Aquellas historias de pastores

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Aquellas historias de pastores … ... del pueblo de la Mata de Hoz, en el Valle de Valdeolea (Cantabria) donde los paisajes se hacen labores cotidianas. Ahí van ...

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Aquellas historias de pastores …

... del pueblo de la Mata de Hoz, en el Valle de Valdeolea (Cantabria) donde los paisajes se hacen labores cotidianas. Ahí van ...

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Maxi y Jorge tirando de sacas llenas de forraje, en su afán por socorrer a sus caballos, aislados por la nevada

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… aunque llegar hasta donde estaban localizados los animales les suponga salvar una distancia aproximada de dos kilómetros entre grandes neveros

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…además de tener que superar tramos de nieve helada, donde el riesgo de caídas era constante

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…si, a todo lo anterior, añadimos los continuos y rápidos cambios de tiempo que provocaban cegadoras “celliscas”, avanzar suponía una auténtica tortura

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… por si fuera poco todo ello, aún había que contar con las peligrosas alambradas que obligaban a un esfuerzo extra para poder superarlas

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… efectivamente, la labor de ir en auxilio de los caballos era tremenda, y mucho más si tiene en cuenta el peso de su alimento: ¡¡40 kilos de hierba!!

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…realmente el esfuerzo compensó semejante sacrificio

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… toda vez que lograron contactar con los caballos aislados, procediendo a su inmediata alimentación, ya que, algunos de ellos, mostraban las secuelas del hambre y el frío

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… mínimamente alimentados, se les trasladó a lugares mucho más seguros, puesto que, no muy lejos, se detectaron huellas de lobos.

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Jorge y Maxi se preparan para otro día duro de trabajo, que es cosa de ...

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estar muy encima del rebaño, no sea que los lobos bajen por las laderas del monte Endino

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… por si acaso, Tito, Niebla, Tor y Nurra vigilan el rebaño

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… siempre muy atentos a las órdenes de la pastora (Maxi)

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… que no duda en escarbar en la nieve, en su intento de ayudar a las cabras en la búsqueda de pasto

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… tarea imposible. Pero no por ello, los animales dejan de alimentarse del cariño de su pastora

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…tampoco era tan importante que buscasen donde no había, y sí mucho más que tomasen un poco de aire, después de haber estado varios días estabuladas.

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La seguridad que dan los perros mastines en la protección del rebaño contra el ataque de los lobos es absoluta. Y por si no fuera suficiente, también se ocupan de bajar las cabras de la sierra (laderas del monte Endino) cuando llega la puesta de sol.

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Por supuesto que semejante tranquilidad tiene una gasto económico, no bajando de ¡¡los ochocientos euros!! anuales, los que se gastan Jorge y Maxi en su manutención. Gasto de familia que se dice ¿no? .

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Es en el mes de la paridera (marzo) cuando el duro trabajo de esta pareja de pastores y de sus perros se ve recompensado realmente.

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Este matrimonio de pastores dejó la comodidad de la ciudad (Santander) para dar comienzo a la que sería la aventura de sus vidas

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…de aquello hace ya casi treinta años cuando llegaron por primera vez al Valle de Valdeolea, siendo una de sus primeras ocupaciones la recogida de combustible, para avivar aún mucho más, el fuego de sus ilusiones.

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Que duda cabe que en el campo también hay que tirar del “carro de la vida”, claro que sí. Pero sabían muy bien lo que querían, y por ello

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…dejaron la cadena de montaje para engancharse al campo y su fábrica de paisajes.

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Iniciativa llevada a cabo por el Ayuntamiento de Valdeolea, en su intento de dar a conocer parte del patrimonio etnográfico del Valle.

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