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Aplicaciones y conceptos sobre la Geografía del Crimen: El caso de Alcalá de Henares Alumno: Alfredo Llorente del Río Tutor: D. Felipe Hernando Sanz Trabajo de investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados. Programa de Doctorado Geografía y Desarrollo: territorio, sociedad y turismo Departamento de Geografía Humana Universidad Complutense de Madrid Curso 2010-2011

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Aplicaciones y conceptos sobre la

Geografía del Crimen:

El caso de Alcalá de Henares

Alumno: Alfredo Llorente del Río

Tutor: D. Felipe Hernando Sanz

Trabajo de investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados.

Programa de Doctorado Geografía y Desarrollo: territorio, sociedad y turismo

Departamento de Geografía Humana

Universidad Complutense de Madrid

Curso 2010-2011

1

Índice

Introducción…………………………………………………………………………..4

Metodología y objetivos………………………………………………………………7

Efectos territoriales y geográficos del crimen………………………………………….10

Geografía del Crimen. Una realidad. Múltiples miradas………………….…...10

Evolución multidisciplinar…………………………………………………….……..16

Distribución espacial de los actos delictivos……………………………………….20

El uso de variables estadísticas en el estudio de la criminalidad………….……30

Correcciones urbanísticas a través de la CPTED…………………………….…...33

Entornos territoriales y climáticos delictivos a estudio……………………...……39

Problemáticas sociales, fenómenos de exclusión social y fragmentación urbana.

Causa-efecto de elementos delictivos……………………………………………..….41

Exclusión social. El reverso de la sociedad urbana…………………….…………42

El fenómeno de la exclusión social en España……………………………..………50

Casos de Estudio……………………………………………………………….………55

Centro Penitenciario Madrid IV (Navalcarnero)……………………….55

Redes asociativas en el municipio de Getafe…………………..…….56

2

Urbanismo, exclusión social y delincuencia…………………………………………61

El caso de Alcalá de Henares……………………………………………..………...71

Cartografía descriptiva de la delincuencia en el municipio de Alcalá de

Henares………………………………………………………………………….……..77

Características geográficas de Alcalá de Henares……………………..………...77

Análisis delictivo del municipio de Alcalá de Henares……………………..……..81

Delitos totales………………………………………………………..………..82

Número de la semana…………………………………………………………92

Día de la semana………………………………………………..……………101

Hora del día………………………………………………………...…………111

Tipología delictiva……………………………………………………………119

Conclusiones……………………………………………………………….…………131

Bibliografía………………………………………………………………...…………134

3

Ante todo agradecer este trabajo a mi tutor, Felipe Hernando sin el cual no

hubiese tenido oportunidad de haber conocido en profundidad una línea de

investigación totalmente nueva en España así como por su apoyo y sus consejos.

También darle las gracias a Juan Antonio Olmos, sin el cual no hubiese tenido la

oportunidad de entrar en contacto con la Policía de Alcalá de Henares, cuerpo al cual

también he de agradecer su colaboración.

A su vez, a la psicóloga Alejandra García y a su equipo de trabajo, el Centro de

Recursos de Rehabilitación de Getafe así como a la Universidad de Malta, primera

institución que me dio a conocer la relación entre criminalidad y geografía.

Por supuesto y por último, una mención especial a mi familia, empezando por mi

super madre Teresa, sin la cual no hubiese podido hacer absolutamente nada de

Geografía, mis dos hermanos Pedro y Belén así como a mi abuela y a Javier. También a

mis amigos y a mi novia Clara, los cuales me han aguantado en innumerables ocasiones,

así como a mis compañeros de doctorado, los cuales me han aportado numerosos

consejos y buenos momentos (especialmente a Carina y Ernesto), así como mis

compañeros de trabajo.

4

Introducción

¿Quién no se ha sentido alguna vez víctima de un acto delictivo? ¿Quién no ha

tenido la sensación primaria de temor ante un espacio propenso a situaciones

criminales?

Son muchos los estudios que se han centrado en el análisis de la delincuencia

desde múltiples puntos de vista, analizando las formas urbanas predominantes en un

espacio concreto, relacionando variables socio-económicas con la distribución de los

actos delictivos, observando la distribución espacial del fenómeno delictivo.

Se podría enfocar, por consiguiente, desde un amplio abanico de disciplinas.

Tanto es así que en los numerosos estudios realizados podemos encontrar trabajos

desarrollados desde la sociología, el derecho penal, desde la perspectiva policial,

legislativa,...

No trataremos de realizar un análisis pormenorizado de cada una de estas

corrientes, sino más bien el hecho de citarlas supondrá un ejercicio de razonamiento

interno para comprender la compleja realidad teórica y práctica de la actividad criminal

o delictiva.

Las aportaciones introductorias al mundo de la geografía criminal así como a las

causas sociales de esta en el ámbito tanto municipal como urbano, nos permitirán tener

una primera aproximación de todo este fenómeno.

Posterior a dicho análisis para conocer la visión geográfica que se le da al

tratamiento del crimen, se procederá al estudio del impacto que determinadas políticas

delictivas se tienen sobre el territorio y su población.

Es precisamente las relaciones entre estos mundos (el territorio y la localización

criminológica así como su tipología) la que nos permitirá realizar una aproximación al

mundo de la exclusión social y de la estigmatización de determinadas áreas/colectivos

por diferentes entes que no hacen más que incrementar dicho circulo vicioso.

5

No se podría entender el ámbito de la delincuencia sin tener en cuenta diferentes

variables como las políticas urbanas de redistribución de actividades económicas,

equipamientos sociales o infraestructuras básicas; tampoco nos podríamos desentender

de las diferentes políticas policiales sobre cómo y dónde actuar; la exclusión social es

otra de las partes para poder entender el aislamiento de determinados colectivos que se

ven abocados a dicho mundo; las políticas estatales en cuanto al código penal legislando

determinadas leyes en relación a otras; el papel de los medios de comunicación a la hora

de estigmatizar unos territorios por conductas sensacionalistas.

Este conjunto de condicionantes son factores fundamentales a la hora de analizar

y calibrar el estado delictivo de un determinado territorio, y el porqué determinadas

políticas en relación a la criminalidad tienen una evolución positiva mientras que la

configuración de otros ejes de actuación en otros territorios no tienen los resultados

esperados.

“Son numerosas las disciplinas que ofrecen alternativas al control de la

delincuencia, pero sus resultados son poco alentadores. Ya sea por los intereses

individuales de cada una de ellas, o por la extrema complejidad que entraña el

fenómeno colectivo” (Hernando, 1998).

La delincuencia, así como las actuaciones político-policiales que se toman en

este campo, ha de contar con factores tan importantes como el medio territorial en el

que desarrolla su actividad así como su localización geográfica, y es precisamente el

estudio de la localización espacial del crimen y sus relaciones con el entorno directo las

que nos acercarán a una mejor comprensión de lo que es la Geografía del Crimen.

“En los últimos treinta años hemos asistido dentro del contexto del crimen y la

delincuencia al progresivo reconocimiento que debe tener la investigación geográfica,

la planificación de su gestión política, y al desarrollo de agencias e control bajo

parámetros territoriales.

6

(…) el espacio juega un papel relevante y fundamental. Para su comprensión

sería necesaria una más amplia contextualización Epistemológica (…) y sin lugar a

dudas nos daría las claves de lo que podemos considerar una, auténtica y útil, geografía

del crimen y de la violencia” (Hernando, 2006).

En un futuro análisis del municipio de Alcalá de Henares, se procederá a las

relaciones existentes entre delincuencia en todos sus aspectos como se estudiará en este

proyecto (temporal, espacial, tipológica,…) junto con otros condicionantes sociales

(condiciones infraestructurales, infraestructuras socioeconómicas, características

poblacionales) así como un breve ensayo sobre la utilización de los conceptos CPTED

en un ámbito urbano de Alcalá de Henares.

7

Metodología y objetivos

El presente trabajo se realiza desde una óptica de colaboración entre el

Departamento de Geografía Humana de la Universidad Complutense de Madrid y la

Policía Local de Alcalá de Henares.

Para poder realizar dicha investigación se tomaron varios supuestos en cuanto a

la obtención de datos se refiere, esto es, el listado de delitos cometidos en un plazo de

tiempo estipulado (septiembre 2009-febrero 2010) por parte de un cuerpo de policía.

Debido a la restricción por parte de las autoridades para obtener dichos datos

delictivos, se tardó más de un año en poder comenzar a trabajar sobre la delincuencia en

un territorio concreto. No sucede lo mismo en otros estados, donde la información

delictiva no solo está al alcance del público, sino que se puede acceder en cualquier

momento a cartografía delictiva on-line (véase maps.met.police.uk,

http://spotcrime.com/la/new+orleans, http://www.cityofboston.gov/police/stats/,

http://gis.chicagopolice.org/,...).

Finalmente se llegó a un acuerdo con la Policía Local de Alcalá de Henares para

la aportación de los delitos cometidos en dicho municipio desde el 8 de Septiembre del

2009 hasta el 14 de Febrero del 2010. También se trató de obtener los datos relativos a

la sección de la Policía Nacional de Alcalá, remitiendo un escrito a Don Antonio Puig

Renau, de la Dirección General de Gestión de Recursos del Ministerio del Interior,

órgano potestativo para obtener la información mencionada anteriormente, sin obtener

respuesta año y medio después.

Actualmente otros equipos de investigación en Geografía del Crimen están

realizando trabajos parecidos, aunque con medios menos directos (mediante encuestas

de victimización, zonificación delictiva atendiendo a los medios de comunicación,…).

Estos proyectos en marcha serían mucho más eficaces y concretos, y por ende en

beneficio de la sociedad, si se dispusiese de información pública actualizada de los

delitos cometidos por parte de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

8

El siguiente trabajo de investigación consta de un primer apartado donde se

realizará una pequeña aproximación teórica a las diferentes aportaciones, algunas de

ellas totalmente antagónicas, realizadas desde el campo de la geografía (social, urbana,

económica,...) y que han supuesto una evolución en la Geografía del Crimen y la

Delincuencia.

No se pretende en este apartado realizar una crítica o un análisis de las diferentes

corrientes a partir de una cronología determinada, sino intentar destacar aquellos

supuestos teórico-prácticos de cada una de las lecturas que aporten conceptos positivos,

y por extensión totalmente discutibles, al trabajo final.

Es por esto mismo por lo que se ha considerado utilizar los diferentes temas

tratados por diferentes autores a la hora del análisis de los distintos estudios

geográficos, ya que estos cuentan con una evolución temporal pareja a su tiempo de

estudio (formas urbanas, comportamientos sociales, gobernanzas políticas,...), desde los

primeros estudios realizados a comienzos del siglo XIX en Francia hasta los últimos

trabajos basados en la planificación de la seguridad en espacios turísticos de masas.

En un segundo apartado se tratará, en primer lugar, la inmersión del fenómeno

urbano y las consiguientes deficiencias de este en cuanto a la exclusión social y las

dinámicas negativas que estos procesos conllevan.

Posteriormente se realizará una aproximación práctica, apoyado en el estudio de

otros espacios urbanos, de los diferentes elementos susceptibles de alterar el buen

funcionamiento social de un área, entre los que se incluyen los estudios urbanísticos del

área en cuestión (densidad de vivienda, carencia de equipamientos y servicios,

infraestructuras,...), estudios sociales (movimientos migratorios, cambios de usos del

suelo,...), y aquellos procesos de segregación socio-espacial que se pudiesen estar

dando.

9

En un tercer apartado se analizarán los delitos cometidos en el municipio de

Alcalá de Henares entre septiembre del 2009 y febrero del 2010, datos aportados por la

Policía Local. Se desarrollará la cartografía correspondiente a la localización

cartográfica de cada uno de los delitos cometidos en esas fechas, así como un estudio

más detallado, dividiendo el mismo en distintos subapartados como delitos cometidos

por día de la semana, delitos cometidos según fecha,…Toda la serie cartográfica se ha

desarrollado a una escala 1:35.000, a excepción de los espacios centrales donde ha

variado dependiendo de las características delictivas a estudio en cada momento y cada

espacio.

La metodología que se empleará para llevar a cabo dichos objetivos se sustentará

principalmente en tres campos interrelacionados:

-Fuentes bibliográficas: Se realizará una lectura de aquellos trabajos que pudiesen

aportar recursos teóricos para el análisis de la ciudad a estudio, atendiendo a trabajos de

entornos urbanos y sus problemáticas sociales como los abordados por Castells,

Estébanez, Herbert, Harvey o Smith.

-Análisis de otros espacios metropolitanos: Se analizarán los estudios realizados sobre

otros ámbitos metropolitanos que pudiesen tener similitudes o semejanzas con el

espacio a estudio.

-Material cartográfico, bibliográfico y estadístico del municipio de Alcalá de Henares:

Finalmente, se intentará realizar un análisis de las problemáticas que se observen en

Alcalá trabajando sobre diversas fuentes informativas de la realidad social del territorio

escogido.

10

Efectos territoriales y geográficos del crimen

Geografía del Crimen. Una realidad. Múltiples miradas.

Existen numerosas aportaciones a lo que se denomina Geografía del Crimen,

muchos puntos de vista o múltiples campos de actuación/visión. La geografía se ha

caracterizado por aunar en sus estudios numerosas aportaciones de diversos campos

científicos para luego realizar una visión global del campo en cuestión, un diagnóstico

bien elaborado dependiente de todos aquellos análisis multidisciplinares aportados,

para, a continuación, intentar sacar objetivos así como conclusiones acerca de un

determinado problema territorial.

Es por ello que se hace especial hincapié en intentar dar cabida a cuantas más

visiones diferentes de un problema. En cuanto a la criminalidad o delincuencia de un

determinado espacio, esta ya viene predeterminada por los numerosos campos de acción

desde el cual se intenta abordar el problema: desde la variedad genética hasta las

últimas aportaciones de un urbanismo responsable y humano.

“El comportamiento criminal en el espacio es una aproximación geográfica al

estudio del crimen el cual explícitamente considera la distribución geográfica de las

oportunidades para el crimen y los aspectos sociales, económicos, físicos y psicológicos

en el comportamiento espacial criminal. Esto conlleva que un sitio en particular

congregue una mezcla de oportunidades que identifican a ese lugar en concreto”

(George Rengert, pág. 169).

Factores tan diversos como la apertura de edificios, la proximidad de vías de

transporte, públicas y privadas, o bien el propio conocimiento del terreno son cuestiones

que influyen en la comisión o no de un delito.

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“Se compara la relativa importancia de cuatro factores que influyen en la

incidencia de la victimización del robo: riesgo ambiental, ocupación, gratificaciones y

seguridad. El factor más importante (…) es el riesgo ambiental, seguido de las tasas de

ocupación y gratificaciones, por este orden (…). Los cuatro factores más importantes

dentro del riesgo ambiental son: distancia de la casa más cercana, distancia a la carretera

en la cual la casa está, mayor parte de los lados de la casa no visibles desde áreas

públicas, y el acceso a ambos lados de la casa” (Evans, 1989).

La situación, no solo geográfica, sino del estado del territorio en cuestión tienen

un gran peso a la hora de analizar si un área es más propensa que otra para un

delincuente. Parecería una contradicción, pero un mismo territorio visto desde la

perspectiva de un delincuente o de la víctima, pueden ser realidades opuestas. Si una

zona en concreto presenta elementos como poca luminosidad, aislamiento, poco

tránsito de personas,…el delincuente verá en dicho lugar un “paraíso” para sus intensos,

mientras que la sensación de miedo por parte de la víctima será mucho mayor que en

otras zonas con características diametralmente opuestas.

“Cualquier investigación sobre las características de un delito necesitan reunir

una serie de criterios. Desde el punto de vista de la víctima, los más importante son las

propiedades funcionales del lugar donde el delito ocurre (…), dichos criterios se

conocen como el comportamiento ambiental (…). También podríamos hablar de las

propiedades físicas (…) como la cantidad de espacio, la degradación del entorno,

luminosidad y otros elementos de diseño que tienen influencia (…). Hay elementos

perceptuales de lugares como el sentimiento de seguridad o del miedo, la familiaridad y

privacidad (…); la relevancia de los factores ambientales para la víctima y el

delincuente debieran ser tenidos en cuenta” (R. N. Davidson, 1981).

Cabe resaltar a su vez, a modo de observación que, como todo análisis

geográfico de un problema determinado, las soluciones a un problema, en primer lugar,

varían enormemente si se realiza a una escala determinada u a otra, ya que, si por

ejemplo usamos una escala barrial, hallaremos problemas específicos de dicho conjunto

urbano y sus relaciones con el entorno más próximo. A su vez, en dicha escala nunca se

podrán ver bien definidas las diferencias socio-económicas que han llevado a ese barrio

a esa degradación con respecto al área metropolitana.

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Gráfico1. Delitos denunciados,

grabados y no reportados por tipología

delictiva. Fuente. British Crime

Survey (1984). The Geography of

Crime, Evans and Herbert.

También cabe señalar la poca operancia de los planes diseñados para todo tipo

de ámbitos así como de entornos geográficos. Se observa con frecuencia como se

elaboran manuales que sirven de guías generales para el tratamiento de un problema.

Y, aunque suponen un gran elemento de apoyo, en numerosas ocasiones se

observa cómo no se puede homogeneizar dicha problemática a todos los entornos

territoriales, ya que cada espacio tienen unas condiciones y unas relaciones territoriales

muy específicas.

“La creencia que unos pocos programas de prevención del crimen

estandarizados serán efectivos en todas partes ha sido reemplazado por una praxis más

realista de la inherente complejidad del acto criminal y la realización de soluciones

generales a problemas locales probablemente no exista” (Brathingham, 1989).

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Como ya se ha comentado, existe una inmensa lista de variables a la hora de

tener en cuenta cuando se realiza un análisis exhaustivo de la incidencia del crimen

sobre una determinada geografía, sin entrar en otros campos del conocimiento como la

psicología criminal o la genética del mismo en profundidad (todo lo contrario,

simplemente se hacen menciones a determinados campos del estudio de la delincuencia,

para constatar de que se trata de una materia multidisciplinar).

Grafico 2.a. Áreas

propensas a delitos

por género y edad.

Fuente. British

Crime Survey

(1984). The

Geography of

Crime, Evans and

Herbert.

14

Gráfico 2.b. Relaciones delictivas. “Crime, delinquency and the urban environment”, D.

Hebert (1997)

A modo de ejemplo, se exponen cuatro posibles factores influyentes en un delito.

1. Elementos urbanísticos. Uno de los temas más tratados y que mejores resultados

ha dado han sido las modificaciones urbanísticas y arquitectónicas que

inspiraban confianza en el posible agresor. La principal herramienta de trabajo

se estructura a través del análisis CPTED (Crime Prevention Trough

Environmental Design), aunque también se pueden incorporar numerosos

elementos que hacen más fácil el acceso de un delincuente al crimen en

cuestión, muchas de ellas relacionadas con la tipología edificatoria de la casa.

“Cualquiera de los caminos de categorización de los factores de riesgo se puede

trasladar a los factores de riesgo de robo en domicilios. En particular la

importancia de características como la accesibilidad, la vigilancia, la imagen, y

la cohesión social (…)” (Evans, 1989).

15

Gráfico 3. Variables de

diseño arquitectónico.

Beneficios y perjuicios en el

análisis delictivo. Fuente.

British Crime Survey

(1984). The Geography of

Crime, Evans and Herbert.

2. Se puede observar como la variedad de elementos que pueden influir en la

delincuencia de un determinado territorio es enorme. Este es el caso de los

medios de comunicación, debido a su gran capacidad de difusión, ya sea prensa,

radio y/o televisión, pudiendo estigmatizar a un determinado barrio o ensalzando

a otro por motivos puramente sensacionalistas, con la gran repercusión

territorial que eso conlleva (aumento del precio o no de la vivienda, instalación

de determinadas infraestructuras públicas,…) y que lleva un efecto arrastre.

“Los reportajes periodísticos crean y definen un miedo público generalizado del

crimen que es sustancialmente diferente a cualquier otra realidad presente en las

estadísticas oficiales” (Bartnicki, 1989).

3. La posibilidad de que la propia genética influya en la comisión de un delito se

está estudiando actualmente, desarrollando trabajos de investigación por ejemplo

en el País Vasco, es por esto, que las diferentes variables que se toman o se

incorporan para entender el comportamiento delictivo son numerosas y amplias,

renovándose unas o cayendo por su propio peso otras, ya que no es lo mismo las

teorías preconizadas en los primeros estudios criminológicos del siglo XIX que

los comparados en pleno siglo XXI.

16

“Es una experiencia genética adquirida antes de nacer o bien es aprendida

durante la infancia. Si la causa genética fuese la única o la explicación más

predominante, podríamos esperar que la incidencia de la criminalidad se

volviese estable una generación tras otra, lo cual no ocurre debido al continuo

incremento de las estadísticas delictivas. Situaciones territoriales o actitudes

culturales pueden cambiar mucho más rápidamente” (Coleman, 1990).

4. Los factores meteorológicos pueden tener capacidad de influir, aunque todavía

se está estudiando esta causa más en profundidad. Aunque no es una variable

fundamental, la capacidad que tiene el tiempo para alterar los comportamientos

delictivos de un criminal puede variar, ya que no es lo mismo delinquir en plena

noche con temperaturas poco agradables que un día soleado del periodo estival

(la afluencia de personas será mucho menor).

“Expresado en términos simples, suponemos que la violencia es el producto de

unas variadas y complejas interacciones ambientales, incluyendo las

características innatas de los actores, su contexto social, el medio ambiente

físico, del cual la atmosfera es parte. Reconocemos que las influencias

atmosféricas suelen ser pequeñas, pero su existencia debiera ser reconocida y los

efectos contabilizados cuanto sea posible” (Herbert, 1989).

Otro campo a tratar sería la propia acción/comportamiento policial, ya que este

también es totalmente cambiante dependiendo del cuerpo de policía (Mossos, Policía

Nacional, Local, Guardia Civil, BESCAM, Ertzaintza,…), de la especialización de la

misma (no es lo mismo un agente antidisturbios que un agente del SEPRONA) así como

la administración que lo regule (municipal, autonómica, estatal o supranacional).

“Esencialmente, Wilson distingue 3 estilos policiales diferentes, que varía entre

departamentos, estaciones, temporalidad:

a) El estilo legalístico, enfatizando en la mínima discreción: los considerados

infractores de la ley son perseguidos

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b) El estilo observador, enfatizando en el mantenimiento del orden: acciones

ilegales no acaban por necesidad en arresto

c) El estilo servicial, enfatizando en el rol de la policía como ayuda: la acción

policial se encuadra en los beneficios para la comunidad” (R. I. Mawbi, pág.

267).

Evolución multidisciplinar

La relación directa entre localización espacial y acto delictivo no es sino la suma

de diferentes factores que no nos debieran llevar a la conclusión fácil de relacionar

delito con criminal desde una visión simplista.

Como se observará en los diferentes estudios realizados, los actos delictivos no

presentan una localización homogénea en el tiempo, sino que más bien estos se adaptan

a las nuevas realidades urbanas que van surgiendo, así como a la evolución de una

determinada sociedad.

Así, el razonamiento humano sobre la distinción social y la marcada propensión

de determinados grupos sociales hacia el cometido de un delito ha evolucionado

radicalmente en los últimos ciento cincuenta años.

A mediados del siglo diecinueve, la concepción de la élite británica para

demostrar la falta de civismo por parte de otras razas se justificaba mediante las

características craneales de cada etnia.

“(...) hay dos razas distintas de hombres: los vagabundos y las clases civilizadas;

cada una de estas clases presenta una forma diferente de sus cabezas que es peculiar, en

la clase vagabunda siendo remarcable por el desarrollo de los huesos de la cara, como la

mandíbula, el pómulo,..., y la civilizada por el desarrollo de los mismos de la cabeza

(...)” (Mayhew, 1864).

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Es precisamente en el siglo diecinueve cuando los primeros investigadores en el

campo de la delincuencia se empiezan a enfrentar a unas ideas preconcebidas, como se

acaba de ver en aquellos estudios británicos sobre criminalidad anteriormente citados.

A raíz de estas conclusiones, A-M. Guerry aboga por priorizar los métodos de

observación sobre aquellas cuestiones morales y políticas, por el propio progreso de la

ciencia:

“El estudio de las causas es lento, difícil, y lleno de errores (…), esto exigirá que

el trabajo que nosotros publicamos hoy debe renovarse periódicamente después de un

cierto número de años” (Guerry, 1833).

La cuestión geográfica del crimen, como ya se apreciará más adelante, no se

puede abordar como una problemática estática ya que, como los propios cambios

urbanos, las pautas de localización criminal van variando con el paso de los años, por lo

que es necesario e imprescindible realizar un estudio de la evolución temporal del

mismo.

Una de las primeras aportaciones a la distribución espacial del crimen nos la

realiza Guerry en las primeras décadas del siglo diecinueve. Nos encontramos ante uno

de los primeros estudios sobre la distribución geográfica de la delincuencia, donde

divide Francia en cuatro regiones (Norte, Sur, Este y Oeste), realizando una

desagregación de las cifras en distintas variables: número de delitos por sexo, por

tipología (delitos contra las personas o contra la propiedad), por la edad o por las

estaciones del año.

Son dichas aportaciones las que nos permiten actualmente contemplar las

diferencias variables que en sí se pueden relacionar con el estudio de la delincuencia,

concentrándonos en dos de sus apartados:

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1. Delincuencia-temporalidad: relaciona las variables tiempo-delito realizando una

división temporal por las cuatro estaciones anuales y por el número y tipología

delictiva. Entre las conclusiones más destacadas apreciamos la relación entre

verano (altas temperaturas, más horas de luz) con los delitos contra las personas

y, por el contrario, la relación es inversa con respecto a los delitos contra la

propiedad (figura 1).

2. Cartografía y distribución espacial de la criminalidad por regiones: La

representación cartográfica del estudio realizado por Guerry, dividiendo Francia

en 86 departamentos, es una de las principales aportaciones realizadas en este

trabajo, tanto por su complejidad como por la relación que intenta abordar entre

división regionalizada en cuanto a las distintas variables (delitos contra las

personas, delitos contra la propiedad, analfabetismo, tasa de natalidad,

suicidios,...) (figura 2).

20

Figura 1. Distribución mensual de los delitos contra la propiedad; “Essai sur la statistique

morale de la France”, pp. 69, Guerry

Figura 2. Distribución cartográfica por regiones, delitos contra la propiedad, “Essai sur

la statistique morale de la France”, pp. 69, Guerry

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Distribución espacial de los actos delictivos

Habría que destacar a David Hebert como uno de los geógrafos más implicados

en la rama de la delincuencia. Una de las primeras ideas que nos proporciona es la

diferenciación que hay que realizar entre la distribución espacial de las áreas donde

residen los delincuentes y aquellas donde delinquen, demostrando que los patrones de

localización a la hora de cometer delitos suelen concentrarse en la ciudad central.

Para ello se apoya en la política municipal que llevó a cabo sobre Cardiff en

1971 redistribuyendo la vivienda habitual de los delincuentes por el extrarradio de la

ciudad; la mayor parte de sus acciones delictivas seguían desarrollándose en el centro

urbano.

Otras observaciones realizadas vienen relacionadas con las políticas urbanas de

vivienda. Ejemplos como Sheffield o Glasgow demuestran que, cuando dichas políticas

están encaminadas a agrupar en un barrio a población delincuente, dicho barrio tiende a

dejar una imagen en el colectivo ciudadano de inseguridad en dicha zona, por lo que se

quedará impresa una estigmatización en las ciudades que no les empujará a mudarse a

dicha área, por lo que la mezcla social buscada para una mayor integración de aquellos

colectivos conflictivos en el entorno ciudadano no se producirá a corto plazo.

Otros estudios, como el desarrollado por P. & P. Bratingham (1980), indican que

hay una clara relación entre criminalidad y otras variables socio-económicas

(educación, tipología urbanística, niveles de pobreza, paro,…). Así se explica que en

zonas con una elevada diferencia económica, los delincuentes tendrán que ir a aquellas

áreas con mayor poder adquisitivo.

Se intenta relacionar diferentes tipos de delitos con las características

económicas y sociales de los delincuentes (aplicadas a aquellas áreas donde residen), así

como asociaciones entre tipos de delito y especialización económica de la ciudad:

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1. Asesinato y asalto: Analfabetismo, reciente inmigración, pobreza.

2. Robo y sustracciones: se dan principalmente en aquellas ciudades orientadas

al ocio, finanzas y funcionariado (trabajadores gubernamentales) las que

tienden a tener elevados índices de esta tipología delictiva.

3. Robos en asaltos y robos en vehículos: los primeros están asociados al

tamaño del ente urbano (a mayor población mayor número de robos)

mientras que los segundos dependen del grado de movilidad de la ciudad.

También destacan el grado de rapidez de conexión entre el punto donde se

comete el delito y el acceso al transporte público (cuanto mayor sea el acceso a medios

de transporte público mayor probabilidad de delito en esa zona, ya que los delincuentes

buscan un medio de huida rápido).

Por otro lado, Christopher Dunn realiza un análisis de Westchester County (New

York) en 1970 analizando dicho territorio por diversas variables (educación,

condiciones de la vivienda, problemas sociales, distribución de la población,…) y los

agrega en cuatro grupos (estructura y tamaño de los hogares, problemas sociales,

composición de sexos, estatus socioeconómico) para dividir el área de estudio en nueve

territorialidades diferentes (suburbio obrero, centro, zonas con problemática social y

bajo estatus socioeconómico, solteros,…).

Y es a través de esta delimitación espacial como analiza el comportamiento de

cuatro actividades delictivas en su localización (asaltos con violencia, robos por

descuido, robos en domicilios y robos en vehículos) y cómo cambian las actividades

delictivas de un área a otra.

Pone como ejemplo el robo de vehículos, donde un 35.2 por ciento de los robos

se producen en parkings de áreas comerciales mientras que en zonas con bajo nivel

socioeconómico y graves problemas sociales se reduce hasta un 16.5 por ciento.

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El autor explica dicha diferencia argumentando que en el distrito central es

donde residen numerosos comercios, negocios y plazas financieras, lo que provoca un

numeroso movimiento de coches en los parkings, por lo que la proporción de vehículos

disponibles para robar será mayor.

Nichols también analiza la localización urbana de los robos y afirma que estos se

cometen en lugares (calles, parkings,…) que son relativamente ubicuos, localizaciones

donde hay un continuo movimiento de personas y vehículos, mientras que en otras áreas

(gasolineras, restaurantes,…) estas responden a usos del suelo generalmente

comerciales.

En otros trabajos, Herbert y Colin Thomas (1982) afirman que se ha producido

una revisión del planeamiento urbano a escala global para centrarla en los barrios. Se

empieza a observar que la ordenación urbana concibe a la ciudad como un único ente y

se empiezan a producir graves diferencias en cuanto a la calidad y comportamientos de

los diferentes barrios.

A raíz de diversos estudios realizados en proyectos de vivienda pública en

Newark se observa que el planeamiento a una escala menor produce una mejora

sustancial de los vecinos del barrio (teniendo en cuenta las particularidades propias de

dicho barrio a la hora de insertar espacios públicos, construcción de viario,…) y como

las asociaciones de vecinos pueden aportar elementos hasta entonces desechados por los

planificadores.

Newman compara dicha escala menor a través de dos proyectos urbanísticos en

Nueva York y observa como las diferencias en cuanto al alumbrado, distancia de las

calles, altura de los edificios, etc, puede alterar el índice de delincuencia de dicha área y

como la población local puede incorporarse de manera pasiva a la propia vigilancia del

barrio.

Otras iniciativas pasan por analizar los problemas urbanos, realizando

anteriormente una breve introducción de lo que ha sido el crecimiento urbano desde

fines del siglo XIX en las sociedades occidentales.

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Se explica cómo se dio un proceso de acumulación de capitales, mercancías,

personas, etc, en el centro de las ciudades, lo que provocó unas densidades lo

suficientemente elevadas como para repercutir en un aumento de los niveles de

delincuencia e insalubridad.

Con la dispersión urbana a lo largo del territorio dichos problemas no

desaparecieron sino que simplemente se fragmentaron a lo largo de la expansión de la

ciudad. A raíz de los diferentes planeamientos urbanísticos que se dieron en el siglo

veinte, la estructura urbana de las ciudades quedó dividida en unos suburbios de clase

media y media-alta, mientras que la población con menores recursos se asentaron en el

centro de las ciudades (entre ellos los inmigrantes recientes provenientes de otras

regiones del mundo).

Dicha deslocalización poblacional y una centrificación de la sociedad con

menores recursos en las partes centrales de la ciudad da lugar a una homogeneización y

un monocultivo social. Fue esta una de las causas de los disturbios urbanos en muchas

ciudades estadounidenses en los años sesenta.

Otro de los problemas apuntados por los autores radica en la expulsión de la

industria pesada en la crisis de los setenta desde el centro de las ciudades a otras

localizaciones, por lo que no solo se dejó una gran parte de la población sin recursos

económicos, sino que la propia ciudad perdía espacio productivo, por lo que en ambos

casos se produjo un deterioro del centro urbano y una pérdida de las condiciones de vida

aumentando la conflictividad social.

Un factor que se une a la crisis urbanística del centro urbano se refiere a las

malas condiciones con las que se abordan los proyectos de reforma urbana con mala

calidad arquitectónica, formas urbanas poco atractivas y sin sectores productivos

potentes y regeneradores de actividad económica. La redistribución de forma equitativa

de los espacios públicos (áreas verdes, actividades económicas,…) por los urbanistas en

el centro de la ciudad ha permitido redistribuir y disminuir los problemas de seguridad

ciudadana, como se ha visto con algunos ejemplos aplicados a ciudades

norteamericanas en la década de los setenta.

25

La contaminación, tanto natural como humana, puede contribuir a crear un

ambiente urbano que pueda servir de impulso a una contestación social para mejorar las

condiciones de vida de su barrio (principalmente si comparamos las condiciones de un

barrio de baja calidad con otro donde la población mayoritaria sea de clase alta).

Aspectos como el ruido, la suciedad o el drenaje de cales puedes ser variables

importantes para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Una de las mayores aportaciones a la hora de estudios las condiciones sociales

territoriales (tantas dentro de una misma ciudad como si comparamos grandes entes

urbanos) fue la realización de indicadores socioeconómicos que permitían una

ponderación objetiva de la realidad urbana.

Para ello se han elaborado diferentes listados de aquellas variables que se tienen

en cuenta a la hora de incluirlos en los análisis. Son Herbert y Smith (1982) los autores

de una serie de variables alternativas sobre las que se empiezan a desarrollar los

distintos análisis.

Se ponen como ejemplo los estudios realizados a través de diversos indicadores

para conocer la localización de los problemas urbanos en Londres, en Cardiff y en

Belfast. En el caso de Londres se realiza un sombreado de calles donde se cartografían

aquellos ejes viarios más problemáticos.

En el estudio realizado sobre la ciudad de Glasgow, se diseccionan los

potenciales agravantes en tres categorías (empleo, urbanismo y educación) y se

cartografía en base a la acumulación o no de dichos indicadores en barriadas

(acumulación de las tres variables, de dos o de uno solo). Por último, se analiza en

porcentaje el número de incidencias negativas sobre el entorno urbano (utilizando

algunos parámetros como urbanismo, sanidad,…).

26

1. United Nations components of level of living

Health, including demographic conditions

Food and nutrition

Education, including literacy and skills

conditions of work

Employment situation

Aggregate consumptions and savings

Transportation

Housing, including household facilities

Clothing

Recreation and entertainment

social security

human freedom

2. Composition of Drewnowski´s level-of-living-index

nutrition clothing shelter health

education leisure security

social environment physical environment

3. OECD areas of social concern

health accessibility

individual development through learning

employment and the quality of working life

time and leisure

personal economic situation

physical environment

the social environment

personal safety and the administration of justice

social opportunity and participation

27

4. Criteria of social well-being in the United States

income, wealth and employment

the living environment

health education

social belonging social order

recreation and leisure

Figura 3. “Herbert and Smith (1979). Table 2.3. Pag. 21”. Herbert and Smith. Table 9.3.

“Urban Geography: A first approach”. Pag 410

El crimen y la delincuencia urbana también se asocian a uno de los mayores

problemas a los que se enfrenta la ciudad. Se pasa a una fase en la que se correlacionan

las variables anteriormente señaladas con otros aspectos como el “ambiente urbano”,

que deriva directamente de la planificación urbana.

Esta relación (como asociar la tasa de movilidad laboral y de vivienda de un

barrio con el grado de delincuencia) se puede llevar a cabo en varias líneas. Una de las

más destacadas resulta de la armonización de distintas variables (educación,

socioeconómicas, urbanísticas,…) en grandes grupos estandarizados, delimitar

zonalmente la ciudad en dichos grupos para zonificar las áreas con mayores problemas

urbanos en relación a la delincuencia.

Otros estudios abogan por la relación existente entre delincuencia y viviendas

alquiladas/viviendas propias (sentimiento de pertenencia, lo que ayuda a una vigilancia

natural y, en consecuencia, a la implicación vecinal).

Aunque hay que remarcar necesariamente la limitación de dichos estudios si no

se atienden dos premisas inamovibles:

1. La distinción que habría que hacer entre el espacio urbano donde se practica el

crimen y aquel espacio que sirve de residencia al criminal.

2. La necesaria diferenciación entre los distintos tipos de crimen que se practican y

atender a los diversos grados de criminología existentes.

28

Otras visiones espaciales-delictivas son las desarrolladas por Nelson, Bromley y

Thomas, donde realizan estudios del centro de algunas ciudades británicas tratando de

averiguar los condicionantes temporales y micro-espaciales en el centro de dos ciudades

inglesas, Cardiff y Worcester, la primera con una población de influencia comercial

calculada en un millón de habitantes y la segunda en aproximadamente doscientos mil.

En un primer análisis espacial de los delitos cometidos en Cardiff, se comprueba

que un cincuenta y dos por ciento de estos se cometen en los espacios públicos de las

calles mientras que un dieciocho por ciento ocurre en los áreas semi-privadas de clubes

nocturnos y centros sociales, para finalizar, un nueve por ciento se realizan dentro de las

tiendas.

Se comprueba como en ambas ciudades las calles donde están presentes locales

nocturnos y clubes es donde se dan los mayores índices de delincuencia (asociados

normalmente a peleas) siendo un segundo foco de atracción criminal los ejes

comerciales y con mayor número de establecimientos.

En el primer caso es de destacar como, en el ejemplo de Cardiff, con dos ejes

principales de actividad nocturna, en uno de ellos el aumento de la presencia policial

contribuyó a disminuir los índices de delincuencia, mientras que en el otro eje este

proceso no se ha constatado. La misma medida (aumento de la presencia policial) se

adoptó en la zona de ocio nocturno de Worcester, no siendo los resultados tan positivos

ya que apenas se pudo reducir en un cinco por ciento dichos índices.

Cuando se realiza dicho análisis desde la variable temporal, encontramos que en

ambas ciudades los días con mayores porcentajes de delitos cometidos son los viernes,

sábados y domingos (un cincuenta y seis por ciento del total de la semana),

distribuyéndose los viernes y sábados por la noche en las zonas de ocio nocturno, y los

viernes-tarde y sábados durante todo el día en los ejes comerciales.

29

Este mismo resultado se puede concluir en la división de las horas del día y su

influencia en el número de delitos. Para el caso de Cardiff, que se reproduce a menor

escala en Worcester, la mayoría de los delitos se cometen entre las 23:00 y las 02:00. La

relación tiempo-espacio vuelve a ser característica, ya que las calles con mayor

actividad comercial sufren un mayor número de delitos por las mañanas y por las tardes

(en Queen Street se producen entre las 9 de la mañana y las cinco de la tarde) mientras

que aquellos ejes de ocio nocturno despuntan por la noche (en St. Mary Street el

intervalo mayor se produce entre las once de la noche y las cinco de la mañana)

Otra aproximación realizada a algunos elementos generales de la Geografía del

Crimen nos desglosa en varios subapartados algunas ideas intrínsecas al estudio del

comportamiento delictivo humano:

1. En un primer escalón sitúa la dificultad a la hora de elegir la escala para realizar

un estudio territorial de las variables criminalísticas relacionadas con diversos

parámetros sociales, económicos,…Propone dos ejemplos: realiza un análisis a

“micro-nivel” de la ciudad de Dallas donde incluye diferentes variables para su

análisis (localización del delito, hora del día o de la noche, condiciones

climáticas de ese día,…); en un segundo estudio relaciona la tipología del

crimen con otros factores más territoriales (zonas de transición urbana, calles

masificadas, los sistemas de transporte,…).

2. Se desciende en este caso a una escala menor para explicar determinados

espacios urbanos como áreas proclives para la comisión de un delito, y lo

ejemplifica con la permanencia de determinados “Red Light Districts”, o lo que

es lo mismo, determinados espacios donde se acumulan aquellos servicios

ilegales que demanda la población (prostitución, menudeo de drogas,…), y que

se ubica en los espacios de transición periférica urbana, con el consiguiente

conocimiento y tolerancia por parte de las autoridades locales.

30

3. Se analizan las bases de los datos criminológicos sobre los que se asientan los

distintos estudios geográficos y cartográficos. Se hace una lectura positiva del

avance realizado a la hora de la recogida de datos, aunque se muestra como no

se puede asegurar al cien por cien que un estudio geográfico y criminológico

puede estar correcto si aquellas partes que deben proporcionar el material de

análisis han hecho un recuento no completo. Esta polémica no es nueva; ya en la

década de los cincuenta tanto Sutherland como Cressey realizaron algunas

críticas al Uniform Crime Report: Crime in the US, llevado a cabo anualmente

por el FBI.

Habría que puntualizar las grandes diferencias existentes entre la percepción de la

tipología y la gravedad del delito para que por parte de la justicia el sistema fuese más

equitativo.

La demonización por parte de la justicia o de los medios de comunicación hacia

determinados sectores, incurridos por estudios sesgados, y su muestra al público

generalista, puede llevar a crear estereotipos y prejuicios erróneos en la ciudadanía.

En un estudio publicado en 1971 por el Washington Post, se mostraba la

correlación entre los barrios con mayoría de población negra y aquellos espacios donde

se habían cometido delitos, siendo dicha correlación notablemente alta.

David Smith se preguntaba si, en el caso de que se realizase una cartografía con

los crímenes cometidos por el Watergate, si estos últimos no afectarían de manera

mucho más directa a la ciudadanía general estadounidense que aquellos delitos

cometidos por delincuentes de una determinada etnia en una ciudad concreta

norteamericana.

31

El uso de variables estadísticas en el estudio de la criminalidad

También las estadísticas nos pueden ayudar a la elaboración de estudios

territoriales que nos aporten un poco más de luz a las desigualdades socio-económicas

en los diferentes territorios.

Uno de los mayores problemas que encontramos con dichas estadísticas

se encuentran a la hora de comparar y analizar los diferentes territorios y sus tasas de

criminalidad. El FBI (Federal Bureau of Investigation) realiza un reporte anual de las

tasas de criminalidad en Estados Unidos con un método analítico ecuánime para todo el

territorio nacional.

Es así como los medios de comunicación proceden a comparar diferentes

territorios sin atender a las realidades sociales de cada uno de dichas áreas a estudio que

son las que explican las diversas pautas de comportamiento delictivo.

Herbert también analiza los comportamientos delictivos en bases estadísticas.

Comienza su estudio geográfico atendiendo a los problemas que pueden derivarse en el

primer escalón del análisis: la acumulación de los datos delictivos pueden no

representar el cien por cien de la actividad criminal, por lo que los análisis finales

podrían estar sesgados, y pone como ejemplo aquellas actividades de baja intensidad

como graffities, que no entran en determinadas tipologías delictivas nacionales.

Bajo estas limitaciones, considera que los estudios sobre la localización espacial

delictiva contraen mayores conclusiones que omitirlas, ya que nos muestran

determinadas pautas territoriales por donde actuar.

Para ello lo ejemplifica mediante materiales cartográficos, donde se observan los

distritos policiales del Reino Unido, representando el total de delitos cometidos por cada

cien mil habitantes o los delitos contra la propiedad por cada cien mil habitantes.

32

También nos muestra como los elementos estadísticos y su cartografía nos

ayudan a comparar actividades delictivas por unidades administrativas, para ello

representa a los diferentes estados de EEUU por sentencias judiciales o las áreas

metropolitanas norteamericanas por distintos grados de violencia y delincuencia (alta y

baja intensidad).

A continuación realiza un estudio evolutivo de la Geografía del Crimen desde el

siglo XIX, con una mención especial a la Escuela de Chicago. Pone como ejemplo el

estudio realizado por Shaw and McKay en la década de los años treinta en diversas

ciudades, posteriormente revisado en 1969, donde se aprecia como la delincuencia

decrece del centro urbano a los barrios periféricos. La tipología delictiva la relacionan a

su vez con otras variables como la movilidad o la inmigración.

Siguiendo esta línea, numerosos compañeros han realizado estudios parecidos en

otros países desarrollados, observando las mismas características, produciéndose una

disminución en el número de delitos desde el centro urbano hacia la periferia

metropolitana (dichas pautas en los países en vías de desarrollo son diversas debido a

las diferencias urbanas, económicas y sociales de sus ciudades).

También se relacionan diferentes índices socio-económicos con la localización y

tipología del crimen, llegando a conclusiones variables: Harvey (1975) une el robo de

coches con áreas donde trabajan profesionales de alto nivel; Schmid confirma la

relación entre robos en tiendas y una gran movilidad ciudadana.

El uso de las diferentes variables socio-económicas es fundamental para el

análisis urbano de la delincuencia. A continuación se presentan algunos de estos índices:

33

Figura 4. D. Herbert; “The geography of Urban Crime”

No siempre se debe asociar en un análisis los estudios sobre el crimen y el

criminal, así como observar el número de delitos totales de una categoría determinada.

No se podrá ser objetivo si analizamos en un área determinada el número total de robos

a joyerías si no contabilizamos el número total de joyerías expuestas a robo (o

simplemente el número de joyerías totales de esa zona).

Para corregir dicha desviación, Harries (1980) nos propone la siguiente

herramienta para calcular el “riesgo del crimen” (risk-related crime rate):

Rrx=(Cx/Rux)/100.000; donde Rrx es el riesgo de un crimen “x”, Cx es el total de

delitos cometidos de “x” y Rux en el número total de establecimientos en riesgo en el

área de estudio.

Categoría Indicador Subgrupo a riesgoEdad JovenSexo HombreEstatus matrimonial Soltero

Demografía Estatus racial MinoríasEstatus familiar Hogar rotoTamaño familiar Numerosa

Clase social BajaSocio- OcupaciónEconomía Empleo Desempleado

Educación Baja

Hogar Baja calidadCondiciones Densidad Alta densidadde vivienda Posesión Alquiler

Permanencia Baja

Sin ocupación

34

Correcciones urbanísticas a través de la CPTED

Junto al análisis y evaluación de datos estadísticos, Oscar Newman (1972)

desarrolló el concepto “defensible space”, relacionado con el diseño urbano de un

espacio para prevenir actos delictivos. Cierto que en este trabajo tan solo se hacen

algunas reflexiones acerca del concepto. Según Newman, se pueden reducir dichos

índices mediante conceptos como la vigilancia natural o la pertenencia a un territorio.

El análisis de un entorno urbano a través de los conceptos desarrollados de la

CPTED, adopta una serie de patrones de planificación urbana para limitar el efecto de la

delincuencia en la trama urbanística. Este aboga por varias líneas de actuación

(visibilidad, pertenencia a un barrio para promover su autocontrol,…). Se ha

demostrado que a través del diseño del espacio público incorporando estas premisas se

puede reducir la criminalidad de un área.

Aun así, se afirma que hay que llegar al análisis micro-local para obtener una

verdadera realidad de lo que ocurre sobre el territorio. Así, se aboga por priorizar “la

elaboración de guías de prevención del crimen, con ideas de diseño, usos del suelo y del

espacio y líneas” que aumente la calidad social (Newman, 1972).

Desarrolló estos conceptos en dos barrios periféricos neoyorquinos, Van Dyke y

Brownsville, donde las condiciones de habitabilidad eran muy parejas (número de

edificios, porcentaje de migración, densidad de población, superficie).

En el barrio de Van Dyke nos encontramos con un desarrollo del barrio donde la

población únicamente cubre un 16.6 por ciento del total superficial, ningún edificio

cuenta con acceso directo desde la calle y la visibilidad es pobre.

En contraposición, el área edificada de Brownsville ocupa una mayor superficie

que Van Dyke (23 por ciento del total), la visibilidad es mayor y el acceso se realiza

directamente desde la calle.

35

Las diferencias entre ambos barrios sobre tasas de delincuencia no pueden ser

mayores: los delitos bajos como grafities, implican 1189 actos en Van Dyke y 790 en

Brownsville; los robos acaparan un volumen de 92 en Van Dyke frente a los veinticuatro

de Brownsville (Herbert, 1982).

Las ideas del concepto “defensible space” desarrolladas por Newman chocaron

con las críticas de algunos autores que, como Bottoms (1974), no aprueban el método

de estudio ya que consideran los datos estadísticos poco voluminosos, por lo que el

muestreo estadístico que se realiza es sesgado.

Niegan a su vez que determinadas actuaciones urbanísticas como la alta

densidad edificatoria puedan contribuir a reducir las actuaciones delictivas (Mawby,

1977).

Otro grupo de investigadores tratan de demostrar las teorías de Newman y sus

resultados no muestran las conclusiones negativas anteriormente citadas; entre los que

se encuentran Mayhew (1979) y Wilson (1978). Se ponen como ejemplo como aquellos

quiscos con un alto de visibilidad comunitaria y un elevado uso, presentan menores

niveles de vandalismo, que aquellos quioscos con diferentes modelos urbanísticos.

A continuación se representa otro ejemplo de distintas variables metodológicas

que pueden afectar en el desarrollo de un delito en una escala individual:

36

Figura 5. D. Herbert; “The Geography of Urban Crime”

Como resultado de dicho análisis metodológico, este se intenta aplicar a la

ciudad británica de Swansea. En un primer análisis se cartografía la ciudad dividiéndola

en tres clases sociales (alta, media, baja) para posteriormente realizar otro mapa

localizando los delitos de atracos y las peleas, que se dan principalmente en el centro de

la ciudad (con abundante presencia en dicha área de locales nocturnos y pubs); las

violaciones y ataques sexuales se dan de manera notable en parques y en espacios de

ocio no vigilados.

En un segundo estudio, se divide Swansea en tres subdistritos, analizando en

cada uno de ellos su tipología urbanística y sus condiciones socio-económicas; a su vez

se cartografían algunas tipologías delictivas. Entre los condicionantes socio-económicos

habría que destacar las clases sociales alta y baja, los habitantes migrados en los últimos

doce meses, la proporción de alquileres sobre propiedades privadas y viviendas

compartidas.

Se observa como en aquellas zonas con elevado porcentaje de población social

baja, poca movilidad residencial, poca actividad comercial, el porcentaje de delitos

cometidos sobre las tres áreas es de un 3.6 por ciento del total.

37

Por el contrario, el área 2, donde predomina una mayor mezcla de clases

sociales, alta densidad de establecimientos y mezcla de usos así como una alta

movilidad de la población, contiene un 68.8 por ciento del número total de delitos,

habría que añadir que es precisamente este entorno (anonimidad, baja observancia y

poco arraigo local al territorio) el que favorece la comisión de un delito.

Alice Coleman, en otro análisis, sigue parte de los planteamientos desarrollados

por Newman a través de su estudio sobre las áreas interiores de Londres así como del

tipo de tenencia inmobiliaria. Combinando diferentes factores, Coleman crea el Índice

de Desventajas, en la cual se muestran aspectos negativos que la ciudad sufre en diseño

y calidad del ambiente. Básicamente la autora muestra como los índices de criminalidad

serán más elevados en lugares que sufren más desventajas; si se ponen medidas para

desarrollar dichas áreas y reducir dichos índices de desventaja, los índices delictivos se

reducirán y mejorará la calidad de vida (Herbert, 1989).

Figura 6. D. Herbert, “The Geography of Urban Crime”

1. Locacional: 4. Seguridad de la vivienda:-dentro de unas 25 yardas desde la esquina -Ventanas abiertas-dentro de unas 50 yardas desde la esquina -Ausencia cierre de seguridad-dentro de 50 yardas de espacio libre -Marcos deteriorados

-Seguridad general baja

-cercano a la luz de la calle 5. Estatus social:-adjunto a una parcela libre-adjunto a espacio abierto -Nadie vigilando

-Propiedad subdividida-adjunto a espacio abierto-no tener ventanas enfrente-no tener puertas enfrente

3. Vigilancia (interna):-carente de puerta trasera-carente de puerta lateral-carente de ventana trasera-carente de ventana lateral

-Alta/media densidad vegetal

2. Vigilancia (externa):

-Signos de no ocupación

-adjunto densa vegetación

-circulación sobre 100 vehículos/hora-circulación sobre 50 peatones /hora

-Jardín frontal

-Observación general

38

En un segundo estudio se analizan el porcentaje de delitos con diferentes

entornos urbanísticos, entre otros:

Otro caso de estudio es la ciudad de Oklahoma (EEUU), donde se analizan

diferentes series cartográficas para determinar la localización y características de la

delincuencia en dicha ciudad. Una de esas series nos muestra los robos cometidos

mediante una malla de puntos que se distribuye por el territorio dependiendo del

número de delitos en cada localización.

La mayor concentración se da en el centro urbano, relacionado con las

terminales de transporte, bares y zonas de alta confluencia, así como aquellos barrios

con una alta densidad de tránsito.

Como se ha comprobado anteriormente, existen diferentes corrientes y

postulados acerca de la pertenencia a un territorio y sus consecuencias. Habría que

afirmar que dicho impacto de pertenencia a un territorio y la creación de barreras para

dicho sentimiento, y el poder implicar a la población en su propia seguridad puede

acarrear conflictos entre municipios y barrios por las diferencias económicas que se

pueden dar entre estos.

En la zonificación que se realizó en los años setenta en Estados Unidos sobre la

base de crear áreas con segmentos poblacionales equitativos (nivel económico,

educación,…) se comprobó como con el paso del tiempo la conflictividad entre distritos

iba en aumento. Esto nos lleva a afirmar que la creación de barreras identificativas

territorialmente es positiva mientras no supongan una limitación física sino idealizada

(Herbert and Johnston, 1982).

Otros trabajos sobre planeamiento urbanístico es el aplicado por P.M. Cozens,

donde aboga por un desarrollo sostenible a través de la CPTED (Crime Prevention

Through Environmental Design) con una reducción de los índices de criminalidad en un

entorno urbano. Para ello aboga por un crecimiento sostenido dentro de la ciudad para

con ello equilibrar las diferencias territoriales y así no crear elementos potenciales para

cometer un delito.

39

Para ello se necesita un conocimiento exhaustivo del entorno urbano ya que

“muchos planeamientos son incorporados con bajos conocimientos de las pautas

criminológicas, de los atractivos para el crimen, de los generadores del crimen, de la

importancia de los caminos, bordes y nodos de las soluciones especificas de un lugar

(Bratingham and Bratingham, 1998).

Se realiza un desglose de varias líneas desarrolladas mediante la CPTED para

superponerlas a la nueva realidad del cambio de siglo, aunque las iniciativas no dejan de

ser actualizaciones de las ya desarrolladas. En el principio de “sentimiento de

territorialidad”, por ejemplo, se aboga por la actuación sobre la mejora del pavimento,

embellecer parques y jardines, por el impulso del arte,…

En cuanto a la vigilancia natural por parte de la población, ofrece ideas como la

incorporación de recepcionistas o vigilantes en hoteles y parkings cercanos así como la

instalación en determinados lugares de asociaciones comunitarias (juveniles,

vecinales,…) las cuales influyen para que se presencia una mayor movilidad

poblacional.

No se puede acometer la reforma urbanística de un espacio público que presenta

indicios de inseguridad para así reducir estos, si una vez acabada la reforma no se

realizan actuaciones de mantenimiento, ya que podemos equiparar la potencialidad que

tiene un espacio no reformado con un área en desuso para atraer inseguridad.

Se aboga por una interrelación entre las líneas de ejecución urbanística de la

CPTED junto otras políticas de carácter socio-económico para así reducir los niveles de

delincuencia ya que ambas actuaciones no son solo complementarias sino que deben ir

de la mano para que dichas actuaciones tengan un efecto real para los ciudadanos.

40

Entornos territoriales y climáticos delictivos a estudio

Otra visión sobre cómo conjugar políticas urbanas con medidas sobre

delincuencia se nos da en el estudio sobre la seguridad de los turistas en grandes eventos

(Juegos Olímpicos, Mundiales de fútbol, Copa América,…) o en espacios turísticos

(Barker and Page, 2002), y para ello se analizan las políticas adaptadas en Auckland

(Nueva Zelanda) en el año 2000 por la organización de la Copa América de vela, en el

que se destacan los siguientes puntos:

1. La percepción de victimización es mayor entre los turistas que entre los

habitantes de Auckland, debido a la sensación de no pertenencia a un territorio,

aunque es precisamente esta afirmación la que nos permite concluir que, si bien

la sensación psicológica de víctima es mayor, la vigilancia por parte del turista

hacia lo que le rodea también es mayor.

2. Aplicando las líneas de actuación de la CPTED en aquellos espacios turísticos

donde se acogen a miles de visitantes (es este caso en las inmediaciones del

puerto) se puede prevenir determinadas conductas delictivas.

3. Si a esto le unimos políticas públicas como la instalación de cámaras de

vigilancia en los espacios problemáticos o una mayor presencia policial se

podrán evitar determinadas situaciones no deseables.

Se demostró que a través de dichas iniciativas las tasas de delincuencia en el

periodo de la Copa América fueron más reducidas que en otras circunstancias y que la

sensación de victimización por parte de los turistas (las cuales se realizaron a través de

encuestas especificas) fue relativamente baja.

41

Independientemente, no hay discusión acerca de que la media poblacional está

psicológicamente estresada bajo ciertas combinaciones (normalmente en situaciones

extremas) de calor, humedad y movimiento del aire. “El tiempo es un factor estacional

el cual ha recibido muy poca atención” (Harries and Stadler, 1989).

42

Problemáticas sociales, fenómenos de exclusión social y fragmentación urbana.

Causa-efecto de elementos delictivos

Las urbes españolas han sufrido numerosos cambios sociales, urbanos y

económicos en los últimos cuarenta años, coincidiendo con la migración masiva campo-

ciudad que tuvo lugar en España. Estas han vuelto a dar un vuelco a sus estructuras ya

arraigadas desde hace aproximadamente una década, cuando la irrupción de una

migración notablemente numerosa, en este caso migración no nacional, ha supuesto un

reto a la hora de abordar políticas de integración y convivencia.

Asistimos, no solo a dos formas de entender el concepto de vivencia entre el

campo y la ciudad como se ha producido hasta ahora, sino a una innumerable mezcla de

valores sociales y de procedencias culturales que hacen muy difícil conjugar la

convivencia de los valores autóctonos con aquellos procedentes de mundos culturales

totalmente antagónicos.

Dicha diferenciación cultural puede traer consigo determinados

comportamientos de exclusión social tanto por parte de la población autóctona, como

mero rechazo ante lo ajeno, como por parte de aquellas poblaciones migrantes, que se

recluyen en torno a gente con las mismas afinidades.

Es precisamente en dichas exclusiones sociales donde se pueden generar

procesos que lleven a dichas barriadas a condiciones económicas y sociales excluyentes,

como la aparición de “guetos”, y que pueden conllevar comportamientos incívicos,

vandálicos e incluso delictivos.

Las grandes áreas metropolitanas, en este caso la conurbación de Madrid, suelen

generar procesos de asentamientos migratorios por nacionalidades en las localizaciones

de su entorno urbano.

43

Exclusión social. El reverso de la sociedad urbana

Cuando se intenta realizar una aproximación al mundo de la delincuencia, desde

numerosos ámbitos cívicos (culturales, medios de comunicación,…) se afirma que

aquellas personas que cometen actos delictivos, en su mayor parte, proceden de áreas

con graves dificultades económicas, educativas, sociales y urbanísticas (entendida esta

como la ausencia de infraestructuras básicas en un barrio o entorno urbano

determinado).

Estas barriadas por lo general suelen llevar aparejados procesos de exclusión

social, la cual es el factor más importante para la no integración de determinados

colectivos urbanos en las dinámicas de la ciudad, y en consecuencia, alargan dicho

proceso de aislamiento generando dinámicas negativas no solo para su entorno (sin

perspectivas de mejora económica, ni de rehabilitación urbana en el ámbito donde

habitan,…).

La exclusión social se encuentra detrás de la mayor parte de los problemas a los

que se enfrentan las áreas metropolitanas, ya que es en los límites de estas donde se

concentran las mayores bolsas de población en riesgo.

Cuando nos referimos a conceptos como pobreza, marginación, delincuencia

(dependiendo del grado de esta), precariedad, aculturación, minorías,…estamos

hablando de fenómenos que han tenido su raíz en un rechazo por parte de la mayoría de

una determinada población urbana sobre un colectivo en concreto, donde dicho

colectivo padece fenómenos excluyentes o bien directamente de rechazo.

Dicho concepto (exclusión social) se ha intentado analizar desde numerosas

disciplinas, así, dependiendo del ámbito de estudio al que nos refiramos estaremos

presenciando diferentes formas de exclusión social, aunque todas ellas tengan presente

la no inclusión de un determinado individuo a los circuitos económicos actuales así

como a la ausencia de servicios de protección social del ámbito al que está circunscrito.

44

Hablar de exclusión social es “en qué medida se tiene o no un lugar en la

sociedad, marcar la distancia entre los que participan de su dinámica y se benefician de

ella, y los que son excluidos e ignorados fruto de la misma dinámica social” (Bel;

2002).

Las definiciones son notables, aunque un gran número de ellas aboga por una

relación entre los aspectos económicos y sociales personales junto con los mismos del

ámbito donde habita dicho individuo, así “es (…) el carácter acumulativo de las

situaciones de desventaja relacionadas con la precariedad ocupacional y con otras

dimensiones de la vida económica y social (familia, ingresos, condiciones de vida, redes

sociales,…) y su concentración espacial lo que hace a ciertos grupos más vulnerables a

experimentar procesos de exclusión social” (Bayón; 2007)

Son precisamente dichos ciudadanos en riesgo los principales candidatos a

engrosar dichas dinámicas excluyentes, aunque actualmente no podemos hablar de un

grupo determinado y especifico de personas en riesgo ya que dicho riesgo es imperante

en todas las clasificaciones sociales. Como se ha visto, son las circunstancias tanto

propias como aquellas exteriores las que influyen en que un determinado individuo

acabe apartado del circuito de las dinámicas urbanas.

“El mundo de los excluidos (…) es de gran heterogeneidad (…); no es una clase

social; (…) solo tienen en común el haber quedado excluidos. Ocupan una misma

geografía: barrios, puerto, cárcel, calle; pero no hacen historia común, cada uno carga

con su historia personal (Bell; 2002).

En numerosos encuentros, escritos, investigaciones y demás foros de discusión

se ha intentado interpretar que papel ha jugado la globalización en él la ampliación o

reducción de los parámetros de la exclusión social en nuestros nuevos entornos urbanos

cada vez más globales e internacionales.

45

Es cierto que la irrupción del fenómeno de la globalización, principalmente en la

última década con la aparición principalmente de Internet y la llegada de las compañías

low-cost, ha desencadenado una competencia notable entre distintos sistemas urbanos

mundiales para la atracción de capitales extranjeros. La llegada de dichos esfuerzos

inversores pueden suponer para un determinado territorio el despegue/crecimiento

económico, o bien la ausencia de este, lo que provoca una desinversión económica y tal

vez una salida del circuito de ciudades globales, con lo que supone para la generación

de riqueza a dichos actores locales.

“En el escenario de la globalización, la conjunción de estos elementos

(reestructuración económica y la precarización del empleo, el impacto de las nuevas

tecnologías, los cambios culturales y las nuevas pautas de consumo, la movilidad de la

población,…) y los cambios en las pautas de localización y crecimiento en las ciudades,

inducen una profunda diferenciación y segregación socio-económica entre los residentes

en distintas áreas urbanas” (Veiga; 2005).

La exclusión social es la consecuencia de la ausencia de políticas de protección

social de un estado, entendiendo por dichas políticas todo un espectro que abarca desde

el subsidio al desempleo, el derecho a una vivienda, educación, sanidad,…una tasa de

paro reducida con empleo cualificado,…

Por este motivo, habría que matizar que los efectos de la globalización en todos

los ámbitos estatales (sociales, económicos, culturales, urbanos,…) no ejercen ni la

misma influencia ni la misma presión sobre las regiones industrializadas (aquellas que

ejercen la mayor parte del liderazgo en el avance de la globalización) que sobre aquellas

regiones en vías de desarrollo (incluso dentro de este grupo, habría que realizar una

subdivisión, ya que el alcance de las políticas de internacionalización económica de los

distintos países no ha sido la misma, véanse los ejemplos de la región asiático-oriental o

en Iberoamérica).

46

No tienen la misma capacidad económica para llevar a cabo políticas de

protección social un país nórdico que una nación de Centroamérica, por lo que el

posible impacto de la globalización en las estructuras económico-sociales no tendrá la

misma repercusión en el primero, con mayor capacidad de reacción, que en el segundo,

por lo que los procesos de exclusión social no podrán ser equiparables.

Son muchos los autores que han tratado de dar respuesta a determinadas

cuestiones planteadas desde ámbitos sociales muy diversos aunque con un mismo fin:

dar respuesta a si la globalización es causa/efecto de determinados desequilibrios

territoriales/sociales, o si bien son las dinámicas locales las causantes de dichos

desequilibrios y son esas mismas comunidades locales las que no han sabido aprovechar

las sinergias de la globalización.

Autores como Myles o Berger apuntan en la dirección de las políticas nacionales

como las causantes de dichos desequilibrios estructurales ya que son dichas

administraciones las competentes en materia de protección social. Garret o Pierson se

preguntan cómo puede la globalización resultar contraproducente para el equilibrio

social, y ponen como ejemplo los casos de Holanda o Singapur, estados favorecidos por

dicho proceso gracias a las políticas llevadas a cabo dentro de sus gobiernos nacionales.

“La importancia de la globalización es mucho menor que la de políticas

nacionales, (…), la historia nacional, su cultura e instituciones continúan dominando las

políticas de cada país en términos de bienestar” (Alaminos; 2006).

En cambio, otros autores defienden la implicación de la globalización en

numerosos desequilibrios tanto territoriales como económicos así como sociales.

Afirman que el proceso globalizador solo toma en consideración aquellas áreas urbanas

globales o bien en ciudades donde la competencia entre ellas es radical para la atracción

de las sinergias que este proceso conlleva (inversiones de capitales, sedes

corporativas,…), y todo ello afecta a una reducción del estado del bienestar, entendido

este desde una perspectiva occidental.

47

“La era de la globalización necesita un declive del estado de bienestar, dado que

el estado pierde soberanía sobre las políticas de bienestar ante la preponderancia de la

economía globalizada” (Alaminos; 2006); “globalización y fragmentación son dos

procesos indisociables a los que no escapa ningún lugar del planeta” (Ballesteros;

1998); “el proceso de globalización, al menos con el actual modelo económico, va

acompañado de una creciente marginalización y exclusión que afecta a un numero de

lugares y personas cada vez mayor” (Ballesteros; 1998).

Citas donde se aprecia las matizaciones que hacen dichos autores sobre los

beneficios de la globalización y l internacionalización sobre determinados espacios.

“El discurso de la globalización con su carga ideológica, con su carácter de

representación interesada de la realidad, tiende a enmascarar las fuertes desigualdades

territoriales y sociales que constituyen una de las características esenciales del mundo

moderno” (Ballesteros; 1998).

Habría que matizar que los efectos de la globalización en todos los ámbitos

estatales (sociales, económicos, culturales, urbanos,…) no ejercen ni la misma

influencia ni la misma presión sobre las regiones industrializadas (aquellas que ejercen

la mayor parte del liderazgo en el avance de la globalización) que sobre aquellas

regiones en vías de desarrollo (incluso dentro de este grupo, habría que realizar una

subdivisión, ya que el alcance de las políticas de internacionalización económica de los

distintos países no ha sido la misma, véanse los ejemplos de la región asiático-oriental o

en Iberoamérica).

Los procesos globaliza dotes en América Latina han tenido distintas

repercusiones dependiendo del ámbito geográfico referido y de las políticas puestas en

marcha por los distintos estados. Se partía de una región donde las dinámicas políticas

heredadas de las últimas décadas habían sido determinantes a la hora de excluir del

circuito económico-social a numerosas familias, principalmente en los ámbitos urbanos,

empezando por las clásicas desigualdades en las principales áreas metropolitanas, donde

la sucesión de barrios de clase alta pegados a espacios totalmente degradados de

edificaciones espontáneas debieran hacer reflexionar a la sociedad.

48

Entonces, ¿es la globalización la causante de esa impresionante fragmentación

social o de los desequilibrios territoriales que padecen numerosos países del

subcontinente americano? ¿O son las políticas y la estructuración tanto social como

económica previas las responsables? Como se ha dicho, existen ejemplos para cada una

de estas preguntas.

Ya en la década de los setenta, intelectuales brasileños entendían que la

exclusión social constituía, en realidad, un gran ejército de reserva funcional al proceso

de acumulación del capital mundial.

En Uruguay, “las tendencias de largo plazo demuestran la incidencia de factores

estructurales de gran impacto en la sociedad urbana, tales como el estancamiento

productivo y/o bajo dinamismo, la baja absorción del empleo, la crisis fiscal del Estado

Benefactor, el envejecimiento poblacional” (Veiga; 2005).

Otro ejemplo ha sido la crisis padecida en Venezuela a finales de los noventa,

que genero procesos de exclusión social principalmente en el área metropolitana de

Caracas, con esto “el avance de los procesos excluyentes aceleró la articulación a

formas económicas ilícitas y la emergencia de culturas de trasgresión, a la vez que se

activaron la desestructuración familiar y las experiencias de escape (…), dificultando a

los sectores populares mantener vínculos integradores a la sociedad” (Cariola y

Lacabana; 2004).

La generación ni-ni de jóvenes argentinos (población joven que ni trabaja ni

estudia), grupo en exclusión social que es desconocido sociológicamente, y que intenta

sumarse al proceso globalizador, “pero que fácilmente se asocia con diversos e incluso

contrastantes prejuicios sociales (…), hasta la estigmatización de este grupo con

actividades delictivas, consumo de drogas y otras prácticas socialmente sancionadas”

(Saraví; 2004).

49

Junto a las frecuentes formas de exclusión social (personas con ínfimos recursos

económicos, población sin acceso a educación o sanidad, viviendas en estado de

derribo,…) aparecen nuevos procesos de exclusión que vienen precisamente

acompañados de uno de los símbolos de la globalización económica, el consumo y los

centros comerciales, ya que se ha producido una construcción de innumerables

superficies de este tipo en los últimos quince años

Dicho modelo se ha asentado con gran fuerza principalmente en nuestro país,

importando el modelo de los malls norteamericanos, primando el vehículo privado,

como nuevos espacios de relación social, en las periferias urbanas, rodeados de

urbanizaciones unifamiliares, y con el consiguiente abandono del comercio del centro

urbano, por lo que, ante la ausencia de capacidad económica o bien de vehículo privado

(ligado al punto anterior) es imposible el acceso a estas nuevas plazas privadas, por lo

que el proceso de exclusión social sigue vigente.

“(…) siempre se ha observado la desigualdad social en las diferentes practicas y

capacidades de consumo, pero, en los últimos años se ha consolidado y acrecentado con

la aparición de nuevas formas y espacios de consumo que son accesibles a una parte de

la población segmentada social y culturalmente. Quedan así excluidos grandes grupos

de población. La función de espacio social que se produce en el interior de los centros

comerciales, en el que el espacio privado parece convertirse en público (…), lleva a las

personas a sentirse en su interior más seguros” (Miguel, Alcarraz, Merino, Saravia,

Jones, González, Martínez, Pauli, Varela; 2002).

En la misma línea se argumenta la apropiación de dichos espacios comerciales

de la nueva función de relaciones sociales. “Esta pretendida función de espacio social

del interior de los centros comerciales, en la que el espacio privado parece convertirse

en público y alternativo a los problemas de inseguridad, contaminación, etc. de las

calles comerciales tradicionales, encubre toda una serie de formas de exclusión que

continuamente recuerdan a su carácter privado” (Ballesteros; 1998).

50

Por último, se afirmaba la incapacidad de dichos grupos excluidos en acceder a

las nuevas áreas comerciales, es por esto que “estos grupos (de exclusión consumista)

viven fundamentalmente en los barrios centrales en proceso de degradación, o en

barrios periféricos alejados de los grandes centros comerciales, o en núcleos de

infravivienda” (Ballesteros; 1998).

Uno de los principales problemas generados por la exclusión social y la salida de

un individuo del circuito de la sociedad y de sus mecanismos de protección es la

pobreza, donde no solo radica una carencia monetaria, sino una ausencia total de

ingresos que dificultan notablemente el acceso a una vivienda digna, a una alimentación

asegurada y continua así como, y dependiendo de los casos, a una educación mínima,

aspecto fundamental para un progreso sostenido en la calidad de vida social.

“(La pobreza) se transforma (actualmente) en un problema persistente y de largo

plazo desconectado de las tendencias macroeconómicas y concentrado en ciertas áreas

relegadas donde el aislamiento social y la alineación se retroalimentan mutuamente”

(Bayón; 2007).

“La pobreza deja de constituir un problema residual o cíclico, remediable

mediante la expansión del mercado” (Wacquant; 1999).

Hay que tener presente que es la pobreza, si no la única sí con una marcada

importancia, la causante de determinados comportamientos que pueden derivar en

actitudes delictivas ante la perspectiva de una ausencia continuada de ingresos

económicos. La única salida observada por determinados colectivos incluidos en dichas

situaciones de vida extremas son los actos criminales ante una falta de perspectiva de

integración en el circuito social-capital.

“También supone alertar sobre los efectos en la evolución de la sociedad y los

riesgos de ruptura de la cohesión social que conlleva, así como todo un proceso de

agresividad y violencia personal y social que desencadena. Es un germen de violencia

en su triple componente: institucional, personal, represivo” (Bell; 2002).

51

El fenómeno de la exclusión social en España

Los riesgos que pueden suponer para un determinado colectivo las implicaciones

causantes de la exclusión social son a su vez comunes y heterogéneas dependiendo del

caso de estudio.

Se ha comprobado que son múltiples los colectivos expuestos a riesgo, y como

consecuencia de un notable numero de condicionantes socio-económico-culturales que

pueden acarrear una fragmentación entre dicho grupo y el resto de la ciudadanía.

Los resultados que esto conlleva permiten generar redes colectivas de

asociacionismo para la integración de dichos grupos, donde en ocasiones (no muy

extendidas en España en comparación con otros países más avanzados de nuestro

entorno) se integran entidades con representación de toda la sociedad (centros sociales

autogestionados, asociaciones vecinales, ayuntamiento,…), con todas las implicaciones

sociales y territoriales que ello conlleva.

Para entender la lógica de la exclusión social se analizan diferentes variables del

Informe FOESSA 2008, donde se desagregan numerosos puntos donde existen una serie

de variables con el colectivo afectado y otras con los contenidos de la exclusión. Se

conoce la actualización de dicho informe al actual año, no habiendo variaciones

notables perceptibles que influyan en la evolución del análisis

En un primer escalón se analizan las condiciones generales de los hogares

españoles, y se observa como en un cuarenta por ciento de los mismos padece una

exclusión de la ciudadanía, los siguientes casos que se presentan en los hogares

españoles son la vivienda (un veinte por ciento), del mercado (20 %) y de las relaciones

sociales (18 %). Entre un diez y un quince por ciento de los hogares sufren riesgos de

exclusión en el empleo, en la salud, en la política y en la conflictividad social.

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Exc. Delempleo

exc. Delconsumo

exc. Polit ica exc. De laeducacion

exc. De lavivienda

exc. De lasalud

conflictosocial

aislamientosocial

exc. Delmercado

exc. De laciudadania

exc. De lasrelacionessociales

Gráfico 4. Causas de exclusión social. Elaboración propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

Como se aprecia, son muy diversos los índices en cuanto al riesgo de sufrir un

determinado tipo de exclusión se refiere. Un análisis más detallado de los mismos

demuestra que en numerosas situaciones familiares la exclusión con respecto a la

ciudadanía es notablemente elevada (mayor del noventa por ciento en hogares

polinucleares y con presencia de menores).

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conflicto social aislamiento social exc. De la ciudadania exc. De las relaciones sociales

Grafico 5. Exclusión social por tipología familiar. Elaboración propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

Se observa como en hogares con solo una persona el riesgo de aislamiento social

es elevada (casi un treinta por ciento), mientras que el peligro de conflicto social así

como permanecer excluido de las relaciones sociales es mayor en hogares de más de

dos miembros. Los problemas más graves en hogares sin núcleo provienen del

aislamiento social, mientras que en aquellos mononucleares o polinucleares se agravan

situaciones de conflicto social.

En familias con presencia de ancianos, menores o minusválidos, los riesgos de

conflicto social (todos mayores del treinta por ciento) y de exclusión de las relaciones

sociales (mayores del 40 %) son homogéneas en las tres categorías, a excepción del

aislamiento social, donde aquellas familias con menores duplican los casos en

comparación con los otros dos campos de investigación.

54

Desagregado dicho estudio por intervalos de población en entornos urbanos, se

observa como dependiendo del riesgo de exclusión referido es mayor en unas ciudades

que en otras (probablemente relacionado con el volumen de capital monetario que

contenga cada municipio). En un primer análisis se podría afirmar que son los núcleos

del intervalo 20.000-50.000 habitantes y los núcleos mayores de cien mil habitantes los

principales receptores de familias en riesgo, en cuanto a exclusión del consumo, de la

educación y de la vivienda en el primer grupo, mientras que los núcleos mayores de

100.000 habitantes concentran los mayores porcentajes de exclusión en la salud y en el

empleo.

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exc. Del empleo

exc. Del consumo

exc. De la educacionexc. De la vivienda

exc. De la salud> 100000 hab

50-100000

20-50000

5-20000

< 5000

Grafico 6. Exclusión social por núcleos de población. Elaboración propia. Fuente: Informe

FOESSA 2008

Mientras que en el grupo de población entre los cincuenta mil y los cien mil

habitantes presentan las menores tasas de exclusión de las cinco variables (a excepción

de grupos en riesgo de exclusión educativa).

En cuanto a las disparidades regionales que se observan en relación a la

exclusión social varían notablemente ya que los procesos territoriales, económicos,

sociales y urbanos de una región varían con respecto a la comunidad limítrofe.

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noroeste noreste madrid centro este sur canarias

Exc. Del empleo

Exc. Del consumo

Exc. De la educacion

Exc. De la vivienda

Exc. De la salud

Gráfico 7. Exclusión social por división territorial del estado español. Elaboración propia.

Fuente: Informe FOESSA 2008

Madrid presenta los dos peores porcentajes respecto a exclusión en el empleo

(un 60 %) y grupos excluidos del sistema sanitario (casi un cincuenta por ciento),

mientras que después de Canarias (90 %), es la peor región en porcentaje de hogares

totales excluidos de una vivienda; también presenta un elevado número de familias

(cuarenta por ciento) con riesgo de exclusión en el consumo; por el contrario, la

exclusión en la educación es inferior al diez por ciento.

Los porcentajes relativos a las variables temáticas de relaciones sociales vuelven

a mostrar a Madrid como la segunda región donde se presentan más casos de exclusión

de la ciudadanía mientras que en los tres indicadores restantes se mantiene por debajo

de la media estatal (35 % de hogares sometidos a conflicto social; 35 % de hogares

excluidos de las relaciones sociales; y un exiguo cinco por ciento de aislamiento social).

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noroeste noreste madrid centro este sur canarias

conflicto social

aislamiento social

Exc. De la ciudadania

Exc. De las relaciones sociales

Gráfico 8. Causas de la exclusión social por división territorial del estado español Elaboración

propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

Casos de Estudio

A continuación se detallarán dos casos concretos que, si bien no se encuentran

dentro del ámbito territorial de nuestro municipio a estudio (el Corredor del Henares),

constituyen dos casos excepcionales en cuanto a un resultado positivo, así como de

aplicaciones innovadoras en cuanto a la exclusión social se refiere.

1. A. Centro Penitenciario Madrid IV (Navalcarnero)

Como ya se ha comprobado, la motivación de una persona a la hora de cometer un

delito está influenciada en buena manera por su integración en la sociedad, esto es, no

pertenecer a un grupo en exclusión social, y por otra parte la capacidad de los distintos

actores municipales (privados, públicos, vecinales,…) para crear redes de apoyo para

fomentar la integración de dichas personas en riesgo.

A continuación se pondrá al programa de reinserción social que se lleva a cabo en la

cárcel de Navalcarnero como ejemplo de actuaciones relacionando personas en

exclusión social (colectivo de presos) con programas de reinserción. E

57

En el segundo ejemplo nos centraremos en las redes desarrolladas en el municipio

de Getafe, como buenas prácticas de desarrollo de redes territoriales donde diferentes

actores (público y privado) crean asociaciones por el beneficio de la sociedad, en este

caso, con programas de reinserción social y urbana.

Aquellas prácticas de intervención para la erradicación de la exclusión social se

empiezan a implantar por todo el territorio, y principalmente en aquellos espacios más

proclives a aumentar dicha condición de segregación. Tendemos cotidianamente a una

“criminalización de la conducta socialmente desviada”, (Mariano Hernández; 2009)

En este campo se enmarcan los trabajos realizados en el “Programa de Intervención

Psicosocial con personas reclusas que padecen una enfermedad mental grave y crónica”

del Centro Penitenciario Madrid IV (Navalcarnero).

En Noviembre del 2007 se realizó un estudio sobre una población reclusa de

novecientas setenta personas, constatando que uno de cada cuatro reclusos tiene

diagnosticado un trastorno psiquiátrico, un 17.6 % cuenta con antecedentes previos a su

reclusión, un 3.2 por ciento fue internado por trastorno mental previo a su encarcelación

y que un doce por ciento de los reclusos fue derivado a consulta psiquiatrita durante su

estancia en prisión.

No solo lo demuestran datos estadísticos, numerosos países europeos han puesto en

marcha programas similares en sus entornos penitenciarios, sino que los propios

organismos internacionales llevan a cabo programas de sensibilización social, como la

Declaración de consenso sobre la promoción de la salud mental en las prisiones,

promovido por la Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud, en

marzo de 1999.

Así se comprende la importancia de programas como el desarrollado en el centro

penitenciario de Navalcarnero, gestionado por un equipo conjunto de actores externos y

los propios servicios de la cárcel, y entre cuyos objetivos se encuentran la

resocialización, la habilitación de soportes socio-ambientales o el entrenamiento de

capacidades instrumentales especificas.

58

Todas estas actividades van encaminadas a un único objetivo, permitir la

rehabilitación mental de aquellos enfermos recluidos así como su progresiva

incorporación al mundo social para evitar otros riesgos de exclusión.

Entre los resultados obtenidos hasta el momento por el programa destacan la

integración en el medio penitenciario de los pacientes tratados, su inserción en el medio

externo y una progresiva adaptación a esa vida exterior, así como una continuación en

los programas de tratamiento externo en la red de atención comunitaria en un ochenta

por ciento de los casos.

1. B. Redes asociativas en el municipio de Getafe

Una de las líneas sobre las que se actúa es el programa Centro de Rehabilitación

Laboral de Getafe, donde a través de numerosas instituciones público-privadas se ha

creado un entorno profesional y multidisciplinar de apoyo a personas en riesgo de

exclusión a través del mercado laboral.

Así, durante el año 2008 se atendieron en el CRL de Getafe a setenta y cinco

personas por diferentes motivos, muchas de las cuales acudían para mejorar sus

condiciones socio económicas.

En cuanto al perfil sociodemográfico de las personas atendidas en riesgo de

exclusión, el sesenta y nueve por ciento corresponde a varones, siendo un porcentaje

característicamente elevado en comparación con el bajo índice de mujeres; también

resulta llamativo que el 52 por ciento del total atendido tenga edades comprendidas

entre los veinticinco y los treinta y cuatro años.

59

Gráfico 9. Situación laboral y de ingresos propios de personas en riesgo de exclusión social,

CRL Getafe. Elaboración propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

El nivel de estudios general no representa datos alarmantes ya que más de la

mitad de los casos a estudio cuenta con el graduado escolar, mientras que solo un

veintiuno por ciento abandonó sus estudios en la primera etapa de la Educación

Primaria.

Esta circunstancia (bajo índice de personas sin estudios o simplemente una

educación básica) hace que los valores de aquellas personas atendidas cuenten con un

puesto de trabajo, y que solo un ocho por ciento del total cuenta con una incapacidad

laboral, lo que supone que un ochenta y tres por ciento cuente con ingresos propios (ya

que aquellos que no cuentan con trabajo han sido remunerados últimamente).

Esto supone un aviso previo, ya que lo que son demuestra es que, ante la imagen

que el conjunto de la sociedad pueda tener de las personas en riesgo de exclusión, estas

se muestran como grupos jóvenes, con estudios (de todos los perfiles) y con ingresos

propios.

60

Gráfico 10. Género y nivel de estudios de personas en riesgo de exclusión social, CRL Getafe.

Elaboración propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

Otra de estas iniciativas se está desarrollando en el municipio de Getafe a través

de la “Red Pública de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental Grave y

Duradera de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid,

siendo gestionado por INTRESS (Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales)”.

Otra de las iniciativas desarrolladas desde la Comunidad de Madrid, entablada

entorno a numerosos colectivos, es el programa “Participa y Comprende”. Compuesta

por diferentes actores, en ella participan entre otros Consejería de Familia y Asuntos

Sociales de la Comunidad de Madrid, Asociación de familiares de personas con

enfermedad mental, la Universidad Carlos III, la Delegación de Garantía de Derechos

Sociales del Ayuntamiento de Getafe o los Recursos de la Red Pública de Atención

Social a personas con enfermedad mental grave y crónica de Getafe.

Entre los objetivos propuestos destaca la lucha contra el estigma de

enfermedades mentales, la repercusión medico-social de la enfermedad mental o

“ Intentar romper con los estereotipos de peligrosidad de la enfermedad mental”.

Son precisamente este tipo de iniciativas hacia determinados colectivos en riesgo

de exclusión las que imperativamente deben poner en marcha los actores públicos,

últimos responsables de dicho riesgo de segregación.

61

La unión de diferentes entidades públicas y la interrelación que surge de ello

supone todo un ejemplo de cómo crear redes colectivas sociales para una mejora no solo

de un colectivo determinado, sino la mejora del entorno urbano y de la calidad de vida

de los vecinos.

Uno de los colectivos que sufren dicha exclusión son las personas con

enfermedad mental grave y duradera. Y como se ha analizado anteriormente en este

trabajo, cierta estigmatización lleva a crear una idea preconcebida de este colectivo

entre la ciudadanía creando un miedo social que no se relaciona con la realidad, creando

problemas en la convivencia municipal y actuando como segregador de la vida urbana.

Es precisamente este tipo de iniciativas las que pueden ayudar a sensibilizar a la

población. El programa “Participa y Comprende” lleva a cabo numerosas actividades en

el municipio de Getafe como son las docencias a los cuerpos de seguridad (Policía

Local), actuaciones teatrales de concienciación social, programas socio-educativos en

centros de relevancia como la Universidad Carlos III para la concienciación

ciudadana,…

Pero sin la inclusión en dicha mesa de diálogo de todos los integrantes de una

sociedad (comunidad, ayuntamiento, instituciones educativas, redes vecinales,…) será

imposible la consecución de los objetivos, que no son otros que educar y concienciar a

la población sobre determinados colectivos excluidos.

Gracias a la colaboración de uno de los centros de Recursos de la Red Pública de

Atención Social a personas con enfermedad mental grave y crónica de Getafe,

concretamente a la psicóloga del Centro de Recursos de Rehabilitación para personas

con enfermedad mental grave y duradera, Alejandra García, tuve la oportunidad de

conocer de primera mano las distintas actividades que se están realizando.

62

El esfuerzo desarrollado por dicha persona así como por su equipo colaborador

fue notable, no solo por el trabajo realizado, sino por la implicación y la concienciación

con la que realizan dichas actividades (principalmente para concienciar a la población

sobre los riesgos de exclusión del colectivo con el que trabajan).

En opinión de Alejandra García, sin la cual no hubiese podido tener la

oportunidad de conocer de primera mano este tipo de iniciativas, estas jornadas,

actuaciones o actividades son necesarias, así como “la implicación de los actores, es

muy positiva para la consecución de los objetivos señalados”.

63

Urbanismo, exclusión social y delincuencia

“En las últimas décadas, el territorio de las áreas metropolitanas manifiesta, en

mayor o menor medida, la transformación del soporte físico espacial producto de los

cambios socioeconómicos y las nuevas pautas de la globalización que se sustentan en

las nuevas Tecnologías y los nuevos canales de comunicación y transporte.

La ciudad se extiende por la acción de los agentes inmobiliarios en un acelerado

proceso de transformación de los usos dominantes. Especialmente amplios sectores de

la franja periurbana y los espacios intersticiales pasan de un uso rural y/o libre a otro

urbano. Paralelamente ese nuevo modelo de desarrollo incrementa la desocupación, la

informalidad, la pobreza urbana, la pérdida de la movilidad social que nos caracterizaba.

La creciente marginalidad que genera y la estratificación social se reflejan en la

fragmentación espacial y ambiental del territorio.” (Perahía, 2008).

Con esta cita se podría resumir la constante evolución que sufren las principales

áreas metropolitanas de los últimos años, principalmente desde la irrupción del proceso

de la globalización, aunque no todo, que continua con un proceso de concentración de

capitales en las grandes áreas urbanas, creando espacios de oportunidades y espacios de

marginación y exclusión social debido a la incapacidad de dicha población para acceder

al circuito metropolitano global.

No nos debería asombrar que es precisamente el fenómeno globalizador un

catalizador de nuevas formas de organización urbana así como de promoción de

determinados espacios para una repercusión internacional.

La apertura a nivel global de los intercambios económicos hace hoy más que

nunca necesario la mejora del entorno metropolitano para la atracción de financiación

foránea, y uno de los principales elementos de los que disponen las ciudades son sus

entornos urbanos y lo que pueden ofrecer espacialmente dentro de sus metrópolis.

64

“La globalización e informacionalización de los procesos de producción,

distribución y gestión han transformado las ciudades contemporáneas, creando nuevos

procesos y reestructurando las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales, y

generando cambios en la organización espacial urbana” (Miguel, Alcarraz, Merino,

Saravia, Jones, González, Martínez, Pauli, Varela; 2002).

La apertura de mercados y capitales, o la llegada masiva de población extranjera,

ha cambiado las dinámicas existentes hasta entonces en cuanto a relaciones culturales

así como en las convivencias vecinales, ya que el origen cultural de las nuevas

relaciones sociales es amplísimo, así “las nuevas dinámicas metropolitanas llevan

aparejados procesos emergentes de naturaleza demográfica, pero también otros de

carácter social, como el incremento de la exclusión dentro de los sistemas

metropolitanos, los cambios en el modelos de convivencia y la mutación de los

esquemas de pertenencia a una comunidad” (Almoguera, 2008).

Habría que matizar estos cambios ya que, si bien es cierto que se están

reestructurando los viejos patrones de relaciones sociales dentro de una barriada, no es

menos cierto que dichos procesos ya se vivieron con la llegada masiva de población

rural en las migraciones masivas ocurridas en las ciudades occidentales el pasado siglo.

Ahora bien, ¿pueden influir estos cambios culturales y económicos en las

transformaciones urbanas y, por consiguiente, en las estructuras urbano-sociales de

nuestras ciudades?, ¿son estas dinámicas consecuencia parcial del aumento constante de

las desigualdades sociales así como de la exclusión social que sufren grandes colectivos

urbanos?

“Durante las dos últimas décadas, surgen transformaciones estructurales en las

relaciones de producción, cuyas manifestaciones más claras son el aumento de la

desigualdad y la exclusión social, y la fragmentación del empleo” (Castells, 1998).

65

A la vez que estos grandes espacios urbanos se consolidan como los principales

destinos de las inversiones económicas extranjeras en detrimento de otros espacios

intermedios, también se posicionan como los principales generadores de unos procesos

de exclusión que no atañen a otros sistemas urbanos. Los continuos cambios culturales,

sociales y urbanísticos a los que están expuestas las grandes áreas, sometidas a lo

inmediato en esta etapa de globalización, hacen que “estas fuertes tensiones temporales

(entre los ritmos rápidos de las grandes ciudades y los ritmos lentos de las comunidades

locales) están también en el origen de las desigualdades más radicales que se concentran

en las megaciudades, y que reflejan el choque frontal entre esta precipitación y la

ausencia de perspectivas de una gran parte de la población” (Veltz, 1996).

Es a través de la zonificación espacial de los distintos sistemas productivos así

como del aislamiento poblacional por clases sociales uno de los principales factores a la

hora de analizar el problema de la exclusión social y de su marginación con respecto al

resto del entramado urbano.

La zonificación de un espacio urbano promueve la unión en un mismo espacio

de determinadas actividades económicas o habitacionales, por lo que se crean espacios

aislados, donde cada uno tiene su propia organización pero sin ningún tipo de relación

con el espacio que le rodea, imposibilitando una integración funcional de los distintos

componentes del entramado urbano, por lo que estos espacios de oportunidad estarán

destinados a poblaciones con capacidad de acceso.

Ya se viene vislumbrando que la nueva organización funcional del espacio

metropolitano provoca nuevas formas de marginación y desigualdad en el territorio; y lo

que tenemos es un territorio en el que el nivel de desarrollo está condicionado por el

acceso y la proximidad a zonas de oportunidad, el territorio queda privilegiado o

marginado por la construcción de infraestructuras.

66

Y si bien el concepto de zonificación funcional del espacio urbano podría

legitimarse en cuanto a la instalación de actividades económicas (por sinergias

producidas en un clúster, por ejemplo), el efecto es totalmente negativo en cuanto a los

usos de vivienda, ya que la zonificación además de separar funciones en el espacio,

segrega socialmente a la población en el territorio; esta accede a una residencia, y por

tanto a un determinado territorio, en base a su capacidad económica.

Aunque como ya se ha comentado hemos de ser muy cautos a la hora de achacar

a los procesos de la globalización de todos los males de las grandes ciudades y, como

siempre, habría que echar una mirada al pasado para comprender que la historia se

repite, aunque no aprendamos de nuestros propios errores, como es el caso de la

zonificación con perfil segregador.

“En el Primer Congreso Nacional de Arquitectura celebrado en Madrid en 1883

se planteó abiertamente el tema de la vivienda popular, mostrándose algunos partidarios

de la construcción de viviendas unifamiliares para obreros en la periferia de las

ciudades; propuesta a la que se opusieron otros argumentando que favorecería la

segregación y el antagonismo social” (Capel, 2002).

El problema radica en que fuerzas o en que intereses se promueve un espacio

urbano o se acoge a un determinado tipo de planificación urbana. En España, hemos

podido comprobar en los últimos quince años como gestores municipales o autonómicos

don competencias urbanísticas han promovido, en colaboración con promotores

inmobiliarios y demás grupos económicos, una gestión urbana con fines meramente

especulativos.

El problema de nuestra gobernanza actual es dejar en manos de “lideres”

políticos o agentes económicos sin preparación ni formación adecuada una ordenación

de nuestras ciudades que es la base misma de nuestra vivencia diaria, y que con sus

decisiones se crea un tipo de ciudad poco habitables y segregada tanto poblacional

como funcionalmente.

67

“Aumentan los espacios periféricos, los barrios con dificultades, las bolsas de

desempleo en un proceso que abarca a nuevos grupos sociales y a nuevos territorios

(…), el poder se expresa mediante el control del espacio, relegando a los grupos más

débiles (…) a los lugares menos deseables y excluyéndoles, mediante múltiples formas

de diseño del espacio o (…) de estereotipos de los lugares que se quieren privatizar”

(Ballesteros; 1998).

No son procesos que se encuentren fuera de nuestro alcance o de nuestras

decisiones, o tal vez son agentes extraterritoriales los que nos imponen unas formas de

vida, “las pautas del desarrollo urbano son sujeto de control y gestión, lo que significa

que no son resultado de fuerzas inmanejables o leyes económicas no controlables”

(Marcase y Van Kempen, 2000).

No interesa lo que opine la población que elige democráticamente a sus

responsables y con ello, a los que deben rendir cuentas, no interesa una democracia

participativa, una gestión común con los habitantes de dicho espacio. “La integración de

la ciudadanía, la existencia de espacios públicos de intercambio y la participación

efectiva en los mismos, son elementos centrales (para una buena gestión urbana)”

(Dammert; 2004).

Y es precisamente la incapacidad de los gestores urbanos y económicos (sean

políticos, agentes económicos o cualquier otro con capacidad de influir en la

transformación urbana y social de un espacio metropolitano) la que les lleva a crear

otros miedos a la ciudadanía para mantenerles “ocupados” ante los problemas que

realmente deberían ser fuente de su preocupación.

“La figura del delincuente se convierte en un chivo expiatorio que concentra

otros temores relacionados con la precarización de la vida cotidiana” (PNUD; 1998).

68

Esto se observa con bastante claridad en el Área Metropolitana de Caracas,

donde “el miedo al otro se corresponde con una realidad objetiva expresada en el

constante incremento de la seguridad ciudadana, transformando en un problema de la

ciudad que ha condicionado modos de vida urbanos basados en el aislamiento y el

encierro. Este temor se proyectó socialmente estigmatizando a los sectores populares y a

sus hábitats, que han sido percibidos por el resto de la sociedad metropolitana como

focos de trasgresión y violencia” (Cariola Y Lacabana; 2004).

Son esos sectores urbanos con capacidad para hacerse escuchar entre miles de

conciudadanos los que crean una imagen distorsionada y simplista de un espacio y/o

colectivo, y estas ideas tienen la capacidad de transformar espacios urbanos o calificar a

un barrio como atractivo o no, con las consecuencias que ello tiene para ese

determinado territorio. “Los medios de comunicación alteran la percepción ciudadana

de un barrio y, por ende, la forma de hacer ciudad” (Dammert; 2004).

Dicha estigmatización de un determinado sector poblacional o de un

determinado colectivo social nos lleva a criminalizar a un colectivo en cuestión,

simplemente para crear un miedo que no nos permita discernir sobre el porqué de esa

situación o el causante primero de una exclusión o una desigualdad. Habría que recordar

que un setenta por ciento de las personas reclusas en España (el país con mayor número

de presos totales en Europa, 65.066) están encarceladas por delitos contra la salud

pública y robo con/sin lesiones.

Este estigma provocado intencionadamente por determinados sectores nos lleva

a criminalizar a determinados colectivos por intereses particulares. Así, se tiende a

relacionar okupación violenta de un edificio con la instalación de centros sociales en

espacios inmuebles abandonados para realizar actividades culturales para los vecinos (el

ejemplo más claro corresponde al centro social Patio Maravillas en Madrid, desalojado

hace unas semanas, donde se ofrecía desde talleres de reparación de bicicletas, tan

escasos en Madrid, hasta clases gratuitas de castellano para inmigrantes), servicios que

deberían ofrecer las administraciones publicas.

69

Otro ejemplo es el consumo de drogas blandas por parte de determinados

colectivos sociales, como la reciente manifestación por la legalización del cannabis,

donde cerca de diez mil personas marcharon por el centro de Madrid y donde ningún

medio de comunicación nacional ni regional se hizo eco de la noticia y donde desde

diversos estudios se apunta hacia una posible solución. Pero como siempre es más fácil

silenciarlo que plantear un debate abierto. “Muchas personas que consumen drogas,

legales e ilegales, no viven en la exclusión social en ningún momento de su vida”

(Informe FOESSA, 2009).

Estas maneras de hacer ciudad y de “hacer ciudadanos”, de no actuar ante

problemas como la segregación espacial o la exclusión social, nos lleva a crear espacios

urbanos donde la delincuencia es el recurso último de amplios sectores poblacionales

sin recursos y recluidos a espacios de exclusión y marginalidad.

La ciudad siempre se ha caracterizado, y principalmente las grandes capitales,

como lugares de encuentro de numerosas formas de entender la vida y la convivencia,

eran espacios de relación social donde lo diferente era un factor positivo para la ciudad.

Actualmente lo diverso se considera extraño y lo extraño resulta peligroso. Aquellos

espacios no homogeneizados se convierten en espacios no atractivos.

“La imagen clásica de la ciudad como espacio de interacción y celebración de

las diferencias está siendo amenazada. Visiones alternativas la muestran como espacio

de conflicto, desorden e inseguridad; donde la diferencia se convierte en un elemento

peligroso que requiere ser excluido o segregado” (Dammert; 2004).

Estas formas de planificación urbana crean espacios con graves problemas

infraestructurales, con ausencia de equipamientos esenciales para la reducción de la

exclusión social y con el fin último de la prevención delictiva. Se ha demostrado que un

aumento de las mejoras educativas, sanitarias y urbanísticas de un determinado entorno

son las mejores armas para la reducción de la segregación y la exclusión social así como

para la creación de unas bases para la prevención de patrones delictivos entre sus

habitantes.

70

El problema radica en la falta de financiación de las entidades locales, o más

bien, en el reparto presupuestario de las partidas económicas; “así, a la despoblación de

los espacios rurales se suma, por lo general, el desbordamiento de la capacidad de

acogida de la ciudad receptora, con el colapso de servicios (salud, educación, transporte,

población,…) o el incremento de la pobreza urbana y la agudización de problemas

como asentamientos ilegales o chabolismo” (Davis Y Michelini; 2009).

Esta continua fragmentación urbana crea espacios de consumo solo aptos para

rentas altas, acceso a espacios culturales solo con unos ingresos elevados, proliferación

de entornos urbanos cerrados, vigilados y separados del entorno territorial que le rodea,

áreas de concentración de un determinado colectivo sin mezcla social. Todo ello

provoca un rechazo por parte de un determinado segmento poblacional que ve que su

único y último recurso son las actividades delictivas, por lo que se entra en un círculo

vicioso que solo a través de políticas urbanas y económicas fuertes puede paliarse.

“Esta fragmentación de la ciudad conlleva (…) un complejo sentimiento de

temor frente a los espacios no conocidos o no utilizados, (…). De esta forma, el temor al

delito y la fragmentación urbana son dos fenómenos que se refuerzan mutuamente y van

consolidando un modelo de no-ciudad donde los espacios de anonimato y temor son

mayores que aquellos de intercambio” (Dammert; 2004).

Temor, inseguridad, estigmatización, son términos que se van adueñando poco a

poco de determinados espacios de nuestras ciudades, y donde determinados espacios,

históricamente usados para el esparcimiento colectivo, son abandonados y obviados pro

estos términos que muchas de las veces son irreales.

“El temor impacta sobre la utilización de la ciudad, lo que aumenta los abismos

socioterritoriales, la segregación y la fragmentación de la ciudad” (dec. 28, pp. 6); “el

temor tiende a aumentar la vulnerabilidad personal, y actúa como un elemento que

segmenta a la población, reduciendo aun más su interés por participar en comunidad”

(Crawford, 1997); “el aumento de la criminalidad y el temor o sensación de inseguridad

frente a la posibilidad de ser víctima de un delito son elementos que ocupan la vida

urbana, atacando sus pilares económicos, sociales y políticos” (Bannister y Fyfe, 2000).

71

Como se puede observar es a través de determinadas decisiones políticas en

términos de ordenación urbanística y territorial, así como unas políticas poco

homogéneas en cuanto a la distribución de determinados equipamientos o recursos por

todo el territorio metropolitano, más que los procesos globalizadores, los principales

responsables de cómo hacer ciudad, de fragmentar social y urbanísticamente un

territorio, con el consiguiente hartazgo por parte de esa población y, en consecuencia,

del miedo del resto de la población hacia esos sectores marginados y excluidos, donde

una de sus formas de subsistencia será el delito.

“Estos procesos (de fragmentación urbana y exclusión social) están redefiniendo

la configuración de las ciudades (…), y consiguientemente las desigualdades sociales en

el territorio, en la medida en que en el contexto de la globalización los conceptos de

ciudad y región adquieren un nuevo significado. Así por ejemplo, como consecuencia

de la creciente privatización de infraestructuras y servicios públicos, emergen territorios

privatizados y usados” (Veiga, 2005).

Estos conceptos se completan con el estudio realizado a España relacionando

colectivos excluidos con las condiciones de habitabilidad que les rodea. A grandes

rasgos se observa como dependiendo del riesgo de exclusión a estudio, el porcentaje de

personas afectadas por dicho proceso aumentará en función de las características

urbanas del barrio, entre barrios degradados y de carácter marginal o bien aquellos en

buenas condiciones, diferenciándolos.

En cuanto a grupos totales, en dos de los nueve grupos apenas existen

diferencias, en otros dos subgrupos es mayor el porcentaje de personas en riesgo de

exclusión habitando en barrios en buenas condiciones, mientras que en cinco de estos la

población residente en barrios degradados sufre más los riesgos de exclusión

Así, si en los grupos de exclusión de las relaciones sociales o excluidos de la

educación en porcentaje de diferencia es nulo, en otros campos de exclusión este se

amplía ligeramente, o la diferencia es notable.

72

Las condiciones urbanísticas (viales, de equipamientos,…) de aquellos barrios

en buenas condiciones son proclives a aumentar el porcentaje de habitantes en riesgo de

exclusión en los campos de aislamiento social y de exclusión al consumo

(principalmente motivados por la nueva filosofía individualista de las viviendas

unifamiliares dependientes en todo momento del vehículo privado).

Por el contrario, los cinco campos donde vivir en barrios degradados supone un

agravio comparativo con respecto a los anteriores se materializa en aquellos de

exclusión de la ciudadanía, conflicto social, excluidos de la salud (casi dobla el

porcentaje de personas en riesgo, probablemente debido a la ausencia de

infraestructuras sanitarias públicas en dichos entornos), excluidos de la vivienda y

excluidos del empleo.

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

exc. Del empleo

exc. Del consumo

exc. De la educacion

exc. De la vivienda

exc. De la salud

conflicto social

aislamiento social

exc. De la ciudadania

exc. De las relaciones sociales

barrio degradado, marginal

barrio en buenas condiciones

Grafico 11. Tipología de la exclusión social, por características urbanas del barrio a nivel

estatal. Elaboración propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

73

El caso de Alcalá de Henares

Estos procesos de exclusión social a través del entorno socio-económico y

urbanístico son totalmente exportables a nuestro caso de estudio, Alcalá de Henares,

donde a continuación se hace un breve análisis de diferentes elementos estadísticos

donde nos vuelven a mostrar las relaciones urbano-espaciales con el entorno en el que

se desarrollan.

Así, el primer aspecto a tener en cuenta es la base económica de las familias. La

ocupación laboral de la población de un municipio o área determinada es uno de los

principales componentes de la evolución de la integración social de sus ciudadanos y,

por ende, la capacidad que tiene una sociedad determinada de crear espacios

económicos que permitan el acceso a un puesto laboral y, por consiguiente, la

probabilidad de exclusión social de sus habitantes y que ello conlleve a la búsqueda por

parte de dicha población a actividades ilícitas que pueden provocar un aumento de la

inseguridad.

Así, según la población ocupada laboral por sectores, un veintinueve por ciento

de los empleados ocuparía posiciones de alta cualificación, con un alto poder

adquisitivo (puestos directivos, así como técnicos y profesionales de alta formación,

junto a un uno por ciento de trabajadores de las fuerzas armadas).

En cuanto al resto de categorías, un once por ciento corresponde a categorías

administrativas, un catorce por ciento están ocupados en el sector de la restauración, un

veinte por ciento corresponde a profesiones cualificadas de la industria y del primer

sector económico (agricultura y pesca) un doce por ciento a operadores industriales

mientras que un doce por ciento corresponde a trabajadores no cualificados.

74

El esquema laboral de Alcalá de Henares nos presenta un mercado de trabajo

donde los puestos de cualificación en todos sus ámbitos (industriales, agrícolas o de

servicios) representan más de un cincuenta por ciento del total laboral, con lo que

estarían menos expuestos a riesgos de exclusión (aunque solo corresponda por su nivel

adquisitivo), cerca de un treinta y seis por ciento lo ocuparían profesiones menos

tecnificadas, y solo un doce por ciento a puestos de trabajo no cualificados, porcentaje

reducido y que nos da una idea del bajo impacto del mercado laboral en el fenómeno de

la exclusión en el municipio, aunque estas cifras han de ser matizadas por aquellos

vecinos que residen en Alcalá de Henares pero trabajan en otro municipio.

Ocupación laboral

02468

101214161820

Gráfico 12. Principales ocupaciones laborales en Alcalá de Henares. Elaboración propia.

Fuente: Informe FOESSA 2008

Como se ha comprobado, las relaciones entre exclusión social y el entorno

urbano se encuentran intrínsecamente asociadas, ya que es precisamente el urbanismo el

encargado de plantear soluciones ante la falta de equipamientos públicos tales como

centros educativos (exclusión educativa), centros sanitarios, entornos comerciales

barriales (exclusión del consumo),…

Junto a la capacidad del urbanismo (si existe voluntad política, referente ultimo

de las tomas de decisiones en las sociedades capitalistas) para resolver dichas carencias

infraestructurales básicas, la planificación urbanística también tiene el objetivo de crear

espacios de habitabilidad social y arquitectónicamente tanto sostenibles y seguros como

agradable para sus residentes.

75

Es por esto que las condiciones del barrio así como las características de los

edificios que lo componen son aspectos fundamentales a la hora de evaluar las

potencialidades de un sector para integrarse en las relaciones de todo su territorio, y con

ello producir una percepción positiva o negativa en la vida diaria de las poblaciones que

habitan dichos entornos.

Se sabe que el parque de la vivienda en nuestro país ha aumentado de forma

alarmante en los últimos años, introduciendo una numerosa población nueva nuestras

ciudades. Este salto en el ritmo constructor lo podemos observar en el parqué de

viviendas construidas en Alcalá de Henares en el último siglo, comprobando que se han

construido tantos edificios en los últimos veinte años que en el sumatorio de las

edificaciones construidas en todas las series anteriores.

Número total de edificios construidos

0

1000

2000

3000

4000

5000

Antes de1900

1900-1920

1921-1940

1941-1950

1951-1960

1961-1970

1971-1980

1981-1990

1991-2001

Grafico 13. Número total de edificios de la malla urbana del municipio de Alcalá de Henares,

por periodos temporales decenales. Elaboración propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

76

Pero como se ha comentado anteriormente, es igualmente cierto que, aunque un

aumento considerable de la construcción de las viviendas es altamente insostenible

(principalmente en aquellos espacios de baja densidad y con gran uso del vehículo

privado así como de consumo energético total), no quiere decir que estas deban ser

construcciones de baja calidad y en entornos pobres, lo que provocaría un aumento de

las tensiones sociales entre dichos ciudadanos con respecto a vecinos que vivan en

mejores espacios del municipio, lo que conllevaría una fragmentación urbana y un

aumento de la segregación social y un posible aumento de las personas potenciales de

cometer un delito.

En el caso de Alcalá de Henares, la principal forma edificatoria se corresponde

edificios solos con una vivienda familiar, lo que reproduce un modelo insostenible de

urbanismo de baja densidad; un cuarto de los edificios construidos se corresponde con

edificios que albergan varias viviendas familiares mientras que el otros veinticinco por

ciento del total edificado lo componen edificios donde la vivienda familiar es la

mayoritaria aunque comparte espacio con locales.

Tipología edificatoria

Edificio sólo con una viviendafamiliar

Edificio sólo con varias viviendasfamiliares

Edificios principalmente conviviendas familiares compartidocon localesOtros

Grafico 14. Tipología edificatoria de la malla urbana del municipio de Alcalá de Henares.

Elaboración propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

Pero como se ha analizado, no un determinado perfil edificatorio u ordenación

urbana conlleva un determinado nivel de su edificaron o de su entorno barrial. Por eso

se ha querido hacer una breve referencia al estado de la edificación en los municipios de

Alcalá de Henares, comprobando que un noventa y cinco por ciento de los edificios

presentan un estado de la edificación bueno, lo que representa un porcentaje

notablemente elevado.

77

Este alto índice puede deberse a dos causas que se unen un numerosos puntos

del sistema: bien el ayuntamiento cuenta con unas políticas de acceso a una vivienda

digna y dichas construcciones son de un alto grado de calidad (que por desgracia no

suele ocurrir), o bien la mayor parte de la población de Alcalá de Henares (95 %) cuenta

con un nivel de ingresos medio-alto, suficiente para acceder a viviendas de buena

calidad (que tampoco son casos generalizados). En ambos casos se podría afirmar que la

mayor parte de los habitantes del municipio cuenta con un respaldo que le permite unas

condiciones de vida digna.

Estado de la edificación

Ruinoso

Malo

Deficiente

Bueno

Grafico 15. Estado general de la edificación del municipio de Alcalá de Henares. Elaboración

propia. Fuente: Informe FOESSA 2008

78

La delincuencia ha sido un tema muy recurrente en cuanto a diversidad de

topologías y disciplinas la abarcan. No solo desde el ámbito policial, judicial,

psicológico o académico. Esto se demuestra en la proliferación y aceptación por parte

del público en general del cine quinqui desarrollado en España en los años ochenta,

siendo objeto de exposición en el 2010 en diversas salas de exposiciones (como La Casa

Encendida en Madrid o el centro CCCB de Barcelona, al que tuve oportunidad de

acudir).

También se encuentran elementos de dicho orden expresados con sentido del

humor, realizando en numerosos casos exposiciones cómicas que en realidad envuelven

una critica ácida hacia la sociedad en la que nos encontramos.

Resultan sublimes películas como “Snatch: Cerdos y diamantes” y “Lock and

stock” de Guy Ritchie, donde aúnan ambos conceptos, delincuencia y humor ácido“,

siendo su mayor exponente Trainspotting” de Danny Boyle, recordando esa frase inicial

cargada de connotaciones sociales: “Elige una vida. Elige un trabajo. Elige una

carrera...”.

Humor gráfico relativo a aspectos delictivos, con Mafalda de Quino en la primera imagen y una

representación de Kappel en la segunda.

79

La delincuencia en el municipio de Alcalá de Henares

Características geográficas de Alcalá de Henares

Como fase previa al análisis de las diferentes características delictivas del

municipio, es necesario realizar una breve descripción geográfica de Alcalá de Henares

ya que sin un conocimiento previo del territorio nos sería muy difícil poder llegar a

conclusiones relacionales.

Es por ello que, aunque como mero análisis descriptivo, se realice un estudio

aproximativo de los principales rasgos geográficos del territorio a estudio.

Se han obviado elementos esenciales, aunque poco desarrollados en este trabajo,

con vistas a completarlo en un trabajo posterior más detallado, y entre ellos, dos

aspectos del espacio social de la ciudad de Alcalá de Henares: la diferenciación

residencial y la calidad de vida.

Alcalá de Henares se encuentra situada al este de la Comunidad de Madrid, en la

Cuenca del Henares, río que cruza la ciudad y da nombre al mismo. Cuenta con una

extensión aproximada de ochenta y siete kilómetros cuadrados.

Se encuentra a aproximadamente unos treinta y un kilómetros del municipio de

Madrid, limitando al Norte con Meco y Camarma, al Sureste con Anchuelo, al sur con

Villalbilla, al suroeste con San Fernando de Henares, al oeste con Torrejón de Ardoz, al

este y noreste con Los Santos de la Humosa así como una pequeña porción de Azuqueca

de Henares.

Cuenta con dos áreas geográficas bien diferenciadas, el páramo de La Alcarria (875

metros) y la zona hundida del río Henares, donde confluyen los afluentes de los ríos

Torote y Camarmilla.

80

La altitud media se sitúa en 590 metros y cuenta con un clima mediterráneo

continentalizado, donde se dan veranos calurosos y secos junto con inviernos fríos y

húmedos, al estilo de la climatología de la Meseta, con una temperatura media de

catorce grados y una precipitación media anual de unos cuatrocientos veinte milímetros.

El municipio de Alcalá de Henares tiene 204.120 habitantes y una densidad de

población de 2.326 habitantes por kilometro cuadrado, lo que la sitúa en la tercera

ciudad con mayor número de personas en sus límites municipales de la Comunidad de

Madrid.

Aun cuando Alcalá siempre se ha considerado una ciudad media, fue a raíz de la

migración masiva campo-ciudad que vivió España en las décadas de los sesenta y

setenta, cuando se produjo un incremento poblacional exponencial en numerosas

ciudades satélite de las principales áreas metropolitanas españolas.

Este incremento poblacional siguió presentando un crecimiento sostenido y

constante durante la década de los ochenta y principios de los noventa gracias al éxodo

urbano que se produjo desde Madrid capital hacia los municipios localizados en el área

metropolitana, debido fundamentalmente a una fuerte deslocalización industrial del

municipio de Madrid así como a un aumento significativo del precio de la vivienda.

Un tercer crecimiento demográfico de Alcalá de Henares vino propiciado desde

finales de la década de los noventa (al igual que en el resto del Estado) por una llegada

masiva de población extranjera, entre las que destacan los inmigrantes provenientes del

Este europeo así como aquellos migrantes de países de la Unión Europea.

El municipio de Alcalá también cuenta, al encontrarse en una situación geográfica

privilegiada, con una nutrida presencia de infraestructuras del transporte.

Dentro del territorio municipal destaca la presencia de once líneas de autobuses

urbanos así como una flota taxis municipales propias, lo que completa el servicio

urbano de transporte público.

81

Su conexión con Madrid capital está asegurada a través de tres líneas de autobús

interurbano así como dos líneas del servicio ferroviario Cercanías (C-2 y C-7) que

cuentan con tres estaciones en el municipio (La Garena, Alcalá de Henares y Alcalá de

Henares Universidad).

Con su entorno inmediato, Alcalá es el centro de un sistema radial de autobuses

interurbano que lo conecta a través de catorce líneas con cerca de treinta núcleos de

población.

Unido a estos sistemas, Alcalá, al situarse en el eje natural Madrid-Zaragoza-

Barcelona, cuenta con servicios de autobuses regulares de larga distancia que lo

comunica con Zaragoza, Barcelona o Teruel-Valencia, gracias a su localización próxima

a la autovía A-2 y a la Autopista Radial R-2.

También destacar el fuerte proceso de desindustrialización sufrido por Alcalá desde

la década de los ochenta. Este municipio se ha caracterizado por poseer uno de los

tejidos industriales más importantes de la Comunidad, auspiciado por las políticas de

desarrollo industrial llevadas a cabo en España en los años sesenta y setenta.

Con la aprobación de los distintos Planes Generales de Ordenación Urbana se primó

la reconversión de suelo industrial a suelo terciario/residencial, expulsando del

municipio gran parte del tejido industrial.

Esto conllevó una progresiva transformación de Alcalá en ciudad dormitorio del

área metropolitana de Madrid, aumentando el número de personas que viven en Alcalá y

trabajan en otros municipios del área metropolitana.

Aunque se aprecia una gran contradicción debido al elevado número de residentes

con estudios de alta cualificación (beneficiados por la presencia de la Universidad

Laboral primero, y de la Universidad de Alcalá posteriormente) con una oferta de

empleo menos especializada.

82

Todo ello, principalmente los distintos planes urbanísticos llevados a cabo, ha dado

lugar a que la industria se encuentre en estos momentos como tercer sector económico

de la ciudad, mientras que aquel de la construcción haya visto aumentar su aportación al

número de empleos del municipio (dicha problemática genera empleos de corta

duración y baja cualificación), lo que conlleva algunas problemáticas socio-económicas

y culturales en diferentes estratos de la población, como se ha podido ver en

“Urbanismo, exclusión social y delincuencia, El caso de Alcalá de Henares”.

Dichos ordenamientos urbanísticos han llevado a configurar una ciudad que se

encuentra en la región urbana de Madrid, dentro del corredor del Henares, al este de la

misma, y donde ejerce de centralidad metropolitana oriental, al situarse junto a otros

núcleos de importancia como Guadalajara o Torrejón de Ardoz.

El núcleo urbano de Alcalá se articula en torno al casco viejo, diferenciándose entre

el casco urbano, el ensanche y la periferia moderna, observándose un desarrollo radio

céntrico, donde las sucesivas ampliaciones urbanas se iban desarrollando entorno al

núcleo original.

El centro se caracteriza por haber sufrido un intenso proceso de rehabilitación tanto

urbana como arquitectónica, dejando un entorno totalmente reformado.

El municipio a su vez se divide en cinco distritos: Centro, Reyes Católicos,

Chorillo-Garena, Ensanche-Espartales y El Val. Dicha organización se vio reducida

hasta los cinco actuales en 2007 desde los ocho iniciales.

Las principales instituciones como el Ayuntamiento se encuentran en el distrito

centro, al igual que el campus de la Universidad de Alcalá de Henares, gran eje

articulador del desarrollo urbano del municipio en buena parte del siglo veinte.

Por su parte, las principales áreas industriales se han desarrollado en torno a la

autovía A-2, concentrándose un notable porcentaje de estos en el distrito Chorillo-

Garena.

83

Análisis delictivo del municipio de Alcalá de Henares

A continuación se realizará un análisis desglosado por meses y por

subcategorías de aquellos parámetros que nos sirvan para acercarnos a la realidad

delictiva de Alcalá de Henares. Para esto se comenzará por realizar un estudio de

los delitos totales divididos por secciones censales así como por meses de

Septiembre a Febrero. Este esquema se repetirá en las distintas fases y

subdivisiones a estudio para obtener una mayor coordinación y legibilidad de los

distintos parámetros introducidos a estudio.

En una primera etapa se realizará un estudio sobre los delitos totales

cometidos por meses, dividiendo Alcalá en secciones censales. Esto nos permitirá

conocer, de una manera global, la situación locacional de los delitos de la ciudad,

para poder así observar la situación geográfica general de los delitos. Como ya se

ha mencionado anteriormente, el mes de Septiembre se contabiliza desde el ocho de

dicho mes por la ausencia de datos anteriores así como el mes de febrero finaliza el

catorce, por lo que los datos de dichos meses serán inferiores al resto de los meses

interpretados, no por ello será inferior e resultado, ya que la localización de dichos

delitos se concentrará en aquellas semanas mencionadas.

En una segunda etapa se analizarán los delitos cometidos en los mismos

períodos por el número de la semana. A partir de aquí y en adelante se usarán los

delitos cartografiados individualmente, aunque se continuará con la estructura de

división por meses. Este sistema de análisis nos permitirá, de manera generalizada,

observar en que parte temporal del mes se producen las diferentes infracciones.

Estas divisiones se realizarán entre cuatro semanas: del día uno al día siete.

Del ocho al catorce, del quince al veintiuno, del veintidós las treinta uno.

84

En tercer lugar, se subdividirán los delitos en días de la semana, así como por

meses consecutivos. Esta fragmentación es especialmente interesante para poder

realizar más adelante una relación directa entre la localización geográfica del delito

cometido así como el día de la semana. Un cuarto campo de estudio se ha basado en

la hora de la comisión del delito. Se ha generalizado a la hora de agrupar las

diferentes horas (por ejemplo, si el delito se produce a las 23.22.02, se tomará de

referencia las 23 horas), dividiendo a su vez el día en cuatro grupos: de la

medianoche a las seis de la mañana, de las siete al mediodía, de las 12 am hasta las

seis de la tarde, y desde aquí hasta medianoche).

En la última parte del análisis se procederá a comentar las distintas tipologías

delictivas, agrupadas en diferentes categorías según sus características. Se ha

intentado realizar una agrupación lo más homogénea posible, aunque siempre se

podrán producir discrepancias acerca de una mejor unión de delitos.

Delitos totales

Es precisamente a través de una visión general de las problemáticas globales

a estudio cuando se obtiene una visión completa de la temática locacional

delictiva. En este primer apartado se ha subdividido el área de Alcalá de Henares

en secciones censales, una unidad administrativa relativamente pequeña pero

que nos permite realizar una subdivisión dentro de la ciudad en áreas con una

escala adecuada tanto para la observación como para fragmentar el municipio en

unidades optimas para analizar la información.

A su vez, se ha establecido una división en cuanto a los rangos del número

total de delitos cometidos por sección censal, agrupándolos en aquellos

parámetros más representativos, tomando la variable mínima entre uno y diez

delitos por sección censal y unos valores máximos que oscilan entre los ciento

uno y los quinientos delitos por sección censal.

85

1.1. Septiembre

Lo primero que se observa en relación a los delitos totales en el mes de

Septiembre son las siete secciones censales que albergan una mayor

concentración de estas, con valores que oscilan entre los cincuenta y uno y los

cien delitos cometidos.

Este hecho se hace especialmente relevante si tenemos en cuenta que hay

secciones que multiplican por cinco el número total de delitos cometidos en

relación a otras secciones. Estas siete áreas territoriales se reparten

principalmente por los ejes Este y Oeste así como por el centro urbano, en donde

se localizan en las manzanas del suroeste urbano así como en el mismo casco

viejo.

Por el contrario, aquellas secciones donde menor número de delitos se

han producido, con una variable entre uno y cinco, se encuentran localizados en

la primera corona periférica del casco histórico, concentrando en determinadas

áreas (principalmente al este y al oeste de dicha primera corona) varias

secciones unidas.

Las categorías intermedias son aquellas que comprenden, en un primer

grupo los valores comprendidos entre once y veinticinco delitos, y en un

segundo entre los veintiséis y los cincuenta delitos totales por sección censal. La

primera de ellas se localiza principalmente en los ejes Norte y Sur, así como en

algunas secciones del centro urbano mientras que la segunda categoría se

encuentra en el Norte del municipio, con una presencia mayor en aquellas áreas

de mayor tamaño.

86

Mapa 1.1. Número total de delitos por sección censal. Septiembre 2009. Elaboración propia. Fuente: Policía Local

Alcalá de Henares

1.2. Octubre

En el caso del mes de Octubre, con la suma de delitos obtenidos en los

treinta y un días completos del mes, ya aparecen secciones con valores que

superan los cien delitos mensuales por sección. Estas se encuentran localizadas

fundamentalmente en el eje Oeste, encontrando también una sección de gran

tamaño al Este del municipio. También se encuentran en el centro otras dos

secciones donde el número de delitos es extremadamente elevado.

87

Como se ve en la imagen, ninguna de las secciones censales limítrofes

con otros municipios presenta valores reducidos del número total de delitos

cometidos en Octubre, perteneciendo la mayoría al penúltimo grupo de la tabla,

es decir, acercándose a los cien delitos mensuales.

Esta apreciación también se podría realizar en cuanto a las secciones del

centro urbano, ya que ninguna de ellas está presente en los dos primeros

subgrupos, por lo que presentan altos niveles de delitos mensuales totales.

Es precisamente en la primera corona periférica donde encontramos un

anillo de áreas que presentan los niveles menos elevados de delincuencia en

octubre, alternándose entre los dos primeros subgrupos analizados, aunque es

mayor la presencia de aquellos que se encuadran entre los once y los veinticinco

delitos por mes. La distribución aproximada que se puede observar es la mayor

presencia de las secciones que cuentan entre uno y diez delitos en los sectores

Este y Oeste, mientras que los de la segunda categoría están más ubicados tanto

al Norte como Al Sur de dicha primera corona.

88

Mapa 1.2. Número total de delitos por sección censal. Octubre 2009. Elaboración propia. Fuente: Policía

Local Alcalá de Henares

1.3. Noviembre

El mes de noviembre se caracteriza por un aumento del número de

secciones censales que se integran en las dos últimas categorías, esto es, se

percibe un aumento significativo de las áreas que integran los valores más

elevados del total de delitos cometidos en el municipio. Por el contrario, se

reduce la cantidad de secciones pertenecientes a la primera categoría, asociada a

la menor repercusión delictiva total dentro de Alcalá de Henares.

89

Lo que no varía ostensiblemente es la distribución geográfica de los

mismos y su agrupación por valores mínimos, máximos o medios. Los primeros

están principalmente agrupados en torno a la primera corona urbana, aunque hay

que destacar el aumento del número de secciones pertenecientes a la segunda

categoría.

En cuanto al aumento del número de secciones pertenecientes a la

categoría intermedia en el centro, al igual que la trasferencia que se ha realizado

en las áreas con menor número de delitos, se observa un aumento significativo

de la intensidad delictiva en noviembre en este espacio municipal.

Otro factor a tener en cuenta es el aumento de las secciones con un

mayor número de delitos (101-500), no solo en su número total, sino en las

secciones periféricas de la ciudad y en todas direcciones, aumentando en

dirección Oeste.

90

Mapa 1.3. Número total de delitos por sección censal. Noviembre 2009. Elaboración propia. Fuente: Policía

Local Alcalá de Henares

1.4. Diciembre

En el mes de diciembre se observa una gran diferencia en cuanto al

número de delitos totales entre las secciones del Norte y Sur. Mientras que en los

meses precedentes la alternancia geográfica entre los diferentes subgrupos con

mayor delincuencia, se alternaba en las áreas limítrofes de Alcalá

indistintamente, en diciembre se observa una concentración de las secciones

censales más problemáticas en el Norte del municipio; en aquellas del Sur, por el

contrario, se observa una disminución de los mismos, a niveles intermedios de la

escala (entre veintiséis y cincuenta delitos totales).

91

Dentro de estos sigue siendo significativa de aquellas secciones

localizadas al oeste del municipio que siguen presentando los niveles más

elevados de delincuencia. A estos habría que sumar algunas secciones del centro

de Alcalá, siguiendo la tónica de los meses precedentes.

Otra característica notable en este mes es la disminución de los delitos en

las secciones centrales del núcleo urbano, donde se aprecia una mayor presencia

de las secciones pertenecientes a los primeros tres niveles de la escala, los que

menor número de delitos presentan en relación al total.

En cuanto a las secciones censales pertenecientes a la primera corona,

estas continúan con los niveles más bajos de delincuencia total mensual de

Alcalá de Henares, destacando el trasvase de secciones de la segunda categoría

a la escala más baja, esto es, aumenta el número de secciones que ostentan el

menor número de delitos totales.

92

Mapa 1.4 Número total de delitos por sección censal. Diciembre 2009. Elaboración propia. Fuente: Policía

Local Alcalá de Henares

1.5. Enero

Lo más notable del mes de enero a estudio es su más que significativa

reducción del número de delitos en el total municipal, y esto se observa en el

trasvase que se realiza en el numero de secciones de escalas más elevadas a su

siguiente subgrupo inferior, por lo que se reduce el número de estas que se hayan

con valores elevados de delincuencia hacia aquellos que presenta menores

valores.

93

Se aprecia una reducción de las secciones censales agrupadas en la

categoría con valores más elevados, a excepción de aquellos que se encuentran

en el límite oeste del municipio, que siguen perpetuando un área donde estos

mantienen los valores más elevados en meses consecutivos.

También se aprecia el aumento, cómo en el mes anterior, del número de

secciones pertenecientes a la categoría intermedia del total delictivo,

principalmente provenientes del subgrupo posterior, por lo que dichas secciones

han reducido su nivel de delitos. Estos parámetros también son aplicables para

las secciones del centro, continuando un descenso del número total de delitos.

Las secciones censales que se encuentran inmediatamente después del

centro urbano siguen conservando los niveles más bajos del número total de

delitos, aumentando aquellos pertenecientes al segundo subgrupo con menor

incidencia delictiva.

Mapa 1.5 Número total de delitos por sección censal. Enero 2010. Elaboración propia. Fuente: Policía Local Alcalá

de Henares

94

1.6. Febrero

Aun contando con la mitad de la serie estadística mensual, debido a la

limitación de datos hasta el 14 del mes de febrero, los patrones observados en los

meses anteriores se vuelven a repetir. Donde primero se puede observar dicha

similitud es en la pertenencia de los datos más elevados en cuanto al número de

delitos en las secciones censales del oeste municipal, así como en aquellos que

se encuentran en el eje este del municipio.

La misma coincidencia se puede observar en la primera corona urbana,

donde se encuentran aquellas secciones con menor número de delitos totales. Por

el contrario, esta regla no se repite en las secciones del centro urbano, donde

presentan valores menos elevados que en meses anteriores.

En el resto de secciones (aquellas del sur o norte de Alcalá de Henares)

repiten la secuencia del resto de meses, agrupándose en los valores intermedios

del número de delitos.

Mapa 1.6 Número total de delitos por sección censal. Febrero 2010. Elaboración propia. Fuente: Policía

Local Alcalá de Henares

95

Número de la semana

El siguiente valor a estudio proviene de la división del mes en sus respectivas

cuatro semanas, creando un subgrupo para cada una de ellas, analizando su

distribución geográfica, al igual que en el apartado anterior, entre las respectivas

secciones censales del municipio de Alcalá de henares, así como por meses, para

una mayor comprensión del volumen total de datos al quedar divididos en seis

partes.

Dicho campo se encuentra en una escala temporal intermedia entre el

volumen de delitos mensuales totales y medidas inferiores como el día de la

semana o la hora de comisión de un delito. Aunque no se trate dicho tema en este

trabajo (se postergará para futuros análisis delictivos en Alcalá), esta subdivisión

nos puede ayudar a entender el fenómeno de la delincuencia en términos

temporales, no espaciales, ya que se puede relacionar con diversas variables;

entre ellas podríamos destacar la dificultad de determinados individuos en llegar

a fin de mes que puede repercutir en un aumento de las tasas delictivas.

2.1. Septiembre

Como se ha señalado, en este mes solo se pueden aportar datos de la

segunda, tercera y cuarta semana. Independientemente de la ausencia de dicho

valor, la primera observación es la predominancia de los delitos cometidos en la

última semana del mes.

La segunda semana tiene una menor presencia geográfica en el

municipio. La mayor concentración de estas se produce en el sector

suroccidental así como entorno al centro urbano de Alcalá.

Se observa un incremento en el número de delitos cometidos en la tercera

semana, este incremento se concentra principalmente en el oeste así como en el

sureste municipal. La proporción de delitos cometidos en el centro en relación al

resto del territorio no es tan notable como en la semana precedente.

96

Es precisamente la última semana del mes la que concentra un mayor

número de infracciones, dispersándose por todo el municipio, aunque

constatando una mayor presencia de los mismos en el eje suroccidental, al Norte

así como en el centro.

2.2. Octubre

En el mes de octubre, y ya con todas las semanas a estudio se vuelve a

apreciar una menor cantidad de delitos cometidos tanto en la primera como en la

segunda semana, siendo mayor la presencia de delitos cometidos en la segunda

con respecto a la primera. La dispersión por el área municipal es la pauta

predominante en ambos casos.

Mapa 2.1. Número de delitos cometidos por número de la semana mensual, por sección censal. Septiembre 2009.

Elaboración propia. Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

97

Con la entrada de la tercera semana, el número de delitos se incrementa,

siendo mayor la presencia de este tanto por el norte (principalmente en el sector

oeste) así como por el suroeste de Alcalá. No se aprecia un número significativo

de incidencias en el centro urbano.

La mayor proporción de delitos cometidos en Octubre, pauta que se

repetirá en los meses consecutivos, se centra en la última semana del mes. Se

observa una concentración mayoritaria en este espacio temporal comparado con

las tres primeras semanas. Estos se dan fundamentalmente por todo el centro

urbano así como por el suroccidente municipal.

Mapa 2.2. Número de delitos cometidos por número de la semana mensual, por sección censal. Octubre 2009.

Elaboración propia. Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

98

2.3. Noviembre

Se podría considerar que este mes es el más homogéneo de los estudiados

hasta ahora en el volumen de delitos repartidos por las distintas semanas a

estudio, ya que se observa una mayor distribución de estos, principalmente entre

las dos primeras semanas del mes.

Estas dos variables aumentan su presencia territorial de manera notable

en comparación con septiembre y octubre, y no se localiza en un área en

concreto, sino que sigue presente la dispersión territorial, con núcleos más

densos como el centro urbano, el norte municipal así como el suroeste de Alcalá

de Henares.

Independientemente del aumento de ambas semanas, sigue

predominando los delitos cometidos en la segunda semana, con mayor presencia

de estos con respecto a la primera semana del mes.

También se aprecia un aumento considerable de los delitos ocasionados

en la tercera semana, siendo estos predominantes en el centro urbano de la

ciudad, extendiéndose por el oeste del casco viejo.

Dicha pauta de incremento delictivo urbano no se corresponde con las

características de noviembre de la última semana a estudio, ya que, aun siendo la

mayor contribuidora del número de delitos totales a dicho mes, se reduce su

presencia neta; y si distribución es mas heterogénea. Aun así, sigue

representando elevados niveles tanto en el centro, como en el oeste de la primera

corona así como en el norte municipal.

99

2.4. Diciembre

El mes de diciembre, siendo el último mes del año, sigue con la

dispersión tanto temática como territorial de los delitos sobre el territorio;

habiendo una mayor distribución tanto geográfica como temporal, la

representación de las cuatro semanas es más proporcional con respecto a otros

meses.

Así, la presencia tanto de la primera como de la segunda semanas mayor

con otras secuencias mensuales, observando dicha característica principalmente

en el casco viejo de la ciudad así como una mayor distribución por el Norte

municipal.

Mapa 2.3. Número de delitos cometidos por número de la semana mensual, por sección censal. Noviembre 2009.

Elaboración propia. Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

100

Dentro de estas dos categorías sigue siendo predominante la segunda

semana, aunque con una mayor equiparación en el número de delitos.

Las faltas cometidas en la tercera semana del mes de Diciembre también

presentan un aumento notable en cuanto a su número total respecto a noviembre.

Al igual que en el caso anterior, esta mayor presencia se hace más notable en el

centro urbano, aunque se aprecia un mayor reparto hacia el norte de Alcalá, así

como un aumento de su localización en las áreas este y oeste.

En cuanto a la última semana, esta presenta como hecho más

característico su menor localización con respecto a meses anteriores, ya que, si

bien hasta noviembre su porcentaje era abrumadoramente mayoritario, es en

diciembre cuando se reduce su presencia, no solo total, sino en comparación con

las otras semanas. Su distribución sigue concentrándose en el centro urbano así

como en el oeste y norte municipal más próximos al centro.

Mapa 2.4. Número de delitos cometidos por número de la semana mensual, por sección censal. Diciembre

2009. Elaboración propia. Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

101

2.5. Enero

Con el cambio de mes y, por consiguiente, cambio de año, cambian las

pautas delictivas en cuanto a su comisión temporal a lo largo de enero. Si bien la

predominancia era encontrar valores más elevados correspondientes a las dos

últimas semanas, es precisamente ahora cuando se encuentra una distribución

igualitaria entre ambas quincenas que hasta ahora no se había producido.

Se constata el aumento significativo de la delincuencia ocurrida en la

primera semana del mes en relación con los datos aportados para los meses

precedentes, mientras que los delitos ocasionados en la segunda semana se

mantienen estables. Estas siguen concentrándose en el centro urbano de Alcalá

de Henares, aunque se aprecia un aumento de las mismas en el oeste y noroeste

municipal, así como una mayor cantidad, aunque dispersa, en el Norte

municipal.

Los delitos que se produjeron en la tercera semana siguen manteniendo

una cierta representatividad en relación al total de delitos ocurridos durante el

mes de enero, destacando su localización preferencial por el Norte, así como por

el centro urbano.

En cuanto a la última semana de Enero, sigue presentando los valores

más elevados de la serie aunque se produce un estancamiento en comparación

con el crecimiento de los delitos cometidos en las otras tres semanas, por lo que

su proporción no es tan elevada en el total como en datos precedentes. Estos

siguen concentrándose en el centro de Alcalá así como en el Oeste

fundamentalmente.

102

Mapa 2.5. Número de delitos cometidos por número de la semana mensual, por sección censal. Enero

2010. Elaboración propia. Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

2.6. Febrero

La ausencia de datos relativos a las dos últimas semanas de febrero nos

permite conocer una aproximación de la distribución temporal de la primera

quincena de Febrero, pero no así su totalidad. La tendencia a la equiparación en

el volumen total de delitos cometidos entre semanas mensuales se afianza en

febrero, ya que las faltas ocasionadas en la primera semana son cada vez más

numerosas en relación con las primeras semanas de los meses anteriores,

mientras que aquellas ocurridas en la segunda semana parece que se mantienen

estables dichos valores. La comparación entre ambos tiende a igualar sus totales

en la distribución geográfica sobre el municipio.

103

Dicha distribución afianza su localización en el centro urbano de Alcalá

de Henares para ambas series, aunque lo más significativo es que empieza a

producirse una dispersión territorial de los delitos por el municipio, siendo

predominante su dispersión por el norte, noroeste y noreste de Alcalá, mientras

que por el Sur apenas se aprecian movimientos significativos.

Mapa 2.6. Número de delitos cometidos por número de la semana mensual, por sección censal. Febrero

2010. Elaboración propia. Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

104

Día de la semana

Después de realizar un análisis tanto en la distribución geográfica como

en la distribución temporal de los delitos en cuanto a delincuencia total mensual

así como dividida por las cuatro semanas que representan a un mes, a

continuación se descenderá una escala más para realizar dichos análisis con base

los siete días de los que consta una semana (de Lunes a domingo).

Esta división, a su vez que se intentará explicar su localización

geográfica, se basará a su vez en la división de dicho estudio por meses

analizados, para seguir con la misma estructura analítica y poder relacionar

diferentes campos a estudio.

La elección de la división de la semana por días y la comisión de los

delitos dependiendo de estas nos permitirán, en un estudio posterior, conocer en

qué días de la semana se producen una mayor cantidad de delitos (bien en fin de

semana, bien al inicio de la misma,…) y poderlo relacionar con otros factores

explicativos que conllevan infracciones cometidas por los delincuentes.

3.1. Septiembre

La primera característica destacable en el mes de Septiembre en relación

a los delitos cometidos a lo largo de los días de la semana es la notable presencia

de faltas cometidos en miércoles y jueves. No se produce de manera homogénea

por el territorio sino que su concentración es mayor en el centro y en el suroeste

municipal con respecto al resto de los días.

También es destacable la presencia de los delitos cometidos los Lunes,

que si bien, no es una jornada destacable como propensa para la cometer

infracciones, se aprecia un volumen considerable de las mismas en esta jornada

semanal. Estos se concentran tanto en el casco viejo como por el norte contiguo

al centro, mientras que no se aprecia un número significativo de los mismos en

martes.

105

Como ya se ha mencionado, Miércoles y Jueves (principalmente el

primero de ellos, donde su presencia es abrumadora), cuentan con un elevado

número de delitos, distribuyéndose estos entre el centro urbano y una dispersión

localizada por el Norte municipal.

En cuanto al fin de semana, no se aprecia un día significativo con

respecto a los otros en relación al número total de delitos cometidos. Se aprecia

una distribución equitativa en cuanto al volumen de viernes, sábado y domingo,

aunque se puede afirmar que se aprecia una menor cantidad de los mismos en

sábado. Los delitos ocurridos en el fin de semana se distribuyen

fundamentalmente por el centro y por el oeste municipal, y en menor medida,

por el eje norte de Alcalá.

Mapa 3.1. Número de delitos por día de la semana, por sección censal. Septiembre 2009. Elaboración

propia. Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

106

3.2. Octubre

El mes de Octubre da un vuelco bastante importante en relación a los días

de la semana que ostentan un mayor volumen de delitos cometidos en dichos

días. Se aprecia una distribución más homogénea entre los siete días de la

semana en cuanto a la proporción diaria en el número de delitos.

Se reduce el volumen de infracciones cometidas durante las dos primeras

jornadas, principalmente aquellas cometidas en lunes, y con una incidencia

bastante baja de los mismos cometidos los martes. Estos se concentran

principalmente en el centro urbano.

La relación entre los miércoles y los jueves se estabiliza presentando

valores equitativos entre ambos días, dándose un aumento los jueves y una

reducción, aunque mínima, de los delitos ocurridos los miércoles. La tendencia

de concentración en el centro urbano continua, con ramificaciones hacia el

Oeste, Suroeste y Norte del municipio, donde encontramos concentraciones de

las mismas.

En cuanto al fin de semana, estos presentan un aumento espectacular en

el número de delitos cometidos en dichos días, pasando a ocupar un volumen

bastante elevado comparándolo con los otros días de la semana. Los delitos

cometidos en viernes y sábado aumentan a lo largo de todo el municipio

(principalmente Norte, Suroeste y Centro), mientras que aquellos realizados en

domingo se reducen de manera poco significativa.

107

3.3. Noviembre

Noviembre vuelve a ver incrementados los delitos cometidos en los

primeros días de la semana mientras que reduce considerablemente el volumen

de los mismos cometidos en los días centrales de la semana. Esto nos lleva a ver

una paridad en cuanto a la concentración de estos al inicio de la semana (más

concretamente los lunes) con aquellos del fin de semana.

Como se ha comentado, dicho incremento al inicio semanal se concentra

principalmente en el lunes, observándose un aumento notable en el número de

faltas cometidas en el primer día de la semana.

Mapa 3.2. Número de delitos por día de la semana, por sección censal. Octubre 2009. Elaboración propia. Fuente:

Policía Local Alcalá de Henares

108

Estos se concentran tanto en el Norte como en el centro de Alcalá. Para

los delitos ocurridos en los días centrales de la semana se aprecia un

estancamiento en su aportación al total semanal, predominando las infracciones

cometidas los miércoles, y principalmente en el casco viejo de la ciudad.

La presencia de los días agrupados en el fin de semana continúan siendo

aquellos con una mayor presencia sobre el total, siendo el sábado la jornada

favorita para incurrir en algún tipo de infracción; también cabe destacar el

aumento de los delitos cometidos tanto en viernes como en domingo y un

mantenimiento de los resultados hallados en sábado. Estos siguen

concentrándose en el centro urbano así como al oeste del municipio.

Mapa 3.3. Número de delitos por día de la semana, por sección censal. Noviembre 2009. Elaboración propia.

Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

109

3.4. Diciembre

Los resultados arrojados para el mes de diciembre suponen un vuelco en

la continuidad de los resultados de los meses anteriores, produciéndose un

trasvase importante hacia los días centrales de la semana, miércoles y jueves,

mientras que los mismos cometidos en lunes se mantienen y los aquellos

ocurridos durante el fin de semana descienden considerablemente.

Como se acaba de mencionar, las cifras recogidas durante diciembre

reportan unos resultados anómalos en las secuencias temporales hasta ahora

analizadas, ya que el aumento de los delitos ocurridos durante las jornadas del

miércoles y del jueves son notables, pasando a ocupar los primeros escalones en

el volumen total diario de delitos cometidos. Junto a este dato destacar su

distribución por todo el territorio municipal, aunque con mayor presencia entre

los ejes Oeste y Norte así como en el centro.

Lo mismo se podría comentar respecto a los datos recogidos para los

Lunes, que siguen contando con valores elevados y con una distribución Norte-

Noroeste, características parecidas recogen los datos de los Martes, aunque con

menores valores totales.

Otro hecho a destacar es la reducción del número de delitos cometidos en

fin de semana, aunque se produce un mayor descenso en aquellos cometidos los

domingos. Su distribución espacial sigue concentrándose en el centro.

110

Mapa 3.4. Número de delitos por día de la semana, por sección censal. Diciembre 2009. Elaboración propia.

Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

3.5. Enero

Con el comienzo del año, las cifras correspondientes a los distintos días

de la semana vuelven a sus valores habituales, correspondiendo tanto a los lunes

como a los días pertenecientes al fin de semana los valores más altos de toda la

serie.

Los delitos cometido en Lunes y Martes vuelven a destacar, recuperando

números anteriores a diciembre. El lunes vuelve a convertirse e jornada propicia

para cometer infracciones mientras que aumentan los mismos relativos a los

martes. Se localizan en los ejes este (siendo este algo novedoso) y oeste.

111

Las cifras relativas a los delitos cometidos los días centrales siguen

siendo notablemente elevadas, aunque durante eneros e produce un descenso de

los mismos los miércoles y un incremento en los jueves. Continúan proyectando

su localización sobre el centro y todo el norte municipal (desde el noreste hasta

el noroeste).

El fin de semana sigue siendo espacio, no solo propicio, sino asentado,

para la comisión de delitos, ya que sigue siendo el espacio temporal que mayor

número de estos cuenta, concentrándose en los viernes y sábados

fundamentalmente, y en el centro urbano como espacio geográfico predilecto.

Mapa 3.5. Número de delitos por día de la semana, por sección censal. Enero 2010. Elaboración propia. Fuente: Policía

Local Alcalá de Henares

112

3.6. Febrero

La heterogeneidad de valores correspondientes a diferentes días de la

semana es la nota predominante durante febrero, ya que se produce una

equiparación en las diferentes jornadas en cuanto a los valores que recogen del

número de delitos cometidos.

Así, el número de estos ocasionados durante el lunes descienden con

respecto a los valores recogidos en los meses previos, mientras que aumentan los

ocurridos durante los martes. Se vuelve a presenciar un incremento de los

mismos durante los miércoles y los jueves, recuperando la ternera jornada

semanal los datos habituales de otras mensualidades. Mientras que los primeros

suelen producirse en el centro urbano, aquellos ocasionados en los días centrales

se dispersan por el territorio municipal.

En cuanto a los fines de semana, los sábados vuelven a concentrar la

mayor proporción de delitos cometidos durante esos días; mientras que los

mimos ocurridos durante la jornada del viernes presentan un mantenimiento de

sus valores, se presenta un incremento de los domingos como día delictivo. La

pauta locacional sigue geográficamente establecida tanto en el centro urbano

como al occidente municipal.

113

Mapa 3.6. Número de delitos por día de la semana, por sección censal. Febrero 2010. Elaboración propia.

Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

114

Hora del día

Otro elemento temporal a tener en cuenta es la hora en la que se comete

un delito.

Para este análisis se ha procedido a la division del día completo en cuatro

subgrupos, madrugada, mañana, tarde y noche. El primero de ellos abarca desde

la medioanoche hasta las seis de la mañana (0-6), el segundo comienza a las

siete de la mañana y finaliza al mediodia (7-12), el tercer subgrupo temporal

discurre desde las doce de la mañana hasta las dieciocho horas de la tarde (13-

18), el ultimo espacio temporal empieza a las diecinueve horas y finaliza de

nuevo a la medianoche (19-24).

Dicha division se produce debido a la necesidad de separar el dia en

cuatro tramos y comprender en que momento de una jornada se producen los

distintos delitos, ya que no será lo mismo la comision de un delito por la mañana

que bien entrada la madrugada,d ebido a que las caracteristicas socio

economicas no son parecidas en los distintos tramos horarios.

4.1.Septiembre

Las tres últimas semanas de Septiembre presentan una gran proporción

de delitos que se han cometido entre la seis de la mañana y el mediodía, seguida

de los tramos comprendidos entre las trece y las dieciocho horas y entre las

diecinueve horas y la medianoche.

Si se agrupan los datos, se puede apreciar como la segunda parte del día,

esto es, los datos obtenidos desde el mediodía hasta la medianoche, presenta

valores más elevados que aquellos que se cometen por la madrugada o bien por

la mañana.

115

Los resultados encontrados para dicho mes nos muestran como los

delitos cometidos a primeras horas del día están más deslocalizados por el área

periférica del centro que aquellos que se producen a horas más elevadas del día,

que suelen concentrarse en el casco viejo de Alcalá de Henares.

4.2. Octubre

Durante el mes de octubre, se observa un incremento de los delitos

cometidos durante la segunda mitad del día, por lo que tiende a igualar los

valores presentados a primeras horas de la mañana, mientras que los delitos

cometidos en el primer tramo horario del día (00-06) siguen aportando valores

relativamente reducidos.

Mapa 4.1. Número de delitos por hora del día, por sección censal. Septiembre 2009. Elaboración Propia. Fuente: Policía

Local Alcalá de Henares

116

Por tramos horarios individualizados, se produce un incremento de los

datos relativos de manera notable durante la tarde mientras que se aprecia un

descenso de aquellos cometidos antes de la medianoche. Son las faltas que se

producen durante la mañana el grupo con mayor número de valores.

La distribución geográfica tiende a repetir los resultados del mes

precedente ya que se vuelve a producir una ligera separación en cuanto a

densidad de delitos entre el extrarradio (donde se cometen en las primeras horas

del día) y el centro urbano (donde se da mayor proporción de delitos que se

cometen durante la tarde-noche).

Mapa 4.2. Número de delitos por hora del día, por sección censal. Octubre 2009. Elaboración Propia. Fuente:

Policía Local Alcalá de Henares

117

4.3. Noviembre

La tendencia se repite durante noviembre, aunque la característica

fundamental se encuentra en el continuo aumento de los delitos que se cometen

durante el segundo tramo diario (de siete a doce de la mañana) así como un

descenso en el siguiente tramo horario. Aquellos que se producen de madrugada

apenas están representados en este mes.

Debido a lo comentado anteriormente, no se puede hablar de una mayor

aportación de la primera o la segunda parte del día, sino más bien, la

concentración de los delitos en estos dos tramos horarios (7-12 y 19-24) apenas

permite apreciar los datos obtenidos en las otras franjas horarias.

La dispersión geográfica es la nota predominante en este mes. Contando

con la tendencia centralizada de aquellos delitos que se desarrollan durante la

noche, el resto de tramos horarios no presenta un patrón normalizado en cuanto a

localización se refiere. Únicamente aquellos cometidos de madrugada se

encuentran en el suroeste municipal.

118

4.4. Diciembre

La predominancia de los delitos ocurridos durante la mañana vuelve a

producirse durante diciembre. La nota destacada del mes es el aumento de las

infracciones cometidas durante la tarde (tramos entre las trece y las dieciocho

horas) así como el descenso de los mimos en el tramos anterior a la medianoche.

Esto conlleva una paridad relativa de resultados entre la primera parte del

día así como los delitos cometidos durante la tarde y la noche. Las cifras

presentes en relación a la madrugada apenas cuentan con valores destacables con

respecto a los otros subgrupos temporales.

Mapa 4.3. Número de delitos por hora del día, por sección censal. Noviembre 2009. Elaboración Propia.

Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

119

Como ya se mencionó para noviembre, la distribución geográfica apenas

presenta unos criterios claros, al margen de aquellos que se producen en el

centro urbano que se dan principalmente en la segunda parte del día. Aquellos

cometidos durante la tarde cuentan con presencia en el suroeste, así como los

delitos ocurridos durante la mañana, que principalmente se dan en esa zona así

como en el centro y el norte municipal.

Mapa 4.4. Número de delitos por hora del día, por sección censal. Diciembre 2009. Elaboración Propia. Fuente:

Policía Local Alcalá de Henares

5.5. Enero

Durante el mes de Diciembre se vuelve a producir un descenso de los

delitos ocurridos durante la noche y un aumento significativo de aquellos

producidos entre las doce del mediodía y las seis de la tarde; por el contrario, se

produce un estancamiento en las cifras relativas a los delitos del segundo tramo

horario y, por consiguiente, el más numeroso.

120

Esto hace que el segundo tramo del día (tarde y noche) vuelva a

recuperar su predominancia sobre el otro subgrupo en cuanto a mayor número de

delitos cometidos, ya que, los valores aportados por el primer tramo horario

apenas tienen incidencia sobre el total.

La dispersión locacional es la característica más importante en cuanto a

su distribución geográfica a ya que, si bien hasta ahora se podían correlacionar

en algunos puntos geografía-horario, en enero no se aprecia ningún patrón de

distribución destacable.

Mapa 4.5. Número de delitos por hora del día, por sección censal. Enero 2010. Elaboración Propia. Fuente: Policía

Local Alcalá de Henares

121

4.6. Febrero

Por último, febrero vuelve a destacar por no presentar una predominancia

de ningún tramo horario en concreto, si bien se vuelve a apreciar una ligera

mayoría de aquellos que ocurren por la mañana; mientras que por la tarde-noche

vuelven a incrementarse los resultados presentes durante la tarde mientras que se

estancan los mismos anteriores a la medianoche.

Este hecho produce que del mediodía hasta la medianoche se produzca

un número más elevado de delitos que los mismos cometidos durante la

madrugada/mañana. A esto hay que sumar la dispersión que se vuelve a producir

en cuanto a patrones de localización geográfica de densidades elevadas; vuelven

a darse cifras notables en el centro, norte y suroeste del municipio, aunque

alternándose valores relativos a la mañana, tarde y noche.

Mapa 4.6. Número de delitos por hora del día, por sección censal. Febrero 2010. Elaboración Propia. Fuente:

Policía Local Alcalá de Henares

122

Tipología delictiva

A continuación se realizará un estudio de los diferentes delitos cometidos

según su tipología. Para realizar dichas agrupaciones se ha tenido en cuenta el

punto 1.2. “Infracciones penales y Código Penal”, dentro del Anuario Estadístico

2005 del Ministerio del Interior. Los tipos de incidencias que se han incorporado

en cada una de los subgrupos se corresponden con los siguientes: Tráfico,

Apoyo, Personas, Contra el orden público, Contra el Patrimonio, Contra los

Intereses Generales, Denuncias, Urgencias y Otros.

Dichas agrupaciones se han realizado mediante un análisis de las

diferentes lecturas realizadas así como a las diferentes propuestas de

agregaciones tipológicas delictivas que han realizado los distintos autores de la

geografía criminal y que en algunos casos se han ejemplificado en este trabajo.

123

Tabla 1. Agrupación de las distintas tipologías delictivas recogidas por la Policía Local de Alcalá de Henares,

agrupadas según parámetros del Ministerio del Interior, 2005

URGENCIAS PERSONAS

CONTRA

INTERESES

GENERALES

31 INCENDIO 1 REYERTA 18

CONTROL

PREVENTIVO

51 ALUMBRADO PUBLICO 3

VIOLENCIA DE

GÉNERO 30

VENTA

AMBULANTE

69 HUMOS 16

AUXILIO A

CIUDADANOS 19 MERCADILLOS

117 ESCAPE DE GAS 121 MENORES

CONTRA EL

ORDEN

PUBLICO

CONTRA EL

PATRIMONIO

10 ALCOHOLEMIA 2 ROBOS Y HURTOS

11 RUIDOS Y MOLESTIAS 9

DAÑOS BIENES

PRIVADOS

59 BOTELLÓN 22

RECUPERACIÓN

VEHÍCULO

SUSTRAÍDO

75

INCUMPLIMIENTO

PRECINTOS, HORARIO DE

LOCALES 105 VANDALISMO

146 INTOXICACION ETILICA 135

OCUPACION

ILEGAL

156 DROGAS

124

TRAFICO APOYO

14 TRÁFICO 138 APOYO CUERPO NACIONAL DE POLICIA

17

VEHICULOS RETIRADOS VIA PUBLICA POR

ABANDONO 161 APOYO EMPRESAS DE SERVICIOS

22 RECUPERACIÓN VEHÍCULO SUSTRAÍDO 162 APOYO PROTECCIÓN CIVIL

34 DOBLE FILA 163 APOYO GUARDIA CIVIL

62 ESTACIONAR EN PROHIBIDO POR PLACAS 165 APOYO BOMBEROS

65 VADO OCUPADO 166 APOYO CENTROS DE SALUD

79 ANOMALIA EN VIA PUBLICA

120 SEMAFOROS AVERIA DENUNCIAS

127 VEHICULOS ENCIMA DE LA ACERA 167 DENUNCIAS ORDENANZAS

139

TRASLADO DE VEHÍCULOS POR SERVICIO

ESPECIAL 168 DENUNCIAS JEFATURA PROVINCIAL TRÁFICO

158 ACCIDENTE DE TRAFICO 169 DENUNCIAS COMUNIDAD DE MADRID

164 AVISO DE VEHÍCULO SUSTRAIDO

OTROS

4 DILIGENCIAS Y MINUTAS EN COMISARIA

5 CONFLICTO ENTRE PARTICULARES

12 NOTIFICACIONES

13 ABSENTISMO ESCOLAR

15 LOC. VEH. CON SINTOMAS DE ABANDONO

19 MERCADILLOS

20 HOJAS DE RECLAMACIONES

47 AGUA Y ALCANTARILLADO

48 ANIMALES

52 OBJETOS PERDIDOS

60 FILIACIONES Y MATRÍCULAS

64 CONSULTAS PADRON MUNICIPAL

78 INFRACCION A ORDENANZAS

84 ALARMA

95 INFORMATIVAS

104 PARQUE MUNICIPAL ABIERTO

149 ARBOLADO PARQUES Y JARDINES

151 CONSULTAS DGT SEGUROS

170 TRASLADOS JUDICIALES

125

Al igual que se ha realizado en los análisis precedentes, se subdividirá el

estudio en los meses que transcurren del 8 de Septiembre al 14 de Febrero. Aún

con la ausencia de la mitad de los datos anuales, se podrá establecer una primera

aproximación a la conexión entre tipología delictiva, localización geográfica y

escala temporal.

No se trata en este caso de proponer una investigación pormenorizada de

cada una de las tipologías delictivas según las agrupaciones ya realizadas, sino

de obtener una primera aproximación a la relación entre delincuencia con el

municipio de Alcalá de Henares.

5.1. Septiembre

Dentro de la diversidad tipológica delictiva que encontramos en el mes

de Septiembre, las categorías que más destacan por su volumen de delitos se

corresponden con Tráfico, delitos contra las Personas así como Otros, dándose

una concentración de los mismos bastante elevada si la comparamos con las

aportaciones de las otras tipologías delictivas en relación al total mensual. Estos

se distribuyen principalmente en el centro y en el suroeste del municipio, siendo

más numerosos la categoría de Otros en el Oeste/Suroeste mientras que en el

Centro se observa una densificación con respecto a las infracciones de Tráfico

así como los delitos cometidos contra las Personas.

En un segundo escalón podríamos incluir los delitos cometidos contra el

patrimonio así como contra el orden público, en cuanto al número de delitos

representados para septiembre en Alcalá de Henares. La dispersión de los

primeros se asegura por todo el área municipal mientras que aquellos relativos al

segundo grupo tienden a concentrarse en el centro urbano.

El resto de tipologías delictivas apenas cuentan con representación en

Septiembre, destacando los delitos cometidos contra Intereses Generales así

como Urgencias, con presencia testimonial en las secciones del centro de la

ciudad.

126

Así mismo, se producen focos delictivos al Norte del municipio de forma

dispersa, a excepción de los que se encuentran en la primera corona periférica, al

Norte, donde se produce una concentración heterogénea de tipologías delictivas.

Mapa 5.1. Tipología de los delitos cometidos, por secciones censales. Septiembre 2009. Elaboración Propia.

Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

5.2. Octubre

Octubre se caracteriza por una mayor variedad en cuanto al tipo de

delitos cometidos con respecto a septiembre. Se sigue observando un predominio

mayoritario de los delitos catalogados como “Otros” así como de Tráfico, estos

concentran una gran proporción del total delictivo, aunque en este caso se

observa una mayor interrelación entre ambos, siguen conservando las pautas

locacionales observadas anteriormente a Este y Oeste, para los delitos relativos a

Trafico y Otros respectivamente.

127

A continuación encontramos los delitos relacionados contra las Personas

como segundo subgrupo en número de delitos cartografiados, observando un

relativo aumento en la cantidad de estos, y concentrados principalmente en el

centro urbano. Junto a esta tipología podríamos integrar las infracciones Contra

el Patrimonio por número de estas, siguiendo un eje centro-suroeste; así como

los relativos a la alteración del Orden Publico, aunque estos se caracterizan por

su dispersión geográfica.

En un escalón inferior encontramos los delitos cometidos contra los

Intereses Generales (localizados sobretodo en el casco viejo) y los categorizados

como Apoyo y las Urgencias; estos dos últimos, junto con la tipología de

Denuncias, apenas tiene representación cartográfica en el municipio de Alcalá.

Si bien determinadas áreas de Alcalá presentan cierta lógica geográfica

en relación a su tipología delictiva, es en la zona norte donde se observa además

de una gran concentración de infracciones, una heterogeneidad de estas con

respecto a determinados grupos.

128

Mapa 5.2. Tipología de los delitos cometidos, por secciones censales. Octubre 2009. Elaboración Propia. Fuente:

Policía Local Alcalá de Henares

5.3. Noviembre

Noviembre se caracteriza por un aumento del número de delitos

relacionados con la categoría de Otros, mientras que se observa una reducción en

relación a Tráfico. Son las primeras dos tipologías comentadas debido a su

masiva presencia sobre el terreno con respecto a las otras categorías analizadas,

conformando el grueso de los delitos cometidos en el municipio de Alcalá de

Henares durante dicho mes.

Sí se observa una mayor concentración de la primera comentada en el

centro así como una continua dispersión hacia el Este-Noreste; la segunda

categoría a estudio, muestra una reducción de sus valores mensuales pero tiende

a dispersarse hacia el Oeste.

129

Se vuelve a apreciar una presencia significativa de los delitos cometidos

contra las diferentes infracciones posibles. Así, aquellos contra el Orden Publico

adquieren una notable presencia sobre el territorio, mientras que aquellos contra

el Patrimonio o contra los Intereses Generales presentan un volumen de delitos

similares, estabilizándose sus números con respecto al mes pasado.

Así mismo, se vuelve a producir un estancamiento, apenas apreciable

tanto en la cantidad mensual como en la progresión con Octubre, de aquellas

categorías menos representadas en la cartografía delictiva, tales como las

infracciones catalogadas como Apoyo o bien las Urgencias.

También se observa un desplazamiento en cuanto a la localización

territorial de los diferentes delitos cartografiados ya que, si bien el centro

concentra la mayor parte de los delitos contra aspectos generales (patrimonio,

personas,…), se `produce una mayor concentración y variedad delictiva en el

norte y sureste municipal.

130

Mapa 5.3. Tipología de los delitos cometidos, por secciones censales. Noviembre 2009. Elaboración Propia. Fuente:

Policía Local Alcalá de Henares

5.4. Diciembre

En el mes de Diciembre una de las primeras observaciones a realizar se

refiere al aumento del número de infracciones contabilizadas dentro de la

categoría de Urgencias así como delitos Contra el Patrimonio, grupos que no

presentaban cifras destacables en meses anteriores pero que en el último mes del

año aumentan notablemente su presencia.

También continua la predominancia de aquellas faltas catalogadas como

Otros así como los delitos de Tráfico, siguiendo la tendencia ya descrita en los

meses anteriores, en el centro se producen mayor número de infracciones

relacionadas con la segunda categoría mientras que en el oeste se relacionan

mayormente con la categoría de Otros.

131

También destaca el aumento del número de infracciones relacionadas con

delitos de categoría mayor, como los delitos contra las Personas, contra los

Intereses Generales así como contra el Orden Público. Destacable la relación

entre centro urbano y los delitos comentados y enumerados anteriormente.

Cabría mencionar el aumento del número de delitos contra el Patrimonio

en los distritos del norte municipal y contra las Personas, así como las

infracciones cometidas contra el Orden Público y contra las Personas, esta

última tendencia se repite en los distritos occidentales de Alcalá de Henares.

Mapa 5.4. Tipología de los delitos cometidos, por secciones censales. Diciembre 2009. Elaboración Propia.

Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

132

5.5. Enero

La característica más importante a destacar en el mes que comienza un

nuevo año es precisamente el aumento en el número de delitos de categorías

delictivas que anteriormente apenas estaban representadas y el descenso relativo

y absoluto de aquellas que presentaban una predominancia bastante destacable

sobre el resto.

El aumento más significativos e produce en los delitos contra el

Patrimonio, donde la comparación con el mes precedente es bastante elevada,

mientras que los otros dos subgrupos, en los cuales se habían concentrado las

mayores cifras de infracciones, en el mes de enero reducen su aportación

notablemente, siendo más acusado el descenso en la categoría de Otros que en

los delitos por tráfico.

También se encuentran una mayor cantidad de delitos cometidos contra

los Intereses Generales (fundamentalmente en el centro urbano) así como en las

labores de Apoyo. Por su parte, las infracciones contra el orden Público

mantienen su tendencia de consolidación en el territorio.

Se debe tener en cuenta que ascienden todos aquellos delitos

relacionados contra distintos intereses (patrimonio, personas, intereses

generales,…) mientras que otros de menor entidad apenas sufren variaciones

(tales como denuncias o urgencias).

133

5.6. Febrero

Como en los primeros meses analizados, el aumento en el número de

delitos relacionados con las tipologías Otros y Tráfico vuelven a predominar

sobre el resto de infracciones de manera notable, siendo su presencia geográfica

bastante más elevada que el resto de subgrupos, principalmente dicha

localización se vuelve a repetir al Norte y al Oeste.

Como nota destacada, se sigue apreciando una presencia significativa de

aquellos delitos con un perfil más grave que los anteriormente citados, y que,

como ya se expuso en los meses de diciembre y enero, expanden su localización

por el municipio.

Mapa 5.5. Tipología de los delitos cometidos, por secciones censales. Enero 2010. Elaboración Propia. Fuente:

Policía Local Alcalá de Henares

134

Son los delitos contra las personas, el orden público, el patrimonio y los

intereses generales.

Las salidas policiales de Apoyo siguen teniendo un factor importante de

asentamiento geográfico en el área urbana. Por el contrario, Urgencias así como

Denuncias apenas cuentan con cierta presencia en el municipio de Alcalá de

Henares.

Mapa 5.6. Tipología de los delitos cometidos, por secciones censales. Febrero 2010. Elaboración Propia.

Fuente: Policía Local Alcalá de Henares

135

Conclusiones

A través de este trabajo de investigación se han podido observar algunas líneas

que pueden influir en la comisión de un delito. Elementos adicionales al patrón

psicológico del delincuente que ejercen como factores añadidos o bien como elementos

disuasorios de los delitos en sí.

Lo que sí es un hecho es el uso de la cartografía como una herramienta de gran

apoyo a la hora tanto de prevenir delitos, como realizar un estudio locacional detallado

de la criminología de un espacio determinado así como el análisis de estos con otras

variables cartografiables.

En primer lugar, es importante la escala espacial sobre la que se trabaje,

principalmente en este campo geográfico de estudio, donde las numerosas variables a

analizar así como el volumen de datos para una ciudad media suelen representar miles

de estos.

Es en este punto, el material cartográfico delictivo, donde trabajar a una escala

local (1:2000, 1:5000, 1:5000 o incluso 1:10000) nos permitirá un mayor detalle del

área interesada debido a la gran cantidad de información obtenida en este punto.

Otros factores de gran importancia a la hora de desarrollar un estudio geográfico

delictivo, entre los elementos estudiados de manera general, son causas como la

tipología urbanística, la hora del día o las condiciones socio-económicas de un territorio

determinado.

Así, los centros comerciales urbanos (tanto periféricos a través de grandes

superficies con buenas salidas viarias, como céntricos, donde la masiva presencia de

transporte público proporciona al delincuente una vía de escape inmejorable), zonas

urbanas con amplios espacios vacios o una planificación urbana errónea (elementos

básico del analizado método CPTED) o el mes y/o la hora cuando se comete un delito

son sumamente importantes a la hora de analizar el factor riesgo de un espacio.

136

El entorno urbano así como una correcta planificación urbano/territorial es

indispensable a la hora de realizar políticas de prevención del crimen. Aunque este

punto (relación entre PGOU´s, NNSS,…y variables socioeconómicas delictivas) apenas

se ha desarrollado en este trabajo, las implicaciones que tienen las diferentes políticas

de ordenación son fundamentales a la hora de reequilibrar espacios y territorios y crear

condiciones para la “creación” de delincuentes o espacios propicios para el delito.

Esto nos lleva a destacar la relación existente entre exclusión social, condiciones

socio-económicas de un área determinada, estigmatización y procesos delictivos.

Como se ha comprobado, los tres primeros factores mencionados tienen una

influencia notable sobre las condiciones delictivas o la percepción que tenemos sobre un

determinado área o colectivo, elementos muy distintos entre sí y que debe resaltarse

como elemento de gran importancia a la hora de realizar políticas de prevención

delictiva.

La exclusión social es el primer paso para radicalizar un comportamiento

humano que ya de por sí está sufriendo determinadas problemáticas propias. Si a un

determinado grupo al cual ya se le hace difícil su convivencia con la llamada “sociedad

civilizada” (concepto ampliamente discutido y discutible) se le ponen mayores trabas

para su integración cívica, este colectivo tenderá a aislarse y, en consecuencia a

extremar sus reacciones (si a un grupo social determinado se le achacan problemáticas

concretas sin solución añadida y se les excluye en guetos, es probable que se originen

sucesos como los ocurridos en Reino Unido en 2011 o en las bouganvilles francesas en

2005).

137

Además, no sería la primera vez que se ponen al servicio de determinados

intereses, los distintos medios de los que cuentan las clases dirigentes para estigmatizar

bien un grupo social (el reciente caso del Movimiento 15M por parte de los medios de

comunicación es un caso ejemplificante), bien determinados barrios en degradación

donde es preferible procesos de rehabilitación urbanística pero donde la especulación

hace preferible el derribo y la construcción de viviendas de alto standing (estos procesos

se dan principalmente en barrios antiguos en proceso de degradación de los centros

históricos, que por ubicuidad geográfica adquiere un elevado valor añadido), bien

intereses de otra índole (“criminalizar” mediática o políticamente a determinados

grupos con fines meramente electoralistas).

Todo ello nos lleva a determinar y analizar la actual distribución de la riqueza en

nuestros territorios, no tanto en el aspecto de riqueza monetaria, sino de las condiciones

de vida de un territorio con respecto a otro.

El número de plazas tanto escolares como sanitarias por mil habitantes, la

densidad habitacional, la existencia de zonas verdes, el estudio de una movilidad

sostenible, la generación de espacios productivos y la tipología de estos (existe una gran

diferencia entre áreas de producción industrial pesada que aquellas con industrias de

nuevas tecnologías, los niveles de polución serán diferentes), las distintas medidas que

se aplican en espacios teóricamente parecidos (no será lo mismo un área urbanística

desarrollada cercana a un aeropuerto con elementos paliativos de contaminación

acústica que sin ellos).

Son numerosos los elementos que pueden influir en el comportamiento delictivo,

pero será difícil solucionarlo si no se atiende a las condiciones básicas socio-

económicas de las áreas con mayor riesgo a través de políticas encaminadas a una mejor

redistribución de la riqueza territorial del área a estudio, y una parte notable de dicho

trabajo se realiza en los diferentes planes urbanísticos y territoriales que se desarrollan

en las diferentes administraciones territoriales estatales.

138

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