AQUANDINA -...

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PROGRAMA REGIONAL JUVENTUD RURAL EMPRENDEDORA AQUANDINA Belén de Umbría, Colombia Sistematización de avance “Nos juntamos y quisimos hacer esto, porque hay muchos jóvenes aquí en Belén de Umbría a los que les faltan oportunidades. Tener esta oportunidad es algo muy importante para nosotros como jóvenes” PROCASUR, 2013

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PROGRAMA REGIONAL

JUVENTUD RURAL EMPRENDEDORA

AQUANDINA

Belén de Umbría, Colombia

Sistematización de avance

“Nos juntamos y quisimos hacer esto, porque hay muchos jóvenes aquí en Belén de Umbría a los

que les faltan oportunidades. Tener esta oportunidad es algo muy importante para nosotros como

jóvenes”

PROCASUR, 2013

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Índice

1. Introducción……………………………………………………………..……………………………………………….. 3

2. Contexto en que surge el emprendimiento.………………………………………………………………. 3

3. Ejecución financiera: Los jóvenes invierten en activos para la producción..................... 4

4. Estado actual del emprendimiento: hacia el aumento en la producción………………….…. 8

5. Facilitadores y claves de éxito.………………………………….……………….................................... 11

6. Principales desafíos ………….……………………………………………………………………………………….. 11

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1. Introducción

Este documento es resultado de la sistematización del emprendimiento “AQUANDINA”, el cual ha

sido impulsado por 4 jóvenes entre 21 y 26 años, tres mujeres y un hombre1, del municipio de

Belén de Umbría. La sistematización se realizó aproximadamente 10 meses después de que los

jóvenes comienzan a recibir los recursos del Fondo de Aprendizaje del Programa Regional

Juventud Rural Emprendedora de la Corporación PROCASUR2. Al momento de la visita, ya se

habían realizado todos los desembolsos.

AQUANDINA se dedica a la producción y comercialización de peces, específicamente mojarra roja

y plateada, para lo cual cuentan con dos lagos de cultivo.

El objetivo de esta sistematización de avance es identificar cómo se han invertido los recursos

transferidos por el Fondo de Aprendizaje y qué ha significado para el emprendimiento esta

inversión en activos, en términos económicos, productivos y organizativos. De igual manera, es

relevante poder identificar las implicancias que la inversión ha tenido en las vidas de los y las

jóvenes emprendedores que impulsan este negocio.

La información presentada fue recogida en entrevistas a tres de los integrantes del

emprendimiento (Anggie, Diego y Paola), realizadas el día 15 de mayo de 2013 en Belén de Umbría

y durante una visita a la finca donde tienen el cultivo de peces. También se incluye información

recolectada a partir de comunicaciones vía mail posteriores a la visita a terreno, realizadas con

miembros del emprendimiento.

2. Contexto en que surge el emprendimiento

El emprendimiento AQUANDINA tiene sus inicios en el municipio de Belén de Umbría,

departamento de Risaralda, Colombia. Es ahí donde Anggie Piedrahita y Diego Pérez, una joven

pareja que busca alternativas para generar más ingresos, decide aprovechar su experiencia en el

cultivo de peces y, el año 2011, toma la decisión de aunar esfuerzos para llevar a cabo un

emprendimiento en esta área. El padre de Anggie, presidente de la Asociación de Productores

Acuícolas de Belén de Umbría (ACUABEL), se dedica hace años a esta actividad, lo que permitió

que Anggie estuviera desde pequeña contacto con este tipo de producción. Al ver la rentabilidad

que reporta este negocio, ambos jóvenes deciden implementarlo, como una alternativa de

generar ingresos para salir de sus problemas económicos y sacar adelante a sus familias.

En junio de 2012, los jóvenes fueron informados por el padre de Anggie de la posibilidad de

presentar un plan de inversión y postular a recursos financieros del Fondo de Aprendizaje. Con la

idea de “Desarrollar un buen proyecto y ofrecerle oportunidades a más jóvenes” , comenta Anggie,

1 Los cuatro jóvenes son Anggie Stefany Piedrahita Collazos Echeverry (23 años), Diego Pérez Castro (26 años), Mildred Paola Cardona Toro (21 años), Erika Johana Munera Ospina (22 años). 2 Visita de campo realizada en mayo del 2013. El plan de inversión, presentado por los jóvenes emprendedores y aceptado por PROCASUR, requería la aportación por parte del Fondo de Aprendizaje de 27.432.900 pesos colombianos (16.137 USD), monto a transferir en tres desembolsos.

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invitan a tres jóvenes amigas a participar de este nuevo proyecto. Todos los jóvenes se conocen

desde hace tiempo, ya que estaban relacionados con ACUABEL.

Las tres amigas eran Paola, Erika y Eliana, todas vivían en la ciudad de Belén de Umbría y sólo Erika

continuó sus estudios, en Tecnología en Formulación de Proyectos en el Servicio Nacional de

Aprendizaje – SENA, de Pereira.

Durante los meses de junio y julio, los cinco jóvenes elaboraron y corrigieron su plan de inversión,

el cual resultó aprobado. Luego se firmó el respectivo contrato, entre el Fondo de Aprendizaje y

los miembros del emprendimiento AQUANDINA, realizándose el primer desembolso de recursos

en el mes de octubre de 2012.

Es importante señalar que, previo a la firma del contrato, Eliana Munera se tuvo que retirar del

emprendimiento, ya que su trabajo como contadora pública no le permitía cumplir con las

responsabilidades del negocio.

3. Ejecución financiera: Los jóvenes invierten en activos para la producción

Para recibir los desembolsos del Fondo de Aprendizaje, los jóvenes abrieron una cuenta de

ahorros bipersonal, a nombre de Anggie y Paola, en el Banco DAVIVIENDA de Colombia. El primer

depósito fue realizado en el mes de octubre en esta cuenta. Sin embargo, las jóvenes no pudieron

realizar el retiro, debido a que el Banco argumentando “dudosa procedencia del dinero”, devolvió

el depósito a la cuenta de la Corporación PROCASUR.

Esto involucró tener que hacer un nuevo depósito a una cuenta que Anngie tenía en

BANCOLOMBIA, lo cual retardó la recepción del primer desembolso, que pudo ser retirado en el

mes de noviembre. Los siguientes depósitos fueron realizados a esta misma cuenta, en los meses

de diciembre de 2012 y enero de 2013.

Como parte de las actividades realizadas en la visita (mayo de 2013), se le pidió a los jóvenes que

llenaran una planilla de ingresos y egresos del emprendimiento, junto con adjuntar los

correspondientes respaldos (boletas, facturas, etc.), con el objeto de poder analizar si los recursos

se habían invertido según lo planificado en el presupuesto del plan de inversión.

En el mes de agosto de 2012, previo a los desembolsos, Anggie firmó un contrato de

arrendamiento de tres lagos, por dos años, con capacidad para 30.000 peces. Los lagos estaban

ubicados en la Vereda “Santa Matha de los Lagos” y eran de propiedad del padre de Anggie. Según

lo estipulado en el contrato, el valor del arriendo alcanzaba los 200 pesos colombianos por

kilogramo de peces cosechados (0,1 USD).

Con el primer desembolso del Fondo de Aprendizaje, por un monto de 10.432.900 pesos

colombianos (6.137 USD), compraron los materiales e insumos necesarios para la adecuación de

los dos lagos para el cultivo. Además de 8.000 alevinos de mojarra plateada, los jóvenes invirtieron

en la compra de abono, malla, tubos de fierro para la estructura del enmallado, entre otros

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elementos necesarios para la preparación de los lagos. Para las labores de acondicionamiento de

lagos y enmallado, tuvieron que utilizar mano de obra externa, contratando a cuatro jóvenes, tres

hombres y una mujer. Este gasto fue financiado por los mismos jóvenes, como parte del aporte

propio a la implementación del plan de inversión.

Cuando los jóvenes elaboraron el presupuesto del plan de inversión, consideraron el precio de la

malla de hace 4 años, precio que al momento de ir a comprarla había aumentado

considerablemente. Se reunieron para analizar cómo enfrentar este problema y la solución

consensuada fue realizar un ajuste presupuestario que permitiera asumir este gasto e

implementar una solución alternativa. “Habíamos planificado originalmente la compra de 30.000

alevinos, pero con el aumento en los gastos de mano de obra y precio antiguo de la malla que

consideramos en el presupuesto, tuvimos que bajar a 21.000 alevinos, comprar menos alimento y

resolver en forma alternativa el enmallado”(Diego)

Los jóvenes investigaron y dieron con un sistema de enmallado que estaba siendo utilizado en otra

finca y que estaba certificado por el Instituto Alexander von Humboldt 3, organismo centrado en la

conservación y uso sostenible de la biodiversidad. “Entonces nosotros le hicimos una pequeña

mejora, usando materiales que son reciclables y que son mucho más económicos” (Diego)

En vez de comprar malla de

polietileno, como la que utilizaron en

un comienzo del emprendimiento

Anggie y Diego, que es muy resistente

y los espacios que tiene son muy

pequeños (lo que impide que las aves

que entran puedan luego salir),

utilizaron otro tipo de material que

era reutilizable. Armaron

artesanalmente el enmallado,

dejando el espacio necesario para que

las aves pudieran luego salir.

Enmallado inicial Alternativa de enmallado

Otro elemento importante de esta innovación fue que, el ruido que emitía la malla cuando había

viento, hacía que las aves se ahuyentaran, protegiendo así naturalmente a los peces de posibles

depredadores aéreos. “Con esta innovadora técnica, podemos obtener una certificación, además

de poder implementarla en otras granjas” (Diego)

3 http://www.humboldt.org.co/iavh/instituto/quienes-somos

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Los jóvenes decidieron realizar una primera etapa de cultivo en

tanques de recría, para lo cual se dedicaron a adecuar y preparar

los tanques para recibir los alevinos4 , ocupándose de controlar

el PH, oxigeno y la temperatura del agua. Una vez realizada esta

labor, los 8.000 alevinos de mojarra plateada, de un gramo de

peso, fueron depositados en los tanques. Tanques de recría

Con el segundo desembolso, por un monto de 8.500.000 pesos colombianos (5.000 USD), los

jóvenes realizaron la compra de alimento concentrado y otros insumos para realizar la

desinfección y encalamiento de los lagos.

El proceso de traslado de los alevinos criados en tanques fue el segundo problema enfrentado por

los jóvenes, en términos de ejecución financiera, debido a que tuvieron que contratar mano de

obra externa para que los apoyara en esta labor, ya que debía realizarse en un plazo breve para

evitar mortandad de peces. Por otra parte, debieron invertir en la compra de alimento especial

para esta etapa de desarrollo de los peces. Ambos gastos no habían sido considerados en el

presupuesto original.

En el mes de enero de 2013, los jóvenes reciben el tercer y último desembolso por parte del Fondo

de Aprendizaje, correspondiente a 8.500.000 pesos colombianos (5.000 USD). Con estos recursos y

analizando la mala experiencia que tuvieron con la implementación de los tanques de recría,

deciden comprar 13.000 alevinos de mojarra roja de un tamaño mayor, para ser sembrados

directamente en el lago. Además, adquieren el concentrado para asegurar la alimentación de los

peces durante el periodo de engorde.

Esta modalidad implicó no tener que

contratar mano de obra para el

traslado, una mortalidad casi nula

debido a que los peces ya estaban más

grandes y fuertes, además de un

ahorro en términos de que no fue

necesario comprar alimento especial.

En el mes de marzo de 2013 y como consecuencia de la ola invernal, se alteró el oxígeno de las

aguas. Esto trajo consigo la proliferación de algas y, en uno de los lagos el alga estaba

contaminada con un hongo que se transmitió a los peces. Este hongo se instaló en sus bocas y

agallas, lo cual no les permitía comer. Investigaron en el IICA de Pereira, donde después de

analizar los antecedentes, pudieron darles una solución. Tuvieron entonces que meterse al lago,

sacar las algas con un tarro y echar un producto desinfectante al agua. Para realizar estas labores,

4 Crías recién nacidas de peces. Más precisamente, este término hace alusión al momento en el cual las crías rompen el huevo y comienzan a alimentarse.

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nuevamente debieron contratar mano de obra de apoyo, además invertir en un producto para

acabar con el hongo, aspectos que tampoco estaban considerados en el presupuesto.

El día 27 de mayo de 2013, AQUANDINA envía al equipo del Fondo de Aprendizaje, vía correo

electrónico, el informe de su primera cosecha realizada el día 24 de mayo.

El informe incluía, además de la descripción y registro

fotográfico de la labor de cosecha, una carta indicando que

les hacía falta un chinchorro (red de pesca). Al no contar con

este, se habían visto obligados a solicitar uno prestado, lo cual

implicaba depender de los tiempos en que se los pudieran

facilitar, y eso ponía en riesgo el poder responder a tiempo a

los pedidos de los clientes.

La primera cosecha

Después de un análisis de la situación por parte del equipo, se les solicitó el envío de mayor

información en relación a la venta realizada (cantidad, cliente, etc.), además de pedirles que

explicitaran si necesitaban algún apoyo específico de nuestra parte. Quedaron de enviar la

información, pero nunca llegó.

Sin embargo, el 08 de junio de 2013, recibimos otro mail, en el cual nos indicaban que había

tendido un serio problema con la cosecha señalada anteriormente. “Desafortunadamente se

presentó desde el segundo día de la entrega del producto, un brote de un tipo de hongo el cual se

propago por un periodo de 8 días generando la mortalidad total del producto. De igual manera

tuvimos un gran inconveniente ya que este pescado infectado transmitió su hongo a otro pescado

que tenia nuestro cliente en el mismo estanque viéndose muy afectado”

La causa presumible de esta infección, fue la utilización del chinchorro que les prestaron para la

cosecha, el que posiblemente se encontraba contaminado. Los jóvenes supieron después que,

además, la variedad de pez cosechada era supremamente delicada para su transporte vivo y que

no era recomendable hacerlo

Luego de una larga discusión grupal acerca del tema, y con la ayuda jurídica de Edilma Collazos en

calidad de abogada (madre de Anggie), decidieron proponer al cliente que cada parte asumiera la

pérdida de su producto, solución que afortunadamente fue aceptada por este. AQUANDINA

asumió la pérdida de los 250 kilos de mojarra plateada infectados, y además, 100.000 pesos

colombianos de mano de obra y 160.000 del transporte de los peces. Por otra parte, el cliente,

empresario de pesca recreativa del departamento colombiano de Caldas, tuvo que costear las

pérdidas emanadas de la mortandad de peces producto del contagio del hongo.

El enfrentamiento de todos los inconvenientes anteriormente señalados, así como la toma de

decisiones en cuanto a las soluciones e inversiones a realizar, fueron realizados grupalmente, sin

embargo la opinión de Diego y Anggie resultó fundamental, ya que ellos viven en la finca donde

se desarrolla el cultivo y cuentan con más experiencia. “Cada vez que va a haber un gasto,

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queremos cambiar algo o solucionar algún inconveniente, hacemos una reunión. Tomamos bien

en cuenta la experiencia de Diego y Anggie, quienes como han vivido en la finca tienen más

conocimiento del cultivo” (Paola).

La ejecución financiera del emprendimiento, no se realizó de acuerdo al plan de inversión,

debiendo los jóvenes realizar varios ajustes para enfrentar el surgimiento de gastos no

considerados en el presupuesto y asumir los costos de la pérdida de la primera cosecha de peces.

La principal consecuencia de esto, fue el tener que disminuir considerablemente la cantidad de

alevinos a comprar para la siembra.

Tabla 1. Compra de activos y otros (egresos a partir del primer desembolso)

Descripción gasto Monto (pesos COL) Monto (USD)

Alevinos 3.140.000 1.847

Insumos y materiales adecuación de lagos

5.480.069 3.224

Alimento para peces 19.131.100 11.254

Energía cerca eléctrica

380.000 224

Transporte alevinos y materiales

1.553.000 914

Total gastado 29.684.169 17.463

4. Estado actual del emprendimiento: hacia el aumento en la producción

La fase de producción de peces a menor escala, la inician Anggie y Diego el año 2011, cuando a

partir de recursos obtenidos a partir del ahorro propio, la ayuda familiar y pequeños préstamos

que les otorga ACUABEL, invierten en este nuevo proyecto.

En ese entonces, los jóvenes no estaban formalizados legalmente y, las tareas relacionadas con el

área productiva, contable, comercial, etc. del emprendimiento, eran realizadas por ambos jóvenes.

Sin embargo, y debido a la innumerable cantidad de actividades que implicaba el llevar adelante

este negocio, en muchas ocasiones debían ser apoyados por familiares o contratar mano de obra

que los ayudara. En términos de asistencia técnica, cuando se veían enfrentados a algún

acontecimiento puntual con el cultivo, contaban con la asesoría de los técnicos que atendían a

ACUABEL o con el apoyo del padre de Anggie.

Tanto Anggie como Diego, repartían su tiempo entre las labores del emprendimiento de peces y el

trabajo en el cultivo de plátanos que el padre de Anggie tenía en su finca.

En términos de resultados, el año 2011 alcanzaron una producción de 3.500 kilos, 2.600 de

mojarra roja y 900 de mojarra plateada, los cuales lograron vender en su totalidad, ya sea

directamente a clientes identificados previamente o a otros que iban al punto de venta de

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ACUABEL, espacio que les fue facilitado a los jóvenes para la comercialización. En cuanto a las

utilidades, la cosecha le reportó a los jóvenes 2.480.000 pesos colombianos.

En noviembre de 2012, y debido a la inversión realizada por los cuatro jóvenes a partir de los

recursos obtenidos del Fondo de Aprendizaje, se presentó la oportunidad de dar un salto en la

producción, a través de la implementación de dos lagos para el cultivo, con una población total de

21.000 alevinos. Como se mencionó anteriormente, el plan de inversión original consideraba la

adquisición de 30.000 alevinos para la siembra. Sin embargo, y debido al surgimiento de gastos no

previstos, decidieron disminuir a 21.000.

Antes Después

Debido al crecimiento que iba a experimentar el emprendimiento, los jóvenes se dieron a la tarea

de distribuir roles para los distintos ámbitos de desempeño. Sin embargo, todos concordaban en

la necesidad de que cada uno de los miembros pudiese hacer de todo. El organigrama con la

distribución de responsabilidades se puede ver a continuación:

Tabla 2. Organigrama AQUANDINA

Nombre Rol o cargo

Anggie Piedrahita Presidenta

Paola Cardona Vicepresidenta

Diego Pérez Técnico en producción

Erika Munera Secretaria/Comercialización

Al momento de la visita, Anggie y Diego, dedicaban medio día todos los días al emprendimiento,

debido a que viven en la finca donde están los lagos. Ambos también administran una ladrillera. En

el mes de febrero, los dos tomaron un curso de Cría de Peces en Estanque impartido por el

Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA, de Pereira y estaban prontos a iniciar otra capacitación

en Tecnología en Acuicultura, en la misma institución.

Erika se encontraba trabajando en Pereira, motivo por el cual solo podía trabajar en el

emprendimiento los fines de semana o cuando tenía libre. Paola se encontraba a cargo de

administrar la carnicería de su padre, por lo que tampoco contaba con mucho tiempo para dedicar

a los peces. Tanto Anggie como Paola son, además, socias formales de ACUABEL desde hace años.

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Para resolver el problema que significa que no todos puedan invertir la misma cantidad de tiempo

en el negocio, cuando los jóvenes no pueden participar de alguna labor productiva, deben cancelar

la contratación de un trabajador que los reemplace. Con el objeto de llevar un control que

posibilite operacionalizar esta decisión grupal, cuentan con una planilla en la cual registran las

labores realizadas y quién participó en ellas, en base a esa información calculan y organizan los

pagos de mano de obra de cada uno. Por otra parte, Anggie y Diego se hacen cargo de la

alimentación diaria de los peces, labor por la cual el resto de los jóvenes les paga un salario de

210.800 pesos colombianos (124 USD mensuales), el cual financian con sus propios ingresos.

Durante la visita, los jóvenes plantean su interés en formalizar el emprendimiento, principalmente

como una manera de tener la opción de acceder a oportunidades que exigen como requisito el

estar constituidos legalmente. Sin embargo, no tienen mucha información sobre las opciones y

gestiones necesarias para hacerlo.

Para la comercialización, siguen contando con el punto de venta de ACUABEL (así como con su

apoyo en asistencia técnica), pero además ya tienen identificados otros clientes. De estos, los que

más les convienen son los que tienen negocios de pesca recreativa, por que pagan mejor y

compran el pez completo (vivo). También tienen potenciales compradores de peces para el

consumo, pero este mercado no es muy bueno porque hay una pérdida del 16% por pescado

debido a que hay que desvicerarlos, lo que implica también un aumento en la mano de obra.

“Desviserado tenemos clientes identificados en Medellín, Bogotá y Rio Sucio, pero necesitamos

más cantidad, así que pensamos juntar producción con la asociación” (Diego) Este mercado es más

exigente y costoso, ya que el pescado debe enviarse congelado y empacado en bolsas de una

unidad.

En relación a las utilidades, los jóvenes piensan que la repartición debería ser equitativa. También

les interesaría reinvertir una parte en el cultivo del tercer lago que tienen alquilado.

Los jóvenes manifestaron en la visita a terreno que mantendrían el precio de venta que tenían

Anggie y Diego cuando comenzaron el emprendimiento. Así, el costo de producción de un kilo de

peces corresponde a 3.500 pesos colombianos (2 USD) y el precio de venta fue establecido en

5.500 (3 USD), proyectando un margen de ganancias de 2.000 pesos colombianos por kilo (1 USD)

Sin embargo, en venta que no pudieron realizar producto del contagio de hongos (realizada

posterior a la visita a terreno), el precio que habían pactado con el cliente fue de 5.900 pesos

colombianos por kilo (3,5 USD) De haberse concretado esta primera venta, AQUANDINA habría

obtenido una utilidad de 600.000 pesos colombianos (353 USD), por la comercialización de 250

kilos de mojarra plateada.

Actualmente AQUANDINA se encuentra en serias dificultades, debido a que no han podido realizar

la venta de la totalidad de la producción, siendo que los peces ya cumplieron su ciclo de

desarrollo. En el caso de la mojarra plateada, sembrada en el mes de noviembre y lista para

comenzar a ser cosechada en junio de 2013, los jóvenes han señalado que la demanda es

pequeña, debido a que a la gente no le gusta mucho. Esta situación, además de involucrar un

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gasto permanente de alimentación que no estaba considerado para tanto tiempo, está

exponiendo a los peces a un proceso de retroceso en su desarrollo, debido a que ya cumplieron su

ciclo de crecimiento. En cuanto a la mojarra roja, sembrada en el mes de abril, la situación

también es crítica, debido a que ya está en condiciones de ser cosechada.

Producto del acompañamiento implementado por el Programa, se ha logrado establecer en

conjunto con los jóvenes de AQUANDINA, este año como plazo máximo para la venta de la

producción que aún no han logrado comercializar. Por otra parte, se proyecta realizar una nueva

siembra en los meses de enero y febrero de 2014, la cual se hará en menor escala, para sí evitar la

dificultad que significa la comercialización de grandes volúmenes.

5. Facilitadores y claves de éxito

El acercamiento de los jóvenes con la producción y comercialización de peces, les aporta

experiencia en este rubro, junto con ser un factor que los impulsa a desarrollar este negocio.

La relación de pareja que tienen Anggie y Diego, además de la amistad que mantienen todos

los jóvenes desde hace tiempo, genera una dinámica de confianza y ganas de salir adelante

juntos.

El hecho de que Anggie y Paola sean socias formales de ACUABEL, permite una cercanía que

facilita el acompañamiento y aporta al nivel de compromiso y responsabilidad con el

emprendimiento.

La facilitación del punto de venta de ACUABEL, amplía las posibilidades de comercialización de

la producción. Por otra parte, el apoyo de la asociación en la difusión, facilita la llegada a

nuevos clientes.

La asesoría de los técnicos de ACUABEL y el apoyo familiar (padre de Anggie), les permite

contar con orientaciones especializadas, para desarrollar este tipo de emprendimiento.

Las condiciones preferenciales que tienen para el acceso a la tierra, debido a que alquilan los

lagos en la finca del padre de Anggie, se perfila como un factor que favorece la seguridad y

estabilidad del emprendimiento. Por otra parte, el hecho de que el alquiler se cancele una vez

realizadas las cosechas (ventas), hace más factible que los jóvenes cuenten con los recursos

financieros para cumplir con el pago.

Anggie y Diego se están capacitado en el rubro de la producción de peces, lo que viene a ser

un factor importante en términos del desarrollo del emprendiminto.

El buen nivel de relación entre los jóvenes, junto con una permanante comunicación y la

edades similares que tienen, son características que redundan en una buena dinámica

organizacional.

6. Principales desafíos

Más que un desafío, AQUANDINA se enfrenta a la necesidad urgente de desarrollar una

estrategia de identificación de clientes y de ventas, que les permita comercializar a la

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brevedad los peces que ya cumplieron su ciclo de desarrollo. De lo contrario, perderán la

producción y, con ello, las inversiones realizadas no serán recuperadas.

Los jóvenes necesitan contar con orientaciones técnico-productivas más permanentes, que les

permitan desarrollar un emprendimiento rentable y sostenible, reduciendo así la posibilidad

de ocurrencia de situaciones que continuen poniéndolo en riesgo.

En caso de que los jóvenes decidan invertir en el cultivo de otro lago, está inversión debería

hacerse a una escala menor (menos alevinos) y combinarla con el desarrollo de una estrategia

de mercadeo que les permita promocionar su producto, para lograr identificar previamente a

los compradores. Junto con esto, es imprescindible una planificación (técnica y

presupuestaria) más rigurosa, con el objeto de no volver a tener situaciones problemáticas

como las experimentadas hasta ahora (por ejemplo, cotizaciones no actualizadas, cultivo de

variedad de pez que no tiene buena salida en el mercado, no considerar la compra de una red

para la cosecha, etc. )