Arqueologia mental de la guerra. Percepciones campesinas de la violencia en el Sur de Ayacucho por...

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AASIIESI,Of,l^dl ililGITT^I[I, IIf, l,^dl GUEENN FGNTEFCISITGS CÁTilFESIIITAS I}N T¡I TISI.TtrTCIA NN Nr. ffIA I}G ATACTICIO L,lris W. ffianlotr* 'i,-r-q iosbrss l¡¿cEn s¡r Frr'tpji jri-iiÉrJa,per,: ¡* hi;p,"r a ¡$ ji¿r¡e ¡rtiirj,:, i¡jo ciriu¡si;nii;ieJegJ,,ia: Ftrr eiJos ai::E¡-\-r -ri¡i0 i¡jo at¡urJia-r eiriu¡-rt¡rrii¡-{ i,i¡i {üs -cg enrjJg¡t¡a¡r 'jire;t¡aentg, qui til::terr u ip.: i;¡, ci,i¿ lp,i;J;.; itar el nlteifiE Í. ñ¡¡¡. ilI ljeij¡rh* Erua;¡j,rJ Introdrcción {n} Es inregable el impacto de [a viobrcia pofiüca sobre la soc¡edad rural en el PenJ, más de 25,m mLElrtos b confirman. Aurqrc los estrdios están en sr¡s inicbs (l), se han desarrolladü trabajos interesantes sobre la rehclén del campes¡nedo ardim csn el proceso de viobncla Flítkra, en especlal lm que se han rcferldo al análisis del papel de lm organizacbres de autodefunsa en hs zonas de emergerrcia (2). E I presente documento pretende ser ulm invesügacirSn de carácter erylordorb, sobre uno de bs temas aún rE tocados por h inwstigación sockrl, nos refimos a h re lac n e ntre m e nta lid ades campesirms y üolencia po6üca. El análisis de la gr^prra, qLE én bs tlltimos años se cCInvirtié en el centro de las preocurcbrxes de la sociedad, fra puesto sobre el escenar¡o una vez más, la problemátk:a de las relaciones erüre bs hombres y mujeres del campo. Los sr¡Érños y las utoflas, se han conjtgado mágicamente con dirersos discursos y necesidades. En algunos fte el crbthn¡smo (urbano 1s81), en otr6 h recreaclén de un lengmje propb expresado en el arte (Burga 19ffi) y en lm mems, el maoismo {ftgrqori f98g}. lfientaremos aproximarrws a conffier las imágeres que sobre la vbbrpla poseen los habitantes de un pebb campesiro en el sur de Ayacrcho, sometklo a h lógba de la grcrra: Pararca (3). A medhdos de lW, esta &na gandera y de pequeña produccién agrarla, fue sacudida por h presernla de Serdero Lumirpso y lm Fuerzas Armadas. Precbaremos las formas en qrrc los agricultores panarquinos entbrden la violencia: St lo lmcen en términm plítbos modernos o si más bbn recurren a una memorla co lectiva, a la im ag inac n consenada en la tradbién oral. $u estt¡dio forma parte de un esfuezo mayor por analizar la profurda preserrcia áe heterogeneos patrorps estrurcturahs, que üñen los diferentes c0mportamientos colectir¡os {Quijano l gg0}. Tres relatos, pr0porcionados por campsinos de h rcna, servirán de base para el presente trahjo los SEQUII,AO N96: AñO III, 1994 91

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Articulo de Luis W. Montoya para la Revista Sequilao Nª 6 (1994)

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AASIIESI,Of,l^dl ililGITT^I[I, IIf, l,^dlGUEENN FGNTEFCISITGS CÁTilFESIIITASI}N T¡I TISI.TtrTCIA NN Nr. ffIA I}GATACTICIO

L,lris W. ffianlotr*

'i,-r-q iosbrss l¡¿cEn s¡r Frr'tpji jri-iiÉrJa,per,: ¡* j¡ hi;p,"r a ¡$ ji¿r¡e ¡rtiirj,:, i¡jo ciriu¡si;nii;ieJegJ,,ia:Ftrr eiJos ai::E¡-\-r -ri¡i0 i¡jo at¡urJia-r eiriu¡-rt¡rrii¡-{ i,i¡i {üs -cg enrjJg¡t¡a¡r 'jire;t¡aentg, qui til::terru ip.: i;¡, ci,i¿ lp,i;J;.; itar el nlteifiE

Í. ñ¡¡¡. ilI ljeij¡rh* Erua;¡j,rJ

Introdrcción {n}Es inregable el impacto de [a

viobrcia pofiüca sobre la soc¡edadrural en el PenJ, más de 25,mmLElrtos b confirman. Aurqrc losestrdios están en sr¡s inicbs (l), sehan desarrolladü trabajos interesantessobre la rehclén del campes¡nedoardim csn el proceso de viobnclaFlítkra, en especlal lm que se hanrcferldo al análisis del papel de lmorganizacbres de autodefunsa en hszonas de emergerrcia (2).

E I presente documentopretende ser ulm invesügacirSn decarácter erylordorb, sobre uno debs temas aún rE tocados por hinwstigación sockrl, nos refimos a hre lac ió n e ntre m e nta lid adescampesirms y üolencia po6üca.

El análisis de la gr^prra, qLE énbs tlltimos años se cCInvirtié en elcentro de las preocurcbrxes de lasociedad, fra puesto sobre elescenar¡o una vez más, laproblemátk:a de las relaciones erürebs hombres y mujeres del campo.Los sr¡Érños y las utoflas, se hanconjtgado mágicamente con dirersosdiscursos y necesidades. En algunos

fte el crbthn¡smo (urbano 1s81), enotr6 h recreaclén de un lengmjepropb expresado en el arte (Burga19ffi) y en lm mems, el maoismo{ftgrqori f98g}. lfientaremosaproximarrws a conffier las imágeresque sobre la vbbrpla poseen loshabitantes de un pebb campesiroen el sur de Ayacrcho, sometklo a hlógba de la grcrra: Pararca (3). Amedhdos de lW, esta &nagandera y de pequeña producciénagrarla, fue sacudida por h presernlade Serdero Lumirpso y lm FuerzasArmadas. Precbaremos las formasen qrrc los agricultores panarquinosentbrden la violencia: St lo lmcen entérminm plítbos modernos o si másbbn recurren a una memorlaco lectiva, a la im ag inac ié nconsenada en la tradbién oral.

$u estt¡dio forma parte de unesfuezo mayor por analizar laprofurda preserrcia áe heterogeneospatrorps estrurcturahs, que üñen losdiferentes c0mportamientoscolectir¡os {Quijano l gg0}. Tresrelatos, pr0porcionados porcampsinos de h rcna, servirán debase para el presente trahjo los

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cuáles más que representar prwffiirreft¡tabbs son irdicios sobre unarealidad aún pr profundizar y para hcual la metodol€ía humanista es uruentrada sugerente {Plummer l gEg}.

Es entonces qt^e nu#tro trabajorepresenta un prime r estudioexpbratorio sobre el tema.

La imprtancia del estudio dehs menhlidades campesinas serelacbna con el l'echo de qrc himplementaclón de plítbas dedesarrollo runal y de pacificecién anivel regiorml, en zonas afectadas porh vbhrrcia política, requbren de unco nocim iento previo de laraciomlldad de los agentes socialesparticipntes y bereficiarios de estasinhiatims. Sr¡ sÉ descorpce superspectiva, su partlcular forma dever la realidad, el éxito de haplhrción de dhhm medidas corre elriesgo de relativizarce y mediatizar suefectivldad.

Por último, recordardo aAlberto Flores Galindo, diremos quetomaremos para tejer nuestro anállsis,tres memorim histórhm prireipales.De un lado, esa quÉ' escriben lmprofesbnales de la historia, losintelectuales; tam bién, aquellapráctica informal, desarrollada porautodldactas de provincia, los qu{than sentido la obligación de escribirsobre su puebb o localidad. Porúltimo y principalmente, la memorhoral dorde el recrcrdo adquiere lasdimensbnes del mito.

La Violancia Política snParacae ($ur de Ayacucho),-Cuenh h tradbkin oral del mlh, queen tbmpos pasados, del pueblo deLampa (actml distrito de la proürciaPaucar del Sana Sara, sur deAlnacucln) solían pastear gamdo

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hnar gran nnimero de pequeñoscrladores. bs cuabs buscandomelores pastüs se abjaban graruCesdlstamias de su lt^gar de origen. Esen una de esas salklas qt^e una niñap#tora, despuÉs de una lluviaprolorqada, obserua en la superfciede la tierra un trar de madermcruzados y en el centro de ambosum fbr abieda, que por la lluvia, prel para, hbiía sido germinada.

La tnadhlén oral rec'oge lo realmaravilloso del rehto, el discutsomítlco como lengmle particularpresta a un sin nimeroint'erpretaciones (Ansion 1987), peroen nuestro caso sinp para definir aun determimdo espacio territorlalcomo el "puebb de la santa cruz'r, unlugar protegido por un podersuperbr. Lo de Pararca está enrelrcón directa a la lluvh, ya que elsustanüw para designa en kechua aeste fenómeno natural; Fro como enb anterior, proporx una deslgnaciónqt¡e idealiza la zona, un ltgarfavorecido con el agua, tanimporüante para hs tareas agrfcolas.

Pararca -como la llamansimplemente sus residentes- seernuentra ublcada al rededor de los2800 m. sobre el nirel del mar,Polfticamente perterece al dlstrito delmbmo nombre. Desarrollan suspráctbas en este prcblo, campesinosagrbuhores y criadores Fcuarbs, ah sombra impnente del rchan Sara$ara. De acuerdo al censs de 1981,h pobhck5n estimada Fra el dbtritollegaba a 1491 habitantes; y en elprcbb, sede prirrcipal del poder yconazón del mlh, se reglstraba untotal de 1&5 fngares campesirps (a).

Lugar muy rico, atrawsado porun fo qrp crece al ritmo de la lluvia,confirmardo en parte el relato mítico

sede

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VIOLENCIA EN AYACI¡CTIO

presentado; pero albergardo a la wzun escenario común en mtnhmpanes del sufrido Aytacrcho.

Loe tutaq purlqrunakurp.- Larevista regional "Pumahuiri" en sumimero cirpo, señalaña el sáMdo t+de julio de 1s84, como fecha de laprimera irnursión armada del PartidoComun'sta del Feú por el SenderoLumimso de J.C. filhriategui, áParinacochas (5). Esa vez fue CoraCor4 capihl de la prcürrcia la qrcsufrié el ahqrc. h ahí en adehntebs diferentes pteebhs y comunidadmcampsinas ccrpcedan al actorprincipal de ta guerra qr¡e se iniciaría.

Pero será recién en octubre delg8g que Santa Cruz de Pararcaconocerá directamente esteferÉmeno político-militar. Una patrullacompuesta por quince polbías delucha antisubverciua visitará elpuebb. Los abusos cometidos, robsy violaciones, marcarfan a loscampesirns, presenhrdo a uno delos actores del drama que intentarfancomprender. El otro como ya dijimos,el principal, bs compas -como lospropios cuadros de $endero sefacían llamar- desanolhrfan rctitudmlgualmente violentas y auüoritarias. Lavoladura de h plarrta hidroeléctricade Tambillm {a menos de trcinte

minüos de Pararca) la cual fueraconstruida con el esfuezo de diezcomunidades y prebhs vecinos masel apyo de la lglesia Catolica, seríaun bten ejemph de esto, Sinembargo, n0 eetaría comPbta hrelrción de ruentes de la vbhrrcia sidejaramos de mencionar a un tercerprotagonbta: la fgura del abigeo o elabigeato en térmirps más amPlios.Los Gutiérrez, una fumilkr de más de

cincuenH Frsonffi ertre lnmbres Ymujeres, irrcluyerdo niños y anclarns,roHñan pueblm enteros. Pararcaserfa visitado también, bs Gt¡tiérrezgolpearlan mrbs campesine Yhurarlan animales, llelárdosebs Ymanifestardo otra señal de losnr^evos tbmps y delfin murxco.

A diferernia de otros estuCiosque señalan h designación tutaqpuriqrunakuna pera referirse a losmiembros de Serdero Lumirpso Porparte de los campesinos (6),encontraremos quÉ los agricultorespararquirms t¡tilizaÉn este tÉrmino demanera más :, general nombrandotanto a los senderistas, como a losmbmbros de la polhía y a losabigem. "Los qte camiran de rPclre"m sélo seríian compas qrc vistanalguna ffisa Fra entrevistar a uncampesino; sino quÉ tambiénaqr.elhs policías que abusaron enPararca, cometerfan sts aclos en hneche, a oscurffi, cuando nadiepdfa obserrarlos. Ls mismo en elcaso de bs abigeos, robando Yasaltando, €n momentos cuandotdos dormfan. La oscurldad Y larpche serán el espacio propicb parael mal, una realldad desconmicla,reim de personas mallgrns y figunasdemoniacas (Ansion 1 987:1 45); frentea la luz de Dios y su poder divirrc,dorde bs campsinos €e ubicarán.Elementos muy cristianos,ordenadores de imagenes Yrepresentaciores de h realidad,resultantes de una ¡ntigm y fuerteinf luencia ideológica colonial'Anotaremos en plabnas de HenriqtcUrbano, 'bl catecismo católbo 8econfudiría con mucl'ns idem andiresacerca del destino del hombre"(Urbano 1981). Este I'echo mostrará

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un presupuesto sl€erente, bs rehtosproprcbnados pr la tndbión oral,serán la expresiSn de urm sociedden dercnir, o más aún h formaparticular en qrc los campsirreentbnden a ésta, no encaderÉrdosee una vbión cblba del tbmpo, sirmrnás bien daruCo paso a la uto$a,carmterfstha de une concepción deh hbtorla como prorcso lireal yprogresiw (Urbarre 1977}.

Apartir de aquí el relato seÉmanifestación de un sentido,apcalíptk:o y mihnarist4 propio dehs agricufbres. Loa ürtaq puriq, losqrc caminan de rrcche, compas,pollcías o ablgeos, seÉn signos deun prmeso prdetermirmdo, del findel murdo, del juicb final. Pero seríaun grarr€ Érror generalizar apaüir deesta realidad, sin tomar e nconsideración más ehmentos. Lmprácticas colectivas de loscampesirm pararquirns r¡o t'erdránun caracter unitorme y menos aún lmpercepciones que éstos Fseansobre bs fenémenos mn bs qw suvida cotldiana se relaciona. Lavio le nc ia se rá d istintame nte,interpretada y e su vez estasinterpretaciones dependerán de unescenarb donde los diferentesastores, indistintamente, tendránpaples ya determinados; Fro qrcfF impediÉn qrc creen nrelrusmensajes. De eeta forma lasmentalkJades, pdrán ser estt¡Ciadmen rehclón con un contexto ma1rcr dedimensionm sociabs.

Vlolsncla y Mentnlldadsecampcelnae: Lae porcopclormsrAlain Touraire, mencbrn para lepaíses que tienen una débilmpcidad de cambio erdógern -

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como el nuestro- qw los agenms detrarffirm#lón son receseriamentédefinidos como exógenos:intebctt¡ales en ruptu¡e, rergmrdiarevolrrcionarh, ejercito de lihraclónnacional flouraire 1987:S). Es deciractores plftbm que se difererniande bs intereses de la sociedad, oque rp directameñte represerfian sLü$

expectatirnas. En nuestro casoobsen¡amm como los conflistesoclabs, son protqonizados poragentes extenps a bs campesinosde Pararca.

"Los excluidos reckzadan hpolítba como Fñe del sistema quelos exclule" (1ffi7:91), esta se abjaríade su vida cotidlam. Las lunhas yenfrcrüambntos enbe h plbh ySerdero Lumirpso rcprcsentaríanalgo etenp a srfi¡ interses. Esapartir de este recorpcimiento qt¡ehabhremm de una percepién prophde bs agricultores y criadorespecuarios, distinguiendo entreagentes de la violencia e intereescampesinos; pero al interior de estosúltimm, rrelrrcremos a difererpiardbtintos sectores, Agrbultorcs, másorientados a h autosubsisternhyganaderm -campsinos rbos- ligadosal mercado. Numtro interes secentra en corpcer hs percepcioresque manejan los prime ros,exphnardo en hs mentalidades,determirnrdo hs formas en qte "hstndbbres de todas hs gereracionesmuertas, oprimirían cCImCI unapsadilla bs cerebros de bs vilffi"{7}, o como un le,nb proceso demodernización influl€ en sus vuces,en sus imágenes, Para estoanalbaremos tres relatoe rccogidmen h zorn y apartir de lm cuahsteleremos el esttdb.

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VIOT,ENCIA EN AYACT¡CI{O

De lo qLF son los compñerus: Laimaginacih.- 'Y es que existiéailtes, el munCo del ya¡ra Dios, endorde los gentiles vivlan y esemurdo se aca$ con el dilwb, aff elcura Noé hizo su erca y bs hilos delcura Noé somos rpsotros, losgenübs murbron en las machay(cuems). Por eso estamos en otromurxdo ahrita, el mundo del churiDbs; pero ése se \É a ambartambién, l'ny senabs. lgual que losgenüles üw la gente, sin bat¡tizar,hrmarre con hermana c-onviten,

@re con hila. En nuestra tierra loscompañeros lmn aparecido, estánmahndo, guerra están hacbndo,igual qrc Carratalá. Los sinchis

$ualito \fan a venir ha matar junto alos soHados. Allá en Corqorna,Aguas Calientes, bs Gt¡tÉrrezt comocarrero degollan a la gente, abusan.Al firul sÉguro que viene el fin delmurdo, de aH ra wnir el murdo delEsSritu $anto, dorde todos wtn atener alas. Dicen que con guerra seha iniciado el mundCI y con grcrraterminará, derrepente no es asf. ElSara $ara puede retrentar, ¿Quiénsabe? ..." {E}.

El relato presentads nosprmite obsenar una explieación deltiempo presente, de losacontecimbntos que b mracterizan,representardo una üskin proxima auna co rrie nte inte lectual: e I

milenarismo. "La idea se vincula conh cormepción crbtiarn de la historiasegún la cual, esta debe llegar un diaa su fin: el juicio firual, h resureccién'de bs cuerpos, la cordenación debs urps y la salwcién de otrm, paraculminar en el erntentro de lahumanldad csn Dios. Temas delapocalipis que integraban bs

temores y les espemnzas cot¡dianásen bs tbmpos mediewles y qLE unmonje cahbrés llamado Joqufn deFiori {114+12o2} convirtlé en sbtemaprofético y le dió forma escrita. Lahbtoria se reparfa en tres edades: laedad del padre, ya pasda y quecorresprdfa al antigto testamento,el presente o la edad del hijo y hvenldena edad del Esflritu Santo"

{Fbres Galindo 19B6:25}. Esimposibb separar la historia de estazona y de Ayacucho en general, delpapel de h religién católica. Elpuebb de Pararca ct¡enta en su plaaprincipal con una lglesla muy antigm, símbolo de lo que Manrcl Burgallamaría "el triunfo del cristlanismo"(Burga 1988:121). 0 más zun de utmfurma peculiar de entender a Dbs. Eltestimonio de una educadorapararquina ayudará: ".,.E1 hombre deprcblo, en espcial el irdígena, da himpresién de estar dominado por unmistbismo fanático por el respeto quemt¡estra por las imágeres y lossaserdotes {...} en realldad noconocen ni comprendenlas hermosasverdades de nuestra religién y sesometen cbgamente a las prácticasreligbsas cumplidas por un cumulode supersticbres y de temores a unpder desconocldo" {9}.

Es innegable que sus Pahbraspermiten dlstinguir por lo menos dosformas de entender la Prácticareligbsa: una, la de prsonas comoh profesora y tal wz todos aquellosligados a un culto ofiekrl; pgro deotro, h partbuhr forma de sentir delcampsino Fbte. El 'temor" Y h'bulpa", resaltarán como elementosrepresivos y amedrentadores,imprcstos Fr la lglesia durante laColonia. El hectro de que los

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lrcmbres cometan falks contra lmnormas estabbcidas, la violmlSn abs patrones monabs de la socbdad,tnaerá consigo un castlgo elemplar.No meramente conect¡w sim el findel mundo, de todo b corpc'rlo.

Los instrumentos sefan lmqte "aparecen", o aquellos qte sonembiados para cobrar ctentaspendbntes: $erdero y su viobnclaarmada: las Fuezas Policlales junto ala repres ión sin med ida ymiserlccrdia; inclusiw los abigeosformadan parie de esos instrumentos,que se utilimrían par:a castlgarlos. Larcsprcsta campsina: una actitudpsiw, de reslgnación y estoicismoinmo¡tal para limplarce del pecdo,una acusada irfltencia biblicaprocedente de unas bien estudiadasprédicas eoloniahs. ¿$on acaso estmlas riltimas manifestaciones deldominio ideolfuico gamonal, qrcllewba al campesinado a aceptar sucondiclón de dominado?. En lascasas de lm 'Tamilias notabhs" delpueblo de Pararca, será fácilencontrar, libros muy antigtresreferldos a la cateqwsis crhtiana,títulos como: el de Fray Luis deG¡anada, 'Guía para Fcadores"; "Lamoral cristiarn para la corfirmac&5n",manual panquial; üejas biblimempastadas en cuero, serán losslgnoe de una üsión del mundo qrcse difundieron para justificar hdomirnción y el pder.

Pero como parte de la mismarealidad estas manifestacionesideobgbm, qre intentan dar umimryen del furÉmeno vbbrnia,refleian en cbrta forma un procesosocial mayor. Las activ¡dadescampesinas en la zona, wn de hmem con uru producción primaria,d istribu ida e n dos sectores

diferenciados, De un lado, laagrhultura y de otro la ganadeda:principlmente de \Íacunos, ¡a cualtie ne un carácter netamentecomercial, uñ destirrc previamentedeterminado. De un hdo entonces,están quelbs que producen para elmercado y de otro, aquelbs qLE selimitan a prducir para subsistir. En1985, a niwl de la provincla, el 1E7o

de la pobhción total de \acunos sededicah a la saca anual; mbntrasque en el caso de los ovinos,caprinos y porcinos era un 207o. Deeste tohl el 23.5o/a servía alat¡toc'onsumo y 76.57o para sucomerclalizmión en h capihl {lbarra1986). Dos sectores campesinoodiferenclados, uno más ligado almercado y al capital agrario: el otro,al autoconsumo y a la agriculturacamFsina.

8erá en este último, mástradicbnal que el primero, en dondeubharemos el rehto y a nuestroinformante. Es decir constataremos hpreserrcia de un comportamientoco lectivo te ñ ido d e ras gostradbbnahs expresados en undiscurso milenarista y qrc encontraráen h prodwclén de autoconsumouna explicación; pero acompañardohestarán tam bién formas decomunir:ack5n dorde el S4% estarácarmterhado Fr desconwer hescritura, distirgubndo qrc loamayores porcentages deanalfabtismo se registraÉn en elgruF de personffi de más decuarenta afos, hs que repredentaránel 6ffio {10}. k la pbhclén enSanta truz de Pararca, aqrcllos qrchan aprendido a escribir y leertend rán en el castellano uninsfumento más de comunhmkin,mft¡ntr* en la otra orilla, hs que m -

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eunqr.E b sepán habhr- pseeráncon muehá ma!6r certea al kechua ysu corlcepclón parthuhr del murdo{11}. Los mayores padres y madres,abuelos y abrrehs, reprodrciránviejas formas de pnsamientoPutiliables en la vida cotidiam y lapara h explicacbn de muehmrealidades, la presencia deltestimonio oral cargado de figurasmítbas y las fiestas, serán losejempbs enctos {12}.

Es entonces que nuestroinformante erparnaÉ datos y cihascuantificables, o más aúnpersonificará un compoüamientocohctiw seguido por varias familiasen este valle. Lo cual rre resulta muyexharp tomardo en consideraclón,una vez más, qrc el mercado y eldesa rro llo capitalista no haincorponado a amplios seetoressoclahs, especialmente en el campo,dentro de una estructura moderna;sino más bien lo tradicbnal ha sido elescenario clorde se reprodujeronmensajes colectivos dorde lo mítico{como conjunto de metáforas}aparece como un comporpnte de lasformas de pensamiento campesino.Es en parte lógico constatar, comoresultado, que existen vishnes comCIla presenhda dorde el mihnarismosirve para comprender situacionesaetuales como la viohncia, y creerque Sendero Luminoso es parte debs signos de bs últimos días.

Da a qulenee nos fe'cuerdanloa compañeros: lá mamorh.-"Pareeen tiempos pasados, lo qrcahora verps, allá en h¡larcabambadicen qrc los senderos, hanaparccido y lxn matado a una señoracon plata, dben qrc quleran hmer

gt^erra. lgual a mi me contaron qLehace años por Pararca pasóCaffatalá y detrás de é1, Pukatoro.Elbs estaban en gLerra y urp bprsegda a otro. Ahf dicen que hubomucha gente que murfo5 convbbrpla. En Pararca tdos $ecorrieron a bs cerros cuando lbgóCarmtalá, la ceMda de DiegoHuamán, qt¡e estaba amarillita, lesilié a sus muhs. Eran abusivmpürqL€ pregunüaban ¿dénde estáh¡tariacha dónde está Joselreha?, asíle llamaban al gallo y la gallina, V sÉlo llernaban, rokkn todo, Despuésque se fueron elbs, virp a su atÉsPukatoro, igualito abusirc porquerokha ponchos de vicuño, senüa fríoseguro. Af final abusaban los dos.Ahora bs senderos y la polbiaparecen Carratalá y Pukatoro, unop#a y el otro le sigue, En Quibata,cuando bs plicias lhgaron todos secorrieron a los cerros, igualhubieramos I'eeho nosotros a siraclle hubiena abmado de rpsotros"ilsl.

Este segundo rehto nos siruepa ra intro cl uc irn os e n u naproblemátba diferente, si se quiereasí, en el recomcimiento de qu{texiste un conocimiento hisÉriso entrebs campesirres, una corrciencia, unrecterdo del psado. Ya no estamosfrente a ufta üsién que merch l0mágbo, lo imaginario csn la realidad;sino frente a la memoria oral, unarealidad transmitlda boca a boca, degeneracién en gereración. Eeta sir\Étal \€z para comprerder mejor elpresenb, mediante ufta compraciéncon el pasado. la historia de unaéFca e€ mgida en un solomomeñto, de un sob golpe, ennLestro caso las lrchas por la

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indeperxCencia politlca de Espafudurante el sigb xlx.

En el rehto el nombre delgeneral Carratalá, erca$do de lmfuerzas realistas en Ayacucho,verdtgo de Maria Parado de Bellido,asume al conjunto del actor. En elotro caso, el rpmbre FUF<atoro, 'tororojo", deslgna al eiercito patrbta,segundo protagonista del drama. Lasactitudes asumidas por lospararquirms, frcnte a los dosenem igos, son claras: totalindefererpia con respecto a losmotiros del conflicto, un recuerdorngatiw, ningún nivBl de identidadsirp más bien necesidad dem ante ne rs e alenfrentamiento.

marge n de I

En cbrh forma esta imagen allgual que la primera sé moüliadentro de b tradicbnal, como partede las relaciones derimdas de unaprodrc'ción de autoconsumo, perorepresenta inflwncias muy peculiares.La relmlén jóvenes-viejos de laantropologf a clás ica puedeseñalarnos un aspecto a considerarjunto al signifbado que se le da alrecuerdo colectivo. Nuestroentrevistado un agricultor igual que elprimero, pero de diferente edad,mostrará lo afirmado. A través de surelato reviviÉ una situación pasadasimihr en chrta frcrma a h qr¡eafronta en el presente, y qrc apelaráa h memoria oral, al recuerdocohctir¡o del prcbb. Cuardo hintenqamos sobre dórde hahfaesct¡chado la hbtoria, él rpsmanbfestó que su madre y abuehlnkrían slCo lm FrsCInas qte a suvez h contaron el relato. Es decire ncontramos una secuenciageneracional entre mayores ymernres, entre üelrs y jéveres, en

donde la memoria oral ánbuhexperbnclas. El respeto a la tradición,a los mayores, al saber obtenido porh edadn serán comlmnentesrecordando a Weber- del dominiotradic¡onal.

Pero asf c-omo esta realidad semanifbsta, obsenaremos a su ldo,otro eshbón de la misma mdena,Los datos frím estabbcerán como yaseñalamos un 34% de anafiabetos endonde el discurso milenaristaencuentra un escenarb propbio; peroen el caso de la memoria oral, elentrevistado pseerá instrucckánprimaria, es decir poserá un niveleducacioml, aunqte simpb e inicial.Esto último b acercaÉ ktante aesas viejas formas de pernamientocampesirrc, lB imagimcfrSn y lamemoria, dorde fácilmente recunirá aobterrer explicaclores sobre lospe lig ros q ue lo ase e han,clesarrollando una práctica quecomprometerá a más campesinos;Fro qrc se alejará de un dbcurco -por decirb de una forma amplia-moderno y racional, el cualerpontraría en la edrcaclén noelemental sino h de más nivel ydesarrollo crítico su forma deexpresión,

Expuesto de esta formaseg uiremos mencionando lapreserrcia de una persepción propiade bs agricultores, una identldadcorptruida por un sujeto {losagrbultores de autocornumo) quedepnde del jrego de lm fuerzaspolÍtho ecorÉmicas (Jacob 1 ffi€:21 3)y qr^€ lm diferencia de agentesexterrps a sus intereses. Será así qrcesto úhimo tendÉ relmlón con elhecl'p de que el rehto expresará hindibrenckr con relacbn a loeconflictos de bs camatalá y pukatoro,

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VIOI,ENCIA EN AYAC{JCI{O

en el pasado; o bs serdero y hpolbia, en el presente, los ct¡abs rpreflejaÉn bs intereses cÉmpesirns.

En el Perú de laindeperdencia, tbmpo de dordenace la historia, rsaltará unainmensa escena de enfrentambntoentre los ejércitos patrbta y realista,dorde su élite y sus clases popuhresrm hicbron sirn asistir impasibbs a hdecbién de sus destinos; la primeracon mbdo, las últimas, en sihncio(Bonilla/Spalding 1972:58). Unsilencio que lhvaría en h mayoda dev€ces a la absternión, pasada ypresente, a un deserrcuentro propbde las sociedades como hs nuestras.Campesirns no identificados con lasluchas criollas, comerciantes otenatenientes; ni tampoco con losintereses de un Estado no biencormcido y representante de unalegalidad erdraña, expresada siempremedhnte la vblencia. O desde otrobando, campesinos no identifbadoscon una él¡tÉ provinciana inspiradaque quiere modernizar a sus irdiospor la vh socialbta {Degregori1989:19). En pahbras de MarbBenedetti, "cuando los dbz taradmmesiánicos de turno tratan decor€regar a la obediente asambba,el pueblo no hace quorum".

Es decir la imaginacióntérminos eolectivos tiene unapresencia; Fro la memoria también,Ambas serán auxiliarescomplementarias para lacomprensién de h realidad, qrcserán utilizdas en determinadassituacbres cotldianas y de crisis. Lavbbncia vivida en el presente, lxaríapensar en un hmho pasado Fr€lsumir una cordtrcta, una explicacióndel ferÉmerc, Más aún prtiría de

una identidd rcmún, que la hbtoriaoral guardarfa. No se trata aqd deum comunidad en conjuffio qwguarda un recr*rdo ahtracto, sinomás bien de un sector dentro deestan aque llos ag ricultores ypradwtores de autoconsumo, qL€redan a SerxCero Lumirpso y a lasFuemas Polhiabs desde su ptticuhrpunto de üsta, lbvandolos a sentircern identifpados con ninguna de lasdos partes.

El escapar, el huir, aparecenentonces como la mejor alternatim alestar amenaados. Un cuento deEnrQue Lépez Albujar, dibujaría lasactitudes as um idas por loscomuneros de Ohs, en el contedode otra crisis, h Gr.erra del Prcíflco,el enfrentamiento militar mntra Ch¡bno provacaría en ellos unakCentiflcación inmediata con la lucl'tadet eierciüo peruano: sino más biense manifestarfa su absterción eindifererrcia, un rctsgo que lna se hacecomún {Bonilla 1 98O:178}.

No es extraño entonces Pensaren una ldenüdad ctmrjn entre loscampesirns pobres -una vez más-,que no deja de ldo aspectosimportantes como el serüimiento deser miembro de una comunidad. Lospararquinos en cierüa forma sesentirán "origimrios" del pteblo,frente a los 'forasteros" ($enderistas,policias o abigeos) qrc Prorendránde afuera {14},

Finalizando un recuerdoproprcionará una idm pflra hreflexién ¿Será tal \rez qre losconflictos, producto de h vbbraiaarmada, eskblecerán dil¡epos tiposde identidad? ¿Los agrcultores sÉ

sentirán originarios de su pueblo perodiferenchrán mn bs intereses de los

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grupos de poder lmal, a la wz qwconsiderarán fonasteros e SnCero ya la Policfa?.

Da loe intersBes de loecompañeros: Lo pcional.-"Para mi que hs cosas están claras,si permitimos gue loe compas llryueny se establescan aqd, vamos hmerel blanco de bs sirahis. porqrc nos\¡an ha acusar de terrorbtas y deayuCar a bs senderc; igml sidejamos que hs militares veftgan,primero \fian abrcar y segundo,cuando se rallan, los tenucos \mnacusarrps de soplones y hasta nosprcden matar, lgual como pasé enColbni. Lo mejor és estar en elceñtro, ni con uno ni con el otro;porque sino uno de bs dos dispara yambos pueden matar. Como mecontaba mi prima, en Laramate hcomunkCad se organizé y rre permiilóa nirguno de los dos entrar. Lossenderos, son un particlo y qubrenganar gente para elbs, no lesconvendda enfrentarse con toda lacomunldad. Tampoco af ejercito; perohay dt¡Cas porgw pueden tirarbomba y arrasar con un puebb, esossi son maHitos, m creen en nadie,'{15}.

Desde el momen&¡ en qt¡e serecono@ a Senlero Lumirpso comoun partido plítbo, una agrupackinrequerida de con\rencer gente parasus fihs, se asume dos elementosnrrc\fos. Primero gr€ se deftr de ladootras percepcbres propias de lm"mayores" o de aquellos que tE $onpre parados 0 instruidos (s ineducacién). Lo segurdo, es qw lrec'onflbtos dejan de ser prcibidoscCImo actos recesariamente üolentos,apareebrdo las mediaciores y losespacbs de ltnha {pErtidos} b qre

ItJ\,,

slgnifica no una regacitln a qrc estospuedan ser gererdores de vbbncia,sirrc más bbn que desanolhn stxipráct¡cffi dentro de un espciodiferente: la polÍtica. En la vbiónmilemrista y en la memoria oral, losconflbtos concluyen con vbbncla yla mLerté es el epfbgo final. Eñcambio cuando son procesados loshechos de marlera difurente. losconflhtos aparÉcen mrchas \ecesregulados y se dbtingt.en salidas: ,,Lo

mejor es estar en el centro, ni conuno ni con otro ..." , "... en Laramatela comunidad se organizó y nopermitié a ninguno de los dos entrar',.

Pero este dirlgente resumiÉmuchos elementos para el analisis. Adiferencla de los dos informanbsaruteriores, este tercer agrhultortendÉ instrtnción secundaiia, Ésdecir un mayCIr contacto con una delas irstitueiones más representativasdel "progreso" en el campo: Laescuela. $anta Cruz de pararcaposeeÉ un ffio/o de habitantesmayores de cinco años que sabránher y escribir, en los cuabs tainflrcncia de la modernidad se harámás visibb. El fuego gue llqutdaterrlrá en el mito contemporáneo deh esctela una de slls armasmayores: pra salir del murdo de lanoche {analfabetismo de los puebfosverpidos y oprimidos) es necesariodesprkr: ir a h escueh, Sabierdoher y escribir se ptede F$ar almundo de h luz, al mundo de losvernedores, de la cirdad, delcastellano {F¿trrntoya lgg0g5}. ,

El mntrcto entre Lima y hsprovincias, la construcción decarreteras y cam inos decomercializacién, h urbanizacióncomo proceso lento q uecomprometerá a un 64yo de h

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población total (rs), permitiránampliar a bs mignantes un horizontecampsirn inblalmente estrecfp.

Notaremos entoncés doselementos ifieresantes, de un lado elniwl de edrcackSn que influiía sobrehs mentelidades y de otro, hcondición de migrante delentrevFtado, el cual viajaÉ a hcapital a la edad de 17 afus. $uregreso le perm itirfa art¡culárexprbnclas modernas y gestostradicionales, en un sób discurso.[Íodernas actitudes qrc llewn aprocesar h üolermia con términospolíticos, lo racional comocaracterística del proceso demodernizacién frente a bs residtnsirracionales: recuerdo, imaginmÉn.

De manem más o¡todomdenfo de h teoda sociolfuica sepodría mencbnar hmbién qrc lmcambim eryrimentados llemn alsujeto ha salir de la conCición deadscrito para csnvertirse en indivldrp,libre de decidir sobre su destirp. Lostemores y las culpm desaparecen, elolvido de bs elementm ideobgbmtradicionale se presenta a través delsurgimbnto de urn actituC nueve,qL€ romp con los roles 1aestablecidos. Una actitud queerrcierna un proyecto que involucnarfaa toda la csmunldad y ablarfa a lmpmibbs agresores de elfa, por estoh alusién al caso de Lanamate, endorde hs campesirms impdiríanqr¡e la vbhrpla los afectara, aboprecido a la experiencia deCajamarca o Purp en dorde ee ptdoobtener resultados parecidos.

Este nazonamiento planba enprimer ltgar ur¡a acción frenh a uftaprobhmátba corpreta, y se distirgwde h psivldad o de la resbmcién

pera affipHr un Fecho. Se recorrcceal probbma y se intentará darbsoh^cién, rn crelerdo en un presentepredeterminado Fr h provldernia oDbs. La iniclatha apareerfa comoefecto de h necesldad, de cuidar stxivkdas y a su$ familim. Uru wz máserrcontraremos condicionamientosqrc guiarán bs comFrümbntoscobcüros, la necesidad determinaráun razonambnto y ur€ práctha, allgual qLE en los otros casosanteriores.

Es d*ir el conjunto del teÉoreflejada h inflrcrpia de un proc€somuy pculiar y hetercgerreo: pararmsotros en termirns bastantegnrcsosr el desarrolb capitalbtadepndbnte. En dorde de marrcramás clásk se hubiena esprado elestabhcimiento de rehciones ybrmas de prducci5n irdustrial, juntoal crecbnte papl de servbbs comoh educacién o los medbs decomunicación masir¡a, 6tc., parapensar en el uniwrso ideobgicomoderrp o en üsbre$ gtm dejen dehdo aspctos como la memoria y him4irnción campesina. Pero eldeterminismo de hs estrtrcturas cedefrente a los comportamientoscobctiros y h realidad misma. Enesta m existirá cobres definidos sirpmás bbn matfcez intermedbs ys ituaciones hete rogé reas.

Alg uno s conj uga rá n f aproducclán de agrbultura campsirnc'on el analfabetbmo. otros enmmbio terdÉn en h edrcaeión unarma y un medb Fra salir de h'Gcuridad", junto a una experierrckrde m{¡racién, qrre les proporcbnaráimfrlerres nrpvas y formm deenterder h realidad de manera máscompleja y alternatim.

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Alg unae Ccnc lus ionesinhhhs.- Hemos intentado, conprofurdas limitacbres, estudhr lasformas de pnsambnto cam¡resirn,recorpciendo para ello una zona depquena prodrcción agropecuariaarticulda Fr multipbs Ftronesestructurahs y en doruCe hemosreconocido qtc hs mentalidadscampesinas rre estaÉn caracterizadaspor una sola forma de comprender hvblencla. sino más bhn que existirándiferentes marlerm, como aqrcllasqu€ rÉcunirán a una imaginacién muyligada al milenarbmo o en otroscasos, las que a pañir de la memorlaoral tratarán de explicar el presente;pero también y por último, laexplicación en términos polítbosmodernos, donde se reconoceránpartidos donde antes habían sigrresdel fin def murdo y proyectos junto aintereses donde antes existfandesignios inguebrantabhs.

Las mentalidades comCIfenómerp sochl se movilizarán alinterior de un escenario condeterm inaciones histéricas q uepermitirán explicarlas, aunqrE estoestá lei¡s de h eonft¡sión con losdeterminismos. La presencia de laheterogeneidad en bs patrones decomportambnto actuará como unprimer elemenlo para el análisis. Lasrefrcbres vinculdas a h agriculturacampesirn, permitiÉn obsenar yescuchar a la imaginación y famemoria andina. $eres fantásticos ymaléficos se fnrán presentes junto avisitantes del pasado, ef recuerdo dehs generacbres mrertas, h urgerrciade ganar el cbb, de huir del Diablo yacercarse a Dios, daÉn las mueskasmás precisas de esto.

Por ef hdo de las rehcionespréximas a la modernización. lm

1n?

palabras del dirigente def Comité deFlegantes, proprcionarán los signospara pensar que las formasideológb* tradicbnales han sidoabardonadas, reemplaarxCohs Fr$ent¡dos modernos, precisandoeremSos y h impoñarrc¡a de laorganizacién. La impftancia de laeducación y el proceso deindivüCtalimción, h conquista dederechos, la migracién, seránelementrrs imporhntes para esto.

Un segurdo determinante queactuará sobrc las mentalldades seÉaquel que esta relaciormdo con loscompoüambntos de bs mtores. Lasacciones desarrolladas por losagentes de la vblencla, por bs ,tuhqpuriq", influirán también. La crisbexpresada en la violencia políticaprodrcirá en cieda forma qte vbjosdhcursos, como el mibnarisms,aparescan 0 reaFrescan comoauxiliares necesarios para lacomprensién de bs hechos, junto apersonajes hbtórhos, como Carrataláy Pukatoro, guardados en la memoriaonal y transmÍtidos en determindascircunstancire. k viobncia genenaráesas circunstancias y hs agresiorresque tanto Sendero Lumirpso como hPolicia realizarán alimentaÉ estasituación,

Anotaremos finalmente que lasdiferentes percepcbres mostradas,constituyen elementos prcsentes yreahs en zonas somo el r¡alh dePararca, los cuahs son utilizadoscotldiarnmente como parte de h vida

campesina. ttihiltipfes ejemplmilustnan esto úhimo, lo cual inrplucrano sólo a hs pnarquinos residentesen el prcblo, sino también a losestabhcidos en Lima. Es decir suinfluencia rF $e limitr a fa provirnkrsirn qre sale de elh.

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VIOI.ENCIA EN AYACT¡CTIO

ilustnan esto últ¡mo, b cual ¡nvolucreno sólo a los Frarquins residentesen el pwbb, sino también e losestabbc¡dos en Lima. Es decir suinfluernla no se limita a h pmvirreiasino que sab de elh.

Ultimamente lubhn de unguardia, de un sirrchi, que camina prbs cenos buscarxCo 'tenlreos" Fraasesinarlos y \€r€ar la mwfte de sumadre. O de como el wamani delr¡olcán Sara Sara mardé relámpagmpara hamr correr a los compañercs.Tamblén seÉ fácil escuchar entre

wces casi susurranEs que: "nufEahub tanta vbbncla, sah¡o entbmFs de Carnataá".

En otro caso Fnsar en horganización de bs puebbs ycomunldades para h recor¡strucciénde la phnta hidroeléctrica, @ir másapoyo para su cohgio agropecuario,serán las preocupacbnes prirnipabs.

La relación entre lasmentelidedes campsinas y laviobnch plftica se convbrten en unode bs nivebs de estudio ha serprofundizados por las Cier¡ciasSociales en los préximos años,

HOTAS

* La realizmión del prcsente arlículo no hubier:a sldo posibb sin el apopbrinddo pr FOhiEIENCIAS a travÉs de una beaa para participr en el $EPIA lV.lgualmente quiero agradecer los comentarios de Manuel Burga y Hodrigo Morüoyade la Unirnrsidad Nacional Mayor de San llhrcos y a Jaime Urrutia de CEPE$,para precisar las ideas del present'e trabajo

{1} Ver: de Carbs lvan Degregori 'Campesinado aruCino y vblencia: balance deure década de estudbs" En: SEPIA lV, Lima 1#e.

{2} Espechlmente los trabajos pbneros de Cororel y Loapa {1gg2}, Det Pino(1ss2) y Starn {1ses}.

{9} Pararca forma parte astualmente de la provirnia Pawar del Sara Sara pero noconsideramos agd a esta, porque hmta el año 1986 pertenecla a Parinacoctss yh información estadfstica es anbrbr a esta fecha.

{4} A esto es recesario agregar, los caserbs de tolcabamba: 30 lngaes,Antamarca 14 tngares y hs comunidades de Aulla: 70 y Quilcata: 180 hogares,conjuntamenb forman una unidad geopoftim por su cercanía. r

{5} Pumahuiri Nro 5, 1985.

{6} Hecogemos hs e4reriemias del traba}r de campo, prcsentados a pb de@ir¡a por JoEe Lmyza al SEFIA ll, 1988, p.¿+95.

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{4 lá frase es tomada del "Dbcbc}rc brumarb" de h¡hx,

{E} I\*áximo Falcon, 72 aips, pnarquirn. Mbmbro titular desde su formacién delComite de Fbgantes. Bilirgw, ir¡strLnción primaria irrcompba.

{9} Tesb de Af¡:anh Arce pra recibirse de Normalista en el Institt¡to Nmbml dePeffercionambnto y Capacitacién M4isterlal, Lima 19e8.

(10) Según el Censo de 1S1.

(11) Un dato importante seda además que el mimero total de bilirgubmo lbga a85% según datos recogldos en el colegb 636 de Pararca.

{12} El estrdb de Hdolfo Vucardo sobre la Flasta de Crucos en Pararca,muestra aspectos interesantes de esta realidad, su estudb forma parb de su bsbde doctorado en la UnirerskCad Católica. Lima 1988.

(13) Alfredo $arasi. 36 años, pararquirn, instrt¡cci5n primarla, bilirgue.

{14} La dicotomfa: originarios-forasteros, la tomamos del trabajo de Nbolm$árrcfez-Albornoz "lndios y tributos en el Alto Peni' {1978}. El artfcub de JavbrAlbó sobre identiddes campsin* ayudé igtralmente "¿Kiüp*ansa? ¿Quienesomos?" {1988},

{15} Crisébgo Flequena, 45 aíps, colcabambino. PresidenF del Comite cle

FeganEs de Pararca, Posee instruc'ción secundarh irnomphta, es bilingue yconoce Lima, !¡a grc via!á a h edad de 17 años,

{10} Censo de 1981.

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