APENDICE MEMORIA - Gobsuponía además, obedecer la legislación vigente (y ello incluía la...

257
1 APENDICE MEMORIA 1/er. Congreso Nacional de Historia Militar de México, a través de los Archivos Históricos.

Transcript of APENDICE MEMORIA - Gobsuponía además, obedecer la legislación vigente (y ello incluía la...

1

APENDICE

MEMORIA

1/er. Congreso Nacional de Historia Militar de México, a través de los Archivos

Históricos.

2 3

imagen

ÍND

ICE

4 5

PR

ESE

NT

AC

IÓN

7

Del proceso de Independencia a la Intervención Norteamericana

Cartografia Militar Mexicana, México, Sedena 2009

9

De tratado a tratados.Ubicación, análisis, comparación y clasificación de las

diferentes copias resguardadas del convenio firmado en Córdova el 24 de agosto de 1821

11

De tratado a tratados.Ubicación, análisis, comparación y clasificación de las diferentes copias resguardadas del convenio firmado en

Córdova el 24 de agosto de 1821

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

La constitución de Cádiz logro cambios importantes de estatus de algunas instituciones, pero en otras solo de nombre, como por

ejemplo: El anterior ejército Real, se llamó Nacional; El virreinato de la Nueva España, se llamó provincia de la Nueva España; El título de Virrey, se cambió por el de Jefe Político Superior, aunque conservando todas sus prerrogativas.

Tomado de un reimpreso fechado 8 septiembre de 1812, de “la Constitución Política de la Monarquía Española. Promulgada en Cádiz a 149 de marzo de 1812” resguardado en el Archivo General de la Nación, México D.F

El 24 de agosto de 1821 en la entonces villa de Córdoba se reunieron por un lado Agustín de Iturbide jefe máximo del ejercito de las Tres Garantías y Juan de O´Donojú recién llegado de la península como capitán general fuerzas militares Nacionales de la

12 13

Nueva España, entre otros títulos

Estos dos personajes firmaron un Tratado, en que la máxima autoridad española en el territorio, reconocía que no tenía el control de la totalidad del mismo, y sin las fuerzas suficientes, ya no para recuperarlo, sino para sostener los pocos espacios que les quedaban, y que, en contraste era el ejército de las Tres Garantías quien mantenía el control y la fuerza. Por medio de este convenio se buscaba un mecanismo para lograr la independencia de dicho territorio manteniendo, una muy estrecha cercanía con la España Peninsular, como mecanismo de establecer y mantener la paz.

Evitar la Anarquía

El Tratado de Córdoba está muy relacionado con el Plan de Iguala, por esa razón en la mayoría de los legajos encontrados, se juntan o imprimen los dos documentos, siempre el Plan primero. Algunos historiadores indicaron que es el Tratado, la ratificación del Plan de Iguala, pero parece que intenta ser, el complemento o ajuste final, a dicho Plan. Una vez consumada la independencia, el Plan de Iguala y el Tratado de Córdoba, junto con la Constitución de Cádiz, establecieron las bases para mantener la legalidad, mientras se realizaba la nueva constitución.

Es el artículo 12 del Tratado que dice: “Instalada la Junta Provisional, gobernará interinamente conforme a las leyes vigentes en todo lo que no se oponga al Plan de Iguala, y mientras las cortes formen la Constitución del Estado.” Es decir, con esto se coloca de forma provisional al Tratado de Córdoba, sobre el Plan de Iguala y juntos, sobre la Constitución de Cádiz, y sus leyes vigentes.

Resguardado en el Archivo Histórico del Municipio de Córdoba

se encuentra un impreso de “Aviso al Público” donde notifica la instalación de la “Junta provisional gobernativa” e informa lo que

sería el último cambio al texto del Tratado de Córdoba y por lo tanto, del Plan de Iguala: en vez de tres miembros de la Junta, fueron cinco.

A este respecto Ivana Frasquet nos informa: “La creación de una junta que se encargase del gobierno mientras se hacía efectiva la reunión de cortes seguía los mismos pasos que los acontecimientos en la península tras la invasión francesa”.1

“De este modo, siguiendo fielmente lo realizado por las Cortes hispanas en 1810, la junta declaró que el ejercicio de la representación nacional recaía exclusivamente en ella”. 2

“La Junta, Además, se arrogaba todas las facultades que les estaban concedidas a las Cortes y que recogía el artículo 131 de la Constitución doceañista siempre que no entraran en contradicción con lo expuesto en los Tratados de Córdoba. Se establecía también la fórmula del juramento que debían prestar los vocales de la Junta. El contenido de la misma hacía referencia a la defensa de la independencia del Imperio bajo las bases del Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba. Pero este juramento suponía además, obedecer la legislación vigente (y ello incluía la constitución de Cádiz y todos los decretos del periodo de 1810-1814 y los de 1820-1821) en todo aquello que no fuera contrario a las bases de la independencia. Es decir, todos los decretos y leyes sancionados por las Cortes hispanas se obedecerían siempre que no cuestionaran la creación del nuevo Estado-nación”.3

Consumada la Independencia nacional asumió el poder una Junta Provisional de Gobierno, la que tomó el título de “Soberana”, y dispuso, en decreto del 5 de octubre de 1821, que se habil itaba y confirmaba interinamente a todas las autoridades coloniales. 4

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

14 15

El Plan de Iguala

El plan de iguala fue concebido y realizado en forma clandestina, por lo que no se tienen muchos datos, de cómo se fue modificando, hasta su proclamación por Iturbide. Desde Iguala, se enviaron copias, todas manuscritas que contenían 23 artículos, a varias personalidades de la Nueva España. Si bien en lo general fue ganando adeptos en grandes cantidades, algunos además intentaron mejorarlo con algún cambio, y lo lograron.

El nombre original fue “Plan de Independencia de la América Septentrional” y un ejemplar de estos manuscritos esta resguardado en el Centro de Estudios para la Historia de México, CARSO.

Cuando se publica por primera vez, para su distribución masiva, ya contenía 24 artículos: “Esto sucede porque el artículo marcado con el número 18 del plan original se desglosó en dos en el definitivo Plan de Iguala, correspondiente a los números 18 y 19”.5 Todas las impresiones posteriores tendrían los 24 artículos.

Se encontraron tres ejemplares de estas publicaciones impresas en:

“De Alejandro Valdes”. Archivo General de la Nación, México D.F: impresos oficiales, vol. 60

“De D.J.M. Benavente y Socios” Rice University, Houston, Texas: Americas collection, 1811-1920, MS 518, Box 3 folder 01

“De Pedro Celestino Negrete” Centro de Estudios para la Historia de México, CARSO. CCLXXXVII. 9. 713. 1

Tratado o Tratados

El convenio firmado es un Tratado de 17 artículos, y es el mismo documento el que así lo indica, en dos artículos 5° “…a poner en las reales manos del Sr. Don Fernando VII copia de este tratado,…” y el 17° “Siendo un obstáculo á la realización de este tratado…”.

El término “Tratados” es un añadido que, a forma de título, se agregó al inicio de todos los documentos, que se realizaron del lado Trigarante en territorio americano, de tal forma que, los que conocieron este documento lo llamaron así en plural “Tratados”, mientras que, las copias que fueron a la península llegaron sin eseagregado o título y se conocieron simplemente como “Tratado”, entre ellos, estaban los diputados novohispanos que, abandonaron las cortes de Madrid, al sentir estériles las discusiones sobre la independencia de nuestro país y regresando a América, buscando fortalecer al nuevo Estado naciente.

Algunos de estos diputados, que utilizaban el termino de Tratado como nombre del convenio, no estuvieron de acuerdo con el sistema de gobierno imperial, y así lo manifestaron, ese detalle sirvió para asociar el termino Tratado con los contrarios al imperio, por el otro lado, a los pro-imperialistas se les relaciono con el termino Tratados. Se politizo el término, con una larga duración donde algunos todavía, intentan mantener.

Se pueden consideran sinónimos los dos términos, por lo que es correcto utilizar cualquiera de los ellos. Como ejemplo, un historiador ubicado en la península Ibérica en esa época, Mariano Torrente, que nombra al tratado tal como lo conoció en los dos momentos que escribe de él:

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

16 17

cuando llega de América a las cortes, lo denomina Tratado y cuando se refiere a él después de la entrevista con Iturbide en Inglaterra lo nombra Tratados.6

Siendo un poco estrictos, cuando se refiera al convenio en sí, se debería llamar por lo que fue, un Tratado; Si se refiere en específico, a alguna de las copias que presentan el título de “Tratados”, ese es el término a utilizarse, porque es el nombre propio del ejemplar; Las copias que no presentan ese título se denominarían como “Tratado”, porque así fueron conocidas.

En nuestra acta de independencia el término utilizado fue “Tratado”, mientras que en la mayoría de los documentos de la época se utilizó el “Tratados”. Referenciamos el ejemplar del “Acta de Independencia del Imperio Mexicano” y el “Dictamen sobre la autenticidad del acta de la independencia política dela nación mexicana” que están resguardados en el Archivo General de la Nación, México D.F:

Documentos Originales

El texto, en el párrafo inicial, nos indica se solo se realizaron dos documentos originales: “convinieron a los artículos siguientes que firmaron por duplicado, para darles toda la consolidación de que son capaces esta clase de documentos, conservando un original para cada uno en su poder para mayor seguridad y validación” un original para Iturbide y otro para O´Donojú. Esos documentos originales no se encuentran reportados en ningún lugar, pero podemos inferir como eran.

Todas las copias que se desarrollaron a partir del original de O´Donojú no presentan el agregado o título de “Tratados”, que presentan todas las copias a partir del ejemplar de Iturbide, lo

que nos permite definir el inicio del texto original: ”Pronunciada por Nueva España la Independencia de la Antigua y teniendo un ejército que sostuviese este pronunciamiento…”.

La parte final es “… O´Donojú se ofrece á emplear su autoridad para que dichas tropas verifiquen su salida sin efusión de sangre y por una capitulación honrosa. Villa de Córdoba 24 de agosto de 1821”, después las firmas. Posteriormente, todas las copias, presentan frases añadidas para indican el ejemplar del que fue copiado en particular.

Otro dato interesante que debería tenerse en cuenta, es lo que se narra del momento de las firmas: “El secretario de Iturbide D. José Domínguez extendió la minuta, y solo tacho O´Donojú, de mano propia, dos expresiones que cedían en su elogio. Así se terminó un asunto por el que se emancipo un pueblo que había estado atado con fuertes amarras á la metrópoli española.”.7 Los originales deberían tener esas tachaduras.

Según los ejemplares examinados, el orden de las firmas en los dos documentos era: Primero Iturbide y después O-Donojú,

Documentos Encontrados

“Tratado” Derivados del Original del O´Donojú

Estas copias no presentan el título de “tratados” y nos dan la pauta de extrapolar como serían los dos originales. Es notorio el intento de pacificación en los documentos que los acompañan.

Copia Manuscrita, Tratado, de O´Donojú a Jose Davila

Está fechada el 26 de agosto de 1821 en la villa de Córdoba, fue enviada urgentemente al gobernador de Veracruz Don José Dávila,

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

18 19

quien estuvo en desacuerdo desde el principio, con la forma en que O´Donojú manejo la situación en relación a la Independencia.

El legajo está formado por 21 fojas escritas de un solo lado, donde la primera es una carta personal, a partir de la segunda, un “Oficio” y en 11 fojas, reproduce el tratado. Este manuscrito no menciona que es una copia, claramente lo es, ya que no presenta las firmas, sino que menciona los nombres de los firmantes. Esta copia es la única en que en el orden de las firmas es inversa.

No se encuentra copia del Plan de Iguala. Se identifica una caligrafía diferente para el tratado que el resto del legajo y ortográficamente utilizan la “X” en lo relacionado con el nombre de nuestro país, la única rubrica es con el nombre completo de O´Donojú en la carta personal.

Se encuentra resguardada en el Archivo General Militar de Madrid, España: Independencia de México 5375.31 1821 24

Copia Manuscrita, Tratado, de O´Donojú al Secretario de Estado

Está fechada el 31 de agosto de 1821 en la villa de Córdoba en la provincia de Veracruz, está dirigida al Secretario de Estado y del Despacho de la Guerra. El legajo está formado por 27 fojas escritas de un solo lado, en la primera comienza una carta oficial de 11 hojas y 3 anexos, con el N.1 copia del tratado en 6 hojas, el N.2 copia del plan de iguala en 4 hojas y en el N.3 copia del “Oficio” a José Dávila en 6 fojas.

En la carta oficial, entre otras cosas, el Virrey explica al secretario, que esa correspondencia es para dar cumplimiento a una parte del Tratado: “En cumplimiento del artículo 5°, dictado por la debida consideración á S.M. por el respeto y amor que profesamos a su sagrada persona los mexicanos, y yo, y por los deseos de que la venida del emperador no se dilate he comisionado al coronel D. Antonio del

Val y al teniente D. Martin José de Olaechea para que pasen a poner en manos de V.E. quien tendrá la bondad de elevarla a las de S.M. esta carta y copia que le acompaña del Tratado de Córdova, suplicándole al mino tiempo se digne recibirle con benignidad, conceder su alta aprobación, si no a mi acierto, a mis buenos deseos, y poner el sello a sus bondades accediendo a la pretensión de esto pueblos, que anhelan por ser dirigidos por S.M. o un príncipe de su casa”.

La letra de la carta y la de los 3 anexos, son diferentes entre sí, lo que indica que, las copias fechadas los últimos días de agosto en la villa de Córdoba, fueron realizadas por algunas personas habilitados como escribanos, y que O¨Donojú solo las firmara, en el caso de los anexos anteponiendo la frase: “Es copia”. Además, en su estancia en la villa, no se menciona a su secretario, Don Francisco de Paula Álvarez, y considerando que anteriormente en España, por “orden del Rey, paso años prisionero y recibió tormento en las manos, quedando medio “gafo” (que tiene encorvados y sin movimiento los dedos de manos o pies.)”. 8 Posiblemente requería que otros escribieran por él.

Debido al proceso de la proclamación, adecuación y posterior impresión del Plan de Iguala, es común relacionar las copias manuscritas con 23 artículos, y las impresas con 24 artículos. La copia del Plan de Iguala, Anexo n.2, es un manuscrito de 1821 con 24 artículos.

El legajo se encuentra resguardado en el Archivo General Militar de Madrid, España: Independencia de México 5375.7_1821_27

Copia Manuscrita, Tratado, (Anexo N.1) del Legajo Enviado por O-Donojú al Secretario de Estado

Es una manuscrito sin fecha, en 5 fojas escritas por un solo lado, al final se menciona la frase “es copia. Juan de O´Donojú” tal como aparece en la copia del Tratado enviada al secretario de Estado y

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

20 21

despacho de Guerra, con el nombre de anexo N.1.Se respeta la “X” en lo relacionado al nombre de nuestro país.

Es una copia fotostática en el Archivo Histórico de Córdoba, presenta una portada que indica que procede del Archivo de Indias en Sevilla, España bajo el número de tarjeta 00218913 del legajo México 1680

Impreso, Tratado, de la Proclama de la Escelentisima Diputacion Provincial de Yucatan

Forma parte de un legajo que fue enviado por la capitanía general de Yucatán al secretario de estado y despacho de guerra, en él se explica que recibieron de forma no oficial, ya que fue entregada por un comerciante de Veracruz en la ciudad de Campeche, copia de la correspondencia de O´Donojú a José Dávila, en donde le incluye el tratado firmado en Córdoba. Aunque la entrega fue extraoficial, el capitán general Don Juan María Echéverri junto con la diputación provincial la mandaron publicar, con lo que oficializaron dicho documento, el 25 de Septiembre de 1821.

Son dos hojas impresas por los dos lados, en donde se incluye una justificación y una proclama, en la justificación se puede leer:“Ansioso pues de corresponder dignamente a la vuestra el gefe superior, de acuerdo con vuestra diputación provincial, se apresuran a congratularos, poniendo en vuestro conocimiento, aunque no tenga una constancia oficial, el resultado verdadero y favorable de las primeras conferencias que sobre la Independencia Americana tuvieron a nombre de las dos Españas en la villa de Córdoba los dos gefes que la representan en la nueva. Vedle pues y admirable en los 17 artículos que comprende el siguiente tratado.”

Es la única impresión encontrada con el término “Tratado”, ya que procede de una de las copias de O´Donojú. Es posible que sea

la más antigua de las impresiones de dicho documento, anterior en uno o dos días, de la que mando elaborar Herrera en la ciudad de México.

A manera de introducción, insertaron el oficio enviado por O´Donojú al gobernador Dávila, posteriormente el Tratado de Córdoba y al igual que la carta original, omiten el Plan de Iguala. En este punto las diferencias son importantes: mientras que el manuscrito no menciona que es una copia, éste impreso sí lo refiere, además, el orden de las firmas es, primero Iturbide después O´Donojú, mientras que en el manuscrito el orden es contrario. Con eso se puede concluir que la copia al “legajo para Dávila” no se realizó de la enviada a Veracruz, ya que no tenían forma de saber: la frase antes de la firma y el orden correcto de los firmantes. Es muy posible que los escribanos habilitados en Córdoba realizaran más copias del Tratado y sus cartas agregadas, que se enviaron otros lugares, no de forma oficial, buscando la rápida pacificación del territorio.

Se encontraron dos ejemplares, uno resguardado en el Archivo General Militar de Madrid, España: Independencia de México 5375.32_1821-1822_45, y el otro en el Archivo de Indias en Sevilla, España: México 3045 Fol. 137R-139V.

“Tratados” Derivados del Original de Iturbide

Todos las copias realizadas en nuestro país al parecer proceden de la copia entregada por Iturbide a José Joaquín de Herrera que mando imprimirla al entrar a la ciudad de México, en este primer grupo de ejemplares solo se encuentra el tratado al que al inicio se le agrego el “titulo” con el término “Tratados”.

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

22 23

Impreso, “Tratados”, de Herrera, de la Imprenta Imperial de Alejandro Valdes

Este documento es originado de una de las copias realizadas por José Domínguez al Original que se le entrego a Iturbide, es el capitán Magán enviado por Itrubide a Puebla: “Ese Magán había llegado a Puebla comisionado por un agente de don Agustín de Iturbide, llamado Miguel Cavalari, quien le encargó que comprara letra de imprenta y una prensa. El comisionado fue a hablar con don Pedro de la Rosa dueño de un taller de imprenta de los mejores en esa época y que tenía el privilegio real para imprimir las obras que servían de texto en la enseñanza primaria. De la Rosa, queriendo facilitar sus gestiones al capitán, lo presentó al padre Furlog”. 10Se encontraron dos ejemplares

• Uno resguardado en el Archivo General Militar en Madrid, España: Independencia de México 5363.17_ 1821-1824_9.

• El otro fue utilizado en un artículo de WIPIPEDIA y la referencia de la imagen indica que esta resguardado en el Archivo General de la Nación, sin más datos.

Copia Manuscrita, Antonio Martinez, del Impreso Tratados de Herrera.

No presenta fecha, realmente no hay ningún dato adicional sobre este documento, costa de dos hojas, escrita de los dos lados la primera y solo de un lado la segunda, utiliza la “X” al escribir lo relacionado con el nombre de nuestro país

Esta resguardado en el Archivo General de la Nación, en México D.F.: Instituciones coloniales/ Indiferente Virreinal, Expediente 040 (Historia: Notas diplomáticas caja 4429)

Copia Manuscrita, Estado de Coahuila, del Impreso Tratados de Herrera.

No presenta fecha, no hay datos adicionales a este documento, costa de dos hojas escritas por los dos lados, utiliza la “X” al referirse al nombre de nuestro país. Se encuentra resguardado en el Archivo General del Estado de Coahuila: FC, C47, E105, 2F.

Copia Manuscrita, Certificada Villa de San Andres de Nava, de la Copia Manuscrita Estado de Coahuila, del Impreso Tratados de Herrera.

Se trata de un legajo con dos documentos, el primero es una copia manuscrita de una carta de O´Donojú y el segundo es una copia manuscrita del documento anterior, realizada en la villa de San Andrés de Nava, Coahuila el 4 de Octubre de 1821, se trata de dos hojas escritas por los dos lados en donde se utiliza indistintamente la “X” y la “J” para lo referente al nombre de nuestro país. La copia de la carta, se encuentra en muy mal estado y es posible que acompañara al documento original impreso de Herrera.

Este ejemplar revela una similitud con los ejemplares impresos por la Diputación Provincial de Yucatán, están acompañados por copias de documentos de O´Donojú, que sirven como explicación de los acontecimientos, y fueron copiados por las autoridades locales para su difusión.

Se encuentra resguardado en el Archivo General del Estado de Coahuila: FPMN, C3, F8, E21, 3F.

El acta de independencia

Como consecuencia de la consumación de la Independencia nacional, el 28 de septiembre de 1821, un dia después de la

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

24 25

entrada triunfal del ejercito Trigarante a la ciudad de México, se redactó el Acta de independencia del Imperio Mexicano, en la cual se declaró de manera solemne la soberanía e independencia de la nueva nación, la nación mexicana, El acta decía Así:

Que por 300 años ni ha tenido voluntad propia, ni libre el uso de la voz, sale hoy de la opresión en que ha vivido. … texto, con el termino tratado de Córdoba

Posteriormente la misma regencia: téngalo entendido la regencia mandándola imprimir, publicar y circular. México, 6 de octubre de 1821, primero de la independencia de este Imperio. Antonio obispo de Puebla, presidente – Juan José Espinosa de los Monteros, vocal secretario – José Rafael Suarez Pereda, vocal secretario, 11 en esta ocasión es el mismo texto solo que se menciona como” Tratados de Córdoba”

“Plan-Tratados” para su Difusión Pública

Fueron diseñados para la difusión al público en general, de su contenido. Por primera vez se imprime “Plan de Iguala” y los “Tratados de Córdoba” en ese orden, que se mantendría en todas las copias posteriores. Es posible que el contenido complementario de los dos documentos sea la causa de publicarlos así.

Impreso en Bando, del Mazo, copia del Plan de Iguala y copia del Impreso Tratados de Herrera.

Se imprimió el 9 de octubre de 1821, por orden del Jefe Político de la Ciudad, Alfonzo Gutiérrez del Mazo, para el conocimiento de los habitantes de su jurisdicción. Incluye la orden de la regencia para su publicación. Es la primera vez que se imprimen juntos el Plan de Iguala y el Tratado de Córdoba. Es una sola hoja grande, impresa por un solo lado, utiliza la “X” para en lo relacionado con el nombre de nuestro país.

Al final le agrega el siguiente texto: “Y para que llegue á noticias de todos, mando se publique por bando en esta capital, y en las demás ciudades, villas, y lugares del distrito de la comprensión de mi mando, circulándose los ejemplares necesarios á quienes corresponda cuidar de su observancia. Dado en México a 9 de octubre de 1821. Primero de la independencia”.

Para cuando se imprimió este documento, ya se conocía la modificación al tratado, de que, en lugar de 3 regentes fueran 5, pero Gutiérrez del Mazo no incluyo esta modificación.

Un solo ejemplar encontrado, resguardado en el Centro de Estudios para la Historia de México, Carso: Fondo XVII Carp. 1-2, Doc. 75 (impresos del Marques de Vivanco, 1755-1860)

Impreso la Gaceta Imperial de México, por Orden de la Regencia, del Impreso en Bando de del Mazo, Tratados

“No es sino hasta el martes 23 de octubre cuando son publicados en la Gaceta Imoperial”. 12 Fue hasta los números del 20 y 23 de octubre de 1821 que se publicó el mismo texto del “Bando de del Mazo”. Primero aparece la orden de la regencia para su publicación, después el Plan de Iguala y por último los Tratados. Es la publicación oficial de estos documentos. La Gaceta es elaborada por la imprenta imperial de don Alejandro Valdez, el año de 1821 lo llama “Primero de la Independencia”.

En total son 11 páginas de la Gaceta de la siguiente forma: en el número 11, tomo 1 de fecha 20 de octubre de 1821 en las páginas de la 79 a la 82, y en el número 12, tomo 1 de fecha 23 de octubre de 1821, de la páginas 83 a la 89

Ejemplares resguardados en la Biblioteca Nacional de España, agrupados dentro de “Gazeta de México”.

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

26 27

Otros dos números fueron subastados en la ciudad de México el 21 de mayo de 2014.

“Plan-Tratados” Para la Jura de Independencia

Todas las instituciones juraron en una ceremonia especial la independencia de nuestro país, reconociendo 3 documentos: el acta de independencia, que se les entrego en copia y el binomio “Plan de Iguala – Tratados de Córdoba” impresos juntos. Para los asuntos legales no considerados en el Plan-Tratados, se siguieron respetando las leyes vigentes emanadas de la Constitución de Cádiz, la cual ya había sido “Jurada” por las mismas instituciones antes del movimiento trigarante.

Impreso para la Jura de la Independencia, Del Mazo, Copia del Plan de Iguala - Tratados de Cordoba

Es una sola hoja grande doblada por el centro en el lado más largo, dejando 4 páginas impresas, en la ortografía del nombre de nuestro país ocupa la “X”. Primero el Plan de iguala, después los Tratados, basándose en la copia impresa por Herrera. Se le agrego la siguiente leyenda “Es copia, México 12 de octubre de 1821” y como firma se imprimió la palabra “Mazo” Se encontraron tres ejemplares con pequeñas diferencias:

Ejemplar 1. Este es normal, tal como salió de la imprenta. Fue subastado en la ciudad de México en Noviembre del 2012. En la subasta se le catalogo equivocadamente como “en Bando del Mazo” tal vez por influencia del Ejemplar resguardado en la Biblioteca del Congreso (ver ejemplar 3).

Ejemplar 2. Este, está firmado, al parecer por el mismo Gutiérrez del Mazo y repite la fecha en forma manuscrita “12 de octubre de 1821”.

Resguardado en el Archivo Histórico del Estado de Hidalgo

Ejemplar 3. Este, esta adulterado, al parecer el sr. Teófilo Becerra tenía el encargo de mandar una copia del documento “Impreso en bando del Mazo” y como no lo consigue, tacha la frase final con la fecha del 12 de octubre de este documento y agrega la leyenda final del bando, posteriormente explica este detalle diciendo que es lo que dice el documento solicitado. Esta es la razón por lo que este ejemplar es conocido como “Bando” cuando no lo es, causando confusión.Resguardado en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos: NUC pre-1956, NI 0193167

Impreso para la Jura de la Independencia, D.J.M.B. y Socios, Copia del Plan de Iguala - Tratados de Cordoba

Son dos hojas impresas por los dos lados. También utiliza la “X” al referirse al nombre del imperio. Primero aparece el Plan de Iguala, después los Tratados. No tiene fecha clara, ya que al final agrega: “Impreso el primero el 9 de marzo y el segundo el 3 de octubre de 1921, en la imprenta contraria al nepotismo, de D. J. E. B. y Socios”. Al parecer utilizo dos impresos anteriores de los dos documentos y pone sus fechas, más no el de la impresión final. La frase del nepotismo es interesante ya que parece ser una protesta.

El texto refiere que se utilizó el ejemplar “Tratados de Herrera” pero cambia la idea en el Titulo de Tratados: en el titulo original dice “…el 24 del Presente…” hace referencia que la copia fue realizada en el mismo mes de Agosto de 1821, mientras que este ejemplar cambia la idea por otra refiriéndose a que la copia se realizó en un mes posterior del mismo 1821: “…el día 24 de agosto del presente año…”

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

28 29

Es el primer impreso en agregar el ajuste al número de miembros de la regencia: “Por posterior convenio al de Córdova, entre los señores generales Iturbide y O´Donojú se acordó que en lugar de los tres regentes que señalaba, fuesen cinco como en efecto se ha verificado”

Se encontraron dos ejemplares resguardados en el Centro de Estudios para la Historia de México, CARSO: Fondo LXXII-2 Carp. 2-3 Doc. 103 (Impresos de Martín Carrancedo: 1810-1883) y Fondo CCLXXXVII Leg. 721 Carp. 9 Doc. 75 (Archivo Lucas Alamán 1706-1951)

Impreso Plan De Iguala – Tratados de Cordoba, Para la Jura De la Independencia, Reimpreso Veracruz, del Impreso para la Jura de la Independencia de D.J.M.B. y Socios.

Son dos hojas impresas por los dos lados. El Plan de Igual antecede a los Tratados. Es el único documento que utiliza la “G” al referirse al nombre del imperio. No tiene fecha. Y fue utilizada por las instituciones establecidas en la provincia de Veracruz

Presenta el mismo título y la misma nota aclaratoria que el ejemplar anterior (DE D.J.M.B. y Socios) pero omite decir que se utilizó el impreso de Herrera como fuente de los tratados, insinúa que utilizaron una copia directa de José Domínguez, porque simplemente dice “Es copia fiel de su Original.= José Domínguez” y agrega: “Reimpreso en Veracruz, Imprenta del Gobierno Imperial megicano, año 1821”

Un ejemplar resguardado en el Archivo Histórico de Córdoba Veracruz, tomo 61, 1821

Documentos Históricos Faltantes Referenciados

Primera impresión del Plan de Iguala, realizada en Puebla: “Ese mismo día (12 de febrero) se imprimió el primer ejemplar del Plan de Iguala o de independencia en una imprentita que tenía el señor presbítero don Joaquín furlong, prepósito de la Congregación de San Felipe Neri, o la concordia. La impresión fue hecha entre él, un cajista llamado Mariano Monroy y el capitán Magan. La publicación del famoso plan se hizo con una proclama, impresa también en Puebla por los mismos individuos”. 13

Primera impresión del Plan de Iguala en Periódico: “Juan N. Troncoso, director de “La Abeja Poblana”, periódico que se imprimía en Puebla en 1821 y en el cual se publico por vez primera el Plan de Iguala.”. 14

Original del tratado de O´Donojú: Mencionado en el texto del tratado.

Copia del tratado de O´Donojú para Novella: “O´Donojú, después de firmar el tratado de Córdoba, envió una Copia de ese documento al mariscal Novella. De la que fueron portadores el teniente de guardias españolas don Antonio Ruiz del Arco y son José Ramón Malo, sobrino de Iturbide. Estos Enviados llegaron a México el 30 de agosto, y el comandante en jefe de ls tropas realistas convocó una junta general de guerra que reunió aquella misma tarde”. 15

Original del tratado de Iturbide: Mencionado en el texto del tratado.

Copia del tratado de Iturbide para Herrera, con el título de “tratados”, realizada por José Domínguez: Mencionado en las

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

30 31

La salvaguarda de la frontera: la comisión del General Manuel de Mier y Terán

(1825-1832)

impresiones de Tratados, como resguardada en la Comandancia general del mismo José Joaquín de Herrera

Conclusión

Es muy notorio la cantidad y variedad de ejemplares que fueron reproducidos en las dos naciones de los firmantes del Tratado. En España, no impacto en la sociedad, ya que su gobierno lo declara nulo, por lo que, no tuvieron la necesidad de difundirlo, salvo algunas copias manuscritas para las autoridades que las requirieron para su estudio y deliberación.

Por el contrario en el territorio de lo que sería el Imperio Mexicano, fue grande la actividad, generando muchas copias del documento en diferentes formatos, manuscritos e impresos, con una gran penetración por todas las localidades del territorio, en un tiempo muy corto, ya que hablamos de finales de agosto a Diciembre de 1821. Los diferentes formatos al parecer obedecen a objetivos varios: difusión, pacificación, unión, ceremonial, y el más importante: dar certeza legal para consolidar el independiente y nuevo Estado.

Como se menciono anteriormente este trabajo está en proceso de investigación, por lo que, cualquier información que nos lleve a conseguir la ubicación de otro ejemplar del “Tratado” o “Tratados”; de algún otro documento relacionado; información de alguno de las personas involucradas o mencionadas en los mismos documentos se agradecerá al correo: [email protected]

Ingeniero Ernesto Rivera Pernia

33

La salvaguarda de la frontera: la comisión del General Manuel de Mier y Terán

(1825-1832)

Doctora Rina Ortiz Peralta

…la tragedia, según la define Aristóteles, irónicamente,no surge de los defectos del protagonista, sino de sus virtudes.

Haruki Murakami

El 10 de noviembre de 1827 partía de la capital de México la denominada Comisión de Límites, encargada de fijar la

frontera septentrional del país, de acuerdo con los puntos convenidos en el Tratado de Onís de 1819. El general Manuel de Mier y Terán encabezaba la Comisión, integrada además por los tenientes coroneles José Batres y Constantino Tarnava, quienes debían efectuar observaciones militares y geográficas; en tanto que los asuntos científicos quedaron a cargo de Luis Berlandier designado médico botánico y Rafael Chovell, como mineralogista; les acompañaba como dibujante José María Sánchez, quien además llevó un diario que posteriormente contribuyó a completar la información parcial recabada por cada uno de los participantes.1

34 35

a la nación más de veinte mil duros, gastados en el reconocimiento del estado de Veracruz, y separarme de la dirección de artillería va a costarle más de sesenta mil, tan sin fruto lo uno como lo otro, por no atreverse Victoria a decirme francamente que no me quiere en ninguna parte”.3 Evidentemente en ese momento Mier y Terán no adivinaba que el viaje al septentrión transformaría el sentido de su vida.

Trayectoria

¿Quién era este hombre, reconocido por sus contemporáneos como dotado de una excepcional inteligencia, talento, esmerada educación y modales irreprochables y a quien el Dr. José María Luis Mora había considerado en 1831 el candidato ideal para ocupar la presidencia de la República?

En la historiografía mexicana la figura del general Manuel de Mier y Terán ocupa un lugar más que modesto. Una búsqueda en los ficheros de las principales bibliotecas de la ciudad de México arroja menos de una decena de títulos, siendo primordialmente los colegas norteamericanos quienes se han ocupado de este personaje, vinculado a la historia de la pérdida de Texas.4

Sus primeros biógrafos señalan que nació en Tepeji del Río,

entre 1783 y 1786; 5 pero su acta de nacimiento apunta que José Manuel Rafael Simeón de Mier y Terán nació en la ciudad de México el 18 de febrero de 1789. Fue hijo de doña María Ignacia de Teruel y Llanos y de Manuel de Mier y Terán, quien poseía tierras en el actual estado de Hidalgo, donde además ocupó cargos dentro de la administración virreinal. El joven Manuel cursó sus estudios en el prestigioso Colegio de Minería de la ciudad de México, donde se graduó en 1811. Unos meses más tarde se unió al movimiento independentista bajo las órdenes de José María Morelos. Al mismo grupo pertenecieron Mariano Matamoros, Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, los Galeana, los hermanos Bravo. En diversos

La Comisión de había formado dos años antes, en 1825, como paso fundamental para la ratificación del mencionado Tratado de Onís con los Estados Unidos, el cual estipulaba que los límites convenidos entre ambas naciones debían fijarse en el terreno. En principio, ambos gobiernos debían nombrar comisionados encargados de delimitar la frontera. El plazo había vencido en 1824 y aunque Pablo Obregón, ministro plenipotenciario de México en EU, intentó negociar el asunto, no hubo progresos sino hasta que Joel R. Poinsett fue nombrado representante de los EEUU en México. El 12 de julio de 1825 este embajador se reunió por primera vez con el Secretario de Relaciones, Lucas Alamán. El diplomático norteamericano tenía instrucciones precisas para procurar la firma de un tratado, distinto del de Onís, por otro cuyos “pudieran demarcarse con más facilidad”. Alamán con bastante tino logró eludir este asunto que evidentemente no representaba ninguna ventaja para México. Mientras Poinsett presionaba al gobierno de Guadalupe Victoria para que se aceptaran los límites convenientes a los Estados Unidos, el representante inglés Henry G. Ward, por su parte, sutilmente prevenía acerca de los peligros que entrañaba el asentamiento de colonos norteamericanos en el territorio de Texas y subrayaba la necesidad de efectuar una delimitación precisa que evitara futuros conflictos con los ambiciosos vecinos. Las insinuaciones de Ward fueron escuchadas. Después de una larga entrevista, el presidente Victoria quedó convencido de enviar una Comisión que se encargara de fijar los límites de la frontera norte y nombró a Mier y Terán para presidirla. Según confiesa el diplomático inglés “Fue en parte por instigación mía que la condesa (de Regla), intervino a favor del general Terán para atenuar el disgusto del general Victoria por las murmuraciones de Terán”.2

La designación, sin embargo, no complació a nuestro héroe, quien veía en ella un subterfugio del presidente Victoria para alejarlo de la capital. Las diferencias entre ambos generales eran del dominio público. Así, Mier y Terán expresó su disgusto a su amigo, Lucas Alamán: “Quitarme del Ministerio de la Guerra le ha costado

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

36 37

de Iturbide le comisionó para dirigirse a Chiapas a fin de conocer la disposición en que se encontraban dicho territorio y Guatemala respecto de la independencia. Este “hombre instruido, perspicaz y conocedor de los asuntos políticos… estuvo en Tuxtla, Ciudad Real y otros puntos de Chiapas, en donde se hizo de relaciones y despertó en los chiapanecos la idea de nombrarlo su representante”,9 el 16 de enero de 1822 la Regencia expidió un decreto por el cual se declaraba a la provincia de Chiapas unida a México. Una vez obtenida esta declaratoria y en virtud de la convocatoria para elegir diputados al congreso constituyente, de conformidad con las normas aceptadas para esa elección correspondieron a Chiapas 8 diputados, el asunto se discutió en las sesiones 16 de marzo, 11 y 15 de abril,10 cuando se aprobaron las credenciales, entre los diputados figuraba Mier y Terán. Su elección fue impugnada por no ser originario de ese estado, sin embargo la comisión que revisó el asunto consideró que no había lugar a oponerse a la designación ya que siendo Mier y Terán militar, no necesitaba tener residencia para ser electo.11 Efectivamente él había sido electo por la clase militar.12

La actuación de nuestro personaje como diputado en el primer congreso constituyente fue asaz breve, ya que el incipiente orden republicano fue interrumpido por el fugaz imperio de Agustín de Iturbide. Después de la abdicación de este último, el 19 de marzo de 1823, y en tanto se resolvía el nuevo orden político, se formó un gobierno provisional, el Supremo Poder Ejecutivo quedó integrado por Nicolás Bravo, Pedro Celestino Negrete y Guadalupe Victoria. Entonces, el Congreso Constituyente reasumió sus tareas y Mier y Terán concurrió nuevamente como diputado hasta el 30 de octubre de 1823, cuando se anunció que Chiapas se separaba de México, de modo que sus representantes deberían abandonar la asamblea. A pesar de su efímera participación en el Congreso, en él tuvo oportunidad de conocer por vez primera los problemas que planteaban las pretensiones de los colonos extranjeros asentados

momentos de la campaña insurgente entre 1812 y 1814 se encargó de la fabricación de artillería y de la fortificación de varios centros importantes en la región de los actuales estados de Guerrero, Oaxaca y Puebla. En este último, estableció una fortaleza en Tehuacán, tan bien defendida que en noviembre de 1815 allí acudió a refugiarse el Congreso de Chilpancingo al verse perseguido.

La presencia de los diputados representaba una carga adicional para quienes defendían Tehuacán, de modo que un mes después de su llegada, Mier y Terán resolvió disolver esta organización sustituyéndola por una junta de gobierno, integrada por él mismo, Ignacio Alas –presidente del Congreso y Antonio Cumplido. Debe señalarse que no todos los jefes insurgentes reconocieron a la junta y esta acción le valió duras críticas a Mier y Terán, predisponiendo muchos ánimos en su contra.6 En más de una oportunidad sus enemigos políticos utilizaron este hecho para procurar desacreditarlo,7 sembrando dudas sobre el verdadero móvil y la justificación de la disolución del congreso.

Lo que es indudable es que los desencuentros entre los diferentes jefes insurgentes obraron en su contra, fortaleciendo las posiciones del ejército realista. El asedio contra el bastión defendido por Terán no se hizo esperar y la situación se vio agravada porque, en aras de su defensa, este jefe emprendió una infortunada campaña para obtener armas, de la que regresó con las tropas mermadas, finalmente rindió la fortaleza en enero de 1817, acogiéndose al indulto.8 En principio, Mier y Terán había solicitado pasaporte para salir del país, pero no se le concedió; entonces se retiró a Puebla, donde trabajó como escribiente.

Mier y Terán se reincorporó a la escena política en 1821, poniéndose a las órdenes del general Nicolás Bravo. Entró a la ciudad de México junto con el ejército trigarante y de inmediato Agustín

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

38 39

deferencia, casi ninguna comprendía el sentido e implicaciones de la Comisión de Límites. En su tránsito hacia el septentrión mexicano se hacía evidente que las urgencias locales y personales predominaban sobre los fines de la incipiente nación, la conciencia de este hecho inquieta y oprime a don Manuel.

A mediados de abril de 1828 el trabajo de la Comisión de Límites cambió de cariz, apenas entonces se informaba a Mier y Terán que el gobierno mexicano en enero había aceptado firmar con los Estados Unidos los linderos establecidos en el tratado de Onís, aún sin corroborarlos. No obstante, se decidió mantener los trabajos de la expedición encabezada por el mencionado general, ahora con el propósito de elaborar un informe detallado acerca de las condiciones del lugar, la situación de los colonos extranjeros en Texas y lo tocante a las necesidades de guarnecer y conservar la frontera. Podemos suponer que en esta decisión influyó una extensa carta enviada por Terán al presidente Victoria el 28 de marzo, en la que por primera vez aquel expresaba abiertamente su preocupación por la situación en Texas.15

Así pues, en los meses restantes de 1828 Mier y Terán continuó su viaje a través de Texas: de abril a junio viajó de Béjar a Nacogdoches. Desde allí en octubre y noviembre emprendió una expedición al Río Rojo y a finales de diciembre exploró las márgenes del Río Trinidad. En su diario16 describe las fatigas del recorrido: el agobiante calor, las picaduras de multitud de mosquitos que desfiguran su rostro, las fiebres que le acometen, la avería de los carros, las dificultades para cruzar los ríos, la incomodidad de los campamentos. Intercala sus anotaciones de altitudes y latitudes, con la descripción de la flora y las voces de animales desconocidos. No puede evitar señalar: “la belleza de este país sobrepasa cualquier descripción”. Pero lo que más le conmueve son los hombres que pueblan esos territorios. Compara la buena disposición y construcción de unas cabañas, cuyos habitantes “no

en el septentrión mexicano, quienes presionaban por garantizar y ampliar sus concesiones.

En septiembre de 1823, por disposición del Congreso se instituyó el nuevo ejército nacional, en el que Mier y Terán recibió el grado de general brigadier. Unos meses más tarde, en marzo de 1824, fue designado ministro de Guerra en sustitución de José Joaquín Herrera, quien había sido enviado por el Poder Ejecutivo a mantener el orden en Jalisco. A las funciones de ministro de guerra añadió la de Director de la recién creada Escuela de Artillería. En esta misma época, Lucas Alamán ocupaba el Ministerio de Relaciones Exteriores e Interiores y desde esta fecha data la amistad que habrían de mantener hasta la muerte de Terán en 1832.

Hacia la frontera norte

Como señalamos anteriormente, en enero de 1825 Mier y Terán fue separado del ministerio de guerra por el primer presidente, Guadalupe Victoria, concentrándose entonces en sus tareas en la escuela de Artillería, de las cuales también fue removido meses después para ocuparse de la Comisión de Límites que partió a su destino dos años después.

A medida que la expedición avanzaba, se abrían ante ella no sólo nuevos paisajes, sino una realidad social distinta y distante. Esto es palpable en los testimonios que hasta ahora se conservan.13

La precariedad de los caminos, las dificultades para el abasto, una autonomía regional lindante con el abandono que experimenta la propia Comisión al no recibir a tiempo sus haberes, son algunos de los problemas que se mencionan en los documentos.14 Además, en el ánimo del jefe de la comisión van pesando las noticias sobre la incesante lucha entre las facciones políticas, así como las consecuencias de la falta de unidad y la ausencia de un proyecto nacional. Aunque todas las autoridades locales le acogían con

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

40 41

no traía ningún beneficio para México. Los colonos, a pesar de todas las concesiones y prerrogativas, no se identificaban con los intereses del país que los había acogido. Además día con día aumentaban sus exigencias a las autoridades mexicanas.

El contacto con los diferentes habitantes de Texas: los indios de diversas tribus dispersos en el territorio, los colonos norteamericanos y los mexicanos escasos e indolentes, le permitió a Mier y Terán prever la forma en que se desarrollaría un conflicto que habría de conducir años más tarde a la separación de Texas de la república mexicana. El creciente número de colonos norteamericanos, introducidos en contravención de las leyes mexicanas, constituía una prueba fehaciente del escaso control que tenía el gobierno mexicano sobre esa región, en contraposición a la insolencia y poderío de los norteamericanos. De este modo, la situación de la provincia de Texas se convirtió para nuestro personaje en una preocupación vital, así lo atestiguan los informes oficiales remitidos a diversas instancias de gobierno. En uno de ellos, refiriéndose a la miserable situación de las tribus nativas señalaba que éstas “esperan de sus padres los mexicanos que les darán instrumentos y les enseñarán a vivir”, en este sentido sugiere que se conceda terrenos a estas tribus o se las ponga al cuidado de los misioneros, o bien a cargo de Pedro Ellis Bean “ocupado en esta frontera de objetos análogos”, suministrándoles herramientas de agricultura cuyo costo ascendería a dos o tres mil pesos.17 Sin embargo, por razones que más adelante apuntaremos, ninguna de las medidas propuestas puedo encontrar cabal cumplimiento. En septiembre de 1828, dado que el gobierno consideraba que la comisión había cumplido su fin, el general Terán solicitaba se le avisara con tiempo sobre su regreso, para salir antes de que las lluvias hicieran intransitable el camino.18 Empero, según puede verse en los documentos, el gobierno determinó hacer otros esfuerzos para que la comisión continuara sus trabajos por otros seis meses.

eran desde luego mexicanos”, con la escasa amabilidad de sus dueños, quienes no le ofrecieron siquiera pasar a mitigar el calor del viaje: “Aprendí que los norteamericanos no acostumbran hacer tales invitaciones”.

Describe las rancherías de los indios denominados bárbaros, sus costumbres, conversa con sus jefes y logra conocer su posición tanto frente al gobierno mexicano, como su actitud frente a los norteamericanos. El 27 de abril llega a la colonia de Austin, donde le esperaban especialmente y le reciben con toda cordialidad. Obviamente esperaban su respaldo para sostener su contrato. Durante su mansión, pudo apreciar las actividades de los colonos y sus necesidades, así como el papel que jugaba el trabajo esclavo en la prosperidad de las colonias. Era notable el contraste con la población mexicana, que vivía al día, cuando no miserablemente, y nada podía esperar de un gobierno que ni siquiera cubría puntualmente los salarios de sus soldados. Se da cuenta, en fin, de que los norteamericanos –a pesar de la ley que prohibía su ingreso- se habían apoderado de las mejores tierras y supeditaban a las autoridades mexicanas ignorantes e indolentes. Sopesa todos estos elementos y juzga que el conflicto con los norteamericanos sería inevitable, más pronto que tarde.

La preocupación de Terán crece en la medida que conoce las condiciones en que se han ido asentando los extranjeros. En el Natchitoches Courier lee la noticia de un contrato de colonización, que contraviene por completo las leyes existentes. ¿Cómo pueden ocurrir estos hechos –pregunta al gobernador de Coahuila?

Durante su corta estancia en el territorio tejano, su aguda mirada pudo advertir que los norteamericanos se hallaban ocupando los mejores terrenos, que el trabajo esclavo les permitía obtener buenas ganancias y que la diligencia de los colonos había establecido un intenso comercio con los Estados Unidos; estaba claro, sin embargo, que la prosperidad de las colonias extranjeras

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

42 43

En las circunstancias del momento, una vez más lo urgente desplazaba a lo importante. El problema de Texas no era el más grave para el gobierno mexicano que, en un ambiente de incesante tensión entre los diferentes grupos políticos, se aprestaba a repeler una invasión española preparada desde Cuba. Todas las fuerzas militares se movilizaron para rechazar a las tropas enemigas. El 27 de julio, Isidro Barrada desembarcaba cerca de Tampico.

Santa Anna, quien encabezaba las fuerzas que debían rechazar a los invasores, envió al general Garza a la ciudad de México en comisión especial, por lo que el general Terán ocupó provisionalmente el cargo de Comandante de las Provincias Internas de Oriente. Las acciones combinadas de Santa Anna y Terán lograron la derrota de Barradas, el cual se rindió a Terán el 11 de septiembre. Años más tarde, en su exilio, Barradas contaría que el general lo había tratado con la mayor deferencia, exaltando su generosidad y nobleza.

Una vez vencido el enemigo, Mier y Terán reanudó sus diligencias para la defensa de Texas. En septiembre había sido confirmado por Guerrero como Comandante de las Provincias Internas y como tal propuso al ministro de Guerra una organización militar que le permitiera un control más efectivo de la región, dividiendo la comandancia de las provincias internas en dos: una que se encargara de Coahuila y Texas y otra que comprendiera Tamaulipas y Nuevo León. Sin embargo, no consiguió que el proyecto se aprobara. A finales de octubre se le encomendó preparar una expedición a Texas y en respuesta calculó el número de hombres y su disposición en el territorio de Texas y Tamaulipas para repeler una posible agresión norteamericana.

Y mientras tanto, a principios de diciembre de 1829 Vicente Guerrero recibe un golpe de mano del vicepresidente Anastasio Bustamante, con un pronunciamiento exigiendo su renuncia, se

Texas se convierte para nuestro personaje no sólo en una preocupación fundamental, sino en razón vital, así lo atestiguan los informes oficiales remitidos incesantemente a diversas instancias de gobierno, proponiendo y reclamando soluciones. Desde Nacogdoches escribe varias cartas, por las que podemos constatar su afán de lograr acuerdos con las diferentes tribus y prosigue sus alertas al gobierno mexicano en relación con el creciente número de colonos norteamericanos. Sin embargo, nadie atiende sus advertencias.

Don Manuel permanece en Nacogdoches en espera de nuevas órdenes hasta el 11 de enero de 1829, cuando se le pide trasladarse a Matamoros, en virtud del “lamentable estado de anarquía”. Para entonces se había producido el Motín de la Acordada que había impugnado la elección de Manuel Gómez Pedraza como sucesor de Guadalupe Victoria, obligándolo a salir del país. El congreso designó a Vicente Guerrero para ocupar la presidencia a partir del 1 de abril de 1830. La vicepresidencia se propuso a Anastasio Bustamante, quien residía en Matamoros como Comandante de las Provincias Internas de Oriente. El general Terán si bien procura mantenerse al margen de los pronunciamientos, escribe una felicitación a Bustamante a quien se ha llamado por ser “el primer militar” del país. La comandancia quedó en manos del general Felipe de la Garza, quien –como veremos- dará no pocos dolores de cabeza a Terán.

Mier y Terán pasó los primeros meses de 1829 a la expectativa, pero ocupado en recorrer los poblados de la margen sur del Río Bravo, en julio debió apresurar su marcha hacia Tampico para sumarse a la defensa de la nación. Las últimas ocho páginas de su diario antes citado, están dedicadas al viaje de Matamoros hasta Tampico, los días 4 al 13 de agosto. De allí envió de regreso a la capital todo el instrumental científico. Con Texas en la mente, volvía a la acción militar.

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

44 45

Alamán. Su voz y pensamiento son elocuentes, la vehemencia de sus intenciones se contrapone a la realidad de una nación apenas en construcción.

La primera dificultad para cumplir la misión de frenar el avance de los norteamericanos, fue la lentitud y, en algunos casos, la abierta negativa de los gobiernos estatales para proporcionar los hombres y los recursos que se les exigían. Se argumentaba que para combatir la invasión española ya se había aportado el contingente de que se disponía, que también a causa del conflicto las arcas estaban vacías, que la deprimida economía no podría soportar la sustracción de brazos necesarios para la agricultura y la minería. En cualquier caso, ¿por qué solo algunos estados tenían que contribuir a una causa que era de interés nacional? Hubo gobernadores que de plano contestaron que no mandarían las personas que se les había pedido de oficio porque no querían con la sangre de sus Estados engrandecer a otro para que se hiciera más poderoso.22 Ante estas posturas se lamentaba: “La colonia de Austin recibe mil habitantes de aumento en el tiempo que yo no he podido reforzar un destacamento con un solo soldado, vea usted por esto si tengo motivos para pasar malas noches”.23

En tanto se resolvían esos obstáculos, corrían nuevas noticias de amenaza de incursiones armadas de los norteamericanos. Frente a ellas y en tanto el congreso general acordaba las medidas a tomar, Mier y Terán recibió la instrucción de visitar los terrenos colonizados y cerciorarse de que las contratas cumplieran las estipulaciones de ley, elaborar un informe completo del número de habitantes, familias, etc.; así como que tomar las medidas indispensables para impedir la “introducción ulterior de aventureros hasta el extremo de resistirla con la fuerza”.

El general Terán se mostró más que dispuesto a cumplir su misión, pero la negligencia o mala voluntad de sus subalternos

le acusaba de abusar de los poderes extraordinarios que se le confirieron durante la invasión española. Poco después el congreso declaró a Vicente Guerrero incapaz de gobernar, atropellando así el incipiente orden constitucional. Le sustituyó el propio Bustamante, accediendo al poder la fracción conservadora y de tendencias centralistas encabezada por Lucas Alamán.19 Los estados con mayoría federalista reaccionaron oponiéndose a un gobierno que atentaba contra la soberanía de los estados y quebrantaba la voluntad ciudadana. Un mes más tarde se desató la denominada Guerra del Sur en contra de Guerrero y sus seguidores. En estas circunstancias la situación texana quedó nuevamente aplazada: a pesar de las reiteradas solicitudes de atención a un problema, que requería hombres, armas y dinero; las disposiciones del gobierno se recibían en los estados, pero simplemente no eran atendidas.

Al tomar el poder, Bustamante propuso a Mier y Terán ocupar la cartera de Guerra; pero éste no aceptó. Prefirió, en cambio, convertirse en jefe de una expedición destinada a “conservar la integridad de Texas a la República”.20 Posiblemente el general Terán albergara la esperanza de que el nuevo gobierno, donde personajes cercanos a él ocupaban los principales cargos, atendería sus exhortaciones en relación con el destino de Texas. Así parecían indicarlo las instrucciones que se giraron casi de inmediato señalando el número de tropas que estarían bajo su mando y que debían ser proporcionadas y sostenidas por los estados de San Luis Potosí, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Texas y Zacatecas. Así lo hacía suponer la ley adoptada el 6 de abril de 1830, con el objetivo de salvaguardar Texas.21 Los acontecimientos, sin embargo, siguieron un curso muy distinto.

De 1830 a 1832

El punto de vista de Mier y Terán sobre los sucesos comprendidos en estos años está reflejado en las cartas que escribe a Lucas

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

46 47

Como señalamos anteriormente, la ley de 6 de abril de 1830, se adoptó, en buena medida respondiendo a las reiteradas instancias de Don Manuel: “si el general Terán no hubiera visitado ese departamento al término de su comisión de inspección de la frontera y a quien debemos prácticamente toda la información que tenemos, hubiéramos visto a Texas arrancada de repente de la federación mexicana, sin saber siquiera por qué la habíamos perdido”. Sin embargo, es el propio Terán quien percibe las consecuencias negativas de una ley adoptada sin la debida reflexión. La ley buscaba poner un dique a la entrada de colonos norteamericanos a través de una serie de restricciones tales como suspender las concesiones de tierras inmediatas a la frontera, al litoral, a la desembocadura de los ríos; los extranjeros requerían tener pasaporte expedido por autoridad mexicana; el fortalecimiento de la presencia militar mexicana, el fomento a la colonización con mexicanos y extranjeros de otras nacionalidades. Se preveían otras medidas de índole económica, como el fomento del comercio de cabotaje. Pero, la aplicación de la ley podía resultar contraproducente pues estaba permitiendo la venta de terrenos que se otorgaron para ser colonizados, los terrenos se vendían a un precio ínfimo y los norteamericanos que los adquieren estarían prestos a solicitar su anexión a los EU. Era un hecho que “no se cuenta con el auxilio de los habitantes, ni las autoridades que se interesan en esa venta o la miran con indiferencia por lo menos: los daños que ha querido precaver dicha ley se vienen encima si no se toman providencias muy prontas, entre las cuales las que me parece más conducente es que se haga una declaración por el Supremo Gobierno o el del Estado, que los empresarios no tienen facultades de vender las tierras que han contratado por la ley de colonización, que no se las concede como propiedad particular, sino solamente para traer a ella más pobladores”.29

En su opinión los únicos interesados en la aplicación puntual de la ley eran los militares en virtud de las ordenes recibían, las

le negaban el auxilio. Tal era el caso del Felipe de la Garza, segundo jefe de la comandancia, quien le hace la vida imposible, reteniendo cartas, hombres y recursos. “Me privan hasta de la correspondencia de mi mujer”-24 dice Terán. Una y otra vez se dirige a Garza: “Tejas está constantemente comprometido: se equivoca el que espera para la pérdida de este país que haya una declaración, ni aun indicio de guerra abierta: esa mina revienta por explosión. Las colonias se sublevan y los habitantes de la Luisiana penetran en gran número por la frontera, de suerte que en un instante se forma una división de cinco a seis mil combatientes: se origina la lucha y cuando ya esté bien acalorada, el Gobierno del Norte declara que es de sus obligación impedir la desgracia de sus súbditos”.25 Pero Garza permanece sordo. Hasta tal punto lo hace desesperar este hombre que “sabe mucho para obedecer y poco para mandar”,26 que el 29 de abril de 1830 emite una circular donde lo desautoriza y considera no como parte del ejército, sino como caudillo particular a quien no debe auxiliarse, ni tomar en cuenta ninguna de sus comunicaciones escritas, solicita asimismo al gobernador que las tropas queden bajo su mando como jefe que es de operaciones, “por la difamación pública que el general Garza ha hecho de mis operaciones”.27

Por una carta escrita al día siguiente, sabemos que el general Terán se encontraba “reducido a la cama por una calentura que ya dura tres días”. En dicha misiva expresaba no sólo su malestar físico, sino su desasosiego por verse privado de las cartas de sus seres queridos y sin resolver el asunto que tanto le inquieta: “¿En qué parará Texas? En lo que Dios quiera, porque es negocio particularmente desgraciado, […] que ha estado abandonado y como Ud. [Alamán] me ha hecho el honor de decir en la cámara que por el accidente de haberme enviado allí, se han adquirido conocimientos para impedir a tiempo una pérdida vergonzosa que puede haber sucedido en el instante que se apaga una vela”.28

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

48 49

se le manda, pero insiste: “será muy conveniente a la suerte futura y seguridad de nuestra frontera que se verifique el viaje que tengo emprendido a Tejas, aunque sea separado del mando militar, con el objeto de asegurar a los colonos introducidos la posesión que se les ha prometido a los que deban tenerla…”.31 Está tan convencido de la gravedad del asunto que no aspira a retener ninguna otra comisión, ni mando de tropas y solo quiere que le dejen la comisión a Tejas, para cerciorarse además de la situación de las débiles guarniciones que resguardan la frontera.

En estado de alerta, el general Terán permanece en Matamoros la mayor parte de 1831, aunque confiesa que “cada día tengo menos esperanza de conseguir mi único objeto que es impedir la mutilación de Texas”.32 No obstante continuó sugiriendo algunas medidas legislativas: “que se declare a Texas territorio y que todos los baldíos, por lo menos los de las fronteras del norte desde el golfo mexicano en el río Sabinas hasta la costa noroeste en las Californias pertenezcan en propiedad a la federación, a reserva de formar nuevos estados luego que tengan cierto número de habitantes”.33 Esto se hace pensando que en realidad los proyectos para colonizar la frontera sólo han sido “privilegios concedidos a unos cuantos particulares para vender tierras a los habitantes de la república vecina”.

En esta prolongada espera su frágil salud se va deteriorando. Quizá pensando en el futuro, puesto que no se prevé un regreso inmediato a su casa, su esposa decide reunirse con él. Pero incluso la consecución de estos asuntos demanda un tiempo considerable, de febrero a junio. Personaje moderado y de una rectitud encomiable, sorprendente en una época en que cada jefe militar sólo parece seguir sus propios preceptos: Mier y Terán solicita permiso para salir al encuentro de su esposa y le produce incomodidad y disgusto la forma evasiva en que se le responde.

tropas eran el único medio de impedir la inmoderada entrada de extranjeros, además el cubrir las necesidades de esas tropas propiciaría el desarrollo económico de la región, atrayendo un flujo mayor de población mexicana. Era pues imprescindible fortificar las posiciones que ya habían sido tomadas en la costa y en el interior de Texas.

Pero con todo, lo que realmente faltaba era la voluntad política para llevar a cabo un proyecto colonizador mexicano y el fortalecimiento militar demandaba recursos que en esos momentos se destinaban a aplacar las disensiones internas. Recuérdese que en esos momentos se desarrollaba la denominada guerra del sur, en contra de Guerrero y los sublevados contra el gobierno de Bustamante. Es posible que el mismo Ministro de la Guerra no estuviera dispuesto a fortalecer a un jefe militar tan prestigioso como Mier y Terán. Lo cierto es que la ley no fue sino un dique de papel, lo dispuesto en ella no pudo ejecutarse, por más gestiones que hiciera nuestro protagonista, quien no se cansaba “de repetir que si se apoderan de Texas no los echamos, a menos que haya quien nos auxilie con poderosísimos escuadrones, y aun así, tal vez los mismos mexicanos nos faltan puesto que no tienen los conocimientos necesarios para hacer esfuerzos para una guerra[…] no tenemos experiencia de nuestro ardor bélico sino cuando está encendido por pasiones individuales […] pero cuando se trata de que guarnezcan su territorio, los mexicanos creen que se les engaña: tardará mucho tiempo para que el común de nuestras gentes crea que un Poinsett puede serles más nocivo que un gachupín cargado de años”.30

Aunque al principio el gobierno de Bustamante parecía significar una esperanza de atención a la situación texana, después de la ley del 6 de abril, no hubo mayores avances. El desánimo parece apoderarse de Terán, cuando a fines de octubre se le pide transferir la comisión de colonización. Como militar, acata lo que

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

50 51

nadie ha podido quejarse de mí; mis enemigos han olvidado sus pretendidos agravios y mis amigos me han conservado su estimación…”.35

Después de persistentes esfuerzos a fines de 1831, del 9 al 24 de noviembre, Mier y Terán logró viajar a Galveston para establecer la aduana marítima cuya comisión había recibido hacía más de un año, pero que las condiciones le habían impedido cumplir. La irritación con que respondieron los colonos fue mayúscula, por lo que juzgó conveniente reforzar el destacamento que impidiera que los norteamericanos siguieran comerciando con el norte sin ningún beneficio para México, además de continuar introduciendo más familias y negros “como últimamente ha hecho Austin, quien cada día se acredita más que es un solemne bribón, no ocupándose más que en conspirar contra México”.36

Con creciente pesimismo cierra el año 1831. La referencia a la triste posición en que se encuentra el sacerdote que había ido a prestar sus oficios Texas, donde está solo, “menospreciado por Austin y su pandilla de abogados”, sin medios de subsistir, sin que nadie estime sus servicios, parece ser un eco de su propia situación, imposibilitado para contrarrestar la connivencia de las autoridades locales con los colonos tejanos.

Las disputas y persecuciones entre los antiguos insurgentes habían creado un permanente estado de revuelta e impedían la consolidación de un gobierno civil, asimismo la continua sangría de recursos llevaba a desatender los asuntos primordiales, la economía languidecía. El general Terán estaba consciente de los males que ocasionaba el ejército, el problema –decía- es que se premiaba con grados y ascensos a quienes participaban en las sublevaciones, ¿cómo podía contenerse a esos hombres? En este sentido, nuevamente con malos augurios iniciaba el año 1832.

En su opinión los desórdenes en el país y la adopción de ciertas medidas que buscaban frenar el avance norteamericano habían conseguido justamente el efecto contrario, de incitar a los colonos a su desconocimiento. Hace una comparación de la debilidad mexicana con la de otros estados: “las fronteras del norte están como las de Polonia con Rusia. Ya estoy palpando, con muy pocos recursos para impedirlo, que nuestro Texas truena en el primer pronunciamiento, porque las medidas tomadas han excitado el resentimiento y no hay medios para sostenerlas a proporción del peligro: no sentiría tanto esta irrupción del norte, si viera suficiencias en los Estados Unidos para extenderse de una vez hasta Chiapas, porque sería el modo de identificarse; pero ellos toman lo que quieren y dejan el resto con la lepra que tiene, a más sometido a sus intereses: tal creo que será México dentro de veinte años, si prosigue la inestabilidad de estos tiempos”.34

En septiembre de 1831 en los círculos políticos comenzaba a discutirse acerca de los posibles candidatos a la presidencia de la república. Mientras algunos se inclinaban por el general Anastasio Bustamante y otros por Santa Anna, un grupo importante de la oposición consideró al general Mier y Terán. Se le tenía por un hombre sabio, digno de pertenecer a la Academia de Ciencias de París, se alababa su conducta intachable y su moderación. El Dr. José María Luis Mora fue el principal promotor de su candidatura, reconociendo que había militado siempre por la causa de la independencia, con honor, pureza, inteligencia y acierto. Al pronunciarse en su favor advertía que, a diferencia de muchos otros, su desempeño público lo había alejado de las ambiciones personales y su compromiso era con la patria. Pero Mier y Terán declina el ofrecimiento: “…Yo no soy político ni me gusta esta carrera que no trae sino cuidados y enemistades, mi profesión es la de soldado y mis gustos son por las ciencias que proporcionan una vida pacífica, instructiva y agradable. El tiempo que ha transcurrido desde el año de 1828 que me separé definitivamente del torbellino político, ha sido para mí el más útil y agradable porque he aprendido mucho y porque

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

52 53

que obligan al señor B[ustamente] a admitir las renuncias de V.V: y en quienes serán los sucesores está el cuento”.39 Muy pronto se verá que la razón lo asistía.

Paulatinamente Mier y Terán se va quedando aislado en su posición de observancia de las leyes, declara que carece de elementos de confianza, ni siquiera cuenta con quien pueda prestarle los más elementales apoyos. “En fin amigo, veamos en que para la casa de locos y bueno sería verlo, pero con la misma curiosidad se pueden quedar nuestros nietos!”40

Hay momentos en que parece quedar abandonado hasta por el mismo Alamán: “He recibido dos largas cartas de Ud. que me imponen muy bien del estado de las cosas, pero más que todo de la desconfianza que tiene U. de mí. ¡Estamos adelantados!, si yo la tuviera de ustedes estábamos perdidos”.41

Para complicar aún más la situación, los “desafectos” encabezados por Santa Anna, buscan apoyo entre los colonos texanos, circunstancia que es aprovechada por quienes maquinan siempre contra México. Pero además nuestro autor señala muy acertadamente otro peligro: “No es cierto que Santa Anna tenga buques armados, ni los necesita para que los norteamericanos le vendan víveres y municiones mientras tenga dinero”.42

En los meses de mayo y junio las dificultades militares aumentaron y el general Terán confiesa que no puede confiar en sus tropas, formadas por forajidos, cuyo único objetivo es saquear y dispersarse. El 17 de junio, desde la hacienda de Buenavista del Cojo, informaba de las maniobras que emprendería para contrarrestar los efectos de una revolución que se extendía día con día, forzándolo a tomar medidas extremas para conservar Victoria, Soto la Marina y Matamoros. Después de una penosa marcha por desiertos, privado de agua y pastos, llegó a la Villa de

El 7 de enero, Antonio López de Santa Anna dirigía al Comandante de las Provincias Internas de Oriente una carta solicitando el apoyo al pronunciamiento que exigía la remoción de los ministros del gobierno. Los términos de la misiva procuraban persuadir al general Terán que las buenas intenciones y la salvaguarda de la patria e independencia eran los únicos motivos que habían apartado a Santa Anna de su retiro. Con el mayor sentimiento, expresa nuestro personaje el rechazo a una acción “que no será buena jamás”, porque la república y sus instituciones no precisan de mediadores, protectores o libertadores, ya que cuentan con las leyes para resolver conflictos y de la manera más firme y ejemplar le responde: “Fiel a los principios de este sistema de Gobierno, como a los deberes militares, repruebo el pronunciamiento […] Del mismo modo lo haré cuando algún otro me invite a proclamar el centralismo o cualquier otra novedad que origine revolución o trastorno constitucional y, a consecuencia, calamidad y padecimiento al pueblo mexicano”.37

A lo largo de varios meses en 1832 la situación no parece definirse a favor del seductor de la patria, ya que no todos los comandantes lo secundan. Mier y Terán procura mantener el orden en el territorio que resguarda, si bien no se le oculta que su posición lo hace vulnerable: “mis correspondencias van a menos cada día y no tengo ninguna con personajes de influencia, porque las he ido cortando porque no se me tenga por aspirante”.38

Leal al gobierno, el general Terán informaba puntualmente de los movimientos y posición de los principales jefes militares frente al pronunciamiento de Santa Anna, incluso durante algún tiempo consideró que la mayor parte de los estados reprobarían la asonada e incluso llegó a aconsejar la mejor forma de combatir militarmente a Santa Anna. Pero a medida que pasa el tiempo comienza a dudar y así le dice a Alamán: “Yo quisiera tener la misma seguridad que Ud. de que se sale bien de esta, no lo creo amigo, al fin me parece

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

54 55

Croix, su meta era llegar a Victoria y permanecer allí quince días para reponer fuerzas. El general hace lo que puede, pero no puede contener la revolución que se va enseñoreando en una parte de los territorios a su cargo. La situación se va tornando insostenible porque el gobierno obra sin resolución y lentamente; en tanto que las acciones de los colonos texanos favorecen a Santa Anna. El 1 de julio, desde Güemes, Tamaulipas, “en medio de esta inmensidad, en un pueblo de cuatro casas arruinadas y donde no pueden comer cuatro caballos”.43 Mier y Terán escribe al oficial mayor de Guerra una carta desesperanzada por los hechos que no está en su mano resolver: en Matamoros, las tropas se pasaban una tras otra al lado de la revolución promovida por Santa Anna. Ve con amargura que es inevitable que el ejemplo cundiera en todo el territorio de las Provincias Internas de Oriente, lo ve perderse inevitablemente porque sus órdenes no eran escuchadas por jefes que se encontraban en conflicto entre sí y por la tardanza de los correos: “En tales y tan críticas situaciones estas fuerzas quedan envueltas sin comunicaciones, parte de ellas postradas por el cansancio y las fatigas, y todo devorado por la revolución, sin que yo lo pueda evitar”.44 Irónicamente y confirmando su dicho, la respuesta aprobando las medidas tomadas por el general se expedía apenas el 9 de julio; en el ministerio de Guerra se ignoraba que seis días antes el “benemérito Terán” se había quitado la vida.

El día 3 de julio, Ignacio de Mora transcribía al Oficial Mayor encargado del despacho de Guerra y Marina, la nota que acababa de recibir del Secretario de Manuel de Mier y Terán: “Son las siete de la mañana y el Benemérito Terán ha terminado sus días; sírvase Ud. venir en el acto en concepto que hasta que no venga y traiga los facultativos que lo reconozcan, mando que no se mueva el cadáver. No sé ni lo que hago, el dolor a todos nos ocupa y no hay más que llanto y lágrimas en general”.45

Con su muerte se canceló la posibilidad de oponerse al irrefrenable avance de Santa Anna, y como dice Enrique González Pedrero, más de cien años después: “¿Quién recuerda el 3 de julio de 1832, día en que se dio la muerte de uno de los lugartenientes más puros, honrados y eficaces de Morelos en la insurgencia?”.

Doctora Rina Ortiz Peralta Doctora Rina Ortiz Peralta

57

El Pronunciamiento Federalista de 1840: Preludio al Fin del Centralismo

59

El pronunciamiento federalista de 1840: preludio al fin del centralismo

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

Al cumplirse los primeros treinta años del inicio de la guerra de Independencia, México había experimentado ya tres formas de

gobierno: una monarquía con un emperador mexicano a la cabeza, una República federal y una República central. Quince personajes ocuparon el poder ejecutivo y tan sólo el primer presidente había concluido su mandato. Simultáneamente, el país también no dejaba de ser objeto de amenazas, presiones y ataques extranjeros; todo ello propició la inestabilidad de los gobiernos, los cambios de sistema político y la decantación de la economía.

Bajo todo este contexto, a mediados del año de 1840, a cinco años de haberse instaurado el sistema centralista, tiene lugar en la ciudad de México un movimiento armado, un pronunciamiento que, aunque fallido en sí, desencadenó una conflagración como pocas se habían presenciado en la capital con anterioridad, como los motines de La Acordada en 1828 y el del Cobre en 1837.

Encabezados por el general José Urrea, veterano de la guerra de Texas y personaje de amplia trayectoria en materia de

60 61

pronunciamientos en el norte del país, y secundado por Valentín Gómez Farías, liberal radical y varias veces vicepresidente de México, el 15 de julio de 1840, un reducido grupo de militares se alzaron con el objetivo de forzar infructuosamente el retorno al sistema de gobierno federal.

Las acciones bélicas duraron doce días en los que se causaron severos daños físicos al centro de la capital y perdieron la vida una considerable cantidad de habitantes, pero el pronunciamiento no produjo lo esperado, ya que los rebeldes fueron vencidos y México siguió gobernándose por espacio de siete años más bajo el mismo sistema centralista.

Dentro de los estudios sobre la República Centralista (1835-1847), el pronunciamiento del 15 de julio de 1840 suele ocupar un lugar muy breve, pues la atención suele centrarse principalmente en la violencia desatada a lo largo de los doce días de combates en la ciudad de México (15-27 de julio), por lo que este ensayo pretende analizarlo como un hecho que planteó una disyuntiva para el futuro político del país. Por otro lado, existen escasas, pero valiosas investigaciones particulares que lo estudian a partir de la composición y organización de sus actores y el desarrollo de los acontecimientos de ese y lo siguientes días, tales como la de Sonia Pérez Toledo, “El pronunciamiento de julio de 1840 en la ciudad de México” en la revista Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, de la UNAM; Michael P. Costeloe, “A Pronunciamiento in Nineteenth Century Mexico: '15 de julio de 1840'”, publicado en Mexican Studies de la Universidad de California y el artículo de Miguel A. Sánchez Lamego, “La docena trágica de 1840”, en Historia mexicana, del Colegio de México.

Los objetivos a perseguir en este trabajo son, en primer lugar, analizar las particularidades del pronunciamiento del 15 de julio de 1840 (motivaciones, protagonistas, tiempos, espacios,

consecuencias) de acuerdo con el marco teórico acuñado por Geroges Rudé para el estudio de los motines,1 y por otra parte, analizar el valor que tuvo el pronunciamiento del 15 de julio de 1840 para los cambios políticos posteriores dentro del sistema centralista y su posterior supresión, así como para la consolidación de las convicciones republicanas hasta su momento para proponer una forma diferente para su estudio.

El Pronunciamientos como escenario de la movilidad política del siglo XIX

Para México, el Pronunciamiento sido motivo de un minucioso estudio por parte del historiador escocés Will Fowler, quien lo define como:

Una práctica versátil, dinámica y fluida de influir en la política local y nacional, que fue manejada por una gama extensa de actores políticos y sociales, llegando a ser, en cierta manera, la norma y no la excepción: un medio de facto legítimo aunque ilegal de inducir cambios y reformas en la política del gobierno fuera del estado o de la nación, aceptado y adoptado aunque criticado por varios sectores influyentes y representativos de la sociedad mexicana del siglo XIX.2

Fowler sitúa la desafección de Iturbide hacia el virrey Apodaca para unirse con Guerrero como el primero de esta práctica y el modelo a seguir.3 A partir del Plan de Iguala pueden enunciarse hasta 1840 los siguientes: Plan de Veracruz y Plan de Casa Mata, contra el gobierno imperial de Iturbide; Plan de Perote y Proclama de La Acordada, contra la elección de Manuel Gómez Pedraza a la presidencia de la República en 1828; Plan de Xalapa, que desconoce a Vicente Guerrero como presidente en 1829; Plan de Veracruz, que derroca a Anastasio Bustamante de su primera presidencia; Plan de Cuernavaca, contra las reformas introducidas por el grupo liberal radical una año antes en 1834; Plan de Orizaba y Plan de Toluca, que forzaron a la adopción del sistema centralista en 1835.4

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

62 63

El pronunciamiento federalista de 1840

A partir de los eventos ya historiados por Pérez Toledo, Costeloe y Lamego, así como de los relatos de testigos de la época como Guillermo Prieto y Madam Fanny Calderón de la Barca, puede afirmarse que el 15 de julio de 1840 tiene lugar en la ciudad de México un pronunciamiento encabezado por el general José Urrea y secundado por Valentín Gómez Farías en el que un reducido grupo de militares se alzaron con el objetivo de forzar el retorno al sistema de gobierno federal. Este alzamiento duró 12 días y causó severos daños en centro de la capital numerosas pérdidas humanas. El pronunciamiento no produjo lo esperado, ya que los rebeldes fueron vencidos y repudiados y México siguió gobernándose por espacio de siete años más bajo sistema centralista.

Un análisis detallado de las fuentes consultadas sobre el pronunciamiento hace notar ciertas distinciones con respecto de otros eventos similares. Primero: se trata del primer pronunciamiento, aunque no el único hecho, en la ciudad de México que ocasiona en un elevado grado de grado de violencia y destrucción por su duración y su extensión espacial.

Segundo: si bien el pronunciamiento no logra sus cometidos, sí marca un punto sin regreso dentro del sistema centralista que a mediano plazo llevará primero a su modificación en 1843 y a su eliminación en 1847.

Tercero: la violencia y el repudio impiden el retorno al federalismo y la reivindicación del grupo liberal radical; sin embargo, tras el pronunciamiento se evidencia que el centralismo había propiciado mayores males de los que aspiraba a remediar.

Cuarto: el pronunciamiento de 1840 además, sirvió para apuntalar y consolidar la fe en el republicanismo de los mexicanos,

al margen del debate de sus formas, ya que fueron motivo de escándalo y persecución las voces que, basadas en los saldos del pronunciamiento, abogaron por considerar la idea de la monarquía. Quinto: el protagonismo de otros personajes en este acontecimiento, tales como los pronunciados, José Urrea y Valentín Gómez Farías, y los defensores del gobierno, Valentín Canalizo y el propio presidente Anastasio Bustamante, por un lado, y por otro, la total ausencia de Antonio López de Santa Anna, pone de manifiesto que, obstante el predominio de este último en la vida política del México independiente en sus primeras décadas, existieron otros escenarios y actores capaces de lograr significativas varianzas en la política.

Por todo lo anterior, se propone otra forma analizar el pronunciamiento federalista del 15 de julio de 1840, ya no como un hecho anecdótico y transitorio, sino como una acción bélico-política que, aunque fallida en sí misma y con características particulares que lo diferencian de otros conflictos de la época y que contribuyó a acelerar los cambios políticos, principalmente constitucionales, posteriores en México. Si bien, las categorizaciones de Rudé no serían las adecuadas para el estudio de un pronunciamiento, pues éste se enfoca en los motines, su propuesta metodológica sí resulta de utilidad para un análisis interno.

El sistema centralista en México

La Constitución de 1824 asentaba que la forma gobierno sería la de una de república representativa, popular y federal y que ninguna modificación a la Carta Magna podría realizarse sino hasta el año de 1830.5 El primer gobierno encabezado por Guadalupe Victoria transcurrió sin mayores sobresaltos hasta que las elecciones de 1828 demostraron la dificultad del país de regirse mediante las leyes vigentes. Los cambios se hacían urgentes, pero las restricciones constitucionales los hacían inviables de momento.

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

64 65

Esta opinión se enfatizó cuando en 1833 la aplicación de leyes radicales y secularizadoras por parte del partido liberal radical, atropellaron tanto su estatus como las facultades políticas de la Iglesia católica.6 Las protestas sociales se exacerbaron con los saldos fatales de la epidemia de cólera ese mismo año y la clase dirigente concluyó que el caos sólo podía tener una solución: “abandonar el experimento del federalismo y crear una República centralizada en la que el acceso al poder estuviese limitado a las clases cultas”.7

Todas estas ideas fueron plasmadas en el pronunciamiento de Cuernavaca al año siguiente por el cual, el presidente Antonio López de Santa Anna, quien se hallaba retirado temporalmente del poder, pues se sumó a los reaccionarios y regresó al poder para derogar las leyes liberales y expulsar a sus autores. Con ello, el camino un nuevo texto constitucional: las Siete Leyes, que entraron el vigor el 29 de diciembre de 1836, vigentes hasta la expedición de las Bases Orgánicas de 1843.8

Lejos de la consideración de que el sistema centralista surge más de un acuerdo cupular, Catherine Andrews cuestiona esa idea y señala que “la arquitectura constitucional plasmada en las Siete Leyes fue posible porque había un consenso entre gran parte de la clase política de que la Carta Magna de 1824 no respondía a las necesidades funcionales de la República”.9 Sin embargo, tampoco llegó la estabilidad esperada, pues este periodo registra una similar rotación de presidentes y un mayor número de pronunciamientos.10

Motivaciones

A pesar de que la nueva constitución contaba con el apoyo de ciertas legislaturas, ello no significaba ni la aceptación de la sociedad en su conjunto ni la sumisión de los mandos militares, lo que puede constatarse en las numerosas reacciones por todo el país brotaron contra el nuevo sistema. Son los más significativos los de Zacatecas

en 1835 y la separación de Texas en 1836, pero además, Juan Ortiz Escamilla enumera pronunciamientos inmediatos contra el centralismo al grito de “Federación o Muerte” en Chiapas, Veracruz, Puebla, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Colima, a los cuales habrá que sumar los existentes en Sonora y Sinaloa por el mismo protagonista del de la Ciudad de México en 1840, José Urrea.11

Ninguna de estas acciones tuvo un resultado positivo pero, para Michael P. Costeloe: “sirvieron para mantener una atmósfera de […] inestabilidad general […] absorbiendo recursos preciosos”.12

El Pronunciamiento del 15 de julio de 1840 se circunscribe a esta serie de rebeliones contra el sistema centralista para regresar al orden federal y, como se ha mencionado, fue el único de este tipo que se realizó en la capital de la República.

Mexicanos: una revolución gloriosa por la que ansiaba la nación se ha verificado; su voluntad se ha obsequiado, sin disparar un tiro, sin una gota de sangre, se ha ocupado el palacio por las tropas de mi mando. Restablecer el sistema representa-tivo popular federal. Unir a todos los buenos mexicanos, tolerar todas las opinio-nes, salvar las vidas, propiedades e intereses de todos, he aquí mis principios. Viva la nación independiente, libre y soberana, viva la federación. Congratulémonos y uníos para consolidar el triunfo a vuestro conciudadano y amigo. José Urrea, Mé-xico, 1840.13

Los protagonistas

José Urrea

Originario de Sonora, aparece en la historia como uno de los pocos militares de rango mexicanos de actuación honorable en la guerra de Texas y padeció en su persona la deficiencia administrativa del ejército al no poder cobrar su sueldo un año. Solicitó licencia por motivos de salud, en 1837 pero es entonces cuando encabezó un pronunciamiento por el retorno al federalismo que abarcó las regiones de Sonora y Sinaloa, rechazado públicamente por otros departamentos.14 Al plan se uniría el comandante general de

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

66 67

Nayarit, Mariano Paredes y Arrillga, sin embargo, éste, como otros militares en distintos lugares, prefirieron apoyar el gobierno central de Anastasio Bustamante, que había concedido amnistías apelando al patriotismo frente al conflicto que se estaba desarrollando con Francia, la llamada Guerra de los Pasteles.15 Este fue el motivo por el que el movimiento de Urrea quedó condenado al fracaso.

Aún otros actos de guerra le quedaban a Urrea antes de protagonizar los sucesos de México. Derrotado en Sonora, atravesó el país para trasladarse a Tampico en 1839 para unirse al pronunciamiento federalista de Longinos Montenegro y desde ahí, junto con otro general, José Antonio Mejía, emprender una expedición hasta la capital. La suerte de este movimiento fue endeble tanto por los sucesos y decisiones internas, como por el devenir de la Guerra de los Pasteles, ya que Montenegro había entrado en arreglos con la escuadra francesa para sacar provecho personal del bloqueo impuesto por la flota invasora.16

Fracasada la expedición tras su derrota en Puebla, Urrea regresa a Tampico, pero el propio presidente Bustamante ya se encontraba en Altamira, desde donde ofreció amnistía a los federalistas, que finalmente capitularon sin pelear. Urrea pudo escapar a Tuxpan y se entregó ante Mariano Paredes, pero Santa Anna exigió que se exiliarse a Europa; Urrea escapó y publicó una protesta por lo consideraba la violación del gobierno central a los términos de la capitulación, fue vuelto a capturar y enviado a la Ciudad de México bajo encierro en el antiguo palacio de la Inquisición. Por sus tratos con los invasores franceses en Tampico estos eventos, particularmente el haberlos provisto de alimentos a su retiro y haber devuelto un barco capturado, Urrea era para entonces una figura caída en el descrédito popular.17

Valentín Gómez Farías

Criollo de origen jalisciense fue electo diputado a las Cortes españolas en 1820, pero optó por adherirse al iturbidismo. Posteriormente se convirtió en uno de sus más fieros opositores y se sumó al proyecto republicano del Plan de Casamata. Formó parte del primer Congreso Constituyente en 1824, donde defendió el modelo federalista. Fue vicepresidente de Santa Anna en 1833, pero en la práctica, fue él quien ocupaba el poder ante las constantes licencias de salud del presidente. Tras el fracaso y repudio de las reformas emprendidas junto con Mora salió desterrado del país y se instaló en Nueva Orleáns al tiempo de que se instauraba el centralismo.

Es sabido que a partir de ese momento tuvo contacto con varias rebeliones y pronunciamientos federalistas y según Fowler, hasta con la rebelión de Texas.18 En 1838 regresó a México hasta que fue nuevamente desterrado, tras su participación en el pronunciamiento federalista del 15 de julio de 1840 al lado de Urrea.19

Anastasio Bustamante

Criollo michoacano, estudió medicina junto con Valentín Gómez Farías, aunque no se recibiría. Su ingreso al ejército realista sucedió a invitación expresa de Félix María Calleja, pues Bustamante, por entonces radicado en San Luis Potosí, había curado de un mal de la vista a la esposa del futuro virrey. Participó con reconocimiento en las principales campañas contra los insurgentes: Aculco, la recaptura de Guanajuato, Puente de Calderón y el Sitio de Cuautla, posteriormente fue comisionado con Iturbide para perseguir Morelos. Se enfrentó también a Xavier Mina y durante el declive insurgente entre 1817 y 1820 se retiró a la vida privada

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

68 69

hasta que fue llamado por Iturbide para adherirse al Plan de Iguala en 1821 y se encargó de consumar la independencia en el Bajío.

Fue miembro de la Junta Provisional Gubernativa y firmó el Acta de Independencia. Su carrera de ascensos se estanca tras la muerte de Iturbide hasta que reaparece en las elecciones de 1828 en las que obtuvo el tercer lugar, detrás de Gómez Pedraza y Guerrero. Tras la dimisión de Gómez Pedraza, Bustamante ascendió a la vicepresidencia.

Durante la expedición de reconquista española de 1829, aprovechó para pronunciarse contra Guerrero y apoyado por el congreso asumió el poder en 1830. La muerte de aquél le valió el desprestigio y varios levantamientos contra su gobierno. Tras su derrocamiento parte a Francia y regresa en 1837 para ocupar nuevamente el poder y en esta segunda presidencia enfrentó de nuevo pronunciamientos y rebeliones contra el nuevo sistema centralista y la “Guerra de los pasteles”. Fue expulsado del poder por el levantamiento en 1841 de Mariano Paredes y Arrillaga, Santa Anna y Gabriel Valencia y nuevamente parte al exilio europeo para regresar en 1844.20

Consecuencias

A la fecha, el estudio más detallado sobre el pronunciamiento federalista del 15 de julio de 1840 es el ensayo de Sonia Pérez Toledo, gracias al análisis de las fuentes primarias, principalmente del archivo de Gómez Farías en la Latin American Collection de la Universidad de Texas en Austin, es posible seguir el desarrollo de los acontecimientos y extraer futuras líneas de análisis sobre el mismo.21 A partir de los datos ofrecidos por la historiadora es posible inferir que el fracaso de los pronunciados se explica desde varias perspectivas, en primer lugar, el aislamiento, ya que no se obtuvo la adhesión ni del presidente Bustamante, ni de otros militares a los que se invitó, como Gómez Pedraza y Valencia, y por

su parte, el gobierno logró traer refuerzos de ciudades cercanas como Cuernavaca, Toluca y Puebla.22 Seguido de ello, durante los primeros días, los pronunciados armaron y aprovisionaron en alimento y metálico obtenido de las instituciones nacionales asaltadas, una considerable muchedumbre que hizo presa del pánico a las clases altas.

Contra los iniciales deseos de los líderes del pronunciamiento, no hubo forma de contener el desorden tanto en el centro, como en los barrios cercanos. Los destrozos causados por los combates dañaron severamente el Palacio Nacional, el Portal de Mercaderes y la diputación, además, el mobiliario que se extrajo de estos edificios fue utilizado como barricadas. El cautiverio del presidente fue otro aspecto que desautorizó al pronunciamiento, pues en ningún otro momento en la historia de estos movimientos se había llegado a tanto.

Por último, por la fidelidad del ejército al gobierno nacional, el conflicto se prolongó por espacio de doce días en los que gran parte de los muertos permanecieron insepultos y los heridos desatendidos.23 A decir de Catherine Andrews, biógrafa de Bustamante la peor parte del conflicto la llevó el presidente, pues su actuación durante el conflicto hirió de muerte su gobierno:

De nuevo parecía que había traicionado a ambos bandos. Los federalistas que habían apoyado a Urrea recordaron con amargura que el presidente había aceptado presentar sus demandas al gobierno mientras era prisionero, pero tan pronto como fue liberado no hizo ningún esfuerzo a favor de su causa. Por su parte, los centralistas interpretaron los acontecimientos como otra prueba de su debilidad […] Sobre todo, desaprobaron el acuerdo con los rebeldes en el que se les

garantizaba amnistía general y se les permitía conservar sus empleos.24

La sociedad no sólo estaba desencantada de la administración de Bustamante, sino ya del sistema centralista, pues la estabilidad que se prometió con las Siete Leyes jamás llegó y por el contrario, a raíz de su promulgación hubo, como lo demostró Fowler, más

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

70 71

protestas y rebeliones en la forma de pronunciamientos, que durante los años federalistas.

Así pues, los eventos de julio evidenciaron la obsolescencia de la constitución, la indecisión del presidente, pero también el hartazgo y rechazo de la sociedad a la violencia de la época.

¿Por qué careció de apoyo el pronunciamiento si tanto malestar había propiciado el centralismo? A la rápida respuesta del hartazgo social arriba señalado habría que añadir además la existencia de un sentimiento nacional que, aunque todavía primario, significó un apoyo a las instituciones de gobierno en los momentos de mayor zozobra, principalmente por las amenazas del exterior desde el intento de reconquista española de 1829 y más recientemente los asuntos de Texas y la Guerra de los pasteles, que como vio anteriormente, sumó incluso a generales desafectos a Bustamante.

Así pues, de entre la condena unánime a la violencia padecida surge la voz de un personaje que con una sola idea también cimbró la vida política. El campechano José María Gutiérrez de Estrada, hasta entonces tenido por federalista moderado, publicó una carta dirigida a Bustamante en la que exhortaba a las autoridades a implantar una monarquía con un príncipe extranjero a la cabeza ante la incapacidad de los mexicanos para autogobernarse. El texto, como se señaló, causó conmoción, ya que para muchos esta idea significaba el retorno al pasado colonial. Gutiérrez de Estrada fue perseguido pero logró escapar y exiliarse en Europa donde seguiría maquinando su proyecto, que no se realizaría sino casi poco más de dos décadas después.

De lo anterior se deriva el fortalecimiento del republicanismo en la conciencia política de los mexicanos, mismo que fue apuntalado por la retórica patriótica de los meses siguientes, como la condena que se hizo de la llamada Carta Monárquica.

Finalmente, como se mencionó, la figura de Anastasio Bustamante, tras estos eventos, quedó como la de un hombre timorato, incapaz de sostener las instituciones; ciertamente, pese a su brillante carrera militar, no era ni de lejos el hombre fuerte que se esperaba; no es así para Catherine Andrews, quien lo describe como “un político ambicioso y pragmático que en distintas situaciones intentó obtener el mayor provecho”; señala la autora que en el fondo su convicción era la de federalista moderado, pero que su sostenimiento del centralismo se debía a las negociaciones con este grupo para retener el poder.25

Con todo lo anterior, era previsible que, a partir del daño a su imagen pública su gobierno tuviera los días contados. El 28 de septiembre de 1841 nuevamente hay pronunciamientos en su contra, encabezados por Santa Anna y Paredes que culminan con la redacción de un documento provisional que modificó al régimen centralista vigente: las Bases de Tacubaya, “en las que se disponen el cese de los poderes Ejecutivo y Legislativo, convocan a una junta de representantes de los departamentos [y] se daba un plazo de dos meses para convocar a un Congreso Constituyente extraordinario”.26

Tras este parte aguas, que transforma la República central, los trabajos legislativos emprendidos dieron origen en el año de 1843 a las Bases Orgánicas que realizaron cambios drásticos y otorgaron poderes prácticamente dictatoriales al ejecutivo, que recayó en Antonio López de Santa Anna. De los involucrados en el conflicto, sólo Gómez Farías volvería a tener peso político tras el restablecimiento de los liberales, que vieron su oportunidad de resurgir después de este evidente fracaso de las instituciones dadas por los conservadores, pues volvería a ser vicepresidente de Santa Anna y uno de los constituyentes de 1857.

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

72 73

Conclusiones

A lo largo de este esbozo para una futura y más profunda investigación se ha podido constatar la riqueza documental de un tema tan poco estudiado en la historia de México, del cual derivan numerosos tópicos y líneas de investigación que igualmente, son campo fértil para el trabajo historiográfico. El análisis del pronunciamiento federalista del 15 de junio de 1840 que aquí se ofrece es un intento de llevar este acontecimiento más allá de la descripción de los sucesos e inferir nuevas interpretaciones sobre un mismo hecho.

Las hipótesis planteadas resultan demostradas, ya que 1) el pronunciamiento, a pesar de su fracaso en la pretensión de volver al federalismo, es motivo para el estudio de las reacciones adversas al sistema centralista y permite analizar sus cambios y continuidades, como lo fueron las modificaciones introducidas en 1841 (Bases de Tacubaya) y 1843 (Bases Orgánicas). 2) por el otro, la preservación del republicanismo (sin importar su forma) frente al planteamiento de la monarquía esgrimido por Gutiérrez de Estrada en su famosa Carta Monárquica.

Así pues, el pronunciamiento federalista del 15 de julo de 1840, no fue el primero, sino el último con ese ideario y le único en la capital, cuyas proporciones destructivas pueden ser comparables con la Decena Trágica en 1913. Hizo ver una realidad política y tomar acciones para acelerar los cambios a un sistema que había evidenciado su debilidad, generado un repudio social generalizado en el país y demostrado la obsolescencia o inviabilidad de algunas de sus instituciones (Supremo Poder Conservador).

Este evento, pues merece algo más que unas cuantas líneas en las historias del Centralismo Mexicano.

Fortaleza de San Carlos: Primer Colegio Militar

Maestro Juan Carlos Esparza Ramírez

75

Fortaleza de San Carlos: Primer Colegio Militar

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

Nueva España y la construcción de sistemas defensivos

Desde que el hombre se sintió amenazado por sus enemigos; tuvo la necesidad de crear espacios de defensa para su protección.

Buscaron lugares estratégicos aptos para que pudieran defender sus intereses de expansión territorial, política, económica y cultural. En lo que corresponde a Nueva España debemos recordar que desde el siglo XVI cuando los navegantes españoles se adentran a una tierra rica en recursos naturales provocó que naciera una rivalidad con Francia y después con Inglaterra y Holanda. El flujo de mercancías y riquezas era destinada en su totalidad a España. Aunado a esta situación se utilizan como caminos todos aquellos que fueron empleados por los nativos del lugar, es decir, se crean los Caminos Reales y también los Puertos, en donde van a llegar mercancías y riquezas provenientes del territorio recién conquistado.

Existe una relación que da el Ingeniero Manuel de Santiesteban en el año de 1769 sobre el Camino Real de México, que inicia desde la plaza de Veracruz, pasa por Xalapa hasta terminar en Perote es

76 77

Fortificaciones en las Costas del Golfo de México y el Mar Caribe, tales como San Felipe de Bacalar, San Juan de Ulúa, Campeche, Cartajena de Indias, Trinidad, Cumaná, Omoa, La Guaira, Puerto Cabello, Portobelo, San Juan (Nicaragua) y La Habana.

Dentro de nuestro país ocupa un lugar importante Campeche ya que sufrió varios ataques piratas debido a la extracción del Palo de Campeche, por la demanda que existía en la industria textil europea. Los corsarios ingleses más conocidos fueron Francis Drake, John y Richard Hawkins, Walter Raleigh. Una vez fundadas las ciudades, la Corona Española se preocupó por proteger los puertos creando un conjunto de sitios de defensa, algunos funcionaron, otros con el paso del tiempo fueron abandonados para convertirse en prisiones otras corrieron con suerte y con el paso del tiempo fueron rescatadas y empleadas para fines culturales, sin embargo para el caso de San Carlos de Perote el tiempo no perdona, fue olvidada al destinarse como centro de readaptación social. Con el fin de proteger a las ciudades se construyen obras de defensa como los siguientes:

• Ciudades amuralladas• Fuertes o Plazas Fuertes• Reductos• Torres o Torreones• Baterías y Vigías3

Ante la importancia al desarrollo de los sistemas defensivos en los siglos XVI y XVII, provocó el estudio de técnicas y trazas con una funcionalidad principal, así, nacen las Fortificaciones Abaluartadas cuya teoría dice: “Todas las partes deben estar dispuestas de modo que puedan flanquearse recíprocamente”.4 De esta manera se protegían villas y los sistemas defensivos construidos hasta el momento se revelan como majestuosos tanto por la ciencia de su construcción como la adaptación a la topografía del terreno.5

muy detallado; menciona los pasos estrechos y desfiladeros que en las 32 leguas de distancia existen, impidiendo y retardando el tránsito a cualquier tropa enemiga, sabiendo que la fortificación cuadrada sería un sitio de vigía, también funcionaba de almacén de armas, pertrechos de guerra y alimento con el fin de proveer a la guarnición de San Juan de Ulúa.1 Por su parte Calderón Quijano cita a don Francisco Cagigal de la Vega, quien menciona que se debía aprovechar los accidentes del terreno, a su vez aprovecha las descripciones que da Villalba, del camino de Veracruz a Perote por Jalapa; y del Mariscal de Campo Don Antonio Ricardos del que sigue por Orizaba hasta dicho Perote.

Se hallaron ventas a lo largo del camino entre la capital del virreinato y la Villa Rica de la Vera cruz como las Ventas de Cáseres, Perote, de Aguilar, De Lencero, del Rio, siendo de gran beneficio para todas aquellas personas dedicadas a la arriería por ser el único medio de transporte. El cronista Juan López de Velasco menciona en su libro “Geografía y Descripción de las Indias” en la página 192 que entre los años 1571 y 1574 “Desde México hasta Veracruz y Costa de la Mar del Norte, hay dos caminos y por entre ambos 66 leguas poco más o menos, y solo difieren en que el uno es más poblado, que llaman de los Ángeles o el camino de la Puebla, y el otro que llaman de las Ventas por dónde van los carros es más llano”2 Al llegar el siglo XVII la disputa por el dominio y por las riquezas es cada vez más latente provocando la necesidad de construir estructuras militares y de esta manera brindar una protección a “las riquezas de España”.

A la par de esta situación surgen ataques a embarcaciones por parte de grupos de hombres cuyo fin era robar el contenido de estas; son conocidas como piratas, sin embargo, también existieron ataques a las costas de Campeche cuyo fin era el contrabando y la explotación de los recursos naturales, el curtido de pieles, la obtención de maderas preciosas y el corte del Palo de Campeche. Ante este panorama se decide construir un Sistema de

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

78 79

Para el 26 de noviembre de 1763 es enviada una Carta por el Virrey Marqués de Cruillas al Ministro de Indias Don Julián de Arriaga, nuevamente dando observaciones y mencionando lo siguiente:

…hacer presente al Rey, que mis continuas observaciones y repetidos viajes a Veracruz por Jalapa y Orizaba, me han hecho reconocer la necesidad de que en el sano, frío y seco temperamento del pueblo de Perote, se fabriquen algunos almacenes, donde puedan conservarse los repuestos correspondientes de armas, municiones y pólvora para el pronto socorro de Veracruz.9

La Carta que envía el Virrey Marqués de Croix al Ministro de Indias Don Julián de Arriaga, con fecha 22 de octubre de 1766, donde explica que:

…El pueblo de Perote, está situado en la más bella proporción para tener en él un pequeño tren de campaña y el acopio de víveres que es preciso hacer así en tiempo de guerra como en la paz, bien para auxiliar a Veracruz y demás puestos internos y de la costa, como para conservar los que sucesivamente se destinarán a la Habana y tengo por indispensable construir algunos almacenes que afiancen la conservación de estos repuestos en el clima que goza, bastantemente templado y seco, no padecen corrupción los víveres y se mantiene la pólvora bien

acondicionada.10

De acuerdo con este extracto de la carta y con lo escrito por Calderón Quijano coinciden las fechas para señalar que fue quien propuso por primera vez la construcción del Fuerte.11

La Real Orden enviada al Marqués de Croix, por conducto del Ministro de Indias Don Julián de Arriaga el 30 de agosto de 1768 dice:

…Además de lo que está mandado en las citadas órdenes, parece a S. M. podría hacerse en Perote o en otra de las poblaciones más inmediatas a Veracruz. Un Fuerte que sirva a fines de abrigar las tropas que baxen de lo interior del Reyno en caso preciso y también, al de almacenar Armas, pertrechos de guerra y útiles de gastadores y aun para víveres que provean la guarnición de San Juan de Ulúa y las tropas que disputaren el terreno hecho el desembarco por los enemigos.12

El autor José Antonio Calderón Quijano cita a Cagigal de la Vega quien comenta que se debían fortificar ambos caminos de acceso a la capital, (Veracruz – Jalapa – Perote y Xalapa - Orizaba) de tal manera que si alguna tropa enemiga se adentrase al territorio tendrían dificultades y se debilitarían por la situación del terreno. Así la situación exacta de las fortificaciones sería:

a) En el camino de Jalapa, el Fuerte estaría en lo alto de la llamada Cuesta del Soldado, un lugar llamado Venta del Ungar. Corresponde esto al trayecto de nueve leguas que hay desde Jalapa a Perote.

b) En el camino de Orizaba, a dos leguas de ella, en la cuesta llamada Marolata, donde se encuentra el pueblo que lleva su nombre.

Estos caminos se juntaban hasta las ventas de Irolo y de la India, ya en la jurisdicción de Apam, a veinte leguas de México y dos del valle de Otumba.6 Las fortificaciones existentes hasta entonces habían sido abandonadas por los gobiernos virreinales provocando estar en ruinas, de esta situación fue testigo el Marqués de Cruillas don Joaquín de Monserrat quién Gobernaba la Nueva España y realizó un viaje de inspección en el año de 1763 saliendo de la Ciudad de México con rumbo a Puebla, Xalapa y Veracruz, a su regreso a la capital solicita al Rey Carlos III enviará un ingeniero militar para poder dirigir los reparos a las obras de fortificación que ya existían y si era necesario edificar más.7 En la carta enviada por el Virrey Marqués de Cruillas al Ministro de Indias Don Julián de Arriaga con fecha 18 de agosto de 1763 comenta:

…han venido los dos Ingenieros Extraordinarios D. Antonio Donzel y D. Miguel Ximénez, que por carta de 5 de abril próximo pasado me hice V. E. haber destinado S. M. a este Reyno para que sirvan bajo mis órdenes. Y habiéndolo efectuado también el Director D. Manuel de Santiesteban…8

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

80 81

citadas obras, pareciéndole más conveniente la construcción del Fuerte en Perote y que a este efecto se hallaba levantando el correspondiente plano el Ingeniero

Director don Manuel de Santiesteban…16

La Carta enviada por el Virrey Marqués de Croix al Ministro de Indias Don Julián de Arriaga, con fecha 20 de mayo de 1769 comenta lo siguiente:

Con fecha 30 de enero de este año, expuse a V. E. que el Ingeniero Director Don Manuel de Santiesteban, se hallaba haciendo el reconocimiento del terreno más ventajoso para la construcción del fuerte en el camino real que sube de Veracruz a Perote, y habiéndome remitido el plano de este pueblo y sus inmediaciones con el del fuerte cuadrado, perfiles relación del camino real que media entre la plaza de Veracruz y Perote, con inversión del presupuesto del costo del expresado fuerte.17

La construcción del Fuerte de Perote (1770 - 1775)

Para el mes de abril de 1770 el Virrey Marqués de Croix, remitía a Arriaga el nuevo plano del Fuerte que se construiría en San Miguel de Perote bajo la dirección del Ingeniero Manuel de Santiesteban. En una Carta enviada por el Virrey al Ministro de Indias don Julián de Arriaga (28 de abril de 1770) menciona:

…”debe ya caminar desde Veracruz para el parage de la obra, el Ingeniero Don Miguel del Corrala disponer la fábrica de un barracón para alojar a los forzados que deben emplearse en el acopio de materiales y demás, previas disposiciones para la construcción del fuerte y tropa que habrá de custodiarlos y luego que se acaben de habilitar en Veracruz las herramientas que he mandado disponer a satisfacción de Santiesteban, pasará también a Perote, como que es el que va a dirigir la obra asistido de Corral y de su hijo don Manuel como Ingeniero Voluntario”.18

Por lo anterior me atrevo a decir que la mano de obra empleada eran prisioneros que probablemente se encontraban en Ulúa ya

La Carta enviada por el Virrey Marqués de Croix al Ministro de Indias Don Julián de Arriaga, con fecha 30 de enero de 1769 explica que no se debe fortificar a Veracruz sino poner en mejor estado de defensa a San Juan de Ulúa y respecto al Fuerte de Perote comenta exactamente lo mismo escrito en la Real Orden del 30 de agosto:

…Podría hacerse en Perote u otra de las poblaciones más inmediatas a Veracruz un Fuerte que sirva a los fines de abrigar las tropas que baxen de lo interior del Reyno en caso preciso y también, al de almacenar Armas, pertrechos de guerra y útiles de gastadores y aun para víveres que provean la guarnición de San Juan de Ulúa y las tropas que disputaren el terreno hecho el desembarco por los enemigos.13

Sin embargo al continuar la lectura de la misma se leen líneas donde explica:

…Siempre he estimado por el parage más a propósito el pueblo de Perote, por ser el más proporcionado para dar todos los auxilios de víveres, armas, tropas y útiles; temperamento seco y frío muy convenientes para la conservación de los comestibles de maíz, harinas y demás menesteres y por ser sus inmediaciones, el país de la abundancia y últimamente, el punto céntrico para acudir desde allí oportunamente a todas las sendas y caminos extraviados que suben de Veracruz y la costa y también para socorrer con brevedad el importante puesto de la subida que llaman Maltrata.14

Se requería que el Fuerte se construyera a 15 leguas de Veracruz y continúa la carta:

…Pero como Perote, parage a donde me inclino, dista de Veracruz 30 leguas, doble del camino del que se me insinúa en las reales órdenes, espero el dictamen y planos del Ingeniero Director Don Manuel de Santiestéban, que se haya en el reconocimiento para dar cuenta a V. E. y resolver sobre la colocación y el parage que más convenga, en inteligencia que a las 15 leguas de Veracruz, no hay población y que el temperamento es el mismo que el de la costa y perjudicial a la salud, a los víveres, a las armas de repuesto y a la pólvora.15

La Real Orden enviada al Virrey Marqués de Croix, por conducto del Ministro de Indias Don Julián de Arriaga, con fecha 26 de agosto de 1769 se lee:

…Se construye un Fuerte en la forma proyectada, expone V.E. el estado de las

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

82 83

En tiempos del Virrey don Matías de Gálvez, se ordenó al Gobernador de Perote, mandara derribar unas casas y almacenes de madera, distantes del glacis unas setenta u ochenta varas, por constituir un padrasto para la Fortaleza.19 Desde esos años ya se tenían problemas con invasiones, en la actualidad se ha puesto el glacis en peligro de desaparecer al permitir la construcción de un campo de beisbol y algunos asentamiento que entre el ejido de Perote y las autoridades municipales no han sabido resolver. Según el Extracto de la “Noticia y Progreso del Fuerte de Perote” realizado por el Ingeniero Miguel del Corral, en 31 de diciembre de 1774 y por el Ingeniero Manuel de Santiesteban en 31 de diciembre de 1775 se explica el trabajo realizado en el Fuerte por semestres de la siguiente manera:

25 de junio a fin de diciembre del mismo año. Se trazó y arreglo el terreno para la construcción del fuerte; se hicieron dos barracones de madera de 70 varas de largo y 6 de ancho cada uno para alojamiento de los trabajadores; se construyó el cuerpo de guardia de la avanzada, provisionalmente de madera, se aprontó el material necesario de piedra y cal, y se hicieron 3000 varas cúbicas de excavación en el foso, todo lo cual importó 12.329 ps. 4 rs. 11 gs.

Desde 1 de enero a fin de junio de 1771. Se hicieron 96000 varas cúbicas de excavación en el foso, quedando el terreno en disposición de abrir los cimientos del muro principal, hasta el nivel de la retreta o piso del foso en la distancia de 1169 varas en que entraron 8998 varas cúbicas de mampostería ordinaria. Se gastaron en este semestre 33002 ps. 3 rs. 10 gs.

Desde 1 de julio a fin de diciembre de 1771. Se abrieron y sacaron de cimiento 200 varas que faltaban para cerrar el perímetro del muro principal; se levantó éste a la altura de vara y media en todo el recinto con sus correspondientes estribos; y en la distancia

que se mencionan dos palabras claves forzados y custodiarlos, esto nos indica que la construcción del Fuerte costo a la Corona Española solo el material como veremos más adelante en un informe dado por Santiesteban y del Corral. El plano propuesto, vemos era también de figura cuadrangular con baluartes en los ángulos. Estaba rodeado de un foso seco, y tenía como obras exteriores un camino cubierto con sus plazas de armas y traversas, y una explanada. El orden seguido en la obra fue la siguiente:

a) Inicióse por el arreglo del terreno, excavación del foso, y disposición de los cimientos del muro principal.

b) Se prosiguió con la elevación del muro principal a la altura del cordón que es once varas, hasta que quedó completamente cerrado el recinto.

c) Luego se hicieron las bóvedas, puertas, parapetos con sus troneras, etc.; al propio tiempo que levantaba la contraescarpa.

d) Finalmente se hicieron los almacenes, y soló el primer piso de los edificios del interior.

El proyecto fue aprobado en Madrid y quedó todo reducido a la construcción de veintiséis bóvedas en las cuatro cortinas. De los autores que hasta el momento se han consultado para la elaboración del presente trabajo, solo Calderón Quijano menciona que el Virrey Croix también dispuso la construcción de dos casamatas en las inmediaciones del Fuerte, en donde se pensaba almacenas diez u once quintales de pólvora, para el repuesto general del citado fuerte. Estas casamatas que pocos las conocen se localizan dentro del municipio de Perote en el ejido de Madero, hoy día no se sabe en qué momento pasaron a ser de un particular, sirvieron como barda y dentro de ellas se construyeron casas afectando y mutilando por completo su arquitectura original.

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

84 85

altura del Cordón; se concluyeron las puertas de las bóvedas del frente del Poniente, Sur y Levante, quedando el muro que cierra dichas bóvedas a la altura de 7 varas; se voltearon 7 bóvedas en el frente de Poniente; en el Baluarte de la derecha del frente del Sur se formaron los muros de la cerca y almacén de pólvora, quedando ambos al arranque de sus bóvedas, formándose su puerta; en el Baluarte de la izquierda se formó el muro de su cerca y se sacó de cimientos el de otro almacén. Gasto del semestre: 50665 ps. 3rs. 4 ½ gs.

Desde el 1 de julio a fin de diciembre de 1773. Se levantó el muro principal a la altura del Cordón, quedando a once varas la altura de todo el recinto, menos las Cortinas de Levante y Sur que no se podían concluir hasta finalizar sus Bóvedas; se voltearon 6 bóvedas que faltaban en el frente de Poniente; las 13 del frente del Sur y las del almacén y corredores del Baluarte de la derecha; se sacaron de cimientos 300 varas lineales de la contraescarpa y levantando a la de 2 ½, 225 varas lineales. Gasto de este semestre: 61019 ps. 5 rs. 1 ½ gs.

Desde 1 de enero a fin de junio de 1774: Se levantaron a la altura del Cordón las dos cortinas de Sur y Levante, quedando a dicha altura todo el recinto; se sentó el Cordón y formó el parapeto con sus correspondientes troneras en la distancia de 110 varas de la cortina del frente del Norte; se voltearon las bóvedas de la entrada y almacén de pólvora del Baluarte de la izquierda del frente del Sur, y dos medias de la entrada principal, la una que ha de servir de calabozo y la otra de pequeño refuerzo de pólvora. Se fundó el muro de la contraescarpa y se levantó ésta a la altura de 2 ½ varas con sus estribos; se abrió el barreno para el primer algibe y se fundaron sus muros. Gasto del semestre 68417 ps. 5 rs. 7 ½ gs.Desde 1 de julio a fin de diciembre de 1774. Se levantó el cordón en el muro principal en 10 varas que faltaban en la cortina del Norte y en todo lo restante del recinto; habiéndose formado el Parapeto con las troneras correspondientes y 4 Garitas en los ángulos

de 1221 varas a la altura de tres, se formó una repisa de cantería para levantar sobre ella la puerta principal; se fundaron los muros de una poterna en el frente de Poniente, formando en ella la puerta que sale al foso; entrando en todo ello 18060 varas cúbicas de mampostería ordinaria; 1080 pies cuadrados de cantería labrada; se quitaron varios témpanos de tierra en el foso, y se hecho en los Baluartes. El gasto de estos seis meses: 40586 ps. 2 rs. 1g°.

Desde el 1 de enero a fin de junio de 1772. Se levantaron a la altura de tres varas 148 que faltaban para cerrar el recinto a esta altura; se levantó dos varas más todo el recinto del muro principal; se levantó todo el terreno frente del Sur, todo el frente de Levante; la cara, flanco y cortina de la que mira al Norte; todo con sus correspondientes estribos; se concluyó la poterna en el frente de Poniente; se sacaron de cimientos y levantaron a la altura del arranque los 14 pies derechos de las 13 bóvedas que se habían de formar; se pusieron las serchas en dos de ellas y se formaron dos puertas y una ventana. Gasto de estos seis meses: 38649 ps. 10 rs. 5 gs.

Desde 1 de Julio a fin de diciembre de 1772: Se levantaron a la altura de 7 varas 708 que faltaban para cerrar el recinto del muro principal; se levantó el frente de Levante; toda la cara y flanco del frente Norte y 40 varas de la cortina de Poniente a la altura de 9 varas con sus estribos correspondientes en el frente del Norte; se voltearon 13 bóvedas, macizando sus senos y formando sus puertas, quedando concluidas menos el hormigón y pretiles; y se abrieron y sacaron de cimientos 40 pies derechos de las bóvedas de Levante, Poniente y Sur. Gasto de este semestre 50 796 ps. 5 rs. 4 1/2 gs.

Desde 1 de enero a fin de junio de 1773. Se levantaron en el muro principal a la altura de nueve varas 802 que faltaban para cerrar el recinto; se levantó el flanco derecho de Levante en su cara; la cara y flanco del frente Norte; y 40 varas de la cortina a la

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

86 87

enlucido. El gasto de estos meses: 63.656 ps. 4 rs. 9 gs.1 de Julio a 31 de diciembre de 1775. En el primero, segundo

y tercer edificio se han sentado las soleras y vigas del primer piso que han guarnecido por los frentes que miran a la plaza con el arquitrabe, friso y cornisa; se han levantado los pies derechos de dichos edificios a la altura de cinco varas y media por todos sus perímetros y corredores superiores, puertas y ventanas correspondientes. Se han puesto las solerías y vígas que han de recibir las azoteas de los citados tres edificios con igual arquitrabe friso y cornisa, en el coronamiento de los que han entrado 6080 varas cúbicas de mampostería ordinaria, 380 varas cúbicas de mampostería de ladrillo, 11.311 pies cuadrados de sillería, 233 solerías y 1.908 vigas.

Quedan acabados los cuatro frentes de esta Real Fuerza de Banquetas, explanadas, rampas y sus paramentos interiores, así mismo sus correspondientes cuatro baluartes, en que han entrado9933 varas cúbicas de mampostería ordinaría 13.284 pies cuadrados de lozas. Se han sacado a plana revocado y enlucido las 13 Bóvedas que hay en el frente del Norte en que han entrado 4.368 varas cuadradas. Se han puesto 26 puertas en igual número de Bóvedas en los dos frentes de Norte y de Poniente. Queda acabado el Cuerpo de Guardia, cuarto del Oficial, repuesto de pólvora, ante almacén y calabozo, todo a la entrada principal de este fuerte, en que han entrado 312 varas cuadradas de solería, 83 varas lineales de piedra labrada y 1.092 varas cuadradas de revoco y enlucido. El caudal invertido desde 25 de junio de 1770 a fin de diciembre del presente año 1775 asciende a 561.355 pesos y 3 granos, de los que se consideran existentes en materiales, útiles y demás conducentes a su construcción.20

En la descripción que da el General Sánchez Lamego del Fuerte menciona que existe una calzada que conduce del pueblo al fuerte, cada frente del trazado de esta fortificación, comprendiendo dos medios baluartes y la cortina intermedia, tiene u desarrollo

flanqueados, quedando en la cortina del Levante el preciso claro para la formación de la puerta principal. En el frente de Levante se formaron las pilastras de la entrada principal; las Puertas del Cuerpo de Guardia; todo el frente interior; y se voltearon 4 bóvedas de arista y 3 esféricas de dicha entrada; se volteó la bóveda del primer algibe; se abrió el barreno para el segundo; se levantaron sus muros y se volteó su bóveda, solando, revocando y sacando a plana dichos dos algibes. Se levantó todo el recinto de la contraescarpa 2 ½ varas excepto en los claros de las cortinas del Sur y Levante para la introducción de materiales quedando concluida dicha contraescarpa menos la Tableta o Farilla que debe llevar; se fundó el primer edificio interior en el frente de Poniente; se abrieron los cimientos del segundo del frente del Norte; se empezó el revestimiento del parapeto del camino cubierto. Gasto del semestre 76947 ps. 4 rs. 10 gs.

Sigue a esta relación otra de los materiales existentes en fin de diciembre de 1774 (mampostería y sillería; madera, ladrillos, útiles y cal) importa 9.507 ps. Hasta esta fecha se suponen ejecutadas las tres cuartas partes de la obra del fuerte.

Del 1 de enero a 30 de junio de 1775. Se acabó de fundar el segundo edificio del frente del mar y se fundaron tercero y cuarto de los frentes de Levante y Sur habiéndose levantado los cuatro edificios a la altura de cinco varas y media sobre que se han de sentar las maderas del primer piso quedando en todos formadas las puertas y ventanas correspondientes. En el camino cubierto se cimentaron y levantaron a su altura, con los perfiles de las Banquetas las 16 traversas que hay en frente de las Cortinas y de los ángulos flanqueados, y se echó el revestimiento del Parapeto de dicho camino cubierto en la distancia de 1517 varas lineales. Se han sacado a plana, revocado y enlucido las 13 bóvedas que hay en el frente de Poniente, habiendo entrado en todo 16234 varas cúbicas de mampostería ordinaria y cantería blanca, 8131 pies cuadrados de sillería, 162 varas cúbicas de mampostería de ladrillo y 4368 varas cuadradas de revoco y

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

88 89

El Mariscal de Campo García Conde y el Ministro de Guerra Don Antonio de Medina invitaron a un grupo de jóvenes para iniciar el Cuerpo de Ingenieros y para que dieran clases realizó gestiones con el Ejército, causaron alta los primeros maestros de la Institución formando la ACADEMIA MILITAR. También se encontraban además de este instituto, los edificios de Chapultepec y de la Inquisición con el objeto de poder instruir a los alumnos a los conocimientos de su carrera militar. En este momento la situación financiera no permitía erigir un Colegio Militar, de esta manera García Conde solicita reunir a los cadetes de los cuerpos para una mejor preparación formando así la ACADEMÍA DE CADETES siendo el encargado García Conde para organizar clases, establecer un reglamento y organizar los cursos semestrales.

El panorama en el cual se inició la educación militar en nuestro país fue llena de pobreza, con un sentimiento de odio por parte de los vencidos pues la guerra de Independencia había pasado y con ella una serie de reconstrucción en la vida política, económica, social y cultural en nuestra nación. Al ser triunfante la Republica, es nombrado el General Guadalupe Victoria, Nicolás Bravo y Celestino Negrete como un Gobierno Provisional, mientras García Conde reunía nuevamente a un grupo de alumnos el Gobierno decide enviar la Academia de Cadetes al Castillo de Perote.

Se atribuye al Gral. Guadalupe Victoria la elección del sitio debido a varias razones, la primera es que probablemente como el Colegio Militar se estableció a semejanza de España como una Escuela Militar “Provincial” o “Regional” en todo el territorio veracruzano la Fortaleza de san Carlos resultaba ser el lugar más apropiado para tal objeto, no solo por gozar de un buen clima (seco y frio), estar situado en una región agrícola de importancia productora de buenos cereales (trigo, cebada, avena, maíz), ser un punto militar bien comunicado, sino por estar suficientemente

longitudinal contado al pie de la escarpa, de 343 varas (287.43 mts), pues las caras de los bastiones tienen 81 varas (67.88 mts), los flancos 32 varas (26.81 mts) y la cortina 117 varas (98.05 mts). Es decir, el perímetro total es de 1372 varas, lo que indica que serían 1149.74 metros.

Las casamatas son a prueba de bomba ya que sus bóvedas tienen un espesor de 3 varas (2.51 mts). Miden 18 varas de largo por 6 varas de ancho cada ua (15.08 x 5.45 mts) y se encuentran separadas por un muro de 1.5 varas (1.26 mts). La plaza de armas tenía piso enlozado (60 x 58 varas) (50.28 x 48.60 mts), lo cual da un total de 2443.61 metros cuadrados. El foso sirve como obstáculo y tiene 30 varas de ancho, (25.14 metros). El camino cubierto también llamado camino de ronda cuenta con 8 varas de ancho (6.7 mts).

Primer Colegio Militar

Don Agustín de Iturbide es quien incorpora al Nuevo Ejército de México que se encuentra en momento de independiente, dentro de éste sobresalió el brigadier Diego García Conde quien el 13 de octubre de 1821 aceptó servir a nuestra patria. Tenía un proyecto el de Crear un Cuerpo de Ingenieros y una Escuela Militar, ya que pensaba que solo por medio del estudio formal de las ciencias, podrían lograrse los conocimientos necesarios para la formación del nuevo Ejército. Durante estos años los oficiales generales eran brigadier, que era el inmediato superior al coronel; mariscal de campo teniente general y capitán general; cuando se reunían en un solo mando varios ejércitos. Al comandante de todos ellos se le llamaba generalísimo. En el año de 1823 se cambió la denominación a esos empleos y se le llamo General de Brigada al Brigadier y General de División al Mariscal de campo.21

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

90 91

comandante general de la provincia en que estés situadas, por el conducto del Jefe del Estado Mayor de la misma”.

“Art. 2.- El Director de la Escuela Militar será un coronel o teniente coronel, y su segundo un primer ayudante que se consideraran vivos y efectivos, colocados como tales en la escala de su clase, y cuando por su antigüedad les corresponda el ascenso, deberán obtenerlo en los mismos términos, sin dejar sus respectivas funciones de la escuela si fuere conveniente que permanezca en ella”.

“Art. 11.- el director de la escuela es el responsable del buen orden y disciplina de ella, y por consiguiente podrá reprender y castigar a cualquiera de los individuos; pero se le prohíbe que lo haga con los oficiales delante de los alumnos, porque esto podría disminuir la consideración que a todos ellos deben de tener”.

“Art. 19.- en estas escuelas no ha de haber distinción de individuos de Infantería y Caballería, sino que todos han de ser admitidos y tratados del mismo modo, y su disposición, aptitud e inclinación ha de ser lo que señale su destino”.

“Art. 20.- De los que elijan para servir la Caballería, se formarán una o más compañías para que se instruyan en el mecanismo interior de esta arma.”

“Art. 22.- Todo el que pretendiere entrar en esta escuela, hará su solicitud por conducto del director, quien la pasará con su informe por el comandante general de la Provincia al Jefe del Estado Mayor General; y aprobada por este, que le expedirá el correspondiente decreto, será entonces filiado y destinado a compañías por el primer ayudante”.

alejado de lugares que pudieran distraer la atención de los educados.22 También debemos mencionar que en este momento Veracruz es el único lugar que tiene un problema militar, los españoles tenían bajo su control San Juan de Ulúa, como en San Carlos se tenía un almacena de armamento, pólvora y municiones esto serviría de apoyo a Ulúa.

Para el día 11 de octubre, el señor Ministro de Guerra, general D. José Joaquín de Herrera, ex realista expidió un Decreto, creando el colegio militar y ordenando que todos los cadetes de los Cuerpos, exceptuando los de artillería, se concentraran en la Fortaleza de Perote, Veracruz, donde debía quedar instalado el nuevo plantel, y que los que tenía a sus órdenes el mariscal García Conde formaran el pie veterano de dicha escuela, que desde entonces tomó el nombre de Colegio Militar de Perote.23

En este nuevo plantel solo se encontraban las tropas de infantería y caballería, para finales del mes de octubre de 1823 partieron de la ciudad de México 10 cadetes con rumbo al nuevo plantel, bajo las órdenes del subteniente de ingenieros y catedrático de matemáticas, José María Cortés Gallardo, llegaron los primeros días del mes de noviembre recibiéndolos el teniente coronel graduado, sargento mayor de caballería Diego María de Alcalde. Para el 19 de noviembre de 1823 el general José Joaquín de Herrera expidió una “Colección de Decretos, Ordenes y Circulares, expedidos por los gobiernos nacionales de la Federación Mexicana, desde el año de 1821 hasta 1824 para el arreglo del Ejército de los Estados Unidos Mexicanos”, de la cual solo mencionaremos algunos artículos que he considerado importantes:

“Art. 1.- La Escuela Militar ya establecida en Perote, y las que en adelante puedan establecerse, dependerán del

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

92 93

estar mucho tiempo al frente, es sustituido por el comandante de batallón del 5° Regimiento de Infantería Tomás de Castro.

El 29 de noviembre de 1824, el capitán de navío Eugenio Cortes, cumpliendo órdenes del general Barragán, se presentó en la fortaleza para invitar a los alumnos se presentó en la Fortaleza de San Carlos para invitar a los alumnos del Colegio Militar, en nombre del Presidente de la República, para que pasaran a formar el pie veterano de una Escuela Náutica Militar que se pensaba establecer en Tlacotalpan, ya que el gobierno deseaba comprar embarcaciones para bloquear la ayuda al castillo de Ulúa que recibía por parte de los españoles que se encontraban en La Habana. Los alumnos serían seleccionados por los propios jefes de la Armada Nacional para poder integrar la nueva Escuela Náutica.

En el Colegio Militar de Perote surgen los alumnos de la primera Escuela Militar de México, esta misma fecha pasan a las filas: Primeros Aspirantes: José María Espino, José María Anaya, Juan Heredia, José María Jiménez, Francisco Anaya, Joaquín Llanes, José Antepara, Mariano Merino Torreblanca, Tomás Marín, Eduardo García y José Rivera. Los segundos aspirantes fueron: Francisco Manríquez, Marcos Güemes, Joaquín Morlet, Fernando Guevara, Antonio Valdez y José María Montes.24 Es para el 10 de enero de1825 que egresan como subtenientes de infantería y caballería, de 6 a 7 cadetes, quienes con los 18 jóvenes que pasaron como alumnos de la Armada, formaron un total de 24 ó 25 alumnos aproximadamente, formando la Primera Antigüedad del Colegio Militar.

Para el año de 1825 es nombrado como comandante de la fortaleza y director del Colegio Militar, el teniente coronel de caballería José Manuel de Aréchega, primero fue interino del 4 de marzo de 1825 al 27 de febrero de 1827 y después bajo el puesto de propietario, del 28 de febrero de 1827 al 16 de marzo de 1828;

“Art. 37.- El uniforme de los alumnos se compondrá de casaca y pantalón azul turquí, aquella derecha o sin solapa; vuelta, cuello, barras y vivo encarnado, botón blanco, el pantalón ancho sobre la bota y con zapato y medio botín negro; y morrión y capote como los de la Infantería”.

“Art. 38.- La distribución de las horas de la escuela puede hacerse de varios modos, y como sobre todo debe calcularse la experiencia y adaptarse al clima y a las estaciones, se deja al arbitrio del director de cada una, que deberá dar parte del que hubiere establecido. Pero una vez puesto en práctica, no debe variarse sin consentimiento del Jefe del Estado Mayor General.”

En el año de 1824 se dispone que el capitán de plana mayor en artillería José María Blengio, quien con fecha 20 de febrero de ese año había sido llamado al servicio activo con el doble cargo de comandante general y director de la Maestranza en Perote; el subteniente de ingenieros Cortés Gallardo, catedrático de matemáticas que estaba al frente de la compañía con 30 jóvenes (10 que habían llegado en noviembre de 1823, 10 más que llevaba Blengio y otros 10 que enviaba el General Guadalupe Victoria).

El 12 de noviembre de 1823, la Secretaria de Guerra y Marina había designado como primer director del plantel, al coronel de caballería del Regimiento VI Juan Domínguez y Gálvez Otero, así mismo el 17 de marzo de 1824 a propuesta del general Victoria, fue nombrado Comandante de la Fortaleza de San Carlos de Perote, en sustitución del teniente coronel sargento mayor de caballería Diego María Alcalde; la Secretaria nombro como comandante de la compañía de alumnos al capitán de infantería Luis Antepara, pero no se presentó. El teniente Domínguez tuvo que nombrar provisionalmente al teniente del Batallón Activo de Tuxpan, Santiago Valdez Villavicencio, quien se hallaba en el fuerte en calidad de oficial libre. El coronel Domínguez no puedo

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

94 95

en varias ocasiones dejó su puesto debido a su enfermedad y fue sustituido por el teniente coronel graduado, sargento mayor de caballería Diego María Alcalde (10 de octubre de 1825 al 16 de mayo de 1826). Por el coronel Francisco Javier Verna (23 de marzo al 10 de septiembre de 1827); por el teniente coronel, comandante de escuadrón Ventura Mora (11 de septiembre al 27 de noviembre de 1827) y por el teniente coronel de infantería Ramón Hernández (28 de noviembre de 1827 al 16 de marzo de 1828).

Por Decreto de 5 de noviembre de 1827, que arreglo el Cuerpo de Ingenieros, se previó el establecimiento de un Colegio Militar para todas las Armas del Ejército, el cual quedó adscrito a la Brigada de Zapadores. El teniente coronel Aréchega tuvo una participación importante en el Colegio Militar, ya que se interesó por una buena educación e instrucción, la enseñanza no era muy sólida ya que ni el número de catedráticos ni el edificio se prestaban. Por tal motivo el general Manuel Gómez Pedraza expresó: “el 11 de octubre de 1823, se dispuso erigir un Colegio Militar y se señaló, al efecto, el desagradable punto de Perote, propio para el castillo de delincuentes mejor que para la mansión de jóvenes en quienes la patria funda sus esperanzas; ni este proyecto tuvo toda la atención debida, ni el resultado ha correspondido a las intenciones, es preciso aspirar a la perfección; cerca de la capital hay un edificio cuyo local convida para erigir un Liceo suntuoso que dé honor a la nación”.25

Durante los 4 años y cinco meses que duró el Colegio Militar, fueron comandantes de la compañía de alumnos el teniente de infantería Santiago Valdez Villavicencio (de mediados de 1824 al 15 de julio de 1825), el capitán José Sarabia y Pastor (16 de julio de 1825 al 10 de mayo de 1827) y el capitán del 9° Batallón de Infantería José Manuel Becerra (11 de mayo de 1827 hasta el mes de marzo de 1828). Dentro de los catedráticos encontramos al capitán de la Plana Mayor Facultativa de Artillería José maría Blengio quien además de ser el comandante de la artillería del fuerte de San Carlos y director de la maestranza, fue maestro de

los cadetes y catedrático de Táctica (14 de abril de 1824 hasta 10 de mayo de 1827). El subteniente de ingenieros Benigno Téllez sirvió la cátedra de matemáticas, poco tiempo, sin embrago quien estuvo por tiempo completo fue el subteniente de ingenieros José María Cortés Gallardo desempeño el primer curso de matemáticas en el plantel, desde sus inicios hasta su extinción; por su historial en el colegio, sus descendientes e historiadores lo consideran como el Primer Director del Colegio Militar.26

El segundo grupo de alumnos egresados lo constituyen 12, que terminan sus estudios en noviembre de 1825 como subtenientes de infantería y caballería y en el año de 1826 solo egresaron 7 de ellos; para el año de 1827 egresaron 12 alumnos más; en total durante su existencia en el Fuerte de Perote, el Colegio Militar solo salieron alrededor de 70 alumnos.

En el año de 1827 la enseñanza tuvo un declive, por una parte por la falta de textos, además hubo un desajuste financiero y cada día el número de alumnos era más baja. Esta situación provocó que el Director del plantel enviara un informe al comandante general de Veracruz, el General Vicente Guerrero quien a su vez lo transcribe al Ministro de Guerra, tanto para su conocimiento, para que esta superioridad tomara las medidas necesarias por el coronel Ventura Mora. No existían documentos el estado estaba en completo desorden y la vida de los alumnos era lamentable, “abordando el presupuesto a quinientos pesos por mes, los alumnos estén casi en cueros, sin más cama que un tablado desnudo de todo, con muy mal rancho y sin lo necesario para el lavado”.27

Para el 28 de enero el general Ignacio Mora, comandante general de Veracruz practicó una investigación minuciosa del estado que guardaba el Colegio Militar de Perote y rindiera el informe correspondiente; de acuerdo con la información que recibió el director del colegio, teniente coronel Ramón Hernández, manifestó al Ministro de Guerra el 19 de febrero de 1828: “que el

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

96 97

establecimiento educativo, en el estado en que se encontraba era inútil y costoso y que estando ya ordenada la creación de un Colegio Militar General bajo la dirección del Cuerpo de Ingenieros, opinaba que se trasladarán los pocos alumnos que quedaban a la ciudad de México, ya que la permanencia de estos individuos en Perote, era no solo inútil, sino perjudicial” el 25 de febrero de ese mismo año, el Ministro de Guerra , por conducto del jefe del estado mayor general Ignacio Mora Villamil ordenó que los alumnos que todavía quedaban, se condujeran a la ciudad de México, donde pasarían como “agregados” al 4/o. Regimiento de Infantería, con objeto de ser examinados en el Estado Mayor General y pudieran pasar al Ejército todos aquellos que acreditaran los conocimientos. Así llega a su fin la historia en la fortaleza de San Carlos que resguardo precariamente a los primeros hombres institucionalizados que se cobijaron humildemente al servicio de nuestra patria.

El fuerte de San Carlos ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos, aquí se presenta una lista de algunos de ellos:

1812

La Conjuración de Perote. El 8 de junio fue descubierto un complot en los cuales 13 individuos estaban involucrados, 9 de los cuales fueron ejecutados en el paredón de fusilamiento.

1821 Ocupación del Castillo por las tropas insurgentes.1822 1823 Movimiento republicano.

1823 1828 El Colegio Militar de Perote.

1828 Plan de Perote.

1829 El Plan de Jalapa y el Castillo de San Carlos. Desconociendo a Vicente Guerrero como presidente de la República.

1832 La Revolución de este año.

1841La Regeneración Política de la república Guerra de Texas y el Castillo de San Carlos (hubo 36 tejanos prisioneros en el fuerte).

1843 Muere el Gral. Guadalupe Victoria.1845 Prisión del Gral. Santa Anna

1847 Invasión norteamericana. Las tropas del Gral. Worth tomaron la fortaleza sin resistencia.

1858Heroica defensa del Castillo. Hecha por el coronel Trejo quien se situó en las haciendas de San José los Molinos, Ximonco y Ahuatepec.

1861 Vuelve el castillo a poder de los liberales.1862 Ocupación del castillo por los franceses1867 Recuperación del castillo por las fuerzas mexicanas

1909Prisión Militar Los yaquis de Sonora, guerreros invencibles fueron confinados en este lugar, otros enviados a Yucatán.

1936 1939

El fuerte de San Carlos sirvió de refugio a varios españoles que huían de la Guerra Civil Española

1939 Guerra Civil Española

1942México declaró la guerra a los países del eje, alemanes e italianos estuvieron presos aquí. Llamada Estación Migratoria.

1949 2008.

Centro de Readaptación Social del Estado de Veracruz.

Con esta pequeña presentación de una parte de la Historia del Colegio militar, espero sensibilizar a los presentes para poder difundir la historia del edificio, de esta manera al conocerla las futuras

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

98 99

generaciones podrán preservarlo. Los elementos característicos que configuran este tipo de monu-mentos que conocemos como fortificaciones son los siguientes:

1. Son construcciones que poseen una historia más corta que las europeas pero son muchas veces testimonio de un gran acontecimiento histórico.2. Frecuentemente están relacionadas con la Independencia Nacional o con la defensa del país frente invasores.3. Se relacionan muchas veces con la historia de una nación y son elementos valiosos para la integración de la identidad nacional.4. Suelen ser símbolos de un pasado colonial y de un pasado independiente enépocas más recientes, lo que también fortalece su componente inmaterial como bien cultural.5. Por todo lo anterior son bienes culturales que suelen poseer mayor valor como documentos históricos, más allá de sus calidades constructivas, arquitectónicas y estéticas.28

Las Fortificaciones pertenecen al conjunto de los bienes culturales inmuebles, y se caracterizan por los siguientes aspectos derivados de su función original:

1. Por tratarse de construcciones militares, su valor militar aún supera en ocasiones a su significado cultural y se utilizan todavía como edificios militares. 2. Por este mismo carácter militar, muchas veces han llegado hasta nosotros en forma de ruina. 3. Frecuentemente no se trata de elementos aislados, sino relacionados con estructuras urbanas, como perímetro de éstas o puntos fuertes particula¬res, asociados a ellas. 4. Como aspecto de mayor interés para nuestro tema, son estructuras relacionadas esencialmente con el espacio circundante, por su misma razón de ser y por lo tanto, con

elementos naturales, como litorales o accidentes topográficos. Frecuentemente son elementos “mixtos”, según la Convención de UNESCO de 1972. 5. Manifiestan claramente un cambio en su forma constructiva para responder al elemento directamente inventado en su contra: la artillería. Hay un “antes” y un “después” de la artillería y por consiguiente, reflejan un cambio tecnológico. (En México las fortificaciones no son tan altas como en Europa debido a que aquí ya se había inventado la artillería) 6. Son una expresión de la ideología y de la estructura de la sociedad que produjo estas construcciones, en una primera fase, y después de las sociedades que las heredan en épocas posteriores.

El desarrollo que se presenta en san Carlos ha sido de completa agresión en los últimos años, ha sido dañada a lo largo de su historia, mutilada, abandonada y utilizada para fines con lucro; ha sido más dañada que lo logrado por la artillería. Si relacionamos el impacto del desarrollo actual con las características propias de estos edificios, encontramos que en ocasiones se presenta una contradicción cuando vemos que las fortificaciones mejor conservadas son las que mantienen su función militar, o un uso asociado a esta función, en San Carlos aún no se reconoce su valor y su posible función cultural.

Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés Licenciada Rosario Janet Rodríguez Garcés

101

Descubriendo los orígenes de la Marina de Guerra Mexicana, a través de la Vida de uno de sus fundadores:

Eugenio Cortés y Azúa

103

Descubriendo los Orígenes de la Marina de Guerra Mexicana,a través de la Vida de uno de sus fundadores:

Eugenio Cortés y Azúa

Licenciada Rosario García González

Bien, comenzare diciéndoles que tradicionalmente las fuentes documentales y bibliográficas para el estudio del surgimiento

de la Marina de Guerra mexicana se basaban en los autores clásicos de la historia naval mexicana, entre ellos Arturo López de Nava, Enrique Cárdenas de la Peña, Juan de Dios Bonilla, Mario Lavalle Argudin y Miguel Carranza Castillo. Fue en 2009, al estar realizando la investigación para el libro sobre la Historia General de la Secretaría de Marina, cuando encontré entre las obras de esos autores el nombre de un personaje sobre el cual no se abundaba mucho: Eugenio Cortés y Azúa.

Mi primer acercamiento hacia ese marino del siglo XIX se dio justo cuando estaba trabajando el tema sobre el bloqueo naval ejercido al fuerte de San Juan de Ulúa entre 1822 y 1825. En ese momento, me pareció increíble que el trascendental papel que jugó el primer jefe de las fuerzas navales dentro de la institución haya

104 105

sido olvidado por más de dos siglos, y a excepción de un artículo publicado en Perú por el historiador Jorge Ortiz Sotelo, a nadie más le había interesado escribir algo sobre la trayectoria profesional e individual de este marino chileno.

A partir de ahí el personaje atrapo mi atención, empezándose a establecer una relación de complicidad entre quien escribe y el protagonista de la obra, bajo esa perspectiva y sin más preámbulos, comenzó la indagación de la mayoría de las fuentes primarias existentes en diversos archivos nacionales e internacionales, penetrando poco a poco en el fascinante mundo de la historia.

Mientras más me adentraba en el estudio del tema, empezaron a surgir interrogantes que no pude resolver de manera inmediata. En la bibliografía que tenía a la mano apenas se hacía alusión a su nombre, siendo necesario salir a buscar documentos de archivo que me dieran luz sobre los vacios históricos encontrados durante la investigación.

Con el apoyo de las autoridades de la institución, se solicitó al agregado naval de México en Chile los volúmenes 177 y 178 del Fondo Vicuña Mackena, resguardados en el Archivo Nacional de Chile. Después de cuatro meses de espera, el material llegó a la Unidad de Historia y Cultura Naval, sin embargo, por venir la información en microfilms fue necesario solicitar el apoyo de expertos del Colegio de México, para convertir ese formato en archivo digital. Una vez que tuve el material en formato PDF, se inicio la revisión y transcripción de gran cantidad de fojas escritas por el mismo Eugenio o por algún amanuense o escribiente, con las cuales pude reconstruir las circunstancias históricas y sociales que rodearon la intensa vida del marino.

Entre los archivos nacionales destacó el apoyo del Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como del

Archivo Histórico Genaro Estrada perteneciente a la Secretaría de Relaciones Exteriores, los cuales tiene una excelente organización y selección de sus fondos documentales. En ellos se encontraron cientos de fojas que aportaron datos inéditos no sólo para interés de nuestra institución, sino para diferentes ramas de la Administración Pública. Otros de los archivos consultados fueron el Archivo General de la Nación, Archivo Histórico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Archivo de la Secretaría de Marina.

Al empezar a revisar el material resguardado en esos recintos, me lleve una gran sorpresa al descubrir un cúmulo de escritos que hacían referencia a sus comisiones oficiales, proyectos de trabajo, cuestiones personales, partes militares y muchos otros documentos con un valor histórico incalculable. Ante mí se abrió una amplia gama de información que requería analizarse, organizarse y contarse; una vez seleccionada constate el papel protagónico que Eugenio Cortés tuvo en la conformación de la Marina de Guerra mexicana del siglo XIX.

Primeramente les diré que la edición que versa sobre la vida y obra de este personaje fue titulada Eugenio Cortés y Azúa: primer jefe de las fuerzas navales del México Independiente, y fue publicada a fines del año pasado. En lo personal la parte del libro que más datos inéditos aporta a la historia naval mexicana son los relacionados con los dos primeros gobiernos del México independiente, específicamente el Imperio de Agustín de Iturbide y el primer gobierno Republicano a cargo de Guadalupe Victoria.

Como miembro de nuestra institución el marino chileno formó parte del Estado Mayor del primer emperador de México, a quien desde el principio le inspiró gran confianza y lo empleó como su principal asesor en cuestiones navales. Ante la urgencia de ejercer un bloqueo naval contra un puñado de españoles que se negaban a aceptar la independencia nacional y que se habían apostado en

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

106 107

el fuerte de San Juan de Ulúa, se le confirió la misión de ir a los Estados Unidos a adquirir los primeros buques de la recién conformada Armada Imperial.

Aunque el primer jefe de las fuerzas navales del México Independiente sólo prestó ocho años de servicio a la nación mexicana, dejó un legado trascendental para la conformación de la Marina de Guerra. Su vida transcurrió entre las ideas de la Ilustración, la detonación de las revoluciones industriales y el surgimiento de los nuevos sistemas económicos y políticos, reflejando en su pensamiento y acciones el tiempo histórico que le tocó vivir. La investigación arrojo datos inéditos tanto para la historia naval como nacional, mismos que a continuación les mencionare.

Este ilustre marino del siglo XIX, nació el 15 de noviembre de 1776, en Santiago de Chile, fue el tercero de cinco hermanos y se le bautizó con el nombre de Eugenio Antonio Nicolás José Cortés y Azúa; sus progenitores fueron José Ramón Cortés y Madariaga y María Francisca de Paula de Azúa y Marín de Poveda, quienes le otorgaron linaje por ambas líneas.

Sobre su ascendencia se corroboró que su bisabuelo Fernando Cortés, fue pariente directo del conquistador español Hernán Cortés. Por otro lado, su madre provenía de los Marqueses de la Cañada Hermosa de San Bartolomé, lo que lo ubicó dentro de la elite criolla hispanoamericana.

Al cumplir los 15 años tomó una decisión que marcó el rumbo de su vida, ingresar a la Real Armada Española. Por ese tiempo la carrera de naval era reservada a las clases privilegiadas de la sociedad española y aquellos solicitantes extranjeros que pretendían ingresar, eran sometidos a pruebas de nobleza muy estrictas. Con la finalidad de cumplir con el requerimiento marcado en las ordenanzas de la institución española, su abuela materna

María Constanza, mandó realizar las pruebas del origen, limpieza de sangre, nobleza, méritos y servicios de su nieto Eugenio Cortés. Dichas pruebas de filiación probaron su hidalguía, y fueron calificadas con declarantes de la mejor excepción y testificadas con las partidas de bautismo y casamiento que constaban en los libros parroquiales de Santiago de Chile, documentos que dieron fe de lo asentado. En uno de los escritos se testificó que su bisabuelo era Fernando Cortés y Santelizes quien era descendiente de Hernán Cortés conquistador de México, cuya familia se extendió por varios pueblos de Extremadura, y especialmente en la Villa de Medellín.

Además el escudo de armas usado en Chile por la familia Cortés, dio razón de su origen y de los privilegios otorgados a la familia por su linaje. El hecho de ser descendiente del principal conquistador de México, es un tópico digno de resaltar ya que al pasó de tres siglos, resulta irónico descubrir que uno de los descendientes de Hernán Cortés, haya sido un colaborador fundamental para lograr la definitiva independencia del país.

En marzo de 1794, logró matricularse en la Real Armada Española con el grado de guardiamarina, sin embargo, la necesidad de oficiales preparados en la institución naval, ocasionó que a tan sólo ocho meses de haber causado alta, se le ascendiera a alférez de fragata, y para 1802, gracias a sus excelentes servicios se le otorgó el grado de alférez de navío.

El primer acercamiento que tuvo Eugenio Cortés con costas mexicanas se dio en 1799, al arribar a Acapulco, Guerrero a bordo de la fragata Pilar, en donde le fue conferida la comisión de trasladarse al puerto de San Blas en Nayarit. En octubre de 1804, al estar comisionado en la escuadra española comandada por el brigadier José de Bustamante y Guerra, le tocó hacer frente en la batalla naval de Cabo de Santa María. El ataque fue efectuado por una escuadra naval inglesa, comandada por el comodoro Graham

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

108 109

Moore, tras sobrevivir, fue hecho prisionero, trasladándole al puerto de Plymouth, junto con otros de sus compañeros. En 1806, ya con 30 años de edad se casó con la peruana Leandra Francisca del Carmen del Alcázar y Arguedo, con quien tuvo seis hijos.

Entre 1808 y 1820, recibió varias órdenes de pasar a los territorios de América del Sur, a fin de cumplir algunas tareas tendientes a organizar la resistencia española contra los movimientos independentistas, así como hacer llegar a buen destino por la vía de Lima caudales destinados para el auxilio de la metrópoli, además condujo suministros de guerra a Chile y Perú. Una vez cumplida la entrega a la Tesorería de Lima de los caudales recaudados en Chile, la Real Armada Española le otorga su ascenso a teniente de fragata.

Diez años después, se le vinculó con el Almirante británico Thomas Cochrane, quien formaba parte de la Armada insurgente chilena y había llegado con su escuadra a Perú; por encontrarse en ese lugar, Cortés y Azúa le proporcionó información sobre la situación interna del virreinato así como de las fuerzas realistas, las cuales se habían hecho fuertes en el Callao, Perú.

Esa situación comprometió su seguridad, por lo que en mayo fue enviado a Arequipa, Perú, en donde enfrentó el primer bloqueo que efectuaban los insurgentes del lugar, ahí estuvo bajo las órdenes del Comandante General del Ejército de Reserva, brigadier Mariano Ricarfort, quien le asignó las labores de ayudante de campo. Por ese tiempo, sus superiores lo describían como un oficial sobresaliente en pilotaje y maniobra, con regular inteligencia en las demás materias, hablaba latín, francés e inglés; además tenía conocimientos en literatura, así como pundonor y valor acreditado.

A inicios del siglo XIX, las reformas borbónicas así como la

crisis económica y política que enfrentaba la Corona española, provocaron incertidumbre y descontento en sus territorios

ultramarinos. Pasado el tiempo el disgusto de la ciudadanía en las colonias novohispanas siguió latente, en consecuencia, la idea de autonomía con respecto a España cada vez era más intensa. En 1809, dentro de la oficialidad del Ejército de la Nueva España surgió una conspiración en contra de la autoridad virreinal, encabezada por el capitán de la milicia provincial José María Obeso y el teniente de la infantería Real José Mariano Michelena, apoyados por algunos miembros del clero. No obstante que esa conjura fue descubierta y controlada rápidamente, dejó la semilla para que en septiembre del siguiente año, el Cura Miguel Hidalgo y Costilla, secundado por un importante número de personas iniciara en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, la lucha por la independencia de México.

En Perú, también había movimientos insurgentes y ante el desembarco de tropas patriotas del brigadier José Canterac en una región costera al Sur de Lima, denominada Paracas, se determinó que las fragatas Venganza y Prueba acudieran a brindarle apoyo, el cual consistió en transportar tropas a Lima, Perú, y reforzar la defensa de la capital. En la fragata Prueba estaba embarcado Eugenio Cortés con el cargo de Segundo Comandante.

A pesar de los esfuerzos, el Ejército Realista apostado en el Callao había perdido fuerza, ante lo cual el comandante José Villegas y sus oficiales determinaron pasar al Ministerio de Marina de Panamá para informar que darían vela rumbo a Acapulco, a fin de resguardarse de los insurgentes peruanos y a su vez apoyar al virrey de la Nueva España Juan Ruiz de Apodaca; su llegada a costas mexicanas se verificó a fines de enero de 1821.

Debido al peligro de motín de la tripulación, Eugenio Cortés es enviado a la capital a fin de conseguir refuerzos económicos para sufragar los gastos de las fragatas, pero en su trayecto entró en contacto con Agustín de Iturbide, militar que en ese

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

110 111

momento era el principal líder del movimiento independentista.Cuando se dio el encuentro entre los dos personajes, Iturbide

estaba en disposición de recibir en sus filas a todos aquellos que desearan la independencia de la nación, por lo que convencido de la causa, el marino resuelve desertar de las tropas españolas para adherirse, a fines de febrero de 1821, al recién proclamado Plan de Iguala. Este fue el momento en que quizá sin saberlo, el marino chileno se insertaba de manera definitiva en la historia de México y de la Armada Imperial, siendo uno de los hispanoamericanos que con sus servicios y conocimientos ayudaron a la nación a consolidar la Independencia Nacional.

Ya como insurgente, participó en el armisticio celebrado el 7 de septiembre de 1821 entre el Ejército Trigarante y las tropas del Ejército Realista, a partir de ese momento, las dos tropas quedaron sin posibilidades de moverse, sólo podían entrar quienes llevaran víveres y personas civiles con pasaporte; a los seis días y de manera pacífica, el virrey provisional Novella hizo entrega del mando a Juan de O´Donojú.

Hasta ese momento, Cortés y Azúa ya contaba con 25 años de experiencia en la Real Armada Española y debido a la confianza que desde el principio le inspiró al libertador formó parte de su Estado Mayor, figuró como su primer ayudante de campo y principal asesor en cuestiones navales.

Durante la entrada triunfal del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, efectuada el 27 de septiembre de 1821, el libertador se hizo acompañar de sus ayudantes generales, Estado Mayor, los empleados de cuenta y razón del Ejército Trigarante y la comitiva de la escolta del primer jefe; al ser Eugenio Cortés uno de los ayudantes personales de Agustín de Iturbide y miembro de su Estado Mayor, es indudable que formó parte de la escolta que lo acompañó en tan emotivo acto, al igual que el teniente coronel Juan Davis Bradburn.

Después de la creación del Ministerio de Guerra y Marina, le fue otorgado el grado de capitán de navío, la más alta jerarquía de la naciente Armada Imperial. Tras la revisión de los documentos se constató que ante la necesidad de personal experimentado, se fueron otorgando empleos a varios extranjeros que contaban con experiencia marinera y militar, quienes sumaron su talento al de los nacionales en un área estratégica en la que el gobierno virreinal había marginado a los mexicanos: la Marina de Guerra.

De esa forma la primera planilla orgánica de la institución, estuvo constituida por comandantes y oficiales de otras naciones, sin que ello haya sido impedimento para que iniciaran la conformación de los diferentes cuerpos y servicios a los que fueron asignados, por tanto la Marina de Guerra mexicana tiene esencialmente la herencia de los principios navales de diversos países, especialmente de Inglaterra, España y los Estados Unidos.

La consumación de la Independencia no trajo consigo el reconocimiento de España siendo el Gobernador de Veracruz, brigadier José María Dávila, quien en desacuerdo se apostó en la fortaleza de San Juan de Ulúa, convirtiéndola en refugio de aquellos que no deseaban la autonomía mexicana. Lograr la capitulación de los españoles, sería la primera misión a cumplir por la Marina de Guerra mexicana, sin embargo, era necesario hacerse de buques y artillería para poder efectuar su cometido.

Por la urgencia de expulsarlos y ante la carencia de una fuerza naval, las autoridades imperiales junto con el primer Ministro de Guerra y Marina de la institución, teniente de navío José Antonio de Medina Miranda, acordaron que era de suma importancia iniciar la formación de la primera fuerza naval nacional del siglo XIX, para comenzar a poner los primeros cimientos de esa trascendental obra era indispensable adquirir en el extranjero no sólo buques de guerra, sino también tripulaciones preparadas y pertrechos de guerra. Dicha comisión es conferida a Cortés y Azúa y a Juan Davis

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

112 113

Bradburn, quien en enero de 1822, viajan a los Estados Unidos a fin de adquirir los primeros buques de guerra de México.

Mientras los comisionados realizaban el viaje a los EE.UU., José Ranich adelantó las negociaciones que agilizaron la compra de los navíos, por lo que antes de que llegaran, él ya había negociado en Delaware, la adquisición del primer buque de guerra nacional: la goleta Imperial Iguala.

A finales de febrero de 1822 la compra del buque ya estaba realizada, el orden de los hechos lleva a deducir que el buque no fue mandado a construir especialmente para México, sino más bien formó parte de un lote de embarcaciones que estaban disponibles para su venta; y acaso por estarse celebrando en aquellas fechas el primer aniversario de la proclamación del Plan de Iguala, recibió en su honor el mismo nombre. Este buque, junto con los marinos extranjeros que llegaban a prestar servicios, daban inició a la formación del pie veterano de la Armada Imperial.

El hecho de que la goleta Iguala haya sido el primer buque de guerra adquirido en el siglo XIX, para el servicio naval de México, la convierte en un referente histórico, no sólo de la actual Armada de México sino de la nación en general. Esa importancia llevó a que desde hace seis años, se investigará todo lo relacionado a la historia de ese buque. Labor que resultó por demás difícil pues después de haber indagado en diversas bibliotecas y archivos históricos, internacionales y nacionales, hasta el momento no se ha podido localizar un expediente de esa embarcación. Estados Unidos, Cuba, Chile y España fueron los países en los que los agregados navales de la institución y personal de la Unidad de Historia y Cultura Naval, buscaron datos del buque.

Con base en la investigación efectuada, hoy sabemos que para poder efectuar su zarpe a costas mexicanas, la goleta Iguala fue habilitada en Baltimore, Estados Unidos. Además, se comprobó

que el financiamiento para poder adquirir la primera escuadrilla naval en el extranjero fue proporcionado por el comerciante y banquero estadounidense Richard Worsam Meade, lo cual nos da el origen y destino de la deuda externa nacional de ese tiempo.

En un documento histórico, Iturbide plasmó unas líneas que definieron el papel protagónico que estaba desempeñando el capitán Eugenio Cortés en la formación de la Armada Imperial de ese tiempo y citó: “La Goleta Yguala que viene por vía de encargo, es la precursora de una marina respetable y usted tendrá la satisfacción de haber puesto la primera piedra de ese suntuoso edificio”.

El nombre de Benjamín Phillips es otro dato que se rescato durante la investigación, siendo el personaje que construyó algunos de los primeros buques de la Armada Imperial, él era estadounidense y se le otorgó el grado de primer teniente de la Marina Imperial. Otro rubro cubierto por el comisionado imperial fue el relacionado con la formación del Cuerpo de Sanidad Naval de la institución, para iniciar su conformación contrató en Filadelfia a Juan Brike, quien fue el primer médico cirujano de la Armada.

Cuando Eugenio Cortés y Azúa aún se encontraba de comisión en el país vecino, recibió una misiva enviada por Iturbide, en donde le comunicó su próxima subida al trono, en esa carta también le manifestaba la confianza y estimación que le tenía y algo aún más trascendental para la historia de la Marina de Guerra, lo nombraba jefe de la primera fuerza naval del México independiente, correspondiéndole a él, sentar las bases para la conformación del Cuerpo General de esa época.

Es necesario saber que ante la ausencia de un representante diplomático del Imperio en los EE.UU. y para aprovechar al máximo posible la estancia del comisionado naval en el mismo, el gobierno mexicano decidió que mientras el Ministro de Relaciones Exteriores nombraba oficialmente al Ministro Plenipotenciario,

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

114 115

fuera el capitán Cortés quien resolviera los asuntos internacionales y marítimos del Imperio. Por ello de febrero a noviembre de 1822, él desempeñó eficientemente las funciones de ese cargo, lo cual lo convierte en el primer diplomático oficial del México independiente en el extranjero.

Su primer acierto en el ámbito diplomático, se dio cuando gracias a sus gestiones, el Presidente de los Estados Unidos James Monroe se interesó por el asunto del reconocimiento de la total independencia de México, así como de los demás países americanos.

Es relevante aclarar que aunque en septiembre de ese año fue nombrado José Manuel Antonio Zozaya y Bermúdez como ministro oficial del Imperio, por haberse corrido el rumor de que tanto él como los demás representantes de la Legación Mexicana habían sido apresados por piratas, durante su trayecto a los EE.UU., el Ministro de Relaciones Exteriores José Manuel Herrera, elaboró en noviembre de 1822, otro nombramiento para ese cargo; mismo que fue emitido a favor del capitán Eugenio Cortés con el fin de que siguiera ejerciendo las funciones de Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Imperio Mexicano ante aquel gobierno.

El comisionado debía seguir negociando la adquisición de buques, así como solicitar el auxilio militar y naval de las fuerzas armadas estadounidenses en caso de que México entrara en guerra con España, conjuntamente se le autorizó contraer la deuda externa necesaria para alcanzar los objetivos de su comisión y de seguir propagando las noticias impresas del Imperio.

A mediados de noviembre de ese año 1822, encontrándose sumamente agobiado por las complicaciones financieras que se le habían presentado en su comisión, Eugenio Cortés fue atacado por

una aguda enfermedad que lo tuvo postrado por espacio de nueve días e inclusive se vio en peligro de perder la vida. A fines del mes siguiente el comisionado naval empezó a preparar su retorno a México y los asuntos pendientes para completar la escuadra naval los dejó encomendados para su resolución a Richard Meade.

Por órdenes del Emperador se transportaron pertrechos navales y de guerra, así como la traducción de la ordenanza naval estadounidense, la cual fue traducida por José María Allende. Hacia fines de 1822, se presentaron hechos que empezaron a amenazar la estabilidad del Imperio, entre ellos destacaron las desavenencias políticas entre los miembros del Congreso, el relevo en San Juan de Ulúa del general José María Dávila por el brigadier Francisco Lemaur, así como la sublevación de Antonio López de Santa Anna en ese Estado.

El conflictivo ambiente político que el capitán Cortés encontró a su regreso de los Estados Unidos, aceleró la organización de las fuerzas navales surtas en Alvarado e inmediatamente se dispuso a estructurarla. Cuando fue a la Ciudad de México a rendir cuentas de su comisión a los EE.UU., aprovecho para mostrar a las autoridades las medidas y acciones que iba a efectuar, para lograr la consolidación y organización de la naciente marina imperial.

El Jefe de la Hacienda Imperial e intendente general de Marina, José María Govantes y el capitán Cortés, fueron los responsables de la Marina de Guerra de esa época, el primero como administrador y tesorero de los recursos asignados a la sección de marina y el segundo como director y ejecutor. El 9 de marzo de 1823, diez días antes de la caída del régimen monárquico, Agustín de Iturbide reconoció las relevantes y bien efectuadas comisiones del chileno, por lo cual le otorgó ascenso al grado de brigadier graduado de la Armada Imperial.

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

116 117

Los esfuerzos que Iturbide efectuó para solucionar los problemas del Imperio, no lograron apaciguar el descontento surgido entre las grandes cúpulas del poder militar y político. Varios de sus detractores, extendieron la idea de establecer en la nación un sistema republicano. Con la firma del Plan de Veracruz y el Plan de Casa Mata, el Emperador enfrento la pérdida total de poder y tras negársele dos abdicaciones, fue destituido del trono, tras su derrumbe se abrió paso a la instauración del primer régimen Republicano en México.

No obstante la caída del régimen imperialista y de su cercanía personal con Agustín de Iturbide, el brigadier Cortés y Azúa permaneció en activo en la institución militar, debido principalmente a sus amplios conocimientos navales, al ejercicio efectivo de sus comisiones y al reconocimiento del teniente general Pedro Celestino Negrete, quien formaba parte del Triunvirato.

En Veracruz, los peninsulares apostados en la fortaleza de Ulúa, seguían insistiendo en no reconocer la autonomía del país, aunado a ello, en el transcurso de 1823, el comandante español Lemaur, bombardeó en varias ocasiones el puerto veracruzano. Cansado de la situación, el gobierno provisional emitió en octubre de ese año, la declaración formal de guerra contra España.

En el informe rendido por el Secretario de Guerra y Marina, José Joaquín de Herrera plasmó el carácter estratégico que jugaría la marina de guerra en la consolidación definitiva de la Independencia de México, decía que para enfrentar de manera exitosa el conflicto en Ulúa, era necesario seguir fortaleciendo la organización material y militar de la institución naval, por eso decide comisionar otra vez al brigadier Eugenio Cortés, para viajar a los Estados Unidos.

El Secretario interino de Relaciones Interiores y Exteriores, Lucas Alamán, le expidió el respectivo pasaporte, en esa segunda

comisión se hizo acompañar de un criado y su hijo mayor Felipe Eugenio, que para entonces ya era un adolecente de 13 años de edad y quien pretendía ingresar al colegio jesuita de Baltimore.

Con documentos oficiales salieron de la Ciudad de México hacia Veracruz, en donde abordaron el bergantín George con rumbo a Filadelfia, sin embargo, por complicaciones en el viaje tuvieron que detener su navegación en la bahía de Mobile, Alabama, en donde el brigadier Cortés se enteró de las ambiciones estadounidenses sobre el territorio tejano, especialmente constató el establecimiento en río Colorado del primer grupo de los Rangers dirigidos por Stephen Austin (hijo), y persuadido de la causa nacional emitió un reclamo al respecto.

Cabe referir que desde que el territorio mexicano ya no formaba parte de las propiedades de España, las ambiciones expansionistas de Estados Unidos estuvieron latentes, para ello en 1823 el Presidente James Monroe creó su famosa Doctrina Monroe en donde limitó la intervención de los países europeos en los asuntos de América, especialmente de la Gran Bretaña, país que había mostrado un interés muy grande sobre la isla de Cuba, mismo que compartía con los estadounidenses.

Después de año y medio de estar en funciones, el Triunvirato dio paso al sistema republicano en México, establecido formalmente al promulgarse la primera Constitución Federal, en octubre de 1824. Por continuar la dificultad de obtener personal capacitado en las ciencias náuticas y navales, era urgente que en la institución se formara una escuela para tal fin, por ello a fines de 1824, el primer Presidente de la República Mexicana Guadalupe Victoria, ordenó la creación de una escuela especializada en cuestiones marítimas.

Es posible que un estudio realizado por el brigadier Cortés en

enero de 1823, sobre la conveniencia de trasladar el Departamento

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

118 119

de Marina al poblado de Tlacotalpan, Veracruz, sirviera de base para que las autoridades de la institución eligieran ese lugar para ubicar la sede de la primera escuela naval de México. Una vez instalada fue conocida como Escuela Náutica de Tlacotalpan.

El Presidente Guadalupe Victoria emitió el respectivo decreto que oficializó la creación de la nueva institución educativa y fue el 14 de enero de 1825 cuando los cadetes fueron traslados a Tlacotlalpan. Sin embargo, por problemas políticos y de sanidad, en 1827, se cambió su sede al puerto de Alvarado con la denominación de Colegio de Aspirantes de Marina. Así, y sumado a sus demás contribuciones, Eugenio Cortés fue uno de los primeros funcionarios de la Armada que pusieron los cimientos de la educación naval en México.

A fines de 1824, la marina de guerra no se hallaba en un estado de completa organización, un proyecto de ese tamaño requería tiempo, constancia y leyes, sin embargo, el camino hacia el fortalecimiento de la institución ya lo había iniciado, con total acierto, el brigadier Eugenio Cortés. Faltaban muchas cuestiones por resolver, por ejemplo el vestuario y equipo de las tropas de las costas, de tal forma que su dedicación y esfuerzos continuaron y con el fin de seguir aumentando la escuadrilla naval se le comisionó por tercera vez para que viajase a los Estados Unidos.

Al igual que en las anteriores comisiones se le encomendaron varias diligencias, entre ellas debía comprar o mandar construir una corbeta y un bergantín de guerra; en calidad de urgente tenía que enganchar marineros para tripular los buques, una vez teniéndolos se tenían que presentar cuanto antes en el apostadero de Alvarado; debía adquirir pertrechos navales para el pacifico, así como municiones, cañones y morteros para la defensa de la plaza de Veracruz; había que mandar artillar y aparejar los buques que le iba a enviar de Inglaterra, el Ministro Plenipotenciario Mariano

Michelena; tenía que contratar oficiales capaces para el servicio de la marina mexicana, observando por regla general que fueran personas jóvenes y sin graduación en sus empleos para que les interesara hacer carrera en el servicio militar naval de la nación; le solicitaban dos constructores navales de honradez y conocimientos probados; y con el fin de mejorar la educación naval, le pedían enviara los planos y estudios que trataran de la perfección de los arsenales, construcción naval, obras hidráulicas y la reimpresión de la obra elemental de Gabriel Ciscar.

A inicios de 1827 las dificultades económicas en el país siguieron agudizándose, para ese entonces el brigadier Cortés tenía contratados en los Estados Unidos, tres aparejadores que se encargaban de cuidar y de conservar los pertrechos de la corbeta Tepeyac, a ellos se les debían sueldos y ni siquiera les podía proporcionar raciones, por lo que estaba latente la amenaza de renuncia. Los acreedores estadounidenses empezaron a desconfiar de su pronto pago, esas dudas le originaron serias dificultades, siendo cada vez más difícil hacerse de recursos, aunado a ello el gobierno dejo de remitirle sus sueldos y el dinero para los pagos más urgentes de la comisión.

Especialmente en esa ocasión, Cortés y Azúa realizó grandes sacrificios para solucionar los inconvenientes que se le presentaban, sin embargo, ese sentimiento no fue compartido por los marinos que lo acompañaban, quienes exigían fueran cubiertas sus necesidades fundamentales. La situación llegó al límite cuando por falta de personal al que se confiara el resguardo de la corbeta Tepeyac, sufrió un incendio. El panorama fue empeorando cuando tuvo que detener su regreso por habérsele presentado una terrible hemorragia. Por temor y enfermedad no se atrevía a salir a la calle, ni mucho menos podía hacerse cargo del avance en la construcción del buque.

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

120 121

La variación del régimen gubernamental influyó para que los fondos no llegaran a él con la celeridad esperada. En México al cuerpo legislativo le pareció que el presupuesto aceptado por David Porter, para la construcción de ese buque, fue muy elevado, por lo que varios legisladores no aprobaban la contrata y por ello no asignaban recursos para su terminación. En tanto, el general Cortés había logrado aplazar varias veces el pago, pero como el dinero seguía sin llegar, resolvió hipotecar la corbeta.

Como Cortés y Azúa había desarrollado una gran capacidad de análisis político, pudo darse cuenta del riesgo que representaba para nuestro país, las ambiciosas pretensiones expansionistas de los Estados Unidos, expresando al gobierno mexicano sus impresiones. Siendo Joel Robert Poinsett, quien alertó al Secretario de Estado, Henry Clay, sobre la perspicacia del chileno, al cual catalogaron como un agente diplomático peligroso al servicio de México.

Esas recriminaciones, los problemas con los acreedores, las amenazas del Banco de Mercaderes y las calumnias de sus enemigos, fueron las causas para que en marzo de 1827, el general Cortés fuera conducido a la cárcel por algunos días, hasta que Richard Meade pago la fianza para su salida; de esa complicada situación era informado el Ministro Obregón, a quien parecía no importarle los apuros del comisionado.

En este punto es preciso acotar que desde 1830 Lorenzo de Zavala, historiador clásico del movimiento de independencia y época posterior, asentó en su obra Ensayo crítico de las revoluciones de México desde 1808 hasta 1830 lo siguiente, “Como el Gobierno mexicano en aquella época (1822) no tenía fondos disponibles, el señor Cortés, tuvo necesidad de tomar a crédito diez lanchas cañoneras y las goletas Iguala y Anáhuac, con varios pertrechos que sirvieron después en la rendición del Castillo. Desgraciadamente no llegaron a Cortés los fondos que esperaba para el pago de las sumas a que ascendió el costo de estos artículos, y

tuvo necesidad de sujetarse a prisión que en semejantes casos sufren los deudores. Don Ricardo Mead, americano, que había manifestado en España sus simpatías en favor de la causa de la libertad y de los liberales de ambos mundos, se ofreció por fiador de la suma que debía el gobierno mexicano por los buques mandados hacer o comprados por Cortés y Azúa, y este salió de prisión en virtud de fianza”.

Este párrafo ha sido citado literalmente por varios de los autores que han escrito sobre la historia marítima mexicana, dando la idea de que el chileno había sido encarcelado en su primera comisión a los EE.UU., es decir en 1822; sin embargo, al hacer la revisión de documentos históricos se pudo constatar que fue hasta 1827 cuando se suscitó tal acontecimiento.

Después de la victoria sobre los españoles apostados en San Juan de Ulúa, la marina mexicana se vio inmersa en un estado de abandono tal, que no podía ser considerada ofensiva, los recursos públicos y el trabajo de los gobernantes, se destinaban principalmente en la organización del país y en tratar de solucionar las pugnas internas provocadas por los escoses y los yorkinos. Por más espíritu de sacrificio que haya tenido nuestro personaje, no le fue posible seguir luchando contra la vorágine política que vivía México, cuestión que aunada a la añoranza de ver a su familia, lo hicieron decidirse por abandonar el país y por ende a la institución.Es posible que el marino no haya imaginado la gran trascendencia de sus ocho años de servicio para la historia del país y de la Armada Nacional, en ellos aportó sus conocimientos navales y militares, así como su lucha y sacrificio al recién independizado México. Seguramente, después de una cariñosa despedida de sus amigos, a fines de febrero de 1829, el general Cortés y su hijo Felipe abandonaron tierras mexicanas. Posteriormente, causo alta en la Armada del Perú con el grado de contralmirante, en donde adquirió la nacionalidad peruana; finalmente en 1849 cuando tenía 73 años de edad, falleció de un derrame cerebral, en Valparaíso, Chile, en donde descansan sus restos.

Licenciada Rosario García González Licenciada Rosario García González

123

Diario de observaciones sobre el enemigo y el horizonte siglo XIX

125

Diario de observaciones sobre el enemigo y el horizonte siglo XIX

Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer

Veracruz es el punto más importante, y sobre que tienen fijos los ojos todos

los mexicanos, por el mucho bien, o mucho mal, que nos pueden causar.

Águila Mexicana,9 de agosto de 1823,

núm. 117, p. 439.

El arribo de los primeros españoles a las costas del Golfo de México, a lo que más tarde se llamaría Veracruz, tuvo un impacto

universal. Como consecuencia de este arribo nació una fantástica ciudad y puerto. Las líneas que siguen describen ahora una situación por completo diferente: la precipitada salida del puerto de Veracruz, hacia San Juan de Ulúa, de José Dávila, último español representante del imperio, con lo cual la liga de España con el país se adelgaza de tal manera que se concentra en la vieja fortaleza. Esta presencia española frente al puerto fue políticamente delicada, y alteró en gran medida la vida del puerto y de la recién independizada nación. Parte de los hombres más valiosos del momento participaron de manera activa en la defensa de Veracruz, ya fuera en el puerto

126 127

mismo, o en la ciudad de México desde el Congreso Legislativo: Guadalupe Victoria —antes de ser presidente de la república, operando como jefe político de Veracruz—, Jacobo de Villaurrutia, Nicolás Bravo, Pedro Sainz de Baranda y José María Lobato. En el Congreso, Carlos María de Bustamante, Lorenzo de Zavala, José María Covarrubias, Antonio José Valdés, José María Becerra, Pablo Anaya, José Ignacio Esteva, José María Cabrera, Santiago Alcocer y Javier Bustamante.

Después de una guerra que duró más de una década, la independencia de México se había logrado por fin en 1821. Sin embargo el único punto de la nueva nación que no había aceptado las condiciones de la independencia y que continuaba aún en poder de las tropas realistas era el puerto de Veracruz. El viernes 26 de octubre de 1821, a las doce de la noche, el gobernador de la plaza de Veracruz, José Dávila, que no estaba conforme con las condiciones de la independencia, ocupó la fortaleza de San Juan de Ulúa llevando la numerosa tropa que tenía en la ciudad. A partir de ese momento la atención de la nación se centró en este delicado acontecimiento.

Construido en la roca, aislado y rodeado de peligrosos arrecifes, el fuerte no tenía ya —en pleno siglo XIX— gran valor militar, pero este último residuo de los españoles en México tenía una importancia política y psicológica incuestionable. Era una advertencia diaria al gobierno y al pueblo de México de que la independencia del país no había sido aceptada por España y de que, mientras esta situación continuara, siempre existiría la posibilidad de una tentativa de reconquista,1 en la que la fortaleza de Ulúa, apoyada por la isla de Cuba, podía ser el punto de partida.2

La prensa de la época, en consecuencia, se hizo eco de los temores que suscitaba este hecho, por el cual los militares españoles estaban ahora instalados en Ulúa. Los principales diarios de la ciudad de México y Veracruz contenían una columna diaria

titulada "Diario de observaciones sobre el enemigo y el horizonte", dedicada a la situación de Veracruz. El Águila Mexicana y El Sol, en la ciudad de México, y El Oriente de Jalapa, El Mercurio de Alvarado, El Monitor y El Diario de Veracruz difundieron pormenorizadamente, día a día, las incidencias entre el puerto y la fortaleza durante todo el tiempo que duró el problema de Ulúa.

El gobernador Dávila, con la fuga a Ulúa, había sentado el precedente de una ocupación funesta y potencialmente peligrosa para el país, que terminaría hasta el viernes 18 de noviembre de 1825 al capitular su último comandante general, interino, el cubano José Coppinger, antiguo gobernador de Bayamo y de la Florida, frente al general sitiador del fuerte de San Juan de Ulúa Miguel Barragán. Con el gobierno de Dávila el puerto de Veracruz tendrá algunos meses de estabilidad, enterándose de la instalación del Primer Congreso Constituyente o de la desubicada coronación de Agustín de Iturbide, por ejemplo, pero bajo las órdenes de Francisco Lemaur, el incapaz "satélite de España" que se hace del poder en Ulúa el 24 de octubre de 1822. Con la salida de Dávila, la vida cotidiana y política se agrava para el país en su conjunto y para el puerto de Veracruz en especial, ya que será sometido a un reiterado bombardeo a partir del 25 de septiembre de 1823, luego de extender los españoles su dominio a la cercana Isla de Sacrificios. Por otra parte, el nuevo encargado prohibirá que en Veracruz se ice el pabellón nacional o se dispare un tiro de cañón sin su previo permiso. Esta prohibición era observada fielmente; así, cuando llegaban a la Isla de Sacrificios algunos barcos y los buques de otras naciones hacían el saludo de costumbre, el puerto de Veracruz no contestaba, pasando por alto el código de la tradición naval.

El bombardeo o cañoneo casi diario de la ciudad de Veracruz fue tan efectivo que el comercio del puerto llegó casi a paralizarse, y los negocios más importantes tuvieron que trasladarse al puerto de Alvarado, costa arriba y fuera del alcance de los tiros de San

Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer

128 129

Juan de Ulúa. La población del puerto sufrió enormemente, en su mayoría el comercio de los españoles o personas empleadas por ellos;3 muchos porteños quedaron dispersos por los médanos, cocos y ranchos, y en 18 días de fuego, según un tal Francisco Hernández, testigo presencial de los sucesos de Veracruz, se habían disparado a la plaza seis mil tiros y 700 bombas, se habían incendiado diez casas, habían fallecido ocho militares y se habían destruido varios edificios públicos. No había más comunicación que la de las balas y la de las bombas, según comentaba el Águila Mexicana. En otros bombardeos el principal daño lo recibían los techos de las casas y, a la explosión, los muebles y paredes interiores. La población se había diseminado por las laderas vecinas, hallando la muerte en agudas fiebres aquellos a quienes las bombas y la miseria habían respetado.

La columna del "Diario de observaciones sobre el enemigo y el horizonte" es quizá de los registros más veraces de nuestra historia. Son elocuentes en ese sentido los eventos de unos días de marzo de 1824, que el Águila Mexicana incluyó en su número 351:

Día 19. Disparó el castillo 39 bombas y 198 balas, en las que se incluyen las tres salvas de ordenanza en celebridad de los días de la reina de España, y la plaza contestó con 5 bombas, 2 granadas y 30 balas: amanecieron muertos de cascos de bombas 2 mujeres y 3 hombres; á las ocho murió una mujer por la misma causa, y se incendió una casa lográndose apagar el fuego á las diez; á la misma hora una bala le llevó el brazo a un soldado de infantería que atravesaba la alameda; entraron en el hospital tres heridos de gravedad. Día 20. Disparó el castillo 52 bombas, 6 granadas y 54 balas; la plaza contestó con 3 bombas, 4 granadas y 12 balas: el primero continúa tirando una bomba cada media hora, y las más con dirección á la casa del general, que hasta ahora se conserva ilesa: amanecieron muertos de cascos de bombas dos mujeres y tres hombres: á las 10 de la mañana murió, una mujer: á las 5 de la tarde un hombre, y entró en el hospital un herido de gravedad. Desembarcaron en Moncambo dos marineros anglo-americanos de la dotación del bongo de Tuspam, que apresaron los botes del castillo, los que dicen se libertaron por ser ciudadanos de una nación neutral: estos aseguran que los demás marineros de dicho buque están muy maltratados a causa de que los enemigos al tiempo de préndelos les dieron innumerables golpes: y sin consideración á sus heridas, los han encerrado en un socucho del castillo:

igualmente refieren que el día anterior una bala de la plaza le llevó la cabeza a un cabo de la guarnición de Ulúa.

Como el puerto contestaba también con sus cañones, San Juan de Ulúa sufrió daños considerables: la casa que habitaba Lemaur había sido destruida, al igual que lanchas y cañones, y habían perdido la vida numerosos soldados. Por otra parte la oficialidad estaba disgustada y enferma, y esperaba la llegada de algunos buques y dos mil hombres provenientes de La Habana, los cuales nunca llegaron en tal número. Más tarde fue mayor el fuego; cayó una bomba en la botica de Ceballos que llamaban de Astudillo, la cual se incendió hasta no quedar más que sus muros; después, según el Águila Mexicana, la casa de Gibaja se vino abajo.

El nuevo encargado de Ulúa actúa con detalladas instrucciones que le gira Fernando VII. La recompensa burocrática a su obtusa fidelidad ha sido generosa desde mayo de 1822 en que se le nombra, cuando la administración colonial está exhalando su último suspiro, capitán general "interino", de Nueva España, nombramiento que fue anunciado en la Gazeta de Madrid. Se ha pensado que Lemaur, de profesión director de ingenieros, la revivirá. Eso piensa Fernando, pero de nueva cuenta se equivoca. Reina, pero ya sólo en sueños, como se dice en la excolonia. En términos generales el bombardeo fue sostenido, con algunos intervalos, hasta la capitulación de San Juan de Ulúa en el año de 1825. La fortificación capituló cuando el general Miguel Barragán decidió iniciar un cerco para interceptar el envío de alimentos frescos a la guarnición. Éste lo obtenían los realistas en sus frecuentes expediciones a Tierra Firme. Como el cerco continuó durante varios meses y en agosto de 1825 los españoles se encontraban en una situación en extremo vulnerable —más de 100 hombres habían muerto y los que quedaban estaban enfermos—, iniciaron las conversaciones para la rendición, que se efectuó el 18 de noviembre.

Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer

130 131

Capitulación de la rendición de San Juan de Ulúa, entre José Coppinger y Miguel Barragán, 18 de noviembre de 1825. 4

En la plaza de Veracruz á los diez y siete días del mes de noviembre de mil ochocientos veinticinco, los Sres. Capitanes D. Miguel Suarez del Valle, del real cuerpo de artillería, y D. Domingo Lagrú, del batallón ligero primero de Cataluña, comisionados en virtud de poderes del Sr. Comandante general interino del castillo de San Juan de , y tropa que lo guarnecen, brigadier D. José Coppinger para tratar acerca de la capitulación con arreglo á las instrucciones que aquel nos ha comunicado en fuerza de las imperiosas circunstancias; y deseosas ambas partes contratantes de terminar de un modo honroso los males que rodean á los beneméritos jefes, oficiales y tropa que componían la guarnición de la referida fortaleza, proponen los artículos siguientes.

Artículo l. A la guarnición deberán concedérsele todos los honores de la guerra, y cuando salga de la fortaleza será en los términos usados en semejantes casos con cuatro piezas de artillería; y á dicha guarnición, en que está incluida la marinería, se le permitirá sacar sus equipajes y enseres conducentes á su entretenimiento, comodidad y descanso.

Artículo 2. Siendo los sentimientos humanos de ambas partes dirigidos al cuidado, y curación de los enfermos, deberán estos, ante todas cosas, pasarse a la plaza de Veracruz para que, en el sitio cómodo que se deberá tener proporcionado para el número que exprese el estado respectivo se atienda a su curación por cuenta de los sitiadores con arreglo á sus respectivas clases, debiendo, luego que hayan conseguido su restablecimiento, ser trasportados á la plaza de la Habana en los mismos términos que se dirán para los demás de la guarnición, en el concepto de que a su cuidado quedará un oficial al que así como á los demás, han de guardársele todas las consideraciones debidas y propias entre naciones civilizadas y que se estipulan en este caso.

Artículo 3. La guarnición, gefes, oficiales y empleados serán transportados á la ciudad de la Habana por cuenta de los bloqueadores, los que deberán aprestar los buques necesarios con la brevedad posible, de buena condición y comodidad, debiendo estos ser convoyados por uno de guerra de suficiente fuerza para evitar las depredaciones de los piratas; en el seguro concepto de que será mantenida la guarnición completamente de víveres frescos de toda clase, desde el momento de ratificado este tratado.

Artículo 4. Hasta que la fortaleza no esté evacuada y á la vela los buques que conduzcan la guarnición, no entrará la de los bloqueadores, ni se enarbolará otro pabellón que el español, y solo los gefes é individuos que deban hacerse cargo de ella, y de sus diferentes ramos, entrarán á este efecto, luego que se cierre y ratifique esta capitulación; con la precisa condición de que en el acto de arriar el pabellón español será saludado por la fortaleza y correspondido por las baterías de esta plaza.

Artículo 5. El Comandante militar interno de la fortaleza, los gefes y todos los demás oficiales tanto de la plana mayor, como de la tropa, el ministro de real hacienda, dependientes de dicho ramo y demás saldrán de la plaza con cuanto les pertenezca, pudiendo usar sus espadas y conducir sus armas, incluyendo en esto al cuerpo de sargentos de los diferentes destacamentos que componen la guarnicion, que de ninguna manera debe considerarse como prisionera de guerra.

Artículo 6. A los paisanos existentes en el castillo que antes de ahora residían en esta plaza, se les conservarán las haciendas que les pertenezcan, privilegios y demás prerrogativas; y los que quisieren salir de ella y seguir al gobierno español con todos sus bienes y efectos para establecerse donde mas les convenga, no serán inquietados, ni se les hará cargo por sus opiniones políticas, ó cualquier delito que pudiesen haber cometido antes ó en el discurso del sitio.

Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer

132 133

Artículo 7. Los sitiados entregarán de buena fe, y se les admitirá sin otro escrutinio ni averiguación la entrega de las municiones, armas (excepto las pertenecientes á los cuerpos) cañones y demás efectos concernientes á la plaza por los inventarios, sin derecho por parte de los bloqueadores á ninguna reclamación de propiedad real, que no siendo de aquella especie debe conducirse á la Habana, así como los archivos de las diferentes oficinas.

Artículo 8. Los buques menores pertenecientes á particulares que se hallen armados, serán desarmados y devueltos á sus dueños.

Artículo 9. Las propiedades existentes en esta plaza de los que hubiesen emigrado por razones politicas y adhesión al Gobierno español, serán respetadas, y cuando se presenten, ya por si, ya por medio de sus apoderados, se les permitirá el poder disponer de ellas en el órden y forma que les parezca.

Artículo 10. Los prisioneros que haya de ambas partes serán puestos en libertad, y entregados respectivamente.

Artículo 11. En el caso de arribada á este ó á cualquier otro puerto mexicano, extrangero ó que no esté por el Gobierno español, se especifica que los individuos á quienes sobrevenga este accidente, continuarán bajo las mismas garantias con respecto á sus personas é intereses; pues esta obligacion no cesará por parte del Gobierno mexicano, hasta que, como queda dicho, los ponga de su cuenta en uno de los puertos de la Isla de Cuba.

Artículo 12. Si después de concluido y ratificado por ambas partes el presente convenio, apareciese el convoy de relevo de la guarnición ú otro buque de guerra que con cualquier motivo se dirigiera á dicho punto, no se le hostilizará en manera alguna durante el término de noventa días, contados desde la fecha de la ratificación, antes bien se le indicará, como fuese mas oportuno, conveniente ó proporcionable, que la fortaleza ha variado de

dominio, y se le dejará en absoluta libertad de maniobrar como guste, franqueándole los auxilios que necesitare, cuyo importe deberá satisfacer el Comandante ó Comandantes de dicho buque ó buques.

Artículo 13. Las dudas que puedan originarse por defecto de las necesarias aclaraciones en los artículos antecedentes se decidirán á favor de la guiarnicion.

Artículo 14. La religiosidad con que deben cumplirse los presedentes articulos de este convenio por ambas partes, será asegurada por medio de los rehenes que cada una nombre, y debe conservar hasta su total cumplimiento.

En cuya virtud, habiendo discutido y conferenciado tan interesantes negocios con el Sr. general sitiador D. Miguel Barragan, sobre los artículos antecedentes, nos hemos conformado con las negativas y afirmativas al margen de nuestras proposiciones estampadas; en prueba de todo lo cual firmamos dos de un tenor, juntos con el Sr. general en gefe ya citado. = Miguel Suarez del Valle. = Miguel Barragan. = Domingo Lagrú. = Juan María de Robles, secretario.

Castillo de San Juan de Ulúa a 18 de noviembre de 1825. = Ratifico los presentes tratados, y me conformo con ellos. = Jose Coppinger. = Mariano García, secretario interino.

Conforme á la precedente capitulación, quedan asistiendose en los hospitales de la plaza de Veracruz ciento cuarenta y ocho individuos de tropa y marinería, un oficial 1° del ramo de hacienda, un vigía con su muger y un hijo, el guarda almacén de víveres de la fortaleza, y dos practicantes enfermos.

El Castillo nos ha sido entregado con sus fuerzas sutiles, compuestas de cinco lanchas, dos falúas, un pailebot y dos botes,

Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer

134 135

todos en muy buen estado, con sus correspondientes enseres y varios útiles, entre ellos dos cables, uno nuevo y el otro usado de nueve pulgadas y ciento veinte brazadas; con toda su numerosa artillería, montages, carruages, armas, municiones y pertrechos: con las herramientas, útiles y efectos de la maestranza de ingenieros: con los ornamentos, plata y demás utensilios pertenecientes á la Iglesia y curato; y finalmente, con las medicinas de la botica militar, según todo consta por los respectivos inventarios que originales obran en la secretaría de estado y del despacho de hacienda.*

La confirmación de ésta se recibió en la ciudad de México a las dos de la tarde del 23 de noviembre, y el Águila Mexicana, al día siguiente, anunció que la larga confrontación había concluido: “¡Americanos!, llegó al momento feliz en que la República Mexicana arrojase para siempre de su seno al león desbastador que simboliza la dominación española. El orgulloso fuerte de Ulúa, ese baluarte inexpugnable del orgullo castellano, acaba de abatir el pabellón español y de enarbolar la augusta y majestuosa insignia de la República libre..."

El comienzo de las hostilidades entre San Juan de Ulúa y el puerto de Veracruz había dado origen a leyes represivas en la ciudad de México. El 30 de septiembre de 1823, el ministro de Hacienda, el español Francisco Arrillaga, informaba a Guadalupe Victoria, intendente entonces de Veracruz, que toda relación política y comercial con España debía de darse por concluida, y que los barcos mercantes españoles debían abandonar los puertos de México. El comercio entre La Habana y Veracruz se vio interrumpido, y finalmente el 25 de octubre de 1823 el Poder Ejecutivo declaraba la guerra a España. Luego, el 24 de diciembre de 1825, el Congreso General aprobó el decreto de expulsión de extranjeros, y el decreto de expulsión de españoles se expidió hasta el 20 de diciembre de 1827.

La campaña invicta de José María Mercado

Licenciado José Alejandro de Antuñano Maurer

137

La campaña invicta de José María Mercado

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

Introducción

La convocatoria para este Primer Congreso Nacional de Historia Militar a través de los Archivos Históricos es muy

importante y necesario. Importante porque no hay muchas oportunidades para acercarse a la historia militar en México; además, es necesario porque hace falta conocer lo que se está investigando en torno a la historia militar en los archivos históricos del país. Pero también da ocasión para que los que hemos venido investigando en torno a la historia de la guerra (en este caso insurgente) pudiéramos dar a conocer nuestras búsquedas. Así, aprovecho la convocatoria y expongo en este trabajo algunos de los resultados de la investigación de la campaña insurgente de José María Mercado; que forman parte de una línea de investigación en torno a las acciones marítimas de la guerra insurgente.

138 139

Objetivo

El objetivo de esta ponencia es describir la campaña insurgente de José María Mercado que inició en el pueblo de Ahualulco y llegó hasta el puerto de San Blas; todo esto en la Nueva Galicia. Para lograr el objetivo el texto se divide en tres partes. La primera, describe la infancia y llega a su “acto de contrición” pasando por la vida en el Seminario y su rápida carrera eclesiástica. La segunda describe la campaña insurgente, propiamente, que inicia en Ahualulco y llega a San Blas y la tercera, describe la contrarrevolución que provocó la muerte del desconocido héroe.

De la infancia hasta el acto de contrición

José María Anacleto Mercado nació en el seno del matrimonio formado por don José Mercado y doña María Guadalupe de Luna que, desde tiempo atrás, vivían en la ciudad capital de la Nueva Galicia. Así, la prueba testimonial, el acta de nacimiento, comprueba, fidedignamente, que José María Mercado nació en la capital de la Nueva Galicia en el seno de una familia de posición económica más bien estable. Porque, por otros elementos se concluye que la familia Mercado de Luna tenía sino un importante lugar en la sociedad tapatía; por lo menos, era discreta y aceptada en los círculos medios de los peninsulares. Véanse estos argumentos. El primero que don José, el padre, era español y como en la sociedad de su época se privilegiaba la pureza de sangre y se reforzaban los lazos entre los europeos; no podría ser descabellado afirmar que don José Mercado, sin desempeñar posiciones políticas o económicas de alguna importancia, al menos era una persona -y con él su familia- con un lugar social sin grandes pretensiones políticas ni graves carencias económicas. Además el padrino de José María, don Juan Antonio Velázquez, que era notario público avala la aceptación que en ciertos círculos tenía la familia Mercado de Luna.

Finalmente, el que José María haya podido efectuar sus estudios hasta concluir la carrera eclesiástica, confirma y reafirma la hipótesis. La sociedad novohispana no proporcionaba amplias expectativas de desarrollo profesional, tal vez con la excepción de los estudios jurídicos. Las armas, tiempo atrás habían perdido su atractivo. Por ende, era forzoso para estudiar cualquier profesión el comprobar la pureza de sangre de los aspirantes a las carreras. Este era un requisito sine quan non. Ni una recomendación personal del mismísimo virrey podía ocupar su lugar.

En fin, la familia Mercado de Luna, con ramificaciones de parentela en la cercana población de Tepic, vivió en la ciudad de Guadalajara. El matrimonio Mercado de Luna recibió el 13 de julio de 1781 el arribo de un menor al cual registraron con el nombre de José María Anacleto, sin sospechar el destino al que debía obedecer su primogénito: ser avanzada de las tropas insurgentes en las tierras del Nayar. El niño fue bautizado al día siguiente, en la misma ciudad de Guadalajara, conforme a usos y costumbres imperantes de la época y quedó asentado en el libro según se desprende de la copia certificada1 por el cura José María Arias. (Anexo 1)

Se copia íntegra esta constancia del bautismo de José María Mercado, porque algunos de sus biógrafos -ciertamente son escasos- han señalado como lugar de su nacimiento la cercana población de El Teúl (perteneciente al actual Estado de Zacatecas). Al menos eso sostienen Durán Cárdenas 2 y Garza Ruiz.3 Ambos se apoyan en los datos biográficos elaborados por Pérez Verdía 4 y que encierra evidentes errores en torno a José María Mercado. En Guadalajara el pequeño José María pasó sus primeros años de existencia. Su infancia no debió variar, en demasía, a la de otros niños en idéntica situación económica y con semejante estilo de vida. Más cuando se recuerda que:

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

140 141

Las entretenciones de tal sociedad (de Guadalajara) eran cortas; apenas tenían diversión en las festividades anuales de Corpus, en las canonizaciones de los santos, en las entradas de gobernadores y de obispos, con la jura de reyes o por los partos de las reinas. Cohetes y castillos, iluminación de cornisas y ventanas con mechas de pabilo de cazoletas con aceite de coco; misas cantadas, con su sermón; suntuosas procesiones, corridas de toros y representaciones teatrales en lugares improvisados; rivalizaban en esplendor los festejos inaugurales (sic) de templos y monasterios; días de cuarenta horas, y en ellos corrían lanzas por las calles, adiestrándose los caballeros en manejar la lanza y en los ejercicios a la

brida y a la gineta (sic).5

La vida urbana en la capital de la Nueva Galicia era una existencia que oscilaba entre rezos y alabanzas; entre lo sacro y lo laico; entre la iglesia y el Estado; entre Dios y el Rey. Pero en esto, poco variaba de la actividad de los habitantes de otras poblaciones mayores o menores de la Nueva España. Puesto que, desde la muy noble y muy leal ciudad de México hasta los fuertes habitacionales y los presidios de la Alta California, Nuevo México y Texas; desde Nootka hasta el Soconusco; desde Texas hasta Oaxaca; en fin, en todos los espacios urbanos y campestres, en todas las localidades los habitantes novohispanos se regían por el mismo calendario político y religioso. Aunque algunas celebraciones variaban conforme a la rapidez y eficacia de las comunicaciones de la época y -desde luego- otras festividades tenían su origen en las tradiciones, usos y costumbres regionales o locales.

Pero regresando a José María Mercado, sus biógrafos no mencionan nada de su infancia; por lo cual es casi todo lo que se desconoce respecto a cuándo, durante qué tiempo y con quién estudió las primeras letras y su educación básica.

La vida de José María Mercado, según Durán Cárdenas,6

empezó el día en que ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara gracias al apoyo de su padre quién reconoció que su hijo era "de inteligencia despejada y afecto a instruirse".

En la contra esquina de la clavería de la Catedral estaba el centenario Seminario del Señor San José, fundado por fray Felipe Galindo y Chávez, criollo eminentísimo que llegó a la Mitra tapatía, a fines del siglo XVII y principios del XVIII. El Seminario, desde su nacimiento, se había desarrollado como los seminarios europeos; hasta que el obispo Ruiz de Cabañas le dio nuevas Constituciones. Conforme esas nuevas ordenanzas, se formó el espíritu de José María Mercado.7

Le correspondió a don Cayetano de Luna, abuelo materno, como máxima autoridad de la familia, hacer la presentación del joven José María en el viejo Seminario. Así que don Cayetano -así como sus demás familiares- se sentiría muy orondo al ver a su nieto, vestido de paño pardo, beca escarlata, túnica con sobrecuello y bonete negro. El viejo ranchero debió recordar durante mucho tiempo cuando llevara al joven Mercado hasta la puerta del Seminario y ya en el interior de la gran casona de la Calle Real le dio su bendición.

Aunque no se conocen las cualidades de José María Mercado; a pesar de algunas representaciones, seguro corresponden a la descripción de Domingo Lázaro de Arregui en el capítulo XVI "De los españoles que nacen y se crían en este reino", que a la letra dice:

Los españoles que nacen acá generalmente son bien apersonados, altos de cuerpo y gentiles hombres, y los más rubios y blancos, así hombres como mujeres, bien hablados, corteses, agudos, vivos y de buen natural para cualquier cosa. Y es mucho de notar que en las estancias y lugares más remotos se habla la lengua española tan cumplida y pomposamente como en la Corte o Toledo. Han probado siempre bien en las guerras de la tierra imitando muy honradamente (a) sus pasados. Prueban asimismo bien en todos los géneros de letras, así divinas como humanas, aunque aún por acá no hay premios que los despierten ni necesidad que los obligue, no las siguen tanto adonde hay lo uno y lo otro.8

Al momento de su investidura como colegial del Seminario, José María Mercado tenía su semblante serio; todo él parecía una

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

142 143

estatua en el solemne momento en que el rector, doctor don Juan María Velázquez y Delgado, le impuso el manto y la beca. Con ese acto prestaba, al igual que sus compañeros, juramento solemne de cumplir los estatutos del Seminario y obedecer al prelado o a quien en su nombre mandare; así como defender en todo momento y aún con su vida misma el que María, la Madre de Jesús de Nazaret, fue concebida sin pecado original. La formación intelectual que Mercado recibió en el Seminario fue la que corresponde, inicialmente, a todo seminarista y más tarde en la formación propia de todo clérigo.

Resultado de su activa participación en el Colegio Clerical don José Francisco Arroyo, rector del Seminario Clerical del Salvador del Mundo y su Madre Santísima Nuestra Señora de la Soledad, firmó de su puño una solicitud dirigida al obispo José Cruz Ruiz de Cabañas, rogándole para el joven José María, “el destino de portero que en breve quedará vacante por parecerle proporcionado” para Mercado, “quien si fuere del agrado de V.S., podrá entrar desde luego a servir bajo la protesta de exhibir cuanto antes algunos documentos que le faltan para calificar su legitimidad y limpieza de sangre como ha prometido verificarlo”.9

Pero, en contraste a la vida de José María que tantos logros alcanzó en el campo ministerial, repentinamente la fortuna familiar tuvo un dramático giro. Así, no le quedó otra opción al futuro jefe insurgente que solicitar, nuevamente, la intervención del obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas para obtener una nueva plaza. Ante esta petición, el Obispo de Guadalajara no podía permanecer impasible; al contrario, conocedor de la situación en que había caído la familia Mercado de Luna, decidió apoyar a José María al proveerle el cargo en el curato de Ahualulco, aunque de manera interina. Porque el encargado de la Mitra tapatía, abrigaba la esperanza de que una vez solventada la situación económica de la familia, José María regresaría, nuevamente, a la ciudad de Guadalajara.

Por ende, la familia Mercado de Luna con gran pesar, puede afirmarse, en especial de José María abandona la capital del Reino de Nueva Galicia y emprende una nueva aventura al marchar al pueblecito de Ahualulco. En cuanto Mercado llega al pueblo, empieza a desplegar sus actividades. Primero informándose de los distintos asuntos relativos a los habitantes y después de los benefactores y agrupaciones organizadas en torno a la iglesia. Desde luego, su trato cordial, afable y respetuoso, le ganaron simpatías y liderazgo entre su nueva feligresía. En estos quehaceres se mantuvo ocupado dos o tres días; pero una vez que se instaló en la casa anexa al Templo y colocó a su familia en una casa cercana; entonces, Mercado se dedicó a organizar sus propias actividades ministeriales.

Como resultado de la costumbre adquirida en el Seminario y el Colegio José María se levantaba muy temprano; se aseaba, oficiaba su misa matinal y después pasaba al comedor. Concluido el desayuno, rezaba sus horas, estudiaba o releía sus libros, que siempre le habían acompañado, en la oficina parroquial y se encargaba de los asuntos relativos a su ministerio. Al medio día, come y después descansa su siesta; después rezaba las vísperas y las completas. A media tarde se vuelve a encerrar en su despacho para continuar estudiando y hacer el recuento de los bienes del templo y a actualizar los datos de los libros de nacimientos, matrimonios y muertes. Pero, no terminaba ahí la actividad desplegada por José María. Aparte de sus misas y misales, Mercado recorría Ahualulco y su jurisdicción a pie o a caballo para llevar a los enfermos consuelo y la palabra de Dios y a los difuntos la extremaunción. Además, en la parroquia se encargaba de atender a su grey administrando los sacramentos; es decir, el bautismo, la confirmación, la confesión y la comunión a los grupos indígenas y a los pocos españoles que en el lugar vivían.

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

144 145

Se encontraba Mercado en Ahualulco cuando se inició el movimiento insurgente a partir de que la empresa fue descubierta por las autoridades de Querétaro y que obligaron a don Miguel Hidalgo y Costilla a acelerar el inicio; según cuenta Pedro García, actor y cronista único de la primera etapa –la de Hidalgo- de la Guerra por la Independencia.10

Es de sobra conocida la rapidez de esta revolución que llegó desde el 16 de septiembre en el pueblo de Dolores –en la Intendencia de Guanajuato- hasta la Batalla del Monte de las Cruces el 30 de octubre, muy cerca de la capital de la Nueva España. Como los insurgentes ganaron; deseaban entrar a la Ciudad de México, en cambio, Hidalgo envió el 1 de noviembre a Mariano Abasolo y a Allende con cartas de emisarios para negociar con el virrey Venegas la entrega pacífica de la ciudad a los insurgentes. El virrey no aceptó la petición y gracias a la intervención del arzobispo de México, Francisco Xavier de Lizana y Beaumont, no fueron fusilados los comisionados. También se conocen las consecuencias desastrosas para los insurgentes –por el cisma entre los jefes- en su retorno al Norte.

Pero no tan conocido es el papel de otro personaje muy significativo para esta historia. Se trata de José Antonio “El Amo” Torres Mendoza (San Pedro Piedra Gorda, Nueva Galicia, 2 de noviembre de 1760 - 23 de mayo de 1812) quien recibió instrucciones del Generalísimo Hidalgo en Guanajuato de sublevar la región de Nueva Galicia. Torres a su vez comisionó a Honofre Gómez Portugal y a Teodoro Huidobro Alatorre y Godínez para poner sobre las armas a los distritos del Oriente de la Nueva Galicia. Así, tras violentos combates contra las autoridades y hasta actos que rayan en lo increíble logró tomar la capital Guadalajara el 11 de noviembre de 1810. A partir de ese momento la ciudad se convirtió en la capital del movimiento insurgente porque Torres tomó disposiciones para constituir un nuevo gobierno.

En la capital de Nueva Galicia José Antonio Torres comisionó al padre José María Mercado para perseguir a los fugados de Guadalajara: el obispo José Cruz Ruiz de Cabañas, oidores y demás autoridades.

Además, 26 de noviembre con la entrada11 de don Miguel Hidalgo y Costilla a Guadalajara la urbe fue testigo de los distintos decretos, manifiestos y ordenanzas del jefe ideológico de los insurgentes; porque los lanzaba primero desde el Cuartel General de los insurgentes y después desde el Palacio Nacional.

“El Amo” Torres desarrolló una importante labor en difundir el movimiento insurgente en Nueva Galicia; dando distintas comisiones como a José María Mercado para extender el movimiento insurgente en la región. Pero a partir de la llegada a Guadalajara de don Miguel Hidalgo se inicia la etapa constructiva de la revolución de independencia.12

En la causa judicial, seguida contra José Antonio Torres, se indica que "después de las comisiones que dio para la aprehensión de europeos, robos de caudales e invasiones de Colima a los cabecillas, su hijo José Antonio y Rafael Arteaga, y para los mismos y más funestos efectos sobre Tepic al facineroso cura (José María) Mercado (...)".13

Esto último coloca a Mercado en una situación interesante; porque se reconocen los devastadores efectos que tuvo su campaña militar. Pero antes de detallarla deben plantearse preguntas -aunque se reconozca- que no pueden contestarse definitivamente. Por ejemplo ¿cuáles fueron las razones que obligaron a José María Mercado a tomar las armas en contra de quien pareció proteger y promover su carrera eclesiástica?

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

146 147

Fue acaso su designación como cura de un “pueblucho” como Ahualulco. Ese curato fue entendido como un acto de destierro para Mercado del cual surge la decisión, posterior, de perseguir a su antiguo protector. O, con su filiación a las armas insurgentes, Mercado realizaba un acto de expiación personal o familiar.

En fin las dudas al respecto son tantas y no se cuentan con respuestas rotundas; pero los testimonios que del puño y letra de José María Mercado existen nos aproximan a una respuesta. El primer documento está fechado el 2 de noviembre de 1810. Es una carta que desde Ahualulco dirige José María a su padre, don José y dice así:

Sr. y padre de mi respeto filial:Heme cambiado en ministro de la Justicia armada, después de haberlo sido de la Justicia Divina.Un maduro examen me resolvió a adherirme a la causa de (Miguel) Hidalgo, que no es otra que la de la liberación de la Nueva España, del dominio de la Corona.Os espero, venerable padre, en las filas de la causa justa.Pero si vuestra avanzada edad y escasa salud lo impidiesen, bendecidme de todo corazón. A vuestros pies.14

Este documento calificado como "un ejemplo de civismo y de virtudes ciudadanas" si bien establece cuándo tomó Mercado la decisión de seguir la causa libertaria; en cambio, no explica nada sobre cuáles fueron los argumentos, las razones -en fin- los pros y los contras sometidos a ese "maduro examen".15

Otra pregunta es cuándo y dónde recibió José María Mercado la comisión por parte de José Antonio Torres. La respuesta puede ser varias; pero la primera entrevista realizada antes de Zacoalco fue el 12 de noviembre de 1810 por fin José Antonio "El Amo" Torres autorizó a José María Mercado para extender los dominios insurgentes en la ciudad de Guadalajara.

La campaña sobre Tepic y San Blas

José María Mercado una vez autorizado por Torres retornó a su curato en Ahualulco; en compañía del subdelegado don Juan José Zea y su señor padre, don José Mercado, se lanzó en su campaña invicta. La pequeña tropa que se logró reunir, desprovista de toda noción militar, pero con sentido de la responsabilidad en la aventura que desde ese momento iban a iniciar, abandonó Ahualulco el 13 de noviembre. El espectáculo de esa marcha no pasó desapercibido para los humildes habitantes de la región. Debió ser interesante ver una columna a cuya cabeza se colocaron el cura de la aldea, don José María -tal vez al centro-, a un lado el subdelegado Zea y del otro un casi desconocido, José Mercado.

Tal vez para otros ojos más observadores, esta era una camarilla más de rebeldes que se levantaron, constantemente, por todos lados en la Nueva España. Nada los distinguiera de las demás banderías que recorrían esas vastas tierras. Pero la diferencia es el ejército de Mercado que el ideal de independencia y libertad lo había reunido en una sola agrupación, a la autoridad civil y eclesiástica de Ahualulco y también la relación filial entre padre e hijo. Esta relación aparece desde el inicio de la rebelión y confirmado por la expedición del primer documento de José María Mercado como comisionado a su padre.16 (Anexo 2)

En tanto esto dictaminaba Mercado en Ahualulco; los fugados de Guadalajara (oidores, obispo y demás españoles) habían alertado a los habitantes de Tepic en su paso hacia San Blas. Por ello las autoridades militares al mando del capitán de fragata José Lavayen, comisionó al teniente Buenrostro para ponerse al frente de la Compañía Fija de Tepic y prepare la defensa de la ciudad. Pero Buenrostro encontró la resistencia pasiva de la Compañía; acto nunca calificado por ningún superior

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

148 149

como insubordinación. Por eso el teniente, veloz cual rayo, salió tras de los demás fugados, incluidos los militares como Lavayen. La población de Tepic quedaba, así, sin ningún oficial de rango salvo el teniente Agustín Bocelan.

Este personaje -más tarde cuando se logra la pacificación de la región- presenta una detallada descripción de su "participación" en la defensa de Tepic ante José de la Cruz el jefe realista. En su obra se pinta como un héroe incomprendido, a pesar de estar dispuesto a perder la vida por la causa del rey. Pero, los resultados de las órdenes de Bocelan son similares a los de otros jefes; por ende, abandona Tepic "pese -dice- a sus desesperados esfuerzos en pro de la causa justa".

Las tropas al mando de Mercado llegaron a Etzatlán, con poco menos de cien efectivos y ahí expide otro nombramiento17 a Rafael Pérez. (Anexo 3)

Ambos documentos firmados por Mercado tienen aspectos interesantes. Cada uno contiene sendos nombramientos de Comisionados uno relativo a su padre y el otro a Rafael Pérez. El primero sin una misión concreta ni objetivos específicos; en cambio, el segundo debe dirigirse a dos pueblos y desempeñar varias funciones en ambos lugares. Existe, pues, una amplia diferencia entre ambos Comisionados. El padre de José María tiene mayor amplitud de acción y se le delegan mínimas obligaciones; en cambio, a Pérez no.

Con una fuerza que constantemente se incrementaba en su número Mercado avanzó a Tepic que, como ya se dijo, se preparaba para un eventual ataque rebelde; pero las instrucciones de los tenientes Buenrostro, Murphy y Bocalan no tuvieron eco entre los soldados de la Compañía Fija. Los oficiales se vieron obligados a desproteger la población y abandonarla, dirigiéndose a San Blas lugar con mayores posibilidades de ser defendido. Cuando

arriban Mercado y sus efectivos a las inmediaciones de Tepic al atardecer del día 20 de noviembre, según señalan Durán Cárdenas y Garza Ruiz, la ausencia de las autoridades militares y civiles era desconocida por los insurgentes. Así, el cura Comisionado intimida a rendición a la plaza desde la Loma de la Cruz, elevación al sur de la población y dónde edifica su cuartel general. Pese a la bandera blanca -como símbolo de asedio y reclamo de rendición- ondeaba en la cima de la Loma, la carencia de mando castrense impedía dar una respuesta en cualesquier sentido ante este reclamo.

Por ende, Mercado, esperó -pacientemente- la llegada de emisarios o enviados por las autoridades con el fin de iniciar la capitulación o el combate entre sitiados y sitiadores. Dicen algunos biógrafos de José María Mercado que al finalizar el tercer día ante el silencio –obvio- de los habitantes de Tepic; decide el cura Comisionado enviar un nuevo parte para reiterar la rendición de la población. En esta nueva comunicación, el destinatario era el cura párroco del lugar don Benito Antonio Vélez (de quién diría Pérez Verdía, "era un criollo virtuoso pero enemigo de la independencia").18 (Anexo 4)

La respuesta que Mercado esperaba de Vélez nunca llegó porque el cura salió a hurtadillas rumbo a San Blas. Por ende, no existía ya autoridad alguna ni civil, ni militar, ni eclesiástica en Tepic que nombrara a sus representantes para parlamentar los términos de la capitulación y la consecuente entrada de los sublevados a esa población. Ante el nuevo silencio Mercado, se supone envío una nota al padre guardián del Convento de la Santa Cruz y fueron estos frailes los que -sin ninguna potestad- autorizaron la entrada de Mercado en Tepic. Esto se desprende del siguiente texto, sin fecha, que contiene la respuesta de la comunidad del convento. Ahí se lee lo que sigue: "los padres guardián y súbditos de este convento de la Santa Cruz contestan al oficio de V. M. diciendo: que abrazan gustosos la defensa de la Religión, Patria y Soberano Fernando VII coadyuvando para el efecto con cuanto alcanzan sus religiosas facultades y firman los frailes Gervasio Dorado, Alfonso Galán, José Segura, Isidro Cereso y Joaquín Miranda.19

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

150 151

Una vez resuelta la cuestión de por qué entró Mercado a la antigua capital de la Nueva Galicia, sólo falta responder a la interrogante de cuándo fue que el cura de Ahualulco se adueñó de esa población. Esta cuestión surge porque se han expuesto varias fechas en que se realizó este acto.20 Así pues, se indican dos diferentes días en los que Mercado se acercó a Tepic para sitiarla; al respecto, puede asegurarse que José María Mercado no llegaría a Tepic antes del día 20 de ese mes. Pues, existe la intimidación de rendición dirigida a Vélez del 23 de noviembre. Así, si Mercado hubiera tomado la plaza de Tepic antes de ese día, sería absolutamente innecesario el oficio del 23; tanto Garza como Durán cometen un error.

Consecuentemente, puede afirmarse que el cura Mercado salió del pueblo de Etzatlán en el actual Jalisco y tras atravesar las barrancas de Mochitiltic (hoy Plan de Barrancas) llegó el 23 hasta la Loma de la Cruz, desde donde declaró su asedio a la población a través del documento del día 23. Con respecto al pequeño y abigarrado ejército al mando de Mercado debe lamentarse la carencia de crónicas que describan su entrada con esa singular hueste comandado por un sacerdote y formado, primordialmente, por gente del campo.

La audacia y el vigor de la campaña emprendida por el cura de Ahualulco, incluida la toma incruenta de Tepic, llegó hasta sus jefes inmediatos don José Antonio Torres y don Miguel Hidalgo ya asentados en Guadalajara, la capital insurgente.

Con motivo de estas noticias tanto uno como otro, enviaron distintos oficios a Mercado mediante los cuales les daban nuevas instrucciones. Así, por ejemplo Torres, su jefe inmediato superior, le remitió el siguiente parte el 27 de noviembre de 1810.21 En este comunicado (Anexo 5), con tres distintos mensajes, Torres hace explícita la comisión para que Mercado se posesione de Tepic lo cual ya es un hecho consumado, aunque no lo saben todavía

las autoridades- así como del puerto de San Blas. En el segundo texto, Torres le concede poder de mano y de autoridad a Mercado sobre los comisionados Anguiano, Badillo y López y sus tropas a fin de fortalecer las fuerzas que se presentaran ante los realistas fortalecidos en San Blas; así como tomar en cuenta, mediante inventarios, los caudales del erario o bien de individuos privados. Insiste en proteger los bienes de los europeos. No existen pruebas de que esas órdenes hayan sido obedecidas por los jefes insurgentes Anguiano, Badillo y López; puesto que, son varias las fricciones que se suscitan como -más adelante- se podrán conocer.

El tercer comunicado es el relativo a ordenar que se controlen los caudales existentes en los lugares bajo el dominio insurgente; además considerar el que se evitaran saqueos y robos en las casas de los europeos y, consecuentemente, enviar estos inventarios junto con los bienes incautados. Pero la importancia de este documento es superada por la comunicación que –casi al mismo tiempo- envía don Miguel Hidalgo y Costilla al mismo destinatario: Mercado.

lmpuesto del patriotismo, fidelidad y amor a la nación e igualmente de la eficiencia con que su oficiosidad ha desempeñado las operaciones que ha considerado útiles a la perfección del sistema que trato de establecer en pro de la nación; he venido en que sobre agradecerle y aprobar cuanto ha practicado sobre el particular, tenga a bien continuar del mismo modo, o del que conozca más útil, cuantas gestiones sean adoptables al intento de hacernos del puerto de San Blas, sus municiones y caudales, a cuyo efecto le comisiono en la más bastante forma, para que como comandante en jefe de las divisiones y tropas que a mi nombre se hallan por esos lugares, las organice, reúna y comunique las órdenes oportunas; a ese intento acompaño circular preventiva a los jefes de las relacionadas divisiones.Al desempeño de esta mi confianza conviene que inmediatamente al recibo de ésta, me remita los cañones de artillería, y cuantos fusiles halle en la plaza de Tepic, por serme uno y otro demasiadamente interesante a la perfección de mi ejército.Dios Guarde a V. muchos años. Cuartel general de América en Guadalajara noviembre 27 de 1810.

Miguel Hidalgo generalísimo de América.22

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

152 153

Miguel Hidalgo, en su papel de Generalísimo del ejército insurgente, designa a José María Mercado como Comandante en Jefe de las Armas Americanas en el Poniente; al mismo tiempo que reiteraba la orden de que Mercado se dirigiera a San Blas para posesionarse del puerto. Como el nombramiento de comandante a favor de Mercado que realizó Hidalgo no era suficiente; Hidalgo envía una circular para informar a sus otros comisionados esta designación.23 (Anexo 6)

Pero ambos documentos, es decir, la investidura así como la circular respectiva en torno al cargo de José María Mercado, parecen ser anulados por otros oficios firmados24 por el cura de Dolores. La existencia de estos nombramientos firmados por don Miguel Hidalgo y dirigidos a dos distintos personajes, obliga a establecer ciertas conclusiones. Mercado Comandante en jefe de las Armas Americanas en el Poniente -por méritos propios debido a su relampagueante campaña sobre Tepic- y Rafael de Hijar -con grado de capitán realista y avecinado en Tepic- sin méritos para recibir el nombramiento compartían una autoridad tan cercana como la distancia que separaba a San Blas de Tepic. Aunque el nombramiento se refiera a la Primera División del Sur, tampoco en este caso, existía una delimitación de la jurisdicción de cada uno de los comisionados. Para esa fecha José María Mercado ya había logrado adueñarse de Tepic; en cambio, pocas fueron las acciones desarrolladas por de Hijar. Para el 3 de diciembre, Mercado tomaba disposiciones muy distintas en San Blas; pero no perdía la autoridad ni el control sobre Tepic.

En tales condiciones resulta casi inexplicable el que Hidalgo diese ambas designaciones en tan poco tiempo; en vista de lo anterior, es aceptable y contundente el argumento que esgrime don Lucas Alamán cuando asienta que: "La plaza de San Blas y todo el extenso reino de la Nueva Galicia o provincia de Guadalajara, cayó en poder de Hidalgo, sin otro esfuerzo de su parte que haber expedido algunos nombramientos de comisionados y

dado títulos de jefes."25 Aunque Hidalgo, desde Guadalajara insiste en llamar a la concordia a los jefes comisionados; porque sus conflictos distraían su atención.26

Ahora bien, en cuanto Mercado consideró suficientemente consolidada su autoridad en la zona de Tepic -y aún antes de recibir instrucciones expresas de Hidalgo- decidió abandonar la población y tomar el camino con rumbo a San Blas.

José María Mercado al frente de su tropa -compuesta por más de mil efectivos con nula experiencia militar, puesto que ni la Compañía Fija de Tepic tenían conocimientos en la logística y la táctica castrense- abandona la primitiva Villa del Espíritu Santo de la Mayor España.

En el puerto de San Blas el Comandante del Apostadero era la máxima autoridad del Departamento de San Blas; puesto que, controlaba tanto el puerto como las naves ancladas en la playa. Así mismo le correspondía determinar, con autoridad bastante y suficiente, las rutas comerciales del norte. Del Comandante dependían también ciertos asuntos de carácter militar, criminal e incluso civil. Uno de los órganos auxiliares del Comandante era el llamado Departamento Técnico que estaba integrado por los comandantes y pilotos de los buques, en ocasiones el Departamento dejaba de aparecer como tal y se reunía en una Junta de Guerra que entendía y decidía sobre cuestiones de carácter militar.

El aspecto material y formal que presentaba San Blas en noviembre de 1810 antes de la llegada del cura comisionado es difícil describir aquí. Por ende, don José María Mercado recorre la distancia entre Tepic y San Blas en dos días a donde llega el 26 de noviembre. Mercado con su tropa se ubica en la zona conocida como La Puerta distante dos millas de la villa y sus efectivos empezaron a desplazarse en torno a este punto; en tanto don José María preparaba la estrategia a seguir para lograr la rendición de

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

154 155

las autoridades de San Blas y, por ende, apoderarse del puerto y todos sus bastimentos.

Mercado envía una primera comunicación de capitulación con un mestizo y un negro para que la entregaran a las autoridades correspondientes de la villa. El documento dirigido al "Comandante y europeos habitantes de la villa de San Blas" dice así:

Capitulación celebrada ente el Comisionado de las armas del Poniente y el de Marina de San Blas.El peligro de la religión y de la patria que iban a zozobrar en un abismo de males y la obligación de ayudarle a liberarlas, me impelieron a ponerme a la cabeza de las armas americanas levantadas por el mejor y más fiel de los patriotas, por el Excmo. sr. Hidalgo, virrey de toda la América y de quien a V.S. le han hecho los informes más siniestros; y hallándome comisionado para tomar este puerto, y resuelto a tomarlo de hecho a cualesquiera costa me he determinado a poner esta, deseoso de destruir las preocupaciones que se tienen contra nuestra Santa Empresa, y evitar por este medio la ruina de innumerables europeos, que siendo de una excelente conducta y teniendo buenas intenciones, fascinados por los malos, están resueltos a pelear y correr una misma suerte con ellos, a quienes les intimido que se rindan o hagan rendir esa villa, con el seguro de que bajo mi palabra de honor, y bajo cualquiera otra seguridad que exigiera, serían tratados con el mayor decoro, salvarán sus vidas y parte o acaso el total de sus intereses, como lo han experimentado más de doce que se me presentaron en Tepic, cuyas firmas en caso de que Vuestras Señorías gusten, comprobarán esta verdad; pero de lo contrario, estén entendido que no daré cuartel a nadie y serán tratados con la mayor severidad y sufrirán las rigurosas leyes de un asalto hecho a una plaza irracionalmente obstinada; porque desengañémonos señores, Vuestras Señorías sostienen una guerra cuyo éxito jamás ha sido dudoso, la nación toda levantada en masa desde el oriente hasta el poniente, pelea contra unos pocos hombres encerrados en un rincón de este basto (sic) país.

Lo advierto a V. S. para su inteligencia y para que luego inmediatamente me manden avisar su determinación. No lo haga con todas las formalidades de una embajada porque estoy informado que V. SS. tratan de degollar a mis embajadores y he creído, sin mucha dificultas esta violencia contra un derecho de gentes tan respetado, porque me consta que estuvo para suceder en Zacoalco y he visto el incendio que se ha hecho en los almacenes de La Puerta.

V. SS. si pueden enviar sus embajadores con el salvo conducto que con juramento desde luego les concedo.

Dios guarde a V.S. muchos años. Noviembre 26 de 1810.

Soy con la más atenta consideración de V. SS. afectísimo. El Comandante de las

Armas del Poniente. José Ma. Mercado. 27

Esta intimidación a rendición -por lo dicho durante el proceso que se le siguió a Lavayen ante autoridades militares- nunca llegó a su destino. Esto se puede explicar porque los portadores del documento tal vez temiendo represiones a sus personas decidieron no entregarlo; o tal vez -menos creíble- las autoridades europeas no le dieron ninguna importancia. Aunque esto parecería ser contradicho por las disposiciones defensivas que se estaban implementando. Porque Lavayen, personalmente, decidió encargarse de las disposiciones defensivas. La primera providencia fue fortificar el puerto gracias a las baterías de las embarcaciones Guadalupe, San José y Santiago que estaban en desuso. Enseguida mandó realizar un corte transversal que permitía separar las instalaciones propiamente portuarias de las casas habitaciones de la población. Pero en ambos casos, el resultado fue el mismo: las obras quedaron a medias.

En el ínterin, Mercado con su ejército, seguía acampado en La Puerta muy cerca del puerto; por ende, Lavayen decidió quemar los almacenes, más próximos a ese lugar, para evitar que los sitiadores se apoderaran de los granos y demás bastimentos que había en ellos. Así mismo, ordenó levantar el puente llamado de Los Gachupines que daba acceso a la villa; finalmente, realizó una inspección personal por los alrededores del pueblo. Mientras Lavayen dictaba y ejecutaba esas disposiciones por San Blas José María Mercado envió el primer documento; pero ante el silencio del comandante español, el cura de Ahualulco decidió enviar otra solicitud para la rendición de la plaza en un plazo de 30 minutos.28 (Anexo 7)

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

156 157

El tono excesivamente optimista y la no menos enérgica prestancia del comunicado -sin omitir el evidente alarde en cuanto a las proporciones de las fuerzas que combatirían; ya no eran unos cuantos soldados sino la "nación entera levantada en armas" debieron aguzar las preocupaciones y temores -ya de por sí exasperados- de los sitiadores. El comisionado por Lavayen fue el Alférez de Fragata, don Antonio Bocalán, portador de una carta signada por el Comandante del Apostadero; en ella se dirigía a José María Mercado en los siguientes términos:

A un mismo tiempo he recibido todas las comunicaciones de V.S. relativas a la rendición de esta villa; ésta, su arsenal y los buques, es una propiedad del Rey Ntro. Sr. D. Fernando Séptimo, y yo y cuantos le servimos estamos obligados a defender su causa repeliendo la fuerza con la fuerza; ignoro porqué la nación americana está formada en masa, como V. S. me dice; convendría instruirme sobre este punto por medio del oficial que lleva la comisión, para acercarse a V. bajo las seguridades prometidas y evitar de ese modo toda efusión de sangre; poniendo mi honor a cubierta de ultraje, así como el de los europeos acogidos bajo de las banderas de nuestro soberano.Dios guarde a V. muchos años. San Blas, 28 de noviembre de 1810. José de Lavayen.29

Por las circunstancias poco favorables para los sitiados se firmaron las primeras proposiciones para la capitulación; estas condiciones acordadas, el 29 de noviembre de 1810, entre "el Bachiller José María Mercado Comandante General de las tropas americanas y don Agustín Vocalán (sic), Alférez de la real armada comisionado para la negociación de la paz" –entregadas a la Junta de Guerra a que había convocado Lavayen para su discusión- fueron las siguientes:

Primera. Que el Comandante de las armas americanas instruya al Comisionado de San Blas para que lo haga presente a su respectivo jefe sobre los datos que lo autorizan sobre el principio, fin y circunstancias de su empresa.

2a. Que según las órdenes que trae el dicho Comisionado la villa debe rendirse o tomarse dentro del término más breve que sea posible.

3a. Que si en caso de que se rinda voluntariamente, como en él sea tomada por las armas, queda siempre bajo la misma soberanía, en el culto de la misma religión santa, que profesamos y prometemos defender.

4a. Que en caso de rendirse, no se seguirá extorsión, ni perjuicio alguno a ninguna de las personas que no hubieren o hayan tenido parte en la traición que contra la religión y la patria se meditaba; pero que si deberán dar caución todos los europeos de sus personas y haciendas mientras llegan los comprobantes y se averigua quien es inocente y quien es reo.

5a. Que en caso de resistir, o dar lugar a que se tome por las armas a pesar de la inteligencia de estas capitulaciones el Comandante americano hace responsable a todos cuantos tuvieran parte de esta resistencia de cuanta sangre se derrame, de cuantos perjuicios se siguieren a los inocentes y de cuanta violencia ejecute en los culpados, y que los cargos de esta responsabilidad los deberán absolver (sic) ante la soberanía cuyos derechos lejos de invadir, defiende.

Y estando ambos de acuerdo, sobre lo arriba expresado lo firmaron en este Cuartel de las Armas Americanas del Poniente en la Puerta sitio de San Blas Noviembre 29 de 1810.

José María Mercado /Agustín Vocalan.30

En La Puerta Mercado recibió mediante correo extraordinario- el nombramiento que Miguel Hidalgo en Guadalajara había expedido

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

158 159

en su favor como Comandante en jefe de las Armas Americanas del Poniente. Este nombramiento no debería pasar desapercibido ni para sus seguidores ni para los sitiados en San Blas; por ende, se explica por qué Mercado da a conocer su nombramiento mediante bando publicado el 30 de noviembre.31 (Anexo 8)

Con la publicación del bando Mercado buscaba varios objetivos; por ejemplo con la primera disposición Mercado ultimaba los detalles para apoderarse del puerto de San Blas, haciendo uso de distintas medidas tanto políticas como militares (sin olvidar las diplomáticas).

En tanto en San Blas, la Junta militar no llegaba a acordar nada; los argumentos en favor y en contra de la capitulación son discutidos sin poderse tomar ningún acuerdo. Así pues Lavayen, en su calidad de máxima autoridad, pide que se lleve a cabo una votación secreta y por escrito. Y resulta que la mayoría se inclina -por su voto- en favor de la rendición con la finalidad de salvar tanto a las autoridades militares y administrativas; así como a sus habitantes y los bienes que existían en el puerto. Con esta decisión se evitaba un derramamiento -tal vez inútil- de sangre y la consiguiente pérdida de todos los recursos -humanos, materiales y económicos- existentes en el Puerto de San Blas.

Después de que se conoció el resultado de la votación -y antes de que Lavayen se encargara de establecer los términos en que se haría la entrega del puerto al Comandante insurgente- muchos de los participantes de esa junta emprendieron una feroz lucha por conseguir los escasos lugares que existían en los buques que se alistaban para abandonar el lugar y dirigirse a Acapulco. Los navíos existentes eran Activo y San Carlos de la Real Armada de Barlovento así como dos barcos mercantes que, en esos días, estaban anclados en San Blas.

En su afán de escapar; en su deseo de dejar a su suerte tanto San Blas como a sus autoridades los prófugos disputaban los sitios más convenientes para colocar sus bienes; no importaba que fuera su ilustrísima Ruiz de Cabañas, quien compitiera contra los oidores y otros ricos hacendados y comerciantes europeos. Todo era confusión y angustia por lograr un sitio en los barcos que representaban la única posible salvación al hacerse a la mar con rumbo a Acapulco.

Los bergantines zarparon de San Blas al mando de don Antonio Cuartara; cuando deberían estar en la jurisdicción de don José María Narváez quien se encontraba en el Activo. En tanto Jacobo Murphy y Ramón Moyúa compartían la autoridad del San Carlos.

En su precipitada huida, los fugados no olvidaron tomar medidas que evitaran a sus embarcaciones ser hundidas. Pues antes de embarcarse oficiales ordenaron que toda la pólvora existente en los almacenes fuera mojada, con la finalidad de inutilizarla y evitar así un posible ataque desde tierra. Ataque dispuesto ya por los sitiados; ya por los insurgentes que entrarían en cualquier momento al puerto. Después de cambiar cartas y oficios en ejército de Mercado entra al puerto de San Blas y grande debió ser la sorpresa y hasta la decepción de ver a los insurgentes y su abigarrado vestido; sus escasas armas y su ausente orden militar. También hace falta el poeta y cronista que cante la gloria de esta acción militar.

Las consecuencias de esta entrada fueron para las autoridades realistas un juicio 32 y para los insurgentes el acceso a una enorme cantidad y variedad de armamento de cañones y fusiles; además de bastimentos y el control del puerto.

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

160 161

Una vez en posesión del puerto, José María Mercado tomó una serie de disposiciones como la proclama a los habitantes de San Blas (sin fecha; pero del 1 de diciembre cuando entró al puerto); el bando de embargo de bienes de europeos (diciembre 4); el informe a Hidalgo sobre la toma de San Blas (diciembre 8) y la captura de la fragata La princesa (diciembre 13); nombramientos e instrucciones a comisionados Rafael Pérez, José María Anguiano, Francisco Becerra y a su padre (al que en dos ocasiones señala su manera “extraña de conducirse”); varias consultas a Hidalgo (diciembre 16); orden de reunir tropas para avanzar a Guadalajara (diciembre 24); confirma la derrota de Hermosillo en El Rosario (diciembre 24).

También el cura Mercado en San Blas recibió el nombramiento de Brigadier por don Miguel Hidalgo del 16 de diciembre en Guadalajara; recibe al capitán Rafael Maldonado encargado, por Hidalgo, para transportar armas, bastimentos y pertrechos a Guadalajara desde San Blas (diciembre 22); recibe informe de José López de la toma de El Rosario (diciembre 24); ofrecimiento de profesor de medicina y cirugía para curar insurgentes (Tepic enero 14); José María Mercado sale de San Blas con dirección a Guadalajara y en su ruta se detiene en Tequepexpan donde escribe a su comadre doña Rita Topete una carta muy íntima; muy personal (enero 15) que se publica completa enseguida:

Mi muy estimada Comadrita. Recibí las dos tuyas una en que me dices de los bárbaros que me quieren degollar pero ni cuáles son ni qué señas tienen, y la otra en que me das razón de la fuerza de los enemigos ni lo uno ni lo otro debe darte cuidado no lo primero porque no es fácil ni lo segundo porque los americanos tenemos fuerzas competentes para acabar con cuarenta mil gachupines que viniera, sin embargo ya te he dicho mil veces que en caso de haber alguna novedad por ahí te vengas, y extraño que ahora me salgas con que si será bueno venirte acá o irte a Guadalajara que es lo mismo si dijera será bueno huir del enemigo o ir a encontrarlo. Yo en Tequepexpan con los cañones cuatro de a 24 dos culebrinas grandes y 7 de a 6 pienso estar fuera de Barrancas dentro de ocho días, pasar si puede ser por Etzatlán y Ahualulco, y caminando de día y de noche ir a desbaratar ese espantajo de Callejas en compañía de su Alteza. Salúdame a toda la casa y a cada uno en particular a Don Juan de Oliva dile que le he escrito varias y que no he tenido respuesta pero que siempre en todas partes le deseo saludes, en caso de que haya alguna novedad y que te vengas acá sea con toda la familia, y con las familias de

los amigos que quisiesen acompañarte, a doña Albina dile que se venga porque le está haciendo mucha falta a don Joaquín (Romero) quien ha quedado de Capitán de Navío, Coronel y Comandante del puerto de San Blas. Mi señor padre y don Ignacio vienen conmigo y te saludan. Adiós comadrita hasta nuestra vista. José E. Hernández y Dávalos Historia… doc. 156, pp. 385-6

En su camino a Guadalajara José María Mercado asienta su cuartel general en Barrancas a partir del 20 de enero, porque solicita al coronel don Leonardo García le envíe lanzas y granadas desde Tepic y el 21 a todos los Comisionados reúnan sus efectivos en ese cuartel para marchar a Guadalajara. Es ahí donde recibe el informe de los alcaldes de Ahualulco en torno a la derrota de las fuerzas insurgentes en la Batalla de Puente de Calderón; por lo que el 25 de enero lanza una proclama desde el Cantón de Mochitlilite:

El bachiller don José María Mercado teniente general de los Ejércitos Americanos por el serenísimo señor doctor don Miguel Hidalgo y Costilla generalísimo de la América.

Extrañó en el patriotismo, y fidelidad de los jefes nacionales y de los americanos que habitan las provincias por donde ésta circulará que siendo estos los momentos preciosos, y acaso únicos en que nuestros patrióticos esfuerzos puedan librar la religión, la patria, y la humanidad de la opresión y ultraje más cruel, más infame, y más criminal que le amenaza, procedan tan lentamente, o por mejor decir con tanta indiferencia en remitir las tropas, las armas y socorros, a este cantón, establecido con el fin de dar un golpe decisivo al mayor y más infame de nuestros enemigos.

Americanos desengañaos aún es tiempo de abrir los ojos, si hemos de exponer con valor el pecho a la bala en el campo de la gloria si hemos de entregar nuestro cuello a un afrentoso cordel y el de nuestros descendientes a las pesadas cadenas que se les están forjando, os lo he dicho muchas veces y os lo repito no necesitamos para poner a cubierto nuestra religión santa para colmar de felicidades nuestra patria, y para coronarnos de gloria, más que un poco de valor, de actividad y de unión.

Y sería posible que por falta de esto nos resolvamos a remachar con nuestras mismas manos las cadenas a nuestra madre patria, a derramar con sentimiento de la humanidad y escándalo del universo con ellas mismas la sangre de los patriotas esforzados que defienden la común causa y aun la de sus inocentes hijuelos, qué dirá el mundo y qué dirá la posteridad cuando lea en los anales de nuestra historia una bajeza de que no hay ejemplar aun en los pueblos más bárbaros, pero no, no

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

162 163

lo será porque nosotros solos aunque pocos bastamos para aniquilar a nuestros enemigos y para castigar a nuestros desnaturalizados hermanos, el inaudito crimen de volverse contra su patria.

Sí nobles patriotas en cuyo pecho arde el entusiasmo santo de defender nuestra causa vuestros esfuerzos bastan, y no necesitáis de los cobardes, de los indolentes, y de los traidores dejadlos que se cubran con el más infame, y vergonzoso bochorno, y vosotros venid volando a reuniros conmigo seguros de que volveréis coronados de laureles.

José E. Hernández y Dávalos: Historia… doc. No 167, p 593.

Con este documento da inicio la tercera etapa de la presente ponencia.

La contrarrevolución

A partir de que José María Mercado se entera de la derrota en Puente de Calderón y lanza su proclama en Mochitlilite se eclipsa su carrera militar y da paso a la contrarrevolución en San Blas y concluye con la muerte de Mercado y captura y muerte de casi todo su Estado Mayor.

En su contra marcha Mercado recibió, a través de Manuel Álvarez el 28 de enero, la información de que el General José de la Cruz entró a Ahualulco y le ofrecía indulto; el mismo día desde Guaristema el licenciado Miguel Ignacio Castellanos le informa que se dirige a San Blas porque el 23 entró en Ameca una avanzada del ejército de Calleja. De acuerdo con otras fuentes se sabe que Mercado buscaba llegar cuanto antes a San Blas y en su Cuartel de Barrancas dejó dispuesto a parte de su ejército para intentar detener a los realistas; pero fracasaron porque de la Cruz informó el 2 de febrero de la acción en Taray.33 (Anexo 9)

Mercado avanzaba, con su Estado Mayor y pocos seguidores, hacia San Blas y evitó entrar a lugares que consideró peligrosos por la presencia de los realistas como Tepic. Mercado y sus acompañantes

debieron llegar al puerto el 30 o 31 de enero y desconocían que ante su arribo se había orquestado una conspiración para capturar y matar a los insurgentes que fue organizado por el cura de San Blas licenciado José Nicolás Verdín. El mismo cura escribe el siguiente informe, que copio íntegro, para el brigadier de la Cruz:

Tiene este vecindario, y yo a su nombre, el honor y satisfacción de poner en noticia de vuestra excelencia la generosa acción que emprendió la noche del 31 de enero próximo pasado en obsequio de su rey legítimo, por quien no es la vez primera que muestran su fidelidad.Estos leales vasallos, noticiosos de que el cura del pueblo del Ahualulco don José María Mercado, que fue nombrado comandante general de las tropas de Hidalgo, regresó a este pueblo desde el sitio de Barrancas con el fin de hacerse fuerte en él y tratar de una obstinada defensa, y caso de desconfiar, embarcarse en los buques del rey; se convocaron con reserva para apresar a media noche al mencionado cura, al comandante puesto aquí por él don Joaquín Romero, y a Esteban Matemala, hecho por él mismo capitán de artillería, como cabezas principales en este suelo del partido de la insurrección, e igualmente a sus familias y a las compañías de indios que se hallaban de guarnición; pero como a pesar de la reserva con que trataban de sorprenderlos lo llegaron a descubrir, se apresuró la acción, y les fue indispensable ponerla en obra entre las ocho y nueve de la noche, haciendo la seña con tres campanadas, a las que acudieron a los cuarteles y casas de los cabezas mencionados, con el fin de verificar su aprehensión sin maltratar a sus personas; pero habiéndose rompido el fuego en la casa de don Joaquín Romero por él y el centinela, se procedió lo mismo por nuestra gente, manteniéndose algún rato, a causa de que el citado Romero estuvo a puerta cerrada manteniéndolo por una ventana con varias armas de fuego que tenía cargadas, hasta que fue muerto a balazos y se concluyó la reyerta, habiendo fallecido en ella de la parte contraria el expresado Romero, Esteban Matemala y el indio centinela, y de la nuestra, el rondín Ignacio Juárez y buzo Bernardo Carpio, y salieron heridos cuatro individuos de marinería.Al padre don José María Mercado se halló al siguiente día en la profundidad de un voladero contiguo a las casas del comandante y ministros del apostadero, quien desde luego experimentó esta desgracia por hacer fuga. Sepultados sus cadáveres en el mismo día, no ha ocurrido novedad que perturbó el sosiego de este público, y se mantiene con la correspondiente vigilancia y orden debido, consultándome sus disposiciones y apresando las partidas que sucesivamente han ido llegando de sus tropas convoyando su equipaje, pólvora, granadas y otros pertrechos, todo con el fin de lograr su laudable deseo, que es y ha sido tener este puerto a las disposiciones del legítimo gobierno; lo que participo a vuestra señoría para su inteligencia, y que se sirva elevarlo al superior conocimiento de su excelencia, o para que vuestra señoría dicte las providencias que tenga por convenientes, de

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

164 165

las que por mi conducto quedará entendido este vecindario, y me prometo las cumplirá exactamente en obsequio del legítimo soberano y del mejor servicio; en el concepto de que en estas críticas circunstancias se halla esta plaza sin jefe alguno en sus distintos ramos o atenciones respectivas a comandancia de marina, ministerio de la misma y real hacienda, juzgado real, administración de salinas y de reales rentas, etcétera, y en el de que nos hallamos con la porción de reos que se han apresado, entre ellos don José Mercado, padre del eclesiástico difunto, don José Antonio Pérez, los coroneles don José Manuel Gómez y don Pablo Covarrubias, el guardia de corps don Pedro del Castillo y otros eclesiásticos de los mismos honores, sin cárcel competente y con lo que se duplica el trabajo y fatiga de los guardias, y ha obligado a tomarse el arbitrio por ahora de pasar a bordo de la fragata “Princesa” 124 indios prisioneros, que formaban dos o tres compañías de guarnición. En cuanto por ahora puedo comunicar a vuestra señoría, añadiendo que aún no puede darse la extensa noticia de los intereses que tenían en su poder, adquiridos del saqueo y secuestro de bienes de los europeos, hasta hacer un formal reconocimiento, que lo ha impedido la primera importante atención, lo que oportunamente comunicaré a vuestra señoría.Dios guarde a vuestra señoría muchos años. San Blas 3 de febrero de 1811. —Licenciado Nicolás Verdín. — Señor comandante general de las tropas del rey.

José E. Hernández y Dávalos: Historia… doc. No. 176, pp. 401-2.

Este informe fue aprobado por el brigadier de la Cruz. Aunque no menciona el buen cura, los azotes “litúrgicos” que aplicó al destrozado cuerpo de José María Mercado una vez que fue recuperado del barranco en donde había caído en su afán de salvarse o, según sus enemigos, de escapar de la operación instrumentada por Verdín. De los capturados vivos sólo don José Mercado fue ahorcado en Tepic el 14 de febrero a las 9 de la mañana por órdenes del Brigadier.

Antes de cerrar este trabajo me permito copiar la letra del Romance del general Cruz y del Cura Mercado de Guillermo Prieto en su Romancero nacional:

Trocando el breve bonete/ por el sombrero jarano,/ por el fusil el hisopo,/ por el púlpito el caballo,/ en San Blas como insurgente/ campea el Cura Mercado,/ y a los serviles combate/ como hecho a

domar los diablos./ Va Cruz en su seguimiento,/ más que como fiel soldado,/ al husmo de los tesoros/ que el Cura conduce, avaro,/ de los que Cruz esperaba/ más que del cielo milagros. / Contra de un Cura otro Cura arman traidores los hados,/ y ese Cura, por la historia/ Santos Verdín es llamado./ Tras Kiries y Gloria Patris/ sus astucias ocultando,/ una noche inesperada,/ toca al arma en el curato,/ y a sus pobres feligreses/ torna valientes soldados/ en la casa de Romero,/ jefe de los de Mercado./ Se traba la lucha cruda/ y se encarniza el asalto;/ salta Romero del lecho,/ atrincherase en su cuarto,/ y con tal esfuerzo lucha/ y tal difunde el espanto,/ que al despedazar las puertas/ de donde estaba encerrado,/ y mirarlo valeroso/ en su sangre agonizando,/buscánle compañeros,/ y viéndolo solitario,/ retrocedieron confusos/el cadáver respetando./ En tanto, en plazas y calles/ la traición siembra el espanto,/ mientras persigue rabioso/ al caudillo temerario/ que vendido por los suyos/ y de enemigos cercado,/ rota la terrible espada,/ por mil heridas sangrando,/ adelantóse furioso/ a orillas de hondo barranco,/ y maldiciendo iracundo/ a traidores y a tiranos,/ al fondo de la honda sima/ precipitó su caballo,/ donde los de Cruz le vieron/ hecho sangrientos pedazos.34

El ejemplo de San Blas también tuvo eco en Tepic en manos de otro cura por Vélez que capturó a todos los “extraños” que encontró y esperó las instrucciones del mismo José de la Cruz también ahorcó a Juan José Zea en la salida a Guadalajara y su cuerpo permaneció en exposición seis meses.

Concluyó una campaña breve, pero de gran importancia para fortalecer el incipiente movimiento insurgente en Nueva Galicia; porque demostró la endeble estructura militar del ejército español en la región.

Así que José María Mercado –como muchos otros héroes- siguen a la espera de su reconocimiento y de que su campaña y sus

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

166 167

logros sean reconocidos por tirios y troyanos. Porque contribuyó –con muchos más- a construir un proyecto de nación independiente de la España. Una ilusión que tardó diez años en hacerse realidad.

Anexos

Anexo 1: Acta de nacimiento de José María Anacleto Mercado

"El presbítero don José María Arias cura rector interino del sagrario de esta Santa iglesia Catedral, por el ilustrísimo Señor doctor don Juan Cruz Ruiz de Cabañas, dignísimo obispo de esta diócesis, Nuevo Reino de Galicia, del Consejo de S. S. etc. etc. certifico que en uno de los libros donde se asientan las partidas de párvulos que se bautizan en la administración de este curato el que empieza con fecha diez y nueve de septiembre de mil setecientos y ochenta años, se halla una que está al fl (sic) ochenta y cuatro y es la quinta del tenor siguiente: "En Guadalajara, en catorce de julio de mil setecientos ochenta y uno, Yo, don José Mariano Navarro teniente de cura bauticé y puse los Santos Oleos a José María Anacleto, español que nació el día 13 del presente, hijo legítimo de don José Mercado y doña Ma. Guadalupe de Luna, fueron sus padrinos don Juan Antonio Velázquez, notario público y doña Juana María Cordero.

Al margen, José María Anacleto, español, hijo, legítimo"

Lo que concuerda con su original que queda en dicho libro y para que conste lo firmé en esta ciudad en veinte de septiembre de mil ochocientos años. José María Arias."

Anexo 2: Comisión de José María Mercado a su padre don José Mercado

"Yo el Bachiller don José María Mercado cura interino vicario y juez eclesiástico del pueblo de Ahualulco y comandante comisionado

por el excelentísimo señor virrey y capitán general de los ejércitos americanos para la conquista de los pueblos del poniente.

Por la presente doy comisión entera bastante y cuanta sea necesaria según las facultades que se me han dado a mi padre don José Mercado para que pueda aprender (sic) y embargar las haciendas, intereses y personas de los europeos, y conducirlos a este cuartel de Ahualulco y a este fin pida los auxilios necesarios en los pueblos y congregaciones en virtud de esta comisión.

Dado en el cuartel particular del ejército americano del poniente a 13 de noviembre de 1810."

Anexo 3: Comisión de José María Mercado a don Rafael Pérez

"Yo el Bachiller don José María Mercado cura vicario y juez eclesiástico del pueblo de Ahualulco y comisionado del Excelentísimo señor Doctor don Miguel Hidalgo y Costilla por el señor comandante don Antonio de la Torre para la conquista de los pueblos del poniente

Por este comisiono al Bachiller don Rafael Pérez para que a mi nombre(,) al del señor comandante don Antonio de la Torre y en el del Excelentísimo señor virrey y capitán general de los ejércitos americanos Doctor don Miguel Hidalgo y Costilla, entre en los pueblos de Tequila y Amatitlán tome posesión de ellos, reciba el juramento de fidelidad asegure los intereses reales nombre jueces y embargue las personas e intereses de europeos y comisione personas de probidad (sic) así para secuestrar los intereses que fueran (a)pareciendo, como para alistar todas las tropas de caballería e infantería que pudiera.

Dado en el cuartel de Etzatlán a diez y ocho de noviembre de mil ochocientos diez."

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

168 169

Anexo 4: Intimidación de José María Mercado a las autoridades de Tepic

"Al ver que iba a zozobrar en el más horroroso abismo de los males la Religión, la Patria (y) la soberanía de N. C. Fernando VII no pudo menos el celo y patriotismo del Excelentísimo Sr. virrey D. Miguel Hidalgo Costilla, que tomar las armas para impedir tanto mal, quitando las riendas del gobierno a los indicados traidores confinándolos fuera del reino. Los mismos objetos me impelen a entrar en este pueblo con parte del Ejército Americano como comisionado del M. I. S. P. D. Antonio de la Torre participo a V. para que se me diga si debo entrar de paz o de guerra.

En el concepto de que mi comisión es la única legítima como emanada del Comandante de la independencia, sin cuyo paso por leyes del reino ni las órdenes y comisiones más urgentes puede ejercerse ni obedecerse y que mi comandante D. Antonio de la Torre sea el jefe a quien reconocen todas las autoridades de la capital (de la Nueva Galicia) y todos los pueblos hasta el terreno que piso lo podrán declarar más de cincuenta testigos de ese mismo pueblo. Lo prevengo a V. deseoso de que no se comprometa por una especie de facción que en las circunstancias presentes podría tenerse por sospechosa y causar fatales resultados.

Dios guarde a V. muchos años. Cuartel del Ejército del Poniente y noviembre veintitrés de mil ochocientos diez.

Soy con la más atenta consideración afmo. de Vs. Firmado José María Mercado.”

Anexo 5: Comunicación de José Antonio Torres a José María Mercado

"Procure v. enviar a esta ciudad, a disposición del señor Generalísimo los cañones y fusiles que haya en el pueblo de Tepic; y que esta

traslación sea ejecutiva venciendo para ello toda dificultad que se presente.

Las tropas que están al mando de los comisionados don José María Anguiano y don José Badillo deberán reunirse a las de V. y aquellos jefes sujetarse a sus determinaciones para que V. dirija los movimientos o expediciones que sean más oportunas; cuya resolución les comunicará V. y espero obre los efectos que son consiguientes a la subordinación y buen porte de mis subordinado.Dios guarde a V. muchos años. Cuartel de Guadalajara, noviembre 27 de 1810.

El brigadier -José Antonio Torres- Señor cura comisionado don José María Mercado.

P.D. Ya también dije a su Alteza (Hidalgo) del comisionado López en que deberá estar bajo las órdenes de V. con sus tropas pues habiendo firmado los oficios que a V. remite su Alteza después le dije que era preciso se reuniera a dicho López, con los soldados que están bajo de su mando para que todas las cosas vayan sobre buen método. Y me dijo le escribiera a V. sobre esto para que con las tropas de v. tiene las de mi comisionado Anguiano y las del comisionado Badillo y las que trae López reunidas todas irá V. tomando los puntos más conducentes que le sean favorables para tomar a San Blas. Es necesario que se me de (sic) un estado así por V. como por los demás comisionados del caudal que existe en Cocula en Autlán de la Grana, en Ameca, en el Ahualulco y en los demás lugares que hayan conquistado para encargado de el o (los) bienes sea de reales o bien de intereses determinar para la manutención de las tropas que bastantes han llegado aquí y éstas tienen que marcharse para Querétaro o México.

También digo a V. que las haciendas y casas de los europeos no consienta en éllas ningún saqueo y sólo si haga inventarios de ellas. Fecha ut supra.- Torres.

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

170 171

P.D. Entendido de que las tropas que hay en Colima no debe V. contar con ellas porque hoy mismo libro otras órdenes a mi hijo para ciertos fines según la orden de su Alteza que me ha comunicado. Torres." .

Anexo 6: Circular de Hidalgo con nombramiento de Comandante a Mercado

"La puntualidad, eficiencia y amor que ha acreditado el Lic. José Ma. Mercado, cura de Ahualulco, en las operaciones que oficiosamente ha emprendido en pro de nuestra nación y de establecer el sistema que su utilidad me propuse, ha merecido la confianza, y el que dándole las gracias por lo hasta aquí practicado, continúe (sic) con expresa comisión mía de comandante en jefe de las divisiones y tropas que a mi nombre se hallan en esos lugares para que bajo esa investidura se sujeten en un todo a sus órdenes para el desempeño de las que con esta fecha le tengo comunicadas, lo que servirá a todos y cualesquiera de mis comisionados de gobierno, para su puntual cumplimiento en la parte que respectivamente a cada uno corresponde. Cuartel general de América en Guadalajara a veinte y siete días de noviembre de mil ochocientos (sic) diez años. Miguel Hidalgo Generalísimo de América.”

Anexo 7: Segunda Intimidación de Mercado a las autoridades de San Blas

"Por un conducto seguro he dirigido a V. S. un oficio en que al mismo tiempo que les intimidaba la rendición de esa villa sitiada por el respetable ejército de mi mando, les aseguraba, bajo mi palabra de honor o bajo la seguridad que exigieran, que si se rendían voluntariamente serían tratados todos los europeos y todos sus habitantes con la más atenta consideración; salvarían sus vidas y parte o acaso todos sus intereses; pero no habiendo tenido contestación alguna antes si noticia de que V.S. se determinaba

más y más para la defensa, he tenido a bien declarar esa villa en estado de sitio e intimar a V. S. que si dentro de media hora después de haber recibido este no salen parlamentarios a entablar pláticas de paz, lo llevaré todo a fuego y sangre y no daré cuartel a nadie, y a esa infeliz villa por el capricho de V.S. será víctima del desatinado furor de mis soldados, a quienes no me será fácil detener desde el instante en que se ensangriente la batalla, de cuyas resueltas hago a V.S. desde luego responsable; de suerte que jamás pueda imputárseme precipitación en mis órdenes, porque he procurado de muchos modos evitar la efusión de sangre y la indefectible ruina de todos.

Por tanto, esta es la última intimidación y la falta de respuesta a élla, será la señal segura del rompimiento: pero en la inteligencia de que cuando peleen de esa parte los niños y las mujeres, les tocarán diez soldados a cada uno; pero diez soldados decididos a vencer y a avanzar hasta la misma boca de los cañones y sobre este punto se podrán informar de algunos que se hallaron en la batalla de Zacoalco. Sin embargo, estoy muy distante de creer que la prudencia de V.S. quiera sacrificarse y sacrificar tanto infeliz, empeñándose en una acción cuyo resultado de cualquier modo ha de ser funesto para V.S.; pues aun cuando lograran resistir el impulso terrible de toda la nación que levantada en masa se mueve contra ese punto, nada habrían conseguido. En este concepto, espero parlamentarios a quienes doy este salvoconducto bajo mi palabra de honor para venir y volver, con tal que traigan una bandera blanca de paz y sin armas de resguardo.

Dios guarde a V.S. muchos años. Sitio sobre San Blas, de las armas americanas, noviembre 28 de 1810. Soy con la más atenta consideración el comandante de las armas americanas del poniente, afectísimo de V.S. José María Mercado.

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

172 173

Anexo 8: Hidalgo nombra General de las Divisiones del Poniente a Mercado

"Yo el bachiller don José María Mercado cura vicario y juez eclesiástico del pueblo de Ahualulco y comandante general de las armas del poniente por el Excelentísimo señor virrey y capitán general de toda la América doctor don Miguel Hidalgo y Costilla.Por el presente hago saber al público que habiendo ocurrido al Excelentísimo señor virrey y capitán general de toda la América, doctor don Miguel Hidalgo y Costilla informándole por medio de un posta los obstáculos que algunas personas habían puesto a mis órdenes bajo el pretexto de competencia de comisiones y jurisdicciones, en vista de todo se sirvió VE. aprobar cuanto he practicado por un oficio del 27 de noviembre y por una circular de la misma fecha darme a conocer como General de las Divisiones del Poniente y para que llegue a noticia de todos y mis órdenes sean ejecutadas con la puntualidad y eficacia que es necesario, mando se fije y publique en los lugares que he conquistado el presente, dado en el cuartel principal de La Puerta y sitio de San Blas a 30 días del mes de noviembre de mil ochocientos diez. José María Mercado. Por mandato del Señor general, Joaquín Romero. Secretario".

Anexo 9: Informe del Brigadier de la Cruz a Calleja sobre la acción militar en Barrancas contra los insurgentes al mando de José María Mercado

Don Félix María Calleja del rey brigadier de los reales ejércitos subinspector y comandante de la décima brigada de este reino y comandante general del ejército de operaciones.

Deseoso de no retardar al ejército de mi mando y al público de esta capital la noticia del feliz resultado que en todas partes tienen las victoriosas armas del rey sobre los insurgentes, me apresuro a participarle el que ha tenido la expedición del mando del señor brigadier don José de la Cruz, cuyo parte recibido anoche con fecha de 2 de este mes es el siguiente.

“El ejército o gavilla de rebeldes mandada por el cura Mercado, me esperó en la situación más fuerte por el lado que se dirigieron mis tropas; pero no aguardó mucho, pues apenas fue atacado cuando huyó, dejando dos cañones que tenía avanzados y con los cuales tiró algunos cañonazos. Pasaron después algunas tropas con la mayor celeridad a atacar la espalda del principal punto que tenían guarnecido y fortificado en estas barrancas, y a su llegada huyeron igualmente los enemigos, abandonando el puesto y seis cañones que tenían en él; cuatro de a 24 y dos de a 8, cuyas seis piezas y las dos anteriores han sido inutilizadas y arrojadas a cimas profundas de donde no pueden ser extraídas. El cura Mercado y los demás cabecillas que le acompañan con algunas de sus gentes se han refugiado a San Blas con sus robos, y mañana serán tomados cinco cañones que se me asegura haber se llevado y hallarse a distancia de 10 leguas de mí, a cuyo efecto y el de tomarles igualmente un atajo de municiones y otros dos de efectos, despacho un cuerpo de caballería. Espero destruir y dispersar en breve a los sediciosos dejar asegurado aquel puerto y en tranquilidad todo el país.— Ixtlán febrero 2 de 1811.— José de la Cruz.— Señor brigadier don Felipe Calleja.”

Everardo Peña Navarro. Estudio histórico del estado de Nayarit: de la conquista a la independencia. Guadalajara, Jal, Ed. Talleres Tipográficos "Gráfica", 1946, p. 207; además, Salvador Gutiérrez Contreras: José María Mercado. Héroe de nuestra independencia. s.i.; Compostela Nayarit, 1954, p. 7

Jesús Durán Cárdenas: Don José María Mercado. Algo de la independencia en San Blas Nayarit. Tepic Nayarit, 1931, p. 5

Antonio Garza Ruiz: Don José María Mercado jefe insurgente del Poniente. Ensayo histórico. Nayarit, Ediciones del Gobierno de Nayarit, 1943, p. 5

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

174 175

Luis Pérez Verdía: Don José Ma. Mercado (en) Juan E. Hernández y Dávalos. Historia de la Guerra de independencia de México. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana/Comisión Nacional para las Celebraciones del 175 aniversario de la independencia Nacional y 75 de la Revolución Mexicana. (en adelante sólo Historia …) 1987 Tomo I, doc. No. 194 p 421 y ss.

José Cornejo Franco; Paseo del Pendón (en) Testimonios Tapatíos. Ediciones del Gobierno del Estado de Jalisco, Guadalajara Jalisco, 1959, p 47

Jesús Durán Cárdenas Don José María Mercado ..., p 5

El gobierno del colegio estaba organizado así: el obispo era la primer autoridad, en línea descendente le seguían el rector, el vice-rector, el director: después aparecían los catedráticos, perfectos, coadjutores, bedeles, celadores, mayordomos, bibliotecarios, porteros, cocinero, enfermero además de un buen número de criados. Las materias que formaban el nuevo plan de estudios -que debería cursar José María- eran las siguientes: Teología, Moral, Historia Eclesiástica, Catecismo, Sagradas Escrituras, Sagradas Rúbricas, Instituciones Canónicas, Filosofía Escolástica, Retórica, Prosodia, Propiedad Latina, Sintaxis y Canto Llano. Cfr. Carmen Castañeda: La educación en Guadalajara durante la Colonia 1552-1821. El Colegio de México/ El Colegio de Jalisco. Guadalajara Jalisco,1984

Domingo Lázaro de Arregui: Crónica de la Nueva Galicia. UNED, Colección Historia. Serie Crónicas de Occidente; no. 1, 2ª. Ed. Guadalajara Jalisco 1980

Debe advertirse que, en esa época, de ninguna manera era deshonroso el oficio de portero; por lo contrario, dicho labor se confiaba a gente de absoluta y total confianza. Puesto que, según las constituciones “El oficio de portero se encargará también a un estudiante de la mayor edad cuya honradez y probidad sean bien

conocidas a cuyo fin el rector antes de nombrarlo se informará escrupulosamente de su conducta e inclinaciones” y tenía entre otras funciones asegurar que “no recibirá papeles, obsequios, recados, comidas, bebidas, o armas para los reclusos ni admitirá ni dará entrada a las visitas de estos o de los ordenados”. El puesto de portero fue proveído en septiembre por el Obispo Ruiz de Cabañas y el 8 de octubre de 1805, se le corrió traslado al Rector del Colegio Clerical.

Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas Maestro Hugo Arturo Cardoso Vargas

177

De la Guerra de Reforma a la República Restaurada

"El E.S. Presidente D. Ignacio Comonfort voltea la posición del cerro de San Juan y ocupa el Convento del Carmen el 10 de marzo de 1856".

Imagen obtenida del "Museo & Gourmet Fuerte del Virrey", Acapulco, Gro.

179

Tras la vida de un guerrillero decimonónico.Huellas del chinaco Catarino Fragoso en distintos archivos

181

Tras la vida de un guerrillero decimonónico.Huellas del chinaco Catarino Fragoso en distintos archivos

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

Este texto comparte, por un lado, la historia de un guerrillero decimonónico que participó militarmente durante las guerras de

Intervención Francesa y Segundo Imperio, y por el otro, confiesa la ruta crítica a la que me enfrenté como historiadora con el objetivo de conseguir datos e información de este hombre que, por ser tan popular, no dejó sino algunos registros desperdigados en distintos sitios.

Catarino Fragoso, así se llama el guerrillero estudiado, dejó algunas trazas en notas decimonónicas a partir de su actuación militar. Una de esas menciones fue la que hizo que mi interés por su historia germinara y creciera hasta realizar una compleja investigación que concluyó en mi tesis de maestría en Historia.1

La biografía militar de un popular

Para el siglo XIX, México era un país lacerado por diversos conflictos políticos que acompañaron cotidianamente a la realidad social y económica. El fin del periodo virreinal de forma violenta

182 183

propició querellas políticas exacerbadas, concepciones diferentes y confrontadas, así como el agravamiento de la polarización económica y social.

La Constitución de 1857 es uno de los referentes más importantes de toda esta historia de enfrentamientos, ya que ahí dio comienzo el final de una lucha añeja. La reyerta tenía como protagonistas a dos bandos políticos e ideológicos enfrentados, esto es a los liberales-republicanos y a los conservadores-imperialistas. Aunque las concepciones políticas e ideológicas eran diferentes, realmente compartían una aspiración económica y social que marginaba a la gran mayoría de la población mexicana.2

De esta forma, la disputa política arrastraba a cientos de miles de personas no sólo a la guerra política sino también a una guerra social ya que los empujaba a los límites de su desaparición. Los proyectos imperiales y republicanos tenían la intención de mantener los grados de explotación laboral o eliminar a las comunidades campesinas y artesanas por considerarlas caducas.

Por eso, toda esta población no sólo fue convocada a participar en la dinámica de la guerra política a partir de distintas instituciones como la leva y los ejércitos, sino también a partir de otras organizaciones marginales, como las guerrillas. Ellas tenían una larga tradición, ya que permitieron distintas rebeliones indígenas, habían aparecido en las guerras de Independencia y en la librada contra los vecinos norteños. En 1863, durante la Intervención Francesa, fueron avaladas por el presidente Benito Juárez ante la necesidad de enfrentar a las tropas francesas, las mejores organizadas del mundo.3

Catarino Fragoso fue uno de estos combatientes populares. Para este año de 1857, Fragoso tenía el oficio de cochero, lo cual me hace decir que fue un desarraigado porque estuvo escindido tanto del mundo campesino como del artesanal obrero, por lo

cual, se encontraba en los límites de los espacios tradicionales y modernos.4 Sus áreas de acción fueron los caminos y las rutas interrelacionadas por mercancías, peajes, inseguridad y dificultades de las regiones. Su itinerario se ubica entre los valles del Mezquital, Pachuca y México. Por eso, Fragoso conoció, quizá sólo de vista, varios oficios, condiciones económico-sociales y paisajes. De ricos valles, grandes zonas agrícolas, comunidades otomíes, áridos lugares dedicados a la minería, sitios obrero-artesanales y ciudades mestizas, Fragoso estuvo inserto en una región plural. Creo que este conocimiento que tuvo del lugar le permitió tomarlo como zona de acción militar posteriormente, específicamente entre 1861 y 1870.5

El que tuviera el oficio de cochero hace suponer que las comunidades lo conocieron y, quizá, hasta confiaron en él. Pudo ser guiado por otros compañeros en el contrabando, en el pequeño o gran robo. Esta posibilidad no es una exageración cuando seguimos los actos delictivos y violentos en los cuales se desempeñó. Eso lo convirtió en una persona fuera de la ley, pero al mismo tiempo un personaje querido y admirado.

En diversas fuentes documentales se constata que Fragoso fue perseguido debido a múltiples causas. Entre ellas, el homicidio, los delitos políticos, militares y el bandolerismo. Secuestró a dos extranjeros. Robó las riquezas de las parroquias, de pueblos, mercados y transeúntes, pero también ayudó a otras comunidades y sectores sociales. Estuvo preso y se le exilió a Francia, pero se quedó en Cuba y luego fue a Nueva Orléans. Llegó a ser coronel del Ejército Republicano acompañado de una sombra negra a causa de su indulto.

Participó política y militarmente del lado de los republicanos, imperialistas, de los militares, de los guerrilleros, de las comunidades agrarias y de los trabajadores mineros. Tuvo lazos de amistad, acercamiento y enemistad con líderes de los ámbitos político y

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

184 185

militar así como con distintas comunidades. En 1865, se dijo que él podía levantar a todos los pueblos otomíes de la zona y atraer apoyos incondicionales a su lado (republicano o imperial, según el clima). Por ello se explica que los gobiernos aceptaran su indulto en varias ocasiones.

Su constante mutación política me resultó atractiva y un problema histórico a resolver. De inmediato, las preguntas que me surgieron son las siguientes: ¿cuál fue el verdadero papel de Catarino Fragoso? ¿Fue un dirigente social que se erigió en la voz de todos estos pueblos? ¿Fue un promotor del liberalismo y del conservadurismo, según a él le conviniera? Luego entonces, ¿qué papel exacto cumplieron en esta relación las comunidades otomíes de la zona?

A partir del seguimiento de la biografía militar y política del guerrillero Catarino Fragoso, la investigación histórica que realicé me permitió entrever las relaciones sociales y políticas entre dos comunidades y una guerrilla disidente en plena guerra de Intervención Francesa y del Segundo Imperio. Con este lazo, la guerrilla y su dirigente pudieron sobrevivir políticamente, pero también, por supuesto, las comunidades obtuvieron ventajas con este intercambio. De esta forma, la base social que sostuvo al guerrillero Fragoso lo implicó en las demandas políticas y sociales que ésta defendía pero también lo enfrentó a otros sectores de la élite, en este caso, a los partidistas imperiales y conservadores así como a los republicanos y liberales.

Además, la historia del guerrillero Catarino Fragoso muestra el interés de los sectores de élite en hacer una reconstrucción disminuida y tergiversada de las propuestas populares, mediante opiniones contemporáneas e interpretaciones históricas. Por eso es que es útil mostrar las andanzas de los investigadores en diversos Archivos para contrariar esa intención primaria.

Posibilidades archivísticas para esta reconstrucción

Mientras perseguían al guerrillero Fragoso, yo libraba mi propia batalla en otros espacios más pulcros: en bibliotecas como la Nacional o la del Instituto de Investigaciones José María Luis Mora, en la Hemeroteca Nacional en la cual viví la transición de prensa impresa y mis fichas bibliográficas con lápiz al proyecto de la Hemeroteca Digital –con lo cual pude revisar rápidamente todo lo posible en un solo click-, y en muchos otros, tales como los siguientes: el Archivo Histórico del Estado de México, el Archivo General del Estado de Hidalgo, el Registro Agrario Nacional del Archivo General Agrario, diversos fondos documentales microfilmados en posesión de El Colegio de México, el Archivo Judicial General de Toluca, el Archivo del Poder Judicial del Estado de Hidalgo, el Archivo Municipal de Mixquiahuala, el Archivo Municipal de Tetepango y el Archivo General de Notarías de la Ciudad de México. La mayoría de estos implicaban toda una aventura porque no tenían siquiera instrumentos descriptivos básicos como Inventarios, y solo tenía la oportunidad de revisar cajas y expedientes por años, además de que en muchos de ellos no encontré algún documento que me sirviera para reconstruir el contexto social de Fragoso.

En otros tuve muchísima suerte, no solo porque se conservaron desde el siglo XIX dichos expedientes sino además porque logré encontrarlos. Ya concluida mi investigación sigo preguntándome si me habrá faltado asistir a otros archivos… además de los de Nueva Orleáns y La Habana. Definitivamente, eso será asunto de otra nueva investigación pero con un distinto planteamiento. A continuación describiré los documentos relativos a mi guerrillero y que se encuentran en los siguientes Archivos:

Archivo Histórico Histórico Militar (SEDENA)

En el Archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional, tanto en las secciones de Historia y Cancelados, encontré varios documentos de

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

186 187

este periodo que mencionan sus andanzas así como su expediente militar. Este último es una voluminosa carpeta de 186 fojas,6 la cual encierra la historia de un personaje que siempre estuvo en las fronteras entre lo legal y lo ilegal, en los linderos de lo republicano y lo imperialista, en los confines de popular y no popular.

Contiene distintos tipos documentales, tales como comunicaciones, oficios, solicitudes, certificados, recomendaciones y telegramas, entre muchos otros, en originales y copias transcritas. De autenticación hay firmas, rubricas, sellos y timbres en papel membretado, todos manuscritos. No está ordenado cronológicamente a su interior, aunque las fechas extremas son 1862 y 1874; está allí incluida la solicitud de reunión y revisión de los documentos de Catarino Fragoso para obtener una liquidación de deuda de parte del Erario Federal por los servicios militares prestados, firmada por su hijo Jacinto Fragoso en 1895. Este es, definitivamente, un documento que permitió se formara el expediente personal en el Departamento de Archivos.

Esto explica que las características del expediente sean, en realidad, compilatorias. Por ejemplo, no es –como en los demás expedientes personales conservados en el mismo Archivo- una reunión a partir de una “Hoja de servicio”, sino solo un conjunto documental misceláneo, en donde se encuentran documentos emitidos por los gobiernos republicanos e imperialistas. Me parece que sucedió lo siguiente: primero, después del recibimiento de la solicitud del hijo de Fragoso, ya olvidado el asunto del guerrillero así como sus “malas notas”, recurrieron a un mar de documentos en donde encontraron muchos que lo referían, y los fueron juntando.

De esta manera, la mayoría de los documentos hallados

implican a Fragoso del lado de los imperialistas, y así fue como se decidió no otorgarle ningún pago. Después, presentado aquí como hipótesis, los encargados al reunir un gran número de piezas y ver

que la mayor parte demostraba que era un traidor, no se continuó con una búsqueda más amplia y tal vez no se incluyeron todos los documentos que sobre él había, ¿para qué seguir buscando más evidencias de esto? Estas ideas solo podrán ser corroboradas o rebatidas a partir del conocimiento de la propia historia de las prácticas archivísticas en ese Archivo.

Definitivamente si es muy diferente este expediente personal a otros que revisé allí mismo, ya que todo indicaría que a partir de un trámite (iniciado con una Hoja de servicios) se solicitaban al interesado comprobantes de su participación militar, el cual debía conseguir. Este es el ejemplo de los expedientes del general Cosme Varela, quien después de llenar su Hoja de servicios, con documentos probatorios se llenó un expediente de 392 fojas,7 o la del guerrillero Baltazar Téllez Girón, quien solicita él mismo se le revaliden sus acciones a favor de la República, y quien levanta sus hojas de servicio –en 1895 y 1911-, entrega documentos para que se integren y se resuelva a su favor, lo cual sumó un total de tres volúmenes.8 Su participación fue reconocida por las autoridades militares hasta 1902, y en ese sentido, su expediente también es el testimonio de los laberintos de la burocracia militar. Un caso también peculiar es el expediente del coronel Nicolás Romero, compilación de documentos que mencionan al chinaco más famoso, y que fue realizado en fotocopias a mediados del siglo XX por el personal del Archivo ante las insistencias, suponemos, de diversos investigadores por acercarse a este personaje. Allí distingo que los criterios para conformar el expediente continúa esta intención laudatoria: en las evidencias se le relaciona directamente con los generales Ignacio Zaragoza y Vicente Riva Palacio, por ejemplo.

Estas palabras no debieran dejarnos llevar por modelos maniqueos: no creo que unos sean buenos o malos, sino que los criterios para la expedientación no eran homogéneos como tampoco lo eran los documentos de donde obtuvieron estos datos.

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

188 189

Sigue pareciéndome extraño que de Fragoso tengamos tantos documentos emitidos desde oficinas imperialistas, y de los otros no, solo republicanos, de las oficinas militares pero no imperiales. Insisto, este es un tema que solo podría resolverse conociendo más la historia del Archivo Militar.

La biografía militar y política que hice sobre Catarino Fragoso fue posible gracias a ese material privilegiado con el que se cuenta. Porque poseer datos de un lado y del otro permite confrontar cada anécdota, sobre todo para un personaje tan conflictivo como éste.

Por ejemplo, dentro del expediente se encuentra el documento

titulado “Condiciones bajo las cuales me someto y reconozco a la Excma. Suprema Regencia del Imperio Mejicano”, que firmó Fragoso en 8 de febrero de 1864 (fojas 15-16); no hay otro sitio donde este documento sea siquiera mencionado: ni en prensa, ni en los documentos de la administración imperial. Nada, solo en el Archivo Militar. Y más allá de que con esto pueda uno argumentar en contra de Fragoso, hay allí unos indicios maravillosos del impacto que él tenía en su sociedad. Dice la tercera condición: “Me comprometo, bajo mi más estrecha responsabilidad, á tener quiero y pacíficamente a todos los pueblos del mezquital, sin que un solo hombre asome la cabeza en contra de la Excma. Sup° Regencia”.

¿Se imaginan a una persona, dirigente le queda mejor, que se comprometa a controlar a cientos de pueblos con miles de habitantes y mantenerlos a favor del Imperio? Todavía ahora me suena a una exageración, porque si bien encontré muchos otros indicios que acercan a Catarino y su guerrilla a la población otomí de Mixquiahuala (en el actual estado de Hidalgo), para ser justos hay que decir que también al interior había normales desencuentros con esta propuesta del guerrillero. El asunto es que si Fragoso lo había expresado por escrito, y la propuesta se

había considerado viable, es que los imperialistas también veían en Catarino un verdadero líder.

Este expediente, definitivamente, tiene muchas joyas sobre el ambiente social de Fragoso, las cuales me fueron utilísimas en la reconstrucción biográfica.

Archivo General de la Nación

En el Archivo General de la Nación se encuentran varios documentos determinantes, aunque nada honorables, de Catarino Fragoso. Por ejemplo, del lado de la República, del año 1865, está un parte que anuncia que, en el pueblo de Ixmiquilpan, las actividades de Fragoso mantienen intranquilos a los vecinos;9 y de lado de los imperialistas, también están datos sobre las invasiones de los disidentes comandados por Fragoso, en el año de 1866 en el Departamento de Tula.10 Muestras como estas nos permite hablar de la posibilidad de construir una biografía con mucha mayor precisión, ya que se testimoniaron estos saltos de una postura a otra.

Otro documento al que me referiré, la primera noticia sobre Fragoso, es el juicio en materia penal, fechado en el año de 1858, ya que fue acusado de cometer homicidio contra Gaspar Barrera, de quien no tenemos ningún otro dato. El trámite de defensa y acusación se llevó a cabo en la 3er Sala del Supremo Tribunal de Justicia de la Nación, en la cual participaron no solo los jueces sino el abogado Alejandro Villaseñor.11 La respuesta de las autoridades con un “no ha lugar” desestimó de tajo los argumentos legales presentados. Sin embargo, el seguimiento del proceso no está evidenciado, y ello me dio pie a suponer la tesis de un escape de la cárcel de Perote, sitio a donde estaban consignados los reos. Estos documentos me permitieron ubicarlo socialmente además de considerar una motivación para que en los meses siguientes Fragoso se acercara a una guerrilla.

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

190 191

Finalmente, un documento casi sensacional de las actividades de Fragoso se localiza en este Archivo, el cual testimonia un asunto casi vergonzoso del cual Fragoso salió bien librado: la acusación que levantó el ciudadano español Félix Cuevas en contra de Fragoso por el secuestro que sufrió en el año de 1864 en Tula.

Cuevas presentó su testimonio y el interrogatorio contestado por sus cinco testigos, dirigido al Juez Letrado del Partido de Tula, y luego los hizo llegar en papel de segunda clase, copia fiel manuscrita, a las autoridades del Imperio Mexicano, específicamente a la Secretaría de Negocios Extrangeros, Sección Diplomáticas, con la intención de exigir el cumplimiento de esta “Reclamación española”.12 Sin embargo, como ya dije, la respuesta no le fue favorable, ya que él mismo reunió pruebas para acusar a los sublevados de la fuerza de Fragoso –en esos momentos comandante militar del Imperio- por lo que el mariscal Aquilles Bazaine desestimó el caso.

Los documentos conservados allí muestran el proceso en el que estuvo Fragoso: un hombre que, por circunstancias no conocidas, fue a parar al mundo de las guerrillas justo en un momento adecuado para ello, tal como el fin de la guerra de Reforma y el comienzo de la Intervención Francesa, y que –seguramente por su nula educación y conocimiento de las reglas del ramo militar- fue actuando mafiosamente, del lado de liberales y de los conservadores, republicanos e imperialistas.

Archivo Histórico Diplomático “Genaro Estrada”, Secretaría de Relaciones Exteriores

Dos eventos relativos al guerrillero Fragoso fue posible testimoniar con los documentos conservados en este acervo. El primero, en noviembre de 1863, Catarino Fragoso y los guerrilleros Baltazar Téllez Girón y Nicolás Romero, además de sus tropas, secuestraron a William Rabling, minero inglés que laboraba en Real del Monte.

Años después de lo acontecido, en 1889, Rabling, a través de la Comisión Mixta Revisora de Créditos de Súbditos Ingleses contra México, solicitó la devolución de lo pagado por su rescate a estos guerrilleros. Y allí, en una segunda y posterior mirada al hecho dramático del secuestro, resultó que los guerrilleros firmaron un pagaré porque todo fue parte de un préstamo forzoso. Por supuesto que, después de entregar los documentos que evidenciaban dicho trámite, a William Rabling se le reintegró lo justificado.13

El segundo acontecimiento que resguarda como parte de su memoria el Archivo, es el que corresponde a la salida de Fragoso de México: en 1865, después del incumplimiento de la negociación del indulto con el Segundo Imperio, Fragoso fue castigado con ir a Francia. Para ello, las oficinas imperiales tramitaron lo necesario para que arribara al sitio consignado; sin embargo, otra habilidosa negociación del guerrillero hizo que se embarcara en el puerto de Veracruz con punto final La Habana, en la isla de Cuba. Allí se acercó a la representación mexicana, y con el cinismo propio de Fragoso, solicitó la pensión prometida por el Emperador Maximiliano –por cierto, producto de una laboriosa argumentación del general Vicente Rosas Landa, militar defensor de Fragoso desde hacía varios años-, lo cual generó un trámite y un expediente más. La correspondencia entre México y la oficina mexicana en La Habana solo constató la mala reputación que de él se tenía: “ha sido uno de los guerrilleros más perniciosos y criminales”, se dijo, y se emitió la tarea: “que le prevenga [de la orden] a la vez se dirija a la Francia, para lo que puede pagarle un pasage a proa por cuenta del Estado”.14

La última comunicación que conforma este expediente es magnífica: Catarino Fragoso, al saber la negativa oficial sobre la pensión, salió de La Habana rumbo a Nueva Orleáns. De allí, sin que cuente con datos al respecto, me atreví a lanzar hipótesis de su estancia en Norteamérica, justo en los momentos más cruentos de la Guerra Civil, los cuales lo empujaron de vuelta a México, para octubre de 1866.

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

192 193

Estos testimonios permiten que percibamos a un hombre en relación con lo regional e internacional, insisto, de manera no favorable ni honorable, pero que demuestran los subterfugios propios de un popular, adentrado en las normas de los militares, para sobrevivir y sacar ventaja de las condiciones adversas que se le presentaban. Solo así se explica que el grupo de guerrilleros se protegiera con la extensión de un “vale de préstamo forzoso” en el caso del secuestro del inglés, y en la salida obligada de México, se mantuviera en cercanía con el reconocido militar Vicente Rosas Landa quien, con todo su conocimiento de la legislación, pudo proveerlo de garantías, canonjías y condiciones que le permitieron huir de un desastroso castigo en Francia. Huellas documentales fascinantes que nos iluminan sobre el quehacer de Catarino Fragoso.

Archivo Histórico de la Casa de Cultura Jurídica (Toluca)

Asistí a la Biblioteca José María Lozano en Toluca, Estado de México, a consultar el Archivo de la Suprema Corte de Justicia, ya que allí se encuentra el expediente del juicio penal que se le siguió a Fragoso durante los años de 1868 y 1869. Consiste en un expediente de 82 fojas, el cual contiene oficios, testimonios, comunicaciones y certificados, entre otros tipos documentales, en copias transcritas, emitidos por el Primer Juzgado del Distrito de México.

Es este un documento extraño, tal como lo que describe: primero se le acusó por delitos de deserción y sedición, en materia militar, pero posteriormente, y en materia penal, se le acusó “por el delito de sublevación”.

El caso es interesante por la ineficacia de los argumentos usados por los acusadores, quienes, paso a paso, se ven en la necesidad de irlos torciendo más y más. Por eso, de haber sido apresado por un asunto poco a poco fue siendo acusado de otro

acto. De allí se distingue una corrupción institucional que orilla a Fragoso a recurrir a estrategias y mentiras para lograr escaparse.

Sin embargo, ello no fue tan útil como la participación de sus amigos –como el general Porfirio Díaz- y la ventajosa difusión del caso en prensa. Porque este asunto mostraba que los derechos de los ciudadanos en este nuevo México, el de la República Restaurada, posterior a la Intervención Francesa y a la prolongada guerra, no tenía beneficios para los mexicanos, menos aún para algunos que habían colaborado con su consolidación. Se levantó una campaña agresiva en la prensa, con la intención de golpear directamente al presidente Benito Juárez, y la respuesta de las autoridades correspondientes no hicieron sino dejar constancia de la torpeza burocrática.15

Estos rastros documentales son magníficos no solo con la intención de hacer una biografía militar como la que yo he realizado, sino sobre todo porque muestra las preocupaciones y las formas de resolver los problemas en esos momentos. En realidad, Fragoso fue castigado por estar en contra del juarismo y estar cercano a los “revoltosos”, por tanto, sería lo que ahora conocemos como un preso político. Al final de cuentas, Catarino Fragoso pudo salir en libertad, pero casi como un defensor de los derechos de los hombres.

El expediente, parte del patrimonio histórico-cultural archivístico de México, si bien se encuentra en buenas condiciones físicas y está debidamente controlado y descrito en un instrumento descriptivo, las posibilidades de acceso se hacen complicadas. La información que este resguarda corresponde al siglo XIX, es netamente histórico y cualquier estudioso, después de corroborar sus intenciones y acreditarse, debería tener paso a su lectura y conocimiento. En el año 2008, fecha de mi estancia en dicha institución, se me fue otorgado el servicio de fotocopias, pero la

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

194 195

torpeza burocrática y la absurda interpretación de la legislación propia para el acceso a la información de la Suprema Corte de Justicia, llevó a los encargados a entregarme un documento en el cual se tachaba, sistemáticamente, todos los nombres de los participantes de los juicios llevados en contra de Fragoso. El argumento fue el siguiente: “protección de datos personales”.

¿Protección de datos personales de un hombre que murió entre 1872 y 1875?, ¿o el que corresponde a sus familiares que, seguramente después de 150 años de lo ocurrido, ni siquiera saben que descienden de este sujeto? Cierto que todavía no existía una Ley Federal de Archivos (enero 2012) ni su Reglamento (junio 2014) que determinan qué se debe entender por datos confidenciales así como qué es un documento histórico y la consulta pública de dichos testimonios. Eso sí, la falta de sentido común de los trabajadores de esta Biblioteca, en mi caso, dificultó las tareas de investigación pero no la evitaron ni determinaron.

A manera de conclusión

En este texto se pueden encontrar datos de un guerrillero, reconocido por los ejércitos republicanos e imperialistas, quien combatió entre 1860 y 1869 de ambos lados, aparentemente de forma oportunista pero que respondían siempre a móviles comprensibles en su contexto.

Este acercamiento particular, solo al mirar las fuentes de Archivo con la intención de congregar conocimiento sobre lo desperdigada de nuestra historia, en este caso militar, me ha permitido reflexionar –y relatar- sobre acontecimientos cotidianos de los investigadores, pero también que expresan las dificultades de cualquier hombre o mujer por reconocerse en las instituciones, y sus acervos.

Explicitar las condiciones materiales de los documentos de archivo, por lo menos en estos cuatro Archivos, da también más información útil para pensar en lo que hacemos ahora con nuestro patrimonio documental, específicamente con el archivístico, y por tanto con nuestras tareas de difusores y defensores de la propia Historia.

Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas Licenciado Ilihutsy Monroy Casillas

197

Del Gobierno del General Don Porfirio Díaz Morí a la Revolución Mexicana

Grupo de Villistas en Torreón, s/f.Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional.

199

Diálogo entre la Arquitectura y la Ingeniería Militarla Tecnología, un Medio para

aproximarse a la Arquitectura

201

Diálogo entre la arquitectura y la ingeniería militarLa tecnología, un medio para aproximarse a la arquitectura

Doctor Agustín Hernández Hernández

Introducción

El quehacer arquitectónico exige, desde la etapa formativa, vocación sobre el arte, humanidades y ciencias, sin embargo la

gran mayoría de los alumnos, sienten mayor influencia por las dos primeras, ya que piensan que las ciencias tienen poca intervención durante el desarrollo de una obra arquitectónica. En función a esta premisa, por lo regular los planes de estudio se estructuran mediante áreas de conocimiento sobre: proyectos, teoría e historia, urbanismo y tecnología. Es en ésta última donde se integran las asignaturas de matemáticas, estabilidad, resistencia de materiales, construcción e instalaciones.

Por su parte, en la formación de la ingeniería militar a principios del siglo XX, la consulta a sus planes de estudio en los archivos de la SEDENA, permite constatar la importancia que tenían las materias tecnológicas en su formación, como Geometría plana en el espacio y Trigonometría rectilínea, Trigonometría esférica y Cosmográfica,

202 203

Fortificación pasajera, Mecánica analítica, Mecánica aplicada, Dibujo topográfico, Dibujo de máquinas, Dibujo de delineación y geométrico lavado, Dibujo arquitectónico, Caminos, canales y obras en los puertos, Cortes de piedras y carpintería de madera y hierro, Electricidad aplicada al arte de la guerra y la ingeniería,1 todo lo cual explica sus futuras habilidades constructivas.

Serían justamente esos conocimientos tecnológicos los que constituyen la articulación entre la formación de los arquitectos y la de los ingenieros militares, porque en ésta área de conocimiento existen temáticas afines, que ha hecho posible un dialogo natural a través del tiempo. Apoyado en un principio en la capacidad profesional de los ingenieros militares, tanto para el cálculo como la construcción, aunado al talento individual de algunos personajes que incursionaron en la obra civil de arquitectura, se puede percibir la importancia del conocimiento tecnológico en la concepción del diseño de formas y espacios.

Uno de aquellos ingenieros militares fuel Gustavo Peñasco Hidalgo, quien realizó varios proyectos y construcciones del género habitacional, especialmente en la Ciudad de México, a quien utilizaremos como caso de estudio en este presente texto, para investigar mediante procesos de investigación cualitativa y cuantitativa y así descifrar sus virtudes, ya que al mantenerse aún en pie a un siglo de existencia, es porque fueron bien diseñadas y adecuadamente construidas.

Ha de recordarse que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, tanto la actividad industrial como comercial, impulsaron nuevas técnicas constructivas asociadas a tendencias arquitectónicas de la época importadas principalmente de la cultura europea. Sin embargo, para los profesionales de la construcción, dicha situación significó todo un reto porque tenían la tarea de incorporar al desarrollo tecnológico los sistemas tradicionales de mampostería estudiados durante su formación, de manera que les permitiera

explorar soluciones constructivas adecuadas a las necesidades que imponía una sociedad más dinámica.

Los materiales

La vanguardia arquitectónica de los sistemas constructivos y los materiales en los albores del siglo XX fueron indudablemente el hierro y del concreto reforzado. Ambos materiales pronto se abrieron paso a las nuevas formas de plantear soluciones innovadoras que impulsarían el desarrollo de avances tecnológicos, y que hicieron posibles muchas obras en diversos géneros de construcción, cuyas cualidades aún se aprecian en la actualidad.

En cuanto a la transformación de materias primas, es importante destacar que en aquel momento también empezaba en México la producción industrial del ladrillo, que ofrecía mejor calidad por su resistencia. Estos avances tecnológicos también fueron aprovechados por los ingenieros militares, como Peñasco Hidalgo, quien lo empleó en varias de sus obras domésticas –especialmente en los pisos superiores– de tal manera que racionalizaba el sistema constructivo a fin de obtener mayor resistencia con menos material. Estas soluciones respondían a criterios técnicos y que seguramente fundamentó con teorías comprobables, pues las manifestó de manera frecuente en su quehacer profesional.

Ante este escenario, fue por el año de 1912, cuando el ingeniero militar Peñasco Hidalgo empezó a desarrollar su obra civil, aunque ya había tenido experiencias tanto en la construcción como en la academia en la impartición de dos asignaturas en el Colegio Militar, una sobre “Matemáticas II” y otra sobre “Corte de piedras y carpintería de fierro y maderas” –en arquitectura le denominamos “Estereotomía” – lo cual significa que poseía vastos conocimientos en estas materias y que evidentemente, las relacionaría con los horizontes de su profesión, con una madurez intelectual que le permitió buscar una comprensión profunda de cada tema.

Doctor Agustín Hernández Hernández Doctor Agustín Hernández Hernández

204 205

A fin de tener una amplia perspectiva sobre las aplicaciones que experimentó en el campo de la arquitectura, valdría la pena resalar la importancia que él concedía a garantizar el buen desempeño estructural de los materiales a través del tiempo, con el fin de que enfrentasen el futuro con dignidad, razón por la cual, solía proteger los muros estructurales de la intemperie con recubrimientos en forma de almohadillado, mediante morteros de cal y pintura, además de cumplir con las tendencias estéticas que solían utilizar los arquitectos en aquél momento. Con gran habilidad compositiva, Peñasco aprovechaba los distintos componentes arquitectónicos –como vanos de puertas y ventanas– y los incorporaba a sus propuestas decorativas, resaltando el trazo de ciertos elementos acordes a la tendencia ecléctica –como el neogótico, en el siguiente ejemplo– lo cual le permitía abrirse paso entre la actividad arquitectónica del momento, donde competía con arquitectos e ingenieros civiles.

Características de las obras

Antes de empezar a descifrar características arquitectónicas que exhiben la mayoría de las obras diseñadas y construidas por este ingeniero militar, es necesario remitirse a las circunstancias del planteamiento de cada proyecto y al conocimiento que poseía como base para dar respuesta al problema arquitectónico que se le presentaba. Por ello, resulta importante reconocer que fueron sus conocimientos tecnológicos los que fundamentaron sus criterios de diseño y construcción. Lo cual conduce a reivindicar que si la arquitectura es el arte de diseñar y construir espacios, entonces la tecnología es la herramienta que permite materializar los proyectos, una aseveración que resulta básica para explicar que las asignaturas –como Geometría, Mecánica, Dibujo y Composición, Estereotomía y Estabilidad– que han sido afines entre la arquitectura y la ingeniería militar, rindieron de manera particular sus primeros frutos en su aventura arquitectónica.

Sobre la obra civil del género habitacional que proyectó y construyó Peñasco Hidalgo, es importante destacar que sus dimensiones nos indican que en su mayoría fue concebida para la clase media, lo que presenta un discurso compositivo funcional y preciso, es decir sin holguras espaciales tanto interiores como exteriores, y con estructuraciones prácticas desde el punto de vista constructivo.

En la planta arquitectónica de sus proyectos predominaban las figuras ortogonales, organizadas mediante crujías rectangulares que conformaban morfologías conservadoras, simétricas y respetuosas de la imagen urbana. La frecuencia de éstas características nos constata la naturaleza de sus argumentos procedentes de un perfil técnico, coherente con la procedencia de su formación militar. Asimismo al observar sus obras resulta fácil identificar que se configuran mediante superficies planas y en conjunto presentan una clara centralidad compositiva, que al mismo tiempo unifica el planteamiento del diseño, orientado como iniciativa creativa que concede la vocación técnica, capaz de alejarse sutilmente del escepticismo técnico.

Una característica clásica de la actitud tecnológica es que se parte de planteamientos claros y se suele analizar analíticamente todas las decisiones en torno al proceso de diseño, con el fin de identificar oportunamente los puntos que requieren mayor información desde la etapa del proyecto, ya que el diseñador debe estar seguro de la solución que propone y la manera como conducirla a su materialización, es decir, una actitud que vincula puentes de unión entre la ciencia, la técnica y la creatividad.

Sistema estructural

En sus proyectos, el sistema estructural predominante fue a base de muros de carga dispuestos de manera ortogonal, de manera que en su comportamiento –ante solicitaciones permanentes como

Doctor Agustín Hernández Hernández Doctor Agustín Hernández Hernández

206 207

eventuales– siempre predominaran los esfuerzos de compresión y el conjunto reaccionara como un todo.

La congruencia entre el sistema estructural y la capacidad mecánica del material es una cualidad positiva que se manifestaba de manera constante en sus obras, lo que le confería a sus proyectos, una autenticidad bien lograda, acorde a las intenciones de racionalización constructiva, visualizada desde el momento del planteamiento y cuyos resultados reflejaban su afinidad con la tecnología, la cual aplicó como una herramienta para conseguir los objetivos que pretendía su voluntad de diseño durante todo el proceso.

Otra característica que presentan estas obras –seguramente fruto de la búsqueda de soluciones constructivas adecuadas al lugar y al momento– es la esbeltez de los muros, que puede identificarse al analizar el conjunto desde el desplante de la planta baja, donde se dispone de un rodapié de piedra que estructuralmente le aporta rigidez y que constructivamente le permitía reducir el espesor de los muros en proporción a la altura mediante materiales de menor espesor como el ladrillo. Por lo tanto, esa práctica lo condujo a obtener elementos portantes más generosos en la planta baja, a fin de que el conjunto reaccione como un cuerpo rígido. No obstante hacia las partes superiores, se procuró conservar la continuidad –tanto horizontal como vertical– al mismo tiempo de reducir la intensidad del peso propio de la estructura.

La propuesta arquitectónica que le otorga una autenticidad notable a sus obras fue el juego ingenioso que estableció con la altura y que se manifiesta en la menor elevación de la planta baja respecto a los dos pisos superiores. Esta decisión transforma un problema mecánico en solución arquitectónica, que seguramente surgió de su preocupación por asegurar la estabilidad del conjunto ante un sismo, es decir al haber manipulado de manera creativa

la seguridad de la construcción. Una revisión analítica de los resultados comprobaría la manera en que se disminuyeron las deformaciones horizontales, una hipótesis que valdría la pena investigar si él fue quién la descubrió, aunque de cualquier manera el rigor constructivo y estructural que registran sus obras indican que seguramente este ingeniero militar, la revisó y confió en ella, porque dicha característica tipológica la aplica en todas sus obras.

Comportamiento estructural

A continuación se cuantifica y cualifica los resultados compositivos típicos en sus proyectos, que seguramente implementó desde la etapa de conceptualización, considerando la naturaleza del comportamiento estructural que establecía el planteamiento original, organizado de tal manera que siempre predominasen los esfuerzos de compresión.

Para ello se analizará como caso de estudio la porción sureste de una de sus construcciones en la colonia Roma Norte, localizada en el número 35 de la calle de Córdoba. El procedimiento se realizó mediante la metodología usual que inicia con la revisión analítica de cargas gravitacionales, donde los pesos volumétricos se establecieron acorde al artículo 160 del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal para determinar la magnitud de la carga muerta (c.m.).

Tabique De barro macizo y recocido

= 1.5 ton/m3

Mampostería de piedra = 2 ton/m3

Madera de pino = .65 ton/m3

Concreto simple = 2 ton/m3

Doctor Agustín Hernández Hernández Doctor Agustín Hernández Hernández

208 209

Para determinar la carga viva (c.v.), según la sección 6.1 de

las Normas Técnicas Complementarias sobre Criterios y Acciones para el Diseño Estructural de las Edificaciones:

Carga máximo en azotea

= 100 kg/m2

Carga máxima en entrepiso = 250 kg/m2

Sistema de piso tipo franciscano (viguería de madera, entablado, relleno de tezontle, bastidor y piso de madera):

Carga unitaria en azotea

= 551 kg/m2

Carga unitaria en entrepiso

= 686 kg/m2

Muro de ladrillo:(55 pzas)(3.5 kg) = 192.5 kg/m2

Recubrimiento de mortero (.04 m)(2000 kg/m3)=80 kg/m2 Total= 275.5 = 273 kg/m2

Muro de mampostería de piedra:V = (.4 m)(1m)(1m)(2000 kg/m3) = 800 kg/m2Recubrimiento de mortero (.04 m)(2000 kg/m3) = 80 kg/m2 Total = 880 kg/m2

Dichos valores unitarios, serán la base para determinar mas adelante, las características de las fuerzas cortantes provocadas por un sismo, las cuales se distribuyen en una serie de fuerzas de inercia concentradas en los entrepisos y se acepta la hipótesis que

la aceleración es lineal en los distintos niveles y creciente de la base hacia el nivel superior. Revisión 1

Cuando la altura es variable.Estructura soportante:Planta bajaH = 3.2 mMuros en dirección “X”(7.75 m)+(6.625 m)+(11.75 m) = 27.125 m (3.2 m) = 86.8 m2 (880 kg/m2) == 76,208 kgMuros en dirección “Y”(19.25 m)+(11.75 m)+(12.25 m) = 43.25 m (3.2 m) = 138.4 m2 (880 kg/m2) ==121,792 kgTotal = (76,208)+(121,972) = 198,000 kg

Planta alta

H = 4.33 mMuros en dirección “X”(6.75 m)+(7.75 m)+(7.5 m)+(11.75 m) = 33.75 m (4.33 m) = 146.14 m2 (273) == 39,896.2 kgMuros en dirección “Y”(19.25 m)+(16.5 m)+(13.65 m) = 49.365 m (4.33 m) = 213.8 m2 (273 kg/m2) == 58,367.4 kgTotal = (39,896.2)+(58,367.4) = 98,263.8 kg

Azotea tipo sistema franciscanoCarga unitaria = 551 kg/m2S = (11.75 m)(19.25 m) = 226 m2 (551 kg/m2) = 124,526 kg

Doctor Agustín Hernández Hernández Doctor Agustín Hernández Hernández

210 211

Entrepiso tipo sistema franciscano

Carga unitaria = 686 kg/m2S = (11.75 m)(19.25 m) = 226 m2 (686 kg/m2) = 155,036 kg

Para la revisión por sismo se aplica la hipótesis de que el tercio inferior de la altura de los muros de la planta baja, no produce fuerzas de inercia:

W1 = (2/3 X 198 ton) + (155.036 ton) + (1/2 X 98.26 ton) = 336.166 ton.W2 = (1/2 X 98.26 ton) + (124.526 ton) = 173.656 ton.

Revisión 2

Cuando la altura es constante.Estructura soportante:Planta bajaH = 4.33 mMuros en dirección “X”(7.75 m)+(6.625 m)+(11.75 m) = 27.125 m (4.33 m) = 117.451 m2 (880 kg/m2) == 103,357 kgMuros en dirección “Y”(19.25 m)+(11.75 m)+(12.25 m) = 43.25 m (4.33 m) = 187.273 m2 (880 kg/m2) ==164,800 kgTotal = (103,357)+(164,800) = 268,157 kg

Planta alta

H = 4.33 mMuros en dirección “X”(6.75 m)+(7.75 m)+(7.5 m)+(11.75 m) = 33.75 m (4.33 m) =

146.14 m2 (880) == 128,603.2 kgMuros en dirección “Y”(19.25 m)+(16.5 m)+(13.65 m) = 49.365 m (4.33 m) = 213.8 m2 (880 kg/m2) == 188,144 kgTotal = (128,603.2)+(188,144) = 316,747.2 kg

Azotea tipo sistema franciscano

Carga unitaria = 551 kg/m2S = (11.75 m)(19.25 m) = 226 m2 (551 kg/m2) = 124,526 kg

Entrepiso tipo sistema franciscano

Carga unitaria = 686 kg/m2S = (11.75 m)(19.25 m) = 226 m2 (686 kg/m2) = 155,036 kg

Para la revisión por sismo se aplica la hipótesis de que el tercio inferior de la altura de los muros de la planta baja, no produce fuerzas de inercia.

W1 = (2/3 X 268.157 ton) + (155.036 ton) + (1/2 X 316.747 ton) = 492.18 ton.W2 = (1/2 X 316.747 ton) + (124.526 ton) = 282.899 ton.

Dicho análisis estático, nos permite configurar diagramas que responden al primer modo de vibración, cuya variación lineal que inicia con cero en la base y adquiere su valor máximo en el extremo superior, permite revelar mediante una clásica idealización, la manera en que se propaga el efecto de un sismo en una construcción.

Doctor Agustín Hernández Hernández Doctor Agustín Hernández Hernández

212 213

Conclusiones

Los rasgos compositivos inherentes en cada solución constructiva de los elementos formales, nos revelan que se derivan de métodos fundamentados en argumentos técnicos. Asimismo, se infiere que los ingenieros militares estaban actualizados en el buen oficio las tecnologías constructivas de vanguardia, así como en herramientas de cálculo y construcción, ya que tenían en sus aulas profesores mexicanos y extranjeros.

Sin embargo la forma en que se explora la altura como elemento de diseño, más allá de lo establecido, implica conocer las leyes que rigen a los materiales con sus mecanismos del comportamiento estructural, para establecer las proporciones que pueden regulan a voluntad, la cantidad de material con la transmisibilidad de cargas hasta la cimentación. En éste sentido el trabajo ejecutado fue creativo y el reto consistió en contextualizar oportunamente los elementos de diseño, así como reflexionar sobre ideas de forma, espacio, tiempo y costos.

El estado físico actual de la mayor parte de las obras del ingeniero militar Gustavo Peñasco Hidalgo, nos indican que él resolvió de manera brillante el problema analítico del momento, sin embargo en la actualidad, debido al crecimiento de la ciudad y a la sobreexplotación de los mantos acuíferos, nos manifiestan los efectos del fenómeno de los hundimientos diferenciales, cuya intensidad seguramente él nunca sospechó.

Para concluir, vale la pena comentar que las características tipológicas de estas construcciones, aportan importancia histórica y cultural al país. Situación que justifica los esfuerzos necesarios para conservar el conocimiento que las hizo posible y cuantificar los límites tolerables para garantizar la seguridad de los usuarios. Ante el cambio de la conducta del suelo que amenaza con frustrar la capacidad estructural de dichas obras.

Tras la pista del Mayor Francisco Cárdenas

Doctor Agustín Hernández Hernández

215

Tras la pista del Mayor Francisco Cárdenas

Licenciado Edgar Sáenz López

Primer acercamiento

Un primer acercamiento a la vida de Francisco Cárdenas se puede dar a través de libros, casi todos aquellos que abordan el

periodo conocido como la Decena Trágica. Sin embargo si se quiere encontrar de manera completa al personaje es indispensable la consulta de Archivos Militares (en este caso el Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional y Cuerpos Rurales del AGN) que nos arrojen luz sobre los acontecimientos y la carrera del personaje en cuestión.

Francisco Cárdenas es un hombre al que apenas se conoce en la historia de México; incluso su nombre y fecha de muerte son objeto de erratas en las pocas referencias que se tienen sobre él.1

La actuación del general brigadier Francisco Cárdenas ha sido poco estudiada. Su intervención en la Revolución Mexicana se limita casi siempre a la participación en los asesinatos de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, para después desaparecer y reaparecer para su muerte en Guatemala. De su carrera como policía rural y, posteriormente, como militar, tampoco se sabe

216 217

mucho, razón que provocó mi curiosidad para tratar de ubicar de manera más concreta a quien quizá sea el policía rural más famoso, a la vez que el más injuriado, dentro de los Cuerpos Rurales.

El objetivo de este trabajo es dar cuenta de la vida de Francisco Cárdenas, enfocando mi interés en las acciones que realizó durante su permanencia en la Policía Rural y en el Ejército Federal, tratando de ampliar sus implicaciones en la Revolución Mexicana, y en su posterior exilio en Guatemala, así como su muerte acaecida el 29 de noviembre de 1920.

Como es característico en personajes de dudosa reputación, a Cárdenas se le adjudican actos difícilmente comprobables: se dice que fue quien instruyó a bandidos famosos como Inés Chávez García “El indio” y Luis Gutiérrez “El Chivo encantado”, quienes durante alguna época de la revolución provocaron terror en Michoacán.2 Al primero lo conoció y se hizo su amigo en la campaña contra Santanón desarrollada en Veracruz y en el Istmo de Tehuantepec,3 con el segundo, no existe nada que lo ubique cercanamente, solamente su lugar de nacimiento: el estado de Michoacán.4

Conocer las características de la participación de Francisco

Cárdenas durante su carrera en el servicio de las armas, me llevó por algunas cuestiones fundamentales: ¿Cuál fue el papel que jugó dentro de la Policía Rural de la Federación y, posteriormente, en el Ejército Federal? ¿Tenía en realidad presente el concepto de obediencia militar o sólo era un oportunista que se aprovechó de las situaciones para beneficio propio?, ¿seguía algún plan político, o carecía totalmente de ideología con la cual se identificara?

El Rural Francisco Cárdenas

Francisco Cárdenas ingresó a la Policía Rural de la federación el 19 de septiembre de 1898.5 Aquel día marcó el comienzo de

quien se convirtiera en el más famoso policía rural, debido a los actos funestos recordados por la historia. Permaneció en esta corporación hasta febrero de 1913, pasando por tres diferentes cuerpos: el quinto, el décimo segundo y el séptimo. En el primero de ellos aprendió a laborar, además fue ahí donde alcanzó la mayor parte de sus ascensos. Es necesario resaltar que los años que pasó en servicio, le sirvieron para mejorar sus habilidades en el servicio de las armas. En sus primeros años fue considerado por sus superiores como una persona poco instruida, y de regular valía, cuestión que con los años fue corrigiendo, pero del mismo modo supo aprovechar la laxitud que el sistema imponía y en beneficio propio aprendió a manipular el servicio público.

Francisco Cárdenas poseía cualidades que lo hacían resaltar de entre muchos de sus compañeros, porque cumplía con las exigencias que imponía el reglamento. A diferencia de la gran mayoría, sabía leer y escribir, poseía una estatura ideal para las labores de seguridad pública -1.76, poco visto entre los rurales- y era un excelente jinete, cualidad que se apreciaba en la institución. Otra cosa digna de destacar de la estancia de Cárdenas en la policía rural, fue su constancia, ya que muchos de los elementos que ingresaban, a la primera oportunidad que tenían de conseguir otro empleo, desertaban o se daban de baja, con Francisco no fue así, él creó su modo de vida a partir de la policía rural. En un principio su instrucción, a pesar de saber leer y escribir, era mediana, pero su conducta militar y civil era la deseada.6 Cárdenas consiguió todos los ascensos en la institución hasta llegar al grado de cabo en el año de 1909, pero su mayor ascenso en los cuerpos rurales llegaría el año siguiente, ya que se le encomendaría participar en la campaña que diera persecución y muerte al bandido veracruzano Santana Rodríguez Palafox “Santanón”, gracias a esta campaña Cárdenas comenzó a ser conocido y se volvió un personaje emblemático de los cuerpos de seguridad.

Licenciado Edgar Sáenz López Licenciado Edgar Sáenz López

218 219

Santanón

Francisco Cárdenas tuvo una participación muy activa como cabo del 12/o. cuerpo rural de la federación, en la persecución del bandido veracruzano. Ayudó, en primera instancia, a Salvador Díaz Mirón, quien no concluyó su compromiso. Poco después Cárdenas combinó operaciones bajo el mando de Manuel Jasso para de esta forma, acabar con el centro de rebeldía del sur de Veracruz.7

La frustración por los malos resultados llevó a Cárdenas a colocarse por primera vez ante serias acusaciones de abuso a la población civil, en agosto el rural recurrió a quemar casas, acto reprobable implementado para presionar a la gente y castigar la poca colaboración con las “fuerzas del orden”. Como fue característico en él, negó las acusaciones y culpó a Díaz Mirón de ordenar los actos incendiarios, señalando de igual manera a la población de ser delincuentes.8 Esta actitud de tirar la piedra y esconder la mano fue característica suya. Al final, la campaña cambio de mando, el encargado a partir de septiembre fue llevada a cabo por el coronel Manuel Jasso quien concluyó la misión encargada por el gobierno. El 17 de octubre fue ultimado el bandido, Cárdenas informó haber sido él quién ultimo a Santanón, con lo cual obtuvo prestigio y recompensas, sin embargo se le acusó de haber mentido, ya que en realidad quién había acabado con Santanón había sido un soldado de apellido Curiel;9 a Cárdenas no se le reconvino, y a partir de entonces se convirtió en mayor de rurales, y pasaría a operar a Michoacán y sus estados vecinos.

Mayor de rurales

En 1911, las actividades de Francisco Cárdenas fueron diversas, desde persecución de bandidos hasta represión de movimientos sociales pro-maderistas. El mayor de rurales concurrió a sofocar violentamente a un grupo de personas que celebraban la caída de Porfirio Díaz y el triunfo de la revolución. Con la complacencia de

Francisco León de la Barra –quien nunca simpatizó con Madero– se envió a Cárdenas a verificar los acontecimientos acaecidos el 27 de mayo de ese año en Angangueo, Michoacán, éste actuó con violencia para “restaurar el orden”, y de no ser por tropas revolucionarias que llegaron al lugar, la represión hubiera sido escandalosa.

En octubre de ese mismo año se destapó un abuso más que él había cometido. Resulta que durante la campaña contra Santanón, Cárdenas capturó a cinco muchachos para consignarlos al servicio de las armas, sin embargo de los cinco, solo entregó a la jefatura política de Juchitán a cuatro, el quinto personaje llamado Macario Rosaldo despareció, por lo que se le pidió al mayor informara sobre el paradero. Cárdenas negó las acusaciones, el muchacho nunca apareció, y a Cárdenas tampoco se le culpo de aquella desaparición.10

Otra faceta que se le conoce al rural es además la de asaltante. El siempre negó las acusaciones, pero los diarios y los testimonios de las personas agraviadas comprobaron lo contrario. En noviembre de 1911 en el pueblo de Tarajero, Michoacán un grupo de personas marchaban para comerciar productos, cuando fueron atacados por una banda comandada por Francisco Cárdenas, las personas fueron despojadas de sus pertenencias y fueron algunos brutalmente golpeados.11 Sin embargo la versión de Cárdenas se empeña en demostrar que las personas eran bandidos que intentaban atacar una hacienda cercana:

Al pasar el cruce de los caminos para Tarejero. Comenzaron a hacer disparos rumbo a la hacienda, por lo que ordené saliera parte de la fuerza a cerciorase del escándalo, pues se hacía sospechoso por ser día y hora de raya; al aproximarse la fuerza fue recibida a balazos por los paisanos. Con las pistolas que portaban y trataron de huir rumbo al punto citado; la fuerza repeliendo la agresión hizo algunos disparos y les persiguió hasta darles alcance,

Licenciado Edgar Sáenz López Licenciado Edgar Sáenz López

220 221

aprehendiendo a Sotero Mercado, Mauro Acosta, Epitacio Sosa, Simón Ramírez, Yrineo Cornelio, Francisco Roque, Cirilo Gerónimo, Delfino León, Zeferino Gerónimo, y Tiburcio Téllez.12

Al final de cuentas, el mayor no fue exigido a rendir cuentas. El maderismo le redituaba igual que su servicio en la dictadura porfirista, sin embargo el mayor despreciaba a quienes apoyaron a la revolución.

Para terminar ese año, la situación del gobierno maderista era difícil ya que grupos disidentes comenzaban a poner el pie al reciente gobierno. El mayor de rurales informó que en Michoacán daba persecución a aquellos grupos que proclamaban unos a los hermanos Vázquez Gómez y otros al general Bernardo Reyes. El mayor exacerbaba en sus informes su importancia en la búsqueda de estos rebeldes, sin embargo otras informaciones contradecían los dichos de Cárdenas. Algunos periódicos informaron que en Michoacán no existían estos núcleos rebeldes, y que el mayor se dedicaba a parrandearla.

Para 1912, Cárdenas continuó con sus labores al mando del 7/o. cuerpo rural, acudió a principios de año a solucionar un conflicto por tierras entre los habitantes del pueblo Guarachita. Cárdenas actuó a favor de los hacendados –ya que eran sus amigos– y mostró su lado hostil hacia el pueblo.13

Sus labores durante ese año siguieron entre persecución de bandidos y labores de restablecimiento del orden. De su actuación se destaca principalmente su campaña contra supuestos revolucionarios zapatistas en el Estado de México en agosto, donde resultó muy maltrecho. Su estrategia fracasó ante los ataques guerrilleros y terminó en el hospital. Algunos diarios como El Imparcial exacerbaron su valor, pero la realidad es que se demostró que sus características no eran precisamente las de combatir

contra otras fuerzas, sino más bien su fuerte era la persecución en condiciones favorables y en territorio que él conociera.

Por las mismas fechas se le relaciona en un hecho controversial durante la campaña para la gubernatura de Michoacán. En una manifestación política los partidarios del doctor Miguel Silva se mostraron hostiles hacia la figura del licenciado Francisco Elguero, y al pasar por su casa profirieron algunos insultos que contestaron quienes se encontraban en la casa, hubo algunos balazos y la situación parecía salirse de control. Fue llamado el mayor para contener a los grupos y guardar el orden, sin embargo iba a actuar a favor del grupo de Elguero, quienes representaban al antiguo régimen, y de no ser por la llegada de Pascual Ortiz Rubio la situación hubiera sido alarmante. Al final las fuerzas se neutralizaron y la cosa terminó en “paz”. Cárdenas se mostraba cada vez más a favor de los contrarrevolucionarios y el gobierno no examinaba su accionar.

Francisco Cárdenas también se vio involucrado en la persecución y ejecución de Benito Canales, quien se había proclamado a favor del orozquismo y junto con Eduardo Gutiérrez habían atacado Puruándiro, Michoacán en dos ocasiones, una el 30 de mayo y otra el 10 de junio de 1912, donde se pudieron posicionar. La respuesta del gobierno llevó a la persecución de los rebeldes. Gutiérrez huyó y dejó a Canales con el movimiento. Después de algunos actos represivos por Ángel Loza quien llevó la dirección de la persecución en un primer momento. Se llamó a otros personajes incluyendo a Cárdenas quién en octubre tuvo acción en la caída de Canales. Al rebelde se le hizo salir de su escondite quemando el lugar, para después fusilarlo en el cuartel de Zurumato, Michoacán, el 16 de octubre de 1912.14

Quizá durante este año lo más importante para Cárdenas fue su segunda etapa para combatir al zapatismo en el Estado de México, sus condiciones en esta ocasión fueron diferentes a

Licenciado Edgar Sáenz López Licenciado Edgar Sáenz López

222 223

la primera. Ahora no combatiría a grupos rebeldes, sino que se dedicaría a la persecución de sujetos aislados. Su llegada se vería reforzada con la cercanía que tuvo con el general Aureliano Blanquet y con hombres como Ignacio de la Torre y Mier, quién facilitó al mayor todas las comodidades para su estancia. Para el mayor la persecución de “bandidos zapatistas” se vio favorecida por la Ley de Suspensión de garantías que le permitía ejecutar en el acto a cualquier persona que él determinara, con el simple levantamiento de un acta. El mayor aprovecho y ejecutó a bastantes hombres por considerarlos rebeldes. La cercanía con el general Blanquet y con Ignacio de la Torre y Mier, reforzaron en Cárdenas su actitud contrarrevolucionaria.

Participación en la decena Trágica y el asesinato de Madero

La participación del mayor en la decena trágica viene de la mano con el general Aureliano Blanquet, quien era su jefe. Llegaron en los días cruciales del cuartelazo, el mayor ya era gente de confianza del general. Se había encargado de quemar los puentes para entorpecer su llegada a la capital –con la venia de Huerta–, y después se fue preparando para lo que pudiera venir.

Se dice que en una reunión, donde se encontraban presentes Ignacio de la Torre y Mier y algunos simpatizantes del cuartelazo, él se propuso para asesinar al presidente Madero, ya que según opinaba había hecho bastante daño al país. Su propuesta no fue echada en saco roto, y se consideraría su petición.

Una vez que los militares acordaron terminar con la existencia física de Madero, es muy probable que Aureliano Blanquet lo propusiera para la encomienda. Se sabía de su participación en la captura de Santanón y demás elementos revolucionarios; además era un policía rural y no un miembro del ejército, y como los golpistas querían dejar limpio al ejército,

nombrarían a miembros de las fuerzas rurales, ya que si algo salía mal, quien tendría que responder sería la Secretaría de Gobernación como encargada de los rurales.

No se sabe bien que le dijeron ni quien estuvo presente cuando se le dio la orden, pero él sabía que al realizar esa tarea le redituaría tanto económicamente como en el escalafón de la milicia. Una vez que los militares acordaron el magnicidio, entre el 18 y el 21 de febrero, Blanquet seguramente fue quien lo recomendó para la empresa. Le encargaron al mayor que buscara gente de confianza para trasladar a los ex mandatarios –que habían renunciado el 18 de febrero– a la Penitenciaría de la Ciudad de México para hacerlos responder por delitos de “materia hacendaria”. Cárdenas eligió como acompañantes a Francisco Ugalde subordinado suyo en el 7° cuerpo rural y a Rafael T. Pimienta, miembro del 24/o. Cuerpo Rural, que también había participado en la campaña contra el zapatismo en el Estado de México.

La orden fue dada antes del 21 de febrero, ya que este día el mayor solicitó su incorporación a las fuerzas del ejército regular, ¿pidió su recompensa por el trabajo que tenía que hacer? Cárdenas llegó con su gente el 22 de febrero a Palacio Nacional para llevarse a los ex mandatarios, además de Ugalde y Pimienta fue encargado de acompañarlos –sin que se diera a conocer oficialmente– el mayor Agustín Figueras que había estado involucrado en el horrible asesinato de Gustavo A. Madero.

Los automóviles llegaron al lugar, pero en vez de introducirles por la puerta principal, les llevaron a la parte trasera donde Madero fue bajado con violencia del auto para recibir dos balazos en la cabeza por parte del mayor Cárdenas, posteriormente Pino Suárez fue acribillado de trece tiros, no se sabe bien quién lo asesino, si fue Agustín Figueras o Rafael Pimienta, ambos se culparon entre si hasta el día de sus respectivas muertes.

Licenciado Edgar Sáenz López Licenciado Edgar Sáenz López

224 225

El gobierno huertista se encargó de difundir que la muerte de los ex mandatarios fue durante un supuesto rescate para Madero y Pino Suárez y que en la refriega los mismos liberadores quienes los ultimaron. Se presionó a los choferes para que firmaran declaraciones apoyando está versión, y en la investigación realizada por el ejército a cargo de Agustín Figueras, se declaró inocente a Cárdenas y a la escolta de Madero –a Figueras no se le ubicaba en la escolta–, se les exoneraba y vinieron los premios para los rurales.

El 26 de febrero el mayor recibió la noticia de su incorporación al ejército federal, claramente gracias a los servicios prestados al general Blanquet:

En esta secretaría, no existen antecedentes del solicitante y por lo tanto se ignoran los servicios que haya prestado en los cuerpos rurales; pero como si es exacto que estando a las órdenes del general Blanquet, ha prestado buenos servicios y también á él se debe la muerte del Bandido Santanón; juzga el Departamento de mi cargo, conveniente que se le premien dichos servicios, lo cual servirá de estímulo a todos los individuos que colocados en los cuerpos rurales o milicias auxiliares, cooperen con las fuerzas, al servicio de esta secretaría, al restablecimiento de la paz y en esta virtud, soy de opinión que se le expida despacho de mayor de caballería auxiliares del ejército.15

Además, según diferentes versiones, recibió compensación económica por parte de los mismos militares y de hacendados que conspiraban con la reacción y las pertenencias que Madero llevaba cuando se le asesinó.

Los hechos, finalmente, se aclararon después de la caída de Huerta. Durante la administración del ingeniero Alfredo Robles Domínguez se abrió una nueva investigación, ahora sí los choferes dieron su versión y se llegó a la conclusión que los miembros de la

escolta fueron quienes asesinaron a Madero y Pino Suárez, siendo Cárdenas el autor material de Francisco I. Madero.16

Militar durante el Régimen Huertista

Después del asesinato la carrera de Francisco Cárdenas fue otra, ahora dentro del ejército le fue encomendado a vigilar su estado natal en contra de los revolucionarios que habían prometido encontrarlo y ejecutarlo. Entre los principales jefes revolucionarios que se levantaron en Michoacán se encuentran Gertrudis G. Sánchez, Joaquín Amaro y José Rentería Luviano, miembros de los cuerpos rurales emergidos a raíz de la victoria de Madero, que al momento del cuartelazo decidieron desconocer el gobierno de Victoriano Huerta.

Las acciones militares de Cárdenas fueron irrelevantes para frenar las fuerzas revolucionarias, la mayoría de las veces resultó derrotado, sin embargo en sus informes exageraba el número de los rebeldes en relación a las tropas que él comandaba, y sus derrotas siempre tenían culpable pero no era él. Las veces que llegó a capturar revolucionarios los ejecutaba sin mayor dilación, para dejar ver “la severidad con que se persiguen a estos bandoleros”.

A partir de octubre de 1913 le fue conferida la tarea de reforzar los contingentes federales en el norte de la república, nada pudo hacer solamente salir derrotado al igual que todo el ejército federal. Lo que más se puede destacar de esta campaña es que conoció y se relacionó de muy buena manera con el general Pascual Orozco.

La cercanía con Orozco viene ya para cuando el ejército huertista estaba derrotado; inclusive los dos fueron comisionados para acudir a la batalla de Zacatecas, pero durante su camino el ejército federal ya había sido licenciado.

Licenciado Edgar Sáenz López Licenciado Edgar Sáenz López

226 227

Después del huertismo

Orozco y Cárdenas negaron deponer las armas que el gobierno de transición encabezado por Francisco S. Carvajal había ordenado. Por cuenta y riesgo propios Orozco y Cárdenas decidieron resistir en armas contra el constitucionalismo, afirmando que no atacarían al ejército federal, sino que su objetivo era no caer en manos de los revolucionarios porque su sentencia de muerte ya había sido dictada con anterioridad. No tuvieron un plan con el cual atraerse simpatizantes, ni tampoco dejaron clara su postura política, solamente se limitaron a decir que se mantenían en armas contra el constitucionalismo porque eran un instrumento de los Estados Unidos.17

Los generales atacarían por diversos rumbos, Cárdenas en la zona de Michoacán y Orozco en El Bajío. Fueron pocos los combates que tuvieron en contra de los constitucionalistas, y en los cuales resultaron derrotados. Su movimiento que no tenía ni pies ni cabeza, los llevó a decidir el escape como única medida de preservar sus vidas.

Ambos generales fueron dados de baja del ejército el día 28 de julio de 1914, y de esta forma se empezaba a extinguir su pronunciamiento. Al final de cuentas en agosto fueron derrotados, Pascual Orozco huyó a Estados Unidos y Francisco Cárdenas a Guatemala.

Desenlace

Cárdenas llegó a Guatemala en los últimos días de agosto de 1914, su llegada no pasó desapercibida y fue detenido por la policía guatemalteca. Estuvo casi seis años en prisión, él argumenta que fue objeto de vejaciones por el gobierno de aquél país, sin embargo otros dicen que tenía contacto con el dictador Manuel Estrada Cabrera. Se le relaciona con algunos de los movimientos

contrarrevolucionarios encabezados desde aquél país por Félix Díaz y por Manuel Estrada Cabrera.

Es probable que haya sido considerado para tomar parte, pero lo cierto es que no salió de prisión –por lo menos eso lo indica la documentación– hasta mayo de 1920, una vez que cayó la dictadura en Guatemala. Tras su excarcelación del mayor encabezó una querella legal para que le devolvieran lo que le habían sustraído cuando entró a prisión, Cárdenas solicitó ayuda de las autoridades mexicanas en aquél país, sabiendo que al gobierno de Carranza no le interesaba pedir su extradición. Las cosas cambiaron con la llegada al poder del grupo emanado por el Plan de Agua Prieta, ellos sí lo solicitarían para hacerlo rendir cuentas.

Cuando salió de prisión, en mayo de 1920, sostuvo amoríos con Ernestina Fonseca, esposa de un pagador del ejército guatemalteco llamado Abraham Garavito su relación fue muy intensa, al grado que Garavito sufrió el 9 de noviembre un atentado y Cárdenas fue acusado como autor intelectual. Como consecuencia fue ingresado nuevamente a prisión, estuvo pocos días hasta el 25, cuando pagó una fianza y se determinó darle libertad. Poco después el gobierno mexicano solicitó su extradición y la policía guatemalteca se dedicó a buscarlo. Lo encontraron las fuerzas del orden bajo el mando del teniente Macario Pérez cuando este emprendía la fuga. Fue conducido a la ciudad de Guatemala para ser procesado, pero la mañana del 29 de noviembre en una situación por demás controversial, se dice que sacó una pistola y tras disparar a un soldado que le custodiaba, se propinó dos tiros en la boca con los cuales acabó su existencia, ¿suicidio o suicidio asistido?

Un final incierto para un personaje que es conocido más por su leyenda negra, y del que se conoce poco

La vida de Francisco Cárdenas fue controversial siempre hasta el momento de su muerte. Su deceso causó algunos inconvenientes

Licenciado Edgar Sáenz López Licenciado Edgar Sáenz López

228 229

al gobierno al creerse que funcionarios mandaron arreglos florales a su funeral.18 En Guatemala quedó el rural más famoso, no por la eficacia en las labores del orden, sino por sus concurrentes abusos ante la sociedad, en Centro América encontró castigo, pero también progreso, ya que gozaba de una vida bastante ostentosa inclusive para ser posiblemente empresario teatral.19

Finalmente podemos preguntarnos ¿cuál fue la importancia de Cárdenas? La importancia de este personaje estriba en ser el personaje que asesinó a Madero. No fue el quién tomó decisiones ni encabezó grandes contingentes, fue uno más de los muchos oportunistas y contrarrevolucionarios que hubo en la revolución mexicana. Pero su estudio resulta relevante para entender el comportamiento de muchos militares contrarrevolucionarios. El mayor de rurales fue un caso que demuestra aquello que el porfirismo heredó al maderismo y que este no quiso exterminar al ejército federal, que al final determinó su caída. Cárdenas fue un corrupto, arbitrario y contrarrevolucionario; el gobierno maderista lo toleró y el huertismo lo premió.

La reconstrucción de la vida de Francisco Cárdenas resulta útil para entender el ambiente de la época que le tocó vivir, y para no solo quedarnos con la leyenda del sicario.

Rebelión Salgadista en el Norte de Guerrero, enero-mayo de 1912

Licenciado Edgar Sáenz López

231

Rebelión salgadista en el norte de Guerrero, enero-mayo de 1912

Maestro Francisco Herrera Sipriano

No todo es historia nacional y patria, también hay multiplicidad de historias regionales y locales, de lugares, personajes y

acontecimientos poco conocidos pero relevantes para los lugareños; no se oponen, se complementan. La historia grande forja a la patria, la historia pequeña a la matria; ambas dan identidad. Los grandes generales y las grandes batallas destacan en la historia militar, pero tampoco lo son todo; en las guerras y las revoluciones hay además innumerables refriegas y enfrentamientos dirigidos por jefes menores o subalternos, cuyos nombres y acciones son poco conocidos y valorados; pequeñas y medianas batallas que foguean y forman a los futuros estrategas militares. Bajo el enfoque teórico y metodológico de la historia regional y local, el trabajo presente se propone dar a conocer la lucha por la tierra y la justicia emprendida por el general Jesús H. Salgado en las regiones de Tierra Caliente y Norte de Guerrero, en el lapso de enero a mayo de 1912. Regiones donde pronto se arraigó la bandera zapatista del Plan de Ayala y

232 233

proliferaron los encuentros armados entre los revolucionarios y las fuerzas militares del gobierno maderista.

Se explica y se justifica la importancia creciente de la historia regional y la microhistoria, las cuales abordan como materia de estudio el acontecer humano en lugares y tiempos poco o nada estudiados, con un enfoque cualitativamente distinto al de la historia nacional. Esta perspectiva pretende conocer las dinámicas particulares y peculiares, los actores y los hechos, las motivaciones y las determinaciones, las causas y consecuencias, del devenir de los pueblos y regiones en un momento o periodo determinado. Rescatar y difundir la memoria histórica de personajes y acontecimientos menores es de vital importancia para los pueblos y regiones, porque constituyen elementos definitorios de su identidad, aun cuando no coincida o contradiga a la historia nacional.

Los enfoques históricos nacional y regional no son opuestos, sino más bien complementarios; son enfoques diferentes para realizar la investigación histórica. Sobre este punto Ignacio del Río afirma: "Ni la historia regional se puede hacer con un criterio insularizante ni la historia nacional debe hacerse como si el país fuera un todo homogéneo, sin diferenciaciones regionales y con un proceso de desarrollo unitario, paralelo y sincrónico". 1

En efecto, para una visión más completa y aproximada a la realidad son necesarias las dos ideas y propuestas metodológicas. No obstante, conviene aclarar que el énfasis del presente estudio se halla en su carácter regional y local, para lo cual fueron indispensables las consultas en los archivos General de la Nación, Histórico de la Defensa Nacional, Histórico del Estado de Guerrero e Histórico Municipal de Taxco de Alarcón, Guerrero. La riqueza documental resguardada en dichos repositorios hizo posible la reconstrucción histórica más o menos detallada del tema abordado.

Nativo de Los Sauces, municipio de Teloloapan, Gro., distrito de Aldama, en el norte de la entidad, Jesús H. Salgado era un campesino acomodado, pacífico, emprendedor, dedicado a las labores del campo, de comercio y de minería, respetado y con cierta ascendencia en la comarca. Frisaba los 40 años de edad. Fue uno de tantos ciudadanos que atendieron el llamado de Madero a levantarse en armas contra la dictadura porfirista. Con Leovigildo Álvarez y otros, promovieron y encabezaron la insurrección en la Tierra Caliente y parte de la región Norte, contribuyendo significativamente al éxito de la causa maderista, particularmente en el sitio y toma de Iguala el 14 de mayo de 1911.

Al triunfo de la revolución maderista fue nombrado gobernador provisional el profesor Francisco Figueroa Mata, y su hermano Ambrosio inspector de las fuerzas rurales en el estado. Poder político y militar en manos de los Figueroa. Salgado consideró injusta la forma en que estaban licenciando a su gente y a él mismo, y viajó a la ciudad de México a entrevistarse con Madero. Considerándola una insubordinación, el general Ambrosio ordenó el cateo y saqueo de su casa en Iguala, dando origen a un enfrentamiento con sus seguidores, con resultado de algunos muertos y heridos. En México, Salgado tuvo comunicación con otros revolucionarios inconformes con la política conciliatoria de Madero con los porfiristas y de ingratitud con sus antiguos compañeros, considerando que no se estaba cumpliendo con el Plan de San Luis. Enterado de los sucesos de Iguala, sin poder entrevistar a Madero, Salgado regresó en agosto a su terruño y se sublevó, poniéndose al frente de uno de los movimientos campesinos más consistentes y extendidos en la lucha por la tierra y la justicia popular, particularmente en la zona calentana y norte de Guerrero. El 12 diciembre negoció su rendición con el coronel Aurelio Blanquet, su gente fue licenciada y él quedó incorporado a las fuerzas rurales del gobierno con parte de su tropa. Blanquet fue premiado al día siguiente con el ascenso a brigadier.

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

234 235

Diversos testimonios coinciden en señalar que Salgado carecía de dotes militares; sus cualidades radicaban en el liderazgo social. Hombre de campo, buena persona, ranchero y comerciante, medianamente acomodado, Salgado era un campesino rudo, con pocos estudios, desconfiado, pero que actuaba de buena fe, sin ambiciones políticas ni de lucro. No contaba entre su gente de confianza con algún núcleo de intelectuales o personas preparadas que lo orientaran adecuadamente, salvo el profesor de primaria Brígido Barrera, paisano suyo que lo acompañó varios años. Su sometimiento fue efímero, el 12 de enero de 1912 nuevamente se pronunció y convocó a los campesinos y pueblos a continuar la lucha.

A principios de enero de 1912 el flamante general brigadier Aurelio Blanquet y su tropa se hallaban en Taxco, todavía gozando de la fama de haber logrado el sometimiento de Jesús H. Salgado, aunque cada vez menos seguro de su sinceridad, porque corrían rumores de que planeaba rebelarse nuevamente; pero lo mantenía bajo vigilancia estrecha e informaba de ello al presidente Madero. Por el momento, 5 de enero, reportaba tener conocimiento de que había una gruesa partida de zapatistas en el Mogote, en lo más intrincado de la sierra, y “que su Cuartel General, junto con la mayor parte de lo que se han robado, lo tienen en las Grutas de Cacahuamilpa”, a donde iría a batirlos tan luego regresara el pagador que había ido a Iguala por fondos. Le llegaron noticias de la aparición de otra partida de Zapata por Teloloapan, lo que consideró exagerado, pero tomaría sus providencias. De la expedición hacia el sur del estado de su sección de caballería, el parte era “que todo estaba tranquilo por aquellos rumbos”. 2Su arribo a Taxco fue en respuesta a las reiteradas peticiones de las autoridades municipales debido a que unas gavillas zapatistas invadieron el distrito y merodeaban por los pueblos del Mogote, Cacahuamilpa, Corralejo y Tlamacazapa; “tanto comercio como sociedad en general encuéntranse

sumamente alarmados, temerosos de que al ser rechazadas dichas gavillas se dirijan a esta ciudad, quedando en este caso a merced de ellos las oficinas, comercio y sociedad”, por lo que solicito “se sirva interponer su valiosa influencia a fin de que se mande a esta población fuerza federal, pues la que está además de ser en número reducido no presta las garantías que el caso requiere”. 3

A Blanquet le preocupaba el asunto Salgado. Comunicó al presidente Madero que el 9 de enero saldría para la ciudad de México el susodicho ex rebelde con una carta de recomendación suya, la cual debía interpretar en sentido contrario, puesto que Salgado no era una persona fiable y sospechaba de sus intenciones de sublevarse de nuevo. Recomendaba que lo retuviera en la ciudad o lo alejara de sus dominios, para evitar contacto con “sus antiguos partidarios que hoy son perseguidos por bandidos conocidos… de manera que le sea imposible todo nuevo intento, en el concepto que si por algún evento lo hiciera así, tan luego como sepa yo su venida aquí sin consentimiento de Ud., lo perseguiría sin descanso hasta lograr su captura”. 4

La desconfianza era recíproca, Salgado tampoco estaba muy convencido de la buena fe de Blanquet y del gobierno. Atento a los acontecimientos veía que la rebelión campesina cundía y acrecentaba su fuerza en la comarca: incursiones zapatistas morelenses en el distrito de Alarcón, Pablo Barrera levantaba polvo en el de Hidalgo, otros grupos armados accionaban en los distritos de Aldama y Mina. Estas circunstancias seguramente pusieron a Salgado en la disyuntiva de servir realmente al gobierno o volver a la lucha campesina. Fiel a su origen, personalidad y adhesión a las causas del pueblo, optó por reincorporarse al bando revolucionario que cada vez tomaba más fuerza y forma. Seguramente el supuesto viaje a la ciudad de México, acompañado de cuatro hombres de su confianza, fue parte del plan para salir de Taxco sin que Blanquet desconfiara aún más y hubiese ordenado su aprehensión.

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

236 237

En lugar de viajar a la capital del país, Salgado tomó el tren rumbo a Mezcala, “donde asumió una actitud desafiante y se sumó al movimiento encabezado por Emiliano Zapata que tenía como bandera reivindicadora el Plan de Ayala”, aunque sin vinculación orgánica aún. 5

Esto ocurrió el 12 de enero de 1912, exactamente a un mes de su rendición. En telegrama del 13 el general Blanquet informó al gobernador: “Ayer volvió a sublevarse el traidor Jesús H. Salgado con los bandidos que mandaba, los estoy persiguiendo, ruégole lo haga saber a todas las fuerzas del estado a fin de que lo hostilicen en todos sentidos siempre que puedan; estos bandidos tienen blusas rojas iguales a las que usan las fuerzas de Figueroa.” El prefecto del distrito de Aldama reportó que el mismo día desertaron en Teloloapan 50 rurales de las fuerzas de Salgado, para rebelarse contra el gobierno, “y de que otro tanto hizo el resto de la propia fuerza que operaba en el Distrito de Alarcón.” Específicamente, de Taxco siguieron a Salgado cinco oficiales y 23 de tropa, quedando los demás fieles al gobierno pero bajo una vigilancia estricta. Inmediatamente, acorde con la recomendación de Blanquet, el gobernador giró instrucciones a los jefes políticos a fin de que dictaran “medidas eficaces para que sea perseguido tenazmente dicho sedicioso en caso de que llegue a invadir ese Distrito”. 6

La persecución contra los pronunciados de Taxco fue inmediata, dándoles alcance una fuerza rural cerca de Ixcateopan, haciéndoles cuatro muertos y dispersando a los demás. Lastimado en su orgullo militar, el general Blanquet trataba de justificarse ante el presidente Madero, aclarando que había armado a las fuerzas de Salgado por “la absoluta necesidad que tenía de Caballería útil… y más aún las protestas diarias de adhesión, fidelidad e hipocrecía de los traidores Salgadistas… Pero repito a Ud. mi promesa de recuperar esos Máusers, mañana mismo en donde quiera que se encuentren.” Por lo pronto ya había recuperado cinco. El mismo encabezaría la

persecución de los sublevados, dejando por el momento el distrito de Alarcón libre de zapatistas, pues su caballería los había replegado hacia Morelos. 7 Especialmente dolía a Blanquet el hecho de haber proporcionado buenas armas a Salgado y su gente, fusiles Máuser, que ahora estaban usando contra el gobierno. Este acontecimiento abona la hipótesis de algunos relatos orales y autores de que el indulto de Salgado fue un ardid para conseguir armamento.

Para resultados más eficaces de sus operaciones militares, a Blanquet le urgía la aprobación de la ley de suspensión de garantías que se analizaba en el Congreso federal; mientras tanto utilizaba este argumento para “ejercer presión moral sobre el bandidaje y pueblo bajo”, con la amenaza de ejecuciones sumarias.8 Anticipando la expedición de dicha ley envió a Madero, para su aprobación, una propuesta de proclama dirigida a los sublevados invitándolos a deponer las armas en un plazo de diez días contados a partir del 15 de enero:

AURELIO BLANQUETGENERAL BRIGADIER DEL EJÉRCITO FE-DERAL Y EN JEFE DE LA COLUMNA DE OPERACIONES NO. 1. A LOS QUE LA PRESENTE VIEREN, SABED:

Que a nombre del SUPREMO GOBIERNO DE LA NACIÓN, Exhorto y Requiero a los Rebeldes, para que se sometan desde luego al orden y Leyes de la República, intimándolos por primera vez para que depongan las armas y que se retiren de la Reunión Rebelde, dándoles de plazo diez días para el cumplimiento de este Exhorto, conforme a los términos del artículo 1115 del Código Penal del Distrito Federal.

Los que depongan las armas y se separen de la REBELIÓN dentro del plazo señalado,

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

238 239

NO SERÁN CASTIGADOS CON PENA ALGUNA POR ESTE DELITO.

Los que se acogieren a esta gracia, depondrán las armas ante las FUERZAS FEDERALES en cualquier punto donde estas estuvieren; en el concepto que desde este momento gozarán de todas las GARANTÍAS y AMPARO que las Leyes conceden al Ciudadano Mexicano.

Cuartel General en Taxco, Guerrero. Enero 15 de 1912.9

Al parecer la proclama no encontró eco por el momento. No hay testimonios de rebeldes indultados en estas fechas. Salgadistas y zapatistas no confiaban en el gobierno. Preferían seguir arriesgando la libertad y la vida en la lucha por la tierra.

Blanquet salió en busca de Salgado. El 17 de enero desde Balsas, población donde terminaba la vía del ferrocarril, participó que saldría rumbo al cerro del Campanario a batirlo, lugar escabroso y fortificado naturalmente, donde posiblemente hiciera resistencia; llegaría en cuatro días. Ahí se enteró que el domingo pasado, 14 de enero, estuvo en Balsas una partida salgadista “y leyeron en la Plaza Pública un manifiesto revolucionario, proclamando Presidente al licenciado Emilio Vázquez Gómez”. 10 Los hermanos Emilio y Francisco Vázquez Gómez eran aliados del zapatismo y enemigos políticos de Madero.

Salgado no esperó a Blanquet en el Campanario, en cuanto avizoró la aproximación de su fuerza huyó hacia la Tierra Caliente. Empeñado en su captura, Blanquet continuó la persecución, “dejando cubiertos los puntos principales hasta donde me ha alcanzado la fuerza para evitar en lo posible que se nos escape, aunque por lo montañoso del terreno y los muchos partidarios que tiene el bandidaje en este Estado será un poco dilatado el resultado”; así lo informó desde su campamento en Cacalotepec.

En Tetela del Río se le unió el coronel Martín Vicario al mando de contingente de caballería, dividiendo su columna en tres partes: Vicario marcharía rumbo a San Nicolás, el teniente coronel Javier de Maure, con infantería y artillería, para Arcelia, y él con parte de infantería hacia Ajuchitlán, siguiendo el cauce del río Balsas. La combinación de movimientos dio buenos resultados, los coroneles Vicario, Antonio Flores y Salvador Escalante fueron atacados por los salgadistas en el Cerro Frío, haciéndoles quince bajas a estos últimos, distinguiéndose por su arrojo y acertadas decisiones dichos jefes, “lamentando por nuestra parte la muerte del pundonoroso y cumplido Coronel Escalante, quien falleció en el preciso momento de dar el asalto final a las trincheras del enemigo, muy cerca de estas”. 11

Perseguidos por los federales y rurales, los salgadistas tomaron el camino de Pezuapa y Campo Morado, siendo alcanzados por el mayor Teodoro Jiménez Riveroll en la cuadrilla de Cuahulotitlán, donde les infligieron una nueva derrota haciéndoles seis muertos, “recogiéndoles caballos y armas y desmoralizándolos casi por completo.” Según Blanquet, se distinguieron por su pericia en el mando el mayor Riveroll, y por su conducta en el combate el cabo Enrique Bahena, jefe de la caballería. 12

Para rematar esta batida, Blanquet participó que el 31 de enero fueron pasados por las armas en Ajuchitlán:

… el famoso Cabecilla Antonio Zavaleta a quien como Ud. recordará hize proposiciones de licenciarlo no contestando siquiera a las comunicaciones que le dirigí, y un español llamado José Martínez, principal instigador de las depredaciones que con su gente cometió Zavaleta, al aprehendérseles acababan de saquear la Hacienda de Dolores y la región del Ídolo; las ejecuciones anteriores causaron un efecto moral excelente, pues entre los bandidos que forman la fuerza salgadista, había la creencia general de que nunca se les fusilaría, por lo que en mi concepto, con este ejemplo perderá muchos adeptos Salgado, quien se desmoraliza más cada día, habiéndose dispersado en pequeñas fracciones que tratan de pasar al Estado de México y que procuro evitar a toda costa. 13

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

240 241

Próximamente llegarían más prisioneros de la gente de Zavaleta, incluyendo otro español, tan criminal y bandido como aquel,” quienes serían juzgados sumariamente.

Acatando disposiciones del gobernador, de colaborar con información del movimiento de los salgadistas, para facilitar su exterminio, el presidente de Teloloapan reportó el surgimiento de “pequeñas gavillas de alzados” en las comunidades de Acapetlahuaya, Alahuistlán y Xochipala, quienes “como de costumbre, andan recogiendo caballos, armas y monturas, no menos que dinero.” El de Ixcapuzalco informó de las incursiones de gavillas que operaban bajo el nombre de zapatistas: el 13 de enero en la cuadrilla del Salitre, perteneciente a Zacatlán, seis individuos encabezados por Antonio Lagunas asaltaron la casa del señor Remedios Delgado, llevándose cien pesos en billetes de banco y otros objetos; repuestos, los vecinos rechazaron el ataque logrando la captura de uno de ellos, Salomé Burgos, remitiéndolo a Teloloapan; entre el 18 y 19 de enero fueron asaltados los domicilios de Trinidad Labra y Juan Atenógenes de la cuadrilla de Tlanilpa, llevándose 30 pesos en efectivo, alhajas y otros objetos, del primero, y 25 pesos en billetes de banco y otras cosas, del segundo. 14

Aprovechando que el general Blanquet había dejado un destacamento reducido en Taxco, al mando del capitán 1º Francisco Moscardo Yedra, los zapatistas volvieron a incursionar en el distrito de Alarcón. El presidente de Tetipac reportó el 23 y 24 de enero a dicho capitán la entrada de una partida zapatista a Cacahuamilpa y Río Salado, continuando rumbo al Mogote. El militar informó a la superioridad y pidió refuerzos; la respuesta fue: “Sírvase obrar conforme a las circunstancias y a su propia iniciativa.” 15 No pudo hacer mucho, sólo informar. El 29 de enero comunicó el asalto zapatista a los pueblos de Tetipac y Texcaltitlán. En el primero pusieron en libertad a los presos y se retiraron a los montes cercanos,

amenazando con volver; en el segundo retuvieron al comisario por varias horas. No creía conveniente salir a perseguirlos, en virtud de que la ciudad quedaría desguarnecida, y no podía fraccionar el destacamento “en vista de su escaso personal y haber más de 10 enfermos.” La recomendación superior ahora fue que informara al gobernador “por si tiene a bien enviar algunos rurales a batirlos.” 16 A Blanquet no podían localizarlo, andaba persiguiendo a Salgado.

La percepción del general Blanquet acerca de la desmoralización de los rebeldes no cuadraba bien con la realidad; los salgadistas eran perseguidos y derrotados, con bajas considerables, pero no exterminados; se rehacían, reclutaban nuevos adeptos y surgían otros dirigentes; parecía inagotable la fuente abastecedora de revolucionarios. Salgado y su gente habían adoptado la estrategia de la guerra de guerrillas, la que se adaptaba mejor a sus condiciones de desventaja militar en términos de armamento, municiones y disciplina; careciendo de ellas no podían enfrentar al ejército federal con éxito en combates formales, defendiendo posiciones y que la guerra se definiera en unas cuantas batallas. Para los campesinos la lucha era larga y desgastante, porque su principal fuente de pertrechos era emboscar a las fuerzas gobiernistas y derrotarlas en lides menores, para hacerse de ellos, debilitándolas y desmoralizándolas al mismo tiempo.

En la primera quincena de enero Blanquet fue nombrado por la Secretaría de Guerra como jefe de las Armas en Guerrero, con la encomienda de acabar principalmente con la revuelta salgadista, en sustitución del general Ambrosio Figueroa, quien no pudo lograrlo y por cuya razón recibía duros cuestionamientos de parte del gobernador José Inocente Lugo, comunicados al presidente Madero: “Tengo la pena de participar a Usted que van tomando serias proporciones las gavillas de bandidos que merodean por varios rumbos del Estado, debido a la falta de competencia de los Jefes rurales que están encargados de su persecución.”

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

242 243

Respetuosamente le advirtió que de seguir así las cosas, dentro de un mes sería muy difícil “sofocar este movimiento anárquico en el Estado y se gastará mucho dinero y se derramará sangre patriota vanamente. Es deber imperioso sustituir estos Jefes rurales, señor Presidente.” Su ineptitud militar, que no era exclusiva de Figueroa sino también de los mandos federales que se veían rebasados por la rebelión campesina, y crítica de los adversarios políticos lograron su destitución. Otro punto en su contra era la rivalidad con las fuerzas federales, de origen porfirista, que no veían con simpatía a los cuerpos rurales o colorados, provenientes del triunfo maderista sobre la dictadura, lo que no sólo dificultaba la coordinación de acciones, sino que en ocasiones había enfrentamientos entre ellos, con resultados fatales para ambas partes; y otro tipo de golpes bajos, como las dificultades que ponían los mandos federales para entregar de manera oportuna el parque a los rurales. Duro golpe al general Figueroa, perdió la Jefatura de las fuerzas militares en el estado, conservando el mando de los colorados, pero bajo las órdenes o coordinación del general Aurelio Blanquet. Otro golpe más, el 18 de enero Ambrosio renunció a la gubernatura de Morelos, donde tampoco pudo controlar la rebelión zapatista, quedando en su lugar el coronel Francisco Naranjo. Los Figueroa estaban cayendo de la gracia de Madero, su prestigio político y militar entró en declive, lo mismo que su dominio sobre la entidad. El general volvió a Guerrero no muy contento con el gobierno maderista y con las circunstancias de la guerra. 17

Junto a estos acontecimientos, el gobernador Lugo urgía a Madero la expedición de la ley de suspensión de garantías individuales “aunque sea con algunas limitaciones, porque el vulgo cree que la benignidad del gobierno es consecuencia de debilidad y naturalmente pierde su prestigio a medida que aumenta la perturbación social.” 18 Otra debilidad del gobierno fue el retiro del general Blanquet y sus tropas a mediados de marzo para ir a combatir la rebelión de Pascual Orozco; en contraparte, el movimiento revolucionario se fortaleció y pasó a la ofensiva.

Las fuerzas gobiernistas no se daban abasto, menos aun cuando de sus propias filas defeccionaban y se pasaban al bando revolucionario, como ocurrió la mañana del 2 de abril de 1912 en Teloloapan, que el destacamento militar al mando del comandante Santos Torres su unió a la fuerza insurrecta comandada por Genaro Basabe, de Ixcapuzalco, y tomaron la plaza sin disparar un solo tiro. Declararon que eran vazquistas y gritaron vivas a Emilio Vázquez Gómez y Pascual Orozco. En el transcurso de la mañana llegaron otros jefes, entre ellos Jesús H. Salgado y su gente, retirándose el mismo día; Basabe lo hizo al día siguiente. Recogieron los fondos de la Recaudación, caballos y armas. Se quedaron algunos días los jefes Francisco Salgado e Hipólito Lagunas; con o sin autorización de ellos, sus tropas cometieron depredaciones: exigieron préstamos forzosos de dinero, allanaron moradas llevándose todo lo que encontraron, especialmente monturas, frenos y espuelas; balacearon la casa del presidente municipal, poniendo en riesgo su vida, pues él se encontraba ahí escondido; maltrataron al juez de Primera Instancia, al ex prefecto Perfecto Beltrán y a muchos otros ciudadanos; el individuo apodado El Atencahuite y otros dieron muerte al señor Vicente Velázquez. Por fin, el 6 de abril la fuerza del coronel Martín Vicario recuperó la ciudad, restableciendo la seguridad y el orden, aunque no del todo. El informe del prefecto del distrito de Aldama concluía solicitando fuerzas suficientes, con residencia fija en Teloloapan, para acabar con tantas gavillas de bandoleros que asolaban los poblados. 19

El parte del comandante Martín Vicario, del 4 de mayo, era muy desalentador. El enemigo había aumentado considerablemente, dominando la mayor parte de las regiones Norte y Tierra Caliente, con excepción de las plazas de Iguala, Arcelia, Huitzuco y Taxco, donde había destacamentos rurales. Teloloapan nuevamente había caído en poder de los alzados el 27 de abril, “a pesar de la gran resistencia hecha por la fuerza leal del valiente Jefe don Epifanio Mariscal, quien perdió la vida en defensa del Gobierno legítimo y de su honor militar”; y no podía recuperarla por insuficiencia de

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

244 245

fuerzas; Epifanio era hermano del líder costeño de Atoyac Silvestre G. Mariscal. Pidió pertrechos, auxilio de 500 soldados, caballos y cañones, “pues se asegura que enemigo tiénelos.” El general en jefe, Juvencio Robles, ordenó el envío de los batallones 28º y 29º, para desalojar “al enemigo de esa región de la que completamente se ha adueñado.” Por el rumbo de Huitzuco, las fuerzas rurales enfrentaron el 22 de abril, en la cuadrilla de Atlapa, el ataque de la gente capitaneada por los zapatistas Margarito Martínez, alias la Becerra, Jesús Sánchez, Palemón Reza y Felipe Beltrán (a) El Orejón, a quienes derrotaron, aunque estaban en desventaja numérica, según parte militar.

El 10 de mayo, entre Santa Fe y Sacapalco, nuevamente fue batida y dispersada una gavilla de 300 bandoleros comandada por Felipe Beltrán, por fuerza rural del teniente coronel Odilón Figueroa, haciéndole varios heridos, recogiéndoles caballos y tomando prisionero a Guadalupe Chávez. También en esta fecha se aproximó y retiró otra gavilla de zapatistas. 20

Por el gran número de campesinos que lo seguían, Salgado era el líder revolucionario más importante de la zona norte y calentana; contra él centraba sus esfuerzos el gobierno, aun afectando a familiares inocentes. Fechado en “Campo revolucionario en Apaxtla, marzo de 1912”, el Diario del Hogar publicó una carta de Salgado donde protestaba contra “los brutales atentados de que han sido víctimas mis hermanas, por parte de las fuerzas del gobierno, así como del despojo de todos mis bienes y el incendio de mis propiedades.” La intención era obligarlo a rendirse, pero se obtuvo el efecto contrario, Salgado ratificó su convicción:

Me acusan de bandolero, yo siempre he peleado por principios, pues soy un revolucionario por ideales como se lo demostré al mismo Sr. Madero en donde no solo expuse mi vida sino también mis intereses, he tenido diez y seis encuentros en donde he salido victorioso gracias a la bizarría de mis soldados.No he tenido arreglo con el gobierno, como pretende afirmar la prensa amarillista; soy un revolucionario convencido pues cuando un gobierno se corrompe, y no tiene más ley que su capricho es un deber ineludible de todo ciudadano, levantarse

en armas y derrocar a ese gobierno y en tal virtud sabrán verter nuestra sangre en aras de la libertad y de la patria. 21

Aunque públicamente decía que no tenía acuerdos con el gobierno, de manera privada si había intentos de negociación. Gustavo A. Madero, el 26 de marzo, informó al presidente: “Muy querido hermano: Con Manuel de la Fuente te mandé ayer una carta del rebelde Jesús H. Salgado en la que ofrece rendirse bajo las condiciones que en la misma expresa.” 22 Aunque se desconoce el contenido de la misiva, pero no la trayectoria de Salgado, cabe la siguiente pregunta: ¿realmente estaba dispuesto a rendirse o lo hacía como estrategia para ganar tiempo y obtener pertrechos?

Por cuenta propia y de buena fe, el señor Oliverio L. Velazco, al parecer médico, dueño de minas y hacendado, se ofreció para mediar la amnistía de Salgado. También el 26 de marzo, de Cuetzala, informó al presidente Madero haber salido en busca de Salgado por el rumbo del pueblo de Balsas, sin localizarlo aún, debido a que “es un judío errante y camina mucho”; no obstante, encontró a una partida de 20 de sus seguidores, quince de ellos ex trabajadores de sus minas, a quienes convenció de indultarse y trasladarse a sus “terrenos en Puebla para que no los comprometan más.” Convencido de su misión, se comprometió a no regresar a la ciudad de México hasta conseguir que Salgado se pusiera en paz. Pidió apoyo al presidente: “Yo he creído contribuir en esta forma y casi tengo la seguridad del éxito, pero sin vuestra ayuda no podré coronar mi obra. Si yo hubiera tenido en el momento de que se me presentaron los peones antes dichos una orden, no andarían errantes todavía.” Siguiendo la misión autoimpuesta, ahora desde Apaxtla, tres días después, comunicó haber contactado y hablado con los coroneles salgadistas Francisco Salgado e Hipólito Lagunas, quienes aceptaron sus buenos oficios para gestionar su indulto, “y además de que les perdonen la vida, saldrán del Estado por 6 meses y prestarán sus servicios al Gobierno en lo que juzgue emplearlos o se van a mis terrenos a trabajar. No piden dinero y puedo asegurar a Ud. que obran de buena fe.” Pedía benevolencia para los

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

246 247

rebeldes. Confiaba en que Salgado también aceptaría abandonar el camino de las armas, y en caso de negarse “creo que mucha de su gente y oficiales me obedezcan pues ya me lo manifestaron.” Un incidente estaba perjudicando las pláticas; le llegaron noticias de que el coronel Martín Vicario pedía a los habitantes abandonar sus cuadrillas y concentrarse en los pueblos mayores, lo que provocaba mucho descontento “y pueden levantarse todos ellos, que son bastantes”; pidió suspender por unos días dichas órdenes, “para evitar que cunda la revolución”.

Al concluir su periplo, el señor Velazco, el 11 de abril desde Iguala presentó un resumen a Madero: tuvo dos reuniones con Salgado; sus condiciones para rendirse eran aceptables, aunque no las especifica; estuvo a punto de ser muerto por un grupo de “bandidos” que lo creyeron espía del gobierno, y de ser fusilado por soldados costeños del capitán Epifanio Mariscal, por considerarlo rebelde salgadista; llevado por las fuerzas rurales al mando de Vicario, fue testigo de la recuperación de Teloloapan a favor del gobierno el 6 de abril; en fin, opinó que no veía difícil la rendición de Salgado, sobre todo si se enteraba de los peligros que pasó a causa de su búsqueda, “pues si no se procura indultarlo, es muy difícil agarrarlo, por aquello de que huye siempre y nunca entra en las batallas y la guerra se hace interminable”. 23

Los intentos políticos de pacificación iban acompañados de la intensificación de la guerra, sea porque no prosperaban o para sacar mayor ventaja en las negociaciones. Dueño de Teloloapan desde el 27 de abril, Salgado preparó la toma de la rica ciudad colonial de Taxco. El jueves 15 de mayo de 1912 la plaza fue atacada por sus huestes. Como a las cinco de la tarde empezaron los combates por los barrios de Ojeda y Guadalupe. Defendían la plaza el cabo 1º Gregorio Vicario y el prefecto político Francisco G. Sota, hombres valientes y de acción. Ante el número abrumador de atacantes frente a los pocos rurales o colorados defensores, el prefecto

convocó al pueblo con urgencia para que auxiliaran en la defensa, sin despertar su entusiasmo; “La mayor parte del vecindario respondió al llamado con indiferencia y sólo unos cuantos comerciantes se reunieron, dispuestos a defender sus intereses.” Mientras tanto, el cabo Vicario telegrafiaba a la Comandancia Militar de Iguala solicitando auxilio inmediato. 24

Organizada entretanto la defensa con el pequeño destacamento y los escasos elementos civiles reunidos, tomaron posiciones los “colorados” en el vetusto edificio colonial denominado La Casa Grande, situado en la antigua plazuela de San Juan, así como en las torres del templo parroquial de Santa Prisca, sobre el terraplén maravilloso de la plaza de Borda, y los voluntarios cubrieron las alturas más estratégicas de otros edificios. Como a las siete de la noche los salgadistas, protegidos por la oscuridad, cubrieron todas las entradas de la población, excepto las de Iguala y Tehuilotepec e iniciaron el ataque con ímpetu. Los hormigueros humanos se multiplicaban alborotados, avanzando en desorden entre blasfemias y alaridos, excitados por los toques de cuerno y el estrépito de las armas, bajo el fuego implacable de los defensores que resistían vigorosamente.

--¡Viva Madero!-- exclamaban frenéticos desde lo alto de sus posiciones los heroicos “colorados”, manteniendo a raya a toda aquella masa de hombres desorientados que se obstinaban inútilmente en desplazarlos. Y a su grito de guerra, enérgico y vibrante, correspondían los asaltantes con insultos procaces y rabiosas amenazas, estableciéndose un duelo oral de maldiciones entre ambos cada vez que cesaba el fuego. 25

En lo más encarnizado del combate y cuando el ánimo de algunos defensores empezaba a flaquear, providencialmente cayó un aguacero torrencial que obligó a los salgadistas a replegarse. Pasado el incidente, ya de noche, volvieron a la carga con esfuerzos

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

248 249

redoblados, emprendiendo asaltos aislados temerarios pero fueron rechazados con muchas pérdidas humanas. Celso Arroyo, alias El Atencahuite, rebelde de empuje y conocedor del terreno dirigió el más violento de ellos, lanzando a su gente por la calle que conduce al barrio de Guadalupe, pero fue detenido por una bala certera cuando ya había ganado terreno a los colorados, “cayendo herido de muerte a media calle, en el tramo comprendido entre la casa de don Diego Flores y el hotel Alarcón. El famoso cabecilla sucumbió al siguiente día”.

Los defensores aunque pocos tenían las mejores posiciones, buenas armas y suficientes municiones. A balazos y con bombas caseras de dinamita los atacantes insistieron toda la noche. Al amanecer del día 16, el general Salgado ordenó una carga general de caballería que también resistieron. Entrada la mañana los rurales apostados en la Casa Grande vacilaron y abandonaron la posición, uniéndose a los demás en las otras alturas, principalmente con sus colegas parapetados en las torres de Santa Prisca. Vecinos curiosos vieron a los soldados corriendo con las armas en la mano y supusieron que la situación estaba perdida; se alarmaron, divulgaron la noticia y en pocos momentos la zozobra invadía al vecindario. Un grupo de damas de la localidad se presentó ante el cabo Vicario solicitando su rendición. 26

--¡Coronel!— expuso una de ellas, inundado de pavor el semblante— hemos venido a proponerle una capitulación que haga cesar el derramamiento de sangre en beneficio de la ciudad. ¡Entregue la plaza y salve al vecindario!--¿Faltando a mi deber?--Su deber es salvar a su gente y a la sociedad. El comercio también lo demanda.--Antes que los intereses individuales están los intereses generales del país— contestó Vicario con dignidad.--Pero no podrá usted sostenerse por mucho tiempo y lo único que conseguirá será despertar el sentimiento de venganza del enemigo

y entregar la población inocente a sus represalias. El enemigo es numeroso, ¡ustedes no llegan a cincuenta! Es una locura seguir luchando. ¡Ríndase coronel!

--Permítanme advertirles— contestó cortésmente Vicario--, que tratándose de números con bayonetas, el soldado no cuenta: ¡ataca!--Está bien, coronel— expuso lisonjera otra de las damas del grupo--, es usted un soldado cabal y tiene sus escrúpulos; pero salve a la población y a sus soldados evacuando la plaza. Conoce usted la topografía del terreno y le será fácil encontrar una salida haciendo el movimiento por sorpresa. ¡Inténtelo, coronel!

--No tengo autorización para ello del Cuartel General. Mis superiores conocen las condiciones angustiosas a que he sido reducido y no he recibido de ellos ningunas instrucciones. En consecuencia, aquí sucumbiré con esos hombres si me abandonan, cumpliendo con mi deber.

Las damas se retiraron con desaliento y el enemigo redobló sus ataques.27

Angustia de la población y pundonor militar. Al parecer, angustia de los sectores acomodados y medios de la sociedad, porque tenían claro que eran ellos los objetivos principales de los salgadistas. Los sectores bajos, simpatizantes de los rebeldes, observaban, estaban a la expectativa, quizá esperando que los defensores fuesen derrotados para incorporarse a los saqueos; sabían que los ataques no iban dirigidos especialmente contra ellos, aunque también resultaran perjudicados.

Los combates continuaban. A costa de grandes sacrificios humanos los rebeldes se iban adueñando de las posiciones. La situación se hacía insostenible. El número de defensores se iba reduciendo dramáticamente, a la par del espacio que controlaban.

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

250 251

El jefe político, sin desatender la defensa, estaba atento al telégrafo. El vigilante de la torre atisbaba nervioso, explorando la lejanía. Esperaban con ansia el auxilio solicitado. Y llegó, como a las once de la mañana “entre nubes de polvo y metálicos reflejos despedidos por el brillo de las armas, heridas por el sol, aparecieron al galope, tendidas sobre la superficie del Atachi, las caballerías del 28º Cuerpo Rural” al mando de Gertrudis G. Sánchez y Joaquín Amaro; también llegaron los jefes rurales o colorados Alejo Mastache y Epifanio Rodríguez con sus tropas. Tocaron las campanas de Santa Prisca, los defensores renovaron su ánimo y los salgadistas fueron advertidos de que llegaba fuerza gobiernista, viéndose obligados a emprender una huida atropellada rumbo a las montañas de Tenería y Santo Domingo, al oeste de la ciudad.

La victoria inminente de los revolucionarios se trocó en derrota y pérdidas: como 50 muertos, entre ellos el jefe Celso Arroyo (a) El Atencahuite, doce heridos, tres prisioneros, buen número de caballos y pertrechos de guerra considerables. En esta ocasión la plaza de Taxco no pudo ser tomada, fue salvada por las campanas de Santa Prisca y, en palabras del historiador Jesús Millán, también salvaron a los rebeldes de una derrota mayor. 28 Taxco seguiría siendo un objetivo pendiente de los rebeldes. El parte militar del comandante Gertrudis G. Sánchez comunicó: “habiendo levantado campo y perseguido rebeldes, encontré en el campo enterrada caja con bombas de dinamita, muerto cabecilla Atencaguite, 7 muertos en casa, 44 heridos que probablemente mueren, recogiéndoles 8 caballos, habiendo quedado en el campo 7 caballos muertos, 5 heridos y fuerza rebelde confírmase mandada por Jesús H. Salgado, Santos Torres, jefe de los que defeccionaron de `colorados´.” 29

En su balance el gobernador Lugo consideró este el momento oportuno para dar una batida contundente a los salgadistas y pacificar la región, evitando que se rehicieran, pero no fue así, debido a la ineptitud del coronel Martín Vicario, jefe accidental de

los rurales en el estado, quien no movilizó con rapidez y acierto las fuerzas bajo su mando, y a que “su compañero Figueroa marchó hacia esta capital sin objeto que justificara tal maniobra.” Incapacidad de los jefes rurales advertida por el Ejecutivo local al federal desde que fue retirado del estado el general Blanquet en marzo pasado, para ir al norte del país a combatir la sublevación de Orozco, lo que facilitó a los rebeldes incrementar su fuerza y dominio territorial. Con el nombramiento del coronel Reynaldo Díaz en la Jefatura de Armas en el estado, a partir de junio de 1912, la situación empezó a cambiar favorablemente al gobierno, según el gobernador. Coincidiendo con esta opinión, el general Ambrosio Figueroa escribió a Madero: “Nada notable ha ocurrido en Guerrero. Los salgadistas siguen siendo derrotados y últimamente han ofrecido rendirse. Creo que con el auxilio de las fuerzas que manda el Sr. Cornl. Dn. Reynaldo Díaz, se precipitará la campaña contra los bandoleros”, logrando la paz, tan necesaria para que los habitantes de la región se dedicaran a las labores agrícolas y pudiesen comenzar los trabajos de construcción de las vías del ferrocarril de la terminal de Balsas hacia la Tierra Caliente, siguiendo el cauce del río; medio de comunicación muy necesario para el desarrollo de la entidad. 30

Al declive de la actividad revolucionaria, debido a las acciones militares gobiernistas, probablemente contribuyó la circunstancia de que la lucha campesina entró en reflujo natural debido a la temporada de lluvias, retirándose de los frentes de batalla gran número de guerrilleros para dedicarse al cultivo de sus tierras. Pasado el temporal, en tiempo de secas, guardarían sus aperos de labranza y retomarían las armas.

Para fines de su búsqueda y captura la autoridad daba la siguiente filiación de Salgado:

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

252 253

… originario de Teloloapan, vecino de Río Balsas, soltero, labrador y comerciante, como de 40 años de edad, estatura regular, complexión gruesa, color blanco, pelo castaño, cejas y ojos negros, frente despejada un poco, nariz roma, boca grande con labios gruesos, bigote algo poblado, recortado y un poco caído, pelo de barba escaso; viste en veces traje de casimir obscuro, y otras de kaki, se cubre con un sombrero grande de jipi, y calza de negro; sin que le note señas particulares, sin embargo, se distingue por ser reposado. 31

Lentamente, pero de manera sostenida y persistente, el movimiento campesino por la tierra, ahora con líderes y programas surgidos de sus propias filas, Proclama salgadista y Plan de Ayala promulgados en noviembre de 1911, se fue consolidando y deslindando del maderismo en el poder que no respondía con eficacia a sus demandas. “A principios de 1912 se completó este deslinde de clases y partidos sociales, sin confusión ni mediatización política posibles; era la revolución de los campesinos enfrentada a la contrarrevolución de los terratenientes encabezada por el gobierno maderista”. 32

Incorporado inicialmente a la lucha revolucionaria maderista contra la dictadura y por la democracia, las circunstancias fueron llevando a Salgado a convertirse en un importante líder campesino en las regiones de Tierra Caliente y Norte de la entidad, cuyas demandas centrales giraban en torno a la tierra y la justicia, expresadas en su Proclama de noviembre de 1911, eje de su primer pronunciamiento. Confiando en el presidente Madero, aceptó el indulto en diciembre y su incorporación a los cuerpos rurales. Los resultados no fueron los esperados y volvió a pronunciarse en enero de 1912, convocando al pueblo a continuar la lucha, obteniendo respuesta favorable en los campesinos; ligando ahora su movimiento a la bandera del Plan de Ayala, pero manteniendo cierta autonomía. Lastimado en su orgullo militar el general Aurelio Blanquet, quien le había proporcionado buen armamento y lo tenía bajo su mando, estableció una persecución tenaz y personal, sin éxito en cuanto a atraparlo o extinguir su movimiento, pero sí en cuanto a infligirle numerosas derrotas y bajas a sus partidarios.

Salgado se rehacía, reclutaba nuevos adeptos y seguía promoviendo la causa popular. Su estrategia bélica era la guerra de guerrillas, emboscar y huir; ésta le servía para ocasionar bajas, golpear la moral del enemigo, hacerse de pertrechos y mantenerse vivo y a la cabeza de su gente. No podía enfrentar a las fuerzas gobiernistas en combates formales; la superioridad de éstas era evidente en términos de armamento y disciplina militar. Cuando lograba reunir mayoría numérica que compensara la desventaja militar, atacaba plazas importantes, exitosamente en ocasiones.

En marzo fue retirado el general Blanquet y sus tropas para ir a Chihuahua a combatir la rebelión de Orozco. Esto favoreció a la rebelión salgadista y zapatista, logrando pasar a la ofensiva y arrinconar en las plazas más importantes, Iguala y Taxco, a las fuerzas del gobierno, impidiéndoles mayores avances la escasez de armamento y carencia de disciplina. En estas circunstancias el comandante de rurales de Teloloapan, Santos Torres, defeccionó y pasó a engrosar las filas salgadistas. Posesionado de Teloloapan desde finales de abril, Salgado planeó el ataque a la ciudad de Taxco, plaza codiciada por la abundancia de recursos. El asalto se efectuó a mediados de mayo sin éxito; la llegada oportuna de refuerzos oficiales evitó su caída inminente. Acción bélica revolucionaria extraordinaria, por los objetivos propuestos, por el acopio y concurso de contingentes rebeldes y por la importancia económica de la ciudad; en esta ocasión no pudieron tomarla, seguiría siendo un objetivo a lograr.

Indómito, Salgado siguió al frente de la revolución campesina, dando origen al movimiento conocido como salgadista o salgadismo, forma peculiar y propia que adquirió el zapatismo en la zona calentana y norte de Guerrero.

Maestro Francisco Herrera Sipriano Maestro Francisco Herrera Sipriano

De los tratados de Teoloyucan a la consolidación del gobierno civil

257

De los tratados de Teoloyucan a la consolidación del gobierno civil

Maestra Alma Paloma Mendoza

El viraje político y social de nuestro país concertada en la Revolución Mexicana como una acción popular de alcance masivo desatada

inicialmente en apoyo a Francisco I. Madero1 contra el Porfiriato. La Revolución Mexicana puede ser entendida como la confrontación directa entre los ejércitos de composición popular desde sus bases, hasta sus dirigentes sin los mínimos conocimientos militares en contra de un Ejército Federal con cierto nivel de profesionalización legado de Porfirio Díaz2. El principal error militar de Madero había sido el de abstenerse a la disolución del Ejército Federal legado del Porfiriato y por meras razones ideológicas de acuerdo a sus tendencias liberales: “El presidente Madero creía que las instituciones republicanas y democráticas se sostendrían por su propia fuerza moral […]. Por esto, no disolvió el Ejército Federal, sino que […] se apoyó en ese ejército. No comprendió el presidente Madero que el ejército federal, por sus orígenes históricos, no podía ni querría defender a la Revolución.” ese fue el principio del fin del intento maderista.

El 26 de marzo de 1913 Venustiano Carranza, (Gobernador de Coahuila) se opuso abiertamente contra el gobierno derivado del cuartelazo empleado por el general Victoriano Huerta para ocupar la presidencia tras el asesinato de Madero, orquestado por el mismo Huerta. Carranza no era un militar profesional, pero

258 259

tampoco pretendía serlo, negándose expresamente a ostentar el grado de general3. El Congreso de su Estado había decretado oportunamente el 19 de febrero de 1913 (día del Ejército) la creación del antecedente del Ejército Constitucionalista, cuyo Primer Jefe era Carranza.

Conforme fueron logrando su avance hacia el interior del país, los rebeldes expulsaban simultáneamente de cada región que ocupaban al Ejército Federal, a la élite y a las autoridades locales, quienes eran reemplazados en sus funciones por los propios militares constitucionalistas y éstos pactaban con los sectores populares la obtención de reformas socioeconómicas que argumentaban el movimiento a cambio de apoyo social y político. El éxito del Ejército Constitucionalista sobre el Ejército Federal se consolidó el 14 de agosto de 1914 mediante la firma de los Tratados de Teoloyucan: “Para no seguir ensangrentando a la Patria y que el Ejército no parezca como una rémora para el reestablecimiento de la paz, que traerá el engrandecimiento de la Nación y garantizará la integridad de nuestro suelo, se ha pactado con el suscrito, en su carácter de Comandante en Jefe del Ejército Constitucionalista, el siguiente convenio: Condiciones en que se verificará la evacuación de la Plaza de México, por el Ejército Federal y la disolución del mismo. I. Las tropas dejarán la Plaza de México distribuyéndose en las poblaciones a lo largo del Ferrocarril de Puebla, en grupos no mayores de 5 000 hombres, no llevarán artillería, ni municiones de reserva. […] X. Los generales, jefes y oficiales del Ejército y Armada quedarán a disposición del Primer Jefe de las Fuerzas Constitucionalistas, quien como se ha dicho, a la entrada a la capital queda investido con el carácter de Presidente provisional de la República […]”.4

Con el Ejército Federal derrotado y desarmado, Carranza no cayó en el error de Madero de apoyarse en el Ejército contra el cual había peleado e inició un proceso gradual de la consolidación de un Ejército profesionalizado, bajo el mando del poder civil

institucionalizado, representado por el Presidente de la República. Este nuevo Ejército sería el portador del legado de la lucha revolucionaria y estaría basado en el origen popular de la misma, memorando la extracción del Ejército Constitucionalista.5

Durante su presidencia Venustiano Carranza enfrentó constantes levantamientos armados aún en 1917 por parte de villistas y zapatistas, así como la proliferación de grupos considerados como “bandidos”. El Ejército Nacional (el Ejército Constitucionalista antes de 1917) se concentró en los focos rebeldes debido a que los rurales habían desaparecido en su mayoría y las defensas sociales estaban obstaculizadas. Se contaba entonces con un Ejército indisciplinado, desprestigiado y relacionado con la crisis económica post revolucionaria y con rezago en tanto el abasto y la calidad de armas y municiones6. La relación del Ejército y la crisis era producto de la consideración de Carranza de que la oposición armada constituía una amenaza hacia la sucesión presidencial, por lo que su gobierno destinó al Ejército Nacional una cantidad considerable de su presupuesto, obstaculizando aún más la reconstrucción económica. Siendo Álvaro Obregón el ministro de Guerra de Carranza se comenzó el proceso de tecnificación: “En 1916, Carranza y Obregón inauguraron la Academia de Estado Mayor y el 5 de febrero de 1920 se reabre el Colegio Militar”.7

En 1920 Álvaro Obregón tomó el poder bajo estas condiciones sin un liderazgo completamente firme sobre los generales del Ejército, su Secretario de Guerra el general Benjamín Hill había muerto y el general Enrique Estrada era el encargado de despacho. Mediante un sistema de beneficios personales y tráfico de influencias para los generales leales al régimen el Ejército se constituyó como la fuente de poder y estabilidad requeridos y que se sustentaba, a su vez, por el grado de organización con la que aún no alcanzaban ni los campesinos ni los obreros8. Obregón tenía la idea de formar una organización política que sometiera a dichos generales y que contara con el respaldo social de organizaciones

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

260 261

obreras y campesinas. Aunque en esa época el Ejército no gozaba de un alto grado de profesionalización, era numeroso: 100 mil efectivos que debían ser organizados para disminuir el poder político de los generales, ya que en su mayoría los gobernadores de los estados eran militares y se encontraban en constante fricción con los jefes de operaciones militares para el ejercicio de su autoridad.

Obregón comenzó por crear reservas, colonias militares y a disminuir el contingente en activo9 haciendo una revisión general del Escalafón del Ejército para reducir en un 50%10 el número de oficiales previo decreto del 15 de marzo de 1921 “el licenciamiento militar masivo de 1921 a 1922 de más de 30 000 campesinos, promovió la eliminación física de caudillos y generales rebeldes […]”11 además de la entrega de compensaciones económicas; en tanto que para restarle influencia a los comandantes aumentó en 1923 de 20 a 35 las jefaturas de operaciones militares12 a fin de descentralizar y disminuir los riesgos de levantamientos armados. El presidente Obregón comenzó un proceso de licenciamiento de los jefes y oficiales, dividiéndolos en grupos:

1) Quienes tenían experiencia en campaña y práctica de mando, con éxitos militares y ascensos.2) Quienes presentaban servicios efectivos pero con grados injustificados y poca experiencia en el mando.3) Quienes sin ser militares se aprovecharon de la situación política para otorgarse y conceder grados.4) Quienes eran considerados como “los veteranos de la Revolución”, a los cuales repartió tierras mediante un programa de colonización, para después dotarlos de recursos técnicos y armas -éste fue el antecedente de las defensas rurales-; esto, como una recompensa moral y económica para los revolucionarios13.

Sucesión Presidencial y Rebelión Militar

Obregón siguió la línea civilista impuesta por Carranza mediante una serie de reformas que: “[…] no fueron del agrado de muchos de los generales y jefes del Ejército Revolucionario […] Un grupo considerable de militares vio con suspicacia las medidas del gobierno obregonista en materia obrera y campesina y se dispuso a rebelarse. A esto se aunó otro hecho importante: las ambiciones de poder de los generales. Todos habían participado en la lucha armada exponiendo su vida por la Revolución y sentían tener derecho también a ocupar la Presidencia de la República. El deseo de Obregón de que Plutarco Elías Calles14 […] fuese presidente no era compartido por todos los jefes de las fuerzas armadas, lo que provocó nuevas luchas”.15 Las rupturas más trascendentales fueron:

1923: Adolfo de la Huerta

A pesar de las medidas precautorias con el Ejército hacia la sucesión presidencial de 1923 la rebelión de Adolfo de la Huerta (otro revolucionario sonorense) en contra de dichas reformas y la candidatura del general Plutarco Elías Calles que la subordinación militar no era total; de hecho, ni siquiera el propio de la Huerta pudo imponerse a los militares que le apoyaban, tenían fricciones entre sí y se preocuparon sólo por recuperar un margen de acción independiente. La rebelión se inició el 30 de noviembre de 1923 en Guerrero por el general Rómulo Figueroa; más 102 generales que comandaban el 40% del efectivo total del Ejército, la movilización de por sí importante, se sumaba a la participación de obreros y campesinos que eran 10 mil más bajo el mando del coronel Adalberto Tejeda en Veracruz y el General Saturnino Cedillo en San Luis Potosí. En respuesta Obregón recurrió a sus talentos en estrategia para derrotar a los alzados no sólo del lado militar16,

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

262 263

sino también del político polarizando las diferencias e intereses entre sus líderes.

A pesar de su magnitud, el movimiento fue liquidado en marzo de 1924 gracias a la habilidad militar de Obregón y el apoyo de los obreros armados por la CROM y el gobierno estadounidense y fue la justificación por la que Obregón inició la depuración de los militares contrarios a su política, así como de los “militares presidenciables” a fin de cerrar filas y lograr una sucesión tranquila para Calles, quien recibiría a un grupo de alto mando militar dispuesto a profesar lealtad institucional, en vez de la lealtad personal al caudillo.

1927: Serrano y Gómez

En la sucesión presidencial de 1928 el expresidente Obregón consideró en principio la candidatura del general Anulfo R. Gómez (jefe de operaciones militares en Veracruz y después apoyó al general Francisco R. Serrano para terminar proponiéndose a sí mismo a la reelección, además, contaba con el decisivo apoyo de los generales Escobar, Almazán Cárdenas, Cedillo y Aguirre; por esto, Calles se vio obligado a apoyar dicha candidatura. Serrano y Gómez se pronunciaron en contra de la reelección de Obregón y presentaron sus respectivas candidaturas en junio de 1927, Amaro procuró la remoción de comandantes de batallones y regimientos para asegurarse de la lealtad de la mayoría los miembros del ejército; Gómez fue capturado y fusilado el 5 de noviembre en Coatepec, Veracruz y el segundo es asesinado el 3 de octubre en Huitzilac17 bajo la justificación de la defensa de Obregón contra quienes querían derrocarlo. Sin más contendientes que Obregón, se efectuaron las elecciones y el 1 de junio de 1928 Obregón fue declarado presidente electo apoyado por más del 70% de los efectivos militares que habían permanecido leales al gobierno18.

Obregón fue asesinado antes de asumir al poder, situación que Calles aprovecha para comunicarles a los principales jefes

militares que no era oportuno que alguno de ellos buscara la Presidencia, ya que de la primera candidatura se desencadenarían las demás y podría resultar en una guerra civil y que lo más factible para ese momento era la presidencia provisional de un civil, la de Emilio Portes Gil, considerado como neutral para obregonistas y callistas. Entendiendo que para contrarrestar la fuerza del Ejército era necesario el apoyo del campesinado armado, -tal como lo hizo Obregón contra De la Huerta- Portes Gil creó una organización de fuerzas populares, comenzó con una intensiva labor de reparto agrario, contando con una fuerza popular de campesinos armados en Hidalgo (10 mil a cargo del coronel Matías Rodríguez), San Luis Potosí (15 mil por Saturnino Cedillo) y Tamaulipas (a su cargo, 15 mil). Además buscó el apoyo obrero oponiéndose abiertamente contra los líderes de la CROM en la búsqueda de la creación de organizaciones obreras paralelas 19.

1929: Gonzalo Escobar

Frente a las elecciones de 1929 y la disparidad de opiniones se impuso la decisión Calles por el general e ingeniero Pascual Ortiz Rubio, una figura política débil, todo lo contrario a quien era considerado como el “heredero de Obregón”: el general Aarón Sáenz. Pero la mayoría de políticos Saencistas se alinearon con Calles y apoyaron a Ortiz Rubio, Sáenz se dio cuenta de que había sido engañado por Calles quien les había comunicado a Portes Gil y a Sáenz que serían presidentes interino y constitucional respectivamente; apenas llegó a la Presidencia Portes Gil inició una campaña contra Sáenz por considerarlo como “reaccionario y alineado con los intereses de los industriales de Monterrey” perdiendo el apoyo de los generales Pérez Treviño, Cedillo y Tejeda. Pero Calles en verdad había manejado la candidatura de Sáenz sólo como una maniobra de conciliación con éste después del asesinato de Obregón. Sáenz intentó buscar una candidatura independiente, pero no tuvo eco y terminó por aceptar su derrota y plegarse a los ortizrubistas.

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

264 265

La Rebelión Escobarista significó el último levantamiento militar de importancia en México 20, fue encabezada por los generales Jesús M. Aguirre, Marcelo Caraveo, Roberto Cruz, Francisco Urbalejo, Antonio I. Villarreal, Claudio Fox y Fausto Topete encabezados por José Gonzalo Escobar (“Jefe Supremo del movimiento y del ejército renovador” 21) en su pronunciamiento contra Calles mediante el Plan de Hermosillo, el 3 de marzo de 1929, desconocieron como presidente provisional a Emilio Portes Gil y acusaron a Calles de mantenerse a toda costa en el poder y del asesinato de Obregón. Esta rebelión contaba con 30 mil militares bajo las órdenes de la tercera parte de los oficiales activos. Para darle fin, el gobierno recurrió a las fuerzas rurales irregulares y nuevamente, al apoyo del gobierno estadounidense proveedor de armas.

El movimiento significó para Calles lo que la rebelión delahuertista había significado para Obregón: la posibilidad de eliminar a los militares con una justificación aceptable; así que para Calles, la base militar obregonista sería al fin depurada y se evitarían futuros levantamientos; la rebelión contó con diversas fallas: se tenía programada para el 25 de marzo pero el general Jesús M. Aguirre, entonces jefe de operaciones militares en Veracruz, con tal de llegar a la Ciudad de México la adelantó al 4 de marzo y tuvieron que improvisar 22. De haber reunido la fuerza del movimiento escobarista con las fuerzas cristeras, se habrían convertido en una amenaza considerable para el gobierno, sin embargo tal fusión no se consolidó, los cristeros sólo se aprovecharon de las municiones de los escobaristas y Portes Gil logró la solución del conflicto religioso. Se daba fin no sólo a la rebelión, sino también con cualquier tipo de oposición iniciando con la obregonista; otra vez, el círculo de presidenciables se reducía: Escobar, Topete, Manzo, Villarreal y Valenzuela por participar en la rebelión quedaron fuera de la política; los generales Miguel Alemán (el padre de quien recibiría la Presidencia del último presidente militar) y Brígido Escobedo

fueron muertos y el general Aguirre, fusilado. Para el mes de mayo la rebelión había sido aniquilada.

Los encargados de dirigir la campaña contra esta rebelión eran los generales Lázaro Cárdenas, Juan Andrew Almazán y Saturnino Cedillo coordinados por el Secretario de Guerra23 Plutarco Elías Calles, el Presidente Portes Gil quedaba en segundo plano; Cárdenas, Almazán y Cedillo al final incrementaron su poder político y militar. Al ser sofocada esta rebelión, contar con el PNR y la candidatura de Ortiz Rubio (quien comenzó su campaña electoral después de la derrota escobarista), seguía consolidándose el maximato callista.

1933: Adalberto Tejeda

Para la designación del candidato del PNR a la Presidencia se presentaron tres candidatos principales: dentro del partido el general Manuel Pérez Treviño24 (Presidente del PNR) y el general Lázaro Cárdenas25 (el Secretario de Guerra y Marina) y como independiente, el general Adalberto Tejeda26 que había sido secretario de Gobernación con Calles y dos veces gobernador de Veracruz de 1920 a 1924 y de 1928 a 1932; en éstos periodos organizó la Liga de Comunidades Agrarias del Estado de Veracruz como receptora de sus principios agraristas y contaba con células de campesinos armados, fortalecidas durante la campaña contra la rebelión delahuertista en 1927 y que durante el gobierno de Calles se organizaron como cuerpos de defensa social subordinadas al Ejército Federal.

En 1933 Tejeda es postulado como candidato a la Presidencia por el Partido Socialista de las Izquierdas (PSI), no era su primer candidatura, ya desde 1932 la Confederación Sindicalista de Obreros y Campesinos de Veracruz lo habían propuesto, debido a que Tejeda era considerado oposición comunista, debía ser eliminado y Calles como secretario de Guerra en noviembre de

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

266 267

1931 nombró al general Eulogio Ortiz como jefe de operaciones militares en Veracruz y al general Donato Bravo Izquierdo como jefe de los batallones agraristas y defensas sociales a fin de llevar a cabo el desarme masivo de las milicias campesinas de Veracruz. Simultáneamente el presidente Abelardo L. Rodríguez nombró como Secretario de Defensa y Marina al general Cárdenas que demostraría una vez más su lealtad a Calles aniquilando al tejedismo más allá de tratarse de un conflicto ideológico, era la continuación de la lucha por el poder político, ya que ni siquiera los líderes de la Liga o del PSI fueron recibidos dentro del PNR. Estaba claro que nadie podía medirse con Calles desde su base política local.

1940: Andrew Almazán

En las elecciones de 1940 se presentaron seis candidatos de extracción militar: los generales Manuel Ávila Camacho, Juan Andrew Almazán, Rafael Sánchez Tapia, Francisco J. Mújica, Gildardo Magaña y Joaquín Amaro, pero sólo llegaron a las elecciones los tres primeros. Cárdenas prohibió a todos los comandantes de zona participar políticamente en las instalaciones miliares, lo que sí tenían permitido fue participar a través del PRM. Aunque el candidato Ávila Camacho no contaba con el apoyo de los veteranos revolucionarios al no haber participado en la Revolución27, se trataba de un “militar burócrata políticamente moderado”. En contraparte, Almazán era abiertamente anticomunista, reaccionario y radical28, inclusive amenazó que se levantaría en armas en caso de no respetarse su triunfo, aunque para el descontento de sus seguidores, terminó por no hacerlo.

Después de Cárdenas, el poder político militar continuaba siendo decisivo: “En 1940 un 50% de los gobernadores de estados eran militares; un capitán era el presidente de la Cámara de diputados […] un general estaba a la cabeza del PRM. El ejército

constituía uno de los cuatro votos directos que determinaban el nombramiento del partido.”29 Sin embargo, la desconfianza que el Ejército tenía respecto a los obreros de la CTM y su pretensión de armarse, se debía a que ya habían vivido algo similar con la CROM de Morones y el campesinado armado, el último reducto de poder estaba por perderse y la mayor parte del Ejército prefería a Ávila Camacho y no a Mújica, la razón: éste no era un militar profesional.

Los residuos de pequeñas facciones revolucionarias que estaban desilusionadas después de los fracasos de las rebeliones de De la Huerta, Escobar y la expulsión de Calles y de no haber obtenido una cuota de poder considerable resolvieron unirse en 1939 a fin de tener impacto. Juan Andrew Almazán, era entonces el jefe de la zona militar en Nuevo León y desde el norte del país recibía apoyo, el 30 de junio de 1930 renunció al Ejército y empezó su campaña. En otoño, la mayoría de las facciones que le apoyaban se integraron en el Partido Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN) pero en el interior de éste había constantes fricciones que ni el mismo Almazán pudo contener. El candidato buscó identificarse con Emiliano Zapata y manifestaba su repudio a los funcionarios corruptos que propiciaban el descontento agrario por el mal uso del programa campesino, pero también hizo un llamado al Ejército: “[lo llamó] la verdadera esperanza de México”. De ser electo, prometió ascenso de salarios, promociones sobre méritos y el reemplazo de los políticos por militares de carrera. Todo el cuerpo del ejército sería restablecido en ciudades militares modelos.”30

Almazán logró un apoyo considerable, durante su campaña había despertado un entusiasmo popular inesperado; a pesar de que Cárdenas “[…] había asegurado unas elecciones democráticas ordenadas, la votación fue ininterrumpida por disturbios frecuentes, particularmente en ciudades grandes. El Ejército y la policía mataron e hirieron a docenas de manifestantes […]”31 como era de esperarse, Ávila Camacho ganó la elección; Almazán “subestimó

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

268 269

sus reservas urbanas sociales y militares: desechó el posible recurso de una huelga general nacional a la rebelión armada, y la guerra de guerrillas no tenía posibilidades, ya que el Almazanismo no contó ni buscó el campesinado como base electoral, que constituía el grueso de la población.”32; ante su derrota, decidió irse a Cuba y después a Estados Unidos33, se retiró de la política y murió en 1966.

1952: Henríquez Guzmán

A pesar que un numeroso grupo de generales apoyaron la candidatura a la Presidencia del general Miguel Henríquez Guzmán34 no logró concretarse y se formó un frente electoral para apoyar su candidatura independiente. El Henriquismo no fue una rebelión militar armada sino un movimiento opositor de disidencia organizada que se presentó durante la hegemonía priísta. Miguel Henríquez Guzmán contaba con una trayectoria militar importante35 y había mantenido una relación cordial con el presidente Cárdenas.36 Desde finales de 1945 y principios de 1946 se especulaba sobre la posible candidatura de Henríquez, rumores que se confirmaban cuando el Ejército le autorizó una licencia (ya necesaria para que los militares participaran en política) formándose el Comité Nacional Pro-Henríquez Guzmán.

Para el 31 de octubre de 1945, los henriquistas forman la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM) a manera de plataforma electoral, contando también con el apoyo de la Confederación Nacional Campesina (CNC). En contraparte, una buena parte del sector popular, de los empresarios y el mismo Presidente Ávila Camacho se inclinaron hacia el candidato Miguel Alemán. Recurriendo a diversos medios como desplegados y declaraciones de representantes del PRI, se trató de dar marcha atrás con la candidatura de Henríquez, y es que él era considerado como una especie de riesgo para el candidato Alemán, ya que podía restarle legitimidad, en tanto que Henríquez era asociado con el

cardenismo37 y podía alcanzar un importante arrastre popular.La oposición henriquista era una oposición no permitida y

sufrió las consecuencias, por su prematura candidatura el general fue expulsado del partido. A pesar de esto, su movimiento político se reanudó para marzo de 1951, para ese entonces la FPPM había perdido el registro obtenido obteniendo el apoyo de cardenistas inconformes que habían sido desplazados del PRI, algunos de ellos fueron expulsados definitivamente y otros más se realinearon.

Asimismo, el presidente Alemán ordenó la creación en 1951 de la Legión de Honor Mexicana para agrupar a los veteranos de la Revolución. El henriquismo trataba de aglutinar a los inconformes; aunque trató de buscarse una alianza entre el Partido Popular, el Partido Comunista Mexicano, la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, el Partido Constitucionalista Mexicano (con el general Francisco J. Múgica), el Partido de la Revolución (con el general Cándido Aguilar) y el Partido Obrero Campesino de México; tal coalición no prosperó debido a que algunos partidos no estaban dispuestos a sacrificar a su candidato a favor de Henríquez (Partidos Popular y Comunista con Lombardo Toledano) y no se consolidó la unificación de sus corrientes, quedando dos bandos: la FPPM, el PR y el PCons y el PP, PCom y el POC.

El día de la elección fue marcadamente violento, con asesinatos y actos en contra de los generales que apoyaron a Henríquez, tal es el caso del general Antonio Ríos Zertuche (lo licenciaron sin solicitarlo) y el general Octavio Véjar Vázquez (Presidente interino del PP, fue procesado por presidir un partido político sin licencia del Ejército). De hecho, al momento de las elecciones no existía militar henriquista con mando de tropa y a los militares que simpatizaban con el candidato se les concedió licencia ilimitada para participar en política (equivalente a la baja).38 Después de las elecciones, un mitin celebrado en la Alameda Central, fue reprimido violentamente, repitiéndose actos similares durante el resto de 1952.

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

270 271

La Secretaría de Guerra y Marina

Después de la inestabilidad postrevolucionaria el Ejército Mexicano comenzó a estabilizarse orgánicamente, los logros del general Joaquín Amaro Domínguez como secretario de Guerra y Marina se resumen 39:

1. La reorganización de la Secretaría de Guerra y Marina, sustituyendo a funcionarios civiles por militares.2. Modificando la organización de las Unidades Tácticas de acuerdo con la experiencia de la Revolución Mexicana y de los movimientos armados, reduciendo los efectivos de los Batallones de Infantería y Regimientos de Infantería a través de la organización ternaria.3. Creación de la Dirección de Educación Física y Tiro.4. Nombramiento de los Agregados Militares en diversos países.5. Reorganización de la Aviación Militar.6. Creación de la comisión técnica que se dedicara al estudio y reforma de leyes y reglamentos militares.7. Se publicaron las leyes de Disciplina, de Ascensos y Recompensas, de Retiros y Pensiones del Ejército y la Marina.8. Se inició la formación del Estado Mayor General y la Inspección General para regular el funcionamiento de la secretaría.9. Se establecieron los criaderos de ganado caballar en Santa Gertrudis, Chih. y en Santa Lucía, Dgo.10. Se fundaron las escuelas Superior de Guerra, de Aplicación y Transmisiones Militares.11.La transformación del Departamento de Cuenta y Administración en Departamento de Intendencia y Administración Militar.

En 1934, durante la presidencia del general Cárdenas se ordenó la reorganización de las unidades de caballería reduciendo de 72 a 42 los Regimientos redistribuyendo a su persona para cubrir las vacantes de otros cuerpos; se organizaron dos Batallones de Zapadores (Plana Mayor, Sección de Transmisiones y 3 Compañías

de Zapadores) y también se redujeron las Unidades de Infantería, las Baterías de Artillería y las Compañías Fijas de Marina.

En 1935 el efectivo del Ejército se había reducido a 34 Generales, 2 217 Jefes, 6 448 Oficiales y 39 979 de Tropa en 32 Comandancias de Zona, 32 de Guarnición, 1 Batallón de Transmisiones, 50 Batallones de Infantería, 2 Batallones de Zapadores, 40 Regimientos de Caballería, 2 Regimientos de Artillería y 2 Regimientos de Aviación40.

En 1936 se introduce el sistema de Promoción para regular los ascensos, el procedimiento consistía en comprobar los conocimientos de los oficiales por medio de exámenes, agregando o restando puntos de acuerdo con la edad, estado de salud, resistencia física, antigüedad en el Ejército y ejercicio de mando.El 27 de octubre de 1937 se emite el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 1 de noviembre del mismo año por el que la Secretaría de Guerra y Marina cambia su denominación a Secretaría de la Defensa Nacional SDN (a la cual se le separa la Armada en 1939), sobre los cambios en su organización, por ejemplo, el 14 de enero de 1938 se crea la Dirección de las Armas posterior a la fusión de los Departamentos de Infantería, Caballería y Artillería.

Proceso de Institucionalización de la Secretaría de la Defensa Nacional

Plutarco Elías Calles llegó a la Presidencia con una base social considerable gracias a la inclusión del líder de la CROM, Luis Napoleón Morones a su gabinete como secretario de Industria, Comercio y Trabajo. Pero esto no significaba lo suficiente comparado con la influencia y el poder político del Ejército. Según la idea de Calles, desde 1924 el Heroico Colegio Militar se posicionó como la cuna de la nueva generación de oficiales profesionales y leales,

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

272 273

en este sentido comenzó con el diseño de la estructura jurídica castrense: en 1926 promulgó la Ley Orgánica del Ejército, la Ley de Ascensos y Recompensas, la Ley de Pensiones y Retiros, entre otros reglamentos internos de disciplina y deberes militares a fin de terminar con diversas irregularidades prevalecientes desde el inicio de la Revolución: “los generales de dedo”, ascendidos según el criterio personal de sus superiores y reforzó las políticas punitivas de Obregón en contra de los militares que simpatizaban con la oposición o tenían ambiciones políticas propias a través del uso político de las publicaciones Revista del Ejército y La Patria.

Desde su ejercicio del cargo de subsecretario de Guerra y su ascenso a secretario el 27 de julio de 1925, el General Joaquín Amaro Domíngez41 fue el máximo impulsor de la profesionalización, modernización, adoctrinamiento basado en la disciplina, subordinación y despolitización de las Fuerzas Armadas a través de una serie de reformas en varios niveles que se llevaron a cabo entre 1925 a 1926:

1) Educación militar, sobre todo en lo técnico-profesional enfocándose en las escuelas Médico Militar y Militar de Ingenieros y la creación de nuevas escuelas como la Escuela Militar de Aplicación Aeronáutica que se reorganizó en 1927 y que se encargaba de formar pilotos y técnicos para la Fuerza Aérea Mexicana. En el caso del Colegio Militar de Popotla, fue cerrado en 1925 por falta de mantenimiento para su reorganización, remodelación y equipamiento, reiniciando sus labores en agosto de 1926.

2) Reducción del presupuesto militar que representaba la tercera parte del presupuesto de gobierno42 y que serían reorientado por Calles hacia otras prioridades como obras públicas y educación, basada en el corte de personal de rangos menores, así como a dar de baja a los que tenían una situación irregular acotando a la

fuerza activa en un 50%43, a fin de disminuir el gasto en salarios. 3) Legislación Militar: Los trabajos iniciados en mayo de 1925, centradas al Código Militar concluyeron con la promulgación en 1926 de la Ley Orgánica del Ejército y la Marina reemplazando a la antigua Ley Orgánica que estaba en vigor desde 1900, expedida por el general Bernardo Reyes (secretario de Guerra de Porfirio Díaz) y se ajustaba a la Constitución de 1917, la nueva ley dictaba:

a) Creación de la primera y segunda reservas. La primera reserva estaría integrada por los jefes y oficiales del Ejército permanente, los policías rurales y urbanos de la federación, gendarmería y todas las fuerzas armadas que no pertenecieran al Ejército permanente.

La segunda reserva, con guardias nacionales de los estados y de la Federación; jefes y oficiales del Ejército permanente o auxiliares en situación de reserva y se creó una clase de oficiales reservistas de ciudadanos que demostraran aptitudes para ser subtenientes de la segunda reserva.

b) Las disposiciones de ascensos, retiros y licencias.c) Un proyecto de ley de reclutamiento por medio del servicio obligatorio; sin embargo dicha propuesta no prosperó debido a la polémica que suscitó y del cual se especulaba que era el inicio de la militarización en México, por tanto se redujo al reclutamiento voluntario.d) También la creación del arma de Aviación, que reglamentó la Fuerza Aérea de Infantería, Caballería y Artillería

Ley de Ascensos y Recompensas, que ahora dictaba que los ascensos debían ser por antigüedad o méritos. Desde los cabos a subtenientes, previo ingreso a escuelas militares y aprobación de los exámenes correspondientes y los oficiales después de 3 años de antigüedad, los jefes después de 4 años, los generales brigadier y de brigada con antigüedad de 5 años y con vacantes disponibles.

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

274 275

Ley de Disciplina Militar, enfatizó la supremacía de la soberanía nacional al interés personal y señalaba las normas y valores a las cuales debían ajustarse los miembros de las Fuerzas Armadas: obediencia, honor, justicia, moral, respeto mutuo, etc. así como las respectivas sanciones en caso de cometer faltas. Para 1928, se crea el proyecto de Ley Orgánica del Ministerio Público Militar y el cuerpo de defensores militares y en 1929 el servicio de justicia militar.

Ley de Retiros y Pensiones; estableció dos tipos de retiro: a) El obligatorio, desde los 45 años para los soldados hasta los 70 para los generales de división (en la ley anterior se establecía como forzoso desde los 46 hasta los 66 desde la tropa hasta los generales de brigada); b) El potestativo, expresa solicitud del interesado y con un mínimo de 20 años de servicio.

El 15 de marzo de 1926 el Congreso promulgó las cuatro leyes simultáneamente como un símbolo de ruptura ideológica, política y legal con la milicia del Porfiriato y el establecimiento de la legitimidad del Ejército nacido de la Revolución.

4) La rotación de mandos de zonas militares, para subordinarlos al Presidente de la República (algunos consideraban a las corporaciones que mandaban de su propiedad)44, así como los relevos periódicos en las jefaturas de operaciones militares.

5) La supresión de las oficinas de la secretaría a cargo de civiles y militares asimilados para sustituirlos paulatinamente por militares, reduciendo el gasto ejercido por la misma.

6) La ocupación de los generales que estaban en disponibilidad (155 de Brigada) para la elaboración de la Carta Geográfica y Militar de los Estados Unidos Mexicanos y el levantamiento de planos en diversas localidades. Asimismo, se intensificó la difusión de las ciencias y artes militares mediante las revistas El Ejército y

la Marina, El Soldado, el semanario Patria y revistas especializadas tales como la del Colegio Militar, la de Aviación, El Intendente, la militar deportiva, la de tiro, de equitación y Horizontes Revolucionarios (del cuerpo médico militar).

7) Una intensiva campaña de moralización aplicando sanciones a los miembros que cometieran faltas o actos indignos para la institución armada.

8) Un proceso de desarme iniciado en 1925 a quienes hacían un mal uso de éstas; exceptuando a las fuerzas agraristas, cuyas fuerzas aún podían necesitarse siempre y cuando éstas y sus generales fueran leales al régimen.45

El formación de la nueva generación de oficiales en academias militares del extranjero, enviados a Francia, España, Italia y Estados Unidos46, así como de agregados militares a las embajadas mexicanas a fin de actualizarse con lo más moderno de organización, educación, servicios, reclutamiento, estudios comparativos, adquisición y traducción de obras militares y de cultura general, etc. de los ejércitos más vanguardistas a nivel mundial.

La Secretaria de la Defensa Nacional en la Segunda Guerra Mundial

Plutarco Elías Calles era un obstáculo a vencer para que Cárdenas implantara un programa político e ideológico propio, en principio, Cárdenas facilitó que en el Ejército se relevaran jefes de zonas militares a fin de eliminar a los generales callistas y reemplazarlos por los leales a su persona, que ayudarían además a neutralizar a los gobernadores que no se habían pronunciado a favor del Presidente.

El Presidente Cárdenas utilizó la profesionalización como un elemento clave para la remoción política de los militares: en 1935

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

276 277

Cárdenas ordenó la aplicación de un concurso de exámenes para todos los oficiales de infantería que estuvieran por debajo del rango de coronel, dependiendo de los resultados los oficiales era sometidos a un entrenamiento correctivo o eran ascendidos; sin embargo, se estableció la eliminación de quienes no tenían méritos o habilidades para ascender en la jerarquía y que en su mayoría habían sido producto del favoritismo47, y comenzó el reclutamiento de cadetes procedentes de las clases populares.

El Ejército Mexicano ahora era considerado como uno de los pilares fundamentales del Sistema Político Mexicano en vez de ser un peligro latente contra él: “(…) no porque al profesionalizarse se despolitizara, sino porque precisamente la rama civil de la burocracia política adquirió mayor predominio sobre la militar en la conducción del Estado”48. Esto se había conseguido gracias al adoctrinamiento educativo de lealtad al gobierno paralelo a la profesionalización y bajo un eficiente sistema de méritos y recompensas, la mayor de las cuales, era una Secretaría de Estado, el resultado de esta serie de cambios propició la creación de una clase diferenciada socialmente.49

La participación de México desde el punto de vista de Estado se enfocó en el desarrollo de la política exterior durante el conflicto y el manejo del gobierno del asunto de la defensa del pacífico y a los impactos de la coyuntura en la economía mexicana durante la guerra, también resalta la participación directa de los reclutas mexicanos bajo el mando directo de los Estados Unidos y los que se reclutaron por medio de armada británica, tanto en Europa como en Canadá de manera primordial a través de su reclutamiento por el British Commonwealth Air Training Plan (BCATP), esta operación es la posible explicación de que se sepa de casos

excepcionales de pilotos mexicanos en la Real Fuerza Aérea caídos en combate el frente europeo.50

La participación de México en la Guerra influyó en la modernización de los cuadros de mando y en los armamentos del Ejército Mexicano; a través de la Asistencia Militar estadounidense51, se estableció un Plan General de Defensa seccionado en la defensa del territorio nacional y la defensa continental. En el plano interno, se arman a las defensas rurales y, con ciertas precauciones, a los obreros y se implementa el Servicio Militar Nacional para reclutar a jóvenes de 18 años.

Para la intervención bélica directa, Ávila Camacho envió tropas de aviación para iniciar la coordinación de su entrenamiento con el gobierno de los Estados Unidos, denominado “Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana” al mando del Capitán Piloto Aviador, Antonio Cárdenas Rodríguez. A partir de entonces, se intensificó acercamiento entre las Fuerzas Armadas Mexicanas y sus homólogas estadounidenses, aunque Estados Unidos presionaba insistentemente para el permiso de instalación de bases militares permanentes en Baja California México se negó52; además nuestro país inició una participación activa en los organismos militares interamericanos de defensa contra la guerra.53

De cara a la Segunda Guerra Mundial los cambios en la Secretaría de la Defensa Nacional fueron:

1. El 28 de enero de 1942 la Dirección Técnica Militar se convirtió en Comisión Técnica sujeta desde lo administrativo a la secretaría y desde el aspecto técnico al Estado Mayor Presidencial.2. La Infantería y la Caballería fueron reorganizadas fusionando sus corporaciones para crear 10 batallones con elementos

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

278 279

nuevos y 5 batallones con elementos procedentes de Caballería. Con los elementos de los Regimientos de Caballería que se disolvieron se crearon Cuerpos de Guardia Nacional que sin dejar de pertenecer al Ejército cumplían misiones de preservación de la paz pública, las Corporaciones en Línea (Conscriptos y voluntarios) fueron concentrados en la defensa de la integridad territorial. A las Corporaciones de Defensas Rurales se les pretendía dotar de armamento pero no fue posible ante la organización y armamento de los batallones de obreros.3. La SDN formuló un Plan de Defensa basado en dos premisas: Defender el territorio nacional contra una posible agresión con elementos propios y cooperar con sus fuerzas armadas, en caso necesario, a la defensa del continente americano.4. Se organizaron corporaciones voluntarias de civiles a nivel nacional y se aumentó la red de comunicaciones entre los cuarteles generales, las regiones y las zonas militares con el centro del país.5. Se implementó el Servicio Militar Nacional llamando a filas y acuartelando a los jóvenes de 18 años (Clase 1924), el primer contingente fue de 10, 212 conscriptos que sirvieron en unidades de nueva creación, meses después se incrementó el número en 5 129 y después en 4 526 para completar las 2/a y 3/a Divisiones de Infantería.6. Se creó la Brigada Motomecanizada que utilizó armamento y material recibido de Estados unidos, la Infantería Divisionaria se organizó en Regimientos de Infantería, cada División tenía un Regimiento de Artillería Motorizada y se instalaron Baterías de Artillería Antiaérea por lo que se tuvo la necesidad de crear un organismo para controlar, organizar y adiestrar a los conductores de los vehículos y refacciones por lo que el 1 de octubre de 1942 entró en funciones la Dirección de Transportes Militares. En septiembre de 1943 se organizó la 4/a. División de Infantería con elementos del Servicio Militar Nacional.7. Con el final de la Guerra se suprimieron la 4/a División de Infantería, las Baterías y Secciones de Artillería fija y la reubicación de los efectivos que integraban la Guardia Nacional.

Pasada la Guerra, el presidente reanudó sus planes con el Ejército aplicando la Ley de Retiros (que ampliaba de 25 a 35 años el límite para el servicio activo) para dar de baja a 550 generales y 550 coroneles para comenzar el reemplazo en los mandos medios y altos con personal egresado de las escuelas de formación de oficiales y la Escuela Superior de Guerra, ya que desde 1936, la ESG y el Colegio Militar se instituyeron como la columna vertebral de la formación de los cuadros oficiales. En 1940, la Escuela Superior de Guerra recibió un mayor presupuesto y se enfatizó en la preparación académica y tecnológica de sus estudiantes para integrarse a las zonas militares.

En julio 1946 se crea la primera Unidad de Paracaidistas, en enero de 1947 se establece el Cuerpo de Policía Militar, en el mismo año se consideró la necesidad de crear una Unidad para la seguridad de las instalaciones de la Presidencia de la República, de la seguridad personal del Presidente y de los honores protocolarios a personalidades del extranjero, a tal fin se creó el 27 de febrero de 1947 el Cuerpo de Guardias Presidenciales con los batallones 28/o y 42/o y una Compañía de Tropas de Asalto que estaba agregada a la 1/a División de Infantería.

En conclusión, después de la Revolución Mexicana y hasta 1950 la Secretaría de la Defensa Nacional

• Vivió un proceso de profesionalización y se eliminó a militares que no tuvieran méritos o habilidades para ascender en la jerarquía.• Se estableció el proceso de despolitización del sistema político mexicano.• Se limita el presupuesto militar.• Se crea el marco jurídico militar.• Se establece la política de rotación de mandos.

Maestra Alma Paloma Mendoza Maestra Alma Paloma Mendoza

280 281

• En la Secretaría de Guerra y Marina se sustituyen funcionarios civiles por militares.• Inició operaciones de erradicación de drogas.• Se inicia el nombramiento de agregados militares.• Se introduce el sistema de promoción para regular los ascensos.• Se establecen las bases del sistema educativo militar y el intercambio académico al extranjero.• Se crea el Servicio Militar Nacional.• Transcurre el relevo generacional de los veteranos de la Revolución por los egresados de las escuelas militares.• Se consolidó el gobierno civil y la subordinación militar.

La Organización Sanitaria del Ejército Libertador del Sur

Maestra Alma Paloma Mendoza

283

La Organización Sanitaria del Ejército Libertador del Sur

Licenciada Laura Espejel López

Hermano. Infórmame cómo sigues de salud, espero me contestes.

Tu hermana María de Jesús Zapata.1

La memoria del frente

Desde 1911, la guerra llegó como una calamidad para los campesinos de los estados de Morelos, Guerrero, Puebla,

México y el Distrito Federal. La lucha finalmente era el resultado de la necesidad de los pueblos de recuperar los terrenos que los hacendados les habían quitado desde el siglo XVII. La guerra era el medio desesperado y último para cambiar una situación intolerable. Con la guerra, las enfermedades y el hambre se sumaron a las muertes violentas. Al principio, no hubo más mecanismo que el de la cultura propia, centenaria, para paliar a la muerte que llegó con uniforme del ejército federal. Para el registro histórico quedan algunas menciones en los recuerdos de los veteranos zapatistas.2

284 285

Mi popá (sic.) murió de una epidemia que había que se llamaba tifo. Se murió muchísima gente, muchísima gente se murió de eso. Yo me salvé de esa enfermedad. Nada más me curaban con hierbas, que fresno, que alcanfor de ese que hay, chilacayote. Me rodeaban, estaba yo tirado en el suelo, así de hierbas, porque no había doctores, no había nada ni elementos con qué curarse. Pues había

que traer las medicinas de la zona contraria y pues a veces se podía, a veces no.3

Pero a finales de 1914 y comienzos de 1915 hubo un respiro. Entonces, junto con la restitución de tierras y las “recomposiciones” de los linderos de los pueblos, los campesinos armados vivieron un pequeño periodo de paz –o mejor, de guerra de baja intensidad–. Entre otras cosas, Emiliano Zapata y sus jefes marcaron las prioridades que la contienda había establecido de manera inapelable. Entre otros asuntos, fundaron el Servicio Sanitario del Ejército Libertador del Sur. No hubo mucho de dónde echar mano el servicio sanitario se concentró en la Brigada Sanitaria del Sur así como en un par de hospitales y puestos de socorro.

Los documentos que generaron estas organizaciones nos dan indicios de un problema importante para cualquier ejército: la administración sanitaria en este caso la revolución zapatista.4 Por medio de estos documentos es posible conocer el el tipo de padecimientos que afectaron al ejército insurgente y población civil, alejados de los modestos centros hospitalarios. La brecha terrible entre lo que podían realizar los médicos y la naturaleza de los padecimientos apenas puede imaginarse al revisar los registros e informes técnicos. Pero se sabe que con la medicina tradicional se atendieron enfermedades estomacales, pulmonares, gripas, reumatismo y heridas de todo tipo, asunto que fue perentorio según indica la correspondencia que cotidianamente recibió Emiliano Zapata a lo largo de los casi diez años de lucha. Queda fuera de este ensayo el impacto de las epidemias producidas por el tifo5 y la viruela,6 en 1915, y la influenza en 1918. Me centraré en documentar cómo se usó la medicina en el seno de la rebelión campesina.

El daño que trajo la guerra a la población fue enorme en el territorio zapatista debido a la desigualdad técnica y material entre los guerrilleros de Zapata y federales o carrancistas. La ocupación de los ejércitos enemigos del zapatismo ocasionó lo que tal vez sea la mayor devastación demográfica en Morelos desde el siglo XVI y XVII7. En este estado y en los vecinos que también eran zapatistas: Puebla, Estado de México, Guerrero, en la periferia de la ciudad de México, en Tlaxcala e Hidalgo, el gobierno dirigió la guerra contra la población civil indígena y la llamó con cinismo “guerra de exterminio”8, práctica que sin duda tuvo rasgos genocidas.9 Esta estrategia se encaminó a arrasar poblaciones, quemar pueblos y concentrar a los civiles en las ciudades, aplicar la leva, destruir los hogares, los sembradíos de maíz y caña, generando con ello las condiciones que hicieron posibles el hambre, la insalubridad y la propagación de las enfermedades.

Historiografía sobre la sanidad militar en la guerra campesina

A pesar de la abundante historiografía que aborda el estudio del zapatismo, pocas referencias encontramos con relación a la sanidad militar en la guerra campesina del centro-sur. Ello se debe a la escasez de fuentes documentales. Los partes militares enviados por las tropas zapatistas al Cuartel General, o bien a jefes regionales, refieren las bajas, muertos y heridos, tanto en sus filas como en las del enemigo, pero no nos acercan a la situación del herido. En cambio, en los informes remitidos por los médicos del hospital militar a Emiliano Zapata y a su Cuartel General, sí encontramos el esbozo de la realidad a la que se enfrentaban: el número de heridos y enfermos, la descripción y el seguimiento del caso del paciente, así como las varias necesidades que tenían el hospital militar y los puestos de socorro; tales como medicamentos, material quirúrgico, colchones, alimentos, personal médico, enfermeros, salarios para los médicos y haberes para la tropa herida en combate y un sin fin de problemas por las que atravesaba el cuerpo médico. ¿Qué peso tuvo en la logística de

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

286 287

la guerra revolucionaria zapatista el binomio salud-enfermedad? Como en toda guerra, durante la revolución el factor salud fue una de las piezas clave para alcanzar las metas militares. Pero en este sentido los zapatistas tenían serias limitaciones: fueron una de las facciones militarmente menos equipadas para la guerra de larga duración y alta intensidad; no obstante lograron sobrevivir una década. Cabe preguntarse cómo organizaron el servicio médico: si éste era profesional y contaba con alguna disciplina, o cómo se otorgaban los rangos a los oficiales médicos; y qué lugar tuvo en la estructura guerrillera aspectos como la moral en las tropas y en el servicio médico eran importantes para el manejo de las heridas de la batalla. Durante el gobierno de la Soberana Convención, el ejército insurgente zapatista recibió de forma temporal, decenal o mensual, a través del pagador, el “haber”, entendido más como socorro, jugó un doble papel: de apoyo pero también de inconformidad en las comunidades campesinas que sostenían al Ejército Libertador, por lo que consideraron que al percibir este “salario” podían liberarse de apoyar con alimentos y forraje. Además hubo diversos sucesos que se le presentaron al Cuartel General para resolver los casos de heridas, enfermedades y males venéreos de la tropa. En este último caso, el gobierno de la Soberana Convención llegó a ordenar que no recibiera el soldado sus haberes y el hospital le proporcionara alimentos y medicinas. O bien se les deducía cincuenta centavos del pago de su haber que correspondía a $1.50 por día para el soldado a través de la Secretaría de Guerra y Marina.10

No puede menospreciarse el papel de la muerte de efectivos como parte de la guerra. Uno de los estudiosos clásicos del zapatismo, John Womack, se refirió a dos años cruciales. En 1914 “...tan sólo Morelos había perdido cerca de una quinta parte de su población total”.11 El derrumbe demográfico no paró con la derrota de los federales de Victoriano Huerta, a mediados de 1914; Womack comenta que hacia 1918 se dio el declive del movimiento ocasionando mayores problemas a Zapata quien “tenía un montón de quebraderos de cabeza”, y uno de los más graves fue

la influenza española, que después de haber cobrado víctimas en otros lugares del mundo hizo su aparición en la ciudad de México, en octubre de ese año. Esta epidemia quizá fue una de las causas de muerte más agudas del desequilibrio interno de la revolución campesina suriana, pues encontró las condiciones perfectas para su propagación: la fatiga prolongada de los soldados, el hambre acentuada, el agua contaminada, los continuos movimientos de la población, y las tropas expuestas a las inclemencias naturales fueron minando al zapatismo. Womack calculó que hacia 1918 el estado de Morelos perdió una cuarta parte de su población, pero consideró que dicha pérdida no fue tan grave como la que el general Victoriano Huerta causó en 1914, ésta sí equiparable al desastre demográfico ocasionado por las grandes plagas de los siglos XVI y XVII.12 Es decir la población no sólo no creció, sino perdió más de setenta mil personas a lo largo de la guerra. Sin remitirnos siquiera a los cálculos que pudiera hacer un demógrafo, la diferencia entre la población referida a 1910 y la de 1921 indica una pérdida de más de un 40% de la población inicial, cifra considerable no sólo con relación al porcentaje que esto representa en el millón de víctimas que suponen produjo la violencia revolucionaria en todo el país; sino más aún si se considera su significación en términos de la población del pequeño estado. Beatriz Cano, ha seguido con atención el efecto político, legislativo y social de la influenza española.13 Al respecto señala que de 1910 a 1921 hubo en el estado de Morelos 76 154 defunciones atribuidas a factores de guerra y enfermedades. Y sugiere algo mucho más problemático: que la política sanitaria carrancista relativa a la influenza española “fue una seudoayuda que en el fondo buscaba diezmar a la población rebelde”. 14

Sin embargo, si se atiende otro tipo de fuentes, como las memorias escritas por los testigos, es posible encontrar que la influenza fue el último eslabón de una larga cadena de problemas de salud, y parte del antedicho quebradero de cabeza de Zapata. Las memorias del doctor Guadalupe Gracia García, entre otros, dibujan un panorama difícil afrontado con optimismo. Gracia

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

288 289

García participó como estudiante de medicina en el levantamiento maderista, junto con un grupo de condiscípulos y profesores opuestos al gobierno de Porfirio Díaz; en el norte del país atendieron a los rebeldes lesionados en combate, agrupados bajo la denominación de Asociación Mexicana de la Cruz Blanca Neutral, en contrapeso a la Cruz Roja norteamericana que se ocupaba exclusivamente de soldados y oficiales federales.15 De la Cruz Blanca Neutral derivó la atención médica a los diferentes grupos revolucionarios, cada uno de los cuales organizó su propio servicio sanitario de campaña.

Con relación a la División del Norte, Guadalupe Villa ha estudiado diversos aspectos de la organización Sanitaria: número de médicos responsables por cada cuerpo, el personal requerido y otros aspectos que facilitaban el servicio médico; en particular analiza la actividad de la Brigada Sanitaria de la División del Norte y comenta que ésta se constituyó en Chihuahua con el objeto de atender a los heridos de la campaña de Torreón.16 Sus fuentes principales son el archivo de la Cruz Blanca, así como el libro del doctor Encarnación Brondo Whitt17, quien se incorporó como parte del personal médico que asistió a los villistas en campaña; para él fue toda una aventura su experiencia en una brigada sanitaria con excelente organización en cuanto a personal y recursos como el hospital móvil, instalado en los ferrocarriles y que estaba excelentemente equipado. La División del Norte se caracterizó por contar con una organización y recursos que le permitieron tener un hospital en el ferrocarril, esto se alcanzó hasta fines de 1913. Otro especialista en el estudio de los ejércitos populares del norte del país, Pedro Salmerón, comenta sobre la toma de la plaza de Durango en la etapa guerrillera de marzo a junio de 1913, teniendo como fuente la narración de Adolfo Terrones Benítez quien recrea la situación en cuanto al aprovisionamiento de alimentos y a la necesidad de recurrir a la medicina tradicional: “En esas marchas, se recurría a la medicina natural (gobernadora, istafiate y otras hierbas), y al quiote de palma de maguey o de lechuguilla para mitigar la sed.”18 Los dos especialistas mencionados coinciden en

la importancia del proyecto villista y su desarrollo en el invierno de 1913 a inicios de 1914. Salmerón escribe en cuanto a la organización de este ejército revolucionario y su dependencia del Cuartel General: “el Estado mayor; la Escolta personal del general en jefe (“Dorados”), la Artillería y la Brigada Sanitaria”.19 También explica cómo se formó cada sección que dio estructura al ejército popular:

Los orígenes de la Brigada Sanitaria estaban en el cuerpo de camilleros de la Brigada Villa organizada por el doctor Samuel Navarro /…/, pero los recursos de que ahora disponía División y la sensibilidad de Villa frente al sufrimiento de sus soldados la transformó en una corporación ejemplar, sin parangón en la Revolución mexicana. A principios de febrero de 1914 empezó a organizarse la Brigada Sanitaria, puesta a las órdenes de Andrés Villarreal… Lo primero que se hizo fue congregar en el mismo cuerpo a los médicos, enfermeros y camilleros de las distintas brigadas y que tenían experiencia en combate, y sobre esa base se admitieron nuevos médicos y ayudantes hasta sumar alrededor de 60, por cada uno de los cuales había ocho o 10 camilleros.

Así, el equipo que integro la Brigada sanitaria del villismo contó con un grupo numerosos de médicos, pasantes y estudiantes mexicanos y de nacionalidad estadounidense quienes veían en esta etapa de la revolución una aventura. El tren-hospital como lo define Salmerón contó con todos los adelantos de la ciencia médica.20

Por otra parte, el trabajo de Martha Rocha, sobre Leonor Villegas de Magnón, nos permite acercarnos al servicio sanitario en el ejército carrancista a través de las memorias de esta mujer: “La preocupación constante y reiterativa que advierto en el relato de Leonor Villegas es hacer explícito el trabajo que realizaron las enfermeras en la fase de la lucha constitucionalista...”21

En este marco historiográfico, la consulta de una fuente poco conocida como es el caso del Fondo Emiliano Zapata nos permitirá acercarnos al estado físico tanto de la población como de los rebeldes zapatistas. Conocer sobre las lesiones de guerra de acuerdo al tipo de arma que se usaba, qué clase de asistencia médica recibían los

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

290 291

pacientes, qué otras enfermedades se presentaron ante el desastre cotidiano, qué efectos tuvieron las enfermedades sexuales en la guerra. Con relación a este problema ya se había intentado ejercer un control, en particular en las ciudades, desde fines del siglo XIX a través de reglamentar el ejercicio de la prostitución.22 Pero si fueron magros los logros en las ciudades, ¿cómo se resolvió el problema en zonas rurales y principalmente en momentos de ruptura de la sociedad?23

El escenario

La enfermedad y la muerte tienen un sinnúmero de causas, difíciles de conocer si sólo se analizan fríamente los números, sin considerar a quiénes afectó, por qué, dónde y cuándo. Al acercarnos a ciertos datos que nos permitan elaborar cuadros, conocer las variables de la adscripción de la tropa, su condición en el Ejército Libertador, sexo, tipo de lesión o de enfermedad –entre las que cabe destacar al “mal de amores”, o de “picar de flor en flor” para aludir a las enfermedades venéreas como padecimiento derivado de la movilidad poblacional por la guerra-, así como conocer la incidencia en zonas urbanas o rurales donde se ofreció el servicio médico. El escenario es el estado de Morelos, particularmente sus ciudades principales: Cuautla, ubicada al oriente de Morelos y poniente de Puebla. El responsable del Hospital Militar, el doctor Lauro Camarillo jefe de la Brigada Sanitaria del Sur,24 presentaba mensualmente al Cuartel General el movimiento de enfermos; complementaba su informe con la relación del material de curación y útiles de la farmacia del Hospital, suministrados por el farmacéutico Rafael Rubio Janini.25 Por los informes se deduce que fue fundamentalmente un hospital militar que daba atención al Ejército zapatista –son escasos los casos de atención a civiles–. Podía internar o no a los enfermos, según el caso, en el Hospital de Cuautla, o bien eran atendidos los pacientes en los seis puestos de socorro establecidos en el oriente de Morelos

y poniente de Puebla. La pequeña serie de datos con que se cuenta se refiere, como mencionamos, al año de 1915 y enero de 1916 abarca un universo de 492 personas, de las cuales 469 son militares y 23 civiles.26

Militares y civiles atendidos en el Hospital de Cuautla y puestos de socorro

Militares Civiles

Condición Cantidad Condición CantidadAmbulante 1 Civil 4

Cabo 8 Licenciado 2Capitán 4 Niño 6Capitán 1º 38 Paisano 4Capitán 2º 13 Señora 7Coronel 18 Total 23

Ferrocarrilero 2Garrotero 3 General 1 Mayor 11Sargento 1º 11Sargento 2º 9 Soldada 1Soldado 310Subteniente 11Telegrafista 1Teniente 18T e n i e n t e Coronel

9

Total 469

Tabla1. Con los informes del Dr. Lauro Camarillo dirigidos al general Zapata nos dimos a la tarea de hacer una pequeña base de datos de donde se desprenden el movimiento de

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

292 293

heridos y enfermos la atención que recibían tanto la tropa como algunos civiles. Y presentamos en la siguiente Tabla. Tratando de entender la relevancia de esta información en el contexto del número de hombres que conformaron al ejército zapatista y revisando algunos comentarios de los médicos y generales zapatista para acercarnos al problema de la salud, lo que nos permitió construir una serie de cuadros para mostrar este perfil.27

No obstante, el reducido número que refleja esta información creemos que a partir de ellos es posible dibujar aunque sea pálidamente el rostro de la población civil y del ejército en la guerra, qué enfermedades y qué tipo de heridas aquejaban a la población, al enfrentar cotidianamente no sólo el dolor físico sino el terror, el miedo en el combate, el hambre, la falta de higiene, la violencia y la miseria. También permiten desentrañar en qué condiciones enfrentaban la situación y daban solución el Cuartel General, el cuerpo de profesionales médicos cirujanos, practicantes, enfermeras y enfermeros, ambulantes, algunos veterinarios y voluntarios que aún siendo soldados de tropa u oficiales pidieron su baja para ingresar al servicio sanitario.28

La organización del servicio médico

La información de que disponemos nos remite al año de 1913 como el momento de incorporación al Cuartel general zapatista de un nutrido grupo de estudiantes y profesionistas provenientes principalmente de la ciudad de México. Los hechos que los empujaron a esta decisión fueron las imágenes vividas en la Decena Trágica, el terror huertista, la temida leva; estos acontecimientos y algunos más encendieron los ánimos de estudiantes universitarios organizaban mítines en protesta por la militarización de las escuelas que decretó la dictadura:

La Casa del Estudiante que había en la plaza del Carmen, en la ciudad de México, albergó las reuniones de jóvenes, en su mayoría de provincia, que deseaban levantarse en contra del régimen. Encabezó ese grupo un muchacho de veinte años de edad, estudiante de la escuela de Jurisprudencia, llamado Rafael Cal y Mayor. Fue originario de Cintalapa, Chiapas hijo de finquero y pronto uno de los generales del Ejército Libertador. Los jóvenes consiguieron algunas carabinas, algo de dinero... ´El honorable tabasqueño Manuel Gregorio Zapata proporcionó carabinas y doscientos pesos; don Alejandro Fernández de la Reguera... y el

licenciado Rafael Zubarán Capmany, cuatro 30-30 y ciento cincuenta pesos.29

Se sumaron también algunos maestros de estos jóvenes estudiantes, médicos, farmacéuticos,30 periodistas, abogados, agrónomos, ferrocarrileros, telegrafistas, militares federales, unos en abierta oposición, otros más conservadores que no tuvieron la posibilidad de unirse a los grupos rebeldes del norte. Un ejemplo de esto último es el caso del estudiante Gustavo Baz..

Fui invitado por el doctor Alfredo Cuarón que era médico militar, tenía el grado de coronel, yo tenía el de sargento, platicábamos nuestras inconformidades… Nuestro propósito era unirnos a la Revolución del norte. Cuando fuimos decubiertos, hacía poco que había llegado una solicitud del Sur pidiendo médicos y en el momento de descubrirnos y tener que hacer la desbandada de los que nos unímos, no teníamos más salida rápida que la de Morelos y por eso nos fuimos a unir allá”.31

En contraparte, también su compañero el estudiante de medicina Juan Olivera32 recordaba el impacto que le causaron los hechos de la Decena Trágica, así como el compromiso de su hermano mayor, también médico, Mariano Olivera, que estaba por terminar la carrera de médico y participaba en las actividades de la Cruz Blanca Neutral; ambos auxiliaron sin vacilar a los caídos en el Zócalo de la capital. Para ellos la presencia del coronel médico militar Alfredo Cuarón33 –de 33 años– su maestro, fue decisiva: él los llevó al territorio rebelde zapatista en los límites del Estado de México y Morelos defendido por el general Francisco Pacheco; ellos contaban con recursos limitados, en particular para atender a los heridos, además de que tenían poca experiencia para resolver situación complejas. Al respecto recuerda:

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

294 295

En febrero de 1914, nos separaron de Baz, y nos quedamos formando parte de la Brigada Pacheco, nos llevó un señor Valentín Reyes, a mi me tocó en la brigada Aldana. El susto que llevábamos cada vez que nos llevaban a atender a un herido, no sabíamos ni por dónde comenzar. De aquí nos proveyeron de un botiquín que llevaba vendas, tintura de yodo, agua oxigenada, gasa y eso era todo lo que llevábamos. Teníamos que hacer dizque lo necesario, para sacar balas y todo es..., que no sabíamos, pero lo hacíamos como se podía y fuimos adquiriendo práctica y ya después no nos daba miedo, ya lo hacíamos con toda destreza.34

En el fondo de Genovevo de la O se localiza una mención al nombramiento que recibió el practicante Prudencio Casals, de origen cubano, el 21 de septiembre de 1913,35 reconocido en el campo zapatista como el Mister.36 Sabemos que hubo una petición expresa del ejército zapatista a la Cruz Blanca, que tenía brigadas sanitarias en toda la República, para que les proporcionaran médicos. Los doctores Alfonso Martínez y Aurelio Briones junto con un grupo de ciudadanos invitaron en 1911 a Emilliano Zapata a fundar una filial de la Cruz Blanca en Cuernavaca. Poco a poco se fue armando el servicio de sanidad militar.

El 1° de febrero de 1915 el coronel médico cirujano Aurelio

Briones envió al general Manuel Palafox una detallada relación del personal integrado por los coroneles médicos cirujanos Cuarón y Briones, enumera después de ellos, por jerarquía de profesión, grado y puesto, a los cirujanos, practicantes, farmacéuticos enfermeras, escribiente, pagador, oficiales de mayor, hasta cabos y personal de ambulancia que se incorporaron al Ejército Libertador procedente de la plaza de México. En la detallada lista, se menciona el nombre, el empleo y el haber diario que iba desde $ 15.00 el cirujano de 1ª, $10,00 el cirujano de 3ª, de $5.00 a $ 3.00 el practicante y capitánes, $ 3.33 el farmacéutico, $1.90 el cabo, hasta $ 1.75 los ambulantes y el pagador. El importe total de la nómina fue de ciento setenta y nueve pesos con cincuenta y ocho centavos. Cabe señalar que omite el haber diario de los dos representantes principales Cuarón y Briones.37

En Cuernavaca y Cuautla, se intentaba organizar el servicio con los requerimientos de un hospital; lo cotidiano, como explicaba el doctor Olivera, es que se contaba más que nada con lo necesario para dar los primeros auxilios, lavar con jabón y agua, las más de las veces en el propio campo de batalla si no podía el paciente llegar al hospital. El Cuartel General a través de Zapata y sus secretarios era una pieza clave para organizar, distribuir, maximizar, o bien censurar el desempeño de responsabilidades en el ejército, en los campamentos militares y ante las autoridades civiles, siempre con la mira de actuar con justicia frente a la población. Su objetivo fue ser un vaso comunicante. Transcribimos un recado de Manuel Palafox al presidente municipal de Huautla, S.M. Olguín resaltando su idea sobre el pago de medicamentos:

Recibí el corte de caja, correspondiente al mes de noviembre próximo pasado, lo mismo que la nota de precios de medicinas, así como también media libra de jabón absorvente [sic], medio kilo de yodoformo, una docena de emplasto monopolis, una docena de jabones medicinales, y una docena de jabones boricados, y respecto del precio de estas medicinas; acompaño con la presente, nota de las observaciones que hace el coronel P. Casals, encargado del hospital a fin de que ud. se sirva pasar esta misma nota al encargado de compras de estas medicinas, para que en lo sucesivo, se fije en los precios, o de una razón que compruebe o justifique el precio alto de estas medicinas.38

Deducimos por la información que no se contaba aún en las ciudades con instalaciones suficientes y que en ocasiones se tuvo que improvisar algún edificio como hospital. El doctor Lauro Camarillo, jefe de la Brigada Sanitaria del Sur, comunicaba al general Emiliano Zapata “la terminación de obras de albañilería, pavimentación y pintura absolutamente indispensables para transformar parte del Hotel Mora, en Hospital de sangre”. Entre las reformas que realizó están la instalación de una sala de operaciones “aseptizable”, una sala para esterilización, una sala de curaciones, un cuarto para venéreos-sifilíticos con paredes esmaltadas; reparación de los excusados y el baño de regadera; se hizo la instalación eléctrica indispensable; se construyó la

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

296 297

botica del hospital con un armazón de madera y se repararon todas las camas.39

Otros datos sobre el interior del hospital permiten saber del espacio disponible y los objetos que se usaban para recibir a los pacientes. Por ejemplo en la “relación de ropa y útiles para los enfermos” que Sabino Casarín entregó al practicante José Parres, aparecen 44 camas de hierro con fondo de tablas, 46 sábanas, 37 almohadas, 2 cojines, 20 camisones, 24 colchonetas y 20 bacinicas.40

Un sin número de aspectos se atendían para dar forma a la organización médica sanitaria, se cruzaban las peticiones del Hospital de Cuernavaca, del hospital Sanitario en Cuautla y de otros hospitales menores o bien de jefes que requerían algún servicio médico tanto al Cuartel General, y a la Secretaría de Guerra para diversos asuntos: desde obtener autorización para incorporar personal administrativo, y médico. Se contemplan también altas y bajas, trámites de licencias para el personal, el conseguir el pago de los honorarios, solicitan recursos para comprar medicinas, hasta que una brigada cortara zacate para elaborar colchones para el hospital, En este sentido el 9 de febrero el doctor Aurelio Briones pidió al general Santiago Orozco diera instrucciones al presidente municipal de Cuernavaca, para que le proporcionara gente y zacate para elaborar colchones para los heridos, era urgente. Otra de las prioridades era conseguir alimentos en particular maíz, la situación se volvió crítica a partir del mes de junio. Así Camarillo informaba a Zapata que los médicos que prestaban sus servicios en la columna del general Fortino Ayaquica, pedían se trasladara el puesto de socorros a Zacualpan, Morelos, porque en donde se encontraban no había alimentos para la población y menos para los heridos. Petición que fue aprobada.41

La Brigada Sanitaria

El Hospital Militar de Cuautla daba atención a heridos y enfermos a través de dos vías: hospitalizando o no a los pacientes. De acuerdo con esto, se clasificaban en asilados y no asilados. El hospital atendía a la población de Cuautla, Morelos, y regiones colindantes; asimismo dependían del hospital los puestos de socorro de Jonacatepec –atendió a la división Mendoza- y Zacualpan de Amilpas, Morelos, y los de Santiago Tochimilco y Chietla, Puebla, del mismo estado los hospitales de San Miguel Tecuanipa y Santiago Tochimisolco, hospitales de campaña de la brigada Ayaquica. Se les brindaba auxilio a los heridos en los puestos de socorro y en casos extremos de no poder resolver el problema se remitía al herido al hospital de Cuautla. El hospital recibía también a la tropa que hubiera sido movilizada a la zona, se atendieron diversas brigadas, las tropas de Cal y Mayor, Domingo Arenas, las escoltas de Emiliano Zapata y otros.

Por el lugar de hospitalización se registraron 287 casos en Cuautla, 67 en Jonacatepec, 8 en Zacualpan, 56 en Tochimilco, 36 en Chietla, 15 en San Miguel Tecuanipa y 23 casos fueron atendidos en Santiago Tochimisolco. Las relaciones de heridos y enfermos del Hospital eran elaboradas por el doctor Camarillo y por los médicos que formaban la Brigada42, Sabino A Casarín y el cirujano de segunda Fortunato Macías y el practicante José Parrés Guerrero. Las relaciones que remitían al general Zapata se ubican en los meses de abril a diciembre de 1915, y, exclusivamente el mes de enero de 1916; a pesar de ser conciso en sus notas, nos permite tener un acercamiento “detallado” a la situación del hospital.

El 2 de octubre de 1914, Aurelio Briones envió esta nota del movimiento de enfermos atendidos en el hospital general revolucionario correspondiente al mes de septiembre.

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

298 299

Número total de individuos atendidos quirúrgicamente

32

Operaciones efectuadas 8

Número de curaciones hechas 118

Número de enfermos atendidos por afecciones de orden médico

193

Total de enfermos atendidos 225 /sic/ 43

Este ejemplo nos permite apreciar la información que daba la Brigada Sanitaria en sus reportes, el documento tiene límites como fuente, no podemos hablar de una serie para hacer comparaciones debido a que el tiempo que estuvo Camarillo al frente del hospital fue corto. Las circunstancias de la misma guerra, el asedio carrancista, lo obligaron a abandonar el proyecto. El 15 de noviembre le escribió al general Zapata.

Mis padres han sido saqueados por los carrancistas en Puebla, según me trajo noticias la Sra. Valle, que vino enviada por la Srta. Maraber: La noticia, aunque no del saqueo sino de un cateo, la trajo el periódico “La lucha de Puebla” (sic.). Mis padres han quedado, quizás en la miseria… Como carecemos de cloroformo, elemento indispensable, haré lo posible por traerlo, así como algunas otras medicinas que me son absolutamente indispensables. Quedaran interinamente el doctor Casarín y el doctor Macías encargados del hospital entre tanto que yo regreso.44

La correspondencia de la tropa y de los oficiales del Ejército zapatista no permite conocer fácilmente la situación del enfermo o herido. Al solicitar a Zapata una licencia sólo dicen encontrarse enfermos; algunas veces especifican que están en cama, otras que van a tomar un descanso para curarse. Por ejemplo el general Francisco Pacheco dice:

Tengo la alta honra de manifestar a Ud. con el respeto debido que, en vista de que estoy desde hace algún tiempo enfermo y como no había resuelto entrar en cura debido a que he preferido primero el cumplimiento de las obligaciones que

por el digno mando de Ud. debo cumplir en bien de nuestra querida Patria, y que como dicha enfermedad de día en día va tomando mayor fuerza, creo mi deber manifestar a Ud. que por instrucciones del Doctor que está atendiéndome dice, que debo ponerme en reposo por algunas semanas; esto me sacrifica, pero bamos, (sic.) entendiendo que lo debo aceptar para poder con más facilidad disponer de mejores energías en los deberes que hemos contraído para con la Patria, puesto que he jurado una y mil veces ayudar a Ud. hasta donde más pueda para llevar a su debido cumplimiento los Sagrados preceptos del Glorioso Plan de Ayala.45

La mención al Plan en este documento y otros emitidos por oficiales y soldados es por el compromiso que asumieron desde 1911a la defensa de la Sagrada Causa simbolizada en este documento y se menciona en el artículo 8º.

Los hacendados, científicos o caciques que se opongan directa o indirectamente al presente Plan, se nacionalizarán sus bienes, y las dos terceras partes que a ellos les correspondan, se destinarán para indemnizaciones de guerra, pensiones para las viudas y huérfanos de las víctimas que sucumban en la lucha por este Plan.

Expresiones muy parecidas tuvieron el coronel Rosalino Silva, y el general Francisco Mendoza. 46 Otro caso similar fue el del general brigadier Marcelino Rodríguez le comunica a Zapata:

...desde que llegué de Huaquechula tenía una leve calentura; luego procuré curarme, pero en vez de mejorar la calentura aumentó en grado y me vinieron acentuando dolores en los riñones y en los pulmones. Por lo que ayer, me vi en la necesidad de venir a ésta para curarme con más cuidado. ...Suplico a Ud. encarecidamente se

digne concederme esta licencia que por necesidad tomé por mi mismo.47

La invasión carrancista en Morelos, a partir de comienzos de 1916, obligó al Cuartel General a trasladar el hospital de Cuautla y llevarlo a otro sitio. El proyecto de la Brigada sanitaria que con esfuerzo se había construido en Cuautla, empezaba a perder consistencia. Un antecedente fue la petición del general Eusebio Jauregui, el 13 de abril de 1916, le solicito al coronel Serafín Robles, atención para coronel Sixto González, “debido a que el hospital de Cuautla está cerrado y sin medicamentos”48 Un mes después,

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

300 301

en mayo el director del hospital José Parrés expuso a Zapata su decisión de trasladar el hospital a otro lugar por el avance de los carrancistas. Le solicitaba designar el lugar y enviará una orden al comandante de la plaza para el traslado de heridos.49 Su ubicación hasta septiembre de 1916, fue Huautla, Morelos.

Los reportes médicos

De acuerdo con la información disponible, el registro para enero de 1915 fue de un paciente y ocho en el mes de febrero, lo que podría hablar de una disminución de los combates. Se anotaron 17 casos en marzo, y a partir de abril se empezó a aumentar el ingreso de pacientes a 37, para mayo 43, la cifra se incrementó en junio 83 casos y en julio 127 pacientes. Vuelve a descender en agosto, 74 casos, en septiembre 48 (a partir de este mes los ingresos sólo se refieren al hospital de Cuautla y no se tiene información de los puestos de socorro), en octubre 20, en noviembre sólo 3 casos, en diciembre 18 y enero de 1916, se tienen 16 pacientes.50

Fuera de Morelos la revolución significó una lucha constante. El escenario fue la ciudad de México, en enero y febrero, y poco después en los estados de Puebla, México, Guerrero y Oaxaca. El doctor Camarillo, jefe de la Brigada Sanitaria, informó el 25 de febrero de 1915 al doctor Briones que le habían enviado a todos los heridos de la periferia del sur del Distrito Federal y no contaba con suficiente personal. El 1º de marzo reiteró su situación; informó haber recibido más heridos del Peñón e Iztapalapa, D.F. y advirtió que tenía cubierto el servicio de la línea de fuego con dos médicos y dos practicantes. Las numerosas cartas y partes militares al Cuartel General y entre los propios jefes revolucionarios reportan los hechos de armas en la periferia de la ciudad de México, de la Villa de Guadalupe hacia el Peñón de los Baños. La guerra demandaba atención en la reconstrucción del tejido social y el sostenimiento de la causa,

para ello trabajaba el Cuartel General al organizar y cuidar la política interior del movimiento y dirigiendo la guerra. La crisis no se hizo esperar. De acuerdo a su condición o grado, en el universo de 469 militares rebeldes encontramos que: la gran mayoría está compuesta por 311 soldados, incluyendo una soldada. Los oficiales de diferente grado sumaban un total de 158 personas, y a ellos se agrega el general Fortino Ayaquica, divisionario de la región de Puebla, así como personal que trabajaba en el ferrocarril, telégrafo y en otros servicios. La cifra más significativa corresponde a los 310 soldados: entre ellos había 150 heridos por arma de fuego el (61.4%). La situación de guerra acentuaba el hambre, los soldados se alimentaban con lo que podían, otra situación era la insalubridad, había largas temporadas en que no podían cambiar su ropa, expuestos a todo tipo de clima por lo tanto se desarrollaron enfermedades endémicas y epidémicas que se conocían por los estragos a la población en el siglo XIX, tifo, escarlatina, paludismo. También se presentaban problemas en vías respiratorias o enfermedades gastrointestinales, e infecciones en la piel el (65.7%). La movilidad de las tropas facilitó en algunos casos la propagación de infecciones venéreas; 62.5% padecían alguna infección.

En el catálogo de heridas aparecen alrededor de 20 diferentes lesiones, en órganos, huesos o músculos. La bala, el proyectil o la granada, había penetrado por la punta del pie, el talón, hasta la región de la nuca con fractura occipital. Cabe señalar que después de registrar la situación en que se recibe a los heridos, en ocasiones se dice cómo fueron tratados. Entre lo más frecuente destaca: curación antiséptica, curación indicada, medicina, vendaje, uso de aparatos y operación.

En las intervenciones quirúrgicas se usaba la anestesia clorofórmica. Como tranquilizantes y contra los dolores agudos, cocaína y morfina. En algunas lesiones se menciona la debridación.51 Fueron 99 casos (20%) en los que se registró la

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

302 303

salida del paciente como curado. Excepcionalmente se lograba dar de alta en un par de días en las lesiones menos malignas, aunque bien podía llevar varios meses. Se presentaron altas voluntarias 35 casos (7.11%) después de permanecer en el hospital. Tanto los oficiales zapatistas como alguno de sus familiares en ocasiones pedían a Zapata que enviara una orden al Hospital para sacar de ahí a su subordinado o pariente y atenderse a través de otras prácticas culturales más cercanas a la población. Es un hecho que en más de un caso se recurrió a la medicina tradicional, pero éste será un camino todavía por explorar.

En cuanto a la adscripción por división, brigadas, cuerpos, escoltas etcétera aparecen en total 50 brigadas, divisiones, escoltas de Emiliano Zapata, personal de la Fábrica Nacional de Cartuchos y otros que solicitaron atención, a la Brigada Sanitaria. Las brigadas con mayor número de heridos por arma de fuego y, en situaciones menos frecuentes por arma punzón cortante fueron las del oriente y centro del estado: la División y Brigada Mendoza 81 casos (16.3%), en segundo lugar, la Brigada Ayaquica 78 pacientes (15.7%) y la División, brigada y cuerpo Mejía 61 registros (12.2%), la Brigada Eufemio Zapata con 20 (4.2%) la Brigada Cal y Mayor 16 casos (3.4%), Brigada Almazán con 15 (3.1%), la Brigada Salazar con 14 (2.9%), la escolta del general Zapata con nueve casos (1.9%), las otras brigadas tuvieron un número menor. El registro “remitidos por el Cuartel General” son seis civiles que fueron heridos en el combate contra los carrancistas el 16 de marzo, en Tochimilco, el general Ayaquica ordena su atención en el puesto de socorro de Santiago Tochimisolco, Puebla. El último registro se refiere a tropa sin adscripción a ninguna brigada o cuerpo y los civiles, es un número elevado 70 casos (14.9%).

Lo que llamamos “otras enfermedades” comprende una lista de 20 padecimientos de diferente naturaleza. Las más numerosas y atendidas fueron las enfermedades de las vías respiratorias –desde laringitis, gripe, bronquitis, neumonía-, infecciones intestinales, -diarrea, enteritis, enterocolitis, fiebre gástrica, fiebre intestinal, gastrorragia- peritonitis, reumatismo- como en el caso del soldado Abundio Beltrán, fue la causa de la solicitud de su baja– , enfermedades del hígado, cirrosis, o bien de otro grupo nefritis sarna, otitis, úlceras, un caso de Delirium Tremens, por sólo mencionar algunas. Se registran también enfermedades endémicas y epidémicas como tifo regional, erisipela y paludismo. Se registraron 32 casos de fiebre palúdicas en los soldados de la División Mendoza, en la Brigadas Ayaquica, Blanco, Cal y Mayor Gabay y Salazar.

El paludismo fue estudiado y combatido por los médicos del siglo XIX. Desde entonces lo único que se tenía que hacer era atender a pacientes de pobreza extrema como los campesinos del centro y sur: y esto es lo que ocasiono bajas temporales en el Ejército Libertador. El 7 de septiembre el doctor Camarillo informaba a Zapata sobre la atención de las infecciones venéreas. En su origen tenían causas sociales y, tal vez, se agudizaron en la zona zapatista por la movilidad de los combatientes y la llegada de soldaderas, que quedaron aisladas luego de la derrota federal a mediados de 1914. La higiene en épocas pacíficas ya era deficiente; la enfermedad en una situación límite tuvo que ser atendida con los recursos de la época, tratamiento seguido a base de lavados uretrales, curaciones húmedas, inyecciones uretrales de permanganato y copaba. Y también se reflejan aquí los valores morales prevalecientes: el coronel y médico Aurelio Briones remite una relación de los jefes, oficiales y tropa atendidos de enfermedades venéreas a fin de que la secretaría de Guerra y Marina descuente de sus haberes el importe de su tratamiento.52 A diferencia de los pacientes de otros padecimientos y los heridos que no se les cobraba por el servicio

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

304 305

médico, se llegó a cobrar cincuenta centavos por curación, cuando un soldado, si recibía su socorro se le asignaba $1.50 de haber por día. Otra disposición del 10 de marzo de 1915, dada por el presidente Roque González Garza a las secretarías de Hacienda y Guerra y Marina fue que los oficiales y la tropa no percibirían haberes en caso de enfermedades venéreas, sólo alimentos y medicinas.

Conclusión

Este acercamiento a la organización de la Brigada Sanitaria nos permite trazar un esbozo del papel que tuvieron los médicos, pasantes, estudiantes, enfermeros en el Ejército Libertador del centro-sur, y los espacios que pudieron cubrir en la organización rebelde campesina a través de la relación con el general Emiliano Zapata y el Cuartel General como órgano que daba estructura al movimiento. La Brigada Sanitaria tropezó con muchas limitaciones económicas y dio un reducido servicio al Ejército Libertador. Es difícil apreciar con estos materiales su aportación al Cuartel General para dar solución al problema de sanidad militar. A partir de 1916 hasta 1919, el movimiento campesino, no sólo tendría que enfrentar la guerra contra el carrancismo, sino un problema al interior que causaría un deterioro mayor a la causa. Como escribió Prudencio Casals a Zapata en diciembre de 1915, al pedirle unos ejemplares del Plan de Ayala para fortalecer la propaganda e influir en el Ejército Libertador en el respeto a las comunidades y entre las tropas mismas y así cuidar el saneamiento de éstas y contrarrestar el elevado perjuicio que causaban a la causa más que las derrotas que les pudiera hacer el ejército carrancista.53

Esta expresión de saneamiento expresada por el doctor Casals a Zapata obviamente no se refiere a la salud física del Ejército campesino, sino al interior del Ejército Libertador: tropa y oficiales que ocasionaban agudos problemas de todo tipo, rivalidades de

poder, abuso de autoridad, robo y violación de mujeres, sustracción de alimentos, ganado, deslealtades etcetera a la población civil; lo que lesionaban severamente la imagen y la presencia de la Revolución zapatista en su zona de operaciones y causaban más daño al interior y exterior del movimiento más perjuicio que la guerra contra los carrancistas. Y estos problemas que se gestaron y continuaron a lo largo de los nueve años de guerra zapatista son estos problemas unidos al hambre del pueblo y el ejército popular los que a partir de 1918 ocasionaron el declive del zapatismo.

Es notorio el contraste en los dos ejércitos revolucionarios populares villista y zapatista la desigualdad en cuanto a la posibilidad que tuvieron los primeros para atender a los heridos de guerra. En el ejército zapatista por los pobres vestigios con que contamos, una serie de informes nos permiten hacer algunas preguntas a la organización de la salud y el papel de los médicos, y estudiantes así como el significado que este problema representaba para el general Emiliano Zapata y para el conjunto del Ejército campesino. Se trata de pistas e intentos para explicar la organización más compleja que desarrolló el Cuartel General de Zapata en el aspecto de los heridos de guerra y la salud.

Licenciada Laura Espejel López Licenciada Laura Espejel López

307

El Ejército y la Prensa Mexicana Durante la Guerra de 1947

308 309

El Ejército y la Prensa Mexicana Durante la Guerra de 1947

Maestra Gabriela Rivera Acosta

En este trabajo se busca reconocer la percepción que se tenía del ejército mexicano durante la guerra de 1847, bien conocida

como la “Invasión Americana” o “Guerra México- Estados Unidos”, con base a fuentes hemerográficas. En este caso, se trabajó únicamente con base en uno de los principales periódicos mexicanos del S. XIX, “El Monitor Republicano”. Se decidió trabajar con éste, ya que dentro de los acervos nacionales, es con el único periódico con el que se cuenta que abarque íntegros los años de 1846 a 1848, periodo pertinente para la presente investigación. A manera de introducción al tema, se hará una breve explicación histórica, sobre lo que fueron y representaron los periódicos del S. XIX en México; de la misma formaque se presentará una pequeña reseña sobre el proceso histórico, que hasta nuestra periodo de estudio, moldeó al ejército mexicano que habría de enfrentarse contra la milicia norteamericana, la cual invadiría el territorio Nacional para el año de 1847. Suceso conocido como “La Guerra del 47”.

El Monitor Republicano, periódico ocupado como fuente principal del presente trabajo, fue un periódico que surgió a partir de “El Monitor Constitucional”. Publicado por Vicente García

310 311

Torres e Ignacio Cumplido, reconocidos editores de la época. Se le cambió su nombre con el fin de enfatizar sus tendencias políticas liberales, iniciando su labor el 14 de febrero de 1846. El Monitor Republicano fue un periódico de tendencia liberal radical, de una forma mas abierta que “El Siglo XIX”, pero no al grado de lo que lo fueron periódicos como “El Amigo del Pueblo” y “La Voz del Pueblo”, conocidos periódicos de izquierda. Entre sus redactores se pueden encontrar nombres de personajes notables de la vida política e intelectual del México Independiente como: Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, José Ma. Vigíl, Ramón Alcaráz, Juan Navarro, José Ma. Castillo Velasco y José Ma. Revilla.1

Para dar inicio, por parte de las fuentes hemerográficas, se ha podido observar que las noticias sobre la llamada “Guerra del 47” tuvieron lugar en las columnas de la prensa mexicana en un periodo que abarcó desde el año de 1846, a 1848. Resulta importante resaltar, que para esta época, en el recién independiente país que resultaba ser México, el periódico ocupaba el primer lugar entre los medios y funcionaba como el principal conducto de la opinión pública articulada. Es de aclarar que éste fue el medio de expresión de una clase privilegiada, donde los redactores resultaban ser los mismos personajes de alta estirpe y alcurnia que controlaban el país. Entre los periódicos más importantes de la época podemos encontrar a: “El Siglo XIX”, que era un periódico de postura moderada, “El Boletín de Noticias” y “La Unión Nacional” que representaban una clara oposición al antes mencionado, “El Amigo del Pueblo” y “La Voz del Pueblo”, de corte claramente liberal radical, “El Estandarte Nacional” y el “El Defensor de las Leyes” que de entre otros tantos se caracterizaron por sus tendencias monárquicas; y otros republicanos liberales como “El Tiempo”, “El monitor Republicano” y “Don Simplicio”, junto con otros de menor importancia como lo fueron “El Espectador”, “La Reforma” y “La Hesperia”.2 Entre los periódicos mencionados y el extenso listado que ahora no hemos podido ahora aludir, se involucraron en un largo proceso de pugnas y arrebatos, en donde aquellos que

formaban parte de la tendencia liberal, fueron quienes lograron finalmente adueñarse de la prensa en la Ciudad de México.

Los conflictos entre los periódicos de la época se frenaron de tajo el día 4 de febrero, con la noticia del levantamiento de los Polkos. Quienes se pronunciaban en contra del gobierno interino de Valentín Gómez Farías, presidente sustituto de Antonio López de Santa Anna, mientras que este último salió al campo de batalla contra los americanos, quienes comenzaban la invasión a México. La sublevación surge en protesta al decreto de ocupación de los bienes eclesiásticos para la obtención de recursos para el sostenimiento de la guerra contra los vecinos del Norte. Los cuerpos armados de los Polkos fueron encabezados por oficiales de clase alta. Se les nombró de esta manera, ya que sus líderes eran aficionados a bailar polkas, balie muy de moda en aquellos años; así como por su posición ideológica frente a la invasión, ya que eran partidarios del presidente norteamericano, Polk. Quien con una módica cantidad promovió el levantamiento de los bien llamados Polkos.

Sin embargo, son las noticias de la toma de Veracruz, las que realmente logran acallar las discusiones en el interior de la prensa mexicana. Pero no es sino hasta es la llegada de Santa Anna a la Cuidad de México, con la noticia del supuesto triunfo de la Angostura y la destitución de Gómez Farías, lo que logró frenar de tajo la oposición que presentaba la prensa frente al gobierno y sus campañas de desprestigio frente al mismo; situación que duraría tan sólo un mes, periodo de tiempo que se logró ocultar la realidad sobre los resultados reales de la guerra. Hasta el momento, la prensa no se vió afectada, sin embargo, con la llegada de la noticia de la derrota de Cerro Gordo, los periódicos cerraron sus prensas. Únicamente, “El Republicano”, “El Monitor Republicano” y “El Diario del Gobierno” se mantuvieron en actividades; los dos primeros a saber de la derrota, dirigieron sus críticas contra Santa Anna, acusándolo de “inepto” y “traidor”, “con comentarios de algunos oficiales que afirmaban que [Santa Anna] había planeado la

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

312 313

derrota de Cerro Gordo”.3 La prensa, en su conjunto, se vio aún más afectada, con la llegada del ejército norteamericano a la Ciudad de México, ya que se instauraron prensas americanas como “The American Eagle”, “The American Star” y “The Northamerican”.

Con apenas un poco de estabilidad y con la ciudad ocupada por los americanos, poco a poco se comenzaron a reabrir las prensas mexicanas, “El Monitor Republicano”, es el primero en hacerlo el día lunes 27 de septiembre de 1847, manteniendo sus ideales liberales, junto con el recién creado “El Eco del Comercio”. Sus noticias se concentraban en refutar publicaciones norteamericanas, así como en favorecer la inmediata apertura para las conversaciones de paz, esto durante los últimos meses del mismo año.

Ahora bien, en cuanto al ejército mexicano se refiere, durante la época colonial éste no ocupo un papel importante dentro del Virreinato, y no es sino hasta la consolidación de las Reformas Borbónicas, que cobró mayor importancia en toda Hispanoamérica. Para la posteridad, todo aquél que fuese llamado a las armas, contaba con importantes privilegios, lo que tuvo considerable influencia en su posterior evolución. Esta situación conllevó a que un hombre de familia acomodada, o con pretensiones de serlo, considerara obtener un cargo militar sólo bajo la perspectiva de una vía para el ascenso social, la satisfacción de la vanidad personal y el mantenimiento o adquisición de prestigio. No por nada, durante la Guerra de Independencia, se dió a notar el buen estado de los cuerpos armados. Con el establecimiento del México Independiente, se pensó entonces pertinente la creación de una Guardia Nacional. Sin embargo, tras éste duro proceso revolucionario, en las filas del mismo ejército, se concibieron una serie de conflictos, que resultaron en una división interna de los cuerpos armados; creando grupos de poder formados esencialmente por: antiguos insurgentes, guerrilleros y oficiales profesionales conservadores de la aristocracia colonial.4 Con lo que se dió un cambio estructural, en el que las fuerzas armadas pretendieron imponer sus propias

demandas, en oposición a los intereses del Estado y, con dirigentes ambiciosos, se convirtió en “instrumento de derrocamientos políticos y revoluciones”.5

Toda esta serie de conflictos internos en la Guardia Nacional dieron lugar a un fuerte descrédito en la milicia regular. Las élites comenzaron a evitar tomar puestos en la misma. Por lo que durante el S. XIX, el ejército apenas cumplía con el número mínimo de efectivos reglamentario, esto obligó al reclutamiento forzoso de vagabundos y delincuentes; y por supuesto, también produjo un gran número de desertores. No por nada, durante a las guerras de reducción de grupos indígenas del Norte del país y el enfrentamiento contra los extranjeros, se mostró su gran incapacidad. Esto se atribuyó a que las tropas sufrían de grandes carencias como: oficiales idóneos, falta de efectivos, sustitutos, de equipo y de estructura; además, el dinero que se le destinaba se gastaba principalmente en el pago de sueldos, pensiones y mantenimiento de retirados e “insurgentes meritorios”.6 De ahí, que Humbolt a principios del S. XIX, explicara que lo destinado a la defensa militar, absorbiera cerca de la cuarta parte del producto interno total.7

Ya para los albores de la guerra, en 1831, el Colegio Militar contaba con tan sólo 31 alumnos alojados en el ex convento de las Bethlemitas, en la zona centro de la Cuidad de México. Para entonces se presentaba un claro vínculo entre la tierra y el poder militar; y la relación entre los jefes militares y sus soldados se establecían a nivel personal, el ejército regular era ínfimo en relación a la extensión de la Nación. Para poder ampliar los alcances de la Guardia Nacional, se crearon pequeñas milicias locales, sin entrenamiento. La situación de miseria y corrupción del ejército, aunado a la creencia de que no existían vecinos en el Sur, que siendo sus iguales, figuraran una amenaza que facilitara la creación de un espíritu de cuerpo en el ejército, y que en cuanto al Norte, además de una importante barrera natural, que era el desierto, no se pensó que atacaría;

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

314 315

crearon el escenario ideal para los penosos acontecimientos que vendrían pronto a aquejar al recién conformado país. En la guerra contra el vecino del Norte, se demostró lo erróneo de la idea de la paz en las fronteras internacionales, que en México imperaba, así como la gran desorganización de las fuerzas mexicanas. En dicho conflicto, se demostraron las deficiencias en cuanto a: material (efectivo del ejército, armamento, fuerza animal, destreza física de los soldados), el intelectual (capacidad de los jefes, instrucción de los mismos) y el moral (deseo de combatir, conciencia nacional, disciplina).8 De tal manera que el desprestigio popular que el ejército venía cargando desde la Independencia, se acentuó con la colosal derrota del 47 y el gobierno de Santa Anna. Debido a la corrupción generalizada de la administración pública, que aceleró la caída del mencionado ejército, el cual se apoyaba solamente en los privilegios que le eran otorgados.

La guerra contra los Estados Unidos, se vio reflejada en los periódicos de la época desde el conflicto social y político que desató la anexión del territorio de Texas, es decir desde 1846, y se continuó haciéndosele mención hasta la primera mitad de 1848, con la conclusión del conflicto. Al principio, a ésta guerra, dentro de la prensa, se le otorgaron adjetivos como los de “justa, gloriosa, inevitable, urgentísima”.9 Se decía, que con esta agresión se atentaba en contra de los intereses materiales y morales, y a los principios de justicia y convivencia internacional.10 A lo que se le atribuyó, que seguramente este hecho se debía a un “acto de rapiña, unas veces maquinado por políticos sin escrúpulos, otras como producto de las diferencias regionales de los Estados Unidos, y otras más como el resultado del Destino Manifiesto”.11

Posteriormente, durante la plena invasión, estando ya el sitio en Veracruz y con vistas a la toma de la capital mexicana, la percepción de la Guardia Nacional fue bastante positiva. En cuya fuerza se depositaba la confianza sobre de la integridad de la Nación. De forma tal, que para el martes 27 de octubre de 1846,

se recibió y publicó una carta venida de Sotavento, con fecha del 20 del mismo:

“…mas no han logrado su rapiña, porque la Guardia Nacional de esos puntos han bien escarmentado, quitándoles las armas, haciendo algunos prisioneros y quien sabe que otras cosas. […] A los yankees hasta ahora parece les va muy mal por el

sur”.12

Noticia, a la que el editor agregó:

“Por nuestras tierras donde feliz mente reina la unión, y no hay mas deseo que el de castigar la osadía anglo-sajona, las noticias de un proximo ataque a causado igual bello efecto. Atacando Alvarado, la Guardia Nacional de Tlacotlalpam y Tuxtla, voló en su auxilio. Tenemos ya en Paso de Oveja la de Chapultepec [ …] La orilla esta armada: vengan cuando gusten los americano; ó la tumba de todos los que vinieren, ó nuestra porque no ha de haber medio”.13

Esta nota, no solo se demuestra el largo tiempo en que tardaban en llegar las noticias a la capital, sino también la manipulación de la información por parte de los medios y las autoridades, y del cómo es que mientras la victoria fuera planteada, todo honor y toda gloria serían otorgados al responsable del éxito. En cuanto a la anotación que hace el editor, enfatiza lo anterior, y demuestra esta exacerbación de “lo Nacional”, el orgullo y la confianza para con el ejército mexicano; aprueba sus tácticas de guerra y celebra sus hazañas. De aquí en adelante, se publicaban las cartas y comunicados de los oficiales que se encontraban en el campo de batalla, y que mandaban a las prensas citadinas. Aunque ya con anterioridad esto se hacía, pero en menor cantidad y se refería a lo sucedido en Texas.

Para el 29 de octubre se informó, de lo sucedido en las batallas en Monterrey, se decía en ellas que las ventajas sobre el enemigo eran cuantiosas e “incalculables”. Sin embargo, las adversidades se dejaban entrever, con la publicación de un comunicado del comandante principal de Alvarado, Tomas Marín, el 30 del mismo; en donde pedía ayuda a los habitantes de Veracruz, ya que “el gobierno no tiene la capacidad” de sostener económica

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

316 317

y materialmente el sitio. A partir de entonces, es que se daría diariamente la razón de lo que estaba sucediendo en Veracruz, por este medio, haciendo siempre que fuera posible, una enarbolación de los actos que se calificaban como heroicos, de aquellos soldados o bien, de los generales que personalmente narraban sus historias. Como fue el caso del ya antes mencionado Tomas Marín.

A esto, el mismo día desde San Luis, el presidente Santa Anna comunicó sus medidas de defensa, en donde convocaba a la unidad nacional, con el fin de reparar todavía “nuestro honor ultrajado y humillar el pabellón del Norte”.14 Con el fin de auxiliar a su “gloriosa empresa”, dentro del mismo comunicado, se dio a la tarea de dar a saber las excelentes condiciones y logística con las que contaba el ejército norteamericano. Este comunicado parece haberse presentarse con la intención de crear una idea de resistencia ante las victorias de un enemigo implacable, sin mostrar realmente lo que sucedía en el campo de batalla. De manera que la gente que se informaba mediante este conducto, que rea el grueso de la población, comprendiera las desventajas que tenía la Guardia Nacional frente al ejército americano. Y con ello lograba alcanzar dos objetivos: se realza las grandes hazañas de la Guardia Nacional a pesar de las notorias inequidades, y se justificaba, para entonces, una posible derrota, ante tales enormes adversidades con las que tenían que lidiar las fuerzas armadas mexicanas.

Ya entrado el mes de noviembre, aparecían en las columnas del periódico, constantes comunicados por parte del Cuerpo Médico Militar, en el que se pedía el cese del envió de víveres y equipo de curación al frente de batalla, con el fin de que si el sitio cayese, los recursos no fueran empleados por el cuerpo enemigo. Aquí el lector, debió de haber tenido claro que la situación en el frente no era entonces tan formidable como se decía en la prensa, ya que resultaba con ello notorio que el sitio se estaba dándose por perdido, y que las condiciones del ejército que lo sostenía, debían de ser deplorables. Ya que además de no enviárseles mas víveres,

se convocaba a la participación de la población civil, con el fin de oponer resistencia al enemigo, lo que muestra ya la incapacidad del ejército, ya no hablemos de repeler al enemigo y sostener el sitio, sino de frenar su avance. Sin embargo se continuaba con la publicación de los “gloriosos” actos del llamado “ejército libertador republicano” y su general en jefe:

“El inmortal Santa- Anna no ha venido a San Luis a servir de agente de una negociación diplomática, ha venido a derramar sus sangre en el campo de honor, ha venido a conducir al pueblo y al ejército a la guerra, y su espada victoriosa brillará más allá del Sabina…”.15

Aunque durante el mes de noviembre, buena parte de las noticias sobre la guerra se centraron en lo que fue el combate para el apaciguamiento del movimiento de los Polkos y los grupos indígenas del Norte; no pasaron de desapercibidos los artículos del editor. Dichas columnas se enfocaban en apelar a la justicia de la guerra contra los Estados Unidos y en convocar, constantemente, a la unión nacional y el apoyo al ejército. Inclusive, en el apartado de “Guerra y Marina”, del día 14 del dicho mes; se anunció la condecoración de los “generales, gefes y oficiales que en la presente guerra extranjera, han combatido ó combatieron en defensa de la integridad del territorio nacional”.16 Situación que ante el pueblo ensalzaba el honor de los integrantes del ejército, dejando una buena percepción sobre ellos, y deponiendo el verdadero estado en el que se encontraban las fuerzas armadas en el campo de batalla. Recordemos que en estas condecoraciones no se hacía mención alguna de los soldados rasos o de menor rango, que fueron quienes verdaderamente se la jugaba en el campo de batalla y era quienes sufrían las malas decisiones del jefe del ejército, Santa Anna. Para el día 18 de noviembre, el periódico, en la sección de “El Monitor”, que es la columna del editor, dice así:

“Supieremos que nuestro ejército, mandado por el general Santa-Anna, estará abundantemente provisto de toda clase de recursos, y que no se repetirá lo que hemos visto otras veces con profundo rubor; que el general se queje de la falta de recursos después de tres días de combate”. 17

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

318 319

A lo que diez días después se añadió en la sección de “Interior”, en donde se publican notas, cartas y artículos de otros periódicos y gente común del interior del país; en este caso una carta de Morelia mandada con fecha del 22 de noviembre, la que se titula “Guerra Defensiva”, en donde se hace mención de las virtudes de las que debería de presumir poseer un general de la Guardia Nacional”:

“…El general que obra en defensiva, jamás á de ser lento ni tímido en sus operaciones; por el contrario el carácter atrevido y emprendedor, ha de serle como principio y natural, si quiere obtener ventajas; pero su atrevimiento debe de ser regido por la prudencia. Afortunadamente para la república. El benemérito de la patria general Don Antonio Lopez de Santa- Anna, reúne las cualidades que son necesarias para la clase de guerra que estamos precisados a sostener, y estas cualidades, son

otras tantas probabilidades que tenemos a nuestro favor”. 18

Ambas citas nos demuestran que, de principio el estado del ejército notoriamente no era el ideal como para sostener una guerra, y mucho menos una tan larga y desproporcionada, y que los recursos que fueron destinados para la defensa del territorio nacional no fueron de ninguna manera los adecuados. Sin embargo, estas adversidades no se consideraron como un problema, ya que, como se decía, se contaba con “grandes generales como Santa-Anna”, se podía confiar en la ineludible victoria a pesar de las adversidades. Esto al parecer presupone que el ejército sólo era concebido como una extensión de sus generales, y los que eran dignos de mención y toda gloria eran estos últimos, ya que la victoria sería acogida sólo a través de sus buenas decisiones en el campo de batalla.

Para el día 3 de febrero de 1847, se publicó una proclama del General en Gefe del Ejército de Operaciones del Norte, Santa Anna, a sus subordinados:

“¡Compañeros de armas! Las operaciones del enemigo exigen movernos precipitadamente sobre la línea principal, y lo vamos a ejecutar. La Independencia, el honor y los destinos de la nación dependen de estos momentos de vuestra

decision… El soldado mexicano es bien conocido por su frugualidad y por su sufrimiento…hoy emprendamos la marcha por un despoblado, sin socorros y sin viveres, pero estad seguros, que muy pronto seremos dueños de los del enemigo…

…¡Soldados! Tened fe en los destinos de la patria: la causa que sostenemos es santa: jamás hemos luchado con mas justicia, porque defendemos la tierra de nuestros padres y nuestro porvenir, el honor, la religión, a nuestras mujeres y a nuestros hijos ¿Qué sacrificio será bastante por objetos tan caros? Sera, pues, nuestra divisa VENCER,O MORIR: juremos ante el eterno no descansar un instante, hasta espurgar de nuestro suelo al extranjero osado que lo profana con su presencia: nada de transacción: nada que no sea heroico y grande. -Cuartel general en San

Luis potosí, Enero 27 de 1847- Antonio Lopez de Santa- Anna”.19

Poco más de un mes después en el apartado de “Interior”, se publicó lo siguiente:

“Compatriotas: nuestro ejército a las órdenes del EXMO. SR. GENERAL BENEMERITO DE LA PATRIA DON ANTONIO LOPEZ DE SANTA-ANNA, con heroico valor y resistiendo las penalidades de la mas espantosa miseria… a escarmentado en los días 22 y 23 del corriente a nuestro común enemigo: ha llenádose de gloria: su ilustre caudillo ha dado nuevo ser a su patria, y ha reconquistado su independencia tan pérfida y vilmente amenazada… y el héroe, el genio, el hombre que el cielo nos h concedido como un don precioso en las aflicciones de la patria, acabará muy pronto la sublime empresa que ha comenzado. Unión compatriotas, gratitud eterna AL ILUSTRE, AL ESCLARECIO Y BENEMERITO EXMO. SR. PRESIDENTE GENERAL DON ANTONIO LOPEZ DE SANTA-ANNA, y al INVENCIBLE EJERCITO QUE MILITA A SUS ORDENES EN DEFENSA DE NUESTROS MAS CAROS INTERESES. –San Luis Potosí, Febrero 27 de 1847- Ramon Adame”.20

El análisis de la primera cita, nos lleva en automático a la segunda, en donde la impresión del discurso que dio Santa Anna a sus soldados tenía claramente un fin didáctico para el lector,

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

320 321

esto de forma tal que buscaba que se creara una idealización del ejército y sus dirigentes como aquellos héroes que daban y darían su vida en nombre de la nación. En vinculación con el segundo, al denostar su efecto, donde se reconoció el buen proceder de los jefes militares, y se le agradecía al ejército, al reconocer su gloriosa tarea. Sin embargo, se continuaba ocultando las enormes penalidades por las que pasaba en cada uno de los frentes el mismo ejército, no solo por mantener los sitios, sino por su misma subsistencia. Esta situación de desventajas e infortunios, resultaron tan notarias para los dirigentes, que incluso, para el día 11 de mayo, se publica en la sección de “Interior” una propuesta de una educación primaria para el ejército, con el fin único de que de esa manera se conociera en adelante al “que se dedican a carrera tan gloriosa”21, esto parece ser más un reconocimiento y preocupación por los pocos alcances e imposibilidades que dio a notar el ejercito en su desenvolvimiento en el campo de batalla, más que una preocupación de tipo moral, como se planteaba. El mismo día se propone, mediante de un comunicado del gobierno central, la gran idea que sería la inclusión de los cadetes en el ejército, para que de esta manera tuvieran el “honor” de combatir junto con los veteranos para defender su patria y a su vez, favoreciendo al ejército con su servicio social.22

Lo que deja reconocer, tal vez no de forma directa pero si a todas luces, las carencias y falta de efectivos que defendían la patria. Esto no puede señalar otra cosa que el cortísimo alcance de la Guardia Nacional de aquellos años.

Para el día martes 29 de junio, se presentó el último comunicado del General Santa Anna. Ya que para el día 12 de julio se interrumpen las prensas, antes de la entrada del ejército norteamericano a la Ciudad de México. Este último comunicado se imprimió en la sección de “Interior”, con el título “El ¡Hasta Aquí!” y dice:

“Para nosotros no hay medio; ó triunfamos ó sucumbimos con gloria; la paz en el estado á que han venido las cosas, nos llenarán de ignominia puesto que no podría menos que ser dedicada por el acero victorioso del invasor. –San Luis Potosí, Enero

26 de 1847- Antonio Lopez de Santa –Anna”.23

Cuando Scott, jefe militar que dirigió la invasión norteamericana a México, y sus fuerzas entraron a la Ciudad de México el 14 de septiembre, el gobierno mexicano, que para entonces residía en Querétaro, carente de recursos y de un ejército, se vio obligado a no hacer otra cosa que no fuera iniciar las conversaciones de paz. A lo que la mayor parte de las imprentas respondieron, de principio, abandonando su principal posición beligerante e iniciaron una propaganda, que se podría calificar de amarga, a favor de la paz. En particular, nuestro periódico, “El Monitor Republicano” argumentaba para este entonces que la guerra se había anunciado “con bastante anticipación”, y argumentaba que se debió de haber evitado oportunamente, que México pecó en “orgullo” llevándolo sobre una sobrevaloración de sí mismo y un desprecio sobre el prójimo; y Estados Unidos pecó en “ambición”.24

El día 27 de septiembre, con la reapertura de la imprenta del periódico “El Monitor Republicano”, se publican “Los Documentos del General Santa-Anna” , en donde J.R. Pacheco, le comunica al presidente de la Corte Suprema de Justicia, el Sr. Manuel de la Peña y Peña, por mandato del aún presidente Santa Anna; varios decretos, con “el fin de prever a cualquier evento desgraciado, a fin de que hallándose en el poder V. E., se sirva de hacerlo publicar…”25. Este comunicado tiene fecha del 18 de septiembre, una fecha en la que ya no había mucho que prever, mas sin embargo, en el dicho comunicado se establecían las formas y medidas que el gobierno debía de tomar en ausencia del Presidente Antonio López de Santa Anna. De manera que dirigiéndose en particular a cada uno de los ministros conforme a lo que le atañía de manera correspondiente, al Ministro de Guerra

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

322 323

y Marina, le comunicaba que a pesar de lo ocurrido el día 14, y de su huida de la capital con su ejército, que se comunicase a los jefes de los Estados que la resistencia debía de continuar “de cuantos modos fuere posible”.26 Así mismo, calificaba a la resistencia que se dio en la ciudad por seis días, de heroica; “hasta el punto que no se comprometía a los habitantes, luego que el enemigo ocupó aquellos lugares desde donde podía ofender á millares de pacíficos vecino con sus proyectiles”.27 Y que tal situación fue la que lo orillo a cambiar de residencia; ya que de lo contrario, se “habría dado lugar a mil desgracias y a la repetición de actos de barbarie, en que el ejército enemigo ha mostrado un conocido instinto de exterminio y de robo”.28 En el mismo comunicado, decretó 4 artículos, en el primero de ellos anunciaba su renuncia a su cargo de Presidente Interino, dejando al cargo al Presidente de la Corte Suprema de Justicia; al antes mencionado Peña y Peña. Esto en la población no pudo más que provocar repudio hacia el representante del ejército y la nación, ya que en los peores momentos es cuando decidió abandonar el barco.

Con todas estas malas nuevas e intentos poco fructíferos por mantener el “prestigio” del ejército mexicano, la Guardia Nacional quedó menos que desprestigiada. Desprestigio que se acentuó aun mas con el hecho de que su General en jefe, su representante por excelencia, huye de los problemas de todas las formas posibles. Sin embargo, el descrédito no es generalizado a todo e cuerpo armado, puesto que por medio de cartas de varios generales y del mismo Santa Anna, que se dedican a redactar escritos que se publican en las columnas de los periódicos, en las que se ensalzan las hazañas de importantes generales, como es el caso de Juan Álvarez y las tropas a su mando. El mismo día, el editor pretendió provocar al lector con una reflexión enfocada a reflexionar sobre lo que hubiese sido el mejor escenario, la guerra o la paz?, resultando siempre, la guerra como el camino más viable y honroso. Con base en ello, convoca en las mismas líneas, a la unión nacional y a el qué los Estados reconocieran al gobierno legítimo. Esto con la probable

intención de impedir que el país caiga de nuevo en conflictos y alzamientos internos, que el Estado no sería capaz de sostener. Con fecha del día martes 28 de septiembre, se publicó la parte escrita por el general Bravo que entregó al Ministro de Guerra. En la que se dio a la tarea de relatar los sucesos ocurridos los días 12 y 13 del mismo mes, en lo que se refiere a la acción en el sitio de Chapultepec. Me molesto en añadir fragmentos de este comunicado, no solo por su importancia, sino puesto que es el mejor reflejo de la deplorable situación en que se peleaba en los distintos frentes y sitios, por parte de las fuerzas mexicanas. Por lo tanto, nos permite observar a partir de que parámetros y de que información, la ciudadanía emitía sus juicios sobre el ejército y sus generales:

“La guarnición tuvo una baja considerable entre nuestros heridos y contusos…

….Estos tiros sólo eran contestados por los de tres piezas nuestras de batir…

Yo insistí en la urgencia de que el auxilio, fuese pronto, esponiendo al Exmo. Sr. Presidente que con la tropa que me quedaba era imposible hacer la defensa, en razón de que el batallón de Toluca había desertado29 casi todo, y de que la pequeña fuerza restante había perdido completamente la moral a causa de los fuegos de aquel día…

…al amanecer del día 13 solo contaba yo con la parte superior de la fortaleza, con poco mas de 200 hombres para resistir al asalto de tres columnas enemigas fuertes de 3500 á 4000: y aun muchos de esos pocos desmoralizados por el fatal ejemplo de sus compañeros y por el de algunos oficiales, intentaban la fuga hasta el grado de haber sido forzoso hacer fuego sobre varios que se descolgaban por las bardas del edificio…”.30

Todo esto, por obviedad, provocó cuantiosas críticas dirigidas al general Santa Anna como cabeza de sus fuerzas armadas, y ninguna dirigida para el ejército regular, ni para ninguna de las milicias. Inclusive, se hace notar la constante aparición de obituarios de a militares que combatieron en la dicha guerra, muertos en batalla, ensalzando sus actos “heroicos”. De entre un buen compendio encontrado en los diversos periódicos de la época, el caso más notable es el del coronel de mina Don. Elías Balderas,

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

324 325

muerto en acción en la batalla de Molino del Rey, digo notable, ya que su obituario abarca tres y media columnas del periódico, que si ahora resulta bastante, para los periódicos de la época con pocas hojas de contenido, representaba un caso realmente excepcional.

De ahora en adelante, habiéndose ya rebelado el estado real de la guerra y del ejército, la incompetencia de Santa Anna y lo endeble del gobierno mexicano, los periódicos comenzaron a publicar notas de desprestigio al mismo gobierno y a su presidente que antes tanto se vanagloriaba. De esta forma, encontramos columnas como la publicada para el día 9 de octubre en la sección de “El Monitor”, en nuestro periódico, la cual decía:

“El general Santa-Anna culpa al ejército de todas sus derrotas. Supongamos que esto deba entenderse con la extensión que quiere dársele:… pues mas notorio sea, peor para el general que se valió de él. ¿No era una obligación del Sr. Santa-Anna conocer un ejército que él mismo había creado, y cuya oficialidad en la mayor parte era hechura suya, ¿Por lo menos debía tenerla muy bien conocida?...

Pues bien De quién es la culpa si ni el ejército, ni los gefes, ni los oficiales sean tan inútiles, como se les ha querido suponer, en lo que no estamos muy conformes; pero no es del caso tratar este punto. Ahora nos ocupamos de que los males que está sufriendo la república, mas su habilidad y prudencia, que en improvisar ejércitos, que sólo han servido de hacer que la república pierda su gente, su dinero y ponga de peor condición sus asuntos políticos con los Estados Unidos…”.31

Como se puede observar, el ejército se consideró a partir del desengaño que mantenía el gobierno, solapado por la prensa, en adelante, como uno más de la enorme lista de problemas nacionales a solucionar. De manera que para el 17 de diciembre del mismo

año, 1847, se publicó un decreto en el cual se estipulaba un ajuste del ejército, que era notoriamente necesario, y el mejoramiento del estado de la fuerza de un batallón de infantería. En adelante, las preocupaciones por hacer una reforma que reforzaran a las fuerza armada de México continúan. De forma tal que para el día 17 de enero de 1848, con poco tiempo transcurrido tras la funesta guerra contra los cuerpos norteamericanos, el Ministerio de Guerra y Marina mexicano, publicó nuevos estatutos sobre las facultades extraoficiales para el que sería el nuevo presidente interino, en donde se procura el reforzamiento de los cuerpos del ejército que se encontraban en zonas fronterizas del país, o de constante conflicto.

El retrato más notorio y común que se encuentra en la prensa de aquellos años de guerra, acerca de las condiciones en las que se encontraba el país se centraban en la necesidad de la renovación nacional y del gobierno en todas sus instituciones. En específico, sobre el ejército lo mas común es encontrar notas como la siguiente:

“Una administración desorganizada, una hacienda perdida, deudas enormes que nos consumen, el soldado mendigando de la usura su escasa subsistencia, los servidores del estado desatendidos, la justicia descuidada, los bárbaros haciendo retroceder las fronteras de la civilización; Yucatán emancipado; los Estados Unidos ocupando nuestro territorio; y todo esto sin marina con que defender nuestras costas, y sin poder proporcionar los recursos necesarios a nuestro ejército para expeler del suelo de la patria a sus osados invasores…”.32

Por lo que se puede notar, el manejar el suceso que fue la guerra contra los Estados Unidos, resulta bastante complejo, ya que deben tomarse en cuenta las diversas variables que enmarcan el contexto histórico y cultural tanto a un nivel político e histórico, como social. Los trabajos de Justin H. Smith y Gene M. Brack, basado en fuentes hemerográficas mexicanas de la cuidad y algunas provenientes del interior de la república, extraídas de los años 1845 a 1847, los llevó a la conclusión de que México, como gobierno y sociedad, en verdad estaban a favor de establecer la

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

326 327

guerra en contra de los Estados Unidos; y que incluso promovió la misma. Ambos fueron parciales y no enfrentaron las problemáticas mexicanas de la época, y con ello deformaron las ideas expresadas a través de la opinión pública articulada.

Al parecer, lo mejor en los casos, en los que se trabaja con este tipo de temáticas sociales desde una perspectiva histórica, es seguir la pauta que nos marca el contexto histórico, y de ahí partir a las disertaciones con base a fuentes de primera mano, sería lo idóneo. Siendo así, para concluir este trabajo, me parece preciso aclarar que a grandes rasgos, parece ser que la percepción que se tenía sobre la milicia y el ejército regular por parte de la sociedad mexicana de finales de la década de 1840, no era del todo fatídica, ya que como se señaló anteriormente, éste ejército no se veía como una unidad autónoma, sino como una extensión de sus generales y jefes, principalmente de Santa Anna. Por lo que los resultados de la guerra contra los Estados Unidos, considerados como funestos, les fueron atribuidos en su mayoría a su General en Jefe y presidente interino Don. Antonio López de Santa Anna. Los problemas a solucionar en la estructura y a diversos niveles del ejército y por los cuales son condenados, van comúnmente dirigidos al ejército como institución, y no a sus militantes de bajo rango. La siguiente cita dará una perfecta conclusión sobre lo argumentado en esta investigación, al enfatizar la percepción que un narrador vivencial expone sobre la percepción que tubo el ejército norteamericano sobre su oponente:

XIIContraguerrilla de Puebla(Capitulo XXI)

Aunque se dijo que un tal Dominguez mandaba esta fuerza, parece que temporalmente fue jefe de ella Pedro Arias. La contraguerrilla se componía de unos 400 hombres, y tenía por nombre entre los invasores el de “Spy Company”, Campaña de Espías. Acerca de tales entes decía Scott, en carta dirigida de Puebla á Jalapa al coronel Childs:

“Me han proporcionado los más exactos informes sobre los movimientos del enemigo y los planes de los paisanos: por conducto de ellos pude aprehender á varios militares y paisanos en las reuniones nocturnas que tenían con objeto de sublevar al populacho. La compañía de espías ha peleado con valor, y está tan

comprometida, que tendrá que salir del país, cuando se retire nuestro ejército”.33

Al final de este trabajo, es necesario reconocer las limitaciones del mismo, a sabiendas de la necesidad de consulta de otras fuentes hemerográficas, no sólo de la Ciudad de México, sino que también del interior de la república que hubiesen enriquecido enormemente el trabajo, así como la comparación con lo escrito por la producción histórica de la época. Sin embargo se espera haber cumplido con el objetivo de dar a conocer bajo qué parámetro se forjaba la opinión pública que se tenía sobre el ejército y cuál fue esta. Basándonos en la idea de que el hecho de una guerra fallida no sólo afectó al territorio nacional, sino también las ideas de los mexicanos sobre el porvenir de su país.

Maestra Gabriela Rivera Acosta Maestra Gabriela Rivera Acosta

329

Vientos de Guerra

331

Vientos de Guerra

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

Son las doce del día del año de mil novecientos once, en el muelle del Puerto de Veracruz, en la borda de un vapor, un hombre de

ochenta años, impecablemente vestido con un traje negro, observa a la gente que se agolpa en el malecón para despedirlo; las personas son de todas las edades y de diferentes clases sociales, lo mismo se ve una mujer muy elegante con mantilla que otra descalza con rebozo; un hombre de traje con sombrero de copa, que uno con sombrero de palma, camisa y calzón de manta; agitan las manos para despedirlo, él responde con una leve sonrisa y levantando una mano con la mirada triste…, se hace un silencio por la voz de un militar, se escucha un corneta que toca algo, las baquetas golpean los tambores y al siguiente toque todos los soldados cambian su posición, la banda de guerra del 23° Batallón de Infantería toca bizarramente el Himno Nacional, el batallón presenta armas, los hombres se descubren la cabeza y se comienza a escuchar las voces de todos acordes a las notas; en esos momentos un niño está jugando, el padre de éste, lo jala del brazo, le da un golpe con la mano abierta en la cabeza y le tira el sombrero.

332 333

Posteriormente lo pone quieto, hay una muestra de respeto por parte de todos…; yo vuelvo la cabeza para mirar al personaje, de los ojos del recio hombre ruedan lágrimas de emoción, es el último adiós para él, sabe que ya nunca regresará…, en el viento flotan sus últimas palabras: “Guardo este recuerdo en lo más íntimo de mi corazón y no se apartará de mí mientras viva” (Andrés Becerril. Se cumplen 100 años de la partida de Porfirio Díaz en el Ypiranga.Excélsior digital), poco a poco en el horizonte se comienza a poblar de nubes negras arrastradas hacia la costa por un gélido viento, que presagiaban mal tiempo e iban en dirección a tierra…, la gente continuaba agitando pañuelos y alzando la voz gritándole vítores para desearle un buen viaje, entretanto la banda de guerra seguía tocando, ahora la Marcha de Honor y el Batallón continuaba presentando armas, los marrazos tintineaban por el tiempo que ya llevaban en esa posición sin embargo los militares se mantenían erguidos; el vapor sonó su bocina, el retumbo se escuchó largo y triste, como el aullido del lobo en las noches de luna llena; la embarcación se iba separando del muelle y poco a poco se adentraba al océano…, yo estaba a un lado de él en la borda, y veía en la cara del viejo la tristeza que era evidente, las lágrimas le proseguían saliendo una tras otra, el dolor era sincero, parecía que con su mirada trataba de aferrarse a toda esa imagen que tenía al frente, sus grandes manos se prensaban a la baranda del buque como si no quisiera irse de esa tierra…, el hombre era alto, con una presencia de marcial distinción, con la cabeza levantada, mirada analítica y profunda, veía de frente, no bajaba la vista al hablar y no perdía el porte.

En el navío se incrementó el abastecimiento de carbón en las calderas que ahora rugían como un leopardo, los remolcadores lo soltaron, la bocina sonó nuevamente y puso en acción la potencia de sus motores a vapor, así se iba adentrando en el océano, mientras el hombre persistía con gesto adusto, se veía como que se preguntara sobre de algo…: ¿qué error había cometido?, y ¿por

qué?, ¿qué había hecho en los últimos treinta y cuatro años?..., yo sabía un poco sobre de él, la información que tenía me decía que era una persona extraordinaria para su edad.

Yo sentía mucha curiosidad por saber acerca de él, de primera persona, no me quise esperar más y me paré a su lado porque sabía que este momento quizás no regresara…, y me dije; si observo que da la oportunidad de una conversación, le preguntaré. --- Hola, buen día, ¿verdad?

Díaz… --- No creo que sea tan bueno, se ve que en el horizonte hay una gran cantidad de nubes negras, también hay tormenta eléctrica, se observan los relámpagos y los truenos que se escuchan a lo lejos, y el viento viene de esa dirección en contra de la dirección que lleva nuestro navío, la tempestad va hacia la costa; es muy probable que tengamos que atravesarla para poder continuar nuestro camino…, si observa usted, las olas que van rompiendo en la proa del barco, son cada vez más grandes, pero confío en el navío y en el mando de éste.

<<Yo había escuchado que en cuestiones de la memoria, se decía sobre de este hombre: “…los hechos principales y aun secundarios de su vida, los refiere como si apenas hubiera pasado ayer…, y nunca vaciló en sus recuerdos. Sus facultades descriptivas son también muy notables.”,1 y basándome en estos fundamentos me decidí, me presenté e inicie a preguntar, primero lo hice con cosas no muy evidentes para poder engancharlo en la conversación >>. --- Vamos a ser compañeros en un largo viaje, así que creo que sería bueno que me presentara con usted, me llamo Erick Otto Hans, soy alemán y soy ingeniero, estoy trabajando en el mantenimiento de la vía férrea de Veracruz a Chiapas.

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

334 335

Díaz… --- Mucho gusto, yo soy José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, soy general y hasta hace un poco de tiempo…, fui el presidente de esta hermosa tierra, la cual ahora dejo…

Otto… --- Ahora comprendo…, por esa razón fue que en la rampa de acceso, el muelle y las barandas del vapor estaban adornadas con motivos patrios, también las calles del puerto y…, hasta había un batallón, y la banda de guerra que tocaba el himno de su país y…, tanta gente que se arremolinaba para despedirlo agitando pequeñas banderitas y pañuelos blancos; es emocionante el ver tantas manifestaciones de afecto para con usted, sin embargo.., llegué a pensar que su pueblo no lo quería, por todo lo que he estado escuchando, de algunos militares, abogados y de algunos personajes del clero, así como de algunos periódicos y…, por lo que veo, es todo lo contrario, no observo demostraciones de rechazo hacia su persona ni reclamo alguno…, perdone, pero me siento confundido…

Díaz… --- No se preocupe usted, mi estimado ingeniero, de mí se dicen muchas cosas, en especial malas, tratan de desprestigiarme y no dudo que si algún día ellos tomaran el poder, darán a mi imagen como algo negativo, todo porque fui la piedra en el camino que les obstaculizó para apoderarse de las riquezas nuestras y de mantener en la pobreza y en la ignorancia a mi muy amada República, por supuesto, con la ayuda de pseudo-mexicanos que trabajan para ellos…

Otto… --- ¿Ellos…, general?..., ¿quiénes son ellos…? <<La cara de Díaz se tornó un poco ausente, apretó la mandíbula e instintivamente aferró las manos en la baranda, como el águila cuando atrapa a su presa para no dejarla escapar, era como

si algo le fuera trayendo los recuerdos que se fueron presentando uno a uno, al igual que una comparsa, al ritmo de las olas que se rompían una, tras otra en contra de la proa del vapor…>>

Díaz… --- Recuerdo que hace ya algún tiempo, después de la guerra del cuarenta y siete, y de la intervención francesa, pude tener un parámetro de comparación entre las dos corrientes filosóficas de las dos naciones, esto me ayudó para definirme más en lo que consideré que sería lo más conveniente hacer para construir una mejor República, que deseaba, se edificara sobre de los escombros de tantas revueltas y guerras que la habían mantenido en la destrucción, la inseguridad y el retraso económico; por doquier era posible ver la miseria, la pobreza y el dolor, inclusive entre nuestros soldados, que muchas de las veces tenían una apariencia de desarrapados, aunque contaban con un gran valor, cuando eran conducidos por un buen mando.

La ilustración me había sembrado la inquietud del liberalismo, en mi mente desde muy joven ya tenía muchos proyectos, así desde ese momento tomé la decisión más importante de mi vida, edificar una Nación con bases sólidas para lograr un desarrollo económico, verdaderamente independiente y competitivo, pero ¿cómo lo haría si todo nos hacía falta?, si además el país tenía las llagas abiertas después de haberse desangrado desde la guerra de Independencia, hasta la intervención francesa; con demasiados años de guerras, estoy hablando de cincuenta años…, reconocí que sólo habría un lugar desde donde se podría llevar a cabo mi plan…, desde el poder…, con todo el poder porque sabía que: “En México no hay ni ha podido haber eso que se llama espíritu nacional, porque no hay nación…”2

Le comento algo que decía Mariano Arista con relación a mi pueblo: “…entre nosotros los males sociales son orgánicos, todo parece contrapuesto y heterogéneo, como las razas que pueblan

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

336 337

nuestro territorio, y en la obstinada lucha que mantienen el progreso y el retraso del país, los poderes no pueden tener asiento sólido, y parece que nos amarga un estado perpetuo de anarquía”.3

También Max Weber, alguna vez comentó: “la dominación política puede legitimarse sobre tres bases; la tradición, el carisma y la legalidad”.4 Basado en todo lo anterior, no cabía la menor duda de que, yo, Porfirio Díaz, llenaba los tres requisitos antes mencionados, “sobretodo porque no podía mentirme a mí mismo”, pero lo que le he contado no era solamente por lo que yo quiero que crea; para fortalecer mi argumento, o mi defensa, “porque estoy seguro de que nadie lo hará”, en la opinión de otras personas que no son paisanos, como por ejemplo entre los militares franceses había buenos comentarios hacia mi persona y hacia los liberales; sobre éstos se refirió Philippe Ledéme en una carta a su padre; “[…] Los liberales…, conocen mejor que nosotros la historia de Francia, especialmente la parte de la Revolución… Esos liberales han resistido demasiado tiempo, para no tener convicciones”;5 otro militar, el capitán Henrie Rivière, escribió: “El rasgo principal de la existencia política mexicana es la anarquía […]”;6 y el médico general, Ehrman dijo: “[…] el pueblo inerte y disimulado, en el cual los sentimientos patrióticos tienen raíces poco profundas, quien perdió confianza en cualquier tipo de gobierno […]”7 Quizás con lo que le dije, sienta usted que no me lo preguntó, pero quise que lo supiera para que tuviera usted un panorama más completo de la situación en general y de mi persona, en cuanto a la actuación que he tenido como gobernante.

Otto… Armando mis ideas, voy comprendiendo un poco más los hechos históricos de éste período que hoy cerraba sus páginas, el porfiriato, sin embargo y fundamentado en que: <<Era necesario “trasmutar libertad en orden”…, sobre bases científicas y…, principios positivistas de orden y progreso. El propósito era imponer una mentalidad ordenada a los mexicanos (las negritas

son del autor). Cada quien actuaba y hacía lo que quería…>>;8

ahora todo comenzaba a tener forma…, volví a observar a aquel hombre pensativo…, y lo volví a cuestionar… --- Perdone, pero todavía tengo dudas sobre ¿quiénes...?

Díaz… --- Trataré de explicarle, dándole un recuento de los acontecimientos, así usted podrá deducir la respuesta…, yo ya había visto demasiado con relación a cuáles habían sido los errores recurrentes de los gobiernos que ya habían estado antes, inclusive, después de que yo cayera de la gracia del Presidente Juárez, del cual he aprendido mucho y sin embargo he discrepado en algo…, yo no estaba de acuerdo con la manera en que éste conducía la política del país porque consideré que no era lo mejor, en lo que sí estaba de acuerdo, era con las Leyes de Reforma. Juárez se reeligió y yo me levanté en contra de él con el Plan de la Noria, con la bandera de la “No Reelección”, pero no fructificó; a su muerte, Lerdo fue electo presidente y, después se reeligió y contendí en contra de él; perdí en la votación, así que tomé la decisión más importante de mi vida: el Plan de Tuxtepec, después “Díaz triunfó con las armas”.9 había llegado el momento que siempre había esperado, iba a empezar a construir una nueva República, pero ¿cómo lo haría?...; primero, necesitaba que hubiera paz, pero para eso era necesario ir por dos caminos a la par: uno, era necesario hacer a mis enemigos, mis colaboradores…, hum <<pensando>>…, ¡ya sabía cómo!, e hice un “…eficaz aparato político, mediante la conciliación, la negociación o la represión”,10 les ofrecí gubernaturas y puestos importantes en mi administración, también hice alianzas con los caciques y las comunidades campesinas y, sin contravenir las Leyes de Reforma, concilié con el clero <<con el tiempo di libertad religiosa, para quitarle poder, poco a poco, pero se dieron cuenta>>, aunque le confieso que soy católico; y el otro, fue “la paz forzosa”, a los bandoleros y a los insurrectos, les apliqué la mano dura…, estaba en “la convicción de que hoy todas nuestras esperanzas, nuestro bienestar, nuestro progreso, nuestra salvación, en fin, estriban en

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

338 339

la conservación de la paz a toda costa. Sin ella nuestra ruina es segura; con ella nuestra prosperidad es indefectible”.11

Otto… Cuanta verdad había en estas últimas palabras, cuando se antepone al interés propio, la Soberanía de la Nación y su prosperidad, al precio que sea necesario para poder conseguir la paz, que es lo que merecía el pueblo de México y por lo tanto…, lo aseguraría en su desarrollo en todos los campos nacionales porque se encuentran fuertemente interrelacionados por coacción para asegurar el progreso, ya que el uno necesitaba al otro para fortalecerlo.

Díaz… --- (Continuaba)…Ya habiendo obtenido la paz tan deseada, seguí con las vías de comunicación <<en este tema, como no pude ser tan evidente, en un principio, en mi rechazo hacia nuestros vecinos del Norte porque éramos débiles, les di algunas concesiones y cuando estuvimos más fortalecidos, se las otorgué a los europeos>>, siempre supe la importancia de tener una buena red de comunicación, por eso era necesario tener una red ferroviaria que comunicara las dos costas y todo el resto del país; mandé a reparar los caminos, los puentes, también construí nuevos; reparé, mejoré y construí muelles; aumenté la frecuencia del servicio de transporte marino y lo amplié a nuevas rutas nacionales e internacionales, se construyeron faros, algunos estaban comprendidos dentro de las concesiones de ferrocarril que tocaban costas; torres de vigía y del servicio meteorológico, rompe olas, se compraron vapores de guerra para vigilancia y protección de nuestros litorales, ya que tenemos muchos kilómetros que proteger. Se mejoró y amplió el servicio telegráfico, así como el postal, nacional e internacional.

<<Ya en aquel entonces, Díaz era todo un visionario, él no hubiera quitado los kilómetros de vías férreas que ya había, creo que las habría reparado, conservado y ampliado por la importancia que debe de haber en la comunicación…>>.

Díaz… --- (prosiguió) A pesar de que yo sabía que un pueblo educado es difícil de gobernar, no me importó y trabajé con relación a los programas de educación, ampliándolos, o reduciéndolos en donde fuera necesario; se construyó un observatorio astronómico y meteorológico; con la escuela nacional de niñas, se formó la escuela normal de profesoras; se ampliaron y cambiaron planes de estudios de diferentes centros de enseñanza, y se iniciaron las escuelas regionales de agricultura, se crearon nuevas carreras acordes con las necesidades nacionales, como la de: “perito empleado, empleado en general, y empleado en hacienda y empleo en relaciones exteriores”;12 también se re-abrió la Universidad. En todo lo concerniente a la educación y a la ciencia, se basó en el conocimiento científico emanado de Europa, y del cual nos llegaba directamente de Francia que incluía todo lo referente a las letras, a la medicina, a las ciencias, etc., así nos perfilamos para estar al nivel de las grandes potencias…, íbamos en el camino correcto…

<<Entonces, después de la separación de Díaz en el poder, ¿qué pasó?, ¿por qué retrocedimos?, ¿por qué y a quién le convenía que no obtuviéramos conocimiento de punta?>>.

Díaz… --- (siguió en curso) Como era importante el contar con recursos para emprender diferentes proyectos para la mejora de la Construcción Nacional <<me refiero así porque no había nada, todo estaba en ruinas, era un caos>>, comencé con hacer relaciones con países con los que no las había, como con: Estados Unidos, Guatemala <<limamos asperezas y llegamos a un buen acuerdo>>, España, Portugal, Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña, y comencé platicas con países de Oriente; se realizaron tratados comerciales, de comunicación y de intercambio cultural…, también se han implementado más consulados a lo largo de la frontera norte, para brindar protección del gobierno a los mexicanos que viven en el Estado de Texas…, así dejo al país con buenas relaciones

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

340 341

internacionales: “El estado normal de nuestras relaciones con las potencias extranjeras es normal y tranquilo… En pocas palabras, en tratados internacionales dejo a la República en paz con todas las naciones”.13 Se solucionó también el compromiso que se tenía, relacionado con “…la necesidad de remitir a los Estados Unidos, con los recargos consiguientes, los trescientos mil pesos del primer abono de nuestra deuda … el dinero necesario para el quinto abono, que, según lo estipulado, deberá efectuarse el 31 de Enero de 1881, está ya en Washington a disposición de la Legación mexicana; cuya remisión anticipada de dinero evitará á mi digno sucesor hallarse en circunstancias igualmente críticas á las en que se vió al principio mi gobierno”.14 El dinero se reunió gracias al nacionalismo y la confianza de los comerciantes de la ciudad de México, en su presidente, en ese momento, yo; posteriormente les empecé a regresar, con intereses, el préstamo obtenido y que sería pagado en plazos.

En lo relacionado al ejército, como ya no había guerra, licencié a la mayoría y se les liquidó según el cargo, al que quedó en el activo se le equipó, armó e instruyó… a veces se le pagaba por adelantado, al igual que a los funcionarios de gobierno, por lo que muestra la fortaleza lograda en cuanto a solvencia del país.

En lo relacionado a la economía, se regularizó la hacienda, no se tuvieron que aumentar nuevos impuestos, sólo se evitó que hubiera contrabando o que los funcionarios no reportaran el equivalente de entradas y salidas de mercancías y que no tuvieran acceso, sin control, al dinero de la Nación; además, como en los estados ya no había el control del ejército, el dinero ya no fue tomado para la paga de los salarios y alimentación del mismo, normalizado el control de entradas y salidas del efectivo; también se realizaron auditorías a las diferentes aduanas, junto con la aplicación de la ley drástica que evitó la corrupción como antes nunca se había vivido. “En todo el año fiscal que ha sido el último completo de mi administración, los ingresos del erario llegaron

á $21,186,910 95 cs., siendo los mayores obtenidos desde la consumación de la independencia hasta la fecha”.15

Otto… <<Sigo teniendo más dudas, si ya había ingresos positivos, ¿qué pasó?, ¿por qué no se siguió bajo el mismo patrón de gobierno?, ¿a quién le beneficiaba que el país se encontrara mal?, ¿quién o quiénes, salieron ganando con esto?>>.

Díaz… --- (prosiguió) Se dieron alicientes para el incremento de la industria, a base de concesiones bien regularizadas para la minería en plata y en cinabrio; la producción de lino y seda, aumentó la industria textil, y otras; también se hicieron levantamientos topográficos y se trazaron nuevas cartas de la República, con el apoyo de los ingenieros militares, así que no hubo un gasto extra. En el campo se implementaron “acciones para erradicar la langosta en Oaxaca, Chiapas y Tabasco”.16 En general, estábamos en pleno apogeo en cuanto a la producción nacional, así que se realizaron acciones para dar a conocer al mundo nuestros productos y ganar más mercado y aumentar la producción interna para exportación, con los consecuentes beneficios económicos para la República y el nivel de vida de los mexicanos; por tal motivo se llevó a “mostrar los productos mexicanos en exposiciones extranjeras […] se obtuvieron 47 medallas en la Exposición Internacional de Filadelfia y 63 diplomas […]; 3 medallas y 28 diplomas en la Exposición de Saint Louis Missouri”,17 así como exposiciones en los diferentes estados, todas con participación económica del gobierno de la República. Había diversas casas de moneda en algunos estados y eran normadas por el Monte de Piedad que manejaba lo relacionada a la moneda y las inversiones, después se formó la banca, incluyendo el Banco de México. También, se trató, por todos los medios, establecer colonias extranjeras, que trajeran capitales y que vinieran a incrementar el conocimiento y la cultura.

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

342 343

Con el paso del tiempo y con las medidas adoptadas, el país ya mostraba el avance, se podía ver en el alumbrado, las calles, parques y fuentes, la masa obrera había crecido y la paz y la estabilidad económica, se podía percibir, estábamos realmente en pleno desarrollo, ahora le tocaba al último paso…, dar una real seguridad nacional en caso de intervención extranjera, un ejército y una marina con un nivel de adiestramiento, equipo y combativo…, autosuficiente de primer nivel, para poder seguir conservando la paz, la soberanía y el progreso en aumento que ya vivíamos, para esto se aplicaron las siguientes medidas:

1. En el Colegio Militar, se aumentó el programa de enseñanza, que entre otras materias incluye la “mecánica aplicada de navegación”, se construyó un observatorio meteorológico y se está construyendo un picadero para las clases de equitación; cuatro oficiales del Colegio Militar están becados en España para estudiar ingeniería naval. También se dan academias en todas las corporaciones militares para la instrucción de los oficiales. (Díaz, Informe…)

2. Se evaluaron los edificios pertenecientes al ejército, con un valor de $7,596,469 10 cs., faltando un cuartel. Esta labor fue realizada por el cuerpo de ingenieros por lo cual no hubo un costo adicional. (Díaz, Informe…)

3. Se organizó el cuerpo médico – militar, y se encuentra en proyecto un hospital militar de enseñanza y hay una escuela práctico – militar, en donde los estudiantes reciben una instrucción científica y una militar; el hospital militar de México se ha mejorado, ahora es de primera en todo el país; se construyó una colonia penal agrícola en Cozumel. (Díaz, Informe…)

4. “Muchas han sido las dificultades con que se ha tropezado siempre entre nosotros para el establecimiento de una fábrica de armas…, lo conocido hasta hoy no ha sido otra cosa que un

taller de reparación ó transformación”.18 Por lo que se compró maquinaria para la fabricación de cartuchos, hoy tiene una producción de treinta y cinco mil cartuchos diarios, también se logró hacer cascos de latón, antes eran de cobre pero era más caro. Se compró una prensa hidráulica para comprimir y recalcar cañones; también se construyó un taller de fundición para la fabricación de proyectiles y de las piezas, tiene un año la producción. Se reparó la construcción y el equipo del ex - Convento de Belem, que es donde se produce la pólvora; para aumentar la fabricación y hacernos autosuficientes, se adquirió lo esencial para aumentar la producción en el pueblo de Santa Fe, pero como la elaboración rebasa las necesidades que tiene el ejército, también se comercializa para la minería y el comercio a precio más barato del que hay en el mercado nacional y al de importación, haciendo así a la industria militar, productiva y competitiva, además obteniendo ganancias por la venta y ahorrándonos la mitad de lo que se gastaba en este producto por su compra. (Díaz, Informe…)

5. <<La marina nacional ha recibido igualmente importantes mejoras: se carenaron los vapores “Independencia” y “México”, y próximamente se hará lo mismo con el “Demócrata”. Se adquirió un bote de vapor, se adquirió y carenó el pailebot “Colón”, dedicándolo al transporte (400 hombres ó 280 toneladas) >>;19 se construyeron dos escuelas náuticas; se compraron ametralladoras Gatling para los buques y se decretó la construcción de un varadero y un astillero. (Díaz, Informe…).

6. Se creó el Estado Mayor; una compañía de policía militar a caballo; una escuela de bandas de guerra; el reglamento de uniforme y el de ascensos de jefes y oficiales; también se creó el cuerpo de administración militar y el reglamento de la Secretaría de Guerra, así como otros reglamentos para los diferentes órganos militares y navales. (Díaz, Informe…).

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

344 345

Otto… --- Disculpe, se hablan muchas cosas malas de usted por haber tomado el poder y de haberse quedado en él tanto tiempo, y ¿la “No Reelección”?

Díaz… --- Me doy cuenta de que usted no es de aquí y que tampoco me conoce, ya que no sabe nada sobre mi gobierno, ni lo que he hecho ni el porqué…, pues, le diré que “…, la revolución de 1876 no buscó el poder como fin, para satisfacer ambiciones personales, sino como medio de impulsar al país en la vía del progreso y procurar su bien, y como recurso único para evitar abusos intolerables, convertidos hasta entonces en sistema político de gobierno…, el país cuenta dentro de sí mismo con grandes elementos de progreso, bien patentizados en el brevísimo espacio de tranquilidad de que ha podido gozar…”20

Ahora bien, como es posible que usted no me crea porque hablo de mi trabajo y del de mi equipo, los comúnmente llamados científicos; me veo en la necesidad de tener que sustentarme para dar crédito a lo que aquí le dije. El general Brincout, francés, fue comandante del Estado de Puebla, hizo la siguiente descripción sobre lo que observó: “[…] las autoridades están compuestas de hombres enérgicos que roban y de hombres honorables que no tienen energía. La justicia se vende, la protección se compra […] El comercio no vive sino de contrabando, la industria es casi nula y la agricultura arruinada. Los baches son más anchos que las carreteras, los puentes se caen de viejo, las canalizaciones están rotas, a los bueyes de labor se los comen y los caballos se mueren de flacos”.21

Y no es el único que da crédito a lo que era México, al contrario hay más personas que estuvieron de acuerdo con mi gobierno, otra opinión que me da crédito, es como ésta: “[…] dio orden a un país que indudablemente estaba sediento de paz […], México desde

1821, no había conocido un año de tranquilidad […], la mitología de que se trata de uno de los mayores asesinos en el poder es una mentira […], el porfiriato fue un régimen […], que brilla […] Sabía que la influencia norteamericana era avasalladora y además peligrosa. Porfirio Díaz abrió el país a las inversiones inglesas, alemanas, belgas, francesas; tenía un ojo puesto en oriente, también para irritación de los norteamericanos. Se defendió de los norteamericanos de principio a fin […], desde 1878 hasta el final […], pero la corrupción, ese mal […], no creo que haya sido ni remotamente una característica del tipo del porfiriato”.22

Y si lo antes mencionado no fuera suficiente, escuche lo que dijo Madero: “Pertenezco, por nacimiento a la clase privilegiada; mi familia es de las más numerosas e influyentes del estado, y ni yo, ni ninguno de los miembros de mi familia, tenemos el menor motivo de queja contra el general Díaz, ni contra sus ministros, ni contra el actual gobernador del estado, ni siquiera contra las autoridades locales.

Los múltiples negocios que todos los de mi familia han tenido […], siempre han sido despachados con equidad y justicia. En lo particular, estimo al general Díaz y no puedo menos de considerar con respeto al hombre que fue de los que más se distinguieron en la defensa del suelo patrio y que después de disfrutar por más de 30 años el más absoluto de los poderes, haya usado de él con tanta moderación; acontecimiento de los que hay muy pocos registra la historia […], como administrador siempre fue íntegro, de lo cual dio una prueba brillante cuando entregó al señor Juárez 300 000 pesos que tenía como sobrante en la caja del cuerpo de su ejército […], en su administración, se ha distinguido por el orden en el manejo de los caudales de la nación […] Uno de los actos del señor general Díaz fue limpiar los caminos de salteadores […], se puso en vigor la ley fuga […] Esos someros procedimientos limpiaron muy pronto el país de bandidos”.23 (El subrayado y las negritas, son del autor para

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

346 347

resaltar la poca importancia en los métodos usados por Díaz, para lograr la paz).

Otto… --- Ahora no entiendo el porqué de solicitarle a usted la renuncia al poder… Pero entonces…, no será porque ¿fue usted un dictador?, ¿no son dictadores los que se quedan en el poder para siempre? Díaz… --- ¿Dictador, dijo usted?..., ¿sabe realmente qué es un dictador?, ¡acaso soy uno de tantos dictadores de Latinoamérica!..., ¡se me cataloga…, sí!, sólo porque permanecí un poco de tiempo en el poder, sean los años que hayan sido, no fueron suficientes para consolidar a mi país como lo estaba haciendo…, le aclaro que no dije como hubiera querido, porque yo sí trabajé y lo hice llegar hasta en donde está, pero a la República le falta un poco de tiempo <<calló brevemente, después continuó>>… En cuanto a lo de dictador… <<rió abiertamente>>, ¿qué no se quedan ellos en el poder por sus fueros?, ¿conoce usted a alguno que realmente haya ayudado a su pueblo y a su patria o que no se haya enriquecido?..., no lo creo. Yo sí me quedé en el poder, es verdad, pero siempre fue legal, los Diputados y los Senadores legislaron y así lo determinaron, para que el principio de la No Reelección, no fuera pisoteada en la Constitución del 57, por lo tanto no pasé sobre de ella, y en cuanto a lo que he hecho por mi país…, le daré otra prueba más, porque creo que ya olvidó usted lo que hablamos antes. El teniente coronel del ejército francés, Jean Sudric dijo al respecto: “Recuerdo cómo, hace, muchos años, cuando supe de usted como presidente, pensé, con un presidente así sólo podría felicitar al país”.24

<<Riendo Díaz, le cuenta una anécdota que tuvo>>…, “Justo Sierra, le escribe una carta a Díaz, en el sentido de que todo estaba muy bien, pero que también todo el país estaba dependiendo de una persona y…Perdón, señor presidente, pero es muy probable que usted sea mortal…, <<y luego el

jefe le dice así como>>… Tomo nota de sus ideas”25 … <<él continuó riendo>>. Otto… --- ¡Ya recuerdo!, también tienen buenas opiniones de usted, otras personas, incluso Madero, pero… ¿lo de asesino?, ¿es usted o no lo es? Díaz…

<<lo escuchó sin perder la vista de la costa de México que yacasi no se veía, después de un momento le respondió>>

--- Esa palabra se escucha fuerte…, viniendo de otra persona, me hace recordar todo, pero tengo mis razones y mi justificación, lo crea usted o no; mi primer objetivo, después de informar por telegrama que acababa de recibir el Poder Ejecutivo de la República, (telegrama Archivo Histórico, SEDENA; folio 965); fue lograr la paz, al precio que fuera y…, la logré…, por supuesto que el precio fue alto, pero “la Patria es primero”; además es importante el haber leído El Príncipe de Maquiavelo, de esa lectura me queda lo más importante: “El fin justifica los medios”, ¿o no lo cree usted así?, o ¡dígame!, ¿qué potencia mundial no lo ha usado antes o no lo sigue usando?, yo lo hice por mi país y no me arrepiento, logré lo que se puede ver y vivir, y si por mi patria soy asesino…, lo soy…, <<y añadió>>…,“quien esté libre de culpa, que lance la primera piedra” (frase de Jesús en la defensa de una mujer ante los fariseos).

Otto… --- Tengo otra gran duda, es con relación a lo que cita Madero con concordancia a que: “Díaz se prepara en silencio para la guerra, aumenta el efectivo del ejército, lo dota del armamento más moderno, acumula cerca de él los elementos de destrucción más eficaces, almacena cañones de todos tipos, sobretodo el de montaña”.26 Si esto lo relaciono con la fabricación de armamento que usted ha instalado y a la producción tan grande en pólvora, entonces me pareciera que en realidad usted sí se está preparando para tener una conflagración, ¿esto sería contra los Estados

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

348 349

Unidos por la forma tan arbitraria que se apoderó de los territorios mexicanos?, porque es indudable de que usted es una persona en que el nacionalismo está dentro de sus venas, y porque usted trató de pelear en la guerra del cuarenta y siete, en contra del invasor, sólo que terminó al poco tiempo de que usted se hubiera reclutado, o ¿no es así?

Díaz…<<volteando a verme fijamente y sin parpadear, me

respondió>>

--- Sobre lo de la artillería de montaña, es totalmente congruente, somos un país que está repleto de montañas, o mejor dicho de baluartes naturales, así que lo más pertinente en poder de fuego sería ese tipo de artillería, ¿no lo cree así? También es muy probable que usted no lo sepa pero “el 18 de Junio de 1812, Estados Unidos trató de expandirse hacia Canadá e inició una guerra, después de un tiempo, entre el 24 y 25 de Agosto de 1814 una fuerza expedicionaria británica derrotó sin problemas a las milicias que defendían Washington DC, para después incendiar y saquear la ciudad, incluidos algunos edificios emblemáticos de la capital, como el Tesoro o la Casa Blanca, poniendo en fuga al presidente Madison y a su gabinete. Poco después algunas localidades de Maine corrieron la misma suerte. Esto forzó a los Estados Unidos a intentar negociar un fin del conflicto con sus enemigos europeos.

La paz se alcanzó finalmente con el tratado de Gante (Bélgica, 24 de diciembre de 1814)”.27 Por esto, es indudable que desde antes ya existía un plan expansionista y que cambiarían de dirección, sólo era cuestión de tiempo, así que se les había dado la oportunidad, ya que en la invasión de México, el país no se encontraba en las mejores condiciones para hacer valer sus derechos ante una República en crecimiento y fuerte; después también hubo la intervención francesa, en la cual sí pudimos hacer una mejor defensa, estábamos un poco más unidos y, por

supuesto, con la ayuda económica, material y de soldados de Estados Unidos. Antes nosotros estábamos como estuvimos, hasta que yo fui nombrado presidente; un país con una pobreza extrema, sin unidad por los diversos intereses personales y de grupos que en nada les ha importado la situación ni el futuro de la nación, y que “se dicen mexicanos”; también es evidente que me he resistido al sometimiento a ese gobierno, al de Estados Unidos y que he dado preferencia a las inversiones europeas, porque sé del sentimiento que hay de ellos hacia nosotros, se ve claramente en el trato y en la manera en que nos presentan sus negociaciones; pero sobre todo, porque quiero ver a mi Nación con la cara en alto y con la voz para defender los derechos del pueblo de México. Como se puede comprender al saber ver los resultados alcanzados por mi administración, sin embargo, ése no es mi plan al aumentar, equipar y armar bien a nuestro ejército, lo que quiero es que haya una fortaleza total para que realmente seamos independientes y no nos quedemos rezagados en el pasado y seamos pisoteados por los abusos de otros países más fuertes…, quiero un país que viva con dignidad y respeto, desafortunadamente, éste último sólo se da si tienes fortaleza militar y naval, esa es mi razón…, mi razón es México, no Porfirio Díaz.

Otto… --- Pero si todo iba bien, ¿cómo es que termina?

Díaz… --- Hay un grupo de personas que se han reunido y se han unido para levantarse en armas en mi contra, entre ellos están varios militares y algunas personalidades, se denominan “Partido Antireleccionista”. Después de algunas conversaciones, el señor Francisco I. Madero, líder del movimiento, me enteró del Tratado de Ciudad Juárez, en el que el ejército “antireleccionista” solicitaba mi dimisión y se me ofrecieron garantías, dándome como plazo

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

350 351

hasta el mes de Mayo de 1911 para renunciar o seguiría el levantamiento. Para evitar más derramamiento de sangre de mi pueblo, acepté, posteriormente hice contacto con una compañía naviera alemana para solicitarle me transportara con mi familia; después informé por medio de un representante que aceptaba, firmé el documento en que decía que dimitiría el día veinticinco del mismo mes; llegada la fecha, salí por ferrocarril junto con mi familia, rumbo a Veracruz, el comandante de mi escolta era el general Victoriano Huerta, en manos de quien puse la seguridad de mis seres queridos y la mía; después de un tiempo, llegamos al puerto en donde fuimos hospedados en una casa por parte del gobernador, fuimos bien recibidos y atendidos, después abordaríamos un vapor alemán, del cual ya tenía carta en la que se me ratificaba que me transportarían rumbo a Francia, y que es en donde nos encontramos hablando en estos momentos.

Como una anotación complementaria, le hago saber que entre los integrantes del Plan de Ciudad Juárez estaban: Francisco Vázquez quien fungía como agente diplomático y J. Sánchez Azcona, secretario, ambos del gobierno provisional en Washington <<El gobierno de Estados Unidos ya los había aceptado, por lo que los apoyaba>>; Gustavo A. Madero, como agente financiero; Licenciado F. González Garza, de la secretaría del estado; los gobernadores provisionales: Abraham González por Chihuahua; José María Maytorena por Sonora; Venustiano Carranza por Coahuila; Licenciado José María Pino Suárez por Yucatán; Licenciado José Guadalupe González por Zacatecas; Alberto Fuentes D. por Aguascalientes; el general brigada Pascual Orozco; los Coroneles José de la Luz Blanco y Francisco Villa…, es muy probable que en el futuro, usted escuche los nombres de algunos de ellos. En mi representación envíe al señor Francisco S. Carvajal, para negociar los acuerdos pertinentes. (Plan de Ciudad Juárez, en fuente del INEHRM).

Otto… --- Y ¿qué era lo que pedían u ofrecían en ese tratado?

Díaz… --- La “No Reelección”, más claro, mi renuncia y la del vicepresidente, el señor Ramón Corral; también ofrecían catorce gubernaturas a los principales integrantes del movimiento y altos puestos en el gobierno, garantías a presos políticos y remuneración por los daños recibidos, devolución de equipo y material a los propietarios de los medios impresos, pago a los afectados por el movimiento, se respetarían los grados obtenidos en el ejército, pago de pensiones a familiares de militares muertos y a inválidos…(Madero, Plan de Ciudad Juárez)

Otto… --- ¿Eso es todo?

Díaz… --- En esencia, sí. <<Ya no se veía más la delgada franja de la costa de México, Díaz dio un casi imperceptible suspiro, y se despidió de su interlocutor>> --- Disculpe, me retiro, tengo cosas que hacer.

Otto… --- Fue un verdadero placer el haberlo conocido general, si no hubiéramos sostenido esta conversación, yo hubiera seguido pensando que usted era un dictador nefasto para su país, ahora tengo una opinión diferente de usted, gracias… <<Con paso firme y erguido, Díaz se perdió por uno de los pasillos de los camarotes del vapor, mientras el hombre con el que había conversado, se quedó pensativo>>

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

352 353

Otto… --- Bueno…, recuerdo haber leído algo al respecto de este hombre…, Madero, dijo que “el general Díaz ha prestado dos grandes servicios a la patria: acabar con el militarismo…, y borrar odios que dividían a la gran familia mexicana por medio de su hábil y patriótica política de conciliación…, da testimonio de él el éxito obtenido”;28 también dice que: “El modelo porfirista respetó el modelo constitucional e hizo suyas gran parte de la Reforma… Además impuso una estabilidad política que México no conocía desde la consumación de la Independencia”.29

También en las declaraciones a Creelman, Díaz “se da perfectamente cuenta de que sería un bien para el país su retiro de la presidencia. Pero existen fuerzas poderosas que lo retienen”.30 Tal parece que no encontró a un sustituto con la capacidad y el valor, de continuar su labor.

Así mismo, Matías Romero escribe sobre Díaz, en la introducción de “Memorias de Porfirio Díaz” que: “[…] los hechos principales y aun secundarios de su vida, y los refiere como si apenas hubiera pasado ayer […], y nunca vaciló en sus recuerdos. Sus facultades descriptivas son también muy notables […]”31

Tampoco puedo olvidar algo que también leí: "[…] no es propio del funcionario entrar combativamente en sus propias convicciones en la lucha política y, en este sentido 'hacer política', que siempre es lucha". Mientras el funcionario profesional "vive de la política", el verdadero líder político, el caudillo de "gran calibre" vive para la política (Weber, 1982, p. 106, 116-9).

He llegado a la conclusión…

--- El general Porfirio Díaz, es un personaje que posee grandes cualidades, que van desde los valores fundamentales de un buen ciudadano, como son el ser un excelente padre hasta los que debiera

poseer todo político que pretenda dirigir o tener responsabilidad en la conducción, administración y toma de decisiones del pueblo a quien representa, México; en él es posible apreciarlo por las diversas opiniones tanto de extranjeros como de mexicanos, amigos y enemigos, quienes tuvieron la oportunidad de vivir el tiempo y las acciones que él tomó; entre ellas estaban las de ayuda social a la población más desprotegida, como con comedores y clínicas de beneficencia, es verdad que esta ayuda no se dio en todos los rincones de México, así como otras muchas obras, como el remozamiento de la ciudad y limpieza de canales de control de aguas pluviales, o en el establecimiento de escuelas, etc., lo que sí es evidente, es que en el plan de desarrollo del general Díaz, estaba contemplada toda la República, pero le faltó tiempo; como lo dijo en las últimas palabras que escribió en su libro en el que informa sobre la entrega que hace de su administración al dejar el poder, que por cierto lo hizo de manera pacífica, aunque tenía los medios de fuerza para mantenerse en el dominio…, que ¿por qué lo hizo?, creo que fue por su parte humana, en la que consideraba muy importante la “economía de sangre”, ya que consideraba que el país ya había vertido demasiada, con las continuas guerras en las que se encontró envuelto desde la Independencia, desde 1821, hasta 1976 que fue cuando tomó el poder.

¿Cómo se podría construir el progreso si no había paz?, entonces ¿se puede tomar la expresión de Maquiavelo sobre que “el fin justifica los medios”? Si se toma como una base de crítica a su persona sobre lo criminal que fue, por las acciones tomadas para pacificar al país, creo que también se debería detener a analizar la opinión de los hechos de humanidad y cortesía que tuvo para con sus enemigos a quienes les perdonó la vida, como es el caso de haberse ganado la simpatía con admiración, de los oficiales del ejército francés, o la del príncipe Khevenhüller y a sus doscientos guerrilleros perdonados, que años más tarde, cuando murió, sólo permitió una corona en su tumba, la que llevaba los colores de México, y en la placa las palabras de agradecimiento a Díaz; así,

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

354 355

por su actuación con relación a los prisioneros, heridos y muertos; en éstos últimos, por enviar la documentación personal, valores, espadas, etc., a las autoridades francesas para que se les hiciera llegar a sus familiares; actos que fueron agradecidos y que en su momento <<ya en su destierro en Francia>>, el general Niox, le organizó unas reuniones con excombatientes de la intervención francesa, quienes asistieron por voluntad propia para saludarlo y externarle su agradecimiento por haber sido un caballero y un gran contrincante; también le hicieron una ceremonia especial en la que le entregaron la llave para entrar al mausoleo de Napoleón y Niox le puso en sus manos la espada de Bonaparte, por supuesto, en nombre del ejército de Francia.

Entonces…, para los franceses es una persona importante, pero…, para nosotros no se le da la verdadera importancia que tuvo en el fracasado proyecto de construcción de un México mejor <<fracasado porque ya nunca hubo la continuidad en la obra de este gran visionario>>, siendo que él ha sido el único político que ha puesto a México en tales alturas que nunca hemos vuelto a tener, nos quedamos en el íbamos a ser una potencia, pero en realidad, las manos están vacías.

También, es totalmente evidente que la política de Díaz era totalmente a favor de su pueblo, no había robos en los caminos y no había “corrupción”, él siempre se mostró como un gran administrador, como se citó antes, además de que cuando cae la ciudad de México y él recibe a Juárez en Chapultepec, previo a la entrada de éste a la ciudad de México; Juárez le preguntó a Díaz sobre la posibilidad de que le pudiera pagar los haberes a su escolta, ya que se les debía; Díaz le respondió que sí era posible <<la escolta constaba de dos batallones, de un regimiento y de media batería de artillería>>, al darse cuenta Juárez de que había dinero, le preguntó sobre la posibilidad de pagarle, también, al personal de su gobierno, la respuesta fue nuevamente afirmativa; así que le solicitó, además, dinero en efectivo y también se lo dio;

independientemente de los gastos que ya había realizado para la entrada triunfal de Juárez a la Ciudad de México, y para prepararle un alojamiento acorde a su investidura.

En lo referente a la No Reelección, también fue la bandera de Juárez y se reeligió sin haber modificación legal en la Constitución, cambio que sí se hizo en el período de Díaz, por lo que Porfirio no contravino la Carta Magna.

En su Hoja de Servicios dice: “Castigos, ninguno. Licencias, ninguna. Valor, comprobado. Tiempo de Servicios, 55 años, 8 meses, 20 días”,32 aquí hay que hacer resaltar el grado de responsabilidad y disciplina del general Díaz, citaré uno, sobre su madre: “[…], la encontró enferma, estuvo unos días, pero por exigencias del servicio, marchó, murió a los 2 días […], no tuve el consuelo de verla morir”.33 Sobre lo anterior, se puede observar el grado de responsabilidad que tenía para con las necesidades de la Nación.

Por otro lado, es innegable de que los liberales fueron apoyados por los Estados Unidos, por los acuerdos a que llegó Juárez con ellos y por las referencias que dan los franceses de haberlos visto combatiendo al lado del general Ramón Corona (Meyer en, Yo el francés), tampoco se puede ignorar que los planes que Napoleón III, eran el de hacer de México un Imperio que se opusiera al crecimiento expansionista que estaban mostrando los Estados Unidos (En Nueva Historia de México de Velázquez García, Erik… {et al.}; también se tiene que tener en cuenta, investigar y analizar, que las ideas nacidas de, quizás, éstas, las razones de Díaz, por las cuales tenía una actitud anti-norteamericanismo.

Otra evidencia de que los liberales fueron apoyados por los Estados Unidos, se denota cuando a Díaz lo operan en buque de guerra estadounidense que estaba anclado en Ventosa, porque no había sido extraída una posta

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

356 357

que se encontraba alojada en la fosa il íaca derecha, por la herida recibida del combate de Ixtapa. (Memorias de Díaz, p. 155).

Dentro del positivismo, se creó un sistema de enseñanza, en la que los niños aprendieran de una forma metódica “de lo particular a lo general, de lo concreto a lo abstracto <<en realidad la investigación va de lo general a lo particular>>… Se declaró la enseñanza primaria gratuita, laica y obligatoria. Nace la Escuela Nacional preparatoria”.34 Ignacio Ramírez da a conocer las cifras de analfabetismo, y dice que hay quinientas mil personas que sabían leer y escribir, de un total de siete millones de habitantes, y otros quinientos mil, tienen más nivel de educación. También es innegable que México es un país en donde la tensión es generada por tres grupos: los abogados, los militares y los clérigos.

A la caída de la ciudad de México, Díaz le perdona la vida a muchos militares, uno fue al príncipe Khevenhüller y a su guerrilla con doscientos hombres; el príncipe quien años más tarde, al morir en Francia (en las Memorias de Díaz), <<pidió pusieran en su ataúd sus condecoraciones mexicanas, la única corona admitida en su féretro fue con los colores de México y una inscripción en español: “El general Porfirio Díaz, Presidente de México, a su querido amigo, el príncipe Khevenhüller.”>>35

La descripción física que se da a este hombre dice: “El general Porfirio Díaz es de estatura alta, complexión robusta, porte marcial, mirada penetrante; su semblante revela la energía y la tenacidad de su alma. La energía de su carácter la aplicado al dominio de sí mismo, pues sólo el hombre que sabe dominarse puede dominar a los demás, es muy metódico en sus actos, sobrio en el comer y en el beber; es sumamente madrugador e incansable en el trabajo, a los 78 años conserva un gran vigor material e intelectual. Su vida privada es intachable, ha educado con acierto a sus hijos. Esas virtudes no son de un hombre vulgar como lo quieren hacer aparecer

sus enemigos”;36 sobre de esta opinión y otras antes citadas, es de preguntarse, entonces…, ¿por qué le pidió su dimisión Madero?, si ante su opinión era un hombre intachable y poseedor de grandes cualidades, quizás sea porque pensaba que Díaz no llegaría con vida al año de 1916 (Madero, p. 174) y quería asegurarse de que hubiera un sucesor con sus ideas; eso nunca lo sabremos porque fue asesinado en la decena trágica, así quizás hubiera sido un buen gobernante o uno nefasto.

Madero dice: “Lo único que ostenta la administración del general Díaz en su apoyo es nuestro progreso material. Todo esto es muy cierto; nuestro progreso económico, industrial, agrícola y minero es innegable… Para llevar a la cima esta obra, los dos factores más importantes han sido la paz y la oleada de progreso material que ha traído el vapor […], la administración del general Díaz tiene el grandísimo mérito de haber ayudado para que el país entre de lleno en la vía del progreso material.” (Madero, pp. 252 - 257). Entonces…, ¿por qué se le criticaba tanto?, ¿a quién o a quiénes les interesaba que no continuara su proyecto de un México de punta?

Para Meyer, en Yo el francés: el famoso adversario / El hijo de Lucien: “Mi general…,¿sabrá usted que tuvimos un Napoleón Bonaparte en México?” (Meyer, p. 60)

No se puede terminar el escrito sin citar la última página del libro de Díaz, en Informe…

A la faz de la nación hago los votos más espontáneos y sinceros porque el ilustre ciudadano á quien ella ha querido confiar sus destinos durante el próximo período constitucional logre levantar como un cimiento indestructible, esta base indispensable de nuestra independencia y de nuestro engrandecimiento, y ante la Nación solemnemente protesto ayudarle en tan noble empresa con todos mis esfuerzos. Si al menos durante diez años, la paz se consolida y

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

358 359

los ciudadanos ascienden al poder y de él descienden en virtud de la ley, nadie podrá en el futuro arrebatarnos tan inestimable bien, y nuestros temores por el porvenir habrán cesado.

Si antes de que yo muera la moralidad se arraiga en nuestra sociedad y en la administración pública; si el pobre encuentra en su patria instrucción y pan; si el rico ha adquirido bastante confianza para invertir su capital en empresas nacionales; si del uno al otro extremo de la República la locomotora con su voz robusta despierta y pone en movimiento á todos los mexicanos, tan hermoso espectáculo llenará mis deseos; y si me es dado recrearme con su vista muchos años, me llevaré conmigo la esperanza de que mis hijos, como los vuestros, disfrutarán por más largo tiempo de esa era de felicidad en cuya preparación cupo una pequeña parte al autor de sus días.

México, Noviembre 30 de 1880

Porfirio Díaz

(No es la firma de Díaz)

Para concluir…

La Secretaría de Guerra y Marina expide patente de retiro forzoso por edad, el día 10 de Enero de 1912.37

Hay muchas dudas y preguntas sobre el tema del general Porfirio Díaz, pongo la última en este texto…, Si Díaz aceptó la renuncia al poder para evitar más derramamiento de sangre, entonces…, ¿por qué la Revolución?, ¿por qué no se ha inscrito el nombre Díaz en la Cámara de Diputados?, ¿por qué no se le ha considerado un héroe, si en verdad lo ha sido?, y ¿por qué no se siguió con los planes de fortalecimiento de la República?

General Porfirio Díaz y el Colegio de la Paz (Vizcaínas)un Vínculo entre dos Grandes

Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar Maestro Luis Ernesto Spíndola Aguilar

361

General Porfirio Díaz y el Colegio de la Paz (Vizcaínas)Un vínculo entre dos grandes

Maestra Marisela Romero Vázquez

El poder se entiende con el poderAnónimo

Érase una vez una ciudad en donde la paz, el orden y el progreso eran los rasgos característicos de una sociedad que buscaba la

comodidad y vivía para divertirse.

El progreso permitía reducir las distancias a través de millas de ferrocarril y de la red telegráfica. Innovaciones que junto con el drenaje, el agua potable y la pavimentación de calles permitían el paso a los tranvías haciendo de la Ciudad de México un edén durante el porfiriato.

“El peso estaba a la par del dólar y la reforma monetaria cambió el patrón plata por el patrón oro. En el ejercicio fiscal de 1905 hubo un superávit de 13 millones de pesos y en los años siguientes hasta 1910 la Hacienda Pública arrojó un superávit que iba creando una reserva cuantiosa para fortalecer aún más el régimen porfirista”.1

La gente consumía su tiempo en eventos destinados al ocio y al esparcimiento. Llenaba las horas de constantes visitas al

362 363

teatro, al circo y al cinematógrafo en donde la pupila se complacía apreciando las novedades visuales de aquellos tiempos. Los globos aerostáticos, el toreo y la caza de la zorra eran pretextos para salir al aire libre con la familia y los amigos.

Este escenario nos permite visualizar la manera en la que la sociedad se desarrolló durante el porfiriato cuyo líder se esforzó en cimentar el progreso durante una “presidencia reconocida por su política de conciliación con la iglesia católica, de pacificación del país, así como de un programa de reformas en la economía que le hacían afianzarse en el poder y ser prácticamente insustituible para el destino de México”.2

Lamentablemente este breve marco histórico contextual no era para todos. La aristocracia era el privilegiado grupo que disfrutaba de las mieles de la paz, el orden y el progreso. Otros grupos menos afortunados no vivían de la misma manera esta atmósfera rebosante de beneficios. La brecha de desigualdades socioeconómicas se abrió entre los ricos y los pobres.

“En 1905 el General Porfirio Díaz cumplía su séptimo período como presidente de México. Oaxaqueño de nacimiento…se distinguía militarmente por sus dotes organizativas, tesón y sobretodo astucia. En 1876 al cumplir 46 años de vida es elegido a la presidencia por primera vez”.3

El Colegio de la Paz (Vizcaínas), se erigía imponente y su barroco edificio fue testigo mudo de los acontecimientos que nuestro país vivía bajo el periodo presidencial del General Díaz.

El Real Colegio de San Ignacio de Loyola (Vizcaínas), así llamado en sus inicios, fue fundado por un grupo vasco de hombres visionarios. Don Manuel de Aldaco, Don Francisco de Echeveste y Don Ambrosio de Meave fueron los líderes de los miembros

pertenecientes a la Cofradía de Aránzazu, llevando al conjunto de cofrades a colocar la primera piedra en 1734 para abrir sus puertas a la mujer en 1767.

El Colegio se construyó poniendo énfasis en dar apoyo a viudas y doncellas carentes de recursos para protegerlas y educarlas. Esta gran institución entrecruza su historia con una Guerra de Independencia, una Guerra de Reforma, un Imperio de Maximiliano, una Invasión Norteamericana, una Revolución, ente otros acontecimientos. Esta institución educativa no ha cerrado sus puertas en ninguno de los fuertes acontecimientos históricos de nuestro país, hasta la fecha continúa rindiendo sus frutos como colegio.

Durante el siglo XVIII el colegio vivió de manera organizada a partir de sus propias constituciones escritas por uno de los mejores jurisconsultos de su tiempo Don Francisco Xavier Gamboa. Las Constituciones fueron más que un reglamento que en los inicios del colegio, fungieron como brújula marcando el rumbo en la manera de vivir dentro del recinto. El fondo y contenido de las Constituciones del Real Colegio de San Ignacio de Loyola (Vizcaínas) proporcionaron el sentido de la institución bajo el lema ignaciano “a la mayor gloria de Dios”, lo cual significó que las mujeres que ingresaron al colegio con su ejemplar vida formada a través de su educación, podían dar la mayor gloria de Dios, justificando así esta grandiosa obra.4

Su carácter laico y su independiente administración también fueron sustentadas. Así como sus ideales educativos centrados en el fomento de valores morales y religiosos. Las constituciones del colegio también dieron disciplina a través de la jerarquía de sus autoridades y el orden que las colegialas aplicaron a su vida cotidiana.

364 365

En el siglo XIX la vida colegial dentro del recinto estuvo lleno de sucesos importantes. Uno de ellos se dio hacia la segunda mitad del siglo decimonónico. En 1860 es el año en el cual fueron publicadas las Leyes de Reforma de Juárez que indicaron la desaparición de todas aquellas instituciones religiosas y cofradías. Con esta legislación quedó suprimida oficialmente la Cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu. Sin embargo, Melchor Ocampo intercede por el colegio y el 6 de enero de 1861 dicta una disposición ordenando que el recinto educativo fuera considerado como secular y no como eclesiástico.

Desapareció la Cofradía pero fue sustituida por una Junta Directiva. Al mismo tiempo el Colegio cambió su nombre por el del Colegio de La Paz (Vizcaínas).

Los sistemas educativos de aquellos tiempos permitieron observar los métodos bajo los cuales a las colegialas se les impartieron los contenidos educativos. A finales del siglo decimonónico, para ser específicos en 1875 se introdujo el Sistema Simultáneo, y en 1878 se implementó el Método objetivo o lecciones de cosas.5

Las materias que se impartieron fueron: escritura, lectura, gramática castellana, aritmética, geografía universal y de México, doctrina cristiana, historia sagrada, música, dibujo, bordados, caligrafía, ortografía y geometría.6 Idiomas (francés, inglés, italiano) y trabajos manuales (costura blanca y tejido), urbanidad, ortología y lectura perfecta.7 Español, teneduría de libros, higiene doméstica, cocina, repostería, zapatería, imprenta, doraduría, batihojería, guantería, trabajos de cuenta en piel y en concha, encuadernación y telegrafía eléctrica.8

En su formación académica y de labores las mujeres debieron adaptarse a horarios estrictos:

“se levantan a las 5 de la mañana para hacer su aseo personal y de camas, asisten a misa después de las 6:30, finalizan su desayuno a las 7:30, y desde esta hora hasta las 11:00 toman clases de aritmética, gramática, lectura y escritura, de 11:00 a 11:45 almuerzan, de 11:45 a 4: 00 toman clases de costura, dibujo, lectura de moral y de urbanidad y de 5:30 a 9:00, es tiempo para el estudio, toman su chocolate a las 9:00 y a las 10.00… silencio”.9

El sistema de viviendas que se implantó al erigirse el

colegio y en donde las colegialas vivían en grupos de nueve niñas bajo la tutela de una mujer a la que se le llamó primera de vivienda o nana; fue suprimido en 1878 para dar paso a una nueva forma de convivencia y de educación.

El porfiriato marca una época en donde la sociedad consideraba que la presencia femenina era inferior al hombre por tener masa encefálica y estructura craneal menor a la de los varones.10 Sin embargo, es un momento histórico que también permitió tener espacios que pudiesen concebirla desde un punto de vista más humano. El Colegio de La Paz (Vizcaínas) percibió a la mujer desde planos educativos a través de la formación seria y responsable. Para Vizcaínas, la educación de la mujer tuvo, desde sus inicios en el siglo XVIII, una importancia preponderante.

Sin lugar a dudas los seres humanos que hacen y conforman las instituciones presentan en todo momento luces y sombras. El presente escrito narra las bondades y beneficios que trajo como consecuencia la estrecha relación entre el Presidente Porfirio Díaz y el Colegio de La Paz (Vizcaínas). Al mismo tiempo se explicarán las vías por las que esta relación dio como resultado ganancias sobre todo a la institución educativa, la argumentación se proporciona a partir de las leyes de la percepción de La Gestalt y la Ingeniería en Imagen Pública.

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

366 367

¿Cuál es el vínculo del General Díaz con el Colegio de la Paz (Vizcaínas)? ¿Cuál es la relación que guardaban estos dos grandes protagonistas históricos?

El vínculo importante se da a partir de ciertas líneas significativas que marcan una estrecha relación entre el General Díaz y el Colegio de La Paz (Vizcaínas). La relación histórica dejó huella en cuestiones relacionadas con temas preponderantes que permitieron a quienes pertenecían a la institución educativa sentirse protegidos y cobijados por la imponente presencia del General Díaz. La economía, la salud, la cuestión social y cultural fueron ámbitos impactados por la personalidad del mandatario.

El Presidente Díaz observó en sus visitas a la institución educativa, las necesidades que en diversos aspectos tenía y por tal motivo en varias ocasiones proporcionó el apoyo económico necesario para la institución, ya fuera para reparaciones del colegio o para cubrir algunos otros gastos. En cierta ocasión el General Díaz otorgó la cantidad de diez y ocho mil pesos, la Junta Directiva del colegio le reconoció la generosidad: “[…] al decidido e ilustrado apoyo que todo cuanto sea en bien de este colegio encuentra en el ánimo del Presidente de la República, general D. Porfirio Díaz, la cámara de Diputados aumentó a diez y ocho mil pesos la cantidad con que el presupuesto general de la Nación auxilia al Establecimiento […] el aumento de esa justísima partida del presupuesto también al General D. Porfirio Díaz le es debido”.11 La importante intervención del Presidente era abiertamente reconocida, en los escritos que recogen los acuerdos a los que llegaba la Junta Directiva del Colegio en los cuales puede leerse lo siguiente:

“El estado que hasta ahora ha guardado el establecimiento que lleva por nombre “Colegio de la Paz” tan digno de la protección y solicitud del gobierno, ha llamado justamente la atención del C. Presidente de la República y convencido de la necesidad de reformar y mejorar este instituto, muy particularmente en lo relativo a la instrucción. Mas como por esto se hace necesario emprender algunas obras

materiales en el edificio donde se halla aquel establecido, dar más extensión a la enseñanza, sacándola de la limitada esfera en que ha permanecido circunscrita y elevándola a la altura de la que hoy se recibe en la Escuela Secundaria de niñas y en la que artes y oficios para mujeres, y aumentar el número de profesores, de acuerdo con el programa de esos, a la vez que dotados convenientemente, y el gobierno ha tropezado desde luego con las dificultades pecuniarias que traen consigo tales reformas. Pues si bien es cierto que el Colegio se sostiene con fondos propios y que son bastantes para sostenerlo y conservarlo como hoy se encuentra, las indicadas obras materiales, del todo necesarias para establecer la cocina, comedor y dormitorios en común, suprimiendo el antiguo y vicioso sistema de viviendas que allí se ha observado, y la retribución conveniente de profesores que hoy disfrutan sueldos de veinte a veinticinco pesos mensuales demandan gastos que seguramente no podrán cubrirse con los recursos del instituto”.12

La Junta Directiva del Colegio de La Paz (Vizcaínas) le estaba tan agradecida que mandó “colocar el retrato del Sr. General D. Porfirio Díaz13 entre los insignes fundadores del Colegio, que tan grandes y continuados beneficios debe al ilustre General Presidente”.14

La Junta Directiva del Colegio de La Paz (Vizcaínas) era la autoridad que promovía y gestionaba el destino de la institución educativa, estaba compuesta por ilustres hombres que a su vez colaboraban con el gobierno de Díaz, a saber: “los eminentes juristas Isidro Montiel y Duarte y Santiago Eguía Lis; el diputado y futuro representante del gobierno de Díaz en Washington, Manuel Ma. Zamacona; los historiadores Alfredo Chavero y Enrique de Olavarría y Ferrari; los doctores Luis E. Ruiz y Eduardo Liceaga; el ministro de Justicia e Instrucción pública, Justino Fernández; el ex presidente del Ayuntamiento de México, Sebastián Camacho y el conocido benefactor don Gabriel Mancera”.15

El General Díaz tuvo también autoridad para hacer ajustes con respecto a la jerarquía que gobernó dentro de la Junta Directiva y en el Colegio, sus modificaciones pueden observarse en las decisiones que se referían a la organización interna del colegio dando los nombramientos a quienes debían estar en puestos

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

368 369

directivos, es así como durante su gestión presidencial admitía “la renuncia del Sr. Chavero el 19 del mismo septiembre, desempeñó la Dirección interina el Sr. D. José Ma. Carballeda; y el 25 fue nombrado por el Presidente de la República, general D. Porfirio Díaz”.16

El General Díaz participó en la creación de puestos para el mejor funcionamiento de la institución educativa según lo marcaban las necesidades del colegio, es así como en abril de 1885 nombró como Directora de la sección de internas a la señorita Malvina Suárez Torres.17

En el ámbito social el General Porfirio Díaz fue una personalidad que estuvo presente en eventos significativos para el Colegio de la Paz (Vizcaínas). Asistió personalmente a la entrega de premios iniciando su participación en 1878 y repitiéndolo año con año a partir de 1900.18

Las ceremonias de premiación eran tan relevantes que sin lugar a dudas dejó gratos recuerdos entre las alumnas. Julia Mörner, una colegiala de personalidad destacada y educada entre los barrocos espacios de esta institución, llegó a ser Directora del colegio, Mörner escribió un interesante libro de anécdotas: Memorias de una colegiala, en donde describe la manera en la que el presidente participó en este acontecimiento: “comenzó el año 78, y el 6 de enero se presentó el General don Porfirio Díaz, Presidente de la República, acompañado de algunos de sus ministros, como don Protasio Tagle, Don Joaquín Baranda y algunos otros, para repartir los premios a que se habían hecho acreedoras las colegialas en el año anterior”.19

Los premios eran otorgados por promedio para cada grado y materia, considerando para la premiación a los dos primeros lugares.20

El protocolo para este importante evento consideraba invitaciones para el presidente y sus más cercanos colaboradores, las respuestas a las misivas, el programa que incluía las palabras de las autoridades más representativas del colegio, la participación de las colegialas interpretando poesía, obras corales, música, discursos en inglés; así como la participación de personajes que ya desde esos momentos contaban con cierto prestigio como el poeta Juan de Dios Peza.

“El presidente y su comitiva eran recibidos por los miembros de la Junta Directiva, el administrador Enrique de Olavarría y Ferrari y la directora del Colegio Cecilia Mallet. A estas ceremonias asistían las más aristocráticas familias de México... Había una guardia del 10º. Batallón y las alumnas hacían valla para recibir al presidente vistiendo hermosos trajes”.21

El interesante suceso se cerraba con la aparición de la nota en algún importante diario, como la que se dio en El Imparcial: diario de la mañana, que en 1909 registró la visita del General Díaz a la premiación de las colegialas bajo el encabezado: El triunfo de los escolares y maestros: asistió el Señor Presidente de la República. La nota periodística narra de manera interesante el acontecimiento: “cuando el Señor Presidente dando el brazo a la señora directora del Colegio, llegó al Salón de Actos de la Escuela, dio principio el programa de festividades, sentándose en la plataforma de honor, a más de los señores antes mencionados, el señor Doctor don Eduardo Liceága, don José de Landero y Cos, don Sebastian Camacho y don Gabriel Mancera, y el cuerpo de profesores y profesoras del plantel”.22 La anécdota se encuentra acompañada de imágenes que muestran al General Díaz caminando por uno de los pasillos del edificio del brazo de la directora.

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

370 371

El evento duraba aproximadamente dos horas y después de él se retiraba el presidente Díaz con toda su comitiva acompañado de las notas del Himno Nacional Mexicano.23

El Colegio de La Paz (Vizcaínas), no sólo disfrutó de la presencia del mandatario, también su esposa doña Carmen Romero Rubio de Díaz se vio involucrada en los eventos que se llevaron a cabo dentro de la institución educativa. Como el que se dio en 1901 con la Segunda Conferencia Internacional Americana, cuyo objetivo era hacer intercambios de los avances y logros educativos de cada país, la Ciudad de México y en especial el Colegio de La Paz (Vizcaínas), se vieron engalanados con el evento en el cual doña Carmen Romero Rubio de Díaz organizó una exposición de labores manuales a la que asistieron los delegados de la conferencia. El colegio se encontraba especialmente adornado con encino, flores naturales y los colores de las banderas de los países visitantes. Los trabajos manuales se presentaron tras cristales que permitían apreciar la labor de las colegialas. Durante la visita las bandas del Estado Mayor y de Artillería amenizaron el oído de los asistentes.24

En 1907 el ministro norteamericano Elihu Root visitó el colegio junto con su hija y esposa a quienes se les hicieron regalos elaborados por las mismas colegialas. La señora Carmen Romero Rubio de Díaz dio compañía al grupo de directivos del colegio que le dieron la bienvenida.25

No sólo los eventos que ya se han relatado eran momentos en los que el Presidente aparecía en escenario. El 5 de marzo de 1903 la gran fuente que se construyó en el patio principal fue reconstruida y reinaugurada por el mandatario.26

El tema de la salud fue una constante de preocupación y

ocupación por las autoridades del colegio. Éste no fue asunto que se le escapara al Presidente Díaz, en cuanto se corría el rumor de que había alguna epidemia, de inmediato solicitaba de su ministro de

Justicia un informe relativo a las condiciones de salud imperantes dentro del recinto, así como las medidas que al respecto se estaban tomando.27

Las colegialas no fueron educadas únicamente a partir de los

planes y programas que se planteaban, la cultura era un rasgo que se procuraba no tan sólo dentro de las cuatro paredes de un salón de clase expresando una conducta receptiva, las colegialas también se ilustraban tomando la iniciativa a través de obras bibliográficas organizadas en lo que fuera su biblioteca escolar fundada en 1885 por el presidente de la Junta Directiva del Colegio de La Paz (Vizcaínas), Alfredo Chavero, al respecto Julia Mörner en su libro Memorias de una colegiala, narra lo siguiente:

Una de las primeras obras en beneficio del Colegio, llevada a cabo por el señor Chavero personalmente, fue la formación de una biblioteca, que no había y que era de todo punto necesaria en el establecimiento. El señor Chavero solicitó de sus numerosos amigos la donación de libros para comenzar a formar esta biblioteca. Todos sus amigos correspondieron bondadosamente a su petición proporcionando libros útiles, amenos, ejemplares lujosamente empastados algunos, que fueron coleccionados, siendo naturalmente, los primeros los obsequiados por el señor

Presidente General Porfirio Díaz.28

Llevados por la imaginación podemos fantasear entorno a las horas de estudio de las colegialas viéndolas hacer cálculos y repasar matemáticas con el Tratado de geometría elemental de Manuel María Contreras, de 1891. Algunas otras instruyéndose con la Conquista de México de Prescott del año 1877 o bien, revisando la revista española la Moda elegante ilustrada, para tener conocimiento sobre las propuestas que de moda se publicaban desde Europa. Para complementar los conocimientos de las labores domésticas podemos visualizarlas buscando en el libro de Madmoiselle Rose la receta del “corazón a la parrilla” o en agradecimiento a su amiga más cercana, la elaboración de un rico postre de “manzanas al estilo de Normandía”, o ¿qué

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

372 373

tal la lectura de un buen libro en francés mientras disfrutan del chocolate por la noche antes de hacer silencio en punto de las diez?

Esta colección se encuentra compuesta por libros referentes a la literatura, la retórica, historia, geografía, ciencias naturales, aritmética, geometría, historia natural, física, química, geografía física, astronomía, insectos, animales, higiene, educación de la mujer, pedagogía, recetas de cocina, moda, teneduría de libros, economía doméstica, fisiología, moral, civismo, urbanismo y buenas maneras. Escritos en español, francés, inglés e italiano.

El lector encontrará en este acervo un cúmulo de información sobre lo que las mujeres del Colegio Vizcaínas leían, así como el contenido de cada una de las páginas de estos libros revela el tipo de aprendizaje que era funcional en aquellos tiempos y que son el reflejo de los intereses educativos y de formación que las colegialas tuvieron a partir de los sistemas de enseñanza. Es una muestra representativa de los temas que se tocaron en la educación de la sociedad mexicana a finales del siglo XIX y principios del XX. Su acervo refleja la metodología con respecto a la enseñanza de toda una época: el porfiriato.

La persona que entre en contacto con este repertorio de libros quedará tan encantado como la pluma que hoy comparte la descripción de dichos ejemplares. Quedará fascinado con sus portadas, con sus encuadernaciones, con el diseño de sus ilustraciones, con el lenguaje y los temas manejados en sus contenidos.

Quedará maravillado por las historias contadas a través de las propias obras bibliográficas relatadas con sus exlibris, con sus firmas, con sus sellos, o con sus testigos dejados entre sus páginas por alguna sensible y retozona mano que quiso dejar uno que otro vestigio.

Muchos de los libros pertenecientes a esta colección se encuentran dedicados -de manera impresa- al mandatario, incluida la obra bibliográfica escrita por don Enrique de Olavarría y Ferrari, publicada en 1889, en donde narra la historia de esta importante institución educativa.

Los libros donados por el General Díaz se encuentran hoy clasificadas dentro de la colección colegial del siglo XIX. Es una colección que se encuentra en el Archivo Histórico José María Basagoiti dentro de este gran recinto educativo.

¿Cuáles fueron los beneficios de la relación entre el General Porfirio Díaz y el Colegio de La Paz (Vizcaínas)?

La proximidad que el Presidente Díaz tuvo con el recinto educativo en lo relativo a los ámbitos económico, social, cultural, entre otros; y que se encuentra en los registros de las reuniones de la Junta Directiva del Colegio Vizcaínas, posiblemente haya quedado como un evento posicionado en la memoria de quienes conocían los hechos. Su probable propaganda no se dio como se hizo por medio de las notas periodísticas que se diseminaron en algún medio impreso de la época y que publicaron de manera verbal lo que se percibía a través de todo aquello que se obtiene sin palabras. Por tal motivo el siguiente análisis se realiza sobre la cercanía que hubo entre el mandatario y la institución educativa, a partir de las leyes de percepción de La Gestalt y la Ingeniería en Imagen Pública aplicados a imágenes cuyo resguardo hoy se tiene en el Archivo Histórico José Ma. Basagoiti.

La Gestalt aparece en los inicios del siglo XX, surge de las investigaciones de los alemanes Wertheimer, Kofka y Köhler, quienes consideraron a “la percepción como el proceso fundamental de la actividad mental y, suponen que

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

374 375

las demás actividades psicológicas como el aprendizaje, la memoria, el pensamiento, entre otros, dependen del adecuado funcionamiento del proceso de organización perceptual”.29

La Gestalt es un término alemán que significa forma o configuración. Se aplica específicamente a la percepción. Su lema es el todo es mayor a la suma de sus partes. Lo cual significa que, si observamos la imagen que aparece en esta página, la suma de sus partes nos dejará percibir un contexto que nos permitirá dar un significado. Si separamos las partes ese significado se convierte en algo distinto a nuestra percepción advertida en nuestra primera impresión. Es decir, no percibimos como elementos aislados sino como un todo, un conjunto en donde los sentidos cobran una importancia preponderante.

Haciendo un análisis con base en las leyes de La Gestalt de la fotografía en donde aparece el Presidente Díaz con la Directora del Colegio Vizcaínas, Cecilia Mallet, se puede deducir lo siguiente: es una imagen tomada en 1907 por el periódico El Imparcial. En la fotografía aparecen de manera prominente el mandatario y la directora del colegio. Detrás de ellos se encuentra un grupo de mujeres, otro de hombres que probablemente hayan sido miembros de la Junta Directiva e invitados y militares. Las figuras principales se observan de manera inmediata al observar la fotografía, son las personas que tienen más peso en la imagen por lo tanto la mirada del espectador se focaliza de manera precisa en ellos. El fondo,30 en donde encontramos al grupo de acompañantes da soporte a la pareja indicando que el Presidente y la directora están juntos en un evento sobresaliente. El mandatario y la directora se convierten en el elemento perceptual trascendente de la fotografía. Es una imagen asimétrica pues el peso de la interpretación se encuentra en la parte izquierda de la imagen ya que es el espacio que encierra las connotaciones de poder al ser el lugar que ocupan el Presidente, junto con el poder educativo y cultural representado por la directora.

Es una imagen con movimiento pues el hecho de que la gente fotografiada se encuentre caminando nos permite concluir que el grupo que festejaba ese día no era del todo pasivo, se percibe dinamismo y movilidad entre los miembros captados por la cámara fotográfica, tal y como era el lema del porfiriato: paz, orden y progreso.

Al mantener tanta cercanía entre el Presidente Díaz y el Colegio de La Paz (Vizcaínas), como ya se ha narrado en el presente escrito, se puede confirmar aún más el vínculo que había entre el mandatario y la institución educativa. La fotografía nos permite corroborar una vez más esa unión al mirar caminando a la directora Mallet del brazo del General Díaz, este estímulo nos lleva a pensar en la proxémica. “La proxémica es la comunicación que utiliza el espacio y el tiempo. La distancia en que nos colocamos con relación a nuestro interlocutor, el tiempo que tardamos en recibirlo o en responderle constituye signos”.31 Los signos de cercanía personal entre estos dos poderes indican la simpatía, cordialidad y el protocolo que se manejaba en aquellos momentos entre un hombre y una mujer que representaban al poder a través de sus diversos signos y símbolos. Estos signos de cortesía “constituyen marcas de pertenencia a un grupo”,32 es decir, tales signos se pudieron haber percibido como un lazo de identidad que se dio entre quienes se encuentran en la imagen y que al mismo tiempo fueron identificados por quienes los hubiesen mirado a través del impreso, por lo tanto algunos tuvieron la intención de identificarse con los protagonistas de la fotografía por lo que el resultado pudo haber proporcionado beneficios tanto al colegio como al presidente de la República. Beneficios que pudieron captarse a través de ciertos donativos que imitaran la generosidad del Presidente de la República, tal y como lo narra la nota periodística del Imparcial: “[…] los donativos hechos al establecimientos por personas que ven en la institución un progreso en el adelanto de la mujer hacia la felicidad”.33

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

376 377

La proximidad nos remite hacia la semejanza34 entre el Presidente Díaz y el Colegio de La Paz (Vizcaínas) con respecto a valores, educación, cultura, estatus, entre otros; elemento este que permite suponer que muchas otras personas quisieran ser semejantes al expresar detalles de generosidad como los que tenía el Presidente con el recinto educativo. Al mismo tiempo este proceso de percepción permite dar paso a la persuasión ya que “un factor determinante para ganar el aprecio de las personas es la similitud. Esto no sólo se refiere a la semejanza física o de estilo de vida, sino a las coincidencias en la manera de pensar, actuar y sentir”.35

La proximidad que se observa entre los principales protagonistas de la fotografía permite comprobar que la imagen presidencial era una constante entre las autoridades del Colegio Vizcaínas y sus colegialas.

La ley de percepción de cierre de La Gestalt 36 nos permite concluir aquello que no se dice con palabras ya que la mente tiende a cerrar aquello que no se encuentra finalizado, siempre y cuando esos signos se encuentren dentro del contexto de quien percibe ciertas imágenes. Por tal motivo la armonía y cordialidad que se observa pudo haber llevado a pensar a quienes observaron la cercana relación que entre estos dos poderes el vínculo era positivo aprobando la actitud percibida en la imagen.37

Entre la sociedad de aquellos tiempos el hombre era quien

protegía y daba cuidados a la mujer. Los estereotipos de las damas durante el porfiriato iban hacia denominaciones como mujer virginal, ángel del hogar, menor de edad, clase más desprotegida, entre otros; es probable que la fuerte personalidad del Presidente Díaz fuera tomada para muchas de las colegialas como una imagen de protector, cuidador, y defensor. La Junta Directiva así lo tomaba: “[…] para concluir, Señores, La Junta Directiva del Colegio de La

Paz tributa al ilustre Señor Presidente de la República, General Don Porfirio Díaz y a su digno ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, el ilustradísimo Sr. Don Justo Sierra, los más expresivos, los más sinceros agradecimientos por el poderoso amparo que han acordado al Colegio en el año de 1907”.38 Incluso pudieron haberlo percibido como un padre, tal y como lo expresó el Presidente de la Junta Directiva del Colegio, Don Sebastián Camacho en la alocución expresada en un evento de entrega de premios llevado a cabo dentro de las instalación del Colegio a principios del siglo XX y registrado en el periódico el imparcial: “[…] el Presidente de la Junta dio las gracias al Señor Presidente por su paternal protección”. 39

Los detalles de apoyo que el mandatario expresaba hacia el colegio le proporcionaron cierto grado de convencimiento y aprecio de los grupos objetivo, relacionados con el colegio Vizcaínas. “Cuando alguien a quien reconocemos como autoridad nos sugiere algo […] confiamos en la autoridad y nos dejamos persuadir por ella”.40 El mandatario no era cualquier benefactor, era el Presidente de la República que ya de por sí tiene una fuerte carga perceptiva de poder aunada a la de militar.

La indumentaria de los protagonistas nos habla a través de sus signos sobre cierta simbología. La directora Cecilia Mallet porta un vestido elegante pero sencillo a la usanza de aquellos tiempos: cuello alto, manga larga y en color obscuro nos expresa la seriedad del evento además de mostrarnos un estilo tradicional propio de la moda de los inicios del siglo XX. Por supuesto el protocolo en el vestir se encontraba acorde con la distinción del Presidente Díaz quien porta un elegante traje y un sombrero, accesorio que permite observar el círculo de su parte superior. Las formas 41 dentro de las imágenes son importantes pues tienen una carga simbólica para quienes las perciben, los círculos expresan una connotación de protección, en este caso este símbolo confirma y corrobora la figura generosa así percibida por las autoridades del Colegio Vizcaínas.

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

378 379

Por otra parte la Ingeniería en Imagen Pública 42 sustenta a partir de sus axiomas el comportamiento que se da en las relaciones cotidianas de los seres humanos y de éstos con sus instituciones.

La percepción de lo que se ha explicado pudo haberse dado en instantes inmediatos después de que un lector observó la imagen del periódico El Imparcial y leyó la nota periodística. Los estímulos observados a través de signos y símbolos de la imagen se procesaron tan sólo en unos cuantos segundos,43 lo que permitió la identificación entre el lector con esos signos y símbolos enviados por medio de los protagonistas de la fotografía. Es por eso que no es raro que durante el porfiriato haya habido un aumento de la población: “En 1899 había cuatrocientos cuarenta y nueve alumnas […] y para 1910 el número total era de ochocientas sesenta y una”. 44 El rasgo que convenció a las mujeres a pertenecer al colegio se sustenta en preferir aquello que asociamos con experiencias gratas.45

La proyección de la emoción fue un elemento clave expresado a través de la generosidad y protección del Presidente Díaz, por tal motivo algunas familias decidieron inscribir a sus hijas en el Colegio de La Paz (Vizcaínas) basando su resolución en los sentimientos,46 mismos que les despertaba el interés del Presidente Díaz y su vínculo con el recinto educativo. ¿En qué se basa esta argumentación? “En que las decisiones provenientes de la mente emocional dependerán del estado dictado por el sentimiento particular ascendiente en un momento dado: ira, tristeza, temor, placer, amor, sorpresa, disgusto, vergüenza y toda la gama de emociones secundarias… Esto quiere decir que decidiremos basados en el sentimiento que nos provoque un estímulo emitido, consciente o inconscientemente por quien desee obtener nuestra aceptación en su favor, asociado a la evocación de una emoción previamente localizada”.47

El posicionamiento del colegio durante el porfiriato fue tan importante que el mismo presidente lo expresó en su informe a

la nación en 1900: “el utilísimo Colegio de la Paz, sobre el que el ejecutivo ejerce especial patronato, modificó su plan de estudios adaptándolo por completo, en la parte de enseñanza primaria, al programa de las escuelas oficiales, y caracterizándolo además principalmente como una escuela secundaria de conocimientos a propósito de la mujer”.48

¿Cuál fue el plus que proporcionó la relación que se dio entre el Presidente Porfirio Díaz y el Colegio de La Paz (Vizcaínas)?

La ecuación49 de la imagen pública propone lo siguiente: Estímulo + Receptor = PercepciónPercepción + Mente = ImagenImagen + Opinión = IdentidadIdentidad + Tiempo = Reputación

La reputación fue el principal beneficio producto del vínculo entre estos dos protagonistas de la historia. La reputación es la imagen sostenida en el tiempo y es lo que le permitió al Colegio Vizcaínas aumentar en cada año la matrícula de las colegialas, así como proporcionar mejoras que coincidían con el progreso propuesto por el porfiriato, a saber: “En 1905 se introdujo la luz eléctrica, lo que representó un gran cambio en el establecimiento. También se mejoraron las condiciones higiénicas en que se hallaba, y para 1909 se erigió una nueva enfermería, con todos los adelantos de la ciencia y de la higiene como: buena ventilación, luz, agua caliente, instrumentos quirúrgicos, etc.”50 Lo cual quiere decir que la imagen del mandatario permeó en la institución 51 y la de ésta en sus miembros52 lo cual significó en su tiempo que el Colegio de La Paz (Vizcaínas) fue una institución educativa que resultó atractiva por los planes y programas propuestos, por la reputación de sus profesores y alumnas, así como también por

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

380 381

la asociación que la gente hacía entre la imagen del Presidente Porfirio Díaz y la del colegio.

Conclusión

Los beneficios del fuerte vínculo entre el Presidente Díaz y el colegio de La Paz (Vizcaínas) proporcionó ganancias de manera significativa en ciertos aspectos de la vida colegial de la institución educativa, como la salud, la economía, la educación, lo social y cultural.

La relación entre el mandatario y el recinto educativo expresado por ciertos estímulos (signos y símbolos) verbales y no verbales advertidos a través de las imágenes que aparecían en los impresos de la época, fueron captados por la percepción de la sociedad de aquella época a través de la reciprocidad, el aprecio, la asociación, la autoridad y la validación, todas ellas leyes de persuasión que dieron como resultado ganancias relevantes para la institución: aumento de la matrícula, profesores de renombre que impartían sus clases a las colegialas, propuestas para la mejora en sus planes y programas educativos, así como en los espacios de su edificio.

El vínculo narrado en el presente escrito redundó en cierta reputación y prestigio para el Presidente de la República y para la institución educativa.

Las autoridades del recinto académico lo vieron como un rasgo de generosidad que siempre admiraron y agradecieron:

“A vos, señor, quiero deciros en nombre de esos grupos de niñas y de jóvenes del Colegio de La Paz; que próvido y providencial el Hado que hasta el presente le ha favorecido, conserve y prolongue vuestra existencia, para honra y gloria de la patria, para colmo de dicha de cuantos os aman y respetan y para que esta Fundación, casi dos veces secular pueda seguir a vuestro amparo, procurando,

como desde su primer día, elevar el nivel intelectual y social de la familia por la elevación de la siempre amable, siempre abnegada, y siempre ejemplar mujer mexicana”.53

El poder se entiende con el poder. El poder como progreso y paz. El poder como generador de seguridad emocional y material. El poder de sentir la armonía que da el equilibrio entre los poderes femenino y masculino. El poder como vía para agradecer de cerca y en persona al Presidente de la República, que al mismo tiempo y de manera recíproca, agradecía entre vayas femeninas y aplausos retribuyendo el amparo y la generosidad de un hombre cuya historia imborrable se encuentra en los anales de nuestro México, engrandecida al mismo tiempo, por las luces mostradas por la relevante institución histórica y educativa como lo es el Colegio de La Paz (Vizcaínas).

Maestra Marisela Romero Vázquez Maestra Marisela Romero Vázquez

383

De la posrevolución a la Segunda

Guerra Mundial

Práctica con ametralladora antiaérea, c.a. 1930Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional.

385

Presencia de los militares en las actividades y disciplinas deportivas en Aguascalientes en primer tercio del siglo XX

387

Presencia de los militares en las actividades y disciplinas deportivas en Aguascalientes en primer tercio del siglo XX

Licenciado Víctor Moreno RamosLicenciado Lourdes Gallegos Gallegos

Licenciada Sara Elizabeth Flores Fernandez

La llegada de la primera locomotora de vapor del Ferrocarril Central Mexicano en 1884 y posteriormente de la instalación

de los Talleres Generales de Construcción y Reparación de Máquinas y Material Rodante en 1897 en Aguascalientes, trajo como consecuencia una serie de cambios no sólo en la geografía de la ciudad capital, sino que transformó el estilo de vida de sus habitantes, la vida urbana, la ecología, la educación, la cultura y las actividades deportivas. Además, el impacto social y económico favoreció el crecimiento de las diversas actividades de vida humana de la entidad.

A la par de los Talleres del Ferrocarril, también destacan la influencia deportiva de las empresas como la “Gran Fundición” quien construyó su propio Hipódromo, “La Perla”, la “Jabonera del Centro”, la “American Smelting”, así como diversas compañías harineras que se establecieron muy cerca de los talleres del

388 389

ferrocarril, quienes trajeron entre sus inquietudes, la práctica del deporte europeo y norteamericano, así como la organización de clubes de beisbol, el futbol, el polo, el boxeo, carrera de caballos, la charrería, la natación, el basquetbol, voleybol, la pesca, el tenis, el ciclismo, automovilismo, entre otros más. De manera paralela a la práctica y actividades de las diversas disciplinas deportivas se consolidó gracias a la institucionalización del deporte en nuestro país con la erección de la Confederación Deportiva Mexicana (1933) y el Comité Deportivo del Estado de Aguascalientes (1933) y la Dirección de Educación Física de la entidad, los cuales determinaron las políticas a seguir en esta materia a través de financiamiento, construcción de estadio, programas y actividades, todo ello bajo la tutela del Estado Mexicano y las Fuerzas Armadas del país.

Por lo que, en el primer tercio del siglo XX fue determinante para el origen y desarrollo de las actividades deportivas en México, en particular, en el Estado de Aguascalientes, esto fue gracias a la participación y colaboración de las fuerzas militares destacadas en nuestra ciudad capital.

El problema se plantea y define a partir de las siguientes preguntas de investigación ¿Cuáles fueron las actividades deportivas, de cultura física y cívica que participaron y promovieron los militares en el primer tercio del siglo XX en Aguascalientes?

Mientras que el propósito general del trabajo consiste en describir la participación de los militares en promoción y desarrollo de actividades deportivas, de cultura física y cívica en el primer tercio del siglo XX en Aguascalientes, todo ello para documentar su relevancia social, recreativa, educativa y deportiva en la sociedad aguascalentense.

Este trabajo tiene su justificación debido a que se cubre un hueco teórico e histórico que existe en la historia del deporte de

Aguascalientes, ya que hasta el momento no se han desarrollado estudios a detalle sobre dicho tema, permitiendo con ello obtener beneficios para la sociedad de nuestro estado, así como para el mundo deportivo y la investigación. Este trabajo forma parte de los productos obtenidos en proyecto de investigación denominado “El origen de las prácticas y disciplinas deportivas en Aguascalientes en el siglo XX”, del PIE-2 de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

I. Fiestas del centenario de la Independencia 1910

La Junta Patriótica de Aguascalientes llevó a cabo el Programa de la celebración de las fiestas del Primer Centenario de la Independencia” del día 1 al 22 de septiembre de 1910, el cual se denominó “1810-1910 Honor y Gloria a los héroes de la Independencia Nacional”.

Las actividades deportivas se realizaron los días 13, 15 y 16 de septiembre, sobresaliendo las del día 13:

“Carreras militares, en bicicletas y automóviles en el Hipódromo de esta ciudad, mañana y tarde”1. Este mismo programa se volvió a repetir para el día 22 de septiembre”.

Asimismo, destacó que el día 16 de septiembre:

Se izó a las nueve de la mañana la Bandera Nacional con saludo de salvas de artillería, repiques y dianas; un desfile o columna formada por las fuerzas armadas de la guarnición, partiendo de la Plaza de la Constitución para dirigirse al Parque San Marcos. Allí tendrá lugar en la Glorieta Central, un acto cívico, para luego concluir de nueva cuenta con un desfile de la columna militar por el frente de Palacio de Gobierno, recorriendo las principales calles de la ciudad.2

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

390 391

Verbena popular

Los ejemplos de las acciones son muchos y muy diversos; el caso es que las obras menores o mayores fueron eje de las conmemoraciones, pero no menos importantes fueron los actos cívicos, las verbenas, los eventos deportivos y artísticos. Todo formaba parte de la fiesta que unía a la nación que, al fin y al cabo, era lo que estaba festejando el país. Al respecto, otras entidades no se quedaron atrás en la manera de festejar el Centenario de la Independencia Nacional en el mes de septiembre de 1910. Un día sí y otro también, en distintos puntos de la República se develaban placas, monumentos, estatuas, calles, con los nombres de los próceres locales y nacionales.

Proliferaron los eventos inaugurales de parques, plazas, kioscos, escuelas y otros espacios públicos que ostentaron los nombres de los héroes, o bien los epítetos “Centenario”, “Independencia”, “Insurgentes”.3

En Aguascalientes, la verbena popular hubo jamaica en el Tívoli de San Marcos, partido de base ball y fiesta dedicada a los obreros, mientras que en Calvillo el día 15 se estrenó el alumbrado eléctrico con presencia del gobernador.4

Por otra parte, los asuntos de los mandos militares de la entonces Secretaría de Marina y Guerra Marina de México desde el año de 1910 mantuvo la presencia de los militares en el tema de los desfiles cívicos por las conmemoraciones por el aniversario de la Independencia de México, así como lo referente a su diseño, planeación y organización.

[….] El cual como lo hemos señalado, dicho desfile había comenzado desde el año de 1910, en la fiesta del centenario y que en 1920 continuaba realizándose

en nuestra entidad, claro, bajo la presencia de los militares.5

II. Primeras canchas y juegos escolares 1918

Llama poderosamente la atención que en el año de 1918 se construyen las primeras canchas y nacen los primeros juegos de tipo escolar en nuestra entidad, todo ello a partir del interés por el responsable del entonces Director de Educación y el Director de Educación Física del Estado de Aguascalientes, aunque, en ese entonces se le llamaba Director Local de Militarización, y cuyo cargó lo desempeñó el Mayor Don Fortino Muñoz, quien envió una carta al Presidente Municipal de Aguascalientes solicitándole canastillas y porterías para llevar a cabo dichos deportes, pues ya contaba con el terreno donado por la Superintendencia de los Talleres del Ferrocarril. Desconocemos el lugar de donde se construyeron las primeras canchas deportivas, pero suponemos que debieron estar muy cerca de lo es la Escuela Leandro Valle.

Las gestiones para conseguir las canastillas para basquetbol y las porterías para el futbol y terrenos donde se llevarían los Juegos Deportivos Escolares tuvo una serie de trámites ante las autoridades de la presidencia Municipal y la Superintendencia de los Ferrocarriles de México.

En primer lugar, El Director Local de Militarización en Aguascalientes, el Mayor Fortino Muñoz mandó un ocurso el 28 de agosto de 1918, pidiendo al Presidente Municipal se autorice el gasto para canastillas de basket ball, esperando el dictamen respectivo 6. En segundo lugar, el Mayor, Don Fortino Muñoz firmó una misiva dirigida al Presidente Municipal de Aguascalientes, Don Rodrigo Palacios, en que manifiesta que estando próximas las reuniones de los alumnos de las Escuelas Oficiales y Particulares de esta capital y con objeto practicar los diversos deportes, desarrollando con ello la Cultura Física en la juventud, le solicita que:

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

392 393

Se sirva librar sus respetables órdenes, si a bien lo tiene a fin se me sea proporcionado un terreno de propiedad del Municipio para esta-blecer definitivamente los deportes Escolares. Permítome, dirigirme a esa superioridad, dado el entusiasmo y el apoyo que se encuentre revestido para proteger e impulsar la militarización de la juventud nacional Constitución y Reformas, septiembre 1º de 1918 7. Y con copia para el C. Regidor de Obras Públicas con fecha del 4 de sep-tiembre de ese mismo año.

En tercer lugar, dado que no se obtuvo respuesta de parte de la Presidencia Municipal, de nueva cuenta el Director Local de Militarización, el Mayor Don Fortino Muñoz firmó una misiva diri-gida al Presidente Municipal de Aguascalientes en la comunicaba la obtención de un terreno de parte del Superintendente de los Fe-rrocarrileros Constitucionalistas, para construir el Campo Escolar de basquetbol y futbol en septiembre de 1918, bajo el siguiente tenor:

Hónrame en comunicar a Ud. que habiendo obtenido de la superintendencia de los Ferrocarrileros Constitucionalistas el terreno que menciono en el oficio número 4 de fecha 1/o del actual, he de merecer de Ud. se sirva aceptar y aprobar el gusto que origine las “Canastillas” para el “Basket baal” y los “Gool” para el “Foot bool”

indispensables para establecer definitivas el Campo Deportivo Escolar.8

Por su parte, a los primeros días del octubre de 1918, la Comisión de Hacienda del muy ilustre Ayuntamiento de la capital recibió tal información. Y dicha Comisión respondió en dos ocursos la situación. Por una parte, en relación con el terreno, la Comisión de Obras Públicas dio a conocer a los C.C. Munícipes que dio lectura del oficio del Sr. Mayor Fortino Muñoz, en el que manifiesta que:

“Estando próximas las reuniones de los alumnos de las escuelas oficiales y particulares de esta Capital, con objeto de practicar diversos juegos deportivos, para desarrollar la cultura física de la juventud, y solicita que el H. Ayuntamiento le proporcione terreno de su propiedad, para los fines indicados”.9

Sin embargo, el Regidor de Obras Públicas habló personalmente con el Sr. Mayor Muñoz, para que pasara a ver los terrenos de que dispone el Ayuntamiento; pero por sus ocupaciones, no pudo concurrir él, personalmente, y nombró un representante, y se le enseñaron los terrenos, los cuales no le parecieron apropiados para el objeto de que se trata, y me manifestó la conveniencia de que, por conducto de la H. Corporación, se solicitara a la Compañía del Ferrocarril les facilitara un terreno de la Estación, para verificar sus juegos deportivos. La misma Comisión cree prudente acceder a la petición del solicitante, en virtud de que se trata de desarrollar la cultura física de la niñez, y somete a la aprobación de la Asamblea la siguiente proposición10:

Única.- Libérese atento oficio al Superintendente de los Ferrocarriles Constitucionalistas de México, a fin de que se sirva facilitar el terreno necesario, de los que dispone la Compañía, en la misma Estación de los Ferrocarriles, para que el Sr. Mayor Fortino Muñoz verifique los jugos deportivos de que habla en su oficio de fecha 1/o del actual. Sala de Comisiones del Muy Ilustre Ayuntamiento. Firma.

Gregorio L. Juárez.11

Parece ser que se presentaron algunas trabas para el uso del terreno, ya que la Comisión de Obras Pública pasaron para omitir dictamen, un oficio de la Dirección Local de Militarización, firmado por el C. Mayor Fortino Muñoz, en el que solicita del Ayuntamiento apruebe el gasto que se origine para la manufactura de las canastillas, para los juegos deportivos que se van a establecer definitivamente. La propia Comisión, para resolver éste asunto, tomó el siguiente acuerdo:

Primero.- Dígase al Sr. Mayor, Don Fortino Muñoz, encargado de la Dirección Local de Militarización, que formule y mande el presupuesto del gasto que pueda originarse en la manufactura de las canastillas para los juegos deportivos

escolares, a que se refiere en su oficio fecha 28 del pasado.12

Por último, la Dirección Local de Militarización mando un oficio el 5 de octubre de 1918, solicitando que el H. Ayuntamiento agencie o consiga el terreno de los Ferrocarriles, para los juegos Deportivos Escolares.13

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

394 395

III. Los Primeros desfiles cívicos 1920

Contra lo que se creía que los desfiles de tipo cívico que conmemoraban el aniversario del inicio de la Independencia de México en nuestro estado en el sentido que habían comenzado por los años 30 del siglo XX, tenemos un hallazgo muy importante que afirma lo contrario. Así lo prueba una carta enviada por los Jefes de la Guarnición de Aguascalientes a las autoridades del gobierno estatal y municipal informado que la tropa no participará en desfile cívico del 16 de septiembre:

Señalan los Mandos Militares que:

“En respuesta a su atento oficio número 880, fecha de 7 de septiembre de 1920, me permito informarle que para el día y hora indicada estarán presentes los Jefes, y Oficiales de la Guarnición, a efecto de concurrir a la Velada Literario Musical, que en honor de los Héroes de la Independencia, que se verificará el próximo 16 de los corrientes”. En segundo lugar, “le participo a usted que la tropa no puede tomar parte en el Desfile Cívico, motivo a que no le ha llegado vestuario, pero si este se les ministra con tiempo, se agregará a la citada ceremonia como esta prevenida para estos casos”. 14

Dado que el contexto histórico-social de las primeras décadas del siglo XX, el país y nuestra entidad vivieron momentos de incertidumbre social, económica y política, nos resulta muy significativo que desde el años de 1920 o años atrás, ya había un interés por organizar, planear e implementar actividades relativas a festejar cada año el aniversario por el inicio de la independencia nacional. Así lo prueba la anterior evidencia y a pesar de las contingencia antes mencionada.

IV. El General Manuel Madrigal en Zacatecas 1923

El periodista Xilef del periódico zacatecano “Vida deportiva” (1923) describe la situación deportiva de Zacatecas ¿Cuándo resurgirá el deporte…? Ya que en los Campos Deportivo de

Zacatecas, con su frío glacial, con su Catedral hermosa, que el inmenso López Velarde cantara con la finura de su prosa exquisita. Zacatecas la de los “tuzos” con corazón de oro como sus minas. Zacatecas galardón máximo de la época revolucionaria. Escondido tras sus majestuosos cerros, obras magnas de la naturaleza tuvo una época brillante deportivamente –en que jóvenes entusiastas se esforzaron por dispensar el mayor cuidado que cristalizó y fue así como equipos de futbol, beisbol y basketbol dieron momentos de emoción a los aficionados, que poco a poco fueron convirtiéndose en fanáticos de la Cultura Física.

El “Rey de los Deportes”, el beisbol, en el “montañoso” Campo de la “Encantada” fue construido por el General Manuel Madrigal, en donde además de pelotero se requería ser “alpinista”, tuvimos una época inolvidable, allá cuando los chiquillos del Colegio Margil:

“La Unión” bajo las órdenes del “berrinchudo” Pancho Salinas que pudo ser una constelación del beisbol nacional, por sus grandiosas facultades y su enorme tiro a la primera base, estilo Mike Darr, entablaban peculiaridades duelos con el “Estudiantil”, equipo con peloteros consagrados de larga práctica como Pedrito Cabrera, Chelino González, el “Cuervo” y algunos más. Todos convertidos actualmente en activos e inteligentes profesionistas. Los chiquillos de “La Unión” empezaron perdiendo, paulatinamente las enseñanzas de Pancho Salinas tuvieron eco y así fueron como una tarde de un cinco de mayo – no recuerdo el año- aquellos chiquillos “envejecieron” y dieron fenomenal paliza a los estudiantes. Si

mal no recuerdo fue un desconsolador 27 a 5 la anotación final. 15

Por ello, los que nos preocupamos por el bien de los aficionados tuzos suspiramos por un hombre de las cualidades del General Madrigal, que en donde quiera que ha permanecido ha legado siempre un recuerdo imperecedero. No sólo se concretó su actuación a acondicionar el Campo de “La Encantada”, sino que coadyuvó para la contratación de magníficos peloteros, que hoy forman el “San Luis” regenteado por la Asociación de Beisbol Potosina. 16

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

396 397

Difícilmente podrá repetirse lo ejecutado y no hablamos por vanidades injustas sino porque lamentablemente vemos como actualmente la única rama del deporte en actividad es el beisbol, si acaso de cuando en cuando el basketbol, aunque no tan

V. Construcción del frontenis en pista militar 1931

La Jefatura de la Guarnición en Aguascalientes, el Teniente Coronel Felipe Rangel Carrillo dirigió un oficio No. 205 con fecha del 21 de febrero de 1931 al Presidente Municipal en donde menciona que si:

No tuviere inconveniente, girar sus órdenes a fin de que se facilite a esta jefatura de Guarnición a mi accidental cargo, cinco pedazos de tubo de 3 pulgadas de grueso por cuatro metros de largo cada uno_, que se necesitan para la construcción del Frontenis que se está terminando en el campo “Pista militar” de esta plaza 17. Para tal efecto, se señala que se investigó si en alguna de las dependencias del Municipio existe el material.

Cuatro días después, el Secretario del Presidente Municipal respondió al Jefe de la Guarnición de la Plaza donde manifestó que:

[….] “Por acuerdo del C. Presidente Municipal y que habiendo ordenado se investigara si en alguna de las dependencias del Municipio existe el tubo que solicita, ha resultado que de momento no hay existencia de dicho material, por lo que se lamenta no poder obsequiar desde luego sus deseos, ofreciendo hacerlo tan pronto se adquiera y si aún lo necesitare”. 18

Como puede apreciarse, la práctica del deporte del Frontenis, rebasó del ámbito privado y público hasta el militar, ya que los rangos militares altos, medios y quizás hasta bajos, tuvieron gran interés no sólo por su práctica, sino hasta por el interés por construir y acondicionar una cancha de dicho deporte en la Guarnición Militar de Aguascalientes en el primer tercio del siglo XX.

VI. El desfile cívico militar 1931

El 12 de septiembre de 1931, el Coronel de Infantería Enrique L. Salazar quien era el Jefe de la Guarnición de la plaza en Aguascalientes, envió el oficio No. 1114 al Teniente Coronel de Caballería Emilio Baig Serra quien fungía Ayudante del Estado Mayor de la 13ª Jefatura de Operaciones Militares, en el cual se le notifica que:

“Esta Jefatura de Guarnición, por acuerdo de la 13ª Jefatura de Operaciones Militares, ha tenido a bien designar a usted Jefe del Estado Mayor de la Columna que desfilará el 16 del actual a las órdenes del C. Coronel de Caballería Alberto Pliego Garduño, en substitución del C. Mayor del Arma Fernando O. Bejarano, quien deberá tomar el mando de los dos Escuadrones del 72º Regimiento en lugar del C. Teniente Coronel Manuel Palacios Quiñones, quien se encuentra enfermo. Lo

anterior, se le comunicó para su conocimiento y debido cumplimiento.19

Se desprende que los asuntos de los mandos militares de la

entonces Secretaría de Marina y Guerra Marina de México tuvieron alguna contingencia que escapó de su control, como lo fue la enfermedad de un militar, por lo que, tuvieron que nombrar a otro militar para que:

Se hiciera a cargo de lo Jefatura del Estado Mayor de la Columna que desfilaría el 16 septiembre de 1931, con lo se fortalecía la presencia de los militares en el tema de los desfiles cívicos por las conmemoraciones por el aniversario de la Independencia de México, así como lo referente a su diseño, planeación y organización, el cual como lo hemos señalo, dicho desfile había comenzado desde el año de 1910, en la fiesta del centenario y que en 1920 continuaba realizándose en nuestra entidad, claro, bajo la presencia de los militares. 20

VII. El arribo del Rey de los deportes en Aguascalientes

El Béisbol se conoció en Aguascalientes, como a mediados del año de 1902, que fue cuando llegaron a estos lugares los Talleres Ferrocarriles de México, que en aquellos años se llamaba Compañía Limitada del Ferrocarril Central Mexicano. En esa fecha llegaron todos los trabajadores de

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

398 399

Buenavista y se instalaron en esta ciudad. Todo la planta administrativa, tanto de tráfico como de talleres, eran norteamericanos, por lo cual pronto organizaron un equipo de Béisbol desde México, D.F.

Don Lorenzo Vargas Gómez y don José Morales Vargas señalan que el origen de la práctica del béisbol tiene un significado muy especial debido a que él fue parte activa y fundamental para el desarrollo del rey de los deportes en Aguascalientes en el siglo XX.

Vargas Gómez (1989) menciona que:Comenzaré por darles a conocer cómo llegó el béisbol a Aguascalientes en el año de 1902, lo que opinan los que vivieron esa época y lo dejaron por escrito. También daré a conocer cómo se conformó el siempre e inolvidable equipo “Caldereros C-903”, de resonancia nacional; de quiénes fueron los impulsores, los nombres de los jugadores, cuánto tiempo duró en activo y cuáles fueron las novenas que vinieron a competir con ese equipo; de cómo se adquirió el terreno en donde se construyó el famoso Stand Parque Obrero, años de duración. De cuándo se constituyó la primera Liga de Béisbol de Aguascalientes, la Asociación de Béisbol, de la Liga Ferrocarrilera y otras ligas” 21 de gran importancia, entre otras cosas.

Por otra parte, el fundador de la primera liga de béisbol local en 1931, junto con el General Brigadier Manuel Madrigal, el Sr. José Morales Vargas, quien vivió estos hechos y que escribió para el Club Hidrocálido de Béisbol del Recuerdo y que dedicó estas notas al Sr. Agustín Navarro Salazar y a su apreciable familia:

“Se habla, se dice, se comenta, que el béisbol llegó con los Americanos de la

fundación American Smelting Company”. 22

VIII. La Liga local de Basse ball 1931El primer paso del béisbol organizado en nuestra entidad,

tiene su génesis, gracias a la fundación de la Liga de Béisbol de Aguascalientes el 5 de marzo de 1931, bajo la iniciativa del General Brigadier Manuel Madrigal Guzmán.

Al respecto, se transcriben algunos de los datos más sobresalientes de su Acta Constitutiva Primordial:

“En la ciudad de Aguascalientes a los cinco días del mes de marzo de mil novecientos treinta y uno, reunidos los que al calce firman, en la casa número 33 de la calle Allende, siendo las diecinueve horas, después de hacer una amable exposición del señor General Manuel Madrigal G. de la conveniencia de formar en el estado una Liga de Béisbol, dando a conocer las grandes ventajas y elementos que para el efecto se cuentan en la localidad, así como los benéficos resultados, tanto materiales como morales que en bien de nuestro país conseguirán; después de delinear su programa a grandes rasgos, la mayoría de los presentes estuvieron enteramente de acuerdo se procede a nombrar: Presidente al señor Manuel Madrigal Guzmán, Secretario General al señor José Morales, Secretario del Exterior al señor Diego G. Miravete, Secretario Tesorero al señor Severo Romo, Secretario del interior y de actas, al señor Joaquín Mendoza, y tres vocales: Primer Vocal el señor Sebastián Moya, Segundo Vocal el señor José Ramos y Tercer vocal el señor José Olachea, tomando todos ellos posesión de sus cargos”. 23

En seguida fue nombrada una Comisión que se encargará de formular unos Estatutos que rijan a la Liga, quedando compuesta por los señores José Morales, Severo Romo y el Mayor de Infantería Cipriano Izquierdo Vivanco. Con esto se dio por terminada la sesión a las veinte cuarenta y cinco horas, después de acordar que las sesiones ordinarias se efectuarán todos los viernes a las diecinueve horas y para constancia se levanta la presente, que firman de conformidad los presentes.

Respecto a la Mesa Directiva se tienen identificados sus nombres y cargos desempeñados, que con sus actos deportivos en bien del béisbol hicieron y escribieron las páginas de oro

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

400 401

del rey de los deportes en Aguascalientes, algunos de ellos están ya inscritos en el Salón de la Fama.

Los fundadores de la Liga de Béisbol de Aguascalientes fueron:

Manuel Madrigal G., José Morales V., Diego G. Miravete, Joaquín Mendoza, Severo Romo, Sebastián Moya, José Ramos, José Olachea, Sabino Cervantes M., Tirso de Anda G., Cipriano Izquierdo V., Daniel Domínguez U. Ramón Macías, Salvador Martínez M., Braulio c. Bernal, Leoncio Sandoval, Filiberto Leaños, J. Antonio Sandoval, J. Jesús López Rico, Lorenzo Vargas G., J. Guadalupe Gómez, Rosendo Martínez, Juan Gómez, Liborio González, Antonio Ramírez, Antonio Sánchez O., Manuel Nieves24.

La llamada Liga Local de Béisbol estaba organizada en clubs que llevan los nombres de:

“Nacionales de México”, “Oficinas Técnicas de constructores contratistas”, “20° Batallón”, “Tanques y máquinas”, “Sello Rojo” y “Titanes”.25

IX. Miembros honorarios y mesa directiva de la Liga Local de Base-Ball

La mesa directiva de la Liga de Base Ball tuvo su domicilio social en la calle de Flora # 17 de la ciudad de Aguascalientes. En relación con los nombres de las personalidades que ocuparon los principales puestos de miembros honorarios y mesa directiva, destacan las siguientes26:

Miembros honorarios

•Gobernador del Estado: Don Rafael Quevedo•Jefe de las Operaciones Militares General de la Brigada: Federico R. Berlanga•Presidente Municipal: J. Guadalupe Zamarripa•Senador del Estado: Miguel Ramos

•Diputado Federal: Juan G. Alvarado•Superintendente de la División de Aguascalientes: Sr. Margarito Ramírez•Superintendente Talleres FFCC: Sr. Sixto Martínez

Del único nombramiento honorario que se tiene evidencia documental es la relativa a la que la mesa directiva de la Liga Local de Base Ball, encabezada por su Presidente el Sr. General de Brigada Manuel Madrigal Guzmán, envió una misiva en el año de 1931 al C. Presidente Municipal Don J. Guadalupe Zamarripa con las siguientes consideraciones:

“Tenemos el honor de manifestar a usted, que todos los deportistas dedicados al bellísimo juego de Base-Ball llamado justamente el “Rey de los deportes”, nos hemos organizado en clubs y de común acuerdo hemos formado la Liga local de Base-Ball de Aguascalientes. En Asamblea General después de nombrar nuestra Mesa Directiva, hemos acordado nombrarle a usted como Miembro Honorario de nuestra liga por sus dotes de honorabilidad y de reconocido deportista, que tal vez si no fuese por sus múltiples ocupaciones indudablemente sería uno de nuestros

mejores miembros activos.27

En la misma carta informan al Presidente Municipal que la Directiva quedó formada por acuerdo de la asamblea en la forma siguiente: Presidente Sr. General de brigada Manuel Madrigal G., Secretario General José Morales, Secretario del exterior Diego G. Miravete, Secretario del interior y actas Antonio Sánchez, Secretario tesoro Severo Romo, Primer Vocal Señor Moya, Segundo Vocal José Barrios y tercer Vocal José Olachea.

Y lo comunicamos a usted con la seguridad de ser favorecidos con su aprobación, por lo que nos permitimos anticiparle las gracias”. Concluye la carta con el acostumbrado lema de la liga “Dedíquese al deporte y será útil a la patria”, Aguascalientes, Ags., 28 de abril de 1931.

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

402 403

Mesa Directiva de la Empresa Deportiva del Parque Obrero

•Presidente: Sr. General de Brigada: Manuel Madrigal Guzmán•Secretario General: Sr. José Morales

•Secretario del Exterior: Sr. Diego G. Miravete•Secretario del Interior y Actas: Sr. Antonio Sánchez•Secretario Tesorero: Sr. Severo Romo•Primer Vocal: Sr. Sebastián Moya•Segundo Vocal: Sr. José Barrios•Tercero Vocal: Sr. José Olachea

X. Permiso para anunciar juegos de béisbol

La Mesa Directiva de la Liga Local de Bas ball dirigida por su Presidente el General Brigadier Manuel Madrigal Guzmán y el Secretario General Don José Morales remitieron en el mes de mayo de 193, una misiva al Presidente Municipal Sr. Guadalupe Zamarripa con los siguientes aspectos:

“Nos permitimos suplicar a su excelencia, se permita a los miembros de la Liga Local de Base Ball, de la cual es usted Miembro honorario, que nuestros juegos se puedan anunciar en las banquetas para conseguir el mayor número de espectadores que ayuden al fomento del “Rey de los deportes”. Siendo tan noble nuestra petición, esperamos se acuerde de conformidad y por ello le anticipamos las gracias”. “Dedíquese al deporte y será útil a su patria”, Aguascalientes, Mayo 8 de 1931.28

Como consecuencia de la anterior actividad de marketing deportivo en el primer tercio del siglo XX, de nueva cuenta la Empresa Deportiva envió en 1931 un oficio al C. Presidente del Ilustre Ayuntamiento de Aguascalientes para ampliar la barda del Parque Obrero.

El Ing. Director de Obras Públicas del Municipio dio respuesta el 1 de junio de 1931 de la siguiente manera: XI. La novena del Gral. Manuel Madrigal

En el ambiente de los militares que estuvieron comandando la jurisdicción de Aguascalientes existió el gusto por las actividades deportivas, prueba de ello, fue que el Gral. Manuel Madrigal Guzmán contaba, patrocinaba y/o dirigía un equipo de beisbol en nuestra localidad en el año de 1934.

Tenemos el juego entre los equipos “C.I.D.O” contra San Luis en una terna los cuales habían sido anunciados con toda oportunidad los juegos en que se enfrentarán en el Parque Obrero de la ciudad de Aguascalientes, las novenas “San Luis”, de la capital del mismo nombre y “C.I.D.O”, de La Noria, Zac., en una terna beisbolística, para deslindar el triunfo.

Se escogió el Parque Obrero de esta ciudad, para la verificación de tan interesantes competencias, por tener un público completamente neutral, pues se entiende, que de haberse efectuado la terna en San Luis Potosí o en Zacatecas, los aficionados hubiesen hecho mucho con sus “porras” en favor del equipo de su localidad.30

La novena del General Manuel Madrigal, traía entre sus filas algunos elementos de mucha valía, pues se mencionó que su línea de lanzadores fue reforzada con dos estrellas del pitcheo, como son el queretano Azoños y “El Pajón” Ramírez, uno de los mejores lanzadores veracruzanos; además tiene ahora al “Molinero” Montes, el mejor tercera base veracruzano, con lo que se puede considerar la fuerza que ha adquirido el potente equipo potosino. A los mejores peloteros de los estados, en tan sensacional terna, los veremos enfrentarse el sábado por la tarde, en su juego inicial y el domingo, mañana y tarde, en el Parque Obrero, a precios populares.31

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

404 405

Conclusiones

La presencia que fueron teniendo las fuerzas militares en Aguascalientes en el primer tercio del siglo XX fue determinante para el desarrollo de las actividades recreativas, cívicas, deportivas y de cultura física en Aguascalientes, así se pudo constatar en las anteriores acciones que los distintos mandos del Ejército Mexicano tuvieron en nuestra entidad y la región, de manera especial, la visión deportiva del Gral. Manuel Madrigal Guzmán.

Secretaría de Guerra fue un referente a nivel estatal y para los municipios de la entidad para la a práctica de diversas actividades y disciplinas deportivas, tal y como lo fueron la organización de los primeros desfiles cívicos, en particular, para la práctica y la institucionalización del rey de los deportes como lo fue en ese tiempo, el beisbol.

El Ejército Mexicano y su colaboración en la campaña contra la fiebre aftosa en México: 1946-1954

Licenciados Moreno, Gallegos y Flores

407

El Ejército Mexicano y su colaboración en la campaña contra la fiebre aftosa en México: 1946-1954

Doctor Víctor Manuel Castro Rosales

La fiebre aftosa o glosopeda, es una enfermedad producida por un virus de la familia Picornaviridae del género Aphtavirus, afecta

a los animales de pezuña hendida provocándoles incremento en la temperatura, aftas o ampollas en mucosas bucales, nasales y entre las pezuñas; se caracteriza por una alta morbilidad1 y una baja mortalidad, su impacto es básicamente en la producción: reduciendo la conversión de la ganancia de peso y la producción de leche en todas las especies afectadas.2 La transmisión es por contacto directo o indirecto;3 los animales una vez recuperados, quedan como portadores del virus; no es una zoonosis4 de importancia.

La glosopeda es endémica en varias partes de Asia y en gran parte de África y Oriente Medio. En Sudamérica, la mayoría de los países han aplicado la zonificación, son reconocidos como libres de fiebre aftosa con o sin vacunación, la enfermedad sigue siendo endémica solamente en unos pocos países, actualmente, Paraguay se encuentra con el estatus de zona libre de aftosa sin vacunación. Centroamérica, Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda, Indonesia, y Europa Occidental, están actualmente libres de la enfermedad.Sin embargo, la enfermedad puede ocurrir

408 409

esporádicamente en áreas típicamente libres; como ocurrió en Inglaterra en el año del 2001.5

México a partir de 1955 fue reconocido como libre de la glosopeda, condición que prevalece en la actualidad. Durante la última epizootia6 presentada en el país (1946-1954), de la población existente en México el 57.41% se dedicaba a las labores del campo, como la agricultura y la ganadería, el índice de analfabetismo era del 42.5%. En este escenario los animales eran parte fundamental de la economía de los campesinos, obteniendo de éstos la fuerza motriz para labrar las tierras (yunta de bueyes), productos alimenticios para el sustento de sus familias y en ocasiones estos productos servían para intercambiar por otros.

La relación del campesino con sus animales llegaba al grado que se veían a éstos como parte de la familia; el escaso número de médicos veterinarios, que apenas alcanzaba a ser poco más de trescientos en todo el país; las vías de comunicación rurales tan raquíticas que existían en el territorio Nacional y quizás el punto más importante, el desconocimiento por parte de la población del comportamiento de la fiebre aftosa. Estos factores provocaron que esta epizootia se convirtiera en uno de los episodios más lamentables de la ganadería mexicana del siglo XX. El método utilizado para erradicar la glosopeda en esta ocasión fue “el rifle sanitario”,7 llevó al sacrificio a un millón y medio de cabezas de ganado; teniendo como resultados que miles de ganaderos cayeran en la miseria; además debido a la cuarentena que se estableció en varios Estados de la República, provoco que en algunos de éstos se presentara la escasez de productos como carne, leche y cereales.8

Para del desarrollo de esta investigación, se consultaron fuentes como el Archivo General de la Nación, Universidad Nacional Autónoma de México, Biblioteca de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia; Biblioteca Pública del Estado de Zacatecas “Mauricio Magdaleno” sección hemeroteca; Bibliografía del tema

así como artículos relacionados. Esto con el objetivo de conocer las acciones implementadas por parte del Gobierno Federal para la erradicación de esta epizootia, al igual de las acciones desarrolladas por los elementos castrenses para lograr este mismo fin.

Para enfrentar la epizootia el Gobierno de la República utilizo toda su infraestructura y personal dentro de la cual se empleó al Ejército mexicano.9 La misión de este organismo es defender la integridad, la independencia y la soberanía de la nación así como la seguridad interior, auxiliar a la población civil en casos de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país; en casos de desastres prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectas.10 La misión del ejército se ha palpado a lo largo de la historia de México. Con la llegada del Lic. Miguel Alemán Valdés a la presidencia de la República, el 1 de diciembre de 1946, finalizó la etapa correspondiente a los mandatarios militares. Durante este sexenio fue nombrado como Secretario de Defensa el General Gilberto R. Limón, tuvo como doble objetivo, acorde a la política presidencial, modernizar al ejército en lo que se refiere a su armamento y a los sistemas de instrucción y rejuvenecer los altos mandos. Para el 31 de diciembre de 1946 se anunció la promoción general de todos los jefes navales; de septiembre de 1947 al mes de agosto de 1948, se cambiaron los comandantes de doce zonas militares. Durante este periodo se creó el Departamento de Industria Militar, esto con la finalidad de evitar la fuga de divisas y que México fuera autosuficiente en esa materia, además se creó el Banco del Ejército y la Armada.11

También el presidente Alemán desarrollo un amplio programa para mejorar las condiciones de vida de los militares: aumento de sueldos, eliminación de las cuotas de hospitalización que previamente cubrían los integrantes del ejército al internarse en los hospitales militares, este servicio de hospitalización se extendió también a los familiares de los militares; para finales de 1947 se

410 411

aprobó la iniciativa de reforma de Ley de Seguro de Vida Militar aumentando considerablemente el monto. También se realizaron obras con relación a viviendas para los militares; como la zona residencial del Campo Militar Número Uno y la creación de la primera colonia urbana militar, fue cedido a bajo precio los terrenos de las antiguas minas de San Isidro, ubicadas en las inmediaciones de la Zona Militar Número Uno. Algo que marco el cambio en el ejército debido a la llegada de un presidente civil fue que durante este sexenio, el presupuesto del ejército se redujo a un mínimo sin precedente histórico, en 1947 al comenzar el sexenio, el gasto militar ejercido llegaba al 12.9% del presupuesto federal, para caer en 1952 a un 7.2%, recordando que con el General Álvaro Obregón el gasto militar era alrededor del 50%, con Calles el 30%, con Cárdenas el 17% y con Ávila Camacho el 16% del presupuesto. Fue durante este sexenio –Lic. Miguel Alemán-, que se presentó una fuerte epizootia en el ganado de pezuña hendida de México, la fiebre aftosa.12

En México la enfermedad de la glosopeda se presentó a inicios del siglo XX, en 1913, el embajador de Estados Unidos reportaba, que ganado Argentino era introducido a México por el puerto de Tampico, éste en territorio mexicano era mesclado con ganado nacional y posteriormente exportado a los Estados Unidos; Argentina en esta época tenía brotes de aftosa, enfermedad que temían los estadounidenses, en esta ocasión no se pudo comprobar la infección, debido al estado de guerra que se presentaba en México – La revolución mexicana-. En 1924 es cuando se tiene el primer reporte oficial de aftosa, en esta ocasión el contagio fue por la importación de un toro Jersey de los Estados Unidos –país donde ya se había presentado en ocho ocasiones-, provoco el contagio en la región de Tabasco, Campeche y Yucatán,13 En esta ocasión se sacrificó ganado y se resolvió el problema. Esto llevo a que México y Estados Unidos firmaran un Convenio de Cooperación para Combatir las Enfermedades en el Ganado y evitar la introducción a sus territorios de ganado que portara alguna enfermedad, este convenio fue ratificado en 1929.14

El Convenio no fue respetado por los dos países, los cuales realizaban importaciones de ganado sudamericano con el objetivo de mejoramiento genético En 1945 se registró un embarque procedente de Brasil que llego a la isla de Sacrificios frente al puerto de Veracruz, en este embarque venían 120 bovinos de la raza cebú, los cuales al cumplir una cuarentena de sesenta días fueron ingresados al país y dispersados en diferentes Estados de la República, incluso unos de estos bovinos fueron llevados a Estados Unidos, en esta ocasión no se presentaron casos de aftosa.15 El año siguiente -1946-, se presentó el arribo de otro embarque de sementales brasileños, en esta ocasión fueron 320 bovinos, éstos fueron desembarcados en las mismas instalaciones cuarentenarias de la isla de Sacrificios Veracruz el día 9 de mayo de 1946, allí permanecieron hasta el 28 de septiembre de 1946, 16

posteriormente fueron introducidos a tierra firme y distribuidos en diferentes Estados de la República.

Ante esta importación de ganado brasileño, el gobierno de los Estados Unidos implemento medidas precautorias para evitar el posible contagio de enfermedades que pudieran portar el ganado brasileño, dentro de las medidas estaba que cualquier partida por exportar debería de tener un permiso previo a nombre de la persona que pretendía hacer la importación; la segunda, era que el lote debería permanecer en cuarentena en la frontera por lo menos quince días para posteriormente ser ingresado al territorio norteamericano, cabe señalar que no existían instalaciones en la frontera para cumplir con este punto y por último que cualquier ganado de procedencia extranjera que se encontrara en México no podía ser introducido a Estados Unidos sin antes haber cumplido una permanencia mínima de seis meses en México además de cumplir con los dos puntos anteriores. Estas medidas fueron sentidas por los ganaderos mexicanos como un cierre de frontera, con éstas se evitaba la exportación de ganado en pie a aquel país. Esto impacto en la ganadería mexicana a verse bloqueado el principal mercado, que para entonces representaba una derrama económica de cerca de cien millones de pesos.17

412 413

Para logra que se levantaran éstas medidas por parte del gobierno de Estados Unidos, se integró una comisión de expertos que evaluó la situación de la salud del ganado importado de Brasil, así como la del ganado mexicano. Esta comisión estuvo integrada por los médicos veterinarios estadounidenses F.L. Schneider, A.E. Wardlow y los médicos veterinarios mexicanos, José Figueroa, Director de Investigaciones Pecuarias y Leopoldo Delgadillo integrante de la Secretaría de la Defensa Nacional;18 el informe de esta comisión respecto al estado de salud de los sementales brasileños, fue:

Durante el examen del ganado cebú de Brasil, tanto de la importación de 1945 como la de 1946, así como de los animales puestos en contacto con ellos, desde su desembarque a tierra firme de México, no se descubrió que existiera evidencia de fiebre aftosa o de otras enfermedades infecciosas o contagiosas, como tampoco se encontró en el ganado observado por la comisión en los otros estados visitados…

Miembros de la comisión.- Representantes veterinarios de Estados Unidos.- F.L. Schneider, A.E. Wardlow.- Representantes veterinarios de México José Figueroa,

Leopoldo Delgadillo.19

Tres meses después - 26 de diciembre de 1946- se daba a conocer que la fiebre aftosa estaba presente en México, no habían pasado treinta días del inicio del sexenio del presidente Miguel Alemán Valdez. Aunque la existencia de la enfermedad se declaró ese día, los primeros brotes se detectaron en Veracruz desde el mes de octubre, lo que consta en oficios del ocho de diciembre firmados por el médico veterinario regional Felipe Maquívar;20 donde describió una “estomatitis infecciosa,” que podría ser vesicular, necrótica o aftosa. La confirmación oficial y técnica de que las muestras analizadas, que contenían el virus de la glosopeda la realizaron médicos mexicanos y norteamericanos.21 Mientras que la tipificación del virus se realizó en el centro de Investigación de Pithbright en Surry Inglaterra; el resultado fue que el virus que se presentó en México era del tipo “A”, con ligeras diferencias de los “A” tipificados con anterioridad.22 Inmediatamente se establecieron

medidas para controlar la enfermedad, una de éstas se hizo a través del oficio 5971, donde se solicitaba se hiciera una invitación oficial al gobierno de los Estados Unidos, para que prestara su cooperación para combatir la aftosa en México.23 Recordando que estaba vigente el Convenio de cooperación entre los dos países para el combate de la glosopeda -1929-. Otra acción fue la publicación del decreto el día 28 de diciembre de 1946, se decretaban las acciones que se desarrollarían para controlar la enfermedad, se establecía la Comisión Nacional de Lucha contra la Fiebre Aftosa presidida por el propio presidente de la República, se ordenaba la colaboración de todas las dependencias del Gobierno, es el caso que en el Artículo 4° decía:

La Secretaría de la Defensa Nacional, a solicitud de la de Agricultura y Ganadería proporcionará todo el auxilio necesario, pudiendo consistir éste en destacamentos de soldados, personal técnico de médicos veterinarios y enfermeros veterinarios, vehículos con su dotación de choferes y demás elementos que la circunstancias demanden, todos los cuales quedarán bajo órdenes inmediatas de los jefes de las

campañas sanitarias veterinarias.24

Diferentes organizaciones brindaron el apoyo para la lucha contra la aftosa, fue el caso de la federación de Escritores de México, la Universidad Nacional Autónoma de México, poniendo a disposición los elementos técnicos de medicina veterinaria y zootecnia y el Instituto de Biología, la Cámara Nacional de la Industria de Curtiduría, el sindicato de trabajadores de palas mecánicas tractoristas, similares y conexos de la R.M., la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, el presidente de la compañía Willys de Puebla S.A. y Willys Veracruzana S.A. distribuidora de automóviles “Jeeps”, ofreció algunas unidades para que fueran empleadas en esta campaña.25 El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y sus 30,000 maestros rurales se ofrecieron a promover la cooperación a la campaña, los laboratorios Anier S. de R.L. ofrecieron personal y sus recursos técnicos, Médicos veterinarios independientes al gobierno pidieron fueran considerados para llevar a cabo esta lucha, el General de

414 415

Brigada Héctor Ignacio Almada, proponía que los altos jefes del Ejército cubrieran servicio para forzar la inmovilización de ganado a través de puestos de control. Entre las Personas que ofrecían recursos materiales propios para esta campaña, Anacleto Méndez Victoria de Guadalajara Jal. ofreció al presidente gratuitamente carro con equipo de sonido para ser utilizado en la campaña.26

Para desarrollar las actividades de la campaña, se formaron brigadas de trabajo las cuales estaban integradas por un médico veterinario mexicano, uno estadounidense o en su defecto un inspector de ganado, un chofer, un intérprete y un pelotón de soldados con un subteniente al mando; a estas brigadas se les asignaban vehículos en su mayoría jeep.27 La labor de las brigadas se ubicó principalmente en el área infectada que cubrió dieciséis Estados y el Distrito Federal, el área afectada alcanzó una extensión de 700, 000 km2, para lo cual se crearon diez distritos operacionales y dos líneas cuarentenarias; la del norte a 500 km al sur de la frontera con Estados Unidos y la del sur a 250 km al norte de Guatemala.28

El límite de la zona cuarentenada –norte-, se iniciaba en un punto ligeramente al sur de Tampico, Tamaulipas siguiendo la carretera a Valles, S.L.P.; al norte por la carretera de Laredo al Antiguo Morelos, Tamaulipas; continuaba al oeste, por la carretera de San Luis Potosí a Pendencia , S.L.P.; siguiendo la carretera a Cd. del Maíz, S.L.P.; con dirección al noreste hasta El Coronel S.L.P.; de allí hasta San Luis Potosí, continuaba hasta llegar Ramos, S.L.P. la línea se conectaba hasta Ojocaliente, Zac.; continuando con dirección al noroeste, por la carretera a Zacatecas de allí hasta Cd. García Zac.; siguiendo al suroeste por el camino a Villa Guerrero, Jal.; continuando a Bolaños, Jal. siguiendo al suroeste a Mostotipaquillo; al suroeste a Ixtlán, Nay; después al noreste por la carretera de Ixtlán a Tetitián; al suroeste al río Ameca, siguiendo el río hasta Puerto Vallarta., Jal.29

Línea protectora del norte partía de los ríos Tuxpan y Pantepec hasta el estado de Hidalgo, después al norte a lo largo del límite del Estado al pueblo de Hijo, S.L.P.; al suroeste hasta Valles; al noroeste a Carritos, S.L.P.; después al suroeste a Reyes S.L.P.; después al oeste a Arriaga, S.L.P.; al noroeste, a García S.L.P.; siguiendo al noroeste, a San Francisco, Zac.; después al oeste, a Villanueva Zac.; al sur, Villa del Refugio Zac.; al sur con rumbo a Juchipila Zac.; al suroeste a la confluencia del río Ameca en los límites de Nayarit y Jalisco; al suroeste a Mascota Jal.; después al oeste, al Océano Pacífico en un punto treinta kilómetros al sur de Puerto Vallarta.30

La línea sur de la cuarentena iniciaba del puerto de México, de allí a lo largo de la vías del ferrocarril del Istmo al sur a Salinas Cruz, Oaxaca. La línea de protección del sur partía de la desembocadura del río Tonalá al Golfo de México de allí a lo largo del río, en dirección sureste hasta que cruza el límite entre Chiapas y Veracruz; de allí a lo largo del límite entre Chiapas y Veracruz hasta donde colinda Chiapas, Veracruz y Oaxaca; siguiendo el límite entre Chiapas y Oaxaca al pueblo de las Varas en la costa del Pacífico.31 Los límites de las regiones se encontraban vigiladas por personal de la campaña y miembros del ejército, a lo largo de éstas dos fronteras sanitarias había retenes de soldados cada 10 kilómetros vigilando las 24 horas del día, además, los caminos importantes estaban bloqueados para evitar el paso del ganado de zonas infectadas a zonas limpias, en las carreteras de igual forma se instalaban puestos de control, con tapetes para desinfectar el calzado de las personas y vados de desinfección para los vehículos; las personas tenía que bajar de los vehículos y pasar por los tapetes que contenían una capa de aserrín mojado con una solución desinfectante –sosa caustica- . La presencia de efectivos del Ejército facilitaba llevar a cabo esta tarea, al presentarse personas que se resistían a la desinfección, pero al ver a los soldados terminaban por acatar las órdenes del personal de la campaña.32

416 417

La estrategia en un inicio fue la implementación del rifle sanitario; ante esta medida la población se encontraba bastante renuente, pero al ver la presencia de los soldados terminaban por aceptarla. El descontento de la población por el método empleado para el control de la glosopeda, llegó a provocar actos de violencia al resistirse al sacrificio del ganado, el evento más sangriento se presentó en el Estado de Michoacán donde se asesinó a toda la brigada antiaftosa, los hechos fueron:

El primero de septiembre de 1947, los campesinos de Senguio y sus alrededores estaban a la espera de la brigada sanitaria, –encargada de llevar a cabo el sacrificio del ganado- a cargo del médico Augusto Juárez Medina, escoltado por el batallón de infantería integrado por: el capitán Julián P. Gómez Macías, el sargento primero Ramón Martín Villagrán, y los soldados, Manuel Espinoza Patiño, Ramón Macías Villagrana, Daniel Orenals Torres, Darío Becerril Zamudio, Mario Rangel Núñez y Carlos Zaragoza Campos; la brigada fue interceptada por algunas mujeres que empezaron “a lamentarse” para llamar su atención “Juárez bajó del jepp diciendo: ¿Por qué están disgustadas con su amigo?. Nadie le hizo caso, sólo se alcanzó a escuchar “Viva el sinarquismo, viva la virgen de Guadalupe”. Esta fue la señal pactada para comenzar la masacre, pues en el acto, la señora Teodora Medina de Guijosa, de filiación sinarquista y propietaria de una yunta de bueyes y de una vaca, saltó de entre la gente, abrazó al doctor y lo apuñaleó por la espalda; al rodar por tierra un hombre armado de una aguja para coser sacos de yute, le daño los ojos mientras le gritaba, “ahora nunca podrás ver al que te mató”; enseguida la gente golpeó a los soldados hasta dejarlos muertos en el instante a siete de ellos (el único sobreviviente murió horas después). Luego algunos galoparon en sus caballos sobre los cadáveres y amarrándolos a las sillas los arrastraron alrededor de la plaza.33

Los eventos de violencia de la población se multiplicaron en los Estados –Querétaro, Michoacán, Veracruz, Hidalgo, Guerrero

y México-. Aún con la aplicación del rifle sanitario, la enfermedad seguía diseminándose por el país, los recursos financieros se agotaban y los efectos directos en la población rural se comenzaron a sentir, el despilfarro del dinero de las indemnizaciones –principalmente en alcohol- la migración de la zona rural a las ciudades o al extranjero –programa de braceros-. Ante esta situación, se decidió suspender el rifle sanitario y en noviembre de 1947 se redefinió la campaña.34 Del 5 al 9 de diciembre de 1947 se reunieron en Washington, D.C. los miembros de la Comisión para hacer cambios en el procedimiento para la erradicación de la glosopeda en México.35 Con el cambio de estrategia las brigadas fueron reagrupadas y concentradas a lo largo de los límites de las zonas de cuarentena y las adyacentes libres de infección, éstas fueron ampliadas mediante estricta cuarentena, sacrificio –sólo de animales infectados y los que estuvieron en contacto directo con estos- y la vacunación. El gobierno de México a través del Ejército, cooperaba para la realización de las actividades propias de la campaña, facilitando todo lo necesario para desarrollar las recomendaciones de la Comisión. Así como otras dependencias del gobierno mexicano cooperaran con todo el personal disponible, incluyendo economistas los cuales harían un estudio de los efectos de la enfermedad y su eventual erradicación, sobre la economía de México y de los Estados Unidos.36

A partir del cabio de la estrategia, el combate a la glosopeda se desarrolló aplicando, la cuarentena, vacunación y sacrificio solo de los animales afectados. Esto durante el periodo de 1948 a 1951. En agosto -1951-, no se habían presentaron nuevos brotes de la glosopeda;37 ante esto, el embajador de Estados Unidos se comunicó con el secretario particular del presidente de México, para informarle que aquel país reconocía que había terminado en México la fiebre aftosa. Se levantó la cuarentena impuesta por la aparición de la glosopeda en el ganado mexicano, la cual no permitía la exportación de ganado en pie a los Estados Unidos. Por lo tanto se concluyeron las labores de la Comisión México- Americana para

418 419

la Erradicación de la Fiebre Aftosa, creando en su lugar la comisión México-Norteamericana para la Prevención de la Fiebre Aftosa.38

El 1 de septiembre de 1952 se declaró al país libre de aftosa, representaba un triunfo para el gobierno del presidente Alemán, así lo reconocían las diferentes organizaciones del país como la Confederación Nacional Ganadera, que enviaban sus felicitaciones al presidente por el éxito de la campaña, a ésta se le sumaron la Unión Ganadera Regional de San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Durango, Coahuila, Nuevo León, Chiapas, Veracruz, Tamaulipas, Sonora,39 Chihuahua, Sinaloa, Guerrero,40 La Asociación Nacional de Cosecheros y algunos diputados federales.41

Pero este no sería el final de la aftosa en México, así lo vio el doctor Teniente Coronel José María Nieto Veloso, quien por medio de un comunicado se dirigía al presidente Alemán enviándole un artículo titulado, “La fiebre aftosa no está erradicada todavía en nuestro país”, el cual estaba relacionado con medidas preventivas que deberían tomarse en el futuro para evitar una nueva catástrofe aftosa.42 Tal parece que el doctor Nieto tuvo razón, para el 23 de mayo de 1953, en las oficinas de la Comisión ubicadas en Bravo No. 6 en Jalapa Ver. se recibió una llamada telefónica del municipio de Gutiérrez Zamora, informando que en el rancho “El Cacahuatal” se encontraba animales sospechosos de fiebre aftosa, esto se confirmó por medio del diagnóstico en el laboratorio de Palo Alto. Cabe señalar que esto sucedía solo dos días después de que las autoridades de la Comisión, habían girado órdenes a todo el personal técnico para que el día 25 del mismo mes, se trasladara todo el personal a las oficinas centrales de la Cd. de México, en vista que los trabajos de la comisión se daban por terminados. 43

Al reportarse este brote inmediatamente se establecieron líneas de control en el Estado de Veracruz una al norte, la cual partió desde un punto llamado “La Pasadita”, por la ranchería de San Pablo, la congregación del Cerdo y la congregación de Taracuán terminando en la barra de Tenixtepec. Al oeste, la línea

partió desde “La Pasadita” siguiendo la desembocadura del río Tecolutla, donde se construyó una cerca de alambre tendida desde “La Pasadita” hasta la barra de Tenixtepec. Esto con el objeto de impedir la difusión de la enfermedad controlando la movilización de ganado así como de sus productos, los médicos veterinarios llevaron a cabo la inspección en un radio de 10 km del foco de infección, mientras tanto se asignaron inspectores “D” en un radio de 25 km del municipio de Gutiérrez Zamora.44

La vigilancia de estas líneas de control estuvo a cargo de 710 efectivos de las tropas federales, los cuales estaban a las órdenes del Teniente Coronel Quiroz Martínez, estableciendo puestos de vigilancia ubicados cada cien metros, siendo supervisadas periódicamente por un oficial o jefe del cordón, además se tuvieron puestos de desinfección en todos los lugares en que los caminos, veredas y carreteras se cruzaban. En las líneas cuarentenarias todos los vehículos y personas fueron cuidadosamente desinfectados. La elaboración de la vacuna, que se aplicó durante este brote, se hizo en el mismo municipio de Gutiérrez Zamora, entonces fue necesario trasladar ganado de zonas limpias para realizar las pruebas de calidad de la vacuna elaborada, este ganado sano fue de origen zacatecano de la raza Herfford, era considerado como el más susceptible de padecer la enfermedad. Existieron algunos problemas en la elaboración de esta vacuna, no fue del todo inocua encontrándose “partículas extrañas” en ésta. El mecanismo de la aplicación de la vacuna fue el que se utilizó en el resto del país. Partiendo de un extremo de las zonas afectadas, con la meta de alcanzar el otro extremo, se vacuno todo animal de pezuña hendida y se les identificó por medio de un arete que se colocaba en una de las orejas del animal. Se aplicaron 70,000 dosis de vacuna en las zonas: infectada, de observación, de protección, limpia del sureste y zona limpia del norte.45

El sacrificio de animales infectados se llevó a cabo por medio del rifle y el mazo en las pequeñas especies, los cadáveres

420 421

fueron sepultados en las fosas,- construidas para este fin- posteriormente cubiertos con una capa de cal y sosa. En lugares fangosos o pantanosos donde no fue posible abrir fosas, se hacían montones de cadáveres para su cremación. Además se estableció un programa de control de la fauna silvestre, el cual consistió en organizar parejas de cazadores los cuales tenían la misión de cazar toda clase de animales susceptibles a la enfermedad. En esta ocasión se reportaron 63 focos aproximadamente, ubicados en los municipios de Gutiérrez Zamora, Papantla, Tecolutla, Martínez de la Torre, Tihuatlán y Cazones, el número de animales sacrificados fue de veintidós mil quinientos animales, el costo económico de este brote fue de $45,000,000 (cuarenta y cinco millones de pesos) .46

El último brote se presentó el día 26 de abril de 1954,47

de esta fecha en adelante ya no se reportaron focos de la enfermedad es así que para finales del mes de agosto de ese mismo año retiraron las tropas que conformaban el cordón sanitario de Gutiérrez Zamora, por declararse extinguida la enfermedad en este lugar, dichas tropas estaban conformadas por un oficial y cuarenta elementos del 7° batallón de infantería, tres oficiales y noventa y nueve elementos 5° batallón de la misma arma; cinco oficiales y 93 elementos de tropa del 21° batallón y dos oficiales y setenta y tres elementos de tropa del 5° batallón de regimiento de caballería. Estos contingentes recibieron elogios, pues cumplieron su tarea en las peores condiciones climatológicas e insalubres, a pesar del sobresueldo que recibían.48

A partir de haber sido controlada la enfermedad en Veracruz, se informaba que la exportación de ganado en pie con destino a Estados Unidos estaría restringida a 430 mil reses, y se iniciaría el 1 de enero de 1955. 49 De esta fecha a la actualidad no se han presentado casos de fiebre aftosa

en México, mas sin embargo dentro del aparato del Gobierno Federal se mantiene el organismo para la prevención de enfermedades, es el caso de la Comisión México- Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y Otras Enfermedades Exóticas de los Animales.

422 423

LA DIPLOMACIA MILITAR DE MÉXICO EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: UN ACERCAMIENTO A LA

PARTICIPACIÓN DE NUESTRAS FUERZAS ARMADAS EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

424 425

La diplomacia militar de México en la Segunda Guerra Mundial: un acercamiento a la participación de nuestras

fuerzas armadas en las relaciones internacionales

Licenciado Jordán Olivares García

Desde el origen de la humanidad, la defensa del territorio, de la familia y de los recursos naturales, han sido problemas de

vital importancia para la sociedad. Entonces surge la necesidad de contar con fuerzas armadas para preservar esto, en legítima defensa de otras sociedades se instituye el Derecho a la Guerra.

Con la evolución humana el papel de las fuerzas armadas, (ejércitos de tierra, de aire, marinas de guerra y fuerza aérea) se acrecentó ya que no solo le tocaba defender a reinos y naciones, sino promover los intereses de su estado y pueblo en otras latitudes, sobre todo con el advenimiento del capitalismo como modo de producción. Las relaciones exteriores también son esenciales para promover y proteger la seguridad nacional, por eso es importante estudiar el papel de la milicia en este rubro.

Introducción

El ensayo tiene el como objeto, mostrar la interrelación milicia-diplomacia-relaciones internacionales en un espacio de tiempo determinado, para eso lo dividí en 3 apartados.

426 427

Primero se estudia la situación de las fuerzas armadas a través de la diplomacia porfiriana y revolucionaria, luego se efectúa lo mismo con el Cardenismo, para culminar con el análisis del tema principal.

Aquí se analiza el papel de los Estados Unidos como proveedor militar, se estudia al conocido Escuadrón 201 y su participación militar que yo llamo “Beligerancia diplomática”1, además se incluye una conclusión, mencionando algunas de las actividades internacionales que realizan nuestras fuerzas armadas hoy en día.

I. Antecedentes de la participación militar en la diplomacia, relaciones internacionales y la política exterior mexicanas

Desde los inicios de nuestra vida independiente, el ejército mexicano participó en misiones internacionales, la guerra con Estados Unidos fue un ejemplo del uso de la diplomacia militar de la fuerza de una potencia que nacía hacia un país que trataba de encontrar el rumbo, también la Marina Armada de México contribuyó a difundir los intereses del estado mexicano en una época en donde la nación corría peligro, por las diversas intervenciones de las que fue objeto el país.

El porfirismo fortaleció el papel que tuvieron las fuerzas armadas en las relaciones internacionales mexicanas. Como muestra de ello las naciones americanas fueron las primeras en reconocer la importancia de México en el continente, así el primer agregado militar acreditado en México fue el de Estados Unidos Capitán (Cap.) George Pecival Seriver en 1894 y en 1895 fue acreditado el Teniente (Tte.) Ignacio Márquez como nuestro agregado militar en ese país.2 El primer agregado naval militar en México fue el Coronel (Cor.) Jorge Rhode acreditado por Argentina en 1897.3

Sabiendo que una agregaduría militar es la representación de las fuerzas armadas de méxico en el extranjero, su función principal es la de servir de enlace para tratar los asuntos inherentes a las fuerzas armadas de los países donde se encuentren radicados con la Secretaria de la Defensa Nacional o con la Secretaría de Marina en su caso.4

La revolución hizo otro tanto, primero enfrentándose a las potencias que se oponían a las conquistas sociales, cuando se dio la intervención militar de Estados Unidos en 1914 y cuando los militares se posesionaron nuevamente de la política nacional, incluyendo a la política exterior. Pero el lector puede preguntarse ¿porque se puede analizar a la diplomacia militar de México en la Segunda Guerra Mundial? Porque ahí nuestras fuerzas armadas adquirieron mayor formación, renombre y sobretodo contribuyeron que la participación mexicana —al lado de las democracias—, fuese efectiva.

II. La situación de las Fuerzas Armadas Mexicanas de 1934 hasta abril de 1942 y su preparación con miras participar en la Segunda Guerra Mundial.

El presidente de la república Lázaro Cárdenas del Río durante su mandato, observó que el mundo se encaminaba a otra conflicto mundial, por eso ordenó una nueva estructuración del ejército y la armada nacionales, para ese entonces la Marina Armada de México y el ejército estaban fusionados en la Secretaría de Guerra y Marina.

En el informe al Congreso correspondiente al año 1934-1935,

daba cuenta al Congreso de la Unión de que a la comandancia naval con sede en Manzanillo, Colima se le habían destinado 4 guardacostas procedentes de España, asimismo Cárdenas

428 429

impulsaba la permuta o cambio constante de jefes y oficiales de las distintas áreas del ejército y armada nacionales, mencionando que era con el fin de conocer las habilidades administrativas, morales y de mando de cada uno de ellos, aunque tuviera también cierto tinte político, debido a las ambiciones de algunos militares de alto nivel.

Para Cárdenas, el programa de transformación aseguraba por un lado estabilidad nacional y por el otro, profesionalismo militar para que el gobierno revolucionario se sirviera de nuestras fuerzas armadas con el de hacer cumplir los preceptos de la Revolución, además de actualizarse cada vez más y mejor ante la inminente guerra mundial, siendo un factor importante la cercanía con los Estados Unidos. Asimismo en 1935 en el marco de nuestra neutralidad beligerante. El gobierno del General en un afán más de modernizar al ejército, le pedía a la Secretaría de Relaciones Exteriores, alentar la compra de aviones, armas ligeras y cortas en los Estados Unidos para equipar a diversas unidades militares5.

En el año de 1936 el gobierno cardenista continuó con los planes transformadores del ejército y la marina nacionales, destacando la compra de más guardacostas a España para cuidar ambos litorales del país, además de promover a oficiales a distintos puestos de mando, para preparar técnicamente a las fuerzas armadas con la finalidad de enfrentar contingencias nacionales e internacionales.

En la Conferencia Internacional Americana de Consolidación de la Paz, el propio Derecho Internacional Americano ya veía la posibilidad de participación militar americana en la posible guerra, al respecto el presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt en la sesión inaugural, hablaba de que la paz americana se mantendría incluso por la fuerza de las armas, impulsando con esto futuras medidas de cooperación armada entre todos los países del continente: “La paz que hoy celebramos no entraña

carácter alguno de debilidad, estamos dispuestos a mantenerla y a defenderla hasta el límite de nuestras energías, midiendo fuerza con fuerza, si se hiciera cualquier tentativa para derrocar a nuestras instituciones o menoscabar la independencia de cualquiera de nuestras naciones”.6

En el mensaje de año nuevo que dirigió el presidente de la república General Lázaro Cárdenas del Río correspondiente al año de 1937 volvió a ratificar la importancia que las fuerzas armadas nacionales tenían para el desarrollo del país; también hacía mención de obras notables para beneficio de la tropa, tales como la construcción del hoy Hospital Central Militar, fabricación de fusiles tipo “Mendoza” y durante el sexenio cardenista, se creó la primera unidad blindada denominada “Compañía Reducida de Tanques Ligeros” con 9 tanquetas Marmon-Harrington de 4 toneladas c/u, pasando revista de entrada el 16 de febrero de 1938.7

Es necesario mencionar que la diplomacia militar mexicana, no solo se valió de lo poco que fabricaban las fabricas militares, sino que encargó a la firma austriaca Hirtenberger, así el entonces Cor. Luis Alamillo Flores agregado militar de nuestra legación en París, viajó para agilizar los envíos de 15250 cartuchos calibre 7.62 mm. y de 4 millones de municiones para pistola, siendo México el país de destino oficial, pero quedándose en el primer puerto español que se encontrara, los cargamentos nunca llegaron porque el servicio secreto alemán hizo todo lo posible por obstaculizarlos.8

Otro de los incidentes que obstaculizaron el envío de armas a la España republicana, fue el hundimiento del buque Mar Cantábrico que llevaba armamento a este régimen.9

Esto porque en 1934 se instaló en Austria un gobierno no liberal y para 1938, este país era anexado a la Alemania de Hitler que apoyaba la rebeldía de Francisco Franco. Para 1939-1940 el gobierno cardenista creaba el departamento autónomo de Marina

430 431

el 31 de diciembre de 1939 entrando en funciones al siguiente día, siendo su primer director el Comodoro Roberto Gómez Maqueo, asimismo en ese año se promulgó la Ley del Servicio Militar Nacional que por muchas razones fue puesta en práctica hasta agosto de 1942.10

Como resultado de las relaciones interamericanas, la Unión Panamericana de Naciones (antecesora de la OEA) realizó la X Octava Conferencia Internacional Americana de Lima en el año de 1938, ahí se establecieron diversos mecanismos de cooperación ante una posible agresión extracontiental. Algunos de estos fueron las reuniones de consulta de ministros de relaciones exteriores, mismas que podían realizarse en cualquier tiempo y forma, según evolucionara la guerra.11

En la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de Panamá de 1939, se transformaba la neutralidad beligerante12 de toda América en los aspectos militares, puesto que se definían en el marco de seguridad colectiva continental muchas medidas tendientes a salvaguardar al continente en la guerra, la más importante de ellas era la definición del “Área de Neutralidad Estratégica”;13 A finales de su gobierno, el General Cárdenas se encontraba dispuesto a colaborar con los aliados en caso de una agresión a Estados Unidos, pero en el ámbito interno se enfrentaba con diversas tendencias que no aprobaban una posible intervención mexicana en la Guerra Mundial, unos porque estaba viva aún la memoria de lo que había sido la relación México-Estados Unidos, otros por que tenían no pocas simpatías por los regímenes nazi-facistas. La guerra había iniciado el 1º de septiembre de 1939 con la invasión nazi a Polonia, con la declaración de guerra al nazismo de Inglaterra y Francia. Luego Alemania acababa con la Línea Maginot francesa que trató de invadir Inglaterra en ese año, Italia trató de invadir Grecia y los Balcanes (invadió Albania), a

su vez que el Japón empezaba a invadir el sur de Asia.La diplomacia militar de México anterior a 1942, no escapó

a los vaivenes de la política interna, en la época cardenista muchos militares fueron miembros del Servicio Exterior Mexicano, una muestra de ello era su entonces secretario en el ramo General Eduardo Hay Fortuño y el embajador en Estados Unidos Gral. Francisco Castillo Nájera. Otro de los vaivenes internos que influyó fue la “petrolización” de la política exterior mexicana, por la expropiación que conocemos con el consiguiente bloqueo establecido por las empresas afectadas, obligando al gobierno cardenista a buscar al frente nazi-fascista como contrapeso, vendiendo petróleo a este bloque internacional a cambio de tecnología diversa (petrobuques, rayón, fibras, etc.) y militar, como la que se le solicitaba a Italia: una pequeña motonave sumergible del tipo MAS y otro material bélico que se pagaría con carburante, de hecho por el estallido de la guerra no llegó a México.14

a) Estados Unidos y la Diplomacia Militar Mexicana

Algo importante en el devenir de las fuerzas aliadas de E. U. en la Segunda Guerra Mundial, fue la política interna de esta nación con respecto al apoyo militar antifascista. Para 1935-936 si bien el presidente Roosevelt apoyaba la transformación del Derecho Internacional Americano para preparar al continente a enfrentar una agresión que proviniera fuera del mismo, dentro del mismo gobierno había sectores que se oponían a la participación creciente de los Estados Unidos en las turbulencias que se veían venir.

En ese sentido Roosevelt se vio en la necesidad de aprobar una acta o ley de neutralidad (Neutrality Act) la cuál fue promulgada en 1935, que de inmediato adoptó medidas de tipo militar que si bien todavía eran aislacionistas, ya se preveía que los Estados Unidos se preparaban para una futura guerra a la cual podrían entrar debido a la cercanía de posesiones estadounidenses en el Océano Pacífico cerca de Japón.

432 433

Se procedió a establecer con base a esta ley de neutralidad un Consejo o Buró Nacional para el Control de Municiones (National Munitions Control Board), asimismo el 5 de octubre de ese año quedaba prohibido el envío de armas y pertrechos de guerra destinados a Etiopía e Italia, hecho que Isidro Fabela en su obra Neutralidad criticó, porque la legislación de Estados Unidos ponía en igual condición jurídica al agresor y al agredido. Militarmente otros funcionarios gubernamentales estadounidenses empezaban a ver la necesidad de salir del aislamiento y participar en las medidas tendientes a castigar la acción italiana de haber invadido Etiopía, esta voz era la del Secretario del Interior Harold L. Ickes quien proponía que a Italia no se le vendiera petróleo; al mismo tiempo, los trabajadores del puerto de San Pedro entraron en huelga para evitar que este embarque de petróleo fuera enviado a Italia, apoyada esta manifestación por la Secretaria del Trabajo estadounidense Mrs. Frances L. Perkins.

El 29 de abril de 1937 el gobierno de los Estados Unidos adoptó una nueva ley de neutralidad que reprodujo los preceptos de las leyes anteriores en la materia adoptadas en 1935-36, pero con nuevas disposiciones que se adaptaban para la guerra. Entre las disposiciones de más relevancia se encuentra la que introdujo la cláusula Páguelo y Llévelo (cash and carry transferred risk) que consistía en la facultad otorgada al presidente de los Estados Unidos para prohibir la exportación de ciertas materias primas y productos además de armas, municiones y materias de guerra, a menos que los derechos, la propiedad o participación en esas materias y productos, hubieran sido previamente transferidos a algún gobierno o individuo extranjero; y que el comprador pagara al contado y se llevara él mismo lo comprado.

También se prohibía que buques estadounidenses transportasen esos productos a los beligerantes, estas disposiciones no eran aplicables a los países americanos que estuviesen en guerra con otro país no americano, esto se puede considerar como un claro apoyo al futuro

bando encabezado en principio por ellos mismos, puesto que cuando inició la Segunda Guerra Mundial permitió a los Estados Unidos vender armas a Inglaterra y al parecer también a la URSS cuando fue invadida en junio de 1941 por la Alemania nazi. El 9 de agosto de 1939 el presidente Roosevelt puso en marcha el Consejo de Recursos para la Guerra (The War Resources Board) aunque éste era destinado a la producción manufacturera y a la supervisión de la economía en general, también puedo decir que se pensaba en la guerra y en la producción bélica.

Cuando inició la Segunda Guerra Mundial, el presidente Roosevelt proclamó el 5 de septiembre de 1939 nuevamente la neutralidad, pero exigió que los contendientes hicieran esfuerzos para llegar a la paz, en lo interno definitivamente el gobierno de los Estados Unidos continuó venciendo resistencias, pero cada vez, se hizo más difícil mantener el estado neutral por las implicaciones que la guerra podría tener para los Estados Unidos y sus intereses. Además este país era el impulsor de la libertad humana, esto se demostró cuando el 10 de junio de 1940 Italia le declara la guerra a Francia; muchos funcionarios y senadores pidieron fuertes sanciones contra el régimen de Mussolini, pero la voz más importante que definitivamente marcó el rompimiento fue la del presidente Roosevelt cuando el mismo día de la invasión en el discurso pronunciado en Charlottesville Carolina del Norte, condena la invasión:

Los Estados Unidos de Norteamérica proporcionarán a los adversarios de la fuerza bruta todos los recursos materiales que sean posibles y, al mismo tiempo, organizaremos y aceleraremos el empleo de estos recursos entre nosotros para que la América se encuentre en condiciones de poseer el equipo y el poderío que requieran las circunstancias.

Italia escogió una ruta diferente. Repito que hoy 10 de junio de 1940 ¡No olvidaremos esa fecha! La mano armada con el puñal ha herido arteramente a su vecina en la espalda.15

434 435

Siguiendo con la diplomacia militar de los Estados Unidos, el 16 de septiembre de 1940 el gobierno establece el servicio militar obligatorio y el 7 de enero de 1941 se vuelve a crear la Oficina para la Dirección de la Producción (Office of Production Management) cuya misión era desarrollar, estudiar y planear las estrategias y las acciones para la defensa de los Estados Unidos.

Así se crearon diversos organismos defensivos hasta que vino el ataque a Pearl Harbor y la consecuente entrada a la Guerra por los Estados Unidos, que obligó a cambiar de estrategia, pasar si se quiere de una neutralidad beligerante a una beligerancia diplomática, en ese orden se creó el War Production Board (el Buró o Consejo para la Producción de Guerra de los Estados Unidos) que se encargó de la producción militar en todos los órdenes, así este país estaba en la guerra que decidió el destino de la humanidad, ayudando también en el ámbito militar a todos aquellos países que lucharan contra el nazismo y sus aliados, entre estos países a los cuáles les ayudó los Estados Unidos con miras a defender el ideal de la libertad y a cooperar en la derrota de Hitler y sus aliados, en donde naturalmente estaba México, esto por la Ley de Préstamo y Arrendamiento (Lend-lease act) que el 11 de marzo de 1941 aprobaron los senadores de este país convirtiendo así a Estados Unidos en “arsenal de las democracias”.

El War Production Board en la primera etapa de guerra contra el Eje, llegó a producir más de 45,000 aviones de combate, 45,000 tanques, 20,000 cañones antiaéreos más de 8 millones de toneladas de barcos mercantes y decía que la producción de armamentos sería mayor para 1942-1943, los Estados Unidos estaban ya en guerra contra las potencias del Eje.16

b) La Diplomacia Militar Mexicana de 1940 a mayo de 1942

Retornando al escenario nacional, el 1 de diciembre de 1940 en plena guerra en Europa y Asia, el presidente entrante General

de División Manuel Ávila Camacho en su discurso de toma de posesión, se dirigía al Congreso y a la nación haciendo notar el grado de importancia que el ejército tendría en esos momentos y a lo largo de su gestión gubernamental, entre los programas de modernización militar acorde a los tiempos que se vivían; estaba el impulso de un programa de servicio militar obligatorio, así como diversas reformas estructurales en las Secretaría de la Defensa Nacional y del Departamento Marina, convirtiendo este último en Secretaria de Marina Armada de México y además: “El ejército representaba el honor y las virtudes viriles de la patria. El servicio militar obligatorio ensancharía estos atributos a los grandes contingentes de la juventud. Por parte de hacer respetables nuestras marinas de guerra y mercantes, se había hecho necesario elevar el departamento respectivo a secretaría de estado.

El mismo presidente Ávila Camacho veía al ejército y a la armada nacional como soporte de nuestras instituciones democráticas y ratificaba a los institutos armados nacionales como vanguardia de la política exterior de nuestro país, es decir un objeto, quizá el más importante para hacer cumplir el compromiso mexicano de entrar a la Segunda Guerra Mundial: “necesitamos conservar y engrandecer nuestras fuerzas armadas como baluarte inmaculado de las instituciones para guiar nuestros pasos por caminos seguros, ningún faro más luminoso en esta obscura confusión que el ideal democrático en el interior y nuestra decidida adhesión internacional a la doctrina panamericana”.17

Mientras tanto que dentro del sistema internacional americano, el presidente de los Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, les hablaba a los países americanos en el día de Colón, de la creciente necesidad de adoptar medidas conjuntas para la común defensa del continente (en su neutralidad beligerante) ante el aumento de la guerra en Europa, a la vez de que el mismo presidente Roosevelt confirmaba un principio de la Doctrina Monroe, el que Europa no se inmiscuiría en los asuntos de América: “Nosotros en las

436 437

Américas todavía consideramos que la defensa de los océanos del hemisferio occidental contra actos de agresión, se constituye el factor primordial en la defensa y protección de nuestra integridad territorial. Reafirmamos ahora esta política, por si acaso existe alguna duda sobre nuestra intención de mantenerla”.18

Con relación a estas declaraciones políticas, en el marco del Derecho Internacional Americano en la I Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de Panamá 1939, se daban ya los primeros pasos de protección militar estratégica en América, creando una zona de neutralidad americana, y otras medidas que iban desde el intercambio de información policíaca para detectar cualquier intento de subvertir la neutralidad beligerante del continente, hasta lo que posteriormente se conoció como “estandarización de los ejércitos americanos”, mediante una Junta Interamericana de Defensa.

El 20 de enero de 1941 en ocasión de un informe presidencial, el presidente Roosevelt señalaba: “Digamos a las democracias: Nosotros los americanos estamos vitalmente interesados en vuestra defensa de la libertad. Estamos consagrando nuestra energía, nuestros recursos y nuestra potencia organizadora para darnos la fuerza para conservar al mundo libre”.

Aún en la neutralidad beligerante la diplomacia militar y el Derecho Internacional Público Americano, contemplaron posibles agresiones a posiciones de los Estados Unidos en su territorio continental, en el caribe o en el Canal de Panamá, en este estado de cosas se suscribió entre el gobierno de nuestro país y el de los Estados Unidos el 4 de abril de 1941, un convenio para facilitar el tránsito de aeronaves militares expresando que:

....dadas las circunstancias excepcionales que ha venido a suscitar el actual conflicto europeo, y teniendo en cuenta la necesidad de asegurar condiciones de máxima rapidez a los movimientos que requiera en

materia de aviación, la defensa del continente Americano y con el deseo de organizar la colaboración substancial y eficiente de los dos países en su labor defensiva de las Américas y dentro de la más estricta igualdad jurídica y de respeto a la soberanía de ambos países, han convenido en permitir el tránsito recíproco de aeroplanos militares por sus territorios y aguas territoriales.19

El mencionado documento señalaba en su artículo 1° que solamente estaría vigente mientras duraba el estado de guerra en Europa; el artículo 2° señalaba que no había restricciones para el número de aviones y vuelos de ambos países que tuvieran la necesidad de atravesar el espacio aéreo de las altas partes contratantes; el artículo 3° señalaba algunas de las obligaciones que México y los Estados Unidos tenían para que fueran autorizados vuelos sobre alguno de los dos países, una de las obligaciones era el dar aviso a la otra parte de cuándo y cuántos eran los aviones que iban a cruzar su espacio aéreo, más adelante el mismo tratado mencionaba que el tránsito por el cielo de cada país contratante no podía exceder de 24 horas, también se señalaba que si alguna aeronave de Estados Unidos o México aterrizaba en el territorio del otro, sólo sería para administrarle lo más indispensable al avión o aviones como a sus tripulaciones, también se protegían por parte de los gobiernos de estos dos países los puntos acordados de aterrizaje.

Mediante el Plan MEXUS México se comprometía a proteger en caso de ser necesario con vuelos desde bases mexicanas de Cozumel, Tehuantepec y la Península de Yucatán, a cubrir con sus patrullas aéreas de aviones AT-6, AT-11 recibidos de los mismos Estados Unidos al canal de Panamá y Centroamérica, al respecto Blanca Torres en su libro México: Historia de sus Relaciones Exteriores tomo VIII De la guerra al mundo bipolar, nos muestra una fotografía de Mr. Summer Wells Subsecretario de Estado, teniendo como fondo un radar en funciones de detección de submarinos y naves enemigas, seguridad estratégica que tenía como centro

438 439

a los Estados Unidos, que podía cambiar posiblemente su centro hacia México, también se habían creado nuevas unidades como una brigada motorizada con 4 baterías antiaéreas de 75mm NFO, como también se creó la Dirección de Transportes Militares, así como el Centro de Entrenamiento para Clases y Oficiales de Caballería con sede en San Juan Teotihuacan (El ejército y Fuerza Aérea Mexicanos volumen 2, página 498).

Mientras tanto la guerra proseguía en Europa, en junio de 1941 los alemanes dieron inicio a la “Operación Barbarroja” que era la invasión a la Unión Soviética, tiempo después de que la misma URSS había tratado de invadir a Finlandia, en relación de los procesos militares internos que nuestro país llevaba a cabo para cumplir con su cesión de soberanía diplomática, entrando a la Segunda Guerra Mundial, fue la aplicación del Derecho de Angaria a las propiedades marítimas y terrestres por parte del gobierno, que fueran objeto de querer romper el status internacional de México, hemos visto ya que los barcos hundidos por los alemanes aquel 14 de mayo de 1942 provenían en su gran medida de barcos incautados a los nacionales del Eje en México.

Pero había límites en la cooperación militar con los Estados Unidos y los aliados, uno de esos límites fue la no-proliferación de personal estadounidense en territorio mexicano, puesto que los Estados Unidos pretendían establecer bases aéreas militares en México, así como el manejo de estaciones de radar operadas en nuestro país operadas por ellos, la voz cantante de esta posición mexicana la llevó el entonces comandante de la región militar del Pacífico, puesto que asumió en diciembre de 1941 y como Secretario de la Defensa Nacional General Lázaro Cárdenas del Río (con cuartel general en Mazatlán y Sinaloa).

El 1° de septiembre de 1941 en ocasión del primer informe de gobierno del General Ávila Camacho, se resaltaban los logros de la reorganización militar con relación a los compromisos

internacionales de México aún en la neutralidad beligerante:” El gobierno mexicano se instaba a tomar las providencias necesarias para cooperar en momento dado a la defensa de nuestra integridad territorial y la seguridad del continente, esto último en vista de las condiciones del mundo y atendiendo a nuestros compromisos internacionales, instruyendo así el inicio del proceso de reorganización armada”.20

Durante el mandato del General Cárdenas en la Región Militar del Pacífico, se dio un incidente penoso entre las milicias estadounidenses y mexicanas, el comandante de Witt ordenó a sus tropas pasar a nuestro país con el fin de protegerse mejor de una posible invasión japonesa a los Estados Unidos, vía Baja California, debido a la residencia de japoneses en ese punto del territorio nacional, en cuanto el General Lázaro Cárdenas se enteró de ello, ordenó al entonces Mayor Arturo Dávila Caballero al mando de un destacamento, encontrara a dichas tropas y las obligara regresar a su país, en cuanto las localizó así se hizo, el comandante de Witt explicó que esto formaba parte de la seguridad estratégica entre las dos naciones, mientras tanto todavía en la neutralidad beligerante la Secretaría de la Defensa Nacional dictó una disposición general para todos los habitantes de la república y estableció un plan general de defensa con miras a solucionar dos problemas básicos:

a) Defender el territorio nacional contra una posible agresión con elementos propios y

b) Cooperar con sus fuerzas armadas en caso necesario a la defensa del continente.21

El 7 de diciembre de 1941 se produjo el ataque a posesiones estadounidenses de ultramar Pearl Harbor por cazas bombarderos japoneses, anteriormente ya había empezado la resistencia soviética a Hitler que llevó a la URSS hasta Berlín en 1945, en México se rompían relaciones con las potencias del Eje tal como

440 441

lo estipulaba el Derecho Internacional Americano, así las cosas entramos al año de 1942, en los primeros días de enero de ese año se firmaba una declaración internacional que reglamentó la acción de los aliados contra las potencias del Eje, esta declaración por su carácter normativo sería el eje dentro del cuál incluso el ejército mexicano luchó, la declaración se le llamó: Declaración General de las Naciones Unidas: “Conscientes del peligro que entraña la victoria de las potencias nazifascitas, los países que signan esta declaración, y los que la signaren en un futuro e comprometen a utilizar todos los medios a su alcance para derrotar a las potencias totalitarias”.22

Entonces el Derecho Internacional Americano se actualizó de nuevo, se realizó la III Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores Americanos de Río de Janeiro en el área militar, que el ámbito militar ordenó constituir un organismo interamericano que conglomerara las decisiones de defensa que en materia militar se tomarían por parte de los gobiernos americanos, se recomendaba la reunión inmediata, en Washington de una comisión compuesta por técnicos militares o navales nombrados por cada uno de los Gobiernos, para estudiar y sugerir a éstos las medidas necesarias para la defensa del Continente, de este modo quedó constituida el 30 de marzo de 1942 la Junta Interamericana de Defensa cuya principal misión era la siguiente: “preparar gradualmente a las Repúblicas americanas para la defensa del Continente mediante la realización de estudios y la recomendación de las medidas destinadas a tal efecto”.23

Esto se tradujo para las fuerzas armadas mexicanas en beneficios, cuando el 27 de marzo de 1942 se firmó un Convenio para el suministro recíproco de artículos de defensa y de informes sobre la misma entre el gobierno de los Estados Unidos y México. El convenio en su considerando volvía a enfatizar lo contenido en la Declaración de Lima para proteger al panamericanismo, el artículo 1° de dicho acuerdo que ya estaba casi en la beligerancia diplomática

de nuestro país, nos otorgaba un monto total de 10,000,000 de dólares para adquirir insumos de tipo militar, siempre y cuando no contraviniera lo estipulado por los Estados Unidos en su Ley del 11 de marzo de 1941; el artículo 2° primero estipulaba que el armamento destinado a nuestro país vía este convenio tenía un 52% de descuento, asimismo se estipulaban los periodos y los montos de pago de este crédito militar.24

Los artículos 4° y 6° obligaban mutuamente a los dos gobiernos, a entregar al otro gobierno informes sobre la defensa que pudiera interesar al otro país, siempre y cuando no se violentara la seguridad nacional del que otorga la información, también se protegían patentes y marcas de armamento cuando se solicitare por el presidente de alguno de los dos países, este convenio fue necesario puesto que como lo dice Blanca Torres el ejército mexicano para esos momentos se encontraba bastante mal pertrechado y equipado, contando sólo con equipo para la guerra interna, ya que actuaba como policía nacional y política: Otro punto a destacar es que la Secretaría de Marina/Armada de México, envió en ese año a nuestro primer agregado naval, recayendo esta responsabilidad en el Capitán de Corbeta Manuel Zermeño Araico.25

III. ¡La guerra llegó! La diplomacia militar mexicana en la se-gunda guerra mundial

Como sabemos, la entrada oficial de México a la Segunda Guerra Mundial, se dio por el hundimiento de dos petrobuques (14 de mayo el Potrero del Llano, 20 de mayo el Faja de Oro) mexicanos que llevaban petróleo a los Estados Unidos. La acción fue ejecutada por submarinos alemanes que llevaban a cabo la “Guerra submarina ilimitada” en el Golfo de México. A consecuencia del hecho el gobierno protestó pero esta protesta no fue ni siquiera recibida en los Ministerios de Relaciones Exteriores del Eje.

442 443

Por lo tanto, modernizar a las fuerzas armadas no solo era necesario, ya era importantísimo, el 1 de septiembre de 1942, el presidente Ávila Camacho hacía énfasis en su informe de los avances obtenidos por la nueva administración militar y de los pormenores que llevaron a México a la guerra: reorganización del ejército, creación del Consejo de Defensa Nacional, nombramiento del General Lázaro Cárdenas como Secretario del ramo y la promulgación del la Ley del Servicio Militar Nacional.

Mientras tanto en el ámbito militar interno, la reorganización del ejército que hizo mención el señor presidente de la república en su mensaje al Congreso tuvo mucha importancia la educación de tipo militar que formaba oficiales, se suprimió la Dirección General de Educación Militar, que llevó a la supresión temporal de la Escuela Militar de Aviación y la Escuela Militar de Intendencia, incorporando a sus alumnos que habían cursado el primer año al Heroico Colegio Militar, aunque abrió esta última nuevamente sus puertas en 1943, la Escuela Médico Militar pasó a depender de la Dirección de Sanidad, también la Escuela Militar de Transmisiones pasó a la Escuela Militar de Ingenieros.

También en la diplomacia militar, influyó el espíritu de la “Unidad Nacional” muy en boga para enfrentar las amenazas del momento, este tipo de alianza militar iba desde la izquierda moderada hasta la derecha del mismo signo. La manifestación más palpable de esto por lo menos en la cúpula, fue cuando el 16 de septiembre de 1942 todos los expresidentes vivos acompañaron a ver el desfile al presidente General Manuel Ávila Camacho (Ortiz Rubio, Adolfo de la Huerta, Emilio Portes Gil, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas), de hecho ellos habían salido de las filas castrenses.

La Secretaría de Educación Pública también se alineó a la beligerancia diplomática de México, adoptando primero a las escuelas primarias para los niños hijos de soldados “Hijos del

ejército” y creando junto con la Secretaría de la Defensa un sistema educativo civil-militarizado mediante escuelas de este tipo, en donde se enseñaba disciplina militar a la par de los conocimientos normales de dichas escuelas, hoy algunos reductos de esto pueden ser los famosos “pentatlones”, en Puebla hubo formalmente una escuela de este tipo que fue la “Academia Ignacio Zaragoza” y al parecer también nuestra Universidad en aquel entonces solamente Universidad de Puebla militarizó sus actividades, a lo cual se incluyó la puesta en práctica de la ley del Servicio Militar Nacional, también se introdujo un curso sobre guerra irregular mediante un ciclo de conferencias.26

Para el año de 1943 a mediados de la guerra, el ejército mexicano daba los primeros pasos para una eventual lucha fuera del territorio americano, en ese mismo año y con ese fin, varios miembros del gabinete presidencial militar viajaron en una misión secreta, quizá con el fin de explorar si algún contingente militar mexicano podía participar en el norte de África y en el sur de Europa, dicha delegación estaba integrada por el Coronel Piloto Aviador Antonio Cárdenas Rodríguez, Teniente Arturo Dávila Caballero y otros.

En ese tenor, el Secretario de la Defensa Nacional General Lázaro Cárdenas comentaba que sería conveniente la participación militar mexicana en algún frente de guerra, puesto que “ningún país tendría derecho a sentarse con los vencedores, si no cooperaba con los aliados en la medida de sus capacidades posibles”. Hacia 1943 la opinión pública nacional iba cediendo aún con cierto recelo a la participación militar mexicana en algún frente de guerra, pero las necesidades y los compromisos contraídos de ceder soberanía por la soberanía adquirida, la prensa había pactado anteriormente con el gobierno mexicano de que apoyaría en todas sus decisiones al presidente nacional, pero a cambio de privilegios y material para impresión que hasta antes de la guerra, sólo se adquiría en Alemania y en algunos otros países de Europa.

444 445

Por ende el ejército mexicano como uno de los objetos y medios de la política exterior mexicana, se convertía en nota pública y su actuar pasó a ocupar las primeras planas de los diarios de circulación nacional y regional, al mismo tiempo que se resaltaban los logros aliados en la guerra en diversas secciones de los periódicos. Una vez más las acciones exteriores de nuestro país eran calificadas por la prensa nacional algunas veces de manera mitológica, puesto que a la población había que dotarle de esperanzas en momentos que la carestía causada por la guerra hacía difícil en cada persona humilde y trabajadora del país.27

Para 1943 también la lucha militar de nuestro país no sólo se concretaba a la defensa del territorio nacional, sino que más de 15 mil mexicanos sirvieron por necesidad, por existir un tratado mutuo entre México y Estados Unidos, obligando a cada ciudadano de los dos países a efectuar el servicio militar y a alistarse en caso de ser necesario en ambos ejércitos para la lucha, dependiendo en donde se encontraran en caso de solicitarles dicho servicio activo, estos 15 mil mexicanos fueron enviados a luchar en diversos frentes de guerra, resultando aproximadamente más de 1492 muertos, resulta paradójico señalar que mientras ningún estadounidense fue alistado aquí dentro de nuestras fuerzas armadas, allá cayó más sangre mexicana que fortaleció las conquistas de la revolución, puesto que todavía no estaba en debate la igualdad jurídica nacional mexicana de los que migraban a otro país, como de los que aquí vivían. Esta sangre mexicana secundó en el esfuerzo a las víctimas del Potrero del Llano y Faja de Oro, al sudor de los que trabajaban como braceros en los campos estadounidenses para producir lo que ellos por la guerra habían dejado de hacerlo.

Nos preguntamos ¿cómo se permitió que nuestros paisanos efectuaran el servicio militar en los Estados Unidos, al grado de combatir con ellos en diversos frentes y ser la siguiente sangre que pagaba las conquistas revolucionarias?, la beligerancia diplomática y el Derecho Internacional, dieron la pauta de esto por escasez

de hombres para las fuerzas armadas, el 22 de enero de 1943 se firmó mediante un canje de notas entre el gobierno mexicano y los Estados Unidos un pacto sobre prestación del servicio militar obligatorio, que en el artículo 1° numeral uno decía que “los nacionales de cada país, residentes dentro del territorio del otro, podían ser registrados y reclutados en las fuerzas armadas del país de su residencia, en las mismas condiciones que los nacionales de éste, a menos de que se estipulara lo contrario en ese documento”.28

El numeral 2 de ese mismo artículo señalaba que los nacionales residentes en cada país tendrían los mismos derechos y privilegios, estado de salud, civil, así de quién dependía económicamente de ello, se prohibía reclutarse aquellos que por estudios y que quisieran regresar a su país de origen, se consideraba para el servicio militar conjunto a los ciudadanos que vivieran en las fronteras, también se suministraba información al país de origen del nacional el cuál hubiera sido reclutado, todos los conscriptos que sirvieran al otro ejército se les trataría con igualdad de derechos, privilegios y obligaciones que correspondían a los nacionales del ejército receptor, estas estipulaciones sólo se cumplieron para los mexicanos que residían en los Estados Unidos, debido que este país sí desplegó toda la actividad militar como potencia, en cambió México sólo tenía un ejército para la lucha interna, lo cual imposibilitaba el llamado de estadounidenses en las fuerzas armadas.

El mes de abril de 1943 fue de mucha importancia para la participación militar mexicana, el encuentro Roosevelt-Camacho Monterrey-Corphus Christi Texas ya fortalecía la idea de la preparación y envío de un grupo aéreo de pelea al extranjero, el presidente Roosevelt en su discurso leído en Monterrey, Nuevo León ratificaba la importancia que tenía México a los ojos de los estrategas estadounidenses , después el mismo presidente Ávila Camacho en su discurso de bienvenida al presidente Roosevelt, mencionaba esta posibilidad de participar al lado de los Estados Unidos no solamente en materia militar defensiva americana, sino

446 447

al mismo frente de batalla como un deber de los mexicanos en esos momentos: “mis compatriotas han asumido la responsabilidad que sobre ellos han arrojado estos momentos de gran utilidad, tanto en el cumplimiento de su deber militar, como en las múltiples actuaciones que han hecho forzosa la colaboración industrial”.29

Responsabilidad que entraña en sÍ misma el envío de hombres al exterior, para sellar con más fuerza el compromiso de nuestra soberanía adquirida por las conquistas sociales de la revolución, dentro del contexto mundial las potencias del Eje empezaban a perder posiciones, los rusos ya habían logrado romper el frente de Stalingrado, los estadounidenses enfrentaban a los japoneses en Levte, los aliados occidentales entraban después de derrotar en África al Deustche Africa Korps alemán de Rommel.

Mientras tanto en nuestro país el 1° de septiembre de 1943 en ocasión de dirigirse al Congreso y a la nación para presentar el estado de la Unión, el presidente General Manuel Ávila Camacho se refería nuevamente a la transformación del ejército como una tarea vital de la política y compromisos exteriores mexicanos:

Para el servicio de las nuevas unidades y entidades territoriales, se comenzaron a construir grandes unidades, tanto de conscriptos como de voluntarios así como de cuerpos mecanizados. Las fuerzas armadas permanentes son el núcleo en que se fundan las reservas instruidas, dejando solamente para el caso de emergencia. Asimismo en las armas y servicios del ejército se han hecho importantes modificaciones: la industria militar permitió producir excedentes exportables de pólvora y explosivos.30

En el mismo informe presidencial se ratificaba la importancia de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM)por encima de todas las demás armas, como un cuerpo armado integrado y a la vez descentralizado de la Secretaría de la Defensa Nacional, la FAM sería la representación diplomática mexicana en la Segunda Guerra

Mundial, puesto que recaerá formalmente dicha obligación en la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana: “con relación a la fuerza aérea, se han hecho amplios programas y se han abierto nuevos campos en todo el territorio nacional y se ha proyectado el edificio y el aeródromo para la Escuela Militar de Aviación en Guadalajara Jalisco”.

El 17 de septiembre de 1943 en una de las reuniones de la Comisión México Norteamericana de Defensa Conjunta, el General Lázaro Cárdenas sostuvo por vez primera, la posibilidad de enviar al frente un grupo de combate mexicano al que se le llamó “Grupo de Perfeccionamiento Aeronáutico”, más adelante el mismo presidente Ávila Camacho apoyó la idea, más por ese entonces, México no era el único país latinoamericano que participó en la guerra con una fuerza militar, Brasil hacía lo propio en el sur de Italia para romper y destruir el frente alemán en esa región.

El 24 de septiembre de 1943, el presidente Roosevelt enviaba un memorando a su Secretario de Defensa General George C. Marshall para autorizar el equipamiento de una fuerza militar mexicana que lucharía en algún frente de guerra aliado, y a principios de 1944 se presentaba ya formalmente la propuesta y el 13 de febrero de 1944 el presidente Roosevelt giraba órdenes al cuartel General de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para que de acuerdo al convenio de préstamos y arrendamientos de 1942, se procediera a armar a dicho escuadrón, el 21 de junio de 1944 los miembros del Escuadrón 201 (Escuadrón Aéreo Táctico y de Pelea, Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, anteriormente Grupo de Perfeccionamiento Aeronáutico) salieron para la base de la Fuerza Aérea estadounidense ubicada en Randolp Field Texas como punto de inicio y concentración para el entrenamiento, otros salieron de ahí hacia la base de Boca Ratón Florida, otros estarían entrenando en la Base de Pocatello en el estado de Idaho, otros en Belleville Illinois, etc; dependiendo del tipo de servicio a desempeñar dentro de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana.31

448 449

La primera sangre mexicana del Escuadrón 201 que se perdió, fue el Subteniente piloto aviador Crisóforo Salido Grijalva el 23 de enero de 1945 al estrellar su avión en la Isla del Padre en Texas, otro muerto en entrenamiento fue el Teniente Piloto aviador Javier Martínez Valle, pero pese a esas vicisitudes, el Escuadrón 201 se reportaba listo para la acción y en febrero de 1945 salía para el teatro de operaciones de Filipinas, quedando adscrita dicha fuerza al 58/o. grupo de pelea y al 5/o. comando de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Entre las misiones llevadas a cabo por el Escuadrón 201 se encontraban: aislar el campo de batalla, apoyo a las fuerzas de tierra en la región oriental de Manila sobre la cuenca del Río Cagayán, así como el reconocimiento del terreno entre Tokio y la Isla de Formosa, otras operaciones que nuestros aguiluchos efectuaron fue a 12 kilómetros al interior de la costa suroeste de Luzón (zona de Isanda), el 14 de junio de 1945 el Escuadrón 201 bombardeó y ametralló posiciones japonesas en la zona de la presa de Marikina al oeste de Manila y el 28 de junio de ese mismo año 1945 dicha unidad tuvo su más fuerte combate con 24 vuelos de bombardeo, ametrallando al enemigo en la zona del frente al oriente de Luzón con 2 grupos de aviones REPUBLIC P-47 “thunderbolts” que era rechoncho y pesado bombardero en picado.32

Cuando se dio la rendición del Japón después del lanzamiento de las primeras bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, el alto mando del ejército nacional estimó conveniente regresar al escuadrón, puesto que había terminado la guerra, y por lo tanto la misión que se le había conferido, finalmente la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana al Pacífico Escuadrón Aéreo, Táctico y de Pelea 201 regresaba a México en el mes de noviembre con las siguientes bajas:

• Mayor P. A. Pablo Luis Rivas Martínez

• Tte. P. A. Héctor Espinoza Galván• Tte. P. A. José Espinosa Fuentes• Subteniente P. A. Fausto Vega Santander• Subteniente P. A. Mario Fernández López Portillo• Subteniente P. A. Hugo González y González (reemplazo).33

En la ceremonia del aniversario de la Revolución Mexicana realizado el 20 de noviembre de 1945 en México D. F., al recibir el pabellón que caracterizó al Escuadrón 201 en combate de manos del Coronel piloto aviador Antonio Cárdenas Rodríguez, el general presidente de nuestro país Manuel Ávila Camacho enunció un discurso que ratificaba la importancia del Escuadrón 201 en la política exterior de México, su ayuda a la lucha por la libertad, y su colaboración en adjudicarle a México lo que conquistó por la revolución, de esta manera el presidente Ávila Camacho se dirigió al auditorio y al Escuadrón 201: “Recibo con honor la bandera que les fue encomendada por nuestro país en la lucha con nuestros aliados por la causa de la libertad y la democracia, regresa invicta y desde hoy seguirá y pasará a la galería de nuestra historia épica”.34

El presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman, sólo se limitó a enviar un pequeño mensaje de felicitación al presidente General Manuel Ávila Camacho, diciendo que el Escuadrón 201 había combatido eficazmente destruyendo posesiones enemigas (japonesas), así como su personal, el mensaje más explícito fue el del General Douglas MacArthur jefe de las fuerzas aliadas del Océano Pacífico, señalando lo importante que había sido la contribución del Escuadrón 201 en la consecución de la derrota japonesa en esa parte del frente:

En víspera de la salida para su patria de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, deseo manifestar a usted y al pueblo mexicano, lo espléndido que han sido sus servicios en la guerra del pacífico. He vigilado sus

450 451

actividades en el combate con creciente orgullo y admiración y por eso al marcharse les he dicho adiós con pesar y afecto: gracias señor presidente, por haber confiado a estos nobles jóvenes bajo mi mando.35

La Diplomacia Militar de México en la Actualidad

La participación mexicana en la Segunda Guerra Mundial, fue un momento determinante en la vida nacional, las fuerzas armadas adquirieron presencia y lograron actualizar las técnicas guerreras que se tenían, ya al final de la guerra se creaba otra especialidad importante: la de fusileros paracaidistas, a hoy en día las fuerzas armadas deben participar de manera más decidida en los asuntos internacionales de México.

Esto se hace más imperativo en la globalización actual, sin embargo nuestros militares no deben olvidar nuestra tradición pacifista y de respeto a las instituciones internacionales y a la soberanía de las naciones. Actualmente el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, han auxiliado a diversas naciones a afrontar desastres naturales en el hecho mismo e impartiendo conferencias. La trayectoria impulsada por los gobiernos emanados de la Revolución debe mantenerse para el bien del país.

452 453

Del proceso de Independencia a laIntervención Norteamericana

De tratado a tratados.Ubicación, análisis, comparación y clasificación de las diferentes copias resguardadas del convenio firmado en Córdova el 24 de agosto de 1821

1. Frasquet, Ivana, Las Caras del águila. Del liberalismo gaditiano a la República Federal Mexicana (1820-1824), México, Universidad Veracruzana–Universitat Jaume I., 2010.

2. Ibíd., p. 1233. Ibíd., p. 124.4. Ibíd., p. 485. Frasquet, Ivana, óp. cit., p. 83.6. Torrente, Mario, “Historia de la Independencia

de México”, en Historia de la Revolución Hispanoamericana, 1829, Madrid, Editorial América, 1918.

7. Bustamante, Carlos María de, Suplemento a la Historia de los tres siglos de México durante el Gobierno Español, Tomo IV, México, Imprenta Testamentaria de D. Alejandro Valdés, 1936, p. 238.

8. Arróniz, Othon, Los Tratados de Córdoba, Tercera Edición, México, Universidad Veracruzana, 2010, p. 23.

9. Bustamante, Carlos María de, óp. cit., p. 324 10. Gómez Haro, Eduardo, La ciudad de Puebla y la Guerra de

Independencia, Primera edición, México, Fundación Urbano Deloya / Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2008, p. 154.

11. Arróniz, Othon, óp cit., p. 52-53 12. Ibíd., p. 98.13. Gómez Haro, Eduardo, óp cit., p. 154.14. Ibíd., p. 156.15. Zarate, Julio, México a través de los Siglos, Tomo III, México,

Editorial Cumbre, 1967, p. 745.

454 455

La salvaguarda de la frontera: la comisión del General Manuel de Mier y Terán

(1825-1832)

1. Luis Berlandier et al., La Comisión de Límites. Diario de Viaje, Monterrey, N.L., Archivo General del Estado de Nuevo León, 1989, p. II.

2. Vito Alessio Robles, Coahuila y Texas, México, Talleres Gráficos de la Nación, 1945, p. 273.

3. Niceto de Zamacois, Historia de Méjico desde sus tiempos más remotos hasta el gobierno de Benito Juárez, Tomo XI, Barcelona-México, Juan de la Fuente Parres, s/f., p. 614.

4. Ohland Morton, Terán and Texas, a chapter in Texas-Mexican relations, Austin, The Texas State Historical Association, 1948; Ohland Morton, “The life of General Don Manuel de Mier y Terán, as it affected Texas-Mexican Relations”, Kessinger Publishing, 2007; Jack Jackson (Ed.),Texas by Terán. The diary kept by General Manuel de Mier y Terán on his 1828 inspection of Texas, E.U, University of Texas Press, 2000; Manuel Payno, “Bosquejo biográfico de los generales Iturbide y Terán”, en Manuel Payno, México, Ediciones Cal y Arena, 2003, pp. 332-391; Reinaldo Sordo Cedeño, “Manuel de Mier y Terán y la insurgencia en Tehuacán”, en Historia Mexicana, Vol. 59, No. 1, 2009, p. 137-194; Vito Alessio Robles, óp. cit.

5. Alejandro Villaseñor y Villaseñor, Biografías de los héroes y caudillos de la Independencia, México, Imprenta “El tiempo” de Victoriano Agüeros, 1910, pp. 238-252.

6. Carlos María Bustamante, Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana de 1810, Tomo III, México, Imprenta de J. Mariano Lara, 1843-1846, p. 417.

7. Véase, por ejemplo los extractos de una carta publicada en El Cometa, periódico de Zacatecas, número 51, 5 de julio de 1832.

8. Reinaldo Sordo Cedeño, óp. cit., pp. 180-190. 9. Manuel B. Trens, Historia de Chiapas, desde los tiempos

más remotos hasta el gobierno del General Carlos A. Vidal, México, La Impresora, 1942, p. 222

Actas del Congreso Constituyente Mexicano, Tomo I, México, 1822-1823, p. 19, 29.10. Ibíd., p. 2011. Ibíd. p.20712. Luis Berlandier, óp. cit.13. Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional,

(A.H.S.D.N.), Exp. 1174, fjs. 6, 8, 15-16.14. A.H.S.D.N., Exp. 1190, fjs. 49-5215. Texas by Terán. The diary kept by General Manuel de Mier y

Terán on his 1828 inspection of Texas, Austin, University of Texas Press, 2000.

16. A.H.S.D.N., Exp. 1174, fj. 62.17. Ibíd., fj. 76.18. Cabe señalar que esta interpretación de la pugna centralismo

vs federalismo está siendo revisada y matizada por las investigaciones recientes, pero dada la extensión y características de esta ponencia, hemos conservado dicha explicación en aras de la brevedad.

19. Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores (A.H.S.R.E.), Exp. LE_1056_C_01 (Versión electrónica), fj. 3.

20. Vito Alessio Robles, óp. cit. pp. 343-36421. Las respuestas de los gobernadores pueden consultarse en

AHSRE LE_1056-C-01, antes citado22. Archivo General de la Nación (A.G.N.), Hospital de Jesús, Vol.

416, Exp. 1, fjs. 23-2423. Ibíd., Exp. 6, fjs. 92-93.24. Ibíd., Exp. 1, fjs. 16-20.25. Ibíd., Exp. 1, fj. 23.26. Ibíd., Exp. 6, fjs. 31-31.27. Ibíd., Exp. 1, fjs. 21-21v.28. Celia Gutiérrez Ibarra, Manuel de Mier y Terán. Reflexiones

a la ley del 6 de abril de 1830, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1991, p. VIII.

29. A.G.N., Hospital de Jesús, Vol. 416, Exp. 6, fjs. 79-8030. Ibíd., fjs. 25-26.

456 457

31. Ibíd., fjs. 34-35.32. Ibídem.33. Ibíd., fjs. 51-52.34. Carta citada por José María Luis Mora en: Obras sueltas de

José María Luis Mora, ciudadano mexicano, México, 2ª. Ed. Editorial Porrúa, 1963, p.35.

35. A.G.N., Hospital de Jesús, Vol. 416, Exp. 6, fjs. 58-58v.36. A.H.S.D.N., Exp. 781, fj. 146.37. Ibíd., Exp. 1, fj. 33.38. Ibíd., Exp. 6, fjs. 62-62v.39. Ibíd., Exp. 6, f. 74-74v.40. Ibíd., Exp. 6, fjs. 68-69.41. Ibíd., Exp. 6, fjs. 70-71.42. Enrique González Pedrero, País de un solo hombre: el México

de Santa Anna, México, Fondo de Cultura Económica, 1993- 2003, p. 272

43. Ibídem.44. Ibídem.

El Pronunciamiento Federalista de 1840: Preludio al Fin del Centralismo

1. George Rudé, La multitud en la historia, Madrid, Siglo XXI Editores, 1998, p. 19.

2. Will Fowler, “El pronunciamiento mexicano del siglo XIX. Hacia una nueva tipología”, en Estudios de historia moderna y contemporánea de México, No. 38, julio-diciembre 2009, p. 12.

3. Ibíd., p. 8. The Plan of Iguala was the first pronunciamiento to be launched in Mexico […] The Plan of Iguala was an incredibly seductive proposal. With the vague promise of Three Guarantees […] Iturbide brought old insurgents and old Royalists together, even though they opted to join forces for very different reasons. It is evident that the success of the Plan of Iguala transformed it into the role model for succesive

Mexican pronunciamientos.En 2007 el historiador escocés Will Fowler encabezó un proyecto para recopilar documentos históricos mexicanos del siglo XIX para el proyecto The pronunciamiento in independent Mexico 1821-1877 para la University of St. Andrews, en Fife, Escocia. En él se reunieron 1379 transcripciones de pronunciamientos y actas de adhesión que van desde el Plan de Iguala al Plan de Tuxtepec.

4. Desde aquí, Fowler salta hasta los pronunciamientos de 1841 sin mencionar todos los existentes en distintas latitudes del país, principalmente el noroeste (Sonora y la Alta California) que exigían la restitución del sistema federal, así como otras cuestiones locales. Esta aparente omisión puede deberse a que en el artículo sólo enlista aquellos que tuvieron un impacto directo y contundente en la vida política nacional. Will Fowler, óp. cit., p.8.

5. Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos sancionada por el Congreso General Constituyente el 4 de octubre de 1824. Antecedentes Históricos y constituciones de los Estados Unidos Mexicanos, México, Secretaría de Gobernación, 2010, pp. 215 y 240.

6. Charles A. Hale, El liberalismo en la época de Mora, México, Siglo XXI Editores, 1997, p.150.

7. Michael P. Costeloe, La República central en México, 1835-1846. “Hombres de bien” en la época de Santa Anna, México, Fondo de Cultura Económica, 2000, p. 61.

8. En las Siete Leyes, que instalaron la forma de República Centralista, restringieron el acceso a la ciudadanía, suprimieron las legislaturas locales para ser remplazadas por juntas departamentales sujetas a la presidencia y se creó el Supremo Poder Conservador, un órgano dotado de facultades para regular y hasta contener a los otros tres, pero que en la realidad fue pasado por alto por casi todos los gobiernos siguientes.

9. Cecilia Noriega (Coord.), México: un siglo de historia constitucional (1808-1917). Estudios y perspectivas, México, Poder Judicial de la Federación, 2010, pp. 111 y 129.

458 459

10. Para sostener esta última afirmación, de la recopilación de Fowler se consideraron únicamente los textos relativos a los periodos de la Primera República Federal (4 de octubre de 1824 a 22 de octubre de 1835) y la República Central (23 de octubre de 1835 a 18 de mayo de 1847). Para dicho lapso (1824-1847) quedan entonces 1093 documentos equivalentes al 79.2% del registro total de Fowler; de esta muestra, 476 corresponden a la República Federal y 607 a la República Central, que equivalen, considerando estos periodos como la totalidad de la muestra, al 43.5% en el primer caso y al 56.5% en el segundo. Para efectos de la presente investigación, de los documentos de ambos periodos considerados se descartaron las actas de las legislaturas locales de adhesiones, los pronunciamientos de carácter regional y los manifiestos secesionistas de algunas entidades. Por todo lo anterior, las muestras se reducen considerablemente a 15 pronunciamientos para la República Federal y a 20 para la Central, por lo cual queda demostrada la premisa de que fue justamente durante este último sistema de gobierno que se produjo mayor descontento social verificativo en acciones militares frente al poder nacional.

11. Juan Ortiz Escamilla, “El pronunciamiento federalista de Gordiano Guzmán”, 1837-1842, en Historia Mexicana, Vol. 38, No. 2, 1988; Gerardo Palomo González, “La inestabilidad político-militar durante la primera república central 1835-1839. La lógica del pronunciamiento en la figura del general José Urrea”, en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, No. 36, Julio-diciembre, 2008.

12. Costeloe, Michael P., óp. cit., p. 151.13. http://arts.st-andrews.ac.uk/pronunciamientos/dates.

php?f=y&pid=1637&m=7&y=184014. Gerardo Palomo González, óp. cit., p. 99.15. Ibíd., p. 103.16. David M. Vigness, La expedición Urrea-

Mejía, p. 212. http://aleph.org.mx/jspui/bitstream/56789/28761/1/05-018-1955-0211.pdf

17. “Guerra de Francia a México 1838-1839”, en Enciclopedia de México, Tomo 6, México, Enciclopedias de México, 1977, p. 187; Sonia Pérez Toledo, “El pronunciamiento de julio de 1840 en la Ciudad de México”, en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, Vol. 15, 1992, p. 31-45.

18. Plan de la junta anfictiónica de Nuevo Orleans, http://arts.st-andrews.ac.uk/pronunciamientos/dates.php?f=y&pi-d=86&m=9&y=1835

19. Doralicia Carmona, “Valentín Gómez Farías”, Memoria Política de México, http://memoriapoliticademexico.org/Biografias/GFV81.html

20. Doralicia Carmona, “Anastasio Bustamante”, Memoria Políti-ca de México. http://memoriapoliticademexico.org/Biogra-fias/BUA80.html

21. http ://www.histor icas .unam.mx/moderna/ehmc/ehmc15/194.html

22. Catherine Andrews, Entre la espada y la Constitución. El ge-neral Anastasio Bustamante, 1780-1853, México, Universi-dad de Tamaulipas, 2008, p. 278.

23. Sonia Pérez Toledo, óp. cit.24. Catherine Andrews, óp. cit., p. 279.25. Ibíd. pp. 303-304.26. Comentario a Bases adoptadas por el ejército de operaciones

en Tacubaya, 28 de septiembre de 1841, s/l, s/e, s/f, p. 305.

Fortaleza de San Carlos: Primer Colegio Militar

1. Miguel Ángel Sánchez Lamego, El Castillo de San Carlos de Perote, México, s/e, 1935 (Colección Suma Veracruzana), p. 131 -137.

2. Carlos García, Reseña Histórica de Perote, s/l, s/e, s/f, p. 6.3. Jorge González Aragón et al., Arquitectura y Urbanismo

Militar en Iberoamérica, México, UAM, s/f, p. 12.4. Ibíd., p. 15

460 461

5. Miguel Ángel Sánchez Lamego, óp. cit., p. 66. José Antonio Calderón Quijano, Fortificaciones en Nueva

España, Madrid, Gobierno del Estado de Veracruz/Consejo Superior de Investigaciones Científicas/Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1984, p. 123.

7. Miguel Ángel Sánchez Lamego, óp. cit., p. 128. Ibíd., p. 1179. Ibíd., p. 11810. Ibíd., p. 12211. José Antonio Calderón Quijano, óp. cit., p. 125.12. Miguel Ángel Sánchez Lamego, óp. cit., p. 123 – 124.13. Ibíd., p. 12514. Ibíd., p. 126.15. Ibíd., p. 127.16. Ibíd., p. 128.17. Ibíd., p. 129 - 13018. Ibíd., p. 142.19. José Antonio Calderón Quijano, óp. cit., p. 129.20. Ibíd., p. 265 – 266.21. Adrián Cravioto Leyzaola, Historia Documental del Heroico

Colegio Militar a través de la historia de México, Tomo I, México, Costa–Amic Editores, 2001, p. 27.

22. Historia del Heroico Colegio Militar de México. Sesquicente-nario de su fundación 1823-1973, Tomo I, México, SEDENA, 1973, p. 49.

23. Adrián Cravioto Leyzaola, óp. cit., p. 46.24. Historia del Heroico Colegio Militar de México… p. 63.25. Ibíd., p. 64.26. Ibíd., p. 65.27. Ibíd., p. 65.28. Jorge González Aragón, óp. cit., p. 65.

Descubriendo los Orígenes de la Marina de Guerra Mexicana,a través de la Vida de uno de sus fundadores: Eugenio Cortés y Azúa

1. Archivo Nacional de Chile (A.N.CH.), Fondo Vicuña Mackena, Vol. 178, fj. 325.

2. Archivo General de la Marina Álvaro de Bazán (A.G.M.A.B.), Hoja de servicios de Cortés y Azúa D. Eugenio, fjs. 6, 7, 8.

3. ANCH, Fondo Vicuña Mackena, Vol. 177, fjs. 12-14.4. Archivo-Museo Don Álvaro de Bazán (A.M.A.B.), Información

del origen, limpieza de sangre, nobleza, méritos y servicios, Sección Cuerpo General, Madrid, fjs. 7, 8.

5. A.N.CH., Fondo Vicuña Mackena, Vol. 178, f. 328.6. Ibíd., fj. 1.7. A.G.M.A.B., hoja de servicios, fj. 18. Rosario García González, Eugenio Cortés y Azúa. Primer Jefe

de las Fuerzas Navales del México Independiente, México, Secretaría de Marina-Instituto Nacional de las Revoluciones de México, 2013, p. 71.

9. Rosario García González, óp. cit., p. 86-87.10. Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones (A.H.S.R.E.),

Genaro Estrada, L-E-194, Exp. 7. fj. 1011. A.H.S.R.E., H/131”822”/11, L-E-1611(24), fjs. 132,133 y

134.12. A.N.CH., Fondo Vicuña Mackena, Vol. 178, fs. 81-82/Ar-

chivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional (A.H.S.D.N.), Cancelados, Exp. XI/111/2-175, Tomo I.

13. A.H.S.D.N., Cancelados, Exp. No. XI/111/2-175, fj. 41-42.14. A.H.S.D.N., Exp. XI/481.3/313, fj. 25.15. A.H.S.D.N., Leg. 2, Exp. 4, fjs. 60-62.16. A.H.S.D.N., Leg. 10, Exp. 1, fj. 12.17. A.N.CH., Fondo Vicuña Mackena, Vol. 178, fj. 167.

462 463

Diario de observaciones sobre el enemigo y el horizonte siglo XIX

1. Michael P. Costeloe, La primera república federal de México (1824-1835), México, Fondo de Cultura Económica, 1975, p. 43.

2. Alejandro de Humboldt, Ensayo político sobre Nueva-España, Tomo II, Jalapa, Imprenta Veracruzana de A. Ruiz, 1869, p. 338-339.

3. Harold Sims, La reconquista de México. La historia de los atentados españoles, 1821-1830, México, Fondo de Cultura Económica, 1984, p. 31.

4. Se ha respetado el texto original de la Capitulación de la rendición de San Juan de Ulúa, entre José Coppinger y Miguel Barragán, el 18 de noviembre de 1825.

La campaña invicta de José María Mercado

1. Peña Navarro, Everardo, Estudio histórico del estado de Nayarit: de la conquista a la independencia, Tomo I, Guadalajara, Jal, Ed. Talleres Tipográficos "Gráfica", 1946, p. 207; Salvador Gutiérrez Contreras, José María Mercado. Héroe de nuestra independencia, Compostela Nayarit, s/e, 1954, p. 7.

2. Jesús Durán Cárdenas, Don José María Mercado. Algo de la independencia en San Blas Nayarit, Tepic Nayarit, s/e, 1931, p. 5.

3. Antonio Garza Ruiz, Don José María Mercado jefe insurgente del Poniente, Nayarit, Ediciones del Gobierno de Nayarit, 1943, p. 5.

4. Juan E. Hernández y Dávalos, Historia de la Guerra de independencia de México, Tomo I, México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana/Comisión Nacional para las Celebraciones del 175 aniversario de la independencia Nacional y 75 de la Revolución Mexicana, 1987, p. 421.

5. Testimonios Tapatíos, México, Ediciones del Gobierno del Estado de Jalisco, 1959, p. 47.

6. Jesús Durán Cárdenas, óp. cit., p. 5.7. El gobierno del colegio estaba organizado así: el obispo era la

primer autoridad, en línea descendente le seguían el rector, el vice-rector, el director: después aparecían los catedráticos, perfectos, coadjutores, bedeles, celadores, mayordomos, bibliotecarios, porteros, cocinero, enfermero además de un buen número de criados. Las materias que formaban el nuevo plan de estudios -que debería cursar José María- eran las siguientes: Teología, Moral, Historia Eclesiástica, Catecismo, Sagradas Escrituras, Sagradas Rúbricas, Instituciones Canónicas, Filosofía Escolástica, Retórica, Prosodia, Propiedad Latina, Sintaxis y Canto Llano. Cfr. Carmen Castañeda, La educación en Guadalajara durante la Colonia 1552-1821, México, El Colegio de México/El Colegio de Jalisco, 1984.

8. Domingo Lázaro de Arregui, Domingo, Crónica de la Nueva Galicia, México, Ed. Guadalajara Jalisco, 1980.

9. Debe advertirse que, en esa época, de ninguna manera era deshonroso el oficio de portero; por lo contrario, dicho labor se confiaba a gente de absoluta y total confianza. Puesto que, según las constituciones “El oficio de portero se encargará también a un estudiante de la mayor edad cuya honradez y probidad sean bien conocidas a cuyo fin el rector antes de nombrarlo se informará escrupulosamente de su conducta e inclinaciones” y tenía entre otras funciones asegurar que “no recibirá papeles, obsequios, recados, comidas, bebidas, o armas para los reclusos ni admitirá ni dará entrada a las visitas de estos o de los ordenados”. El puesto de portero fue proveído en septiembre por el Obispo Ruiz de Cabañas y el 8 de octubre de 1805, se le corrió traslado al Rector del Colegio Clerical.

10. Pedro García, Con el cura Hidalgo en la guerra de independencia, México, SEP/FCE, 1982, (Colección SEP Ochentas).

11. Cfr. Juan E. Hernández y Dávalos, óp. cit., p. 123, 142-144.12. En Guadalajara el generalísimo publica distintos decretos

prohibiendo la esclavitud y el uso de papel sellado; derogando

464 465

leyes de tributos y alcabalas extinguiendo distintos estancos (Ibíd., p. 243); Además de nombrar distintos comisionados y otorgar promociones a los que –a sus ojos habían cumplido su misión- (como a José María Mercado); sin olvidar, su respuesta a edicto del tribunal de la Santa Inquisición. Hidalgo organiza el gobierno y otorga nombramiento a varios ministros de Estado y al embajador ante las autoridades de Washington.

13. Tanto para José Antonio Torres (padre) como para José María Mercado hace falta un cronista o un biógrafo que registre en detalle la vida y la obra de estos personajes, poco conocidos, de la guerra de insurgencia de la Nueva España. Porque el extremo son las siguientes obras: Lucio V. Mansilla, Una excursión a los indios ranqueles, Vol. I, Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1993, (Col. Biblioteca Literaria Iberoamericana y Filipina) y José Santos Vargas, Diario de un comandante de la independencia americana. 1814-1825., México, Ed. Siglo XXI, México, 1982, (Colección Nuestra América).

14. Everardo Peña Navarro, Estudio histórico del estado de Nayarit: de la conquista a la independencia, Tomo I, Guadalajara, Jal, Ed. Talleres Tipográficos "Gráfica", 1946.

15. La carta de José María a su padre es -en muchos sentidos- semejante a la carta que estando en capilla escribió el general Leandro Valle, fechada el 23 de junio de 1861 “en el Monte de las Cruces” muy cerca del paraje de Salazar, en el camino entre México y Toluca y que expresa lo siguiente: “Papá y madre queridos, hermanos todos. Voy a morir, porque esta es la suerte de la guerra, y no se hace conmigo más que lo que yo hubiera hecho en igual caso, por manera que nada de odios, pues no es sino una triste revancha. He cumplido siempre con mi deber: hermanos chicos, cumpla uds. y que nuestro nombre sea honrado como el que yo he sabido conservar hasta ahora”. Padre y madre. A … esta carta, a mí un recuerdo eterno.” (La Unión Federal 2 de julio de 1861 no. 28)

16. José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., p. 345.17. Ibíd., p. 34618. Marcial Gutiérrez Camarena, San Blas y las Californias,

México, Editorial Jus, 1956, p.153, 154.19. José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., 346, 347.20. Así, al respecto opina Garza Ruiz que: "Precisamente el 20 de

noviembre, a las ocho de la noche, sin necesidad de disparar un tiro, el Padre Mercado ocupa Tepic y dedica una semana a propagar los ideales insurgentes en los poblados de la sierra, logrando reunir como a dos mil hombres, a la vez que seis piezas de artillería que se encontraban en la plaza." (Antonio Garza Ruíz, óp. cit., p. 7); por su parte, Durán Cárdenas asienta que: "En compañía del subdelegado de Ahualulco, don Juan José Zea y su padre don José Mercado, emprendió el camino rumbo a Tepic juntándose en su tránsito con unos seiscientos hombres, con los cuales llegó a la población citada el 20 del mismo noviembre sin disparar un tiro y apoderándose de seis cañones." (Jesús Durán Cárdenas, óp. cit., p. 6-7). En cambio, Gutiérrez Contreras, sostiene que: "De Etzatlán marchó el Cura Mercado sobre Tepic a donde llegó con más de 200 indios la tarde del 23 de noviembre, posesionándose en las goteras de la ciudad (Loma de la Cruz) donde clavó una gran bandera blanca." (Gutiérrez Contreras Salvador, óp. cit., p. 10).

21. José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., p. 347.22. Ibíd., p. 34823. Ibídem.24. El primer ejemplo es el siguiente: "Don Miguel Hidalgo y Costilla

Generalísimo de América (...) por cuanto ha acreditado su amor a la nación, fidelidad y patriotismo y buena disposición hacia el servicio la persona del capitán don Rafael de Hijar, que reside en Tepic, y pertenece al regimiento de la primera división del sur, atendiendo a su mérito y circunstancias he venido a nombrarlo por Coronel y comandante de la citada

466 467

división y sus armas, comisionándolo como lo comisiono y doy facultad para que levante todas las compañías que pueda teniéndolas como las demás arregladas e instruidas para tenerlas a prevención y disposición de mi ejército para cuando se le piden y mando a éste y demás le guarden los privilegios, fueros y excepciones que le corresponde. Y para que conste interin se le da la patente oportuna le libro el presente que le sirva de testimonio en forma. Dado en mi cuartel general de Guadalajara a 1o. de diciembre de 1810." Ibíd., p. 350. El texto anterior es substituido por la siguiente patente, que a la letra dice: "Don Miguel Hidalgo y Costilla generalísimo de América (...) atendiendo a la buena disposición fidelidad y circunstancia del coronel don Rafael de Hijar comandante del regimiento de la primera división de la costa del sur, y sus armas, he tenido a bien mandar que cualquier comisionado sea de la calidad y graduación que fuere que se presente en el distrito de su mando se sujete precisamente a sus órdenes. Así mismo que se posesione de los lugares que pueda; que provea los empleos políticos que hubieren vacante por los europeos; que haga se respete la autoridad de los jueces, y contenga cualquier revolución que intente hacerse castigando a usanza de guerra a los delincuentes. Dado en mi cuartel general de Guadalajara a 3 de diciembre de 1810. Miguel Hidalgo, Generalísimo de América. José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., p. 350. Otro ejemplo es el nombramiento de teniente coronel de Hidalgo a José María González de Hermosillo del 13 de diciembre de 1810 y de Coronel del 29 de diciembre del mismo año. Ambos firmados en Guadalajara. José E. Hernández y Dávalos, Ibíd., p. 27 y 28.

25. Lucas Alamán, Historia de Méjico: desde los primeros movimientos que prepararon su independencia en el año de 1808 hasta la época presente, Tomo I, México, s/e, s/f., p.13.

26. El siguiente documento que corresponde al nombramiento del coronel que Miguel Hidalgo realizó a favor de don José María González Hermosillo y fechada el 30 de diciembre de 1810 en Guadalajara. La parte conducente para esta cuestión dice así: "[...] espero continúen ustedes sin dar motivo a que circulen las quejas que continuamente se me están dando de los comisionado, y que procuraran guardar el mejor orden en todos sus procedimientos [...]" José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., p. 23.

27. Ibíd., p. 257, 258 y Marcial Gutiérrez Camarena, óp. cit., p. 160-161.

28. José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., p. 258, 159 y Carlos Ma. de Bustamante, Cuadro Histórico de la Revolución Mexicana de 1810, Tomo III, México, Imprenta de J. Mariano Lara, 1843-1846, 150, 151.

29. José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., p. 259 y Antonio García Ruiz, óp. cit., p. 14.

30. Ibíd., p. 260. Continúa una extensa correspondencia entre Mercado y Lavayen para las capitulaciones definitivas.

31. Ibíd., p. 349.32. Ibíd., p. 238-257, 266-270, 287-344; Ernesto de la Torre

Villar, Temas de la insurgencia, México, UNAM, 2000, (Colección “Al siglo XIX ida y regreso”), p. 131-221.

33. José E. Hernández y Dávalos, óp. cit., pp. 396, 397.34. Guillermo Prieto, “Romance del General Cruz y del Cura

Mercado”, en Romancero Nacional, México, Ed. Porrúa, s/f, (Colección “Sepan cuántos...”), p. 43, 44.

De la Guerra de Reforma a la República Restaurada

Tras la vida de un guerrillero decimonónico.Huellas del chinaco Catarino Fragoso en distintos archivos

1. Ilihutsy Monroy Casillas, “El guerrillero Catarino Fragoso: red social y hábil actuación política y militar. Mezquital, 1860-

468 469

1870”, Maestría en Historia, México, Facultad de Filosofía y Letras/UNAM, 2013.

2. E. Bradford Burns, La pobreza del progreso. América Latina en el siglo XIX, México, Siglo XXI, 1990.

3. Benito Juárez, Antología, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1993, pp. 129-132, Ilihutsy Monroy Casillas, “Los chinacos en la batalla del 5 de mayo y el sitio de Puebla: aproximación al surgimiento de las guerrillas populares durante la intervención francesa en México”, en Alberto Enríquez Perea Coord., ¡Heroica Puebla de Zaragoza! 150 años del sitio de 1863, estudios y documentos, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2013, (Colección conmemorativa del 150 Aniversario del Sitio de Puebla de 1863), p. 151-179.

4. Anne Staples considera que, a comienzos del siglo XIX, había un grupo nutrido de desarraigados, entre los que destacan los contrabandistas y arrieros (a los que podemos sumar a los cocheros) y que eran altamente individualistas. Anne Staples, “Los extranjeros y el origen del liberalismo mexicano”, en Cuicuilco. Revista de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Vol. 6, núm. 15, enero-abril 1999, p. 228. Sobre el proceso de desindianización individual, en este caso llamado desarraigo, véase la propuesta de Guillermo Bonfil Batalla, Descolonización y cultura propia, en Obras escogidas de Guillermo Bonfil, tomo 4, México, Instituto Nacional Indigenista/ Centro de Investigaciones y Estudios sobre Antropología Social/ Instituto Nacional de Antropología e Historia, Dirección General de Culturas Populares, 1995, p. 355.

5. Ilihutsy Monroy Casillas, “Acompañados de Rudé por los caminos de la resistencia popular en México: el caso de Catarino Fragoso”, en: Gumersindo Vera Hernández et al (coordinadores), Memorias de Diálogos entre la Historia Social y la Historia Cultural, México, Escuela Nacional de Antropología e Historia/Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2005, p. 429-442.

6. Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional (A.H.S.D.N.), Expediente personal del Coronel de Caballería Catarino Fragoso, Fondo Cancelados, IX/III-4/2262.

7. A.H.S.D.N., Expediente personal del General Brigadier Cosme Varela, Fondo Cancelados, XI/III/3-1705.

8. A.H.S.D.N., Expediente personal del Extinto General Brigadier Baltazar Telles Girón, Fondo Cancelados, XI/III/3-2785.

9. 9. Archivo General de la Nación (A.G.N.), Gobernación, Segundo Imperio, 3era. Sección, Vol. 18, Exp. 1, fs. 1-4.

10. A.G.N., Segundo Imperio, Vol. 54, Exp. 23.11. A.G.N., Justicia, Vol. 607, Exp. 18; Justicia, Vol. 607, Exp. 33 y

Vol. 609, Exp. 51.12. A.G.N., Relaciones Exteriores, Caja 91, Exp. 42.13. Archivo Histórico Diplomático-Secretaría de Relaciones

Exteriores (A.H.D.S.R.E.), Exp. 28-1-46, año 1889. Otros datos se encuentran tanto en prensa, como en la web que rememora la vida de los cornish en otros lugares, como México, http://www.ex.ac.uk/cornishlatin/Williamrabling.htm, en el Archivo General de la Nación, Gobernación, Segundo Imperio, 3era. Sección, Vol. 15, Exp. 12, Fs. 9-18.

14. A.H.D.S.R.E., Legación de los Estados Unidos Mexicanos en Francia, Legajo 49, Exp. 775, Cuaderno 4, “Catarino Fragoso”.

15. Las notas de respuesta de la Comandancia Militar del Distrito Federal sobre la detención de Catarino Fragoso, idénticas, aparecieron en Diario Oficial del Gobierno Supremo de la República, 14 de junio de 1869; El Globo, 17 de junio de 1869 y El Monitor Republicano, 27 de junio de 1869.

470 471

Del Gobierno del General Don Porfirio Díaz Mori a la Revolución Mexicana

Diálogo entre la arquitectura y la ingeniería militarLa tecnología, un medio para aproximarse a la arquitectura

1. Plan de estudios vigente entre 1898 y 1903, proveniente del expediente XI/III/6-12707, primer tomo, folios 1 a 150, Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional, los cuales fueron consultados en 2011.

Tras la pista del Mayor Francisco Cárdenas

1. Diccionario histórico y biográfico de la revolución mexicana, Tomo IV, México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1991, p. 209; Álvaro Ochoa Serrano, Repertorio Michoacano, 1889-1926, Michoacán, El Colegio de Michoacán, 1995, p. 92. Su nombre completo es Francisco Cecilio Cárdenas Sucilla. Su primer nombre es precedido por una letra J, posiblemente de José o Juan. En los diccionarios su apellido materno es referido de manera incorrecta ya sea como Saucillo o Saucilla y su fecha de muerte la ubican en 1928, cuando en realidad fue en 1920.

2. José Inés Chávez García participó como rural porfirista en 1910 en la campaña contra Santana Rodríguez Palafox; después maderista en la misma corporación de los rurales. Luchó contra el régimen huertista bajo las órdenes de Anastasio Pantoja. De 1915 a 1918 se denominó villista y posteriormente felicista, combatiendo en Michoacán. Tomó e incendió varias poblaciones de aquél estado así como de Guanajuato y Jalisco. Luis Gutiérrez Vizcaíno “El chivo Encantado” participó en la revolución como sargento federal, posteriormente fue constitucionalista y finalmente adoptó la bandera villista. Operó principalmente en Michoacán, Jalisco y Colima. Javier Garcíadiego Dantan, “Revolución

constitucionalista y contrarrevolución. Movimientos reaccionarios en México 1914-192”, Tesis de doctorado en historia, Centro de Estudios Históricos del Colegio de México, 1981; Diccionario histórico y biográfico de la revolución mexicana, p. 221, 223-224.

3. Roberto Galván López, El verdadero Chávez García, México, [s/e], 1976, p.111.

4. La relación de Cárdenas con Luis Gutiérrez es mencionada, sin ninguna especie de evidencia documental en: Revista Impacto, ciudad de México, No. 1916, noviembre de 1986.

5. Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional (A.H.S.D.N.), Fondo Cancelados, Exp. General Brigadier Francisco Cárdenas, XI/III/3-347, foja 1. En su hoja de servicios se asienta que tenía veinte años de edad cuando ingresó a los rurales, pero en realidad tenía diecinueve, ya que nació el 22 de noviembre de 1878, y se enlistó en los Cuerpos Rurales el 19 de septiembre de 1898.

6. Ibíd., foja 5v.7. Para la participación de Francisco Cárdenas en la campaña

contra Santanón en Veracruz véase Archivo General de la Nación (A.G.N.), Fondo Gobernación, Sección Cuerpos Rurales , caja 5; AGN, Fondo Gobernación, Sección 1ª 909, (8) (1); A.H.S.D.N., Fondo Operaciones Militares, Exp. XI/111/481.5/310.

8. A.G.N., Fondo Gobernación , Sección 1ª, 909 (8) (1)9. El País, 1 de febrero de 191110. A.G.N., Fondo Gobernación, Sección Cuerpos Rurales, caja

137. Ordena al jefe de Detall del 7º cuerpo informe a esta inspección acerca del paradero del joven Macario Rosaldo aprehendido en La Peña Tehuantepec. Misiva dirigida a Francisco Cárdenas para que informe sobre el paradero de Macario Rosaldo.

11. La Nueva Era, ciudad de México, 23 de diciembre de 1911; El País, ciudad de México, 23 de diciembre de 1911.

12. A.G.N., Fondo Gobernación, Siglo XIX, sin sección, caja 882

472 473

exp. 1. Comunica el escándalo ocurrido en la hacienda Cantabria y la remisión de los presuntos responsables.

13. Ibíd., Sección Cuerpos Rurales, Caja 139, Exp. Combates y tiroteos, 7º cuerpo. Dando cuenta de la actitud hostil que asume el pueblo de Guarachita contra la hacienda de Guaracha.

14. Verónica Oikión Solano, El constitucionalismo en Michoacán. El periodo de los gobiernos militares 1914–1917, México, CONACULTA, 1992 (Colección Regiones), p. 103-104.

15. A.H.S.D.N., Fondo Cancelados, Exp. General Brigadier Francisco Cárdenas XI/111/3-347, foja 186; A.G.N., Fondo Gobernación, Sección Periodo Revolucionario, Caja 64, Exp, 7. Se le expide nombramiento de mayor de caballería del ejército a Francisco Cárdenas. El cargo de comandante de Cuerpos Rurales se otorgaba a miembros del ejército, regularmente con el grado de teniente coronel, a Cárdenas se lo otorgaron con el grado de Mayor, pero ya en la plantilla del ejército.

16. A.G.N., Fondo Alfredo Robles Domínguez, tomo 14, exp. 5117. A.H.S.D.N., Fondo Operaciones Militares, Exp. XI/481.5/150,

foja 10418. Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores,

Fondo Numeración corrida, 2119-819. En las últimas líneas que Cárdenas escribió poco antes de su

muerte deja a Ernestina Fonseca sus bienes, incluyendo las cuentas que tiene empleadas en el teatro. Archivo General de Centro América, Índice 35, legajo 13 A, Exp. 35. Relación de lo escrito por Francisco Cárdenas el día de su captura. El Diario de Centro América, 29 de noviembre de 1920; El Heraldo de México, ciudad de México, 14 de diciembre de 1920.

Rebelión salgadista en el norte de Guerrero, enero-mayo de 1912

1. Carlos Martínez Assad (Coord.), (Coord.), Balance y perspectivas de los estudios regionales en México, Colección México, Actualidad y perspectivas, México, Porrúa-UNAM, 1990, p. 28.

2. Archivo General de la Nación (A.G.N.), “Aurelio Blanquet a Madero”, Taxco, Gro., 5 de enero de 1912, GN-RP-FIM, C. 26, E. 682, fj. 19765.

3. Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional, (A.H.S.D.N.), “Administrador del Timbre de Taxco al jefe de Hacienda de Chilpancingo”, de fecha 4 de enero, México, 6 de enero de 1912, XI/481.5/126, fj. 24.

4. A.G.N., “Aurelio Blanquet a Madero”, fj. 19766.5. José Manuel López Victoria, Historia de la Revolución en

Guerrero, Tres tomos, México, Gobierno del Estado de Guerrero-IGC, 1985, p. 180.

6. Archivo Histórico del Estado de Guerrero (A.H.E.G.), FPEPR “Blanquet al gobernador J. I. Lugo”, Taxco, Gro., 13 de enero de 1912, C. 18, E. 19, fj. 1; A.H.E.G., “Teófilo Escudero, Secretario General de Gobierno, al prefecto de Teloloapan”, Chilpancingo, 18 de enero de 1912, C. 18, E. 19, fj. 6; A.G.N., Aureliano Blanquet a Madero, fj. 19768.

7. A.H.E.G., “Noticias de administración de Teloloapan correspondientes a enero, Chilpancingo”, 24 de febrero de 1912; A.G.N., “Aureliano Blanquet a Madero”, fj. 19771.

8. A.G.N., “Aureliano Blanquet a Madero”, fj. 19771.9. 9. Ibíd., fj. 19769.10. A.G.N., “Aurelio Blanquet a Madero”, Balsas, Gro., 17 de enero

de 1912, RP-FIM, C. 26, E. 682, fj. 19773.11. A.G.N., “Aureliano Blanquet a Madero”, Cacalotepec, 21

de enero de 1912, RP-FIM, C. 26, E. 682, fj. 19774; A.G.N., “Aureliano Blanquet a Madero”, Ajuchitlán, Gro., 31 de enero de 1912, RP-FIM, C. 26, E. 682, fj. 19775.

12. Ibíd., fj. 19775. 13. Ibídem.14. A.H.E.G., “Perfecto Beltrán, presidente municipal, al Secretario

General de Gobierno”, Teloloapan, 17 de enero de 1912, FPEPR, C. 4, E. 19, F. 5; A.H.E.G., “Noticias de administración de Ixcapuzalco”, Chilpancingo, Gro., 7 de febrero de 1912.

15. A.H.S.D.N., “Moscardo Yedra a G. Salas, Secretario de Guerra”,

474 475

México, 23 de enero de 1912; A.H.S.D.N., “Moscardo Yedra a G. Salas, Secretario de Guerra”, México, 24 de enero de 1912, AHDN/XI/481.5/126, fjs. 68, 70-71.

16. A.H.S.D.N., “Moscardo Yedra a G. Salas, Secretario de Guerra”, Taxco, 29 de enero de 1912; XI/481.5/126, fjs. 74-77.

17. Arturo Figueroa Uriza, Ciudadanos en armas. Antecedentes y datos para la historia de la Revolución Mexicana, México, B. Costa Amic Editor, 1960, p. 342-346; A.G.N., “Lugo a Madero”, Chilpancingo, 12 de enero de 1912, RP-FIM, C. 32, E. 877, fjs. 024822-23; A.G.N., “Francisco Figueroa a Madero”, Huitzuco, 9 de enero de 1912, RP-FIM, C. 31, E. 844, fj. 23475; Ian Jacobs, La revolución mexicana en Guerrero. Una revuelta de rancheros, México, ERA, 1990, p. 120; Gildardo Magaña, Emiliano Zapata y el agrarismo en México, México, INEHRM, 1985, p. 169.

18. A.G.N., “Lugo a Madero”, Chilpancingo, 12 de enero de 1912, AGN-RP-FIM, C. 32, E. 877, fjs. 024822-23.

19. A.H.E.G., “Prefecto M. Hernández al Secretario de Gobierno”, Teloloapan, 8 de abril de 1912, FPEPR, C. 18, E. 22, fjs. 22-23.

20. A.H.S.D.N., “J. Robles al Secretario de Guerra”, Puebla, 4 de mayo de 1912, XI/481.5/218, fj. 199; A.H.S.D.N., XI/481.5/126, fjs. 178, 488-489 y 491; A.H.E.G., “Informe del Gobernador J. I. Lugo”, Chilpancingo, 9 de octubre de 1912, POGEG.

21. Francisco Nájera Castrejón, Indómito luchador, México, H. Ayuntamiento Constitucional de Teloloapan, Gro., 1997, p. 87.

22. Isidro Fabela et al., Documentos históricos de la Revolución Mexicana. Revolución y régimen maderista II, Tomo VI, México, Editorial Jus S. A., 1965.

23. A.G.N., “O. L. Velazco a Madero”, Cuetzala, 26 de Marzo de 1912; A.G.N., “O. L. Velazco a Madero”, Apaxtla, 29 de marzo de 1912; A.G.N., “O. L. Velazco a Madero”, Iguala, 11 de abril de 1912; RP-FIM, C. 44, E. 1202-2, fj. 33580.

24. Francisco Nájera Castrejón, óp. cit., p. 96-98; Jesús Millán Nava, Revolución de 1910 en Guerrero y Michoacán, México, Garabato Editorial, 2008, p. 96-97.

25. Jesús Millán Nava, óp. cit., p. 97.26. Ibíd., p. 97-98; Francisco Nájera Castrejón, óp. cit., p. 97.27. Jesús Millán Nava, óp. cit., p. 98-99.28. Ibíd., p. 99. Francisco Nájera Castrejón, óp. cit., p. 98. 29. A.H.S.D.N., “Gral. Juvencio Robles al Secretario de Guerra”,

Puebla, 17 de mayo de 1912, XI/481.5/178, fj. 509.30. A.H.E.G., “Informe del gobernador J. I. Lugo”, Chilpancingo, 9

de octubre de 1912, POGEG; José Manuel López Victoria, óp. cit., p. 257; A.G.N., “A. Figueroa a Madero”, México, 1 de junio de 1912, RP-FIM, C. 14, E. 323, fj. 10387.

31. Archivo Histórico Municipal de Taxco de Alarcón, Guerrero (A.H.M.T.A.G.), “Circular 19 del prefecto Ángel Muñoz al Presidente Municipal”, Taxco, 12 de febrero de 1912, Presidencia 1911-1912, C. 201, E. 4.

32. Renato Ravelo Lecuona, “Período 1910-1920”, en Historia de la cuestión agraria mexicana. Estado de Guerrero. 1867-1940, México, Gobierno del Estado de Guerrero-UAG-CEHAM, 1987, p. 135.

De los tratados de Teoloyucan a la consolidación del gobierno civil

1. Luis Mercier Vega, et al., Fuerzas Armadas, poder y cambio, Venezuela, Nuevo Tiempo, 1971, p. 43.

2. En principio, Díaz se había dedicado a integrar a una cantidad considerable de militares en la política para conseguir su fortalecimiento en la presidencia y en detrimento de una posible oposición, tiempo después contribuyó a la expansión de un liderazgo civil leal a su dictadura. Además, contribuyó para la incipiente profesionalización y la adquisición de una identidad corporativa en el Ejército, de acuerdo a Camp Roderic, Generals in the Palacio. The Military in Modern México, E.U., Oxford University Press, 1992, p. 15-16.

476 477

3. “Carranza fue profundamente civilista y, aunque estuvo al frente del Ejército, nunca aceptó un rango militar.” Jorge Alberto Lozoya, óp. cit. p. 84.

4. El Ejército Mexicano, México, SEDENA, 1979, p. 397-399.5. Después de la Revolución, los caudillos legitimaron para

su beneficio la intervención política de los militares que habían participado en la misma pero sólo como una medida transitoria para estabilizar la política nacional: “Elements of the victorious Constitucional Army replaced the establishment officer corps. Because presidential leadership from december 1920 to december 1946, with one exception, was military, the Revolution established the dominance of the military leadership, albeit a type of leadership different from that the Porfiriato; this military leadership boasted popular roots similar to those of this civilian counterpart.” (Resta agregar que no sólo se trató de un Presidente civil, sino dos: el interinato de Emilio Portes Gil y el período constitucional del Ing. Pascual Ortiz Rubio). Camp Roderic, óp. cit., p. 18.

6. Dicha escasez continuaba siendo el resultado del contexto internacional debido a la prohibición de venta de armas a los países no aliados: “El problema militar también estaba vinculado a la situación internacional. Considérese que por el ingreso de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial se prohibió la venta de armas a los países no aliados. Como México estaba en esa categoría de exclusión […] Carranza prefería que no se triunfara rotundamente en ninguna de estas campañas, pues ellos hubiera generado un enorme prestigio político al militar vencedor, lo que don Venustiano temía para las elecciones presidenciales de 1920. Prefería tener un problema militar crónico a una seria amenaza sucesoria.” Vázquez, Josefina, et al., Gran Historia de México Ilustrada, Tomo IV, México, Planeta/ CONACULTA/ INAH, 2001, p. 397 y 398.

7. Luis Mercier Vega, p. 55.8. Dicho nivel de organización sería decisivo tiempo después

para la creación de la base popular que Lázaro Cárdenas

utilizaría como Presidente de la República para su ruptura con Plutarco Elías Calles.

9. Dar de baja a generales, jefes, oficiales y tropa.10. Jorge Alberto Lozoya, El Ejército Mexicano, México, COLMEX,

1984, p. 55.11. José Luis Piñeyro Piñeyro, José Luis, “El profesional Ejército

Mexicano y la asistencia militar de Estados Unidos”, Tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales, México, COLMEX, 1976, p.45.

12. “(Obregón) […] he, like (Porfirio) Díaz, began to recruit skilled civilians with college degrees for his cabinet. At the same time he tried further to limit over military political activity, […] in early 1923 he expanded the number of zones from twenty to thirty-five.” Camp Roderic, óp. cit., 18.

13. El tiempo de servicio en el Ejército era un tema debatible, la fecha establecida de la creación de Ejército había sido el 19 de febrero de 1913, sin embargo existían excepciones de quienes habían servido desde hace más de 30 años: los que pelearon junto a Madero y se habían incorporado a la Revolución en 1913 pero que también habían apoyado a Huerta, por eso la controversia por sus grados obtenidos que debían ser observados bajo lo militar y lo legal, pero no lo político. A fin de cuentas prevaleció el criterio y el interés revolucionario.

14. Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional (A.H.S.D.N.), Calles, Plutarco. Exp. XI/III/I-44, T.6.

15. Jorge Alberto Lozoya, óp. cit., p. 53.16. Se hizo referencia directa al líder obrero Luis N. Morones que

en efecto era el Jefe de Establecimientos Fabriles Militares e inclusive se llegó a rumorar la existencia de un posible acuerdo entre Calles y la CROM (al mando de Morones) para la formación de un ejército cromista que pretendería reemplazar al Ejército Mexicano después de la participación de los contingentes cromistas para sofocar la rebelión delahuertista. En efecto, los militares veían con mucha desconfianza el fortalecimiento de la CROM y de su líder.

478 479

Tzvi Medin, El minimato presidencial: Historia política del Maximato. 1928-1935, México, Era, 1998, p. 21 y 22.

17. A.H.S.D.N., Exp. D/481.3/ 412 “Averiguación practicada, sirviendo como base la denuncia presentada por Micaela Serrano viuda de Jáuregui, y Manuel Serrano ante la H. Cámara de Senadores, para procederse en contra de los responsables de la muerte del general Francisco R. Serrano”.

18. Pero también fueron pasados por las armas los generales Francisco Bertani, Arturo Lasso de la Vega, Agapito Lastra, Horacio Lucero, Norberto C. Olvera, Alfredo Rodríguez y Alfredo Rueda Quijano, así como varios civiles antireeleccionistas.

19. Esto se explica en parte porque al ser la CROM el integrante principal del Partido Laborista (oposición del PNR) a pesar de que Calles intentó integrar el primero al segundo.

20. En este aspecto no existe un consenso, mientras Luis Alberto Lozoya considera a la rebelión escobarista como la última sublevación importante, Guillermo Boils vota a favor del movimiento almazanista. Quien esto escribe concuerda con la opinión de Lozoya.

21. Plan de Hermosillo, en: Planes políticos y otros documentos, México, FCE, 1954, p. 297.

22. Tzvi Medin, óp. cit., p. 50.23. Calles fue nombrado como Secretario de Guerra y Marina

debido a que el general Amaro estaba hospitalizado en Rochester por una lesión en el ojo que al final perdió en un accidente jugando frontón en el campo Marte.

24. Los generales Cedillo, Almazán y Amaro le habían comunicado a Calles su negativa de aceptar como candidato a la presidencia a Treviño. Sin embargo, éste tenía el apoyo de Coahuila, Guanajuato e Hidalgo pero terminó por declinar a favor de Cárdenas al ver que la mayoría estaba con Cárdenas y regresa a ser Presidente del PNR. Beatriz Rojas, “La sucesión presidencial de 1934 y la Familia Revolucionaria”, en: Relaciones, Zamora, Mich., Colegio de Michoacán, Vol. 1, Núm. 4, otoño de 1980, p. 61.

25. Cárdenas contaba con el apoyo de los hijos de Calles, Aarón Sáez y el Partido Agrarista de Jalisco, las Ligas de Comunidades Agrarias de San Luis Potosí, Tamaulipas, Tlaxcala, Estado de México y Chihuahua.

26. Tejeda tenía enemistad con el general Amaro y la antipatía de la opinión pública y de la iniciativa privada. En 1929, Portes Gil ordenó la creación de un Cuerpo de Defensa Rural, bajo el mando de los comandantes de zona a fin de mantener la tranquilidad de frente a la rebelión escobarista, pero ahora éste quedaba bajo el mando del gobernador, entonces reforzó indirectamente el poder político y militar de Tejeda en Veracruz, quien buscaba una reforma agraria radicalizada.

27. “Los viejos militares revolucionarios rechazaban a Ávila Camacho por no haber intervenido en la lucha revolucionaria y por ser un sujeto formado dentro de la burocracia político-militar. No obstante, su candidatura era de conciliación ya que se trataba de un elemento políticamente moderado.” Guillermo Boils, Los militares y la política en México. 1915-1974, México, El Caballito, 1975, p. 73 y 74.

28. Cárdenas: “No podía arriesgar la unidad, ni la economía de México, permitiendo que una oposición que él consideraba reaccionaria y divisionaria diera al traste con todo su trabajo. Cárdenas aplastó a Almazán y a la “democracia” por la misma razón que había rechazado a Francisco Mújica: México debía enfrentarse a la amenaza mundial del fascismo como nación unida.” Albert Michaels, “Las elecciones de 1940”, en Historia Mexicana, México, COLMEX, Vol. XXI, Núm. 1, julio-septiembre de 1971, p. 81 y 82.

29. Ibíd., p. 97.30. Ibíd., p. 129.31. Ibíd., p. 132.32. José Luis Piñeyro Piñeyro, óp. cit., p. 59.33. Algunos de sus seguidores estaban organizando un

levantamiento armado que fue descubierto por el gobierno y fueron muertos.

480 481

34. Henríquez Guzmán combatió en San Luis Potosí desde la Zona Militar Núm. 12 a la sublevación del general Saturnino Cedillo. Desde la perspectiva de Octavio Rodríguez Araujo, nuestro país ha contado con tres candidatos presidenciales cismáticos: Juan Andrew Almazán en 1940, Miguel Henríquez Guzmán en 1952 y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en 1988. Octavio Rodríguez Araujo, “El henriquismo: última disidencia política organizada en México”, en Estudios políticos, México, FCPYS, Vol. 1, núm. 3-4, septiembre-diciembre, 1975, p. 33.

35. Sus antecedentes se remontan a 1920, donde participó en 41 acciones contra zapatistas y villistas, Cárdenas como presidente lo nombró Comandante de la 29a. Zona Militar y era considerado como “hijo predilecto” de su estado natal, Tabasco; pero también tenía fama por su experiencia en sofocar rebeliones, como la de Saturnino Cedillo en San Luis Potosí. Octavio Rodríguez Araujo, óp. cit., p. 106.

36. Hecho que no se repitió con el Presidente Ávila Camacho, quien lo envió a Chile como jefe de la misión mexicana para presenciar las fiestas patrias de aquél país tratando de alejarlo del país a efecto de aminorar el poder local que Henríquez había acumulado en Jalisco como Jefe de la Zona Militar del Estado.

37. Cabe anotar que Ávila Camacho dio reversa a las radicales políticas cardenistas; un buen ejemplo de ello es la disminución en la repartición agraria (de 17 millones a 750 mil campesinos a poco más de 3 millones a favor de 114 mil personas) Octavio Rodríguez Araujo, óp. cit., p. 110.

38. José Luis Piñeyro Piñeyro, óp. cit., p. 69.39. Evolución del Ejército y Fuerza Aérea 1860-1976, Tomo

I, México, SEDENA, 1976, (Colección del Oficial de Estado Mayor Mexicano), p. 39 y 40.

40. Ibíd., p. 42.41. A.H.S.D.N., Fondo Cancelados, Joaquín Amaro, Exp. XI/

III/I-593.42. Para diciembre de 1926, el presupuesto total federal era de

304 405 344 pesos y el correspondiente a la Secretaría de Guerra era de 78 950 188, el presupuesto de 1925 se había reducido de 11 a 83 millones de pesos. Martha Beatriz, Loyo Camacho, Joaquín Amaro y el proceso de institucionalización del Ejército Mexicano. 1917-1931, México, UNAM/ Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca INEHRM, FCE, 2003, p. 128.

43. Jorge Alberto Lozoya, óp. cit., p. 88.44. “Desde marzo de 1925 habían sido transferidos los generales

Marcelo Caraveo, de Durango a Chihuahua; Evaristo Pérez de Coahuila a Tabasco; Luis Gutiérrez de las Huastecas a Nuevo León; Arnulfo R. Gómez, de Chihuahua a Jalisco; Alejandro Mange, de Oaxaca a Guanajuato; Pablo Macías de Nuevo León a Durango; Claudio Fox, de Guanajuato a Oaxaca y Lázaro Cárdenas, de Jalisco a las Huastecas.” Martha Beatriz, Loyo Camacho, óp. cit., p. 130.

45. Incluso, el 30 de mayo de 1925 por acuerdo presidencial fueron consideradas las defensas regionales o rurales y los elementos armados de los estados del país como reservas del Ejército bajo el control de los jefes de operaciones respectivos, recordando su utilidad también en la rebelión delahuertista.

46. El adiestramiento militar en Estados Unidos fue parte de acuerdos bilaterales. Para José Luis Piñeyro, esta modalidad de asistencia militar fue impulsada y financiada por el gobierno estadounidense en aras de la estabilización del país; asimismo, se hizo presente en los posteriores procesos de modernización como la reforma impulsada por el gobierno de Luis Echeverría ya fuera para hacer una labor preventiva contra brotes subversivos mediante la Labor Social o en el despliegue de tácticas disuasivas de militares mexicanos que fueron entrenados en Estados Unidos para hacer frente a los levantamientos guerrilleros. Para profundizar en el tema, por favor consultar: José Luis Piñeyro Piñeyro, óp. cit.

47. “Cárdenas used professionalization as key for removing politically interested officers. […] in 1935, he ordered

482 483

proficiency test for all infantry officers bellow the rank of colonel. Those who failed the test were required to take remedial training, the results of which were to be the sole criterion for promotion. Cárdenas eliminated men who without any merit or military skill had risen in the ranks. Many officers with considerable ability had also received promotions on the basis of politics and favoritism, but they remained.” Camp Roderic, óp. cit., p. 20.

48. José Luis Piñeyro Piñeyro, óp. cit., p. 55.49. “[…] Cárdenas seemed very concerned that the military might

differentiate itself socially; he believed such a military would act in its own interests, possibly those of a single class, as distinct from the interests of all Mexicans.” Camp Roderic, óp. cit., p. 22.

50. Blanca Torres, México en la segunda guerra mundial, México, El Colegio de México, 1988, (Colección Historia de la Revolución Mexicana). / Enrique Plascencia de la Parra, “Las infanterías invisibles: Mexicanos en la segunda guerra mundial”, en Historia Mexicana, vol. 52, núm. 4. abril-junio, 2003.

51. “Se fusionó un grupo de batallones de Infantería y Regimientos de Caballerías, creándose 10 batallones con elementos nuevos y 5 con los procedentes de Caballería. A los defensas rurales se les dotó de armamento completo; no así a los batallones de obreros que se habían organizado, a los cuales sólo se dieron las armas indispensables para recibir su instrucción.” Además, con el armamento recibido de Estados Unidos, se crea la Brigada Motomecanizada y se realiza una labor de mejoramiento de comunicaciones entre los cuarteles generales de las regiones y las Zonas Militares del centro del país. Gloria Fuentes, El Ejército Mexicano, México, Grijalbo, 1983, p. 124. y también: José Luis Piñeyro Piñeyro, óp. cit., p. 62.

52. Pero sí se permitió la construcción de bases militares transitorias en Ixtepec, Oaxaca; Ensenada Baja California y Ciudad del Carmen, Campeche. Fuente: Guillermo Javier

Rolando, Garduño Valero, “El Ejército Mexicano, organización y estrategia”, Tesis de doctorado en Sociología, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, 2005, p. 130.

53. Tal es el caso por ejemplo, del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, firmado en 1947 en el marco institucional de la Organización de Estados Americanos.

La Organización Sanitaria del Ejército Libertador del Sur

1. Véase La primera versión publicada en el libro Laura Espejel, Comp., A la caza de cristeros y zapatistas. Historia Oral, 50 años en construcción. Homenaje a la historiadora Alicia Olivera de Bonfil, México, INAH, 2013.

2. Proyecto de Historia Oral del Centro-Sur de México, coordinado por la historiadora Alicia Olivera de Bonfil, 1973-1980. Pueden consultarse estas entrevistas en la Biblioteca Manuel Orozco y Berra de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, transferidas a discos compactos como parte del proyecto Testimonios zapatistas, INAH-CONACYT.

3. Entrevista con el Teniente de caballería Macedonio García Ocampo, realizada por Laura Espejel, Programa de Historia Oral, Biblioteca Manuel Orozco Berra, 23 abril de 1977, PHO-Z/1/141.

4. Utilizamos los informes que llegaban al Cuartel General reportando el movimiento de heridos y enfermos atendidos en el hospital a cargo del doctor Lauro Camarillo principalmente. A partir del 30 de abril de 1915 desde el hospital de Cuautla, Morelos el jefe de la Brigada Sanitaria del Ejército Libertador, doctor Camarillo, informa a Emiliano Zapata del movimiento de enfermos hasta el 12 de enero de 1916 fecha en que fue autorizado por el Ministro de la Guerra, para ausentarse del hospital. Lo sustituyó el practicante José G. Parrés. AGNFEZ c 7 e 6 fjs. 70,71 y c 11 e 2 fs 6-10. En cuanto al papel de las mujeres existe el A.G.N., “Nombramiento de la doctora Dolores G. de Pliego como mayor en jefe de la Brigada Sanitaria

484 485

del Regimiento Femenil la doctora le escribe a Zapata el 19 de mayo de 1915 de la ciudad de México”, F.E.Z., C. 8, E. 2, fj. 126.

5. El doctor Pedro Pérez Grovas, médico militar, habla de sus vivencias como practicante de medicina en el Zócalo de la ciudad de México durante la Decena Trágica. Refiere que a fines del año de 1914 y en 1915 mucha gente murió debido a la viruela hemorrágica y al tifo exántemático, producidos por el piojo blanco del cuerpo y el piojo de la cabeza. Menciona que conoció al capitán de fragata David Coello Ochoa, que se fue de zapatista al igual que el practicante Gustavo Baz Relata una cirujía que realizó el doctor Aureliano Urrutía en la que se usó el cloroformo como anestesia. También menciona que conocía al doctor Aureliano Briones, médico de Emiliano Zapata. El doctor Grovas fue antimaderista y antizapatista, se refiere a las “chusmas zapatistas” (sic.). Véase Entrevista realizada por Eugenia Meyer los días 13, 19, 26 de septiembre y 3 de octubre de 1972. PHO/1/8, Archivo de la Palabra, INAH.

6. Tanto la medicina tradicional y los hospitales militares resolvían el problema de salud de los combatientes y de la población civil, otro papel importante lo tuvieron también las familias que fueron actores en la batalla y dieron soluciones, pero así, encontramos en la memoria escrita por el capitán Arnulfo Hernández Arcos estas notas concretas: “... en el año 1913 en fecha 14 de diciembre en un tiroteo nutrido en las inmediaciones del pueblo Chiautla, Puebla, con una columna federal que encabezaba el coronel Juaquín (sic.) Ibarra logrando derrotarlo nosotros, al luego en pocos días tuve (sic.) un brote de viruelas que fue necesario que mi general Margarito Aguas me mandara a un pueblito que se llama Zentiocala [Centeocala,Chiuatla] que estaba en las riberas del río poblano allí permanecí como dos meces (sic.) hasta que me recupere y pude montar de nuevo en mi caballo. La familia que se encargo de cuidarme en esa enfermedad hacia

un sacrificio en los alimentos que me daban casi a diario; me daban de comer pescado ya sea en caldo, asado ó frito, de ayi lla (sic.) sano me fui de nuevo a la campaña en el año 1915”. Memoria escrita el 20 de agosto de 1969 en Zacatepec, Morelos. La fotocopia del manuscrito nos fue proporcionada por el cronista Agur Arredondo. El capitán Arnulfo, escribió estas notas para su hija Hilda Hernández Sánchez, ella le pidió a su padre escribiera sus vivencias. En este mismo texto el capitán Arnulfo asienta que en el año de 1915 en el cuartel del general Margarito Aguas en Teutla, Puebla, hubo un brote de tifo y fue contagiado recuerda que murieron tres mujeres y un soldado; lo visitó su mamá Teresa Arcos, en el cuartel, con su esposo Román Flores, éste se contagió y regresó a morir a su casa. Lo que ocasionó que el capitán Hernández tuviera que abandonar al Ejército Libertador para apoyar a su madre en el sustento de sus medios hermanos menores. Cuando entrevisté al capitán primero de caballería Arnulfo Hernández no me platicó sobre la salud y heridas de guerra. PHO-Z/1/88.

7. Arturo Warman, ... Y venimos a contradecir. Los campesinos de Morelos y el estado nacional, México, CISINAH, 1976. Destaca que el costo social de la revolución fue grande. “Físicamente había un millón de mexicanos menos y posiblemente más de un millón murieron en la década..., p. 154 Después de la etapa armada, en los veinte años siguientes orientaron el proyecto de gobierno a la reconstrucción nacional. En cuanto al crecimiento de la población aclara: “En 1940 el estado de Morelos apenas había recuperado la población que tenía en 1910; [179 544 habitantes]; ... 20 años después la había duplicado y tenía 386 264 habitantes frente a los 182 711 de 1940” Ibid. p. 213.

8. Véase Gildardo Magaña, Emiliano Zapata y el agrarismo en México, México, INEHRM, 1979; John Womack Jr., Zapata y la Revolución Mexicana, México, Siglo XXI, 1980, (Colección América Nuestra); Salvador Rueda, El paraíso de la caña.

486 487

Historia de una construcción imaginaria, México, INAH, 1998; John Hart, El México Revolucionario. Gestación y proceso de la Revolución Mexicana, México, Alianza Editorial Mexicana, 1992.

9. En este sentido existen varios testimonios ubicados en el acervo Testimonios Zapatistas del Archivo de Historia Oral, en la Biblioteca Manuel Orozco y Berra y los fondos documentales zapatistas del AGN, Condumex y el Archivo Gildardo Magaña de la UNAM.

10. Véase Laura Espejel López, óp. cit., p.39-45.11. John Womack, óp. cit., p. 188. El autor sustenta su opinión

en el trabajo de Elizabeth Holt Büttner, “Evolución de las localidades en el estado de Morelos según los censos de población, (1900-1950)”, Tesis de maestría en geografía México, UNAM, 1962, p. 22, 23.

12. John Womack, óp. cit., p. 306. Podemos decir que hasta 1912 se mantuvo un importante crecimiento demográfico en Morelos, pero de este año en adelante hubo una drástica pérdida hasta 1921, cuando nuevamente creció la población. Leyendo con atención a Holt Büttner, podemos corroborar la certeza de su hipótesis de que la guerra fue la causante del decrecimiento demográfico en Morelos y no la influenza, la autora dice: “Morelos que tenía 99 140, sólo debió tener 333 defunciones debido a ese mal en 1918”. Ella registra en 1917 132 043 habitantes y afirma: “Es decir, que está fuera de duda que la disminución en 32 903 habitantes que tuvo Morelos en ese año, fue consecuencia de la funesta campaña dirigida por Pablo González contra el zapatismo” y agrega “Morelos fue el estado más afectado por el descenso demográfico que fue consecuencia de la Revolución Mexicana”. Elizabeth Holt Büttner, óp. cit., p. 22, 23.

13. Beatriz Lucía Cano, “Enfermedad y guerra: ¿La revolución zapatista en cifras?”, en Laura Espejel, (Coord.), Estudios sobre el zapatismo. México, INAH, 2000, (Colección Biblioteca del INAH), p. 235-246.

14. Ibíd., p. 244.15. Véase Guadalupe Gracia García, El servicio médico durante

la Revolución Mexicana, México, Editores Mexicanos Unidos, 1982.

16. Guadalupe Villa, “Las enfermeras, otro rostro de la Revolución”, en Sólo Historia, núm. 8, México, abril- junio, 2000.

17. Whitt Brondo E., La división del norte 1914. Por un testigo presencial, México, Lumen, 1940, incluye algunas fotografías interesantes de época, hace un reconocimiento al ex coronel Miguel Cortés Ordoñez, quien se las facilitó, señala que fue delegado suriano ante Francisco Villa y a la Convención de Aguascalientes. En algunas fotografías aparece el doctor Alfredo Cuarón, médico zapatista.

18. Pedro Salmerón, La Revolución Popular en Durango y La Laguna: Calixto Contreras y Benjamín Argumedo, México, Editorial de la Universidad Juárez del Estado de Durango, 2008, p. 75

19. Pedro Salmerón, La División del Norte. La tierra, los hombres y la historia de un ejército del pueblo. México, Planeta, 2006, p. 405

20. Ibíd., 407 y 518. 21. Martha Eva Rocha Islas, “Leonor Villegas de Magnón. La

Organización de la Cruz Blanca Nacional, 1914”, en Dimensión Antropológica, año 9, vol. 25, mayo-agosto, 2002, p. 59- 89.

22. Véanse la novedosa tesis por su aporte en el tema y cuidadosa investigación, Claudia Ceja Andrade, “La Fragilidad de las Armas. Conflicto y visa social entre los militares de la Ciudad de México 1821-1860”, Tesis de doctorado en Historia, México, COLMEX, 2013, aborda el tema de los cuerpos de sanidad militar en los cuarteles, las condiciones materiales, el discurso de los médicos, y otros asuntos sobre el tema; Elaine Bliss Katherine, Compromised positions: prostitution, public health, and gender politic in Revolutionary Mexico City, E.U., The Pennsylvania State University Press-University Park Pennsylvania, 2000; Sagredo Rafael, Maria Villa. La chiquita, México, Cal y Arena, 1996.

488 489

23. Es importante destacar que comparando el censo de 1910 para el estado de Morelos registra una población total de 179 594 personas y el censo de 1921, reporta sólo 103 594 personas de ahí que la pérdida de población de 76 154 gente en una década es enorme pensando que varios autores sostienen que el costo en la Revolución fue de un millón personas, a simple vista el porcentaje de destrucción humana para el estado de Morelos, fue enorme faltaría revisar los estados del centro que se sumaron al zapatismo. Véase Departamento de Estadística Nacional Censos Generales de habitantes, 30 noviembre de 1921, Estado de Morelos, México, Talleres Gráficos de la Nación, 1926.

24. El doctor Lauro Camarillo Ibáñez, nació en Tepejí de Rodríguez Puebla, estudió la preparatoria en la ciudad de México. El 4 de enero de 1899, el secretario de la escuela nacional preparatoria, certificó que concluyó sus estudios de preparatoria para estudiar la carrera de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional; en su expediente existe un certificado del director del Hospital Español, acreditando el aprovechamiento de Camarillo en los servicios del hospital, como practicante. Presentó su examen profesional en 1905. Se menciona que en 1910, junto con el doctor Farguet, practicó la autopsia al cadáver de Aquiles Serdán . Cfr. Archivo Histórico de la Facultad de Medicina de la UNAM (A.H.F.M.), Fondo Escuela de Medicina y alumnos,E. 68, Leg. 70. A su incorporación al zapatismo fundó el hospital de sangre y el hospital de campaña en Cuautla, Morelos. Conocemos su actividad sanitaria como jefe de la Brigada, gracias a los informes y cartas del año de 1915, enviadas casi todas al general Emiliano Zapata hasta el mes de noviembre en que se retiró por motivos familiares. Después de esta fecha se pierde su actuación y vinculación con el zapatismo, dejó el cargo de jefe de la Brigada sanitaria al doctor Sabino A. Casarín, uno de los médicos que formaban parte de la brigada. Los meses que duró en el cargo el doctor

Camarillo permiten apreciar el interés y dificultades del grupo de médicos que participaban en la atención a los enfermos y heridos del ejército zapatista. Al terminar el movimiento armado Camarillo, ocupó otros cargos, director del Hospital Jesús Carranza y senador de la República de 1924 a1928. Este tipo de experiencias por dar sustento al ejército zapatista y a resolver los problemas desde la salud o bien el reconocimiento de sus antiguos derechos sobre las tierras en donde intervinieron los agrónomos de Chapingo o bien la participación de los ferrocarrileros, al controlar las líneas del Ferrocarril Nacional Mexicano, del Ferrocarril Interoceánico y el de San Rafael y Atlixco por dar apoyo al ejército popular campesino. Diccionario Histórico y biográfico de la Revolución Mexicana, Tomo V., México, INEHRM, 1992, p. 591.

25. Por ejemplo El 1º de febrero de 1915, de Cuernavaca, Morelos, el coronel médico Aurelio Briones envío al general Manuel Palafox, la relación de los médicos, practicantes, enfermeras, farmacéuticos, personal de ambulancia y otros cargos militares que se incorporaban al Ejército Libertador procedentes de la plaza de México, en esa relación destacan dos farmacéuticos, uno de ellos fue Rafael Rubio Janini, se menciona que recibía el sueldo de seis pesos. A.G.N., F.E.Z., C. 4, E. 3, fjs. 9-11. En el hospital hubo cambio de farmacéutico en el mes de octubre debido a problemas entre su jefe Camarillo y Janini, quien solicitó a Zapata su renuncia para incorporarse a la brigada del general Maurilio Mejía. A.G.N., F.E.Z., C. 10, E. 4, fjs 34, 35. Por su interés en la herbolaria solicitó unas hectáreas para hacer sus cultivos; Zapata le contesta que le solicité el terreno al general Mejía.

26. En agosto de 1914, Juan Sarabia, al visitar el Cuartel General, hizo una estimación de la tropa y oficiales que integraban el Ejército Libertador, que para él constaba de quince mil hombres. Cfr. John Womack, óp. cit., p.198. Si tomamos esta cifra en relación a los 469 pacientes tendríamos un 3.12% de revolucionarios atendidos, en el Hospital. Según Arturo

490 491

Warman la movilidad de los combatientes campesinos “hizo oscilar a los irregulares zapatistas entre 40 000 y a penas 2,000 o 3, 000 hombres constituyó una limitación severa en la capacidad de los rebeldes para sostener combates mayores. Poco se hizo para frenarlo por parte del estado mayor.” Sostiene el autor que la única posibilidad de contener este flujo, fue la disponibilidad del abastecimiento. Artuto Warman, óp. cit. p.130. Efectivamente el problema mayor para el Cuartel General zapatista fue el abastecimiento de alimentos y armas a su ejército por esto no fue un ejército tan numerosos como el de Villa. En esta carta que envió el general Francisco Pacheco el 15 de diciembre de 1915 le comentaba a Zapata los siguientes asuntos: “las grandes dificultades por las que atrabiesa (sic.) actualmente mi División, respecto a sus haberes, y considerando que es sumamente grande, la que actualmente cuenta con 40 Regimientos, contando cada uno de ellos con trescientos hombres más o menos y que sin Jactancia ninguna es la que está al frente del enemigo a diario en una gran parte del Distrito Federal, así como del Oriente y Sur del Estado de México.” Si atendemos a este estimado de Pacheco serían 12 mil hombres. A.G.N., F.E.Z., C. 10, E. 11, fjs. 26, 27.

27. Cfr. A.G.N., F.E.Z., C. 4, E. 3, fj. 12; C. 7, E. 1, fj. 12; C. 7, E. 2, fj. 11; C. 7, E. 6, fjs. 70, 71; C. 9, E. 4, fjs. 74-87; C. 10 E. 4 fjs. 6,7; C. 10, E. 4, fjs. 28-33; C. 10, E. 5, fjs. 13,14; C. 10, E. 8, fjs. 5-11; C. 10, E. 8, fj. 17; C. 10, E. 10, fjs. 32-38; C. 11, E. 1, fjs. 2-7; C. 11, E. 4, fjs. 1-5; C. 11, E. 2, fjs. 6-10; C. 11, E. 1, fjs. 8,9.

28. El coronel y médico Aurelio Briones comunica al subsecretario Santiago Orozco que el subteniente Demetrio Medina Estrella deja de pertenecer a la compañía de ambulancia y pasa a prestar sus servicios a las órdenes del doctor Lauro Camarillo en Mexicalzingo y seguirá percibiendo los mismos haberes que como subteniente le corresponden.” Cuernavaca, 15 de febrero de 1915. A.G.N., F.E.Z., C. 5, E. 2, fj. 162.

29. Para adentrarse en la trayectoria rebelde del finquero zapatista Cal y Mayor y la experiencia revolucionaria en Chiapas, véase el estudio clásico de Antonio García de León, Resistencia y Utopía. Memorial de agravios y crónica de revueltas y profecías acaecidas en la provincia de Chiapas durante los últimos quinientos años de su historia, México, Era, 1985; Francisco Pineda, La Revolución del Sur 1912-1914, México, Ediciones Era, 2005, pp. 274-277, 291, 529-530.

30. Como el farmacéutico de profesión R. García Colín, quien ofreció sus servicios a Manuel Palafox, en la ciudad de México, el 21 de enero de 1915; al haberse dado de baja del ejército de Pablo González, para curarse del paludismo escribió: “tanta división entre nuestros hermanos y las dificultades por las que atraviesa nuestra ensangrentada Patria, me es grato ponerme a sus órdenes si mis servicios son útiles ya sea para esta capital o para cualquiera de ellas” A.G.N., F.E.Z., C. 4, E. 2, fj. 5.

31. Véase Alicia Olivera de Bonfil et. al., Gustavo Baz y sus juicios como revolucionario, médico y político, México, INAH, 1971, p. 13; Entrevista al doctor Juan Olivera López realizada por Eugenia Meyer, Archivo de Testimonios Zapatistas, Biblioteca Manuel Orozco y Berra. Sobre esta generación véase Javier Garciadiego Dantán Javier, “Movimientos estudiantiles durante la Revolución mexicana”, en Jaime Rodríguez O. (Ed.), The revolutionary process in Mexico: essays on political and social change, 1880-1940, E.U., UCLA, 1990, p. 115-160. Acuciosa investigación sobre la diferente posición política del estudiantado universitario de acuerdo a la especialidad profesional. Destaca el autor que a finales de abril de 1913 una docena de estudiantes de la Preparatoria, encabezados por José Inclán, Rafael Cal y Mayor, Ernesto Aguirre Colorado y Jorge Prieto Laurens, fueron aprehendidos en Xochimilco con armas y municiones y con correspondencia cruzada con Emiliano Zapata y Abraham Martínez. Aclara que Huerta no les dio el trato que recibían los conspiradores; para evitar un

492 493

conflicto con parte de su gabinete y tampoco quiso perder el apoyo estudiantil, p. 144. Cfr. Luis Prieto, comp., Un México a través de los Prieto. Cien años de opinión y participación política, Michoacán, CERMLC, 1987.

32. En las entrevistas Gustavo Baz y Juan Olivera, ambos se referían a 1914, como la fecha de incorporación al zapatismo. Su ingreso a la Escuela de Medicina, fue a la edad de 19 años, el 20 de enero de 1913. Días antes de los trágicos sucesos de la Decena Trágica En los expedientes de la Escuela de Medicina en el registro de asignaturas aparecen las materias cursadas en 1913 y 1914, no así 1915 donde no se ve ningún movimiento escolarizado –si no hasta mayo de 1916–. Baz fue nombrado gobernador del Estado de México, por el gobierno de la Soberana Convención. El doctor Olivera, rememoró en su entrevista que estuvo en Toluca apoyando a Baz que ocupaba el cargo de gobernador zapatista, en este periodo, Juan Olivera atendió a los enfermos del Hospital general de Toluca, donde su hermano Mariano era el director de dicho hospital, a pesar de haber sido de los fundadores de la Cruz Blanca Neutral, éste no se involucró con el zapatismo. Baz y Juan Olivera, se reincorporaron a la escuela a continuar y concluir sus estudios en 1916. Baz, llegó a alguna negociación con los carrancistas y esto les permitió a ambos regresar a continuar sus estudios en la carrera de medicina. Cfr. Archivo Histórico de la Facultad de Medicina de la UNAM, A.H.F.M., F.E.M.A., Gustavo Baz, Exp. 1, Leg.101; Juan Olivera López, Exp. 16, Leg.101.

33. Algunos indicios del doctor Cuarón, los obtuvimos en el Archivo Histórico de la Facultad de Medicina Originario del estado de Chihuahua, aparece un documento oficial, de haber concluido la preparatoria, y tener 21 años de edad, en 1902. Solicitó su cambio de la Escuela Nacional de Ingenieros a la Escuela Nacional de Medicina, el 28 abril de 1902. Se observa un espíritu inquieto; existen en su expediente dos certificados expedidos por el Hospital Militar de Instrucción y la Escuela práctica médico militar de las asignaturas que

cursó a pedimento de la Escuela Nacional de Medicina. El acta de su examen tiene la fecha 3 abril de 1908. Y el 6 del mismo mes Justo Sierra certifica en un oficio el grado profesional del doctor Cuarón. A.H.F.M, F.E.M.A., expediente 92, Leg. 72. El general Felipe Ángeles, conocía a Cuarón pues había sido director del hospital militar durante la actuación del primero como jefe de las armas en Morelos. Estuvo presente en la reunión que tuvieron Zapata y Palafox con los comisionados carrancistas Luis Cabrera y Antonio Villarreal en Cuernavaca en agosto de 1914, con el objeto de buscar alguna negociación entre los dos grupos revolucionarios. El coronel Manuel M. Martínez comunicó a Emiliano Zapata desde la ciudad de México el 28 de noviembre de 1914 haber dado órdenes de entregar el Hospital Militar de esta ciudad a los doctores coroneles Aurelio Briones y Alfredo Cuarón. Aparecen como responsables del servicio sanitario propiamente a la entrada de las fuerzas zapatistas y convencionistas a la capital. La actividad política de Cuarón y Briones los llevó a formar parte de los comisionados surianos que asistieron a la Soberana Convención de Aguascalientes Cfr. Gildardo Magaña, Emiliano Zapata y el agrarismo en México, México, INEHRM, 1979, p. 203-207.

34. Entrevista de Juan Olivera, PHO/1/28. 35. A.G.N., F.G.O., C. 17, E. 6, fj. 006.36. General Prudencio Casals, periodista y médico cubano.

Se le identifica al grupo de intelectuales con Antonio Díaz Soto y Gama, Gutiérrez de Losa y José Colado. Pionero en el sindicalismo mexicano del Grupo Luz y la Casa del Obrero Mundial. De la ciudad de México llegó a Tlaltizapán por un enviado de Emiliano Zapata para realizar labores periodísticas. En el ataque al tren de Ticumán, el 11 de agosto de 1912, murieron 36 federales que eran la escolta y 20 pasajeros, entre ellos el periodista Strauss, corresponsal de El País e Ignacio Herrerías, que iba a tomar películas cinematográficas. Le tocó atender a los heridos, se ganó la confianza de Zapata,

494 495

además de militar pudo auxiliar a algunos heridos como incipiente médico o practicante. Se comenta que ganó el sobrenombre El Míster por su intervención como interprete en una entrevista de un periodista norteamericana a Zapata. Cfr. Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana, p. 346. Se dice que Casals tuvo a su cargo el puesto de socorro de Tlaltizapán, de la hacienda de San Vicente y también el hospital de sangre en San Pablo Oxtotepec, Ibídem, p. 372. Es uno de los personajes menos estudiados. Resultan muy interesantes sus notas y reflexiones, sobre todo una dirigida a Palafox en la que manifiesta algunas inquietudes sobre el espíritu y actitud de ser revolucionario zapatista y enumera a algunos personajes que percibe peligrosos para la causa y expone: “pues los que hemos luchado por liberar al pueblo que tenemos la sagrada misión de luchar hoy más que ayer, y mañana más que hoy porque los beneficios correspondan a los esfuerzos (apostados) en la contienda realizada” Cfr. A.G.N., F.E.Z., C. 2, E. 5, fs. 76, 77.

37. Ibíd., C. 4, E. 3., fjs. 9-11. Cuernavaca, Morelos 1º de febrero de 1915.

38. A.G.N., F.G.O., C. 18, E. 1, fj 8.39. A.G.N., F.E.Z., C. 9, E. 4, fjs 5-7. Informe del doctor Lauro

Camarillo a Zapata el 1º de agosto de 1915. Desde el 4 de abril solicitaba la cantidad de tres mil pesos a Zapata “para el arreglo de este hospital que está del todo inadecuado”, le informa también haber llegado de México, llevando la mayor parte de instrumentos, aparatos y medicamentos. Comenta que consiguió poca linfa vacunal fresca, le remite unos tubos con linfa. Lo difícil que fue contar con la infraestructura del hospital. También solicito dinero para reparación y hacer llegar agua al hospital, el presupuesto era elevado, y Zapata le contestó que ese dinero era para repartirlo entre los pobres, A.G.N, F.E.Z., C. 14, E. 17, fj. 40.

40. Relación 12 de enero de 1916, de Cuautla, Morelos del practicante José Parres, al dejar el cargo el doctor Casarín.

41. A.G.N., F.E.Z., C. 8, E. 4, fj. 16, “Carta de Lauro Camarillo a Zapata”, 1º de junio 1915.

42. El 15 de mayo de 1915 el doctor Camarillo solicitaba a Emiliano Zapata ascensos para los médicos y practicantes de su Brigada, cirujano de tercera y de segunda a los médicos con los siguientes cargos el doctor Fortunato Macías, responsable en la columna del general Ayaquica, el doctor Sabino A Casarín encargado de los enfermos venéreos y heridos encamados en el Hospital, y por último el doctor David T. Bernard, quien estuvo a cargo de la línea de fuego de México y “hoy está incorporado al Cuartel General”. Y para los estudiantes del último año de medicina, a cirujanos de tercera, Anastasio García Batle, colaborador del Dr. Bernard, Raúl Jauregui quien participaba con la brigada Ayaquica y Ricardo Isunza asignado al hospital de Cuautla. A.G.N., F.E.Z., C. 8, E. 4, fj. 86.

43. La suma correcta es de 351 personas atendidas. Informe del doctor Auerlio Briones a Emiliano Zapata, Cuernavaca, A.G.N., F.E.Z., C. 1, E. 21, fj. 9.

44. A.G.N., F.E.Z., C. 10, E. 8, fj. 17.45. A.G.N., F.E.Z., C. 6, E. 1, fjs 18, 19, “Campamento general

Huitzilac, Morelos”, 22 febrero 1915.46. Véase “Carta del general Francisco Mendoza al general

Emiliano Zapata”, 30 septiembre de 1914, pide licencia por quince días para curarse. A.G.N., F.E.Z., C. 1, E. 20, fj. 78 y “Carta del coronel Rosalino Silva al general Emiliano Zapata”, 20 febrero de 1915, A.G.N., F.E.Z., C. 5, E. 3, fj. 168.

47. A.G.N., F.E.Z., Zacualpan de Amilpas, 25 de febrero de 1915. Se refiere al puesto de socorro de Amilpas, aunque no aparece en los registros de pacientes con que contamos.

48. A.G.N., F.E.Z., C. 12, E. 2, fj. 24.49. A.G.N., F.E.Z., C. 12, E. 9, fj. 7.50. Desconocemos que sucedió de enero de 1916 a septiembre

del mismo año sabemos que se trasladan los heridos a Huautla no llegan más informes que ayuden a esclarecer la situación.

51. Quitar los tejidos dañados (debris) del lugar de la herida

496 497

52. Véase A.G.N., F.E.Z., C. 6, E. 1, fj. 144. “Carta sin signatario al oficial mayor encargado del Despacho de Guerra y Marina”, 23 febrero de 1915; C. 6, E. 1, fj. 144; así como C. 6, E. 1, fj. 74.

53. A.G.N., F.E.Z., C. 10, E. 11, fjs. 21,22, Tecomatlán, Estado de México, 3 diciembre de 1915.

El Ejército la Prensa Mexicana Durante la Guerra de 1947

1. Jesús Velasco Márquez, La guerra del 47 y la opinión pública (1845- 1848), México, SEP, 1975, (Colección Sep Setentas), p. 19.

2. Ibíd., p. 14- 16.3. Ibíd., p. 22.4. Günter Kahle, El ejército y la formación del Estado en los

comienzos de la independencia de México, México, FCE, 1997, p 247.

5. Ibídem.6. Ibíd., p. 148.7. José Alberto Lozoya, El ejército mexicano.. México, El

Colegio de México, 1970. Jornadas 65. p. 17.8. Ibíd., p. 30.9. Jesús Velasco Márquez, La guerra del 47 y la opinión

pública (1845- 1848). México, SEP, 1975. p.82.10. Ibídem.11. Ibíd., p. 9.12. “El Monitor Republicano” 27 de Octubre de 1846. p.213. Ibídem.14. Ibíd., p. 4.15. “El Monitor Republicano” 2 Noviembre de 1846,p. 316. “El Monitor Republicano”14 de noviembre de 1846. p. 117. “El Monitor Republicano” 18 de noviembre de 1846. p.

4.18. “El Monitor Republicano” 28 de noviembre de 1846.19. “El Monitor Republicano” 3 de febrero de 1847. p. 4.

20. “El Monitor Republicano” 11 de marzo de 1847.p. 321. “El Monitor Republicano” 11 de mayo de 1847. p. 122. Ibídem.23. “El Monitor Republicano” 29 de junio de 1847. p. 1.24. Jesús Velasco Márquez, óp. cit., p. 116.25. “El Monitor Republicano” 27 de septiembre de 1847, p. 2.26. Ibídem.27. Ibídem.28. Ibídem.29. Con desertado, en esta, no se refiere a que hayan huido de sus

deberes, sino a bajas humanas.30. “El Monitor Republicano” 28 de septiembre de 1847, p. 2.31. “El Monitor Republicano” 9 de octubre de 1847, p. 332. “Nuestra Profesión de Fe” en: El Tiempo, 12 de febrero de

1846, p. 1; en: Jesús Velasco Márquez, La guerra del 47 y la opinión pública (1845- 1848). México, SEP, 1975, p. 85.

33. José María Roa Bárcena, Recuerdos de la invasión norteamericana (1846-1848), Xalapa, U. Veracruzana, 1986, p. 670.

Vientos de guerra1. Porfirio Díaz, Memorias, s/l, s/e, s/f, p. 1.2. Sandra Kuntz Ficker et al., Nueva Historia General de México.

El Porfiriato, México, El Colegio de México, 2010, p. 144.3. Ibíd., p.446 4. Mílada Bazant, Ni héroes ni Villanos. Retrato e imagen de

personajes mexicanos del siglo XIX, México, Miguel Ángel Porrúa, 2010, p. 262.

5. Jean Meyer, Yo, el francés. La Intervención en primera persona, biografías y crónicas, México, Tusquets Editores, 2002, (Colección Tiempo de memoria), p. 94-95

6. Ibíd., p.314.7. Ibidem.8. Sandra Kuntz Ficker, op. cit., p. 480-481.9. Ibíd., p.480

498 499

10. Ibíd., p. 49911. Porfirio Díaz, Informe que en el último día de su período

constitucional da a sus compatriotas. El Presidente de los Estados Unidos Mexicanos Porfirio Diaz, acerca de los actos de su Administración, México, Tipografía de Gonzalo A. Esteva, 1880, p. 54.

12. Ibíd., p. 18.13. Ibíd., p. 4, 8. 14. Ibíd., p. 33-34. Recuerde usted que el gobierno de Juárez pactó

acuerdos con los Estados Unidos, para recibir apoyo de su ejército y marina, así como de armamento y equipo; también según cita El capitán Tordeux con auxiliares tarahumaras…, ¿Y la gente? Los mataron, ¿quién los mató?..., unos blancos, quizás americanos…(en Jean Meyer, óp. cit., p. 149); Louis Philippe de Montfort <<yo estuve en el segundo combate de Veranos…, te juro que había norteamericanos en la tropa de Corona…>> (Ibíd., p. 165).

15. Ibíd., p.39.16. Ibíd., p. 26.17. Ibíd., pp. 26-27.18. Ibíd., p. 47.19. Ibíd., p.51.20. Ibíd., p. 54.21. Jean Meyer, óp. cit., p. 314.22. Mílada Bazant, óp. cit., p. 286, 288, 290, 294.23. Francisco I. Madero, La sucesión presidencial 1910, México,

s/e, 2010 (Colección “De bolsillo”), p. 50, 141-142, 165.24. Jean Meyer, óp. cit., p. 38.25. Mílada Bazant, óp. cit., p. 285.26. Francisco I. Madero, óp. cit., p.172-173.27. Adolfo_Saiz, Historia escondida de EEUU, Consultado en:

http://historiaesco.blogspot.mx/2011/05/la-guerra-de-1812.html (12/May/2014).

28. Ibíd., p. 16829. Sandra Kuntz Ficker, op. cit., p. 488

30. Francisco I. Madero, óp. cit., p. 4631. Porfirio Díaz, Memorias, p. 1132. Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional

(A.H.S.D.N.), Expediente personal del General Porfirio Díaz Mori, Fondo Cancelados (Bóveda), folios, 44, 45, 63 vta.

33. Porfirio Díaz, Memorias, p.32.34. Ibíd., p. 481- 482. 35. Jean Meyer, óp. cit., p. 41.36. Francisco I. Madero, óp. cit., p. 140 - 14137. A.H.S.D.N, Expediente personal del General Porfirio Díaz Mori,

fj. 1001.

General Porfirio Díaz y el Colegio de la Paz (Vizcaínas)Un vínculo entre dos grandes

1. Porfirio Díaz, México, Universidad Nacional Autónoma de Mé-xico, Filmoteca, s/f.

2. Ibíd.3. Ibíd.4. Los Vascos en México y su colegio de las Vizcaínas. México,

Cigatam, 1987. p. 26.5. Las Vizcaínas, México, Colegio de San Ignacio de Loyola “Viz-

caínas”, 2006, p. 82.6. Archivo Histórico del Colegio Vizcaínas (A.H.C.V.) “José Ma.

Basagoiti Noriega”, 4-V-2, N. C. 16939 162, N. C. 16992.7. A.H.C.V., 4-V-11, fj. 19.8. Organización del Colegio de La Paz, s/l, s/e, 1878, p. 3-11.9. A.H.C.V., 4-V-2, N. C. 17190.10. Enrique Krauze, Clío en el bicentenario. Disponible en: http://

www.youtube.com/watch?v=SG2aVi1KIeU.11. Enrique de Olavarría y Ferrari, El Real Colegio de San Ignacio

de Loyola vulgarmente Colegio de las Vizcaínas en la actua-lidad Colegio de La Paz: reseña histórica, México, Francisco Díaz de León, 1883, p. 233.

500 501

12. A.H.C.V., 9-2-11.13. El óleo anónimo de D. Porfirio Díaz que aparece en el presente

escrito, se encuentra en la Dirección del Archivo Histórico José Ma. Basagoiti, en la oficina que actualmente ocupa la Dra. Ana Rita Valero de García Lascuráin, Directora del Archivo.

14. Enrique de Olavarría y Ferrari, óp. cit., p. 233.15. Los Vascos en México y su colegio de las Vizcaínas, p. 84. 16. Enrique de Olavarría y Ferrari, óp. cit., p. 241.17. Los Vascos en México y su colegio de las Vizcaínas, p. 87.18. Ibíd., p. 88.19. Julia Mörner, Memorias de una colegiala, México, Colegio de

San Ignacio de Loyola “Vizcaínas”, 2001, p. 19.20. A.H.C.V., 001-III-014, NC12459.21. Citado por Sandra Aurora de Jesús Herrera Corona, “El

Colegio de La Paz, una institución educativa emblemática del porfiriato”, Tesis de licenciatura, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 2014, p. 115.

22. A.H.C.N., E-23-T. IV - V.8.23. Sandra Aurora de Jesús Herrera Corona, óp. cit., p. 115.24. Ibíd., p. 118-119.25. Antonia Pi-Suñer, óp. cit., p. 96.26. Las Vizcaínas, México, Colegio de San Ignacio de Loyola

“Vizcaínas”, 2006, p. 168.27. Sandra Aurora de Jesús Herrera Corona, óp. cit., p. 87.28. Julia Mörner, óp. cit., p. 28.29. G. L. Oviedo, “La definición del concepto de percepción en

psicología con base en teoría Gestalt”, en Revista de Estudios Sociales, No.18, 2004, p. 89-96.

30. Ley de figura-fondo: la figura es el objeto que sobresale en un contexto y en el cual enfocamos nuestra atención y el fondo es lo que sustenta aquello que enfocamos porque lo sostiene.

31. Pierre Guiraud, La semiología, México, Siglo XXI, 2006, p. 114.32. Ibíd., p. 112.33. El imparcial: diario de la mañana. A.H.C.V., 23-IV-8.34. Ley de la semejanza de La Gestalt, es la que nos permite

agrupar los elementos similares en una entidad35. Ley de aprecio: si alguien nos agrada deseamos acceder a sus

peticiones. En María del Carmen Madero, Persuasión: el poder excepcional, Barcelona, Vergara, 2010, p. 78.

36. Ley de cierre de La Gestalt: nuestra mente añade los elementos faltantes para completar una figura. Perceptivamente, tendemos a completar y llenar aquellas partes y vacíos que se nos presentan incompletas, de tal manera que nos permite la captación del objeto en su totalidad.

37. Ley de validación: las personas tienden a aprobar y a reproducir aquello que la mayoría de la gente cree que es correcto o adecuado. En María del Carmen Madero, óp. cit., p. 78.

38. A.H.C.V., 27-IV-1.39. El imparcial: diario de la mañana. A.H.C.V., 23-IV-8.40. Ley de la autoridad: obedecemos a aquellos en quienes

reconocemos algún tipo de autoridad. En María del Carmen Madero, óp. cit., p. 78.

41. La Ley de la buena forma de La Gestalt remite a un principio de organización de los elementos que componen una experiencia perceptiva y que los gestaltistas llamaron Pregnancia (Prägnanz).

42. “Ingeniería en imagen pública es el conjunto de conocimientos y técnicas que permiten aplicar la imagología al proceso de generación de la percepción hacia una persona o institución”. En Víctor Gordoa, El poder de la imagen pública, México, Edamex, 2002, p. 20.

43. Axioma 3: “El proceso cerebral que decodifica los estímulos toma unos cuantos segundos”. Ibíd., p. 38.

44. Los vascos en México y su colegio de las Vizcaínas, p. 93.45. Ley de asociación. En María del Carmen Madero, óp. cit., p. 78.46. Axioma 4: “La mente decide mayoritariamente basada en

sentimientos”. En Víctor Gordoa, óp. cit., p. 41. 47. 47. Ibíd., p. 44. 48. 48. Los vascos en México y su colegio de las Vizcaínas,

óp. cit., p. 93.

502 503

49. Víctor Gordoa, óp. cit., p. 25.50. Los vascos en México y su colegio de las Vizcaínas, óp. cit., p.

94.51. Axioma 12: “La imagen de la titularidad permea en sus

miembros”. En Víctor Gordoa, óp. cit., p. 50. 52. Axioma 13: “La imagen de la institución permea en sus

miembros. En Víctor Gordoa, óp. cit., p. 51.53. Palabras expresadas por Enrique de Olavarría y Ferrari en un

evento de entrega de premios en 1907. A.H.C.V., 27-IV-1.

De la posrevolución a la Segunda Guerra MundialPresencia de los militares en las actividades y disciplinas

deportivas en Aguascalientes en primer tercio del siglo XX

1. El Republicano (1910), Programa de la celebración de las fiestas del Primer Centenario de la Independencia, p. 3, Aguascalientes, México.

2. Ibid., p. 6.3. Ibid., p. 3.4. Festejos del centenario de la Independencia 1910, México,

INEHRM/SEP, México, 2012, p. 3, México.5. Ibídem.6. Archivo General del Municipio de Aguascalientes (A.G.M.A.),

"Documento donde se solicita autorización para realizar los gastos para unas canastillas de básquet ball”, Año de 1918, Expediente 468/43. Aguascalientes, México.

7. A.G.M.A., "Documento donde se solicita un terreno en definitiva para establecer los deportes escolares “.1º de septiembre de 1918. Expediente 468/43. Aguascalientes, México.

8. A.G.M.A., "Documento donde se notifica la donación de canastillas para practicar el deporte de Basquet ball y “gol” para el deporte de Futbol”, 28 de Septiembre de 1918, Expediente 479/6. Aguascalientes, México.

9. A.G.M.A., "Documento donde se pide la Comisión de Obras Públicas del Municipio de Aguascalientes para que pida terrenos

de los Ferrocarriles para un evento deportivo, 7 de octubre de 1918, Expediente 468/43. Aguascalientes, México.

10. A.G.M.A., "Documento donde se notifica la autorización para hacer uso de los terrenos de los Ferrocarriles para un evento deportivo “. 7 de septiembre de 1918. Expediente 468/43. Aguascalientes, México.

11. Ibídem.12. A.G.M.A., "Documento donde se solicita la aprobación de la

petición de canastillas para practicar el deporte de Basquet ball y “gol” para el deporte de Futbol”. 9 de octubre de 1918, Expediente 479/6. Aguascalientes, México.

13. A.G.M.A., "Documento donde se solicita autorización para hacer uso de los terrenos de los Ferrocarriles para juegos deportivos escolares”. 5 de octubre de 1918. Expediente 468/43. Aguascalientes, México.

14. A.G.M.A., Comunicación del Jefe de la Guarnición y se contesta el oficio número 880, Expediente Núm. 258, 485/64, septiembre de 1920 Aguascalientes, México.

15. Archivo Alejandro Topete del Valle (A.A.T.V.), Vida Deportiva (1923) “Nota periodística que habla respecto al desarrollo de la vida deportiva”, 19 de Agosto de 1923, Aguascalientes, México.

16. Ibídem., p. 4.17. A.G.M.A., "Oficio de petición que hace la Jefatura de Guarnición

al C. Presidente Municipal de tubos para la construcción del Frontenis en el campo Pista Militar”, 21 de febrero de 1931, Expediente 765/16, Aguascalientes, México.

18. Ibidem., 25 de Febrero de 1931, Expediente 765/16.19. A.G.M.A., "Oficio de notificación respecto a quien fungirá

como Jefe del Estado Mayor de la columna que desfilará el 16 de septiembre”. 25 de Febrero de 1931. Expediente 765/38. Aguascalientes, México.

20. Ibídem., 1931.21. Vargas Gómez, Lorenzo, “Remembranzas del beisbol de

Aguascalientes”, p. 6. Aguascalientes, México.

504 505

22. Ibíd., p. 7.23. Ibíd., p. 16.24. Ibíd., p. 20. 25. Ibíd., p. 16.26. A.G.M.A., “Miembros honorarios y mesa directiva de la Liga

Local de Base-Ball”, Expediente 231/123, Aguascalientes, México.

27. Ibíd., Expediente, 753.30, fjs. 12, 1931.28. Ibíd., Expediente 753.30, fjs. 12, 8 de mayo de 1931.29. A.G.M.A., “Ampliación de barda del Parque Obrero”, Expediente

766/19, 28 de mayo de 1931, Aguascalientes, México.30. A.A.T.V., Alborada (1934) “Noticia de periódico que publica el

enfrentamiento de los equipos Aguascalientes y 18 Batallón”, 22 de Febrero de 1934, Aguascalientes, México.

31. A.A.T.V., Alborada (1934) “Noticia de periódico que publica el enfrentamiento de las ternas de San Luis y el C.I.D.O”, 18 de Octubre de 1934, Aguascalientes, México.

El Ejército Mexicano y su colaboración en la campaña contra la fiebre aftosa en México: 1946-1954

1. Proporción de animales que enferman en un lugar durante un determinado periodo de tiempo, en relación con la población total.

2. Oficina internacional de epizootias http://www.oie.int/es/sanidad-animal-en-el-mundo/enfermedades-de-la-lista-de-la-oie-2013/ 27 de mayo 2013. Véase también: Asociación de Salud Animal de los Estados Unidos: Enfermedades exóticas de los animales, E.U., Librería del Congreso EUA Richmond, 2000, p. 164; Comisión México-Estados Unidos para la prevención de la fiebre aftosa y otras enfermedades exóticas de los animales, Manual de Trabajo: Seminario-Ejercicio-Simulacro sobre las principales Enfermedades Exóticas de los Animales, sistemas y planes de Emergencia, 1 Agosto 2009; Roxana B. Romero, Fiebre Aftosa: sus alcances

y consecuencias, frontera adentro y afuera, Argentina, Universidad Nacional del Nordeste, 2006. et al., Bacteriología y Virología Veterinaria, España, editorial Acribia Zaragoza, 1975, p. 711-714; James A.D., et al.,“The economics of foot and mouth disease”, en Rev. Sci. Tech., s/l, s/e, 2002, p. 637-644; Geoffrey West, Diccionario Enciclopédico de Veterinaria, s/l, Latros Edición Limitada, 1992, p. 348.

3. Infección por fómites; seres animados (humanos, animales); objetos inanimados (vehículos, artefactos). Fuentes de virus: animales en período de incubación y clínicamente afectados. Aire expirado, saliva, heces y orina; leche semen. Carne y productos derivados en el que el pH se mantuvo por encima de 6.0.

4. Enfermedad de los animales que puede ser transmitida al hombre.

5. http://www.oie.int/es/sanidad-animal-en-el-mundo/estatus-sanitario-oficial/fiebre-aftosa/es-fmd-carte/ (12 de mayo 2014)

6. Enfermedad que afecta simultáneamente gran número de animales de la misma especie o de especies diferentes.

7. Consistía: si en una comunidad existía un animal enfermo sería sacrificado éste y todo el ganado de pezuña hendida de la comunidad.

8. Jean Meyer, “Introducción y notas al documento: La fiebre aftosa y a Unión Nacional Sinarquista”, en Colegio de Michoacán, Vol. IV, Número 16,1983, p.94.

9. Séptimo Censo General de Población, México, Secretaria de Economía, 1953, p.8.

10. Ley orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, México, SEDENA, 2014.

11. Medin Tzvi, El sexenio Alemanista, México, Era, 1990, (Colección Problemas de México), p. 62-64. Véase también http://www.sedena.gob.mx/conoce-la-sedena/antecedentes-historicos/ejercito-mexicano/de-la-segunda-guerra-mundial-a-nuestros-dias 22 de abril del 2014

506 507

12. Medin Tzvi, óp. cit., p.6513. Pedro Saucedo Montemayor, Historia de la ganadería en

México, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1984, p. 219. Véase también: Aurora Velázquez Echegaray, “Historia de la fiebre aftosa en México” Simposio Fiebre aftosa: situación actual y vigilancia epidemiológica en México Memorias Cd. México 9 de noviembre 2001 p.7; Juan Manuel Cervantes Sánchez et al., “Una historia de vacunos y vacunas. Retrospectiva de la epizootia de la fiebre aftosa en México a 65 años de distancia”, en Revista electrónica de Veterinaria, vol. 11, núm.5B 2010.

14. Gómez Marte R., La verdad sobre los cebús conjeturas sobre la aftosa, México, Talleres gráficos de Manuel Casas, 1948, p. 21; véase también Cervantes Sánchez Juan Manuel, óp. cit., p. 4; Pedro Saucedo Montemayor, óp. cit., p. 219.

15. Ibíd. p. 29-31. Véase también Pedro Saucedo Montemayor, óp. cit., p. 12.

16. Gómez Marte R., óp. cit., p. 73.17. Ibíd., p.71.18. Pedro Saucedo Montemayor, óp. cit., p. 228-229.19. Ibíd., p. 229.20. “Al localizarse el primer brote de fiebre aftosa en Veracruz,

en los últimos días de diciembre de 1946, y no en el mes de octubre, como erróneamente llegó a publicarse”, Ibíd., p. 229.

21. Eduardo, Téllez Reyes Retana, “Cuando la fiebre aftosa apareció en México”, en Imagen Veterinaria, México, Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM, 2001, p. 6.

22. Aurora Velázquez Echegaray, óp. cit., p. 9.23. Archivo General de la Nación (A.G.N.), México, Fondo Miguel

Alemán Valdez (F.M.A.V.), 323/8973, caja 0995, oficio, México D.F. 27 de diciembre de 1946

24. Diario Oficial de la Federación, México, 28 de diciembre 1946.25. A.G.N., México, F.M.A.V., 425.5/2-8, 4521, México D.F. 30

de diciembre 1946. Véase también A.G.N., México F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, memorándum 101-5978, México D.F.

30 de diciembre de 1946; A.G.N., México, F.M.A.V., 425.5/2-8, 59, extracto, México D.F. 31 de diciembre de 1946; A.G.N., México, F.M.A.V., 425.5/2-8, 341 extracto, México D.F. 1 de enero de 1947; A.G.N., México, F.M.A.V., 425.5/2-8, oficio 527, México D.F. 3 de enero de 1947; A.G.N., México, F.M.A.V., 425.5/2-8, oficio 39, México D.F. 2 de enero de 1947.

26. AGN, México, caja 0289, 425.5/2, extracto 4320, México D.F. 29 de diciembre de 1946. Véase también AGN, México, FMAV, 425.5/2-8, extracto 4491, México D.F. 30 de diciembre de 1947; AGN, México, FMAV, caja 290, 425.5/2-8; AGN, México, 425.5/2-8, 4431, México D.F. 22 de enero de 1947; AGN, México, FMAV, 425.5/2-8, extracto 58, México D.F. 31 de diciembre de 1946

27. Panssi Lucy Manuel, “Inspección, vacunación e inspección post-vacunatoria de ganado susceptible a la fiebre aftosa en varios municipios de los estados de Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco y Guanajuato con anotación de los censos respectivos”, Tesis Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1949, p.19.

28. SARH 30 años de salud animal en México 1954-1984, México, Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos, 1984, p. 10.

29. A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, traducción acuerdos tomados por la comisión.

30. Ibídem.31. Ibídem.32. Freites Yajaira, et al., Enfermedades que afectan a los animales que

consumimos, Proceedings of the XXIst International Congress of History of Science, s/f., p. 757. Véase también Ernesto Bächtold Gómez, “Remembranzas del brote de fiebre aftosa en México”, en Imagen Veterinaria, México, Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM, 2001, p. 10; Agustín Eslava Santana, Estudio del brote de fiebre aftosa en el municipio de Gutiérrez Zamora Ver., México, UNAM, 1955, p. 27-37.

33. Ana Cecilia Figueroa Velázquez, El tiro de gracia al campo queretano,

508 509

México, Universidad Autónoma de Querétaro, 2011, p.99.34. Jean Meyer, óp. cit., p. 95; Véase también Juan Manuel

Cervantes Sánchez óp. cit.; Ana María Román de Carlos, “Consecuencias de la epizootia de la fiebre aftosa en la medicina veterinaria y la zootecnia mexicanas” en Imagen Veterinaria, México, Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM, 2001, p. 20; Comisión: La campaña… p.9. Panssi Lucy: Inspección… p. 3. Cervantes “Una historia…” p.6. A.G.N., México F.M.A.V., caja 0995, 323/8973, confidencial, México D.F. 26 de noviembre de 1947; Ana Cecilia Figueroa Velázquez, p. 196-202.

35. A.G.N., México F.M.A.V., 323/8973, caja 0995.36. Ibídem. Véase también A.G.N., México, 323/8973, caja

0995, confidencial nota de la embajada de EUA a embajador de México 26 de noviembre 1947.

37. Cesar Villareal Chávez et al., “El combate de la CPA contra la fiebre aftosa en México”, en Imagen Veterinaria, México, Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM, 2001, p.31.

38. A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, comunicado, 22 de agosto de 1952.

39. A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, telegrama 6160, México D.F. 12 de marzo de 1952. Véase también A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, telegrama, Tamuin S.L.P. 13 de marzo de 1952; AGN, México FMAV, 323/8973, caja 0995, telegrama, Aguascalientes14 de marzo de 1952; A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, extracto 6970, telegrama 6402, Guadalajara Jal. 14 de marzo de 1953; A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, telegrama, México D.F. 13 de marzo de 1952; AGN, México FMAV, 323/8973, caja 0995, extracto 6404, 14-15 de marzo de 1952; A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, extracto 6517, telegrama 6517 Tonalá Chis.15-17de marzo de 1952; A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, telegrama 6745, Hermosillo Son. 17-18 de marzo de 1952; A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995,

extracto 6970, telegrama 6622, San Luis Potosí, 20 de marzo de 1952; A.G.N., México F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, escrito 9012, Ometepec Gro. 3 de abril de 1952

40. A.G.N., México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, extracto 6409, México 13 de marzo de 1952

41. A.G.N, México, F.M.A.V., 323/8973, caja 0995, extracto 13858, México D.F. 10-13 junio 1952.

42. Cesar Villarreal Chávez, óp. cit., p.31. Véase también Agustín Eslava Santana, óp. cit., 11-36.

43. Agustín Eslava Santana, óp. cit., p. 27-37.44. Ibíd., p. 27-35. Véase también A.G.N., México, Dirección

General de Seguridad Pública, versión publica, Campaña Contra la Fiebre Aftosa, Reporte de Gutiérrez Zamora, 19, 0431, 18-2-53, 4 de septiembre de 1953.

45. Agustín Eslava Santana, óp. cit., p. 31, 36-37, 44.46. Ibíd., p. 33.47. Periódico El Sol del Centro, Zacatecas, 1 de septiembre de

1954. Véase también A.G.N., México, Dirección General de Seguridad Pública, versión publica, campaña contra la fiebre aftosa, Reporte de Gutiérrez Zamora, 19, 0431, 18-2-53, 4 de septiembre de 1953.

48. Periódico El Sol del Centro, Zacatecas, 29 de Agosto de 1954

510 511

512 513