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APÉNDICE 3 ANTECEDENTES HISTÓRICOS Una de las razones con las que se - suele argumentar o justificar las deplo- rables consecuencias urbanas del actual auge indiscriminado y masivo de la vi- - vienda unifamiliar en España, es la fal- ta de tradición en la utilización de es- ta tipología como generadora de la tra ma urbana de nuestras ciudades,contrapo- niéndola a la existente en otros países europeos. Un recorrido, aún con la rapidez que impone el carácter de este trabajo, de- muestra la falsedad de esta afirmación. Los tipos concretos a los que dan - origen, no solo las características fí- sicas o climáticas de nuestro país, sino su propio proceso histórico y social, -- pueden diferenciarse de los de otros pal ses, pero están presentes tanto en la gb nesis como en la evolución de nuestras - ciudades prácticamente hasta nuestros -- di as. Desde el momento que la vivienda, - dejando su carácter más rural es decir - su ubicación y conexión directa con el - entorno agrícola, se adosa a otras vivien das buscando el compartir unos servicios comunes, se inicia un proceso de construe ción de un habitat colectivo, en el que dichas viviendas un ifami 1 iares son compo nente básico de la trama urbana naciente. La tipología de vivienda unifamiliar no es pues un elemento ajeno a nuestra - tradición urbanística y con mayor o menor intensidad ha mantenido su continuidad - como elemento del patrimonio tipológico de nuestras ciudades. Es cierto que uno de los momentos - de más claro reflujo de esta tipología, se produce en nuestro siglo a partir de los años sesenta en los que la vivienda- plurif ami liar en altura la desplaza de - las ciudades. Las urbanizaciones de segunda resi- dencia, algunos núcleos turísticos y los enclaves cercanos a las grandes ciuda- des,adonde ciertos sectores socialesque pueden permitírselo "huyen" sin desco- nectar socialmente de las mismas, serán los campos de cultivo de esta tipología en dicho período. El contacto con el campo, la priva cidad, independencia etc. serán pues los valores comerciales sobre los que se de sarrolle esta tipología, reduciendo al mínimo indispensable su carácter urbano. La vuelta de la vivienda unifami- liar a nuestras ciudades en los años 80 se producirá pues con el handicap de la falta de continuidad con la tradición- anterior, no mediante la recuperación- de la amplia gama de soluciones concre- tas que dicha tipología comporta, sino con la aplicación masiva e indiscrimina- da de un modelo prácticamente único, - producto de la comercialización de los aspectos de diseño más superficia les -de una teoría de la Ciudad Jardín degra- dada. La utilización urbana de esta tipo^ logia, la necesidad de constituirse en un elemento que utilizado en tramas ur- banas preexistentes, sea capaz de "ha- cer" ciudad en condiciones muy diversas, exige dicha recuperación superadora del carácter de monocultivo del modelo pre- urbano, (jardín delantero, jardín trase- ro)^ sus agrupaciones hoy predominante, prácticamente exclusivo, en las promo- ciones actuales. El análisis pues, de los antece- dentes históricos de esta tipología, no reduciéndonos al último siglo, en el que l as teorías urbanísticas de la ciu- dad jardín y sus tergiversaciones acuñan dicho modelo con un claro reflejo en las orde- nanzas vigentes, nos parece punto impor- tante en la búsqueda de unas nuevas di- rectrices normativas que no sólo permi- ta sino que fomente dicha diversidad. 51

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APÉNDICE 3

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Una de las razones con las que se -suele argumentar o justificar las deplo­rables consecuencias urbanas del actual auge indiscriminado y masivo de la vi- -vienda unifamiliar en España, es la fal­ta de tradición en la utilización de es­ta tipología como generadora de la tra ma urbana de nuestras ciudades,contrapo­niéndola a la existente en otros países europeos.

Un recorrido, aún con la rapidez que impone el carácter de este trabajo, de­muestra la falsedad de esta afirmación.

Los tipos concretos a los que dan -origen, no solo las características fí­sicas o climáticas de nuestro país, sino su propio proceso histórico y social, --pueden diferenciarse de los de otros pal ses, pero están presentes tanto en la gb nesis como en la evolución de nuestras -ciudades prácticamente hasta nuestros --di as.

Desde el momento que la vivienda, -dejando su carácter más rural es decir -su ubicación y conexión directa con el -entorno agrícola, se adosa a otras vivien das buscando el compartir unos servicios comunes, se inicia un proceso de construe ción de un habitat colectivo, en el que dichas viviendas un ifami 1 iares son compo nente básico de la trama urbana naciente.

La tipología de vivienda unifamiliar no es pues un elemento ajeno a nuestra -tradición urbanística y con mayor o menor intensidad ha mantenido su continuidad -como elemento del patrimonio tipológico de nuestras c i u d a d e s .

Es cierto que uno de los momentos -de más claro reflujo de esta tipología, se produce en nuestro siglo a partir de los años sesenta en los que la vivienda-plurif ami liar en altura la desplaza de -las c i u d a d e s .

Las urbanizaciones de segunda resi­dencia, algunos núcleos turísticos y los

enclaves cercanos a las grandes ciuda-des,adonde ciertos sectores s o c i a l e s q u e pueden permitírselo "huyen" sin desco­nectar socialmente de las mi s m a s , serán los campos de cultivo de esta tipología en dicho período.

El contacto con el campo, la priva cidad, independencia etc. serán pues los valores comerciales sobre los que se de sarrolle esta tipología, reduciendo al mínimo indispensable su carácter urbano.

La vuelta de la vivienda unifami­liar a nuestras ciudades en los años 80 se producirá pues con el handicap de la falta de continuidad con la tradición-anterior, no mediante la recuperación-de la amplia gama de soluciones concre­tas que dicha tipología comporta, sino con la aplicación masiva e indiscrimina­da de un modelo prácticamente único, -producto de la comercialización de los aspectos de diseño más superficia les -de una teoría de la Ciudad Jardín degra­dada.

La utilización urbana de esta tipo^ logia, la necesidad de constituirse en un elemento que utilizado en tramas ur­banas p r e e x i s t e n t e s , sea capaz de "ha­cer" ciudad en condiciones muy diversas, exige dicha recuperación superadora del carácter de monocultivo del modelo pre-urbano, (jardín delantero, jardín trase­ro)^ sus agrupaciones hoy predominante, prácticamente exclusivo, en las promo­ciones a c t u a l e s .

El análisis pues, de los antece­dentes históricos de esta tipología, no reduciéndonos al último siglo, en el que l a s teorías urbanísticas de la ciu­dad jardín y sus tergiversaciones acuñan dicho modelo con un claro reflejo en las orde­nanzas vigentes, nos parece punto impor­tante en la búsqueda de unas nuevas di­rectrices normativas que no sólo permi­ta sino que fomente dicha diversidad.

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ANÁLISIS DE LA TIPOLOGÍA UNIFAMI LIAR EN LOS NÚCLEOS URBANOS HISTÓRICOS

Como hemos expuesto anteriormente, la agrupación o adosamiento de la vivien da rural con el fin de defenderse de la naturaleza y compartir unos servicios -com u n e s , es uno de los procesos que ha dado origen a nuestras ciudades actua­les,sentando las pautas para crecimientos posteriores claramente urbanos.

El caracterizar pues los núcleos h i_s tóricos de viviendas un if ami 1 iares como rurales en función de su actividad bási­ca de origen o del tamaño de los m i s m o s , nos parece que introduce un componente distorsionador que conduce a minusvalorar los valores urbanos evidentes de los mo­delos tipológicos y tramas resultantes.

La denominación en muchos planes ur­banísticos actuales de dichos modelos y trasmas como semirurales y su utiliza­ción únicamente en procesos de crecimien_ tos marginales o muy condicionados por tipologías de este tipo preexistentes, es un claro síntoma de esta minusvalora^ ción, frente a la utilización máxima --como modelo urbano de la tipología der_i vada de la "Ciudad Jardín".

Dentro de éstos núcleos existen,los proyectados y los e s p o n t á n e o s . Los pri meros por ser fruto de un proceso racio n a l , tienden a la estructura geométrica y a la uniformidad de la construcción. Los segundos tienen un trazado resultan te del equilibrio del vector topografía, producción, organización social y una -construcción menos uniforme (aún dentro de determinada t i p o l o g í a ) . Los primeros son en general una racionalización de -los modelos espontáneos.

Es por ello quizá que podemos apren der el motivo profundo de la ordenación espacial si nos fijamos en estos últimos y en consecuencia extraemos caracterís ticas que pueden ser de aplicación en -las futuras construcciones de unifamilia res adosadas.

Uno de los aspectos básicos de estas agrupaciones es su capacidad de "hacer ciudad".

Las tramas urbanas en ellos son la resultan­te de la morfología de las agrupaciones

sin a prioris compositivos de carácter barroco. El diálogo entre dicha morfo­logía y las necesidades funcionales y espaciales de la trama en cada caso con creto,es el camino para resolver proble­mas claramente in terreí acion ados .

Las manzanas quedan definidas por -los caminos que conducen al exterior y los que unen a éstos,siendo los espa­cios libres el resultado de ensancha­mientos de los mismos por razones to­pográficas ,constructi vas (evitar encuen tros muy agudos mediante achaflanamien to de las esquinas) o representativas, teniendo en general formas irregulares con tendencia a su alargamiento en --función de su génesis como adaptacio­nes de la red viaria básica.

Este único espacio público multifor m e , claramente deslindado del privado es un escenario que posibilita y fomen ta la convivencia, integrando en una úni ca actividad colectiva, urbana, la fun­ción viaria, el ir a, con otras como el jugar, el relacionarse con los demás, -etc.

Estos lugares que por su orige'n no rompen nunca la escala del conjunto, no tienen en principio ninguna especiali-zación. No existen espacios predeter­minados para jugar, descansar o relaci_o narse y es la propia comunidad la que -se vue le a ,complet a y compleja en este -contenedor de la actividad colectiva, do tando a los mismos de una funcionalidad y sentido cambiantes a lo largo de la -historia.

Dentro de esta trama básica, apare­cen en procesos de desarrollo más avan­zados, claramente urúa nos, agrupaciones que delimiten espacios de propiedad co­lectiva o incluso privada con funciones más e s p e c i a l i z a d a s . De este tipo son, -por ejemplo los "fun dug" toledanos, que en una estructura arquitectónica simi­lar a nuestras " c o r r a l a s " alojan mer­cados gremiales o incluso los grandes -conventos con sus claustros, huertos, -e t c.

Quiere esto decir que una trama de las características antes expuestas, -puede incorporar agrupaciones que den -lugar a espacios de carácter colectivo, intermedios entre el espacio privado y

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y p ú b l i c o .

M o r f o l ó g i c a m e n t e dichos c o m p o n e n t e s

urbanos tendrían una cierta semejanza -

con las a g r u p a c i o n e s típicas de v i v i e n ­

das un if ami 1 i a res que encierran un espa_

ció central m a n c o m u n a d o con p i s c i n a s ,

pistas de tenis etc.

Sin e m b a r g o , y volviendo al a n á l i ­

sis de las tramas h i s t ó r i c a s estos --

conjuntos se utilizan en ellas como --

elementos s i n g u l a r e s no siendo g e n e r a ­

doras de las m i s m a s .

En segundo lugar se trata d e e s p a c i o s en la mayoría de los casos con una fun­ción p ú b l i c a , es d e c i r , que por encima del carácter privado de la propiedad -del suelo no actúan disminuyendo l a a c~ tividad urbana de la trama sino muy al contrario p o t e n c i á n d o l a .

En tercer l u g a r , la distorsión que producen en dicha trama está muy en re­lación no sólo con el número de a g r u p a ­ciones de este tipo en la misma sino con las d i m e n s i o n e s de la manzana que confo_r man, c o n t r a d i c t o r i a en muchos casos con la escala del conjunto de la m i s m a .

Un ejemplo que de la d e b i l i t a c i ó n urbana producen ag po v o l c a d a s hacia de los barrios de dicionales en los cent ración de conv que dichos convent rios de la intensa m u n i d a d e s en sus c huertos e t c . , pero lie jas l i m í t r o f e s muros casi ciegos, y torno en el que el si actividad son sus d a m e n t a l e s .

puede dar una imagen que en la actividad

rupaciones de este ti-a d e n t r o , son algunos nuestras ciudades tr_a que se produce una con e n t o s . Las c i u d a d e l a s

os suponen son e s c e n a -actividad de sus co-

l á u s t r o s , p a t i o s , --

están aislados de las ca-por grandes tapias o

deterrnina'ii por tanto, un en-lencio y la falta de c a r a c t e r í s t i c a s fun-

E v i d e n t e m e n t e estos barrios q u e , -e x t r a p o l a d o s del conjunto de la ciudad, nos permiten hacer un enfoque negativo de su baja intensidad urbana, adquieren todo su sentido e n c l a v a d o s en la m i s m a , donde su carácter t r a n q u i l o , s i l e n c i o s o , e t c . , es el c o n t r a p u n t o de la trama an­teriormente d e s c r i t a de gran riqueza y complejidad en este terreno-

Otro aspecto importante de la i n s e r ­

ción de c o n j u n t o s de v i v i e n d a s u n i f a m i -

liares en nuestras ciudades actuales es

que la escala urbana que parecen deman

dar, entra en c o n t r a d i c c i ó n con la red

viaria del e n t o r n o , d i m e n s i o n a d a para -

unas d e n s i d a d e s y n e c e s i d a d e s de trá­

fico muy s u p e r i o r e s .

Las s o l u c i o n e s c o n s i s t e n t e s en im­p e r m e a b i l i z a r estas p r o m o c i o n e s a la -c i r c u l a c i ó n de paso, reduciendo su red viaria a un conjunto de accesos f i n a l i ­zados en fondo de saco, producen una mar ginación ciudadana de estos núcleos y -d i s f u n c i o n a l i d a d e s en la red general -no d e s e a b l e s en la mayoría de los casos. Por otra parte la aplicación con c a r á c ­ter general de e s t á n d a r e s d i m e n s i o n a l e s y de diseño pertenecientes a la ciudad del bloque p l u r i f a m i i i a r con d e n s i d a d e s muy s u p e r i o r e s , d e s v i r t ú a n c l a r a m e n t e la e s ­cala interna que dichas p r o m o c i o n e s e x i gen.

Un camino para el enfoque c o r r e c ­

to de este p r o b l e m a , lo volvemos a e n ­

contrar en la estructura de nuestros -

núcleos h i s t ó r i c o s en los que existen -

unas calles p r i n c i p a l e s , n o r m a l m e n t e

r a d i a l e s , de máxima p e n d i e n t e , si el -

núcleo está sobre una c o l i n a , que lo co

mu nica con el exterior a través de las

puertas de las murallas si e x i s t e n , y

unas s e c u n d a r i a s que siguen las curvas

de n i v e l .

En una nueva promoción también es i m p o r t a n t e establecer esta jerarquía -en función de las vías que cruzándola la conectan con el restante e n t r a m a d o u r b a n o , lo que nos alejaría tanto de s o l u c i o n e s de tramas "fin de t r a y e c t o " que solo recogen el tránsito propio del c o n j u n t o , como de tramas i s ó t r o p a m e n t e c o n e c t a d a s con dicho entramado urbano que al p e r m e a b i l i z a r l a s i n d i s c r i m i n a d a mente al tráfico exterior obliga a un dimension amiento de las vías contradic torias con la m o r f o l o g í a y carácter --del n ú c l e o .

Por otra p a r t e , las i n t e r v e n c i o n e s urbanas de r e c u p e r a c i ó n de nuestros --centros h i s t ó r i c o s , d e g r a d a d o s por la presión de los ensanches han abordado un problema con muchos puntos de con­tacto con el que aquí estamos tratan­do, aportando un amplio m u e s t r a r i o de

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soluciones que demuestran por una parte que dicha integración es posible y por otra que la misma se apoya, como uno -de sus aspectos básicos en la adecuada utilización de una jerarquía viaría que va desde el ej'e ciudadano que puede, y en muchos casos debe, a t r a v e s a r l o , has­ta las calles de tráfico compartido o c a ­ramente p e a t o n a l e s .

E v i d e n t e m e n t e , no quedaría completo el análisis del potencial urbano de es­tas agrupaciones t r a d i c i ó n e l e s , sin una referencia a la capacidad de integración en su trama de muy distintos usos urba­nos que influyen evidentemente en la ma yor o menor realización de dicho poten­cial.

En nuestras ciudades históricas -existen núcleos con esta tipología de muy distinto carácter,desde los que inte­gran una actividad comercial muy exten­sa hasta los casi exclusivamente residen cíales o de muy baja actividad como los conventuales a los que hemos hecho refe­rencia a n t e s .

Lo que es evidente es que no existe una correspondencia estricta entre tipo­logía edificatoria y usos, y que el con­siderar la tipología uni familiar eame -exclusivamente residencial conduce a una articulación de la misma con otras for­mas de alojamiento en tórranos de contrapo­sición que no favorecen su integración c i u d a d a n a .

La utilización de los bajos como -locales comerciales o la ubicación en -trancs unifamiliares de dotaciones a ni vel ciudadano no es contradictorio en -principio con esta tipología ni con la trama que puede generar, siendo la gra­dación de estos usos uno de los instru­mentos clave para que la misma deje su carácter periurbano constituyéndose un elemento válido de hacer ciudad en una amplia gama de s i t u a c i o n e s .

En cuanto a los tipos de vivienda es evidente que también se ha producido un empobrecimiento al acuñarse como tipo dominante el constituido por jardín de­lantero -edificación compacta entre me­dianerías- jardín t r a s e r o , cuyo origen, con la adición del jardín d e l a n t e r o , lo encontramos en las viviendas más sim­ples de carácter rural.

Pero en estos núcleos también encon­tramos viviendas habitadas por familias no vinculadas a la explotación agrícola con d i s t r i b u c i o n e s en planta más comple­jas.

Un ejemplo claro de estas variantes las encontramos en las viviendas en pa­tio, especialmente adecuadas a las con­diciones climáticas de muchas zonas de nuestra geografía y más coherentes que las anteriores con una configuración ur­bana.

En ellas y mediante una ampliación de las crujías centrales perpendicular y paralela a las fachadas se potencia un -espacio central del que prácticamente -parten todas las circulaciones de la ca­sa. La v i v i e n d a , pues se vuelca hacia -adentro en dicho espacio c e n t r a l , que -permite el alojamiento de edificaciones manteniendo unas condiciones higiénicas adecuadas y dota al conjunto de un mayor nivel de privacidad que los patios tra­s e r o s .

Este análisis de los núcleos espon­táneos h i s t ó r i c o s , básicamente m e d i e v a ­les, no indica una postura nostálgica-, -ni supone un intento de recuperación m i -

mitica d§ li§ formalizaeiones concretas a las que el crecimiento orgánico de es­tos núcleos ha dado lugar.

La tradición que se inicia en estos núcleos se proyecta en épocas posteriores con otras agrupaciones p r o y e c t a d a s , que como ya d i j i m o s , son racionalizaciones -de los modelos espontáneos o dicho de --otra m a n e r a , dichos núcleos " c o n s c i e n t e s " parten del conocimiento crítico de las -aportaciones urbanas de los núcleos e s ­pontáneos incorporando al diseño d e f i n i ­tivo las nuevas necesidades y pautas cul­t u r a l e s .

Este proceso que da lugar a agrupa­ciones urbanas como los poblados de La C a r o l i n a , El Nuevo Baztan, el casco his­tórico de A ran juez o incluso algunos po­blados de colonización en nuestro siglo, es el que consideramos necesario recupe rar para dotar a nuestras nuevas promo­ciones de viviendas unifamiliares de la necesaria variedad que su nueva funcio­nalidad urbana requiere.

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Tipología edificatoria de los núcleos rurales de la provincia de Valladolid.

(SOUtM 1UKDHK iM «UMtA

El a p a r t a d o a n t e r i o r c u m p l e el p a ­p e l , d e n t r o de n u e s t r o a n á l i s i s , de de_ m o s t r a r la e x i s t e n c i a de una t r a d i c i ó n en n u e s t r o p a í s muy i m p o r t a n t e y p r e v i a a las t e o r í a s de la Ci u d a d J a r d í n que -van a tene r una i n f l u e n c i a d e c i s i v a en los d e s a r r o l l o s de v i v i e n d a s unifamilia_

F§§ y no §0lo íundam§ntalmgnt§ in U p i ña .

La n e c e s i d a d de r e c u p e r a r d i c h a — t r a d i c i ó n , no s i g n i f i c a una m i n u s v a l o -r a c i ó n de n u e s t r a s e x p e r i e n c i a s m á s i £ m e d i a t a s . Al a n á l i s i s de d i c h a s e x p e ­r i e n c i a s c e n t r a d a s f u n d a m e n t a l m e n t e en las c o l o n i a s de " h o t e l i t o s " de los años 20 y 30 y las p r o m o c i o n e s o f i c i a l e s de los a ñ o s '•O y 50 d e d i c a m o s los a p a r t a ­dos p o s t e r i o r e s .

Las c o l o n i a s a n t e r i o r e s a la g u e ­rra c i v i l , c o n s t i t u y e n un e j e m p l o en -gran e s c a l a , de p r o m o c i ó n de v i v i e n d a s p o p u l a r e s r e a l i z a d a s con esta tipología y que han d o t a d o de e s p e c i a l significa_ do a d e t e r m i n a d o s f r a g m e n t o s de n u e s ­tras c i u d a d e s . Los b a r r i o s u n i f a m i l i a -res de p r o m o c i ó n o f i c i a l de la p o s t g u £ r r a , c o n t i n ú a n f i e l m e n t e la línea t r a ­zada por sus p r e c e d e n t e s y la e n t r o n ­can con el m o v i m i e n t o r a c i o n a l i s t a i n ­ter n ac i o n a l . A p a r t i r de la d é c a d a de -los 6 0 , y casi h a s t a el m o m e n t o a c t u a l , d e s a p a r e c e n las p r o m o c i o n e s de v i v i e n ­das e c o n ó m i c a s con este t i p o l o g í a , rom p i é n d o s e la larga t r a d i c i ó n de construir v i v i e n d a s un if ami 1 i a r e s a d o s a d a s .

O OONWH

• une l_Jl 1 " ' ' "

CSQUiMA M C U l

LAS C O L O N I A S DE LOS AÑOS 2 0 - 3 0

D e j a n d o a p a r t e las c o l o n i a s o b r e ­ras c o n s t r u i d a s por e m p r e s a s industria­les y el e x p e r i m e n t o de A r t u r o Soria en su C i u d a d L i n e a l m a d r i l e ñ a que no lleg ó a f r a g u a r , en E s p a ñ a , la vivie_n da u n i f a m i l i a r de alta d e n s i d a d s u r g e c o n s t i t u y e n d o una p a r t e c o n s i d e r a b l e de la c i u d a d , a p a r t i r de la Ley de -H a b i t a c i o n e s H i g i é n i c a s y B a r a t a s , en 1.911 y s o b r e todo a partir de su s u -c e s o r a la Ley de C a s a s B a r a t a s de 1.921 que se d i r i g e al m e d i o u r b a n o y s u b u r b a n o . Para e n t e n d e r el m o t i v o de su c o n s t r u c c i ó n , hay que tener en cuen ta dos a s p e c t o s que c o n f l u y e n d e s p u é s de l a r g o d e b a t e en las g r a n d e s c i u d a ­des en los p r i m e r o s 20 años del s i g l o . E s t o s dos a s p e c t o s s o n : la p r e o c u p a ­ción por r e s o l v e r el p r o b l e m a de la -v i v i e n d a o b r e r a y la c o n s i d e ración del c r e c i m i e n t o de la ci u d a d d e n t r o de un plan r e g i o n a l .

E co de bos a si au con 1 ción v a r i a s i t ú a un pl dif un c o n g r no de Espa ñ c i a a " c i u d f i n í a sión la di la pr télit en i ti

. How esta

s p e c t t o s u f a ciu de el das y da en an re d i d a s e s o s ,

Mon t a "Ci subu

ad sa como

t e r mi s t a n c ác t ic e sup f r aes

ar d, s co os c ic ie dad a s e s en lug

gion , so son

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que ni los e n t e s o f i c i a l e s ni privados p o d í a n p e r m i t i r s e . Sin e m b a r g o c o n s ­t r u i r una c o l o n i a en el e x t r a r r a d i o -con i n f r a e s t r u c t u r a s p a g a d a s por el -A y u n t a m i e n t o era m á s e c o n ó m i c o y a d e ­m á s s u p o n í a el a b a s t e c i m i e n t o de todos los s o l a r e s e n t r e la c i u d a d y la c o l £ n i a .

A s u r g e so en tica ra y 1 te ,de l e l i s con 1 el ex lonia ción s u j e t de la ello d i c h a orden c a .

L d e d o edif i de la pla n t mera tir s estar a i s l a Los d pe r s o s o c i a t i p o s s o b r e das d ni d a s h a b i t 1.911

sí ,1 n co t re de 1 a t r col

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ndas s. Pu cupar . Alt ,6 m. 3 m.

a pía sobr

te po os de evit

i smo endas 40 e

r upo e g 1 a m h i g i é

no pu edén á ent ur a m y de En c

nta b e el r una ben t ar la t iemp , no 1 núm (i n d i e n t o n i c a s

edén te a g r u p a r re 1/2 ínima d la pía

aso de aja tie terreno cámara

ener 20 segreg

o mezcl se perm ero de caci o n e de la 1

y b a r a

n e r mas

s e . La

y 3 / 4 -e la - -n ta p r i no exis ne que

y estar de a i re. m3. por

ac ión -ar l o s i t i rá -v i v i e n -s conté ey de -tas de

Planta de las viviendas de la Colonia "V.E.M." Madrid. 1924 Art/.: Rui: Señen.

A A ... i ' V V tv*tt*i;w

j "i • a ts a 3r ® ^.•'••"

. ' . j ¡ « * » * '

Planta de la cooperativa de viviendas de la "V.E.M.

Ejemplo de tipología años 20.

56

En ratas altura equipa turas ja, ó la pía ni tie 0,20 ra contra mínima las si 20 m3. 2 cama ret ret mayor para q mi enda tanci a bajo d mos ef

lo «li­be con de 50 tas.

el c de 1. a do

mien t de és 3,6 m nta p nda, . sob

la h s de guien , dor s 30 es *t, del r ue no

t amb , com e 50 ect os

que e s t ru i m. de

aso d 921 s s pía o, pe tas a . si rimer la pl re el umeda las p tes: mi tor m 3 . , 5 m3. opero

quep i én u edor, m 3 . P de i

ñ la r gr u otro

e 1 a e 1 im n t a s , ro se 3 m.

tiene a. Si anta ter r

d. La ieza s Estar io 1 de 3 y se o de

a una na gr coci

ara c n tegr

ley a pos q grup

ley d ita t excep r edu en 1 t ien no h

baja eno c s dim inte k0 m

cama camas 1 im i

s p e n s cama

an pi na y on seg ación

ñ \ e f i ue es o de

e Casas Ba-ambién la to las de -cen las a 1 -a planta ba da y 2,8 m. ay sótano estará a --on garantías e n s i o n e s -riores son 3., cocina 20 m 3 . , de 40 m 3 . , -

ta el lado a a 1,50 m. . Se reco-eza de es­sala de tra u i r los mis de la co-

5r sé pr5n_i ten a menos casas bar a-

enseñanza, reunión, biblioteca, casa-cuna, dispensario y puesto de incendios y socorro.

R urban blecí que e 6 m. propi en cu a just p r i n c m. lo les d cada fil t da de recog máxim cente mí n im m o m a obl ig de vi tos y tener d o s ,

espec í stic a que star tamb i edade alqui ar al ipale s sen ispon una d r ans v agua

er lo a de s y s a 0,5 ximo a tor i v iend casa

: are pabel

to a a s , 1 las

a 6 m én en

s, y er ca ter r

s, 10 der os drán e 1/1» e r sal

s, y en el calle ender %. Lo

un 25 o que as de s de as li Iones

las indi a ley de casas ai . m í n i m o los 1 in

3,5 m. a s o . Las eno y te m. las

. Las ca de 2 ace del a nc curvo p

las adya centro.

s pr inc i os 13%, s edi fic % de la di spong recreo

baños, y b res, pa de admi

cacio 1.92

slada de o

der os los

calle nd rán ady ac lies ras 1 ho to ara 1 cente

La p pales y tra ios o parce an lo de ni ad em

r ques nis t r

nes m 1, es s tie tra c de o

s ende s se 15 m

entes pr inc a ter a tal, a rec s pue e n d i e

5%, nsver cupan la. E s gru ños y ás pu a r bo

ación

as -t a ­ñen a s a , tras r o s , deben . las

y 3 ipa -l e s , p e r -o g i -den nte ady a_ sal co-

s --pos adu_l_

edén la — , de

mas t eo r der n c i a que n í an de s v i v i legi más b loq obre dad tipo

de 1 mí a, ta c bita del ga a apr e mini aseg exis ar ra depe dici legi des de v en 1 mien auto

Como están í a s h o y de to sobre hac i

iglo enda s 1 aci higié ues e ras m tamb i cor r

pode en

igie en r dos v i v

endo X I X . unif ón d nica n vi i nim én m a l a .

mos per f n i s t eal i los iend des Se

amil e Ca en

v i en as y í n im

obse ec ta as d dad estu as e de e debe iar sas con t das con

o s ,

r var, si n t

el Mo son u dios c o n ó m 1 últ r eco

se pl Bar at rapos plur i pati

en mu

est on i a v imi na c y pr i c as imo r da r ante as c icio f ami os d c hos

as n o r -con las

e n t o M o on se cuen og r ama s se v e -

cua r t o que la

a en la orno la n de los liares e veci n casos

La 1 .911 tan

orno ci on % de par

ciar ma e u r a r te u igad nden ón p si ad saté i v i e a le to q suf i

ey d , re to e en e e s , ocu

cela es

ntr e las

n co o, d c ia ara or n lite ndas y de ue a cien

e 1. duce n la 1 vo y si paci s ma impo v i v con

ncep e la de c la b o e s s a y e 1.9

ut o r t e s .

921, el v altu

lumen n emb ón qu y or es rtant i e n d a die io t o , e indi

ada f uena tá pe juzga 1 equ 21 y iza p

con res olumen ra de c total

argo en e permi . Como e la di s pues nes h i g n t o n c e s vidual i ami 1 i a con v i v e nsando r por e i p a m i e n según e revé co

pec to por e ada p de la tunc

t e, o se pu s t a n c adema iénic bast

dad o como n c i a . en c i 1 núm t o , a 1 equ loni a

a la cono 1 a n.-s ha

ion b 1 i -ede i a -s de a s, ante

i n-c o n -El

u d a -e r o unque i p a -s más

C A R A C T E R Í S T I C A S T I P O L Ó G I C A S DE UNA C O L O N I A .

Del a n á l i s i s de varios e j e m p l o s de c o l o n i a s de esta é p o c a , se d e d u c e n una serie de c o n s t a n t e s , b a s a d a s en la nor m a t i v a legal a n t e r i o r m e n t e d e s c r i t a , que llegan a c o n f i g u r a r una a u t é n t i c a

57

t i p o l o g í a e d i f i c a t o r i a y urbana perfec tamente i d e n t i f i c a b l e o r e c o n o c i b l e -en la trama de nu e s t r a s c i u d a d e s . Ha ciendo a b s t r a c i o n de de t a l l e s a r q u i tec tónicos o e l e m e n t o s más l o c a l e s , se -constatan los s i g u i e n t e s rasgos como d e f i n i t o r i o s de estas c o l o n i a s .

Re trazad muy va no sea que se circuí lies y son cu r r ios pr imi t vuelca rior, Con el colon i c i ó n , colabo el car zanas suelen 1 o n g i t de par oscila celas riabl e media en gen i n c 1 u s ha ido de la do alg o tota La den oscila

spec to o inter r i a d o . n recta formen

ares en éstas

r v a s . E es i r r e ivas pr por lo

deja n d o paso d

as han esta c o rado a ácte r d son ala s u bd i v

ud ina 1, celas c r entre resulta (entre

es de 1 eral ca o comer surgi e

per i fe r unas de luiente s idad d entre

a la ior d Se bu s en p laz e l e

con r 1 per guiar op ied gene sin

el ti sido n f igu su ai e rem r gada idi r

dand on un 6 y

ñ t es 50 y

00-15 recen cial ndo e i a , o las

para e est 30 y

trama e las sea q una g o le t a ncuen el a ti í me t r , aju ades. ral h resol empo, rodea r aci ó s 1 ami an so s y e a lo o lug

fren 12 me ti eñe

300 0 m 2 . de e

de us n baj se h

v i v i e dicho e tip 50 vi

int col

ue 1 ran s cu tro va f o de s tan

El acia ver en

das n in en to u r ba s t r e larg ar a te q tros ñ üñ m2.)

Las quip o d i os c an t ndas equ

o d e v/ha

er na on i a as c long adra de 1 rec u est

dose v i ar el

los el q de e ici a

y a no. chas o de dos

ue s . La

tám per col

ami e ario orne r r ans en

ipam col

, el -s es -alies i tud y das o as c a-enci a os ba-a las

io se i n t e -bordes. ue las d if i ca 1 ha -d quirió Las man y se su eje tiras

uele -s par­an 8 v 8 o la -o n i a s nto, -. Este cíales forma-parte i en to. onias

Colonia de Prosperidad (1929). Madrid.

58

2

Suelen darse

tos de vi v i e n d a s

tamaño de la par

la p o s i c i ó n ; las

tremos de la man

tan a dos tachad

c u e n t e , especial

d e s , es el de la

que también se d

en h i l e r a , en es

un intento de co

v i r t u a l . En casi

se denotan esfue

ambiente exterio

ción entre edifi

t a n q u e s , simetrí

nos g e o m é t r i c a s

r r a m i e n t o s .

varios ti

, de acue r

cela y sob

viviendas

zana norma

a s . El tip

mente en p

vivienda

á el caso

tos casos

nformar un

todas las

rzos compo

r jugando

c i os , con

as y forma

en los jar

pos di

do con

re tod

de lo

lmente

o más

árcela

aislad

de ado

siemp r

edifi

colon

si tivo

con la

pequen

s más

dines

stin-

el -

o con

s ex­

rema

f r e - -

s gran_

a , aun

sada s

e hay

ció -

i as -

s de

reía

os es

o m e -

y ce-

Las viviendas en su interior son reducidas llegando a tener hasta ^2 m. para 2 d o r m i t o r i o s aunque normalmente tienen 3 y aún más d o r m i t o r i o s . Se --aprecia que para la superficie total los p r o g r a m a s suelen ser muy amplios lo que se consigue a través de plantas muy e s t u d i a d a s que han reducido en lo posible los espacios de c i r c u l a c i ó n .

La planta de estas viviendas tiende a

ser r e c t a n g u l a r o c u a d r a d a , evitando

entrantes o salientes que redundan en

la e c o n o m í a . La compacidad evita p é r ­

dida calorífica y por tanto ahorra en

aislamiento y fachada para el mismo -

v o l u m e n , la cubierta es más sencilla

y el volumen interior más fá c i l m e n t e

d i s t r i b u i b l e . Hoy día sin embargo no

dan esa impresión cubista debido a los

añadidos s u c e s i v o s , a la vegetación y

al color de la p i n t u r a .

El sistema

muros de carga

dio sin cámara

quena cimentac

ser transversa

das g e n e r a l m e n

de poco frente

para las aisla

frente a n c h o ,

dobles tienen

son s e n c i l l a s ,

escalera más f

" L " y está ado

a la fachada t

de las parcela

te de la escen

constructivo se basa en

de un pié o un pié y me

de aire y sobre una p e -

ión. Las crujías pueden

les a la calle en vivien

te pareadas o en hilera

, o paralelas a la calle

das o en hilera pero de

Cuando las crujías son

de 3,6 a *t m. y cuando

de 6 a 7 m. de l u z . La

recuente tiene forma de

sada a la medianería ó

rasera. Los cerramientos

s son parte muy importan

a u r b a n a : un peto in f e -

L

_ Í 1

Colonia Jardín (1927). Sevilla.

59

rior de f á b r i c a , e n f o s c a d o y p i n t a d o , con m a c h o n e s con un r e m a t e d e c o r a t i v o , y los v a n o s c e r r a d o s con una c e r r a j e ­ría de h i e r r o f o r j a d o o t u b o s m e t á l i ­cos e n t r a m a d o s . Ello v i s u a l i z a d e s ­de la c a l l e los j a r d i n e s p r i v a d o s y -la p r e s e n c i a del a r b o l a d o .

P vista de lo las c pios c i a , de la pos i t rias (E. H ker y traso e s t a s lio p preoc ca y de es autóc cesor lo es tribu

od r í a m o t e ó r i c e x p r é s

o l o n i a s de los en cuan a g r u p a

i vos y de los owar d y R. Uhw en pon te o r í a

l e ñ o de u p a c i ó n

económi te e n t r t o n a m á as euro e n c i a 1 c i ó n y

s dec 0 y h ado a de 1

30 se to a ción, las t subur sus

i n ) . er en s, co 1 Mov por

ca, d ecr uz s eco p e a s , en cu p r e o c

ir de acie n nter i os añ apr e

la co de 1

ip o l o b i o s -cont i Sin e pr ác

incid i m i e n la vi

ando a m i e n n ó m i c aunq

an to u p a c i

sde un do una o r m e n t os 20 cia un ncepci os cri gías e jardín nuador mbargo tica e e con to Mod v i e n d a

como r to, un a que u e man a traz o n e s f

p u n t sí nt

e que y pri a inf ón ge ter io dif ic

ingl es B. , el n Esp el de ern o

higi esult a ver sus p t e n i e a d o s o r m a l

o de esis en

n c i -lue£ neral s com a t o -e s e s P a £

r e - -a ñ a , sarr£ y la é n i -ado sión r ede_ ndo di s-e s .

la i n f l u e n c i a c u l t u r a l del m o m e n t o --tan t o en los t r a z a d o s como en la tip o logia e d i f i c a t o r i a . A p a r t i r de la se^ gu n d a m i t a d de los años " 5 0 " la in f l u e n c i a r a c i o n a l i s t a es m a n i f i e s t a . Así p u e s , p o d e m o s d i s t i n g u i r d e n t r o -de e s t e t i p o de p r o m o c i o n e s dos p e r i £ dos d i f e r e n c i a b l e s .

se c cleo es u los rias de q inmi ma s tamb conn las w a r d rale

raoti defi logí lo í s o y

Las pr a r á e t e r u r a l

na cía p u e b l o y á rm

ue ser gran te e sent ién la ot a c i o t e o r í a

t r a t ó s y co

vos ray n i d o 1 a of ic n t i m o , la in

omoc riza . Es r a i s co onic vían s d e iría ide

nes s de de

nc re ) si í nea i a l : lo

tegr

íone n po te c nf lu mo c a s , par

1 ca n má olog t ien la

as im tame

mi 1 a s ar res

pint ació

s de lo r su as a r á c t e r e n c i a d o m u n i d a j u n t o c a da r a mpo que s i n t e g ía domi en coin c i u d a d -i l a r s e nte med r e § a 1 ri b a , c alt a r 1 o r e s c o , n con 1

s ano pec to r u ra

e con des s on el lo jam de e

rad a s nan te c i d e n ja r di a núc ieva 1 o que orno 1 o ent l o a

a nat

s '"t0", de nú-

lista -si de r a r ol ida — hec h o

i e n t o a sta for segú n . E s t a s cia con n. H o - -1 eos ru es por h e m o s

a i d e o -rañable, rmon i o-u r a l e z a .

LAS P R O M O C I O N E S O F I C I A L E S DE P O S Í G U E R R A (AÑOS *t0 y 5 0 )

L la co la gu de vi a las do má te lo ra of las e po c a s I n s t i Sin e nos y dos p progr das s nias

a leg nstr u e r r a n e u l a

de t s fue s año ici a l x p e c t , a t tuto m b a r g

espe or la esi va i g u i e a ñ o s

i s l a c i ó n cci ón de c r e a r o n r las vi i p o u n i f rte de 1 s *t0, la se cent

a ti vas i r a v e s fu N a c i o n a l o en di s cia lmen t g u e r r a , r e c o n s t

ndo la f 20 pero

de col

una vien ami 1 a au act

r a e n d u s ndam de

tint e en se

r ucc órmu sin

C a s a s o n i a s f u e r t e das ec i a r . E tar qui i vi dad n el m t r i a l e e n t a 1 m C o 1 o n i os núc los m

lleva ion de la de pod e r

B a r a t a s y a n t e s de t radición

o n ó m i c a s n el perío a, d u r a n -p r o m o t o -

e d i o rural, s eran muy ent e del z a c i ó n . le o s u r b £ ás destruí-a cabo una

v i v i e n - -l a s f, o 1 o -o c u l t a r - Barrio Tercio Terol (años 40). Madrid).

60

años nit0"

i n t e r n o

a l i e s de

tura, pa ional i —

ap r ov e -

an to ma-

éneas.

s vías -

los ejes

s y 1 ar­

les que

a densi-

C

pació

de ej

di a d

dor d

5%, z

ñas 1

rodad

de lo

nes m

zonas

de vi

al tur

via r i

zonas

centa

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n del

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oster

e las

es de

mi e n t

udien

e en

el ne

r ecid

tores

en es

priva

, sin

ando los

suelo a s concret ficado de 2 0°/, edif libres pr

públicas 2 5 % . Un b s " 5 0 " te s t i n tas , es privad as al u ti to a las aumentand es public e estas p que el eq

así como ue se 1 im s de bord cas son s o porcent

calles y ad caract uent ro y

de los b iores de

zonas li

nadie , c o y sin n do llegar realidad gativo de o in ver si

no puede pacios pú do s , y no o para el

porc part os, v iy

i cad i vad

un a r r i nd rá r edu a s , liza unif o en a s . romo uipa

las i tan e. E uf ic aje

pía er í s jueg ar r i los bres on e ingú

a 1 n o s

lo ón a n af blic

sol

res

en t a j

ir de

apare

ienda

o ot r

as un

15°/ y

o rae

unas

ciénd

el ed

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ami 1 i

ormem

Pero

cione

m i e n t

zona

a a 1

stas

i e n t e

de pr

z a s ,

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os de

os r a

" 5 0 "

públ

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n man

a con

on zo

ocupa

lguna

ron t a

os es

o par

ul tad

es de ocu

una se rie

ce de m e -

s , a 1 red£

os usos -

3 5 % , 2 0 -vi a r i o -

ion alista proporcio

ose las -ificado -ques en -ares, el ente las de los por s también o suele -s libres gunas pl z zonas 1 i -s al ex i s i vadas, y con su son 1 u g a -

niños. A ci o n a l i s -se comprue icas son

o nulo -tenimien-elusion -ñas libres do que no . Si los r la inver

mejor que a los afee o g e n e r a l .

Las manzanas son estrechas y alar gadas, con viviendas también en los -testeros si las parcelas son algo más profun d a s . Las dimensiones de las par celas varían de una colonia a otra, -aunque dentro de cada una son prácti­camente i g u a l e s . El frente suele ser de unos 5-6 m. y el fondo entre 12 y 18 m. Las viviendas ocupan alrededor de 1/3 a 1/2 de la parcela, es decir, un cuadrado de 5 x 5 m. que en dos a_l turas dá unos 50 m 2 . construidos, de

Cooperativa San Froilán (1950). León.

61

Barrio San Narcís (1950). Gerona.

62

y 1.21.0 O O oo OÍWJCOC 80? o o o o'

p r o n e adosad calle cont ín ciones versal longi t v i v i e n arbola chas q b o l e s . n i e n d o das tr br es 1 bre la r i or d dines

d i o . as y e forman ua. En exist

es a 1 ud var d a s . E d a s , p ue no Se ev facha

ase r as os tes s tapi e la m delan t

L a s n ge do u la

en c as r iabl st as ero perm it a das

de tero as 1 an z a er os

v i v i e n c neral ali n bloque mayoría d alies pea odadas de es para d calles s

a veces s i ten una este efec principal j a r d í n , o s para qu a vegetac na, o los

a s neada de fa e est tonal a n c h

a r ac u e 1 e n on ta hi ler to co es co deja

e apa ion d pequ

t r uy e trans m e n t e pa r t i mente se ca la in mi 1 i a zado tiras bien , con 1 f ami 1 en el dad q

n los n alg ición

y de r de r aci

ráete teg ra r y p inter form simp

os bl i a res t e r r

ue el

p r ím unas en t r i as

1.955 0 n a 1 i rizan c i ó n 1 u r if n o . L ando les o oques y en

en o c l o s .

Poblado de finales años 50. Tipología mixta.

Es se con d a s , s local i to úl t la com de un seguir s idenc la con c a, de creand a c c e s i dos de c i 6 n d

tas p f i g u r egreg zaci ó imo c unida equip una

i a l . cepci

la j o mac bilid saco

e la

romo an c adas n y on 1 d de am i e c ie r Los ón d erar roma ad a o p

tipo

e r os p r orno e las que s de c

s t a. fund

de la ami 1 i as un b loqu pare de d much

on la

cione orno a de 1

por s a i n t bar r

n t o e ta au traza omina quiza n zan a las

ea ton logia

anos " ciones desc r

e p r om a ráete Estas amenta t ipol

ar en i fami 1 es vi r a d o s , oble c os cas misma

5 0 " que

i tas ovie r ya pr om lmen ogía un m i are tual se c ru jí os s ale

van s a l a -chada --as pr orno es trans u ra y --ceso a -estar -

n e s t r e -a de á r-ntr apo--n tacha­ndo 1 i--rezca so el i n t e-e ñ o s jar

se c o n s -son de anterior

ron a --tot a l ­

oe i o n e s te por -u n i f a - -

ismo tra s van en es que -o m b i n a n a plu r i e ubican ator ie-

s de los grupacio a ciudad u compos ención d io, di sp lemental tosufici dos resp nte en a ción del s, resol vivienda ales. La mixta (

ano nes por

icio e f o onie par

enci onde quel via

vien s, c i n t

bloq

s 5 0 , aisla su -

n. E¿ men tar ndo -a c 0£ a r e-n a -la épo rio, do la on fon roduc-ues --

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u s u a l m e n t e de h alturas y " t i r a s " de u n i f a m i l i a r e s a d o s a d a s ) supone un cam bio s u s t a n c i a l r e s p e c t o a las p r o m o - -ciones de las a n t e r i o r e s d é c a d a s . Ello c o m p o r t a una r e d e f i n i c i ó n de los espa cios l i b r e s y la escena u r b a n a , y so­bre todo una r e p e r c u s i ó n e c o n ó m i c a de todos los s e r v i c i o s e i nf r aest r uc t u ­ras, al a l c a n z a r con este tipo de tr£ mas las 100 v i v i e n d a s x h e c t á r e a .

Q u i z á s sea, en e s t e t i p o de -p r o m o c i o n e s de los años c i n c u e n t a don de se combinan de una forma todavía -e q u i l i b r a d a , las d i s t i n t a s p r e o c u p a ­ciones u r b a n í s t i c a s de a f r o n t a r los -g r a n d e s c r e c i m i e n t o s urbanos que se -d e s a r r o l l a n en toda Europa a partir -de 1 . 9 5 0 . A l e j a d a s de las concepciones de la ciudad j a r d í n , estas promociones tienen un c a r á c t e r p l e n a m e n t e u r b a n o , en pleno auge r a c i o n a l i s t a , c o n f o r m a n do una etapa s i g n i f i c a t i v a en la e v o ­lución de n u e s t r o habitat y donde la t i p o l o g í a u n i f a m i l i a r cumple un papel nuevo en r e l a c i ó n con su u t i l i z a c i ó n a n t e r i o r . La a g r u p a c i ó n siempre ba­jo la forma de una e d i f i c a c i ó n lineal s u p e r a n d o su c o n c e p c i ó n más i n d i v i d u a l i z a d a , la r e d u c c i ó n -a veces al míiú mo= de jardines o patios y su legali­zación en el trazado, fomentando el -c o n t r a s t e con la e d i f i c a c i ó n en a l t u ­ra, son a s p e c t o s s i g n i f i c a t i v o s del -cambio que se ha p r o d u c i d o . El afán -de r e n t a b i l i z a r al m á x i m o las n u e v a s o p e r a c i o n e s i n m o b i l i a r i a s , que a par­tir de los años 6 0 , va a p r o t a g o n i z a r m a y o r i t a r i a m e n t e la i n i c i a t i v a p r i v a ­da, hará d e s a p a r e c e r el c a r á c t e r m i x ­to de estas p r o m o c i o n e s , p r e s c i n d i e n ­do de la t i p o l o g í a u n i f a m i l i a r . Duran te veinte a ñ o s , hasta 1.980, en los -cuales se ha d u p l i c a d o el p a t r i m o n i o r e s i d e n c i a l , esta t i p o l o g í a de larga tradición ha sido la gran a u s e n t e .

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