enriquecen mutuamente, re-sultando en la creación de un nuevo centro de identidad.

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Concurso internacional de ideas urbanísticas para laCosta de Oro del departamento de Canelones(Canelones, Uruguay, 2007)

Autores del Proyecto:Arq. Patricia AbreuArq. Sergio Acosta y LaraIng. Agr. Jimena Pérez RochaArq. Salvador Schelotto Arq. Raúl Vallés. Colaboradores: Arq. Mariana MarchesanoBach. Lucía Anzalone

Asesores: Ing. H/S Nicolás FailacheIng. Agr. Carlos Pérez Arrarte

La propuesta se estructura en torno a la idea de Parque Litoral, apoyada en los rasgos genéticos y geomor-fológicos del área litoral involucra-da, y de los procesos de ocupación de la misma inicialmente con fines turísticos a través de urbaniza-ciones balnearias. Con un enfoque sistémico, que recurre al concepto de paisaje cultural para estructu-rar el argumento vertebrador de la propuesta en el Parque del Lito-ral Turístico Canario, se efectuó un ejercicio prospectivo proyectando diferentes variables a los horizon-tes temporales 2015, 2025 y 2050 la transformación proyectada.

La complejidad sistémica del terri-torio es abordada desde una lectura transescalar, apoyada una fuerte toma de partido por la protección y conservación ambiental, en la que intervienen los territorios metro-politanos y los territorios turísticos del este del país, así como la inci-

dencia de las diferentes cuencas hidrográficas que vierten sus aguas en el Plata. El patrimonio natural y el patrimo-nio cultural son incorporados en una visión en la que conforman un subsistema que remite a las condi-ciones originales de ocupación en las primeras décadas del siglo XX y a su proyección en el siglo XXI.

La postulación de una ruralidad multifuncional para los ámbitos no urbanizados propone valorizar los aspectos productivos integrán-dolos con la residencia de nuevo tipo, la recreación agroturística y la prestación de servicios ecosisté-micos. Realizado el reconocimiento del territorio en cuestión, se propo-ne un conjunto de estrategias para fortalecer las localidades aisladas en entornos rurales y dinamizar los mismos, generando atracción y centros de interés alejados del borde marítimo. De igual forma se

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reformula el sistema de conectivi-dad y se propone una accesibilidad a la misma perpendicular a la línea de costa, manteniendo la condición de enclaves de algunos ámbitos y reconstruyendo una estructura de peine colgada de las rutas nacio-nales nos. 8 y 9 reconvertidas en autopistas de vinculación con los territorios turísticos del este. De esta manera se reduce la presión sobre los ecosistemas costeros y se propende a una utilización más ra-cional del territorio.

La propuesta de ordenación es-tructural del territorio a través de franjas trasversales con diferen-tes intensidades de usos urbanos y rurales, de bandejas transver-sales paralelas a la línea costera, y de los consecuentes comparti-mentos, unidades territoriales ca-racterizadas que se visualizan al mismo tiempo de programación e intervención, se suma a la idea de proyecto-gestión. Esta última se organiza a través de los diez pro-gramas de gestión que unifican la comprensión y la actuación sobre el territorio. La generación de ins-trumentos de monitoreo y gestión asociados con los referidos progra-mas es una de las consecuencias

de aplicar esa visión sistémica: la generación de la herramienta de los “ecualizadores territoriales”, aplicados a diferentes escalas de intervención, permite visualizar y graficar las gradaciones de intensi-dades de uso aplicadas a los ámbi-tos territoriales.

Entre los programas referidos des-tacamos el de gestión del fuego como respuesta a una situación en-démica que afecta al área ocupada en una alta proporción por bosques urbanos o plantaciones foresta-les industriales, el de gestión in-tegrada de los recursos hídricos e infraestructuras del agua, apunta a una mejora ambiental general como a la mejora de las condicio-nes de prestación de servicios a áreas urbanizadas y a un control de las afectaciones a los ámbitos cos-teros. La cuestión social es aborda-da desde el encare integral de las áreas de pobreza y precariedad ha-bitacional y urbana y las acciones de creación de empleo y desarro-llo económico local. Finalmente, la gestión de los aspectos ecológicos y ambientales apunta a la preser-vación de áreas naturales con dife-rentes figuras de protección.

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Concurso de anteproyecto por invitación especialCentro Formación de la Cooperación Española en Montevideo (Montevideo, Uruguay, 2007)

Autor del Proyecto:Arq. Francesco Ranieri Comerci Bonavota Colaboradores: Asesor anteproyectoArq. Bernardo Inzenga

Asesor proyecto ejecutivoEstudio MV+ (barreto-navarro)

Arquitecto residenteArq. Ricardo Pereyra

Administracion general de contrato, mediciones y certificaciónArq. Luis Rodríguez Tellado

EstructuraIng. Carlos Scocería

Eléctrica y acondicionamiento lumí-nicoIng. Ricardo Hofstadter

SanitariaArq. Eduardo Brenes

Acondicionamiento térmico y ventila-ciónIng. Jorge Cousillas

Acondícionamiento acústicoArq. Gonzalo Fernández

El objetivo del proyecto es poner en valor el edificio existente, elaborar herramientas que hagan compati-ble la nueva función demandada y valorar la preexistencia. Tomar lo construido como un material del nuevo proyecto. Con esta intención proponemos penetrar con el nue-vo programa el edificio de la vieja casona, una operación de inyec-ción de los nuevos usos, que utiliza tres recursos básicos, el vacío de la planta baja, el primer piso de la

construcción original sin alterar sus características, pero cambiando su uso y el conjunto de torres de ser-vicio y patio que se encuentran en el fondo del edificio. De este modo, el grueso de la intervención espacio funcional se concentra en la planta baja y en las torres de servicio. Esto implica tensionar el espacio de la planta baja introduciendo una caja de cristal suspendida para alojar la sala/aula y por debajo de ésta la cafetería. Las torres son despojadas

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de construcciones banales acumu-ladas en el tiempo y reconvertidas en verdaderas torres de servicios alojando en una de ellas el núcleo de circulaciones verticales y servi-cios accesorios a los nuevos reque-rimientos en la otra. Por otra parte se libera el patio de construcciones obsoletas para recuperar su voca-ción de proporcionar aire y luz al conjunto, función que se confirma por el muro cortina propuesto en su perímetro.

Recuperación de la preexistencia | En el resto del edificio la interven-ción está dirigida a la recuperación, la restauración de los elementos constructivos y ornamentales que caracterizan al edificio. Sin embar-go eso no significa la devolución de un carácter correspondiente al momento en que fue realizado el edificio. El paso del tiempo en los materiales y su apariencia son el resultado de los procesos que le han dado forma, reparar lo dete-riorado será la tónica, pero sin de-formar la nobleza que caracteriza los materiales y su apariencia.

La restauración no es solamente técnica, debe ser sensible a la ar-quitectura que el edificio materia-

liza, si bien el edificio presenta un estado aceptable de preservación, seguramente operar en él develará el tiempo transcurrido y las inter-venciones que ha sufrido. Operar adecuadamente, reconociéndole, comprendiendo las lógicas implí-citas en su naturaleza serán requi-sitos fundamentales para guiar las intervenciones.

La intervención aspira a construir un nuevo edificio que es el resulta-do del encuentro de dos tiempos di-ferentes, dos programas que en su diferencia encuentran la estrategia de la operación, una nueva identi-dad que no menoscaba la anterior, sino que se construye a partir de la primera. Un nuevo tiempo que no degrada, transforma y encuentra nuevo sentido.

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Hacia fines de los años ochenta los profesores Arana, Garabelli y Livni realizaron una serie de entrevis-tas a los arquitectos activos entre 1930 y 1950 que fueron publicadas en la revista Arquitectura.1 A par-tir de esa más o menos sistemática actividad generaron documentos primarios de consulta permanen-te para historiadores, estudiantes y críticos nacionales y extranjeros. Con el mismo espíritu, la Cátedra de Historia de la Arquitectura Na-cional comenzó en el año 2009 con un plan de trabajo de larga dura-ción que tiene por objeto registrar la actividad de los arquitectos que realizaron obras significativas en-tre 1950 y 1980. Con la convicción de ofrecer un importante aporte al conocimiento de la arquitectura en Uruguay, se han realizado las re-trospectivas de la obra de Francis-co Villegas Berro en 2009, de José Scheps y Nelly Grandal en 2010, de Miguel Cecilio y Mario Spallanzani en 2011, y para noviembre de este año se prepara la de los arquitectos Guillermo Gómez Platero y Rodolfo López Rey.El plan es ambicioso y tiene va-rias etapas que exigen la íntima coordinación de los docentes de la Cátedra y del Servicio de Medios

PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA EN URUGUAYCátedra de Historia de la Arquitectura Nacional

Mary Méndez

Audiovisuales de la Facultad de Ar-quitectura.2 Sobre la base de en-trevistas individuales se establece un recorrido que aborda los años de formación, las relaciones con-textuales, las referencias conside-radas y las principales ideas que comandaron las prácticas profesio-nales. El registro de la obra cons-truida constituye un documento de particular interés, ya que los casos seleccionados no han sido objeto de estudios particulares —ni, mu-chas veces, de cualquier tipo de estudio—. A partir de estos mate-riales se va configurando un relato que organiza el producto final, un documental que se presenta como cierre del curso en un evento dirigi-do especialmente a los estudiantes y abierto al público, que cuenta con la presencia de los protagonistas. La serie de retrospectivas busca exponer los valores de la arquitec-tura de la segunda mitad del siglo XX y destacar la incidencia que los profesionales tuvieron en la con-formación de la cultura material de nuestras ciudades. Busca cono-cer, comprender y aprender de los arquitectos constructores, e inter-pretar las trayectorias como apor-tes individuales a una obra colec-tiva.

1 Las entrevistas a Surraco, Scasso, De los Campos, Aubriot y Rius fueron publicadas en la revista como “Documentos para una his-toria de la arquitectura nacional”entre 1986 y 19922 La actividad tiene como responsables de los contenidos académicos a los profeso-res William Rey y Mary Méndez, a cargo de las fotografías, videos y edición están Silvia Montero y Ariel Blumstein del SMA.

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