“El mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz…”

Tomo 20 Febrero 2012

Parte de los jóvenes que asistieron a los estudios en Támara, diciembre de 2011.

El apóstol Pablo le escribió a Timoteo y le reco-mendó: “Que nadie te menosprecie por ser joven. Al

contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a

seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en

amor, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12 Nueva Versión Internacional). En estos tiempos de gran conflicto social, es una bendición ver jóvenes sirviendo a Jesús, cuando otros caen en las redes de la violencia, las drogas, el sexo ilícito y mueren temprano sin

esperanza. ¿Es importante mi forma de hablar y mi conducta? Quienes viven bajo el poder del mundo tienen una forma de hablar y de comportarse. Los cristianos también. Asume el reto de ser ejemplo para los creyentes. Ser cristiano no es para cobardes, es para valientes dispuestos a ser ejemplo, y no tro-piezo.

“Sé ejemplo para los creyentes”

Introducción

Mateo 24 es utilizado por religiosos para atemorizar a las personas con el fin de que obedezcan a Cristo. Mateo 24 muchas veces es usado para hablar acerca del retorno de Jesús. Pero, ¿realmente habla ma-teo 24 del fin del mundo y de la segunda venida de Cristo? Explica-remos en este estudio porqué Ma-

Josefo, un historiador de ese tiem-po dice “que parecía ser un lugar que jamás había sido habitado”.

Antes de la destrucción del templo acontecerían algunas señales

(Mateo 24:3-14)

Mateo 24 ¿Habla del fin del mundo o de la

segunda venida de Cristo? Estudio presentado por el hermano Ángel Lagos en los estudios realizados del 5 al 8 de diciembre de 2011 en Támara, Francisco Morazán, Honduras. Un tema para saber sobre qué eventos realmente escribió Mateo.

teo 24 del fin del mundo y de la segunda venida de Cristo? Explica-remos en este estudio porqué Ma-teo 24 no habla del fin del mundo ni de la segunda venida de Cristo.

Mateo 24 habla acerca de la destrucción del templo judío

(Mateo 24:1,2; Marcos 13:1,2)

“Vuestra casa os es deja desierta” Los magníficos edificios de oro y mármol, que desde lejos parecían una “montaña cubierta de nieve” serian destruidas de manera com-pleta”.

El templo de Jerusalén fue demoli-do en el año 70 después de Cristo, por la armada romana.

(Mateo 24:3-14)

Primera señal: Falsos cristos (vers.4,5)

Durante la época de los discípulos muchos hombres se levantaron diciendo que ellos eran el Cristo.

Los judíos querían un Cristo que los libertara del yugo de los roma-nos y por eso la mayoría confiaron en estos hombres llamados “el Cristo”, (Hechos 5:36,37).

Segunda señal: Guerras y ru-mores de guerra. (ver.6)

“Festo envió tropas de infantería y caballería contra los que habían sido engañados por un impostor que les había prometido la cesación de toda la mala y plena seguridad, si lo seguían al desierto. Los soldados mataron al impostor y a los que estaban con él” –

(Antigüedades de los Judíos, To- 2

mo 3, Libro 20; Cap. 8; Par. 5,6,10; Págs. 337-338,340).

“Siendo Fado procurador de Judea, un cierto mago de nombre Teudas per-suadió a un gran número de personas que, llevando consigo sus bienes, lo siguieran hasta el río Jordán. Afirma-ba que era profeta, y que a su mando se abrirían las aguas del río y el tránsi-to les resultaría fácil. Con estas pala-bras engañó a muchos. Pero Fado no permitió que se llevará a cabo esta insensatez...” – (Antigüedades de los Judíos, Tomo 3, Libro 20; Cap. 5; Par. 1; Pág. 330).

Tercera señal: Nación contra nación. (ver.7)

“Toda la nación judía exasperada corrió a las armas y quemaron y saquearon las aldeas y ciudades vecinas de los sirios, haciendo una enorme carnicería. Los Sirios a su vez, destruyeron un número me-

Josefo registra las hambres de este período: “Ahora reinaba el hambre en la ciudad, y los rebeldes tomaban to-dos los alimentos que pudieran encon-trar en registros casa por casa, mien-tras que los pobres morían de hambre a miles. La gente daba sus riquezas por una pequeña medida de trigo, y la ocultaban en secreto para que no les fuera quitada. Las mujeres les quita-ban la comida a sus maridos, los hijos a los padres, y las madres de la misma boca a los bebés...” –(Josefo: Los Escritores Esenciales, Pág. 333. Las Guerras de los judíos, Libro 6, Cap. 11, Pág. 178).

“Mientras tanto, incontables miles de judíos morían de hambre. En cada casa donde había el menor bocado de comida, los parientes luchaban por él. Transidos por el hambre, los proscri-tos husmeaban como perros enloque-cidos, royendo lo que fuera: cinturo-nes, zapatos, e incluso el cuero de sus

vecinas de los sirios, haciendo una enorme carnicería. Los Sirios a su vez, destruyeron un número me-nor de judíos en Scytopolis, asesi-naron a más de 13 mil judíos. En Ascalón (unas de las cinco princi-pales ciudades de los filisteos) ma-taron 2 mil 500 y en ptolemida mataron 2 mil En Alejandría lu-charon judíos y paganos y 50 mil de los primeros fueron muertos”.

Cuarta señal: Pestes y ham-bre y terremotos. (ver.7)

Cuatro hambrunas se presentaron durante el reinado de Claudio. Hechos 11:28 se refiere a una gran hambre, la cual ocurriría en los días de Claudio Cesar (41-54 D.C.); otras ocurrieron en Italia, Judea y Grecia. Más de 30 mil murieron de una peste sólo en Roma, antes del año 70 después de Cristo.

cidos, royendo lo que fuera: cinturo-nes, zapatos, e incluso el cuero de sus escudos. Otros devoraban manojos de paja, y luego sucedió el horroroso caso de María de Betezuba. (Las Guerras de los judíos, Tomo 2, Libro 7, Cap. 7, Pág. 223).

“Distinguida en familia y fortuna, María había huido de Perea a Jeru-salén, pero sus propiedades habían sido saqueadas por los tiranos durante el asedio y su comida por los registros diarios de sus seguidores. Enloquecida por el hambre, tomo al bebé que tenía en su pecho, y dijo: ‘¡Pobre bebé! ¿Por qué debería preservarte para la gue-rra, el hambre y la rebelión? Ven, sé mi alimento: venganza contra los re-beldes, y el punto culminante de la tragedia judía para el mundo’. Con esto, mató a su pequeño, asó su cuer-po, y devoró la mitad del mismo, ocul-tando el resto. – (Las Guerras de

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los Judíos, Tomo 2, Libro 7, Cap. 8, Págs. 224-225).

Los terremotos han tenido lugar en diferentes épocas de este mundo. Durante el reinado de Nerón, Pom-peya fue virtualmente destruida y Roma también sufrió daños; los terremotos demolieron Laodicea y otras ciudades en Asia Menor.

Tácito menciona un terremoto en el reinado de Claudio, en Roma; y dice que en el reinado de Nerón, las ciudades de Laodicea, Hierapo-lis, y Colosas fueron demolidas; y la célebre Pompeya fue abrumada y casi destruida por un terremoto, Anales, 15,22.

Año 46 después de Cristo: gran terremoto en la isla de Creta. Año 52: frecuentes terremotos en Roma que tumbaron casas, según el his-toriador romano Tácito. Año 53:

Saulo antes de su conversión era líder de las persecuciones contra los cristianos (Hechos 9:1-2).

Herodes maltrató a los cristianos y mató al apóstol Jacobo (Hechos. 12:1-2).

Pablo y sus compañeros fueron azotados (Hechos 16:23). Pablo fue muerto en Roma y Pedro crucifica-do (Juan 21:18-19), antes del 70 después de Cristo.

Tácito describe los sufrimientos de los cristianos en el primer siglo: “Burlas de toda clase fueron añadidas a sus muertes. Cubiertos con pieles de bestias, fueron despedazados por pe-rros y perecieron, o aún fueron clava-dos en cruces, o fueron arrojados a las llamas y quemados, para servir como iluminación nocturna, cuando la luz del día había expirado”.

Sexta señal: Falsos profetas.

52: frecuentes terremotos en Roma que tumbaron casas, según el his-toriador romano Tácito. Año 53: terremoto en Apameia, de la pro-vincia romana de Frigia, “a causa del que se eximieron del tributo por cinco años”, relata Tácito. Año 60: terremoto que afectó en parti-cular a Laodicea. Año 63: en Cam-panía, terremoto que destruyó la mayor parte de Pompeya, según Tácito.

Quinta señal: La gran tribu-lación. (ver. 9)

Pedro y Juan fueron encarcelados (Hechos 4:1-3;5:17-18,40). Esteban fue apedreado (Hechos 7:59). La iglesia en Jerusalén fue esparcida por las regiones de Judea y Sama-ria (Hechos 8:1-4).

del día había expirado”.

Sexta señal: Falsos profetas. (ver.11)

“Pero mayor daño causó a todos los judíos un hombre egipcio, falso profe-ta, porque, viniendo a la provincia de ellos, siendo mago, queríase poner nombre de profeta, y juntó con él casi treinta mil hombres, engañándolos con vanidades, y trayéndolos consigo a la soledad adonde estaban, al monte que se llama de las Olivas, trabajaba por venir de allí a Jerusalén, y echar la guarnición de los romanos, y hacerse señor de todo el pueblo” – (Las Gue-rras de los Judíos, Tomo 1, Libro 2; Cap. 12; Pág. 238).

Pablo advierte de hombres engaño-sos que se disfrazan como obreros de Cristo (2 Corintios. 11:13-15). En Galacia algunos pervirtieron el Evangelio (Gálatas 1:7). Otros

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abandonarían la fe (1 Timoteo. 4:1).

Pedro habló de muchos que siguen falsos maestros que introdujeron herejías encubiertamente (2 Pedro. 2:1-2).

Himeneo y Alejandro eran blasfe-mos, naufragaron en la fe (1 Timo-teo. 1:19-20). Figelo y Hermógenes se alejaron (2 Timoteo. 1:15). Himeno y Fileto eran falsos maes-tros (2 Timoteo. 2:17-18).

Josefo, en su historia de la des-trucción de Jerusalén, da esta na-rración: “porque muchos profetas sobornados entonces por los tiranos, denunciaban al pueblo que esperasen el socorro de Dios y no tuviesen cuida-do de guardarse y menos de huir de ellos, y los que no temían, ni se guar-daban, se detuviesen también mucho mejor con la esperanza que les daban

nos. 10:15-18. La carta a los Roma-nos fue escrita por el apóstol Pablo en el año 55 después de Cristo, durante su tercer viaje de predica-ción, 15 años antes de la destruc-ción de Jerusalén. “Todo el mun-do” abarca esa parte gobernada por Roma.

Octava señal. La abomina-ción desoladora. (ver.15)

La abominación sería inconfundi-ble y fácil de reconocer por parte de los santos. Al verla, los creyen-tes debían huir apresuradamente de Jerusalén (Mateo. 24:16).

La abominación de soladora, era el ejército romano. (Lucas 21:20).

Los gentiles romanos eran abomi-nables para los judíos (Hechos 10:28). Por lo tanto, los creyentes podían identificar rápidamente a

daban, se detuviesen también mucho mejor con la esperanza que les daban estos falsos profetas...” – (Las Gue-rras de los Judíos, Tomo 2, Libro 7, Cap. 11; Pág. 235).

Séptima señal: El evangelio predicado en todo el mundo. (ver.14)

(Colosenses 1:5-6,23). Pablo escri-bió la carta a los Colosenses en el año 62 después de Cristo, ocho años antes de la destrucción de Jerusalén, en obvio cumplimiento de la declaración de Jesús en Ma-teo 24:14.

También en Romanos 1:8, Pablo usó lenguaje similar al hablar de la fe de los Romanos. El cumplimien-to literal de la predicación del evangelio en todo el mundo lo po-demos leer una vez más en Roma-

10:28). Por lo tanto, los creyentes podían identificar rápidamente a un gentil. No era permitido que un gentil se acercara al templo.

¿Qué tenían que hacer los discípulos cuando vieran la abominación desoladora?

(Mateo 24:15-18)

El que estaba en Judea tenía que huir a los montes. El versículo 16 empieza una sección que describe una situación local de Judea de la inminente invasión Romana. El tiempo no puede ser al regreso de Cristo cuando la huída sería inútil, porque uno no podrá evitar la ira de Dios por medio de ocultarse en las montañas.

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El que estaba en la azotea no tenía que descender a tomar algo de su casa. Podía correr sobre las azoteas planas de sus vecinos hasta las puertas de la ciudad. No debería perder tiempo para empacar sus posesiones, porque un intento por llevárselas le impediría huir.

El que estaba en el campo no debía descender para tomar su capa. No debería regresar a su casa por ves-tidos extras. No podía haber dila-ción ante el anuncio de que los romanos estaban en marcha hacia Jerusalén. Rodearían la ciudad tan rápidamente que toda hora precio-sa sería necesaria para huir.

El simbolismo en Mateo 24

Como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occi-dente. (ver. 27)

El sol se oscurecerá. La luna no dará su resplandor. Las estrellas caerán del cielo. Las potencias de los cielos serán conmovidas. (ver.29). Estos versículos anuncian a l g o q u e s e c u m p l i r í a “inmediatamente” después de los eventos del versículo 28 y aquellos que lo preceden.

Ningún lapso de tiempo separa los versículos 28 y 29. La fraseología anuncia apropiadamente el final del poder Judío y da a entender la zozobra y desgracia acompañando a la destrucción de Jerusalén. El uso de Mateo del Sol, la Luna, las estrellas, y los cielos es asignado a la imagen profética del Antiguo Testamento y a las palabras claves que inequívocamente describen los juicios temporales de las varias sociedades terrenales antiguas.

oriente y se muestra hasta el occi-dente. (ver. 27)

Relámpago: La velocidad del ejer-cito romano. Sale del oriente y se muestra hasta el occidente: El ejér-cito romano entró en Judea por el este y llevaron su conquista hacia el oeste. Esta es la ruta misma que tomaría el ejército.

El cuerpo muerto y las águilas. (ver.28) Para el año 66-70 después de Cristo Jerusalén, como toda la nación Judía, era un cuerpo putre-facto listo para la eliminación, co-mo lo hace un águila con un cuer-po muerto. Los romanos eran las águilas, llamados así en parte por su fuerza y fiereza y por la figura de esos animales que llevaban en su insignias.

juicios temporales de las varias sociedades terrenales antiguas.

(Isaías. 13:10,13).Esta profecía dio a entender el fin del liderazgo polí-tico de Babilonia Isaías declara que esto era un juicio local “Profecía sobre Babilonia”.

(Isaías. 34:4). De igual manera, la caída de Edom y las naciones alia-das fue descrita como cuando “todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro”.

De los enemigos de Judá, Joel dijo: “...temblará la tierra, se estreme-cerán los cielos; el Sol y la Luna se oscurecerán, y las estrellas retra-erán su resplandor”, (Joel 2:10). Dios usó la pagana Babilonia para castigar a Judá en el año 586 A.C.

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En Mateo 24:29, las “potencias de los cielos” eran probablemente los líderes de la iglesia Judía; perdie-ron su identidad y rango de tribu con la destrucción de Jerusalén. El Sol probablemente representa la luz religiosa judía; la Luna la luz terrenal; y la caída de las estrellas a los setenta miembros del Sa-nedrín y otros nobles judíos siendo removidos de sus altas posiciones .

La señal del hijo del hombre en el cielo viniendo en las nubes. (ver.30)

El versículo 30 de Mateo 24 sumi-nistra símbolos de juicio adiciona-les, con motivos y lenguaje bíblico sacados nuevamente del Antiguo Testamento:

Muchos aplicarán este texto a la “segunda venida” de Cristo porque lo describe como viniendo en las

cen que Dios no apareció literal-mente de forma visible en el cielo a los antiguos egipcios, pero visitó esa nación idólatra en juicio.

Jeremías declaró que Dios subiría como nubes sobre Judá (Jeremías 4:13). Estas eran nubes de destruc-ción. De igual manera, Jesús no se presentaría literalmente en Jeru-salén en el 70 después de Cristo, sino que vendría en juicio con el uso del ejército Romano.

Enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta. (ver.31). El versí-culo 31 anuncia que Cristo enviará Sus ángeles. El término Griego traducido “ángeles” es Angelos, que significa “un mensajero” (de angello, entregar un mensaje), Vi-ne, Vol. 1, Pág. 100.

No siempre se refiere a seres celes-tiales; algunas veces es usado con

Muchos aplicarán este texto a la “segunda venida” de Cristo porque lo describe como viniendo en las nubes. Los premilenarios dicen que son nubes literales iluminadas por Su gloria. El uso de la palabra “nubes” en el Antiguo Testamento muestra que “viniendo sobre las nubes” es también figurativo.

Ezequiel enseña que un día de nu-bes es un tiempo de juicio sobre las naciones: “Porque cerca está el día, cerca está el día de Jehová, día de nublado, día de castigo de las naciones será. Y vendrá espa-da a Egipto, y habrá miedo en Etiopía”, (Ezequiel 30:3-4). Res-pecto a Egipto, Isaías dijo: “... He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube, y entrará en Egip-to...”, (Isaías 19:1). Todos recono-

No siempre se refiere a seres celes-tiales; algunas veces es usado con referencia a mensajeros humanos. Por ejemplo, el término es usado de Juan el Bautista (Mateo. 11:10; Marcos. 1:2), de los mensajeros enviados por Juan el Bautista (Lucas 7:24), de los mensajeros que Jesús envió delante de Él (Lucas. 9:52), y de los hombres enviados por Josué a Jericó (Santiago. 2:25).

Estos ángeles del v.31 son los men-sajeros del evangelio que irían a todas partes llevando el mensaje de salvación, haciendo sonar la trompeta para llamar a la obedien-cia. Después de la caída de Jeru-salén los cristianos no continuaron siendo obstaculizados por el ju-

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daísmo fanático, el evangelio se multiplicaría y cubriría al imperio, (véase Hechos. 17:6). Aquellos mensajeros reunirían a sus escogi-dos de todo el mundo; trayéndolos a Jesús por medio del evangelio.

En este pasaje poético, la referen-cia a la trompeta no debe ser toma-da literalmente. Es una referencia simbólica similar a esa de Isaías (Isaías. 27:13). Isaías habló de una trompeta sonando a fin de traer a Jerusalén los judíos cautivos en Babilonia, en Asiria y Egipto.

La referencia de Jesús a una trom-peta no es más literal que la de Isaías. A través del mensaje del evangelio, las personas vendrían a Jesús como si hubieran sido llama-dos por una gran trompeta.

Lejos de ser una descripción lite-ral, esta frase dice figurativamente

llos miembros de la raza judía vi-viendo en la misma época” (Tomo 2, Pág. 9).

Jesús tenía en mente su genera-ción porque usó la misma frase al principio en el día que pronunció los ayes sobre los Fariseos, conclu-yendo con, “De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta gene-ración” (Mateo. 23:36).

Esta generación de Jesús en el tiempo de Jesús es descrita por Mateo como:

Incrédula y perversa (Mateo 17:17).

Mala, adúltera y buscadora de se-ñal (Mateo16:4).

De mal genio y caprichosa (Mateo 11:16-19).

Maldiciente e inhumana (Mateo 23:4,14).

Lejos de ser una descripción lite-ral, esta frase dice figurativamente cómo la predicación del Cristo ga-naría muchos conversos de todas partes, principalmente de entre los gentiles.

Algo más que explicar acerca de Mateo 24

“De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”, (ver.34). La gene-ración del v.34 es la de Cristo, tam-bién es apoyada por los eruditos. La palabra Griega es genea, signi-ficando “edad o linaje... No indica un período de duración ilimita-da” (enorme). Vine dice que genea significa “de toda la multitud de personas viviendo en el mismo período, y especialmente de aque-

Maldiciente e inhumana (Mateo 23:4,14).

Seguidora de tradiciones (Mateo 15:9), y pecadora.

Estaba destinada para la condena-ción (Mateo12:42), porque había rechazado al Cristo (Lucas. 17:25).

Peor que las generaciones prime-ras (Mateo12:45).

En realidad, Jesús prometió amon-tonar sobre ellos la sangre de los profetas desde Abel hasta Zacarías (Mateo 23:35).

“Pero el día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre”, (ver. 36). Léa-se (Marcos 13:32) Este pasaje es aplicado a la segunda venida de Cristo muy a menudo, podría hacernos preguntar que si Jesús

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está hablando acerca de la destruc-ción de Jerusalén, entonces ¿significa eso que podemos saber cuándo ocurrirá la segunda venida de Cristo? La respuesta es NO, porque hay otros pasajes de la Bi-blia (1 Tesalonicenses. 5:2; 2 Pe-dro. 3:10) que nos enseñan que el tiempo de la segunda venida es desconocido.

“Estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado”, (ver. 40, 41), (Lucas 21:24; 17:34,35). Por tanto, en el sitio de Jerusalén, en el cual un millón cien mil judíos perecieron, y dos millones y medio fueron tomados cautivos, ninguno de los indivi-duos fieles que hizo caso de las advertencias de Jesús dadas en este capítulo pereció, porque huye-ron tal como Jesús había mandado que lo hicieran.

de lo que pudieran haberlo obteni-do de otra manera. Si el asedio hubiera continuado por más tiem-po la guerra se habría extendido por toda Palestina y aún los cris-tianos habrían sufrido.

Aún Tito (el general Romano) re-conoció esto como un acto de Dios: “Cuando Tito entró en la ciudad, quedó atónito ante su fortaleza, y es-pecialmente ante las torres que los tiranos habían abandonado. En reali-dad, cuando vio su altura y las propor-ciones que tenían, y el tamaño de cada inmenso bloque, exclamó: ‘En verdad que Dios estaba con nosotros en esta guerra, habiendo sacado a los judíos de estas fortalezas, porque, ¿qué podr-ían hacer contra estas torres ni las manos ni las máquinas’?” – (Los Es-critos Esenciales, Pág. 351; Las Guerras de los Judíos, Págs. 251-252).

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este capítulo pereció, porque huye-ron tal como Jesús había mandado que lo hicieran.

“Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Este versículo está hablando de una salvación del cuerpo no de la salvación del alma. El discípulo que hiciera caso a las advertencias de Cristo no perdería su vida física, (Lucas 21:18). Así que podemos decir que no es una referencia a la salvación al final en la segunda venida del Señor, sino a la liberación de los fieles al mo-mento de la terrible desolación que vendría sobre Jerusalén.

“Y si aquellos día no fueren acor-tados; mas por causa de los esco-gidos, aquellos días serán acorta-dos”, (versículo 22). Fue una ben-dición que nuestro Señor diera la victoria a los Romanos más pronto

Guerras de los Judíos, Págs. 251-252).

Conclusión

Mateo 24 no tiene que ver en abso-luto con el fin del mundo y la veni-da del Señor Jesucristo.

Hace más de dos mil seiscientos años, un rey llamado Nabucodono-sor conquistó Jerusalén y, por or-den suya, varios jóvenes hebreos fueron llevados al palacio real para enseñarles el idioma y las costum-bres de Babilonia, un reino donde no adoraban al Dios de Israel. La historia completa se lee en Daniel capítulo uno.

Entre los muchachos que los babi-lonios llevaron presos estaba “Daniel, Ananías, Misael y Azar-

ías, de los hijos de Judá” (Daniel 1:6). No iban en un viaje de placer. Su nación había sido destruida y ahora viajaban a una tierra extra-ña, lejos de su familia, donde prac-ticaban otra religión. El rey quería cambiarles sus creencias y entre-narlos para su servicio en palacio.

El encargado de llevarlos a Babilo-nia se llamaba Aspenaz, y lo prime-ro que hizo fue darles otro nombre. Por ejemplo, A Daniel (que signifi-

aquella época acostumbraban tirar sobre la tierra una pequeña porción de la comida, como ofrenda inicia-dora a los dioses, como para consa-grar a ellos el banquete entero. Así que si Daniel y sus amigos se ali-mentaban con la misma comida del rey cometerían idolatría. La simple comida y el vino no contaminaban, el problema es que antes de comer-los eran consagrados a los dioses. La fe de Daniel y los tres jóvenes,

¿Ya propuso en

su corazón no

contaminarse?

nia se llamaba Aspenaz, y lo prime-ro que hizo fue darles otro nombre. Por ejemplo, A Daniel (que signifi-ca Dios mi juez) lo llamó Beltsasar (príncipe de Bel –un dios de Babi-lonia). ¿Cómo actuaron Daniel y sus tres amigos cuando, lejos de su país y su familia, su fe fue puesta a prueba?

Daniel, Ananías, Misael y Azarías deciden no

contaminarse

Una de las instrucciones del rey era que los jóvenes debían comer de los mismos alimentos que a él le daban (Daniel 1:5). Pero Daniel y sus amigos se negaron a comer de la comida del rey. La escritura dice que este joven propuso en su corazón no contaminarse con la comida del rey (Daniel 1:8). ¿Por qué tomó esa decisión? En

los eran consagrados a los dioses. La fe de Daniel y los tres jóvenes, aunque lejos de su casa y de la mi-rada de sus padres y de su pueblo, no se doblegó y se negaron a des-obedecer la voluntad de Dios.

¿Qué haría usted en lugar de Daniel y sus tres amigos? Están lejos de su país y de su familia, pero comprenden que no están lejos de la mirada de su Dios. Hoy día, hay muchas voces llamando a los hijos jóve-nes de Dios para que se contaminen.

Daniel llegó a una cultura que no honraba a Dios, pero él deci-dió seguir obedeciendo los man-damientos de Dios. No olviden que la fe debe ser probada ( 1

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Pedro 1:7). La fe no se pone a prueba en la reunión de la igle-sia, allí todos somos obedientes. La verdadera prueba está en el mundo, donde podemos conta-minarnos con drogas, alcohol, pornografía, adulterio, fornica-ción y hasta con homosexualis-mo. ¿Cuál es la clave para man-tenerse puro ante los ojos de Dios? Proponer en mi corazón no contaminarme y ser firme en esa decisión.

Daniel, un joven líder que influía a practicar lo correcto

Ser joven no es excusa para olvi-dar los mandamientos de Dios. Daniel y sus amigos pudieron renegar contra Dios porque hab-ía permitido que los llevaran

Daniel no se quedó

callado

Los hijos e hijas de Dios deben aprender a hablar contra cual-quier clase de contaminación. No se trata de insultar, sino de-jar claro ante los demás cuáles son nuestras convicciones.

Daniel le pidió a Melsar, el ma-yordomo que los cuidaba: “que no se le obligase a contaminar-se… Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a co-mer, y agua a beber” (Daniel 1:8,12).

Este joven de Dios dejó claras sus creencias, pero también le

renegar contra Dios porque hab-ía permitido que los llevaran presos a otra nación. Podrían excusarse diciendo que Dios los había abandonado y que por eso ellos abandonaban sus creen-cias. Daniel no respetaba a Dios solo en casa de sus padres o en el templo, respetaba a Dios en cualquier lugar y ante la presen-cia de cualquier persona.

¿Es usted un cristiano o cristia-na que influye en sus hermanos y hermanas a que no se conta-minen ? La iglesia necesita jóve-nes que como Daniel guíen a sus amigos a practicar las obras de la luz, no las de las tinieblas. Jesús dijo: “Ustedes son la luz del mundo” (Mateo 5:14).

Este joven de Dios dejó claras sus creencias, pero también le dio opciones a Melsar. Cuando nuestra fe está en peligro, pri-mero debemos proponernos en nuestro corazón no contaminar-nos. Después hablar sin temor de nuestras convicciones y luego llegar a un acuerdo que no dañe nuestra fe.

Daniel recibió la recompensa de Dios

Estos cuatro jóvenes corrieron un riesgo: alimentarse solo con legumbres y agua durante diez días. Al final de la historia lee-mos que el riesgo valió la pena, pues Dios estuvo de su lado. Y usted, ¿ya propuso en su co-

razón no contaminarse? 11

Al Azar

Danlí, El Paraíso, Honduras

La madrugada del lunes 12 de diciembre dejó de existir el hermano Rafael, padre de nuestra hermana Suyapa de Molina. Un grupo de miembros de la iglesia en Danlí viajamos al caserío de Agua Morada, Morocelí, donde él residía. También el hermano Rigoberto Escoto, de la iglesia que se congrega en Torocagua, Tegucigalpa, asistió y predicó. Pedimos oraciones por los familiares para que Dios les dé fortaleza y bendiciones. —Richard Lagos

Támara, Francisco Morazán, Honduras

Gracias a Dios tenemos una nueva hermana en la fe. El viernes 6 de enero se bautizó Maryori Gissela Gutiérrez Reyes en casa del hermano Richard Lagos, en Danlí. Ella reside en Támara, pero estaba de visita por esa ciudad, asistió a la reunión y decidió obedecer a Jesús. —Wilson Oseguera

La Ceiba, Atlántida, Honduras

El domingo 22 de enero, La iglesia de Cristo de este lugar vio nacer de nuevo a Ana Joseline Rivas Zelaya. También tiene el plan de comenzar a reunirse en el

Barrio Sierra Pina, 2 calle, una cuadra de pulpería “La Norteña”, La Ceiba, Atlántida, Honduras, CA. En internet:: www.mensajero.wordpress.com Email: freddyarony71@yahoo.com

El domingo 22 de enero, La iglesia de Cristo de este lugar vio nacer de nuevo a Ana Joseline Rivas Zelaya. También tiene el plan de comenzar a reunirse en el nuevo local en la primera semana de marzo. Esperamos contar con el apoyo de algunos hermanos para evangelizar. Pedimos sus oraciones para este trabajo. —Freddy Rivas

San Pedro Sula, Cortés, Honduras

La iglesia de Cristo que se reúne en la colonia Ideal ha decidido comenzar el primer domingo de marzo un tiempo de estudio de la Biblia. La congregación acordó que, después del culto de adoración, tendrá una hora de estudio. Cree-mos que será de provecho para familiarizarnos más con la Palabra de Dios y crecer en sabiduría. Esta decisión congregacional responde a la necesidad de combatir uno de los peligros que amenazan a la iglesia: la falta de conocimien-to. En la antigüedad, el profeta Oseas lamentó: “Mi pueblo fue destruido por-que le faltó conocimiento” (4:6). —Carlos Rodriguez

Oculí, Danlí, El paraíso

En este lugar se han reconciliado el hermano Marcelino y su esposa. Damos gracias a Dios porque la iglesia está creciendo en número. —Virgilio Zelaya