Arcadio Hidalgo Versos

download Arcadio Hidalgo Versos

of 40

Transcript of Arcadio Hidalgo Versos

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    1/40

    REVISTA DE LITERATURAS POPULARES / AO 1 / NMERO 1 / ENERO-JUNIO DE 2001

    la dcima comprometida en el Sotavento veracruzano.Un recorrido desde la Revolucin hasta nuestros das

    RICARDOPREZMONTFORTCIESAS, Mxico

    Uno de los aspectos ms ricos de la creacin potico-musical veracruzana se

    encuentra en las dcimas de crtica poltica. Este trabajo es continuacin deotro, del mismo autor, referente al siglo XIXy primeras dos dcadas del XX;

    recorre la produccin decimera desde 1920 hasta el fin del siglo, exponiendo

    las circunstancias sociales y polticas en que fue surgiendo y sus diferentes

    avatares; habla de sus principales temas, de sus modos de difusin, de sus au-

    tores, y reproduce gran nmero de textos procedentes de muchas fuentes de

    difcil acceso.

    Introduccin

    En l969 apareci en Mxico el volumen 6 de los discos que por ese tiem-po editaba el Instituto Nacional de Antropologa e Historia con msicafolclrica mexicana grabada y anotada por Arturo Warman e IreneVzquez Valle. Ese disco contena composiciones de msica de Veracruzrecogidas en Santiago Tuxtla, Boca del Ro, San Juan Evangelista y

    Otatitlan. Pero lo que destacaba entre esos ejemplos fonogrficos eranlas ahora famosas dcimas de Arcadio Hidalgo, interpretadas por el an-troplogo Antonio Garca de Len.

    Acompaada por el rasgueo en tono menor del son El fandanguito,una de las dcimas deca:

    Yo me llamo Arcadio Hidalgo,soy de nacin campesino,por eso es mi canto finopotro sobre el que cabalgo.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    2/40

    Ricardo Prez Montfort11 6

    Hoy quiero decirles algo,bien reventado este son,

    quiero decir con raznla injusticia que padezcoy que es la que no merezcocausa de la explotacin...

    Como dira Juan Pascoe aos ms tarde, tanto Antonio como Arca-dio llamaron inmediatamente la atencin: ...el viejo por su extraordi-naria voz y el joven por la complicada musicalidad de su muequeo y

    por el contenido poltico-amoroso-potico, moderno y antiguo, de suversada1(Pascoe, 1996: 11). A partir de entonces, primero lentamentepero despus con bastante solidez y hasta con prisa, el quehacer sone-ro de los veracruzanos se ha visto revalorado y refuncionalizado, al gra-do de que ya puede darse cuenta hoy de un movimiento jaranero quemarcha con una salud envidiable hacia derroteros por dems amables ycreativos.

    La versada de este movimiento tambin se ha visto fortalecida, y esto

    ya no es noticia, precisamente porque ha sabido recuperar mucha sabi-dura del pasado y del presente, tanto en cuestin formal como en latemtica. La copla clsica de la cuarteta, las quintillas, las sextillas, lasoctetas y las dcimas tienen en este movimiento un caudal inmenso,que corre en muchas direcciones. El quehacer decimero jarocho se havigorizado en medio de este movimiento; y ltimamente, sobre todo lasdcimas de denuncia o de crtica de ndole poltica han adquirido unafuerza notable. A estas dcimas las hemos llamado comprometidas,

    tal como lo fueron en su momento las dcimas de Arcadio Hidalgo,cantadas por Too Garca de Len.El presente trabajo intenta dar fe de la continuidad de las dcimas

    comprometidas en el territorio veracruzano desde fines del perodo re-volucionario hasta nuestros das. En otra parte ya se expuso la trayecto-ria de la dcima sotaventina a lo largo del siglo XIX(Prez Monfort, 1998:

    1El trmino versadase aplica al repertorio potico de un creador popular

    (versador) o, por extensin, de una comunidad o de un movimiento. Tambinpuede designar el quehacer potico mismo de los versadores. (N. de la R.)

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    3/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 1 7

    21-31), y a continuacin se intenta dar un esbozo de lo que sucedi en lasiguiente centuria.

    I

    El fin oficial de la Revolucin mexicana que se dio entre l917 y l920,lejos de traer la pacificacin y la concordia, mantuvo los caudales popu-lares agitados en buena parte del pas. La ambicin de los poderosos,tanto extranjeros como locales, no pareca darse cuenta de la gravedad

    de la situacin, que llev a pueblos enteros a rebelarse haca poco ms deun lustro. A su vez, quienes pretendan reivindicaciones agrarias y so-ciales haban desencadenado una ola de efervescencia en diversas loca-lidades del territorio nacional. El estado de Veracruz vivi en aquelladcada de los aos veinte en una agitacin permanente.

    En la costa del Golfo se encontraban riquezas del subsuelo princi-palmente petrleo muy codiciadas por intereses estadounidenses yeuropeos, y el puerto de Veracruz segua siendo la puerta de entrada

    y salida del territorio nacional de influencias culturales, pero sobre todode bienes comerciales y divisas, que significaban recursos muy impor-tantes en las cuentas de las autoridades centrales.

    La necesidad de defender la integridad territorial se percibi en elambiente sotaventino hasta muy avanzada la dcada de los aos veinte,como respuesta al intervencionismo estadounidense que propici la in-vasin a Veracruz en 1914, pero tambin como rechazo a la poca popu-laridad de los gobiernos constitucionalistas que arribaron al estado des-

    pus de 1915. Los aos veinte significaron por ello un afn dereconstruccin dirigido por figuras revolucionarias que interpretabande manera muy directa el quehacer y las aspiraciones populares. EnVeracruz dira un historiador local de los aos veinte por su tra-yectoria histrica y sus condiciones sociales, ese quehacer se orient ala consecucin de las demandas de la Revolucin, emergiendo un vastoconjunto de dirigentes que eran la expresin ms acabada de la clasesubalterna (Reyna Muoz, 1996: 26).

    El espritu de la organizacin se fue metiendo en el nimo de los ja-rochos, y poco a poco surgieron uniones y ligas que enarbolaron los

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    4/40

    Ricardo Prez Montfort11 8

    intereses de las mayoras campesinas. Apelando a la figura histrica deMiguel Hidalgo, unas dcimas recopiladas en San Juan Evangelista, cuyaautora parece corresponder a Victoriano F. Rinza, expresan la preocu-pacin de los pobladores de la zona en aquellos aos:

    Oh, Hidalgo, padre querido!,que haras si a tu patria vieras?Al sepulcro te volvieras,de vergenza enrojecido!Viendo lo que ha sucedido

    y lo que est sucediendo,descansa, sigue durmiendoen tu eterna y santa paz,mientras aqu, ms y ms,siga la sangre corriendo.

    Debemos formar uninen liga fraternizada:la patria est amenazada

    de prxima intervencin.Defendamos la nacinaunque venga el mundo entero,porque yo mejor prefieroluchando perder la viday no ver mi patria queridaen poder del extranjero.

    (Tadeo Rinza, 1993:12-13.)

    Adems de la defensa de la soberana nacional, el agrarismo se convir-ti en asunto relevantsimo en el Veracruz de los aos 20. Los repartos, lasligas agrarias, los lderes campesinos se convirtieron en temas de accin ydiscusin en prcticamente todo el territorio. Los terratenientes afectadosy muchos lderes de las derechas vieron con recelo este auge del agrarismoque agit el quehacer poltico de la regin. Figuras como el coronelAdalberto Tejeda o rsulo Galvn se convirtieron en abanderados de las

    organizaciones campesinas, mientras que Guadalupe Snchez, HiginioAguilar o Gaudencia de la Llave se plegaron a los intereses de los grandes

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    5/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 1 9

    hacendados y comerciantes. No fueron pocas las expresiones popularesen pro y en contra de tal o cual proyecto estatal. En materia de dcimas,los intereses de los afectados por el agrarismo produjeron dcimas decuarteta obligada como la siguiente:

    Ese partido tiranoque se nombra el agrarismoquiere hundir en el abismoa este pueblo mexicano.

    Hay mucho flojo malvadoque quiere tener terreno,ahi que se los d el gobiernosin que les cueste un centavo;les van a dar por el raboterreno, escritura y plano;todito buen ciudadanocreo que tendr que ponerlentes para poder ver

    ese partido tirano.

    El indio, el burro y el cerdodicen que van a votara la mesa electoralpor el disco rojo y negro;lo tres caminan de acuerdo:el pensamiento es el mismo;todos con igual cinismo,y a ninguno le da penaelegir el mismo lemaque se llama el agrarismo.

    Tejeda incendi la tea:sin duda es mal elemento,por dar su consentimientoen fomentar esa idea;

    pero el tonto que se crease quiere engaar l mismo:

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    6/40

    Ricardo Prez Montfort12 0

    fue hasta de balde el bautismoy la seal en la frente,

    si el crdito para siemprequiere hundir en el abismo.

    Un gobierno constituidono permitir esos males:las leyes fundamentalesno debe echar al olvido;ser bien reconocidopara ejecutar de plano,

    con las riendas en la mano,a ver si acaso domina,para librar de la ruinaa este pueblo mexicano.

    (Mendoza, 1957: 226.)

    Aquellos que s crean en el agrarismo y en el reparto de tierras tam-bin produjeron sus dcimas y canciones. Fundamentndose en la ne-

    cesidad de que la injusticia del sistema social imperante terminara yapelando al caudillo agrarista por excelencia, Emiliano Zapata, un parde dcimas acompaaron las reivindicaciones de los campesinosveracruzanos de fines de los aos veinte y treinta. Estas dcimas inclusotrascendieron las fronteras veracruzanas y llegaron a formar parte delos corridos y los himnos que se cantaban en la reuniones de las ligasagraristas por todo el pas. Antes de cantar el famoso Corrido de losagraristas, se podan escuchar los siguientes versos recitados:

    Si a alguna fonda o cafse presenta un arrancado,luego sale cualquier criadodiciendo: Esprese ust;pero si un rico fuequien pidi plato o licor,dice: Mande usted, seor,qu se le ofrece?

    Porque en este comedorsiempre el pobre desmerece.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    7/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 2 1

    En tiempos del porfirismosurgi Zapata en Morelos,

    luchando por los anhelosdel pueblo y del agrarismo;libertad, trabajo y tierrafue el grito de rebelin;fuimos con l a la guerra,pero fue muerto a traicin.Zapata, tu nombre encierraun himno de redencin.

    (Cortzar y Barcelata, Disco Vctor 75213.)

    Durante la dcada de los aos treinta el reparto agrario se intensific,y rpidamente se fue extendiendo una conciencia de que los trabajado-res campesinos y el proletariado urbano formaban parte de una mismafuerza popular. Los discursos se inclinaron con una fuerte carga ideol-gica a la izquierda, y la dcima comprometida adquiri el sabor de uncanto de combate.

    La dcima de aquella poca, sin embargo, no slo trat el tema de larevolucin campesina y proletaria con la solemnidad y la rigidez carac-tersticos de las posiciones combativas. Algunos elementos de aquellamodernidad tambin fueron tomados un tanto a la ligera, sin por ellodejar de subrayar la seriedad del asunto. Entre jornaleros que trabaja-ron en los ingenios sotaventinos hacia fines de los aos treinta fue posi-

    ble recopilar la siguiente dcima, que, por cierto, ya incorpora algu-nos modismos ms urbanos que rurales:

    Dichosos los que no tienenla exigencia del jornaly la pasan mesmamentecomo zngano en panal.Pero ya llegar la horaque los agarre el caminy, hacindoles la malora,dirn por quienes trabajan:

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    8/40

    Ricardo Prez Montfort12 2

    tambin los de arriba bajan,como dice la cancin...

    (Gonzlez Carrasco, 1939: 41.)

    Sin embargo, pasados los aos treinta y una vez iniciados los cuaren-ta, una paulatina desilusin se fue adueando de quienes haban fincadosus esperanzas en una mejora. Las reivindicaciones revolucionarias sequedaron en promesas, y la palabra de jefes polticos, gobernadores ypresidentes no pudo convencer a los pobladores de la Cuenca delPapaloapan de que, si confiaban en ellos, podran salir adelante. La Se-gunda Guerra Mundial fue particularmente nociva para el campesino yel obrero veracruzanos. Al cerrarse el puerto de Veracruz, las activida-des econmicas disminuyeron y la pobreza aument sus rondas por lasllanuras sotaventinas. La posibilidad de una intervencin estadouni-dense o europea ensombreci an ms los nimos, que en dcima ejer-can la crtica a partir de la siguiente cuarteta:

    En Mxico la rudeza

    nos ha servido de espanto:quin espera un adelantocon tantas malas cabezas!

    De mil novecientos diezhasta la fecha presentese ha contrariado a la gentey puesto el mundo al revs;

    ninguno toma intersen la patria y su grandeza:si uno termina, otro empiezaa formar sus batallones,y esto es lo que descomponeen Mxico la rudeza.

    Como lucha la concienciacon la virtud que se bate,

    se forman fuertes combates,hasta perder la existencia.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    9/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 2 3

    No es orgullo, no es demenciaque al verle cause quebranto:

    es la causa que entretantoa nuestra patria querida,[que] hoy se encuentra abatida,nos ha servido de espanto.

    Hombres de capacidadque podran componer algoya no se acuerdan que Hidalgodio el grito de libertad.Se ha acabado la lealtad,la tranquilidad en el campo,se oyen gemidos y llantospor esta miseria indigna,y estando la patria en ruinas,quin espera un adelanto!

    En fin, podr suceder

    que venga una intervencin:pues quedar la nacinde nuevo echada a perder.Entonces vamos a verquin nos trata con nobleza,porque, hablando con franqueza,nosotros los mexicanosfaltamos al ser humanocon tantas malas cabezas.

    (Aguirre Tinoco, 1976: 22.)

    Pero un factor regionalista hizo resurgir cierto optimismo en algunossectores durante la segunda mitad de la dcada de los aos cuarenta.Un veracruzano se perfil como figura particularmente poderosa en elquehacer poltico nacional. Para quienes se dedicaban a la poltica o aasuntos empresariales, el ascenso de Miguel Alemn signific una ven-taja y una oportunidad que no iban a dejar pasar. Los bailes, la comida,la msica, el atuendo y hasta el hablar de los jarochos se pusieron de

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    10/40

    Ricardo Prez Montfort12 4

    moda en los ambientes urbanos. Y el amor a la patria chica, traducido enempleos espordicos y cierto renombre, logr salpicar a varios msicosy versadores, quienes se vieron beneficiados por una sbita presencia deVeracruz en los derroteros nacionales. No slo fue el hecho de que LaBambase convirtiera en el himno oficial de la campaa electoral de l946,incluyendo su bailar escenogrfico y oropelesco, lo que conso-lid la imagen estereotpica del jarocho ligada a cierto discurso polticocivilista y moderno. Tambin contribuy el uso de la vertiente lricaveracruzana, descaradamente al servicio del poder, como lo puede com-probar esta dcima titulada Veracruz a la vanguardia, impresa en un vo-

    lante del partido unificador veracruzano en el ao de l946:

    Grabar con un cincelen piedra de Turquestncon smbolo de laurel,que despus de don Manuelvendr Miguel Alemn.Los hechos han demostrado

    de Sonora a Yucatn:los hombres que han gobernadoninguno lo ha superadoal licenciado Alemn.

    A pesar de la falsa imagen de los jarochos alegres vestidos de blancobailando La Bambade manera espectacular y rimbombante, tal como sefue imponiendo por medios de comunicacin, en kermeses escolares yen giras oficiales, la cruda realidad veracruzana afloraba a la menorprovocacin. Lejos estaban los ideales revolucionarios, y una desespe-ranza segua surcando las lneas de la dcima autntica. Arcadio Hidal-go retrataba aquel momento as:

    Ya se acab la semillaque se reg en nuestro suelo.Mis palabras son sencillas,lo digo con mucho anhelo:

    ya se muri Pancho Villa,pero quedan sus recuerdos.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    11/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 2 5

    Hoy lo dice Arcadio Hidalgo,lstima que ya est viejo,

    que luch buscando algoque se ha quedado a lo lejos.

    Por la poltica, hermanos,os aquejan tantos males,que en el suelo hay manantialesde sangre de mexicanos.Los que nada ms miramosdecimos con voz ocana:Oh religin republicana,tus hijos, ya sin decoro,hacia el ltimo desdorote llevan con muchas ganas.

    (Gutirrez y Pascoe, 1985: 74 y 75.)

    Y otro veracruzano que para entonces rpidamente adquira celebri-dad tambin critic el progreso de unos cuantos a costa del trabajo delos dems. Se trataba de Francisco Rivera vila, mejor conocido comoPaco Pldora, cuyas crnicas en verso pronto se convirtieron en refe-rencias clsicas del humor, pero tambin del talento crtico de la versa-da jarocha. Radicado en el puerto de Veracruz, don Paco tuvo una enor-me influencia en el quehacer lrico de la cuenca del Papaloapan. Si biensus temas se relacionaban mucho ms con la vida cotidiana del puerto,y su estilo peculiar resultaba inimitable, el compromiso de Paco Pldo-ra con las causas populares y su acerba crtica, impresa en una versada

    juguetona y limpia, servira de ejemplo para muchos versadoressotaventinos. Una primera muestra de su versada concuerda con el re-trato de lo que estaba sucediendo en el pas y en Veracruz a principiosde los aos cincuenta:

    El ambiente nacionales de angustia y desconsuelo,con un borrascoso cielo

    que preludia temporal.La produccin industrial

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    12/40

    Ricardo Prez Montfort12 6

    la huelga la paraliza,la solucin se eterniza

    motivando la inflacin,y al frenar la produccin,el precio sube de prisa.

    No vemos la solucina tanto diario problema:todo se vuelve un dilema,enredijo y confusin.Siguen sin resolucin

    vicios, carencias y mal,va arreciando el temporal,sin nada resolutivo,estancado e inactivoel ambiente nacional.

    (Rivera vila, 1988: 69.)

    La ilusin del veracruzanismo instaurado durante los aos que go-

    bern Miguel Alemn se precipit en otro gran fracaso. Aquellas im-genes artificiales de alegra jarocha se fueron estancando en los balletsfolclricos, de la misma manera en que muchas riquezas nacionales fue-ron entregadas a intereses ajenos al pas y a la regin. En el poema ma-gistral Venga otro son!de Gonzalo Beltrn Luchich, dedicado a otrogran versador mexicano, Renato Leduc, en agosto de l952 se poda es-cuchar el reclamo:

    ...Bamba que fuiste domeadoraen la ribera y en los plantosque acurrucaste los sueos mos,si no en la hamaca, en la mecedora,tus requinteos suenan ahoraen puritanos salones frosy al darnos coba, sin alma y broste mistifica la Embajadora.

    Tal cual la patria te han entregado,y con tus ritmos han disfrazado

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    13/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 2 7

    los trece dlares de la traicin,a ti, que has sido timbre de ingenio,

    los muy tartufos de este sexenio,tan maculado como un pregn.

    (Aguirre Tinoco, 1976: 16.)

    El asunto no era del todo inocuo, y la continuidad del modeloveracruzanista se asegur durante los siguientes aos con una particu-lar propensin al amiguismo y a la corrupcin que a los mismoveracruzanos asustaba. Paco Pldora escribi por aquella poca esta c-lebre dcima:

    La justicia en Veracruzest peor que el trabajo,ms escasa que la luzy sucia como estropajo;es tan slo un espantajo,que ni a los tordos espanta;

    ya no la cubre esa mantaque le llegaba a los pies:luce ahora su desnudezy un collar en la garganta.

    (Rivera vila, 1988: 27.)

    Hacia fines de los aos cincuenta, sin embargo, un acontecimientointernacional cimbr el mbito sotaventino. La Revolucin cubana en-

    tusiasm a los hombres comprometidos con un cambio social factibleentonces bajo el modelo socialista que poco a poco se iba descubriendoen la isla. Entre aquellos entusiasmados hubo no pocos decimeros quedejaron testimonios como ste, de don Mariano Martnez Franco:

    Hoy quisiera saludarcon mi sombrero en la manoal campesino cubano

    que ha tomado su lugar,luchando sin desmayar

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    14/40

    Ricardo Prez Montfort12 8

    por arrancar a la tierrael fruto que all en la sierra

    Fidel empez sembrandoy que hoy est cosechandodespus de ganar la guerra...

    (Martnez Franco, 1988.)

    El giro que fue tomando la Revolucin cubana y su hermandad conmuchos ideales vigentes entre los campesinos y troveros sotaventinos diolugar a que muchos de stos se identificaran con los mensajes e ideas quereciban de la isla. Despus de un largo perodo en el que considerarse deizquierda, en particular afinidad con el socialismo y el comunismo, sehaba visto como un anatema, las ideas y modelos emanados de la expe-riencia cubana fueron abriendo los cauces de una definicin propia, comoocurri con Arcadio Hidalgo en esta dcima que eventualmente se utili-zara como portada de una recopilacin de su versada.

    Tanto el campo he trabajado,

    tenido buena cosecha,que mi vida es satisfecha,pero es trabajo cansado.Mucha cosa he conservado,porque las tengo a la vista,que forma la grande lista,y por mi modo de ser,he llegado a comprenderque Hidalgo es un comunista.

    (Gutirrez y Pascoe, 1985: 73.)

    Justo es reconocer que la dcima comprometida no solamente se ocu-p de los fenmenos externos. Las definiciones personales que sinduda han sido punto de partida para el compromiso tambin tocabanasuntos del espritu. Para algunos decimeros, estos asuntos llevaban aexpresiones muy intensas de desesperanza. Ejemplo de ello es sta que

    Aurelio Vallados (el Fforo) escribi para el prlogo del primer libro quecontena dcimas de Guillermo Chzaro Lagos:

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    15/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 2 9

    Yo en mi guitarra querida,que muertas dichas recuerda,

    tengo noms una cuerda,ya gastada y aadida;bordona que, al ser herida,roba a mi mano el temblory va diciendo: pa pior,a quien compriende las notas,que las otras cuerdas rotaslas ha rompido el dolor.

    (Chzaro Lagos, 1974: 9.)

    II

    En esos primeros aos sesenta una nueva semilla decimera empez a ger-minar. Nutrindose de muchas influencias, tanto locales como externas,la expresin sotaventina logr encauzarse en una versada vigorosa y bienplantada, que recuperaba la correccin en la escritura y especialmente suvocacin discursiva. Con una clara propensin a las virtudes decla-matorias, las dcimas del tlacotalpeo Guillermo Chzaro Lagos fueronimpactando a propios y extraos, hasta convertirse en figura obligatoriadel quehacer decimero sotaventino. Reconociendo sus deudas con la ver-sada de Paco Pldora, don Guillermo comprometi sus dcimas con sutierra y con lo que l mismo llamara la jarocha idiosincrasia:

    Dejo en mi verso llanero

    la constancia de mi nombre;el ser jarocho es ser hombreante un sino traicionero:a fuer de mi ser sincero,doy por mi tierra la vida.La Patria comprometidasupo antao mi mudanza:con mi arrojo y con mi lanzase mantuvo siempre erguida.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    16/40

    Ricardo Prez Montfort13 0

    Contra cualquier invasoropuse la resistencia;

    tengo la clara concienciade ser dique del traidor.Republicano de honorsoy juarista hasta las cachas,y aunque me ponen las tachasde indolente y jaranero,yo nunca volteo el sombreropa ganarme las garnachas.

    (Chzaro Lagos, 1974.)

    El quehacer decimero sotaventino a partir de los aos sesenta fueincursionando lentamente en temticas que parecan olvidadas, peroque al refrescarse en el contenedor de las diez lneas octoslabas reto-maban sus hilos naturales, ligando la historia con la identidad, los or-genes con el compromiso. Un asunto que reaparecera, sobre todo en ladcima mayormente cultivada en los mbitos urbanos, fue la fuerza de

    la vertiente negra como conformadora esencial de la cultura veracruzana.Si bien una intensa carga hispanista cubra mucho del pensamiento y laexplicacin originaria de los jarochos aristocrticos, no cabe duda que elreconocimiento al continente negro se debi hacer palpable a la hora de

    buscar un compromiso con la verdad decimera y sus races ancestrales.As lo reconoci el mismo Guillermo Chzaro Lagos en estas dcimastituladas Acerca de la negritud, El jarochoy Yanga.

    Si el tema es la negritudel jarocho la mantiene,que su sangre la contieneal fundar la esclavitud;en histrica actitud,Hernn Corts en su ingenioa mediados del milenio,con negros de Cabo Verde,su linaje no se pierde:

    est vivo y con ingenio.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    17/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 3 1

    El abuelo cimarrn,buscando su libertad,

    el llano fue su heredady la grama su jergn;los ganados del patrnson revancha y alimento,pero le daba el sustentomadre tuxtleca o mestiza,y en las centurias, sin prisadel blanco hered el asiento.

    Exalto a la negritudcon la gesta libertariavarias veces centenariade romper la esclavitud,y alcanza la excelsitudque el gran Yanga simbolizael caudillo de la liza,que subleva a sus hermanos

    y los hace ciudadanosde albor de patria insumisa.

    (Chzaro Lagos, 1991: 46.)

    La fortaleza de la raz negra, sin embargo, no slo sirvi para apelara la grandeza originaria y patriotera. A lo largo de los aos sesenta lasmovilizaciones en contra de las polticas racistas estadounidenses gene-raron una conciencia particular sobre la importancia de las culturas ne-

    gras en Amrica, y una insistencia en la igualdad racial impact a mu-chos mbitos internacionales. En Mxico la presencia de negros en lasOlimpiadas de l968 fue celebrada por muchos, entre los que se contabadon Paco Pldora, quien se lanz a tratar el tema de Los niches con lassiguientes diez lneas:

    Tremenda demostracindio la gente de piel negra,

    que en todo planeta integrauna fuerza en explosin.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    18/40

    Ricardo Prez Montfort13 2

    Es amenaza en accinpor su fibra y su coraje;

    con su hondo aprendizajemostraron superacin:pa la prxima ocasinno va [a] haber quien los ataje.

    (Rivera vila, 1988: 109.)

    En esa misma poca, la insurgencia juvenil en muchas partes delmundo cobraba fuerza, y Mxico no fue una excepcin. Meses antes de

    la celebracin de los juegos olmpicos, los hechos represivos suscitadosen la ciudad de Mxico y en algunas capitales de los estados mancharonde sangre las manifestaciones y protestas estudiantiles. Las persecucio-nes y las matanzas de aquellos momentos tambin quedaran inscritasen el espacio de la dcima. En su Romance del nio muertoel poeta Ricar-do Capetillo pareca abrevar en la vertiente comprometida decimera alconcluir su poema con las siguientes lneas:

    La madre en su triste penasigue guardando silencio,mientras que la prensa ocultalos desmanes del gobierno.Sigue esperando, esperando,del estudiante el regreso,aunque en sus entraas sabeque el estudiante pequeolo trituraron a golpessoldados y granaderos.

    (Aroche Parra, 1972: 55.)

    Para muchos mexicanos el movimiento del 68 fue un parteaguas desingular relevancia. El modelo mexicano no slo se haba desgastado,sino que su fracaso experimentado de mil maneras, tanto en campocomo en ciudad era evidente, a pesar del triunfalismo gubernamen-

    tal. Para algunos no qued ms que lanzarse al cuestionamiento pro-fundo del sistema y actuar en consecuencia. Para otros, la solucin se

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    19/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 3 3

    apareca en el espejismo de una apertura poltica y econmica, que em-pez a perfilarse a principios de los aos setenta. Sin embargo en elcampo sotaventino una respuesta fue adquiriendo cada vez ms signifi-cado. En voz de Antonio Garca de Len poda escucharse la dcima deArcadio Hidalgo que resonaba y razonaba:

    Yo fui a la Revolucina luchar por el derechode sentir sobre mi pechouna gran satisfaccin.

    Pero hoy vivo en un rincn,cantndole a mi amargura,pero con la fe seguray cantndole al destino,que es el hombre campesinonuestra esperanza futura...

    (Gutirrez y Pascoe, 1985: 73.)

    A partir de los aos setenta la vertiente profunda, al parecer dormida,del quehacer sonero y decimero empez a llamar la atencin, tanto de losmedios de comunicacin masiva como de los aficionados. Las versionesoficialistas y comerciales del son jarocho se encontraban en vas de des-gaste, y una reorientacin de las expresiones populares veracruzanas sedej sentir en los ambientes urbanos, principalmente en la ciudad deMxico. Gracias a los trabajos de Antonio Garca de Len, del Negro Ojeda,de los Folcloristas, del Conjunto de la Casa de la Cultura de Tlacotalpan

    y de algunos ms, el son jarocho y la dcima sotaventina fueron mostran-do que, no solamente no estaban en desuso, sino que formaban parte deuna actividad cultural muy viva, a la que slo haba que hacerle un pocode caso para que enseara sus magnficas cualidades.

    El primer impulso de lo que hoy en da se identifica como el movi-miento jaranero se logr gracias a la combinacin de una buena can-tidad de iniciativas, entre las que destacan, tanto la utilizacin de recur-sos estatales, como el estmulo de tradiciones ancestrales. Quizs sin

    habrselo propuesto expresamente, la labor inicial de la Casa de la Cul-tura de Tlacotalpan, la celebracin de los Encuentros de Jaraneros en

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    20/40

    Ricardo Prez Montfort13 4

    aquella misma ciudad, organizados por Radio Educacin en relacincon las fiestas de la Candelaria, combinados con el trabajo precursor delGrupo Mono Blanco y de sus promotores Juan Pascoe y Gilberto Gu-tirrez, contribuyeron a dar continuidad a ese primer disparadero. Laconvocatoria fue atendida por muchos contribuyentes, que ao con aose sumaban a engrosar la corriente de ese cauce. Para principios de losaos ochenta, aquel movimiento ya tena seguidores en Minatitln y enlos Tuxtlas y no tardara en desparramarse hacia el Alto Papaloapan,por Tuxtepec y Playa Vicente. Como escribe Gilberto Gutirrez:

    En l983 el escenario estaba listo, pero faltaba el primer actor: el fandango.A travs de las plticas con los viejos msicos y la asistencia a los fandangosmonte adentro, nos dimos cuenta que el son sin el elemento percusivo delfandango es algo incompleto. El 1 de junio de ese ao, con el fandangoefectuado en Saltabarranca, iniciamos el proyecto de reanimar y promoverlos fandangos en las ciudades que lo haban tenido. Ese fue el primer fan-dango del proyecto y el ltimo de Arcadio Hidalgo... (Gutirrez, 1991: 30)

    T no le digas a nadie

    que yo por amor he muerto;ponte una flor en el pechocon una cinta punz.Luego dirs que muriun viejo desconocido,que muri dando suspirosy no se pudo esperar.Di que lo van a enterrar

    a la tumba del olvido.(Gutirrez y Pascoe, 1985: 83.)

    Sin embargo la simiente del fandango se haba revivido, y con ella re-surgira el vigoroso caudal del son y la versada. En materia de dci-mas, los encuentros y los fandangos estimularon sobre todo la valora-cin de los versos dichos y declamados, y en aquel Sotavento olvidadopor las autoridades y los programas de gobierno, se fue descubriendo

    una vertiente de decimeros y se impuls su crecimiento de manera inusi-tada. A la par de sus cultivadores consagrados, como el tlacotalpeo

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    21/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 3 5

    Guillermo Chzaro, el tuxtleo Aurelio Valladares o el porteo Paco Rive-ra, una plyade de aficionados a la dcima aflor con una vehemenciainaudita.

    Tal vez uno de los ms clebres por su arraigo popular fue ConstantinoBlanco Ruiz, el to Costilla, quien siempre tuvo a flor de piel su compro-miso decimero. Si bien su obra inicial data de los aos cincuenta, no fuehasta principios de los ochenta cuando conquist un lugar privilegiadoen la dcima sotaventina. A mediados de los ochenta decidi acudir alos dichos populares para componer su esplndida coleccin de Refra-nes de mi trova llanera, uno de cuyos ejemplares comprometidos dice:

    El poderoso ha queridocon el humilde acabar,querindole despojarlo poco que ha conseguido.Para verlo ms jodidoy a sus plantas doblegado,se debe tener cuidado

    y tomarlo muy en cuenta,porque la pita revientasiempre por lo ms delgado.

    (Blanco Ruiz, 1996b: 41.)

    III

    Hacia fines de los ochenta, sin embargo, los nimos sotaventinos se vol-

    vieron a caldear, muy a la par de lo que suceda en toda la Repblica. Lasensacin de un gigantesco fraude a nivel nacional, precedida por unamovilizacin ciudadana opositora, con antecedentes fincados en la revivi-ficacin de la memoria campesina agrarista experimentada durante losaos treinta del presente siglo, despert las corrientes telricas de laorganizacin popular, que por ensima ocasin recuper el optimismo.La posibilidad de triunfar legtimamente en contra del partido oficial, apesar del inocultable apoyo financiero del gobierno saliente, se perfil

    en el horizonte. Esto llev a algunos activistas sotaventinos a encauzarsu lucha por la nica va ms o menos segura: la filiacin partidaria.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    22/40

    Ricardo Prez Montfort13 6

    En l988 los militantes del Partido Popular Socialista y del llamadoFrente Democrtico, postularon a Cuauhtmoc Crdenas como candi-dato a la presidencia de la Repblica, y algunas personalidades localessotaventinas se convirtieron en aspirantes a ocupar la representacinpopular, enarbolando los principios de la oposicin. Esto los enfrentcon los abanderados del Partido Revolucionario Institucional, que noslo blasonaba de ser el partido veracruzano oficial por antonomasia,sino que acumulaba en su haber una trayectoria de corrupcin y opor-tunismo, combinada con una amplia responsabilidad en las recurrentescrisis locales y nacionales. Y he aqu que en Tlacotalpan esas luchas elec-

    torales adquirieron forma decimal. Los partidarios del PRIse adjudi-caron el triunfo y, en dcimas, se burlaron de los lderes de la oposicindestacaron entre ellos dos mujeres: Mara Cobos y Claudia Candalque pretendieron seguir el ejemplo, que cundi a nivel nacional, de pro-testar por el fraude tomando el Palacio Municipal. La arrogancia de losrepresentantes pristas se mostr con gran vehemencia en las siguientesdcimas, que circularon despus de la jornada electoral:

    No pudo la oposicinvencer nuestro partidazo,ni apuntar con el dedazoque quera la religin.Porque nuestra poblacin,con madurez y sentido,vot por nuestro partido,y el triunfo (qu les parece?)barri con el PPSy todos los resentidos.

    Al pueblo ya perfilaban,con sus corrientes e ideas,que seran la panaceasi las viejas gobernaban,y si sus huestes ganaban,todos seramos iguales,

    remozaran los portales,ganaramos gran altura:

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    23/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 3 7

    todo con Mara Culturay con Claudia Cardinale.

    Una gordeta, otra sucia,al pueblo adoctrinaban,da y noche pregonabancon la doctrina de Rusia;pero les falt astucia,su intencin fue fracasada,pero la gente avezadaas pudo percatarse,que una anda sin baarsey la otra desarreglada.

    Sonaron las campanadasa las diez de la maana;les hacan falta campanaspara que fueran sonadas.Alicia las atizaba

    para invadir el espacio,y nuestro pueblo reacionoms paraba la oreja.Quedaron como pendejasen la toma de Palacio.

    Las ofensas calaron hondo en el nimo tlacotalpeo, y la confrontacindividi a los pobladores de la rivera de la Papaloapan. Sobre todo el he-cho de atacar el honor de algunas damas molest profundamente a quie-

    nes en verso decidieron participar con su propia manifestacin versstica,que por cierto fue bastante copiosa. En materia decimera, la respuesta delas aludidas fue a cual ms elocuente y agresiva. Despus de dar a cono-cer las dcimas anteriores, las siguientes fueron distribuidas en volantesque se deslizaban misteriosamente de madrugada por debajo de las puer-tas y los mosquiteros tlacotalpeos. El tono ofensivo refleja el nivel defrustracin que los opositores sintieron despus de animarse a participaren una contienda en la que vieron la posibilidad de un cambio. Aun as

    quiz no se justifique del todo el llevar al fango el nombre de aquellas

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    24/40

    Ricardo Prez Montfort13 8

    autoridades que dieron luz verde a la primera provocacin decimera. Enfin, la respuesta de los opositores fue la siguiente:

    En primer lugar les digoque triunf la imposicin;el PPSgan,y pongo a Dios por testigo.Tlacotalpan desperty apoy al mejor partido;las urnas que se rob

    un sndico mala genteen la noche, extraamente,al conteo las entreg...

    Rodrigo Gilber Gutirrez,2

    viejo cara de camote,no da cuenta de quereres,por drtelas de padrote;gustando de las mujeres,

    ya no gozar placeres,pronto le vendr el garrote,y lo van a sentenciarpues tendr que regresarlo que se llev a Tres Zapote.

    Viva la Cuenca, seor,3

    pinche viejo desgraciao:presume de licenciaode poeta y trovador.

    2Al llamarlo Gilber se hacer referencia al huracn Gilberto, que aos an-

    tes haba asolado las costas del Caribe y el Golfo mexicanos.3 Se refiere al leitmotivde un programa de radio que amenizaba el conjunto

    Siquisiry al cual pertenecan Rodrigo Gutirrez Castellanos y don Guillermo

    Chzaro Lagos. Ese programa tuvo una amplia difusin en la Cuenca del

    Papaloapan; inclua en su rbrica el grito de Viva la Cuenca, paisano!. Se

    transmiti todos los sbados durante varios aos por la Radio XEFE deCosamaloapan, Ver., desde los ltimos meses de 1996.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    25/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 3 9

    A m me dijo Leonorque con l se haba acostao,

    que no se le haba parao,porque ya est muy viejito;que le dio chance un ratito,pero no haba funcionao.

    El presidente municipal saliente, Rodrigo Gutirrez Castellanos,miembro del grupo Siquisir, y personaje muy conocido en la zona porsu aficin a la versada chusca y picaresca, as como un gran intrprete

    del requinto jarocho, cerr aquella controversia con unos versos dedica-dos de manera muy circunspecta a la mexicana expresin de La chingada:

    El que chinga a los vecinos,el que roba en el gobierno,entonces es que yo piensoque ese tipo es un ladino;ya trae escrito su sino,tiene su fama ganada,

    est su culpa enmendadapor algn que otro fracaso:aunque se crea chingonazo,es hijo de la chingada.

    A partir de la segunda mitad de los aos setenta, la situacin del pasmostr mltiples complicaciones, que desembocaron en crisis recurren-tes. Conflictos entre petroleros, entre los maestros, entre los trabajado-

    res, y, en fin, entre todo aquel que senta la necesidad de un cambio,hicieron que se desatara el espritu de la protesta y el compromiso. Conla tendencia a la globalizacin, fomentada por los gobiernos neoliberales,los problemas locales adquiran dimensiones nacionales. Por ejemplo,una movilizacin estudiantil claramente ubicada en la ciudad de Mxi-co a mediados de los ochenta repercuta en el quehacer decimero porte-o de don Paco Pldora de la siguiente manera:

    Se dice que ya en la UNAMla calidad se ha acabado;

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    26/40

    Ricardo Prez Montfort14 0

    todo se ha desprestigiadoy se hace corrupto plan.

    Las chicas todo lo dansin obligadas presiones,y en impdicas accionestodo se dejan hacer,con el afn de tenerbuenas calificaciones.

    (Rivera vila, 1988: 157.)

    Y una celebracin local dedicada a festejar el aniversario de la prime-ra dotacin agraria en el estado de Veracruz era pretexto para que selanzara la siguiente dcima:

    Se celebr el acto agrarioigual que aos anteriores,con iguales oradoresy el mismo vocabulario.Dormido el campesinarioentre forzosas agruras,presidenciales posturasy maniobras militaresen las nubes, y en los mares,exhibicin de guaruras.

    (Rivera vila, 1988: 153.)

    En el ambiente festivo del fandango y el encuentro de los jaraneros,

    la opinin crtica y comprometida tambin segua esforzndose por te-ner un lugar privilegiado. No en vano se luchaba porque las expresio-nes autnticas del pueblo jarocho se valoraran con la debida justicia y elmerecido temple que dan tantos aos de presencia histrica y popular.Mariano Martnez Franco secundaba la voz de los decimeros venezola-nos al readaptar un llamado llanerode los aos sesenta a la circunstanciasotaventina de los aos ochenta. Deca don Mariano:

    Maestro arpista, usted que afinadesde el tiple hasta el bordn,

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    27/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 4 1

    y que por gran vocacinoficia en esta tarima,

    quteme un peso de encimay dgame qu ha pasado?,porqu hemos olvidadode esta tierra el gran folclor,que brill con esplendory hoy ha sido desplazado?

    Y hoy ha sido desplazadopor la msica extranjera,que se escucha donde quieraigual que un disco rayado.Porque se han equivocadolos que por ganar dineroimportan del extranjeroesa msica estridenteque hoy vuelve loca a la gentey corre como reguero.

    Y corre como reguerohasta en esta poblacin;de ah mi preocupacin,compaero jaranero,que, debiendo ser primerocon tu jarana en la mano,y tratan de arrinconarte;pero no vas a dejarte,

    porque eres veracruzano.

    Pero la dcima comprometida no se ocup solamente de los valoresculturales. La crisis afect tanto a pudientes como a miserables. Una vezms la voz de quienes hacan dcimas con cierto aire culterano se uni ala palabra de quienes, por igual, padecan los estragos de un sistemaque no se ajustaba a sus necesidades ms bsicas e inmediatas. A partirde la segunda mitad de los aos ochenta fue posible advertir en encuen-

    tros de decimeros, jaraneros y fandangos sotaventinos una preocupa-cin generalizada por lo que suceda en la regin y en el pas. La dcima

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    28/40

    Ricardo Prez Montfort14 2

    se pobl de preocupaciones, y la temtica del da combin el amor y lasdescripciones geogrficas y festivas con la indignacin por la falsedad delas promesas, por la inseguridad y la corrupcin de las autoridades. Lossiguientes ejemplos son de la autora del ganadero sotaventino AurelioMorales, cuya vasta e intensa obra decimera an espera al estudiosoque la quiera valorar y recopilar con detenimiento:

    Caray, esto no es progreso,ya es exageracin:se procede sin razn

    y todo con mucho exceso;la locura por los pesosacrecienta el contrabando;la honradez se est acabandoy con el trfico de drogasmuchos se amarran la sogacon el dinero soando.

    Vivimos con desconfianza

    por los asaltos constantes,ya no se vive como antes,con alegra y esperanza;el tiempo no nos alcanzapara ver los noticieros,pues ya todo el mundo enteroest lleno de ladrones,de mafiosos y matones,y todo por el dinero.

    Asaltan los autobuses,roban coches, camionetas,impunes quedan sus tretas,no importa quin los acuse,ms atracos se producen,y los aviones y el trenamenazados se ven.Los ladrones son modernos,

    no podemos defendernos,pues no sabemos de quin.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    29/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 4 3

    Ya entrados los aos noventa la dcima comprometida aument supresencia considerablemente en encuentros y festejos veracruzanos detoda ndole. La preocupacin por lo que suceda a nivel nacional e inter-nacional se convirti en una realidad reflejada en los decires de loscopleros y decimistas jarochos. Rara fue la reunin en la que no saltabana flote los temas crticos y cuestionadores de lo acontecido en el llano,en la carretera o en los palacios municipales y estatales. La dcima, comoexpresin popular, se present como un vehculo favorito que contenaaquello que no gustaba a los habitantes del Sotavento, o lo que les pro-vocaba angustia o reflexin en torno de su existencia.

    A principios de los noventa corri el rumor, durante unas fiestas dela Candelaria celebradas entre vientos y lluvias fras, que la Virgen seencontraba a disgusto por los desatinos que la humanidad mostrabapor la guerra en el Prsico. To Costilla se present en aquella ocasincon las siguientes dcimas que resuman de manera un tanto jocosa laspreocupaciones populares del momento:

    Le puse a Saddam Hussein

    un telegrama extraurgenteen que le hago patenteque est violando la ley.No hay presidente ni reyque sin justificacinquiera en ninguna ocasin,aun con mucha jerarqua,violar la soberanade ninguna otra nacin...

    Es un tipo jaquetn,pendenciero y atenido;hasta ahora no han podidoquitarle lo valentn;aunque no tiene razn,mucho prejuicio ha causado;sus misiles ha lanzadosin que lo detenga nada,

    porque las fuerzas aliadasdizque le hacen los mandados.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    30/40

    Ricardo Prez Montfort14 4

    Sadam es gallo jugado,no lo atrapar cualquiera;

    habita en una tronera,bajo tierra custodiado.Como anda siempre drogado,no siente ninguna pena;le llega de Cartagenamariguana de la finay diez gramos de cocanase pone a diario en la vena...

    Jams podremos sabertodo lo que est pasando,por qu siguen ocultandolo habido y lo por haber;absurdo es su proceder,si no existe una razn.Los medios de informacincarecen de seriedad:

    nunca dicen la verdad,es pura especulacin...

    (Blanco Ruiz,1996a:8.)

    Si bien la dcima comprometida de los aos noventa mostr su pre-ocupacin por el conflictivo panorama internacional, la fidelidad a sutradicin localista la orient sobre todo hacia los problemas que el hom-

    bre del campo sotaventino padeca desde tiempo atrs. La agudizacin

    de las angustias financieras y el aumento astronmico de las deudas delhombre medio del campo afloraron, como es natural, en su expresinversaria. Don ngel Rodrguez Muoz, empresario campirano y agri-cultor masivo puso en dcimas de cuarteta obligada lo que senta unhombre como l en aquel fatdico diciembre de l993:

    Del campo la produccin,que todo vale un comino:

    ya no encuentra el campesinolo mal de esta situacin.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    31/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 4 5

    Lo que produce en el campoa bajo precio se vende,

    lo que muy pocos entienden,que mantenernos a tantoscon trabajos de unos cuantos,es esto una aberracin,y en toda nuestra reginnoms se oyen los lamentosde que es muy bajo el por cientodel campo la produccin.

    No hay estmulo en los precios,que acaban al productor,y se oye con gran pavorlo mucho que algunos neciosle van bajando a los precios.Regateen al campesinoy lo joden con mal tinoen el precio y la pagada;

    les importa una chingadaque todo valga un comino.

    Le ponen miles de peroscuando se les va a ofrecer;les vale madre saberque su ganancia sea ceroy no les quede dineroni siquiera pal camino,

    y con tales desatinosno se estimula el trabajo,y con todo este relajoya no aguanta el campesino.

    Las semillas Conasupodicen que a buen precio paga,mas son tantos los abusos,que si no se ponen buzosles quitan hasta el calzn,

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    32/40

    Ricardo Prez Montfort14 6

    y es esta y no otra razn,que pocos quieran sembrar;

    mucho se oye lamentarlo mal de la situacin.

    (Viva la Cuenca..., 1994: 10.)

    A contracorriente del discurso oficial, durante los ltimos meses del993, cuando todo era triunfalismo e ingreso a la modernidad, como vozde la sonora ultrallanura sotaventina, la dcima comprometida siguidenunciando la realidad de los pobladores fundamentales del carrizal yla montaa verde. El caporal, el caero, el jornalero, el ejidatario y elartesano no vieron el bienestar de cerca, y una verdad aciaga de miseriay explotacin, de abuso de los recursos naturales y de desprecio a suscostumbres ancestrales avanz ineluctablemente sobre su geografa ysus tradiciones. Con el impositivo avance de una forma de ser plena deutpicas promesas, la mejora que el sotaventino deba experimentar encarne propia signific ms males de aprovechados y corruptos, queavasalladora y arrogantemente vertan suciedad en los ros, los llanos y

    los caseros. Eso parecan significar el progreso y la modernidad. Lacuenca del Papaloapan se ira convirtiendo en un albaal de la indus-trializacin y del novedoso bien vivir que el modelo del centro hegem-nico fue queriendo imponerle una vez ms. Sin embargo, quedaba la-tente una resistencia popular. Paco Pldora opin sobre el asunto de lasiguiente manera:

    Mxico y su suerte charra,

    con su falsa democraciay su nueva aristocraciade fraudes y de chatarra,de mariachis y guitarray del campo improductivode un pueblo contributivo,aguantador y prudente,a pesar de lo abstinente,se muestra provocativo.

    (Rivera vila, 1988: 137.)

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    33/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 4 7

    A fines del 93, nueve aos despus de la muerte de Arcadio Hidalgo,sus dcimas adquiran una presencia obligada. En voz de Too Garcade Len:

    Un ventarrn de protestaso que se levantaba,y que por fin enterrabaa este animal que se apesta,que grita como una bestiaen medio de su corral,que nos hace tanto maly nos causa gran dolor,nos chupa nuestro sudory hay que matarla, compay...

    (Gutirrez y Pascoe, 1985: 74.)

    Los primeros das de l994 algunas partes del pas se despertaron conuna incierta esperanza. Algo importante haba sucedido en el sur. Larebelin del Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional resolvi su con-

    fusa aparicin inicial en una propuesta fundamental para repensar yreplantear el Mxico contemporneo. El impacto de la rebelin fue in-mediato. Tanto as que, en las fiestas de la Candelaria de aquel ao, ToCostilla puso a consideracin de los concurrentes soneros, fandanguerosy decimeros su punto de vista sobre el El conflicto chiapaneco:

    El noventa y tres se escapa,ao nuevo viene mal,

    serio disturbio socialen el estado de Chiapas.Tambin en Cosamaloapanhay que guardarle un espacio,se torna el ambiente reacioel problema no es sencillo:habitantes de Carrillotiene tomado el Palacio.

    Antes que llegara eneroen Mxico haba confianza,

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    34/40

    Ricardo Prez Montfort14 8

    y cifraba la esperanzaen el ao venidero.

    Qu desengao tan fiero,qu crtica situacin!Se tambalea la nacin;al Creador hay que rogar,no vaya esto a terminaren una revolucin.

    (Viva la Cuenca, 1994: 14.)

    El deterioro de la situacin poltica y econmica se agrav durante lasucesin presidencial de l994. Los acontecimientos criminales que sellevaron la vida del obispo de Guadalajara, del candidato oficial, LuisDonaldo Colosio, y del ex cuado del presidente, Jos Francisco RuizMassieu, empaaron la sucesin presidencial. Para colmo de males, re-cin estrenado el gobierno de Ernesto Zedillo, se experiment un pro-fundo quiebre econmico, que hizo temblar las bases del rgimen mexi-cano, de por s debilitado por la sucesin y el recambio de cuadros. La

    inflacin afect a todos los niveles, y en la dcima sotaventina adquiriforma y figura con el ejercicio versstico de Pino Ruiz Vsquez, que des-cribi la situacin as:

    Lo ms triste del caso:para frenar la inflacinendeudan a la nacin.Nuestra patria es un fracaso,

    y para salir del paso,explotan subiendo el IVA;los precios se van arriba,al pobre nunca le alcanza,ya ha perdido la confianzay no encuentra la salida.

    Ya no le alcanza al obrero,y menos al campesino,

    y se le cierra el caminoal ver que ya no hay dinero;

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    35/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 4 9

    se oyen quejas del tendero,quien acaba por no fiar;

    ya no puede trabajar,le cobran caro el impuesto,y para acabar con esto,mejor prefiere cerrar...

    La endeble situacin econmica del pas de mediados de los noventahasta nuestros das ha sido parte de la preocupacin cotidiana, tanto degobernantes como de gobernados. No slo en el Sotavento veracruzano,

    sino en todo el pas, parece persistir una sensacin de incredulidad antelas autoridades y su conocido discurso de ...aqu la cosa no es tan gra-ve. Como prueba de la preocupacin popular sobre el destino econ-mico de sus propios aconteceres vitales y, por lo tanto, del pas entero,una voz sotaventina se atreve a lanzar las siguientes reflexiones:

    Seores: por su atencinlas gracias les quiero dar,pues les voy a comentar

    el chisme de la nacin.Con tanta devaluacin,aunque ya es mal eterno, slovamos llegando al infierno,y all vamos a quedar,si no se ir a superareste mal: nuestro gobierno...

    Hombres de mucho saber

    gobiernan nuestra nacin,pero al pueblo en su porcinno llegan a convencer,pues a mi modo de vergozan los de arriba;pero este problema estribaque al pobre le dan aumento:le suben el diez por ciento,

    cobrndole el quince deIVA

    ...(Ypez Uscanga, 1996: 63.)

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    36/40

    Ricardo Prez Montfort15 0

    La indignacin popular, despus del sexenio de Carlos Salinas y laobviedad de sus desvergenzas, se descarg en toda clase de preguntasy agresiones que no ocultaron la frustracin y el desencanto, sacando depronto a flote sus hondas races. Para colmo de males, la impunidadsegua cosechando terrenos, y su mal se mostr en diversas ocasiones,particularmente en injusticias suscitadas en tierras que los jarochosdecimeros han considerado fraternas desde tiempos muy lejanos. En elSotavento la indignacin por las matanzas de campesinos en Guerrerose apoder del quehacer decimario, y miles de preguntas pudieronresumirse en la siguiente:

    En qu iremos a pararsi ya no existe confianza?Como el caso de Aguas Blancas:Figueroa mand emboscary sin piedad asesinara la mitad del caminoa un grupo de campesinos;por eso es que el pueblo apoyaque Rubn vaya a Almoloyaa cumplir con su destino.

    Como buena expresin popular, el hallazgo de un culpable sirvipara redondear una opinin que, no porque fuese por todos bien sabiday repetida, dej de faltar a la sabidura natural de los hombres comunes ycorrientes. Las Calaveras,de l995, contenan el siguiente refrn por de-ms explicativo:

    El pueblo est muy contento:se muri Carlos Salinas,porque all en Lomas Taurinasno le harn un monumento;todava se oye el lamento,nadie puede perdonarlo,muchas muertes son el saldoque pagar en el averno:

    responsable, al infiernopor la muerte de Donaldo.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    37/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 5 1

    Aun cuando la indignacin y el ya no dejarse parece poblar buenaparte de las conciencias sotaventinas, hoy en da todava queda muchopor hacer en cuanto a la reunin de una fuerza comn que impida el de-sarrollo moderno de los cacicazgos y de la explotacin antiecolgica delos recursos de la cuenca del Papaloapan y sus alrededores. Cierto esque ya se recorri un breve paso en el camino, apelando a los recur-sos del fandango, los sones y las dcimas como armas identitarias encontra de los avances de un neoliberalismo destructor, arrogante yglobalizador. Sin embargo, la fuerza de estos recursos es todava inci-piente y, aun cuando resiste de manera honrosa y digna, no cabe duda

    que requiere un mayor apoyo, tanto local como externo, para seguircombatiendo y para ejercer su determinacin libertaria sobre su geo-grafa y su espritu. Si bien las voces romnticas no son desdeables,una actitud combativa requiere de mucho ms que la reciente dcimaaparecida en el nmero 2 de la revista Son del Sur, que dice:

    Todita la humanidad,cegada por la ambicin

    de tener poder y don,se apartan de la verdad;es una monstruosidadvivir con tanto egosmo,llegando hasta el paroxismode morir sin que uno quiera,pues quien provoca la guerrano tiene amor a s mismo

    (Son del Sur 2, Chuchumb, Coatzacoalcos, 1996.)

    Lo que ha sucedido desde entonces seguramente tiene su expresin endcimas. Sin embargo, no parece haber perspectiva ni tiempo suficientepara darles cabida en esta exposicin. De todas maneras, hay que recono-cer a todos ellos, los fandangueros, los soneros, los decimistas y los entu-siastas, por lo que han hecho en favor de que no se acabe este quehacerfestivo crtico y popular y que siga creciendo ms an. Por lo pronto que-

    da concluir con una dcima que encamina hacia la idea que utiliza parafinalizar la voz del sonero joven Patricio Hidalgo, digno heredero de las

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    38/40

    Ricardo Prez Montfort15 2

    vertientes dobles de su abuelo Arcadio Hidalgo y de la sabidura profundade su to Antonio Garca de Len, que se renen en la cepa crtica del sonautnticamente jarocho, antiguo y contemporneo:

    Lo que hoy viene sucediendoes tan sin fin y asombroso,que en un gris nublar borrososeguir paso me encomiendo,y animoso al fin cabalgocon la versada medida

    del sabio Patricio Hidalgo,dejando comprometidasu voz de ancestros arroyos:en flor de nios cogollosdan cauce a mi despedida.

    El fandango es desafoal mundo de represin,es libertad de expresin,

    voluntad del pueblo mo;es el agua del rocosobre el zacate del llano;es palo fino serrano,que tiene poder y graciade ser una democraciaaccesible al ciudadano.

    (Huidobro, 1995: 152.)

    Bibliografa citada

    AGUIRRE TINOCO, Humberto, comp., 1976. Lrica festiva de Tlacotalpan.Tlacotalpan, Veracruz: Museo Salvador Ferrando.

    ______, 1990. Los jarochos y sus versos refocilantes. Tierra Adentro48:33-39.

    AROCHEPARRA, Miguel, 1972. 53 poemas del 68 mexicano. Mxico: Editoray Distribuidora Nacional de Publicaciones.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    39/40

    La dcima comprometida en el Sotavento veracruzano 1 5 3

    BLANCORUIZ, Constantino, 1996a. La trova llanera. Mxico: IVEC/ CRIBA/FONCA.

    ______, l996b. Refranes de mi trova llanera. Veracruz: Cuadernos de Cul-tura Popular, IVEC.

    CORTZAR, E. M. y Lorenzo BARCELATA. Corrido del agrarista. Inter-pretado por Los Trovadores Tapatos (Luz Reyes y Jos Gonzalez,con A. Bribiesca). Disco Vctor 75213.

    CHZAROLAGOS, Guillermo, 1974. Cantos del Papaloapan. Estado de Mxi-co: s. e.

    ______, 1991. Como la palma del llano. Mxico: CRIBA, Sociedad Mexicana

    de Promocin Cultural.GONZLEZCARRASCO, Aurelio, 1939. Dilogos de Cazuela. Mxico:Edito-

    ra Mxico Nuevo.GUTIRREZ, Gilberto, 1991. Una dcada de son jarocho. Horizonte. Re-

    vista del Instituto Veracruzano de Cultura1: 30-31.______ y Juan PASCOE, comp., 1985. La versada de Arcadio Hidalgo. Mxi-

    co: FCE.HUIDOBRO, Jos Alejandro, 1995. Los fandangos y los sones. La experiencia

    del son jarocho, tesis, UAM, Iztapalapa, Mxico.MARTNEZFRANCO, Mariano, 1988. Dcimas para Cuba campesina, hoja

    suelta, impresa en Tierra Blanca, 22 agosto 1988.MENDOZA, Vicente T., 1957. Glosas y dcimas de Mxico.Mxico: FCE.PASCOE, Juan, 1996. Al pie de la Palma. Son del Sur 3. Coatzacoalcos,

    Veracruz: Chuchumb: 11.PREZMONTFORT, Ricardo, 1998. La dcima comprometida en el Sota-

    vento veracruzano de principios del siglo XIXa la Revolucin. Son

    del Sur7. Jltipan, Veracruz: Centro de Educacin y Enseanza delSon Jarocho: 21-33.

    REYNAMUOZ, Manuel, coord., 1996. Actores sociales en un proceso de trans-formacin: Veracruz en los aos veinte. Xalapa, Veracruz: UniversidadVeracruzana.

    RIVERA VILA, Francisco (Paco Pldora), 1988. Estampillas jarochas.Veracruz: IVEC.

    TADEORINZA, Julia, et al., 1993. San Juan Evangelista, Ver. Un grano de su

    historia. Mxico: Resultados del Proyecto PACMYC91.

  • 8/21/2019 Arcadio Hidalgo Versos

    40/40

    Ricardo Prez Montfort15 4

    Viva la Cuenca, 1994. Grupo Siquisir, 15 Encuentro de Jaraneros, 1994.Viva la Cuenca y sus troveros de Sotavento. Veracruz: IVEC, 1994.YPEZUSCANGA, Eustolio, 1996. Historia de un guitarrazo y otras dcimas.

    Veracruz: Cuadernos de Cultura Popular, IVEC.