“Jesús nació en Belén de Judea, en tiempos del Rey Herodes”.€¦ · nación, el que Dios,...

Edita:PASIONISTAS - Madrid

Director:MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.

Promotor:VICENTE FERNÁNDEZ, C. P.

Dirección, Redacción y Administración:Leizarán, 24 y Bidasoa, 11 - 28002 Madrid

Teléfs.: 915 635 407 - 915 635 068Fax: 915 635 431

Correo electrónico:[email protected]

Página Web: www.libreriaelpasionariomadrid.comE-Mail: [email protected] (Director)

Horario de oficina: De 10 a 13 y de 17 a 20 horas.

Colaboran:ALBERTO BUSTO, J. L. QUINTERO, PABLO GARCÍA, ANTONIO SAN JUAN, JULIA MERODIO, JUAN CARLOSPRIETO, JOSÉ LUIS LARRABE, JAVIER GARRALDA, GREGORIO SANTOS, PEPE F. DEL CACHO, JUAN IGNACIO VILLAR (VILY), RODRIGO SEVILLANO.

Fotógrafo Artístico: CLISOS

SUSCRIPCIONESORDINARIA .............................. 14 €EUROPA .................................... 20 €DE APOYO ................................ 20 €BIENHECHOR ........................ 25 €EXTRANJERO .......................... 40 $

MODO DE PAGO ADELANTADO:

– Por Giro Postal a Revista Pasionario.– Por Domiciliación Bancaria.

– Por Transferencia Bancaria a Revista Pasionario:

BANCO POPULAR ESPAÑOLIBAN ENTIDAD OFICINA D.C. Nº DE CUENTA

ES07 0075 1331 23 0600027186– Por Talón o cheque nominal a Revista Pasionario.

Agradecemos su colaboración.

Depósito Legal: SA Nº 1 - 1978Imprime: GRÁFICAS DEHON

PP. Reparadores - Tel. 916 751 536Preimpresión: Francisco Antón

SUMARIO

❚ Desde mi ventana MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Santa Gema M.G.

❚ La “Belleza” del Crucificado JOSÉ LUIS QUINTERO SÁNCHEZ, C.P.

❚ Desde Roma ÁNGELES CONDE

❚ Familia y vida JULIA MERODIO A.

❚ El evangelio cada día ANTONIO SAN JUAN

❚ María, causa de nuestra alegría RAFAEL REY GORDILLO, O.C.D.

❚ Desde la otra orilla GREGORIO SANTOS ZAYAS

❚ Plegarias e ideas JUAN IGNACIO VILLAR (VILY)

❚ Encuentros al atardecer MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

❚ Orar para ser FERNANDO HOLGADO RETES

❚ “Misión Madrid-Pan Bendito”. Las memorias de Don Hilario HILARIO PEÑA ROJO

❚ Enseñar lo aprendido ALBERTO BUSTO

❚ Encuentros al caminar PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO

❚ Escuela de S. Pablo de la Cruz SOR CATI DE LA SS. TRINIDAD, C.P.

❚ Plantar árboles con un clic JUAN CARLOS PRIETO TORRES

❚ Rincón familiar “Santa Gema”❚ Boletín de nueva suscripción


Navidad es “La Gran Fiesta”,la fiesta del gozo más grande, para loscristianos, si bien, para Dios, constituyó“una auténtica locura”. Ya, pocos mesesantes, fue “locura a lo divino” la Encar-nación, el que Dios, creador de todo yde todos, se hiciera criatura débil en elseno de una mujer frágil, y naciendoluego, como nacimos nosotros, y Él, enBelén, en pobreza y abandono. Algocomo imposible. Con todo, era necesario,para nosotros los hombres, en modoalguno para Dios. Pero Dios se abajahacia el hombre, hacia su real necesidad.Naciendo Dios quiso poner como unsello de garantía a la autenticidad de suamor al hombre, de su libertad, despo-

jándose Él, por así decirlo, de su propialibertad. Es por ello que cuando llega laNavidad, uno no sabe si mirar más alcielo, para adorar y agradecer, o al suelo,a Belén, para contemplar y aprender. Yuno termina con la mirada clavada en elmisterio, y rezando con el poeta:

¡Claridad que bajaste a mi indigencia!¡Qué bien sabes hablar en mi dialecto!

Así, temporal, amigo¡cómo te entiendo...!

Dulce locura de misericordia,¡los dos, tú y yo, de carne y hueso!

San Pablo de la Cruz fue un hombre,un santo, que se adentró en la “locura

Revista Pasionario | 327

Desde mi ventana

La “Locura de la Cruz”en Navidad

1 PASIONARIO 327 a 339.qxp 23/11/17 09:16 Página 327

de la Cruz”, también en Navidad. Pablode la Cruz clavó intensamente su miradacontemplativa en la cruz del ViernesSanto. Pero Belén, con su dolor y sumisterio, le apasionaba también. Lanoche de Navidad era para él“noche santa de misterio yde gozoso dolor”. Se lapasaba meditando y re-zando ante el Niño “queha nacido ya”. Y al pensaren la cruz que llegaríadespués, y que él pre-figuraba representada en una cu-nita en forma de cruz, Pablo dela Cruz sufría, con sufrimiento dulce,amoroso y agradecido. Es que en laCruz, decía él, “está todo siempre, porqueen ella está todo el amor de un Dios”.

Sería del mayor interés conocer cuálfue el momento preciso en el que JesúsNiño, adolescente..., se planteó por vezprimera el sentimiento de la cruz. ComoNiño-Humano “tenía las limitaciones

de los niños en el conocer; pero comoNiño-Dios poseía las sublimaciones quele provenían de lo alto. Hay un párrafode la Carta a los Hebreos que lo precisa:

al entrar en el mundo Él dijo: ‘aquíestoy, Padre, para ha-cer tu voluntad’˝.

Navidad es muchascosas: el Niño, la VirgenMadre, José, los pastores,

los Reyes, las pajas de la cuna,el frío de la gruta, el rechazo...

Es decir, ya desde el principio,también la Cruz.

La pobreza de los verdaderamentepobres de hoy, año 2017, nos sigue re-cordando que no hemos de hacernossordos a tantos gritos ni ciegos antetantas maravillas, tantas “locuras de Dios”.

¡MUY FELIZ NAVIDAD!

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.

328 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Desde mi ventana



Normalmente, lo queconfigura el valor de un dia-mante, de una joya, no es elpeso o la medida, sino el va-lor intrínseco, el brillo... Eltamaño, el peso, pueden servalores añadidos. Nada más.

Y esto, en Santa Gema, ¿aqué viene? Veamos. Primero,en la vida de Jesús el Señor,primer punto de referencia.Él nació pobre, niño inde-fenso, en Belén. Y murió jo-ven quizá a sus treinta y po-cos años. Los años de su vidafueron difíciles. Los días desacrificio intenso fuerontambién breves: la semanade pasión y de dolor, la Se-mana Santa, culminando enla muerte y cruz. También adestacar, por sobre todo ysiempre, el amor intensodesde el que el dolor volun-tariamente asumido, ad-quiere brillo y valor incom-parables. “Habiendo amadoa los suyos, los amó hasta elextremo”.

Sin pretender estableceruna comparación, por otraparte imposible, cabe afir-mar que la vida de SantaGema se desarrolló un pocoen paralelo con la vida deJesús. Gema sufrió mucho,porque así lo quiso el Señor,bien que por pocos años,pues su vida fue breve. Tuvomomentos especialmenteduros: las llagas en pies, ma-nos y costado, los sudoresde sangre, la pérdida de losseres más queridos, sumisma muerte, en la másprofunda soledad...

Todo, asumido desde un“amor de enamoramiento”,

siempre, o por momentos,circunstancias y quehaceresdel mayor relieve. Siemprelo que más importanciatiene es el amor, aquel “entodo amar y servir”, de SanIgnacio de Loyola.

Amar siempre, comoamó Santa Gema. Que ellaa todos nos ayude para al-canzar esta meta.

❚ M.G.

El valor grande de las cosas pequeñas

de amor a toda prueba a Je-sús, su único dueño y señor.

En la vida de Gema pre-valeció siempre, en cadamomento, ¡y con qué inten-sidad! El amor.

En nuestras vidas, en lade cada uno, hay siempre detodo. Importa menos que tuvida sea de relumbrón o detonos grises, integrada porla pequeñas cosas y acon-teceres de cada día, los de

Santa Gema

María de Fátima, con Sta. Gema. Gema vivió en plenitudel Mensaje de María en Fátima: oración e inmolación,

por los pecados del mundo.


EN LOS ORÍGENESDE ESTA REPRESENTACIÓN

La iconografía, tan suges-tiva, del Niño Jesús dormidosobre la cruz se expande his-tóricamente a partir de loscambios de mentalidad susci-tados por el Concilio de Trento(1545-1563) Esta nueva tipo-logía, aunque se aleja de la lí-nea de la autenticidad o pul-critud dogmática que procuróestablecer el propio Concilioen lo que a representación vi-sual se refiere, fue aceptada sinreticencias, como constata elmonje mercedario Fray JuanInterián de Ayala (1656-1730)en su tratado de arte religioso:“Resta ahora hablar de otrasimágenes de la infancia y pue-ricia de Jesucristo, que notanto pertenecen a la historiacuanto son objeto de piadosasmeditaciones. Tales son: el quele pintan durmiendo sobre lacruz, poniéndole por almo-hada el cráneo, o calavera deun hombre… Cuyas imágenesningún hombre prudente lasllevará a mal; pues todas ellas,aunque no tengan funda-

que prestar una atención es-pecial al ambiente conven-tual femenino, donde se vivíauna relación particularmenteestrecha con el infante Jesúsque, con gran probabilidad,condicionó que fuera en es-tos recintos donde algunasmonjas tuvieran “visiones” delNiño pasionario. Desde me-diados del siglo XIV, estasapariciones místicas fueronrelatadas, representadas se-gún las descripciones y di-fundidas en forma de estam-pas y grabados por Europa.Especialmente relevantes re-

330 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

La “Belleza” del Crucificado

Los “Niños Jesús de Pasión”EL AMOR PASCUAL QUE ILUMINA EL NACIMIENTO EN BELÉN

mento en algún hecho deter-minado; lo tienen, y no ligero,en que Cristo Señor nuestrodesde el primer instante de suconcepción, aceptó espontá-neamente la muerte, y acerbí-sima Pasión que le impuso suEterno Padre, viviendo siempreaparejado para ella, y pen-sando en ella muchas veces:sabiendo muy bien que con sumuerte vencería a la mismamuerte y al demonio”.

Al rastrear los orígenes dela iconografía de la premoni-ción de la pasión y de lamuerte en Cristo Niño hay

El arte con motivo cristiano ha deseado con-vertir el lenguaje estético en una confesión de fesuscitada con la grafía del color, la perspectiva ola proporción. Su verdad se dice y se ofrece de in-numerables formas. Una mirada, un gesto, elcontraluz o el contexto han querido concentrary expandir en un detalle la totalidad. Así ha suce-dido con el Crucificado, por ejemplo. En muchasde sus representaciones se ha incluido elementosextra bíblicos para que la imagen evocara la me-moria de lo que antecedió y la intuición creyenteanticipara lo por suceder, viéndolo en ella con-tenido. El color, la escena, el volumen se hace asíespacio habitado, encuentro, diálogo o acogida.

En las representaciones del Niño Jesús con algunos elementos de su pasión y muerte seha querido expresar o transparentar su ser, su verdad, su misión, su eterno nacimiento. Senos ofrece el todo en un fragmento. Un hilo se hace rayo de luz que ilumina con destellosde Pascua lo que ya está aconteciendo en su nacimiento.



sultaron las vivencias deSanta Brígida de Suecia(1302-1373) y de Osana deMantua (1449-1505), aunqueno son las únicas que tuvie-ron este tipo de encuentros,sino que fueron relativa-mente habituales, si bien conmenos repercusiones fuerade su ámbito más próximo,como sucedió con las visio-nes de la venerable Marina deEscobar (1554-1633) o conJeanne Perraud (1631-1674).Los textos que derivan de es-tas apariciones, especial-mente descriptivos y detallis-tas, son un claro ejemplo delambiente de la época y decómo la devoción al Niño ibatomando un nuevo caminoque conduciría a convertirseen el protagonista habitual deescenas relativas a su dramá-tica muerte y posterior resu-rrección, antes reservadas aun Cristo maduro, que severá irremediablemente sus-tituido por una versión infantilde sí mismo logrando, de estamanera, unos matices devo-cionales inéditos hasta elmomento. Para promoveresta nueva vertiente devocio-nal volcada en la niñez de Je-sús fue necesario que secreara toda una red de textos,sermones, por ejemplo los deSor Juana de la Cruz e imá-genes que la representara, deuna forma profunda pero a lavez clara y que promoviera laempatía del espectador. Yahabía precedentes literariosdonde se trataba la relaciónentre el nacimiento y la pa-sión, un tema especialmenterecurrente desde la segundamitad del siglo XV. Así, nosencontramos con este tipode premoniciones en la Re-presentación del nacimientode Nuestro Señor (com-puesto hacia 1458-1468), deGómez Manrique, en las Co-plas de Vita Christi (1467-1468) del franciscano FrayÍñigo de Mendoza (1430-1490), en el poema In Nativi-

la columna de flagelación,rodeado de los instrumentosde pasión, triunfante de lamuerte y del pecado, culmi-nando el suplicio de la pasiónen su muerte y resurrección.En este contexto, dondesurge la imagen del Niños Je-sús crucificado, cuyo estudioy análisis debería contextua-lizarse asimismo en el cultoal Divino Infante tan genera-lizado durante el Barroco(1600-1750).

HORIZONTE PASCUAL QUEILUMINA EL NACIMIENTO

Las narraciones evangéli-cas del nacimiento de Jesúsrecogen elementos que nosanticipan el modo de su exis-tencia pudiendo establecerciertos paralelismos con sudesenlace: nacimiento en losmárgenes de la ciudad de Be-lén y muerte fuera de la mu-ralla de la ciudad de Jerusa-lén; recibido por los pastores,los últimos y excluidos, acu-sado de dejarse acompañarde publicanos y pecadores;perseguido por Herodes ensu nacimiento, desechado ycondenado por Herodes y Pi-lato; sin sitio para nacer, sinlugar donde reclinar la ca-beza. Así ya la narraciónevangélica del origen es unreflejo de su modo de exis-tencia, de su modo de hacer

tate Christi y en las Coplas aldestierro de Nuestro Señorpara Egipto (1508) de frayAmbrosio Montesino. Estasobras sentaron las bases paraque, ya en el período ba-rroco, dramaturgos comoCalderón de la Barca o Lopede Vega introdujeran a unNiño Jesús pasionario en susautos sacramentales y poe-mas. Así, gracias a la difusiónde los grabados, a los sermo-nes y los textos que los apo-yaban y a la propia proclivi-dad del público, en 1699 frayJosé Monteys nos informaque en 1699, “se pinta muchas veces al Jesús Niñosobre la cruz, ya vestido, yadesnudo, ya dormido, ya des-pierto, sirviéndole unas vecesde cuna, puesta en tierra;otras como de almohada yarrimo en los brazos de la Vir-gen”. En otras representacio-nes de la Sagrada Familiaaparecerán también signosque evocan su pasión. Tam-bién servirán de inspiraciónlos modelos paganos de Erosdormido o la referencia a larealidad de la vanidad de laexistencia que “Nascendomorimur”. En la pintura espa-ñola son numerosos los Ni-ños Jesús dormidos sobre lacruz de Murillo y dentro de laescultura barroca la escuelacastellana y andaluza poseenumerosas obras. Así encon-tramos imágenes del NiñoJesús llevando la cruz a cues-tas (por ejemplo de AlonsoCano) acompañado, en oca-siones de un cordero, comosímbolo del alma piadosa,que puede llevar algún ins-trumento de pasión , comoindicador de que ella tambiénha de sufrir, portando ademásun cesto con los clavos, mar-tillo y tenazas empleados ensu crucifixión. Suele aparecersosteniendo la cruz o abra-zándola, dormido sobre ella,mostrando la corona de es-pinas, con una espina clavadaen una de sus manos, con


332 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

presente el Reinado de Diosdesde los pequeños y los úl-timos. Por ellos estás repre-sentaciones artísticas en suintención son una prolonga-ción creativa del Jesús evan-gélico que afirma vivir y ali-mentarse de la voluntad delPadre (cf. Jn 4,34), disponerde su cuerpo como lugar dereconciliación y paz (Heb10,8-10), de su reposar en elseno de Padre, caminar haciasu “hora” y alimentarse de suquerer. Su pobreza y debili-dad suscitando la ternura y lacompasión nos permite ha-cernos como niños recono-ciendo en ellas la arriesgadamisericordia y vulnerabilidadque Dios en Él asume al serpartícipe del drama de la his-toria humana: “semejante entodo a nosotros” (Hb 4,15) ysostenido por el Padre parahacer de su existencia “res-cate” por todos (Mc 10,45)

Muchas de las represen-taciones pueden ser vistascomo manifestación del en-trelazado de encarnación,pasión y pascua. Tendido so-bre la cruz muestra el amordel Padre a la humanidad ne-cesitada de perdón y de mi-sericordia; se reconoce encamino hacia la “hora de laglorificación, hora del Padre”(Jn 17,5s); el abandono al “divino querer” convierte eltrance doloroso de la muerteinjusta en realización de lanueva y definitiva Alianza deDios con la humanidad queno se reservó a su Hijo sinoque lo entregó como comu-nión y vida (Rm 8,32). La cruzse hace aquí lecho y senomaterno-paterno que lo en-gendra no solo como el Hijoen humanidad sino en Her-mano, Señor y Salvador puesse hizo uno como nosotrospara hacernos renacer en El.Tomó lo nuestro pararegalarnos lo suyo.

❚ JOSÉ LUIS QUINTEROSÁNCHEZ, C.P.

La “Belleza” del Crucificado

“Dios, nuestro Salvador, hizo aparecer su misericordia ysu amor por los hombres. Demos gracias a Dios, pues por élabunda nuestro consuelo en esta nuestra peregrinación, eneste nuestro destierro, en esta vida tan llena aún de miserias.Antes de que apareciera la humanidad de nuestro Salvador,la misericordia de Dios estaba oculta; existía ya, sin duda,desde el principio, pues la misericordia del Señor es eterna,pero al hombre le era imposible conocer su magnitud. Yahabía sido prometida, pero el mundo aún no la había expe-rimentado y por esoeran muchos los queno creían en ella.

Ahora, por tanto,nuestra paz no esprometida, sino en-viada; no es diferida,sino concedida; no esprofetizada, sino reali-zada: el Padre ha en-viado a la tierra algoasí como un sacolleno de misericordia;un saco, diría, que seromperá en la pasión, para que se derrame aquel precio denuestro rescate, que él contiene; un saco que, si bien es pe-queño, está ya totalmente lleno. En efecto, un niño se nos hadado, pero en este niño habita toda la plenitud de la divinidad.Esta plenitud de la divinidad se nos dio después que hubo lle-gado la plenitud de los tiempos. Vino en la carne para mos-trarse a los que eran de carne y, de este modo, bajo los velosde la humanidad, fue conocida la misericordia divina; pues,cuando fue conocida la humanidad de Dios, ya no pudo que-dar oculta su misericordia. ¿En qué podía manifestar mejor elSeñor su amor a los hombres sino asumiendo nuestra propiacarne? Pues fue precisamente nuestra carne la que asumió, yno aquella carne de Adán que antes de la culpa era inocente.

¿Qué cosa manifiesta tanto la misericordia de Dios comoel hecho de haber asumido nuestra miseria? ¿Qué amorpuede ser más grande que el del Verbo de Dios, que por no-sotros se ha hecho como la hierba débil del campo? Señor,¿qué es el hombre para que le des importancia, para que teocupes de él? Que comprenda, pues, el hombre hasta quépunto Dios cuida de él; que reflexione sobre lo que Diospiensa y siente de él. No te preguntes ya, oh hombre, por quétienes que sufrir tú; pregúntate más bien por qué sufrió él. Delo que quiso sufrir por ti puedes deducir lo mucho que te es-tima; a través de su humanidad se te manifiesta el gran amorque tiene para contigo. Cuanto menor se hizo en su humani-dad, tanto mayor se mostró en el amor que te tiene, y cuantomás se anonadó por nosotros, tanto más digno es de nuestroamor. Dios, nuestro Salvador —dice el Apóstol—, hizo aparecersu misericordia y su amor por los hombres. ¡Qué grande y quémanifiesta es esta misericordia y este amor de Dios a los hom-bres! Nos ha dado una grande prueba de su amor al quererque el nombre de Dios fuera añadido al título de hombre”.

De los Sermones de san Bernardo, abad(Sermón I En la Epifanía del Señor)



Desde Roma

El Papa Francisco y las entrevistas:por qué las concede y su fórmula

Ahora hagan sus preguntas es el títulodel nuevo libro del jesuita Antonio Spa-daro, que prologa el jesuita Papa Fran-cisco. En él, el Santo Padre explica porqué concede entrevistas y responde a laspreguntas de los periodistas aunque sesienta «vulnerable». Sin embargo, hay unaimportante razón de fondo que motivaque Francisco lo haga: «Las entrevistaspara mí tienen siempre un valor pastoral.Si no tuviera esta confianza, no conce-dería entrevistas, para mí está claro. Esuna manera de comunicación de mi mi-nisterio».

El nuevo libro del director de la revistajesuita La Civiltá Cattolica, recopila unaserie de entrevistas y conferencias deprensa realizadas en su mayoría durantelos vuelos papales.

En el prólogo, el Papa explica que este«valor pastoral» que tienen sus declara-ciones a los periodistas le ha hecho cam-biar de actitud frente a los profesionalesde la comunicación.

Como arzobispo de Buenos Aires, ase-gura que no concedía entrevistas por va-rios factores. En primer lugar, Franciscose define a sí mismo como «descarado»y, al mismo tiempo, como «un poco tí-mido». A esto se suma que «tenía un poco

de temor de los periodistas, pensaba quepodían meterme en dificultades y por esono daba entrevistas». No obstante, aun-que confiesa que el miedo por resultar«malinterpretado» sigue ahí, asegura queaún quiere correr «ese riesgo pastoral».

El Pontífice explica por qué no se pre-para las respuestas: «A veces recibo laspreguntas por anticipado, pero casi nuncalas leo y las pienso luego. Simplementeno me viene nada a la mente. Otras veces,en el avión, imagino las preguntas quepodrían hacerme. Pero para respondernecesito encontrar a las personas y mi-rarlas a los ojos». Y revela su fórmula parallegar a las personas: «Responder demodo espontáneo, en una conversaciónque quiero que sea comprensible, y nocon fórmulas rígidas. Uso un lenguajesimple, popular». El Papa resalta que paradar respuestas eficaces siempre reza alEspíritu Santo y reconoce que ni debeperder «la prudencia», ni tampoco «laconfianza», aunque exponerse le puedavolver «vulnerable».

❚ ÁNGELES CONDE

CORRESPONSAL DE LA REVISTA

ECCLESIA EN ROMA

(TOMADO DE LA REVISTA ECCLESIA)


334 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Familia y vida

A modo de parábola

Vivía en la tierra un ar-tista que tenía el don dever la belleza.

Esta habilidad maravillabaa la gente. Los demás mira-ban lo mismo que él, perono eran capaces de descu-brir la hermosura que se en-cerraba en lo que veían,hasta que él lo plasmaba enun perfecto cuadro.

Un día, el pintor reflejóuna gota de rocío sobreuna delicada hierbecilla.

Era, simplemente unagota de agua brillando bajoel sol, pero parecía estardiciendo: Soy una gota enla infinitud del amor, poreso, cuando la luz del solse refleja en mí, la paz y labelleza de la Tierra resplan-decen en el espejo de miternura. De ahí que al verlo,el artista quedó tan fasci-nado que fue capaz deplasmar, lo más bello de lapresencia de Dios.

Y fue en ese momento…cuando, sin ser conscientede ello, estaba plasmandola hermosura de la Luz deDios, iluminando a cada serhumano manifestado en sucreación.

Algo grande había su-cedido. Pero hecho de unamanera tan sencilla que,solamente los que teníanel alma grande –como ladel artista–, eran capacesde descubrirlo.

ten heridas –en el seno dela familia– por falta deatención, por falta de es-cucha, por falta de sentirel amor de los suyos…, in-capaces de verse elegidaspara ser plasmadas en el“bello cuadro”, porque eltrato recibido va haciendoque perdure en su menteel concepto de que nadieapostará ni creerá en ellas.

La familia,una obra de arte

Necesitan descubrir lasorpresa de que han sidoelegidas por “el Artista”para realizar su obra, queel “artista” –que es su fa-milia– cuenta con ellas yque contrariamente a loque pensaban, los ojos delos suyos se han posadoen ellas.

Que ni las múltiples ho-ras de trabajo, ni las difi-cultades que han surgido,ni los desacuerdos en elacontecer de la conviven-cia… han podido romper elamor. Y que, sorprenden-temente, –al concluir elpintor su obra– han sidolos primeros asombradosde contemplarse plasma-dos en tan bella creación.Más, puede ser que si-guiendo con su fardo acuestas exclamen: ¡Ese nopuedo ser yo! ¡Es imposi-ble! Mientras “el pintor”sonriendo les irá mos-

La belleza de LA NAVIDAD

Más ¿qué era aquellotan sublime? Era: la esen-cia, la grandeza y la infini-tud de Dios… apareciendoentre nosotros para hacer-nos percibir: su amor, suternura y su delicadeza in-finitas. (Está inspirado enun relato que escuchéhace tiempo y me ha pa-recido idóneo adaptarlopara este momento).

Familias heridas

Quedé fascinada de loque escuchaba. Este ar-tista tenía que ser unapersona enamorada pa-ra poder observar tanta belleza. ¡Qué importante sería que todo esto se pu-diese adecuar a la familia!–me dije–.

Eché un vistazo a la fa-milia del momento pre-sente y enseguida la vicomo encerrada en unmundo irreal que, en lamayoría de los casos haido creando ella misma,siendo incapaz de encon-trar la belleza y la armoníaplasmadas en el lienzo de las vidas de sus miem-bros, necesitando así una persona de alma grande –como la del artista– quelograra mostrarles, con susutileza, la grandeza quese oculta en el fondo deellos mismos.

Es triste comprobarcuantas personas se sien-



trando con alegría, todoese tesoro que ocultaba suinterior y que por estar ce-rradas en ellas mismas nohabían sido capaces dedescubrir.

Por sorprendente queparezca, esto no es retó-rica. Esto tiene que afloraren nuestra vida.

Va a llegar la Navidad,tenemos que ser cons-cientes de que eso mismonos pasará, si somos ca-paces de dejar atrás nues-tras desavenencias y dife-rencias, para llegar hastael Niño de Belén que vienea salvarnos. Él, como elGran Pintor, es capaz dever el interior de cada per-sona: su grandeza, su her-mosura, su grandiosidad yde prestarnos sus ojospara que nosotros tambiénpodamos verlo.

La familia, anteel portal de Belén

Por eso, os invito a en-trar en la Cueva de Belén,no nos importe el que paraello haya que agacharse,postrémonos ante el Pese-bre, para encontrar a eseSer que encierra la Vida,ese Niño que mira con ojosasombrados… Quedaremosadmirados al ver que, el te-mor a la soledad desapare-cerá, el miedo al silencio seanulará, los planteamientosde vida que existían antesde llegar se verán trastoca-dos… y sólo quedará laesencia de lo que somos.

Después, cerremos losojos y contemplemos nues-tra vida familiar. Veamosque, la incipiente vida delrecién nacido, nos gritaque todo proceso exige

tiempo. Que tanta bellezano se improvisa, ni secompra con dinero, ni seconsigue con alto estatussocial… Sino que todo co-mienza con una palabrasilenciosa, con una miradadigna, con un apoyo in-condicional…

No pongamos impedi-mentos para salir de nues-tra inercia… Aprendamosde su fragilidad, que hayrealidades que para con-seguirlas, no se necesitapoder ni fuerza, sino ter-nura, sosiego y donación.

Os deseo a todas lasfamilias que la Ter-nura de Dios pre-sida vuestra NAVI-DAD.

❚ JULIA MERODIO [email protected] / Madrid


a decirle al Señor que nosabemos orar. Cayendo enla cuenta de que el discí-

MAESTRO, ENSÉÑANOSA ORAR

Aquí tienes la pequeña ygrande historia de la ora-ción del Padrenuestro, quees nuestra propia historia.Nuestra oración cristianade cada día. Y aquí tienes elmejor motivo para pedirletambién nosotros a Jesúsque nos enseñe a orar.

Jesús habla a todos delReino de Dios que viene.Pero enseña a hablar conDios como se habla con elmejor de los amigos, y aquien le pide que nos en-señe a orar como solía ha-cerlo él.

Pues, qué buena estambién para ti, y para mí,esa confianza que nos lleva

336 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

El evangelio cada día

Padre nuestro, Padre de todos

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de susdiscípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos”.

Y él les dijo: Cuando oréis, decid: “Padre, santificado se tu nombre, venga tu reino,danos cada día nuestro pan, perdónanos nuestro pecados, porque tambiénnosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en latentación”.

Y les dijo: Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la media nochepara decirle: “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido deviaje y no tengo nada para ofrecerle”. Y desde dentro el otro le responde: “

No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; nopuedo levantarme para dártelos”.

Si el otro sigue insistiendo, yo os digo que, si no se levanta y se los da por seramigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.

Pues así os digo a vosotros: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se osabrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla y al que llama se le abre.

¿Qué padre entre vosotros, cuando el híjole pide pan, le dará una piedra? ¿O sile pide un pez, le dará una serpiente?

Si vosotros pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?”

Lucas 11,1-13


Qué noticia tan gozosapara nosotros, el saberque nos convertimos enhijos de Dios cuando re-zamos como discípulosde su Hijo primogénito. Y cuando le pedimos conJesús que “venga tu Rei-no”. Es decir, que Dios seareconocido entre los hom-bres como Padre nuestro,como Padre que quierereinar en el corazón y enla vida de todos sus hijos.

La eficacia de la ora-ción de los hijos de estePadre depende, por en-cima de todo, de la con-fianza filial que pongamosen él. Lo más importanteno es lo que podamospedir, ni cuánto podamospedir, sino la relación pa-terna y filial que su mismoEspíritu hace surgir ennuestros corazones.

Qué maravilla de con-suelo y de ternura, son paranosotros aquellas palabrasdel apóstol Pablo, cuandonos asegura que el Espíritufilial se une a nuestro propioespíritu, para decirle con élal Padre “Abba-Padre que-rido-Papá del cielo”.

Y si nos sabemos hijos,no tendremos reparo enpedirle todo lo que él, antesque nosotros mismos, sabeque tanto necesitamos.Pobres, muy pobres en supresencia, pero sobre todohijos muy queridos para él.

Pues, gracias de todocorazón, porque cada díapodemos vivir en comuni-cación contigo. Dios Padre,ayúdanos a ser y a vivirsiempre como hijostuyos muy queridos.

❚ ANTONIO SAN JUAN


pulo que se lo pidió porvez primera, era uno de losque tuvo la suerte de se-guir y de vivir en compañíade Jesús. Esto es lo que nopodemos entonces olvi-dar: que todo el que deseeque Jesús sea su maestrode oración, tiene que con-tar asimismo con vivir ensu compañía.

¿No crees que es ver-dad que quien vive lejosde Jesús; el que no buscatiempo para estar con él yescucharle, nunca podráaprender a hablar conDios Padre a su manera?

Además de discípulosde Jesús, hoy tenemosque pedirle la gracia desentirnos hijos muy queri-dos por Dios Padre. Sóloasí aprenderemos a hablarcon él, como un amigohabla con su mejor amigo;como un hijo puede hablarcon el mejor de los padres.

ORAR, LA MEJOR TAREADE LOS HIJOS DE DIOS

Entendiendo la oraciónsobre todo como sabersehijos con Jesús: el que nosha asegurado que todoscontamos con un Padreque es Dios. Y que nospueden faltar muchascosas en la vida, pero noasí el Todo de nuestra vida,que es un Padre quequiere apasionadamente alos que acuden a él conJesús y como lo hacíaJesús.


338 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Confieso que este títuloaplicado a María siempreme gustó. La tristeza nosinvade y la sombra de Caínnos cerca de temores yangustias.

Nos cuenta Emerson,filósofo americano, unviaje en autobús. Cansado,malhumorado subió a unasmático autobús provin-ciano. Dentro, una docenade pasajeros, ajenos alpaisaje y al tiempo, dormi-taban bañados en sudor...cuando, he aquí, que enuna de las paradas subióuna mujer joven con suhijo, una linda criatura, derubios cabellos y de ojoscomo el azul del mar. Lassonrisas, las sonoras car-cajadas, las ingenuas pre-guntas despertaron a losadormilados pasajeros. Lamirada de todos se dirigióa la madre y al niño... y elviaje se convirtió en unafiesta.

Hace millones de añosel autobús llamado tierracorría con millones de via-jeros, presos de aburri-miento y de tedio...cuando un día subió a éluna madre joven soste-niendo en el regazo a suhijo. Y desde aquel día, laMadre y el Hijo viajan connosotros y alientan a losque se cansan en la luchade la vida.

Eva, la madre de los vi-vientes, nos vistió de luto alperder el paraíso, peroMaría, la madre de los cre-yentes, nos regaló a su Hijo,fuente de toda felicidad y trocó las lágrimas en alegría. Desde entoncesprecede y acompaña alpueblo de Dios sembrandoalegrías. Presenta a su Hijo

a los pastores betlemitas,que serán los primeros pre-goneros de la alegría “paratodo el pueblo”; lo adoranlos Magos de Oriente, quemarcharán por otro ca-mino, mensajeros de otraalegría más grande que losdones ofrecidos. Y Maríagrávida de Dios, salta comouna gacela por las monta-ñas hacia Ain Karim y con-tagia de alegría a Juan,que inaugura el NuevoTestamento pataleandogozoso en el seno de laestéril Isabel.

La alegría de María noes de este mundo. No sealegró de su maternidadhumana, sino de ser lamadre de Dios. No detener un hijo, sino de queese hijo sea hijo de Dios.

María,causadenuestraalegría



La alegría presta alas alcorazón, ahuyenda temo-res, suaviza las aristas de lavida. La tristeza es un avede mal agüero, que nosronda para cubrir nuestros

sueños e ilusiones de ne-gros crespones. Teresa deJesús, la monja más alegre,tenía una letanía original:“De santos tristes y encapo-tados, líbranos Señor”.

¿Quien dijoque el “Cristianis-mo es una eternafiesta”? Nos he-mos instalado enel Calvario y ba-jamos, no espe-rando la luz de lapascua gozosa,sino pregonandotristezas comoagoreros de des-gracias. Y yo pre-gunto ¿Por quéte agitas como elmar azotado por

Virgen“de la alegría”en la catedralde Constancia(Alemania).

fuertes borrascas? Aprendede María a sonreír. Es Madrede la Iglesia –de santos ypecadores– y Dios hapuesto en ella toda la ter-nura capaz de alegrar tucorazón inquieto. Sólo ellabarruntó que la tristeza enla boda de unos mucha-chos podía empañar su ale-gría por la falta de vino. Y asu ruego cundió el vino...y la alegría. Llena la tinajade tu corazón, confiandoen ella, y el agua de tuspenas se tornará en alegría.María llegó a un mundotriste y aburrido y entró enél por la casi olvidada puer-ta de la alegría y nos enseñóla alegría de vivir. Dice unproverbio oriental: “Quienno sabe sonreír que noabra una tienda”.

❚ RAFAEL REY

GORDILLO, O.C.D.MADRID

¡Muy feliz Navidaden este año 2017!El director, la redacción

y administración

de nuestra revista y su revista “Pasionario”

desea a todos sus corresponsales, redactores

y suscriptores una navidad muy feliz,

con mucha paz y salud como el mejor regalo

del Dios Niño de Belén de María y de José.


340 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

El mismo Cristo nos invitaa rezar permanentemen-

te: «Velad y orad, para queno caigáis en tentación. Elespíritu está dispuesto, perola carne es débil» (Mc 14,38).

Hoy, la oración constituyeun problema tanto en su de-finición como en su práctica¡Ya no se reza! Ya no se saberezar; incluso se diría que nisiquiera se sabe si hay querezar, cómo se reza, qué cosaes rezar y qué sentido tienela oración.

Desde hace mucho tiem-po hemos aceptado la vulgarfórmula que dice: “rezar eshablar con Dios”. Antigua-mente, los que no rezabaneran los ateos y los cristianosdesengañados por la inefi-cacia de sus oraciones.

LA ORACIÓNNO ES UNLISTADO DENECESIDADES

Primero de-beríamos en-tender que laoración no esun listado deneces idadesque relaciona-mos cual listade la comprapara el super-mercado y quepresentamos aDios, pues élsabe mejor quenosotros lo quenecesitamos;tampoco setrata de obte-ner de Dios fa-vores, puestoque él deseamás que nadielo que nos

conviene. Entonces cómo ypara qué rezar.

Rezar es tener a Dioscomo interlocutor, dejar depensar en lo que le pido parano pensar más que en Aquela quien se lo pido: y ya notengo más que decirle, nique pedirle. Cuando decimos“Padre nuestro” lo único quepodemos hacer es callarnosy confiar con una actitud deapertura total. El propio Cris-to, en sus oraciones, no hacemás que esbozar una peti-ción, para anularla a conti-nuación con una aceptaciónamorosa. “Padre, que no sehaga mi voluntad, sino latuya...” (Lc 22,42).

Rezar es pensar en Dioscon cariño, lo que convierte

a la oración, en un soliloquioamoroso en el que todo co-rre de nuestra cuenta. Pero.¿Qué valor tendría ese Diosque se deja amar e invocarsin responder? Dios no esobjeto de mi actividad o demi búsqueda; es su causa,su principio, su motor. Poreso la “contemplación” a se-cas, no es cristiana: el cris-tianismo es participación, yla oración es el momentoen que tomamos fuerzas deeste dinamismo divino quese nos ofrece.

REZAR ES TAMBIÉN...

Rezar es escuchar a Diosque nos habla. Hay que re-conocer, que en la oración,es siempre el hombre el quehabla. Alguien podrá decirque Dios nos ha hablado através de las Escrituras, sí,pero esas palabras escritaso pronunciadas están vacíasy muertas hasta que no nosponemos en comunicacióncon aquel mismo espírituque las inspiró entonces yque ahora nos toca a noso-tros vivificar de nuevo. Diosse calla, pero el silencio deDios está lleno, es rico yabundante. Si sabemos es-cuchar, sacaremos fuerzaspara fertilizarlo y obtener elciento por uno.

Rezar es intentar decirsedelante de Dios lo que Élnos diría si hablase. Es escu-char profundamente para ha-blar exactamente o callarseacertadamente. Es disponer-se a una inspiración, hacersedisponible para Aquel queno deja nunca de interpe-larnos. Se trata solamente de

Desde la otra orilla

Rezar en tiempos modernos



tomar debidamente concien-cia de lo que Dios nos inspiraa través de los sucesos, através de los demás, a travésde nuestras aspiraciones.

Yo creo que orar no esactuar sobre Dios o sobrelos acontecimientos, modi-ficando la voluntad de Diossobre nosotros; otra cosa esque la oración pueda influirdirectamente sobre las per-sonas o sobre las cosas. Locierto es que la oración noscambia y que nosotros so-mos los responsables decambiar el mundo.

La oración nos pone encontacto con Dios, con

nos de que tenemos un Pa-dre, recordar que lo que lepedimos ya nos lo ha dado,que Dios nos lo presentamucho más sincera y fiel-mente de como nosotros lodeseamos.

La verdadera, la única ora-ción cristiana es la que seasemeja a la de Cristo: nouna oración de pedigüeños,sino una oración de hijos, lle-na de confianza y seguridad:«¡Padre, ya sé que siempreme escuchas!»; «¡Padre, yasé que todo lo tuyo es mío!».

Orar es “hablar con elMaestro, con el Amigo”. Saberque le hablo y Él me escucha.Dios escucha siempre, solohace falta que estemos dis-puestos con un corazónabierto para escuchar sumensaje. Se trata de presen-tarse ante Dios tal como unoes y tal como uno está, y re-conociendo nuestras caren-cias, decir con humildad: “Se-ñor, que te vea”, “Señor, abremis oídos”, “Señor, que sientatu presencia”.

Nuestra religión cristiana,la verdadera, es la de las co-sas que Dios ha hecho pornosotros, la de las cosasgrandes y maravillo-sas que él ha hechoen la pobreza y desdela pequeñez.

❚ GREGORIO SANTOS ZAYAS

BARCELONA

nuestras fuerzas más pro-fundas y con nuestros re-cursos más poderosos: setrata de la inspiración crea-dora del Espíritu «capaz derenovar incesantemente lafaz de la tierra».

No es que Dios cambieen la oración; es solamenteel hombre el que se abre fi-nalmente a la solicitaciónconstante de Dios, estable-ciendo entre él y el mundo,entre él y los demás, una re-lación de armonía y de efi-cacia que ignoran los queno rezan.

ORAR, SIEMPREIMPRESCINDIBLE

Es necesariorezar y rezar con-tinuamente; perola resistencia quehay que vencer noes la de Dios endar, sino la delhombre en recibir.La oración es esemomento en queescuchamos aDios para cambiarel mundo y a loshombres, por losque él sufre mu-cho más que no-sotros.

Rezar es sen-cillamente tomarconciencia del donde Dios, acordar-

Amigo suscriptor lector de nuestra revista “Pasionario”. Ante todo, muchasgracias por vuestra fidelidad, por vuestras cartas, por vuestras sugerencias y a renglón seguido,algunas observaciones de orden práctico:Acuérdate de renovar tu suscripción a nuestra Revista, tu Revista, para el próximo año.Solamente 14 euros.Además: seguimos necesitando tu colaboración. ¿cómo?Procura una nueva suscripción tu Revista para el próximo año 2018. Este es el momento. Será un regalopráctico y duradero para un familiar, para un amigo con ocasión de la próxima Navidad.

¡Muchas gracias!


342 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Plegarias e ideas


Encuentros al atardecer

Buenas tardes, noches...Y me presento... Per-

dón, os presento... a D.Manuel Villa Ramírez, “uncura singular”, de Valla-dolid. A sus 86 años, noha celebrado aún sus “bo-das de plata”, sus 25 añosde sacerdocio. Por eso esun tanto singular. Pero loes más aún por otros mo-tivos y circunstancias.

–Cuéntanos tú, Manuel.–Bien. Yo me considero

un cura normalito. Perosingular, como tú dices,porque tengo cuatro hijos,veintiocho nietos, doce biz-nietos..., y sigo en plenaactividad pastoral.

–Es decir, un cura quefue casado, y con nume-rosa descendencia.

–Así es. Dios ha sidosiempre grande conmigoy su paternal Providenciame ha llevado, por caminosdiversos hacia la meta deun sacerdocio que sigo va-lorando, celebrando y gas-tando cada día más. Yo diríaque con entusiasmo y ena-moramiento de juventud.¡A mis ochenta y seis años!

–Una vida por demásinteresante y alecciona-dora la tuya. Te seguimosescuchando. Cuéntanos...

–Yo nací en Alaejos, unpueblecito cercano a Va-lladolid. Mis padres, pro-fundamente creyentes ypracticantes. Por circuns-tancias diversas, al año de

me puso a trabajar con él,como viajante, en la Em-presa Reinols. En mi trabajoen esta Empresa me fuemuy bien, pero yo seguícon mi vida y juventud alo-cada, cómoda y fácil. Lle-gaba muy tarde a casa,como por sistema. Mi pa-dre me lo toleraba, si bienalgunas veces me obligó adormir en la escalera. En-tonces mi madre, a ocultas,aliviaba mis pesares. Así,por largos años, renegando

Manuel Villa Ramírez, un cura singular

344 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

nacer yo, mi familia se tras-ladó a Valladolid. Y en Va-lladolid ya toda mi vida.

–Tú, Manuel, eres “uncura mayor”. Cuéntanossobre tu juventud.

–Tú me has dado ya laclave. Yo diría que es elcontraste. Mi familia cre-yente y practicante, peroyo, desestructurado. Mi pa-dre, me procuró estudiosen los mejores colegios deValladolid, pero yo, ni caso.Al fin, mi padre desistió y

El cura Don Manuel con Mons. Ricardo Blázquez,arzobispo de Valladolid.



siempre de creyentes ypracticantes.

–¿Y contrajiste matri-monio?

–Sí. A mis 19 años co-nocí a Aurora, mi mujer.No tengo reparo en afirmarque me casé con ella porinterés más que por ver-dadero amor. Fuimos, poraños, un matrimonio enpermanentes conflictos.Con todo, estoy conven-cido de que ya entoncesel Señor tenía reservadospara nosotros caminos ydestinos nuevos, hacia loscuales Él nos iba condu-ciendo con amor de Padre.Providencialmente, cono-cimos y fuimos llevados al“Camino neocatecumenal”,el Camino de Kiko Argüello.Aquellas catequesis largas,aquellas reflexiones y co-mentarios bíblicos, aquellasEucaristías prolongadas,aquel CREDO proclamado,vivenciado..., cambiarontotalmente nuestras vidas.Ella murió prematuramen-te. Permanecimos casadoscuarenta y seis años. Frutode nuestro matrimoniofueron los cuatro hijos. Deellos, y de mis 12 nietos y28 biznietos, me siento hoymuy orgulloso.

–Hasta que un día...?–Sí. Muerta ya mi mujer,

se dio otro cambio radicalen mi vida... Recuerdo quemi madre le había pedidoa Dios que en la familiahubiera: un médico, un mi-litar y un sacerdote.

Se habían dado el mé-dico y el militar. Faltaba elcura. Ese vendría a ser yo.

Desde el “Camino” fuecreciendo en mí el ansiade servir fielmente a la Igle-sia. Desde mi camino neo-catecumenal, pero abiertosiempre a otros horizonteseclesiales. Hasta que un díame pregunté: “¿y por quéno sacerdote?” Acudí conmis inquietudes a mi Obis-po, Monseñor José Deli-cado Baeza, quien me aco-gió cordial y fraternalmente.Luego de larga conversa-ción, me lanzó la pregunta:“¿Y qué estudios tienes?”¡Ninguno, le respondí!

–”Entonces... no sé”, mecontestó.

–”Pero llevo ya seis añosen el Camino”, respondí yo.

–Entonces, ya está, mecontestó. Para el próximocurso, al Seminario.

¡De acuerdo!, le dije.–Y allí me tienes ya, yo

abuelo entre tanta juven-tud. Con ellos, los semi-naristas y sus formadores,pasé seis años de estudiosy formación previa al sa-

cerdocio, siempre con ilu-sión y alegría.

Ordenado primeramen-te de diácono, y luego sa-cerdote, llevo ya muchosaños ejerciendo el misteriocon el mismo celo, ilusióny alegría. Actualmente, es-toy a cargo, en el “Camino”,de cuatro Comunidades,con actividades múltiplese intensas en cada una.ADEMÁS DE OTRAS AYU-DAS MINISTERIALES EN AL-GUNAS PARROQUIAS, ETC.

–A lo largo de tu vidalarga, y de tu ministerio,Manuel, habrás tenidocontactos con gentes detoda condición, que quizápodríamos también des-tacar aquí.

–Sí. ¡Serían tantos! Tepuntualizo algunos:

Monseñor DelicadoBaeza, pastor bueno, queme acogió con sus brazosbien abiertos, me abrió laspuertas del seminario yme orientó hacia el sa-cerdocio.


346 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Monseñor Ricardo Bláz-quez, Cardenal Arzobispode Valladolid, mi Obispo,con quien he tenido y sigoteniendo una amistad sa-cerdotal profunda, sincera,yo diría que casi fraterna.

El padre Ángel, el pordemás conocido patroci-nador de tantas causas enfavor de los más necesita-dos y desheredados. El Pa-dre Ángel fue el iniciadordel “Día y fiesta de losAbuelos”. En aquella oca-sión, contactó conmigo ycon otros siete “curasabuelos” de toda España,contacto que seguimosmanteniendo.

Miguel Induraín, nues-tro gran ciclista, vencedorcinco veces del Tour. Fui-mos, y seguimos siendo,amigos entrañables. Nosconocimos trabajando losdos en la misma EmpresaReinols. Hemos compar-tido mucho, y nos segui-mos viendo.

Me complace recordarque fui también amigo deLina Morgan, la gran actrizdel espectáculo popular.Fui amigo, al tiempo quetestigo, en múltiples oca-siones, de sus “desprendi-mientos” a favor de gentehumilde, desfavorecida.

–Ya para terminar, Ma-nuel, nuestro encuentrolargo y cordial: a raíz detu ordenación sacerdotal,¿cómo ha sido tu relacióncon tus hijos, con los nie-tos...?

–Muy buena, y siemprecomprensiva por ambaspartes. He ejercido paracon todos como familiar ycomo sacerdote. Me hacorrespondido celebrar ypresidir los funerales de mispadres y de un hermano.Y, todavía diácono, el fu-neral de mi esposa. He bau-tizado e impartido primerascomuniones a mis nietosy biznietos. Al respecto, ycomo anécdota, te cuento:en cierta ocasión, al señorArzobispo le preguntó auno de mis nietos: “¿Y tú,te confiesas con el abuelo?Claro, contestó el niño. Esque mi abuelo, cuando seviste de esas vestidurasblancas, ya es Jesucristo”.

Intuición del pequeño.Motivo de alegría, entreotros innumerables, parael abuelo cura.

–Gracias, muchas gra-cias, Manuel. Que sigas así,con mente clara y opti-mismo de cura joven, pormuchos años más.

¡Hasta pronto!

ENTREVISTÓ

❚ MIGUEL GONZÁLEZ, C.P.



Orar para ser

Pecados de omisiónEs pecado de omisión, dejar de

hacer lo bueno que debemos hacer.Cuando Jesucristo nos dice “lo quecon los demás hacéis, conmigo lohacéis” es igual a decir, lo bueno quecon los demás dejasteis de hacer,conmigo dejasteis de hacerlo.

Esta materia no se nota en las con-versaciones de moral o de conciencia.Se sigue escuchando: “yo ni robo nimato”, ... y otros “yo no hago daño anadie”, ... Lo dudo, pero aunque asífuera, si no haces el bien que Diosquiere, podemos estar inmersos enese pecado de omisión, tan gravecomo el de acción.

Ejemplo: si conoces o sospechasde un pederasta, ¿lo denuncias?... o¿pasas de largo?, ¿crees que te puedecomplicar? ... Pues si no lo haces esuna clara omisión y grave.

Eres joven, manejas internet, ¿sa-bes como aumenta el negocio depornografía infantil?... Si tienes formasde información y no lo denuncias co-laboras con esta lacra de escándalo,grave omisión.

Si no ponemos en alerta a lospadres de hijos que se inician en lasdrogas, de la clase que sea, es pecado de omisión, no vale decir después de verloenganchado, “yo lo sabía, se veía venir”, pero no hiciste lo posible por evitarlo ymenos por denunciar a traficantes, etc.

Sería una lista interminable de cuánto podemos hacer por los demás, evitandolas guerras en las familias, aconsejando a jóvenes, animando a depresivos, visitandoenfermos, escuchando las crisis, etc., etc. escribiendo a los presos; todo el mundomendiga amor, pero si no te paras y tomas conciencia de cada caso, no lo ves, ycomo dice el refrán “ojos que no ven, corazón que no quiebra”. Tal vez por eso,abortan algunas mujeres, no ven a su hijo.

Y por último, el mayor amor que es llevarle a Jesucristo a los demás, para darlesentido a su vida y a toda cruz. Santa María, ora pro nobis.

❚ FERNANDO HOLGADO RETES

Formar a los jóvenes en el amor a la bondad,la rectitud, labor fundamental


la fiesta de la Misa de Gallo.El encuentro sería especialcon la acogida de un grupode gitanos que querían su-marse a la fiesta. Podía serun principio de algo impor-tante.

La Misa de Gallo, cantaday participada por el Coro Pa-rroquial, fue emotiva y so-lemne.

Esta vez, para motivar laadoración del Niño, recitéeste villancico que conservabadesde mis años de estudiantede teología:

Todos, en la iglesia, comolos pastores, adoraron al re-cién Nacido. Dieron un besoa la imagen del Niño Jesús ydepositaron en el cestillo sudonativo para los pobres.

Después de la misa, la fe-licitación efusiva y fraternal delos unos y los otros, mientras

brindábamos con una copade sidra o champán por elNiño recién nacido y por nues-tra Comunidad parroquial.

Cuando ya los adultos yfamilias con sus niños se ibana sus casas, el Grupo Juvenilse dirigió al Hogar Parroquialpara continuar su fiesta. Con

ellos iban las responsablesdel Grupo Juvenil, Encarna yElena junto al Grupo de jó-venes gitanos.

Me acerqué para saludar-les, y todo estaba en orden.Los Gitanos ya rasgaban susguitarras. Me retiré contentoa mi casa.

348 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

“Misión Madrid-Pan Bendito”. Las memorias de Don Hilario

La Navidad pone sobre latierra la ternura de Dios

hecho Niño. “Era la luz ver-dadera”, nos dice San Juanen el Prólogo de su Evangelio,“y la tiniebla no la recibió”.“Vino a su casa, y los suyosno la recibieron”. Es triste pen-sar que los hombres prefieranlas tinieblas a la luz.

Fue anunciado siglos antespor los profetas como Prín-cipe de la Paz, y los ángelesasí lo cantaron a los pastoresde Belén: “Gloria a Dios en elcielo, y en la tierra paz a los

hombres que Dios ama”. Estefue su gran anuncio, la buenanoticia que nos trajeron.

Pero, desgraciadamente,sigue la violencia y la guerra,el odio y el desamor.

En esta ocasión, comotodos los años, la ComunidadCristiana de Pan Bendito sepreparó para celebrar, go-zosamente, la Navidad. Esteaño el Grupo Juvenil queríaprolongar la celebración dela nochebuena en el HogarParroquial. Sería una veladaque prolongase la alegría y

Navidades R jas

Adoración a los hombresSobre la paz del portalse ha enternecido la noche.Porque has nacido, mi Niño,se deshojan como floressobre el portal las estrellas...

¿Y los hombres?Duérmete, Niño mío,duerme, no llores.Guiados por una estrellavendrán los hombres.

Junto a las olas en calmaestán soñando los montes.Porque has nacido, mi Niño,los angelitos cantoresrevuelan entre las palmas...

¿Y los hombres?Duérmete, Niño mío,duerme, no llores.Avisados por un ángelvendrán los hombres.

Para venir a adorarteel viento dejó los robles.Para venir a adorarteel viento corre que corre.Ya está llamando a la puerta...

¿Y los hombres?Duérmete, Niño mío,duerme, no llores,con el viento y por Orientevienen los hombres.

Como un corderito mudo,el silencio de la nocheviene a aprender de mis labiosla dulzura de tu nombre.Ya se arrodilla ante Ti...

¿Y los hombres?Calla, lucerito mío,¡Mira!, no llores:Despertando la campiñacon sus canciones,para dorarte hoy a Tillegan los hombres.


Canciones y mucha alegría.


No me había dormido,cuando llamaron a mi puerta.Unos muchachos venían ner-viosos a llamarme. Corrimosal Hogar. Uno de los jóvenesestaba sangrando. Las moni-toras trataban de curarle yvendarle el brazo. El Grupode gitanos había desapareci-do.

–Padre, con los gitanoses imposible.

–¿Qué pasó?Una Monitora explicó lo

sucedido:–El caso es que no sabe-

mos por qué ni cómo ha pa-sado. De pronto, por una ton-tería que dijeron por aquí, sealborotaron los gitanos. Unode ellos sacó la navaja e hirióen el brazo a Manolo. Al verla sangre, todos nos asusta-mos mucho.

Así se terminó la reunión.No estaban los ánimos paraproseguir el encuentro. Sobre

la mesa quedaba la sidra, elturrón y las pastas.

Ya en mi casa, como tam-poco podía dormir, me dedi-qué a escribir versos que titulé:Sangre en Nochebuena.

Reconozco que estabanimpregnados del pesimismoque me embargaba en aque-lla hora. Transcribo, simple-mente, las tres estrofas fi-nales:

La sangre enrojece la mano tendida,el hombre no quiere gozar del amorque trae Navidad. Navidades perdidas

por el loco intento de hacerse el señor.

Jesús en la cuna lloraba de frío,los hombres le han vuelto la espalda al nacer,

su llanto sonoro resbala en el ríode tanto odio y sangre del atardecer.

La paz anunciando, nació la mañana,pastores se citan en torno al portal.

¡Qué poco ha durado la rosa temprana,la risa del niño con voz de cristal.

Me acosté tarde, muy tar-de. Al levantarme recordé queera Navidad. Había que gozardel don de Dios. Nos amótanto que nos entregó a supropio Hijo. Y en mí brotó laalegría contagiosa que com-partí aquel día con la Comu-nidad Cristiana.

En la Noche Vieja declinéla invitación de salir a cenarcon una familia amiga, sa-

bedora de que estaba sólo,pues mis compañeros habíanido a pasar unos días con lafamilia. Preferí esa noche lasoledad y el silencio. Sóloante el Sagrario presenté losdramas y anhelos de las gen-tes de Pan Bendito.

A media noche tenía quecelebrar la Eucaristía con laComunidad de las Carmelitasde la Caridad, de la calle

Abrazo de paz fraternal. Feliz Navidad.

Gral. Ricardos. El ruido en-sordecedor de los petardosme volvió a la realidad demi barrio, oscuro y sucio.No habría un año nuevo paraél. Llovía, y yo iba por la calleCarcastillo, siguiendo el sen-dero.

❚ HILARIO PEÑA ROJO

MADRID


Es lo que se han pro-puesto llevar a cabo, conmucha alegría por cierto,veinticinco jóvenes denuestro Colegio San Ga-briel de Alcalá de Henaresel día que se confirmabancon mucho entusiasmo yoptimismo. Fue el viernes,29 de octubre.

La semilla venía germi-nando en ellos durantetres años. La sembrabanotros chicos y otras chicasmayores que ellos, perocon idéntico entusiasmo yalegría. Todo se pega. Por-que las Catequesis no sereducían a una serie de

preguntas y respuestasáridas y frías, como si deaprobar un examen cual-quiera se tratara. Lo cuen-tan ellos:

Hay que echar la vistaatrás para poder entendertodo lo que hemos apren-dido de Él y todo lo quehemos madurado. Co-menzamos siendo unoscríos a los que les costabaabrirse y ser capaces deexpresar sus emociones.

Poco a poco hemosconseguido abrirnos a Él,descubriéndonos tanto anosotros mismos como anuestros compañeros conquienes hemos compar-tido tanto, que ya sabe-mos que podemos contarlos unos con los otros paralo que sea. Así, con expe-riencias, hemos reforzadonuestra amistad llegando aser más que siempre “veci-nos de fe”.

350 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Enseñar lo aprendidoAsí, con experiencias, hemos reforzado

nuestra amistad llegando a ser másque siempre “vecinos de fe



cara de fiesta, como co-rrespondía a lo que está-bamos celebrando. DonFlorentino hablaba y son-reía a la vez. Preguntaba yaceptaba muy gustoso lasrespuestas de los confir-mandos. Seguramente adi-vinaba lo que ellos iban adecir después.

Después de esta increí-ble experiencia sabemosque Dios es nuestroviento y que nos va a em-pujar a seguir por este ca-mino. Sólo esperamosmantener esa llama viva yser capaces de enseñar loque hemos aprendido,transmitiendo tam-bién alegría y entu-siasmo.

❚ ALBERTO BUSTO

[email protected]

La ceremonia religiosatuvo lugar a las siete de latarde. No pudo presidirla elseñor Obispo, don JuanAntonio Reig Pla, a quienpor cierto ministerios epis-copales y tareas apostólicasno le faltan. Y me constaque sintió de verdad no po-der confirmar en la Fe a es-tos jóvenes del Colegio pa-sionista. Y lo ha dicho.¡Gracias, don Juan Antonio!

Hablan ellos, los confir-mandos: Entramos a la ca-pilla con mucha euforia, nospresentamos al señor Vica-rio, don Florentino Rueda, ytodo sucedió de forma rá-pida hasta que llegó el mo-

mento para el que nos llevá-bamos preparando durantetres años: recibir el Espíritude Dios y darle el sí defini-tivo, acompañados de nues-tros padrinos.

Era un placer contem-plar al señor Vicario con

Después de esta increíble experienciasabemos que Dios es nuestro viento y quenos va a empujar a seguir por este camino.

Sólo esperamosmantener esa

llama viva y sercapaces de enseñar

lo que hemosaprendido,

transmitiendotambién alegría y

entusiasmo.


El teatro es la vida de la actriz canaria Toni Acosta.

noció cuando ambos tra-bajaban en “Policias, en elcorazón de la calle”, y sonpadres de Nicolás (2004) yde Julia (2008). Sus hijosson la razón de sus vidas,ella lo expresa así: “Todoen mi vida es mejor siendomadre. Siento por mis hijosel amor de dar mi vida, esuna total conexión que tecambia por completo laexistencia hasta tal puntoque digo sí a un trabajo enfunción del tiempo que me

352 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Encuentros al caminar

Toni Acosta,ACTRIZ SOLIDARIA

Antonia Acosta León na-ció en La Orotava (Santa

Cruz de Tenerife), el 10 deabril de 1972, más conocidacomo Toni Acosta es unareconocida actriz, además,una madre solidaria con ni-ños hospitalizados. Te cuen-to su historia.

La carrera interpretativade Toni Acosta comienzapor la televisión, en la serie“Policías, en el corazón dela calle”, siguiendo con “Unpaso adelante”; en teatro

destacan sus intervencionesen “5mujeres.com” (2002)“El método Grönholm”(2007), “La gaviota” (2012) y“De mutuo acuerdo” (2014);y en cine “Cachito mío”(2001), “Luz de domingo”(2007), “Tiempo sin aire”(2015) e “Incidencias” (2016).

En el terreno personal,en 2002 se casó con el di-rector Jacobo Martos, hijomayor del cantante jienen-se Raphael y de la escritoraNatalia Figueroa, al que co-



va a quitar de estar conellos. No quiero perdermeni una de sus sonrisas. Heaprendido a valorar el aquíy ahora”.

FELICES ¡POR NARICES!

Toni Acosta colaboracon la Fundación Theodora,la organización a través dela cual los “Doctores Son-risas” visitan a niños hospi-talizados con el objetivo dehacerles la estancia máshumana, acompañarles ydarles motivos para sonreír.Ella lo explica así: “Fue cuan-do estaba embarazada demi primer hijo. me propu-sieron acompañarles al Hos-pital de La Paz (Madrid) yme encantó la labor, tantoes así que participé en el li-bro “Felices ¡por narices!” yme han contagiado la acti-tud positiva, de ser felices,pase lo que pase. En el librocada uno trabaja con elDoctor Sonrisas y hablamosde una emoción. A mí metocó la serenidad... Estarcon los niños hospitalizadoses ser receptora de leccio-nes de vida con su formade afrontar los problemastanto es así que me hanayudado a ver lo que deverdad importa, a quererser feliz con lo que tengo,ir disfrutando cada momen-to que te trae la vida”.

Toni Acosta apuesta porun mundo solidario y cuan-do le ofrecen colaborar conideas ilusionantes ni lo duda

un instante. Fue Madrinade Honor para el proyecto“Ningún niño sin tratamien-to por falta de recursos”,de la Fundación Cadete deayuda a niños con disca-pacidad. Representacionesde obras de teatro comoel musical “Laura y el enig-ma de la música perdidadel vagón” y muchos even-tos para recaudar fondoseconómicos y, sobre todo,concienciar con actitudespositivas, afectivas y efec-tivas de una realidad conniños enfermos.

–Toni Acosta, ¿cómo vestu futuro más próximo?

–La verdad es que loque venga será bien reci-bido, a esto se llama acep-tación de la realidad, la vidaes pura montaña rusa: subiry bajar... Me veo hacién-dome mayor en el teatro

como Amparo Rivelles, LolaHerrera, Blanca Portillo oVerónica Forqué... Están di-vinas haciendo grandes per-sonajes... Eso quisiera paramí, y como dije en la en-trega de los “Premios Telva”,la belleza tiene mucho quever con la gente que irradiaserenidad, felicidad que estáa gusto consigo misma. Elotro día estuve con Rossyde Palma y ¡qué guapa es!La miras a esos ojos verdes,irradia un buen rollo, unsaber estar, es guapa, guapa.Eso es la belleza, no loscánones que imponen lasmarcas de belleza...”.

Toni Acosta es una be-lleza de persona que irradiaserenidad. Gusto en co-nocerte.

❚ PEPE FERNÁNDEZ

DEL CACHO

Toni Acosta y Pepe Fernández del Cacho una tarde de otoñoen los estudios de la radio.


354 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

Escuela de S. Pablo de la Cruz

1. CASTELLAZO (ITALIA)

Hay un Adviento es-pecialmente querido y re-cordado por nuestra Con-gregación pasionista. Esel Adviento de 1720. Unasemana antes de comen-zarlo, Pablo de la Cruz seencamina a la Iglesia de

San Carlos en Castellazopara pasar allí, en retiro,el Adviento y la Navidad:cuarenta días.

El 22 de noviembre Pa-blo había recibido de ma-nos de Mons. de Gatti-nara, su obispo, un hábitopenitencial. Vestido conesta túnica áspera, y des-

calzo, está determinado aentregarse a la oraciónasidua y escuchar la vo-luntad del Señor sobre suvida. El obispo le habíapedido que escribiese undiario sobre todo lo quepasaba por su alma: ten-taciones o mociones delEspíritu, las disposicionesde su ánimo y los deseos

El adviento de 1720“Me vino la inspiración de llevar una túnica de arbagio,es decir, de la

lana más basta que se usa por estos lugares, de andar descalzo, vivir en es-trechísima pobreza y hacer, en suma, con la gracia de Dios, vida penitente.Esto no se me quitó del corazón”

(Carta a Mons. de Gattinara)


que le surgían. El 23 denoviembre ya se encuen-tra en la fría sacristía de laIglesia de S. Carlos (porsupuesto, sin calefacción)y comienza las primerasanotaciones en su diario.Gracias a esas notas sa-bemos cómo transcurrie-ron sus días: recibía laSgda. Comunión a diarioy se confesaba con al-guno de los sacerdotesque celebraban la Sta.Misa (25 diciembre). Con-versaba (21 diciembre) detemas espirituales con suhermano Juan Bautista,quien sería, andando eltiempo, su padre espiri-tual. Ayudaba –comoacólito– en la Sta.Misa.Por la noche se levantabaa rezar los Maitines, me-ditaba en la pasión de Je-sús y oraba muchas ho-ras. Escribía, leía, paseaba.Pasaba mucho frío, dor-mía poco y ayunaba, nosolo privándose de man-jares exquisitos, sinocomo Jesús en el de-sierto, hasta sentir hambre(cf. Mc 4,2). Pablo consi-deraba que la oración ha-bía que acompañarla desacrificio y penitencia, yasí equipado se disponíaa escuchar al Señor y dara luz a la nueva Congre-gación.

2. BELÉN (JUDEA)

“En tiempos del em-perador Augusto, José

con su esposa María su-bieron desde Nazaret (enGalilea) a la ciudad deDavid, a Belén de Judea,para empadronarse se-gún el edicto imperial. AMaría “le llegó el tiempodel parto y dio a luz a suhijo primogénito, lo en-volvió en pañales y lorecostó en un pesebre,porque no había sitiopara ellos en la posada”(Lc 2, 6-7).

El Mesías viene almundo en un establo, enlo oculto, en la pobreza,en el abandono. Para Ma-ría, la Madre de Dios,tanto las circunstanciasque precedieron al partocomo las condiciones enque dio a luz a su Hijo,apuntaban a la Cruz.

“El nacimiento deCristo es la primera par-ticipación de María en laPasión de su Hijo, el pri-mer sacrificio de la di-cha de ser madre en arasde otra comunión, nup-cial, con el siervo deDios” (A. Müller).

“María conservaba to-das estas cosas, medi-tándolas en su corazón”(Lc 2,19). Ella es contem-plativa frente a la revela-ción y su respuesta de feasí como su participaciónen el sacrificio del Hijoes una acción de la Igle-sia: María nos concentra

y nos representa a todosdesde los primeros ins-tantes de la Historia dela Salvación, lo cual noaminora ni excluye nues-tra respuesta y participa-ción personal en la con-templación y Pasión deCristo.

La Iglesia siemprecontempló a Maríacooperando, comocorredentora, al mis-terio de la Redención.La gracia maternal deMaría irrumpe tam-bién, como gracia, enlos miembros delcuerpo místico deCristo. Puede afirmar-se que, de manera untanto especial, en losintegrantes de las fa-milias religiosas, conlos carismas que lesfueron transmitidospor los respectivosfundadores. Es el casode nuestro fundadory Padre, San Pablo dela Cruz. Él nos trans-mitió un carisma odon específico quevaloramos y procu-ramos cultivar de díaen día, personal y co-munitariamente. Asívamos aportando, díatras día aquello queCristo y la Iglesia nospiden al misterio dela Redención llevadaa cabo por Cristo,“por nosotros y pormuchos”.

❚ SOR CATI

DE LA SS. TRINIDAD, C.P.OVIEDO



356 | Nº 1.032 | Diciembre 2017

La tecnología está cadavez más presente en nues-tras vidas, hasta el puntode haberse convertido enalgo imprescindible paranuestro funcionamien-to diario. Casi sin darnoscuenta, muchas de las co-sas cotidianas que haceunos años se hacían deforma personal como ir alsupermercado, obtener billetesde transporte o ir a por el pe-riódico ahora ya no es necesa-rio ponerse en camino paraconseguirlas. Para bien y paramal, la era digital se impone demanera absoluta en nuestrasvidas y determina nuestras ac-ciones, trabajo, ocio o hastanuestros sentimientos. Es im-parable. Como todas las cosas,tiene sus ventajas y sus desven-tajas. Yo prefiero ver el lado po-sitivo, pongo la mirada en todasaquellas posibilidades que nosofrecen los medios tecnológi-cos para mejorar el planeta.

Frente a lo digital está lotangible, aquello que palpamosy vemos a diario y, sin em-bargo, no le damos tanta im-portancia, porque tal vez llevamillones de años con nosotros.

Los árboles son vitales paranuestro planeta. Aunque enteoría todos lo sabemos, nonos hacemos conscientes de lagran necesidad que tenemosde ellos por los múltiples be-neficios que aportan: regene-ran zonas desérticas que pos-teriormente se transforman enzonas boscosas; los cauces delos ríos se vuelven a recuperary de forma indirecta aportanalimentación, materias primas,e incluso tienen repercusión enámbitos como la sanidad, laeducación y la política. Triste-mente, no somos capaces dever las consecuencias negativashasta que estas son evidentes.

No sé si alguna vez se lohan cuestionado. ¿Les gustaría

evalúa cada opción condetenimiento para quetenga un impacto no solomedioambiental sino tam-bién social.

Con cada clic se re-cauda una media de entrede 0,13 y 0,5 céntimos deeuro, lo que ayuda a fi-nanciar 2 m2 de bosquepor búsqueda. Cada árbol

que se planta cuesta aproxi-madamente 1 euro, así quecalcule lo que puede contri-buir con tantas búsquedascomo hace. ¿Se ha planteadoalguna vez la cantidad de ve-ces que usamos un buscadorpara encontrar alguna infor-mación? Puestos a elegir yviendo el bien que le hacemosal planeta, creo que no cabela menor duda de que utili-zando Ecosia también nos es-tamos haciendo un beneficioa nosotros y colaboramos enel plan creador y reforesta-dor de Dios, el cual desde elprincipio dejó la tierra estu-pendamente sembrada contodo tipo de árboles que ahoraestamos talando y quemando.De esta manera, vamos de-jando la tierra hecha una pe-nita si no la cuidamos más.

Como hay que soñar alto,el equipo de Ecosia, que songente muy entregada, conven-cidos de que los árboles tienenel poder de convertir este pla-neta en un lugar mejor, quierenplantar mil millones de árbolespara el año 2020. Nada es im-posible para quien cree en lossueños. A fecha de hoy ya son16.000.000 aproximadamentelos que han conseguido sem-brar. ¿Quiere contribuir a gene-rar vida? Es fácil: cuantos másclic realice, más árbo-les tendremos. Sencillo,¿no?

❚ JUAN CARLOS PRIETO TORRES

[email protected]

Plantar árb les con un clic

plantar árboles simplementehaciendo un clic con el ratónde su ordenador? Como lesdecía, hoy los avances tecno-lógicos hacen posible cosasimpensables como poder re-forestar el planeta sin salir denuestras casas. Les presentoEcosia. El proyecto empezó enel año 2009 y su fundador esChristian Kroll. El equipo, ungrupo entre siete y trece per-sonas, tiene su sede en Berlín,Alemania. Ecosia es un busca-dor de internet, al igual queotros como Google, Firefox…que, una vez instalado, deforma gratuita, contribuye concada búsqueda que se hace afinanciar proyectos para plan-tar árboles. Para contribuir, us-ted tiene que seguir un pro-ceso muy sencillo. Un 80% delos ingresos que se generan sedestinan a un programa deplantación de árboles y otrotanto por ciento se deja en unfondo de reserva para proble-mas que pudieran surgir. Loslugares están ubicados enÁfrica y en dos Parques Nacio-nales en la selva tropical delnorte de Brasil, así como Perú,Indonesia, Burkina Faso o Ma-dagascar.

Los proyectos son elegidosde forma selectiva, escogiendoaquellos donde hay plantas yárboles que no se pueden en-contrar en otros lugares y quetienen una fuerte deforestacióno degradación de los suelos.Son los llamados puntos ca-lientes de la biodiversidad. Se



Rincón familiar “Santa Gema”

(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)

Donaciones

A.Z., 20 €; Luisa Gómez (Sonseca, Toledo), 10 €; Angelita Iglesias (Sonseca, Toledo), 05 €;Paula Laguna Martín (Madrid), 20 €; Varias Devotas (Granada) 80 €; Varias Devotas(Alcuéscar, Cáceres) 20 €; Justa Izquierdo Díaz (Madrid) 20 €; Varias Devotas (La Cumbre,Cáceres) 30 €; Varias Devotas (Vicálvaro, Madrid) 20 €; Mari Trini y Puri (Jaén) 40 €.

Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantes al sacerdocioy a la vida pasionista, en España y América. Colaboradores y amigos

de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!

Agradecen y piden favores a Santa Gema

Carmen Delgado (Vicálvaro, Madrid); Gracias, Sta. Gema, por la salud de mi familia,y por el trabajo de mi nieto. Isabel Bravo Aranda (Madrid).

Cuantos agradecen y piden favores a Santa Gema, si desean salir en esta página,deben dirigirse a REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24. 28002 Madrid,

Teléfono 915 635 407. http://www.libreriaelpasionariomadrid.com

Descansan para siempre en el Señor

María Espada Alcarcón (Castellón, Cuenca), Josefa Montero Marque (Cabeza de Vaca,Badajoz), Fuensanta (Corella), José María Alfonso Pico y María Perea Hurtado, FranciscoRiquelme Pacheco (Monóvar, Alicante), Félix (La Cumbre, Cáceres), Ángel Ramos García(Madrid).

Por su eterno descanso celebramos la Santa Misa en el Santuario el día 14de cada mes a las cuatro de la tarde

PEREGRINOSDE ARANDA DE DUERO


¡Suscríbete!SUSCRIPCIÓN 2018

Ordinaria 14 €De apoyo 20 €Extranjero 40 €

10 revistas desde solo 14 €

Boletín de nueva suscripciónDATOS PERSONALES

Nombre y apellidos .................................................................................................................................................

Dirección ................................................................................................... C.P. .....................................................

Población .......................................................................... Provincia ....................................................................

Teléfono .................................................. NIF ..................................................... Firma

FORMAS DE PAGO

Domiciliación bancaria

Sr. Director del Banco/Caja ..................................................................................................................................

Dirección ................................................................................................. C.P. .....................................................

Población .......................................................................... Provincia ....................................................................

Firma

Le ruego que, con cargo a mi cuenta, abonen los recibos que anualmenteles presente la Revista “Pasionario”Titular ......................................................................................... libreta o cuenta

Transferencia a: Revista “Pasionario” BANCO POPULAR ESPAÑOL IBAN ES07 0075 1331 23 0600027186 Giro Postal a: Revista “Pasionario”. Leizarán, 24 y Bidasoa, 11 - 28002 Madrid Talón nominativo a: Revista “Pasionario”. Leizarán, 24 y Bidasoa, 11 - 28002 Madrid

Recortar y Enviar a: Revista “Pasionario”Leizarán, 24 y Bidasoa, 11 - 28002 Madrid - Teléfs.: 915 635 407 - 915 635 068Fax: 915 635 431 - Correo electrónico: [email protected]

Página Web: www.libreriaelpasionariomadrid.com - E-mail: [email protected] (Director)

Iban entidad oficina d.c. número de cuenta


“¡El Verbo se hizo carne,y acampó entre nosotros!

y hemos contemplado su gloria”


“Jesús nació en Belén de Judea, en tiempos del Rey Herodes”.€¦ · nación, el que Dios,...

Documents

Transcript of “Jesús nació en Belén de Judea, en tiempos del Rey Herodes”.€¦ · nación, el que Dios,...