Aproximación a La Joven Poesía Española

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Aproximacin a la joven poesa espaolaEste ao 2010 se han revisado de distintos modos el estado y la identidad propios de la joven poesa espaola. Entre otras publicaciones, han visto la luz dos obras documentadas y extensas. Una de ellas es el libro de Martn Rodrguez-Gaona tituladoMejorando lo presente. Poesa espaola ltima: posmodernidad, humanismo y redes(Madrid, Caballo de Troya), que comenta los libros de distintos autores jvenes, despus de precisar las circunstancias culturales que actualmente rodean al acto de escritura potica. Otro es la antologa realizada por Luis Antonio de Villena,La inteligencia y el hacha (Un panorama de la Generacin potica de 2000), publicada en Madrid por la editorial Visor, que consta de una amplia introduccin y de una seleccin de poemas de treinta y dos autores nacidos entre 1964 y 1988, por lo que buena parte de ellos rebasan con creces los cuarenta aos y no corresponden ya a lo que en rigor puede llamarse poesajoven.

No es mi intencin hacer aqu una resea de ambos libros, ni siquiera un resumen de sus propuestas. Slo pretendo ofrecer mi visin personal de la evolucin que la poesa espaola ha experimentado en los ltimos quince aos, ofreciendo las fuerzas de convergencia entre los distintos autores y, sobre esa base, esbozar la amplia diversidad de direcciones estticas, que en la realidad de la escritura es tan amplia como el nmero de poetas que de verdad poseen una personalidad definida. Estos apuntes sern, pues, una reflexin complementaria de las que nos ofrecen las dos obras citadas y otras que he podido leer en los ltimos aos.

Por lo dems, me parece imprescindible acotar brevemente lo que entiendo porjoven poesa espaola. Si bien es cierto que el concepto degeneracinest cada vez ms desprestigiado (tal vez porque la realidad cultural actual no parece tan fcil de estudiar de acuerdo con relevos generacionales), tambin es cierto que en los ltimos diez o quince aos los jvenes poetas han emergido al mundo literario con unos planteamientos marcadamente distintos aunque no contrarios a los de la llamadageneracin de los 80, la de los autores nacidos desde mediados de los aos 50 hasta el fin de las dcada de los 60, quienes empezamos a publicar en los aos 80 o primeros 90. Por eso me ha parecido oportuno, aun con toda la simplificacin que eso supone, centrar mis observaciones en los poetas nacidos a partir de 1970, que dan a la imprenta sus primeros libros a finales de los 90 o en la primera dcada del siglo XXI. Creo que esto no es slo una cuestin de fechas, pues las fechas hacen referencia a un tiempo histrico que ya no es exactamente el mismo que el de sus predecesores, el cual favorece la consolidacin de unos presupuestos literarios tambin distintos, por ms que el joven poeta no sea siempre consciente de todos ellos. Y en eso quiero centrarme ahora.

Algunos de los ms valiosos representantes de aquella "poesa de la experiencia" han evolucionado a principios del nuevo siglo hacia una escritura ms visionaria y desconectada de los acontecimientos cotidianos (aunque, como toda poesa, slo pretenda iluminar la vida diaria, la nica vida real, con una luz distinta y ms profunda)El primer hecho que salta a la vista es que, desde hace ya unos diez aos, ha desaparecido o, al menos, ha perdido toda su vitalidad el antagonismo surgido en la dcada de los 80 y prolongado en la mitad de la siguiente que enfrentaba a los poetas cultivadores de una escritura realista o figurativa, llamada comnmente "poesa de la experiencia", con los poetas ms proclives a una expansin irracional de su discurso o a una palabra esencial que tambin pretenda desdibujar lo ocurrido en el poema y apartarlo de cualquier parecido reconocible con la experiencia cotidiana. Tal antagonismo o dicotoma en queautores y antlogos pretendan encauzar la verdadera escritura potica pierde toda su fuerza hacia el ao 2000, de manera que en ese momento la disputa es ya un debate interesado en mantenerse a s mismo y en promocionar por medio de la polmica a los poetas jvenes y a los mentores de ambas estticas aparentemente irreconciliables. Como apunta Martn Rodrguez-Gaona en el citado libro, "pese al intercambio estrictamente intelectual, dicho conflicto expres que, en buena medida, las desavenencias no pertenecan de forma exclusiva al campo de la esttica o lo artstico, sino que hundan sus races en la pugna por ser parte de las estructuras de la institucionalidad cultural, los medios masivos y el mercado" (pg. 11). Y el hecho irrefutable est en que algunos de los ms valiosos representantes de aquella "poesa de la experiencia" han evolucionado a principios del nuevo siglo hacia una escritura ms visionaria y desconectada de los acontecimientos cotidianos (aunque, como toda poesa, slo pretenda iluminar la vida diaria, la nica vida real, con una luz distinta y ms profunda). Tal es el caso de Vicente Gallego, Carlos Marzal, lvaro Garca o Jos Mateos, por poner algunos ejemplos muy representativos de esa progresin desde la meditacin existencial sobre los acontecimientos biogrficos a una poesa de radical inquietud metafsica y de lenguaje ms desprendido de los vnculos racionales.

Por esas fechas, en las inmediaciones del nuevo siglo, los poetas jvenes y menos jvenes se muestran convencidos de que la poesa es, a la vez,comunicacinyconocimiento, dilogo emocional con un lector semejante y revelacin de un saber que nos excede. Pero no slo eso: la relacin entrecomunicacinyconocimientose nos presenta como directamente proporcional, esto es, slo en la medida en que la escritura avanza hacia el misterio puede provocar la aquiescencia de un lector igualmente urgido por esa hambre de saber. Y aqu entramos ya en uno de los presupuestos compartidos por los poetas ms jvenes, que no es, por lo tanto, una brusca ruptura, pero s un estadio distinto en la historia de nuestra poesa.

Entre las dems fuerzas de cohesin que facilitan los puntos de convergencia entre los poetas nuevos, encontramos, unida a lo anterior, la certeza de que el conocimiento proporcionado por el poema, a pesar de sus visos de normalidad, es un saber extraordinario, excepcional, ajeno al voluntario discurrir de la mente. De ah que muchos nuevos autores no todos, ni mucho menos hayan pretendido resacralizar la nocin de poesa y alejarla todo lo posible de cualquier discurso mundano.

Por motivos semejantes y esto s valdra para todos, al menos si fuera posible generalizar tanto, surge en el poeta la necesidad de que su voz tenga una resonancia lo ms universal posible, lo cual, si bien no ha de estar reido con poder dar cuenta de la experiencia biogrfica, s exige ahora despojar al poema de toda confesin ntima que pueda parecer ms o menos anecdtica. De este modo, aunque el yo-potico siga hablndonos de sucesos cotidianos, los detalles de la narracin supuestamente biogrfica se reducen al mnimo: aparecen, en su lugar, uno o dos hechos desnudos de toda adherencia anecdtica, para enseguida dar paso a la reflexin explcita del yo-potico o a la sugerencia simblica que nos envuelve en una intensa atmsfera de misterio, cuando no a un torrente imaginativo casi carente de contornos reales. Leamos, como ejemplo, el poema "Mi secreto homenaje", perteneciente al libroLa caja negra(2004), de Josep Maria Rodriguez (nacido en 1976), y observemos el modo en que el hablante poemtico comienza aludiendo a una experiencia corriente para dejarse atrapar de inmediato por la fuerza reveladora de una imagen contemplada:

MI SECRETO HOMENAJE

Caminaba despacio y me detuve a contemplar el humo, su extraa ceremonia. Humo antiguo de fbrica, intestino que creces y al crecer te retuerces y elevas y me elevas contigo hasta fundirnos con lo que te rodea. Oscura imagen de la serenidad: creo en ti.

(Cada paso que damos va trazando una rbita alrededor de la palabramuerte.) Humo antiguo de fbrica. Tu canto vertical es existencia, oscuridad de la que procedemos.

Otras veces sucede que el hablante poemtico narra una historia cotidiana con ms lujo de detalles, pero atribuyndosela a terceras personas, intentando distanciarse de esos hechos y evitando todo lo que suene a confesionalismo ntimo. As lo comprobamos en Pablo Garca Casado (1972), uno de los poetas que empez ms pegado a la narracin autobiogrfica (aunque alejada de cualquier posible resonancia sentimental) y que en su ltimo libro,Dinero(2007), ha optado por la prosa poemtica y por historias cuyo protagonista no es l, sino una tercera persona (a veces una segunda). Leamos "Ajuar":

Vendi su casa para pagar las deudas, slo le qued lo necesario. Estamos bien, dice, un piso ms pequeo, ms fcil para limpiar. El resto est en una nave que tiene su hermano en el polgono. Vitrina Luis XV, cmoda de caoba, vajilla, protegidas del fro y la humedad por un plstico transparente. Todos los domingos, muy temprano, toma el autobs hasta el polgono con una bolsa de trapos y productos de limpieza.

Como alternativa al detallismo anecdtico del yo-potico y a la consiguiente sensacin de revelarnos su estricta intimidad cotidiana, el autor tambin puede yuxtaponer varias experiencias biogrficas distintas y con protagonistas diferentes. He aqu, como ejemplo, un poema sin ttulo de Ral Alonso (1975), perteneciente a su libroEl amor de Bodhisattva(2004):

Juanma est traqueotomizado. Fidel se siente solo. Azucena, que guia un ojo, piensa en las variaciones del paisaje. Ayer le abrieron un orificio grande a Juanma en la garganta.

Ayer Fidel contaba los seis meses que cree no ve a sus nietos. Ayer, como otro ayer cualquiera, Azucena mezclaba los colores. Como un ro de oro Dios pasaba por ellos con secreto murmullo.

Todos estos rasgos expresivos apuntan hacia ese fenmeno generalizado de adelgazamiento del autobiografismo explcito por parte del yo-potico, algo que hace veinte aos haba llegado a excesos insoportables, al lado eso s del uso realmente expresivo de la ancdota biogrfica que practicaban muchos buenos poetas del momento.

Lo que ocurre muchas veces en los jvenes poetas es que, sin perder del todo el contacto clido con los hechos inmediatamente vividos, la reflexin serena tiende a expandirse en detrimento del componente narrativo-biogrfico, que suele ser muy dbilUnido al mencionado afn de universalizar la voz potica para adaptarse a las ms variadas circunstancias personales del lector, est, adems de ese adelgazamiento de la ancdota biogrfica, el crecimiento del componente reflexivo del poema, el cual, sin llegar al intelectualismo, tiende a ocupar mayor espacio en la superficie del texto. Lgicamente, la poesa figurativa de las dcadas del 80 y del 90 tenda a la meditacin del yo-potico sobre las experiencias vitales que ste mismo contaba. Lo que ocurre muchas veces en los jvenes poetas es que, sin perder del todo el contacto clido con los hechos inmediatamente vividos, la reflexin serena tiende a expandirse en detrimento del componente narrativo-biogrfico, que suele ser muy dbil. As sucede a menudo en la poesa de Juan Marqus (1980), que vive y habla desde una atmsfera cotidiana pero sin muchas precisiones sobre el lugar y la poca de sus andanzas. Vase como ejemplo este poema de su ltimo libro,Abierto(2010):

TE LLAMAN

Basta con concentrarse en existir para que pase el da. Saborear la luz

no tiene consecuencias en la luz. Para la poesa basta con la atencin y la prudencia de no querer tocar lo que no es tuyo, como cuando te llaman por telfono y te quedas oyendo cmo suena.Otra consecuencia de ese desprendimiento del relato autobiogrfico que tiende a desdibujar no a suprimir las circunstancias geogrficas y temporales del yo-potico, en favor de una representacin ms libre y aparentemente universal del personaje poemtico, es la emergencia de ciertos poetas de imaginacin surrealizante que, a diferencia de lo que ocurra con esta tendencia en los aos 80 y 90, alcanzan a articular un discurso potico de vibrante emotividad y, a la vez, de profunda indagacin en las tensiones internas del hombre, todo lo cual cristaliza en poemas muy logrados. Lo curioso de esta vigorosa irracionalidad expresiva es, por paradjico que resulte, la disposicin clsica del verso sobre la pgina, que muchas veces tambin se sujeta a metros clsicos (alejandrinos, endecaslabos, heptaslabos), fenmeno que, en s mismo, no es nada surrealista. Como tampoco es surrealista la tendencia a repetir determinadas expresiones que, ms all de la mtrica, confieren al texto un ritmo y una cohesin racional notable, unida a veces a la reflexin explcita. Tal lenguaje surrealizante se halla contrapesado, a fin de cuentas, por un afn de coherencia significativa que no es ms que una consecuencia de esa concepcin de la poesa como camino hacia el ms lcido conocimiento, lo cual resulta radicalmente contrario a todo delirio incontrolado. Veamos cmo inicia Jos Luis Rey (1973) un poema de poderoso impacto visionario, aunque urdido muy sutilmente, ya desde estos primeros versos, por un hilo racional que se va desplegando a lo largo del extenso poema. Me refiero al comienzo de "La moda", un texto de su reciente libro tituladoBarroco(2010):

Disueltos en el hombro de la luz,

tejidos en silencio, seremos la costura del fulgor. Y las manos de trapo se abrirn en la msica del pjaro y su aguja, en el canto que es siempre nacimiento, pespunte de los soles. Y aunque esto sea bueno, diramos tambin que nuestros ojos no volvern a ver nada anticuado. ()

Nuestra joven poesa nos pone frente a preguntas tan radicales como la posibilidad del Ser y de la Nada y, por supuesto, la Incertidumbre ms o menos duradera que puede asaltarnos ante una encrucijada tan decisivaEn el fondo de estas fuerzas de cohesin hacia unos puntos de convergencia entre los jvenes poetas de hoy (concepcin del poema como acto de conocimiento extraordinario, adelgazamiento de la ancdota biogrfica, internamiento en una atmsfera de misterio gracias al poder sugerente de los smbolos, crecimiento del componente reflexivo, surgimiento de un lenguaje surrealizante controlado por una afn de coherencia racional) late una necesidad de ahondar en las cuestiones fundamentales de la existencia humana, incluida la cuestin del mismo lenguaje y sus lmites. Por ese afn explcito de un conocimiento que pueda dar razn de ser al Todo, el yo-potico de estos autores es un personaje que piensa y hace pensar al lector, suscitndole preguntas de toda ndole desde el comienzo del texto hasta mucho ms all de l, sin oprimir la vibracin emotiva que pide toda poesa autntica. De manera que nuestra joven poesa nos pone frente a preguntas tan radicales como la posibilidad del Ser y de la Nada y, por supuesto, la Incertidumbre ms o menos duradera que puede asaltarnos ante una encrucijada tan decisiva. Sin querer simplificar la gran diversidad de inquietudes vitales y de lenguajes, podra decirse que estas cuestiones radicales priman hoy sobre otros asuntos muy presentes en promociones anteriores, como podan ser la dinmica de los sentimientos amorosos (por ms que el amor ertico sea hoy el centro de muchas preguntas totalizadoras), las cuestiones sociales, en lo que tienen de urgente llamada a la accin justa; la defensa de unas ideologas concretas o la delectacin culturalista en el pasado.

En cualquier caso, para no ofrecer un panorama falsamente uniforme de la joven poesa espaola, considero oportuno sealar algunas direcciones poticas que marcan una inevitable diversidad en este amplio panorama y que, a su vez, se diversifican en la singularidad de cada autor y de cada poema (aunque esto ltimo sea imposible de constatar en una aproximacin general como la que estamos haciendo).

En este sentido, advierto un amplio grupo de poetas que indagan en el sentido global de la existencia humana mediante un lenguaje realista y simblico a la vez, procurando que la misteriosa sugerencia de los smbolos nos ayude a recorrer un camino de suyo muy largo, s, pero imposible de trazar del todo; todo lo cual da como resultado una poesa de sobriedad clasicista y de aparente coherencia racional. En este mbito situara la obra de poetas como Ana Isabel Conejo, Ana Merino, Javier Rodrguez Marcos, Martn Lpez-Vega, Josep Maria Rodriguez, Andrs Neuman, Juan Manuel Romero, Juan Marqus, Ana Gorra, Javier Vela y Sofa Castan, entre otros.

Muy cercana a la anterior, y a veces tambin cultivada por algunos de esos autores, est una direccin de poesa de ambicin metafsica, por cuanto trata de responder al sentido de la existencia personal dentro de un planteamiento totalizador sobre la consistencia del Mundo. Pese a la gran variedad expresiva que encontramos en estos poetas, predomina en ellos el deseo de plasmar en el poema una imagen ms o menos definitiva del Universo, aunque tal imagen nunca ser completa, pues siempre es el resultado de una mirada subjetiva e instantnea que reclama la complementariedad de otras miradas. En esta direccin veo avanzar la obra de poetas como Rafael-Jos Daz, Francisco Len, Jaime Garca-Miquez, Jos Luis Gmez Tor, Ral Alonso, Roco Arana, Ivn Cabrera Cartaya o Rubn Martn. Podemos decir que, si los autores mencionados en el prrafo anterior, escribendesde la bsquedade una verdad necesaria, aventurndose por caminos donde los tramos de amplios horizontes alternan con otros de angustiosa zozobra, estos poetas ltimos parecen escribirdesde la certeza, desde una seguridad que, si bien ha de ser siempre conquistada y reconquistada, arroja con frecuencia una luz suficiente para conocer el lugar que ocupa el Yo en el Mundo, por muy frgil que sea.

En tercer lugar situara a otros poetas donde el deseo de verdad o la certeza no llegan a un resultado satisfactorio, pues no slo constatan la dificultad de encontrar un sentido a la existencia, sino la desconfianza hacia los mismos medios de acercamiento a la verdad, empezando precisamentepor el lenguaje verbal, que hace muy costosa la necesaria comunicacin entre los hombres. Su poesa se torna as ms reflexiva e intelectual, sin evitar una buena dosis de irona o de juego con otros discursos, como el filosfico, el cientfico-experimental o incluso el metaliterario, desconcertando al lector por su aparente falta de estmulos emocionales (que, en el caso de los verdaderos poetas, es slo aparente). Entre los ejemplos ms logrados dentro de esta poesa de la radical incertidumbre debo citar la obra de Javier Moreno y de Sandra Santana.

Por ltimo, quiero referirme a los poetas que, frustrados en su intento de encontrar una solucin a las infinitas contradicciones del Yo y del Mundo, desembocan en una poesa nihilista, donde no hay lugar siquiera para la incertidumbre, pues la realidad constata una y otra vez la ausencia de todo sentido. En este camino ciertamente marginal se desarrolla la obra de algunos poetas interesantes, entre los que Pablo Garca Casado ocupa un lugar propio, gracias a su peculiar mirada distanciada y aparentemente objetiva sobre las vidas cotidianas de un sinfn de personajes.

Direcciones concretas, grupos y subgrupos habr tantos como poetas verdaderos, dueos de un lenguaje irreductible a cualquier clasificacin y, por ello mismo, creadores de un mundo potico que slo puede ser individualEn cualquier caso, no es posible reducir el rico panorama de la joven poesa espaola a estas cuatro grandes posiciones espirituales que, a ser posible, habran de coincidir tambin con cuatro grandes estilos expresivos. Nada de eso. Hay tantas posiciones y estilos como poetas: basta pensar en dos autores de filiacin ciertamente surrealista como Jos Luis Rey y Antonio Lucas. Ambos dejan una enorme libertad al torrente de su imaginacin, dentro de la ya apuntada coherencia racional. Sin embargo, si el flujo visionario de Rey es una modo de revelar las ilimitadas maravillas de un mundo inabarcable, por lo que cabra incluirlo dentro de la vocacin metafsica ya apuntada, el de Lucas tiende a escarbar en los dbiles fundamentos de la vida humana para corroborar su fragilidad constitutiva, en lo cual viene a coincidir con el nihilismo recin mencionado.

Por lo dicho ya se supondr que direcciones concretas, grupos y subgrupos habr tantos como poetas verdaderos, dueos de un lenguaje irreductible a cualquier clasificacin y, por ello mismo, creadores de un mundo potico que slo puede ser individual. Aqu he pretendido dar cuenta de esa apertura totalizadora a las cuestiones fundamentales de la existencia humana que presenta la joven poesa espaola, con la superacin tanto del explcito autobiografismo como de una abstraccin purista desconectada de la vida corriente. Tambin he tratado de advertir sobre las diverssimas posibilidades de escritura que surgen desde un fondo comn de inquietudes, propias del actual momento histrico. Y, por supuesto, a la hora de citar a buenos poetas, he desechado toda pretensin de exhaustividad, pues, entre otras cosas, soy consciente de lo mucho que an me queda por leer.

Carlos Javier MoralesRafael Antnez ArceLa poesa de Rafael Antnez Arce (Crdoba, 1975) est llena de una imaginacin de vivo impacto sensorial, que en algunos momentos, como en su libroNada que decir, alcanza un poder visionario muy conmovedor.

Hasta ahora, y pesar de la evolucin que se efecta en su obra potica desde su primer libro, Antnez Arce ha sabido encontrar en todos los elementos visibles del mundotanto en su dimensin csmica como en el horizonte cotidianolas huellas de una armona secreta del hombre consigo mismo, con los dems y con el Universo en su conjunto; una armona que la culpa se encarga de romper una vez y otra, y que el individuo ha de reconquistar continuamente, obligado a una incesante lucha moral, la cual se verifica en todos los mbitos de su existencia, con especial referencia a la dimensin ertica.Rafael Antnez Arce ha publicado hasta ahora los siguientes poemarios:Las slabas que son de tu mirada(Ediciones del Minotauro, Crdoba 1997),La batalla de la luz(Editorial Follas Novas, Santiago de Compostela, 2001), con el que gan el Accsit del premio Rosala de Castro;Nada que decir(Ediciones Rialp, Madrid, 2002), que obtuvo el Accsit del premio Adonais de 2001, yLos nombres de Helena(Editorial Renacimiento, Sevilla, 2006).

1No s por qu estoy aqu. Y sin embargo los gestos se entregan a la mirada habitual del tiempo: la preocupacin, las prisas, el miedo a quedar bajo la noche. No hay nada extrao. Ni siquiera habitar un espacio tan frgil en una masa esfrica del universo.

Las horas, el deseo como un residuo flotando sobre la nada, la voz del hombre convertida en alarido horrible bajo la msica.

Qu es la msica?

En mi silln se acumulan cenizas, repito cada madrugada, camino sin orientacin; las manchas del dolor son profundas.

Scame de este laberinto que soy, repetida en m la mecnica celeste. Extrae lo que es tuyo y renelo contigo. He comprado unos billetes para casa, pero el autobs no acaba de llegar. Tecleo estas palabras. Teclame la vida a las nueve en punto. Necesito despertar.

2En la lejana hay una casa de ladrillos rojos. Un seto, un viejo rbol con unos dientes de cerdo clavados en su corteza. Yo tambin quiero vivir all. Ver cundo cambian las estaciones y los campos mudan. Esa casa imaginaria, donde la mente cambia de tono segn se transforma su amor.

Mi habitacin podra ser cualquiera; mientras, la rama me avisa, y me vuelvo y no la veo. Estoy ciego, por eso busco la raz de lo invisible en la carnalidad aparente. Algo me llama, las gaviotas con sus agnicos chillidos, una huella de mis labios colgando de sus alas. Casi las haba atrapado, el sueo era hermoso, y una muchacha rubia sonrea, con sus manos transparentes como mi voz, empotrada en un muro transparente tambin, pugnando por salir.

3Por la ventana escucho los grillos. Hace das que no salgo de aqu. Leo una pgina, y luego otra. Me estoy entrenando para las olimpiadas. Cuando mi cabeza es incapaz de absorber ms, abro el libro y me inoculo la morfina de la historia. Sin embargo s que esto nada tiene que ver con la mansedumbre. Un desvo para la ansiedad antes de que llegue al islote. Saben su significado los grillos? Su msica desvanece como un torrente impetuoso.

S, debes saberlo: estoy cansado de mi individualidad. No reafirmo. Oprame esas intenciones que no sobreviven ms de dos segundos. Mndame un pasaje a donde no alcance el ltigo de la sombra, y abrocharse la camisa sea una cuestin de estado. Puede ser este mismo lugar.

Jaime Garca-MiquezEntre los mritos de la poesa de Jaime Garca-Miquez (Murcia, 1973), tal vez el mayor (y el que los engloba a todos) sea su capacidad para suscitar en el lector una emocionada identificacin con su yo-potico, siempre complejo y singular, utilizando, sin embargo, un vocabulario y una diccin de deslumbrante sencillez: algo que ha heredadono sabemos si directa o indirectamente del gran maestro Antonio Machado. Pero esa sencillez, manifiesta en un estilo a menudo conversacional, que procura romper todas las barreras entre poeta y lector, no desemboca en un decir chato y utilitario, sino en todo lo contrario: en una sensacin de que estamos conviviendo con un autntico personaje de carne y hueso, con sus virtudes y manas, con sus esperanzas y sus miedos. De modo que tal sencillez es el producto de un laborioso trabajo con la lengua ordinaria, para extraerle una significacin realmente extraordinaria en su honda personalidad, sin que por ello advirtamos todos los hilos de su artificio.Su potica es la sinceridad, virtud que destaca desde el primer acercamiento a un poema suyo. Una sinceridad ntima que el poeta comparte con nosotros sin caer nunca en el impudor ni en la verborrea; antes bien, sumergindonos en un mundo mucho ms rico que el de costumbre para elevarnos hasta el punto de mira ms alto. Jaime Garca-Miquez es un poeta del tiempo, como el maestro don Antonio (aunque de temperamento muy distinto): un poeta que slo puede entender cualquier acontecimiento de su existencia enmarcndola en el transcurso de su tiempo interior. Y el tiempo de Garca-Miquez, sin embargo, no es elega por ninguna prdida, sino sabidura acumulada que ha ido forjando su entendimiento, su deseo y todo su modo de sentir, que tambin cambia con el tiempo. Lo que no cambia es su mirada esperanzada hacia un futuro, hacia una luz mayor que siempre est por llegar.

Pero no crea el lector que va a encontrarse con una sucesin de experiencias vitales puntualmente narradas, pues, si bien su vida cotidiana empapa visiblemente toda su poesa, los hechos esenciales de aqulla suelen cristalizar en imgenes simblicas de significacin trascendente, por las que su diario vivir, a la vez que construye una vida muy normal, nos deja entrever por sus rendijas los rayos de un Misterio que todo lo llena.

Hasta el momento ha publicado los poemarios:Vivir al da(2000), con el que gan el Premio Luis Cernuda de 1999, yOtro cantar(2007), que obtuvo el Premio Arcipreste de Hita de ese ao; adems de un libro de su heternimo Fernando Lpez de Artieta,Jugar en serio(2004), acreedor del Premio Arte Joven de la Comunidad de Madrid.La belleza es sagrarioBajo una encina enorme en lo alto de Abantos,rogu por ver el rostro de Dios, sloun instante de luz,misterio, miedo y fuego, como un rayo.

Ms all del paisaje no vi nadacomo podis imaginaros todos,pero de pronto un pjarose pos entre las ramas y cant sobre el rbol.

La cancin de las lluviasA. Necati Cumali

La lluvia de enerosirvi como abono,y la de febrerociment los lodos.

La lluvia de marzose enraiz ms hondo.La de abril produjofrutos luminosos.

La de mayo vinocomo agua de agostoLa lluvia de juniose lo llev todo.

Pan duroLa madre de mi madre se tomabael pan del da anterior o el de haca dos daspara desayunar, con su caf manchado.Era como un gorrin. Emocionaba vera aquella seorita de Alicantecon ms de ochenta aos de ternuranutrirse despacito igual que un pobrecartujo, all sentada en su butaca.Mi madre sonrea al verme sorprendidocontemplando a su madre, en una casacuya despensa inmensase pareca a un bodegn de Snyders.Y alguna vez, para explicarme aquello,me dijo llanamente:es por la guerra;no te preocupes, Jaime, es por la guerra.Dos dcadas despus, y a casi un siglode la Guerra Civil, ahora soy yoel que coge el pan duroy lo besa despacioy se lo come hacindolo migajascon un caf con leche.Mi mujer no da crdito, y se quedaalucinada cuando le contestocompletamente en serio que no le d importancia,que lo hago por la Guerra.

Sofa CastanEn un afn sin tregua por recuperar la inocencia verdadera, que no es nunca evasin infantil ni falta de realismo, la poesa de Sofa Castan (Gijn, 1983) nace del desconcierto ante un mundo adulto que a la poeta le resulta incomprensible por sus continuas contradicciones y, en el fondo, por su carencia de ideales. La poesa se convierte as en el diario donde ella anota, como instantneas fotogrficas, estos desencuentros entre elyo, que an confa honestamente en muchas promesas recibidas durante su infancia, y la realidad inmediata, que hace aicos, sin razn alguna, todas esas expectativas. Y esto ocurre tanto en el mbito personal como en el complejo entramado de la sociedad presente. No obstante, si la poeta persiste en su escritura es porque nadie ha socavado totalmente sus expectativas fundamentales; de manera que su poesa, aun con mucho esfuerzo, sigue siendo una puerta abierta a la libertad creadora, tanto en el plano potico como en la realidad vital de cada hombre, en cuyas manos est reconstruir el mundo.

El asombro y el desconcierto de cada instante se encarnan en una expresin llena de presuposiciones, omisiones y de frases sincopadas, pues la percepcin de tantas contradicciones en el mundo cotidiano apenas le da tiempo para ordenar los elementos o para reflexionar sosegadamente sobre ellos. Y, precisamente en la relativa ausencia de orden lgico y en las mismas omisiones, el lector revive, de modo natural, la complejidad de la existencia diaria.

Los tres poemas siguientes pertenecen a un prximo libro. Con anterioridad, Sofa Castan ha publicadoAnimales interiores(2007),ltimas cartas a Kansas(2008) yTiempu de render(2010), en asturiano, libros por los que ha obtenido diversos premios.SuturaCmo se ha cerrado esta fisura.Porque esto no es una pared,un jarrn con agua congeladao la grieta goteante de un silencio.

Cmo se han cerrado otras fisuras,cuando los alveolos estallabany nos ahogbamos en aire.

Quines, dnde trabajan y cuntodeclaran al ao de estas curas.Nos han asaltado con sus batas blancas,con un cinto blanco de sonrisay se han puesto a cerrarnos heridasque antes no eran blancas.

Una maana despert con el pecho abiertoy antes del zumo ya haba en l gladioloscerca del esternn. Una maana el abismoreposaba tranquilo en mi regazo.Y a la siguiente, nada.

Fue como si descargaran un camin de plaquetas,el cierre de una mina abierta en la que no mora nadie.

Sin denuncias, sin molestias, y an asesta presa para contener cerraditos los rganos.Que no se te escape el oxgeno.Que no albergues acantilados.Que eso no se hace. Que el monopolio de las aperturaslo tienen otros y saben respetar el horario.

Cmo se ha cerrado esta fisura.Cundo fue la inmersin, la desmemoria.

Yo tena un campo abierto en el pechoy ahora slo lquido amnitico,sosegada carencia.

Pero antes nos surcaban zanjas.Nevaba y en las manos nos crecan granadas blancas.Las hundamos en los dems cuerpos.

Nos cerraronnuestra luz insoportable.

The battle of evenmoreLevntate, y levanta el mundoque de noche no existe qu hacescuando no sueas construccioneslevntate.No digas ayer, no digas alcohol.Todos reais anochecon la vida en la glotis.Pon muy alta la msica, que duelalo justo el haber sido una irresponsable.Que duela el haber sidoy hoyslo estar.Levntate. No basta.

Comunidad de expertosNo debera ser importanteconocer el nombre del rbol.No para ti, para m, o paraeste poema.El rbol debera estar y estar siempreconvencindonos con sus hojasfrente al aire, permanecerporque este tronco mira hacia arriba.No debera ser importanteque en mi casa lo llamemos texuni que a su alrededor crezca frtilla leyenda, o la memoria.No debera decir en estas lneasel nombre del rbol, ni siquieraque junto a l huele espesala flor de la mimosa.

Poderosamente llega febreroy la tierra an no ha tenido que guardarte.La fortuna de tu cuerpo sigue aqu arribay este rbol de momento no tieneningn nombre.

Jos Gutirrez RomnLa poesa de Jos Gutirrez Romn (Burgos, 1977), ganador del Premio Adonis 2010 con el libroLos pies del horizonte(que estar en las libreras a finales de este mes de febrero), mantiene una tensin continua entre el carcter fugaz de nuestras experiencias, que transcurren en lugares muy diversos y en momentos irrecuperables, y la poderosa reconstruccin que la memoria realiza sobre tales experiencias. Tal reconstruccin se hace posible gracias al amor que el yo-potico ha ido dejando en todas partes y a la intimidad que ha ido creciendo y ahondando en su corazn a travs de ese huidizo vivir, hasta quedar cincelada en su escritura potica.En el plano expresivo, la palabra de Gutirrez Romn conjuga una simbologa llena de los ms variados objetos, como variadas han sido sus experiencias, con la inmediatez emocional de quien reconstruye su vida para conocerse mejor y conocer mejor al otro, todo lo cual cristaliza en una palabra de difcil e intensa sencillez. De ah que el componente reflexivo se abra un espacio importante en muchos de sus poemas, sin ahogar la directa emotividad del canto, como ocurre de modo especial en este ltimo libro premiado con el Adonis. Con anterioridad Jos Gutirrez Romn haba publicado los poemariosHorarios de ausencia(2001) yAlguien dijo tu nombre(2005).

Nocturno abisalViejas lmparas que el mar lloraba cada noche,viejas como olas que estrellan su corazncontra las rocas, viejas como las miradasque atraviesan la noche en busca de una puerta.

Recuerdas?Slo tenamos aquellas lmparas que el marapagaba con sus lgrimas.Jams pudimos calmar su desconsuelo.Por eso, desde entonces, vivimos a oscurasen este solitario fondo de barcos hundidos.

Recuerdas?Yo soy ese ahogado que te abraza.

Actos de feNos engaaramos si no nos mintisemos,si no diramos paseos con el mismo afncon el que un hombre da la vuelta al mundo,si no llegramos a vertras la gris muralla de la rutinalos difanos templos que se yerguen en el mary tuviramos que reconocerque todo es simplemente tal y como parece.Qu pobre representacinsera entonces nuestra vidasin esa suerte de imaginarios decoradosque nos regala un paisaje, el amor, un libro,sin esa infinita piedadde saber que la vida escondeimperios de luz detrs de las sombras,como habita, agazapada bajo el canto triste,la profunda semilla de lo alegre.

No est en los mapasEl amor forja sus propias ciudades.

Ciudad de puentesque tendieron nuestras manospara que el amor pudiera cruzarcuando el amor fue un pasajero.

Corazones casi en penumbra,y all la avenida donde siempre nos perdemospara encontrarnos,donde siempre nos encontramospara perdernos.Carreteras que cruzan cuerpo y almaen direccin prohibidamientras duerme la vida su sueode mariposa.

Ciudad secreta que fundaronnuestras miradas en el mar de la multitud.Ciudad calladaque no nos atrevemos a nombrarpor temor a que no exista.

Investigacin privadaPor qu calle andarnahora mis pasos? Quin estarbesando mis labios en aquella copacon la que brind contigo y por ti?Quin, al amanecer,escuchar los pjarosdesde el mismo colchnen que yo los o por vez primera?Y, ya traspasado por la luz, quin abrirla ventana para abrazar un rumor de patiocon olor a pasteles y vida recin hecha?Avanza la noche, una nocheya lejana de aquel azul intenso,y, sin embargo, no puedo dejarde preguntarme qu serde aquella vida maque para siempre qued en Lisboa.

Francisco LenLa poesa de Francisco Len (Tenerife, 1970) es un continua relectura del Mundo, tanto en sus elementos naturales como en los frutos de la inmemorial cultura humana, que el poeta convierte en memoria propia y dota de un particular sentido moral. Todos los seres del mundo se le presentan como signos de un Todo misterioso que nunca se revela por completo, de acuerdo con la genuina tradicin simbolista, aunque amenazada por el sinsentido existencial que se ha generalizado en la sociedad posmoderna.Los signos de este mundo son revelaciones de un Misterio que, aun siendo parciales, pueden colmar en un instante de luz nuestra apetencia de conocimiento y de amor, aunque enseguida el poeta vuelva a padecer la sed de la Luz infinita. De esta manera en muchos de sus poemas predomina la plenitud luminosa del instante, mientras que en otros lo que resalta es la oscuridad de la visiones cotidianas. Su palabra potica, a pesar de su continua variedad, se caracteriza por la fuerza sensorial de sus imgenes y su ritmo sereno. En poemas ms escuetos o en largas narraciones simblicas, Francisco Len consigue hacernos legible la vida secreta de todo lo existente, por inerte que parezca.Sus libros de poesa sonCartografa(1999),Tiempo entero(2002),Terraria(2006) yDos mundos(2007). Los dos poemas inditos que aqu publicamos pertenecen a un libro en preparacin tituladoHeracles loco.

La muchacha y el leprosoDe nuevo vas andando junto al marcomo un leproso.Las sombras de las olas rebosaron del libroy ruedan por las calles.Oyes una msica,el golpe de un tambor por las calzadasde la isla de Egina.Compras recuerdos.Caballitos de bronce y dracmas oxidados.La lengua de los mitos est muerta, te dijo el comerciante.Cruzas la carretera hacia una playa.Es de otro mundola sonrisa perenne de una chica que salta entre las olas,y sus pechos mordidos por la sal?Dos mil aos as, como en una leyenda. Petrificada.Despus paseas por las ruinas. No hay nadie.Desde all se ve el pueblo con sus bares,turistas alemanes blasfemando.Son de otro mundo las figuras de piedra.Los rostros que sonren, los pies truncados en sus basas,y sus cabezas mudas de dolor.Dos mil aos as, en la isla de Egina,la muchacha desnuda de pechos infantilesjugando entre las olas.Ha sido hallada aqu una visin, recurdalo.E igual que en un espejo eres miradopor el ojo salvaje de los dioses.

SerpienteT nunca viste a la serpiente,pero en el muro la supones,tiritando en su almendrade heridos animales que existieronantes que t, y en vnculo con la tierra.En la oquedad del muro est, la amiga,secreta en su recinto de piedras y cristales.Acaricias su piel de rizadas escamasigual que un nio que alargarasu mano hasta el cabello de la madrepor debajo de un sueo,mientras la brisa nos llama por encima,por arcanos recintos de piedras y cristales,agitando las uvasque brillan en el muro, y te despierta.

Vanesa Prez SauquilloAqu se ofrecen tres poemas inditos de Vanesa Prez Sauquillo (Madrid, 1978), autora de los libros poticosEstrellas por la alfombra(2001),Vocacin de rabia(2002),Invencin de gato(2006) yBajo la lluvia equivocada, publicado ese mismo ao. Adems de la sorpresa que supone cada poema, por su variedad de temas, imgenes e historias, esa misma variedad se advierte en cada nueva entrega. No obstante, toda su poesa est animada por la pasin y contenida por el ingenio; de manera que sus xitos y fracasos, sus deseos de plenitud amorosa y su bsqueda de sentido a la existencia diaria se encarnan en versos escuetos, donde las imgenes cotidianas, los pequeos sucesos de sus historias y sus rpidas reflexiones constituyen un texto entrecortado y misterioso, que reclaman la inmediata complicidad de un lector inteligente.En campos de silenciolas estrellas que caensiempre germinan.Todo nos reconoce.Todo inclina su gesto generosohacia donde la vidanos cubre y nos concreta.Hay un cuenco de asombroen el umbralde los que saben esperar milagros,susurra una verdad.Hay msica, tambin,bajo las cuerdas.

*Nunca le tomesla palabraa la noche.Es palabra de aguay t conoces las mareas.

*

Y si el finalno fuera ms que un algoque se enciendehacia otra parte.La frutatras el hueso de la fruta.La caricia que creala carneen su cada.

Teresa SotoTeresa Soto, (Oviedo, 1982). Es licenciada en Teora de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Granada. Curs estudios en la Universidad de Bologna y en la de Ayn Shams, de El Cairo, donde adems llev a cabo un lectorado. En el 2006 obtuvo una beca Fulbright para realizar estudios de postgrado en la Universidad de Colorado at Boulder donde actualmente reside e imparte clases como asistente en el Departamento de Espaol y Portugus. Colabora con la revista de la Universidad de Oviedo Aljama, especializada en estudios aljamiados-moriscos.Un poemario, con el que ha conseguido el Premio Adonis 2007, es su primer libro de versos. Los dos poemas que siguen inauguran este libro que se publicar prximamente en la editorial Rialp.Imitacin de WislawaMis hermanas no escriben poesa,mis hermanas no leen los peridicosni se ponen sombrerosni saben a las cinco de la tardeque son las cinco de la tarde.Yo no soy Wislawa Szymborska,no soy Marina Tsvietievay no soy Hlderlin.No soy ninguno de los tresy no quisiera ser los tres a la vez.Mis vecinos no saben que escribo,les agradezco que no lo sepan.No lo saben y no me leeny a m me gusta que no me lean.Gracias a que no me leenno pienso nunca en qu pensarnmis vecinos de mis versos.La ciudad donde vivo no es silenciosaas que en mis versos no est el silenciode mi ciudad.Mi portero no sabe pronunciar mi nombrey no lo pronuncia por las maanascuando se sacan los nombresa pasear atados a una correa de saludos.As que no oigo mi nombre cada maana.De tanto no or mi nombreempec a pensar que no lo haba tenido nunca.Se puede perder un nombre?Yo no necesito mi nombre para escribir,as que no lo escribo.Esto es una imitacin.Para una imitacinslo sirve el nombre de otro.

[Sin ttulo]

MI ABUELA tiene las manos en el mismo sitio que yo,al final de los brazos.Se las mira con calma.Tienen algunas manchas y restos de tierra.Su falda negra forma pliegues raros, dira que vegetales,llegan casi a tocar el suelo.Pienso que si lo tocasen tal vez germinaran.Imaginad una corregela de pliegues negros!Pliegues vegetales! negros pliegues!tejidos de pliegues! senderos plegados!creciendo por todas partes! pliegues!Los pliegues de la falda negra son un final.Dicen en su nueva forma de corregela negra:Aqu termina un luto.La falda se aleja del suelo unos centmetros.El luto nunca toca la tierra.Las manos de mi abuela s la tocan.Desde el final del brazo tocan la tierra,la surcan, la remueven con todos los dedos,con todas las manchas.Aunque tengo las manos en el mismo sitio que mi abuela,al final de los brazos;no puedo tocar la tierra de la misma forma,no puedo surcarla ni removerla.Me temo que tampoco puedo colgarme un lutoy dejarlo a unos centmetros del suelo.No podra hacer que se quedase ah suspendido,ni hacerlo callar.Mi luto se escurrira quejumbrosoqueriendo embadurnar el mundocon la punta negra de su nariz.Sandra SantanaSandra Santana (Madrid, 1978). Es licenciada en Filosofa por la Universidad Complutense de Madrid y ha completado su formacin en Viena y Berln, donde actualmente realiza estudios de postgrado. Fue finalista del Premio Emilio Prados de Poesa (2001) y becaria de creacin del Ayuntamiento de Madrid en la Residencia de Estudiantes (2002-2004). Ha colaborado en numerosas revistas y ha sido antologada enTodo es poesa menos la poesa. 22 poetas desde Madrid(Eneida, 2004). Como traductora ha realizado versiones de la obra potica de Karl Kraus, recogidas enPalabras en versos(Pre-Textos, 2005), as como del poeta Ernst Jandl. Forma parte de El guila ediciones.Los poemas que aqu se presentan pertenecen aEs el verbo tan frgil, poemario que aparecer prximamente en la editorial Pre-Textos. Este libro pretende ser un ungento calmante elaborado por su autora para el tratamiento de las heridas invisibles que la continua erosin del aire provoca sobre la delicada superficie de la voz.UNA TIRADA DE DADOS: PRECAUCIONES DE USOEviten que el curso de la vida se pliegue,que permanezca idntico a s mismoconteniendo todas sus potencias en la pira del presente.No es broma, as dispuesto se convierte en un materialsorprendentemente inflamable.Slo al respirar el tiempo interviene,desarrolla su funcin depurativa.

NUEVAS CONSIDERACIONES ACERCA DEL DESTINO DEL AGUALa tormenta aguardabarespirando despacio.De pronto echa a correr y todas las preguntascaen agotadasdesde la orilla de nuestros labios.Entindeme, vivir es tan difcil, es un verbo tan frgil, tan inconstante... En cuanto le pones un dedo encima comienza a vibrar, a moverse, a perder su forma.Mi suspicacia haceque se rompa la tardey la superficie del cielo,como el vidrio por un leve golpe,descubre una grieta infinita.Contina entero, creme,incluso ms hermoso,pero exhibiendo ahoraimpdicamente su fragilidad,su condicin de material efmero.

MI INGENUIDAD REFLEJADA EN EL IRIS DE SUS OJOS LECTORESDescubre un montoncito de brasasy algo le dice que all resideel problema de la luzaunque apagada, siemprelatente.Se recoge el pelopara disimular su nerviosismo y las niega reiteradamente(tratando de ocultarlas bajo la punta del zapato).

Roco AranaRoco Arana (Sevilla, 1977) es doctora en Filologa hispnica por la Universidad de Sevilla, y autora de dos poemarios hasta la fecha:MagiayPampaluna, que se public en la coleccin de poesa Adonis y con el que gan el premio Florentino Prez Embid en el ao 2004. Ha participado en diversas antologas:La bsqueda y la Espera(Kronox, 2001),Los cuarenta principales(Renacimiento, 2002),Alzar el vuelo(Csar Sastre editor, 2006) ySombra hecha de Luz(Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 2006).Forma parte del consejo redactor de la revista Nmenor y ha colaborado en otras revistas literarias como Clarn o Fronda.Los poemas que aqu se publican pertenecen a su tercer poemario,De mi casa a tu casa, que pronto saldr a la luz.Como en mi propia casaAqullega mi madrefelizmentecansadacon su tacto de aguacon sus ojosde frutay con esa sonrisaque despiertacastillos medievalesaqu llega mi padre con los aoslatiendocomo pjaroscomo si no tuvieranpeso algunovienetrayendoel viento en las pupilasvienecon la carteratrabajosalos ojos fulgurantescomo un niolo mismoque un nio que regresadel colegioy suea que es mayorcalvofilsofoy con una mujerque despierta castillosmedievales

To find and to lose(Almagro, Julio de 2003)Entr cuando la tarde vacilabay la madera antigua desprendaun aroma de sol y hierba seca.Al entrar una msica rasgel aire desde un tiempo paralelo.Una vihuela dulce y dolorosame hizo recordar una muchachallorando lentas lgrimas azulescon joyas en el pelo y un vestidobordado de oro plido.Cerr los ojos, tuve que marcharme.He buscado sin fin aquella msica,pero no volver,al menos todava.

Concierto para violnPequeos estallidos en el airecon olor a jabn de casa antiguay frasco de perfume en el armariode una mujer de cabellera mgica.Incendios forestales en mi cuarto;por entre los visillos se desvistey moja los ladrillos con su rojoa pinceladas suaves todava.Telfonos ladrando entre la lluviay meriendas fugaces en el parque;si el aire se detiene, no respirespara escuchar los rboles creciendo.

Campo de pomelosEn la muerte de un amigoParasubir a los pomelos altostendrs que despertar al sol dormidoen aquella vereda que no vuelve.Para tumbarte en la ladera frescacon alguien que se ha ido,tendrs que descalzarte y aprenderun rito muy cercanocomo juego de nios, toboganes,das oscuros en las noches lcidas,nudos terribles que se van soltandoy no sabes por qu, y estar en casacon alguien que regresa de muy cerca.

Ral AlonsoRal Alonso (Crdoba, 1975) es uno de los jvenes poetas espaoles con una mayor variedad de registros y, a la vez, con una personalidad creadora ms definidamente suya. La variedad se refleja no slo en la mtrica o en el tema especfico de cada poema, sino en las diferentes formas de discurso (conversacin, reflexin, descripcin, narracin, oracin religiosa) y de argumentos (desde las vivencias ms cotidianas hasta la contemplacin de lo ms elemental y de las realidades trascendentes). Toda su poesa nace de una esencial soledad que impeleal poetaa abrirseal mundo conunapersistenteansiedadpor conocerlo y amarlo, entendiendo ambas actividades como una nica necesidad humana, pues slo se conoce cuando se ama. Desde el amor a las pequeas cosas de su entorno, el poeta se eleva ansiosamente hasta las cumbres del amor, que estn en este mundo y lo sobrepasan, aunque en esa bsqueda puedan acontecer catstrofes. All (y aqu) se encuentra el Amado, como se revela en el ltimo de estos poemas inditos que hoy nos ofrece.

Hasta el momento, Rul Alonso ha publicadoLa plaga(2000), elLibro de las catstrofes(2002), I Premio de Poesa Joven Radio 3, yEl amor de Bodhisattva(2004), XI Premio de Poesa Ciudad de Crdoba "Ricardo Molina". Tras un silencio potico de seis aos, ha terminado un nuevo libro, del que nos ha enviado estos tres poemas.

Todo me desasisteTodo me desasiste.Hay nubes. Llueve barro.La tierra cae del cielocon un suspiro blanco.El trueno se deslizacomo un escarabajoque va escalando piedras.

Se genera un atascoen la avenida tristeque aora su ser pramo.

Una avioneta lentasobrevuela mis labios.

El aviador la mira,desde el parque, nostlgico."Yo era el aviador"piensa. Canta algn pjaro.

Se deshace este mundoasido por las manosdel temporal eterno.

Lo reconstruye un claxon.

Todo me desasiste.Hay nubes. Llueve barro.

En la lagunaEl viejo palpa el junco. Lo recorrecon sus yemas augustas. Y lo arranca.Repite el ritual con otros pocosen la laguna donde estn las garzas.l las contempla. Su corazn tieneun poso amargo que no toca el agua.Pero le gusta ver sus vuelos rasosen la serena superficie lnguida.Con los tallos fabricar una cestay meter entre paos su nostalgiapara soltarla luego a la deriva.

Mir el atardecerEn medio de un caminoque la tarde alumbrabamir el atardecer.El Sol me iluminaba.

Fue como si se abrieranlas flores de las ramasen un rbol sin hojasretoando de almas.

Fue como si el torrentepuro y fuerte del aguabrotara en un desiertoregndolo de almas.

Fue como si la bvedaceleste se llenarade un resplandor intensoencendido de almas.

El Sol me iluminaba.

Y cre en los cantoslargos de mi nostalgia.Se elevaban gozosospor toda la galaxia.

Y ya no fueron mos,ni ma la miradaque me mostraba cmotodo resucitaba.

El Sol me iluminaba.

Mi alma se quedsola como las playascuando los melanclicospaseantes se marchany se queda la orillacon la espuma del aguay la sombra del vuelode las gaviotas bajas.

El Sol me iluminaba.

Pero cuando se quedams solitaria el almacon el Amado vive,con el Amado ama,con el Amado siente,con el Amado canta,con el Amado hacefecunda la palabra.

Los rayos parecanarroyos de esperanzaabrindose en los seresque apagaron su llama.

No era un medioda,ni una maana clara.Era una tarde fra,de invierno, sosegada.

Se me olvid que ibade regreso a mi casa.

Luego lo record.

El Sol me iluminaba.

Inicio Documentos Inditos Gijn Seccin Crtica Relectura Potica En las libreras Leemos tu poemario Acerca dePoesaDigital Regstrate con nosotros Contacto BuscadorRafael Antnez Arce Ramn Palomares Jaime Garca-Miquez Jorge Cadavid Sofa Castan Jos Gutirrez Romn Francisco Len Hugo Mjica Ver todos Enviar a un amigoVersin para imprimirVer comentarios : 0Aadir comentarioRafael-Jos DazRafael-Jos Daz (Santa Cruz de Tenerife, 1971) ha publicado los libros de poesaEl canto en el umbral(1997),Llamada en la primera nieve(2000),Los prpados cautivos(2003),Moradas del insomne(2005) yAntes del eclipse(2007). Tambin ha traducido al castellano a varios poetas de lengua francesa y alemana, tarea en la quedestaca su dedicacin a la obra potica del gran autor franco-suizo Philippe Jacottet. Asimismo, ha dado a la imprenta varias entregas de susDiarios.Su poesa publicada hasta la fecha pretende encontrar la relacin esencial entre su experiencia personal y la vida del Universo, en un intento de trascender lo efmero de cada suceso biogrfico. A travs de la contemplacin del paisaje, de la memoria y de la imaginacin, el poeta ha conseguido plasmar sus distintos momentos vitales en una palabra sencilla y serena de grandes resonancias.Los poemas que ofrecemos aqu pertenecen a un nuevo ciclo de su poesa, donde hace aparicin la irona ante el yo y ante el mundo, la constatacin de la precariedad de nuestro cotidiano vivir, a pesar de su vocacin trascendente; todo lo cual provoca una particular tensin emocional y expresiva.LanzaroteUna luz excesivapara pensar la muerte.Poca sombra bajo rbolescasi ya doblegados.Nadie con quien hablarsalvo algn extranjero.Y aun as, francamente,poco tiempo, apenas.No es la isla soadapor poetas, pintores.La saliva se gastaaqu en mendicidades.Desmenuzo unas slabaspara el sol en mi boca.Clausurados, los crteresson ya slo jorobas.Se desgarran los vientresdel viento entre los muros.Vale ms alejarse,no volver sino en sueos.

No es el viento quien hablaY despus de morir desmantelaronla casa en que viva. Donde estuvotendido, retorcindose, mi cuerpo,y enseguida cadver, asquerosamateria a la que nadie, en vida,pudo nunca amar,se acumulan ahora los cubos con que limpianel suelo en que ca,la grasa acumuladade los aos intiles, los vmitos,las heces, el esperma que en pielalguna se verti, la podredumbreque fui ya desde el vientre de mi madre.Se asoman mis parientes,con sus miradas cidas,a ventanas que siempremantena cerradas.Nada valen los muebles, pero ellosya los han retirado para usarlosen sus sucias covachas.Dur poco su llanto, porque pocoduran las lgrimas forzadas.No pude resistir. Luchcon el volumen de mi cuerpo,dejaba de comer durante das.Luch contra los rasgosdeformes que hered de mi deformefamilia. Compens con pasin,con sonrisas difciles, ilusas,con nimo, con vida,la muerte, el desamorque siempre me rondaron.He estado a punto de cumplir los treinta.Lo nico que queda, pero ya no s dnde,es el amor que di a quien no pudo amarme. (David)

Noche de sueosYo s a quin amo: s que no me engaanlos fragmentos de sueos sucesivosque aletean perdidos en la oscuramaana en que despierto cada day que recojo con mis manos torpes:en ellos vuelvo a verte, celebramosun nuevo nacimiento del amor,nos separamos mientras tu miradase adhiere, frgil y orgullosa,a la ma como tantas otras veces.Siento tu lengua en besosque antes no sabas darme, acasoporque ahora te invento como quise que fueraso porque has aprendido, en este tiempo de ausencia,a besar con el otro para hacerlomejor ahora conmigo, dejando que tu lenguase enrede lentamente con la ma,retirndola luego sin rudeza y entregndolauna vez ms, ms hmeda, con todoel ardor que has guardado, si los sueos no engaan,en todos estos meses para m.Un patio de colegio, una paradade autobs en donde tres, cuatro personasdepositan de pronto un cadver de rostrodesfigurado, acaso el del amorque ha muerto y del que huimoscogidos de la mano hacia una nueva vida.Amar es olvidarla vida sin amor que fue como la muerte.

Rafael Antnez ArceLa poesa de Rafael Antnez Arce (Crdoba, 1975) est llena de una imaginacin de vivo impacto sensorial, que en algunos momentos, como en su libroNada que decir, alcanza un poder visionario muy conmovedor.

Hasta ahora, y pesar de la evolucin que se efecta en su obra potica desde su primer libro, Antnez Arce ha sabido encontrar en todos los elementos visibles del mundotanto en su dimensin csmica como en el horizonte cotidianolas huellas de una armona secreta del hombre consigo mismo, con los dems y con el Universo en su conjunto; una armona que la culpa se encarga de romper una vez y otra, y que el individuo ha de reconquistar continuamente, obligado a una incesante lucha moral, la cual se verifica en todos los mbitos de su existencia, con especial referencia a la dimensin ertica.Rafael Antnez Arce ha publicado hasta ahora los siguientes poemarios:Las slabas que son de tu mirada(Ediciones del Minotauro, Crdoba 1997),La batalla de la luz(Editorial Follas Novas, Santiago de Compostela, 2001), con el que gan el Accsit del premio Rosala de Castro;Nada que decir(Ediciones Rialp, Madrid, 2002), que obtuvo el Accsit del premio Adonais de 2001, yLos nombres de Helena(Editorial Renacimiento, Sevilla, 2006).

1No s por qu estoy aqu. Y sin embargo los gestos se entregan a la mirada habitual del tiempo: la preocupacin, las prisas, el miedo a quedar bajo la noche. No hay nada extrao. Ni siquiera habitar un espacio tan frgil en una masa esfrica del universo.

Las horas, el deseo como un residuo flotando sobre la nada, la voz del hombre convertida en alarido horrible bajo la msica.

Qu es la msica?

En mi silln se acumulan cenizas, repito cada madrugada, camino sin orientacin; las manchas del dolor son profundas.

Scame de este laberinto que soy, repetida en m la mecnica celeste. Extrae lo que es tuyo y renelo contigo. He comprado unos billetes para casa, pero el autobs no acaba de llegar. Tecleo estas palabras. Teclame la vida a las nueve en punto. Necesito despertar.

2En la lejana hay una casa de ladrillos rojos. Un seto, un viejo rbol con unos dientes de cerdo clavados en su corteza. Yo tambin quiero vivir all. Ver cundo cambian las estaciones y los campos mudan. Esa casa imaginaria, donde la mente cambia de tono segn se transforma su amor.

Mi habitacin podra ser cualquiera; mientras, la rama me avisa, y me vuelvo y no la veo. Estoy ciego, por eso busco la raz de lo invisible en la carnalidad aparente. Algo me llama, las gaviotas con sus agnicos chillidos, una huella de mis labios colgando de sus alas. Casi las haba atrapado, el sueo era hermoso, y una muchacha rubia sonrea, con sus manos transparentes como mi voz, empotrada en un muro transparente tambin, pugnando por salir.

3Por la ventana escucho los grillos. Hace das que no salgo de aqu. Leo una pgina, y luego otra. Me estoy entrenando para las olimpiadas. Cuando mi cabeza es incapaz de absorber ms, abro el libro y me inoculo la morfina de la historia. Sin embargo s que esto nada tiene que ver con la mansedumbre. Un desvo para la ansiedad antes de que llegue al islote. Saben su significado los grillos? Su msica desvanece como un torrente impetuoso.

S, debes saberlo: estoy cansado de mi individualidad. No reafirmo. Oprame esas intenciones que no sobreviven ms de dos segundos. Mndame un pasaje a donde no alcance el ltigo de la sombra, y abrocharse la camisa sea una cuestin de estado. Puede ser este mismo lugar.

Pablo Fidalgo LareoNota biogrfica"Pablo Fidalgo Lareo. Nac en Vigo en 1984. Estudio Dramaturgia en la Resad de Madrid. Accsit del Premio Minerva de poesa en gallego con el libroA idade do ar, publicado por la editorial Galaxia (Vigo, 2002) Hago lecturas dentro de la Red de Arte Joven de Madrid y particip en Cosmopotica 2007. Tengo una compaa que se llama La tristura, y estamos en gira con una obra que se llamaLa velocidad del padre, la velocidad de la madre. Es todo".La condena. Bela TarrSolo aprendQue es lo mismo irse del puebloQue quedarseEs lo mismo irse del teatroQue quedarseQue es lo mismo tener padreQue no tenerloQue es lo mismo bailarQue no bailar

Alguien me pregunta siemprePor qu vienes al baileSi no sabes bailarY yo le digo-Por si alguien puede ensearme

A los que vamos al teatroNo nos hace falta hacer el amorBailamos durante toda la nocheY por la maana siempre hay mucho que hacer

Pasamos el tiempo en habitacionesY por la luz que tenemosNadie puede saber desde la calleHasta dnde llegaremosPuede que mi madre llameY ya no pregunte por mQue llame y no me lo diganTocaremos el techo antes de que caigaPero nuestra juventud est en el sueloEn el suelo de la cocinaEn el del baoDonde nos quedamos dormidosNosotros hablamosMientras ellas nos miranLas tiramos al sueloEl suelo no est tan sucio como creemosPodemos apagar la luzTocarnos el peloDecir lo que pensamos o no decirloDormir un poco mientras ellasPreguntan por qu tenemos que hacer estoSi nosotros no somos asLas dejamos solasY todo lo importante se ensea asEn el suelo de la cocina o el cuarto de baoYo aguant ms das que mis padresSin salir a la calleY mirando al techo aprendQu fcil es llamar loca a una mujerY qu difcil llamrselo a un hombreLo que contis de vuestros padres no me lo creoMis padres sern los ltimos en llegarMe agarrar al lavaboNo dejar que me levantenLo que ellos hacan en la calleYo lo hago en casaCon ms dolorCon ms sentidoLa casa est suciaY esta vez no vamos a limpiarlaHa debido pasar ms tiempo del que creamosNo dira que somos mejores que antesPero si alguien nos preguntaseQu estuvimos haciendo durante aquellos dasCreo que podramos responderleSin contarle toda la verdad

Marta FuentesMarta Fuentes naci en Madrid en 1971. Se doctor en Filologa Hispnica en la Universidad Complutense, con una tesis sobre poesa espaola de los aos 80. En el ao 2003 viaj a la India, en donde vivi cinco aos. Tras un ao de estancia en Estambul ha vuelto por tiempo indefinido a Nueva Delhi, en donde trabaja como profesora de plantilla del Instituto Cervantes. En 1994 public su nico libro de poemas editado,Servidumbre de Vistas, tras ser galardonada con el Premio Blas de Otero de la Universidad Complutense. Es autora de un libro indito,Un pensamiento es un arco, y actualmente escribe su poemarioEstambul. Form parte del grupo potico y de la antologaEstruendomudo,y algunos de sus poemas se publicaron en las revistasArchione, El signo del gorrinyTuria.

Despus de la contemplacin de un mundo en continuo desorden, reflejada en su primer libro mediante una simbologa deslavazada, indefectiblemente fragmentaria, la palabra potica de Marta Fuentes se va concentrando en una diccin ms serena, fruto de una visin ms clara de la esencia de las cosas, como se manifiesta en su segundo libro, an indito. En estos tres poemas de su libroEstambul, en preparacin, Marta Fuentes integra el asombro ante los elementos de otras culturas en el deseo de una armona plena entre los hombres y las culturas, sin caer nunca en un culturalismo vacuo u ostentoso.

Vista de la mezquita nuevaAquitese el diamante, la fiebre del berilo,arrope aquella piedra el sol semitaen altos minaretes se esparzan los adiosesy contengan su cauce las orillasen la tarde que pinta el Cuerno de Oro;el relieve persista en su texturavele la madreperla el terciopeloque vuelvan a su calma las olas del basaltoy no se precipite la lgrima en la nia.

VeleroInmune a la arboladura en el Bsforopieza de gloria que el aire desprende,a lo alado de forma severa y posible;inmune al agua ail en el ombligode espuma al mediodalabrado en las pilas de palacioy a la ltima nube de ceniza;inmune el ojo experto mirandoen el museode belleza la lgrima.

SufesHombres que convocan al len y la gacela,que enloquecen al pie de las ruinasen la vigilia imantada de los minaretes;hombres que adoran un plido globoun sudario la frasentencia de noche en la nuca del fiel;balanceando un jardn en nombres persasduermen sus mujeres amedrentadasaves en la oquedad de los templos.

ario Cuenca SandovalMario Cuenca Sandoval naci en Sabadell en 1975, aunque reside en Crdoba, donde ejerce como profesor de filosofa. Ha obtenido los premios Surcos de Poesa (2004), Vicente Nez de Poesa (2005), Andaluca Joven de Narrativa (2007) y Premio Internacional Pndaro a la Creacin Literaria Inspirada en el Ftbol, convocado por la Casa Nacional de las Letras Andrs Bello y el Ministerio para el Poder Popular de la Cultura de Venezuela (2008). Adems ha sido finalista del Premio Jos Saramago-Sierra de Madrid de Narrativa. Ha publicado los poemariosTodos los miedos(Renacimiento, 2005),El libro de los hundidos(Visor, 2006) yGuerra del fin del sueo(La Gara, 2008). As como la novelaBoxeo sobre hielo(Berenice, 2007). Adems de en mltiples revistas (Nayagua, Trece trenes, Quimera...) ha sido antologado en el volumenMutantes. Narrativa espaola de ltima generacin(Berenice, 2007), preparado por J. F. Ferr y Julio Ortega y aparecer enCuentos de Poe(451, 2009), una antologa que recoge algunos de los cuentos clsicos del gran Edgar Allan Poe reescritos por narradores actuales.pasNo hay pas ms vaco mi edadCada segundo pasa y se sonrecon esa misma mueca del animal que muere degolladoQu sabe el animal que el sacrificador ignoraQu saben mis instantes sobre mi vida enteraCada uno de ellosse pliega sobre s como un ngel hundidoy yo soy el permetro de su tragedia sordaMi vida duerme dentro de mi vidaDesconecto mi odo del ritmo de los otrosdel pas de las cosas que no soyY ahora avanzo en un reino de costumbresSobre ellas remonto la pequea incesantey asqueada de s materia de los dasLa costumbre es la patria de los que tienen miedoY duermo y giro dentro de otro sueoY caigo y me estremezco e inclino mi cabeza hacia el afuerael afuera del tiempo y nadie llamani siquiera las formas amables de la amnesiani siquiera las manoscon las que intento desprenderme de mis manos

maniquEn el gesto final del maniquel invierno levanta su miradaYo juego a imaginarsus manos enterradas junto a un rbolla sorpresa de un nio que tropieza con ellas

uan Meseguer VelascoLa poesa deJuan Meseguer Velasco(Madrid, 1981), que obtuvo un Accsit del Premio Adonais 2005 por su libroBancos de arena, une la experiencia amorosa personal, llena de espontaneidad, de ternura y de asombro, con la rebelda ante los hbitos sociales que, sirvindose de un materialismo globalizado, tienden a hacer ms inhumana nuestra vida. Esa misma fuente amorosa de donde brota todo su decir mana un discurso muy fluido, donde encontramos objetos y expresiones cotidianas que adquieren una significacin novedosa y llena de sorpresas. He aqu tres poemas de su futuro libro.Ardiente secretoEsperar a la nochepara contarte cosas que ya sabes.Te cubrir la frente con mi manocon cunta lentitud, con qu misterio.Hablaremos de fechasextraas para el mundo.Y te sorprenders.Cmo entender la luz de dos hogueras,la intimidad del fuego?

Tierra de fronteraEl mundo es un recuerdo de tu cuerpo:choca con otros mundos ms angostos,otros cuerpos lmites, alambradasdonde no te demoras demasiado.Cada latido es un recuerdo de tu cuerpo.Cada recuerdo, una victoria sobre el mundo:slo sirven de excusapara sentirte dentro de tu cuerpo.Al mundo hay que ponerle cercas, dices,para poder colonizarlo a gusto...Amas la ideologa de tu cuerpo.

Arte poticaAdoracin de dolos y becerros de oro.Baile de brujas. Aquelarre.Pero, cuidado!, ya se acercan.Escuchemos atentos sus falsas ceremonias...La Palabra Potica! Oooooooooh.La Gran Palabra Potica!! Oooooooooh.Ella nos salvar?Silencio.Javier Rodrguez MarcosJavier Rodrguez Marcos naci en Nuomoral (Cceres) en 1970. Autor de los libros de poesaNaufragios(Premio Extremadura de Creacin Carolina Coronado),Mientras arden(Premio Jan de Poesa) yFrgil(Premio Ojo Crtico de RNE), su obra ha sido incluida en antologas de poesa ltima espaola comoSeleccin Nacional(Llibros del Pexe),Milenio(Sial. Celeste),La generacin del 99y la portuguesaPoesa Espanhola de agora(Relgio dAgua). Ha escrito los libros de viajeLos trabajos del viajero.Por la ruta extremea del Persiles- ampliado y reeditado por la Editora Regional con el ttuloLos trabajos del viajero.Tres lecturas de Cervantes- yMedio mundo, as como el relatoNosotros,los solitarios. Junto con Anatxu Zabalbeascoa ha escritoVidas construidasyMinimalismos. Fue redactor y crtico del ABC Cultural y, actualmente, lo es de Babelia, suplemento de cultura de El Pas.

EL NMERO DOSDos solitarios juntos.A veces siento que nos entendemos(un sentimiento, nadamental, pues, fuera de estas sucias palabrasque todo lo traicionany lo perdonan todo; un sentimiento, algoincrustado en la bocadel estmago, azul, igual que un cidosin nombre, ail, perfecto,leve como un enigma, gris,un elemento qumicodesconocido. Me refiero a sin sitioconcreto en el precarioorden de la tablaperidica -valencia, peso atmico,esas cosas que entrabanen los exmenes). Solos,estamos solos. Juntos, lo he dicho,y solos. Quizs no pueda serdistinto. As, quiz est bienas. Quiz los que han nacidosolos no puedan yadejar de estarlonunca, vivir de otra manera.Quiz, tal vez, quizesto no dure mucho (apenas, tal vez, puedeque otro milln de aos;poca cosa si piensasen el tiempo geolgico). Concedido, de acuerdo.Quizs no dure siempre. Siempre se pasa prontoy todo es poco menosque poco, seamos, por una vez,realistas- pero a ratos parece,tal vez slo parece,que todo est en su sitio.

AGRICULTURACon los dedos o un trozo de carbna punto de apagarse.O de encenderse. A vecessu perfil parece apualadocon un tizn que conservara dentroel fuego oscuro del que l mismo procede.As, letal, como algoque le quemaen las manoslo usa el pintor, sabiendoque ahora tambin le va la vida en ello,afirmando en el trazoque trabaja sobre las ilusiones,que en la vida no existeesa frontera (la nicaque no existe. Justopor eso es necesarioque la vista recorra esos perfiles.Para que no se engae).Y pinta as, confiado,igual que un campesinoque dice la verdad.

ZOOLOGALa palabras sonanimales salvajes.Nacen y creceny se reproducen, muerende agotamiento. Siemprelo tien todocon sus colores pardos,con su mascar nervioso(no fieras libres, ratasde matadero). Tienentrax y abdomen, dicela gramtica.De sangre fra, sonblandas por fuera yduras por dentro. Aunquesiempre al acecho, atacantan slo si se las ataca.Y al olor de la sangre.Las palabras heridasson las ms peligrosas.Las palabras heridasson capaces de hacertodava mucho dao.

IN MEMORIAMEl miedo como un pez escurridizo,lento como la cmaralenta,borroso bajo el agua, irreal, diluido.Desde este lado de la orilla, el taxicorre hacia el hospital.El miedo de las oracionesque recitas, intiles,tan necesarias ahoraque subes por la escala que teje el desamparo.Segundo piso. Planta. Todo perdido. Oscuro.El Muerto no est muerto(mi hermano y su crudeza).El Muerto (y esa risanerviosa) no est muerto,pero ya se repartenel sueldo las urracas.Mi hermano otra maana:Esta vez es la buena, la mala, ahora ya est.Otra vez el telfono, fro como los pecesde montaa, nerviosos, duros, huecos, estriles.Desde este lado de la vida, el metrodevora (lnea 2) las estaciones:Las Musas, Esperanza(dos muchachas transbordan hacia Prosperidad).Dentro de la oficinael muerto enciendelas pantallas y piensaen el Muerto, en un taxique no devora yalas 10 de la maana.Lejos de todo, huyendo (la historia de tu vidapasa en 15 segundos, como dicen que pasaa los muertos. Agonizar tambines tu forma de vida).El miedo, un nombre nuevo.El miedo, el sobrenombreque el cobarde le da a su cobarda.Introduzca la clave,(enter the password).Con una mezcla cida de soledad, egosmo,rabia, pena, cansancio, lstimade s mismo,el muerto escribe:Amn.Carlos Vaquerizo TorresCarlos Vaquerizo Torresnaci en Sevilla en 1978. Es licenciado en Filologa Hispnica. Escribe desde los doce o trece aos pero, segn l, hastaFiera venganza del tiempono haba logrado conformar un poemario "con una coherencia formal y temtica digna de ser presentada a concurso". Entre sus poetas mayores reconoce a Rilke, Borges, Eugenio de Andrade y Juan Ramn Jimnez como maestros. De entre los contemporneos, Vaquerizo lee "con inters" a Francisco Brines, Jacobo Cortines, Antonio Colinas y Miguel Florin, entre otros.Los poemas que presentamos a continuacin son una seleccin casi azarosa de entre el medio centenar que componenFiera Venganza del tiempo, el que ser su primer libro publicado. Agradecemos a la editorial Rialp y al autor la cortesa de cedernos las galeradas del poemario, que se publicar prximamente.IIBusco, como el espejo, los contornos,la luz que model mis claridades,la inercia que dibuja mi perfil.Quiero nadar azogues y otros mareshasta encontrar la luz de mi semillay descifrar all, gozosamente,los misterios que este vivir encierra.(de "La herencia")

VUn poeta menor como el que Borgesimagin luchando hasta la aurorapor el extrao verso, por la rosa,por todo cuanto el mundo ya haba escrito;una incierta moneda que en la nochepresa de la maleza de lo oscurodesciende sin retorno y nos condenaa que desciendan otros tras nosotros;pequeo, omnipresente, as es el hombre,un espejo menor de vagas luces,imperfecto reflejo del origen.(de "La herencia")

El barrioPrtico de la luz que sangra del recuerdo.De la memoria emigra un canto del pasado,desde ese oscuro origendonde an mueren los solesen tus calles de piedra como nios dormidos.Fue la vida una brisa ligera que llevabalos sueos de la escuelaal patio de mi casa, y en volandas la urgenciade mudar la inocentepiel con una caricia primera y generosa.All forj su cuerpo de almendra como un sueoinfantil y caduco como la primavera.No supe que era ella lo que tanto espercada tarde en el lento fluir de tantas horas,ni que fuera de prontocomo un soplo de vida a despedir mi infancia.(de "Infancia")

IIUna sirena: t.Yo, atado todavaal mstil del recuerdo.Pero, dnde ests, dnde,cantando dulcementemuy dentro de la sangre,ms all de las horasque teje la distancia?Temo quizs hallartemenos bella que entonces,menos clara y azulque las constelacionesque entonces alumbrabas.Pero, dnde ests, dnde?Por qu sigues cantandotan dentro de la sangre,por qu tus manos vienendel fondo del recuerdopara apretar el nudoque asfixia mis muecas?Dnde ests? Tal vez seasesta noche imposibleque se estrangula, muda,al pie de mi ventana.(de "Eros")

Carlos Vaquerizo TorresCarlos Vaquerizo Torresnaci en Sevilla en 1978. Es licenciado en Filologa Hispnica. Escribe desde los doce o trece aos pero, segn l, hastaFiera venganza del tiempono haba logrado conformar un poemario "con una coherencia formal y temtica digna de ser presentada a concurso". Entre sus poetas mayores reconoce a Rilke, Borges, Eugenio de Andrade y Juan Ramn Jimnez como maestros. De entre los contemporneos, Vaquerizo lee "con inters" a Francisco Brines, Jacobo Cortines, Antonio Colinas y Miguel Florin, entre otros.Los poemas que presentamos a continuacin son una seleccin casi azarosa de entre el medio centenar que componenFiera Venganza del tiempo, el que ser su primer libro publicado. Agradecemos a la editorial Rialp y al autor la cortesa de cedernos las galeradas del poemario, que se publicar prximamente.IIBusco, como el espejo, los contornos,la luz que model mis claridades,la inercia que dibuja mi perfil.Quiero nadar azogues y otros mareshasta encontrar la luz de mi semillay descifrar all, gozosamente,los misterios que este vivir encierra.(de "La herencia")

VUn poeta menor como el que Borgesimagin luchando hasta la aurorapor el extrao verso, por la rosa,por todo cuanto el mundo ya haba escrito;una incierta moneda que en la nochepresa de la maleza de lo oscurodesciende sin retorno y nos condenaa que desciendan otros tras nosotros;pequeo, omnipresente, as es el hombre,un espejo menor de vagas luces,imperfecto reflejo del origen.(de "La herencia")

El barrioPrtico de la luz que sangra del recuerdo.De la memoria emigra un canto del pasado,desde ese oscuro origendonde an mueren los solesen tus calles de piedra como nios dormidos.Fue la vida una brisa ligera que llevabalos sueos de la escuelaal patio de mi casa, y en volandas la urgenciade mudar la inocentepiel con una caricia primera y generosa.All forj su cuerpo de almendra como un sueoinfantil y caduco como la primavera.No supe que era ella lo que tanto espercada tarde en el lento fluir de tantas horas,ni que fuera de prontocomo un soplo de vida a despedir mi infancia.(de "Infancia")

IIUna sirena: t.Yo, atado todavaal mstil del recuerdo.Pero, dnde ests, dnde,cantando dulcementemuy dentro de la sangre,ms all de las horasque teje la distancia?Temo quizs hallartemenos bella que entonces,menos clara y azulque las constelacionesque entonces alumbrabas.Pero, dnde ests, dnde?Por qu sigues cantandotan dentro de la sangre,por qu tus manos vienendel fondo del recuerdopara apretar el nudoque asfixia mis muecas?Dnde ests? Tal vez seasesta noche imposibleque se estrangula, muda,al pie de mi ventana.(de "Eros")

Anglica FreitasAnglica Freitas (Pelotas, Rio Grande do Sul, 1973) es poeta y traductora. Ha sido incluida en las antologasCuatro poetas recientes de Brasil(Black & Vermelho, Buenos Aires, 2006),Caos Porttil(El Billar de Lucrecia, Ciudad de Mxico, 2007) yPoesa-aicos y sonares hbridos. Doce poetas latinoamericanos(SuKulTur e Instituto Cervantes, Berln, 2007).Ha publicado el libro de poemasRilke shake(Cosac Naify, So Paulo, 2007). Forma parte del comit de redaccin de la revista brasilea de creacin potica "modo de usar & co".Los tres poemas inditos que publicamos a continuacin han sido traducidos por Sandra Santana.(Sin ttulo)algum quer saber o que metonmiaabre uma pgina da wikipdiase depara com um trecho de borgesem que a proa representa o navioa parte pelo todo se chama sindoquea parte pelo todo em minha vidaeste pedao de tapearia representativo? no representativo?eu no queria saber o que erametonmia, entrei na pgina erradaeu queria saber como se chegavaperguntei a um guardano queria fazer uma leituraequivocadamas leituras de poesiaso equivocadasqueria escrever um poemabem contemporneosem ter que trocar fluidoscom o contemporneocomo Roland Barthes na camas com os clssicos(Sin ttulo)alguien quiere saber qu es metonimiaabre una pgina de la wikipediase encuentra con una cita de borgesen la que la proa representa al navola parte por el todo se llama sincdoquela parte por el todo en mi vidaeste trozo de tapiceraes representativo? no es representativo?no quera saber lo que erametonimia, entr en la pgina equivocadaquera saber cmo se llegabapregunt a un guardiano quera hacer una lecturaequivocadapero las lecturas de poesason equivocadasquera escribir un poemamuy contemporneosin tener que intercambiar fluidoscon lo contemporneocomo Roland Barthes en la camaslo con los clsicos

tacase quiser empreender viagem a tacaligue antesporque parece que tudo em tacaest lotadoos bares os restaurantesos hotis baratosos hotis carosja no se pode viajar sem reservasao mar jnicoe mesmo a viagemde dez horas parece dez anosstop-overs no egito?nem pensare os free-shops esto cheiosde cheiros que se podem comprarcom carto de crdito.toda a vida voc quisvisitar a grciaera um sonho de infnciaconcebido na adultezitlia, frana: adultrio(coisa de adultos?no escuto resposta).bem, se quiser v a tacapea que um primolhe empreste euros e v a taca mais barato ir ilha de comandatubamas dizem que o azul do marno igual.aproveite para mandar e-mailsdos cybercafs locaisquem manda postais?mande fotos digitais.torre no solleve hipoglsem taca comprenderpara que servea hipogls.(taca)si vas a emprender un viaje a tacallama antesporque al parecer todo en tacaest llenolos bares los restauranteslos hoteles baratoslos hoteles carosya no se puede viajar sin reservasal mar jnicoy las diez horasde viaje parecen diez aosstop-overs en egipto?Ni soarloy los free-shops estn repletosde perfumes que pueden pagarsecon tarjeta de crditotoda la vida quisistevisitar greciaera un sueo de infanciaconcebido de adultoitalia, francia: adulterio(cosa de adultos?nadie responde).bien, si quieres ir a tacapdele a un primoque te preste unos euros y vete a tacaes ms barato ir a la isla de comandatubapero dicen que el azul del marno es igualaprovecha para enviar e-mailsdesde los cibercafs localesquin manda postales?enva fotos digitales.Tustate bajo el sollleva hipoglsen taca comprenderspara qu sirveel hipogls.

Argentina IIos churrascos so de martee as saladas so de vnusme dizia uma amiga que os churrascoscabem aos homens porque so feitosfora de casas mulheres as alfacess alfaces as mulheresque algum se rebele e digapela imediata mudana de hbitosassar uma carne no fornoseria um paliativo no seria uma soluoque suem as lindas na frente da churrasqueirae que piquem eles as folhas verdesArgentina IIlos churrascos son de martey las ensaladas son de venusme deca una amiga que los churrascoscorresponden a los hombres porque se preparanfuera de casalas mujeres las lechugaslas lechugas las mujeresque alguien se rebele y exijaun cambio de hbitos inmediatoasar la carne en el hornosera un paliativo no sera una solucinque suden las bellas frentes con la parrilladay que piquen ellos las hojas verdes

Argentina VIIIaquela anedota que nunca conteia filha de diplomatas mongisera emotiva mas tinha granapara comprar bons rmeisento quando choravae os amigos acudiamela com as mos abertascomo se o esmalte estivesse frescose abanava para secar as lgrimase repetia entre soluoswaterproof waterproofArgentina VIIIaquella ancdota que nunca contla hija de diplomticos mongolesera emotiva pero tena pastapara comprarse buenos rmelesas que cuando llorabay los amigos acudanse abanicaba con las manos abiertascomo si el esmalte an estuviese frescopara secar las lgrimasy entre sollozos repetawaterproof waterproof

Ana Isabel ConejoEste mes ofrecemos al lector tres poemas inditos de Ana Isabel Conejo (Tarrasa, 1970), quien, adems de su obra novelstica, ha trazado ya una trayectoria lrica tan variada como personal y coherente. Ya sea en poemas en prosa, en verso o en versculos; en palpitantes chorros de imgenes o en contenidas meditaciones, la poesa de Ana Isabel Conejo se caracteriza por una extremada delicadeza sensorial que trata de expresar, junto a su insaciable pasin amorosa, un sed de conocimiento tan urgente como aqulla. Inspirndose en el mundo de los sueos o de la realidad inmediata, en su acontecer biogrfico o en personajes de todas las manifestaciones culturales, que vienen a ser otros rostros de su nico yo, su poesa trata de vivir y revivir las experiencias ms variadas para reconstruir desde todas ellas el sentido coherente a una vida aparentemente contradictoria e incomprensible. Entre sus libros poticos figuranUmbral(1990),Prisin o llama(1993),Ciclos(2002),Grises(2003),Vidrios, vasos, luz, tardes(2004),Atlas(2005),Colores(2007) yRostros(2007).Los poemas que siguen pertenecen a un futuro libro inspirado en el mundo de Dostoyevski.El estudiante"Tengo un proyecto: volverme loco."(Carta de Fidor M. Dostoyevski a su hermano Mijal)Lpices, tiralneas. Los planos impecables de un porvenir de ascensos y condecoraciones de tercera. El reloj holands de San Pedro y San Pablo da las doce. Las doce. Sus autmatas golpean con exacta y doliente indiferencia las notas del himno del zar.La torre con su aguja dorada, las ramas con su nieve, la adolescencia con su traje arrugado de lujuria, los pjaros soberbios del pensamiento. Yo tambin tengo un corazn. No duermo pensando en Ivanhoe con su herida de espada, en Rebeca y sus prpados prometidos al fuego.Si una maana vuelvo del fro y de la lluvia sin un solo kopek en el bolsillo para pagarme un t caliente, si finalmente enfermo de barro y caminatas y muero, por favor recordadme como el loco que pude haber sido,nunca me recordis con mi uniforme, con mis pulcros informes en la mano,mi prudente silencio cuando aquel profesor insult a Ggol,mi sensatez de nio que tema sufrir.

En el embarcaderoEn el embarcadero de la isla Vaslievski, las columnas arden como ojos.Son columnas rostradas: en sus fustes rojizos se han incrustado proas metlicas de barcos que nunca navegaron,y as cada una cuenta la historia de un naufragio perfecto y geomtrico, de un naufragioque se fragu al principio, antes de izar las velas y abandonar la costa.En el embarcadero de la isla Vaslievski, cada columna se alza en memoria de un da que nunca existi,pues es de sabios erigir monumentos a las grandes catstrofes de la Historia del sueo,esa inmensa corriente de vidas no vividas que amenaza en secreto la paz y la prosperidad de gentes y comarcas.Qu te puedo decir; que tuve miedo del mar y de tus ojos,que en el ltimo instante no quise conocerte.Sobre cada columna, en el embarcadero de la isla Vaslievskiarde un fuego, una antorcha alimentadacon aceite de camo;extraos farospara guiar al naveganteque a pesar de su sed de curvos horizontesnunca se hizo a la mar.

Orillas del NevVoy por el Malecn de las Esfinges.El ro hoy est verde y encrespadocomo el mar. Hace fro. Me vigilanlos dos ojos vacos de Amenofisya hace tiempo arrancados de la arena.Quin es la criatura que utiliza las alaspara cubrirse el rostro, me preguntan,la que sabe flotar, mas no caerse,la que aprende a decir antes su nombreque a quedarse en silencio.Me abrazo a sus dos zarpas de leny comienzo a llorar.No s por qu;quiz por su ignorancia;quiz por mi futurocargado de certezas.

Alberto CarpioNaci en Sevilla en 1983. En 2006 se licenci en Filosofa y este ao est haciendo los cursos de doctorado en Teora de la literatura. Estudia poesa espaola contempornea para realizar una tesis sobre Claudio Rodrguez. Ha sido becario de colaboracin y alumno interno en filosofa, donde ha publicado reseas en revistas profesionales. En el ao 2005 fue finalista del premio Adonais con un libro primerizo del que, dice, no conserva ningn poema.A modo de potica (texto del autor)Acabo de terminar de escribirDonde el peligro, un libro en el que intento escribir poesa que exprese con intensidad y con rigor. Temticamente ano poemas de amor con poemas reflexivos sobre la existencia desde ngulos cotidianos, pero alejndome de la poesa de la experiencia por la utilizacin de la metfora y del smbolo como elementos primordiales del poema. La clave para m de este libro est en la bsqueda de lo que da sentido a nuestros das, en la apuesta, en la entrega del hombre. Como dice Hrderlinslo donde el peligro / crece lo que nos salva, hay que arriegarse y jugar. Tampoco se pretende ofrecer respuestas, sino mostrar la ambivalencia de lo vital en su doble faz de veneno que cura y daa. Mis motivaciones de todas formas no son tan reflexivas; escribo cuando algo me pide ser escrito de verdad, me llama desde la intensidad de las entraas y no desde las ideas (espacio natural de trabajo de la filosofa). El ritmo es mi nico patrn potico. Poetas como Claudio Rodrguez, o casi cualquiera de la generacin del 50, son mi referencia en esto como en casi todo. Mi intencin es escribir con precisin para sugerir ambigedad y transmitir al lector toda la intensidad que pueda, mediante el ritmo y los smbolos de los que dispongo.Otro tiempo, IAnother time has other lives to liveAudenLisboa prometa poemas de Pessoa,encantos de otro tiempo, niebla y sueos,Lisboa prometa.Pero qu haremos en el mundo ahoraque es tan real Lisboaque estn sucias sus calles,ahora que ya es tan real Lisboaque Pessoa es un trozo de metal.No hay ms, es todo,la llanura infinita nos atrapa.El destello en la nocheslo era eso, tanto como eso.Lisboa estar siempre muy lejos de Lisboa.

Llueve en VienaLlueve en la regia Vienay mi caf est austriaco,y siento miedo pero estoy contentoy parece que el mundo est gastadocomo un abrigo viejo,con esa mezcla de ternura y prdidaque slo tiene el tiempo en la distancia.Las palabras ajenas convierten mi cafen un amargo ensueoy todo es diferente desde su semejanza.Llueve en la regia Vienay mi caf est austriaco,hasta las cosas simples y menudasse hacen extraas en la soledady los velados signos se encienden candorosos.Lema que siempre me repitoMe hablas de otros lugares,de playas y de hoteles clidos donde el soles un vecino msy la felicidad una costumbre.Me dices que esta gran ciudad te angustia,que tu cuarto no tiene buenas vistas,que tu espejo es infiel con tus deseos.Yo te escucho paciente y te contesto:no hay sitios ms felices, hay personasms desilusionadas, y hombres ms satisfechos.A tu alma, tan clara como triste,no le falta la luz, le sobran las ventanas.

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En esta ocasin presentamos algunos trabajos del joven poeta cubano Roly Avalos Daz, perteneciente a una legendaria familia de poetas y repentistas de la isla. Ha colaborado con revistas nacionales e internacionales comoPionero,Alma Mter, Somos jvenes, Convergencia,Piedra de molino (Espaa), Proyecto Esquife(revista digital),CubaLiteraria (Editorial electrnica),El Caimn Barbudo,On CubaeIslada.Uno de los finalesEs vano congregar odaslamentosprocesiones en nombre de la rabia.Mejor nacerno-sermorderlos huesos.Mejor husmeartragarnegar la tierra.Otros citarn al aire purocon cierto morbo desesperanzado.Vengan el Yo cmicoel Yo trgicolos otros yoes.Absorbo un ptalo de aire o aguala ltima contemplacinsecuencias de cualquier buenaventura.El solese eterno vecino de los altosenva sus trillados reflejossu historia amarillentasobre mis crteresasde modo que pueda el polvodictar sobre mi cuerposu historia universal.Tardes de sedaAma el modo en que ignora que existes.Luis Rogelio NoguerasHay un sitio en la pazdonde no soy y quiero estar.Nadie aprendaa descorrer este silencio.Basta de lunesconglomeradamente intiles.Ahora es mejor palpar el aireasirlo de una vez.Nadie comprendala antigedad de mi silencio.Nadie acaricie, por favoral cisne.EndomagiaMjate el rostroagua.S t misma.Sobre el fondo de los rosSi yo fuese un pez de agua dulcevivira en el ro Herclitopara descubrir a tiempoque el cauce de las aguas es el mismoque el rostro tiene fases, no la lunay a veces despertamos para siempreen cinagas de cuna anochecida.Si yo no fuese Herclito, sera un pez.GnesisEn el principio fue la luz, dijerony desmintieron a los dinosaurios.Del mar surgi la ola y no la vida.Hubo peces y aves bblicas,pero no luz,slo una hoguera al fondo.Me atrev a pronunciar la primera palabra,ya extinguible, como las siguientes,eco de rugido en las cavernas del tiempo.Ningn chasquido devolvi la luzmilenios despusni mis bceps o estatura gutural,ni mis garrotesocupados en alfabetizar al mamut,al diente de sable.Le nacan crteres al mundo,pigmentos de una lluvia mordaz, latosaalrededor del fuego.Entonces creamos en las estrellas fugaces.Entonces tena fro y pudor, pudor y taparrabos.Entonces mi hembraengend